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Semana 3

Integración de lecturas
Sexualidad y Afectividad

Jairo Daniel Botzotz Miranda

Esta semana disfruté mucho de las lecturas, en todas ellas encontré argumentos muy
buenos para que en la comunidad cristiana se reflexione acerca de la función de la
sexualidad y su vivencia plena y saludable como una dimensión indisoluble del ser humano.

El documento inicial brindó una revelación que es básica “el ser humano fue creación de
Dios y fue idea suya el crear a un hombre y una mujer, ambos a su imagen y semejanza”.
Me pareció que analizar estos hechos narrados en Génesis nos llevan a pensar cómo
nuestro ser sexuado es en principio algo bueno que viene de Dios y que posteriormente
(también de Dios) fueron dados algunos mandatos entre ellos una función reproductiva y
una de vinculación afectiva en donde la mujer es presentada como “la ayuda idónea”. Me
llamaron la atención esas palabras con las que el documento hace referencia a la ayuda
idónea: sostén, amiga, aliada; todas estas palabras nos llevan a pensar en la
complementariedad.

Otro dato importante es el análisis que se hace de la finalidad del matrimonio, desde la
perspectiva de Génesis 1 y 2, se menciona un componente inicial de “dejar a padre y
madre”, después “unirse” y finalmente “ser una sola carne”. En Génesis 3 se hace un
recuento de las consecuencias de la caída, identificando cómo la sexualidad sufrió un
cambio que es observable en la conducta humana contemporánea.

Este documento inicial dedica bastante de su contenido a transmitir que “Vio Dios que todo
lo que había hecho estaba muy bien”, entonces podemos pensar que somos creación
perfecta de Dios, dotados de un sexo y sexualidad que es esencialmente buena.

La presentación de power point también aporta mucho respecto a la función de los padres
al momento de educar en la sexualidad, situándolos como los dadores de un modelo
conyugal y de comunicación, instando a que los padres den muestras de amor incondicional
y transmitan valores y conductas positivas.
Una idea que me parece muy buena (esta la identifiqué cuando se habló de la TV) es que
el contenido sexual que habitualmente es transmitido en los medios digitales da ejemplos
de relaciones sexuales con desconocidos, sin protección, en situaciones de
irresponsabilidad, en un contexto de consumismo y con una imagen distorsionada de la
mujer; es por esto que estos medios de comunicación no son los mejores sitios para que
los niños, niñas y adolescentes reciban información relacionada con la sexualidad. Ante
esta información la palabra clave es “SUPERVISIÓN”. Cuando la computadora, Tablet y
celular son usados responsablemente se convierten en herramientas que contribuyen al
aprendizaje, por eso su uso no debe ser prohibido pero sí monitoreado por los padres.

Cuando inicié a leer el documento “Sexualidad y erotismo en la pareja” me di cuenta que,


muchas de las ideas que hoy mantenemos con respecto a la vinculación
“Cuerpo=Sexualidad=Pecado” tienen su origen mucho tiempo atrás, ideas que influyeron
en las primeras comunidades cristianas y cuyos efectos aún pueden notarse. Un cuadro
llamó mi atención, en él se identifican los actos penitenciales a los que eran sometidas las
personas cuando cometían algún acto impuro. ¡Fue sorprendente leer eso!

El documento en mención nos hace una referencia muy buena: El pecado no entró al mundo
por la sexualidad, sino por la desobediencia. Así que identificar la sexualidad como algo
vinculado al pecado, no tiene fundamento suficiente… Al respecto Mateo 15:1-20 nos
aclara: “No son los actos externos los que contaminan, sino lo que sale del corazón”.

Me gustó también reflexionar con respecto a la frase “Jesús no proclamó una nueva ética
sexual, sino que humanizó la anterior”, en definitiva, Jesús botó muchas ideas que eran
socialmente aceptadas; dando a los hombres, mujeres y niños un trato justo e inclusivo.

Cuando se hace mención de la visión del Apóstol Pablo, se evidencia cómo la sexualidad
es percibida como positiva, siempre y cuando no corresponda a un impulso egoísta, al
libertinaje o a denigrar el cuerpo que es templo del Espíritu Santo.

El libro “Hacer el amor en todo lo que se hace” es verdaderamente un manual para la


vinculación en las relaciones conyugales, me parece valioso poder leer cómo muchos de
sus principios tienen que ver con la no cosificación, presentando que el trabajo de la pareja
es lograr acuerdos en donde ambos sean tomados en cuenta, hombre y mujer en un plano
de igualdad de derechos.
Cuando se habla de pareja, la comunicación es un aspecto fundamental y trascendental,
así que deben tomarse en cuenta los principios:

 Es posible comunicarse a través del tacto en un encuentro no mecánico


 Es importante conocerse a sí mismo y la pareja escuchando las historias que cada
uno tiene para contar
 Habar sobre la sexualidad nos permite continuar hablando sobre el tema y conocer
los pensamientos, emociones y preocupaciones del otro
 El enojo debe ventilarse para que no provoque daño
 Develar secretos es un acto saludable y liberador

Me quedo también con la frase “La vida es cambio y la vida sexual va cambiando en cada
etapa” y en cada etapa es preciso ir comunicando y adaptándose a la nueva realidad, como
menciona el texto, con la posibilidad de ser flexibles y manteniendo el buen humor.

Un aporte valioso es la comprensión del libro de Cantares, desde el cual comprendemos el


amor entre Dios e Israel… En los últimos dos documentos se habla de esta metáfora del
amor (erótico) humano que constituye un llamado a la restauración de las relaciones para
que sean una fuente de gozo.

La Sulamita, protagonista del libro de Cantares, se convierte en un personaje atípico para


la época, porque con un lenguaje explícito y a veces poético es capaz de apropiarse de su
cuerpo que deja de tener un fin exclusivamente reproductivo y se convierte en un cuerpo
sensible, capaz de experimentar el erotismo como “Una llama que Dios mismo ha
encendido”.

Cómo me sentí respecto a los temas:

 Con la lectura de cada documento me sentí sorprendido, al identificar todas las ideas
erróneas que culturalmente hemos mantenido, pero que pueden ser modificadas
mediante la relectura bíblica.

 Me sentí esperanzado al corroborar que la iglesia puede ser un espacio idóneo para
el análisis de la sexualidad, algo que hasta la fecha ocurre muy poco en la iglesia
Católica.
 Además, me sentí bastante cómodo con las lecturas, tan amenas e interesantes. Le
di un vistazo al documento “Sexualidad y erotismo en la pareja” que está completo
y me pareció bastante peculiar que incluya un apartado para aprender de anatomía
de los cuerpos; me recordó a un día que fui a impartir un taller a una escuela del
área rural y las mamás de las niñas no pudieron identificar la ubicación de la matriz
o el clítoris; en este mismo documento hay un apartado que muestra varias
posiciones para el coito, esto es bastante interesante. Un dato que también me llamó
la atención es que el autor dedica el libro a su esposa haciendo referencia a que ella
le “enseñó qué es el amor y la sexualidad” y nótese que primero menciona al amor,
considero que ese es el fundamento para vivir una sexualidad con libertad y plenitud,
una sexualidad cuya base sea el amor.

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