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Errores neurorradiológicos frecuentes en TC y RM

Poster no.: S-1027


Congreso: SERAM 2014
Tipo del póster: Presentación Electrónica Educativa
Autores: 1 2
C. Lozano Cejudo , A. J. Sáenz Gutiérrez , T. Gomez San
3 1 2
Roman ; Puertollano (Ciudad Real)/ES, Manzanares/ES,
3
Puertollano/ES
Palabras clave: Variantes normales, Aspectos técnicos, RM, TC, Neurorradiología
cerebro, Anatomía, Cabeza y cuello
DOI: 10.1594/seram2014/S-1027

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Objetivo docente

La finalidad de este póster es familiarizarse con las variantes anatómicas craneales


o pseudolesiones más comunes, obtenidas con TC o RM, para evitar infra o
sobrediagnosticar hallazgos radiológicos patológicos.

Revisión del tema

En este trabajo presentamos una revisión de las variantes anatómicas más frecuentes
en neurorradiología, concretamente a nivel craneal, que pueden ser malinterperetadas
como hallazgos patológicos. Estas variantes las podemos visualizar en el sistema
ventricular, encéfalo, espacio subaracnoideo, estruturas vasculares u óseas.

En la mayoría de los ejemplos alas variantes antómicas sólo son visibles con TC o RM.

También conviene habituarse a los hallazgos visualizados por deficiencias técnicas en


los exámenes, como asimetrías de posición o artefactos.

Todas las iágenes deben ser estudiadas para evitar retrasos o errores diagnósticos o la
realización de otras pruebas complementarias complejas e innecesarias.

I. SISTEMA VENTRICULAR

I.a. ASIMETRÍA VENTRICULAR: La asimetría de los ventrículos laterales es un hallazgo


común, con el izquierdo habitualmente más grande que el derecho, y abombamiento
del septum pellucidum hacia el ventrículo más pequeño. La clave diagnóstica es que
normalmente en la variante anatómica los cuernos temporales son de igual tamaño e
incluso, a veces, el contralateral está más dilatado (Fig 1 y 2).

I.b. COARTACIÓN VENTRICULAR: Habitualmente se presenta en los cuernos frontales


y occipitales y se debe a aproximación o fusión de las paredes ependimarias (Fig 3).

I.c. CALCIFICACIÓN PLEXOS COROIDEOS: Las calcificaciones de los plexos


coroideos más comunes son las de los ventrículos laterales a nivel de los trígnoso, pero
pueden hacerlo en cualquier ubicación. En el TC no deben confundirse con sangre o
tumores (Fig 3).

I.d. CALCIFICACIÓN COROIDEA DEL IV VENTRÍCULO: No es frecuente su


calcificación como hallazgo normal del envejecimiento. No debe confundirse con tumores
ventriculares calcificados ni hemorragias intraventriculares (Fig 4).

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I.e. CALCIFICACIÓN DE LOS CORPÚSCULOS DE BOCHDALEK: Corresponde a la
calcificación de los plexos coroideos de los recesos laterales del IV ventrículo (Fig 5).

I.f. QUISTES DE LOS PLEXOS COROIDEOS: Ocasionalmente pueden formarse quistes


en el interior de los glomus de los plexos coroideos. No realzan contraste y no deben
confundirse con papilomas de los plexos (Fig 6).

I.g. HIPERDENSIDAD DE LOS PLEXOS COROIDEOS: Hallazgo simétrico que no


debemos confundir con hemorragias intraventriculares (Fig 7).

I.h. CAVUM DEL SEPTUM PELLUCIDUM, CAVUM VERGAE O CAVUM DEL VELO
INTERPOSITO. Son colecciones de líquido cefalorraquídeo (LCR) que pueden
confundirse con quistes (Fig 8 y 9).

II. ESPACIO ARACNOIDEO Y DURAL

II.a. QUISTES ARACNOIDEOS: Corresponden a dilataciones focales del espacio


subaracnoideo y están contenidos en una duplicación de la aracnoides. No comunican
con este espacio y carecen de significado patológico. Su intensidad de señal y densidad
es idéntica a la del LCR, lo que nos hace diferenciarlo de cualquier otra patología (Fig 10).

II.b. MEGACISTERNA MAGNA: La cisterna Magna es el espacio subaracnoideo


aumentado de tamaño situado entre el bulbo y la superficie inferior del cerebelo. Se
diferencia del quiste aracnoideo porque la megacisterna no produce efecto masa y en
su interior (Fig 11).

II.c. ESPACIO SUBARACNOIDEO DE LA CONVEXIDAD: En ocasiones podemos


visualizar un espacio subaracnoideo prominente que nos conduce por error al
diagnóstico de atrofia cerebral. Para distingirlo debemos evaluar los surcos corticales
que tendrán una amplitud normal. Cuando este espacio prominente lo visualizamos a
nivel frontal no debemos confundirlo con higromas, ya que se debe únicamente a la
posición de decúbito en el momento de realizar el examen (Fig 12).

III. PARÉNQUIMA CEREBRAL Y CEREBELOSO

III.a. VOLUMEN PARCIAL: Cuando encontramos una alteración en la densidad en el


parénquima cerebral, debemos analizar los cortes superiores e inferiores para descartar
que corresponda con un volumen parcial de estructuras vecinas. Es frecuente que
crestas óseas del techo orbitario, la base de cráneo (Fig 13) o de los peñascos aparezcan
como zonas hiperdensas en el parénquima adyacente.

III.b. ARTEFACTOS EN FOSA POSTERIOR: En esta región son muy frecuentes los
artefactos por "endurecimiento del haz" en TC. Son imágenes hipodensas lineales que

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no respetan límites anatómicos y que están producidos por los peñascos. Se diferencian
de los infartos porque éstos últimos son hipodensidades centrales o parasagitales cuyo
eje mayor se sitúa en sentido antero-posterior (Fig 14).

III.c. CALCIFICACIONES DURALES: Se ven frecuentemente en la hoz cerebral o en


tentorio y no deben considerarse patológicas (Fig 15).

III.d. CALCIFICACIONES DE GANGLIOS BASALES: De aspecto simétrico y bilateral.


Normalmente el núcleo pálido es el más afectado y suelen aparecer en pacientes de
edad avanzada. No deben confundirse con hematomas hipertensivos (Fig 16).

III.e. NÚCLEO ROJO: El núcleo rojo normalmente se ve en RM como una hipodensidad


en T1 en la base del pedúnculo cerebral. No debemos confundirlo con una alteración
patológica en la intensidad de señal (Fig 17).

III.f. ESPACIOS PERIVASCULARES DE VIRCHOW ROBIN: Normalmente los


visualizamos a ambos lados de la comisura blanca anterior, pero también los podemos
ver en la sustancia blanca de ambos hemisferios, en mesencéfalo o cápsulas externas.
Cuando son voluminosos podemos confunidrlos con quistes o infartos lacunares. Tienen
una densidad e intensidad de señal igual a la del LCR (Fig 18, Fig 19, Fig 20).

III.g. PSEUDOTUMOR VERMIANO: En TC podemos ver una pseudomasa hiperdensa


en el vermis que simula un ependimoma o meduloblastoma debido a un efecto óptico ya
que el vermis se encuentra rodeado de estructuras hipodensas como el cuarto ventrículo
la sustancia blanca cerebelosa y la cisterna paravermiana.

III.h. PSEUDOTUMOR DEL FLÓCULO: En ocasiones el flóculo cerebeloso también


podemos confundirlo con un tumor, como en el caso anterior del vermis, al rodearse de
estructuras hipodensas o en exploraciones con asimetrías de posición (Fig 21).

III.i. EPENDIMITIS GRANULARIS: Es una variante de la normalidad cuyo nombre puede


inducir a error ya que el sufijo "itis" tiene una connnotación patológica. Corresponde a
una hiperintensidad en RM en secuencias con TR largo, situada alrededor de las astas
frontales de los ventrículos laterales. Representa un cierto grado de edema intersticial
crónico que desembocaría en gliosis según algunas hipótesis. Puede confundirse con
lesiones desmielinizantes (Fig 22).

III.j. LIPOMAS ENCEFÁLICOS: Son lesiones bien delimitadas y lobuladas, con muy
baja atenuación, de localización más frecuente supratentorial. No deben confundirse con
neumoencéfalo ni lesiones quísticas (Fig 23).

III.k. ECTOPIA AMIGDALAS CEREBELOSAS: Existe un descenso amigdalar fisiológico


que no debemos confundir con malformación de Arnold Chiari tipo I (Fig 24).

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III.l. HIPERDENSIDAD DEL TENTORIO: Se debe a la osificación fisiológica de la tienda
del cerebelo. Hay que establecer el diagnóstico diferencial con hematomas subdurales
tentoriales (Fig 25).

III. m. SILLA TURCA VACÍA: Se debe a un aplanamiento hipofisario y al consiguiente


acúmulo de LCR. Puede simular una lesión quística extraaxial (Fig 26).

IV. SISTEMA VASCULAR

IV.a. PSEUDOANERISMAS: La birufación carotídea puede confundirse con un


aneurisma. Para diferenciarlo lo más útil es valorar la imagen en el resto de planos (Fig
27).

IV.b. ELONGACIÓN DEL TRONCO BASILAR: Se debe a la elongación del vaso, sobre
todo en pacientes hipertensos o de edad avanzada.

IV.c. GRANULACIONES DE PACCHIONI: Las vellosidades aracnoideas donde se


reabsorbe el LCR a veces las identificamos como defectos de repleción en el interior de
algún seno venoso y no debemos confunidrlas con un trombo (Fig 28).

IV.d. HIPOPLASIA DEL SENO TRANSVERSO: Es una variante de la normalidad


muy frecuente. En TC sin contraste podemos identificar el "falso signo de la cuerda
hiperdensa". Puede simular una trombosis de senos durales o hematomas extraaxiales
(Fig 29).

IV.e. TÓRCULA PROMINENTE: Es la confluencia venosa del seno recto, el seno


longitudinal superior y ambos transversos. Igual que en el ejemplo anterior, hay
que hacer el diagnóstico diferencial con trombosis de senos durales o hematomas
extraaxiales.

IV.f. HIPERDENSIDAD ARTERIA BASILAR: Se debe a la pared calcificada y no


debemos confundirlo con una trombosis (Fig 30).

V. ESTRUCTURAS ÓSEAS

V.a. ASIMETRÍA DE LA FOSA YUGULAR: Es un hallazgo muy frecuente y se asocia a


un seno sigmoideo homolateral prominente (Fig 31).

V.b. GRANULACIONES DE PACCHIONI: A veces producen indentaciones redondeadas


en la tabla interna del cráneo. Son más frecuentes a nivel occipital y no deben
confundirse con metástasis. Pueden ser únicas o múltiples, no afecan a la tabla externa
y tienen un borde fino esclerótico (Fig 32).

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V.c. PSEUDOFRACTURAS: Soluciones de continuidad fisiológicas como la sutura
metópica, las sincondrosis de la base del cráneo o los canales infra y supraorbitarios
pueden confundirse con fracturas (Fig 33, Fig 34).

V.d. TUBÉRCULO YUGULAR: Son eminencias óseas visibles por encima del foramen
magno. Cuando hay asimetrías de posición, podemos ver sólo uno de ellos, pero no
debemos confundirlo con una lesión (Fig 35).

Images for this section:

Fig. 1: Asimetría en el asta occipital

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Fig. 2: Asimetría en los ventrículos laterales

Fig. 3: Coartación en el asta frontal derecha (flecha roja). Calcificación de los plexos
coroideos (flecha azul).

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Fig. 4: Calcificación coroidea del IV ventrículo.

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Fig. 5: Calcificación de los corpúsculos de Bochdalek

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Fig. 6: Quistes de los plexos coroideos.

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Fig. 7: Hiperdensidad de los plexos coroideos.

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Fig. 8: Cavum septum pellucidum.

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Fig. 9: Cavum vergae.

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Fig. 10: Quistes aracnoideos en ambas fosas temporales.

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Fig. 11: Megacisterna magna

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Fig. 12: Espacio subaracnoideo frontal prominente

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Fig. 13: Volumen parcial por cresta ósea en fosa temporal.

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Fig. 14: Artefacto por endurecimiento del haz en fosa posterior

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Fig. 15: Calcificación en hoz interhemisférica

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Fig. 16: Calcificación simétrica en ganglios basales.

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Fig. 17: Núcleo rojo en RM secuencia coronal T1.

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Fig. 18: Dilatación de los espacios perivasculares de Virchow-Robin con morfología "en
racimo". Secuencia T1 con contraste intravenoso, sin que se identifique realce de dichas
estructuras.

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Fig. 19: Dilatación de los espacios perivasculares de Virchow-Robin con morfología "en
racimo". Secuencia T2 en la que muestran la misma intensidad de señal que el LCR.

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Fig. 20: Dilatación de un espacio perivascular de Virchow-Robin próxima a cápsula
externa.

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Fig. 21: Pseudotumor del flóculo.

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Fig. 22: Ependimitis granularis

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Fig. 23: Lipoma en la hoz interhemisférica anterior

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Fig. 24: Ectopia amigdalar.

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Fig. 25: Hiperdensidad del tentorio.

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Fig. 26: Silla turca vacía.

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Fig. 27: Imagen que pueden confundirse con aneurisma de arteria cerebral media.

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Fig. 28: Defecto de repleción en seno transverso en TC con contraste iv que corresponde
con una granulación aracnoidea.

Fig. 29: Asimetría en los senos transversos.

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Fig. 30: Hiperdensidad de arteria basilar.

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Fig. 31: Fosa yugular izquierda prominente.

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Fig. 32: Indentación en tabla interna ósea producida por granulaciones de Pacchioni

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Fig. 33: Pseudofractura occipital.

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Fig. 34: Canales supraorbitarios que simulan fracturas.

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Fig. 35: Tubérculo yugular.

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Conclusiones

Los radiólogos debemos estar familiarizados con las variantes anatómicas y ser
cuidadosos con la calidad técnica de los exámentes que realizamos para evitar errores
diagnósticos y la solicitud de pruebas complementarias innecesarias y costosas.

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