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UNIVERSIDAD NACIONAL FEDERICO VILLAREAL

FACULTAD DE PSICOLOGÍA

ESPECIALIDAD DE PSICOLOGÍA SOCIAL

Monografía para el curso de intervención en crisis y desastres

IX Ciclo

Lima – Perú
Introducción

Para empezar, debemos mencionar que, la psicología evolutiva se preocupa por los
cambios que tienen lugar en la conducta y las habilidades que surgen al producirse los cambios
durante la vida. Esta es la parte de la psicología que se ocupa de los procesos del cambio
psicológico que ocurren a lo largo de la vida humana y tiene dos objetivos fundamentales:
describir la conducta de los sujetos y la manera cómo evolucionan e identificar las causas y los
procesos que producen cambios (evolución) en la conducta entre una época y otra. Estos cambios
generan una crisis que podemos mencionar como “crisis evolutiva”.

Para Erikson una crisis comprende el paso de un estadío a otro, como un proceso
progresivo de cambio de las estructuras operacionales, o un proceso de estancamiento (o
regresivo) en el mismo, manteniendo las estructuras operacionales. Comprende, también, la
relación dialéctica entre las fuerzas sintónicas (virtudes o potencialidades) y las distónicas
(defectos o vulnerabilidad) de cada estadío (Bordigon, 2005). De Las fuerzas sintónicas y
distónicas pasan a hacer parte de la vida de la persona, influenciando la formación de los
principios de orden social y las ritualizaciones (vinculantes o desvinculantes) así como todos los
contenidos y procesos afectivos, cognitivos y comportamentales de la persona, asociados a su
interacción social y profesional. Asimismo Bordigon (2005) recalca que esto está relacionado con
los ciclos de vida, los cuales son:

 Niñez: Etapa dinámica


o 1° Infancia
o 2° Infancia
 1° niñez
 2° niñez
 Juventud: Etapa de transición.
 Adultez: Etapa de plenitud.
 Vejez: Etapa de decadencia.
1° Primera crisis o estadio: Confianza versus Desconfianza

El niño aprende a recibir y a aceptar lo que le es dado para conseguir ser donante. La
confianza básica como fuerza fundamental de esta etapa, nace de la certeza interior y de la
sensación de bienestar en lo físico (sistema digestivo, respiratorio y circulatorio), en el psíquico
(ser acogido, recibido y amado) que nace de la uniformidad, fidelidad y cualidad en el
abastecimiento de la alimentación, atención y afecto proporcionados principalmente por la
madre. La desconfianza básica se desarrolla en la medida en que no encuentra respuestas a las
anteriores necesidades, dándole una sensación de abandono, aislamiento, separación y confusión
existencial sobre si, sobre los otros y sobre el significado de la vida. Cierta desconfianza es
inevitable y significativa desde el punto de vista personal y social de la niñez, para la formación de
la prudencia y de la actitud crítica. (Pérez, 2011).

¿Qué se espera de la resolución de esta crisis o etapa?

De la resolución positiva de la antítesis de la confianza versus desconfianza emerge


la esperanza, como sentido y significado para la continuidad de la vida.

¿Qué ocurre cuando no se supera esta crisis o etapa?

Cuando no se logra respuestas a las anteriores necesidades, se desarrolla la


desconfianza, dándole una sensación de abandono, aislamiento, separación y confusión
existencial sobre si, sobre los otros y sobre el significado de la vida. Cierta desconfianza es
inevitable y significativa desde el punto de vista personal y social de la niñez, para la
formación de la prudencia y de la actitud crítica.

2° Segunda crisis o estadio: Autonomía versus Vergüenza y duda

Es este el período cuando se forma la maduración muscular, el cual consiste en el


aprendizaje de la autonomía física y del aprendizaje higiénico, del sistema retentivo y eliminativo
y del aprendizaje de la verbalización que comprende sobre todo la capacidad de expresión oral
(Pérez, 2011).

¿Qué se espera de la resolución de esta crisis o etapa?

El ejercicio de los aprendizajes mencionados se vuelve la fuente ontogenética para


el desarrollo de la autonomía, esto es, de la autoexpresión de la libertad física, de
locomoción y verbal. Lo que se espera es el nacimiento de la voluntad de aprender, de
discernir y decidir, en términos de autonomía física, cognitiva y afectiva, de tal forma que
el contenido de esta experiencia puede ser expresada como: “Yo soy lo que puedo querer
libremente”

¿Qué ocurre cuando no se supera esta crisis o etapa?

Surge la vergüenza y la duda, como imposibilidad de ejercitarse en su desarrollo


psicomotor, entrenamiento higiénico y verbalización; y sentirse desprotegida, incapaz e
insegura de sí y de sus cualidades y competencias.

3° Tercera crisis o estadio: Iniciativa versus Culpa y miedo

La dimensión psicosexual de la edad preescolar corresponde al descubrimiento y al


aprendizaje sexual (masculino y femenino), la mayor capacidad locomotora y el perfeccionamiento
del lenguaje. Estas capacidades predisponen al niño para iniciarse en la realidad o en la fantasía,
en el aprendizaje psicosexual (identidad de género y respectivas funciones sociales y complejo de
Edipo), en el aprendizaje cognitivo (forma lógica pre operacional y comportamental) y afectivo
(expresión de sentimientos) (Pérez, 2011).

¿Qué se espera de la resolución de esta crisis o etapa?

Lo que esperamos es la formación de una consciencia moral, a partir de los


principios y valores internalizados en los procesos de aprendizaje, en la iniciación del
aprendizaje escolar, de la inserción social, a través de los prototipos ideales representados
por sus padres, adultos significativos y la sociedad.

¿Qué ocurre cuando no se supera esta crisis o etapa?

De no superar la crisis de esta etapa nace el sentimiento de culpa producto del


fracaso en el aprendizaje psicosexual, cognitivo y comportamental, asimismo el miedo de
enfrentarse a los otros en el aprendizaje psicosexual, psicomotor, escolar o en otra
actividad.

4° Cuarta crisis o estadio: Laboriosidad versus Inferioridad


Esta etapa coincide con el inicio de la escolaridad formal en la mayoría de culturas, el niño
ha de afrontar el aprendizaje e importantes competencias, habilidades y herramientas culturales,
especialmente en el ámbito académico. Su rendimiento, además, se ve confrontado con el de un
grupo de iguales, con los que se espera que también sea capaz de trabajar y jugar (Pérez, 2011).

¿Qué se espera de la resolución de esta crisis o etapa?

De la resolución de esta crisis nace la competencia personal y profesional para la


iniciación científica-tecnológica y la futura identidad profesional, expresada en la frase:
“Yo soy el que puedo aprender para realizar un trabajo”. El aprendizaje y el ejercicio de
estas habilidades y el ejercicio del ethos tecnológico de la cultura desarrollan en el niño el
sentimiento de capacitación, competencia y de participación en el proceso productivo de
la sociedad, anticipando el perfil de futuro profesional.

¿Qué ocurre cuando no se supera esta crisis o etapa?

Cuando no se logra afrontar y superar las competencias mencionadas, se


desarrolla el sentimiento de inadecuación o de inferioridad existencial, sentimiento de
incapacidad en el aprendizaje cognitivo, comportamental y productividad

5° Quinta crisis o estadio: Identidad versus Confusión de Roles

Esta etapa está vinculada con la adolescencia, por ello el adolescente experimenta tanto
unas transformaciones corporales aceleradas como nuevas demandas por parte de las personas
que la rodean. Estos cambios desafían un sentido de la identidad (de saber quién es uno mismo)
que ha de ser logrado en esta etapa. Se trata de que el adolescente afronte unos primeros
compromisos tanto en el plano interpersonal como en el académico o ideológico (Gaete, 2015)

¿Qué se espera de la resolución de esta crisis o etapa?

Podemos mencionar que la superación con éxito de estos desafíos es la


consagración de la fidelidad. La fidelidad es la solidificación y asunción de los contenidos y
proceso de su identidad, una vez establecida como proyecto de vida, son resumidos en la
frase: “Yo soy el que puedo creer fielmente.” un justo equilibrio -entre la formación de la
identidad y la confusión- alimenta la búsqueda constante de nuevos estadios de
perfeccionamiento del amor, de la profesión, de la cultura y de la fe.

¿Qué ocurre cuando no se supera esta crisis o etapa?

Existe el riesgo de caer en una confusión de roles, en verse superado por todas por
todas las opciones a su disposición y por la necesidad de tomar desiciones, lo que puede
conducir al establecimiento de compromisos precipitados, bien a no comprometerse en lo
absoluto

6° Sexta crisis o estadio: Intimidad versus Aislamiento

Tras haber conseguido establecer una identidad personal en la etapa anterior, durante la
adultez temprana (típicamente en los años comprendidos entre los veinte y los treinta), la persona
se ve en la encrucijada de arriesgarla comprometiéndose de manera íntima con otra persona
(Molina, 2012)

¿Qué se espera de la resolución de esta crisis o etapa?

Si la crisis se resuelve con éxito, la persona consigue llegar a un estado de


confianza mutua, a una fusión de identidades con otra persona sin perder nada de la suya
propia. La unión con otra persona también permite regular conjuntamente los ciclos de
trabajo, la procreación y el ocio.

¿Qué ocurre cuando no se supera esta crisis o etapa?

El peligro de esta etapa es la posibilidad de caer en el aislamiento, en un


distanciamiento de las demás personas, que son vistas como una amenaza para la propia
intimidad.

7°Septima crisis o estadio: Generatividad versus Estancamiento

Una vez lograda ciertas metas en la vida en pareja, existe la posibilidad de caer en el
aburrimiento y el egoísmo, de no ser capaz de ir más allá de esa relación para contribuir al
bienestar de los demás en sentido amplio y centrarse sólo en uno mismo, valorando la seguridad y
el confort personal por encima de la sunción de nuevos desafíos vitales, tales como compartir la
experiencia que ya se posee con otras personas (Molina, 2012).
¿Qué se espera de la resolución de esta crisis o etapa?

La resolución positiva de esta crisis permite al individuo ir más allá de la identidad


individual y de la intimidad con la pareja, para comprometerse con un grupo mayor, ya sea
esté el grupo familiar, la comunidad o la sociedad en sentido amplio.

¿Qué ocurre cuando no se supera esta crisis o etapa?

El peligro de esta etapa genera en la persona una sensación de rechazo de la


sociedad, este es un sentimiento de aislamiento y alejamiento de los otros, puede percibir
las personas, los grupos, las culturas, naciones y la misma humanidad como una amenaza
para ellos, el que puede conducir a las personas, los grupos y las naciones a que se odien y
se destruyan mutuamente. Cuando el rechazo social es inhibido se puede volver contra la
propia persona, como auto-rechazo.

8° Octava crisis o estadio: Integridad versus Desesperanza

La última etapa de la vida que menciona Erikson supone una reflexión en los logros previos
obtenidos. Cuando el individuo está satisfecho con éstos, se da la integridad del ego, tarea
principal de este periodo. Implica la unificación de toda la personalidad, con el ego como principal
fuerza determinante. Se les da un orden y un significado a las cosas vividas. Es un amor
posnarcisista del ego humano, nuevo y diferente al de los propios padres; una experiencia que
transmite cierto orden del mundo y sentido espiritual, sin importar cuán costoso sea; es la
aceptación del propio y único ciclo de vida como algo ineludible (Molina, 2012).

¿Qué se espera de la resolución de esta crisis o etapa?

La satisfacción por las decisiones que ha tomado a lo largo de su vida y aceptarlas


como las apropiadas e inevitables dadas las circunstancias en las que se tomaron, aquí la
vida se contempla como un todo significativo.

¿Qué ocurre cuando no se supera esta crisis o etapa?

Es aquí donde eventualmente, la no resolución implica un arrepentimiento y


remordimiento en relación a decisiones tomadas en el pasado, se desilusiona y esta
apesadumbrada debido a las equivocaciones que siente que ha cometido.
Apreciación crítica

Según lo visto en las crisis de cada etapa, se rescata que el ser humano nunca deja de
evolucionar, por tanto la personalidad no queda establecida solo en la infancia sino que ademas
en la edad adulta es esta flexible. Afrontar las crisis que marcan estas etapas juega un papel
importante por lo que el psicólogo debe tener una acción muy atinada y asertiva pues el fracaso
ante las crisis significa una acumulación de problemas y necesariamente impiden los intentos por
solucionar las crisis que se van generando.
Referencias

Bordignon, N. (2005) El desarrollo psicosocial de Eric Erikson. El diagrama epigenético del adulto
Revista Lasallista de Investigación, vol. 2, núm. 2, julio-diciembre, 2005, pp. 50-63
Corporación Universitaria Lasallista Antioquia, Colombia

Gaete, V. (2015) Desarrollo psicosocial del adolescente. Revista Chilena de pediatría N° 86 vol.(6)
pág:436-443.

Perez, G. (2011) El desarrollo del ego. Sus ocho etapas según Erik Erikson. Recuperado de
http://www.unam.mx/rompan/50/rf50d.html

Molina, P. (2012) Desarrollo adulto y envejecimiento: Modelos sociocontextuales. Trillas. México.

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