UT 8 - Multiplicación Vegetativa. Órganos de Multiplicación y Formación de Raíces

Ciclo Formativo: MP: “Producción de plantas
“Técnico en Jardinería y Floristería” y tepes en vivero” Curso 18/19
UT 8_ MULTIPLICACIÓN VEGETATIVA.
ÓRGANOS DE MULTIPLICACIÓN Y FORMACIÓN
DE RAÍCES
UT 9_ TÉCNICAS DE MULTIPLICACIÓN
VEGETATIVA
En primer lugar, vamos a recordar el cuadro resumen de los métodos

de reproducción de plantas más habituales.
Reproducción sexual o por semilla

Por medio de raíces Esquejes de raíz
Raíces tuberosas
Por medio de tallos Tallos modificados:
 Tubérculos
 Rizomas
 Cormos
 Bulbos
 Bulbillos
 Bulbos axilares
 Hijuelos
 Estolones
 División de mata
Tallos normales:
 Acodos
 Esquejes
 Estaquillas
 Estacas
Por medio de hojas Esquejes de hoja
Por injerto
In vitro
Como se puede ver se puede obtener una nueva planta a partir de

una porción de planta madre (hoja, tallo, etc.) pero también algunas plantas
tienen modificaciones y adaptaciones que la preparan para reproducirse por
otros medios, los cuales explicamos a continuación.
ROCÍO ÁGUEDA GARCÍA MALLA 1

I OTROS ÓRGANOS DE REPRODUCCIÓN ASEXUAL:
TUBÉRCULOS, RIZOMAS, BULBOS Y CORMOS Y CORMILLOS
1.- INTRODUCCIÓN.
El objetivo de esta subunidad de trabajo va a ser las técnicas de
reproducción asexual que utilizan como material de propagación órganos vegetales
determinados tales como tubérculos, rizoma, bulbos, cormos y cormillos.
2.- TUBÉRCULOS
Es un tipo especial de estructura de tallo modificada, con todas las partes
de un tallo típico, hinchada, que funciona como un órgano de almacenamiento
subterráneo. Se forma durante el periodo vegetativo, permaneciendo durmiente
durante el invierno para regenerar nuevos brotes en la primavera siguiente. Los
brotes utilizan las reservas almacenadas en el patrón, que posteriormente se
desintegra.
La propagación de los tubérculos puede hacerse plantando el tubérculo
entero o cortándolo en secciones, cada una de ellas con una o varias yemas. La
división de los tubérculos se hace poco antes de la plantación, se almacenan a
temperaturas cálidas (20ºC) y humedad relativamente elevada (90 %) durante dos
o tres días antes de plantarlos. Durante estos días tiene lugar una cicatrización
que aporta protección contra la desecación y la pudrición. La utilización de un
fungicida puede evitar la aparición de algunas pudriciones.

3.- RIZOMAS
Un rizoma es un tallo subterráneo de crecimiento horizontal y vertical. El
brote del rizoma surge del suelo y evoluciona a hojas durante el periodo vegetativo.
La propagación se efectúa cortando el rizoma en secciones, asegurándose de
que cada una de ellas tiene cuando menos una yema lateral, desarrollando nuevos
tallos y raíces adventicias. Este tipo de propagación no ofrece dificultad.
4.- BULBOS.
Los bulbos son plantas completas, que presentan un tallo atrofiado donde se
encuentran los esbozos radicales.
Podemos distinguir:
1. Bulbos tunicados: las hojas se denominan túnicas al formar envolturas
circulares. Son hojas transformadas que protegen una yema central (que
evolucionará a hoja), así como la yema floral. Ejemplo de bulbo tunicado es el
tulipán.
2. Bulbos escamosos: poseen hojas transformadas, denominadas escamas
pues solo recubren parcialmente la yema central. Ejemplo de bulbo escamoso es el
Lilium.
4.1.- Desarrollo de las plantas bulbosas.
Las plantas bulbosas pueden considerarse vivaces, aunque se distinguen de
éstas por el bulbo que posee su parte subterránea, que no es más que un órgano de
acumulación de reservas nutritivas que permite su nueva brotación.

Una vez ha florecido y acumulado reservas, la planta entra en un
periodo de reposo vegetativo, pudiéndose sacar del terreno y almacenar hasta el
momento de la nueva brotación.
Una característica de las plantas bulbosas es que todas ellas forman
bulbillos alrededor de la planta madres, si separamos estos bulbillos cuando
sacamos a la progenitora del terreno, los podemos emplear para multiplicarla. El
número de bulbillos varía según la especie y variedad.
Algunas bulbosas producen también bulbillos aéreos, casi siempre en
las axilas de las hojas, que también se pueden emplear para la multiplicación.
Una vez separados los bulbillos, se estratifican o almacenan en un
lugar bien ventilado y sexo.
4.2.- Conservación de los bulbos.
Se sacarán de la tierra cuando el suelo esté seco y se dejarán secar a su
vez unos 10-15 días en lugar oscuro, ventilado y resguardado del frío.
Posteriormente se corta el follaje y se separa la parte vieja del bulbo,
inservible en la mayoría de los casos, aprovechándose sólo la parte nueva formada.
Los bulbos limpios se guardan hasta la próxima temporada en un sitio
ventilado, preservado de la luz, humedad y frío, siendo lo ideal colocarlos en sacos
de papel, o cajas de serrín, virutas de madera o perlita.
5.- CORMOS Y CORMILLOS
5.1.- Cormos.
Un cormo es la base hinchada de un vástago de tallo, envuelto por hojas
secas de aspecto de escamas. Procede de una hipertrofia del tallo. Es una
estructura sólida, de tallo, con nudos y entrenudos bien definidos.
En cada uno de los nudos se producen yemas axilares. La mayor parte del
cormo consiste en tejido de reserva formado por células de parénquima.

En el cormo se presentan dos clases de raíces: un sistema radical fibroso
que se desarrolla de la base del cormo madre, y raíces engrosadas, carnosas y
contráctiles en la base del cormo nuevo.
La propagación de plantas carnosas se hace principalmente por el
incremento natural de nuevos cormos. La producción floral depende de los
materiales nutrientes almacenados en el cormo en la estación previa.
5.2.- Multiplicación de los cormos. Cormillos.
Los cormillos son cormos en miniatura que se desarrollan entre el cormo
viejo y los cormos nuevos. Se requiere un crecimiento de uno a dos años para que
alcancen tamaño florífero. La plantación superficial de los cormos favorece una
mayor producción de cormillos.
Los cormillos se separan de la planta madre durante el invierno a 5ºC de
temperatura en musgo turboso para mantenerlos en buenas condiciones con vistas
a plantarlos en primavera.
Los cormillos se planta en el campo a surcos, a unos 5 cm. Al final de la
primera estación de crecimiento, algunos cormos pueden haber alcanzado tamaño
florífero, pero la mayoría necesitan un año más de crecimiento.
Los cormos grandes se pueden dividir en secciones, reteniendo una yema
cada sección; cada sección deberá formar un nuevo cormo. Se espolvorean con un
fungicida y las partes que se han cortado se ponen a secar y cicatrizar antes de la
plantación.
6.- CUADRO RESÚMEN DE LOS DIFERENTES ÓRGANOS DE
REPRODUCCIÓN ASEXUAL Y ESPECIES EN LAS QUE SE UTILIZAN COMO
TALES.

MÉTODO DE ESPECIES
MULTIPLICACIÓN

TUBÉRCULOS 1. Plantas que producen
tubérculos:
Caladium
Nymphaea
Patata
Tropaeolum tuberosum
Tupinambo
2. Plantas que desarrollan
pequeños tubérculos.
Achimenes
Begonia evansiana
Dioscora batatas
RIZOMAS Agropyron
Sterilitzia reginae
Begonia rex
Canna
Cardo cundidor
Algunas especies de helecho
Lirio cárdeno
Convallaria majalis
Menta
Peonia
Ruibarbo
Sanseveria
Polygonatum smilax
Zantedeschia
MÉTODO DE ESPECIES
MULTIPLICACIÓN
CORMOS Acidanthera
Crososmia

Crocus
Gladiolo
Ixia
Ixiolirion
Montbretia
Tritonia
BULBOS 1. Lirios que producen
bulbos axilares según un proceso
natural.
Lillium bulbiferum
L. amyriophylum
L sargentiae
L tigrinum
Sus híbridos.
2. Liros que producen
bulbillos según un proceso natural
L. aurantum
L. bulbiferum
L canadense
L.. longiforum
L pardalinum
L. speciosum
L. triginum
3. Lirios que producen
bulbos axilares como consecuencia del
desyemado
L. candidum
L chalcedonicum
L. dauricum
L x hollandicum

L. leichtinii
L x maculatium
L x testaceum
Y algunas especies de cebolla
ornamentales.
4. Plantas a las que se
aplica el tratamiento de la
descamación.
Fritillaria
Lilium
Nomocharis
5. Plantas que se
reproducen por corte basal de bulbos
Campanillas (Galantus y
Leucojum)
Jacintos
Lachenalia, Narcisos y Scilla.
II . REPRODUCCIÓN POR ESQUEJES
1.- INTRODUCCIÓN
El esquejado es una técnica de multiplicación vegetativa muy empleada tanto
en horticultura ornamental como en fruticultura. Consiste en separar una porción
de la planta madre y hacerla enraizar en un medio idóneo y bajo condiciones

determinadas, propias de cada especie, consiguiendo de esta manera una nueva

planta con características idénticas a la de procedencia.
Se trata pues, en principio, de un método de reproducción rápido, económico

y relativamente sencillo que permite obtener plantas uniformes.
1.1.- Capacidad de regeneración y edad de la planta madre.

Una planta no puede reproducirse sexualmente en tanto y cuanto no haya
alcanzado su madurez sexual, es decir, haya florecido y creado sus semillas. Es el
caso de las plantas jóvenes, que sólo pueden reproducirse asexualmente, además
este tipo de individuos presentan la peculiaridad de poseer una gran capacidad de
regeneración.
Los ejemplares adultos tienen menor capacidad de regeneración, por lo que

su reproducción mediante la técnica del esquejado es más complicada, pero esta
dificultad puede soslayarse impidiendo su floración, con ello la capacidad de
regeneración de tallos (y otras partes vegetativas), aumenta.
Para evitar la floración de ejemplares adultos, que han alcanzado su

madurez sexual, debemos efectuar podas rigurosas, éstas estimulan la producción
de brotes vegetativos en detrimento de los brotes floríferos. La capacidad de
regeneración de los brotes que se obtengan será mayor en los primeros y menor en
los últimos.
La edad de la planta madre también influye en la capacidad de regeneración.

Cuanto mayor sea la edad de la planta madre mayor será la dificultad que
tendremos en el enraizamiento del esqueje, aunque hayamos impedido su floración.
Una planta procedente de semilla con buenas cualidades ornamentales será

reproducida asexualmente para mantener dichas cualidades, pero con el tiempo la
capacidad de regeneración disminuirá en las sucesivas regeneraciones, aunque
impidamos su floración mediante podas
1.2.- Clasificación de los esquejes.

Las partes de una planta que pueden emplearse para efectuar esquejes son
variadas, como lo son los tipos o clases de esquejes:
- Porciones de tallos con yemas vegetativas.

- Brotes terminales de tallos.
- Hojas con o sin yemas axilares.
- Porciones de hojas
- Porciones de raíz con o sin tallo

Atendiendo a ello tendremos: esquejes de tallo, esquejes axilares, esquejes

de hojas y esquejes de raíz.
La reproducción plantas por esquejado necesita de unas condiciones

ambientales óptimas para el enraizamiento y la utilización de hormonas de
crecimiento como el ácido indolbutírico (IBA), el ácido naftalenacético (NAA) y el
ácido indolacético (IAA)
El material empleado para la realización de esquejes no puede proceder de

cualquier planta. En principio debemos seleccionar las plantas madres desde el
punto de vista productivo y deben ser ejemplares perfectamente sanos, sin
organismos patógenos, libres de virus y hongos vasculares. Su alimentación debe
ser equilibrada, con reservas bajas en nitrógeno y elevadas en hidratos de carbono.
Por ello, antes de proceder a obtener el material vegetal para el esquejado
debemos:
1. Reducir la fertilización nitrogenada.
2. Cultivarlas en macetas o con una densidad de plantación elevada dentro

del surco, pero con una separación entre surcos tal que no produzca
problemas de ventilación.
3. Tomar porciones de la planta que estén en buenas condiciones de

equilibrio nutritivo nitrógeno/hidratos de carbono, en cada caso veremos
cuáles son.
1.3.- Condiciones ambientales en el desarrollo del enraizamiento de los
esquejes.
En el desarrollo de los esquejes se deben tener, en general, las condiciones
ambientales siguientes:
1. Humedad ambiental: muy alta en los primeros días para ir disminuyendo

progresivamente a medida que aumenta el sistema radicular.
2. Temperatura en el suelo y ambiente: en el suelo debe estar

comprendida entre 15º y 20 ºC y en el ambiente no debe bajar de 15ºC
por la noche y debe estar comprendida entre 20º y 27ºC por el día.

3. Luminosidad: la luz es fundamental para el enraizamiento de esquejes;

es conveniente aumentar la duración del día cuando éstos sean cortos,
pero no con intensidad luminosa para fotoperiodo, sino con intensidad
luminosa para fotosíntesis.
4. Substrato de enraizamiento: el material que se emplea como substrato

debe reunir las siguientes condiciones:
 Poroso para permitir una correcta aireación y, por tanto oxigenación.

 Con gran capacidad de retención para el agua y, al mismo tiempo, un
perfecto drenaje.
 De pH neutro.
 Carente de patógenos.
 Sin sales fertilizantes o de otro tipo.
Se emplean varios materiales para el enraizamiento: arena, turba,
mezclas de las dos anteriores, vermiculita, perlita, etc., este último
producto es el que reúne mejor los condicionantes anteriores y con el
que se obtienen mejores resultados.
Las excepciones a estas condiciones se verán cuando nos detengamos
en el estudio pormenorizado de cada tipo de esqueje.
2.- REGULADORES DEL CRECIMIENTO.
2.1.- Clasificación de los fitorreguladores.

El gran número de productos que se van descubriendo y que de alguna forma
regulan el desarrollo de los vegetales, hace difícil una clasificación adecuada.
Pasamos a continuación a describir los principales grupos de fitorreguladores y su
actuación más destacada: auxinas, giberelinas, citoquininas, etileno, inhibidores.

2.1.1.- Auxinas
Este grupo comprende una serie de sustancias que producen efectos muy
variados, tanto sobre el crecimiento como sobre el desarrollo:
- Activan el alargamiento de las células, que provoca el crecimiento en

longitud.
- Estimulan la división de las células del cambium, con lo cual activan el
crecimiento en grosor de los tallos.
- La auxina emitida por la yema terminal de un brote y por el propio brote
es la responsable de la inhibición, más o menos acusada, de las yemas
laterales.
- Estimulan la emisión de raíces en las estacas y esquejes.
- Inhiben la caída de las hojas y de los frutos.
- Provocan el crecimiento de los frutos y la formación de frutos
partenocárpicos (formados sin fecundación).
- Las auxinas y las citoquininas presentes en las semillas inmaduras de
algunos frutos jóvenes son las responsables de la división celular.
Posteriormente, las auxinas regulan el alargamiento celular, siendo
responsables por tanto, del incremento de tamaño.
2.1.2.- Giberelinas.
Son sustancias cuyo efecto principal consiste en estimular el crecimiento
longitudinal de los tallos. Posiblemente el enanismo sea una alteración que impide la
formación de giberelina, por cuyo motivo la aplicación de esta sustancia a las
plantas enanas corrige este defecto.
Las giberelinas estimulan el alargamiento de los tallos de ciertas plantas

bienales que durante el primer año permanecen en estado de roseta: también
estimulan la floración de estas plantas. Los factores climáticos (luz, temperatura,
etc.) que condicionan la floración actúan sobre las plantas modificando la formación
y el reparto de giberelinas.
Otros efectos de las giberelinas son: alargamiento del ciclo otoñal,

formación de frutos partenocárpicos, inducción a la floración prematura,
interrupción del letargo de ciertos tubérculos y de algunas semillas,...
2.1.3.- Citoquininas
Son sustancias descubiertas muy recientemente, su papel más importante
consiste en activar la división celular e inhibir el envejecimiento de las hojas.
2.1.4.- Etileno
Se ha comprobado el efecto del etileno en las últimas fases de maduración
de los frutos, activando ésta de tal modo que en poco tiempo se puede alcanzar la
sobremadurez. El etileno es desprendido de una forma natural por los frutos

podridos, de ahí que un fruto podrido pueda estropear en poco tiempo a todos los
demás.
2.1.5.- Inhibidores.
Se conocen con el nombre de inhibidores a todos aquellos fitorreguladores
que frenan o inhiben algún proceso en el desarrollo vegetal. Algunos inhibidores
sintéticos se utilizan como insecticidas.
2.2.- Acción de los reguladores del crecimiento vegetal.

Unos compuestos químicos, presentes en las plantas y denominados
hormonas (fitohormonas) regulan el crecimiento de las plantas. La supervivencia de
éstas depende de que sean capaces de acelerar o frenar su desarrollo en
determinadas circunstancias mediante el concurso de fitorreguladores.
En muchas plantas la yema terminal de un ramo origina un brote

mucho más desarrollado que el originado por las demás yemas, incluso algunas de
estas yemas permanecen en estado latente, es decir no desarrollan. Cuando la
yema terminal sufre un daño, las laterales producen brotes más desarrollados.
Experimentalmente se ha comprobado que si cortamos una yema terminal y

en su lugar colocamos un trozo de agar impregnado de auxina, el efecto producido
es el mismo que si estuviera la yema terminal, es decir, la auxina causa el mismo
efecto que la yema.
La deducción es que la yema terminal produce auxina, un

fitorregulador que provoca el desarrollo de la yema terminal e inhibe el desarrollo
de las yemas laterales.
Si suprimimos la yema terminal, las yemas laterales producirán

brotes desarrollados.
La auxina producida por los brotes terminales actúa como mensajero

químico que coordina fenómenos de crecimiento y de diferenciación de tejidos en
diversas partes de la planta.
2.2.1.- La dominancia apical.

La yema terminal emite como hemos visto, una hormona que limita el
crecimiento de las yemas y ramas situadas debajo de ella. Este fenómeno recibe el
nombre de dominancia apical. Su influencia disminuye a medida que nos alejamos de
la yema terminal. Esta dominancia es más o menos fuerte según las especies y en
los árboles es decisiva en el desarrollo del porte de los mismos.
Como ya hemos indicado, la eliminación de la yema terminal permite el

desarrollo de las yemas más cercanas. En las especies con dominancia apical

fuerte, una de las ramas producidas se convertirá rápidamente en dominante, su

yema terminal tomará el relevo de la suprimida e inhibirá el desarrollo de las
restantes.
Este fenómeno es empleado en la poda: si eliminamos la yema

terminal favorecemos el desarrollo de las yemas laterales, provocando la
producción de nuevos ramos que podremos seleccionar para formar el árbol.
Cuando un ramo se corta y no existe en las proximidades de corte una yema

terminal, las yemas adventicias durmientes van a poder desarrollarse o iniciarse,
originando nuevos ramos. Una poda importante tiene muchas veces como efecto,
conseguir el desarrollo de estas yemas, no sólo cerca de los cortes, sino en otras
partes del árbol: ramas, tronco e incluso raíces.
2.3.- Aplicaciones agronómicas de los fitorreguladores.

Existen en el mercado muchos productos que, de alguna forma, regulan
diferentes procesos en la vida de los vegetales, de modo que aplicados de un modo
racional tienen por finalidad aumentar la cantidad y la calidad de las cosechas.
Las aplicaciones agronómicas que han dado resultados más satisfactorios

son: arqueado de ramas en frutales, acción sobre la floración, cuajado de los
frutos, aclareo químico de frutos, disminución de la caída de la fruta y reducción
del crecimiento.
2.3.1.- Arqueado de ramas en frutales.

En algunas especies frutales (manzano, peral, vida) se desarrolla en primer
lugar la yema del ápice de un ramo, condicionando el desarrollo de las demás. Esto
es debido a que la auxina producida por la yema apical inhibe parcialmente el
desarrollo de las situadas debajo, de tal modo que los brotes que originan las
yemas son cada vez más cortos, hasta llegar a las yemas basales, que no se
desarrollan.
La mayor concentración de auxina provoca un mayor flujo de savia y,

en consecuencia, un mayor desarrollo vegetativo. Cuando se suprime la yema apical,
la mayor concentración de auxina ocurre en la yema más próxima al extremo
cortado, que adquiere un desarrollo vegetativo mayor que las demás.
Cuando se inclina un ramo horizontal se origina una distribución

distinta de la auxina, que condiciona el desarrollo de los brotes surgidos de las
demás yemas: si hay poca inclinación, los brotes de la parte superior adquieren un
desarrollo semejante a lo largo del ramo, mientras que si la inclinación es muy
acusada, adquieren un desarrollo mayor los brotes próximos a la base del ramo.

En otras especies (melocotonero, olivo) las yemas basales adquieren mayor

desarrollo que las demás, de modo que el desarrollo es decreciente y progresivo
desde la base hasta el ápice. Cuando se inclina un ramo, se acentúa aún más el
desarrollo de los brotes originados por las yemas basales
2.3.2.- Acción sobre la floración.

Las plantas no florecen hasta que han acumulado suficientes sustancias de
reserva. Más pronto o más tarde, el desarrollo vegetativo queda más o menos
interrumpido y empieza a desarrollarse el aparato reproductor.
Una vez que se han acumulado las sustancias de reserva, para que se
inicie la floración es necesario que haya en la planta la suficiente concentración de
fitorreguladores de la floración.
En las plantas bianuales (remolacha, zanahoria col, lechuga...) la

giberelina estimula la formación y desarrollo del vástago floral durante el primer
año de vida. Esta propiedad que posee la giberelina de transformar las plantas
bianuales en anuales es utilizada por los mejoradores con el fin de ganar tiempo.
También pueden provocar la aparición de flores, aunque se apliquen a plantas que
todavía están en pleno desarrollo vegetativo.
En el extremo opuesto, otros fitorreguladores, como la auxina,

retrasan la aparición de flores, con lo cual se pueden evitar o reducir los daños
causados por heladas tardías, que pueden afectar a una floración normal.
En otros casos, los fitorreguladores hacen que un gran número de

yemas evolucione a flores, con lo cual se consigue un aumento de la floración. Para
obtener una cosecha abundante y precoz de tomate cultivado en invernadero es
preciso que se produzca una floración abundante y bastante anticipada. En algunas
variedades, esto no es posible más que interviniendo sobre la temperatura del
invernadero o aplicando fitorreguladores adecuados, siendo esta última posibilidad
más práctica que la primera.
2.3.3.- Cuajado de los frutos.

En las flores fecundadas, la auxina segregada por el tubo polínico y, después
por las semillas en formación, estimula el crecimiento del ovario para
transformarlo en fruto. Algunas manzanas que presentan un lado poco desarrollado
deben esta anomalía a que no se han formado las semillas de ese lado.
En algunas especies cultivadas en invernaderos no se obtiene una

buena fructificación, debido a que la planta no produce la necesaria cantidad de
fitorreguladores naturales. En estos casos se pueden aplicar fitorreguladores
sintéticos, con el fin de facilitar una buena fructificación.

Aplicando estos productos sobre flores sin fecundar, el ovario se

desarrolla y transforma en un fruto sin semilla, en frutos partenocárpicos.
La aplicación de fitorreguladores en la fructificación ha dado buenos

resultados en cultivos de invernadero (tomates, pimientos, berenjenas,
calabacines, fresas...), algunos frutales y agrios.
2.3.4.- Aclareo químico de frutos.

Cuando la cosecha de fruta era muy abundante tradicionalmente se recurría
al aclareo manual, así se conseguía que los frutos que permanecían en el árbol
alcanzasen buen tamaño. En la actualidad, el coste de la mano de obra necesaria
hace prohibitivo el aclareo manual, por lo que ha sido sustituido por el aclareo
químico. Éste consiste en el empleo de productos que, aplicados en el momento
preciso y a la dosis exacta recomendada, impiden el desarrollo de parte de los
frutos.
El aclareo químico es empleado desde hace tiempo y de modo

efectivo en el manzano. En el peral y frutales de hueso plantea algunos problemas
que hay que resolver. De la misma manera, la aplicación de determinados
fitorreguladores en racimos de uva demasiado compactos suprime parte de los
granos, con lo que adquieren un mejor aspecto. En otras ocasiones, el producto
aplicado origina un alargamiento del escobajo que separa los granos.
2.3.5.- Disminución de la caída de la fruta.

Cuando una hoja va a desprenderse, en la base de su peciolo aparece una
zona formada por una capa de corcho que tapona los vasos que la alimentan, el
peciolo termina por romperse con el tiempo y la hoja cae.
Algo parecido ocurre con el peciolo de los frutos cuando éstos

alcanzan la maduración. Este fenómeno se explica por una disminución de la
cantidad de auxina en las hojas y en los frutos. Una aportación de auxina retrasa la
formación de la zona acorchada, con ello se consigue que hojas y frutos maduros se
mantengan en el árbol. Estas aportaciones han surtido efecto positivo en agrios,
perales y manzanos.
2.3.6.- Reducción del crecimiento.

Ya nos hemos referido anteriormente a los fitorreguladores enanizantes o
reductores del crecimiento. Su empleo en fruticultura busca la obtención de
árboles de menor tamaño, facilitando así las labores y los tratamientos, aumenta la
densidad de plantación (número de árboles por hectárea de cultivo) y aumenta su
precocidad (adelanta su entrada de en producción).

El empleo de fitorreguladores aplicados en el tallo de los cereales provoca

el acortamiento de las cañas y engrosa sus paredes, lo que aumenta su resistencia
al encamado.
Muchas plantas ornamentales alcanzan más valor cuando los tallos son
cortos, aumenta el número de flores y éstas son más compactas, aspectos que se
consiguen mediante la aplicación de fitorreguladores enanizantes.


II. ESQUEJES DE TALLO. TALLO HERBÁCEO
1.- ESQUEJES DE TALLO HERBÁCEO: GENERALIDADES
En los esquejes de tallo se pretende que una porción de tallo de una planta
emita raíces una vez cortado. El principal problema que se nos plantea es el de
mantener viva dicha porción de tallo hasta que se produzca la emisión de raíces o
enraizamiento. Es por ello que el tallo empleado debe tener una elevada capacidad
de regeneración, capacidad de regeneración que depende tanto de la edad de la
planta madre como de la edad del tallo elegido, como ya hemos visto anteriormente.
1.1.- Condiciones de enraizamiento de los esquejes de tallo.

El tiempo que tardan en enraizar los esquejes depende de la especie o
variedad vegetal que queramos reproducir y de la edad de la planta madre, pero se
estima entre 10 días a varias semanas. Una vez producido el enraizamiento la
planta empezará a crecer. Como ya hemos indicado varias veces, cuanto más joven
sea la planta madre o progenitor antes enraizará.
1. Mantener vivo el esqueje. Mientras se produce el enraizamiento, es

decir, desde que efectuamos el esqueje hasta el enraizamiento, es
importante que el tallo se mantenga vivo y sano, evitando pérdidas de
agua, es por ello que en el caso de esquejes frondosos los mantendremos
en recipientes cerrados o húmedos
2. Humedad relativa. Debe ser elevada, pues los esquejes, al separarlos de

la planta madre continúan transpirando, tanto más cuanto mayor sea la
superficie foliar en el caso de esquejes de tallo tierno o herbáceos con
hojas, pero como se les ha cortado el suministro de agua que absorbían
por la raíz se produce un desequilibrio entre transpiración y absorción
que hay que procurar mantener.
3. Temperatura. El desarrollo de las raíces de ve afectado por la

temperatura ambiental, como regla general, cuanto mayor sea ésta,
dentro de unos límites razonables, más rápido y mejor será el
enraizamiento. El principal problema que se puede presentar con la

temperatura es el siguiente: si mantenemos caliente todo el esqueje, el

ápice empezará a crecer y los nutrientes del substrato se emplearán en
sustentar la nueva parte aérea y no a la creación de raíces,
debilitándose el esqueje. Lo ideal sería aire frío para retardar el
crecimiento del ápice y una tierra caliente para estimular la producción
de raíces. La temperatura exacta varía con la situación del tallo y su
susceptibilidad a la pérdida de agua. Así, los esquejes herbáceos son más
susceptibles a las pérdidas de agua que los de maderas blandas, y éstos
que los de maderas duras. Los dos primeros necesitan una temperatura
de la tierra de aproximadamente 21ºC y una temperatura fresca en el
aire. Los esquejes semimaduros y perennes pueden enraizar con menos
calor en el suelo.
4. Luminosidad y corriente de aire. Se procurará que los esquejes no

estén expuestos al sol directo y se evitarán las corrientes de aire.
5. Medio de enraizamiento. Debe ser húmedo y bien aireado. En el

mercado existen compost especiales para esquejes, éstos y substratos
de arena y turbas de esfagnos a partes iguales son idóneos. Para plantas
difíciles se pueden emplear arenas puras, gruesas y bien lavadas. Como
norma general el contenido en sales debe ser muy bajo, por lo que se
prescindirá de los abonados en su preparación, una vez producido en
enraizamiento se debe proceder a abonar el esqueje con cada riego
hasta su trasplante definitivo. El pH debe ser ligeramente ácido (5-6)
1.2.- Enraizamiento de esquejes herbáceos.

El esqueje de tallo herbáceo, o tierno, es el de más rápido crecimiento, ya
que se realiza cuando la planta está en plena actividad vegetativa.
1.2.1.- Técnicas para conseguir material vegetal sano para la

reproducción por esquejes herbáceos.
Para conseguir la sanidad en la multiplicación de esquejes, los productores
acreditados en la producción de esquejes enraizados utilizan las técnicas
siguientes: Insect-Proof y termoterapia
Insect-Proof
Las plantas madres se cultivan en invernaderos especiales, totalmente
aislados del exterior para evitar la entrada de insectos vectores de virus, estos
invernaderos se denominan "Insect-Proof".
Termoterapia
Esta técnica consiste en colocar la planta madre durante 20 días en una
cámara especial, a 40ºC de temperatura y poca luminosidad. En esta situación la

planta sufre estrés, los meristemos terminales crecen rápidamente, creando un

tejido libre de virus.
Las plantas introducidas en la cámara de tratamiento de

termoterapia deben ser previamente testadas para comporbar que están exentas
de hongos y bacterias.
A continuación, por el sistema de multiplicación "in vitro", al que nos

referiremos en otra unidad de trabajo, se multiplican porciones meristemáticas
desprovistas de virus.
Una vez conseguida la formación de la plantita, se traslada a un

invernadero "Insect-Proof" para evitar una posible reinfección virótica transmitida
por insectos. Estas plantas se convertirán en este invernadero en las plantas
madre de las cuales obtendremos el material vegetal para la obtención de esquejes
comerciales.
En los invernaderos tipo "Insect-Proof", las plantas madres, cultivadas en

tiesto, se colocan en pedestales aislados, con las mejores condiciones asépticas y
ambientales (Cooling system, mist system, calefacción, etc.) Las normas de
precaución, destinadas a evitar una nueva contaminación virótica, son establecidas
con rigor. Además, las plantas son controladas mediante tests serológicos para
detectar enfermedades viróticas.
Los esquejes cortados de estas plantas madres se someten a una

multiplicación vegetativa industrial.
2.-TÉCNICA DEL ESQUEJADO HERBÁCEO.

Al hacer el esqueje debemos procurar que el trozo de tallo elegido no sea ni
demasiado tierno, para que no pudra antes de enraizar, ni demasiado maduro, que le
costaría mucho y aumentaría, por consiguiente, el peligro de que no llegue a
enraizar y muera, siendo aconsejable que tenga una consistencia media.
La longitud o tamaño que deben tener es de 6 a 8 centímetros, siendo

suficiente que tengan la yema terminal y dos o tres yemas internodales, pudiendo
no llevar la terminal y sólo las internodales.
El corte inferior, al igual que en los esquejes anteriores, será

perpendicular, nunca en bisel, ya que aumenta la superficie de corte y en
consecuencia el peligro de infección y muerte.
Este tipo de esqueje es muy exigente en temperatura, por lo que se

efectúa siempre en invernaderos o cajoneras. Para enraizar necesitan una
humedad relativa muy alta, por lo que para algunas especies es necesario cubrirlas

con un plástico y pulverizar varias veces al día, si la reproducción se hace en plan

industrial es necesario un sistema de nebulización.
3.- ESQUEJES DE YEMA FOLIAR O AXILARES.

Los esquejes de yema foliar pueden tomarse de cualquier tipo de tallo. Cada
esqueje consta de una hoja, una yema de su axila y un trozo muy corto de tallo,
cuyas funciones son:
- La hoja suministra alimento que hace posible el mantenimiento del

esqueje.
- La yema constituye la base del nuevo sistema caulinar.
- Del trozo de tallo surgirán las nuevas raíces.
3.1.- Elección del esqueje.

Son preferibles los tallos nuevos producidos por plantas podadas. Se
seleccionará un tallo nuevo, con una hoja madura que no esté dañada y con una yema
viable en la axila foliar.
El corte se efectuará justo por encima de la yema, el corte basal se

efectuará 2,5-4 cm por debajo del corte superior, así el tallo es lo suficientemente
grande como para anclarlo en el medio de cultivo y lo suficientemente pequeño para
minimizar la posibilidad de pudrimiento debido a enfermedades degenerativas.
3.2.- Técnica del esqueje axilar.

Se inserta el esqueje con la yema a nivel con la superficie del substrato. Si
la planta es resistente al frío se efectuará en una cajonera fría, para plantas
menos resistentes, el medio será protegido con tapadera, nebulizadores o campana
cerrada.
En plantas como el Ficus elastica es necesario entutorar las hojas

para evitar que caigan, debido a su tamaño. Se suelen emplear cañas como tutores,
que se clavan en el suelo y a las que se fija la hoja con una goma elástica.

III. ESQUEJES DE TALLO: ESTACAS Y ESTAQUILLAS
1.- ESTACAS DE TALLO LEÑOSO DE ESPECIES CADUCIFOLIAS.

Las estacas propiamente dichas de plantas arbóreas o arbustivas de hoja
caduca, deben ser de madera dura y lignificada. Es uno de los métodos de
propagación más sencillos. La técnica es la siguiente:
1.1.- Elección del material de multiplicación.

El corte de material de la planta madre debe hacerse en parada o reposo
vegetativo, desde finales de otoño hasta principios de primavera, al inicio de la
brotación.

Los tallos empleados se deben haber formado en la primavera

anterior, es decir, deben tener un año y estar bien agostados; se obtendrán de
plantas madres sanas y vigorosas.
El corte inferior debe ser perpendicular y próximo a un nudo, el

superior en bisel, con objeto de que al plantar la estaca no haya equivocación
posible, pues siempre se debe guardar la posición de verticalidad que tenía la
planta madre para que llegue a enraizar.
La longitud de las estacas es variable en función de la especie, oscila

entre 10 y 75 cm. el corte basal debe hacerse por debajo exactamente de un nudo
y el terminal unos 2 cm por encima del último nudo. El diámetro de la estaca varía
según la especie, pero oscila entre 1 y 2,5 cm.
Todas las estacas deben tener el mismo tamaño y una vez cortados
se pueden plantar, en lugares de climatología suave, o almacenar.
1.2.- Conservación del material vegetal.

En el caso de que no sea posible plantar las estacas y tengamos que
conservar la madera antes de ponerla a enraizar, ésta se conservará en cámara
frigorífica, con una temperatura entre 0ª y 5ªC, o bien en habitaciones oscuras,
frescas, con una humedad relativa alta y sin corrientes de aire, cubiertas de paja o
musgo durante 10-12 días como máximo.
1.3.- Enraizamiento de las estacas

En el caso de enraizamiento de estacas de hoja caduca no es necesario
utilizar la técnica de nebulización, como para el caso de estacas de hoja perenne.
Las condiciones ambientales (temperatura, humedad y substrato) ya han sido
tratadas.
El tratamiento con fitohormonas da buenos resultados en especies

de enraizamiento difícil, la dosis a emplear será la recomendada por el fabricante,
si la aplicación es en polvo, procuraremos que en el corte inferior no haya un
exceso de producto, para evitar pudriciones, el sobrante se eliminará con una
ligera sacudida.
El terreno para la plantación debe estar en tempero y bien

trabajado, enterrándose el esqueje 2/3, a continuación se dará un riego copioso.
2. - ESTAQUILLAS.
Las estaquillas son tallos herbáceos de plantas leñosas con principio de
lignificación, en su empleo como material de reproducción deben tenerse en
consideración los siguientes aspectos:

El corte del material vegetal a enraizar de la planta madre debe realizarse

en pleno desarrollo vegetativo (verano y principio de otoño.
La longitud del esqueje, variable según la especie, oscila entre 7 y 15 cm.
Deben ser eliminadas las hojas del tercio inferior, que corresponden a la
parte que va a quedar introducida en el substrato.
Las condiciones ambientales reseñadas anteriormente deben mantenerse
CUADRO RESUMEN DE LOS ESQUEJES DE TALLOS Y

PRINCIPALES ESPECIES EN LAS QUE SE PRACTICA CADA UNO DE
ELLOS.
ESQUEJES CLASES ESPECIES

De tallo Esqueje de yema Aphelandra,

axilar camelia, Clemátide,
Ficus elastica,
Haberlea, Hedera,
Mahonia, Ramonda,
Vitis.
Esquejes
apicales.
Esqueje de tallo Arbustos de baya
verde y drupa Ceanothus,
Chrysanthemum,
Geranium, parras
ornamentales,
Philadelphus, Ribes
Esqueje de tallo Cornus, Deutzia,
semimaduro Diervfilla, Prunus y
Ribes
En plantas Abelia, Aucuba,
perennifoliadas Ceanothus, Cerasus
lusitanica, Daphne,
Eleagnus, Escallonia,
hebe, Lonicera,
Magnolia, Prunus
laurocerasus, Pycantha
Estacas (tallo Cornus,
leñoso) Cotoneaster, Populus,
Prunus, Rosa, Salix...
Coníferas Chaemacyparis,
Cupressus, Junipeurs,
Podocarpus, Sequoia,
Sequoiadendron, Taxus,
Thuja.
Subarbustos Artemisia,
Ballora, Lavandula,
Salvia, Phlomis...
Otros Rododendros y
brezos.


IV. ESQUEJES DE RAÍZ Y DE HOJA
1.- ESQUEJES DE RAÍZ.

Cuando una raíz está demasiado profunda no es capaz de producir tallos ni
hojas, peso si se encuentra próxima a la superficie, bajo la influencia de la luz y
calor, hay una diferenciación de las yemas, y en lugar de producir nuevas raíces, se
transforman en tallos y hojas.
Para poder obtener plantas a partir de esquejes de raíz será necesario

coger las raíces y sacarlas a la superficie, de la cual empezarán a brotar yemas,
separándose posteriormente las mismas, conservando un trozo de la raíz, y
transplantándolas a una maceta, contenedor o terreno definitivo.
Este sistema se utiliza en aquellas plantas de difícil multiplicación

por esqueje o estaca, como los laureles y las lilas.
Los rizomas son tallos subterráneos y como tales tienen yemas

vegetativas y raíces formadas. Para obtener una nueva planta a partir de ello basta
con cortarlos en trozos procurando que cada uno de ellos contenga al menos una
yema y plantarlos cerca de la superficie.
1.1.- Técnica del esquejado de raíz. Condiciones de enraizamiento.

Las plantas madres de las que se obtengan las porciones de raíz deben ser
jóvenes. La mejor época para obtener el material es a principio de primavera, antes
de que se inicie un nuevo desarrollo vegetativo.
Como es muy costoso, lo que se acostumbra hacer es sacar las raíces,

cortarlas en trozos iguales de 12-15 centímetros y proporcionarles un medio
adecuado para la emisión de nuevas raíces y brotes.

Las raíces deben colocarse en el substrato, verticalmente, en la que

es su posición normal de desarrollo, no invertidas. Se entierran de manera que la
parte superior quede a nivel de suelo. También pueden colocarse horizontalmente,
quedando enterradas a una profundidad de 2-5 centímetros.
Durante el proceso de enraizamiento se aplica el mismo medio

ambiental, expuesto para los esquejes de tallo.
CUADRO RESUMEN DE LOS ESQUEJES DE RAÍZ

Y PRINCIPALES ESPECIES EN LAS QUE SE PRACTICA
De raíz Esquejes de Artemisa,
raíces normales Anemone, Arnebia,
Carduncellus, Erodium,
Morisia, Pulsatilla,
Verbascum, Acanthus,
Anchusa, Eryngium,
Limonium, Verbascum,
Dendromecon, Aesculus
parviflora,, Aralia,
Chaenomeles,
Clerodendrum, Rubus,
Acaca, Paulownia,
Robinia, Escremocarpus,
Passiflora.
2.- ESQUEJES DE HOJAS.

Algunas hojas como las de Echeveria, Cotiledon, Sansevieria, Saintpaulia,
Peperomia, etc., separadas de la planta madre y colocadas en un buen substrato
tiene la facultad de emitir raíces y producir brotes que multiplican la planta.
No se pueden dar reglas generales, pues cada especie tiene unas

características propias, así tenemos:

 Esquejes de hojas colocadas sobre el substrato

 Esqueje de peciolo
 Esqueje de trozos de hoja
 Esqueje de nervio o vena central
 Esqueje de hojas de monocotiledóneas
2.1.- Esqueje de hojas colocadas sobre el substrato.

Las hojas de Echeveria no hay que enterrarlas sino simplemente colocarlas
encima del substrato, que procuraremos mantener ligeramente húmedo, una vez
hayan aparecido y enraizado los nuevos brotes se suprimirán de la hoja madre.
2.2.- Esqueje de peciolo.

Las hojas de Sansevieria, Saintpaulia y Peperomia, se separan de la planta
madre procurando que el peciolo de las mismas tenga dos o tres centímetros y se
introducen en el substrato de enraizamiento. En el extremo inferior del mismo se
forma un callo cicatricial del cual saldrán las raíces y los nuevos brotes, que son los
que multiplican la planta.
2.3.- Esquejes de trozos de hojas.

Las Begonias Elatior, Rex, Iron-Cross y la Peperomia Sandersii se
reproducen por trozos de hoja, para lo cual se corta la hoja en varios trozos
rectangulares o romboédricos de 2-3 centímetros de lado, procurando siempre que
la parte inferior de cada uno de ellos contenga uno o varios nervios principales.
Estos trozos se introducen unos milímetros en el substrato y se colocan en
un lugar protegido de los rayos solares y de las corrientes de aire procurando
mantener la mezcla o substrato ligeramente húmedo, a los 35-40 días habrán
enraizado y aparecen los brotes.
2.4.- Esquejes de vena central.

Se efectúa este esqueje en hojas con venas o nervios centrales muy
pronunciados que no son más que una continuación del pecíolo, por lo que
desarrollan nuevas plántulas en la superficie de corte cuando son cortados y
puestos en condiciones idóneas para su multiplicación. La técnica es similar a la de
los esquejes de trozos de hojas: se corta la hoja (trozos de 3,5 cm) y se colocan
verticalmente en el substrato, las plantas suelen aparecer a las 5-6 semanas. Se
efectúa este tipo de esqueje en plantas de los géneros Gloxinia y Streptocarpas.
2.5.- Esquejes de hojas de monocotiledóneas.

La principal característica de la mayoría de las plantas monocotiledóneas es
la nerviación paralela de sus hojas en toda su longitud, tomemos como ejemplo la
mayoría de las bulbosas (jacinto, etc.), aunque en este caso no deben manipularse
demasiado, cosa que no ocurre con la Sanseveria. Si tomamos una porción de esta
hoja y la cortamos en trozos de 2,5 cm, cortando las venas o nerviaciones en ángulo
recto, con un instrumento bien afilado y las insertamos verticalmente en un

substrato adecuado podemos conseguir su enraizamiento. Para que esto sea posible
debemos tomar las hojas en primavera, a partir de bulbos y tardarán entre 4-6
semanas en producir nuevas plántulas, que inmediatamente deben ser
transplantadas a macetas lo suficientemente grandes para permitir su manejo.
CUADRO RESUMEN DE LOS ESQUEJES HOJA

Y PRINCIPALES ESPECIES EN LAS QUE SE PRACTICA CADA
UNO DE ELLOS.
De hoja Esquejes de Begonias
hojas con pecíolo (excepto B. Rex)
Preponía capotara y
metálica, Santipaulia.
Esquejes de Gesneria,
nervio medial y Gloxinia, Streptocarpus
transversal
Esqueje de hojas Begonia rex
con los nervios
ramificados
Esquejes de Begonia rex
trozos de hojas

Esquejes de Endymion,
hojas de plantas Galanthus, Heloniopsis,
monocotiledóneas Hyacintus, Lachenalia,
Leucojum, Sansiveria
hahnji, S. zeylanica,
Scilla
Esquejes de Asplenium,
embriones foliares Cystopteris, Mitella,
Rolmica menziesii,
Cardamine, Kalanchoe,
Sedum Tiarella

Unidad de trabajo 6.: Multiplicación por acodo

Apartado Página
I. Conceptos generales 154
II. Técnicas de acodo 156


I. ACODO: GENERALIDADES
1.- ACODO: CONCEPTO

El acodo consiste en enraizar un tallo sin separarlo de la planta madre. Como
en el esquejado, las condicones del tallo indluyen en el resultado de la
multiplicación. Los tallos empleados deberan ser vigorosos, de crécimiento rápido y
con una gran capacidad de regeneración.
Hasta que no se produce la emisión de raíces, el tallo objeto de acodado

recibirá las sustancias nutritivas de la planta madre, pues la savia de ésta sigue
circulando por los tejidos del tallo a enraizar.
Para favorecer la emisión de raíces es conveniente que se produzca una

detención de savia en la zona que se acoda, para ello se le efectúan una serie de
incisiones en la corteza. Esta detención de savia provoca la formación de tejido
esponjoso, similar al callo cicatricial de los esquejes, a partir del cual se formarán
las raíces.
2.- CONDICIONES AMBIENTALES DE LOS ACODOS.

Aparte de las condiciones que debe poseer un tallo para poder practicar con
él este sistema de reproducción, el acodado debe realizarse en unas condiciones
ambientales determinadas de luz y humedad que pasamos a describir a
continuación.
El terreno que rodea la planta madre requiere cierta preparación para

facilitar el desarrollo de las raíces. El arraigo del tallo depende, en primer lugar,
de la privación absoluta de luz, además de la disponibilidad de oxígeno, de la
humedad y de la temperatura.
1. Luz. Más que la luz, es importante la oscuridad para que las raíces
empiecen su desarrollo. Debemos privar al tallo objeto de acodo de luz
para que su respuesta a esta técnica de reprodución vegetativa sea
óptima. Para ello el aporcado o enterramiento se hará lo antes posible
para evitar cualquier efecto negativo sobre la capacidad de
regeneración, incluso en tallos muy vigorosos.
2. Suelo. Debe retener bien el agua, pero con una aireación y drenajes
óptimos. Cuando el acodo no se efectúe en una cama adecuada, sino en el
suelo ordinario, deberemos cavar en profundidad éste para proporcionar
un buen drenaje que impida el encharcamiento. En ocasiones,
dependiendo de la densidad del suelo, puede ser conveniente añadirle
turba o arena.

3. Temperatura. El calor aumenta la producción de raíces, por tanto tallo y

suelo deberán estar expuestos a la luz solar. Debemos tener en cuenta
que en suelo seco el efecto beneficioso de la temperatura no se produce,
es decir, que deberemos mantener un grado de humedad adecuado
efectuando riegos cuando sea preciso (en época de sequía)
Una vez hayan enraizado el tallo, podremos retirar la tierra que lo cubre,
desenterrar el acodo y plantarlo en el terreno definitivo procurando que las raíces
no se sequen. En plantas cuyos tallos tengan dificultades en emitir raíces, será
conveniente retrasar la plantación hasta que el acodo esté totalmente establecido,
podremos facilitira este establecimiento separando el acodo de la planta madre
tres o cuatro semanas antes de desenterrarlos. Otra manera de favorecer el
establecimiento del acodo es mediante la poda, ya que el desequilibrio que se
produce entre tallo y raíz favorece el arraigo.
3.- CLASES DE ACODO Y PLANTAS EN LAS QUE SE PUEDEN

EFECTUAR.
CLASE DE ACODO PLANTAS EN LAS QUE SE

EFECTÚA
Acodo simple Gran número de plantas
leñosas.
Acodo aéreo Ficus elástica, Hamamelis,
Limonero, Lilos, Magnolio y
Rododendros.
Acodo terminal Frambuesas, Rubus
phoenicolasius, R. Thyrsoideus y R.
Ulmifolius belidiflorus, Zarzamora.
Acodo en cepellón Ciruelos, manzanos, membrillos
y lilos.
Acodo francés Cotinus coggygarias,
Thelycrania sanguinea, algunas
especies de arces.
Acodo ramificado Andrómeda, Calluna, Cassiope,
Daboecia, Erica, Hebe, Kalmia
angustifolia, Ledum, Pernettya,
Phyllodoce, Rododendros enanos,
Vaccinium.

II. TÉCNICAS DE ACODO
1.- ACODO SIMPLE.

Método sencillo y eficaz de reproducción vegetativa aplicable a gran
variedad de plantas leñosas que apenas provoca trastornos a la planta madre.
1.1.- Concepto.
Consiste en enterrar la parte del tallo más próxima al extremo en el suelo,
estimulando así la producción de raíces, pues la mayor parte de los nutrientes y la
actividad hormonal están restringidos a la porción enterrada o acodo. Una vez haya
emitido raíces se separaran de la planta madre.
1.2.- Preparación de la planta madre.

Doce meses antes de efectuar el acodo es conveniente podar las rama o
ramas de la planta madre. Con esta operación conseguimos que el progenitor
produzca vástagos jóvenes, de crecimeinto rápido, que se pueden dovrlar y
manipular con facilidad, a la vez que emiten raíces con facilidad.
1.3.- Época
El acodo simple suele efectuarse a finales de invierno-principios de
primavera, cuando el suelo está en buenas condicones para el cultivo.
1.4.- Técnica
No nos casaremos de repetir que el material de partida, el tallo a enterrar,
dene poseer una elevada capacidad de regeneración y enterrarse próximo a la
superficie del suelo. Si se eefectúa en el terreno de cultivo, jardín o huerto,

deberemos preparar el suelo como se indicó anteriormente. El proceso es el

siguiente:
1. Suprimir hojas y brotes laterales del tallo elegido.
2. Doblar el tallo hasta el nivel del suelo. Para facilitar la labor es

conveniente marcar la posición del tallo en el terreno, a una distancia de
22 cm de su extremo. En este punto cavaremos una zanja de 10-15 cm de
profundidad en uno de sus lados y ligeramente inclinada en el extremo
más próximo a la planta madre.
3. Doblaremos el tallo en ángulo recto, si se trata de plantas que arraigan

con dificultad, haremos una muesca en el tallo, cortando un trozo de
corteza o ciñéndole un alambre de cobre. Con esta práctica conseguimos
restringuri la actividad nutricional y hormonal en los tejidos del tallo,
favoreciendo la formación del sistema radicular.
4. Se dobla el tallo en ángulo recto, a 22 cm de su extremo y se introduce

en la zanja, apoyando la punta sobre el costado recto. El extremo debe
sobresalir por encima del nivel del suelo. Si tiende a levantarse,
sujetaremos el tallo con horquillas de alambre.
5. Recubrir con tierra y regar abundantemente.
6. Mantener el suelo siempre húmedo, en especial en los períodos secos. No

debemos olvidar que las raíces se desarrollan durante el período
vegetativo.
7. En otoño, separar el acodo de la planta madre para ir adaptándolo a la

vida independiente.
8. A las 3 o 4 semanas de separado, recortar la parte superior, así

estimulamos el crecimiento de las raíces.
9. Plantar el acodo en maceta o en el exterior, convenientemente

etiquetado.
10. En el supuesto de que la raíz no esté bien desarrollada, conviene dejarlo

durante un año para que se establezca en condicones, antes de
trasplantarlo.
11. El trasplante definitivo será igual que un trasplante normal, nos

remitimos al Módulo Profesional de Implantación de Jardines y Zonas
Verdes.

2.- ACODO AÉREO
2.1.- Concepto
El acodo aéreo consiste en estimular la producción de raíces en un tallo sin
separarlo de la planta madre y sin enterrarlo.
2.2.- Preparación de la planta madre y época de realización

El acodo aéreo es una técnica de reproducción vegetativa que se puede
aplicar a muchas especies leñosas, no precisa de un equipo especializado ni causa
grandes trastornos a la planta progenitora.
Se realiza durante la primavera, en tallos maduros del período vegetativo

anterior, acodando una porción próxima al meristemo de crecimiento, o a finales
del verano, en tallos del mismo año.
2.3.- Técnica
La técnica del acodo aéreo es la siguiente:
1. Se selecciona el tallo a acodar y se eliminan los brotes secundarios que

posea en los 15-30 cm. Terminales.
2. Se descorteza con el fin de que los nutrientes y las hormonas se

concentren en esa porción de tallo. Se puede espolverear hormonas de
enraizamiento para favorecer la emisión de raíces.
3. Se prepara el medio para provocar el crecimiento de las raíces. El más

empleado es la turba de esfagno, pues retiene el agua a la vez que
favorece la aireación, además es muy fácil de manejar. Basta con coger
dos puñados y hacer una bola con ellos, cuando tenga un diámetro de
unos 6 cm se divide en dos, como si se tratara de una naranja y
rodeamos con ellas el tallo a acodar, procurando que quede bien
apretado.
4. Envolvemos la turba con una lámina de plástico negro que sujetaremos

con cinta adhesiva. El conjunto debe quedar bien impermeabilizado para
evitar encharcamientos, para ello colocaremos la cinta en espiral
alrededor de los extremos del plástico, cubriendo también parte del
tallo. El plástico retendrá la humedad, mantendrá el medio cálido,
impedirá la entrada de luz y permitirá la circulación del aire.
5. Al final del período vegetativo el acodo ya tendrá raíces. Trascurrido el

período de latencia o reposo podaremos el tallo, reduciéndolo al tamaño
que tenía cuando se inció el proceso.

6. Cortaremos con unas podaderas, separándolo de la planta madre y

retiraremos el plástico.
7. En este momento se inicia la etapa más delicada: la de establecimiento

del acodo o establecimiento de la nueva planta. Para ello:
a. Llenamos una maceta con compost para esquejes.
b. Mullimos ligeramente la turba que rodea las raíces del acodo.
c. Introducimos el acodo en la maceta, apelmazando el compost pero sin

efectuar demasiada presión, pues comprimiríamos el musgo y las
raíces.
d. Etiquetamos la planta.
e. Colocamos la maceta en un lugar debidamente protegido hasta que

las raíces completen su desarrollo.
3.- ACODO TERMINAL.
3.1. Concepto de acodo terminal

El acodo terminal es una técnica especial de acodo que se aplica al género
Rubus (zarzamoras y frambuesas).
Se basa en el hecho de que cuando enterramos la yema terminal de una

planta, aquélla se hincha, produce raíces y origina un nuevo individuo.
Tiene la ventaja de que se puede efectuar en el mismo huerto o jardín, sin

trastornar a la planta madre en lo que hace referencia a floración y producción de
frutos.
3.2. Técnica del acodo terminal.

El acodo terminal, como hemos indicado se efectúa sobre todo en especies
del género Rubus, dado que las variedades fructíferas de este género son muy
sensibles a las virosis deberemos procurar que la planta madre elegida sea un
ejemplar sano.
La técnica es como sigue:
1. Elegimos un tallo joven, fuerte, que se haya desarrollado durante la

primavera.

2. Cuando el tallo tenga una longitud de 27-35 cm pinzamos la yema

terminal, así estimularemos el desarrollo de las ramas. Como estos tallos
crecen rápidamente, y además lo hacen con vigor, el proceso se repetirá
varias veces a lo largo del verano; así lograremos que aparezcan 6 u 8
yemas bien desarrolladas.
3. El tallo ya está listo para el acodo, pero para que sus raíces se
desarrollen convenientemente y no sean finas y fibrosas, debemos
preparar el suelo, que cavaremos a fondo, añadiendo una capa de amteria
orgánica a cierta profundidad. Esta capa de materia orgánica tiene como
finalidad mantener la humedad, impidiendo la deshidratación de las
raíces.Los 15 centímetros superiores se rellenan con arena y turba.
4. Doblamos el tallo y marcamos en el punto que su ápice toca el suelo. En

este punto cavaremos una zanja de 10 cm de profundidad, de paredes
verticales, excepto la más próxima a la planta madre, que estará
ligeramente inclinada, así conseguiremos que la nueva planta crezca en
vertical.
5. Colocaremos la yema terminal en la parte más profunda de la zanja,

sujeta con horquillas o alambres. Cubriremos con tierra, que
comprimiremos, y regaremos.
6. A las 3-4 semanas el brote surgirá.
7. A finales del verano cortaremos el tallo a la altura del cuello de la raíz

de la planta madre.
8. Transcurrido un tiempo prudencial, cortaremos el resto del tallo y

podaremos el acodo antes de desplantarlo.
9. En otoño efectuaremos el desplante, tras la caída de la hoja.
10. Inmediatamente plantaremos el acodo y lo etiquetaremos. Si la

plantación no se va a efectuar inmediatamente, deberemos proteger las
raíces con trapos húmedos y cubriremos el conjunto con plástico, para
evitar posibles desecaciones.
La multiplicación por este tipo de acodo se puede efectuar todos los años.
4.- ACODO EN CEPELLÓN
4.1.- Concepto.

Se trata de cultivar la planta madre con el único fin de emplearla para la

producción de nuevas plantas. Es por ello que se emplea este sistema para la
obtención de patrones especializados, ya sea por su vigor o tamaño, especialmente
en árboles frutales. Se puede emplear en árboles que respondan bien a las podas
anuales.
4.2.- Preparación de la planta madre.

Se planta un acodo, esqueje o plantón, ya arraigado en un terreno bien
cultivado y se etiqueta.
Nunca se emplearan plantas injertadas, pues este método se utiliza para

reproducir patrones, nunca variedades.
Durante el primer periodo de latencia se poda el patrón, dejando un tallo de

3-5 cm.
En la primavera siguiente se efectuará el acodo.
4.3.- Técnica del acodo con cepellón.

El acodo con cepellón se efectúa como sigue:
1. Cuando los brotes midan 15 cm de longitud se aporcan, de manera que

toda la planta quede cubierta de tierra. Nos aseguraremos de que todos
los brotes quedan bien enterrados. No conviene retrasar este aporcado,
pues la privación de luz durante las primeras etapas es uno de los
factores más decisivos en el éxito de esta técnica de reproducción.
2. Cuando los brotes empiecen a crecer se volveran a aporcar, hasta que

queden cubiertos los 22 cm basales.
3. Ya no se efectuará ninguna labor, salvo que el verano sea muy seco, en

este caso se efectuaran los riegos necesarios para facilitar el desarrollo
de las raíces. El terreno alrededor de los tallos debe estar húmedo y
templado, ebemos de tener en cuenta que el agua en exceso rebaja la
temperatura del suelo.
4. A inicios del invierno, después de la caída de la hoja, en plena latencia,

retiramos la tierra exponiendo toda la planta a la temperatura ambiente.
Los vástagos habrán desarrollado sus raíces.
5. Con la ayuda de unas podaderas separemos los tallos de la planta original
y los plantaremos inmediatamente, etiquetándolos.

6. Tras estas operaciones, cavaremos el suelo que rodea la planta madre,

limpiándolo perfectamente para que no quede ningún residuo que la
pueda cubrir, Fertilizaremos el suelo.
7. Durante el invierno las yemas se expondrán al frío para facilitar su

brote en la primavera, época en la que reiniciaremos el proceso.
Como vemos, el resultado del proceso depende de los cuidados que le

suministremos a la planta madre, concretamente a lo referente a su salud y estado
vegetativo.
5.- ACODO FRANCÉS

Deriva del método anterior, por tanto lo dicho para las plantas madres del
método anterior es perfectamente válido para este.
Con este método se obtienen acodos arraigados anualmente, aunque tardan

a establecerse más que por otro método.
La técnica es como sigue:
1. Preparación del terreno. Se cava en profundidad, añadiendo algo de

materia orgánica y arena gruesa.
2. Plantación de un acodo provisto de raíces, debidamente etiquetado, que

dejaremos que se establezca durante todo un periodo vegetativo.
3. Recepado del acodo. Al inicio del periodo de latencia o reposo,

receparemos el acodo dejando sólo 2,5 cm sobre el nivel del suelo.
4. Crecimiento de la planta durante el siguiente periodo vegetativo, sin

intervenciones.
5. Reducción de los vástagos. Durante el periodo vegetativo se foramran

unos vástagos que se reudcirán en número (nunca dejaremos más de
ocho) después de la caída de la hoja. Se dejarán todos de la misma
longitud.
6. Estaquillado horizontal de los vástagos sobre el suelo, precisa de la

ayuda de clavijas u horquillas que mantengan la posición. Si esta
operación se efectúa a principios de invierno, los brotes se despuntarán
de manera unifrome en primavera.
7. En la primavera, se retiran las clavijas u horquillas cuando los vástagos

tienen 5,8 cm de longitud y se trabaja el suelo.

8. Se distribuyen los tallos por igual, a modo de estrella, en torno a la cepa

y debajo de cada uno de ellos, se cava una zanja de 5 cm de profundidad.
9. Se introduce cada tallo en su zanja, cubriéndolo de manera que sólo

asomen las puntas de los renuevos
10. Aporcar los nuevos brotes a medida que crezcan, dejando sólo al
descubierto los ápices, hasta que el caballón se eleve unos 13 cm sobre
el suelo.
11. Regar sólo si el tiempo es excepcionalmente sexo, así evitaremos el

exceso de humedad. Mientras tanto la cepa ha creado nuevos bástagos
que se someterán a una nueva acodadura en próximo año.
12. Tras la caída de la hoja, abrir los lomos o caballones, ayudados por una
horaca.
13. Podar los tallos radicados a ras de cepa, respetando los brotes o
vástagos neuvos del año.
14. Dividir cada tallo en las pertinentes plantas individuales, cada una con su
propio sistema radicular.
15. Plantar de inmediato en tierra, etiquetar y regar abundantemente.
6.- ACODO RAMIFICADO.

Es la técnica de acodo que se emplea para la reproducción de brezos,
brecinas, rododendros enanos, así como plantas emparentadas con ellos y arbustos
en los que no se puede realizar otro método de reproducción.
Básicamente consiste en obtener un cepellón de una planta y enterrarlo. No

es el método más aconsejable, pues origina individuos no demasiado bien
conformados, pero es fácil y simple.
6.1.- Elección y preparación de la planta madre.

Durante el periodo de lantencia o de reposo elegiremos una planta y la
prepararemos para efectuar esta técnica de reproducción. Para ello la podaremos
enérgicante, así estimularemos la formación de vástagos vigorosos, con gran
capacidad de enraizamiento.
6.2.- Técnica del acodo ramificado.

En la primavera siguiente, antes de que la planta inicie su actividad

vegetativa,, con el suelo en tempero, iniciaremos el procedimiento. Para ello
procederemos como sigue:
1. Cavamos una capa de suelo, mejorando su ligereza y aireación.
2. Cavamos un hoyo lo bastante amplio para que quepa en él la planta madre

entera, con los extremos de los tallos apenas visibles. El drenaje del
fondo del hoyo debe ser eficiente.
3. Desplantamos el progenitor con su cepellón intacto, y lo introducimos en

el hoyo.
4. No deben asomar del suelo más de 2,5 cm de tallo. Si asomase más

longitud el crecimiento sería desgarbado. Cubrimos con tierra y
etiquetamos. La forma de enterrar la planta es importante, tenemos
tres posibilidades:
a. En plantas de ramificación escasa, comprimiremos las ramas en una

sóla dirección o hilera, así ahorraremos espacio y facilitaremos la
escarda.
b. En plantas de ramas frágiles, apilaremos la tierra entre ellas,

separándolas bien. En este caso dificultamos la escarda.
c. Distribución clásica. Consiste en cavar un hoyo en forma de cuenco y

empujar todas las ramas hacia su perímetro. La tierra se apila en el
centro. Aunque se facilita la escarda, el espacio se desaprovecha.
5. Durante la estación vegetativa regaremos cada vez que el suelo esté

seco.
6. En otoño, desenterramos la totalidad de la planta. Las plantas habrán

emitido raíces, por lo general en las proximidades de la superficie.
7. Separamos las plantas hijas y las plantamos en el exterior o en macetas,

las etiquetamos y desechamos la cepa vieja.

Unidad de trabajo 7: Multiplicación por división de mata y por otros

órganos de multiplicación asexual
Apartado Página
I. Técnicas de multiplicación por división de mata 164
II. Otros órganos de multiplicación asexual: tubérculos, 171
rizomas, bulbos, cormos y cormillos

I. TÉCNICAS DE MULTIPLICACIÓN POR DIVISIÓN DE MATA.
1. DIVISIÓN DE MATA: INTRODUCCIÓN.

La división de mata es un método de multiplicación muy empleado en gran
número de especies herbáceas perennes, también aplicable a algunos arbustos y a
plantas perennes semileñosas que desarrollan una corona de bulbos reproductores,
así como a la mayoría de plantas con tallos modificados.
Distinguimos los siguientes supuestos:
 División de mata en plantas herbáceas con coronas fibrosas.

 División de mata en plantas herbáceas con corona carnosa.
 División natural de especies alpinas.
 División de mata en plantas herbáceas semileñosas.
 División de mata en arbustos leñosos con chupones.
 Plantas con hijuelos.
 Plantas con estolones.
2.DIVISIÓN DE MATA EN PLANTAS HERBÁCEAS CON CORONAS

FIBROSAS.
2.1. Concepto.
Las plantas en las que se aplica esta técnica son especies perennes con
raíces fibrosas y una corona relativamente suelta (ver cuadro al final del

apartado). La parte central de dicha corona se lignifica a los dos ó tres años,
despreciándose la parte leñosa, pues produce brotes poco vigorosos y en número
bajo. El resto de la corona se fragmenta y, son estos trozos los que producen
nuevas plantas.
2.2. Época de realización

El momento más oportuno para emplear esta técnica de multiplicación
vegetativa es después de la floración, ya que:
1. Se han producido muchos brotes vegetativos, y
2. El sistema radicular está en pleno desarrollo.
En el supuesto de que la floración se retrase, deberemos esperar a la

primavera siguiente.
2.3. Técnica.
1. Desenterramos la planta madre y la sacudimos para quitar la tierra.
2. Lavamos la corona y las raíces con agua, pues es más fácil manejar la
planta limpia.
3. Recortamos los tallos hasta que queden casi a nivel del suelo. Con esta
práctica reducimos la pérdida de agua, aspecto que tiene importancia
especial en el estío.
4. Arrancamos fragmentos de la zona periférica de la corona, si no los

podemos arrancar, los cortaremos con la ayuda de una navaja. Cada
fragmento debe tener al menos una yema. Es zona de la periferia la que
origina los brotes más jóvenes, como ya hemos indicado, la parte central
se desecha.
5. Cavamos un hoyo de la misma profundidad que el que tenía la planta

madre, y plantamos las matas. Previamente habremos tratado con
funguicida el material de reproducción. Apelmazamos y etiquetamos.
6. Regamos abundantemente, no importa que se encharque el terreno
7. Escardamos periódicamente para mantener la mata limpia de vegetación

adventicia.
3. DIVISIÓN DE MATA EN PLANTAS HERBÁCEAS CON CORONA

CARNOSA.

Se aplica a especies herbáceas que desarrollan una corona compacta,

carnosa, difícil de dividir (ver cuadro al final del apartado).
3.1. Época de realización.

La mejor época para efectuar la división de estas especies es al final del
período latencia, cuando las yemas empiezan a despuntar y revelan las partes más
vigorosas.
3.2. Técnica.
La técnica de división de mata en plantas herbáceas con corona carnosa es
la siguiente:
1. Desenterramos la planta madre, como ya se ha indicado, al final del

periodo de latencia.
2. Sacudimos para eliminar la tierra y lavamos la corona a fondo.
3. Cortamos la corona a trozos con la ayuda de un cuchillo de tamaño

adecuado. Las plantas hijas pueden ser grandes o pequeñas, pero
deberán poseer al menos un retoño bien desarrollado. Desecharemos las
yemas latentes, pues no siempre se desarrollan de manera satisfactoria.
4. Espolvoreamos con un funguicida para evitar el riesgo de putrefacción.
5. Debemos evitar que los fragmentos se sequen, precaución que aumenta

con la carnosidad del sistema radicular, por lo que plantamos
inmediatamente en el suelo o en maceta, etiquetando como siempre.
4. DIVISIÓN NATURAL DE ESPECIES ALPINAS.

Gran cantidad de especies alpinas (ver cuadro), se multiplican de forma
natural por división de mata, separando sus coronas y dando lugar a nuevos
individuos en cada estación.
Después de la floración, o en primavera si se trata de plantas de floración

otoñal (Gentiana sino-ornata), se desentierran las raíces de la planta y se efectúan
las divisiones. Se planta de nuevos, lo antes posible, etiquetando la nueva planta y
regándola en abundancia.
El sistema, como vemos, es sencillo y efectivo. La tasa de multiplicación

aumenta si aumenta la frecuencia de las multiplicaciones, es decir, si dejamos al
individuo en el mismo sitio durante mucho tiempo, se forman muchos menos
individuos, pero en compensación su tamaño es mayor.

5. DIVISIÓN DE MATA EN PLANTAS HERBÁCEAS SEMILEÑOSAS

Se aplica esta técnica de multiplicación a especies perennes con hojas
erguidas y ensiformes (Gén. Phormium), que aumentan de tamaño mediante una
suerte de hijuelo que da origen a una corona de brotes individuales, cada uno
provisto de su propio sistema radicular.
Aunque la división se puede efectuar en cualquier época del año, es mejor

llevarla a cabo en primavera. Para ello desenterraremos la planta madres y la
limpiaremos de tierra.. Si es preciso se lavará, como en los casos anteriores.
Si la corona es dura y leñosa en la parte central, las divisiones se

efectuarán con la ayuda de una laya o un hacha.
Los fragmentos obtenidos se plantarán enseguida para que no se sequen.
6. DIVISIÓN DE MATA EN ARBUSTOS LEÑOSOS CON CHUPONES.

Muchos arbustos leñosos, como el endrino, producen chupones que originan
matas individuales, lo que es aprovechado para multiplicarlos por la técnica de
división de mata, que es como sigue:
1. Se desentierra la planta durante el periodo de latencia y se limpia a

fondo.
2. Se divide la mata en porciones del tamaño adecuado. La parte central ,

por lo general leñosa, no posee raíces, por lo que no se emplea para
multiplicación. Las plantas hijas se obtienen de los retoños más jóvenes y
vigorosos situados en la periferia de la planta madre.
3. Se recortan las ramas para reducir la pérdida de agua, de esta manera,

en primavera, cuando aparezcan las primeras yemas, el sistema radicular
ya se habrá desarrollado.
4. Se plantan las divisiones en el suelo o en maceta y se etiqueta. Regamos

en abundancia.
En el supuesto de especies injertados debemos multiplicar el patrón, no la

variedad, para mantener la continuidad del cultivo.
7.- PLANTAS CON HIJUELOS

Los hijuelos son plántulas que se desarrollan lateralmente en los tallos, ya
sea por encima o por debajo del nivel del suelo. El tallo suele salir del cuello de la
raíz y no suele tener yema. Plantas que presentan esta peculiaridad son, entre
otras, las siemprevivas.

Al principio la planta es muy pequeña, con unas raíces muy diminutas, de

hecho, el sistema radicular no se desarrolla del todo hasta el final del periodo
vegetativo. Si queremos acelerar el proceso, separaremos el hijuelo de la planta
madre en primavera y los plantaremos en el jardín o en una maceta, siempre con
compost de esquejes al que añadiremos arena para mejorar el drenaje y favorecer
el desarrollo radicular.
Si el desarrollo del sistema radicular es pobre, podemos estimular su

desarrollo eliminando la parte aérea de la planta, el efecto que esta práctica
produce es el mismo que si elimináramos la yema terminal de un tallo.
Por ampliación, el término hijuelo también se aplica a los brotes de

crecimiento lento que producen algunas monocotiledóneas (yuca). Estos brotes,
cuando maduran, se separan de la planta madre y se plantan en macetas, aunque en
ocasiones tardan años en alcanzar un tamaño normal.
Otro ejemplo lo constituyen las piñas, que producen unos vástagos que se
pueden emplear para multiplicar la planta, cuando el fruto está casi maduro. Estos
vástagos se denominan chupones, barbados, etc, y se cortan junto al cuello de la
raíz para volverlos a plantar.
8.- PLANTAS CON ESTOLONES.
8.1.- Estolones
Los estolones son tallos, más o menos horizontales que surgen de la corona y
se arrastran por el suelo. Las hojas tienen forma de escama y las raíces se
producen en los nudos. Las yemas laterales de estos tallos originan nuevas plantas
que quedan aisladas cuando se deteriora el tallo del estolón. Son típicos de las
fresas.
Las plántulas emiten raíces y se convierten en nuevos individuos con rapidez.

Si no se ejerce ningún control, las matas hijas se desarrollan excesivamente y
cuesta separarlas de las plantas madre, por ello es conveniente entresacar los
estolones con regularidad.
8.2.- Técnica de la multiplicación por estolones.

Para reproducir una planta mediante estolones debemos proceder como
sigue:
1. Cultivar la planta madre en un buen compost, que favorezca el desarrollo

de sus raíces.
2. Entresacar algunos estolones a principios de verano y fijar los

restantes, en posición radial. Mediante esta práctica facilitamos el

arraigo de los tallos, aunque la velocidad de crecimiento es mayor cuando

introducimos los estolones en macetas.
3. Los estolones se introducen en el suelo, en hoyos situado por debajo de

la planta en desarrollo, dentro de macetas rellenas de compost, que
deben quedar por debajo del nivel de la planta madre. Podemos sujetar
la planta con una horquilla de alambre.
4. Cuando las nuevas plantas estén totalmente establecidas podemos

cortar los tallos que las unen a las plantas madre.
9.- CUADRO-RESUMEN DE LAS PRINCIPALES ESPECIES EN LAS

QUE SE EMPLEA EL MÉTODO DE MULTIPLICACIÓN POR DIVISIÓN DE
MATA.

SUPUESTOS DE DIVISIÓN ESPECIES EN LAS

DE MATA QUE SE PRACTICA.
Plantas herbáceas con corona  Achillea,
fibrosa  Alchemilla,
 Alysum,
 Aster,
 Caltha,
 Campanula,
 Chrysantemum,
 Doronicum,
 Erigeron,
 Gentiana,,
 Geranium,
 Helenium,
 Hemerocallis,
 Lupinum,
 Lythrum,
 Mimulus,,
 Monarda,
 Palemonium,
 Prunella,,
 Pyrethrum,
 Raoulia,
 Rudbeckia,
 Sagina,
 Solidago,
 Tiarella,
 Trollius,
 Verónica.
Plantas herbáceas con corona  Astilbe,

carnosa  Hostia
Plantas alpinas que se dividen de  Aubrieta
modo natural  Campanula
 Genenciana de otoño
 Prímula (spp europeas)
 Thalictrum
Plantas herbáceas semileñosas  Cortaderia
 Phormium

 Yuca
SUPUESTOS DE DIVISIÓN ESPECIES EN LAS

DE MATA QUE SE PRACTICA.
Arbustos leñosos  Aronia

 Endrino
 Lilo
Plantas que producen hijuelos  Ágave (pita)
 Crassula
 Echeverría
 Lino de Nueva Zelanda
0(phormium)
 Piña
 Siemprevivas
 Yuca
Plantas que producen estolones  Ajuga reptans
 Fresa
 Geumm reptans
 Algunas especies de
gramíneas
 Polentilla
 Saxifraga sarmentosa
Unidad de trabajo 8: Injerto

Apartado Página
I. Introducción. Conceptos básicos 177




I. INTRODUCCIÓN. CONCEPTOS BÁSICOS
Injertar es el arte de unir partes de plantas de tal manera, que se liguen y
continúen su crecimiento como una sola planta. La parte de la combinación de
injerto que va a constituirse en la copa o parte superior de la nueva planta se le
llama púa, aguja, espiga o injerto y aquella que va a formar la porción baja o la raíz,
se le llama patrón, pie, masto o portainjerto.
1.- RAZONES PARA INJERTAR
Las principales razones para injertar son las siguientes:
1. Perpetuación de clones que no se pueden reproducir con facilidad por

cualquier otro método de reproducción asexual.
2. Obtención de los beneficios de ciertos patrones
3. Cambio, de Cultivares en Plantas Establecidos (Injerto de Copa).
1.1.- Perpetuación de clones que no se pueden reproducir con facilidad
por estacas, acodo, división o cualquier otro método asexual .
Los cultivares de algunos grupos de plantas, incluyendo a la mayoría de las
especies que producen frutas y nueces, y a muchas plantas leñosas como el

eucalipto y el pinabete, no se propagan en forma comercial por estacas, debido a
que no se les puede hacer que enraícen o no se logra que enraícen en porcentajes
suficientemente altos con los métodos disponibles en la actualidad. Un número
limitado de individuos adicionales puede iniciarse por acodado o por división, pero
para la propagación en escala considerable es necesario recurrir al injerto de los
cultivares deseados sobre patrones con los que son compatibles.
1.2.- Obtención de los beneficios de ciertos patrones.
Muchos cultivares de plantas, escogidos por las cualidades de sus frutos o
para ornato, no poseen raíces adecuadas y para tener plantas satisfactorias se
requiere injertarlos sobre otras raíces. Para muchas especies de plantas, hay
disponibles patrones que toleran condiciones desfavorables tales como suelos
pesados o húmedos, o bien, que son resistentes a plagas o enfermedades que se
encuentran en el suelo. También, en ciertas especies, se dispone de patrones que
controlan el tamaño, pudiendo obtenerse árboles injertados de vigor excepcional o
que queden muy o parcialmente achaparrados. Con algunos patrones, sobre todo en
especies de cítricos, se logra mejor tamaño y calidad de los frutos del cultivar que
va injertado que cuando se injerta sobre otros.
Los patrones pueden dividirse en dos clases: de plántula (procedentes de semilla) y

clonales.

1.2.1.- Patrones procedentes de plántulas: ventajas e inconvenientes

Los patrones de plántulas tienen ciertas ventajas. Su producción es relativamente sencilla y
económica y la mayoría de las plantas que se obtienen no retienen los virus presentes en la
planta materna
Sin embargo, los patrones obtenidos de semilla tienen la desventaja que la variación
genética que ocurre entre ellos puede conducir a una variabilidad en el desarrollo y el
comportamiento de la púa. Esa variación tiene más probabilidades de ocurrir cuando se
emplean semillas de fuentes desconocidas, no seleccionadas.
Entre los patrones obtenidos de semilla, es posible reducir la variabilidad mediante
la selección cuidadosa de la fuente original de semilla en cuanto a su identidad, así como
protegiéndola de polinización cruzada. La variación también puede reducirse si todos los
árboles de la misma edad se sacan del vivero al mismo tiempo, descartando todos aquellos
pequeños o fuera de tipo, sean plántula o ejemplares ya injertados. En la mayoría de los
viveros los árboles se clasifican por tamaños, vendiendo juntos a todos los de la misma
clase. La práctica de retener individuos de crecimiento lento, injertados o no, tiende a
perpetuar la variabilidad.
1.2.2.- Patrones clonales: ventajas e inconvenientes. Patrón clonal intermedio.

Los patrones clonales son convenientes no sólo para producir uniformidad sino también, lo
que es de igual importancia, para preservar las características especiales e influencias
específicas del patrón sobre los cultivares injertados, tales como resistencia a las
enfermedades y hábitos de crecimiento y floración. La combinación de diversos patrones
clonales con distintos cultivares como injerto permite perfeccionar el comportamiento de
los árboles injertados. Sin embargo, para poder llegar a definir el comportamiento de
cierta combinación de injerto específica, se requiere efectuar numerosas pruebas.
En la propagación y empleo de patrones clonales es muy importante que de ser

posible, se consiga material que se haya probado en cuanto a la presencia de enfermedades,
ya que cualquier enfermedad presente en el patrón es mantenida y diseminada en el
material que se obtenga. Sin embargo, esta reserva es de poco valor si no puede
conseguirse para patrones material "limpio".
Es posible combinar más de dos clases de plantas en una disposición vertical.

Además de tener un patrón y una púa es posible insertar entre ellos, por injerto, una
tercera clase de material a la que se le llama sección intermedia del tallo o patrón
intermedio. Esta práctica recibe el nombre de injerto doble.
Hay varias razones para emplear en la propagación de plantas el injerto doble. Una
de ellas es para evitar cierto tipo de incompatibilidad. Una segunda razón es que el patrón
intermedio puede poseer alguna característica especial (como resistencia a las
enfermedades o a temperaturas bajas) que no tienen ni el patrón ni la púa, lo cual lo hace
valioso para que sirva como estructura principal del árbol. Además, es posible que para
tener resistencia a enfermedades se requiera de cierto cultivar como injerto. Otra razón
es que el patrón intermedio puede tener una influencia definitiva sobre el crecimiento del
árbol.

Los viveristas que proveen árboles sobre patrón de plántula, sobre patrón clonal o
con un patrón clonal intermedio, deben identificar esos patrones en la etiqueta en la misma
forma que lo hagan con el cultivar que sirve de púa
1.3.- Cambio, de Cultivares en Plantas Establecidas (Injerto de Copa).

Un árbol frutal, o todo un huerto, puede ser de un cultivar inconveniente. Puede tratarse
de un cultivar viejo que ya no tiene demanda, de uno improductivo, eón malos hábitos de
crecimiento o posiblemente susceptible a los insectos o enfermedades prevalentes. En
tanto se use como injerto una variedad compatible, la copa puede volverse a injertar con
una variedad más conveniente.
Se puede proporcionar polinización cruzada a los árboles frutales, injertando de
copa ciertos árboles del huerto con alguna variedad polinizadora adecuada. 0 bien, si un
árbol no fructifica debido a falta de polinización cruzada, se puede injertar en una de sus
ramas alguna variedad polinizadora adecuada.
Una sola planta pistilada (hembra) de una especie dioica (que produce flores
pistiladas y estaminadas en plantas individuales separadas), como el acebo (Ilex), puede no
fructificar debido a que no hay en su cercanía una planta estaminada (macho) que
proporcione el polen. Esto puede corregirse injertando una púa tomada de una planta
estaminada en una rama de la planta pistilada.
2.- INJERTO NATURAL

Esporádicamente se ven ramas de árboles que se han unido por injerto en forma natural
después de un periodo largo de haber estado oprimidas sin interrupción y sin perturbarías.
Los injertos de raíz son más comunes entre raíces del mismo árbol o entre raíces de
árboles de la misma especie. Los injertos entre raíces de árboles de especies diferentes
son raros. En los bosques a veces se encuentran tocones vivientes que se han mantenido
vivos debido a que sus raíces se han injertado con las de árboles cercanos intactos. Se ha
estudiado la anatomía del injerto natural de raíces aéreas: el contacto inicial se establece
por la formación y fusión de los pelos epidérmicos
3.- FORMACIÓN DE LA UNIÓN DEL INJERTO

La cicatrización de la unión de injerto puede considerarse como la cicatrización de una
herida. Una herida como la que puede presentarse si se parte longitudinalmente la punta de
una rama, se cicatriza con rapidez si las partes cortadas se unen y se atan estrechamente.
La proliferación de células en la región cambia] de ambas partes produce nuevas células de
parénquima, formando tejido de callo. Algunas de las células de parénquima que se
entrelazan se diferencian a células cambiales que después producen xilema y floema.
Si entre las dos partes de la rama partida se interpone una tercera sección que se
ha cortado en forma tal que un gran número de células de su región del cambium puedan
colocarse en contacto íntimo con las células cambiales de las dos porciones partidas, la
proliferación de células de todas esas áreas cambiales pronto conduce a una completa
cicatrización, y la porción extraña separada queda soldada por completo a las dos porciones
que originalmente se separaron formando una unidad. En lo esencial, la unión de injerto es
una herida cicatrizada en la que se ha quedado incorporada una porción adicional de tejido
extraño.

Sin embargo, esa porción de tejido extraño, la púa, no reasumirá con éxito su
crecimiento a menos que se haya establecido una conexión vascular que le permita obtener
agua y nutrientes. Además, la púa debe tener una región meristemática termina], una yema,
para que pueda reanudarse el crecimiento de la rama y que finalmente produzca
fotosíntesis que abastezca al sistema radical.
En la cicatrización de una unión de injerto, las partes del injerto que originalmente
se preparan y colocan en contacto estrecho no se desplazan o crecen juntas por sí mismas.
La unión se logra por completo por medio de células que se desarrollan después que se ha
completado la operación de injertar.
Además, debe hacerse resaltar que en una unión de injerto no se entremezclan los
contenidos celulares. Las células producidas por la púa y por el patrón mantienen su
identidad propia.
4.- FACTORES QUE INFLUYEN EN LA CICATRIZACION DE LA UNION DE

INJERTO
Los resultados que se tienen en la operación de injertar a veces son inconsistentes,
obteniéndose éxito en un alto porcentaje en algunas operaciones, en tanto que en otras los
resultados son desalentadores. Hay diversos factores que influyen en la cicatrización de
las uniones de injerto:
1. Incompatibilidad.
2. Clase de plantas.
3. Condiciones ambientales en las que se efectúa el injerto y condiciones
ambientales postinjerto
4. Actividad de crecimiento del patrón.
5. Técnica de injerto
6. Contaminación por plagas, enfermedades o virus.
4.1.- Incompatibilidad
Uno de los síntomas de incompatibilidad en injertos entre plantas de parentesco lejano, es
la falta completa o un porcentaje muy bajo de uniones exitosas. Sin embargo, los injertos
entre algunas plantas que se sabe son incompatibles, inicialmente forman una unión
satisfactoria, aunque a la postre la combinación falla.
4.2.- Clase de las plantas

Aun cuando no haya incompatibilidad, algunas plantas son mucho más difíciles de injertar
que otras.
4.3.- Condiciones de Temperatura, Humedad y Oxigeno Durante y Después del

Injerto
Para que se desarrolle el tejido de callo deben existir ciertas condiciones ambientales. La
temperatura ejerce un efecto marcado sobre la producción de tejido de callo. En injertos
de manzano, poco o ningún callo se forma abajo de los 0ºC o arriba de los 40º¡'C. Aun
alrededor de los 4ºC el desarrollo de callo es lento y escaso, y a 32ºC, o más, la producción

de callo se retarda, haciéndose más patentes las lesiones celulares a medida que aumenta la
temperatura, hasta que a los 40ºC ocurre la muerte de las células. Sin embargo, entre los
4ºC y los 32ºC la velocidad de formación de tejido de callo aumenta en proporción directa a
la temperatura.
Las operaciones de injerto ejecutadas a fines de la primavera, cuando pueden

presentarse temperaturas excesivamente altas, con frecuencia fallan. Como las células de
parénquima que forman el importante tejido de callo son tiernas y de pared delgada, sin
provisiones para resistir la desecación, es obvio que si están expuestas por largo tiempo,
mueren.
La proliferación del callo es más probable que se efectúe en células muy turgentes
que en aquellas en condición de marchitamiento.
A menos que una unión terminada de injerto se conserve por algún medio en un nivel
de humedad muy elevado, las probabilidades de obtener una unión exitosa son bastante
escasas. En la mayoría de las plantas, el encerado prolijo de la unión del injerto, que retiene
la humedad natural en los tejidos, es todo lo que se necesita. En ocasiones, los injertos de
raíz no se enceran sino que se almacenan durante el periodo de encallecimiento en un
material de empaque húmedo. El musgo turboso húmedo es un material excelente para el
encallecimiento, debido a que proporciona la humedad y aireación debidas.
Se ha demostrado que la unión de injerto necesita oxígeno para la ' producción de

tejido de callo. Esto es de esperarse, ya que la división celular y el crecimiento rápidos van
acompañados de respiración elevada, la cual necesita oxígeno. Para algunas plantas es
suficiente un porcentaje de oxígeno inferior al que se encuentra naturalmente en el aire,
pero en otras, la cicatrización de la unión de injerto es mejor si el injerto se deja sin
encerar y se coloca en un lugar cerrado con aire saturado de agua
4.4.- Actividad de crecimiento del patrón

En algunos métodos de propagación, como en el injerto en T y en el de corteza, se depende
del "deslizamiento" o desprendimiento de la corteza, lo cual significa que las células del
cambium están en división activa, produciendo células jóvenes de pared delgada en cada
lado del mismo. Estas células de nueva formación se separan con facilidad entre sí y con
ello la corteza se "desliza". La iniciación de la actividad del cambium en la primavera se
debe al inicio de actividad en la yema, ya que poco después se puede detectar actividad
debajo de cada yema en desarrollo, produciéndose una onda de actividad cambiar que
avanza hacia abajo en las ramas y troncos. Este estímulo se debe a la producción de auxina
y giberelinas que se originan en las yemas en expansión
4.5.- Técnicas de propagación
Algunas veces la técnica de injerto es tan mala que sólo se pone en contacto una pequeña
porción de las regiones cambiales del patrón y de la púa. Aunque hay cicatrización en dicha
región y puede iniciarse el crecimiento del injerto, cuando se desarrolla una gran superficie
foliar hay altas tasas de transpiración y temperaturas elevadas y a través de la limitada
superficie conductora no puede efectuarse suficiente movimiento de agua, por lo que
subsecuentemente la púa muere. Otros errores en la técnica del injerto, como el encerado
malo o retardado, los cortes disparejos o el empleo de púas desecadas pueden, desde luego,
conducir a la falla del injerto.

Las técnicas de injerto inadecuadas, aunque pueden retardar por algún tiempo la
buena cicatrización (a veces por semanas o aun por años), por sí mismas no causan
incompatibilidad permanente. Una vez que la unión ha cicatrizado bien, el crecimiento puede
seguir en forma normal
4.6.- Contaminación con virus, plagas y enfermedades

El uso en los viveros de material de propagación infectado por virus puede reducir el
"prendimiento" de los injertos, así corno el vigor de la planta resultante. En la propagación
de frutales de hueso, el uso de madera de injerto libre del virus de la mancha de anillo ha
mejorado consistentemente el porcentaje de "prendimiento" respecto a la madera
infectada.
5. POLARIDAD DEL INJERTO

La atención a la polaridad correcta es de mucha importancia para que la
unión de injerto tenga un éxito permanente. En todas las operaciones comerciales
de injerto se respeta estrictamente la polaridad.
Como regla general, al injertar dos porciones de tejido de tallo, el extremo
morfológicamente proximal de la púa debe insertarse en el extremo
morfológicamente distal del patrón. Pero al injertar una porción de tejido de tallo
en una porción de raíz, como se hace en el injerto de raíz, el extremo proximal de
la púa debe insertarse en el extremo proximal de la porción de raíz.
Si una púa se inserta con la polaridad invertida ("de cabeza") en el injerto
de puente, por ejemplo, es posible que las dos uniones de injerto tengan éxito y que
la púa se mantenga viva por cierto tiempo. Pero la púa invertida no aumenta su
tamaño original en tanto que la colocada con la polaridad correcta crece en forma
normal En el injerto de raíz-nodriza el patrón puede a propósito ser injertado en la
púa con la polaridad invertida. La unión se logra y la raíz proporciona agua y

nutrientes minerales a la púa. Como la púa no puede proporcionar los materiales
orgánicos necesarios al patrón, éste finalmente muere. En el caso indicado, la unión
de injerto se coloca intencionalmente muy abajo del nivel del suelo y la púa misma
produce raíces adventicias que al final se convierten en el sistema radical entero
de la planta.
En injertos en T o de parche, no es necesario observar las reglas de la
polaridad en forma tan estricta. Las yemas pueden insertarse con la polaridad
invertida y aun así formar uniones exitosas permanentes. las yemas principian a
crecer hacia abajo y luego las ramas se encorvan y empiezan a dirigirse hacia
arriba. En la porción de yema invertida parece que el cambium es capaz de seguir
funcionando y creciendo. Sin embargo, tanto en los vasos como en las fibras
formadas por la actividad cambiar hay una configuración retorcida, la cual
aparentemente conserva la translocación y la conducción de agua orientadas del
mismo modo que en la posición original
6.- LÍMITES DEL INJERTO

Como uno de los requisitos para que tenga éxito una unión de injerto es el apareamiento
estrecho de los tejidos productores de callo que se encuentran cerca de las capas
cambiales, en general los injertos están limitados a las dicotiledóneas en las angiospermas y
a las gimnospermas, las plantas coníferas. Ambos grupos tienen una capa de cambium
vascular que se presenta como un tejido continuo entre el xilema y el floema.
Antes de iniciar una operación de injerto, se debe determinar si las plantas a

combinarse son capaces, de unirse. No hay una regla definida que pueda seguirse con
exactitud a este respecto. En general, entre más afines botánicamente sean las plantas a
injertar, son mayores las probabilidades de que la unión se haga con éxito.

1. Injerto dentro de un clon. Una púa puede volverse a injertar sobre la planta de la
que se tomó y la púa tomada de una planta de un clon determinado puede injertarse
en cualquier otra planta del mismo clon.
2. Injerto entre clones de una Especie. En los árboles frutales y de nueces
cultivados casi siempre es posible injertar entre sí los clones de la misma especie,
produciendo árboles satisfactorios.
3. Injerto entre las Especies de un Género. En plantas de diferentes especies pero
del mismo género, la situación es confusa. En algunos casos el injerto puede hacerse
con éxito y en otros no.
4. Injerto entre Géneros de una Familia. Cuando las plantas que se desea injertar
son de diferente género pero de la misma familia, las probabilidades de que la unión
tenga éxito son remotas. Se pueden encontrar casos en que esos injertos han
tenido mucho éxito y se usan comercialmente, pero en la mayoría de los casos tales
combinaciones fallan
5. Injerto entre Familias. De ordinario, se considera que es imposible tener éxito al
injertar entre sí plantas de familias botánicas diferentes, pero se han reportado
casos en que se ha tenido éxito. Esto ha sido posible en plantas herbáceas de vida
corta en las cuales el tiempo requerido es relativamente breve.
7.- ÉPOCA DE REALIZACIÓN DE LOS INJERTOS

Para que el injerto tenga éxito es necesario que se forme el callo de cicatrización y se
suelden correctamente patrón e injerto, lo que ocurre cuando el primero está en actividad
vegetativa. Esto no quiere decir que los injertos realizados fuera del período vegetativo no
puedan hacerse, pues los efectuados en otoño, al inicio del período de reposo, sueldan al
inicio del período vegetativo siguiente, es decir, en la siguiente primavera.
La operación de injerto está muy relacionada con las condiciones climáticas,

concretamente con la temperatura y las precipitaciones, variables según zonas, lo que
imposibilita el establecimiento de una fecha fija para realizarlo.
También es muy importante la época fisiológica en la que se efectúa el injerto, el

momento en que las condiciones de crecimiento y desarrollo de la planta sean óptimas para
efectuarlo. En nuestra climatología, el momento de mayor intensidad de trabajo de las
raíces corresponde a la primavera y al final del verano, así podemos clasificar a los injertos
de la siguiente manera:
1. Injertos al brote o a ojo velando: los que se efectúan al final del invierno o
principio de primavera. Las yemas injertadas vegetarán en el primer año. En
esta época, pasados los fríos invernales, se tienen buenas condiciones con la
subida de las temperaturas.
2. Injerto a ojo dormido, los efectuados a principios de otoño, no vegetarán hasta
el año siguiente. En esta época, al final del verano, las mejores condiciones
ocurren al contrario que en el caso anterior, por la disminución de la
temperatura tras los calores estivales.

Respecto a las precipitaciones nos interesa su distribución y frecuencia en los

periodos que hemos indicado. Llegados a este punto hemos de hacer referencia al fenómeno
que ocurre en algunas especies (vid) a finales del invierno y principio de la primavera,
conocido como lloro, que es debido al empuje de la linfa ascendente, e impide que los
tejidos se fundan y cicatricen por lo que el injerto deberá realizarse entrada la primavera.
Finalmente, indicar que respecto a la fase vegetativa en que deben encontrarse
patrón e injerto, conviene que la púa o yema esté retrasada, menos desarrollada, que el
patrón, o, como límite máximo en la misma fase, nunca deberá la yema o púa encontrarse en
fase vegetativa o anticipada respecto al injerto. S las yemas del patrón ya han iniciado la
fase vegetativa, la púa deberá tener las yemas bien cerradas, pues de está manera su
apertura podrá ser bien soportada por la cicatrización en marcha sólo después de la
soldadura. En caso contrario, la obertura precoz de las yemas del injerto hace que sea
difícil saber si los brotes jóvenes terminarán secándose.
Para que las yemas estén bien cerradas durante el injerto, deben recogerse mucho
antes (incluso en invierno) y conservarlas a bajas temperaturas en condiciones óptimas.
Nunca se debe injertar cuando las condiciones climatológicas no sean
favorables, es mejor retrasar la operación, ya que es imposible detener o
ralentizar el desarrollo de una planta.

Unidad de trabajo 9: Multiplicación in vitro

Apartado Página
Conceptos básicos 187

I.- CONCEPTOS BÁSICOS DE LA MULTIPLICACIÓN IN VITRO
1.- INTRODUCCIÓN
La multiplicación "in vitro" tiene por objeto desarrollar una planta a partir
de cualquiera de las estructuras vegetales siguientes:
1. Porciones de tejido vegetal.

2. Células aisladas
3. Embriones
4. Granos de polen
5. Cualquier otra estructura vegetal
Aunque las primeras experiencias de esta técnica datan de principios
del siglo XX, no se empezó a utilizar de forma industrial hasta la década de 1960, a
partir de esta fecha son múltiples las experiencias realizadas con numerosas
especies vegetales. En pocos años se espera que prácticamente todos los cultivos
se puedan multiplicar por esta técnica.
2.- VENTAJAS QUE PRESENTA LA MULTIPLICACIÓN "IN VITRO"
La multiplicación de plantas por la técnica "in vitro" presenta una serie de
ventajas entre las que podemos destacar las siguientes:
1. Obtención de vegetales no viróticos a partir, incluso, de plantas con

virus. Uno de los problemas mayores que presenta la horticultura
moderna es la invasión de los cultivos por determinados virus, virus que
dificultan bastante la viabilidad de estos cultivos, siendo, en algunos
casos, el factor limitante de su desarrollo.
Con la multiplicación "in vitro" podemos obtener plantas libres de
virus, aunque la estructura vegetal empleada se haya obtenido de una
planta infectada, ello es debido a que los virus se transportan por la
planta a través de la savia, por los vasos conductores, si tomamos una
porción de tejido meristemático (células en crecimiento de los brotes),

estos vasos no llegan a esos meristemos, pues existen unas células
intermedias que actúan como filtro que impide su paso.
De cualquier manera, siempre es conveniente testar las nuevas
plantas para comprobar la eliminación del virus.
2. Producción rápida de cantidades importantes de nuevas variedades.

Ventaja muy importante para el desarrollo inmediato de una variedad
que se haya obtenido, cuya multiplicación industrial sea vegetativa, ya
que por el sistema de multiplican "in vitro" se obtienen en un año millones
de ejemplares a partir de un meristemo, mientras que con el de
multiplicación vegetativa tradicional el número de plantas obtenidas el
primer año es muy limitado.
3. En investigación genética: conseguir líneas puras para poder obtener

variedades híbridas
4. La multiplicación "in vitro" no está sujeta a las condiciones

climáticas, por lo que se pueden producir plantas durante todo el
año
3.- OBTENCIÓN DE PLANTAS MADRES PARA CONSEGUIR
MATERIAL EN EL QUE PRACTICAR LA MULTIPLICACIÓN "IN VITRO"
La técnica para obtener plantas que nos proporcionen el material vegetal

necesario para la multiplicación "in vitro" es la termoterapia, que ya ha sido
expuesta en la Unidad de Trabajo 5, y que recordamos en este epígrafe.
Consiste en colocar la planta madre, testada para comprobar que está libre de
hongos y bacterias, durante 20 días en una cámara especial, a 40ºC de
temperatura y poca luminosidad. En esta situación la planta sufre estrés, los
meristemos terminales crecen rápidamente, creando un tejido libre de virus, que
emplearemos para la técnica de multiplicación "in vitro"

4.- ESCRIPCIÓN ESQUEMÁTICA DEL PROCEDIMIENTO.
De forma esquemática, el procedimiento para producir industrialmente
plantas por el método "in vitro" es el siguiente:
1. De una planta se toma una yema terminal o axilar.
2. De esta yema se toma una porción meristemal, que suele ser un cubo de
0,2 a 0,3 mm de arista.
3. Se esteriliza superficialmente esta porción meristemal, para ello se

introduce en una solución de hipoclorito sódico. Posteriormente se lava
varias veces en agua destilada estéril.
4. La porción meristemal o emplasto se introduce en un tubo de ensayo de

laboratorio.
5. En este tubo, previamente, habremos se ha colocado un medio nutritivo

idóneo compuestos de sales minerales, hidratos de carbono, vitaminas,
aminoácidos, hormonas reguladoras del crecimiento, y un gel que suele
ser agar.
Lógicamente, todo el material empleado, incluido el medio
nutritivo, debe ser esterilizado en autoclave. Muchas hormonas y
vitaminas termolábiles tienen que ser microfiltradas para evitar que
pierdan su actividad biótica.
Todas las operaciones de desinfección, lavado, troceados,
transplante,... se hacen en campana estéril de flujo laminar.

6. Los tubos preparados, se introducen en cámaras de cultivo con control

de la temperatura, humedad, fotoperiodismo, luminosidad (intensidad y
calidad), nos remitimos a las Unidad de Trabajo 1, donde expusimos
estos conceptos.
El explanto puede desarrollarse en forma de masa de células no
diferenciadas, denominadas callos, o en forma de plántulas. Que se
desarrolle de una forma u otra depende principalmente de la proporción
o equilibrio en la dosificación de tres tipos de hormonas (auxinas,
giberelinas y citoquininas) que se emplean en el medio de cultivo, y cuya
acción como reguladores del crecimiento de los vegetales ya ha sido
estudiada en la Unidad de Trabajo
Una vez formada la plántula, se trasplanta a una maceta y se instalan en

invernaderos especiales, denominados Insect-Proof, con lo que evitaremos una
posible reinfección virótica transmitida por insectos. A las plantas así obtenidas se
le prodigan los mismos cuidados que a las plantas cultivadas con cepellón en
semilleros.
En el invernadero Insect-Proof, las plantas son cultivadas en macetas, sobre

pedestales aislados, en las mejores condiciones asépticas y ambientas, con una
serie de precauciones de obligado cumplimiento para evitar una nueva
contaminación virótica, periódicamente se les realizan test serológicos para
detectar posibles infecciones.
Como ya vimos en la Unidad de Trabajo 5, estas plantas pueden utilizarse como

plantas madres de las que obtener material vegetal para cualquier otro método de
multiplicación vegetativa (esquejado, microtubérculos, microinjertos... )

UT 8 - Multiplicación Vegetativa. Órganos de Multiplicación y Formación de Raíces

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Ciclo Formativo: MP: “Producción de plantas

“Técnico en Jardinería y Floristería” y tepes en vivero” Curso 18/19

En primer lugar, vamos a recordar el cuadro resumen de los métodos

Reproducción sexual o por semilla

Como se puede ver se puede obtener una nueva planta a partir de

ROCÍO ÁGUEDA GARCÍA MALLA 1

I OTROS ÓRGANOS DE REPRODUCCIÓN ASEXUAL:

TUBÉRCULOS, RIZOMAS, BULBOS Y CORMOS Y CORMILLOS

El objetivo de esta subunidad de trabajo va a ser las técnicas de

reproducción asexual que utilizan como material de propagación órganos vegetales

determinados tales como tubérculos, rizoma, bulbos, cormos y cormillos.

Es un tipo especial de estructura de tallo modificada, con todas las partes

de un tallo típico, hinchada, que funciona como un órgano de almacenamiento

subterráneo. Se forma durante el periodo vegetativo, permaneciendo durmiente

durante el invierno para regenerar nuevos brotes en la primavera siguiente. Los

brotes utilizan las reservas almacenadas en el patrón, que posteriormente se

La propagación de los tubérculos puede hacerse plantando el tubérculo

división de los tubérculos se hace poco antes de la plantación, se almacenan a

temperaturas cálidas (20ºC) y humedad relativamente elevada (90 %) durante dos

que aporta protección contra la desecación y la pudrición. La utilización de un

fungicida puede evitar la aparición de algunas pudriciones.

ROCÍO ÁGUEDA GARCÍA MALLA 2

Un rizoma es un tallo subterráneo de crecimiento horizontal y vertical. El

La propagación se efectúa cortando el rizoma en secciones, asegurándose de

tallos y raíces adventicias. Este tipo de propagación no ofrece dificultad.

encuentran los esbozos radicales.

1. Bulbos tunicados: las hojas se denominan túnicas al formar envolturas

evolucionará a hoja), así como la yema floral. Ejemplo de bulbo tunicado es el

2. Bulbos escamosos: poseen hojas transformadas, denominadas escamas

pues solo recubren parcialmente la yema central. Ejemplo de bulbo escamoso es el

4.1.- Desarrollo de las plantas bulbosas.

Las plantas bulbosas pueden considerarse vivaces, aunque se distinguen de

acumulación de reservas nutritivas que permite su nueva brotación.

ROCÍO ÁGUEDA GARCÍA MALLA 3

Una vez ha florecido y acumulado reservas, la planta entra en un

periodo de reposo vegetativo, pudiéndose sacar del terreno y almacenar hasta el

momento de la nueva brotación.

Una característica de las plantas bulbosas es que todas ellas forman

bulbillos alrededor de la planta madres, si separamos estos bulbillos cuando

sacamos a la progenitora del terreno, los podemos emplear para multiplicarla. El

número de bulbillos varía según la especie y variedad.

Algunas bulbosas producen también bulbillos aéreos, casi siempre en

Una vez separados los bulbillos, se estratifican o almacenan en un

lugar bien ventilado y sexo.

4.2.- Conservación de los bulbos.

Se sacarán de la tierra cuando el suelo esté seco y se dejarán secar a su

Posteriormente se corta el follaje y se separa la parte vieja del bulbo,

inservible en la mayoría de los casos, aprovechándose sólo la parte nueva formada.

Los bulbos limpios se guardan hasta la próxima temporada en un sitio

ventilado, preservado de la luz, humedad y frío, siendo lo ideal colocarlos en sacos

de papel, o cajas de serrín, virutas de madera o perlita.

5.- CORMOS Y CORMILLOS

Un cormo es la base hinchada de un vástago de tallo, envuelto por hojas

secas de aspecto de escamas. Procede de una hipertrofia del tallo. Es una

estructura sólida, de tallo, con nudos y entrenudos bien definidos.

cormo consiste en tejido de reserva formado por células de parénquima.

ROCÍO ÁGUEDA GARCÍA MALLA 4

En el cormo se presentan dos clases de raíces: un sistema radical fibroso

que se desarrolla de la base del cormo madre, y raíces engrosadas, carnosas y

contráctiles en la base del cormo nuevo.

La propagación de plantas carnosas se hace principalmente por el

incremento natural de nuevos cormos. La producción floral depende de los