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Ø ESPERANZA DE VIDA
Según el informe de ' Estadística poblacional 2018' realizado por Ipsos con
fuentes del INEI demuestra que la población peruana sigue en aumento. Al 2018
se estima que la población total del Perú es de 32'162,184, de los cuales un
52.1% pertenecen a la población adulta de entre 21 a 59 años, quienes han
mostrado un crecimiento progresivo estos último dos años. Sin embargo, la
esperanza de vida promedio es de 75 años.
Ø INDICADORES DE MORBILIDAD
El 82,6% de la población adulta mayor femenina presentó algún problema de
salud crónico. En la población masculina, este problema de salud afecta al
69,9%, habiendo 12,7 puntos porcentuales de diferencia entre ambos. Por otro
lado, las mujeres de Lima metropolitana (84,9%) son las que más padecen de
problemas de salud crónico, en tanto que en resto urbano y el área rural, son el
82.1% y 80,2% , respectivamente. En todos los ámbitos geográficos, menor
proporción de hombres que de mujeres adultas mayores padecen de problemas
de salud crónico.
Tipo de problema de salud y razones de no asistencia a establecimiento de salud
En el primer trimestre de 2018, el 48,0% de adultos mayores del país han
padecido algún síntoma o malestar y el 37,5%, alguna enfermedad o accidente.
Comparando con similar trimestre del año anterior, se observa un incremento de
2,1 y 1,7 puntos porcentuales en Síntoma/Malestar y en la categoría
Enfermedad/ Accidente, respectivamente. La mayor proporción de personas de
60 y más años de edad, con algún tipo de problema de salud, no asistió a un
establecimiento para atenderse porque no lo consideró necesario, u optó por
remedios caseros, o se autorecetó (72,7%). La cuarta parte (25,6%) no acudió a
un establecimiento de salud porque le queda lejos, o no le genera confianza o
se demoran en la atención. Estos son factores a tomar en cuenta para
incrementar los niveles de asistencia, prevención y cuidado de la salud de los
adultos mayores.
Ø ENFERMEDADES NO TRANSMISIBLES
Estudios realizados demuestran la prevalencia referida de enfermedades no
transmisibles en adultos mayores, de 60 años y más años de edad. La
enfermedad referida con mayor prevalencia fue la hipertensión arterial (42,4 %),
seguida de las enfermedades del corazón (23,5) y la diabetes mellitus (14,7), las
cuales predominaron en el sexo femenino. El grupo de 60 a 69 años fue el más
afectado con la hipertensión arterial y el de 80 y más con la enfermedad
cerebrovascular.
Tener una buena salud ayuda a los adultos mayores a asegurar su
independencia, seguridad y productividad continua a lo largo de su vida. Pero las
enfermedades no transmisibles (ENT) como el cáncer, las enfermedades
cardiovasculares y la diabetes pueden disminuir su calidad de vida, aumentar los
costos de los cuidados de salud e incrementar la presión sobre los miembros de
la familia que son responsables de su cuidado.
Las Américas enfrentan desafíos crecientes en torno a la vejez y a las ENT, al
ser la región de más rápido crecimiento del envejecimiento en el mundo. La
Organización Panamericana de la Salud/ Organización Mundial de la Salud
(OPS/OMS) está apoyando los esfuerzos de sus países miembros para afrontar
estos desafíos a través de políticas y programas que fortalezcan la prevención,
aumenten la detección temprana, y aseguren el acceso sostenible y universal a
cuidados apropiados de calidad, inclusive los de largo plazo.
La cooperación técnica de la OPS/OMS enfatiza los marcos de políticas
intersectoriales y el manejo integrado de las ENT, al igual que un abordaje desde
la atención primaria de la salud. Las metas claves pasan por desarrollar
mecanismos financieros para apoyar la atención preventiva en salud, facilitar el
ahorro para la atención a largo plazo, y crear vínculos entre los sistemas de
salud, los servicios sociales y los recursos comunitarios.
También es importante involucrar a las comunidades, a los empleadores, a las
familias y a los individuos, especialmente a las propias personas mayores, en los
esfuerzos por promover y proteger la salud de los adultos mayores.
- Obesidad:
El sobrepeso y la obesidad representan un problema de salud que afecta a la
población en general. Los adultos mayores (≥60 años, según la OMS y la
legislación peruana) no están exentos de este problema, lo cual es motivo de
preocupación nacional y mundial. Se asocian a los procesos mórbidos y a las
enfermedades crónicas no transmisibles que afectan frecuentemente a este
segmento poblacional, lo cual limita y acorta su calidad de vida. Por ello es muy
importante prevenirla, detectarla a tiempo y tratar de solucionarla.
En el Perú, la población adulta mayor está estimada en 9,7% de la población
general, alrededor de 3 millones de peruanos, y de acuerdo al informe técnico
‘Estudio nutricional en el Perú por etapas de vida; 2012-2013’ publicado en el
2015 por el Ministerio de Salud, se encontró sobrepeso en esta población adulta
mayor en 21,4% (IC95%: 19,6 a 23,2) y obesidad en 11,9% (IC95%: 10,6 a 13,2),
cifras menores que las encontradas en los adultos jóvenes (30,7% y 9,9%,
respectivamente) y en los adultos (44,7%; IC95%: 19,6 a 23,2 para el sobrepeso
y 23,1%; IC95%: 21,9 a 24,2% para la obesidad).
Debemos tener en cuenta que los puntos de corte que se utilizaron para la
definición de sobrepeso y obesidad según el índice de masa corporal (IMC)
fueron 28,0 a 31,9 para sobrepeso y ≥ 32,0 para obesidad, de acuerdo a la Guía
Clínica para la atención primaria a las personas adultas mayores (OPS, 2002).
A la obesidad la definimos como el exceso de tejido adiposo o grasa corporal,
resultante del desequilibrio entre una ingesta excesiva y un gasto bajo de
energía, lo cual conduce a riesgos aumentados sobre la salud humana,
asociándose a hipertensión arterial, dislipidemia, accidente cerebrovascular,
diabetes mellitus, insuficiencia cardiaca, enfermedad coronaria, algunos tipos de
cánceres, enfermedad de Alzheimer.
También se conoce que la edad promedio de vida disminuye en las personas
con sobrepeso u obesidad, según se demostró en el estudio de los Adventistas
del Séptimo Día.
Un problema adicional en los adultos mayores es la presencia de la obesidad
sarcopénica, la cual no es infrecuente en este grupo poblacional y está definida
como la ocurrencia simultánea de un exceso de grasa corporal y de una pérdida
significativa de la masa muscular y de la fuerza, lo cual incrementa la
morbimortalidad. En estos casos aumenta la grasa alrededor y dentro del
músculo, acompañando a la disminución de las fibras musculares.
- Cancer:
El factor de riesgo individual más importante para el cáncer es el envejecimiento.
De hecho, más del 60% de los casos de cáncer en los Estados Unidos ocurren
en las personas de 65 años o más. Dado que los adultos mayores con cáncer y
sus familias a menudo tienen necesidades distintas que en el caso de los adultos
jóvenes y los niños, las personas de este grupo etario deben tener en cuenta
dichas necesidades al tomar decisiones sobre su atención médica y su
tratamiento.
Esta enfermedad se presenta como la segunda causa de muerte en las personas
mayores de 65 años, luego de las afecciones cardiovasculares. En los últimos
10 años se ha dado una declinación de la mortalidad originada por las
enfermedades cardiovasculares pero, sin embargo, la cantidad de fallecimientos
por cáncer se mantiene estable. Si esta tendencia actual continúa, entonces el
cáncer se convertirá en la principal causa de muerte en este grupo etario en los
próximos 20 años. Al mismo tiempo, estudios recientes demuestran que esta
afección es más frecuente en el anciano con buen estado funcional y bajo nivel
de comorbilidad. Por lo tanto, el control del cáncer podría mejorar
significativamente la expectativa de vida de esta población; las personas de esa
edad entienden que los efectos del cáncer son tan importantes como la cantidad
de años que esperan y desean vivir. Actualmente, el 43% de los adultos mayores
de sexo masculino desarrollarán cáncer mientras que sucederá lo mismo con el
30% de las mujeres.
El 35% de las muertes por cáncer en el mundo son atribuibles a factores de
riesgo potencialmente modificables: tabaco, alcohol, dieta, exposición solar,
radiaciones ionizantes, contaminación atmosférica, agentes infecciosos,
herencia, nivel socioeconómico y diversos aspectos de la vida sexual y
reproductiva.
Ø PROBLEMAS OCUPACIONALES:
Las perspectivas de abordar la edad madura en las relaciones laborales pueden
ser variadas: como reacción a la discriminación por ese rasgo (etarismo), como
factor en las medidas de fomento de empleo, el influjo de la edad avanzada, del
envejecimiento por expresarlo con mayor corrección, en la prevención de la salud
y seguridad de los trabajadores. Para comenzar subrayaremos que los términos
empleados en las normas, intervenciones técnicas y reflexiones doctrinales
resultan ambiguos y los límites temporales difusos. Así, por ejemplo, se han
utilizado con un valor similar expresiones como trabajadores maduros (ya en
antiguo Decreto 2431/1966, de 13 de agosto, sobre ese colectivo), trabajadores
de tercera edad—o de edad avanzada— (Recomendación 162 OIT) o
trabajadores veteranos.
Desarrollo económico del país donde se encuentran los trabajadores y de
actividad concreta donde prestan sus servicios, pues no es posible señalar una
edad única y general, al margen de estas y otras circunstancias que concurren
en la determinación de las condiciones del trabajador.
Los 65 se han percibido como barrera de la ancianidad y como momento de
despedida del mercado laboral, pero los planes para retrasar la edad de
jubilación conllevarán un cambio en ese umbral que se retrasará hasta el que se
haya fijado como límite de la edad laboral normal.
Además es pertinente distinguir la edad como requisito de la jubilación ordinaria,
ahora mismo situado aún en los 65 años, y la ancianidad como situación
incapacitante para el trabajo, no necesariamente coincidente con el anterior; en
ciertas actividades los trabajadores pueden jubilarse con una edad menor (hasta
los 52 años) mientras que en ámbitos de la función pública es posible
mantenerse en el empleo hasta los 70 años, momento de la jubilación forzosa.
Ø CARACTERÍSTICAS PSICOLÓGICAS:
- Pérdida de la autoestima:
Muchos adultos llegan a la edad de la jubilación y aún se sienten en plenitud
para la realización de sus trabajos. Frecuentemente nos encontramos con
personas de edad avanzada que están plenamente en forma, totalmente
vigentes, lúcidas, llenas de iniciativas y planes de trabajo. Muchos hombres y
mujeres científicos , literatos, escritores, investigadores, políticos, hombres de
campo, mujeres de casa, etc. Aunque ven disminuidas sus potencialidades
físicas al llegar a los 65-70 años sienten, sin embargo, que su mente está lúcida
y sus ganas de hacer buenas cosas permanecen inalteradas. A pesar de que
ellos se ven bien, la sociedad les dice por medio de la jubilación y otras señales,
que ya deben dejar el puesto a gente más joven y nueva, y que deben retirarse.
En una palabra, es decir, que ya no le necesitan, que prescinden de él o ella.
La persona mayor que se siente bien, saludable y con fuerzas y se le dice que
ya se puede prescindir de ella, es muy probable que influyamos en el deterioro
de su autoestima y sienta que se piensa que ya no puede aportar nada a pesar
de ella sentirse bien y capaz.
Los nuevos estudios indican que las emociones positivas y negativas influyen en
la salud más de lo que se suponía hace algunos años y que si no tenemos un
desarrollo óptimo afectivo no se desarrolla la inteligencia (Existe una relación
directa entre el afecto y el desarrollo cerebral, intelectual). El ser humano actúa
y toma decisiones no tan sólo por su intelecto sino por la calidad e intensidad de
los sentimientos que le embargan en ese momento (pérdida del trabajo, de los
compañeros de éste mas jóvenes pero que ya no lo frecuentan, pérdida de
amigos y seres queridos que van muriendo, pérdida de estatus, etc.)
Por otro lado es importante recordar que las células cerebrales se envejecen
más lentamente que las otras del organismo si se les mantiene activas por lo que
es bueno aprender “una gimnasia intelectual”.
- Transformaciones en la sexualidad:
La sexualidad nace y muere con el ser humano. De acuerdo a cada edad se
transforma como se transforma la mente y el organismo . La sexualidad incluye
todas las formas de expresión, desde la aproximación, el tacto, la intimidad
emocional, la masturbación o estimulación erótica manual u oral y no solamente
el coito. En ella influye la educación desde la infancia hasta la muerte, las
actitudes de la sociedad y el conocimiento y experiencia adquiridos. La intimidad
con la pareja adecuada permite que la exploración, la creatividad y el desempeño
vayan de la mano hacia una ejercicio de la sexualidad óptimo.
Desde el punto de vista biológico, en la mayoría de los hombres (no en todos)
disminuye la producción de espermatozoides, el tamaño testicular, el fluido
seminal y la fuerza de las contracciones. La respuesta de excitación es más
lenta, a veces la erección menos firme, la duración del orgasmo es disminuida y
el aumento del tiempo de volver a la estimulación. Cuando la pareja enriquece,
sustituye o complementa la actividad sexual con actividades más allá del coito
como las caricias eróticas, la masturbación, el sexo oral, etc, se sobrellevan más
fácilmente estas dificultades.
En la mayoría de las mujeres (no en todas) se produce una respuesta más lenta
a la estimulación, una reducción de la lubricación que puede ocasionar un coito
doloroso, menor intensidad en el orgasmo pero persiste la capacidad
multiorgásmica. En quienes ya la tenían. Cuando la pareja enriquece con la
experiencia, sustituye o complementa la actividad sexual con actividades más
allá del coito, se sobrellevan fácilmente estas dificultades.
Las disfunciones masculinas más comunes son el orgasmo prematuro o
retardado y la disfunción eréctil que actualmente se está beneficiando de
técnicas y medicamentos que facilitan la erección si existe la excitación. En las
mujeres la dispareunia y la anorgasmia así como la disminución de su libido si
no han tenido terapia de remplazo hormonal y si no utilizan jalea lubricante o
vaseline, o medicamentos recomendados por los especialistas.
Sin embargo la actitud hacia la propia sexualidad se ve influenciada por lo que
aprendieron de jóvenes acerca de la sexualidad del adulto mayor y cómo la
sociedad ve en ese momento la sexualidad en personas de la 3ª y 4ª edades.
Ø CARACTERÍSTICAS PSICOSOCIALES:
- Cambio social:
Los adultos mayores de los países desarrollados, se han dado cuenta de que el
ser mayor es diferente desde que sus padres llegaron a los 65 años. Tienen
aspecto más juvenil, están más sanos y vigorosos que sus homólogos de hace
varias generaciones. Es más probable que sean dueños de sus casas, vivan por
encima del nivel de pobreza y tengan menos hijos adultos. En los países en
desarrollo estas características no se dan siempre o porque no ha habido una
educación hacia la planificación familiar oportuna o para el ahorro para los años
finales o porque la situación económica de los países no lo ha permitido. No
todos tienen derecho a la jubilación o ésta es muy raquítica.
- Estrés:
Un alto estrés puede lastimar la autoestima y deteriorar física y mentalmente a
la persona que lo padece.
- Trabajo y jubilación:
En la transición del trabajo a la jubilación puede desarrollarse un alto estrés por
lo que se recomienda que se vaya haciendo poco a poco, para que se vaya
viviendo por fases hasta aceptar su finalización. Quienes no tienen derecho a la
jubilación están en alto estrés pues trabajan temiendo perder su empleo en
cualquier momento o tendrán que seguir trabajando si se los permiten o tendrán
que pasar a ser dependientes de sus familiares o de programas
gubernamentales.
- Matrimonio:
El evento más importante en muchos matrimonios es la jubilación del hombre y
de la mujer si es que ella trabajaba. Cuando es el hombre quien trabajaba, afecta
a la mujer en su independencia, al estar él todo el día en casa. La mayoría de
otros problemas ya han sido solventados en etapas anteriores y si no lo hicieron
ya se divorciaron antes.
- Viudez:
La situación de viudez en las mujeres es más frecuente pues sus maridos eran
mayores y porque la esperanza de vida del hombre lo es también. El proceso de
recuperación implica, desarrollar una explicación satisfactoria por la que ha
muerto el otro, neutralizar los recuerdos y asociaciones y crear una nueva
imagen de uno mismo. Las mujeres parecen adaptarse a una vida solitaria mejor
que los hombres quienes padecen depresión, angustia y hasta reacciones
fóbicas. Aún después de la recuperación el dolor continúa.
- Relaciones familiares en los Adultos Mayores:
La tendencia es “envejecer en el lugar”, donde educaron a sus hijos, en donde
está lleno de recuerdos, y al conocerlo bien les da competencia y el ser
propietarios confiere estatus a la persona mayor. Son menos propensos a
traslados o emigraciones. Existe la emigración de ayuda que es cuando se
mudan con algún hijo o a una residencia especial o a una institución que ofrecen
cuidados personales pero raras veces médicos, psicológicos, sociales, ni
sanitarios a nivel profesional.
- No jubilación:
Existen gran cantidad de adultos mayores que no tienen jubilación, ya sea
porque en su trabajo nunca se la dieron, porque estaban en trabajos informales
o no trabajaban a base de sueldo (muchas mujeres están en este caso). Estos
adultos mayores pasan a depender de sus familiares, de las instituciones
gubernamentales que en México casi no existen o piden y viven de la limosna
que les da la gente. El Sector Salud, el Gobierno del D. F. empiezan a desarrollar
algunas acciones pero como sociedad falta mucho por hacer.
Ø CARACTERÍSTICAS BIOLÓGICAS