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Penal Comentado
Penal Comentado
CONTRA LA
DMINISTRACION DE JUSTICIA
Gaceta Jurídica
Jorge B. Hugo Álvarez
DELITOS CONTRA LA
ADMINISTRACION DE JUSTICIA
Jorge B. Hugo Álvarez
Gaceta Jurídica
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INDICE
CÓDIGO PENAL
LIBRO SEGUNDO
PARTE ESPECIAL
TíTULO XVIII
CAPíTULO III
DELITOS CONTRA LA ADMINISTRACiÓN DE JUSTICIA
La norma tiene como fuente directa el artículo 330 del Código Penal derogado
de 1924(1), artículo 395 del Proyecto del Código Penal de 1991, artículo 341 del
Proyecto de Código Penal de 1986, artículo 362 del Proyecto del Código Penal
de 1985 y el artículo 356 del Proyecto del Código Penal de 1984. El viejo Código
Penal peruano de 1863 contempló esta figura en el artículo 288; sin embargo, el
legislador la tipificó como una de las modalidades del injusto penal: "Acusación
calumniosa hecha en juicio" que afectaba preponderante el honor de las
personas y no la administración de justicia propiamente dicha. Fue el legislador
del Código Penal de 1924 quien ubicó y sistematizó el injusto penal en
comentario dentro de los delitos contra la administración de justicia.
Obviamente, el tipo penal en comentario tiene una mejor técnica de redacción en
relación con el artículo 288 del Código Penal de 1863 y el artículo 330 del
Código Penal derogado de 1924; la técnica empleada en la configuración del
tipo es bastante similar al sistema adoptado por otros códigos penales
modernos.
En la legislación comparada casi todos los códigos penales modernos configuran
como delito este injusto penal; lo contempla el artículo 239 del novísimo Código
Penal de Venezuela del 2000, el artículo 435 del nuevo Código Penal de
Colombia del 2000 (en vigencia desde el año 2001), el artículo 303 del nuevo
Código Penal de El Salvador de 1997, el artículo 289 del Código Penal de
Paraguay de 1997, entre otras legislaciones.
La descripción típica del artículo 402 del nuevo Código Penal denota la
complejidad y lo discutible de este injusto penal cuyos problemas fundamentales
se traducen en la ubicación y sistematización del ilícito penal, la determinación
del momento de su configuración, del bien jurídico tutelado, la cuestión de la
procedibilidad, etc.
Dada la propia naturaleza de este delito muchos autores consideran que es uno
de los injustos penales más caracterizados en cuanto a la ofensa de la
administración de justicia; sin embargo, tal aseveración no es absoluta si
tomamos en consideración, sobretodo, la conducta descrita en el primer
supuesto admitido por el tipo básico. En el dominio del hecho, el agente orienta
su acción dolosa, más allá del simple aprovechamiento de la administración de
justicia, en comprometer el honor, la honra, los bienes o la libertad personal de
su víctima; resultando, por tanto, que en determinadas ocasiones el sujeto
activo, al provocar con una falsa imputación un proceso de investigación en el
ámbito policial, en el Ministerio Público o ante el órgano jurisdiccional, solo utiliza
a la administración de justicia como un medio para lograr el propósito final del
agente que es el de afectar la honra, libertad o bienes del sujeto pasivo. Sin
embargo, por ser un delito pluriofensivo, afecta varios bienes jurídicos
protegidos, siendo lo preponderante el bien jurídico tutelado por la norma, la
administración de justicia.
Es dificil concebir, por ejemplo, que Apolonio oriente su acción dolosa buscando
que ofender o atacar a la administración de justicia como parte de la
Administración Pública; 10 usual es que busque afectar el honor o la libertad de
un tercero al denunciar, a sabiendas, una falsa imputación. Sin embargo, para
este supuesto no basta estimar como voluntad rectora en el agente la acción
final de su actividad.
Se entiende que el legislador ha vinculado la pena a un mero hacer (denunciar a
la autoridad un hecho punible a sabiendas que no se ha cometido) que se agota
con la sola denuncia o falsa imputación ante la autoridad competente; resultando
irrelevante las motivaciones que impulsaron al agente a incurrir en este ilícito
penal.
El injusto es un delito de mera actividad y la acción dolosa del agente consiste
en denunciar un hecho punible, a sabiendas que no se ha cometido; de manera
que, para la configuración del tipo no se requiere necesariamente el resultado
del inicio del proceso de investigación que acabe en una absolución.
Tómese en cuenta que la falsa imputación y la simulación de un hecho punible
son realizadas por el sujeto activo ante una "autoridad", entendiéndose por tal a
aquellos funcionarios públicos que por imperio de la ley son los encargados de
admitir y/o recepcionar denuncias verbales o escritas, como la Policía Nacional,
el Ministerio Publico y el órgano jurisdiccional para investigar los hechos
imputados (falsos o verdaderos) que pueden culminar en el ámbito policial y no
necesariamente en un proceso penal que culmine con la absolución del afectado
por una denuncia falsa. Verbi gratia: A circunstancialmente es testigo solitario y
excepcional de una muerte violenta en horas de la madrugada de una persona
conocida por parte de unos sujetos que huyen del lugar dejando a su víctima
sobre un charco de sangre; instantes en que simultáneamente y por un hecho
casual, B, completamente mareado, pasa por el lugar tropezándose con la
víctima, cayendo sobre el cuerpo del occiso y manchándose de sangre; repuesto
de la fuerte impresión huye del lugar para no verse comprometido. Esta escena
es captada por A quien odia a B; circunstancia que es aprovechada por A para
denunciar a B como autor del hecho punible, a sabiendas que fueron otros los
autores. La policía detiene a B como principal sospechoso y todos los medios de
comunicación dan a conocer el hecho con la captura de B; pero dentro de las 24
horas, gracias a una eficiente y rápida labor policial, se determina que los
verdaderos autores del hecho criminal eran otros, quienes son capturados. La
policía libera a B con las disculpas del caso.
El hecho ilícito tipificado como tal en el artÍCulo 402 del Código Penal es de
acción dolosa y en la configuración del tipo se admite los siguientes supuestos:
A. El agente denuncia a la autoridad un hecho punible a sabiendas que no se ha
cometido
En este supuesto que admite el tipo penal, la acción dolosa constituye en
imputar falsamente a una persona hechos que se consideran delitos o faltas.
La acción dolosa de esta primera conducta que se describe en el artÍCulo 402
del Código Penal peruano se define con el verbo rector: "Denunciar falsamente"
que equivale en este injusto penal a "imputar", "atribuir", etc. un hecho delictuoso
a sabiendas de su falsedad.
Nótese que se trata de denunciar hechos punibles con contenido penal, como si
realmente hubiesen sido realizados por el sujeto pasivo. El o los hechos
imputados deben ser típicos, resultando necesario aclarar que el tipo en su
aspecto objetivo exige que el hecho delictuoso objeto de imputación, sea una
"realizada" en tales condiciones que motive la posibilidad real de ejercer una
pretensión punitiva atendiendo básicamente a los términos explícitos de la
denuncia.
"La acción del delito de acusación o denuncia falsa se configura corno un puro
acto de comunicación entre el pat1icular y un funcionaIio publico que debe
proceder a la averiguación y castigo del delito imputado"(7).
La falsedad de la imputación es uno de los elementos importantes en la
configuración del tipo, lo que equivale a imputar un delito o falta a un inocente, a
partir de hechos no realizados o hechos delictuosos realizados por terceros que
se atribuye a otro (un inocente).
El adverbio "falsamente" utilizado por el legislador español en el artículo 456 del
Código Penal es equivalente a la expresión "a sabiendas" utilizada por el
legislador peruano en el artículo 402 del Código Penal, que permite una nítida
distinción en la inveracidad del hecho, extendiéndola a aquellos supuestos en
que, siendo verdaderos los hechos, la salvedad está en la atribución de estos a
una determinada persona inocente.
Nótese que la expresión "a sabiendas" tiene aquel significado referido al dolo,
como núcleo fundamental en la configuración del ilícito penal: constituye, pues,
un elemento subjetivo del tipo. También conviene poner en claro qué ha de
entenderse por hechos. En primer tem1ino, al hablar de hechos, la ley excluye
toda valorización jurídica.
La circunstancia de quien imputa falsamente un hecho a otro 10 califique
inadecuadamente carece de relevancia. La naturaleza del delito no varía, si, por
ejemplo, el denunciador califica de robo lo que en su caso sería un hurto.
Tampoco pertenecen a los hechos los elementos típicos normativos del delito
falsamente imputados. En cambio, es dudoso si bajo la palabra hechos el
legislador ha querido comprender también el elemento interno del delito
imputado.
No obstante, hay que entender que no basta con la imputación de los elementos
descriptivos de cualquier figura de delito (O falta); será menester que el falso
denunciante añada los elementos subjetivos: cuando figuren incorporados por la
ley a la conducta típica en cuestión(8).
Otros de los problemas complejos por resolver, dadas las circunstancias
especiales del hecho que se denuncia con un deliberado propósito de perjudicar
a un tercero, es la conducta del agente que denuncia un hecho punible,
guardando silencio de las causas eximentes que la justifican, como podría ser la
legítima defensa, el estado de necesidad, etc. En estas condiciones, ¿puede
hablarse de una falsa imputación?; consideramos, aun cuando el denunciante
(que puede ser un abogado penalista) 10 hace con el deliberado propósito de
perjudicar a un tercero, que no configura el hecho ilícito en comentario, porque
las eximentes requieren de examen, análisis, valorización y apreciación objetiva
por parte del juzgador.
Suele suceder que en muchos casos la causa de error o de falsa apreciación
objetiva y subjetiva, y aun factores de índole objetivo, induce a exagerar o
desfigurar los acontecimientos, de allí la importancia de la expresión Ha
sabiendas" que emplea el legislador peruano para determinar la voluntad rectora
del agente. El agente procede a denunciar con conocimiento que el hecho
punible no se ha cometido o que el acusado es inocente.
Otra de las cuestiones fundamentales por resolver en este supuesto, dada la
complejidad y singular importancia, radica en las consecuencias doctrinarias y
practicas en relación con la falsa imputación, en definir si hay o no concurso real
con los delitos de calumnia y falso testimonio. Desde luego que la solución no es
sencilla.
Recordemos que este supuesto (imputación falsa) descrito en el artículo 402 del
Código Penal tiene una estructura bastante similar al tipo calumnia, prescrito en
el artículo 131 del mismo cuerpo normativo.
Código Penal peruano de 1991:
Artículo 131.- "El que atribuye falsamente a otro un delito, será reprimido con
noventa a ciento veinte días-multa".
MINISTERIO PÚBLICO
Instrucción N° 610-94
Corte Superior de Lima C.S. N° 910-97
Dictamen N° 3586-97-MP-FN-2FSP.
Expediente N° 8554-97
Lima, veintiocho de abril de mil novecientos noventisiete.
AUTOS y VISTOS; interviniendo como vocal ponente la doctora Cayo Rivera-
Schereiber, con lo expuesto por el señor Fiscal Superior en su dictamen obrante
a rojas cuarentiuno, y atendiendo:
Primero.- Que, se imputa al denunciado que con el fin de eludir una obligación
pecuniaria contra el denunciante, formuló una denuncia contra el agraviado por
el delito contra el partimonio-hurto, emitiéndose al final del proceso una
resolución de sobreseimiento de la causa por no haberse acreditado la comisión
del delito ni la responsabilidad penal del procesado; Segundo.- Que, el artículo
setentisiete del Código de Procedimientos Penales establece que el juez
instructor abrirá instrucción si considera que el hecho denunciado constituye
delito. que se ha individualizado a su presunto autor, y que la acción penal no ha
prescrito; Tercero.- Que. el juzgador debe cerciorase que el hecho denunciado
es típico y lo ser cuando la conducta que confom1e aparece descrito en una
nOlma penal, por lo que resulta indispensable demostrar la adecuación típica de
la conducta; Cuarto.- Que, este proceso de adecuación de la conducta al tipo
puede realizarse de dos maneras, o el concreto comportamiento humano
encuadra directamente en uno de los tipos de la Parte Especial del Código y
entonces habrá adecuación directa o tal encuadramiento se procede a través de
uno los dispositivos legales amplificadores del tipo Tentativa, complicidad en
cuyo caso la adecuación es indirecta (Reyes Echandía. "Tipicidad". Editorial
Temis, mil novecientos ochentinueve. Página doscientos cinco); Quinto.- Que,
este proceso de adecuación directa se presenta siempre que se logre realizar el
proceso de subsuncion de la conducta sobre el tipo de la Parte Especial en
forma directa e inmediata, es decir, cuando el comportamiento humano cabe
plenamente en el tipo penal determinado porque cubre los elementos
estructurales descriptivos, normativos y subjetivos; Sexto.- Que, bajo esta
consideración este Colegiado considera que no se encuentra acreditado el dolo
de parte del denunciado, elemento subjetivo del tipo penal previsto en el artículo
cuatrocientos dos que exige lo siguiente: "el que denuncia a la autoridad un
hecho punible, a sabiendas que no se ha cometido ... ", motivo por el cual. no
existiendo indicios claros fehacientes de causa probable a ser investigada, y
ante la falta de adecuación directa del hecho al tipo, en aplicación del artículo
setentisiete del Código adjetivo, procede a dictar el auto de no ha lugar a la
apertura de instrucción. Por estas consideraciones: CONFIRMARON la
resolución de fojas treintiuno su fecha veinticinco de julio de mil novecientos
noventisiete que declara NO HA LUGAR a la apertura de instrucción contra
Jesús Estela Velásquez por delito de denuncia calumniosa, en agravio de Erick
Vega Ochoa, con los demás que contiene, notificándose y los devolvieron.
ss. MAC RAE THAYS-EYZAGUIRRE GARATE-CAYO SCHEREIBER.
FALSA IMPUTACIÓN
Expediente N° 8373-97
Lima, ocho de abril de mil novecientos noventiocho.
VISTOS: Interviniendo como Vocal ponente la doctora Mac Rae Thays, oído el
informe oral, por los fundamentos expuestos propios de la recurrida y de
conformidad con lo opinado por el representante del Ministerio Público en su
dictamen de fojas trescientos dos; y CONSIDERANDO. Primero.- Que, viene en
alzada la sentencia que condena a Isabel Fany Gutiérrez Delgado y Leonor
Angélica Sosa Tito por el delito contra la administración pública-contra la función
jurisdiccional (falsa denuncia y falso testimonio); Segundo.- Que, conforme se
advierte de fojas uno, la coinculpada Isabel Fany Gutiérrez Delgado formula
denuncia el ocho de octubre de mil novecientos noventidós, ante la veintitrés
Fiscalía Provincial Penal contra una persona de apellido Morán por el ilícito
penal de usurpación, afirmando que aprovechando que el inmueble sito en la
avenida San Martín numero doscientos noventa, Ex Fundo Infantas, se
encontraba desocupado; Tercero.Que, es por mandato de la sentencia, su fecha
veinte de febrero de mil novecientos noventisiete, que en copia obra a fojas
cincuentinueve, expedido por la Onceava Sala Penal, que se dispone que se
remitan copias certificadas al Ministerio Público, al advertir que doña Isabel Fany
Gutiérrez Delgado a fojas setentisiete y Leonor Angélica Sosa Tito, a fojas ciento
siete, interrogados bajo juramento afirmaron que el momento de adquirir el
inmueble se hallaba desocupado, lo cual no obedece a la verdad consignado en
el documento de compraventa, existiendo por ello indicios de la comisión del
delito contra la administración de justicia; Cuarto.- Que, en fotocopia certificadas
obran las declaraciones vertidas por ambas coinculpadas Isabel Gutiérrez
Delgado, a fojas setentisiete, y de Leonor Sosa Tito a fojas ciento siete de las
que se establece que estas declararon que el terreno precitado se encontraba
desocupado cuando lo adquirió, la primera de las indicadas, en enero de mil
novecientos ochentinueve, no obstante en la cláusula octava de la escritura
pública de compraventa otorgada por ante el Notario Manuel Reátegui, que obra
a fojas seis, se señala claramente que el predio se encuentra ocupado por cinco
familias, es decir, que estas conoCÍan la situación del predio; Quinto.- Que, la
inculpada Isabel Fanny Gutiérrez Delgado como argumento de densa señala que
cuando esta adquirió el predio de setecientos veinte metros cuadrados. Este se
encontraba desocupado solo por una casucha de material de adobe de sesenta
por ochenta metros cuadrados ocupado por las guardiana, observándose
después, el año mil novecientos ochentinueve, la existencia de cinco viviendas,
que si bien este argumento se expone en la presente acción, ello fue también lo
que lo motivara la investigación instructiva conforme se advierte de fojas
setenticuatro en el auto de apertura de instrucción al señalar que fluye de las
investigaciones policiales que los denunciados Juana Perales Oriendo,
Rigoberto Morán Rugel, bajo el consentimiento del anterior propietario del
inmueble sito en la calle San Martín número doscientos noventa, Ex Ranchería
Infantas, el denunciado Juan Peñaloza Uriondo que son familiares de los
denunciados, para que en dicho lugar construyan sus viviendas, hasta la
actualidad desde el año de mil novecientos ochentinueve, afirmaciones que
quedan desvirtuadas en el dicho proceso: Sexto.- Que, el delito materia del
presente proceso se configura cuando se denuncia ante la autoridad un hecho
punible, a sabiendas que no se ha cometido, el que simula pruebas o indicios de
su comisión que pueda servir de motivo para un proceso penal o el que
falsamente se atribuye delito no cometido por otros; configurando, pues, con la
actuación de doña Isabel Fany Gutiérrez Delgado que existe delito al haberse
efectuado una denuncia, no obstante conocer conforme se establece de autos la
situación del predio; Sétimo.- Que, en cuanto a la imputada Leonor Angélica
Sosa Tito a la cual se incrimina el delito de falso testimonio, cabe mencionar que
tal delito se encuentra acreditado en autos; fundamentos por los cuales
CONFIRMARON la sentencia que corre a fojas doscientos noventidos, su fecha
veinticuatro de noviembre de mil novecientos noventisiete, que FALLA:
Condenando a Isabel Fany Gutiérrez Delgado y Leonor Angélica Sosa Tito como
autoras del delito contra la administración de justicia-contra la función
jurisdiccional (falsa denuncia y falso testimonio) en agravio del Estado; a dos
años de pena privativa de libertad cuya ejecución se suspende por el plazo de
un año, bajo la observancia de las reglas de conducta fijadas: y FIJA: en la suma
de quinientos nuevos soles el monto que por concepto de reparación civil
deberán abonar las sentenciadas en forma solidaria a favor del Estado,
notificándose y los devolvieron.
ss. MAC RAE THAYS-EYZAGUIRRE GARATE-CAYO RIVERA SCHEREIBER.
IMPUTACIÓN FALSA:
PRECISIONES ANTE LA EXISTENCIA DE PRESCRIPCIÓN "Que, al no haberse
podido determinar si en los procesos penales hubo o no delito, al haberse
declarado fundadas las excepciones de prescripción, no se configuran los
elementos del tipo penal contemplados en el artículo 402 del Código Penal".
Expediente N° 7937-97-"A"
Lima, dieciocho de marzo de mil novecientos noventiocho.-
AUTOS y VISTOS.- Interviniendo como Vocal ponente el Dr. DEMETRIO
RAMÍREZ DESCALZI, oídos los informes orales de conformidad con lo
dictaminado por el señor Fiscal Superior a fojas ciento cuarentiséis, y
ATENDIENDO, además: Primero.- Que, de las copias certificadas obrantes de
fojas seis a catorce y de fojas veintidós a veintisiete, se aprecia que los
procesados, Leocadio Rengifo Torres y Pedro Alarcón Orihuela, cuando
presidentes de los consejos de administración y vigilancia, respectivamente, de
la Cooperativa de Vivienda La Popular Limitada, denunciaron a los agraviados
Paúl Sarmiento Quispe y Pedro Gago Chonta por los delitos de hurto, robo,
apropiación ilícita, estafa y oh"as defraudaciones y fraude en la administración
de personas jurídicas, culminando este proceso mediante resoluciones que
declararon fundadas las excepciones de prescripción de las acciones penales;
Segundo.- Que, de las copias certificadas obrantes de fojas quince a veintiuno,
se observa que otros socios de las referidas cooperativas interpusieron denuncia
entre otros, contra los indicados agraviados por los delitos de estafa,
defraudación y usurpación, proceso que culminó con la resolución judicial de NO
HA LUGAR, archivándose definitivamente lo actuado; Tercero.- Que, como se
puede observar, dichos procesos y denuncia fueron interpuestos por diferentes
personas, estando por determinarse en lo primero si existió como delito, por lo
que al no configurarse los elementos del tipo penal contemplados en el artículo
cuatrocientos del Código Penal, concurre uno los presupuestos señalados en el
artículo setentisiete del Código de Procedimientos Penales, estando en
consecuencia con arreglo a ley, el extremo apelado del auto de apertura de
instrucción; Cuarto.- Que, los mencionados agraviados mediante su escrito, que
en copia certificada obra de fojas tres a cinco denuncia, también a los referidos
procesados por el delito contra la administración de justicia, ilícito penal sobre el
cual el Fiscal Provincial Penal no se ha pronunciado, situación procesal que
debe ser subsanada, conforme a la ley; por tales fundamentos CONFIRMARON:
la resolución apelada de fojas ciento cuatro a ciento cinco. Su fecha quince de
setiembre de mil novecientos noventisiete, en el extremo que DECLARA: no ha
lugar a la apertura de instrucción contra Procopia Auspicio Mendoza Saravia por
delito de denuncia calumniosa en agravio de Pedro Augusto Gago Contreras y
en agravio de Paúl Sarmiento Quispe, con los demás que contiene;
DISPUSIERON: Que, el juez de la causa remita los autos al Fiscal Provincial
Penal para que se pronuncie sobre el delito contra la administración de justicia
denunciado contra Leocadio Rengifo Torres y Pedro Crisólogo Alarcón Orihuela,
notificándose y los devolvieron. ss. BACACABRERA-VASCONES GÓMEZ
VELÁSQUEZ-RAMÍREZ DESCALZI.
ARTÍCULO 403:
"El que oculta a un menor de edad a las investigaciones de la justicia o de la que
reali:m la autoridad competente será reprimido con pena privativa de libertad no
menor de uno ni mayor de tres años ".
¿Qué quiso expresar el legislador con la frase: " ... 0 de la que realiza la
autoridad competente ... ". ¿Son irreconciliables estos dos supuestos?; creemos
que bastaba la frase: sujeto a la investigación de un funcionario público
competente, comprendido en el Código de los Niños y Adolescentes (Ley N°
27337), como puede ser el juez, el fiscal, etc. Recordemos que el tipo contiene
una voluntad rectora en el agente expresada en la acción material dolosa de
ocultar al menor a los efectos de sustraerlo de las investigaciones de la justicia o
de la que realiza la autoridad competente.
El artículo 403 del Código Penal contiene una conducta básica que constituye un
ataque a la función jurisdiccional en el orden penal.
Este supuesto, para su configuración, requiere la preexistencia de una aparente
infracción penal, resultando irrelevante que el agente encubridor haya o no
participado en dicha conducta del menor, sea como cómplice, coautor o
partícipe. Es decir, este injusto penal tiene la característica esencial de que se
expresa en la calificación del encubrimiento como un delito autónomo y no como
una forma de participación.
Esto no imposibilita que el menor pueda estar sujeto a una investigación por la
justicia o autoridad competente por ser adolescente o niño infractor, tal como lo
disponen los artículos 183 y sgtes. del Código de los Niños y Adolescentes(13I.
La legislación nacional (Código de los Niños y Adolescentes) ha establecido un
sistema de reacción penal adecuado a la edad y circunstancias de los jóvenes
infractores, y que, por sobre todo, asegura que en la aplicación de esa respuesta
penal se respeten todas las garantías que son propias en un Estado de derecho
respetando las libertades y demás derechos fundamentales de la persona
reconocidos por la Constitución Política del Estado, a todos, sean estos adultos,
jóvenes o niños.
El sujeto pasivo del bien jurídico tutelado es el Estado como titular del bien
jurídico protegido, la administración de justicia.
La norma penal contempla como sanción al agente culpable una pena privativa
de libertad no menor de uno ni mayor de tres años.
La investigación se sujeta al proceso sumario (Ley N° 26689).
VIII. EL INJUSTO PENAL EN LA JURISPRUDENCIA PERUANA
ENCUBRIMIENTO PERSONAL
ARTÍCULO 404:
(*) Artículo modificado por el Artículo 2 del Decreto Legislativo N° 982, publicado
el 22 julio 2007, cuyo texto es el siguiente:
El artículo 404 del Código Penal tiene como fuentes el artículo 397 del Proyecto
de Código Penal peruano de 1991 y los artículos 342, 363 y 357 de los
Proyectos de Código Penal de 1986, 1985 y 1984, respectivamente. Asimismo,
considérase al artículo 331 del Código Penal derogado de 1924 ya su
antecedente, el viejo Código Penal peruano de 1863.
El injusto penal, encubrimiento personal, se encuentra tipificado como tal en casi
todos los códigos penales del mundo, lo contemplan el artículo 1.03 del Código
Penal japonés, artículo 378 del Código Penal italiano, artIculo 258 del Código
Penal alemán, artículos 321-1 y 434-6 del Código Penal francés, artículo 305 del
Código Penal suizo, artículo 277 inciso 1 del Código Penal argentino, artículo
451 del Código Penal español, artículo 410 del Código Penal portugués, artículo
236 del Código Penal de Puerto Rico, artículo 470 del Código Penal de El
Salvador, artículo 176 del Código Penal colombiano, artículo 181 del Código
Penal de Cuba, artículo 363 del Código Penal de Panamá, artículo 17 del Código
Penal chileno, entre otros.
El legislador del viejo Código Penal peruano de 1863 consideró este injusto
penal(16) como un ilícito penal autónomo y no como forma de participación o
complicidad de otros injustos penales, como solía suceder en la legislación
comparada. Véase por ejemplo el caso de la legislación española que tuvo una
incidencia preponderante sobre todo en el Código Penal peruano de 1863. El
nuevo Código Penal español de 1995 tipificó el delito de encubrimiento como
una figura autónoma, respondiendo a una mayoritaria aspiración doctrinal que se
recogió en el Proyecto del Código Penal de 1980, desde luego que,
posteriormente, se configuró en el artículo 451 del nuevo Código Penal, acotado
como un tipo autónomo. "Constituye sin duda un acierto la configuración del
encubrimiento como delito autónomo contra la administración de justicia y la
consiguiente desaparición del mismo como forma de participación, pues -como
ya dijera Sil vela justificando lo que en este mismo sentido disponía el proyecto
de 1884- el encubridor no puede intervenir en el hecho criminal porque su misión
empieza a cumplirse luego de que el delito se termina, y es literalmente
imposible intervenir o tomar parte en lo que ya está realizado"(J7); como bien lo
expresa Beneytez Merino, Luis. "No cabe perder de vista que el encubrimiento
como delito específico, ha quedado reducido a los supuestos en que se produce
una ayuda al delincuente intuito personae con exclusión de toda consideración
lucrativa, cuando ya se ha cesado en la ejecución, que puede haber quedado
interrumpido en momento anterior a la consumación. Ello significa que los actos
ejecutivos deben haber cesado cuando se produce el auxilio"(18). Dícese lo
propio de la doctrina y la legislación alemana, argentina, italiana, etc. Ha
quedado pues superada en la legislación comparada la cuestión teorética y
práctica de considerar al injusto penal encubrimiento como una forma de
participación, alIado de la complicidad, evolucionando hasta su consideración
como figura penal autónoma. El menor reproche del injusto hay que situarlo en la
consideración de que las conductas consistentes en sustraer al encubierto de la
persecución penal o a la ejecución de una pena o de otra medida ordenada por
la justicia no reviste mayor gravedad que el hecho cometido por el encubierto,
sin embargo ello no siempre es asÍ. Debe considerarse, además, que el
encubrimiento es una forma de ataque a un bien jurídico independiente, que
nada tiene que ver con el bien jurídico que se lesiona en la comisión del delito
encubierto.
La característica más elemental de este injusto penal radica en que el agente no
toma parte bajo ninguna modalidad en la ejecución de un ilícito penal cometido
por el encubierto. El tipo es autónomo por cuanto excluye toda forma de
participación del agente en el delito cometido por el encubierto.
En suma, es un tipo penal autónomo y no constituye ya más una forma de
participación de otros ilícitos penales, como se solía entender anteriormente en
la legislación comparada.
En este orden de ideas, el legislador peruano de 1863 tipificó el injusto penal en
el artículo 16 del Código Penal de 1863 como una figura autónoma, describiendo
al agente-encubridor a todos aquellos que sin ser coautores ni cómplices de un
delito "intervienen en él" después de perpetrado. Tómese en consideración que
aun cuando la frase empleada por el legislador " .. .intervienen en éL." resulta
poco feliz e impropia en su configuración, no importa su negación, al ser
considerada como una de las más avanzadas en relación con la legislación
comparada.
El tipo descrito en el artículo 16 del Código Penal de 1863 comprendía la
conducta considerada modernamente como encubrimiento personal, real y
receptación, sistematizado y ubicado en la Parte General del cuerpo normativo
penal.
El legislador del Código Penal de 1924 configuró estos supuestos como otros
tantos tipos penales independientes, sistematizado s y ubicándolos en la Parte
Especial del Código Penal.
Aun cuando el artículo 404 del Código Penal no lo señala expresamente, debe
entenderse que el agente de este injusto penal tiene conocimiento de un hecho
ilícito o al menos lo presume, y es en ese saber que sustrae a una persona de la
persecución penal o a la ejecución de un pena o de otra medida ordenada por la
justicia. A diferencia del artículo 451 del Código Penal español que literalmente
expresa el elemento subjetivo del tipo sancionada en la frase: "... el que con
conocimiento de la comisión de un delitooo."(22), término que es sinónimo de
saber y no de presumir. Dícese lo propio del artículo 470 del Código Penal de la
República de El Salvador de 1973, artículo 236 del Código Penal de Puerto Rico
de 1974, artículo 181 del Código Penal de Cuba de 1979, entre otros.
Nótese cómo en este injusto penal los elementos subjetivos del tipo están
expresados en el ánimo de lucro y el conocimiento de la comisión de un delito
contra el patrimonio o el orden socioeconómico.
Como bien refiere Creus: "Los presupuestos del delito están expresamente
enunciados: debe haberse cometido un delito en el que el agente no haya
participado y no debe haber mediado una promesa anterior de ayudar con el
favorecimiento"(25).
injusto penal por la gravedad del hecho ilícito cometido por el agente encubierto.
La frase: "Si el agente sustrae al autor de los delitos contra los Poderes del
Estado y el Orden Constitucional o de Tráfico Ilícito de Drogas ... " debe
entenderse referida a todas las figuras penales descritas en el Título XVI,
Capítulos 1 y rr, artículos 343 al353 del nuevo Código Penal; es decir, en los
delitos de rebelión, sedición y motín, dícese lo propio en e! delito de tráfico ilícito
de drogas, prescritos en los artÍCulos 296, 296-A, 296-B, 296C, 296-D, 297, 298,
299, 300, 301, 302 Y el artículo 303 del Código Penal peruano.
La norma penal considera como circunstancia que agrava el tipo la calidad del
sujeto activo del hecho ilícito: funcionario o servidor público encargado de la
investigación del delito o de la custodia del delincuente. El mayor contenido del
injusto penal radica en el actuar impropio del agente cualificado quien, además,
vulnera las obligaciones de su cargo.
Esta acción dolosa del agente cualificado socava con mayor intensidad la
legitimidad de los actos de función; obviamente que cuanto más elevada sea la
jerarquía del sujeto activo mayor será el grado de su responsabilidad dada la
preeminencia de! cargo y la ubicación privilegiada dentro de la estructura jurídica
del Estado.
La norma penal prescribe para la figura básica una pena privativa de libertad no
menor de tres ni mayor de seis años.
Para la figura agravada por el mayor contenido de injusto penal reprime al
agente con la pena privativa de libertad no menor de siete ni mayor de diez
años, y de ciento ochenta a trescientos sesenta y cinco días multa.
Asimismo, para el tipo agravado por la cualificación del sujeto activo (funcionario
o servidor público encargado de la investigación del delito o de la custodia del
delincuente) la norma reprime con pena privativa de libertad no menor de diez ni
mayor de quince años.
"La ausencia de pruebas de cargo contundentes contra el acusado, toda vez que
no se han actuado pruebas decisivas para determinar la forma de evasión del
calabozo, no permite sustentar de manera convincente una sentencia
condenatoria n.
SALA PENAL Cons. N° 4878-96 San Martín.
Lima, tres de octubre de mil novecientos noventa y siete.
VISTOS; de conformidad con 10 dictaminado por el señor Fiscal; por sus
fundamentos; declararon NO HABER NULIDAD en la sentencia consultada de
fajas 125, su fecha 28 de octubre de 1996, que absuelve a Walter Díaz Cueto de
la acusación fiscal, por el delito contra la administración de justicia, en agravio
del Estado y con lo demás que contiene; y los devolvieron.
s.s. Montes de Oca Begazo/Almenara Bryson/Sivina HurtadolRomán
Santisteban/ Gonzáles López. Oteo
MINISTERIO PÚBLICO Expediente N° 73-90
Corte Superior de Justicia de San Martín (Tarapoto) C.S. N° 4876-96
Dictamen N° 1572-97-NP-FN-2da. FSP
Señor Presidente de la Sala Penal de la Corte Suprema de Justicia del Perú:
Viene vía recurso de nulidad de oficio, la sentencia de fojas 125 y ss; su fecha
28 de octubre de 1996, que falla: ABSOLVIENDO a Walter Díaz Cueto de la
acusación fiscal por el delito contra la Función Jurisdiccional-Encubrimiento
Personal, en agravio del Estado.
Fluye de autos que el día O 1 de julio de 1989, el detenido, Rubén Darío
Rodríguez Pereyra, se fugó del calabozo de la dependencia policial de Juanjuí,
provincia de Mariscal Cáceres, encontrándose a cargo de la vigilancia de dicho
calabozo el acusado.
De la revisión de autos se advierte que el referido detenido estaba en los
calabozos de la dependencia policial en mención desde tres días antes de su
fuga, a donde fue transferido para ser puesto a disposición del Juzgado de
Instrucción de la localidad, por cuanto se encontraba procesado por Trafico Ilícito
de Drogas, según se acredita con el documento de fojas 08; habiéndose evadido
del calabozo haciendo un forado de un metro aproximadamente en el techo
construido de tripley, según inspección realizada por la policía, verificándose que
la puerta no había sido violentada; estando al tenor del Atestado N° 20-
28CPGSD-DI, de fojas 01 y siguientes; es de advertir asimismo, que el día de los
hechos se encontraba prestando servicios, además del acusado, el Sgto. 2do.
PNP-PG José Fernando Vásquez Díaz, como vigilante de puertas; coincidiendo
ellos en todas sus manifestaciones prestadas a fojas cinco, seis y siete, que el
acusado, además de su función de vigilante de puertas, se encontraba avocado
a dar atención al público a la hora en que se había producido la fuga, 2.30 p.m.;
aun cuando el acusado en su instructiva de fojas 22 y al ser examinado en
audiencia de fojas 108, niega haber estado a cargo de la custodia del detenido y
desconozca su firma en la manifestación policial de fojas 06, de otro lado, es del
caso indicar que pese a que la fuga del detenido se produjo el día 01 de julio, el
Jefe del Destacamento de la Policía recién da cuenta de dicho acto el día 06 del
mismo mes.
Resultan interesantes los argumentos del Fiscal Supremo (p) en lo Penal quien
solicita no haber nulidad en la sentencia venida en grado que sirvieron de
sustento a la Sala para declarar no haber nulidad.
Llama la atención el razonamiento "lógico" del Fiscal Supremo al sostener " ...
que no se ha actuado pruebas decisivas tales como los testimoniales de los
efectivos policiales que se encontraban el día de los hechos, y principalmente la
inspección ocular judicial dispuesta en autos en el calabozo de la dependencia
policial de la que se fugó el detenido, diligencia importante para determinar la
forma de evasión y las garantías de seguridad que prestaba el referido local para
albergar detenidos ... ", para concluir posteriormente que: "la ausencia de
pruebas de cargo contundentes en contra del acusado determinan que no sea
factible sustentar de manera convincente una sentencia condenatoria".
Resulta curiosa la referencia del Fiscal Supremo Provisional, Juan Efraín Chill
Mezzarina, a la certificación del Secretario del Juzgado de Mariscal Cáceres
sobre la instrucción N° 94-76/988 seguida contra el detenido fugado y otros por
tráfico ilícito de drogas, en la cual, tanto el fiscal provincial como el juez se
pronuncian por la no responsabilidad de los procesados y la inexistencia del
delito, para concluir que hay ausencia de pruebas. Esta última referencia resulta
irrelevante para la configuración del tipo, porque el artículo 404 del Código Penal
reprime al que sustrae a una persona de la persecución penal o a la ejecución
de una pena o de otra medida ordenada por la justicia.
1.- La de intervenir con abuso de funciones públicas por parte del encubridor,
ENCUBRIMIENTO REAL
ARTÍCULO 405:
(*) Artículo modificado por el Artículo 2 del Decreto Legislativo N° 982, publicado
el 22 julio 2007, cuyo texto es el siguiente:
Diferenciándose unos del otro, bien sea por los verbos rectores empleados por el
legislador, el contenido del injusto penal, la pena prescrita, la tipificación en una
misma figura básica con el encubrimiento personal o independientemente en
otra norma, etc., lo contemplan el artículo 104 del Código Penal Japonés,
artÍCulo 379 del Código Penal italiano, artÍCulo 471 del Código Penal de El
Salvador, artículo 259 del Código Penal alemán, el artículo 17 del Código Penal
chileno (encubrimiento real y personal en una misma figura básica), artículo 177
del Código Penal colombiano, artículo ~ 81 del Código Penal de Cuba
(encubrimiento real y personal), artículo 451, Inciso 2 del Código Penal español
(real y personal), etc.
Esta figura penal puede confluir o confundirse con otras, bien sea en el caso del
encubrimiento personal (artículo 404 c.P.) o de la receptación (artículo 194 c.P.).
Las diferencias entre estos tipos penales radica en el contenido de la acción
finalista que le impone el agente y, en determinados casos, de las motivaciones
que impulsaron al agente. Verbi gratia, entre el Encubrimiento real y la
receptación, en el primer caso, la acción rectora del agente se orienta a dificultar
la acción de ¡ajusticia favoreciendo al autor del hecho ilícito precedente. Las
motivaciones en este caso resultan irrelevantes, a excepción, claro está, de un
animus o provecho económico propio o ajeno; en cambio en la receptación, la
acción dolosa del agente se orienta a obtener una ventaja patrimonial de ella,
aun cuando la acción material de guardar, esconder, tenga por motivación
sustraerla de la vista del que tiene derecho a ella, o de la Policía, para hacer su
búsqueda más dificil (lo que de algún modo, también, dificulta la acción de la
justicia) y posteriormente tener un provecho o beneficio propio de ella(30).
Nótese que lo que diferencia a estas figuras es el contenido de la voluntad
rectora del agente; sin embargo, ello no es tan claro en el caso de las figuras de
encubrimiento personal (artículo 404) y el real (artículo 405); en la primera la
acción dolosa del agente se traduce en la acción material de SUSTRAER a una
persona de la persecución o la ejecución de una pena o de otra medida
ordenada por la justicia, lo que de alguna manera dificulta la acción de la justicia.
La acción material del agente encubridor recae sobre el agente encubierto; en
cambio en el encubrimiento real, si bien es cierto que la acción material del
agente encubridor dificulta la acción de la justicia, la diferencia básica está en
que esta acción material recae sobre las huellas o pruebas del delito, es decir,
sobre los bienes y no sobre las personas. Es evidente que en ambos casos se
busca beneficiar al agente encubierto.
Según el texto del artículo 405 del Código Penal el encubrimiento real
presupone, como hecho precedente, una acción punible y que el agente
encubridor tenga conocimiento del hecho ilícito y que en ese conocimiento
dificulte la acción de la justicia. Esta característica de injusto penal se traduce en
que el agente no toma parte bajo ninguna modalidad de la ejecución del ilícito
penal cometido por el agente encubierto, el tipo es autónomo por cuanto excluye
toda forma de participación del agente en el hecho ilícito cometido por el
encubierto. El conocimiento o la presunción es un elemento objetivo del tipo, de
manera que para la configuración del tipo el sujeto activo debe accionar en estas
circunstancias. Las circunstancias de que el encubrimiento real ocurra "después"
de cometido un hecho ilícito lo diferencia de la participación en el hecho
precedente, de existir un acuerdo vinculante entre el agente encubridor y el
encubierto, antes o durante la ejecución de un delito, la acción del encubridor
constituiría una forma de participación en el delito del tercero y no se
configuraría el tipo en comentario.
La acción dolosa del agente se traduce en ocultar los efectos del mismo
dificultando la acción de la justicia. "La significación primaria del término ocultar
es la de impedir que sea visto un objeto. Consiste por tanto en sacar la cosa del
campo de la observación visual. Como ya se ha dicho antes, se ha de tratar de
un objeto portador de valor probatorio. Resulta conveniente recordar que en el
proceso cognoscitivo el comienzo está en los datos visuales y en los demás
sentidos, que son luego elevados a la perfección de conocimiento mediante la
elaboración intelectual"(34).
La ocultación viene a ser sinónimo y equivalente al acto de esconder, tapar o
disfrazar algo a fin de que no pueda ser visto; es decir, sustraer de la posibilidad
de ubicación por parte de los funcionarios públicos (magistrados, fiscales,etc.) de
estos efectos con función probatoria.
Resulta poco feliz, por decir lo menos, la frase empleada por el legislador en el
artículo 405 del Código Penal: " ... u ocultando los efectos del mismo será
reprimido con pena privativa de libertad no menor de dos ni mayor de cuatro
años". ¿Cómo entender la frase "los efectos del mismo"? Similar fue el caso en
el artículo 177 del derogado Código Penal colombiano de 1980 que trajo serias
dificultades en su interpretación y que de alguna manera fue corregido en el
nuevo Código Penal del 2000. Dicha frase fue empleada por el legislador del
Código Penal derogado de 1924 (artículo 332) y en los proyectos de Código
Penal de 1991 (artículo 398), 1986 (artículo 343), 1985 (artículo 364) y el de
1984 (artículo 358); el viejo Códig? Penal peruano de 1863 (artículo 16, inciso 2)
no empleó esta frase, Siendo su redacción más clara, conteniendo una voluntad
rectora en el agente (acción finalista) que era la de impedir su descubrimiento.
Un ejemplo de claridad en la configuración del tipo lo constituye el artículo 272,
inciso 2, del Código Penal argentino de 1921 al emplear el legislador la frase: "o
a asegurar el producto o el provecho del mismo" esta última expresión está
referida al producto, que el agente procura o ayuda a procurar para
aprovecharse del producto. Ahora bien, por prueba del delito debe considerarse
todo aquello que en un proceso sirva para determinar o descubrir la verdad
material o real de los hechos, de manera que se pueda confirmar o desechar la
acusación fiscal.
COMENTARIO A LA JURISPRUDENCIA
Nótese que el supuesto que fue materia del proceso configura el injusto penal
descrito en el artículo 372 del Código Penal, mas no encubrimiento real.
Hicieron bien los juzgadores al declarar por auto de fecha 21 de abril de 1997 no
haber mérito a pasar a juicio oral contra Nora Beatriz Vargas Corrales, Enma
Ruth Yarahuamán Loarte por el delito contra la función jurisdiccional-
Encubrimiento Real- en agravio del Estado (Titular del bien jurídico protegido) e
Inés Sandoval Vía (agraviado secundario) y haber mérito a pasar a juicio oral
contra Nora Beatriz Vargas Corrales y Enma Ruth Yarahuamán Loarte por el
delito de sustracción o destrucción de registros o documentos, hecho ilícito
tipificado en el artículo 372 del Código Penal en agravio del Estado. Dícese 10
propio de los vocales supremos de la Primera Sala Penal Transitoria, por
considerar que la acción material de sustraer los expedientes ofrecidos como
prueba en un proceso civil no configuran el ilícito penal descrito en el artículo
405 del Código Penal (encubrimiento real) sino el injusto penal sustracción o
destrucción de registros o documentos tipificado como tal en el artículo 372 del
Código Penal.
. .Cabe precisar que los supuestos contemplados en el artículo 405 del Códlgo
Penal tienen un contenido de injusto penal diferente del tipo descrito en el
artículo 372 del mismo cuerpo normativo. En el primer caso, la acción material
del agente encubridor está referida a cosas materiales que pueden servir de
prueba por su relación con un delito encubierto; es decir, que tenga una función
probatoria en un proceso penal; en cambio, en el caso de autos, el agente oculta
o sustrae los expedientes destinados a servir de prueba ante un proceso civil, de
manera que la afectación de las pruebas están en el ámbito ajeno a un proceso
penal (contenido propio del artículo 372 del Código Penal). Asimismo, de la
propia naturaleza jurídica del injusto (encubrimiento real) se desprende que tiene
un contenido propio de injusto en la medida en que la conducta reprochable del
agente (dificultar la acción de la justicia) "después" de cometido un hecho ilícito
por parte del agente encubierto, siendo ajena y excluyente al tipo cualquier
forma de participación en el hecho precedente. Situación que en los hechos
investigados no se dieron.
En efecto, en los propios considerando s del auto en comentario se expresa
literalmente. "Los expedientes acompañados perdidos no constituyen ninguna
prueba, huella o efecto del delito, pues cuando se produjo su sustracción aún no
se había perpetrado ilícito penal alguno, en tal sentido procede archivar el
proceso en relación a este extremo" (ver primer considerando).
ARTÍCULO 406:
"Están exentos de pena los que ejecutan cualquiera de los hechos previstos en
los artículos 404 y 405 si sus relaciones con la personafavorecida son tan
estrechas como para excusar su conducta ".
La norma tiene como fuente directa el artículo 331 (última parte) del Código
Penal derogado de 1924(36), artÍCulo 399 del Proyecto de Código Penal de
1991, artÍCulo 344 del Proyecto de 1986, artículo 365 del Proyecto de 1985 y la
última parte del artÍCulo 357 del Proyecto de Código Penal de 1984.
En la legislación comparada esta exención la contempla el artÍCulo 1 05 del
Código Penal japonés, artÍCulo 181, inciso 3, del Código Penal de Cuba, artÍCulo
471 (última párrafo) del Código Penal de la República de El Salvador, artículo
384 del Código Penal italiano, artÍCulo 454 del Código Penal español, artículo
363 (última parte) del Código Penal de Panamá, artículo 279 del Código Penal
argentino, entre otros.
Obsérvese que casi todos los proyectos de código penales que antecedieron a la
promulgación del nuevo Código Penal de 1991 tenían similar redacción, a
excepción, claro está, del Proyecto de 1984 que siguió la orientación del artículo
331 del Código Penal derogado de 1924, que contemplaba esa exención de la
pena en el mismo tipo básico (encubrimiento personal), no siendo aplicable para
el hecho ilícito encubrimiento real.
El legislador peruano, tanto en los proyectos antes mencionados como en el
artículo 406 del nuevo Código Penal, hizo extensiva esta exención también al
encubrimiento real al prever una norma penal fuera de los tipos básicos.
Nótese que el Código Penal peruano, a diferencia del español, hace extensiva la
exención de la pena para todos los agentes encubridores, si sus relaciones con
el agente encubierto son tan estrechas como para excusar su conducta y hayan
incurrido en los supuestos contemplados en los artículos 404 y 405 del Código
Penal. Dícese 10 propio del artículo 279 del Código Penal argentino(37), que al
decir de Fontán Balestra: "La exención de pena se aplica únicamente a los
supuestos de favorecimiento, sea personal, artículo 277, sea real, artículo 278
ter quedan, pues, fuera del beneficio la receptación del artículo 278 ... "(38).
OMISiÓN DE DENUNCIA
ARTÍCULO 407:
"El que omite comunicar a la autoridad las noticias que tenga acerca de la
comisión de algún delito, cuando esté obligado a hacerla por su profesión o
empleo, será reprimido con pena privativa de libertad no mayor de dos años. Si
el hecho posible no denunciado tiene señalado en la ley pena privativa de
libertad superior a cinco años, la pena será no menor de dos ni mayor de cuatro
años ".
La norma penal tiene como fuente directa el artículo 400 del Proyecto de Código
Penal de 1991, artículo 345 del Proyecto de 1986, artículo 366 del Proyecto de
1985, artículo 360 del Proyecto de 1984; asimismo, el artículo 333 del Código
Penal derogado de 1924. Debe considerarse como ley antecedente del tipo al
inciso 6 del artículo 277 del Código Penal argentino.
El viejo Código Penal peruano de 1863 no contempló esta figura.
Código Penal peruano de 1924
Artículo 333.- "El que omitiere comunicar a la autoridad las noticias que tuviere
acerca de la comisión de algún delito, cuando estuviese obligado a hacer10 por
su profesión o empleo, será reprimido con prisión no mayor de dos años o multa
de la renta de tres a treinta días".
Proyecto de Código Penal de 1991
Artículo 400.- "El que omite comunicar a la autoridad las noticias que tenga
acerca de la comisión de algún delito, cuando esté obligado a hacerlo en su
profesión o empleo, será reprimido con pena privativa de libertad no mayor de
dos años.
La pena será no menor de dos años ni mayor de cinco años, si el hecho punible
no denunciado tiene señalado en la ley pena privativa de libertad superior a
cinco años".
Proyecto del Código Penal de 1986
Artículo 345.- "El que omite comunicar a la autoridad las noticias que tenga
acerca de la comisión de algún delito, cuando está obligado a hacerlo por su
profesión o empleo, será reprimido con pena privativa de libertad no mayor de
dos años.
En el caso que el hecho punible denunciado merezca pena superior a la de dos
años, el delincuente será reprimido con pena privativa de libertad no mayor de
cuatro años e inhabilitación, conforme al artículo 56 incisos 1, 2 y 3".
Proyecto del Código Penal de 1985
Artículo 366.- "El que omite comunicar a la autoridad las noticias que tenga
acerca de la comisión de algún delito, cuando está obligado a hacerlo por su
profesión o empleo, será reprimido con pena privativa de libertad no mayor de
dos años.
En el caso que el hecho punible denunciado merezca pena superior a la de dos
años, el delincuente será reprimido con pena privativa de libertad no mayor de
cuatro años e inhabilitación, conforme al artículo 57, incisos l, 2, y 3".
Proyecto del Código Penal de 1984
Artículo 360.- "El que omitiere comunicar a la autoridad las noticias que tuviere
acerca de la comisión de algún delito, cuando estuviere obligado a hacerlo por
su profesión o empleo, será reprimido con prisión no mayor de dos años.
En caso que la infracción no denunciada mereciere conforme a ley una pena
superior a la de dos años, el delincuente será reprimido con prisión no mayor de
cuatro años y con inhabilitación de los derechos comprendidos en los incisos
1,2, y 3, del artículo 26, por otro tanto de la condena".
Nótese que a lo largo de la evolución legislativa el injusto penal no ha sufrido
variación sustancial en la configuración del tipo. Véase los antecedentes del tipo
y los proyectos de códigos penales. A excepción, claro está, del agregado en el
mismo tipo básico de una figura agravada por una circunstancia. Ella se traduce
en que el hecho punible no denunciado por el agente, tenga un mayor contenido
del injusto (el hecho no denunciado tiene señalado en la ley pena privativa de
libertad superior a cinco años). En este ultimo supuesto la norma en comentario
sanciona al sujeto activo con una pena privativa no menor de dos años ni mayor
de cuatro años.
Esta figura tiene una construcción legislativa especial e híbrida que bien puede
constituir en algunos supuestos un delito de función, confundirse con los
supuestos contemplados en el artículo 377 del Código Penal(40), pero sobre
todo, que solo pueden ser sujetos activos del hecho ilícito aquellas personas que
están obligadas, bien sea por su profesión o empleo, a comunicar a la autoridad
las noticias que tengan acerca de la comisión de algún delito. Es decir, la
omisión penalizada solo está asociada a determinadas personas que por su
profesión o empleo están obligadas a comunicar a la autoridad competente el
hecho ilícito del cual tuvieron conocimiento; de manera que no cualquier persona
puede ser sujeto activo del hecho punible.
La cuestión por determinar en esta figura penal es a qué autoridad se refiere el
legislador cuando dice que una persona está obligada a comunicar a la
autoridad las noticias que tenga acerca de la comisión de un delito, a qué
profesiones o empleos se refiere, quién determina dicha obligación, etc.,
respuestas que facilitarán el sentido de la norma penal y los supuestos que
contempla dicha figura; recordemos que algunos supuestos del artículo 377 del
Código Penal pueden confundirse con el contenido del injusto descrito en el
artículo 407 del Código Penal.
La norma de manera expresa no señala a qué autoridad se refiere, algunas
legislaciones, como la argentina y la española, hacen referencia a la autoridad
competente; sin embargo, en nuestro medio la Corte Superior de la República ha
considerado a cualquier autoridad; de manera que en este sentido la norma
penal es mucho más amplia. Véase la Ejecutoria Superior del 28-09-53,
Expediente N° 500-53, publicada en "Anales Judiciales 1953", Tomo XLIX, pág.
122, que sostiene que: "El empleado público que no pone en conocimiento de
los funcionarios superiores la realización de una acción manifiestamente
delictuosa, incurre en el delito contra la administración de justicia". Obviamente
que en la fecha que se indica se encontraba vigente el Código Penal derogado
de 1924, que en su artículo 333 tipificaba el delito de omisión de denuncia que
tenía la misma configuración y redacción del artículo 407 del Código Penal.
En realidad, es una figura muy poco aplicable, el hecho práctico lo confirma, casi
no existe jurisprudencia sobre el particular y las pocas halladas son bastante
confusas y poco ilustrativas (obsérvense las jurisprudencias a que hace
referencia el final de nuestro comentario).
En este orden de ideas, urge precisar a qué profesiones o empleos la norma
extrapenal obliga a poner en conocimiento de la autoridad las noticias que tenga
acerca de la comisión de un delito. En realidad, la norma penal no hace
referencia a todas las profesiones, sean estas reglamentadas o no, tampoco a
todos los empleos. Por ejemplo: el policía nacional que por disposición expresa
de la Constitución, su Ley Orgánica y otras normas de orden público está
obligado a prevenir, intervenir e investigar el delito; de manera que si un policía
que cumple servicios en el área de emergencia de un hospital, toma
conocimiento de un hecho delictuoso y no pone en conocimiento de la autoridad,
incurre en el delito de omisión de denuncia. Dícese lo propio de un médico que
atiende a una mujer que ha sido sometida a un aborto por un tercero, etc. No
siendo aplicable, verbi gratia, el caso del abogado con relación a su cliente, del
sacerdote con relación a su confesante, etc. Usualmente, el agente viola una
norma extrapenal que lo obliga a comunicar el hecho ante la autoridad; es el
caso del representante del Ministerio Público a quien, de acuerdo al artículo 153
incisos 1 al 5 de la Constitución Política del Estado, le corresponde promover de
oficio, o a petición de parte (concordante con el artículo 11 L.O.M.P., Decreto
Legislativo N° 052), la acción penal, denunciando el hecho punible.
Nótese que en la configuración del tipo, la norma exige un elemento normativo
referido únicamente a los casos en que el agente tiene la obligación legalmente
impuesta de comunicar el hecho delictuoso a la autoridad. Es decir, solo la ley
determina la obligación a qué profesiones y empleos se refiere.
En suma, es una figura tan compleja en su construcción que imposibilita
establecer su verdadero contenido de injusto penal propio.
11. DE LA NATURALEZA JURÍDICA y CARACTERÍSTICAS DEL INJUSTO
PENAL
El tipo en comentario constituye un ilícito penal de conducta omisiva dolosa,
cuyo verbo rector es el vocablo "omitir" que literalmente tiene una acepción
referida a un NO hacer o dejar de hacer. Recordemos que la omisión es una
especie del género NO HACER.
El concepto de omitir debe entenderse como la acción de dejar de hacer
expresada en la comunicación a la autoridad de las noticias que tuviese acerca
de la comisión de un delito, teniendo la obligación de hacerlo en razón de su
profesión o empleo. Estamos hablando de actos obligatorios dispuestos por
cualquier norma material. Como cualquier delito de omisión, solo puede
cometerlo el que esté, jurídicamente, obligado a observar la conducta que no
realiza(41), de manera que los supuestos que contempla el tipo están referidos a
los casos en que el agente tiene la obligación legalmente impuesta de comunicar
a la autoridad competente de un delito del que tiene conocimiento cierto.
El artículo 407 del Código Penal es una norma penal de reenvío, cuyo elemento
normativo no está expresamente señalado por la norma pero se desprende de la
frase utilizada por el legislador en la configuración del tipo: "cuando esté
obligado a hacerlo por su profesión o empleo", de manera tal que esta expresión
requiere necesariamente de una valorizaciónjurídica por parte del juzgador para
determinar si dicha omisión es reprochable o no, atendiendo a las circunstancias
razonablemente exigibles.
El juzgador debería tener en cuenta el mandato jurídico que impone la obligación
de comunicar a la autoridad cuando la persona, en razón de su profesión
(médico, policía o fiscal, etc.) o empleo, tiene conocimiento de un hecho
delictuoso, y es en ese conocimiento, conciente de su obligación, que no lo
hace.
Jurídicamente, podría definirse en la expresión "es un no hacer" que se debería
hacer por imperio de la ley; de allí que se hable de una omisión maliciosa.
La complejidad del tipo hace dificil precisar la voluntad rectora del agente y
cuáles fueron las motivaciones que lo impulsaron a la omisión maliciosa. Si el
agente, con su omisión dolosa, busca sustraer a la persona de la persecución
penal, el supuesto encaja en el delito de encubrimiento personal tipificado en el
artículo 404 del Código Penal y no en la norma en comentario; si el agente
(policía nacional) omite comunicar el hecho ilícito por haber aceptado una suma
determinada de dinero, premisa, ventajas, etc, se configura el tipo cohecho por
omisión en violación de obligación, tipificado como tal en el artículo 393 del
Código Penal, por dos razones fundamentales: A) Porque el policía nacional, de
acuerdo con el artículo 425 del Código Penal es un funcionario público. B)
Porque solicitó o aceptó donativo, promesa o cualquier otra ventaja para omitir
un acto en violación de sus obligaciones, o las aceptó a consecuencia de haber
faltado a sus deberes, etc. No admite la norma penal en comentario una omisión
culposa, nos preguntamos: ¿Es posible concebir un tipo penal sin acción
finalista, sin motivación que excluya la omisión por culpa? ¿Cuál es el contenido
de este injusto penal? Sin duda alguna es una figura penal muy discutible.
Sin embargo, en este orden de ideas, para los fines de nuestro comentario,
diremos que es irrelevante en la configuración del tipo que el agente logre o no
sus propósitos.
III. DEL SUPUESTO QUE AGRAVA EL TIPO
Obviamente que tiene una justificación para agravar el tipo, cuando el supuesto
descrito en el artÍCulo 407 del Código Penal es cometido por el agente que a
sabiendas del mayor contenido penal del injusto, omite maliciosamente
comunicar,' es decir, no pone en conocimiento de la autoridad el hecho ilícito del
cual tuvo conocimiento en razón de su profesión o empleo.
Para el tipo básico la norma prevé una pena privativa de libertad no mayor de
dos años y para el supuesto agravado el agente es sancionado con una no
menor de dos años ni mayor de cuatro años.
OMISIÓN DE DENUNCIA:
AUSENCIA DE PRUEBAS CONCRETAS
"Al no existir en autos pruebas concretas para que puedan ser condenados por
el delito incriminado, resulta arreglada a Ley de absolución realizada por el
colegiado ".
SALA PENAL Exp. N° 1274-97 Cajamarca.
Lima, diez de marzo de mil novecientos noventiocho.-
VISTOS: de conformidad en parte con lo dictaminado por el señor Fiscal; por sus
fundamentos; y CONSIDERANDO: que, conforme a lo dispuesto por el artículo
cuarentitrés del Código Penal, el importe del día multa no podrá ser menor de
veinticinco por ciento ni mayor del cincuenta por ciento del ingreso diario del
condenado cuando viva exclusivamente de su trabajo; por lo que al haberse
omitido el porcentaje de la misma, es del caso integrar este extremo de la
sentencia en aplicación del penúltimo párrafo del artículo doscientos noventiocho
del Código de Procedimientos Penales, modificado por el Decreto Legislativo
ciento veintiseis: declararon NO HABER NULIDAD en la sentencia recurrida de
las fojas trescientos cuatro, su fecha treintiuno de diciembre de mil novecientos
noventiseis, que absuelve a Carlos Cendio Vásquez Levi y Elva Rosa Hoyos
Valdivieso de la acusación fiscal, en el delito contra la Administración Pública
-contra la función jurisdiccional- en la modalidad de omisión de comunicar la
comisión de un delito, en agravio de Ramón Graciano Ocasi; absuelve a
Rossana Morales Cerrón de la acusación fiscal por los delitos contra la fe pública
-Falsificación de Documentos en General-, en la modalidad de falsedad material,
en agravio del Estado, Ramón Graciano Ocas y del Registro Electoral de
Cajamarca, representado por Carlos Emilio Vásquez León; y contra la fe publica
-falsificación de documentos en general-, en la modalidad de uso de documentos
falsos, en agravio del Estado y de Ramón Graciano Ocas; condena a Jaime
Fernando Torres Carranza por los delitos contra la fe pública -falsificación de
documentos en general- en la modalidad de falsedad material, en agravio de
Ramón Graciano Ocas y el Estado; y contra el patrimonio-Esta faen agravio de
la Cooperativa de Servicios Múltiples "Cápac Yupanqui", sector Educación,
representada por César Augusto Cuenca Majar, a dieciocho meses de pena
privativa de libertad, que se dio por computada por el tiempo de la carcelerÍa
sufrida; e impone a Jaime Fernando Torres Carranza la pena accesoria de treinta
días multa; INTEGRANDOLA: en un porcentaje del veinticinco por ciento de su
ingreso diario a favor del Tesoro Público, debiendo el juez hacer uso del
apercibimiento de conversión; y fija en mil nuevos soles la suma que por
concepto de reparación civil debería abonar el sentenciado a favor del agraviado
Ramón Graciano Ocas; en doscientos nuevos soles a favor del Estado; y en mil
trescientos nuevos soles a favor de la Cooperativa agraviada; y los devolvieron.-
ss. SIVINA HURTADOIROMÁN SANTISTEBAN/FERNÁNDEZ
URDAY/GONZALES LÓPEZlPALACIOS VILLAR.
IX. EL ILÍCITO PENAL EN LA LEGISLACIÓN COMPARADA
Código Penal colombiano de 1980
Artículo 153.- "El empleado oficial que teniendo conocimiento de la comisión de
un delito cuya averiguación deba adelantarse de oficio, no dé cuenta a la
autoridad, incurrirá en pérdida del empleo".
Nuevo Código Penal de Colombia del 2000
Artículo 417.- (Abuso de autoridad por omisión de denuncia).
"El servidor público que teniendo conocimiento de la comisión de una conducta
punible cuya averiguación deba adelantarse de oficio, no dé cuenta a la
autoridad, incurrirá en multa y pérdida del empleo o cargo público.
La pena será de dos (2) a cuatro (4) años de prisión si la conducta punible que
se omitiere denunciar sea de las contempladas en el delito de omisión de
denuncia de particular".
Artículo 441.- (Omisión de denuncia de particular)
"El que teniendo conocimiento de la comisión de un delito de genocidio,
desplazamiento forzado, tortura, desaparición forzada, homicidio, secuestro
extorsivo, narcotráfico, enriquecimiento ilícito, testaferro, lavado de activos,
cualquiera de las conductas contempladas en el Título II de este Libro o de las
conductas contenidas en el Capítulo IV del Libro II cuando el sujeto pasivo sea
un menor de doce (12) años, omitiere sin justa causa informar de ello en forma
inmediata a la autoridad, incurrirá en prisión de uno (1) a tres (3) años".
Código Penal de Ecuador
Artículo 292.- "Todo funcionario o todo agente de la policía que, ha-
biendo tenido noticia de la perpetración de un delito, no lo pusiere
inmediatamente en conocimiento de un juez de instrucción, será reprimido con
prisión de quince días a seis meses".
Artículo 293.- "Todo médico, cirujano, dentista, obstetriz o cualquier otra persona
que, en el ejercicio de profesión sanitaria, al prestar servicios profesionales,
descubriere un hecho que presente los caracteres de un delito y no lo
denunciare a la policía o a un juez de instrucción, será reprimida con multa de
cincuenta a quinientos sucres, a menos que la denuncia pueda acarrear
responsabilidad penal a la persona asistida".
Código Penal de El Salvador
Artículo 476.- "El funcionario público que en el ejercicio de sus funciones o con
ocasión de ellas, hubiere tenido conocimiento de haberse perpetrado un hecho
punible de acción punible y omitiere dar aviso dentro del plazo de venticuatro
horas a la autoridad competente, será sancionado con diez a cincuenta días-
multa.
Igual sanción se impondrá al jefe o persona encargada de un centro hospitalario
caso de salud, clínica u otro establecimiento semejante, público o privado, que
no informare a un juez o alguno de los órganos auxiliares de la administración de
justicia el ingreso de personas lesionadas, dentro de las venticuatro horas
siguientes al ingreso, en casos en que racionalmente deban considerarse como
provenientes de un delito de los que dan lugar a procedimiento de oficio o si no
se remitiere certificación de la ficha clínica sobre el curso y duración de las
lesiones cuando le sea solicitada por eljuez que esté conociendo en proceso
penal correspondiente.
No se reputará culpable el que omitiere el aviso a que se refieren los dos inciso s
anteriores, cuando el autor del hecho punible fuere su ascendiente,
descendiente, padre o hijo adoptivo, cónyuge, concubina o hermano".
Nuevo Código Penal de El Salvador de 1997
Artículo 309.- (Omisión del deber de poner en conocimiento determinados
delitos)
"El que teniendo conocimiento cierto, de que se fuere a cometer un delito contra
la vida o la integridad personal, la seguridad colectiva, la salud pública, la
libertad individual o sexual y no existiendo peligro o daño para sí o para sus
parientes, no lo pusiere en conocimiento del amenazado o de la autoridad, será
sancionado con prisión de seis meses a un año, si el delito hubiere comenzado a
ejecutarse".
Código Penal de Guatemala de 1973 Artículo 457.- (Omisión de denuncia)
"El funcionario o empleado público que, por razón de su cargo, tuviere
conocimiento de la comisión de un hecho calificado como delito de acción
pública y, a sabiendas, omitiere o retardare hacer la correspondiente denuncia a
la autoridad judicial competente, será sancionado con multa de cien a mil
quetzales.
En igual sanción incurrirá el particular que, estando legalmente obligado, dejare
de denunciar".
Código Penal de Cuba
Artículo 183 .- "El médico que al asistir a una persona o reconocer a un cadáver
nota u observa signo de lesiones externas por violencia o indicios de
intoxicación, de envenenamiento o de haberse cometido cualquier delito y no da
cuenta inmediatamente a las autoridades, consignando los datos
correspondientes, incurre en sanción de privación de libertad de seis meses a
tres años o multa de doscientos a quinientas cuotas, siempre que el hecho no
constituya un delito de mayor entidad".
ARTÍCULO 408:
El artículo 408 del Código Penal tiene como fuente directa el artículo 401 del
Proyecto de Código Penal de 1991, artículo 346 del Proyecto de 1996 y el
artículo 367 del Proyecto de 1985.
Es una figura nueva en la legislación nacional, no habiendo sido contemplado
por el viejo Código Penal de 1863, tampoco por el Código derogado de 1924.
Este delito de acción dolosa y omisión culposa no se encuentra tipificado como
delito especial en la legislación comparada.
Nótese que tanto el artículo 367 como el 346 de los proyectos de Código Penal
de 1985 y 1986 respectivamente, tienen una misma redacción literal y un mismo
contenido de injusto penal, utilizando la frase "El que, después de un accidente
automovilístico o de otro similar ... " para incidir de manera expresa en los
accidentes de tránsito, básicamente automovilísticos, por ser lo más frecuentes,
pero no se reduce solo a ello, sino también a otros análogos. Esta última
condición de analogía requiere de una interpretación por parte del juzgador. Es
lícito preguntarse, ¿qué otro accidente es análogo al automovilístico?, planteada
de esta manera la analogía por supuestos dolosos se reducen a una mínima
situación de hechos; a diferencia de los supuestos contemplados en el artículo
367 del Proyecto de 1986 y el artículo 367 del Proyecto de 1985 que literalmente
prescribían: "El que después de un accidente ... ", expresión de contenido más
amplio, donde el tipo está referido a toda clase de accidentes, sean estos
automovilísticos o de otro similar, incluyendo el uso negligente de maquinarias
no móviles, entre otros, en el que ha tenido parte el agente y del que han
resultado lesiones o muerte, alejándose del lugar para sustraerse a su
identificación, para eludir las comprobaciones necesarias o por razones
atendibles, pero omitiendo dar cuenta inmediata a la autoridad. En estas
condiciones, obviamente, los supuestos contemplados en los proyectos
indicados protegen mejor el bien jurídico tutelado por la norma. No entendemos
las razones y/o motivaciones que tuvo el legislador peruano para modificar los
proyectos en este extremo indicado, básicamente en los supuestos referidos a
condiciones de accidentes de tránsito.
Obsérvese que este injusto penal tiene una construcción híbrida, de supuestos
concursales necesarios, de acción y omisión dolosa en una misma figura básica,
como se presenta en el artículo 408 del Código Penal.
El tipo es un delito de acción y omisión dolosa que contiene una voluntad rectora
respecto de la acción de omisión del agente en el contenido de la voluntad del
sujeto activo, este orienta su conducta finalísticamente a sustraerse a la
investigación o para eludir las comprobaciones necesarias; con dicha finalidad
se aleja después de un accidente automovilístico o de otro similar en el que ha
tenido parte; o alejándose por razones atendibles omite dar cuenta
inmediatamente a la autoridad. En estos dos supuestos se configura el tipo.
Este injusto penal se caracteriza por la especial técnica de construcción del tipo
sobre la base de los verbos rectores con acción material finalista; siendo el tipo
descrito en el artÍCulo 408 del Código Penal un delito de acción dolosa, también
admite una omisión dolosa, siendo característico en ambos supuestos un mismo
verbo rector: "alejarse"; pero este acto de alejarse en sí mismo no es lo que se
penaliza, sino aquel orientado a sustraerse a su identificación o para eludir las
comprobaciones necesarias después de un accidente automovilístico o similar,
en el que ha tenido y del que han resultado lesiones o muerte; de manera que si
se aleja con la finalidad descrita en una circunstancia donde no hay lesiones o
muerte, tan solo daño material, dicha conducta resulta atípica, no delictuosa.
Esta disposición no se limita solo al conductor de un automóvil que, después de
un accidente, trata de eludir su identificación o para eludir las comprobaciones
necesarias. La norma está referida a cualquier persona que participa en el
tránsito rodado y cuya conducta puede haber ocasionado, según las
circunstancias, el accidente.
Otra nota característica del tipo radica en que no es muy claro lo que quiso
expresar el legislador al emplear la frase: " ... en el que ha tenido parte ... ", aun
cuando es obvio que se refiere a accidentes básicamente culposos; el hecho
concreto es que la participación del agente puede ser directa o indirecta,
dependiendo de si fue conductor, peatón, ocupante, etc., de manera que la frase
debe ser entendida en su acepción más amplia. El sujeto activo puede ser el
conductor, el peatón que con su imprudencia provoca el accidente con dicho
resultado, el ocupante que irresponsablemente asusta al conductor logrando que
este pierda el control del vehículo y se produzca el accidente, etc. (todas estas
acciones tienen la connotación de participación en mayor o menor grado), y si
esto es así, dichos agentes pueden incurrir en el hecho ilícito en comentario si se
alejan del accidente para sustraerse a su identificación o eludir ciertas
comprobaciones necesarias.
El artículo 408 del Código Penal guarda concordancia con lo dispuesto por los
artículos 274 y 275 del Reglamento Nacional de Tránsito, aprobado por D.S. N°
033-2001-MTC, que derogó al Código de Tránsito y Seguridad Vial (D. Leg. N°
420)(45).
Puede ser sujeto activo de este delito cualquier persona que teniendo parte de
un accidente de tránsito del que han resultado lesiones o muerte, se aleja del
lugar para sustraerse a su identificación o para eludir las comprobaciones
necesarias o se aleja por razones atendibles, omitiendo dar cuenta inmediata a
la autoridad.
La norma penal precisa para ambos supuestos admitidos por el tipo (acción y
omisión dolosa) una pena privativa de libertad no mayor de tres años y con
noventa a ciento veinte días-multa.
"Del análisis de autos se infiere que la conducta de los procesados no reviste los
elementos típicos, por cuanto estos en ningún momento se dieron a la/uga luego
de producido el accidente, lo que se encuentra corroborado con la declaración
de la agraviada".
Exp. N° 3055 - 98.
Lima, veintiuno de septiembre de mil novecientos noventiocho. VISTOS:
Interviniendo como vocal ponente la doctora Cayo Rivera Schreiber, en lo
expuesto por la señora Fiscal Superior en su dictamen de fojas ciento
treinticinco: y CONSIDERANDO: además, Primero.- Que, la conducta ilícita
descrita en el artículo cuatrocientos ocho del Código Penal vigente sanciona al
sujeto " ... que después de un accidente automovilístico o de otro similar en el
que ha tenido parte y del que han resultado lesiones o muerte, se aleja del lugar
para sustraerse a su identificación o para eludir las comprobaciones necesarias
o se aleja por razones atendibles, pero omite dar cuenta inmediata a la autoridad
... ", Segundo.- Que, del análisis de autos se infiere que la conducta de los
procesados no reviste los elementos típicos que señala el artículo acotado en el
primer considerando, por cuantos estos en ningún momento se dieron a la fuga
luego de producido el accidente, hecho que se encuentra corroborado con la
propia declaración preventiva de la agraviada Nelly Rojas Tananta a fajas
treintidós, quien sostiene que el día de los hechos, luego de haber colisionado
los vehículos de los procesados, fue atendida por el cobrador del carro en el cual
viajaba, y en vista que no llegaban a un acuerdo los inculpados con respecto a la
responsabilidad por los daños ocasionados, se retiró a su domicilio; sin embargo,
al persistir los dolores fue atendida en los días siguientes por el médico legista,
quien determinó que presentaba una fisura en el brazo, hechos que prueban la
no responsabilidad de los procesados respecto al delito contra la función
jurisdiccional, al no haberse identificado en su conducta los elementos
constitutivos del tipo penal aludido; Tercero.- Que, de otro lado, con respecto al
delito de lesiones, este se encuentra probado solo con respecto a la agraviada
Nelly Rojas Tananta con el certificado médico legal de fajas nueve, el cual arroja
cinco días de atención facultativa por veinticinco de incapacidad para el trabajo,
acreditándose del mismo modo la responsabilidad penal del acusado Armando
Luyo Huamán en mérito de las conclusiones del atestado policial de fajas tres en
las cuales se sostiene que el factor predominante en la producción de los hechos
investigados resultó ser operativo del conductor de la unidad uno que conducía
Luyo Huamán al no conservar su distancia respecto al vehículo que conducía su
coprocesado Antay Obregón, infringiendo de esta manera su deber específico de
cuidado; mientras que con relación a la menor Maribel Rojas Salazar, se verifica
del certificado médico legal de fajas ocho que no presenta signos de lesiones
recientes, por 10 que no se encuentra acreditada lesión alguna contra la menor,
en consecuencia deberá absolverse al encausado Luyo Huamán en este
extremo; por estas consideraciones, CONFIRMARON la sentencia de fajas
ciento veintiséis su fecha treinta de abril de mil novecientos noventiocho en el
extremo que dispone el SOBRESEIMIENTO de la instrucción contra Armando
Luyo Huamán por delito contra la vida, el cuerpo y la salud-lesiones culposas en
agravio de Maribel Rojas Salazar, y contra Armando Luyo Huamán y José Antay
Obregón por delito contra la función jurisdiccional- fuga de accidente de tránsito
en agravio de Maribel Rojas Salazar; CONDENANDO a Armando Luyo Huamán
como autor del delito contra la vida, el cuerpo y la salud-lesiones culposas en
agravio de Nelly Rojas Tananta; REVOCARON en el extremo que falla
CONDENANDO a Armando Luyo Huamán y José Antay Obregón como autores
del delito contra la administración de justicia, contra la función jurisdiccionalfuga
del lugar del accidente en agravio de Nelly Rojas Tananta y del
Estado a Tres Años de pena privativa de libertad, cuya ejecución se suspende
por el término de dos años, bajo reglas de conducta; asimismo, a la pena de
noventa días multa y fija en Mil Quinientos nuevos soles, la reparación civil que
deberá abonar Luyo Huamán a favor de Nelly Rojas Tananta; Quinientos Nuevos
Soles ambos procesados a favor de Nelly Rojas Tananta por delito de Fuga del
Lugar del Accidente; y Quinientos Nuevos Soles ambos procesados por el
mismo concepto a favor del Estado; y reformándola ABSOLVIERON de la
acusación fiscal a los procesados Armando Luyo Huamán y José Antay Obregón
como autores del delito contra la administración de justiciacontra la función
jurisdiccional- fuga del lugar del accidente en agravio de Nelly Rojas Tananta y
del Estado, ORDENARON la anulación de los antecedentes policiales y
judiciales que se hubieran generado contra el procesado derivados de la
presente instrucción; con los demás que contiene, notificándose y los
devolvieron.-
ss. MAC RAE THAYS/EYZAGUIRRE GARATElCAYO RIVERA SCHREIBER.
ARTÍCULO 409:
Código Penal de Costa Rica, artículo 464 del Código Penal de la República de El
Salvador, artículo 169 del Código Penal boliviano, artículos 153 al 158 del
Código Penal alemán, artículos 180 al 183 del Código Penal de Uruguay,
artículos 306 al 309 del Código Penal suizo, artículos 247 y 248 del Código
Penal de México, artículos 372 al 384 del Código Penal italiano, artículos 459 al
461 del Código Penal de Guatemala, artículo 353 del Código Penal de
Nicaragua, artículos 401 al 407 del Código Penal portugués, entre otros.
Proyecto de Código Penal peruano de 1991
Artículo 402.- "El testigo, perito, traductor o intérprete que, en un procedimiento
judicial, hace falsa declaración sobre los hechos de la causa o emite el dictamen,
traducción o interpretación falsos, será reprimido con pena privativa de libertad
no menor de dos ni mayor de cuatro años.
La pena será no menor de dos años ni mayor de seis años, si el testigo en su
declaración, atribuye a una persona haber cometido un delito, a sabiendas que
es inocente. El juez puede atenuar la pena hasta límites inferiores al mínimo
legal o eximir de sanción, si el agente rectifica espontáneamente su falsa
declaración antes de ocasionar perjuicio".
Nótese que el artículo 409 del Código Penal tiene la misma redacción o
configuración del tipo descrito en el artículo 402 del Proyecto de 1991.
Proyecto de Código Penal de 1986
Artículo 347.- "El testigo, perito, traductor o intérprete que en procedimiento
judicial haga falsa declaración sobre los hechos de la causa, o emita dictamen,
traducción o interpretación falsos, será reprimido con pena privativa de libertad
no mayor de tres años.
Si la falsa declaración se refiere a hechos que no pueden ejercer ninguna
influencia en la decisión del juez, la pena será de multa de la renta de ciento
ochenta a trescientos sesenta días.
Si el testigo en su declaración acusa a una persona de haber cometido un delito
del que él sabía que era inocente, la pena será no mayor de diez años.
En todos los casos se impondrá al reo además, inhabilitación, conforme al
artículo 56, incisos 1,2 y 3.
El juez puede disminuir la pena hasta límites inferiores al mínimo legalo eximir
de pena, si el agente rectifica espontáneamente su falsa declaración antes de
ocasionar perjuicio".
En términos generales, aún cuando la redacción del artÍCulo 347 del Proyecto de
Código Penal de 1986 difiere del artÍCulo 409 del Código Penal, tiene el mismo
contenido de injusto penal. El primero, contiene más supuestos que el segundo
por que incluye una figura básica, una atenuada y una agravada, además el
proyecto establece como pena necesaria la inhabilitación; situación esta última
no contemplada en el artículo 409 del Código Penal.
Proyecto de Código Penal de 1985
Artículo 348.- "El testigo, perito, traductor o intérprete gue en procedimiento
judicial haga falsa declaración sobre los hechos de la causa, o emita dictamen,
traducción o interpretación falsos, será reprimido con pena privativa de libertad
no mayor de tres años.
Si la falsa declaración se refiere a hechos que no pueden ejercer ninguna
influencia en la decisión del juez, la pena será de multa de la renta de ciento
ochenta a trescientos sesenta días.
Si el testigo en su declaración acusa a una persona de haber cometido un delito
del que él sabía que era inocente, la pena será no mayor de diez años.
En todos los casos se impondrá al reo, además, inhabilitación, conforme al
artículo 57, incisos 1,2 y 3.
El juez puede disminuir la pena hasta límites inferiores al mínimo legal, o eximir
la pena, si el agente rectifica espontáneamente su falsa declaración antes de
ocasionar perjuicio".
El juez podrá disminuir la pena hasta límites inferiores al mínimo legal o eximir
de pena, si el delincuente hubiere rectificado espontáneamente su falsa
declaración antes de ocasionar perjuicio a los derechos de otro".
Obsérvese que estos dos últimos códigos tienen similar redacción y es casi una
trascripción literal del artículo 334 del Código Penal de 1924.
Código Penal derogado de 1924
Artículo 334.- "El testigo, perito, traductor o intérprete que en un procedimiento
de justicia hiciera una falsa deposición sobre los hechos de la causa, o emitiere
un dictamen falso, una traducción o una interpretación falsa, será reprimido con
penitenciaría no mayor de tres años o prisión no menor de tres meses.
La pena será de prisión no mayor de seis meses, si la falsa declaración se
refiere a hechos que no pueden ejercer ninguna influencia en la decisión del
juez.
La pena será penitenciaría no mayor de diez años o prisión no menor de seis
meses, si el testigo en su deposición ha acusado al inculpado de haber cometido
un delito del que él sabía que era inocente.
En todos los casos se impondrá al reo, además, inhabilitación de los derechos
comprendidos en los incisos 1,2 y 3 del artículo 27, por otro tanto de la condena.
El juez podrá disminuir la pena hasta límites inferiores al mínimum legal, o eximir
de pena, si el delincuente hubiere rectificado espontáneamente su falsa
declaración antes de ocasionar perjuicio a los derechos de otro".
Código Penal peruano de 1863
Artículo 221.- "El testigo falso será castigado en el siguiente orden: 1. Si en
virtud de su falso testimonio se impone la pena de muerte, sufrirá penitenciaría
en segundo grado;
2. Si se impone penitenciaría, expatriación, confinamiento o inhabilitación, sufrirá
por la tercera parte del tiempo de la condena;
3. Si se impone cárcel, reclusión o arresto, sufrirá respectivamente la tercera
parte de la pena en causa;
4. Si se impone suspensión o multa, sufrirá arresto mayor en primer grado; y su
destitución, arresto mayor a tercer grado".
Artículo 222.- "Si el reo no llega a sufrir su condena, o es absuelto, o
no termina el juicio por algún motivo legal, el testigo falso sufrirá la pena del
calurnniante. Si la falsa declaración se hubiese prestado en favor del reo, se
impondrá al testigo la pena del encubridor".
Artículo 223.- "El testigo falso en materia civil, sufrirá cárcel en primero o
segundo grado, según la entidad del juicio.
Si este fuese de menor cuantía, el falso testimonio se castigará como falta, con
arresto menor en tercer o cuarto grado".
Artículo 224.- "La pena del testigo falso por soborno, se agravará con una multa
igual a la cantidad ofrecida, o al duplo de la recibida.
El sobornante sufrirá la pena del simple testigo falso".
Artículo 225.- "La falsa exposición de los peritos e intérpretes, se castigará con
la pena respectivamente designado por los testigos falsos, y multa de diez a cien
pesos".
Artículo 226.- "Cuando la falsedad del testimonio o exposición no recayere sobre
la esencia, sino sobre algún incidente de poca entidad, se castigará como falta,
según el prudente arbitrio del juez".
Nótese que en la evolución del injl;lsto penal falsedad en juicio de testigo, perito,
traductor o intérprete, este cobra un mayor impulso. Se tradujo en una mejor
redacción y sistematización del tipo; por ejemplo, en la configuración de los
supuestos contemplados en los artÍCulos 221 al 226 del viejo Código Penal
peruano de 1863 se caracterizaba por su excesivo detallismo y generalidad;
sobre todo, la curiosa construcción legislativa del tipo descrito en el artÍCulo 226
que deja al arbitrio del juez, calificar si el hecho se sancionaba como delito o
como falta sin serlo; situación no contemplada en el artículo 334 del Código
Penal derogado de 1924, ni en los proyectos que antecedieron al nuevo Código
Penal de 1991. Asimismo, estos últimos Códigos evolucionaron hacia una
mejorredacción del tipo en una misma figura básica y no indistintamente, como
era propio en el viejo Código Penal de 1863.
El tipo descrito en el artículo 409 del Código Penal es una vieja figura penal que
en su larga y discutible evolución ha generado discusiones doctrinarias, nada
pacíficas, relativas a su ubicación sistemática, al contenido del injusto penal, su
naturaleza jurídica, su autonomía frente al perjuicio y falsedad, la influencia en
su configuración de elementos religiosos, etc.; para finalmente, siguiendo a la
doctrina italiana, ubicarla entre los delitos contra la administración de justicia.
Nótese que el injusto penal falso testimonio en juicio primigeniamente se ubicaba
entre los delitos contra la religión. "El carácter religioso se desprende de su
colocación en los primeros preceptos de la ley y es continuación del delito de
hechicería regulados en los dos primeros artículos de la misma. La configuración
autónoma es, no obstante, el rasgo más destacado del tratamiento de esta figura
por el ordenamiento asirio-babilónico, que regula el falso testimonio con total
independencia del perjurio, del cual no se ocupan en ninguno de los preceptos
conocidos; en este sentido, tal regulación es, sin duda, técnicamente más
evolucionada que muchas posteriores, en las que a menudo, como
seguidamente veremos, no se encuentra la protección jurídico penal del
testimonio completamente independizada de la religiosa, que en estos casos
derivaba de la obligada prestación del juramento"(46). Milla Garrido, hace
referencia al Código de Harnmurabi (2250 a.c.), primitiva legislación que
sancionaba este injusto penal en los artículos 3 y 4, prescribiendo en su artículo
tercero la pena de muerte para el agente que sin justificar su declaración,
testificaba en contra del acusado en una causa que estuviese en juego la vida de
este; y en el segundo supuesto, cuando la causa versaba sobre dinero o grano,
la pena del falso testigo era la misma del proceso en que la declaración falsa se
emitía.
El mismo autor sostiene que en el antiguo Egipto no se ha encontrado precepto
alguna que contemple específicamente el delito de falso testimonio, " ... sin
embargo, el juramento formalidad previa del testimonio judicial, el testigo falso
cometía necesariamente el delito de perjurio, que, considerado dentro de los
delitos contra la religión de los más graves, ofensivo tanto de los dioses como de
los hombres, fue castigado con la pena de muerte, a diferencia de las falsedades
en general, que se penaban con la amputación de la mano, y de la acusación
falsa, a la que se aplicaba el talión".(47)
En el Derecho romano este injusto penal se configuró como tal en la Ley de las
XII Tablas (Precepto 23 de su octava tabla) y la Comelia de Falsis.
La Ley de las XII Tablas sancionaba al testigo falso con la muerte (arrojando al
agente de la roca Tarpeya) "Si quis falsum testimonium di xerit, saxo tarpeio
praeceps dejicitur n.
Sin embargo, algunos autores, basándose en un fragmento de Aulo Gelio, en
Noctes Atticae, XX, I, 53, consideraban la pena de muerte; el hecho es que este
injusto penal se hallaba configurado como ilícito penal independientemente del
perjurio; sin embargo, tal configuración no devenía autónoma con respecto a las
demás falsedades.
Durante la Edad Media el delito de falso testimonio fue tipificado como tal dentro
de las falsedades, utilizándose contra el falso testigo la tortura y las penas
mutilativas de marcado corte talional; estas penas, de franco contenido bárbaro,
eran propias, también del germánico intermedio, donde al falso testigo, como
falsario, se le amputaba la mano(48).
El artículo 409 del Código Penal admite una figura agravada determinada por la
circunstancia de la falsa declaración, atribuyendo a una persona haber cometido
un delito a sabiendas que es inocente.
Código Penal peruano de 1991 Artículo 409.- (Segundo párrafo)
"Si el testigo, en su declaración, atribuye a una persona haber cometido un
delito, a sabiendas que es inocente, la pena será no menor de dos ni mayor de
seis años".
Nótese que la figura agravada solo lo es con referencia al testigo, quien con su
declaración falsaria atribuye un hecho ilícito a sabiendas de la inocencia del
procesado, excluyendo de dicha figura agravada al perito, traductor, o intérprete.
En los supuestos descritos el agente orienta su acción dolosa a perjudicar al
procesado y burlarse de la acción de la justicia. El término " ... a sabiendas que
es inocente ... " empleado por el legislador en la configuración del tipo agravado,
denota el dolo especial del agente, aun cuando la prueba testimonial en un
proceso penal es tan discutible en determinados casos que puede determinar un
fallo condenatorio injusto, basada en una falsa declaración en un procedimiento
penal (excluyendo expresamente otros procedimientos, sean civiles, laborales,
etc.): " .. .la falsedad tiene que encarnar una amenaza para la certeza del juicio a
formular, o sea, tiene que recaer sobre algo capaz de influir en ello como
elemento probatorio ... "(61).
En la legislación comparada son pocos los códigos penales que contemplan esta
figura agravada. Es el caso del párrafo 2° del artÍCulo 275 del Código Penal
argentino, artÍCulo 355 del Código Penal de Panamá, artículo 176 del Código
Penal cubano, artÍCulo 353 del Código Penal de Nicaragua, entre otros.
B.- Figura atenuada o eximente a criterio del juez Artículo 409.- (Último párrafo)
"El juez puede atenuar la pena hasta límites inferiores al mínimo legal o eximir
de sanción, si el agente rectifica espontáneamente su falsa declaración antes de
ocasionar perjuicio".
Esta curiosa construcción legislativa otorga facultad potestativa aljuzgador de
atenuar o eximir de la pena cuando el agente se rectifica espontáneamente en
su declaración falsaria, a condición de que no se haya ocasionado un perjuicio a
una de las partes de la relación procesal; de manera que esta rectificación debe
ser oportuna.
El sujeto pasivo es el Estado como único titular del bien jurídico tutelado. Cabe
precisar que la acción dolosa del agente puede afectar varios bienes jurídicos
tutelados, pero el legislador ha considerado como bien jurídico preponderante la
administración de justicia, de ahí que una de las características del injusto penal
es su condición de pluriofensiva.
VIII. DE LA PENA
El tipo básico descrito en el artÍCulo 409 del Código Penal prevé una pena
privativa de libertad no menor de dos años ni mayor de cuatro años. Para la
figura agraviada, la pena será no menor de dos ni mayor de seis años. Y para la
figura atenuada, esta puede ser rebajada hasta límites inferiores al mínimo legal.
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(46) MILLA GARRIDO, Antonio. "Revista Documentación Jurídica". N° 21.
Eneromarzo. Madrid, 1979. Págs. 96-97.
(47) MILLA GARRIDO, Antonio. Op. cit. Pág. 99.
(48) LEVEN E (n), Ricardo. "El delito de falso testimonio". Ediciones Depalma.
Buenos Aires, 1978. Pág. 27.
(49) Código Penal de Guatemala de 1973
Artículo 459.- "Comete perjurio quien, ante la autoridad competente, jurare decir
la verdad y faltare en ella con malicia.
El responsable de este delito será sancionado con prisión de seis meses a tres
años y multa de cincuenta a un mil quetzales".
(50) LEVENE, Ricardo. Op. cit. Pág. 4.
(51) Reglamento de la Corte Interamericana de Derechos Humanos del \6/9/96,
aprobado por la Corte en su XXXIV Período Ordinario de Sesiones en el Período
del 9 al 20/9/96. (52) Ídem.
(53) Código Penal español
Artículo 458.- "Las mismas penas se impondrán si el falso testimonio tuviera
lugar ante Tribunales Internacionales que, en virtud de Tratados debidamente
ratificados conformC la Constitución española, ejerzan competencias derivadas
de ella, o se realizara en España al declarar en virtud de comisión rogatoria
remitida por un Tribunal extranjero".
(54) BENEYTEZ MERINO, Luis. Op. cit. Pág. 4299.
(55) LEVENE (h), Ricardo. Op. cit. Pág. 4.
(56) BENEYTEZ MERINO, Luis. Op. cit. Pág. 4297.
(57) Convención Americana sobre Derechos Humanos "Artículo 8.- Garantías
Judiciales
2) Toda persona inculpada de delito tiene derecho a que se presuma su
inocencia mientras no se establezca legalmente la culpabilidad. Durante el
proceso toda persona tiene derecho en plena igualdad, a las siguientes
Garantías mínimas:
6) Derecho a no ser obligado a declarar contra si mismo ni a declararse culpable,
y ... ".
(58) Ver HUGO ÁLVAREZ, Jorge B. "Delitos cometidos por funcionarios públicos
contra la administración pública". Editorial Gaceta Jurídica. Lima, 2000. Pág.
191.
(59) Código Penal peruano de 1991
Artículo 395.- (Cohecho de funcionarios especiales)
"El magistrado, árbitro, fiscal, perito, miembro de Tribunal Administrativo o
cualquier otro análogo que solicite y/o acepte donativo, promesa o cualquier otra
ventaja, a sabiendas que es hecha con el fin de influir en la decisión de un
asunto que esté sometido a su conocimiento, será reprimido con pena privativa
de libertad no menor de seis ni mayor de quince años e inhabilitación conforme a
los incisos 1, 2 y 4 del artículo 36 del Código Penal y con ciento ochenta a
trescientos sesenta y cinco díasmulta.
La inhabilitación que como accesoria a la pena privativa de libertad se imponga
al agente del delito, será puesta en conocimiento del colegio respectivo en
donde se encuentra inscrito el agente, para que dentro de cinco (5) días proceda
a suspender la colegiación respectiva, bajo responsabilidad".
Nótese cómo el legislador peruano ha equiparado punitivamente, y a los efectos
penales, al perito con el árbitro, fiscal y magistrado; hecho desproporcionado
dada la ubicación privilegiada del magistrado y fiscales, quienes tienen funciones
jurisdiccionales. La preminencia del cargo y la ubicación privilegiada dentro de la
instructiva jurídica del Estado, hace de sus funciones una tarea muy delicada, y
esta equiparación atenta con el principio de equidad, dado que la
responsabilidad y la trascendencia de las decisiones de los antes mencionados
son mayores que las de un simple perito o árbitro.
(60) V1ADA y VnASECA, Salvador. "Código Penal reformado de 1870". Tomo 11.
Madrid. Pág. 449.
(61) CREUS, Carlos. Op. cit. Pág. 346.
(62) LEVEME (h), Ricardo. Op. cit. Pág. 79.
(63) Código Penal español de 1995
Artículo 462,- "Quedará exento de pena el que, habiendo prestado un falso
testimonio en causa criminal, se retracte en tiempo y forma, manifestando la
verdad para que surta efecto antes de que se dicte sentencia en el proceso de
que se trate. Si a consecuencia del falso testimonio, se hubiese producido la
privación de libertad, se impondrán las penas correspondientes inferiores en
grado".
Nótese cómo el legislador ha establecido la etapa procesal en que debe darse la
retracción a efectos de la exención de la pena, aun cuando puede ser muy
discutible la frase aplicada por el legislador español, "en tiempo y forma".
(64) BENEYTEZ MERINO, Luis. Op. cit. Pág. 4322.
(65) LEVEN E (h), Ricardo. Op. cit. Pág. 81.
(66) Op. cit. Pág. 64.
X. EL INJUSTO PENAL EN LA LEGISLACIÓN COMPARADA
AVOCAMIENTO INDEBIDO
ARTÍCULO 410:
El verbo avocar tiene una significación relativa a la potestad de llamar para sÍ,
que ejerce un juez respecto de un litigo, asumiendo el conocimiento de la ¡ilis,
radicando jurisdicción y sometiendo a las partes a su competencia. Puede
originarse por varias causas, todas ellas prescritas por ley.
Cabanellas definía dicho verbo como: "Atraer o llamar a sí algún juez o tribunal
superior, sin provocación o apelación, la causa que se está litigando o que debe
litigarse ante otro inferior"(69), algunos autores refieren la existencia de un
derecho de evocación que viene a ser la facultad atribuida y reconocida al
Tribunal Superior para sacar un proceso del conocimiento de una instancia o
juzgado inferior asumiendo jurisdicción directamente.
ARTÍCULO 411:
El injusto penal descrito en el artículo 411 del Código Penal es una figura nueva
en nuestra legislación y tiene como fuente directa el artículo 404 del Proyecto de
Código Penal de 1991 (70), no fue configurado como hecho ilícito en el viejo
Código Penal de 1863, tampoco en el código derogado de 1924 ni en los
proyectos de Código Penal de 1985, 1984 y 1986.
La legislación comparada no contempla este injusto como figura independiente.
Una de las críticas fundamentales a formular contra esta figura penal guarda
relación con la ubicación y sistematización del injusto, que no consideran
apropiado ubicarla entre los delitos contra la administración de justicia porque no
es precisamente la administración de justicia como bien jurídico tutelado la que
se lesiona con la acción dolosa del agente; en todo, caso lo que afectaría en
términos generales es el normal y correcto desarrollo de la administración
pública. Los procedimientos administrativos integran el proceso de la
administración pública con los fines de seguridad, orden y eficacia de todo su
quehacer. El procedimiento administrativo de la justicia administrativa tiene esos
mismos fines pero además tiende a garantizar las relaciones jurídicas del
administrado; actuar con justicia es el objetivo de la justicia administrativa.
Bien es verdad que se puede hablar de un procedimiento administrativo con sus
plazos, derecho de defensa, debido proceso etc., este no se desenvuelve a
través de una contienda litigiosa de las partes procesales como sucede en el
procedimiento judicial.
El procedimiento judicial es contencioso, mientras el proceso administrativo es
unilateral; esto último no forma parte de la administración de justicia, es ajena a
ella.
Siendo esto así, no entendemos cómo una falsa declaración en procedimiento
administrativo pueda atentar contra la administración de justicia como bien
jurídico tutelado.
La norma penal en comentario no hace referencia ni distingue a qué tipo de
procedimiento administrativo se refiere, de manera que no podemos distinguir
donde la ley no distingue; sin embargo, tratándose de un procedimiento general
de proceso administrativo, este busca garantizar la solución de casos calificados
como faltas disciplinarias en que ha incurrido un funcionario o servidor público;
en equidad y justicia, para ello prescribe las garantías de un debido proceso de
conformidad con las disposiciones legales y administrativas vigentes, a fin de
deslindar en forma oportuna la responsabilidad o no del sometido a proceso
disciplinario; dentro de ella, por ejemplo, se habla de la garantía del declarante a
quien se le va a recibir su declaración y que pueda negarse a prestarla en todo o
en parte, sin que ello haga presunción en su contra; explicarle el hecho que se le
imputa y las pruebas que obran en su contra, que tiene derecho a designar a un
letrado defensor; tampoco bajo ningún concepto se le tomará juramento ni
promesa de decir la verdad; etc., de manera que una falsa declaración en este
tipo de procedimiento no constituiría delito. Es atípica. Afirmar lo contrario
delitos de falso testimonio o falsedad genérica (artículos 334, 364, Y 365 del
Código Penal de 1924 derogado). En cambio, al configurar el legislador una
nueva figura legal (falsa declaración en procedimiento administrativo) en el
artículo 411 del nuevo Código Penal de 1991, le ha dado una naturaleza de
norma penal de reenvío sin hacer referencia expresa a qué tipo de
procedimiento administrativo se refiere, aun cuando la Corte Superior ha
considerado a todos los procedimientos, al extremo de hacer extensión a
procedimientos que por ley no establecen la presunción de veracidad, menos
aún prescriben la inmersión de la carga de la prueba, hechos que atentan contra
el principio de la legalidad. 01 éase critica o casos jurisdiccionales al final de los
comentarios al artículo 411 del Código Penal).
Situación que ha sido superada con la nueva Ley de Procedimiento
Administrativo, de manera que la norma penal en comentario (artículo 411 del
c.P.) nos reenvía a la nueva Ley de Procedimiento Administrativo General, Ley
N° 27444, que el juzgador deberá tomar en consideración para la configuración
del tipo.
La forma como ha redactado el legislador el artículo 411 del Código Penal hace
confusa la interpretación cuando no su inaplicabilidad por violar principios
garantistas del Derecho Penal. Con la expresión "Hace una falsa declaración en
relación a hechos y circunstancias que le corresponde probar", nos
preguntamos: ¿a quien le corresponde probar los hechos o circunstancias, por
ejemplo en un proceso disciplinario administrativo, a la administración que afirma
un cargo o al servidor público sujeto a proceso? La respuesta es obvia, distinto
es el caso de un procedimiento administrativo de pensión de viudez, si el agente
hace una declaración jurada falsa y la administración, de acuerdo al artículo 16
de la nueva Ley de Procedimiento Administrativo General, Ley N° 27444, por
una fiscalización posterior, verifica la falsedad de la declaración, aparentemente
el agente ha incurrido en el ilícito penal descrito en el artículo 411 del Código
Penal (falsificación de documento, etc.).
Usualmente y en determinados procedimientos, la administración exige una serie
de requisitos para acceder a una petición de los administrados, correspondiendo
probar al interesado que cumple con dichos requisitos, pero también en
ocasiones por la replicación de la Ley N° 27444, en cuanto al principio de la
presunción de la veracidad que establece expresamente que en la tramitación
del procedimiento administrativo, se presume que los documentos o
declaraciones formulados por los administrados en la forma prescrita por la ley,
responden a la verdad de los hechos que ellos afirman. Esta presunción admite
prueba en contrario. Solo si el agente en estos procedimientos hace una falsa
declaración en relación a hechos o circunstan-
EXPEDICiÓN DE PRUEBA
O INFORME FALSO EN PROCESO JUDICIAL
ARTÍCULO 412:
"El que, legalmente requerido en causa Judicial en la que no es parte, expide
una prueba o un informe falso, niega o calla la verdad, en todo o en parte, será
reprimido con pena privativa de libertad no mayor de tres años ".
De acuerdo con los elementos objetivos del tipo solo cabe una realización
personal de la acción, como consecuencia de que el injusto consiste en expedir
en causa judicial una prueba o informes falsos, niega o calla la verdad, en todo o
en parte; sin embargo, ello no impide que sean posibles los supuestos de
coautoría, auxilio o inducción, tal como lo demostramos con los ejemplos antes
expuestos.
La expedición falsaria tiene que recaer sobre hechos o circunstancias que
puedan alterar la comprensión en quien los estime, con fines decisorios; recae
sobre algo capaz de influir en ello como elemento probatorio, de manera que
todos estos actos deben ser formal y sustancialmente idóneos para introducir un
error relevante en la estimación que el juez debe realizar.
Las conductas o supuestos que contempla el tipo, son los siguientes:
Á. El agente expide una prueba falsa.- El médico o director de hospital que es
requerido expide la historia clínica falsa de un paciente.
B. El agente que dolosamente expide un informe falso.- Es el caso del jefe de
personal de una entidad pública o privada que emite un informe falso sobre los
ingresos de un trabajador procesado.
c. El agente que niega o calla la verdad en todo o parte.- Este supuesto hace del
delito algo puro de omisión, cuya configuración radica en la abstención voluntaria
que representa la no realización de la acción esperada: que no niegue ni calle la
verdad, obviamente que el agente debe haber sido previa y legalmente
requerido.
Con todos los supuestos que contempla el tipo se consuma el hecho ilícito en el
momento en que se expide la prueba o informes falsos; resultando irrelevante
que estas expediciones falsarias como medios probatorios hayan tenido no los
efectos deseados por el agente.
La norma reprime al sujeto activo con pena privativa de libertad no mayor de tres
años.
EVASiÓN DE PRESO
ARTÍCULO 413:
La norma tiene como fuentes directas los artículos 406 del Proyecto de Código
Penal peruano de 1991,351 del Proyecto de 1986 y 372 del Proyecto de 1984;
como antecedente debe tenerse en consideración el artículo 336 del Código
Penal derogado de 1924(74) y entre la legislación comparada el artículo 280 del
Código Penal argentino, cuya redacción es bastante simular al artículo 413 del
Código Penal peruano de 1991.
La legislación comparada mayoritariamente tipifica el hecho como un ilícito penal
y son pocas las que no lo contemplan, existiendo variantes entre una u otra
legislación; por ejemplo, lo tipifica el artículo 259 del novísimo Código Penal
venezolano de 2000, artículos 307 al312 del Código Penal de Ecuador, artículos
97 al 99 del Código Penal japonés, artículo 469 del Código Penal español,
artículos 299 al 300 del Código Penal chileno, artículo 178 del Código Penal de
Colombia, artículo 480 del Código Penal de El Salvador, artículo 148 del Código
Penal de Cuba, artículo 232 del Código Penal de Puerto Rico, artículo 365 del
Código Penal de Panamá, artículo 186 del Código Penal de Uruguay, artículo
280 del Código Penal de Argentina, artículo 324 del Código Penal de Costa Rica,
entre otros.
En la doctrina y la legislación comparada no siempre hubo uniformidad con la
tipificación de esta vieja figura penal; es bastante ilustrativa la opinión de
Pacheco citada por Rodríguez Devesa en su obra "Derecho Penal español": "Lo
que excusa al encarcelado que se fuga no es la idea de que pueda ser inocente:
lo que excusa -ya lo hemos dicho- es el instinto necesario de la naturaleza
humana, que nos hace huir del mal, evitar el dolor ( ... ) ¿Teméis que se escapen
los presos? Tened cárceles seguras. ¿Teméis que se os evadan los presidiarios?
Celad su custodia cuanto sea permitido a la prudencia humana; pero no os
extrañéis que se aprovechen de vuestro descuido, porque para eso sería
menester que fuesen partes o que no fuesen hombres"(7S). Pensamiento que
compartimos por ser la libertad consustancial a la naturaleza humana; negar la
libertad es negar la propia naturaleza humana, de ahí que se reaccione incluso
instintivamente por lograr la libertad, empleando para tal propósito cualquier
medio: engaño, astucia o ardid, violencia sobre la persona y sobre la cosa,
amenaza, etc. La deficiencia, incapacidad o complicidad del Estado no puede
ser cargada a la persona privada de su libertad legalmente. El ansia de libertad
es instintivo y racional, y en ese ansiar no hay barrera suficiente que lo elimine.
Muchas de estas ideas fueron tomadas en consideración por algunas
legislaciones, como la ecuatoriana, que sanciona no al que se fuga empleando
violencia o amenaza (como es el caso del artículo 413 del Código Penal peruano
que reprime al agente que se evade utilizando la violencia o amenaza), sino a
quienes hubieran favorecido la evasión, los encargados de cuidar o conducir, y
otras personas.
La expresión "El que, estando legalmente privado de su libertad ... " utilizada por
el legislador en la configuración del tipo, tiene una connotación bastante amplia e
incluye a los sentenciados, a los sujetos a medidas limitativas fuera de proceso,
etc. Es decir, a todas las formas de privar legalmente de la libertad a una
persona.
La nota determinante es el elemento normativo que contiene el tipo; todos los
supuestos están condicionado~ a la naturaleza normativa que es la que fija el
especial status o condición jurídica del agente.
ARTÍCULO 414:
"El que, por violencia, amenaza o astucia, hace evadir a un preso, detenido o
interno o le presta asistencia en cualquier forma para evadirse, será reprimido
con pena privativa de libertad no menor de dos ni mayor de cuatro años.
Si el agente que hace evadir o presta asistencia para tal efecto, es funcionario o
servidor público, la pena será privativa de libertad no menor de tres ni mayor de
ocho años. Si el agente actúo por culpa, la pena será no mayor de un año ".
La norma tiene como fuentes directas los artículos 407 del Proyecto de Código
Penal peruano de 1991,352 del Proyecto de 1986,353 del Proyecto de 1985. No
10 contempló el Proyecto de Código Penal de 1984. Debe considerarse
asimismo como antecedente el artículo 335 del Código Penal derogado de 1924,
y los artículos 182, 183 y 184 del viejo Código Penal peruano de 1863.
Código Penal peruano de 1863
Artículo 182 .- "El empleado público culpable de connivencia en la evasión de
algún preso o detenido, cuya custodia o conducción le hubiere sido confiada,
será castigado:
1. Con reclusión por la tercera parte del tiempo de la condena del reo prófugo, si
estuviere ejecutada la sentencia.
2. Con reclusión por la cuarta parte del tiempo de la condena del prófugo, si al
verificarse la evasión no estuviere ejecutoriada la sentencia".
Hacer evadir equivale a crear una situación de hecho que hace posible o
favorece la evasión, conducta que va desde una actuación unilateral, sin
colusión previa con el detenido, preso o interno, ajeno completamente a toda
idea de evasión, pero que aprovecha la ocasión de que se le abra desde fuera la
puerta de la cárcel, hasta aquella concertada con el evadido, es decir, desde otra
posición, prestar asistencia de cualquier forma entregándole a este los medios
necesarios o convenientes para la evasión.
El tipo "favorecimiento a la evasión" se configura en el artículo 414 del Código
Penal como un delito de resultado, de manera que es posible admitir la tentativa.
La norma contiene una figura agravada cuando el sujeto activo del injusto es un
funcionario o servidor público que hace evadir o presta asistencia o ayuda de
cualquier manera para la evasión.
La conducta agravada tiene su fundamento en la calidad especial del agente: el
funcionario o servidor público que, teniendo como función la custodia de los
detenidos, internos o presos, infringe un deber especial derivado de su propia
posición frente a la administración, quien le ha confiado tal deber en su status
especial retribuyéndole la prestación de sus servIcIos.
El artículo 414 del Código Penal peruano contiene un supuesto básico, un tipo
agravado y uno atenuado; el segundo (agravado) en consideración al modo de
la realización, la condición especial del agente. No cabe duda que en la figura
agravada hay un mayor contenido de injusto penal, porque además de
vulnerarse el bien jurídico tutelado, administración de justicia, se vulnera y
produce un quebrantamiento de los deberes de función o del servicio por parte
de quienes tienen el deber y la obligación de custodiar al preso, detenido o
interno.
El sujeto activo en la figura agravada solo puede ser un funcionario o servidor
público que tiene como función o atribución específica la de custodiar o conducir
a los detenidos, presos o internos; no se hace extensivo a otros funcionarios o
servidores públicos.
El sujeto activo en esta figura penal puede ser cualquiera. Tanto los particulares
como funcionarios o servidores públicos.
El sujeto pasivo es el Estado como único titular del bien jurídico tutelado.
X. DE LA PENA
La norma penal contempla para el tipo básico una pena privativa de libertad no
menor de dos ni mayor de cuatro años.
Para la figura agravada la pena privativa de libertad será no menor de tres ni
mayor de ocho años, y para la figura atenuada o culposa la pena será no menor
de un año.
ARTÍCULO 415:
La norma tiene como fuentes directas los artículos 408 del proyecto de Código
Penal peruano de 1991, artículo 353 del Proyecto de 1986,374 del Proyecto de
1985,364 del Proyecto de 1984 y 336 del Código Penal derogado de 1924(89).
Los que hubieren cometido violencia contra las personas o las propiedades,
serán reprimidos con prisión no menor de dos años ni mayor de cinco".
El viejo Código Penal peruano de 1863 no contempló esta figura penal; sin
embargo, el artículo 415 del Código Penal tiene una mejor técnica de redacción
que su antecedente prescrito en el artÍCulo 336 del Código Penal derogado de
1924.
En la legislación comparada son dos los códigos penales que contemplan esta
figura penal de manera autónoma, la tipifican el artÍCulo 295 del Código Penal
de Paraguay de 1997 y el artÍCulo 186 del Código Penal cubano.
No la contemplan el Código Penal de Costa Rica, Código Penal de Uruguay,
argentino, ecuatoriano, de Venezuela, Panamá, Colombia, Puerto Rico, El
Salvador, entre otros. Hemos de destacar que en algunas legislaciones el
amotinamiento constituye un supuesto que agrava el tipo básico (evasion), como
es el caso del artículo 267 del novÍsimo Código Penal de Venezuela del 2000.
No entendemos cuáles fueron los criterios utilizados por el legislador para
tipificar como figura específica y autónoma este injusto penal que la mayoría de
códigos penales del mundo no contemplan; sin embargo, existen diferencias
sustanciales entre los injustos descritos en los artículos 413 y 415 del Código
Penal, básicamente, la primera, en que los sujetos activos del artÍCulo 415 del
Código Penal son varios que, de manera concertada, orientan su acción dolosa
a la evasión; 10 que no sucede con el artículo 413 del Código Penal donde el
sujeto activo actúa de manera individual (aun cuando puede concertar con
terceros).
Obsérvese que los supuestos y el fin de la acción en ambos injustos penales son
los mismos: el empleo de la violencia y la amenaza con el fin de la evasión; en
todo caso, el amotinamiento debió configurarse como una circunstancia que
agrava el tipo básico y no como una figura distinta e independiente; ya que el
hecho práctico, la responsabilidad y la aplicación de la pena se individual izan,
¿entonces qué sentido tiene configurar los supuestos de concertación para la
evasión como un tipo distinto? Sugerimos derogar el artículo 415 del Código
Penal e incorporar entre los supuestos contemplados en el artÍCulo 413 del
Código Penal como una circunstancia que agrave el tipo.
ARTÍCULO 416:
La norma tiene como fuentes directas los artículos 409 del Proyecto de Código
Penal peruano de 1991,359 del Proyecto de 1984 y 182 del Código Penal de
Colombia de 1980. Esta figura penal no fue contemplada por el Código Penal
peruano de 1924, tampoco por el viejo Código Penal peruano de 1863.
Proyecto de Código Penal peruano de 1991
Artículo 409.- "El que, por cualquier medio fraudulento, induce a error a un
funcionario o servidor público para obtener resolución contraria a la ley, será
reprimido con pena privativa de libertad no menor de dos años ni mayor de
cuatro años".
Proyecto de Código Penal peruano de 1986
Artículo 355.- "El que, por cualquier medio fraudulento, induzca en error a un
funcionario o servidor público para obtener sentencia, resolución o acto
administrativo contrario a la ley, será reprimido con pena privativa de libertad no
menor de uno ni mayor de cinco años".
Proyecto de Código Penal peruano de 1985
Artículo 376.- "El que, por cualquier medio fraudulento induzca en
error a un funcionario o servidor público para obtener sentencia, resolución o
acto administrativo contrario a la ley, será reprimido con pena privativa de
libertad no menor de uno ni mayor de cinco años".
Proyecto de Código Penal peruano de 1984
Artículo 359.- "El que, con el fin de inducir a engaño a una autoridad judicial en
el curso de una diligencia procesal o ante la inminencia de ella, cambiare o
alterare maliciosamente el estado de lugares, cosas o personas, será reprimido
con prisión no mayor de dos años".
Código Penal colombiano de 1980 Artículo 182.- (Fraude procesal)
"El que, por cualquier medio fraudulento induzca en error a un empleado oficial
para obtener sentencia, resolución o acto administrativo contrario a la ley,
incurrirá en prisión de cero a cinco años".
Esta figura novedosa en nuestra legislación penal tiene una construcción
legislativa bastante similar al artÍCulo 182 del Código Penal de Colombia, pero la
complejidad en la construcción del tipo hace dificil su interpretación y
consecuentemente su aplicación en el hecho práctico. Los supuestos que
contempla el artÍCulo 416 del Código Penal importan un accionar doloso de
medio-fin dentro de un proceso cualquiera (penal, civil, administrativo, etc.)
orientado por el agente a la obtención de una resolución contraria a la ley, para
ello se vale de los medios equivalentes. ¿Cuáles son estos medios?, he allí el
quid de la situación por determinar qué medios son fraudulentos y qué los
determina. No cabe duda que el legislador lo que pretendió con la configuración
del tipo en comentario es cubrir de alguna manera las lagunas que dejan los
tipos de denuncia calumniosa, falsedad en juicio, falsa declaración en proceso
administrativo, expedición de pruebas o informe falso en juicio, convirtiendo a la
norma penal en comentario en un tipo subsidiario. Pero siendo una figura tan
amplia o genérica requiere ser interpretada vía jurisprudencial y doctrinaria; en
ambos casos se hallarán tantas definiciones como autores existen y tantos fallos
diferentes como casos existen. Ello, desde luego, dadas las dificultades para
diferenciarla de los supuestos contemplados en el artículo 427 del Código Penal
(falsificación de documentos).
Por ejemplo, es el caso del agente que hace, en todo o en parte, un documento
falso o adultera uno verdadero que puede servir para probar un hecho, con el
propósito de utilizar el documento.
La imprecisión del tipo descrito en el artículo 416 del Código Penal hace de este
una figura penal abierta, a ser llenada interpretativamente por la doctrina y la
jurisprudencia, de manera que resulta de vital importancia desarrollar el
concepto de medio fraudulento que emplea el legislador en la configuración del
tipo, de forma tal que nos permita una interpretación técnica más adecuada de lo
que realmente se desea reprimir.
El verbo rector utilizado por el legislador en la configuración del tipo es el
vocablo "inducir", cuya significación literal está expresada en la acción de
orientar, persuadir; este vocablo es el núcleo tipo de la acción fraudulenta; es el
elemento básico constitutivo, yel medio fraudulento implica engaño. Lo
fraudulento constituye el astuto despliegue de medios engañosos, se requiere el
despliegue intencional de alguna actividad, cuyo efecto sea el de "hacer
aparecer a los ojos" del funcionario o servidor público una situación falsa como
verdadera y determinante. Es decir, el agente despliega medios externos
engañosos para inducir al error al funcionario o servidor público y lograr una
resolución contraria a la ley. Puede apreciarse que el sujeto activo despliegue
medios externos engañosos para inducir a error, estableciendo una falsa
representación determinante. ¿Cuál es el criterio para juzgar la existencia o no
de la idoneidad de los medios fraudulentos? Este solo será determinado por el
juzgador, de quien deberá exigirse cien-
. ..
CIa y expenencIa.
Cualquiera que sea el medio fraudulento empleado por el agente, debe haber
sido desplegado con una acción finalista: inducir a error al funcionario o servidor
público para obtener una resolución cualquiera contraria a ley. Basta el hecho de
inducir a error por este medio pudiendo o no haber logrado su propósito. Este
último respaldo es irrelevante en la configuración del tipo, porque es un delito de
mera actividad. Todo medio fraudulento induce o puede inducir a error, y sin error
no hay fraude. La situación del error puede decirse que es central, el error puede
asumir las condiciones de social y determinante. El error se mide en relación con
la circunstancia del medio fraudulento empleado por el agente para el fin de la
acción dolosa: lograr una resolución contraria a la ley.
Puede ser una simulación de hechos falsos o deformación o supresión de
hechos verdaderos por estos medios fraudulentos tendientes a inducir a error, 10
que puede o no culminar en una resolución contraria a la ley. El error es un
suceso anímico, interno, el fraude es un suceso en el mundo externo, entre
ambos existe una relación o conexión causal orientada por el agente como
voluntad rectora del fin de la acción: lograr el error para lograr una resolución
contraria a la ley; de manera que el fraude debe entenderse como una acción
engañosa del agente.
Error.- La acción engañosa debe hacer surgir o mantener en error al funcionario
o servidor público. El autor debe haber hecho surgir o haber mantenido en error
al funcionario o servidor público por cualquier medio fraudulento. Usualmente, en
los supuestos contemplados en el artículo 416 del Código Penal peruano se da
en concurso ideal, especialmente con la falsificación de documentos, etc.
En suma, el fraude se lleva a cabo para obtener una resolución contraria a la ley.
Estos medios fraudulentos pueden utilizarse, también, de cualquier forma que
induzca a error a cualquier funcionario o servidor público que tenga la facultad
de dictaminar o resolver.
El tipo se configura y queda consumado desde el instante en que el agente,
utilizando cualquier medio fraudulento, logra inducir a error a un funcionario o
servidor público.
VI. DE LA PENA
La norma reprime al sujeto activo con pena privativa de libertad no menor de dos
años ni mayor de cuatro años.
MINISTERIO PÚBLICO
Exp. N ° 1780-96
C.S. N° 4505-97
Corte Superior de Lima Dictamen N° 4326-97 1FSP-MP
Señor Presidente de la Sala Penal de la Corte Suprema:
Viene el proceso vía recurso de nulidad concedido a la procesada Isidora
Sandoval Paredes contra la sentencia de fecha 30 de junio de 1997, corriente a
Fs. 113. Que falla declarando presente acción penal incoada en su contra por
delito contra la administración de justicia -fraude procesal y la condena como
autora de los delitos contra la fe públicafalsificación de documentos y contra el
patrimonio- estafa, en agravio del Estado, a dos años de pena privativa de
libertad, suspendida condicionalmente, y al pago de treinta días-multa y
trescientos nuevos soles por concepto de reparación civil.
Se imputa a la procesada el haber falsificado documentos tales como
constancias de pagos y descuentos por servicios aparentemente prestados en
las Oficinas Regionales de Caminos de los departamentos de Loreto y San
Martín del Ministerio de Transportes durante los años 1952 hasta 1955, los
mismos que utilizó en gestiones administrativas ante dicho Ministerio, para
obtener su incorporación al régimen pensionario del Decreto Ley N° 20530 en
forma irregular.
De la revisión de los actuados en el presente proceso es de apreciarse que no
se encuentra acreditada fehacientemente la comisión de los delitos instruidos ni
la responsabilidad penal de la procesada Sandova1 Paredes, toda vez que a 10
largo del proceso ha negado uniforme y coherentemente el haber adulterado o
falsificado los documentos materia de la presente instrucción y agrega que sí
trabajó durante los años 1952 hasta 1955 como ayudante de obrera en la
Dirección de Caminos de los Departamentos de Loreto y San Martín del
Ministerio de Transportes y Comunicaciones; además, que la obtención de los
documentos dubitados los tramitó por escrito que presentó al Archivo Central de
dicho Ministerio, los que fueron entregados después de tres meses y que
desconoce por qué su nombre no aparece en planillas que se encuentran en el
Archivo Central; versiones que se encuentran corroboradas con las
declaraciones de Vida1 López Porta, corrientes en fotocopia a Fs. 49, las
mismas que fueron vertidas por este en la investigación realizada por la Oficina
de Inspectoría General del Ministerio antes mencionado, Informe N° 020-95-
MTC/15.05 de Fs. 08 y sigui entes.- en donde afirma que él elaboró las
constancias de pagos y descuentos otorgados a la procesada Sandova1
Paredes y que la información para elaborar dichas constancias la obtuvo de
unas tarjetas de pago de salarios que se encontraban en el depósito ubicado en
el kilómetro 22 de Lima-Canta-La Viuda, hasta donde se trasladaron; VISTA de
que el nombre de la procesada no figuraba en el Archivo Central, avocándose a
realizar más búsquedas en otros depósitos, por datos que dieron algunos
trabajadores de la Dirección Departamental de Caminos de Lima, es así que en
el depósito antes mencionado encontraron la información referente a dicha ex-
servidora, no pudiendo trasladar esta información al Archivo Central de Lima por
oposición del encargado de dicho depósito; a lo que debe agregarse que López
Porta ha sido procesado en esta misma instrucción por delito contra la fe
pública-falsedad genérica y contra la administración pública-usurpación de
autoridad, supuestamente por haber elaborado falsamente usurpando funciones
que no le correspondían en la expedición de las constancias de pago antes
mencionadas, tal como se puede observar de la denuncia fiscal ampliatoria de
fs. 77 y de la ampliación de autoapertorio de fs. 76 que han sido archivadas
definitivamente por autos de fs. 100, consecuentemente, lo exime de toda
responsabilidad penal, razón por la cual debe entenderse que dichas
constancias de pago no han sido falsificadas ni adulteradas las mismas que
durante el proceso no han sido sometidas a una pericia grafotécnica que
demuestre lo contrario; situaciones todas que desistirían plenamente la
responsabilidad penal de la procesada Sandoval Paredes en los delitos
instruidos, concluyéndose por consiguiente que la sentencia materia de grado no
se encuentra anulada a ley.
Por lo expuesto, esta Fiscalía Suprema Penal propone se declare HABER
NULIDAD en la sentencia recurrida con fallo declarando prevista la moción penal
incoada contra Isidora Sandoval Paredes por el delito contra la administración
pública-fraude procesal-la condena como actora de los delitos contra la fe
pública-falsificación de documentos y contra el patrimonio-estafa en agravio del
Estado; y reformándose se le deberá absolver de dichos cargos.
Lima, tres de noviembre de 1997
Pedro Peblo Gutiérrez Ferreira
Fiscal Supremo en lo Penal.
Expediente N° 4228-97
Lima, treinta de enero de mil novecientos noventiocho.-
VISTOS: Interviniendo como Vocal ponente el doctor Barandiarán Dempwolf y de
conformidad con lo opinado por el Fiscal Superior en su Dictamen de fojas
doscientos once y doscientos doce y; CONSIDERANDO: Que de los autos se
puede colegir que se encuentran acreditadas la comisión del delito y la
responsabilidad de los encausados, toda vez que fraguaron diversos recibos de
pago otorgados supuestamente por el agraviado VÍctor Raúl Polo Lozarazo y los
presentaron ante el Primer Juzgado de Paz Letrado de Surco-Surquillo, en el
proceso civil que era seguido en su contra por desalojo, documentos estos que
fueran presentados con una certificación falsa del notario público Enrique Costa
Sáenz, conforme se acredita de la pericia grafotécnica número dos mil
quinientos sesenta-guión noventa de fojas treinta y nueve, y la pericia número
quinientos cuarenta guión noventiseis, de fojas ochentitres; elementos de prueba
que no han podido ser desvirtuados por los encausados, los mismos que niegan
la comisión de los delitos, empero aceptan que la tramitación de la legislación de
los recibos impugnados la hicieron en el Jr. Azángaro mediante un tramitador,
versión carente de veracidad, por lo que no logran enervar su responsabilidad en
los eventos delictivos; que finalmente, por otro lado, cabe anotar que no se debe
señalar como regla de conducta no cometer nuevo delito doloso, puesto que la
ley sí impone como imperativo legal y de cumplimiento obligatorio; fundamentos
por los cuales CONFIRMARON la sentencia apelada de fojas doscientos cuatro
a doscientos siete, su fecha veintiséis de mayo de mil novecientos noventisiete
que falla: CONDENANDO a Manuel Eugenio Frías Quintana y Cara Sulca
Ramos como autores del delito contra la administración pública-contra la función
jurisdiccional en agravio del Estado, y de Víctor Raúl Polo Lazarazo y contra la fe
pública-falsificación de documento en general-en agravio del Estado, y de
Enrique Costa Sáez a dos años de pena privativa de libertad suspendida
condicionalmente por el mismo plazo bajo la observancia de las reglas de
conductas señaladas en la propia sentencia, con excepción de la que indica no
cometer nuevo delito doloso en los demás que contiene: DECLARARON nula la
regla de conducta aludida por lo expuesto en la parte considerativa,
notificándose, y los devolvieron.-
ss. BARANDIARÁN DEPWOLF/EYZAGUIRRE GARATE/CAYO RIVERA
SCHREIBER
"El que por cualquier medio fraudulento induzca en error a un servidor público
para obtener sentencia, resolución o acto administrativo contrario a la ley,
incurrirá en prisión de cuatro (4) a ocho (8) años, multa de doscientos (200) a mil
(1,000) salarios mínimos legales mensuales vigentes, e inhabilitación para el
ejercicio de derechos y funciones públicas de cinco (5) a ocho (8) años".
Artículo 466.- (Fraude procesal)
"El que en el curso de un proceso judicial o inmediatamente antes de iniciarse,
alterase artificiosamente el estado de los lugares o la posición o condición de las
cosas, de las personas o de los cadáveres con el fin de engañar al juez en el
acto de la inspección o reconstrucción judicial, o suprimiere o alterare en todo o
en parte de 10 que acreditare la realidad o verdad de 10 que se pretendiere
conocer, investigar o probar para inducir a error en una actuación o decisión
judicial, será sancionado con prisión de uno a tres años.
Si el fraude procesal se rea1izare para perjudicar al reo en proceso penal, la
sanción podrá aumentarse hasta en una tercera parte del máximo señalado",
Artículo 467.- (Medio de prueba falso)
"El que en asunto judicial o administrativo presentare, a sabiendas de testigos
falsos, o se valiere, también a sabiendas, de un medio de prueba falso o
alterado, será sancionado con prisión de uno a cinco años".
Código Penal de Ecuador de 1897 Artículo 296.- (Fraude procesal)
"Todo aquel que en el decurso de un procedimiento civil o administrativo, o antes
de un procedimiento penal, o durante él, a fin de inducir en engaño al juez,
cambie artificia1mente el estado de las cosas, lugares o personas, y si el hecho
no constituye otra infracción penada más gravemente por este Código, será
reprimido con prisión de seis meses a dos años y multa de cincuenta a
doscientos sucres".
Código Penal japonés de 1907
Artículo 104.- "A la persona que suprime, falsifica o altera las pruebas de un
caso penal de otra persona o que usa pruebas falsificadas o alteradas, se le
impone la pena de encarcelamiento de dos años o menos, o la pena de
doscientos mil yenes o menos".
JUSTICIA ARBITRARIA POR MANO PROPIA
ARTÍCULO 417:
La norma tiene como fuentes directas los artículos 410 del Proyecto de Código
Penal de 1991, 356 del Proyecto de 1986 y 377 del Proyecto de 1985. Este
injusto penal no fue configurado como delito en el Código Penal derogado de
1924, tampoco en el viejo Código Penal de 1863.
En la legislación comparada son pocos los Códigos Penales que tipifican como
un ilícito penal los supuestos contemplados en el artículo 417 del Código Penal
peruano. Lo contemplan el artículo 455 del Código Penal español, artículo 271
del novÍsimo Código Penal venezolano, artículo 226 del Código Penal mexicano,
entre otros.
Proyecto de Código Penal peruano de 1991
Artículo 410.- "El que, con el fin de ejercer un derecho, en lugar de recurrir a la
autoridad, se hace justicia arbitrariamente por sí mismo, será reprimido con
prestación de servicio comunitario de veinte a cuarenta jornadas".
Proyecto de Código Penal de 1986
Artículo 356.- "El que, en lugar de recurrir a la autoridad y con el fin de ejercer un
derecho, se haga justicia arbitrariamente por sí mismo, será reprimido con multa
de la renta de ciento ochenta a trescientos sesenta días".
PREVARICATO
ARTÍCULO 418:
El tipo descrito en el artículo 418 del Código Penal peruano tiene como fuentes
directas los artículos 411 del Proyecto de Código Penal de 1991, 384 del
Proyecto de 1986 y 354 del Código Penal derogado de 1924. De la legislación
extranjera debe tomarse en consideración el artículo 269 del Código Penal
argentino de 1921, los artículos 361 al 367 del Código Penal alemán y el artículo
207 del Código Penal uruguayo de 1889. Otro de los antecedentes del injusto
penal es el artículo 170 del viejo Código Penal peruano de 1863.
Código Penal peruano de 1863 Artículo 170.- "Comete prevaricato:
1. El juez que expide sentencia definitiva manifiestamente injusta,
2. El juez que se conoce en causa que patrocinó como abogado;
3. El juez que cita hechos o resoluciones falsas;
4. El juez que se niega a juzgar, bajo pretexto de oscuridad o insuficiencia
de la ley;
5. El juez que se apoya en leyes supuestas o derogadas".
Los elementos objetivos del tipo están descritos en el artículo 418 del Código
Penal, pero la redacción del tipo nos sugiere que estamos ante un delito de mera
actividad, cuya consumación del hecho ilícito ocurre en el mismo instante en que
el agente dicta resolución o emite dictamen contrario al texto expreso y claro de
la ley, o cita pruebas inexistentes o hechos falsos, o se apoya en leyes
supuestas o derogadas, resultando irrelevante en la configuración del tipo el que
la acción dolosa del agente cause o no un daño efectivo.
No es decisivo en la acción prevaricadora que el agente ocasione perjuicio a
alguna de las partes en un proceso equivalente o favorezca a algunos de estos
sujetos independientemente, como sí lo exigen, por ejemplo el artículo 336 del
Código Penal alemán, el artículo 302 del Código Penal de Austria y el artículo
323 del Código Penal italiano.
El injusto es un delito propio ya que solo puede ser cometido por un juez o un
fiscal excluyendo al funcionario administrativo facultado para emitir resolución,
dictamen, etc., como sí lo admiten otras legislaciones, como el artículo 350 del
Código Penal de Costa Rica, artículo 413 del novísimo Código Penal
colombiano, artículo 336 del Código Penal alemán, artículo 369 del Código Penal
de Portugal, artículo 225 del Código Penal mexicano, artículo 166 del Código
Penal de República Dominicana, artículo 305 del Código Penal de Paraguay,
artículo 277 del Código Penal de Ecuador, entre otros. Obsérvese que en la
evolución legislativa nacional el tipo sufrió variaciones en cuanto a los supuestos
y al sujeto activo; así, en el artículo 170 del viejo Código Penal de 1863 solo el
juez era considerado como sujeto activo; el artículo 354 del Código derogado de
1924 primigeniamente también consideró al juez, fue a partir de su modificación
por el Decreto Legislativo N° 121 del 12 de junio de 1981 que el tipo se hizo
extensivo a los fiscales y a los funcionarios o servidores públicos que incumeren
en las mismas acciones en asuntos administrativos, desde luego que
desconocemos cuáles fueron los criterios utilizados por el legislador para no
considerar como sujetos a estos últimos en el delito de prevaricato descrito tn el
artículo 418 del Código Penal; de manera que podemos afirmar que la
prevaricación cometida por el representante del Ministerio Público supone una
"novedad" legislativa de reciente data, tanto en su inclusión en el título dedicado
a los delitos contra la administración de justicia, como por la posibilidad "real" de
punición de estos supuestos cometidos por el fiscal.
En suma, los sujetos activos de este injusto penal son los jueces y los
representantes del Ministerio Publico; estos últimos ejercitan la representación
de la sociedad y del Estado investidos de la calidad de un mandatario público en
todas las causas, pero en especial en las de carácter penal, siendo además
defensores de la legalidad, pues deben ejercer una especie de superintendencia
jurisdiccional, de manera que su acción dolosa tiene un mayor contenido de
injusto penal.
El prevaricato judicial puede ser cometido por el juez en una resolución dictada
en el ejercicio de la función jurisdiccional, como por el fiscal al emitir dictamen,
ambos contrarios al texto expreso y claro de la ley, o citando ambos magistrados
pruebas inexistentes, hechos falsos o leyes supuestas o derogadas.
La acción dolosa de los agentes en cuanto se refiere a la coautorÍa o autoría
conjunta, puede concurrir en los supuestos de resoluciones conjuntas adoptadas
por los órganos judiciales colegiados, en este caso quedarán excluidos de
responsabilidad los jueces que hubieran di sentido de la resolución ilegal
salvando su voto particular por escrito.
Junto con el elemento objetivo del tipo, debe concurrir para la configuración del
injusto el elemento de carácter subjetivo utilizado y expresado por el legislador
en la frase: "a sabiendas", que, al decir de Enrique Berenguer Orts en una frase:
"La locución a sabiendas es indicativa de que la conducta típica ha de ser
realizada con dolo; es más, parece que con dolo directo"(97); es decir, el agente,
a pesar de que le consta la ilegalidad de la resolución o el dictamen, es en ese
conocimiento que la dicta o emite de forma voluntaria y consciente. Es el caso
del denominado dolo directo.
Nótese que el ejercicio correcto de una función jurisdiccional significa que el juez
y el fiscal deben aplicar, emitir, citar o apoyarse adecuadamente en la ley
positiva, en cada supuesto fáctico, con pruebas, hechos verdaderos y existentes,
y no basarse en actitudes ajenas a la rectitud, legalidad y honestidad, ni
contribuir a desviar o entorpecer la administración de justicia.
La redacción del tipo nos sugiere que estamos ante un delito de mera actividad,
cuya consumación del hecho ocurre en el mismo instante en que el agente dicta
resolución o emite dictamen contrario al texto expreso y claro de la ley, citando
pruebas o hechos falsos o que se apoyan en leyes supuestas o derogadas,
resultando irrelevante en la configuración del tipo que la acción dolosa del
agente cause o no un daño efectivo.
Un principio fundamental de técnica legislativa indica que el legislador usa
siempre un verbo rector en cada tipo penal para denotar el comportamiento
humano, acción u omisión que estima como ilícito penal. Esta técnica empleada
por casi todos los legisladores del mundo se expresa en los códigos penales
más modernos, como es el caso del novÍsimo Código Penal colombiano del
2000(99) que emplea en el artículo 413 el verbo rector proferir; dictar, en el caso
del artículo 269 del Código Penal argentino; fallaren, procedieran, dieren, el
artículo 277 del Código Penal de Ecuador; el artículo 305 del Código Penal de
Paraguay, resolver; artículo 194 del Código Penal del Uruguay, resolver; artículo
350 de Costa Rica, dictar; artículo 173 del Código Penal de Bolivia, dictarse;
artículo 446 del Código Penal español, dictar, entre otros que confirman nuestros
comentarios.
Por ser el injusto un delito especial, solo puede ser sujeto activo eljuez o el fiscal,
excluyendo a cualquier otro funcionario público facultado para emitir resolución,
dictamen u otro concepto manifiestamente contrario a la ley, como suele suceder
con la función administrativa(102).
IX. DE LA PENA
"Al haber el juez penal expedido en forma indebida resolución favorable para el
otorgamiento del beneficio de libertad provisional sin antes pronunciarse
respecto a la denuncia ampliatoria efectuada por el fiscal provincial y la medida
de coerción personal que correspondía transgrediéndose así lo preceptuado en
el artículo 77 del Código de Procedimientos Penales y los artículos 182 y 183 del
Código Procesal Penal, se ha incurrido en el delito de prevaricato ".
4. Na pena prevista no numero anterior incorre o funcionario que, sendo para tal
competente ordenar ou executar media privativa da liberdade de forma ilegal, ou
omitir ordena.
La ou excuta- la nos termons da lei.
5. No caso referido no numero anterior, se o facto for practicado com negligencia
grosseira, o agente e punido com pena de prisao ate 2 años ou com pena".
Código Penal español
Artículo 446.- "El juez o magistrado que, a sabiendas, dictare sentencia o
resolución injusta será castigado:
1. Con la pena de prisión de uno a cuatro años si se trata de sentencia injusta
contra el reo en causa criminal por delito y la sentencia no hubiera llegado a
ejecutarse, y con la misma pena en su mitad superior y multa de doce a
veinticuatro meses si se ha ejecutado. En ambos casos se impondrá, además, la
pena de inhabilitación absoluta por tiempo de diez a veinte años
2. Con la pena de multa de seis a doce meses e inhabilitación especial para
empleo o cargo público por tiempo de seis a diez años, si se tratara de una
sentencia injusta contra el reo dictada en proceso por falta.
3. Con la pena de multa de doce a veinticuatro meses e inhabilitación especial
para empleo o cargo público por tiempo de diez a veinte años, cuando dictara
cualquier otra sentencia o resolución injustas".
Artículo 447.- "El juez o magistrado que por imprudencia grave o ignorancia
inexcusable dictara sentencia o resolución manifiestamente injusta incurrirá en la
pena de inhabilitación especial para empleo o cargo público por tiempo de dos a
seis años".
Artículo 448.- "Eljuez o magistrado que se negase a juzgar, sin alegar causa
legal, o so pretexto de oscuridad, insuficiencia o silencio de la ley, será castigado
con la pena de inhabilitación especial para empleo o cargo público por tiempo de
seis meses a cuatro años".
Artículo 449.- "En la misma pena señalada en el artículo anterior incurrirá el juez,
magistrado o secretario judicial culpable de retardo malicioso en la
administración de justicia. Se entenderá por malicioso el retardo provocado para
conseguir cualquier finalidad ilegítima.
2. Cuando el retardo sea imputable a funcionario distinto de los mencionados en
el apartado anterior, se le impondrá la pena indicada, en su mitad inferior".
Nuevo Código Penal colombiano del 2000 Artículo 413.- (Prevaricato por acción)
"El servidor público que profiera resolución, dictamen o concepto
manifiestamente contrario a la ley, incurrirá en prisión de tres (3) a ocho (8) años,
multa de cincuenta (50) a doscientos (200) salarios mínimos legales mensuales
vigentes, e inhabilitación para el ejercicio de derechos y funciones públicas de
cinco (5) a ocho (8) años".
Artículo 414.- (Prevaricato por omisión)
"El servidor público que omita, retarde, rehúse o deniegue un acto propio de sus
funciones, incurrirá en prisión de dos (2) a cinco (5) años, multa de diez (10) a
cincuenta (50) salarios mínimos legales mensuales vigentes e inhabilitación para
el ejercicio de derechos y funciones públicas por cinco (5) años".
Artículo 415.- (Circunstancias de agravación punitiva)
"Las penas establecidas en los artículos anteriores se aumentarán hasta en una
tercera parte cuando las conductas se realicen en las actuaciones judiciales o
administrativas que se adelanten por delitos de genocidio, homicidio, tortura,
desplazamiento forzado, desaparición forzada, secuestro, secuestro extorsivo,
extorsión, rebelión, terrorismo, concierto para delinquir, narcotráfico,
enriquecimiento ilícito, lavado de dinero, o cualquiera de las conductas
contempladas en el Título II de este Libro".
Nuevo Código Penal de El Salvador de 1997 Artículo 310.- (prevaricato)
"El juez que, a sabiendas, dictare resolución contraria a la ley o fundada en
hechos falsos, por interés personal o soborno, será sancionado con prisión de 03
a 06 años e inhabilitación en el cargo por igual tiempo.
Si la sentencia condenatoria, en proceso penal, la sanción será de 03 a 10 años
de prisión.
Lo dispuesto en el artículo primero será aplicable, en su caso, a los árbitros.
Se tendrá como prevaricato el hecho de que un magistrado juez, secretario,
dirijan por sí o por interpósita persona al interesado o a las partes enjuicio o
diligencias que se sigan en el tribunal en el que desempeñan sus funciones o en
algún otro.
Los que incurran en este delito serán sancionados con prisión de O 1 a 03 años.
El juez que por negligencia o ignorancia inexcusable, dictare sentencia
manifiestamente injusta, será sancionado con prisión de 02 a 04 años".
DETENCiÓN ARBITRARIA
ARTÍCULO 419:
"El juez que, maliciosamente o sin motivo legal, ordena la detención de una
persona o no otorga la libertad de un detenido o preso, que debió decretar, será
reprimido con pena privativa de libertad no menor de dos, ni mayor de cuatro
años n.
CONSIDERACIONES GENERALES
El artículo 419 del nuevo Código Penal tiene como fuentes directas los artículos
412 del Proyecto de Código Penal de 1991,385 del Proyecto de 1986,355 del
Código Penal derogado de 1924 e inciso 5 del artículo 169 del viejo Código
Penal de 1863.
En la legislación comparada son pocos los códigos penales que contemplan esta
figura especial en los términos del artículo 419 del Código Penal peruano, estos
supuestos están comprendidos en el delito de abuso de autoridad, artículo 369
inciso 4 de Código Penal de Nicaragua, cometido por los funcionarios públicos
contra las garantías constitucionales, como es el caso del artículo 529 del
Código Penal español de 1995 o entre los delitos relativos a los derechos y
garantías de la persona (ver artículo 290 del nuevo Código Penal de El Salvador)
o entre los delitos contra la libertad individual, tal como lo prescribe el artículo
177 del novísimo Código Penal de Venezuela, entre otros; de manera que este
injusto penal en la doctrina es muy discutible.
A.- El juez que maliciosamente o sin motivo legal, ordena la detención de una
persona
Este es el supuesto básico en la configuración del tipo. El juez, como sujeto
activo del delito, dicta detención maliciosa, es decir, con dolo específico a
sabiendas de que dicha medida es arbitraria porque contraviene la ley, con
motivaciones ajenas al Derecho. Obviamente que si el magistrado al ordenar la
detención indebida de una persona lo hace por haber solicitado o recibido un
donativo, promesa o cualquier otra ventaja, a sabiendas de que es hecha con el
fin de influir precisamente en esta decisión, incurrirá en el delito de cohecho de
funcionarios especiales, presente en el artículo 395 del Código Penal, y no en la
detención arbitraria, motivo de nuestro comentario.
La norma señala las motivaciones y fines de la acción do10sa, pero estos
pueden obedecer a múltiples razones: políticas, de antipatía, de animadversión,
etc.
Reafirmamos que la función de un juez es normativa, su actuación no puede
traducirse fuera de ella, bien sea por capricho, venganza, ansia de poder, abuso,
etc. El juez puede dictar su mandato de detención si a su discreción considera
que, de acuerdo con el artículo 135 del Decreto Legislativo N° 638, existen
elementos probatorios de la comisión de un delito que vincule al imputado como
autor o partícipe del mismo; o cuando la sanción a imponerse sea superior a los
cuatro años de pena privativa de libertad; o cuando existen suficientes
elementos probatorios para concluir que el imputado intenta eludir la acción de la
justicia o perturbar la acción probatoria; de allí que este mandato debe ser por
escrito, debidamente motivado.
Decreto Legislativo N° 638
Artículo 135.- "El juez puede dictar mandato de detención si atendiendo a los
primeros recaudo s acompañados por el fiscal provincial sea posible determinar:
l. Que existen suficientes elementos probatorios de la comisión de un delito que
vincule al imputado como autor o partícipe del mismo.
( ... )
2. Que, la sanción ha imponerse sea superior a los cuatro años de pena privativa
de libertad; y,
3. Que existen suficientes elementos probatorios para concluir que el imputado
intenta eludir la acción de la justicia o perturbar la acción probatoria.
Nótese que la norma procesal que regula la detención no es imperativa al
juzgador sino facultativa, puede o no hacer uso de ella; pero esta facultad que se
otorga al juez de dictar detención debe estar sustentada en cualquiera de los
supuestos alternativos de la norma acotada, tomando en consideración el
principio de proporcionalidad y razonabilidad.
ARTÍCULO 420:
"El juez o fiscal que conoce en un proceso que anteriormente patrocinó como
abogado, será reprimido con pena privativa de libertad no mayor de dos años n.
La norma tiene como fuente directa el artÍCulo 413 del Proyecto de Código Penal
derogado de 1924, y como antecedente el artÍCulo 170 inciso 2 del viejo Código
Penal peruano de 1863.
En la legislación comparada esta figura penal casi no existe, salvo el artículo 371
inciso 2 del Código Penal de Nicaragua. La tendencia moderna se orientó hacia
su despenalización.
Código Penal peruano de 1863 Artículo 170.- Comete prevaricato:
Inciso 2.- "El que conoce en causa que patrocinó como abogado".
Código Penal peruano de 1924
Artículo 356.- "El juez o el árbitro o el fiscal, o el asesor que conociere en causa
que patrocinó como abogado será reprimido con multa de la renta de treinta a
noventa días e inhabilitación, conforme a los incisos 1 y 3 del artículo 27, por no
más de tres años".
Artículo 356.- (Modificado)
"El juez o el árbitro, y el fiscal o el procurador público, o el asesor que conociere
una causa que patrocinó como abogado será reprimido con multa de la renta de
setenta a ciento ochenta días e inhabilitación, conforme a los incisos 1 y 3 del
artículo 27, por no más de seis años".
Proyecto de Código Penal de 1986
Artículo 386.- "El juez, fiscal, árbitro o perito que conoce la causa que patrocinó
como abogado será reprimido con inhabilitación, conforme al artículo 56, incisos
1 y 3, Y multa de la renta de ciento ochenta a trescientos sesenta días".
Proyecto de Código Penal de 1991
Artículo 413.- "El juez o fiscal que conoce en un proceso que anteriormente
patrocinó como abogado, será reprimido con pena privativa de libertad no mayor
de dos años".
Esta vieja figura penal en la legislación nacional no ha sufrido sustanciales
variaciones en la configuración del tipo, salvo en la sanción y la extensión del
tipo a otros agentes (como el árbitro, perito, abogado, procurador público, etc.;
para finalmente solo considerar como sujeto activo del delito al juez o fiscal;
situación o condición esta que determina la naturaleza jurídica del tipo de ser un
delito especial; sin embargo, dicha conducta bien puede ser corregida por otras
medidas de tipo administrativo y no necesariamente penal; de manera que
algunos opinan por su despenalización, en armonía con la tendencia moderna; y
el hecho práctico lo confirma. Existen soluciones alternativas de corrección al
desvío de imparcialidad que debe mantener y guardar un juez o fiscal, como las
recusaciones e inhibiciones, cuando el magistrado pretende seguir conociendo
una causa que patrocinó como abogado. Es una cuestión de ética, por que su
lealtad con su patrocinado es una virtud, cuando no un ejemplo a seguir, estando
en la condición de abogado; obviamente, esta lealtad no puede continuar si ya
dejó de ser su abogado porque se convirtió en juez o fiscal, porque su lealtad se
debe ya no a su cliente sino al principio de la justicia y la imparcialidad en sus
decisiones judiciales.
Siendo un delito especial propio, solo puede ser sujeto activo el juez o fiscal que
conoce un proceso en el que anteriormente patrocinó como abogado.
La norma penal reprime el hecho ilícito con pena privativa de libertad no mayor
de dos años.
ARTÍCULO 421:
La norma tiene como fuentes directas los artículos 414 del Proyecto de Código
Penal peruano de 1991,388 del Proyecto de 1996,393 del Proyecto de 1984 y
357 del Código Penal derogado de 1924. Asimismo, debe tomarse como un
antecedente legislativo el artículo 172 del viejo Código Penal de 1863.
En la legislación comparada, casi todos los códigos penales del mundo
contemplan esta vieja figura penal, como es el caso de los artículos 271 del
Código Penal argentino, 373 del Código Penal de Nicaragua, 251 del novÍsimo
Código Penal de Venezuela, 176 del Código Penal de Bolivia, 314 del Código
Penal de El Salvador, 370 del Código Penal de Portugal, 351 del Código Penal
de Costa Rica, 467 del Código Penal español, 196 del Código Penal de Uruguay,
279 del Código Penal de Ecuador, 306 del Código Penal de Paraguay, entre
otros.
El tipo descrito en el artículo 421 del Código Penal tiene una construcción
jurídica algo caprichosa o irregular, lo que nos permite suponer que literalmente
el tipo admite una conducta material que el legislador quiso reprimir: la acción
del agente que después de patrocinar o representar a una parte, defiende o
representa a la contraria en un mismo proceso judicial o administrativo, lo que
implicaría que el legislador ha despenalizado el otro supuesto que contemplaron
y reprimían el artÍCulo 172 del Código de 1863 y el artÍCulo 357 del Código
Penal derogado de 1924; es decir, la conducta del agente que se traduce en la
defensa o representación simultánea en un mismo proceso y a las mismas
partes; lo cual resultaría contraproducente porque la representación simultánea
tiene un contenido mayor de injusto penal en relación con el primero. Nótese que
en el primer supuesto el abogado o mandatario ha roto o puesto fin a su relación
con su patrocinado y en su condición defiende a la otra parte (contraria) en un
mismo proceso. El agente encuentra una explicación cuando no una justificación
de no deberle fidelidad a su ex cliente por equis motivos; pero la que resulta
injustificante en sí misma es la defensa simultánea, de allí su mayor reproche a
estos supuestos.
Una de las razones que fundamenta la incriminación del injusto hay que buscarla
en la relevancia que ostentan los abogados y mandatarios judiciales, en la
naturaleza sustantiva del proceso en el que ostentan la condición de
colaboradores imprescindibles del mismo. Lo relevante de su posición configura
su actuación en el proceso como partícipe en la función estatal jurisdiccional,
cuyo fin es la resolución de conflictos sociales conforme o adecuado a Derecho;
de manera que al abogado y al mandatario les son exigibles una serie de
deberes de fidelidad y lealtad a los fines del proceso, constituyendo la doble
representación o defensa más perjudicial a todos los principios.
¿ Qué razones o criterios habría considerado el legislador peruano para
despenalizar este último supuesto?
De manera que la norma penal no debe interpretarse literalmente como 10
sugiere Frisando AparicidllO), sino estando al espíritu de la norma y a lo que el
legislador realmente quiso reprimir. Sugerimos modificar el artículo 421 del
Código Penal en cuanto a su redacción, y bien puede tomarse como ejemplo el
artÍCulo 172 del viejo Código Penal peruano de 1863 que a pesar de la sencillez
en su redacción expresa muy bien los supuestos que admite el tipo. Todos los
antecedentes de la norma en comentario y la legislación comparada apuntan en
esta dirección. Por ejemplo el artículo 251 del Código Penal de Venezuela del
2000, artículo 373 del Código Penal de Nicaragua, artÍCulo 445 del Código Penal
colombiano del 2000, artÍCulo 370 del Código Portugués de 1994, artículo 314
del Código Penal de El Salvador de 1997, entre otros.
Esta interpretación sugerida está considerada en las decisiones
jurisprudenciales, como es el caso de la Consulta N° 2689-96 Sala Penal que
proviene de la Corte Superior del Callao; el Expediente N° 1340-97 Sala Penal,
causa que proviene de Apurímac.
ARTÍCULO 422:
"El juez que se niega a administrar justicia o que elude juzgar bajo pretexto de
defecto o deficiencia de la ley, será reprimido con pena privativa de libertad no
menor de uno ni mayor de cuatro años".
La norma tiene como fuentes directas los artículos 358 del Código Penal
derogado de 1924,415 del Proyecto de Código Penal de 1991, y 389 del
Proyecto de 1986; dÍcese lo propio del artículo 178 inciso 1 del viejo Código
Penal de 1863.
Código Penal peruano de 1863
Artículo 178.- "Incurren en la misma pena del artículo anterior (120): 1. El juez o
tribunal que se niega a administrar justicia".
Código Penal peruano de 1924
Artículo 358.- (Negativa del juez a administrar justicia)
"El juez que se negare a administrar justicia o que eludiere el juzgamiento bajo
pretexto de oscuridad o insuficiencia de la ley, será reprimido con multa de la
renta de tres a treinta días e inhabilitación, conforme a los incisos 1 y 3 del
artículo 27, por no más de un año".
Proyecto de Código Penal de 1991
Artículo 415.- "El juez que se niegue a administrar justicia o que eludiere el
juzgar bajo pretexto de defecto o deficiencia de la ley, será reprimido con pena
privativa de libertad no menor de uno ni mayor de cuatro años".
Proyecto de Código Penal de 1986
Artículo 389.- "El juez que se niega a administrar justicia o que eluda el
juzgamiento bajo pretexto de defecto o deficiencia de la ley, será reprimido con
inhabilitación, conforme al artículo 56 incisos 1 y 3, multa de la renta de ciento
ochenta a trescientos sesenta días".
En la evolución de esta vieja figura penal, su configuración no ha sufrido
variación sustancial; salvo 10 prescrito en el artículo 178 inciso 1 del Código
Penal de 1863 que solo utilizaba el verbo rector "negar" para expresar 10 que el
legislador pretendió reprimir, entre otros supuestos que modernamente
constituyan otros tipos penales independientes; sin embargo, la brevedad y
sencillez con las que el legislador redactó la configuración de este injusto penal
han permitido una mejor interpretación de este, a diferencia del artículo 358 del
Código Penal derogado de 1924. Los proyectos de Código Penal de 1986, 1991
y el artículo 422 del nuevo Código Penal, al introducir un nuevo verbo rector
expresado en el vocablo "eludir" seguido de la expresión "juzgar bajo pretexto o
deficiencia", han traído como consecuencia una complicación en la
interpretación de los opuestos que contemplan el tipo, y que dificultarán su
aplicación práctica en el hecho concreto.
El tipo descrito en el artículo 422 del Código Penal admite dos supuestos:
A.- La del agente (juez) que se niega a administrar justicia.
B.- La del agente que elude juzgar bajo pretexto de defecto o deficiencia de la
ley.
Nótese que en el primer supuesto el agente se niega a administrar justicia en el
sentido más amplio de la expresión, sea cual fuere el pretexto de su negativa; en
cambio, en el segundo supuesto, el agente solo elude juzgar bajo el pretexto de
defecto o deficiencia de la ley, lo que permite suponer que si elude juzgar por
otros pretextos esta no configura el tipo; sin embargo, el mejor problema de
interpretación surge de las expresiones "administrar justicia", "elude juzgar".
¿Cuál es la diferencia de ambas expresiones? ¿Qué resulta de la expresión
"administrar justicia", acaso no es más amplia y comprende la acción de juzgar?
¿Cuáles fueron los criterios que utilizaron los legisladores para diferenciar
ambas expresiones? Desde luego que las respuestas a estas interrogante s no
resultarán pacíficas, ni existirá uniformidad o consenso sobre el sentido o
acepción de este artículo; pero el legislador, lejos de simplificar su redacción, la
ha complicado al introducir en el tipo el segundo supuesto. Resulta
contraproducente que el legislador, al tomar como fuente del artículo 422 del
Código Penal el artículo 273 del Código Penal argentino(121), no haya tomado
como modelo también su redacción, lo cual hubiera facilitado su interpretación, o
en todo caso mantener la forma descrita en el artículo 178 inciso 1 del viejo
Código Penal peruano de 1863.
Código Penal argentino de 1921
Artículo 273.- "Será reprimido con inhabilitación absoluta de uno a cuatro años,
el juez que se negare a juzgar so pretexto de oscuridad, insuficiencia o silencio
de la ley.
En la misma pena incurrirá el juez que retardare maliciosamente la
administración de justicia después de requerido por las partes y vencidos los
términos legales".
Obsérvese la redacción del artículo 273 del Código Penal argentino, es más
amplia y sencilla, diferenciando dos supuestos por ser verbos rectores en la
configuración del tipo: negarse a juzgar y retardar maliciosamente la
administración de justicia. Negar y retardar son dos vocablos diferentes y
excluyente s uno del otro. Retardar no es negar, es diferir, dilatar un acto de su
cargo, pero sin desistirse, negarse o rehusarse.
No puede decirse lo propio de los verbos rectores utilizados por el legislador
peruano en la configuración descrita en el artículo 422 del nuevo Código Penal:
negarse y eludir, ambos vocablos son sinónimos, diferenciándose en todo caso
en grado equivalente en género y especie; de manera que eludir es una forma
de negarse a hacer, rechazar, rehusar, etc. Nótese, asimismo, que en la
legislación argentina las expresiones "administración de justicia" y "juzgamiento"
son consustanciales y están sinonimadas o equiparadas y, al mismo tiempo,
diferenciadas de género a especie; de allí que Carlos Creus sostenga: "Retardar
la administración de justicia es no realizar la conducta debida para administrar
justicia dentro de los términos establecidos por la ley. La diferencia entre la
expresión JUZGAR del tipo anterior y ADMINISTRAR que se da en este tipo, nos
indica que aquí salen una serie de actividades que no se reducen
exclusivamente al dictado de resoluciones, aunque por supuesto, estas quedan
excluidas; se tratará de todas las actividades que constituyen el desarrollo de la
actividad jurisdiccional del agente, como las de vertir declaraciones, fijar
audiencias, practicar inspecciones, etc.: la justicia no se administra solo con
resoluciones"(122); estas expresiones en la legislación argentina se justifican en
razón de los verbos rectores que se identifican con cada supuesto contemplado
en el tipo (negar y retardar), vocablos diferentes y excluyentes. De allí la
importancia del uso adecuado de los verbos rectores en la configuración del tipo.
Por ejemplo, el verbo rector (negar) utilizado por el legislador argentino está
asociado al juzgamiento, siendo la negación a juzgar pretextada por oscuridad,
insuficiencia o silencio de la ley, en cambio en la legislación nacional (artículo
422 del Código Penal peruano), el mismo verbo rector (negar) está asociado a
administración de justicia (a la inversa de la argentina).
Estas complicaciones en la redacción del tipo bien pueden resolverse en su
interpretación recurriendo a una modificación del artÍCulo 422 del Código Penal
tomando como modelo el artÍCulo 178 inciso 1 del Código Penal peruano de
1863 o el artículo 448 del nuevo Código Penal español de 1995(123).
ARTÍCULO 423:
El tipo descrito en el artículo 423 del nuevo Código Penal tiene como fuentes
inmediatas los artículos 416 del Proyecto de Código Penal de 1991, 390 del
Proyecto de 1986; asimismo, el artículo 360 del Código Penal derogado de 1924
y el artículo 178 inciso 4 del viejo Código Penal peruano de 1863.
Código Penal peruano de 1863
Artículo 178.- "Incurren en la misma pena del artículo anterior:
( ... )
4. Los escribanos alguaciles y demás funcionarios que, debiendo intervenir de
algún modo en la administración de justicia, se niegan a hacerlo en la parte que
legalmente les corresponda".
Código Penal peruano de 1924
Artículo 360.- "El notario, escribano, alguacil o cualquier otro oficial de justicia
que debiendo intervenir de algún modo en la administración de Justicia, se
negara a hacerlo en la parte que legalmente le correspon-
da, será reprimido con multa de renta de tres a treinta días e inhabilitación,
conforme a los incisos 1 y 3 del artículo 27, por no más de un año".
Proyecto de Código Penal de 1991
Artículo 416.- "El notario o secretario de juzgado o fiscalía o cualquier otro
auxiliar de justicia que se niega a cumplir las obligaciones que legalmente le
corresponde, será reprimido con pena privativa de libertad no mayor de un año,
o con treinta a sesenta días-multa".
Proyecto de Código Penal de 1986
Artículo 390.- "El notario, secretario, alguacil o cualquier otro oficial de justicia
que debiendo intervenir de algún modo en la administración de justicia, se niega
a hacerlo en la parte que legalmente le corresponde, será reprimido con
inhabilitación conforme al artículo 56, incisos 1 y 3, Y multa de la renta de ciento
ochenta a trescientos sesenta días".
No entendemos las razones o criterios que utilizó el legislador para seguir
configurando como delito la vieja figura penal "incumplimiento de obligaciones de
notario, secretario de justicia o de fiscalía". La norma no hace referencia alguna
al animus del agente, como no podría ser de otra manera, ya que solo constituye
una desobediencia a cumplir las obligaciones que legalmente le corresponden.
Se sanciona la negativa a cumplir sus obligaciones injustificadamente.
Resulta excesivo sancionar penalmente esta modalidad (denegación y retardo
de justicia), ausente por regla general en el Derecho comparado. No
entendemos una negativa sin motivaciones, más aún injustificadamente; si el
agente se niega a cumplir las obligaciones que legalmente le corresponden, es
sencillamente porque ya no desea trabajar; de modo que cualquier otra
motivación (porque solicitó o aceptó dinero, promesa o cualquier otra ventaja
indefinida para practicar u omitir un acto en violación de sus obligaciones o lo
acepta a consecuencia de faltar a sus deberes; etc., constituye otra figura
delictiva como el cohecho), ajena a ella, es inconcebible.
Imaginémonos a un secretario de juzgado o de fiscalía negarse a cumplir sus
obligaciones que legalmente le corresponden sin motivación aparente alguna,
asumiendo el riesgo de ser procesado y quedarse sin empleo en un país como el
nuestro donde las ofertas de trabajo son casi nulas y la crisis permanente
envuelve a buena parte de los peruanos. Tales condiciones hacen inviable esta
posibilidad.
Trasladar el incumplimiento de obligaciones funcionales con las características
prescritas en el artÍCulo 423 del Código Penal al ámbito penal, es una
exageración, esta conducta debe quedar en el ámbito de las sanciones
administrativas.
"El fiscal que omite ejercitar la acción penal será reprimido con pena privativa de
libertad no menor de uno ni mayor de cuatro años ".
El artículo 424 del nuevo Código Penal tiene como fuentes los artículos 417 del
Proyecto de Código Penal de 1991, 391 del Proyecto de 1986, 359 del Código
Penal derogado de 1924 y 178, inciso 3, del viejo Código Penal de 1863.
Código Penal peruano de 1863
Artículo 178.- "Incurren con la misma pena del artículo anterior:
( ... )
3. Fiscales y agentes fiscales que no interponen su acción en los casos en que
la ley les impone este deber".
Código Penal peruano de 1924
Artículo 359.- "El representante del Ministerio Público que no interpusiere su
acción en los casos en que la ley les prescribe, será reprimido con multa de la
renta de tres a treinta días e inhabilitación, conforme a los inciso s 1 y 3 del
artículo 27, no mayor de un año".
CÓDIGO PENAL
LIBRO SEGUNDO
PARTE ESPECIAL
TíTULO XVIII
CAPíTULO IV
DISPOSICIONES COMUNES A LOS
DELITOS CONTRA LA ADMINISTRACiÓN PÚBLICA
ARTÍCULO 425:
La norma tiene como fuentes los artículos 418 del Proyecto de Código Penal
peruano de 1991, 394 del Proyecto de 1986 y 398 del Proyecto de 1984;
asimismo, el artículo 361-B del Código Penal derogado de 1924, adicionado por
el Decreto Legislativo N° 121.
El viejo Código Penal peruano de 1863 no estableció norma alguna
con relación a quiénes deberían considerarse funcionarios o servidores públicos
a los efectos penales. E11egis1ador de 1863 consideraba como sujetos activos
de los delitos de función pública, básicamente, a los empleados públicos (ver
artículos 168,170,177,182, 185,etc.).
Código Penal peruano de 1924
Artículo 361-B.- (Adicionado por el Decreto Legislativo N° 121) "Se consideran
funcionarios o servidores públicos para los efectos penales:
1. Los que están comprendidos en la carrera administrativa del Estado aun
cuando desempeñen cargos políticos o de confianza; incluso los contratados y
los que emanen de elección popular.
2. Los funcionarios o servidores de empresas del Estado o de Sociedades de
economía mixta con participación mayoritaria o determinante del Estado, o de
organismos sostenidos económicamente por el Estado, y
3. Los administradores o depositarios de caudales embargados, secuestrados y
depositados por autoridad competente, aunque pertenezcan a particulares".
Proyecto de Código Penal de 1984
Artículo 398.- "Se consideran funcionarios o servidores públicos:
1. Los que están comprendidos en la carrera administrativa, aun cuando
desempeñen cargos políticos o de confianza;
2. Los funcionarios o servidores de empresas del Estado o de sociedades de
economía mixta y de organismos sostenidos por el Estado;
3. Los administradores y depositarios de caudales embargados, secuestrados o
depositados por autoridad competente, aunque pertenezcan a particulares" .
Proyecto de Código Penal de 1986
Artículo 394.- "Se consideran funcionarios o servidores públicos:
1. Los que están comprendidos en la carrera administrativa;
2. Los que desempeñan cargos políticos o de confianza, incluso los que
emanan de elección popular;
3. Los de empresas del Estado o de sociedades de economía mixta y de
organismos sostenidas por el Estado;
334
4. Los administradores y depositarios de caudales embargados, secuestrados o
depositados por autoridad competente, aunque pertenezcan a particulares; y,
5. Los demás que indica la Constitución Política del Perú y la ley".
Proyecto de Código Penal de 1991
Artículo 418.- "Se consideran funcionarios o servidores públicos:
1. Los que están comprendidos en la carrera administrativa.
2. Los que desempeñen cargos políticos o de confianza, incluso si emanan
de elección popular.
3. Los de empresas del Estado o sociedades de economía mixta y de
organismos sostenidos por el Estado.
4. Los administradores y depositarios de caudales embargados o depositados
por autoridad competente, aunque pertenezcan a particulares.
5. Los miembros de las Fuerzas Armadas y Policía Nacional.
6. Los demás indicados por la Constitución Política y la ley".
Como puede apreciarse en la evolución legislativa, el concepto de funcionario o
servidor público a los efectos penales no ha sufrido sustanciales modificaciones.
Modernamente, en la legislación comparada, casi todos los códigos penales
establecen de manera expresa a quiénes debe considerarse, a los efectos
penales, funcionarios o servidores públicos; diferenciándose unos códigos de
otros por la ubicación o sistematización de dicho concepto en ellos. Así, por
ejemplo, el artículo 24 (Del término autoridad o funcionario público) del Código
Penal español de 1995, 10 ubica en la Parte General; dícese 10 propio de los
artículos 77 (Significación de conceptos empleados en el código) del Código
Penal argentino, 39 (Concepto de funcionario público a efectos penales) del
Código Penal de la República de El Salvador, entre otros. Desde luego que otras
legislaciones, como la peruana, 10 ubican en la Parte Especial en una
disposición general; hacen 10 propio el Código Penal de Brasil (artículo 327),
Código Penal de Honduras (artículo 393), Código Penal Federal mexicano
(artículo 212), Código Penal de Uruguay (artículo 175), Código Penal boliviano
(artículo 165), Código Penal de Nicaragua (artículo 434), Código Penal de
Portugal (artículo 386), entre otros.
Nótese cómo la legislación comparada utiliza indistintamente las
denominaciones funcionario o servidor público, empleado público, autoridad,
como análogas, existiendo una discusión doctrinaria nada pacífica sobre el
contenido de dichos conceptos.
En efecto, en términos generales, la doctrina se halla profundamente dividida en
cuanto a precisar cuáles son los elementos que deben formar parte del concepto
de funcionario o servidor público para los efectos penales. Dos corrientes
expresan con meridiana claridad sus puntos de vista confrontados:
La corriente, al parecer, mayoritariamente exige dos elementos básicos para la
definición de dichos vocablos: a) un elemento subjetivo (la existencia de un título
o designación) y b) un elemento objetivo (la efectiva participación en la función
pública o relación funcional). Otros autores sostienen, en cambio, que basta la
existencia de la relación funcional. Una u otra postura con las que se puede
estar de acuerdo o en desacuerdo resultan irrelevantes para los fines de
aplicación fáctica, y solo justificables en el marco de una discusión teorética.
De acuerdo con nuestra legislación y la Convención Interamericana de Lucha
contra la Corrupción, la definición de funcionario o servidor público está definida.
Recordemos que el concepto de funcionario o servidor público a los efectos
penales es una creación de reciente data de la doctrina y la jurisprudencia penal,
y como concepto nuevo se halla en una etapa de discusión y depuración,
cuando no de superación o perfeccionamiento.
11. EL CONCEPTO DE FUNCIONARIO O SERVIDOR PÚBLICO EN LA
CONVENCIÓN INTERAMERICANA DE LUCHA CONTRA LA CORRUPCIÓN
La Convención Interamericana contra la Corrupción (CICC) fue suscrita por el
Estado peruano el 29 de marzo de 1996, en el Marco de la Conferencia
Especializada Interamericana, realizada en la Ciudad de Caracas, Venezuela;
convención que fuera aprobada por el Congreso de la República por Resolución
Legislativa N° 26757 del 5 de marzo de 1997 y ratificada por el Poder Ejecutivo
por Decreto Supremo N° o 12-97-RE del 24 del mismo mes y año.
336
Este nuevo instrumento normativo internacional forma parte del Derecho
nacional, de acuerdo con el artículo 55 de la Constitución Política del Estado(l).
El concepto de funcionario o servidor público a los efectos penales es una
creación de la doctrina y la jurisprudencia penal. Este concepto utilizado por el
legislador peruano en el Código Penal responde a una conceptuación solo
interpretativa, nunca constitutiva, y debe interpretarse básicamente desde un
planteamiento exclusivamente penal, acorde con la Constitución Política del
Estado y la Convención Interamericana de Lucha contra la Corrupción.
Esta categoría pertenece a la teoría del Derecho Público, esencialmente del
Derecho Administrativo la que el Derecho Penal tomó e hizo suya, utilizándola
solo a los efectos penales, de manera que es inevitable recurrir al Derecho
Administrativo, constitucional, etc. y concordarla con la Convención
Interamericana de Lucha contra la Corrupción para entender el significado y los
alcances del artículo 425 del Código Penal peruano de 1991 por ser esta una
norma penal de reenvío. La discusión del término no es pacífica, no podría ser
de otra manera porque dicho concepto en Derecho Penal está asociado a los
actos de corrupción, vocablo último usado a lo largo de su evolución histórica en
dos contextos diferenciables: el referido a la acción humana reprochable (como
el peculado, el cohecho, la concusión, etc.) y el referido a la descomposición de
un material orgánico; de manera que encierra una fuerte carga emotiva en su
descripción, de allí que las opiniones y comentarios de los autores resultan
bastante encontradas, poco conciliables y confusas. Un reflejo vivo de lo
expuesto lo hallamos en los últimos acontecimientos de conocimiento público,
dícese lo propio de la doctrina penal y la jurisprudencia nacional.
El término funcionario o servidor público utilizado por el legislador peruano es
eso, simplemente un término. El objeto de una definición, pero no una definición
o concepto mismo; sin embargo, para fines didácticos lo utilizaremos como
referido a un concepto.
El legislador ha empleado el término en cuestión en el sentido más amplio y
genérico. El mero hecho de participar en funciones públicas es causa suficiente
en el Derecho Penal para ser considerado funcionario o servidor público.
La expresión "Se reputará a efectos penales ... ", en tanto que indicativa, solo
constituye una ficción que pretende resolver el problema complejo del concepto
de funcionario o servidor público utilizable en el Derecho Penal.
Este concepto, desde el punto de vista formal, no es coincidente con el concepto
empleado por el Derecho Administrativo dado que estamos ante órganos
funcionales del ordenamiento jurídico que persiguen fines distintos y basan su
actividad en el principio de independencia. Este planteamiento ha permitido
englobar dentro del concepto de funcionario público a todos los que
desempeñan una actividad o función pública. Sin embargo, el hecho de englobar
dentro del concepto de funcionario público a todo aquel que participa de la
actividad estatal trae consigo aparejado un serio problema en la aplicación del
hecho práctico. Estas dificultades fueron propias, también, en la legislación
comparada, donde se han buscado soluciones prácticas vía regulación o
señalando pautas de este concepto en sus códigos penales, por la vía de la
jurisprudencia y la doctrina se construyen elaborados conceptos de funcionario o
servidor público.
Por ejemplo, el nuevo Código Penal español de 1995 prescribe en su artículo 24
conceptos diferenciables de funcionario y autoridad, el Derecho Penal alemán
(STB) combina el sistema de reglas de interpretación con el listado de
funcionario a efectos penales, etc.
otros Estados forman parte del Derecho nacional. En caso de conflicto entre el
tratado y la ley, prevalece el primero".
Nótese que la Constitución del 79 daba al tratado un carácter
supraconstitucional. Los tratados son para los Estados lo que los contratos son
para las personas, pero la estructura jurídica del país de acuerdo con el artículo
55 de la nueva Constitución Política de 1993 modificó la pirámide jurídica con
relación a los tratados, hoy no puede sostenerse que estos tienen carácter
supraconstitucional, pero tampoco menor jerarquía que una ley ordinaria.
En suma, consideramos que no cabe interpretación del concepto de funcionario
o servidor público en concordancia con la Convención Interamericana de Lucha
contra la Corrupción y las otras ramas del Derecho Público.
V. EL CONCEPTO DE FUNCIONARIO O SERVIDOR PÚBLICO A LOS
EFECTOS PENALES
Usualmente en la discusión del término funcionario o servidor público es
inevitable recurrir, básicamente, a los Derechos Administrativo y Constitucional
para entender el significado y los alcances del artículo 425 del Código Penal
peruano, en concordancia con la definición prescrita por el Artículo I de la
Convención Interamericana contra la Corrupción. La discusión no es pacífica, es
muy encontrada y confusa. Un reflejo de lo expuesto se encuentra en la doctrina
y en la jurisprudencia nacional.
Inevitablemente debemos recurrir a los Derechos Administrativo y Constitucional,
para determinar los alcances del artículo 425 del Código Penal, que es una
norma penal de reenvío. No es posible una interpretación correcta sin el
concurso de los Derechos Administrativo y Constitucional como hecho teórico y
práctico. Por ejemplo, el inciso 1 de la norma acotada prescribe que se
consideran funcionarios o servidores públicos a quienes están comprendidos en
la carrera administrativa. ¿Quiénes están comprendidos en la carrera
administrativa? Están comprendidas todas aquellas personas que ingresaron en
la administración pública bajo el amparo de la Ley de Bases de la Carrera
Administrativa y de Remuneración del Sector Público (Decreto Legislativo N°
276 del 24.03.84) y su reglamento; y que, con ese carácter, prestan servicios de
naturaleza permanente en la administración pública; dícese lo propio del inciso 2
para el cual debe recurrirse a los Derechos Constitucional, Municipal, Electoral,
etc., para determinar quiénes son los que desempeñan estos cargos políticos o
de confianza. Dicho
reenvío se hace extensivo a los demás incisos del artículo 425 del c.P., con
excepción, claro está, del inciso 3 de la acotada norma.
La actual redacción del artículo 425 del Código Penal y, sobre todo, la
modificación introducida por el Congreso de la República a través de la Ley N°
26713 del 27 de diciembre de 1996 al inciso 3 de la norma mencionada, en el
extremo siguiente: "Todo aquel que independientemente del régimen laboral en
que se encuentra, mantiene vínculo laboral o contractual de cualquier naturaleza
con entidades u organismos del Estado y que en virtud de ello ejerce funciones
en dichas entidades u organismos", no tienen la naturaleza de una norma penal
de reenvío propiamente dicha, cuya redacción es característica de los tipos
abiertos sujetos a interpretación, de allí que sea necesaria en este caso concreto
una interpretación no solo conceptual sino también político-constitucional para
determinar el verdadero sentido y alcance de dicha modificación. En este caso,
opera un concepto propio de funcionario o servidor público a efectos penales,
que puede o no coincidir con el concepto empleado por el Derecho
Administrativo.
El mero hecho de participar o ejercer funciones públicas es suficiente y bastante
en el Derecho Penal para que el agente sea considerado funcionario o servidor
público, independientemente del régimen laboral o contractual, bastando que
mantenga un vínculo laboral o contractual de cualquier naturaleza con entidades
u organismos del Estado, y en virtud de tal vínculo ejerza funciones.
La Ley N° 26713 que modifica el inciso 3 del artículo 425 guarda concordancia
con la definición establecida por la Convención Interamericana contra la
Corrupción.
En este orden de ideas consideramos que los conceptos de funcionarios o
servidores públicos a los efectos penales, aun, cuando no coincidan con los que
pudieran sustentarse con arreglo al Derecho Administrativo, no pueden
desprenderse de él, tampoco del Derecho Constitucional y otras ramas del
Derecho público para ser interpretados correctamente, tal como se ha
demostrado con el ejemplo antes indicado. Esta situación práctica es dada por la
propia naturaleza del artículo 425 del Código Penal (norma básicamente de
reenvío).
Distinto es el caso del Código Penal español de 1995 en cuyo artículo 24 señala
expresamente y a los efectos penales a quiénes se reputan autoridad y
funcionario público, diferenciando ambos términos, pero que no tienen la
connotación de ser una norma penal de reenvío como en el caso peruano.
Expediente N° 394-92
Corte Superior de Justicia de Junín C.S.N 344-97
Dictamen N° 07497-MP-FN-2da. FSP
"La concusión es un delito especial que exige una cualidad especifica al sujeto
activo, ser funcionario público, la que debe verificarse para establecer la
conducta como típica.
La Constitución abroga el inciso 3 del artículo 425 del Código Penal, al
establecer en su artículo 40 que no están comprendidos en la fwzción pública los
trabajadores de las enzpresas del Estado o de sociedades de economía mixta n.
COMENTARIOS A LA JURISPRUDENCIA
Que de los procesados, siendo funcionarios del Banco de la Nación y del Fondo
de Consolidación Minera (FOCOMI) que se basaba en la estructura
administrativa del Banco Minero, empresas del Estado, se advierte que no
cumplen con los presupuestos objetivos del tipo penal asumidos como
aplicables, ya que los procesados a partir de lo que establece la nueva
Constitución Política del Estado no tienen la condición de funcionario o servidor
público, no adecuándose los hechos que se le incriminan con la descripción
típica de los delitos de peculado y concusión.
Asimismo, consideraron: "La concusión es un delito especial que exige una
cualidad específica del sujeto activo, ser funcionario público, la que debe
verificarse para establecer la conducta como típica. La Constitución abroga el
inciso 3 del artículo 425 del Código Penal al establecer en su artículo 40 que no
están comprendidos en la función pública los trabajadores de las empresas del
Estado o de sociedades de economía mixta".
La ejecutoria suprema de fecha 27 de marzo de 1998 que declara haber nulidad
en la sentencia recurrida consideró, que, con la entrada en vigencia de la
Constitución Política del Estado, se abroga el primigenio inciso tercero del
artÍCulo 425 del Código Penal de 1991 al establecer en su artículo 40 2do.
párrafo que no están comprendidos en la función pública los trabajadores de las
empresas del Estado o de sociedades de economía mixta; tal es así que al
promulgarse la Ley N° 26713, modificatoria del artÍCulo 425 del Código Penal,
por desarrollo constitucional se excluye de los alcances de dicho dispositivo a los
ejecutivos y/o trabajadores de las empresas del Estado o de sociedades de
economía mixta. Que, el citado precepto constitucional establece que los
ejecutivos y los trabajadores de las empresas del Estado o de sociedades de
economía mixta no ejercen función pública, teniendo en cuenta el régimen
estrictamente empresarial de dichas sociedades, reguladas dentro del ámbito de
las personas jurídicas del Derecho privado; y que, en consecuencia, se
encuentran desprendidas del jus imperium de las entidades estatales, sin hacer
alusión en absoluto a que dicho dispositivo hace referencia exclusiva para los
efectos administrativos o laborales.
Que, las empresas donde laboraban los procesados, son empresas estatales
constituidas como personas juridicas del Derecho Público bajo la forma de
empresas de economía mixta; que, siendo esto así, en este extremo de la
denuncia se advierte que no se cumplen los presupuestos objetivos del tipo
penal. Pero el hecho de que este extremo de la denuncia no constituya el
supuesto delictivo especial previsto en el artÍCulo 384 del Código Penal, no
significa de modo alguno que la conducta delictiva incriminada a los precitado s
encausados quede impune, pues dicho extremo sí configura los delitos de
apropiación ilícita y estafa previstos en los artÍCulos 190 y 196 del Código Penal.
Estos argumentos, por mayoría de cuatros vocales supremos, contrastan con los
votos minoritarios de los otros tres y el voto singular de uno.
En efecto, los votos en minoría consideraron que es funcionario público la
persona que jurídica, jerárquica o disciplinariamente se encuentre integrada a un
organismo o entidad pública, no siendo relevante su régimen laboral en tanto
tenga función de gobierno, por tanto, los inculpados, al pertenecer a una
empresa del Estado, tienen la categoría de funcionarios públicos.
Puede apreciarse que el razonamiento de estos vocales en minoría contiene una
equivocación de conceptos al confundir servicio público con función pública, ya
que las empresas del Estado no realizan funciones públicas sino ejecutan u
ofrecen servicios públicos; de manera que tanto la Constitución Política del
Estado como nuestro Código Penal solo hacen referencia a las funciones
públicas y no a los servicios.
Para mayor argumentación, debemos considerar que las empresas del Estado o
de economía mixta, se rigen modernamente por la ley de sociedades mercantiles
para la actividad privada, realizan actividades de servicios públicos y no de
función pública. A lo que hace referencia la Constitución y el Código Penal es a
las funciones públicas.
El servicio público presupone usualmente una organización de elementos y
actividades para un fin, una ordenación de medios materiales y personales, esto
es, unas empresas en sentido económico. Por tanto, no se puede confundir
servicio público con función pública.
En suma, se es funcionario o servidor público a los efectos penales, si: primero,
se participa de funciones públicas y, segundo, si tal actividad se ejercita bien,
sea por distinción inmediata de la ley, por elección, por designación de
conformidad a ley, por relación contractual, etc. No se habla de servicio público.
Que esta determinación utilizada por el legislador peruano responde a una
conceptuación solo interpretativa nunca constitutiva, obedece a un
planteamiento exclusivamente penal acorde con la Constitución Política y la
Convención Interamericana de Lucha contra la Corrupción.
Es una exageración 10 afirmado por los vocales al sostener que esta
interpretación significaría una "descriminalización vía administrativa de justicia
penal de casi todos los delitos contra la administración publica", ello no responde
a la realidad jurídica del país, ya que estas conductas realizadas por estos
trabajadores constituyen ilícitos penales que se encuentran tipificados en otras
figuras descritas en el Código Penal; de manera que no existe tal impunidad
para estas conductas reprochables.
Los plazos a que este Código se refiere serán contados con arreglo a las
disposiciones del Código Civil. Sin embargo, la liberación de los condenados a
penas privativas de libertad se efectuará al mediodía del día correspondiente.
La expresión "reglamentos" u "ordenanzas", comprende todas las disposiciones
de carácter general dictadas por la autoridad competente en la materia de que
traten.
Por los términos "funcionario público", "empleado público", respectivamente,
usados en este código, se designa a todo el que participa accidentalmente o
permanentemente del ejercicio de funciones públicas, sea por elección popular o
por nombramiento de autoridad competente. El término "capitán", comprende a
todo comandante de embarcación o al que le sustituye.
El término "mercaderías", se designa a toda clase de efectos susceptibles de
expendio.
El término "tripulación", comprende a todos los que se hallan a bordo como
oficiales o marineros.
El término "estupefacientes", comprende los estupefacientes, psicotrópicos y
demás substancias susceptibles de producir dependencia fisica o psíquica, que
se incluyan en las listas que se elaboren y actualicen periódicamente por decreto
del Poder Ejecutivo Nacional".
Código Penal de Honduras de 1983
Artículo 393.- "Para todos los efectos de este Código, se reputará funcionario o
empleado público a toda persona natural que, por disposición de la ley o por
nombramiento de autoridad competente, participe en el ejercicio de funciones
públicas o desempeñe un cargo o empleo público.
Se reputarán también como funcionarios públicos a los alcaldes y regidores
municipales".
Código Penal de Brasil de 1942
Artículo 327.- "Considera se funcionario público, para os efecitos penais, quem,
embora transitoriamente ou sem remuneracao, exercere cargo, emprego ou
funcao pública.
1. Equipara-se a funcionario público quem exerce crgo, emprego ou funcao en
entidade paraestatal.
2. A pena será aumentada da terca parte quando os autores dos crimes
previstos neste capitulo forem ocupantes de cargos em comissao ou de funcao
de direcao ou assessoramento de orgao da administracao directa, sociedade de
economia mi sta, empresa pública ou fundacao instituida pelo poder público".
Código Penal de Uruguay
Artículo 175 .- "A los efectos de este Código, se reputan funcionarios a todos los
que ejercen un cargo o desempeñan una función retribuida o gratuita,
permanente o temporaria, de carácter legislativo, administrativo o judicial, en el
Estado, en el municipio o en cualquier ente público".
Código Penal de Bolivia de 1972
Artículo 165.- "Para los efectos de aplicación de este Código, se designa con los
términos "funcionario público" y "empleado público" al que participa, en forma
permanente o temporal, del ejercicio de funciones públicas, sea por elección
popular o nombramiento.
Se considera "autoridad" al que por sí mismo o como perteneciente a una
institución o tribunal, tuviera mando o ejerciere jurisdicción propia.
Si el delito hubiere sido cometido durante el ejercicio de la función pública, se
aplicarán las disposiciones de este código aun cuando el autor hubiere dejado
de ser funcionario".
Código Penal de Nicaragua de 1974
Artículo 434 .- "Para los efectos de los artículos precedentes de este título, se
reputará empleado o funcionario público, todo el que, por disposición inmediata
de la ley, por elección popular o por nombramiento de autoridad competente,
ejerza funciones públicas o participe de su ejercicio".
Código Penal de Portugal de 1982 Artículo 386.- (Conceito de funcionario)
"l. Para feito da lei penal a expressao funcionário abrange:
a) O funcionario civil;
b) O agente administrativo; e,
c) Quem, mesmo provisoria oce temprariamente, mediante remuneracao ou
a titulo gratuito, voluntaria ou obrigatoriamente, tiver sido chamado a
desempenhar ou a participar no desempenho de urna actividade comprendida
na funcao pública administrativa ou jurisdiccional, ou, nas mesmas
circunstáncias, desempenhar funcoes em organismos de utilidade pública ou
nelas participar.
2. Ao funcionário sao equiparados os gestores, titulares dos órgaos de
fiscalizacao e trabalhadores de empresas públicas, nacionalizadas, de capitais
públicas ou com participaco maioritaria de capital público e ainda de empresas
consseionárias de servicio públicos.
3. A equiparacao a funcionário, para afeito da lei penal, de quem desempenhe
funcoes políticas é regulada por lei especial".
Código Penal español de 1995
Artículo 24.- (Del término autoridad o funcionario público)
"l. A los efectos penales se reputará autoridad al que por sí o como miembro de
alguna corporación, tribunal u órgano colegiado tenga mando o ejerza
jurisdicción propia. En todo caso, tendrán la consideración de autoridad los
miembros del Congreso de los Diputados, del Senado, de las Asambleas
Legislativas, de las Comunidades Autónomas y del Parlamento Europeo. Se
reputará también autoridad a los funcionarios del Ministerio Fiscal.
2. Se considerará funcionario público todo el que por disposición inmediata de la
ley o por elección o por nombramiento de autoridad competente participe en el
ejercicio de funciones públicas".
PENAS DE INHABILITACiÓN CONJUNTA PARA DELITOS FUNCIONALES
ARTÍCULO 426:
I. ANTECEDENTES Y GENERALIDADES
"La inhabilitación como pena accesoria se extiende por igual al tiempo que la
pena principal". (Exp. N° 2070-93. Lima).
"No es de aplicación al presente caso lo normado en el inciso 8 del artículo 36
del Código Penal, por cuanto si bien los acusados al momento de los hechos se
arrogaron la calidad de médico y pediatra respectivamente, los mismos
carecerían de los respectivos títulos profesionales". (Sala Penal R.N. N° 6428-
96. Cono Norte-Lima).
APENDICE EDICION VIRTUAL
BIBLIOGRAFIA