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INFORME LOS MODELOS REGIONALES DE LA INQUISICION ESPAÑOLA: CONSIDERACIONES METODOLOGICAS.

(JAIME
CONTRERAS).

En los últimos veinte años, se han venido produciendo dentro de las corrientes historiográficas tanto en España como
fuera de ella, una multiplicidad muy diversa de estudios sobre la inquisición española. Dentro de esta diversidad de
investigaciones destacan por sobre todos, aquellas que estudian al Santo oficio dentro de los límites de un espacio
local o regional.
Ahora, si bien es cierto que esta tendencia a los estudios regionales (que ubica a los tribunales en tiempos y espacios
determinados) ha contribuido al ensanchamiento y a la diversificación de métodos y contenidos. No menos cierto es
que en alguna medida pueden conducir a la confeccion de imágenes adulteradas de la propia naturaleza Inquisitorial.
Ya que en este sentido es necesario advertir que tales estudios en primer término adolecen de criterios fijos dada la
variedad social, económica y cultural dé cada región elegida. Como así también el hecho de no obedecer ni al mismo
discurso, ni poseer el mismo instrumental que aquella visión que aborda la inquisición desde la elevada plataforma de
lo político-institucional de esa “suprema inquisición”.
Para evitar abordar este tipo de imágenes adulteradas, el autor señala que, aunque es muy necesario en los estudios
inquisitoriales, destacar las diferencias de espacio y tiempo entre unos tribunales y otros, nunca ha de olvidarse todo
aquello que tienen en común. Es decir, no debe olvidarse aspectos tan fundamentales como la organización, la
estructura y la naturaleza de la institución. En este sentido Contreras esbozara a groso modo una serie de cuestiones
que deben tenerse en cuenta a la hora de abordar una investigación de este tipo.

Inquisición una e inquisición múltiple


La ruptura de la tradicional tolerancia entre etnias, y credos que se produce en el siglo XV, da lugar a la aparición de la
maquinaria inquisitorial, que se desarrolla paralelamente al surgimiento del poder monárquico de los reyes católicos.
Desde el primer momento esta maquinaria se caracterizó por tener dos aspectos principales;
 Su carácter univoco de servicio al poder monárquico.
 Su carácter universal; a) universalidad territorial, poder actuar en todo el territorio de sus reinos y señoríos.
b) universalidad jurisdiccional; se podía superponer a la justicia señorial.
c) universalidad político-institucional, participaba del sistema político formando parte a través de la suprema de los
consejos del rey.
De esta forma estos dos aspectos fueron moldeando la dirección que tomo la corona y la inquisición española, ya que
bajo estos auspicios el consejo asumió la dirección de los programas que ejecutarían los tribunales de distritos,
convirtiéndose en el eje principal de la estrategia universal del santo oficio.
De tal forma la estructura básica de la inquisición se centra en el juego reciproco de relaciones entre una institución
central y decisoria de naturaleza civil, próxima al monarca, y unos tribunales regionales receptores y ejecutores de los
mandatos del primero. En este sentido es necesario señalar según Contreras que a la hora de llevar a cabo un estudio
sea cual sea el interés especifico que persiga, debe abordar un análisis de lo sincrónico sin perder de vista la
naturaleza del cambio que presenta lo diacrónico, es decir ambas partes del binomio representan la realidad histórica

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de la inquisición, ya sea un consejo jugando sus interese en la dinámica de los poderes de la corte, o unos tribunales
de distrito luchando por mantener su influencia en las ciudades. De este modo hacer un estudio regional requiere que
lo particular pueda ser engarzado en lo general y viceversa, siendo de tales juegos que surgen las ideas de lo global.

Inquisición: reinos y naciones


La elección del tribunal a estudiar es el primer gran elemento diferenciador que es capaz de determinar en un sentido
u otro la naturaleza de nuestra hipótesis (precisar el reino en que nuestra inquisición trabaja) obviamente la variedad
de donde elegir es enorme, y aunque se nos diga que la inquisición es unitaria, ya que todos los inquisidores tienen las
mismas instrucciones, reciben las mismas cartas acordadas, y todos consultan en sus archivos los mismos modos de
proceder, sin embargo las realidades son distintas en cada reino. Siendo que todos los ordenamientos políticos de los
reinos hispánicos son diferentes, y más aún en los siglos XVI y XVII en donde el gran problema político es
constitucional, pues se erigen tendencias favorables a la unión de la nación, y otras de tipo separatista.
De esa compleja realidad el tribunal que elijamos participa de forma activa, actuando en medio del fragor de las
luchas políticas de las revueltas urbanas. En tal sentido debe tenerse en cuenta estas realidades y como afecta al
proceder del tribunal ya que no es lo mismo ser inquisidor en Toledo que en Zaragoza.
La inquisición y sus pleitos
Elegido el tribunal y considerado el elemento referente al sistema institucional del reino en el que se ubica otra vez
urge preguntarse por las dimensiones temporales ¿historia de larga duración? ¿Análisis finiseculares o visiones
temporales parcializadas? Sin embargo, cualquiera sea la opción elegida, sobre el tribunal siempre incidirá la acción
permanente de grupos y fuerzas sociales. Allí en la suprema el conflicto forma parte de las acciones y reacciones en los
despachos del palacio, siendo el poder de este inmenso es sujeto tanto de alianzas, como así también de odios y
rencores que prefiguran objetivos y estrategias que llegan hasta los tribunales regionales. Además de este tipo de
conflictos habrá otro de gran importancia que incidirá en el desempeño de los tribunales regionales, este será la
siempre conflictiva relación entre la tendencia hacia el umun igualitaria de la corona y la tendencia hacia la
particularidad y los privilegios locales. En esta lucha no debe perderse de vista que, si bien en muchas oportunidades
sirvió fielmente al poder del soberano, en otras se mostró reticente a ejecutar sus directrices. El tribunal como otras
instancias y corporaciones, en cualquier zona, y en todas las épocas batallo por conseguir su independencia, y cuando
la consiguió lucho por su pervivencia. En una sociedad que hacía ley del privilegio, las instituciones estaban minadas
por los intereses de sus hombres, y los hombres del santo oficio respondían a leyes, y valores dominados por el
estatus alcanzado, la herencia recibida, la riqueza conseguida, y el linaje heredado.
De esta forma debemos ubicar a la inquisición en la sociedad y está en la inquisición, si nos olvidamos de este axioma,
no solo perderíamos el contacto con la institución sino también nos olvidaríamos de sus hombres.

La inquisición, la administración y sus hombres


Cuando en los papeles se escribe sobre los hombres de la inquisición, generalmente se lo hace en términos de oficiales
y ministros, términos que se usan usualmente para designar a los servidores del rey. ¿Son estos oficiales del santo
oficio, oficiales también del monarca y miembros de su administración? ¿Cómo estudiarlos?
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El autor plantea que existen varias vías a través de las cuales se puede llevar a cabo el estudio. Una primera será la vía
política-institucional, que propugna el estudio de la institución en sí misma y su desempeño en los niveles superiores
del estado. La segunda vía será la historia de la administración y su estructura, esta es la historia de las leyes, su
contenido y sus límites, interesándose en sus orígenes y su funcionalidad. Sin embargo, estas dos vías resultan
insuficientes ya que las normas y sus leyes no alcanzan para explicar el ancho que separa la legalidad y la realidad.
Pues más allá de saber cuáles eran las funciones de los hombres de la inquisición, nos interesa saber cómo cumplieron
tales funciones y que actitudes tuvieron como personas individuales, y hacia otros grupos. Es aquí donde puede ser
utilizado el instrumental metodológico tanto de la antropología como de la sociología, pero sin perder de vista la
realidad histórica de estos oficiales de los cuales debe tenerse en cuenta;
1. Vinculación de fuerza de patronazgo del oficial a un señor o varios.
2. Determinación entre el vínculo establecido y la función desempeñada.
3. Reclutamiento del estamento noble, produciéndose adecuación entre el estamento y el oficio.
4. Reclutamiento vasado en la riqueza y la limpieza de sangre.
Estos factores dan a la luz un modelo determinado de oficial, el cual se cobija en los vínculos familiares del grupo en
los que se encuadra, más que en los dones y capacidades. Siendo el parentesco el que permite el ascenso en los
niveles de la administración. Ahora bien, encuadrarse en este modelo de oficial, resultaría un tanto perjudicial, pues
no nos permite ver diferencia alguna entre ellos. Es ahí plantea contreras que el estudioso no debe perder de vista
que se trata de hombres concretos con nombres y apellidos, e intereses propios, de los cuales en algunos casos se
conservan detalles reveladores. Esta dimensión humana es la que da testimonio del enorme hueco que hay entre la
normativa legal, y las trasgresiones de la vida cotidiana. Siendo por lo cual de gran importancia para el investigador
rescatar a los hombres detrás de los cargos y darle la voz que tuvieron entonces.

La inquisición: delitos y procesados


Una cuestión que siempre debe prestarse atención es a las preguntas que se les hacen a los documentos, y en muchas
oportunidades tales preguntas son formuladas a partir del propósito que persiga el estudioso, de ahí la personalidad
de las mismas. En el caso de la inquisición española, las preguntas que se han hecho principalmente son tres; por los
procesados, por los delitos, y por el contenido herético de tales delitos. En este sentido es preciso reconocer que las
dos primeras han primado por sobre la tercera, siendo la herejía en si muchas veces marginada. Esta marginación
resulta un tanto pernicioso ya que la herejía debe verse como una expresión ideológica a través de la cual se puede
explicar o justificar una praxis social o institucional histórica.
Contreras además plantea que otra cosa a la cual se debe prestar atención es al hecho de que delito y procesos no son
lo mismo, siendo que estos no coinciden numéricamente, ya que hay más delitos que procesados. Tratar de explicar
esto ha traído diversos problemas como la errónea visión de que hay delitos principales y secundarios. Para superar
tal error hay que tener en cuenta que el inquisidor no parcelaba las causas, sino que para el delito era una unidad
global en la que se incluyen diversas manifestaciones heréticas.
Estas generalizaciones de manifestaciones englobadas en una sola unidad, que constituye el delito, fue posible porque
el tribunal estaba bien institucionalizado y engarzado en los entresijos de la monarquía, por lo cual se burocratizo.
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De tal forma entonces debe entenderse que la relación entre delitos, procesados y sentencias es pues el resultado de
un proceso de burocratización de la actividad procesal de la inquisición española.

Series procesales de lo público a lo privado


Por último, es importante tener en cuenta según Contreras la incidencia mitificada de la inquisición española en los
sistemas inquisitoriales de occidente es enorme hasta el punto de que es considerada la inquisición por antonomasia.
Esto ha significado un problema, ya que en muchos historiadores sobre todo en los españoles se ha desarrollado una
historiografía de combate en la cual el aumento o reducción de las víctimas indica el lugar ideología que se ocupa
respecto a la inquisición.
Para romper con este problema es necesario tener en cuenta cuatro conclusiones que se han introducido en los
últimos años en el debate:
 La estructura represiva de la inquisición no debe medirse en cantidad de víctimas solamente, sino en la estructura
cualitativa de la represión.
 La pérdida de documentación hace imposible estimar un número apropiado de procesados.
 Precisar concretamente que se entiende por víctimas.
 Que el tribunal como parte de una sociedad teocrática y beligerante solo se hace eco de esa beligerancia.
Así de esta forma hacer una estadística de la actividad procesal no es solo descubrir aspecto de su estructura en larga
duración, sino también delimitar su conocimiento en el calendario de tiempo y espacio, particularizando el mundo de
lo privado. En tal sentido el historiador debe intentar recorres los caminos que van desde lo público a lo privado,
desde el tribunal como parte del estado, hasta su representación regional, pasando por la particularidad de los jueces
y procesados. Es una historia múltiple y diferenciada siempre dinámica y siempre dialéctica.

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