Está en la página 1de 74

Homosexualidad,

La iglesia y Usted
Consideraciones bíblicas y pastorales

Atracción
Cariño
Identidad
Revelación

Felipe Nunn
Eindhoven, Holanda
Febrero 2020
Homosexualidad Felipe Nunn

TABLA DE CONTENIDO
Prólogo Gustavo y Donna

Prólogo Felipe

Introducción

Capítulo 1. Entendiendo la controversia actual


Inclinación u orientación sexual
¿Es la orientación homosexual un pecado?
¡Pero Dios me creó homosexual!
Vivimos en una cultura cambiante
La acusación de promover odio o de ser homofóbico
¿Cuál es la controversia entre cristianos?
Estudios adicionales

Capítulo 2. Diez argumentos presentados a favor


del ‘matrimonio homosexual’
1. Realmente nos amamos
2. No es bueno que el hombre esté solo
3. La homosexualidad es algo ‘normal’ que existe también en el reino animal
4. El ‘matrimonio homosexual’ es un asunto de opinión
5. En Cristo no hay varón o mujer
6. Ejemplos bíblicos que apoyan una relación homosexual
7. Jesús no condenó una relación homosexual
8. La Biblia está culturalmente condicionada
9. Dios me dijo que sí puedo tener una relación homosexual
10. Es mejor el ‘matrimonio homosexual’ que la promiscuidad homosexual

Capítulo 3. Otros diez argumentos presentados a favor


del ‘matrimonio homosexual’

11. Las relaciones amorosas homosexuales eran desconocidas en tiempos Bíblicos


12. La expresión sexual es indispensable para todo ser humano
13. La iglesia no debe ponerle obstáculos al evangelio
14. La abstinencia sexual no es una propuesta realista
15. Jesús dijo: El que sea capaz de recibir esto, que lo reciba

-2-
Homosexualidad Felipe Nunn

16. Discriminar a los homosexuales es un acto de injusticia


17. Las parejas homosexuales también tienen derecho a la bendición de Dios
18. Dios también obra en iglesias que aceptan el ‘matrimonio homosexual’
19. El ‘matrimonio homosexual’ está en armonía con el carácter de Dios
20. ¿Usted quién es para poner en duda mi relación con Dios?

Capítulo 4. El matrimonio según la Biblia


Moisés y el Antiguo Testamento
Pablo y la enseñanza apostólica
La enseñanza positiva de Jesús

Capítulo 5. Prohibiciones Bíblicas

La Biblia es un libro heterosexual


Resumen de este capítulo
1. Los acontecimientos de Sodoma y Gabaa
2. Referencias a hombres que se prostituían en lugares religiosos
3. Prohibiciones en la ley de Moisés
4. Las relaciones ‘contra naturaleza’ en Romanos 1
5. Actividades contrarias a la conducta cristiana

Capítulo 6. Cambio de orientación sexual.


¿Es posible? ¿Debe buscarse?
El estatus de una atracción sexual
¿Pecado o imperfección?
¿Cómo entender una atracción homosexual?
¿Es posible cambiar de orientación sexual?
¿Es recomendable buscar el cambio?
¿Es correcto el ‘aceptar’ sentimientos homosexuales?

Capítulo 7. Identidad: ¿Quién soy?


Identidad: utilizada de diferentes maneras
¿Quién soy a los ojos de otros?
En busca de mi verdadera identidad
Identidad Fundamental: fuentes incorrectas
Identidad y las imperfecciones humanas
Cuando un cristiano dice ‘soy homosexual’
Identidad Fundamental en Cristo

-3-
Homosexualidad Felipe Nunn

Capítulo 8. Buenas noticias para el homosexual

La buena noticia de un nuevo comienzo


La buena noticia de una nueva vida
La buena noticia de una nueva fuente de poder
La buena noticia de una nueva familia
Ser soltero no es un ‘Plan B’
La buena noticia de un nuevo mundo

Capítulo 9. Ayuda pastoral y cultura de iglesia

¿Pero quién es usted para que juzgue a otra persona?


Paso 1: ‘Saque primero la viga de su propio ojo’
Paso 2: ‘Entonces verá bien’
Pregunte y escuche con atención
Recuerde que las personas inconversas no pueden vivir una vida cristiana
Paso 3: ‘Saque la paja del ojo de su hermano’
Buscando juntos la voluntad de Dios
Ayúdele a desarrollar convicciones bíblicas
Anímele a huir de la tentación
Fomente una ‘cultura bíblica’ en su iglesia
Sea claro en cuanto a su objetivo y los límites

Conclusión

Sobre el autor

-4-
Homosexualidad Felipe Nunn

Prólogo - Gustavo y Donna


Gustavo: ¡Qué bendición es tener enseñanza Bíblica clara! Debido a mis propios sentimientos
homosexuales, he leído muchos libros sobre este tema, y sigo leyendo. Algunos libros me
ayudan y me bendicen, otros no tanto. ¡Pero estoy totalmente de acuerdo con este libro de
Felipe Nunn!

Además de su enseñanza bíblica sobre el matrimonio y la homosexualidad, aborda de manera


amable y respetuosa numerosos argumentos que se escuchan a favor de la aceptación del
‘matrimonio homosexual’. Por ejemplo, la suposición de que las relaciones homosexuales en un
contexto de amor y lealtad no existían en la época de Pablo y que, por lo tanto, Pablo nada
tiene que decir al respecto. Felipe también aborda los temas de identidad y cambio. Durante
muchos años he sido bisexual. Pero ahora mis sentimientos homosexuales se han vuelto más
dominantes. Conozco otras personas que han cambiado en la dirección de la heterosexualidad.
Esta ‘fluidez’ también es reconocida entre algunos dentro de la comunidad secular LGBT. ¡Es
bueno leer que estas experiencias de cambio son reconocidas como reales!

En general, mi deseo es que este libro sea una guía útil para líderes y consejeros cristianos.
Pero que también sea usado por Dios para alentar a nuestros hermanos y hermanas en Cristo
que se sienten atraídos hacia su propio sexo.

Gustavo Lemkes, Gouda, julio de 2019

Donna: No nací en un hogar cristiano ni he tenido una educación cristiana. Antes de mi


conversión, viví libremente como lesbiana y formé parte de la escena homosexual. Estaba
orgullosa de mis ideas feministas y no sentía ninguna vergüenza por mi manera de vivir. Creía
firmemente que el darle expresión a mis sentimientos y deseos era la mejor manera de expresar
mi verdadera identidad. Con mi conversión radical a Cristo, mis sentimientos lésbicos siguieron
siendo parte de mi experiencia de vida. Lo que comenzó fue un proceso de santificación en mi
vida como soltera, y para mi sorpresa y gratitud, esta santificación también incluyó el área de mi
identidad sexual. Mi Padre Dios ofrece un cuidado pastoral perfecto. Su enfoque puede verse
en las palabras de Señor Jesús a la mujer adúltera: “Ni yo te condeno” seguido por “vete, y no
peques más” (Juan 8:11). Una mezcla perfecta de amor y santidad. Para nosotros sus
discípulos, esto significa que podemos llegar a Dios tal como somos, pero no podemos
quedarnos como somos. En mi experiencia personal, hoy en día me siento más atraída hacia
los hombres. Así es como Dios está obrando conmigo. Otras personas no experimentan
cambios en sus sentimientos. Pero a todos se nos llama a vivir en santidad.

Otro cambio radical que he vivido, es un cambio en mi forma de pensar: ahora me veo a mi
misma como una hija de Dios. Mi identidad la encuentro en Cristo y no en la dirección de mis
atracciones sexuales. Ahora la pasión más grande en mi vida es mi relación con Dios como mi
Padre, ¡y seguir a Jesucristo, el Señor de mi vida! ¡Recomiendo de corazón este libro!

Donna Peña, Ámsterdam, julio de 2019


-5-
Homosexualidad Felipe Nunn

Prólogo - Felipe
Escribir y publicar este libro sobre homosexualidad me ha abierto los ojos a la poderosa
presión que nuestra cultura secular actual ejerce sobre los cristianos. El efecto de esta
presión se puede ver claramente en el rápido cambio en nuestra actitud hacia la
sexualidad y el matrimonio, incluso en la iglesia. Noto que existe un temor creciente de
dar al público una opinión que no se ajusta a la ideología de género actual. Aquí en
Holanda, donde escribo, expresar públicamente una posición Bíblica tradicional puede
costarle su trabajo. Hay una lucha cultural y espiritual en curso. La ideología de género
actual se está volviendo cada vez más dominante e intolerante en nuestra sociedad.

Espero que este libro sea una herramienta útil en las manos de los fieles siervos de
Dios, que les ayude a entender las Sagradas Escrituras, a vivirlas, y a defender y
explicar la verdad de Dios – con amor, gracia, respeto, claridad y convicción.

Estoy convencido de que la visión que Dios presenta en la Biblia sobre la sexualidad y
el matrimonio es la mejor - la mejor para la persona, para la pareja, para los niños y
para la sociedad en general. ¡Con esa convicción escribí este libro y espero que con
esa convicción usted la lea! “Yo soy el SEÑOR tu Dios, que te enseña lo que te
conviene, que te guía por el camino en que debes andar” (Isaías 48:17 NVI).

Felipe Nunn
Eindhoven, junio de 2019

-6-
Homosexualidad Felipe Nunn

Introducción
Para evitar malentendidos, comienzo con una definición importante: cuando escribo que una
persona tiene una ‘orientación o inclinación homosexual’ quiero decir que esa persona siente
una atracción especial a personas de su mismo sexo. Esto no significa que tengan o quieran
tener una relación homosexual. Tampoco significa que estas personas abrazan, alimentan o
buscar expresar esos sentimientos. A veces, para abreviar, me refiero a estas personas como
‘personas homosexuales’.

Durante los últimos cincuenta años, mucho se ha dicho y escrito acerca de la homosexualidad.
Algunos exploran las posibles causas biológicas y sociológicas de nuestras diferentes
orientaciones sexuales, otros discuten los derechos legales que tienen los humanos de
expresar la sexualidad de su elección, y otros abordan las implicaciones morales del
comportamiento homosexual. Las discusiones han evolucionado durante décadas, y
significativos cambios legales y de actitud están tomando lugar en muchas sociedades. ¿Qué
hay de bueno en estos cambios? ¿Podrían estos cambios ser dañinos para la sociedad?

También la opinión de la comunidad cristiana está cambiando. Los cambios que nos acercan a
la mente de Dios deben ser bienvenidos y promovidos. Los cambios que representan un
alejamiento de la revelación de Dios deben ser expuestos cuidadosamente y firmemente
rechazados.

Las siguientes páginas están dirigidas a cristianos. La base que compartimos es que nos
sometemos al Señorío de Jesucristo y a la autoridad de las Sagradas Escrituras. Hemos
escogido vivir bajo el yugo de Cristo, lo que quiere decir que aceptamos los beneficios y las
restricciones que involucra caminar con Él y someternos a sus enseñanzas y autoridad.
Aceptamos un estándar moral externo. El deseo de nuestro corazón mientras vivamos, es
“[llevar] cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo” (2 Corintios 10:5).

¿Provee la Biblia suficiente evidencia para entender el pensamiento de Dios acerca del
matrimonio y las relaciones homosexuales? Yo creo que sí. Quizá usted no. Quisiera invitarle
amablemente a mantener una mente abierta para considerar o reconsiderar las Sagradas
Escrituras y las respuestas que éstas contienen respecto a nuestras discusiones e
interpretaciones bíblicas actuales. Usted quizá no esté de acuerdo conmigo en algunas cosas,
pero por favor continúe leyendo y tomando todo en consideración conmigo hasta el final. En
este libro deseo mostrarle que la intimidad sexual y las relaciones sexuales son buenas y
reciben la bendición de Dios únicamente dentro del contexto de una relación matrimonial entre
un hombre y una mujer. Las relaciones sexuales practicadas en cualquier otro contexto
relacional son pecaminosas y por ende reciben la desaprobación de Dios.

Este libro lo he escrito, no para aquellos que les gusta la controversia, ni para aquellos que
sienten la necesidad de ganar una discusión. Lo he escrito, primero, para dar ánimo a aquellos
cristianos con un corazón pastoral, quienes, como Dios mismo, aman, aprecian y buscan
ayudar a cada una de sus ovejas, sin importar la capacidad intelectual, el estrato económico, la
raza, la edad, el género o la orientación sexual. Segundo, para los líderes de las iglesias

-7-
Homosexualidad Felipe Nunn

locales, que son responsables ante el Señor de enseñar las Sagradas Escrituras, para
animarlos a tomar decisiones y a promover una manera de vivir que estén en armonía con esa
revelación de Dios. Tercero, para mi querido hermano y hermana en Cristo que tiene
sentimientos homosexuales y desea de corazón vivir una vida que agrada a Dios.

Abiertamente expreso mi aprecio y deuda con muchos libros y sitios web que me han
informado. Estoy particularmente agradecido por las muchas conversaciones con hermanos y
hermanas en Cristo que tienen experiencia con sentimientos homosexuales. Este intercambio
abierto y sincero ha ampliado tanto mi entendimiento como mi corazón. Espero y oro que este
libro sea una herramienta útil para comunidades cristianas. Necesitamos preparar nuestras
mentes y corazones para presentar, con empatía, gracia y respeto, un mensaje bíblico claro.

En los primeros tres capítulos exploraremos el contexto del debate que se presenta hoy en día
acerca de la homosexualidad. En los capítulos 4 y 5 indagaremos en las Sagradas Escrituras
para obtener una guía acerca del matrimonio y las relaciones homosexuales. En el capítulo 6
exploraremos la posibilidad de cambio (¿es posible que la intensidad o la dirección de la
orientación homosexual pueda cambiar? ¿Es este un cambio deseable?) y en el capítulo 7
exploraremos el concepto de identidad (¿Existe una diferencia entre decir ‘yo soy homosexual’ y
‘yo tengo sentimientos homosexuales’?). Los últimos dos capítulos son de carácter pastoral: el
capítulo 8 ofrece ánimo y esperanza para cristianos que viven con una orientación homosexual,
y el capítulo 9 muestra la necesidad de una consejería sana y Bíblica, y la necesidad de iglesias
locales donde creyentes con sentimientos homosexuales puedan crecer en santidad, madurar y
florecer – al igual que sus hermanos con sentimientos heterosexuales – para la gloria de Dios.

Con este libro está usted ocupado con un tema bien delicado, y al mismo tiempo está ocupado
con los pensamientos y el corazón de Dios y con las vidas de preciosas personas creadas a la
imagen de Dios. Para comprender la revelación de Dios necesitamos Su Santo Espíritu (Juan
3:27; 16:13). “Y si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, pídala a Dios, el cual da a todos
abundantemente y sin reproche, y le será dada” (Santiago 1:5). Y según el apóstol Pablo,
también requiere de trabajo de nuestra parte: “Considera lo que digo, y el Señor te dé
entendimiento en todo” (2 Timoteo 2:7). ¡Que Dios bendiga su estudio de este libro!

-8-
Homosexualidad Felipe Nunn

Capítulo 1
Entendiendo la controversia actual
En cualquier controversia, siempre es útil tomarse el tiempo para escuchar con cuidado a
aquellos con los que usted piensa que está en desacuerdo. Si amamos a aquellos con los que
no estamos de acuerdo y empezamos a entender lo que ellos realmente quieren decir, los
desacuerdos usualmente se reducen e incluso a veces desaparecen. Para empezar, aclaremos
algunas ideas y expresiones básicas.

Inclinación u orientación sexual


Durante o después de la adolescencia, una persona normalmente desarrolla un interés sexual
por el género opuesto. Esta atracción se expresa por sí misma a través de emociones, fantasías
y maneras de actuar. Nuestra ‘inclinación u orientación sexual’ depende de si nos sentimos
atraídos a personas de sexo opuesto o a personas de nuestro mismo sexo. La orientación
sexual más común es la heterosexual: nos sentimos atraídos sexualmente hacia personas del
sexo opuesto. Pero a veces la orientación puede ser homosexual (gay o lesbiana) o bisexual
(atracción hacia ambos sexos). La ‘conducta sexual’ es el estilo de vida que cada persona
decide vivir.

¿Es la orientación homosexual un pecado?


Las referencias bíblicas sobre la sexualidad prescriben la conducta sexual humana y corrigen la
mala conducta sexual. Dios no señala una condenación especial para las relaciones
homosexuales. Más bien, Él desaprueba y condena toda intimidad o relación sexual fuera de la
definición bíblica del matrimonio. El Señor Jesucristo condena incluso las fantasías sexuales
extramaritales (Mateo 5:28). La Biblia busca promover una vida sexual saludable y este tipo de
vida requiere una manera sana de pensar.

El apóstol Pablo, quien quizá nunca se casó o enviudó joven, también alentó a los cristianos a
disciplinar sus mentes, al escribir: “sino vestíos del Señor Jesucristo, y no proveáis para los
deseos de la carne” (Romanos 13:14).

La Biblia no hace distinción entre orientación sexual y práctica sexual. Eso no quiere decir que
la diferencia no exista. En general existe acuerdo en que uno no escoge su orientación sexual
de manera consciente, aunque nuestro entorno y estilo de vida puede influenciarla. Con el paso
del tiempo descubrimos nuestra orientación sexual. Esta orientación sexual puede ser
entendida como una fuerza interna, un deseo, un impulso, algo similar al hambre o a la sed.
Podemos agradar o desagradar al Señor Jesús con las maneras en que permitamos dar
expresión a estas fuerzas.

Todos somos tentados de diferentes maneras. La intensidad de la tentación también difiere


entre la gente conforme a sus características personales. Nuestra orientación sexual trae
consigo una debilidad hacia cierta clase de pecados: Un hombre con una orientación
homosexual experimentará una tentación más fuerte de pecar con hombres que con mujeres.
Aquellos con orientación bisexual se sienten tentados por ambos géneros. Ya que no somos
responsables por las tentaciones que se nos presentan, tampoco somos responsables por
-9-
Homosexualidad Felipe Nunn

nuestra orientación sexual. Pero sí somos responsables por los pensamientos que abracemos y
por nuestro comportamiento sexual (Santiago 1:13-15).

Algunos ven en Romanos 1 una referencia a la orientación sexual: “Por lo cual también Dios los
entregó a la inmundicia, en las concupiscencias de sus corazones, de modo que deshonraron
entre sí sus propios cuerpos… Dios los entregó a pasiones vergonzosas… los hombres… se
encendieron en su lascivia unos con otros, cometiendo hechos vergonzosos hombres con
hombres, y recibiendo en sí mismos la retribución debida a su extravío” (Romanos 1:24-27).
Pero note que estas “concupiscencias” y “pasiones vergonzosas” son expresiones de una
orientación sexual y no la orientación sexual en sí. Una persona con una orientación
heterosexual también puede vivir “concupiscencias” y “pasiones vergonzosas”. Cualquiera que
sea nuestra orientación sexual, somos llamados a resistir la tentación. “No reine, pues, el
pecado en vuestro cuerpo mortal, de modo que lo obedezcáis en sus concupiscencias; ni
tampoco presentéis vuestros miembros al pecado como instrumentos de iniquidad, sino
presentaos vosotros mismos a Dios como vivos de entre los muertos, y vuestros miembros a
Dios como instrumentos de justicia. Porque el pecado no se enseñoreará de vosotros; pues no
estáis bajo la ley, sino bajo la gracia” (Romanos 6:12-14). Recuerde, siempre somos
responsables ante Dios por lo que nos permitimos pensar, creer, decir y hacer.

¡Pero Dios me creó homosexual!


Algunos dicen que, ya que Dios los hizo gay o lesbiana, es su deber celebrar la manera en la
que Dios los ha creado. Ser homosexual es como ser zurdo. ¿Cómo puede ser algo malo el que
una persona exprese lo que es? Todos deben tener la libertad de vivir activamente la
orientación sexual que Dios les ha dado – sea la que sea. Esta línea de pensamiento tiene dos
problemas.

1. Las causas de la orientación homosexual son aún desconocidas:


La literatura actual y la mayoría de los expertos en el campo afirman que la orientación sexual
es determinada por una combinación de factores genéticos, hormonales, dinámicas familiares y
otras influencias del entorno. Por lo tanto, con el conocimiento científico actual, no es posible
afirmar con seguridad: ‘Yo nací con una orientación homosexual’. Pero es cierto que algunos
así lo sienten.

Con el tiempo, la ciencia quizá descubrirá algunas causas genéticas que expliquen la presencia
de la orientación homosexual en algunas personas. O tal vez la causa no tenga una conexión
con la genética. El punto clave es que, incluso si una causa genética es encontrada, eso no nos
ayudará a clarificar el estatus moral de la relación homosexual. Su estatus moral lo
encontramos solamente en la Palabra de Dios.

2. No somos producto únicamente de la creación de Dios, sino también de la caída:


La Biblia pone en claro que la entrada del pecado al mundo ha afectado profundamente toda la
creación. Los niños ahora nacen con defectos físicos y mentales. Uno de mis cuatro hijos nació
con un grave desorden cardiaco congénito. Somos muy conscientes de que los defectos de
nacimiento pueden causar serias limitaciones y llevar a dolor y frustración genuinos. Esta es la
triste consecuencia de vivir en un mundo caído. Afortunadamente, a veces las terapias, la
medicina o la intervención quirúrgica pueden corregir algunos defectos de nacimiento, o al
- 10 -
Homosexualidad Felipe Nunn

menos mejorar la calidad o expectativa de vida. La Biblia nos muestra que también hay
esperanza para todos los tipos de defectos morales.

Aún si se pudiera comprobar que algunas personas nacen con una orientación homosexual,
esto no significa que sea ‘buena’, ni que Dios aprueba una relación homosexual. Nacemos, por
ejemplo, con una tendencia a ser egoístas, pero Dios no aprueba la expresión de nuestro
egoísmo. Todos nacemos con diferentes debilidades, pero cada persona es responsable por su
conducta, por su manera de actuar. Al igual que con el egoísmo, la terquedad o un
temperamento violento, la orientación homosexual también puede ser considerada (tal vez
parcialmente) como un defecto de nacimiento que requiere atención.

Vivimos en una cultura cambiante


Durante estos últimos 70 u 80 años, aquellos que consideran el estilo de vida homosexual como
una opción válida de vida, han logrado influenciar a muchas personas y gobiernos. Aquí en
Holanda, donde escribo, han logrado:

 despenalizar la conducta homosexual;


 proteger legalmente la práctica homosexual ante cualquier forma de discriminación;
 obtener el reconocimiento legal del matrimonio entre personas del mismo sexo;
 promover la enseñanza del estilo de vida homosexual en el sistema educativo como una
alternativa sana y natural;
 ejercer gran presión social y legal para que todos tengan que aprobarla: todos deben
pensar y expresarse de forma positiva sobre las relaciones homosexuales.

El debate sobre la homosexualidad se ha salido del ámbito político y social y ha llegado a la


iglesia. Ahora los cristianos se ven enfrentados a la necesidad de responder a estos procesos
sociales y legales. ¿Cómo han reaccionado los cristianos? Algunos han mostrado un temor
irracional hacia los homosexuales. Otros expresan su desacuerdo con irrespeto, incluso
haciendo uso de la violencia física. Es claro que estas reacciones ‘carnales’ son desaprobadas
por el Señor Jesús.

Es seguro que hay formas correctas e incorrectas de ser sal y luz en este mundo (Mateo 5:13-
16). Con todo esto, se ha vuelto más y más difícil para un médico cristiano, un estudioso de la
Biblia o un líder de iglesia expresar cualquier grado de preocupación acerca de estos cambios
sociales sin ser tildados de faltos de amor, intolerantes, homofóbicos o de fundamentalistas
religiosos.

La acusación de promover odio o de ser homofóbico


Una persona es homofóbica si él o ella siente odio o un temor irracional hacia las personas
homosexuales. Algunas personas mal informadas, incluyendo algunos cristianos, son
definitivamente homofóbicas. Las personas con cualquier tipo de fobia tienen un problema
personal que necesita de consejería, terapia o tratamiento médico. La realidad es que mucha
gente, cristianos y no cristianos, pueden desaprobar la práctica homosexual sin ser
homofóbicos en lo más mínimo. Algunos tachan de homofóbicos a todos los que se oponen al
‘matrimonio homosexual’, sugiriendo que todos sus oponentes tienen un problema personal que
necesita consejería, terapia o atención médica.
- 11 -
Homosexualidad Felipe Nunn

Una convicción de que una relación homosexual no es buena y que no está en armonía con la
Palabra de Dios se puede expresar con amor y empatía. Expresar esta convicción con respeto
no es un ataque personal ni un acto de odio. Un diálogo constructivo sobre este tema demanda
de todos (de ambos lados) respeto y una elección cuidadosa de palabras.

¿Cuál es la controversia entre cristianos?


Para emprender este diálogo de manera constructiva, es importante entender el punto central
de la controversia cristiana acerca de la homosexualidad.

La posición cristiana tradicional es que la intimidad sexual y las relaciones sexuales son buenas
y reciben la bendición de Dios únicamente dentro del contexto de una relación matrimonial entre
un hombre y una mujer. Por ello, esta posición afirma que una relación sexual practicada en
cualquier otro contexto relacional es un pecado.

Aquellos en el ámbito cristiano que apoyan el ‘matrimonio entre personas del mismo sexo’ están
casi totalmente de acuerdo con la posición cristiana tradicional. Observe cuidadosamente la
diferencia. Ellos sostienen que la intimidad sexual y las relaciones sexuales son buenas y
reciben la bendición de Dios únicamente dentro del contexto de una relación matrimonial. Esta
relación matrimonial puede ser heterosexual (si se tiene una orientación heterosexual) u
homosexual (si se tiene una orientación homosexual). De igual forma, ellos afirman que una
relación sexual practicada en cualquier otro contexto relacional es un pecado. Ellos también
están de acuerdo en que Dios desaprueba fuertemente el sexo grupal, el sexo casual, el sexo
antes del matrimonio, el adulterio, la violación, la prostitución, el abuso infantil, el sexo con
animales, el sexo con personas muertas y toda relación homosexual fuera del ‘matrimonio
homosexual’. En la práctica, noto que las iglesias que aceptan como válido el ‘matrimonio
homosexual’ frecuentemente también aceptan la ‘unión libre’ entre parejas heterosexuales y
parejas homosexuales con tal que sea una relación amorosa y estable.

Note que la diferencia clave entre cristianos es la definición del matrimonio. ¿Aprueba nuestro
Padre celestial una fiel, exclusiva, duradera y amorosa relación sexual entre dos hombres o
entre dos mujeres? ¿Pueden dos hombres o dos mujeres ser considerados como ‘casados’
ante Dios? ¿Juntará Dios también dos personas del mismo género? (Mateo 19:6) ¿Provee la
Biblia suficiente guía a los cristianos para tener certeza sobre el pensamiento de Dios acerca de
este tema?

Estudios adicionales
Hay dos temas importantes y necesarios que requieren un estudio y discusión serios, pero que
van más allá del alcance de este escrito: (1) ¿Pueden la aplicación de hormonas y la cirugía
cambiar el sexo de una persona? Y (2) ¿Deben los cristianos influenciar al gobierno para
imponer su estándar bíblico en un mundo no cristiano?

1. Hormonas y cirugía:
Un transexual es una persona que ‘siente’ que es mujer, pero tiene el cuerpo de un hombre, o
viceversa. El término médico para este estado es ‘disforia de género’. Es un problema serio de
identidad sexual. No es lo mismo que un travesti, quien experimenta alguna clase de placer
- 12 -
Homosexualidad Felipe Nunn

erótico en usar ropa del género opuesto; esto fue prohibido en la ley de Moisés (Deuteronomio
22:5). Un hermafrodita (también llamado intersexual) es una persona que nace con
características tanto masculinas como femeninas.

En los últimos años, las personas hermafroditas y transexuales han tenido la oportunidad de
hacer cambios en sus cuerpos por medio de cirugías y tratamientos hormonales. Aquí es
importante distinguir el propósito del tratamiento. La diferencia es fundamental. Normalmente
para un niño o una niña hermafrodita o intersexual, este tratamiento asegura que su sexo
dominante se fortalezca. El cuerpo de una persona con disforia de género o transexual es
inequivocablemente masculino o femenino. El tratamiento para estas personas busca
reemplazar rasgos sexuales claramente definidos con rasgos del sexo opuesto. El propósito del
primer tratamiento es hacer que un género dominante sea más evidente. El propósito del
segundo tratamiento es cambiar el género biológico de masculino a femenino o viceversa. ¿Es
posible cambiar de sexo? ¿Qué pasa cuando estas personas se casan? Estos procesos
plantean una serie de preguntas éticas difíciles que requieren respuestas.

2. Ley y política:
A menos que las leyes de la tierra contradigan claramente los mandamientos de Dios, a los
cristianos se nos anima a someternos a ellas. ¿Por qué? “…porque no hay autoridad sino de
parte de Dios, y las que hay, por Dios han sido establecidas. De modo que quien se opone a la
autoridad, a lo establecido por Dios resiste… porque son servidores de Dios…” (Romanos 13:1-
6). Ya que las autoridades son servidores de Dios, ¿deben los cristianos presionar al gobierno
para que declare ilegal la práctica de ciertos pecados? ¿Cuáles pecados? La mayoría de las
personas están de acuerdo en que los pecados de asesinato y robo deben ser castigados por el
estado, pero ¿qué hay acerca de la blasfemia y el adulterio? ¿Deben los cristianos oponerse a
las leyes que permiten que los ciudadanos desobedezcan la Palabra de Dios?

Estas preguntas necesarias y controversiales van más allá del alcance de este libro. En estas
breves páginas busco explorar las enseñanzas bíblicas que deben dar forma a nuestra manera
de pensar, nuestras actitudes y nuestra manera de vivir dentro de la comunidad cristiana.

Preguntas para reflexión personal o discusión en grupo

 ¿Cuál es la diferencia entre orientación homosexual y práctica homosexual? ¿Considera


que es una diferenciación útil? Explique su respuesta.

 Si los científicos llegaran a descubrir algunas causas genéticas que confirman porqué
algunos niños nacen con una orientación homosexual, ¿debería también cambiar la actitud
de la iglesia frente a las relaciones homosexuales? ¿Por qué?

 Explique en sus propias palabras la diferencia entre la posición cristiana tradicional respecto
al matrimonio y la posición de aquellos que apoyan el ‘matrimonio homosexual’.

- 13 -
Homosexualidad Felipe Nunn

Capítulo 2

Diez argumentos presentados a favor del


‘matrimonio homosexual’
Algunos quizá se pregunten cómo puede ser usada la Biblia para apoyar las relaciones
homosexuales. En este capítulo consideraremos algunas razones presentadas como apoyo
para aceptar, o al menos no condenar el ‘matrimonio homosexual’. En este capítulo y en el
próximo encontrará 20 propuestas que algunos cristianos utilizan para justificar relaciones
homosexuales vividas en un contexto de amor y fidelidad. Asegúrese de entender bien el
argumento de la propuesta antes de continuar con la respuesta.

1. Realmente nos amamos


Propuesta: “El amor viene de Dios” (1 Juan 4:7) y es la cosa más importante del mundo
(Marcos 12:31). Lo que hagamos con amor, cumple la ley de Dios, “el cumplimiento de la ley
es el amor” (Romanos 13:10). El amor entre dos personas homosexuales es real. La calidad
de su relación puede ser igual a la que existe entre dos personas heterosexuales. Si Dios ha
dado este regalo de amor a dos personas del mismo género, ¿cómo puede la iglesia
llamarlo pecado? Las dádivas de Dios deben ser recibidas con gratitud.

Respuesta: El amor es un regalo de Dios, pero nunca es el único factor usado para determinar
lo que está bien o mal. La calidad de una relación no le otorga validez. Cuando Jesús dijo que
amar a Dios y al prójimo era el mayor mandamiento, no desechó los demás mandamientos. Un
hombre puede sentir un profundo y genuino amor hacia la esposa de otro hombre, pero ese
amor no justifica el adulterio. Todo amor verdadero es dado por Dios, y las diferentes maneras
en las que este amor debe expresarse también son dadas por Dios y están consignadas en las
Sagradas Escrituras. El amor necesita ley. Un cristiano puede amar genuinamente a muchas
personas diferentes, y puede expresar su amor hacia ellos de diferentes maneras, pero el
expresar amor por medio de la intimidad sexual está limitado al matrimonio entre un hombre y
una mujer. Toda expresión sexual de amor fuera del contexto relacional aprobado por Dios
debe ser rechazada.

2. No es bueno que el hombre esté solo


Propuesta: Después de que Jehová Dios creó a Adán y lo colocó en el Jardín del Edén, dijo:
“No es bueno que el hombre esté solo; le haré ayuda idónea para él” (Génesis 2:18). Esta
declaración de Dios, “No es bueno que el hombre esté solo” es para todos, no sólo para
personas heterosexuales. Dios también desea darle al homosexual “ayuda idónea para él”.

Respuesta: Nuestro Dios es un Dios de relaciones. Como seres creados a la imagen de Dios,
tenemos una necesidad profunda de relacionarnos con otros. La respuesta de Dios a la soledad
de Adán fue más que la creación de Eva. Dios también les dio a Adán y Eva hijos, nietos, una
familia y una sociedad. La respuesta de Dios a nuestra soledad a veces es el darnos una pareja
matrimonial, pero no siempre. Ser soltero no es para Dios un ‘Plan B’. Dios desea satisfacer
nuestra necesidad social por medio de nuestro contacto con niños, familiares, amistades y
- 14 -
Homosexualidad Felipe Nunn

hermanos y hermanas en Cristo – “la familia de Dios” (Efesios 2:19). Ser soltero no es lo mismo
que estar solo. Escuché un cristiano con sentimientos homosexuales decir: ‘puedo vivir bien sin
sexo, pero no sin amor, y no sin buenos amigos’. Esto dicho, es importante reconocer que la
soledad puede ser dolorosa para los solteros. Pero este dolor nunca justifica entrar en una
relación sexual que va en contra de los principios de Dios.

3. La homosexualidad es algo ‘normal’ que existe también en el reino animal


Propuesta: La homosexualidad solía ser vista como una enfermedad o un trastorno
psiquiátrico. ¡Pero ya no lo es! Las personas con sentimientos homosexuales son tan
normales como las personas con sentimientos heterosexuales. Una relación homosexual es
esencialmente lo mismo que una relación heterosexual. Las relaciones homosexuales
también se ven entre algunos animales: desde el punto de vista biológico, es una actividad
‘normal’. Los cristianos deben aprender a dejar de lado el estigma que le han dado a las
relaciones homosexuales y aceptarlas como una alternativa normal de vida.

Respuesta: Es cierto que la homosexualidad no es una enfermedad física, tampoco un trastorno


psiquiátrico. Algunos ven la homosexualidad como biológicamente normal, pero eso no significa
que sea éticamente buena. Dios mismo creó los géneros, varón y hembra, de tal manera que se
complementaran físicamente. Juntos pueden procrear y así preservar la raza humana. La
entrada del pecado en el mundo ha afectado a toda la creación. La evidencia de que este es un
mundo caído es visible en nuestro cuerpo (cáncer, niños nacidos con síndrome de Down,
defectos cardíacos, hermafroditas, etc.), en nuestra alma (depresión, anorexia, temores,
esquizofrenia, trastornos en los deseos sexuales, etc.) y en nuestro espíritu (un profundo deseo
de seguir nuestro propio camino, rechazar la autoridad de Dios, etc.). El hecho de que algunos
animales, cuando no están en cautiverio, a veces participan en sexo homosexual no es
evidencia de que el sexo homosexual sea bueno o deseable. Pero sí nos muestra que el reino
animal (al igual que toda la creación) ha sido afectado por el pecado. El mundo animal también
hace parte del mundo caído. Es de notar que el sexo entre animales del mismo sexo, cuando
se da, a menudo juega un papel diferente que entre los seres humanos: los animales lo usan,
por ejemplo, para confirmar su poder sobre el otro. Las desviaciones del plan de Dios existen
en un mundo caído, la imperfección se ha vuelto algo ‘normal’ pero nunca algo ‘bueno’. Debido
a que las relaciones homosexuales van en contra de lo que Dios ha revelado en Su Palabra
(ver Capítulo 5), nosotros como cristianos nunca podremos aceptarlas.

4. El ‘matrimonio homosexual’ es un asunto de opinión


Propuesta: Es evidente que hoy en día los teólogos y los líderes cristianos no pueden
ponerse de acuerdo en cuanto a la interpretación Bíblica sobre la homosexualidad. Existen
diferentes opiniones entre cristianos serios. Así que debemos seguir las instrucciones
apostólicas en Romanos 14:1 y recibir “al débil en la fe, pero no para contender sobre
opiniones”. La comunidad cristiana debe aprender a amar y aceptar a todo cristiano
respetando su opinión personal (convicción y práctica) sobre este asunto.

Respuesta: La realidad es que las doctrinas cristianas tales como la deidad de Cristo, la Santa
Trinidad, quiénes serán salvos, la existencia del cielo y del infierno, todas son expuestas a un
grado de controversia. Si existen muchas opiniones sobre la interpretación de una doctrina esto
no quiere decir que la doctrina no sea importante. La discusión sincera entre cristianos es una
- 15 -
Homosexualidad Felipe Nunn

invitación positiva para estudiar la Biblia, con el fin de conocer el pensamiento de Dios acerca
de un asunto en particular.

La manera Posmoderna de pensar también ha entrado en la iglesia. Esta afirma que ‘la verdad
no existe. Sólo existen las interpretaciones personales de la verdad’. ‘Todo cristiano’, dicen,
‘puede leer la Biblia y darle su propia interpretación y sacar sus propias conclusiones, y cada
interpretación y cada conclusión es igualmente válida y debe ser respetada por otros’. Pero los
escritores de la Biblia creían que la verdad existía, que la revelación de Dios era verdadera y
podía ser entendida por todos. El apóstol Pablo estuvo involucrado en algunas controversias.
Se involucró en ellas no para “contender sobre opiniones” sino porque estaba convencido de
que había una verdad y un error, algo correcto y algo incorrecto. Es por eso que estimuló a
Timoteo diciéndole: “considera lo que digo, y el Señor te dé entendimiento en todo” (2 Timoteo
2:7). En el capítulo siguiente escribe: “Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para
enseñar, para redargüir, para corregir…” (3:16). No es cuestión de comparar opiniones
personales. La Biblia es suficientemente clara para poder enseñar, redargüir y corregir.

5. En Cristo no hay varón ni mujer


Propuesta: En la primera creación, Dios hizo una diferenciación entre hombre y mujer. Pero
los cristianos hacen parte de una nueva creación, en la que el género ya no es de
importancia: “Ya no hay judío ni griego; no hay esclavo ni libre; no hay varón ni mujer;
porque todos vosotros sois uno en Cristo Jesús” (Gálatas 3:28). En Cristo no importa si una
persona es hombre o mujer. En Cristo no importa si una persona ama y se casa con un
hombre o una mujer. Un cristiano es libre de amar y casarse con otro cristiano del género de
su preferencia.

Respuesta: El tema que Pablo está exponiendo en Gálatas 3:26-29 es la salvación, no el


matrimonio ni el sexo. Él está aclarando quiénes son los “hijos de Dios” (v.26), quiénes han sido
“bautizados en Cristo” (v.27), quiénes son “uno en Cristo Jesús” (v.28), quiénes son “de Cristo…
linaje de Abraham” y “herederos según la promesa” (v.29). El argumento del apóstol es que
todos los humanos tienen igual acceso a la salvación. Para recibir el regalo de la salvación no
importa si usted es judío o griego, esclavo o libre, hombre o mujer. Pero el matrimonio y el sexo,
al igual que comer, trabajar y descansar, pertenecen a la primera creación. Como cristianos
disfrutamos de los beneficios y las limitaciones de la primera y de la nueva creación.

6. Ejemplos bíblicos que apoyan una relación homosexual


Propuesta: En las Escrituras encontramos algunas relaciones amorosas y estables entre
dos personas del mismo sexo que se asemejan mucho al ‘matrimonio homosexual’ de hoy.
La Biblia describe estas relaciones de una forma positiva y no las juzga. Por ejemplo,
podemos leer acerca de la relación especial que había entre Jonatán y David, una relación
tan especial que “el alma de Jonatán quedó ligada con la de David, y lo amó Jonatán como
a sí mismo” y “Jonatán hijo de Saúl amaba a David en gran manera” (1 Samuel 18:1, 19:2).
Al morir Jonatán, David dice, “Angustia tengo por ti, hermano mío Jonatán, Que me fuiste
muy dulce. Más maravilloso me fue tu amor que el amor de las mujeres” (2 Samuel 1:26).
También encontramos una relación muy especial entre dos mujeres. Rut le dijo a Noemí, “A
donde quiera que tú fueres, iré yo, y dondequiera que vivieres, viviré… Donde tú murieres,

- 16 -
Homosexualidad Felipe Nunn

moriré yo… Así me haga Jehová, y aun me añada, que sólo la muerte hará separación entre
nosotras dos” (Rut 1:16-18).

Respuesta: Estas relaciones entre dos personas del mismo género muestran que la amistad
entre el mismo género puede ser rica, significativa y edificante. Hoy en día muchos piensan que
una amistad íntima necesariamente tiene un componente erótico o sexual. Pero este no es el
caso. Los buenos amigos son una gran bendición: amigos que se entienden con facilidad, que
se aprecian, que se ayudan, que se apoyan en tiempos difíciles. Estas dos historias Bíblicas
ilustran esta clase de amistad íntima. No hay nada en estas historias que sugiera que su
relación tenía un componente erótico o sexual. Tanto David y Jonatán como Rut y Noemí, todos
disfrutaron de matrimonios heterosexuales. Por lo tanto, estos ejemplos bíblicos no proveen
apoyo alguno para justificar una relación homosexual ni un ‘matrimonio homosexual’. Sí nos
ilustra lo bueno y alentador que puede ser una sana amistad entre personas del mismo género.
Amor y sexo no son sinónimos. Una relación humana puede ser íntima, profunda y plena sin
tener un elemento erótico o sexual.

7. Jesús no condenó la relación homosexual


Propuesta: El Señor Jesús era bastante franco acerca del pecado que veía a su alrededor.
Pero no condenó ni mencionó siquiera la homosexualidad. En la ciudad de Capernaum,
Jesús sanó el criado de un centurión (Lucas 7:1-10). ¿Porque tanto interés en la salud de un
criado? Lo más probable es que este joven era el compañero sexual del centurión. En ese
entonces, este tipo de relación era bastante común. Jesús no critica al centurión por esta
relación homosexual. Al contrario, le sanó el criado bendiciendo así su relación. Después de
su muerte y resurrección, el Señor Jesús aceptó la invitación a comer y a hospedarse en la
casa de dos hombres que vivían juntos en una ciudad llamada Emaús (Lucas 24:13-26).
Esa hubiera sido la ocasión precisa para criticar una relación homosexual. Pero no lo hizo.
Estos ejemplos de respeto y aceptación de relaciones homosexuales estables y amorosas
del Señor Jesús deberían caracterizar también a los cristianos de hoy.

Respuesta: El Señor Jesús sí habló en contra del pecado, especialmente de los pecados
evidentes en la comunidad religiosa (Mateo 23:27). Su meta no era identificar y hablar en contra
de cada posible forma de pecado. El Señor Jesús explicó su misión cuando dijo, “Porque el Hijo
del Hombre vino a buscar y a salvar lo que se había perdido” (Lucas 19:10). Además, los cuatro
evangelios contienen solamente una breve selección de todo lo que el Señor Jesús dijo e hizo.
Hay muchos pecados, como el incesto y la bestialidad (el coito con animales), que no son
explícitamente mencionadas por el Señor Jesús. Es muy posible que el Señor no tuvo la
necesidad de condenar la homosexualidad porque esta práctica era considerada inaceptable
entre los judíos. Similarmente, tampoco condenó el asesinato o el robo. Pero sí mencionó
pecados más predominantes o socialmente tolerados tales como la codicia, el adulterio y la
hipocresía religiosa. Es un error interpretar el silencio como señal de aprobación. Consideremos
ahora las dos historias mencionadas.

El centurión en Capernaum: la palabra griega ‘pais’ aparece unas 90 veces en la Biblia griega y
es traducida al español con las palabras criado, hijo o niño. En escritos no Bíblicos, la palabra
‘pais’ a veces tiene un tono sexual. Pero nunca en la Biblia. Notamos que el centurión era un
hombre estimado y respetado entre los judíos. Les había construido una sinagoga (Lucas
- 17 -
Homosexualidad Felipe Nunn

7:4,5). El hecho de que el centurión estaba cerca a estos líderes judíos y que estos
intercedieron por él, sugiere que el centurión no vivía en una relación homosexual con su
criado. Sencillamente, este centurión apreciaba a su criado.

Los dos discípulos de Emaús: Se nos menciona que uno de los dos discípulos que caminaban
hacia Emaús era un hombre llamado Cleofas (Lucas 24:18). Algunas tradiciones sostienen que
ambos discípulos eran hombres. Una tradición sostiene que el segundo discípulo era Lucas.
Pero el texto bíblico mismo no aprueba ni desmiente dichas tradiciones. Dentro del grupo
reunido en Jerusalén había discípulos hombres y mujeres (Lucas 24:1, 10, 22). Los dos
discípulos que viajaban hacia Emaús bien pudieron ser marido y mujer. Lo que sabemos de
estos dos discípulos es que: uno era hombre y el otro no era ninguno de los once discípulos
originales (Lucas 24:33). No hay ninguna necesidad de darle un tinte homosexual a esta
historia.

8. La Biblia está culturalmente condicionada


Propuesta: Los escritores de la Biblia eran limitados en conocimiento y escribieron dentro de
su propio contexto cultural. Los pocos versículos que presentan las relaciones
homosexuales de una manera negativa reflejan sencillamente la cultura del escritor. En la
Biblia encontramos evolución de ideas: el grado de la libertad de los esclavos y las mujeres
mejora al pasar del Antiguo al Nuevo Testamento. Hoy en día se ha abolido la esclavitud y
la mujer tiene iguales derechos que el hombre. Hay progreso. Hoy en día, también las
relaciones homosexuales y los ‘matrimonios homosexuales’ son aceptados tanto por el
gobierno como en la cultura en general. La iglesia también debe madurar y aprender a
aceptarlos.

Respuesta: En ninguna parte de las Sagradas Escrituras promueve Dios la esclavitud. Tampoco
encontramos en ellas resistencia a su abolición. Al contrario, si alguien podía salir de la
esclavitud, era animado a hacerlo (1 Corintios 7:21) y si un creyente tenía un esclavo debía
tratarle como a un hermano amado (Filemón 1:16). El hombre y la mujer fueron creados con
diferencias complementarias y significativas, y aun así ambos son portadores de la imagen de
Dios de manera equitativa (Génesis 1:27). Pero el sexo homosexual, como veremos en el
capítulo 5, recibe una consistente desaprobación de parte Dios: tanto para los israelitas y los
paganos en el Antiguo Testamento, como para los cristianos en el Nuevo.

Es cierto que el Espíritu Santo inspiró las Sagradas Escrituras usando las características
humanas de cada escritor. Encontramos expresiones culturales en la Biblia. Pero el matrimonio
no es un invento social. Es una idea de Dios. Dios mismo instituyó el matrimonio monógamo y
heterosexual en el principio (Génesis 2:22-24) antes de que se desarrollaran las diferentes
culturas. Lo que Dios dijo en el principio sobre el matrimonio fue luego afirmado por el Señor
Jesús (Mateo 19:4-6). Por lo tanto, nadie tiene la autoridad para cambiar su definición.

9. Dios me dijo que sí puedo tener una relación homosexual


Propuesta: Nuestro Dios es un Dios vivo. También un Dios que habla. Al igual que en la
época de la Biblia, Dios también se comunica con nosotros hoy. El Espíritu Santo mora
dentro de cada cristiano y desea guiarle: “Entonces tus oídos oirán a tus espaldas palabra
que diga: Éste es el camino, andad por él; y no echéis a la mano derecha, ni tampoco
- 18 -
Homosexualidad Felipe Nunn

torzáis a la mano izquierda” (Isaías 30:21). La Biblia es útil porque nos muestra cómo Dios
habló a otras personas en otros tiempos. El cristiano sigue y adora a Dios y no un a libro. Si
el Espíritu de Dios le confirma a su espíritu que usted puede entablar una relación
homosexual, o que Él tiene un ‘matrimonio homosexual’ en mente para usted, ¡no permita
que otros contradigan esa revelación de Dios! Usted es una persona diferente a todas las
demás. ¡Usted es único! Y Dios tiene un plan único y especial para su vida.

Respuesta: Es muy cierto que el Espíritu Santo mora en cada cristiano (Romanos 8:9; Efesios
4:30). El Espíritu Santo quiere guiar y capacitar a cada creyente para servir y obedecer a Dios
(Gálatas 5:25; Efesios 3:16). Hay muchas decisiones en la vida para las cuales no podemos
encontrar una respuesta directa en la Biblia. Por ejemplo: ¿qué estudio seguiré? o ¿dónde
viviré? o ¿soy llamado a vivir como soltero? ¿Debo dedicar mi vida a la obra misionera? y si es
así, ¿en qué país? Pero, la guía del Espíritu de Dios hoy siempre tendrá lugar dentro de los
parámetros que Dios ya ha revelado en la Biblia: Dios no se contradice a sí mismo.

Hay al menos cinco maneras en que Dios se comunica con nosotros hoy: (1) Por medio de Su
Palabra, la Biblia (Salmo 119:105; 2 Timoteo 3:16). (2) Por medio de la información que
recojamos. Es por eso que los doce espías exploraron la tierra prometida y Nehemías exploró
los muros de Jerusalén. Necesitamos información relevante. Si alguien está considerando qué
estudio, trabajo o viaje hacer, es importante que investigue. (3) Por medio de otras personas,
como el consejo de sus padres o una palabra de Dios a través de personas maduras en su
iglesia. Dios habló a Elí por medio de Samuel, a David por medio de Natán, a Saúl por medio de
Ananías. (4) Por medio de un sentir o una revelación especial. Dios aún se comunica de
manera subjetiva, por ejemplo, a través de un sueño (he escuchado testimonios de
musulmanes que se convierten debido a un sueño) o a través de algún sentir, idea o impresión.
Hay muchos ejemplos de esto en la Biblia. De esta manera algunos cristianos ‘se sienten
llamados’ a la obra misionera, o a visitar a cierta persona o a predicar sobre cierto tema. Es
importante señalar aquí que esa ‘voz subjetiva de Dios’ siempre debe estar en armonía con la
revelación objetiva de Dios en las Sagradas Escrituras. (5) Por medio de sabiduría. A menudo,
Dios no tomará la decisión por nosotros, sino que nos ayudará dándonos sabiduría: “Y si alguno
de vosotros tiene falta de sabiduría, pídala a Dios, el cual da a todos abundantemente y sin
reproche, y le será dada” (Santiago 1:5). El cristiano que crece, tomará tiempo todos los días
para leer la Palabra de Dios y meditar en ella. También buscará la voluntad de Dios para las
decisiones diarias de la vida, estando abierto a cada una de las cinco formas en que Dios nos
habla hoy. También está convencido que, independientemente de la forma en que Dios le
hablará, Su voluntad estará en armonía con las Sagradas Escrituras.

Cuando alguien me dice que ha sido guiado por el Espíritu Santo a entrar en un ‘matrimonio
homosexual’, le aseguro que eso es imposible, ¡que se ha equivocado! El buen Pastor siempre
guía sus ovejas “por sendas de justicia” y nunca fuera de ellas (Salmo 23:3). Lo que ha
escuchado es la voz de otro, tal vez la voz de sus propios deseos, pero no la del buen Pastor.

10. Es mejor el ‘matrimonio homosexual’ que la promiscuidad homosexual


Propuesta: Está claro en la Biblia que Dios valora las relaciones duraderas de amor. Las
relaciones sexuales y la crianza de hijos son mejores en un contexto estable de amor y
fidelidad. Si un cristiano con sentimientos homosexuales no tiene el don de continencia, es
- 19 -
Homosexualidad Felipe Nunn

mejor que se ‘case’ con otro homosexual que ceder ante las tentaciones homosexuales. Las
palabras del apóstol Pablo también se aplican a los cristianos homosexuales: “pero si no
tienen don de continencia, cásense, pues mejor es casarse que estarse quemando” (1
Corintios 7:9).

Respuesta: Esta forma de pensar toca tres temas importantes. Primero, ¿Quién determina qué
es un matrimonio? Luego, ¿Qué quiere Pablo decirnos en 1 Corintios 7:9? Tercero ¿Cómo se
deben comparar dos actividades erradas?

¿Quién determina qué es un matrimonio? Si un matrimonio es solo un acuerdo social, entonces


los humanos también tenemos el derecho de cambiar su definición. Pero si su definición nos ha
sido dada por Dios mismo, entonces no tenemos derecho de ajustarla. En la Biblia, el
matrimonio siempre se presenta como un pacto entre un hombre y una mujer. Jesús dijo, y esto
también vale para los no creyentes, que en el momento del matrimonio Dios mismo une al
hombre con su mujer (Mateo 19:5-6). El gobierno de un país puede llamar otro tipo de relación
un ‘matrimonio’, puede darles un certificado legal, pero nunca será un matrimonio ante los ojos
de Dios. Por eso encuentra usted la expresión ‘matrimonio homosexual’ siempre entre comillas
en este libro.

¿Qué quiere Pablo decirnos en 1 Corintios 7:9? En 1 Corintios 7, el apóstol Pablo escribe sobre
el matrimonio, el divorcio y la vida soltera. Debido a ciertas circunstancias, “a causa de la
necesidad que apremia” (v.26), Pablo recomienda la vida de soltero: “bueno les fuera quedarse
como yo” (v.8). “Pero si no tienen el don de continencia, cásense, pues mejor es casarse que
estarse quemando” (v.9). Es importante notar que las palabras ‘el don de’ son añadidas por los
traductores de la RV60. Aquí el apóstol Pablo se dirige a los solteros que no tienen suficiente
dominio propio (continencia) y les recomienda que se casen. Otra observación importante es
que la traducción literal de ‘estarse quemando’ es ‘quemarse’. Aquí la RV60 sugiere que el
‘quemar’ es un deseo sexual fuerte. Esta idea también la encontramos en la traducción NVI
“porque es preferible casarse que quemarse de pasión”. Pero una traducción literal es: “porque
mejor es casarse que quemarse”. El fuego y el quemarse son a menudo utilizados en la Biblia
en sentido figurado para referirse al juicio de Dios. Ya que la Biblia es abundantemente clara
respecto a que el matrimonio es el único lugar para las relaciones sexuales, el consejo
apostólico para las personas solteras y viudas en este versículo es: si desean tener relaciones
sexuales, deben casarse. La alternativa es ‘quemarse’, es decir, estar bajo el juicio de Dios.

¿Cómo se deben comparar dos actividades erradas? Algunos dicen que todos los pecados son
iguales, ¡pecado! Claro, todo pecado es pecado, pero la Biblia nos enseña que unos pecados
son más graves que otros porque sus consecuencias son peores, o porque el que peca es más
responsable que el otro. Es por eso que el tipo de ofrenda (sacrificio) que se requería de un
líder que pecaba era mayor que la de un israelita normal (Levítico 4). Cometer adulterio con su
cuerpo es peor que adulterar en su mente, pero el Señor Jesús nos deja en claro que ambos
actos son pecados (Mateo 5:27-28). Asesinar a otro es más grave que desearle la muerte, pero
ambos son pecados. Jesús explicó que el pecado de la población de Tiro y Sidón fue menos
severo que el de Corazín y Betsaida, pero las cuatro ciudades sufrieron el juicio de Dios (Lucas
10:13-14). Más adelante, Jesús deja claro que, entre más conocimiento tengamos de la
voluntad de Dios, más responsables somos (Lucas 12:47-48). En términos prácticos, una
- 20 -
Homosexualidad Felipe Nunn

relación homosexual estable es menos dañina que la promiscuidad homosexual - menos dañina
para la salud física y psicológica. Pero ambos tipos de relaciones homosexuales van en contra
de la voluntad revelada de Dios. Ambas son pecados. El hecho de que una forma de vida sea
mejor o menos mala que otra no significa que sea buena o aceptable a los ojos de Dios.

Preguntas para reflexión personal o discusión en grupo

 ¿Hubo algo nuevo para usted en las propuestas y respuestas de este capítulo? ¿Tiene
dificultad en entender alguna de las propuestas o una de las respuestas no es muy clara?

 ¿Cuál de las propuestas en este capítulo le parece que mejor defiende la posibilidad de un
‘matrimonio homosexual’ para un cristiano? ¿Por qué?

 ¿Está usted en desacuerdo con una o más de las respuestas? ¿Cree usted que alguna
respuesta está incompleta? ¿Cómo la puede mejorar? ¿Qué textos bíblicos utilizaría?

- 21 -
Homosexualidad Felipe Nunn

Capítulo 3

Otros diez argumentos presentados a favor del


‘matrimonio homosexual’
En este capítulo exploraremos otras diez propuestas que algunos cristianos utilizan para
promover la aceptación del ‘matrimonio homosexual’ como algo bueno y normal en las iglesias
cristianas.

11. Las relaciones amorosas homosexuales eran desconocidas en tiempos Bíblicos


Propuesta: El sexo entre personas del mismo sexo existía cuando la Biblia se escribió, pero
en aquel entonces no entendían que una persona puede ser homosexual. Ahora sabemos
que entre el 3% y el 5% de la población es homosexual. El juicio de Dios en contra del sexo
homosexual es únicamente un juicio contra el sexo homosexual violento, o con niños, o
sexo forzado, o como parte de cultos paganos. Ya que en tiempos Bíblicos el sexo
homosexual como expresión de amor sincero entre amigos homosexuales era desconocido,
los textos bíblicos que prohíben el sexo homosexual no son relevantes al ‘matrimonio
homosexual’ como lo practicamos hoy en día. El ‘matrimonio homosexual’ es algo nuevo,
como el internet, y la Biblia no se pronuncia al respecto.

Respuesta: La palabra ‘homosexual’ es bastante nueva, pero la existencia de la


homosexualidad no es nada nuevo. Es muy posible que la proporción de personas con
sentimientos homosexuales en tiempos bíblicos fuera similar a la que vemos hoy en día.
También en Sodoma y Gomorra. También en Egipto y entre los israelitas hace 3500 años,
cuando Dios le dio a Moisés Su Ley. En Levítico 18 y 20 leemos claramente que Dios
rotundamente desaprueba el sexo homosexual, no sólo entre los israelitas sino también entre
los paganos cananeos. El sexo homosexual es presentado como algo malo que debe evitarse,
al igual que el asesinato. Es cierto que el sexo homosexual también formaba parte de los
rituales de fertilidad cananeos. Incluso, ellos sacrificaban a sus hijos en estos rituales. La
prohibición del sexo homosexual no era únicamente una prohibición al sexo homosexual
durante las fiestas paganas. Al igual que la prohibición del asesinato o del incesto, la prohibición
es absoluta. En Levítico encontramos una prohibición general del sexo homosexual, no sólo
durante las fiestas paganas, sino también si es practicado por personas heterosexuales o entre
amigos homosexuales en sus propias casas o carpas. En Levítico 18 y 20, Dios condena toda
forma de sexo homosexual.

Hace dos mil años, también había hombres y mujeres que tenían sentimientos homosexuales.
En el mundo grecorromano, el sexo homosexual era socialmente aceptable como parte de las
relaciones de poder, por ejemplo, entre un propietario con su esclavo o un hombre mayor con
un joven. El emperador Nerón celebró un ‘matrimonio homosexual’ con su esclavo Esporo. Pero
eso no significa que el sexo homosexual entre amigos era desconocido. Platón (427-347 a. C.)
escribe abiertamente sobre el sexo entre hombres como expresión de amistad y amor. El
afirmar que una relación homosexual duradera entre amigos era desconocida en ese entonces
es una mentira. Cuando Pablo escribió las cartas a la congregación en Roma y Corinto
- 22 -
Homosexualidad Felipe Nunn

(alrededor del año 56 DC) él estaba al tanto de las diferentes formas de sexo homosexual entre
hombres y entre mujeres: sexo forzado, social y entre amigos. En Romanos 1 Pablo describe el
sexo homosexual como sexo ‘contra naturaleza’ y lo rechaza (1:26-27). En su primera carta a
los corintios (6:9-10), Pablo afirma que el sexo homosexual pertenece al estilo de vida de los
‘injustos’ que no heredarán el reino de Dios. Diez años después, en su primera carta a Timoteo
(1:10), Pablo afirma que el sexo homosexual se opone a la sana doctrina. La conclusión es que
Dios condena el sexo homosexual de una manera enfática y general, sin excepciones,
practicado por heterosexuales y por homosexuales, en el contexto de la idolatría y en fiestas
paganas y en la privacidad de su propio hogar, sea forzado o voluntario entre amigos
homosexuales.

12. La expresión sexual es indispensable para todo ser humano


Propuesta: Los seres humanos son seres sexuales. Negarle a una persona la expresión de
su orientación sexual es reducir su humanidad. ¿Qué autoridad tiene la iglesia para exigir
que una persona se abstenga de tener relaciones sexuales de por vida?

Respuesta: La sexualidad es una parte importante de nuestro ser, pero no es correcto afirmar
que la relación sexual es indispensable para ser completamente humano. El Señor Jesús fue un
ser humano pleno y perfecto, y sin embargo, nunca se casó.

La iglesia no tiene ni la autoridad ni el mandato de pedirle a una persona que no se case. Pero
la iglesia sí tiene la responsabilidad y el mandato de enseñar la Palabra de Dios con amor y
claridad. Pablo escribió a Tito: “Esto habla, y exhorta y reprende con toda autoridad” (2:15).
Tanto el matrimonio como el vivir soltero son llamados de Dios. Cuando una persona vive de
acuerdo con su llamado, su humanidad ni es aumentada ni se disminuye (Mateo 19:12; 1
Corintios 7:27-40). Como solteros o casados, somos seres completos, “vosotros estáis
completos en él, que es la cabeza de todo principado y potestad” (Colosenses 2:10). La dura
realidad de la vida es que, por diversas razones, muchas personas nunca tendrán la
oportunidad de tener relaciones sexuales. Pero somos completamente humanos sin tener
relaciones sexuales.

13. La iglesia no debe ponerle obstáculos al evangelio


Propuesta: Hablar mal del ‘matrimonio homosexual’ hace difícil que las personas modernas
acepten el evangelio de Jesucristo. Las iglesias de hoy deben adaptarse, como lo hizo el
apóstol Pablo: “Me he hecho a los judíos como judío, para ganar a los judíos… Me he
hecho débil a los débiles, para ganar a los débiles; a todos me he hecho de todo, para que
de todos modos salve a algunos. Y esto hago por causa del evangelio…” (1 Corintios 9:20-
23). La iglesia, como casa de oración, como casa de Dios, debe ser una comunidad
inclusiva, donde se respira un ambiente de amor, apertura y gracia. Un lugar donde todos
son bienvenidos, respetados y valorados, aun aquellos cristianos que gozan de un
‘matrimonio homosexual’. Así nos lo exhorta el apóstol Pablo en Romanos 15:7, “Por tanto,
recibíos los unos a los otros, como también Cristo nos recibió, para gloria de Dios”.

Respuesta: Es muy cierto que los apóstoles trabajaron fuertemente para eliminar los obstáculos
de la tradición, los rituales y la religiosidad, pero nunca trataron el pecado con liviandad. Si el
pecador no se siente pecador, tendrá poca motivación para buscar el perdón y para acudir al
- 23 -
Homosexualidad Felipe Nunn

único Salvador. El énfasis de la predicación de los apóstoles era Cristo y no el pecado,


“nosotros predicamos a Cristo crucificado” (1 Corintios 1:23). Es el Espíritu Santo el que
convence al mundo de pecado. Pero los apóstoles también promovían el arrepentimiento, “que
se arrepintiesen y se convirtiesen a Dios, haciendo obras dignas de arrepentimiento” (Hechos
26:20).

¿Debe la iglesia ser un lugar seguro y agradable para todos? ¡Sí y no! Por supuesto, cada
persona debe ser apreciada como persona y ser bienvenida en la iglesia. Pero al mismo tiempo,
el Espíritu Santo está presente en la iglesia y avivará nuestros corazones para adorar a Dios y,
cuando sea necesario, redargüirá nuestra conciencia para reconocer, confesar y apartarnos del
pecado. Este proceso de santificación puede ser muy incómodo. Una iglesia no debe ser un
lugar seguro y agradable para quienes quieren seguir viviendo en pecado. Si un cristiano se
convence de que la pornografía es aceptable, o insiste en que el chisme, la codicia o el robo
son normales, este se sentirá incómodo e inseguro en una iglesia cristiana. Si una persona que
dice ser cristiana decide seguir viviendo en pecado, entonces la iglesia, en obediencia a Cristo,
debe eventualmente pedirle que se retire de la iglesia (1 Corintios 5:9-13). Este es un acto
radical y de último recurso. Todos tenemos nuestras luchas. La iglesia no es para personas
perfectas. Pero sí debe haber un deseo profundo de vivir en santidad.

14. La abstinencia sexual no es una propuesta realista


Propuesta: El instinto sexual que Dios ha puesto en cada ser humano es tan fuerte, que no
es una propuesta realista el exigirle a una persona que viva en abstinencia sexual.

Respuesta: El instinto sexual es un instinto positivo y muy fuerte que sienten tanto los humanos
como los animales. Pero el sugerir que ese instinto no puede ser controlado es reducir al ser
humano al nivel de los animales. Una característica básica del ser humano es que tiene la
capacidad de evaluar y elegir entre diferentes opciones. Salomón dijo: “Como ciudad derribada
y sin muro es el hombre cuyo espíritu no tiene rienda” (Proverbios 25:28). Tener o no una
relación sexual no es indispensable para la vida, tal como lo es el respirar y el beber. Si Dios
llama a un cristiano a la abstinencia sexual, Él mismo proveerá la fortaleza para obedecer a Su
llamado.

El dominio propio (o templanza) es una virtud. Pedro alienta a los creyentes a que “poniendo
toda diligencia” le añadieran al conocimiento dominio propio (2 Pedro 1:5-8). Dios sabe que
para nosotros el dominio propio, en especial en el contexto de la sexualidad, no nos es fácil. Por
eso desea ayudarnos. La templanza (o dominio propio) se describe como “fruto del Espíritu”
(Gálatas 5:22-23), es decir, algo que el Espíritu de Dios desea producir en la vida de cada
cristiano. La vida cristiana siempre ha involucrado una lucha interior entre el instinto y la
obligación, entre el deseo y el deber, entre los sentimientos y la voluntad revelada de Dios. El
Señor Jesús le prometió a sus discípulos una vida “en abundancia” (Juan 10:10) – pero nunca
una vida fácil. Él describió la vida cristiana como una “puerta estrecha” y un “camino angosto”; y
luego afirma que esa puerta estrecha y el camino estrecho “lleva a la vida” (Mateo 7:13,14).

15. Jesús dijo: El que sea capaz de recibir esto, que lo reciba
Propuesta: En su enseñanza sobre asuntos morales, el Señor Jesús señala el propósito
original de Dios, lo ideal. Por ejemplo, enseña que el matrimonio es una unión de por vida
- 24 -
Homosexualidad Felipe Nunn

entre un hombre y una mujer, y que, si alguien no está casado, él o ella debe vivir célibe.
Pero el Señor Jesús también sabe que a veces lo ideal no es posible. A veces ese pacto de
por vida se rompe con un divorcio. Para algunos, la vida de celibato será demasiado difícil.
Es por eso que Jesús añadió: “No todos son capaces de recibir esto, sino aquellos a
quienes es dado”, y más tarde, “El que sea capaz de recibir esto, que lo reciba” (Mateo
19:11-12). El matrimonio heterosexual es lo ideal, pero la realidad puede ser diferente para
aquellos cristianos que no son capaces de vivir este ideal. Eso es gracia. Al igual que Jesús,
la iglesia debe continuar enseñando el ideal, que el matrimonio es la unión de un hombre
con una mujer, pero al mismo tiempo aprender a aceptar situaciones no ideales, como el
‘matrimonio homosexual’ entre aquellas personas que no son capaces ‘de recibir’ el ideal ni
pueden vivir una vida célibe.

Respuesta: En Mateo 19 leemos que los fariseos le preguntaron a Jesús sobre el divorcio (v.3).
En respuesta, Jesús habló sobre el matrimonio, y que el divorcio no era tan fácil como muchos
de ellos pensaban (v. 4-9). Aun los discípulos se sorprendieron de esta enseñanza de Jesús y
dijeron: “Si así es la condición del hombre con su mujer, no conviene casarse” (v.10). Entonces
Jesús les dijo: “No todos son capaces de recibir esto, sino aquellos a quienes es dado” (v.11).
¿Qué es el ‘esto’ y quiénes son los ‘quienes’ que lo pueden recibir?

Si con ‘esto’ Jesús se refirió a su enseñanza sobre el matrimonio, entonces los ‘quienes’ son las
personas casadas (o aquellos que planeaban casarse) los que podrían recibir esta enseñanza.
Para ellos fue dada.

Pero si con ‘esto’ Jesús se refirió a la conclusión de los discípulos, “no conviene casarse”,
entonces los ‘quienes’ son las personas no casadas (solteros, viudos y divorciados) los que
podrían recibir esta enseñanza. Para ellos fue dada.

Luego el Señor Jesús añade una enseñanza sobre la vida del no-casado: “Pues hay eunucos
que nacieron así del vientre de su madre, y hay eunucos que son hechos eunucos por los
hombres, y hay eunucos que a sí mismos se hicieron eunucos por causa del reino de los cielos.
El que sea capaz de recibir esto, que lo reciba” (v.12). La palabra eunuco se utiliza aquí de
manera figurativa para para referirse al no-casado, el que vive célibe. El Señor Jesús distingue
tres grupos de no-casados. El primer grupo son aquellos que no se casan porque nacen con
alguna deficiencia física o sicológica. El segundo grupo son personas que no se casan debido a
circunstancias sociales generadas por otros, tales como en tiempo de guerra, por cuidar un
padre enfermo o sencillamente porque ninguna pareja estaba dispuesta o disponible. Estos
primeros dos grupos no escogen no casarse. El tercer grupo son aquellos que escogen no
casarse por obediencia a un llamado de Dios, para poderle servir con más tiempo y devoción.

Jesús termina esta enseñanza acerca del no-casado con las palabras “El que sea capaz de
recibir esto, que lo reciba”. ¿Quién puede recibir estas palabras? Aquellas personas para
quienes fueron dichas, los no-casados. Dios requiere de viudas y viudos, personas divorciadas
y personas solteras (heterosexuales y homosexuales) que vivan como eunucos, es decir, sin
relaciones sexuales. De esta manera son llamados a glorificar a Dios, mostrando en su santa
manera de vivir que ‘Él es suficiente’. ¿Quién puede hacer esto por sus propias fuerzas? Jesús
dijo: “separados de mí nada podéis hacer” (Juan 15:5). Sin la ayuda y el poder del Espíritu
- 25 -
Homosexualidad Felipe Nunn

Santo que mora en nosotros, no es posible hacer lo que Dios pide de nosotros. “Andad en el
Espíritu, y no satisfagáis los deseos de la carne” (Gálatas 5:16). Su poder está a disposición
para cumplir Su llamado (1 Corintios 10:12-13; Colosenses 1:29). Así como el Señor Jesús le
dijo a Pablo: “Bástate mi gracia; porque mi poder se perfecciona en la debilidad” (2 Corintios 12:
9).

16. Discriminar a los homosexuales es un acto de injusticia


Propuesta: En el pasado la iglesia y la sociedad en general discriminaban en contra de los
esclavos, de las personas de raza morena y de las mujeres. Afortunadamente, en muchas
partes del mundo estos grupos han sido liberados. La lucha actual es para liberar a la
comunidad homosexual. Sus derechos han sido reprimidos por mucho tiempo. El
‘matrimonio homosexual’ debe recibir una completa aprobación, debe ser visto como algo
normal y debe ser tratado de la misma manera que un matrimonio heterosexual, en toda
sociedad y en toda iglesia cristiana.

Respuesta: La palabra liberación sugiere alguna forma de opresión. Los esclavos, las personas
morenas, las minorías religiosas y las mujeres, por ejemplo, han vivido una discriminación
negativa en la política y en sus posibilidades de trabajo debido a su estatus social, raza, religión
o género. ¿De qué forma de opresión necesitan ser liberados los homosexuales? Los cristianos
están muy de acuerdo en que los homosexuales deben ser amados y aceptados como
cualquier otro ser humano, y que deben poder vivir libres de la hostilidad y la homofobia. Pero
ser liberado de la voluntad revelada de Dios no es genuina liberación. Es confusión. La palabra
‘justicia’ no tiene sentido en este contexto.

Dios ama al adúltero, pero desaprueba profundamente del adulterio. El adulterio es un pecado
que acarrea consecuencias negativas a nivel social y eterno. Aceptar el adulterio como algo
bueno o normal no es liberación. Aceptar el adulterio como algo bueno o normal en nombre de
la justicia es hacer mal uso de la palabra justicia. Si Dios revela Su voluntad en cuanto al
matrimonio, la iglesia no tiene la autoridad para cambiar su definición. Algunas personas
pueden escoger apartarse de la revelación de Dios; pero tales personas no pueden esperar la
aprobación de Dios ni de la iglesia cristiana. Este desvío no es una expresión ni de libertad ni
de justicia. La verdadera libertad cristiana se encuentra al sujetarse a lo que Dios ha dicho y
caminar bajo el yugo de Cristo.

17. Las parejas homosexuales también tienen derecho a la bendición de Dios


Propuesta: Las personas con orientación homosexual son tan preciosas a los ojos de Dios
como las personas con orientación heterosexual. Una relación estable de amor entre dos
personas homosexuales es igual de hermosa que entre una pareja heterosexual. Toda
persona, heterosexual u homosexual, con o sin una relación, es amada por Dios y tiene
derecho a recibir Su bendición. Nadie en la iglesia tiene la autoridad de negar la bendición
de Dios sobre un ‘matrimonio homosexual’.

Respuesta: Jesús nos ha mostrado el gran corazón del Padre, “que hace salir su sol sobre
malos y buenos, y que hace llover sobre justos e injustos” (Mateo 5:45). Pero ninguna persona
tiene derecho al sol y a la lluvia. El amor de Dios hacia el ser humano origina en Dios mismo (1
Juan 4:10). No lo merecemos. No lo podemos ganar. ¿Qué derechos tenemos? Debido a
- 26 -
Homosexualidad Felipe Nunn

nuestro pecado lo que merecemos es el juicio y la muerte: “Porque la paga del pecado es
muerte, mas la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro” (Romanos 6:23).
Es por la pura gracia de Dios que vivimos y que recibimos Sus bendiciones.

Dios quiere bendecir, pero la realidad es que nuestras actitudes y acciones pueden limitar las
bendiciones que Dios nos quiere dar. Nuestro pecado puede obstaculizar la bendición de Dios
sobre nuestras vidas. Dios no bendice el pecado, porque eso iría en contra de su naturaleza
justa. Dios no se niega a Sí mismo. Es por eso que Dios no puede bendecir el sexo
homosexual. Si el ‘matrimonio homosexual’ no es un matrimonio a los ojos de Dios, tampoco
recibirá su bendición. Y si un cristiano desea hablar en el nombre de Dios, tampoco lo puede
bendecir.

18. Dios también obra en iglesias que aceptan el ‘matrimonio homosexual’


Propuesta: Las iglesias cristianas que acogen y aceptan el ‘matrimonio homosexual’ como
una alternativa válida también muestran clara evidencia de que Dios está obrando entre
ellas. Algunas personas se convierten genuinamente al Señor Jesucristo en estas iglesias, y
toda salvación requiere de la obra del Espíritu Santo. Dios contesta las oraciones hechas
dentro de tales iglesias. El hecho de que Dios haya elegido bendecir esas iglesias y
bendecir el ministerio de pastores, predicadores y evangelistas que sostienen una relación
homosexual, es evidencia clara de que Dios también aprueba el ‘matrimonio homosexual’.

Respuesta: El Dios de la Biblia es un Dios de amor. Él busca salvar a cada pecador perdido
porque Él ama al pecador perdido. Dios también es un Dios Santo. Él siempre desaprueba y
condena el pecado. ¿Cómo puede Dios actuar en un mundo tan consumido por el pecado?
¿Están los ministros cristianos heterosexuales libres de toda forma de pecado? ¿Está usted
100% libre de pensamientos y actitudes pecaminosas? ¡Claro que no! Y aun así, el Señor nos
usa. Es la gracia maravillosa de Dios que permite que humanos defectuosos seamos
bendecidos y usados por Él. Un error serio y peligroso es tratar de usar el argumento en
reversa: El hecho de que Dios bendiga a humanos defectuosos no quiere decir que Él apruebe
sus defectos. El pecado sigue siendo pecado. Los altos estándares que Dios ha revelado
siguen vigentes.

Considere el siguiente ejemplo bíblico: Dios le dijo a Moisés que hablara a la roca y le prometió
que saldría agua de ella. Moisés desobedeció. En vez de hablar, ¡él golpeó la roca! ¿Cómo
respondió Dios? Dios abrió la roca y proveyó una gran corriente de agua. Fue pura gracia la
que movió a Dios a realizar este milagro para satisfacer la sed del pueblo de Israel. Note que
Dios hizo el milagro a pesar de la desobediencia de Moisés. Pero no podemos usar este
argumento en reversa: No es correcto concluir que, al hacer el milagro, Dios aprobó también la
desobediencia de Moisés. Más tarde leemos que Dios castigó a Moisés por este pecado
(Números 20:8-13; Deuteronomio 34:4-7). Dios nunca aprueba nuestra desobediencia. Las
bendiciones que podamos ver en una iglesia no son evidencia de que Dios aprueba toda la
teología de esa iglesia ni que aprueba el estilo de vida de sus líderes. Las bendiciones son
solamente evidencia de la asombrosa gracia de Dios.

19. El ‘matrimonio homosexual’ está en armonía con el carácter de Dios

- 27 -
Homosexualidad Felipe Nunn

Propuesta: Los principios morales y éticos tienen sus raíces en el carácter de Dios. Si las
instrucciones Bíblicas no brindan completa claridad sobre algún tema, entonces debemos
mirar el tema a la luz de los atributos del carácter de Dios. El tema del ‘matrimonio
homosexual’ no está claro en la Biblia. Los pocos textos Bíblicos que mencionan el sexo
homosexual no tienen aplicación directa sobre el ‘matrimonio homosexual’. ¿Cómo entonces
podemos saber si Dios aprueba o no este tipo de ‘matrimonio’? En estos casos, el carácter
de Dios debe ser nuestra brújula. En la Biblia leemos que Dios es un Dios amoroso, sabio y
creativo, que es compasivo, generoso, fiel y que valora las relaciones… cualidades
hermosas que están en armonía con todo matrimonio, sea heterosexual u homosexual.

Respuesta: Todo lo que Dios hace y dice está en armonía con quién Él es. Sus palabras y
obras son un reflejo de su carácter. También es cierto que, si algo en la Biblia no está claro,
pensar en el carácter de Dios puede darnos luz y dirección moral. Pero la Biblia sí habla
claramente sobre el matrimonio: que es un pacto duradero entre un hombre y una mujer (Mateo
19:5,6), que la intimidad sexual es algo hermoso y positivo, pero sólo si se expresa dentro del
matrimonio (ver capítulo 4). La Biblia también es clara en que el sexo homosexual no es
aprobado por Dios (ver Capítulo 5). Los judíos y los cristianos católicos, ortodoxos y
protestantes (hasta hace poco) siempre han entendido la Biblia de esta manera.

En la Biblia Dios presenta al matrimonio como algo muy especial. En el Antiguo Testamento el
pacto matrimonial se presenta como un reflejo de la relación entre Dios e Israel (Jeremías 3:14),
y en el Nuevo Testamento refleja la relación de Cristo con Su iglesia (Efesios 5:22-33). Cuando
Dios describe el futuro, la relación entre Dios y nosotros los humanos se describe como una
fiesta de bodas, un matrimonio de dos que son diferentes: entre el Cristo glorificado, ‘el
Cordero’, y la iglesia, ‘Su esposa’ (Apocalipsis 19:6-9).

Para conocer el carácter de Dios, debemos prestarle atención a todo lo que Dios ha revelado en
la Biblia sobre Sí mismo. Escoger algunos versículos y rechazar otros nos apartará de la
realidad. En la Biblia leemos que Dios también es santo y justo. Que odia el pecado. Con
frecuencia se oye decir que ‘Dios ama al pecador, pero odia su pecado’. ¡Eso es la verdad!
Pero no olvidemos que Dios no envía el pecado al infierno sino a los pecadores (Mateo 7:22-
23). En la Biblia también leemos sobre la ira de Dios contra aquellos que le desobedecen
(Números 11:33; 1 Crónicas 13:10; Hechos 5:1-11). Por eso somos llamados a no endurecer
nuestros corazones (Hebreos 3:15), porque “¡Horrenda cosa es caer en manos del Dios vivo!”
(Hebreos 10:31). Como cristianos, tenemos el privilegio acercarnos a Dios como hijos e hijas,
con cariño le podemos llamar ‘Abba Padre’. Pero nuestro tierno Padre Celestial también es el
Dios Santo y Todopoderoso. “El temor de Jehová es el principio de la sabiduría, Y el
conocimiento del Santísimo es la inteligencia” (Proverbios 9:10).

20. ¿Usted quién es para poner en duda mi relación con Dios?


Propuesta: Tengo una relación especial con el Señor Jesús y al mismo tiempo tengo una
relación especial con mi pareja en nuestro ‘matrimonio homosexual’. Antes pensaba que
esto no era posible. Pero pasé meses orando y ayunando sobre este asunto. Estudié de
fondo las Sagradas Escrituras y entablé conversaciones con otros cristianos serios y
maduros. Ahora puedo decir con certeza que ‘Dios me ha mostrado otro camino’. Nos
sentimos bien y en paz en nuestro ‘matrimonio’. Sentimos la presencia del Espíritu Santo en
- 28 -
Homosexualidad Felipe Nunn

nuestra relación. Juntos como pareja servimos a Dios con alegría en nuestra iglesia local.
Sin embargo, notamos con tristeza que algunos cristianos que sostienen una interpretación
bíblica diferente nos critican. Nos juzgan. No respetan el camino que el Señor nos ha
mostrado. Su actitud nos causa dolor, porque ponen en duda nuestra relación con Cristo,
tratan de interponerse entre nosotros y Dios. ¿Quién es el otro para que ponga en duda
nuestra relación con Dios? Por favor, ¡denos el espacio para que podamos vivir para Dios!

Respuesta: La relación entre Dios y una persona es muy personal. También es muy privada:
sólo Dios y la persona misma conocen el estado de esta relación. Pero si persistimos en buscar
vivir nuestra propia voluntad y nos rodeamos de personas que nos apoyan, podemos desechar
una buena consciencia. Nuestra consciencia puede cauterizarse y dejar de funcionar
correctamente (1 Timoteo 1:19; 4:2). Podemos entonces pensar y sentir que andamos bien,
cuando en realidad andamos mal. Una conciencia tranquila es una cosa buena más no
suficiente - nuestra consciencia también debe estar de acuerdo con la Palabra de Dios. Esto lo
deja bien claro el apóstol Pablo: “Porque aunque de nada tengo mala conciencia, no por eso
soy justificado; pero el que me juzga es el Señor” (1 Corintios 4:4). Debemos además tener
mucho cuidado con tratar de juzgar los motivos de otro cristiano. Es posible que usted tenga
sospechas sobre los motivos de otro, pero es Dios, y sólo Dios, quien juzga los motivos
(Proverbios 16:2; 1 Corintios 4:5). Si usted tiene tendencia a querer juzgar los motivos de los
demás, recuerde que es difícil el determinar aun nuestros propios motivos: “Engañoso es el
corazón más que todas las cosas, y perverso; ¿quién lo conocerá?” (Jeremías 17:9).

Padres de familia, líderes de jóvenes y líderes de iglesia darán cuenta a Dios por el cuidado de
las personas que Él les ha confiado. Por lo tanto, su tarea y responsabilidad es vivir y motivar a
que vivamos como cristianos a la luz de la Palabra de Dios (Hechos 20:28; 2 Timoteo 3:16-17;
Hebreos 13:17). Los maestros son dados por Dios a la Iglesia para que expliquen la Biblia, con
claridad y fidelidad, aun cuando la verdad de Dios no sea popular o aceptada. Si usted de veras
ama a alguien, usted también deseará decirle la verdad. El amor “no se goza de la injusticia,
mas se goza de la verdad” (1 Corintios 13:6). Así es como crecemos juntos. Como leemos en
Efesios 4:15, “sino que siguiendo la verdad en amor, crezcamos en todo en aquel que es la
cabeza, esto es, Cristo”. Nunca debemos tratar de ser la conciencia de otra persona. Tampoco
debemos tratar de interponernos entre Dios y otra persona. Pero sí tenemos la responsabilidad
de seguir hablando la verdad de Dios con amor, especialmente hacia aquellas personas que
están bajo nuestra responsabilidad.

Preguntas para reflexión personal o discusión en grupo

 ¿Hubo algo nuevo para usted entre las propuestas y respuestas en este capítulo? ¿Tiene
dificultad en entender una de las propuestas o respuestas porque no es muy clara?

 ¿Cuál de las propuestas en este capítulo le parece que mejor defiende la posibilidad de un
‘matrimonio homosexual? ¿Por qué?

 ¿Está usted en desacuerdo con una o más de las respuestas? ¿Cree usted que alguna
respuesta está incompleta? ¿Cómo la puede mejorar? ¿Qué textos bíblicos utilizaría?

- 29 -
Homosexualidad Felipe Nunn

Capítulo 4

El matrimonio según la Biblia


La noción bíblica del matrimonio y las relaciones sexuales no está definida en términos de una
colección de prohibiciones. Más bien, el matrimonio y las relaciones sexuales son presentados
en las Sagradas Escrituras de una manera positiva. Son regalos para ser celebrados. Los
textos que restringen la actividad sexual al matrimonio heterosexual y la prohíben en cualquier
otro contexto relacional son dados por Dios para proteger algo bueno. No son complicaciones
arbitrarias que limitan nuestra libertad. Las paredes y cercas puestas en el lugar correcto son
una bendición, pues protegen y preservan algo bueno.

Moisés y el Antiguo Testamento


Los primeros dos capítulos de Génesis señalan el diseño inicial de Dios: “Y creó Dios al hombre
a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó” (1:27). Él hizo primero un
hombre y luego una mujer, y entonces Dios “la trajo al hombre” (2:22). El diseño de Dios es que
el hombre debe dejar “a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y serán una sola carne”
(2:24). Sus cuerpos físicos fueron diseñados para que encajaran entre sí, para
complementarse, para que juntos, en una placentera unión heterosexual, propagaran la raza
humana.

En la ley de Moisés encontramos una serie de prohibiciones que trazan límites en la expresión
del deseo sexual. Daremos una mirada a algunas de estas prohibiciones en el siguiente
capítulo. Aunque históricamente la iglesia cristiana ha presentado la actividad sexual como ‘un
mal necesario’ incluso dentro del matrimonio, esta actitud no está basada en la Palabra de Dios.
Según la ley de Moisés, “Cuando alguno fuere recién casado, no saldrá a la guerra, ni en
ninguna cosa se le ocupará…” ¿Por qué esta regla? “…libre estará en su casa por un año, para
alegrar a la mujer que tomó” (Deuteronomio 24:5). Esta ley creaba el espacio para que una
pareja casada se gozara el uno en el otro, también sexualmente. Cantar de los Cantares
describe a un esposo y una esposa que encuentran placer mutuo en el cuerpo de su pareja.
Claramente el sexo tiene que ver con la procreación, pero esta no es su única función. Note que
la reproducción y los hijos no son siquiera mencionados en el libro de Cantar de los Cantares.

Los profetas también formaron matrimonios heterosexuales. Algunos de ellos, como Oseas,
tuvieron un matrimonio difícil (Oseas 1-3), pero nunca encontramos un matrimonio con una
persona del mismo sexo. Malaquías recuerda a sus lectores que es Dios quien une al esposo y
a la esposa, y que Dios espera fidelidad en esa relación matrimonial heterosexual (note la
referencia a ‘descendencia’): “Mas diréis: ¿Por qué? Porque Jehová ha atestiguado entre ti y la
mujer de tu juventud, contra la cual has sido desleal, siendo ella tu compañera, y la mujer de tu
pacto. ¿No hizo él uno, habiendo en él abundancia de espíritu? ¿Y por qué uno? Porque
buscaba una descendencia para Dios. Guardaos, pues, en vuestro espíritu, y no seáis
desleales para con la mujer de vuestra juventud” (Malaquías 2:14,15).

El profeta Isaías incluso usó el placer físico que experimenta una pareja casada para ilustrar el
deleite de Dios con Su propio pueblo: “Pues como el joven se desposa con la virgen, se
- 30 -
Homosexualidad Felipe Nunn

desposarán contigo tus hijos; y como el gozo del esposo con la esposa, así se gozará contigo el
Dios tuyo” (Isaías 62:5).

Pablo y la enseñanza apostólica


La ética del matrimonio del Nuevo Testamento se construye sobre el elevado nivel moral del
Antiguo Testamento. El matrimonio y el sexo son presentados de una manera muy positiva.
María, la madre del Señor Jesús, no fue degradada en ninguna manera por haber tenido
intimidad sexual con José después de que el Señor Jesús naciera (Mateo 1:24,25). El apóstol
Pedro tuvo una esposa (Mateo 8:14) al igual que otros muchos apóstoles (1 Corintios 9:5). Uno
de los requerimientos para los ancianos y diáconos en la iglesia local era que, si estaban
casados, debían tener un matrimonio monógamo (una sola esposa) y heterosexual (1 Timoteo
3:2, 8-11; Tito 1:6). Las instrucciones para los hogares cristianos siempre asumen la presencia
de una pareja heterosexual, dando consejos acerca de cómo deben los maridos tratar a sus
esposas y viceversa (Colosenses 3:18-19; 1 Pedro 3:1-7).

En dos oportunidades el apóstol Pablo dedica una considerable atención a la relación entre el
esposo y la esposa dentro del contexto del matrimonio:

1 Corintios 7: El apóstol es muy consciente de la fuerza del deseo sexual, y de cómo puede
llevar a expresiones que desagradan a Dios (1 Corintios 6:9-11) – “El que fornica, contra su
propio cuerpo peca” (1 Corintios 6:18-20). Pero en el siguiente capítulo, las relaciones sexuales
dentro de un matrimonio heterosexual son presentadas como la forma correcta, verdadera y
diseñada por Dios para satisfacer estos fuertes deseos. “Pero a causa de las fornicaciones,
cada uno tenga su propia mujer, y cada una tenga su propio marido… La mujer no tiene
potestad sobre su propio cuerpo, sino el marido; ni tampoco tiene el marido potestad sobre su
propio cuerpo, sino la mujer. No os neguéis el uno al otro…” (7:2-5). En el mismo capítulo se
mencionan una variedad de posibles problemas domésticos, es decir, problemas entre un
esposo y una esposa. El matrimonio es presentado como una relación heterosexual, en la que
“el casado tiene cuidado… de cómo agradar a su mujer… la casada tiene cuidado… de cómo
agradar a su marido” (7:33-34). Se toma por sentado que los lectores de las epístolas tenían
matrimonios heterosexuales.

El apóstol también es muy consciente de que hay una lucha asociada con la pureza sexual, que
los deseos de nuestro cuerpo son fuertes, y que para vivir los altos estándares de Dios se
requiere enfoque y disciplina: “Corred de tal manera que lo obtengáis [el premio]… Así que, yo
de esta manera corro, no como a la ventura; de esta manera peleo, no como quien golpea el
aire, sino que golpeo mi cuerpo, y lo pongo en servidumbre, no sea que habiendo sido heraldo
para otros, yo mismo venga a ser eliminado” (1 Corintios 9:24-27). En esta carrera
experimentaremos tentaciones, algunos más que otros, y el apóstol nos anima con una gran
promesa basada en la fidelidad de Dios: “No os ha sobrevenido ninguna tentación que no sea
humana; pero fiel es Dios, que no os dejará ser tentados más de lo que podéis resistir, sino que
dará también juntamente con la tentación la salida, para que podáis soportar” (1 Corintios
10:13).

Efesios 5: Este capítulo inicia animando a sus lectores a andar “en amor” (5:2), a andar “como
hijos de luz” (5:8) y a mirar “con diligencia cómo andéis” (5:15). Enumera una cantidad de
- 31 -
Homosexualidad Felipe Nunn

actitudes y actividades que no son compatibles con el vivir cristiano, y entre ellas hay una
referencia a la sexualidad: “Pero fornicación y toda inmundicia, o avaricia, ni aun se nombre
entre vosotros, como conviene a santos” (5:3). Luego el apóstol continúa describiendo cómo se
deben expresar el ‘amor’ y la ‘luz’ dentro del matrimonio: “Las casadas estén sujetas a sus
propios maridos, como al Señor; porque el marido es cabeza de la mujer, así como Cristo es
cabeza de la iglesia, la cual es su cuerpo, y él es su Salvador. Así que, como la iglesia está
sujeta a Cristo, así también las casadas lo estén a sus maridos en todo. Maridos, amad a
vuestras mujeres, así como Cristo amó a la iglesia, y se entregó a sí mismo por ella” (5:22-25).
Mucho se ha escrito sobre estos versículos, pero aquí quiero dirigir su atención hacia un hecho
muy obvio, esto es, que la relación del matrimonio que se está considerando es heterosexual,
entre una casada y un marido.

El apóstol va más allá, y usa la relación amorosa entre una mujer y un hombre como figura de
Cristo y la iglesia. “Por esto dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y
los dos serán una sola carne. Grande es este misterio; mas yo digo esto respecto de Cristo y de
la iglesia” (5:31,32). En el siguiente capítulo, se les anima a los hijos a obedecer a sus padres,
es decir, a honrar a un hombre y a una mujer – su padre y su madre (6:1-3).

No cabe duda de que el Nuevo Testamento habla abierta y positivamente acerca del
matrimonio y de la intimidad heterosexual dentro del matrimonio.

La enseñanza positiva de Jesús


Cualquiera que sea su opinión acerca de las enseñanzas de Moisés y del apóstol Pablo, las
palabras de nuestro Señor Jesucristo deben ser definitivas para todo cristiano. Cuando los
fariseos trataron de involucrar al Señor Jesús en un debate acerca del matrimonio y del divorcio,
Él respondió con una enseñanza clara y positiva acerca del matrimonio: “¿No habéis leído que
el que los hizo al principio, varón y hembra los hizo, y dijo: Por esto el hombre dejará padre y
madre, y se unirá a su mujer, y los dos serán una sola carne? Así que no son ya más dos, sino
una sola carne; por tanto, lo que Dios juntó, no lo separe el hombre” (Mateo 19:4-6). La
enseñanza del Señor Jesús acerca del sexo y del matrimonio está basada en tres afirmaciones
fundamentales.

1. Dios mismo creó dos humanos, hombre y mujer: Aquí el Señor Jesús está citando Génesis
1:27: “Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los
creó”. Está respondiendo una pregunta común acerca del divorcio centrando su atención en
el diseño original de Dios. Dios no hizo tres o más géneros. Él eligió hacer dos géneros:
masculino y femenino. Dios no hizo varios hombres y varias mujeres para que así cada uno
pudiera sentirse en libertad de escoger cómo emparentarse. Él intencionalmente creó sólo
dos, un hombre y una mujer.

2. Dios mismo inventó e instituyó el matrimonio: Aquí el Señor Jesús está citando Génesis
2:24: “Por tanto, dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y serán
una sola carne”. Él describe un momento público y decisivo en el que el hombre deja el
hogar de sus padres para formar una nueva unidad, una nueva familia. Lo hace con la
intención de unirse a una mujer, su esposa. Él aún honra a su padre y madre, pero ahora su

- 32 -
Homosexualidad Felipe Nunn

prioridad y su principal compromiso humano es con su esposa. El matrimonio es un diseño,


un invento de Dios, y no un convenio social humano.

El versículo que Jesús cita (v.24) proviene del final del capítulo 2 de Génesis, capítulo en el
que se relata cómo Dios creó al hombre del polvo de la tierra (v.7), y luego a la mujer de la
costilla de Adán (v.22). Algunos sugieren que el versículo que Jesús cita fue añadido más
tarde por algún escriba, ya que es obvio que Adán y Eva no tuvieron ‘padre y madre’ que
dejar. Es cierto que ellos no tuvieron padres que dejar. Es un texto didáctico. Según el
Señor Jesús, la fuente de este texto no es un escriba bien intencionado sino el Creador
mismo.

3. Dios mismo une al hombre con su mujer: En esta tercera afirmación, el Señor Jesús deja
claro que el matrimonio no es un contrato o acuerdo social sino un acto Divino en el que
Dios cambia a sus participantes: ya no son dos sino una sola carne (Mateo 19:6). Cuando
se casan, ambos adquieren una serie de derechos y responsabilidades dados por Dios,
derechos y responsabilidades que no tenían antes de casarse. Esta “una sola carne”
claramente incluye la unión sexual del esposo y la esposa, pero involucra mucho más.
También incluye fidelidad. En el momento decisivo del matrimonio, Dios dice que Él
interviene y que de cierta manera ‘une’ al hombre con la mujer. Esta ‘unión’ Divina, única y
especial es solamente mencionada en relación a un hombre y una mujer.

Ningún cristiano, ninguna iglesia, ningún grupo de cristianos tiene la autoridad para cambiar o
contradecir lo que Dios ha dicho en el principio, y lo que ha sido reafirmado por el Señor Jesús.

En el siguiente capítulo observaremos algunos textos en la Biblia que han sido históricamente
usados por cristianos para desaprobar toda relación homosexual. Pero antes de explorar textos
de prohibición, es muy importante tomar nota de que la idea del ‘matrimonio homosexual’ va
violentamente en contra de estas tres afirmaciones enseñadas por el Señor Jesús. La definición
cristiana del matrimonio no está basada en prohibiciones, sino en las enseñanzas positivas de
las Sagradas Escrituras.

Preguntas para reflexión personal o discusión en grupo

 ¿Está usted de acuerdo con que la Biblia presenta una visión positiva de la relación física
entre un esposo y una esposa en el matrimonio? ¿Por qué cree que algunos cristianos ven
el sexo como un ‘mal necesario’? ¿Importa la manera en la que un cristiano ve esto?

 La Biblia enseña que el matrimonio no es un acuerdo inventado por la sociedad, ni es


solamente un contrato entre dos personas, sino que es Dios quien ‘une’ a un hombre con
una mujer en el momento de su matrimonio. En su opinión, ¿qué significa este ‘unir’?
¿Tiene este detalle importancia? Explique sus respuestas.

 Cuando el Estado cambia la definición del matrimonio y legaliza el ‘matrimonio homosexual’,


¿debe la iglesia también aceptarla? ¿Por qué?

- 33 -
Homosexualidad Felipe Nunn

Capítulo 5

Prohibiciones Bíblicas
La Biblia celebra con gozo la intimidad sexual dentro de los límites de un matrimonio
heterosexual y monógamo. Sin embargo, hay una serie de textos que prohíben explícitamente
ciertas formas de actividad sexual, pero son realmente pocos en comparación con las
enseñanzas positivas sobre el plan de Dios acerca de la sexualidad y el matrimonio.

La Biblia es un libro heterosexual


Un libro de cocina vegetariana tendrá muchas recetas variadas y deliciosas, pero todas sin
carne. Quizás en la introducción del libro el escritor mencionará la carne, pero para explicar por
qué es mejor no comerla. Y tal vez se encuentre la palabra ‘carne’ en alguna receta, pero sólo
en una advertencia de no comprar cierto producto porque contiene un derivado de carne. El
hecho de que la palabra ‘carne’ se mencione pocas veces en un libro de cocina vegetariana no
significa que la carne no sea un tema importante. Pero el enfoque del libro son los platos
vegetarianos. Similarmente, el enfoque de la Biblia son las relaciones heterosexuales: el
matrimonio (de un hombre con una mujer) y la familia (con padre y madre). El hecho de que las
Sagradas Escrituras contienen pocas prohibiciones asociadas con expresiones sexuales
erradas no significa que sean de poca importancia. Dios se expresa con suficientemente
claridad en la Biblia. La pregunta es, ¿deseamos conocer y sujetarnos a Su voluntad?

Resumen de este capítulo

Dios se nos da a conocer tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento. En el Nuevo


Testamento leemos cómo el hombre puede tener una relación con Dios y cómo puede vivir de
acuerdo con Su voluntad.

Cuando pensamos en una relación homosexual, descubrimos al leer Romanos 1 que una
relación sexual entre dos personas del mismo sexo se describe como ‘no natural’. Es decir, el
sexo homosexual no está de acuerdo con el diseño original de Dios. En 1 Corintios 6 leemos
que una relación homosexual junto con una serie de otros pecados encaja con los ‘injustos’, es
decir, con los incrédulos, los que no aceptan la autoridad de Dios sobre sus vidas. Leemos allí
que estas personas no “heredarán el reino de Dios”. Es posible que no entendamos el
significado completo de no heredar el reino de Dios, pero está bien claro que la práctica de
estos pecados es algo serio y negativo. El cristiano está llamado a vivir de manera diferente a la
del incrédulo. También leemos que algunas personas habían cometido estos pecados, pero
después de su conversión fueron ‘justificados’ y ‘santificados’. Su forma de vida cambió para
armonizar con su nueva identidad como cristianos. Este perdón y cambio de vida nos anima.
Más tarde, en 1 Timoteo 1, leemos que las relaciones homosexuales van en contra de la ‘sana
doctrina’. Por lo tanto, el Nuevo Testamento muestra claramente que Dios desaprueba
seriamente el sexo entre dos personas del mismo sexo.

¿Es esta prohibición del sexo homosexual algo nuevo? Al leer Levítico 18 y 20 notamos que en
los tiempos del Antiguo Testamento Dios también condenó enérgicamente el sexo entre
- 34 -
Homosexualidad Felipe Nunn

personas del mismo sexo - entre los israelitas y también entre los gentiles cananeos. Esto
muestra que la prohibición del sexo homosexual, así como la prohibición del incesto y el sexo
con animales, forma parte del estándar moral general de Dios para todos los seres humanos.

Debido a las instrucciones que leemos en el Nuevo Testamento, los cristianos no podemos
aprobar las relaciones homosexuales. Las estrictas prohibiciones que encontramos en Levítico
nos hacen ver que Dios tampoco aprobó las relaciones homosexuales entre los israelitas ni los
gentiles. Por lo tanto, el sexo homosexual va en contra del estándar moral general de Dios para
todo ser humano, al igual que robar o mentir, asesinar o cometer adulterio. En ninguna parte de
la Biblia vemos que Dios cambie de opinión. Su juicio sobre el sexo homosexual siempre es
negativo.

Los textos bíblicos de prohibición normalmente usados en el debate sobre la homosexualidad


pueden dividirse en cinco grupos. Observaremos estos textos restrictivos grupo por grupo.
Luego de una breve descripción, presentamos una o más propuestas que algunos usan para
justificar el ‘matrimonio homosexual’. Cada propuesta está seguida por una respuesta.

1. Los acontecimientos de Sodoma y Gabaa

En Sodoma, una ciudad de gentiles, Lot ofrece hospedaje a dos hombres visitantes (Génesis
19:1-11). En Gabaa, una ciudad hebrea, un anciano ofrece hospedaje a unos viajeros (Jueces
19:14-30). En ambas historias un grupo grande de hombres llega de noche y exige que el
hospedador saque a los hombres que están hospedando para poderles “conocer”. Dios
condena fuertemente las acciones de los hombres de ambas ciudades.

Propuesta #1 – Aquí el tema no es sexo


El término “conocer” no significa necesariamente que estos hombres querían tener
relaciones sexuales con los visitantes. Esta palabra es usada 943 veces en el Antiguo
Testamento, y solamente 10 de éstas hacen referencia a relaciones sexuales. Los
hospedadores mismos, tanto en el caso de Sodoma como en el de Gabaa, eran
extranjeros en esas ciudades, y al recibir tales visitantes habían violado las leyes locales
de hospitalidad o alguna costumbre social. Esto enojó a los hombres locales. Ellos
solicitaron “conocer” estos hombres para asegurarse de que no representaban una
amenaza para la ciudad. El pecado que Dios desaprobó y juzgó en Sodoma fue la
hipocresía, la avaricia, el adulterio, la violencia y la impiedad (Ezequiel 16:49), y en
Gabaa, el hecho de que un grupo de hombres violaron a una mujer.

Respuesta: El término “conocer” es usado 8 veces en Génesis para referirse a las relaciones
sexuales. El contexto determina el significado de la palabra. En la misma historia de Sodoma
leemos que las dos hijas de Lot no habían “conocido varón”, eran vírgenes (Génesis 19:8;
24:16). El hecho de que en ambos incidentes unas mujeres son ofrecidas a los hombres en
lugar de los visitantes masculinos, nos muestra que estos hombres deseaban contacto sexual
con los visitantes. Su exigencia de “conocerlos” tenía una connotación sexual. Además de esto,
lo que los hombres intentaban hacer es descrito como una “maldad” (Génesis 19:7; Jueces
19:23). El apóstol Pedro nos dice que Lot, quien vivió en Sodoma era “abrumado por la nefanda
conducta de los malvados… afligía cada día su alma justa, viendo y oyendo los hechos inicuos
- 35 -
Homosexualidad Felipe Nunn

de ellos” (2 Pedro 2:7,8). Judas, inspirado por el Espíritu Santo, expone la naturaleza del
pecado de ellos: “Sodoma y Gomorra y las ciudades vecinas, las cuales de la misma manera
que aquéllos, habiendo fornicado e ido en pos de vicios contra naturaleza, fueron puestas por
ejemplo, sufriendo el castigo del fuego eterno”1 (Judas 7).

Propuesta #2 – Aquí el tema no es una relación de amor


El pecado de los hombres de Sodoma y Gabaa era muy probablemente de naturaleza
sexual. Pero los pasajes bíblicos no señalan explícitamente que lo ‘malvado’ era el
elemento homosexual de lo ocurrido. La expresión ‘malvado’ podría referirse a la violencia
de la violación sexual ejercida por un grupo de hombres. Estas dos historias no pueden
ser usadas para probar que Dios desaprueba una relación homosexual llena de amor,
cariño, fidelidad y estabilidad. Estas dos historias sólo muestran que Dios condena la
violencia sexual y quizá también, la naturaleza casual (sin compromiso) de la actividad
sexual.

Respuesta: Este argumento tiene su peso. El pecado realizado en Sodoma y Gabaa claramente
tenía un componente homosexual; pero estos incidentes fueron más complejos porque incluían
la violación de las reglas de hospitalidad y también la clara intención de un grupo de hombres
de violar sexualmente a los hombres que estaban de visita. Si los visitantes en Sodoma
hubiesen sido mujeres, el perverso comportamiento de estos violadores también habría sido
fuertemente condenado por Dios. Por ello concluyo que estas dos tristes historias nos enseñan
que Dios desaprueba la violencia y la perversión sexual, pero que ellas en sí no son
suficientemente claras para probar explícitamente que Dios condena actos homosexuales. Ya
que la evidencia de estas dos historias es inconclusa, propongo que es mejor no usarlas en el
presente debate sobre la homosexualidad.

2. Referencias a hombres que se prostituían en lugares religiosos

Los cultos de fertilidad cananeos incluían la prostitución de hombres y de mujeres como parte
de los servicios que eran ofrecidos a los adoradores en los santuarios. Leemos que los reyes
corruptos de Israel y Judá promovieron dichas prácticas entre el pueblo de Dios y que esto
desagradó al Señor (1 Reyes 14:24; 15:12; 22:46; 2 Reyes 23:7). También encontramos esta
clara prohibición:

Deuteronomio 23:17-18 “Ningún israelita, sea hombre o mujer, se dedicará a la prostitución


ritual del templo. Para cumplir con un juramento, no lleves a la casa del Señor tu Dios ninguna
ofrenda que provenga de la ganancia de un hombre o de una mujer que se haya prostituido,
pues ambos son detestables al Señor tu Dios” (Nueva Traducción Viviente).
1
La expresión que la RVR1960 traduce como “vicios contra naturaleza” es más literalmente traducida
como “otra carne” (RV1865) o “carne extraña” (NBLH). Algunos sugieren que esta es una referencia a la
carne de los ángeles, que el pecado de Sodoma y Gomorra fue que ellos intentaron tener relaciones
sexuales con estos visitantes que eran ángeles. Esto es, pienso yo, una construcción bastante
improbable. En 1 Corintios 15:39 leemos sobre la diferencia entre la carne de los humanos y la de los
animales. Judas 7 podría ser entendido como una referencia a la bestialidad. Otros traducen la expresión
como “vicios contra lo natural” (RVA) y “relaciones contrarias a la naturaleza” (LPD). Si se entiende que
Judas al usar ‘contra lo natural’ se refiere al sexo homosexual, sólo entonces el juicio de Sodoma y
Gomorra muestra que Dios condena el sexo homosexual.
- 36 -
Homosexualidad Felipe Nunn

Propuesta: Aquí el tema es idolatría y prostitución


El contexto de este pasaje es el culto pagano. El propósito de esta prohibición es doble:
Hacer que los israelitas dejen de involucrarse en rituales de adoración paganos, y detener
la prostitución. Estos textos acerca de hombres que se prostituían no son relevantes en el
presente debate cristiano acerca de la homosexualidad porque tales rituales religiosos no
existen hoy en día, y todos los cristianos están de acuerdo en que la prostitución es
pecado.

Respuesta: Yo considero que esta vista alternativa es válida. A menos que podamos probar que
el papel de los hombres y mujeres que se prostituían en el santuario era ofrecer a los
‘adoradores’ sexo para homosexuales o lesbianas, estos textos no pueden ser usados para
probar que Dios condena las relaciones homosexuales. Lo más probable es que estas personas
que se prostituían ofrecieran servicios tanto heterosexuales como homosexuales; pero en estos
pasajes Dios está prohibiendo claramente la idolatría y la prostitución. La actividad homosexual
no se menciona explícitamente. Ya que la evidencia de estos textos sobre hombres que se
prostituían en el santuario es inconclusa, sugiero que es mejor no usarlos en el presente debate
sobre la homosexualidad.

3. Prohibiciones en la ley de Moisés

La nación de Israel estaba expuesta a la corrupción de Egipto y Canaán, con prácticas tales
como la idolatría, el sacrificio de niños y una variedad de desviaciones sexuales. Entre las leyes
dadas por Dios a Moisés, encontramos un par de leyes que prohíben explícitamente algunas
actividades sexuales. Estas incluyen una clara prohibición al sexo homosexual.

Levítico 18:22 “No te echarás con varón como con mujer; es abominación.”

Levítico 20:13 “Si alguno se ayuntara con varón como con mujer, abominación hicieron;
ambos han de ser muertos; sobre ellos será su sangre.”

Propuesta #1: Esta es una advertencia contra la idolatría


En aquellos días la actividad homosexual estaba conectada con la religión pagana.
Incluso algunos de los dioses paganos realizaron actos homosexuales. El libro de Levítico
prescribe las ceremonias religiosas diseñadas para organizar la religión judía y
diferenciarla de las religiones paganas de alrededor. El propósito de las prohibiciones en
Levítico 18 y 20 era hacer que los israelitas dejaran de incorporar prácticas religiosas
paganas en la religión judía. La palabra traducida como “abominación” es casi siempre
asociada con la condenación que Dios hace de la idolatría y las prácticas religiosas
paganas. Es por esto que las prohibiciones levíticas deben ser consideradas de manera
similar a las prohibiciones de los hombres que se prostituían en el santuario. El objetivo
principal de los textos en Levítico es la de condenar la idolatría y no la de condenar las
relaciones homosexuales estables, fieles, cariñosas y amorosas.

Respuesta: El igualar las prohibiciones levíticas con las prohibiciones acerca de los hombres
que se prostituían es imponer una restricción injustificada al texto. La palabra traducida como
“abominación” describe el disgusto de Dios, no solamente con las prácticas de religiones falsas
- 37 -
Homosexualidad Felipe Nunn

sino también pecados sociales, tales como la deshonestidad, la codicia, la injusticia social
(Deuteronomio 25:1-16), los labios mentirosos y los corazones orgullosos (Proverbios 12:22,
16:5). El uso de la palabra “abominación” en Levítico 18:22 y 20:13 no limita el texto a prohibir
el adulterio, el incesto, la bestialidad y los actos de homosexualidad solamente porque estaban
asociados a la idolatría pagana.

Es cierto que Levítico trata con los aspectos ceremoniales de la fe judía, pero también busca
regular la vida social dentro del pueblo de Dios. Contiene, por ejemplo, instrucciones de cómo
evitar epidemias, cómo mantener buenos niveles de higiene y cómo regular el buen
comportamiento social entre la nación de Israel. Allí se le indica al pueblo cómo tratar a los
extranjeros, esclavos, ancianos, niños y padres. La actividad sexual también es regulada para
procurar una sociedad sana. Levítico 18 describe cerca de veinte relaciones sexuales
prohibidas. El único acto de idolatría pagano mencionado en este capítulo es el ofrecer por
fuego un hijo propio a Moloc (18:21).

Levítico 20 describe los castigos para una serie de actos prohibidos, incluyendo más de una
docena de relaciones sexuales prohibidas. Los únicos actos paganos de idolatría mencionados
en este capítulo son el ofrecer por fuego un hijo propio a Moloc (20:1-5) y consultar a
encantadores y adivinos (20:6). La lista de actos incorrectos e inmorales descritos en estos dos
capítulos no son presentados principalmente como una advertencia contra la religión pagana,
sino como una advertencia en contra de la cultura, las prácticas y costumbres paganas (18:3;
20:23) que el pueblo de Dios no debía imitar. Dios no quería que Israel imitara la idolatría y las
prácticas religiosas paganas que encontraron en Egipto y en Canaán, pero tampoco sus actos
inmorales que distorsionaban las relaciones humanas sanas que Dios ha diseñado para la
familia y la sociedad. El comportamiento social en Israel debía ser distinto al de los paganos. En
estos capítulos, los actos de homosexualidad reciben el mismo grado de desaprobación de
parte de Dios que los actos de adulterio, incesto y bestialidad.

Propuesta #2: El cristiano no vive bajo la Ley de Moisés


Levítico y otros libros del Antiguo Testamento contienen la Ley de Dios para la nación de
Israel y no para la iglesia cristiana. El Antiguo Testamento contiene muchas prohibiciones
que los cristianos siempre han ignorado. Por ejemplo, al granjero Israelita se le exigía no
segar por completo su campo para que los pobres pudieran recoger los sobrantes
(Levítico 19:9). También se le prohibía plantar dos semillas distintas en el mismo campo
(Levítico 19:19) y se le exigía que dejara su granja descansar por un año cada siete años
(Levítico 25:3-4). La iglesia cristiana nunca ha insistido en estas prácticas. En lo social, a
los israelitas les era prohibido tener relaciones sexuales durante la menstruación (Levítico
18:19). Si una pareja se divorciaba, no podían reconciliarse y volverse a casar
(Deuteronomio 24:1-4). Toda persona que “maldijere a su padre o a su madre, de cierto
morirá” (Levítico 20:9). Los cristianos también ignoran estas y otras leyes. Ya que los
cristianos a través de las edades han escogido arbitrariamente sujetarse a algunas de las
leyes del Antiguo Testamento e ignorar otras, las leyes que prohíben actos homosexuales
también podrían ser ignoradas. Por lo tanto, Levítico 18 y 20 no debería ser usado para
influenciar el debate cristiano sobre este tema.

- 38 -
Homosexualidad Felipe Nunn

Respuesta: ¿Será verdad que Levítico 18 y 20 no tiene nada que decir sobre el ‘matrimonio
homosexual’ actual? ¡Claro que sí! No porque un cristiano esté bajo la ley de Moisés, sino por
otras dos buenas razones:

(1) El estándar moral de Dios es para todo ser humano: en Levítico 18 leemos, después de la
clara prohibición del sexo homosexual (v.22), que esta forma de sexo también se practicaba
entre las naciones gentiles cananeas, y que con tales pecados morales los gentiles habían
‘contaminado’ su tierra. Por eso Dios juzgó y condenó a los gentiles: “En ninguna de estas
cosas os amancillaréis; pues en todas estas cosas se han corrompido las naciones que yo
echo de delante de vosotros, y la tierra fue contaminada; y yo visité su maldad sobre ella, y
la tierra vomitó sus moradores” (v. 24-25). Dios nunca ha pedido a los gentiles que celebren
las fiestas judías o que cumplan con la dieta judía o las leyes ceremoniales. El hecho que
Dios sí les prohíbe sacrificar sus niños a Moloc, de tener sexo con animales y de practicar
sexo homosexual, muestra que estas forman parte del estándar moral de Dios para todo ser
humano, y no solo su voluntad para su pueblo Israel.

Vemos lo mismo en Levítico 20, donde después de prohibir el sexo homosexual (v.13), se
prohíbe el incesto (v.14), el sexo con animales (v.15), y al final leemos: “Y no andéis en las
prácticas de las naciones que yo echaré de delante de vosotros; porque ellos hicieron todas
estas cosas, y los tuve en abominación” (v.23). Aquí ‘ellos’ señala a los gentiles. Dios tiene
una aversión a esos gentiles porque han violado el estándar moral de Dios. Por lo tanto, la
ley de Moisés contiene leyes de Dios para proteger a Israel como un pueblo único y también
leyes morales generales de Dios para el bienestar de la humanidad, leyes como no mentir,
no robar y no cometer adulterio. Levítico 18 y 20 nos muestran que Dios condena el sexo
homosexual, incluso cuando es practicado entre los gentiles.

(2) La Ley de Moisés revela algo del carácter de Dios: a través de la ley que Dios dio a los
israelitas por medio de Moisés, y también a través de las historias en el Antiguo
Testamento, aprendemos mucho sobre Dios, sobre Su grandeza, Su amor e interés en
nosotros los seres humanos, Su santidad y Sus valores morales, Su asombrosa gracia al
tratar con personas cambiantes y tercas. Es por eso que Pablo escribe: “Toda la Escritura
es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en
justicia” (2 Timoteo 3:16) y “las cosas que se escribieron antes para nuestra enseñanza se
escribieron” (Romanos 15:4). Un cristiano quiere andar “como es digno del Señor” y busca
agradarle en todo, quiere honrar el matrimonio y busca mantener puro el lecho
matrimonial… no porque esté bajo la ley de Moisés que lo ordena, sino por un genuino
deseo de agradar a su Señor (Colosenses 1:10; Hebreos 13:4). Levítico capítulos 18 y 20
nos muestran que Dios considera el sexo homosexual como pecado, tanto para los gentiles
como para los israelitas. Además, como motivación para cumplir estas leyes, encontramos
en Levítico 18-20 la expresión ‘Yo Jehová’ y ‘Yo Jehová vuestro Dios’ ¡un total de 24 veces!
Estas leyes están conectadas con la autoridad y el carácter de Dios.

En el Nuevo Testamento, Dios le habla directamente al cristiano, es allí donde Él revela sus
planes para la Iglesia, la nueva comunidad. Dios siempre tiene una razón buena, amorosa y
a veces educativa detrás de sus requerimientos; por lo tanto, como es de esperar, Dios ha
confirmado su estándar moral también en el Nuevo Testamento. Los mandamientos de Dios
- 39 -
Homosexualidad Felipe Nunn

en ambos Testamentos siempre son sabios, nunca son caprichosos. Un cristiano que lo
busca también descubrirá que en el Nuevo Testamento la motivación para obedecer es
interna y el estándar moral más alto. Pasemos ahora a los textos del Nuevo Testamento.

4. Las relaciones ‘contra naturaleza’ en Romanos 1

En el primer capítulo de Romanos, el apóstol Pablo describe a los paganos de aquel entonces.
Ellos eran conscientes de un Dios Creador, pero escogieron cambiar la verdad de Dios por la
mentira para así vivir impíamente y sin restricciones externas. Se nos dice que Dios los entregó
a pensar y vivir en perversión, incluyendo el realizar actos sexuales ‘contra naturaleza’. Esta
conducta sexual ‘contra naturaleza’, junto con una lista de otros pecados, es fuertemente
condenada por Dios.

Romanos 1:21-32 “Pues habiendo conocido a Dios, no le glorificaron como a Dios, ni le dieron
gracias, sino que se envanecieron en sus razonamientos, y su necio corazón fue
entenebrecido… Por lo cual también Dios los entregó a la inmundicia, en las concupiscencias
de sus corazones, de modo que deshonraron entre sí sus propios cuerpos… Por esto Dios los
entregó a pasiones vergonzosas; pues aún sus mujeres cambiaron el uso natural por el que es
contra naturaleza, y de igual modo también los hombres, dejando el uso natural de la mujer, se
encendieron en su lascivia unos con otros, cometiendo hechos vergonzosos hombres con
hombres, y recibiendo en sí mismos la retribución debida a su extravío… quienes habiendo
entendido el juicio de Dios, que los que practican tales cosas son dignos de muerte, no sólo las
hacen, sino que también se complacen con los que las practican.”

Propuesta #1: Esta es la opinión privada de Pablo


Estos y otro par de versos difíciles reflejan la opinión personal y los prejuicios del apóstol
Pablo. Los demás autores del Nuevo Testamento, como Lucas y los apóstoles Juan y
Pedro, no consideran suficientemente importante el tema de la homosexualidad como
para mencionarlo en sus escritos. Incluso el Señor Jesús no habla al respecto para
condenarlo. La iglesia también debería restarle importancia a estos extraños versículos.

Respuesta: El apóstol Pablo se veía a sí mismo como un “siervo de Jesucristo, llamado a ser
apóstol, apartado para el evangelio de Dios” (Romanos 1:1). Él era consciente de su tarea de
promover la Palabra de Dios y no sus propias opiniones. El apóstol Pedro también defendió la
validez y autoridad de los escritos de Pablo (2 Pedro 3:15-16). Estos versículos en el primer
capítulo de Romanos forman parte de las Sagradas Escrituras, y sabemos que “Toda la
Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en
justicia” (2 Timoteo 3:16). Si algunos textos son puestos a un lado, ¿cómo sabríamos
objetivamente qué textos retener? Estas instrucciones son incluidas en la Biblia porque son
necesarias, y ningún cristiano tiene la libertad de ignorarlas o menospreciarlas.

Propuesta #2: El contexto es la idolatría


La actividad homosexual descrita en Romanos 1 es una homosexualidad asociada con la
idolatría. Los versos 24 y 25 dicen: “Por lo cual también Dios los entregó a la inmundicia,
en las concupiscencias de sus corazones, de modo que deshonraron entre sí sus propios
cuerpos, ya que cambiaron la verdad de Dios por la mentira, honrando y dando culto a las
- 40 -
Homosexualidad Felipe Nunn

criaturas antes que al Creador”. El apóstol Pablo está condenando solamente los actos
homosexuales en el contexto de la religión pagana.

Respuesta: Si la preocupación del apóstol Pablo en este capítulo fuese el desorden sexual en el
contexto de la idolatría, ¿por qué los versículos siguientes solamente se refieren a actos
homosexuales entre hombres y entre mujeres? ¿Por qué no condena también el sexo
heterosexual promiscuo vinculado a la idolatría? Claramente la preocupación del apóstol va
más allá de los actos homosexuales asociados con la idolatría.

En el imperio Romano de esa época, el sexo homosexual era socialmente aceptable. Su


práctica tenía lugar en sus hogares y en una variedad de lugares privados. Cuando Pablo
menciona el sexo homosexual como ‘contra naturaleza’, no solo se refiere al sexo homosexual
realizado en los festivales religiosos. Los otros pecados que menciona en este capítulo, como
“injusticia, fornicación, perversidad, avaricia, maldad… envidia, homicidios, contiendas, engaños
y malignidades…” (vs. 29-31) tampoco se limitan al contexto de idolatría. El apóstol describe
toda relación homosexual entre hombres y entre mujeres como ‘no natural’ y nos dice que es
pecado (vs. 26,32).

Propuesta #3: Se condena el sexo que no armoniza con su orientación


La ‘naturaleza’ de una persona heterosexual lo atrae al sexo opuesto. Para una persona
heterosexual es ‘natural’ tener sexo con alguien del sexo opuesto, y para ella es ‘contra
naturaleza’ tener sexo con alguien del mismo sexo. De manera similar, es ‘natural’ para
una persona homosexual tener sexo con alguien de su mismo género, y ‘contra
naturaleza’ tener sexo con alguien del sexo opuesto. Lo que este texto de la Biblia
condena es participar en una relación sexual que sea incompatible con su orientación
sexual, es decir, que sea contraria a su propia naturaleza. Note que las actividades allí
referidas como ‘vergonzosas’, ‘perversas’ o ‘que no convienen’ son actividades sexuales
realizadas por aquellos que han ‘cambiado’ o ‘abandonado’ sus propias relaciones
‘naturales’. Romanos 1 condena solamente a aquellas personas que se involucran en
actividades sexuales que entran en conflicto con su orientación sexual.

Respuesta: El significado de la palabra ‘natural’ es dado por el mismo apóstol Pablo en el


versículo 27: “y de igual modo también los hombres, dejando el uso natural de la mujer, se
encendieron en su lascivia unos con otros”. Una relación ‘natural’ es la que se lleva a cabo
entre un hombre y una mujer. No se refiere a algo personal o subjetivo sino a la manera en que
Dios creó a los seres humanos. Lo que es ‘natural’ no es determinado por cómo usted o yo nos
sintamos frente a algo, sino por cómo Dios diseñó y creó la naturaleza. No es algo individual
sino algo universal. Es la manera en que Dios diseñó su creación para que funcionara. Dios
hizo al hombre y a la mujer con cuerpos físicos distintos, y estos cuerpos tienen una manera
natural de interactuar entre sí. Este “sexo natural” es la única manera que permite que los
humanos se reproduzcan. Es la manera natural para producir hijos. El deseo heterosexual que
lleva a esto es un deseo ‘natural’. Todas las formas de relaciones sexuales homosexuales son
‘contra naturaleza’.

- 41 -
Homosexualidad Felipe Nunn

Propuesta #4: Aquí el tema es la actividad homosexual irresponsable


El apóstol Pablo expresa aquí la desaprobación de Dios hacia la actividad sexual casual e
irresponsable, quizá la pederastia (actos homosexuales entre hombres y niños) o incluso
las orgías. Romanos 1 no condena a los homosexuales que entran en una relación
homosexual amorosa, cariñosa y estable.

Respuesta: En Romanos 1 el apóstol Pablo está describiendo las diferentes actividades que
están asociadas a la “impiedad e injusticia” (v. 18). Estas actividades van en contra del diseño
de Dios – Dios creó un orden. Dios ha hecho a los humanos para alabarle, pero estas personas
“cambiaron la gloria del Dios incorruptible en semejanza de imagen de hombre corruptible”
(v.23). Dios reveló Su voluntad para que podamos obedecerle, pero estas personas “cambiaron
la verdad de Dios por la mentira” (v.25). Dios creó intencionalmente al hombre y a la mujer, Él
les dio cuerpos y almas que se adaptaran bien el uno al otro, Él trajo la mujer al hombre, y los
bendijo con el regalo de la intimidad heterosexual dentro del matrimonio. Pero estas personas
“cambiaron el uso natural por el que es contra naturaleza” (v.26).

Preste atención especial a lo siguiente:

 El pecado que se presenta aquí no es la pederastia (abuso sexual infantil) sino el de


hombres que se involucran en pecado con otros hombres.
 El pecado que se presenta aquí no son actos violentos o forzados sino por mutuo
acuerdo, ya que ellos “se encendieron en su lascivia unos con otros” (v.27).
 No hay nada en este capítulo que sugiera que el pecado que se busca condenar es
solamente el de tipo ocasional o irresponsable. En Romanos 1 el apóstol Pablo se
refiere a toda la actividad lesbiana y homosexual como ‘contra naturaleza’ sin importar
su contexto relacional, y nos dice que es pecado.

Con el tiempo, las culturas locales pueden cambiar, la opinión pública puede cambiar, las leyes
de diversos países pueden cambiar, pero las relaciones homosexuales seguirán siendo ‘contra
naturaleza’; seguirán siendo un desvío del orden de la creación de Dios. Seguirán siendo, por lo
tanto, un pecado. El apóstol finaliza el capítulo con una seria advertencia, no solamente para
aquellos que “practican tales cosas” sino también para aquellos que “se complacen con los que
las practican” (v.32). Tomemos estas palabras con humildad y seriedad. Éstas hacen parte de la
Palabra de Dios, y han sido escritas para usted y para mí.

Propuesta #5: Yo no me identifico con Romanos 1


En este capítulo, Pablo escribe relaciones homosexuales entre personas que (a)
“habiendo conocido a Dios, no le glorificaron como a Dios” (v 21), y que (b) “cambiaron la
gloria del Dios incorruptible en semejanza de imagen de hombre corruptible, de aves, de
cuadrúpedos y de reptiles” (v 23) y que “cambiaron la verdad de Dios por la mentira,
honrando y dando culto a las criaturas antes que al Creador” (v 25). Las parejas cristianas
homosexuales no se identifican con estos versículos. Ellos aman a Dios y están muy
agradecidos por lo que el Señor Jesús ha hecho por ellos. No han reemplazado la gloria
de Dios por imágenes. Al igual que todo cristiano, ellos quieren honrar y servir a su
Creador. Por lo tanto, está claro que Romanos 1 no se refiere a los ‘matrimonios
homosexuales’ entre cristianos.
- 42 -
Homosexualidad Felipe Nunn

Respuesta: El enfoque de Romanos 1 no es el comportamiento de ciertos individuos, sino los


cambios que ocurren en una sociedad que rechaza a Dios: Pablo no dice que si una persona
rechaza a Dios se volverá homosexual; tampoco que si una persona tiene deseos
homosexuales está apartado de Dios. En este capítulo, Pablo claramente menciona y condena
el sexo homosexual, no porque sea la peor forma de pecado, sino como ejemplo del degenero
moral que ocurre en una cultura que rechaza a Dios.

Pablo dice que si en lugar del Creador nos enfocamos en nosotros mismos (la criatura), si los
‘derechos de Dios’ son reemplazados por los ‘derechos humanos’ o ‘mis derechos’, entonces la
cultura o sociedad se degenerará. Una forma incorrecta de pensar conduce a un
comportamiento incorrecto. Cuando la sociedad rechaza a Dios y Su estándar moral externo y
objetivo, pierde su compás moral y gradualmente se degenera moralmente. Lo que Dios
prohíbe se considera aceptable. Las actividades homosexuales, junto con otras formas de
‘inmundicia’ (vs. 24) y otros pecados sociales (vs. 29-31), son simplemente algunas de las
características visibles en la cultura grecorromana de la época.

Cuando Dios juzga y condena una cultura, la suelta para que las personas hagan lo que
quieran: “Por lo cual también Dios los entregó a la inmundicia, en las concupiscencias de sus
corazones, de modo que deshonraron entre sí sus propios cuerpos” (1:24). “Dios los entregó a
una mente reprobada, para hacer cosas que no convienen” (1:28). Dios deja de frenar la
maldad. De esta manera, una sociedad que vive sin Dios solo empeora. Este es el juicio
general de Dios contra una sociedad. En el próximo capítulo, Pablo describe un juicio personal,
donde Dios “pagará a cada uno conforme a sus obras” (Romanos 2:5-6). Este juicio general es
muy evidente en algunos Países Europeos hoy en día. Este llamado de Dios a todo cristiano
crece en urgencia, “que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios”
y que seamos diferentes, “No os conforméis a este siglo…” (Romanos 12:1-2). Romanos 1 nos
enseña que a los ojos de Dios el sexo homosexual va en contra de la naturaleza y que una
sociedad que rechaza al Creador eventualmente aceptará el sexo homosexual como algo
“natural”. Todo cristiano, incluyendo aquellos que sienten una orientación homosexual, somos
llamados a vivir de manera diferente, de una manera que agrade al Señor.

5. Actividades contrarias a la conducta cristiana

El Nuevo Testamento nos provee dos listas de actividades desagradables que entran en
conflicto con un comportamiento cristiano normal y saludable. Ambas listas incluyen una
referencia a la actividad homosexual. En una relación homosexual, un integrante suele ser más
activo que el otro - el otro toma un papel más pasivo. Ambos comportamientos eran
considerados ‘normales’ en el mundo griego y no estaban necesariamente relacionados con
actividades religiosas o la idolatría. Estos dos comportamientos, el activo y el pasivo, se
distinguen por dos palabras griegas diferentes, y ambas palabras son usadas en las Sagradas
Escrituras. Estas son:

Malakos: Literalmente ‘suave al tacto’. Ha sido traducido como ‘afeminados’, ‘los que se echan
con varones’, o ‘sodomitas’. En la literatura clásica se usaba esta palabra para referirse a
hombres afeminados, también para aquellos niños que eran utilizados sexualmente por

- 43 -
Homosexualidad Felipe Nunn

hombres mayores y para hombres que se ofrecían en prostitución. Por lo tanto, esta palabra se
refiere al hombre que tomaba el rol más pasivo en el sexo homosexual.

Arsenokoites: Literalmente ‘hombre en la cama’. Ha sido traducido como ‘sodomitas’, ‘ofensores


homosexuales’, o ‘pervertidos’. Los griegos usaban esta palabra para referirse al hombre que
tenía el rol más activo en el sexo homosexual.

La primera lista se encuentra en 1 Corintios 6. Esta lista incluye ambas palabras griegas. Nos
informa que este estilo de vida pertenece a los ‘injustos’ que no heredarán el reino de Dios.

1 Corintios 6:9-11 “¿No sabéis que los injustos no heredarán el reino de Dios? No erréis; ni los
fornicarios, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los afeminados [malakoi], ni los que se echan con
varones [arsenokoitai], ni los ladrones, ni los avaros, ni los borrachos, ni los maldicientes, ni los
estafadores, heredarán el reino de Dios. Y esto erais algunos; mas ya habéis sido lavados, ya
habéis sido santificados, ya habéis sido justificados en el nombre del Señor Jesús, y por el
Espíritu de nuestro Dios”.

La segunda lista se encuentra en 1 Timoteo 1. Esta incluye la palabra arsenokoitai, y describe


tal conducta como opuesta a la sana doctrina.

1 Timoteo 1:9-10 “Conociendo esto, que la ley no fue dada para el justo, sino para los
transgresores y desobedientes, para los impíos y pecadores, para los irreverentes y profanos,
para los parricidas y matricidas, para los homicidas, para los fornicarios, para los sodomitas
[arsenokotai], para los secuestradores, para los mentirosos y perjuros, y para cuanto se oponga
a la sana doctrina”.

Propuesta #1: Aquí se refiere al sexo abusivo


Cuando el apóstol Pablo usa la palabra griega malakoi (significando ‘suave al tacto’)
probablemente tenía en mente a los niños. Al usar tanto malakoi como arsenokoitai, lo
más probable es que el apóstol está condenando el abuso sexual de niños y jovencitos
por parte de hombres adultos, una conducta usual en el mundo clásico. Este es un
ejemplo de ‘sexo abusivo’ que es claramente contrario a la doctrina y la conducta
cristiana. Sin embargo, estas dos listas no incluyen una relación homosexual amorosa,
cariñosa y estable. Por lo tanto, es incorrecto usar estos textos para afirmar que un
‘matrimonio homosexual’ es contrario a la conducta cristiana.

Respuesta: La palabra griega malakoi no se refiere exclusivamente a niños. En el mundo


Greco-Romano, las relaciones homosexuales se aceptaban socialmente dentro de las
relaciones de poder, por ejemplo, entre alguien con su esclavo o un hombre mayor con un
hombre joven. Pero eso no significa que las relaciones homosexuales entre dos amigos no
ocurrían. Platón (427-347 a. C.) habla abiertamente sobre el sexo entre hombres, también como
una expresión de amistad y afecto. Afirmar que una relación sexual entre amigos homosexuales
en un contexto de amor y fidelidad era desconocida en la época de Pablo simplemente no es
verdad. Las dos palabras griegas también incluyen esas relaciones.

- 44 -
Homosexualidad Felipe Nunn

Si limitamos la aplicación de estos dos pasajes bíblicos a un solo tipo de sexo homosexual,
crearíamos una restricción artificial e injustificada. Las dos palabras griegas juntas confirman
que Dios condena tanto el rol activo como el pasivo en una relación sexual homosexual – sin
importar sus edades y su contexto relacional.

Propuesta # 2: el significado de ‘arsenokoitai’ es dudosa


La palabra griega arsenokoitai es poco usada en la literatura griega. Por lo tanto, el
significado de esta palabra no es fácil de determinar. Los textos en Levítico 18 y 20 y en
Romanos 1 se refieren al sexo homosexual en el contexto de cultos idólatras. Y los únicos
dos textos sobre homosexualidad que se aplican directamente a un cristiano (en 1 Cor. 6
y 1 Tim. 1) usan la palabra griega arsenokoitai, cuyo significado no está claro. Por lo
tanto, es mejor reconocer esta limitación lingüística y no utilizar estos textos. Si quiere
saber qué piensa Dios sobre el matrimonio entre personas del mismo sexo, piense en el
carácter de Dios y no estos textos dudosos. Pronto notará que el ‘matrimonio homosexual’
está en armonía con quién Dios es, un Dios de amor, de relaciones y de fidelidad.

Es posible que la palabra griega arsenokoitai haya sido inventada por el apóstol Pablo - el uso
más antiguo que se conoce es este, en las cartas de Pablo. Esta palabra es la unión de dos
palabras griegas, arsen = ‘hombre’ y koités = ‘sexo’ (parecida a la palabra castellana ‘coito’). El
significado de arsenokoitai es fácil de deducir si la comparamos con otras palabras griegas
similares cuyo significado es bien conocido:

metrokoités = ‘un hombre que tiene relaciones sexuales con su madre’


doulokoités = ‘un hombre que tiene relaciones sexuales con su esclava’
polykoités = ‘un hombre que tiene relaciones sexuales con varias personas’
onokoités = ‘un hombre que tiene relaciones sexuales con un burro’

Entonces está claro que arsenokoitai (o arsenokoités) significa ‘un hombre que tiene relaciones
sexuales con otro hombre’. Debido a que Pablo menciona las dos palabras arsenokoitai y
malakoi en 1 Corintios 6:9, es evidente que el apóstol desea dejar bien claro que tienen en
mente el participante pasivo y el activo en la relación homosexual.

Vale la pena notar que estas dos palabras griegas, arsen (hombre) y koités (sexo), son las
mismas dos palabras mencionadas en la traducción griega [la Septuaginta] de Levítico 18:22 y
20:13 – los dos textos que prohíben el sexo homosexual. Pablo y sus contemporáneos estaban
muy familiarizados con esta traducción del Antiguo Testamento, la Septuaginta. Esta conexión
entre las palabras utilizadas en Levítico para prohibir el sexo homosexual y la palabra que
Pablo utiliza en 1 Corintios 6 y 1 Timoteo 1, es una confirmación adicional del significado de
arsenokoitai. Definitivamente no hay incertidumbre lingüística sobre su significado.

Según 1 Corintios 6 y 1 Timoteo 1, aquellos que participan en una actividad homosexual no son
puestos aparte para recibir una atención especial, sino que son clasificados junto con los
sexualmente inmorales, idólatras, adúlteros, ladrones, avaros, borrachos, maldicientes,
estafadores, transgresores de la ley, desobedientes, impíos y pecadores, irreverentes y
profanos, parricidas y matricidas, homicidas, secuestradores, mentirosos y perjuros. El perdón
completo es la respuesta de Dios para todo pecador arrepentido. Pero aquellos que persisten
- 45 -
Homosexualidad Felipe Nunn

en vivir un estilo de vida que se opone a la sana doctrina y rehúsan arrepentirse y apartarse de
su pecado, serán contados entre los ‘injustos’, aquellos que “no heredarán el reino de Dios” (1
Corintios 6:10).

Esta fuerte desaprobación de la práctica homosexual en el Nuevo Testamento es consecuente


con su fuerte condenación entre los israelitas y entre los gentiles en el Antiguo Testamento
(Levítico 18 y 20). La voluntad de Dios para el hombre desde el principio, y también ahora, es
que relaciones sexuales solo tengan lugar dentro de un matrimonio entre un hombre y una
mujer. Las relaciones homosexuales siempre han sido desaprobadas por Dios. Nuestro
amoroso Padre Celestial toma en serio el pecado. Nosotros también debemos hacerlo.

Preguntas para reflexión personal o discusión en grupo

 ¿Por qué no es prudente usar los eventos en Sodoma y Gabaa como prueba de que Dios
desaprueba las actividades homosexuales?

 En Romanos 1, Pablo dice que si el Creador es reemplazado por la criatura (el ser humano),
si los ‘derechos de Dios’ son reemplazados por los ‘derechos humanos’ o ‘mis derechos’,
una cultura se degenera. ¿Nota usted esta tendencia en la cultura donde usted vive?

 En su opinión, de los cinco grupos de textos bíblicos explorados en este capítulo, ¿cuál
afirma más claramente el estándar de Dios para el comportamiento cristiano en relación con
en ‘matrimonio homosexual’? Explique su respuesta.

- 46 -
Homosexualidad Felipe Nunn

Capítulo 6

Cambio de orientación sexual:


¿Es posible? ¿Debe buscarse?
¿Se nace homosexual? Como ya mencionamos, el origen de la orientación homosexual es
complejo y, hasta hoy, no hay claridad científica al respecto. Lo más probable es que sea una
combinación de factores biológicos y sociales. ¿Es posible cambiar de heterosexual a
homosexual, o viceversa? ¿Debe el cristiano cambiar de homosexual a heterosexual? ¿Son los
sentimientos homosexuales o la aceptación de una orientación homosexual un pecado a los
ojos de Dios? De eso se trata este capítulo. Comenzaremos explorando el estatus moral de la
atracción sexual y luego exploraremos el estatus moral de una atracción homosexual.
Terminaremos este capítulo considerando la posibilidad de cambio en los sentimientos
homosexuales y si es deseable buscar ese cambio.

El estatus de una atracción sexual


Dios creó al hombre y a la mujer con órganos sexuales y deseos sexuales. Esta atracción
sexual conduce a que un hombre y una mujer se encuentren y posiblemente se reproduzcan. A
los ojos de Dios, todo lo que había creado, incluyendo la sexualidad humana, era “bueno en
gran manera” (Génesis 1:31). Nuestros deseos sexuales son tan buenos y saludables como
nuestros deseos de amar y ser amados, de pertenecer, de sentirnos cómodos, de descansar,
movernos, beber, comer, etc. Algunos de nuestros deseos son indispensables para poder vivir
(beber y comer), otros no (comodidad y sexo). Al igual que nuestros otros deseos, los deseos
sexuales también necesitan marcos saludables, aun dentro del matrimonio.
Desafortunadamente, cada uno de nuestros deseos ha sido afectado por el pecado. “Cada uno
es tentado, cuando de su propia concupiscencia2 es atraído y seducido. Entonces la
concupiscencia, después que ha concebido, da a luz el pecado; y el pecado, siendo
consumado, da a luz la muerte” (Santiago 1:14,15). La pablara griega aquí traducida
‘concupiscencia’ es moralmente neutral. Es decir, la palabra griega es usada para anhelos
positivos y negativos. En este caso, el deseo es negativo. Santiago aquí nos afirma que, si
seguimos este deseo, nos llevará al pecado. Todo deseo ‘bueno’ se convierte en un deseo
‘errado’ cuando nos anima a buscar su satisfacción fuera de la voluntad de Dios. Podemos
entender un deseo ‘errado’ como una ‘tentación interna’. Las tentaciones también pueden ser
‘externas’, cuando vienen por ejemplo de Satanás u otros. El deseo de cada cristiano debe ser
el de someter todos sus anhelos y deseos al Señorío de Cristo.

Noto que hay confusión entre cristianos acerca del estatus moral de los sentimientos
homosexuales y esto debido a la falta de claridad sobre lo que queremos decir con la palabra

2
Esta es la traducción de la palabra griega que significa ‘anhelo’ o ‘fuerte deseo’. Ese deseo puede ser para algo
malo (como en este caso) o para algo bueno. Por ejemplo, esta palabra es utilizada en Lucas 22:15 cuando Jesús
dijo “¡Cuánto he deseado comer con vosotros esta pascua antes que padezca!” y cuando Pablo expresa su anhelo
de partir y estar con Cristo (Filipenses 1:23) y su deseo de visitar a los hermanos (1 Tesalonicenses 2:17).
- 47 -
Homosexualidad Felipe Nunn

sentimientos. Algunos no hacen diferencia entre el Primer y el Segundo paso en el siguiente


cuadro. ¡Pero sí existe una diferencia!

Primer paso Segundo paso Tercer paso

La historia de Eva Ella vio que el árbol


Ella codició el fruto Ella tomó del fruto y
en Génesis 3:6. Dios era bueno y
del árbol. comió.
dijo: ‘No comáis’. hermoso.
La historia de Acán
en Josué 7:21. Dios Él vio un manto Él tomó estas cosas
Él codició el manto,
dijo: ‘no toméis babilónico muy y las escondió en su
el oro y la plata.
alguna cosa de bueno, plata y oro. tienda.
Jericó’.
La enseñanza de Un hombre ve a una Si el hombre la El hombre puede
Jesús en Mateo mujer (y la considera empieza a codiciar, también cometer
5:28. Dios dice: ‘no hermosa o comete adulterio con adulterio con su
cometerás adulterio’ atractiva). ella en su corazón. cuerpo.
Tentación. Codicia. Rebelión.
Es consciente de un Imaginación. Actos y
El estatus moral
sentimiento, de que Fantasías. Pecado comportamientos
algo lo atrae. en el corazón. pecaminosos.

En este libro, cuando escribo sobre sentimientos sexuales (y también sentimientos


homosexuales) me refiero a lo que pasa en el Primer paso y no en el Segundo paso. Es un
descubrimiento o reconocimiento interior de que uno encuentra algo hermoso o atractivo. No
hay nada de malo en eso. Esto puede variar de persona a persona. Para Acán, el manto
babilónico era ‘hermoso’. Tal vez ese mismo manto no sería ‘hermoso’ para mí. Acán se sintió
atraído por el manto babilónico. Tal vez usted no se sentiría atraído al mismo manto. Somos
diferentes. Debido a nuestro cuerpo, temperamento, educación y experiencias personales, nos
sentimos atraídos por diferentes cosas. Nuestros deseos sexuales se pueden entender de esta
manera. Un hombre puede sentirse atraído a otros hombres (homosexual) o mujeres
(heterosexual) o a ambos sexos (bisexual) o ningún sexo (asexual). No es un pecado descubrir
o reconocer que tenemos tales sentimientos. Lo que se siente es lo que se siente. El pecado
comienza con el Segundo paso.

El Primer paso es el descubrimiento de sentimientos y pensamientos que pueden llevarnos a ir


en contra de los principios de Dios. Es un descubrimiento: “siento la atracción. Estoy siendo
tentado”. El Segundo paso, que puede ocurrir rápidamente después del Primer paso, consiste
en: elaborar esos pensamientos, alimentar tales sentimientos, mirar de nuevo con lujuria,
aprobar y alegrarse de esas ideas y sentimientos, ceder en su mente y corazón. En el Segundo
paso se toma la decisión de abrazar esos sentimientos. Y al hacer esto, dice el Señor Jesús,
comenzamos a pecar en el corazón. De ahí el consejo de los apóstoles. Pedro nos dice:
“Amados, yo os ruego como a extranjeros y peregrinos, que os abstengáis de los deseos
carnales que batallan contra el alma” (1 Pedro 2:11) y Pablo añade: “Vestíos del Señor
Jesucristo, y no proveáis para los deseos de la carne” (Romanos 13:14). Somos llamados a
llevar cautivo todo pensamiento equivocado y hacerlo obediente a Cristo (2 Corintios 10:5).
- 48 -
Homosexualidad Felipe Nunn

Considere los siguientes dos ejemplos que ilustran estos tres pasos. Visualice la situación de un
joven con sentimientos homosexuales. Primer paso: ‘Me siento aislado. Aparece en mi mente la
idea de crear un perfil personal en un App para buscar una cita entre la comunidad
homosexual’. Segundo paso: ‘Empiezo a pensar en lo que voy a escribir en mi perfil. ¿Qué linda
persona me escribirá cuando vea mi perfil? ¿Qué pasará? Me alegro al considerar las
posibilidades, mis sueños y mis fantasías’. Tercer paso: ‘Creo un perfil y busco contactos’.

Para este segundo ejemplo, piense en una persona con sentimientos homosexuales o
heterosexuales. Primer paso: ‘Visito un evento deportivo local y veo a una persona que me
parece muy atractiva’. Segundo paso: ‘Memorizo el nombre de esa persona con la intención de
buscar imágenes o videos suyas en Google’. Tercer paso: ‘Busco esta persona en Google y me
masturbo al mirar algunas de sus fotos y videos’.

El Tercer paso es la implementación del Segundo paso. Los sentimientos (Primer paso) en sí
mismos no son un pecado. Pero se puede pasar de manera muy rápida y casi imperceptible
(invisible para otras personas) al Segundo paso. Dar el Segundo paso es una decisión que
usted toma. Usted es responsable de esa decisión. Querido hermano, ¡Pare! ¡No dé el segundo
paso! Es su decisión. Puede ser una decisión difícil. Pero con la ayuda de Dios, es posible
resistir toda tentación.

¿Pecado o imperfección?
En la Biblia encontramos lo que Dios considera bueno y malo. La Biblia usa varias palabras
hebreas y griegas que describen desde diferentes ángulos lo que Dios ama y lo que aborrece.
En una Biblia castellana, encontramos palabras como extravío, error, maldad, rebelión,
transgresión, abominación, impureza, etc. La palabra más utilizada es ‘pecado’.

Pecado: La palabra pecado es usada para describir actividades humanas incorrectas: hechos,
pensamientos y actitudes que van en contra de la voluntad de Dios. Hoy en día, cuando se
escucha la palabra pecado, la mayoría de las personas piensan en actividades incorrectas tales
como mentir, robar, ser orgulloso y egoísta, cometer adulterio, etc. La Biblia hace lo mismo
(Romanos 3:23, 25). Muchas veces el pecado está conectado con nuestras malas decisiones y
con cosas que hacemos de las cuales somos responsables – como es el caso del Paso 2 y el
Paso 3 en el cuadro anterior. Pero adicionalmente, la palabra pecado es a veces utilizada en la
Biblia de una forma más amplia o general, para describir situaciones de la cuales no somos
personalmente responsables.

En Romanos 3 y 5, por ejemplo, Pablo describe el pecado como una condición y nos dice que
“todos están bajo pecado” (3:9). Nos dice que “el pecado entró en el mundo por un hombre”
(5:12) y que, por el pecado de un hombre, Adán, “muchos fueron constituidos pecadores”
(5:19). Aquí notamos que el pecado nos afecta aun sin haber tomado una decisión personal. En
Romanos 6 se describe el pecado como un capataz: Pablo nos aclara que antes de nuestra
conversión éramos “esclavos del pecado” (6:16-17) y que después de la conversión, “el pecado
no se enseñoreará de vosotros” (6:14). En el siguiente capítulo, Romanos 7, Pablo describe una
lucha interna con el pecado. Aquí describe al pecado como un poder que moraba en él, “De
manera que ya no soy yo quien hace aquello, sino el pecado que mora en mí” (7:17). También
- 49 -
Homosexualidad Felipe Nunn

lo describe como una ley, una “ley en mis miembros, que se rebela contra la ley de mi mente, y
que me lleva cautivo a la ley del pecado que está en mis miembros” (7:23). Con esta definición
amplia o general de pecado, también podemos etiquetar cualquier pensamiento, sentimiento,
deseo, poder, estructura o circunstancia que va en contra de la voluntad o intención original de
Dios, con la etiqueta ‘pecado’ – aun cuando no existe responsabilidad personal.

Imperfección: Los pensamientos y la voluntad de Dios son perfectos (Romanos 12:2). Al


terminar de crear el mundo y todo lo que en él hay, “vio Dios todo lo que había hecho, y he aquí
que era bueno en gran manera” (Génesis 1:31). A partir de Génesis 3, cuando el pecado entró
en el mundo, toda la creación se ha alterado de una u otra manera. Ya no es perfecta como
Dios la diseñó que fuese. El apóstol Pablo describe esta desfiguración o ruptura general en
Romanos 8: “Porque la creación fue sujetada a vanidad… en esperanza; porque también la
creación misma será libertada de la esclavitud de corrupción… Porque sabemos que toda la
creación gime a una, y a una está con dolores de parto hasta ahora; y no sólo ella, sino que
también nosotros mismos, que tenemos las primicias del Espíritu, nosotros también gemimos
dentro de nosotros mismos, esperando la adopción, la redención de nuestro cuerpo” (8:20-23).
La perfecta creación de Dios ha caído. De alguna u otra manera toda la creación, todo ser
humano, todo deseo, incluso nuestro sentimiento de atracción sexual se ha alterado, se ha
corrompido, se ha roto. ¡Somos seres imperfectos! ¡Ya no funcionamos como Dios nos diseñó!

¿Cómo entender una atracción homosexual?


En el principio, Dios creó al hombre y a la mujer, y les dijo, “Fructificad y multiplicaos; llenad la
tierra…” (Génesis 1:28). La atracción heterosexual es el buen plan original de Dios. ¿Cómo
podemos entonces entender una atracción homosexual? Esta es una pregunta importante, y su
respuesta determinará su enfoque pastoral. A continuación, comparto siete respuestas con las
que me he encontrado.

La homosexualidad como enfermedad: durante muchos años el mundo médico catalogó la


atracción homosexual como una enfermedad. Se recomendaban terapias de conversión para
sanar al homosexual y volverlo heterosexual. Estos programas incluían medicinas, hormonas y
a veces descargas eléctricas. Si una persona cree que la atracción homosexual es una
enfermedad, hablará de curar o sanar al homosexual. Personalmente, no veo la atracción
homosexual como una enfermedad del cuerpo que necesita ser curada o sanada.

La homosexualidad como un trastorno sicológico: por supuesto, nuestros sentimientos


sexuales tienen algo que ver con nuestra alma (o psique). Algunos sicólogos proponen que los
sentimientos homosexuales pueden a veces entenderse como ‘mensajeros’ que comunican
necesidades emocionales no satisfechas en la niñez. Entonces, inconscientemente, se busca
satisfacer estas necesidades de una manera sexual. Cuando este sea el caso, la consejería y
terapia pueden cambiar la intensidad y la orientación sexual. Pero, aun así, yo no describiría
una atracción sexual primordialmente como un trastorno sicológico.

La homosexualidad como hábito aprendido: algunos sicólogos proponen que los sentimientos
homosexuales pueden desarrollarse en una persona si las condiciones sociales son favorables.
Ellos proponen que los pensamientos y comportamientos homosexuales se aprenden basados
en experiencias vividas. Por ejemplo: una mujer vive algunas experiencias sexuales
- 50 -
Homosexualidad Felipe Nunn

desagradables con hombres en su juventud. Estas experiencias negativas y dolorosas podrán


afectar la manera en que esta mujer ve a los hombres – los percibe como una amenaza.
Internamente ella se aleja de los hombres y opta por relacionarse más con mujeres – las
percibe como seguras. Sus sentimientos de aprecio para con las mujeres pueden luego
fácilmente sexualizarse, desarrollando así una atracción homosexual. Si en algunos casos una
atracción homosexual se puede ‘aprender’, entonces, de manera similar, esta atracción también
debe poderse ‘desaprender’. Para lograr esto, se usan terapias dirigidas a reversar un hábito o
una adicción. A las personas que viven esta experiencia a veces se les llama ‘homosexuales
sociales’. Sus sentimientos homosexuales son reales. Sienten de veras una atracción
homosexual. Un hábito aprendido describe la experiencia vivida por algunos, pero no describe
la experiencia de muchos otros. Para algunos esto describe su realidad, pero ciertamente este
no es el caso para todos.

La homosexualidad como resultado de influencia demoníaca: algunos cristianos están


convencidos de que los sentimientos homosexuales son generados por demonios y que,
cuando la persona es liberada de estos demonios, se volverá heterosexual. La Biblia nos
confirma la existencia de demonios y nos ilustra cómo estos demonios pueden causar o agravar
problemas físicos y psicológicos. Es cierto que después de la liberación en el Nombre de Jesús,
algunas personas testifican que sus sentimientos homosexuales desaparecieron o se volvieron
menos fuertes. Estos testimonios son reales, pero no debemos usar estos testimonios para
construir una regla general.

La homosexualidad como una variante de la creación: las personas que lo ven de esta
manera están convencidas de que tener sentimientos homosexuales es comparable a ser
zurdo. Estos recomiendan abrazar y no resistir estos sentimientos homosexuales. Un cristiano
que adopta este punto de vista cree que, ante los ojos de Dios, una relación homosexual es tan
buena como una relación heterosexual. Pero esta posición entra en conflicto con lo que Dios
nos ha revelado en la Biblia, como hemos visto en el Capítulo 5.

La homosexualidad como pecado: la homosexualidad puede describirse como pecado si por


pecado queremos decir que la homosexualidad es una desviación del propósito original de Dios
concerniente a la sexualidad. Pero si calificamos la homosexualidad como ‘pecado’, una
persona que siente atracciones homosexuales, aunque las resiste y no entra en una relación
homosexual, puede sentirse ‘pecaminoso’ (responsable y culpable) por el sólo hecho de ser
tentado. Él o ella nunca escogieron tener sentimientos homosexuales. Tampoco es de ayuda si
calificamos la anorexia, dislexia o la depresión como ‘pecado’ porque son desviaciones del
propósito original de Dios. Si en una congregación se enseña que los sentimientos
homosexuales son ‘pecado’, es muy posible que nuestros hermanos y hermanas en Cristo que
experimentan estas tentaciones homosexuales sean vistos como ‘pecadores’ o ‘moralmente
corruptos’ o ‘perversos’, ¡incluso cuando viven en castidad y santidad! Tratar a nuestros
hermanos de esta manera no puede ser el camino de Dios.

La homosexualidad como imperfección o expresión del mundo caído: la gran ventaja de


describir los sentimientos homosexuales como consecuencia del mundo caído es que se
enfatiza la idea de que ‘Dios no lo diseñó originalmente de esa manera’, sin la sugerencia de
que ‘usted es pecador responsable por lo que siente’. Uno de nuestros cuatro hijos tiene un
- 51 -
Homosexualidad Felipe Nunn

defecto cardíaco congénito complicado. Esa anomalía en su corazón no está de acuerdo con el
diseño original de Dios, pero no es su culpa. Los sentimientos homosexuales son sólo una de
las múltiples manifestaciones del mundo caído en que vivimos. Toda persona tiene que lidiar
con las consecuencias de un mundo caído, incluyendo las personas con sentimientos
heterosexuales. Es posible que algunos se acostumbren y se sientan bien con su versión de
‘imperfección’. Para otros será una experiencia frustrante, difícil y dolorosa. Cada uno de
nosotros, con nuestra versión particular de ‘imperfección’, tenemos el mismo llamado: “Andad
en el Espíritu, y no satisfagáis los deseos de la carne” (Gálatas 5:16).

¿Es posible cambiar de orientación sexual?


Sabemos que en ‘la casa del Padre’ todo es perfecto. El cristiano tiene una esperanza gloriosa.
Pero en estos momentos, seguimos viviendo en este mundo caído. ¿Qué puede esperar de
parte de Dios alguien con sentimientos homosexuales hoy? Por supuesto, para Dios todo es
posible. Dios puede curar todo cristiano de cáncer, puede detener terremotos y guerras. Pero,
evidentemente, Dios no hace todo lo que puede hacer. ¿Es posible cambiar de orientación
sexual? ¿Puede todo cristiano cambiar de homosexual a heterosexual? Entre cristianos
encontramos diferentes opiniones al respecto. Veamos.

No, nunca: algunos están convencidos de que toda persona nace con cierta orientación sexual
y que no se puede hacer nada para cambiarla. Incluso, unos consideran que cualquier deseo o
intento de cambiar la orientación homosexual es perjudicial. La sugerencia de que un cambio en
la orientación a veces es posible, es percibida por este grupo como irrespetuosa o como un
ataque contra su integridad o identidad personal. Si alguien da testimonio de que la intensidad
de su atracción homosexual ha disminuido o que ha desaparecido, este grupo dirá que esta
persona nunca fue un ‘verdadero homosexual’. Ellos atacan estos testimonios de cambio
porque los consideran ofensivos y peligrosos para los ‘verdaderos homosexuales’.

Sí, siempre: algunos cristianos afirman que, con suficiente fe o devoción, Dios siempre
restaurará los sentimientos sexuales para que queden en armonía con Su diseño original. Ellos
sostienen que el plan de Dios es convertir todo homosexual en heterosexual. Este enfoque
pone a los cristianos con sentimientos imperfectos bajo presión. Si después de años de oración
y devoción aún persisten las tentaciones homosexuales, pueden concluir que no son cristianos,
o que no tienen el Espíritu Santo o que Dios no los ama.

Sí, a veces, para algunos: existen testimonios verídicos de cristianos con sentimientos
homosexuales que han experimentado un cambio en su orientación sexual. Este cambio no
significa que nunca más volverán a sentir una atracción homosexual. Tampoco significa que
todos sus sentimientos serán heterosexuales. Pero es importante notar que un cambio en la
orientación sexual sí es posible, al menos a veces y con algunos. Sin embargo, no se pueden
ofrecer garantías de cambio.

Esta posibilidad de cambio en la experiencia de la orientación sexual se ve también entre


personas no-cristianas. Dentro de la comunidad secular LGBT, hay un grupo de personas que
se autodenominan de ‘género fluido’. Tienen identidad y bandera propia. Estos afirman que con
el paso del tiempo una persona se puede sentir más masculina o más femenina, es decir, que
su transexualidad puede cambiar en ambas direcciones. También afirman que para algunos la
- 52 -
Homosexualidad Felipe Nunn

atracción sexual también puede cambiar de heterosexual a homosexual y viceversa. Cuando


personas no-cristianas niegan la posibilidad de cambios en la orientación sexual, les hago ver
que aún los no-cristianos apoyan la posibilidad de cambio. Me parece interesante notar que
dentro de la comunidad secular LGBT existe este conflicto entre quienes fuertemente afirman
que la experiencia de su sexualidad es cambiable y quienes fuertemente afirman que se nace
con una orientación y ningún cambio es posible.

Creo que las personas que notan que su experiencia de sexualidad es fluida o cambiable
describen lo que encontramos en las Sagradas Escrituras: que nuestros sentimientos y
profundos deseos pueden ser influenciados por nuestro entorno, por experiencias vividas y
nuestra manera de pensar. Mi cuñado, por ejemplo, dice que en su juventud se sentía atraído
sexualmente tanto hacia jóvenes como señoritas, en un ‘50-50’. Hoy en día lo llamarían
‘bisexual’. Al fin se casó con una mujer y tienen 4 hijos. Ahora, 30 años después de casado,
dice sentirse más homosexual que heterosexual, un ‘90-10’. Su experiencia es una realidad. Me
confirma que, a veces, algunos, viven un cambio en su orientación sexual.

¿Qué tipo de cambio vemos? Encontramos regularmente historias de cristianos y no


cristianos que notan que sus sentimientos homosexuales se están volviendo más suaves
(menos fuertes). Algunos testifican de un cambio en su orientación sexual, de homosexual a
heterosexual o viceversa; o de heterosexual (u homosexual) a bisexual o viceversa. Algunos
afirman ser librados de sentimientos homosexuales. De manera similar a alguien que afirma ser
librado de la adicción al alcohol o a la pornografía, cuando una persona afirma ser librado de
atracciones homosexuales, esto a menudo no significa que nunca más volverá a sentir una
tentación homosexual. Ciertas debilidades dejan profundas cicatrices en el alma. Tampoco
significa que siempre sentirán fuertes atracciones heterosexuales. Otros nos comparten que sus
sentimientos homosexuales persisten, pero que Dios les ha dado ‘algo nuevo’: un amor especial
(con su atracción física respectiva) por una persona del sexo opuesto. Uno de estos que
conozco muy bien es Keesjan, ahora casado con su esposa y bendecido con tres hijos. Cuando
lo entrevisté para filmar su testimonio le pregunté si aún tenía sentimientos homosexuales. Me
contestó que sí. Luego añadió: ‘Vea hermano Felipe, usted está casado con Johanna, la ama y
desea serle fiel. Cada día usted somete su sexualidad al Señorío de Cristo y en Su poder
resiste o huye de las tentaciones que le presenta el sexo opuesto. Para mí es lo mismo. La
única diferencia es que para mí las tentaciones vienen del mismo sexo’.

¿Es recomendable buscar el cambio?


Cualquier cambio que nos acerque más al propósito original de Dios tiene que ser un cambio
bueno. Si alguien busca mejora en la salud de su cuerpo y le ruega a Dios que lo sane, o toma
los medicamentos recetados por el médico o se somete a una cirugía, estamos de acuerdo en
que su búsqueda de cambio es algo positivo. A través de estos últimos 25 años, nuestro hijo ha
tenido varias intervenciones en su corazón. Su vida se ha vuelto más ‘normal’, pero sigue
siendo un paciente cardíaco. En estos momentos está esperando un reemplazo de válvula
cardíaca. Nuestro deseo es que sanen a nuestro hijo, o que por lo menos reduzcan los efectos
negativos que implica vivir con un corazón deforme. Esta búsqueda es buena, es natural, es
recomendable. No hay virtud alguna en aceptar una enfermedad sin haber buscado una posible
mejora.

- 53 -
Homosexualidad Felipe Nunn

Nuestra forma de pensar también está afectada por nuestra imperfección. Tenemos, por lo
tanto, la tendencia a ser tercos y querer escoger nuestro propio estilo de vida sin consultar con
Dios. Jesucristo motiva a todo creyente a buscar la voluntad de Dios, a abrazarla y a vivirla
(Juan 14:23). La estrategia de Dios para cambiar nuestra manera de vivir es por medio de la
renovación de nuestra manera de pensar (Romanos 12:2). Entre más pensemos como Dios,
más vamos a querer vivir de una manera que le agrade a Él. Ese cambio de pensamiento
también afectará nuestro deseo de expresar nuestra sexualidad (heterosexual u homosexual)
de una manera que le agrade a Dios. Por lo tanto, es posible y deseable y también
recomendable para todo cristiano hacer cambios en su manera de vivir para ajustarla más y
más a la voluntad de Dios revelada en las Sagradas Escrituras.

¿Puede este cambio en la manera de pensar influenciar la presencia o la intensidad de


sentimientos homosexuales en un cristiano? A veces sí, a veces no tanto. Si la presencia de los
sentimientos homosexuales tiene su raíz en un trauma o en alguna necesidad emocional
profunda no satisfecha, entonces un cambio en la manera de pensar puede generar cambios
importantes en estos sentimientos homosexuales. Pero a veces las raíces de los sentimientos
homosexuales son tan profundas y están tan fortalecidas por la repetición de maneras
equivocadas de pensar a lo largo de muchos años, que dejarán huellas en el alma de por vida.
Todos los que vivimos en un mundo caído debemos aprender a vivir con cierto grado de
imperfección. Con la ayuda de Dios, esto es posible.

¿Es correcto el ‘aceptar’ sentimientos homosexuales?


Mi hermano Juan y su familia sirvieron al Señor como misioneros cristianos en la India durante
varios años. Debido a una enfermedad de su esposa Carolina tuvieron que abandonar la obra
misionera. Ella ha sufrido de esclerosis múltiple por más de 20 años. Muchos cristianos han
orado por ella. Los ancianos de su iglesia local la ungieron con aceite y oraron por ella. Juntos
han visitado varias reuniones y retiros cristianos de sanidad. Ellos viven en Londres, y allí ella
ha recibido algunos de los más avanzados medicamentos y tratamientos. Pero cada año su
salud se deteriora. Ahora Carolina tiene 54 años, está en casa todo el día en una silla de
ruedas, come y habla con gran dificultad, tiene un estoma... Su versión de imperfección es bien
pesada, tanto para ella como también para mi hermano y sus tres hijos. Hace un tiempo le
pregunté a Juan si todavía oraba por su esposa. ‘Sí’, dijo, ‘pero ya no ruego a Dios por su
sanidad. Hemos intentado de todo. Hemos tenido momentos de mucha esperanza seguidos de
largos períodos de profunda decepción. No podemos seguir viviendo con esa turbulencia
emocional. Para poder vivir, hemos tenido que aprender a darle a su enfermedad un lugar en
nuestra vida familiar. Hemos tenido que aprender a aceptar la realidad de nuestra situación. Por
supuesto, seguimos abiertos a la posibilidad de un milagro. Dios Padre conoce los deseos de
nuestro corazón. No entendemos por qué Dios permite esta difícil situación durante tantos años.
Para poder vivir, hemos aceptado nuestra situación, escogiendo cada día seguir confiando en
Él y viviendo para Él’.

La experiencia que están viviendo Juan y Carolina influye fuertemente en mi pensamiento sobre
la aceptación de sentimientos homosexuales. Creo que reconocer la existencia de tales
sentimientos (en vez de negarlos o suprimirlos) es un paso importante. Estos sentimientos
pueden cambiar, pero también pueden no cambiar. El aceptar la realidad de estas atracciones

- 54 -
Homosexualidad Felipe Nunn

homosexuales no significa que una persona se va a dejar dominar por esos sentimientos, ni que
va a buscar una relación homosexual.

Es recomendable buscar consejería cristiana sana e investigar la posibilidad de cambio en sus


sentimientos homosexuales. Pero no haga de esa investigación o terapia el objetivo de su vida.
Aun con nuestras limitaciones e imperfecciones, podemos vivir vidas que honren y glorifiquen a
Dios. Aún más, a veces el poder de Dios puede ser más evidente en nuestra vida a través de
nuestra debilidad e imperfección. Esta fue la experiencia vivida por el apóstol Pablo respecto a
un “aguijón en la carne” (una imperfección dolorosa) que él sufría: “respecto a lo cual tres veces
he rogado al Señor, que lo quite de mí. Y me ha dicho: Bástate mi gracia; porque mi poder se
perfecciona en la debilidad. Por tanto, de buena gana me gloriaré más bien en mis debilidades,
para que repose sobre mí el poder de Cristo. Por lo cual, por amor a Cristo me gozo en las
debilidades, en afrentas, en necesidades, en persecuciones, en angustias; porque cuando soy
débil, entonces soy fuerte” (2 Corintios 12:8-10).

Preguntas para reflexión personal o discusión en grupo

 Describa la experiencia de Eva con el fruto del árbol prohibido. ¿Qué diferencia ve usted
entre el Paso 1 y el Paso 2 en la experiencia de Eva? (Ver tabla). Haga lo mismo con la
experiencia de Acán. ¿De qué manera puede usted usar esta distinción para ayudar a un
creyente que lucha con tentaciones de carácter sexual?

 ¿Cuál es el estatus de una atracción homosexual? En este capítulo consideramos 7


posibilidades: algunos ven la homosexualidad como una enfermedad, como un hábito
aprendido, un trastorno sicológico, una influencia demoníaca, una variante de la creación,
un pecado o una imperfección (o expresión del mundo caído). ¿Por cuál o cuáles de estas
posibilidades se inclina usted? ¿Por qué?

 ¿Recomendaría usted a un amigo con sentimientos homosexuales que busque consejería


para investigar la posibilidad de cambio? ¿Por qué sí o por qué no?

- 55 -
Homosexualidad Felipe Nunn

Capítulo 7

Identidad: ¿Quién soy?


El tema de identidad se ha vuelto importante en este conflicto ideológico sobre el género. Con
frecuencia se escuchan expresiones enfáticas tales como: ¡Soy homosexual! o ¡Soy transexual!
y ¡Todos tenemos el derecho de vivir lo que somos! ¡Nadie debe ser forzado a negar lo que es!
Estas expresiones, y muchas otras similares, relacionan la orientación sexual con la identidad
de la persona o un grupo de personas. En este capítulo exploraremos ese tema de la identidad:
¿Quién soy? ¿Quién o qué determina lo que soy? ¿Qué comunica el cristiano cuando dice ‘soy
homosexual’?

Identidad: utilizada de diferentes maneras


La palabra ‘identidad’ se volvió popular desde la década de 1950. Se utiliza frecuentemente
para referirse a un grupo social con ciertas características, o a miembros de esos grupos. Por
ejemplo, ‘yo soy liberal’, ‘yo soy vegetariano’, ‘yo soy un profesor’ o ‘yo soy colombiano’. Pero la
palabra ‘identidad’ también es utilizada para definir a una persona de manera única – para
enfatizar que cada persona es diferente a todas las demás. Por ejemplo, una ‘tarjeta de
identidad’ diferencia esa persona de todas las demás personas.

Debido a que hay muchas definiciones diferentes de esta palabra ‘identidad’, y se agregarán
más, debemos tener cuidado y preguntar regularmente: ¿Qué quiere decir usted cuando usa la
palabra ‘identidad’? ¿Qué quiere decir usted cuando dice ‘yo soy un cristiano’ o ‘yo soy
Carismático’ o ‘yo soy músico’? La palabra ‘identidad’ nunca aparece en la Biblia. Esto significa
que no podemos adoptar una definición Bíblica porque esta no existe. Pero si buscamos una
respuesta a la pregunta ¿Quién soy yo? esa sí la encontramos en la Biblia. ¡Las Sagradas
Escrituras tienen mucho que decir al respecto! Para darle claridad al asunto, propongo en este
capítulo ver una diferencia entre nuestra Identidad Fundamental – que consiste en lo que Dios
dice acerca de nosotros, y las otras características o atributos personales que podemos llamar
Identidad Secundaria. El reto para cada cristiano es descubrir, creer, abrazar su Identidad
Primaria, y luego vivir en armonía con esa identidad.

¿Quién soy a los ojos de otros?


La respuesta a esta pregunta depende de la relación que tengamos con la otra persona o
entidad. Por ejemplo, su relación con su plantel educativo o empleador es limitada, y por ende
su conocimiento de ‘quién es usted’ también es limitado. Como en el caso de una fotografía
digital, la ‘foto’ de su identidad que su empleador o plantel educativo tiene de usted es de baja
resolución. Pero su relación con su cónyuge o hijos es diferente. Su familia le conoce mucho
mejor. La ‘foto’ de identidad que ellos tienen de usted es de mayor resolución – y sin embargo
no es una ‘foto’ perfecta. ¿Quién tiene la mejor ‘foto’ de su identidad? ¿Qué sabe acerca de
usted mismo? ¿Cómo se mira usted a sí mismo? ¿Qué clase de ‘foto’ tiene usted de su propia
identidad? Es posible que nuestra imagen de nosotros mismos no siempre coincida con la
realidad. El que mejor nos conoce y nos entiende es Dios mismo. Es Dios, y solamente Dios, el
que tiene la ‘foto’ perfecta de nuestra identidad. Es por eso que, si quiero saber sin

- 56 -
Homosexualidad Felipe Nunn

equivocación cuál es mi verdadera identidad, debo preguntarle a Dios: ¿Cómo me ve? ¿Quién
soy yo?

En busca de mi verdadera identidad


Diferentes fuentes proporcionan información acerca de mi identidad. Alguna entidad del
gobierno me dirá si soy colombiano o británico, si soy ingeniero o abogado. Una medida física
me dirá mi peso, altura y tipo de sangre. Mi constitución biológica me dirá si soy hombre o
mujer. Dios mismo me dirá si soy ‘Su hijo’. Estas diferentes características que constituyen mi
identidad son verídicas, pero tienen diferentes niveles de importancia. Para aclarar nuestra
identidad, me resulta útil notar una diferencia entre mis características básicas o esenciales, o
sea mi Identidad Fundamental; y mis otras características personales, que podríamos llamar mi
Identidad Secundaria.

 Identidad Fundamental: Aquí reflexiono en el hecho de que somos seres humanos y no


animales. Que somos creados a la imagen de Dios como varón o como hembra y, por lo
tanto, los hombres reflejamos algo de Dios por ser varones y las mujeres reflejan algo de
Dios por ser hembras. Si usted es un cristiano, entonces es un hijo amado de Dios. En el
momento de su conversión, su Identidad Fundamental ha sido enriquecida maravillosa y
eternamente. Más adelante seguiremos explorando estas características.

 Identidad Secundaria u otras características personales: Aquí pienso en los muchos


rasgos personales, algunos importantes y otros menos importantes, que me describen. Por
ejemplo: soy británico; ella es maestra, madre de 3 hijos de descendencia china; él toca
muy bien la guitarra; él es hincha del Atlético Madrid. Algunas cualidades personales son
buenas (es un tipo respetuoso y generoso), algunas neutrales (ella mide 160 cm y nació en
Bogotá) y otras son rasgos negativos (ella sufre de depresión; él es sordomudo).

¿Quién determina la esencia de mi identidad? Dios mismo.


¿Tengo otra opción? Claro que sí. Puedo reconocer o
rechazar la autoridad de Dios en lo que Él dice acerca de
mí. Pero es Dios, y no otras personas, circunstancias o yo
mismo, quién determina la esencia de quién soy. Nuestro
desafío es investigar lo que Dios dice de nosotros, luego
creer y abrazar lo que Dios dice, y después vivir en armonía
con esa identidad.

Una gran ventaja con esta manera de ver nuestra identidad (Fundamental y Secundaria), es
que no ignora ninguna de las características personales que me hacen único, ni aún mis
imperfecciones físicas, psíquicas o morales, y al mismo tiempo me presenta con una visión real
y positiva de quién soy – una identidad definida y sostenida por mi amoroso Padre Celestial.

Identidad Fundamental: fuentes incorrectas


Es posible tratar de construir nuestra identidad fundamental sobre fuentes externas. Esto
siempre es perjudicial para nuestra alma. Para aclarar esto, considere los siguientes ejemplos:

- 57 -
Homosexualidad Felipe Nunn

 Soy lo que tengo: no está mal tener mucho dinero o una casa grande. Dios lo ha
bendecido con eso. Es una de sus características personales. Otras personas tienen menos
dinero o no tienen casa. Lo que usted tiene es una realidad, es parte de su identidad
secundaria. Pero se convierte en algo dañino para su alma cuando vincula sus posesiones
con su identidad fundamental: al hacer esto, se sentirá usted más importante que aquellos
que tienen menos, y si le roban su riqueza le generará una crisis personal.

 Soy como me veo: el color de su piel, el que usted tenga una cara bonita o cuerpo
atractivo, o si está en una silla de ruedas, estas son parte de sus características personales.
Pero no las vincule con su identidad fundamental.

 Soy lo que hago: es bueno tener un diploma, jugar


bien el fútbol o tocar el violín. Es bueno poder cocinar
bien o saber lidiar con animales o computadoras.
Quizás tenga una adicción a la droga o a la
pornografía, o sea violento o aún un criminal. Tales
características son parte de lo que usted es, pero no
permita que formen parte de su identidad
fundamental.

 Soy lo que otros dicen de mí: otras personas


pueden decir que usted es una persona agradable o aburrida; tal vez usted es popular o no
tan popular. Lo que otros piensan de nosotros puede ser cierto o no. Pero es importante no
conectar las opiniones de los demás con nuestra identidad fundamental. No es lo que otros
dicen acerca mí lo que determina quién soy realmente, sino lo que Dios dice de mí.

 Soy lo que la iglesia dice de mí: desafortunadamente, conceptos religiosos equivocados


pueden causarnos mucho daño, porque creemos que esos conceptos provienen de Dios.
Hay también conceptos que son fundamentales: Si usted es un cristiano, ya no es un
‘pecador’ sino un ‘santo’ que ocasionalmente peca. Dios ya no le ve como un ‘pecador’, así
que ‘santo’ y no ‘pecador’ es parte de su identidad fundamental.

 Soy lo que otros han hecho de mí: es posible que usted se haya criado sin padre o sin
madre. Quizá usted es un hijo no deseado o fue abusado sexualmente. Quizá no pudo
estudiar, o intentó estudiar y no le fue bien. Quizá usted es la víctima del pecado de otra
persona. Recuerde que su identidad fundamental no está determinada por los errores y los
pecados de otras personas.

Como puede ver, existe el peligro de ligar nuestra identidad fundamental a fuentes externas.
Pero también existe el peligro de basar nuestra identidad fundamental sobre fuentes internas.
Por ejemplo:

 Soy lo que siento: como me siento tiene a menudo que ver con mi entorno. Podemos
sentirnos importantes o insignificantes, inteligentes o tontos. A veces hay poca o ninguna
conexión entre nuestros sentimientos y la realidad. Una mujer puede sentirse varón, pero
ser varón está determinado por la biología de su cuerpo y no por sus sentimientos. Los
- 58 -
Homosexualidad Felipe Nunn

sentimientos sexuales, tanto heterosexuales como homosexuales, son sentimientos que


existen en la realidad. Nuestra orientación sexual puede entenderse como uno de nuestros
rasgos personales actuales. Pero elija no vincular sus sentimientos con su identidad
fundamental.

 Soy lo que temo: todos tememos algo. Algunos temen las alturas, ciertos insectos o
personas violentas. Podemos temer el fracaso, el enfermarnos, el ser traicionado por otros.
No permita que sus temores determinen su identidad fundamental y cómo vive.

 Soy lo que quiero ser: algunos dicen, ‘yo tengo el derecho de escoger mi propia identidad’,
‘soy quien quiero ser’, ‘nadie tiene el derecho de decirme quién soy’. Esta forma de pensar
es popular entre algunos, pero no encaja con la
realidad. Un venezolano no puede escoger ser
argentino. Eso lo determina el gobierno argentino. Si
un estudiante dice ‘yo soy una enfermera’ o ‘yo soy
un piloto’ eso no lo hace una enfermera o piloto. Eso
lo determina alguna instancia educativa. Podemos
escoger luchar por cambios positivos, pero la realidad
no la determina nuestra voluntad.

Nuestra identidad fundamental no la determinan estas


fuentes exteriores ni interiores. Mi propuesta es que nuestra identidad fundamental la determina
Dios mismo. Y porque Dios nos mira con amor, porque Dios Padre me ve ‘en Cristo’, ¡tengo la
mejor identidad fundamental posible! ¿Tengo alguna opción? Sí, puedo elegir verme como Dios
me ve, o no. Mi elección no cambia la realidad de ‘quién soy’, pero sí afecta cómo me siento
acerca de mí mismo. ¡La opción de creer y abrazar la identidad fundamental que Dios ha
elegido para mí es la mejor opción de todas! Aprender a vivir en armonía con esa identidad es
vivir una vida en abundancia (Juan 10:10).

Identidad y las imperfecciones humanas


Todo ser humano es una combinación de la buena y perfecta creación de Dios y las
consecuencias de vivir en un mundo caído. Como vimos en el capítulo anterior, todos luchamos
con diversas imperfecciones. Ninguno de nosotros ha escogido vivir en un mundo lleno de
imperfecciones. Pero sí tenemos la posibilidad y la capacidad de escoger lo que vinculamos a
nuestra identidad: como cristiano, nunca permita que una característica de su imperfección
humana forme parte de su identidad fundamental.

 Usted no es una persona demente, sino un amado hijo de Dios que lucha con la
imperfección humana de la demencia.

 Usted no es un adicto a la droga o a la pornografía, sino un amado hijo de Dios que lucha
con la imperfección humana de una adicción.

 Usted no es un minusválido, sino un amado hijo de Dios que lucha con la imperfección
humana de una discapacidad física.

- 59 -
Homosexualidad Felipe Nunn

 Usted no es un viejo inútil, sino un amado hijo de Dios que lucha con la imperfección
humana asociada a las debilidades de la vejez.

 Usted no es un homosexual, sino un amado hijo de Dios que lucha con la imperfección
humana de los sentimientos homosexuales.

Cuando un cristiano dice ‘soy homosexual’


Para indicar claramente que su orientación homosexual no es parte de su identidad
fundamental, muchos cristianos prefieren decir: ‘Tengo sentimientos homosexuales’ o ‘Tengo
una orientación homosexual’ y no ‘Soy homosexual’. Creo que esta es una buena opción. Hoy
en día, cuando se escucha decir ‘yo soy homosexual’ es fácil pensar que esta persona
probablemente también tiene una relación homosexual activa.

Pero hay también cristianos que dicen ‘soy homosexual’ porque para ellos su orientación
homosexual se ha vuelto algo determinante en sus vidas. Estos han cometido el error de
vincular su orientación sexual con su identidad fundamental.

Pero también conozco cristianos que comparten con nosotros la misma convicción de vivir en
santidad, y que también, a veces, dicen ‘soy homosexual’. Al decir esto, están sencillamente
describiendo una característica personal que viven y no están vinculando su orientación
homosexual con su identidad fundamental. Usan la expresión ‘soy homosexual’ de la misma
manera en que alguien dice ‘soy costeño’, ‘soy zurdo’ o ‘soy sordomudo’. Cuando estos
cristianos dicen ‘soy homosexual’ nos están diciendo que tienen sentimientos homosexuales y
no están diciendo que tienen relaciones homosexuales. Tampoco están afirmando que sus
sentimientos homosexuales determinan como viven. Tengamos cuidado con juzgar a nuestros
hermanos por las expresiones que puedan utilizar. Lo importante es que vivamos vidas santas y
así agrademos al Señor que nos salvó.

Identidad Fundamental en Cristo


Como todos somos una mezcla de la creación perfecta de Dios y la imperfección humana
(causada por el pecado en este mundo), es evidente que todos tenemos buenas y malas
características. Desde el momento de nuestra conversión, nuestra identidad fundamental ha
sido enriquecida por Dios con características nuevas y buenas. Desde ese momento somos
hijos de Dios, “Mirad cuál amor nos ha dado el Padre,
para que seamos llamados hijos de Dios” (1 Juan 3:1),
somos ‘santos’ (Filipenses 1:1), somos libres, pues “nos
ha librado de la potestad de las tinieblas, y trasladado al
reino de su amado Hijo” (Colosenses 1:13), y mucho
más. En resumen, el paquete completo de bendiciones
que recibimos de Dios en el momento de nuestra
conversión se describe como bendiciones que tenemos
‘en Cristo’ (Efesios 1:3).

Este cambio de estatus, de ‘pecadores’ a ‘santos’, de ‘enemigos’ a ‘hijos’, de ‘oscuridad’ a ‘luz’


que tenemos ‘en Cristo’, también se describe como una nueva creación: “De modo que si

- 60 -
Homosexualidad Felipe Nunn

alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas
nuevas” (2 Corintios 5:17).

Nuestro nuevo estado ‘en Cristo’ ha enriquecido nuestra identidad fundamental de una vez para
siempre. La identidad fundamental de un cristiano está entonces determinada por la primera
creación (su nacimiento) y por la nueva creación (su nuevo nacimiento – Juan 3). Es importante
que el cristiano descubra cómo Dios lo ve ‘en Cristo’. Si usted es un cristiano, lo animo a que
lea lentamente y en voz alta las siguientes características de su identidad fundamental. Estas
describen cómo Dios lo ve a usted en estos momentos. Lea con fe – crea lo que está leyendo.
Al leer, abrace la verdad que Dios ha revelado, y ¡disfrútela!

Primera creación
 Soy un ser humano - y no un animal.
 Soy creado(a) a la imagen de Dios como varón (o hembra) – Reflejo algo de Dios al vivir
como hombre (o mujer).

Nueva creación
 Soy un(a) hijo(a) de Dios. Dios es mi Padre.
 Ya no soy un(a) pecador(a) sino un(a) santo(a) - que tristemente a veces peca.
 Soy un(a) siervo(a) de Dios.
 Soy un templo del Espíritu Santo.
 Soy parte del Cuerpo de Cristo – Él desea obrar en este mundo también a través de mí.
 Soy luz y sal en este mundo.

Lo que Dios dice acerca de usted, ¡eso es lo que usted es en realidad! Esa es su verdadera
identidad. Acepte esta identidad que Dios le ha dado. Luego relájese, viva lo que usted es, viva
según su identidad fundamental.

Preguntas para reflexión personal o discusión en grupo

 ¿Ve usted alguna diferencia entre las expresiones ‘soy homosexual’ y ‘tengo sentimientos
homosexuales’? ¿Cuál expresión prefiere y por qué? ¿Puede un cristiano decir ‘soy
homosexual’ y al mismo tiempo no vincular su orientación homosexual con su identidad
fundamental?

 ¿Cuál de las fuentes incorrectas que algunos usan para determinar su identidad
fundamental ve en su entorno o en su propia vida? ¿Qué pasa cuando una persona vincula
una de sus imperfecciones humanas con su identidad fundamental?

 “Lo que Dios dice acerca de usted, ¡eso es lo que usted es en realidad!” ¿Está usted de
acuerdo con esta afirmación? ¿Cómo puede usted ayudar a sus hermanos y hermanas en
Cristo a vivir en armonía con su identidad fundamental?

- 61 -
Homosexualidad Felipe Nunn

Capítulo 8

Buenas noticias para el homosexual


Es una triste realidad que a través de los años muchas congregaciones cristianas se han
caracterizado por la homofobia, es decir, los cristianos han tenido miedo de los homosexuales,
lesbianas y bisexuales y les han tratado con hostilidad, e incluso repugnancia. Para muchos
homosexuales el mensaje que oyen es que son odiados por los cristianos y por su Dios, que no
son bienvenidos en la iglesia, que no hay esperanza para ellos. Nosotros los cristianos
debemos arrepentirnos de cualquier actitud hostil o de rechazo hacia cualquier grupo de
pecadores. ¡El evangelio es para todos! Jesús también ama apasionadamente al homosexual,
tanto como a cualquier heterosexual. Él vino para buscarlos y salvarlos. ¡Estas son buenas
noticias para todo homosexual!

Escribo este capítulo para resaltar y afirmar que ¡en Cristo hay esperanza para usted! Es
posible que en estos momentos usted forme parte de una relación homosexual o esté
involucrado en otra relación sexual desaprobada por Dios. Puede ser que usted esté luchando
contra un hábito o un estilo de vida que la Biblia describe como pecaminoso, o puede estar
frustrado consigo mismo e incluso sentirse rechazado por Dios. Dios nunca rechaza a un
pecador arrepentido. ¡Hay esperanza para usted!

La buena noticia de un nuevo comienzo


La Biblia deja bien claro que “todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios” (Romanos
3:23). A veces los pecados de otros lucen peores que los nuestros, pero para todos vale que “la
paga del pecado es muerte” (Romanos 6:23). La buena noticia es que Jesús cargó nuestros
pecados en la cruz. Un verdadero y completo perdón es ahora ofrecido gratuitamente a todo
pecador arrepentido, sin importar la clase, gravedad o duración de su pecado. Se nos dice que
“la sangre de Jesucristo su Hijo nos limpia de todo pecado” (1 Juan 1:7). En el momento en que
usted se arrepiente y entrega su vida a Jesús, recibe un perdón completo – usted ha nacido de
nuevo. ¡Tiene un nuevo comienzo! “Porque la paga del pecado es muerte, mas la dádiva de
Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro” (Romanos 6:23).

Es posible que usted forme parte activa de una iglesia local y que exteriormente usted viva una
vida cristiana ejemplar, pero al mismo tiempo, sabe que secretamente tiene una adicción a la
pornografía homosexual, visita páginas web para homosexuales o tiene una relación
homosexual clandestina. A menudo siente la frustración de su hipocresía. Su comportamiento le
genera vergüenza. Le tengo buenas noticias: ¡Para usted también puede haber un nuevo
comienzo! Decida acudir a Cristo y decida andar en la luz, sin secretos oscuros. ¡El perdón de
Dios también está disponible para usted! “Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo
para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad” (Juan 1:9).

La buena noticia de una nueva vida


Con el nuevo nacimiento viene una nueva vida, una nueva manera de vivir. El Señor Jesús
ahora vive dentro de usted, y desea cambiar sus actitudes, sus hábitos pecaminosos, su
manera de relacionarse con Dios y con los demás. Al ser hechos hijos de Dios somos personas
- 62 -
Homosexualidad Felipe Nunn

diferentes, somos una nueva creación, somos luz que resplandece en un mundo oscuro. Todo
nuevo cristiano es santificado, es decir, es apartado para ser útil para el Señor. En Corinto, por
ejemplo, leemos que algunos de los cristianos antes habían sido fornicarios, idólatras,
adúlteros, afeminados, homosexuales, ladrones, avaros, borrachos, maldicientes, estafadores…
¡pero Jesús llegó a sus vidas y los cambió! ¡Empezaron una nueva vida! “Y esto erais algunos;
mas ya habéis sido lavados, ya habéis sido santificados, ya habéis sido justificados en el
nombre del Señor Jesús, y por el Espíritu de nuestro Dios” (1 Corintios 6:9-11). Si usted es
cristiano también ha sido lavado y santificado. Ahora Cristo nos llama a vivir de una manera
diferente.

La buena noticia de una nueva fuente de poder


El Señor sabe que somos incapaces de vivir una nueva vida en nuestras propias fuerzas.
Nuestro Padre Dios nunca nos pide hacer algo que no sea posible. Nos es imposible vivir la
vida cristiana sin la ayuda de Dios. Pero si buscamos Su ayuda, lo imposible se vuelve posible.
Cuando entregamos nuestras vidas al Señor Jesús, somos sellados con el Espíritu Santo
(Efesios 1:13). El Espíritu Santo permanece siempre dentro del cristiano. ¡Nunca más
estaremos solos! Dios promete limitar la tenacidad de las tentaciones que enfrentamos: “No os
ha sobrevenido ninguna tentación que no sea humana; pero fiel es Dios, que no os dejará ser
tentados más de lo que podéis resistir, sino que dará también juntamente con la tentación la
salida, para que podáis soportar” (1 Corintios 10:13) y nos dará el poder interno necesario para
resistir toda tentación y para vivir según Su voluntad (Efesios 3:20). El apóstol Pablo dijo: “para
lo cual también trabajo luchando según la potencia de él, la cual actúa poderosamente en mí”
(Colosenses 1:29). Este poder, esta energía está también disponible para usted y para mí.

La buena noticia de una nueva familia


Como cristiano usted hace parte de una nueva comunidad, la iglesia cristiana. Usted pertenece
a una nueva familia, ¡la familia de Dios! Sea paciente y tome el tiempo necesario para
involucrarse en una iglesia local. Su elección de amigos facilitará o dificultará su experiencia
como cristiano. En una iglesia local usted podrá encontrar apoyo, se le alentará a dejar atrás
cualquier pasado pecaminoso y será motivado a vivir en armonía con la revelación de Dios.
Ninguna iglesia local es perfecta, pero toda iglesia local debe dar la bienvenida y ser amorosa
con todos, sin importar la raza, el nivel de educación, la posición social o la orientación sexual.
Todos Sus hijos e hijas somos igualmente importantes y especiales para Dios. Además, una
iglesia local debe enseñar la Palabra de Dios, apoyar lo que Dios aprueba y desaprobar lo que
Dios condena. Espere ser aceptado, amado, desafiado, corregido y estimulado. Esto es
necesario para su crecimiento.

Ser soltero no es un ‘Plan B’


Para muchos en la tradición judía, una persona no casada está ‘incompleta’. La visión Bíblica y
por lo tanto la visión cristiana es diferente. El Señor Jesús fue perfectamente ‘completo’ sin ser
casado. Cuando Jesús recibió una pregunta sobre el divorcio, respondió con una enseñanza
sobre el matrimonio, sobre el divorcio y sobre el ser soltero3 (Mateo 19:1-12). Cuando habló de
3
Jesús habló aquí sobre ‘eunucos’, literalmente sobre hombres castrados. Como parte de su respuesta sobre el
tema del divorcio, es de entender que Jesús usa la palabra ‘eunuco’ de manera figurativa para referirse a las
personas que no se casan, que permanecen solteras y por tanto no tienen relaciones sexuales.

- 63 -
Homosexualidad Felipe Nunn

ser soltero, dio tres razones por las cuales algunos no se casan: (a) Algunos ‘nacen así’, es
decir, alguna limitación física o psicológica hace que para ellos el matrimonio no sea una
opción. (b) Algunos ‘son hechos así por otros’, es decir, no se casaron debido a circunstancias
sociales, tales como por ser esclavos, por no encontrar pareja, por dedicarse a cuidar a alguien,
porque fueron abusados sexualmente, etc. Y (c) algunos no se casan, ‘por causa del reino de
los cielos’. Este último grupo escoge no casarse. Alguien con sentimientos homosexuales o
bisexuales puede identificarse con una de estas tres categorías. Jesús afirma que el ser soltero
también es algo que se ‘recibe’. Dios le dará a todo soltero, sea de categoría (a), (b) o (c), el
poder necesario para vivir su soltería de una manera que honra su Creador. Para Jesús, ser
soltero no es un ‘Plan B’.

El apóstol Pablo se expresa de manera positiva sobre el matrimonio, pero también sobre ser
soltero. Él mismo vivió la vida de soltero. En su primera carta a los cristianos en Corinto escribe
“Quisiera más bien que todos los hombres fuesen como yo [soltero]; pero cada uno tiene su
propio don de Dios, uno a la verdad de un modo, y otro de otro” (7:7). Él vio el ‘ser soltero’ como
un don o un regalo que Dios les concede a algunos. Y Dios siempre es dador de cosas buenas.
Algunos inconversos escogen la vida de solteros por razones egoístas: así tendrán más tiempo
y dinero para invertir en su propia felicidad. Pero Pablo ve que la ventaja para el cristiano
soltero es que puede invertir más tiempo y energía en el Reino de Dios: “El soltero tiene
cuidado de las cosas del Señor, de cómo agradar al Señor; pero el casado tiene cuidado de las
cosas del mundo, de cómo agradar a su mujer” (1 Corintios 7:32-34). Para el apóstol Pablo, ser
soltero no es un ‘Plan B’.

En su Evangelio, Lucas narra la historia impresionante de un hombre soltero, “un etíope,


eunuco, funcionario de Candace reina de los etíopes, el cual estaba sobre todos sus tesoros, y
había venido a Jerusalén para adorar” (Hechos 8:27). Era común el castrar a altos funcionarios
en Babilonia, Egipto y otras naciones paganas. Sin esposa ni familia, un funcionario real se
consideraba más estable y confiable. Así que aquí Lucas nos narra la historia de un hombre
soltero con una sexualidad antinatural, una condición probablemente no elegida por sí mismo.
Pero Dios vio el corazón de este hombre. Viajó a Jerusalén porque deseaba adorar a Dios. Si
usted es soltero, ¡no olvide que Dios ve su corazón! Dios le envió al evangelista Felipe, y pronto
se convirtió y se bautizó. Hoy en día, 2.000 años más tarde, viven más de 100 millones de
personas en Etiopía. En este país africano, un 60% de la población dice ser cristiana, ¡y este
hombre fue el primero! Para Dios, ser soltero, incluso con una sexualidad no natural, no
deseada y no elegida, no es un ‘Plan B’. Si usted también busca a Dios con un corazón puro, el
Señor igual lo utilizará para edificar el Reino de Dios.

La buena noticia de un nuevo mundo


Como vimos en el capítulo 6, algunos cristianos dan testimonio de haber experimentado un
cambio en su orientación sexual, algunos instantáneamente, otros gradualmente. Otros han
dejado su estilo de vida homosexual para agradar al Señor Jesús, pero siguen sintiendo las
atracciones asociadas con una orientación homosexual. Las tentaciones y sus luchas internas
continúan. Sin importar cuál sea su lucha personal, recuerde que el Señor Jesús conoce el
dolor por el que usted está pasando. Usted no está solo. Todos los cristianos experimentamos
el dolor de vivir en un mundo caído. Algunos han perdido a un ser querido en un accidente sin
sentido. Otros han perdido un brazo, una pierna o la vista. Algunos viven con una esposa en
- 64 -
Homosexualidad Felipe Nunn

una silla de ruedas o con un esposo que está postrado en cama. Otros están exhaustos
buscando criar a un niño minusválido. La situación humana es imperfecta. La vida está llena de
frustrantes y dolorosas limitaciones que parecen ser injustas o inexplicables. ¿Por qué Dios no
interviene y cambia todo eso? No se nos ha dado la respuesta a esa pregunta…

Pero Dios sí nos ha prometido un nuevo mundo. ¿Cómo es? “Y oí una gran voz del cielo que
decía: He aquí el tabernáculo de Dios con los hombres, y él morará con ellos; y ellos serán su
pueblo, y Dios mismo estará con ellos como su Dios. Enjugará Dios toda lágrima de los ojos de
ellos; y ya no habrá muerte, ni habrá más llanto, ni clamor, ni dolor; porque las primeras cosas
pasaron. Y el que estaba sentado en el trono dijo: He aquí yo hago nuevas todas las cosas”
(Apocalipsis 21:3-5). ¡La buena noticia es que nuestra lucha con la imperfección humana y con
el pecado tendrá fin! Aun con lágrimas en los ojos podemos ver un nuevo mundo, un nuevo
hogar – un hogar que el mismo Señor Jesús ha ido a preparar para nosotros, donde ya no
viviremos los frustrantes efectos del pecado, donde nuestros corazones no volverán a estar
abatidos, y donde podremos disfrutar de la presencia de nuestro Señor Jesús por siempre.
Jesús dijo: “No se turbe vuestro corazón; creéis en Dios, creed también en mí. En la casa de mi
Padre muchas moradas hay; si así no fuera, yo os lo hubiera dicho; voy, pues, a preparar lugar
para vosotros. Y si me fuere y os preparare lugar, vendré otra vez, y os tomaré a mí mismo,
para que donde yo estoy, vosotros también estéis” (Juan 14:1-6).

Preguntas para reflexión personal o discusión en grupo

 Dicen que la Iglesia Católica Romana le atribuye demasiado importancia a la vida célibe (a
los sacerdotes y a las monjas no se les permite casarse) y que los cristianos Protestantes y
Evangélicos le atribuyen demasiada importancia a la vida matrimonial. ¿Qué piensa usted?
¿Tienen el casado y el soltero las mismas posibilidades en la iglesia donde usted se
congrega?

 Algunos solteros heterosexuales y también viudas y viudos anhelan poder casarse, pero no
encuentran una pareja adecuada. ¿Cómo comparan las frustraciones y las tentaciones de
estas personas con las que vive un cristiano con una orientación homosexual?

 En la Biblia se nos revela la existencia de un mundo nuevo venidero. ¿En qué manera
puede esta promesa y esta esperanza ser de aliento para creyentes con orientación
homosexual y para aquellos que no han encontrado pareja?

- 65 -
Homosexualidad Felipe Nunn

Capítulo 9

Ayuda pastoral y cultura de iglesia


Es muy importante mostrar interés y apoyo personal para nuestros hermanos y hermanas que
sienten atracciones homosexuales. Como cristianos somos llamados a amarnos los unos a los
otros: “Y considerémonos unos a otros para estimularnos al amor y a las buenas obras”
(Hebreos 10:24). Y este amor incluye el cuidarnos mutuamente: “La palabra de Cristo more en
abundancia en vosotros, enseñándoos y exhortándoos unos a otros en toda sabiduría…”
(Colosenses 3:16). Nuestro Señor Jesús nos llama a este cuidado mutuo cuando dijo que sus
discípulos deben lavar los pies los unos a los otros (Juan 13:14). Es importante que existan
personas sabias y de confianza en la iglesia local con las que un creyente pueda compartir sus
luchas internas, personas que empaticen con el que lucha y al mismo tiempo estén
comprometidas con la Palabra de Dios. Este capítulo es para pastores, líderes de iglesias,
líderes de jóvenes, consejeros cristianos y para todo aquel que tiene corazón para ayudar a
otros.

Algunos sugieren que nuestra vida cristiana es privada y que ningún cristiano está en posición
de juzgar a otro. Jesús mismo dijo: “No juzguéis, para que no seáis juzgados” (Mateo 7:1). ¿Es
mejor guardar silencio en cuanto a este asunto de la homosexualidad? ¿Debemos presentar la
aplicación de estos textos bíblicos como un asunto de conciencia personal o interpretación
privada? Un cristiano con inclinación homosexual (varón) que conozco bien y vive solo me dijo
hace unos meses: “Si algún día yo fuese a llegar a la iglesia con un ‘novio’, me sería de tanta
ayuda si hubiera en la iglesia alguien que me llamara aparte y me dijera ‘hermano, me gustaría
hablar sobre esto contigo’. Eso me mostraría que me aman en mi iglesia. Me sentiría seguro y
protegido en tal iglesia”. Pero ayudar o corregir a otro creyente no es cosa fácil. La consejería y
el cuidado pastoral son importantes para todo cristiano. Volvamos a las palabras de Jesús en
Mateo 7.

¿Pero quién es usted para que juzgue a otra persona?


Cuando el Señor Jesús les dijo a sus discípulos que no juzgaran, no les estaba diciendo que
debían ignorar el comportamiento de otras personas. Él estaba haciendo una corrección en la
manera y la actitud que se necesita para ayudar o corregir a otros. Después de decirles a sus
discípulos que no juzgaran, el Señor Jesús les dijo cómo ayudar a un hermano que ha pecado.
Dijo: “¿Y por qué miras la paja que está en el ojo de tu hermano, y no echas de ver la viga que
está en tu propio ojo? ¿O cómo dirás a tu hermano: Déjame sacar la paja de tu ojo, y he aquí la
viga en el ojo tuyo? ¡Hipócrita! saca primero la viga de tu ojo, y entonces verás bien para sacar
la paja del ojo de tu hermano” (Mateo 7:2-5). El método del Señor Jesús consiste de tres pasos:

Paso 1: ‘Saque primero la viga de su propio ojo’


Si usted desea ser de bendición para su hermano o hermana homosexual, hay unas vigas muy
obvias que primero debemos sacar de nuestros propios ojos. Por ejemplo:

 Un corazón frío: Decimos que amamos al pecador y que rechazamos su pecado, pero en
realidad despreciamos tanto al pecador como a su pecado.
- 66 -
Homosexualidad Felipe Nunn

 Inconsistencia: Asumimos que la lujuria entre dos personas del mismo sexo es más
desagradable ante Dios que la lujuria entre dos personas del sexo opuesto. Toda actividad
sexual fuera del matrimonio debe ser considerada por igual y consistentemente expuesta,
en amor, como pecado.

 Temor: El ‘matrimonio’ homosexual se está volviendo normal en la sociedad y se está


aceptando en un creciente número de iglesias. Escogiendo serle fiel a la Palabra de Dios,
podemos sentir temor al rechazo, temor de lo que otras personas puedan decir o hacer en
nuestra iglesia u organización. La precaución y el cuidado sano son necesarios. Pero
nuestras acciones no deben ser motivadas ni guiadas por el temor.

 Irritación: Los pecados de otros usualmente lucen peor que los nuestros. Nuestra
impaciencia fácilmente nos puede llevar a expresiones de irritación.

 Arrogancia: El creer que usted es un caso especial. Usted justifica su propio pecado.
Aunque usted mismo vive secretamente en pecado, desea corregir la actitud o la vida de su
hermano.

 Culpa: Quizá usted se siente sucio o culpable por su propia conducta sexual pecaminosa.
Confiéselo al Señor. Arregle su propio problema. Quizá usted ha sido víctima del pecado
sexual de otra persona. Perdone al ofensor de todo corazón. Usted debe estar limpio y libre
para que Dios lo pueda usar para ayudar a otros.

 Incredulidad: En el fondo no creemos que la visión de Dios sobre la sexualidad sea la


mejor: que el matrimonio es solo para un hombre y una mujer, que el sexo fuera del pacto
matrimonial siempre es pecado, que una persona puede vivir una vida plena sin tener
relaciones sexuales, que Dios a veces genera cambios en la dirección y la intensidad de los
sentimientos sexuales o que Dios a veces puede dar un amor genuino y especial por una
persona del sexo opuesto aun cuando las tentaciones homosexuales persistan.

 Cobardía: Escogemos guardar silencio. Evitamos hacer referencia al tema para evitar una
controversia que pueda afectar la armonía en su familia o en su iglesia. Queremos evitar
posible ‘mala publicidad’ que pueda reducir el crecimiento numérico de nuestra iglesia.

¿Tiene usted alguna viga en su ojo? El Señor Jesús nos insta a que no seamos hipócritas:
“saca primero la viga de tu ojo”. Sólo así estaremos en condiciones de ser usados por Dios para
bendecir también a otros.

Paso 2: ‘Entonces verá bien’


Las personas con orientación heterosexual no somos mejores o más santos que aquellos que
luchan con una orientación homosexual. Al igual que ellos, somos humanos, somos creados a
la imagen de Dios. Al igual que ellos tenemos deseos sexuales indebidos, somos pecadores
salvos por gracia y también luchamos para no caer en diversas tentaciones. Tanto los
homosexuales como los heterosexuales luchamos por someternos al Señorío de Jesús en
nuestra vida diaria. Con esta actitud realista y humilde, estaremos en condición de ‘ver bien’.
- 67 -
Homosexualidad Felipe Nunn

“Hermanos, si alguno fuere sorprendido en alguna falta, vosotros que sois espirituales,
restauradle con espíritu de mansedumbre, considerándote a ti mismo, no sea que tú también
seas tentado” (Gálatas 6:1).

Pregunte y escuche con atención


Una orientación homosexual puede tener sus raíces en experiencias no saludables, dañinas y a
veces dolorosas en el pasado - particularmente en los años formativos. Identificar, exponer, y
rechazar elementos dañinos o dolorosos del pasado, y perdonar a los involucrados, deberá ser
una prioridad. Dependiendo de las circunstancias, la guía y el seguimiento personal de parte de
un ‘mentor’4 puede ser de gran bendición. Este apoyo también puede ser dado por una pareja
de cristianos casados o a veces puede ser recomendable involucrar a un consejero cristiano
profesional.

Un amigo mío, que es un consejero cristiano profesional con especialización en desórdenes


sexuales, me escribió lo siguiente cuando leyó un borrador de este libro: “En mis
conversaciones con hombres y mujeres con sentimientos homosexuales, siempre me enfoco en
sus sentimientos. A menudo se sorprenden, porque prefieren hablar sobre cómo expresar esos
sentimientos. Pero es importante ‘escuchar’ lo que estos sentimientos buscan comunicar. A
primera vista parecen comunicar un deseo de contacto sexual con alguien del mismo género.
Pero a menudo comunican algo más profundo. Por lo tanto, como consejero, es importante
hacer preguntas para explorar esa ‘hambre’ que existe detrás de esos sentimientos sexuales.
Muy a menudo, junto con el paciente, descubrimos unos deseos fuertes y emocionales
esenciales que en sí son buenos y naturales – pero también descubrimos que el paciente está
buscando satisfacer esos deseos profundos de una manera ‘sexual’. Por ejemplo, esos deseos
fuentes pueden ser la necesidad de ser amado por alguien de su propio género o de sentirse
‘conectado’ con alguien de su propio género. Estos deseos son naturales y no son
pecaminosos. El pecado consiste en tratar de ‘obtener’ lo que se busca de una manera sexual.
Cuando el cliente comprende lo que realmente está sucediendo y cuáles son sus necesidades
profundas y que no son sexuales, esto generalmente le produce un sentir de alivio. Luego, con
este conocimiento de sí mismo, el paciente enfrenta el desafío de cómo satisfacer esas
necesidades esenciales más profundas sin recurrir a formas pecaminosas y dañinas”.

Como mencioné anteriormente, la causa de los sentimientos homosexuales es compleja. Pero


un oído atento, la oración y el apoyo de personas sabias y maduras - que aman a Dios, Su
Palabra y la persona - siempre serán de bendición.

Recuerde que las personas inconversas no pueden vivir una vida cristiana
Preste mucha atención a la historia de su conversión. Si no ha habido una conversión genuina
el Espíritu Santo no mora en esta persona (Romanos 8:9). Por tanto, no habrá el poder
necesario para un cambio de vida (Colosenses 1:29), no tienen un nuevo corazón (Ezequiel
36:26) que desea someterse a la autoridad de la Palabra de Dios (Filipenses 2:13). Explíquele
claramente el evangelio. Anímele a rendirse completamente al Señorío de Cristo (Gálatas 2:20).

4
Por ‘mentor’ me refiero a un cristiano maduro y estable que toma un interés especial en el desarrollo de otra
persona. Le da consejo, le entrena, le ayuda a fijar metas sanas, y le ayuda a cumplir sus compromisos.

- 68 -
Homosexualidad Felipe Nunn

Paso 3: ‘Saque la paja del ojo de su hermano’


¿No es cada cristiano responsable por su propia vida? Todos somos pecadores, así que ¿por
qué debe un pecador juzgar a otro pecador? ¡Una paja en un ojo no es algo bueno! Puede ser
doloroso sacarla, puede tomar algún tiempo, pero es un acto positivo. Es un acto de amistad y
de amor. El ojo y todo el cuerpo se beneficiarán y se lo agradecerán. Ignorar la paja en un ojo
es algo malo. El arrepentimiento y la conversión son asuntos muy personales. Pero al nacer de
nuevo también formamos parte de la familia de Dios, de un cuerpo, de la iglesia de Cristo.
Adquirimos la responsabilidad de preocuparnos por el bienestar físico y espiritual de los demás.
“Así que, según tengamos oportunidad, hagamos bien a todos, y mayormente a los de la familia
de la fe” (Gálatas 6:10).

Hay asuntos discutibles, por supuesto, en los que la libertad de conciencia personal debe ser
respetada (Romanos 14:4-10, Colosenses 2:16). Vendrá un día en el que cada humano dará
cuenta de sí mismo ante Dios (2 Timoteo 4:1, Hebreos 13:4, Santiago 4:12). Antes de ese día,
una de las tareas delegadas a la iglesia de Cristo es enseñar y motivar a un comportamiento
cristiano sano y corregir las desviaciones. Nuestra responsabilidad no es la de juzgar los
motivos (1 Corintios 4:5) pero sí el comportamiento (1 Corintios 5:12). El objetivo no es
condenar sino sanar, no sacar el ojo, sino sacar la paja y permitir que el ojo sane y vuelva a
funcionar normalmente - para el beneficio del ojo y de todo el cuerpo.

Buscando juntos la voluntad de Dios


Los consejeros cristianos liberales sugieren que como cada persona es diferente, la voluntad de
Dios para cada persona será diferente. Luego añaden: “A algunos cristianos homosexuales,
Dios les guiará a la vida de soltero. A otros, Dios les guiará a una hermosa relación
homosexual”. Estos consejeros terminan afirmando que la función del consejero cristiano no es
la de ayudar al hermano o a la hermana a determinar cuál de estos dos caminos es el que Dios
ha escogido para ellos. Pero esta es una manera equivocada de pensar.

Claro que es importante ponerse al lado (y no por encima) del aconsejado, para juntos buscar el
camino de Dios para su vida. El hecho de que no conocemos los detalles de la voluntad de Dios
para la vida de alguien, no quiere decir que no tenemos la voluntad de Dios según es revelada
en las Sagradas Escrituras. Si un turista le pide consejo porque desea visitar al castillo de San
Felipe de Barajas en Colombia, usted sabe que deberá viajar a la ciudad de Cartagena. Este
dato usted ya lo sabe. Lo que usted no sabe es como va a viajar: por tren, bus, avión o a pie o
en bicicleta. Existen diferentes formas de transporte, diferentes rutas y diferentes velocidades,
pero el destino final es el mismo. De igual manera, cuando estamos aconsejando a un cristiano
sobre sus atracciones homosexuales, el destino final está claro: vivir en santidad – que significa
en estos casos no entrar en una relación homosexual, o terminarla si la está viviendo. El
consejero le ayudará al aconsejado a buscar del Señor la manera de llegar a ese destino. En el
camino, algunos experimentarán cambios en sus sentimientos sexuales, otros no. Algunos
recibirán de Dios un amor especial por una persona del sexo opuesto, otros no. Algunos
terminarán una relación homosexual, otros escogerán no comenzarla. Es cierto que cada
persona es diferente y el camino de Dios para con cada uno de nosotros es diferente. Pero el
objetivo de Dios para todo creyente es el mismo, y este ya es conocido: llegar a ser más como
el Señor Jesús (Romanos 8:28-30; Gálatas 4:19).
- 69 -
Homosexualidad Felipe Nunn

Ayúdele a desarrollar convicciones bíblicas


Estudien la Biblia juntos. Hasta que un creyente esté convencido por las Sagradas Escrituras de
que cierto comportamiento es pecado, seguirá tolerando tal comportamiento en su corazón. El
rey Salomón observó que cuando el pueblo de Dios no tiene visión, profecía o revelación,
cuando no reconoce la autoridad de la Palabra de Dios, “…se desenfrena. Mas el que guarda la
ley es bienaventurado” (Proverbios 29:18). Jesús les dijo a sus discípulos: “El que me ama, mi
palabra guardará; y mi Padre le amará, y vendremos a él, y haremos morada con él” (Juan
14:23). Si no hay sumisión a la autoridad de las Sagradas Escrituras, si no hay convicción
personal, si no hay dependencia del poder del Espíritu Santo morando en nosotros, no
podemos vivir como cristianos en victoria. Nuestra manera de vivir es muy importante. Nuestras
acciones de hoy tienen impacto en la eternidad (Mateo 6:20, 1 Corintios 6:10, 2 Corintios 5:10).

Anímele a huir de la tentación


Algunos suelen decir ¡en fin, de vez en cuando todos nos equivocamos! Pero un cristiano no
está obligado a fallar. El pecado no es inevitable. Las Sagradas Escrituras dejan bien en claro
que nuestra lucha contra la tentación no es fácil. Jesús dijo: “Velad y orad, para que no entréis
en tentación; el espíritu a la verdad está dispuesto, pero la carne es débil” (Marcos 14:38). Hay
lugares, amistades y situaciones que nos hacen débiles ante la tentación. Todos debemos ser
radicales. Para algunos, la obediencia al Señor implicará pérdidas financieras, soledad,
sufrimiento e incluso la muerte. Otros pueden ser llamados a quedarse solteros (Mateo 19:12, 1
Corintios 7:37). Cualquiera que sea la tentación a la que nos enfrentemos, podemos estar
seguros de que el Señor Jesús nos entiende, se compadece de nuestras debilidades (Hebreos
4:15) y de que Él limita la fuerza de la tentación para que, con su ayuda, podamos vivir en
victoria (1 Corintios 10:13).

Fomente una ‘cultura bíblica’ en su iglesia


La ayuda pastoral (enfoque personal) debe siempre estar integrada en una iglesia con ‘cultura
bíblica’ sana (enfoque colectivo). Nuestros hermanos y hermanas que tienen inclinaciones
homosexuales necesitan una iglesia local con ciertas características para poder crecer y
prosperar: una iglesia que les respalde en su decisión de no entrar en una relación homosexual,
una iglesia que los acepte y los valore plenamente, y una iglesia que los anime a continuar
viviendo en santidad, una iglesia que no tenga miedo de corregirles cuando sea necesario, de
decirles la verdad en amor. La ‘cultura’ en una iglesia se forma por medio de los ejemplos
vividos, el tipo de enseñanza Bíblica que se presenta, cómo se aplica esa enseñanza y con qué
actitud. A continuación, presento una serie de características que promueven una ‘cultura
bíblica’ saludable de iglesia que permite que todos, incluyendo creyentes con tentaciones
homosexuales, puedan florecer en ella:

Se busca vivir como iglesia de Cristo, como una expresión cálida de la familia de Dios, donde
todo hijo e hija de Dios se siente bienvenido, sea local o extranjero, educado o no, adinerado o
pobre, casado o soltero, con atracción heterosexual u homosexual.

Se respira una atmósfera de amor, gracia y perdón. La existencia de imperfecciones humanas


no causa estrés o pánico. Tratamos como iglesia de expresar el corazón de Dios, tanto su
santidad como su profundo amor.
- 70 -
Homosexualidad Felipe Nunn

Se promueve una devoción seria al Señor Jesucristo, tanto de creyentes con sentimientos
homosexuales como los que tienen sentimientos heterosexuales. Todos somos llamados a
negarnos a nosotros mismos cada día, llevar nuestra cruz y seguir a Jesús (Lucas 9:23).

Se enseña que el seguir a Cristo nos va a costar algo. El sacrificio que se espera del creyente
con inclinación homosexual también se espera de todo creyente. Este sacrificio va más allá que
vivir en pureza sexual. El sacrificio también tiene que ver con el uso de nuestro tiempo,
finanzas, vacaciones, pasatiempos y carrera. ¡Seguir a Jesús es algo radical! (Mateo 10:37-39).

Todos en la iglesia están dispuestos a cambiar. Todos queremos ser más y más como el Señor
Jesús – y ¡aún nos falta mucho! Se alienta a los hermanos y hermanas con sentimientos
homosexuales a no aferrarse a una ‘identidad homosexual’ sino a colocar su homosexualidad
sobre el altar (como Abraham en Génesis 22) para así darle a Dios la posibilidad de cambiar
algo en su manera de sentir.

El alto nivel moral del Señor Jesús se aplica a todos. Se motiva a todos, casados y solteros, a
que honren el matrimonio (Hebreos 13:4). Se enseña y motiva en la iglesia que las relaciones
sexuales deben ser disfrutadas únicamente dentro del matrimonio heterosexual monógamo. Los
creyentes que viven en unión libre son animados a poner sus vidas en orden.

Las personas casadas no tienen un lugar especial en la iglesia en comparación con los solteros.
El soltero no se considera como un ‘Plan B’. Los solteros (homosexuales o heterosexuales) que
viven en santidad son tratados de igual manera que cualquier otro creyente, y se les da la
oportunidad de usar sus dones para servir al Señor y para edificar el Cuerpo de Cristo.

La iglesia tiene programas o estructuras (como cursos, mentores, grupos de apoyo, etc.) para
ayudar a todo creyente a crecer como discípulo – y no sólo para creyentes con problemas
serios. La santificación es un proceso para todo creyente.

Se promueven amistades constructivas y saludables. Se entiende la diferencia entre amor y


sexo (es posible tener sexo sin amor y el amor sin sexo). Se entiende la diferencia entre
intimidad y sexo (es posible tener sexo sin intimidad y amistades íntimas sin sexo).

Todo creyente es motivado a no vincular su identidad fundamental a una característica de su


imperfección humana. Cada creyente es motivado a creer lo que Dios dice acerca de él o ella
en Su Palabra, a abrazar esa identidad que Dios le ha dado, y a vivir en armonía con ella.

Sea claro en cuanto a su objetivo y los límites


Después de que una persona se ha convertido a Cristo, es natural esperar algunos cambios en
su manera de vivir. Cristo salva y transforma. Este proceso de cambio requiere de estudio
Bíblico y de paciencia. Si al pasar el tiempo no se evidencian algunos cambios serios, los
límites Bíblicos deberán ser claramente expuestos. Lo más probable es que esto será incómodo
para todos los involucrados. Pero es la manera en la que el Señor Jesús quiere que sucedan
las cosas en Su iglesia. “Os he escrito por carta, que no os juntéis con los fornicarios; no
absolutamente con los fornicarios de este mundo, o con los avaros, o con los ladrones, o con
- 71 -
Homosexualidad Felipe Nunn

los idólatras; pues en tal caso sería necesario salir del mundo. Más bien os escribí que no os
juntéis con ninguno que, llamándose hermano, fuere fornicario, o avaro, o idólatra, o
maldiciente, o borracho, o ladrón; con el tal ni aun comáis” (1 Corintios 5:9-11).

Si un cristiano persiste en el rechazo de la corrección bíblica, llegará el momento en el que la


iglesia tendrá que distanciarse socialmente de tal persona: “con el tal ni aun comáis”. Pero las
Sagradas Escrituras no especifican el momento preciso cuando esta separación debe
ejercerse. Cada iglesia debe buscar la dirección del Espíritu Santo en cuanto a cuándo y cómo
deben separarse de este creyente rebelde. Es un procedimiento doloroso y extremo. Estas
instrucciones apostólicas no deben ejercerse a la ligera, pero tampoco deben ser ignoradas. Al
implementar esta separación – y está registrado en la Biblia para ese propósito – debemos ser
balanceados y consistentes. No debe haber preferencias entre las personas ni entre los
pecados señalados.

Pero no olvide que una iglesia local debe funcionar más como un hospital que como un juzgado
o una corte legal. La iglesia es un dispensario de la abundante gracia de Cristo. Como
cristianos todos necesitamos de esta gracia para poder vivir. Bajo ciertas condiciones críticas,
aun los hospitales aíslan temporalmente a algún paciente – mientras esperan señales
importantes de recuperación. Este periodo de aislamiento (ojalá temporal) también puede ser
entendido como una expresión de la abundante gracia de Dios.

Preguntas para reflexión personal o discusión en grupo

 Muchos homosexuales dicen: “Si usted rechaza mi estilo de vida homosexual, me rechaza a
mí”. ¿Cree usted que es posible aceptar en la iglesia dos personas en un ‘matrimonio
homosexual’ sin dar aprobación a su relación?

 Si una iglesia cristiana elige aceptar o bendecir un ‘matrimonio homosexual’, ¿qué efecto
cree usted que esto tendrá sobre los otros cristianos con sentimientos homosexuales en la
iglesia? ¿Qué efecto podrá esto tener sobre la comunidad cristiana en general en los
próximos diez años?

 ¿Qué clase de ‘cultura’ domina en su iglesia local? ¿Cuáles de las características culturales
mencionadas en este capítulo reciben atención en su iglesia? ¿Qué podría cambiar en su
iglesia para hacer que sea más fácil para un creyente buscar ayuda pastoral?

 Si una pareja en un ‘matrimonio homosexual’ viene a la iglesia y, luego de un tiempo de


serio estudio Bíblico y de consejería, continúa pensado que su relación no está en conflicto
con la Palabra de Dios, ¿cómo reaccionaría usted? ¿Cómo cree usted que debería
responder la iglesia?

- 72 -
Homosexualidad Felipe Nunn

Conclusión

En las Sagradas Escrituras se nos prescribe el contexto relacional correcto para la conducta
sexual, pero se guarda silencio en cuanto a la orientación sexual. Dios nos hace responsables
por nuestra conducta, incluyendo nuestra conducta sexual. Toda clase de orientación sexual
tendrá su propio conjunto de tentaciones.

La mayoría de los cristianos concuerdan en que toda actividad sexual ocasional, irresponsable,
violenta o forzada debe ser firmemente rechazada, ya sea heterosexual u homosexual.
Históricamente el pueblo cristiano ha enseñado y sostenido que Dios desaprueba toda forma de
sexo homosexual. Durante estas últimas décadas, un creciente número de cristianos creen que
la Palabra de Dios sí permite el sexo homosexual si se realiza dentro de un ‘matrimonio
homosexual’.

La Biblia nos presenta el matrimonio y la sexualidad de una manera positiva. Tanto en el


Antiguo como en el Nuevo Testamento el matrimonio se describe como un pacto especial entre
un varón y una hembra, unidos por Dios mismo cuando un hombre deja su padre y madre y se
une a su mujer. Puesto que el estándar para el comportamiento cristiano se encuentra en el
Nuevo Testamento, Romanos 1, 1 Corintios 6 y 1 Timoteo 1 son textos claves para entender la
voluntad de Dios en cuanto al sexo homosexual. En este libro concluimos que la intimidad
sexual y las relaciones sexuales son buenas y reciben la bendición de Dios, pero únicamente
dentro del contexto de una relación matrimonial entre un hombre y una mujer. El contacto
sexual en cualquier otro contexto relacional es pecado y recibe una fuerte desaprobación de
parte de Dios, sea heterosexual u homosexual. En el Antiguo Testamento, en especial en
Levítico 18 y 20, aprendemos que Dios condenó el sexo homosexual tanto entre israelitas como
entre gentiles. La conclusión Bíblica clara, es que Dios desde el principio hasta el día de hoy
condena el sexo homosexual. El buen diseño de Dios para la sexualidad no ha cambiado.

Por mucho tiempo la iglesia cristiana ha señalado ciertos pecados para una condenación
especial. Pero el pecado homosexual no es peor que el pecado heterosexual. Ambos son
pecados. La Biblia incluye a los ofensores homosexuales en la misma categoría que los avaros,
borrachos, estafadores y adúlteros. Una vez que esto es entendido y asimilado, como iglesia
nos enfrentamos al desafío de saber cómo ayudar a tales hombres y mujeres a tener un
encuentro con Cristo, a crecer y a vivir de la manera que a Él le agrada. Tal como somos
podemos acudir al Señor Jesús. Pero no permaneceremos iguales. El Santo Espíritu que entra
y mora en todo creyente, nos confronta y nos ayuda a rechazar el pecado y a vivir en santidad.
¡Cristo salva y cambia vidas! – aun hoy.

Si queremos seguir el buen ejemplo del Señor Jesús, nuestro Maestro, debemos primero sacar
las vigas de nuestro propio ojo. Sólo entonces podremos ver a las demás personas, incluyendo
a aquellas con una orientación homosexual, como Dios las ve. Sólo entonces podremos estar
en posición para ser usados por Dios para sacar la paja de sus ojos.

- 73 -
Homosexualidad Felipe Nunn

El cuidado pastoral es importante y necesario. Éste debe formar parte de una cultura de iglesia
sana y bíblica. Para crecer, madurar y ser fructíferos, todos nos beneficiaremos de una iglesia
local que nos acoja, nos proteja, nos motive a vivir vidas santas, nos brinde gracia y perdón
cuando fallemos, y nos infunda esperanza. El ser iglesia es un camino que andamos juntos,
“hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a un varón
perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo” (Efesios 4:13).

Sobre el autor

Felipe Nunn nació en Inglaterra y su esposa, Johanna Lemkes,


en Holanda. Felipe pasó mayor parte de su infancia en
Colombia, donde sus padres sirvieron al Señor como
misioneros. Felipe y Johanna también sintieron del Señor el
llamado de servirle en la obra misionera. Llegaron a Colombia
en el año 1992 con dos pequeñas hijas, Vikki y Elsa, y en el
2007 volvieron a Europa. En Colombia, Dios los bendijo con
dos hijos más, Eduardo y Juliana. Su llamado en Colombia era
el de enseñar la Palabra de Dios, capacitar y discipular a
creyentes, aconsejar, fortalecer matrimonios y hogares, y
motivar la formación de nuevas iglesias locales.

Antes de trasladarse a Colombia, Felipe estudió una carrera en matemáticas y trabajó como
estadístico en Londres. Durante los años que vivió en Inglaterra colaboró con los ministerios de
los Navegantes (entre estudiantes universitarios) y los Gedeones. Ahora como familia, forman
parte de una congregación cristiana en Eindhoven, donde Felipe sirve como uno de los
ancianos. Regularmente enseña la Palabra de Dios en iglesias locales, conferencias y grupos
juveniles en Holanda y en otros países. En el 2006 Felipe comenzó su propio sitio web:
www.philipnunn.com . Éste contiene sus artículos, libros, materiales, mensajes en audio y video
- en diferentes idiomas - también en español. Es un pequeño aporte a la edificación del cuerpo
de Cristo en todo el mundo.

Desde 2018 trabaja, junto varios hermanos y hermanas en Cristo que experimentan
sentimientos homosexuales, en la elaboración y mantenimiento de un sitio web abierto y bíblico
con información y testimonios en video sobre la fe, la homosexualidad y la disforia de género:
www.vernieuwd.com . Este solamente está disponible en holandés.

- 74 -

También podría gustarte