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EL M U S E O HERMÉTICO

ALQUIMIA
&

MÍSTICA
A L E X A N D E R ROOB

TASCHEN
«OlN llSaO* lONDON M * tUKK PABJS lOírO
Reproducciones; Portada: miniatura por
Jehan Perréai, 1516 (cfr. pág. 504); Lomo,
de: Robert Fiudd, Utriusque Cosmi, tomo
1,1S17 (cfr, pág. 61); Contraportada, de:
Donum Dei, s. XVII (cfr. pág, 443); pág. 2,
de: William Blake: Jerusalén, 1804-1820;
pág, 6, de: Michael Maier; Viatorium.
Oppenheim, i6iB: pág, 34,122. 612. de:
J, Typotius: Symbola divina et humana,
Praga, 1601-1603; pág, 532, de: Basilius
Valentius: Chymische Schriften, Leipzig.
1769

© 1997 GenediktTaschen Verlag GmbH


Hohenzollernring 53. 0-50672 Kbin
® iggG ve Bild-Kunst, Bonn, para las reproducciones
de Joseph Beuys, Marcel Duchamp. e Yves Klein
Diseño de la portada: Angelika Muihesius, Colonia;
Mark Thomson. Londres
Traducción: Carlos Caramés, Colonia

Printed in Italy
ISBN 3-8328-8543-6
E
CONTENIDO

8 INTRODUCCIÓN

34 E L MACROCOSMOS
El mundo • El sol • La luna • Astronomía inferior •
Los astros La música de las esferas • Génesis • El ojo •
El huevo cósmico

122 EL O P U S MACNUM
Génesis en la retorta - La purificación - La caída de
Adán - El caos - La noche saturnal - El martirio de los
metales • Resurrección Aurora • Luz y tinieblas •
La escala • El árbol filosófico • Los sephíroth • Ab uno •
El fuerte - Enigmas de la zoología • Oedipus chymicus
El rocío Labor de mujeres y juegos de niños
Química vegetal - La serpiente • El retorno • La cópula
El andrógino - Separatio Los yantras herméticos -
La trinidad • El fuego • El huevo filosófico • La matriz •
La fuente • El Lapís Cristo - La sangre

534 EL MICROCOSMOS
Las proporciones divinas del cuerpo • Cerebro y
memoria • Los signos • Escritura y sellos • Apariciones

614 ROTACIÓN
Torbellinos y magnetos • Geometría divina • La rueda •
La rosa El peregrino

704 INDICE
INTRODUCCIÓN

«Ardua tarea es penetrar en las


cualidades reales de cada cosa.»
(Demócrito, s. VIIIa.C.)
Introducción
El museo hermético
Existe t o d o un mundo de imágenes profundamente ancladas en la
memoria del hombre moderno. Pero no se encuentran en publicacio
nes accesibles al gran público, sino sepultadas en manuscritos y
grabados antiguos.
Allí están las eternas «salas de Los», el profeta de la imaginació
salas repletas de imágenes arquetípicas yfiguras platónicas que
rigen nuestra representación del mundo y de nosotros mismos, imá-
genes de las que el poeta inglés William Blake (1757-1827) dice que
reflejan «todo lo que pasa en la tierra», y que «cada época puede ut
lizarlas para acopiar renovadas fuerzas». (Jerusalén, 1804-1820]

Ideogramas y lenguaje cifrado


El extraño carácter jeroglífico de estas imágenes nos remite a la
legendaria antigüedad de su arte y a la fuente de sus sabidurías:
Mermes Trismegisto, el patriarca de la mística de la naturaleza y
de la alquimia.
Fueron los colonizadores griegos en Egipto, en la Antigüedad
tardía, quienes identificaron a uno de sus dioses. Mermes (lat. Mercu
ríus], mensajero alado y conocedor del arte de curar, conThot, el
«tres veces grande», del antiguo Egipto. Thot era el dios de la escri-
tura y de la magia, siendo venerado, al igual que Mermes, como «psi
copompos», como guía de las almas en los infiernos. La figura de
Mermes Trismegisto se asoció también a un faraón legendario que
supuestamente había dotado al pueblo egipcio de 30.000 volúmene
que contenían todos los conocimientos naturales y sobrenaturales,
entre ellos la escritura jeroglífica. Fue una especie de Moisés de los
alquimistas, pues había transmitido los mandamientos divinos de su
arte en la «Tabla de esmeralda». Esa «Tabula smaragdina», hoy día
datada entre los siglos VI y VIII de nuestra era, andaba por el occi-
dente cristiano, a partir del siglo XIV, en traducciones del árabe.
Desde entonces apenas volvió a haber un alquimista, ni opera-
tivo ni especulativo, que no se esforzase en hacer concordar sus
conocimientos con el texto lapidario de estas doce tesis:
«Es verdadero, verdadero, sin duda y cierto:/ Lo de abajo se
iguala a lo de arriba, y lo de arriba a lo de abajo, para consumación

8 INTRODUCCIÓN
los milagros del Uno./ Y lo mismo que todos las cosas vienen del Uno,
cu- por la meditación sobre el Uno, asi todas las cosas han nacido de esa
cosa única, por modificación./ Su padre es el sol, su madre la luna, el
i- viento lo ha llevado en su vientre; la tierra es su nodriza./ Es el padre
si- de todas las maravillas del mundo entero. Su fuerza es orbicular,
cuando se ha transformado en tierra./ Separarás la tierra del fuego,
lo sutil de lo grosero, suavemente y con gran entendimiento./ Asciende
íes de la tierra al cielo y vuelve a descender a la tierra, recogiendo la
fuerza de las cosas superiores e inferiores./ Tendrás toda la gloria del
s mundo, y las tinieblas se alejarán de tí./ Esta es la fuerza de fuerzas,
ju pues vencerá todo lo sutil y atravesará lo sólido./ Asi se creó el
mundo./ He aquí la fuente de las admirables transmutaciones y apli-
caciones indicadas aquí./ Por eso me llaman Mermes Trismegisto,
porque poseo las tres partes de la sabiduría universal.»
De Mermes, mensajero de los dioses, deriva la hermenéutica, la
ciencia de la interpretación de textos, que según el autor del «Libro
de la Santísima Trinidad» (1415), primer texto de alquimia en lengua
alemana, tiene una cuádruple vertiente: natural, sobrenatural, divina
de y humana. En los códices de sus más eminentes representantes, la

INTRODUCCIÓN 9
Introducción

..El aire lo ha
llevado en su
vientre.»

El nacimiento de
la piedra filosofal
tiene lugar en el
aire.

Michael Maier,
Atalanta fugiens.
Oppenheim, i6iB

..La Tierra es su
nodriza.»

Se nutre del agua


mercurial.

Michael Maier,
Atalanta fugiens,
Oppenheim, i6i8

10 INTRODUCCIÓN
literatura alquimista despliega un lenguaje extraordinariamente Introducción
jygestivo, rico en alegorías, analogías y alusiones, un lenguaje que,
gracias sobre todo a la mediación de los escritos teosóficos que
Jacob Boehme, ha ejercido una profunda influencia en el romanti-
cismo (Blake, Novalis), en el idealismo alemán (Hegel, Schellíng}y
en la literatura moderna (Yeats, Joyce, Rimbaud, Brecht, Bretón,
Artaud).
Numerosos eran quienes, incluso en el seno de la propia corpo-
ración, criticaban la «lengua oscura» de los alquimistas. Y lo que ellos
mismos nos revelan sobre sus medios de expresión, no parece facili-
tar más las cosas: «Cuando hablábamos abiertamente, no decíamos
(en realidad) nada. Pero cuando escribíamos en lenguaje cifrado y en
imágenes, ocultábamos la verdad.» {Rosarium phílosophorum, ed.
Weinheim, iggo)
Quien, sin tener en cuenta esta advertencia, penetra en este
campo lingüístico, se encuentra bruscamente en un caótico sistema
de referencias, en una red de pseudónimos cambiantes y símbolos de
substancias arcanas que pueden en principio significar algo muy dis-
tinto y que no pueden desentrañar ni siquiera los léxicos especializa-
dos ni los modernos diccionarios de sinónimos. Semejante maraña de
conceptos difusos lleva una y otra vez a adoptar medidas simplifica-
doras. En ese sentido conviene citar aquí los desvelos hermenéutícos
y fecundos del psicoanalista suizo C.G. Jung, que redujo la figura
híbrida de la alquimia únicamente a su aspecto interno, y que sólo
aceptaba la obra química exterior como una proyección de procesos
psíquicos manifiestos.

No obstante, los filósofos herméticos se expresan «más clara


y libremente, con más rigor, mediante un discurso sin palabras o
incluso sin discurso, o con imágenes de los misterios, que con las
palabras, incluso en aquellos enigmas representados por figuras»
(C. Horlacher, Kern und Stern..., Francfort, 1707). Con sus ideogra-
mas pretenden, en opinión del adepto rosacruciano Michael Maier,
"llegar al intelecto por los sentidos». En este contexto puede desig-
narse la imaginería criptográfica de la alquimia por su motivo prefe-
'•"do, el Hermafrodita, cruce del estímulo sensual (Afrodita) con la
vindicación del espíritu (Mermes). Esta imaginería se endereza a la
intuición, y no a las facultades discursivas, consideradas destructi-
vas. «Lo que vive según la razón, vive contra el espíritu», escribe

INTRODUCCIÓN
11
Introducción Paracelso. Muchos otros esperaban con Paracelso el advenimiento
del tertius status, del tercer reino del Espíritu Santo, profetizado po
Joaquín de Fiore (1130-1202), en el que la letra de los textos seria su
tituida por una comprensión visionaria. Se llegarla de nuevo a la len
gua original del paraíso, que nombra todas las cosas por su verda-
dero nombre, y todos los misterios de la naturaleza se manifestarían
como en un libro abierto. La tendencia a la lengua secreta en «sintag
mas oscuros», cifrados, en imágenes enigmáticas, se explica por el
profundo escepticismo frente al poder expresivo de la lengua de
Babilonia, con su alfabeto implo y sus reglas gramaticales que enca-
denan al Espíritu Santo. Lo que realmente importaba era preservar
de los abusos del profano el saber primordial, esa prísca sapientia:
que había sido directamente revelada por Dios a Adán y a Moisés y
que una élite había transmitido a los largo de los siglos. Por ese
motivo. Mermes Trismegisto, con Zoroastro, Pitágoras y Platón un
eximio representante de esa élite, había inventado los jeroglíficos.
La idea que tenía el Renacimiento de los antiguos jeroglíficos
egipcios era la de un código secreto y simbólico, y esa idea estaba
basada en el tratado de un egipcio del siglo V de nuestra era llamad
Morapolo, en el que se encuentra la clave simbólica para descifrar
cerca de 200 signos. Esta obra, titulada «Mieroglyphíca», publicada
en numerosas traducciones e ilustrada entre otros por Durero, esti-
muló la imaginación de los artistas de la época como Bellini, Cior-
gione, Tiziano y El Bosco.
En el "Mieroglyphíca» de Morapolo tiene también su origen la
emblemática, las figuras simbólicas acompañadas siempre de un
corto lema y un comentario aclaratorio. Los emblemas conocerían u
gran éxito en los siglos XVII y XVIII, revelándose como vehículo idea

Copias de
ilustraciones
de Horapolo.
por Durero

t) Las horas

2] Imposible

3) El corazón

12 INTRODUCCIÓN
Introducción

Hermes-Mercurio,
el dios del comer-
cio V de la comuni-
cación, exhorta
aquí al silencio. La
elocuencia mercu-
rial sólo concierne
a la periferia feno-
ménica, al mundo
desplegado de
las apariencias. Lo
que aprehende el
centro espiritual
(la unidad o mó-
nada) y loque
tiene de radical, se
sustrae a las posi-
bilidades expresi-
vas de la lengua.

En las visiones
cósmicas de
Giordano Bruno
(1548-1600), se
establece una
correspondencia
entre las mónadas
como núcleos
divinos de los
seres y los centros
de gravitación
de los cuerpos
celestes.

Achule Bocchius.
Symbolicarum
quaestionum...,
Bolonia. 1555

para la propagación de las tesis paradójicas de los alquimistas y de


sus aforismos. Los pseudo-jeroglificos se combinaron de esa forma
con viejas enseñanzas pseudo-egipcias, de la misma forma que la
mayor parte de los escritos herméticos aparecidos en los entarima-
dos de los techos o en cavidades de antiguos muros resultaron ser
pseudo-epigrafes debidos a miembros eminentes de la dinastía her-
mética.

INTRODUCCIÓN
13
Introducción Basándose en su amplia infraestructura teórica, los alquimistas
se calificaban frecuentemente de «filósofos», denominando simple-
mente «arte» (ars) o «arte filosófica» su campo de actividad. Aunque
la noción de arte en la alquimia proviene del techne aristotélico y
designa de forma sumaria toda destreza en cosas tanto teóricas
como prácticas, es indudable que pueden encajar en ella las más
amplias definiciones del arte moderno. Y no es, como podría pen-
sarse, en el género de la ilustración fantástica propia de las artes
plásticas tradicionales donde es preciso ver una afinidad con el opus
magnum hermético, la «magna obra» de los alquimistas, sino en los
dominios de la aprehensión de la realidad, como el Concept-Art y el
Fluxus.
El esplendor de la emblemática hermética y del arte de la ilustra
ción hermética llega a su fin con el declive de la alquimia «clásica»,
que aún estaba en condiciones de fundir la destreza tecnológica y
la experiencia práctica con elementos espirituales. Pero ya a comien-
zos del siglo XVII existían posturas opuestas e irreconciliables entre
los alquimistas teosóficos como los Rosa-Cruz y los alquimistas ope-
rativos como Andreas Libavius, que buscaban mejorar las bases
empíricas de la alquimia, situándola en la órbita de la química analí-
tica. Los Rosa-Cruz concedían generosamente que no había mal
alguno en fabricar «ese oro impío y execrable», ridiculo remedo en
comparación con el fin verdadero del acrisolamiento interiory preci-
saban que su oro era sobre todo el oro espiritual de los teólogos.

No obstante, ambas posturas antagónicas reivindicaban para sí


la figura de Theofrastus Bombastus von Hohenheim, más conocido
por el sobrenombre de Paracelso (1493-1541). En este autor, el estu-
dio empírico de la naturaleza va a la par del misticismo misionario.
Su vasta obra, en la que se encuentran gran cantidad de fórmulas
para la preparación farmacéutica de productos de origen vegetal o
mineral, abunda también en teorías sobre la mística de la naturaleza,
en el campo de influencia de la magia astral, la cabala y la mística
cristiana. Su estilo eminentemente enfático (en alemán se dice
«bombástico», término derivado del nombre de Paracelso) no mermó
en modo alguno la difusión de sus escritos, cuya influencia se
extiende desde los exégetas especulativos de la alquimia, Valentín
Weigel, los Rosa-Cruz y Jacob Boehme, hasta el romanticismo y los
movimientos antroposófico-teosóficos de los tiempos modernos.

14 INTRODUCCIÓN
Los dos manifiestos que prometían al lector más oro «que el que Introducción
tiene el rey de España en las Indias» -humorada de un grupo de estu-
diantes de teología protestante en nombre de una fabulosa «Her-
mandad de la Rosa-Cruz»- dieron, a comienzos del siglo XVII, un
decisivo impulso a la producción de libros de alquimia. Incluso en el
siglo XVIII, los puestos de libros en las ferias alemanas tenían tal
abundancia de volúmenes semejantes, cuyo objeto era la búsqueda
del /ap'S o piedra filosofal, «que se podría pavimentar lindamente
con ellos el camino de Francfort a Leipzig». (J.G. Volckamer el Joven,
Adeptus Fatalis, Friburgo, 1721; citado según J. Telle, Bemerkungen
zum «Rosarium philosophorum», en Rosarium phílosophorum, Wein-
heim, 1992}
Entre los muchos simpatizantes de la invisible hermandad lute-
rana se encuentra Lucas Jennis, editor del primer «Musaeum Herme-
tícum», publicado en Francfort en 1625. Aunque esta compilación
de tratados no hace honor a su título en lo referente al número de
ilustraciones, contiene al menos algunos magníficos aguafuertes
de Mathaeus Merian (1593-1650). No obstante, un año antes y bajo
el titulo de «Viridiarium Chymicum» o «Chymisches Lustgártiein»
(Hortulus Hermeticus), Jennis había publicado una colección de
ilustraciones alquimícas provenientes de sus archivos. Cada uno de
esos motivos iba acompañado de versos salidos de la pluma de
Daniel Stolcius von Stolcenberg, discípulo del médico paracelsíano
Michael Maier {1568-1622). Maier había sido médico de cabecera de
Rodolfo II, llamado «el Mermes alemán», en cuya corte de Praga se
congregaban los más ilustres representantes de las ciencias ocultas
de la época. En 1618, Maier publicó su célebre corpus de emblemas
titulado «Atalanta fugiens» en la editorial de Theodorde Bry,
Oppenheim. A la unión en matrimonio de Merian con la hija de Maier
debemos no sólo las ilustraciones de «Atalanta», sino numerosos
grabados para la gigantesca obra de arte bibliográfica del inglés
Robert Fludd, amigo y colega de Maier (1574-1637), «La historia de
los dos cosmos».

Fludd fue objeto de burlas, algunas de las cuales atinaban bas-


tante en su trasfondo espiritual, como el sobrenombre de «doctor
trismegístico-platónico-rosacruz» que le endosaron. Puede que su
aportación a las ciencias sea exigua; pero a la vista de la extraordina-
"•'3 plasticidad de formas con que ha sabido revestir la cultura isabe-

INTRODUCCIÓH
15
Introducción
sobfS todo los dramas de Shakespeare, contribuyendo enorme- Introducción
o í U mejor comprensión, merece el rango en la historia del
(Tiente a '
hasta ahora se le ha negado. (Debo a Dietrich Donat la noti-
arte que
^gljjjamente documentada, de que Fludd entregó a la imprenta
deBry dibujos muy exactos y detallados.)
En Ia5 generaciones siguientes, el mayor competidor de Fludd,
proveniente esta vez de la Contrarreforma, seria el jesuíta Athanasius
Kircher(i602-i68o). Sus conocimientos enciclopédicos sobrepasa-
ban con mucho los de Fludd en todos los campos. Sabio universal,
Kircher pasa por fundador de la egiptología, y hasta el advenimiento
deChampollion, su interpretación simbólica de los jeroglíficos era
¡ndiscutida.
Su obra extremadamente vasta, en la que junto a infolios rica-
mente ilustrados se encuentra su célebre colección de ciencias natu-
rales - q u e hasta 1876 podia admirarse en Roma, en el «Museum Kir-
cherianum»-, está impregnada de sus vastos conocimientos científi-
cos y de su interés por los saberes ocultos y hechos pretendidamente
milagrosos. Este hecho, unido a su interés precoz por los sistemas
religiosos de Oriente Medio y Lejano Oriente, preparó el terreno al
audaz sincretismo de la Sociedad Teosófica, fundada al término del
siglo XIX.

Cnosis & Neoplatonismo


El historiador de arte Aby Warburg, cuyos trabajos interdisciplinarios
a comienzos del presente siglo lo convirtieron en un innovador en
este campo, veía en la Alejandría del fin de la Antigijedad la encar-
nación del obscurantismo y de la superstición. Alli, en aquel lugar
que fue, en pleno feudo egipcio, el antiguo centro de la cultura
griega universal, crisol de pueblos, zoco de colonizadores griegos y
romanos, egipcios y judíos, convergen los hilos de las disciplinas que
forman el grueso de la filosofía hermética: alquimia, magia astral,
cabala. Bajo los términos de gnosis y neoplatonismo se esconden sis-
temas sincréticos, híbridos, remendados de filosofía helénica, de
religiones orientales y de cultos a misterios que se complementan e
influencian mutuamente. El animismo caracteriza tanto la gnosis
como el neoplatonismo; en ambas doctrinas se encuentran numero-
sas entidades demoniacas y angélicas, cuyo poder e influencia deter-
"linan el destino del hombre.

INTRODUCCIÓN 17
Introducción Gnosis quiere decir conocimiento, y el gnóstico pasa por varios
estadios de la conciencia. El primer conocimiento fundamental es la
buena nueva de que el fondo del propio ser humano tiene naturaleza
divina: el alma aparece como rayo de luz divina. La segunda noticia,
la mala nueva, se refiere al «horror de la situación»: ese rayo de luz es
prisionero de los poderes tenebrosos, está confinado en el exilio de
la materia, encerrado en la mazmorra del cuerpo, los sentidos corpo-
rales lo engañan, los astros demoníacos lo mancillan y embrujan, para
impedirsu retorno a la patria divina.
Bajo la influencia del dualismo mazdeísta (Zoroastro) y plató-
nico, la visión del mundo gnóstico presenta una dolorosa sima entre
mundo interior y mundo extGrior,Gntre sujeto y objeto, entre espíritu
y materia. Fue Aristóteles quien, en el siglo IV a.C, había formulado
esta dicotomía y le había dado un carácter cósmico, dividiendo radi-
calmente el universo en cielo etéreo, eterno, y una región sublunar y
transitoria. Este modelo, que fue asumido casi sin modificaciones
por Claudio Ptolomeo (hacia 100-178 d. C ) , el agnóstico de Alejan-
dría, campeó sobre los espíritus durante dos milenios, aniquilando
cualquier visión monista del mundo.
Al pleroma, a la plenitud espiritual del mundo de luz divino, se
opone en la gnosis, de repente, el kenoma, la vida material del
mundo de las apariencias. La ingrata tarea de la creación le cae en
suerte a un Dios creador que asume los rasgos despóticos del Jehová
del Antiguo Testamento, y que en su acción se vuelve contra el Dios
de la luz y de la bondad, contra el «Padre desconocido». Es el
demiurgo: en otras palabras, el artista o el maestro de obras. Mien-
tras que en el mito platónico de la creación, el «Timeo», el demiurgo
(Platón aún lo llama «poeta») forma a partir del mundo de las ideas un
cosmos de proporciones armoniosas bajo la forma de un organismo
animado que contiene «todos los seres mortales e inmortales», el
demiurgo de la gnosis origina un horrible caos, crea un mundo desna-
turalizado e incompleto. Un mundo que la alquimia pretende mejorar
por medio del «arte», creando un nuevo orden o modificando el ya
existente.
En muchos mitos gnósticos, se atribuye al hombre una responsa-
bilidad creadora: para curar el organismo enfermo del mundo, es
preciso devolver el rayo de luz divino, el oro espiritual, a su patria
celestial, pasando por las siete esferas planetarias del cosmos ptole-

18 INTRODUCCIÓN
nieico. A la esfera de Saturno, la más exterior, corresponde «la sucia Introducción
vestidura del alma», el plomo, metal grosero. Para franquear esa
esfera, es necesario pasar por la muerte del cuerpo y la putrefacción
de la materia, condición previa de la transmutación. El alma tendrá
que atravesar las esferas de Júpiter (cinc). Marte (hierro). Venus
(cobre). Mercurio (mercurio). Luna (plata) y Sol (oro).
La gnosis partía de la tesis de que los diferentes metales corres-
pondían a diversos estados o estadios de madurez o de enfermedad
de una sola materia primera en su camino hacia la perfección: el oro.
Para facilitarle el paso por las siete puertas de los espíritus planeta-
rios, había que estar en posesión de la gnosis, del conocimiento de
las prácticas de la magia astral.
Los neoplatónicos encajaban las diferentes tesis, a veces diver-
gentes entre ellas, que su maestro había expuesto dialécticamente
en sus diálogos, en el estrecho corsé de un orden del mundo pirami-
dal y escalonado. En una especie de escala de sonidos descendente,
el universo surge de la plenitud del Uno, del bien, y actúa los interva-
los de las leyes de la armonía que se remontan a Pitágoras (s. VI a.C.)
y a su teoría de la armonía de las esferas. El conflicto interno de los
gnósticos era ajeno a los neoplatónicos, que interponían una serie de
instancias mediadoras entre los dos polos de la filosofía de Platón: el
mundo de ideas inmutables y arquetipos celestes y el mundo muda-
ble y perecedero de las imágenes terrestres. Al igual que el ser
humano, el mundo pequeño de éste (microcosmos) estaba formado
de tres partes, el cuerpo, el alma y el espíritu; la región astral tenía
un alma, el alma del mundo. Las ideas habitan las regiones superiores
y trascendentes del intelecto divino, reflejándose e imprimiéndose
sus «signaturas» eternas en las cosas de abajo, materiales y mortales,
por influjo de los planetas.
El hombre tiene ahora el poder de manipular las cosas que ocu-
rren aquí abajo, actuando sobre las regiones intermedias del alma
del mundo mediante prácticas mágicas como los talismanes, exorcis-
"los, y otras similares. El contacto se verifica por medio del cuerpo
sutil, invisible, «sideral» o «astral» que rodea al hombre. Los mitos
gnóstico-cabalísticos hablan de! cielo como de un solo hombre hecho
de materia sutil, el proto-Adán anterior al pecado original, andrógino
gigantesco que pervive aún en cada uno de nosotros bajo la forma
""educida de ese cuerpo invisible, y que aguarda su retorno a la patria

'NTHODUCCIÓN
19
Introducción celeste. A través de ese medio sideral, el hombre puede comunicarse
con el macrocosmos, accediendo así a sueños premonitorios y proféti
eos.
El poder creativo de la imaginación corresponde en el hombre a
la actividad demiúrgica y creadora de los astros exteriores. Paracelso
llamaba por ese motivo «astro interior» a esa imaginación. Pero no
hay que confundir imaginación con fantasía. La primera se concibe
como una fuerza solar, creadora, que se concentra en el eidá, las
ideas, los arquetipos paradigmáticos del «mundo real»; la segunda,
por el contrario, no es más que una ilusión lunática y engañosa, rela-
cionada con el eidola, pálido reflejo de las ideas en el «mundo de las
apariencias».
«Si alguien poseyera realmente esas ¡deas de las que habla Pla-
tón, podría convertirlas en substancia vital y crear perpetuamente
una obra de arte tras la otra.» (Alberto Durero)
Paracelso compara la imaginación («Ein-bildung») con un imán
que, por su fuerza magnética, atrae las cosas del mundo exterior y las
hace entrar en el hombre para someterlas en él a una transformación.
Ése es el motivo por el que el campo de actividad de la imaginación
se representa por el símbolo del alquimista, del escultor o del orfe-
bre. Es necesario dominar la imaginación, pues el hombre es «el que
piensa y lo que piensa. Piensa en el fuego, entonces es fuego». (Para
celso)
Para Demócrito, el filósofo griego de la naturaleza que primero
utilizó el término microcosmos, las apariencias, representaciones e
ideas son, sin excepción, entidades concretas y materiales, suscepti-
bles de transmitir sus cualidades a quien las observa o concibe;
incluso el alma está hecha para él de sutiles átomos ígneos. La mayo-
ría de las corrientes místicas relacionadas con la naturaleza oscilan
entre un dualismo fundamental: el espíritu y la materia por un lado y
un monismo a la manera de Demócrito por la otra. Así pues, para los
neoplatónicos el mundo tangible y sensible no es más que el poso
residual de una larga progresión de grados cada vez más sutiles de la
materia. Este materialismo radical se encuentra también en todas las
corrientes ocultistas y espiritistas de los tiempos modernos. Su prin-
cipal instigador, el vidente sueco Emanuel Swedenborg (1688-1772),
trató de desvelar, en una primera fase en que se dedicó a las ciencias
naturales, la materialidad del alma y de los espíritus vitales.

20 INTRODUCCIÓN
En la Edad Media, el neoplatonismo estuvo representado princi- Introducción
palmente por la mística de la Iglesia ortodoxa. Aunque no era incom-
patible con las estrictas estructuras jerárquicas del Estado y de la
fue relegado en Occidente al margen de los grandes sistemas
Iglesia,
doctrinales escolásticos. La Iglesia, por su parte, pensaba que con el
exterminio de los cataros y de los valdenses, a comienzos del siglo
XIII, y la consiguiente creación del «Santo Oficio de la Inqui sición»,
había erradicado definitivamente la «herejía» gnóstica.
Pero en el Renacimiento la tradición alejandrina brotó con reno-
vadas fuerzas: Marsilio Ficino (1433-M99), el principal representante
de la Academia Platónica florentina, traducía en 1463, por orden de
Cosme de Médicis, un compendio de catorce tratados gnóstico-neo-
platónicos de los primeros siglos del cristianismo. Este compendio,
que se atribuía a Mermes, «el tres veces grande», era conocido bajo el
título de «Corpus Hermeticum». La impresión profunda que causó

También Leonardo
da Vinci (1452-
1519) estaba fami-
liarizado con las
ideas del neopla-
tonismo floren-
tino, sobre todo a
través del -Corpus
hermeticum», en la
traducción de
Marsilio Ficino.

Estudio de las
proporciones según
Vitruvio

INTRODUCCIÓN
21
Introducción este «corpus» en el mundo del humanismo se explica por el hecho de
que parecía transmitir, aun estando impregnado de ideas mágicas, la
pretendida sabiduria de los misterios antiguos en el estilo del Nuevo
Testamento, es decir, con un espíritu cristiano. Y el hecho de que los
textos evocaran una ciencia antigua y secreta de los hebreos, la
cabala, tal cual la había expuesto Pico della Mirándola (1463-1494),
amigo de Ficino, no hizo más que reforzar la creencia de que existia
una prisca sapientia de espíritu totalmente cristiano. (La cabala de
fundamento alejandrino, como la conocemos ahora, surgió en los
siglos XII y XIII en el sur de Francia y en España.)
Los efectos de la conciencia gnóstica sobre la vida espiritual en
Europa son tan complejos y omnipresentes, que es dificü evaluarlos
en toda su extensión: el hombre del «Corpus Hermeticum», que par-
ticipa del genio creador de Dios, cuadra de maravilla con el ideal del
hombre renacentista, que comienza a liberarse de las ataduras del
cosmos gradual del medioevo para penetrar en el centro del devenir
universal.
El rayo de luz gnóstico que, prisionero de las tinieblas de este
mundo, aspira al conocimiento de Dios, se refleja en la lucha solitaria
del alma protestante por alcanzar la salvación. La ortodoxia luterana
ha conseguido, a lo largo de los siglos, borrar de su memoria todos
los intentos de reforma, provenientes de sus propias filas, basados
en la alquimia y la cabala, ya que dichos intentos se oponían al «cris-
tianismo amurallado y a la letra de la fe». Pero la huella dejada por
estas fuerzas visionarias del siglo XVII (como las de Weigel, los Rosa
Cruz o los partidarios de Boehme), en la mística anglicana, en las
corrientes pietistas del siglo XVlll y en el idealismo alemán, de orlen
tación protestante, ha sido profunda.
William Blake ve con toda razón el demiurgo de la gnosis en el
Dios deísta de la Ilustración creyente en el progreso, un Dios que
emprende la huida después de haber puesto en marcha la rueda de
la creación y haberla abandonado a su curso disparatado. Se imponi:
la noción de un mundo perfecto, necesitado de mejora, para que
pudiera desarrollarse el moderno espíritu científico. Es interesante
constatar que son los pensadores gnósticos como Paracelso y
Boehme quienes pueden trazar la imagen de una naturaleza divina
surgida de la materia sombría, inspirando asi el culto del romanti-
cismo a la naturaleza.

22 INTRODUCCIÓN
pocos alquimistas tenían conocimiento del «Corpus Hermeti- Introducción
curtí» Pef"*^ todos ellos asociaban a Mermes con la imagen aportada
r la Tabla de esmeralda, y con el principio húmedo, «mercurial»,
del «comienzo y del fin de la obra». En la veneración de esta «agua
divina» se encuentran las aguas superiores y pneumáticas de la gno-
sis que en los textos griegos de los albores de la alquimia desembo-
can en las tinieblas de la materia, evocando asi el descenso del Cristo
gnóstico, para despertar de su letargo a los cuerpos muertos de los
metales.
En dichos textos se abordan los ritos del desmenuzamiento
y resurrección de los metales, que recuerdan el mito egipcio de
Osiris, así como los cultos órficos y dionisíacos perpetuados en nues-
tros días en el rito masónico. Mircea Eliade, especialista en temas de
religión, habla de la noción de «complejidad y del drama en la vida
de la materia» propia de la antigua práctica metalúrgica de los egip-
cios y del área cultural de Mesopotamia; sólo después de «conocer
los misterios greco-orientales» podemos tener una idea cabal de las
imágenes y visiones que los conforman. (Herreros y alquimistas,
París 1956)
La distinción exacta entre materia orgánica e inorgánica era des-
conocida entonces. Por ese motivo, el proceso de transmutación se
representaba como una especie de fermentación, durante la cual
ciertos metales podían transmitir sus propiedades, como una encima
o levadura.
Pero la alquimia, tal cual llegó al Occidente cristiano después
de pasar por España en los siglos XII y XIII, es infinitamente más rica
y misteriosa de lo que sugieren los textos de alquimistas de comien-
zos del período alejandrino. Si se quiere hacer honor a toda la com-
plejidad del «real arte», hay que recurrir al esquema ternario tan
socorrido por los filósofos herméticos: el alma de la alquimia se
situaría en Alejandría; su corpus, sus innumerables prácticas empíri-
cas, su sabertécnico, los criptogramas, las máximas y las imágenes
alegóricas, encuentran su continuación en los árabes. Su espíritu,
por ultimo, está estrechamente ligado a la filosofía de la naturaleza
^""•ega, cuyos fundamentos teóricos fueron sentados en el siglo
Va.C.

'NTROOUCCIÓN
23
Introducción

La divina agua
mercurial

Baro Urbigerus,
Besondere Chy-
mische Schriften,
Hamburgo. 1705

24 INTRODUCCIÓN
Conceptos de la filosofía de la naturaleza Introducción
Se dice que el filó^o^^ y taumaturgo Empédocles creía en la existen-
¡a de dos soles. teorías herméticas hablan asimismo de un sol
doble distinguiendo entre un claro y luminoso sol espiritual,
I oro filosófico y oscuro, natural, que corresponde al oro mate-
ial El primero está hecho de fuego esencial, y se relaciona con el
éter y el «aire ardiente». La creencia de Heráclito (siglo VI a.C.) en la
existencia de un fuego vivificador que él llama «artista» y que pene-
tra en la materia es una reminiscencia de la magia persa. La participa-
ción del fuego invisible en la obra de los alquimistas es lo que distin-
gue a la alquimia de la química profana. El sol natural, por el contra-
rio no es otra cosa que fuego común que todo lo consume, pero cuya
aplicación, convenientemente dosificada, es necesaria para la consu-
mación del opus.
Empédocles enseñó también que toda vida es producto del
movimiento nacido de la tensión entre las dos fuerzas polares del
amor y la disputa. En el opus magnum, esas fuerzas corresponden a
las dos operaciones sucesivas de disolución y coagulación, dispersión
y fijación, destilación y condensación, sístole y diástole, «si y no en
todas las cosas» (J. Boehme). A su vez se corresponden con los dos
agentes bipolares de la alquimia árabe: el mercurio filosófico y
el azufre, el sol y la luna, la esposa blanca y el esposo rojo. Pero el
punto culminante de la obra es la conjunción, es decir, la unión de los
principios masculino y femenino en los desposorios del cielo y la tie-
rra, del espíritu ígneo y la materia acuosa (el término latino materia
deriva de mater, madre). El producto de este coito cósmico es el lapis,
el «hijo rojo del sol».
William Blake identificaba el principio masculino con el tiempo,
y el femenino con el espacio. La penetración de los dos suscita el eco
múltiple de acontecimientos particulares que, en relación a su totali-
dad - el cuerpo microcósmico y macrocósmico de Cristo en la metá-
fora de la «imaginación humana y divina», tienen lugar en una simul-
taneidad relativa. Cada momento particularse abre en su curso a la
presencia continua de ese organismo fluctuante, recibiendo «el cuá-
druple marchamo» que Blake llama «Jerusalén». De esta figura meta-
3 resultan las estructuras caleidoscópicas de sus poemas tardíos,
e se ofrecen al lector como un tejido de múltiples relaciones pers-
Psctivistas - todo ello orientado contra la usual concepción de una

35
Introducción sencilla localización de acontecimientos en un tiempo lineal y abso-
luto y en un tiempo también absoluto, tesis de la que parte Newton
para formular sus leyes f isicas.
Tras las imágenes frecuentemente crudas del pintor y poeta
inglés se esconde, con gran precisión de detalles, una critica extre-
madamente inteligente y perspicaz de esta visión del mundo mate-
rialista y mecanicista de los siglos XVII y XVIII, cuyos desastrosos
efectos se aprecian actualmente, a escala mundial, en toda su
extensión.
El principio femenino y mercurial simboliza en la alquimia el
aspecto proteomorfo de los procesos naturales, su movilidad fluc-
tuante. «Los laborantes operativos quieren dominarlo (a Mercurio) y
maniobrar en el curso de la operación contra todas las reglas de la
gratitud», se lee en Johannis de Monte Raphim; pero se libera una y
otra vez, y si se reflexiona sobre su ser, se convierte en reflexión;
si se emite un juicio sobre él, se convierte enjuicio. («Vorbothe der
Morgenróthe», en Deutsches Theatrum Chemicum, Núremberg,
1728)
Los físicos del siglo XX se han encontrado con este principio
oscilante en el trasfondo de la física cuántica, escondido tras la
rígida cortina de las leyes elementales de Newton, y les ha sido
imposible determinaren el mismo tiempo y con exactitud la posición
y el impulso de las partículas más ínfimas. También se ha podido
constatar que la apariencia de los objetos subatómicos está condicio
Francis Bacon,
Estudio sobre la nada porel modo o método de observación. En relación con el tra-
máscara hecha en bajo de los alquimistas, se podría discutir el problema de la proyec-
vida de William
Blake. 1955 ción, de la plasmación de contenidos físicos por la imaginación en ur
(detalle) ámbito exclusivamente psicológico, si no fuera porque a nivel de la
mícrofísíca existe una estrecha e insoslayable imbricación ontológic:
entre el sujeto y el objeto de la observación. Ha sido necesario admi
tir que la subjetividad es un agente activo en el desarrollo de los pro
cesos naturales, procesos que algunos alquimistas definen como la
inversión permanente de lo interior y lo exterior.
El matemático Alfred North Whitehead, que en su obra sobre Ir
«filosofía organísmica», de inspiración platónica, propone solución,
para reducir la «dicotomía en la naturaleza» entre la subjetividad
de la percepción y la objetividad de los hechos, formuló con una
frase rotunda en 1941, durante su última conferencia, la conclusión

26 INTRODUCCIÓN
Introducción

Mermes Trismegisto
y el fuego creador
que une las polari-
dades.

D. Stolcius von
Stolcenberg, Viri-
darium chymicum,
Francfort. 1624

La disolución y
coagulación o
Mercurio V el
azufre, en figura
de águila y sapo

D. Stolcius von
Stolcenberg. Viri-
darium chymicum.
Francfort, 1624

27
Introducción filosófica extraída de los descubrimientos mercuriales de la física
moderna: «Exactness is a fake» {la exactitud es una falacia).
En la alquimia, la fuerza antagónica, que fija y da forma, operada
sobre Mercurio, está representada en la alquimia por el principio
masculino del azufre. Paracelso añadió a esta doctrina medieval de
dos principios un tercer elemento, contribuyendo decisivamente a
una concepción dinámica de los procesos naturales.
El tercer principio es la sal, cuyo poder solidificante se corres-
ponde con el cuerpo. Al azufre, combustible graso y aceitoso, se le
atribuye la posición de mediador del alma. Mercurio, fluido sujeto a
la sublimación, es el espíritu sutil.
El "Tria prima» de Paracelso no representa substancia química
alguna, sino fuerzas espirituales de las que se sirven, modificando
constantemente las relaciones entre ellas, los artífices o maestros de
obra invisibles para crear en la naturaleza las condiciones materiales
y pasajeras de las cosas. En la alquimia especulativa tardía, tal como
la practicaban ciertas tendencias masónicas del siglo XVIII, la sal
secreta pasa a ocupar el centro de la mística gnosticohermética. Por
su poderterapéutico, fue en ocasiones objeto de una interpretación
cristológica que veía en ella «la luz coagulada del mundo», «el fuego
central secreto» o «la sal de la sabiduría».
A Empédocles se debe también la tesis de los cuatro elementos,
que él llama «las cuatro raíces de las cosas»: tierra, agua, aire y
fuego. Hipócrates la aplicó a su teoría de los cuatro humores corpo-
rales, y Aristóteles la modificó considerablemente en el siglo IV a.C
Aristóteles resume todos los elementos en una protomateria, la prot
hyle o prima materia. Los alquimista la llamaron «nuestro caos» o
«terrón tenebroso», que se remonta a la caída de Lucifer y de Adán.
Sublimar ese terrón y exaltarlo hasta el lapis no era entonces otra
cosa que retornar la creación a su estado paradisíaco. El mayor afán
de todo alquimista, su secreto mejor guardado bajo seudónimos, er
encontrar la materia inicial conveniente a la obra. En los enigmas se
decía que no hay nada más fácil que descubrirla, pues se encuentra
en todos los elementos, incluso en el polvo de los caminos, y al igua
que Cristo, aunque es en realidad lo más precioso que hay en el
mundo, a los ojos del ignorante es «la más miserable de todas las
cosas terrenales».
Para Aristóteles, \a prima materia se asocia a las cuatro cualida-

28 INTRODUCCIÓN
Introducción

Los cuatro
elementos (de
izquierda a dere-
cha: tierra, agua,
aire, fuego), que
corresponden a las
cuatro fases del
opus y a los cuatro
grados del fuego.

D. Stolcius von
Stolcenberg, Viri-
darium chymicum.
Francfort, 1624

La materia inicial
para la elaboración
del lapis puede en-
contrarse pordo-
quier: en la tierra,
en las montañas,
en el airey en el
agua nutriente.

Michel Maier,
Atalanta fugiens,
Oppenheim, 1618

'NTRODUCCIÓN
29
Introducción des de sequedad, frío, humedad y calor. Manipulando esas cualida-
des, se puede modificar la composición elemental de los materiales,
y por tanto transmutarlos.
En consecuencia, el trabajo del alquimista «se reduce a la inver-
sión (rotatio) de los elementos, ya que la materia de la piedra pasa de
una naturaleza a otra, los elementos se extraen uno después del otro
y la dominan alternativamente (...) hasta que todos vuelven hacia
abajo, donde reposan». (D'Espagnet, «Das Geheime Werk», en
Deutsches Theatrum chemicum, Núremberg, 1728)
Según una ley atribuida a Pitágoras, el espectro total de posibili
dades de este mundo está contenido en la cifra cuatro. El quinto ele-
mento aristotélico, la sutil quintaesencia, no puede encontrarse más
que en el empíreo divino. El objetivo de los alquimistas era hacer
descender ese elemento a la tierra medíante repetidas rotaciones, y.
destilaran el espíritu del vino o imaginaran la luz divina en la sal. Par.
llegar a su realización, había que cruzar el anillo exterior del mundo
inferior, el anillo ofídico de Saturno, que lo separa del paraíso.
Saturno y el dios griego del tiempo, Cronos, son todo uno; su supera-
ción implica una cesura en el transcurso del tiempo, su retorno a la
edad de oro, la eterna juventud en la simultaneidad divina. Este
sueño debía hacerse realidad mediante el elixir de juventud, el «oro
bebestible», cuyo conocimiento, probablemente venido de la China
la India, llegó a Arabia a comienzos de la Edad Media.
El más antiguo texto griego de alquimia que conocemos, con el
título elocuente de «Physica kai Mystika» {De las cosas naturales y d
las cosas ocultas), distingue ya cuatro fases en el opus magnum,
según los cuatro colores que toma: la fase del negro (nigredo), la fas
del blanco (albedo), la fase del amarillo (citrinitas) y la fase del rojo
(rubedo). Esta división ha sobrevivido, con ligeras modificaciones, a
toda la historia de la alquimia. Más tarde aparecieron otras subdivi
siones en la «astronomía inferior», como se llamaba a la alquimia, qi. -
diferían considerablemente unas de otras, y que derivaban del
número de metales planetarios o de los doce signos del zodíaco.
J. Pernety, en su «Dictionaire Mytho-Hermétique» (París, 1787), em
mera las fases siguientes: 1) calcínatio: calcinación, oxidación, Aries
2) congelatio: cristalización, Tauro; 3) fixatio: solidificación, Gémini
4) solutio: disolución, licuefacción. Cáncer; 5) digestio: la disgrega-
ción, Leo; 6) distillatio: segregación de los sólido de lo líquido, Virg

30 INTRODUCCIÓN
Introducción

El lapis inmarcesi-
ble proviene de la
unión de los sím-
bolos superior e
inferior, del fuego
y del agua ,
producida por la
rotación de los
elementos. Es el
reflejo celeste del
oro terrestre, per-
sonificado aqui
por Apolo en los
infiernos, rodeado
de seis musas o
metales.

Musaeum Hermeti-
cum, ed. Francfort,
1749

I
'NTROOUCCIÓN
31
Introducción 7) sublimatio: refinación por evaporación. Libra; 8) separatio: separa-
ción, Escorpio; 9) ceratio: solidificación en estado ceruminoso. Sagi-
tario; ^o) fermentatic: fermentación, Capricornio; ^^) multiplicatio:
multiplicación, Acuario; 12)projectio: dispersión del lapis pulverizadc
sobre los metales comunes, Piscis.
El texto griego citado arriba, datado en los siglos I y II a.C, fue
sacado a la luz por un discípulo de Demócrito y publicado bajo su
nombre. Para Demócrito, todo fenómeno sensible e incluso los coló
res proceden del movimiento y de las constelaciones variables de
partículas infinitamente pequeñas y exentas de cualidad que llamab
átomos «indivisibles». Esta realidad atómica detrás de la fachada d e
mundo ilusorio de las apariencias era para Demócrito inconcebible-
mente profunda y estaba oculta. Una historia de la alquimia práctico
debería comenzar con este físico atomista y no alquimista, y concluí
con los atomistas no alquímísticos del siglo XX, que 200 años des-
pués de la refutación de todo lo que constituía el fundamente físico
natural del arte hermético, han logrado la transmutación de los ele
mentos mediante la fusión del núcleo del átomo - eso sí, con un gast.
energético nada rentable.

32 INTRODUCCIÓN
Introducción

Vista del interior del acelerador lineal de la Entonces se supera la fuerza de repulsión
Sociedad de Investigación de Iones Pesa- de otros núcleos atómicos, como los del
dos de Darmstadt. Núcleos atómicos, car- cobre, con número atómico 29, y se hace
gados eléctricamente, p. ej. los del cinc, de posible una fusión. El resultado seria un
número atómico 50, pueden acelerarse a núcleo de 79 protones, es decir, el oro.
una décima parte de la velocidad de la luz.

33
EL MACROCOSMOS
El Universo o el orden inmutable de las cosas sería, según Platón,
la manifestación y la imagen de la perfección del Creador:
«{...) y así animó el mundo, ser vivo único que contiene en
sí todos los seres a su semejanza (...)- E imprimiéndole un movimiento
giratorio, le dio forma esférica {...), en otras palabras, le
dio la forma más perfecta de todas.»
(Timeo, hacia 410 a. C)
El lugar
terrenal

"Puedo asegurar
que quien intente
descifrar literal-
mente loque los
filósofos herméti-
cos han escrito,
se perderá en los
meandros de un
laberinto del que
no saldrá jamás.»
(Livred'Artéphius,
Bibl. des Philo-
sophes Chimiques,
París, 1741)

En el atrio se ve el
azufre y el mercu-
rio, los dos compo-
nentes básicos de
la materia. Los tres
muros simbolizan
lastres partes de
la obra que co-
mienza en prima-
vera bajo el signo
de Aries y el
cuerpo muerto
en putrefacción.
En verano, bajo
el signo de Leo,
tiene lugar la
unión del almay
el cuerpo, y en di-
ciembre, bajo el
signo de Sagitario,
se produce el naci-
miento del cuerpo
espiritual inmarce-
sible , el elixir u
«oro liquido de la
eterna juventud».

Janus Lacinias,
Pretiosa Margarita
novelta, 1577-1583

36 EL MACROCOSMOS: El lugar terrenal


El fuego exterior A, en forma de angelote, nitrato : , que se aisla a partir del rocío
conduce a la pareja alquímica del azufre divino. El asteroide de seis puntas en la
y el mercurio al laberinto de las metamor- cúpula indica que ha nacido el niño filosó-
fosis materiales. Su unión, que sólo es po- fico.
sible con ayuda de la sal ignea secreta que
provoca la reducción de los metales, tiene C. van Vreeswyk, De Coude Leeuw(Elleón
lugar en el templo central. La sal ignea se de oro), Amsterdam, 1676
compone de amoniaco •, sal tartárica • y

^^MACROCOSMOS: El lugar terrenal 37


En la imaginería de la secta gnóstica de los ofitas, la serpiente (Levia-
tan, Ouroboros) representaba el anillo de las aguas celestes origina-
rias que rodea el mundo creado, y que es impenetrable para los senti-
dos; se segrega del universo divino hecho de amor y de luz.
También la cabala, que contiene una herencia gnóstica conside-
rable, habla de un velo entre Dios y la creación. Jacob Boehme llama
«aguas superiores» a esta envoltura celeste; en el mito de Blake, el
hombre es prisionero de la mar del tiempo y el espacio.
La existencia terrenal es para la gnosis un lugar de tenebrosa
confinación. Para Paracelso, el lugar a donde fue arrojado el diablo,
en otras palabras, el mismo infierno.
Al nacer, el alma de la luz desciende la escala de las siete esferas,
siendo retenida en su bajada por los planetas, considerados como
creadores interiores y demonios (arcontes); allí se hace grosera y se
envuelve en el fango de la materia.
Cada uno de los planetas imprime en el alma, durante su trave-
sía, una propiedad negativa que la mancilla: Venus le da la lujuria.
Mercurio la avaricia. Marte la ira, Júpiter la vanidad, y así sucesiva-
mente.
Después de la muerte, la envoltura terrestre queda en el Tártaro
como larva, y el alma se eleva por encima de las regiones aéreas
(Beemoth) hasta los arcontes, que intentan impedirle el paso. Por es
es necesario el conocimiento exacto (gnosis) del santo y seña, para
encontrar el camino de la séptuple purificación.
La travesía de la última esfera es la más peligrosa. Allí reina
Saturno, quien, según las enseñanzas ofitas, es el Dios «proscrito»,
creador del espacio y el tiempo. Es la serpiente que guarda el pa-
raíso.

EL MACROCOSMOS: El lugar terrenal


El lugar
terrenal
El lugar
terrenal

Las «Jerarquías
celestes», obra del
neoplatónico
Pseudo-Dionisio
Areopagita (hacia el
500 d.C.) tuvo en el
Renacimiento una
influencia conside-
rable en la configu-
ración del cosmos
cristiano. Distin-
guía nueve coros de
ángeles, en el que a
cada una de las tría-
das correspondía
una de las personas
de la Trinidad: el
grupo de ángeles,
arcángeles y virtu-
des estaba subordi-
nado al Espíritu
Santo; el de los po-
deres, fuerzas y so-
beranías, al Hijo; el
de los tronos, que-
rubines y serafines,
al Padre.

Arriba: Jacobus
Publicus, Oratoriae
artis epitome, 1482

Abajo: Johannes
Romberch, Conges-
torium artificióse
memorie, 1533

40 EL MACROCOSMOS: El lugar terrenal


El lugar
terrenal

En la <Divina Co-
media, de Dante
(1307-1321), el
alma parte de los
infiernos, que apa-
recen como un
cono incrustado
en la tierra para,
después de su tra-
vesía por el monte
de la purificación
y los nueve pelda-
ños de los plane-
tas, las estrellas
fijas y las esferas
cristalinas movidas
por los angeles,
elevarse hasta el
paraíso, donde en-
cuentra su morada
en la blanca rosa
celeste, inundada
de luz divina.

Michelangelo Cae-
tani, (La Materia
della Divina Com-
media di Dante
Alighieri), 7855

SMos:EI lugar terrenal 41


El lugar
terrenal

Sentado en el
iwltnmrntia^Dttsobntimc bi^imíblistanttn \!• .-t^ipTuni ^ m i i i i i r , l f n t m m r - 5 t a l M . i a t i i i t u » f
trono, el Cristo
in«<iT»nirfíniím.11309 "VOW mlfli« CHIS u a n a ^ " liiniir loihitrtimCoOlftinjíqtioiiihticnuriil'
Pantocrator ben-
^tSTtntipui-Tlotigtoi ainiUmurntiúrtr itnnii^iar-
dice el universo.
cDmttanir Annuacf t ü i q i u ú u n i r D i n ü ) ! ' rniíUinnbibi(jtu»mDl(tter(íilr
Las esferas de
rttiV0intar.<r6t/» n n i i * tTtuit(>..uiuo nCin(bIlubttl<^fbnrhUUt--&lrrjóitt.'^
Júpiter y Saturno
(Un f t m t t e iníif i i i i w i r p i i l O a a r n i
están habitadas
f 1 1 « i t m i a úuuur'fr fhggttmdn felón roiiftiimutr4VtrfflDtyifii.tr
por jerarquías de . L umgninan nunf^anitot aqiu^trpumtm.tr>mriiinn(htití
ángeles. El centro COK Q n u f w u r p t (Tt t b t h m lüdnto t r r n i c i l m i i n i RUl)irnMo7rtit-tnt^r
está formado por pítraiuw 1 [iutunsítr«W)blnaír mlmiio. •
el mapamundi fiÍinU)-)utirm m o t m t f m i u i y m »
jtih»nurto<tiiranin n n r t D t i g t i i
con la división en axunpmmminmrrAsimiarTrtfi
forma deT, habi- n i n i m i ( r f l a b i ü a q i n ^ t r Uttuüce , i\ípiOt[f»iiijnqiftiltonnirertgnf(»Ii?
tual desde la Anti- q l A r p i n u m j ^ s m i m n i ftnd btl^Mi ' t r a á t i i r a m s i n r i r t i i m a t i »nl(tíhmr.
güedad, que se- n i « n t r . í ) t m m ¡ tntI(titW)o.i((nttttur. «ibmiuibirtistutor
para los tres conti- 4liuA»nófntJir-Acrtrifrtu^ttli;^aqi¿í>c g u m ü i r d i m i t u n u i o t t f Ihllit» (wnnr-
nentes, Europa, n n u itdtirorftipuiil» a a i ) i p t i ^ a i n f l i j»H*»t»ini«ifhnttrtiammtTfmfrpnpirr
06) hJmfnmmo» « m m u í í ttt ittmhi9tioouiiif».7nmtoitiipcnr
África y Asia; ob-
( x n i f t ^ g i n r Itóy f l i fia itT&trWrtIuBitrImirai
sérvese que Asia
mm»ig*taiBr J}>» tdjifücteiITnmplii
sola es tan grande
como Europa y imits

África juntas. La nmti&qiua


linea vertical de la
T representa el
Mediterráneo, la táf
linea horizontal, el
Danubio, el Mar
Negro y el Nilo.

Manuscrito de
Lamben de Saint-
Omer, París, 1260

plii
Bir
nffin
anirflrl ftlJOT"

ndtt.triftrtT
íosíir qmi^í
.ijlibiittirOn
ampingiiotitt
miifftliimir-'T"'*'
(OTScmiiguir.rta
ftpius
i r itboliti nofiBis t a n
iurí.i^iiiupirnírt«i"
• ^Bmfimt^nutt» flnr q n i h t i o n
!ninin>it>?mt»»Rstl
fhIgoanl)i»i a t i m i n o p a a i i t ' i i l u r n n u i Q M t j i j picnpiniirt»mi/»i(nr q t i w r . i t o ñ u i i t j c i í m

42 E L MACROCOSMOS: El lugar terrenal


El lugar
terrenal

Las almas abando-


nan el mundo de
los elementos para
elevarse sobre las
esferas de los pla-
netas, los cuatro
estadios del alma y
los nueve coros de
ángeles hasta el
cielo de las ideas
platónicas, domi-
nado por Cristo
Pantocrator.

Manuscrito
anónimo, s. XII

^«ocosMos: El lugar terrenal 43


El lugar
terrenal

El diagrama indica
las relaciones que
pueden existir
entre los cuatro
elementos, y sus
transformaciones
posibles, así como
su disposición en
el orden de las
cuatro estaciones
y los temperamen-
tos: tierra - otoño
- melancólico/
fuego - verano -
colérico/ aire -
primavera - san-
guíneo/agua-
invierno - flemá-
tico.

El año como un sis-


tema de relaciones
de las estaciones
del año con los
elementos y los
puntos cardinales.

San Isidoro de
Sevilla, De natura
rerum, compilador)
de manuscritos,
hacia el año 800

44 EL MACROCOSMOS: El lugar terrenal


El lugar
terrenal

Fludd combina los


esquemas de la
Edad Media, tal
cual fueron trans-
mitidos por los
trabajos enciclo-
pédicos de San
Isidoro de Sevilla
(560-633 d.C.)
con el simbolismo
complejo de las le-
tras de la cébala.

Arriba: los
componentes del
macrocosmos

Abajo: los
componentes del
microcosmos

Roben Fludd,
Utriusque Cosmi,
Francfort, 762J
M¡J,

MACROCOSMOS: El lugar terrenal 45


El lugar
terrenal
Partiendo de la
Ynltas sin
obra del florentino
Pico della Mirán- Tcrminu-j
dola (1463-1494), Fons iTJJi
la llamada <cábala Aüi
cristiana), com- E t u ¿rU¡
bina elementos t o - Naüira. n,
mados de la tradi-
ción cristiana y
neoplatónica con
los conocimientos,
a veces de dudosa
fuente, de la mis-
tica judia. Robert
Fludd traza aquí
un paralelismo
entre los estratos
del cosmos ptole-
meico y las veinti-
dós letras del
alfabeto hebreo
que sirvieron a
Dios para crear el
mundo.
Robert Fludd,
Utriusque Cosmi,
tomo /,
Oppenheim, 1617
46 EL MACROCOSMOS: El lugar terrenal
Í^'Y^TÍMA M A G I C U M
UNIVERSI

X.

dorutn
&nfmit(i (XtcrtóMis
uvívronus ^vymt

El universo geocéntrico sigue vigente Igneo del agua», que al precipitarse el


tiasta la francmasonería del siglo XVIII. roclo sobre la superficie de la tierra (E)
El «plano mágico del mundo de Ptolomeo» forma la simiente de todas las cosas. F es
de Georg von Welling en su <Opus Mago- la tierra virgen, G el aire subterráneo. El
Cabbalisticum) está dividido en cinco punto rojo del medio es el fuego central.
'•^giones: A y B muestran los elementos
primarios del fuego (en hebreo Aesch) y Cregorius Anglus Sallwigt (pseudónimo de
''«I agua (Maim), C es la región estelar, D la Ceorg von Welling), Opus mago-cabalisti-
•^^l aire, donde los dos elementos se unen cum, Francfort, 7779
"^••a dar lugar al «Chamaim», el «espíritu

:osMos: El lugar terrenal


El lugar Estudio comparado de los sistemas cosmológicos
terrenal
Fig. I: El sistema de Ptolomeo (hacia 100-160 d. C.) con la tierra en el
centro, rodeada de las siete esferas etéreas que son la Luna, Mercu-
rio, Venus, el Sol, Marte, Júpiter y Saturno, giran en órbita alrededor
de la tierra. Por encima se sitúa la región de las estrellas fijas y el cir-
culo del zodíaco. Este sistema, que encierra todos los conocimientos
astronómicos de la época, prevaleció durante un milenio, hasta ser
relevado por el copernicano.
Fig. II: El cosmos era para Platón (427-3473. C), la imagen del
alma del mundo girando en torno a si misma. El sol lo sitúa inmedia-
tamente por encima de la luna.
Fig. III: En el sistema pseudo-egipcio de Vitrubio, Mercurio y
Venus giran alrededor del sol, que a su vez hace lo propio alrededo
de la tierra, como el resto de los planetas.
Fig. I V V : El sistema propuesto en 1580 porTycho Brahe part
de dos centros. Además de girar alrededor de la tierra, considerad,
centro inmóvil, el sol es también centro en torno al cual giran los
cinco planetas restantes, que siguen su movimiento.
Fig. VI: En 1543,1800 años después del astrónomo alejandrino
Aristarco, Copérnico devolvió el sol al centro del mundo. Su sistema
cosmológico se corresponde con la concepción hermética que hacF
pasar la materia, en movimiento ascendente, del estado bruto del
plomo-saturno al del oro-sol, la fase más elevada de sublimación.
Nicolás de Cusa, neoplatónico y pensador universal más conocido
como el Gusano, va mucho más lejos ya en 1445, llegando a la conc^
sión de que la tierra, girando sobre su eje, da la vuelta alrededor
del sol, y que el cosmos, que según Copérnico está limitado por un
cinturón de estrellas, tiene que ser infinito.
Su discípulo espiritual, Giordano Bruno, que baraja las tesis di
Gusano con elementos mágicos de carácter especulativo, evoca en
1591 la infinidad de los mundos: «No somos más punto central que
cualquier otro punto del universo». Y añade: «Todo lo que existe e: í
en el universo, y el universo en todas las cosas».

48 EL MACROCOSMOS: El lugar terrenal


El lugar
terrenal

Representación planisférica del sistema La figura de arriba representa la yuxtapc


ptolemeico sición de los cuatro elementos en la
región sublunar. El globo terrestre está
«El ojo humano organiza la composición compuesto de tierra y de agua, element
del universo según el orden que puede pesados e impuros; después se suma el
percibir en la tierra en la que está, ponién- aire, y finalmente, próximo a la esfera
dose como centro de todo el espacio. lunar, el fuego, el elemento más sutil y
Alli donde dirije la mirada, le sobrecoge la más puro de todos.
admirable esfericidad del cielo (...) y cree
que el globo terrestre está en el centro de Andreas Cellarius, Harmonía Macrocosmic
todo.» (Andreas Cellarius) Amsterdam, T66O

50 EL MACROCOSMOS: El lugar terrenal


El lugar
terrenal

Representación del espacio de! sistema (...) que les imprimía el movimiento girato-
ptolemeico rio» (A. Cellarius).

"La mayor parte de los filósofos de la Anti- La esfera más lejana y opaca de las estre-
güedad pensaban que el universo supralu- llas fijas recibió el nombre de primum mo-
nar o éter estaba compuesto de circuios o bile, el «movimiento primero», pues, mo-
esferas concéntricas conteniendo unas a vido por el amor divino, imprimía su movi-
las otras, sólidas y duras como el día- miento a todas las demás esferas.
alante; pensaban asimismo que las estre-
llas eran comparables a puntas clavadas en Andreas Cellarius, Harmonía Macrocosmica,
'a pared de un barco u otro objeto móvil Amsterdam, i66o

51
El lugar
terrenal

Kircher aparece
aqui recibiendo las
instrucciones del
ángel Cosmiel, que
lo conduce en sue-
ños por los siste-
mas astronómicos
concurrentes.
Es a la visión del
mundo de Brahea
la que da preferen-
cia, pues quiere,
por una parte, sa-
tisfacer una nece-
sidad espontánea
de geocentrismo,
y por otra, conferir
al sol, que según la
tradición hermé-
tica es el represen-
tante de Dios en el
cosmos, el rango
que se merece.

Athanasius Kircher,
íter extaticum,
ed. Gaspar Schott,
Würzburg, 1671

52 E L M A C R O C O S M O S : El lugar terrenal
Tycho Brahe logró la síntesis de los siste- Mercurio, Venus, Marte, Júpiter y Saturno,
mas contradictorios de Ptolomeo y Copér- que giran concéntricamente alrededor del
nico, esforzándose por hacer «más creíble sol pero con una órbita excéntrica en rela-
la disposición geocéntrica de los mundos ción a la tierra. Venus y Mercurio son los
(...) La jerarquía de las órbitas la ordena únicos satélites fijos del sol en su trayecto-
como sigue: la luna gira alrededor de la ria alrededor de la tierra (...)». (A. Cella-
tierra, situada en el centro del universo, en rius)
una órbita concéntrica en torno a ésta,
como lo hace el sol. La tierra es a su vez el Andreas Cellarius, Harmonía Macrocosmica,
centro de los cinco planetas restantes. Amsterdam, i66o

"MACROCOSMOS: El lugar terrenal


El lugar
terrenal

Es evidente que la tierra no puede tener


forma plana, pues el dia y la noche no co-
mienzan al mismo tiempo. Tampoco puede
ser cóncava, ya que en ese caso el sol sal-
dría antes por el oeste que por el este. Y
dado que la forma cuadrada también está
excluida, no queda más que la esférica.

Elementa Astronómica, Basilea, 1655

Detrás del nombre latinizado de Sacro-


bosco se esconde el monje inglés John of
Holywood, autor de un manual de astrono-
mía datado en 1220 que fue una de las
obras más difundidas en su é p o c a . Sacro-
bosco comenta en ella el sistema ptole-
meico y aporta pruebas de la forma esfé-
rica de la tierra y de las órbitas planetarias,
explicando asimismo los eclipses de sol y
de luna.

Johannes de Sacrobosco, Sphaera Mundi,


Amberes, 1S73

54 E L M A C R O C O S M O S : El lugar terrenal
El lugar
terrenal

«Recuerdo haber visto a Atlas contem- gado las bujías que brillaban en los vasos.>
plando un mundo en el que Copérnico (De Hooghe, Hieroglyphica, Amsterdam
habia roto los círculos y los anillos, Tycho 1744)
Brahe estaba bajo el globo terrestre en
ademán de llevarlo sobre los hombros y «Sucederá que la tierra se precipitará en
Ptolomeo, chillando y gesticulando, inten- el abismo & sucederá que se mantendrá
taba sostener el terrón en forma de esfera en el centro & sucederá que se extiende
para que no se hundiese en la nada. Entre- plana en los vastos espacios.» (William
tanto Copérnico había quebrado gran nú- Blake, Jerusalén, 1804)
mero de bolas de cristal que se habían
depositado en torno al globo, y había apa- FranciscusAquilonius, Optica, 7677

'COSMOS: El lugar terrenal 55


El sol

Para Fludd, el sol


es el corazón del
macrocosmos. Se
encuentra exacta-
mente en la inter-
sección de las dos
pirámides, la de la
luzy la de las tinie-
blas, en la «esfera
del equilibrio» de
forma y materia.
Alli habita el alma
del mundo, fuente
de vida.

Roben Fludd,
Utriusque Cosml,
tomo I, Oppenheim
1617

56 E L M A C R O C O S M O S : El sol
El sol

Fludd defiende
aqui el sistema
geocéntrico frente
a la nueva teoría
copernicana, que
parece contravenir
ia lógica, ya que
para un primer mo-
t e r o Dios creador
es mucho más sen-
cillo hacer girar la
rueda de las esfe-
ras desde el cir-
culo exterior que
para el sol, situado
en el centro.

El centro mecánico
del universo sigue
siendo para Fludd
la tierra, mientras
'Demonftraturliocexperimentum.lib.i.demotucap.i.Sc i.R.eg.i, que el sol forma el
centro espiritual.
Expenmentum II.
íMiiho mdjor w reíjuiritur admotum aliciijus mf/e a centro ( q u e m m o t u m ^Roben Fludd,

p r i n c i p i o feu a b i n t e r i o n a p p c l l a n t ) qulm admotHtn ifi^erficie velcircnmfere»tM


Utriusque Cosml,
tomo I, Oppenheim
fp»tiexteriíre,qai m o t u s i n tine d i c i t i i r .
1617

*CROCOSMOS: El sol 57
El sol

La relación que mantienen en el sistema la conclusión de que el calendario se con


copernicano las siete esferas planetarias fecciona mejor si se parte de una concep-
con el sol, su centro, es para el místico y ción heliocéntrica del mundo. Podía citar
astrónomo Kepler, comparable a la que en su favor los trabajos de astrónomos y
existe entre «el pensamiento discursivo filósofos de la Antigüedad como Aristarc
y la extrema simplicidad de la cognición de Samos {hacia 300 a.C), Heráclides de
mística». {Harmonices Mundi, Linz, i 6 i g ; Ponto, Nicetas de Siracusa o Ecpantus el
ed. Leipzig, 1925) pitagórico.

En 1507, abrumado por la inexactitud del Andreas Cellarius, Harmonía Macrocosmic.


calendario de la época y después de haber Amsterdam, i66o
examinado las razones, Copérnico llega a

58 E L M A C R O C O S M O S : El sol
El sol

«En el centro de todas las cosas reside el nadie escapa a su mirada. Sentado en lo
sol. ¿Podria imaginarse un lugar mejoren alto de su trono, el sol guía a los hijos que
este templo, el más bello de todos, que lo circundan.» (N. Copérnico, De revolutio-
aquél desde el que puede alumbrar al nibus orbium caelestium, 1543)
mismo tiempo todas las cosas? Se le llama
con razón luminaria, espíritu, señor del Andreas Cellarius, Harmonía Macrocosmica,
universo. Para Mermes Trísmegisto es el Amsterdam, 1660
Cios invisible; para la Electra de Sófocles,
El sol

Gracias a las tra-


ducciones que
Marsilio Ficino
(1433-99) hizo del
(Corpus Hermeti-
cum>, el culto al sol
basado en los mis-
terios del antiguo
Egipto conoció un
nuevo esplendor.
Para Ficino, el sol
encarna, en orden
descendente. Dios,
la luz divina, la
iluminación espiri-
tual y el calor del
cuerpo. En la figura
de la derecha,
Fludd muestra
cómo Dios, en la
mañana de la crea-
ción, emplaza su ta-
bernáculo en el sol,
que anima e ilumina
asi t o d o el cosmos.

Robert Fludd,
Phllosophia sacra,
Francfort, 1626

60 E L M A C R O C O S M O S : El sol
El sol

«La sublimidad y la
perfección del sol
macrocósmico se
hacen manifiestas
cuando el noble
Febo se sienta en
su carro triunfal y
su rubia cabellera
ondea en el centro
del cielo. Como
único soberano
visible, tiene en su
mano el cetro real
y reina sobre todo
el universo (...)».
(Fludd, Mosaical
Philosophy,
Londres, 1659)

;?o6erf Fludd,
Utriusque Cosml,
tomo I, Oppenheim,
1617)

III- fula

•MACROCOSMOS: El sol 61
El sol

En el simbolismo
de la francmasone-
ría, el sol encarna
el espíritu eterno,
el oro inmaterial.
En muchas logias
masónicas se lo
representa orien-
tado al este, desde
donde gobierna
el venerable
maestro.

Un francmasón
formado con los
elementos de su
logia, grabado en
cobre, 1754

62 E L M A C R O C O S M O S : El sol
El sol

Cristo-Apolo en
el centro del
zodíaco. En los
medallones exte-
riores, las cuatro
estaciones.

Cristo en el zodíaco,
norte de Italia, s. XI

•MACROCOSMOS: El sol 63
El sol

Arriba: el cielo
pagano con sus
divinidades viriles
simboliza, según
Kircher, los diver-
sos aspectos del
sol o del espíritu
universal: Apolo
(Febo, Horus), por
ejemplo, repre-
senta el poder
calorífico de los
rayos del sol;
Cronos (Jano,
Saturno), la fuerza
que engendra el
tiempo.

Abajo: las diosas


paganas como
emanaciones de
las fuerzas luna-
res: Ceres {Isis,
Cibeles) repre-
senta la fuerza
lunarque fecunda
los campos; Persé-
fone (Proserpina),
la fuerza lunar
que permite el
crecimiento de
las hierbas y las
plantas.

Athanasius Kircher,
Obeliscus Pamphi-
lius, Roma, 1650

64 E L M A C R O C O S M O S : El sol
El sol

Kircher entendía
que la totalidad
del cielo politeís-
ta, cuya tradición,
que se remonta a
los egipcios, fue
asumida por los
griegos y los roma-
nos, se basaba en
la observación del
sol en su curso
anual alrededor
del zodiaco y en su
posición respecto
a las fases de la
luna.

Athanasius Kircher,
Turris Babel,
Amsterdam, 1676

«El sol exterior


clama por el sol
interior.»
(J. Boehme, De
signatura rerum)

Altar de Westfalia,
hacia 1370/80

' • • M A C R O C O S M O S : El sol 65
La luna

La superficie de la
luna presenta un
aspecto cambiante
según su posición
respecto al sol y a
la tierra. La figura
muestra su trayec-
toria: de la invisi-
ble luna nueva al
cuarto creciente
(media luna); d é l a
luna llena (abajo)
al cuarto men-
guante, para llegar
de nuevo a la luna
nueva (arriba).

Andreas Cellarius,
Harmonía
Macrocosmica,
Amsterdam, i66o

Las fases de la lun


vistas desde e! so
y desde la tierra.

Athanasius Kircha
Mundus Subterre.
neus, Amsterdam,
1678

66 E L M A C R O C O S M O S : La luna
La luna

East «Como la luna


Brealcmar of Strength tarda veintiocho
22 dias en recorrer el
zodiaco, los anti-
guos astrólogos
hablaban de vein-
tiocho estaciones
(...) En esas vein-
tiocho estaciones
se ocultan muchos
secretos de los an-
tiguos, mediante
los cuales influían
North l 15 South prodigiosamente
Complete Complete en todas las
Objectivity Subjectivity cosas sublunares.»
(Agrippa de
Nettesheim,
De occulta philo-
sophia, 1510)

Tomado de: W.B.


Yeats, A Vision
(Una visión), ed.
Londres, 7925
West
Discovery of Strenarth
«Esta rueda representa cualquier movi-
miento cabal en el campo del pensamiento
o de la vida, veintiocho encarnaciones dis
tintas, una encarnación única, una opinión
o un pensamiento.» (W.B. Yeats, A Vision,
1925)

El diagrama de Yeats, basado en la teoría


de los ciclos de Blake y en su tesis de las
cuatro entidades (Zoas), funciona también
como tipología del género del eneagrama
deCurdjieff.

La gran rueda, Speculum Angelorum et


H°min¡um, en: W.B. Yeats, A Vision, ed.
Londres, 7962

r^MACRocosMos:Laluna 67
La luna

Iconografía de la cabeza y la cola del dragón lunar:


«Los antiguos tenían su representación de la cabeza y la cola del
dragón lunar, a la que daban forma de serpiente con cabeza de azor
metida en un círculo aéreo y un círculo ígneo, al estilo de la letra
griega Zeta, en mayúscula. Lo dibujaban cuando la cabeza de Júpiter
ocupaba el centro del cielo, y le atribuían virtudes propiciatorias
cuando se le imploraba algo; era también su forma de designar al
demón doméstico y benevo-
lente, que representaban en
apariencia de serpiente. Egip-
cios y fenicios anteponían este
animal a todos los demás, consi
derándolo de naturaleza divina
pues tenía más perspicacia y
un fuego más intenso que los
demás. Esto lo inferían del
hecho de que se desplazaba má
rápidamente sin tener pies, ni
manos, ni otros instrumentos,
y de que tenía el poder de reju
venecerse mudando la piel.
Representaban la cola del
dragón lunar de forma parecida cuando la luna desaparecía en ella <
cuando tenía una posición desfavorable en relación a Saturno o
Marte.» (Agrippa de Nettesheim, De occulta Philosophia, 1510)

68 E L M A C R O C O S M O S : La luna
La luna

Una paráfrasis de
«La Melancolia»
(Melencolia) de
Durero(cf. p á g .
203). Es posible
que la cabeza de
ave esté inspirada
en la representa-
ción del dragón
lunar en <De oc-
culta philosophia>
de Agrippa.

Blake se sentía
atraído por la luna,
ya que su horós-
copo tenía ascen-
dente de cáncer,
signo regido por la
luna. Por ese mo-
tivo, el número 28,
correspondiente
al ciclo lunar, tiene
una importancia
primordial en su
mito de «Jerusa-
lén»: esta cifra
simboliza efectiva-
r^-n^^
•ó^ ar^Ttí-Hi^, r'^n^í^ t,¿gÍTt/r^ mente la supera-
ción de las ideas
recibidas a través
del acto de crea-
ción libre, cuando
las musas de la ins-
piración se bañan
¿Me C^irtKsr tArf**^ t¿a^J^; Ácr CX/"/Í¿"«/*- t^^füfC ¿mta
en los rayos de la
imaginación.

;£ii-uit<i- JOr-iítdTiímplia' f¿t!MP"v¡ "W., ií^cj


r^^y Ji^ vocee tye/fC W. Blake, Jerusa-
c^-t/i,- iI¿otct'J'ír /'•tJ^- "^"f lén, 1804-1820

" M A C R O C O S M O S : La luna 69
La luna

Tabla para calcular


las horas de la
salida y puesta
diarias de la luna.
El círculo exterior
muestra las
veintiocho fases
lunares.

Athanasius Kircher,
Ars magna lucis,
Amsterdam, 1671

70 E L M A C R O C O S M O S : La luna
La luna

El (Astronomicum Caesareum> de Apiano Kepler se mofaba de estos «juegos de hi-


se considera la última obra de astronomía los»: «Esa lamentable diligencia de Apiano
correspondiente a una visión geocéntrica es para echarse a llorar. Su confianza en
del mundo. Contiene una serie de discos Ptolomeo le hace pasar horas y horas con-
de cartón que se pueden mover con unos feccionando, con gran copia de curvas y
hilos como los mecanismos de relojería. espirales, t o d o un laberinto de enrevesadas
Sirve para calcular la posición de las cons- circunvoluciones.
telaciones.
Pedro Apiano, Astronomicum Caesareum,
Ingolstadt, 7540

' M A C R O C O S M O S : La luna 71
La luna

Con este disco del


(Astronomicum
Caesareum> de
Apiano, se puede
liacer coincidir el
nudo ascendente
de la luna en un
dia concreto.

Los dos puntos de


intersección de la
órbita lunar con la
eclíptica se llaman
nudos lunares o
puntos del d r a g ó n .
El nudo ascen-
diente corres-
ponde a la cabeza
del dragón, el
descendiente a la
cola. Estos dos
puntos desempe-
ñan un papel esen-
cial en la confec-
ción del calenda-
rio, y la astonomia
de la Antigüedad
se servia de ellos
sobre t o d o para
calcular los eclip-
ses de luna y de
sol.

Pedro Apiano,
Astronomicum
Caesareum,
Ingolstadt, 1540

72 E L M A C R O C O S M O S : La luna
La luna

Tabla de cálculo de los eclipses solares y A. Kircher, Ars magna lucis, Amsterdam, 1671
lunares. Los antiguos mitos atribuían estos
fenómenos a un dragón que se traga los
cuerpos celestes para escupirlos más
tarde.

Los siete estratos del universo y su eterno


retorno como flujo de espacio y tiempo.

Rajasthan, manuscrito deis. XIX

"^*«oeos„os:Laluna 73
El tiempo
cósmico

Según los cálculos


medievales, el
año cósmico tenia
15.000 años sola-
res, y «llega a su
término cuando
todos los astros
has regresado a
un punto deter-
minado. En su
«Política», Platón
menciona el «año
perfecto de los
antiguos»: cuando
los planetas, equi-
libradas sus diver-
sas velocidades,
invierten su direc-
ción y regresan
al punto inicial de
partida.

Según cálculos
actual, el año
perfecto importa
25.868 años,
tiempo que nece-
sita el punto
primaveral para
recorrer t o d o el
zodiaco.

Lamben de Saint-
Omer, Liber
Floridus, hacia 1120

74 E L M A C R O C O S M O S : El tiempo c ó s m i c o
El tiempo
cósmico

«Espejo de las causas de t o d o » del cosmos; finalmente, en el círculo


interior, la Tria Prima, los tres principios
La totalidad de la creación, salida de la alquimícos básicos de la materia.
|loche, emana radialmente de la causa
primera y oculta. Fluye del circulo exterior La totalidad del plan de la creación se
ypaternal, el tetragrama, en lastres letras desarrolla en la dirección de las agujas del
hebraicas llamadas «matrices»: Aleph, reloj, como el d í a , que comienza con el alba
aire(Avyr), Mem, agua (Mayim), Shin, y concluye con el crepúsculo del mundo.
fuego (Aesh). En los tres circuios siguien-
Jj*. están los diez nombres y atributos de Robert Fludd, Integrum Morborum
is; sigue la jerarquía platónico-cristiana Mysterium, Francfort, 1631

^ "MACROCOSMOS: El tiempo c ó s m i c o 75
El tiempo
cósmico

La personificación
del tiempo del
mundo, enmar- ir Itc líw tnil^t.'ftrieriJM-
cado por los seis ~ K pjrCTf fe-inintollc
ciclos cósmicos, j-t Jímonrtrirnií
tal como se cono-
cían en la Edad
jñfiirí r pon
.tífrw tíciílf
Media. Los cinco onm> iTf
ciclos preceden-
tes, que abarcan
desde Adán hasta
Jesucristo, esta-
ban bajo el signo
de Lucifer: el
sexto, el actual,
está bajo el reino
de Cristo.

Paralelos a los
ciclos del mundo,
los seis periodos
de la vida humana,
que van de la in-
fancia a la vejez.

Lambertus de
Saint-Omer, Liber
Floridus, hacia n20

76 E L M A C R O C O S M O S : El tiempo c ó s m i c o
El t i e m p o

cósmico

Los tres ciclos


cósmicos de
Joaquín de Fiore
(hacia 1130-1202):

La primera edad,
la del Padre
(abajo), la del An-
tiguo Testamento,
se caracteriza por
la observancia de
la ley y el temor de
Dios. La segunda
edad, la del Hijo,
es la de la Iglesia
y sus dogmas. La
tercera edad, la
del Espíritu Santo,
cuya venida él veía
próxima, es la de
la alegría y liber-
t a d . Ésta lleva apa-
rejada una nueva
comprensión, in-
tuitiva y simbólica,
de las Escrituras,
el fin de la «iglesia
amurallada» y la
fundación de
nuevas órdenes
contemplativas.

Esta edad espiri-


tual es la aurora de
un nuevo día, que
Jacob Boehme y
los alquimistas
veían aparecer en
el horizonte; es la
reforma general
de los Rosa-Cruz.

Joaquín de Fiore,
Italia, s. XII

RocosMos: El tiempo c ó s m i c o 77
Astronomía
inferior

Para el opus alquimista, las constelaciones salida del sol y de la luna con toda su in
del sol y de la luna eran de capital impor- tensidad (...).
tancia:
En el sur de Francia, hay que e m p r e n d e r é
«Todo el mundo sabe hoy en día que la luz trabajo en marzo para reanudarlo en sep
que nos dispensa la luna no es otra cosa tiembre; pero en París y en el resto del
que el reflejo de la luz del sol, en el que reino, hay que esperar a abril, y el segunc
se concentra la luz de los demás astros. período es tan débil que ocuparse con
Asi pues, la luna es el receptáculo o (...) ello en otoño sería perder el tiempo».
la fuente de su agua viviente. Si queréis (Tratado hermético anónimo del siglo Xl>
transformaren agua los rayos del sol, citado porCanseliet en: La alquimia y su
debéis elegir el momento en el que la luna libro mudo, ed. Amsterdam, i g g i )
nos los proporciona con más intensidad, es
decir, cuando está en el plenilunio o cerca Michael Maier, Septimana Philosophica,
de él. Asi obtendréis el agua de fuego Francfort, i6i6

78 E L M A C R O C O S M O S : Astronomia inferior
«El so) y su sombra consuman la obra». y ennegrecimiento (nigredo). En el opus
«Con su claridad y su sombra, el sol filosó- alquimico, el color negro reúne el cuerpo
fico produce un dia y una noche siempre con el espíritu.
parecidos, que se pueden llamar Latona o
Magnesia. Demócrito nos ha enseñado a El azufre (sol) y el mercurio (luna) se cono-
abolir la sombra con una medicina Ígnea.» cen también como «el sol y su sombra».

•Latona> es el nombre críptico de la prima M/chae/ Ivlaier, Atalanta fugiens, Oppen-


materia durante la fase de putrefacción heim, I6l8

M A C R O C O S M O S : A s t r o n o m í a inferior
Los astros

Doce astrólogos
paganos (entre
ellos el poeta
Virgilio y los
filósofos Séneca
y Aristóteles)
sumidos en
interpretaciones
astrales.

Almanaque rimado
alemán, Alemania
Central, s. XIV

Los metales representan, según los alqui- El autor de la <Aurora consurgens' com
mistas, una contracción de fuerzas plane- para el crecimiento del lapis con la gesti
tarias, por eso se llama «astronomia infe- ción del embrión durante nueve meses e
rior» a este arte. En correspondencia con el vientre materno. Según George Ripley
las doce secciones del zodiaco, la materia (1415-1490), el liquido amniótico simboT
tiene que atravesar doce puertas o esta- la tintura blanca o lunar que antecede a
dios antes de obtener su consistencia rubificación solar(arriba a la derecha).
definitiva en la fase de rubificación y
«de librarse de la influencia del zodiaco». Aurora consurgens, finales del5. XIV
(Nicolás Flamel)

EL MACROCOSMOS: Astronomia inferior «CRocosMos: Los astros 81


Los astros

Horóscopo sacado
de un manuscrito
iluminado de
Heidelberg lla-
mado «Libro del
destino» (finales
deis. XV), que es
propiamente la
traducción al
alemán del <Astro-
labium planum» de
Petrus de Abano
(s.XIII).

Cada uno de ios


doce signos del
zodiaco está
dividido en tres
decanos con una
longitud de huso
que corresponde
a treinta grados.
El libro contiene
' • vt- hSiJS n«et tnit> ¡lirtH- «tn igualmente unas
pvHmMvíi'
' ntatt tablas para deter-
minar el ascen-
dente, que es el
El horóscopo (etimológicamente «mirar la San Pablo en Col. 2, 14- borrando (Dic signo que se eleva
hora»), que determina la posición de las el acta que nos era contraria, quitandols en el oriente en
constelaciones a la hora del nacimiento, de en medio y clavándola en la cruz....» el momento del
expresa la creencia en la fatalidad del des- (C.G. Jung, Mysterium coniunctionis, nacimiento, y cuyo
tino y en la predestinación del hombre. Zúrich, ig68) conocimiento es
indispensable
Dsniel Kramer, Emblemata Sacra, 1617 para hacer la carta
«El horóscopo es el >acta> que menciona
astral.

I
E L M A C R O C O S M O S : L O S astros
\^AC, " O C O S M O S : Los astros 83
Los astros
Los astros

Terzysko,astró-
nomo de la corte, Planisferio con las
en el centro de in- constelaciones y
vestigación de los signos del zodíaco.
«aspectos astroló- Manuscrito del
gicos». El término s. XVI
«horóscopo» no se
impuso hasta la
Edad (viedia. En
la Antigüedad
se denominaba
«tema» o «géne-
sis» (lat. «conste-
llatio», «geni-
tura»). La determi-
nación de las
relaciones angula-
res o aspectos se
remonta a la teoría
pitagórica de la

Manuscrito de
astronomía
de Wenceslao IV,
Praga, 1400

84 E L M A C R O C O S M O S : L O S astros

85
El 'hemisferio meridional de los antiguos) los frutos, las reliquias y la historia de Esta representación del «firmamento cris-
La «Osa Menor» se ha convertido en el
con las constelaciones conocidas en la nuestros adulterios, de nuestros inceste tiano» está basada en un original de Julius
arcángel San Miguel; la «Osa Mayor», en la
mitología griega. de nuestra lujuria, de nuestras pasiones; Schiller(Augsburgo, 1627), para quien iba
barca de San Pedro, y la constelación de
criminales, de nuestras depredaciones) contra la fe «dar a las estrellas nombres
Andrómeda ha pasado a ser la tumba de
En «El destronamiento de la bestia», sátira perversidades. Y para acabar de coronar de espíritus malignos, de animales y de
Cristo.
de Giordano Bruno aparecida en 15S4, nuestros errores, hemos elevado el triui liombres impíos», puesto que en la Biblia
Zeus ordena un nuevo reparto de las imá- del vicio hasta el cíelo, convírtiéndolo c se dice: «Los sabios brillarán con el esplen-
sede de nuestros crímenes.» Andreas Cellarius, Harmónica Macrocosmica,
genes celestes, sustituyéndolas por virtu- <lor del firmamento, y los que enseñaron
Amsterdam, i66o
des: «Notorios y desnudos ante los hom- 's justicia brillarán por siempre, eterna-
bres son nuestros vicios; el mismo cíelo Andreas Cellarius, Harmonía Macrocosmi mente.
como las estrellas». (Daniel 12,3)
es testigo de nuestros desatinos. He aquí Amsterdam, i660

E L M A C R O C O S M O S : L O S astros ' * * « O C O S M O S : Los astros


Los astros La música de
las esferas

«El jesuíta Rheita Escipión ve en sueños el templo celeste y sus nueve órbitas planeta-
afirma iiabervisto
loorufmiu . X I I . fí^. 5 3j- rias. La más exterior, el 'primum mobile', que comprende todos los
extasiado el paño
de la Verónica bajo demás, es el mismo Dios: «¿Qué es ese sonido potente y dulce a la
el signo de Leo. vez, que inunda mis oídos?»
reproducido con
toda claridad y Es el sonido que, combinado en intervalos irregulares, pero coheren-
sin lugar a dudas. tes en determinadas relaciones, producido por el
Esta extraordinaria
composición ímpetu y el movimiento de los círculos celestes,
celeste estaba mezclando los tonos agudos con los graves, da
formada por 130
estrellas que se lugar a las armonías más bellas y regulares. Pues
agrupaban en el esos movimientos formidables no pueden hacerse
centro como un en-
jambre de abejas. en el silencio, y es cualidad de la naturaleza que lo
La constelación de extremo suene bajo en una parte, y en la otra alto.
Orion la compara
con la túnica de
Por eso el orbe más alto del cielo, con los planetas
José, salpicada que alberga en su órbita, se mueve con un sonido
con manclias de
sangre.» (Erasmus
alto y nervioso, y el orbe de la luna, el más bajo, lo.
Franciscus, Das hace con el tono más grave. La tierra, en calidad de
eroffnete Lusthaus
derOber- und
noveno orden, está inmóvil, siempre suspendida
Niederweit], en un mismo lugar, siempre el mismo, ocupando el centro del uni- Jacob Bornitus,
Núremberg, 1676) Emblematum
verso. Pero el sonido de los ocho orbes restantes, de los cuales
Sacorum,
Athanasius Kircher, dos poseen la misma fuerza producen siete tonos con intervalos Heidelberg, 7559
Iter extaticum diferentes, y siete es el nudo de casi todas las cosas (...) (Cicerón,
(ed. Scliott),
Würzburg, 1671
De república, s.l a.C, ed. Stuttgart, igyg).
«La música de la naturaleza comprende la naturaleza de todas
las cosas/ (...) es, pues, la gran música del mundo/ la maravillosa
correspondencia de los cielos/ de los elementos y de todas las criatu
ras/ está, pues, en especial la música humana/ que consiste en la
armonía del cuerpo humano/ o de sus sentidos internos y externos.»
(Athanasius Kircher, Musurgia universalis, 1662)
«El brillo de los astros hace la melodía, la naturaleza sublunar
danza al son de las leyes de dicha melodía.» (Johannes Kepler,
Harmonices Mundi, i5ig)

88 EL MACROCOSMOS: L O S astros E L M A C R O C O S M O S : La m ú s i c a de las esferas 89


La música de La música de
las esferas las esferas

La teoría de la armonía de las esferas se remonta al filósofo griego Abajo a la iz.


quierda, Pitágoras
Pitágoras (570-496 a.C.) señala la forja que
Mientras escuchaba en una forja los golpes de martillos diver- le inspiró su t e o -
ría. Los herreros
sos, le vino en mientes una leyenda de Yámblico, según la cual se martillean el metal
pueden expresar los valores de los sonidos en relaciones cuantitati- en el interior de
una oreja, sobre
vas, en números y en términos geométricos. Con ayuda de instrume cuya «extraña
tos de cuerda, descubrió la relación entre la frecuencia y la altura forma anatómica»
- c o n martillo y
del sonido. Según Pitágoras, el mundo entero se yunque-, diserta
compone de armonías y números. Tanto el alma largamente Atha.
nasius Kircher.
microscópica como el universo macroscópico se
articulan, según él, en proporciones ideales, que Para el neoplató-
nico Boecio, teó-
se pueden expresar con una secuencia de sonidos
rico de la música
La altura de las diferentes notas planetarias ( s . V d . C ) , la .mu-
sica instrumenta-
sobre la escala musical celeste se determinaba pe
liS) terrenal es sólo
el tiempo que los planetas tardaban en recorrer un reflejo de la
<musica mundana>,
su órbita, y la distancias se relacionaban con los
la música de las
intervalos entre los tonos. Kepler complicó más e esferas celestes,
representada aqui
sistema, atribuyendo a cada planeta una sucesión
por la esfera cen-
de tonos próximos. La serie de notas que creía tral. Ésta es, a su
vez, un eco lejano
haber descubierto para la tierra (mi, fa, mi) pro-
de la música divina
baba para él, poco después de haber estallado la de los nueve coros
de ángeles.
Guerra de los Treinta Años, que en «este valle de
lágrimas reinan el hambre y el dolor.»
Athanasius Kircher,
F. Caffurío, Jubal (arriba, a la izquierda), un descendiente de Caín, pasa poi Musurgia universa-
Theorica música,
lis, Roma, 1650
Milán. 7492 ser, según el Génesis (4, 21), el patriarca de todos los tañedores de
cítara y de flauta. Según Kepler, Jubal no es otro que Apolo, y bajo e
nombre de Pitágoras se escondía nadie menos que Hermes Trisme-
gisto.

90 E L M A C R O C O S M O S : La m ú s i c a de las esferas f ^ M A C ü o c o s M o s : La m ú s i c a de las esferas 91


La música de
La música de las esferas
las esferas
La correspondencia
Diagrama del cos- de las nueve esfe-
mos ptolemeico, ras con las nueve
con los intervalos musas se debe a
de los tonos una visión del neo-
correspondientes pitagórico Martia-
a las distancias nus Capella (s. V
entre los cuerpos a.C). La escala de
celestes y sus res- tonos abarca una
pectivas velocida- octava.
des: entre la tierra
y la luna hay un Como agente del
t o n o ; entre la primer movimiento,
luna. Mercurio y Apolo dirige el
Venus, un semi- acorde de sonidos.
t o n o ; entre Venus La serpiente de la
y el sol, tono y mitología egipcia,
medio o tres semi- símbolo de la ener.
tonos; entre el gía vital, atraviesa
sol y Marte, un con su ritmo ondu-
t o n o ; entre Marte, lante las esferas.
Júpiter y Saturno, Sus tres cabezas
un semitono res- simbolizan la Santí-
pectivamente, y sima Trinidad en las
entre Saturno y tres dimensiones
las estrellas fijas, del espacio y en los
tres tonos o seis tres estados del
semitonos. tiempo.

Compilación de ma- La tragedia repre-


nuscritos de astro- senta el sol y la
nomía, Saizburgo, comedía, la tierra.
hacia 820
Athanasius Kircher,
Ars magna lucís,
Roma, 1665

^1- M A C R O C O S M O S : La m ú s i c a de las esferas 93


92 E L M A C R O C O S M O S : La música de las esferas
La música de La música de
las esferas las esferas

Kircher, en su <Mu- «El monocordio»,


surgia universalis> dice Fludd, «es el
(del extraño im- principio interno
pacto y efectos que, desde el cen-
de las consonan- tro del t o d o , pro-
cias y disonancias), duce la armonía
presenta a Dios de toda la vida en
como constructor el cosmos.»
de órganos y
organista, estable- Tensando o des-
ciendo un parale- tensando la cuerda.
lismo entre los seis Dios puede regular
primeros días de la el «gran acorde»,
creación y los seis la consistencia de
registros de un la materia, entre el
órgano universal. empíreo y la tierra.

Al igual que Fludd, El instrumento


Kircherdividelas está dividido en
diferentes zonas una octava supe-
del cielo y la tierra rior, ideal, activa,
en octavas. El arte y una octava infe-
del organista con- rior, material,
siste en hacer con- pasiva. Ambas
cordar los cuatro octavas se dividen
elementos. a su vez en cuartas
y quintas. El prin-
cipio inmaterial
Athanasius Kircher,
superior se mueve
Musurgia universa-
a lo largo de los
lis, Roma. 1650
intervalos hasta la
materia sombría, y
el sol, en el punto
de intersección,
recibe una fuerza
transformadora.

Roben Fludd.
Utriusque Cosmi,
tomo I, Oppen-
heim, 1617

C O S M O S : La música de las esferas


94 E L M A C R O C O S M O S : La m ú s i c a de las esferas 95
La música de
las esferas
«Los filósofos do la Antigüedad considera- «En toda linea evolutiva hay dos puntos
ban que el mundo estaba constituido por en los que el movimiento no puede propa-
una armonía perfecta, es decir, que desde garse sin ayuda exterior. En determinado:,
la tierra a los cielos había una octava per- puntos es necesario un impacto adicional
fecta.» {A. Kircher, Musurgia universalis). proveniente de una fuerza aparte. En di
Los siete puntos o progresiones de la chos puntos hace falta ese impulso, sin el
octava englobaban el mundo, ya que el cual no pueden perpetuar el movimiento
número siete reúne la Santísima Trinidad y Este principio del número siete lo en con
los cuatro elementos. El filósofo y maestro tramos por d o q u i e r - e n la química, en la
de danza caucasiano G. Curdjieff fundó física, etc.: en todo rige el mismo princi
en Fontainebleau, en 1922, su célebre pió. El mejor ejemplo es la composición d'
«Instituto para la formación armoniosa del la escala. Tomaremos una octava para de
hombre, basándose en el principio de la mostrarlo." (Gurdjieff, Conversaciones,
octava». Basílea, 1982)

[• e^e- f^'- ífí,.¡,s-asjs-aa- hh- cr » le- TI- g|- ng-rl


? V lili- ilfi-l lllll'TfIl ¿
rn™-"*' E.Í ^ í - Ill,./1-I,K
¿.n,„„M.
í l ItJi^tiluik i.| ír..i
• '• Nl.n lii.ijp.iJikiiirlir

Trismegisto en Esculapio: «Música no es


otra cosa que saber el orden de las cosas.»

Para Kepler estaba claro «que, o Pitágoras


se expresa herméticamente, o Hermes
pitagóricamente». (Harmonices Mundi)

Athanasius Kircher, Musurgia universalis,


Roma, 7650
En <EI simbolismo armónico en la A n t i -
Filolao el Pitagórico (hacia el 400 a.C.)
güedad), de Albert Freilierr von Thimus
postulaba un duplicado de la tierra que
(1806-1878) se intenta de modo exhaustivo
giraba alrededor del fuego central sobre
reconstruir los fundamentos pitagóricos
la misma órbita de la tierra, pero en cons-
de la música a partir de fuentes neoplatóni-
tante oposición a ella, por lo que no podía
cas, y también fijar la armonía como ciencia
verse; a ese duplicado le dio el nombre de
ensimisma. Pero se partía de la hipótesis
anti-tierra.
inadmisible de que la visión pitagórica del
mundo se remitía al libro cabalístico de la
Albert Freíherr von Thimus. Die harmonikale
"eación. El Sefer Yezirah trata de los diez
Symbolik des Altertums (El simbolismo
"úmeros primitivos, los Sefiroth, relaciona-
dos en la parte superior del esquema con armónico en ta Antigüedad). Colonia, i868
'35 órbitas de los planetas.

Reconstrucción del cosmos pitagórico


según el esquema de la octava.

Stanley, History of Philosophy (Historia déla filosofía)

E L M A C R O C O S M O S : La m ú s i c a de las esferas '^«CROCOSMOS: La m ú s i c a de las esferas


97
Génesis Según Pitágoras, la quinta y la cuarta,
intervalos consonantes de la octava, Génesis
forman la estructura del universo. Sus
proporciones (2/1, 3/2, y 4/3 respectiva-
mente) son la «progresión sagrada»
de los pitagóricos, llamada Tetraktys: Según la concep-
1+2+3+4=10. «Si progresas de la unidad ción tántrica, un
- m<i. L u x
a lo múltiple, obtendrás el diez, origen de punto energético
todas las cosas.» invisible (bindu)
genera la materia
Esta fórmula contiene el acto cabal de la Tcnt'Wíc 9 I.ux
originaria (pakriti),
creación, desde la división del elemento compuesta de
primero en la dualidad de los sexos, duali- tres cualidades
dad cuya procreación se verifica en la (gunas): Sattva
triada generadora de espacio, hasta la (esencia, caima).
consumación en los cuatro elementos. Rajas (energía
pasión) y Tamas
Roben Fludd, Philosophia Sacra, Francfort, (substancia,
1626 inercia).
>—o a

Al comienzo de la
creación,las tres
cualidades se en-
En la cabala, la obra de la creación se
cuentran en equili-
desdobla en cuatro etapas, siguiendo ur
brio; sólo su diso-
esquema parecido y partiendo de las le-
nancia origina la
tras deTetragramma, del nombre inefabl.
multiplicidad.
de Dios. Este proceso de cuatro etapas
desempeña también un papel primordial
en la alquimia, en calidad de «axioma de En «Finnegans
f\/laria Prophetissa». Wake», Joyce esta-
blece un parale-
lismo entre las
El Tetragramma como Tetrakys
Cunas y las cuatro
entidades de
Blake (Zoas, pág.
652-653).

El Tetraktys es también el soporte de la 36 Pintura, Rajasthan,


3030 xy
imagen del alma universal, cuya composi- •21 24
25 24 21 16 f) hacia el s. XVIII
ción en forma de X (la letra griega «ji») IR 20 20 18 14 tí

describe Platón en el «Timeo». Según VI 15 jfi 15 12 7 8


10 12 12 10 6 •
9 fl fi
el principio de la división proporcional de 5
4
8
ti 6 4
5
.5
la cuerda sonante, la matriz de todas las 4 3 4 3 4
3 2 '2 3
formas terrestres se desdobla aqui como 2 1 2
una red de coordinadas con fracciones y
múltiplos. 1 !
2 V, 2
3 '/. 3
4 % 4
La <Ji> pitagórica 5 V. % % .5
6 V, 'L, 'I, t>
7 % \, % r 7
H % Y. V, V, % V, X
9 % \ % V, V
10 % % \ V. % '1 •••
X \. % \ %
\ % % \ %

98 E L MACROCOSMOS: Génesis
^MACROCOSMOS: Génesis
99
Génesis

Los diez sobrenom-


bres de Dios surgen
del nombre-fuerza,
del gran nombre.
Los sobrenombres
hacen referencia a
diversos aspectos
de la divinidad, que
a su vez correspon-
den a las diez cifras
El Tetragrammaton, las cuatro letras del palabra en lengua liebrea, Cershon-i originales, los
nombre sagrado de Dios (JHVH, Jefiová), Scholem cita la exiiortación de un rabinc Sephiroh: 1) la co-
concentra en sí toda la energía primera y a un escriba de la Thora: «Hijo mió, sé rona, 2) la sabidu-
la potencia de la que emana la creación. escrupuloso con t u trabajo, ya que es ui ría, 3) la prudencia,
«El mundo sensible con sus legiones y trabajo divino; si omites o añades una 4) la misericordia,
criaturas no es otra cosa que la emanación sola letra, destruirás el mundo entero ( 5) potencia o juicio,
del Verbo», dice Boeiime. Todas las cosas G. Sholem, Zur Kabbala und ihrer Symb 6) compasión o
nacen de las combinaciones y transposi- (De la cabala y su simbólica), Francfort, belleza, 7) triunfo,
ciones de estas cuatro letras. 1989 8) honor, g) la
redención, lo) la
Para ilustrar el significado mágico de la Biblia sefardí, 1385 majestad.

Roben Fludd,
Philosophia Sacra,
Francfort, 1626

100 E L MACROCOSMOS: Génesis COSMOS: Génesis


101
Génesis Génesis

Jod, como la co-


Tres símbolos de la
rona (Kether), sim-
Trinidad
boliza el ser oculto
de Dios tal cual era
Fig. l : El ojo. El
en un principio,
blanco del ojo
cuando se llamaba
corresponde al
En Soph, el infi-
Padre; el iris, al
nito. He es el pala-
Hijo, y la pupila, al
cio, el trono glo-
Espíritu Santo.
rioso de Dios; Vau
es lo que aglutina,
Fig. 2: El sol. La
el mundo de los
esfera corres-
ángeles y el subs-
ponde al Padre,
trato de las for-
la luz al Hijo y el
mas. La He de
calor al Espíritu
abajo se asimila a
Santo.
Assija, el arquetipo
en espíritu del
Fig. 3: La t o r -
mundo sensible.
menta. El Padrees
el fuego devora-
dor; el Hijo, el Para Jacob Boeh-
trueno; el Espíritu me y otros cabalis-
Santo, el rayo. tas cristianos,
el tetragrama
representa la Trini-
La figura 1 subraya
dad: El Uno, la J,
el aspecto latente
desciende en si
de la divinidad,
mismo y es de na-
como reflejo ini-
turaleza ternaria
cial de la eterni-
(...) y se convierte
dad. La figura 2
en agente vivifica-
señala el aspecto
dor.
vivificador. La
figura 3, el as- (Jacob Boehme,
pecto procreador: Quaestiones
de la nube cae la Theosophicae)
semilla.
Robert Fludd,
Roben Fludd, Utriusque Cosmi,
Utriusque Cosmi, tomo II, Francfort,
tomo II, Francfort, 1621
1621

*ocosMos: Génesis
EL MACROCOSMOS: Génesis 103
Génesis Génesis

Y asi infinitamente La luz, fuente ina-


gotable de todas
las cosas, surge
en la oscuridad,
y con la luz, las
aguas, que co-
mienzan a divi-
dirse en cercanas
(claridad) y lejanas
(penumbra).

Robert Fludd,
Utriusque Cosmi,
tomo I, Oppen-
heim, 7677

Para Robert Fludd, discípulo de Paracelso, No debe maravillarnos, dice Fludd, qi


En el centro, las
el acto divino de la creación se representa nuestro planeta sea un valle de lágrin
aguas tenebrosas,
plásticamente como un proceso alquimico sabiendo que está hecho del sedimen de
lejanas de la luz,
en el que Dios, como espagirico o depura- la creación, por el que ronda el diablo
que forman la
dor de metales, obtiene del caos tene- fuente de la mate-
broso, de la Prima Materia, los tres elemen- «Cuando el oculto de ocultos quiso ri ria; en el círculo
tos primarios, divinos, que son la luz, la larse a lo no manifestado, comenzó e on- exterior, las aguas
oscuridad y las aguas espirituales. Estas drando un punto luminoso. Antes de cine superiores, de
aguas son a su vez el principio de los cua- este punto fuera luminoso y se hicier las que emana el
tro elementos aristotélicos, de los cuales visible, el infinito (En Soph) estaba o o fuego divino (em-
la tierra es el más tosco y pesado, compa- y no daba luz alguna.» (Zohar) píreo). La nube
rable al sedimento, a la «caput corvi», que clara en el medio
se deposita en el fondo del matraz durante Robert Fludd, Utriusque Cosmi, tomo i es un estadio «que
la destilación. Oppenheim, 1617 se llama espíritu
de la tierra, espí-
ritu mercurial, éter
o quintaesencia».

Robert Fludd,
Utriusque cosmi,
tomot, Oppen-
heim, 7677

104 E L MACROCOSMOS: Génesis OSMOS: Génesis


105
Génesis Génesis

El caos de los ele- El primer dia de la


mentos surgido de creación:
las aguas inferio-
res «es una mate- «Dijo Dios: ¡ H á -
ria tosca y amorfa, gase la luz! Y la luz
en cuyas entrañas salió (...). Partió
los elementos se del abismo pro-
encuentran de tal fundo en el este,
forma embrollados donde mora, y
y presos, que penetró por las t i -
(...) luclian salvaje- nieblas, envuelto
mente entre en una nube lumi-
ellos». nosa, ya que el
sol no existía aún
(...).»(Jolnn M i l t o n ,
Paradise Lost,
1667/74)

La paloma es el
espíritu de Dios.

El estado final e «La luz del espíritu


ideal de la materia todavía no creada
se alcanza cuando se refleja en la
los elementos se esferas del fuego
ordenan según su celeste como en
grado de consis- un espejo. Esa
tencia: (de afuera reflexión es la pri-
a dentro) tierra, mera manifesta-
agua, aire y fuego. ción de que la luz
En el centro apa- se ha creado.»
rece el sol, que es
el elemento oro.

Robert Fludd, Robert Fludd,


Utriusque Cosmi, Utriusque Cosmi,
tomo I, Oppenheim tomo I, Oppen-
7677 heim, 1617

106 EL MACROCOSMOS: Génesis icosMos: G é n e s i s 107


Génesis
Génesis

El segundo dea

el estrato inferior «Dijo luego Dios: Haya un firma-


de los elementos, mento en medio de las aguas (...)
el sedimento de la Llamó Dios al firmamento cielos.»
creación. (Génesis, 1, 6 - 8 )

La zona del éter con las estrellas


fijas y planetas divide las aguas
superiores (empíreo) de las inferio-
res. En esta esfera, la calidad supra-
celeste (forma) está en equilibrio
con la infraceleste (materia).

El tercer día
Al combinarse el
elemento más El fuego, elemento más sutil, surge
tosco con el más en primer lugar.
sutil, sale aire
o agua, depen- Pero, como señala Fludd, no se trata
diendo de las del <fuego invisible> de los alquimis-
proporciones tas, sino de un fuego material que
que entren en la Paracelso califica de «tenebroso»,
combinación. y que produce la descomposición de
todo lo viviente. Para el alquimista
teutón, la vida es un proceso de
combustión.

Robert Fludd,
Utriusque Cosmi, Robert Fludd, Utriusque Cosmi,
tomo I, Oppen- tomo I, Oppenheim, 1617
heim, 1617

'•MACROCOSMOS: Génesis 109


108 E L MACROCOSMOS: Génesis
Génesis
Génesis

La escala ascen-
dente de los ele- «En la confusión
mentos según su que siguió a la
grado de pureza, creación, un poco
tierra, agua, luz de luz celeste
y fuego, se repro' quedó atrapada en
duceen t o d o el la masafria de la
cosmos, com- tierra. Siguiendo
puesto de cielo la ley de la gravita-
sublunar elemen- ción, la substancia
tal, éter y empí- celeste comenzó
reo. a ascender en el
cielo hasta el lugar
que le correspon-
día. Asi surgió
nuestro sol.»

Las estrellas que


rodean la esfera El sol en el firma-
etérica no se hicie- mento es el repre.
ron visibles hasta sentante visible
después de la crea- del fuego divino y
ción del sol, ya que del amor. En la
acumulan la luz del anatomía humana
astro rey y la emi- le corresponde el
ten después de al- corazón, «pues
gún tiempo, como envia sus rayos
lo hacen las sus- vivificantes (las
tancias fosfores- venas) en un movi-
centes. miento radial,
animando asi los
miembros del
cuerpo». (Robert
Fludd «La clave
filosófica»
(Philosophicall
Key), hacia i 6 i g

Roben Fludd,
Utriusque Cosmi, Roben Fludd,
tomo I, Oppen- Utriusque Cosmi,
heim, 1617 tomo I, Oppen-
heim, 1617

110 E L MACROCOSMOS: Génesis


COSMOS: Génesis 111
Génesis Génesis

Cuando los rayos NóM, El nacimiento del


tórridos del sol mundo terrenal
caen sobre los de las «aguas tene-
vapores acuosos brosas y funes,
en pleno ascenso, tas», del caos
se solidifican y (no 55) al que
engendran los fue confinado
planetas. Saturno.Lucifer
después de ser
arrojado de las
esferas luminosas
del cielo. Tras
separarla luz de
las tinieblas
(no 56-57), Dios
(EIohim) creó las
siete regiones
elementales del
universo, que van
desde las últimas
aguas Igneas de
la luz(Shamayim)
liasta el fuego
central interior, el
El espíritu de Dios «tenebroso loda-
sobrevuela como zal» por el que
una paloma la campea Lucifer
creación consu- hasta el dia del
mada, pero ya Juicio Final.
amenazada por el
pecado.En su Ceorg von Welling
<Tractatus apolo- (seudónimo
getius>, Fludd Cregorius Anglus
subraya que la Sallwigt), Opus
finalidad principal mago-cabalisticum,
del estudio del Francfort, 1713
macrocosmos
debe ser investi-
gar el papel que
desempeña el es-
píritu divino en la
creación. Pues sin
la luz de éste es
imposible la vida.

Roben Fludd,
Utriusque Cosmi,
tomo I, Oppen-
heim, 1617

112 EL MACROCOSMOS: Génesis ROCOSMOS: Génesis


113
El motivo principal de este tapiz masónico y femenino, el espíritu y el cuerpo, lo presentación cosmológica del opus El pájaro representa las fases del opus.
es el circulo con el punto, símbolo del oro. activo y lo pasivo. Son los principios qi quimista en forma de globo ocular. El Consta del cuervo (putrefactío) el cisne
La tierra en el centro representa la «verda- hay que integrar, pasando por las sietf « e s f é r i c o , símbolo del pequeño (albedo), el pavo (fase de irisación) y el
dera logia» que hay que descubrir, en otras fases de sublimación planetarias, para c Jndo renovado, sale de la pupila, que a fénix (rubedo).
palabras, un sondeo del espacio espiritual esa forma transformar la «piedra bruta vez simboliza el caos macroscópico de
interior. El compás y el cartabón significan (prima materia) en «piedra tallada», cu' • cuatro elementos. Los brazos que le-
El nervio óptico está representado con el
la razón y la honestidad en el trabajo. estado final es el lapis. itan el lapis del fuego bautismal son
Tetraktys pitagórico.
Los dos signos y , símbolos del nitrato 'S dos partes principales del opus, la
(sosa cáustica) y del álcali, representan, •olución del cuerpo (solve) y la solidífi-
Los tiermanos teóricos o el segundo grai' Heinrich Khunrath, Amphitheatrum
según Kirchweger, los principios masculino •ión del espíritu (coagula)». Las aguas
de tos Rosa-Cruz, Ratisbona, 1785 sapientiae aeterna, 1602
^syblancas que manan del rebis,
' doble aspecto de la materia, forman el
''PO vidriado y viscoso del ojo del
"do, el océano de tiempo y espacio.

E L MACROCOSMOS: Génesis ocosMos: El Ojo


115
El ojo
El ojo

La composición del ojo según Fludd:


En la Edad Media
se creía que el ojo ^] La parte vidriosa en forma de lente es
se componía de transparente y de mediana consistencia.
tres formas dife-
2) La parte acuosa y blanquecina engloba
rentes de conden-
la primera como la clara engloba la yema.
sación del fluido
corporal. Según 3) La parte cristalina y brillante surte a
el sabio árabe las primeras con substancias nutritivas
Avicena (gSo- sacadas de la sangre.
1037), el fluido
helado se encuen- Robert Fludd, Utriusque Cosmi, tomo II,
tra en el centro Oppenheim, i6ig
del ojo. Por de-
lante está la parte
acuosa, y por de-
trás la cristalina. El
ojo está recubierto
de siete telas o „)el ojo humano (está hecho) a imagen
membranas (tuni- lirnundo, y todos los colores que con- i-
cae) que corres- ene están dispuestos en circulo. El
pondían a las siete anco del ojo corresponde al océano,
esferas planetarias le rodea el mundo por todas partes; un
del macrocosmos. gundo color representa las tierras que
Los cabalistas ve- iña el océano o que se encuentran en
lan una analogía ¡o de las aguas; en la región central
entre las diez úa otro color: es Jerusalén, centro
partes de que se undo. Pero el cuarto color, la vista
componía el ojo lo el ojo (...), es Sión, punto central
(las tres fluidas y lo, en el que se ve t o d o el mundo.»
las siete membra- lohar)
nas) y las diez
numeraciones o fierí Fludd, Utriusque Cosmi, tomo II,
Sephiroth. El ^penheim, i6ig
punto ciego de la
retina represen-
taba el Sephiroth
más alto, Kether,
la corona o la nada
divina en todas las
cosas.

Cregor Reisch,
Pretiosa Margarita,
Friburgo, 1503,
Basilea, 1508

F A

I O C O S M O S : El
R ojo 117
116 E L M A C R O C O S M O S : El ojo
El ojo ADAM SPAC1-; «'HíNA AS L O , ; ^ El huevo
ÍANATOMY Oí- UYH)

LINES O r l ' I : K C i ; i T I O N AS V o cósmico

Los nombres de
IIUS AS A I . U M A N D A las Zoas, las bes-
(POLYPUS)
tias del Apocalipis,
vAuiJi /ur/i!t!,ifiuyfi3' ut/m'pA'ani/vs U.n)rL%-;/,CKr S(r/iii.>¿-y^y,t. están inscritos en
las cuatro esferas
.yfyr,y (af,::.':^in Fcur CíCtíyt3ii¡e. (ove. ¿li/l Jút'ííiie ^ que se interseccio-
.'^1,1 cf/'/i,'ynfs- 'iri. /¿í.n. ¿/roe ¿al/AS-f <&-íim. yf.íj' diícu- üUejT nan;representan
l>OINT OI- TOCUli
AS C O U C H Ol^ SAI AN
las cuatro fuerzas
primarias del uni-
verso. Urthona/Loí
MUNDANi: LCG
es la imaginación,
Luvah la pasión,
(i'[;n.ci;ivLD si'ACi-;)
L i N L s OI- i'i;iu:i |.[;, Urizen, la razón y
Ar. VOKTÍ:X
Tharmas el cuerpo.

( A V ^jfVe:A>¿/' l/i^lj tJt-i' t.i.r'rr «El mundo en


forma de huevo de
K-Á aj-fj ¡líe ^c.'ifj-* i^",/. Los» se hincha a
partir del torbe-
Los poemas de William Blake contienen Según la hipótesis de Easson y Ea--, llino que está, en
largos pasajes surcados de disquisiciones que pasan por alto muchos aspect, el centro del caos,
sobre la visión materialista del mundo poema, Blake es partidario, en su pe creando la Ilusión
de Isaac Newton, en particular sobre su <Milton>, de un modelo óptico insc' de espacio t r i d i -
<Óptica>. El ojo físico, según Blake, es tur- la forma del huevo cósmico. mensional delimi-
bio y vidrioso «como el negro guijarro de tado por la opaci-
un farallón batido por las aguas». El nervio K.P. Easson y R.R. Easson, Modelo hiiK dad (Satán) y
óptico, que Nev^ton admira, construye, de la geografía visionaria en <MilTon por la densidad
según el poeta, «valias de piedra contra W. Blake. Milton, Londres, igyg (Adán), impi-
el mar ondeante». (Blake, Milton, 1804). diendo asi al hom-
Blake, que prefirió seguir a Jacob Boehme, bre, según Blake,
intentó desarrollar una óptica de lo ver las cosas como
visionario. son,eternas e
infinitas.

El astrónomo y matemático John De-


(1527-1608) utilizó el huevo como g W. Blake, Milton,
para el cielo etéreo, pues la órbita < 1804-1808
planetas inscritos en él describe un,,
elipse. (Copérnico hablaba aún de o '
circulares.)

Paracelso piensa que «el cielo es p3'


a una cascara que separa la tierra de
donde mora Dios, lo mismo que la c
del huevo». «La yema corresponde
esfera inferior, la ciara a la superior:
yema es la tierra y el agua; la clara,'
y el fuego». (Paragranum, 1530)

John Dee, Monas Hieroglyphica, Amb'


1564

118 icosMOS: El huevo c ó s m i c o


E L M A C R O C O S M O S : El ojo
119
El huevo
cósmico

Una visión del


cosmos de Hilde-
gard von Bingen
(logS-iiyg)

«Entonces vi una
formación gigan-
tesca, redonda e
imprecisa. Hacia
arriba se Uaáa
más fina, como un
huevo (...). Su capa
exterior parecía
tener un fuego lu-
minoso {empyreum).
La membrana
que tenía debajo
era sombría. En
el fuego claro
flotaba una bola
de fuego rojiza y
chispeante (el
so/)». Bajo la som-
bría membrana,
ella ve la zona del
éter con la luna y
las estrellas, y de-
bajo de ellas, una
zona evanescente
que ella llama
«membrana
blanca» o «las
aguas superiores».

Hildegard von
Bingen, Scivias
(Códice de Ruperts-
berger), s. XII

acimiento del mundo elemental entre (dos tomos, Amsterdam, 1665,1678) de


regiones luminosas del cielo y el caos Kircher. Dichas ilustraciones muestran un
los infiernos. Johann J. Becher fuego central subterráneo comunicado
35-1682) describe asi las combinacio- directamente con los volcanes y las aguas
1 de los elementos: la tierra condensa subterráneas que engrosan los mares su-
trae, el agua abre y purifica, el aire perficiales.
Ja y seca, el fuego separa y consuma».
JJ. Becher, Opuscula chymica, Núremberg,
grabado en cobre está inspirado en las 1719
straciones de <Mundus subterreaneus>

M A C R O C O S M O S : El huevo c ó s m i c o 121
120 E L M A C R O C O S M O S : El huevo c ó s m i c o
EL OPUS MACNUM
En referencia a la obra divina de la creación y al pían
de salvación que le es inherente, el proceso alquimico se
califica de «magna obra». En ella se encuentra una misteriosa
materia inicial, llamada materia prima, en la que las partes
contrarias, todavía aisladas, se oponen violentamente,
pero que poco a poco pasarán a un estado libre de perfecta
armonía, bajo ía forma de «piedra filosofal»
o lapispt)ilosophorum: «Al principio unimos, después
corrompemos, disolvemos lo que ha sido corrompido,
purificamos lo que ha sido disuelto, reunimos
lo que ha sido purificado y lo solidificamos. De esa forma,
el hombre y la mujer devienen uno.»
(Breve tratado de la piedra filosofal, 1778)
Génesis
en la retorta

«Se eleva desde la tierra a los cielos/ dice Hermes Trismegisto en si


Tabla de esmeralda: con tales palabras explica de la forma más b e l !
así como que/ el recipiente alquimico tiene que ser ordenado y dis
puesto. Pues nosotros vemos/ o constatamos/ que el cielo entero/
y los elementos tienen la forma adorable de un ser esférico/ en c u y
centro o en su esencia el calor del fuego subterráneo es eminente-
mente fuerte y poderoso/ y que eleva a los aires la más sutil materi
de los elementos/ elevándose a sí misma de la misma manera.»
(Conrad Horlacíier, Kern und Stern [Núcleo y astro], Francfort, 170
«Esto se produce en el hornillo de atanor de los filósofos/ y se
encierra en una prisión permanente y perpetua/ de forma totalme
transparente/ clara y límpida como el cristal y redonda como la
esfera celeste. (...) Pero este tu cielo tiene que ser preservado por
tres baluartes y muros (hornillo de atanortríple)/ deforma que nc
tenga más que una entrada/ muy bien vigilada: pues la ciudad celes
será sitiada por los enemigos terrestres.» (Anónimo, Nodus Sophic
Enodatus, 1639)
«Es menester que la vasija tenga forma redonda, para que el
artista pueda transformar el firmamento y el cráneo.» (Theatrum
chemicum, 1622)
«La preparación de la piedra (filosofal) se hace según el mode
de la creación del mundo, pues son precisos su caos y su materia
primera, en la que los elementos se mezclan y oscilan de un lado a
otro hasta que el espíritu ígneo los separe. Una vez ocurrido eso, i
que es sutil será llevado a lo alto, y lo que es grosero se precipitar,
al fondo.» (J. d'Espagnet, La obra hermética [Das Ceheime Werk],
Núremberg, 1730)

124 E L O P U S M A C N U M : G é n e s i s en la retorta *us M A C N U M : G é n e s i s en la retorta


125
Génesis Génesis
en la retorta en la retorta

La serie de figuras a continuación está tomada de los <Elementa 1) El emblema del


lapis sobre la luna
chemicae> de J.C. Barchusen, profesor de química en Leiden. Las hi en creciente.
grabar a partir de un viejo manuscrito «para solaz particular de los Hay que someter
dos veces el oro
adeptos de la alquimia». Barchusen pensaba que estos grabados ordinario (el león)
ilustraban la fabricación de la piedra filosofal mejor que todo lo q u al proceso de puri-
ficación por el anti-
habla visto hasta entonces, no solamente por hacerlo de forma má- monio (el lobo),
ordenada, sino también porque describía mejor sus atributos. para librarlo de
sus impurezas.
Para alcanzar el lapis, el alquimista tenía que elegir uno de dos
El dragón es el
caminos: uno corto y «seco», en el que tenía lugar la disolución de mercurio filosofal
(Mercurio).
la materia bajo el efecto del calor exterior y con la contribución de i
«fuego interior», y otro camino, mucho más largo, que sólo llegaba 2) El alquimista
su fin mediante numerosas destilaciones. Es este último camino el procurándose la
ayuda divina antes
que se ilustra aquí. de poner manos a
El papel principal lo desempeña Mercurio, el mercurio filosofa la obra.

pero no se trata del metal de ese nombre, sino de una substancia 3) El caos
misteriosa de origen desconocido.
4) El escudo del
De esta substancia se extrae el espíritu material, el legendario lapis
azogue, que en calidad de agente del opus, emprende el vuelo en
5) Los cuatro
forma de paloma. Al igual que las palomas soltadas por Noé para elementos
saber sí se habían retirado las aguas, su vuelo no cesa hasta la
J.C. Barchusen,
obtención definitiva del lapis.
Elementa chemicae,
En esta serie de ilustraciones y en otras semejantes, la paloma Leiden, 1718

emprende el vuelo y se posa veintisiete veces, correspondiendo


al vuelo de las veintisiete alondras en el mito de William Blake, por
tadoras de las ideas convencionales. No es sino el vigesimoséptimc
vuelo el que trae la iluminación y la irrupción del pensamiento a
partir de los estrechos limites del recipiente. Se aniquila cuando se
ha consumado el lapis.
Los comentarios que acompañan a las ilustraciones se refieren
a las explicaciones que da el propio Barchusen.
Él mismo confiesa no haber sido jamás testigo de una transmut.
ción, y no cesa de insistir en que todo lo que dice no es más que pur
especulación.

126 E L O P U S M A C N U M : G é n e s i s en la retorta PUS M A C N U M : G é n e s i s en la retorta 127


Génesis Génesis
en la retorta en la retorta

6} Las dos gamuzas 10) El contacto


representan el de la luna y el sol
espíritu y el alma, confiere a Mercu-
que se unen el rio la propiedad de
mercurio filosofal. fecundar la tierra.

7) Los seis planetas 11) Es menester que


encarnan los meta- el azufre y el mer-
les emparentados curio se despren-
con Mercurio, dan mediante el
aqui en forma de fuego de la materia
pájaro. El cofre que los contiene.
cerrado significa
que el camino al 12) La purificación
mercurio super- del mercurio
ficial está oculto. filosofal por la
sublimación.
8) Los círculos
interiores repre- 13) El mercurio
sentan los cuatro filosofal combi-
elementos de los nado una vez más
que se compone la con el azufre, para
substancia básica darlugara un
de los siete meta- fluido homogéneo.
les (las estrellas
fijas). J. C. Barchusen,
Elementa chemicae,
g) El azufre (sol) y Leiden, lyiB
el mercurio (luna)
corresponden a los
principios mascu-
linoyfemenino.

J.C. Barchusen,
Elementa chemicae,
Leiden, lyiS

128
ElOpu M A C N U M : G é n e s i s en la retorta
E L O P U S M A C N U M : G é n e s i s en la retorta 129
Génesis Génesis
en la retorta en la retorta

18) El mercurio
filosofal se com-
pone de elementos
volátiles salidos
del mercurio
15) Y la transmuta- (Azogue) y de
ción se opera por elementos sólidos
la disolución en el derivados del
azufre filosofal. azufre (Latona). El
pájaro representa
16) Hornillo de el espíritu mercu-
atanor rial que alienta la
obra.
17) La retorta en la
que el azufre se i g ) - 2 i ) La corrup-
combina con el ción (putrefactío),
mercurio. estado en el que
los cuatro elemen-
J.C. Barchusen, tos se disocian y el
Elementa chemicae, alma abandona el
Leiden, 1718 cuerpo. El pájaro
volando hacia el
suelo indica que el
residuo corporal
debe ser repetida-
mente rociado con
el producto de la
destilación.

J.C. Barchusen,
Elementa chemicae,
Leiden, 1718

130 E L O P U S M A C N U M : G é n e s i s en la retorta 131


Génesis Génesis
en la retorta en la retorta

22)-23) Lo negro 26)-27) La materia


de la putrefacción negra (sapo) se
(nigredo) se puri- fiace blanca
fica con el azogue, cuando se rocía
espíritu viviente con azogue (pa-
extraído del loma); un fuerte
mercurio. calor le obliga a
segregar todos
24)-25) La putre- los elementos
facción (nigredo) fiümedos.
abre el camino a la
unión (conjunctio) 28)-2g) Los
y a la fecundación. elementos se
Es la clave de la reestructuran
transmutación. La bajo el efecto
estrella indica que del calor.
la materia se re-
pliega en si misma, J.C. Barchusen,
portando en su Elementa chemicae,
seno el germen de Leiden, 1718
los siete metales.

]. C. Barchusen,
Elementa chemicae,
Leiden, 1718

MACNUM: Génesis en la retorta


132 EL OPUS MACNUM: Génesis en la retorta 133
Génesis Génesis
en la retorta en la retorta

3 i ) - 3 3 ) La extrac- 34)-36)Ellapís
ción repetida de la adquiere su natura-
esencia mercurial leza ígnea en la
mediante la desti- séptima destila-
lación y su precipi- cíón.
tación en forma
de rocío provocan 37) La aparición
la reestructuración de Apolo y Luna
de los elementos anuncia que es
en el matraz. inminente la trans-
mutación de la
J.C. Barchusen, piedra.
Elementa chemicae,
Leiden, 1718 J.C. Barchusen,
Elementa chemicae,
Leiden, 1718

134 EL OPUS MACNUM: Génesis en la retorta EL OPUS MACNUM: Génesis en la retorta 135

a
Génesis Génesis
en la retorta en la retorta

3 8 ) - 4 i ) El ele- 42)-45) En la
mento húmedo se décima destilación
eleva, seguido del y su consiguiente
aire, en la novena humectación se
destilación del produce un des-
mercurio filosofal. doblamiento de los
elementos.
l.C. Barchusen,
Elementa chemicae, La naturaleza Ígnea
Leiden, 1718 del lapis se depo-
sita en el fondo del
matraz. Asi el agua
se evapora, dando
lugar a la forma-
ción de nubes.

J.C. Barchusen,
Elementa chemicae,
Leiden, 1718

136 EL OPUS MACNUM: Génesis en la retorta >>us MACNUM: Génesis en la retorta 137
Génesis
Génesis
en la retorta
en la retorta

50)-53) Cuanto
46) La última subli-
más transparente
mación del lapis,
y sutil es el lapis,
representado aqui
cuanta más consis-
como un pelicano,
tencia tiene, mayor
pájaro que con su
es su fuerza de
propia sangre
penetración, más
(tintura) vuelve a
vivos son sus colo-
la vida a sus hijos
res. Para intensifi-
muertos (los meta-
car esas cualida-
les vulgares).
des, se producen
otras sublimacio-
47) La fijación d e f i -
nes: el lapis será
nitiva (fixatio)del
fecundado por el
lapis, en forma de
mercurio filosofal
fénix que emerge
(la serpiente) tan-
de las cenizas.
tas veces como sea
necesario, «hasta
48) - 4 g ) Los ele- que la serpiente se
mentos han sido devore la cola» y se
reunidos, y el opus produzca la disolu-
consumado. ción de la piedra.

J.C. Barchusen,
J. C. Barchusen,
Elementa chemicae,
Elementa chemicae,
Leiden, 1718
Leiden, 1718

OPUS MACNUM: Génesis en la retorta 139


138 E L OPUS MACNUM: Génesis en la retorta
Génesis Génesis
en la retorta en la retorta

La disolución del Se vierte nueva-


lapis (54) y las re- mente el Azogue
petidas destilacio- y se aumenta la
nes o sublimacio- temperatura
nes (55) con las (59-60), pues el
humidificaciones alma tiene que
consiguientes transpirar hasta la
(56) producen su evaporación (61).
solidificación (57).
J.C. Barchusen,
j. C. Barchusen, Elementa chemicae,
Elementa chemicae, Leiden, lyiS
Leiden, 777S

140 EL OPUS MACNUM: Génesis en la retorta PUS MACNUM: Génesis en la retorta


141
Génesis Génesis
en la retorta en la retorta

67)-69) Se humidi-
fica nuevamente
la masa, ya que
cuanto más se
destile, mayor
será la fuerza de
penetración y
de tinción de la
piedra.

J.C. Barchusen,
Elementa chemicae,
Leiden, 1718

142 EL OPUS MACNUM: Génesis en la retorta OPUS MACNUM: Génesis en la retorta 143
Génesis
Génesis
en la retorta
en la retorta
75)-78)«Después
70)-74) El suplicio r — de un largo marti-
del fuego, que yo rio y no menos su-
dura varios días, frimientos, heme
produce la madura- aqui resucitado,
ción de la piedra, puro y sin tacha».
que se encamina
asi hacia su perfec- Alma y espíritu
ción y su resurrec- han penetrado el
ción. cuerpo de parte a
parte, el Padre y
el Hijo son Uno,
la caducidad y
y.C- Barchusen, la muerte ya no
Elementa chemicae, tienen poder.
Leiden, 1718
J.C. Barchusen,
Elementa chemicae,
Leiden, 1718

> MACNUM: Génesis en la retorta 145


144 EL OPUS MACNUM: Génesis en la retorta
Génesis
Génesis
en la retorta
en la retorta

Estas m a g n í f i c a s ilustraciones de siete matraces de cristal cerradr


La hoz que Saturno
« h e r m é t i c a m e n t e » provienen del tratado « S p i e n d o r s o l i s » (El espi, (arr¡ba)tiene en la
mano representa el
dor del sol) de S a l o m ó n Trismosin, alquimista a l e m á n del siglo X V
aspecto restrictivo
cuya existencia no ha podido ser d e m o s t r a d a . de la vida. Es la
puerta de la
En el « A u r e u m v e l l u s » (Rorschach, 1598), narra sus viajes a pais,
muerte (a la iz-
lejanos, en los que descubre « o b r a s de cabala y de m a g i a » y el quierda), por la
que debe pasar la
« t e s o r o de los e g i p c i o s » , que no es otro que las « t r e s extraordinai
materia bruta (tie-
tinturas de los grandes reyes p a g a n o s » . rra, a la derecha).
Pero el hecho de
El camino que describe en el « S p i e n d o r s o l i s » para llegar a la
que él, que simbo-
o b t e n c i ó n de la piedra filosofal es tan poco original como el relate liza el principio
sólido, tenga en la
su vida. S e trata de una de las numerosas compilaciones que se ofr
mano el caduceo
cian entonces a la venta, y que b e b í a n en un repertorio limitado d de su adversario,
leyendas, m á x i m a s y doctrinas alquimistas. G o e t h e hablaba en estf el volátil Mercurio,
indica que las opo-
contexto de un m o n ó t o n o sonar de campanas, que incita m á s a la siciones cooperan
locura que a la r e f l e x i ó n . mutuamente de
forma misteriosa.
Pero lo que ha dado celebridad a este tratado son las ilustracic
nes, de las que existen varias versiones. La m á s antigua, datada Mercurio atiza el
fuego en el matraz
en 1535, proviene del taller de i l u m i n a c i ó n de libros de Nikolaus
en el que se en-
G l o c k e n d o n , en N ú r e m b e r g . cuentra el dragón
de la materia
Los matraces que se ven en las p á g i n a s siguientes se refieren
prima, dándole
vagamente a los pasajes de la obra de Trismosin referentes al reino alas que evocan la
vaporización. La
del fuego en el opus, que se orientan por el curso del sol a lo largc
sangre de la que
del z o d í a c o . « S i el sol atraviesa Aries, marca el primer g r a d o » (cale se nutre el dragón
es el espíritu uni-
d é b i l ) ; si pasa por el signo de Leo, la temperatura asciende al cénit
versal, el alma de
y en Sagitario se hace moderada. todas las cosas.

Las ilustraciones combinan las siete fases del opus con los
S. Trismosin,
motivos a s t r o l ó g i c o s , y é s t o s a su vez con las representaciones de Spiendor solis,
los soberanos de los planetas y los hijos de a q u é l l o s . Londres, s. XVI

Se c r e í a entonces que la vida terrestre era el reflejo o la somL


del orden c e l e s t e . No h a b í a destino, rango ni oficio que no estüvi< '
sometido a la influencia de un determinado regente planetario.
En la escuela de Durero se trabajaba en la e l a b o r a c i ó n de reglas a
que estaba sometido el canon medieval de los hijos de los planet.

pstro dragón está muerto: con sangre se le hace revivir.

146 EL OPUS MACNUM: Génesis en la retorta


OPUS MACNUM: Génesis en la retorta
147
Génesis
Génesis en la retorta
en la retorta
La materia ha sido
Después de la sublimada tres
privación satur- veces y se halla en
nina, viene la abun- estado gaseoso,
dancia y el o p t i - como lo muestra el
mismo de Júpiter. número de cabezas
Sus hijos ocupan del pájaro. Marte,
un alto rango en la el dios de la gue-
jerarquía social. rra, interviene. Sus
Bajo sus auspicios atributos, la es-
se produce la fase pada y las lanzas de
del crecimiento los guerreros, sim-
(multiplicatio)en bolizan el fuego,
el opus. La lucha ahora atizado para
de los pájaros, regenerar el elixir,
que portan los tres condensando la
colores del opus, materia y sepa-
indica que la masa rando lo puro de
en ebullición lo impuro.
contenida en el
matraz pasa por un S. Trismosin,
estado transitorio. Spiendor solis,
Londres, s. XVI
5. Trismosin,
Spiendor solis,
Londres, s. XVI

148 EL OPUS MACNUM: Génesis en la retorta


Génesis Génesis
en la retorta en la retorta

El sol reina en el La aparición de


signo de Leo, al Venus en el firma-
que, según la ins- mento anuncia los
cripción que acom- placeres de los
paña a este gra- sentidos; un prodi-
bado, le será dada gioso juego de co-
a comer la materia. lores, que Basilius
Las alas verdes Valentius llama
del monstruo en cola de pavo.
la versión original Semejante al arco
de Glockendon iris, la cola de pavo
corroboran la tesis anuncia, según
deHartlaub(G.F. este autor, «la in-
Hartiaub, Signa minente transición
Hermetis, en de lo húmedo a
«Zeitschrift des lo seco». (Philoso-
Deutschen Vereins phischer Haupt-
für Kunstwiissen- schlüssel) [Clave
schaft» [Revista de filosófica mayor],
la Asociación ale- Leipzig, 1718
mana de historia
del arte], Berlin 4, 5. Trismosin,
1937), según la Spiendor solis,
cual se trataría de Londres, s. XVI
una evocación del
sulfato de hierro,
producto extrema-
damente cáustico
conocido como
caparrosa, vitriolo
o «león» verde. El
sol se encuentra
en la fase del opus
llamada «diges-
tión».

S. Trismosin,
Spiendor solis,
Londres, s. XVI

Dad a nuestro dragón viviente el león feroz, para que lo devore.

150 El OPUS MACNUM: Génesis en la retorta OPUS MACNUM: Génesis en la retorta


Génesis Génesis
en la retorta en la retorta

El carro de Mercu- Luna, que reina


rio va tirado por sobre lo húmedo,
dos gallos. El canto da a luz al rey in-
del gallo anuncia la maculado, con su
aurora. También la túnica de púrpura,
virgen sin tacha, la tintura roja que
que encarna la fase cura todos los ma-
dealbor(albedo), les. «Aqui cesa la
proclama la buena pena del obrero».
nueva. Aunque se Se ha alcanzado un
encuentra bajo el estado que anula
dominio de la no- los avatares del
che y d e la luna, tiempo. Los demo-
lleva en su seno al nes de las esferas
hijo del sol. La ma- planetarias ya no
teria, dice Pernety tienen poder.
en su <D¡ctionnaire
mytho-herméti- S. Trismosin,
que> (1758), ha Spiendor solis,
alcanzado tal grado Londres, s. XVI
de solidificación,
que el fuego nada
puede sobre ella.

5. Trismosin,
Spiendor solis,
Londres, s. XVI

El hijo ha nacido, es más grande que yo. •rte está abolida y nuestro hijo reina con la obra de rojo.


El O,
152 EL OPUS MACNUM: Génesis en la retorta "US MACNUM: Génesis en la retorta 153
La purificación La purificación

Izquierda: horno
antropomorfo

C. Dorn, Aurora,
Basilea, 7577

Derecha: Atanor
en forma de matriz

Andreas Libavius,
Aicliimí, Francfort,
i6o6

De forniceanjtom/fj.

Horno de destila-
ción con conden-
sadores, según
J.R. Glauber
(1604-1570), cono-
cido como el Para-
celso del siglo
El alquimista Lambsprinck con su atanor permitía observar la modificación de XVII, por su des-
de tres torres (árab. at-tannur, horno), el los colores durante el proceso. Efectiv? cripción del sul-
horno de los alquimistas, que también se mente, la piedra indicaba el comienzo v fato de sodio,
llamaba «Fourneau cosmique» y «Fauler final de las diferentes fases, enseñando llamado también
Heinz». Tenia que estar construido de al alquimista los «reinos del fuego». «sal de Glauber».
forma que durante semanas diera un fuego En esa sal veía el
constante, pero irregular. Importante era Lambsprinck, De Lapide ptiilosophico, acceso a un gran
también la «piedrecita de cristal», que Francfort, 1625 arcano, el «Elias
Artista» profeti-
zado por Para-
celso.

J.R. Glauber,
Von den Dreyen an-
fangen der Metalle
(De los tres inicios
de los metales),
1666

154 EL OPUS MACNUM: La purificación


lio,'PUS MACNUM: La purificación
155
La purificación La purificación

Epígrafe: «Su Se consideraba


poder es pleno el atanor, fuente
sí antes se ha con- de calor, el ele-
vertido en tierra.» mento masculino;
el alambique ven-
trudo, receptivo
(lat. cucurbit,
calabaza), el ele-
mento femenino.
El «desposorio
químico» se
consuma tanto
porfuera como
por dentro.

Horno cósmico
(Fourneau
cosmique),
Annibal Barlet,
La théotect^nique
ergo-cosmique,
París, 1653

«Sí alguna vez hice


alquimia, fue de
la única forma per-
mitida hoy en día,
es decir, sin sa-
berlo». (Marcel
Duchamp, citado
«Era un gran horno t r i p l e / provisto de en el centro/ como el inconmensurable por Robert Lebel:
vasos varios/ y cada uno de ellos estaba en mar/(...) El horno (...)/estaba hecho seu.in Duchamp - Von
s u l u g a r ; / e n s u interior se encontraba un tres movimientos perpendiculares/( .) der Erscheinung
caos o un don divino/ semejante al mundo un horno t r i p l e / pero un horno único/ zur Konzeption,
entero/ y en el centro de los vasos podia (...)... Colonia, 1962)
verse una t i e r r a / regada de pequeñas y
claras fuentes/ con colinas y rocas salinas Oswaid Croll, Chymisch Kleinod (Tesoro Marcel Duchamp,
con sus f r u t o s / (...) Las aguas bramaban/ químico), Francfort, 1647 El molino de
chocolate no 2, igi4

156 E l OPUS MACNUM: La purificación MACNUM: La purificación 157


La purificación La purificación

A es la chimenea Esquema del cos-


para que salga el mos en forma de
humo y C la cá- horno, según el
mara de combus- célebre poema
tión del horno. La alquimico de
parte B está divi- Thomas Norton
dida en una zona • Ordinal of Al-
superior, donde se chemy.(i477)en:
hace la destila- 'Theatrum Chemi-
ción, y en otra in- cum Britannicum>,
ferior que sirve de una antología de
«balnea», de baño Elias Ashmole
Maria para los ma- (Londres, 1652)
traces. Hay ade-
más una marmita El fuego repre-
de hierro para cal- senta los infier-
cinar los metales. nos: el abismo, el
D es el zócalo o caos. El mal es el
base inferior. desecho, la ceniza.

DJ. Faber. Diehell- Tilomas Norton,


scheinende Sonne, Tractatus chymicus,
(El sol resplande- Francfort, i6i6
ciente), Núrem-
berg, 7705

158 EL OPUS MACNUM: La purificación OPUS MACNUM: La purificación 159


La purificación La purificación

«Has de saber, hijo mió, que ha cambiado El rey Duenech


el curso de la naturaleza, de modo que (...) (nombre críptico
podrás ver, sin inquietarte demasiado, del vitriolo verde
evadirse los espíritus (...) en el aire; se con- de los alquimistas,
densarán en forma de bestias monstruosas la materia en
o de hombres que vuelan de un lado para bruto) en un «bal-
el otro, como las nubes» (R. LLull, Com- neum», recipiente
pendium en Biblíotheca chemica curiosa, calentado como
tomo I, Ginebra, 1702) un horno en el que
toma un «baño
«Los filósofos han llamado ivapores) a de vapor» para
este •espíritu» y esta •alma» (...) y al igual librarse de la
que lo húmedo y lo seco están en el hom- «bilis negra», de la
bre, nuestra obra no es otra cosa que «basura saturnal».
vapor y agua.» (Turba Philosophorum, El proceso dura
trad. Julius Ruska, Berlín, 1931) «hasta que se cuar-
tea la piel y toma
un color rojizo».

Michael Maier,
Atalanta fuglens,
Oppenheim, 1618

«Tomar un baño de vapor con Saturno»,


equivalía a decir que el paso por este
mundo, valle de lágrimas, era un proceso
de purificación que conducía a la supera-
ción, por parte de la naturaleza humana,
del «hombre viejo».

Wllliam Blake, Death Door, en: Cates of


Paradise (La puerta de la muerte en: Las
puertas del paraíso), 7795

160 EL OPUS MACNUM: La purificación

i OPUS MACNUM: La purificación 161


La purificación La purificación

«Como en un
horno el fuego
calienta la materia
y extrae lo mejor
de ella, el espíritu,
la vida (...) lo eleva
a las alturas, hasta
la parte más alta
del yelmo; allí
se adhiere y final-
monte vuelve a
descender (,..), asi
hará también Dios
el dia del Juicio
Final, separará los
justos de los peca-

'mam.
dores por medio
del fuego. Los
cristianos y los
justos volarán al
cielo y permanece-
rán alli eterna-
mente; los impíos
y malvados, serán
el caldo de cultivo
y el fermento del
infierno.»
(Martin Lutero,
Tischreden)

W. Blake,
Theatrum Chemi-
Last Judgement
cum Britannicum,
(El Juicio Final),
Londres, 1652
i808

uando la imaginación, las artes y las «Si el observador con la ayuda de la imagi-
pncias y todos los dones del Espíritu nación pudiera penetrar en todos estos
nto se consideran vanos y a los hombres detalles, acercándose a ellos con el carro
) les queda competir entre ellos, enton- de fuego del extremo recogimiento (...),
s comenzará el Juicio Final.» Así intro- se levantaria de su tumba y encontrarla al
llce Blake su exhaustivo comentario a la Salvador en los aires, y conocerla la felici-
Wustración del mismo nombre, en la que dad.» (Wllliam Blake, A Vision of the Last
tlescríbe los caracteres que la pueblan. Judgement, i 8 i o )

162 EL OPUS MACNUM: La purificación OPUS MACNUM: La purificación 163


La caída
de Adán

revuelta celeste del soberbio Lucifer, su posterior e x p u l s i ó n a los


El Padre, airado
por la calda; mien- bismos s o m b r í o s y la c a í d a de A d á n que e n t r a ñ a , forman el punto
tras los ángeles
e partida de la f i l o s o f í a h e r m é t i c a . El caos « p r i m a t e r i a l » de los e l e -
del mal son arroja-
dos del paraíso, el ,entos nace de esta doble c a t á s t r o f e c ó s m i c a , material inicial de la
Salvador conduce
ibra. Al artista se le presenta la tarea sobrehumana de devolver este
suavemente a
nuestros primeros siniestro t e r r ó n » , mediante la s u b l i m a c i ó n p e r f e c t a , a su e s t a d o
padres fuera del
riginal y paradisiaco: « E s evidente que la tierra que Dios c r e ó en sus
Edén, pasando por
la comitiva de án- mienzos era perfecta y sin tacha, equiparable a la naturaleza y a la
geles guardianes
rtud de la piedra filosofal (...). Cuando el hombre c a y ó . Dios m o n t ó
sollozantes. Satán
despierta ahora al c ó l e r a y maldijo la tierra roja ( A d á n viene del hebreo adamah.
pecado, la muerte
H e quiere decir <tierra roja>. Se v e í a ahí una a l u s i ó n al color rojo
y el infierno, para
festejar con ellos el lapis), d e s t r u y ó sus proporciones naturales, t r a n s f o r m ó la homo-
el nacimiento de la
eneidad en heterogeneidad y, p o r t r a s t o c a m i e n t o de los e l e m e n -
guerra y la miseria.
Mientras t a n t o , )S, c o n f i r i ó a la materia esa grosera c o n f u s i ó n que le es propia y
el león avizora el
uya consecuencia son la c o r r u p c i ó n y la m u e r t e . » (Julius Sperber, e n :
buey, el tigre el

Í
caballo, buitre y utsches Theatrum Chemicum II, N ú r e m b e r g , 1730).
águila se disputan
S e g ú n Jacob Boehme, la soberbia de Lucifer s u s c i t ó en Dios el
el cordero.»
(Inscripción al lego de la ira en la naturaleza exterior, y «el infinito amor que se
reverso del
anifestaba en la chispa de la vida, p a s ó a ser (...) el a g u i j ó n de la
grabado, 1807)
uerte; del barro hizo el duro trabajo de la piedra, una morada de
W. Blake, liseria». (Boehme, Aurora)
TheFallofMan
La c a í d a de A d á n trajo consigo que el hombre fuera arrancado
(La caída del
hombre), 1807 la unidad original interior y arrojado al mundo exterior de los c o n -
Irios. S e g ú n las e n s e ñ a n z a s c a b a l í s t i c a s , esgrimidas por Paracelso y
Jehme, el A d á n primitivo era a n d r ó g i n o , « h o m b r e y mujer al mismo
Bmpo (...) de raza pura. Podia parir virginalmente a voluntad, su
lerpo podia atravesar á r b o l e s y piedras. Hubiera podido encontrar
sublime lapis philosophorum m á s f á c i l m e n t e que una simple
e d r a » . (Boehme, Vom dreyfachen Leben [De la triple vida])
El a s p e c t o femenino, inherente a la esencia de A d á n antes de
se le retirara de él en el s u e ñ o , era su celeste esposa Sophia
(Sabiduría). Blake la llama « e m a n a c i ó n » ( i r r a d i a c i ó n e n e r g é t i c a y

Í
iritual).
Una vez que A d á n , en su c a í d a , « s e i m a g i n a » estar en el mundo
srior y trueca su cuerpo astral de luz por la « l a r v a » carnal, su

EL OPUS MACNUM: La caída de Adán


lOpus MACNUM: La caída de Adán
164
La caída La caída
de Adán de Adán

c o m p a ñ e r a y matriz le abandona. Desde entonces lleva una existei Impulsado porsu


soberbia. Lucifer
cía s o m b r í a e irreal, es un espectro (en su aspecto masculino).
se eleva en los
El alto grado de a b s t r a c c i ó n del edificio i d e o l ó g i c o de Jacob aires, pero Miguel
y Uriel lo arrojan
Boehme y su lenguaje visionario inspiraron a Dionysos A. Freher
al fuego (4) del
t e ó s o f o de N ú r e m b e r g domiciliado en Londres, una serie de ilustr abismo.

clones que Blake se atreve a comparar con las composiciones de


Los siete números
Miguel Angel. Los emblemas representados aqui, que ilustran la representados
c a í d a de Lucifer y la de A d á n , forman parte de los « H i e r o g l y p h i c a aqui son los siete
espíritus-fuentes
sacra (or Divine E m b l e m s ) » que se encuentran en el a p é n d i c e a los de Dios. Según
cuatro tomos de la e d i c i ó n inglesa de Boehme, editados en 1754 Jacob Boehme,
encarnan las siete
por William Law. cualidades de cada
cosa y los siete
agentes activos
en todo proceso
natural. Freher
muestra su divi-
sión, al estilo de
una célula, en una
zona sombría de
¡ra y en otra zona
La situación
de amor luminoso.
inicial muestra la
El cuarto espíritu,
residencia de la
el fuego, es el
Santísima Trinidad
punto álgido y
rodeada del fuego
axial de esta divi-
de las legiones
sión.
celestes. Dichas
legiones están
subdívididas en
jerarquías; el ar-
cángel San Miguel
(M) y el arcángel
Uriel(U), tienen
alli su lugar. La
tercera, arriba,
está vacia: su
poseedor, el repre-
sentante de Jesu-
cristo, es culpable
de alta traición.

166 EL OPUS MACNUM: La caída de Adán "US MACNUM: La caída de Adán 167
La caída La caída
de Adán de Adán

El signo de la «El que pisa la ser-


reintegración P, piente» se entro-
conocido en la In- niza en la tercera
dia bajo el nombre jerarquía, vacante
5 >
de shríyantra, después de la
simboliza la com- calda de Adán. Él,
pleta compenetra- que encarna el
ción de los sexos. poder curativo de
Para los discipulos la serpiente de
de Boehme, era Moisés, la autén-
«el símbolo de tica tintura, ha
Cristo», que, como desposeído de su
segundo Adán, le poder a la astuta
restituye a éste serpiente:las
su androginidad puertas del Paraí-
«original». so están nueva-
mente abiertas,
y, según el grado
«Por eso Cristo se
de perfección al-
hizo hombre en el
canzado en esta
elemento feme-
vida, las almas que
nino y reconduce
llegan allí encuen-
el elemento mas-
tran obstáculos
culino a la matriz
más o menos gran-
sacra». (Boehme,
des en su travesía.
Mysterium mag-
num)
En el centro se
Esta cualidad le eleva, como un
permitía descen- rayo de ilumina-
d e r á los infiernos, ción, el resplan-
romper las puer- dor, e l « s c h r a c k »
tas, vencerla salnitrico,la se-
muerte, ascender creta sal ígnea de
a las alturas y los alquimistas
cumplir la profe-
cía: «El que abre
brecha, subirá
delante de ellos.»
(Miqueas 2,13)

168
}pus MACNUM: La caída de Adán 169
EL OPUS MACNUM: La caída de Adán
La caída La caída
de Adán de Adán

Con su rebelión. Adán, creado en


Lucifer había lle- estado de pureza
vado su nueva resi- y perfección, se
dencia a un caos encuentra en la
tal, que Dios hizo intersección del
de ella el mundo mundo divino de
visible en seis días. los ángeles con el
Pero este mundo, mundo sombrío
por su estado pro- del fuego. Tres en-
visorio y limitado tidades lo preten-
en el tiempo, tiene den: 1) Sophia (S),
pocos atractivos que se encuentra
para Lucifer, que sobre él, su com-
lo abandona. Fue pañera de juven-
entonces creado t u d ; 2) Satán (S),
Adán como nuevo que está debajo de
ministro, como él, y 3) el Espíritu
«compendio de de este mundo, re-
todo el universo». presentado aquí
Los siete espíritus por las influencias
se manifiestan siderales. Para
como siete poten- obligarlo a tomar
cias planetarias, una decisión, es
que forman «la objeto d e t e n t a -
rueda del miedo ción anteel árbol
de la naturaleza del bien y del mal.
exterior».

Las dos S, Sophia


y Satán, son las
dos serpientes
opuestas del cadu-
ceo de Mercurio,
extremos que hay
que integrar.

170 EL OPUS MACNUM: La caída de Adán PUS MACNUM: La caída de Adán 171
La caída La caída
de Adán de Adán

«El pobre Adán ha Jesús, que es el


caldo finalmente, nombre dado a
ha perdido todo la gracia, lo ha re-
lo que era bueno confortado de tal
y deseable. Yace manera, que se
como muerto en puede tener en
la tierra, en los pie, la base de un
limites extremos triángulo de fuego
del Espíritu de (su alma). Sobre
este mundo.» So- él, el símbolo del
phia lo ha abando- Salvador, sobre
nado, ya que él la base de un
le ha sido infiel. triángulo acuoso.
«Está totalmente Cuando estos dos
desolado y más triángulos se su-
parece estar bajo perponen dando
tierra que domi- lugar a la v , que
narla. Todas las es «el símbolo ma-
estrellas ejercen yor de todo el uni-
su influencia sobre verso», entonces
él». Asi era su es- se consuma la obra
tado después de la de la reencarna-
infracción, antes ción y la reintegra-
de percibirla pala- ción con Sophia.
bra de la gracia d i -
vina: «la simiente
de la mujer pisará
la cabeza de la
serpiente».

EL OPUS MACNUM: La caída de Adán PUS MACNUM: La caída de Adán 173


172
El caos El caos

Ilustración tomada El caos compuesto


del «Libro de de calor, hume-
Urízen», represen- dad, frió helado,
tando el sombrío oscuridad y
escenario de sequedad.
la creación del
mundo: los ele- «Externamente es
mentos femeninos el En-Soph j u d í o ,
se separan a partir amalgamado con
de la cabeza del la noche de Orfeo:
demiurgo como ¡Oh noche, negra
si se tratara de una nodriza de estre-
placenta. «Bajo llas de oro! De
dolores punzan- estas tinieblas han
tes, la vida se pre- salido todas las
cipita hacia el cosas del mundo,
abismo como una su fuente y su
catarata (...). El matriz.» (Thomas
hondo vacio aglu- Vaughan, alias
tina la linfa en los Ireneo Philalethes,
nervios (...), que- Magia adámica,
dando al final un Londres, 1650)
trombo redondo
de sangre que «Como no tiene
pende en el nombre, se le
abismo(...)yque llama hylé, mate-
se ramifica en ria, caos, posibili-
raíces, fibras de dad o susceptibili-
sangre, de leche y dad de ser, o lo
de lágrimas(...).» que sirve de fun-
damento de algo,
W. Blake, The Book u otras muchas
of Urízen (El libro- cosas (...)».
de Urízen), Lam- (Nicolás de Cusa,
beth, 1794 Compendium, ed.
Hamburgo, 1970)

Coenders van
Helpen, Escalier
des sages, i68g

174 EL OPUS MACNUM: El caos 175


El caos

Tras la caída del


hombre, la muerte
y el pecado, centi-
nelas del infierno
escoltan al tenta-
dor hasta la tierra,
«abriendo para él
un ancho camino
( .)atravésdelos
tenebrosos abis-
mos (...)»(John
Milton, Paradise
Lost, 1667/74)

John Martin,
Al borde del caos,
182S

El cosmos del «Paraíso perdido»:

El «mundo nuevo» creado por Dios pende


Después de la calda. Satán se encuentra que Satán debe examinar a fondo la como una esfera cerrada en si misma sobre
con una legión de ángeles caldos, en un especie de que ha sido creado un nuevo el mundo de tinieblas, en el que reinan
lago ígneo en las profundidades del caos. mundo con una nueva generación de «el caos y la antigua noche». En la zona
Poco después, se levanta alli un palacio criaturas. más baja, custodiada por una gran puerta,
formidable y suntuoso según el modelo se encuentra el infierno. Un espacioso
del Panteón griego, el Pandemonio. En John Martin, Los ángeles caídos entrando c camino a través del caos conduce desde el
un extraordinario contubernio, se decide el Pandemonio», s. XIX infierno al mundo nuevo, como una escala
de Jacob negativa.

Homer B. Sprague, La cosmografía de


Milton, Boston, i88g

EL OPUS MACNUM: El caos OPUS MACNUM: El caos 177


El caos

Durante un viaje de estudios a Sicilia, en cendió, colgado de una soga, por el inte B imagino la tierra con su aura vaporosa éste por un sistema arterial de canales de
1638, el P. Kircher presenció una catastró- rior del cráter hasta una gran roca, desde (10 la eterna aspiración y espiración de lava subterráneos, un sistema en el que el
fica erupción volcánica. En el viaje de donde podia vertoda la fragua subterrá- nagno ser viviente» (Goethe, «Conver- agua del mar llega a las montañas a través
vuelta, pasando por Ñapóles, hizo que lo nea (...). Este imponente espectáculo le liones con Eckermann» [Cespráche mit de grandes depósitos subterráneos, para
llevaran al cráter del Vesubio para compro- confirmó la opinión de que el interior de f e r m a n n ] , 1827). Goethe se sitúa asi en fluir finalmente por el cauce de los ríos.
bar si existia una comunicación subterrá- la tierra estaba lleno de magma. En ccnst adición hermético-platónica, según la
nea con el Etna. «Lo que alli vi era horro- cuencia, a partir de entonces considera ^1 los planetas son entes con caracteris- Athanasius Kircher, Mundus subterreaneus,
roso. El tremendo cráter estaba iluminado los volcanes como válvulas de escape ssimilares al cuerpo, animados como Amsterdam, 1682
por el fuego, y de él se elevaba un insopor- del fuego subterráneo.» (K. Brischar,
table olor a azufre y alquitrán. Parecía que R Athanasius Kircher, 1877)
Kircher habla llegado a las riberas del in-
fierno, a la morada de los demonios malig- Athanasius Kircher, Mundus subtcrreaneu'
nos (...). En la madrugada siguiente, des- Amsterdam, 1682

EL OPUS MACNUM: El caos OPUS MACNUM: El caos 179


El caos El caos

"Esta prima mate-


Kircher muestra
ria se encuentra en
aqui la cocción de
un monte que con-
los metales en la
tiene una cantidad
matriz terrestre.
inconmensurable
Aunque no creía
de cosas creadas.
en la transmuta-
Todo el saber del
ción por métodos
mundo se contiene
químicos, hizo
en este monte.
suya la teoría de
No hay ciencia ni
Paracelso de que
conocimiento,
todas las cosas
sueño o idea que
en la Naturaleza
no lo contenga.»
provienen de un
(Abu'l-Qlsim,
germen universal,
Kitab al-'ilm, ed.
el «chaos
Holmyard, París,
sulphureosale
1923)
mercurialis».

Los dos mineros


Athanasius Kircher,
son el espíritu y
Mundus subterrea-
el alma que, con
neus, Amsterdam,
la montaña como
1682
cuerpo, forman la
tríada en el opus.
La luna, flotando
en el agua, simbo-
liza el «fluido vis-
Los mineros ex- coso» y mercurial
traen de la tierra en la destilación
la prima materia, el subterránea.
lapis (pel¡cano)en
estado bruto. Es-
S. Trismosin,
tos modelos de
Spiendor solis,
menguada huma-
s. XVI
nidad sirvieron de
modelo al cuento
de Blanca Nievesy
los Siete Enanitos
(el número siete
hace alusión a los
metales que sim-
bolizaban «las
siete energías
cósmicas coagula-
das»).

Aurora consurgens,
principios del s. XVI

OPUS MACNUM: El caos 181


l8o EL OPUS MACNUM: El caos
El caos El caos

«En uno de los más El sol y la luna


antiguos textos como fuentes de
(alquímicos), <Cart; toda vida sobre y
a Cleopatra», Co- bajo la tierra. En
marlus habla de los las entrañas de la
metales como de madre tierra se
<cadáveres> va- gesta la perfecta
gando p o r e l Ha- maduración de
des, oprimidos los metales. «Las
y encadenados en minas o vetas de
la oscuridad y la metal son compa-
niebla. Pero hasta rables a una matriz:
alli desciende el los filósofos t o -
elixir de la vida, 'el man en su lugar un
agua bendita>, que matraz (...) que
los despierta de llaman su huevo.»
su sueño.» (M.L. (J.J. Becher, Chy-
von Franz, Aurora mischer Rátsel-
consurgens, en: deuter [El adivino
C.G. Jung, Myste- químico])
rium conjunctionis
II, Zúrich, ig57) J.J. Becher, Physica
subterránea, 1703
El descenso del
hombre al valle de
la muerte. William
Blake. 1805

D. Stolcius von Stolcenberg,


Viridarium chymicum, Francfort, 1624

182 EL OPUS MACNUM: El caos OPUS MACNUM: El caos 183


El caos El caos

La «brújula de los
sabios» entre los
polos magnéticos
del opus, simboli-
zados aqui por los
dos pilares masó-
nicos del templo
de Salomón.
Joahin, el príncipe
masculino, fuego
superior (Aesch) y
el aire Inferior;
Boaz, principio
femenino, agua
superior (Mayim)
y la tierra inferior.
Todos juntos en-
gendran el lapis,
que integra la ene-
gia superior (los
planetas) y la infe-
rior. Los materia-
les que componen
el opus son:
tártaro, azufre,
amoníaco, vitriolo,
nitrato, alumbre,
y en el centro, el
antimonio, ele-
mento básico del
que se dice que
es el mayor ve-
neno y el remedio
más eficaz. Su
emblema es el
globo imperial.

Der Compall der


Weisen (La brújula
de los sabios),
Ketima Veré, Ber-
lín, 1782
«El cielo es fuente de toda vida/ (...) pues las tres simientes/ y mezcla la suya con
dispersa por los aires su simiente s u t i l / por ellas, haciendo un ungüento singular/
efecto de sus rayos Ígneos/ que se mezcla y lo alberga todo en su seno. Asi surge i
con la simiente del aire/ y cae en el agua; bálsamo universal, el mercurio del mun:'
el agua/ fecundada por igual por los gér- (...).»(J. de Monte Raphaim, 1727)
menes del cielo y del agua/ desciende a la
tierra/ juntamente con la simiente propia; Manuscrito alemán, s. XVIII
la tierra, al igual que una madre/ concibe

184 EL OPUS MACNUM: El caos EL OPUS MACNUM: El caos 185


El caos El caos

La materia tosca Alegoría del caos


y caótica, esta he- de los elementos
rencia de Satanás y de la necesidad
ydelacaidade de armonizarlos.
Adán, se repre- En el texto se lee
senta aqui como que es preciso
una bestia con prestar atención a
cuernos y corona, la «temperantia»,
de ia que se dice a ta mesura, para
en el Apocalipsis: que ninguno de
«(Estaba) como los elementos del
herida de muerte, opus tenga pre-
pero su llaga mor- ponderancia, lo
tal fue curada. cual conduciría al
Toda la tierra se- desorden repre-
guía admirada de sentado en esta
la bestia (...). (Ap. ilustración.
13, 3). Su exalta-
ción (elevación) Para Lennep, los
pasa por las fases tres pies del ser
conocidas del que se ve aqui alu-
opus, represen- den al trípode o
tado en forma de trébede sobre en
pájaro en el matraz el que se pone al
del centro. La fuego el matraz.
estrella de seis (J. van Lennep,
puntas, símbolo Alchimie, Bruselas,
de la consuma-
1985)
ción, está orien-
tada a Mercurio,
Aurora consurgens,
que es el principio
finales deis. XIV
y el fin.

S. Micheispacher,
Cabala, Augsburgo,
I6i6

186 EL OPUS MACNUM: El caos [ E L OPUS MACNUM: El caos 187


El caos

Una acumulación
de escenas Y per-
sonajes figurando
I « T e digo que yo soy la cosa misma, si bien t ú no puedes tocarme. En
mí e s t á el germen de los animales, de las hierbas y de los m i n e r a l e s . »
( D i á l o g o entre Saturno y un q u í m i c o , Francfort, 1706)
La noche
saturnal

D. Stolcius von
Stolcenberg,
Viridarium
el caos, como se
chymicum,
lo imaginaba pro- i Al principio, C r o n o s - S a t u r n o reinaba glorioso sobre la Edad d e
Francfort, 1624
bablemente el
Oro de la eterna juventud. Pero d e s p u é s d e ser
paganismo. En el
extremo inferior destronado por su hijo J ú p i t e r y, como se dice en la
se ve al siniestro
Miada, « c o n f i n a d o bajo la t i e r r a » , se encuentra en
demiurgo (Cronos)
que mora en el un estado deplorable: encarna la muerte con su
centro de la tierra
hoz en la mano, asi como el aspecto destructor del
circundado por
Ouroboros, ser- tiempo. En el opus figura como s í m b o l o inicial d e
piente de la eter-
la « p u e r t a d e las t i n i e b l a s » , por la que d e b e pasar
nidad. Más arriba,
a la derecha, la materia « p a r a renacer, regenerada, en la luz del
Eneph, el Egipcio
P a r a í s o » (Ireneo Philalethes, Ripley Revived, Lon-
(B) . El huevo que
tiene en la boca dres, 1677). Se le atribuye el estrato inferior, vil y
simboliza el verbo grosero, el poso del edificio del mundo: piedras,
creador. A su lado
se encuentra
tierra y plomo (antimonio). Boehme lo llama « e l
Saturno con la hoz regente frío, r í g i d o , duro y s e v e r o » (Aurora) que La inscripción
(C) . Pan(D) es el sobre este motivo
reo el esqueleto material del mundo. La influencia de su planeta era
Todo, o también el destinado a la me-
fuego espagirico, responsable d e toda suerte de desgracias y calamidades. Para los ditación exhorta al
que disgrega la autoconocimiento
| n e o p l a t ó n i c o s , sin embargo, t e n í a la « f o r m a noble de un p a n t e ó n
«masa caótica». saturnal. «Explora
Los cuatro niños ' ¡ l o s ó f ¡ c o » ( K l i b a n s k y , Panofsky, SaxI, Saturn und Melancholie el interior de la
en la caverna (H) tierra. Mediante
•«Saturno y la m e l a n c o l í a » ] , Francfort, ig92). S e g ú n Plotino
representan los la rectificación
cuatro elementos, 2 0 5 - 2 7 0 ) simboliza el e s p í r i t u puro. Agrippa de Nettesheim (purificación me-
y L e í espíritu de diante destilacio-
1486-1535) lo menciona como « u n gran señor, sabio y cauto, autor
Dios por encima nes repetidas),
de las tinieblas. de la c o n t e m p l a c i ó n i n t e r i o r » y t a m b i é n como « d e f e n s o r y d e s v e l a - descubrirás la
M es la palabra lor de m i s t e r i o s » (De occulta philosophia, 1510). Fue promovido a piedra oculta.»
hebrea berechith, El número de su-
que quiere decir
a t r ó n d e los alquimistas, a figura central con la que se identificaban. blimaciones, siete,
«al Principio». -Blake habla de
los siete hornos
De Hooghe, Hiero- del alma- corres-
glyphica Oder ponde a Saturno
Derikbilder der como séptimo
alten Vólker («Jero- planeta del sis-
glíficos o Símbolos tema cosmológico.
de los Antiguos»),
Amsterdam, 1744

E L OPUS MACNUM: El caos


L OPUS MACNUM: La noche saturnal 189
188
La noche La noche
saturnal saturnal

Ved, el oro está «Toma el lobo gris,


oculto en Saturno el hijo de Saturno
(...) Asi también el (...), y dale en
hombre, después pasto el cuerpo
de la caida, se del rey. Cuando lo
oculta en una haya devorado,
efigie de si mismo, haz un gran fuego
tosca, amorfa, y arroja el lobo
bestial, como encima, de forma
muerta (...)• Es que se queme por
como la piedra completo. De esa
bruta en Saturno forma, el rey será
(...), su cuerpo es redimido.»
un cadáver fétido, (Basilius Valen-
pues vive envene- tinus. Las doce
nado.» (Jacob llaves)
Boehme, De
signatura rerum)
Michael Maier,
Atalanta fugiens,
«Aqui está el más Oppenheim, i6i8
virulento de los
venenos (...), los
bienes del mundo
y un dios terrenal
que tiene en la
mano el derecho
espiritual y t e m -
poral, y el mundo
entero.»
Para la purifica-
Isaac Hollandus, ción del oro
Mano de los (el rey), se hacia
Filósofos, 1667, una aleación de
ed. Viena, 174^ las impurezas del
antimonio, que
se anadian a la
fundición. Como
el antimonio atrae
y consume lo im-
puro, se le llamaba
«imán de los
sabios», "lobo de
los metales» y
también «baño
del rey».

D. Stolcius von
Stolcenberg,
Viridarium
chymicum,
Francfort, 1624

-igo EL OPUS MACNUM: La noche saturnal L OPUS MACNUM: La noche saturnal 191
La noche
saturnal

El Dios Creador
de Blake, un viejo
de barba blanca
llamado Urizen
(nombre derivado
de: <your reason. y
<horizon>) encarna
lo que Novalls
llama «razón petri-
ficante». Bajo la
forma del Dios au-
toritario del Anti-
guo Testamento,
añorante de lo
«sólido», creó la
materia como un
parapeto frente a
la eternidad, que
Blake imaginaba
como una libre
«fluctuación» de
energías. Urizen
es el principio sa-
turnal de «deseca-
ción de fuerzas,
de donde surge
la corporeidad», y
el mundo que ha
creado es «un en-
cierro de la vida».
(J. Boehme,
Aurora) egün el mito griego, Cronos-Saturno está oculta como piensan los prmcipían-
masculó a su padre Urano con una hoz y tes,
inó después sobre la Edad de Oro. Pero en el oro saturnal, sino en la fase negra
IV. Blake, nio le hablan profetizado que uno de sus de la putrefacción, que se encuentra al co-
The Book of Urizen jos lo destronaría, los devoró uno a uno mienzo del opus y está regida por Saturno.
(El libro de Urizen) uando nacían. Su mujer, Rhea, le ocultó
Lambeth, 7794 j tercer hijo, Júpiter, y le dio a comer una Maier establece asimismo un contexto
iledra, que devolvió en seguida j u n t o con genealógico, ya que Saturno es el abuelo
os otros hijos devorados, después de que de Apolo, que encarna el sol, es decir, el
üpíter mezclara sal y mostaza en su vino. oro.

is evidente, dice Michael Maier, que la Michael Maier, Atalanta fugiens,


liedra es de naturaleza química. Pero no Oppenheim, i6i8

OPUS MACNUM: La noche saturnal


192 EL OPUS MACNUM: La noche saturnal
La noche
La noche
saturnal
saturnal

«Saturno se volvió
Los metales se
hacia la mediano-
representan aqui
che con una es-
como niños peque-
pesa humareda
ños «de los que
saliéndole de las
Saturno da buena
orejas; la nariz y la
cuenta». Después
boca exhalaban
de digerirlos, es
también una nie-
decir, de las fases
bla negra y fétida.
turbias de la <solu-
Ello provocó pro-
tio> y de la .putre-
fundas tinieblas en
f a c t i o i . Saturno
la tierra, y la vida
los devuelve para
dejó de existir en
ser posterior-
el mundo, hasta
mente reanimados
que abrió sus ojos
y purificados por
y salieron de ellos
un baño de desti-
llamas de fuego
lado de mercurio,
mezcladas con
que se obtiene ca-
colores extraños.»
lentando (espada)
(Monte-Snyders,
la prima materia
Metamorphosis
(Saturno). Ahora
Planetarum,
ya están dispues-
ed. Viena,1774)
tos para los «des-
posorios quími-
cos», y J ú p i t e r Francisco de Coya,
engendrará con Saturno devorando
Latona(Leto, a sus liijos,
Leda) a Apolo, es 1820-1823
decir, el oro.

De Alciiimia,
Leiden, 7526

EL OPUS MACNUM: La noche saturnal 195


194 EL OPUS MACNUM: La noche saturnal
La noche
La noche
saturnal
saturnal
Espíritu y alma
La «noche de abandonan el
plomo» saturnal, cuerpo envejecido
durante la que el que, representado
cuerpo es presa de por el cuervo,
la disgregación y penetra en el esta-
la corrupción, se dio de negritud
simboliza aqui (nigredo), y en el
con la gran boca de putrefacción.
abierta.
«Cuando llegan de
«En el plomo mora nuevo, esplendo-
un demonio des- rosos, consuman
vergonzado que con él la unión per-
lleva a los hombres fecta: de esa tria-
a la locura.» da nacerá Apolo,
(Olympiodoros, nuestro elegido.»
s.V)
D. Stolcius von
Coosen van Stolcenberg,
Vreeswijk, Viridarium
De Coude Leeuw chymicum,
(El león de oro), Francfort, 1624
Amsterdam, 1676

«Mi espíritu quiere


(me comprende
bien) elevarse con
el alma a las altu-
ras. Para que nin-
gún otro pueda
volar, se cierra la
tumba como es
debido (...). Al
cabo de catorce
dias, me parezco
al cuervo.»

D. Stolcius von
Stolcenberg,
Viridarium
chymicum,
Francfort, 1624

EL OPUS MACNUM: La noche saturnal 197


196 EL OPUS MACNUM: La noche saturnal
La noche La noche
saturnal saturnal

«Ovidio narra el Trismosin informa


caso de un sabio de un ángel (nom-
anciano que quería bre dado a la frac-
rejuvenecer. Para ción de mercurio
ello era necesario sublimado de la
hacerlo pedazos y materia) que ayuda
cocerlos comple- a «un hombre
tamente, pero no negro como un
demasiado. Enton- moro»asalirde
ces los miembros una «sucia viscosi-
volverían a j u n - dad» (el sedi-
tarse y a recuperar mento podrido en
el vigor juvenil.» la retorta), lo viste
(5. Trismosin) de púrpura y lo
eleva consigo a los
La paloma es el cielos. Se trata
espíritu (el desti- una metáfora para
lado) que vuelve a ilustrarla salida
juntarse con lo que momentánea del
queda del cuerpo espíritu y del alma
después de la del cuerpo «me-
putrefacción. diante una cocción
«Cuando Saturno moderada», para
es bautizado con reintegrarse nue-
sus propias aguas, vamente a él con
el cuervo negro nueva consistencia
se echa a volar.» por la «fuerza del
(B. Gutwasser, Espíritu».
1728)

5. Trismosin,
5. Trismosin, Spiendor solis,
Spiendor solis, Londres, s. XVI
Londres, s. XVI

198 EL OPUS MACNUM: La noche saturnal EL OPUS MACNUM: La noche saturnal 199
La noche La noche
saturnal saturnal

«Desciendo liacia El «espectro de


tí, noclie sagrada, la razón» y las
inefable, miste- Fióiiríi X X X «ruedas satánicas»
de la revolución
riosa. A lo lejos
está el mundo industrial arrojan
-sumergido en la sus sombras des-
sima p r o f u n d a - tructivas sobre la
(...) Quiero precipi- Albíón, y de allí a
tarme en gotas de toda la tierra. Las
roció, mezclarme energías creadoras
con la ceniza.» en forma de cisne
(Novalis, Hymnen se encuentran
an die Nacht, como paralizadas
[Himnos a la en las sombrías
Noche]) «aguas egipcias»
del materialismo.
«Vi de lejos una
gran nube oscure- El cisne simboliza
ciendo toda la el blanqueado
tierra, absorbién- (albedo) en el
dola, y con ella opus. Cuando se
mi alma, a la que eleva, «la vida
aquella cubría; y vence a la muerte,
htd ¿te SparM
como las aguas y el rey ha resuci-
'.as. KV"^ ur'/ > ^'
se abrieron paso tado». (J. Pernety,
hasta ella, se pu- Dictíonnaíre
drieron y corrom- Mytho-Herméti-
pieron a la vista de que, 1787)
los infiernos y de
muerte sombría, W. Blake,
pues las a aguas Jerusalén,
me habían engu- 1804-1820
llido. Entonces los
etíopes caerán
ante mí y mis ene-
migos lamerán mí
tierra.» (Aurora
consurgens, s. XIV
v i d . t r a d . M.L.
von Franz, Zúrich,
1957)

Sapientía veterum
philosophorum,
manuscrito, s. XVIII

200 EL OPUS MACNUM: La noche saturnal EL OPUS MACNUM: La noche saturnal 201
La noche La noche
saturnal saturnal

Frontispicio
de America:
A Prophecy
(América:
una profecía). Los neoplatónicos de Florencia ensalzaban quintaesencia), cuerpo puro (cordero) y
W. Blalre. Lambetli, la «bilis negra» del temperamento llamado alma inmaculada (esfera blanca) después
1793 saturnino como una disposición de ánimo de ascender los siete tramos de la escala
propensa a estimular el genio y el conoci- de la sublimación. El cuadrángulo de
miento profundo del ser. El crisol (cruci- signos numéricos encima del ángel es para
bile), en la margen izquierda del grabado, propiciar el influjo curativo de Júpiter.
simboliza la via cristológica de la purifica-
ción, lograda mediante la trinidad que A. Durero, La melancolía i 1514
componen el espíritu más sutil (icosaedro:

202 EL OPUS MACNUM: La noche saturnal EL OPUS MACNUM: La noche saturnal 203
La noche El martirio
saturnal de los metales

<'La gran obra filo- El notario parisino


sófica no es más Nicolás Flamel
que un proceso descubrió, en 1357,
de disolución y un libro misterioso
solidificación: de hojas de cuero
disolución del ót^erp ^ a ~ L í ; f é^em SXiikon étc ^^le^e í i é ; > á e r grabadas con
cuerpo y solidifica- figuras jeroglífi-
ción del espíritu.» cas, cuyo descifra-
(J. d'Espagnet, miento por un
Das geheime Werk, docto judío permi-
Núremberg, 1730) tió a Flamel las
más logradas
Saturno, cuyo transmutaciones.
nombre es para
Fulcanelli el ana- Según la interpre-
grama de ^natu- tación de Eleazar,
res>, es el principe se prepara el dra-
corporal, la raíz del gón a partir del vi-
opus. Lleva el fruto triolo filosófico;
de oro, pero «el representa la vía
artífice de este seca, lo mismo que
niño es Mercurio». Saturno-Antimo-
{Jacob Boehme, nio representa
De signatura la vía húmeda.
rerum) Combinándose
con Mercurio,
J.C. von Vaander- ambos conducen a
beeg, Manuductio la fijación de éste.
Hermetico-Philo-
sophia, Hof, 1739 Abraliam Eleazar,
Opus chymicum
antiquum, Leipzig,
1760

204 EL OPUS MACNUM: La noche saturnal EL OPUS MACNUM: El martirio de los metales 205
El martirio El martirio
de los metales de los metales

«Sépase que hay


tres calcinaciones:
dos de ellas co-
rresponden al
cuerpo, y la ter-
cera al espíritu. La
primera consiste
en desposeer la
materia de su hu-
medad fría {el
cuerpo lunar). En la
segunda, se le des-
poja {por el cuerpo
solar) de su mate-
rialidad {lo
calcáreo)». La ter-
cera es «la extrac-
ción de la quintae-
sencia a partir de
los elementos» {las
cuatro flores en la
retorta).

«Hay que calcinar fuertemente los metales (Rosarium philosophorum, 1550, Weín-
hasta reducirlos a una ceniza clara y pura heim, 1992)
(...) Y t ú , pecador, piensa que te será nece-
sario sufrir alguna muerte si quieres ser «No se puede transmutar una cosa en ot
como la roja piedra dorada y ascender a de diferente naturaleza si antes no ha sic
los cielos de la luz.» (Buch der Heiligen reducida a ceniza, cal o tierra.» (Anónimt
Dreifaltigkeit [Libro de la Santísima Trini- Nodo Sophico Enodato, 1639)
dad], comienzos del s. XV)
En el fondo de la tumba, en la ceniza
«La calcinación es el paso a una especie de residual, se encuentra la diadema del rc\
ceniza blanca o tierra o cal blanca con la (Livre d'Arthépius, Bibl. des Philosopheí
ayuda del espíritu de nuestro magisterio: chimiques, París, 1741)
se opera por nuestro fuego, es decir, con el
agua de nuestro Mercurio.» Aurora consurgens, s. XVI Aurora consurgens,
comienzos deis. XV

El ser alado y fabuloso representa el co- y exterior. La materia muerta es vivificada


mienzo de la pulverización, la «renovación en la retorta por «aqua permanens»
filosofal». La espada y la flecha ilustran la (Mercurio) y destilada doce veces.
intervención destructiva del fuego interior

206 EL OPUS MACNUM: El martirio de los metales EL OPUS MACNUM: El martirio de los metales 207
El martirio
El martirio
de los metales
de los metales
En su representa-
El «Libro de la
ción del pecado
Santísima Trini-
original de Adán
dad» (1415-1519)
(el oro) y Eva (la
atribuido al monje
plata), el autor re-
franciscano Ul-
cuerda que fue la
mannus, es uno de
lujuria la que dio a
los testimonios
los metales el es-
más antiguos y
tado de impureza.
relevantes do un
La lanza simboliza
pensamiento que

JP
la purificación por
combina la repre-
el fuego. La horca
sentación del pro-
evoca el martirio
ceso químico con
del hierro (Marte);
la mística e icono-
el cobre (Venus)
grafía cristianas.
es decapitado;
Esta obra, aún hoy
Saturno sufre el
dia en gran parte
suplicio de la
enigmática, no es
rueda («la rueda
homogénea, sino
de la angustia» de
hecha de estratos
Boehme). El ánfora
múltiples; «Hay en
& f » « í f t i i i : J l w c t ^ ^ - . f i c p i Bit - de cinc jupiterina
ella un arte consu-
contiene la «hiél
mado, que com-
Mñi&tt '~S^ fie íTMJ ^ c f c w W saturnal», y losda-
bina lo natural con
d05 mercuriales
lo sobrenatural, lo
aluden al juego de
humano con lo di-
los soldados bajo
vino.» El laberinto
la cruz.
de correlaciones
y de analogías, Mr^ (^v( s-*-;.'! ' 10! > ' •
que Ulmannus El Libro de la
traza con un su- Santísima Trinidad,
gestivo lenguaje comienzos del s. XV
cifrado, muestra
una sorprendente
semejanza con el ; Í ^ -
sistema de Jacob
Boehme. V>-S«\'!'>'VL>.IV.--V'. ,V í 3 " y ^

El Libro de la
Santísima Trinidad,
comienzos del s. XV

OPUS MACNUM: El martirio de los metales 2og


208 EL OPUS MACNUM: El martirio de los metales
El martirio El martirio
délos metales de los metales

«Sácale el alma El alquimista


y vuélvesela de griego Zósimo
nuevo, pues la (s. IV) menciona
ruina y la destruc- una transforma-
ción de una cosa ción de los cuer-
es el engendra- pos en espiritos
miento de la otra. puros mediante el
Es decir: se le descuartizamiento
quita el fluido de- ritual. Se habla
sintegrador y se aquí de miembros
mezcla con su cortados «tan
fluido natural, blancos como la
que será su perfec sal». (Los filósofos
ción y su vida.» herméticos dicen
(Aurora consur- que la sal en la
gens, según trad. ceniza calcinada es
deis. XVI} la clave del éxito.)
Pero la cabeza es
de oro. El cruel
Aurora consurgens,
ejecutor de rostro
comienzos del
negro tiene en la
S-XVI
mano derecha la
espada de doble
filo, figurando los
dos fuegos, «y en
la izquierda una
hoja donde está
escrito: t e he
matado para que
reboses de vida
(...). Esconderé t u
cabeza para que
no te vea el mun-
do (...)».

S. Trismosin,
Spiendorsolis,
Londres, s. XVI

EL OPUS MACNUM: El martirio de los metales EL OPUS MACNUM: El martirio de los metales 211
210
El martirio El martirio
de los metales de los metales

Una parábola El rey Urizen se


¡lustrada repre- sumerge en el
sentando la «pre- «fluido sulfuroso
paración de los de sus sueños», de
fluidos destructi- los que ha creado
vos» (putrefacción. el «viejo cuerpo»,
Saturno) y la el reino de la ma-
«renovación por el teria como «aguas
fluido esencial» superiores de la
(el agua mercu- Naturaleza».
rial): «los antiguos (Jacob Boehme)
vieron (...) un
vapor acuoso que Vi/. Blake, El libro
subía de la tierra de Urizen,
para regar todo el Lambeth, 1794
suelo» (1 Gen. 2,6)
y los monstruos
del mar(...)yla
tierra que se volvió
fétida en las tinie-
blas, y vieron bajar
al rey de la tierra y
oyeron que decía:
quien me salve (...)
reinará en mi
pureza sobre mi
trono real (...).
Al dia siguiente
vieron algo seme-
jante al lucero del
alba elevándose
por encima del rey
y vieron la luz del
día (...) Sobre su
cabeza había tres
coronas preciosas
de hierro, plata y
oro (...)».

5. Trismosin,
•^'•'mta( f - i n ' r - f r ¡ ^ = ^ -

Spiendorsolis,
Londres, s. XVI

«Trabajo para el porvenir»

212 EL OPUS MACNUM: El martirio de los metales EL OPUS MACNUM: El martirio de los metales 213
El martirio
El martirio
de los metales
de los metales
«Osiris fue pérfi-
Michael Maier damente asesi-
observa que si se nado porTyphon
saca al rey de la {Seth), quien hizo
mar roja {el agua cuartos su cadáver
mercurial), hay y los dispersó.
que procurar que Pero Isis los reco-
no pierda su co- gió de nuevo y
rona, ya que las recompuso el
piedras preciosas cuerpo, a excep-
que lleva engasta- ción de su miem-
das tienen pode- bro viril, que se
res curativos. Hay perdió en el agua.
que meterlo en El azufre es ca-
seguida en un duco y por eso
baño de vapor renace.»
para que pierda el
agua tragada, y
después hay que
casarlo para que
engendre un
vastago real.

Michael Maier,
Atalanta fugiens,
Oppenheim, i6i8

«El rey que nada en la mar, grita a pleno


¡SOCORRO!
pulmón: el que me salve será magnifica-
¡SOCORRO! El hermano y la hermana, los esposos Isis transmutándola en la naturaleza que le es
mente recompensado.»
Osiris, representan la relación inherente propia.» (Rosarium philosophorum)
al lapis, la de la Luna -Mercurio y S o l - azu-
fre. A Typhon-Seth le corresponde el pa- El que desaparezca el miembro viril del
pel de Saturno, el separador. rey, después de haber juntado sus cuartos,
indica que la materia se ha convertido en
«Debes saber, hijo mió, (...) que nuestra una substancia homogénea, que los filóso-
piedra se compone de cuatro elementos fos herméticos llaman «rebis» o «herma-
(...). A nosotros nos compete el dividirla frodita».
y descomponerla en sus miembros (...),
Michael Maier, Atalanta fugiens,
Oppenheim, 1618

W. Blake, The Gates


ofParadise, 1793

EL OPUS MACNUM: El martirio de los metales


EL OPUS MACNUM: El martirio de los metales 215
214
La «Prepara al principio la maravillosa agua de vida, purifícala La
y ponía a buen recaudo. Pero no creas que esta agua pura
resurrección y limpia no es el claro fluido de Baco(esp(>/tude/Wno).» resurrección

El hijo y los criados La preparación de


piden al rey que la fosa.
l e s d é poder sobre
el reino (oro:
ruego, en latín; or:
anagrama de or,
oro en francés y
luz en hebreo).

El hijo (Azogue) «Padre e hijo caen


mata a su padre en la fosa por un
proceso de arte»
(QUADR. = los cua-
tro elementos).

El hijo intenta huir,


pero lo impide un
y recoge su tercer personaje
sangre. salido de los dos
primeros ( ^ e s el
alambique).

Janus Lacinius,
Pretiosa Margarita, Janus Lacinius,
Vcnecia, 1546: Pretiosa Margarita,
Leipzig, 1714

216 EL OPUS MACNUM: La resurrección EL OPUS MACNUM: La resurrección 217


La La
resurrección resurrección

Después de la
disolución, la
materia se cuece
hasta ponerse ne-
gra, se humedece
con el «agua de
vida» (aqua vitae)
y se cuece nueva-
mente hasta blan-
quearla. Un ángel
llega y arroja los
huesos (la sal) en
la tierra blanca,
que hay que cocer.

Después de Los siervos piden


enfriarse, se ve el a Dios que les
resultado de la devuelva el rey.
putrefacción.
(LAS: anagrama
de sal.)

Los huesos son Los ángeles traen,


retirados de la uno a uno, los
fosa. huesos hasta la
fijación total de la
tierra, que toma
entonces un color
rojo rubi. (Ro viene
del lat. <Ros>:
roclo; lat. <Rosa>:
la rosa, nombre
eufemístico de
tártaro.)

Janus Laciníus,
Pretiosa Margarita,
Leipzig, tjl4

218 EL OPUS MACNUM: La resurrección EL OPUS MACNUM: La resurrección 219


Las etapas de la Gran Obra: regicidio, putrefacción y resurrección, se La
La
encuentran de nuevo en los grados superiores de la Francmasonería. resurrección
resurrección
En sus ceremonias se celebra el ritual de la muerte del legendario
El rey es ahora
constructor del templo de Salomón, Hiram Abif.
de naturaleza Hiram fue asesinado con los tres utensilios de la masonería, la
espiritual.
regla, la escuadra y el martillo, portres compañeros que querían
sacarle la palabra maestra; Hiram fue enterrado en un túmulo en el
que los asesinos plantaron una rama de acacia para reconocerlo.
Como la antigua palabra maestra estaba definitivamente perdida
(al parecer era «Jehová: el fuego central») la gente se conformó con
«mackbenach» o «mach-benak», grito que dio uno de los que descu-
brieron el cadáver en putrefacción.
Esta nueva palabra maestra se interpreta de diferentes maneras:
«la carne se separa de los huesos», «vive en el hijo», «hijo de la putre-
facción», «un masón ha sido asesinado» o «mach: putrefacción,
Y tiene el poder
de convertir en benach: aparente».
reyes a sus siervos. El sentido del ritual es la unión de cada nuevo maestro con Hiram
El hijo falta. Se ha
hecho uno con el y la perpetuación hasta el infinito del ciclo tradicional de muerte y
Padre. nacimiento.
En esta fase de La muerte y resurrección de otro tipo de masón es tema de la
la proyección, el obra críptica de Joyce. El masón se llama Tim Finnegan, a veces
lapis pulverizado
tiene la f u n c i ó n
«Fínnagain (...) of the Stuttering Hand», un «freemen's masón», que
de enzima que se encuentra la muerte al caer de un andamio y es llevado a la tumba.
añade a la fusión
de los metales
Los invitados al alegre funeral asisten a su resurrección en el mo-
vulgares. mento mismo en que el sonoro descorchar de una botella de whisky
lo devuelve a la vida. El whisky es el elixir,»la wise key», la clave de
la obra: la palabra perdida de Hiram Abif y el miembro perdido de
Osiris. Descubrir este miembro significa reunir nuevamente el
principio y el fin de este libro que «niega el fin» (fin negans), consu-
Janus Lacinius, mar el Guroboros. El miembro es una sílaba que se encuentra bajo
Pretiosa Margarita,
Leipzig, 1714
los huesos traídos por los ángeles (cf. págs. 634-635).

Los alquimistas «poseían todavía un se- ficado y modificado progresivamente,


gundo tártaro (...): el «tártaro secreto de añadiéndole ácidos y sales minerales para
los adeptos», que a causa de ciertas pro- mantener su menstrua mineralis, gracias a
piedades comunes con el alcohol, y para la cual son capaces, no sólo de disolver los
enmascararlas, se le llamaba también tár- metales, sino de licuarlos (...)». (Alexander
taro. Su forma química es conocida, pero von Bernus, Alchemie und Heilkunst [Al-
los latroquimistas, mediante numerosas quimia y medicina], Núremberg, 1969)
cohibiciones y extracciones lo han intensi-

EL OPUS MACNUM: La resurrección 221


220 EL OPUS MACNUM: La resurrección
La La
resurrección resurrección

La logia en la Los paneles como


recepción del éste evocan, en el
maestro: lenguaje de los
Rosa-Cruz, «en un
A: colocación del sentido místico
venerable Gran general, la putre-
Maestro, en el facción que hacía
Oriente que las partículas
más ínfimas del
B: altarcon biblia cuerpo se disolvie-
y martillo ran, liberando el
fuego oculto en
G: la antigua él». (Signatstern,
palabra maestra Stuttgart, 1866)
sobre el féretro
El «pavimento de
K: lágrimas verti- mosaico» con las
das en la muerte baldosas blancas
de Hiram y negras se remite
a la bipolaridad
LM: túmulo con la de la existencia t e -
rama de acacia rrena: la quimera
de l u z y t i n i e b l a s ,
O: puestos de los N agente y paciente,
principales oficia- forma y materia.
les de la logia Conduce a lo
más santo con el
X: los novicios, eterno fuego
al Occidente espiritual de
Jehová, un fuego
Representación que ningún mortal
ceremonial, lla- puede ver.
mada «tapiz»,
tiene su origen en Pane! del tercer
los dibujos simbó- grado (Maestro),
licos trazados con Inglaterra, hacia
t i z a y carboncillo 1780
en el suelo de los
albergues en los
que se reunían las
primeras logias
masónicas.

L'ordre des Francs-


Magons trahi...,
Amsterdam, 1745

X Q

222 EL OPUS MACNUM: La resurrección EL OPUS MACNUM: La resurrección 223


La
La
resurrección
resurrección

"Nuestra ciencia
La «fermentación»
quimica se parece,
de los metales:
en el conjunto de
sus operaciones, a
«Lo que tú siem-
un campesino que
bras, insensato, no
prepara el terreno
revive si no muere
y siembra el
(...). Se siembra en
grano».
vileza y se levanta
en gloria {...). Se
Tanto el alquimista
siembra cuerpo
como el agricultor
animal y se levanta
deben observar
cuerpo espiritual.»
exactamente las
(i.Cor. 15, 36-44)
estaciones, si
quieren obtener
buenas cosechas. D. Stolcius von
Stolcenberg,
Viridarium
Michael Maier,
chymicum,
Atalanta Cugiens,
Francfort, 1624
Oppenheim, 1618

La alquimia es la
La cruzy el cua-
«agricultura ce-
drado del sepulcro
leste». Se añaden
forman el símbolo
a la materia, como
de la sal tartárico %
fermento, el oro
del ácido tártrico,
(Sol) y la plata
cuyo espíritu
(Luna), para su
«sublima todos los
propagación. Si
metales (...)»
siembras estas dos
(Basilius Valentius).
cosas tan conoci-
Las cruces en se-
das en nuestra
gundo término V
tierra, verás esta
indican la fermenta-
llama viva dar sus
ción del mercurio
frutos».
con su propio azu-
fre. Asi se llega al
D. Stolcius von fin •, «nuestro
Stolcenberg, oro».
Viridarium
chymicum,
Francfort, 1624 D. Stolcius von
Stolcenberg,
Viridarium
chymicum,
Francfort, 1624

224 EL OPUS MACNUM: La resurrección


EL OPUS MACNUM: La resurrección 225
La La
resurrección resurrección

Sol y Luna forman El «sombrío fuego


todavía «una dua- tangible» del sol
lidad», situados negro segrega el
uno al lado de la alma y el espíritu
otra en el féretro del cuerpo en
vitreo de la retorta putrefacción.
(¡Blancanieves!). «Debes saber que
Resucitarán des- eí cuervo es la
pués de la putre- cabeza del Arte.
facción y «de dos Si se decapita,
cosas harán una» pierde la negrura
(rebis). y adquiere el más
inmaculado de los
D. Stolcius von colores.»
Stolcenberg,
Viridiarium D. Stolcius von
chymicum, Stolcenberg,
Francfort, 1624 Viridarium
chymicum,
Francfort, 1624

«La putrefacción
es una maravillosa
No puede haber forjadora», pues
resurrección sin transmuta unos
la muerte por el elementos en
fuego (vela), pues otros. «No dejará
en la ceniza se en- de operartales
cuentra la «sal de transmutaciones
la glorificación» hasta que el cielo
(cruz y cubo: la sal y la tierra se fun-
tartárica), que trae dan en una masa
nueva vida (el vidriosa».
tronco de árbol en (A. Kirchw/eger,
flor). El pavo en la Aurea catena,
torre de la iglesia 1781)
anuncia la fase del
policromía.
D. Stolcius von
Stolcenberg,
D. Stolcius von Viridarium
Stolcenberg, chymicum,
Viridarium Francfort, 1624
chymicum,
Francfort, 1624

226 E l OPUS MACNUM: La resurrección EL OPUS MACNUM: La resurrección 227


La La
resurrección resurrección

« ¡ H o m b r e desven- Urizen se ha escin-


turado! ¡Estás 7 dido de la eterni-
condenado a dad y se incuba
cobrar aliento en a si mismo «en
este execrable un sueño petrifi-
e sq u e le t o !» Áv^y.O. .. ,ii,-/7/,-:,. .X-, - « « « ' ' ' t : V - - « « « í ^ ^ cado». Es el
cuerpo del mundo.
Pia Desidería, r>»^/ — ^ _--_,p.,_jr { . ) ' / / ( • j,y.rW « sÁuaarit,.e> liar : «Eones y más eo-
Hermán Hugo, nes pasan sobre él
Amberes, 1624 (...). En una horro
rosa pesadilla, su
poderoso espinazo
se tuerce a merced
del viento, y de él
brotan dolorosa-
mente las costillas,
como la bóveda
de una caverna;
los huesos helaron
sus nervios de la
alegría (...).»
(W. Blake)

«Asi como el crá-


neo del hombre
abarca y limita el
cerebro (...), la
energía saturnal
encierra, contiene
y consume t o d o lo
material y tangi-
ble.» (J. Boehme,
Aurora)

W. Blal<e, El libro
de Urizen, Lam-
beth, 1/94

228 EL OPUS MACNUM: La resurrección EL OPUS MACNUM : La resurrección 229


Aurora Aurora

En la figura de Los, Urizen, señor


el profeta de la del sol material,
imaginación, Blake gozaba antes de
ha incluido la con- eterna juventud
cepción que tenia y encarnaba la
Paracelso del «confianza y la
«volcán interior» certidumbre»,
(Archeus), al que pero, después de
llama «artífice y retirarse de la
artesano de todas eternidad, encarna
las cosas». Es el la duda destruc-
fuego secreto que tora y la razón
en el interior de la calculadora.
Naturaleza trans-
forma el espíritu Por opuestos que
divino en materia. sean Urizen y Los
«en el mundo ute-
Sendivogius, discí- rino», en la eterni-
pulo de Paracelso, dad eran gemelos
lo llama «sol cen- univitelinos. Bajo
tral, corazón del tremendos dolo-
mundo» («Los» es res, Urizen llegó a
anagrama de Sol). desprenderse de
El acto satánico Los.
de Urizen, consis-
tente en separarse W. Blake,
de la eternidad en El libro de Urizen,
la que estaba, lo Lambeth, 1794
arroja al vacío, al
que debe darle
forma y contorno.

W. Blake, El libro
de Urizen, Lam-
beth, 1794

230 EL OPUS MACNUM: Aurora EL OPUS MACNUM: Aurora 231


Aurora

El Rey Sol gobierna el signo de Leo. En los Para Julius Sperber, la circunferencia
Saturno reina sobre los signos zodiacales tiempo que pasa, sino también de la prima
torneos y la lucha se manifiesta la priori- (Saturno como planeta más lejano) no es
de Acuario y Capricornio. Sus hijos son materia, de todos los metales: conforme
dad dada al cuerpo por mis hijos. Mientras otra cosa que la proyección hacia afuera
pobres y necesitados, campesinos unidos a la naturaleza, en su reino alquimico se
Saturno representa el estado inicial, inma- del centro (Sol), y viceversa.
a la tierra, eremitas solitarios, prisioneros da la verdadera edad de oro.» (Heinrich
d u r o y t ó x i c o de la materia, el Sol muestra
y criminales, pero también los represen- Kunrath, Vom hyiealischen Chaos [Del caos
su madurez definitiva tras pasar por las De Sphaera, manuscrito italiano, s. XV
tantes de las ciencias geométricas y astro- hílico»], Francfort, 1708)
siete esferas.
nómicas. «Los antiguos consideraban a
Saturno no solamente encarnación del De Sphaera, manuscrito italiano, 5. XV

EL OPUS MACNUM: Aurora


232 EL OPUS MACNUM: Aurora
Aurora Aurora

El sol negro es el El sol interior


más exterior, cuyo como símbolo del
«fuego oscuro y lapis, del rojo león
devorador» lleva alado, que «arre-
todo lo material a bata al hombre de
la putrefacción. este valle de lágri-
En el «Libro de la mas, es decir, de
Santísima Trini- las tribulaciones
dad», se dice que de la pobreza y de
A d á n , culpable del la enfermedad,
pecado origina!, para elevarlo entre
está hecho «del alabanzasy los
fuego del sol ne- honores lejos de
gro». En la alqui- las fétidas aguas
mia árabe, «el sol egipcias, que son
negro o la sombra el pan cotidiano
del sol» simboliza del hombre mortal
las impurezas del (...)»(Nicolás
oro vulgar, que hay Flamel, Chymische
que purificar. Wercke, ed.
Hamburgo, 1681)
5. Trismosin,
Spiendorsolis, S. Trismosin,
Londres, s. XVI Spiendorsolis,
Londres, s. XVI

234 EL OPUS MACNUM: Aurora EL OPUS MACNUM: Aurora 235


Aurora Aurora

Stefan Fuchs,
La gran mañana,
cemento Y madera
sobre tapiz,
300x400cm, igSg

«It darkies, (tinct, tint) all this our funna- de estas prácticas y la medianoche es el
minal worId (...). We are circumveiloped by instrumento acabado de la renovación
obscuritads. Man and belves frieren {...). interior, el Oriente es el inicio de la luz y
The time of lying together will come and anuncia con su movimiento hacia el medio-
t h e w i l d e r i n g of the n i c h t t i l l cockeedo- día la consumación de la obra.» {George
odle aubens Aurore.» (J. Joyce, Finnegans Ripley, Chymische Schriften, Viena, 1756)
Wake)
Jacob a Bruclí, Emblemata Política, Colonia,
«Asi como el Occidente marca el comienzo 1618

236 EL OPUS MACNUM: Aurora


EL OPUS MACNUM: Aurora 237
Aurora La primera parte de «Aurora consurgens» (La aurora despuntando) es Aurora
un Piimno a la sabiduría (sophia) surcado de alusiones al Cantar de los
Cantares, tomadas en un sentido químico.
La ilustración superior en la página de la derecha representa a '(...) Así es la au-
rora en el apogeo
Sophia como Aurora, como áurea hora, hora de oro, que significa el de la fase de enro-
fin de la noche de la ignorancia y de la putrefacción destructiva de la jecimiento: el fin
del reino de las t i -
materia. Aquí está amamantando a los filósofos con su «leche virgi- nieblas y la expul-
nal», el agua mercurial. Tocada con la corona «hecha de rayos de las sión de la noche,
ele esa noche de
doce estrellas luminosas», lleva en el rostro el rojo definitivo y en- invierno donde
carna asi la «Sophia so/ary celeste», mientras que el negro personaje quien anda incau-
tamente por ella,
femenino de abajo representa la Sophia lunar, prisionera de la mate- corre el riesgo de
ria. En el texto se la compara con la reina de Saba que, en el Cantar tropezar.»

de los Cantares, dice ser negra como las hijas de Kedar: «No hagáis
caso de mi negrura, el sol me ha bronceado así». Para gritar desde lo
profundo de la materia: «Los abismos han cubierto mi rostro y la tie-
rra está corrompida e impura en mis obras, pues la tinieblas estaban
por encima de ella, pues estoy hundida en el fango de las profundi-
dades y mi substancia no ha sido todavía manifestada». (Trad. M.L.
von Franz, en: C.G. Jung, Mysterium Conjunctionis, Zúrich, 1957)
«Dirigios a mí
Las vírgenes negras representan, según Fulcanelli, «en el simbo- desde el fondo de
lismo hermético, la tierra virgen que el artista debe tomar como su- vuestro corazón y
no me rehuséis por
jeto de su obra. Es la prima materia en su estado mineral, y proviene ser negra y oscura;
de yacimientos de metal profundamente enterrados bajo las masas el sol me ha bron-
ceado y los abis-
de piedra». (Fulcanelli, Le Mystére des Cathédrales, París, 1964) mos han tapado mi
En la gnosis y en la cabala, Sophia (cf. págs. 500 ss.) reúne los rostro.»

caracteres de la desposada virginal y de madre engendradora, la


Sophia está sobre
Mater Materíae. La semilla que recibe, se dice en «Aurora consur- la luna llena, cuyo
pigmento platea-
gens», produce un triple fruto. Y ese fruto que lleva en su seno es el
do se ha oxidado
caduceo tripartito, el Cristo-Mercurio, la serpiente curativa, el agua a lo largo del
tiempo.
benefactora que fluye por el Hades para vivificar los cuerpos muer-
tos de los metales y redimir a su madre y esposa. Así comienza el Aurora consurgens,
«blanqueo»: sus vestidos son ahora «más blancos que la nieve», y finales deis. XIV

dará a su esposo alas como las de la paloma para elevarse con él a los
cielos.

238 EL OPUS MACNUM: Aurora EL OPUS MACNUM: Aurora 239


Aurora Aurora

El fondo tene- Runge había con-


broso representa cebido esta ima-
la naturaleza pro- gen como parte de
funda y oculta de un ciclo destinado
Dios. Boehme tra- a las cuatro fases
duce libremente el del día como «cua-
£n-Sof cabalístico tro dimensiones
(el infinito) por del espíritu crea-
«el insondable». do». La mañana se-
La voluntad divina ría <<la iluminación
se reconoce en el ilimitada del uni-
espejo virginal de verso»; la tarde (el
Sophia, y «se ima- sol negro que se ve
gina a sí misma abajo), «la aniqui-
desde lo insonda- lación ilimitada de
ble (...) y se preña la existencia en los
con la imaginación orígenes del uni-
de la sabiduría (...) verso».
como una madre La luz está simboli-
que no cría» zada por el lirio,
(cf. p á g . 4 7 8 ) . y los tres grupos
de niños «están
«La aurora separa relacionados con
el día de la noche/ la Trinidad».
y tanto uno como
la otra son visibles El lirio y la aurora
en naturaleza e anuncian el adve-
intensidad: pues nimiento del Espí-
sin los contrarios, ritu Santo. «El lirio
nada se puede ma- florece en montes
nifestar/ nada se y valles, en todos
refleja en el espejo los extremos de
claro/ si su otra la tierra.» (Jacob
cara no está oscura Boehme, De signa-
(...).»(G.Gichtel) tura rerum)

Jacob Boehme, Ph. O. Runge,


Theosophische Der kleine Morgen,
Wercke (Escritos Hamburgo, i8o8
teoso fieos),
Amsterdam, 1682

240 E L OPUS MACNUM: Aurora EL OPUS MACNUM: Aurora 241


Aurora Aurora

La aurora, como
señal de una
«reforma espiri-
tual general»
protestante, pro-
V i v a t 1801. MTiFTW,
«Los dos ojos se
han convertido en
uno (...}. Todo se
alimenta de esa
mirada cambiante
pugnada en 1605 (...). Si este ojo se
por los Rosa-Cruz cierra un instante,
en su «Confessio todo dejará de
Fraternitatis». existir. Por eso
Ahora que está se le llama ojo
próximo el fin del abierto, ojo supe-
mundo, «conviene rior, ojo santo, ojo
abrir el corazón al que todo lo ve, ojo
sol naciente (...) que no duerme ni
ysaludarlocon sueña, ojo avizor,
alegría». integrante de t o -
das las cosas.»
Ph. O. Runge, i8oi (Zohar, ed.
Colonia, i g 8 2 )

«El ojo en el que


veo a Dios, es el
mismo ojo en el
que Dios me ve a
Lo divino insonda- mí; mi o j o y el de
ble como «ojo má- Dios son un ojo y
gico de la eterni- una visión y un
dad» se manifiesta conocimiento y un
en el espejo de la amor.» (Maestro
sabiduría (Sophia). Ecl<ehart, Deut-
«Es parecido a un sche Predigten
ojo que ve, pero und Traktate (Ser-
que no ve para po- mones y Tratados
der ver, pues el ver alemanes), ed. de
no tiene ser(...). Munich, 1963)
Ve en si mismo.»
Seraphinisch Blu-
Ed. de Boehme, mengartlein (El se-
s. XVIII ráfico jardín de
flores), tomado de
la obra de Boehme,
s. XVIII

242 EL OPUS MACNUM: Aurora EL OPUS MACNUM: Aurora 243


Aurora Aurora

«El alma es un ojo «Sabemos que es


de fuego, o un es- el ojo de Dios el
pejo de fuego en que confiere vida
el que Dios se ha al alma; su estado
revelado {...)• El primitivo está en
alma es un fuego el fuego y el fuego
voraz, y si no se la es su vida; pero si
nutre, se convierte por la voluntad y
en valle triste y la imaginación no
hambriento.» abandona el fuego
Las tinieblas por la luz pasando
están ocultas en el por la sombría
centro de la luz y muerte que la lleva
quien, en su sober- a otro principio,
bia, quiere po- el del fuego-amor,
nerse por encima permanecerá en su
de Dios, como hizo fuego original y
Lucifer, no cono- no conocerá más
cerá más que las que la áspera ira,
tinieblas. Por eso, el deseo ardiente y
lo mejor para el la consunción y el
alma es permane- hambre; y andará
cer en un «rela- errante por la eter-
jado» estado inter- nidad, que es la
medio, entre la eterna angustia.»
más alta espiritua-
lidad y la más pro-
Jacob Boehme,
funda humildad.
Theosophische
Wercke, Amster-
Jacob Boehme, dam, 1682
Theosophische
Wercke, Amster-
dam, 1682

244 EL OPUS MACNUM: Aurora EL OPUS MACNUM: Aurora 245


Aurora Aurora

«Este mundo está, El mundo sensible


en la confusa vida de los elementos,
del tiempo, entre el tercer principio,
la luz y las tinie- es fruto del mundo
blas, como un de las tinieblas
espejo que refleja como manifesta-
a ambos.» Repre- ción de la ira de
senta el tercer Dios Padre, y el
principio, y su mundo de luz es el
forma «es eterna principio del Hijo,
en la naturaleza de «que encarna el
Dios, pero invisi- corazón y el amor
ble e inmaterial». del Padre».
El espíritu de Dios,
lo creó en la matriz Hay que represen-
de la sabiduría tarse los dos
(Sophia), donde se mundos como un
reconoce ahora en engranaje de dos
la luz divinal como ruedas compuesto
una criatura. Y asi de tres cualidades,
como este mundo la sal, el azufre y
ternario se repro- el mercurio, que se
duce en la divina manifiestan en el
Trinidad, «también sombrío principio
el espíritu del básico como el
hombre contiene fuego agrio,
los tres principios: amargo y de la an-
el reino de Dios, el gustia. Por frota-
reino de los infier- ción se obtiene
nos y el reino de una chispa de
este mundo». ellos, «el schrack»
o reacción inicial.
Jacob Boehme, Cuando penetra
Dreyfaches Leben en su madre, «la
(La triple vida), acritud» se con-
Amsterdam, 1682 vierte en fuente
del segundo prin-
cipio luminoso,
del «amor inson-
dable».

Jacob Boehme,
Drey Principia
(Tres Principios),
Amsterdam, 1682

246 EL OPUS MACNUM: Aurora EL OPUS MACNUM: Aurora 247


Luzytinieblas Luzytinieblas

«Todas las cosas En la intersección


han salido de la
raíz del fuego,
<&oíÉp(igmj3(>cíia*íeuclTlííeit de los mundo de la
luz y las tinieblas,
como un doble el ojo del hombre
parto», en la luz y el ojo de Dios
(el bien) y la oscu- cruzan su mirada y
^ T e u t o n i c i P l i i l o f o p h i , . , ,

..MJiViViLi MU T l i e o f o p h i f c h e .^ríírifllen.
ridad (el mal). se funden en una
«transparencia»
«El amory la ira que se eleva en el
están mutuamente centro «como un
imbricados en rayo»

. y
toda criatura, y el
hombre tiene am- La trompeta y el
bos centros en si.» lirio a ambos ex-
tremos de la aguja
«Todo hombre es del reloj marcan
libre y es como el fin próximo del
dios de si mismo, mundo y e! co-
t i e n e e l poderde mienzo del reino
transformarse en del Espíritu Santo.
ira o en luz en esta Los siete circuios
vida.» son cualidades de
la naturaleza, los
Jacob Boehme, días de la creación
Theosophische y los espíritus de
Wercl<e (Escritos Dios. El alfabeto
teosóficos), en el interior de la
Amsterdam, i682 esfera indica «la
lengua revelada de
la naturaleza», que
nombra las cosas
«sensualmente»,
es decir, por sus
cualidades intrín-
secas. Se perdió
cuando Adán cayó
de la cifra 1, la
unidad divina,

Jacob Boehme,
Theosophische
Weri<e (Escritos
teosóficos), Am-
sterdam, 1692

248 EL OPUS MACNUM: LUZ y tinieblas EL OPUS MACNUM: Luz y tinieblas 249
Luzytinieblas Luzytinieblas

Adaptación del A la izquierda está el mundo de las tinie-


diagrama de los blas, en el «que el ojo prodigioso se intro-
tres mundos de gigiitlicíje SSilbiing m in Mcfcr ?SrIt biYorrlf!) SBcIfnt iii manbn, nrnUá) m in hitftx duce en la Naturaleza». A la derecha está
Glchtel, para «Las ítblff^en ©oiinín.ífficlt aiuí) hit I)itiimlifcf)í mi> el mundo de la luz, «pues el misterio divino
Figuras secretas ha pasado p o r e l fuego y mora en la luz
de los Rosa-Cruz», majestuosa». Los dos ejes cruzados del
Altona, 1785 espejo delimitan el reino del fuego oculto,
«en el que tienen su origen tanto los
Los dos principios ángeles como el alma humana».
contrarios se equi-
paran aquí con «las «Todo lo que quiere vida divina tiene que
aguas superiores e morir al mundo en el fuego oculto, como el
inferiores», como corazón debe pasar la prueba de la cruz en
las conocían la el fuego de Dios.» Si el alma no sobrepasa
cabala y Robert el humbral de la cruz, permanecerá en el
Fludd. Según eí sombrío fuego del miedo.
Zohar, correspon-
«. QV.Í; - - " ^ •'•"'f'!'-
den a las dos H del Jacob Boehme, Wunderauge der Ewigkeit
Tetragrammaton. (El ojo prodigioso de la eternidad)
^t. Edfill irtiflt ÍJ[ill.

También se alude «El <schrack> del fuego, la reacción inicial o


•S\ísLm ,
a las dos columnas tierra sainítrica», es la cuarta de las siete
exteriores del cualidades. Corresponde al sol, que ofrece
árbol de los sephi- una cara exterior en tinieblas y otra inte-
roth. La de la iz- rior luminosa. El abismo de la libertad
quierda, que evoca eterna se abre al mundo de las tinieblas,
al Dios vengador, «eliminando la fuerza de atracción de la
es la emanación oscuridad.» (Freher)
del mundo de las
tinieblas; la de la
D.A. Freher, Works ofJ. Behmen,
derecha, que sim-
Law-Edition, 1764
boliza la gracia
divina, la emana-
ción del mundo
de la luz.

Die geheimen
Figuren derRosen-
f<reuzer (Las figuras
secretas de los
Rosa-Cruz),
í)óDiftr>í üBíIt if}Tt ínjiírriHigni Iliib txrm.ii) bt( J^itilIerruTifcnáf idjt nlcfjf. Miic^ tuií baí 2ant htt lorne»,
^aUfí.
Altona, 1785
bie !8or^ó|[f obír bíf óiitfcifír 3in(l(niifi, \¡a .^tultn titib Síi^nflappfii ¡íl, fmol oIS bná fanb bír ffCíiiblgen,
baS Eiimmíifi^e gJarabtif! obtr bfr brittt J>imm(l, nidjt oufyír birftr SCtlt fti>. llnb bnp bfr ^fnftft oUf S l n g c ,
J>imm(I vinb f?¡)[U, firtjt iinb ^iiiilfriiifi, 2tí>tn iinb Sob, in frintm J>frjrri Í)a6f.

250 EL OPUS MACNUM: Luz y tinieblas EL OPUS MACNUM: Luz y tinieblas 251
En el año 1600, a la edad de veinticinco años, el zapatero Jacob Luzytinieblas
Boehme es arrebatado, según el testimonio de su discípulo y bió-
grafo Abraham von Frankenberg, «por la iluminación divina (...) y, en
un instante, a la vista de una vasija de estaño, de apariencia amena y
jovial, es transportado al interior profundo o centro de la naturaleza
secreta».
El propio Boehme aseguró que durante un cuarto de hora había
sobrepasado las puertas del infierno. «Reconocí y vi los tres mundos
en mí (...), reconocí todo el ser en el bien y en el mal, cómo una cosa
deriva de la otra (...). Mi vista logró penetrar en el caos, en el que
todo está, pero no me fue posible ver su desarrollo.» Boehme com-
probó que «todas las cosas se reducen al sí y al no», y que «no existen
dos cosas adyacentes, sino una sola (...). No hay más que estas dos
cosas, en confrontación permanente; el resto es nada, está quieto y
sin movimiento».
Sólo en la lucha constante de las siete cualidades naturales, en
el giro de la «rueda del miedo», se manifiesta la Naturaleza.
«Boehme fue el primero en concebir la vida del cosmos como una
lucha pasional, como un movimiento, un proceso, una génesis perpe-
tua. Fue necesario ese conocimiento inmediato de la vida cósmica
para que Goethe pudiera escribir su «Fausto», para que fueran
posibles los Darwin, los Marx, los Nietzsche.» (Nicolás Berdiaeff,
Unground and Freedom, 1958)
Al igual que su precursor, el pastor luterano Valentín Weigel
(1533-1588), Boehme sigue la tradición de la «óptica visionaria» que
abarca desde San Agustín y Boecio hasta Hugo de Saint-Victor
(1096-1141)- Este último distingue tres planos ascendentes de la
visión:el ojo de la carne, el de la razón y el del arrobamiento místico.
Los dos ángeles de esta escena del lismo alemán. Pero se ha olvidado su pro- «Con los ojos de la carne», asegura Boehme, no puede llegarse al
Apocalipsis simbolizan las fuerzas hermé- fundo enraizamiento en la ideología de la
conocimiento, «sino con los ojos con los que la vida se proyecta en
ticas fundamentales de la solución cabala judia, que, «no sin razón, hablan
(solve: Mercurio) y de la coagulación observado sus adversarios de los siglos mí». Este ojo permite «penetrar hasta el fondo de las cosas, por
(coagula: azufre). J. Boehme las llama pasados, cosa que las obras recientes encima y por debajo de la Naturaleza».
«el si y el no de todas las cosas». sobre Boehme han contribuido a hacer
olvidar». (Gershom Scholem, Zur Kabbala La inmensa influencia ejercida por Boehme en los más diversos
Jacob Boehme, el «philosophus t e u t o n i - und ihrer Symbolik [De la Cabala y su sim-
bólica], ed. Francfort, igSg)
campos se manifiesta claramente en los encarnizados adversarios del
cus», o «el Hans Sachs de la filosofía
alemana», ha sido objeto de admiración sistema materialista de Newton, como Goethe o Blake, a quienes
exagerada por su influencia decisiva sobre Grabado en cobre, 7675, en.- Jacob Boehme proporcionó los argumentos que inspiraron, en el caso de Newton,
el Romanticismo y las filosofías del Idea- und Córlitz, Ein Bildwerk, Górlitz, 1924
los teoremas relativos a las leyes de gravitación y a la teoría de la
naturaleza de la luz. También se encuentra en la obra de Boehme,

252 EL OPUS MACNUM: LUZ y tinieblas EL OPUS MACNUM: Luz y tinieblas 253
Luzytinieblas que se anticipa asi a la de Kepler, la intuición visionaria de la órbita Luzytinieblas
elíptica de los planetas, surgida de la polaridad de dos fuegos o cen-
tros.
Según Boehme,
los sabios de la An-
Exposición de conjunto del sistema de Boehme
t i g ü e d a d nombra-
El círculo exterior es «el gran misterio del abismo (Abyss), pues el ron a los planetas
ser divino se engendra a sí mismo en las profundidades, reflejándose por sus siete cuali-
dades naturales,
en el espejo de la sabiduría (Sophia).» Esta autoprocreación de Dios «pero ellos veian
debida a su propia reflexión en la nada primitiva es el punto de par- mucho más lejos,
no solamente los
tida de la tríada dialéctica, el propio proceso de la creación. siete planetas,
El nombre de Dios, Adonai (esfera superior), «indica la apertura sino también las
siete cualidades
o movimiento espontáneo de la unidad insondable y eterna». Se en la eclosión de
encuentran allí en potencia seis especies de energía seminal. En la S todos los seres.
No existe un ob-
central se esconde el misterio de la esencia andrógina de Dios: la jeto en la esencia
letra S vale tanto para Sophia como para el Hijo (Sohn) virginal. de todos los seres
que no posea siete
La aspiración y espiración divina de las tres sílabas del Tetra- cualidades; pues
gamma, Je-ho-va, como eterna sucesión de sístoles y diástoles, de ellas forman la
rueda del centro,
solve et coagula, surge como contrapunto inicial, el principio aspi- el origen del azu-
rante del Padre vengador: el del mundo de las tinieblas, que revela fre, en el que
Mercurio prepara
tres aspectos: la pócima del tor-
1) La fuerza centrípeta de atracción (Saturno), fuente de rigor, mento del miedo».
Las siete cualida-
dureza y frío des «nacen con-
2) La fuerza de repulsión, de la «punzante amargura», llamada juntamente, imbri-
cadas unas en
también «aguijón de la sensibilidad». De ella surgen la movilidad las otras, ninguna
mercurial y la vida de los sentidos. es la primera,
ninguna la última».
3) El antagonismo de atracción y repulsión (i + 2) produce el
movimiento rotatorio «tormento del miedo» (Marte). D.A. Freher, en:
4) El cuarto aspecto se obtiene por frotamiento y rotación: el Works of
J. Behmen,
doble fuego de luz y de tinieblas, un resplandor, la reacción inicial Law-Edition, 1764
que Boehme llama «schrack». De éste nace el tercer principio, la
naturaleza bipolar y de cuatro elementos y la vida de todas las
criaturas. El segundo principio espiratorio del Hijo, que asciende en
un claro fuego espiritual, tiene los siguiente atributos:
5) Luz o amor, espíritu verdadero (Venus)
6) Intensidad, frecuencia, timbre del sonido, la regocijada
exaltación de los cinco sentidos (Júpiter).
7) La cualidad de esencial, el «magnum mysterium» o la substan-
cia del mundo sensible (Luna-Sophia).

254 E L OPUS MACNUM: LUZ y tinieblas EL OPUS MACNUM: LUZ y tinieblas 255
Luzytinieblas

La luz divina
ilumina t o d o por
igual, si bien no
es asimilada del
mismo modo: el
tosco corazón de
abajo la absorbe
como un agujero
negro; el de
arriba, más sutil,
la asume y la pro-
yecta.

Roben Fludd,
Philosophia Sacra,
Francfort, 1626

«Dual es el aspecto de Dios. Una de sus cabezas es de luz, otra de


tinieblas; una es blanca, negra la otra; una está arriba, otra abajo»,
proclama el Sefer ha-Zohar, el «Libro del Esplendor». Escrito en
España en el siglo XIII, ejerció a partir del año 1500 una influencia
más allá de las comunidades judias.
Fludd llama a los dos aspectos de Dios, el aspecto luminoso y el
oscuro, su querer (voluntas) y su noquerer (noluntas). «Dios es
bueno, lo quiera o no, porque en Dios no hay maldad». Ni siquiera el
rigor y la ira de Dios constituyen un aspecto negativo. Fue Lucifer
quien, al prender la chispa de la discordia, lo convirtió en «un horri-
ble aguijón de la muerte y un amargo veneno».

El sombrío caos primaterial (a la izquierda) su alter ego, Dioniso que lo descuartiza


es el principio centrípeto en Dios, «en el siete veces en la noche y lo recompone
que sus rayos se orientan a su propio cen- otras siete veces en el dia.
tro». Pero en sus entrañas se oculta «la
piedra angular de luz». El principio de luz Robert Fludd, Philosophia Moysaica,
creador y centrifugo (a la derecha) está en- Couda, 1638
carnado por Apolo. Este es el mismo que

256 EL OPUS MACNUM: LUZ y tinieblas EL OPUS MACNUM: LUZ y tinieblas 257
Luzytinieblas
Luzytinieblas

«Llevamos en no-
sotros el centro de
la Naturaleza: si
hacemos de noso-
tros un ángel, se-
remos un ángel; si
hacemos de noso-
tros un demonio,
también lo sere-
mos: nos hacemos
constantemente
en la creación,
cultivamos nues-
tro campos.»
(Jacob Boehme)

D.A. Freher, Para-


doxa Emblemata,
manuscrito, s. XVIII

Partidario del ideal revolucionario de li- mundo se ven como invertidos en un


bertad y adversario de todo tutelaje moral espejo. Blake compara esta inversión de
y político, Blake redactó en 1790, con sus valores con la inversión característica
Desposorios del Cielo y del Infierno d é l a s cajas tipográficas.
(Marriage of Heaven and Hell), una agria
polémica contra los valores tradicionales La ilustración de arriba evoca una visión de
del Bien y del Mal asimilados en alma y Jacob Boehme en la que el cielo y la tierra
cuerpo. «Lo cierto es que el cuerpo del están mutuamente imbricados como el
hombre no se diferencia del alma. Pues lo alma y el cuerpo, «y sin embargo, la natu-
que se llama cuerpo, es parte del alma, raleza de uno no se manifiesta al otro».
percibido por los cinco sentidos (...). La Los fecundos ángeles celestes «flotan
única vida es la energía, y ésta proviene en las dulces aguas de la matriz», y los
del cuerpo; la razón (...) es el limite ex- ángeles infernales y estériles «están ence-
terno de la energía». Según el modelo ca- rrados en el implacable fuego de la ira».
balístico, los mundos inferiores son reflejo (Boehme)
de los mundos superiores de luz, y por
consiguiente todos los valores terrenales y W Blake, Los buenos y los malos ángeles,
las representaciones morales en este
hacia 1793-1794

EL OPUS MACNUM: LUZ y tinieblas 259


258 EL OPUS MACNUM: LUZ y tinieblas
Luzytinieblas Luzytinieblas

«Es menester que busquemos la luz; pero es una luz tan delgada y El Rosa-cruz inglés,
Thomas Vaughan
espiritual, que no podemos asirla, por eso tenemos que buscar su (1622-1666), narra
morada, la substancia celeste, etérea y oleaginosa.» Así formuló en aquí su encuentro
con Thalia, la musa
1651 su teoría de la luz el Rosa-Cruz inglés Thomas Vaughan (cono- de la naturaleza
cido bajo el seudónimo de Philaletes), algunos años antes de que su florida. Ésta, des-
pues de quejarse
compatriota Newton iniciase sus experimentos sobre la luz, en los vehementemente
que «sometía a tormento» (Goethe) a la luz, que en de haber sido
violada por los al-
su opinión se componía de corpúsculos sólidos. quimistas del labo-
Sin embargo, no fue la teoría mecanicísta ratorio, lo conduce
a los montes de
de los corpúsculos, sino la idea alquimista de la sal filosóficos de
«virtud cohesiva de lo oleaginoso, como principio la luna, de donde
nace el Nilo esper-
sulfúrico de condensación, lo que permitió elabo-
mático de Is prima
rar la ley de la gravitación y de la fuerza eléctrica materia. Las tinie-
blas de la región
de atracción. (Cad Freudenthal, Die elektrische
representan las
Anziehung im 17. Jh, [La atracción eléctrica en el falsas doctrinas
aristotélicas, en
siglo XVII] (...), en: Die Alchemie in der europá-
las que se yerra
ischen Kultur- und Wissenschaftsgeschichte [La hasta el descubri-
miento de la sal ál-
alquimia en la historia europea de la civilización y
cali, la divina e in-
de la ciencia], Wiesbaden, 1986). visible «luz de la
Naturaleza. El dra-
En su tratado hermético «Siris», editado en
gón verde es el
La «piedra filoso- 1744, el obispo George Berkiey reitera su convicción de que puede «mercurio de los
fal acuosa», de J.A. sabios», cuyo t e -
Siebmacher(i6i8), fabricarse oro condensando la luz e «introduciéndola en los poros del
soro sólo descubri-
es una de las obras mercurio». También Newton opinaba que la luz podía convertirse en rán los que son
alquimico-cristoló-
gicas en las que el materia, y viceversa. Hasta ahora nadie ha podido refutar esa puros como niños.

efecto salutífero opinión, al contrario: los más recientes descubrimientos científicos


del lapis mercurial Ireneo Philalethe
se equipara a la
del siglo XX permiten deducir que la materia es luz condensada. (T. Vaughan),
Lumen de Lumine,
«piedra angular El concepto paracéisico de «luz de la Naturaleza» que penetra en
celeste». Hamburgo 1693
todos los planos visibles e invisibles del universo, corresponde a la
concepción gnóstica de la luz interior o rayo divino, que, encerrada
en la materia, la ilumina a partir del centro.

260 EL OPUS MACNUM: LUZ y tinieblas EL OPUS MACNUM: Luz y tinieblas 261
Luzytinieblas Luzytinieblas

A comienzoG del En su «Historia de


siglo XVII, la teo- la teoría de los co-
ría cartesiana de lores», Goethe es-
los corpúsculos cribe, refiriéndose
produce el paso de al «Ars magna lucís
una concepción or- ot umbrae» de
gánica del mundo Kircher: «Por pri-
a otra mecanicista mera vez se de-
y matemática. Los muestra clara-
alquimistas expe- mente que la luz,
rimentales y los la sombra y los co-
partidarios de la lores deben consi-
alquimia tradicio- derarse elementos
nal, tachados de la visión, y que
ahora de «paracél- los colores son un
sicos exaltados», producto de las
mantienen postu- dos primeras.»
ras irreconciliables Luz y sombra están
y mutuamente in- representadas
transigentes, aquí como el
como se aprecia en águila bicéfala de
este grabado en los Austrias, colo-
cobre que ilustra cada sobre la égira
la portada «Ars vi- del sol (Apolo), de
traria experimen- la misma forma
talis», de Johann que los colores, en
Kunckel: a la iz- forma de pavos,
quierda está la ex- están sobre la luna
perientia, cuya «luz (Diana). Los rayos
de la Natura-leza luminosos corres-
se enciende por el ponden a los gra-
sol de la verdad en dos del conoci-
el espejo de la ra- miento; obsérvese
zón; a la derecha, que el mundo sen-
la «sinrazón» y la sible, en sentido
fantasía lunática platónico, tiene
errando por las solamente el
tinieblas de la rango que le con-
locura. fiere la débil refle-
xión de la luz d i -
vina, oscurecida
Johann Kunckel, por la oscura ca-
Ars vinaria verna del cuerpo.
experimentalis.
Núremberg, T/44
A. Kircher, Ars
magna lucis, Roma,
1665

262 EL OPUS MACNUM: LUZ y tinieblas EL OPUS MACNUM: LUZ y tinieblas 263
Luzytinieblas Luzytinieblas

La conjunción del Sobre el fondo de los cuatro elementos,


sol y la luna como los cuatro puntos cardinales de la filosofía
alegoría del des- hermética, a los ojos de la imaginación:
posorio del macro
y del microcosmos En dirección ascendente (sursum) y des-
efectuado por la cendente (deorsum), fuego .•, y agua, v sol
astronomía y la y luna, se funden en el alma mercurial uni-
alquimia: las aguas versal, cuyo reflejo es formado por el lapis
superiores del Em- en la fuente del matraz. El proceso es re-
píreo son, según la trógrado (retrorsum), ya que comienza en
tradición hermé- el viejo Saturno y culmina en el joven Sol.
tico-cabalistica, A la derecha, la materia se deseompone en
de naturaleza mas- sus partes integrantes, para refundirse, a
culina, mientras la izquierda, en la triada de cuerpo, alma
que las aguas at- y espíritu (los tres floreros).
mosféricas inferio-
res son femeninas. C.A. Baldinus, Aurum Hermeticum,
La superficie re- Amsterdam, 1675
flectante del agua
en la tinaja simbo-
liza la lente teles-
cópica de los
astrónomos.

Erasmus Francis-
cus. Das eroffnete
Lust-Haus der
Ober- und Nieder-
welt(La apertura
de la casa de los
deleites del mundo
superior e inferior),
Núremberg, 1676

264 EL OPUS MACNUM: LUZ y tinieblas 265


EL OPUS MACNUM: LUZ y tinieblas
Luzytinieblas Luzytinieblas

Del Sol-Uno des-


cienden las diez
numeraciones o
sephiroth como
rayos en el espacio
creado, y se con-
vierten en medida
de todas las cosas.
"Hacia un lado se
ve un genio con
un niño; el genio
extiende su brazo
derecho hacia el
sol, gesto que in-
dica la necesidad
de acercarse a la
unidad; el compás
en su mano iz-
quierda le ayuda a
medir el corazón
del niño, símbolo
de que la fuerza y
la simplicidad de-
ben fusionarse
para elevarse hacia
esa unidad que es
la fuente de todas
las cosas.»

KarI von Eckharts-


hausen,
Zahieniehre der Na-
tur (Los números en
la Naturaleza),
Leipzig, 1794

Las logias francmasónicas de la Ilustración Sus templos. Inundados porla luzde la


tardía fueron semillero de ideales demo- verdad, están bajo el patronato de la fe,
cráticos y humanitarios. Abrieron el de la esperanza y de la caridad.
camino a la Independencia americana y
fueron el caldo de cultivo de la Revolución Alegoría masónica, Book of Constitutíons,
francesa. 1784

266 E L OPUS MACNUM: LUZ y tinieblas 267


EL OPUS MACNUM: LUZ y tinieblas
Luzytinieblas
Luzytinieblas

«Construir el
En su «Ars magna mundo visible con
lucis», Kircher pre- luz y tinieblas. O
senta las primeras disolverlo en luz
linternas mágicas, y tinieblas. Esa es
que hizo tan popu- nuestra misión,
lares. Este instru- pues este mundo
mento, que servia visible, que noso-
para proyectar tros consideramos
imágenes pintadas unitario, está he-
sobre vidrio, cho, en realidad,
puede ser conside- con dos elementos
rado precursor primeros mezcla-
del proyector de dos según el mejor
diapositivas o de arte.» (Goethe,
películas. Los Physikalische Vor-
experimentos tráge [Lecciones
ópticos de Giam- de física], 1806)
battista della
Porta (1540-1615) Franciscus
desempeñan un Aguilonius, Optica,
papel Importante i6n
en la puesta a
punto de este
instrumento por
Kircher.

A. Kircher, Ars
magna lucis, Am-
sterdam, 1671

EL OPUS MACNUM : Luz y tinieblas 269


268 EL OPUS MACNUM: LUZ y tinieblas
Luzytinieblas Luzytinieblas

El gran acopla-
N" l : Forma y
miento del cielo y
materia, principio
la tierra:
espiritual y princi-
pio material, sim-
«El resultado de
bolizados por dos
esta unión se ve en
peines, uno claro
la figura n» 2: el
y otro oscuro.
fuego espiritual se
solidifica gradual-
N» 2: «El hemis- / .
mente a medida
ferio superior
que se aproxima a
corresponde al
la tierra.»
principio mascu-
lino procreador,
El influjo espermá-
y el otro al feme-
tico divino es el
nino, dispuesto a
famoso rocío de
recibir la simiente
los alquimistas,
de la luz. Este
que solamente
hemisferio mate-
se puede recoger
rial se parece a la
en las noches de
cera, modelada
primavera, con
con el sello del
cielo totalmente
Espíritu.»
sereno y tempera-
tura suave.
Robert Fludd,
Utriusque Cosrr)i,
Robert Fludd,
Oppenheim, 1619
Utriusque Cosmi,
Oppenheim, i6ig

EL OPUS MACNUM: LUZ y tinieblas 271


270 EL OPUS MACNUM: LUZ y tinieblas
Luzytinieblas Luzytinieblas

Los dos vectores "Proclamo ante


paralelos, tangen- Dios que podría
tes al círculo decirtantas cosas
central que repre- sobre las posibili-
senta la tierra, dades de aplica-
pasan por los ción de estas dos
sesenta y tres pirámides, que
estratos del podría llenar con
mundo superior e ellas un grueso
Inferior del cos- tomo.» (Fludd,
mos hinduista. El Phllosophical Key
fondo rojo indica [Llave filosófica],
la masa hecha hacia 1619)
de átomos del
espacio infinito. El sector superior
es la región del d i -
Aguada sobre vino fuego celeste
papel, Rajasthan, (el Empíreo): el
hacia i8oo sector inferior, el
cielo elemental.
El del medio, com-
puesto a partes
iguales por luz
superiory materia
inferior, se sitúa
en el éter, «aire
Igneo». La órbita
del sol pasa exac-
tamente por los
puntos de inter-
sección, "por eso
los platónicos le
dieron el nombre
de esfera del alma
{sol-soul)>K

Robert Fludd,
Utriusque Cosmi,
Oppenheim, 1619

272 EL OPUS MACNUM: LUZ y tinieblas EL OPUS MACNUM: LUZ y tinieblas 273
Luzytinieblas La escala

Ningún otro pensador medieval ha in- Pico della Mirándola, llegando incluso a
En el segundo
fluenciado tanto los sistemas hermético- Giordano Bruno. Fludd le debe sus teore-
diagrama del
teosóficos de los siglos XVI y XVII como mas más importantes, y, por mediación de
Gusano, que él
Nicolás de Cusa (1401-1464), neoplatónico Valentín Weigel, se piensa que su teoría
llama «Figura uní-
y sabio universal. La idea que él se hacía de del conocimiento se reproduce, en parte,
v e r s i » ( U ) , están
la negación absoluta de los contrarios en en la obra de Jacob Boehme.
inscritos en la deli-
Dios y las especulaciones sobre la infinitud
mitación del uni-
del cosmos y de los derivados de ella im- En su tratado «De coniecture» (hacia
verso, tres mundos
pregnaron también a Marcilio Ficino y a 1440), Nicolás de Cusa expone su teoría
encastrados: el
de los cuatro planos del conocimiento, de
mundo de Dios, el
los que participa el hombre, con ayuda
basis pyramís tencbfae de dos diagramas.
de la inteligencia y
el del alma, do-
tada de razón,
La «figura paradigmática» (P) muestra el
cuya periferia está
universo en la intersección de dos pirámi-
formada por los
des, cuyas bases llama unidad (unitas) y
sentidos. En esta
alteridad (alteritas). Ambas pirámides con-
región inferior
tienen, según é l , todas las oposiciones:
son inevitables las
Dios y la nada, luz y tinieblas, posibilidad
contradicciones.
y realidad, lo general y lo particular, lo
En la del medio se
masculino y lo femenino.
eliminan, y en el
mundo superior, el
Ascenso y descenso, evolución e involu- de Dios, sola-
ción son una y la misma cosa. La progre- mente existe la
sión del uno es la regresión del otro. «Dios afirmación.
está en el mundo» es igual que «el mundo
está en Dios».
Nicolás de Cusa,
De coniecturis, ed.
Nicolás de Cusa, De coniecturis,
Hamburgo, 1988
ed. Hamburgo, 1Q88

En la modificación
de la figura U de
Kircher se encuen-
tra, asimismo,
la cadena de mun-
dos, cada uno de
los cuales, según
el Pseudo-Areopa-
gita, está subdivi-
dido en nueve co-
ros, coincidiendo
la esfera inferior
de cada coro con la
esfera superior co-
rrespondiente.

A. Kircher, Musur-
gia Universalis,
Roma, 1650

274 EL OPUS MACNUM: LUZ y tinieblas EL OPUS MACNUM: La escala 275


La escala La escala

«A lo largo de una Epígrafe:


cadena de oro, SCALA r H I I . 0 S 0 P H 0 3ÍVM C A K A ifS T K C A MAVIA «El mundo está
que ha sido ten- arq\je arbor áurea unido por nudos
dida a nuestra na- DE M Y S T I - R I I S N V M l - R I S Q V A T E R NAii.II, Q V I N A R I ! A ' T Q V F . S E P T F . N A R I I . invisibles»
turaleza corrom-
&pigffi[ .-¡rw»**
pida desde lo alto Diá ifl sen >in «Los animales, las
hasta la tierra, Q}uí(i lln^ 3i¿f(iJ, plantas de la tierra
lagcó üiclc "Sitn
nuestra sensibili- y casi todas las
dad o nuestra alma especies de cuer-
dotada de razón pos naturales
se remonta, con la tienen, en razón
ayuda de Dios, a de cualidades muy
través de la jerar- ocultas, cierto mo-
quía de las criatu- vimiento reciproco
ras, desde la más que los une y que
vil (...) hasta la MATERIA podría llamarse
obra maestra y el una pasión; en
arquitecto de t o - CATE.NA
parte simpatía, en
das las cosas.» parte antipatía (...)
(Oswald Croll, y vemos como una
Tractatus de gruesa cuerda des-
signaturis internis cendiendo del
rerum, 1647) cielo hasta las pro-
fundidades, que
«Todo está unido ata todo lo que
firí5fntann,unbif[fl
a todo hasta el ex- hay y todo deviene
tremo inferior de UEr|1u(l)[. uno, y esa atadura
los eslabones de la es comparable a
cadena, y la esen- los eslabones de
cia verdadera de una cadena en los
Dios está, a la vez, que habría que
arriba y abajo, incluir los anillos
en l o s c i e l o s y e n de Platón y la
la tierra, y nada cadena de oro de
existe fuera de Homero.» (Giam-
Él.» (Zohar) battista della
MATERIA PROPINQVA
Porta, Magia Na-
turalis, ed.
Las figuras secretas
Núremberg, 1715)
de los Rosa-Cruz,
Altona, 1785
A. Kircher, Magne-
ticum naturae
regnum, Roma,
1667}

llntcrgntui.

SArii^N'TlüVS SATIS EST DICTVM.

276 EL OPUS MACNUM: La escala EL OPUS MACNUM: La escala 277


La escala

El autor de «Aurea catena Homeri» (1723). rocío o de lluvia y se trasforma, por con-
que se supone es un médico austríaco lla- densación, en nitrato, de naturaleza mas-
mado Kirchweger, describe de forma explí- culina ysal álcali • > de naturaleza feme-
cita, en los tres tomos de la obra citada, el nina';'.
circuito de la Naturaleza como perpetuo
flujo y reflujo del espíritu del mundo B. Un Juntos engendran la sal acida alcalina.
espíritu que llega a la tierra en forma de Estos tres componentes forman todos los
elementos y se transforman, después de
la muerte y de la corrupción, nuevamente
en roclo y en lluvia.

En los años 1768/69, cuando Goethe se


Chao» «onfuTum. entregó al estudio de la alquimia, conce-
dió gran importancia a esta obra, ya que,
decía, «aun siendo un poco fantástica, lo
expone todo de forma muy consecuente».
Spiricos Maiuü yo, laiilis incorpóreos, No sólo le inspiró los versos «¡Cómo todo
se teje en un conjunto,/ cómo una cosa
actúa y vive en la otra!/ ¡Cómo fluyen y
Spiricus Mondi acidiit corporeus. refluyen las fuerzas celestes/ y se tienden
las vasijas de oro!» (Fausto), sino que
también le incitó a hacer sus propios expe-
Spiriius Mandi ñxiu •Icalicus corporeuf. rimentos. En «Dichtung und Wahrheit»
(Poesía y Verdad), que para dichos experi-
Materia prima onniam coQcretorun) rubina»» mentos eran necesarios los álcalis, que
rium immediata feu Azotb, «evaporándose en los aires, deberían
unirse a los espíritus sobrenaturales y dar
una misteriosa sal media».

A.J. Kirchweger, Artnulus Platonis (Aurea


Caterta Homeri), 1781 reimpresión Berlin,
Vege. ubilia. 7327
«La de más abajo es la de Vulcano, la otra voran las serpientes de su propio género,
de Mercurio, la tercera de la luna, el sol se que las activan y las transmutan.
Mine* ralia. eleva en la de más arriba, que es el fuego
de la Naturaleza. Déjate llevar por esta ca- El fuego de arriba, fuego solar, representa
Spirítus Mundi coiw cencrstus fíxue, fivt dena, y que te lleve de la mano en el arte.» el gran arcano, que Paracelso llama «claro
Exiradum Cbao- ticum puruiD. El fuego elemental inferior, que es el alfa y
el omega de la obra, penetra todos los de-
fuego esencial» por oposición al oscuro
fuego elemental. Este fuego es el agente
Perfcíiio (onrum- iDMia, five Quinta
más, y une, por su acción magnética, todos
los elementos de la cadena. Cada fuego
creativo en la obra. Alexander de Bernus
indica, en este sentido, el parentesco de
Univeifi. tiene en la obra su centro y su movimiento los nombres latinos de sol y sal.
propios, actuando reciprocamente uno so-
bre el otro. El fuego lunar y el fuego mer- Michael Maier, Atalanta fugiens,
curial son menstrua, potentes disolventes. Oppenheim, i6i8
Michael Maier los llama dragones que de-

278 EL OPUS MACNUM: La escala


EL OPUS MACNUM: La escala
La escala La escala

Lámina de una se- El árbol del alma


rie de ilustraciones enraiza en el
•sobre la creación mundo sombrío
del mundo a partir de la ira divina,
de tres tipos de extendiéndose
energías: lasque sus ramas en dos
dan vida, lasque direcciones: a la
la mantienen y las derecha, la volun-
que provocan la tad del ego, in-
disgregación. Los fluida por el «espí-
circuios energéti- ritu oprimente y
cos se penetran sideral de este
mutuamente y mundo», asi como
emanan de una por las influencias
sola fuente. astrales del cielo
Ígneo inferior. Ala
Pintura de la In- izquierda, la abne-
dia occidental, gación, que recibe
hacia el s. XVIII la luz del Espíritu
Santo. Sólo este
tronco se eleva a
lo alto, a través de
los cuatro mundos
cabalísticos o es-
tratos del alma.

D.A. Freher, en:


Works ofJ.Behmen,
Law-edition, 1764

280 EL OPUS MACNUM: La escala EL OPUS MACNUM: La escala 281


La escala
La escala

«Así como el Crea-


La trayectoria de
dor, que es tres
la izquierda es la
personas en uno,
del alma que des-
desciende hasta
ciende los nueve
nosotros pasando
grados del Empí-
por la jerarquía
reo y del cielo
T. -¡V-- i . de ángeles, cuyos
etéreo, donde se
tres coros presen-
encuentra el
tan tres divisiones
mundo elemental;
cada uno, d é l a
la trayeaoria de la
misma manera de-
derecha muestra
bemos elevarnos a
el camino inverso,
él por la misma via,
que va de la tierra

::iÍ
como por la escala
al Empíreo. As-
de Jacob.»(Atha-
censo y descenso
nasius Kircher,
son la misma cosa,
Musurgia univer-
dice el Gusano.
salis, ed. 1662)
«El arte de la con-
jetura» consiste
en reunir ambos La división de las
mediante un regiones superio-
espíritu avisado. res del cosmos en
nueve coros de án-
geles esta tomada
Para esta división
de la obra «De las
en grados, Fludd
jerarquías celes-
se inspiró en la
tes», del Pseudo-
representación del
Dionisio de Alejan-
lamda pitagórico,
dría (hacia el año
divulgado en su
500). Esta obra fue
«De Harmonía
traducida al latin
Mundi» (1525) por
en el siglo IX por
Francesco Ciorgio,
el filósofo irlandés
monje franciscano,
Juan Escoto
devoto de la
Erigena, cuya obra
especulación con
principal, «De la
los números.
división de la
Naturaleza», des-
Roben Fludd, cribe el mundo
Philosophia sacra, como una emana-
Francfort, 1626 ción de Oíos a la
que habrá que
retornar necesa-
riamente.

Manuscrito del .
s.XII

EtOpos MACNUM: La escala 283


283 E L OPUS MACNUM: La escala
La escala

Fragmento de «La escala decimal»


cheiy- N o m c n qu.iilriliternm col iNomcn quadnliccni cxtcn
• «Las fuerzas naturales nos son otorgadas po. '"•'Vü'T' íic-rin litcrarum. \i ileccm litciartini.
por medios naturales; las fuerzas celestes
n'riA rnii"
provienen de medios abstractos, matemá- Ebfie loil ictta
ticos, celestes», afirma Agrippa de Nettes- • grammnia Tctrag.l £lohiiu
heim (1486-1535) en su obra fundamental ^ton ' Eluhimi Cibor
sobre la magia «De occulta Philosophia»,
una compilación de ideas neoplatónicas nva "ion
con textos de origen árabe sobre la magia Kcth Hochm» Binah Hafed Gcbu- Tiphc-
astral y la tradición cabalística, que el rf ih
CTTctu- l l u o u i D o m i . t u i c i l a - \-
autor tomó, en su mayor parte, de los In miin Sera
tes
escritos Pico della Mirándola. doincel phim ' natióes tes
Haiotli Ophanlm Aialim Hafnia.,Seta- Mala,
ligíbili.
h.iKa. j I lim phim chim
La escala está dividida horizontalmente do f I f
en seis peldaños que van desde los infier- Mctac lophiel Z a I h - i ZadKiel C a m a c l Kapha
nos al mundo de arquetipos con los diez iron Kie i el
nombres de Dios y los sephiroth, pasando
por el mundo elemental. Al meditar el
mago sobre esta escala y memorizarla, niuti Kcichit M a s l o c i r Sabba.i i c U c t h Madim
«no quiere aprovecharse únicamente de do ca-_ h.i(!al_ I thai mes
lalim I
lefti.
las energías ya presentes en las cosas Primú Sphsf» Spliira
más nobles, sino atraer hacia si las de las mobile zodiaci Satutni Sphíra Sphzn
Spbzra
regiones superiores». louis Solis.
Manís

I
Agrippa de Nettesheim, De occulta Philoso- In niun C o l u m . i-aidus AquiU
phia, 1510 do ele- ¿quus
mcrnli
In n i i -
Spititus terebium Splen Hcpar Cot
nori Fel
mu^ndii
_ _ ¡ . l _
In mun
. leudo.spjtj,US Vafa ini Vítores
do infet Pra:«ig Aerex
niendacij quiiatis fcclerú
nali. atores poiella'
CCS

Los peldaños de la jerarquía que compo- corresponde a la aprehensión directa de la


nen la configuración del macrocosmos palabra divina en la meditación. La escala
corresponden a las diferentes facultades no sube más, pues Dios es inconcebible.
de conocimiento en el hombre: de la per-
cepción sensorial, pasando por la imagina- Roben Fludd, Utriusque Cosmi II, Oppen-
ción y el entendimiento, hasta llegar a la heim, t6ig
comprensión profunda. El último peldaño

284 E L OPUS MACNUM: La escala EL OPUS MACNUM: La escala


La escala La escala

El intelecto se en- El principio fundamental absoluto del método de Ramón Llull (Rai-
cuentra aquí al pie
•de la escala de la
mundus Lullus) lo forma una serie de nueve cualidades o nombres de
Creación, que pa- Dios, como el Bien, la Gloria, el Poder, que se encuentran también en
sando por el reino
mineral, vegetal,
la mística judía y en la islámica. Estos atributos divinos los combina
animal, humanoy con las letras que van de la B a la K. La primera letra está ausente, ya
angélico, conduce
a Dios, donde
que está reservada al aspecto oculto de Dios, el En-Soph. La clave al-
Ramón Llull,
Sophia, la sabidu- gebraica mayor se compone de nueve predicados relativos, cuestio- Ars Brevis, Opera,
ría, ha construido Estrasburgo, 1617
nes cardinales, sujetos, virtudes y vicios. Girando los discos, en los
su morada. El
personaje que re- que está puesta la serie de letras en circuios concéntricos, se obtie-
presenta el inte-
nen mecánicamente todas las combinaciones posibles de estos con-
lecto tiene un ins-
trumento en la ceptos, pudiéndose no sólo contestar a todas las preguntas posibles,
mano que debe
sino también averiguar nuevas cuestiones.
permitirle subiry
bajarlos peldaños: La gran influencia del «Ars Raymondi» se debe a que Llull dina-
se trata del disco
miza el pensamiento y lo despeja de las estructuras jerárquicas del
del ars generatis
del filósofo cata- edificio conceptual de la Edad Media. Los conceptos se relativizan
lán y místico cris-
aquí en una relación reversible de unos respecto a los otros.
tiano Raimundo
Llull (1235-1316). El Gusano llamaba a este disco «una teología circular». Su teoría
Llull diseñó esta
de la negación de los contrarios en Dios y de la infinitud de todas las
«ciencia universal»
para probar la su- cosas sólo fue posible gracias a la incisiva doctrina lluliana.
perioridad de los
Leibniz, el inventor de la máquina calculadora alemana, elogia
dogmas cristianos Giordano Bruno,
a los adeptos de a Llull como padre de una lógica matemática rigurosa. «Del sueño 'Opera>,
las dos grandes
matemático de Llull», dice Ernst Bloch, «ha nacido toda una industria ed. Ñapóles, 1886
religiones que ha-
cían la competen- del pensamiento con la velocidad como embrujo». (Das Prinzip Hoff-
cía al cristianismo,
nung [El principio esperanza], Francfort del Meno, 1974)
el judaismo y el
Islam. Los cabalistas cristianos lo incluyeron en sus filas después de
muerto, y su arte combinatorio fue retomado por Agrippa de Nettes-
Ramón Llull, heim y por Giordano Bruno, que lo cargaron de elementos de la
De nova Lógica,
7572 magia astral. Como la rueda en rotación sirvió siempre de modelo a
los procesos evolutivos, Llull se aseguró también la simpatía de los
alquimistas, que le endosaron un sinnúmero de escritos herméticos.

286 EL OPUS MACNUM: La escala El OPUS MACNUM: U escala 287


La escala La escala

Athanasius Kircher utilizó el arte combinatorio de Llull para elaborar Tabla de combinaciones con los sujetos
3 JA J> •t=: 9 0—• generales en el centro (hilera superior:
un método general con el que pudiera reunir todos sus innumerables
Dios, los angeles, el cielo); arriba, a la
investigaciones aisladas en una gigantesca red de conocimientos. a 0 00 izquierda: los principios absolutos, atribu-
tos de Dios (hilera superior: el Bien, la
Kircher compartía la opinión de los cabalistas de que la Creación era M JE Jim Gloria, la Perseverancia); arriba, a la

\
un acto combinatorio, un proceso de reproducción por la infinita derecha: los principios relativos (hilera
superior: la diferencia, la analogía, la
permutación de los nueve atributos revelados de Dios, los sephiroth.
oposición); abajo, a la izquierda: nueve
En consecuencia, el universo entero no es otra cosa que un entra- proposiciones; abajo, a la derecha: nueve
L (D
cuestiones.
mado de analogías y correspondencias estructurales sujetas a las
leyes de la lógica y de la armonía. Athanasius Kircher, Ars magna sciendi,
En su «Ars magna sciendi» (1669), Kircher construye, basándose Amsterdam, i66g

\
en la teoría de Llull, un extraño e imponente sistema de signos, en el
• • .<•.•>,••,•
que reemplaza los conceptos por «jeroglíficos». Estos tienen para él
una significación simbólica que va más allá de lo perceptible por los PUL/. CW.
sentidos.
iaa, TMÍ , Uh)

La figura A del Ars


de Llull. El entra-
mado tiene por fin
señalarlas relacio- «Esquema universal para combinar
nes trinitarias de cuestiones con todos los sujetos
los nueve atribu- posibles.»
tos de Dios.El
sistema está em-
Athanasius Kircher, Ars magna sciendi,
parentado con la
Amsterdam, i66g
teoría del enea-
grama de Curd-
j í e f f Los dos siste-
mas provienen del
sufismo, mística
islámica teñida de
neoplatonismo y
de pitagorismo.

Athanasius Kircher,
Ars magna sciendi,
Amsterdam, i66g

288 E L OPUS MACNUM: La escala El OPUS MACNUM: La escala 289


La escala
La escala

«Los nueve filóso-


fos en la margen Los treinta pelda-
izquierda encar- ños de la escala
nan las nueve representan las
dudas que pueden treinta virtudes
surgir frente a las mencionadas por
nueve realidades San Juan Climaco,
objetivas del uni- prior del convento
verso, relaciona- del Sinaí hacia
das en la primera finales del siglo VI,
escala. en un tratado des-
tinado a edificar a
sus monjes. Frente
Ramón Llull. Brevi-
a frente, el mismo
culum, s. XIV
número de vicios
encarnados por los
diablos. En lo alto
de la escala, el
prior en persona,
el más virtuoso de
todos.

"La escala celeste»


de San Juan
Climaco. s. XII

Valiéndose de la segunda escala, Llull de- alcanzarse mediante la «cuerda de la gra-


muestra los nueve principios absolutos y cia» que Dios tiende desde lo alto. De ejia
relativos:«(...) estas reglas conducen de la penden el intelecto, seguido por la memo-
torre de la fe y de la gracia a los principios ria, voluntad y las siete virtudes. Los siete
seguros, ya que llevan en ellas las causas vicios se abrasan en el infierno (Trad. de
mismas de la razón dispuesta a recibirlas las inscripciones: VI/. Büchel/T. PindI-
fuera de la duda que plantean vuestras Büchel, en: Lullus le Myésier, Electorium
cuestiones.» Pero el arte no va más allá de parvum seu Breviculum, Wiesbaden,
las almenas. La punta de la torre y la Trini- ig88).
dad rodeada de gloria solamente pueden

290 EL OPUS MACNUM: La escala B . OPO$ MACNUM: la escala 291


La escala La escala

Ilustración de un El ascenso a los se-


devocionario je- cretos de la maso-
suíta: «Observa en nería se basa en
esta hora Alo que tres «Luces mayo-
quieres hacer hoy, res»: la Biblia, el
y (..,)B orienta tus compás y la escua-
obras y tus pasos dra. El glifo ('¡ de-
(...) a la gloria de fine la tarea del
Dios, C con un masón, represen-
corazón ardiente; tándolo como un
ten la certeza de punto en el centro
que sin D la gracia de un circulo en
de Dios nada pue- relación con el ho-
des (...). Ejecuta rizonte circular de
tus trabajos según la eternidad. Las
E el peso, número dos perpendicula-
y medida, y todo res son los dos
como si fueras a Juanes, el Bautista
morir F en seguida y el Evangelista,
C, y los ángeles y que los secundan.
el H diablo obser- La escala de Jacob
varan todos tus simboliza el pro-
actos. Haz I bue- ceso que dará
nas obras, como si lugar a la transfor-
K tu tumba ya mación de la pie-
estuviera abierta dra tosca (apren-
(...). Lleva a buen diz pr/ma materia)
término tus traba- en piedra cúbica
jos L, a imitación (el lapis).
de Jesús y de los
santos; M los án-
Las figuras feme-
geles presentarán
ninas son la fe,
(tus obras) ante
la esperanza y el
Dios. Pero, sobre
amor. Las colum-
todo, (...) piensa
nas son la fuerza
siempre N que
(S), la sabiduría
Dios y la corte ce-
(W) y la belleza
lestial te observan
(B). El mosaico del
sin cesar.»
pavimento mues-
tra que el grado
A. Sucquet, Via del aprendiz está
Vitae Aeternae, preso aún del pen-
Amberes, 1625 samiento antinó-
mico.

J. Bowring, Panel
de trabajo para el
1" grado, i8ig

292 EL OPUS MACNUM: La escala ^ OPUS MACNUM: La escala 393


La escala La escala

Mientras el as- Las dos columnas,


censo en el panel JachinyBoas,
del aprendiz se indican que nos
hace por la escala encontramos
recta hacia arriba ahora en el interior
- s í m b o l o de la vo- del Templo de
luntad inicial, que Salomón. Los siete
sigue a una pro- escalones simboli-
yección-, en el zan las siete fases
nivel avanzado del proceso de
del oficial hay un iniciación, los
camino curvo en siete niveles de
forma de una esca- consciencia y las
lera de siete pel- siete artes libera-
daños, de la que les.
no se sabe dónde
está el comienzo Todo transcurre
y dónde está el aunen las siete sa-
final. Se expresa las laterales del
aqui el transcurso templo: el Santo
lento y orgánico de Santos en el
del proceso de centro sólo es ac-
maduración espiri- cesible «cuando
tual. Imagen de de dos se haga
ello es también la uno» y se franquee
espiga que crece a la puerta de la
la orilla del rio muerte y de la
eterno de ta vida. putrefacción
(cf. pág. 223)

J. Bowring, Panel
de trabajo para el F. Curtís, Panel
20 grado, iSig de trabajo del 2'
grado, 1801

^ MACNUM: La escala 395


294 E L OPUS MACNUM: La escala
La escala
La escala

Moisés tuvo un
«El progreso ende-
sueño:«(...) soñó
reza el camino;
con una escalera
perolos senderos
apoyada en tierra,
tortuosos son
yanya cima tocaba
los propios del
tos cielos, y he
genio.»
aquí que losange-
(W. Blake,
larde Dios subían
Marriage of Hea-
y bajaban por
ven and Hell, 1793)
ella». (Cén. 28,12)

En Blake, la ima-
gen de la escala de
Jacob está intima-
mente ligada a la
anatomía del oído,
cuyos canales au-
ditivos llama
«escalera en espi-
ral sin fin que lleva
hasta el último
cielo». La «aper-
tura del oído in-
terno era para
Swedenborg, cu-
yos escritos
Ph.O. Runge, conocía bien
Perspectiva de una Blake, la condición
escalera de caracol previa de la toma
de contacto
con los mundos
¡Quiero!. ¡Quiero!
superiores.

W. Blake, La escala
de Jacob, hacia
7800

VyS/a/^e,7J>e Cafes
ofParadise, 1793

296 E L OPUS MACNUM: Laescala


^ O H » MACNUM: La escala 297
La escala La escala

1) La columna de El alquimista anda


Jachin a locas hasta que
2) La columna de la liebre volátil y
Boas mercurial le mues-
3) Las siete gra- tra la verdadera
das del Templo materia inicial,
4) El pavimento tras cuya tosca fa-
de mosaico chada se esconde
5) La ventana al un palacio al que
Occidente se accede por los
6) El tablero de siete grados de la
dibujo del iniciación. Aqui se
Venerable unen los principios
Maestro Sol y Luna para dar
7) La estrella lugar al lapis, «al
luminosa mercurio filosó-
8) La ventana al fico», que corona
Sur la cúpula bajo
9) La plomada la forma de ave
10) La ventana al Fénix.
Oriente
n ) El nivel El zodiaco indica
12) La piedra bruta el comienzo de
13) La escuadra la obra: en mayo,
14) La piedra bajo el signo de
cúbica Tauro.A cada uno
puntiaguda de los signos del
15) La borla zodiaco le corres-
dentellada ponde una subs-
A El puesto del tancia química
Venerable Gran
Maestro S. Micheispacher,
B El puesto del Cabala, Augsburgo,
primer Celador 7676
C El puesto del
segundo
Celador
D El altar
E El escabel
F C H Las tres
Luces

L'ordre des Francs-


maíons trahi...,
Amsterdam, 7745

298 E L OPUS MACNUM: U escala ^•OPOS MACNUM: La escala 299


La escala La escala

La «Alchymia» de Andreas Libau (1540-1616) se considera el primer El edificio del opus


manual sistemático de química; su autor intenta hacer el inventarío magnum, dividido
en tres plantas:
de la difusa nomenclatura alquímica en términos claramente defini-
dos. En la primera
planta(esfera
Con sus repetidos ataques contra los prosélitos de Paracelso, inferior) la materia
a quienes tacha de blasfemos y de practicar la magia negra, obligó prima es total-
mente purificada
a Robert Fludd, en 1616, a redactar su primera apología de los Rosa- mediante una serie
Cruz. de destilaciones, y
pasa por la puerta
unificadora de la
El doble león mo- putrefacción.
nocéfalo verde en
primer plano, vo- En la segunda
mita el disolvente planta (las tres es-
que sirve de fun- feras superiores),
damento a la obra. se solidifica de
Los siete escaños forma durable.
simbolizan las El cisne simboliza
fases alternantes la tintura lunar, el
de la disolución elixir blanco.
(izquierda) y de la
solidificación (de-
En la tercera
recha). Corona la
planta tienen lugar
escena el rey
los desposorios
Azufre y la reina
del rey y de la
Mercurio en el
reina, de quienes
baño químico, del
nace el fénix, la
que crece el árbol
tintura solar o el
con las manzanas
elixir rojo.
doradas de las
Hespérides. Arriba
Andreas Libau,
del todo, las seis
Alchymia,
estrellas de la mul-
Francfort, 1606
tiplicación.

Andreas Libau,
Alchymia,
Francfort, 1606

300 EL Optts MACNUM: La.escala *-0»wi MACNUM: La escala 301


La escala Andreas Libau hace una somera descripción, que resumimos aquí, de
la ilustración de la pág. 303: La escala

C El dragón de cuatro cabezas es los cuatro grados del fuego de la


primera operación.
D Mercurio lleva al león verde (E) y al dragón atados. Ambos simboli-
zan el fluido mercurial, la prima materia del lapis.
G El águila de tres cabezas arroja por una de ellas un líquido blanco a
la mar (H). El líquido se llama «el ardor del águila», un aglutinante
parecido a la goma. El viento sopla.
K La sangre del león rojo fluye también.
M Un monte que se eleva sobre el agua negra de la putrefacción. La
falda del monte es negra y su cumbre, de la que mana una fuenta de
plata, blanca. Del mar negro salen las cabezas de los cuervos (N).
O La lluvia mercurial (Azogue) nutre a Latona (M) y le lava su ne-
grura.
Q Ouroboros simboliza la segunda solidificación, que sigue a la
putrefacción.
R Los Etíopes que sostienen las dos esferas laterales sobre sus hom-
bros representan lo negro de la segunda operación en la segunda
putrefacción.
T El cisne es el elixir blanco, el arsénico de los filósofos. Arroja un
fluido lechoso a la mar de plata (5), que es el fluido mercurial a través
del cual se unen las tinturas.
X Con la inmersión del sol en el mar mercurial, en el que debe fluir
el elixir, se produce el verdadero eclipse de sol (V), enmarcado a
izquierda y derecha por el arcoiris (cola de pavo). Es el signo de la
solidificación.
Y El eclipse de luna como imagen de la fermentación blanca.
a El rey vestido de púrpura con un león dorado y el lirio rojo.
b La reina con el águila de plata y el lirio blanco.
c El fénix consumiéndose en el fuego; pájaros de oro y de plata salen
volando de las cenizas, como signo de la multiplicación (multiplicatío).

302 E L OPUS MACNUM: La escala


El árbol • árbol
filosófico filosófico

Esta representa- Los árboles solares


ción del Corpus y lunares en cali-
magnum está ins- dad de oráculos
pirada en la cons- son elemento muy
trucción del árbol socorrido en el Li-
de los sephiroth. bro de Alexandre,
muy popular en la
Las fuerzas disol- Edad Media. A la
ventes y las fuer- propagación de
zas aglutinantes este motivo litera-
están sentadas rio ha contribuido
frente a frente so- sin duda la obser-
bre las ramas del vación de cristali-
árbol: a la iz- zaciones arbores-
quierda, el volátil centes en la re-
Mercurio con alas torta:
talares, y a la dere-
cha el Azufre arro- «Crecen en las va-
jando fuego por la sijas y adoptan
boca. En la rama forma de árboles,
inmediatamente que una repetida
superior, y coloca- circulación retorna
das en diagonal, al estado mercurial
las figuras corres- (...)el oro co-
pondientes, subli- mienza a infla-
madas y corona- marse, a hin-
das. En el tercer charse, a descom-
plano, se unen ponerse, para bro-
para dar la tintura tar de nuevo y
lunar De ella nace ramificar (...), lo
el azufre solidifi- que cada día me
cado, hijo del Sol. llena de admira-
Lleva las coronas ción.» (Isaac Newí-
de los tres reinos, ton, citado en:
vegetal, animal y Betty Dobbs, The
mineral. Foundation of
NevKtons Al-
chemy, Cam-
J.D. Mylius, Anato-
bridge, 1975)
mía aurí, Francfort.
7628
Pseudo-Uull. Tra-
tado de alquimia,
hacía 1470

304 E L OPUS MACNUM: El irbol filosófico MACNUM: El árbol filosófico 30S


El árbol El árbol
filosófico filosófico

..Hemos pintado Del cuerpo muerto


en una hoja toda ta que se corrompe
composición de en el fondo de la
tos árbotes det retorta, «se extrae
bosque.» Las lia- el alma mercurial,
nas que los unen el espíritu, latín-
servian para mos- tura». Según Ce-
trar la compatibili- rard Dorneus,
dad en el proceso. Mercurio es «la
raíz mineral del ár-
Janus Lacinius, Pre- bol que la natura-
tiosa Margarita, leza ha plantado
Venecia, 7546 en el fondo de su
matriz». De él sa-
len todos los me-
tales, y sus ramas
se ramifican por
todo el mundo
como las venas por
el cuerpo. (Cerard
Dorneus. De ge-
nealogía minera-
lium, 1568, en:
Theatrum chemi-
cum, 7602)

Miscellanea
d'Alchimia, Italia,
s. XV

306 E L OPUS MACNUM: El árbol filosófico 0 « « MACNUM : El árbol filosófico 307


El árbol El árbol
filosófico
filosófico
La palabra «Azo-
«Planta este árbol
gue» es el nombre
que Paracelso da a
Stmcx en el lapis (...),
para que los pája-
la fuerza de Mer-
ros del cielo lo ha-
curio; se compone
biten y se repro-
de la primera y la
duzcan sobre sus
última letra del al-
ramas; puesdealli
fabeto latino,
se eleva la sabidu-
griego y hebreo.
ría.» (Theatrum
Este árbol sirve
chemicum)
para demostrar
que«Azogue»de-
signa tanto el co- Eneas, majestuo-
mienzo del opus, samente vestido
la energía radical de rojo, recibe de
mercurial, como la su hijo Silvio una
más alta cima, el rama del árbol de
mercurio de los fi- la vida, que le pro-
lósofos, la panacea tegerá durante su
universal. travesía por la pu-
trefacción y el
fuego puríficador
de los infiernos.
Todo hace prever
un feliz término,
pues se sabe por
Basileus Valentinus, Azoth, París, 7659 Trismosín que la
cabeza del cuervo
Rodeado de los símbolos de los siete ele se ha vuelto
mentos, se expone aquí a nuestra medita blanca.
ción el árbol de las siete fases del opus er
un proceso de evolución interior, que co
S. Trismosín,
mienza con la putrefacción (anciano de I.
Spiendor solis,
izquierda: Saturno) y concluye con el ren
s. XVI
cer (joven de la derecha: lapis). El unicor
nio simboliza la penúltima fase de blan-
queo, de la que brotan las rosas rojas de
fijación final.

Museum hermeticum, ed. Francfort, 7749

308 EL OPUS MACNUM: El irbol filosófico — M A C N U M : El irbol filosófico 309


Los sephiroth

El árbol de los Sephiroth es el núcleo de la cabala, su símbolo más in- Después de la ex-
pulsión de los ju-
fluyente y complejo. Los Sephiroth son las diez numeraciones que,
¡_,;ni>*»»rT!i díos de España en
combinadas con las veintidós letras del alfabeto hebreo, constituyen 1492, el influyente
Isaac Luria fundó
el plan de la creación de todas las cosas, tanto superiores como infe-
cni569enSafed,
riores. Son los diez nombres, atributos o potencias de Dios, y forman en la actual Gali-
un organismo palpitante también llamado «rostro místico de Dios» o lea, un nuevo cen-
tro de exégesis ca-
el «cuerpo del cosmos». Se sustenta en los tres pilares de la gracia balística de gran
(derecha), de la fuerza (izquierda) y del equilibrio central. El pilar del prestigio. Su mís-
tica está marcada
medio forma la arteria principal, a través de la cual fluye el rocío di- por la cuestión del
vino en la matriz inferior. En la creación se manifiestan solamente los origen del mal. El
Zoharenseña en-
siete sephiroth inferiores. La tríada superior se sitúa más allá del tre otras cosas que
tiempo, no siendo concebible en modo alguno. Corresponde en el el mal viene de una
ruptura de la sefíra
sistema cuaternario de los mundos al mundo de la luz divina (Azi- del «rigor» (5),
luth), separado por un velo de las dos tríadas inferiores, la del trono provocada por la
obstrucción del
(Beriah) y la de los ángeles (Jetzira). La sephira inferior, Malcut, se canal intermedio,
identifica con Assia, arquetipo mental del mundo material. loque anulóel
efecto mitigador
del amor divino
(4). Para Luria, la
La más alta corona, la voluntad posible causa de
inicial esa obstrucción
podría ser una rup-
La sabiduría, simiente de todas tura cósmica, se-
las cosas guida de una caída
de los sephiroth
La inteligencia, matriz superior inferiores, que no
pudieron soportar
La gracia, el amor, la mísericor la violencia del
día flujo de luz supe-
rior. La luz espiri-
El rigor, el poder condenatorio tual estaría en ese
caso difusa en la
La compasión, el esplendor, la materia, y sólo los
buenos actos de
belleza
cada uno podrían
devolverla al deso-
La perseverancia, la victoria
lado organismo
divino.
La grandeza, la majestad

El fundamento de todas las El árbol de los


fuerzas activas sephiroth según
Isaac Luria.
El reino, la morada de Dios en Amsterdam, 1708
la creación

EL OPUS MACNUM: LOS sephiroth MACNUM: LOS sephiroth 311


Los sephiroth Los sephiroth

Los sephiroth se Los sephiroth son


representan tam- un sistema holis-
bién como diez tico en el que el
conchas o capara- todo prosigue y se
zones alrededor refleja infinita-
de un núcleo inte- mente hasta en las
rior del En Soph, más pequeñas par-
centro informe e tículas.
insondable de
todo ser. En la obra 'Kab-
baladenudata>del
Aludiendo a una teólogo y poeta
estrofa del Cantar cristiano Christian
de ios Cantares Knorr von Rosen-
(Ct6,11), los caba- roth {1636-1689),
listas llaman a la editada en Sulz-
meditación sobre bach en 1677, se
este No-ser «des- ofrece por primera
cender al fondo de vez a un amplio
la nuez». También público no judio
Shakespeare re- una recopilación
meda la estrofa de textos cabalís-
cuando hace decir ticos originales.
aHamIet: «O God! Entre ellos, una
I could be boun- parte del Zohar
dedinanut-shell, traducida al latin y
andcount myself a también un texto
king of infinite de Luria. Rosen-
space». YJames roth matuvo estre-
Joyceen su iFinne- chos contactos
gans Wake>: con los discípulos
«Mark Time's Fin- ingleses de Boeh-
istJoke. Putting me, asi como con
AlIspaceinaNot- el círculo de Cich-
shall». telen Amsterdam.

Rollo sephirótico, C. Knorr von Rosen-


Polonia, s. XIX roth, Kabbala denú-
dala, Suizbach,
1684

312 E L O P U S MACNUM: LOS sephiroth OPUS MACNÜ»,^ Los sephiroth 313


Los sephiroth Los sephiroth

Esta estructura de Los diez sephiroth


los sephiroth, or- no sólo constitu-
denada como un yen el cuerpo cós-
panal, representa mico del primer
las nuevas forma- hombre, Adam
ciones Y las reor- Kadmon, con las
ganizaciones del tres cavidades ce-
Árbol después de rebrales y los siete
la ruptura de los miembros, sino
sephiroth inferio- que son también,
res. Luria llama a según las enseñan-
esta configuración zas de Isaac Luria,
«Parzufim», ros-
"jiiawaTW -Jipíi : risw yióv -vp-q reflejos de su ros-
tros de la divini- tro místico, cada
dad. Dinl uno de los cuales
pjni subraya un as-
Arriba (52), «el in- pecto particular.
dulgente» (Ke- La sephira supe-
ther), entronizado Tbn Sil (Cin ibn ysn > rior, Kether, tiene
sobre el Padre MKi UWV 3111)' 5 por nombre «el in-
(Hochma, 55-65) Y dulgente», «el
la Madre (Binah, vfluijrwns" n santo anciano» o
66-77). Los sephi- «el astro del cos-
roth inferiores se jiy íCíi: aipy'íi /iWf f;i:i f mos», del que nace
compendian bajo toda vida. El Zohar
mi bíiiairt lOnt;; precisa que de él
la forma de «el im-
paciente». Su des- npiii' ai? 'a'ií' nace toda vida y
posada mística, que de la concavi-
Raquel (138-149), dad de su cráneo
encarna la sephira se derrama el rocío
regenerada, Mal- sin cesar sobre los
cut. cielos inferiores:
es el néctar de los
Rosa-Cruz y el
C. Knorr von Rosen- í nis":'^ 1 mercurio de los
roth, Kabbala denu- filósofos.
1 /
data, Suizbach,
1684
C Knorr von Rosen-
roth, Kabbala denu-
data, Suizbach,
1684

314 EL OPUS MACNUM: LOS sephiroth ''•O'W MACNUM: LOS sephiroth 315
Los sephiroth Los sephiroth

Según la ley del El esquema de los


Tetraktys pitagó- sephiroth como
rico, las cuatro si- HORIZON ^BB^yCTERNITATIS plano del templo
mientes del nom- de Salomón, Mal-
Summa
la C
C oo rrooi n a
cut como entrada y
bre de fuerza di-
vino se distribuyen S Y 5 T E M A SEPHIROTICVM dos altares en el
en diez planos. «El vestíbulo para los
mundo fue creado holocaustos. Ti-
en diez palabras» phereth es la posi-
(Zohar). Combi- ción del altar con-
nado con las vein- sagrado en el san-
tidós letras, cana- tuario, en el que se
les por los que cir- encuentra, a la iz-
cula la energía di- quierda, la mesa
vina, el esquema con los doce panes
d é l o s sephiroth de proposición (las
comprende todas doce tribus de Is-
las posibilidades y rael como imagen
combinaciones del terrestre del zo-
mundo de los ele- díaco), y a la dere-
mentos. cha, el candelero
de siete brazos. Al
fondo, oculto por
Manuscrito,
una cortina, el
Tesalónica
Sancta Sanctorum
con el Arca de la
Alianza y las dos
Tablas de la Ley;
arriba, la Sche-
kina, la gloria de
Dios en el mundo.
Kircher correla-
ciona los siete se-
phiroth inferiores
con los planetas,
desde Saturno
(Pechad)hasta la
luna (Malcut).

Athanasius Kircher,
Oedipus Aegyptia-
cus, Roma, 1653

316 E L OPUS MACNUM: LOS sephiroth ¡0»«it MACNUM: Los sephiroth 3i7
Los sephiroth Los sephiroth

Rene Zuber in- Portada de <Portae


forma de los pre-
parativos para la
fiesta de Navidad
rusa en la vivienda
PORTAELVCr
^ HtfCÍlporti TíiragTJmiton lufti inrrabfii ptim
Lucís», una traduc-
ción parcial del
<Schaareora>de
José Cícatilla, un
parisina de Gurd- cabalista español
jieff: de finales del siglo
XIII, aparecida en
«Prácticamente Augsburgo en
habla acabado mi 1516. Scholem su-
tarea cuando en- pone que Mosés
tró Gurdiieff(...) Y de León, autor del
acercándose al ár- Zohar, se inspiró
bol me dio a en- en esta obra.
tender que éste
tenía que estar su- Según Gícatilla, la
jeto al techo (...)• perfecta circula-
<Pero(...) señor, ción entre los se-
(...) ¿colgado de A.- phiroth superiores
ese gancho ahí Y los inferiores fue
arriba? ¿con la interrumpida por
copa hacía abajo Y la caída de Adán,
las raíces para poniendo fin a la
arriba?> Efectiva- unidad del cielo y
mente, eso es lo la tierra.
que quería. No
tuve más remedio Paulus Ricius,
que retirar toda la Ponae LUCÍS,
decoración del ár- Augsburgo, 7576
bol, subirme a un
taburete Y colgar
el árbol de cual-
quier forma del te-
cho, con las raíces
para arriba. (Wer
sind Sie, Herr
Curdjieff? [¿Quién
es usted, señor
Curdjieff?], Basi-
lea, 1981)

Roben Fludd,
Utriusque Cosmi II,
Francfon, 1621

318 E L OPUS MACNUM: LOS sephiroth MACNUM: LOS sephiroth 319


Los sephiroth
f Los sephiroth

..Lo que proviene El sistema de los


del Arbol del Co- sephiroth en co-
nocimiento», se rrelación con el
lee en el Zohar, H r ' - \ - j É E » modelo de circuios
«lleva en si la dua- TT'W-—•'55<hi " ^•ammM concéntricos del
lidad»; los frutos universo y con los
del amor y de la espacios en los
ira, de la luz y las que moran los án-
tinieblas, del geles.
tiempo y la eterni-
dad. Kether corres-
ponde al primum
Aunque Adán pre- mobile, Hochma
I 'Í4 -^'VíV •'3'»'
firió el sombrío al firmamento de
fruto de la mortali- las estrella fijas,
dad, tiene libertad Binah a Saturno,
de elección, pues 1 ^ X Hesed a Júpiter,
el mundo de los ' ana -nm Cebura a Marte,
elementos se com- Tifereth al sol,
pone de dos fuer- Netzah a Venus,
zas primordiales, Hod a Mercurio,
una luminosa y Yesod a la luna, y
otra oscura. Malcut a las regio-
nes sublunares
Las siete manos elementales.
son los «espíritus
elementales» de Manuscrito, Italia,
Boehme, o los hacia 1400
siete aspectos del
árbol de los sephi-
roth. El sol central
es, para Boehme,
el fuego de demar-
cación, que corres-
ponde a la sephira
Tifereth, asimilada
por los exegetas
cristianos de la ca-
bala a Cristo, como
«corazón del
cielo».

Valentín Weigel,
Studium uníversale,
Francfort, i6g8

320 E L OPUS MACNUM: LOS sephiroth MACNUM: Los sephiroth


Los sephiroth
Los sephiroth

El <Opus mago-cabalistlcum> del director de minas Georg von Wel-


ling (1655-1725), que trabajó más tarde como alquimista en la corte
del margrave de Karisruhe, fue una obra muy difundida entre los
Rosa-Cruz de finales del siglo XVIII, y se introdujo incluso en los cir-
cuios masónicos rusos. La verdadera cabala es para Welling «una
ciencia espiritual y cristiana». La cabala judía, por el contrario, no es
más que un abuso de los nom-
bres de Dios. «Goethe tomó de
este libro (...) el concepto vano
e impreciso de cabalismo que
después difundió», escribe
Scholem». (Gershom Scholem,
Alchemie und Kabbala [Alqui-
mia y cabala], Francfort 1994)
Goethe se esforzó, du-
rante su período hermético,
por llegar a una comprensión
cabal de esta obra, marcando
al margen las «citas en las que
el autor remite a otra parte del
libro». «Pero ni aún así deja de
ser un texto oscuro y farra-
goso.» (Poesía y verdad)
Goethe, algunos años des-
pués de haber leído la obra,
amplió en su drama incompleto
«Prometeo» (1773) la concep-
9 de Dios con los «siete grandes
ción del mundo de Welling, tad divina dirigía sus rayos». El mundo ter-
"pintus del Apocalipsis» fluye la luz di- cero son los doce coros de legiones celes-
convirtiéndola en gnosis luciferina, que asumirían posteriormente que penetra a través de Zacarías, es- tes. Con su soberbia. Lucifer provoca «la
Rudolf Steiner y la antroposof ía. Witude Júpiter, y crea el mundo espiritual confusión de su esplendoroso mundo espi-
ino «rquetipo «de nuestro sistema solar ritual, que se abisma a lo terrenal».

t w perfección».
Cregorius Anglus Sallwigt (Ceorg von

I
(Uidf. " " " ' ' o del hijo de la Aurora Welling), Opus mago-cabalisticum, Francfort,
(•..) hacia donde la luz de la majes- W9

322 E L OPUS MACNUM: LOS sephiroth MACNUM: Los sephiroth


333
Los sephiroth

Influenciado aquí
por Paracelso,
Agrippa y Boeh-
me, Welling llama
a la imaginación
«emanación del
ánimo» que afecta
sustancíalmente a
los objetos visibles
e invisibles y los
integra en el alma.
«Después de la
muerte, cada uno
de nosotros será
llevado por los ra-
yos de su imagina-
ción, como atraído
por un poderoso
imán, allí donde se
imaginó en su
vida». Entre los
dos polos del día y
de la noche se di-
bujan como líneas
de fuerza magné-
tica «las gradas de
la alegría y de la
aflicción», en las
que vivirá el alma
después de la
muerte.

Ceorg von Welling,


Opus mago-caba-
listicum, Francfort
Y Leipzig, 1760

Al igual que Paracelso. Welling distingue El sistema copernicano (fig. 7) se modifi


un fuego luminoso y otro oscuro, y co- cara en el transcurso del Apocalipsis,
noce, como Boehme, un azufre celeste y cuando el cielo y los elementos se funda
otro terrenal. El azufre terrenal es para él en el fuego. La tierra caerá al centro E y
la inversión de la luz celeste. El signo del dividirá en sombrío «lodazal ígneo» y er
azufre ameno, de la «luz de la alegría», lo «dulce luz de la alegría».
deriva del triángulo de la Santísima Trini-
dad (fig. 1) y de la cruz de la «sal mila- Ceorg vor> Welling, Opus mago-cabalisti-
grosa». El signo invertido del azufre cum, Francfort y Leipzig, 1760
amargo, de esa «sal viscosa» es una com-
binación del signo de la tierra (fig. 2) y el
del vitriolo (fig. 3).

El OPUS MACNUM: LOS sephiroth MACNUM: Los sephiroth 325


Los sephiroth Los sephiroth

Un esquema de los
Rosa-Cruz:

La rueda de la na-
turaleza, hecha de
la simiente de to-
dos los planetas y
metales, proviene
del inmortal Pri-
mum Mobile de la
divina Trinidad, de
la que es imagen
móvil y temporal.
De ella sálela
«rueda de la an-
gustia» elemental
de Jacob Boehme,
con el zodíaco
como límite exte-
rior.

Figuras secretas
de los Rosa Cruz,
Altona, 1785

La clave maestra del «Opus-mago»: el in- tual, centro formado a partir del agua ig
concebible En-Soph (no i) sale de si mismo nea de luz que después de su caída se
y se manifiesta en la Trinidad (no 2). Creó el transformó en una espeso fluido sulfa-
mundo espiritual (Lit. B) «para alabanza y tado, el tohu wa bohu (no 4). Pero la míseri
gloria de su inconcebible majestad» (Lit. cordia divina «ha sacado nuestro sistema
A). El primer flujo de la nada es el agua Íg- solar de este caos sombrío».
nea «Aeschmayim», cuyo glifo está for-
mado con los signos de la tria prima (Lit. Ceorg von Welling, Opus mago-cabalisti-
C). Lucifer era el centro del mundo espiri- cum, Francfort y Leipzig, 1760

326 E L OPUS MACNUM: LOS sephiroth ^ MACNUM: LOS sephiroth


327
Los sephiroth Ab uno

Este esquema de «Los cuatro ele-


los sephiroth fue mentos engendran
adaptado por los (,..)unespermao
Rosa Cruz de Oro simiente (Azogue:
del siglo XVIII para la quintaesencia),
situar el Opus mag-
num en un con-
fj. - OM N1A/;Í!*pt\B V N O . que es arrojada al
centro de la tierra
texto universal. y alli se trans-
forma. (...)»
La interpretación
exacta de esta fi- El cabellero rosa-
gura no se logrará cruz Daniel Mo-
hasta que «se des- gling (alias Theo-
criban las 2.800 philius Schweig-
partes de un grano hart) de Constanza
de trigo» y apa- da a su diagrama el
rezca Elias Artista. nombre de «árbol
de la pansophia».
Figuras secretas en el que debe
de los Rosa Cruz, contemplarse la
Altona, 1785 armoniosa unión
de macrocosmos y
microcosmos: om-
nia ab uno (todo
viene del Uno),
omnia ad unum
(todo tiende al
Uno): «Contempla
seriamente la na-
turaleza y después
los elementos (...),
y cómo formas
parte de ellos,
desde los cuales
ascenderás nueva-
mente a Dios to-
dopoderoso».

Theophilius
Schweighart,
Speculum sophi-
cum Rhodostauro-
ticum, 1604

328 E L OPUS MACNUM: LOS sephiroth ^ 0 » " * MACNUM: Ab uno 329


Ab uno

0 «El circulo y el
punto: el circulo es
el signo de la eter-
nidad. El punto,
símbolo de la con-
centración del
tiempo en el ins-
tante. El sol
{= oro), combina-
ción del circulo
(= eternidad) con
el punto(concen-
tración), es el
tiempo en la eter-
nidad, el símbolo
de la unidad de
macrocosmos y
microcosmos». (De
la .Tabula Chaere-
monis., s. XVIII)

Philotheus, Sym-
bola Christiana,
Francfort, 1677

«El círculo está


contenido en el
punto, el fruto en
la semilla, Diosen
el mundo. Pru-
dente el que lo
busca.» (Daniel
von Czepko, alias
Angelus Silesius,
1605-1660)
El «circulo completo (...), escenario de la salir de este estado irreal mediante la ora-
Mbiduría eterna», de Heinrich Khunrath, ción constante en el oratorio (izquierda) y
(Ein schón nütziích •«4colmado de la sal espiritual de la ver- el trabajo perseverante en el laboratorio
Büchlein und Un- OKl. el «Tartarus Mundi» o «Punto central (derecha), que se sostiene sobre los dos
derweisung der « s a l del gran edificio del universo», en el pilares de la experiencia y de la razón. El
Kunstdes Mes- flue confluyen todas las lineas de la cons- horno en primer plano exhorta a la pacien-
sens). Opúsculo ««cción perspectivista de Hans Vredeman cia, (..a más prisa, más vagar»), y las ofren-
muy provechoso "•Vnes. das sobre la mesa recuerdan que la función
para aprender el d e l a m ú s i c a y d e l a armonía es acompañar
arte de medir, Nú- ^ " l a durmiendo», se lee en el frontón y determinar el Opus.
remberg, 5. XVI
puerta de entrada, pues «somos la
(9íak " ^^"^^"^ sueños» Heinrich Khunrath, Amphitheatrum sapien-
•speare, «La tempestad»). Conviene tiae aeternae, 1602

330 E L OPUS MACNUM: AB UNO MACNUM: AB UMO


331
Ab uno

Las Sagradas Es-


crituras y la ora-
ción son la fuente
y fundamento de
la hermandad de
los Rosa Cruz, que
es la obra (ergon)
verdadera. La pre-
paración del lapis,
que madura aquí
en el matraz o ma-
triz de natura,
puede conside-
rarse secundaria
(parergon). Según
Schw/eighart, a
quien manipula la
obra de otra ma-
nera, mejor sería
que le ataran al
cuello una rueda
de molino y lo
arrojaran al fondo
del mar.

Theopilius
Schweighart, Specu-
lum sophicum
Rhodostauroticum,
1604

Para el médico Heinrich Khunrath mila aqui a Cristo como hijo del microcc
(1560-1605), discípulo de Paracelso, el ver- mos. Ambos resucitan, después del ms
dadero conocimiento del arte está insu- rio y la muerte, en un cuerpo celestial i:
flado por Dios a través de las jerarquías ce- destructible, que tiene el poder de salv
lestiales. Sus obras, muy estimadas en los todos los demás cuerpos hechos de los
círculos de los Rosa Cruz, rebosan fórmulas cuatro elementos perecederos. Gracia',
altisonantes de conjuros y anatemas. Se la armonía perfecta de la trinidad cuerp
supone que Khunrath practicó su oficio alma-espiritu, la dualidad de los sexos I
junto con Oswaid Croll y Michael Maier en rebis del centro) es devuelta a la unidad
Praga, en la corte de Rodolfo II. y se sabe primitiva, la mónada. La forma de logra ^
que mantuvo correspondencia con el as- está inscrita en los brazos del rebis: ora t
trólogo inglés John Dee. cuya obra «Monas labora.
hleroglyph¡ca> (1564). una interpretación
oculta del tetraktys pitagórico, influyó sin
duda en la ilustración reproducida arriba. Heinrich Khunrath, Amphitheatrum sapie
El hijo del macrocosmos, el lapis, se asi- tiae aeternae, 1602

E L OPUS MACNUM: AB UNO MACNUM: AB UNO


333
Abuno

Como las abejas son atraídas por el per- queño grano» de Jacob Boehme, siempre Veintiún caminos conducen a la fortifica- reina «nuestro Mercurio», el dragón, «que
fume de la rosa, asi también los amantes dispuesto a germinar en este mundo de ti ción alquímica, pero sólo uno accede al in- se desposa consigo mismo y se fecunda a
de TheoSophia, provenientes de todas las nieblas. Siete oriflamas con consejos sob- *»rior, el camino del temor de Dios y de la sí mismo y pare en un día y con su veneno
direcciones, se apresuran a subir los siete el trato con los poderes celestes decoran oración. Sólo ese camino aporta el conoci- mata a todos los seres vivos». (Rosarium
peldaños de la «escala mística» para pasar el túnel, que está formado por las crestas iniento verdadero de la materia primera, phílosophorum, ed. J. Telle, Weinheim,
la «puerta de la sabiduría eterna». Esta de la luz y tinieblas, (cf. pág. 271) otros representan los falsos conceptos 1992)
puerta, angosta (angosta) pero majestuosa los impíos «malquimistas». Las siete
(augusta), es la sephira Hochma, el punto del fortín son las siete fases que Heinrich Khunrath. Amphitheatrum sapien-
de partida cabalístico. Es la «energía de la Heir\rich Khunrath, Amphitheatrum sapien «nducen a la roca central del lapis. Aqui tiae aeternae. 1602
luz» y el «eterno centro de la vida», «el pe- tiae aeternae. 1602

334 E L OPUS MACNUM: AB UNO MACNUM: El fuerte 335


• fuerte
El fuerte

Inscripción sobre el emblema: «Dios es el


fuerte de todos los que creen en Él». En el centro del
mundo, sobre el
Inscripción bajo el emblema: «Dios es monte Meru, el
nuestra esperanza en el oleaje». palacio del Mán-
dala, situado en el
M.J. Ebermeier, Sinnbildervon derHoff-
peldaño inferior
de los cinco ele-
nung (Símbolos de la esperanza). Tubinga.
mentos. Al igual
1653
que el hombre,
medida divina de
todas las cosas,
este suntuoso pa-
lacio consta de
tres plantas,
cuerpo, lengua y
espíritu, a los que
en esta mándala
llamada «rueda del
tiempo» se atribu-
yen justamente
722 divinidades
Sobre el arte militar y la planificación de tibetanas.
fortificaciones.
Kalachakra-man-
Robert Fludd. Utriusque Cosmi, tomo II. dala, aguada, Tibet,
Oppenheim, i6ig s. XVIII

336 E L OPUS MACNUM: El fuerte .^^O-us MACNUM: El fuerte


337
El fuerte
El fuerte

•.En el cerebro y el corazón y la pelvis se ción a su vez de la energía creadora. En el


abren puertas detrás de la sede de Satán centro están sus herreros y sus fraguas; al
en la ciudad de Colgonooza, que es la Lon- lado, los telares de su esposa y la puerta
dres de diversidad religiosa en la pelvis de de Luban, símbolo de la matriz y de la va-
Albión... Asi son los datos topográficos en gina. Los tiene que volver a crear la eluda
las poesías de William Blake. Colgonooza. como bastión contra el mundo fantasmal
compuesto de ..Cólgota» {colina del crá- de tres dimensiones, llamado <.ulro>. o «tic
neo), .<ooze.. {fango), ..nous» {entendi- rra de la muerte eterna». La ciudad de Co
miento) et ..noose» {nudo), es la urbe de gonooza, con sus cuatro dimensiones, es
las artes y de la artesanía. En su puerta construida delante de Jerusalén, lugar de
este se encuentra el nido de las alondras, culminación y libertad.
que son mensajeras de Los, personifica-

Visión de la Jerusalén celestial: «Su brillo doce apóstoles del cordero. (...) Pero tem-
•ra semejante a la piedra más preciosa, plo no vi en ella, pues el Señor, Dios todo-
como la piedra de jaspe pulimentado. Te- poderoso, con el cordero, era su templo.
nia un muro grande y alto y doce puertas, La ciudad no había menester del sol ni de
y «obre las doce puertas, doce ángeles y luna que la iluminasen, porque la gloria de
nombres escritos, que son los nombres de Dios la iluminaba, y su lumbrera era el cor-
doce tribus de los hijos de Israel: (...) El dero.» (Apocalipsis 21,11-12,14, 22-23)
Cada una de las puertas se abre a todas las S. Foster Damon, Plan de Colgonooza, •""O de la ciudad se asienta sobre doce
demás hacia los cuatro puntos cardinales, A Blake Dktionary, T965 piedras, que llevan los nombres de los
Biblia de Velislav. Praga, s. XIV
de forma que todas están contenidas en
cada una de ellas.

338 EL OPUS MACNUM: El fuerte ^''"s MACNUM: El fuerte


339
El fuerte

Esta ilustración, tomada de la <Ar¡thmolo- zodiaco. Para el famoso alquimista inglés Al Igual que en las poesías de Blake, en los ese caso, la nueva Jerusalén no caería del
9ia> de Athanasius Kircher (Roma, 1665), es del s. XV Ceorge Ripley, Jerusalén con su' escritos profetices de su contemporáneo cielo, sino que sería nuevamente cons-
una copia del plano de Jerusalén de Caro- doce puertas es imagen del Opus Magnur Wchard Brothers se combinan conviccio- truida en la Palestina de su tiempo. Bro-
lus Bovillus (Opera, París, 1510). En el Apo- y del paso por las doce fases del Opus. nes radicalmente democráticas con tradi- thers dibujó el plano detallado de la futura
calipsis, San Juan repite insistentemente ciones bíblicas y sus propias experiencias ciudad basándose en las indicaciones del
la cifra doce al describir la ciudad celestial, Athanasius Kircher, Ar'ithmologia, Doma, *ionarias. Identifica la Jerusalén conquis- profeta Ezequiel.
lo que ha dado pie a un paralelismo con el 1665 *•* con el Londres de su época, profeti-
«•iKío la calda de la urbe británica en el Grabado de Wilson Lowry, en: R. Brothers,
^ de que la alianza monárquica ganara A Oescription ofjerusaiem (Descripción de
••Querrá contra la Francia republicana. En Jerusalén), 1807

E L OPUS MACNUM: El fuerte •MACNUM: El fuerte 341


El fuerte El fuerte

En su tratado «Circulus quadratus» (I6l6). cuatro puntos cardinales. El lapis, que la'
Michael Maier compara la Jerusalén celes- une todas, simboliza el «omphalos», el on-
tial con el lapis, representándolo como bligo del universo.
fortaleza de oro, como un circulo dividido
en las oposiciones aristotélicas de elemen-
tos y cualidades, que a su vez fueron asimi- Michael Maier, De circulo physico Quadrat^
lados, de las formas más diversas, a los Oppenheim, I6i6

lERUSAl

.4t hQVA
17 U.

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r ^
' . •

ií\a\u.
Esquema deAb
ham von Franck^
• • i berg (1593-1652) n la interpretación que hace Welling con los ojos de la carne, sino con los del
discípulo de Jac •.pocalípsis de San Juan, Cristo devol- alma». Los nombres de las doce tribus de
Boehme: verá después del Juicio Final «a nuestro Israel están escritos en las aristas de la su-
En el fuego del; sistema solar la forma primitiva que tenía perficie cúbica, que está hecha de «suaví-
CÍO Final (1), laño •ntes de la calda de Lucifer». Creara un simo cristal de oro» y penetrada de pura
che de Babel se nuevo mundo con la nueva Jerusalén luz divinal.
grega de la luz «como réplica de la ciudad arquetipica de
Jerusalén. Oíos.» Será creada sobre el globo terres-
t». a la medida del hombre en su seme- Ceorg von Welling, Opus mago-cabalisti-
«La Jerusalén celestial es un cuerpo yerto, «La nueva Jerusalén será eternamente un Abraham de J"»a con Dios. «No contemples la fig. io cum, Francfort y Leipzig, 7760
eterno, purificado, sutil, penetrante, que cristal de antimonio rojizo y transparente, Franckenberg, >>
tiene el poder de penetrar y perfeccionar como una piedra (preciosa): es el nuevo RaphaeloderAr:'
Bngel(Rafaeloel í
los otros cuerpos.» (Nodus sophicus eno- cielo y la nueva tierra, donde moraremos
datus, Francfort, 1639) todos nosotros». (Valentín Weigel, Azoth ángel médico),
8r Ignis, ed. Amsterdam, 1787) 1639

342 EL OPUS MACNUM: El fuerte ^•""í MACNUM: El fuerte 343


Et fuerte
El fuerte

Buscando «la tierra de la tranquilidad», un Andreae (1586-1654) es considerado uno


náufrago arriba a la isla de Caphar Salame, de los autores de un panfleto publicado al-
en la que descolla la ciudad utópica de gunos años antes por la hermandad de los
Christianópolis, construida, según el mo- Rosa Cruz, de quienes se separó segura-
delo de la 'Civitas solis» de Campanella mente por miedo a ser tildado de hereje.
(1612), en forma de estrella que alberga un Como reorganizador de la instrucción pú-
templo central. La vida y la educación es- blica en Wurttemberg y de la iglesia lute
tán organizadas según los ideales de los rana del «land», procuró llevar a la prác-
Rosa Cruz, combinando armoniosamente tica, después de la Guerra de los 30 años,
la tradición cristiana con el saber univer- los ideales de la Hermandad, basados en el
sal. En las escuelas se enseña la cabala amor al prójimo y la reforma de la iglesia,
como forma suprema de la geometría y la el Estado y la sociedad.
teosofía como cumbre de las humanida-
des, así como la armonía pitagórica y la as- J. Valentín Andreae, Reípublicae Chriítiano
trología. El teólogo suabo Johann Valentín polítanae descriptio, Estrasburgo, i6ig

J^wcripción de la isla volante Laputa, de las ciencias naturales fue fundada en


"la por un grupo de inventores 1660 según la concepción de los Rosa Cruz
con la ayuda de una rueda del de un «colegio invisible» que persigue los
"lagnética, acaba en parodia de la más altos ideales culturales.
ISociety» que hace Jonathan Sv»ift
^"«ulliver», editado en 1726. La vete-
Jonathan Swift, Cullívers Reísen (Los viajes
Memia británica para la promoción de Culliver), ed. Leipzig, hacia igio

344 EL OPUS MACNUM: El fuerte MACNUM: El fuerte


El fuerte El fuerte

El reformador al- Salomón hizo le-


ternativo Hugo vantar dos gran-
Hoeppner diosas columnas
(1868-1948) di- de cobre en el
señó a partir de atrio de su templo.
1895 varios tem- La de la derecha la
plos teosóficos en llamó Jaquin; la de
los que combinó el la izquierda, Boaz
patho5v»agne- (1 Reyes?. 15-23)-
riano con el culto Representan los
de iniciación dos principios
francmasón. duales en la gran
«Nuestros futuros obra y los dos pila-
templos serán ex- res básicos de la
trañas representa- Humanidad.
ciones de viven-
cias y sentimientos Una escalera de
unitarios», escri- caracol conducía a
bió en un ensayo la nave del templo,
fechado en 1912. donde se encon-
Hoeppner se hizo traba el coro Y el
conocido, bajo el Arca de la Alianza
nombre artístico (1 Reyes 6,5-8).
de Fidus, por sus
dibujos en estilo La espiga de trigo
modernista, en los madura, símbolo
que evoca al hom- del grado de
bre luminoso del aprendiz, está
norte y la cultura oculta detrás de
del naturismo. En las columnas.
ig32 ingresó en el
Partido Nacional-
Lámina de instruc-
socialista alemán y
ción francmasona
pudo observar
para el segundo
complacido que
grado, Inglaterra,
sus ideas hablan
hacia 173o.
caldo en terreno
abonado.

Fidus, Tempel der


Erde (Templo de la
tierra), 1S95, en
K.Jellinek,Das
Weltengeheimnis,
El secreto de los
mundos, Stuttgart,
7921

346 E L OPUS MACNUM: El fuerte MACNUM: El fuerte 347


El fuerte
Et fuerte

Es menester cons-
truir el templo,
«según las pala-
bras de la Biblia,
con piedras ya la-
bradas, de modo
que durante la edi-
ficación no se oiga
alli ningún ruido
molesto ni de nin-
gún otro instru-
mento de hierro.
Las piedras (las
personalidades
evolucionadas) de-
ben asentarse de
forma que se man-
tengan firmes sin
masa que las una
(...) El Templo de
Salomón es la ima-
gen de la que na-
cen todos los sím-
bolos y la que
vuelve a reunidos
en una unidad su-
perior. Por eso los
francmasones lla-
man construcción Antes de que los tres aprendices le propi- oculto junto a los planos del templo en los
a su actividad. La nen el golpe mortal, el constructor del escombros de la bóveda subterránea, eri-
meta de su trabajo templo, Hiram Abif logra arrojar a un foso gida sobre nueve arcos tan elevados que
es el templo de la profundo el triángulo de oro con la palabra no les afectan las aguas del diluvio. El no-
humanidad para dive, que lleva siempre en el pecho. veno arco tiene empotrada una piedra cú-
gloria del gran ar- bica como símbolo de la más alta fuerza
quitecto de los moral. Sólo ella puede abrir el paso al san-
Ulcandidatos al «Poyal Arch», el principal
mundos (...)» tuario subterráneo.
«IWenia de altas graduaciones en los pai-
(Lennhoff y Pos-
Wanglosajones, son adiestrados progre-
ner, Internationa-
•'"••nente para buscar ese triángulo con el Representación de los altos grados: Les
les Freimaurerlexi-
"««bre Inefable de Dios. El triángulo está Royalle Arches ¡Los arcos reales), hacia 7775
kon [Léxico inter-
nacional de la
francmasonería],
Craz, ig65)

Tapiz deis. XVIII,


grabado

MACNUM: El fuerte 349


348 E L OPUS MACNUM: El fuerte
i
El fuerte

<.Por los frutos co-


nocerás la raíz».

«En el ramaje de
los jardines de
este tipo crece,
para quienes la
merecen, una co-
rona de oro (...)
Como la puerta
está cerrada, na-
die puede pene-
trar en la casa, ano
ser que se haga
con la llave mien-
tras Dios guia las
estrellas».

Hermetischer Phi-
losophus Oder
Hauptschiüssel ¡El
filósofo hermético
o la llave maestra),
Viena, 1709

El alquimista árabe Umaíl at-Tamimi (h,


900-960), conocido como Sénior Zadit
penetra en la «cámara de la sabiduría»,
lapis. Las cuatro puertas de los cuatro c
mentos deben abrirse simultáneamen; Upuerta tiene una cerradura triple, como las rosas blancas y rojas hace falta ante
«con las cuatro llaves, hasta que toda I las tres fases del Opus. Los tres pináculos todo la debida materia inicial. Esta rosa
casa se inunde de luz».
puntiagudos que coronan el arco indican lleva un vestido verde, dice Maier. El sabio
V* dentro hay tres fuegos distintos, per- la corta sin pincharse, mientras que el la-
wnlficados por las musas inferiores de la drón «no siente más que dolores».
Aurora consurgens, finales del s. XIV
*»»íha, sentadas en el Parnaso: «En vano
Iwentas subir a esta montaña, tú que ape-
>•» puedes tenerte sobre una pierna en un Michael Maier, Atalanta fugiens, Oppen-
«•«ino llano». Para poseer los elixires de heim, i6i8

I
l

E L OPUS MACNUM: El fuerte MACNUM: El fuerte


350
El fuerte

El acceso al
«monte de los filó-
sofos» está obs-
truido por un muro
de errores sofísti-
cos. El viejo que se
ve a la entrada es
el antimonio satur-
nal, llamado aqui
«padre de los me-
tales». Los alqui-
mistas identifica-
ban a este «viejo
guardián» con
Boas, campesino
de Belén, bisa-
buelo de David.
Arriba, el alqui-
mista árabe Sénior
Zadith planta el
árbol del sol y de
la luna, que da el
lapis. Un pasaje de
<Aurora consur-
gens> en el que se
compara el lapis
con una casa edifi-
cada sobre la dura
roca alude tam-
bién a Sénior Za-
dith. En dicho pa-
saje se dice que
quien consiga abrir
la casa, encontrará
en ella la fuente de
la eterna juventud.

'Fima Fraternitatís> es el primer mani- cio... debe permanecer inaccesible al


Ceheime Figuren
de esta hermandad invisible de los mundo implo», se dice en la «Fama».
der Rosenkreuzer
Oui, publicado en 1614 por el circulo A los postulantes de la hermandad,
(Las figuras secre-
''^estudiantes de Tubinga en torno a Va- Schweighart aconseja andar al acecho
tas de los Rosa-
lentín Andreae. Pero esta «actitud y trave- como las palomas de Noé, mantener la
Cruz), Altana, 1785
sura juvenil», como Andreae calificó más esperanza en Dios y orar sin desaliento,
'3rde el asunto, tuvo consecuencias insos- hasta que un dia aparezca uno de los her-
Pechadas. Por todas partes salieron far- manos, pues ellos saben leer el pensa-
dantes que afirmaban pertenecer a esa miento.
ad milagrosa. Sabios como Rene
y Robert Fludd intentaron tomar T. Schweighart, Speculum sophicum Rhodos-
con ella. En vano: «Nuestro edifi- tauricum, 1604

352 EL OPUS M A C N U M : El fuerte MACNUM: El fuerte 353


El fuerte El fuerte

En 1613. poco des- La paloma de Noé


pués de escribir su con la rama de
«Aurora., Boehme olivo: una paloma
fue tildado de pe- mensajera y, por
ligroso iluminado arriba de ambas, la
por los circuios paloma del Espí-
dogmáticos lute- ritu Santo «rodea-
ranos. Las autori- da de las veintl-
dades de Cbriitl, cuatro lenguas de
después de dete- fuego del espíritu
nerlo brevemente, de las letras. Tres
le prohibieron es- palomas, pues,
cribir. La caterva que representan el
de sus adversarios, espíritu ternario
los «partidarios de d e l . Dios, 2.la
la creencia histó- naturaleza, 3. el
rica al pie de la le- arte (alquimia)».
tra» y de la «iglesia (G. Cichtel)
amurallada», apa-
recen en la por- J. Boehme, Obras
tada de su apolo- teosóficas, Amster-
gía como la bestia dam, 1682
del Apocalipsis, a
la que, como al ba-
silisco, proscribe y
mata su reflejo en
el espejo, (cf. p.
369)

J. Boehme, Obras
teosóficas, Amster-
dam, 1682

354 EL OPUS M A C N U M : El fuerte 355


Enigmas de la Ya los antiguos egipcios habían «esclarecido los secretos (al)quími fteria pasará por un color grisáceo y tenderá a blanquear; si ahora se Enigmas de la
zoologia eos por medio de las figuras de animales: de esta manera el león 3tiza el fuego, la materia se teñirá de un color amarillo limón, para zoología
rojo significaba el sol, el oro; el sapo y el cuervo, la putrefacción; 3cabarde color rojo, y pasará de ser volátil a fija». (J. J. Becher, Oedi-
paloma, el águila y la serpiente eran el león verde, la luna de los fi ¡chimícus, 1664)
lósofos, su Mercurio; el antimonio se representa por el lobo, el dra-
gón por el nitrito, el arsénico por la serpiente, y asi sucesivamentf
Para desentrañar los símbolos de la zoología alquímica hay que co
nocer y reflexionar acerca de las características de los animales en
cuestión. Las cosas tóxicas y volátiles se muestran en la materia; I s
fijas y terrestres, en la forma. Resuélvase pues este enigma: el león
rojo lucha con el lobo grisáceo; si lo vence, se convertirá en el mao.
nificente príncipe victorioso. Enciérralo enseguida en una prisión Michael Maier,
Viatorum,
transparente con diez o doce águilas vírgenes y entrega a Vulcano la Opperíheim, 1618
llave de la prisión. Las águilas se batirán con el león para vencerlo >
desgarrar y descuartizar su cuerpo, que cuando éste se corrompa
desprenderá un olor nauseubundo y las águilas intentarán huir del
hedor, y le pedirán a Vulcano que abra la prisión y examine todas is
grietas de la misma; pero como Vulcano no accederá a ello, sino que
cerrará a conciencia la prisión, entonces las águilas se contagiará y
corromperán también por la pestilencia de la carroña del león. Se á
una espantosa corrupción. Pero como la ruina de uno es la genera-
ción del otro, surgirán varias cosas de esa doble carroña: primerc in
cuervo, que al pudrirse desaparecerá, dando lugar a un pavo (...);
cuando éste se disipe, tomará su lugar una paloma que encuentrará
el lugar seco que el cuervo no ha podido encontrar; pero en nuev
lugar, ya que entretanto la tierra existente hasta entonces se ha
perdido por el diluvio; la nueva está hecha de la tiza virgen de los fi-
lósofos. Esta paloma, aún no disipada por la putrefacción, se con
vertirá paulatinamente en un fénix que Vulcano incinerará en la p o
pía prisión. De la ceniza saledrá un fruto nuevo, incorruptible e ii
mortal que restaurará todas las cosas sublunares.
Este relevante enigma de la zoología lo desvelarás de la form. "i
guíente: limpia el oro con el antimonio. Pon éste en un recipiente
diez ó doce partes de mercurio de los filósofos o del agua mercurial
de los metales representados por los animales. Cierra el recipient
caliéntalo según arte y así será superada la forma del oro por la -
ría mercurial y se corromperá. Aparecerá una negrura y toda suerte
de colores. Cuando acabe finalmente la fase de putrefacción, la m

356 EL OPUS M A C N U M : Enigmas de la zoologia MACNUM: Enigmas de la zoologia 357


Enigmas de la Enigmas de la
zoologia zoologia

«Los filósofos di- «Se descubre un


cen generalmente bello bosque en la
que debe haber India en el que hay
dos peces en nues- dos pájaros liga-
tro mar». El mar dos uno al otro.
representa el Uno es blanco
cuerpo, los dos pe- como la nieve
ces el espíritu y e ! (mercurio), el otro
alma. «Cuece jun- rojo (azufre), y se
tos los tres, será el matan a picota-
más grande mar zos.» Después de
que existe». devorarse mutua-
mente, se trans-
Lambsprinck. De forman primero en
Lapide philoso- una paloma (blan-
phico, Francfort, queo) y después
7625 en fénix (enrojeci-
miento).

D. Stolcius von
Stolcenberg, Viri-
diarium chymicum,
Francfort, 1624

«En el bosque se Las dos naturale-


esconden un zas opuestas del
ciervo y un unicor- opusse funden
nio.» El bosque es mediante una lar-
el cuerpo, el uni- gan cocción. «Ten
cornio el espíritu paciencia, tu tra-
(azufre, principio bajo/ no será en
masculino), el vano: el árbol ex-
ciervo el alma quisito/te dará
(mercurio, princi- oportunamente
pio femenino). los frutos que me-
Bienaventurado el reces.»
hombre que los
pueda capturar D. Stolcius von
con el arte y do- Stolcenberg, Viri-
mar. diarium chymicum,
Francfort, 1624
Lambsprinck, De
Lapide philoso-
phico, Francfort,
7625

358 EL OPUS M A C N U M : Enigmas de la zoologia MACNUM: Enigmas de la zoología 359


as d e V
Enigmas
zoología

AA La ascensión

BB El descenso

C El mercurio

DD El cuerpo só-
lido se disuelve

E La sal se licúa

FS La sal se l i c ú a / y
asciende a las altu-
ras

Hieronymus Keuss-
ner, Pandora, die
edelste Cabe Cor-
tes (Pandora, el más
sublime don de
Dios), Basilea, 7582

«En la cima del monte en el que se encuen- donde se lee: «Sabed que la cabeza del
tra la prima materia está el «buitre de los arte es el cuervo, que vuela sin alas tani
filósofos» (su mercurio) y grita sin cesar: en la negrura de la noche como en la clari
«Soy el negro de lo blanco y el rojo de lo dad del dia». (Rosarium philosophorum,
blanco y el amarillo de lo rojo; anuncio la ed. J. Telle, V\/einheim, 1992). Se alude
verdad y no miento.» aqui al nigredo, en el que se corrompen
partes sólidas de la materia.
Michael Maier ha tomado este apotegma
del «Rosarium philosophorum», compila- Michael Maier, Atalanta fugiens, Oppen-
ción de doctrinas alquimicas del siglo XIV, heim, i6i8

EL OPUS M A C N U M : Enigmas de la zoologia MACNUM: Enigmas de la zoologia 361


Enigmas de la Enigmas de la
zoologia zoologia

«Entré a una casa


subterránea (...) Y
vi sobre el tejado
las imágenes de
nueve águilas»,
dice el alquimista
árabe Sénior
Zadith (hacia (i^c'S^tto tfiíFrWw. íftia/rtfilíV fitSíttnt!--
900-960), fre- / t - r - 10., ^ ff n j ; p c t t t p . )
cuentemente ci- " "ílpwtK (i <VIíTmí> 11; fiVi•'Ají 1 Ht/íI•• •• i f
tado en «Aurora
consurgens».Las
águilas evocan los
nueve procesos de
sublimación. El
arco y las flechas
representan las fa-
ses siguientes de
la solidificación.

Esta representa-
ción está estrecha-
mente relacionada
con las leyendas
árabes relativas al
hallazgo de la Ta-
bla de Esmeraldas
de Kermes Trisme-
gisto que tiene el
anciano en su re-
gazo. En la Tabla
están representa-
dos con jeroglífi-
cos los axiomas «Bfuego da forma y hace perfecto todo, cosas livianas tampoco pueden oprimirse
herméticos. «•o está escrito: le insufló la vida, el sin que intervenga la cosa pesada. En la
•«•go hace sutiles todas las cosas terres- <Turba> se lee: espiritualizad el cuerpo y
<'H que sirven a la materia». haced volátil lo que es fijo».
Aurora consurgens,
comienzos del
cosa que es pesada no puede hacerse
s. XVI
sin la ayuda de la cosa liviana. Las aurora consurgens, comienzos deis. XVI

36a EL OPUS MACNUM: Enigmas de la zoologia MtaNUM : Enigmas de la zoologia 363


Enigmas de la Enigmas de la
zoologia zoologia

«Se mencionan El alma y el espí-


dos pájaros en el ritu pueden aña-
bosque, pero en la dirse y quitarse al
mente es sólo cuerpo (solve et
uno», dice Lambs- coagula). «Sin
princk. Los dos duda tiene que
vastagos del pá- darse un gran mila-
jaro Mermes sim- gro para quede
bolizan los compo- dos leones salga
nentes volátiles y uno solo.»
sólidos del mercu-
rio, que se unen Lambsprinck, De
mediante repeti- Lapide philoso-
das sublimaciones. phico, Francfort,
1625
Lambsprinck, De
Lapide philoso-
phico, Francfort,
1635

Un águila tiene «Añade al león una


dos hijos desigua- leona alada, para
les. Uno puede vo- que ambos pueden
lar, pero se lo im- vivir en los aires.
pide su hermano, Pero él se man-
que no tiene plu- tiene inmóvil y
mas. «Intercambia permanece en la
sus cabezas y lo tierra. Esta imagen
conseguirás», te muestra el ca-
aconseja Maier. En mino que sigue la
otras palabras, fija naturaleza». Mi-
lo volátil y volati- chael Maier acon-
liza lo fijo. seja sublimarlas
dos naturalezas
Michael Maier, (azufre y mercurio)
Atalanta fugiens, hasta que no pue-
Oppenheim, i6i8 dan separarse.

Michael Maier,
Atalanta fugiens,
Oppenheim, 1618

364 EL OPUS M A C N U M : Enigmas de la zoologia ^'US MACNUM: Enigmas de la zoologia 365


Enigmas de la Enigmas de la
zoología zoologia

El león verde, des- «Soy el verdadero


crito aqui como león verde y do-
extracto gelati- rado sin cuita/en
noso del antimo- mise esconden to-
nio en bruto, es dos los misterios
una de la «tres co- de los filósofos.»
sas suficientes
para la maestría en «El león verde que
el arte». Las otras devora al sol» es,
dos son el vapor según el -Rosa-
blanquísimo que rium., «nuestro
se precipita como mercurio». Solo él
«agua de fuego» o actúa profunda-
"fuego contra na- mente en todos
tura» y las «aguas los cuerpos y los
sulfurosas y féti- eleva. Si se mezcla
das». con otro cuerpo, lo
anima y lo ilumina
Michael Maier, y transmuta sus
Atalanta fugiens, propiedades.»
Oppenheim, i6i8 (Rosarium philo-
sophorum, ed.
Telle, Weinheim,
1992)

La «sangre del
Heinrich Khunrath
león verde», tam-
lo llama «lo natu-
bién conocida
ral, en una pala-
como «vitriolo de
bra, el todo uni-
los sabios», es el
versal concebible
disolvente univer-
y lo que supera por
sal que devora los
arte todo lo natu-
siete metales y el
ral y lo artificial en
oro. Basilius Va-
la naturaleza».
lentius afirma que
(Vom hyiealischen
la sangre sólida
Chaos [Sobre el
del león rojo (la-
caos hileálico], ed.
pis, sol) sale de la
Francfort, 1708)
sangre volátil del
león verde.
Rosarium philoso-
phorum, s. XVI
D. Stolcius von
Stolcenberg, Viri-
darium chymicum,
Francfort, 1624

366 EL OPUS M A C N U M : Enigmas de la zoologia MACNUM: Enigmas de la zoologia 367


Enigmas de la Enigmas de la
zoologia zoologia

«Este es el reci- El basilisco es un


piente de los filó- híbrido venenoso
sofos, del que tan de gallo y sapo. Su
secretamente tra- mirada fija y mata
tan en sus libros y todo al instante,
parábolas, sin que como un disol-
nadie lo entienda vente caustico o el
(...) A quienes polvo de proyec-
quieran freir, pasar ción que trans-
por agua o cocer el muta los metales.
huevo de los sa- Si se le pone un es-
bios, les aconsejo pejo delante, se
que procuren no mata a sí mismo.
romper la cascara, « D e s ú s cenizas se
pues entonces (...) hacen cosas mara-
saldría el veneno y villosas.»
podría matar a to-
dos los presentes; Aurora consurger)S,
ese veneno es el comiemos del
más fuerte que hay s. XVI
en el mundo.»

Isaac Hollandus,
«En la roca se une
Hand der Philoso-
el águila (sal de
phen (1667), ed.
amoníaco) con el
Viena, 7746
humo del dragón
(nitrito)». En la
<Tercera llave> de
Basilius Valentius
se habla de «reti-
rar al rey (al oro),
su alma, su azu-
fre». Este azufre es
el zorro, que ha fi-
jado la gallina mer-
curial y ahora es
volatilizado por el
gallo, que lo de-
vora.

Stolcenberg, Viri-
darium chymicum,
3er6erffef .005 fo Francfort, 1624

fontf bcr i^ifff ^evaus.

368 EL OPUS M A C N U M : Enigmas de la zoologia '"^""^ M A C N U M : Enigmas de la zoologia 369


Enigmas de la Edipo químico
zoologia

De <broma seria> «El mundo no


(lususserius), cali- tiene misterios.
ficó Michael Maier Esta afirmación
su tratado, publi- embelecadora me
cado en 1618 en irritaba ya hacia
Oppenheim, en el i88o, lo que me
que la sentencia hizo acometer en
judicial de un hu- los cinco años si-
mano concede a guientes una revi-
Mercurio la prima- sión de la ciencias
da sobre todas las naturales (...¡Al fi-
criaturas. Se le re- nal fui más lejos de
conocen sus méri- lo previsto, pues
tos a la vaca, a la llegué a abolir la
oveja, a la ostra, a frontera entre es-
la abeja, al gusano pirito y materia.
de seda y a la flor En consecuencia,
del lino, pero Mer- traté de la psicolo-
curio es «el rey de gía del azufre en
todas las cosas del 1894, en el <Anti-
mundo». barbarus>.»

«Las letras F y S
entrelazadas me
recuerdan el nom-
bre de mi m u j e r -
imeamatoda-
Cuando se unen el via! - , e inmedia-
león/sol y la ser- tamente después
piente/luna, el la- me invaden brus-
pis alcanza su per- camente los sím-
fección. No obs- bolos químicos del
tante, para poder hierro y el azufre;
reproducirse y lle- ante mis ojos se
var los frutos de descubre el miste-
Mercurio, tiene rio del oro.» (Au-
que calentarse en gust Strindberg,
un crisol con tres Inferno, Berlín,
partes de oro puri- 1898)
ficado y ser fer-
mentarse.
August Strindberg,
Antibarbarus, Esto-
Arriba y abajo: Stol-
colmo, igo6
cenberg, Viridarium
chymicum, Franc-
fort, 1624

370 EL OPUS M A C N U M : Enigmas de la zoologia MACNUM: Edipo químico 371


Edipo químico

«Para que las ver-


dades contenidas
en ellos (...¡pene-
trasen profunda-
mente en el espí-
ritu», los antiguos
«gustaban de es-
pecular con símbo-
los, enigmas y fá-
bulas de Egipto».
Los químicos tam-
bién se servían de
ellos para «ocultar
su arte lo más po-
sible». (J.F. Bud-
deus, Untersu-
chung von der Al-
chemie). También
menudean las que-
jas sobre «las pro-
posiciones equivo-
cas y la incoheren-
cia de los escritos»
de los alquimistas.
Para remediar esta
situación, J.J. Be-
cher, médico y al-
quimista de Spira,
escribió en 1664 su
«Oedipuschimi-
cus».
• Michael Maier, lo mismo que para espíritu y alma, es decir, el lapis solar con
Imuchos alquimistas del siglo XVIII, poder de teñir y curar.
Con ayuda de Mer-
líos mitos de la Antigüedad clásica
curio, el griego le-
nuntrasfondo químico oculto. Según Incluso el parricidio y el incesto de Edipo
gendario resuelve
ti cuando la esfinge pregunta a Edipo son parábolas químicas, pues también en
todos los enigmas
randa a cuatro patas por la mañana, la obra la causa primera (padre Saturno¡ es
que se le propo-
•^•1 mediodía y a tres por la tarde, la eliminada por la causa eficiente (hijo Mer-
nen, lo cual hace
1 de éste no es el hombre, como curio¡ para reintegrarse después, lo que
que la esfinge se
Berróneamente, sino el lapis. Al co- «hace que el hijo se despose con su ma-
precipite al vacio y
0. el lapis es «en su calidad y poten- dre».
muera despeñada.
"cuadrado(elemental¡», al mediodía
dia luna compuesta por dos lineas,
J.J. Becher, Oedi- f. la blanca piedra lunar, y a la tarde
Michael Maier, Atalanta fugiens, Oppen-
pus chimicus, 1664 ulo esencial formado de cuerpo.
heim, 1618

.épU CUxeum. yUycrJiratat. j66^ .

372 EL OPUS MACNUM: Edipo químico


MACNUM: Edipo químico 373
El rocío El rocío

«Su tierra será


bendecida por el
Señor con el mejor
don del cielo, el
rocío.»
(Deut. 33,13)

«Este rocío es el
maná del que se
alimentan las al-
mas de los justos.
Los llamados tie-
nen sed y lo reco-
gen a manos llenas
en los campos del
cielo.» (Zohar)

«Nuestro rocío,
nuesta materia es
celestialmente es-
permática y fe-
cunda, eléctrica y
virgen en gene-
ral». (Tomado de
las obras del
Conde Marsciano,
1744)

Palas Atenea, diosa de la sabiduría, sale que de vidrio afilado en la punta y metí por
Dealchimia.
del cerebro de Júpiter, a quien Vulcano el estrecho cuello a la bella Dánae, la hia Leiden, 1526
quería curar a hachazos sus dolores de ca- del rey Acrisios (...) después, asistido 1 •
beza. Este nacimiento, escribe Maier, se Júpiter, produje una lluvia de oro que c |é
celebra anualmente en Rodos como fiesta caer, entre las tejas de la techumbre, es
de la «lluvia de oro», en la que se lanzan al decir, el estrecho cuello del alambique so-
aire moneditas de oro de imitación. bre el regazo de Dánae (...)»(J.R. GIau'
Von den Dreyen anfangen der Metalle, Je
Johann Glauber (1604-1670) cuenta cómo los tres orígenes de los metales, 1666)
llevó a cabo ante algunos amigos suyos el
experimento de otra lluvia de oro clásica: Michael Maier, Atalanta fugiens, Oppef
«Coloqué sobre una mesa (...) un alambi- heim, 1618

374 EL OPUS M A C N U M : El roció ^^O-'Jf MACNUM : El roció 375


Difícil encontrar una obra en la historia de la alquimia que haya hechc
correr tantos ríos de tinta como el (Mutus Liber) «Libro mudo», que
( El rocío

Lámina l

Inspirado por la
transmite su mensaje en forma de jeroglíficos en una serie de 15 ¡lus piedra tosca
traciones. La edición príncipe apareció en La Rochelle en 1677; la ver (prima materia),
Jacob sueña con
sión coloreada que se emplea aquí procede de un manuscrito francé una escala celeste,
de las postrimerías del siglo XVIII. El autor parece ser un tal Jacobus que equivale al in-
tercambio de espí-
Suiat, que en la primera ilustración oculta su nombre tras el pseudó- ritu y materia. Las
nimo Altus (latín: alto), anagrama de SuIat, y en la última ilustración diez estrellas sim-
bolizan las diez fa-
hace lo propia con la expresión latina «oculatus abis» (te irás como v ses de la sublima-
dente). Para los comentarios que hacemos de las imágenes seguimos ción en la obra. Las
tres lineas de nú-
en muchos puntos las interpretaciones detalladas de Eugéne Canse-
meros indican, leí-
liet, discípulo del legendario alquimista Fulcanelli y editor de su obr das a la inversa, las
diferentes citas bí-
(Altus, Die Alchemie und ihrStummes Buch, La alquimia y su libro
blicas en las que se
mudo, ed. Amsterdam, 1991). Canseliet escribe que gracias sólo a hace referencia a
las bendiciones
este libro de imágenes jeroglíficas logró aislar la sal extremadamente
del rocío celeste.
volátil del rocío, y que ello le llevó a hacer su edición comentada dei También las rosas
aluden a él (rocío;
«Mutus liber».
«ros» en latín).
En la serie de ilustraciones tiene especial relevancia la descrip
ción de la obtención de la sal por vía húmeda, mientras que la fase
central subsiguiente, la preparación del lapis por vía seca con la
ayuda de la sal ígnea oculta, está parcamente documentada. El rocíe
dice, contiene un nitrito finísimo capaz de refinar las otras sales. Su
glifo 0 forma la estructura de la composición de la primera lámina, y
el del amoníaco la de la última. Pero no se trata del amoníaco co-
rriente, sino de una sal cristalina con la fuerza de la armonía, que
Canseliet llama «Armoniaco». Ambas substancias, nitrito y armo-
níaco, son el agente y el paciente de la obra, como figuran en «Aure
Catena» de Kircher(cf. pág. 278). En el «Mutus Liber> aparecen, bajo
figuras cambiantes, como el doble principio fundamental de la obr.
como pareja alquímica o como Tauro y Aries, o también como Apo!
Diana.
Para dificultar la comprensión de la obra, el autor intercambió
orden de las planchas. Aquí se reproducen en el orden original, peí
ofrecemos también (entre paréntesis) el orden propuesto por Canse
liet.

EL OPUS MACNUM: El rocío ¡ Í ' S M A C N U M : El roció


377
El rocío El rocío
I
Lámina 2 (precede Lámina 3
a la lámina 8)
Júpiter, primer
Neptuno une en la halo de luz que
redoma a sus discí- atraviesa la noche
pulos Apolo Y saturnal, está sen-
Diana, en la fase tado en el trono
central de la obra. sobre tres anillos
La noche del caos que simbolizan las
se ha retirado y la rotaciones en las
luz del sol espiri- tres fases de la
tual ilumina ahora obra, con sus co-
la obra. rrespondientes In-
versiones de den-
tro a fuera. Bajo él
se ve a Juno, su es-
posa, que repre-
senta la fase multi-
color (pavo real), y
a su lado, los pája-
ros de las sublima-
ciones. Las esce-
nas de pesca sim-
bolizan las relacio-
nes recíprocas de
coagulación y su-
blimación de los
dos componentes
fundamentales,
que aparecen aqui
bajo la forma de
Tauro y Aries.

EL OPUS M A C N U M : El roclo ' " « M A C N U M : El roclo 379


El rocío El roció

Lámina 4 Lámina 5

La pareja alquí- Después de la des-


mica como corres- tilación, la mujer
pondencia inferior del alquimista re-
del sol y la luna tira del matraz
durante la recolec- cuatro parte coa-
ción del roclo. Di- guladas que en-
cha recolección trega al «Vulcano
debe efectuarse lunar». Éste sim-
en los meses de boliza el «fuego
abril (Aries) y mayo secreto» que se
(Tauro), que es forma a partir de
cuando el verde las dos sales del
espíritu del roció. Este fuego
mundo, citado fre- vulcánico hará re-
cuentemente por vivir al niño que
Khunrath, está en lleva en brazos.
la plenitud de su Abajo se ve el apa-
fuerza. Al rocío rato al que se con-
hermético se le fía el rocío para su
llama también «vi- digestión.
triolo de los sa-
bios» o «león
verde». Su glifo 5
puede verseen la
punta del campa-
nario de la iglesia.

380 E l OPUS MACNUM: El roció M A C N U M : El roció 381


El roclo El rocío

Lámina 6 Lámina 7

El producto de una El producto de las


digestión de cua- destilaciones se
renta días Y de una añade al extracto
segunda destila- que ha sido con-
ción aparece en centrado me-
forma de flores diante el fuego lu-
sulfurosas fijas nar secreto. Des-
que recibe el nom- pués se calienta
bre de «oro de los todo al baño maria
sabios». El alqui- Y se saca la salde
mista entrega el la armonía univer-
extracto a Apolo, sal, cuyo glifo es +.
fuego celeste, ves- Abajo, Saturno-
tido aqui con antimonio devora
arreos marciales. alniñitoo«azufre
Abajo a la derecha, de los sabios».
el contenido del Después de su pu-
frasco, que ante- rificación por el
riormente se habla fuego Y el agua, es
confiado al fuego llevado junto a
volcánico secreto, Diana, la blancura.
se vierte en una
olla para su coc-
ción.

382 EL OPUS M A C N U M : El roclo 383


El roció El rocío

Lámina 8 Lámina 9 (sigue a


la lámina 4)
En la redoma que
llevan los dos án- Depositado en seis
geles se ve al Mer- escudillas que for-
curio filosófico man un triángulo
como producto de de fuego, el roció
la unión del se somete a la ac-
Sol/Apolo y ción del fluido cós-
Luna/Diana, unión mico para redoblar
llevada a cabo por su energía (en
Neptuno en la lá- griego: «rosis»).
mina 2. Los diez Según Canseliet,
pájaros de la subli- el efecto de esta
mación se corres- energía es precisa-
ponden con las mente lo que dis-
serpientes del ca- tingue la alquimia
duceo. Dos de los de la química ordi-
pájaros llevan ra- naria.
mas con los símbo-
los de las dos
substancias salinas
que ha producido
el «fuego se-
creto»: tártaro y
amoniaco.

El OPUS
384 EL OPUS M A C N U M : El roció MACNUM: El rodo 385
El roció El rocío

Lámina io Lámina n

Preparando y se- Si se compara esta


llando el «huevo lámina con la no 8,
filosofal» o «reci- ['T'^^^--^ se aprecia que el
piente de la natu- contenido de la re-
raleza mercurial». doma se ha hecho
En contra de lo transparente y
que parece, el re- convertido en «lo
cipiente no es de más profundo de
vidrio, y su conte- una claridad sin
nido no es un fondo». El mercu-
fluido, sino son las rio filosófico apa-
dos sales en cuyo rece ahora elevado
interior reposan a la dignidad de
las flores sulfuro- púrpura y el sim-
sas u «oro espiri- bolo de la sal de
tual». Los dos tártaro sulfuroso
principios consu- está provisto del
man su unión en el glifo de la sublima-
hornillo de atanor, ción. Obsérvese
produciéndose la que en la parte in-
rubificación defi- ferior han desapa-
nitiva que se ve en recido las cortinas
el centro de la que tapaban las
diana. ventanas.

386 EL OPUS M A C N U M : El rocío 387


El rocío El rocío

Lámina 12 Lámina 13

El azufre/Tauro se Las flore sulfuro-


encabrita, movido sas de la lámina 10
por su dinámica in- se han convertido
terna, y el roció en entretanto en un
las escudillas co- pequeño sol que
mienza a vibrar, sa- tiene la facultad
turado de espíritu de llevar el mercu-
nítrico y celeste, rio al más alto
del salitre puro. El grado de fijación.
mercurio filosofal (La diana con la
lo toma ansiosa- marca roja en el
mente, pues lo ne- centro ha crecido
cesita para la ger- entretanto). Las ci-
minación y cristali- fras que muestran
zación de la semi- los dos principios
lla sulfurosa, el reunidos indican la
«oro espiritual» fase de multiplica-
que lleva en su in- ción, que progresa
terior. en potencias de
diez hasta el infi-
nito.

388 EL OPUS M A C N U M : El rocío ^ ^ ° ' ' « MACNUM: El roclo 389


El rocío El rocío

Lámina 14 Lámina 15

Los tres hornos co- La noche de la pri-


rresponden a los mera lámina ha
tres fuegos de la dado paso en esta
obra: el fuego es- última al lucero del
piritual interior, el alba. El Hércules
fuego secreto de pagano ha reali-
la sal y el oscuro zado los trabajos
fuego material, de la obra y sus
que aviva los otros restos mortales se
dos. Esta última depositan en el
fase, en la que se suelo, mientras
trata de mantener que su espíritu in-
una cocción cons- corruptible se
tante, se llama «la- eleva en los aires
borde mujer y como verdadera
juego de niños». piedra angular que
La cocción dura une los principios
tres días ó hasta masculino y feme-
alcanzar la plata nino. Las ramas
filosófica (iz- que enmarcan la
quierda), y otros escena forman una
tres días más para X(se aprecia mejor
el oro, hijo del sol en la edición prin-
(derecha). «Reza, cipe), la Ci griega,
lee, lee, lee y re- signo de Cristo o
lee, trabaja y lo de la luz revelada.
encontrarás», ex-
horta la pareja a
aquél que sigue los
pasos a Mercurio.

El OPUS
390 EL OPUS M A C N U M : El roclo MACNUM: El rocío 391
El rocío Labor de
mujeres

En esta borrosa fo- El «blanqueo» de


tografía se ve al al- la materia negra
quimista francés después de la fase
Armand Barbault de nigredo, es
(1906-1974) escu- considerado aquí
rriendo un paño de «labor doméstica a
lino empapado de cargo de las muje-
rocío. Barbault res».
mezcla este lí-
quido, cuya cali- Joyce, que conocía
dad depende en bien las ilustracio-
gran medida de la nes del <Splendor
especie vegetal en sol¡s>. Introdujo
la que se recoge, varios motivos en
con un extraao sus obras: «Wring
vegetal, la «sangre outtheclothes!
del león verde», su Wring ín the dew!
prima materia. (a imitación de
Para ello toma una Tennyson: <Ring
porción de «tierra out the oíd, ring in
virgen», exenta de the new) (...)
fertilizantes quí- Spread! It'schur-
micos, y tras aña- ning (churn: man-
dirle los demás tequera, centrifu-
componentes la gadora) c\\\\\(chill:
deja tres años helada, depresión,
hasta obtener una <nigredo>). Der
mezcla totalmente went ist risíng. I'll
negra. lay a few stones on
the hostel sheets.
Armand Barbault, A man and hís
bride embraced
L'or du milliéme
between them.»
matin, París 7979
(el rebis hecho de
Sol y Luna).
(J. Joyce, Finne-
gans Wake, p.213)

S. Trismosin,
Spiendorsolis,
Londres, s. XVI

392 EL OPUS M A C N U M : El roclo MACNUM: Ubor da mujeres y juego de niños 393


Labor de Juego
mujeres de niños

«Contempla a una mujer lavando el lino y Las expresiones


aprende a hacer colada como ella/ con «labor de mujeres»
agua caliente y ceniza/ Haz como ella y y «juego de niños»,
todo te saldrá mejor/ pues el cuerpo, casi siempre cita-
cuando está negro, se blanquea con agua.» das juntas, descri-
Dicha agua es el «fuego filosófico» que pe- ben una fase avan-
netra en el interior de la materia vil y la pu- zada del Opus en
rifica de toda impureza. laque, aparte de
mantener el fuego
Michael Maier, Atalanta fugiens, Oppen- de cocción a una
heim, J6JS temperatura cons-
tante, no hay más
que hacer que pa-
sar el tiempo. Se-
gún Salomón Tris-
mosin, esta ilus-
tración de los ni-
ños jugando es
también una pará-
bola de la fijación
del mercurio por el
azufre, pues, como
«Asicomolamujei
ocurre en el «juego
remoja el pescan
de niños», loque
en su propia ag
estaba encima
lo escalda y cue
(Mercurio) pasa a
(...), el artista tam
estar debajo.
bién trata su su
jeto con su proi
agua, más fuert El grupo de niños
que el vinagre mas en primer plano
concentrado. Le recuerda a los «ni-
destruye, lo ños de HUIsen-
ablanda, lo di- beck»(die Hülsen-
suelve y lo coa- beckschen Kinder)
gula, todo ello de Ph. O. Runge
dentro del reci (1805).
píente de Herm.-.
bien cerrado.» S. Trismosin, Spien-
dorsolis, Londres,
Michael Maier, s.XVI
Atalanta fugiens.
Oppenheim, i6i8

EL O
394 EL OPUS MACNUM: Labor de mujeres y juego de niños '"•Js MACNUM: Labor de mujeres y juego de niños 395
Química Química
vegetal vegetal

«Sembrad el oro „,es de Paracelso (1493-1541). que mlco está orientado al crecimiento orgá-
en la blanca tierra ^. 3 la historia como el fundador de la nico, Newton llamó a la alquimia «química
follada, que es la í'Vroqui'Ti''^ -i^^o^»- médico)far- vegetal», en oposición a la química mecá-
tercera tierra que éutica, la medicina era el fin declarado nica de laboratorio.
sirve al oro; ella ^''f^j^glquimia. Dado que el proceso alqui-
tiñeelelixiryel
elixir hace lo pro-
pio con ella.»

El término «teñir»
se emplea aquí en
el sentido de una
transmisión de
energía pene-
trante, que en este
caso se refiere a
las dos últimas fa-
ses de la«multipl¡-
catio» y «projec-
tio».

Aurora consurgens,
comienzos del
s. XVI
"La naturaleza no da nada perfecto, es el
hombre quien tiene que consumarlo. Esta
consumación se llama alquimia. El ale
mista es el panadero que cuece el par I
bodeguero que hace el vino, el tejedor que
teje el paño.» (Paracelso, Paragranum
1530)

La levadura es la mejor imagen del fer


mentó que inicia el proceso de elevar' ^ «El más docto de todos los filósofos» en- de su cuerpo se encuentra aún en un es-
materia. trega a la «madre alquimia» un manojo de tado impuro, venenoso. Los muslos están
^lierbas para curar su cuerpo enfermo. inflamados por la hidropesía, las piernas y
Mientras que su cabeza dorada y su pecho los pies están deformados por la gota.
plateado (cubierto aquí por un censor) han
alcanzado la perfección, la mitad inferior Aurora consurgens, comienzos del s. XVI
Aurora consurgens, finales deis. XIV

396 EL OPUS M A C N U M : Química vegetal


I
El OPUS

t
MACNUM: Química vegetal 397
Química Química
vegetal vegetal

El Pseudo-Eleazar,
un alquimista del
siglo XVIII que
firma con el nom-
r5ítra¿j « « V ttnh Obgerviere trov bre del legendario
maestro de Nico-
lás Flamel, consi-
dera especial-
mente digna de
mención esta
quinta hoja del có-
digo. «Si llegaseis
a perder todos los
escritos, es sufi-
ciente que copiéis
estas figuras, o
que las pintéis
para vuestros hijos
(...) para que las
comprendan fácil-
mente.» El viejo
roble es «nuestro
terrón negro y pe-
sado, nuestro Al-
baón», sobrenom-
bre del antimonio.
De él nacen las ro-
«Toda simiente necesita un buen terreno, cosecha.» (M. Barcius, «Gloría Mundi>, sas rojas que son
puro, graso, suave, humedad para la putre- Hermetisches ABC [El ABC hermético] «la sangre del an-
facción y sol para el crecimiento y recolec- Beríin, 1624) ciano o de nuestro
ción. En el arte ocurre lo mismo. Siembra oro secreto», y
primero el grano en la materia, que debe- también «el agua
rás limpiar (...), de esa forma el espíritu D. Stolcius von Stolcenberg, Viridarium blanca lunar», lla-
puro del fuego y del agua bendecirán tu chymicum, Francfort, 1624 mada «nuestra pi-
tón (sobrenombre
del mercurio vivo).

Abraham Eleaiar,
Uraltes chemisches
Werk (Tratado de
química muy anti-
guo), Leipzig, 1760

398 EL OPUS M A C N U M : Química v e g e u l ^^''us MACNUM: Química vegetal 399


La serpiente La serpiente

«Veis aqui fluir del «En la segunda lá-


desierto, bifurcán- mina del Código
dose su curso, la de Flamel «había
blanca agua lunar, una cruz con una
que está hecha de serpiente clavada
la antigua materia a ella.»
que es el padre de
todas las cosas.» 1.a serpiente de
Se trata en este bronce que Moisés
caso de la peli- clavó en la cruz
grosa via seca «para que fuera
«que parte de lo vista por todo el
grasiento de la tie- pueblo y se librase
rra, del caos pri- de la plaga que pa-
mordial. La otra decía» es símbolo
vía (la húmeda) de la fuerza cura-
parte de nuestro tiva del elíxir mer-
terrón negro, pe- curial, o loquees
sado y blanco; las lo mismo, de
serpientes que se Cristo crucificado
arrastran por la (Jn.3,14). El
tierra indican que Pseudo-Eleazar
la pitón (Mercurio) llama a esta ser-
está en la vía seca, píente «poderoso
que es muy vene- rey natural» que
nosa, pero des- cura el mundo en-
pués de haber su- tero, como un bál-
bido varías veces samo salino. Pero
al monte (alambi- para que haga
que), se convertirá efecto el cuerpo
en flor casi medici- primaterial y vene-
nal.» noso tiene que ser
despedazado y el
espíritu volátil fi-
Abraham Eleazar,
jado con un clavo
Uraltes chemisches
de oro.
Werk (Tratado de
química muy anti-
guo), Leipzig, 1760 Abraham Eleazar,
Uraltes chemisches
Werk (Tratado de
química muy anti-
guo), Leipzig, 1760

OPUS MACNUM: U serpiente 401


400 E l OPUS M A C N U M : La serpiente

í
La serpiente
La serpiente

En la primera lá-
mina del Código «La serpiente de
de Flanel «había más arriba (n» 3),
una vara y dos ser- es el espíritu uni-
pientes que se de- versal que lo
voraban mutua- anima todo, que lo
mente». Encarnan mata todo y que
la rotación cíclica asume todas las
de la destilación y formas de la natu-
condensación. «La raleza. En suma: es
serpiente alada», todo y es nada».
explica Pseudo- Por el arte de la se-
Eleazar, significa paración, de uno
el espíritu univer- se hacen dos, «que
sal (...) que se ex- tienen en si el ter-
trae del roció, y cero y el cuarto».
que sirve para la Es lo más volátil y
preparación de lo más fijo, un
nuestra sal. La ser- fuego que todo lo
píente de abajo re- quema, que todo
presenta nuestra lo abre y lo cierra
materia (...), la ver- (...) Cuece este
dadera tierra vir- fuego con fuego
gen (...), que se en- hasta que pare y
cuentra bajo las obtendrás lo fijo
raices vegetales. más fijo que atra-
Es la «turba de los viesa todas las co-
filósofos» que Ar- sas, y cuando un
mand Barbault ex- gusano haya devo-
traía en las noches rado al otro,saldrá
de luna nueva. el ser que muestra
Barbault sigue en esta figura (no 4)».
muchos puntos las
indicaciones del Su nombre es
Pseudo-Eleazar. Ouroboros. Ouro
(cf. pág. 392) quiere decir en
lengua copta rey;
Abraham Eleazar, ob, es la serpiente
Uraltes chemisches en hebreo.
Werk (Tratado de
química muy anti- Abraham Eleazar,
guo), Leipzig, 1760 Donum Dei, Erfurt,
173S

402 EL OPUS M A C N U M : La serpiente


403
La serpiente La serpiente

«Haz un circulo del


hombre y la mujer;
pon la cabeza en la
cola y tendrás la
tintura entera.»
(Proverbio hermé-
tico)

Existen varias versiones del célebre rollo pley se conocieron a través del <Theatrum
de emblemas en el que se representan fiel- chemicum Br¡tannicum>, editado por Elias
mente extrañas visiones poéticas de Sir Ashmole en 1652 (reimpresión: N.Y., Lon-
Ceorge Ripley (s. XVI). Los doce signos del dres, 1967). Ashmole fue uno de los funda-
zodiaco en el que circula la materia herma- dores de la Royal Society y uno de los pri-
frodita hecha de «Sunne and Moone», de meros miembros de la «masonería especu-
«Mira bien estos dos dragones, pues son ambos se unen y dan lugar a la quintaes^ sol y luna, evocan la obra más conocida de lativa» que fueron admitidos en los circu-
los comienzos verdaderos de la filosofía cia. pueden superar todas las cosas me Ripley, «The Compound of Alchymie», en ios corporativos de la «masonería
que los sabios no han podido enseñar a sus cas densas, duras y resitentes.» (Nicola la que se describe la preparación del «oro operativa».
propios hijos. Al que está abajo y no tiene Flamel. Obras químicas (Chymische potable» como un repetido franquear las
alas se le llama lo fijo y lo constante, o el Werke). ed. Hamburgo. 1681) doce puertas del proceso. Las obras de Ri- Rollo de Ripley. s.XVI
varón. El de arriba es lo volátil o la negra
hembra oscura. Al primero se le denomina A.l. Kirchweger, Annulus Platonis (Aure3
azufre o lo caliente y seco. Al segundo, Catena Homeri). 7787, reimpresión Berlín.
mercurio, o lo frió y húmedo (...) Cuando 7927

404 EL OPUS M A C N U M : La serpiente * MACNUM: La serpiente 405


La serpiente La serpiente

«Éstas son las dos Las dos serpien-


serpientes fijadas tes, que en esta
al caduceo de ilustración tántrica
Mercurio, de las simbolizan la ener-
que recibe su po- gía cósmica, enro-
der y la capacidad llan sus cuerpos en
de tomar la forma torno a un lingam
que quiera (...). (falo) invisible. La
Cuando se ponen manifestación mi-
las dos serpientes crocósmica de esta
en la vasija de la energía universal
tumba mortuoria, la llaman los hin-
se devoran cruel- dúes ilruncfa//ni. El
mente una a la flujo vital déla
otra (...). Mediante kundalini asciende
la putrefacción a lo largo de la co-
pierden su aspecto lumna vertebral
natural para ad- por el delicado ca-
quirir otro más no- nal central llamado
ble. La razón que susumna, hasta el
me mueve a pin- centro del cere-
tarte estas dos si- bro. A la izquierda
mientes (mascu- de éste último se
lina y femenina) en halla el canal lunar,
forma de dragón id3, y a la derecha,
es que su pestilen- el canal solar, pin-
cia es grande, lo gáis. Los tres cana-
mismo que su ve- les confluyen en la
neno(...)». zona de las cejas.

Livre des figures Bosohii, hacia 1700


hiéroglyphiques
(Libro de figuras
jeroglificas), París
s. XVII

406 El OPUS M A C N U M : La sarpiente MACNUM: La serpiente 407


I
La serpiente La serpiente

«En la India se le
llama báculo de
Brahma a la co-
lumna vertebral.
La figura 4 la
muestra bajo la
forma original del
caduceo de Mer-
curio, en el que las
dos serpientes que
lo forman simboli-
zan la kundalinio
fuego ofídico (...);
las alas represen-
tan el vuelo cons-
ciente por los
mundos superiores
ocasionado por la
propagación de
este fuego».
(C.W. Leadbeater,
Die Chakras, ed.
Friburgo, 1990)

En la segunda llave de Basilius Valentinas, el producto de la destilación de ambos, el


el esposo, el oro, toma un baño purifica- baño mineral en el que se disolverá la es-
dorpreparado «por dos espadachines (dos posa durante los desposorios.
materias antagónicas)». El de la derecha,
con el águila en la espada, es la sal de amo-
niaco, y el de la izquierda el nitrato. El D. Stolcius von Stolcenberg, Viridarium chy-
rwrcuriatilosófico en el centro simboliza micum, Francfort, 1624

Asi habla la «Ser-


piente de Arabia»
de Ripley: «Azo- Además de poseer las facultades prácticas
gue es verdadera- en los trabajos químicos de laboratorio,
mente mi her- muchas lecturas y no menos prudencia, el
mano, y Kibrick artista debe intentar, mediante una vida
(en árabe: kibrit, santa y virtuosa, participar de la gracia di-
azufre) verdadera- vina, que eleva la materia bipolar y mercu-
mente mi her- rial, por la intervención del Espíritu Santo,
mana.» Y Ripley a la trinidad del lapis.
remata: «Pártela
en tres, haz una Theatrum chemicum Britannicum, Londres,
con las partes y 1652
obtendrás el la-
pis.»

Thestrum chemi-
cum Britannicum,
Londres, 7 6 5 2

408 E L O P U S M A C N U M : L a serpiente 409


La serpiente

'<Se representan
aqui «dos arroyos
parabólicos (...)
que engendran
conjuntamente la
misteriosa piedra
triangular (...)» y
«un fuego secreto
y natural cuyo es-
píritu penetra en
la piedra y le su-
blima los vapores,
que se condensan
en el recipiente».
Nótese además
«que el arte con-
fiere a este licor
divino, invirtiendo
los elementos y
purificando los co-
mienzos, la doble
corona de la per-
fección {...), de la
que saldrá el cadu-
ceo de Mercurio»,
y «que este v al-
canza como un f é -
nix{...) la perfec-
ción última del
azufre fijo de los
sabios».

A. T. de Limojon de
Saint-Didier, Le
triomphe herméti-
que (Bl triunfo her-
mético^ i68g, ed.
Emblema del laboratorio espagirico <So- gredientes indicados (...), ya diluido^:
alemana Francfort,
luna> fundado en 1921 por el poeta y mago tanto asimilables, especialmente los
U65
de sombras chinescas Alexander von Ber- les, metaloides y minerales.»
nus en Neuburgo, cerca de Heidelberg, y
que lo trasladará más tarde a Stuttgart. La Según Bernus, estos remedios actúan
espagirica iatroquimica, que se remonta a bre el «cuerpo fluidico» o «cuerpo et.
Paracelso, designa, según Bernus, «una te- del hombre, y p o r t a n t o están en cor
rapia que comprende tanto la homeopatía nes «de activar la autorregeneración
compleja como la bioquímica, yendo toda- organismo, sin cargarlo de substanci.
vía más iejos, ya que por una parte abarca xicas ni exponerlo a efectos secunda
toda la farmacopea de ambas y por otra (Alexandervon Bernus, Alquimia y m
parte aporta al organismo enfermo los in- ciña, Alchymie und Heilkunst, ^93^)

^ l * * * ' ^ M A C N U M : La serpiente 411


E L O P U S M A C N U M : La serpiente
La serpiente
La serpiente

Mercurio recibió de Apolo una caña.


Cuando llegó con ella a la Arcadia, «encon- «El Mercurio alado
tró dos serpientes que se mordían mutua- es volátil p o r n a t u -
mente»; «las separó con la caña y se hicie- rale2a(...)suvara
ron una (...) por eso la caña es símbolo de con las serpientes
la paz {...)». (G.A. Bbckier, Ars Heráldica, enrolladas revela
Núremberg, i 6 8 8 ; Graz, 1971) su poder (...) para
abrircieloytierra,
La brújula de los sabios, Ketima Veré, Berlín, dar la vida y la
1782 muerte. Y con su
poderosa natura-
leza puede subir al
cielo y bajara la
tierra para reivin-
dicar las fuerzas
de las cosas supe-
riores e inferio-
res.» (Tomado de
Herrn de Nuyse-
ment, Tratado del
«La fria y húmeda vitalidad de Mercurio
espíritu general
penetra por impresión celeste en la mezcla
del mundo, Aus
elemental.» (L. Thurneisser)
des Herrn de Nuy-
sementTractat
«El Mercurio interior es la vida de la divini- vom allgemeinen
dad y de todas las criaturas divinas. El Geist der Weit, en:
Mercurio exterior es !a vida del mundo <Hermetisches
sensible y de toda corporeidad (...) en lo ABC>, Berlín, 1778)
que crece y engendra.» (Boehme. De sig-
natura rerum)
Famae alchymiae,
Leipzig, 7777
Leonhard Thurneisser, Magna Alchymia,
Berlín, 1583

412 E L O P U S M A C N U M : La serpiente ' ' " ' U S M A C N U M : La serpiente


413
La serpiente
La serpiente

Esta ilustración
está inspirada en Alegoría de la
un fragmento del unión de los dos
Rollo de Ripley, principios en el
que en los siglos Opus: a la iz-
XV y XVI corría en quierda, el as-
diversas copias. pecto mercurial
femenino, con el
Adán (Adamah en pelicano como
hebreo, que símbolo, que ali-
quiere decirtierra menta a sus hijos
roja) es el azufre; con su sangre: a la
Eva el mercurio. derecha, el azufre
Las serpientes del o aspecto mascu-
caduceo represen- lino, simbolizado
tan, en opinión de por el fénix de
Fulcanelli, «la na- fuego.
turaleza cáustica y
disolvente del Figuarum Aegyptío-
mercurio, muy rum Secretarum,
propenso a absor- s. XVIII
ber el azufre metá-
lico (la vara de
oro)». (Le Mystére
des Cathédrales,
París, 1964)

Figuarum Aegyptío-
rum Secretarum,
s. XVIII

E L O P U S M A C N U M : La serpiente
"^"us M A C N U M : La serpiente 415
La serpiente La serpiente

Según Hyeronimus El «mar rojo», ins-


Reus5ner(Pan- cripción que co-
dora, Basilea, rona este frag-
1582), el dragón mento del Rollo de
que nace del «ár- Ripley, era uno de
bol de los filósofos los nombres habi-
es nuestro Mercu- tuales para desig-
rio» o agua de la nar la divina agua
vida de la que Dios mercurial y su
ha creado todas fuerza de tinción.
las cosas. En ella Aqui se representa
confluyen las in- como la sangre
fluencias de seis que fluye del cora-
planetas y meta- zón de la «ser-
les. El águila bicé- piente de Arabia».
fala de los Austrias El que la encuen-
simboliza los com- tre será bienaven-
ponentes fijos y turado. Fluye re-
volátiles de la ma- donda como una
teria. bola en todos los
lugares del mun-
do, escribe Ripley.
Hyeronimus Reuss-
ner, Pandora, Basi-
lea, 1582 El paralelismo de
los glóbulos rojos
de la sangre con el
lapis aparece
como leitmotiv en
la teoria de la rela-
tividad de espacio
y tiempo que W i l -
liam Blake desa-
rrolló en su poema
«Milton» como
respuesta a los
conceptos de
Newton (cf. p á g .
530).

Rollo de Ripley,
manuscrito, s. XVI

416 E L O P U S M A C N U M : La serpiente M A C N U M : La serpiente 417


La serpiente

De la pitón (mercu-
rio vivo) se saca
«un agua pesada y
grasa». «Disolved
al rey (oro) en esa
agua, de cuerpo
entero,y entre-
gádselo a Vulcano,
que los cocerá
hasta obtener el
mejor remedio.
Con esta grasicnta
pitón se harán fe-
cundos el rey y la
reina, y tendrán
una prole innume-
rable.»

Abraham Eleazar,
Donum Dei, Erfurt,
1735

El dragón, que mora en estrechas grietas, Esta ilustración, la última del «Atalanta
encarna, según Michael Maier, los elemen- giens» de Michael Maier, fue comentar
tos tierra y fuego; la mujer, el agua y el por William Blake, diestro en emblemát
aire. Tierra quiere decir, de una parte, resi- hermética. La mujer la interpretaba com
duo de la destilación corporal; de otra, la ..Jerusalén» o emanación espiritual de :
«tierra virgen» de los filósofos, en cuyo Inglaterra-Albión calda y estrangulada ,
centro se oculta la brasa del dragón, el el materialismo.
fuego secreto. Ambos están representa-
dos aqui, uno blanco (mercurio) y otro rojo Michael Maier, Atalanta fugiens, Oppen-
(azufre) yaciendo juntos e n u n a f o s a p r o - heim, I6l8
funda, la putrefacción.

E L O P U S M A C N U M : La serpiente ^ ^ ' ' u s M A C N U M : La serpiente


419
La serpiente La serpiente

El «tragacolas «Los antiguos filó-


mercurial» es sofos comparaban,
«nuestro sujeto». no sin razón, el
De esta única raiz mercurio con la
brotan las rosas serpiente (...), ya
como bien más que ambos arras-
elevado. La rosa tran consigo una
blanca es la «tin- cola de un lado a
tura filosófica» lu- otro, para equili-
nar, la rosa roja la brar el peso.»
«tintura metálica»
solar. La miste-
riosa «rosa azul»
en el centro recibe
aqui el nombre de
«flor de la sabidu-
ría».

El color azul no
tiene una signifi-
cación particular
en la teoría alqui-
mica de los colo-
res. La mayoría de
las veces hace re-
ferencia al estado
húmedo de la ma-
teria, considerán-
dose una modifi-
cación de la ne- En el anillo de Ouroboros, escribe Maier, lirio se tenia quieto y clavaba su mirada en
grura saturnal, los antiguos velan tanto «el transcurso de el cuerpo inanimado (...). Su muda deses-
signo de alta espi- los años y el retorno al origen» como el co- peración no clamaba ayuda, que no cono-
ritualidad y arca- mienzo del Opus, en el que se ingiere la cía. La serpiente, por el contrario, se enco-
nos saberes. cola húmeda y venenosa del dragón. lerizaba cada vez más (...) Con su cuerpo
Cuando éste muda totalmente la piel, ondulante describió un circulo en torno al
como la serpiente, se obtiene la panacea cadáver, se mordió la cola y se quedó in-
Hieronymus Reuss-
de su veneno. móvil.»
ner, Pandora,
Basilea, 1582
El ouroboros desempeiia un papel impor- Michael Maier, Atalanta fugiens, Openheim,
tante en el «Cuento» (Marchen) hermético i6i8
' l e Goethe, fechado en 1795: «(.••) el dulce

• ' -%.ií>".. waV tííi^^ t»*^-;

420 E L O P U S M A C N U M : La serpiente ^""5 M A C N U M : La serpiente 421


La serpiente
La serpiente

La s e r p i e n t e f u e e l
s í m b o l o central de
E s t a l á m i n a d e un
muchas sectas de
c ó d i g o griego del
la A n t i g ü e d a d t a r -
s i g l o XI i l u s t r a un
día. Fue venerada
t r a t a d o s o b r e la
como demiurgo
chrysopeia ( f a b r i -
por los Naassenia-
c a c i ó n de oro) e s -
nos(<Naas>: s e r -
crito por una alqui-
piente en h e b r e o )
mista de Alejan-
y c o m o hijo d e
d r í a (s. I V d . C . )
Dios s a l v a d o r p o r
llamada Cleopatra.
los o/iras ( d e l
g r i e g o <ophis.:
Los alquimistas de
serpiente). Como
aquella é p o c a fue-
serpiente de Moi-
ron p e r s e g u i d o s
s é s , r e p r e s e n t a la
p o r e l E s t a d o y la
base d e t o d o s los
Iglesia, pues se
poderes m á g i c o s ;
creía que sobre su
como Ofiomorfo,
arte pesaba una
el e s p í r i t u d e l m a l .
maldición bíblica.
S e g ú n la l e y e n d a ,
la a l q u i m i a h a b í a Ampliamente di-

s i d o i n s p i r a d a a los fundidos estaban

h o m b r e s por los los t a l i s m a n e s d e l

ángeles caídos. dios g n ó s t i c o

Las inscripciones y Abraxas, represen-

s í m b o l o s d e la l á - tado a veces como

mina muestran ser h í b r i d o con

q u e la q u í m i c a d e píes en forma d e

aquel tiempo se serpiente. Su nom-

consideraba parte bre m á g i c o con el

d e la m a g i a . valor n u m é r i c o d e
365 c o m p r e n d e e l
universo, que s e -
E n los c i r c u i o s c o n -
g ú n el g n ó s t i c o
c é n t r i c o s d e arriba
B a s í l í d e s (hacia el
se p u e d e leer: « E l
130 d . C ) , s e c o m -
Uno es el t o d o ,
pone de tantos
todo está en é l ,
cielos como d í a s
t o d o es para é l . La
t i e n e el a ñ o .
s e r p i e n t e es el
Uno; tiene dos
s í m b o l o s , el del Erasmus Francia-
bien y el del m a l . » cus, Das eróffnete
Lust-Haus der
Ober- und Nieder-
weit, Núremberg,
1676

MACNUM: La serpiente 433


422 EL OPUS MACNUM: La serpiente
La serpiente
La serpiente

El c i r c u l o e x t e r i o r d e e s t a r u e d a d e l
Las inscripciones t i e m p o e g i p c i a i n t e n t a h a c e r c o i n c i d i r los
m á g i c a s d e las g e - 360 g r a d o s d e l z o d í a c o c o n los 365 d í a s
mas d e A b r a x a s e s - del calendario. Los egipcios consagraban
taban con frecuen- los c i n c o d í a s s o b r a n t e s al n a c i m i e n t o d e
cia e n g a s t a d a s los d i o s e s y al n u e v o a ñ o . E n e l c i r c u l o d e l
dentro d e un O u - m e d i o e s t á n los d o c e m e s e s d e l a ñ o , y e n
roboros. Ourobo- el c e n t r o , la s e r p i e n t e d e la e t e r n i d a d e s -
ros e s e l e ó n , la t o - t a b l e c e u n a r e l a c i ó n e n t r e los d i o s e s S o -
talidad del tiempo t h i s (= S i r i s ) , Isis, O s i r i s y H o r u s . C a d a u n o
y el espacio y t a m - de ellos reina sobre un « g r a n a ñ o » , q u e s e
bién el o c é a n o , c o m p o n e d e 365 a ñ o s t e r r e s t r e s . S u m a d o s
c i n t u r ó n d e agua los a ñ o s d e t o d o s los d i o s e s , d a n 1461, p e -
e n la c o s m o g o n í a r i o d o d e t i e m p o d e la c o n j u n c i ó n d e S i r i o
gnóstica, que se- c o n la s a l i d a d e l s o l .
p a r a el r e i n o s u p e
riordel pneumade
Descubrimientos recientes han permitido
las s o m b r í a s a g u a s / i
c o n s t a t a r q u e la f o s a d e la c á m a r a d e l r e y
inferiores.
e n la p i r á m i d e d e K e o p s e s t á o r i e n t a d a
e x a c t a m e n t e a e s t a e s t r e l l a fija, la m á s bri-
Heinrich Khunrath llante d e t o d a s , q u e e n s u t i e m p o e s t a b a
da a « n u e s t r o Mer- c o n s a g r a d a a Isis.
c u r i o » el n o m b r e
d e P r o t e o , el v i e j o
m a r i n o d e la m i t o -
logía griega q u e
cambia constante-
A Horapolo, un s a b i o e g i p c i o d e l siglo
mente de forma; el
V d . C , se d e b e e l p r i m e r d e s c i f r a m i e n t o
que tiene «las lla-
de los j e r o g l í f i c o s e n l e n g u a g r i e g a .
ves del mar(...)y
« C u a n d o r e p r e s e n t a n el u n i v e r s o , d i b u j a n
poder sobre todo;
una s e r p i e n t e c o n e s c a m a s m u l t i c o l o r e s
el hijo d e l o c é a n o
que se d e v o r a la c o l a : l a s e s c a m a s s i m b o l i -
(...), q u e s e t r a n s -
zan las e s t r e l l a s (...) A d e m á s la s e r p i e n t e s e
forma y exhibe e n
desprende c a d a a ñ o d e su p a s a d o , c o m o
múltiples aparien-
cias.» (Vomhylea-
desu piel (...) La i n g e s t i ó n d e l p r o p i o c u e r -
po indica q u e t o d a s las c o s a s , a u n s i e n d o
tischen Chaos,
creadas en el m u n d o p o r la p r o v i d e n c i a di-
F r a n c f o r t , 1708).
vina, e s t á n s u j e t a s a la p u t r e f a c c i ó n . » ( T h e

lEOAMHl
Quien sea capaz
Hieroglyphics of H o r a p o l l o N i l o u s , e d .
de hacerse con él y
guardarlo, reali-
^dres, ig87)

IVHIEH
zará grandes pro-
digios. ^ 9 - arriba y abajo: Athanasius Kircher.
06e/, "'9Wf/acus, Roma, 1666

lohannes Macaríus.
Abraxas en Apisto-
IH
pistus, A m b e r e s ,
J657

MACNUM: L a serpiente 425


424 EL OPUS MACNUM: La serpiente
La serpiente

E l d i a b l o p r e s e n t a al a l m a i n f e l i z , q u e D e s p u é s d e q u e e l a l m a h a p r o b a d o el
q u i e r e a p a r t a r s e d e Dios, s u p r o p i a i m a g e n f r u t o , « V u l c a n o e n c i e n d e la r u e d a do
Desde que Vul-
c o m o c i c l o d e la n a t u r a l e z a , c o n c r e t a - f u e g o d e la e s e n c i a y e n e l a l m a d e s p i c
c a n o ha e n c e n d i d o
m e n t e « e n f o r m a d e s e r p i e n t e , la r u e d a d e t o d o s los a t r i b u t o s d e la n a t u r a l e z a , y r
la r u e d a m e r c u r i a l
f u e g o d e la e s e n c i a » . Y d i c e a s i : « T ú e r e s e l l o s , la c o d i c i a y la c o n c u p i s c e n c i a . . ,
d e ta a n g u s t i a e n
t a m b i é n c o m o un M e r c u r i o Í g n e o , y e s o t e (J. B o e h m e , C e s p r á c h e i n e r e r i e u c h t e :
la q u e s e p r o y e c t a
hace codiciar este arte. Pero tienes que co- und unerleuchteten Seele)
el alma, « n o c o d i -
m e r d e un f r u t o e n e l q u e los c u a t r o e l e - cia m á s q u e la m u l -
m e n t o s , c a d a u n o p a r a sí, q u i e r e n d o m i n a r Jacob Boehme, Theosophische Werke, t i p l i c i d a d d e las
al o t r o y e s t á n e n p e r m a n e n t e d i s p u t a . » Amsterdam, 1682 cosas naturales».
Ahora está some-
tida por c o m p l e t o
al v a i v é n d e las p a -
siones.

El alma iluminada
a c o n s e j a al a l m a
infeliz d e s t r o z a r la
m o n s t r u o s a larva
de serpiente que
lleva en ella m e -
diante el e s p í r i t u
de amor a Cristo,
que con su encar-
n a c i ó n ha h e c h o
saltarlas puertas
del infierno y
a b i e r t o asi e l c a -
m i n o al p a r a í s o .

Jacob Boehme,
Theosophische
Werke, Amsterdam,
1682

EL OPUS MACNUM: La serpiente


MACNUM: La serpiente
427
La serpiente La serpiente

J o e l , 2,13: «Ras- Tres seres celestia-


gad vuestos cora- les s e p r e c i p i t a n
z o n e s , no v u e s t r a s a q u í e n el h o r r i b l e
vestiduras y con- abismo del mundo
v e r t i o s al S e ñ o r m a t e r i a l (uiro),
vuestro Dios.» q u e el a b s t r a c t o
d e m ó n Urizen
El a l m a í g n e a h a (your reason), c r e ó
elegido con el d i v i d i e n d o el
f u e g o la m o r a d a mundo eterno en
falsa y con fuego y luzytiníeblas.
violencia t e n d r á
q u e s a l i r d e alli, s o
E n un g r a b a d o e n
p e n a d e q u e la s e r -
c o b r e d e 1818.
piente diabólica o
Blake relaciona el
el e s p í r i t u s i d e r a l
antiguo grupo es-
d e e s t e m u n d o la
cultórico (que é l
retenga prisionera
consideraba copia
en s u mazmorra.
de un original h e -
No hay salida hacia
breo) con J e h o v á ,
abajo, « s ó l o hacia
estrangulado con
a r r i b a , por e n c i m a
s u s d o s hijos. S a -
d e los s e n t i d o s , s e
t á n y A d á n , por las
alienta y revive».
serpientes del
A q u í la S o p h i a c e -
bien y del mal. « E l
leste aguarda a su
a r t e es e l á r b o l d e
esposo anímico.
la v i d a ; la c i e n c i a
e s e l á r b o l d e la
J. Boehme. Weg zu m u e r t e » , s e lee e n
Christo ¡El camino el g r a b a d o .
hacia Cristo), ed.
W Blake, TheBook
of Urizen, Lambeth,
1794

428 EL OPUS MACNUM: La serpiente MACNUM: La serpiente 429


El retorno El emblema de la Sociedad Teosófica, formado por el Ouroboro occ
dental, la esvástica oriental, la estrella judia de seis puntas y la cruz
de asa del antiguo Egipto, expresa certeramente el sincretismo de ^
programa.
La sociedad fue fundada en 1875 en Nueva York por Helena P.
Blavatsky (i83i-i8gi), una inmigrante rusa que W.B. Yeats calificó r
«rústica campesina». En su «Finnegans Wake», Joyce le da el papel
gallina que rebuscando en un montón de estiércol descubre un es-
crito misterioso. Ese escrito es su «doctrina secreta» (Secret Doc-
trine) aparecida en tres tomos en i888, un centón de elucubracione
míticas al estilo de las ilustraciones de Beckmann, influido del espí
tismo de salón de fin de siglo.
En 1879, la sociedad trasladó su sede a Adya
en la India. La amalgama de espiritualidad orien
y ocultismo occidental contribuyó decisivament
al desarrollo de la pintura abstracta, entre cuyo;
seguidores estaban Kandinski y Mondrian.
Con su sentido innato para el efecto drama
tico, Madame Blavatsky intenta llevara la práct
un programa que aboga por la unidad de «la clei
cia, la religión y la filosofía», convirtiéndose en
precursora del movimiento <New-Age> de las pe
trimerías del presente siglo.
Según la doctrina de la Sociedad, la totalidr
del cosmos es un proceso de evolución e involu
ción en siete fases. El objetivo de la humanidad
la evolución ascendente que va del cuerpo material y sexuado al
cuerpo etéreo de la luz. Ese camino conduce desde la raza madre c
D e s p u é s d e la m u e r t e d e H e l e n a B l a v a t s k y
minante actualmente, la raza aria, hasta una raza humana sublimar e n la I n d i a i n t e n t a r a i m p o n e r a s u s m i e m -
* " 1895, s e p r o d u j o e l c i s m a e n t r e la S o - bros e u r o p e o s c o m o nuevo M e s i a s a un j o -
cuya aparición sitúa Madame Blavatsky en los Estados Unidos de ciedad T e o s ó f i c a d e la I n d i a y s u s e d e m a - v e n h i n d ú l l a m a d o K r i s h n a m u r t i , la s e c c i ó n
en los E s t a d o s U n i d o s , d i r i g i d a p o r
época. Es obvio que la semilla de tales doctrinas, totalmente comk alemana, dirigida por Rudolf Steiner, s e in-
^ « h e r m e T i n g l e y . E n las p i n t u r a s q u e é s t a d e p e n d i z ó e n igi3 y v o l v i ó a f o r m a s e c o m o
tibies con las teorías racistas de un Cido von List o de un Lanz-Lle "1 '"'"•e e l c i c l o e t e r n o d e l n a c i m i e n t o y Sociedad Antroposófica.
ocaso d e los m u n d o s d o m i n a n los m o t i -
benfeis, encontró terreno abonado en la elaboración de la ideólo
"stianos de a m b i e n t a c i ó n n ó r d i c a .
The Theosophicsl Path (El sendero teosófico),
nacionalsocialista. ed. Katherine Tingley, Point Loma, Califor-
d e q u e la d i r e c c i ó n d e la s o c i e d a d nia, USA, 7926

430 EL OPUS MACNUM: El retomo MACNUM: El retorno


431
El retorno
El retorno

. . C o m o la m a t e r i a y
la s u b s t a n c i a d e
las c o s a s s o n i n -
destructibles, asi
t a m b i é n todas sus
partes e s t á n ex-
p u e s t a s a t o d a s tas
formas posibles,
de forma que todo
y cada cosa se
transforman a su
vez en cada cosa y
e n t o d o ; y si e s o
no s e realiza al
mismo tiempo y e n
un i n s t a n t e , s e r e a -
lizará en tiempos
diferentes y mo-
mentos diferen-
tes, sucesiva y al-
ternativamente.»
(Giordano Bruno,
La c e n a d e l m i é r -
coles de ceniza,
15B4)

Ciclo de reencarna-
ciones, Bhal<tive-
danta Booít Trust,

m3

• ala i z q u i e r d a s e ve la c a u s a d e l i n - c o n un c u b o d e a g u a d e la f u e n t e d e la v i d a
J desorden c ó s m i c o : d e s p u é s que e n las m a n o s , e l a l m a s e e l e v a a la g r u t a
n, la r a z ó n , s e ha d o r m i d o c o n l a s v e g e t a l d e l c u e r p o , g r u t a q u e las m u j e r e s
das d e l c a r r o d e l s o l e n la m a n o , e s L u - t e j e n e n los « t e l a r e s u t e r i n o s d e la g e n e r a -
"•h.la p a s i ó n , q u i e n t o m a la g u i a . E l r e s u l - ción».
Udode e s t a a l t e r a c i ó n es el s o m b r í o « m a r
|l t i e m p o y d e l e s p a c i o » , c o n el c i c l o d e La f i g u r a c o n t ú n i c a roja a la i z q u i e r d a e s
arnaciones. posiblemente Ulises, « s í m b o l o del hombre
como viajero por el mar t e n e b r o s o y t e m -
[> habla en la . R e p ú b l i c a . , d e l « a l m a p e s t u o s o d e la g e n e r a c i ó n » . ( T h o m a s T a y -
s errante», r e g i d a p o r e l « h u s o d e lor, P l o t i n , C o n c e r n i n g t h e B e a u t i f u l , L o n -
dad» y p o r las t r e s P a r c a s q u e d e - d r e s , 1787)
" s o b r e el n a c i m i e n t o , la v i d a y la
8 (abajo a la i z q u i e r d a ) . A la d e r e c h a : W. Blake, TheArlington Court Picture, 1821

ElOptjs
MACNUM: El retorno 433
432 EL OPUS MACNUM: El retorno
El retorno
El retorno

" C o m o al c o -
« T o d a s las o b r a s mienzo todo era
c r e a d a s p o r la U n o , asi t a m b i é n
b o n d a d d e Dios s e en este Opus todo
ordenan en torno a ñor 1 procede del Uno y
un c i r c u l o y s o n retorna a é l . Esto
perfectas y retor- e s lo q u e s e e n -
nan a su lugar d e tiende por trans-
o r i g e n . » (Del R o s a - m u t a c i ó n invertida
rio d e la p i e d r a d e los e l e m e n t o s »
filosofal de John (Synesios, alqui-
D a s t i n , s . XIV, e n : mista griego d e l
Hermetisches s. I V )
A B C , B e r l í n , 1778)
Principio Fabrice,
DA. Freher, Para- Delle allusion, im-
doxa Emblemata, prese et embleme),
manuscrito del s. XVII
s. XVIII

La e t e r n a d i s p u t a e n t r e e l « a r d o r d e l
á g u i l a » ( a g l u t i n a n t e ) y la « s a n g r e d e l l e ó n »
(disolvente).

Stolcenberg, Viridarium chymicum,


Francfort, 1624

435
434 EL OPUS MACNUM: El retorno
El retorno El retorno

Ph. O. Runge, Zwei


Kinder in Rosen-
blüten, durch den
Schiangenring der
Ewigkeit getrennt
(Dos niños en rosas
floridas separados
por la serpiente
anular de la eterni-
dad), 7803

436 EL OPUS MACNUM: El retorno MACNUM: El retomo 437


La cópula
La cópula

"Nuestro dragón
mercurial» sólo se
puede dominar
p o r la a c c i ó n c o n -
j u n t a d e l s o l y la
luna; es decir, para
matarlo hay que
s a c a r l e al m i s m o
t i e m p o el azufre y
la h u m e d a d lunar.

Aurora consurgens.
comienzos del
s. XVI

« M e r m e s e s c r i b e : el d r a g ó n no m u e r e sino « E l d r a g ó n e s i m a g e n d e l m e r c u r i o , ya st
c u a n d o lo m a t a n c o n j u n t a m e n t e s u h e r - f i j o o v o l á t i l » , e s c r i b e M a i e r . E n é l s e es
mano y su h e r m a n a . U n o d e los dos no es c o n d e S a t u r n o , q u e s e m u e r d e s u propi
suficiente, tienen que hacerlo ambos, a sa- cola y que por su v e n e n o y sus dientes o
ber, e l s o l y la l u n a (...). E n o t r a s p a l a b r a s , l a d o s e s un a t e n t o y fiel s e r v i d o r d e los i
h a y q u e f i j a r l o y unirlo a la l u n a o e l s o l . E l l ó s o f o s , difícil de vencer.
d r a g ó n e s e l m e r c u r i o vivo d e l q u e s e e x -
t r a e n los s e r e s p r o v i s t o s d e c u e r p o , a l m a y Michael Maier. Atalanta fugiens. Oppen
e s p í r i t u . Por e s o s e d i c e que el d r a g ó n no heim. 1618
m u e r e sin s u h e r m a n o y s u h e r m a n a (...)».
(Rosarium philosophorum, e d . J. Telle,
W e i n h e i m , igg2)

a e s c r i t o q u e la h e m b r a d i s u e l v e al v a -
D e s p u é s d e h a b e r n o s u n i d o e n la c o p u l a -
™ " V el v a r ó n fija a la h e m b r a . E s d e c i r , e l
c i ó n (...), t e q u i t a r é e l a l m a c o n c a r i c i a s . »
« P i n t u d i s u e l v e e l c u e r p o y lo a b l a n d a , y
(Aurora consurgens)
fija e l e s p í r i t u . »

Aurora consurgens. comienzos deis. XVI


¡ « r s e e x p r e s a a s í : s o y un s o l t ó r r i d o y
• í ' t u . la L u n a , e r e s f r í a y h ú m e d a .

438 EL OPUS MACNUM: La cópula EL OPUS


"MACNUM: La cópula
439
La cópula La cópula

La p a r e j a real d e
hermanos Cabricio
y Beya quieren
abrazarse «para
c o n c e b i r un h i j o
sin igual e n e l
mundo».

Las patas d e los


grifos o d r a g o n e s
e n la r o c a i n d i c a n
que ambos provie-
n e n d e la m i s m a
familia, primate-
rial y v e n e n o s a . E n
el « R o s a r i u m p h i l o -
s o p h o r u m . , se
dice: "La copula-
ción de Cabricio
con Beya conduce
a la m u e r t e d e é l .
P u e s B e y a s e sube
s o b r e C a b r i c i o y lo
encierra en su
seno, de forma
que desaparece
por c o m p l e t o . C o n
g r a n d í s i m o amor
e l l a lo h a a c o g i d o
e n su n a t u r a l e z a y
fraccionado en
partes indivisi-
bles.»

I.D. Mylius, Anato-


mía auri, Francfort.
1628

m o n t e v e r d e d e la m a t e r i a p r i m a , los E l m a n u s c r i t o , p r o v e n i e n t e d e los c i r c u i o s
' l o s d e los e l e m e n t o s q u e la c o m p o - d e los R o s a - C r u z , t i e n e c o n c o m i t a n c i a s
« s t a n ordenados f o r m a n d o el m á g i c o c o n e l <Aurea C a t e n a H o m e r i . (1781) d e
[ " o n u m é r i c o de Saturno. Arriba, el Kirchweger.
' ' " " a levantan a su « h i j o i m p e r i a l »
m e r c u r i a l ) d e l b a u t i s m o d e la r e -
Materia Prima Lapidis Philosophorum,
manuscrito, comienzos del s. XVIII

EL OPUS MACNUM: La cópula MACNUM: La cópula


440 441
La cópula
La cópula

E l . D o n u m Dei>,
que al p r i n c i p i o « E l lapis se p r e -
p a r a con c u a t r o
andaba d i s p e r s o
en m a n u s c r i t o s del SOLVTIO II F. SoLYTio PERFECTA UL
e l e m e n t o s com-

s i g l o XV, f u e u n a p u e s t o s . Aqui s e

d e las m á s d i f u n d i - disgregan total-

das colecciones de m e n t e los c u e r p o s

citas d e c a r á c t e r en nuestro m e r c u -

alquimico. Es una rio v i v o , e s decir,

serie d e d o c e ilus- en el agua de

t r a c i o n e s s o b r e las nuestro mercurio,

diferentes etapas d e la que s a l d r á un

del O p u s . agua constante e


inalterable.»

La p a r e j a a l q u i -
« I n v i e r t e la n a t u r a -
micaquierecopu-
l e z a d e los c u a t r o
lar p a r a e n g e n d r a r
e l e m e n t o s y en-
un hijo, un rey « d e
c o n t r a r á s lo que
c a b e z a roja, ojos
b u s c a s ; p e r o inver-
n e g r o s y pies b l a n -
tir la n a t u r a l e z a
c o s : la m a e s t r í a » .
significa convertir
por nuestra maes-
« Q u e r e m o s ir a
t r í a los c a d á v e r e s
b u s c a r la n a t u r a -
en espíritus.»
l e z a d e los c u a t r o
e l e m e n t o s q u e los
alquimistas sacan Donum Dei, s. XVII
d e las e n t r a ñ a s d e
la t i e r r a . / A q u í c o -
m i e n z a la d i s o l u -
c i ó n d e los s a b i o s
(solutio), y d e e l l a
obtendremos
nuestro mercurio.»

Donum Dei. s. XVII

442 EL OPUS MACNUM: La cópula MACNUM: La cópula


443
La cópula La cópula

..La p u t r e f a c c i ó n ..Ceniza de ceni-


d e los s a b i o s (es) zas. L a s n i e b l a s r o -
su cabeza de
c u e r v o (...) c u a n d o E PVTREFACTIO jr, CíUlS CiNERVM jas han d e s c e n -
^ 4 - d i d o a su c u e r p o ,
l l e g u e s a v e r la n e - del q u e han s a l i d o ,
grura, r e g o c í j a t e , y se ha producido
pues e s o es el c o - u n a u n i ó n d e la
mienzo de tu tierra y el agua,
obra.» que da lugar a una
ceniza.» No debe
Esta fase es de menospreciarse
larga d u r a c i ó n , por esta ceniza, pues
e s o hay que t e n e r e n ella s e e n c u e n -
paciencia, ..pues t r a , s e g ú n el l e -
las p r i s a s e n n u e s - gendario alqui-
tro a r t e s ó n cosa m i s t a M o r i e n u s , la
del d i a b l o » . diadema del rey.

Las ilustraciones En otras ilustracio-


que siguen descri- nes del mismo ca-
b e n la f o r m a c i ó n rácter, el á r b o l que
d e un p e s t i l e n t e c r e c e e n la c e n i z a
humus negro, su p r o d u c e un f r u t o
d i s o l u c i ó n e n el p a r e c i d o a la u v a ,
..aceite mercurial o también lastres
d e los s a b i o s » , e l estrellas del Opus.
incipiente blan-
q u e o y la a p a r i c i ó n
Donum Dei, s. XVII
d e los m ú l t i p l e s
colores.

Donum Dei. s. XVII

^OPU,
EL OPUS MACNUM: La cópula MACNUM: La cópula
444 445
La cópula
La cópula

« L a rosa roja. S o y
« L a rosa blanca.
el elixir d e l rojo,
S o y el elixir d e la
q u e t r a n s f o r m o los
bancura; yo trans-
formo t o d o s los ROSA A L B A Xí ROSA HVBKA XIL c u e r p o s v i l e s en e l
oro m á s puro y a u -
metales llenos d e téntico.»
i m p u r e z a s e n la
m á s fina p l a t a . »
El rey rojo brilla
c o m o el s o l , « c l a r o
S e c i t a a q u i al m é -
c o m o el c a r b u n c l o ,
dico c a t a l á n Ar-
ligero y fluido
naldo d e Vilanova:
c o m o l a c e r a , re-
(ca. 1240-1311):
s i s t e n t e al f u e g o ,
« E l q u e me h a h e -
p e n e t r a y fija el
cho blanco, me
mercurio vivo».
hace t a m b i é n rojo.
C o m b í n a la fija-
El blanco y el rojo
c i ó n absoluta con
n a c e n d e la m i s m a
la e x t r e m a f l e x i b i -
r a í z . » El b l a n c o s e
lidad del mercurio.
i n v i e r t e e n rojo
solamente con una
El color p ú r p u r a d e
cochura seca (cal-
la s a n g r e e v o c a ,
cinación), del
s e g ú n el dogma
mismo modo que
c r i s t i a n o d e la
la o r i n a b l a n c a s e
transubstancia-
c o l o r e a p o r la d i -
c i ó n , la m á s alta
gestión perma-
forma d e espiri-
nente en el
tualidad.
cuerpo.

D o n u m Dei. s. XVII
Donum Dei. s. XVII

MACNUM: La cópula 447


446 EL OPUS MACNUM: La cópula
La cópula
La cópula

gl poema «Sol y Luna», que reproducimos ligeramente resumido en


las páginas siguientes, es conocido desde el año 1400. En 1550 se
incorporó, en versión ilustrada, a la primera edición del «Rosarium
p[i¡losophorum>. Desde en-
tonces es una de las más po-
pulares obras de alquimia. El
especialista de temas alqui-
micos Joachim Telle, que in-
vestigó profusamente la
obra (J. Telle, Sol und Luna,
Hürtgenwaid, ig8o), la-
menta que se haya impuesto
la interpretación del psicoa-
nalista C.G. Jung. Según
éste, la secuencia de imáge-
nes es la plasmación de «pro-
yecciones» del inconsciente,
o también un «drama simbó-
lico». Semejantes actualiza-
ciones, escribe Telle, han
anulado por completo las pe-
culiaridades históricas del
poema ilustrado. «Las inter-
pretaciones psicológico-es-
piritualista», añade el inves-
tigador, «pasan por alto que
el poema ilustradoestá li-
gado a textos propios de las ciencias naturales (...). A lo largo de los
*'9'os, llegó a considerarse un texto didáctico sobre los procesos del
Hundo de la materia.» Esta alegoría ilustrada entronca, según Telle,
Dn la alquimia árabe, cuyos complejos contenidos didácticos son
ún poco conocidos.

448 EL OPUS MACNUM: La cópula


Onis MACNUM: La c«pula 449
La cópula La cópula

UNIÓN o CÓPULA

« O h L u n a , c o n mi
a b r a z o / y dulce
caricia/

te harás bella/
f u e r t e / y pode-
rosa/ como yo.

Oh S o l / reconoci-
ble e n t r e t o d o s /

M e has m e n e s t e r
c o m o los p o l l u e l o s
a la c l u e c a . »

E L E V A C I Ó N DEL
ALMA O PREÑEZ

« A q u i yacen
muertos el rey y
la r e i n a /

El alma se s e p a r a
con gran cuita.

Aqui se segregan
los c u a t r o e l e m e n -
tos/

E l a l m a s e separa
presta del
cuerpo.»

450 EL OPUS MACNUM: La cópula


La cópula La cópula

LA F E R M E N T A C I Ó N
« H a n a c i d o la n o -
b l e y rica e m p e r a -
triz/

Los maestros del


a r t e la n o m b r a n
hija s u y a .

Ella s e / r e p r o d u c e
t i e n e hijos innu-
merables/

y son inmortales,
p u r o s / y sin t a c h a .

(...)

Fui m a d r e / y s e g u í
siendo doncella/

Y e n mi s e r s e c u m -
plió

Q u e mi H i j o s e r i a
mi P a d r e /

C o m o D i o s lo h a
enviado.

La madre que me
ha p a r i d o /

Ha nacido d e mí en
esta tierra.»

Rosarium philoso-
phorum, 1550

452 EL OPUS MACNUM: La cópula


La cópula
La cópula
El andrógino
El andrógino

» F u e e n g e n d r a d o en el b a ñ o d e agua y pa-
ENIGMA D E L REY
rido e n el a i r e ; p e r o c u a n d o s e v u e l v e r o j o ,
sale del a g u a . »
« E l e m p e r a d o r ha
n a c i d o c o n t o d a la
La u n i ó n s e x u a l t i e n e l u g a r e n la p u t r e f a c -
gloria
c i ó n , e n e l f o n d o d e la r e t o r t a , c u a n d o « e l
v a r ó n t i e n e a c c e s o a la h e m b r a , e s decir, e l
Nadie puede nacer
a z o g u e a la t i e r r a . » P e r o el a l u m b r a m i e n t o
m á s alto que é l .
t i e n e lugar e n lo a l t o , e n los v a p o r e s d e l
alambique.
Ni p o r a r t e ni p o r
naturaleza
Michael Maier, Atalanta fugiens, Oppen-
heím, l6l8
Ninguna criatura
v i v i e n t e le i g u a l a . »

RESPUESTA DE LA
REINA LUNA

« H a n a c i d o la n o -
b l e y rica e m p e r a -
triz

Los maestros del


« E l h e r m a f r o d i t a n a c e d e los d o s m o n t e s
a r t e la n o m b r a n
d e M e r c u r i o (Mermes) y d e V e n u s CAfro-
hija s u y a .
dita).»

Ella s e reproduce
t i e n e hijos i n n u - Como el caduceo de su padre, él es tam-

merables b i é n un s e r d o b l e ( r e b i s ) q u e u n e los d o s
c o n t r a r i o s : « t h e he a n d t h e s h e a n d t h e is
of i t » . (J. J o y c e , F i n n e g a n s V/ake)
y son inmortales,
p u r o s y sin t a c h a . »
Michael Maier, Atalanta fugiens, Oppen-
hoim, 1618
Rosarium philoso-
phorum, mar)us-
critodels. XVI

*0»us MACNUM: El andrógino 457


456 EL OPUS MACNUM: El andrógino
El andrógino
El andrógino

La e x t e n s a s e r i e
de ilustraciones d e
<Philosophia r e f o r -
mata>. d e J . D . M y -
lius (1622), e s t á
claramente inspi-
rada en el p o e m a
¡ l u s t r a d o <Soly
L u n a » . T r a s la p u r i -
f i c a c i ó n por el
f u e g o y la d i s o l u -
ción de su cuerpo
e n el b a ñ o m e r c u - E l oro y la p l a t a f i -
rial, la p a r e j a d e losóficos aparecen
reyes hermanos en los rostros del
p r o c e d e a la u n i ó n rebis. La presencia
carnal. Los cuervos d e los d o s s e r e s
a n u n c i a n la f a s e d e a l a d o s i n d i c a los
putrefacción. últimos procesos
de s u b l i m a c i ó n .

El pelicano, q u e
alimenta a sus hi-
j o s con su propia
sangre, simboliza
la f a s e f i n a l d e la
m u l t i p l i c a c i ó n . Del
pozo mercurial s a -
len e l lapis rojo y
e l lapis b l a n c o ,
dotados ahora de
extraordinaria
fuerza y solidez.

Ilustraciones de
Stolcenberg, Viri-
darium chymicum,
Francfort, 1624

458 EL OPUS MACNUM: El andrógino > MACNUM: El andrógino


459
El andrógino

«El hermafrodita,
que yace inerte e n
las t i n i e b l a s , n e c e -
s i t a el f u e g o . »

Los f i l ó s o f o s lla-
m a n h e m b r a (luna)
a la m a t e r i a fria y
húmeda, y varón
(sol) a la c a l i e n t e y
seca. El andrógino
p o s e e las c u a t r o
cualidades. Con
el f u e g o s e e l i m i n o
la h u m e d a d s u p e r
fluayseforma
«la idea en el Opus
filosófico, que es
la t i n t u r a » .

Michael Maier,
Atalanta fugiens,
Oppenheim, i6i8

Después de que Adán cae en el sueño mortal de la materialidad,


abandonando así la androginidad celestial. Cristo desciende tras si
pasos a esa «irrealidad» para darle, con la creación de Eva, la posibi
dad de salvación. Boehme lo dice así: «Cristo apartó a Adán, durant
el sueño, de su vanidad (...) y le devolvió la imagen angélica creand
a Eva de su propia esencia, de su parte femenina. Ella es la matriz di
Adán, de naturaleza celestial (Sophia).» Blake llama a ese aspecto fr
menino emanación, y al masculino, espectro. El fin primordial de I?
existencia terrenal es redimirse de la emanación y combinar ambos
aspectos. El camino que conduce a ello pasa, según Blake, por las
alegrías de la sensualidad y por la satisfacción corporal. Este camin
'^if'a,^,'"',""'^''^' se ve obstaculizado por las falsas doctrinas morales y la religiosidac
W. Blake, Jerusa- ' ^
lén, 1804-1820 dogmática, que son el principal instrumento de la represión sexual

460 EL OPUS MACNUM: El andrógino


MACNUM: El andrógino
El andrógino El andrógino

Ulmannus {comien- Este a n d r ó g i n o es


z o s d e l s. X V ) , p r e - la n a t u r a l e z a e s -
s u p o n e , al igual pectral y perver-
que Jacob B o e h - tida d e « L u c i f e r
m e , el libre a r b i - Anticristo y su
trio d e l h o m b r e m a d r e : un c u e r p o
para decantarse y un a l m a : fijo y
h a c i a el m u n d o d e volátil: él alberga
la ira o e l d e l amor. las a r t e s n a t u r a l e s
« H e aqui los t r e s de este m u n d o . »
reinos entre los S u s r a i c e s s o n los
que puedes esco- 7 pecados capita-
ger para ser y d e s - les. L a s 4 c o r o n a s
p u é s para obrar.» s o n los e l e m e n t o s ,
El h o m b r e ha s i d o representados por
creado de « u n sol el grupo c u a t e r n a -
d o b l e » . El sol inte- rio i n f e r i o r e n el
rior y e s p i r i t u a l e n - sistema de Ulman-
c a r n a al h e r m a f r o - nus: Marte
d i t a d i v i n o . E s la (fuego). Venus
personificación de (agua). Saturno
la a l q u i m i a d e s i n - (tierra), J ú p i t e r
teresada, que se (aire): « l o s e l e -
compone de «Je- m e n t o s l l e v a n e n si
sús, piedra mascu- e l b i e n y e l mal d i s -
lina d e la p u r e z a » tintamente, eter-
(mercurio/espíritu) namente». Una
y de «Maria, pie- u n i ó n n e g a t i v a la
d r a f e m e n i n a d e la forman en «el ne-
d u l z u r a » (luna/ gro s o l e x t e r i o r » ,
cuerpo). Los d o s como «lapis solar
s o n u n o e n Dios metálico carnal».
Padre (sol/alma),
« p i e d r a oleagi-
Libro de la Santí-
nosa» que forta-
sima Trinidad, s. XV
lece contra o s t e n -
taciones del dia-
blo.

Libro de la Santí-
sima Trinidad, s. XV

462 EL OPUS MACNUM: El andrógino '^^ MACNUM: El andrógino 463


í
El andrógino í.'r-r

El frontispicio de
la . A u r o r a c o n s u r -
gens» reproduce
u n a a l e g o r í a d e la
sabiduría, también
llamada ..viento
del s u r » , s í m b o l o
tanto del Espíritu
S a n t o c o m o d e la
t o t a l i d a d d e las
sublimaciones.

E l v i e n t o d e l sur s e
r e p r e s e n t a aqui
b a j o la f o r m a d e
un á g u i l a d e s c o -
munal que une
progresivamente
los c o n t r a r i o s . L a s
tres piernas sobre
l a s q u e se t i e n e el
a n d r ó g i n o hace
a l u s i ó n al t r é b e d e
p a r a p o n e r la r e -
d o m a s o b r e el
f u e g o . R e a l i z a d a la
u n i ó n , Sol dice a
Luna: «Si ascende-
m o s a la O r d e n d e
los a n t i g u o s ( e s Este grabado en cobre lo realizó Mattháus Merlán para el «Opus-
d e c i r , las 24 s u b l i -
maciones o águi- Med¡co-Chymicum> (1618) de J.D. Mylius. Más tarde apareció tam-
las), s e r e m o s r o - bién en el apéndice del <Musaeum Hermeticum> {1625).
ciados, t ú y yo,
c o n u n a luz a r - Merlán hace en él una gran síntesis de todos los componentes del
diente.» (Sénior gran Opus: un eje horizontal separa la esfera de lo divino de la rueda
Zadith, en: Aurora
consurgens) de la naturaleza, dividida a su vez en las diferentes fases del Opus,
desde el cuervo-nigredo hasta el fénix-rubedo.
Rodeado de un bosque de metal, el mago separador, mediante un
acto poderoso, separa verticalmente la materia caótica en dia y no-
che, sol y luna, azufre y mercurio, fuego y agua. La unión suprema
tiene lugar en el centro de la rueda, intersección de los ejes, bajo el
signo del lapis mercurial, la «piedra acuosa filosofal».
'-3 figura con cabeza de ciervo a la derecha es el cazador Acteon, que
contempla la naturaleza (Diana/Luna) desnuda, sin velos. Para Clor-
ó l o Bruno es el símbolo del que busca denodadamente la verdad.

MACNUM: Separatio 465


464 EL OPUS MACNUM: El andrógino
Los yantras Los yantras
herméticos herméticos

En el culto hinduista Representación g e o m é t r i c a del tetraktys


<¡ÍÍÍHÍÜÜÍfÍÍttÜ|¡t£Í^
se denominan « Y a n - p i t a g ó r i c o s e g ú n preceptos de alquimistas
t r a s » a las s e n c i l l a s árabes a n ó n i m o s , tal y como se c o n o c í a e n
representaciones E u r o p a d e s d e e l s i g l o XIII a t r a v é s d e c o m -
geométricas de pilaciones doctrinales como « T u r b a philo-
fuerzas vectoriales. s o p h o r u m » o el « R o s a r i u m » . E l c í r c u l o inte-
Para H e i n r i c h Z i m - rior r e p r e s e n t a e l u n o m i c r o c ó s m i c o , q u e
merson «una espe- c o n la c u a d r a t u r a s e c o n v i e r t e e n e l d i e z
c i e d e p l a n o (...) m a c r o c ó s m i c o . Un diez que, como quinta-
para el desarrollo e s e n c i a d e los alquimistas, c o m p r e n d e t o -
gradual de una vi- d a s las d e m á s p o s i b i l i d a d e s .
s i ó n » . (Mythen und
S y m b o l e in i n d i s - D. Stolcius von Stolcenberg. Viridarium
cher K u n s t u n d Kul- chymicum, Francfort, 1624
tur, Z ú r i c h . 1951)

El cielo trinitario original a b a r c a e l cuater-


nario formado por el c í e l o e m p í r e o , cielo
e t é r e o y c í e l o elemental, con la tierra e n e l
centro. E s t a figura es una imagen invertida
en el espejo d e l tetragrammaton inscrito
en un t r i á n g u l o .

Roben Fludd. Utriusque Cosmi. tomo I,


Oppenheim. 1617

« H a z d e l h o m b r e y la m u j e r un c i r c u l o , i n - extraer el e s p í r i t u , el c u e r p o y el alma, q
serta é s t e e n un cuadrado, p o n i ó e n un a p a r e c e r á n b r e v e m e n t e e n tres colores

t r i á n g u l o y circunscribe una circunferencia a n t e d e la r u b i f i c a c i ó n » . A l c u e r p o le c o -

p o r l o s v é r t i c e s d e l t r i á n g u l o . O b t e n d r á s la r r e s p o n d e e l n e g r o s a t u r n a l , al e s p í r i t u c

piedra filosofal.» b l a n c o lunar a c u o s o y al a l m a e l v a p o r o s


c o l o r c e t r i n o . « C u a n d o e l t r i á n g u l o alear

S e g ú n M i c h a e l Maier, los alquimistas e s t á n su m á s a l t a p e r f e c c i ó n , h a y q u e t r a n s f o r

f a m i l i a r i z a d o s c o n la c u a d r a t u r a d e l cir- m a r l o e n c i r c u l o , a s a b e r , e n u n rojo inmi

culo. El cuadrado alrededor del circulo sig- t a b l e . E n e s t a o p e r a c i ó n la h e m b r a s e in

nificaba para ellos « q u e d e un mero cuerpo vierte en varón y ambos devienen uno.»

cualquiera hay que separar los cuatro e l e -


m e n t o s (...). L a t r a n s f o r m a c i ó n d e l c u a - Michael Maier, Atalanta fugiens, Oppen-
drado e n un t r i á n g u l o e n s e ñ a q u e se d e b e heim, i6t8

466 EL OPUS MACNUM: LOS Yantras Herméticos "^""s MACNUM: LOS Yantras Herméticos
467
Los yantras
herméticos Los yantras

herméticos
El h e x a g r a m a se c o n o c e t a m b i é n c o m o
• sello m á g i c o d e S a l o m ó n » , con el que, s e -
g ú n la l e y e n d a , a h u y e n t a b a a los m a l o s e s - S e g ú n la d o c t r i n a

p í r i t u s . E n la a l q u i m i a y la t e o s o f í a a p a r e c e t á n t r i c a , la v e r d a d

c o n f r e c u e n c i a p o r . e s t r e l l a g u i a » , .<una e s - última consiste en

trella o fuerza celestial q u e confiere e n - la t o t a l p e n e t r a -

t e n d i m i e n t o a los s a b i o s y les i n d i c a e l c a - c i ó n d e Shiva y

m i n o c o m o a los M a g o s d e O r i e n t e . » S h a k t i , d e la e n e r -

( G . G í c h t e l . 1682) E l s e i s , n ú m e r o d e los gía masculina y

d i a s d e la c r e a c i ó n , s i m b o l i z a e l O p u s y e l femenina, d e Pu-

movimiento d e r o t a c i ó n q u e le e s propio. rusha(forma)yde


Prakriti (materia).
Shiva, el t r i á n g u l o
Abraham von Franckenberg, ^-Rafael o el
c o n u n o d e los v é r -
(arc¡ángelmédico» (Raphael oder der
tices hacia arriba,
ArztEngel, 1639, reimpresión 1925)
encarna el a s p e c t o
( F r a n c k e n b e r g h a c e un j u e g o d e p a l a b r a s ,
e s t á t i c o d e la m á s
i n t r a d u c i b i e al c a s t e l l a n o , c o n e l t i t u l o d e l
alta realidad:
libro, a p r o v e c h a n d o la p r o x i m i d a d f o n é -
Shakti, el trián-
t i c a d e los t é r m i n o s a l e m a n e s .<Erz» (..mi-
gulo con uno d e
n e r a l » y t a m b i é n el prefijo « a r e » d e « a r c á n -
los v é r t i c e s h a c i a
gel») y «Arzt» (médico)
a b a j o , la e n e r g í a
c i n é t i c a del uni-
verso sensible.

Mándala de Vajra-
varahi, Tibet, s. XIX
Emblema d e cobre del «Aureum Seculum
r e d i v i v u m » (La E d a d d e oro resucitada), d e
Heinrich Madathanus.

El l e m a d e l a u t o r : « E l c e n t r o d e l m u n d o e s
el g r a n o e n e l c a m p o » .

I n s c r i p c i ó n e n e l c i r c u l o e x t e r i o r : ..Tres s o n
las m a r a v i l l a s . Dios y h o m b r e . M a d r e y V i r -
gen, Uno y T r i n o . »

En el circulo interior: « E l c e n t r o e n el c e n -
tro del t r i á n g u l o . »

Michael Maier, Viatorum, Oppenheim, i6i8

468 EL OPUS MACNUM: LOS Yantras Herméticos


MACNUM: Los Yantras Herméticos
469
Los yantras
Los yantras
herméticos
herméticos

La i l u s t r a c i ó n
L a s p o r t a d a s d e la
muestra a ambos
lados los d o s pila- 1^. é p o c a barroca se
caracterizan por su
res d e la n a t u r a -
c o m p o s i c i ó n anti-
leza (izquierda) y
tética. Jamás se
del arte (derecha);
e l u d í a n las t e n s i o -
ambos descansan
nes y contrastes
en sendas minas.
en el pensamiento
La p r i m a m a t e r i a
d e la é p o c a . C o m o
d e la n a t u r a l e z a e s
dia y n o c h e s e e n -
el sulfato d e hie-
f r e n t a n a q u i la a l -
rro, e l « v i t r i o l o
quimia (Mermes:
v e r d e » c')
sol) y la m e d i c i n a
del que el arte, por
clásica (Hipócra-
medio de repeti-
t e s : luna). M y l i u s
dos p r o c e d i m i e n -
intentaba combi-
tos d e d e s t i l a c i ó n
nar a q u i a r m ó n i c a -
( á g u i l a ) o b t i e n e el
m e n t e la l a t r o q u i -
«vitriolo rojo» o
mía d e Paracelso
«azufre fijo» (león)
c o n la t e o r í a m e -
como materia ú l -
d i e v a l d e los h u -
t i m a . E n el c e n t r o ,
)MJCILIVNí mores corporales
escudo del mercu- Q.ii<^;yni priotinfcTibititrnA'icir A M I H I T w
filie i'aliuni 5«iinrfot r A f) f. t r A C n V M I c /.. del m é d i c o griego
rio f i l o s ó f i c o ( e l
Tcttiiis n A ! ) L : C A P H I I n r ? H i - A. G a l e n o (i29-ig9
pájaro Azogue). El
a . C ) , d e la q u e e r a
glifo m e r c u r i a l
un f é r r e o a d v e r s a -
í j lo f o r m a n e n la
río. Los medallo-
parte inferior d e l
n e s m u e s t r a n los
d i a g r a m a d e la i z -
cuatro elementos
q u i e r d a las d o s
y la t r i a p r i m a d e
serpientes del c a -
Paracelso.
duceo, que enmar-
* ^ 1//'
can una c o m b i n a -
c i ó n d e letras d e J.D. Mylius, Opus
vitr¡ol(o)yazoth Medico-Chymicum,
(azogue). 1618

S. Micheispacher,
Cabala, Augsburgo,
1616

470 E l OPUS MACNUM: LOS Yantras Herméticos O'us MACNUM: Los Yantras Herméticos
471
La Trinidad
La Trinidad

" N u e s t r o lapis
c o m p a r t e su n o m -
bre c o n el del
Creador, pues e s
uno y t r i n o . »
( Z ó s i m o , s. I V )

Cornelias Petraeus.
Sylva philosopho-
rum. s. XVII

S e v e aqui repre-
sentada « l a Trini-
dad manifiesta»
d e la d i e s t r a p a r t e
luminosa d e Dios
en el sistema de
B o e h m e , « e l reino
del a m o r » . E s ella
la q u e d a e x i s t e n - » E n el Padre e s t á la e t e r n i d a d , e n e l h i j o la « C a d a madero, cada piedra o cada hierba
cia y luminosidad identidad y e n el E s p í r i t u S a n t o la p a r t i c i - c o n t i e n e t r e s c o s a s (...) P r i m e r o la f u e r z a
v i t a l al s o m b r í o y p a c i ó n e n la e t e r n i d a d y la i d e n t i d a d (...) y d e la q u e n a c e e l c u e r p o (...) d e s p u é s u n
dinámico subs- los tres s o n u n o , a s a b e r , c u e r p o , e s p í r i t u y humor que es el c o r a z ó n d e cada cosa; por
t r a t o n a t u r a l d e la alma; p u e s e n el n ú m e r o t r e s e s t á t o d a ú l t i m o , u n a f u e r z a q u e m a n a d e s u interior,
parte izquierda, a p e r f e c c i ó n . » (Aurora consurgens, s. X V ) un olor o s a b o r q u e e s el e s p í r i t u d e una
la « r u e d a d e la a n - cosa, del que crece o a u m e n t a . » (Jacob
gustia» hecha d e U triada e s t á r e p r e s e n t a d a p o r los p á j a r o s Boehme, Aurora, 1612)
sal, azufre y mer- n los t r e s c o l o r e s d e l O p u s . E n la « A u r o r a
curio. ens», el Espíritu Santo se compara Aurora consurgens, comienzos de s. XVI
' e l a g u a m e r c u r i a l , q u e h a c e lo t e r r e s -
D.A. Freher, en: • siete veces celestial y t i e n e un e f e c t o
Works ofJ.Behmen. >r, v i v i f i c a n t e y f e c u n d o .
Law-Edition, 1764

MACNUM: La Trinidad 473


EL OPOS MACNUM: U Trinidad
472 •
La Trinidad La Trinidad

Tres fases u opus


E n la p r i m e r a p a r t e
p a r c i a l e s hay e n el
del O p u s se su-
Opus Magnum.
b l i m a t r e s v e c e s la
Los f i l ó s o f o s ha-
prima materia hu-
blan de tres llaves
m e d e c i é n d o l a con
y tres grados de
la « o r i n a d e l
s o l i d i f i c a c i ó n , in-
e f e b o » , conocido
d i c a d o s a q u i por
sobrenombre del
l a s t r e s flechas. El
agua mercurial.
primer opus par-
D e s p u é s , se dice
cial es la d i s o l u -
en « T u r b a philo-
c i ó n , que acaba
s o p h o r u m » . hay
c o n la f a s e d e n i -
q u e c o c e r la m a t e -
g r e d o ; el s e g u n d o
ria h a s t a e l i m i n a r l e
f i n a l i z a c o n la d e
la n e g r u r a .
r u b e d o ; e n el t e r -
c e r o , la m u l t i p l i c a -
c i ó n , e l lapis o b -
tiene su fuerza tin-
gible. El huevo fi-
l o s ó f i c o ya e s t á
incubado.

A l t é r m i n o d e la El p o d e r secular se

tercera y última a r r o d i l l a a n t e la

fase del O p u s , el gloria del « h i j o

elixir p o s e e la c u a - rojo d e l s o l » . L a s

lidad de penetrar tres coronas sim-

e n t o d o s los m e t a - bolizan su dominio

les i m p u r o s ( c o m - a b s o l u t o s o b r e los

p r e n d i d o el oro tres reinos, v e g e -

vulgar) y convertir- tal, animal y mine-

los e n s u p r o p i a ral.

naturaleza celeste.
Ilustraciones de
Speculum veritatis,
s. XVII

474 EL OPUS MACNUM: La Trinidad 475


La Trinidad La Trinidad

U n p a d r e (el
C o n el sudor, el pa-
cuerpo; se separa
dre segrega « e l
con dolor de su
a c e i t e y la v e r d a -
ú n i c o hijo (el e s p í -
d e r a t i n t u r a d e los
ritu) y lo c o n f i a a la
filósofos.., y pide a
t u t e l a d e un m e n -
Dios q u e le d e -
t o r (el a l m a ) q u e lo
vuelva a su ú n i c o
lleva a una alta
hijo, q u e h a d e v o -
m o n t a ñ a (el a l a m -
rado. Finalmente
bique) para m o s -
le e s e n v i a d a u n a
t r a r l e la g r a n d e z a
lluvia a s t r a l (ro-
del mundo. Pero
cío), que disuelve
alli a r r i b a e l hijo
su cuerpo durante
p e r c i b e el g r i t o
el s u e ñ o .
implorante del p a -
dre y retorna junto
Lambsprinck, De
a él.
Lapide philoso-
phico, Francfort.
Lambsprinck, De 162S
Lapide philoso-
phico, Francfort,
7625

« O h , hijo m í o , d u -
rante tu ausencia
e s t a b a m u e r t o (...),
p e r o revivo e n t u
presencia.» El pa-
dre ( s e c o ) a b r a z a
c o m p l a c i d o al h i j o
( h ú m e d o ) y lo d e -
vora.

Lambsprinck, De
Lapide philoso-
phico, Francfort,
1625

0^"s MACNUM: La Trinidad


476 EL OPUS MACNUM: La Trinidad
477
La Trinidad

Bajo la forma convencional de una «Coronación de María» se nos pre


senta aquí uno de los sistemas más complicados y fascinantes de la
historia de la alquimia. El «Libro de la Santísima Trinidad» (1415-1419;
pretende acabar con el error de que sólo el Padre y el Hijo poseen
una única esencia, pues también Maria nació en el Espíritu Santo y
concibió por el Espíritu Santo: «Jesús Maria madre de Dios es ella
misma su propia madre en su encarnación.» Ulmannus hace innume-
rables variaciones sobre las relaciones trinitarias de Padre, Madre e
Hijo. El Hijo representa el espíritu (Mercurio), el Padre el alma (sol) \
la madre virgen el cuerpo (luna). Ella es la matriz divina, del gran mis
terio del que emana toda esencia: Wenn sie soluiert heisset sie
mánniiche natur zu geben (...) sie congeliert, so heisset sie f raulichei
Corpus zu nehmen.» («Si se disuelve, produce una naturaleza mascu
lina; si se coagula, da lugar a un cuerpo de mujer.»)
Para Ulmannus, Maria es «el espejo de la Santísima Trinidad».
Más tarde Boehme utilizará la misma imagen para referirse a la So-
phia, que es para él «la fuerza exhalada» o «el descubrimiento de la
nada eterna que el Padre, el Hijo y el Espíritu ven en ellos». (Von der
CnadenwahI, 1623)
A la tríada superior de cuerpo, espíritu y alma se juntan los cua-
tro evangelistas, que son los cuatro elementos sublimados. Lucas,
Tauro, es el fuego (Marte); Mateo, el ángel, es el agua (Venus); Juan
el águila, es la tierra (Saturno), y Marcos, el león, es el aire (Júpiter).
Con ellos se corresponden, según Ulmannus, los siete metales, las
siete heridas de Cristo, las siete virtudes, los colores, los dias de la
semana y las horas.
Especial atención merece el gran escudo con el águila negra bi-
céfala, dedicada al kaiser Federico. Ulmanus llama a ese escudo la
«forma del espejo de la Santísima Trinidad». Se trata de una alegori?
de la fase del Opus llamada sublimación y del lapis. El águila negra
simboliza la putrefacción saturnal y sus dos cabezas aluden al doble
aspecto de la existencia mortal: material-trascendente, sublime-in-
manente. El águila es la cruz terrenal por la que Crísto-Lapis redime
la Humanidad. San Juan, con el negro animal como atributo, se consi
deraba el patrón de los alquimistas, igual que Saturno.

EL OPUS MACNUM: La Trinidad "•^s MACNUM: La Trinidad


479
La Trinidad
La Trinidad

Las i m á g e n e s del
La m e d i c i n a u n i -
L i b r o d e la S a n t í -
versal, resultado
sima Trinidad se
final d e la t r a n s -
difundieron en
m u t a c i ó n d e los
sencillos grabados
planetas, aparece
en m a d e r a g l o s a -
como s o b e r a n a de
dos libremente se-
los t r e s r e i n o s , e l
g ú n la d o c t r i n a d e
vegetal, animal y
los t r e s p r i n c i p i o s
mineral. « A este
de Paracelso. Esta
ser recién nacido
i l u s t r a c i ó n , que re-
s e le ha p u e s t o e l
p r e s e n t a la c o n f i -
s o l e n la m a n o d e -
g u r a c i ó n del e s -
r e c h a y la l u n a e n
p e j o d e la S a n t í -
la i z q u i e r d a , p u e s
sima Trinidad,
tiene el p o d e r d e
l l e v a el c o m e n t o
abrasarel mundo,
siguiente:
extinguirlo y ha-
cerlo nuevamente
A El á g u i l a f i l o s ó -
f e c u n d o . » E n la
f i c a n a c e d e l y por
p a r t e i n f e r i o r d e la
el nigredo, y sale
imagen p u e d e
c o n t o d a s sus c u a -
v e r s e c ó m o los
lidades.
metales menos no-
b l e s i m p l o r a n su
B La c ó p u l a o
ayuda, a cuyo
u n i ó n d e los t r e s efecto é l , por me-
principios. dio del fuego, s e -
grega por sus p o -
C El a z u f r e ros un « b á l s a m o
maravilloso en
D El mercurio forma de a c e i t e »
q u e c o n f i e r e a los
E La sal d e m á s metales «la
fuerza d e su natu-
Franciscas Epime- raleza m a g n é t i c a »
theas, Pandora, e n su « g r a d o m á s
Hamburgo, 1727 alto».

rTAMORFHOSIS TLA^NETAHir] I. de Monte-Sny-


ders, Metamorpho-
sis planetarum,
1663

I¿ANlfXM UJE J\Í0KTX SX-XT>XH.S^ Jj.

480 OPUS MACNUM: La Trinidad


MACNUM: La Trinidad 481
(disolución) y su «emanación» femenina, que está tejiendo con las fi-
bras de su cuerpo el mundo de la matriz (coagulación). La composi-
ción hace referencia al «espacio satánico tridimensional» y a la trini-
dad del tiempo establecido.
Blake recurrió a diferentes conceptos paracéisicos para crear el
personaje de Los. Por una parte es el «Archaeus», el alquimista inte-
rior o «maestro de todas las artes», que transforma en materia los ar-
quetipos espirituales. Discípulos de Paracelso como Sendivogus o P.
Spiess le llaman también «apoderado del sol» o «sol central». «Pero
¿qué es la imaginación si no un sol en el hombre?», pregunta Para-
celso. «Como el sol crea las obras sensibles, asi también lo hace la
imaginación, que al igual que el sol inflama y quema todas las subs-
tancias.» (Paracelso, De virtute imaginativa)
El «Archeus» o «Vulcano interior» lo asimilan muchos herméticos
a la «sal ígnea secreta». E incluso el mismo nombre de «Los» no sólo
es anagrama de sol, sino también de sal. A su circulo de influencia, la
imaginación, lo llama Blake «Earth owner», en alusión a la «sal espiri-
tual de la tierra».
Pero Los es además el profetice «Elias Artista», que según Para-
celso se aparecerá al despuntar la edad de oro para revelar los últi-
«Jerusalén» (1804-1820), el último gran poema iluminado de William mos secretos de la alquimia. Johann Clauber estaba convencido de
Blake, concluye con la «visión divina» de la armonía recobrada de las que, permutando las letras de Elias Artista, se desvelaba su verda-
cuatro fuerzas básicas del hombre. Los «cuatro Zoas» aparecen en un dera identidad, que no era otra que la prodigiosa «salla artis», «la sal
cuádruple arco que anuncia el fin del diluvio de tiempo y espacio. De del arte». (J.Clauber, De Elia Artista, 1668).
esa manera, el espacio material limitado se abre en dirección a Jeru-
salén, a la ¡limitada libertad de la edad de oro.
La escena final parece sin embargo menos optimista. En el cen-
tro, «Los, el demiurgo» (James Joyce, Ulises) se apoya en los instru-
mentos con los que «forjó el mundo de la generación a partir del
mundo de la muerte». Urizen, la razón calculadora, hace del mundo
de la encarnación el templo pagano de las serpientes que se ve en se
gundo término. Este templo simboliza la deificación panteísta de la
naturaleza, la adoración de la materia.
Los está desgarrado entre su sombra masculina (espectro), a
quien se ve a la izquierda ascendiendo con el sol de la imaginación

EL OPUS MACNUM: LA TRINIDAD MACNUM: U TRINIDAD


El fuego El fuego

« T r e s s o n las s u b s - Representación
tancias que dan su a l e g ó r i c a d e la s a l :
cuerpo a toda
c o s a » , dice Para- J ú p i t e r , en el c e n -
celso, y pone el tro de este grupo
e j e m p l o d e la m a - de tres personajes,
dera: « l o q u e arde s e ñ a l a el « f u e g o
e s e l a z u f r e (...), lo c e n t r a l » , en el que
que humea es el t i e n e su c e n t r o « l a
m e r c u r i o (...), lo sal s e c r e t a d e la
que se reduce a c e - n a t u r a l e z a » . (Elias
n i z a , es la s a l . » L a Artista)
sal e s el s e d i m e n t o
corporal, el c u e r p o Neptuno muestra
d e s p u é s de el t á r t a r o , subs-
muerto. El azufre tancia Importante
(nube) es aqui, p a r a la p r e p a r a -
contra toda con- ción de « n u e s t r a
vención, feme- sal». « L a s sales son
nino, y el mercurio las l l a v e s q u e
(pez), masculino. abren el c o f r e
donde se encierra
Oswaid Croll, Chy- el t e s o r o . » (Basi-
misch Kleinod, liusValentius). La
Francfort, 1647 presencia d e Plu-
t ó n , e l d i o s d e los
i n f i e r n o s , c o n la
llave e n la m a n o
La s a l í g n e a s e - i n d i c a q u e las s a l e s
creta en figura d e p r o v i e n e n d e las
o b i s p o u n e la h ú - c e n i z a s d e la
m e d a reina M e r c u - muerte y que tie-
rio c o n e l s e c o r e y n e n la f u n c i ó n d e
A z u f r e , b a j o un a r - c a t a l i z a d o r e s e n la
coiris que indica f a s e n e g r a d e la
q u e la m a t e r i a e s t á putrefacción.
secándose. Mercu-
rio p r e p a r a al l a d o
B. Coenders van
el b a ñ o n u p c i a l
Helpen, Escalier
mercurial.
des sages, i68g

D. Stolcius von
Stolcenberg, Viri-
darium chymicum,
Francfort, 1624

°2"^*<:NUM: El fuego
484 OPUS MACNUM: El fuego 485
El fuego
El fuego

La s é p t i m a llave d e B a s i l i u s V a l e n t i u s es
una a l e g o r í a del reino del f u e g o ( e s p a d a y
« T e basta con dar
balanza). Hay que procurar sobre todo que
f u e g o al f u e g o ,
el a l a m b i q u e e s t é h e r m é t i c a m e n t e c e -
m e r c u r i o al m e r c u -
r r a d o p a r a q u e no s a l g a e l a g u a e s p i r i t u a l ,
rio.» r e p r e s e n t a d a aqui c o m o t r i á n g u l o d e
f u e g o i n s c r i t o e n e l c u a d r a d o d e ta s a l .

La « s a l d e los s a b i o s » s e o b t i e n e e x t r a -
y e n d o d e ta sal c o r p o r a l el a z u f r e c o a g u -
lante, de forma que su interior se vuelva
hacia el exterior.

D. Stolcius von Stolcenberg, Viridarium


chymicum. Francfort, 1624

En el d e s c u b r i m i e n t o del f u e g o e s t á gran
parte del arte, dice Arnaldo de Vilanova en
el . R o s a r i u m » . L a r e g u l a c i ó n d e l f u e g o s e
a t i e n e a tos c o l o r e s e n la o b r a y a las e s t a -
c i o n e s del a ñ o . E n primavera, bajo el signo
« r o c l o d e m a y o » , q u e s e o b t i e n e por d e -
Los semejantes se atraen. El mundo e n - d e A r i e s , e s p r e c i s o un f u e g o f u e r t e p a r a
lación del mercurio externo.
tero, dice M i c h a e l Maier, d e p e n d e d e e s t e c a l c i n a r tos m e t a l e s ; e n v e r a n o , b a j o e l
sistema de nexos. Pero hay « m u c h o s y v a - signo d e C á n c e r , el f u e g o d e b e ser suave,
T o d o et O p u s s e f u n d a e n la a c c i ó n c o n -
riados g é n e r o s de fuego y d e m e r c u r i o » : p a r a ta d i s o l u c i ó n ; e n el o t o ñ o , r e g i d o p o r
j u n t a d e tos d o s p r i n c i p i o s c o n t r a r i o s : n
L i b r a , f u e g o m o d e r a d o p a r a la s u b l i m a -
c u r i o - a g u a d a la m a t e r i a , a z u f r e - f u e g o ,
Asi como hay un fuego interior q u e se c i ó n , y e n la f a s e s a t u r n a l d e C a p r i c o r n i o ,
forma. q u e c o r r e s p o n d e la p u t r e f a c c i ó n y f e r m e n -
p r e n d e por el fuego exterior, multipli-
c a n d o asi su e f e c t o , t a m b i é n existe un t a c i ó n , b a s t a c o n el c a l o r c o n s t a n t e d e l e s -
Michael Maier, Atalartta fugiens, Oppen-
m e r c u r i o o c u l t o , d e la m á x i m a s u t i l e z a , e l tiércol de caballo.
heim, 76)8

D. Stolcius von Stolcenberg, Viridarium


chymicum, Francfort. 1624

El-Opy,
s MACNUM: El fuego 487
EL OPUS MACNUM: El fuego
486
El fuego

Las visiones de
Blake son m ú l t i -
ples, p r e s t á n d o s e
a toda suerte de
asociaciones.

La f i g u r a a r d i e n d o
es Rintrah, p e r s o -
n i f i c a c i ó n d e la ira
justa, pero t a m -
b i é n S a t á n , el
e g o í s m o , o incluso
O r e , el d e m o n i o
rojo d e la r e v o l u -
c i ó n . Pero p u e d e
tratarse asimismo
d e un m o r t a l c o n -
s u m i é n d o s e en el
f u e g o a la v i s t a d e
dos seres eternos:
« L a vida es, s e g ú n
P a r a c e l s o , un p r o -
ceso de combus-
tión.» «Sí digo que
no p u e d o a r d e r e s
c o m o sí d i g o q u e
n o p u e d o vivir
(...).»(W. Pagel,
Paracelsus and the
Neoplatonic and
" S a l a m a n d r a v i e n e d e sal y d e m a n d r a , q u e (...) L a v e r d a d e r a a l q u i m i a es la <Halch CnosticTradition,
quiere decir establo, pero t a m b i é n gruta, mia>, la c o c c i ó n d e la sal ( d e l g r i e g o .ha C a m b r i d g e , ig6g)
e r m i t a (...) T e n d i d o e n la p a j a d e un p e s e - s a l , y <chyo>, y o c o c i n o ) . . . ( K / l . R e t s c h i a g
bre, en el portal de B e l é n ¿ n o es el mismo V o n d e r U r m a t e r i e [ L a p r i m e r a materir-
W. Blake, Milton,
J e s ú s e l n u e v o s o l q u e t r a e la luz al m u n d o 1926, c i t a d o p o r B e r n u s e n : Das C e h e i
1804-1820
(...), e s e f u e g o e s p i r i t u a l q u e s e h a c e c a r n e der Adepten, Sersheim, 1956)
y q u e h a t o m a d o f o r m a e n la s a l ? » ( F u l c a -
nell!. Les demeures philosophales, París, J a c o b B o e h m e d a al « f u e g o s e c r e t o » C
1930) n o m b r e d e « s c h r a c k » , q u e v a l e por rav
c h i s p a inicial q u e « t i e n e su o r i g e n e n e
« T o d a materia se p u e d e reducir a una l i t r e c e l e s t e » . E s t e s a l i t r e s e c r e t o es pe
forma de sal. Es el V e r b o divino hecho m a - dentro « l a semilla d e toda divinidad •
t e r i a ; e n u n a sal e s p e c i a l s e c o m b i n a un f u e r a la raiz d e t o d a e n e r g í a m a t e r i a l
a g e n t e c e l e s t i a l , un hijo d e l d i v i n o f u e g o
solar, c o n un e l e m e n t o t e r r e n a l y p a s i v o , Michael Maier, Atalanta fugiens, Opper
p a r a d a r lugar a u n a e n c a r n a c i ó n d e la s a l . heim, 76J8

EL OPUS MACNUM: El fuego MACNUM: El fuego


489
El huevo
filosófico
El huevo

filosófico

D e s p u é s d e la
muerte d e Castor,
hijo d e L e d a , s u
hermano gemelo
Pólux, que era in-
mortal, se decide
p o r la v i d a t e m p o -
ral p a r a s e g u i r
unido a s u her-
mano. A partir d e
entonces, ambos
pasan alternativa-
m e n t e un d í a e n el
cielo d e los dioses
y el otro e n los in-
fiernos.

C. Stengelius, Ova
Paschalia Sacro
Emblemata, Ingol-
stadt, 1672

L» cascara signi-
fica e l limitado h o -
rizonte d e l h o m -
M i c h a e l M a i e r n a r r a la h i s t o r i a d e u n p á - el f u e g o lo h a c e t o d o p o r o s o y p e r m e a b
bre, una « m o n s -
j a r o q u e v o l a b a m á s a l t o q u e t o d o s los d e - de forma que el agua penetra, disuelve \
tniosa sombra p e -
m á s . A ese pájaro habla que encontrarle el a b l a n d a lo d u r o » .
trificada d e t o d a s
huevo y quemarlo cuidadosamente con
ÍM cosas e n n u e s -
u n a e s p a d a al r o j o . S i M a r t e a y u d a a V u l - E l h u e v o e s la p r i m a m a t e r i a c a ó t i c a , qu>
tra tierra v e g e -
cano, saldrá un pájaro que d o m i n a r á el s e d e s i n t e g r a e n la p u t r e f a c c i ó n p a r a qu
•••«•. a n c h a d e d i -
fuego y el hierro. d e e l l a s u r j a n u e v a v i d a . « T a m b i é n nosc
mensiones y d e -
t r o s e n t r a m o s d e s p u é s d e la m u e r t e en formada e n e l e s -
La espada simboliza el fuego espiritual, el una vida infinitamente m á s p l e n a . » Pació i n d e f i n i d o »
« a r c h a e u s n a t u r a e » , atizado y avivado por 'W. Blake, M i l t o n ,
el f u e g o m a r c i a l y m a t e r i a l d e l h o r n o . L a Michael Maier, Atalanta fugiens, Oppen 1804). D e s p u é s d e
espada se emplea como símbolo « p o r q u e heim, 1618 '"muerte, el hom-
bre rasga e l . v e l o
••I» naturaleza»,
•¡•wngelatoda

«•*e,ias

*'/»/a/so.

490 EL OPUS MACNUM: El huevo filosófico


^ « » ' « ' » MACNUM: El huevo filosófico
491
El huevo
filosófico

» E t s o t ha m e n e s
t e r d e la l u n a c o m o
e l g a l l o la g a l l i n a . »

S e g ú n Michael
Maier, el gallo e n -
c a r n a la f u e r z a d e l
azufre. El huevo
d e l q u e s a l e ta p a -
reja del p r e s e n t e
g r a b a d o r e c i b e et
nombre de Latona,
e n r e f e r e n c i a a la
madre de Apolo y
D i a n a . « P a r a los f i -
l ó s o f o s , Sol, Luna
y Latona son todo
u n o , lo m i s m o q u e
e l g a l l o y la g a -
llina, p u e s h a n n a -
c i d o d e un s o l o
huevo y t a m b i é n
los p o n e n . »

Michael Maier, Ata-


lanta fugiens, Op-
penheim, i6i9

E l l a p i s e s «el h u e v o d e los s a b i o s . , « u n
cuerpo clarificado dotado de inmortali-
d a d , q u e (...) s e e l e v a s o b r e los c u a t r o e l e -
mentos en el m á s puro centro como el
aire (...). La y e m a e s e l f u e g o » . ( T u r b a ph
« A u r o r a c o n s u r g e n s » s e c i t a un f r a g m e n t o q u i n t o s e r d e t o d a la n a t u r a l e z a , y a h o r a s u
d e la « T u r b a p h i l o s o p h o r u m » , c o m p i l a c i ó n l o s o p h o r u m , e d . J . R u s k a , B e r l í n , 1931) E
e x c e l e n c i a s e r á m a y o r q u e la d e sus
á r a b e d e tratados y doctrinas alquimicas q u i n t o e l e m e n t o , la q u i n t a e s e n c i a , e s e l m a g n í f i c o s p r e d e c e s o r e s , e l s o l o la l u n a » .
griegas que s e ditundieron por occidente a p o l l i t o . E l e m b r i ó n o c o r a z ó n d e la y e m a (L.C.S., Tres breves tratados h e r m é t i c o s ,
partir del siglo XIII, y q u e sirvieron d e f u n - e n e l q u e s e inicia la g e s t a c i ó n , lo comp.- Drei g e h e i m e T r a k t á t I e i n , M a y e n c e , i74g)
d a m e n t o a la a l q u i m i a e u r o p e a . ran tos a l q u i m i s t a s c o n la a u r o r a y con el
E l a r t e , s e l e e alli, e s c o m p a r a b l e al h u e v o , l a p i s . « P u n t o r o j o d e l s o l e n et c e n t r o » es
Stolcius von Stolcenberg, Viridarium chymi-
« e n el que se combinan cuatro cosas. La n o m b r e q u e le d a n .
cum, Francfort, 1624
c a s c a r a e s la t i e r r a , la c l a r a e l a g u a ; la t e l i -
lla o m e m b r a n a b a j o la c a s c a r a (...) e s e l Aurora consurgens, comienzos del s. XVI

El. OPUS
EL OPUS MACNUM: El huevo filosófico MACNUM: El huevo filosófico
493
f El huevo
El huevo
filosófico
filosófico

El r e b i s q u e s e v e
La p r i m a m a t e r i a ; aqui e n los t r e s c o -
« E l h u e v o d e la n a - lores principales
turaleza, como me del O p u s es el
llaman, conocido « c u e r p o dual del
p o r la m a y o r i a d e arte, es decir, el
los s a b i o s ( . . . ¡ G e - s o l y la luna (...),
neralmente me varón y hembra
dan el nombre d e que engendran
m e r c u r i o s u t i l (...) cuatro hijos». S o n
Como d r a g ó n los c u a t r o e l e m e r
viejo, como a n - t o s q u e el a n d r ó -
ciano, estoy lejos y gino sostiene e n
cerca ( . . . ¡ E m - su mano d e r e c h a .
prendo fácilmente En el centro se en-
el vuelo, a no ser cuentra un e s p e j o
q u e / se me ate con que representa el
mesura/. Tengo O p ú s o l a prima
múltiples formas, m a t e r i a , d e la q u e
colores y figuras/ se dice que e n ella
l l e v o e n mi e l v i g o r puede verse todo
d e l v a r ó n y d e la el m u n d o .
h e m b r a . » (Theoria
Philosophiae Her- El h u e v o q u e t i e n e
meticae, Hanno- e n la o t r a m a n o i n -
ver, 1617) dica que d e los
cuatros e l e m e n -
Heinrich Jamstha- t o s , la c a s c a r a , la
ler, Viatorum c l a r a , la m e m b r a n a
spagyricum, 7625 y la y e m a , n a c e la
quintaesencia: el
pollito, q u e repre-
s e n t a el lapis.

S. Trismosin, Splen-
dorsoiis, Londres,
s. XVI

MACNUM: El huevo filosófico 495


EL OPUS MACMUM: El huevo filosófico
494
El huevo
filosófico

Aguarda a la estre-
lla (de David), in-
voca a María.

C . Stengelius, Ova
Paschalia Sacro em-
blemata, Ingol-
stadt, 1672

«El huevo preserva


« M e r c u r i o e s frió y h ú m e d o , blanco en su E s t e f u e g o interior es el « a z u f r e oculto la v i d a y la e s e n -
m a n i f e s t a c i ó n externa y frió en su hume- cuyo glifo t i e n e e n su mano izquierda f cia», dice Para-
d a d , p e r o e n s u s e n t r a ñ a s (...) e s r o j o , q u e c u r i o . E l h u e v o d e la s e r p i e n t e simboliz c e l s o . (...) « D e b e s
vale por caliente y seco. Por e s o los anti- eterna circulación en el Opus. s a b e r q u e e l aire
g u o s lo l l a m a b a n h u e v o . » ( I . H o l l a n d u s , D í e no e s otra cosa
H a n d d e r P h í l o s o p h e n , V i e n a , 1746) Speculum veritatis, s. XVII que un caos, y el
c a o s e s la c l a r a d e
un h u e v o , y e l
huevo es el c í e l o y
la t i e r r a . » ( P a r a -
g r a n u m II, 1530)

Defa//e de «lardin
de las delicias» de
El Bosco, hacia 7570

EL OPUS MACNUM: El huevo filosófico MACNUM: El huevo filosófico


497
La matriz

E n SU c u a r t a v i -
1 La matriz

sión, santa Hilde-


g a r d a (1098-1179)
ve « u n a formida-
ble luminaria q u e
r e f u l g í a c o m o in-
numerables ojos y
sus cuatro á n g u l o s
estaban orienta-
d o s a los c u a t r o
puntos cardina-
l e s » . E s la o m n i s -
c i e n c i a d e Dios, e n
cuyo centro « a p a -
rece otro fulgor
p a r e c i d o a la a u -
rora e n r a y o s d e
p ú r p u r a » . De esta
matriz c e l e s t e d e -
riva la roja b o l a
Ígnea del alma,
que vivifica el e m -
b r i ó n e n el v i e n t r e
materno.

Aparecen figuras
llevando en vasijas
de barro distintos
tipos de quesos,
algunos de ellos
enmohecidos. Es
la i m a g e n d e la s i -
m i e n t e d e los
hombres con sus
diversas cualida-
des y disposicio-
nes.

Hildegarda de
Bingen, Scivias
¡Código de San
Ruperto), s. XII

498 EL OPUS MACNUM: La matriz


La matriz La matriz

^' ¡nteoia- Natura: ipecuíum.liiis^uc ima^o

dena de oro de H o m e r o » , que para dora entre espíritu divino y m a n i f e s t a c i ó n


t F l u d d es « e l f u e g o i n v i s i b l e » , d i s c u - sensible. « E n su p e c h o e s t á el sol v e r d a -
d e s d e la m a n o d e D i o s h a s t a e l s i m i o d e r o , e n s u v i e n t r e la l u n a . » S u c o r a z ó n
primero lo identificaban los cabalista * l a t e , p a s a n d o p o r la V i r g e n N a t u r a - d o t a d e luz a las e s t r e l l a s , y s u m a t r i z , e l
F l u d d s i g u e e n e s t a i l u s t r a c i ó n la i n t e r p r e -
la s a b i d u r í a d e D i o s , la « S o p h i a » , a la < — • ^ ' ''""io r e p r e s e n t a las f a c u l t a d e s in- e s p í r i t u d e la luna, es e l f i l t r o p o r d o n d e
t a c i ó n d e l G é n e s i s d e l p r i m e r libro d e l Z o -
c o r r e s p o n d e la s e g u n d a s e f i r a o Hoch lales y t é c n i c a s c o n las q u e el h o m - l l e g a n a la t i e r r a los i n f l u j o s a s t r a l e s . « S u
har, e n e l q u e s e d e s c r i b e e l o c u e n t e m e n t e
E n e l l a e s t á c o n t e n i d a la s i m i e n t e d e "a a la n a t u r a l e z a e i n t e n t a p e r f e c - p i e d e r e c h o s e p o s a e n la t i e r r a y e l i z -
c ó m o e n la i n a c c e s i b l e e s e n c i a d i v i n a , e l
E n - S o p h , se forma primero una bruma d e las c o s a s . « D i o s la d o t ó d e t o d a s las q u i e r d o s o b r e e l a g u a , m o s t r a n d o asi la
la q u e b r o t a u n a f u e n t e . E n e s t a f u e n t e m a s , l e i m p r i m i ó t o d o s los a t r i b u t o s r e l a c i ó n d e l a z u f r e c o n el m e r c u r i o , s i n la
brilla el punto primero, llamado « R e s - J-aleza, n o d r i z a d e t o d a s las c o s a s , nada p o d r í a ser c r e a d o . »
c h i t h » , q u e es el comienzo, « l a primera p a - Roben Fludd. Philoiophia Sacra. Fran, • ^ i v i n o cielo Igneo con el f u e g o e t é
l a b r a d e la c r e a c i ó n d e t o d o » . E s t e p u n t o 7626 ' ^ f f l y e l m u n d o s u b l u n a r d e los e l e - Robert Fludd, Utriusque Cosmi. tomo I,
Es el « a l m a del m u n d o » , m e d i a - Oppenheim. 1617

El O,
' " " s MACNUM: U matriz
500 E l OPUS MACNUM: L a m a t r i z 501
La matriz La matriz

La sabiduría es la El árbol que nace


emanación feme- de la virginal ma-
nina de Dios, por dre mercurial y
la que su simiente que lleva los «fru-
espiritual se hace tos inefables de
realidad primera- efectos varios»
mente en la pala- procede de la si-
bra articulada de miente del hombre
la Sophia celestial (pájaros de la iz-
y después en la quierda) y de la
materia, pasando mujer (pájaros de
por la matriz de la la derecha). La ve-
naturaleza. ...esta neración de la
es la Sophia calda, Sophia como es-
inferior, y se asi- posa mística de los
mila al mercurio, filósofos o «sobe-
raiz de todos los rana del mundo in-
metales. terior», como la
llama Ceorg von
De sus pechos Welling, se con-
fluye el «sudor so- funde frecuente-
lar» rojo y sulfu- mente con la invo-
roso y la «leche cación de la divina
virginal» blanca y agua mercurial.
mercurial, que for- «Nuestra virgen
man, ambos jun- carísima» es el
tos, el fruto de sus nombre dado a
entrañas, es decir, Mercurio, pues al
la tintura. Quien igual que María,
quiera contem- acoge en su seno
plarla desnuda y «la solución del
sin afeites, deberá cielo» y lo con-
«buscar la amistad vierte en lapis pu-
de Archeo, su rificado.
guardián de con-
fianza».
Hieronymus Reuss-
ner, Pandora, Basi-
Las figuras secretas lea, 1582
de los Rosa Cruz,
Altana, 1785

502 EL OPUS MACNUM: La matriz ^•^OPusMACMUMiUmatrii 503


> \
La matriz

La naturaleza ex-
horta al «alqui-
mista errabundo»
a abandonar el re-
ducido circulo de
la química mecá-
nica de laborato-
rio: «No podrás re-
cabar conoci-
miento de nada si
no pasas por mi
forja.» Esta forja
es el árbol de las
tres raíces: mine-
ral, vegetativa y
sensitiva. Una
larga cocción se-
grega los cuatro
elementos a partir
del germen terre-
nal de todos los
metales, animales
y plantas y los su-
blima hasta obte-
ner la esencia su-
prema del elixir u
«oro vegetal».

El alquimista deja
que obre la natura-
leza, si bien in-
La actitud de los alquimistas frente a la na- Paracelso afirma que la alquimia debe per-
tenta acelerar el turaleza es ambivalente. Todos la quieren feccionar la naturaleza imperfecta, pues
proceso de madu- seguir, unos como el simio que intenta imi- ésta es «tan sutil yrigurosaen sus cosas,
ración. tar su obra en todas sus partes, «pues lo que no quiere ser manipulada sí no es con
que se hace fuera de las barreras de la na- las artes más excelsas». (Paragranum, 1530)
Miniatura de Jehan turaleza es o un error o algo muy parecido»
Perréal, pintor en la (DEspagnet, La obra hermética). «Con la Quien pretenda adentrarse en el Opus,
corte de Margarita naturaleza no hay freno ni acicate (...) dice Michael Maier, tiene que saber com-
de Austria, 1516 ¡grave error el intentarío! Ella nos domina binar cuatro cosas: naturaleza, raciocinio,
a nosotros, y no al contrario.» experiencia y el estudio de innumerables
(HeinrichKhunrath) disciplinas, que llama las cuatro ruedas del
carro filosófico. Las pisadas de la natura-
Hay quienes codician sus frutos, «mientras leza señalan el camino, la razón es el ca-
las desprecian y profanan» (...) Yo estaba yado del caminante, la experiencia son los
en sus manos, en cierto modo sometida a quevedos y el estudio de las obras espe-
su poder, se lamenta la naturaleza, «pero cializadas el candil «que estimula el enten-
no me reconocieron». (T. Vaughan) dimiento e ilumina al ávido lector».

El Orus MACNUM: U matriz


EL OPUS M A C N U M : U itwtrii
504
Según la interpretación de Fulcanelli, los
Inscnpcion supe-
doce bajorrelieves de finales del siglo XIII
rior: La matriz
que se encuentran en el pórtico principal
de Notre-Dame de Paris representan te- «Sophia me llaman
mas alquimicos. El conjunto de la catedral, los griegos, Sa-
pientia los roma-
afirmaba Víctor Hugo, es el más cumplido
nos. Los egipcios y
compendio de la ciencia alquimica, su «li-
caldeos me inven-
bro mudo» tallado en piedra.
taron, los griegos
me escribieron, los
La figura femenina cuya cabeza toca el
romanos me trans-
cielo es la alquimia. Los dos libros que sos-
mitieron, los ger-
tiene con la mano derecha se refieren, se- manos me amplia-
gún esta interpretación, por una parte al ron.»
aspecto exotérico, abierto, de la alquimia,
y por la otra, a su aspecto esotérico,
oculto. La escala es un jeroglifico que re- Inscripción infe-
presenta la paciencia necesaria para llevar rior:
Para el poeta alemán Conrad Celtis (1459- a cabo el Opus. Los nueve escaños hacen «Lo que tienen el
alusión sin duda a la doctrinas del Pseudo- cielo y la tierra, el
1508), filosofía significaba la universalidad
Dionisio Areopagita. aire y el agua, lo
de todos los campos de la naturaleza y el
que hay en las co-
espíritu.
sas humanas y lo
que el Dios Igneo
hace en todo el
En el obelisco delante del regazo de esta representación de So- orbe, yo, la filoso-
fía, lo llevo todo
phia realizada por Alberto Durero para su amigo Celtis hay grabados en mi pecho.»
nueve escaños, que culminan en su seno. Siete de ellos son las siete
Cribado en madera
artes liberales. En la posición inferior se encuentra la gramática, en la tomado de "Amo-
más superior la música, ciencia universal de la armonía. La letra res» de Conrad Cel-
tis. Alberto Durero,
griega «phi» sirve de fundamento a las artes. Según la interpretación Q,iüa4uid hibn-Calum (jHidTñuu quid Att « T x ^ o u
^oquidinliunanii t^hmitsst portf-i-'- Núremberg, 7502
de Dieter Wuttke, que investigó concienzudamente este grabado en s. rT«u!inTcrToquicquielláaTion^ui«RK«
PUoji>plium«>[>c¿>oi«cuncrj j í M
madera (Dieter Wuttke, Humanismus ais integrative Kraft [Huma-
nismo como fuerza integradora], en: Dazwischen, Baden-Baden,
1995). la letra phi representa la vitaphilargica, «la vida sensible como
ton, que formuló la sabiduría jeroglífica de los egipcios y la pasó a los
principio natural en el individuo», mientras que la letra final, «zeta»,
romanos. Cicerón y Virgilio dieron forma poética a la filosofía, y los
indica la w'fa theoríca, la cima de la contemplación pura.
alemanes, representados por Alberto Magno, le dieron continuación.
Los tres libros en la mano de Sophia representan las tres partes El nombre de Alberto se refiere en principio a Alberto Magno
en que Platón dividió la filosofía: racional, moral y natural. Las cinco ("93-1280), sabio e investigador escolástico al que se le atribuye una
tachuelas en la portada de uno de los libros son los cinco sentidos, serie de tratados alquimicos. Pero Wuttke afirma que el nombre hace
base de toda experiencia. La corona que rodea el trono simboliza las también referencia al propio Durero, al que Celtis elogia como a un
cuatro estaciones, a las que corresponden las cuatro cabezas de las nuevo Alberto en sus escritos, atribuyéndole el mérito de haber inte-
esquinas: los cuatro vientos, los cuatro elementos, los cuatro tempe- stado la pintura y la teoría del arte en las disciplinas filosóficas.
ramentos y las cuatro edades de la vida. Los cuatro medallones sobre
la corona simbolizan las etapas de la historia de la filosofía. En el me-
dallón superior, Ptolomeo presenta la astrología sagrada como cien-
cia de origen egipcio-caldeo. En la medalla de la derecha se ve a Pla-

506 EL OPUS M A C N U M : La matriz '^us MACNUM: La matriz


507
La matriz

La página del
titulo del <Ars
magna sciendi)
(i66g), de Kircher,
se inspira sin duda
en la <Philosophia>
de Durero. Y la ins-
cripción en el pe-
destal del trono de
Sophia parece re-
mitirse al con-
cepto de ciencia
que tenia Conrad
Celtis: «Nada hay
más noble que el
conocimiento del
todo.»

Sophia sostiene
con la mano el al-
fabeto del arte de
Ramón Lull, cuyas
veintisiete claves
jeroglificas pre-
tenden abarcar la
totalidad del co-
nocimiento hu-
mano. Quince col-
gantes orlan el te-
lón del titulo: son
los quince diferen-
tes campos del sa-
ber, que Kircher in-
tenta armonizar
recurriendo a la
lógica mecanicista
de Lull. Una de las interpretaciones que Salvatore Sin embargo, Ciorgione, dada la sorpren-
Setti hizo del enigmático y célebre cuadro dente similitud entre la madre lactante y
A. Kircher, Ars de Ciorgione es la alegoría de Adán y Eva las representaciones de Sophia en la litera-
magna sciendi, después de la caída, expuestos ahora a la tura hermética, sugiere la posibilidad de
Amsterdam, 1669 tormenta de la ira divina. («La tormenta» evadirse de ese estado de nigredo que es
Ciorgione, ed. Beriin, 1982) la existencia humana.

Las dolcolumnas truncadas del templo de Ciorgione, La Tempestad, hacia 7506, Vene-
Salomón, que simbolizan la solidez y la cia, Accademia
'"erza (Jachin y Boas) evocan la maldición
^ l a condición mortal.

OPUS MACNUM: La matriz 509


508 EL OPUS M A C N U M : La matriz
El cazador Acteón sorprendió un día a víctima o al menos en objeto de su propia
•Blanquead a Lato y romped vuestros diante el fuego, el azogue o el bicarbo- Diana bañándose desnuda. ...esta, herida inclinación. «Se vio transformado en aque-
libros, para que no rompan vuestro nato, pare sucesivamente a sus hijos melli en su orgullo, lo convirtió en ciervo, que llo que buscaba y se dio cuenta de que era
corazón.» zos. fue devorado por sus propios perros. presa de sus perros, es decir, de sus pro-
pios pensamientos. Al asimilar la divini-
Lato designa casi siempre el latón y otras En esta fase de blanqueo es necesario En su última obra, Von den heroischen lei- dad, ya no era necesario buscarla fuera de
aleaciones del cobre, si bien es el nombre romper los libros, de los que la mayor denschaften (De las pasiones heroicas, sí mismo.»
habitual que se da a la materia tras la fase parte, como dice Maier, «están escritos en 1585), Ciordano Bruno interpreta esta
de putrefacción, cuando ha sido preñada tal algarabía, que ni siquiera sus autores leyenda como parábola del drama del Acteón es el hombre nuevo de Ciordano
por Júpiter, que aparece como la primera los pueden entender». Por otra parte, los conocimiento. Bruno, que devorado por sus muchos pe-
estela plateada en el cielo nocturno del ni- libros ya no son necesarios, pues lo que rros, hace un viraje radical. «Aqui concluye
gredo, y procede a secarse lentamente. ahora viene es «juego de niños y labor de •Acteon representa aqui el intelecto a la su vida en un mundo disparatado, sensual,
Entonces se convierte en Latona, madre mujeres». " z a de la sabiduría en el momento de cap- ciego y fantástico. A partir de ahora vive
de los mellizos Diana-Luna (piedra blanca) '3r la belleza divina.» Pero en el momento una vida espiritual, la vida de los dioses.»
y Apolo-Sol (piedra roja). Después de su Michael Maier, Atalanta fugiens, Oppen- en que cree haber captado la Sophia en el
completa purificación o blanqueo me- heim, ifirS «spejo de la naturaleza sensible y retira el Tiziano, Diane y Acteón, 7559
»elo de su misterio lunar, se convierte en

EL OPUS MACNUM: La matriz OPUS MACNUM: La matriz


La fuente

«Cuando las nubes se disiparon, vi elevarse El médico y filósofo árabe Avicena (Ibn
rio es pábulo, alimento y permanencia dt de la tierra a una bella y blanca doncella Sina», g8o-i037) dice que la leche de mujer
Los filósofos, dice Michael Maier, jamás
todos los metales, habida cuenta de que que oprimía sus senos y hacia de su leche que no ha conocido varón se compone de
pondrían un animal tan venenoso sobre el
abre y penetra todos los miembros de le virginal una manteca salutífera con el pro- dos aguas. (-Mineraliai, in: «Artis Aurife-
pecho de la mujer «s¡ ella no lo hubiera pa-
metales y los recorre como la leche de L^ pósito de devolver los muertos a la vida rae>, Basilea, 1593) Dichas aguas son los l i -
rido por maravilla y el sapo no fuera f r u t o
mujer entra en su hijo y lo alimenta: p u c (...) (entonces) vi que después de exprimir cores solar y lunar que componen el «mer-
monstruoso de sus entrañas». Cuando el
el mercurio es alimento y madre de todc insistentemente sus senos, manaba de curio de los filósofos». Ambos licores t i e -
sapo se ha empachado de leche, muere la
los metales (...)»{J. Isaac Hollandus, Esc ellos una sangre roja y viscosa, pues ya no nen que ser cocidos juntos por Vulcano,
mujer mercurial y se convierte en el azufre
tos químicos, ed. Viena, 1746) le quedaba leche alguna. Dicha sangre para que el mar filosófico se torne oro.
rojo de los filósofos. «Elabora con él un re-
mancillaba la manteca y por eso Vulcano
medio que salido de t u corazón pueda con-
Por su propiedad de condensar y solidi^ quiso quitársela, pero la doncella decia a
trarrestar todo veneno.» D. Stokius von Stolcenberg, Viridarium
gritos: la leche, la manteca y también la
car la materia que penetra, esta leche : chymicum, Francfort, 1624
sangre son cosas buenas, pero cada una de
El sapo representa la parte fija y sulfurosa cibe también el nombre de «gluten del
ellas tiene su propio efecto (...).»
de la prima materia. La leche virginal es, águila» o «nuestra goma». «Os digo que
(J. de Monte-Snyders, Metamorphosis
según Ruland, el sobrenombre del «agua nuestra goma es más fuerte que el oro
Wanetarum, Viena, 1774)
mercurial, la cola del dragón; un agua que quien la conoce la tiene por más noble
limpia y coagula sin intervención alguna». más venerable que el oro.» (H. Khunrat:
(Martin Ruland, Lexicón Atchemiae, Franc- Vom Hyiealischen Chaos, ed. Francfort
f o r t , 1612) 1708)

«Los antiguos maestros dieron al mercurio Michael Mdier, Atalanta fugiens, Oppei'-
el nombre de leche virginal, pues el mercu- heim, i6í8

EL OPUS MACNUM: La matriz '""s MACNUM: Fountain


513
La fuente
La fuente

Hay tres clases de


piedras y tres cla-
ses de sales que
tocan a nuestro
arte, a saber: la
mineral, la vegetal
y la animal. Tam-
bién existen tres
clases de agua, la
solar, la lunar y la
mercurial; Mercu-
rio es mineral.
Luna es vegetal
porque toma dos
colores, el blanco
y el rojo; Sol es
animal porque
asume tres cosas,
a saber, coagula-
ción fija, albifica-
ción Y rubifica-
ción; se llama «la
Bestia». De él se
saca la sal de amo-
niaco. A l a luna se
le llama «planta»,
y produce la sal al-
calina. Pero el
mercurio se llama
«piedra mineral»,
de la que se extrae
la sal común.
{Rosarium Philo-
sophorum, Franc-
f o r t , 1550, e d .
Weinheim, 1992)

I
«Somos de los metales principio y na- En el borde de la fuente se lee: «El mercu-
íura/EI arte hace con nosotros la sublime rio mineral, el mercurio vegetal y el mercu-
''"íura. rio animal es t o d o uno.» Los líquidos mer-
curiales que fluyen en el pilón se denomi-
No hay fuente ni agua que se me nan «leche virginal», «vinagre fuerte» y
'9uale/Doy la salud al rico y al pobre. «agua de vida». Juntos forman «una agua
Turba philosopho- única, clara, que t o d o lo purifica y que sin
rum, 5. XVI °V corrosivo, venenoso y mortal.» embargo contiene t o d o lo necesario».

515
E L OPUS MACNUM: La fuente
514
La fuente
La fuente

Inscripción en la
El rabino Abraham
Eleazar, el miste- ausse(n) ist uns(er)
rioso maestro de Ster(n): aiso ges-
Nicolás Flamel, chaffen feureg{er)
está aqui subido a
un hornillo de ata-
13 b nnr^n nattur.» (La natu-
raleza Ígnea se
nor en forma de crea cuando nues-
iglesia con el glifo tra estrella está
del antimonio pri- fuera).
material en la
punta de la torre. (El desciframiento
El arroyo de abajo se debe a R. Rei-
simboliza el largo singer).
pero también se-
guro «camino hú-
medo» que pasa
por numerosas
destilaciones. El
otro camino corto
que sigue la ágil
comadreja es la
senda peligrosa y
seca del la sal
ígnea secreta, en
la que el nitrito
desempeíia un pa-
pel importante.

Abraham Eleazar,
Uraltes chemisches
Werk, Leipzig 7/50

El dragón bicéfalo de la fuente simboliza «Todo viene del sol y todo retornará al
la esencia bipolar del lapis mercurial, a la sol.» «Este sol de fuego exterior es nuestra
<l"e Ulmannus denomina «agua de la casti- carne y nuestra sangre.» Pero el sol inte-
dad» o «piedra pura, blanca y roja». El rojo rior es el alma o «aurora», que atrae el
el sol, la sangre, lo masculino; el blanco fuego del sol exterior y lo conduce a las
®s la luna, la carne, lo femenino. entrañas.

^odas las cosas deben sus cualidades pri- Libro de la Santísima Trinidad, comienzos del
"leras y más perfectas al fuego del sol. que s. XV
'«presenta a Dios.

'"US MACNUM: La fuente 517


516 EL OPUS MACNUM: La fuente
La fuente
La fuente

La muerte y la pu-
trefacción abren El arco que Dios
las puertas a una puso en las nubes
vida superior, fun- después del dilu-
damento y fuente vio como signo de
de t o d o el Opus. la alianza tomará
Después de la d i - por la sangre de
7^ I
secación del Cristo la forma cir-
cuerpo muerto, cular y cerrada del
«esa cosa necesita lapis. « Y tomó el
el fuego (Sagita- cáliz{...¡diciendo:
rio) hasta que el Tomad todos de
<espiritu> de ese él, pues ésta es la
<cuerpO' se haya sangre de la
transmutado y alianza (...)... (Mat.
pase solo noches 25, 28) Su sacrifi-
enteras, como el cio le confiere el
hombre en el se- p o d e r d e atraer
pulcro, y se con- todos los metales
vierta en polvo. vulgares y de lle-
Después de ocu varlos desde el d i -
rrido eso, Dios le luvio de la putre-
devolverá su alma facción («y ya no
y su espiritu, (...) y había más mar»,
saldrá fortalecido Ap. 21,1) al paraíso
de la destrucción, nuevamente
al igual queel abierto. Aquí se
hombre después encuentra «la co-
de la resurrección rriente de agua
es más fuerte y viva», la triple
más joven de lo fuente tintorial de
que habla sido en la vida eterna.
este mundo.»
(Turba philoso-
phorum, ed. J. S. Micheispacher,
Ruska, Berlín,
Cabala, Augsburgo,
I6i6
1931).

Aries, Leo y Sagi-


tario delimitan el
período de tiempo
en el que tienen
lugar las tres ope-
raciones del Opus.

De Alchimia,
Leiden. 1526

518 EL OPUS MACNUM: La fuente


OPUS MACNUM: La fuente
519
El Lapis Cristo

«Después de mu-
chos padecimien-
tos y penas va-
rias/He resuci-
tado, limpio y sin
tacha.»

«Tu piedra, qui-


mista, no es nada;
la piedra angular
que yo digo/es mi
tintura de oro y
piedra filosofal.»
(Angelus Silesius,
Cherubinischer
Wandersmann,
1557)

El silesio Abraham de Franckenberg ( I 5 g 8 - imaginaciones falsas, obsesivas, que em-


1652), alumno de Jacob Boehme, escribió ponzoñan el cuerpo astral (la «momia») y
Rosarium philo-
en 1638 que queria aprender la lengua he- de esa forma contaminan la sangre. De esa
sophorum, 1550
brea para «utilizarla fructíferamente en forma se destruye el equilibrio de los ele-
mis muchas demostraciones geométricas y mentos en el cuerpo.
aritméticas». (Citado porW. E. Peuckert,
Das Rosenkreutz, ed. Berlín, 1973) Franckenberg habla de tres tipos de reme-
Su obra «Rafael» o «el (arc)ángel médico», dios: los cabalísticos, salidos del Espíritu y
que acabó el mismo año, delata su afición del Verbo de Cristo, los mágicos conteni-
a la combinación de caracteres cabalísticos dos en la meditación de la serpiente cura-
(Cematna yTemurah). Como Giordano tiva y los químicos, con vino y aceite.
Bruno, cuyos escritos conocía, Francken-
berg fabricó sellos mágicos de los que es- Abraham de Franckenberg, Raphael oder
peraba efectos terapéuticos. En su o p i - Arzt-Engel, [Rafael o el {arcjángel médico],
nión todos las enfermedades se basan en 1639 (reimpresión, 1925)

'•OPUS MACNUM: El Lapis Cristo 521


520 EL OPUS MACNUM: El Lapis Cristo
El Lapis Cristo
El Lapis Cristo

Albión, que repre-


«El lapis bendito senta aqui el hom-
contiene todo en bre caido, se le-
si», se lee en la ins- vanta por obra de
cripción vertical. la imagen del Sal-
vador: « ¡ D e s -
La horizontal dice: pierta, durmiente
«Toda virtud es es- del paisde las
fuerzo en el com- sombras, des-
bate.» La cruz es, pierta! ¡Desperé-
en la alquimia, el zate! Yo estoy en
glifo del crisol t i y tú en mi, y am-
(crucibulum). bos en el amor d i -
vino.»
«El crisol es, en
efecto, el lugar Jesús es la «imagi-
donde la prima nación o el cuerpo
materia sufre la divino en el hom-
pasión, como el bre», la «única
propio Cristo. Allí forma universal»
muere para rena- que contiene t o -
cer purificada, su- das las cosas «en
blimada, transmu- sus formas eter-
tada.»(Fulcanelli, nas».
le Mystére des
Cathédrales, París, Albión se con-
1957) Fulcanelli in- vierte en aquello
dica que los tres que percibe. Blake
agujeros en la cruz sigue aquí la tesis
evocan las «tres de Paracelso: el
fases de la purifi- hombre es lo que
cación por la es- piensa y la cosa tal
pada y el fuego». cual la imagina.
Piensa en el fuego,
Museum Hermeti- se hace fuego;
cum, Francfort/ piensa en la gue-
Leipzig, 1749 rra, se convierte
en guerra. (De vir-
t u t e imaginativa,
1526)

W. Blal<e, Jerusa-
lén, 1804-1820)

OPUS MACNUM: El Lapis Cristo 523


522 EL OPUS MACNUM: El Lapis Cristo
El Lapis Cristo El Lapis Cristo

María y Jesús son


El hermano Vin-
una sola substan-
centius Koffsky,
cia, encarnada en
monje de dudosa
estado fijo de con
existencia de una
densación por la
orden de predica-
Madre y e n estado
dores de Danzig
espiritual de diso-
del siglo XV, re-
lución por el I-Hijo.
coge aqui la san-
El sol simboliza a
gre tintorial del
Dios Padre y las
Cristo mercurial,
doce estrellas los
crucificado en el
elementos en sus
árbol de los siete
tres manifestacio-
metales. «Estudia,
nes: «espiritual
medita, suda, tra-
(Hijo), anímica (Pa-
baja, cocina y no
dre) y corporal
te desalientes en
(Madre)». En el l i -
esto último; así se
rio de cinco péta-
te ofrecerá un
los «lirio azul sa-
flujo salutífero
turno luna (...),
que mana del cora-
está el martirio de
zón del Señor del
nuestro Señor».
macrocosmos, y
que evita la cadu-
Las extremidades, cidad de todas las
el torso y la herida cosas materiales
en el costado son (...) Esta fuente
los siete planetas, medicinal univer-
los metales y las sal de agua viva y
virtudes. del óleo de la ale-
gría enseña a reco-
Libro de la ger y a beber se-
Santi5¡rr>a Trinidad, gún las reglas del
comienzos del s. XV arte tomadas de la
naturaleza.»(H.
Khunrath, Vom hy-
lealíschen Chaos,
ed. Francfort,
1708)

Tomado de: Fratris


Vincentii Koffskhii,
Hermetische
Schriften (Escritos
herméticos),
Núremberg, 1786

524 EL OPUS MACNUM: El Lapis Cristo OPus MACNUM: El Lapis Cristo


535
La sangre
La sangre

El alma ígnea en su
estado natural
CHRISTI -representada
TESTA aqui por el corazón
invertido de la
MENTA parte inferior- se
encuentra en el
fuego de la ira,
«cualidad del pa-
dre». Pero por el
sacramento del
bautismo en nom-
bre deJehová, el
nombre de Jesús
se hace accesible y
el alma recibe el
fuego de amor del
Hijo: «El padre
bautiza con el
fuego, el hijo con
la luz.» Su sangre
celestial trans-
forma la ira en
amor.

El hombre tiene
que entregarse to-
talmente con su
imaginación al sa-
crificio de Cristo,
«asi reverdece un
verdadero cris-
tiano, que es el
sarmiento en la
viña del Señor».

«Existen siete minerales (...) pero los alqui- también que todos los metales son sólo
mistas pretenden demostrar que sólo hay uno, porque todos tienen su proceden; Jacob Boehme,
uno, el oro. Pues, dicen ellos, el oro es per- origen en el mercurio, la humedad y Ni' Theosophische
fecto y los seis restantes están sólo en vias rra sulfurosa (...).» (Peder Mánsson, Bci-j Werlte, Amsterdam,
de perfección para convertirse en oro. buch [Libro de minería], s.XVI, en: Otto l6S2
También dicen que los seis están enfer- Johannsen, Obras de Peder Mánsson,
mos, y que las enfermedades (permiten) Berlín, 1941)
purificarlos en diversos sentidos, haciendo
oro de ellos y dándoles el color, el peso y La sabiduría de los antiguos, s. XVItl
la resistencia al fuego del oro. Añaden

526 EL OPUS MACNUM: Blood MACNUM: La sangre


527
La sangre
La sangre

«Guardé silencio
resignado, me
contuve inútil-
mente, mi herida
empeoró, el cora-
zón me ardia por
dentro; pensán-
dolo, me reque-
maba (...).»(Salmo
39, 3-4)

¡. Mannich, Sacra
Emblemata, Nú-
remberg, 1624

Según Boehme, en
el fuego de la ira
deJehová (tetra-
gramma) el cora-
zón, «como fuente
principal de la pe-
nitencia humana,
se abre y es«re-
confortado y tem-
perado» por el
fuego de amor de
Según las teorías de Fludd, las funciones vientos. «Espíritu, ven de los cuatro vien-
Cristo».
vitales primordiales se deben a una «sal tos, insufla a estos muertos para que vuel-
volátil» de origen astral que penetra en el van a la vida.» (Ezequíel, 37,9)
Jacob Boehme, organismo por la respiración y que man-
Libriapologetici, tiene palpitantes el corazón y el cerebro. El corazón es el sol del microcosmos, la
1764 Los movimientos voluntarios, e incluso la fuente de vida, según Fludd. Cuando su
circulación de la sangre, depende de la amigo William Harvey descubrió en 1615 la
presencia de esa sal sutil. circulación de la sangre, Flud se vio confir-
mado en su opinión.
La sangre transporta por el cuerpo el di-
*ino espíritu vital, que viene del sol y llega Robert Fludd, Pulsus Seu Nova Et Arcana
" "nombre transportado por los cuatro Pulsuum Historia, Francfort, hacia 1630

•^""s MACNUM: La sangre 529


528 EL OPUS MACNUM: La sangre
La sangre En la parte superior de la i l u s t r a c i ó n , A l b i ó n , la Humanidad c a í d a , se
desploma agotado en la zona delimitada por la palma d e la espiritua-
lidad y el roble del materialismo. «El sol divino con el nombre de Je-
sús p e n e t r ó en la noche de A d á n , cuando é s t e d o r m í a (...) El primer
A d á n c a y ó (...) y m u r i ó en la muerte d e muertes: el otro A d á n (Cristo;
a s u m i ó la muerte d e muertes cuando fue prisionero d e la Humanidac
de A d á n . » (Jacob Boehme, De signatura rerum).
En la parte inferior del grabado se ve la e m a n a c i ó n femenina de
A l b i ó n , J e r u s a l é n , que yace c a d a v é r i c a y amortajada sobre la « r o c a
de la era» en medio del « m a r del tiempo y el espacio. El « q u e r u b í n
alado de la o c u l t a c i ó n » intenta retardar su desposorio con Cristo,
cordero divino. Pero esta sombra s a t á n i c a es s ó l o una p á l i d a imita-
c i ó n del divino sol espiritual superior. Es el espacio-tiempo creador,
que Blake representa con un g l ó b u l o rojo con alas.
La sangre es para Boehme la « t i n t u r a d e la e t e r n i d a d » en la q u e
«el cuerpo se eleva en el resplandor del sol (J. Boehme, De signatura
rerum). Y Blake: « T o d o instante m á s breve que el pulso d e una artet
tiene la d u r a c i ó n y el valor de 6 0 0 0 a ñ o s , pues en ese espacio de
tiempo se hace la obra del p o e t a . Y toda grandeza ocurrida en el
t i e m p o se engendra y viene al mundo en uno d e esos p e r í o d o s en e
interior de un instante, la p u l s a c i ó n d e una a r t e r i a . » La Tierra es un;
llanura infinita y abierta; su forma e s f é r i c a , pura i l u s i ó n . « E l micros
copio lo ignora y t a m b i é n el t e l e s c o p i o : estos aparatos se limitan a
variar la r e l a c i ó n de los ó r g a n o s del observador con los objetos: pero
é s t o s quedan como e s t á n . Pues t o d o espacio más grande que el gk
bulo rojo de sangre humana es q u i m é r i c o , y es engendrado por el
martillo de Los; y todo espacio más p e q u e ñ o (...) se abre a la eterni
dad, d e la que este mundo es s ó l o una s o m b r a . » (W. Blake, Milton;
« E s p a c i o : a ver si lo e n t e n d é i s d e una p u ñ e t e r a vez. Por espaci
más p e q u e ñ o s que los g l ó b u l o s rojos d e la sangre bullen y hormi-
guean por el ano de Blake en la eternidad, d e la que este mundo ve
getal no es más que una sombra. A t e n e o s al ahora, al aquí, por el q
todo futuro se convierte en p a s a d o . » (James Joyce, Ulises)

Pág. de la derecha:
Blake, Jerusalén,
1804-1820

530 EL OPUS MACNUM: La sangre


MACNUM: La sangre 531
EL MICROCOSMOS
«El mundo es en su primera acepción la
totalidad de lo que hay, consistente en cielo
y tierra (...) Pero en su segunda acepción
mística se lo denomina atinadamente hombre.
Pues al igual que todo lo que está hecho
de los cuatro elementos, el hombre se compone
de cuatro temperamentos (...)-»
(San Isidoro de Sevilla, 560-636, De natura rerum)
La divina La concepción mágica del mundo de tativa; de los animales por la vida sensible;
Agrippa de Nettesheim (148S-1535), que del cielo por el espíritu etéreo (...), de los La divina
forma humana ángeles por su sabiduría; de Dios por la
influyó en la obra de Durero, está empa- forma humana
pada de las doctrinas gnósticas de Mermes síntesis de todo (...), y como Dios todo lo
Trismegisto, que circulaban entonces en sabe, el hombre es capaz de conocer lo
las traducciones de Marsilio Ficino. Dichas que es susceptible de conocimiento (...);„ «Como la más bella y perfecta obra de
doctrinas proclamaban que el hombre no (<De occulta philosoph¡a>, en: Agrippa, Die Dios, el hombre tiene un cuerpo más armo-
sólo habla sido creado a imagen de Dios, magischen Werke, ed. Wiesbaden, 1988). nioso que el resto de las criaturas, un
sino que también estaba dotado de su om- Incluso puede dominar los influjos astrales cuerpo que contiene todas las cifras, me-
nipotencia. Agrippa de Nettesheim sacó al por la fuerza de voluntad. didas, pesos, movimientos, elementos (...),
hombre de la jerarquía cósmica y lo colocó y todo en él, como sublime obra maestra,
en el centro de la creación. «El hombre Agrippa tomó de Vitrubio sus representa- alcanzó la perfección (...) No hay miembro
tiene el privilegio de formar parte de todo ciones geométricas del «hombre como me del cuerpo humano «que no tenga corres-
(...). Participa de la materia en su propio dida del universo» que figuraban en la pondencia con un signo celeste, una estre-
sujeto: de los elementos en su cuádruple <Exempada> de Francesco Giorgio, cuyo lla, una inteligencia, un nombre divino en
cuerpo; de las plantas por su fuerza vege- manuscrito probablemente conocía. el arquetipo divino. La forma entera del
cuerpo humano es redonda (...)».

Agrippa de Nettesheim, De occulta philoso-


phia

«Pero un cuerpo humano perfecto y aca-


bado se inscribe también en un cuadrado,
pues cuando está con los brazos extendi-
dos y los pies juntos, forma un cuadrado
regular cuyo centro pasa exactamente por
la parte más baja del pubis.»

Agrippa de Nettesheim, De occulta philoso-


phia

534 EL MICROCOSMOS: La divina forma hiumana ^i-MICRO


C O S M O S : La divina forma humana 535
La divina
La divina
forma humana
forma humana
«Si se traza, partiendo del centro, una cir-
cunferencia que pase por la coronilla y se «Si se separan ios pies, con los talones ha-
bajan los brazos hasta que los dedos t o - cia adentro, y se abren los brazos de forma
quen la cincunferencia, poniendo los pies que queden en la vertical de los pies, los
dedos de manos y pies formarán un cua-
en posición tagencial a ésta y separándo-
drado regular, cuyo centro se sitúa en el
los de forma que haya entre ellos la misma
ombligo.»
distancia que desde la coronilla a la punta
de los dedos, entonces la circunferencia
quedará dividida en cinco arcos iguales, Agrippa de Nettesheim, De occulta philoso-
phia
formando un pentágono regular. La linea
que pasa por las plantas de los pies forma
la base de un triángulo equilátero con el
ombligo como vértice superior.»

Agrippa de Nettesheim, De occulta philoso-


phia

«Estirando los brazos lo más posible hacia


arriba, los codos quedan a la altura de la
coronilla. Si los pies están juntos y se sitúa
el cuerpo en un cuadrado regular cuyos la-
dos superior e inferior toquen los dedos y
los pies, el centro del cuadrado quedará a
la altura del ombligo y será equidistante
de la coronilla y las rodillas.»

Agrippa de Nettesheim, De occulta philoso-


phia

\ 1
X *7 \\
i í ^

ELM
536 EL MICROCOSMOS: La divina forma humana ''«OCOSMOS: La divina forma humana
537
La divina La divina
forma humana forma humana

Plano de una basílica según las proporcio-


La trama cuadricu-
nes del cuerpo humano.
lada del paramasa-
yika es un es-
Francesco Giorgio (1460-1540) asocia en
quema religioso
sus escritos la doctrina pitagórica de la ar-
fundamental que
monía 3 especulaciones hermético-caba-
fija las medidas
listicas.
del panteón hi-
duista según las
proporciones del «Los antiguos distribuían sus templos y
«purusha», arque- edificios públicos (...) según el modelo del
tipo cósmico del cuerpo humano (...) y procedían de la
hombre. Del cen- misma forma en todas las artes (...) lo
tro umbilical nace mismo que ...1 (Dios) confiere también a la
el loto y de éste el maquinaria del mundo la simetría del
«brahma», princi- cuerpo humano.» (Agrippa de Nettesheim,
pio vital del uni- De occulta philosophia)
verso. Las grandes
divinidades se
agrupan en el cen-
tro, las divinidades
menores en los
márgenes.

«Cuando el hombre pone los brazos y pier-


nas en cruz, de forma que las extremida-
des toquen el círculo circunscrito a ellas, el
El esquema sirvió centro está en el ombligo; pero si junta los
de plano para la talones (...), el centro queda en medio del
construcción de miembro del hombre. Parece que estas
templosytambién proporciones del cuerpo humano son las
de ciudades, esta- que usaron Noé para construir el arca y Sa-
bleciendo una co- lomón su templo.» (Athanasíus Kircher,
rrespondencia en- Musurgia universalis, ed. Schwábisch Hall,
'"'Kit^^r y __X—" "^^ *'
tre las categorías 1662)
sociales y castas y
sus homólogos ce-
A. Kircher, Arca Noé, Amsterdam, 1675
lestes, las jerar-
quías divinas. El
arquitecto tenia la
misión de repro-
•I
ducir en sus cons-
trucciones el ar-
quetipo humano
del universo.

" O C O S M O S : La divina forma humana 539


E L MICROCOSMOS: La divina forma liumana
La divina
La divina
forma humana
forma humana

El cinco es para Ciordano Bruno el número


del alma, compuesto de un número par y
otro impar. «Como el cuerpo del hombre
está limitado por cinco puntos exteriores,
el género execrable de los magos perver-
sos se sirve del pentagrama para lanzar sus
nefastas maldiciones. Quien pretenda co-
nocer esta ciencia indigna, consulte los l i -
bros de esos charlatanes (...).»(Ciordano
Bruno, De las mónadas)

Asi representaban
los egipcios a
Veiovis (Marte),
divinidad del in-
fortunio.

Los humores cor-


porales y las cuali-
dades elementales
del hombre en
relación con el
zodíaco.

Burgo de Osma,
España, s. XI

540 EL MICROCOSMOS: La divina forma humana MICROCOSMOS: La divina forma humana 541
La divina I
La divina
forma humana i forma humana
i

La «Historia de los La hoja titular del


dos cosmos», obra primer tomo de la
monumental de «Historia de los
Fludd en cinco to- _ triusquc dos cosmos»
mos, fue publicada M A I Ü R J S fcilicct ct MINORIS M E T A P V s i C A , P H V S I C A muestra en el cir-
A T Q V E T E C H N I C A
entre 1617 y 1621 culo exterior el
porThéodorde , H I S T O R I A . . macrocosmos pto-
Bry, editor del Pa- In duú Volumina fecundum C O S M I diRcrentiaindtuisa lemeico, del que el
^ AvTHORE ROBERTO FLUD ih¿¡ IFhniuj. Amjitm. hombre es, en
latlnado, probla-
'í^tJtít ^Mcícittíi DíC íore O^cructt/Í f^ri^ t /rt (4/ toda su constitu-
blemente a Instan-
'''hfü M r J°¡^^^ Primus , ^astí ción, un reflejo vir-
cias de Michael JIJU. DiMacncojmi His torta m dúos tríctatMS aiuyi .
Maier.que en^6^s tual.
habla visitado a
Fludd en Inglate- En los círculos in-
rra. Las ilustracio- teriores se en-
nes, detallada- cuentran, en co-
mente dibujadas rrespondencia con
por Fludd, fueron los elementos, los
grabadas por el cuatro humores o
yerno de Bry, temperamentos
Mattháus Merían. del hombre. Al cir-
culo negro central
de la melancolía
saturnal corres-
ponden los limites
extremos del ma-
Las dos ilustracio- crocosmos, encar-
nes muestran las nado aquí por el
relaciones e in- Cronos-Saturnos
fluencias de los con piernas de ma-
doce signos del cho cabrio que de-
zodiaco (diagrama senrolla el hilo del
superior) y de los gran año universal.
siete planetas
(abajo) sobre las La especie de es-
correspondientes vástica sobre el re-
regiones del loj de arena de Sa-
cuerpo humano. turno representa
las fuerzas polares
a las que está so-
metido todo el
universo: sístole
(azufre)y díástole
(mercurio), sol y
luna de los dos
cosmos.

Roben Fludd,
Utriusque Cosmi,
tomo I. Oppen-
heim, 1617

542 E L MICROCOSMOS: La divina forma humana 'ROCOSMOS: La divina forma humana 543
La divina
forma humana

Las últimas visio-


nes de Santa Hil-
degarda, escritas
entre 1163 y 1173,
tienen por objeto
la integración del
hombre en el or-
den de la creación
divina. El amor di-
vino del Hijo apa-
rece en el cielo
bajo una figura
cósmica de color
rojo, superada so-
lamente por la
bondad del Padre.
En su pecho veía la
santa la «rueda del
mundo», con el
fuego claro del
amor y el fuego
rojo del Juicio R-
nal como limite ex-
terior del uni-
verso. Las doce ca-
bezas de animales
representan los
vientos y las virtu-
des, que forman el
sistema de relacio-
nes en el que el
hombre puede vi-
vir como rey de la
El que el hombre haya sido creado, según gún Welling, en la escisión o segregación creación.
la fuente bíblica, el último día de la se- del protoelemento celestial, el «Chama-
mana, permite aseverar a Welling «que el yim», en fuego y agua, luz y tinieblas. Sólo Hildegarda de Bin-
más sabio de los creadores no realizó sola- el hombre posee este elemento en su gen. Líber Divino-
mente una obra maestra al crear al hom- forma pura, «de forma que él mismo es una rum Operum, s. XIII
bre, su última criatura, sino que concentró partícula de la divinidad viva».
en éste el principio y el fin de todas las
criaturas, es decir, que todo el universo
puede condensarse en este circulo único». Cregorius Anglus Sallwigt (alias von Welling).
La creación de los elementos consiste, se- Opus mago-cabalisticum. Francfort, 1719

E L MICROCOSMOS: La divinafonnahumana. 'líRocosMos: La divina fonna humana 545


La divina La divina
forma humana forma humana

E n la t r a d i c i ó n
«Pero vosotros
indo-prearia d e l
sois el cuerpo d e
Jainismo, el hom-
Cristo y cada uno
bre cósmico no e s
de vosotros uno
4 3 iit-m; iSi.iJiTTrcpj? una figura divina e
desús miembros.»
inmaterial, sino el
(1 C o r . 12.27)
propio organismo
del mundo. Este
«Si, t o d o lo s o m e -
cosmos antropo-
t i ó (Dios Padre) Sí i 'norrej. -'iej>.'í m o r f o «no t u v o c o -
bajo s u s pies, y a él
m i e n z o ni t e n d r á
(Dios Hijo) lo hizo,
fin. El espíritu no
por encima d e
s e d i f e r e n c i a d e la
t o d o , c a b e z a d e la
materia, sino que
Iglesia, que es su
la <materia e s p i r i -
cuerpo, y el c o m -
tual» y e l <espír¡tu
plemento del q u e
material) s o n el
llena t o t a l m e n t e el
primer hombre».
u n i v e r s o . » ( E f e s . 1,
(HeinrichZimmer,
22-23)
Philosophie und
Religión Indiens,
De esta plenitud
Z ú r i c h , 1961)
divina (pleroma)

t:
fluye el Espíritu
El c a m i n o d e puri-
S a n t o , aliento vital
ficación del indivi-
d é l a Iglesia.
duo asciende d e
las r e g i o n e s i n f e -
La Iglesia como
riores del c u e r p o
cuerpo místico de
h a s t a lo m á s a l t o
Cristo. Opinicusde
d e la c a b e z a .
Canistris. 1340

r Forma y dimensio-
nes del primer hom-
bre cósmico. Cuja-
rat, s. XVII

f '^'t > I > r (


««;aiK

1 • « 4 « V i'^^"

I
546 EL MICROCOSMOS: La divina forma humana
' ^ « o c o s M o s : U divina forma humana 547
La divina La divina
forma humana forma humana

«Entonces vi u n a Durante sus mu-

luz clarísima (el P a - c h o s años e n

dre) y dentro d e Roma, Kircher

ella una figura h u - tuvo acceso al cen-

mana azul c o m o el tro d e información

z a f i r o (el H i j o ) r o - délas misiones j e -

deada d e llamara- suíticas, q u e o p e -

d a s d e u n rojo t e - raban en todo el

nue (Espíritu mundo; asi estaba

Santo). L a luz p u d o o b t e n e r al

i n u n d a b a la l l a m a - c o r r i e n t e d e lo q u e

rada resplande- pasaba en las re-

ciente y ésta a s u giones más remo-

v e z i n u n d a b a la t a s d e la t i e r r a , lo

l u z . A m b a s , la luz que constituyó un

clarísima y l a lla- valioso material

marada resplande- para su colección y

ciente, iluminaban sus libros.

la f i g u r a h u m a n a ,
c o m o u n a luz con- Representación
sistente en fuerza del dios creador
y potencia.» hinduista Brahma
(Hildegarda d e en s u huevo del
Bingen, Wisset die mundo q u e lo ro-
W e g e [ S a b e d los d e a como un aura,
caminos], e d . Salz- huevo del q u e creó
b u r g o , 1981) la t i e r r a y e l c i e l o
p o r escisión d e
ambos. El huevo
Representación de
consta d e siete
la Trinidad como
mundos visibles
Unidad verdadera.
exotéricos llama-
d o s «lokas» y d e
Hildegarda de
otros siete esoté-
Bingen, Scivias
ricos. Estos c a -
(Código de San
torce estratos co-
Ruperto), s. XII
rresponden a otros
tantos estados d e
la c o n c i e n c i a c o n -
cretos por los q u e
el hombre tiene
que pasar

A. Kircher, La Chine
illustrée Monu-
ments, Amsterdam,
1670

548 E l MICROCOSMOS: L a divina forma liumana ' " o c o s M o s : La divina forma humana
5«9
La divina Para crear su gigante Albión, Blake recu- del G r a n Hombre y nada hay en el hombre
La divina
rrió a v a r i o s m o d e l o s . q u e n o t e n g a s u c o r r e s p o n d e n c i a e n el
forma humana Gran Hombre.» (Weisheit der Engel, Zú- forma humana
E n s u « A u r o r a » . B o e h m e c o m p a r a el c i e l o r i c h , 1940) L o s m i e m b r o s d e A l b i ó n , el g i .
c o n e l i n t e r i o r d e l h o m b r e , s e g ú n el m o - gante d e Blake, coinciden, por el contra-
»Todos s o n h o m -
d e l o d e h o m b r e c e l e s t e d e la c a b a l a . A d a m rio, c o n la t o p o g r a f í a d e l a s I s l a s B r i t á n i -
b r e s e n la e t e r n i -
K a d m o n . T a m b i é n S w e d e n b o r g al n a r r a r c a s : s u m a n o d e r e c h a c u b r e e l País d e C a -
les, s u c o d o s e p o s a en Irlanda y Londres d a d , los r i o s , las
sus visiones describe el cielo y el infierno
s e s i t ú a e n s u s r o d i l l a s . T a m b i é n los p r o t a - montañas, las ciu-
como organismos antropomorfos: «Dado
g o n i s t a s d e ' F i n n e g a n s Wake> d e J o y c e , dades y pueblos, y
q u e D i o s e s h o m b r e , el c o n j u n t o d e l c i e l o
H . C . E . y A . L . P , a d q u i e r e n a v e c e s propor- si t ú e n t r a s e n s u
d e los á n g e l e s e s a s i m i l a b l e a un s o l o h o m -
ciones gigantescas y ocupan barrios ente- interior, t e v u e l v e
b r e , y e s t á d i v i d i d o e n r e g i o n e s s e g ú n los
ros d e Dublin. c i e l o y t i e r r a , al
miembros, entrañas y órganos del hombre.
igual q u e t ú alber-
T o d o h o m b r e no e s más q u e una partícula
gas e n tu interior
e l c i e l o y la t i e r r a y
t o d o lo q u e p e r c i -
S e g ú n la t r a d i c i ó n bes; y aunque pa-
c a b a l í s t i c a , los r e c e q u e e s t á e n el
diez sephiroth que exerior, está e n
estructuran el realidad en el inte-
mundo son miem- rior, e n t u i m a g i n a -
bros del primer c i ó n , d e la q u e
hombre, Adam este mundo mortal
K a d m o n . Las pro- n o e s más q u e u n a
porciones de éste sombra.»
son tan colosales (W. B l a k e , J e r u s a -
que cada uno d e lén)
sus cabellos p u e d e
imaginarse como
« N o h u b o f o r m a ni
u n r a y o d e luz q u e
mundo que tuviera
enlaza millones d e
consistencia antes
mundos.
d e q u e e x i s t i e r a la
forma del hombre.
Adam Kadmon se P u e s e s a f o r m a lo
identifica también contiene todo y
c o n la f i g u r a q u e t o d o lo q u e h a y
v i o E z e q u i e l e n el existe por ella.»
carro del t r o n o , asi (Zohar)
c o m o c o n la a p a r i -
ción d e l «viejo d e
W. Blake, El sol en
los días» e n D a -
el pórtico de
niel. (Daniel, 7,13)
Oriente, hacia iBis

Jewisch Encyclope-
día

550 EL MICROCOSMOS: La divina forma humana " o ^ S M o s : U divina forma humana


551
La divina E l « C u e r p o m í s t i c o d e B a b i l o n i a » h a c e re- t r a m a d o s o c i a l e n la f i g u r a d e un o r g a -
La divina
forma humana
f e r e n c i a a los c u a t r o r e i n o s e n e m i g o s d e n i s m o h u m a n o . « E x i s t e n a ú n m á s relacio-
D i o s q u e s e a p a r e c i e r o n e n sueños al t i - n t s d e c a r á c t e r g e n e r a l e n t r e las p u b l i c a . forma humana
rano Nabucodonosor en forma de estatua C i o n e s t a r d í a s d e T e r r y y los l i b r o s c o l o r e s
gigante h e c h a d e diferentes metales (Da- d o s q u e B l a k e p u b l i c ó e n la m i s m a é p o c a
n i e l 2,31-46). L a c a b e z a d e o r o r e p r e s e n t a G r a b a d o r e s los d o s . i l u s t r a n s u s i n t e r p r o «El campo de la
el I m p e r i o b a b i l ó n i c o ; le s i g u e el t ó r a x p l a - t a c i o n e s d e los l i b r o s p r o f é t i c o s c o n s u s naturaleza humana
t e a d o d e los p e r s a s y m e d o s ; el v i e n t e d e p r o p i o s d i b u j o s , s u g i r i e n d o así el peligro abarca en su hu-
c o b r e s i m b o l i z a C r e c í a y los p i e s d e h i e r r o i n m i n e n t e d e un a p o c a l i p s i s p o l í t i c o . » (Jo mana contingencia
el I m p e r i o r o m a n o . Dee, Dangerous Enthusiasm. Oxford, igg^ a D i o s y el c o s -
mos.» (Nicolás de
A l i g u a l q u e e n las poesías d e B l a k e . la r e - Carnet Tury, 1793 Cusa. De coniectu-
p r e s e n t a c i ó n d e T e r r y m u e s t r a t o d o el e n - ris. hacía 1443, ed.
Hamburgo. 1988)

~ i-nui-iiKrir i\r*totr • . W. Blake, Danza de


Albión, hacia 7794
D A í í l K JL" .S í í 1 ? T A T 1 »ff A ü E .

II I K u O <; i. V .1' 11 i i .•>.


... . _ .^

55a Ek. MICROCOSMOS: La divina forma humana OSMOS: La divina forma humana
553
1.
La divina La divina
forma humana
forma humana
El « M y s t c r i u m m a g n u m » e s la d u a l i d a d ahora Cristo como encarnación del amor
El h o m b r e es, «se-
e s e n c i a l e n u n único D i o s , f u n d a m e n t o y d i v i n o h a c i a t o d a la H u m a n i d a d ,
gún su catadura
abismo insondable («Grund und Ungrund») El á n g e l d e la t r o m p e t a , a n u n c i a d o r d e l
e x t e r n a , un e n t e
«del que fluyen el tiempo y el mundo s e n - fin d e los t i e m p o s , d e s c u b r e e l r o s t r o t r a n s -
( e n s ) d e los c u a t r o
sible». E n el grabado sobre cobre del fren- f i g u r a d o d e M o i s é s . E l reloj d e l z o d i a c o
elementos, y se-
t i s p i c i o d e su o b r a , G e o r g G i c h t e l i l u s t r a d a la h o r a final y C r i s t o s e m a n i f i e s t a en
g ú n la v i d a e x t e -
e s t a d i c o t o m í a o p o n i e n d o los t é r m i n o s tni- é l c o m o s o b e r a n o d e la e r a e s p i r i t u a l del
rior, un e n t e d e l
crocosmos-macrocosmosy Moisés-Me- lirio,
(Spiritus mundí>
sías. L o q u e M o i s é s c o m o r e p r e s e n t a n t e
(...)(el z o d i a c o j i e
d e l a s p e c t o a u t o r i t a r i o d e Dios f u e p a r a el Jacob Boehme, Theosophische Wérke,
d a u n a f i g u r a e n la
r e d u c i d o á m b i t o d e l p u e b l o i s r a e l i t a , lo e s Amsterdam, 76S2
que se encuentra
el g r a n r e l o j d e l
zodíaco en ese
momento; tal
s i g n o le c o n f i e r e
los a t r i b u t o s e x -
ternos, pues el
<spírítus mundi> d e
los e l e m e n t o s n o
p u e d e darle sino
un s i g n o . » ( J a c o b
Boehme, Von der
GnadenwíahI)

D.A. Freher, en:


Works ofJ.Behmen,
Law-Edition. 1764

554 EL MICROCOSMOS: La divina forma humana ••«COSMOS: U divina forma humana


555
« A q u í e s t á (...) el h o m b r e e n el c e n t r o , e n - t i e n e n c e r r a d a s las p u e r t a s d e los sentido-"
t r e e l r e i n o d e D i o s y el d e l o s i n f i e r n o s , y d e la r a z ó n . A la d e r e c h a , p o r el c o n t r a
e n t r e el a m o r y la i r a , libre d e d e c i d i r d e r i o , s e v e al s e r h u m a n o l i b e r a d o , r e s i d e n t e
cuál q u i e r e s e r » ( J a c o b B o e h m e , V o m e n el m u n d o d e l a m o r d e la d i v i n i d a d
dreyfachen Leben) oculta.
E l p a v o real s i m b o l i z a e n la a l q u i m i a el fin
A la i z q u i e r d a , e n la p a r t e i n t e r i o r d e la d e la n o c h e d e la p u t r e f a c c i ó n . E s t a m b i é n
t a p a , s e v e al h o m b r e e x t e r i o r , d e p í e e n e l el s í m b o l o d e J u n o , e s p o s a d e Júpiter, una
a b i s m o d e l m u n d o d e las t i n i e b l a s , e n el d e las tres divinidades, junto con Venus y
f u e g o d e la ira d i v i n a . L l e v a g r a b a d a s e n e l M e r c u r i o , d e las f u e n t e s d e l m u n d o d e la
tronco las marcas del espíritu del m u n d o luz.
s i d e r a l . E n o p i n i ó n d e B o e h m e , el h o m b r e
• E l h o m b r e e s t á h e c h o d e t o d a s las p ó t e n - L a ascensión d e e s t e «schrack d e l f u e g o
e x t e r i o r v i v e p r i s i o n e r o d e las i n f l u e n c i a s D.A. Freher, en: Works ofJ.Behmen, Law- las d i v i n a s , d e los s i e t e e s p í r i t u s d e D i o s . s a i n í t r i c o » a t r a v é s d e los s i e t e e s p í r i t u s d e
d e los e l e m e n t o s y d e los a s t r o s , q u e m a n - Edition, 1764 •••) Pero c o m o s e h a c o r r o m p i d o , n o s e m a - las f u e n t e s s e h a c o m p a r a d o c o n f r e c u e n -
ifiesta s i e m p r e e l o r i g e n d i v i n o e n él (...) c i a al d e s p e r t a r d e la s e r p i e n t e d e f u e g o ,
ues el Espíritu S a n t o n o q u i e r e e n t r a r ni la kundalini, d e l y o g a h i n d u i s t a , q u e a s -
" n o s p e r m a n e c e r e n la c a r n e p e c a d o r a , c i e n d e d e los s i e t e c e n t r o s s u t i l e s d e l
'no q u e s e e s f u m a c o m o un rayo (...) P e r o c u e r p o , los c h a c r a s , h a s t a s o b r e p a s a r la
ando e s e rayo q u e d a r e t e n i d o e n la coronilla, donde se eleva a conocimiento
Jente d e l c o r a z ó n , a s c i e n d e e n los s i e t e puro.
spiritus d e las f u e n t e s h a s t a el c e r e b r o
la a u r o r a : ahí e s t á el o b j e t i v o y e l c o - D.A. Freher, en: Works ofJ.Behmen, Law-
iento.» (Jacob B o e h m e , Aurora) Edition, 1764

EL MICROCOSMOS: La divina forma humana MICROCOSMOS: La divina forma humana 557


La divina F l u d d r e p r e s e n t a aquí los c u a t r o e s t r a t o s c o m o t o d o lo d e m á s , d e s a l , a z u f r e y mer
La divina
forma humana
e s p i r i t u a l e s d e l h o m b r e e n la i m a g e n d e l c u r i o . S a l e s el c u e r p o y m e r c u r i o el espí-
t e t r a g r a m a . Voc^, la s i m i e n t e i n f o r m e d e r i t u . « P e r o el m e d i a d o r e n t r e e s p í r i t u y forma humana
t o d a s las c o s a s , s e e q u i p a r a a q u i al e s p í r i t u c u e r p o (...) e s el a l m a y t a m b i é n el a z u f r e ,
o al c o n o c i m i e n t o p u r o ; He, «el p a l a c i o s u - ( P a r a c e l s o , D e n a t u r a r e r u m , 1525). A ella
p e r i o r » , e s el i n t e l e c t o ; Vau. «el n e x o » , e s le c o r r e s p o n d e el « c u e r p o d e estrellas» o N a d i e h a contri-
el a l m a o la f u e r z a v i t a l . E l s e g u n d o Hé o c u e r p o astral, q u e e s asimismo nexo entre b u i d o m á s a la d i -
« m o r a d a i n f e r i o r » , e s el r e i n o s e n s i b l e d e e s p í r i t u y c u e r p o . E s el «carro d e l alma» fusión del pensa-
los e l e m e n t o s . p l a t ó n i c o . S e t r a t a p r o p i a m e n t e d e una miento de Boehme
« e n v o l t u r a n e u m á t i c a » q u e el a l m a e n su que Georg Gichtel
La cabala conoce tres zonas del alma, que caída c o n c i b i ó d e las e s t r e l l a s y « d e s u s (1638-1710), d e Ra-
s i n e m b a r g o c o n t i e n e n u n a s a las o t r a s . m a l v a d o s a d m i n i s t r a d o r e s » (...), los arcon tisbona, que se ad-
Nefesch, e s el « a l m a v e g e t a t i v a » , t r i b u t a r i a t e s o «Archeus o Vulcano», el «herrero». E hirió a una mística
d e la v i d a s e n s o r i a l . D e s a p a r e c e c o n la a l m a s e d e s p r e n d e d e l c u e r p o a s t r a l como radical d e la«So-
m u e r t e . A e l l a c o r r e s p o n d e el zelem, e l lla- d e u n a t ú n i c a c u a n d o a s c i e n d e por el reine p h i a » y en su exilio
mado cuerpo e t é r e o o astral. La chispa di- d e los a r c o n t e s a s t r a l e s . » ( W a l t e r P a g e l , de Amsterdam
v i n a más p r o f u n d a d e l a l m a e s la n e - Paracelsus ais Naturmystiker, e n : Epochc reunió en torno
schama. der N a t u r m y s t í k , B e r l í n , i g y g ) s u y o un círculo d e
célibes «hermanos
angélicos». En su
P a r a c e l s o s o s t u v o ¡deas s e m e j a n t e s . S e - Roben Fludd, UtriusqueCosmi, tomo II,
gún sus tesis, el hombre se compone. Francfort, 1621 «Theosophia prac-
tica», editada e n
i6g6, d e s c r i b e la
f o r m a e n q u e la
r u e d a d e los p l a -
netas imprime al
alma siete sellos
diabólicos.

Ceorg Cichtel,
Theosophia prac-
tica, ed. 1898

558 EL MICROCOSMOS: La divina forma humana


' " o c o s M o s : La divina forma humana 559
La divina
La divina
forma humana forma humana

Fludd llama al
E n s u o b r a d e la
c u e r p o humano (F)
creación. Dios des-
«recipiente d e to-
ciende tres octa-
d a s las cosas»,
v a s cósmicas p a r a
p u e s según el e s -
insuflar su espíritu
quema armónico,
e n el hombre. Por
p o s e e la f a c u l t a d
ese motivo, el e s -
de relacionarse
píritu del hombre
con cada región d e
a b a r c a la t o t a l i d a d
los tres m u n d o s
d e los t r e s i n t e r v a -
mediante agentes
los d e l a e s c a l a d e
e s p i r i t u a l e s más o
la c r e a c i ó n : e l e l e -
menos sutiles.
mental, el celeste
y el supraceleste.
P o r la l l a m a d a
«alma del centro»
Roben Fludd.
(E), que flota en el
Utriusque Cosmi.
éter, el hombre
tomo II. Francfort.
mantiene contacto
1621
c o n la r e g i ó n d e
los e l e m e n t o s . A
esta región corres-
p o n d e e n la c a b a l a
el a l m a v e g e t a t i v a
o nefesch.

«Chimenea hacia
Dios» e s e l n o m b r e
que d a Fludd al e s -
píritu puro» ( A ) d e
arriba.

Roben Fludd.
Utriusque Cosmi.
tomo II, Francfort.
1611

JE. AntmmmtMA m /«fur«rXmiMfi«pii;.


SCH luxVtt»Í¿i Cmm Alentt

' " c » o c o s M o s : U divina forma humana 5S1


sfio EL MICROCOSMOS: L a divina forma humana
La divina La divina
forma humana forma humana

El alquimista con la escuadra y el compás Los tres niveles del gran mundo, con su d i -
en las manos, símbolos de la francmasone- ferente materialidad, se corresponden en
ría, anuncia el comienzo saturnal del Opus, el hombre con tres planos espirituales y
paralelo al sombrío descenso al «interior corporales: a la región elemental sublunar,
de la tierra». Sólo allí, se dice en el famoso corresponde la zona de los sentidos (el
acrónimo vitriolo, se encuentra la piedra bajo vientre), a la región etérea astral, el
filosofal. alma (tórax) y al cielo Igneo divino, el inte-
lecto (cabeza). El sol. en la confluencia de
El lapis se representa aqui como punto la forma y la materia, es el lugar donde re-
rojo en la yema del huevo del Opus de los side el alma del universo en el macrocos-
cuatro elementos, del que nace la quinta- mos. A ella corresponde en el cuerpo hu-
esencia o «pollito». mano el corazón, como morada del alma y
del espíritu vital (Archeus).
Theatrum chemicum, ed. Lazaras Zetzner,
1661 ^obeit Fludd, Utriusque Cosmi, tomo II,
Oppenheim, i6ig

La forma más usual de comprender al hom- El cuerpo humano en la imagen del anta-
bre es imaginarlo compuesto de la unidad gonismo de ambos estados en que se d i -
de la luz de la naturaleza humana y de la vide la materia primera (schamayin): las
diversidad de las tinieblas del cuerpo; y aguas inferiores e impuras que suben del
para conocerlo con detalle, debe exami- bajo vientre y el fuego espiritual y sutil de
narse la primera figura (figura paradigmá- la parte superior. Ambos se mezclan en la
tica). En ella se reconocen claramente tres zona del pecho y participan equilibrada-
zonas: la inferior, la del medio y la supe- mente de la zona del corazón.
rior. (Nicolás de Cusa. De coniecturis, ed.
Hamburgo, 1988) Roben Fludd, Utriusque Cosmi, tomo II,
Oppenheim. 161$
Roben Fludd, Utriusque Cosmi. tomo II,
Oppenheim, i6ig

562 E L M I C R O C O S M O S : La divina forma humana » o c o s M o s : U divina forma hi 563


La divina
La divina forma humana
forma humana
En esta ilustración
.•Vemos e n e s t a s o b r e la c o r r e l a -
i m a g e n la m a r a v i - ción d e m i c r o c o s -
l l o s a armonía e n la mos y macrocos-
que ambos extre- mos, K i r c h e r s i g u e
m o s , e l más n o b l e la d o c t r i n a d e las
y el más e x e c r a b l e , correspondencias
s e e n c a d e n a n for- d e la t r a d i c i ó n p l a -
m a n d o una a r m o - tónico hermética,
nía.» S e t r a t a d e l e n la q u e s e d e s -
a l m a y el c u e r p o . cribe el m u n d o
El e s p í r i t u d e l como organismo
mundo, que une a vivo d o t a d o d e
a m b o s , está r e p r e - procesos metabó-
s e n t a d o c o m o la lieos. E n s u i M u -
c u e r d a d e un mo- s u r g i a univer5alis>,
nocordo microcós- Kircher relaciona
mico. El alma d e s - el s o l c o n e l c o r a -
c i e n d e , e n su n a c i - z ó n , la luna c o n e l
m i e n t o , d e las a l - cerebro, Júpiter
tas esferas h a s t a el con el higado. S a -
íiombre a través turno con el bazo.
d e los i n t e r v a l o s V e n u s c o n los ríño-
m a r c a d o s , para h a - nes. Mercurio con
cer el camino in- los p u l m o n e s y
v e r s o cuando el T i e r r a c o n el e s t ó -
hombre muere. mago. «Las arte-
rias s o n los ríos, la

Roben Fludd, v e j i g a el mar. L o s

Utriusque Cosmi, siete miembros


p r i n c i p a l e s s o n los
tomo II, Oppen-
siete cuerpos me-
heim, i6ig
t á l i c o s , las p i e r n a s
las c a n t e r a s , l a
c a r n e las t i e r r a s ,
los c a b e l l o s la
hierba.»

A. Kircher, Mundus
subterreaneus,
Amsterdam, 1682

l^icBocosMOs: La divina f o r m a humana 565


564 E L M I C R O C O S M O S : La d i v i n a f o r m a h u m a n a
La divina La divina
forma liumana forma liumana

Los doce signos En esta ilustración


del zodiaco Y las de su tratado de
partes corporales medicina, Tobías
que señorean: Cohn compara la
Aries: cabeza, anatomía humana
glándulas supra- con una casa de
rrenales, tensión cuatro pisos. Los
arterial cuatro pisos co-
Tauro: garganta, -ttou'.ii ji rresponden a los
laringe, hombros, cuatro mundos en
orejas que se divide la t o -
Céminis: pulmo- talidad del cosmos
nes, nervios, bra- i'tiíiT)!-!^ r>ni en el árbol de los
zos, cabeza, dedos sephiroth.
Cáncer: caja torá-
cica y ciertos hu- Tobías Cohn, Maa-
mores corporales seh Tobiyyah, 7707
Leo:corazón,es-
palda, columna
vertebral, bazo
Virgo: vientre, en-
trañas, vesícula,
páncreas, higado
Libra: coxis, cade-
ras, ríñones, glán-
dulas
Escorpio: órganos
sexuales, hueso
iliaco, recto
Sagitario: muslos,
piernas
Capricornio: rodi-
llas, huesos, piel
Acuario: tobillos,
vasos sanguíneos
Piscis: pies, algu-
nos humores cor-
porales

Manuscrito hebreo,
s.XIV

566 E L M I C R O C O S M O S : La divina forma humana osMos: La divina forma humana 567


La divina
forma liumana

las cosas interiores del hombre: el arte les confiere fuerza vital y perfección.»
alquimia) se compara también con los (Aurora consurgens, 2" Tratado, comienzos
anos principales que hay en el hombre, d e i s . XVI)
saber, el cerebro en el frío del agua
(phiegma), el corazón en el calor del fuego «En referencia a la vida particular de cada
(cholera), el hígado en la humedad del aire cosa, conviene saber que no es más que un
(sanguínea) y la melancolía en las activida- ser espiritual, una cosa invisible e inconce-
des del hombre o en sus miembros (...) bible y un espíritu y una cosa espiritual.»
Pero la quinta fuerza no es ni caliente ni (Paracelso, De natura rerum, 1537)
fría, ni húmeda ni seca (...) y se llama sim-
nte la vida, la cual reúne las cuatro y Aurora consurgens, finales deis. XVI

Las especulaciones aristotélicas en fisiolo- «espíritus animales» por el «pneuma» o


gía humana profesadas por el médico ro- aliento espiritual en el cerebro. Galeno ig
mano Galeno (129-199) tuvieron vigencia noraba la circulación de la sangre. Según
hasta la primera mital del siglo XVI, época él, la sangre fluye por poros invisibles en
en que se realizan las primeras disecciones las paredes interventriculares.
de cadáveres. Galeno proclamaba que el Fludd se atiene aún a las teorías de Galenc
espíritu de la naturaleza se ingiere por los cuando anuncia la asimilación del Espíritu
alimentos y pasa por el higado hasta llegar Santo por los vasos sanguíneos y su acu-
a la sangre. Por ese motivo, en los recono- mulación en el ventrículo izquierdo y en e
cimientos médicos se examinaba ante cerebro (cf. p. 642).
t o d o la orina y el pulso. Los «espiritus vita-
les» de la sangre, que habitan el ventrículo CregorReisch. Pretiosa Margaría. Friburgc
izquierdo del corazón, se transforman en '503 '

568 E L M I C R O C O S M O S : La divina f o r m a humana


:osMos: La divina forma humana
Cerebro y La tradición escolástica distingue tres ca- terior, o de la memoria {cellula memoralis)^
vidades cerebrales que se corresponden es denominada por Heinrich Schipperges Cerebro y
memoria con las cualidades elementales aristotéli- «cámara fría de las imágenes». (H.Schip. memoria
cas. La cavidad anterior de la imaginación perges, Oie Weit des Auges, Friburgo,
{cellula phantastica), es caliente y seca. ig78) Es el archivo o depósito del que la
Blake la llama «forja de Los», en la que las cámara central extrae sus materiales para A la izquierda, de-
informaciones sensoriales (las alondras nuevas combinaciones de conceptos. Aquí lante de la frente,
mensajeras de Los) se modelan en imáge-
nes plásticas incandescentes que se impri-
se hallan las «salas de Los», en las que se
encuentran «las esculturas luminosas» de ^1 se encuentra el
modelo del mundo
men en el cerebro. La cámara central o de t o d o lo que pasa sobre la tierra. «Cada sensible en el sis-
la razón {cellula rat/onalis), es caliente y hú- época acopia de estas obras fuerzas reno- tema de Fludd.
meda. Las imágenes grabadas en ella se vadas.» Aparece aqui bajo
organizan aqui en contextos para facilitar (W. Blake. Jerusalén, 1804-1820) la forma de cinco
el conocimiento. A esta cavidad corres- circuios concéntri-
ponden las artes lingüisticas de la gramá- CregorReisch, Pretiost Margarita, Friburgo, cos en relación con
tica, dialéctica y retórica. La cámara pos- 1503 los cinco sentidos
del hombre: la t i e -

LmtSCX. TRAC.II. DE POTENTIB rra con el tacto, el


agua con el gusto,
el aire con el o l -
fato, el éter con el
oído, y el fuego
con la vista. En la
primera cavidad
del cerebro, este
mundo sensitivo
es «imaginado»
por el alma, que lo
transforma en
sombra de si
mismo para des-
pués transcen-
derlo en las cavi-
dades del juicio y
de la potencia cog-
noscitiva: por obra
del rigor del espí-
ritu, el alma topa
allí con el «mundo
divino del inte-
lecto». La última
cámara es el cen-
tro de la memoria
y del movimiento.

Roben Fludd,
Utriusque Cosmi,
tomo II, Oppen-
heim, iSjg

570 E L M I C R O C O S M O S : Cerebro y memoria ^"°^°=Mosos:Cerebroymemoria


571
Cerebro y Cerebro y
memoria memoria

Descartes compara las imágenes del re- Fludd distingue entre un arte de la memo-
cuerdo en el cerebro con las huellas que ria redondo y o t r o cuadrado. El redondo
deja la aguja en la tela. Ya Platón describía utiliza diagramas fantásticos y mágicos,
el funcionamiento de la memoria con el si- con los que intenta atraerse los influjos d i -
mil del grabado en cera. vinos. El arte de la memoria cuadrado es la
mnemotecnia clásica, que se vale de luga-
Tomado de: Rene Desartes, Traite de res existentes en la realidad y de imágenes
l'homme naturales.

Robert Fludd, Utriusque Cosmi, tomo II,


Oppenheim, i6ig

En la Antigüedad clásica, la memoria era una escritura interior. El que conoce las l<
«la madre de las musas». Hasta bien en- tras de ese alfabeto puede escribir lo qi
trado el Renacimiento, se habia transmi- se le dicta y volver a leerlo de memoria
t i d o toda una serie de refinadas técnicas Además puede asociar lo oído a deternni
para educar la memoria. Todas esas técni- nados lugares y después repetirlo de
cas se basan en la creencia de que una se- memoria.» {Francés A. Yates, The Art of
rie determinada de lugares o de imágenes Memory, Londres, 1966)
forman un repertorio básico que se graba
en la memoria en un cierto orden, y de que Robert Fludd, Utriusque Cosmi, Tractatus
en él es posible ordenar por asociación t o - primi, Oppenheim, 1630
dos los contenidos posibles e intercambia-
bles. «El arte mnemotécnico se asemeja a

57a E L M I C R O C O S M O S : Cerebro y m e m o r i a
Los signos

Según Della Porta,


la totalidad del
mundo natural
consiste en una
red de correspon-
dencias secretas
que se pueden
descifrar mediante
claves analógicas:
si, por ejemplo, la
hoja de un árbol
tiene la forma de
cornamenta de
ciervo, estará em-
parentada con el
carácter de este
animal. Los hom-
bres que parecen
asnos son bobos;
los que se aseme-
jan a un buey son
obcecados, pere-
En su fUniversal-Lexikon> (Halle, 1732- libró siquiera Goethe. ...este bombardeó a zosos y fácilmente
1754), Zedler describe la fisionomia como su amigo Lavater con numerosas silueta irritables; los que
«el arte de reconocer la naturaleza e incli- de las gentes que lo rodeaban. Lavater c j - tienen rasgos de
naciones del hombre en las cualidades ex- sarrolló también los principios de una f i - león, espléndidos
ternas de sus miembros y en los rasgos de sionomia criminal y racial. y valientes.
su cuerpo». La fisionomia perteneció largo
tiempo al amplio espectro de las artes Enemigo resuelto de los fisionomistas f
ocultas. Fludd la incluyó, junto con la as- el físico y pensador G.C. Lichtenberg: «Si
trologia y la quiromancia, entre las artes la fisionomía es lo que Lavater espera óe
microcósmicas. El erudito universal Ciam- ella, se llegará a ahorcar a los niños ant Ciambattista della
battista della Porta, fundador en 1560 de de que cometan delitos merecedores de la Pona, De Humana
la «Academia para la Investigación de los horca (...)»(Sudelbücher, 1777). Y más Physiognomia,
Secretos de la Naturaleza», en Ñapóles, la tarde: «Juzgamos constantemente por i'l 16S0
incluye en el ámbito de la «magia natura- rostro y constantemente erramos.» (Ül '
lis». Por otra parte, los escritos de Johann Physiognomik)
C. Lavater (1741-1801), basados en la «Phy-
siognomia» de Della Porta, suscitaron ha- Ciambattista della Port», De Humana
cia fines del siglo XVIII un «interés desen-
Physiognomia, 1650
frenado por la fisionomía», del que no se

E L M I C R O C O S M O S : Los signos ^?*a«>c,


osMos: Los signos
575
Los signos
Los signos

Blake tomó parte


Con esta metamor- entre 1819 y 1820
fosis de una ca- junto al astrólogo
beza de rana en y pintor de paisa-
Apolo, Lavater jes John Varley en
quiere demostrar sesiones de espiri-
su teoría de la evo- tismo en las que
lución: cuanto más realizó «retratos
perfilado el rostro, visionarios». Var-
más irracional su ley relata e n i 8 2 3
portador. «La pri- cómo se le apare-
mera figura es un ció a Blake «el es-
batracio t o t a l y píritu de una
encarna toda la re- mosca». «Mientras
pugnante bestiali- llevaba al papel
dad.» Con la d é - esta aparición, la
cima figura, «co- mosca le contó
mienza el primer que todas sus con-
grado de la no bes- géneres estaban
tialidad (...), con la poseídas por las
duodécima, el ni- almas de personas
vel inferior de la particularmente
humanidad (...); la sanguinarias, y
decimosexta ca- que, por eso, la
beza se eleva al Providencia las re-
umbral de la ra- dujo a la talla y f i -
zón» y «a partir de gura de insectos;
ésta, se llega a un pues, si ella t u -
Newton o a un viese el tamaño de
Kant». un caballo, diez-
marla el pais en-
tero.
J.C. Lavater, Phy-
siognomik, Vient,
7829 W. Blake, El espíritu
de una mosca, i8ig

"^''ocosMos: Los signos 577


576 E L M I C R O C O S M O S : LOS signos
Los signos
Los signos

El médico y astrólogo italiano HIeronymus


Cardanus (1501-1576) elaboró un sistema Lunar no 1 (arriba
de relaciones entre las manchas hepáticas a la derecha, en la
(lunares, pecas, etc.) y los signos del Zo- frente):
diaco. Las que se encuentran en la nariz
están bajo el signo de Libra; las que se en- «El hombre y la
cuentran en los pómulos revelan la influen- mujer que tienen
cia de Escorpio o Sagitario; las de la barbi- un lunar en la
lla, dependen de Capricornio; las que hay parte derecha de
entre la nariz y el labio superior, son de la frente, bajo la l i -
Acuario; las del mentón, de Piscis. Los nea de Saturno
lunares en la nuca anuncian el infortunio (...), pero sin t o -
saturnal, incluso la decapitación. carla, tienen una
réplica de la misma
en la parte dere-
H. Cardanus, Uetoposcopia, París, 16S8
cha del pecho.
Esas personas pue-
den esperar la d i -
cha trabajando la
tierra, con las si-
mientes y las plan-
taciones y el
arado. Y si ese l u -
nar es de color
miel o rubi, serán
felices en su vida;
si es negro, su
«Al igual que miramos (...) determinadas f i - suerte será in-
guras formadas por las estrellas y las cons- cierta (...). Ese lu-
telaciones para saber cosas ocultas y mis- nar tiene la esen-
terios profundos, de la misma forma nues- cia de Venus, de
tra piel (...) muestra figuras y signos com- Mercurio y de
parables a las estrellas y constelaciones. Marte y recibe el
Todas estas formas tienen un sentido nombre de Vega,
oculto (...) para los sabios que saben leer estrella de la cons-
en el rostro del hombre.» (Zohar) telación Lira, la
más brillante que
H. Cardanus, Uetoposcopia, París, 1658 hay.»(K.Selig-
mann. Das W e l t -
reich der Magie,
Stuttgart, 1958)

Richard Saunders,
Physiognomie,
Londres, 1671

578 E L M I C R O C O S M O S : Los signos


" « o c o s M o s : Los signos
579
Los signos Los signos

«No hay cosa creada o nacida en la naturaleza que no manifieste al a) Frente de un


próspero hombre
exterior su forma interior, pues lo interior intenta siempre manifes
pacifico.
tarse (...), como lo observamos y constatamos en las estrellas y los
b) Frente que d e -
elementos, las criaturas, en los árboles y en las hierbas (...)- Por eso,
nota espirituali-
los signos son muy razonables, pues el hombre no dad y tendencia al
sacerdocio.
sólo aprende a conocerse en ellos, sino también a
reconocer la esencia de todos los seres.» c) Frente de un
(J. Boehme, De signatura rerum, 1622) candidato a la
muerte violenta.
La naturaleza era concebida en todas sus facetas
como una especie de escritura secreta, como un g . d) Frente de un
guennero triunfa-
gantesco criptograma divino que el sabio puede dor.
descifrar con ayuda de ciertas técnicas. Paracelso
e) Frente de un
enumera entre ellas la geomancia (el arte adivina- hombre amena-
toria del punteado o de la tierra), la fisionomia, I, zado de una herida
en la cabeza.
hidromancia (adivinación por medio del agua), la
piromancia (por el fuego), la necromancia (evoca- f) Frente de un em-
ponzoñador.
ción de los muertos), la astronomía y la berilistic
(leer el porvenir en un cristal). «Todas las estrellas •Una frente de-
nota debilidad
tienen su naturaleza particular y sus cualidades,
mental cuando
nos transmiten sus signos y características por le presenta una con-
rayos que envían a nuestro mundo de los elemen cavidad alargada
en el medio y más
tos, de los minerales, plantas y animales. Toda abajo, aunque ésta
cosa recibe una impronta o característica especial de la estrella que sea apenas visible,
La <metoposco-
yes, en conse-
p¡a>, e l a r t e de leer
la irradia.» (Agrippa de Nettesheim, De occulta philosophia, 1510) cuencia, ella
las lineas de la
Pero no son sólo las estrellas las que marcan, sino también el misma de forma
frente, distingue
alargada. A condi-
siete zonas plane-
«Archeus», el herrero interior, al que Paracelso llama «signator». El ción, digo, de que
tarias en la frente
es quien transforma los inconcebibles influjos celestes en signos cr - sea apenas visible,
humana.
pues, si se nota,
porales palpables, trazando, por decirlo así, los caracteres del código cambia todo.»
Oro Spontoni. genético. (J.H. Lavater, Von
i a Metoposcopia, der Physiognomik,
Venecia, 1651 1772)

Tomado de: J. Car-


danus. Metopo-
scopia. Paris 1658

580 E L M I C B O C O S M O S : Los signos 581


Los signos Los signos

Las proporciones de las falanges de los de-


dos en relación con los intervalos musica-
les. «De la misma manera, los elementos,
las cualidades, los temperamentos y los
humores corporales mantienen relaciones
bien definidas.» (Agrippa de Nettesheim.
De occulta philosophia, 1510)

A. Kircher, Musurgia universalis, Roma, 1650

ta ve
B mi
A re
«• vt

La palma de la mano se interpreta como un


paisaje con montes, valles y rios. Las siete
montañas, es decir, las protuberancias de
la mano, corresponden a los siete plane-
# tas. Su anatomía individual revela la evolu-
ción de aspectos de la vida en relación con
Construcción de la mano izquierda con es- cerebro superior de los siete planetas [ un planeta dado; el monte de Venus en el
calas y proporciones. Pero la quiromancia es un arte que no se pulgar, por ejemplo, revela aspectos de las
consiste en leer la mano del hombre y re relaciones amorosas; el monte del sol, que
«La longitudud de las uñas es exactamente conocer sus lineas, ramificaciones y rug está debajo del dedo anular, informa de la
la mitad de la última falange.» (Agrippa de sidades, sino que comprende también t creatividad y sentido estético de la per-
Nettesheim. De occulta philosophia. 1510) das las hierbas, todas las maderas, el sona en cuestión.
cuarzo y la grava, el reino mineral y tod.
La mano representa «el mundo pequeño» las aguas y todo lo que tiene lineas, ven.
Agrippa de Nettesheim, De occulta philoso-
del hombre y sus dimensiones son propor- y arrugas.» (Paracelso, De Signatura reru
phia, 1510
cionales al cuerpo humano, según naturalium, 1537)
Agrippa. La manees el espejo de la armo-
nía macrocósmica. «Sabed quelos signos Alberto Durero, Cuaderno de bocetos de
de la quiromancia tienen su origen en el Dresde, 1513

582 E L MICROCOSMOS: LOS signos ^ ' ^ " « « S M o s : Los signos 583


Los signos '^s signos

El cartujo Johannes von Hagen, conocido A Línea de mesa incompl^,


con el nombre latinizado de «ab Indagine»
(hacia 1424-1475) influyó con sus numero- B Hermana de la linea de l | y ¡ ^ ,
sos tratados las obras de magia de Johan-
nes Trithemius y de Agrippa de Nettes- C Línea del hígado y del tttómago
heim.
D Hermana de la linea de la naturaleza
Existen, según él, tres líneas principales
para leer el destino en la palma de la E Línea de la vida
mano: la línea media, la línea de la vida O
del corazón y la linea del hígado (linea ha- Johannes ab Indagine. Introductiones
patis), que diagnostica trastornos del apa- Apostelesmaticae, 7556
rato digestivo.

Johannfs »b Indagine, Introductiones Apos-


telesmaticae, 1556

A Línea de mesa o del destino

B Linea de la vida o del corazón

E Línea mediana de la naturaleza

F Línea del hígado o del estómago

Johannes ab Indagine, Introductiones


Apostelesmaticae, 1556

Sigmar Polke, Corrección de las líneas de la


mano.

584 E L MICROCOSMOS: LOS signos OSMOS: Los signos 585


Los signos Los signos

Este grabado fue «He aquí la mano


realizado basán- del filósofo con
dose en una escul- sus siete signos se-
tura romana de cretos; con ella se
bronce provista de unían y conjuraban
emblemas gnósti- los sabios de la An-
cos. La cabeza de tigüedad.
aries es un símbolo
de Júpiter, la pina El pulgar:
en los pulgares Así como el pulgar
evoca la espiritua- cierra enérgica-
lidad y la reencar- mente la mano, el
nación. El poder nitrito hace lo pro-
real de esta mano pio en el arte.
mágica sirve para
proteger de toda El índice:
suerte de influen- El vitriolo es, con
cias diabólicas. el nitrito, la sal
más fuerte de to-
Anónimo, La mano das y penetra to-
del destino dos los metales.

El corazón:
La sal amoniaca
transparenta a tra-
vés de los metales.

El anular:
El alumbre luce a
través de los meta-
les. Su naturaleza
es maravillosa y
posee el más sutil
de los espíritus.

El meñique:
La sal común es la
clave del arte

La palma de la
mano:
El pez es mercurio;
el fuego, azufre.»

J. J. Hollandus,
El pez simboliza el mercurio húmedo y vis- los metales. El fuego o azufre «es la hem Chymische Schrif-
coso. Es el «comienzo, medio y fin, es el bra que perpetúa el fruto». ten, Viena, 1773
mediador, el sacerdote que une y desposa
todas las cosas». Mercurio es aqui la si- J.l. Hollandus. Chymische Schriften. Viena
miente masculina de la que nacen todos 1772

586 E L MICROCOSMOS: Los signos icosMOS: Los signos 587


Los signos Los signos

«Los sabios de la «Varios son los carminos del hombre.


Antigüedad (...) di- Quien los sigue y compara verá surgir figu-
bujaban las cons- ras maravillosas; figuras que parecen per-
telaciones, figu- tenecer a aquella gran escritura cifrada
ras, sigilos y carac- que se ve por doquier, en las alas, en la
teres que la natu- cascara de los huevos, en las nubes, en los
raleza reproducía cristales y en las formaciones rocosas, en
mediante los rayos el agua helada, en el interior y el exterior
de las estrellas en de las montañas (...) y en las extrañas co-
las piedras, en las yunturas del azar. En todo ello se adivina la
plantas y en sus clave de esta prodigiosa escritura, su gra-
partes, así como mática.» (Novalis, Die Lehriinge von Sais,
en los distintos 1800)
miembros de los
animales.»
(Agrippa de Net-
tesheim, De oc-
culta philosophia,
1510)

«Esta escritura es
elocuente, puede
igualarse a la clara «Me reafirmé aún más en mi opinión de
luz del día. Y sin atribuirle un alma a la tierra (...) en la cer-
embargo nos re- teza de que en las entrañas de la tierra
sulta oculta e in- tiene que haber una fuerza formadora que
cierta.» (Ciordano como la mujer embarazada, graba en la
Bruno, De las mó- roca estratificada los acontecimientos de
nadas, i5gi, ed. la historia de la Humanidad tal como han
Hamburgo, 1991) tenido lugar en la superficie (...)». (Johan-
nes Kepler, Harmonices Mundi, 1619, ed.
Leipzig, 1925)

A. Kircher, Mundus subterráneos, Amster-


dam, 1682

^ítró/ogoí ygeo-
mantes, para
Los Viajes de Sir
John of Mandeville,
Bohemia, 1410-20

588 E L MICROCOSMOS: Los signos •CRocosMOS: Los signos 589


Los signos Los signos

«Este aspecto Arriba: la natura-


tiene el pequeño leza como artista:
cangrejo, cáncer signos y fósiles:
maenas que vive abajo: un alfabeto
en bresund. No es de piedra.
la excepción, sino
la regla; cuando Centro: paisaje an-
compré veinte tropomorfo.
ejemplares en la
costa de Scania, Abajo: cámara os-
los veinte tenían la cura.
misma expresión,
la de un rostro A. Kircher, Ars
aburrido (...). ¿Qué magna lucís. Ams-
significa esto? No terdam, 1671
lo sé.»

August Sthndberg,
Ein Blaubuch,
Munich, igi8

El corazón reposa sobre la concavidad del


diafragma, pero el eje tiene 23 grados de
inclinación como la tierra en relación a la
órbita del sol. El corazón es comparable
para los chinos a la flor de loto, mientras
que los egipcios adoraban la flor del sol
(Isrs). El ojo muestra la misma posición e
inclinación en relación al eje del mundo o a
la órbita solar, pues el nervio óptico está
inclinado 23 grados bajo el cristalino, que,
a su vez, se asemeja al sol y recibe la luz
por la membrana del iris. El oído interno es
como una concha (mythilus) y el interno
como un caracol (planorbis). Lo curioso es
que los huesecillos del oido (a la derecha)
presentan cierta semejanza con el animali-
lio de la limnea (a la izquierda).

August Strindberg, Ein Blaubuch. Munich,


igi8

590 E L MICROCOSMOS: LOS signos :osMos: LOS signos 591


Escritura y Escritura
sellos y sellos

Según Kircher, la U escritura original (segunda columna de fiada a la custodia hermética de un sistema
ciencia adánica, la la izquierda) fue directamente revelada a de signos sagrado. En sus tentativas de
prisca sapientia, se los hombres por los ángeles. Los hebreos desciframiento, y contrariamente a las in-
transmitió ininte- la llaman divina «porque se encuentra re- vestigaciones posteriores que consideran
rrumpidamente producida entre las constelaciones». cada jeroglifico particular como una letra,
hasta Noé. Esta (AgriPP' Nettesheim. De occulta philo- Kircher les concede una significación sim-
ciencia se basaba jgpliia, 1510) De ella provienen el alfabeto bólica.
en la facultad del hebreo y otros emparentados con él. Los
hombre de comu- j«roglíficos egipcios derivan también, se- A. Kircher, Turris Babel, 1679
nicarse directa- gún Kircher, de la revelación divina, con-
mente con los
mundos espiritua-
«Tabla combinato-
les por medio del
N « F F l ria en la que (...) las
lenguaje original o
3 -^ n :5 ^
formas de los ca-
natural, que a
causa del caos lin-
J n racteres de la es-
güístico de Babilo- A X 7 1 critura original, asi
como de todos los
nia, se dividió en
numerosas len- y e que derivan de
ella, se represen-
guas regionales.
Después de que n n t 3 3 n en n tan según su grado
Dios permitió a
Noé y a su familia
1 "1 3 0 1 de evolución en el
transcurso del
sobrevivir al dilu- T r b j J r tiempo. De ellos se
puede concluir con
vio en su arca, los
hijos de Noé co- n n n &g n n certeza que los al-
menzaron a poblar Kjtr. <? s <^ fabetos de todas
las lenguas contie-
la tierra. Cam, mal-
dito por su padre,
A " rrr, M >
nen vestigios de
sus antiguos carac-
colonizó Egipto y
se convirtió en pa-
!:> teres.»
dre de la ciencia
hermética como se
:^ y L £. <£. ¿i >
a 3 SI na
>^ 7
encuentra en los
antiguos textos.
Pese al respeto
S V Tl
que el egiptólogo
Kircher tenia por la
U V 5 3 t>
aportación cultu- y V •! 0 V @© V 1
ral de Egipto, creia 1 V «
que allí también 3
habían surgido to-
das las desviacio-
X :3 m Jrir J
nes religiosas,
como el politeís-
y 0 A p p P P
mo, la doctrina de n 7
la reencarnación,
el culto a los ído- extendieron por por los descen- w \U w
los y las prácticas aquellas partes del dientes de Cam,
'^ /) X'v I L n
de magia negra. mundo que, en como la India,
Estas herejías se opinión de Kircher, China, el Japón y
fueron colonizadas Has Américas.

592 E L MICROCOSMOS: Escritura y sellos El MICROCOSMOS: Escritura y sellos 593


Escritura Escritura
y sellos y sellos
IV III XVI XV

5
Los caracteres de
la fig. XV repre-
sentan peces. «La
fig. XVI con las le-
tras KLMNO no ha
podido ser desci-
frada, por eso no
se conoce su signi-
ficado.»

A. Kircher. China
Monumentis. Ams-
terdam. 1667

-VT-- -

«Es muy probable que los descendencien- birlos, y también en que los egipcios nunc
tes de Cam, que colonizaron hasta los más (...) se servían de los jeroglíficos en sus
remotos parajes de la China, introdujeran conversaciones diarias, ya que solamente
allí los caracteres y signos de su alfabeto estaba permitido aprenderlos al soberano
(...) Si bien los caracteres del chino mues- Hay que añadir que los jeroglíficos no eran
tran semejanzas con los de los egipcios, di- simplemente palabras, sino que expresa
fieren notablemente en la forma de escri- ban ideas o conceptos enteros.»

VII VI V
«Se cree que las figuras en el caparazón de
las tortugas sirvieron a los antiguos chinos
de modelo para sus primeros caracteres.
Entre los más curiosos «caprichos de la na-
turaleza> están las marcas en el caracol lla-
mado <conus marmoratus> que vive en el
océano índico. Esas marcas recuerdas la
escritura cuneiforme (...) Los eruditos de-
berian estudiar el texto que llevan esos ca-
racoles. Al principio, quise enviarlos al
profesor Delitzsch, pero finalmente pre-
ferí esperar (...)»(August Strindberg, Ein
neues Blaubuch, ed. Munich. 1917)

A. Kircher, China Monumentis, Amsterdam,


1667

Los ideogramas chinos proceden, al igual A. Kircher. La Chirteillustrée Monuments.


que los jeroglíficos egipcios, de pictogra- Amsterdam, 1670
mas formados con objetos naturales. Los
caracteres de la f ig. II se basan en objetos
agrícolas, los de la fig. III en pájaros, y los
de fig. IV en gusan<]j.

594 E L MICROCOSMOS: Escritura y salios § L MICROCOSMOS: Escritura y sellos 595


Escritura
y sellos

En el <P¡catrix> se lee que los planetas po.


seen «la propiedad de ejercer una influen-
cia correspondiente a su naturaleza parti-
cular. En consecuencia, los fabricantes de
talismanes realizan dibujos de los planetas
cuando éstos se encuentran sobre ellos, a
fin de conseguir determinados efectos y
obtener lo que ellos quieren combinando
adecuadamente determinadas cosas se-
cretas que ellos no ignoran». (Picatrix,
trad. Hellmut Ritter, Londres, ig62) Asi
pues es importante para el mago saber
qué cosas terrestres tienen una relación de
simpatía o pertenencia con una determi-
nada estrella, para introducirla masiva-
mente en el rito y atraer asi las influencias
siderales deseadas en forma de espíritus o
demonios.

Los sellos mágicos que se utilizaban para


ello son emisores de energía que «tienen
un cierto parecido con una imagen celeste
o con aquello que desea el alma del ope-
rante» (Agrippa)

Pentaculum Mercurii, en: Doktor Johannes


Fausts Magia naturalis, Stuttgart. 1849

La existencia real del mago Johann Faust, La sorprendente semejanza de muchos se


conocido sobre todo por las tragedias de líos mágicos con los caracteres de la escri
Marlowe y de Goethe, no ha podido ser tura árabe se explica por su procedencia.
históricamente probada, pese a los nume- Vienen, en su mayor parte, de una compi-
rosos testimonios del siglo XVI. A él se le lación hispano-árabe de fórmulas mágicas
atribulan los más conocidos libros de ma- asi como tratados de astrologia y recetas Giordano Bruno reunió en su complicado
gia, algunos de los cuales fueron escritos alquimicas titulado <Picatríx>, cuya tradu sistema mágico la mnemotecnia clásica
en el siglo XVIM. ción latina circulaba por Europa desde fi- con los círculos concéntricos del arte com-
nales deis. XIII. binatorio de Llull, asignando a cada una de
Estos sellos iban destinados a ritos mági- los rótulos las imágenes de los decanos del
cos que aportaban a quien se servia de Tomado de: Doktor Fausts Hóllemwang. Zodíaco, de los planetas, de las posiciones
ellos «riquezas, honores, señorío y placer». s. XVIII, ed. Stuttgart, 1851 de la luna como lugares mnemotécnicos
«Pues con la muerta se acaba todo.» astrales.

Ciordano Bruno. Opera II, Ñápales. 1886

E L MICROCOSMOS: Escritura y sellos EL MICROCOSMOS: Escritura y sellos 597


Escritura Escritura
r'iiidjiSdu'milidc». IiooriiHrirjím.
y sellos y sellos
1 3 nh
La «mónadajeroglifica»o«Monas Hie- sucesivamente. La cruz remite a los cuatro Tabla solar de nú-
roglyphe» del astrólogo y matemático in- elementos, pero también indica el naci-
glés John Dee. publicada por primera en miento, la crucifixión y la resurrección. «El
T 0 m n s meros mágicos
que sumados ver-
un tratado con el mismo título en 1564, jeroglifico de Dee representa la totalidad tical u horizontal-
tuvo gran difusión entre los primeros del ser, tanto macrocósmico como micro-
Rosa-Cruz y alquimistas, que veían en ella
O' r n mente dan n i , y
cósmico. Y eso vale para todos los jerogli. cuya suma total es
el glifo de «su mercurio» como glorioso fieos. El símbolo representa siempre todo 636. «De todos los
compendio de todos los signos del zo- el ser, aunque sólo conste de un triángulo, n» D t> nombres de Dios,
diaco. la figura geométrica más sencilla y soco- las cifras de esta

rh
rrida». (Dieter Donat, «Sakrale Formein ím tabla muestras
El semicírculo superior es la luna, el círculo Schriftum des 17. Jh.», en: Slavische Ba- ra ra a ID aquéllos que dan
con el punto que está debajo, el sol y asi rockliteratur I, Munich, 1970 el número cum-
plido, y además
iS n •^ a una inteligencia
A. Kircher, Oedipus
Aegyptiacus, Roma del bien y un de-
monio del mal».
16S3 Sipidtlid pue cháráfírrcí
mtüi^cnliíSolK, Los nombres de
O^monij Salii,
los espíritus plane-
Venus Q tarios resultaban
Solis cha if de los valores nu-
ñere& Cruce. méricos de los co-
rrespondientes ca-
racteres hebreos.

Agrippa de Nettes-
luppiicr Mcrcuriut
Cruce heim, De occulta
ómnibus. Philosophia, 1510
Lu

M«rs
ff
Soil> Luna^
raficre
duobui cornibus
Aticcis. * ..... •-
....

Exaltitio Lunz in Tauro.

En su Obelisci Aegyptiaci, Kircher deriva el


- /
-
- -

origen de la mónada jeroglífica del Anich o /

«cruz de asa», célebre símbolo egipcio de


la vida. //
A
/

i -
A. Kircher, Oedipus Aegyptiacus, Roma 1653

Sigmar Polke,
Telepathische
Sitzung II. 1968

598 EL MicROCOSMqj: Escritura y sellos tEli MICROCOSMOS: Escritura y sellos 599


Escritura Escritura
y sellos y sellos

Los alquimistas derivaban sus signos y su Argentum folia- {5| El poeta suavo
__ __®ilb«' iSlimcin. Justinus Kerner,
lengua enigmática directamente del pa- tum.
triarca de su arte. Mermes Trismegisto, al también médico y
que identificaban con el dios egipcio Thot, Argentum mufi- ^ r ^ 3 £ ocultista, alojó en
^aittn» ©ilb«.
inventor de la escritura jeroglifica. Dicese cum. su casa a la vidente
que con esa escritura pretendía evitar que Friederike Hauff,
«los plebeyos leyeran la parte sublime de Argentum piño- que estaba grave-
la ciencia que trata de Dios, los ángeles y rium. i. mente enferma, y
el mundo (...) e igualmente esa ciencia (l'al- trató de curarla
quimia), que es la más santa y noble de to- Argentum vivum con el magnetismo
das». (Adamah Booz, Splendor lucís, Mcrcurius viuus, según el método
Francfort, 1785)
Hydrargyrum. de Mesmer. En su
obra «La vidente
Además de las técnica de oscurecimiento, de Prevorst», apa-
destinadas a sustraer su ciencia a los igno- , V 7 <• J recida en i82g,
rantes, en la utilización de estos signos y describe el don
emblemas puede verse una tendencia de que ésta tenia de
los filósofos herméticos a elevar las posibi- expresarse oral-
lidades de expresión de la lengua al plano mente y por es-
sacro. Marsilio Ficino creia que los jeroglí- crito en un «len-
ficos transmitían directamente las ideas guaje interior y es-
i ^ 0 ' s ? ^ ' ^ " ^ critura propia».
divinas de las cosas. «La Edad de Oro ven-
Armen? Bolus.
j «. T « r
drá cuando las palabras y los tropos y los ^ — Q(tma)if(ín!8elu«. «Decia ella (...) que
mitos y todas las figuras y las figuras de después de la
pensamiento sean jeroglíficos». (Novalis,
Arrenicum álbum. _ j , X o o í í f ^ ¿ ^ 2 B « i ( í « Sltfcnic/ —-s — muerte era posible
Freiberger naturwissenschaftiiche Stu- contemplar toda la
dien, 1783) vida en uno de
esos caracteres».
Kerner establece
Medicinisch-Chymisch und Alchemistisdtes
comparaciones
Oraculum, Ulm 1793 (i con la lengua ori-
ginal adánica, que
^
penetra en el cora-
fe %/"S'/000 zón de las cosas y
J ¡If^ \ designa a cada ser
por su nombre ver-
Arfcnicum citri- dadero.
num , flauum
luteum. 2^ . ÍR«IS!»».
J. Kerner, Die Sehe-
rin von Prevorst,
Stuttgart, íSsg

600 E L MICROCOSMOS: Escritur^ seMot -^MICROCOSMOS: Escritura y sellos 601


Escritura Apariciones
y sellos

«En los espacios El alfabeto celeste Sigmar Polke,


infinitos (...) se e n - del hemisferio sur Sternhimmel Tuch
cuentran figuras y (Velo del firma-
signos con los que mento), ig68
se pueden desve-
lar los más p r o f u n -
dos secretos. Es-
tán formados por
las constelaciones
y las estrellas (...)
Estas figuras lumi-
nosas son los ca-
racteres con los
que el Altísimo ha
creado el cielo y la
tierra (...)»(Zohar)

«Los caracteres de
su alfabeto están
formados, como
dicen los rabinos
hebreos, a imagen
de las estrellas y
por eso están re-
pletos de celestes El alfabeto celeste
misterios, tanto del hemisferio
por su apariencia, norte.
forma y significa-
ción como por el
valor numérico
que contienen
(...).»(Agrippa de
Nettesheim)
m SltBNHIMMU un 8. V, mX im\S Sít»N8ltD Dtll IIUMEHSZIIC S, PflUt
KarI von Eckharts-
hausen, Auf-
schlüsse zur Magie
¡Claves de magia),
Munich, 1788

mmwi
602 EL MICROCOSMOS: Escritura y sellos MICROCOSMOS: Aparicionei 603
Apariciones

Justinus Kerner publicó en 1857 sus «kleck-


sografías», motivos realizados con man-
chas de tinta hechas al azar. Dicha técnica
la habia experimentado ya durante dece-
nios, creyendo haber encontrado asi un
medio de entablar contacto con el mundo
de los espíritus. Hay que consignar aquí
que, a partir de 1921, el descubrimiento de
Kerner encuentra aplicación diagnóstica,
bajo condiciones ligeramente diferentes,
en la psicoterapia, bajo el nombre de «test
de Rorschach».

Kerner fue un eminente representante del


espiritismo, práctica desarrollada en la
época romántica y fuertemente influen-
ciada por las visiones de Svxedenborg. Se
dice que un grupo de prosélitos de Swe-
denborg residente en Estocolmo logró en
1788 comunicarse con los espíritus por la
intervención de médiums que se encontra-
ban en trance mesmérico. Pero fue a me-
diados del siglo XIX cuando el interés por
el espiritismo y los llamados psicofenóme-
nos se difundió como una epidemia, gra-
cias a algunos casos espectaculares de es-
píritus que respondían con golpecitos. La
difusión pública de estos fenómenos con-
tribuyó decisivamente al éxito de la Socie-
dad Teosófica.

604 E L MICROCOSMOS: Apariciones MICROCOSMOS: Apariciones 605


Apariciones Apariciones

Rebuscando en los fondos ocultistas del «Sobre mí mesa habia un espejo que refle-
fin de siglo, el poeta August Strindberg jaba la luna. Y yo pensé cómo podía el es-
elaboró en 'i8g4 un método basado t o t a l - pejo captar y reflejar la imagen de la luna
mente en el principio del azar que aplicó sí la lente y la cámara de mi globo ocular
también a la fotografía y a la experimenta- no estaban allí y enfocaban la imagen. Se-
ción fotoquímica. Para realizar retratos f o - gún las leyes de la óptica, cada punto de la
tográficos utilizaba una cámara de fabrica- superficie bruñida del espejo debía refle-
ción propia con una lente sin pulir, con el jar la luz de la luna (...). Así pues, cambié el
fin de captar el alma en la placa fotográ- espejo por una placa de bromuro de plata
fica de forma más auténtica. O bien metía para obtener un mejor efecto, y la m e t i en
las placas en el liquido de revelado y las liquido revelador y la expuse al mismo
exponía al cielo estrellado, como hizo con tiempo.» (August Strindberg, Sylva sylva-
las figuras de la derecha, pensando que la rum. 1897)
luz pasarla directamente a la placa por o n -
das electromagnéticas, recién descubier-
Strindberg, Ilustración de minfemo; Esto-
tas por Róntgen.
colmo. 7907

August Strindberg. Celestografías, 1894

Cinco años antes de que el teósofo Vassíli


«Todo parece indicar que los espíritus se Kandinsky formulara las bases de la pin-
han vuelto realistas, como nosotros los tura abstracta, los sucesores de Blavatsky
mortales (...). A veces la almohada adopta en la dirección de la «Sociedad Teosófica»
formas monstruosas, dragones góticos,
publicaron un libro con cincuenta y siete
endriagos (...) ¡ Un nuevo arte salido de la
pinturas abstractas, que llamaron «formas
naturaleza! ¡Clarividencia naturalista!
de los pensamientos». (1905)
¿Por qué criticar el naturalismo si con sus
posibilidades de crecer y desarrollarse
Lámina 8: El amor entregado e impreciso:
inaugura un nuevo arte? Los dioses regre-
«una nube rotante de amor puro».
san.» (August Strindberg, Inferno, Berlín,
1898)
C. W. Leadbeater. Annie Besant, Formas de
los pensamientos, ed. 7926
Strindberg, Ilustración de'Inferno', Esto-
colmo. 7907

606 E L MICROCOSMOS: Apariciones 607


EL MICROCOSMOS: Apariciones
Apariciones Apariciones

«Los que piensan El sueño de un


demasiado son diluvio que tuvo
materialistas, pues Durero la noche
el pensar es mate- del 8 de junio de
ria. Asi pues, el i525yquelehi20
pensamiento es despertar sobre-
tan materia como saltado es proba-
el suelo, la pared, blemente conse-
el teléfono. La cuencia del temor
energía que tra- provocado en él
baja según un pa- por varios astrólo-
trón o modelo se gos, que hablan
convierte en mate- profetizado un d i -
ria.» (Krishna- luvio para el año
m u r t i . Einbruch in 1524.
die Freiheit
[Asalto a la liber-
Alberto Durero,
t a d ] , ed. Franc-
Visión onírica,
f o r t . ig73)
'525. acuarela

El joven hinduista
Krishnamurti. a
quien Leadbeater
y Besant hablan
proclamado nuevo
Mesías, se separó
en 1929 de la So-
Sigmar Polke,
ciedad Teosófica y
Fenómenos del
predicó sus d o c t r i -
revelado. Bienal de
nas por su cuenta.
Venecia, 1986

Láminas 49 y so:
pensamientos pro-
picios

Leadbeater y Be-
sant, Formas de
los pensamientos,
ed. 1926

608 E L MICROCOSMOS: Apariciones EL MICROCOSMOS: Apariciones 609


Apariciones Apariciones

Al final de los «No parece que


tiempos aparece- t o d o el mundo
rán los profetas sepa que los soni-
Elias y Enoch, de dos producen f o r -
los que se dice que mas y colores y
fueron arrebata- que cada pieza
dos vivos al paraí- musical deja una
so, y anunciarán impresión dura-
con esta señal que dera, perfecta-
la ruina de la co- mente comprensi-
rrupta Babilonia ble y visible a
cristiana está pró- quienes tienen
xima. La triple cruz ojos para ver.»
es la Trinidad, que
ahora se mani- Se ve aqui repre-
fiesta en toda cosa sentada la música
con su verdadero deMendeIssohn,
signo. La espada y que se eleva desde
el manojo anun- el órgano como un
cian que el poder globo a través del
de Babilonia se tejado de una igle-
tornará contra sia. «La altura de
ellos. Pero el esta figura, m i -
«fuego de la ira d i - diendo desde la
vina» se tragara a cúspide del cam-
ambos y comen- panario, es proba-
zará la edad de oro blemente de más
de la lengua natu- de cien pies.»
ral «en la que rea-
parecerá el espí-
Leadbeater y Be-
ritu perdido de la
sant, «Formas de
letra».
los pensamientos;
ed. 7926
La última trompeta
de aviso a todos los
pueblos o las profe-
cías de Jacob Boeh-
me, Berlín y
Leipzig, 1779

fuer A ycrm. IbJSyanf desAnK i '/irijl<. ^ulfír; ma^n:tí>ti'

610 E L MICROCOSMOS: Apariciones COSMOS: Apariciones 611


ROTACIÓN

«La esencia de Dios es semejante a una rueda (...) y


cuanto más la contempla uno, tanto más
comprende su forma, y cuanto más la comprende,
tanto más se deleita en ella (...)».
(J. Boehme, 1612)
Torbellinos y «- Three quarks f o r Muster M a r k ! » la idea de que existen siete estados de
Torbellinos y
(J. Joyce. Finnegans Wake) agregación de la materia: el estado
magnetos etéreo, el supraetéreo. el subatómico y magnetos
Annie Besant y Charíes W. Leadbeater ini- el atómico, todos ellos visibles para los
ciaron en 1895 una serie de experimentos, videntes.
que se prolongaron durante una década, «El átomo (de hi-
para intentar penetrar en el mundo mi- Durante mucho tiempo se sostuvo la hipó- drógeno) q\ra y se
croscópico de la materia a través de técni- tesis de Newton según la cual los átomos estremece y hay
cas de meditación. Para ello partieron de son partículas fijas e impenetrables. Pero que dejar que se
hacia i 8 g 5 s e sos- calme antes de so-
pechaba ya que se meterlo a observa-
componían de par ción. Las seis pe-
t í c u l a s a ú n más pe- queñas partículas
queñas, los elec- se agrupan en dos
trones, cargadas formaciones de
eléctricamente. tres unidades para
formar dos trián-
gulos desemejan-
En los átomos de
tes». En cada una
hidrógeno r o t a t i -
de las seis partícu-
vos que estudia-
las aparecen tres
ron, los dos teóso-
puntos de luz, que
fos descubrieron
son los torbellinos
partículas más pe-
subatómicos.
queñas en lasque
aparecían puntos
de luz, los Mama- Leadbeater y
dos elementos su- Besant, Occult
batómicos o hi- Chemistry, igo8
permeta-proto-
elementos. Asu
vez estas pequeñí-
simas partículas El «hiper-meta-
constaban cada protoelemento»
una de diez espira- subatómico, t a m -
les o remolinos en bién llamado pro-
trelazados que for- toátomo. se com-
maban un con- pone de diez t o r -
j u n t o en forma de bellinos energéti-
corazón. Dichas cos: tres princi-
partículas se agru pales, gruesos y
pan en unidades luminosos, y siete
más complejas en secundarios. Be-
las que Leadbeater sant y Leadbeater
y Besant distin- relacionan esta es-
guen siete formas tructura con el ár-
geométricas fun- bol de los sephi-
damentales. roth.

Leadbeater y Be- Leadbeater y


sant, OccuItChe- Besant, Occult
mistry, 1908 Chemistry. igoB

614 R o n n o N : Torbellinos y magnetos " o T A d Ó N : Torbellinos y magnetos 615


Torbellinos y Torbellinos y
magnetos magnetos

«La naturaleza de
la infinitud implica
que cada cosa
tenga su propio
torbellino; cuando
un viajero de la
eternidad atra-
viesa un torbellino
semejante, ve
cómo éste detrás
de él toma la
forma de sol o de
luna o de universo
de sublimidad as-
tral (...). Asi como
el ojo humano ve
el norte y el sur al
abarcar su propio
torbellino, (...) del
mismo modo la
tierra es una su-
perficie infinita,
ilimitada, tal cual
se aparece al f a t i -
Descartes (1596-1650) refutó el postulado molino (...) Es fácil imaginarse que eso ocu gado viajero (se re-
escolástico según el cual los planetas se rre también con los planetas». (Principia fiere 3 Miltor)), ro-
mueven en el vacio. S e g ú n su teoria. el es- Philosophiae) deado ahora por la
pacio está lleno de un fluido que él llama La teoria de los remolinos inspiró a Blake sombra de la
«plenum», consistente en diminutas partí- un pasaje de su poema cMilton> (1804), luna». (W. Blake,
culas que se ponen mutuamente en movi- quien en su regreso a la tierra para salvar M i l t o n , 1804)
miento centrifugo para formar asi los cuer- el aspecto femenino de su alma atraviesa a
pos celestes. «Tenemos que admitir que la la velocidad de un cometa los remolinos
subtancia del cielo (...) describe un movi- Rene Descartes,
del sistema solar. (La linea sinuosa de la f i -
miento rotatorio con el sol en el centro (...) Principia Philoso-
gura de la derecha describe la trayectoria
Cuando las briznas de hierba incurren en el phiae, Amsterdam
de un cometa por los remolinos cartesia-
remolino de un rio, algunas son llevadas 1656
nos).
directamente por las aguas, mientras otras
giran sobre si mismas, a más velocidad Reni Desartes, Prinapia Philosophiae,
cuanto más cerca están del centro del re- AmsterdamiSsS

616 ROTACIÓN: Torbellinos y magnetos : Torbellinos y magnetos 617


Torbellinos y Emanuel Sw/edenborg (1688-1772) fue, an- torno al torbellino solar, que Swedenborg
tes de consagrase por entero a sus visiones identifica con el caos de los antiguos».
magneiOS ^j^j ^^¿j gn^^ ^^¿5 eminentes (Inge Jonsson, <E. Swedenborgs Naturphi
científicos de su t i e m p o . Sus teorias sobre losophie>, en: Epochen der Naturmystik,
el origen del sistema solar tienen una ed. Faivre y Zimmermann, Berlín, ig7g)
fuerte inspiración cartesiana. Las partícu- Esa costra se expande hasta que estalla
las más diminutas son para él puntos que, (fig. 2) y forma la franja ecuatorial cósmica
en su propensión al movimiento, se impri- (fig. 3). La materia liberada se concentra
men unas a otras giros en espiral, for- entonces a la altura del zodíaco en formas
mando asi la primera substancia. A estas esféricas (fig. 4), que son los planetas y sa-
partículas las llama «lo f i n i t o primero o télites autónomos que giran alrededor del
simple». «Al añadirse el elemento magné- sol (lámina XXVII).
tico, el primitivo océano solar tomó la es-
tructura de un remolino cartesiano, en el «Esta concepción representa un perfetcio
que se formaron finitos del cuarto orden. namiento de la hipótesis cartesiana según
Éstos formaron una especie de costra en la cual « I sistema solar tiene su origen en

618 ROTACIÓN: Torbellinos y magnetos


Torbellinos y Torbellinos y
magnetos magnetos

La investigación
de los fenómenos
magnéticos fue
una de las priori-
dades de Sweden-
borg en sus estu-
dios de la natura-
leza. A lo largo de
los siglos XVII y
XVIII, el magne-
tismo era un con-
cepto genérico
para todos los f e -
nómenos en el um-
bral del espíritu y
la materia. Goethe
llama al magne-
tismo «símbolo de
t o d o aquello para
lo que no necesita-
mos buscar pala-
bras». (Refranes
en prosa sobre la
teoría de los colo-
res)

«También ves t ú ,
carísimo amigo, al
hombre magné-
tico, mientras él
está todavía sujeto
al cuerpo y con
ello al mundo de
los sentidos con
prolongadas ante-
nas táctiles al
mundo de los espí- E.Sibley.AKeyto
ritus del que t e da-
Magic & the Occult
rán testimonio.»
Sciences, hacia 1S00
(Justinus Kerner,
La vidente de Pre-
vorst, 1829)
5 famosas y espectaculares «curas mag- del cuerpo humano y del influjo de un
néticas» del médico austríaco Franz Mes- fluido vital que t o d o lo penetra. Las enfer-
Emanuel Sweden-
•"«'^ (1734-1815), asi como su teoría del medades las atribuía al desequilibrio de
borg, Opera philo- «magnetismo animal» ejercieron una gran ese fluido vital. Mesmer intentó al princi-
sophia et mineralia, influencia sobre la filosofía de la natura- pio compensar ese desequilibrio con una
Dresde Y Leipzig, leza de la época romántica. Francmasón y terapia de grupo que consistía en tocar
1734 "decenas de Mozart, Mesmer conocía las objetos magnetizados y más tarde de
•eorias de Paracelso y los métodos tera- forma directa medíante la sugestión del
péuticos de Robert Fludd. Al igual que médico sobre el paciente; de esa forma se
é^<e, partía de la bipolaridad magnética convirtió en precursor de la terapia hipnó-
tica.

620 ROTACIÓN: Torbellinos y magnetos 621


"OTACIÓN: Torbellinos y magnetos
Geometría
Geometría
divina
divina
Ernst Chiadni ilustró su obra «Entdecl<un- la materia, es sonido en una concentración
gen über die Theorie des Klanges» (Descu- especial.» (Ajit Mookerjee, Tantra-Kunst «La geometría
brimientos sobre la teoria del sonido) Basilea. 1967-1968) existió antes de
(1787), considerado el primer tratado ex- ser creadas las co-
haustivo de acústica, con numerosas f i g u - Novalis anota a propósito de los experi- sas, es tan eterna
ras sonoras producidas por la vibración de mentos de Chiadni: « ¿ N o serian las letras como el Espíritu
una placa cubierta de polvo fino y rasgada en un principio figuras acústicas? ¿letras a Divino; es el
con un arco de violin. priori?» (Novalis, Das allgemeine Broui- mismo Dios y ha
llon. 1798-1799) aportado los ar-
A tales figuras sonoras se atribuye el o r i - quetipos para la
gen de las yantras hindús. «Todo lo que Tomado de Ernst Oiladni, Entdeckungen creación del
contemplamos y sentimos en el universo, über die Theorie des Klanges, 1787 mundo.» (Johan-
desde los pensamientos o las ideas hasta nes Kepler, Harmo-
nices Mundi, 1619)

«El orden de una


figura particular y
la armonía de un

f
De: 14 claves principíales de
signos de cantería, en: El cantero, número particular
Mi. 1980 evocan todas las
cosas.» (Ciordano
Bruno, De la mó-
nada, 1591)

^ r a del amor, Ciordano Bruno, Articuli Figura del espíritu, Ciordano Bruno, Articuli
.Png»,is88 centrum..., Praga, 1588

622 R o T A a ó N : G e o m e t r í a divina
lÚN: G e o m e t r í a divina 623
Geometría Geometría
divina divina

Una de las enseñanzas platónicas, tomada, cuerpos en las distancias entre las órbitas
Asi como de los
según se creía, de doctrinas secretas del de los planetas: la esfera de Saturno-Júpi-
cinco cuerpos ele-
antiguo Egipto, habla de un mundo for- ter en el cubo, que simboliza la tierra; la
mentales de Pla-
mado en sus más diminutas partículas por esfera de Júpiter-Marte en el tetraedro pi-
tón sale la infini-
triángulos rectángulos agrupados en cinco ramidal cuadrangular (fuego); entre Marte
t u d de las cosas
cuerpos regulares que son los cinco ele- y la Tierra, el dodecaedro (éter); entre la
naturales, d e s ú s
mentos (el quinto elemento, la quintae- Tierra y Venus, el icosaedro (agua) y entre
formas geométri-
sencia, era el éter o fuego celeste). Venus y Marte, el octaedro (aire).
cas también se
pueden derivar i n -
S e g ú n los cálculos efectuados por Johan- Con este descubrimiento, que poco más
finitas variaciones
nes Kepler en 1596, el «Dios geómetra» tarde tuvo que corregir, Kepler estaba se-
de perspectiva.
inscribió con toda exactitud esos cinco guro de haber llegado a la misma fuente
Wenzel Jamnitzer
de la antigua sabi
(1508-1585), orfe-
duria hermética.
bre de Núrem-
«Le he robado a
berg, construyó
los egipcios los va.
140 estructuras
sos de oro», con-
geométricas de
fiesa, «para erigir
ese tipo, que hizo
a mí Dios un san-
grabaren cobre a
tuario lejos de las
Jobst Ammán de
fronteras de
Zúrich. «La teoría
Egipto.» (Harmo-
definitiva de la
nices Mundi, 1619)
materia está carac-
terizada, como en
J.Kepler, Myste- Platón, por una se-
rium Cosmograpbi- rie de importantes
cum, 1660 relaciones simétri-
cas (...) Esas sime-
P.eisrW.Jimnit- trías no pueden
ler. Perspectiva explicarse simple-
Corporum Regula- mente con figuras
rium. Núremberg. e imágenes, como
IS68 en el caso de los
cuerpos platóni-
cos, sino por ecua-
ciones.» (Werner
Heísenberg,
Schrítte über
Crenzen, Munich,
1971)

624 ROTACIÓN: G e o m e t r í a divina 625


Geometría
Geometría
divina
divina
Páter.. «Observa que hay dos conocimientos de
Ilustración de Dios, uno natural, salido de la luz de la na-
Blake sobre un pa- turaleza, pero que no trae el nuevo naci-
saje del melancó- .A.
miento o bienaventuranza (filosofía como
lico p o e m a d e Mil- parte sombría) y otro sobrenatural que
ton<IIPensero50.. emana de la luz de la fe o de la gracia, y en
Al <Penseroso> se el que se encuentra la perfecta bienaven-
le aparecen por la turanza i'teo/09/a como parre/uminosaj.>
noche Mermes
Trismegisto y el Valentín Weigel, Introduaio hominis, en:
LVX Spiit\|nn.
espiritu de Platón Philosophia Mystica, Neustadt, 1618
para revelarle los Fhilofo
mundos metafisi- SHA.

Fiel a su lema <la


MundusvclHomo.
oposición es la
verdadera amis-
tad>, Blake ataca
despiadadamente
a quienes más le
•La unidad de Dios se manifiesta en el
han inspirado. Asi
mundo visible de los elementos por la po-
pues, Trismegisto-
laridad de reposo y movimiento, como las
Mercurio, con sus
dos patillas del compás. Las dos están uni-
tesis abstractas y
das por »el eje del amor o de la justicia.»
materialistas,
atrofia la imagina-
R. Fludd, UtriusqueCosmill, Francfort, 1621
ción; moral y vir-
tud militares es lo
que respira la filo-
sofía de Platón
(Marte en la esfera
del centro). El dios
de Platón es un
geómetra despia-
dado con el com-
pás de la razón
mortal en la mano
(esfera de la dere-
cha).

W. Blake, Milton
Y el espíritu de
Platón, hícüiBie.
acuarela

" O T A C I Ó M : G e o m e t r í a divina 627


636 R O T A C I Ó N : Ceometria divina

é
Ceometria Geometría
divina divina
'^JfuL O/U. u no^ iTic/tultcí ciny
«El Uno no conoce «Se juntan en el
límites./ Los cielos centro. Aquí hay
de cíelos note trabajo, allí
abarcan.» calma.»

D.A. Freher, Para- D.A. Freher, Para-


doxa Emblemata, doxa Emblemata,
manuscrito del s. manuscrito del s.
XVIII XVIII

Los <Paradoxa Emblemata» de D. A. Freher entre ellos la Sociedad Philadelphia c o n grado extremo de abstracción de estos unidad y multiplicidad. El Zohary Boehme
(1649-1728) no llegaron a imprimirse, pero John Pordage y la mística anglicana Jane 53 jeroglíficos o figuras emblemáticas identifican el punto original y omnipre-
las copias manuscritas corrían de mano en Leade a la cabeza. esta dictado por el sujeto al que se refie- sente, el ojo de la aguja que une los dos
mano en los círculos ingleses de Boehme. : las relaciones entre abismo insonda- extremos, con Sophia. matriz divina.
y fondo, entre la nada y el algo, entre

G28 R O T A O Ó N : Ceometria divina R O T A C I Ó N : G e o m e t r í a divina 629


Geometría Geometría
divina divina

El compás es sinó- Según la imagen


nimo de razón en del mundo, pita-
la simbólica masó- górica y cristiana,
nica. Durante el de los francmaso-
trabajo en la logia, nes. Dios es el su-
el compás y la es- premo arquitecto
cuadra se ponen de un orden del
en cruz sobre la Bi- universo perfecto
blia. A estos tres y geométrico, con
objetos se les el amor al prójimo
llámalas tres luces como medida de
mayores que testi- todas las cosas.
monian «la omni-
potencia, la justi- «Pues somos obre-
cia y la misericor- ros de Dios y voso-
dia del gran arqui- tros los campos de
tecto del cielo y de Dios, el edificio de
la tierra». La plo- Dios. Según la gra-
mada sirve para cia de Dios que me
medir la sinceridad ha sido concedida,
interna y la recti- he levantado los
tud extema. cimientos como un
buen arquitecto;
«Con trabajo y ex- otro tiene que pro-
periencia» se en- seguir la obra.
contrará «la pri- Pero cada uno
mera y última pie- tiene que mirarla
dra (angular) de la forma de seguir
Iglesia de Jerusa- construyendo.
lén: »la luz salida Pues nadie puede
de las tinieblas.» poner otros ci-
mientos que aquél
P. Lambert. Franc- que los ha puesto,
masones traba- Jesucristo.» (1 Cor.
jando, Londres, 3,9-11)
1789
Dios midiendo el
mundo con el com-
pás, hacia 1250,
Bible moralisée

630 R O T A O Ó N : Ceometria divina 1: Ceometria divina 631


Ceometria Geometría
divina divina

Según Blake. la ra- Newton se encuentra aqui en las turbias


zón representa la aguas del UIro construyendo un ojo físico.
frontera última de El mundo entero es el órgano de la percep-
la energía. Cuando ción de Dios, escribió en la primera edición
se aparta de su de su «Óptica» (Opticks, 1706). Para Blake.
centro, la imagina- sin embargo, el diseño newtoníano de un
ción, se convierte universo material y funcional es solamente
en un envolvente el espejo de una «ingenua visión». «El que
poder satánico. ve el infinito en todas las cosas, ve a Dios.
Urizen. el de- Pero quien no ve más que la razón, sólo se
miurgo saturnal, ve a si mismo.» (There is no Natural Reli-
traza aqui el gión, 1788)
«tumbe runde»
(UIro), la «jaula
W. Blake, Newton. 1755
trazada a compás
o bóveda blan-
queada de la ima-
ginación en el
cielo helado» en el
que el hombre «da
vueltas errabundo
Franciscus Aguilonis,
en el circulo de su
Optica, 76n
cuerpo terrenal
(...).»(Abraham
von Franckenberg,
Oculus sidereus,
1643)

Urizen es el dios
oculto de los deis-
tas, separado de
su universo mecá-
nico y de sus cria-
turas.

W. Blake. Europa.
V94

El circulo que Nevnon traza en la ilustra- la visión un torbellino abierto y creador, y


ción de Blake es para Joyce un <cyclone>. por otra, a la teoría materialista de «un
(Rnnegans Wake, p. 294). El término alude solo ojo» (ciclope) de Nevrton, que pro-
porunaparteala «óptica» de Blake, que clama que se puede «con el ojo y no gra-
"ispirada en Boehme y Descartes, hace de cias al ojo». (Blake)

63a R o T A a ó N : Ceometria divina " O T A C I Ó H : Ceometria divina 633


Geometría
divina

Joyce no seria Joyce si no ofreciera una so- del UIro, el mundo de la tinieblas de Joyce conocía también la interpretación de
En una carta escrita a una de sus mecenas,
lución ingeniosa al enigma que provocan , la «vegetable ceM» (p. 295) en el que la letra T (la «tau» gríega) de Elena Bla-
Joyce dice a propósito de su <Finnegans
sus palabras. En el libro habla frecuente- a el hombre que sólo es cuerpo físico. vatsky, que según ella es el símbolo andró-
Wal<e>, novela que estaba escribiendo en-
tonces y que le absorberla diecisiete años: mente de las claves que hay que encontrar. gino de «los dos príncipios opuestos reuni-
«Estoy trabajando en una máquina con una La última frase dice: «The keys to. Given!» es el «cloukey to a woridroom be- dos en uno solo, lo mismo que el símbolo
sola rueda. Una rueda sin radios, natural- the roomworid» (p. loo), la «clave de místico del Salvador se considera mascu-
mente. Es un cuadrado perfecto.» Finnegans Wake, p. 293 pació más allá del espacio» y ana- lino y femenino al mismo tiempo». (H.P.
de «rho»: «Ohr for oral, key for Blavatsky, Doctrina secreta, 1888). Ello po-
(p. 302) no sólo nos da la clave para dría significar que, al final del libro, tras el
lar el criptograma, sino también para the-o$ invisible no sólo se esconde un he-
lar el enigma mismo del libro, un rho (héroe), sino también un the-rho (chi-
para ser leído en alto, música en pala- rho = Cristo).
liras. Joyce emplea aquí una serie de técni-
cas criptográficas parecidas a las de John «Exclusivism: the Ors, Sors and Fors,

R
en su (Mónada jeroglifica», which?» (pág.2g9) Del rho/P emana toda
llabra <theohri> (teoría) se forma en el una serie de asociaciones herméticas como
punto de unión del final y el comienzo del la secuencia de imágenes de Janus Laci-
libro, pero no hay que olvidar que el co- nius: <rope>, en inglés, el <rocío> de los
Rosa-Cruz; .roí» y <or>, rey y oro en francés
mienzo es recurrente, como el ciclo del
y luz en hebreo. Y naturalmente la ser-
mundo platónico, lo que da la lectura si-
píente que se muerde la cola, <ouroboros>,
guiente: <the ohr/ear>. («Orthat both may arquetipo de la eterna rotación.
ntemplated simultaneously?».

Alexander Roob,
CSV,ed.Bemd
Schuiz, Klagenfurt,
iggs (a partir de
El «Wake» contiene numerosos pasajes Joyce da las pistas concluyentes en las pa Ernst Mach. Ana-
con motivos herméticos e incluso su len- ginas 292-294, donde los dos hijos geme lyse der Empfín-
guaje está sometido a un proceso de trans- los de la protagonista Anna Livia Plurabe dungen, 1886)
formación fundamental. Pero además su Me andan enfrascados en la solución de un
estructura extema se inspira en procesos problema de geometria. El diagrama lo
alquimicos. Al igual que Blake y Swift, tomó Joyce de un comentario a la obra de
Joyce emplea técnicas lingüisticas que se- Euclides escrito por el neoplatónico Pro-
gún Fulcanelli son características de la len- clo. Los puntos de intersección ALP son las
gua de los alquimistas: «ambivalencias, iniciales de la madre. Del texto que lo
aproximaciones, juegos de palabras y ho- acompaña, repleto de alusiones a la mito
mónimos». (Fulcanelli, Le Mystére des Ca- logia de Blake y su ilustración de Newton,
thédrales, París, 1925) se deduce que detrás del punto P, que re-
presenta a Plurabelle, se esconde la versal
El «rotary processus», consistente en inte- griega «ro», que se escribe como la «p» la
grar la disarmonia de los cuatro elementos tina. (Más sobre este tema: V. Alexander
de la prima materia y los cuatro capítulos Roob, e s IV, der Punkt rho, ed. Kunsthalle
del libro en la perfecta redondez o «mo- Nürnberg, Núremberg, 1992)
tum perpetuum» del lapis, culmina formal-
mente en el efecto bien conocido de «en- La letra A está codificada como V o U en el
hebrar» las últimas palabras del libro,«(...) eje del espejo L (L es Liffey, el rio que atra
a long the», con las primeras: «riverun past viesa Dublin). Asi se obtiene la réplica in-
Eve and Adams (...)». ferior plutónica al aknplatónico y transcen-

R o r a a ó M : G e o m e t r í a divina " A C I Ó N : Geometria divina 635


Geometría La rueda
divina

Ante el abismo de la materia no creada re- «Transformarla


posa la Divina Trinidad y genera por obra ELOMÜM naturaleza no es
del sagrado nombre de fuerza los tres in-
tervalos consonantes: octava, quinta y
QKKOVJCK otra cosa que tras-
tocar los elemen*
cuarta, que según las leyes del tetraktys tos en círculo.»
pitagórico suscitan todo el espectro de los (ArnaldodeVila-
fenómenos en el mundo elemental, el ce- nova, Chymísche
leste y el angélico.
Fiat Schriften, ed.
Natura
Primum Mobilc. Viena. 1749)
Roben Fludd, Utriusque Cósmi. tomo II, Prim» Materia.
Oppenheim, 1613 Quima Kilcmia.
Q^iaiuor Eleincma.
de los Rosa-Cruz,
Lapis Phjlofopliorum.
Akona, 178S

«Aunque el mismo Dios se regocija en el


número impar de lo ternario, es en lo cua-
ternario donde se prodiga en todas las co-
sas: finalmente acaba penetrando en lo
corporal para facilitar su inteligencia». La
figura geométrica es el número percepti- •)(«V
ble, según Ciordano Bruno. Por la fuerza
del número, «los hombres pueden ser co-
operadores de la naturaleza operante.»
(Giordano Bruno, De la mónada, ed. Ham- J g n i j Philorophorum Aqin Phirofophorum h. &
burgo, 1991) InifiMIIa & ftcodai-M MculMtim. Mr>cu(iui PrliMtRldia CMIMUCU*.

*» ^ - « , X n Wflkn ewlB M M t ^kÍBfm:nAffr(,


Figura del número cuatro, en: Ciordano AéiM MI B « . ( « I fri4 rt« M n .
O», I » . NMnff ta « ^ f f
Un* litM ••• gM((f.
Bruno, tomo 7, Ñapóles, 1886 ^ e^, «M» M t«.: •n.4 «tf l*»t B A K A .

B u .«n MArff t)(*l|« m i m . M n .


I ••> mM, f m l « i « : aH m l U N m ti* kkmtif S É > R .
«in'*n íf* - » I " fW".
Y VHm MÉ QM» aflrt pi BoHt. EHflrrir, Mklnli. roio» ptiIrrlIrtT kw V 4 r ¡

BbnMl Otar M 4 m XVI SMm «llTNMl « f T M d n X V I 3füni


fe iM M k« (* fai» >.4 »R
ELEHENTCN. E L E M E N T E N .

636 ROTACIÓN: Ceometria divina tóN:La rueda


637
La rueda La rueda

En el sol mora el
divino fuego cen-
tral, el «alma del
mundo», que di-
rige aqui su rayo
vivificante a Sa-
turno. Éste a su
vez lo desvia hacia
.7' 13./.' el viento que lees-

a4 propio, el viento
del norte (bóreas).
Fludd llama a los
vientos «ángeles
del señor (...) que
realizan la palabra
de Dios». Son sus
«ardientes servi-
1m dores» que traen
la sal de la vida.

Kobert Fludd, Phi-


losophia Sacra,
Francfort, 1626
•-'••l&ií'l

El sistema de los cuatro elementos y de los (caecias), viento seco. Euros (soríos), a su
cuatro temperamento se corresponde a derecha, humedece las nubes.
escala macrocósmica con los cuatro puntos Derecha: el viento del sur (auster), que en
cardinales y los cuatro vientos. San Isidoro ocasiones se utilizó como símbolo del Es
de Sevilla, el docto enciclopedista de la piritu Santo, trae nubes cargadas y ligereo
Edad Media (hacia 560-636 d. C.) asigna a chaparrones y estimula el crecimiento de
cada uno de los cuatro vientos principales las plantas. Euroauster (euronotus), a su de
dos vientos accesorios, responsables del recha, es un viento cálido; austroafricanuí
buen y mal tiempo, en analogía con las (libonotus), a su izquierda, es templado y
cualidades de los elementos. suave.
Abajo: el viento del oeste (zephyrus) es el
Izquierda: el recio viento del norte (sep- más suave de todos y con él cesan los rigo
tentrio). es frió y trae la nieve. Sus vientos res del invierno. A su derecha sopla Africw.
menores son circius (en griego thrascias), (lips), que provoca fuertes tormentas, y a
que traen nieve y granizo, y kaquilo (bó- su izquierda coras (agrestes), que trae nu
reas), seco y glacial. bosidad por el oeste.
Arriba: el viento del este (subsolanus) es
moderado. Por su izquierda sopla vulturnus Compendio enciclopédico, Colonia, hacia 800

638 R O T A C I Ó N : La rueda La rueda 639


En una visión del profeta Zacarías (Zaca- «Cuatro príncipes angélicos que cabalgan
rías 6,1-9), aparecen los cuatro vientos en sobre los cuatro vientos (...): Miguel sobre
forma de cuatro carros tirados por caballos el viento este, Rafael sobre el viento
de distintos colores. De esos colores resul- oeste, Gabriel sobre el viento norte, y
tan sus correspondencias con los elemen- Uriel sobre el viento sur(...) Paralelamente
tos, los temperamentos y las fases del hay también cuatro espíritus del mal (...)
Opus hermético. Los rabinos de los hebreos los llaman (...)
S*9ún las interpretaciones de Fludd y En el dibujo se ve cómo la jaculatoria es es-
Samael, Azazel, Azael y Mahazael. Entre
Boehme, influidas por la cabala. Dios cuchada y el hombre es protegido por los
«Los caballos negros van en dirección ellos hay otros muchos principes y abande
consta de las dos fuerzas centrifugas y cuatro arcángeles en el «fuerte de la sa-
norte (tierra, melancolía, nigredo), los rados. Enorme es el número de demonios,
centrípetas de la voluntad y la no-volun- lud», que lo defienden con éxito de los
blancos hacia el oeste (agua, flema, al- cada uno de los cuales tiene su función
•'d, o también de la luz y las tinieblas. De gérmenes de la enfermedad traídos por los
bedo), los rojos lo hacen hacia el este propia.» (Agrippa de Nettesheim, De oc-
parte sombría vienen las fuerzas demo- cuatro vientos, gérmenes que Fludd llama
(fuego, ira, rubedo) y los píos hacia el sur culta philosophia, 1510)
niacas y maléficas. El hombre, «como cria- «simiente invisible».
(aire, sangre, cola de pavo real).» tle la luz, sólo puede salvarse y mante-
R. Fludd. Philosophia Sacra, Francfort, 1626 sano por la a R. Fludd, Medicina Catholica, Francfort, 1629

R O T A C I Ó N : La rueda
• R A C I Ó N : La rueda 641
La rueda

El microcosmos en
la cruz de los cua-
tro puntos cardi-
nales con los cua-
tro vientos princi-
pales y los ocho
secundarios. El
viento del norte a
la izquierda co-
rresponde al ele-
mento aire (san-
guis), el viento del
este al elemento
fuego (cholera), el
viento del sur a la
derecha al ele-
mento agua
(phlegma)yel
viento del oeste al
elemento tierra
(melancholia).

Manuscrito de as-
tronomía, Baviera,
S-XII

El «fuerte de la salud» es atacado aquí con En una serie de experimentos alquimicos


éxito por las fuerzas demoniacas, pues el con trigo, descritos por Fludd en su «Clav^
paciente ha transgredido repetidamente filosófica», (Robert Fludd and His Philo-
los mandamientos de Dios. El doctor Fludd sophicall Key, ed. A. G. Debus, Nueva
está tomándole el pulso y analizándole la York, igyg), el autor intentó aislar esa
orina para conocer el Indice de «sales volá- substancia espiritual. Alli expone la elabo
tiles» en el cuerpo. Estas sales son sufi- ración de un »espiritu cristalino y blanco
cientes para mantener la vida, pues son ra- nitrito puro. Para Boehme es el «salitre
yos de luz divina coagulados, transporta- celeste».
dos hasta el hombre por los vientos y aspi-
rados por la acción química del ventrículo Robert Fludd, Integrum Uorborum Myste-
izquierdo. Las substancias impuras salen rium, Francfort, 1631
con la respiración y son eliminadas por la
orina en forma de sales amoniacas.

R O T A C I Ó N : La rueda La rueda 643


La rueda

Según Johan Kü-


nigsperger los tó-
rridos Y secos
vientos del este
(arriba) son los jmíttC'nfenT ji^amcif inctdix m i . < m (uUinlirifu-i u n . « i j o j l ^ ,
más saludables, iaUeií'^utetWí-^,lofítntaw)inll>i"i.l<ncur(>pfciuÍ4in qiuliliv iHwinX
mientras que los
vientos del sur, cá- }ftanma''r/lar>íGmfici¡i tnfiniwitf • finci cdümry:SomufC(!<bH<<
lidos Y húmedos v- ifufhpemB tgorglAtno ce&r. ]vemS moiuf bctti»-- íjX-im!^
(derecha), vienen
«de paises cálidos/
cenftfíumeiUaíhrm f f
con muchos ani-
males ponzoño-
sos/ que envene-
nan el aire». Di-
chos vientos «en-
turbian la sangre
del hombre» y por
eso conviene evi-
tarlos. Los húme-
dos y frios vientos
del oeste «traen
niebla y claridad/
y los tres son salu-
dables». Los vien-
tos del norte, frios
y secos, son tam-
bién «sanos todos
ellos/fortalecen y
tonifican». (Tem-
poral de Johan Kü-
nigsperger, Franc-
fort, 1502)

San Isidoro de Sevilla recopiló en el siglo nes del año en la rueda de los doce meses.
Carta de los vien-
VI las tradiciones de los antiguos filósofos Con ellas se corresponden los cuatro tem-
tos, manuscrito del
de la naturaleza y las integró en las doctri- peramentos en el modelo microcósmico.
convento benedic-
nas de los Padres de la Iglesia. La base de Al otoño corresponde la bilis negra (me-
tino de Hradisch
su sistema de macrocosmos/microcosmos lancholia, tierra), al verano la bilis amarilla
es la doctrina de los cuatro elementos de (cholera, fuego), a la primavera el tempe-
Empédocles (s. V a.C), la teoría aristoté- ramento sanguíneo (aire) y al invierno el
lica de las cualidades y permutación de los temperamento flemático (agua).
•lementos, base de la alquimia, y el tra-
tado de los cuatro temperamentos o hu- San Isidoro de Sevilla, De natura rerum,
scorporales de Hipócrates(s. V a.C). manuscrito, s. IX
Icuatro figuras representan las estacio-

644 ROTAOÓN: La rueda WCIÓM: La rueda 645


La rueda

La cruz es para Boehme el signo constitutivo de todas las cosas, pues Las cualidades de
los siete planetas
se compone de los dos ejes de la rueda que pasa por los tres mundos. o «espíritus de las
El glifo de esta rueda O aparece en la alquimia de los Rosa-Cruz como fuentes»:
arcano de lal«sal de la alianza» sellada por Dios con el pueblo de Is- Saturno es la con-
rael y renovada para toda la Humanidad por el cuerpo de Cristo. La tracción (ácido),
Júpiter la ameni-
cruz es también, según Boehme, el corazón de Dios que «se asemeja a
dad en Sul, Marte
lo redondo O, al completo arco iris que nos parece dividido, pues la el poder en Phur,
Venus el dulce de-
cruz es su división».
seo, sol el centro
El arco iris que salió después del diluvio es el signo de la alianza más del corazón. Luna-
Sophia ofrece en
conocido en el Viejo Testamento. Newton, en su «Óptica», le da un
su doble aspecto
nuevo significado como fenómeno físico resultante de la descompo- tanto el cuerpo te-
rrestre como la
sición de la luz. Goethe y Blake llaman a este fenómeno espectro en-
«esencia divina»
gañoso. En el mito de Blake, la aparición del arco iris integral que (tintura). Es la es-
surge de la armonía perfecta de las cuatro entidades elementales posa del Cristo-
Cordero, sol inte-
(zoas) y se eleva sobre el mar sombrío de tiempo y espacio anuncia el rior que ilumina la
triunfo del visionario sobre los límites del mundo físico aparencial. Jerusalén celestial
o forma espiritual
Para mantener los cuatro ángulos del signo de la cruz, Boehme tuvo del zodíaco.
que modificar la estructura ternaria fundamental de Paracelso en una
Jacob Boehme.
estructura cuaternaria, dividiendo en dos el azufre inicial por el
Theosophische
«Schrack» salnitrico que fluye de é l : Werke. Amsterdam.
16S2
1) Sul: alma, luz y 2) Phur: fuego violento. A éstos se añaden 3) Mer-
curio: deseo y movilidad, 4) Sal: la angustia. A estas cuatro cualida-
des fundamentales corresponden en el círculo zodiacal exterior del
grabado en cobre de Gichtel las cuatro entidades animales o cuatro
evangelistas: Tauro "tí (Lucas), Leo Q (Marcos), Águila: Escorpio TTU
(Juan), hombre; Acuario ™ (Mateo).
Los seis planetas están inscritos en el anillo interior de la gran rueda.
Sólo falta Mercurio, pues en su movilidad encarna la rueda en sí. Esta
rueda es «el origen de la vida y del movimiento, también el origen de
los sentidos (...), y la aposición en que se encuentre la rueda planeta-
ria en el anillo interior se reflejará en el nacimiento de la cosa». Esta
posición se puede conocer en los signos y lineamientos de un ser,
pues todo planeta o «espíritu de las fuentes» se expresa en cada cria-
tura de una forma específica.

ROTACIÓN: La rueda N:La rueda (47


La rueda La rueda

Cristo como hom- Una visión de Eze-


bre cósmico rodea- quiel con cuatro fi-
do de los cuatro guras: «En el me-
puntos cardinales, dio aparecía la f i -
los cuatro vientos gura de cuatro se-
mayores y los cua- res vivientes,
tro demonios de tenían cuatro ros-
los vientos. tros y cuatro alas
cada uno. (...)Su
Crónica del mundo. rostro tenía esta
La Santa Cruz, co- figura: rostro de
mienzos del s. XIII hombre, y rostro
de león por el lado
derecho (...) rostro
de toro por el lado
izquierdo (...), ros-
tro de águila los
cuatro (...) Miré y
vi en el suelo una
rueda al lado de
cada uno de los
cuatro seres vi-
vientes (...) Su he-
chura era como si
una rueda estu-
viera encajada
dentro de las otras
(...)yvique la cir-
cunferencia de las
cuatro ruedas es-
( , íiiilrTOirflnrt.ít.0mi'IimJrri«7Ma.«oili;m.*í»Í4mi,taiwftiASCiml^^
taba llena de ojos.
frmrKiHíínr <& ptrni .i^Kpkiinii;!i twfilí ifai r.njw"' ra«obeptrniunfi«lM[r <T"iWicj»iM«lliiir^ Al caminar, los se-
res vivientes,
avanzaban a su
>r M ~ Jd... V n r j w á ^ M ; - » ^ «fTl^ "«I'*
lado las ruedas (...)
porque llevaban el
espíritu de los se-
res vivientes (...)
En la plataforma
encima desús ca-
bezas (...) había
una figura hu-
mana.» (Ezequiel,
1,4-26)

W. Blake. La visión
de Ezequiel, hacia
1805

648 ROTACIÓN: La rueda 649


La rueda La rueda

Por la circulación Un ejemplo de


de los elementos y ilustración orna-
temperamentos se mental insular en
unen los contra- la tradición de la
rios y la materia cultura celta, cuya
pasa de un estado influencia au-
heterogéneo y mentó también en
provisional a otro el resto de Europa
homogéneo y du- con las fundacio-
radero. nes monásticas en
Irianda en los si-
«Dado que el pri- glos VllyVIII.
mer Adán y su des-
cendencia tenian El «Tetramorfo»
su origen en los está compuesto de
frágiles elemen- fragmentos de los
tos, su composi- animales apocalíp-
ción tenían nece- ticos. Joycelo
sariamente que al- llama «Mamalujo»:
terarse y corrom- «Theywerethe
perse. El segundo big four, the four
Adán, por el con- maasterwaves of
trario (...), está Erin (...), Mat and
formado de ele- MaandLuandJo».
mentos puros y (Finnegans Wake)
vive eternamente. Se acoplan dos a
Lo que se com- dos y poco a poco
pone de substan- el cuadrado que
cias simples y pu- forman pasa a ser
ras vivirá incorrup- un circulo rotante.
tible por los siglos Ahora son los
délos siglos.» (Au- «signs on the sait»
rora consurgens, (P- 393), cruces ir-
comienzos del s. landesas en forma
XVI) de rueda © .

L. Thurneysser, Miniatura tomada


Quinta essentia, de un misal de
'574 Tréveris o de Ech-
temach. hacia 775

650 ROTACIÓN: La rueda ACIÓN: La rueda 651


jorresponde el fuego, el sentido del ol- la imaginación del centro divino a la peri- La rueda
fato, la música, el mundo intermedio de la feria egocéntrica y ocultó su celeste com-
fantasía y el continente asiático. Los-Un- pañía, Jerusalén, a los ojos de su legitimo
liona. en el norte, encarna el doble aspecto esposo que es el Cordero de Dios, Albión
¿e la sal de la imaginación. Urthona es el cayó en el sueño de muerte de UIro. Este
«salitre celeste» y Los su representante en caso, en el que Luvah se apoderó del
la tierra (sol, sal o archeus). Su elemento mundo meridional de los urizios, desenca-
es la tierra paradisíaca, su órgano de los denó la guerra perpetua de los Zoas.
5entidos el oído, que percibe la música de Desde entonces, los sentimientos dominan
las esferas, su arte la poesía, su mundo la sobre la razón, que a su vez atrofia la ima-
eternidad y su continente Europa. ginación, lo divino que hay en el hombre.
Cuando la humanidad adánica bajo la
na del gigante Albión se proyectó por Misal de Rossano.s. VI

Blake denomina <Zoas> (el plural griego corresponden el elemento agua, el sentido
<Zoa> lo hace singular en inglés) a los cua- del gusto, la pintura, el mundo de la gene-
tro «seres vivientes» que aparecen en la vi- ración (generatio) y el continente ameri-
sión de Ezequiel y en el Apocalipsis de San cano. Al sur reina l/rfzen, la razón aliada
Juan. Para Blake son los «cuatro poderes con el elemento aire, con el sentido de la
en cada hombre» y encarnan sus «sentidos vista y con la arquitectura. Su mundo es c'
eternos». Los ojos de los cuatro seres es- UIro sombrio y su continente África. Lu-
crutan el horizonte de los cuatro mundos. vah, al este, representa la pasión. A él le
Al oeste vive Tharmas, el cuerpo físico, y le

652 RonodH: La rueda 653


i j filosofía del caucásico C.l. Curdjieff sus escritos sobre la cuarta dimensión in- La rueda
. g,3-ig4g), influenciada por el sufismo, fluenció el suprematísmo. el director tea-
(Staba orientada a la destrucción de la tral Peter Brook, el arquitecto Frank Lloyd
iniagg" iluso"' '•s' hombre y sustituirla Wright y el compositor Hartmann, tam-
H B K f la de un ser maquinal controlado por bién colaborador de Kandinsky.
^ H ^ e j o ' condicionados. Curdjieff distín-
^ ^ u ( a cuatro centros en el hombre: los cen- Alexander de Sahmann, Diseño de programa
tros del movimiento, del pensamiento y de para el "Instituto para el desarrollo armónico
ja sensibilidad y la facultad generadora de del hombre-', Tifilis, J979
formas. Estos cuatro términos deben orga-
nizarse como tiro
de caballos con ca-

I
tegorías diferen-
ciadas entre sus KNOW-TO UNDERSTAND-TO¿f
nponentes: via-
0, cuadriga,
iductorycaba-
, Los cuatro es-
I representados
el boceto del
igrama de su
Instituto, fundado
en 1922 en Fontai-
jleau. bajo la
a de cuatro
s vivientes en
••neagrama.

! los más co-


cidos alumnos y
prosélitos de
djieff seen-
itran el mís-
>rusoPD. Ous-
ky, que con

El tiro de caballos como parábola de las el nombre de comensal o degustador...


energías fundamentales del hombre en el (Katha Upanishad, s. VIII-VI, citado por H
hinduismo: Zimmer, Philosophie und Religión Indiens,
Zúrich, ig6i)
«El sí mismo (átman, núcleo divino del ser)
es el propietario del la cuadriga, el cuerpo Las percepciones de los sentidos, que va n
es el carro, el conductor representa el dis- de las más sutiles a las más groseras, están
cernimiento y conocimiento intuitivo; el representadas aquí en este orden (oído,
pensamiento son las riendas, las potencias vista, olfato, gusto, tacto) por los caballos
sensitivas los corceles, los objetos o cam- que se muestran salvajes e indomables.
pos de percepción son la pista. El hombre,
en el que se conjuntan el sí mismo y las fa- Bhaktivedanta Book Trust, 1987
cultades sensitivas y cognoscitivas, recibe

ROTACIÓN: La rueda IN: La rueda 655


La rueda La rueda

Según Curdjieff, «el eneagrama es moví- Curdjieff nuevamente: «Todo individuo «Todo puede condensarse en un enea-
miento perpetuo (...) La comprensión de acabado, todo cosmos, todo organismo, grama y encontrarse en él. Un hombre en
este símbolo y la facultad de emplearlo planta es un eneagrama (...) Pero no medio del desierto puede pintar el enea-
confieren al hombre un poder extraordina- ^ E j o s los eneagramas tienen triángulo in- grama en la arena y leer en él las leyes
rio. Es el perpetuum mobile y la piedra filo- ^Kior. El triángulo interior indica la pre- eternas del universo (...).»(PD. Ous-
sofal de la alquimia.» Para comprenderlo ^Hncia de elementos superiores en un or- pensky, Auf der Suche nach dem Wunder-
«hay que imaginárselo en movimiento. ganismo dado según la tabla de los «hidró- baren, ed. Berna, 1988)
(PD. Ouspensky, Auf der Suche nachdem
Wunderbaren, ed. Berna, ig88) 91

Origen del ¡Primum Mobile>, en: Roben Joseph Beuys,


Fludd, Philosophia Sacra, Francfort, 1626 Lady's cloak
(detalle), 1948

El eneagrama se forma del engranaje de


las dos sagradas leyes cósmicas universa-
les, triamasikamno (tríada) y heptaparapars-
chinoch (héptada). La tríada se compone
de los elementos energéticos siguientes:
Surp-Orr/)eor(afirmación: el Padre), Surp-
Skiros (negación: el Hijo) y Surp-Athana-
thos (reconciliación: el Espíritu Santo).

El eneagrama muestra los dos puntos de la


octava (3 y 6) en los que tienen que incidir
impulsos externos para que el movimiento
no cambie de dirección. Para liberar la vo-
luntad del hombre de las asociaciones me-
cánicas cotidianas, Curdjieff «montó» el
diagrama con sus alumnos como si de una
coreografía se tratase, con movimientos
prescritos para cada uno de los puntos.

656 ROTAOÓN: La rueda ÚN: La rueda «57


La rueda

Según las averiguaciones de su discípulo número nueve como estructura de los


J.G. Bennett, Curdjieff descubrió el enea- mundos y las cosas manifestadas. Sus es- Sobre el «perpe-
grama en igoo bajo figura de danza en una critos enciclopédicos, «que se nos han tuum mobile» se-
comunidad de derviches Naqshbandí, en conservado desde los comienzos de la cular del zodíaco y
Uzbequistán. Sus métodos de enseñanza y época árabe», se «encuentran entre los de los planetas se
sus normas muestran un parecido sorpren- más importantes de la historia de la quí- eleva en la esfera
dente con las técnicas de Curdjieff. Se mica». (E.O. von Lippmann, Entstehung supraceleste el
dice que los Naqshbandí se inspiraban en und Ausbreitung der Alchemie [Origen y eneagrama de la
una sociedad secreta fundada hacia el año difusión de la alquimia], Berlín, igig-igs,, segunda figura
gso bajo el nombre de «Los hermanos pu- y se difundieron hasta España hacía el año combinatoria de
rificados de Basra» Estos hermanos desa- 1000. Es posible que Ramón Llull los leyeri Llull que repre-
rrollaron un influyente sistema universal en el siglo XIII y se sirviera de ellos para re senta aquí la triple
que reunía elementos de las tradiciones dactar su <Ars generalís>, basada en el nú- conjunción de je-
griega, persa, hebraica, china e hindú, su- mero nueve, (cf. pág. 286 y ss.). rarquías angélicas.
bordinado a una mística de números pseu- El Pseudo-Díonisío
dopitagórica. Proclamaban el principio del Ramón Llull, Ars brevis, París. 1578 Areopagita enseña
que la jerarquía in-
ferior de los ánge-
les significa el «or-
den purificador»,
la del medio el
«orden ilumina-
dor» y la jerarquía
superior el «orden
de la perfección».

Así como Dios


«bajó hasta noso-
tros por la triple
conjunción de las
jerarquías angéli-
cas, también noso-
tros debemos ele-
varnos a él por me-
dio de ellas, como
por la escala de Ja-
cob». (Athanasius
Kircher, Musurgia
Universalis)

A. Kircher, Arith-
mologia, Roma,
166S

ROTACIÓN: La rueda
H: La rueda 659
La rueda
La rueda

Además de la ima-
gen del huevo, la
rueda es para
Santa Hildegarda
el símbolo más
adecuado para ex-
plicar el funciona-
miento del plan
macrocósmico.
Al igual que el
mundo, la divini-
dad es completa y
redonda como una
rueda, movida en
circulo por el
amor. El estrato íg-
neo exterior de la
ira divina solidifica
el firmamento
para que no se
desparrame, el
éter suscita su mo-
vimiento, la región
del aire acuoso lo
humedece, los
vientos en forma
animal lo mantie-
nen en rotación y
las diferentes ca-
pas del aire hacen
reverdecer la tie-
rra, representada
aquí como eje de
la rueda con los ra-
dios de las cuatro
estaciones del año
y las cuatro partes
del cosmos.

Hildegarda de Bin-
gen. Líber Divino-
rum Operum, s. XIII

ACIÓN: La rueda 661


660 ROTACIÓN: La rueda
La rueda Blake distingue dos tipos de ruedas, que representan sendas formas
opuestas del tiempo. Las que se engranan de tal forma que «giran su
perpuestas, en libertad y armonía» simbolizan el tiempo del Edén, en
el que se dan permanentemente todos los acontecimientos del año
mundial (parte superior de la ilustración). Los, el alquimista interior,
forja esas ruedas, y «para que no se pierda ni un instante», las hace
mover en un continuo vaivén en el plan de la creación.
Las estructuras tortuosas de las poesías de Blake se basan en una
concepción de la simultaneidad de todos los acontecimientos en el
tiempo y el espacio diametralmente opuesta al mundo de la localiza-
ción única y absoluta de Newton: «nebeneinander. Sounds solid:
made by the mallet of Los demiurgos». (James Joyce, Ulysses). Los
distintos estratos o dimensiones en los que tienen lugar paralela-
mente los acontecimientos son transparentes y se abren unos a los
otros, dando lugar a veces a sorprendentes cambios de perspectiva.
El segundo engranaje (parte inferior de la ilustración), en el que
«las ruedas dentadas se trasmiten su movimiento por la fuerza, tirá-
nicamente», representa la concepción mecánica del tiempo de la re-
volución industrial: «Five, six: the Nacheinander». (James Joyce, Ulys
ses). Este tiempo consta de un círculo vicioso de veintisiete creencia,
erróneas, que se ha interpuesto en el presente creador como un filtro
turbio. Boehme dice que hay que salir de la «demencia de la historia
para llegar a la esencia». Para Paracelso el tiempo es también un con-
cepto meramente cualitativo, que no puede dividirse en unidades
mensurables. Y Blake afirma que el objetivo principal de su obra es,
en la presente edad de hierro de la mnemosia, del recuerdo, «resta-
blecer lo que los antiguos llamaban edad de oro». (A Vision of the
Last Judgement) En la filosofía hermética, la eternidad se comporta
respecto al tiempo como el centro respecto a la periferia o el sol-oro
respecto a Saturno-plomo. La meta del «Opus Magnum» es la total
inversión de la relación interior/exterior, la devolución rejuvenece-
dora del viejo Cronos-Saturno a su estado paradisiaco. Saturno en-
carna también el rigor espiritual y su inversión significa asimismo la
conversión del pensamiento, pues «el pensamiento es producto de lo
que ya ha sido, reposa totalmente en el pasado (...) No hay problema
humano que pueda solucionarse con el pensamiento, pues éste es ya
un problema. El fin del saber es el principio de la sabiduría». (J. Krish-
namurti. Ideal und Wirkiichkeit, Berna, 1992)

662 ROTAOÓN: La rueda ROTACIÓN: La rueda


La rueda
La rueda

A los metales de
los siete planetas
en el orden Marte,
Venus, Saturno,
Júpiter, Mercurio,
la luna, el sol, co-
rresponde según
Ulmannus, esta
clave triple:
a b c d e f 9
h i k 1 mn 0
P q r s t V X

La clave remite a
«los tres grados de
todos los meta-
les», a su triple ori-
gen: corporal, aní-
mico y espiritual.
Júpiter, en cuarta
posición (con la
combinación d, I,
s), desempeña un
Valiéndose de la «Muela de las siete virtu- su sucesión día a dia y año por año, deter-
papel importante,
des», Ulmannus establece en su «Libro de minando asi la actividad del alquimista».
como el sol en el
la Santísima Trinidad» los siguientes para- (W. Canzenmüller, Beitráge zur Geschichte
sistema de Boeh-
lelismos: derTechnologie und der Alchemie, Wein.
me, pues en él
heim, 1956) El orden es el siguiente:
tiene lugar la «di-
«Sobrietas es el plomo de Saturno, castitas Marte, sol. Venus, Mercurio, luna. Sa-
visión binaria de la
el estaño de Júpiter, humilitas el hierro de turno, Júpiter. Cada dia de la semana co-
triada» en muerte
Marte, pietas el cobre de Venus, sanctitas mienza con la hora del planeta del que
y vida, en luz inte-
el mercurio de Mercurio caritas la plata de toma el nombre. Por ejemplo, la tercera
rior y tinieblas ex-
la luna, fpuritas el oro del sol.» hora del miércoles (Mercurio) es la hora de
teriores. Las virtud
Saturno y «reposa en la coagulación».
que se le atribuye,
Las virtudes de los planetas están coloca- la castidad, es con-
dos sobre la muela exactamente en el Libro de la Santísima Trinidad, comienzos del dición para la con-
mismo orden horario de los planetas, «en s.XV cepción del Crísto-
lapis mercurial.

Libro de la Santí-
sima Trinidad, co-
mienzos del s. XV

664 ROTACIÓN: La rueda


La rueda 665
La rueda
La rueda

«Si quieres que te


«El uno, el todo, el describa la divini-
punto, el centro, la dad (...) en sus pro-
periferia y todo lo fundidades más
que hay están con- elevadas, atiende:
tenidos aquí». es como si vieras
una rueda con
La rueda de los L4 / ^ e r - e i T U P siete ruedas, meti-
siete espíritus de das una dentro de
las fuentes, que laotra(...)Son los
representa la es- siete espíritus de
tructura dinámica Dios. Se engen-
fundamental de dran una a la otra y
todo proceso na- es como si se hace
tural, es un eterno girar una rueda
repliegue y des- que fueran siete
pliegue del inson- una dentro de
dable abismo di- otra, y cada una gi-
vino, del ojo má- rara al contrarío
gico y trinitario de que la otra en su
la eternidad. Del interior, y las siete
cuarto espíritu de ruedas formaran
las fuentes, el so- una con la otra una
lar, en el que se se- esfera. Y los siete
paran las cualida- ejes en el centro
des tenebrosas de serian uno solo,
las luminosas, as- que pudiera girar
ciende tanto la ilu- en todas direccio-
minación súbita nes, y las ruedas
como el mundo engendrarían sin
sensible de los cesar el mismo eje
cuatro elementos. y el eje engendra-
ría siempre los
D.A. Freher, Para- mismos radios en
doxa Emblemata, las siete ruedas.»
manuscrito, s. XVIII
Jacob Boehme,
Theosophische
Wercke, Amster-
dam, 1683

ACIÓN: La rueda 667


666 ROTACIÓN: La rueda
La rueda La rueda

«El Opus se con- «A y O, eterno


suma cuando los principio y eterno
siete hacen uno.» fin, lo primero y lo
último. Abismo
«La maldición di- fuera del tiempo y
vina ha entrado en el espacio. Caos.
las siete entidades Espejo de la eter-
y la discordia anda nidad.» (Freher)
entre ellas». Al
igual que la volun- El abismo intro-
tad humana se duce su espiral en
transformó por la una voluntad, que
muerte de Cristo se divide en dos
«en sol eterno de reinos: el del amor
la bienaventuranza yéldela ira.
divina», nosotros
debemos transfor- D. A. Freher, Para-
mar en las obras fi-
doxa Emblemata,
losóficas todas las
manuscrito s. XVIII
entidades en una
sola, en sol. El
siete tiene que ha-
cerse uno y perma-
necer no obstante
siete, pero en un
solo deseo, pues
cada entidad as-
pira al amor de la
otra y asi no hay
disputa entre
ellas.» (Jacob Bo-
ehme, De signa-
tura rerum)

D.A. Freher, Para-


doxa Emblemata,
manuscrito, s. XVIII

ees ROTACIÓN: La rueda ACIÓN: La rueda 669


La rueda La rueda

grim's Progress> (Los viajes de Pilgrim), de la mortificación, tiene que luchar contra
• libro moralizante y puritano de John el monstruo pagano Apollyon. En el mer-
an, predicador laico de una comuni- cado de las vanidades es objeto de burlas,
1 baptista inglesa, fue escrito entre y con su acompañante Alentador tiene que
«El origen de la vida se enrosca sobre sí fuego, entiéndase el propio fuego divino o
7 y 1678 cuando su autor estaba entre vérselas con el gigante Desesperanza. Des-
mismo como una rueda; y cuando llega al de Dios. Si este fuego se inflamara, se fun
as por no haber observado la prohibi- pués de disfrutar de la hospitalidad del
punto central, alcanza la libertad, pero no diría el mundo. Pero no hablamos del
n de predicar. Se trata de uno de los li- Pais de los desposorios (Beulah), con sus
a Dios, sino la tintura que abrasa la vida: fuego de la fantasía, que no es tal fuego
s más traducidos del mundo. viñas y jardines, ambos viajeros tienen que
pues lo que quiere alcanzar a Dios tiene sino sólo profunda rabia.» (J. Boehme)
despojarse de sus «atuendos mortales»
que pasar por el fuego; pues ningún ser al- para vadear el rio de la muerte, pues sólo
I hiñeraríoen espiral contiene todos los
canza a Dios a menos que consista en ]. Boehme, Dreyfaches Leben, ed. 1682 asi pueden llegar a su destino, la Gudadde
ares por los que debe pasar el pere-
no Crístino en su viaje desde la ciudad oro de Jerusalén.
ición hasta la Jerusalén celestial. Al co-
izo está a punto de hundirse en la cié- Tomado de Williams: Pilgrim's Progress,
a del desaliento. Más tarde, en el valle S.XIX

670 ROTACIÓN: La rueda n: La rueda 671


La rueda La rueda

Dee compara el nacimiento de los planetas A. Kircher. Oedipus


con la metamorfosis de un huevo de cuatro Aegyptiacus, Doma,
elementos al que un escarabajo imprime 1652-1654
un movimiento en espiral. Al término de
las rotaciones, la clara de la luna tendría
que desaparecer bajo la yema del sol. En-
tre los atributos de la «obra menor» de la
luna se cuentan Saturno en la primera
vuelta de espiral y Júpiter en la segunda. AldlM
Los de la «obra mayor» del sol son Marte y
Venus. Mercurio está hecho de ambas cua-
lidades.

John Dee. Monas Hieroglyphica, Amberes,


1564

El escarabajo pelotero, el <droguero> sa-


grado de los egipcios, encarna el principio
hermaf rodita en forma de T, que se engen
dra a si mismo, formado de Osiris-Sol e
Isis-Luna. Al igual que el lapis, nace de una
materia en descomposición bajo la forma
de una pelota de estiércol. Para los egip-
cios, esa pelota era símbolo del sol na-
ciente, la <aurora>. Ambos, el Ouroboros y
el escarabajo pelotero, son expresión del
<hen to pan>, de la eterna metamorfosis d>.
lo inmutable.

Johannes Macarius,fibraxasyApistopistus,
Amberes, 1657 parte aquí de la idea de John Dee, espíritu del mundo traza sus espirales cada
ún la cual los metales planetarios tie- vez más amplías en la periferia corpórea,
su origen en las espirales descritas por para retornar nuevamente desde el punto
^carabajo hermafrodita, que repre- más exterior de la tierra: «Pues el centro
a aquí el espíritu del mundo. A la íz- no es otra cosa que una (...) circunferencia
ierda están los planetas solares masculi- enrollada como un ovillo. Y la circunferen-
~, a la derecha los lunares femeninos. La cia (...) es asimismo un centro desenrollado
'e hélice indica el movimiento rotato- y estirado en todas sus partes. Por eso
que va del centro a los extremos y que dice Mermes: (...) Lo que está abajo es
e que darse en el transcurso de las ro- como lo que está arriba (...).»(Julius Sper-
-es en el Opus. Desde su centro inví- ber. Isagoge, Deutsches Theatrum chemi-
en la espiral superior, el escarabajo o cum, Núremberg, 1730)

672 ROTACIÓN: La rueda ACIÓN: La rueda 673


La rueda La rueda

La rueda alquímica La rueda de Rypley,


con la estrella de en: Theatrum
siete puntas de las Chemicum Britanni-
substancias quinni- cum, 7652
cas, el cuadrado
de los elementos
y. como contorno,
el zodiaco. El
texto gnóstico del
«Corpus hermeti-
cum> describe el
zodiaco como ani-
llo sombrio de los
doce vicios. Esta
«rueda de la an-
gustia de la natu-
raleza exterior» es
réplica, según
Boehme. de la «na-
turaleza eterna de
Dios», que tiene
forma de rueda.

Michael Maier,
Viatorium, Oppen-
heim, 1618

OuT lutuftn thu^*«urt tdJUi- U

La rueda de «la astronomía inferior» de Ri- del negro norte de medianoche (abajo) es Cn íl lÁirrftrr ítt ikv rlua'v
pley, incluida en su célebre <Compound of el «medio ideal del cambio interior». En e JbU wnt, CjU nljAt .nJ day
Alchemy> (las doce puertas), debe girarse blanco este (izquierda), la luna llena inicia
tres veces, y la materia debe recorrer otras la claridad; y si durante el primer giro en el
tres veces el zodiaco alquimico hasta que rojo sur (arriba) está el sol en su cénit, en-
los cuatro elementos hayan pasado a la ho- tonces «es que tus elementos se han con- !l círculo interior del diagrama se lee: 3. detersivo: cálido y húmedo (este:
mogeneidad de la tintura o «medicina de vertido en agua por la circulación». (Ceor- en thou hast made the quadrangle Júpiter, aire)
tercer orden». Se debería comenzar en el ge Ripley, Chemische Schriften, ed. Viena d, then is all the secret found». 4. atractivo: cálido y seco (sur: Sol, fuego)
oeste pálido (derecha), donde el hombre 1756). En la segunda vuelta se fijan, en la do el cuadrado se halle inscrito en el
rojo se une a la mujer blanca. El purgatorio tercera se fermentan y multiplican. lo, se habrá encontrado el secreto. El A estos cuatro círculos corresponden las
rado consta de cuatro círculos exte- cuatro fases de la exaltación del Crísto-
s con sus cualidades químicas y ele- Lapis:
ales:
raído: frió y seco (oeste: Saturno, 1. Encarnación 2. Pasión 3. Resurrección
-ra) 4. Ascensión
uisivo: frío y húmedo (norte: Mer-
. agua)

674 ROTACIÓN: La rueda ACIÓN: La rueda 675


La rueda
La rueda

«Sol y Luna y
Marte se van de «La muerte es el
caza con J ú p i t e r / a inicio de la vida, la
vida el inicio de la
Saturno le toca lle-
var las redes/ Mer-
¿nnma of-^xAc muerte: ambas
curio las coloca se- vienen de un cen-
t r o que ni vive ni
gún la dirección
perece.»
del v i e n t o / y asi
caza señora Venus
niño». Este acer- « L o que fue semi-
t i j o describe la lla se hace planta,
preparación de la lo que fue planta,
panacea universal (...¡espiga, loque
a partir del vitriolo fue espiga (...) se
de cobre, que Ba- hace pan. del pan
silius Valentius sale el alimento,
llama la sal más ex- de éste el semen,
celente de todas. de éste el em-
Por fuera es verde, brión, de éste el
pero en su interior hombre, de éste el
es roja como el cadáver, el cadáver
fuego, el color de se hace tierra, la
su padre Marte, y tierra se hace pie-
es un bálsamo un- dra, que puede
tuoso. adoptar todas las
formas de la natu-
raleza (...) La mate-
«Cuando Venus
ria es por t a n t o in-
está lanzada, en-
destructible, como
gendra muchas lie-
la forma substan-
bres. Marte con su
c i a r e las cosas
espada vela para
{...): poder de po-
que Venus no se
deres, vida de v i -
haga una puta.»
das, realidad de
realidades, ser de
La liebre es el seres.» (Ciordano
símbolo bien co- Bruno, De la causa,
nocido del fluido del uno, del ser.
mercurial. Venecia. 1584)

Basiijus Valentius,
Chymische Schrif- D.A. Freher, Para-
ten, Hamburgo, doxa ímblemata,
manuscrito del
W7
s. XVIII

676 R o T A a ó M : La rueda
iÓN: La rueda 677
La rueda
La rueda

La novena clave de Basillus Valentius des-


cribe la fase cromática en el Opus. llamada «Devuelve al Uno
lo que tienes de É l .
«cola de pavo real». Tiene lugar bajo la in-
si quieres pose-
fluencia de Venus en el signo Libra y mues-
erlo. Sólo asi llega-
tra que la materia pasa lentamente al es-
rás a ser un perpe-
tado seco. El t r i p l e Ouroboros es la tria
t u u m mobile.»
prima y las tres grandes fases del Opus. La
totalidad de la figura imita el glifo ¿ de la
prima materia antimónica. «Mirad el juego
cotidiano de la na-
D. Stolcius von Stolcenberg, Viridarium chy- turaleza, sus nu-
bes y brumas, ese
micum, Francfort, 1624
espectáculo del
aire surgido en un
instante, volvamos
al seno de la tierra.
Si la deseca el sol,
ella puede beber
el agua contenida
en las nubes y las
lluvias que éstas
producen, lo
mismo que hace el
dragón filosófico,
que se muerde la
cola.»(Thomas
Vaugham alias Phi-
El aliento y el espíritu vivificante, pneuma, lalethes. Magia
del alquimista ponen en marcha el gran Adámica, Londres,
Opus, que se compone de la metamorfosis 1650, e d . Leipzig,
del cuerpo, alma y espíritu. «Todas las co- 1749)
sas se asocian y todas las cosas se disocian
(...), pues la naturaleza, replegada en sí
D. A. Freher, Para-
misma, se transforma.» (Zósimo de Panó-
doxa Emblemata,
polis, s. III)
manuscrito del
s. XVIII
Manuscrito alquimico, s. XVII

On^y ^ so dotny cart/l l^ou

678 R O T A C I Ó N : La rueda A C I Ó N : La rueda


679
La rueda La rueda

Esta rueda alquímica con manivela es posi-


blemente la signatura del monje Koffskhi
de Danzig.

Tomando como base el glifo de Mercurio


invertido, esta signatura combina diversos
signos de la tria prima y de los siete meta-
les al estilo de la mónada jeroglifica de
John Dee. «Pues el mercurio es la madre de
todos los metales, y del sol (...), es tam-
bién el azufre.»

Frater Vincentius Koffskhi, Hermetische


Schriften (Escritos herméticos), (1748),
ed. Núremberg, 1786

Las rotaciones
deben repetirse
frecuentemente
«hasta que la t i e -
rra se vuelva ce-
leste y cielo t e -
mus, el matador de serpientes que en- tenso de la aurora. «La circulación de los
rrestre y se com-
la las virtudes fijadoras del azufre, da a elementos se lleva a cabo por medio de
bine con la tierra.
leda de los colores su primera rotación. dos ruedas, una grande y extensa y otra
Entonces el Opus
su triple horno, Vulcano supervisa pequeña y comprimida: la rueda grande
se habrá consu-
ntamente la operación, pues «los colo- fija todos los elementos Cpor el azufre) (...).
mado». (D.Mylius,
t e enseñarán cómo debes de dominar Cada giro de la rueda pequeña llega a su
Philosophia refor-
fuego». (Heinrich Keil, Phílosophisches fin con la extracción y preparación de cada
mata, Francfort,
chiein, Leipzig, 1736): la materia mercu- uno de los elementos en particular. Esta
1622)
I inicial se muestra en figura de cama- rueda contiene tres círculos que imprimen
in de colores cambiantes. La primera a la materia, para trabajarla, movimientos
Marcel Duchamp, le de Saturno es negra, la de Júpiter, gris incesantes y variados (...) por los menos
Relieves-rotores, liza, la de la luna, blanca, la de Venus siete veces.» (Chymisches Lustgartiein,
'955 :ila entre verde azulado y rojo pálido, la Ludwígsburg, 1744)
Marte alterna entre el amarillo rojizo y
rromatismo de la cola del pavo real y el Speculum veritatís. s. XVII
pasa del amarillo claro al púrpura in-

680 R O T A C I Ó N : La rueda T A C I Ó N : La rueda 681


La rueda La rueda

D. Molinier,
Alchemie de Fla-
mel. 1773/73

I
La idea del disco cromático se desarrolla a partir de la figura del Ou-
roboros, que en el emblema de Nicolás Flamel está construido con la;
dos serpientes, la de la luz y la de las tinieblas, que se devoran mu-
tuamente. La primera simboliza el principio seco, sulfúrico; a la se-
gunda le llama Flamel «negra hembra fugaz», el húmedo mercurial.
.) la aurora es el término medio entre el El rojo púrpura es el azufre indestructible,
La secuencia de colores en el Opus surge, según Flamel, de los
y la noche; sale con dos colores, rojo y el fuego del lapis. En la teoría de los colo-
diferentes grados de humedad de la materia. Al negro profundo del cetrino (amarillo). Este arte engendra asi- res de Goethe, el púrpura tiene el más alto
estado húmedo y frío siguen el azul oscuro, azul claro y amarillo, en mismo el color cetrino y el rojo, y los dos espectro cromático; «quien sepa cómo
colores del medio están entre el negro y el surge el púrpura en el prisma, no se asom-
el que los dos extremos se mantienen en equilibrio. Sigue la fase de Manco.» La aurora marca el f i n de la noche brará si afirmamos que este color (...) con-
irisación, que finaliza en el amarillo blanquecino seco y caliente. Éste |f el comienzo del dia, y es madre del sol. tiene todos los demás».
•a aurora es por tanto, en su fase de rojo
pasa, a continuación, por efecto de la calcinación por un rojo amari-

Í
nso, el f i n de toda la oscuridad, desa- Aurora consurgens, comienzos del s. XVI
llento y finalmente por el púrpura del león rojo, que se eleva sobre e de la noche (...) (Aurora consurgens).

zodíaco, es decir, sobre el disco cromático.


«(Los alquimistas) sin embargo no sacaron nada nuevo de esas
observaciones, y por eso la teoría de los colores químicos no se desa
rrolló de su mano, como tendría que haber ocurrido», constata Goe-
the en su <Historia de la teoría de los colores>.

682 R O T A C I Ó N : La rueda rAcióN: La rueda 683


La rueda La rueda

La base de los conceptos alquímicos de los Paracelso vela en el azufre, ese media,
La generación de los colores salidos de los
colores, sobre la que Kircher. Goethe, y dor entre el cuerpo y el espíritu, el ori-
dos principios polares azufre y mercurio,
Rudolph Steiner elaboraron sus teorías, es gen de los colores, «probablemente por
sol y luna, fuego yagua, luzytinieblas.
la creencia gnóstica de que el «tejido cro- que le había llamado la atención el
mático del mundo» surge de la refracción efecto de los ácidos sobre el color y la
Initium sapientiae est timar domini. manus-
de la luz divina en las tinieblas de las aguas coloración (...) y porque los ácidos mani
crito del s. XVII
inferiores. Según Basilides. gnóstico ale- f iestan su mayor efecto en el azufre co-
jandrino del siglo II de nuestra era, las t i - mún». (Goethe, Historia de la teoría de
nieblas pretendieron en un principio los colores). Naturalmente, la sal desem
aliarse con la luz, pero la luz se limitó a mi- peña también un papel importante, pues
rar «como en un espejo». Un reflejo en un se consideraba «luz coagulada» y «fun-
espejo, es decir, que tan sólo un aliento damento de toda corporeidad». De la sal
(color) de luz penetró en las tinieblas». ígnea nacen, según Paracelso, los colo-
(Werner Foerster, Die Cnosis: Zeugnisse res del arco iris.«(...) y así como veis cre-
der Kirchenváter, ed. Zúrich, 1995). Basili- pitar el fuego (en los diferentes colores)
des compara la simiente del mundo a un cuando se le echa una sal (...) así descom-
huevo de pavo real que eclosiona en la es- pone el arco iris sus colores (...) recibidos
fera sublunar en los siete colores. de la fuerza del espíritu de la sal. que
está en el elemento fuego». (Paracelso,
De natura rerum,
1526) « E n el <Ars magna lucís et umbrae> de Kir-
cher», anota Goethe, «se describe por p r i -
mera vez con claridad y riqueza de detalles
El disco cromático
que la luz, sombra y color deben conside-
según Robert
rarse elementos de la visión, y los colores
Fludd, Medicina
se representan como producto de la luz y
Catholica, Franc-
las sombras.» (Historia de la teoría de los
fort. J629
colores, 1810)

Fueron los experimentos de Newton los


que impulsaron a Goethe a elaborar una
teoría de los colores propia. Newrton había
llegado a la conclusión de que todos los
colores se hallan ya potencialmente en la
luz, mientras que Kircher y Goethe veían
blanco amarillo rojo azul su orígen en la unión de luz y tinieblas. Los
fenómenos de óptica y la teoría de los co-
Analogía entre las cosas y los colores lores eran para ambos expresión de una bí-
polarídad universal «como la conocemos
amarillo rojo azul n«9ro por el magnetismo, la electricidad y la quí-
luz tintada luz de color sombras tinieblas mica». (Historia de la teoría de los colores,
modcramenteduk» a9rldülct ácido amargo 1810)
air/^er atmósfera agua tivrra
opinión error obstinación ignorancia
ingaí hombre animal planta Según Athanasius Kircher, Ars magna lucis et
umbrae, 1646

684 R O T A C I Ó N : La rueda
A C I Ó N : La rueda 685
La rueda . La rueda

Al principio el Dios de Newton creó «la origen en el antagonismo atracción/repul-


«La esencia de la
materia con partículas macizas, sólidas, sión, es la «angustia» o «rueda generadora
Santísima Trinidad
duras, impenetrables y móviles (...) para de la naturaleza», tercer espíritu de las
la reconocemos en
que la naturaleza tuviese una larga dura- fuentes en Boehme. Y asi como según la
la luz de la eterni-
ción». (Isaac Newrton, Mathematische teoría de los colores de Newton la luz
dad para la divini-
Prinzipien der Naturlehre (Principios mate- blanca, considerada hasta entonces ele-
dad (arriba) y en el
máticos de la teoría de la naturaleza), ed. mental, es el producto de los siete colores
fuego para la
Darmstadt, ig63). Incluso la luz, la más alta del espectro reunidos, la luz es ya para
eterna naturaleza
manifestación divina en la naturaleza, Boehme el producto de los siete espíritus
(abajo).» En el
constaba según Newton de un flujo de de las fuentes.
mundo de la natu-
partículas duras (globuli) sometidas, al
raleza inferior, la
igual que los cuerpos celestes, a la ley de Pero también Goethe, que imputaba a
majestad celestial
la gravitación universal que él mismo había Newton «misticismo» por su insistencia en
del Hijo de Dios
formulado hacia 1680. Su fuente de inspi- el número siete, sacó partido del amplio
está cabeza abajo
ración fueron las tres primeras cualidades espectro de conceptos visionarios y misti
en la imagen del
naturales en el sistema de Boehme: la eos de Boehme, t a n t o en lo que concierne
Jesús azotado y
fuerza centrípeta de Newton corresponde al «efecto sensual de los colores» como en
escarnecido como
al primer espíritu de atracción de Boehme; su orígen en la bipolaridad. El blanco es
rey de los judíos.
la «aspereza aglutinante», la fuerza centrí- para Boehme el único color que no yace en
El misterio de los
fuga o repulsión corresponde a la «amar- el «misterio de la naturaleza» sino en Dios
colores, que pasa
gura expansiva», y la rotación, que tiene su Es el «Hijo de Dios» que aparece en el «mar
por diversos gra-
de la naturaleza» (Ja
dos de mezcla de
cob Boehme, Aurora).
agua y de fuego,
IDEALES El negro es el En-soph
cabalístico, el no-ser
se eleva del <cen-
trum naturae>,
divino, basado en la
fundamento salni-
liiclje multiplicidad de todas
las apariencias.
trico de la cruz.
1. Azul: esencia,
2. Rojo: el Padre
«Muchas cosas puede
en su gloria ígnea,
esquematizarse por
3. Verde: vida,
medio del triángulo, y
4. Amarillo: Hijo,
lo mismo ocurre con
5. Blanco: el res-
los colores. Se procede
plandor de la ma-
de forma que por des-
doblamientos y limita jestad divina como
clones se llega al mis- quintaesencia.
terioso hexágono.»
(Goethe, Teoría de los Jacob Boelime,
colores, 1810) neosopliische
Wercite, Amster-
dam, 1682
En:Ph.O.Runge,Escri-
tospóstumos, 1810

salvan
686 R O T A C I Ó N : La rueda rueda 687
La rueda
La rueda

Goethe intentó re-


Influido por la
lacionar las cuali-
obra de Jacob
dades percepti-
Boehme, cuya
bles de los colores
lectura le habla
con categorías éti-
aconsejado en
cas. Aquí atribuye
l80iLudwigTiecl(.
los seis colores de
Ph. O. Runge co-
su disco a las cua-
menzó a trabajar
tro cualidades del
en su propia teoría
espíritu: en la
mística de los co-
parte positiva y
lores, que aplicó a
diurna de los colo-
su obra pictórica.
res cálidos sitúa la
Los tres colores
razón y el Inte-
fundamentales los
lecto, en la parte
atribuyó a las tres
negativa o noc-
personas de la
turna de los colo-
Santísima Trini-
res fríos coloca la
dad: el azul corres-
sensualidad y la
ponde al Padre, el
imaginación.
rojo al Hijo y el
amarillo al Espíritu
Santo.

El punto de par-
tida de la disposi-
ción tridimensio-
nal de los colores En esta «rosa de
sobre la esfera era los temperamen-
la adición de los tos», confeccio-
colores básicos nada conjunta-
mediante los dos mente por Goethe
polos de la luz y de y Schiller en 1799,
las tinieblas a los los cuatro t e m p e -
cinco los elemen- ramentos del hom-
tos puros. bre se ordenan se-
gún el disco cro-
mático de Goethe.

R O T A C I Ó N : La rueda 689
688 R O T A C I Ó N : La rueda
La rosa

Yo hago la miel

Maldita fue la muerte en la cruz/


Ante el rostro de Dios.
Pero se ha vuelto dulce/
por la muerte de Cristo.

Daniel Cramer, Emblemata sacra, 1617

El nombre y el emblema de la hermandad


de los Rosa-Cruz llevan el escudo heráldico
de Martin Lutero(al revés). La «reforma
«La cruz está entrelazada con la rosa/. es la adquisición en común del saber t e o - general» que la hermandad habia procla-
¿ Q u i é n ha puesto rosas en la cruz?/ (...) Del sófico. «Toda la parábola del Cantar de los mado a comienzos del siglo XVII fue un in-
centro mana una vida sagrada/ Un t r i p l e Cantares de Salomón se refiere al objeto tento de revivir el protestantismo, anqui-
rayo sale en un solo punto (...).»(Goethe, de nuestra Rosa-Cruz (...): Soy la rosa de losado por la ortodoxia, mediante el espí-
Ole Geheimnisse>, 1784-1786) Sarón y el lirío del campo.» En lo concer- ritu de una mística de la naturaleza t o -
niente a «la forma adecuada de acceder a mada de Paracelso. Fin declarado de la
la sangre rosada de la cruz que se halla de- reforma fue la lucha contra la «tiranía del
La rosa blanca y la rosa roja son los nom-
rramada y oculta en el centro de la cruz papa», que unos años antes habia hecho
bres que se dan en la alquimia a las t i n t u -
(quintaesencia), Fludd empléala imagen del quemar en la hoguera a Giordano Bruno.
ras lunar y solar, de las que mana «la pre-
ciosa sangre rosada» de Cristo-lapis. La arquitecto como colaborador de Dios en la
imagen de la rosa engloba también la construcción del templo de la sabiduría». Van der Heyden. detalle de: Sigillum Lutheri.
Schekina, el brillo de la sabiduría celestial Estrasburgo, 1617
sobre la tierra, y la «recolección de la miel» R. Fludd, Summum bonum, Francfort, 1629

690 R O T A C I Ó N : La rosa R O T A C I Ó N : La rosa


691
El peregrino
El peregrino

Por la noche el via-


jero se apresura W. Blake. Songs
of Innocence and
«Thro' evening ofExperíence,
shadesIhaste 1789-1835
away t o cióse the
Labours of my
day.»

W.Blake. The Cates


ofParadise, 1793

« M e gustaba ir por los campos El roclo de mayo me mojó las alas.


llevando conmigo el orgullo del verano MÍO es Febo. canto de fuego.
hasta que lo vi. al señor del amor, En sus redes de seda me atrapó,
que se deslizaba sobre los rayos del sol. en su jaula dorada me encerró.»

Puso lirios en mis cabellos, (William Blake. I76g-i778)


y rosas rojas en mis cejas.
En su jardín dorado habia
t o d o lo que alegra la vista.

692 R O T A C I Ó N : El peregrino rAcióN: El peregrino


693
El peregrino

Christian Rosen-
creutz (Christiano
Rosa-Cruz), funda-
dor legendario de
la orden que lleva
su nombre, recibió
la víspera de Pas-
cua una invitación
a los desposorios
místicos de la no-
via y el novio. Al
dia siguiente se
puso en camino,
ataviado con una
banda roja sobre
su túnica blanca y
cuatro rosas rojas
en el sombrero.

En la alegoría ba-
rroca y poco inspi-
rada de Andreae,
el simbolismo al-
quimista pasa a se-
gundo plano, es
mera decoración.
«Los desposorios»
han sido reinter-
pretados después
de medio siglo por
Rudolf Steiner y
loscirulosde los
Rosa-Cruz de
forma exhaustiva y
enfática.
o somos todos nosotros peregrinos al idea de que sería no sólo interesante,
Johann Valentín en el que nos ha precedido nuestro agradable y honorable para mí, sino t a m -
Andreae, Die dor Jesucristo? Incluso el gran Febo, bién extraordinariamente productivo se-
Alchíniysche Hoch- del sol, peregrina todos los días por el guir el ejemplo de t o d o el mundo e iniciar
zeít von Christian •neo espacio celeste. El corazón del una peregrinación con el objeto de descu-
Rosenitreuz (1616), pibre late en su pecho desde el primero brir ese maravilloso pájaro Fénix (lapis).rt
ed. I. van Rijl<en- ta el postrer instante de su vida (...) El (Michael Maier, Secreta Chymiae, Die Ge-
borgh, 7967 xader va por tierra y agua a los más le- heimnisse der Alchemie, en: Musaeum
>s países para vender sus productos; Hermeticum, Francfort, 1678)
el conocimiento y la ciencia son cosas
lO más nobles. Son las cosas del espi- Salomón Trismosin, Aureum vellus,
(...) Por todos esos motivos concebí la Hamburgo, 1708

A C I Ó N : El peregrino
R O T A C I Ó N : E l peregrino
694
El peregrino
El peregrino

Blake desarrolla
Sueño de pere-
un procedimiento
grino: «Mira, he
especial de hueco-
visto en un lugar a
grabado y de im-
un hombre cu-
presión al agua-
bierto de harapos
fuerte. Sus dibujos
que retiraba la
y textos los prote-
vista de su casa, el
gía sobre la plan-
hombre llevaba un
cha de cobre con
libro en la mano y
un barniz resis-
un gran peso sobre
tente a los ácidos y
sus espaldas». Un
corrola los espa-
hombre llamado
cios intermedios
Evangelista topa
con ácido nítrico.
con él y le acon-
El procedimiento
seja huir de la «ira
le permitía combi-
venidera». « ¿ N o
nar, como en este
ves aquel estrecho
grabado, contor-
portillo?» « N o » , le
nos negros con
contesta el hom-
sombreados blan-
bre. «¿Tampoco
cos (esta técnica
ves (...¡aquella
se describe con
luz? (...) No pier-
más detalle en:
das de vista esa luz
D.W. Dorrbecker.
y vete derecho a
Konvention und
ella. Pronto encon-
Innovation. Berlín.
trarás un portillo
1992). En sus poe-
en el que. cuando
sías hace constan-
llames a él. t e d i -
temente alusión a
rán lo que tienes
esta inversión de
que hacer». (John
las técnicas de
Bunyan.The Pil-
grabado: los espa-
grim's Progress,
cios intermedios
1678)
son «estados indi-
viduales y perece-
W. Blake, Ilustra- deros» que desa-
ción para'The parecen en el
Pilgrim 's Progress>, fuego purificador
1824-1827 del Juicio Final. Lo
que queda son los
«lineamientos
eternos»: los «sig-
nos de todas las
cosas».

W. Blake, La puerta
de la muerte, hacia
1B06-1807

IN: El peregrino 697


696 R O T A C I Ó N : El peregrino
El peregrino
El peregrino

En el «Laberinto
del mundo» de El alma del pere-
grino cristiano se
Amos Comenius.
publicado en 1631,
cr-e a no- co7r?7n(7 ¿o éí^e dejar guiar por la
se le aparece al pe- palabra de Dios:
regrino, al término
de su viaje sin «Tú me has ende-
rumbo, el Salvador rezado el camino/
en persona: « V i para ir hacia t i
que andabas (Salmo 118,5) Por
errante y no he el laberinto de ca-
querido esperar minos entrecruza-
más, hijo mió. Por d o s / q u e han tra-
eso t e he condu- zado los espíritus
cido a t i mismo y al tortuosos/ voy ha-
fondo de t u cora- cía tí sin temor y
zón». Y para que el c o n f i o / e n t u pala-
peregrino pueda bra./De lejos veo
ver el mundo en su perderse al uno o
correcta perspec- al o t r o / entre ellos
tiva, recibe unas al audaz y al
antiparras nuevas. c a u t o : / Yo prosigo
«La montura era la a ciegas mí ca-
palabra de Dios, mino/ t o d o mi arte
los cristales el Es- consiste/ en con-
píritu Santo.» fiar en t i , mi sos-
t é n / ( . . . ¡ E s t a vida
es un laberinto/
D. A. Freher, Para-
para que la trave-
doxa Emblemata,
sía sea segura,/
manuscrito, s. XVIII
confía ciegamente
en Dios/con ver-
dadero amor y sin
hipocresía.»

Hermann Hugo,
Gottselige
Begierde, Augs-
burgo. 1622

ana10/ nont,T^

Al Uno no se llega mediante un salto. Y tampoco sin perderse.

698 R O T A C I Ó N : El p e r e g r i n o
699
El peregrino
El peregrino

Santiago era el pa-


trón de médicos y
alquimistas. Según
la «Legenda áu-
rea», venció en Es-
paña a «Hermóge-
nes» o «Mermes
Trismegisto». lo
que le obligó a ad-
ministrar el saber
oculto de éste.

La ruta jacobea
que lleva a la
tumba del apóstol
se consideraba la
proyección terres-
tre de la Via Lác-
tea o Camino de
Santiago celeste,
símbolo del Opus
mercurial. «El ca-
mino es estrecho y
accidentado», se concha de Compostela» o concha de prendió camino a Santiago. «Éste es el
lee en el cántico ntiago representa en la simbólica her- punto en el que deben comenzar los alqui-
luterano de San- ica el principio del Mercurio, que sigue mistas. Con el bastón de peregrino en la
tiago en lengua ndo los sobrenombres de «viajero» o mano y la concha como signo, el alquimista
alemana, que data regrino». La llevan en un sentido mis- tiene que iniciar el peligroso viaje, parte
de 1553, «jalonado todos aquéllos que (...) quieren poseer por tierra, parte por agua. Primero como
de agua y de estrella (lat. compás: posesión, stella: es- peregrino, después como piloto.» (Fulca-
fuego». Pero los nelli/Canseliet, El misterio de las catedra-
peregrinos hermé- les, París ig25, ed. ig64)
ticos no buscaban ra poder describrar su misterioso código
sólo la edificación • roble hueco, Nicolás Flamel pidió ayuda yosepA Beuys, Palazzo Regale. 1985
religiosa con su comienzos del s. XV a Santiago y em-
viaje, sino también
el contacto con los
saberes ocultos j u -
díos y árabes que
hablan penetrado
en el occidente
cristiano en el si-
glo XII a través de
España.

Atuendo de pere-
grino de Stephan
Praun, Núremberg,
'57»

A C I Ó N : El peregrino 701

700 R O T A C I Ó N : El peregrino
El peregrino

«Let US leavetheo-
ries there and
return t o here's
here. Now hear.»
(James Joyce,
RnnegansWake)

Marcel Duchamp,
Puerta en lugar de
dos puertas, París,
1927

702 R O T A C I Ó N : E l peregrino
Barchusen, IX. 126-145
Cantar de los Cantares 238, D Enigmas 8, n , 183, 356, 371 y
A Andrógino 20,165, i63, 254,
456-46/1, 495, 635, V. Herma- Basilides 423, 684
312, 690
Caos 18, 30,104,106,113,115,
Dante v. AIghieri ss., 456, 600, 676, V. enigmas
Basilisco 354, 369 Dee, John n8, 332, 598, 635, de la zoología
Ab Indagine {Johannes von frodita, Rebis 119,124,127,156,159,165, 6727 ss., 680
Hagen) 584yss. Ángeles, jerarquías, coros Becher, Johann J. 121,183, Enigmas de la zoología
174-188,232,253,257.325, Deísmo 23, 632 356-370
Abif, H¡ram22l,34g de 40, 42 y ss., 91.166, 283, 357. 372 367,400,424,407.512.525.
Berdiaeff, Nicolás 253 Della Pona. Ciambattísta 268, Ergon 333
Abismo insondable 659 61B, 569, y. Prima Materia, 277, 574 yss.
V. En-Soph Berkiey, Ceorge 260 Erígena, Juan Escoto 283
Antimonio 127,130,185,189. Saturno Demiurgo 18-20, 23, 38,174. Escala 275-303
Abraxas 423 y ss, 672 y ss. 191,205. 342.352.356.366.
Bernus, Alexander von 220, Capella, Martianus 93
279. 410. 488, 692 423,482, 662 Escala celeste v. Escala de Ja-
Acteon465, 511 383. 399- 516. 678, V. Saturno Cardanus, H. 578, 581 Demócrito 7, 20, 32, 79
Adam Kadmon 20,165, 315, Besant, Annie 607 y ss., 611, cob
Apian, Peter 71 y ss. Celtis, Conrad 506 y ss. Descartes, Rene 262,353, Escala de Jacob 177, 283, 291,
550 614 yss. Ceniza 159, 200, 206, 211, 218,
Apocalipsis de San Juan 340, 572, 616 yss., 633 293.297, 377.659
Adán 12, 30, 76,119,161, 343, 652
Beuys, Joseph 657. 701 226,302,356, 369, 394, 445,
Bina 310. 314, 321, V. Seplii- Destilación 26, 31,104,124, Escarabajo 572 yss.
164-173,186, 209, 234, 249, Apolo 31,61, 63 y ss., go, 93, 484 yss. 125,131,134-137,140, 143.
319 V ss., 414, 429, 460 yss., roth Escritura celeste 593, 602 y
I35,i93yss., 197, 257. 263, Chakra337, 408, 557 155.158,181,189,194,198, ss.
530, 592, 501, 634, 650, 653, 376, 378. 382,384.412. 425.
Bingen, Santa Hildegarda de Chiadni, Ernst622
120,498,545,548.661 207, 301, 381 y ss., 402, 409, Esfinge 372 yss.
663, V. Adam Kadmon 493, 510, 576, 695, V. Oro, Sol Cicerón 507 418,470, 486, 516
Adán, proto- v. Adam Kadmon Árbol filosófico 304-309 Blake, William 8, 23, 25, 55. Espagnet,J.d' 30yss., 124.
Circulo 51, 53, 68, 70, 75, 89, Diana 263, 376. 378, 383 yss., 204, 505
Aeschv. Schamaim 67, 69. 99.118 yss., 126,163 y
Archeus 20, 230, 4S3, 490, 114,117, 249, 33c, 342.404. 465, 493, 510 y ss., V. Albedo, Espectros 166, 201, 460,482,
Afrodita 12, 3S2, 457 ss., 166,174,182,192, 201 y 421 y ss., 465, 536, 543, 598,
502,558,563,580,553, y. Luna 646
Águila 27, 302, 356, 362, 364, ss, 213, 229-231. 253. 259. S27-633, 651, 675, G89, V. Ou-
Fuego secreto, Vu/cano Digestión 32,150, 220, 381 y Espejo 75,107, 240, 242, 244,
369, 409, 416, 435, 464. 4 7 ° , 296 yss., 338, 341.417755.,
Arco iris 151, 302, 484, 519, roboros ss. 24S, 254, 262, 265, 354, 369,
478, 4S0, 512, 646, 649 429, 433. 437. 460. 482 yss., Cisne 115, 201, 301 y s5.,
646, 684, V. Colores del Opus Dionisio 257 478, 480, 495, 501, 511. 582,
Aguiloniusj Franciscus 55, 489,491. 523,530,550-553,
Arcontes 20,230, 483, 490, V. Albedo Oorneus, Gerard 307 607, 633, 684
269, 633 570. 577. 616 yss., 626, Climaco. San Juan 2gi
502,558, 563,580, 653, V. Dragón 72,127,147,150,191, Espiritismo 19, 43o, 577. 604,
Agustín, San 253 632-635. 646, 649, 652, 662 y Coagula V. Mercurio & Azufre
Fuego secreto, Vulcano 205,261,279. 302, 335.356. 606, 620
Alambique 162, 217, 400, 457, Areopagíta, Pseudo Dionisio ss., 692,696yss. Cohn, Tobías 567
Blavatsky, Helene430 yss., 369, 404, 406, 416, 418, 421, Espíritu sideral 171. 281,428,
476 40, 275, 283, 506, 659 Colores del Opus 32,148,420, 438 y ss., 494, 512, 517, 605,
Albedo3i, 115,152, 201, 238, 607, 635 555755.,673
Aries 2, 46,146, 376, 379 y ss., 466, 487, 681-684, 687, 6S9 679, 682 Espíritus de las fuentes 167,
308,359, 383, 393.446, 510, 487, 518, 556, 586 Boai 185, 295, 298, 347, 352, Comenius, Amos 698 Dragón lunar 58-73
640, V. Diana 170, 249,254755., 320, 557.
Aristóteles 14,18,30 y ss., 50, 509 Conjunción 25, 132, 173,182, Duchamp, Marcel 157, 58o,
Albertus Magnus 507 646 y ss., 666, 668, 586, v.
81,104, 261, 342, 568, 570, Boecio 91, 253 238, 438-455, 480, V. Cópula 702 Metales de tos planetas, Rue-
Albificación V. Albedo, Diana 645 Boehme, Jocob 11,15, 22, 25, Copérníco, Nicolás 48, 53,
Albión 201, 338, 418, 523. 530, Arquetipos (platónicos) 20, Durero, Alberto 12, 20, 69, da de la angustia
38,65,77.100.103,118, 57ys5.,ii8 146, 203, 505 y 55., 534, 582,
550, 553, 653 Éter 48, 51,105,109 yss., 118,
623, V. Platón 16S-168, i8g, Y ss., 192, 204, Cópula 438-455 609, 639
Alcalina, sal 261, 278, 514 120, 260, 273, 282, 410, 430,
Arsénico 302, 356 208 y ss., 213, 229, 240-249, Corazón 12, 56,111,179, 230, 467. 501, 563, 571, 614, 524.
Alighieri, Dante 41
Alma 8, i8yss.,36, 38,41. 43,
Artista, Elias 155. 328,4B3,
485
251-256, 258 yss., 274, 313.
324 yss., 320, 327, 334. 342,
242, 251, 256, 267, 292, 320,
338, 417.428. 473. 501.510,
E 561
90,128,131,141,145.147.160, 354 y ss., 412, 426 y ss., 460, Edípo (químico) 357, 371 y ss. Etiopes 199y55., 302yss.,
Ashmole, Elias 159, 405 512, 525. 527yss.. 563. 565 y
V. Nigredo, Putrefacción
163,173, i8i. 189,197.199 y Assíja 103 462,472 y ss., 478, 48S, 521. ss., 558 yss.. 585, 590, 601, Eleazar, Abraham 205,
ss., 203, 210, 227, 244 y ss., 527 yss., 530, 554-557. 559. 399-403.419. 516 Eva 209, 414, 460
Astral, cuerpo 20,166,410, 642, 647, 696, 698
251,259, 265, 273, 275 y ss., 58D, 610, 628 y 55., 641 y ss., Elementos, cuatro 30, 44, 50, Ezequíelsso, 649. 652
521. 558 Corpus Hermeticum 21-23,
281 y 55., 307.325, 333. 358, 646 y ss., 662, 665-670, 674, 94, 96, 98, 104. 105-111, 127 7
365,369, 373.375,426 y ss.,
Astrología v. Zodíaco, Horós-
copo 686 y 55.
5o, 674, V. Mermes Trismegísto
Crisol V. crucibulum ss., 131, 187, 215. 308. 329. F
433, 438 y ss., 450 y ss., 455, Astronomía 32,48, 52 y ss., 76 Bosco, Jerónimo 12,125,497 342.350.426, 442 y 55., 463, Fases de la luna 65 y ss., 70
Cristo 23, 30, 42 yss., 63, 82, Fases del Opus 32, 36, "5.
452 y ss., 465. 473,476.478 y y ss., 84, 232, 264, 580, 643. Brahe, Tych0 48, 52 y ss., 55 466, 471, 478, 493. 495. 504.
168,173, 238,320,332, 343. 145,186, 308, 340, 465, 475.
5S..498, 5O0yss.,5i7yss., 674 Brahma408, 538. 549 506, 598. 608. 638, 643. 645,
391. 401. 460. 462, 478, 488, 437
527. 540,558 y ss., 561, 563 y Atanor, hormiDo de 154 y ss.. Brant, Sebastián 573 674, V. Elementos, Humores
519-525. 527, 530, 546, 554. Fausto, johann 596 yss.
ss . 571. 577, 5S9. 597. 606, 1.57-159, 386, 516 Brothers, Richard 341 Elíxir 31, 36,149,182, 221, 301
631, 635. 647 y ss., 687, 695 Febo V.Apolo
616, 639, 646, 665, 677 y ss., Átman 654 Bruno, Ciofdano 13, 48, 86, y ss., 308, 351, 396, 401, 446 y
Cristo-Lap¡5 47S, 520-525, Fénix 115,138, 299, 301 y 55.,
599, V. Mercurio, Alma del Autora 77. 80,152,155,160, 274, 287,432,465, 511, 521, 5 5 . , 474, 504
665, 675. 690
mundo 165, i8o, iB2,184,187,189, 540,588,597,623, 636, 677, Emanación 64, 166, 25Q, 418, 356,359. 411.415,465, 695
Alma del mundo ig, 48, 56, Croll, Oswaid 155, 276. 332, 460,483, 502, 530, V. Sophia Fermento, fermentación 32,
192. 200. 206 yss., 210, 691
98, 265, 563. 639 484 Err)blema 13 y ss., 89,127, 155, 223 yss., 302,370, 396,453.
229-247. 323,350.352,354. Bry.Theodor de 15, 542 Cronos v. Saturno
Alquimia 8 y ss. 14 y ss., 18, 362 yss., 369, 391. 396 y 5 5 . , Bunyan, John 671, 696 237, 258, 267. 33S, 405, 418, 487.674
23-32,78, 98.123.157.165. Cruz82, 209. 225yss., 251, 434 7 55., 468, 491,497. 528 y Frcíno, Marsilío 21 y ss., 60,
439. 464, 473. 492. 517. 550.
220. 224, 234. 260, 262, 264,
278,322,372.376,385, 397,
557. 569.650. 672,681,683, c 324,401, 478,522,598,610,
643, 645. 694, 650, 687, 690 y
ss., 586, 600, 628, 566, 658 y
ss., S77, 682, 6g8, 691
274. 534. 600
Fídusv. Hoeppner
686 Cabaláis. 17, 22 yss., 38.45 7 ss.
449. 462, 468, 471, 478, 483,
Avícena (Ibn Sina} 116, 513 S S . , 97 yss,, 100, 238, 250,
Empédocles 25 y ss., 645 Fijación V. Rubedo
488, 492, 504 V ss., 522, 556, Cuerpo humano 259, 542, 561, Empíreo 95, 105, log y ss., Fítolao 97
Azogue 126,131 yss., 141, 216, 252, 310, 3i3.yss., 320, 322. 553-568
569,600,645 y 55., 65a, 664,
302,308,329, 342,408,457, 344,521, 558,561 120, 273, 282 Flore, Joaquín de 12, 77
674, 582, 690, 695 Cuerpo platónico 624 y ss. En-Soph 103,175, 24a, 242, Fisionomía 5747 55., 579 y ss.
470, 510 yss. Cadena 12, 14, 276 ss., 597 Cuervo, cabeza de cuervo 104,
Alquimia (como personaje) Azufrev. Mercurio Caduceo 147,171, 238, 384, 251,287, 312, 326, 500,554, Flamel, Nicolás So, 205, 235,
194. 307. 375. 396 y 55.,506, 115.197ys5., 227, 302, 309, 628, 666, 669, 686, V, Sephi- 399, 401 y ss., 404, 406, 516,
406, 40S, 411-414. 457. 470 356, 360, 444, 458, 465
518, 703
Alauni85. 587
B Calcinación 32,158, 206,211,
446,682
Cusa, Nicolás de, Cusano 48 y
rotli
Eneagrama 67, 2S8, 655-659,
682, 700
Flor azul 420, 524
Amoniaco 376, 384, 514, 642 ss., 175, 274yss., 282, 287, V. Curdjieff Fludd, Robert 17, 45 y ss., 56
Balbault, Armand 392, 402 Canseliet, Eugene 78, 376,
Andreae, Johann Valentín 553,562 Eneas 309 yss., 60y55., 75, 94yss., gS,
Sano (baño Mana) 158,161, 385, 701, V. Fulcanelli
344. 353. 694. V. Rosa-Cruz 383

INDICE
INDICE
705
704
Lobo 130, 191, 356 Mercurio & Azufre (agentes
K e p l e r , Johannes 58. 71, S 9 .
Indice 10-1-113,117.250,256755,.
Hermenéutica 9
90.96,253.598.623755.
L o s , L o s - U r t h o n a 8 y ss., 119, polares) 26, 36 y 55., 79, 128
55., 189. 284. 287. 5 3 4 - 5 3 7 , Indice
Mermes Trismegisto (mensaje- 230 y ss., 3 3 8 , 4 8 2 y 55.. 530, 539, 580. 582 y s s , . 58S. 593.
270 y ss., 273 y 55., 282, 285, K e r n e r . J u s t i n u s S o i , 604, 620 y s s , 215, 224, 226. 299 y 55., 599, 602. 640
ro d e D i o s y f a r a ó n } 8 y S 5 . , 12, 570, 653, 662, V, Sol, Imagina- 304, 358 7 55., 355, 376, 404,
300, 318. 336. 353, 467. 500, K e t h e r l 0 3 , 1 1 6 , 310, 312, 314 N e w t o n , Isaac 36. 28.118,
22, 27, 59, g o , 96,124, 362, ción 415,418, 439 y 55., 449 7 55,,
529. 542, 55S, 5 S 0 - 5 6 4 , 568, 7 55., 321 2 5 3 . 2 6 0 , 305, 3 9 7 , 4 1 7 , 5 7 6 ,
395, 438. 471, 534, 6 0 0 . 626, Luces, siglo de las 23. 266 458 y 55., 486, 493, 543, 586.
571-574. 621.627, 636. Khunrath, Heinrich g, 115, 614, 633 y ss.. 646, 662, 685
673, 700. V T a b l a de e s m e r a l - Lucifer 30, 30. 76,113,119, 685, V. Solve S- C o a g u l a
6 3 9 - 6 4 2 , 656, 684, 6 9 0 232. 331 7 55., 334 y 55.. 367, yss.
das, Tabula smaragdina 165,167,170 y 55., 176, 244, Mercurio (elemento alquimi-
Fortaleza 3 3 5 - 3 5 5 3 8 0 , 4 2 4 . 5 0 5 . 512. 525 Nigredo 32, 79.132.175,1Q7,
H e r m e s - M c r c u r i o (mensajero 2 5 6 , 3 2 3 , 326, 4 6 3 co) 23 y ss.. 25 7 55.. 126.139,
Francesca, Piero deffa 4 9 9 Kircher, Athanasius 16 7 ss . 199755., 234, 360, 393, 465,
de Dios y planeta) 8 y s s , 13. Luna 9,19, 25, 4 8 , 5 3 , 6 5 . 7 3 , 184,186, 299, 3 0 7 7 5 5 . , 315,
Franckenberg. Abraham von 52, 647SS., 88 y 55.. 9 1 - 9 4 , 509 y 55., 640
152. 413, 457. V. M e r c u r i o 78, 79, 89. 92,120,128 y 53., 335, 367, 370, 384, 387, 4 0 9 ,
253,342,521 96,121,178 y 55., 263. 268. Nitrito 37,114, -\85, 278
Hexagrama 168.173. 468. 686 152.153,181.183. 215. 224. 412. 414. 421. 424, 474, 496,
F r a n c m a s ó n 23, 2 5 . 4 7 , 62, 2 7 5 , 2 7 7 , 283. 288 y 55., 425. Noche saturnal 1 8 9 - 2 0 4
Hoclima 310. 3i4. 321, 334. 226. 238, 239. 254, 263 y ss.. 503. 586, V. A z o g u e . O c é a n o ,
114, 185. 221 y ss.. 266, 293, 508. 539, 549. 565. 583. 589, N o é 1 2 6 , 352,355,592,663
500, 629, V. S e p h t r o t h , Sophia 2 7 9 , 2 9 9 , 3 0 2 , 318.321.339, O u r o b o r o s . P r o t e o . Alma
298, 322, 346 y 5S., 405. 562, 591-595,598,673.684755. Norton, T h o m a s 159
Hombre c ó s m i c o 538, 547. 345, 356, 370, 373, 380. 3S5. Mercurio, azufre & sal (tria
621,630759. K i r c h w e g e r , A . J . 114. 227, 278, Novalis 11,192, 200. 589, 6 0 0 ,
550 3 9 3 , 4 0 2 , 4 3 8 y 55., 449 yss,, prima de Paracelso) 25 y ss.,
Freher, D.A. 166-173, 251, 376, 404, 441 622
H o e p n n e r , Hugo (Fidus) 346 456, 458, 460, 462 y 55., 465, 247, 472, 480, 484. 558. 546
355. 258, 281. 434, 472, 555 Koffskf, V i n c e n t 525. 6 S 0 471, 478, 481, 493, 495, 501,
Horapolol2yS5..425 Krishnamurti 431, 608, 662
M e r í a n , Matthaus 15,465. 542
y 55., 6 2 8 7 5 5 . , 6 6 6 , 6 6 8 7 5 5 , , 510, 511,543.565, 5 9 7 , 6 0 7 . Mesmer, Franz A n t ó n 601.
H o r ó s c o p o 69. 8 2 7 5 5 .
677. 6 7 9 . 6 9 8 K u n d a ( i n í 4 0 7 y s s . , 557 617, 664. 672. 674. 681, 685, 604, 621 Océano O c é a n o del tiempo y
Horus 64. 425
Fuego 50. 245, 324. 363, 411, V. Sophia. Diana del espacio
Huevo c ó s m i c o 118-121, 549
460. 4 8 3 - 4 8 9 . 545. 586. 670,
Huevo f i l o s ó f i c o 118,188. 368, L Luria, Isaac 311, 313 y 55, Metales de los planetas 19, O c é a n o del tiempo y del e s p a -
6B7 Lutero, Martífí 162, 344, 354, 32, 80, 665, 673 cio 38,115,120, 213, 250, 424,
475, 4 9 0 - 4 9 7 . 6 7 2 l a b e r i n t o 3 6 y 55.. 71. 698
Fuego exterior 25.109,126. 6S3,691 Microcosmos, macrocosmos 4 3 3 , 4 8 2 , 519,530, 646
Hugo d e Saint V í c t o r 253 Y 55.
144.158. 206 y 55. 279. 486 L a b o r e s d e mujer & ¡ u e g o s d e 20 y 55.. 35. 4 5 , 264, 330, 332, O f i t a s 3 e y s s . , 4 2 3 , v. Cnosis
Humores 30, 44, " 6 , 203. Luz 241, 249, 302, 421. 524.
Fuego secreto, interior, e s e n - n i ñ o s 390. 394 y 55.. 510 529, 5 3 3 , 5 6 5 , 6 4 0 , 6 4 5 G i o 50.1Q2,115-118. 242 V ss.
506, 541, 543, 569, 583, 638, 554, 690, 692
cial 25. 30, 3 7 . 1 0 9 . 1 2 6 . 1 6 9 , Lambsprinck 154. 358, 364 Milton, John 107,118 y ss., 175 249, 251, 253, 407, 442, 570,
640. 643, 645, 650, 689
y ss., 417, 4 8 9 , 491, 530, 616 590, 607, 611, 617, 633, 649.
207, 230. 2 7 9 , 3 7 6 . 3 8 1 , 3 8 3 7 y 55., 476 M y 55., 6 2 6 666,669
ss.. 4 8 3 - 4 8 5 . 488. 516. V. Sali- I L a p í n 299, 676
Magia naturalis 277, 574. 597 M i r á n d o l a , Pico de la 22, 46, Opus magnum 14, 26, 32,
tre L a p í s 15, 26, 3 0 y ss., 80,114,
latroquimia 220, 397, 410. 471 Magnetismo 20,185, i g i , 277,
123755.,126y55.,135, 274. 284 123-531. 662
Fulcanelli 204. 23S, 376, 414, Idealismo a l e m á n 11. 2 2 . 2 5 2 2 7 9 , 3 2 5 . 345,481. 601.
137-140,142.165.1O0, 185. M o i s é s 12. 22,169, 401. 423, Oreja 91.195. 297, 566. 587,
488, 506, 522, 634, 701 I m a g i n a c i ó n , f a n t a s í a 8 y ss.. 614-621, 685
215, 220. 235. 260, 265, 293, 663 590,635,553
G 20. 2 6 y s 5 . , 69, 119, 163, 213,
299. 302. 3 0 8 7 55., 332 y 55.,
M a i e r , M i c h a e l 10,15. 29, 78 M ó n a d a (unidad) 13. 98. 103. O r o 14. 4 8 . 1 0 6 . 1 1 4 . 1 2 7 7 5 5 . .
230. 240. 245. 262, 2 6 5 , 2 8 5 , y 55.. i 6 i , 191.193. 214 7 55..
Galeno 471, 568 335. 342. 350, 352, 3 6 6 , 370, 165, 249. 253. 267, 269. 274, 190 y 55., 225. 419. 526. 662
325. 4 8 3 . 5 2 1 . 5 2 3 , 527.551. 279. 332, 342, 351, 357, 360.
Cebura 256, 310, 317. 321.7. 3 7 3 , 3 7 6 . 4 0 8 7 5 5 . . 417. 459, 329 y s'-., 332, 34O, 526, S40, Oro f i l o s ó f i c o 14.19, 25, 62.
Sephiroíh 570. 626. 6 3 2 , 6 5 3 . 689 3 6 3 - 3 6 6 , 370. 373 7 55., 394,
463,465, 472,475,478,492 588, 5 9 8 , 6 2 3 , 627, 636, 672, 153, 447, V, Elixir; L a p i s ; Sol,
I S Í S 6 4 . 215. 425, 590, 672 418. 421 7 55., 43B. 458, 460,
Gicatilla. J o s é 256, 310, 317, 7 55.. 495, 503. 517. 519, 522, V. M ó n a d a j e r o g l i f i c a Oro
466, 458, 486, 48B, 490, 5D5, M ó n a d a jeroglifica i?8. 332,
5 6 2 . 6 3 4 . 672, 683, 695, Oro material 25, 31, 33, 234.
321 J V. Chr¡5tus-Lapis
510, 512, 542. 674, 695 5 9 8 , 6 3 5 , 6 7 2 . 680 463, 474. V/. Sol negro
Cichtel, C e o r g 2 4 0 , 2 5 0 , 3 1 3 , Maim y. Schamaim
Jamnitzer, W e n z e l 625 L a t o n a 7 9 , 1 3 1 . 1 9 4 , 302, 373, Mondrian, Piet 430 Osiris 23. 215, 221, 425, 672
355. 468, 559, 646 M a l c ü t h 310, 314, 317, 321. V M o n t e - S n y d e r s , J . de 195,
JaquinyBoazi85, 295,298, 493, S'O Ouroboros 38,188, 221, 302.
Ciorgio, Francesco 282. 534, Luna, M a t r i z , Sophia 481, 513
347, 509 Lavater, Jean 574, 576. 581 403,421,424, 430,635,672,
539 M á n d a l a 337, 469 M u l t i p l i c a c i ó n 32, 148, 300,
J e n n í s , Lucas 15 L e a d b e a t e r , Charles W . 408, 578, 582
C i o r g i o n e i 2 , 509 Mano del filósofo 337.469 302,389.396,459,475
J e r o g l í f i c o s 8,12.17. 288, 362, 6 o 7 y s5., 611, 614Y 55. Ovidio 198
C;auber, Johann R. 155. 374, M a r í a 98, 462. 478. 497, 503, Mundo de luz y de tinieblas
425, 506, 573, 593 y 55.,598, Leche virginal 238, 502, 512 y
483 524.7. Sophia
600,628 18,113.167, 2 4 6 - 2 7 4 , 281,
Claubcr, s a l d e i s s 55., 515 Marte 19, 38, 48, 53, 68, 92,
J c r u s a l é n 8, 26, 55, 69,117. 310. 556, 634, 6 6 5 7 ss. P á j a r o s 148,186. 302. 309,
G l o c k e n d o n . N i c o l á s 146 Leibniz, Gottf ried Wilhelm 149, 209, 254, 321. 463. 478.
201. 3 3 8 - 3 4 3 . 418, 4 6 0 . 4 B 2 . M u n d o s c a b a l í s t i c o s 101, 281, 3 5 5 - 3 5 7 , 359, 3 6 0 - 3 6 4 , 379.
Cnosisi7yss.,23. 38ys5.. 287 490. 540. 5 7 9 , 6 2 4 , 626, 647.
523, 530. 5 7 ° . 6 3 0 , 6 4 7 , 652 310. 561, 567 3 8 4 , 4 7 3 , 503, 594
238. 322. 4 2 3 7 5 5 . . 6S4 Lengua natural, lenguaje, len- 664 y s s . , S72, 676. 68?
V 55.. 671 M ú s i c a de las esferas (Armo- Paloma 107.112.126.133.198.
G o e t h e , l o h a n n Woifgang von gua original 12. 2 4 9 , 5 9 2 , 6 0 0 Materia 18, 20, 25,108 y ss..
J e s ú s V. Cristo nía celeste) 8 9 - 9 7 238, 353. 355, 359, V. A z o g u e .
146.179. 253, 260. 263, 269. y s s . , Gio 119,175,189.192.213.229.
Mylius, J.D. 304, 440. 458.
273, 322, 421. 574. 596, 620, Joyce, James 11, 9 9 . 2 2 1 . 2 3 7 . L e ó n 32. 36. 8 8 , 1 2 7 , 1 3 0 , 1 4 6 , 238, 260, 270, 2 7 3 , 4 0 2 , 4 5 9 , NoG. A l b e d o
465. 471. 680 Paracelso 12.14 y ss.. 20. 23,
646, 6 8 2 - 6 8 6 , 6 8 9 7 5 5 . 3 1 2 , 3 9 3 , 4 3 0 , 4 4 8 , 4 5 7 , 482, 150,164. 233. 302, 356, 365. v. Caos, O c é a n o del t i e m p o y
Mysterium magnum i 6 8 . 254. 30, 38,104, l o g , 118,155,165,
Golgonooza 33S 530, 550, 614, 6 3 3 7 5 5 . , 651, 370. 436. 470, 478, 518, 566, de! espacio
472, 478, 511, V. Luna, Sophia 180, 230, 260, 262, 279, 300,
Gran a ñ o t i e m p o det mundo 662. 702 645. 6 4 9 Matrií 98.155.165.168. i8o,
74, 425, 543, 662 Juan Evangelista 478, 646 308. 3 2 4 7 5 5 . , 3 3 2 , 3 9 6 y s s , ,
L e ó n rojo 235 y 55, 302, 356, 23S. 240, 246, 259. 310. 460. N
Gurdjieff, G . l . 67. 96, 2S8, Juicio final 162 y ss., 697 366, 682, V. l^ijación, Lapis 478, 4 9 8 - 5 1 2 , 628, V. Luna,
410, 4 7 1 , 4 8 0 , 4 8 3 y ss., 488 7
Nacionalsocialismo 430 55., 497, 505, 523, 558, 569,
313,655-658 Jung, C . C . 11. 32.182. 238. L e ó n verde 150, 30o, 302, Sophia Naturaleza 44. 258, 277, 333. 582, 621, 646, 662, 684, 691
449
H J ú p i t e r 19. 38. 4 2 , 4 8 . 53, 68,
356, 366 y 55., 380, 3 9 2 , 4 3 5 M e c á n i c a c u á n t i c a 26 465, 490, 501, 5 0 4 7 5 5 , , 569. Parergon 333
Hagen, Johannes von v A b L e ó n , M o i s é s d e 319, Zohar M e l a n c o l í a 189, 203, 569, 626, 646, 684
9 2 . 1 4 8 , 1 8 9 , 1 9 3 7 55., 203 Pavo real 115,151, 226, 263,
Indagine Libavius, Andreas 14,155, 640, 644 7 55., V. Luna, Satur- Neoplatonismo 17 y 55. 21 y 302. 356, 379, 556. 640. 678,
2 0 9 . 2 5 4 , 3 2 1 . 3 2 3 , 3 7 4 , 379, 300-303 no, Sophia
H a l q u i m í a 488, v. Sal 55., 40. 46. 48. g i . 97,189. 681, S84
H a r v e y . W i l l i a m 529 463, 47S. 485, 510. 556. 565 Libro d e la S a n t í s i m a Trinidad Mercurio 19, 38, 48, 5 3 , 9 2 , 203, 274, 284, 288, 634. P e l í c a n o 1 3 8 , 1 8 0 , 4 1 5 , 4 5 9 , v.
H e r á c l i t o 25 K V. U l m a n n u s 147.152,171. 321, 4 0 8 , 4 1 3 , V. P i t á g o r a s Lapis
L i c h t e n b e r g , G , C . 574 465, 554, 556. 565, 579. 626,
Hermafrodita 215, 405. 457, Kandinsl<y, V a s s i l í 4 3 0 . 607. Neptuno 378, 384, 4 8 4 y s s . Pentagrama 540
Llull, R a m ó n 160. 286 y s s . , 664, 672
460. 462, 672 y 55., 7. A n d r ó - N e t t e s h c i m , Agrippa von 67 y Picatr¡x596y5s.
655 290, 5 0 a , 597, 6 5 8 7 5 5 .
gino, Hermafrodita
Kenoma 18

INDICE
707
706 INDICE
Piedra tallada v. Lapis 340, 405, 408, 414, 417, 674 6 6 4 7 5 5 . , 672, 6 7 5 7 55., 681,
S w e d e n b o r g , Emanuel 21,
P i e d r a t o s c a v . Prima m a t e r i a yss. V. Prima m a t e r i a Venus 19, 3 8 , 4 8 , 53. 92,151,
297, 550, 604, 618-621
Pitágoras., leyes de la a r m o n í a ROCÍO 37. 47, 2i9. 271. 278. Schamaim 47, 75,113,185,
S w i f t , Jonathan 3 4 . 6 3 4 20g, 254, 321, 374. 4 5 7 . 463, Indice
12,19. 30. 58, 84. 9 0 - 9 8 , 1 1 5 , 310.315 326, 544, 563 478, 556, 565. 624, 647. 664 y
282, 288, 316, 332, 344, 467. Rodolfo II, emperador 15, 332 Schekina 317 T 55.. 672, 676, 678. 6B1
631, 636, 653 R o m á n t i c o , el 11,15, 23, 252, S c h o l e m , C e r s h o m 100, 252, Vida 109,112,146.174, 202,
Tabla d e esmeraldas, t a b u l a
P l a t ó n 8,12,19 y s s . , 22, 28, 604 319, 322 smaragdina S y s s . , 23,124, 245, 251, 253 7 55.. 4 1 2 . 4 8 9 -
3 5 , 4 3 , 48, 74 y ^s-, 9 8 . 1 7 9 , Rosa 41, 219, 308, 334. 351. S c h r a c k y . Fuego s e c r e t o . 362 497, 511, 569, 5 o l , 642, 670,
2 6 3 , 2 7 3 , 277. 433, 506 yss., 377, 391.399, 420, 436. 4 4 6 Salitre 677,699
T a n t r a , Tantrtsmo 99, 407,
5 6 5 , 5 7 2 , 6 2 4 y s s - , 635, V. y s s . 689 yss., 692, 649 Schweighart, Theophilius V i e n t o d e l sur 464, 638. 640.
469,622
Cuerpo p l a t ó n i c o Rosa-Cruz 11.14 y ss.. 22. 77. 329,333,353 643 y ss.
T á r t a r o 31, 21G, 220
Plenum 6 i 6 114. 223, 242. 250. 260 . 276, Sello d e S a l o m ó n v. Hexagra- T á r t a r o , á c i d o 37, 219, 225 V í l a n o v a , A r n a í d o d e 446,
Pleroma i 8 , 546 300, 315, 3 2 2 , 3 2 7 y s s . . 332 ma yss., 331,384,307,485 487, 637
Plomo 19, 48. i 8 g , 193.196. y ss.. 344 , 352 V ss., 441, 502, Sello m á g i c o 20, 521, 596 Tauro 32, 299, 376, 37 9 7 55., V i n c i , L e o n a r d o da 21
662, 664, V. A n t i m o n i o , 521, 598, 635, 637, 646, 691, y 55., 610, 697 387, 478, 566, 646, 649 Virgilio 81. 507
Saturno 694 S e p h i r o t h , á r b o l de los 97, Temperamentos v. H u m o r e s V i s i ó n del t i e m p o 32.189. 6 6 2
Plotino i 8 g , 433 Rosenroth, Christian Knorr d e 116, 250, 267, 284. 288, 304. T e m p l o d e S a l o m ó n 185, 221, Vitriolo 150. 161, 1S5. 205.
Pneuma 424, 568, 578, 678 313755. 3 1 0 - 3 2 8 . 550, 567. 615 295.317, 3 4 7 y s s . , 5 0 9 , 5 3 9 324. 366, 380, 4 7 0 . 562, 587,
Polvo de p r o y e c c i ó n 369 R o t a c i ó n 30 y 55., 254, 379, Serpiente 31. 38 y ss,. 68, 93, Terry, C a r n e t 552 676
Prima materia 30, 79,104,114, 613-702, V. Rueda de la a n - 139.169,171 y 55., 188.238, Tetragramma 75, gS, 100 y ss., Vitrubio 4 8
123, i 8 o y s s . , 186,194, 232, gustia, Ouroboros 279,356.370.384.400-429. 103, 250, 254, 467, 528. 558 V í a , camino, seco y h ú m e d o
238, 261, 293, 301 y ss., 360, Royal Society 345, 405 4 3 6 , 4 7 0 , 4 8 2 , 4 9 6 . 521,663, T e t r a k t y s 98,115. 3 i 6 . 332. 126, 205, 376, 4 0 0
377, 392, 441. 470, 490, 4 9 4 y Rubedo 31, 80.115.138,153, 681 467, 636 Vulcano 230, 279. 356, 374,
55-, 512, 522, 634, 678 2 3 8 y 5 s . . 3 5 9 . 3 8 9 , 4 4 7 , 465. Sevilla, San Isidoro d e 44 3B1, 419, 4 2 6 y s s . , 4 8 3 , 4 9 0 ,
T h i m u s , Albert v o n 97
Primum mobile 51.89, 321, 475, 640, S83 7 55., 533, 638, 645 513, 558, 681, V. A r c h e u s ,
T i e m p o c ó s m i c o 7 4 - 7 7 . 241
327, 656 R u b i f i c a c i ó n v. Rubedo S h a k e s p e a r e , William 17, 312, Fuego s e c r e t o
7 55., 249, 554
w
Prisca sapientia 12, 22, 592 Rueda de la angustia 170, 209, 331 Tierra virgen 47, 238. 392.
Protestantismo 15. 22, 242, 2 5 3 , 3 2 7 , 427, 4 7 2 , 6 7 4 Signos, t e o r í a d e 20, 5 7 4 - 5 9 1 , 402.418
691, V. L u t e r o , Rosa-Cruz Rueda v. Rueda de la a n g u s t i a , 646, V. J e r o g l í f i c o s , Lengua Warburg. A b y i 7
T í f e r e t h y. S e p h i r o t h
P r o y e c c i ó n Proteo n , 28, 32, Ouroboros natural W e i g e l , V a l e n t í n 15,23. 253.
Tintura 143. 373, 396, 417, 475
2 2 0 , 2 9 4 , 3 9 6 , 4 4 9 , 700 Runge, Ph.O. 241 y ss.. 296, Simio del arte 501, 505 274, 3 2 0 , 3 4 2 , 6 2 7
Tintura lunar 80. 301, 304,
Pseudo Dionisio Areopagita 395, 436, 6S6, 688 Sistema c o s m o l ó g i c o 4 8 - 6 5 W e l l i n g , C e o r g von 47,113,
420,441, 647
V. A e r o p a g i t a S o c i e d a d t e o s ó f i c a 17, 430 y 322-326, 3 4 3 . 5 0 3 , 5 4 4
Ptolomeo i 8 y ss , 4 7 V ss.. s 55.. 604. 6 0 7 y s s .
Tintura solar 138,153, 301,
4 2 0 , 6 4 7 , 690, y. R u b e d o W h i t e h e a d . Alfred N o r t h 28
5 0 y s s . , 5 3 y s s . , 7 i , 92,505, S a b i d u r í a v. Sophia Sol SE Luna v. M e r c u r i o a T o h u va bohu v. Caos
507 S a c r o b o s c o , Johannes de 54 Azufre Tria prima v. M e r c u r i o . A z u f r e
X
P u r i f i c a c i ó n 14, 38- 41. Sal 28,114,156,193, 211, 218 y S o l 4 8 , 53, 5 6 - 6 5 , 7 8 , 95,102, 8, Sal x¡ 98, 3 9 1 , 6 3 5
154-163. 203, 209, 522, 697, ss., 226, 247, 261, 278 y 55., 111. 150, 2 3 0 7 55.. 273, 320,
Trinidad 40, 93.102 7 ss.. 166,
V. C a l c i n a c i ó n 3 2 4 , 3 2 6 , 331,361,376. 381, 483. 558, 639, 662
324, 47B. 548. S36. 687 7 55, Y
Purusha 4 6 9 , 538 383, 386, 401 y 55., 472, 480, Sol espiritual 25, 6g, 239, 251,
T r í p o d e 187. 4 6 4 Yeats,W.B.67, 430
P u t r e f a c c i ó n 131 y ss., 194, 4 8 3 7 5 5 . , 4 8 7 7 5 5 . , 510, 514, 462. 517, 530. S47
529, 587, 639, 642. 646, 653, Trismegisto, Mermes 8,12, 22,
196, 198, 212, 218, 223, 226 , Sol negro 35. 227, 231. 234,
27. 5 9 , 9 0 , 9 6 , 1 2 4 , 362. 534,
301 y s s . , 398, 41a, 444, 457, 676, 684 235. 241,251,463, 517 Zadith, S é n i o r 350 y ss., 362,
600. 626. 700
485, 51D, 519. V. C u e r v o , cabe- Sal amoniaca 37.185. 369. S o l u c i ó n 32.194, 442. 482 464
Trismosin, S a l o m ó n 146-153.
za de c u e r v o . S a t u r n o 409 Solve & Coagula V. M e r c u r i o Zetzner, Lazarus 562
1 8 1 . 1 9 8 y s s . . 211 yss-. 234
Sal í g n e a v. Fuego s e c r e t o a Azufre Z o a s , las cuatro 67, 99,119,
y 55., 309, 393, 395. 4 4 8 , 495,
Q Salamandra 4 8 8 Sophia 166,171 y ss.. 238 7 ss.. 695
482, 646, 6 5 2 - 6 5 5 , V. E l e m e n -
Salitre 169, 247, 251. 254, 488, 242. 246. 254, 286, 334, 428, tos, Humores
Quintaesencia 30, 105, 203, T u r b a philosophorum 160,
207. 329, 404, 467, 492. 495. 557, 642. 646, 653 460, 4 7 a , 500, 502 7 ss., Zodiaco 32, 6g, 74, 8 0 , 1 4 6 ,
467, 474, 492, 518
5G2, 624. 687, 690 S a n g r e , g l ó b u l o s d e la 88.117, 5 0 6 - 5 0 9 , 511. 647. 628, 647 299, 317, 327, 340. 405. 423.
Quiromancia 574. 5 8 2 - 5 8 5 138.147,174, 216, 302, 366, S p i r í t u s Mundi v. E s p í r i t u U 541, 554 7 55.. 597, 6 4 7 . 6 5 9 ,
392, 3 9 9 , 415, 417 7 55.. 435, sideral 674, 682, V. Rueda d e la a n -
Ulmannus 11, 208, 462 478
R 447, 459, 513. S17, 519,521. S r i - Y a n t r a 1G8, 469. v. Sello
517,664755.
gustia. Metales planetarios,
Rebisng. 215,226,332,393, 525-531,566.568,690 de S a l o m ó n E s p í r i t u s d e las f u e n t e s
U l r o 3 3 8 . 429, 632 y 55.. 635
457 y ss., 495, Andrógino. Santiago A p ó s t o l 2 9 7 , 7 0 0 S t e í n e r , Rudolf 322. 431, 6S4, Zohar 104,117, 243, 250, 256,
652 y s s .
Hermafrodita 7 55. 694 276, 311, 3 1 3 , 3 1 5 7 55., 319
Unicornio 308. 358
R e c t i f i c a c i ó n 189 Sapo 133, 356, 369, 512 Stolcenberg, Stolcius von 15, y 55., 375, 500, 57a, 602, 628
Unidad v. M o n a d a
Reinos del fuego 25.146,154, S a t á n V. L u c i f e r 27, 29, 160, 182, 189, 191,197, Zoroastroi2
Urizen 119. , 7 4 , 1 9 2 , 2 , 3
279. 486 y s s . Saturno i g , 31, 38, 42, 48 y ss., 2 2 4 - 2 2 7 . 3 5 9 . 3 6 6 , 369 7 55., Z ó s i m o 211,472, 67a
y 55., 429, 433, 482, 6 3 2 , 6 5 2
Reisch. Gregor 568 y ss. 53,64,68,92,113.147 yss., 398.409.435,459,467,484, 7 55.
Remolinos 614-621. 633 161, 185, 188-195.198. 203 y 437, 519, 678
R e s u r r e c c i ó n 23. 144. 55., 210. 212. 215. 229. 232 y Strindberg, August 371, 590,
216-229. 332, 518. 598, 675 55.. 254, 265, 308. 317, 323. 595, 6 0 6 7 5 5 .
Valent¡nus,Bas¡liusisi,i9i,
Reussner. Hieronymus 361. 352. 373, 3 7 9 , 3 8 3 , 4 2 0 . 438, S u b l i m a c i ó n 32,48,114,165,
225,366,369. 409,485,487.
416. 420. 503 441, 463, 466, 474, 478, 487, 189. 203, 362, 364, 377, 379, 676,678
Rey 61.146 524, 5 4 2 7 5 5 . , 562, 5 6 5 , 5 7 8 y 384. 387, 459. 464. 478
Vaughan, Thomas 175 260
Ripley, George 8 0 . 1 8 9 , 237, ss., 624, 632, 639, 647, 662, Sufismo 288. 655. 658
yss., 5 0 5 . 6 7 9

708 ÍNDICE INDICE

709
Bibliografía Procedencia de las ilustraciones:
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204, 290, 350 arriba, 358 abajo, 411,412 arriba, 506; The Bhaktiverdanta Book Trust: p p . 432, 654;
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Museum f ü r M o d e r n e Kunst, Photographie und A r c h i t e k t u r , B e r l í n , p. 236; Biblioteca A p o s t ó l i c a
Bibliografía escogida sobre el arte de la ilustración hermética: Vaticana, Roma: p p . 77,474,475, 496, 546, 681; Biblioteca Estense, M ó d e n a : p p . 232, 233; Biblio-
Blake, William: llluminatedBooks, tomos I-VI, facsímiles comentados de la teca Medicea-Laurenziana, Florencia: p. 307; Biblioteca Nazionale Marciana, Venecia: p. 422; Biblio-
teca archiepiscopale, Rossano: p. 653; B i b l i o t h é q u e de l'Arsenal, P a r í s : p p . 200, 375, 422-447, 464;
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p. 74; B i b l i o t h é q u e municipale de Boulogne-sur-Mer/Lauros-Giraudon, París: p. 85; B i b l i o t h é q u e muni-
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Flinker: p. 605; G a l l e r í a dell'Accademia, Venecia: p. 509; G e r m a n í s c h e s N a t i o n a l m u s e u m , N ú r e m b e r g :
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Advertencia del autor: p. 349; Museum o f Fine Arts, Boston: p. 649; Osterreichische N a t i o n a l b i b l i o t h e k , Viena: p p . 81, 92,
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1949-4:9 P- 626; Ramat Aviv, C o l e c c i ó n W i l l i a m Gross: p. 316; Ravi Kumar, Nueva Delhi: p p . 99, 272,
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besitz - K u p f e r s t i c h k a b í n e t t , B e r l í n : p p . 203,463, 507, 517, 664, 665; S t a a t s b i b l i o t h e k zu B e r l í n -
Preuflischer Kulturbesitz - H a n d s c h r i f t e n a b t e i l u n g : p p . 155 abajo, 160 arriba, 180 abajo, 206, 210, 333,
353, 363 369 arriba, 371, 396, 397,473, 492, 658, 683; S t a a t s b i b l i o t h e k , Mainz (Photos: Arno Garreis,
El autor: B e r l í n ) : p p . 52, 54-57, 60, 6i, 71, 72, 78, 79, 88, 91, 93, 95, 98 arriba, 101 abajo, 104-112,116,117,158,
Nacido en Laumersheim, Palatinado (R.F.A.) en 1956, Alexander Roob estudió 180 arriba, 188,191 arriba, 193, 214 arriba, 215, 224 arriba, 256, 257, 262, 263, 269-271, 273, 282, 288,
28g, 317, 330 abajo, 336 abajo, 340, 342 arriba, 351, 357, 36o, 364 abajo, 365 abajo, 366 arriba, 394,
en la Academia de Bellas Artes de Berlín. Desde 1985 trabaja en la novela 421, 467 abajo, 468 abajo, 490, 500, 501, 565, 572 abajo, 573 arriba, 576, 589, 598 abajo, 602, 616, 617,
639 arriba, 640, 656 arriba, 659, 674; S t í f t u n g W e i m a r e r Klassik, Weimar: p p . 689, 691 arriba; S t r i n d -
¡lustrada «CS», que hasta ahora ha sido publicada en cinco volúmenes y que bergsmuseet, Estocolmo: p p . 606 arriba, 607 arriba; Tate Gallery, Londres: p p . 2,176, 259, 553, 577,
633 arriba, 693; U n i v e r s i t a t s b i b l i o t h e k H e i d e l b e r g : p p . 16, 24, 47 arriba, 65 arriba, 68, 70, 73 abajo,
consta de varios miles de dibujos en tamaño folio. Dichos dibujos han sido 83, 89, 94,113,121,127-145,183,190 arriba, 205, 216-220, 228, 237, 240, 243-249, 252, 264, 267, 268,
275 abajo, 277, 278, 284, 287 abajo, 292, 306, 308 abajo, 322-326, 330 arriba, 336 arriba, 491 arriba,
expuestos de tal forma que se ramifican como una instalación eléctrica. 497 arriba, 516, 521, 522, 527, 528 arriba, 532, 534-537, 539 abajo, 540, 544, 549, 554, 583, 586 abajo,
Desde hace algunos años, Alexander Roob está enfrascado en una transcrip- 587, 591-595, 597 abajo, 598 abajo a la derecha, 600, 601, 610, 627 arriba, 633 abajo, 636 abajo, 647,
667, 676, 680 arriba, 685 abajo, 687, 695, 699; U n i v e r s i t a t s b i b l i o t h e k Mainz: p. 160 abajo, 279, 373,
ción de la obra épica tardía de William Blake e intenta reunir para este fin un 374, 418, 438, 466, 486, 488, 493 arriba, 505, 510, 512; U n i v e r s i t a t s b i b l i o t h e k M a n n h e i m : ( f o t o s : Arno
Garreis, B e r l í n ) : p p . 49-51, 53, 64, 66 abajo. 87,178,179,189,191 abajo, 197, 224 abajo, 225-227, 242
extenso archivo de imágenes y textos. abajo, 265 abajo, 359 abajo, 361, 366 abajo, 370, 3 9 8 , 4 0 9 arriba, 424, 435 abajo, 4 5 8 , 4 5 9 , 467 arriba,
4 8 0 , 4 8 4 , 487. 513, 543, 562 arriba, 574, 575 abajo, 580, 584 arriba, 585, 618-620, 673, 678 arriba; Uni-
versidad de Praga: p. 339; by courtesy o f t h e Board o f Trustees o f t h e Victoria and A l b e r t M u s e u m ,
Londres: p. 164; The W a r b u r g I n s t i t u t e , Londres: p. 352; The W i l l i a m Blake Trust, Londres: p p . 69,119,
201, 202, 213, 229-231,461, 4 8 2 , 4 8 9 , 523, 531, 652, 663; Z e n t r a l b i b l i o t h e k Z ü r i c h : Ms.Rh. 172: p p . 80,
187, 207, 239, 350 abajo, 352, 439, 569

Las ilustraciones que no f i g u r a n a q u í provienen de los archivos del autor. Pese a las intensas investiga-
ciones, no ha sido posible d e t e r m i n a r a q u i é n p e r t e n e c e n los derechos de autor. Los interesados pue-
den dirigirse, dado el caso, a la e d i t o r i a l .

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