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DESNUTRICIÓN INFANTIL

Nutrición
La nutrición es el proceso biológico en el que los organismos asimilan los
alimentos y los líquidos necesarios para el funcionamiento, el crecimiento y el
mantenimiento de sus funciones vitales. La nutrición también es el estudio de la
relación que existe entre los alimentos y la salud, especialmente en la
determinación de una dieta.
Una buena nutrición debe ser variada, equilibrada, suficiente, adecuada e inocua
con el ejercicio físico regular. Variada quiere decir comer la mayor diversidad de
alimentos posibles, equilibrada en proteínas, carbohidratos y grasas, suficiente
aporte de energía de acuerdo a los requerimientos de cada persona, adecuada al
grupo de edad y características específicas de los individuos, e inocua que no
cause ningún daño a la salud de las personas. Todo esto se debe hacer si
queremos mantener una vida saludable y feliz.
Es importante que consumas carnes blancas y rojas, tratando de que sean cortes
magros que no tienen tanta grasa. Consumir verduras y frutas de todos los
colores, ya que el color indica que vitaminas te aportan unas y que vitaminas te
aportan otros.
Hidratarse bien, recuerda que nuestro organismo en su mayor porcentaje esta
hecho de agua, y por lo tanto una buena hidratación hará que tus células trabajen
correctamente. Evita las gaseosas y bebe jugos naturales, o de polvo, agua y
también comiendo verduras y frutas que tienen un alto porcentaje de agua
también.
Consumir hidratos de carbono como pastas, arroz, legumbres.
También el pescado por las propiedades que posee y carne de cerdo, o cordero
que a diferencia de la carne de vaca no tienen tanta grasa.
Para muchas familias tener un hijo gordito es motivo de orgullo, una señal de que
está bien y saludable. Pero los expertos en nutrición demuestran que están
equivocados y aseguran que lo que importa no es que el niño esté gordo o
delgado, sino que esté sano. No existe una cantidad exacta de comida que debe
consumir un niño. Cada uno es un mundo distinto, y sus deseos y necesidades
son diferentes.

Sin embargo, una alimentación correcta es variada, es decir, debe estar


compuesta por lácteos, carnes, leguminosas y huevos; además, frutas y verduras;
harinas y cereales; así como grasas y azúcares.

Los nutricionistas también llaman la atención y dicen que la alimentación debe


medirse en cantidad de acuerdo con el período de la vida y actividad física que
realiza el niño. Finalmente se señala que debe estar bien distribuida, es decir, que
se realice con intervalos variables y no menos de cuatro comidas al día.

El aporte calórico debe ser adecuado para mantener el peso normal, para evitar
tanto la malnutrición como la obesidad. La alimentación debe proporcionar 60% de
hidratos de carbono, 15 % de proteínas y 25% de grasas.

1.6.3. Los niños nutridos adecuadamente enfrentan mejor las


Infecciones Respiratorias Agudas (IRA)
Pues una alimentación balanceada contribuirá con su capacidad de respuesta y
favorecerá su recuperación, destacó especialistas del Ministerio de Salud (Minsa).
Destacaron que también es importante mantener el buen estado nutricional
durante los procesos infecciosos, por lo que es necesario fraccionar las comidas
de los niños ofreciéndoles porciones pequeñas con mayor frecuencia a fin de
mantener una ingesta de nutrientes adecuados durante el día.

La Importancia Las Fuentes

Vitamina A Para ver bien y prevenir Zanahorias, verduras de hojas


enfermedades de la piel. muy verdes, (por ejemplo:
acelga), papaya, mango, huevos,
hígado.

Vitamina B Para crecer bien y mantener la Carne, pescado, huevos, leche,


(tiamina, niacina, buena función del sistema queso, fréjol.
riboflavina y otros). nervioso

Vitamina C Para proteger la piel y los tejidos; Las frutas ácidas como naranja y
para curar heridas; para prevenir limón, tomate, coliflor, pimiento
infecciones respiratorias (como la verde, tomate de árbol.
tos y la gripe).

Vitamina D Para fijar el calcio en los huesos Leche, queso, huevos, radiación
y dientes. solar.

Calcio Para formar los dientes y los Leche, queso, fréjol, verduras de
huesos; para la buena función de hoja verde oscura.
los músculos, el cerebro y la
sangre.

Hierro Para formar la sangre y prevenir Carne roja, yema de huevo,


la anemia. vísceras (como hígado, riñón,
corazón), fréjol, lenteja, verduras
de hoja verde oscura.

Yodo Para evitar la formación del Sal yodada, pescado y mariscos.


bocio.

1.6.4. Importancia de la Nutrición

La nutrición es el concepto que hace referencia al proceso mediante el que el


organismo toma los nutrientes de los alimentos a través de una serie de
fenómenos involuntarios, como son la digestión, la absorción de los nutrientes a la
sangre a través del tubo digestivo y la asimilación de los mismos por las células
del organismo. Y es por ello, que gracias a estos fenómenos llevados a cabo por la
nutrición, se toma la energía necesaria para poder llevar a cabo el resto de las
funciones vitales, además de para desempeñar las actividades cotidianas.
De este modo, la importancia de la nutrición para el buen funcionamiento del
organismo radica fundamentalmente en que los hábitos alimenticios sean
adecuados, o no. Por este motivo, la educación en nutrición y las campañas
informativas se han convertido en las líneas de actuación principales de los
programas de Políticas de Salud preventiva en todo el mundo. Y es que, el
conocimiento básico sobre una nutrición adecuada, o acorde a las necesidades,
es primordial para prevenir numerosas enfermedades, y por consiguiente, para
tener una vida saludable.

Para tener una nutrición equilibrada es necesario tomar alimentos de los tres
grupos alimenticios, como se indica en la pirámide de los alimentos, en una
medida adecuada, es decir, en mayor medida, el grupo de los cereales y
tubérculos, en segundo lugar, del grupo de frutas y verduras, y en tercer término,
los productos de origen animal y las leguminosas. De estos tres grupos, se
destacan seis tipos de nutrientes esenciales que el cuerpo necesita y que se
deben tomar diariamente para tener una óptima nutrición; como son los
carbohidratos, proteínas, grasas, vitaminas, minerales y agua.

La nutrición es salud. El consumo diario de estos nutrientes, así como llevar a


acabo hábitos saludables, como la práctica de actividad física de forma regular,
son unos de los pilares de la buena salud y el desarrollo físico y mental. Es por
ello que la nutrición contribuye de manera directa para reforzar el sistema
inmunitario, contraer menos enfermedades y en definitiva, tener una buena salud.

1.6.5. Relación que tiene la alimentación con la salud

Hoy día, la alimentación es un tema que suscita polémicas y que se encuentra en


boca de todos. Los espectaculares avances que han experimentado las ciencias
de la alimentación y de la nutrición en las últimas décadas revelan la importancia
que tiene llevar a cabo una alimentación adecuada como una de las mejores vías
de promoción de la salud y del bienestar físico y emocional

El descubrimiento de los nutrientes y las funciones que desempeñan dentro de


nuestro organismo nos ha permitido conocer perfectamente muchas de las
propiedades de los alimentos que hasta hace relativamente pocos años se intuían
o formaban parte de la sabiduría popular.

Los avances científicos nos introducen a fondo en el mundo de la alimentación y


en la relación que los hábitos alimentarios mantienen con la salud. Cada estudio,
cada investigación, nos reafirma en que la idea de que la dieta más adecuada es
aquella que tiene en cuenta todas las condiciones que nos caracterizan como
personas educadas en una cultura determinada, con hábitos alimenticios
concretos, gustos, estado de salud, costumbres e ideales, actividad física y estilos
de vida diferentes.

Por tanto, no existe una dieta ideal que sirva para todo el mundo, pero sí un
criterio universal en cuanto al tipo de alimentos que deben consumirse dentro de la
dieta cotidiana, lo que por un lado garantiza que se cubren las necesidades
energéticas y nutritivas de la totalidad de las personas que componen una
población sana, y por otro, colabora en la prevención de ciertas alteraciones y
enfermedades relacionadas con desequilibrios alimentarios.
1.6.6. Que es una buena Alimentación
La buena alimentación es aquella que satisface completamente las necesidades
de la persona especialmente en lo que corresponde a su edad. Por ejemplo, en el
caso de los niños y de los adolescentes propone una dieta que contribuya
directamente al crecimiento, a un desarrollo conforme, o en el caso de los adultos
es aquella que persigue que las personas mayores conserven el peso que deben
para de este modo prevenir algunas afecciones que se asocian a los malos
hábitos de alimentación, tal es el caso de las enfermedades cardiovasculares que
en muchos casos tienen que ver con un exceso en la ingesta de grasas.

Por ejemplo, las proteínas, vitaminas y minerales que se consuman en el


desayuno serán fundamentales a la hora de contribuir a la capacidad mental y al
rendimiento intelectual de la persona. El aprendizaje sin dudas es una de las
funciones más complejas de nuestro cerebro y también de las más importantes, en
tanto, para que se explaye al máximo potencial es necesaria la buena
alimentación antes de llevarla a cabo.
Ahora bien, cabe destacarse que esos nutrientes que se consumen en el
desayuno también deben trasladarse al resto de las comidas del día para que la
alimentación sea efectiva en el sentido de aportarnos energías y capacidades.
Asimismo es importante mencionar que si a la buena alimentación le añadimos
actividad física el balance físico de esa persona sin dudas que será muy bueno.
La buena alimentación siempre sumará al bienestar de una persona en aspectos
tales como emocional, físico y social.
Que es una nutrición crónica y aguda
Se define como un estado patológico inespecífico, sistémico y potencialmente
reversible que se genera por el aporte insuficiente de nutrimentos, o por una
alteración en su utilización por las células del organismo. Se acompaña de varias
manifestaciones clínicas y reviste diversos grados de intensidad (leve, moderada y
grave). Además se clasifica en aguda y crónica.
Desnutrición aguda, al trastorno de la nutrición que produce déficit del peso sin
afectar la talla (peso bajo, talla normal).
Desnutrición crónica, al trastorno de la nutrición que se manifiesta por disminución
del peso y la talla con relación a la edad.
Desnutrición leve, al trastorno de la nutrición que produce déficit de peso entre
menos una y menos 1.99 desviaciones estándar, de acuerdo con el indicador de
peso para la edad.
Desnutrición moderada, al trastorno de la nutrición que produce déficit de peso
entre menos dos y menos 2.99 desviaciones estándar, de acuerdo con el indicador
de peso para la edad.
Desnutrición grave, al trastorno de la nutrición que produce déficit de peso de tres
o más desviaciones estándar, de acuerdo con el indicador de peso para la edad.
¿QUÉ SIGNIFICA LA EXPRESIÓN "DIETA EQUILIBRADA"?

Alimentación equilibrada es aquella que incluye una diversidad suficiente de


alimentos en las cantidades adecuadas, en función de las características de cada
persona (edad y situación fisiológica -infancia, estirón puberal, embarazo y
lactancia-, sexo, composición corporal y complexión...) y de su estilo de vida
(activo, sedentario...), y que garantiza que se cubren los requerimientos de
energía y nutrientes que nuestro organismo necesita para mantener un buen
estado nutritivo, de salud y bienestar.

¿A QUÉ LLAMAMOS NUTRIENTES?

Son las sustancias aprovechables por nuestro organismo que hacen posible la
vida y que se encuentran en los alimentos repartidas de forma desigual: hidratos
de carbono, grasas, proteínas, vitaminas y minerales. El agua y la fibra no nutren,
pero desempeñan un papel muy importante para el buen funcionamiento de
nuestro organismo.

Los nutrientes cumplen las siguientes funciones:

- Conseguir la ENERGÍA necesaria para realizar las funciones vitales (bombeo


del corazón, respiración, mantenimiento de la temperatura corporal...) y el
desarrollo de la actividad en general.
- Hidratos de carbono: simples (azúcares) y complejos (almidón)

- Grasas y lípidos

- FORMAR y mantener órganos, tejidos y nuestro sistema de defensas contra


agentes externos e infecciones

- Proteínas: completas (origen animal) e incompletas (origen vegetal)

REGULAR todos los procesos que tienen lugar en nuestro organismo para que
todo discurra con plena armonía

- Vitaminas (hidrosolubles -grupo B y C- y liposolubles -A, D, E, K) y minerales

1.6.7. Alimentos que no deben faltar nunca en nuestra MESA

Las sustancias nutritivas no están distribuidas de manera homogénea en los


alimentos. En cada uno de ellos, por tanto, predomina uno u otro nutriente. Esto
ha llevado a clasificarlos en diferentes grupos, de acuerdo a su afinidad nutritiva o
a la principal función que desempeñan dentro de nuestro organismo los nutrientes
predominantes en cada alimento.

Los alimentos que pertenecen al mismo grupo pueden ser intercambiables,


siempre en las cantidades adecuadas, ya que comparten similares propiedades
nutritivas. Esto nos permite variar mucho la dieta sin que se modifique
significativamente la composición nutritiva de la alimentación cotidiana. No
debemos olvidar que dentro de algunos grupos se registran diferencias en función
del contenido graso y de azúcares (lácteos completos o desnatados, carnes
grasas o magras, yogures sin azúcar o azucarados...), lo que se traduce en mayor
o menor número de calorías.

1.6.8. La pirámide de la alimentación adaptada a la población española


Una alimentación equilibrada debe incluir alimentos de
todos los grupos y en las proporciones adecuadas.

La pirámide de la alimentación es una representación


gráfica de las recomendaciones de dieta equilibrada.

Lo que nos indica es que la base de nuestra


alimentación deberían constituirla los alimentos ricos
en hidratos de carbono complejos: cereales, féculas y
legumbres (aproximadamente, la mitad de la energía que necesitamos cada día
debe provenir de estos productos) conforme avanzamos hacia el vértice, nos
encontramos con aquellos alimentos que se han de consumir en menor cantidad o
más ocasionalmente. En la cúspide se encuentran, por tanto, las grasas y otros
alimentos tales como el azúcar, los dulces, las bebidas refrescantes, algunos
precocinados, etc. que se han de consumir con moderación.
PERO ¿QUÉ ES UNA RACIÓN?
Las cantidades o raciones y tipo de alimentos a consumir dependen de las
necesidades de calorías de cada persona. Como ejemplo, se expone a
continuación una dieta normo calórica, de unas 2.200 kilocalorías por día, válida
para una adulto de unos 70 kilos de peso que lleva a cabo una actividad física
moderada (trabajo sedentario pero realiza ejercicio -caminar, durante una hora
cada día).

1.6.9.
Alimentos necesarios
que debe consumir el ser humano
Nuestro cuerpo necesita una serie de compuestos químicos para obtener la
energía que necesita, para formar o reparar tejidos y para llevar a cabo los
complicados procesos bioquímicos que suceden en nuestro interior. Para poder
disponer de esos nutrientes, debemos obtenerlos de los alimentos que ingerimos.
Los nutrientes no están simplificados en los alimentos, sino que el organismo debe
descomponerlos para asimilarlos en forma de moléculas sencillas. Las cantidades
que necesitamos de esos nutrientes son diferentes, como también lo son las
cantidades que obtenemos de los distintos alimentos. Vamos a ver las
características principales de esos nutrientes y las funciones que ejercen dentro
del organismo, ya sea en forma de energía y alimento, para reparar los tejidos o
para estimular la bioquímica. No te asustes por las palabras complejas, en
realidad es bastante sencillo y sobre todo, fascinante.
Las Proteínas
Las proteínas son el principal componente del que están hechos nuestros tejidos y
algunas de las principales moléculas reguladoras (enzimas, hormonas, etc.) Es
decir, nuestros cuerpos están compuestos fundamentalmente de proteínas.
Las proteínas son macromoléculas muy complejas creadas a partir de la unión de
otras moléculas más sencillas llamadas aminoácidos. Cuando ingerimos
proteínas, nuestro organismo las descompone en aminoácidos que utiliza para
crear sus propias proteínas (y con ellas los tejidos, las enzimas, las hormonas,
etc.).
Existen 20 aminoácidos, de los cuales podemos sintetizar 10 (aminoácidos no
esenciales y aminoácidos semi-esenciales), pero los otros 10 restantes (llamados
aminoácidos esenciales) debemos ingerirlos a través de los alimentos. El
organismo toma los distintos aminoácidos que emplea de forma específica para
diferentes funciones. Fundamentalmente, las proteínas sirven como material de
construcción de moléculas encargadas de la defensa, el transporte o regulación de
funciones, o de la reparación de tejidos. En cambio, las proteínas no se utilizan
como fuente de energía.
Aunque se trata de un material imprescindible para la vida, el exceso de proteínas
puede generar graves problemas al organismo. De hecho, en nuestro mundo
moderno existe un exceso proteínico en la alimentación que genera enfermedades
de diversa índole, mientras que otras poblaciones sufren carencias extremas.
La OMS recomienda una ingesta diaria de proteínas del 10-15%.

Hidratos de Carbono
Los hidratos de carbono, también llamados glúcidos (o azúcares) son la principal
fuente de energía del organismo. Es decir, es el alimento con que se nutren
nuestras células. Se trata de moléculas formadas por unidades de carbono,
hidrógeno y oxígeno. Según la cantidad de unidades tienen distintos nombres:
Monosacáridos: Cuando se trata de una sola unidad. Algunos carbohidratos
monosacáridos son la fructosa (frutas), la glucosa (miel, frutas y algunas
verduras), etc.
Bisacáridos: Cuando se trata de dos unidades. La lactosa es un buen ejemplo
(leche) o la sacarosa (azúcar).
Polisacáridos: Son aquellos carbohidratos con cientos de unidades de carbono,
hidrógeno y oxígeno, como por ejemplo el almidón o la celulosa. Estos tipos de
carbohidratos los encontramos en los cereales y legumbres, principalmente, y en
las verduras y vegetales.
Los Carbohidratos: son descompuestos a través de enzimas digestivas
específicas que se encargan de transportarlos hasta la sangre o hasta el hígado,
donde se almacena en forma de glucógeno para ser lanzado al torrente sanguíneo
cuando es preciso. El cerebro es el principal consumidor de glucosa y el índice
glucémico (nivel de azúcar) que debemos tener en sangre es muy específico y
delicado. Por eso lo más saludable es consumir preferiblemente azúcares
compuestos de absorción lenta como vegetales, cereales integrales y legumbres.
La fibra: es un tipo de carbohidrato que nuestro cuerpo no puede digerir. Sin
embargo, juega un importante papel en la flora intestinal y da consistencia a las
heces favoreciendo el tránsito intestinal y evitando el estreñimiento.
Las grasas: (o lípidos) son diferentes tipos de sustancia que tienen como
característica común que no pueden diluirse en agua. Su principal función dentro
del organismo es servir como reserva energética, pero además forman parte de
las membranas celulares, mantienen la temperatura corporal, protegen órganos
vitales como el corazón, transportan vitaminas liposolubles y ayudan en la síntesis
de vitaminas y hormonas, entre otras funciones.
Según las cadenas de átomos que las forman, se clasifican en:
Grasas saturadas: Casi siempre provienen del reino animal y son sólidas a
temperatura ambiente (por ejemplo, la manteca). No se oxidan tan rápidamente
como las insaturadas, pero cuando se someten a temperaturas elevadas sufren
cambios importantes. Tienen una compleja digestión y su metabolismo deja
residuos tóxicos que acidifican el organismo.
Grasas insaturadas: Provienen del reino vegetal y se mantienen líquidas a
temperatura ambiente (aceites vegetales). Son los más saludables, sin embargo,
se enrancian con facilidad y cuando son sometidos a altas temperaturas sufren
alteraciones que los convierten en grasas saturadas.
Grasas trans: Las grasas trans son grasas insaturadas (aceites) sometidas a un
proceso de hidrogenación a través del cual se convierten en saturadas (margarina,
por ejemplo) con el fin de proporcionar un sabor y una consistencia determinadas.
Son las más peligrosas.
Las grasas se componen de distintos tipos de ácidos grasos. El organismo puede
generar todos los ácidos grasos que necesita menos el linoléico (Omega 6) y el
linolénico (Omega 3), que deben provenir de la dieta y por eso se les llama ácidos
grasos esenciales.
Las Vitaminas
Las vitaminas son nutrientes que el organismo necesita en cantidades muy
pequeñas. No suponen una fuente de energía, pero las vitaminas son
imprescindibles para realizar numerosas reacciones metabólicas y su carencia
provoca enfermedades graves. Nuestro organismo no puede fabricarlas, de modo
que el aprovisionamiento de vitaminas ha de provenir necesariamente de su
ingesta a través de la dieta (salvo algunas excepciones).
Existen 13 vitaminas que se agrupan en dos categorías:
Hidrosolubles: Son la vitamina C y las del grupo B (B1, B2, B3, B5, B6, B8, B9 o
ácido fólico, y B12). No se acumulan en el organismo, pues se eliminan fácilmente
y, por lo tanto, hay que ingerirlas diariamente. La principal fuente de estas
vitaminas son los vegetales y verduras.
Liposolubles: Son las vitaminas A, D y E. Estas sí se acumulan en el organismo y
eliminarlas no es tan sencillo. Se obtienen principalmente de los aceites de
pescado y vegetales (primera presión en frío).
No debemos olvidar que los vegetales y aceites que contienen estos preciados
micronutrientes pierden rápidamente su cantidad y calidad dependiendo de
algunos factores como el tiempo y modo de conservación, el agua, el calor, el
modo de cocción, la sal, etc. Consulta cómo cocinar las verduras para mantener
los nutrientes.
Los Minerales
Los minerales son la parte inorgánica de nuestro organismo. Todos ellos, al igual
que las vitaminas, son imprescindibles para el correcto funcionamiento de nuestra
fisiología, pero en cantidades muy pequeñas. Dependiendo de la cantidad que
nuestro cuerpo necesita, los minerales se agrupan en dos categorías:
Macro minerales: Los macro minerales son los que precisamos en mayor
cantidad (aunque relativamente poca comparada con los macro nutrientes como
las proteínas, carbohidratos o grasas) y son: calcio, potasio, sodio, magnesio,
azufre, fósforo y cloro.
Oligoelementos: Los oligoelementos son los que precisamos en menos cantidad:
hierro, zinc, yodo, flúor, cobalto, manganeso, etc.
Las principales fuentes de minerales son las verduras, las semillas, las algas y los
cereales y legumbres.
Casi todos los minerales funcionan de manera antagónica y complementaria
dentro del organismo, de manera que el exceso o defecto de uno de ellos puede
afectar a la presencia de otros. Por eso es tan importante seguir una prescripción
profesional a la hora de tomar suplementos de minerales.
Por todo ello, cuando nuestra dieta se basa en el consumo de abundantes
cereales, legumbres y todo tipo de verduras y vegetales y un consumo moderado
de otros alimentos como pescado, semillas, frutos secos y algas, nos estamos
asegurando de proporcionar al organismo todos los nutrientes imprescindibles en
las cantidades más idóneas.
Consumir alimentos ricos en los nutrientes esenciales que nuestro cuerpo
necesita, especialmente cuando estamos a dieta, es fundamental para mantener
un balance adecuado en nuestro organismo, y no exponernos a deficiencias y
enfermedades.
Los nutrientes básicos que el cuerpo necesita para funcionar de una forma
adecuada son sustancias de los alimentos que soportan el desarrollo energético,
estructural, regulador y sistema inmunológico de todos los seres humanos. De
esta forma, que consumir alimentos ricos en dichos nutrientes es esencial en el
proceso de la vida y las actividades diarias de las personas.
Están divididos en siete tipos, proteínas, hidratos de carbono, grasas, fibra,
vitaminas, minerales y agua. Estos se complementan entre sí contribuyendo al
desarrollo y adecuado funcionamiento del organismo, y se hace necesario ingerir
una variedad de alimentos, ya que no todos contienen toda la variedad de
nutrientes necesarios.
Las proteínas te ayudan en el proceso de crecimiento, a formar los tejidos
corporales, reemplazar células, fortalecer el sistema de defensa, entre otros. Una
persona adulta debería consumir unos 30 gramos promedio, y se encuentran en
alimentos como semillas, cereales integrales, frijoles, lácteos y carnes de todo
tipo.
Los carbohidratos, al igual que las grasas, cumplen un rol energético,
permitiéndote realizar las actividades diarias de la vida cotidiana, como trabajar,
caminar, correr, etc. Están presentes en almidones y azúcares, como arroz, pan,
papas, maíz, plátanos, pasta, miel, etc.
Además de lo anterior, las grasas o lípidos también colaboran en la reparación de
tejidos y en los procesos vitales del ser humano. Hay algunas grasas
consideradas sanas para el organismo que las puedes encontrar en el pescado,
semillas, cereales, frutas y verduras; y otras “saturadas” que no entregan ningún
beneficio, como los de la mantequilla, carnes grasosas, chocolate, cremas, etc.
Por su parte, la fibra es fundamental para mejorar la digestión y limpiar los
intestinos. Aunque no es un alimento en sí, está presente en muchos productos
que la naturaleza nos brinda. La cáscara del tomate o la papa, el afrecho del maíz,
germen de trigo y algunos cereales son fuente pura de fibra, también conocida
como celulosa.
Las famosas vitaminas, que ahora podemos suplementar con pastillas, se dividen
en A, B, C, D, E, K, PP. Estas son vitales para la piel, los ojos, prevenir
infecciones y enfermedades en general, el crecimiento, tener huesos fuertes y
vigorizar el organismo. Las verduras y frutas contienen gran cantidad de vitaminas,
especialmente si están crudas
En tanto, los minerales permiten evitar y contrarrestar enfermedades nerviosas,
cánceres, de tejidos, etc. Tienes que comer alimentos como granos integrales,
frutas y verduras, miel o levadura de cerveza.
Por último, el agua es uno de los elementos más sanos y básicos para la vida. Se
recomienda tomar dos litros al día, para mantener una temperatura corporal
adecuada, tener la mente despejada, limpiar el organismo, ayudar en la digestión
y tener una energía positiva.
Cuando decides realizar una dieta para bajar de peso, debes tomar en
consideración que todos estos nutrientes son esenciales para el correcto
funcionamiento de tu cuerpo, y debes de incluirlos diariamente en tu plan de
alimentación. No se trata de adelgazar a toda costa, no a costa de tu salud.
1.6.10. Que Nutrientes son los más importantes para el consumo
humano
El primer grupo, substancias formadoras de tejidos, lo constituyen lo que
denominamos nutrientes plásticos, es decir, aquellos que forman la estructura de
nuestro organismo, es decir, los músculos, los huesos, las vísceras,
Son nutrientes plásticos las proteínas, sobre todo, aunque también necesitamos
pequeñas cantidades de otras substancias plásticas: ácidos grasos, hidratos de
carbono, minerales.

El segundo grupo, lo constituyen aquellos nutrientes que en nuestro organismo


cumplen un papel preferentemente energético. Al ingerirlos, permiten que
podamos realizar todas nuestras actividades diarias (trabajar, comer, estudiar,
correr, defendernos del frío, etc.) Equivalen a la gasolina que permite el
movimiento de un automóvil y el funcionamiento de sus mecanismos .Son
nutrientes eminentemente energéticos las grasas y los hidratos de carbono. Las
proteínas, aún siendo plásticos, pueden usarse también como energéticos sí se
ingieren más de la cantidad que necesitamos, lo cual no cabe duda que es un
"despilfarro".

El tercer grupo, lo forman aquellas substancias que permitirán a nuestro


organismo utilizar correctamente las otras ya citadas y desarrollar por tanto sus
funciones de modo adecuado. Se trata de substancias sin valor energético a las
cuales denominamos reguladoras: son las vitaminas y determinados minerales,
necesarios en cantidades muy pequeñas pero imprescindibles para el correcto
funcionamiento del metabolismo en general, como sí de semáforos para el tráfico
de la ciudad se tratara.

Las cantidades de nutrientes y de energía que cada persona necesita ingerir


difieren según las condiciones personales (edad, sexo, tamaño, actividad física,
lactancia, embarazo, etc.) y ambientales (temperatura ambiente, insolación, etc.)
existentes, debiendo adaptarse las ingestas a estas condiciones para evitar
desequilibrios.

Así, proteínas, grasas, hidratos de carbono, vitaminas y minerales están presentes


en carnes, huevos, pescados, lácteos, hortalizas, frutas, cereales, estando en
nuestra mano elegir, entre la enorme variedad de alimentos disponibles, aquellos
más adecuados para nuestras necesidades.
Las cantidades de nutrientes y de energía que cada persona necesita ingerir
difieren según las condiciones personales (edad, sexo, tamaño, actividad física,
lactancia, embarazo, etc.) y ambientales (temperatura ambiente, insolación, etc.)
existentes, debiendo adaptarse las ingestas a estas condiciones para evitar
desequilibrios.

Así, proteínas, grasas, hidratos de carbono, vitaminas y minerales están presentes


en carnes, huevos, pescados, lácteos, hortalizas, frutas, cereales, estando en
nuestra mano elegir, entre la enorme variedad de alimentos disponibles, aquellos
más adecuados para nuestras necesidades.

1.6.11. Alimentos que se deben de consumir a diario


 Agua: todos los alimentos tienen un mínimo de agua en su composición,
pero si la ingesta de líquidos es nula, nuestro organismo no funciona igual,
pues el agua es parte de todos los procesos metabólicos que ocurren en
nuestro cuerpo y además, su ausencia es incompatible con la vida.
Seguramente no existirá persona sana que no incorpore líquidos en su
dieta diaria.
 Cereales: la glucosa es el principal nutriente de nuestro cerebro, por ende,
debemos consumir un mínimo diario de cereales, fuente de hidratos de
carbono, para mantener la vida y el funcionamiento normal del organismo. A
diario debemos incluir un mínimo de pan o galletas, productos derivados de
harina, pasta, arroz, avena u otro tipo de cereal.
 Lácteos: aunque muchos pasamos un día entero sin incluir lácteos, su
ingesta resulta fundamental y deberíamos incluir al menos una porción de
este grupo alimenticio a diario. Así, podemos prescindir de la carne o de la
ingesta de huevos, pero en un día nuestro, deberíamos consumir leche,
yogur o queso para tener una buena fuente de proteínas, calcio y vitaminas.
 Aceite: los ácidos grasos esenciales cumplen funciones muy importantes
para el organismo, ya que son parte de nuestras células y condicionan la
vida de las neuronas. Entonces, como no puede elaborarlos nuestro
cuerpo, deben incluirse con la dieta, ya sea mediante aceites vegetales, o
bien, con semillas, frutos secos u otra alternativa.
 Frutas y verduras: aunque no son imprescindibles a diario, si son parte
importante de una dieta saludable y si queremos lograrla, debemos
consumir al menos alguna fuente de vitaminas y minerales de origen
vegetal cada día, ya sea un tomate, una manzana, una naranja u otra pieza
de hortaliza y/o fruta.
 Como podemos ver, los alimentos que deben presentarse a diario
configuran en conjunto una dieta saludable y equilibrada si se los ingiere en
sus cantidades adecuadas.
 Pero debemos recordar que, si garantizamos la inclusión de estos
alimentos a diario en nuestra dieta, nuestro organismo se sentirá mejor,
funcionará correctamente y tendrá menos riesgo de enfermar a causa de la
ausencia de nutrientes específicos.
El desayuno: es la primera comida que se consume en el día, siempre que
sea por la mañana. El nombre deriva del hecho de que uno no come mientras
duerme, por lo que al levantarse por la mañana se encuentra en ayunas
Almuerzo: Suele estar compuesto de dos platos y puede llevar un intervalo
de tiempo que va desde una hora hasta dos. Se suele hacer en casa, en un
restaurante, cafetería, casa de comida
La Cena: la última comida del día que se toma por la noche. Las cenas
suelen incluir dos o más platos, y pueden ir acompañadas de vino o postre. El
plato principal suele incluir carne y verduras. En las épocas de verano, la cena
puede consistir en un plato principal acompañado de una ensalada o fruta.
1.6.12. Efectos de una mala alimentación y nutrición
Los efectos negativos de una mala alimentación son en principio el claro reflejo de
la vida moderna colmada de ocupaciones que lleva a muchas personas a no
contar con tiempo suficiente para preparar y consumir alimentos y comidas
saludables.
Así, los hábitos alimenticios se han transformado de manera negativa y de allí la
tendencia a comer mal abusando sobre todo de la “comida chatarra”, dejando de
consumir alimentos sanos tales como frutas y vegetales.
Efectos negativos de una mala alimentación
Conocer los efectos negativos de una mala alimentación puede ayudarnos a
modificar ciertas conductas que hemos incorporado a nuestra vida diaria y
reemplazarlas por otras más saludables que además pueden ayudarnos a bajar de
peso y mantenernos en forma.
Un balance nutricional inadecuado, tanto por exceso como por falta de nutrientes
afecta el organismo de maneras diferentes trayendo problemas de salud que con
el tiempo pueden llegar a ser graves.
Otra de las consecuencias de una mala alimentación es el aumento de peso, que
no solo afecta la estética sino también provoca graves consecuencias en nuestra
salud como el aumento del colesterol, presión sanguínea y la acumulación de
grasas que se depositan en las arterias produciendo con el tiempo inconvenientes
cardiovasculares y mayores posibilidades de sufrir de diabetes.
Los nutrientes son esenciales para la salud y la falta de ellos trae como
consecuencia dolencias y problemas a nivel físico. Es el caso de la falta de hierro
que genera anemia o también algo que hoy suele verse muy a menudo como es la
fatiga crónica y los dolores musculares a causa de un desequilibrio mineral y
químico.
Muchas personas sufren de constantes problemas de sueño y cambios de
carácter fruto de un descanso inadecuado y una alimentación deficiente. Los
problemas de sueño pueden verse tanto en aquellos que sufren de insomnio como
en otros que padecen de sueño poco profundo como consecuencia de una ingesta
excesiva en la cena.
La combinación de una alimentación desequilibrada, mal descanso y fatiga es una
mezcla peligrosa que siempre derivará en problemas de salud, que a menos que
se resuelvan de forma inmediata pueden ser fatales.
Cuanto antes se modifiquen los hábitos alimenticios negativos y se incorporen
nuevas conducta en relación a una dieta balanceada sumada a un descanso
adecuado mayores son las posibilidades de tener una vida plena y evitar en el
futuro sufrir de dolencias que en muchos casos son irreversibles.
Una mala nutrición pone en peligro tu salud. Esto aumenta el riesgo de padecer
enfermedades tales como diabetes tipo 2, insuficiencia cardíaca, colesterol
elevado, obesidad, presión arterial alta, osteoporosis y cáncer.
Función
La mala nutrición también afecta tu proceso de razonamiento y el funcionamiento
general de tu cuerpo. Puede resultar en un aumento de la grasa corporal, incidir
negativamente en la resolución de problemas, reducir la fuerza corporal, retrasar
el tiempo de respuesta muscular y reducir el estado de alerta.
Tipos
La mala nutrición también es uno de los principales factores que contribuye al
desarrollo de gota. Esta afección dolorosa de las articulaciones puede causar un
daño permanente. Es provocada por la acumulación de ácido úrico.
Otras afecciones
Además de enfermedades crónicas, afecciones tales como la depresión, los
trastornos alimenticios, el estrés y la fatiga también suelen estar asociadas con la
mala alimentación.
Efectos en los niños
Es especialmente perjudicial para los niños no contar con una buena nutrición en
los años de desarrollo. Según investigadores de la Universidad del Sur de
California, la mala alimentación en los primeros años de vida provoca
comportamientos destructivos, como rasgos agresivos y antisociales durante la
infancia hasta finales de la adolescencia. Además, la mala alimentación puede
incidir en el desarrollo neuronal del niño, lo que conduce a un CI bajo.

Mortalidad
De acuerdo a Jean Ziegler (Relator Especial de Naciones Unidas en Derecho al
Alimento desde 2000 hasta marzo de 2008), la mortalidad causada por la
Desnutrición representó el 58% sobre la mortalidad total de 2006.13 "En 2006,
más de 36 mil personas murieron de hambre o de enfermedades derivadas de
déficits en micronutrientes".
De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud, la Desnutrición es de lejos la
mayor causa de mortalidad infantil, presente en la mitad de todos los casos. Seis
millones de niños mueren de hambre cada año. Los nacimientos con peso bajo y
restricciones intra uterinas causan 2.2 millones de muertes infantiles al año. La
limitada o inexistente lactancia causa otros 1.4 millones. Otras deficiencias, como
la falta de vitamina A o zinc, por ejemplo, representan un millón. La malnutrición en
los primeros dos años de vida es irreversible. Un niño malnutrido crece con un
estado de salud y logros educativos menores. En general, sus propios hijos
también tienden a ser más pequeños. Anteriormente, la malnutrición se veía como
algo que exacerbaba los problemas de enfermedades como sarampión, neumonía
y diarrea. Actualmente, se considera que la malnutrición realmente es la causa de
esas enfermedades también, y puede ser fatal por sí misma.
Consecuencias
La malnutrición incrementa el riesgo de infección y de enfermedades infecciosas.
Por ejemplo, es un factor de riesgo importante en el comienzo de la tuberculosis
activa. En comunidades o áreas en las que se produce ausencia de agua potable
apta para el consumo humano, estos riesgos adicionales a la salud presentan un
problema crítico. La disminución de la energía y un funcionamiento dañado del
cerebro también forman parte de la espiral restrictiva de la malnutrición, dado que
sus víctimas son menos capaces de llevar a cabo las labores necesarias para
adquirir alimento, ganar un sueldo o recibir una educación.
Psicológicos
La mal nutrición, en la forma de deficiencia de yodo, es la "forma prevenible más
común de daños mentales en todo el mundo." Incluso la deficiencia de yodo
moderada, especialmente en mujeres embarazadas y niños, reduce la inteligencia
por entre 10 y 15 puntos I.Q., eliminando un incalculable potencial para el
desarrollo de un país.
Cáncer
El cáncer es actualmente común en los países en desarrollo. De acuerdo a un
estudio de la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer, "en el mundo
en desarrollo, el cáncer de hígado, estómago y esófago eran más comunes, con
frecuencia vinculados al consumo de alimentos cancerígenos, como la comida
ahumada o salada, y a infecciones de parásitos que atacan órganos". Las tasas
de cáncer de pulmón aumentan rápidamente en los países más pobres como
consecuencia del aumento del uso del tabaco. Los países desarrollados "tendrían
a tener cánceres relacionados con un "estilo de vida occidental" (colón, recto,
mama y próstata) que pueden ser causados por la obesidad, la falta de ejercicio,
la dieta y la edad".
Hiponatremia
La toma excesiva de agua, sin recuperación de sales de sodio y potasio, lleva a la
hiponatremia, lo que puede consecutivamente conducir a la hiperhidratación a
niveles peligrosos. Un caso conocido ocurrió en 2007, cuando Jennifer Strange
murió participando en un concurso de beber agua. De modo más común, esta
situación se da durante competiciones de resistencia en largas distancias (como
maratón y triatlón) y causa relajación mental, dolor de cabeza, debilidad y
confusión. En casos extremos, puede llevar al coma, convulsiones y la muerte.
1.6.13. Causas de la mal nutrición
Entre las principales causas de la malnutrición se encuentran la pobreza y los
precios de los alimentos, las prácticas alimenticias y la productividad agrícola,
siendo multitud de casos individuales causados por una mezcla de varios factores.
La malnutrición puede ser también consecuencia de otras cuestiones sanitarias
como enfermedades diarreicas o enfermedades crónicas, especialmente la
pandemia de VIH/sida o la malnutrición clínica, como en el caso de la caquexia.
Pobreza y precio de los alimentos
La escasez de alimentos puede ser un factor que contribuya a la malnutrición en
países con falta de tecnología. La FAO estima que el 80% de niños malnutridos
viven en el mundo en desarrollo, en países que a pesar de ello producen
suficientes superávits de alimento como para alimentarlos. El economista Amartya
Sen observó que, en décadas recientes, el hambre tenía siempre que ver con
problemas de distribución del alimento y/o pobreza, aunque hubiera suficiente
alimento para alimentar a toda la población en el mundo. Estableció que la
malnutrición y el hambre estaban especialmente relacionadas con problemas en la
disponibilidad y distribución de alimentos, así como con el poder adquisitivo.
Se ha argumentado que la especulación con materias primas ha incrementado el
coste de la comida. Cuando la burbuja inmobiliaria en Estados Unidos estaba
colapsando, se ha afirmado que trillones de dólares se dirigieron hacia inversiones
en alimentos y materias primas, lo que provocó la crisis alimentaria mundial de
2007-2008.

La utilización de biocombustibles como relevo para los combustibles tradicionales


también puede tener como efecto la disminución de la oferta de alimento y el
incremento del precio de los alimentos. El relator especial de Naciones Unidas en
el derecho al alimento, Jean Ziegler, propone que los deshechos agrícolas, y no
los propios cultivos, sean utilizados como combustible.
1.6.14. Prácticas alimenticias
La falta de lactancia puede derivar en malnutrición en niños. Las posibles causas
de este problema en el mundo en desarrollo pueden deberse a que la familia
media piensa que la leche embotellada es mejor para la alimentación de los
bebés. La OMS dice que las madres abandonan la lactancia porque no saben
cómo hacer que su bebé mame correctamente o porque sufren molestias o
incomodidades.
Basar de modo excesivo la dieta de una persona en una sola fuente de alimento,
como en el caso de una alimentación basada casi exclusivamente en la ingesta de
maíz o arroz, puede provocar malnutrición. Esto puede deberse tanto a la falta de
educación sobre una alimentación adecuada, como al hecho de tener solo una
fuente de alimento disponible.
Se suele pensar en la malnutrición sólo en términos de hambre, si bien la sobre
alimentación es un factor que contribuye a ella también. En multitud de lugares del
mundo existe un acceso a un superávit de comida no nutritiva, lo que se añade a
estilos de vida sedentarios. Esto ha desembocado en una epidemia de obesidad.
Y ello no sólo en el mundo desarrollado, sino también en países en desarrollo que
han visto crecer sus ingresos.
Productividad agrícola
La escasez de alimentos puede estar causada por la falta de avances agrícolas
como la rotación de cultivos, o la falta de tecnología o recursos necesarios para
aumentar los rendimientos agrícolas que se encuentran en la agricultura moderna,
como los fertilizantes del nitrógeno, los pesticidas o la irrigación. Como resultado
de la pobreza generalizada, los agricultores no pueden asumir el coste de estas
tecnologías ni sus gobiernos pueden suministrárselas. Esto hace que su
producción agrícola sea baja, sus salarios escasos y los precios de los alimentos
inasequibles.
Amenazas futuras
Existen un número de potenciales amenazas a la oferta alimentaria global que
podrían provocar el aumento generalizado de la malnutrición.

El cambio climático es de gran importancia para la seguridad alimentaria. De


acuerdo a los últimos informes del IPCC, el incremento de la temperatura es "muy
probable" en las zonas climáticas de los subtrópicos y de los trópicos, donde vive
el 95% de la población mundial. Incluso cambios muy leves en la temperatura
pueden provocar incrementos en la frecuencia de cambios extremos de las
condiciones climáticas. Estos tienen un impacto muy significativo en la producción
agrícola y, por ende, en la nutrición. Incluso sin aumentos de los eventos
climáticos extremos, un simple incremento de la temperatura reduce la
productividad de multitud de variedades de cereal, disminuyendo al mismo tiempo
la seguridad alimentaria en la región donde eso tiene lugar.
El problema de colapso de colonias es un fenómeno en el cual las abejas mueren
en grandes números. Dado que hay multitud de cultivos en todo el mundo que son
polinizados por abejas, esto representa una amenaza muy importante para la
oferta de alimentos.
Para asegurar el correcto desarrollo y crecimiento de un niño es necesario
proporcionarle una dieta sana, equilibrada, variada y adecuada a su edad y sus
necesidades. Una alimentación completa no solo asegurará su crecimiento, sino
también su salud presente y futura ya que la dieta de los primeros años de vida
marcará el metabolismo del niño en su etapa adulta, y aumentará o disminuirá las
posibilidades de padecer ciertas enfermedades.
Los niños mal comedores se caracterizan por tomar solo un limitado número de
alimentos y rechazar verduras, frutas, pescados… Se niegan a probar alimentos
nuevos y sienten una gran atracción por algunos determinados (normalmente,
dulces, grasas, fritos…). Asimismo, tardan mucho en comer, se cansan y sienten
un desinterés total hacia la comida.

Consecuencias a corto plazo


Comer es necesario para vivir, crecer, movernos, jugar, estudiar… Por lo que un
niño que come poco se desarrollará peor, será menos fuerte, se cansará antes y le
costará más estudiar, leer, concentrarse, etc.

El resultado más inmediato de una alimentación pobre, escasa en vitaminas,


minerales y demás nutrientes es la malnutrición, que no es lo mismo que
desnutrición. Un niño puede estar gordito y, sin embargo, malnutrido si se alimenta
exclusivamente de bollos, hamburguesas y pizzas. De hecho, probablemente
tenga sobrepeso, lo cual es perjudicial para su salud ya que puede desarrollar
obesidad, diabetes, etc.
Los niños malnutridos presentan alteraciones en la piel, trastornos en la
pigmentación del cabello, problemas de visión, enferman fácilmente y no se
desarrollan adecuadamente ni física ni mentalmente.
Otras enfermedades que aparecen como resultado de la carencia de ciertos
nutrientes son anemia, problemas de tiroides, bocio, raquitismo y escorbuto.
Los primeros síntomas de este déficit son el cansancio, los calambres, los dolores
de cabeza, trastornos de carácter, disminución de la capacidad mental,
adormecimiento, etc.
Además, el consumo excesivo de ciertos alimentos también puede provocar
ciertas enfermedades como caries, obesidad infantil,
¿Y en el futuro?
Los primeros años de vida del niño marcan en gran parte su salud futura. De la
alimentación en nuestra infancia y juventud depende en gran medida tener una
vida adulta sana y una vejez longeva.
Y es que una dieta pobre en ciertos nutrientes o rica en otros nada saludables
aumenta el riesgo de padecer en el futuro obesidad, diabetes, colesterol,
enfermedades cardiovasculares, osteoporosis o ciertos tipos de cáncer.
Por eso, por mucho que cueste, asegúrate de que la dieta de tu hijo es variada y
equilibrada, y de que le aporta todos los murientes necesarios.
Una mala alimentación ocurre cuando tenemos un aporte insuficiente de uno o
más nutrientes. También podemos hablar de malnutrición cuando hay un exceso
de uno o varios nutrientes. Si una persona no satisface sus necesidades
alimenticias diariamente se corre el riesgo de sufrir las consecuencias de una mala
alimentación.
Las consecuencias de una mala alimentación pueden ser más o menos graves y
se pueden revertir modificando la dieta hacia una alimentación saludable y
completa. Pero hay que tener presente que en algunos casos, puede ser motivo
de problemas no sólo físicos sino que también mentales.
Una carencia de sustancias nutritivas puede generar enfermedades como la
anemia, el bocio, escorbuto o raquitismo entre otras. En caso de que se trate de
una deficiencia leve que es reciente seguramente se sufrirá de una baja en la
resistencia física, en la capacidad mental, trastornos de carácter, calambres,
adormecimiento y dolores de cabeza entre otras dolencias.
El hierro es uno de los minerales más importantes para nuestro organismo, una
dieta con aporte de hierro deficiente puede causar problemas graves durante el
embarazo, retraso del crecimiento y trastornos del desarrollo mental a largo plazo.
Además le organismo se torna más vulnerable a contraer infecciones.
Las principales consecuencias de una mala alimentación son:
Múltiples enfermedades como:
La hepatitis, Diabetes, Anemia o leucemia, Ulcera, Tuberculosis, Caries o
problemas en los huesos, Hipotiroidismo, entre otras.
Además en los niños causa la pérdida de peso, la falta de entusiasmo, la perdida
de participación activa.
Las principales enfermedades que causa la mala alimentación son:
Bulimia: La persona sufre episodios de atracones compulsivos, seguidos de un
gran sentimiento de culpabilidad y sensación de pérdida de control.
Anorexia: Trastorno de la conducta alimentaria que supone una pérdida de peso
que lleva a un estado inanición. Se recurre al vomito o al uso de laxantes.
Obesidad: Acumulación excesiva de masa en el cuerpo, hipertrofia general de
tejido adiposo.
No dañes tu salud y mantén el equilibrio en tus comidas así evitaras múltiples
enfermedades que pueden reducir tu tiempo de vida e incluso te pueden llevar en
un solo parpadear a la muerte.

1.6.15. Desnutrición
La desnutrición es una enfermedad causada por
una dieta inapropiada, hipocalórica e hipo proteico. También puede ser causada
por mala absorción de nutrientes como en la celiaquía. Tiene influencia en los
factores sociales, psiquiátricos o simplemente patológicos. Ocurre principalmente
entre individuos de bajos recursos y principalmente en niños de países
subdesarrollados.
La diferencia entre esta y la malnutrición es que en la desnutrición existe una
deficiencia en la ingesta de calorías y proteínas, mientras que en
la malnutrición existe una deficiencia, exceso o desbalance en la ingesta de uno o
varios nutrientes que el cuerpo necesita (ejemplo: vitaminas, hierro, yodo, calorías,
entre otros).
En menores un cuadro clínico de desnutrición puede terminar en Kwashiorkor que
se da por insuficiencia proteica en la dieta o Marasmo que trae como resultado
flaqueza exagerada a falta de un déficit calórico total en la dieta.
En los niños la desnutrición puede comenzar incluso en el vientre materno. Las
consecuencias de la desnutrición infantil son:
Niños de baja estatura, pálidos, delgados, muy enfermizos y débiles, que tienen
problemas de aprendizaje y desarrollo intelectual. Mayores posibilidades de ser
obesos de adultos. Las madres desnutridas dan a luz niños desnutridos y las que
padecen anemia o descalcificación tienen más dificultades en el parto con niños
de bajo peso.
Según Médicos Sin Fronteras, cada año de 3 a 5 millones de niños menores de
seis años mueren de desnutrición.
1.6.16. Como se detecta cuando una persona esta desnutrida
Todos notamos que el síntoma más notable es la pérdida de peso, y son aquellas
que han perdido más del 10% de su peso corporal en el curso de tres meses y no
están a dieta podrían ser desnutridos.
Esto se mide mediante el índice de la masa corporal o el IMC. Se calcula por el
peso en kilogramos dividido por la altura en metros al cuadrado. Un IMC.
Saludable para adultos generalmente se encuentra entre 18 y 24,9.
Aquellos con un IMC entre 18,5 y el 17 podrían ser moderadamente desnutridos y
aquellos con IMC entre 16 y 18 años podrían ser moderadamente desnutridos y
aquellos con IMC inferior a 16 podrían ser gravemente desnutridos.
Debilidad de los músculos y fatiga. Los músculos del cuerpo parecen lejos de
residuos y pueden dejarse sin fuerza para llevar a cabo sus actividades diarias.
Muchas personas se quejan de cansancio todo el día y falta de energía. Esto
también puede ser debido a la anemia causada por la desnutrición.
Aumento de la susceptibilidad a las infecciones
Irritabilidad y mareos
Piel y el cabello se convierte en seco. Puede aparecer piel seca y escamosa, el
cabello puede girar en seco, sin vida, opaco y aparece como paja.
Algunos pacientes padecen de diarrea persistente o estreñimiento de largo plazo.
Menstruación pueden ser irregular o dejan completamente en mujeres desnutridas
La depresión es común en desnutrición. Esto puede ser tanto una causa como
efecto de la desnutrición.
Desnutrición en niños: retraso en el conocimiento. Esto puede manifestarse
como fracaso para crecer a un ritmo normal esperando en términos de peso, altura
o ambas.
Irritabilidad, longitud y llanto excesivo junto con los cambios de comportamiento
como ansiedad, déficit de atención son comunes en niños con desnutrición
La piel se vuelve seca y escamosa y puede girar cabello seco, opaco y paja como
en apariencia además, puede haber pérdida del cabello
Desgaste muscular y falta de fuerza en los músculos. Extremidades pueden
aparecer stick como hinchazón del abdomen y las piernas. El abdomen esta
inflamado debido a la falta de fuerza de los músculos del abdomen.
Como se detecta cuando no se está bien alimentado
1.6.17 Cómo Prevenir La Desnutrición
La desnutrición es el estado al cual llega el organismo cuando no se consume la
cantidad suficiente o la variedad adecuada de alimentos. Se caracteriza en los
niños por un retardo en el crecimiento, bajo peso, baja estatura, aspecto débil,
anémico y raquitismo; cuando la desnutrición es muy severa los niños se hinchan.
Para prevenirla los padres deben aprender a reconocer el estado nutricional de
sus hijos observando si el peso y la talla de los niños corresponden a su edad
según el Carné infantil.
Si la familia vive en zona rural o dispone de un sitio adecuado en zona urbana
puede motivarse a cultivar una huerta familiar donde siembre productos nutritivos
para el consumo humano o también puede hacer producción de aves, peces,
conejos, etc.
Una buena nutrición se logra si se combinan correctamente los siguientes grupos
de alimentos: protectores o constructores, reguladores y energéticos.
Los alimentos protectores o constructores contienen los nutrientes que utiliza el
organismo para construir y reparar los músculos, los huesos, la sangre y todos los
órganos del cuerpo. Diariamente hay que comer uno de ellos. Por ejemplo: frijoles,
arvejas lentejas, habas, soya, maní, aves, conejo, pescado, res, cerdo, vísceras,
bienestarina, mezclas vegetales, huevos, queso, cuajada o leche.
Los alimentos reguladores contienen los nutrientes que regulan el funcionamiento
de todo el organismo, se les conoce como vitaminas o minerales y son: guayaba,
mango, naranja, papaya, limón, chulupa, piña, maracuyá, tomate de árbol,
banano, zanahoria, ahuyama, lechuga, coliflor, remolacha, pimentón, col y repollo.
Los alimentos energéticos son aquellos que le proporcionan al organismo energía,
tales como: maíz, arroz, papa, avena, trigo, cebada, harinas, plátano, yuca, tocino,
carne gorda, azúcar, panela, miel, chocolate, postres, dulces, arracachas,
mantequilla y manteca.
Recomendaciones:
 Es conveniente para toda la familia planificar su tamaño de acuerdo con los
recursos y medios de subsistencia de que disponga. Los servicios de
planificación familiar dan asesoría a toda familia que lo solicite. Los hijos
espaciados cada 2 o 3 años permiten una mujer nutrición.
 Es necesario desparasitar no sólo a los niños sino también a los padres
cada tres meses.
 Prevenir la diarrea y las infecciones respiratorias agudas.
 Mantener vacunados a los niños contra la tuberculosis, la poliomielitis, el
tétanos, la difteria, la tosferina y el sarampión.
 Aprender a utilizar los diferentes alimentos que se producen en la región.
 Las madres lactantes deben proporcionarle al bebé la leche materna el
mayor tiempo posible para que éste genere fuerzas y combata los
anticuerpos que se le puedan presentar.
Cómo Prevenir La Desnutrición En Niñas Y Niños
 Acude a la unidad de salud para que controles tu embarazo.
 Dale sólo leche materna hasta los 6 meses de edad.
 No utilices biberón.
 A partir del cuarto o sexto mes dale otros alimentos además de la leche
materna
 Dale de comer 5 veces al día de los alimentos que tengas en casa.
 Prepara los alimentos con limpieza.
 Vigila su crecimiento y desarrollo y llévalo a vacunar.
 Incluye en cada comida alimentos de los tres grupos:
1. Cereales y tubérculos (tortillas, pan, arroz, pastas, camote o papas).
2. Leguminosas y alimentos de origen animal (frijol, lentejas haba, pollo,
huevo, pescado, carne, leche o queso).
3. Verduras y frutas de temporada y de la región.
 Lava tus manos antes de preparar o darle los alimentos y después de ir al
baño o cambiar el pañal.
 Si observas que el niño o niña está triste, no juega y no quiere comer,
llévalo de inmediato a la unidad de salud, puedes estar a tiempo de evitar
que se desnutra.
¿Qué Hacer En Caso De Desnutrición?
1. Los niños y niñas con desnutrición pueden ser atendidos en su hogar,
mejorando su alimentación con lo disponible en el hogar y vigilando su
peso.
2. Si tiene menos de 2 años, continúa dándole leche materna además de otros
alimentos.
3. Si ya no le das leche materna procura darle otro tipo de leche por lo menos
dos veces al día.
4. Dale de comer pequeñas cantidades de alimento 5 o 6 veces al día.
5. Dale en cada comida alimentos de los tres grupos.
6. Dale los alimentos en preparaciones sencillas, atractivas y variadas para
estimular su apetito.
7. Procura alimentarlo con paciencia y cariño, y esto ayudará a que se
recupere más pronto.
8. Prepara los alimentos con mucha limpieza para evitar que le dé diarrea y se
desnutra más.
9. Si tiene diarrea, tos o cualquier otra enfermedad, sigue dándole de comer.
10. Llévalo cada mes o cada que el médico te diga, a la unidad de salud.
11. Si sospechas que tu niño o niña tienen desnutrición grave, llévalo de
inmediato a la unidad de salud.
La mayoría de los niños tienen más riesgo de desnutrirse entre aproximadamente
los seis meses (período de rápido crecimiento en el cual la leche materna sola no
puede cubrir las necesidades nutricionales) y los 2-3 años de edad (cuando el
ritmo de crecimiento se hace más lento y los niños ya pueden comer solos). Las
familias y los profesionales de la salud sabrán si los niños tienen un estado
nutricional normal o están desnutridos pesándolos con regularidad y marcando las
medidas de peso y estatura en una tabla de crecimiento (ver Figura 14). Si un
niño: aumenta de peso a un ritmo normal, significa que está comiendo bien y está
sano; aumenta de peso muy lentamente o no gana peso, significa que algo no
está bien. El niño puede estar enfermo o no está comiendo lo suficiente; pierde
peso, es una señal muy peligrosa. El niño no está comiendo lo suficiente y casi
con seguridad está enfermo; aumenta de peso a un ritmo más rápido de lo normal,
es probable que esté recuperando el peso perdido durante una enfermedad, pero
también puede significar que el niño está consumiendo un exceso de alimentos y
puede llegar a tener sobrepeso u obesidad. Un niño está gravemente desnutrido,
en caso de: enflaquecimiento severo y/o presentar edema en ambos pies.
Se debe pesar a los niños regularmente y aconsejar cómo alimentarlos: un niño
sano es un niño que crece. Estos niños están gravemente enfermos y requieren
de tratamiento hospitalario inmediato. Es importante mantenerlos abrigados y
alimentarlos en el trayecto al hospital. Los profesionales de la salud deben
conversar con la familia del niño desnutrido para: descubrir por qué el niño no está
creciendo bien. Conversar sobre los patrones de alimentación (cantidad, variedad
y frecuencia de las comidas), apetito, comportamiento y estado de salud del niño;
examinar al niño para ver si tiene infecciones u otras enfermedades, tratando de
descubrir las razones subyacentes de la desnutrición (por ejemplo insuficiente
disponibilidad de alimentos en el hogar; prácticas alimentarias inapropiadas;
cuidados insuficientes del niño). Esto puede significar aumentar la lactancia
materna, mejorar la alimentación complementaria, alimentarlo más frecuentemente
y/o prestar mayor atención al niño durante las comidas. Analizar las creencias
familiares sobre cómo alimentar a los niños y los impedimentos para una
alimentación adecuada (por ejemplo falta de recursos, tales como alimentos,
dinero, tiempo o facilidades para preparar los alimentos). Luego decidir en
conjunto qué prácticas alimentarias están dispuestos a adoptar; llevar al niño
enfermo a tratamiento y aprender cómo prevenir las enfermedades infecciosas en
el futuro. Los niños desnutridos necesitan comer con frecuencia comidas ricas en
nutrientes.
El riesgo de presentar desnutrición se inicia en el vientre de la mamá. Cuando las
madres no se alimentan bien a lo largo del embarazo, los niños ya tienen un riesgo
de nacer con un bajo peso y anemia que es otra enfermedad que se asocia a la
desnutrición.

Es importante asistir de manera constante a los controles de crecimiento y


desarrollo con su médico para intervenir de manera oportuna en caso de
desnutrición.

Existen síntomas que pueden indicar que su hijo esté desnutrido, cuando
presentan mucho sueño, retrasos para hablar o caminar, piel seca, apatía (no
quieren jugar o comer), caída del cabello, gripas o refriados frecuentes o bajo
rendimiento académico.
Unas indicaciones generales para recuperar el estado nutricional de los niños con
bajo peso o desnutrición pueden ser:

• Procure ofrecer platos variados con diferentes preparaciones, NO diga


constantemente “es que él no come de eso”, ya que usted está generando una
respuesta negativa.

• El inicio de un tratamiento nutricional debe ser progresivo, no espere que su hijo


en dos días consuma el doble de lo que comía antes, debe ser paso a paso sin
presionar al niño.

• Establezca horarios de comida, es decir ofrézcale 5 comidas al día con intervalos


de 2-3 horas, que es el tiempo que tarda en desocuparse el estómago del niño
después de cada comida.

• Si es menor de 3 años nunca ofrezca un tetero una hora antes de las comidas
principales como almuerzo o comida, ya que el estómago es muy pequeño y
estará lleno aún.

• Si es menor de 15 meses ofrezca diferentes texturas en el plato, puré, picado,


licuado, y diferentes colores, así llamara la atención del niño y lo estimulara a
comer.

• Si es mayor de un año a la hora del almuerzo dele los alimentos sólidos primero
(seco) no la sopa, ya que en su plato de comida hay mayor variedad de grupos de
alimentos que le aportan más valor nutricional. La sopa tiene alto contenido de
líquido que llenará su estómago. Ofrézcala al final.

• Prepare un alimento frito al almuerzo y/o comida, pueden ser papas, plátano, etc.

• Adicione en cantidad moderada queso crema, miel, mayonesa, mantequilla o


mermelada, para mejorar el sabor de los alimentos y aumentar el aporte calórico
de los mismos.
• En los intermedios siempre ofrezca un lácteo (yogur, leche saborizada,
kumis o postres lácteos) acompañado de un cereal como ponqués o
galletas y frutas, los lácteos tienen un gran aporte de proteína y calcio que
los ayudará a en su crecimiento y recuperación nutricional.

• Si su médico o nutricionista lo determina necesario suministre un


suplemento nutricional según previa indicación.
La receta para mejorar la nutrición en Guatemala
Doble desafío: la desnutrición crónica no cede mientras la obesidad aumenta
El problema nutricional básico de Guatemala no se trata de la cantidad de
alimentos que consume la población de menores ingresos sino de la calidad de la
dieta y las prácticas alimenticias. Esto permite entender la coexistencia de la baja
talla por edad y la anemia en la mitad de los niños y niñas menores de 5 años y el
sobrepeso y obesidad que afectan la misma proporción de mujeres en edad
reproductiva.
El Dr. Reynaldo Martorell, experto internacional en nutrición de la Universidad de
Emory, explica: “La dieta del guatemalteco tiene un aporte excesivo de energía,
particularmente por el consumo de azúcar y otros carbohidratos simples, y está
aumentando en grasas y aceites. Uno de los mitos en el tema del hambre en
Guatemala es que se necesita comer más. No se trata de comer más de lo mismo,
si no de comer mejor.” De hecho, la desnutrición aguda, cuya prevalencia en
menores de 5 años es de 1.1%, no es un problema de salud pública, contrario a la
percepción popular y presente en los medios de comunicación.
La desnutrición crónica infantil se produce durante la "ventana de los primeros
1,000 días”, que incluye el embarazo y los primeros dos años de vida, y tiene
importantes efectos negativos en la morbilidad y mortalidad, la estatura, la
capacidad para trabajar en la adultez, el desempeño intelectual, la escolaridad y
en los futuros ingresos. En Guatemala, la prevalencia de la desnutrición crónica
sigue siendo una de las más altas del mundo.
El ciclo de la desnutrición empieza en el embarazo, muchas veces de una mujer
de baja estatura, obesa y anémica, reflejo a su vez de la desnutrición crónica en
su niñez. La talla materna reducida puede limitar el crecimiento intrauterino y es un
factor de riesgo de problemas obstétricos al dar a luz y de bajo peso al nacer.
Asimismo, el sobrepeso y la obesidad materna exponen al feto a un metabolismo
alterado con altos niveles de glucosa, aumentan el riesgo de diabetes gestacional
e inducen a una mayor deposición de tejido adiposo. De la misma manera, la
anemia materna puede producir retardo en crecimiento intrauterino, bajas reservas
de hierro en el recién nacido y una mayor morbilidad y mortalidad neonatal y
materna.
Después del parto, los niños, particularmente los más pobres, están expuestos a
prácticas muy deficientes de lactancia y de alimentación complementaria. Las
infecciones, especialmente las diarreas resultantes de la falta de higiene y el
consumo de agua contaminada, reducen tanto el apetito como la absorción de
nutrientes. Estos dos factores combinados, dieta inadecuada e infecciones, son
las causas principales de la desnutrición crónica infantil.
¿Qué se puede hacer?
Luz Lainfiesta, actual Ministra de Desarrollo Social, indica que la propuesta del
nuevo Gobierno de Guatemala para combatir a la desnutrición crónica se enfocará
en la ventana de oportunidad de los primeros 1,000 días con intervenciones que
“aseguren que la madre y el menor tengan lo necesario para una buena nutrición”.
Por su parte, el BID coincide con este enfoque y brindará apoyo al país en la
adopción de intervenciones principalmente a través del sector salud que incluyen:
el pinzamiento tardío del cordón umbilical; la promoción de buenas prácticas de
lactancia y alimentación complementaria; orientación sobre la higiene y
preparación de alimentos; suplementación prenatal de la madre con hierro y ácido
fólico y del niño con vitamina A; inmunizaciones; el uso de cinc y rehidratación oral
en tratamientos de diarrea; y la distribución de alimentos complementarios
fortificados o polvos de micronutrientes a niños de 6-24 meses con orientación a
las madres.
A nivel organizacional, el BID brindará apoyo en la integración de un sistema de
consejería a la estrategia de atención integral al niño y la mujer a nivel comunitario
con el objetivo de mejorar la calidad de la alimentación. Asimismo, se propone
incrementar no sólo la calidad y disponibilidad de los servicios de salud, sino
también la promoción de esfuerzos que aumenten su demanda y utilización.
Junto a estas acciones que ayudarán a bajar la desnutrición y la anemia, se
requerirán estrategias adicionales para asegurar una mejora en los hábitos
alimenticios en aras de controlar la epidemia de obesidad, una de las causas
principales del incremento de las enfermedades crónicas en toda América Latina.

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