Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
LA POSESIÓN
1. INTRODUCCIÓN
1
En tercer lugar, la posesión continuada de un bien o derecho puede llegar a
provocar que, con el discurrir del tiempo, el mero ejercicio del derecho devenga
adquisición definitiva de la titularidad, si acaso careciese de ella el poseedor
por presentar algún defecto su título adquisitivo. Es el fenómeno conocido
como usucapión: el mantenimiento en el tiempo de una situación posesoria
acaba por determinar la adquisición definitiva del derecho poseído.
2. SUJETO DE LA POSESIÓN
Cualquier persona, por el mero hecho de serlo, tiene capacidad para ser
poseedor, tanto si se trata de persona física como jurídica (art. 38.I CC). Según
el art. 443 CC, los menores pueden adquirir la posesión; si bien, los actos de
ejercicio de esa posesión deberán ser realizadas por sus representantes
legales. Las personas con discapacidad a cuyo favor se hayan establecido
medidas de apoyo pueden usar de los derechos derivados de la posesión
conforme a lo que resulte de estas medidas.
2
El art. 445 CC no se está refiriendo al hecho de que dos poseedores
aparezcan ejercitando cada uno una especie distinta de posesión con relación
al mismo objeto (como sucede con la posesión del arrendador y la del
arrendatario respecto del bien arrendado), sino a la circunstancia de que dos
poseedores de la misma especie desempeñen conjuntamente la posesión de
un único bien.
3. OBJETO DE LA POSESIÓN
De conformidad con la terminología del CC (arts. 430, 431, 432), pueden ser
objeto de posesión tanto las cosas como los derechos. El artículo 437 CC
subraya que en todo caso debe tratarse de cosas y derechos susceptibles de
apropiación.
3.1. Posesión de cosas
Por lo que hace a la posesión de cosas, se entiende que se trata de cosas
que puedan ser objeto de propiedad privada; en sentido, material y jurídico, es
decir, ha de tratarse de cosas dotadas de existencia actual y configuración
corporal por un lado, y de cosas que estén dentro del comercio de los hombres
por otro excluyéndose, por tanto la posesión de cosas del dominio público.
3.2. Posesión de derechos
Ahora bien, no todos los derechos reales diferentes del de propiedad son
susceptibles de posesión, sólo los que impliquen alguna clase de relación de
poder, incidencia o señorío de hecho con respecto a una cosa. Si el contenido
de un derecho no lleva aparejado facultades que puedan traducirse al exterior a
través de signos que revelen una apariencia de titularidad, entonces dicho
derecho no será susceptible de posesión (v. gr. derecho de hipoteca).
3
Por lo que respecta a los derechos de crédito, aunque no tienen como
objeto las cosas en sí mismas sino la conducta de un deudor, no cabe duda de
que como consecuencia de un derecho de esta índole, en particular si es de
tracto sucesivo, puede un sujeto desarrollar una relación fáctica de tenencia
sobre una cosa (v. gr. arrendamiento). Y aunque la posesión así resultante no
sea una posesión en concepto de dueño (art. 432 CC), cabe aplicar a esa
situación posesoria algunos efectos mínimos, como son los relacionados con la
tutela judicial sumaria y con la liquidación de estados posesorios.
4. CLASES DE POSESIÓN
4
4.3. Posesión mediata y posesión inmediata
El propietario tiene el ius possidendi, ius utendi (facultad de uso), ius fruendi
(facultad de obtener los frutos) sobre la cosa, y puede ejercerlas por sí mismo o
decidir ejercerlas a través de otro (arrendatario, comodatario). En estos casos,
quien recibe la cosa se convierte en su poseedor inmediato, y como tal se
encontrará protegido por la tutela judicial sumaria, si bien quien le puso en esa
situación se dice que conserva una posesión mediata, posesión un tanto más
ficticia puesto que carecerá del elemento del corpus. Sin embargo, pese a
hallarse desprovisto del contacto físico con la cosa, el poseedor mediato
continúa también siendo poseedor a todos los efectos, tanto ad interdicta como
ad usucapionem. Aunque esta clasificación carece de regulación legal expresa,
se ubica en el artículo 432 CC, que distingue concepto de dueño y en concepto
distinto de dueño y reflejaría asimismo el desglose entre posesión mediata e
inmediata.
5
En suma, el artículo 431 CC puede ser aplicado a diversos institutos
posesorios, pero en todos ocurrirá que mientras la cosa esté en manos de
quien actúa en nombre ajeno, debe considerarse como si estuviera bajo la
tenencia de la persona en cuyo nombre actúa.
6
Según el artículo 441 CC está prohibida la adquisición violenta de la
posesión. Y el artículo 444 CC dice que no afectan a la posesión (no son actos
genuinamente posesorios) los actos violentos, los clandestinos y los
meramente tolerados. Por su parte, en el artículo 1941 CC se señala que la
posesión ad usucapionem ha de ser, entre otras cosas, pública (no clandestina)
y pacífica (no violenta). El artículo 1942 CC añade que tampoco vale para
usucapir la posesión llevada a cabo por mera tolerancia del dueño. La posesión
que se ve afectada por alguno de estos rasgos (violencia, clandestinidad, mera
tolerancia del dueño) merece el calificativo de injusta o viciosa. Por el contrario,
la posesión es justa cuando reúne el triple requisito de ser pública, pacífica y no
estar basada en la mera tolerancia del dueño.
5. DINÁMICA DE LA POSESIÓN
5.1. Adquisición de la posesión
7
Comenzando por el primer grupo, es claro que cabe adquirir la posesión
merced a la mera aprehensión física de un bien. La ocupación posesoria no
comporta necesariamente una simultánea ocupación dominical, negocio para el
que deberán darse las precisas circunstancias que el ordenamiento requiere
(art. 610 CC). La ocupación material del bien constituye un medio de
adquisición unilateral, que puede revestir naturaleza lícita o ilícita, dando lugar
a una posesión viciosa en este último caso (purgable por el transcurso del
plazo de un año marcado en el artículo 460.4.º CC). Otro modo de adquisición
de la posesión basado en la aprehensión física es el traslado o tradición de la
cosa de manos del anterior poseedor al nuevo, medio que a diferencia de la
ocupación presenta carácter derivativo.
5.2. Conservación de la posesión
5.3. Pérdida de la posesión
8
Hay dos modos voluntarios de pérdida de la posesión. En primer lugar el
abandono de la cosa (art. 460.1.º CC), materializado a través de un
acto/negocio jurídico que indique por hechos concluyentes que esa
desposesión del bien va unida a una voluntad de renuncia o abandono del
mismo. En segundo lugar aparece la cesión a otro, sea gratuita u onerosa (art.
460.2.º CC). Como modos involuntarios de pérdida de la posesión podemos
mencionar la destrucción o salida del comercio de la cosa poseída (art. 460.3.º
CC), lo que abarca la pérdida tanto en sentido físico, como jurídico o
económico o el ejercicio de la posesión por parte de otro durante más de un
año, aun en contra de la voluntad del anterior poseedor (art. 460.4.º CC).
5.4. Recuperación de la posesión
6. EFECTOS DE LA POSESIÓN
6.1.1 Atribución de frutos
9
El poseedor de buena fe hace suyos los frutos percibidos (art. 451 CC).
Mientras que los frutos naturales e industriales se entienden percibidos cuando
se hallen alzados o separados, los frutos civiles se perciben por días, hasta
aquél en que se ponga fin a la posesión (conforme al artículo 1945 CC, la
interrupción civil de la posesión se produce desde la citación judicial hecha al
poseedor; según la STS 15.10.2009 —RJA 5575—, los frutos y rendimientos
que se produzcan tras la citación judicial se atribuirán según el resultado del
proceso). En cuanto a los frutos —naturales e industriales— que se hallen
pendientes en el momento de ponerse fin a la posesión (o a la buena fe del
poseedor), el artículo 452 CC señala que quien venza en la posesión tiene la
facultad de elegir entre abonar al poseedor saliente los gastos invertidos en la
producción, junto con la parte de la cosecha proporcional al tiempo que haya
durado la posesión, o permitirle que concluya el cultivo y la recolección como
indemnización equivalente.
Por gasto hay que entender todo desembolso económico que el poseedor
saliente haya realizado en relación con la gestión de la cosa poseída.
10
Una mejora (gasto útil) es el aumento de valor experimentado por la cosa
poseída a resultas de una inversión o actividad efectuada por aquél cuyo
estado posesorio ha tocado a su fin. Estos gastos útiles se abonan sólo al
poseedor de buena fe, puesto que para el de mala fe esas inversiones
constituyen por definición un riesgo conscientemente asumido. El vencedor en
la posesión tiene la opción de abonar al poseedor saliente el importe de los
gastos efectuados, o bien compensarle por el aumento de valor que la cosa
haya experimentado a causa de la mejora (el cual vendrá dado por la diferencia
entre el valor del bien debido a la mejora introducida, y el que hipotéticamente
tendría en ausencia de la inversión efectuada). No son compensables las
mejoras que hayan dejado de existir en el momento de adquirir la cosa el que
obtenga la posesión (art. 458 CC). Aparte están las mejoras naturales o
provenientes del paso del tiempo, que obviamente no conllevan gasto alguno a
cargo del poseedor, y que benefician sin más a quien haya vencido en la
posesión (art. 456 CC).
11
atacado trate de defender su posesión acudiendo a vías de hecho. Quien sufre
un despojo no está legitimado para arrebatar a su vez la posesión al nuevo
poseedor, sino que ha de reclamar la pertinente tutela judicial.
12
-A favor del propio poseedor: El artículo 448 CC, establece que el poseedor
en concepto de dueño tiene a su favor la presunción legal de que posee con
justo título y no se le puede obligar a exhibirlo.
EL artículo 464.I CC, establece que «la posesión de los bienes muebles,
adquirida de buena fe, equivale al título». A pesar de la dificultad de interpretar
este precepto, se considera que el mismo incluye una regla en virtud de la cual,
el adquirente a título oneroso, de buena fe, de un bien mueble que era poseído
por el transmitente, lo adquiere “a non domino”, esto es, aunque el transmitente
no fuera el verdadero propietario, siempre que el verdadero propietario hubiere
creado, con su propia actuación previa, el riesgo de hacer nacer la apariencia
del derecho del transmitente non domino, al investirle voluntariamente de la
posesión (esto es, cedió la posesión a título de arrendamiento, comodato o
depósito). Esta es, en resumen, la posición que admite nuestro TS sobre el art.
464 CC, (tesis germanista) aunque en realidad existen dos:
-Tesis romanista
13
Conforme a esta tesis, el «título» a que hace referencia el artículo 464.I CC es
el título hábil para usucapir (válido, verdadero y justo: vid. arts. 1952 y 1953
CC). En consecuencia, el adquirente de cosa mueble que adquiere de un no
propietario, no consolida su derecho hasta tanto no haya transcurrido el tiempo
necesario para la usucapión, que con carácter ordinario son tres años (art.
1955 CC), quedando expuesto entre tanto a la reivindicatoria del verdadero
dueño. En consonancia con ello mantienen un concepto lato de «privación
ilegal», no limitado a los casos de hurto o robo o pérdida, sino que incluiría los
casos en los que el arrendatario, comodatario o depositario falta a la confianza
del verdadero propietario (su arrendador, comodante o depositante) y enajena
la cosa cedida.
-Tesis germanista.
El art. 464 CC establece una adquisición a non dominio de aquel que adquiere
de un poseedor a quien el verdadero propietario le ha cedido voluntariamente
la posesión (arrendatario, comodatario, depositario) de tal modo que sólo tiene
la reinvidicatoria el verdadero propietario contra el adquirente en caso de que la
venta la hubiese realizado un sujeto que haya privado ilegalmente al propietario
de la cosa, entendiendo por “ilegalmente” los casos en los que la cosa fue
perdida por el propietario, robada o hurtada.
Los tres últimos párrafos del artículo 464 CC contemplan otros tantos
supuestos de adquisición de bienes muebles por tercero de buena fe, cuya
especialidad radica en los procedimientos o establecimientos donde ese
tercero efectúa su adquisición.
14
Por último, el artículo 464.IV CC, relativo a las adquisiciones de bienes
muebles de buena fe efectuadas en bolsas, ferias, tiendas o mercados, se
remite a lo dispuesto en el Código de Comercio. La remisión debe entenderse
hecha en concreto al artículo 85 de ese cuerpo legal, el cual dispone la
adquisición inmediata e inatacable de las mercaderías compradas en
almacenes o tiendas abiertas al público, quedándole sólo al propietario las
acciones que le pudieran corresponder frente al que hubiese vendido esas
mercaderías indebidamente. La protección a la confianza depositada en la
apariencia es total, pues el precepto impide la reivindicación por mucho que el
verus dominus hubiera sido víctima de una privación ilegal. Se consagra así
una adquisición a non domino a favor de quien adquiere en esas
circunstancias.
7. LA USUCAPIÓN
7.1. Consideraciones generales
7.2. Clases de usucapión
15
La clasificación más importante es la que distingue entre usucapión
ordinaria y usucapión extraordinaria. Ambas exigen una posesión en concepto
de dueño pública, pacífica y no interrumpida. Sin embargo la primera exige que
la posesión se desempeñe con buena fe y se apoye en un justo título (contrato
antecedente válido) de adquisición, mientras que la segunda sólo requiere el
desempeño de esa clase de posesión, sin necesidad de buena fe ni justo título.
7.3. Sujetos de la usucapión
7.4. Objeto de la usucapión
16
En el caso del derecho de hipoteca, falta de titularidad del hipotecante podrá
ser subsanada a lo sumo mediante el instrumental que facilita la Ley
Hipotecaria, pero no hay actos posesorios que el acreedor hipotecario pueda
hacer sobre la finca hipotecada, y por consiguiente ningún efecto positivo
puede derivarse para él de una posesión que no desempeña.
17
La continuidad se ve truncada cuando por algún motivo la posesión ad
usucapionem sufre una interrupción. Una vez ha tenido lugar la interrupción, el
usucapiente pierde todo el tiempo ganado hasta ese momento, debiendo en su
caso volver a contarse desde cero un nuevo periodo de posesión ad
usucapionem. En principio hay dos vías para la interrupción de la usucapión, la
natural y la civil (art. 1943 CC). La interrupción natural se produce cuando por
cualquier causa se cesa en ella durante más de un año (art. 1944). La
interrupción civil de la posesión tiene lugar mediante la citación judicial hecha al
poseedor (art. 1945 CC).
La usucapión ordinaria, exige justo título y buena fe, y los plazos durante los
cuales se debe haber poseído de forma pública pacífica e ininterrumpida son 3
años en el caso de los bienes muebles y 6 años en el caso de los bienes
inmuebles.
7.8. Efectos de la usucapión
18
entiende que el favorecido con ella adquirió la cosa o derecho en cuestión
desde el momento en que comenzó la posesión ad usucapionem.
19