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CLASE: PLANEACIÓN Y ORGANIZACIÓN.

TITULO DEL ENSAYO: LA ESCUELA COMOORGANIZACIÓN INTELIGENTE

Profesora: Nancy Zambrano

Alumna: Claudia Alejandra Tallabs López

Resumen

Ante la incapacidad de respuesta por parte de los objetivos y de los modelos de gestión y
administración tradicionales frente a la dificultad producto de la expansión de los sistemas
educativos tradicionales, es necesario partir por la descentralización. Estos procesos deben ser
acompañados de mejores niveles de idoneidad y de un crecimiento de la autonomía de las
instituciones escolares, entendido como la capacidad de los establecimientos para generar las
decisiones técnico-pedagógicas adecuadas para satisfacer en calidad y cantidad las
necesidades educativas de las comunidades en las que están insertos, (Aguerrondo, 2000).Para
lograr estos objetivos, las escuelas deben superar los modelos de organización y los estilos de
gestión vigentes. De acuerdo con lo que en este documento revisaremos, Aguerrondo,
propone un nuevo modelo: una organización que aprenda y una gestión que conduzca. En
primer lugar, plantea la necesidad de escuelas inteligentes, que se encuentren capacitadas para
una transformación permanente, lo que implicaría una disminución drástica de las jerarquías,
la creación de espacios de interacción, el incremento del tiempo de los docentes en la unidad
escolar, el rediseño de las escuelas con el fin de reducir las pérdidas y una mayor innovación
en todos los niveles del personal. En segundo lugar, toda conducción institucional aplica
técnicas de gestión que inciden sobre lo que ocurre en ella. La gestión eficiente se
caracterizará por su capacidad de generar y sostener líneas de acción. Gestionar tiene como
común denominador al hacer, en un compromiso con la acción transformadora de la realidad
institucional (Aguerrondo, 2000). Por último, para ser efectivas, las gestiones educativas
deben, entre otras cosas, ser capaces de transmitir prioridades claras, focalizar sobre lo
académico, instalar prácticas de evaluación y seguimiento permanente y establecer incentivos
para los profesores. A su vez el compromiso de transformación de la organización debe
producirse en conjunto con el cambio de los modelos de gestión, lo que implica integrar en
una mirada conjunta el pasado, el presente y el futuro. En definitiva, la institución debe
aprender a transitar el camino del cambio.

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¿Porque la Escuela es una Organización como tal?

A partir de que nuestras sociedades se tornan incompetentes para hacer frente a los cambios

de todo tipo, sin sufrir una crisis. Esta imposibilidad reside en la burocracia, principio básico

de estabilidad para la tradición intelectual alcanzada, pero que debe transformarse o ser

reemplazada por otra fuente que consienta afrontar los cambios de modo más elástico. Las

escuelas inteligentes y la descentralización del sistema educativo se articulan con nuevos

modelos de gestión y organización en la educación, para incentivar los cambios que se

necesitan y así alcanzar, la transformación total de la escuela como una organización

inteligente.

En el 2000, para Inés Aguerrondo, su lugar de partida es la observación y el análisis que

formaliza en su trabajo La escuela como organización inteligente, se acierta en la idea de que

los resultados en educación, son corolarios del carácter arcaico del acumulado de elementos

que forman el sistema educativo. Por lo tanto, la educación es la recurso y la clave a las

necesidades que nacen de este trama contextuada, a partir del cambio cultural, a través de

proposiciones que no sólo modifiquen los aspectos curriculares, sino que también contengan

cambios en la organización y en la gestión. Desde esta perspectiva, la autora menciona dos

desafíos para la gestión y la organización: enfrentar la masificación y responder por sus

resultados.

En este sentido, sus aspectos funcionan como analizadores en una evaluación global de la

situación de la educación, ya que la posibilidad de cumplir con los objetivos de calidad y

equidad envuelve aspectos principales de las mismas. De modo que la gestión y la

organización constituyen también facilitadores o condicionantes del desempeño de los

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objetivos políticos de la educación. El campo de la organización crea mención a los aspectos

de organización de la forma institucional; el ámbito de la gestión es el campo de la gerencia,

es decir, el que se ocupa de poner en práctica los mecanismos necesarios para lograr los

objetivos de la institución y de proteger su desempeño.

En mi experiencia personal, me parece que, aún está dominante el escrúpulo y la obcecación

de que el ámbito de la gestión incumbe sólo al ámbito empresarial y que la educación está

opuesta al mismo. En la mayoría de las instituciones educativas, se lo forja como lo

encaminado hacia el provecho de ganancias, involucrando la ignorancia de aspectos como la

responsabilidad con los resultados. En consecuencia, esto funda uno de los principales

motivos de la falta de efectividad de las transformaciones que se han intentado. En otras

palabras, en la institución escolar vista solo como unidad de servicio, se determina la calidad

y la equidad de la oferta educativa y no en el aula.

Por lo tanto la escuela constituye la unidad de cambio del sistema educativo, la gestión

educativa, ha sido un aspecto residual del quehacer institucional dentro de la escuela, al

encontrarse restringida a los aspectos administrativos. A esto se ha sumado el incremento de

concepciones educativas más centradas en los valores que en el conocimiento, basadas en la

interacción personal y en la importancia de los aspectos socio-afectivos de la enseñanza.

Como resultado, se han desarrollado modelos administrativos basados en las relaciones

personales, y no se han valorizado los aspectos profesionales de la gestión. La carrera docente

no brinda las competencias necesarias para dirigir una escuela, por lo que la conducción

política de la educación, no debería ser ocupada por docentes (Aguerrondo, 2000).

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Referencia

Aguerrondo, I. (2000). La Escuela como Organización Inteligente. Buenos Aires: Ed.

Troquel.

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