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ARTICULO 896
Conviene mencionar que los más destacados juristas que se han ocupado de la
posesión son los alemanes Savigny e Ihering. Ambos estudiaron en profundi
dad la posesión en el Derecho romano y a partir de allí elaboraron doctrinas
posesorias que influyeron en muchísimos Códigos. Así, nuestro Código Civil de
1852 acogió la teoría posesoria de Savigny. Los Códigos de 1936 y 1984, repito,
se adhirieron a la de Ihering.
Savigny dijo que la posesión tiene dos elementos: el corpus y el animus. El
primero es el contacto físico con la cosa o la posibilidad de tenerla, mientras que el
animus es la intención de conducirse como propietario, esto es, el no reconocer la
propiedad de otro. Ihering descartó este último elemento, dada su difícil probanza
y la necesidad de ampliar el espectro de la protección posesoria. Y en cuanto al
corpus, lo flexibilizó al máximo, afirmando que es poseedor quien se conduce
respecto de la cosa como lo haría un propietario, es decir, la usa o la disfruta.
La posesión es el ejercicio de hecho de uno o más poderes inherentes a la
propiedad, dice el Código. Como sabemos, los poderes inherentes a la propiedad
son tres: el uso, el disfrute y la disposición. El artículo 923 agrega un cuarto poder
o facultad del propietario, la reivindicación, pero es discutible que ésta sea un
poder inherente a la propiedad. La reivindicación es, en rigor, la expresión de la
persecutoriedad, que es un atributo que corresponde a todo derecho real. En
cualquier caso, para los efectos del concepto o noción de la posesión, debemos
considerar que los poderes de la propiedad (o del propietario) son el uso, el
disfrute y la disposición.
Por consiguiente, todo el que usa es poseedor. También lo es quien disfruta. Éstos
dos son en realidad los poderes que configuran la posesión. La disposición, si bien
es también un poder inherente a la propiedad, importa un acto único y aislado, por
lo que difícilmente es expresión posesoria.
SERVIDOR DE LA POSESiÓN
ARTICULO 897
ARTICULO 898
¿Qué utilidad tiene para el poseedor hacer alarde de mayor plazo de posesión?
Aunq ue la norma no lo dice expresamente, es evidente que semejante derecho
solo tiene utilidad (por lo menos en el estado actual de la legislación peruana) para
efectos de la prescripción adquisitiva, tanto de la propiedad (artículo 950 del
Código Civil) como de la servidumbre (artículo 1040 del Código Civil), que son los
dos únicos derechos reales que se adquieren por esa vía.
COPOSESIÓN
ARTICULO 899
Para que exista coposesión los comportamientos posesorios no tienen que ser los
mismos. Podría un poseedor usar de una manera distinta de los demás, lo
importante es que concurran las conductas. Por ejemplo, un inmueble podría ser
usado al mismo tiempo como carpintería por Juan y como taller de pintura por
Pedro; ambos serán coposeedores del bien pero por actos distintos. Tampoco
tienen que estar todos los poseedores físicamente en el bien. Por ejemplo uno de
ellos podría trabajar de noche y el otro de día, razón por la cual solo se encuentran
físicamente sus días libres, empero hay coposesión. En la medida en que la
posesión no requiere permanente presencia física, la coposesión tampoco lo
requiere.
ADQUISICiÓN DE LA POSESiÓN
ARTICULO 900
Una definición superficial del término posesión nos llevaría a señalar que poseer .
es "tener una cosa en su poder, utilizarla o aprovecharla"; sin embargo, esta definiI
ción simple no cubre todos los aspectos de lo que significa "poseer". Así, poseer
no necesariamente implica la tenencia física del bien (como se entendía
históricamente), sino que comprende situaciones en las que incluso, no
encontrándose efectivamente el bien en poder del poseedor, este tiene derecho a
tenerlo. Es así como se entiende que quien habita un inmueble, lo posee aun
cuando pase muchas horas o unas vacaciones fuera de él; igualmente aquella
persona que deja sus muebles en una tapicería para ser reparados, no dejará de
ser poseedora de los mismos por encontrarse lejos de ellos o no tenerlos a su
alcance por determinado tiempo. De ello se concluye que poseer no significa
necesariamente tener aprehensión física u ocupación sobre la cosa, ni tenerla a su
alcance para tal efecto.
TRADICiÓN
ARTICULO 901
1. Definición de tradición
2. El objeto de la tradición
Lacruz Berdejo señala que "según Diez-Picazo, la expresión fuera del comercio
'debe entenderse en el sentido de una absoluta y completa falta de comercialidad
y no en el sentido de una incomercialidad relativa por virtud de una prohibición'.
Sin embargo, géneros que son de comercio restringido, como los estupefacientes
o las armas, no podrían ser recuperados por su tenedor ilegal mediante un
interdicto: solo pueden ser poseídos por aquellas personas a las que el
ordenamiento o la norma social legitiman con esa finalidad, y que, ellas sí,
conservan el derecho a seguir poseyendo".
El artículo 901 del Código Civil nos habla de la entrega del "bien" en términos
genéricos, no hace distinción entre bien corporal e incorporal. En atención a ello y
a la clasificación (enunciativa) de los bienes muebles e inmuebles a que se
refieren los artículos 885 y 886 del Código Civil, debemos concluir que es posible
tener la posesión y, en consecuencia, transferir este derecho, tanto sobre bienes
corporales como inmateriales.
3. Los sujetos en la tradición
Respecto del requisito subjetivo debe decirse que, en principio, puede ser
poseedor cualquier persona, natural o jurídica sin limitación alguna.
En el caso de las personas naturales, para ser poseedor (someter a su libre acción
bienes muebles u ocupar inmuebles) no se requiere tener capacidad de ejercicio,
basta simplemente con tener capacidad de goce. Sin embargo, para ejercer los
derechos que nacen de la posesión, sí se requiere tener capacidad de ejercicio,
por lo que los menores de edad y los incapaces requerirán de un representante
para ejercer los referidos derechos.
Asimismo, debe tenerse presente que el artículo 143 del mismo cuerpo legal
señala que cuando la ley no designe una forma específica para un acto jurídico,
los interesados pueden usar la que juzguen conveniente.
SUCEDÁNEOS DE LA TRADICIÓN
ARTICULO 902
TRADICiÓN DOCUMENTAL
ARTICULO 903
1. Supuestos resulados
2. Fundamentos
Los documentos destinados a recoger los artículos de viaje son los conocimientos
de embarque y las cartas de porte -que son títulos valores y transmisibles vía
endoso o cesión de derechos-, mientras tanto, los documentos con los que se
recaban los artículos depositados en los almacenes generales son los warrants y
los certificados de depósito que son también títulos valores, pero a la orden y
pasibles de endoso.
CONSERVACiÓN DE LA POSESiÓN
ARTICULO 904
Esta es la regla. Sin embargo, por excepción, se acepta que si se trata de hechos
de naturaleza pasajera que impiden la posesión, el derecho del poseedor no se
pierde.
CAPíTULO TERCERO
CLASES DE POSESiÓN
Y SUS EFECTOS
ARTICULO 905
Poseedor inmediato no es, como creen muchos, el que tiene "contacto con la
cosa". A veces hay poseedores inmediatos que no tienen contacto con la cosa,
como se demostrará más adelante. Poseedor inmediato es el poseedor temporal
en virtud de un título. Son dos los requisitos: la temporalidad de la posesión y que
esta se haya originado en un título. Examinemos los dos requisitos.
Para que haya posesión mediata e inmediata es indispensable entonces que haya
un contrato que vincule al mediato y al inmediato y que impone a este último la
obligación de restituir. Por esto la posesión es temporal.
Contrastemos la posesión inmediata con la del usurpador. Este último no tiene
título alguno. Todo lo contrario: él asumió la posesión por decisión propia. No tiene
temporalidad, no está obligado por un plazo consignado en un título. El usurpador
posee por plazo indefinido, mientras el propietario no le exija la devolución del bien
a través de la acción reivindicatoria.
ARTICULO 906
Al respecto, es necesario definir los términos "título" y "vicio". Título tiene diversas
acepciones en el Derecho; así, puede referirse al documento que contiene un
derecho, al derecho en sí, etc. Sin embargo, la acepción que nos interesa es la
relativa al acto jurídico en virtud del cual se invoca una determinada calidad
jurídica, es decir, la relación jurídica existente. Y vicio está relacionado con los
defectos que pueda tener el acto jurídico, como no reunir los requisitos de validez
establecidos en el artículo 140 del Código Civil.
ARTICULO 907
ARTICULO 908
Con relación a los frutos, la Enciclopedia Jurídica Omeba los define como los
bienes que surgen: ya orgánicamente de una cosa, ya de una industria o del
cultivo de la tierra, ya del "trabajo inmaterial" o "material" o del uso o privación del
uso de una cosa y Cabanellas como los productos cosechados de la tierra. Por
extensión, todo beneficio o utilidad, renta, etc.; y más aún cuando ofrece cierta
periodicidad, distinguiéndolos según su naturaleza (naturales, civiles o
industriales); por su situación o estado (pendientes, separados o percibidos); por
la manera de ofrecerse (ordinarios y extraordinarios) y por su realidad actual
(existentes y consumidos).
El artículo 890 del Código Civil reconoce a los frutos como los provechos
renovables que produce un bien, sin que se altere ni disminuya su sustancia,
añadiendo en su artículo subsiguiente que pueden ser naturales, industriales y
civiles, definiendo a cada uno de ellos.
Debe indicarse que, en principio, los frutos pertenecen al propietario; sin embargo,
la ley puede señalar que corresponden a persona distinta, por ejemplo, al
usufructuario (artículo 999), al anticresista (artículo 1091), al poseedor, como en el
presente caso.
La pregunta que puede plantearse es qué sucede con los frutos pendientes
cuando termina la buena fe conforme al artículo 907. Para ello resulta necesario
remitirse en forma analógica al artículo 917 que establece que "el poseedor tiene
derecho al valor actual de las mejoras necesarias y útiles que existan al tiempo de
la restitución y a retirar las de recreo que puedan separarse sin daño, salvo que el
dueño opte por pagar su valor actual"; es decir, el poseedor tendría derecho a los
gastos necesarios que hubiese realizado para la producción de los frutos. Nótese
que no se hace distinción sobre qué tipo de poseedor tiene el derecho al valor de
las mejoras necesarias y útiles; sin embargo, debe interpretarse en el sentido de
que incluso el poseedor de mala fe tendría derecho a que se le reintegren los
gastos necesarios e indispensables que sirvieron para la conservación del bien y,
consecuentemente, los gastos necesarios para la producción de los frutos.
El poseedor de mala fe responde de la pérdida o detrimento del bien aun por caso
fortuito o fuerza mayor, salvo que este también se hubiese producido en caso de
haber estado en poder de su titular.
ARTICULO 910
POSESiÓN PRECARIA
ARTICULO 911
La posesión precaria es la que se ejerce sin título alguno o cuando el que se tenía
ha fenecido.
En el Derecho romano se entendía por precarium un contrato innominado
realizado entre dos personas, una de las cuales, decidida por los ruegos de la
otra, concedía a ésta el disfrute y la posesión gratuita de una cosa por un tiempo
cuya duración debía terminar con la primera reclamación del concedente
(AVENDAÑO VALDEZ).
En nuestro Derecho positivo, en forma similar a como ocurrió en las últimas fases
del Derecho romano, el precario es una figura contractual independiente o
autónoma (contrato de precario), que tiene por objeto la concesión del uso y
disfrute de una cosa, generalmente inmueble, que se hace en forma gratuita y con
la facultad de poner término a la situación contractual a voluntad del concedente
(DIEZ-PICAZO).
Todo el que posee sin derecho está a expensas de que aquél a quien corresponde
la posesión se la pueda reclamar, y obtener, en su caso, el correspondiente fallo
judicial que obligue a entregársela. En este sentido se dice que la posesión que
tiene el primero es precaria. Pero, además, más específicamente, se designa con
este nombre a la posesión concedida a otro por alguien con reserva del derecho
de revocarla a su voluntad (ALBALADEJO).
CAPíTULO CUARTO
PRESUNCIONES LEGALES
PRESUNCiÓN DE PROPIEDAD
ARTICULO 912
ARTICULO 913
Esta presunción supone que si poseo un bien, sea este mueble o inmueble (pues
el precepto normativo no hace distingo alguno), poseo también sus accesorios. El
artículo 888 define a los bienes accesorios como aquellos que, sin perder su
individualidad, están permanentemente afectados a un fin económico u
ornamental con respecto a otro bien.
ARTICULO 914
ARTICULO 915
Esta es una presunción legal relativa o iuris tantum, que desplaza el peso de la
prueba, haciéndolo recaer no sobre la persona a cuyo favor está establecida la
presunción legal (el poseedor) sino sobre aquella otra a quien tal presunción
perjudica y que debe tratar de impugnarla utilizando medios probatorios. Es decir,
corresponderá al tercero que se oponga a dicha presunción (v.gr. el propietario del
bien cuya adquisición por prescripción se demande) probar que no se ha poseído
durante el tiempo intermedio.
CAPíTULO QUINTO
MEJORAS
ARTICULO 916
Las mejoras son necesarias, cuando tienen por objeto impedir la destrucción o el
deterioro del bien.
Son útiles, las que sin pertenecer a la categoría de las necesarias aumentan el
valor y la renta del bien.
Son de recreo, cuando sin ser necesarias ni útiles, sirven para ornato, lucimiento o
mayor comodidad.
1. Introducción y antecedentes
Para efectos del análisis de los artículos 916, 917, 918 Y 919 del Código Civil,
referidos a las mejoras como consecuencia del ejercicio del derecho real de
posesión, me he permitido abordar el tema haciendo referencia a las legislaciones
anteriores al Código Civil de 1984, como son los Códigos Civiles de 1852 y 1936,
respectivamente, teniendo en cuenta además la propuesta de reforma de la
Comisión de Reforma del Código Civil de 1984 en ejercicio.
De otro lado, he incluido el tratamiento que sobre este tema hacen distintos
Códigos Civiles del sistema romano-germánico, específicamente de
Latinoamériea, España y del Estado de Québec en Canadá, para finalmente hacer
referencia a la jurisprudencia expedida sobre este tema.
El Código Civil de 1984 no define a las mejoras, sino que simplemente las
clasifica, como así lo hace el artículo 916, en necesarias, siendo estas las que
tienen por objeto impedir el deterioro o destrucción del bien; mejoras útiles, siendo
estas las que sin pertenecer a la categoría de las necesarias aumentan el valor y
la renta del bien; y finalmente las de recreo, que son a tenor del Código las que sin
ser necesarias ni útiles, sirven para el ornato, lucimiento o mejor comodidad.
Este criterio ya tiene una concepción económica, ya que de lo que se trataba era
que nadie pueda enriquecerse indebidamente a costa del otro.
En los casos en que el poseedor debe ser reembolsado por mejoras realizadas,
tiene el derecho de retención".
ARTICULO 917
El poseedor tiene derecho al valor actual de las mejoras necesarias y útiles que
existan al tiempo de la restitución ya retirar las de recreo que puedan separarse
sin daño, salvo que el dueño opte por pagar su valor actual.
La regla del párrafo anterior no es aplicable a las mejoras hechas después de la
citación judicial sino cuando se trata de las necesarias.
1. Introducción
ARTICULO 918
En los casos en que el poseedor debe ser reembolsado de mejoras, tiene el
derecho de retención.
En ese sentido, existe la posibilidad de que el propietario del bien que se beneficia
con estas mejoras, debiendo reembolsar el costo de las mismas al poseedor, no
realiza el desembolso; en esta situación la norma sustantiva permite el ejercicio
del derecho de retención por parte del poseedor, que consiste -en concordancia
con lo dispuesto por el artículo 1123 del Código- en la facultad que tiene el
acreedor de retener del bien que tiene en su poder si el crédito no se encuentra
debidamente garantizado.
Efectivamente, la norma considera que al efectuarse las mejoras por parte del
poseedor y no reembolsarse su valor por parte del propietario, se genera una
obligación, por la cual el primero tiene la facultad de exigir el reembolso al
segundo, convirtiéndose el propietario en deudor, el poseedor en acreedor con la
facultad de exigir la prestación de reembolso de las mejoras y con una facultad de
retener el bien hasta que la prestación sea concluida.
ARTICULO 919
Teniendo en cuenta que las mejoras de recreo son aquellas que sirven
exclusivamente para dar mayor comodidad al poseedor, o para el ornato y
lucimiento, mas no redunda en beneficio alguno al propietario, esta clase de
mejoras no son reembolsables.
Por lo tanto el poseedor tiene derecho a separar del bien que posee, las mejoras
efectuadas, se trata justamente de retirar las mejoras de recreo. Sin embargo, la
norma ha establecido un orden para separar dichas mejoras, acción que debe
efectuarse solamente mientras el poseedor ejerce su derecho como tal sobre el
bien, por lo que una vez restituido el bien materia de posesión, este derecho se
pierde.
CAPíTULO SEXTO
DEFENSA POSESORIA
ARTICULO 920
...
El poseedor puede repeler la fuerza que se emplee contra él y recobrar el bien, sin
intervalo de tiempo, si fuere desposeído, pero en ambos casos debe abstenerse
de las vías de hecho no justificadas por las circunstancias.
En primer lugar conviene precisar que según el artículo 896 del Código Civil "la
posesión es el ejercicio de hecho de uno o más poderes inherentes a la
propiedad".
1.- La posesión como poder o señorío fáctico, relación puramente material (ladrón,
usurpador): ius possessionis.
2.- La posesión derivada de un derecho real, o sea posesión de derecho (la del
usufructuario, anticresista, etc.): solo el ius possidendi.
3.- La posesión del dueño que conduce u ocupa el bien directamente: ius
possessionis y ius possidendi (este último, siempre lo tiene).
ARTICULO 921
Todo poseedor de muebles inscritos y de inmuebles puede utilizar las acciones
posesorias y los interdictos. Si su posesión es de más de un año puede rechazar
los interdictos que se promuevan contra él.
CAPíTULO SÉPTIMO
EXTINCiÓN
DE LA POSESiÓN
ARTICULO 922
Para efectos del comentario, nos referiremos una por una a las causales
reguladas por el artículo 922 del Código Civil.
1. Tradición
2. Abandono
Wolff, que sigue la doctrina objetivista de Von Ihering, manifiesta que dentro del
abandono "es necesaria una destrucción real del señorío, con la voluntad de no
seguir poseyendo".
1) Muerte de la cosa poseída si esta fuese animada, como ocurre con los
animales;
2) Destrucción total de ella, si fuese cosa inanimada. Por ejemplo, destrucción de
los muebles de una casa, destrucción de una casa, etc.;
3) Transformación de una especie en otra, es decir, en el caso de la
especificación, como ocurriría por ejemplo si con la lana se hubiese hecho vestido.
Debe observarse, sin embargo, que en estos diversos casos si bien desaparece la
posesión de la cosa primitiva, ella continúa sin embargo sobre los restos de la
cosa poseída o sobre la de la especie.
Finalmente y respecto a la pérdida del bien, se han omitido mencionar casos
importantes de pérdida de posesión, como son el despojo, la usurpación, la
expropiación y la reivindicación.
ARTICULO 923
Esta norma define la propiedad, que es sin duda el más importante de los
derechos reales. La propiedad puede ser analizada desde muchos puntos de
vista: histórico, sociológico, económico, antropológico, político, etc. Nosotros nos
limitamos ahora a sus aspectos jurídicos.
Usar es servirse del bien. Usa el automóvil quien se traslada con él de un lugar a
otro. Usa la casa quien vive en ella. Usa un reloj quien lo lleva puesto y verifica la
hora cuando desea.
Disponer es prescindir del bien (mejor aún, del derecho), deshacerse de la cosa,
ya sea jurídica o físicamente. Un acto de disposición es la enajenación del bien;
otro es hipotecario; otro, finalmente, es abandonarlo o destruirlo.
Nos dice también el Código que el propietario puede reivindicar el bien.
Reivindicar es recuperar. Esto supone que el bien esté en poder de un tercero y
no del propietario. ¿A qué se debe esto? Muchas pueden ser las causas, desde un
desalojo o usurpación, hasta una sucesión en la que se dejó de lado al heredero
legítimo y entró en posesión un tercero que enajenó a un extraño, el cual ahora
posee. En cualquier caso, el propietario está facultado, mediante el ejercicio de la
acción reivindicatoria, a recuperar el bien de quien lo posee ilegítimamente. Por
esto se dice que la reivindicación es la acción del propietario no poseedor contra el
poseedor no propietario (poseedor ilegítimo, habría que precisar).
2) ¿Hay diferencia entre el bien común y el interés social? Sí la hay. El bien común
es el bien general, el bien de todos. El interés social, en cambio, es el que puede
tener un grupo social determinado. Así, por ejemplo, existe el interés de los
campesinos, de los empresarios y de quienes viven en pueblos jóvenes.
Otra diferencia es que la noción de "bien" alude a beneficio, a lo que es
conveniente. El "interés", por otra parte, responde a la satisfacción de una
necesidad.
5) Surge una pregunta elemental: ¿cómo se puede explicar que la propiedad sea
un derecho absoluto y al mismo tiempo admita limitaciones o restricciones? La
respuesta es que comparativamente con otros derechos reales, la propiedad es
absoluta. Ningún otro derecho real confiere todas las facultades juntas. Pueden
estar restringidas, pero están todas.
ARTICULO 924
Aquel que sufre o está amenazado de un daño porque otro se excede o abusa en
el ejercicio de su derecho, puede exigir que se restituya al estado anterior o que se
adopten las medidas del caso, sin perjuicio de la indemnización por los daños
irrogados.
2.- Conviene precisar, antes de entrar en materia, que el hecho de que nuestro
sistema económico sea, por norma constitucional, una economía social de
mercado no constituye solo un mandato programático dirigido al legislador y a los
gobernantes, quienes desde luego están obligados a cumplirlo, sino que
compromete y obliga a todos los actores del mercado, en especial a los
particulares. Se trata, en consecuencia, de una norma constitucional que prescribe
que nuestra conducta económica deberá estar en armonía con las reglas del
mercado, pero a la par nos exige que tal conducta se realice también en sintonía
con los intereses de la sociedad.