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I) CONDUCTIVIDAD, SALINIDAD Y DUREZA

La conductividad es una medida de la resistencia que opone el agua al paso de la corriente

eléctrica entre dos electrodos impolarizables sumergidos en la misma.

La conductividad del agua da una buena apreciación de la concentración de los iones en

disolución y una conductividad elevada se traduce en una salinidad elevada o en valores

anómalos de pH. La unidad empleada es el Siemen (S), inverso del ohmio: aguas muy

mineralizadas en mS y aguas poco mineralizadas en μS. Se mide en celdas de un cm de

espesor, expresándose por lo tanto en mS/cm o μS/cm.

La conductividad está íntimamente relacionada con el parámetro Residuo Seco a lOSºC que

hemos definido antes, y con la composición de los iones más abundantes en las aguas. De

tal forma que se han establecido ecuaciones, como la que se indica, que relacionan ambas

medidas:

Residuo seco (gil)= 0,86·103 x Conductividad específica (ohm·1.cm·1)

La temperatura es una variable que modifica sensiblemente los valores de la conductividad,

por lo que los resultados se dan, por ejemplo, en μS.cm·1, indicando la temperatura a la que

se ha hecho la medida (20 ó 25ºC, habitualmente).

Puesto que la conductividad se puede relacionar con la abundancia de materia disuelta,

vamos a estudiar características que miden también concentraciones de determinadas

sustancias en el agua.

Delgado, et al. (2004)


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I.1) Salinidad:

Representa el contenido iónico total del agua. Es un parámetro utilizado habitualmente en

las aguas salobres, se identifica con el parámetro total de sólidos disuelto o residuo seco a

lOSºC ya visto, aunque se suele expresar en g/kg. En aguas marinas tiene un valor medio

del orden de 35 g/kg. Como en las aguas salobres las proporciones relativas de las especies

iónicas se mantienen casi constantes, se suelen relacionar los valores de salinidad con el

contenido de algunos de los iones más característicos de las mismas.

El aumento de la salinidad en aguas no marinas puede deberse a las siguientes causas:

- Efluentes industriales.

- Escorrentía de las aguas de regadío.

- Aguas salobres de minas.

- Depósito de aerosoles salinos oceánicos.

- Utilización de sal en carreteras en países con fuertes nevadas.

Los niveles elevados de salinidad causan problemas en el regadío y en la vida acuática,

además de convertir las aguas en no aptas para beber.

Los problemas ocasionados en la vida acuática están relacionados con los procesos

osmóticos y la tendencia del agua a salir de la células y pasar al medio circundante, cuando

éstas se encuentran en el seno de una disolución con una presión osmótica superior a la suya.

Delgado, et al. (2004)

I.2) Dureza:

Es también un parámetro relacionado con los anteriores, que mide lapresencia, principalmente,

de los cationes alcalinotérreos mayoritarios, Ca y

Mg , y de otros metales menos abundantes en general, como Fe y Mn. En la


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actualidad, en algunas legislaciones, se tiende a prescindir del término «dureza»,

indicándose la cantidad de calcio y magnesio presentes en un agua en mg/l de

cada elemento. Sin embargo, se siguen utilizando los siguientes términos:

Dureza total: es la suma total de las concentraciones de sales de calcio y magnesio,

se mide por volumetría de complejación con EDTA (ácido etilendiaminotetracético

), se expresa numéricamente en forma de carbonato de calcio u óxido

de calcio, principalmente en mg CaCOi l. Se siguen utilizando, especialmente en

el mundo industrial, los grados hidrotimétricos ( 1 º francés = 1 O mg de carbonato

de calcio/l).

Dureza temporal: es la que corresponde a la proporcionada por los hidrogenocarbonatos

de calcio y magnesio, desaparece por ebullición, pues precipitan

los carbonatos.

Dureza permanente: es la que existe después de la ebullición del agua, corresponde

a la diferencia entre las dos anteriores.

Una elevada dureza del agua puede causar fundamentalmente problemas en

procesos de lavado y en calderas de vapor o cambiadores de calor.

Delgado, et al. (2004)

BIBLIOGRAFIA

DELGADO, M. N. G., BARRENETXEA, C. O., SERRANO, A. P., BLANCO, J. M. A., &

VIDAL, F. J. R. (2004). Contaminación ambiental: una visión desde la química. Editorial

Paraninfo.

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