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Tema I.- El proceso de formación del Estado moderno. Concepto de Estado. Elementos.
Tema II.- Inicio y evolución del régimen constitucional. Estado liberal de Derecho y Estado
social de Derecho. El Estado social y democrático de Derecho.
Tema III.- Evolución del Estado en la actualidad. (I) El Estado de partidos. Pluralismo y
partidos políticos. El régimen demoliberal como Estado de partidos. (II) El Estado
internacionalmente integrado. Apertura del Estado a organizaciones supranacionales e
internacionales: consecuencias jurídicas y políticas. La Unión Europea.
a) El feudalismo.
En el Medievo se produjo una estructura política plural, una multipolarización de los centros de
poder (poder feudal, poder de la burguesía, poder de los gremios, poder del Sacro Imperio y poder
de la Iglesia):
- el poder estaba disgregado entre las instancias particularistas (feudales, burguesas y
gremiales) y las instancias universalistas (el Imperio y el Papado, brazos respectivamente
secular y espiritual de la Cristiandad)
- como consecuencia, el Derecho era una infinidad de ordenamientos particulares
(privilegios) de los diversos estamentos, ciudades y gremios, que tenían, además,
jurisdicciones diferentes y autónomas. Finalmente, el Rey era sólo el vértice de una
pirámide de poderes autónomos.
El escaso comercio, el monopolio cultural de la Iglesia, las frecuentes incursiones árabes, etc,
obstaculizaron la emergencia de una organización política unitaria; como consecuencia, no había
una Administración propiamente dicha y funcionarizada, sino feudatarios [los que pagaban tributos]
pertenecientes a la nobleza y al clero. El Rey no tenía relación con los súbditos debido al gran
número de instancias intermedias (que eran los señores feudales); estos señores feudales estaban
unidos al Rey por pactos de vasallaje: el Rey era el vértice de una pirámide de poderes autónomos.
En ese mundo, sólo la Iglesia presentaba una organización monista del poder, lo que la robustecía
frente al resto de poderes.
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En la Baja Edad Media (a partir del siglo XII) el incremento del comercio y de la economía dineraria
provocó un nuevo estilo de vida en concentraciones urbanas (burgos), cuyos habitantes
(burguesía) reclamaron y fueron obteniendo progresivamente libertad de comercio y de circulación
frente a la rigidez del orden feudal, así como administración de justicia propia y autonomía política.
Algunas comunas autónomas italianas adoptaron una organización política de poder absoluto y
concentrado en una sola persona (signoria, señoría), que era ya un precedente directo de la forma
estatal.
La estructura feudal, sin desaparecer, experimentó una notable variación cuando los burgueses
encontraron el apoyo del Rey en defensa de las libertades que reivindicaban frente al entramado
de privilegios nobiliarios y eclesiásticos. El Rey obtuvo a cambio contribuciones económicas
crecientes y el debilitamiento económico y político de los poderes feudales.
La organización política estamental es dualista, esto es, hay dos centros de poder: el Rey y los
Estados Generales, Cortes o Parlamentos, en los que están presentes o representados los tres
estamentos mencionados.
Pero de esos dos centros de poder, el decisivo era el poder del Rey. Por lo tanto, al pasarse del
pluralismo feudal al dualismo estamental, el poder del Rey ha salido robustecido en comparación
con la situación feudal (en la que había varios centros de poder). El siguiente paso será el
monismo del Estado absoluto.
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2. El proceso de formación del Estado absoluto.
c) El término “Estado”.
El Estado absoluto, en sus inicios, no se definía como “Estado”, sino como Reino, Monarquía,
Principado, Imperio, etc:
- también se suele denominar República, de rancio sabor clásico, aunque la forma
política fuera monárquica
- no se denominaba Estado porque el término “Estado” en el Medievo tenía dos
acepciones:
a) como agrupación, función, profesión,
b) como estamento u orden social (por ejemplo, los Estados Generales eran
precisamente los órdenes sociales reunidos en el Parlamento)
c) también se utilizaban las expresiones status rei publicae, status regni
(estado de la cosa pública, estado del reino), de donde finalmente derivó el
término Estado
d) Santo Tomás de Aquino ya utiliza el término status en un sentido más
próximo al actual: status popularis (democracia), status paucorum
(oligarquía) y status optimatum (aristocracia).
Fue Maquiavelo, en su obre El Príncipe, quien introdujo el término “Estado” como hoy lo
conocemos:
- para Maquiavelo, el Estado era una forma política caracterizada principalmente por su
estabilidad y continuidad (en la titularidad y ejercicio del poder, así como en su relación
con los súbditos), apoyada en caso necesario en el uso de las armas propias del
Estado
- no obstante, el término no se generalizó hasta el siglo XVIII.
3. Concepto de Estado.
El Estado, debido a su complejidad, es muy difícil de definir; por eso, cada autor lo define a su
manera.
El profesor define el Estado como “la organización institucional de una comunidad nacional con
poder político soberano”; de forma complementaria, la nación es la comunidad políticamente
organizada en y por el Estado.
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Los órganos del Estado (Parlamento, Gobierno, etc) son los que definen el Derecho y ejercen el
poder político en la comunidad nacional.
5. El pueblo.
Hay que diferenciar entre población (habitantes de un territorio) y pueblo (con derechos jurídico-
políticos).
En su origen eran diferentes los conceptos “Pueblo” (que tenía referencias políticas: ciudadanos) y
“Nación” (que tenía referencias etnográficas y culturales: habitantes con una etnia y cultura
común); no obstante, con el tiempo, ambos conceptos se hicieron sinónimos: “personas con unidad
de territorio, origen, costumbres e idioma, con vida en comunidad y conciencia social”.
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6. El territorio.
Kelsen define el territorio como “el ámbito espacial de validez del orden jurídico”; en efecto, el
territorio es el espacio sobre el que se ejerce el poder del Estado, ofrece la base para el asiento de
la nación y permite la defensa; sus dos características son:
a) el territorio está limitado (dentro del territorio todas las personas (nacionales o
extranjeros) están sometidos al Ordenamiento estatal, y se excluye la injerencia de otro
Estado)
b) el territorio es estable (excepto excepcionalmente anexiones o escisiones).
Hasta el siglo XIX se sostenía que el Reino (tanto las personas como el territorio) era propiedad del
Rey, quien disponía del Reino libremente; no obstante, ya el artículo 2 de la Constitución de 1812
decía: “La nación española [se entiende personas y territorio] es libre e independiente y no es ni
puede ser patrimonio de ninguna familia ni persona”.
El territorio de un Estado no se extiende a las sedes diplomáticas [de otros Estados ubicados en el
territorio propio], ni a las naves y aeronaves que circulan bajo la bandera del Estado; no obstante, a
estas excepciones el Derecho internacional las dota de un estatuto jurídico especial.
La noción moderna de frontera nació precisamente con el Estado, y confiere al Estado dos
características (la clausura [de dentro no sale nada] y la impermeabilidad [de fuera no entra nada]):
- el trazado de las fronteras entre Estados está regulado por el Derecho internacional
- hay fronteras naturales:
o las montañosas suelen fijarse uniendo las cimas más altas
o para determinar las fluviales, se traza una línea de puntos coincidente con los
más profundos del lecho; en caso de que el río sea navegable, se suele dividir
el cauce al 50%
o las lacustres [lagos y pantanos], trazando una línea recta entre el término de
las respectivas riberas de los países colindantes y el centro del lago
- las fronteras artificiales son las establecidas por acuerdos entre dos Estados o bien por
resolución del árbitro convenido o por el organismo internacional competente.
Por otro lado, el proceso de integración europea ha conducido a la creación de un espacio sin
fronteras interiores en virtud del Acuerdo de Schengen de 1985, suscrito por varios Estados de la
Unión, entre ellos el español, y algunos que no lo son [Noruega, Islandia, Suiza]; se suprimen así
los controles interiores y se ha creado una frontera exterior que es donde se efectúan estos
controles; Irlanda y Reino Unido no participan en el Acuerdo de Schengen. Europa no tiene todavía
definitivamente establecidas sus fronteras interiores (la escisión de Kosovo de Serbia).
7. El poder.
El poder es capacidad de decisión (esto es, decidir que hacer tanto uno mismo como los otros) y
de influencia (esto es, capacidad de influir en la actuación de los demás)
- para ejercer el poder se necesita:
o fuerza (esto es, disponer de los medios necesarios para obtener el resultado
pretendido)
o autoridad (tiene autoridad quien es reconocido con derecho a utilizar la fuerza)
la autoridad procede del prestigio personal o de la posición en el
sistema social y político
o todo poder combina ambos factores (fuerza y autoridad).
En un principio, el poder político estuvo muy personalizado y fundido con el poder religioso y
económico; con el tiempo, la paulatina diferenciación y despersonalización del poder político ha
llevado finalmente a su institucionalización, que consiste en la distinción entre:
- el titular del poder
- el conjunto de potestades, funciones y competencias en que el poder se manifiesta
- el sujeto ejerciente de cada una de las funciones
- la organización político-comunitaria en la que todo ello se inscribe.
Esto es, las instituciones y órganos está integrados por personas, pero éstas no son titulares del
poder sino de alguna de sus competencias, que ejercen por cuenta de aquel titular o, en todo caso,
del Estado [por ejemplo, el poder sobre la policía lo tiene el Gobernador Civil, independientemente
de que un año el Gobernador sea Manuel y el siguiente año sea Pepita]. El poder estatal en un
régimen democrático es el más despersonalizado e institucionalizado.
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b) Legitimidad.
Se dice que el poder es legítimo cuando los gobernados están conformes con el origen de quien lo
ejerce y, principalmente, con la forma como se ejerce; por ejemplo, es frecuente que un régimen
que ha tenido su origen en un acto de fuerza, se legitime por la forma en que se ejerce el poder; y
viceversa, un régimen de origen legítimo puede deslegitimarse debido a la forma en que se ejerce
el poder. En todo caso, cuanta mayor sea la conformidad de los gobernados, mayor legitimidad
tiene el poder (el Estado, el régimen) y menor será la fuente de conflictos.
Max Weber distingue tres tipos de legitimidad: la legitimidad carismática (basada en la sugestiva
personalidad de quien alcanza y ejerce el poder), la legitimidad tradicional (basada en la
consolidación histórica de las instituciones), y la legitimidad racional (basada en el ordenamiento
jurídico); en la realidad, la legitimidad es una mezcla de estos tres tipos porque todo régimen busca
destacar el prestigio de sus gobernante, regular jurídicamente sus procedimiento y durar, porque,
durando genera inercia, hábitos y tradiciones. Sin embargo, hoy en día, en la cultura política
occidental no hay más legitimidad que la democrática; los tipos diferenciados de legitimidad de
Max Weber hoy en día se consideran meros factores para reforzar cualquier poder, sea
democrático o autocrático.
En todo caso, la garantía del poder de la autoridad es la fuerza (tanto en el interior como frente al
exterior). Incluso el poder legítimo ha de tener el componente de la fuerza, para ejercerla en caso
necesario; de lo contrario, no puede garantizar su continuidad ni la del sistema político. Por el
contrario, la autoridad ilegítima se mantiene básicamente empleando frecuentemente la fuerza (lo
que genera miedo y acatamiento del poder ilegítimo por parte de la población).
El Rey, en el Estado moderno (siglos XV-XVIII), concentró en sí todo el poder del Estado: el poder
del monarca era pleno, supremo y absoluto (no sujeto a las leyes); el Rey era superior al propio
Derecho que dictaba: al no haber ninguna instancia por encima de él, no podía ser sometido a
juicio. Si alguna persona, órgano o corporación ejercía algún poder, era por delegación regia y en
precario.
Para alcanzar la supremacía absoluta, los soberanos hubieron de vencer dos tremendas
resistencias:
- la Iglesia (ya que se consideraba que el origen del poder era divino): para ello
buscaban que el Papa legitimase su poder [como hizo Franco]; no obstante, la
Reforma protestante, liberó a los reyes de la sumisión a la Iglesia romana.
- el poder político nobiliario (la aristocracia): para ello se aliaron con la incipiente
burguesía frente a la aristocracia; con el tiempo, esta misma burguesía provocaría el
fin de la monarquía absoluta para instaurar el Estado liberal.
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si fuera en el ámbito del Derecho interno sería la b
8. El derecho.
Pudiera parecer que, debido a la soberanía del Estado, el orden jurídico estatal es supremo pues
determina la validez de los restantes órdenes parciales que puedan darse en su ámbito territorial
(por ejemplo, legislación que promulgan las comunidades autónomas o los municipios, normas que
hacen las universidades, etc). Y, en efecto, el Derecho estatal es supremo.
Pero es que el Derecho estatal no es diferente de las normas parciales promulgadas por otras
entidades. En efecto, el Ordenamiento jurídico estatal está integrado, además de por las normas
propias del Estado, por los ordenamientos parciales, ya sean territoriales, corporativos
(universidades), o de asociaciones y entidades privadas a los que el propio Ordenamiento estatal
atribuye funciones públicas (partidos políticos, sindicatos); dicho de otra manera, el Derecho estatal
debe ser entendido como Ordenamiento, como sistema de normas que está integrado por
subsistemas y piezas individuales, los cuales, únicamente adquieren plena significación en su
referencia al todo (al Ordenamiento jurídico en su conjunto). Así viene exigido por el propio
concepto de soberanía como poder supremo unitario.
Por otra parte, el Derecho estatal no es del todo supremo, ya que la integración del Estado en
organizaciones supranacionales se traduce en una cesión de competencias (o sea, una pérdida de
competencias) en aquellos ámbitos cedidos a dichas organizaciones.
El Estado moderno terminó consolidándose de la mano de una cierta regulación jurídica del poder;
según sea la relación entre el poder y el Derecho, así será el régimen establecido: los últimos cinco
siglos de cultura política occidental son la historia discontinua de la transformación del Estado
absoluto en Estado democrático de Derecho.
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Tema 2. Evolución del Estado: del absoluto al constitucional
El hombre moderno se caracteriza por la inseguridad, al perder la seguridad que ofrecía el orden
teocéntrico medieval (“Dios lo controla todo”). En el ámbito político, esa inseguridad se pretende
combatir pactando entre las personas la sociedad que deseamos vivir: la sociedad depende
únicamente de la naturaleza humana, esto es, de lo que pactemos crear.
a) Locke.
Locke publicó “Segundo tratado sobre el gobierno civil” en 1690. La idea de partida, la misma que
la de Hobbes, es que el estado natural de las personas (estado de naturaleza) es la inseguridad,
aunque el estado de naturaleza esté regido por la ley natural (conforme a la cual el individuo tiene
derecho a castigar el crimen, protegerse a sí mismo y a los demás, y obtener la reparación del
daño).
Para conseguir la seguridad de todos (que consiste en salvaguardar los bienes y los derechos de
todos), el poder está vinculado al fin para el que fue instituido: la salvaguardia de los derechos
naturales (que son: la vida, la libertad y la propiedad); nadie, a partir de ese momento, puede
tomarse la justicia por su mano:
- no es necesario entregar todo el poder a la autoridad constituida sin reservarse los
pactantes ninguno sobre ella; cuando el gobernante actúa de forma contraria a su
misión, el pueblo es libre para instituir uno nuevo [por el contrario Hobbes llegaba a la
conclusión que había que constituir un poder absoluto]
- además, el poder se ejerce sobre todo el territorio de la comunidad.
¿Cuándo se ha pasado del estado de naturaleza al estado civil? Según Locke, cuando existen los
tres elementos del estado civil: leyes ciertas, jueces conocidos y poder suficiente. Esto es, Locke
distingue tres funciones o poderes en un Estado constituido: legislativo, judicial y ejecutivo (en
ocasiones Locke habla de poder federativo, encargado de las relaciones exteriores).
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b) La revolución Gloriosa.
El siglo XVII inglés es el del reinado de los Estuardo (1603-1688); estos ochenta y cinco años son
la historia de la conquista de determinados derechos por parte de los hombres libres
(=propietarios), paralela a la emergencia del Parlamento como poder político equiparado al Rey y,
dentro de él, al ascenso de la Cámara de los Comunes hasta el nivel de la de los Lores:
- en 1628 la “Petición de Derechos” significó una seria restricción del poder regio y declaró
la necesidad de consentimiento parlamentario para el establecimiento de tributos
- en 1642 el Parlamento reclama una posición preferente frente al Rey y su Consejo, lo que
desencadena la guerra civil; terminada ésta, el Rey Carlos I es ejecutado y el Parlamento
proclama la República; durante esta época republicana (dominada por Cromwell) fue
adoptado el “Instrumento de Gobierno”, que pasa por ser la primera Constitución escrita de
la Historia
- en 1660 tuvo lugar la restauración monárquica, y con ella, de nuevo la tensión entre el
Parlamento y el Rey
- en 1679 se aprueba la Ley de Habeas Corpus: se prohíbe la detención sin mandato
judicial y ordena la inmediata presentación de todo detenido ante el juez para su superior
decisión
- en 1687 Jacobo II [es de los Estuardo] suspende las leyes aprobadas por el Parlamento
en defensa de la Iglesia Anglicana
- en 1688 el parlamento depone a Jacobo y proclama rey a Guillermo [de Orange], que
restablece las libertades; esta es la Gloriosa Revolución, llamada así por su desarrollo
pacífico e incruento a pesar del cambio trascendental que significó
- en 1689 el nuevo Rey firma el “Bill de Derechos” que reitera las libertades tradicionales
inglesas. No obstante, el triunfo del Parlamento no significó la instauración de un régimen
democrático, sino de un parlamentarismo oligárquico, puesto que una de las Cámaras era
nobiliaria (Lores) y en la otra (Comunes) tenía asiento una representación de la alta
burguesía, elegida mediante un sistema electoral sin sufragio universal.
El régimen instaurado era liberal (tanto en sus aspectos políticos como económicos):
- en cuanto a la política: proclamó la libertad individual, la libertad religiosa y de prensa, la
judicatura independiente, la limitación de la Monarquía y un incipiente parlamentarismo que
fue asentándose y democratizándose paulatinamente hasta el siglo XX; además se fueron
consolidando dos partidos políticos: tory y whig
- en cuanto a la economía: estaba basado en la propiedad y en las libertades de trabajo,
industria y comercio.
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En el último cuarto del siglo XVIII, dos acontecimientos cambian la faz del mundo: la
Independencia de las colonias británicas y la Revolución francesa.
a) Revolución americana.
Las colonias habían manifestado reiteradamente sus quejas por la desigualdad con que les era
aplicado el Derecho en comparación con la metrópoli:
- en 1765 rechazaron con éxito, basándose en un principio jurídico británico, un impuesto
que no había sido aprobado por sus representantes
- en 1774 el Congreso reunido de Filadelfia une en sus reivindicaciones las leyes naturales,
la Constitución británica y las Cartas otorgadas a las colonias; exige de nuevo su
consentimiento de los tributos y suspende el comercio con la metrópoli
- en 1776 un segundo congreso de Filadelfia declaró la independencia de las colonias
apelando a las leyes naturales y divinas, y a derechos inalienables como la vida, la libertad
y la búsqueda de la propia felicidad; además, en este año, se proclamó la “Declaración de
Derechos del Buen Pueblo de Virginia”, de signo claramente individualista
- en 1777 algunas colonias se dotaron de una Constitución y todas formaron una
Confederación, que ganó la guerra de independencia a Inglaterra
- en 1787 se aprobó la Constitución federal, que fue en principio aprobada sin una
declaración de derechos (aunque se añadiría posteriormente con las primeras enmiendas);
algunos de los preceptos de la Constitución limitan el poder federal y otros limitan el poder
de los Estados miembros.
La constitución de Estados Unidos fue saludada en Europa con entusiasmo porque era la prueba
incontestable de que:
- un pueblo podía celebrar un pacto constituyente con respeto del Derecho natural
- era posible una República sobre un territorio extenso si éste se estructuraba federalmente
- era factible la división de poderes, así como la existencia de frenos y contrapesos entre
ellos.
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b) Revolución francesa.
Se considera a la Revolución francesa como el origen del régimen constitucional debido a que la
“Declaración de Derechos del Hombre y del Ciudadano” de 1789 está formulada con pretensiones
de universalidad e intemporalidad.
¿Cómo sucedió?. Los Estados Generales no se reunían en Francia desde 1614. Cuando la presión
irresistible obligó a su convocatoria, se había dado ya el primer paso revolucionario. Reunidos los
representantes en Asamblea Nacional, los hechos se precipitaron en julio de 1789 con la toma de
la Bastilla [era un fuerte militar donde los revolucionarios tomaron armas y explosivos]. La
Declaración se hizo un mes más tarde.
En la Declaración se marcan las ideas esenciales del régimen constitucional liberal (igualdad,
legalidad, laicismo):
- soberanía nacional
- estado representativo (la Declaración la hacen los representantes del pueblo francés)
- división de poderes
- garantías de la libertad
- derechos individuales como límite de los poderes públicos
- igualdad frente a la sociedad construida sobre los privilegios
- unidad del Ordenamiento jurídico y del Poder Judicial frente a las justicias de los señores
feudales
- laicidad estatal frente a la influencia de la Iglesia
- principio de legalidad (imperio de la ley) frente al poder absoluto del Rey: la ley, como
expresión de la voluntad general, es el criterio de la libertad, de la igualdad y de la
seguridad.
A partir de 1800 Napoleón terminó de perfilar el nuevo Estado como centralista y servido por una
Administración uniforme.
A partir de la Revolución francesa, los países europeos fueron poco a poco adoptando regímenes
liberales conservadores; la incorporación de la democracia a estos regímenes liberales necesitó de
un largo proceso que llega hasta la segunda posguerra mundial: durante estos casi doscientos
años, el liberalismo experimentó diversas escisiones:
- el liberalismo conservador y contrarrevolucionario que, sin negar algunos de los
nuevos principios liberales, busca su entronque con la tradición
- el liberalismo doctrinario, nacido en Francia, que se opone al cesarismo napoleónico
pero también huye de un sistema representativo basado en el sufragio universal; la
soberanía nacional debe ser entendida como “soberanía de la razón”, y únicamente es
razonable el reconocimiento del derecho de sufragio a los propietarios [que son quienes
pagan impuestos]; este liberalismo doctrinario tuvo gran importancia en la España
decimonónica (las constituciones de 1837, 1845 y 1876 fueron doctrinarias).
- el liberalismo utilitarista, que hunde su raíz en Locke, encuentra en Inglaterra su principal
desarrollo: aunque en un principio era de raíz acentuadamente individualista, con el tiempo
fue impregnándose de los problemas sociales y de cierto socialismo
- en España, hubo un liberalismo radical o doceañista, llamado así en recuerdo y
homenaje de la constitución de 1812, que reivindicaba los principios revolucionarios:
soberanía nacional, sufragio universal, monarquía moderada, división de poderes, etc; este
tipo de liberalismo fue más débil que el doctrinario.
El régimen liberal, como régimen constitucional, estableció límites al poder público y se ubicó en
una perspectiva garantista de los derechos individuales. La Constitución escrita, el principio de
legalidad y el proceso codificador al que inmediatamente abocó contribuyeron poderosamente a
fortalecer la seguridad jurídica y a conformar lo que a partir de 1832 se llamaría Estado de Derecho.
Los elementos del Antiguo Régimen, tardaron en desaparecer por completo, alternando la versión
del liberalismo doctrinario con la doceañista, la revolución con la restauración. El problema
religioso (laicidad o confesionalidad), el institucional (monarquía o república) y el económico
(estamos en la época de la revolución industrial) añadieron dificultades a la consolidación de las
constituciones liberales, aunque poco a poco se fueron incorporando elementos liberales al
régimen político. Además, la evolución constitucional estuvo acompañada de la irrupción de los
nacionalismos propiciada por el principio de la soberanía nacional y la mitificación del concepto de
nación.
No obstante, el Estado liberal, a pesar de la proclamación del abstencionismo del poder público y
de la primacía de la sociedad civil, fue en realidad fuerte e intervencionista cuando lo requirió la
oligarquía (guerras coloniales, inversiones en el ferrocarril, etc); además, la administración fue
engrosándose progresivamente.
4. El Estado de Derecho.
Los elementos formales del Estado son el Derecho y el Poder; en el Estado de Derecho, el
Derecho u Ordenamiento jurídico controla al Poder [no se trata de que el Derecho controle al
Estado entero, sino al Poder]; en la práctica se habla de Estado de Derecho en vez de control
jurídico del Poder.
El poder político pretende siempre presentarse como legítimo ante la opinión de los ciudadanos y
ante la opinión pública mundial; si no se presentase como legítimo, le sería difícil justificar su
perpetuación. Sin embargo, para poder perpetuarse y alcanzar cierta estabilidad, el Ordenamiento
jurídico ha de imponerse al poder, para canalizarlo y controlarlo; de lo contrario, el poder sería
inestable y basado exclusivamente en la fuerza, el miedo y el terror. El Derecho se convierte por
tanto en un factor de estabilidad al regular el poder.
El Poder crea o define el Derecho, pero necesita del Derecho para imponer un orden y queda
sometido a ese mismo orden y por ese mismo Derecho; existe por tanto una relación muy estrecha
(y en cierta medida antagónica) entre Poder y Derecho:
- el Poder es una fuerza dinámica e innovadora que, sin la regulación del Derecho,
tiende a la autocracia
- el derecho es rígido, y por lo tanto se estanca y envejece porque la sociedad
evoluciona; necesita del Poder para ser innovado y ser capaz de institucionalizar
nuevas ideas y valores.
Existe por tanto una tensión dialéctica entre el Poder (innovación) y el Derecho (estabilización).
En esta tensión dialéctica, el poder ha buscado siempre desprenderse de toda sujeción, de toda
norma. ¿Ha de someterse el Poder al Derecho?
En la historia ha habido filósofos favorables a la limitación del poder, y otros que apoyaban su
carácter incondicionado. En el resto del epígrafe cita la posición de unos 15 filósofos y pensadores,
que supongo que no hay que memorizar.
La expresión Estado de Derecho fue creada por R. von Mohl en 1832 para indicar la “supremacía
de la ley” (dicen los franceses) o el “gobierno del Derecho” (rule of law dicen los ingleses). Esta
concepción del Estado de Derecho conecta con los valores liberales predemocráticos, que funde la
legalidad y la legitimidad el Poder al considerar el resultado de su ejercicio: garantizar los derechos
individuales civiles y políticos.
Conviene aquí (porque suelen caer preguntas en el test) sintetizar la característica básica del
Estado de Derecho (que, como se analiza más adelante, puede ser liberal, social o democrático):
- se basa en el principio de supremacía o imperio de la ley: el Derecho (ordenamiento
jurídico) limita el ejercicio del Poder.
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También conviene (porque suelen caer preguntas en el test) sintetizar las características del
Estado liberal de Derecho:
- se basa en el principio de supremacía o imperio de la ley (ya que es un Estado de
Derecho) [la Constitución nace con el Estado liberal]
- garantiza los derechos individuales civiles y políticos, que eran los “derechos naturales”
(libertad, propiedad, etc) de la burguesía decimonónica, y que se garantizaban
mediante ciertos mecanismos constitucionales (división de poderes, imperio de la ley,
primacía del Parlamento, etc); esto supuso un inmenso avance respecto al Estado
absoluto del que se partía
- no obstante, no se garantizan los derechos sociales ni económicos: del Estado no se
requieren prestaciones socioeconómicas
- el Estado es abstencionista: casi lo único que se requiere del Estado es el
mantenimiento del orden público (la vigilancia y represión de las protestas)
- la soberanía reside no en el pueblo, sino en la nación: no se requería el sufragio
universal [lo que había era sufragio censitario, los que pagaban impuestos]; el Estado
liberal no es democrático [aunque es un Estado de Derecho].
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La burguesía liberal del siglo XIX disociaba la realidad en dos regiones separadas y
frecuentemente antagónicas: la sociedad civil y el Estado:
- la sociedad civil era la esfera donde las relaciones económicas entre los individuos
habían de ser libres, con plena libertad de contratación: es lo que se denominó
liberalismo [laissez-faire]
- el Estado no debía interferir con las actividades económicas de la sociedad civil [había
de ser abstencionista], aunque sí tenía que ser lo suficientemente fuerte para realizar
ciertas políticas en beneficio de la burguesía (proteccionismo comercial, orden público,
etc).
La lucha de los menos favorecidos, del cuarto estado (la clase obrera), por participar en las
decisiones sociales y en la riqueza se plasmó políticamente en una reivindicación del principio
democrático de sufragio universal. De hecho, el proletariado lo que deseaba era un Estado fuerte,
intervencionista, que regulara los poderes sociales y económicos y dirigiese a la sociedad hacia la
igualdad. Tocqueville identificó el individualismo liberal y su incapacidad para organizar la libertad
e igualdad efectivas en una sociedad libre.
El liberalismo, como es sabido, dio lugar a una segunda mitad de siglo XIX muy movida (revolución
de 1848 y conquista del sufragio universal [masculino], marxismo, anarquismo, movimientos
revolucionarios, crisis económicas, etc); todo ello dio lugar a que incluso los conservadores
pidieran la intervención del Estado para regular la actividad económica.
La primera corrección del modelo liberal, dando entrada a la intervención estatal en la actividad
económica, fue el llamado en Francia “régimen administrativo de servicio público”, por el que se
expandió la función del Estado: el Estado asumió la gestión de los servicios de correos y
telégrafos; las compañías privadas necesitaron una concesión administrativa para gestionar los
servicios de gas y electricidad; finalmente fue decisiva la intervención del Estado para la
construcción del ferrocarril. A finales de siglo, esta tendencia intervencionista del Estado se
manifiesta con toda solidez; por ejemplo, en España se creó el Ministerio de Fomento para
construir el ferrocarril, carreteras, puertos marítimos, escuelas, etc).
Desde finales del siglo XIX, el Estado pasó de abstenerse (salvo para mantener el orden público) a
intervenir en la sociedad civil; Duguit dice “a ser un sistema de servicios públicos” que comenzó a
proveer educación, beneficencia, infraestructuras, industria y, en general, a participar en todos los
fines de la vida colectiva.
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El precedente del Estado social fue la Alemania de Bismarck de finales del siglo XIX [pero no era
Estado de Derecho], en la que como mal menor frente a los movimientos revolucionarios se
intervino en la denominada “cuestión social”, esto es, en la regulación de la relación capital-trabajo
(duración de la jornada laboral, seguro de enfermedad, seguro de jubilación, etc).
Pero fue tras la Primera Guerra Mundial, en los años 20 del siglo XX, cuando entró en crisis el
principio liberal de “dejar hacer” por su incapacidad para asegurar el orden económico en unas
sociedades en crisis como las europeas de esos momentos:
- la propia situación mundial durante la primera mitad del siglo XX (revolución rusa, crisis
económica de 1929, desarrollo de los sindicatos y de los partidos socialistas y
comunistas, I y II guerra mundial, etc) produjo a una petición unánime a la
intervención del Estado
o el capitalismo, para que mantuviera el equilibrio económico mediante su
intervención en la actividad económica (keynessianismo)
o los movimientos sociales, para alcanzar la justicia social (socialismo)
- esta fue la segunda corrección del modelo liberal: se abandonó la actitud
abstencionista liberal y se optó por un progresivo intervencionismo del Estado en la
vida socioeconómica: el Estado dirige la sociedad y la economía
- de hecho la expresión “Estado social” ya denota una integración entre Estado y
sociedad [instituciones que en el régimen liberal eran antagónicas].
Tras la II Guerra Mundial, el “Estado social” ha derivado en lo que se ha dado en llamar “Estado de
bienestar social”, que pretende una economía organizada, concertada, dirigida o planificada si
fuera preciso:
- la idea fundamental es que la armonía económica y social no viene preestablecida ni
es consecuencia automática de la libre concurrencia, ni de la autorregulación del
mercado; por ello, la armonía económica y la paz social hay que crearla interviniendo
en el mercado [es lo que se llama “economía social de mercado”]
- debido a todo ello el Estado alcanza un poder que históricamente la había sido ajeno:
el poder económico
- el hecho de que el Estado haya asumido dentro de sus competencias las de índole
económica ha dado lugar a un nuevo fenómeno: la soberanía económica del Estado es
una condición imprescindible para su propia conservación y para asegurar el orden y el
bienestar de la sociedad que lo sustenta.
Los resultados del Estado del bienestar están a la vista (educación, sanidad, pensiones, desarrollo
de la ley de dependencia) [estos son los cuatro pilares del estado del bienestar]; estos servicios no
se rigen por la mecánica oferta-demanda o mercado-precios, sino que son proveídos [en buena
medida, pero no sólo] por el Estado: así se pueden cubrir las necesidades de aquellos ciudadanos
que tienen dificultades para cubrirlas acudiendo a servicios privados. En conclusión, el gasto
público realizado para cubrir los servicios que el Estado asume viene a configurar una especie de
salario social de muchos ciudadanos, que de otro modo, no podrían procurarse tales bienes y
servicios y quedarían marginados del disfrute de una cierta calidad de vida e incluso privados de
los medios de subsistencia. Se consigue así lo que se denomina bienestar social, que se
manifiesta en forma de paz social.
c
a El
El Estado de bienestar social ha cubierto una etapa de desarrollo económico que abarca desde el
fin de la II GM hasta la crisis del petróleo de 1973; este fue el “periodo glorioso” del Estado del
bienestar:
- el Estado regulaba, planificaba y participaba en buena parte de la economía nacional
[por medio de las empresas estatales: Iberia, Telefónica, Transmediterránea, Hunosa,
etc], además de regular las relaciones laborales, arbitrar en los conflictos y asumir
buena parte de la financiación de la actividad económica
- era un Estado planificador, empresario y consumidor
- todas estas funciones las ejercía el Estado en un periodo de intenso crecimiento
económico, lo que se tradujo en una “increíble” mejora del nivel de vida [la renta per
capita en este periodo de 30 años se multiplicó por más de 3] y en una nunca vista
redistribución de la riqueza.
Una de las consecuencias del Estado del bienestar que más profunda huella ha dejado en la parte
orgánica de las Constituciones ha sido el nuevo diseño de las relaciones entre el Parlamento y el
Gobierno:
- para conseguir una mayor estabilidad institucional se ha fortalecido al Gobierno:
posibilidad de realizar decretos-leyes, delegaciones legislativas, obstáculos a la moción
de censura, etc
- otra consecuencia concomitante con el fortalecimiento del Gobierno es el crecimiento
de la Administración, cuyo funcionamiento relativamente autónomo es difícil de
controlar.
En conclusión, el Estado social responde a una idea estatal que busca conjugar jurídicamente:
- su crecimiento con la libertad de los individuos y de los grupos
- su magnitud y complejidad con su eficacia
- su permeabilidad respecto de las organizaciones sociales con su ejercicio legítimo de
la soberanía.
Por otra parte, la cláusula de “Estado social” ha incidido en la distribución del poder en los Estados
territorialmente compuesto, como es España:
- le corresponde al poder central la competencia homogeneizadora de las condiciones
básicas para el disfrute de derechos y prestaciones sociales
- se modula así el principio de autonomía territorial en el sentido de impedir que se
produzcan discriminaciones sociales por razón del territorio en el que se habita.
b
En la actualidad, el Estado de Derecho no consiste sólo en que los poderes públicos respeten el
ordenamiento jurídico, sino que además ha de ser respetuoso con las libertades públicas (que,
como el límite y control del poder, han de ser garantizadas por el ordenamiento jurídico). Si el
derecho no garantiza las libertades, un Poder autoritario podría ser respetuoso con la ley, pero no
sería un Estado de derecho.
Hoy es difícilmente discutible que para que un Estado sea de Derecho ha de serlo en los dos
sentidos del término Derecho:
- en su sentido de Derecho objetivo, de norma: el Estado de Derecho liberal ya exigía
desde finales del siglo XVIII que el Ordenamiento jurídico sea límite y cauce del poder
- en su sentido de Derecho subjetivo, como derechos y libertades: el Estado de Derecho
exige también que el ordenamiento jurídico incorpore los derechos y libertades de las
personas; únicamente hay garantía de que el ordenamiento los incorpora si los ciudadanos
participan en la creación del Derecho y en el control de su aplicación, lo que sólo sucede
en la Democracia.
La conclusión es que actualmente sólo en una democracia puede realizarse plenamente el Estado
de Derecho; esta es la razón por la que la Constitución establece que España se constituye en un
Estado social y democrático de Derecho (inspirado en la Ley fundamental de Bonn, que define
al Estado alemán como democrático y social).
a
b
d
c
d
7. Concepto unitario de Estado social y democrático de Derecho. (EXAMEN)
Hay que partir de un entendimiento unitario de dicha fórmula: no es sólo Estado de Derecho, ni
sólo Estado social, ni sólo Estado democrático, sino que cada uno de esos enunciados condiciona
y nutre a los demás:
- el Estado democrático añade al Estado social: soberanía popular, pluralismo político y
participación ciudadana (en la vida política, social, cultural y económica); el resultado
de esta participación es que el Estado ha de satisfacer las demandas planteadas por
los ciudadanos
- la igualdad y la participación rompen la separación entre gobernantes y gobernados,
entre Estado y sociedad: socializan el Estado democrático y democratizan el Estado
social; o lo que es igual: aúnan el Estado social y el Estado democrático.
b
c
TÍTULO PRELIMINAR
Artículo 1
1. España se constituye en un Estado social y democrático de Derecho, que propugna como
valores superiores de su ordenamiento jurídico la libertad, la justicia, la igualdad y el pluralismo
político.
2. La soberanía nacional reside en el pueblo español, del que emanan los poderes del Estado.
3. La forma política del Estado español es la Monarquía parlamentaria.
Tema 3. Evolución del Estado en la actualidad
Por otro lado, dentro de un partido político, ¿todos los militantes han de tener la misma ideología?:
es decir, ¿los partidos han de admitir el pluralismo interno: la existencia de corrientes internas
jurídicamente formalizadas?. Está claro que un partido democrático ha de admitir el pluralismo
interno, pero sin pasarse y poner en riesgo su carácter unitario ya que:
- un partido profesa una ideología, que puede ser flexible, pero ha de ser unitaria
- un partido debe tener un programa, que puede ser flexible y abierto, pero uno, no
tantos como corrientes internas
- en definitiva, un partido es una unidad de acción y de funcionamiento: si sus
integrantes están muy divididos ideológicamente, no es propiamente un partido, ni será
considerado como tal por los electores
Por eso se dice que a los partidos se les exige pluralismo interno, pero a la vez se les concede
cierta autonomía para mantener su carácter unitario.
a
TÍTULO PRELIMINAR
Artículo 6
Los partidos políticos expresan el pluralismo político, concurren a la formación y manifestación de
la voluntad popular y son instrumento fundamental para la participación política. Su creación y el
ejercicio de su actividad son libres dentro del respeto a la Constitución y a la Ley. Su estructura
interna y funcionamiento deberán ser democráticos.
Los antecesores de los partidos políticos fueron los “comités electorales” (a finales del siglo XVIII o
principios del XIX), que pretendían captar votos para los candidatos burgueses al Parlamento
[recordemos que entonces el voto era censitario].
Según Triepel, el tratamiento jurídico de los partidos ha pasado por cuatro etapas:
- el antagonismo (prohibición): el régimen liberal nace con una fuerte impronta
individualista que lo lleva a abolir los cuerpos intermedios y a no reconocer el derecho
de asociación (se consideraba que anteponían sus derechos particulares al de la
nación)
- la ignorancia: aunque a finales del siglo XIX el régimen liberal reconoce el derecho de
asociación, el ordenamiento jurídico no tenía en cuanta a los partidos políticos; no
obstante, se comienza a reconocer a los grupos parlamentarios [por ejemplo, ya bien
entrado el siglo XX, la Constitución republicana de 1931 no mencionaba los partidos
políticos, aunque sí los grupos parlamentarios]
- la legalización: los grupos parlamentarios, poco a poco, se fueron reconociendo como
organizaciones estables; con el tiempo, a mediados del siglo XX (tras la II Guerra
Mundial) los partidos políticos fueron reconocidos en las Constituciones [en España, el
franquismo los prohibió; la primera Constitución que los reconoció fue la actual de
1978]
- la incorporación al sistema político: “la democracia representativa es una democracia
de partidos”, incluso “una partidocracia (gobierno de los partidos)”.
Una evolución similar ha pasado con los sindicatos, pues del sindicato revolucionario clandestino
del siglo XIX se ha ido pasando al sindicato reivindicador y negociador de la segunda mitad del
siglo XX; se ha ido adaptando el ordenamiento jurídico: se ha pasado de la prohibición y represión
de los sindicatos, a su reconocimiento constitucional.
b) Fórmulas de institucionalización.
¿Cómo regulan las Constituciones de los diferentes países europeos a los partidos políticos? De
eso va este epígrafe. Creo que es interesante, pero no importante.
Los partidos políticos están transformando el sistema parlamentario [este es el título de este
epígrafe]:
- originalmente [tiempos ha], cada diputado tenía su propio voto en función de los
intereses que representaba
- actualmente, debido a la disciplina de partidos, el grupo parlamentario vota como un
bloque lo que decide el partido; la consecuencia es que quien forma el Gobierno y
legisla es el partido (aunque se siga diciendo que es el Parlamento)
- por ello, el Parlamento se ha transformado en “un órgano con una función de servicio”:
la producción de las leyes necesarias para el funcionamiento del sistema; no obstante,
quien decide la legislación a aprobar es el partido de la mayoría, que se convierte así
en “el partido de ocupación del Estado”
- se puede concluir diciendo que son los partidos, en particular el partido dominante,
quienes toman las decisiones que, posteriormente, quedan formalizadas y legitimadas
por el Parlamento.
Por todo ello decimos que “el Estado de hoy es un Estado de partidos” (Estado social de
partidos), y “la democracia actual es una democracia de partidos”; por eso, atentar contra la
existencia o el libre funcionamiento de los partidos es atentar contra la democracia.
En conclusión, los partidos articulan políticamente la sociedad desde fuera de los órganos
estatales, y la gobiernan desde dentro de ellos; están, pues, a medio camino entre ser un aparato
del Estado y ser un transmisor de las demandas ciudadanas.
Precisamente la financiación pública de los partidos políticos es el principal aspecto que está
determinando su transformación en lo que se llama “partidos de electores”:
- en primer lugar hay que resaltar que los partidos no pueden sobrevivir sin la
financiación pública, y que la cuantía de esta financiación es proporcional a los
resultados electorales: cuantos más diputados obtenga un partido, más financiación
obtiene, lo que facilita que haga mejores campañas electorales al contar con mejor
financiación, lo que a su vez mejora los resultados electorales [es un círculo]
- la financiación pública de los partidos presenta una cara positiva: el sistema político
asume, defiende y sostiene el pluralismo político
- pero que los ingresos de los partidos dependan básicamente de la financiación pública
también presenta una cara negativa:
o los partidos están cada vez más dentro del aparato estatal y más lejos de la
sociedad civil, son más maquinarias de poder que agentes de socialización
política
o al depender la financiación pública de los resultados electorales:
los partidos buscan electores donde más hay (en el centro político):
esto da lugar a una “desideologización” de los partidos, la progresiva
desaparición de los partidos de clase y su sustitución por “partidos de
electores”; estos partidos de electores han de confeccionar programas
muy generales y moderados que no espanten a los electores
indecisos: por eso los programas electorales de los distintos partidos
son muy parecidos entre sí, y las elecciones se dirimen por muy pocos
votos
los resultados electorales dependen en buena medida de la
información que reciben los electores a través de los medios de
comunicación, por eso los partidos son muy dependientes de los
medios de comunicación (ya que en la democracia de partidos se vive
en campaña electoral permanente), a los que atienden más que a sus
propios militantes y votantes, procurando evitar a toda costa su
hostilidad (es lo que se llama “mediocracia” o gobierno de los medios
de comunicación).
Finalmente, a los partidos políticos les está sucediente lo que le sucedió al Parlamento tras la II
Guerra Mundial: al convertirse los partidos, de facto [aunque no formalmente], en órgano de poder
y tener que gobernar el Estado, dejan de ser el vehículo de presentación de algunas demandas de
los ciudadanos; estas demandas empiezan a ser atendidas por otros agentes, como son:
asociaciones de vecinos, ligas de marginados sociales, movimientos feministas, organizaciones
ecologistas, sindicatos, 15-M, etc; estas asociaciones están realizando la función que en su día
ejercieron los partidos políticos: negociar directamente con los poderes públicos (o con los partidos
políticos para que incorporen determinadas demandas en sus programas); por eso al Estado actual
también se le denomina Estado de asociaciones.
Ya desde el siglo XVII se especuló sobre el federalismo internacional, sobre la necesidad de una
civitas gentium; así Saint-Pierre dedicó a este asunto su obra Proyecto de paz perpetua; Kant
propugnaba una asociación de Estados sometidos a una ley general (de forma análoga a como los
individuos se organizaban políticamente para formar un Estado): esta federación de Estados
permitiría garantizar la paz perpetua.
Actualmente, los acuerdos entre Estados son imprescindibles para abordar la gestión
supranacional de numerosos asuntos [comunicaciones, seguridad, transporte, mercado, medio
ambiente, revolución científica, etc]; es lo que se denomina la sociedad transnacional; en esta
sociedad, los agentes sociales rebasan las fronteras: empresas multinacionales,
internacionalización de ONG, partidos políticos y sindicatos, etc. El Estado ha de coordinar con
otros Estados la ampliación progresiva del Derecho internacional, así como las medidas a tomar
para que la eficacia de las normas tenga alcance mundial. Por otra parte, la sociedad transnacional
dificulta el control del Estado sobre elementos de su propia sociedad nacional.
No obstante sigue siendo imprescindible el Estado nacional, no solo para organizar su propia
sociedad, sino para ejecutar los acuerdos contraídos con otros Estados. En todo caso quedan muy
lejos los caracteres de clausura e impermeabilidad del Estado absoluto: la independencia estatal
ha sido sustituida por todo un sistema de interdependencias entre los Estados.
La crisis del Estado nacional se manifiesta en la convicción de su pequeñez para abordar ciertos
problemas (como la reconstrucción europea tras la segunda guerra mundial, o los problemas
políticos actuales; no obstante permanece la resistencia de las naciones a ser absorbidas o a
disolverse en los entes supranacionales) y de su desmesurado tamaño para resolver otros (lo que
produce un renacimiento del regionalismo que se manifiesta en una descentralización política).
En medio de esa bipolar tensión, la inercia histórica y el sentimiento de resistencia frente al exterior
y de unidad frente a movimientos interiores juegan a favor de la persistencia de los Estados
nacionales.
b-3) Conclusión.
Hay dos formas de incorporarlos tratados internacionales al Derecho interno (el Convenio de Viena
sobre el Derecho de los Tratados permite cualquiera de las dos):
- la recepción automática del tratado desde que es internacionalmente obligatorio; esta
forma de incorporación suele ser la general en los regímenes demoliberales: el
Gobierno tiene la iniciativa en la negociación del tratado, pero en la conclusión suele
intervenir el Parlamento (bien consintiendo el tratado, bien autorizando al Gobierno o al
Jefe del Estado a firmarlo); esto es lo que dispone la Constitución española
- la incorporación mediata: consiste en convertir el tratado en una ley para incorporarla
al Derecho interno; esta forma de incorporación se suele hacer cuando el Parlamento
no participa en la redacción del tratado.
Tras su publicación, los tratados deben ser ejecutados; en este sentido hay dos tipos de tratados:
- los que permiten su aplicación directa sin necesidad de un desarrollo legal o
reglamentario
- los que exigen que los Estados complementen el tratado mediante un desarrollo; la
Constitución española asigna a las Cortes Generales o al Gobierno, según los casos,
la competencia para hacer este desarrollo normativo.
c
España siguió a lo largo del siglo XX una política de aislamiento y relativa neutralidad, que le
permitió soslayar los horrores de las dos guerras mundiales, pero que le impidió beneficiarse del
Plan Marshall y participar en la reconstrucción y despegue europeos.
Durante el régimen franquista, España ingresó en la ONU (en 1945) y en la OSCE (Organización
para la Seguridad y Cooperación en Europa, en 1973), que no requerían el cumplimiento de
condiciones democráticas. Además, el régimen franquista pretendió, de modo tan reiterado como
infructuoso, el ingreso en la Comunidad Europea, a la que únicamente puede pertenecer Estado
con régimen democrático.
d
BLOQUE 2. TEORÍA DE LA CONSTITUCIÓN
Tema VI.- La Justicia constitucional y sus modelos clásicos. Naturaleza. Tipos de control
de Constitucionalidad.
1. Terminología.
Art. 16 de la Declaración de Derechos del Hombre y del Ciudadano de 1789: “Toda sociedad en la
que no esté asegurada la garantía de los derechos ni establecida la división de poderes carece de
Constitución”; y es que el régimen constitucional nació por oposición al régimen absolutista: “allá
donde hay limitación jurídica del poder y garantía de los derechos y la libertad hay Constitución, y
allá donde no las hay, no”.
Ya hace tres siglos un inglés (Bolinbroke) definió la constitución como “el conjunto de instituciones
y costumbres que constituyen el sistema general por la que la comunidad acepta ser gobernada”;
más sintéticamente: “norma fundamental y suprema de organización de un régimen político”.
Las sociedades actuales son extraordinariamente complejas, las constituciones añaden órganos
nuevos con sus respectivas funciones, más derechos, más garantías, etc. Estamos ante las
Constituciones racional-normativas que son a la vez liberales y democráticas, con un amplio
contenido material y una neta superioridad formal respecto de todas las demás normas del
Ordenamiento jurídico.
En conclusión, se puede describir la Constitución como el fruto de la voluntad de una comunidad
política para establecer una norma jurídica suprema a la que quedan vinculados tanto los
ciudadanos como los poderes públicos, y que establece en concreto:
- las funciones fundamentales del Estado y los órganos para ejercerlas
- las relaciones que éstos órganos han de observar en su funcionamiento
- y finalmente, los derechos y libertades de las personas y las garantías de su ejercicio y
disfrute.
La Constitución como norma suprema, se erige en fundamento y límite del resto del Ordenamiento
jurídico del país; el contenido habitual de una Constitución es:
1) la declaración de los valores profesados (libertad, igualdad, justicia, …)
2) los principios básicos del régimen político (soberanía nacional, …) en los que se
inspiran tanto el Ordenamiento jurídico como la actuación de los poderes públicos
3) los principios técnico-jurídicos a través de los cuales debe instrumentarse el régimen
político
4) su naturaleza normativa suprema
5) el sistema de fuentes, y de los órganos y procedimientos de su creación
6) los derechos y sus garantías
7) la regulación de los órganos y funciones del Estado, y su coordinación
8) la regulación de la forma de designación de los cargos públicos
9) el procedimiento de reforma
10) el procedimiento de control constitucional de las leyes.
En conclusión, “la Constitución adopta unos valores (una ideología) de Derecho como principio
rector de la organización social”.
Por lo demás, hoy se acepta que los derechos fundamentales tienen eficacia directa, esto es:
- que vinculan u obligan a los poderes públicos
- que son inmediatamente tutelables por los tribunales sin necesidad de leyes interpuestas
- por eso es dudoso que la regulación de los derechos y libertades sea parte dogmática
(porque esta regulación de los derechos incluye mandatos al legislador, garantías
institucionales y judiciales, etc)
- por otra parte, la parte orgánica (las instituciones que gobiernan la sociedad) influye en la
aplicación real de la parte dogmática.
La Constitución suele estar promulgada como la norma suprema del Estado (con un estilo solemne
y retórico), diciéndolo ella misma a veces de modo expreso; además, la Constitución suele estar
revestida de formas constitucionales (un Preámbulo que invoca principios y valores, artículos con
declaraciones y explicaciones, etc); esto es, la Constitución suele estar revestida de formas
constitucionales.
Por otra parte, respecto a la materia de la Constitución, ningún texto constitucional contiene todos
los preceptos fundamentales que son posibles y, en cambio, todos suelen incorporar preceptos que
no lo son:
- esto es así porque no hay consenso en considerar cuales son los preceptos
fundamentales
o es el poder constituyente quien decide qué se incluye en el texto y qué no, y
este poder constituyente responde frecuentemente a estímulos y condiciones
de tiempo y lugar
- en cualquier caso, la Constitución formal es la totalidad de los preceptos del texto
promulgado como tal, los cuales son los únicos a los que alcanzan la supremacía y la
rigidez constitucionales
- obviamente, si un precepto fundamental no es incluido en la Constitución, no le
alcanzan las garantías que tienen los preceptos incluidos.
Todos los textos constitucionales se encuentran en un punto intermedio entre la pura formalidad
vacía de materia y el máximo de materia constitucional.
Como dice García Pelayo, si bien el Derecho constitucional es inconcebible sin el poder, éste sólo
adquiere sentido estatal por su vinculación al Derecho; de ahí la importancia del estudio de las
fuentes del Derecho constitucional.
Algunos autores incluyen entre estas fuentes (además de las que vamos a estudiar en este
epígrafe):
- el poder constituyente (que es el origen genético o histórico de toda Constitución);
nosotros lo estudiaremos más adelante
- los principios generales del Derecho constitucional, que no estudiaremos porque o están
explícitamente recogidos en la Constitución (soberanía popular, igualdad), o implícitamente
(división de poderes, supremacía de la Constitución, principio democrático).
b
a) El Derecho escrito.
b) La jurisprudencia.
Los órganos judiciales, al aplicar la Constitución, la interpretan, fijan o aclaran sus preceptos más
oscuros, la adaptan a las circunstancias sociales y políticas del momento
- la jurisprudencia constitucional también forma parte del Derecho constitucional
- el poder del Tribunal Constitucional se ve limitado por el carácter rogado de su
ejercicio, esto es, no puede actuar de oficio
- en los países en los que existe jurisdicción constitucional, como el nuestro, se produce
una judicialización del Ordenamiento jurídico, pues todas las normas tienen su
fundamento y sus límites en la Constitución (y la Constitución dice “lo que los jueces
del Tribunal Constitucional dicen que dice”; la interpretación del Tribunal puede variar
de una ocasión a otra)
- en las sentencias interpretativas se fija o aclara el sentido de un precepto; el
fundamento jurídico de la sentencia (no el fallo) queda adherido al precepto
constitucional que interpreta: esta interpretación o jurisprudencia constitucional se sitúa
entre la Constitución y la ley.
a
c
c) La costumbre.
El Tribunal Supremo español ha definido la costumbre como “la norma jurídica elaborada por la
conciencia social mediante la repetición de actos realizados con intención jurídica”:
- los ordenamientos no atribuyen la naturaleza de fuente de Derecho a cualquier conducta
social, sólo a la que reúne esos rasgos antes citados: reiteración y creencia en su
obligatoriedad (opinio iuris)
- ¿qué significa reiterado?: sin son pocas veces las que se ha observado el
comportamiento no es una costumbre, es un precedente
- en el caso del Derecho constitucional, la costumbre no se refiere a lo que hace
reiteradamente la sociedad (no se trata de una costumbre “popular o de la gente”), sino de
una costumbre “orgánica” (las costumbres constitucionales se refieren a como se
relacionan los poderes públicos entre sí)
- ahora bien, precisamente la Constitución se hace para limitar y establecer la relación
entre estos poderes públicos: por eso la costumbre no tiene mucho sentido como fuente de
Derecho constitucional
- de hecho, en Derecho constitucional, la transgresión de la costumbre resulta
jurídicamente impune.
c
d) Las convenciones.
Una convención constitucional es un acuerdo, expreso o tácito, entre órganos constitucionales que
busca regular el ejercicio de sus respectivas facultades y relaciones mutuas en aquellas facetas no
previstas por la norma escrita:
- son reglas de comportamiento de altos órganos estatales caracterizadas por su
oportunidad, flexibilidad y no exigibilidad
- su obligatoriedad es asumida libremente entre los órganos participantes, pero es de
difícil exigencia jurisdiccional
- las convenciones constitucionales suelen dan lugar, posteriormente, a normas
consuetudinarias [costumbres] y de Derecho escrito, sobre todo en el ámbito
parlamentario.
Los rasgos y naturaleza hacen de la convención una regla no siempre nítidamente diferenciable de
la costumbre (a veces la convención da lugar a una costumbre, y viceversa); son ejemplos de
convenciones constitucionales:
- la celebración del debate sobre el estado de la nación en el Congreso de los Diputados
y el del estado de las autonomías en el Senado
- la limitación de las consultas realizadas por el Rey antes de proponer candidato a la
Presidencia del Gobierno: sólo se consulta a los líderes de los grupos políticos con
representación en el Congreso de los Diputados
- el primero que ha de intentar formar gobierno es el líder del partido que ha ganado las
elecciones, aunque no tenga mayoría absoluta.
Algo diferente a las convenciones son las normas de corrección constitucional (cortesía); por
ejemplo, en España el Gobierno no opina sobre los actos del Rey (y viceversa, creo).
Sin embargo, es el constitucionalismo escrito el que se ha difundido por todo el mundo y sobre el
que se ha construido casi exclusivamente la Teoría de la Constitución; como ya se señalado más
arriba, el texto escrito aporta constancia, advertencia y seguridad jurídica.
Que una constitución sea flexible no significa que sea fácilmente modificable, ya que se trata de un
hecho extraordinario que se refleja en todo el proceso de reforma, y en particular en la opinión que
tenga la sociedad sobre la necesidad de reforma.
Si una Constitución no dice nada sobre su reforma, el profesor considera que es flexible.
c
c
a
c) Constituciones originarias y derivadas.
Las Constituciones originarias son la que han iniciado un modo de regulación, una forma política;
hay muy pocas:
- la del Reino unido por su carácter consuetudinario, y por haber introducido la
monarquía parlamentaria
- la de Estados Unidos por haber introducido el federalismo, y más tarde el
presidencialismo
- la de Suiza por el sistema de democracia directa.
Las Constituciones parcialmente originarias son las que han creado una institución o han
establecido un principio funcional; por ejemplo:
- la de México por su tabla de derechos económicos y sociales
- la de Alemania por el modelo de responsabilidad política del Gobierno
- la Española de 1931 por lo forma regional del Estado.
Las Constituciones derivadas son las que forman parte de una “familia constitucional” que imita a
un texto (originario o no); por ejemplo:
- los países de la Commonwealth han imitado el parlamentarismo británico
- los países del antiguo imperio francés han imitado la francesa
- Iberoamérica ha imitado el federalismo y el presidencialismo de Estados Unidos.
c
b
Según sean las circunstancias políticas que han llevado al proceso constituyente, podemos tres
tipos de Constitución:
- otorgada: el monarca absoluto (o actualmente un autócrata) formaliza su
desprendimiento de algunas potestades y las transferían a otro órgano del Estado,
generalmente al Parlamento; por ejemplo Estatuto real de 1834
- pactada: en épocas de transición entre regímenes políticos diferentes, se suele llegar a
un pacto constituyente cuando las principales fuerzas políticas buscan sellar un
acuerdo en lo esencial, dejando las diferencias para la dialéctica Gobierno- Oposición;
por ejemplo la Constitución española vigente
- impuesta o revolucionaria: la que se origina en un grave episodio de la vida nacional,
como una guerra, un golpe de Estado triunfante, una insurrección popular; por ejemplo
la española de 1812, que fue elaborada en medio de una guerra y en ausencia del Rey.
En la realidad política, estos tres tipos se ven mezclados en mayor o menor medida:
- la Constitución se otorga porque hay amenaza de modificar el régimen político (nadie
cede poder si no se ve obligado a ello)
- en los procesos revolucionarios hay pacto entre los diferentes actores.
e) Tipología de Loewenstein.
Loewenstein denomina clasificación ontológica a aquélla que distingue las constituciones por su
grado de normatividad y eficacia, y su grado de concordancia con la realidad política del país:
- las Constituciones normativas son las que regulan eficazmente el proceso político y
son observadas por todos los operadores jurídico-constitucionales
- las Constituciones nominales son las que muestran desajustes con la realidad política
(que escapa parcial o temporalmente a su normatividad):
o bien por inaplicación de los preceptos
o bien porque la propia Constitución se proyecta hacia el futuro (con normas
programáticas) más que al presente
- las Constituciones semánticas son las que no rigen en absoluto y no son sino fachada
simuladora y encubridora de una realidad política autocrática.
Esta clasificación es muy famosa, pero al profesor no le gusta nada (“es terminológicamente
disparatada”):
- llamarla clasificación ontológica “implica un uso harto discutible de dicho adjetivo”
[ontológico significa el estudio de lo que hay, de lo existente]
- llamar semántica a un tipo de constitución no dice nada, pues todas tienen su
semántica; el profesor dice que estas constituciones se deberían denominar nominales
(ya que solo tienen de Constitución el nombre)
- las que Loewenstein llama nominales deberían llamarse, según el profesor,
parcialmente normativas (si no se aplican todos los preceptos) o programáticas (si
miran hacia el futuro)
- el profersor no pone reparos en la denominación de las normativas.
c
c
Tema V. La reforma constitucional
a) Consideraciones históricas.
El titular del poder constituyente es el pueblo (este poder lo puede ejercer directamente [mediante
referendo] o mediante representantes):
- el pueblo participa doblemente en la elaboración de la Constitución: eligiendo un
Parlamento constituyente y aprobando la Constitución mediante referendo
o no obstante, una mayor participación ciudadana (en comparación con la
elaborada por un Parlamento ordinario) no tiene porqué dar como resultado
una Constitución de mayor calidad técnica-jurídica ni asegurarle una vigencia
pacífica y duradera.
En conclusión, podemos definir el poder constituyente como la voluntad política del pueblo que
decide sobre su propia existencia democrática (se repudia por tanto todo acto cuyo objetivo sea la
liquidación de la democracia); los caracteres del poder constituyente se deducen del concepto de
soberanía popular:
1) es un poder originario o radical: tiene su raíz en el propio pueblo sin instancia intermedia
alguna
2) es extraordinario: actúa sólo en momentos fundacionales o de cambio político de cierta
entidad
3) es permanente, aunque de ejercicio discontinuo
4) es unitario e indivisible, en el sentido y en la medida en que lo es su titular (bien que
integrado por millones de individuos)
5) es inalienable [intransmisible, no se puede ceder], como lo es la soberanía y todo
elemento del Estado
6) su ejercicio no tiene más condición que la democracia, tanto en el procedimiento
seguido (el pueblo ha de intervenir en la elaboración y aprobación de la Constitución) como
en el resultado final (la Constitución ha de sostener la democracia).
c
c
a
d
c) Tipología.
a
b
Las Constituciones contienen cláusulas para su propia reforma; esto es así por su carácter singular
y su nivel jerárquico superior a las demás leyes: ninguna norma puede regular la reforma de la
Constitución, porque es superior a cualquier norma; por motivos similares, los Estatutos de
Autonomía también tienen iguales previsiones.
Lo deseable es, dice Loewenstein, que una Constitución pueda adaptarse a los cambios sociales
sin necesidad de modificar el texto: ése es el secreto de la longevidad de algunas Constituciones.
Pero en el constitucionalismo actual la teoría de la reforma se ha desproblematizado y no preocupa
tanto como antaño; sobre todo porque dicho instituto es más que una amenaza, una garantía de la
Constitución.
En un sentido amplio, se habla de reforma constitucional siempre que, por la vía que fuere, queda
alterada la norma fundamental. Pero la doctrina distingue diversos conceptos:
2. Supresión: cuando la modificación es total (o una parte sustancial del texto), pero el
procedimiento es también el fijado en la propia Constitución.
3. Suspensión: cuando uno o varios preceptos son declarados provisionalmente no
vigentes; esta suspensión ha de estar prevista y regulada en la propia Constitución; por
ejemplo, la Constitución española autoriza la suspensión de determinados derechos en los
estados de excepción o de sitio, así como la suspensión de algunos de ellos para personas
concretas en el curso de investigaciones sobre bandas armadas o terrorismo; la
Constitución española exige una ley orgánica para ambos supuestos.
a
c
La Constitución Española vigente se ha revestido de una fuerte rigidez: es la más rígida de todas
las que hemos tenido, salvo la de 1812; el Título X establece dos procedimientos de reforma según
sea el alcance de la misma:
- Reforma ordinaria (art. 167), aquella que, por ser parcial y no afectar a ciertas zonas
del texto fundamental, sigue un procedimiento no excesivamente costoso:
o aprobación por tres quintos de cada cámara (o, alternativamente, dos tercios
del Congreso y la mayoría absoluta en el Senado) y referendo facultativo (si lo
piden la décima parte de diputados o senadores)
- Reforma agravada (art. 168):
o protege especialmente algunas partes de la norma suprema:
- el Título preliminar
- el reconocimiento de los derechos fundamentales y las libertades públicas
(Título I, Capítulo I, Sección segunda)
- la regulación de la Corona (Titulo II)
o la reforma agravada requiere:
1) aprobación de la decisión de reforma por dos tercios de cada Cámara
2) disolución de las Cortes y convocatoria de elecciones
3) nueva aprobación de la decisión de reformar por cada Cámara de las
Cortes elegidas, y aprobación del texto de reforma por dos tercios de cada
Cámara
4) referendo obligatorio.
Hay autores que opinan que la reforma agravada es tan difícil de realizar, que de hecho se trata de
hacer intangibles dichos preceptos; pero el profesor dice que no son procedimientos tan diferentes:
- si la propuesta de modificación constitucional se aprueba al final de la legislatura, la
disolución de las Cortes es tan automática en un procedimiento como en el otro
- en relación con el referendo, en la reforma ordinaria basta con que lo pidan la décima
parte de diputados o senadores para que también sea obligatorio
- digo yo que la única diferencia es que, en el procedimiento agravado (pero no en el
ordinario) la nueva cámara debe aprobar por mayoría cualificada (dos tercios) la
reforma.
TÍTULO X. DE LA REFORMA CONSTITUCIONAL.
Artículo 166.
La iniciativa de reforma constitucional se ejercerá en los términos previstos en los apartados 1 y 2 del artículo 87.
Artículo 87.
1. La iniciativa legislativa corresponde al Gobierno, al Congreso y al Senado, de acuerdo con la Constitución y los
Reglamentos de las Cámaras.
2. Las Asambleas de las Comunidades Autónomas podrán solicitar del Gobierno la adopción de un proyecto de
Ley o remitir a la Mesa del Congreso una proposición de Ley, delegando ante dicha Cámara un máximo de tres
miembros de la Asamblea encargados de su defensa.
Artículo 167.
1. Los proyectos de reforma constitucional deberán ser aprobados por una mayoría de tres quintos de cada una de las
Cámaras. Si no hubiera acuerdo entre ambas, se intentará obtenerlo mediante la creación de una Comisión de composición
paritaria de Diputados y Senadores, que presentará un texto que será votado por el Congreso y el Senado.
2. De no lograrse la aprobación mediante el procedimiento del apartado anterior, y siempre que el texto hubiere obtenido el
voto favorable de la mayoría absoluta del Senado, el Congreso por mayoría de dos tercios podrá aprobar la reforma.
3. Aprobada la reforma por las Cortes Generales, será sometida a referéndum para su ratificación cuando así lo soliciten,
dentro de los quince días siguientes a su aprobación, una décima parte de los miembros de cualquiera de las Cámaras.
Artículo 168.
1. Cuando se propusiere la revisión total de la Constitución o una parcial que afecte al Título Preliminar [definiciones e
instituciones básicas (no todas], al Capítulo II, Sección I del Título I [derechos fundamentales y libertades públicas], o al
Título II [regula la Corona], se procederá a la aprobación del principio por mayoría de dos tercios de cada Cámara, y a la
disolución inmediata de las Cortes.
2. Las Cámaras elegidas deberán ratificar la decisión y proceder al estudio del nuevo texto constitucional, que deberá ser
aprobado por mayoría de dos tercios de ambas Cámaras.
3. Aprobada la reforma por las Cortes Generales, será sometida a referéndum para su ratificación.
Artículo 169.
No podrá iniciarse la reforma constitucional en tiempo de guerra o de vigencia de alguno de los estados previstos en el
artículo 116.
c
b
c
Tema VI. La justicia constitucional
a) Introducción.
b) Origen anglosajón.
Los primeros pasos para instaurar un sistema de Justicia constitucional (que garantizasen la
supremacía de la Constitución como norma) pueden detectarse en el iusnaturalismo puritano y en
el common law, que facultaba la revisión judicial de las normas que se oponían a la Constitución.
Es habitual cifrar el origen de la Justicia constitucional en los inicios de la historia de los Estados
Unidos:
- el punto de partida para la instauración de un sistema de justicia constitucional es el de
la supremacía de la Constitución como norma: los constituyentes americanos hicieron
decir a la Constitución de sí misma que es “el Derecho supremo de la Tierra”
- en función de esa supremacía, la Enmienda I de la Constitución limita la potestad
legislativa del Congreso: el juez queda más fuertemente vinculado por la Constitución
que por la ley
- el juez Marshall en 1803, en el caso Marbury contra Madison, seguramente el más
famoso de toda la historia, construye la teoría de la revisión judicial de las leyes: el juez
está subordinado a la Constitución, pero supraordinado a la ley; desde la contundente
sentencia de Marshall, le revisión judicial se convirtió en una pieza central del sistema
político de Estados Unidos.
c
Otro test: Porque dio inicio al control de constitucionalidad de las leyes.
a) Sistema estadounidense.
a
c
b) Sistema Kelseniano.
La construcción kelseniana altera de alguna manera los elementos del Estado demoliberal:
- la soberanía no reside ya en el Parlamento (porque sus decisiones pueden ser
enmendadas), sino en el Ordenamiento jurídico (que Kelsen considera sinónimo de
Estado)
- el poder legislativo pasa a residir en dos órganos: el Parlamento (legislación positiva:
hacer leyes) y el Tribunal Constitucional (legislación negativa: anular leyes).
Se ha definido al Tribunal Constitucional como el órgano de cierre del sistema político al ser la
suprema garantía del Ordenamiento, y también se ha definido como la autoconciencia de la
Constitución. Puede decirse que los preceptos que instauran el Tribunal Constitucional culminan el
Estado de Derecho porque constituyen el máximo intento de someter jurídicamente al poder
político (que es la finalidad del Estado de Derecho): el Tribunal Constitucional es un árbitro para
resolver diferencias entre otros órganos estatales.
H.P. Schneider habla de la naturaleza poliédrica de los Tribunales Constitucionales, que pueden
parecernos órganos judiciales especiales, o bien órganos con modos operativos políticos, o bien un
cuarto poder. Según la tesis que se adopte se situará la jurisdicción constitucional por encima, por
debajo o al mismo nivel de los otros órganos constitucionales.
Está regulado por el título IX de la Constitución y por la Ley Orgánica del Tribunal Constitucional de
1979.
b
b
a
b) Por la vía de impugnación utilizada.
c
Otro test: El control sucesivo o represivo de constitucionalidad: Puede instarse por vía de acción o vía de excepción.
b
b
BLOQUE 3. CONTENIDOS DE LA CONSTITUCIÓN: LOS DERECHOS Y LA ORGANIZACIÓN
DEL PODER
En el mundo griego y romano hay reflexiones sobre la justicia y sobre los límites del poder, pero no
sobre los derechos del individuo en cuanto persona. Había libres y esclavos, ciudadanos y no
ciudadanos, pero la libertad y la participación política no se disfrutaban como derechos, ni la
esclavitud se padecía como negación de derechos, sino como condición natural de los individuos:
ese era el orden social natural.
El cristianismo aportó una noción precisa de la dignidad personal del hombre como ser hecho a
imagen y semejanza de Dios; no obstante, esta concepción no se tradujo en derechos jurídicos
concretos.
Es durante la Baja Edad Media (a partir del siglo XII) cuando ciertas exigencias de la vida en
sociedad comienzan a reivindicarse como derechos y a formularse como tales. Con todo, todavía
se conciben no como derechos inherentes a todos los hombres, sino sólo de quienes tienen la
condición de hombres libres y en función del orden social o estamento al que pertenecen:
- la Carta Magna del Rey Juan sin Tierra (1215) reconoce los derechos de ciertos
órdenes sociales ingleses
- en los reinos españoles se otorgaron cartas pueblas, fueros locales y generales,
documentos que concedían o reconocían ciertos derechos:
o el Pacto entre el Rey Alfonso IX y su Reino celebrado ante las Cortes de León
en 1118, y el Privilegio General otorgado por Pedro III de Aragón en 1288
- durante la Edad Media se mantuvo que el orden social era natural (querido por Dios),
por lo que no se cuestionaban ni la esclavitud ni el tormento [tortura]
- no obstante, se fueron reconociendo ciertos derechos a determinados estamentos (un
derecho de resistencia frente a ingerencias ilegítimas del poder), que con el tiempo
fueron el vivero de múltiples derechos humanos.
b) El Renacimiento y la Reforma.
El principio cuius regio eius religio significó la nacionalización de la religión; además, la Reforma
generó un pluralismo religioso hasta entonces desconocido, consecuencia de la libre interpretación
personal de los textos sagrados; nació así una nueva reclamación al poder: la opción religiosa
personal:
- la demanda de tolerancia religiosa y, después, de libertad está también en el origen
de las declaraciones de derechos y ha tenido una importancia decisiva en la historia
de varios países
- la libertad religiosa fue el germen de otros muchos derechos:
o el respeto a una esfera personal íntima facilitó la extensión a otros derechos
que se ejercen en el núcleo de la vida personal
o el libre examen de conciencia proclamado por la Reforma se extendió al
ámbito del pensamiento, de la filosofía y de la investigación
o finalmente, la dimensión comunitaria de la religión fue un primer paso para el
reconocimiento de los derechos de reunión y asociación.
La Petición de Derechos (1628), la Ley de Habeas Corpus (1679) y el Bill de Derechos (1689), son
tres jalones de la historia inglesa del siglo XVII en su marcha hacia un régimen constitucional.
El Bill de Derechos fue diferente a lo visto hasta entonces: su presentación a la firma del Rey
significa la consideración del respeto de los derechos como centro de la justificación del poder
político, hasta el punto de haber provocado una revolución y un cambio dinástico:
- se garantizaba el derecho de propiedad
- se garantizaba que los impuestos serían fijados con el consentimiento de los
representantes de los propietarios en el Parlamento (“ninguna contribución sin
representación”):
- esta necesidad de consentir los impuestos fue el origen del parlamentarismo.
El pensamiento ilustrado francés era bien conocido en América, y los acontecimientos americanos
eran seguidos en Francia con sumo interés (“los padres fundadores americanos pusieron en
práctica doctrinas de los pensadores franceses”): unos y otros estaban influenciados por el
humanismo y el individualismo del hombre moderno, por el espíritu de la tolerancia, por el
iusnaturalismo y por el pactismo.
A ambos lados del Océano se separa la vida privada (la denominada sociedad civil, cuyos
ingredientes son la religión y la propiedad) y el Estado (que no debe inmiscuirse en tal sociedad
civil).
La Declaración de Derechos del Hombre y del Ciudadano, de 1789 (se hizo otra, ampliada, en
1793), está hecha con un aliento racionalista, dogmático, universalista y mesiánico que evidencia
la plena conciencia de sus redactores de estar alumbrando una nueva era (se la denominó “el
evangelio de los tiempos modernos”):
1) el sujeto de los derechos es el hombre, todo hombre, el ciudadano, todo ciudadano de
cualquier Estado, porque son derechos naturales, inalienables e imprescriptibles
2) estos derechos (en particular los cuatro principales: la libertad, la propiedad, la
seguridad y la resistencia a la opresión) son anteriores a la sociedad y al Estado;
precisamente la finalidad del Estado es conservarlos
3) el Estado debe adoptar la forma de organización acorde con dicha finalidad; dos
principios aparecen como inexcusables: la soberanía nacional y la división de poderes
4) la ley es la expresión de la voluntad general (de la soberanía nacional) y a la ley le está
reservada la regulación de los derechos; todos los ciudadanos tienen derecho a concurrir,
personalmente o por medio de representantes, a la formación de la ley
5) la libertad del hombre no es abstracta sino que se proyecta en un haz de libertades
concretas, entre las cuales las de mayor carga política son las de opinión y pensamiento y
su libre comunicación, incluyendo la libertad de imprenta (pero no se recoge el derecho de
asociación)
6) los hombres no sólo son libres, sino también iguales: la ley debe ser la misma para
todos (principio de igualdad ante la ley); además, todos son igualmente admisibles para los
cargos públicos sin otra distinción que su mérito y capacidad.
Aunque la Declaración francesa, igual que la americana, es individualista (contiene sobre todo
derechos de libertad frente al Estado), la francesa también insiste en la igualdad (es una
Declaración donde se involucra más lo social, la sociedad: “el fin de la sociedad es la felicidad
común”).
El problema de la esclavitud y de los derechos de la mujer no fue acometido desde el principio con
igual resolución. Los sectores revolucionarios franceses más mentalizados socialmente
(Condorcet) habían llamado la atención acerca de la hipocresía que significaba proclamar los
derechos del hombre y del ciudadano y no considerar hombres a los esclavos ni ciudadanos a las
mujeres.
La trata de esclavos fue prohibida en 1794, pero restablecida en 1802. En 1833 fue prohibida en
Inglaterra, y en 1865 en Estados Unidos. En España, a pesar de diversas prohibiciones, subsistió
hasta 1880 (en Cuba).
Por otra parte, las matanzas y genocidios del siglo XX (armenios, Gulag, judíos, …) llevó a aprobar
la Declaración de derechos Humanos en 1948; no obstante, esta Declaración no ha conseguido
evitar posteriores abusos (Camboya, Ruanda, Serbia).
3.- La tercera generación está constituida por los derechos económico-sociales y de prestación:
- se trata de sindicación, huelga, salario mínimo, vacaciones anuales, etc
- además, se socializan otros derechos (por ejemplo, los de educación y tutela judicial): se
convierten en derechos de prestación (el Estado debe aportar las condiciones y elementos
necesarios para su real efectividad)
- se demanda que los poderes públicos pongan los medios para hacer efectivos los
derechos
- los derechos ya no son una barrera contra la injerencia del poder, sino la justificación de
la existencia de este poder
- esta etapa dura todo el siglo XX, al final del cual se produce una internacionalización de
los derechos.
4.- La cuarta generación de derechos está constituida por los derechos de la solidaridad:
- desde el constitucionalismo de los años setenta para acá y cada vez con mayor fuerza,
asistimos a la emergencia de una nueva generación de derechos
- son los derechos ecológicos, la extensión de la Seguridad Social a todos los ciudadanos y
la profundización de la igualdad mediante la protección más intensa de los sectores
secularmente desprotegidos (discriminación positiva ó acción positiva): la infancia, la vejez,
la mujer, los minusválidos, las minorías étnicas
- además, se están abriendo derechos a la libertad en dos campos nuevos: la vida y la
muerte (reproducción asistida, clonación, bioética, eutanasia, aborto, etc)
- la progresiva constitucionalización y eficacia de estos derechos significará la plenitud del
Estado social y democrático de Derecho:
- su fundamento es la plena integración individuo-sociedad-Estado: el Estado
asume como tarea propia la promoción y el progreso de la sociedad y de sus
miembros, tanto individuales como colectivos.
c
Tema VIII. Las formas políticas
La distinción de dos partes en el seno de las constituciones indica que unos preceptos declaran los
principios políticos básicos y los derechos y libertades (la parte dogmática), en tanto que otros (la
parte orgánica) regulan la organización y el funcionamiento de los órganos de poder, así como las
relaciones de éstos entre sí. Según sean los órganos existentes y su estructura, funcionamiento y
relaciones, estaremos ante una forma política u otra.
La terminología utilizada por la doctrina ha variado a lo largo del tiempo, llegando a ser en la
actualidad sumamente confusa: formas de gobierno, formas de Estado, sistemas de gobierno,
regímenes políticos, sistemas políticos; así, por ejemplo, un mismo autor habla de sistema
parlamentario y de régimen parlamentario.
A la forma política unitaria, federal o regional que puede adoptar un Estado, la vamos a denominar
formas territoriales del Estado (en lugar de forma de Estado, como hacen otros). En las formas
territoriales de Estado se establece una forma de organización territorial del poder, y en su caso
una descentralización política más o menos acentuada.
c) Sistemas de gobierno.
Así nos referiremos a los diversos modos de relacionarse los dos poderes clásicos, Parlamento y
Gobierno, y especialmente la forma en que se regula la formación del Gobierno y su
responsabilidad política. Los dos tipos básicos son el sistema parlamentario y el presidencial o
presidencialista, a los que debemos añadir el convencional o de asamblea.
Del sistema parlamentario hay varios modelos (gobierno de gabinete, gobierno de Canciller); del
sistema convencional se ha derivado en Suiza el directorial.
Por último la principal distinción de formas políticas que descansa en una concepción básica
acerca del puesto del ciudadano en la comunidad política, acerca de la relación entre la libertad y
la autoridad, podemos aplicarle la categoría de régimen político o sistema político: sus dos tipos
esenciales son la democracia y la autocracia.
El concepto prescriptivo (axiológico o normativo) define la democracia por los valores a los que se
vincula:
- la democracia, más que un método de gobierno, es una cultura, una forma de vida
basada en la participación y en la tolerancia; una fe en la libertad, en el pluralismo y
en la igualdad.
Entonces, ¿qué es democracia? ¿el concepto descriptivo que se fija en el método de alcanzar el
poder, o el concepto prescriptivo que se fija en unos valores?:
- Kelsen, en su obra “Esencia y valor de la democracia”, define la democracia como
método y la considera, por ende, compatible con la acumulación de poder y con el
aniquilamiento posterior de la libertad:
o esto estaba en relación con el ascenso al poder del partido nazi [Kelsen
considera que esto es una consecuencia democrática]
o esta concepción de la democracia es axiológicamente relativista porque
considera que no hay verdades absolutas, y que la democracia puede deparar
cualquier cosa, siempre que así lo deseen los electores
d
d
1. Soberanía popular.
De la idea de autogobierno del pueblo se desprende directamente el elemento de la
soberanía popular:
- las expresiones autogobierno y soberanía popular son equivalentes
- el pueblo, como titular de la soberanía, lo es de todo el poder; no obstante, el ejercicio
del poder no lo tiene el pueblo, sino que está diversificado
- la Constitución española dice “La soberanía nacional reside en el pueblo, del que
emanan los poderes del Estado (art. 1.2)”; quiere significar que el pueblo, como titular
del poder estatal, confiere su ejercicio a diferentes poderes u órganos, y con ello,
legitima su actuación.
3. Pluralismo.
El pluralismo tiene muchas variantes: social, cultural, étnico, religioso, lingüístico, sindical,
etc:
- si bien todas ellas tienen un ulterior significado político, es el pluralismo de partidos el
que más directamente afecta al funcionamiento del sistema institucional
- sin pluralismo de partidos no puede haber libre competencia política ni, por lo tanto,
elecciones libres y disputadas: la democracia es pluralista, la democracia es
democracia de partidos.
4. Consenso.
Si la autocracia se basa en el temor, la democracia no puede apoyarse sino en el consenso
de sus ciudadanos acerca de los valores básicos sobre los que se asienta o debe
asentarse, y sobre las reglas del juego político.
5. Principio de mayoría.
Este principio está relacionado con los valores de la dignidad humana y de la igualdad
(todos estamos sumidos en una suerte común [las decisiones colectivas nos afectan a
todos]: sabios o ignorantes, ricos o pobres, etc); los votos no deben por tanto ser
sometidos a control de calidad:
- todos los votos valen igual porque todos los ciudadanos valen igual
- no hay, pues, otro criterio democrático de adopción de decisiones colectivas que el
cuantitativo
- esta solución cuantitativa comporta la única valoración cualitativa compatible con la
democracia: el valor igual de todos y cada uno de los ciudadanos.
El principio admite variantes, por ejemplo, el requisito de mayoría absoluta (incluso más
cualificada) para ciertas decisiones:
- se establece como garantía de las minorías, pues, para alcanzar una votación tan
elevada, se hace necesario normalmente contar con ellas
- tiene, sin embargo, el inconveniente de que puede bloquear decisiones necesarias o
urgentes.
7. Principio de reversibilidad.
Un pueblo no puede quedar prisionero de sus decisiones anteriores; en particular, un acto
de soberanía popular que tenga por objeto su propia supresión a manos de un grupo
totalitario [como en el nazismo] sólo puede ser entendido como democrático de modo
inconsistente:
- aunque ese acto haya sido adoptado por mayoría, si comporta la irreversibilidad de la
situación creada, si cierra toda posibilidad de cambio, está negando todo nuevo acto
de soberanía popular y de alternancia en el poder; es decir, está impidiendo la
democracia como método
- un régimen apoyado por una Mayoría que elimine la Oposición y niegue a la Minoría,
es autocrático porque la Mayoría está erigiéndose en todo el pueblo para siempre,
impidiendo con ello que otra parte del pueblo pueda alcanzar alguna vez gobernar; y
esto, es contradictorio con el concepto de democracia como método.
Conclusión: pese a Kelsen y la doctrina mayoritaria, que consideran la democracia como un simple
método de gobierno en el un único elemento (el principio de mayoría) puede prescindir de los otros
nueve elementos, el profesor considera que esa postura es una contradicción porque la mayoría
puede eliminar la democracia.
5. El régimen autocrático.
En general, cuando no hay uno de los elementos de la democracia, no suele haber otros (debido a
la interrelación de los elementos): por ejemplo, si no hay libertad de asociación política, no hay
elecciones libres, ni libre participación política, ni Oposición, ni responsabilidad y control del poder,
etc; por eso se dice que la autocracia invade todos los ámbitos de la vida política.
a) Totalitarismo.
Régimen totalitario es aquel en el que el hombre no es tratado como un fin en sí mismo, sino como
una pieza del todo, un medio instrumentalizable (Mussolini dijo: “Todo en el Estado, nada fuera del
Estado, nada contra el Estado”):
- los regímenes totalitarios recientes, han sido el nacionalsocialista alemán, el fascista
italiano, el franquista en España, el comunista, etc
- algunos politólogos han elaborado, espuriamente [falsamente] dice el profesor, un
modelo pretendidamente intermedio entre la democracia y el totalitarismo: el régimen
autoritario o híbrido; a estos regímenes que tienen elementos democráticos y
autocráticos, el profesor prefiere llamarlos regímenes semiautocráticos.
b) Dictadura.
Cuando enfocamos el problema bajo el prisma del Gobierno, la autocracia reviste la forma de
dictadura, término que también se emplea para designar un régimen:
- si el dictador es Jefe del Estado, puede que asuma la dirección del Gobierno [como
Franco hasta 1973], o puede que nombre uno de su completa confianza [Franco
nombró al almirante Carrero Blanco en 1973]
- si la dictadura se establece en el nivel gubernamental, o bien hay un Jefe del Estado o
el propio dictador promueve el nombramiento como Jefe del Estado de una persona
enteramente dependiente (por ejemplo Primo de Rivera y Alfonso XIII).
Estos dos principios, tan enfrentados, han ido convergiendo a lo largo de los siglos hasta la
compatibilidad actual de la monarquía con la democracia.
b) Monarquía preestatal.
El Rey ha aparecido tradicionalmente como persona sagrada (porque era imagen de Dios), como
padre o patriarca (de la comunidad política que es una gran familia) y como señor o dueño (porque
no se distingue entre su patrimonio y el reino: los lazos del imperium y del dominium se confunden).
Por lo tanto, la Corona integró gentes, tierras, derechos y poderes en una unidad precursora de la
idea de Estado; la monarquía preestatal:
- era la feudal:
o se asentaba en un contrato con la nobleza: este pacto supone una cierta
limitación recíproca (del poder regio y de la nobleza)
- era también la estamental:
o el interlocutores del Rey, el Reino, está integrado por la nobleza, el clero y las
ciudades (los Burgos o burguesía asentada en ellos); el Rey ha de respetar
los privilegios de estos estamentos
- la monarquía preestatal fue por tanto un precedente de la monarquía limitada.
c) Monarquía absoluta.
La monarquía absoluta significa la plenitud del principio monárquico estudiado más arriba; en la
monarquía absoluta se distinguen tres subtipos:
1) la monarquía religiosa o confesional (por ejemplo Felipe II)
2) la monarquía palatina o cortesana (por ejemplo Luis XV de Francia)
3) la monarquía ilustrada o despotismo ilustrado (por ejemplo Federico II de Prusia).
a
d) Monarquía limitada.
Tras la Revolución Francesa y durante el siglo XIX, el Rey conserva la titularidad del poder
ejecutivo y comparte con la nación el legislativo y el constituyente:
- la nación (integrada principalmente por los propietarios y representada por el
Parlamento) comparte y limita el poder regio
- además, el Rey aparece como encarnación del poder neutral, moderador y arbitral;
por encima de los demás poderes del Estado y jurídicamente irresponsable
- el régimen político se asienta fundamentalmente sobre el principio monárquico por
más que aparezca algo limitado por el Parlamento; se trata de una monarquía
moderada o semiabsoluta:
o el Rey es titular del poder ejecutivo: nombra y cesa a los ministros (que no
son responsables ante el Parlamento)
o los actos del Rey deben ser refrendados por un ministro, pero esto no se
traduce todavía en una traslación de la competencia: es el Rey quien decide
el acto y el ministro quien es responsable del acto
o el Rey tiene iniciativa legislativa (junto con el Parlamento) y capacidad de veto
de las leyes aprobadas por el Parlamento (que no lo son propiamente sin la
sanción y promulgación regias)
o finalmente, el Rey tiene poder constituyente (bien en exclusiva [constituciones
otorgadas], bien compartido con el Parlamento [constituciones pactadas]).
e) Monarquía orleanista.
A partir de 1830 la Casa de Orleans reina en Francia; además, otras monarquías europeas fueron
evolucionando hacia este modelo:
- se va limitando la preponderancia regia frente al Parlamento
- va perfilándose un Gobierno como órgano colegiado, a cuyo frente se sitúa un Primer
Ministro como único interlocutor del monarca
- la decisión de los actos se van trasladando del Rey al ministro refrendante
- la responsabilidad penal de los ministros deriva hacia una responsabilidad política
- los ministros necesitan de una doble confianza: la del Rey y la del Parlamento
- la pérdida de esta confianza por parte del Primer Ministro alcanza a todos los demás
miembros del Gobierno, esto es, va naciendo la responsabilidad solidaria del Gobierno
como órgano colegiado.
Son la irresponsabilidad regia y el refrendo los pivotes sobre los que ha ido cediendo el principio
monárquico y ganando el democrático:
- el refrendo es una limitación material del poder regio: quien refrenda asume
íntegramente la responsabilidad de dicho acto
- el refrendo, que también existe en el parlamentarismo republicano, pretende mantener
intangible la primera magistratura estatal por razones de pura conveniencia y
pragmatismo
- en el parlamentarismo quien actúa no es el Rey, sino otro órgano: el Rey no puede
oponerse, y por tanto para él es un acto debido (y por eso el Rey no es responsable)
- no obstante, se reservan al Rey los actos estatales más importantes, como el
nombramiento del Presidente del Gobierno, la sanción y promulgación de las leyes, la
disolución de las Cámaras, la convocatoria de referendo, la firma de los tratados
internacionales o el derecho de gracia; pero siempre con la expresión “a propuesta de”
o similares.
b
a
Artículo 62.
Corresponde al Rey:
Sancionar y promulgar las Leyes.
Convocar y disolver las Cortes Generales y convocar elecciones en los términos previstos
en la Constitución.
Convocar a referéndum en los casos previstos en la Constitución.
Proponer el candidato a Presidente del Gobierno, y en su caso, nombrarlo, así como poner
fin a sus funciones en los términos previstos en la Constitución.
Nombrar y separar a los miembros del Gobierno, a propuesta de su Presidente.
Expedir los decretos acordados en el Consejo de Ministros, conferir los empleos civiles y
militares y conceder honores y distinciones con arreglo a las Leyes.
Ser informado de los asuntos de Estado y presidir, a estos efectos, las sesiones del
Consejo de Ministros, cuando lo estime oportuno, a petición del Presidente de Gobierno.
El mando supremo de las Fuerzas Armadas.
Ejercer el derecho de gracia con arreglo a la Ley, que no podrá autorizar indultos generales.
El Alto Patronazgo de las Reales Academias.
Artículo 63.
1. El Rey acredita a los embajadores y otros representantes diplomáticos. Los representantes
extranjeros en España están acreditados ante él.
2. Al Rey corresponde manifestar el consentimiento del Estado para obligarse internacionalmente
por medio de Tratados, de conformidad con la Constitución y las Leyes.
3. Al Rey corresponde, previa autorización de las Cortes Generales, declarar la guerra y hacer la
paz.
Artículo 64.
1. Los actos del Rey serán refrendados por el Presidente del Gobierno y, en su caso, por los
Ministros competentes. La propuesta y el nombramiento del Presidente del Gobierno, y la
disolución de las Cámaras prevista en el artículo 99, serán refrendados por el Presidente del
Congreso.
2. De los actos del Rey serán responsables las personas que los refrenden.
Artículo 65.
1. El Rey recibe de los Presupuestos del Estado una cantidad global para el sostenimiento de su
familia y Casa, y distribuye libremente la misma.
2. El Rey nombra y releva libremente a los miembros civiles y militares de su Casa.
En el pensamiento político:
- la república tarda en aparecer (a pesar de la experiencia en Roma): el primero que
habla de república es Maquiavelo que divide los Estados en principados y repúblicas
- la república parece que ha carecido de identidad, lo que no es el caso de la
monarquía; cuando Maquiavelo clasifica las formas políticas en monarquía y república,
incluye en ésta la aristocracia y la democracia (esto es, pone a un lado la monarquía y
a otro lo que no es monarquía: la república identificada por oposición a la monarquía)
- durante los siglos XVI y XVII hay otro uso del término república (del latín res publica)
para significar la comunidad política, el Estado (todavía el término Estado no era
usual).
Ya antiguamente (en Roma, Maquiavelo, Montesquieu), pero sobre todo desde la Revolución
francesa, la identificación de la república por oposición a la monarquía apuntaba de modo
inequívoco a la democracia (en el sentido de participación popular y electividad de los cargos):
- con la llegada del régimen constitucional la forma republicana experimentó una fuerte
expansión, con la correlativa retracción de la monarquía
- la república se erigió en símbolo: frente al mito político-religioso de la Corona, la
república simbolizó la razón, el laicismo, la ley, el progreso
- no obstante, después de la evolución experimentada por la monarquía, ya es
insostenible la sinonimia democracia=república.
a) Designación.
1. Elección popular.
La elección popular confiere al Presidente de la República una fuerza política semejante a
la del Parlamento, sobre todo si es elección directa:
- este procedimiento suele corresponderse con una figura presidencial dotada
de muchas e importantes competencias, pero su correlación con el sistema
presidencialista no se cumple siempre
- por ejemplo, en el sistema presidencialista por excelencia, el de Estados
Unidos, el Presidente todavía es elegido de modo indirecto, mediante
compromisarios de cada uno de los dos partidos políticos más importantes
elegidos popularmente
- por el contrario, en Francia el presidente es elegido por sufragio popular
directo, y sin embargo el sistema de gobierno es parlamentario (pero con
poderes considerables del Presidente)
- también es elección por sufragio directo en Portugal, Austria e Irlanda.
2. Votación parlamentaria.
Este modo de designación suele corresponderse con sistemas de gobierno parlamentario:
del Parlamento procede tanto el Gobierno como la Jefatura del Estado.
La duración del mandato diverge entre los cuatro años en Estados Unidos, siete años en Italia y
cinco en Francia.
a) Poderes y funciones.
Se acostumbra a diferenciar entre los poderes y funciones del Presidente de la República según se
trate de un sistema presidencialista o parlamentario.
En el sistema parlamentario:
- el Presidente de la República en un sistema parlamentario neto tiene una posición
institucional similar a la del monarca parlamentario:
o le están referidas muchas funciones estatales pero su ejercicio efectivo está
vaciado de contenido por la existencia de un Gobierno parlamentariamente
responsable: es una magistratura integradora y de representación del Estado
- nombra al Presidente del Gobierno y, a propuesta de éste, a los ministros;
igualmente formaliza su cese; pero en uno y otro caso, su poder está
condicionado por la relación de fuerzas en el Parlamento y por los
procedimientos de exigencia de responsabilidad política del Gobierno
- en relación con el Parlamento, es frecuente que le esté atribuida su
disolución así como la sanción y promulgación de las leyes; además, es
habitual que tenga capacidad de veto suspensivo de leyes aprobadas por
el Parlamento (esta es la principal diferencia entre monarquía y república
parlamentaria)
- la política exterior es dirigida por el Gobierno, aunque el Presidente tiene
funciones protocolarias.
b
a
a
c
Otro test: En un sistema presidencialista de Gobierno: El Presidente ostenta la misma legitimidad democrática que el
Parlamento.
b) Responsabilidad.
La irresponsabilidad de la Jefatura del Estado no es privilegio de los reyes: también los presidentes
republicanos son políticamente irresponsables:
- no obstante, les alcanza la responsabilidad penal por cierto tipo de delitos, lo que está
excluido en las monarquías
- en las repúblicas parlamentarias la irresponsabilidad del Jefe del Estado se
corresponde con la institución del refrendo, y el correspondiente desplazamiento de la
responsabilidad al órgano refrendante; no obstante, algunas constituciones (Alemania,
Portugal, Francia) contemplan la posibilidad de responsabilidad política del Presidente
de la República
- en las repúblicas presidencialistas la irresponsabilidad del Presidente responde a la
severa separación de poderes constitucionalmente establecida (por ejemplo, el
Presidente no tiene facultad para disolver las Cámaras, ni el Gobierno responde ante
el Parlamento)
- por lo demás, es difícil que se den las circunstancias y condiciones para el
procesamiento criminal de un Jefe de Estado: lo más normal y pragmático es la
presión para que dimita sin ulterior proceso, con lo que la responsabilidad penal se
resuelve en una atípica responsabilidad política.
c
d
c
Tema IX. Las formas territoriales del Estado
Junto a la división funcional del poder existe otra, en algunos Estados desde hace dos siglos, que
se realiza con un criterio territorial, distinguiendo entre poderes centrales y locales: cuando esto
sucede nos encontramos ante Estados compuestos; en caso contrario, ante un Estado unitario.
En el Estado unitario existe un centro único de impulsión política y una sola estructura institucional
del poder (aunque la Administración puede estar descentralizada):
- existe una sola Constitución y un Ordenamiento jurídico simple y uniforme
- de hecho, el origen del Estado fue debido a la concentración del poder en el monarca,
la creación de la Administración regia y la unificación del Ordenamiento jurídico
- esto es, el Estado comenzó siendo unitario como forma de superación del
policentrismo medieval
- finalmente, la centralización estatal significó una mejora de la eficacia política y
administrativa.
d
a
Para entender los modelos territoriales de Estado es clave comprender la diferencia existente entre
soberanía y autonomía:
- soberanía es el poder supremo interno del Estado y el poder independiente de éste en
sus relaciones internacionales
- autonomía es la potestad de dictar normas propias que pasan a integrar el
Ordenamiento jurídico del Estado
- en pura lógica jurídica, a un Estado le corresponde una sola soberanía: en este
sentido los Estados compuestos son también, de alguna manera, unitarios
o no obstante su suele llamar Estados a los miembros de una Federación y
reconocerles cierta soberanía (aunque más que soberanía lo que les
caracteriza es un mayor o menor grado de autogobierno)
- como la soberanía reside en la Federación, ella es el único Estado
o la definición de la Federación como Estado de Estados se repite sólo por
rutina
o más que Estados miembros, son regiones autónomas
o es cierto que el Estado miembro tiene poder constituyente:
sin embargo, se trata de un poder constituyente constituido, no
originario
además delimitado porque, una vez establecida la Federación, el
poder constituyente de los Estados miembros tiene su fundamento y
su límite en la Constitución federal
o en conclusión, los Estados federados tienen cierta soberanía (muy debilitada):
en ningún caso tienen plenitud de soberanía
como dice la Constitución suiza: “los cantones son soberanos” … “en
cuanto su soberanía no esté limitada por la Constitución federal”.
El profesor concluye que en lugar de utilizar la denominación de Estados federados, parece más
coherente reservar el concepto de Estado para la Federación y considerar a los miembros como
territorios (o entes territoriales) federados. Pero, como dice el profesor, la realidad política domina
sobre la lógica jurídica, por lo que se continúan denominando Estados federados.
Los cuatro principios jurídico-políticos que vertebran el Estado federal son los de unidad,
autonomía, participación y supremacía de la Federación:
- principio de unidad: hay una sola soberanía y un solo Ordenamiento jurídico (que integra
en su seno diversos subordenamientos)
- principio de autonomía: una Federación implica la unión de comunidades políticas
individualizadas y distintas que disponen de órganos políticos propiamente dichos y no
meramente administrativos: Gobierno, Parlamento y Poder Judicial
- principio de participación: los entes federados intervienen en los órganos federales (en
particular en el Parlamento, y a su través, en la dirección política de la Unión); además,
participan en la reforma de la Constitución federal
- principio de supremacía de la Federación: la Federación es la verdaderamente soberana;
también la Constitución y el Derecho federal son superiores a las Constituciones y
subordenamientos de los entres federados.
c
b
d
4. Estructura institucional.
1. El Poder Ejecutivo:
- puede responder a varios tipos: bien al modelo parlamentario de Gabinete (con liderazgo
más o menos acentuado de un Primer Ministro o Canciller), bien al presidencial como
sucede en Estados Unidos, bien al colegial que se da en Suiza.
2. El Parlamento:
- suele decirse que el bicameralismo es consustancial a los Estados federales; según el
profesor esto es una verdad a medias:
- en el terreno de los hechos, efectivamente, así acontece en todos los Estados
federales
- pero ello no significa que estemos ante un elemento esencial de la forma política
federal, pues nada impide que el principio de participación tenga aplicación en un
Parlamento monocameral si su composición y la regulación de su organización y
funcionamiento son adecuadas
- en realidad, el origen estadounidense del bicameralismo (el Senado), más que
para representar a los Estados miembros, su verdadero propósito era frenar a la
Cámara popular (el Congreso)
- el profesor concluye que el bicameralismo puede ser conveniente en los Estados
federales, pero no consustancial o imprescindible
- en cuanto a la participación de los Estados en la segunda cámara:
- suele aceptarse que la representación de cada Estado ha de ser la misma (como
en Estados Unidos donde cada Estado tiene dos senadores)
- no obstante en el Bundesrat los Länder tienen diferentes escaños
- otra cuestión es la forma de designación de los miembros de la cámara territorial:
- esta designación es muy diversa: elección por sufragio universal directo, elección
por sistemas diferentes según los entes federados, designación por las Asambleas
legislativas de éstos, designación por los diferentes gobiernos y sistemas mixtos de
varios de los procedimientos mencionados.
Por otra parte, se dice que la Cámara Baja representa a los ciudadanos de la Unión y la
Cámara Alta o federal representa a los entes miembros:
- sin embargo, los senadores no votan en bloque según el territorio que representan
(salvo en Alemania), sino según su adscripción política (igual que en el Congreso)
- además, una vez constituidas, las Cámaras son exclusivamente órganos de la
Federación, no de los Estados
- por otra parte, por ejemplo en Estados Unidos, el Senado tiene importantes
competencias reservadas en exclusiva a la Unión (por ejemplo la política
internacional), lo que cuestiona aún más la representación territorial de la segunda
Cámara.
3. El Tribunal Federal:
- un Tribunal Federal superior dirime los conflictos entre los entes miembros, y entre éstos
y la Federación, así como los problemas suscitados por la aplicación del Derecho federal
- de hecho, el nacimiento de la jurisdicción constitucional se debió en buena medida a la
necesidad de solucionar estos conflictos
- en Estados Unidos la competencia reside en el Tribunal Supremo; en otros países en el
Tribunal Constitucional.
Los entes federados suelen dotarse de una estructura paralela a la federal, con la única variante de
que sus Parlamentos son monocamerales; estos entes federados están regidos por verdaderos
gobernantes, no por meros funcionarios administradores ni por delegados de los órganos federales.
5. Distribución de competencias.
La Constitución federal suele regular, finalmente, la colisión entre normas de uno y otro nivel, así
como las lagunas que pudieran encontrarse por no estar atribuida una materia o competencia:
- si una colisión no encuentra solución por la vía interpretativa de las normas
competenciales, se aplica el principio (a menudo explicitado en la Constitución) de
prevalencia del Derecho federal
- en cuanto a las eventuales lagunas jurídicas, se colman atribuyendo a los entes
miembros (unos países) o a la Federación (otros países) las competencias residuales
que no encuentren ubicación en la distribución expresa de las mismas.
a
a
b a
Una región es un territorio que, por sus características comunes o identidad, tiene un régimen
jurídico diferenciado.
Algunos autores niegan que el Estado regional sea un modelo de organización territorial diferente
del unitario; dicen que es un Estado unitario descentralizado, no sólo administrativa, sino también
política.
d
De estas dos tendencias, es más fuerte la segunda, que debilita la plena realización de la primera:
- además, las exigencias del Estado social juegan a favor del fortalecimiento de los
poderes centrales
- también el crecimiento de un sentimiento nacional gana terreno a la reivindicación de
la diversidad (como sucede en Estados Unidos y en Alemania); en cambio, este
sentimiento nacional no se da en España que, estando menos descentralizada,
experimenta en su seno fuertes nacionalismos.
En conclusión, el principio de igualdad, propio del Estado social, se está imponiendo al principio de
autonomía, propio del Estado compuesto.
BLOQUE 4. LA DEMOCRACIA REPRESENTATIVA
2. Su insuficiencia.
Realmente los términos pueblo y nación eran sinónimos en el siglo XVIII, tanto para los
revolucionarios franceses como para los padres fundadores americanos: la diferenciación
entre pueblo y nación no existe entre los pensadores ilustrados.
Hoy en día, con el sufragio universal, seguir diferenciando soberanía popular y soberanía
nacional es un verdadero desatino (tanto político como científico), pues equivale a
renunciar a unas expresiones nobles (nación, soberanía nacional) y entregárselas a los
enemigos de la democracia, que aparecen así como los únicos “nacionales” y patriotas.
En la Edad Media:
- en los asuntos importantes del Reino comienzan a participar, además del Rey y sus
allegados, los grandes propietarios de tierras (nobleza y clero)
- los señores feudales se convierten en “consejeros naturales” del monarca porque:
o son los dueños del territorio, del país
o apoyan militar y económicamente al monarca
o como contraprestación obtienen del Rey compensaciones tributarias y
administrativas
- en la organización política estamental se conserva la participación política ligada a la
economía, a la base patrimonial
o los estamentos representados ante el poder son los que poseen
territorialmente el país
o también los que se encuentran en una posición económica equivalente
(burguesía):
la burguesía compra tierra y cargos para asimilarse a la nobleza
comerciantes, funcionarios y letrados obtienen así el derecho de
ciudadanía (que incluía la participación política).
Ni los revolucionarios franceses ni los padres fundadores anhelaban una democracia del
“populacho”; lo que pretendían realmente era una extensión de los derechos de participación a la
burguesía, profesionales liberales y funcionarios: en los orígenes del Estado constitucional los
términos democracia y representación eran antagónicos.
Estas manipulaciones semánticas han sido exitosas: en el siglo XX apenas se habla de otra forma
de democracia que la representativa.
No obstante también es cierto que la evolución de este régimen, sobre todo con el sufragio
universal, ha permitido: mayor influencia popular en el poder, mayor legitimidad del poder y le ha
exigido una mayor responsabilidad.
Condorcet, que en 1787 fue el primero en utilizar la expresión democracia representativa, también
abogaba por la participación directa popular (al menos para aprobar la Constitución):
- no obstante, la tesis más extendida durante el siglo XIX fue la incompatibilidad entre la
democracia representativa y la democracia directa
- sin embargo, tras la primera guerra mundial,se recupera la idea de la democracia
directa (mediante el referendo y la iniciativa popular) como forma de limitar el poder del
Parlamento:
o Carré de Malberg dice que con la democracia directa se combinan
perfectamente parlamentarismo y democracia, además de limitar el poder de
los partidos políticos (que, según este autor, se han apropiado de la soberanía).
Hoy, con el sufragio universal y el protagonismo de los partidos políticos, las instituciones de
democracia directa adquieren una significación diferente ya que pueden ser funcionales para el
Estado constitucional, en el que el referendo popular es crecientemente utilizado para la adopción
de decisiones sobre soberanía territorial o sobre textos legislativos que precisan un especial
consenso, y como procedimiento excepcional para corregir disfuncionalidades parlamentarias.
Los rasgos que han caracterizado la utilización (manipulada) política de la participación directa son:
- tradicionalmente: autoritarismo y conservadurismo
- posteriormente: antipartidismo y antiparlamentarismo.
Concepto: Conjunto de reglas y procedimientos conforme a los cuales se convocan y celebran las
elecciones, se asignan los escaños con relación a los votos obtenidos por las candidaturas y se
resuelven los recursos a que todo este proceso diere lugar.
7. El derecho de sufragio.
La Constitución Española caracteriza el sufragio como universal, libre, igual y secreto; además,
para todas las elecciones, salvo las Diputaciones provinciales, es directo; la Ley Electoral añade
que es personal y singular. ¿Qué significan estos calificativos del sufragio?:
1) Universal:
- significa una persona un voto
- el sufragio universal masculino se generaliza durante la segunda mitad
del siglo XIX: en Francia en 1848, y en España estuvo vigente entre 1869-
1875 y a partir de 1890
- el femenino en el periodo de entreguerras (años 20 y 30 del siglo XX)
- actualmente se está planteando la paridad de la mujer en las listas
electorales (acción positiva sobre el sufragio pasivo femenino):
- la Ley para la igualdad efectiva de hombres y mujeres (2007)
exige la presentación de candidaturas paritarias en una proporción
al menos de 40%-60% en los puestos de cabeza (son las
denominadas listas cremallera)
- los requisitos para el ejercicio del derecho de sufragio son:
1. Mayoría de edad: lo más habitual es sufragio activo y pasivo, masculino
y femenino, a los 18 años
2. Inclusión en el censo electoral: no se puede votar si no se figura inscrito
en la relación de electores de cada circunscripción
3. Nacionalidad o carta de ciudadanía; sin embargo en España se admite
el sufragio activo de extranjeros en las elecciones municipales si existe
reciprocidad, esto es, siempre que los españoles disfruten del mismo
derecho en el otro Estado; la Unión Europea lo extendió al sufragio pasivo
4. Pleno disfrute de los derechos políticos: la pérdida de este derecho sólo
puede ser adoptada por la autoridad judicial (dementes ingresados en
centros de salud; reclusos penados por cierta clase de delitos).
2) Libre:
- para que el sufragio sea libre es preciso que esté reconocido el más amplio
pluralismo político, y reconocidas las libertades de expresión, reunión y
manifestación
- además se deben evitar coacciones dentro y fuera del colegio electoral.
3) Igual:
- todos los votos tienen igual valor
- para ello es necesario que la relación entre el número de representantes y
representados sea igual en todas las circunscripciones, lo que nunca sucede.
4) Secreto:
- el secreto del voto es una condición esencial de toda elección libre
- por ello, existen papeletas y sobres oficiales y se instalan cabinas en los colegios
electorales.
5) Directo:
- la elección se sustancia con una única votación
- el sufragio es indirecto cuando se eligen electores de segundo grado o
compromisarios: en España sólo son de segundo grado las elecciones a las
Diputaciones Provinciales.
6) Personal:
- se excluye la delegación del voto en otra persona, pero se admite el voto por
correo.
7) Singular:
- sólo se puede votar una vez en cada elección.
a
d
a
8. La circunscripción electoral.
9. La fórmula de escrutinio.
Se trata de interpretar los datos numéricos de la elección como base de la distribución legítima de
los escaños.
a) Fórmula de mayoría.
Las fórmulas de mayoría (relativa y a una vuelta como en Inglaterra, o mayoría absoluta y a dos
vueltas como en Francia), ligadas en general a circunscripciones uninominales, producen una
sobrerrepresentación de los partidos fuertemente implantados en todo el territorio nacional (y de
los partidos regionales si la circunscripción electoral es regional).
d
b) Fórmulas proporcionales.
a
c) La fórmula mixta alemana o sistema ABWR.
Conforme al sistema electoral alemán, el elector utiliza dos papeletas: con una vota una lista, con
la otra a un candidato de su distrito, que puede ser de partido diferente al votado con la primera:
- el candidato más votado en cada distrito obtiene escaño (sistema de mayoría)
- además, la representación obtenida por las listas sigue un sistema de representación
proporcional (variante de Santa Lagüe, modificada).
Tema XI. El Parlamento
d
a
El origen remoto del bicameralismo nos lleva a los Parlamentos medievales de Polonia, Hungría,
Bohemia y, sobre todo, de Inglaterra, donde una Cámara incluye a la alta nobleza y al alto clero,
mientras que la otra incluye a los demás estamentos privilegiados. Más cerca en el tiempo, la
Constitución de Estados Unidos de 1787 establecía una representación especial (mal llamada
territorial) que asumía el Senado.
Por otra parte, se han adoptado ciertos mecanismos que cumplen la función de freno y prudencia
que se solía atribuir a la segunda Cámara:
- las Comisiones parlamentarias persiguen la reflexión y el enfriamiento de los proyectos
de ley
- la exigencia de mayorías cualificadas evita la imposición de las tesis de mayorías
coyunturales
- el referendo popular para la aprobación de determinados proyectos
- la jurisdicción constitucional protege a las minorías.
Finalmente apuntar que dos tercios de los Parlamentos del mundo son monocamerales, y tras la
segunda guerra mundial han desaparecido muchas segundas cámaras de segunda lectura
legislativa (y aparecido otras, como en España).
Para facilitar el funcionamiento del Pleno del Parlamento existen diversos órganos:
- órganos rectores (el Presidente y la Mesa): ponen el acento de sus decisiones en la
neutralidad de la aplicación del reglamento
- órganos representativos de los grupos parlamentarios (Junta de Portavoces): los
portavoces defienden el punto de vista de cada partido.
El Presidente:
- en un régimen democrático, especialmente en un sistema parlamentario, es elegido
por los miembros de la propia Cámara y su mandato suele extenderse a toda la
legislatura
- funciones:
1. Representación de la Cámara
2. Dirección de los debates, concediendo y retirando la palabra
3. Ejercicio de la disciplina parlamentaria sobe los miembros de la Cámara
4. Ejercicio de la autoridad administrativa sobre el personal y orden público en el
interior de la Cámara
5. Participación, junto a la Mesa y, en su caso, a la Junta de Portavoces, en la
fijación del orden del día del Pleno
6. En España, el Presidente del Congreso de los Diputados dirige las consultas
regias previas a la propuesta de candidato a la Presidencia del Gobierno y la
refrenda.
La Mesa:
- es un órgano colegiado integrado por el Presidente, los Vicepresidentes y los
Secretarios de la Cámara (todos ellos son diputados)
- funciones:
1. Asistencia al Presidente
2. Participación en la fijación del orden del día
3. Calificación de los escritos que se presentan a la Cámara a fin de darles la
tramitación jurídica oportuna
4. Distribución del trabajo parlamentario entre las diversas Comisiones.
c
b
Tema XII. Los grupos parlamentarios
Constitución:
- el acto de constitución del grupo se formaliza con la comunicación al Presidente de la
Cámara y con su publicación en el Boletín Oficial de ésta:
o la comunicación debe expresar el nombre del grupo, la relación nominal de sus
miembros firmada por éstos, y los nombres de quien actuará como portavoz y
de sus eventuales sustitutos
- la inscripción de los parlamentarios en un grupo es voluntaria: en España, quienes no
se inscriban en uno quedan incorporados al Grupo Mixto
- los reglamentos parlamentarios suelen dejar a los grupos mucha autonomía para su
organización interna.
Composición personal:
- se exige un cierto número de parlamentarios para constituirse en grupo
o en España los estatutos del Senado han mantenido la cifra de 10 como mínimo
o en cambio, el número ha cambiado varias veces en el Congreso.
- hay dos clases de miembros:
o los inscritos, que normalmente militan en el partido que sustenta al grupo
o los adheridos, que no pertenecen al partido y a los que no se les exige una
disciplina total.
Extinción:
- por disolución, debida a un acuerdo de sus miembros o por abandono de alguno de ellos
(quedando el grupo parlamentario por debajo del límite permitido)
- por término de la legislatura; no obstante, en España los grupos parlamentarios tienen
cierta supervivencia a los exclusivos efectos del funcionamiento de las Diputaciones
Permanentes.
b
Las funciones que cumplen los grupos en las Cámaras afectan a todo el funcionamiento y
organización de éstas; generalizando, compete a los grupos parlamentarios:
1) el estudio de los proyectos antes de su discusión en el Pleno o en la Comisión
2) la solicitud de debates
3) la iniciativa legislativa (aunque es suficiente la proposición firmada por varios
parlamentarios); aunque la Constitución no dice explícitamente que la iniciativa legislativa
corresponde a los grupos, sí lo hacen los reglamentos de las Cámaras
4) en general, todas las funciones atribuidas a los miembros parlamentarios individuales.
Al organizarse todo el funcionamiento del aparato estatal sobre los partidos (esto es, al
institucionalizarse la democracia de partidos), ha emergido una especies de mandato imperativo de
los partidos políticos sobre “sus” parlamentarios:
- por eso se dice que hoy en día el Parlamento es grupal
- los grupos parlamentarios (no los parlamentarios individuales) constituyen la pieza
clave de los sistemas parlamentarios y asumen todo el protagonismo
- así sucede en España en todas las Cámaras representativas: Congreso, Senado,
Parlamentos autonómicos, Diputaciones Provinciales y Ayuntamientos
- sin embargo, el funcionamiento de los grupos no es tan disciplinado en el Parlamento
europeo [porque la confección de listas electorales depende de cada país, no de un
partido europeo].
Existió cierta opinión que decía que, en un sistema electoral con candidaturas cerradas, los
escaños pertenecen al partido, no a los parlamentarios [porque el ciudadano elige un partido, no un
parlamentario]:
- Birbaum, Hamon y Troper van más lejos:
- proponen que los partidos puedan disponer de los escaños ganados en las
elecciones para cubrirlos con los expertos en la materia que en cada caso se
discuta: dicen que así se mejoraría la eficiencia y el rigor técnico del trabajo
parlamentario
- en las votaciones, bastaría con la presencia de los portavoces de los grupos
parlamentarios, portadores de tantos votos como escaños tenga su grupo
- no obstante, todas las Constituciones contemplan el representativo, o al menos desligan a
los parlamentarios del mandato imperativo (art 67.2 CE)
- esto es, el mandato representativo continúa jurídicamente vigente, aunque como
sabemos tiene numerosos condicionamientos en la práctica
- el parlamentario, de hecho, de alguna manera se compromete a defender un programa y
a votar en la Cámara de acuerdo con las directrices del partido en cuya candidatura se
presentó a las elecciones
- la disciplina de voto es muy alta en los grupos parlamentarios europeos; en el Congreso
de Estados Unidos no tanto
- en España, fuera de fenómenos aislados de transfuguismo, el parlamentario actúa y vota
en las Cámaras alineado con su grupo y comandado por el portavoz.
Debido a esta mutación, encontrar el punto de equilibrio entre política y Derecho, integrar la
democracia de partidos en el Estado de Derecho es el problema fundamental del Derecho público
de nuestros días.
Las elecciones cumplen una importante función de integración del ciudadano y de los grupos en la
democracia representativa, con la correspondiente aceptación de las reglas del juego y la renuncia
a otros procedimientos menos civilizados de hacer política:
- además, las elecciones establecen una cierta comunicación entre los gobernantes y
los gobernados, entre los partidos políticos y los electores
- no obstante, la incidencia efectiva de los electores en la marca del país es hoy en día
bastante modesta
- por otra parte, en los sistemas parlamentarios, las elecciones no son sólo de
parlamentarios, sino también de Gobierno (aunque indirectamente).
Por otra parte, el Estado autonómico reconoce una pluralidad de centros de producción legislativa.
6. Función presupuestaria.
a) Origen y evolución.
En las democracias actuales, el Presupuesto está informado por los siguientes principios:
- Anualidad: se aprueba cada año y se ejecuta anualmente (este es el principio más
antiguo, aunque en la actualidad presenta algunos inconvenientes)
- Unidad y universalidad:
o unidad: el Presupuesto es un documento único (para facilitar su conocimiento y
su control parlamentario)
o universalidad: el Presupuesto incluye la totalidad de los gastos del Estado y la
correspondiente previsión de ingresos
- Materia tasada: la Ley de Presupuestos no debe incluir más nada que lo anterior (junto
con la regulación de materias conexas o limítrofes); no obstante, es frecuente que el
Gobierno aproveche esta Ley para regular también materias ajenas al presupuesto.
El Estado social destina a gasto público una parte importante de la riqueza que se genera cada
año (en España alrededor del 40% del PIB); pues bien, la Ley de Presupuesto detalla estos gastos,
y además prevé como se consiguen los ingresos necesarios; en efecto:
- en relación con los gastos: autoriza, limita y especifica el destino del gasto público
- en relación con los ingresos, se limita a hacer una previsión (sin efectos jurídicos).
c
Tema XIII. Relaciones entre Gobierno y Parlamento
1. El sistema convencional:
- tiene un único centro de impulsión política, el Parlamento, del cual derivan el
Gobierno y la Jefatura del Estado
- el Parlamento, reunido en asamblea o convención, concentra en sí los poderes
legislativos y de dirección política
- esta forma solamente existe en Suiza (gobierno directorial).
2. El sistema presidencialista:
- tiene dos centros de impulsión de igual o similar legitimidad electoral: el
Presidente de la República y el Parlamento, con una nítida separación de poderes
e independencia (la continuidad de uno no depende del otro)
- el ejemplo es Estados Unidos.
3. El sistema parlamentario:
- originalmente tenía dos centros de impulsión política de diferente legitimidad: el
Rey y el Parlamento
- actualmente sólo se admite la legitimidad democrática, por lo que el sistema
parlamentario ha ido evolucionando:
- el Jefe del Estado ha ido perdiendo poder político efectivo, que ha ido a
parar a los Gobiernos
- la excepción es Francia (y algo Portugal) porque los Presidentes
de la República son elegidos por sufragio universal y tienen
importantes atribuciones de dirección política
- se conserva el elemento esencial del sistema: la responsabilidad política
del Gobierno ante el Parlamento
- el Gobierno va tomando el predominio en la acción política: Gobierno de
Gabinete (Reino Unido), de Canciller (Alemania), de Primer Ministro
(España, Italia)
a) Evolución histórica.
En Inglaterra:
- triunfante la Revolución Gloriosa, el Parlamento inglés (oligárquico hasta que comenzó
a democratizarse a partir de 1832) va a tener el mismo rango que el Rey, o superior ya
que:
o delibera y aprueba las leyes
o aprueba el Presupuesto y los tributos
o además, el Parlamento va cobrando fuerza según se va preservando al Rey de
toda responsabilidad
- el Rey conservaba la prerrogativa del nombramiento y separación de los ministros
o pero a lo largo del siglo XVIII se consolidó la facultad parlamentaria de exigir
responsabilidad a un ministro, primero penal, luego política
o esta facultad limitó el poder del Rey para el nombramiento de los ministros:
sólo podía nombrar a aquellas personas que tenían el respaldo de la Cámara;
y el Rey no podía mantener un ministro contra la opinión del Parlamento
- a principios del siglo XVIII los asuntos gubernamentales comenzaron a despacharse en
un comité reducido del Consejo Privado del Rey: el Gabinete
o a lo largo del siglo XVIII el Rey dejó de asistir a estas reuniones, lo que con el
tiempo generó una costumbre constitucional: los negocios del Reino eran
atendidos y resueltos por el Gabinete
o con el tiempo:
el Gabinete fue cada vez más homogéneo
uno de los ministros se convirtió en el lider (el Premier) que
despachaba habitualmente con el Rey
el Rey actuó refrendado por un ministro (que asumía la
responsabilidad de las decisiones)
el Gabinete comenzó a responder colegiada y solidariamente ante el
Parlamento.
- a partir de 1832 se amplía el sufragio, lo que conduce a una pérdida de poder de la
Cámara de los Lores y a una democratización del sistema parlamentario.
En el Continente:
- tras la revolución francesa, la Restauración monárquica significó el restablecimiento de la
soberanía regia
- aunque se habla de soberanía compartida entre el Rey y el Parlamento (el Gobierno
necesita la doble confianza regia y parlamentaria), la Monarquía sólo tolera una relativa
limitación de sus facultades
- a partir de la Revolución de 1848 comienza una tímida democratización del régimen, que
en algunos países avanzó hacia el reconocimiento del sufragio universal
- en nuestros días se tiende a limitar y condicionar el poder del Parlamento, y a fortalecer la
posición del Gobierno: es lo que se denomina racionalización parlamentaria.
Reino Unido:
Es el pueblo quien elige al Premier a través del Parlamento, y éste lo sostiene con su
confianza. El Gabinete inglés, dirigido por el Premier, es un órgano bastante autónomo
en el
funcionamiento del sistema político, aunque jurídica-mente dependa de la confianza
parlamentaria.
El Gabinete dirige al Parlamento.
c) FRANCIA.
Tiene un Presidente fuertemente respaldado por el pueblo pero, en cambio, no consigue
para
su partido la mayoría absoluta en la Asamblea Nacional:
No necesita investidura sino solo no ser derrotado por una moción de censura o en una
cuestión de confianza.
Tiene potestad reglamentaria amplísima, que reduce el ámbito de la ley a materias
tasadas.
d) ALEMANIA.
Se aprecia el papel preponderante del Canciller y el carácter meramente representativo
del
Presidente de la República. El Canciller es propuesto por el Presidente a la Cámara Baja
y necesita
la investidura por mayoría absoluta; de no obtenerla, la Cámara puede investir a su
propio
candidato. El Canciller elegirá libremente a los ministros. Además existen muchas
dificultades
parlamentarias para exigir responsabilidad política, ya que requiere que la moción de
censura
incorpor e un candidato alternativo y sea aprobada por mayoría absoluta, así como la
posibilidad de
disolver la Cámara en caso de perder una cuestión de confianza. El Canciller tiene la
función de
dirigir la política y es la cabeza efectiva del Gobierno.
e) ITALIA.
El Presidente de la República tiene funciones representativas y simbólicas pues todos
sus actos necesitan refrendo. Su designación es realizada por un colegio mixto (todos
los miembros de
las Cámaras más electores regionales). La acusada personalidad de los dos últimos
presidentes los
ha hecho muy inf luyentes en la vida política del país, habiendo provocado el actual,
con sus
extr alimitaciones, un verdadero problema institucional. El Gobierno se ve sometido a
la confianza
de las dos Cámar as, y la ausencia de mayorías absolutas ha deparado continuos
Gobiernos de
coalición. En la actualidad se intenta crear un movimiento de opinión favorable a la
reforma
constitucional para adoptar un sistema presidencialista.
f) ESPAÑA.
Es un sistema con monarquía parlamentaria, el Rey no tiene propiamente poderes sino
más
bien funciones simbólicas y representativas que se traducen en actos debidos
necesitados de
refrendo.
El Gobierno español tiene primacía sobre el Parlamento y el Presidente del Gobierno
sobre
los ministros, esto se apoya en:
Investidura del Presidente del Gobierno, no del Gobierno.
Selección libre de los ministros por el Presidente.
Exigencia de candidato alternativo a la Presidencia en las mociones de censura.
135
El
sistema
de
gobierno
en
España
es:
Parlamentario
Tiene dos centros de impulsión política de igual o similar legitimidad elector al: El
Presidente y el Parlamento, lo cual avala igualdad de poderes, aunque la Constitución
de Estados
Unidos se inclinó por una separación neta de ambos. El poder ejecutivo corresponde al
Presidente,
no al Gobierno. En realidad, no existe Gobierno sino secretarios del Presidente. El
Presidente
designa a los secretarios entre personas no pertenecientes a las Cámaras. La separación
de poderes,
sin embargo, no es tan radical que no haya relación alguna entre ellos:
El Presidente no tiene iniciativa legislativa.
El Congreso puede conferir una delegación legislativa al Presidente.
El Presidente tiene derecho de veto sobre las leyes aprobadas por el Congreso, que éste
no
puede superar sino con una mayoría de dos tercios, realmente difícil de alcanzar.
El Senado ha de aprobar el nombramiento presidencial de los altos cargos públicos.
El Senado tiene asimismo importantes facultades en política internacional.
El Presidente no puede disolver el Congreso, ni una de sus Cámaras, y éstas no pueden
exigir responsabilidad política a aquél ni a los secretarios.
Es frecuente que el Presidente y la mayoría parlamentaria sean de diferente partido, e
incluso que difieran los de una y otra Cámara.
La separación de poderes ha dado paso a la colabor ación entre ellos.
114
Un
sistema
de
gobierno
de
asamblea
se
caracteriza:
Por
suponer
una
concentración
de
poder
en
el
Parlamento.
Tema XIV. Responsabilidad política del Gobierno
443
En
el
proceso
de
formación
del
Gobierno
español,
corresponde
la
apertura
de
un
periodo
de
consultas:
Al
Rey
con
el
refrendo
del
Presidente
del
Congreso
de
los
Diputados.
16. En caso de que ninguno de los candidatos propuestos a la Jefatura
del Gobierno consiga su investidura, la Constitución española:
a) Prevé la disolución voluntaria del Parlamento c) Silencia el
procedimiento a seguir
d) Prevé la disolución automática del Parlamento d) Prevé la
interposición de una moción de censura.
3. LA PSEUDORRACIONALIZACIÓN PARLAMENTARIA EN EL
CONSTITUCIONALISMO DEL SIGLO XX.
359
La
moción
de
censura
es
un
procedimiento
de
exigencia
de
responsabilidad
política
del
Gobierno,
en
el
que
la
iniciativa
parte:
Del
Parlamento.
400
En
España,
si
la
cuestión
de
confianza
no
es
aprobada:
El
Gobierno
está
obligado
a
dimitir.
54
La
cuestión
de
confianza
en
España:
Puede
versar
sobre
una
declaración
de
política
general.
113
La
cuestión
de
confianza
en
España:
Requiere
mayoría
simple
para
su
aprobación.
218
La
cuestión
de
confianza
en
España:
Ninguna
de
las
anteriores:
Puede
versar
sobre
la
Ley
de
Presupuestos
(NO);
Puede
ser
presentada
por
el
Rey
como
Jefe
de
Estado
(NO);
Requiere
ser
aprobada
por
el
Senado
por
mayoría
absoluta
(NO).
73
La
moción
de
censura
en
España:
Es
constructiva,
como
en
Alemania.
94
La
moción
de
censura
en
España:
Exige
mayoría
absoluta
para
su
aprobación.
5. La moción de censura en España:
a) Puede ser presentada por cualquier Diputado c ) Es constructiva,
como en Reino Unido
b)Se puede presentar ante el Senado d) Es constructiva
BLOQUE 5. CONSTITUCIONALISMO HISTÓRICO ESPAÑOL
Dice la Declaración de Derechos del Hombre y del Ciudadano que aprobó la Revolución Francesa
en 1789:
- art. 3º: la soberanía reside esencialmente en la nación
- art. 16: “Toda sociedad en la que no esté garantizada la libertad ni establecida la
división de poderes carece de Constitución”
- por ello, todas las naciones que se consideraban civilizadas trataron de elaborar una
Constitución, lo que era prueba de su incorporación a la libertad y al progreso.
La agitada historia constitucional española tiene tres constantes: los pronunciamientos, la “ley del
péndulo”, y otra que no veremos (el fenómeno juntero).
a) Los pronunciamientos.
Por la Ley del péndulo se entiende que a una constitución conservadora seguía una progresista, y
a esta una conservadora, y así sucesivamente:
- se quiere transmitir la imagen de equilibrio entre los políticos de uno y otro signo, y de que
todos fueron igualmente culpables del fracaso del constitucionalismo español
- pero no hubo tal equilibrio:
- la línea dominante siempre fue la conservadora (a veces muy reaccionaria): así
ocurrió en la felona reacción de Fernando VII, en las constituciones de 1845 y 1876,
en la dictadura de Primo de Rivera, y en el franquismo; sumando estos periodos, la
línea conservadora tuvo el poder durante 140 años
- otra línea fue la liberal-progresista (que siempre fue abortada) y que miraba a
Europa; el profesor dice que España vivió unos 20 años con estas constituciones:
- el periodo gaditano de la constitución de 1812 hasta la llegada en 1814
del Deseado [y no plenamente, porque el país estaba en guerra contra
Napoleón]
- la breve y poco tranquila vigencia de la constitución de 1837, y el fugaz y
breve bienio progresista de 1854 a 1856; que son periodos más liberales
que democráticos
- los primeros años del fracasado sexenio revolucionario
- y el régimen de la II República [lastrado por la Ley de Defensa de la
República, y al que se le pueden restar algunas etapas, sobre todo los
últimos cinco meses de gobierno del Frente Popular].
Aparte de que las Constituciones fueron siempre incumplidas y falseadas, queda de manifiesto el
balance desequilibrado de nuestra historia constitucional [frente a la equívoca ley del péndulo].
La poca consistencia de los partidos políticos durante esta época es algo comúnmente admitido:
- eran grupos de notables con clientela electoral
- la extremada limitación del cuerpo electoral no necesitaba comités electorales
permanentes ni partidos competitivos
- los partidos políticos eran camarillas regionales y caciquiles, poco representativas de la
sociedad de la época, que no alcanzaban a vertebrar el país
- la vida política se reducía a la Corte y en las Cortes.
Por otra parte, el Estado y la Administración pública eran sustituidos en los pueblos por el
caciquismo, auténtica estructura político-administrativa de España:
- la oligarquía (nobles y burgueses terratenientes) gobernaba los pueblos con relativa
independencia de la Corte
- a esto se añade la extraordinaria influencia de la Iglesia en la Corte y en la periferia
- finalmente el Ejército, una vez perdido el imperio colonial, proyectó su actividad hacia
el interior del país (llegando los generales a liderar todo tipo de posiciones ideológicas)
- en cualquier caso, el Estado del siglo XIX y primeros años del siglo XX presentaba
signos de extraordinaria debilidad: el foralismo y el caciquismo fueron las
manifestaciones de la falta de vertebración de España como Estado.
a
Durante el reinado de Isabel II hay tres textos, todos dominados por el doctrinalismo: el
Estatuto Real de 1834, la Constitución de 1837 y la Constitución de 1845; se puede añadir
las reformas de esta última y la Constitución no promulgada de 1856.
Fue un intento de liberalismo democrático: se destrona a Isabel II, surge una dinastía
nueva y fugaz (la de Saboya), después una República (que no consiguió aprobar su
Constitución, que quedó en proyecto) y acabó en Dictadura. El texto fundamental de este
periodo fue la Constitución de 1869 (avanzada y novedosa en algunos aspectos).
d) Restauración: 1874-1931.
Su texto es la Constitución de 1876 que busca una solución política controlada al modo
inglés (bipartidismo y turno en el Gobierno); es el periodo más largo de nuestro
constitucionalismo (casi 60 años).
A la muerte de Cánovas y Sagasta (que son los que se turnan en el poder), el sistema
entra en crisis por el excesivo protagonismo de Alfonso XIII [abuelo de Juan Carlos] y
termina con la dictadura de Primo de Rivera desde 1923 a 1929.
Fue un nuevo intento de régimen liberal democrático (con cambio de forma política y con
una organización territorial abierta a las autonomías regionales); su texto fue la
Constitución de 1931, que nació con un apéndice (la Ley de Defensa de la República).
4. El Estatuto de Bayona.
Por lo tanto, hasta la retirada de las tropas francesas en 1813, en España coexistieron el Estatuto
de Bayona y la Constitución de Cádiz.
d
b) Principios políticos.
Pese a todas las insuficiencias de legitimidad y defectos formales, el Estatuto de Bayona profesaba
una cierta ideología liberal.
1) Liberalismo.
El liberalismo se manifiesta:
- en el tratamiento de los derechos y libertades (que no están agrupados bajo un
Título, sino dispersos a lo largo del texto); se reconocen los siguientes derechos de
corte liberal:
- la libertad personal (con la garantía del habeas corpus)
- la seguridad personal
- la inviolabilidad del domicilio
- la libertad de imprenta
- la supresión de los privilegios de exportación y de importación de las
colonias, así como de los tributarios
- además:
- la prohibición del tormento [tortura]
- la detención o ejecución han de estar autorizadas por la ley
- el proceso criminal se ha de publicar
- en la división de poderes:
- no es una división inequívoca
- la Corona tiene facultades legislativas, en las que participa también el
Consejo de Estado y el Senado (que es un órgano de la Corona, no como
actualmente que forma parte de las Cortes).
c
b
b
5. La Constitución de 1812.
Un poco de historia:
- ante la falta de Rey (que estaba retenido en Bayona), durante la Guerra de la
independencia se constituyeron por toda España Juntas locales y provinciales cuyo
objetivo era derrotar al ejército francés
- estas Juntas crearon la Junta Central
- esta Junta Central convocó las Cortes en enero de 1810 (también Fernando VII apoyó
esta convocatoria):
- ¿para qué se convocaban Cortes?: unos querían unas Cortes soberanas y
constituyentes, otros unas Cortes que solamente adaptasen las leyes del antiguo
régimen
- en realidad se convocaron Cortes estamentales (nobleza, clero y estado llano),
pero finalmente fueron constituyentes; fueron monocamerales (no había Senado)
- el ejército francés empujó a la Junta Central hacia Sevilla, y más tarde a Cádiz
- nadie sabía bien lo que saldría de las Cortes, pero sí que iba a haber un debate sobre los
siguientes puntos característicos del antiguo régimen:
- la limitación del poder regio mediante la técnica de la división de poderes
- la unidad legislativa (en el antiguo régimen había leyes para unos y otras
diferentes para otros)
- la abolición de los privilegios
- una vez llegaron todos los diputados, las Cortes quedaron constituidas en septiembre de
1810:
- era el primer parlamento español, en el sentido moderno del término
- las Cortes se proclamaron representantes de la soberanía nacional
- declararon nula la renuncia al trono de Fernando VII al haber sido hecha con
violencia y sin consentimiento de la nación española
- se reservaron el poder legislativo en toda su extensión
- además de su labor constituyente, atendieron a la función legislativa ordinaria
(mediante los trascendentales Decretos de Cortes) y a la resolución de problemas
políticos y militares
- derrota de las tropas francesas:
- en junio de 1813 José Bonaparte huyó a Francia
- en agosto huyeron las tropas francesas tras la derrota de San Marcial (junto a
12.000 familias españolas: los afrancesados, que eran de los más ilustrados,
liberales)
- en marzo de 1814 regresó Fernando VII a España.
Las Cortes nombraron en diciembre una Comisión redactora (presidida por Muñoz Torrero) para
que redactase el proyecto de Constitución; los trabajos de esta Comisión estuvieron muy
influenciados por la propia labor de las Cortes (que promulgó Decretos sobre la soberanía
nacional, la libertad de imprenta, etc; los principios de estos Decretos de las Cortes iban siendo
incluidos en la Constitución). El trabajo constituyente duró hasta enero de 1812, pero la
Constitución no fue promulgada hasta el 19 de marzo de 1812 (cuarto aniversario de la subida al
trono de Fernando VII por abdicación de su padre Carlos IV).
A la vez que la Constitución, se aprobó un Discurso preliminar, muy extenso (escrito por Argüelles
[quien volverá a aparecer en la Constitución de 1837]), que explica y justifica el proceso
constituyente como una actualización de las leyes fundamentales españolas violadas por el
absolutismo [el Discurso repasa la legislación española desde la época medieval antigua] (“Nada
ofrece la comisión en su proyecto que no se halle consignado del modo más auténtico y solemne
en los diferentes cuerpos de la legislación española”). No obstante, no se nombra a la constitución
francesa de 1791, de donde se toman muchas cosas.
d
a
2. División de poderes.
d
a
a
a
Las Cortes quisieron reconocer los derechos civiles y políticos, y además encontrarles
raíces en la legislación histórica española; además, las propias Cortes de Cádiz ya habían
decretado la libertad de imprenta y abolido la tortura; también habían liberalizado la
economía como veremos más adelante.
La Constitución no dedica un título específico a los derechos y libertades, sino que los
reconoce y regula en diferentes pasajes del texto:
- el artículo 4º dice que la nación ha de proteger “la libertad civil, la propiedad y los
demás derechos legítimos de todos los individuos que la componen”
- libertad y seguridad personales: se establecen los requisitos para apresar a un
ciudadano y se impone la obligación de tomarle declaración
- inviolabilidad del domicilio
- libertad de expresión del pensamiento (ya en 1810 las Cortes habían decretado la
libertad de imprenta): se establece un régimen no preventivo (de censura previa)
sino represivo (posterior enjuiciamiento de hechos delictivos)
- garantías procesales (la exigencia del juez predeterminado por la ley)
- abolición de las penas de tormento, apremio y confiscación de bienes
- derecho de petición
- derecho de sufragio (se llama indirecto en cuarto grado):
- el sufragio activo era universal masculino de los vecinos mayores de 25
años de cada parroquia: elegían a los compromisarios parroquiales
- los compromisarios parroquiales elegían a los compromisarios del partido
judicial
- y estos elegían a los diputados provinciales
- el sufragio pasivo era censitario: para ser diputado se requería una cierta
renta anual procedente de bienes propios
- este sistema electoral confiere al sistema político y a las Cortes un sesgo
acusadamente burgués.
4. Principio de igualdad.
Un Decreto de Cortes de 1811 suprimió los señoríos con todas sus prestaciones y
privilegios; también abolió la prueba de nobleza para el acceso a funciones públicas.
El principio de igualdad significa que la ley protege a todos los españoles por igual, y se
manifiesta:
- en la unidad de códigos (civil, mercantil, penal) para todos los españoles, aunque
se deja la posibilidad de la legislación territorial foral
- en la unidad de fueros (todos están sometidos al mismo poder judicial), aunque
se exceptúan los fueros eclesiástico y militar.
Por su parte, la Iglesia se opuso a los Decretos de las Cortes de Cádiz, como los de
libertad de imprenta, abolición de la inquisición, etc.
a
Un poco de historia:
- España está arruinada como consecuencia de la guerra de la independencia
- en este periodo comienza la independencia de las colonias americanas
- en 1814, cuando regresa el Deseado, se habían elegido unas nuevas Cortes,
ya en Madrid.
El reinado de Fernando VII fue brutal y mediocre, triunfando la “España negra” frente a la
ilustrada:
- en cuanto el Rey regresa a España, unos diputados disidentes le presentaron
un manifiesto (el denominado Manifiesto de los Persas) en el que reclamaban
una reforma de la Constitución y la reinstauración de la monarquía absoluta:
convencen al Rey
- el Rey dictó el Decreto de 4 de mayo de 1814 que supone la vuelta a 1808, al
Antiguo Régimen: declaró nulos la Constitución y los Decretos de Cortes
porque se le había despojado de su soberanía
- fue la primera ruptura del régimen constitucional, el primer golpe de Estado,
protagonizado nada menos que por quien conservaba la Corona gracias a los
autores de dicho régimen [por eso a Fernando VII se le denomina el rey felón]
- prometió una nueva convocatoria de Cortes constituyentes, pero no se hizo.
2. El regreso al absolutismo.
Fernando VII se apoyó en el escaso entusiasmo del pueblo y del ejército por el liberalismo
para reimplantar el absolutismo. Pero el regreso al antiguo régimen ya era imposible,
porque España, tras la guerra, no podía ser reconstruida desde el absolutismo: era
necesaria la participación de la burguesía comercial, industrial y financiera. Por ello, el
regreso de los privilegios antiguos se ve limitado por la necesidad de una mayor libertad de
comercio.
Fernando VII declara nuevamente nula la Constitución y restaura el absolutismo, con una
represión atroz de los liberales (“Con el fin de que desaparezca para siempre del suelo
español hasta la más remota idea de que la soberanía reside en otro que en mi real
persona”).
La cuestión sucesoria:
- la legislación tradicional española permitía el reinado de las mujeres [por
ejemplo, Isabel la católica]
- pero Felipe V (el primer Borbón que sigue a los Austrias) implantó la francesa
Ley Sálica, que impedía reinar a las mujeres
- posteriormente Carlos IV propuso volver a la tradición española, pero no llegó
a promulgar la disposición que derogaba la ley sálica.
Por eso se dice que la Constitución de 1812 tuvo más éxito fuera de España que dentro.
Tema XVI. El periodo isabelino (1833-1874)
1. El Estatuto Real.
Un poco de historia:
- a la muerte de Fernando VII le iba a suceder en el trono su hija Isabel, que era menor
de edad
- por ello, hasta la mayoría de edad de su hija, le sucedió como Reina Regente su viuda
María Cristina (asesorada por un Consejo de Gobierno)
- no obstante, Carlos (el hermano de Fernando VII) también aspiraba al trono basándose
en la Ley Sálica
- esto dio lugar a las tres guerras carlistas entre partidarios de Isabel y de Carlos
(apoyado por lo más rancio del absolutismo)
- por ese motivo, la Reina Regente se apoyó en lo contrario al absolutismo, que eran los
liberales (aunque buscó el apoyo de los liberales más light).
Pues bien:
- el presidente del Consejo de Gobierno era Cea Bermúdez que presentó a la Reina
Regente un proyecto muy próximo al despotismo ilustrado, lo cual generó la oposición
de los liberales
- la regente cesó a Cea Bermúdez y nombro a Martínez de la Rosa, buscando una
mayor apertura del régimen
- además, comenzaba el desarrollo de la burguesía urbana y comercial que demandaba
un régimen constitucional; por el contrario, la aún muy poderosa oligarquía era muy
recelosa de todo cambio
- finalmente, estaba la guerra civil carlista del Norte de la península.
El Gobierno de Martínez de la Rosa elaboró el Estatuto Real (que se aprobó en 1834) para reiniciar
el proceso constitucional:
- un mes después se convocaron las Cortes bicamerales, se fijó el sistema electoral
para la Cámara Baja (denominada Estamento de Procuradores), fueron designados los
miembros de la Cámara Alta (denominada Estamento de Próceres), y se publican los
reglamentos de ambas cámaras
- era sufragio censitario (tanto activo como pasivo): el derecho de sufragio alcanzaba
únicamente al 0,15% de la población española.
b) Naturaleza jurídica.
Lo que es claro es que fue un documento funcional para restaurar un orden constitucional y, en la
práctica, el Estatuto Real fue la cobertura jurídica para la liquidación del antiguo régimen.
c) Principios políticos.
El Estatuto tenía un talante conciliador y una ideología moderada (en el sentido de poco liberal) y
pretendía, según sus autores, aunar orden y libertad, tradición y modernidad. Los principios
políticos eran:
- soberanía regia:
- realmente no se pronuncia sobre la soberanía, por lo que ha de interpretarse que
rechaza la soberanía nacional
- por otra parte, tanto su elaboración como contenido descartan la idea de
soberanía compartida entre la Reina y las Cortes
- colaboración entre los órganos estatales y de estos con la Corona:
- la soberanía está en la Corona, pero esta cede algunas competencias a otros
órganos (que no son órganos de poder [o con poder efectivo], sino órganos
colaboradores de la Corona):
- se establece un Consejo de Ministros
- se exige la opinión de las Cortes en ciertos asuntos, pero esta opinión no
es vinculante para la Reina
- la Corona mantiene las facultades de convocatoria, suspensión y
disolución de las Cortes.
Los méritos del Estatuto Real, a pesar de su timidez liberal, no fueron pocos (aunque más que
frutos del Estatuto, según el profesor, fueron frutos de la clase política que supo llenar sus
insuficiencias y forzar una interpretación liberal que el Estatuto no tenía; esto es, la práctica del
Estatuto fue más liberal que su texto):
- puso fin al régimen absolutista en España
- introdujo instituciones parlamentarias que sólo existían en las naciones europeas más
avanzadas políticamente:
- el Consejo de Ministros y su Presidente
- el derecho de disolución
- el control parlamentario del Ejecutivo (mediante: la contestación al discurso de la
Corona, el examen de las peticiones que las Cortes elevaban a la Reina, la
discusión de los presupuestos, la cuestión de confianza y la moción de censura)
- los reglamentos de las Cámaras hicieron compatible los cargos de ministro y
parlamentario
- durante este periodo tuvo lugar la desamortización de Mendizábal
- con este Estatuto se celebraron las primera elecciones directas en España en 1836.
2. Constitución de 1837.
a) Proceso constituyente.
Hay que tener en cuenta que no había mucha diferencia entre moderados y progresistas (juntos
forman lo que se denomina el liberalismo doctrinario):
- ambos apoyaban la Monarquía (los moderados con más poder para el rey y los
progresistas con menos)
- ambos apoyaban el sufragio censitario (un censo más reducido según los moderados
[0,15% de la población] o más amplio según los progresistas [un 5%]); a pesar de
aceptar la soberanía nacional, ninguno propuso el sufragio universal
- ambos apoyaban el liberalismo económico
- ambos apoyaban el bicameralismo
- ambos eran conservadores en cuanto a las libertades políticas (los moderados más,
los progresistas menos).
Las nuevas Cortes designaron una comisión (cuyo presidente era Argüelles, el del Discurso
preliminar de 1812) que elaboró unas Bases para la reforma constitucional:
- el aligeramiento del texto de 1812 (suprimiendo lo que podría legislarse con rango inferior,
por ejemplo la regulación electoral)
- el bicameralismo (Congreso de los Diputados y Senado, términos que se han mantenido
hasta hoy en día)
- el refuerzo de los poderes de la Corona (en relación con los que le reconocía el texto de
Cádiz)
- un sistema electoral directo para el Congreso de los Diputados.
En principio se pretendía reformar la Constitución de 1812, pero se fue más allá: se elaboró una
nueva Constitución que fue aprobada por las Cortes en 1837, y aceptada y jurada por la Reina
Gobernadora en nombre de su hija.
Se trata de un texto:
- transaccional (era una Constitución de consenso entre progresistas y moderados)
- breve y conciso (pretende ceñirse a lo fundamental)
- completo (contiene una regulación de los derechos y libertades, y de los poderes
públicos)
- flexible (no establece procedimiento para la reforma; por lo tanto, puede modificarse
por el procedimiento legislativo ordinario, es decir, con el concurso de la Corona y las
Cortes)
- elástico (expresaba los principios básicos y remitía a leyes su desarrollo normativo; se
podía así adaptar a las cambiantes circunstancias y mayorías de poder)
3. La libertad individual:
- el Título I establece una breve declaración de derechos de signo liberal:
- libertad de expresión y libertad de imprenta, derecho de petición, derecho de
acceso a los cargos públicos
- libertad y seguridad personal
- principio de legalidad penal
- prohibición de confiscación de bienes.
4. La tolerancia religiosa.
- la Iglesia está molesta con el Estado debido a las desamortizaciones de esta época, y el
Vaticano rompe las relaciones con España
- para compensar esta irritación clerical, el Estado se obliga a “mantener el culto y los
ministros de la religión católica que profesan los españoles”
- por otra parte, se exige la condición de seglar para ser diputado (por lo tanto se impide el
acceso del clero al Congreso de los Diputados).
Aunque el origen de la Constitución fue una rebelión contra la Corona, no se trató de una
Constitución impuesta, sino consensuada; esto fue así por tres motivos:
- la guerra carlista obligaba a los liberales (y tanto los moderados como los progresistas
lo eran) a presentar un texto común frente al absolutismo
- la Constitución de Cádiz era demasiado liberal para el gusto europeo de la época, por
lo que se debía de reescribir un nuevo texto
- finalmente, las diferencias entre los dos partidos no eran tan grandes:
o así, en la parte dogmática se recogen principios progresistas, y en la parte
orgánica se recogen principios moderados
o un ejemplo de intereses compartidos es la vuelta al sufragio censitario.
Esta constitución instituyó una Monarquía constitucional limitada, con más poderes regios que el
texto gaditano, pero superando el estilo de Antiguo Régimen del Estatuto Real. Pudo haber sido la
base de un sistema constitucional duradero, pero:
- se bloqueó su eficacia práctica porque la Constitución no fue desarrollada por la
legislación ordinaria
- por el contrario fue continuamente violada:
o la Corona no supo ser un poder moderador, sino que favoreció
sistemáticamente a los moderados
o los partidos prefirieron la conspiración al debate parlamentario
o los gobiernos abusaron de la suspensión regia de las Cortes
o el ejército y la milicia nacional constantemente hostigaban a los gobiernos
o las elecciones fueron sistemáticamente falseadas; por eso las Cortes y los
gobiernos carecían de legitimidad
o los derechos individuales no se respetaban.
Se formó un nuevo gobierno y se convocaron elecciones que dieron un resultado parejo entre
progresistas y moderados:
- las Cortes adelantaron en un año la mayoría de edad de la Reina Isabel II
- comenzaron gobernando los progresistas, pero pronto comienza la década moderada
bajo la dirección de Narváez.
3. Constitución de 1845.
Según los moderados iban capitalizando la victoriosa insurrección contra Espartero, fueron
proponiendo modificar la Constitución de 1837:
- se disolvieron las Cortes y se convocaron elecciones que arrojaron una mayoría
moderada
- como la Constitución de 1837 era flexible, se podía reformar con la actividad ordinaria
de las Cortes y de la Corona (que compartían la actividad legislativa)
- aunque en realidad era una reforma, se ha considerado que la Constitución de 1845
era otra nueva y distinta de la de 1837 porque se escoró hacia el conservadurismo en
aspectos tales como: la cuestión religiosa, reforma del Senado para hacerlo más
monárquico, las pocas limitaciones del poder regio, desaparece el juicio por jurados, no
se menciona la electividad de los ayuntamientos, y la consideración de la soberanía
nacional
- no obstante, mantenía el mismo régimen político: el liberal doctrinario.
La Constitución de 1845, igual que la de 1837, era breve, completa y flexible, pero menos elástica
que la de 1937.
b) Principios políticos.
d
c) Significado y vigencia.
Frente a la de 1837, la Constitución de 1845 no hizo concesión alguna a principios políticos que no
fueran los del partido moderado: era una Constitución de un partido contra otro partido (más en su
espíritu que en su letra; la falta de deseo parlamentario la aproxima al Estatuto Real).
Un poco de historia:
- Isabel II es proclamada Reina en 1943
- Década moderada (1844-1854): gobierno del general Narváez
o en 1845 se proclama la nueva Constitución
- Bienio progresista (1854-1856) de Espartero y O’Donnell
o Constitución nonata de 1856
- Descomposición del régimen isabelino: varios gobiernos (1856-1868) de O’Donnell y
Narváez
- Gloriosa Revolución de 1868 (Prim) y Sexenio Revolucionario (1868-1874).
o exilio de Isabel II (1868), que murió en Paris en 1904
o en noviembre de 1870 las Cortes eligen rey a Amadeo de Saboya (hijo del rey
de Italia).
En estos momentos había tres poderes: la Reina, las Cortes (recién disueltas) y los dos
generales; la Reina y O’Donnell forzaron la dimisión de Espartero como Presidente de
Gobierno y O’Donnell (más moderado) lo sustituyó; esto determinó el fin del bienio
progresista y el olvido del texto constitucional.
Era un texto extenso (y complejo debido a las leyes orgánicas que lo debían
complementar), muy influido por la Constitución de 1837 [por lo tanto elástica, digo yo].
Además era un texto completo (con la más extensa declaración de derechos formulada
hasta entonces en España) y rígido (su reforma requería ser aprobada por dos Cortes
sucesivas, las segundas Cortes habían de ser constituyentes).
c. Principios políticos.
d. Significado.
Era un texto de ideología progresista (pero sin llegar a aceptar las tesis del Partido
Demócrata).
El bienio progresista fue un segundo breve paréntesis en los treinta y cinco años de
hegemonía moderada del reinado de Isabel II; durante este periodo se creó la estructura
legislativa económica que propició la expansión de los años siguientes.
El régimen político isabelino estaba desde mediados de los años 60 en una fase de
descomposición irreversible debido a:
- la reina había perdido el respeto y la estima debido a la ligereza de su vida pública y
privada
- la clase política estaba desprestigiada por no dedicarse a resolver los problemas reales del
país
- el sufragio estaba falseado, la vida parlamentaria en vía muerta, y el Partido Progresista
alejado del sistema
- el régimen isabelino era incapaz de promover y garantizar otros intereses que no fuesen
los de la oligarquía tradicional.
Se oponían abiertamente al régimen isabelino, además claro de los carlistas, el partido demócrata
y el partido progresista:
- el partido demócrata y el progresista se aliaron para ignorar las elecciones convocadas
por O’Donnell en 1865
- prefirieron favorecer un levantamiento militar dirigido por el progresista general Prim en
1866 (que fracasó)
- los sucesivos gobiernos de la monarquía no hacen más que recrudecer la represión: se
produce una espiral represión-insurreción-represión
- durante 1866 y 1867 los progresistas y los demócratas se conjuran para apoyar un
levantamiento que ponga fin a la monarquía borbónica, y a elegir por sufragio universal
unas Cortes constituyentes que definan un nuevo régimen; Prim intenta un nuevo
levantamiento en 1867 (que fracasó)
- al morir O’Donnell (en 1867), su partido (Unión Liberal) se aproxima a los
conspiradores.
5. Constitución de 1869.
El Gobierno Provisional constituido bajo la presidencia del general Serrano (y con Prim como
hombre fuerte en el Ministerio de la Guerra) en octubre de 1868 iba a dar rápido cumplimiento a las
promesas revolucionarias concernientes a las libertades públicas y a los derechos políticos:
- el gobierno provisional publicó un “programa de conciliación” que incluía: la soberanía
nacional, el sufragio universal masculino, los derechos y libertades, la unidad de
legislación y fueros, y la institución del Jurado
o se regularon las libertades de enseñanza, de imprenta, de reunión y asociación
o se tomaron medidas tendentes hacia la libertad religiosa y hacia la
liberalización económica
- no obstante, el gobierno provisional apostaba por la forma monárquica de gobierno:
o una parte de los progresistas formaron el Partido Republicano de Pi i Margall
(que además era federalista)
- y finalmente se convocaron elecciones a Cortes Constituyentes, celebradas en enero
de 1869:
o las elecciones dieron mayoría relativa a los progresistas, que junto a los
escaños de los unionistas, era mayoría absoluta
o pero tenían también una presencia considerable los republicanos, los carlistas
y los isabelinos.
Tras las elecciones se forma nuevo Gobierno, presidido por Serrano, y se nombra una Comisión
Constitucional integrada por progresistas, unionistas y demócratas; se elabora y aprueba con
rapidez la Constitución de 1869.
Caracteres del texto:
- extensión media
- influencias de las Constituciones de Estados Unidos (en materia de derechos y libertades)
y Belga (en cuanto a la regulación de la Corona)
- influencia general de la Constitución española de 1812
- sin embargo, al ser un documento ecléctico (fruto de tres partidos), cada grupo político se
oponía a preceptos diferentes, suscitando pocas adhesiones: “Hija de mil padres, la
Constitución de 1869 nace huérfana”.
1. Democracia.
Esta Constitución se caracteriza por su declaración de derechos (más larga y completa que
la de los textos precedentes); se trata de una regulación minuciosa, que además “queda
abierta a cualquier otro derecho no comprendido expresamente en la enumeración”.
a
3. Monarquía parlamentaria.
a b
Un poco de historia:
- Gloriosa Revolución de 1868 (Prim) y Sexenio Revolucionario (1868-1874).
o exilio de Isabel II (1868), que murió en Paris en 1904
o en noviembre de 1870 las Cortes eligen rey a Amadeo de Saboya (hijo del rey
de Italia)
o Isabel II abdicó en 1870, en París, a favor de su hijo Alfonso XII
o Prim es asesinado en diciembre de 1870
- Amadeo de Saboya: a principios de enero de 1871 llega Amadeo a Madrid, y renunció
al trono el 11 de febrero de 1873
- ese mismo día se proclamó la I República, que duró hasta el pronunciamiento del
general Martínez Campos (29 de diciembre de 1874) que restauró la monarquía
borbónica.
Muchos eran los problemas a los que se enfrentaba Amadeo de Saboya:
- el principal la guerra de Cuba (a la que se añadía la guerra carlista)
- Prim, principal valedor de Amadeo, fue asesinado en diciembre de 1870, antes de que
Amadeo llegase a España
- el desconocimiento que Amadeo tenía del país y de su dinámica política (“Non capisco
niente”)
- fuerte oposición a Amadeo, no sólo de los republicanos y carlistas, sino también de los
alfonsinos (que pretendían la vuelta de los borbones: Alfonso XII, hijo de Isabel II), del
clero, e incluso de la Unión Liberal (que era uno de los tres partidos que redactó la
Constitución)
- inestabilidad gubernamental y política: los gobiernos se sucedían rápidamente, y las
Cortes se disolvían cada poco
- el régimen monárquico estaba agotado: Amadeo renunció al trono en febrero de 1873.
El Presidente del Gobierno (Ruiz Zorrilla) convoca a las dos Cámaras para acordar la aceptación
de la abdicación y posterior proclamación de la República (que no se ajustó estrictamente a lo
indicado por la Constitución):
- se trata del primer cambio de régimen sin violencia, sin un solo disparo, sin la
intervención militar
- el advenimiento de la I República llegó como la única salida al agotamiento de la
Monarquía, pero nadie la deseaba; decía el republicano Castelar: “Nadie trae la
República; la traen todas las circunstancias: una conjuración de la sociedad, la
naturaleza y la historia”
- la República fue aprobada abrumadoramente por las Cortes; pero, paradójicamente, la
República no fue traída por unas Cortes republicanas, sino monárquicas.
Aunque las Cortes de 1873 eran constituyentes, no llegaron a debatir el proyecto de Constitución
federal elaborado por la Comisión constitucional, porque las circunstancias les sobrepasaron (6
presidentes en 23 meses):
- Pi i Margall, Presidente de la República, se achantó para llevar la doctrina federal hasta
sus últimas consecuencias
- como reacción, los “federales intransigentes” se retiraron de las Cortes y precipitaron
por las bravas la revolución cantonal (que tuvo lugar principalmente en Andalucía y
Levante)
- con tres frentes abiertos (el cubano, el carlista y el cantonal), las Cortes abandonaron
la discusión constitucional.
El cantonalismo fue duramente reprimido por el ejército, hasta ocupar Cartagena (que era ya el
último cantón que quedaba).
c
Tema XVII. La Restauración (1874-1931)
1. Restauración de la Monarquía.
Cánovas del Castillo tenía un talante muy poco dogmático; era escéptico, ecléctico, transaccional y
pragmático (en una palabra: negociador; “la política como arte de lo posible”):
- intentó poner fin al régimen de excepción y pronunciamientos
- buscó la paz y conciliación de los partidos bajo la Monarquía constitucional, y para ello:
- mantuvo al margen del régimen a Isabel II y a los isabelinos puros
- captó a los liberales (antiguos progresistas) prometiéndoles la tolerancia religiosa,
el sufragio universal y el juicio por jurados; también, más o menos, a los
republicano-demócratas de Castelar
- galanteó a la derecha con los carlistas, la Iglesia y la derecha católica
- fortaleció el poder civil frente al militar
- así construyó lo que creía que era el régimen posible en aquellos momentos (aún en
contra de sus ideas personales: “la política es el arte de aplicar en cada época de la
historia aquella parte del ideal que las circunstancias hacen posible; nosotros no hemos de
hacer ni pretender todo lo que quisiéramos, sino todo lo que en este instante puede
aplicarse sin peligro”)
- y lo que creyó posible fue un sistema parlamentario apoyado en un bipartidismo a la
inglesa: dos partidos, cada uno de amplio espectro (para que quepan varias tendencias) y
al mismo tiempo próximos entre sí:
- Sagasta, que también era transigente y transaccionista, comandaría la izquierda
- Cánovas, que quería ser el centro, al final y a su pesar tuvo que encabezar la
derecha, formada por la Iglesia y la aristocracia católica
- finalmente, la política de Cánovas consistió en satisfacer a medias y por turnos a los dos
bandos.
Cánovas, en lugar de promover una Constitución de partidos, quería una Constitución que fuera la
base jurídica de un régimen de partidos (“bajo esta Constitución podrán realizarse todas las
políticas posibles dentro de un sistema monárquico tradicional”):
- como cabía esperar, Cánovas controló estrechamente el proceso de elaboración de la
nueva Constitución
- se convocaron elecciones a Cortes constituyentes (por sufragio universal masculino,
según la Ley electoral de 1870) que, obviamente, ganaron los canovistas
- la nueva Constitución se publicó en la Gaceta de Madrid el 2 de julio de 1876.
c
c
a
a
a) La Constitución interna y la soberanía compartida.
La Constitución interna está formada por aquellos aspectos históricos en los que todos están
conformes, es decir, la Monarquía hereditaria y las Cortes (según Cánovas, estas instituciones
resumen la política y la vida nacional de muchos siglos): el Rey representa la autoridad y las
Cortes la libertad; ambas instituciones se necesitan, contraponen y equilibran.
Aunque en teoría la soberanía era compartida entre el Rey y las Cortes, en la práctica no había tal
equilibrio institucional (ya que en la realidad la Constitución interna consistía en la soberanía regia:
la constitución interna era más monárquica que parlamentaria):
- las Cortes (bicamerales) no podían deliberar sobre la Monarquía
- pero el Gobierno (el Rey, que tenía la potestad ejecutiva) no sólo reguló los preceptos
constitucionales sobre las Cortes, sino que cuando las Cortes no se sometían al
ejecutivo podía suspender sus sesiones o disolverlas
- por eso, dice el profesor, las Cortes no eran más que un órgano colaborador del poder
ejecutivo.
En la Monarquía constitucional, el Gobierno debía contar no sólo con la confianza regia (como en
las Constituciones anteriores), sino también con la parlamentaria; en efecto:
- el Rey nombraba libremente a su gobierno
- el Parlamento podía forzar un cambio de gobierno; no obstante, a la desconfianza
parlamentaria podía el Rey responder con la disolución de las Cámaras o con la
suspensión de sus sesiones.
El turno de partidos que facilitaba la Constitución escrita fue desvirtuado y falseado por la
Constitución consuetudinaria debido a la constante manipulación de las elecciones (debido a que
se restaura la monarquía, pero también se restaura el poder de la burguesía latifundista agraria
que dirige los destinos de la nación desde la época moderada, porque apenas se hicieron reformas
económicas y sociales), lo que terminó desprestigiando a las Cortes, y fundamentalmente a la
Corona.
b
b a
Cánovas, como doctrinario, estaba en contra del iusnaturalismo, el sufragio universal y la libertad
religiosa; pero era más transaccional que doctrinario; así, la Constitución de 1876:
- no reconocía el sufragio universal, pero posibilitaba su incorporación al sistema político
mediante ley ordinaria
- no apoyaba la libertad religiosa plena, pero tampoco la religión única: establecía la
tolerancia religiosa
- además, la Constitución dejó abierta la posibilidad del desarrollo legal de los derechos
y libertades.
1. Tolerancia religiosa.
Cánovas se inclinó por una fórmula ecléctica entre la fórmula elusiva de 1837, la unidad
religiosa de 1845 y la libertad religiosa de 1869: la tolerancia religiosa sería regulada por
órdenes ministeriales (ya que los conservadores defendían que la Constitución interna
comprendía la unidad religiosa, pero los liberales decían que lo tradicional en España era
la tolerancia); como compensación de esta ambigüedad, tuvo que reconocer el catolicismo
como la religión del Estado.
2. Libertad de enseñanza.
3. Derecho de sufragio.
Para Cánovas el sufragio era una función (tenía una finalidad) que requería que el votante
tuviese cierta capacidad, por lo que había que establecer limitaciones:
- él se preguntaba ¿tienen derecho a votar los impuestos quienes no los van a
pagar? ¿tienen derecho a participar quienes ni conocen ni entienden?
- por otra parte, consideraba que el sufragio universal representaba la voluntad
caprichosa de un momento y significaba finalmente el dominio de los
ignorantes
- sin embargo no consagró el sufragio censitario en la Constitución de 1876,
como habían hechos las de 1837 y la de 1845, sino que remitió su regulación a
una ley futura
- la Ley electoral de 1878 recuperó el sufragio censitario, pero la Ley electoral de
1890 recuperó el sufragio universal masculino
- en todo caso, las elecciones a Cortes constituyentes para elaborar esta de
1876 se regularon por la Ley electoral de 1870 que establecía el sufragio
universal masculino
- finalmente, aunque terminó aceptando el sufragio universal, nunca aceptó que
el sufragio universal fuese una consecuencia de la soberanía nacional: para él
la soberanía sería siempre compartida entre el Rey y las Cortes.
c
c
c
d
d
d
b
c
a
a
5. Garantías constitucionales.
En la Constitución de 1869, la suspensión de las garantías constitucionales tenía que ser
acordada por ley de las Cortes; en la de 1876 también, pero además, el Gobierno podía
acordar la suspensión de las garantías constitucionales cuando no estuvieran reunidas las
Cortes y el caso fuere grave y de notoria urgencia. Estas amplias facultades al Ejecutivo
permitieron en algún momento una verdadera dictadura del Gobierno (para hacer uso de
este precepto el gobierno no tenía más que disolver las Cortes o suspender sus sesiones):
- entre 1876 y 1917 hubo 19 suspensiones de los principales derechos
- a partir de 1917 el estado de excepción fue la situación habitual en el país.
a
c
c
4. Significado de la Restauración y de su Constitución. (EXAMEN)
La Restauración fue una combinación de bastante doctrinarismo (que pretendía conservar algo del
Antiguo Régimen) y algo heredado del sexenio revolucionario:
- pero el doctrinarismo carecía precisamente de doctrina (consistió casi sólo en pactar y
transigir para mantener la situación establecida) y no podría ser un interlocutor del
marxismo creciente
- tampoco servía el doctrinarismo para consolidar los intereses que quería defender, ya
que no dotó al Estado de los mecanismos idóneos para afrontar la entonces
denominada “cuestión social” ni las tensiones separatistas
- el doctrinarismo intentó cerrar la puerta a nuevas fuerzas sociales, lo que con el tiempo
condujo a una desasosegada evolución del régimen, que finalmente se agotó y
descompuso.
Cánovas quería acabar con el multipartidismo para crear un bipartidismo según el modelo inglés:
- dos partidos (con sus sectores internos) que abarcasen las ideologías y los intereses
del país
- dos partidos que pudiesen realizar políticas distintas en el marco de la Constitución
- el Partido Conservador de Cánovas incluía a los moderados, la Unión Liberal y los
neocatólicos; tenía su base social entre la aristocracia rural y la madrileña, los
terratenientes y ciertos sectores de las clases medias
- el Partido Liberal de Sagasta incluía a los centralistas, los progresistas-democráticos y
los demócratas-monárquicos; su base social se encontraba entre comerciantes,
industriales y profesionales
- ambos eran partidos burgueses
- pero esto no representaba la variedad ideológica de la sociedad de aquel tiempo: el
país oficial daba la espalda al país real (el turno pacífico de los partidos en el poder era
en realidad una alternancia poco relevante); Pi i Margall decía que era “un solo partido
con nombres diferentes”.
Los primeros 15 años (hasta aproximadamente 1890) fueron una época de crecimiento económico
y orden público (aunque la estructura agraria permaneció intacta, y se mantuvo el proteccionismo
arancelario que no favorecía la modernización y competitividad industrial española):
- el Partido Conservador pudo desarrollar su programa que apenas era otro que el
mantenimiento de lo establecido y la consolidación de la Monarquía, con una
legislación muy restrictiva en materia de derechos y libertades
- el Partido Liberal, cuando tomó el poder en 1881, suavizó algunos conflictos, acabó
con la distinción entre partidos legales e ilegales (legalizó a los republicanos) y
liberalizó la legislación política (Ley de Asociaciones de 1887, Ley del Jurado de 1888,
Ley electoral de 1890), lo que completaba el programa que tenían los liberales
- a partir de 1890, la diferencia entre conservadores y liberales dejaba de ser
programática y sólo lo era de talante en el ejercicio del poder
- por otra parte, no eran partidos muy organizados, sino un conjunto de seguidores
políticos de unos líderes, que a su muerte (Cánovas en 1897 y Sagasta en 1903) se
mantuvieron a duras penas con Maura (conservador) y Canalejas (liberal), para ir
ambos partidos fraccionándose entre 1910 y 1915
- finalmente, van apareciendo y estabilizándose otros partidos en torno al regionalismo y
al socialismo: la sociedad española caminaba hacia el pluripartidismo, con lo que
quedaba falseado un sistema que pretendía seguir siendo bipartidista
- a partir de 1917 el estado de excepción fue la situación habitual en el país.
c) El turno en el poder.
d) Oligarquía y caciquismo.
Según el censo de 1877, el 75% de la población era analfabeta, lo que favorecía la manipulación
del sufragio (sobre la que se mantenía el sistema):
- el control y manipulación del sufragio corría a cargo del cacique (que en este sentido
actuaba como un señor feudal): Maura lo definió como el feudalismo bastardo de un
sistema decadente
- el sistema funcionaba de arriba abajo; las tres piezas claves en el funcionamiento real
del sistema eran: el político en Madrid, el cacique en cada comarca, el Gobernador
Civil en cada capital de provincia como enlace entre uno y otro
- y si incluimos al Capitán General y al Obispo ya tenemos el sistema completo.
No obstante, se ha dicho como aspecto positivo, que el caciquismo era el único vínculo entre el
campo y la ciudad, entre el pueblo y el Estado. Sin embargo, el caciquismo:
- perpetuaba la ignorancia y apatía del electorado español, ya que ambas eran las
condiciones que lo hacían posible
- por otra parte, retrasó la organización de partidos modernos y competitivos.
La clase política de la Restauración no sólo no rompió esta estructura oligárquica y caciquil, sino
que la alimentó y se apoyó en ella.
Durante los primeros años del Gobierno liberal se hizo una legislación progresista en materia de
derechos y libertades, y se aportó seguridad jurídica al codificarse buena parte de la legislación
nacional: Ley de Enjuiciamiento Civil de 1881, Ley de Enjuiciamiento Criminal de 1882, Código de
Comercio de 1885 y el Código Civil de 1889.
Se ha dicho que Cánovas y Sagasta no quisieron saber nada del país real porque así se lo
demandaban los intereses que representaban. ¿Por qué no surgió otra fuerza política que
vertebrara el descontento social?:
- el establecimiento del sufragio universal masculino significó la agrarización del electorado,
y el electorado agrario (al contrario que el industrial) no estaba sensibilizado con los
procesos democráticos ni con las distinciones ideológicas
- los movimientos regionales tampoco encontraron su identidad unitaria (pues estaban
escindidos entre derechas e izquierdas); además, los partidos dinásticos mantienen su
fortaleza en los territorios periféricos (Pais Vasco, Cataluña)
- la corrupción electoral hubiese impedido la presencia relevante de cualquier nueva fuerza
política: el PSOE creció muy lentamente durante los 30 primeros años de existencia, y la
CNT simplemente renunció a la vía política
- los republicanos históricos (demasiado lastrados por su participación en el sexenio)
prácticamente no tienen presencia política
- el regeneracionismo era únicamente un movimiento de denuncia que partía de un
movimiento de intelectuales
- como resultado de todo ello, parte del electorado dejó de apoyar el sistema y se refugió
en la abstención.
Aunque surgieron nuevos partidos (el Radical, el PSOE, partidos nacionalistas periféricos), ninguno
tenía aún capacidad de movilización de masas:
- la ausencia de alternativa política impidió que los partidos de la Restauración se viesen
obligados a una cierta modernización
- de hecho, la crisis y dictadura de 1923 no fue causada por la emergencia de una nueva
fuerza política, como estaba sucediendo en Europa, sino por el agotamiento de las
existentes sin que otra fuerza tomara el relevo.
Decía Ortega que los grupos dominantes durante la Restauración (comenzando por el Rey, los
grandes capitales, el generalato, la aristocracia de sangre, la Iglesia) nunca se fundieron con la
nación, sino que la supeditaron siempre a sus particulares intereses. Dice el profesor que la obra
política de Cánovas no se sustentaba ni en una ideología, ni en el pueblo, ni en nada; su sistema
se basaba en el aire, o mejor aún, en el vacío absoluto; es evidente que no podía resistir los
nuevos movimientos sociales y políticos, y que tenía forzosamente que derrumbarse.
Concluyendo: la Monarquía moderada que Martínez Campos proclamó en 1874 en Sagunto y que
pudo transformarse en Monarquía democrática, no pasó de ser una Monarquía oligárquica y
caciquil, que se paralizó desde 1898, entró en crisis irreversible en 1917 y se desintegró (sin
vislumbrar una alternativa democrática) en 1923 a manos del dictador Primo de Rivera.
La dictadura:
- nada más tomas el poder, Primo de Rivera disolvió las Cortes, suspendió las garantías
constitucionales e instauró un Directorio Militar con facultad para dictar decretos con
fuerza de ley
- en 1922 creó la Unión Patriótica, como movimiento político único (en sustitución de los
partidos) con el Dictador como jefe nacional y una estructura jerarquizada
- consiguió así ciertos éxitos iniciales en la pacificación de Marruecos y en el orden
público, así como cierto relanzamiento de la economía, que causaron una opinión
favorable en el país.
En 1927 Primo de Rivera creó la Asamblea Nacional para elaborar un anteproyecto constitucional
que se presentó en 1929, y cuyos rasgos fundamentales eran:
- soberanía del Estado (peligrosamente próxima a las tesis totalitarias)
- organización territorial unitaria en un Estado monárquico constitucional
- Cortes unicamerales de composición tripartita y desigual: la mitad de los diputados serían
elegidos por sufragio universal masculino, treinta serían designados por el Rey y tendrían
carácter vitalicio, y los demás debían ser de representación corporativa
- la Religión católica era la oficial del Estado, pero con tolerancia de cultos
- se creaba un Consejo del Reino:
- era una novedad en el constitucionalismo español
- sus atribuciones eran muy amplias: resolución de recursos electorales y de
recursos de inconstitucionalidad, intervenía en el nombramiento del Presidente del
Gobierno, podía ejercer el veto legislativo, etc.
Pero este proyecto constitucional fue recibido con indiferencia; la Dictadura ya contaba con una
fuerte oposición, incluida la oligarquía financiera y parte del ejército; por ello el dictador retiró el
proyecto, presentó su dimisión al Rey en enero de 1930, y se exilió a Francia. Pero este proyecto
sería utilizado posteriormente por Franco.
Un poco de historia (desde la caída de Primo de Rivera en enero de 1930 hasta las elecciones
municipales de abril de 1931):
- este fue un periodo acelerado de descomposición política (todos eran conscientes de
que la monarquía estaba acabada)
- ya a partir de 1917 comenzó el debilitamiento de la oligarquía tradicional:
o la organización obrera ya era considerable (UGT y CNT)
- después de Primo de Rivera, el Rey nombró Presidente del Gobierno al general
Berenguer, que no logró dominar la situación
o a los republicanos y a los liberales (que ya habían abandonado la monarquía
durante la última fase de la dictadura de Primo de Rivera) se unió la burguesía
en su abandono de la monarquía
o por otra parte, la gran depresión de 1929 comenzó a hacerse notar en nuestro
país: inestabilidad debido a los movimientos sociales y sindicales
o en definitiva, convergen las capas liberales y progresistas de la burguesía
urbana e industrial con las fuerzas políticas y sindicales obreras, que acuerdan
el Pacto de San Sebastián de 1930:
establecer una República (incluso insurreccionalmente si fuera preciso)
garantizar la libertad religiosa y política
convocar elecciones a Cortes constituyentes
elaborar estatutos de autonomía para las regiones.
o en diciembre de 1930 se produjo la sublevación de Jaca, que fue sofocada por
el gobierno
o también los intelectuales (con Ortega) preconizan el fin de la monarquía, y
crean la Agrupación al Servicio de la República
o se intentaron convocar elecciones generales para febrero de 1931, pero la
mayoría de partidos no estaban dispuestos a participar
- el almirante Aznar sustituyó en febrero de 1931 a Berenguer como Presidente del
Gobierno
o convocó elecciones municipales para abril
o estas elecciones adquirieron carácter plebiscitario sobre la monarquía y su
titular Alfonso XIII
o de hecho, en la propaganda municipal no se hablaba de gestión municipal,
sino de los grandes principios políticos: monarquía, propiedad, justicia,
revolución, etc.
Aunque el cómputo de votos fue favorable a las candidaturas monárquicas, todos sabían que la
monarquía estaba acabada:
- los líderes republicanos supieron hacer valer su victoria en las grandes capitales
(donde votaban los profesionales, las clases medias urbanas y el proletariado
industrial), que fue absoluta en Madrid
- por el contrario, se aceptó de forma generalizada que la victoria monárquica en el
mundo rural era debido al caciquismo
- incluso el ejército retiró el apoyo incondicional a la monarquía
- el pueblo se lanzó a la calle en las grades ciudades reclamando la República.
En Madrid, los integrantes del Comité revolucionario esperaron inútilmente varias horas a que el
Gobierno de Aznar les transmitiera oficialmente el poder; se dirigieron al Ministerio de Gobernación
sin encontrar a nadie para el protocolario acto, habiendo de hacerse cargo del poder en presencia
del pueblo de Madrid:
- “El Gobierno Provisional de la República [que representaba a la oposición monárquica:
republicanos (laicos y católicos), socialista y regionalistas; quedaban fuera los
monárquicos y la izquierda del PSOE] ha tomado el poder sin tramitación y sin
resistencia protocolaria alguna; es el pueblo mismo quien le ha llevado a la posición en
que se halla y es él quien en toda España le rinde acatamiento e inviste de autoridad”
- el Rey Alfonso XIII salió camino de Cartagena y del exilio: “Las elecciones celebradas
el domingo me revelan claramente que no tengo hoy el amor de mi pueblo”; buena
actitud: el Rey se retiró y no utilizó el ejército contra el pueblo
- como dijo Ortega: “nadie trajo la República: advino con la sencillez y plenitud con que
se producen los fenómenos biológicos”
a) El proceso constituyente.
El día siguiente a las elecciones, el Gobierno provisional dictó un decreto conteniendo su propio
estatuto jurídico, cuyos principios básicos eran:
- responsabilidad del Gobierno Provisional ante las futuras Cortes Constituyentes
- depuración de las responsabilidades por la disolución del parlamento en 1923 y por la
subsiguiente Dictadura
- libertad de creencias y cultos, así como el reconocimiento de los derechos individuales,
sindicales y corporativos
- garantía de la propiedad privada y revisión del Derecho agrario
- posibilidad de fiscalización gubernativa de los derechos en defensa de la República
- otro decreto concedía una amplia amnistía para los delitos políticos, sociales y de
imprenta.
Se revisó el sistema electoral que habría de regular las próximas elecciones a Cortes
constituyentes:
- se declaran elegibles a los sacerdotes y a las mujeres (la cuestión del sufragio universal
femenino se pospone a la decisión de las Cortes constituyentes)
- se rebaja la edad electoral a veintitrés años.
- se fija la circunscripción provincial (salvo las grandes capitales de más de 100.000
habitantes, que son circunscripción propia)
- se exigió un mínimo del 20% de los votos para ser diputado (lo que perjudicaba a las
minorías).
En mayo se había creado una comisión en el Ministerio de Justicia para elaborar un proyecto de
Constitución; se elaboró un proyecto serio y nada extremista, pero finalmente el Gobierno no lo
adoptó. Fue una comisión de las propias Cortes constituyentes la que elaboró un nuevo proyecto
constitucional, que fue finalmente promulgado en diciembre de 1931 (368 votos a favor en las
Cortes, y ninguno en contra [supongo que con alguna abstención]).
La Constitución de 1931:
- es un texto culto de elevada técnica legislativa, así como de calidad jurídica
- la extensión es media (125 artículos)
- como las Constituciones de entreguerras, está muy influenciada por la alemana
(diseño del sistema parlamentario) y la austriaca (en la justicia constitucional); también
de la mexicana (en los derechos económicos y sociales)
- incluye novedades como el Tribunal de Garantías Constitucionales y la Diputación
Permanente
- Jiménez de Asúa la describió como una Constitución de izquierda, no socialista,
democrática, liberal, de gran contenido social y que aspiraba a ser conservadora de la
República.
b) Leyes de desarrollo.
La Constitución de 1931 se completó con algunas leyes que tuvieron gran incidencia en la vida
política de la II República:
1. Ley de Defensa de la República, que realmente es anterior a la aprobación de la
Constitución, aunque posteriormente fue elevada a rango constitucional por una
disposición transitoria de la propia Constitución
2. Ya el Gobierno Provisional había abordado el aspecto agrario; tras la Constitución se
aprobó la Ley de Reforma Agraria de 1932, revisada en 1935 por la denominada Ley de la
Contrarreforma Agraria, y puesta de nuevo en vigor tras la victoria del Frente Popular en
1936
3. También la cuestión religiosa había sido abordada por el Gobierno Provisional; además
se aprobó el Decreto de 1932 de disolución de la Compañía de Jesús y confiscación de
sus bienes, Ley de 1933 de Confesiones y Congregaciones Religiosas, etc
4. El Gobierno Provisional también comenzó la reforma del ejército que, tras aprobarse la
Constitución, continuó con tres leyes de 1932 que regularon aspectos técnicos
5. Se aprobaron los estatutos de autonomía catalán (1932) y vasco (1936) (el gallego no
dio tiempo a aprobarlo en las Cortes)
6. La ley del Tribunal de Garantías Constitucionales (1932) y los reglamentos de las Cortes
(1932, modificados en 1934).
a) Democracia.
c
c) Regionalismo.
Ya el pacto de San Sebastián de 1930 hablaba de autonomía regional, refiriéndose sobre todo a
Cataluña:
- tras proclamar Maciá la República catalana, el Gobierno Provisional le tuvo que
convencer para que restaurase la Generelitat e iniciase el proceso autonómico
- por ello, la elaboración del Estatuto de autonomía de Cataluña se comenzó nada más
proclamarse la República
- el Estatuto catalán se aprobó en 1932, nada más aprobarse la Constitución.
Se quería afrontar el problema regional de una manera abierta sin perjuicio de la unidad nacional:
- había una conciencia generalizada de que el problema catalán se había agravado debido
al centralismo de los últimos dos siglos
- según Ortega el probema catalán no tenía solución, “no cabe sino conllevarlo, dándole en
cada monento la mejor solución posible”
- se optó por lo que se denominó Estado integral (equidistante entre el Estado unitario y el
Estado federal), cuyas ideas rectoras eran:
- igualdad de todos los españoles en las diversas regiones.
- superioridad del Derecho creado por los órganos centrales del Estado
- los estatutos de autonomía debían ser propuestos por los Ayuntamientos de las
provincias interesadas, aprobados en referendo regional y de nuevo aprobados por
las Cortes (que los podían modificar, como se hizo con el catalán y, más adelante,
con el vasco)
- la autonomía era una facultad, no una obligación; es más, cualquier provincia de
una región podía renunciar a la autonomía y volver al régimen de vinculación con el
poder central
- la prohibición de las federaciones de regiones autónomas
- el reparto de competencias quedaba de la siguiente manera:
- la Constitución contenía una lista de materias cuya legislación y ejecución
correspondía en exclusiva al poder central
- otra lista de materias correspondía también su legislación al poder
central, pero podía pasar su ejecución a las regiones si las materias eran
incluidas en los Estatutos de autonomía
- las regiones podían legislar y ejecutar en las materias no incluidas en los
dos listados anteriores, siempre que figurasen expresamente en sus
Estatutos de autonomía
- las materias no incluidas en las dos listas ni en los Estatutos eran
competencia del poder central; no obstante, este podía transferir estas
materias a las regiones
- finalmente, las Cortes podían fijar por ley las bases a las que debía
ajustarse la legislación de las regiones autónomas, para armonizar los
intereses regionales y nacionales; no obstante, se precisaba que el
Tribunal de Garantías Constitucionales apreciase la necesidad de fijar
estas bases.
Sólo llegaron a término el proceso autonómico catalán y el vasco (este último con muchas
dificultades: Navarra se salió y a punto estuvo de salirse también Álava; se aprobó por las Cortes
ya iniciada la guerra civil); el gallego llegó a aprobarse en referendo, pero no por las Cortes ni
promulgado. Otros Estatutos se iniciaron, pero quedaron en el proceso de elaboración.
d) Laicismo.
La Constitución de 1931 declaraba: “El Estado español no tiene religión oficial” (por primera vez no
existía una religión protegida y el resto, en el mejor de los casos, toleradas). Como es natural, el
Vaticano protestó:
- pero estaba dispuesto a negociar algunas cosas:
- la separación entre la Iglesia y el Estado (pues con esta separación el Vaticano
podía nombrar libremente a los Obispos [hasta entonces necesitaban el placet del
Jefe del Estado])
- el sometimiento de las confesiones y órdenes religiosas a una ley especial de
asociaciones
- la extinción del presupuesto del clero
- la libertad de conciencia y de cultos, la secularización de los cementerios, el
divorcio (ya que todo esto existía en otros países)
- pero el Vaticano no transigía en:
- la disolución de las órdenes religiosas que imponen un voto de obediencia a una
autoridad distinta a la legítima del Estado
- la prohibición a las órdenes religiosas del ejercicio de la enseñanza
- la nacionalización de los bienes de las órdenes religiosas
- ya desde antes de ser promulgada la Constitución, la derecha católica ya pedía
su reforma.
El sistema republicano en este sentido era muy dogmático e intolerante (era abiertamente
anticlerical): se expropió el patrimonio de los Jesuitas, y se prohibió dedicarse a la enseñanza a las
órdenes religiosas (cuando era evidente que el Estado no podía sustituirlas).
En conclusión, la cuestión religiosa continuó siendo una cuestión sin resolver; de hecho, el
principal problema político de esta Constitución (en 1935, cuando la derechista CEDA accedió al
poder, el Vaticano continuó rechazando cualquier acuerdo con el régimen republicano).
e) Economía mixta.
Se pretendía establecer un Estado de bienestar social, con relaciones laborales controladas por el
Estado, con participación limitada de los trabajadores en la gestión de la empresa y con el
establecimiento de un salario mínimo; las leyes posteriores fueron prudentes, pero el lenguaje
parlamentario amenazaba constantemente con la revolución proletaria.
a
a
4. Órganos constitucionales.
a) Las Cortes.
1. Monocameralismo.
En cuanto al funcionamiento:
- las Cortes se reunían dos veces al año (al menos 3 meses a partir de febrero, y
al menos 2 meses a partir de octubre)
- además, el Presidente de la República podía convocarlas con carácter
extraordinario
- por otra parte, el Presidente de la República:
o podía suspender las sesiones: un máximo de un mes en el primer
periodo de sesiones, o un máximo de 15 días en el segundo; además,
los periodos de sesiones no podían ser inferiores a los mínimos
anteriores
o podía disolver las Cortes, con ciertas condiciones:
- no podía disolverlas más de dos veces durante su mandato
- debía acordarlo por decreto motivado, que había de convocar
elecciones en plazo máximo de 60 días
- en caso de segunda disolución, el primer acto de las nuevas
Cortes sería resolver sobre la necesidad de dicha disolución,
pudiendo cesar al Presidente de la República (así sucedió en 1936,
siendo destituido Alcalá Zamora)
- se creó la Diputación Permanente (tomada de la de 1812) para asegurar la
continuidad del poder parlamentario cuando las Cortes estaban cerradas o
disueltas; trataba cuestiones como la suspensión de las garantías constitucionales
o la legislación del Gobierno mediante Decreto-Ley.
3. Funciones.
3. De control político:
- los miembros del Gobierno tenían que acudir al Congreso cuando fuesen
requeridos, para ser preguntados e interpelados
- por otra parte, tanto el Gobierno en su conjunto como cada ministro en su
particular gestión eran responsables ante las Cortes: existía el voto de censura
contra todo el Gobierno o contra algún ministro
- finalmente, los miembros del gobierno eran individualmente responsables en el
orden civil y penal; en caso de delito, el Congreso ejercía la acusación ante el
Tribunal de Garantías Constitucionales, que era el que juzgaba.
b) El Presidente de la República.
Era elegido por un colegio electoral compuesto por todos los diputados y un número igual de
compromisarios (que eran elegidos por sufragio universal directo):
- los requisitos para ser elegido Presidente de la República eran: ser español, mayor de 40
años y no ser militar en activo, eclesiástico ni miembro de las antiguas casas reales
- la duración de su mandato era de 6 años, no siendo inmediatamente reelegible (sino al
cabo de otros 6 años).
d
d
c) El Gobierno.
Por primera vez se separa explícitamente al Gobierno del Jefe del Estado:
- el Gobierno se compone de un Presidente y de los ministros
- el Presidente de la República nombra y separa al Presidente del Gobierno y, a
propuesta de este, a los ministros (el Presidente de la República podía vetar estos
nombramientos, y de hecho a veces se hizo)
- las funciones del gobierno venían enunciadas muy someramente:
o el Presidente del Gobierno dirigía y representaba la política general
o el gobierno, junto con la Cortes, tiene la iniciativa legislativa
o corresponde al Consejo de Ministros la elaboración de los proyectos de ley y
del proyecto de Presupuesto, la aprobación de los decretos, el ejercicio de la
potestad reglamentaria, la deliberación sobre los asuntos de interés público y
la suspensión de las garantías constitucionales
o a los ministros les compete la dirección y gestión de los servicios públicos
asignados a su departamento.
El Gobierno era políticamente responsable ante las Cortes y jurídicamente lo eran sus miembros
ante el Tribunal Supremo en lo civil, y ante el Tribunal de Garantías Constitucionales en lo criminal.
La Constitución de 1931 establecía un complejo sistema de controles entre los diferentes poderes;
es lo que alguien denominó “sistema de desconfianzas”.
El Presidente de la República:
- necesitaba el refrendo ministerial para que sus actos fueran válidos (por lo que el
Gobierno podía impedir todo acto presidencial del que discrepara); curiosamente, esto
era incompatible con la responsabilidad política del Presidente de la República
- además, ya se ha señalado que los 3/5 de las Cortes podían iniciar una propuesta de
destitución del jefe del Estado; a partir de entonces:
o el Presidente de la República cesaba en sus funciones
o se convocaba elección por sufragio universal directo de compromisarios
coelectores de un nuevo Presidente
o el colegio electoral (formado por las Cortes y un número igual de
compromisarios) decidía sobre la propuesta del Congreso de los Diputados.
e) Administración de Justicia.
La cabeza orgánica era el Tribunal Supremo (que además tenía una curiosa iniciativa en materia
procesal y de reforma judicial); además, como ya se ha indicado, se creaban tribunales de urgencia
para la efectividad del amparo de las garantías individuales.
La legitimación para acudir a este Tribunal era amplísima pues se admitía la acción popular
(“también está legitimada toda persona, individual o colectiva, aunque no hubiera sido directamente
agraviada”). La realidad es que este tribunal apenas funcionó y no satisfizo a nadie.
Por eso, según fuera el asunto planteado, hubo cuatro diferentes mayorías parlamentarias:
- mayoría republicana (toda la izquierda más los radicales y la derecha republicana de Alcalá
Zamora y Maura)
- mayoría laica en el primer bienio (la izquierda y los radicales) y mayoría religiosa en el
segundo (CEDA, PNV y, curiosamente, otra vez los radicales)
- mayoría regional en el primer bienio (la izquierda, los radicales y los partidos regionalistas)
y estatal en el segundo (CEDA y otra vez los radicales)
- mayoría económica (izquierda-derecha), de distinto signo en cada bienio.
Por consiguiente, la crisis gubernamental podía ocasionarse en cualquier momento, y era bien
difícil llevar a cabo un programa político general y coherente: hubo 17 crisis de gobierno en los
poco más de cuatro años (1931-1936).
El juego parlamentario quebró con demasiada frecuencia (el Parlamento era aceptado y
reivindicado cuando se ganaba, pero era rechazado cuando se perdía):
- el primer quebranto fue con la aprobación del art. 26 (sobre materia religiosa) de la
Constitución, que hizo que la derecha hiciese graves imputaciones contra las Cortes y
se ausentara de ellas; además, Alcalá Zamora dimitió como Presidente del Gobierno
- el segundo quebranto se produce en la campaña electoral de 1933 (en la que la CEDA
de Gil Robles hacía afirmaciones abiertamente amenazadoras del sistema
parlamentario)
- también la izquierda participó en este quebranto: cuando la CEDA gana las elecciones
de 1933, se le negó la Presidencia del Gobierno; cuando más tarde se nombran
algunos ministros de la CEDA, la izquierda movilizó las masas populares
desencadenando la revolución de octubre; más adelante, la izquierda también
abandonó el hemiciclo en 1935
- por su parte, el partido radical derogó durante el segundo bienio leyes que había
aprobado durante el primero
- en definitiva, el funcionamiento del sistema parlamentario no fue ejemplarizante (a lo
que se ha de añadir la falta de un sistema de partidos sólido, coherente y disciplinado).
Por otra parte, el primer quebranto de todo el régimen político sucedió una vez ganadas las
elecciones por la derecha en 1933, que utiliza las Cortes para deshacer la legislación social y laica
anterior, de tal manera que vuelven a regir las leyes de la monarquía y de la dictadura
- por lo demás, la sección juvenil de la CEDA, era abiertamente fascista; algunos puntos
de su programa eran:
o disciplina, los jefes no se equivocan
o fortaleza de la raza, educación premilitar
o antiparlamentarismo y antidictadura: “el pueblo se incorpora al gobierno de un
modo orgánico y jerárquico, no a través de la democracia degenerada”
- Calvo Sotelo, en 1934, lideró una derecha aún más próxima a las ideas y a los modos
fascistas europeos (“el poder debe ser conquistado por cualquier medio; la autoridad
debe imponerse por cualquier medio”).
El desprestigio de las instituciones y del sistema parlamentario llevó a ofrecer razones a los
enemigos del Parlamento, de las libertades y de la democracia.
1.- Los meses de Gobierno Provisional (desde el 14 de abril de 1931 hasta julio 1931):
promulgó algunas leyes, pero desaprovechó el clamor popular para hacer reformas
profundas; se centró en preparar las elecciones a Cortes constituyentes.
2.- El bienio de la izquierda (desde diciembre de 1931 hasta noviembre de 1933), que
intentó reformas pero en general fracasó:
- gobierno formado por una coalición republicano-socialista (clases medias
urbanas, obreros y una parte de la burguesía industrial)
- presentaron un programa republicano burgués de reformas, que suscitó una
oposición desproporcionada de la oligarquía tradicional
- la moderación de la reforma y su lentitud (unido a la crisis económica mundial)
provocaron descontento de los sindicatos campesinos y obreros, con frecuentes
alteraciones del orden público
- otras características de este periodo fueron:
- conflictivas relaciones Estado-Iglesia
- reforma inacabada del ejército
- tensiones regionalistas, especialmente respecto de Cataluña
- insuficiencia en la aplicación de la reforma agraria
- falta de una política de pleno empleo y distanciamiento creciente del
proletariado
- amenaza latente de autoritarismo por parte de la derecha
- en conclusión, aunque la sociedad pedía reformas estructurales (reforma agraria,
banca, régimen fiscal y laboral), los políticos se estancaron en los problemas
ideológicos (Estado-Iglesia principalmente).
4.- El acuerdo de Frente Popular era un programa electoral reformista (no revolucionario)
para las elecciones de febrero de 1936:
- restablecimiento del imperio de la Constitución y revisión de la Ley del Tribunal de
Garantías Constitucionales
- promulgación de leyes orgánicas (como la municipal y la provincial)
- revisión de la Ley de Orden Público (con mayores garantías al ciudadano)
- reorganización de la Justicia (con restricción del fuero militar)
- aceleración de la reforma agraria y mejor política crediticia y fiscal para el campo,
sin nacionalización de la tierra
- política industrial proteccionista (para superar la depresión)
- programa de obras públicas (para superar la falta de iniciativa privada)
- mayor intervención estatal en el Banco de España y mayor control de la banca
privada, sin llegar a su nacionalización
- reforma fiscal
- revisión de la legislación social
- aceleración de la inversión en la enseñanza.
Cinco meses más tarde de la llegada del Frente Popular al Gobierno comenzó la guerra civil,
abortando el programa del Frente Popular.
- Política social y organización sindical (se acentuó el carácter totalitario del régimen):
- el Fuero del Trabajo de 1938, que fue posteriormente elevado a Ley
Fundamental, pretendía organizar el trabajo de forma totalitaria:
- se prohibieron las huelgas y los sindicatos obreros, creándose una única
organización sindical de obreros y patronos, de afiliación obligatoria,
inspirada en los principios de Unidad, Totalidad y Jerarquía
- dos leyes de 1940, recién acabada la guerra civil, terminaron de perfilar este
sindicato vertical.
- Derechos y libertades:
- como se acaba de señalar, se negó la libertad de asociación política y sindical, y
del derecho de huelga
- la Ley de prensa de 1938 era antiliberal y totalitaria: toda la prensa era
controlados por el Estado, que ejercía la más estricta censura, y nombraba y
cesaba a sus directores
- la Ley de Responsabilidades Políticas de 1939 y la Ley de Seguridad del Estado
de 1941 significaron una durísima depuración de funcionarios, políticos y
sindicalistas.
En conclusión, los rasgos esenciales del régimen político fueron totalitarios y fascistas:
1. El monismo político:
- estaba excluida toda organización política y sindical que no fuera la del
Movimiento
- hubo un equilibrio entre el Movimiento, la Iglesia y el Ejército
- los gobiernos de la época estaban formados por militares, la oligarquía
terrateniente y financiera, falangistas y carlistas.
2. El poder de un Caudillo que equilibra los grupos dominantes, que se presenta como
carismático y que se proclama políticamente irresponsable.
Ya no se podía gobernar con un aparato estatal tan anticuado ni con una ideología agrario-
artesanal; de hecho, la Ley Orgánica del Estado de 1966 ya pretendía modernizar las
estructuras del régimen para adaptarlo a las nuevas necesidades del desarrollo económico.
A partir de 1969 comienzan a ser frecuentes los estados de excepción; la Iglesia Católica
(uno de los pilares del régimen, junto al Ejército) se fue distanciando del aparato estatal
siguiendo el espíritu del Concilio Vaticano II.
En 1969 se designa sucesor, como Rey, a Juan Carlos de Borbón, y en 1973 por primera
vez la Jefatura del Estado y la Presidencia del Gobierno se desdoblan, nombrando Franco
para esta última al Almirante Carrero Blanco, el cual fue asesinado seis meses más tarde
por ETA, lo que precipitó la descomposición del régimen. Los dos últimos años del
franquismo (1973-1975) hubo varias crisis de gobierno; además hay que añadir conflictos
sociales, huelgas, escándalos financieros, crisis económica y crisis de salud de Franco que
murió en 1975.
El régimen franquista es poco atractivo como objeto de estudio constitucional; además, debido a su
evolución, es difícil estudiarlo como un bloque homogéneo.
Han sido muchas las calificaciones propuestas para definir el régimen franquista:
- Régimen totalitario, Régimen fascista, o totalitario-fascista, Régimen autocrático,
Dictadura, Dictadura militar, Dictadura militar-eclesiástica, Dictadura reaccionaria,
Dictadura empírico-conservadora, Dictadura constituyente, Estado capitalista de
excepción, Régimen oligárquico totalitario, Régimen bonapartista, Régimen cesarista,
Régimen autoritario, etc
- en realidad fue un régimen único: el régimen franquista o régimen del General Franco;
los que apoyaban al régimen eran, ante todo, franquistas; si en un principio se trató de
un régimen inequívocamente fascista, a partir de 1942 (cuando se vio que era probable
que los aliados ganaran la II GM) se le puede aplicar cualquier calificativo de los
anteriores.
Todos los regímenes son autoritario: el Estado consiste básicamente en una organización de
poder, en una organización autoritaria.
J. Linz calificó al régimen franquista de autoritario, teniendo en cuenta que el régimen autoritario es
un sistema político con pluralismo limitado y no responsable, sin una ideología elaborada y
directora, con un líder que ejerce el poder dentro de unos límites mal definidos.
Por otra parte, el régimen franquista aprovecho la idea del “régimen autoritario”, a medio camino
entre la democracia y el totalitarismo, para mantener su poder político basado en la represión.
Según el profesor, no hubo varios regímenes a lo largo de cuarenta años, sino sólo uno que se fue
adaptando para sobrevivir: durante el franquismo hubo cambios en el gobierno, pero no de
Gobierno: todos eran gobiernos del Caudillo, que se iban relevando.
Más arriba se dijo que el régimen dejó de ser fascista por el año 1942 debido a que:
- las bases sociales que apoyaron la insurrección militar y el régimen subsiguiente no
fueron las mismas que apoyaron al fascismo italiano o al nacionalsocialismo alemán
- porque la Falange dejó pronto de ocupar un lugar relevante en la coalición de fuerzas del
régimen
- porque el régimen fue evolucionando y dejando atrás la estructura y la ideología fascista
del primer período.
Sin embargo el profesor dice que fue un régimen fascista todo el tiempo:
- durante el periodo 1936-1942 el fascismo español fue parecido al italiano y al nazismo
alemán
- luego buscó sus propias formas por necesidad o conveniencia, precisamente para
poder seguir siendo fascista; y esto se demuestra en que el régimen en ningún
momento abandonó:
o el recuerdo vivo de la guerra civil que dividió a los españoles entre vencedores
y vencidos
o el monismo político
o la concentración de todo el poder en un Caudillo
o el anticomunismo, antiliberalismo, anticapitalismo y nacionalcatolicismo
o la represión de las libertades
o una organización institucional corporativa
o la concepción jerárquica de la vida y del orden social
o un férreo nacionalismo españolista, con negación absoluta de los
nacionalismos interiores
- al final del régimen se suavizaron sus formas:
o en parte porque le faltaba energía para mantener cuarenta años de estado de
excepción
o por otra parte porque la apuesta europea era su única esperanza
o se relajó la aplicación de las leyes represoras: se definió al régimen como una
dictadura templada, por eso mismo, por el general incumplimiento de la ley que
lo sustentaba.