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Facultad de Psicología, Educación y Relaciones Humanas

Licenciatura en Psicología – 2º año

Psicología Evolutiva Niñez

Trabajo Práctico Nº2

Prof. Silvia González

Alumnas:

Aguzín, Selene & Pérez, Lara Indira

Entrega 14 de mayo de 2019


INTRODUCCIÓN

El presente trabajo realizado para la cátedra de Psicología Evolutiva Niñez de la


Licenciatura en Psicología a cargo de la profesora Esp. Silvia González, consiste en la articulación
de los datos obtenidos, a partir de una entrevista abierta o semi-dirigida realizada a la madre de
una niña de 9 años, con las propuestas teóricas de los autores desarrollados en los núcleos básicos
de la materia: Arnold Gesell sobre diagnóstico del desarrollo y los 4 campos de la conducta
representativos de los diferentes aspectos del crecimiento, F. Corominas Beret y Francoise Doltó
en lo referente a la organización nerviosa del control esfinteriano y sus aspectos psicoafectivos y
sociales, Jean Piaget sobre la génesis estructurada y secuencial del desarrollo mental, los aportes
al desarrollo cognitivo de la psicología histórico-cultural de Lev S. Vygotsky, el desarrollo
psicosocial de Erik Erikson y la teoría de Winnicott sobre objetos y fenómenos transicionales. A los
fines de dicho objetivo, se pretende hallar aquellas variables e indicadores de los distintos
aspectos del comportamiento del niño que nos permitan dar cuenta de la evolución del desarrollo
correspondiente a la etapa de la niñez.

Al finalizar el mismo, se realizará una conclusión acerca de lo que pudo ser analizado a la
luz de las diferentes teorías, contrastando con el material bibliográfico los datos obtenidos y
aportando, también, las impresiones significativas que obtuvimos a partir de la experiencia.
DESARROLLO

Durante la entrevista, la mamá de la niña nos contó que la lactancia fue natural hasta los
tres primeros meses, luego de eso, la alimentación consistió en ir intercalando el pecho con la
mamadera debido a que la niña tenía cólicos. Hacia los 12 meses la niña sólo tomaba el pecho por
la noche, antes de dormir, y es a esa edad que se le deja de dar el pecho. Según lo que nos fue
referido por la madre, se puede observar que el destete se fue dando de manera progresiva y sin
mayores dificultades. Puede decirse que la madre comienza con una adaptación casi total a las
necesidades del niño durante los primeros meses y que la misma va disminuyendo de a poco, en
consonancia con las crecientes capacidades del bebé para encarar ese retroceso (Winnicott, 1989).
En relación a los objetos transicionales de la infancia, nos expresó que la niña usó chupete hasta
los 2 años y mamadera hasta los 5, subrayando el hecho de que sacarle ese objeto a la niña fue
muy difícil. Se observa entonces, un uso típico del objeto transicional. De acuerdo a lo establecido
por Winnicott (1989), los objetos transicionales como lo puede ser un chupete, simbolizan el
pecho materno, y son empleados por el bebé como defensa contra la ansiedad. Para el bebé el
objeto transicional tiene una importancia vital y los padres llegan a tomar conocimiento del valor
que tiene esa primera posesión de no-yo para el niño. Con el paso del tiempo los mismos no se
olvidan ni se reprimen, sino que pierden significación.

En lo relativo al campo de conducta motriz, nos fue referido por la madre de la niña que la
misma se sentó alrededor de los 6-7 meses, en cuanto al gateo nos dijo “​Gateó pronto ella. A los
siete meses más o menos, en la misma época.” Al preguntarle sobre la marcha expresó que
comenzó a caminar al año, con respecto a la progresión que fue dando lugar a la marcha la misma
dijo: “​Primero siempre empiezan a pararse así, como agarrándose, pero para el año ya se largaba.”
Se observa que ciertos rasgos evolutivos como la capacidad de sentarse a los siete meses se
adquieren de acuerdo con lo establecido por Gesell, mientras que otros rasgos presentan un
progreso avanzado, como lo es el gateo que se produce a los siete meses, mientras que Gesell lo
ubica en la franja de los diez. La marcha bipedal, de igual manera, aparece antes de lo establecido,
puesto que Gesell menciona que a los doce meses la locomoción cuadrúpeda continúa siendo la
predilecta del niño, siendo la edad estimada de abandono del gateo como método viejo de
progresión, la de los 15 meses. Este se constituye en un dato significativo desde el punto de vista
evolutivo, puesto que a partir de la adquisición de la marcha se abren nuevas modalidades y
posibilidades de exploración del mundo por parte del niño.

En lo respectivo a la conducta del lenguaje la mamá nos expresa que sus primeras palabras
fueron expresiones o balbuceos como “tatata” y sucedieron alrededor de los ocho o nueve meses,
y nos comentó que no recordaba si su primera palabra había sido “Papá o mamá”. En cuanto a la
lectura nos comentó la niña aprendió a leer antes de ingresar a la escuela primaria, y sobre la
escritura nos dijo que aprendió el abecedario a los dos años, con ayuda de su abuela. La misma
expresó lo siguiente: “​...la abuela le enseñó todo el abecedario, tenía dos años y las letras se las
aprendió todas, hasta que no empezó el jardín ella no sabía unir las letras, pero cuando entró a
primer grado ya sabía leer, entre los cuatro o los cinco años”​. Mediante la entrevista pudimos ver
que, según lo que nos refiere la mamá, la articulación de la palabra se produce un mes antes de lo
establecido por Gesell, el cual establece la aparición de la primera palabra a las 40 semanas. De
acuerdo a Vygotski (2009) “el aprendizaje humano presupone una naturaleza social específica y un
proceso, mediante el cual los niños acceden a la vida intelectual de aquellos que les rodean”. A
partir de la concepción de la zona de desarrollo próximo, Vygotski destaca la importancia de la
acción sociocultural en el proceso de aprendizaje. El espacio de desarrollo psíquico que la niña
recorre bajo la guía de su abuela para poder aprender el abecedario es la zona de desarrollo
próximo. Este aprendizaje logrado a los dos años con la ayuda del adulto se constituye luego en
una nueva zona de desarrollo real cuando la niña ingresa al jardín y se encuentra ante el desafío de
tener que unir las letras para formar palabras básicas.

Cuando se le preguntó a qué edad comenzó a comer sola, comportamiento que


corresponde al campo personal social, respondió “​A Liesel más que nada le daba yo, para que no
haga mucha mugre, para que no se ensucie todo​.” Por lo que no obtuvimos datos de esta
conducta que podamos cotejar con los parámetros establecidos por Gesell.

En lo que respecta al control de esfínteres, que como ya sabemos es el resultado de la


maduración del sistema nervioso central y del aprendizaje, y de acuerdo con lo referido por la
madre, la continencia esfinteriana fue adquirida a los 24 meses (aproximadamente). En el proceso
de control de esfínteres estuvo presente la participación de la madre en el aprendizaje mediante
prácticas que se llevaban a cabo durante el día. La adquisición de la marcha, que en el caso de la
niña se logró a la edad de aproximadamente 1 año, también se constituye en un indicador de que
las condiciones desde el punto de vista biológico estarían dadas para que se produzca
paulatinamente el control esfinteriano. En relación a esto la madre menciona “​Empezó a ir solita
con la pelela porque al inodoro no llegaba, ese era el tema, viste que no se pueden subir con sus
piernitas”​ . Al preguntarle si alguna vez la niña había mojado la cama, la misma expresó “​Lo que
pasa es que yo de noche le ponía pañal, de día la hacía practicar y después, no recuerdo
exactamente el momento, pero, no sé si alguna vez hizo en la cama cuando le saqué el pañal, pero
ella prácticamente nunca se hacía pis de noche​”.

Por tratarse de un sujeto de sexo femenino, consideramos pertinente mencionar que


Corominas Beret (1977) afirma que, en un estudio, se observó que las niñas asumen con más
frecuencia por sí solas la responsabilidad de la micción. Por su parte, Francoise Doltó (1992)
sostiene que “en las niñas la continencia esfinteriana se adquiere antes que, en los niños, ya que
para ellas no existe confusión entre las sensaciones de repleción vesical y rectal y las sensaciones
inconscientes, voluptuosas, referidas al clítoris y a la vagina”. Haciendo referencia al importante
papel que la sexualidad de los niños juega en la adquisición de la continencia esfinteriana y la
psicomotricidad, y las diferencias que esto supone con respecto a ambos sexos, ya que en el caso
de los niños las erecciones son compatibles con la micción hasta los 25 a 30 meses.

Al respecto de los intereses sobre cuestiones de la sexualidad la mamá expresa que la niña
preguntó por qué era necesario que un hombre y una mujer estén casados para que un bebé
naciera. En cuanto a la pregunta sobre cómo vienen los bebés al mundo la mamá nos respondió:
“​No, eso no, pero sí por qué tiene que haber un hombre. No le di explicaciones muy profundas. Pero
sí le cuento del noviazgo, cosas desde mi experiencia, como, por ejemplo: Liesel, vos tenés que
fijarte si te tratan bien, no que si es churro o si te pone la cara así (hace un gesto simulando la
expresión facial de una persona que intenta seducir con la mirada) o esas cosas sí le hablo...ella se
ríe nomas.”. ​La niña tiene una hermana menor, por lo que decidimos preguntarle a la madre si
esta había tenido preguntas al respecto de su embarazo o nacimiento y la madre nos contó que
Liesel: “​[…] me preguntaba mucho porque estaba ansiosa, porque quería que ya salga de la panza,
entonces […] me preguntaba “¿por qué no crece la panza?” y después cuando creció la panza “Y
¿por qué ya no sale el bebé?” y cuando salió la bebé “¿por qué ya no me habla?”​. En la entrevista,
la mamá refiere que la niña no expresa intereses o interrogantes relacionados con temas de la
sexualidad ni hace preguntas acerca de cómo vienen los bebés al mundo, pero se observa que de
todas maneras aparecen interrogantes similares en relación con cuestiones de la sexualidad. El
error en este caso es la manera de plantear la pregunta por parte de las entrevistadoras, que se
presta a una mala interpretación. El preguntar acerca de “Por qué tiene que haber un hombre para
que nazca un bebé” o “por qué tienen que estar casados un hombre y una mujer” para ese fin, es
otra manera que tiene la niña de cuestionarse acerca de cómo es que vienen los bebés al mundo.
Con respecto a la pulsión del saber que es característica de los niños entre los 3 y 5 años, Freud
sostiene que la misma no puede subordinarse de manera exclusiva a la sexualidad. No obstante,
dice Freud (1905) que “la pulsión de saber de los niños recae, en forma insospechadamente precoz
y con inesperada intensidad sobre los problemas sexuales”.

En lo que respecta a los progresos establecidos por Piaget en relación a la conducta y la


socialización de la infancia, en la etapa que va desde los siete a los doce años, dichos avances
pueden observarse con mayor facilidad en el ámbito del juego, y es por eso que nos remitimos a
los dichos de la madre sobre este asunto. La misma nos expresó que a la niña le gustaba mirar
televisión y jugar videojuegos. En cuanto a los videojuegos nos mencionó que le gusta jugar a
juegos de construcción y de batalla en el celular, y que cuando va al trabajo del padre entra a
páginas de juegos online donde juega a escapar de una prisión. Este tipo de juegos implican
asumir distintos roles y el manejo de la lógica, lo cual se constituye en un modo de pensamiento
más organizado y característico de la etapa de la segunda infancia. Según establece Piaget (1973)
en este período se “dan los inicios de la propia construcción lógica: la lógica constituye
precisamente el sistema de relaciones que permite la coordinación de diferentes puntos de vista
entre sí…”

Cuando le preguntamos cómo se expresa la niña en los juegos grupales nos expresó que si
bien no la ve jugar mucho, en los cumpleaños puede observar que participa en juegos grupales
(por ej.:juego de “la silla”) y se involucra en actividades lúdicas acatando reglas comunes y
respetando los turnos de los demás. Le preguntamos cómo era el juego de la niña y nos dijo:
“​Primero y principal es que está todo el día haciendo piruetas, lo hace para soltar energías.
Segundo, cuando juega, si juega con la hermana, suelen jugar a las compras, a las cartas” Le
preguntamos si tiene algún juguete favorito y nos respondió que a veces juega con muñecas, pero
no a la mamá, sino que crea historias con diálogos. El comportamiento que la niña exhibe en el
contexto de los juegos grupales se condice con las características que menciona Piaget acerca de la
segunda infancia. Según Piaget, se observa en niños mayores a siete años un notable cambio en las
actitudes sociales en relación con el juego. Mientras que los más pequeños no se ajustan a las
reglas del vecino y juegan como si lo hicieran para sí mismos, los niños mayores a siete años se
someten a las mismas reglas y se controlan entre sí para mantener la igualdad frente a una ley
única. El ganador que resulta del juego, además, obtiene un reconocimiento por su victoria sobre
los demás jugadores. En los niños menores a siete años esto no ocurre, puesto que todo el mundo
gana a la vez y ganar significa haberse divertido uno mismo. El típico “juego de la silla”, que se
juega en los cumpleaños, se trata de un juego colectivo reglamentado. El hecho de que la niña
pueda atender a las reglas que supone este juego, marca una diferencia con la conducta impulsiva
y el egocentrismo primitivo de la primera infancia, dando indicios de la presencia de la conducta
reflexiva: el niño piensa antes de actuar.

Al preguntarle sobre las actividades extracurriculares de la niña la mamá menciona que


solía hacer gimnasia artística como actividad extracurricular, pero que le fue suspendida porque,
con una compañerita, estaban creando muchas redes sociales y subían videos. También nos dijo
que a Liesel le gusta mucho ir al parque, porque disfruta mucho de todo lo que sea actividad física.

Con la necesidad de crear nuevas redes sociales se observa en la niña el esbozo de nuevos
intereses relacionados con el intercambio social. De acuerdo con Piaget, los intereses de la
primera infancia se multiplican y se van diferenciando a la par del desarrollo mental atribuyendo
objetivos cada vez más complejos a la acción. Los intereses que en la primera infancia estaban
dirigidos hacia las palabras, el dibujo, los ritmos, los ejercicios físicos, etc. tienen un valor para el
sujeto a la medida de sus necesidades y estas se irán modificando con el transcurso del desarrollo
y en dependencia del equilibrio mental momentáneo.

Se observa, también, en este accionar de la niña, es decir, de su iniciativa a crear redes


sociales con su amiguita sin la previa autorización de sus padres, un desafío a la autoridad parental
y los indicios de una moral de cooperación y de autonomía personal por oposición a la moral
heterónoma característica de los niños más pequeños. La moral heterónoma se trata de a una
moral supeditada a una voluntad exterior que parte del respeto y la obediencia a los padres. Es un
respeto unilateral. Para que los sentimientos morales lleguen a tener cierta autonomía es preciso
que el respeto deje de ser unilateral y sea mutuo.

Adoptando un criterio estrictamente cronológico, la niña se encontraría, de acuerdo a lo


establecido por Erikson acerca del desarrollo psicosocial, en el estadío de industria vs inferioridad,
que se corresponde con la fase de latencia establecida por Freud.

Al preguntar si la niña expresa sus sentimientos, la madre nos comunica: “​Conmigo sí. Pero
ahora que está más grande, hay momentos en los que te dice “no quiero hablar ahora”. Y después,
si ella quiere, te cuenta.” Al preguntarle acerca de las ocasiones en que la niña llora, la misma nos
dijo: “​Es sensible. Suele llorar pero no delante del papá. Si llora delante del papá, le pega”.​ No
obstante, no sabemos a qué época se remonta esta conducta o desde cuándo se mantiene. Si
pensamos que estuvo presente desde alrededor de los 3-6 años en el estadio de iniciativa vs culpa
y miedo, según lo marca Erikson, las respuestas paternas drásticamente represivas ante la
expresión emocional, en esta etapa, pueden afectar la virtud de la niña de manifestar libremente
sus emociones sin sentirse indebidamente inhibida por la culpa o el temor al castigo.
CONCLUSIÓN

A partir de lo referido por la madre en la entrevista, pudimos evidenciar un uso típico de


los objetos transicionales descritos por Winnicott.

En relación a las características y conductas del desarrollo psicomotor descritas por Gesell,
pudimos constatar que en el campo de la conducta motriz se realizaron progresos de acuerdo con
lo esperable y también la adquisición de capacidades previas a lo establecido por la teoría, como
en el caso del temprano gateo y la temprana adquisición de la marcha bipedal. Desde Koupernik,
no obstante, estos progresos están de acuerdo con lo esperable, ya que afirma que por término
medio el niño se suelta a caminar al año o incluso a los diez meses.

En la entrevista observada puede observarse que en lo que se refiere al control de


esfínteres el mismo fue adquirido a los 2 años, aproximadamente. Si bien sólo nos referimos a la
función de la micción y las preguntas no fueron realizadas de manera exhaustiva con respecto a
este aspecto particular del desarrollo, podemos inferir que se encuentra dentro de los parámetros
de lo esperable, puesto que se condice con lo expresado por F. Doltó al señalar que el sistema
nervioso central del niño no está formado por completo sino hasta los 24 o 28 meses y esto es lo
que habilita la continencia esfinteriana desde el punto de vista biológico, como así también se
constituye en un indicador la adquisición de la marcha, que en la niña se presentó alrededor del
año. Debido también a que la edad establecida por la madre en relación con el momento de
abandono del pañal es estimativa, no existen razones para considerar que se trata de una
continencia tempranamente impuesta. La madre refiere que la niña nunca tuvo problemas de
continencia.

Por otro lado, la madre se mostró reticente a hablar de cuestiones referidas al interés por
la sexualidad de parte de su hija. En términos psicoanalíticos podríamos interpretar esta conducta
como resistencias que nos impidieron obtener más datos significativos. Se observó que en caso de
que la niña hiciera preguntas dirigidas de manera indirecta a cuestiones de índole sexual, la madre
prefiere no darle explicaciones muy profundas. Esta actitud de interrogar responde a aquello que
Freud da en llamar la pulsión de investigar o de conocer, que suscita en el niño dudas y el deseo de
saber sobre el quehacer sexual. Se inicia entre los 3 y 5 años, y tiene repercusiones en su vida
anímica, como así también en la capacidad reflexiva de su pensamiento.

En lo relativo a los progresos de la conducta y la socialización que se hacen presentes en


niños de 7 a 12 años, de acuerdo con la teoría Piaget, pudimos dar cuenta, a través de entrevista,
que la niña presenta avances en la conducta social. Se desprende del egocentrismo social e
intelectual de la primera infancia y va adquiriendo una moral de mayor autonomía por oposición a
la moral heterónoma de los niños más pequeños. En el ámbito del juego pudimos evidenciar que
el juego es egocéntrico en una etapa anterior a ser reglado.

Desde la teoría histórico-cultural de Vygotski pudimos dar cuenta de la importancia que


desempeña el otro en el proceso de aprendizaje, en la interiorización de reglas y pautas culturales,
y de la importancia del contexto sociocultural en el moldeado de las conductas.

Desde la teoría de Erikson pudimos arriesgar un análisis acerca de la manera en que se


desenvuelve el desarrollo psicosocial a partir de la resolución dialéctica entre las fuerzas sintónicas
y distónicas que caracterizan a cada estadío.
Bibliografía

Bordignon, N. A. (2005). El desarrollo psicosocial de Erik Erikson. El diagrama epigenético del


adulto. ​Revista lasallista de investigación,​ vol 2, 50-63.

Corominas Beret, F. (1977). ​Fundamentos neurológicos del comportamiento.​ Barcelona. Oikos-Tau.

Doltó, F. (1992). ​La dificultad de vivir.​ Barcelona.​ E​ ditorial Gedisa.

Freud, S. (1985). ​Tomo VII. Tres ensayos para una teoría sexual.​ Buenos Aires. Amorrortu.

Gesell, A. (2000). ​El niño de 1 a 4 años.​ Barcelona. Paidós.

Gesell, A. (1966). ​Diagnóstico del desarrollo.​ Buenos Aires. Paidós.

Koupernik, C. (1976) ​Desarrollo psicomotor de la primera infancia.​ México. Planeta.

​ arcelona. Barral Editores.


Piaget, J. (1973). ​Seis estudios de Psicología. B

Piaget, J. & Inhelder, B. (1981). ​Psicología del niño.​ Madrid. Ediciones Morata, S.L.

Vygotski, L.S. (2009). ​El desarrollo de los procesos psicológicos superiores​. Barcelona. Crítica

Winnicott, D. (1989). ​Realidad y juego.​ Editorial Gedisa.


ANEXO I-​ Entrevista

La entrevista fue acordada mediante mensajes de texto para el día Martes 7 de Mayo en el
domicilio de la madre. En el departamento, al momento de la entrevista, la madre se encontraba
con la hija de 9 años (Liesel), la hija de 6 años (Lara) y la hija de 3 meses y 3 semanas (Camila). Por
momentos durante la entrevista hubo interrupciones ya que la madre estaba sola al cuidado de
sus hijas, y Lara estaba mirando la televisión cerca nuestro y de vez en cuando interrumpía la
entrevista para pedirle cosas a su mamá, o hacer preguntas a nosotras. El padre no se encontraba
en el domicilio porque estaba trabajando. Si bien durante la entrevista la madre mostró no
recordar algunas cosas que se le preguntaba pudimos lograr conseguir rica información en cuanto
al desarrollo de la niña, por otro lado, se pudo notar una cierta incomodidad de parte de la madre
al hacerle preguntas referentes a la sexualidad.

Datos ​de la niña:

Sexo​: Femenino Edad​: 9 años Escolaridad:​ 4to grado

Constelación familiar:

Padre: ​Si ​Edad​: 32 años ​Ocupación:​ Comerciante

Madre​: Si ​Edad:​ 34 años ​ cupación​: -


O

Hermanas​: Si, dos. Lara de 6 años y Camila de 3 meses y 3 semanas.

Referencias:

E​: entrevistador

M​: madre

E: ¿Qué significa su nombre?

M: Es un derivado de Elizabeth, es alemán.

E: Contanos sobre Liesel, cómo fue su llegada.

M: Bueno, me enteré de que estaba embarazada porque no me indispuse- expresa con pudor y un
poco de nerviosismo.

E: Podrías contarnos sobre tu embarazo.

M: Fue un embarazo normal, lo que sí los primeros meses estuve super super descompuesta,
demasiado. Me pasé para el otro lado porque comía un montón. Fue por cesárea. Lo que a mí me
pasó en el embarazo de ella, en particular, fue que en la semana 36, que sería antes de llegar a
término, tuve un sangrado de cuello uterino y, más que nada, era un poco de desprendimiento de
placenta, porque a mí me empezó a caer así como coágulos de sangre. Y bueno, de ahí me fui a la
doctora y me dijo “tenemos que hacer ya la cesárea porque sino te podés desangrar”. Pero yo no
sabía en ese momento, o sea, cuando iba a la consulta me decía “¿vos querés parto normal o
cesárea?”. No sé, qué sé yo, nunca había tenido una hija.
E: Claro.

M: Lo que a mí me hubiera gustado que me diga la doctora es que si vos querés tener muchos
hijos o varios hijos, es mejor tener natural. Porque viste que en una operación ya después 1, 2, 3,
ya no conviene. Y de eso no sabía nada. Por eso ahora, si yo quiero tener otro, no podría.

E: Y con respecto a la lactancia ¿fue natural o artificial?

M: ¿El pecho? Sí, siempre le di el pecho, lo que sí con Liesel, como yo era primeriza y ella tuvo
muchos cólicos de panza entre los dos o tres meses, yo no sabía distinguir si a ella le dolía la panza
o si se quedaba con hambre. Pero eran cólicos. Y empecé a intercalar el pecho con la mamadera.
En realidad, ella lo que tenía eran cólicos. Y lo que me pasó por hacer eso era que tenía mucha
leche y me agarró mastitis varias veces… se te queda trabada la leche y te duele, te agarra fiebre y
todo eso. Y después, como ya le intercalaba, ella cuando llegó para el cumpleaños de un añito, ya
tomaba solo la teta antes de dormir. Entonces, yo dije: “cumple un añito y le saco”. Y cumplió. Y a
la semana por ahí fue la última vez que le di el pecho que ella quería antes de dormir, entonces yo
lo que hacía era: la acostaba así, como que le iba a dar el pecho, pero le ponía la mamadera. Y
agarró, al añito ya dejó el pecho.

E: ¿A partir de ahí le seguiste dando leche tuya?

M: La…esa la… “Sancor”, “Bebé 1”. La verdad es que nunca consulté con un pediatra eso. Con
Liesel fue con la que más errores cometí, pobre, como era mamá primeriza.

E: Hasta el añito, entonces intercalaba con la mamadera y el pecho.

M: Sí, los primeros meses hasta los tres meses, por ahí, teta sola. Después cuando estaba con los
cólicos ahí le empecé a intercalar, pensando que se quedaba con hambre, y le fui quitando las
tomas de la teta, hasta que al año ya tomaba una sola vez antes de dormir.

E: ¿Usó chupete?

M: Liesel, sí. Ella sí usó chupete.

E: ¿Te acordás hasta que edad más o menos usó chupete?

M: (haciendo un gran esfuerzo por recordar) Capaz que hasta los dos años, por ahí, más de eso no
creo.

E: ¿Y la mamadera?

M: La mamadera la tomó hasta los 5 años, esa sí no le podía sacar.

E: ¿Qué tomaba en la mamadera?

M: Leche. Tenía una mamadera de jugo también, una de leche y una de jugo. Esa sí no le podía
sacar a Liesel.

E: Y cuando deja de tomar la mamadera, ¿Qué empieza a comer?


M: Ehhh ella empezó a comer a los seis meses, viste que a los bebés se les empieza a dar de comer
a los seis meses. Y empecé a darle purecitos de verdura, viste que primero toman purecitos, y
después ya le fui incorporando bien trozadito la carne, el pollo.

E: ¿Te acordás cuando le aparecieron los primeros dientes?

M: ¿A Liesel? A los siete meses. Le deberían haber aparecido a los cinco pero a ella le tardó un
montón. Lo normal es a los cinco. No le salían y yo estaba preocupada.

E: ¿A qué edad empezó a agarrar la cuchara y comer solita?

M: A Liesel más que nada le daba yo, para que no haga mucha mugre, para que no se ensucie
todo.

E: ¿Te acordás cuando se sentó y cuando caminó?

M: A sentarse entre los seis y siete meses, por ahí.

E: ¿Y a gatear?

M: Gateó pronto ella. A los siete meses más o menos, en la misma época.

E: ¿A qué edad se paró, empezó a caminar?

M: Al añito ya. Primero siempre empiezan a pararse así, como agarrándose, pero para el año ya se
largaba.

E: ¿Cuándo dejó de usar pañales?

M: (Haciendo esfuerzo por recordar) Creo que para los dos años.

E: ¿Cuándo empezó a ir al baño sola?

M: Empezó a ir solita con la pelela porque al inodoro no llegaba, ese era el tema, viste que no se
pueden subir con sus piernitas.

E: ¿Mojaba la cama?

M: (Después de un silencio prolongado, en el que intenta recordar) No, nunca.

E: ¿Y alguna vez se hizo pis de noche cuando dormía en la cama?

M: Lo que pasa es que yo de noche le ponía pañal, de día la hacía practicar y después, no recuerdo
exactamente el momento pero, no sé si alguna vez hizo en la cama cuando le saqué el pañal, pero
ella prácticamente nunca se hacía pis de noche.

E: ¿Ella dormía sola, en una pieza diferente?

M: No, siempre dormí yo con ella, tenía su cunita pero en mi pieza.

E: ¿Ahora duerme sola?


M: Siempre durmió con alguien, nunca durmió sola. Ahora que nació Camila yo duermo con ella en
la pieza porque ahí está la cuna, y antes de que nazca Camila dormía con Lara, así que nunca
durmió sola.

E: Cuando tiene pesadillas ¿Qué hace?

M: Eso no recuerdo pero nunca fue...dejame pensar porque me confundo con Lara...(se retira a
preguntarle a la niña)...Eso no se acuerda, pero sí hubo un tiempito que intentamos que duerma
sola en su pieza pero no quería, y después ya cuando nació Lara ahí yo me fui a dormir con ella, lo
que sí, ahora que yo duermo con ella puedo notar que habla cuando está dormida, pero nunca se
levanta.

E: ¿Tuvo alguna enfermedad grave?

M: Liesel a los cinco se tuvo que operar de las amígdalas, porque ella vivía haciendo placas en las
amígdalas. Cuando tenía uno o dos añitos, vivía haciéndose placas porque se le llenaba todo esto
de moco, sinusitis le daba. Sí, ella se enfermó mucho de eso.

E: ¿Accidentes o golpes importantes?

M: No. Ella no.

E: ¿Cuál fue su primera palabra? ¿Cuando empezó a hablar?

M: Capaz a los 8 o 9 meses, 9 meses capaz, primero empezó a decir “tatata” que no es palabra
pero sí es como un balbuceo, y lo que no recuerdo es si primero dijo mamá o papá, pero seguro
fue una de esas porque siempre es lo que primero dicen.

E: ¿Cuando empezó a leer?

M: El tema con ella fue que a los dos añitos, nosotros remodelamos la casa y nos fuimos a vivir seis
meses a la casa de la abuela del padre, y ahí la abuela le enseñó todo el abecedario, tenía dos años
y las letras se las aprendió todas, pero hasta que no empezó el jardín ella no sabía unir las letras,
pero cuando entró a primer grado ya sabía leer, entre los cuatro o los cinco años

E: ¿Y escribir?

M: Letras sueltas desde los dos años, con la abuela también, y antes hacía rayones nomás. Y en
primer grado ya escribía palabras.

E: ¿Cuál es su estado de ánimo más frecuente?

M: No sé si es una descripción muy adecuada, pero suele estar acelerada, ella es más inquieta.

E: ¿Hay algo que la enoje o la irrite? ¿Hace capricho o rabietas?

M: Cuando se encapricha con algo, no sé que puede ser en especial, suele enojarse con la hermana
si le toca las cosas, por ejemplo. No sé...por ahí si el papá no le deja hacer algo, también.

E: ¿Llora con facilidad?

M: Es sensible, suele llorar pero no delante del papá. Si llora delante del papá, le pega.
E: ¿Requiere de atención constante?

M: No, es bastante independiente.

E: ¿Expresa sus sentimientos?

M: Conmigo sí. Pero ahora que está más grande, hay momentos en los que te dice “no quiero
hablar ahora”. Y después, si ella quiere, te cuenta.

E: ¿Manifiesta algún interés en cuestiones relacionadas a la sexualidad?

M: No, lo que me preguntó es por qué tienen que estar, bueno ella interpreta casados un hombre
y una mujer para que nazca un bebé.

E: ¿Preguntó alguna vez cómo vienen los bebés al mundo?

M: No, eso no, pero sí por qué tiene que haber un hombre. No le di explicaciones muy profundas.
Pero sí le cuento del noviazgo, cosas desde mi experiencia, como por ejemplo: Liesel, vos tenés
que fijarte si te tratan bien, no que si es churro o si te pone la cara así (hace un gesto simulando la
expresión facial de una persona que intenta seducir con la mirada) o esas cosas sí le hablo...ella se
ríe nomas.

E: ¿Cuando nació la hermana, te pregunto cómo nacen?

M: Ella me preguntaba mucho porque estaba ansiosa, porque quería que ya salga de la panza,
entonces cuando estaba embarazada me preguntaba “¿por qué no crece la panza?” y después
cuando creció la panza “ Y ¿por qué ya no sale el bebé?” y cuando salió la bebé “¿por qué ya no
me habla?”

E: ¿Cómo juega?

M: Primero y principal es que está todo el día haciendo piruetas, lo hace para soltar energías,
segundo cuando juega, si juega con la hermana, suelen jugar a las compras, a las cartas.

E: ¿Tiene algún juguete preferido?

M: Más que nada a ella le gusta jugar con cosas chiquitas, le gusta hacer slime. Por ahi juega con
muñecas, no jugar a la mamá y eso, pero si por ahí hacer historias con diálogos, más que nada con
los juguetes que vienen en la cajita feliz de Mcdonalds

E: ¿Hace actividades extracurriculares?

M: Estaba haciendo gimnasia artística, pero ahora el papá le suspendió, porque hubo un problema
con una compañerita y las redes sociales que tenían muchas entre las dos subían videos y para
controlar así la cuidamos, más que nada porque es muy fácil que se comunique con cualquier
persona y es peligroso. Ahora empezó a hacer cocina, esa es su nueva actividad. Le gusta, empezó
a gustarle porque yo le pedía ayuda cuando cocinaba porque ahora que está la bebé a veces me
quedaban las cosas por la mitad, entonces le pedía ayuda a ella a que termine de hacer las cosas,
con las milanesas para congelar por ejemplo, que ella las pase por huevo y después por el pan
rallado, así me ayuda por ahí.
E: ¿Tiene amigas?

M: Fuera del espacio escolar no. Lo que pasa es que nosotros con el papá no queremos que vaya a
las casas de su compañeras si no los conocemos a los papás, hoy en día muchos papás tienen
cuidado con eso. Por ahí va al shopping con nosotros y juega con la hermana en los jueguitos que
hay ahí, pero también hizo pijamadas, y acá mucho no invita a sus amigas porque estamos todos
apretados (haciendo referencia a que no hay mucho lugar en el departamento).

E: ¿Le gusta disfrazarse?

M: Antes de más chica si se disfrazaba, ahora lo que hace es vestirse de negro, pintarse. peinarse,
esas cosas.

E: ¿Suele imitarte a vos?

M: A mi no tanto, ahora más que nada mira muchos Youtubers e imita eso, quiere pintarse el pelo
de colores y cosas asi.

E: ¿Tiene personajes favoritos?

M: Personajes de la tele si, siempre le gustó Junior Express

E: ¿Es sociable? ¿Hace amigos fácilmente?

M: Sí, ella sí.

E: ¿Es curiosa?

M: Sí

E: ¿Va al parque, le gusta ir a la plaza?

M: Si, todo lo que sea actividad física le gusta. Hace piruetas juega en las hamacas

E: ¿Qué dibuja?

M: Nenas más que nada dibuja.

E: ¿Habla mientras juega o dibuja?

M: Con la hermana si

E: ¿Cómo es su apetito? ¿Come mucho o poco?

M: Depende del momento, si tiene que ir a la escuela come liviano porque se pone ansiosa, y el fin
de semana si el papá le lleva a comer hamburguesas come más, come la hamburguesa, las papas
fritas, y a veces cuando termina si se queda con hambre se pide otra hamburguesa más chica.

E: ¿Cuál es el peso actual?

M: Tiene 26 kg.

E: ¿Le gusta leer cuentos?


M: No, no tanto.

E: ¿Le gusta mirar la tele o jugar a los videojuegos?

M: Si, le gusta mirar tele. Y videojuegos también pero le sacamos, jugaba a juegos de construcción,
y de batalla, en el celu y en la compu tambien cuando va al trabajo del papá, entra en páginas de
internet y ahí juega a un jueguito de dos ladrones que construyen también para escapar.

E: ¿Cómo se expresa en los juegos grupales?

M: No la veo jugar mucho...en los cumpleaños juegan al juego de la silla. La verdad que no le gusta
mucho, pero no es introvertida.

E: ¿Que hace en su cumpleaños?

M: Hace fiestitas y se divierte con las amigas.

E: ¿Respeta los turnos de los demás en los juegos?

M: Sí.

E: ¿Suele violentarse con facilidad?

M: Sí, con la hermana sí.

E: ¿Cuál es la relación con las hermanas?

M: Se lleva bien con la hermana, a Lara la atiende, pero por ahi se pelean.

E: ¿Suele visitar o permanecer en casa de parientes?

M: Muy poco, por ahí se va a la casa de la abuela paterna. También influye en el tema que parte
de la familia no vive acá en la ciudad, no solemos ir para Sáenz Peña, una vez por año como
mucho.

E: ¿Cómo se relaciona con los docentes?

M: Bien, es respetuosa.

E: ¿En la escuela cómo se desempeña? ¿Hace la tarea? ¿Es responsable?

M: Se desempeña bien, desde que le saque el celular hace la tarea ella sola sin que yo le ande
atrás, se sienta y practica divisiones ella sola. Lo que le cuesta y no le gusta mucho es el inglés,
portugués tiene y le gusta porque le es más fácil.

E: ¿En su tiempo libre que le gusta hacer?

M: En su tiempo libre mira la tele o juega con la hermana, los fines de semana el papá le lleva al
shopping o a la plaza.

E: ¿Cómo la describirías?

M: Y...activa, muy activa.


E: Algo que nos quieras contar desde tu experiencia

M: Con Liesel particularmente yo era madre primeriza y la crié medio a los ponchazos, y ella
cuando ya tenía dos añitos yo la veía bastante independiente, hacía las cosas sola y después
cuando me quedé embarazada de Lara que ella Liesel tenía dos años y medio, ya no podía hacerle
más upa o cosas asi, y otra cosa es que cuando nace el segundo hijo uno se da cuenta que ya no
tiene el mismo tiempo para hacer las cosas y cuando nace el tercero tienes que ir delegando más
cosas para que te ayuden para poder atenderlas a las tres con la misma calidad

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