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Magistrado–Ponente: CARLOS ESCARRÁ MALAVÉ

Exp. 6342

En fecha 10 de septiembre de 1.987, el abogado JOSÉ ÁNGEL ARAUJO PARRA,

inscrito en el Inpreabogado bajo el Nº 7802, actuando con el carácter de apoderado judicial

del ciudadano NELSON GUILLERMO MACQUHAE GARCÍA, demandó por ante la

Corte Primera de lo Contencioso Administrativo a la UNIVERSIDAD CENTRAL DE

VENEZUELA, por daños y perjuicios.

Por auto de fecha 22 de octubre de 1.987, el Juzgado de Sustanciación de dicha Corte,

admitió la demanda y ordenó el emplazamiento de la parte demandada y la notificación del

Procurador General de la República, conforme a lo previsto en el artículo 38 de la Ley

Orgánica de la Procuraduría General de la República.

En fecha 4 de abril de 1.988, el abogado Julio César Fernández Toro, inscrito en el

Inpreabogado bajo el Nº 22.757, en su carácter de apoderado judicial de parte demandada,

consignó escrito contentivo de cuestiones previas que opone a la demanda, entre otras la
incompetencia del Tribunal, de conformidad con el ordinal 1º del artículo 346 del Código de

Procedimiento Civil.

Posteriormente, mediante escrito de fecha 11 de abril de 1.988, el apoderado judicial

de la parte demandante, convino en la cuestión previa de incompetencia del tribunal por razón

de la cuantía, alegada por la demandada.

Luego, en fecha 1º de septiembre de 1988, dicha Corte declaró con lugar la cuestión

previa de incompetencia opuesta y, en consecuencia, ordenó pasar los autos a esta Sala

Político Administrativa.

Una vez recibido el expediente, se dio cuenta en Sala el 1º de noviembre de 1.988 y,

por auto de la misma fecha, se designó ponente a la Magistrada Josefina Calcaño de Temeltas,

a los fines de decidir la declinatoria de competencia.

Por cuanto la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, publicada en

la Gaceta Oficial Nº 36.860, de fecha 30 de diciembre de 1.999, estableció un cambio en la

estructura y denominación de este Máximo Tribunal y en virtud que la Asamblea Nacional

Constituyente, mediante Decreto de fecha 22 de diciembre de 1.999, designó los

Magistrados de este Tribunal Supremo de Justicia, quienes se juramentaron el 27 del mismo

mes y año y por cuanto en Sesión de fecha 10 de enero del 2000, se constituyó la Sala Político

Administrativa, ésta ordenó por auto de fecha 28 de febrero del año 2000, la continuación de

la causa en el estado en que se encuentra y designó Ponente al Magistrado Carlos Escarrá

Malavé.
La Sala para decir, observa:

ANÁLISIS DE LA SITUACIÓN

La presente demanda, cuyo conocimiento fue declinado por la Corte Primera de lo

Contencioso Administrativo en esta Sala, trata sobre el reclamo por daños y perjuicios,

presuntamente ocasionados al ciudadano Nelson Guillermo Macquhae García por la

Universidad Central de Venezuela, estimados en la cantidad de SEIS MILLONES

QUINIENTOS CUARENTA Y TRES MIL NUEVE BOLÍVARES CON NOVENTA

CÉNTIMOS ( Bs. 6.543.009,90).

Ahora bien, el artículo 42, numeral 15º de la Ley Orgánica de la Corte Suprema de

Justicia establece:

“ Es de la competencia de la Corte como más alto Tribunal de la República:


...omissis...

15º: “Conocer de las acciones que se propongan contra la


República o algún Instituto Autónomo o empresa en la cual el Estado
tenga participación decisiva, si su cuantía excede de cinco millones
de bolívares, y su conocimiento no está atribuido a otra autoridad.”

De la norma transcrita, en concordancia con el artículo 43 ejusdem, se constata que,

a los efectos de determinar la competencia de esta Sala Político Administrativa para conocer

de las acciones que se interpongan contra algún instituto autónomo, es necesario que la
cuantía exceda de cinco millones de bolívares y su conocimiento no esté atribuido a ninguna

otra autoridad.

En el caso de autos se observa que la parte demandada es la Universidad Central

de Venezuela, la cual se asemeja a un instituto autónomo, en virtud de que ambas tienen

personalidad jurídica y patrimonio propio, distinto e independiente del Fisco Nacional,

además, de conformidad con el artículo 2 de la Ley de Universidades, se trata de una

institución al servicio de la República formando parte de la Administración Pública Nacional

y, por tanto, cualquier acción o recurso que se ejerza en su contra su conocimiento

corresponde, al igual que los institutos autónomos, a la jurisdicción contencioso

administrativa.

En este mismo orden de ideas, nuestra jurisprudencia ha establecido lo siguiente:


“Sin embargo, a pesar de la imposibilidad de su asimilación
existencial, las Universidades participan de la naturaleza de los
Institutos Autónomos en cuanto a sus componentes estructurales,
tales como personalidad jurídica y patrimonio propio, distinto e
independiente del Fisco Nacional, y por tratarse de instituciones al
servicio de la Nación (artículo 2 de la Ley de Universidades), forman
parte de la Administración Pública Nacional, y por ende, los intereses
y recursos que manejan o disponen, interesa en definitiva a la Nación,
y por tanto, por participar de las notas principales de aquéllos
Institutos, y por los intereses fundamentales nacionales que
representan, se justifica, que a los fines de su protección
jurisdiccional, se les extienda el fuero contencioso administrativo de
que disfrutan los Institutos tradicionales, en el sentido de que sólo
pueden las Universidades ser demandadas ante los Tribunales
Contenciosos Administrativos, y así se declara.” (Corte Primera de
lo Contencioso Administrativo 21-03-84).
En efecto, en el presente caso se constata:

a) La parte demandada es la Universidad Central de Venezuela, la cual, es una

institución al servicio de la República, formando parte de la Administración

Pública Nacional;

b) Los daños y perjuicios demandados se estimaron por la cantidad de SEIS

MILLONES QUINIENTOS CUARENTA Y TRES MIL NUEVE

BOLÍVARES CON NOVENTA CÉNTIMOS ( Bs. 6.543.009,90), por lo que

excede del mínimo exigido; y

c) su competencia no ha sido atribuida a ninguna otra autoridad.

Ahora bien, visto que el asunto bajo análisis reúne los extremos de los supuestos

previstos en el numeral 15 del artículo 42 de la Ley Orgánica de la Corte Suprema de Justicia,

esta Sala Político Administrativa del Tribunal Supremo de Justicia SE DECLARA

COMPETENTE para conocer del presente caso. Así se declara.


II

DECISIÓN

Con fundamento a lo anteriormente expuesto, esta Sala Político Administrativa del

Tribunal Supremo de Justicia, administrando justicia en nombre de la República

Bolivariana de Venezuela y por autoridad de la Ley, declara:

PRIMERO: ACEPTA LA COMPETENCIA que le fuera declinada por la Corte

Primera de lo Contencioso Administrativo, mediante decisión de fecha 1º de septiembre de

1.988, que declaró con lugar la cuestión previa opuesta por la parte demandada.

SEGUNDO: ORDENA remitir el expediente al Juzgado de Sustanciación, a los fines

de que se pronuncie acerca de cualquier otro extremo de admisibilidad –salvo la

competencia- y si ello resultare procedente, sustancie el juicio con arreglo a los trámites

procesales pertinentes.

TERCERO: REMÍTASE, con oficio, copia certificada de la presente decisión a

la Corte Primera de lo Contencioso Administrativo.

Publíquese, regístrese y comuníquese. Cúmplase lo ordenado.

Dada, firmada y sellada en el Salón de Despacho de la Sala Político

Administrativa del Tribunal Supremo de Justicia, en Caracas, a los trece días del mes de junio

del año dos mil. Años 190° de la Independencia y 141° de la Federación.


El Presidente-Ponente,

CARLOS ESCARRÁ MALAVÉ

El

Vicepresidente,

JOSÉ RAFAEL TINOCO SMITH

LEVIS IGNACIO ZERPA


Magistrado

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