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Teoria del desarrollo embionario creacionista

El creacionismo es la creencia religiosa de que el Universo y la vida se originaron


«de actos concretos de creación divina».123 Para los creacionistas de la Tierra
joven, esto incluye una interpretación bíblica literal de la narrativa acerca de la
creación presentada en el Génesis (el primer libro de la Biblia) y el rechazo de
la teoría científica de la evolución.4 Mientras la historia del pensamiento
evolutivo se desarrollaba a partir del siglo XVIII, varias posturas apuntaron en
reconciliar las religiones abrahámicas y el Génesis con la biología y
otras ciencias desarrolladas en la cultura occidental.56 Aquellos que sostenían que
las especiesse habían creado por separado (como Philip Gosse en 1857) eran
llamados comúnmente "partidarios de la creación" pero también "creacionistas",
como se lee en la correspondencia privada entre Charles Darwin y sus amigos.
Mientras la controversia creación-evolución se desarrollaba, el término
"antievolucionistas" se hizo común. En 1929 en los Estados Unidos, el término
"creacionismo" se asoció originalmente con el fundamentalismo cristiano,
específicamente con su rechazo de la evolución humana y la creencia en
una Tierra joven (con una edad entre 5700 y 10 000 años). No obstante, este uso
estuvo disputado por otros grupos, como los creacionistas de la Tierra antigua y
los creacionistas evolutivos, quienes albergan conceptos diferentes de creación,
como la aceptación de la edad de la Tierray la evolución biológica entendida por
la comunidad científica.4789
Hoy, la American Scientific Affiliation (Afiliación Científica Estadounidense), una
organización religiosa prominente en Estados Unidos, reconoce que existen
diferentes opiniones entre los creacionistas respecto al método de creación,
mientras que reconocen la unidad en la creencia abrahámica de que el dios
Yahvé "creó el universo".1011 Desde los años 1920, el creacionismo literalista en
Estados Unidos ha disputado las teorías científicas, como la evolución,121314 la que
proviene de observaciones naturales del Universo y la vida. Los creacionistas
literalistas15 creen que la evolución no puede explicar adecuadamente
la historia, diversidad y complejidad de la vida en la Tierra.16 Los creacionistas
fundamentalistas de la fe cristiana usualmente basan su creencia en una lectura
literal de la narrativa de creación del Génesis.17 Otras religiones o comparten el
mito de creación del Génesis o tienen diferentes mitos de creación conducidos por
deidades,181920 a la vez que los miembros de una misma religión varían en su
aceptación de los descubrimientos científicos.
Cuando la investigación científica produce evidencia empírica y conclusiones
teóricas que contradicen una interpretación creacionista literal de las escrituras,
los creacionistas de la Tierra joven a menudo rechazan las conclusiones de la
investigación,21 sus teorías científicas subyacentes22 o su metodología.23 Esta
tendencia ha llevado a una controversia política y teológica.12 Las
ramas pseudocientíficas del creacionismo incluyen la ciencia de la creación,24
la geología diluviana25, así como subconjuntos de la pseudoarqueología,2627
la pseudohistoria e incluso la pseudolingüística.28 Los creacionistas generalmente
rechazan el consenso científico sobre la evolución y el antepasado común,
la historia geológica de la Tierra, la formación del sistema Solar y el origen del
Universo.2930313233
La evolución teísta, también conocida como creacionismo evolutivo, es un intento
de reconciliar la religión con los hallazgos científicos sobre la edad de la Tierra y la
evolución. El término cubre una gama de posturas, como la del creacionismo de la
Tierra antigua
urante la Edad Media, y hasta la actualidad, el término «creacionismo» ha servido
en Teología para designar una de dos interpretaciones alternativas para el origen
del alma personal, que cada alma es objeto de un acto especial de creación por
el dios Yahvé (v. creacionismo en teología), siendo su alternativa
el traducianismo.36 El florecimiento de la filosofía fuera del amparo de la Iglesia,
desde el Renacimiento, condujo a un uso casual del término como opuesto
al monismo panteísta.37
El rápido éxito social de la teoría de Charles Darwin promovió la reacción no sólo
de algunos importantes teólogos, sino también por parte de científicos, los cuales
veían en el darwinismo un importante fundamento para el materialismo filosófico,
así como una puerta abierta a la refutación del argumento
teleológico y cosmológico para la existencia del dios Yahvé. El propio Darwin usó
en su correspondencia el término «creacionista» para referirse a sus opositores.38
Así aparece en ocho ocasiones en su correspondencia publicada, en misivas
dirigidas a Bates, Huxley, Bentham y Hooker.39
Durante mucho tiempo, época conocida como creacionismo clásico, el término no
fue usado de manera general para designar la oposición al evolucionismo
darwinista, que se designaba en otras formas. En 1929 el biólogo Harold W. Clark,
un adventista del Séptimo Día, describió como creacionista la obra de su maestro
George McCready Price en el título de un libro autopublicado.40 Durante algún
tiempo el término sirvió para describir tanto a los teístas evolucionistas (creyentes
a la vez en el dios creador y en la verdad del darwinismo) y a los fundamentalistas
bíblicos que, como los dos autores citados, defendían la literalidad bíblica desde
sus títulos universitarios en ciencias.38

Relación con el evolucionismo[editar]


Creacionismo clásico[editar]
Los creacionistas clásicos niegan la teoría de la evolución biológica y,
especialmente, lo que se refiere a la evolución humana, además de las
explicaciones científicas sobre el origen de la vida. Por esto rechazan todas las
pruebas científicas (fósiles, geológicas, genéticas, etc.). En el creacionismo clásico
de origen cristiano se hace una interpretación literal de la Biblia y se sostiene la
creación del mundo, los seres vivos y el cataclismo del Diluvio Universal tal como
está descrito en el Génesis, sin pretender concretar de manera científica el origen
de las especies.
Creacionismo contemporáneo[editar]
Creacionismo antievolución actual[editar]
A diferencia del creacionismo clásico, en el creacionismo más reciente se trata de
utilizar igualmente fundamentos de carácter no religioso a partir de
descubrimientos o conocimientos de disciplinas pertenecientes a las ciencias
naturales, que se tratan de presentar como si fueran pruebas científicas contra la
teoría de la evolución. Se habla así de creacionismo «científico», nombre que le
dan sus partidarios. Sin embargo, a diferencia de las ciencias naturales, en este
tipo de creacionismo no se sigue el método científico y no se producen
hipótesis falsables. Debido a estos hechos, el creacionismo científico no logra
reunir totalmente en ninguna de sus formas las características de una teoría
científica, y por ello la comunidad científica relacionada con el tema lo describe
sólo como una proposición pseudocientífica.
Por otra parte, este tipo de creacionismo contemporáneo trata de desdibujar la
distinción entre hecho evolutivo (parentesco y transformación de las especies a lo
largo del tiempo) y teoría de la evolución (síntesis evolutiva moderna o
«neodarwinismo»), englobándolo todo con el término «evolución»,
«evolucionismo» o «darwinismo», y descalificándolo como «una simple teoría»
(jugando con el doble significado de la palabra teoría en el habla común y en las
ciencias naturales).
Así intenta negar el hecho de que la teoría de la evolución es considerada una de
las más grandes y sólidas teorías científicas actuales, que describe un hecho
sobre el que no existen pruebas o evidencias científicas que lo refuten. 41
Diseño inteligente[editar]
Artículo principal: Diseño inteligente
Otra forma más sutil de este tipo de creacionismo es el diseño inteligente,
movimiento que no suele hacer explícita su motivación religiosa. Su principal
actividad consiste en negar en mayor o menor medida la validez e importancia de
las explicaciones evolutivas sobre el origen de las estructuras biológicas, para
concluir que es necesaria su creación por intervención directa de un ser
inteligente. El diseño inteligente es presentado por sus seguidores como una
alternativa al neodarwinismo pero, al no formular hipótesis contrastables, no
cumple los requisitos del método científico y es considerado una forma de
pseudociencia.4243
Creacionismo proevolución[editar]
Artículo principal: Evolución teísta
Artículo principal: Creacionismo evolutivo
Las formas de creacionismo nombradas anteriormente son consideradas formas
de «creacionismos antievolución» porque requieren la intervención directa de un
creador. Además de este tipo de creacionismo, existe el «creacionismo
proevolución» expresado en el creacionismo evolutivo y en una postura filosófica
llamada evolución teísta; el creacionismo proevolución cree en la existencia de un
creador y un propósito, pero sí acepta que los seres vivos se han formado a través
de un proceso de evolución natural. Esta forma de creacionismo no interfiere con
la práctica de la ciencia, ni es presentada como una alternativa al neodarwinismo,
sino como un complemento filosófico o religioso a la teoría de la evolución. 44

El creacionismo en los sistemas educativos[editar]


Al no basarse en evidencia científica falsable y comprobable, ninguna forma de
creacionismo está implementada prácticamente en el sistema educativo de ningún
país del mundo, con excepciones tales como las que sucedieron hasta fines
del 2005 en algunos estados de Estados Unidos, en los cuales existe una mayoría
protestante donde se trató de sustituir a la evolución en los libros de texto, siendo
actualmente un hecho prohibido por una sentencia judicial;45 o el creacionismo de
origen islámico, presente en algunos países con creencia mayoritaria en esta
religión.

Posición de la Iglesia católica ante el creacionismo[editar]


La Iglesia católica rechaza una interpretación literal de los primeros capítulos
del Génesis y, para su doctrina, cualquier propósito similar ignoraría el sentido de
la creación y del propio dios Yahvé, al que se presenta como fundamento y causa
última trascendente de la realidad.46 Al no entrar el magisterio de la Iglesia en
cuestiones científicas, tampoco se opone a la teoría de la evolución, siempre que
el creyente considere algunos aspectos básicos de su doctrina, como pueden ser
la causalidad divina, que el ser humano haya sido creado a imagen y semejanza
de Dios y que su alma ha sido creada por voluntad de Dios, diferenciándolo de los
otros seres vivos.47
Algunos autores defienden que la doctrina católica podría estar de acuerdo con un
creacionismo de tipo proevolución teísta,4849 ya que no interpreta el Génesis de
manera estrictamente literal, y no ve contradicción de la doctrina filosófica y
religiosa de la Creación, que explica el origen del universo a partir de la nada, con
la teoría de la evolución biológica.

Descripción hecha por el creacionismo cristiano[editar]


Creación de la Tierra joven[editar]
Artículo principal: Creacionismo de la Tierra Joven
Algunos creacionistas creen que la Tierra es joven, indicando que el planeta tiene
menos de 10.000 años, y generalmente creen que fue creada por el dios
Yahvé hace 6000 años, tal como lo describe el Calendario de Ussher-Lightfoot.
Así, las teorías científicas del universo y la astronomía no están incluidas en esa
ideología.
Esta visión es apoyada por múltiples iglesias protestantes en Estados Unidos. Se
estima en un 47% el número de estadounidenses que comparten esta opinión, y
casi el 10% de universidades cristianas imparten esta teoría en sus clases. 50 Las
organizaciones cristianas estadounidenses ICR (Institute for Creation Research:
instituto de investigación sobre la creación), en El Cajón (California), y la CRS
(Creation Research Society: sociedad de investigación sobre la creación), en Saint
Joseph (Misuri), promueven el «creacionismo de la Tierra joven». Otra
organización estadounidense con similares puntos de vista, AIG (Answers in
Genesis: Respuestas en el Génesis), ubicada en el área del Gran Cincinnati, ha
abierto el Creation Museum (museo de la creación) para hacer campaña en favor
del «creacionismo de la Tierra joven». Entre los católicos estadounidenses, el
Kolbe Center for the Study of Creation estaría en la misma órbita. 51
Como el creacionismo es una «ideología independiente», según esta ideología, la
Tierra es joven y no tiene más de 6000 años de antigüedad; esto a través del
cálculo y deducción mediante regresiones realizadas sobre las edades de los
personajes bíblicos mencionados en el Génesis y otras partes de la Biblia.
Dentro de este creacionismo existen tres formas:

 Creacionismo de la Tierra joven: rechaza absolutamente la evolución de las


especies y las teorías geológicas sobre la evolución de la Tierra en todas sus
formas; siendo la forma más común de creacionismo clásico.
 Creacionismo de la Tierra joven ambiguo: acepta en una Tierra joven la
evolución de todos los seres vivientes, excepto la evolución de los seres
humanos. Rechaza la teoría de la evolución de las especies de Darwin así
como el origen del hombre y el evolucionismo científico.
 Creacionismo de la Tierra joven de una evolución rápida: asegura que el dios
Yahvé dirigió un tipo de evolución singular de corto período hasta el sexto día
de la creación, en la que después se sumó a la creación o al nacimiento de las
primeras especies, a esa respuesta por el nombramiento joven.
Creación de la Tierra antigua[editar]
En oposición al creacionismo de la Tierra joven, otros creacionistas admiten que la
Tierra puede ser antigua, es decir, que podría tener millones o incluso miles de
millones de años. Existen diferentes tipos de creacionismo de la Tierra antigua:

 Creacionismo de la restitución: sostiene que la vida (con o sin cambios) fue


creada de inmediato en una Tierra antigua preexistente.
 Creacionismo del día-era: sostiene que la Tierra fue creada por el dios
Yahvé en seis días cósmicos, que serían mucho más largos que los días
terrestres (por ejemplo, cada día podría durar varios cientos de millones de
años).
 Creacionismo del diseño inteligente: sostiene que la Tierra fue creada tal como
lo explica la geología, pero describe la evolución de la Tierra y la vida a través
de la intervención directa de el dios Yahvé.
 Creacionismo de la evolución teísta y creacionismo evolutivo: sostiene el
proceso de formación del universo y los seres vivos como es descrito por la
ciencia (proevolución natural) pero postula que, además, existe un propósito y
un origen divino en ello; también sostiene la no incompatibilidad entre la
ciencia y la creencia en un dios creador.
La evolución y extinción de los animales y otros seres vivos[editar]
Dentro de la mayoría de las doctrinas mencionadas anteriormente, igualmente se
plantea que hace unos miles de años sucedió un cataclismo (diluvio universal), en
el que muchas especies animales desaparecieron al ascender el nivel del mar
varios cientos de metros. Sin embargo, al referirse los creacionistas a la evolución
y extinción de los animales y otros seres vivos, tampoco presentan un consenso
sobre estos temas. De esta forma se presentan las siguientes subclases de
ideologías creacionistas:

 Creacionismo que niega la evolución y extinción: sostiene que el dios


Yahvé no crearía grupos de seres que necesitaran cambios o adaptaciones
para lograr la supervivencia de sus descendientes, ni permitiría que seres
creados por Yahvé se extinguieran. Este creacionismo cree que todos los
grupos animales fueron salvados en el Arca de Noé. Para explicar
los fósiles que descartan sus creencias, un subgrupo cree que estos fósiles
son falsos, mientras otro subgrupo cree que todos los animales o
algún espécimen de cada grupo animal que se creen extintos, realmente no lo
están y vivirían en lugares aislados o desconocidos, realizando algunos grupos
incluso expediciones para encontrarlos.525354
Este tipo de creacionismo busca apoyo igualmente en pseudociencias, como en
la criptozoología popular.

 Creacionismo creyente en la extinción divina: cree sólo en el proceso de


extinción y no en la evolución, pero la extinción se produciría sólo por una
intervención y voluntad divina. Dentro de esta categoría resaltan los grupos
que creen que los dinosaurios y otros animales extintos antiguos, se
extinguieron durante el diluvio universal. Así, estos grupos creen que los
fósiles serían sólo evidencia de un suceso catastrófico de inundación
producido por el diluvio descrito en la Biblia, y rechazan las explicaciones
científicas de estos fósiles.
 Creacionismo creyente en la evolución y extinción divina: cree en estos
procesos, aunque ellos se producen por intervención y voluntad divina;
ejemplo de ello es la ideología del diseño inteligente.

Teoria del desarrollo embionario preformismo

Preformismo y epigénesis en la historia de la embriología

La embriología en la época del feudalismo

Después del fallecimiento de Claudio Galeno, se estancó el desarrollo de la


embriología en Europa occidental, porque con la caída del Imperio romano
occidental (siglo III n.e.) y el posterior establecimiento del feudalismo, la
concepción idealista creacionista predominante, constituyó la base del
preformismo, con la prohibición absoluta de la influencia del pensamiento filosófico
grecorromano, aunque se mantuvieron los fundamentos básicos del contenido de
la medicina, la anatomía y la fisiología galénica, transformada en concepción
creacionista;4,6,7 por el contrario, en el Oriente musulmán, lejos de la influencia
preformista, se mantuvo el desarrollo regular de las ciencias antiguas, gracias a
las traducciones de las obras de los filósofos y médicos griegos primero al árabe y
más tarde al latín, lo cual favoreció la divulgación de los conocimientos de
medicina, anatomía, fisiología y embriología, heredados de la antigüedad en el
mundo musulmán, que más tarde fueron trasladados a Europa occidental, con la
invasión de los árabes durante los siglos VII-VIII.4,5

La influencia árabe en la lucha entre el preformismo y la epigénesis en Europa

Los médicos Ibn-Sina o Avicena (980-1037), Constantino el Africano (Constantinus


Africanus en latín), de Salerno (1020-1087) e Ibn-al-Nafis, de Damasco (1210 o
1213-1288),5,6 constituyeron la revelación científica de su época en el oriente
musulmán y transmitieron al mediterráneo sus conocimientos de medicina,
anatomía y fisiología, libres de influencia preformista. Esto, asociado al
enriquecimiento del centro y norte de Italia entre los siglos XII y XIII, propiciado
fundamentalmente por las cruzadas y la ampliación del comercio con los pueblos
orientales, situó a Italia en la avanzada del desarrollo económico en Europa
Occidental y sentó las bases de su desarrollo científico-cultural, lo cual propició el
surgimiento de universidades en Padua (1222), Florencia (1321) y Génova
(1481),7,8 estimuladas por la aparición fortuita de un manuscrito enciclopédico en
una iglesia de Milán titulado De re medicin, que resumía la teoría y la práctica de
la medicina griega y romana desde la época antigua.6,7

Lo anterior facilitó el inicio del renacimiento en la medicina, la anatomía, la


fisiología, la embriología, la histología y otras ciencias que propiciaron
posteriormente durante los siglos XVI-XVII en el resto de Europa un período de
veneración cultural grecolatina, donde el método escolástico medieval de palabras
y signos en la enseñanza de la anatomía fue sustituido por el estudio objetivo del
cuerpo humano, con disecciones de cadáveres.6 Con ello se cimentaron las bases
de la anatomía científica, lo que propició, a su vez, el desarrollo definitivo de la
fisiología, la embriología y la histología como disciplinas científicas. Su precursor
fue Constantino el Africano, su iniciador Leonardo da Vinci, su fundador Andrés
Vesalio y la concluyó William Harvey.6

Constantino el Africano nació en Cartago, dominaba el latín, el árabe, el griego y


varias lenguas orientales, lo cual le permitió aportar al mundo occidental muchos
de los grandes conocimientos de medicina mediante sus trabajos de traducciones
al latín para reintroducir la medicina clásica griega en Europa. Escribió un tratado
titulado De humana natura y describió la composición y desarrollo secuencial de
los embriones en relación con los planetas, aspecto desconocido hasta entonces,
con lo que posteriormente influyó en el desarrollo racional de la embriología en la
escuela de medicina de Padua.2,3,6

La primera escuela de medicina del capitalismo fue la inaugurada en Padua, Italia,


en 1339,5 la cual contribuyó al desarrollo científico de la medicina en general, la
anatomía, la histología, la fisiología y la embriología modernas, con una
concepción filosófica naturalista sobre la estructura y las funciones del cuerpo, por
medio del perfeccionamiento de las técnicas de disección de cadáveres, la
introducción de lentes de observación y el empleo de métodos de investigación.
Sus representantes, en contraposición a la iglesia católica, reactivaron la vieja
hipótesis aristotélica de que todo animal se origina del huevo.3,6 De este modo
ayudaron a comprender, en un marco teórico convincente, el desarrollo
embrionario.

Leonardo da Vinci (1452-1519), genio más prominente de la época del


Renacimiento, brindó su aporte a la consolidación científica de la anatomía y la
embriología como disciplinas independientes y entre estos figuraron:3,6

- Propuso el método de estudio racional de la anatomía a través de la disección de


cadáveres humanos.

- Realizó las primeras descripciones con dibujos artísticos de fetos humanos


intraútero. En su cuadro El útero humano concibió una imagen de la placenta que
influyó posteriormente en Mateo Realdo Colombo (o Renaldus Columbus), quien
en el siglo XVI introdujo el término placenta (del latín torta circular).
- Introdujo el estudio de la embriología mediante los cambios cuantitativos, sobre
la base de mediciones del crecimiento prenatal.

- Demostró la existencia de 12 pares de costillas en los humanos, lo cual permitió


consolidar las bases del materialismo de la nueva filosofía naturalista naciente, en
su lucha contra el idealismo creacionista teleológico medieval. De este modo
refutó la teoría preformista acerca de la interpretación errónea del origen de Eva y
la creación divina del universo.6 Este fue su aporte trascendental a la teoría
epigenética.

Los aportes de Leonardo da Vinci fueron ampliados en Italia a través de la Escuela


de Padua, por Andrés Vesalio (1514-1565), médico anatomista nacido en Bélgica,
que se encuentra, a juicio del autor, entre sus más destacados seguidores, por sus
valiosos trabajos realizados con métodos de observación y disección de
cadáveres, que le proporcionaron la convicción científica de luchar contra el
idealismo en la anatomía; asimismo, en su obra cumbre De humana corporis
fabrica realizó estudios del cuerpo humano adulto y fetal, a la vez que corrigió
muchos de los errores de la anatomía galénica e inició el período metafísico de la
anatomía, que aportó múltiples descubrimientos descriptivos que violaron la
autoridad de la anatomía galénica imperante en la época, por lo cual sufrió
persecuciones y privaciones.5,6

Entre sus méritos en embriología está la descripción del ductus venoso, o sea, la
comunicación sanguínea que se establece entre la vena umbilical y la vena cava
inferior durante la vida fetal. Sus seguidores Mateo Realdo Colombo (1516-1559),
Gabriel Falopio (1523-1562), Bartolomé Eustaquio (1510-1574), Girolamo
Fabricius d' Acquapendente (1537-1619) y William Harvey (1578-1657),
continuaron desarrollando y ampliando sus descubrimientos. Así, en el siglo XVI,
se consolidaron las bases de la anatomía descriptiva y, durante el siglo XVII, se
estableció la nueva concepción científica en la medicina y la anatomía, la cual
favoreció el renacimiento de la anatomía, de la fisiología y dio gran impulso al
desarrollo de la embriología descriptiva, de modo que sentó los cimientos de la
embriología comparada. 6
Girolamo Fabricius d´Acquapendente (1537-1619), sucesor de Andrés Vesalio y
maestro de William Harvey, fue el primero en comparar el embrión humano con el
de los animales, para lo cual siguió los dibujos artísticos de fetos humanos
intraútero realizados por Leonardo Da Vinci. Su tratado de estudio embriológico,
titulado De gormato foetu,3,7 contiene descripciones sobre la observación directa
de embriones y fetos en diferentes estadios del desarrollo y continúa los trabajos
aristotélicos. Por otra parte, realizó estudios del desarrollo de embriones de pollo a
partir del huevo. En anatomía posee el mérito de haber descrito por primera vez,
en 1574, las válvulas venosas; 2,6,8 sin embargo, erróneamente pensaba que
cuando el espermatozoide penetraba en el útero, crecía el nuevo ser que se
encontraba incluido en este, desde el cual se desarrollaba el embrión. De esta
manera se manifestaba como preformista.

William Harvey (1578-1657), fue un eminente alumno y profesor de la Universidad


de Padua, médico, anatomista y fisiólogo, considerado el fundador de la
embriología en los tiempos modernos. Con la publicación de su libro De
generatione animalium en 1651, inició la revolución de la embriología descriptiva.
En este señala que solo con un simple lente realizó un estudio descriptivo y
comparativo del desarrollo en embriones de diferentes especies animales.1,7 Sus
aportes principales a la interpretación racional de la anatomía y la embriología
fueron los siguientes:

- Realizó las primeras presunciones teóricas de relacionar el disco embrionario


germinativo con el desarrollo del embrión y formuló la hipótesis de que "lo vivo en
su ontogénesis repite la filogénesis", por lo que está considerado entre los
primeros en establecer la ley de la biogénesis, formulada posteriormente en el
siglo XIX por Karl von Baer, Charles Darwin, Johanes Müller y Ernst Haeckel.1,5,6

- Formuló la tesis materialista de que todo lo animal se origina del huevo (omne
animal ex ovo) y refutó la teoría creacionista sostenida por la religión en su época.

- Describió la placenta y el cordón umbilical, así como también postuló su hipótesis


sobre las funciones del líquido amniótico en la prevención de los traumas fetales.
- Efectuó en 1628 una interpretación racionalmente científica sobre la circulación
de la sangre en el hombre y los animales y contribuyó a la comprensión de las
funciones de las válvulas venosas; evento que había sido descrito
anatómicamente por su maestro Girolamo Fabricius.6,8

De esta manera, Harvey realizó valiosos aportes a la teoría epigenetista del


desarrollo, con una argumentación materialista en la práctica para refutar a la
teoría idealista galénica de la circulación sanguínea.

Marcelo Malpighi, gracias a la utilización del microscopio, amplió la tesis de Willian


Harvey de que "todo lo vivo procede del huevo" y realizó importante contribución al
desarrollo de su obra embriológica, puesto que estudió, igualmente, plantas y
embriones de diferentes especies animales, incluyendo humanos, pero profundizó
en el estudio de los sistemas nervioso y circulatorio;4,8 no obstante, a pesar de su
erudición histológica que lo condujo a realizar las primeras descripciones
microscópicas de embriones en etapas tempranas del desarrollo, argumentó sus
observaciones desde el punto de vista de la teoría preformista.

La lucha entre el preformismo y la epigénesis durante los siglos XVII Y XVIII

Las concepciones relacionadas con el origen del embrión a partir de una célula, el
óvulo o el ovocito fecundado, suscitaron desde los tiempos remotos, la división de
los embriólogos en 2 escuelas, expresadas con los términos de preformación y
epigénesis, que durante los siglos XVII y XVIII fueron objeto de interminables
debates en relación con la búsqueda de una explicación científica del desarrollo
embrionario.

Anton van Leeuwenhoek (1632-1723) y su discípulo L. Hamm, descubridores del


microscopio, observaron por primera vez el espermatozoide humano en 1677, y
afirmaron erróneamente interpretar en su descripción morfológica, la existencia de
"un nuevo ser en miniatura" en su cabeza, al que llamaban homúnculo.8-10
Esta interpretación preformista, espermista y homunculista, a partir de entonces
exacerbó la disputa entre las concepciones preformistas espermistas y ovistas del
origen embrionario, ya que Regnier de Graaf (1641-1673), médico, anatomista y
embriólogo holandés, con sus descubrimientos microscópicos en los ovarios,
reforzó la teoría ovista del preformismo, al afirmar erróneamente la existencia de
un embrión preformado en el interior de cada folículo ovárico, con lo cual favoreció
las argumentaciones ovistas del preformismo.3,5

Los preformistas se dividieron entonces en 2 campos contrarios: los homunculistas


o espermistas, quienes afirmaban la existencia del homúnculo o embrión diminuto
preformado en la cabeza de los espermatozoides, que al ser depositado en el
tracto genital femenino era estimulado para su crecimiento en el huevo, y los
ovistas, que consideraban que el embrión en miniatura estaba contenido en el
huevo, o sea, en el óvulo, y que en alguna forma su crecimiento era producido por
la intervención del fluido seminal.10,11

Marcelo Malpighi (1628-1694) fue un eminente embriólogo italiano, anatomista,


histólogo y fundador de la histología. En 1672, como resultado de la interpretación
errónea de sus observaciones microscópicas con un simple lente en el estudio de
los primeros estadios del desarrollo del embrión del pollo, en huevos de gallinas
incubados, proporcionó descripciones fundamentales de su desarrollo
embrionario;1 sin embargo, fue exponente y defensor de la línea ovista del
preformismo. Con estas argumentaciones los preformistas ovistas llegaron al
punto de remate de sus doctrinas idealistas, llevadas en su forma más extrema en
el siglo XVIII, por la interpretación distorsionada de los nuevos descubrimientos, al
plantear las teorías del encajonamiento y la panspermia, cuyos principales
exponentes fueron los científicos suizos Albrecht von Haller (1708-1777) y Charles
Bonnet (1720-1793).1,7

Con referencia a lo anterior, ellos consideraban que cada embrión en miniatura


debe comprender, a su vez, la existencia de la siguiente generación;
argumentación empírica de ciertas doctrinas teológicas a través de la teleología,
como la que señala que en los ovarios de Eva se encontraban unos dentro de
otros los gérmenes de todas las generaciones futuras. Así, los defensores de esta
teoría llegaron a afirmar la existencia de 200 millones de generaciones
preformados en losovarios de Eva, lo que fue refutado contundentemente por
Lázaro Pudding Spallanzani (1729-1799), sacerdote y naturalista italiano, al
demostrar la importancia de los espermatozoides en la fecundación.4

Gaspar Federico Wolff (1733-1794), miembro de la Academia de Ciencias de San


Petersburgo, demostró las insuficiencias del preformismo y opuso a la teoría del
encajonamiento la teoría epigenetista del desarrollo, a través del crecimiento y la
diferenciación embrionaria.1,6,9,12

Con sus aportes creó la base metodológica de la teoría epigenética del desarrollo
y durante la defensa de su tesis sobre el desarrollo gradual de un organismo refutó
la teoría preformista, mediante transformaciones expuesta en 1759 en su libro
Teoría de las generaciones, donde por medio de estudios histológicos demostró la
formación de los diversos órganos de las plantas a partir de la flor y las partes
componentes de sus frutos y semillas. De esta manera llegó a la conclusión de
que no existen órganos preformados, ya que todos los componentes de una planta
se originan a partir de diminutos abultamientos, de estructuras muy simples que
componen un tejido indiferenciado, originado por burbujas, bolas, es decir celdas.
Con sus trabajos en botánica se adelantó al descubrimiento de la teoría
celular.8,13

En su refutación epigenetista al preformismo, Wolff descubrió que en la


organogénesis (proceso de formación y desarrollo de los órganos) del embrión de
pollo, el esbozo del intestino comienza durante su desarrollo por tener forma de
una lámina, que adopta posteriormente, primero la de una estría y después la de
un tubo. Como resultado de la complejidad de este tubo intestinal se desarrollan
posteriormente el hígado y otros órganos del aparato digestivo. Por otra parte, al
estudiar el desarrollo del sistema nervioso central describió que su esbozo era
inicialmente una lámina simple, a partir de la cual se fueron formando el conducto
nervioso y las vesículas cerebrales, esbozos, a su vez, de la futura médula espinal
y el encéfalo.5

De manera especial, Wolff posee el mérito de haber descrito por primera vez los
mesonefros y los conductos mesonéfricos (esbozos respectivamente de los
riñones embrionarios transitorios y de los conductos genitales del varón), los
cuales, en su reconocimiento, son denominados cuerpos y conductos de Wolff.13
Las tesis epigenetistas de Wolff se extienden a toda la naturaleza, pues abarcan
en primer lugar, la concatenación universal, al considerar que todos los cuerpos se
forman gradualmente bajo la influencia de leyes y procesos materiales, que
existen de manera objetiva, independientemente de la voluntad del hombre, en
refutación al punto de vista idealista de las interpretaciones ovistas preformistas de
los embriones descritos por Malpighi. Concluyó que las concepciones preformistas
eran puras fábulas, porque el desarrollo embrionario va siempre de lo simple a lo
complejo, mediante la formación e incorporación de nuevas partes que antes no
existían, con lo cual contribuyó al conocimiento del desarrollo individual de los
seres vivos, conocido como ontogénesis.7,12,13 Por esta razón es considerado
fundador de la epigénesis científica y uno de los iniciadores de la embriología
analítica experimental.

Embriología analítica experimental

La embriología analítica experimental es la etapa o período histórico del desarrollo


de la embriología, que surge con la revolución de las ciencias naturales con el
objetivo de estudiar desde posiciones epigenéticas los procesos morfogenéticos
del desarrollo. Sus premisas fueron dadas por los descubrimientos del
microscopio, la teoría celular, la estructura del disco embrionario, el desarrollo
prospectivo de la diferenciación de las hojas germinativas o embrionarias y la
teoría evolucionista de Charles Darwin, que sobre la base de los resultados
experimentales de Gaspar Federico Wolff, desde finales del siglo XVIII, impulsaron
el conocimiento y dominio de las técnicas biológicas experimentales, empleadas
para profundizar las investigaciones de los mecanismos causales que rigen el
desarrollo epigenético del embrión.

Los resultados de los trabajos experimentales de Lazzaro Pudding Spallanzani


(1775) sobre la inseminación artificial en perras y la demostración de que los
espermatozoides son los agentes fertilizantes que inician el desarrollo
prenatal,7,11,12 abrieron las perspectivas necesarias que facilitaron el ulterior
desarrollo exitoso de múltiples experimentos que contribuyeron al establecimiento
de la base científico-metodológica de la teoría epigenética en su refutación al
preformismo.

Heinrich Christian Pander (1794-1865), biólogo ruso de formación alemana,


epigenetista consagrado, considerado el Padre de la embriología moderna,
durante la discusión de su tesis doctoral en 1817 asestó un duro golpe a la teoría
preformista, al describir y demostrar por primera vez la existencia de las 3 hojas
germinativas o embrionarias (ectodermo, mesodermo y endodermo) a las que
nombró en su conjunto blastodermo.3,4,10 A partir de estas se desarrolla el
embrión de pollo, aunque la interpretación certera de la significación prospectiva
de las hojas germinativas o embrionarias para el desarrollo embriológico, solo
pudo ser revelada cuando Mathias Jakob Schleiden y Theodor Schwann
formularon la teoría celular en 1839.

Karl Ernst Von Baer (1792-1876), biólogo alemán, crítico del darwinismo,
considerado el fundador o verdadero padre de la embriología moderna,
influenciado por Wolff y Pander, refutó el preformismo con sus aportes
experimentales que le permitieron formular en 1828 la ley de la semejanza
embrionaria, reconocida posteriormente como ley embrional de Baer. Según esta,
en el desarrollo embrionario, la ontogénesis (estudio del desarrollo individual de un
organismo aislado) de los animales superiores, repite la filogénesis (estudio del
desarrollo comparado de las especies) de los animales inferiores. Entonces
considera que en el embrión aparecen inicialmente los caracteres generales del
tipo, luego los de la clase, del género, la especie y, por último, los de la
embriología individual.11-13

Sus seguidores (Charles Darwin, Fabiola Müller y Ernst Haeckel) la completaron


en el siglo XIX y la erigieron como ley biogenética fundamental de la embriología,
de gran utilidad en el estudio de la organogénesis. Así, por ejemplo, explica que
en el desarrollo del sistema excretor urinario de los mamíferos se repite la
filogénesis a través del desarrollo de los pronefros, mesonefros (riñones
embrionarios transitorios) y los metanefros o riñones definitivos.3,5,9

Por su parte, Karl Ernst Von Baer, en su obra Historia del desarrollo de los
animales, editada en 1828, aportó a la teoría epigenética del desarrollo la
descripción histológica del ovocito (óvulo) en el interior de folículos ováricos de
Graaf en una perra y, de esta manera, aportó nuevos conocimientos al estudio de
la fertilización, que finalmente relacionó con sus estudios de blastocistos
implantados en el útero de conejas. En fin, siguió el desarrollo de mamíferos que
contribuyeron a la generalización del origen de los tejidos y órganos derivados de
las hojas germinativas o embrionarias y ofreció así las argumentaciones científicas
epigenetistas más completas de la era moderna sobre la reproducción en
mamíferos.12-14

Wilhem Roux (1850-1924), zoólogo y embriólogo alemán, considerado el fundador


de la embriología analítica experimental, a fines del siglo XIX y principios del XX
introdujo el método causal analítico con la concepción materialista mecanicista en
sus experimentos en Alemania y logró su divulgación en el resto de
Europa.5,14,15

Realizó estudios experimentales con el sacrificio de una de las 2 blastómeras,


para lo cual las pinchó con una aguja caliente, en el estadio biblastomeral del
período inicial del cigoto de las ranas y obtuvo medio embrión; entonces el
blastómero opuesto al sacrificio conllevaba un desarrollo deficiente.

Roux concluyó su teoría en mosaico sobre el desarrollo predeterminado del


embrión; variante preformista que fue refutada por los trabajos experimentales
realizados por Erich Heckel con otras técnicas de aislamiento de blastómeros en
cigoto de sifonóforos; por Hans Driesch, con erizos de mar; por Oscar Hertwig y
Hans Spemann con cigoto de tritón, con el empleo del lazo de un pelo y por F.
Seidel, con cigotos de conejos mediante transferencia embrionaria
intrauterina.10,14,15

En todos los casos, todos ellos lograron el desarrollo de un embrión completo, ya


que durante la segmentación los blastómeros aislados son capaces de
autodiferenciarse. Tales contribuciones experimentales favorecieron el desarrollo
de la teoría epigenetista en la embriología contemporánea, aunque Roux se halla
alineado con la teoría del neopreformismo, con sus hipótesis sobre el desarrollo de
los organismos en mosaico y el preformismo genético, con lo cual en la primera
mitad del siglo XX, cobraba fuerza en biología el preformismo, a partir del
determinismo genético, con los conceptos de gen y rasgos y las correlaciones
matemáticas establecidas entre los cromosomas de las células sexuales y la
transmisión de caracteres en el organismo adulto.10,14,15

El neopreformismo hasta la primera mitad del siglo XX argumentaba que el


fenotipo estaba preformado en el genotipo, lo cual fue superado con los estudios
experimentales sobre la influencia del medio exterior en el desarrollo embrionario,
gracias al progreso de la bioquímica, la biología molecular, el descubrimiento de la
función de los ácidos nucleicos en la biosíntesis de proteínas y el desarrollo de la
epigenética.16

Conrad Hall Waddington, embriólogo y paleóntologo escocés, refutó en 1942 al


neopreformismo, al demostrar que la herencia es más que la suma de genes;
asimismo, profundizó en el término epigenética y argumentó el estudio de las
interacciones entre el genotipo y el fenotipo en plantas, animales y seres
humanos,16 sobre la base del análisis de cambios heredables en la estructura y
organización de ADN genético, producidos por patrones de metilación, capaces de
modular la influencia de la expresión del fenotipo del material genético, mediante
factores ambientales sin afectar la secuencia de los genes.17,18

De esta manera se refuta el determinismo genético, ya que la realización de los


caracteres hereditarios del genotipo depende de la interacción de diferentes
factores hereditarios y de las condiciones del medio para su expresión, lo que ha
facilitado durante los últimos años el establecimiento de sustanciales avances en
las investigaciones de los procesos epigenéticos de las células madre, con la
finalidad de explotar sus características conductales y morfofisiopatológicas en la
medicina regenerativa y terapia celular. Es uno de los campos más prometedores
en la futura aplicación clinicoterapéutica en pacientes con diabetes mellitus, en el
control de la neurogénesis en las enfermedades de Alzheimer, demencia senil,
Parkinson, la regeneración de los cardiomiocitos en el infarto del miocardio y los
trasplantes de médula ósea en graves afecciones hematológicas benignas y/o
malignas.18-20

El Dr. C. Porfirio Hernández Ramírez, vicedirector de investigaciones del Instituto


de Hematología e Inmunología en entrevista concedida para el periódico Granma,
20 informó que estos avanzados procederes científicos son aplicados desde el
2004 en 14 de las 15 provincias de Cuba y ya son más de 8 295 los pacientes
tratados con células madre tanto en angiología como en ortopedia y traumatología.

Las teorías embriológicas

La pregunta que plantean las teorías embriológicas es cuál es la naturaleza del


desarrollo embrionario. Desde la Antigüedad clásica esa cuestión ha tenido dos
respuestas: la epigénesis y el preformacionismo.

La epigénesis identifica el desarrollo embrionario con un proceso de configuración


y concede prioridad a la fuerza configuradora, mientras que el preformacionismo lo
reduce a un crecimiento y situa la forma en primer plano. A lo largo de la historia
se han ido alternando las dos posturas, lo que ha estado condicionado por:

-las técnicas de investigación

-las teorías relativas a la biogénesis

-a los presupuestos ideológicos

Una de las influencias ha sido el enfrentamiento entre el mecanicismo, que reduce


los seres vivos a máquinas físico-químicas complejas, y el vitalismo, que asegura
que la peculiaridad reside en fuerzas o principios vitales cualitativamente distintos.

En otro tema anterior vimos que Aristóteles realizó estudios embriológicos


utilizando embriones de pollo. Desde el punto de vista teórico defendió la
epigénesis. Como vimos, los griegos concibieron la physis o naturaleza como el
principio generador y configurador de todos los cambios de la realidad, lo que no
contradecía las ideas de Aristóteles. La epigénesis era coherente asimismo con la
teoría de la generación espontánea.

Con apenas variantes la epigénesis se mantuvo vigente hasta la segunda mitad


del siglo XVII. El descubrimiento de los espermatozoides, de los folículos ováricos
y la descripción del embrión de pollo en sus primeras horas por Malpighi, por un
lado, y la demostración de que no existía la generación espontánea de seres vivos
inferiores macroscópicos a partir de una sustancia orgánica en descomposición,
por otro lado, hiceron cambiar las cosas. También influyó el entonces vigente
mecanicismo, que no permitía recurrir a principios o fuerzas de caracter metafísico
para explicar la configuración del embrión.

Se impuso el preformacionismo en su doble versión: el animaculismo, que


defendía que el embrión estaba preformado en el espermatozoide, y el ovismo,
que defendía que el embrión estaba preformado en el folículo ovárico. El ovismo,
que formuló Malpighi, tuvo vigencia en el siglo XVIII frente al animaculismo que
quedó desprestigiado por especulaciones.

A mediados del siglo XVIII volvió a primer plano la epigénesis, favorecida por
nuevas observaciones embriológicas que se interpretaron desde el vitalismo
(recurso a fuerzas esenciales para explicar la configuración del embrión).

La fecundación, es el proceso por el cual dos gametos (masculino y femenino) se


fusionan durante la reproducción sexual para crear un nuevo individuo con un
genoma derivado de ambos progenitores. Los dos fines principales de la
fecundación son la combinación de genes derivados de ambos progenitores y la
generación de un nuevo individuo.

En el caso de las plantas con semilla, se debe diferenciar el fenómeno de la


fecundación propiamente dicho (unión íntima de dos células sexuales hasta
confundirse sus núcleos respectivos y, en mayor o menor grado, sus
citoplasmas),1 del proceso biológico que lo antecede: la polinización, en el que los
granos de polen, desarrollados en las tecas que contiene cada antera de un
estambre (hoja Reproductora masculina), son transportados por el viento o los
insectos a los estigmas, donde germinan emitiendo un tubo polínico que crece
hacia el ovario. En este caso no se trata de gametos, sino de esporas, pues cada
grano de polen contiene dos gametos o células reproductoras masculinas, que son
transportadas a una hoja reproductora femenina (carpelo) de otra flor (polinización
cruzada) o de la misma flor (Autopolinización).

Proceso

Los detalles de la fecundación son tan diversos como las especies; sin embargo,
existen cuatro eventos que son constantes en todas ellas:
El primer contacto y reconocimiento entre el óvulo y el espermatozoide, que en la
mayor parte de los casos es de gran importancia para asegurar que los gametos
sean de la misma especie.

La regulación de la interacción entre el espermatozoide y el gameto femenino.


Solamente un gameto masculino debe fecundar un gameto femenino. Esto puede
lograrse permitiendo que sólo un espermatozoide entre en el óvulo, lo que
impedirá el ingreso de otros.

La fusión del material genético proveniente de ambos gametos.

La formación del cigoto y el inicio de su desarrollo.

Modalidades

Según las similitudes y diferencias entre los gametos

Fecundación isogámica: Unión de dos gametos idénticos en tamaño y estructura.


Ocurre solamente en algunos grupos como los protozoos.

Fecundación anisogámica: Unión de dos gametos distintos, tanto en tamaño como


en estructura, uno masculino y otro femenino. Ocurre en la mayor parte de los
grupos.

Fecundación oogámica: gametos muy distintos: el femenino es grande e inmóvil y


aporta todas las reservas nutritivas al cigoto, mientras que el masculino es
pequeño y móvil.

Según los individuos participantes

Fecundación cruzada: fecundación en la que cada gameto procede de un


individuo distinto. En algún raro caso, dos individuos se fecundan mutuamente,
como ocurre en los caracoles terrestres (o. Pulmonata).

Autofecundación: cuando los dos gametos proceden del mismo individuo. En las
plantas angiospermas, cuyas flores suelen ser hermafrodita, es frecuente la
autofecundación, casi siempre combinada con la fecundación cruzada. En algunas
especies coexisten con las normales ciertas flores especiales que no se abren, y
se produce la fecundación dentro del capullo (cleistogamia).

Fecundación interna: los espermatozoides llamados introespermatozoide, es un


tipo de espermatozoide avanzado (su morfología es de una cabeza que contiene
al núcleo y al acrosoma, un cuello donde están los centríolos, la pieza media que
es el flagelo rodeado de vainas mitocondriales, y finalmente la pieza terminal que
es la continuación del flagelo pero rodeado de vainas fibrosas), estos pasan al
cuerpo de la hembra inyectados por órganos copuladores en el curso de un
acoplamiento, o bien son tomados por la hembra en forma de un espermatóforo
liberado previamente por el macho. Es cuando la unión de los dos gametos o
células sexuales (espermatozoide y óvulo) se realiza dentro del cuerpo de la
madre en el útero o matriz, de acuerdo a ello los animales se clasifican en:

Ovíparos: fecundación interna y desarrollo embrionario externo dentro de un


huevo provisto de nutrientes y cáscara calcárea, por ej., los Monotremas
(ornitorrinco, equidnas), muchas especies de invertebrados, reptiles y aves.

Ovovivíparos: fecundación interna y desarrollo embrionario incompleto, abandonan


el cuerpo de la madre cuando aún son fetos para completar su desarrollo fuera del
cuerpo materno, por ej., los Marsupiales (comadrejas, zarigüeyas, canguros). El
marsupio (bolsa membranosa) contiene las glándulas mamarias para la
alimentación de las crías.

Vivíparos: fecundación interna y desarrollo embrionario interno, por ej., los


Euterios o mamíferos.

Fecundación externa: propia de los animales acuáticos, existen dos tipos de


espermatozoides para la fecundación externa: el acuaespermatozoide que es
aquel emitido libremente por el organismo al medio acuático donde vive y que
fecunda huevos también libres, y el espermatozoide endoacuático, que también es
emitido al medio acuático pero es dirigido por las corrientes inhalantes o de
alimentación de la hembra, para fecundar los huevos emitidos por esta y que se
mantienen para su incubación fuera del tracto genital. Estos espermatozoides son
de tipo primitivo (su morfología se basa en un acrosoma en forma de capuchón, un
núcleo subesférico, un número pequeño de mitocondrias específicas con crestas
mitocondiales y una cola o flagelo cuya organización es en microtúbulos en 9
pares externos y 1 interno que es originado por un centríolo distal). Es llevada a
cabo por casi todos los invertebrados marinos y las siguientes especies:

Peces: en la reproducción, los óvulos son abandonados por la hembra en el agua


al azar y son inmediatamente fecundados por el macho. La fecundación es
externa porque ocurre en el agua. Los huevos quedan flotando en el agua,
algunos caen y se fijan en el fondo, pero la mayoría sirven de alimento a otros
peces. Hay algunas especies de peces, como los tiburones y los peces martillo,
que tienen fecundación interna, es decir, que se realiza dentro del cuerpo de la
hembra.

Anfibios: son ovíparos y efectúan una fecundación externa. Los machos abrazan a
las hembras y éstas al pasar uno o dos días, sueltan los óvulos en el agua. Luego
el macho deposita sus espermatozoides sobre los óvulos para lograr la
fecundación y el posterior desarrollo de los mismos. Los huevos son blandos y sin
cáscara, como éstos se secan rápidamente, los depositan en el agua o en sitios
húmedos. Las crías no se parecen a sus padres, tienen aspecto de pececillos y
respiran como los peces. Cambian de forma, es decir, sufren metamorfosis. Pasan
de un estado de renacuajo, donde no tienen patas, a la forma adulta adquiriendo
las cuatro patas.

Reconocimiento entre los gametos masculino y femenino

Diagrama que muestra los pasos de una reacción acrosómica como ocurre en los
erizos de Mar.

Se producen los siguientes pasos:

Quimio-atracción desde el gameto femenino hacia el masculino, por medio de la


secreción de moléculas solubles que atraen al espermatozoide. En un gran
número de especies los espermatozoides son atraídos hacia el gameto femenino,
a través de la secreción de una sustancia química por parte de este último.

Exocitosis de la vesícula acrosómica del gameto masculino de modo que se


puedan liberar las enzimas contenidas en esta vesícula.

Unión del gameto masculino a la capa extracelular que recubre el óvulo. El


espermatozoide se une primero al gameto femenino, ocurriendo después la
liberación del contenido de la vesícula acrosómica.

Paso del espermatozoide a través de la matriz extracelular (membrana vitelina en


el erizo de mar; zona pelúcida en mamíferos) que recubre al óvulo.

Fusión de las membranas celulares del gameto femenino y masculino.

¿Qué es el desarrollo embrionario?

El desarrollo embrionario es el periodo que se produce entre la fecundación y el


parto. Dura normalmente nueve meses, y en cada uno de los trimestres en los que
se divide se desarrollan diferentes partes del cuerpo.

Primer trimestre
Se considera la tercera semana de embarazo como la primera efectiva, pues en
las dos primeras semanas se produce la ovulación y desprendimiento
del óvulo que será fecundado. Esta fecundación tiene lugar ya en la tercera
semana: el óvulo y el espermatozoide se unen formando el cigoto mientras bajan a
través de una de las trompas de Falopio.

El cigoto continúa dividiéndose formando las nuevas células, a las que pronto les
aparecerá un recubrimiento, denominando a todo el conjunto como blastocisto. La
división de células continúa ocurriendo mientras tanto, hasta que en un cierto
punto del desarrollo este blastocito se transforma en embrión.

En la cuarta semana, el embrión, que ya mide cerca de cinco milímetros, se


introduce en la pared uterina y comienza a nutrirse a través de esta. En la quinta
semana ya comienza a desarrollar los principales sistemas del embrión como el
cerebro, la médula espinal, el corazón o el tracto gastrointestinal.

Las células comienzan a adquirir funciones específicas durante esta semana, y


entre las que se desarrollan se pueden encontrar las células sanguíneas, las del
riñón y las neuronas. Esta quinta semana es una de las que cuenta con mayores
riesgos para el correcto desarrollo del bebé, pues hay un riesgo mayor de que se
puedan producir anomalías genéticas por la ingesta de medicamentos, alcohol,
drogas o por infecciones como la rubeola.

Durante la sexta y séptima semana se continúan desarrollando rasgos que


permiten identificar partes del embrión como los ojos, los oídos o el corazón, así
como las manos y los pies durante la octava semana. El cerebro del embrión
también continúa su desarrollo y se forma el tejido de los distintos huesos. En
la novena semana también se pueden empezar a ver los brazos, los codos, y
comienzan a crecer sus órganos esenciales.

A partir de la décima semana ya no se considera embrión, sino feto. El feto ya


mide cerca de 7 centímetros. Durante esta semana también se comienzan a ver
los párpados, las orejas y la cara, y la placenta comienza a nutrir al feto a través
del cordón umbilical.

Segundo trimestre

Al principio de este trimestre lo más apreciable del feto es su cabeza, que ocupa
cerca de la mitad de su tamaño total. Se continúan desarrollando durante estas
semanas aspectos como las uñas o los genitales, y la cara ya está formada. Los
párpados cierran los ojos del bebé, y hasta la 28 semana permanecerán así.

El feto empieza a hacer sus primeros movimientos entre las semanas 15 y 18. A
estas alturas, el feto ya tiene una medida cercana a los 18 centímetros y pesa
cerca de 200 gramos. Los huesos se vuelven más duros y comienza a aparecer el
primer pelo, denominado lanugo. Entre las semanas 19 y 21 el bebé comienza a
oír, y además se mueve de forma más activa, de modo que la madre puede llegar
a sentir sus movimientos.

En la semana 22 el lanugo ya se ha extendido a todo el cuerpo del feto,


apareciendo también las cejas y las pestañas. El bebé también hace su primera
deposición, llamada meconio, la cual expulsa por el tracto intestinal. El movimiento
también sigue siendo activo, desarrollando ahora los músculos y pudiendo
escuchar los latidos de su corazón.

Al final de esta etapa, se desarrollan las vías respiratorias del bebé y la médula
ósea comienza a producir células sanguíneas. El feto también comienza a
almacenar grasa.

Tercer trimestre

El bebé comienza a terminar de desarrollar diferentes partes de su cuerpo: todo lo


relacionado con los ojos y las huellas de los pies ya son bien perceptibles. Los
pulmones también alcanzan un alto grado de funcionamiento, aunque no el
necesario para sobrevivir fuera del útero. El feto además es capaz de oír ruidos
fuertes del exterior.

Entre las semanas 27 y 30 el bebé vuelve a abrir los párpados, y el sistema


nervioso se desarrolla mucho, sobre todo en el cerebro y para las órdenes de
diferentes funciones del cuerpo. El sistema respiratorio comienza a producir
agente tensioactivo, que hace que los alveolos puedan llenarse de aire cuando
nazca. El tamaño del feto para la semana 28 ya ocupa la mayor parte del útero, y
se suele posicionar de forma invertida, de forma que tenga más facilidad para
mover las rodillas y los pies.

A partir de la semana 31 el bebé comienza a retener hierro, calcio y fósforo en su


organismo, lo que impulsa aún más el desarrollo del cuerpo. Los huesos ya están
completamente formados, aunque aún blandos. El sistema respiratorio también
continúa su desarrollo, pero los pulmones aún no son lo suficientemente maduros.

Para la semana 35 el bebé ya pesa cerca de 2,5 kilos, y su corazón y vasos


sanguíneos ya se han formado por completo, como también lo están los músculos
y los huesos. El bebé además adquiere patrones de sueño.

En las últimas semanas, entre la 38 y la 40, desaparece el lanugo excepto de


hombros y brazos, siendo el cabello desarrollado en la cabeza además más
grueso y resistente. Aparecen también los brotes mamarios.

A partir de la semana 40 se considera que el embrión está desarrollado por


completo y listo para nacer, variando la fecha en que ocurre.
Un embrión en la semana ocho de gestación.

Epibolia

Epibolia
Artículo principal: Gastrulación
La epibolia es un proceso del desarrollo embrionario. Es uno de los procesos que
conduce a la formación de la gástrula durante la gastrulación. En la epibolia,
los micrómeros, o pequeños blastómeros, se multiplican rápidamente, y se sitúan
rodeando a los macrómeros, o blastómeros grandes, formándose así
el ectodermo y el endodermo.
La gastrulación por epibolia ocurre normalmente cuando el huevo presenta una
cantidad moderada de vitelo situado en el polo vegetativo, y
la segmentación produce grandes macrómeros vitelinos. En este caso,
el blastocele es más o menos virtual (estereoblástula).

Desarrollo de los pulmones

Durante las primeras etapas del desarrollo del sistema respiratorio presenta una
amplia comunicación con el sistema digestivo. Al realizarse el plegamiento céfalo
caudal y el plegamiento lateral del embrión, una porción de la cavidad del saco
vitelino recubierta por endodermo quedará incorporada en el embrión para formar
el intestino primitivo. 1

El intestino primitivo forma un tubo ciego a lo largo de todo el embrión, este tubo
se encuentra entonces tanto en la región caudal como la región cefálica del
embrión. Este tubo ciego de intestino primitivo está conformado por tres porciones
según la región en la cual se ubique cada una, el intestino medio, intestino anterior
cefálicamente e intestino posterior caudalmente. Sin embargo, con respecto a su
desarrollo, el intestino primitivo se divide en cuatro secciones o segmentos en
lugar de tres. Intestino faríngeo o faringe, el cual tiene especial importancia en el
desarrollo de la cabeza y el cuello, un intestino anterior, que se encuentra en
relación con el tubo faríngeo, además de un Intestino medio y un por último
intestino posterior. 4

Con respecto al desarrollo pulmonar se tiene que en el embrión de


aproximadamente 4 semanas, se forma una evaginación de la pared ventral del
intestino anterior, la cual se denomina como divertículo respiratorio o esbozo
pulmonar. Al mismo tiempo que se diferencia el aparato respiratorio se van
constituyendo los vasos correspondientes para el sistema circulaciónventilación
que se utiliza en la vida extrauterina. 4
Vaso sanguíneo

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Vaso sanguíneo

Thoracic aorta.jpg

Vasos sanguíneos del corazón.

Latín [TA]: vas sanguineum

TA A12.0.00.001

Enlaces externos

FMA 63183

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Esquema de venas, arterias y capilares sanguíneos.

Un vaso sanguíneo es una estructura hueca y tubular que conduce la sangre


impulsada por la acción del corazón, cuya función principal es transportar
nutrientes, oxígeno y desechos del cuerpo. Se clasifican en arterias, arteriolas,
venas, vénulas y capilares. Los vasos sanguíneos forman parte del aparato
circulatorio.

Tipos de vasos sanguíneos

Los vasos sanguíneos se clasifican en cinco grupos, de los cuales tres son los
principales:

Las arterias: son las encargadas de llevar la sangre desde el corazón a los
órganos, transportando el oxígeno (excepto en las arterias pulmonares, donde
transporta sangre con dióxido de carbono) y los nutrientes. Esta sangre se
denomina arterial u oxigenada en la circulación mayor. Las arterias tienen las
paredes gruesas y ligeramente elásticas, pues soportan mucha presión. Los
músculos de sus paredes, que son del tipo músculo liso (dependientes del sistema
nervioso autónomo), les permiten contraerse y dilatarse para controlar la presión
arterial y cantidad de sangre que llega a los órganos. Transportan sangre
oxigenada.
Las arteriolas son el resultado de las ramificaciones de las arterias, estas
conducen la sangre a los capilares. Sus paredes están formadas por músculo liso.
Son las que oponen mayor resistencia al flujo sanguíneo, esta constricción sirve
para reducir la presión de la sangre al entrar en los capilares.

Los capilares: Vasos de paredes muy finas, que comunican las arteriolas con las
vénulas. Se caracterizan por el intercambio de oxígeno y sustancias nutritivas en
los tejidos. Los productos de desecho y dióxido de carbono regresan de los tejidos
a las vénulas. Son los que se encuentran en mayor cantidad en los tejidos activos.

Las vénulas son las que recogen la sangre de los capilares. Cuando las vénulas
se van uniendo van formando las venas. Poseen las mismas capas que las venas:
la túnica externa o adventicia, la capa media y la íntima o endotelio.

Las venas: llevan la sangre desde los órganos y los tejidos hasta el corazón,
excepto en las venas que conforman la vena porta que se dirige primero al hígado,
y desde este a los pulmones, donde se intercambia el dióxido de carbono (CO2)
con el oxígeno del aire inspirado, (excepto, también en las venas pulmonares,
donde se transporta sangre oxigenada). Esta sangre se llama venosa y es de color
más oscuro. Poseen válvulas unidireccionales que impiden el retroceso de la
sangre. Las venas de la circulación general traen sangre de todas las regiones del
cuerpo al atrio derecho del corazón. Incluyen las venas que se vacían en el
corazón, las que van a la vena cava superior y a la vena cava inferior. Transportan
la sangre desoxigenada.

Dirección sanguínea

Corazón → Arterias → Arteriolas→ Capilares → Vénulas → Venas → Corazón.

Estructura

La estructura del sistema cardiovascular es repetitivo y consiste en la disposición


concéntrica de tres capas de diferentes variedades de los cuatro tejidos básicos,
que son las siguientes:

Túnica íntima: es la capa interna, formada por un endotelio, su lámina basal y


tejido conectivo subendotelial laxo. Está encargada del contacto con el medio
interno.

Túnica media: es una capa formada por capas concéntricas de células musculares
lisas entre las cuales se interponen cantidades variables de elastina, fibras
reticulares y proteoglucanos, que en las arterias está bastante más desarrollada
que en las venas, y que prácticamente no existe en los capilares.
Túnica adventicia: es la capa más externa, con fibras de colágeno y fibras
elásticas. Varía de espesor desde relativamente fino en la mayor parte del sistema
arterial hasta bastante grueso en las vénulas y venas, donde representa el
principal componente de la pared del vaso. Por la túnica adventicia circulan los
propios vasos sanguíneos, llamados vasa vasorum que irrigan a los vasos
sanguíneos de gran calibre como la arteria aorta.

Estructura de la pared de los vasos del aparato circulatorio

Las arterias son los vasos que tienen la pared más gruesa, formada por tres
capas: una interior o íntima, formada por el tejido denominado endotelio, una
intermedia, con muchas células de músculo liso y fibras elásticas, y una exterior o
adventicia, con fibras de colágeno y elástica. La arteria más grande del organismo,
la arteria aorta, puede llegar a medir hasta 25 mm de anchura en una persona
adulta, y esa pared le permite resistir las presiones que genera cada latido del
corazón.

Las venas tienen en sus paredes las mismas capas que las arterias, pero mucho
más finas, sobre todo la capa muscular, ya que debe llevar la sangre que vuelve al
corazón a una presión más baja. A lo largo de su recorrido, sobre todo en las
extremidades inferiores, tienen válvulas que impiden el retroceso de la sangre. Las
dos venas más grandes del organismo son las venas cavas, la superior,
procedente de la cabeza y la parte superior del cuerpo, y la inferior, procedente de
la parte inferior del cuerpo. Pueden llegar a medir hasta 25 mm de anchura,
aunque con unas paredes mucho más finas que las de la arteria aorta.

Los vasos capilares son los más finos y su pared está formada solo por una capa
de células endoteliales. Los capilares comunican las ramificaciones terminales de
las arterias, denominadas arteriolas, con las primeras ramificaciones que darán
lugar a las venas, llamadas vénulas. El diámetro de los capilares permite justo el
paso de las células sanguíneas alineadas.

Los vasos linfáticos se originan en los capilares linfáticos, situados en los mismos
territorios que los capilares sanguíneos, luego se van agrupando para formar
vasos más gruesos, que tienen paredes ricas en tejido conectivo y válvulas en su
interior para evitar el reflujo del líquido linfático y, por último, se reúnen en dos
grandes conductos denominados troncos linfáticos, que son el canal torácico y la
gran vena torácica. En el trayecto de los vasos linfáticos existen con frecuencia
abultamientos que reciben el nombre de ganglios linfáticos.

La ramificación de los vasos sanguíneos es aorta-arteria-arteriola-capilares-


vénula-venas-vena cava y repitiendo la circulación sistemática.
¿Qué es el endodermo?

El endodermo hace referencia al estrato de tejido más interno de las tres capas
que se desarrollan durante el crecimiento embrionario de los animales. Estos
estratos conocidos como capas germinativas son el ectodermo, que es la capa
más externa y el mesodermo o capa media.

No obstante, es necesario especificar que no todas las especies poseen estas tres
capas germinativas. Según cada grupo animal, las células embrionarias pueden
derivar en dos o tres capas, formando seres diblásticos y triblásticos
respectivamente. Aún así, todos poseen la capa del endodermo, la cual se
encuentra debajo de el resto.

En el caso del endodermo, este aparece alrededor de la tercera semana de


gestación, siendo considerada como una de las capas más antiguas dentro del
proceso de diferenciación embrionario. Además, es a partir de este estrato de
células de donde nacen muchos órganos vitales para la supervivencia del ser vivo
adulto.

A partir de este estrato germina, se formaran la gran parte de los órganos internos
más importantes. Algunos de ellos son los alveolos que encuentran albergados en
los pulmones, la totalidad del aparato digestivo así como sus glándulas secretoras,
los epitelios de algunas glándulas como el tiroides o el timo, y finalmente algunas
partes de los riñones, la vejiga y la uretra.

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¿Cómo se desarrolla?

Durante los inicios del desarrollo embrionario, el embrión está formado por una
sola capa de células. A continuación, este se pliega sobre sí mismo en un proceso
llamado gastrulación, gracias al cual nacen las primeras capas celulares. La
primera de estas capas en aparecer es la del endodermo.
Alrededor de la segunda semana de gestación, un grupo de organismos celulares
migratorios se deslizan hasta las células del hipoblasto, una masa interna formada
por células cúbicas, y se convierte en la capa endodérmica final.

La siguiente fase dentro de la evolución del embrión es la llamada organogénesis.


Esta es la encarga de producir los correspondientes cambios en las capas
embrionarias y dar paso a la formación de los órganos y tejidos convenientes.

Tal y como se señala anteriormente, en el caso del endodermo, este dará lugar a
diferentes órganos del sistema digestivo y respiratorio, así como a la envoltura
epitelial de algunas partes del organismo. No obstante, es necesario especificar
que estos órganos no se tratan de las estructuras definitivas sino de miembros
primitivos pendientes de desarrollar por completo.

Tipos de endodermo

A raíz de la diferenciación del cuerpo embrionario, el endodermo se secciona en


dos partes que poseen sus propias características. Estas partes son el endodermo
embrionario y el endodermo extraembrionario. Estas dos divisiones se encuentran
comunicadas por un ancho orificio que, más tarde, pasará a convertirse en el
cordón umbilical.

1. Endodermo embrionario

El endodermo embrionario es la sección de la capa endodérmica que dará lugar a


las estructuras internas del embrión, formando el intestino primario. Además, este
estrato embrionario trabaja junto con la capa mesodérmica para formar la
notocorda. Cuando esta estructura está completamente desarrollada es la
principal encargada de emitir las señales necesarias para posibilitar la migración y
la diferenciación celular; un proceso sumamente importante para posibilitar la
formación de estructuras orgánicas como el cerebro.
A partir de aquí, la notocorda y el endodermo realizan un desarrollo paralelo en el
que la primera genera una serie de pliegues que pasarán a formar los ejes
craneales, caudales y laterales del embrión; mientras que los pliegues del
endodermo se van quedando en el interior del organismo formando el tubo
intestinal.

2. Endodermo extraembrionario

La segunda división del endodermo es aquella que permanece fuera del embrión
formando el conocido saco vitelino. Este anexo membranoso se encuentra
conectado al embrión, suministrando los suficientes nutrientes y oxígeno, así como
desechando los residuos metabólicos.

No obstante, esta división de endodermo embrionario no permanece hasta el final


del desarrollo embrionario sino que suele desaparecer alrededor de la décima
semana de gestación.

Secciones del tubo intestinal

En en apartado anterior se mencionaba que el endodermo embrionario da lugar a


una estructura llamada tubo intestinal. Esta estructura puede diferenciarse a su
vez en distintas secciones que pueden corresponder tanto al endodermo
embrionario como al extraembrionario. Estas secciones son:

1. Intestino craneal

Conocido como intestino craneal o interior, esta estructura está localizada en el


interior del cráneo del embrión. Durante las primeras etapas de desarrollo esta
forma la membrana bucofaríngea, la cual pasa a transformarse gradualmente en la
faringe. A continuación, el límite inferior forma una estructura conocida como tracto
respiratorio.

Finalmente, el tubo intestinal se dilata hasta convertirse en lo que finalmente


corresponderá al estómago.
2. Intestino caudal

Ubicado dentro del pliegue caudal es el precursor de la membrana alantoides. Una


telilla extraembrionaria que aparece mediante la formación de pliegues localizados
junto al saco vitelino.

3. Intestino medio

Finalmente, el intestino medio se encuentra ubicado entre las estructuras


craneales y caudales. Su extensión se dilata hasta llegar al saco vitelino a través
del cordón umbilical. Gracias a él, el embrión es abastecido de los suficientes
nutrientes que provienen del organismo materno y permiten su correcto desarrollo.

¿En qué órganos se transforma?

Ya se ha mencionado en múltiples ocasiones que el endodermo es la estructura


primitiva gracias a la cual surgen gran parte de los órganos y estructuras
corporales, un proceso conocido como organogénesis, es decir el nacimiento de
los órganos.

Este proceso de desarrollo de los órganos definitivos suele darse lugar entre las
ternera y la octava semana de gestión. No obstante, se ha comprobado que en las
personas pueden observarse órganos identificables a partir de la quinta semana.

Para ser más concretos, de la capa endodérmica derivan estas estructuras:

Saco vitelino.

Alantoides.

Tracto respiratorio, específicamente los bronquios y alveolos pulmonares.

Epitelio y tejido conectivo de amígdalas, faringe, laringe y tráquea. Así como el


epitelio de pulmones y ciertas partes del tracto gastrointestinal.

Vejiga urinaria.
Epitelio de las Trompas de Eustaquio, cavidades del oído, glándulas tiroideas y
paratiroideas, el timo, la vagina y la uretra.

Glándulas del sistema digestivo, concretamente del tracto gastrointestinal; así


como el hígado, la vesícula biliar y el páncreas.

TÓPICOS

BIOLOGÍA

1) ¿Que se entiende por sustancias inductoras?

La teoría de la inducción explica excelentemente la diferenciación de las células.


Ciertamente no resulta difícil comprender el desarrollo de todo el embrión por
medio de este mecanismo. ... Totipotente viene de totipotencia celular.

Regeneración es una noción que procede de regeneratio, un término latino. Se


trata del proceso y el resultado de regenerar (lograr que algo recupere su forma o
estado, realizar un tratamiento para que un material pueda reutilizarse, conseguir
que una persona deje de lado una conducta dañina).

Otro aspecto a destacar es que no todas las especies modelo donde estudiar la
regeneración lo hacen de la misma manera. Entre los animales con una mayor
capacidad regenerativa encontramos a las planarias de agua dulce y a las hidras.
En estos modelos, una pequeña parte de su cuerpo puede regenerar un animal
completo en pocos días, cosa que las convierte en las campeonas de la
regeneración. Otros modelos invertebrados como algunos insectos y crustáceos
pueden regenerar las extremidades, aunque este proceso se asocia a la manera
que tienen de crecer mediante mudas sucesivas. Si, por ejemplo, un grillo pierde
una pata, ésta regenera durante la siguiente muda. Otras especies conocidas que
regeneran son algunos caracoles, los pepinos de mar o las estrellas de mar.
Dentro de los vertebrados, los ejemplos más conocidos tal y como se ha
comentado, son algunos amfibios y reptiles que pueden regenerar las
extremidades o la cola. Pero las salamandras y tritones pueden regenerar muchas
más cosas: mandíbulas, lentes de los ojos, el cerebro o la médula espinal. El pez
cebra es otro buen modelo para estudiar la regeneración porque, entre otros
órganos, es capaz de regenerar el corazón. Es decir que les podemos cortar una
parte significativa de su corazón (un 25-30%) y son capaces de sobrevivir y
regenerar este órgano vital.
Por ejemplo: “Los científicos investigan cómo facilitar la regeneración de las
células”, “El Gobierno estudia una nueva estrategia para la regeneración urbana”,
“La regeneración de los bosques no será posible mientras el ser humano
mantenga esta clase de conducta”.

La totipotencia es la potencia celular máxima, que le confiere a la célula la


capacidad de dirigir el desarrollo total de un organismo.1 Esto sucede si el núcleo
de una célula es idéntico al de un cigoto, es decir, la totipotencia se observa en la
capacidad del cigoto de dar origen a cada tipo de célula del adulto (Slack 2001)

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