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UNIDAD 16

LA FORMA DE LOS NEGOCIOS JURÍDICOS


CONCEPTOS Y CLAISIFICACIONES
Forma esencial. Concepto
El hecho humano tiene que ser voluntario. La voluntad pertenece a una esfera del individuo que no
trasciende por sí misma; por ello el sujeto que desee realizar determinado acto jurídico ha de expresar
su voluntad en forma que todos puedan conocerla.
El art. 260 expresa: “el acto voluntario es el ejecutado con discernimiento, intención y libertad, que se
manifiesta en un hecho exterior”. Ese hecho exterior por el cual la voluntad se manifiesta a otros sujetos
se denomina “forma esencial” o “forma en sentido amplio”, y no haya acto jurídico que pueda
prescindir de ella.
La forma como elemento del negocio jurídico
La forma esencial no es un elemento constituyente del negocio jurídico, puesto que es imposible
desgajarla de la voluntad, que sí lo es.
Tampoco es elemento del acto jurídico aquello que se denomina forma impuesta, que es la formalidad
requerida por la ley para un determinado acto.
Historia y evolución del formalismo en el derecho. Ventajas e inconvenientes
a). Sistemas antiguos: evolución
En la primera etapa del derecho romano, llamado derecho quiritario, las formas exigidas eran
sumamente rigurosas.
Ante esa concepción, los vicios de la voluntad perdían importancia. La forma era entonces, parte
esencial del acto mismo y suplía a la voluntad como elemento del acto.
Las formalidades en esta etapa del derecho solían ser símbolos fácticos y formulas sacramentales.
Con posterioridad surgieron los “contratos de buena fe”. Otro factor que sirvió para la eliminación de
formalismos rituales fue el nacimiento de las prácticas comerciales entre distintas plazas y que
contribuyó a que menguara la formalidad, ello se dio en la etapa del medioevo en Europa.
b). El neoformalismo
El formalismo ha cobrado un nuevo ímpetu en la rama comercial del derecho privado. Este nuevo
formalismo o neoformalismo tiene la finalidad de proteger el interés de terceros y la seguridad en el
tráfico jurídico.
c). Ventajas e inconvenientes del formalismo
El empleo de formas determinadas y difundida0 facilita el conocimiento del acto por quien lo otorga. Y
las formas establecidas vienen a facilitar la prueba de la existencia y contenido del acto.
El cumplimiento de formalidades siempre requiere un mayor desembolso por el otorgante y representa
cierta incomodidad. Y algunos entienden que cierto formalismo escrito puede contribuir a realizar la
celebración de actos jurídicos.
Principio de libertad de formas
Art. 284 expresa: “si la ley no designa una forma determinada para la exteriorización de la voluntad, las
partes pueden utilizar la que estimen conveniente. Las partes pueden convenir una forma más exigente
que la impuesta por la ley”.
Forma y prueba
a). Concepto y función de la prueba
Forma, es la manera en que la voluntad se manifiesta exteriormente para que sea relevante en
derecho (esencial). Salvo excepciones la voluntad que se expresó tiene finalidad probatoria, es decir,
conocer la voluntad que se expresó por su intermedio.
Se entiende por prueba, al conjunto de elementos mediante los que puede demostrarse la existencia y
contenido del acto, o, si se requiere, el conjunto de medios que se emplean en un proceso para
demostrar al juez hechos invocados.
La función de la prueba es representar al intelecto y sentidos del juez la existencia de un acto que
sucedió en el pasado. La prueba sirve para que la forma evidencie la voluntad expresada en el pasado.
Forma y prueba se diferencian en múltiples aspectos. Así, por ejemplo, la prueba puede ser externa al
acto (la prueba confesional). La forma (esencial) se consustancia con el acto y sucede con el acto.
La forma es coetánea con el acto (manifestación de voluntad), la prueba puede o no, ser posterior
(testigos que deponen sobre un acto que haya sucedido).
Estas pueden llegar a confundirse. Esto ocurre con la forma instrumental cuando el sistema jurídico
exige para la validez del acto una forma determinada. Este tipo de forma se llama forma solemne, es la
necesaria para la validez del acto y también para su prueba.
b). Breve diferenciación entre “medios” y “modos” de prueba
“MEDIO” es el elemento probatorio de un acto en particular (por instrumento público), y “MODO” es el
procedimiento a seguir para poner en evidencia el medio (instrumento presentado en juicio para ser
acompañado de una copia para la contraparte, la absolución de posiciones debe ser tomada por el juez,
etc.)
c). Duda sobre la forma exigida
En algún caso puede resultar dudoso establecer si determinada forma es exigida para la validez del acto
(forma solemne) o para su prueba. En tal supuesto, ante la duda, debe estarse por la forma es
probatoria, ya que, de lo contrario, la ausencia de la forma adecuada acarrearía la nulidad del acto.
d). Casos de forma solemne y probatoria
Es ejemplo de forma ad solemnitatem la escritura pública exigida por el art. 1552 para las donaciones de
bienes inmuebles, muebles registrables, o de prestaciones periódicas; la presencia del oficial público
para la celebración del matrimonio, etc.
Es ejemplo de forma probatoria la escritura pública exigida en el art. 1017. También es probatoria la
forma prevista en el último párrafo del art. 1019. Que establece que no pueden probarse solamente por
testigos los contratos que sean “de uso instrumentar”. En ese orden el art. 1020 establece que: “Los
contratos en los cuales la formalidad es requerida a los fines probatorios pueden ser probados por otros
medios, inclusive por testigos, si hay imposibilidad de obtener la prueba de haber sido cumplida la
formalidad o si existe principio de prueba instrumental, o comienzo de ejecución. Se considera principio
de prueba instrumental cualquier instrumento que emane de la otra parte, de su causante o de parte
interesada en el asunto, que haga verosímil la existencia del contrato”.
Forma esencial y forma impuesta
a). Concepto
La forma esencial es aquella que necesariamente debe concurrir en todo acto jurídico para que sea tal
dado que implica la misma manifestación de voluntad.
La forma legal o forma impuesta es el medio probatorio requerido por la legislación relevante para
demostrar la existencia de voluntad.
b). Forma legal y forma convencional
La imposición puede emanar de la ley (forma legal propiamente dicha), pero también puede surgir de la
convención de las partes (forma convencional); en efecto, el art. 284 autoriza a las partes a convenir una
forma más rigurosa que la exigida por la ley. A la inversa, el mero acuerdo de partes no es apto para
desvincularlas de una forma requerida por la ley.
Clasificación de los actos jurídicos en relación a sus formas
Forma impuesta o prescripta frente al acto Imposición que proviene de la ley, de la forma
de forma libre impuesta por disposición de las partes.
Forma exigida ad probationem
(forma con finalidad probatoria
solemne)
Forma ad solemnitatem (forma como
parte formativa del acto)
Formales Solemnes y no solemnes
No formales
Actos formales y no formales
a). Concepto
Son actos formales aquellos que tienen una forma específica requerida por la ley, sea para su validez, o
para su prueba.
Los actos no formales son aquellos en los que cualquier medio para expresar la voluntad puede ser
utilizado.
b). Ejemplificación
Son actos formales aquellos a los que la ley o la misma previsión de las partes otorgan validez, sólo en
tanto estén efectuados con la forma especialmente prevista. Son ejemplos de ellos, el testamento, el
matrimonio, etc.
Son No formales los que pueden efectuarse bajo cualquier solemnidad, y para los que las partes pueden
requerirla, como elemento de validez o prueba.
c). Quid del art. 1019
El art. 1019 que prescribe que los actos sean “de usanza instrumentar” no podrán demostrarse
exclusivamente por testigos. A este respecto entendemos que el acto sigue siendo no formal, desde que
lo dispuesto en el art. Citado es un recaudo de prueba, y no de forma.
Negocios jurídicos solemnes y formales no solemnes
a). Concepto de negocios formales solemnes
son formales solemnes aquellos en los que, al exigirse una forma determinada, la omisión de ella
provoca la nulidad del acto, privándolo no sólo del efecto jurídico buscado en forma inmediata por las
partes, sino también de cualquier otro efecto jurídico, aunque se pruebe por otro medio en forma
inequívoca la expresión de voluntad.
b). Concepto de negocios formales no solemnes
Son formales no solemnes aquellos en los que la ley exige una forma determinada y su no satisfacción
acarrea la nulidad del acto en cuanto impide la obtención de los efectos jurídicos buscados en forma
inmediata por el otorgante.
c). Fundamento de la exigencia de solemnidades
El fundamento, la razón de ser de la exigencia de cierta solemnidad, varía según se trate el negocio
patrimonial (sea entre vivos o mortis causa) o de acto extrapatrimonial (negocio jurídico patrimonial).
En el primer caso, la razón de ser de la forma solemne es la protección del sujeto frente a su propia
negligencia. En el segundo caso, cuando se requiere la forma solemne en un acto extrapatrimonial, la
finalidad es tutelar el interés general dando certeza a los actos constitutivos de Estado, lo que hace al
orden público.
d). Ejemplificación
Constituyen ejemplos de negocios formales solemnes, la designación de un tutor dativo, el
discernimiento de la tutela o curatela, la transacción sobre objeto litigioso, la donación de inmuebles o
de rentas periódicas, el testamento.
Son por su parte de negocios formales no solemnes, los sujetos del art. 1017, las donaciones excluidas
en el art. 1552, las particiones extrajudiciales de herencia.
Negocios de solemnidad absoluta, de solemnidad relativa y formales no solemnes
1. La primera coincidiría con los actos solemnes, en los que la forma es constitutiva.
2. Los de solemnidad relativa comprende a los actos convertibles, es decir, aquellos en los que, en
caso de no cumplirse la formalidad exigida por la ley, el acto valdría como otro negocio jurídico,
que impone a las partes elevarlo a la forma requerida.
3. Los últimos, tienen forma irrelevante para la existencia del acto, pero no para su prueba. Se
trata de actos formales ad probationem que pueden celebrarse con cualquier forma, pero sólo
puede probarse por un medio determinado.
Efectos del incumplimiento de las formalidades
Si el orden jurídico (legal o convencional) exige una forma determinada con carácter solemne que se
incumple, la consecuencia es la nulidad del acto.
Si es incumplimiento de una forma relativa, las partes quedan obligadas a extender el negocio jurídico
con la forma exigida por la ley. El incumplimiento de una forma exigida sólo a fines probatorios, no
invalida el negocio, pero si puede tornarlo estéril por no poderse acreditar su existencia y contenido.
La conversión del negocio jurídico: art. 285
a). Concepto
cuando se trata de un negocio jurídico formal no solemne, o de solemnidad relativa, y las partes omiten
darle la forma que se requiere por el ordenamiento jurídico.
El art. 285 expresa que el acto no ha respetado la forma ordenada no vale como tal “…pero vale como
acto en el que las partes se han obligado a cumplir con la expresada formalidad, excepto que ella se
exija bajo sanción de nulidad…”
b). Obligación que emana la conversión
En todo supuesto de conversión, los efectos del acto se producen a partir del otorgamiento de la forma
requerida por la ley, y no desde el m omento de celebración del acto a convertir.
DOCUMENTO E INSTRUMENTO
a). Concepto y relación
En un sentido amplio, documento es toda cosa que sea producto de un acto humano, perceptible con
los sentidos de la vista y el tacto, que sirve de prueba histórica indirecta y representativa de un hecho
cualquiera.
El instrumento es el documento escrito, en la generalidad de los casos.
Documento e instrumento, se encuentran vinculados en relación de género a especie.
b). Elemento material (soporte)
El instrumento material del documento se llama SOPORTE y resulta siempre adaptado a las
circunstancias de cada época. En una concepción clásica, los instrumentos están caracterizados con el
soporte en papel, que transmiten las ideas por escrito. En las últimas décadas los soportes electrónicos
han tomado relevancia.
Clasificación de los instrumentos
a). Instrumentos particulares y públicos en el Código de Vélez
La doctrina afirmaba que no era correcto distinguir entre instrumentos públicos y privados.
El art. 978 del Código de Vélez distinguía entre instrumento público y particular. Por su lado los
instrumentos particulares se dividen en firmados o no firmados. Los particulares firmados se denominan
instrumentos privados.
b). El régimen del CCYC
El CCYC clasifica los instrumentos públicos y particulares, y éstos últimos en particulares no firmados e
instrumentos privados.
Art. 286.- Expresión escrita. La expresión escrita puede tener lugar por instrumentos públicos, o por
instrumentos particulares firmados o no firmados, excepto en los casos en que determinada
instrumentación sea impuesta. Puede hacerse constar en cualquier soporte, siempre que su contenido
sea representado con texto inteligible, aunque su lectura exija medios técnicos.
Art. 287.- Instrumentos privados y particulares no firmados. Los instrumentos particulares pueden estar
firmados o no. Si lo están, se llaman instrumentos privados. Si no lo están, se los denomina instrumentos
particulares no firmados; esta categoría comprende todo escrito no firmado, entre otros, los impresos,
los registros visuales o auditivos de cosas o hechos y, cualquiera que sea el medio empleado, los registros
de la palabra y de información.
c). Ejemplos de cada categoría
Es instrumento público aquel efectuado por o ante un oficial público facultado por el estado para dar fe
de los actos que realiza o que efectúan en su presencia.
Son ejemplos de instrumentos privados, la mayoría de los contratos, los recibos, etc.
Son ejemplos de instrumentos particulares no firmados los boletos de transporte, los tiques de negocio,
el cupón que entrega un cajero automático, etc.
Autonomía del instrumento frente al negocio jurídico
Una vez instrumentada, la declaración de voluntad adquiere una cierta independencia, de suerte que el
negocio puede resultar viciado sin que el defecto se traduzca en el instrumento. Bien que en tal caso
éste será válido pero ineficaz. Viceversa puede ocurrir que lo defectuoso sea el instrumento, y si no se
trata de una forma sustancial al acto jurídico subsistirá válidamente, debiendo demostrarse su
existencia y contenido por otro medio.
INSTRUMENTOS PÚBLICOS
Concepto
a). Noción introductoria
Son instrumentos públicos aquellos otorgados con las formalidades que la ley establece, en presencia de
un oficial público (agente administrativo o funcionario), a quien la ley confiere la facultad de autorizar, y
que hacen plena fe sin necesidad de posteriores pruebas o verificaciones.
b). Quid de la intervención del oficial público
El CCYC otorga el carácter de instrumentos públicos a aquellos que emanan de funcionario público,
aunque su presencia tampoco debe interpretarse en sentido estricto.
c). Finalidad
Los instrumentos públicos pueden tener por finalidad acreditar la existencia de un hecho o acto, que
constituye el supuesto más frecuente; o constituir la forma de ejercicio de un poder público.
Fe pública y autenticidad
a). Noción de fe pública
el instrumento público tiene una fuerza convictiva alta y se denomina “fe pública”.
Por cumplir con los recaudos formales comunes a todo instrumento público, se presume que el
instrumento emana de un oficial público; eso se denomina “autenticidad”.

b). Importancia
La fe pública es concebida como el bien social porque es necesario para la seguridad jurídica que haya
un instrumento que merezca que tal fe por sí mismo, sin necesidad de verificación posterior alguna.
C). Clases
La fe pública puede clasificarse según sea el poder en el que recaiga:
Administrativa, cuando está dada por la actividad de un funcionario dependiente del poder ejecutivo,
sea nacional, provincial o municipal.
Judicial, cuando es otorgada por magistrados o funcionarios del poder judicial.
Notarial, cuando emana de lo actuado por un escribano público, también llamado notario o fedatario.
Enumeración legal
a). Su carácter
la enumeración del art. 289 es meramente enunciativa.
Art. 289.- Enunciación. Son instrumentos públicos: a) las escrituras públicas y sus copias o testimonios; b)
los instrumentos que extienden los escribanos o los funcionarios públicos con los requisitos que
establecen las leyes; c) los títulos emitidos por el Estado nacional, provincial o la Ciudad Autónoma de
Buenos Aires, conforme a las leyes que autorizan su emisión.
b). Análisis del texto
A. Las escrituras públicas y sus copias o testimonios: las escrituras públicas y sus copias
constituyen, uno de los instrumentos públicos más trascendentes en la práctica jurídica.
B. Los instrumentos que extienden los escribanos o los funcionarios públicos con los requisitos
que establecen las leyes: a partir de esta norma se autoriza la inclusión con el carácter de
instrumento público de cualquier instrumento que satisfaga las formalidades legales y sea
extendido por funcionario público competente para otorgarlo.
C. Los títulos emitidos por el estado nacional, provincial o la ciudad autónoma de Buenos Aires,
conforme a las leyes que autorizan su emisión: los títulos de deuda emitidos por el estado
nacional provincial o por la ciudad de buenos Aires son instrumentos públicos, en la medida que
se respeten las leyes que autorizan su emisión.
Otros instrumentos públicos
a). Son también instrumentos públicos
o Las actas de las sesiones parlamentarias y las resoluciones administrativas dictadas por las
autoridades de cada cámara parlamentaria nacional o provincial, y las de los concejos
deliberantes.
o Los informes y certificaciones expedidos por los registros oficiales.
o Los documentos de identidad, cédulas, libretas de enrolamiento o cívica y documento nacional
de identidad.
o La cédula de notificación, por lo que no puede desconocerse sus constancias oficiales.
o Con relación a las fotocopias certificadas por escribano se ha dicho que constituyen instrumento
público siempre que el escriban dé fe que ha tenido a la vista los originales y que las copias
coinciden con ellos.
o Las actas notariales.
b). Actuaciones administrativas
Estas no son instrumentos públicos, pero tampoco privados, ya que pertenecen a un expediente
administrativo.
Así, se los considera documentos administrativos que se presumen auténticos mientras no se pruebe lo
contrario; hacen fe de su otorgamiento, de la fecha, y de las declaraciones que haga el funcionario que
las suscribe.
c). Documentos extranjeros
Nuestro país ha ratificado, por ley 23.458, la convención de la haya del 5 de octubre de 1961, por la que
se suprime el requisito de la legalización de los instrumentos públicos extranjeros. Esta convención sólo
exige que la firma del signatario del documento debe expedirse de acuerdo con un modelo, hecho en el
idioma del país que lo expide, y cuyo título o denominación debe estar en francés. Esa denominación es
apostille.
REQUISITOS DE VALIDEZ
Para que el instrumento público sea válido y produzca el efecto de plena fe respecto a su contenido, son
necesarios dos requisitos: la actuación de un oficial público dentro del área de sus atribuciones y con
competencia territorial salvo que el lugar sea generalmente tenido como dentro de ella, y que el
instrumento se encuentre firmado por el oficial público, las partes y/o sus representantes o los
firmantes a ruego si estos no pudieren firmar.
Actuación de un oficial público
a). Regla general
La actuación de un oficial público resulta inexcusable; salvo que la ley asigne expresamente carácter de
instrumento público a un documento que no lo requiera.
b). Quienes son
estos oficiales públicos son los escribanos públicos, y en general, los funcionarios del poder ejecutivo
(funcionarios administrativos, jefe del registro civil); los del poder legislativo (presidentes de ambas
cámaras); o del poder judicial. Estos últimos pueden clasificarse en magistrados, con poder decisorio
como los jueces de las tres instancias, y funcionarios, con facultades legales, pero sin poder decisorio.
c). Designación
debe reunir dos requisitos, comunes y otros particulares de cada cargo.
Requisitos comunes: entre éstos, están el origen legal de la designación; la competencia de la autoridad
que efectúa el nombramiento y la autenticidad de la designación. Es necesario el consentimiento del
designado, que puede manifestarse en forma expresa o tácita.
Requisitos particulares para cada cargo: entre éstos debe mencionarse el juramento o toma de
posesión del cargo, que los funcionarios públicos de rango deben realizar.
Se conoce a este juramento como puesta en posesión del cargo, y tienen por finalidad hacer pública la
designación.
La designación o nombramiento así obtenido se conoce como “investidura”, que es lo que configura la
capacidad del funcionario público. Así, el oficial público en cuestión se le otorgó investidura
correspondiente a su cargo, se protege la validez de sus actos en razón de que no puede exigirse a los
administrados investigar en cada caso si la persona que está otorgando el instrumento público reúne o
no las condiciones necesarias para haber sido designado.
El art. 292, segundo párrafo expresa: “Dentro de los límites de la buena fe, la falta de los requisitos
necesarios para su nombramiento e investidura no afecta al acto ni al instrumento si la persona
interviniente ejerce efectivamente un cargo existente y actúa bajo la apariencia de legitimidad del
título”.
Acto otorgado no tiene derecho a la función (funcionario de hecho)
La capacidad o investidura supra cesa en el momento en que se comunica al funcionario que ha dejado
de serlo.
A ello se refiere el art. 292 primer párrafo expresa: “Es presupuesto para la validez del instrumento que
el oficial público se encuentre efectivamente en funciones. Sin embargo, son válidos los actos
instrumentados y autorizados por él antes de la notificación de la suspensión o cesación de sus funciones
hechos conforme a la ley o reglamento que regula la función de que se trata”.
Tal notificación o comunicación de su destitución, suspensión o reemplazo debe efectuársele en forma
fehaciente. Normalmente la notificación fehaciente se efectúa por medio del boletín oficial.
Funcionario incompetente en razón del territorio
Otro supuesto de aplicación de la protección a la “investidura plausible” se encuentra en el art. 290, inc.
a), en cuanto legitima como válido el instrumento hecho por un funcionario fuera de su jurisdicción
territorial si el lugar fuere generalmente tenido por los administrados, en razón de un error de hecho,
como perteneciente a la misma.
Otras hipótesis
 Son válidos los actos autorizados por oficial público designado que no aceptó formalmente el
cargo, ya que el acto sería la prueba de su aceptación.
 Son válidos los actos del funcionario designado que no ha cumplido con los requisitos del cargo,
ya que no cabe a los administrados investigar si el funcionario reúne los requisitos.
 Son válidos los actos otorgados por los funcionarios otorgados durante su licencia o feria.
 No son válidos los actos autorizados por los oficiales respecto de los cuales tuvieran una
incompatibilidad temporaria, ya que éste impedimento les hace perder la competencia, aunque
sea de manera temporal.
 No son válidos los actos autorizados por un funcionario luego del vencimiento del período que
duró su designación.
Acto autorizado no puede ejercer la función en relación a determinadas personas
El art. 291 regla lo concerniente a la incapacidad relativa, inhabilitada, incompatibilidad o
incompetencia, en razón de las personas, del oficial público. Este dispone: “Es de ningún valor el
instrumento autorizado por un funcionario público en asunto en que él, su cónyuge, su conviviente, o un
pariente suyo dentro del cuarto grado o segundo de afinidad, sean personalmente interesados”.
Se trata de mantener la imparcialidad del funcionario público a fin de evitar que, llevado por sus
relaciones familiares pierda ecuanimidad en beneficio de alguna de las partes. El grado de parentesco
que anula el instrumento es el cuarto grado consanguinidad (sobrinos y tíos) y el segundo grado de
afinidad (cuñados).
Funcionario competente
Para que el acto autorizado por un oficial público sea válido, éste debe estar actuado en el ámbito de su
competencia.
“COMPETENCIA” es la aptitud que la ley reconoce en un oficial público. Esta aptitud es referida a la
materia que el funcionario puede autorizar y en el territorio en la cual puede hacerlo. Esto es lo que se
establece en el art. 290 en la cual expresa “son requisitos de validez del instrumento público: a) la
actuación del oficial público en el límite de sus atribuciones y se su competencia territorial, excepto que
el lugar sea generalmente tenido como comprendido en ella…”.
a). COMPETENCIA EN RAZON DE MATERIA: no todo oficial público puede autorizar los mismos actos.
Algunos actos son válidos en la medida en que estén autorizados por el oficial o funcionario público que
corresponda a esa materia. El escribano será competente para otorgar las escrituras públicas, el agente
de policía para labrar la infracción de tránsito, y el jefe del registro civil para celebrar el matrimonio o
expedir la partida de defunción.
b). COMPETENCIA EN RAZON DEL TERRITORIO: el código exige que los actos otorgados por funcionarios
públicos estén extendidos dentro del territorio que corresponda a la jurisdicción de su investidura. Fuera
de esa jurisdicción, el funcionario público carece de atribuciones.
Es nulo el instrumento público que en su texto exprese haber sido otorgado en el lugar diferente a aquel
en que el funcionario autorizante ejerce su competencia. También es nulo aquel que falsee su lugar de
otorgamiento.
c). Prórroga de la competencia
si bien la competencia en razón de materia y en razón de territorio son impostergables por voluntad de
las partes, existe un caso de prórroga legal en el art. 290 inc. a), parte final. Este art. Expresa que los
instrumentos realizados por oficial público deben ser otorgados en lugares donde ellos tuvieren
competencia territorial “excepto que el lugar sea generalmente tenido como comprendido en ella”.
d). Libre circulación de documentos notariales
El instrumento público puede ser otorgado en cualquier jurisdicción, aun cuando vaya a tener efectos en
otra por lo que la escritura pública.
El art. 293 dice que “Los instrumentos públicos extendidos de acuerdo con lo que establece este Código
gozan de entera fe y producen idénticos efectos en todo el territorio de la República, cualquiera sea la
jurisdicción donde se hayan otorgado”.
Requisitos legales. Enumeración
Para la validez del instrumento público es necesario también, que se satisfagan las formalidades
previstas por las leyes específicas y por el CCYC. Si no se cumplen, el instrumento es inválido, es decir,
según los casos, nulificables.
Existen tres tipos de instrumentos públicos muy generalizados:
La firma, la presencia de testigos, y el cumplimiento de otras formalidades referidas a los errores
materiales en que se pueda haber incurrido en la redacción del instrumento.
La firma de todos los interesados y del oficial público
a). Texto legal
el art. 290 inc. b) expresa: “las firmas del oficial público, de las partes, y en su caso, de sus
representantes; si alguno de ellos no firma por sí mismo o a ruego, el instrumento carece de validez para
todos”.
Es entonces imprescindible que el instrumento contenga la firma del oficial público y la de todos los
interesados.
b). Excepciones
la firma del escribano no es requerible en algunos pocos supuestos, como el papel moneda y los títulos
de la deuda pública estatal. En estos supuestos, las leyes autorizan el uso de reproducciones facsimilares
de la firma, empleando numeración para cada ejemplar y otros elementos de seguridad que aseguren su
autenticidad.
Para los demás supuestos puede inferirse su exigencia generalizando la regla sentada para las escrituras
públicas que constituyen la especie de instrumento público más reglado; y del art. 309 que establece
que “son nulas las escrituras que no tengan… la firma del escribano y de las partes, la firma a ruego de
ellas no sabe o no pueden escribir y la firma de los dos testigos del acta cuando su presencia sea
requerida…”.
c). Firma de los interesados
Cuando el CCYC exige las firmas de “todos los interesados que aparezcan como parte en él”, se refiere a
las partes formales, no a las partes sustanciales. Son partes sustanciales los titulares de los derechos
que se ejercen en el instrumento: el vendedor, el comprador, el locatario, el padre que reconoce a su
hijo, el contrayente en el matrimonio, etc.
Son partes formales aquellas que figuran en el mismo instrumento, aunque no sean los titulares de los
derechos de que se trate.
Los testigos
Entre las formalidades que la ley puede requerir para la validez de los instrumentos públicos está la
presencia de testigos.
a). Tipos de testigos
Los testigos en un instrumento público pueden serlo de dos tipos:
 Los testigos instrumentales son aquellos que testimonian la efectiva realización del acto, y cuya
presencia es exigida en algunos supuestos por la ley.
 Los testigos honorarios no son necesarios para la validez del acto, ni para acreditar la identidad
de los otorgantes, sino que únicamente concurren al acto por motivos sociales en honor de los
otorgantes.
b). Supuestos en que se exige la presencia del testigo instrumental
Una vez que la norma lo requiera, puede ser lo referido a la capacidad, inhabilidad, forma de actuar,
etc., de los testigos se somete a las disposiciones del CCYC. Lo ateniente a la prohibición para ser
testigos sólo es aplicable en la medida en que el mismo CCYC no contemple otras inhabilidades para
cada supuesto en particular.
El CCYC exige testigos instrumentales en: testamento por acto público; y en el caso del otorgante de
escritura con discapacidad auditiva.
Habilidad del testigo
Todo testigo cuya presencia sea exigida por el código para la validez de un acto, sea instrumental o de
conocimiento, debe ser hábil. El art. 295 contiene una enumeración de quienes no pueden ser testigos
en instrumentos públicos:
a). inc. a). “las personas incapaces de ejercicio y aquellas a quienes una sentencia les impide ser
testigo en instrumento público”
El art. 24 establece quienes carecen de esta capacidad, y ellos son las personas por nacer, las personas
sin edad y madurez suficiente. Los menores de 18 años no pueden ser testigos, salvo que estén
emancipados o la materia sobre la que testifican se relacionen con la profesión que ejercen en virtud de
obtener título habilitante.
También excluye la posibilidad de ser testigos a quienes una sentencia judicial se los impida.
b). inc. b). “los dependientes del oficial público”
Esta exigencia tiende a asegurar en el testigo un mínimo de comprensión del acto que se otorga, ya que,
si ni siquiera sabe firmar, difícilmente podría entender qué acto viene el testigo a presenciar.
c). inc. c). “el cónyuge, el conviviente y los parientes del oficial público, dentro del cuarto grado y
segundo de afinidad”
Se procura preservar la independencia de los testigos. En este supuesto la inhabilidad comprende a
relaciones familiares del oficial público e incluye al cónyuge, al conviviente sin diferenciar sexo, y a los
parientes hasta el cuarto grado se trate de parentesco consanguíneo hasta el segundo grado en los
parientes por afinidad.
e). párrafo final del art. 295. Error común sobre idoneidad
“el error común sobre la idoneidad de los testigos salva la eficacia de los instrumentos en que han
intervenido”
El error común hace derecho. El error de que se trata es el de hecho, no de derecho, y debe ser
generalizado y excusable. El sujeto pasivo del error debe ser el otórgate u otorgantes del acto, es decir,
las partes formales, no el funcionario público.
Otras formalidades
En el instrumento se han de salvar debidamente las enmiendas, borraduras, interlineados, o testaduras.
Cuando se altera una parte esencial, como la fecha, nombres o cantidades, debe salvarse al final, pero
antes de la firma.
FUERZA PROBATORIA
Presunción de autenticidad
El instrumento público considerado en sí mismo, goza de una presunción de autenticidad proveniente
de la regularidad de sus formas. Debe ser tenido por auténtico por aquel a quien le sea presentado.
La autenticidad hace referencia a la autoría y la regularidad del documento en cuanto a sus formas.
Principio general en materia probatoria
Toda vez que la ley presume la autenticidad del instrumento considerado en sí mismo, releva a la parte
que lo presente de probar su autenticidad.
Es aquel que sostenga la falta de autenticidad del instrumento quien debe producir la prueba de su
aserto.

Hechos cumplidos por un oficial público o en su presencia


Los actos en los que el oficial público tuvo intervención directa gozan de plena fe mientras que no se
interponga a su respeto una querella de falsedad en sede civil o penal.
El art. 296 expresa el instrumento público hace plena fe inc. a): “en cuanto a que se ha realizado el acto,
la fecha, el lugar y los hechos que el oficial público enuncia como cumplidos por él o ante él hasta que
sea declarado falso en juicio civil o criminal”.
La ley otorga el mismo tratamiento a los hechos que el oficial público ha realizado por el mismo, que a
aquellos de los que el funcionario sostiene que se realizaron en su presencia.
Manifestaciones de las partes. Cláusulas dispositivas
Cláusulas dispositivas son aquellas que constituyen el objeto del instrumento, esto es, las
manifestaciones de las partes configurativas de aquello para lo cual aquél se otorga.
El art. 296 inc. b) expresa: “el instrumento público hace plena fe… b) en cuanto al contenido de las
declaraciones sobre convenciones, disposiciones, pagos, reconocimientos y enunciaciones de hechos
directamente relacionados con el objeto principal del acto instrumentado, hasta que se produzca prueba
en contrario”.
Meras enunciaciones
También conocidas como cláusulas enunciativas son las manifestaciones incidental o indirectamente
vinculadas con el objeto del acto jurídico instrumentado.
El valor probatorio de estas cláusulas es nimio, pues son meras enunciaciones unilaterales, que sólo
vinculan a quien las emite.
IMPUGNABILIDAD DEL CONTENIDO
La denominada redargución de falsedad
La acción de impugnación de falsedad se denomina querella de falsedad, o argución, o redargución de
falsedad y es de consecuencias muy graves por cuanto, en la generalidad de los casos, importa imputar
al funcionario interviniente un delito de acción pública, como es el de falsedad o falsificación de
instrumento.
La falsedad tiene por objetivo destruir la eficacia de un instrumento público ofrecido como elemento
probatorio y requiere la impugnación previa del instrumento público, la que debe ser efectuada al
contestar al traslado conferido de la documentación acompañada o cuando se le exhibe para su
reconocimiento.
Distintos tipos de falsedad
 Falsedad material: existe una falsedad material cuando el instrumento público está
formalmente adulterado, lo que resulta en los supuestos de falsificación, alteración o supresión
del instrumento. El documento es falsificado cuando es una mera imitación de uno verdadero.
 Falsedad ideológica: en el caso de falsedad ideológica el instrumento es formalmente válido,
pero no es veraz su contenido; así acontece si el oficial público dice haber presenciado algo que
en realidad nunca ocurrió y nunca presenció.
Vía procesal
Cuando la querella de falsedad se interpone en sede civil puede constituir a modo de acción la
pretensión principal del proceso, o deducirse por vía incidental a modo de defensa de falsedad de
instrumento público.
Si se querella en sede penal, la ineficiencia del instrumento es una consecuencia indirecta del hecho de
que se condene al falsificador. Si se intenta la acción para las dos vías, se da un supuesto de
prejudicialidad de la acción.
Para que caiga el instrumento atacado, no basta con que se interponga la querella, civil o penal, de
falsedad; es necesario que se dicte sentencia declarándolo tal.
Distinciones que corresponde hacer entre los diversos contenidos del instrumento público
Debe distinguirse entre los hechos cumplidos por el oficial público o pasados en su presencia, las
manifestaciones de las partes y enunciaciones directas, y las simples enunciaciones.
Los hechos cumplidos por el oficial público o pasados ante su presencia hacen plena fe frente a las
partes y a los terceros, y lo mismo sucede con las manifestaciones de las partes y las enunciaciones
directas, aunque en el caso de estas últimas manifestaciones sólo se requiere prueba en contra para
quitarles valor. Las meras enunciaciones de las partes no sólo no hacen plena fe, sino que únicamente
podrían llegar a servir como principio de prueba por escrito.
Prohibición de declarar contra la validez del acto
El art. 297 expresa que: “los testigos de un instrumento y el oficial público que lo extendió no pueden
contradecir, variar ni alterar el contenido de él, si no alegasen que testificaron el acto por dolo o
violencia”.
Como consecuencia de las normas citada, los testigos, y el oficial no pueden desacreditar su propia
actuación salvo que aduzcan dolo o violencia, lo que tiende a dar seriedad a su eventual acusación.
Nulidad del instrumento público
Serán nulos los instrumentos en los que se omite un requisito legal o éste adolece de un defecto.
Los instrumentos que se declaren nulos carecen del efecto o buscado por las partes y no goza de
presunción de autenticidad alguna. La nulidad podía ser opuesta por vía de acción o excepción.
También son nulos los instrumentos que presente enmiendas, borrados o testados que no hayan sido
debidamente salvados.
El art. 294 dispone que “defectos de forma. Carece de validez el instrumento público que tenga
enmiendas, agregados, borraduras, entrelíneas y alteraciones en partes esenciales, si no están salvadas
antes de las firmas requeridas”.
El texto no es taxativo, por lo que no son susceptibles de nulidad todos aquellos instrumentos en que el
defecto que sea encontrado no haya sido subsanado adecuadamente, si ello pudiera suceder.
La nulidad deberá ser sustanciada en juicio, con intervención de todas las partes interesadas.
Conversión del instrumento público viciado
Puede ocurrir que aun siendo nulo un instrumento público en cuanto tal, pueda valer como instrumento
privado.
Para que opere la “conversión” del instrumento público viciado, deben concurrir dos requisitos: que el
acto emane de un oficial público, y esté firmado por las partes.
El art. 294 segundo párrafo expresa “el instrumento que no tenga la forma debida vale como
instrumento privado si está firmado por las partes”.
La conversión sólo se permite al instrumento viciado por determinados defectos. Entre otros casos se
autoriza la conversión cuando el instrumento es nulo por incompetencia territorial del oficial; o por falta
de capacidad del oficial
Y parte de la doctrina nacional considera que no son susceptibles de conversión los instrumentos en que
no haya participado el oficial público, o habiendo estado presente no lo hubiere firmado.
Para que la conversión opere, sólo es necesario que el instrumento público sea inválido por carencia de
formas, y que este firmado por las partes. Las partes, incluido el oficial público, deben haberlo firmado.
LAS ESCRITURAS PÚBLICAS
Concepto
Escritura pública es aquella especie de instrumento público labrado generalmente por un escribano u
otro funcionario autorizado para ello en su libro de protocolo.
Escribano o funcionario autorizado
a). Escribano
Escribano público, notario o fedatario es aquel profesional del derecho que, ha sido designado por el
estado como oficial público, confiriéndole la titularidad de un registro. Si él es directamente responsable
ante el estado de la conservación y utilización del registro, se lo conoce como escribano “de registro” o
“con registro”. Si, por el contrario, sólo está autorizado a utilizar un registro del que es directamente
responsable otro escribano, se lo denomina “escribano adscripto”.
El art. 299 expresa: “la escritura pública es el instrumento matriz extendido en el protocolo de un
escribano público o de otro funcionario autorizado para ejercer las mismas funciones, que contienen uno
o más actos jurídicos”.
b). Otros funcionarios
Otros funcionarios que excepcionalmente podrían extender escrituras públicas por su posibilidad de
“dar fe” respecto algún tipo de documento en los supuestos que existan escribanos en el lugar, son los
jueces de la paz y los funcionarios del servicio exterior de la Nación.
El protocolo
a). Concepto
El libro de registro o protocolo, es un conjunto de folios de papel de tamaño oficio, timbrados o
timbrados y rubricados, que el notario adquiere en el Colegio de Escribanos de la jurisdicción respectiva,
y sobre los cuales redactará las escrituras matices.
El art. 300 expresa: “El protocolo se forma con los folios habilitados para el uso de cada registro,
numerados correlativamente en cada año calendario, y con los documentos que se incorporan por
exigencia legal o a requerimiento de las partes del acto. Corresponde a la ley local reglamentar lo
relativo a las características de los folios, su expedición, así como los demás recaudos relativos al
protocolo, forma y modo de su colección en volúmenes o legajos, su conservación y archivo”.
b). Reglas sobre el protocolo
Las disposiciones sobre el protocolo surgen de la ley 12.990 del decreto 26.655/1951 y la ley 404 de la
Regulación del Notariado en la Ciudad de Buenos Aires. Todas estas disposiciones tienen disposiciones
exclusivas en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
De la ley 12.990 resulta que los escribanos deben adquirir en el Colegio de Escribanos pliegos de papel
sellado denominados “sellos notariales de protocolo” en cuadernillos de cinco folios, las que deben
estar numerados y rubricados. Las escrituras matices que forman el protocolo pueden estar escritas en
forma manuscrita o a máquina y obviamente con computadora como se hace habitualmente.
El escribano sólo es custodio del libro de protocolo, ya que en su propiedad pertenece al Estado. Este
deber se extiende al término de ocho años en la Ciudad de Buenos Aires. Este plazo varía según la
jurisdicción.
La escritura matriz
Se denomina así a la escritura original, es decir aquella con la que se va formando el protocolo. La
denominación de matriz se utiliza para diferenciarla de las copias y para significar que de su existencia y
su validez dependen la existencia y validez de esas copias.
Requisitos. Análisis
a). Deben efectuarse en el protocolo
“… la escritura pública es el instrumento matriz extendido en el protocolo…”
b). Deben estar ordenadas en forma cronológica
Art. 1005 expresa: “es nula la escritura que no se halle en la página del protocolo donde según el orden
cronológico debía ser hecha”. Este precepto tiende a evitar que pueden intercalarse escrituras.
c). Intervención personal del escribano
El art. 301 expresa: “el escribano debe recibir por sí mismo las declaraciones de los comparecientes,
sean las partes, sus representantes, testigos, cónyuges u otro interviniente”.
d). Clasificación del acto por el escribano
El art. 301 incluye como requisito de las escrituras que el escribano califique el acto que está siendo
instrumentado mediante escritura pública, por lo que implica que debe analizar y expresar sus
presupuestos, elementos y determinar cuál es la calificación jurídica que le corresponde. Ello está
expresado de la siguiente manera “debe calificar los presupuestos y elementos del acto, y configurarlo
técnicamente.
e). Nombre de las partes
Se exige que se exprese el nombre de las partes otorgantes. No es suficiente el uso de un seudónimo.
Si en la mención del nombre y el apellido se cometió algún error, debe subsanarse por vía judicial o
notarial, siempre que la persona resulte individualizada, ya que de lo contrario la escritura sería nula.
f). Capacidad de los otorgantes
La exigencia debe mencionar la fecha de nacimiento de los otorgantes del acto jurídico de que se trate
tiende a determinar si la persona en cuestión es mayor de edad o no.
g). Estado Civil
El art. 305 en su inc. b) expresa: “si se trata de personas casadas, debe consignar también si lo son en
primeras o posteriores nupcias y el nombre del cónyuge, si resulta relevante en atención a la naturaleza
del acto”.
Ello quiere decir, que el estado civil, debe expresarse en todas las escrituras públicas. Si las personas
otorgantes son casadas, se deberá indicar mayor detalle sobre el estado civil.
h). Domicilio
El requisito del domicilio se satisface indicando la localidad o ciudad del domicilio real. Pero si el
domicilio fuera especial, debería consignarse con precisión pues en él serán eficaces las notificaciones
judiciales o extrajudiciales a que hubiera lugar.
i). Debe consignar el objeto del acto instrumentado
El art. 305 inc. c) dispone, que la escritura debe consignar “la naturaleza del acto y la individualización de
los bienes constituyen su objeto”.
j). Concluido el acto debe leerse la escritura a las partes
El art. 305, inc. d) expresa: “la constancia instrumental de la lectura que el escribano debe hacer en el
acto del otorgamiento de la escritura”.
En el caso en que la lectura requerida no fuera efectuada, ello no sería causal de nulidad, salvo expresa
disposición en contrario para un supuesto específico.
Si alguna de las partes tuviera discapacidad auditiva, el art. 304 establece “Si alguna de las personas
otorgantes del acto tiene discapacidad auditiva, deben intervenir dos testigos que puedan dar cuenta del
conocimiento y comprensión del acto por la persona otorgante. Si es alfabeta, además, la escritura debe
hacerse de conformidad a una minuta firmada por ella y el escribano debe dar fe de ese hecho. La
minuta debe quedar protocolizada”.
k). Utilización de abreviaturas y números
El art. 303 establece que “No se deben dejar espacios en blanco, ni utilizar abreviaturas, o iniciales,
excepto que estas dos últimas consten en los documentos que se transcriben, se trate de constancias de
otros documentos agregados o sean signos o abreviaturas científicas o socialmente admitidas con
sentido unívoco. Pueden usarse números, excepto para las cantidades que se entregan en presencia del
escribano y otras cantidades o datos que corresponden a elementos esenciales del acto jurídico”.
El codificador entiende que las escrituras no pueden dejar espacio para ser alteradas, o bien incluir
términos que impidan que su contenido sea adecuadamente entendido por las partes y aun por
terceros.
l). Deben salvarse los errores de escritura
Las enmiendas, testados, borraduras, interlineado u otras modificaciones efectuadas sobre el
instrumento en sus partes esenciales deben ser salvadas de puño y letra del escribano, y ante de las
firmas.
m). Firma por los otorgantes, escribanos y testigos
Es una aplicación del principio general establecido por los instrumentos públicos por el art. 290, inc. b).
no es necesario firmar todas las hojas, ya que la unidad está dada por la actividad del escribano.
n). Identidad de los otorgantes
Las escrituras deben incluir el nombre y el apellido de las personas que las otorguen, o sea, la
identificación de las mismas.
El art. 306, establece que la identidad debe establecerse mediante los siguientes medios “a) por
exhibición que se haga al escribano de documento idóneo; en este caso, se debe individualizar
el documento y agregar al protocolo reproducción certificada de sus partes pertinentes; b) por
afirmación del conocimiento por parte del escribano”.
Idioma
a). Regla General
Cualquier extranjero puede otorgar actos por instrumento público. La dificultad se presenta cuando
ambos otorgantes, o uno de ellos, no entiende el castellano.
El art. 302 del CCYC exige que las escrituras sean redactadas en idioma nacional, es decir, en castellano,
por ser éste el idioma oficial.
b). Escritura redactada en idioma extranjero
Pueden protocolizarse instrumentos redactados en otro idioma distinto al castellano, pero en dicho caso
debe acompañarse una traducción al castellano por un traductor público u otro traductor o intérprete
aceptable para el escribano.
Ésta solución se encuentra en el art. 302 segundo párrafo al expresar: “Los otorgantes pueden requerir
al notario la protocolización de un instrumento original en idioma extranjero, siempre que conste de
traducción efectuada por traductor público, o intérprete que aquél acepte. En tal caso, con el testimonio
de la escritura, el escribano debe entregar copia certificada de ese instrumento en el idioma en que está
redactado”
Si una escritura o parte de ella tuviera redactada en idioma distinto al castellano, entendemos que
mantendrá su validez si las partes conocían el idioma de que se trate.
c). Otorgantes que no conocen el idioma nacional
Se encuentra en la primera parte del art. 302, que expresa: “La escritura pública debe hacerse en idioma
nacional. Si alguno de los otorgantes declara ignorarlo, la escritura debe redactarse conforme a una
minuta firmada, que debe ser expresada en idioma nacional por traductor público, y si no lo hay, por
intérprete que el escribano acepte. Ambos instrumentos deben quedar agregados al protocolo”.
Si las partes formales no entienden el idioma nacional, debe redactarse una “minuta” en el idioma que
conociesen, que deberán firmar ante el notario, o si fue redactada con anterioridad, reconocer su firma
ante el mismo. La minuta sólo es firmada por la parte que no conoce el idioma. Luego de redactada y
firmada la minuta, el escribano la hará traducir por un traductor público u otro intérprete que éste
acepte. La minuta y su traducción se deben incorporar al protocolo. Efectuada la traducción, que debe
estar firmada por el traductor, el notario debe confeccionar la escritura conforme a la minuta traducida.
Otorgamiento por personas con discapacidad auditiva
El art. 304 prevé el supuesto en que los otorgantes o uno de ellos tuvieran discapacidad auditiva.
En este supuesto, deben intervenir dos testigos que aseguren que el otorgante con discapacidad
auditiva haya entendido el contenido del acto. Si la persona con discapacidad supiera leer y escribir, la
escritura debe hacerse de conformidad a una minuta, la que debe agregarse al protocolo.
LAS PARTES DE LA ESCRITURA
El encabezamiento
La primera parte de la escritura es su encabezamiento. En ella el escribano expresa el número de la
escritura, el lugar de su suscripción y fecha de otorgamiento, el nombre, estado civil y vecindad de las
partes, las identifica y señala el medio de la identificación, ya sea su conocimiento personal o el
documento que se utilizó a tal fin. Señala el carácter que invocan las partes para actuar si no hiciesen
por derecho propio.
La identificación de las partes
El CCYC se limita a exigir que la identidad de los comparecientes se acredite con el documento de
identidad.
En el código de Vélez existía lo que se daba a llamar “fe de conocimiento” que hacía a la identificación
de los otorgantes, tras un proceso investigativo, para su constancia en el documento. Es decir que el
escribano daba fe de que conocía a las partes.
La exposición
a). Contenido
Las partes explican jurídico que se proponen realizar, describen los bienes objeto del negocio, o refieren
a los antecedentes del dominio si se trata de constitución o transmisión de derechos reales sobre
inmuebles.
b). El “le corresponde”
En materia de constitución o transmisión de derechos reales sobre inmuebles, la enunciación de los
antecedentes del dominio se identifica como “le corresponde”, en razón de que el escribano suele
enunciarlos diciendo que al vendedor “le corresponde el dominio en razón de haberlo obtenido como
heredero de…” o “por compra que hizo de…”, etc.
La declaración de voluntad o estipulación
La estipulación contiene la declaración de voluntad que los otorgantes del acto efectúan con la finalidad
de producir una adquisición, modificación, o extinción de efectos jurídicos.
Es el conjunto de cláusulas contractuales o disposiciones testamentarias, o facultades del apoderado,
etc.
El pie o cierre
a). Contenido
Ésta es la última parte de la escritura. En ella se asientan tres constancias: que el notario efectuó la
lectura del instrumento, las enmiendas de su puño y letra si las hubiere, y las firmas de todos los
participantes en el acto.
b). La firma
Deben firmar la escritura todos los intervinientes en el acto, cualquiera sea la fundación que en él hayan
cumplido. El último en firmar es siempre el escribano que con tal acto “autoriza” la escritura.
Si no firma alguno de los comparecientes, todo el acto es nulo.
c). Firma por otro
Podría ocurrir que alguno de los que debiesen firmar no supiese o no pudiese hacerlo, el art. 305 inc. f)
estipula que: “la firma de los otorgantes, del escribano y de los testigos si los hubiera; si alguno de los
otorgantes no sabe o no puede firmar, debe hacerlo en su nombre otra persona; debe hacerse constar la
manifestación sobre la causa del impedimento y la impresión digital del otorgante”.
No es necesario que el tercero firmante a ruego sea conocido por el escribano.
Si hay más de una persona que no sepa firmar, nada obsta a que un tercero firme a ruego de ambas o un
tercero a ruego de un testigo, o un testigo a ruego de otro testigo, con la única limitación en materia
testamentaria en la que se exige que, por los menos, dos de los testigos puedan firmar.
Los testigos facultativos
El CCYC no contempla al regular las escrituras públicas el requisito de testigos instrumentales. Esto no
significa que no haya testigos instrumentales, pero ya no son obligatorios sino facultativos a criterio del
escribano, salvo cuando se lo pidan las partes, en cuyo caso está obligado a aceptarlos.
El número de testigos no puede ser inferior a dos.
Principio de unidad del acto
El art. 301 en su parte pertinente, dice “Las escrituras públicas, que deben extenderse en un único acto…
En los casos de pluralidad de otorgantes en los que no haya entrega de dinero, valores o cosas en
presencia del notario, los interesados pueden suscribir la escritura en distintas horas del mismo día de su
otorgamiento. Este procedimiento puede utilizarse siempre que no se modifique el texto definitivo al
tiempo de la primera firma”.
Procuraciones y documentos habilitantes
a). Noción
Son los documentos que acreditan la representación invocada por quien suscribe la escritura, sea de
otra persona física o de una persona jurídica. En el primer caso será un mandato o la designación como
tutor o los documentos que acreditan que los que firman son los padres del menor cuyos intereses se
ponen en juego en el acto jurídico.
En el segundo, deberá acreditar la condición de director o mandatario de la sociedad con los
instrumentos y con los actos societarios pertinentes.
Estos documentos deben ser exigidos y protocolizados, salvo ciertos casos.
Cada uno de estos documentos debe reunir las formas necesarias para su validez.
b). Tratamiento de la procuración y documentos habilitantes en la escritura
El art. 307 expresa: “Si el otorgante de la escritura es un representante, el escribano debe exigir la
presentación del documento original que lo acredite, el que ha de quedar agre-gado al protocolo,
excepto que se trate de poderes para más de un asunto o de otros documentos habilitantes que hagan
necesaria la devolución, supuesto en el cual se debe agregar copia certificada por el escribano. En caso
de que los documentos habilitantes ya estén protocolizados en el registro del escribano interviniente,
basta con que se mencione esta circunstancia, indicando folio y año”.
Si las partes sustanciales concurrieren a otorgar la escritura a través de sus representantes, el escribano
debe exigir la presentación de los poderes originales respectivos que justifiquen el apoderamiento y los
debe agregar al protocolo, salvo que el poder sirva también para otras ocasiones o que sea necesaria su
devolución por otro motivo, en cuyo caso debe agregar un copia certificada de los instrumentos
relevantes al protocolo.
Protocolización. Concepto
Protocolizar un instrumento es incorporarlo materialmente al protocolo, es decir, glosarlo en el lugar
que le corresponda junto con la escritura que se refiere al mismo.
No se trata de “transcribirlo” en una escritura pública. Los documentos pueden ser protocolizados por
voluntad de las partes.
a). Protocolización a pedido de parte
El art. 300 prevé expresamente la protocolización a pedido de parte al expresar que el protocolo se
forma con las hojas correspondientes y “con los documentos que se incorporen por exigencia legal o a
requerimiento de las partes del acto”. Así, nada impide que las partes o una parte pida la
protocolización de un instrumento privado.
Quien solicita la protocolización, debe ser parte del acto.
b). Supuestos en que la ley exige protocolizar
En el régimen del CCYC no se regula el régimen para protocolizar instrumentos por disposición de la ley,
pero ello resulta de las normas que regulan el notario en las jurisdicciones provinciales y en la ciudad
autónoma de Buenos Aires.
En este supuesto además de la orden judicial, se requiere que haya reconocido la firma o se haya dado
por reconocida.
El instrumento protocolizador por decisión judicial, además de adquirir fecha cierta, se convierte en
instrumento público, con sus ventajas probatorias. En caso de tratarse de la protocolización de un
instrumento privado por orden judicial, no todas las partes del nuevo instrumento público tiene el
mismo valor probatorio.
Copias y segundas copias
a). Primer testimonio
La escritura matriz queda glosada en el protocolo encuadernado y no suele siquiera consultarse, por
resultar dificultoso e impráctico, salvo cuando es necesario efectuar un estudio de títulos.
Los que las partes tienen en su poder, entonces, no es la escritura matriz, sino un primer testimonio o
copia.
El art. 308 establece: “El escribano debe dar copia o testimonio de la escritura a las partes. Ese
instrumento puede ser obtenido por cualquier medio de reproducción que asegure su permanencia
indeleble, conforme a las reglamentaciones locales…”.
Debe entenderse por parte a cada centro de interés, cualquiera sea la cantidad de personas que lo
integren. Los sucesores universales o singulares de las partes asimilan a ellas. El escribano sólo está
obligado a entregar el testimonio a las partes.
b). Copia simple
Es aquella que los escribanos suelen entregar a las partes al solo efecto de que tengan el texto del acto
celebrado, pero que no sólo no reúne los requisitos formales de un instrumento público, ya que no es un
original ni su testimonio, sino que tampoco tiene sus efectos, ya que no sirve para reconstruir el
protocolo.
c). Forma
El testimonio debe hacerse en papel timbrado, bien que ahora está autorizada su expedición en forma
impresa y fotográfica, aunque hay carbónica.
También deberá contener la fecha, la firma y el sello del escribano. No tienen que firmarlo las partes.
d). Segunda copia
Puede ocurrir que alguna parte, luego de otorgársele el primer testimonio, necesite otra copia por
haberlo perdido. Esa nueva copia que se le otorgue se denomina “segundas copias”. Para obtenerla
deberá solicitarla al escribano, que, sin embargo, no en todos los casos están habilitado a otorgarla.
El art. 308 expresa: “Si alguna de las partes solicita nueva copia, el escribano debe entregarla, excepto
que la escritura contenga la constancia de alguna obligación pendiente de dar o de hacer, a cargo de
otra de las partes. En este caso, se debe requerir la acreditación en instrumento público de la extinción
de la obligación, la conformidad del acreedor o la autorización judicial, que debe tramitar con citación de
las partes del acto jurídico”.
Las escrituras que no instrumentan obligaciones de esa índole, la nueva copia puede expedirse por el
escribano a mera solicitud de la parte interesada.
Si, por el contrario, contienen obligaciones de ese tipo, pese a la rigidez del texto, se suele distinguir
entre aquellas cuyo cumplimiento no puede llegar a exigirse nuevamente una vez satisfechas, de
aquellos otros supuestos en los que podría llegar a exigirse un nuevo cumplimiento en forma ilícita.
En el primer caso no existe inconveniente en que el escribano otorgue segunda copia sin autorización
judicial.
En el segundo caso, se requiere que, a petición del interesado, el juez autorice al escribano a otorgar un
segundo testimonio.
e). Valor de las primeras o segundas copias
Autorizado un primer testimonio o uno segundo tiene el mismo valor probatorio que la escritura matriz,
salvo que contenga alguna diferencia con la misma, en cuyo caso se tiene a la matriz por texto
auténtico.
f). Destrucción de la escritura matriz
Podría ocurrir que se destruyese la matriz, en forma total o parcial, o que se perdiese, y que haya que
valerse del primer testimonio sea para obtener otra copia (supuesto de “renovación) o para
incorporarlo al protocolo en sustitución de la matriz destruida (supuesto conocido como “reposición, o
construcción).
Es necesario que el testimonio que se pretende utilizar no esté borrado en lugar sospechoso y pueda
leerse claramente.
Nulidad de la escritura por vicio de forma
El art. 309 dice: “Son nulas las escrituras que no tengan la designación del tiempo y lugar en que sean
hechas, el nombre de los otorgantes, la firma del escribano y de las partes, la firma a ruego de ellas
cuando no saben o no pueden escribir y la firma de los dos testigos del acto cuando su presencia sea
requerida. La inobservancia de las otras formalidades no anula las escrituras, pero los escribanos o
funcionarios públicos pueden ser sancionados”.
Sólo contempla como supuestos de nulidad: la omisión de la fecha, la del lugar de otorgamiento, la del
nombre de las partes, su falta de firma o de firma a ruego si correspondiese, y la ausencia de firma de
los dos testigos cuando su presencia fuese requerida.
Responsabilidad del notario por nulidad
Sólo ocasionan una imposición de multa, las siguientes omisiones:
 Falta de lectura de lo actuado por el notario;
 Omisión de consignar el nombre de los testigos siempre que estén sus firmas;
 Falta de agregación de la minuta en idioma extranjero , y para el supuesto de otorgamiento por
una persona con discapacidad auditiva
 Falta de unidad del acto fuera de las excepciones previstas en el art. 301;
 Falta de correlatividad que no altere el orden cronológico;
 Omisión de protocolizar las procuraciones y documentos habilitantes;
 Ausencia de mención de estado civil, mayoría de edad, o domicilio de las partes;
 Falta de consentimiento por el cónyuge en los supuestos que lo requiere.
Las actas notariales
A través de las denominadas actas los escribanos realizan la constatación de hechos. Las actas pueden o
no ser extendidas en escritura pública mediante su incorporación al protocolo.
El acta se limita a la comprobación de simples hechos o hechos jurídicos.
La incorporación de las actas notariales al CCYC es una de las reformas sustanciales respecto del régimen
del código civil precedente y es consistente en lo efectuado por el anteproyecto del código civil de 1998.
a). Requisitos de las actas notariales
El art. 311 establece: “actas están sujetas a los requisitos de las escrituras públicas, con las siguientes
modificaciones:
a) se debe hacer constar el requerimiento que motiva la intervención del notario y, en su caso, la
manifestación del requirente respecto al interés propio o de terceros con que actúa;
b) no es necesaria la acreditación de personería ni la del interés de terceros que alega el requirente;
c) no es necesario que el notario conozca o identifique a las personas con quienes trata a los efectos de
realizar las notificaciones, requerimientos y otras diligencias;
d) las personas requeridas o notificadas, en la medida en que el objeto de la comprobación así lo
permita, deben ser previamente informadas del carácter en que interviene el notario y, en su caso, del
derecho a no responder o de contestar; en este último supuesto se deben hacer constar en
el documento las manifestaciones que se hagan;
e) el notario puede practicar las diligencias sin la concurrencia del requirente cuando por su objeto no
sea necesario;
f) no requieren unidad de acto ni de redacción; pueden extenderse simultáneamente o con posterioridad
a los hechos que se narran, pero en el mismo día, y pueden separarse en dos o más partes o diligencias,
siguiendo el orden cronológico;
g) pueden autorizarse aun cuando alguno de los interesados rehúse firmar, de lo cual debe dejarse
constancia”.
b). Valor probatorio
El art. 312 expresa: “El valor probatorio de las actas se circunscribe a los hechos que el notario tiene a la
vista, a la verificación de su existencia y su estado. En cuanto a las personas, se circunscribe a su
identificación si existe, y debe dejarse constancia de las declaraciones y juicios que emiten. Las
declaraciones deben referirse como mero hecho y no como contenido negocial”.
Así, el valor probatorio del acta es similar al de las escrituras públicas en cuanto a que ellas otorgan
certeza, pero sólo frente a los hechos que el escribano presenció o a las personas que hubiesen
identificado.
LA ORGANIZACIÓN DEL NOTARIADO
El carácter del funcionario público. La estructura local
a). Distintos sistemas
En el sistema jurídico anglosajón el número de escribanos es ilimitado ya que les basta con llenar los
requisitos legales para serlo, y los actos que autorizan sólo tienen valor de principio de prueba.
En un segundo sistema, los escribanos son funcionarios o empleados públicos según el país de que se
trate.
b). ¿Es el escribano un funcionario público?
Se ha debatido en la doctrina de nuestro país si el escribano público es o no un funcionario público. Se lo
considera un funcionario público y desempeña principalmente una función pública. En contra se dice,
que el funcionario no tiene una remuneración estatal, ni responde el estado civilmente por él, ni dicho
funcionario representa al estado.
Requisitos para desempeñar como funcionario público
a). Recaudos generales
Para los escribanos de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, los requisitos para el cargo están
establecidos en los arts. 13 y 8 de la ley 404. En primer término es requisito de la investidura notarial el
estar matriculado en el Colegio de Escribanos de la CABA. Todo escribano debe ser mayor de edad,
haber sido designado titular o adscripto de un registro notarial, declarar bajo juramento no estar
incluido en inhabilidades o incompatibilidades y ser puesto en posesión del cargo por el presidente del
Colegio de Escribanos o por un miembro del Consejo Directivo.
Los requisitos correspondientes deberán ser justificados ante juez competente, con intervención del
Colegio de Escribanos.
La matriculación es exclusiva de los escribanos titulares o adscriptos a registro, además de los escribanos
jubilados, que conservan derechos políticos.
b). Inhabilidades e incompatibilidades
El art. 16 de la ley 404 establece las inhabilidades de los escribanos que están relacionadas con las
restricciones a la capacidad de derecho, encausados o condenados con prisión preventiva por delitos no
culposos, los escribanos suspendidos durante el término de la suspensión; y las personas que fueran
descalificadas por inconducta personal o profesional para ejercer el notariado.
Las incompatibilidades están establecidas en el art. 17 y se basan en que el escribano no puede tener un
cargo o empleo público, judicial, militar o eclesiástico.
El art. 18 establece excepciones a las incompatibilidades.
Clases de escribano
I. Escribanos de registro, son aquellos que tienen un registro a cargo y que pueden autorizar
escrituras públicas.
II. Escribanos adscriptos, actúan utilizando un registro asignado a un escribano de registro. Es
decir, están “adscriptos” a un registro del que no son responsables. Se designan a propuesta del
escribano de registro al cual están adscriptos y son designados por el poder ejecutivo.
III. Escribanos interinos, subrogantes y autorizados, pueden nombrarse escribanos interinos en
caso de enfermedad, ausencia o impedimento transitorio. La designación puede ser hecha por el
tribunal de superintendencia a solicitud del escribano titular de registro o por los adscriptos,
subrogantes o interinos a cargo del registro. El escribano titular también puede proponer al
tribunal de superintendencia los nombramientos de escribanos subrogantes, en número de
hasta tres, cuando no hubiere adscriptos o todos ellos se encontraren también impedidos.
IV. Escribanos especiales, mediante las leyes especiales se regula la función de ciertos escribanos
que tienen una función particular.
Funciones y deberes
a). Atribuciones de los escribanos en general
Las atribuciones de los escribanos son: asesoramiento y emisión de dictámenes orales y escritos
relativos a cuestiones jurídico-notariales; redacción de documentos de toda índole, cuando el
ordenamiento no le impusiese forma pública; la relación y el estudio de antecedentes de dominios u
otras legitimaciones; y las demás atribuciones que otras leyes atribuyeren.
b). Atribuciones de los escribanos de registro y adscriptos
Los escribanos de registro, titulares y adscriptos, por trabajar con un protocolo, cuentan con: recibir,
interpretar, dar forma legal y conferir autenticidad a las declaraciones de voluntad y de verdad de
quienes rogaren la instrumentación pública; comprobar, fijar, autenticar el acaecimiento de hechos,
existencia de cosas o contenido de documentos percibidos sensorialmente que sirvieren o pudieran
servir para fundar una pretensión en derecho; fijar declaraciones de notoriedad de hechos y tenerlas
por comprobada a su juicio; redactar y extender documentos que contengan las declaraciones de
particulares y expresiones del escribano autorizante, etc.
La principal atribución de los escribanos de registro y adscriptos es otorgar y autorizar escrituras
públicas.
El escribano titular del registro, no el adscripto, es el responsable directo del trámite y conservación del
protocolo.
c). Deberes
El art. 29 de la ley 404 establece que los principales deberes son: conservar y custodiar los documentos
que autorice y protocolo mientras se encuentren en su poder; expedir copias, certificados y extractos de
las escrituras otorgadas en el registro a su cargo; concurrir asiduamente a su oficina y no ausentarse del
lugar de su domicilio por más de 8 días de autorización del Colegio de Escribanos; guardar en estricta
reserva el protocolo y sólo exhibirlo en los casos previstos por ley; y cumplir con las normas de ética
establecidas por el Colegio de Escribanos.
d). Responsabilidad
Los escribanos tienen la responsabilidad civil por los daños y perjuicios que su actuación errónea (dolosa
o culposa) pueda llegar a causar; administrativa (si no desempeñan las funciones fiscales que deben
desempeñar como agentes de retención de impuestos); profesional (en caso de inobservancia de
normas de ética profesional) y penal (si asientan falsedades, violan secretos profesionales o contribuyen
al engaño de un cliente).
Organización y control de la matrícula
a). Tribunal de Superintendencia
En la CABA el gobierno y la supervisión disciplinaria de la función notorial establecida por la ley 12990
estaban en manos de un tribunal de Superintendencia, integrado por tres miembros de Cámara Nacional
de Apelaciones en lo
Civil de capital federal.
Según el art. 118 de la ley 404, el tribunal de superintendencia, luego de que se efectivice el traspaso de
la justicia ordinaria a la CABA, estará integrado por un presidente, que será el presidente de la Cámara
de Apelaciones en lo Civil de la CABA y por dos vocales titulares de dicha cámara.
b). Colegio de Escribanos
En la CABA la matrícula de los escribanos está controlada por el Colegio de Escribanos. Cada jurisdicción
provincial organiza la matrícula de manera similar.
Las funciones de este consisten en: velar por la rectitud e ilustración en el ejercicio profesional; vigilar el
cumplimiento, por parte de los escribanos, de la ley orgánica Notarial, de su reglamentación y de toda
otra disposición atinente al notariado, incluso las resoluciones del mismo Colegio.
INSTRUMENTOS PRIVADOS
Concepto de instrumento. Diferencia con documento
En un sentido amplio, documento es “toda cosa que sea producto de un acto humano, perceptible con
los sentidos de la vista y el tacto, que sirve de prueba histórica indirecta y representativa de un hecho
cualquiera”.
Entre documento a instrumento existe una relación de género a especie; en razón de la cual, el segundo,
por ser exclusivamente escrito.
El soporte del instrumento es el medio en el que el mismo es confeccionado.
Clasificación de los instrumentos
Tradicionalmente se clasifican en instrumentos públicos y privados.
El CCYC de 1998 clasifica a los instrumentos en públicos y particulares; y a estos últimos en particulares
no firmados, y privados si están firmados.
El art. 286 establece: “La expresión escrita puede tener lugar por instrumentos públicos, o por
instrumentos particulares firmados o no firmados…”. Si lo están, se llaman instrumentos privados. Si no
lo están, se los denomina instrumentos particulares no firmados; esta categoría comprende todo escrito
no firmado, entre otros, los impresos, los registros visuales o auditivos de cosas o hechos y, cualquiera
que sea el medio empleado, los registros de la palabra y de información.
Concepto de instrumento privado y distinción del instrumento público
a). Terminología
“instrumento privados” o “actos bajo forma privada”, o “actos bajo formas privadas”, son expresiones
equivalentes.
b). Criterio de distinción
Lo que distingue al instrumento privado del público es que para el privado no se requiere la intervención
del oficial público, pues las partes lo otorgan por sí mismas.
El principio de libertad de formas e instrumento privado
a). Concepto
Mientras que los instrumentos públicos las formas están reguladas, en los privados y en los particulares
rige el principio de libertad de formas.
Este principio autoriza a que la voluntad se manifieste verbalmente, por escrito o por signos
inequívocos.
b). Aplicación práctica
Como la aplicación práctica de este principio de libertad de formas, podemos señalar, que las partes
pueden firmar un instrumento cualquier día, se hábil o no y en cualquier hora. No es necesario
consignar el lugar y fecha de otorgamiento; ni el nombre y domicilio de las partes; ni sus calidades
personales. Pueden ser redactaras en cualquier idioma, sobre cualquier soporte, y por cualquier persona
en forma manuscrita.
c). Supuestos especiales
El art. 2477, impone para la validez del testamento ológrafo que el mismo sea escrito, fechado y
firmado, todo de puño y letra del testador.
El art. 316 establece que cuando el instrumento presente alteraciones materiales el juez podrá evaluar si
el mismo debe ser disminuido en su capacidad probatoria, al expresarse “Las raspaduras, enmiendas o
entrelíneas que afectan partes esenciales del acto instrumentado deben ser salvadas con la firma de las
partes. De no hacerse así, el juez debe determinar en qué medida el defecto excluye o reduce la fuerza
probatoria del instrumento”.
EL SOPORTE DEL INSTRUMENTO
Noción
“soporte” es la cosa, de cualquier material, sobre la cual está conformado el instrumento.
El soporte sostenido a miras por el código civil precedente fue el papel.
En la actualidad la elección del soporte presenta opciones, ya que existen posibilidades de recurrir a
otros medios, incluidos los tecnológicos.
Distintos tipos se soportes en la actualidad
Puede haber instrumentos con soporte plástico (típicamente la tarjeta de crédito o de compra), con
soporte metálico (los cospeles o fichas para máquinas expendedoras).
a). Clasificación
SOPORTES informáticos, como la tarjeta perforadora, la cinta de papel perforado, el disquete,
etc.
Ópticos, como la cinta de video, el microfilm, etc.
Auditivos, como el disco fonográfico, la cinta magnética de audio, etc.
Presupuestos de la escritura. Su actualidad
El art. 262 permite que la voluntad se exprese verbalmente, por escrito, por signos inequívocos, o por la
ejecución de un hecho.
Tradicionalmente se considera que en los instrumentos de cualquier tipo la voluntad se expresa por
escrito.
El CCYC no prohíbe la existencia de instrumentos que comuniquen ideas por un medio distinto a la
escritura.
El tiempo hábil para la instrumentación bajo forma privada
No existe ninguna referencia a la fecha en que deben ser confeccionados u otorgados los instrumentos
privados, por lo cual no hay limitaciones para ello.
REQUISITOS DE VALIDEZ DEL INSTRUMENTO PRIVADO
Enumeración
El principio de libertad de formas para los instrumentos privados tiene sólo una excepción: la exigencia
de firma.
En el régimen del código civil precedente se exigía el doble ejemplar, para aquellos que instrumenten
actos jurídicos perfectamente bilaterales.
También excepcionan al principio de libertad de formas aquellos recaudos requeridos por normas
particulares.
La firma. Concepto
a). Exigencia legal
El art. 288 establece: “La firma prueba la autoría de la declaración de voluntad expresada en el texto al
cual corresponde. Debe consistir en el nombre del firmante o en un signo.
En los instrumentos generados por medios electrónicos, el requisito de la firma de una persona queda
satisfecho si se utiliza una firma digital, que asegure indubitablemente la autoría e integridad del
instrumento”.
El art. 313 expresa que: “Si alguno de los firmantes de un instrumento privado no sabe o no puede
firmar, puede dejarse constancia de la impresión digital o mediante la presencia de dos testigos que
deben suscribir también el instrumento”.
Lo expresado implica que la firma no es prescindible en los instrumentos privados, ni aun en el supuesto
de que el texto del instrumento esté escrito de puño y letra del sujeto que omitió firmarlo.
Los denominados instrumentos particulares no firmados, obviamente, no requieren ser firmados.
b). Noción
La firma está integrada por trazos que constituyen el modo habitual que tiene una persona de escribir su
nombre y apellido con la finalidad de manifestar la adhesión de su voluntad al texto cuyo pie la pone.
El art. 2476 referida a la firma de los testamento, estipula que la del testador debe escribirse “como el
autor de ellas acostumbra a firmar en os instrumentos públicos y privados, los errores de ortografía o la
omisión de letras no vician necesariamente la firma, quedando su validez librada a la apreciación”.
No es necesario que se escriba el nombre y el apellido completo; puede ser uno u otro o ambos, o una
combinación, o simplemente un signo gráfico con el cual la persona se identifica a sí misma.
La firma es tal aunque sea ilegible.
c). Reconocimiento de la firma obligatoriedad y efectos
El art. 314 expresa: “Todo aquel contra quien se presente un instrumento cuya firma se le atribuye debe
manifestar si ésta le pertenece. Los herederos pueden limitarse a mani-festar que ignoran si la firma es o
no de su causante. La autenticidad de la firma puede probarse por cualquier medio.
El reconocimiento de la firma importa el reconocimiento del cuerpo del instrumento privado. El
instrumento privado reconocido, o declarado auténtico por sentencia, o cuya firma está certificada por
escribano, no puede ser impugnado por quienes lo hayan reconocido, excepto por vicios en el acto del
reconocimiento. La prueba resultante es indivisible. El documento signado con la impresión digital vale
como principio de prueba por escrito y puede ser impugnado en su contenido”.
El primer párrafo de la norma citada dispone la obligatoriedad de expresarse sobre la atribución de
firma.
Respecto del segundo párrafo, refiere a los efectos del reconocimiento de la firma.
La norma en cuestión establece que la firma reconocida importa reconocimiento del texto instrumento
privado en el que ha sido estampada.
El instrumento privado con firma reconocida, o declarado auténtico en proceso judicial, o cuya firma
haya sido verificada por escribano público no puede ser atacada de invalidez, salvo que la causa de la
objeción sea la existencia de vicios en el acto de reconocimiento.
Caracteres
a). Ser ológrafa
Es decir que debe estar escrita de puño y letra del firmante a quien se imputa.
b). Manifestaciones de individualidad
Debe ser expresión de la individualidad de quien la escribe. Sólo debe expresar y representar de una
manera elegida su individualidad.
c). Exclusiva
Porque constituye una referencia a su individualidad.
d). Habitual
La firma debe ser la forma habitual de expresar la voluntad. O lo que es lo mismo, cada firma debe ser
semejante a la cronológicamente anterior del mismo sujeto. Debe intentarse firmar siempre de la
misma manera. Esta es la nota más característica de la firma.
e). Expresión de voluntad
Debe ser puesta con la finalidad de expresar voluntad de adhesión al texto. Por eso es que debe ser
puesta al pie del instrumento, a fin de demostrar su asentimiento con todo el texto que le precede en el
papel. No con el que le sigue.
Sólo por excepción puede ponerse al margen.
f). La cuestión del lugar en que debe firmarse
No es necesario que se firme cada hoja de un instrumento. Si se alegaren alteraciones en el instrumento
firmado al final, el valor del instrumento dependerá de la apreciación judicial.
Para evitar cuestiones sobre el contenido de un documento de varias páginas, es de práctica que se
ponga la firma integra a su pie, y media firma en cada hoja anterior, o que se mantenga la correlatividad
de las mismas.
g). Deformación voluntaria de la propia firma
La deformación, voluntaria o involuntaria de la propia firma, vale como firma.
Funciones
La firma ha servido para la obtención de dos objetivos: imputación de autoría del acto y demostración
de la voluntad de su autor.
El régimen del CCYC confirma ambas funciones en el art. 288 que establece “la firma prueba la autoría
de la declaración de voluntad expresada en el texto al cual corresponde”. Y en el art. 314 que establece
en su parte pertinente cuales son los efectos de la firma, el que es “el reconocimiento del cuerpo del
instrumento privado…”.
La firma digital
a). Noción
Se utiliza la expresión firma digital para individualizar los procedimientos o métodos destinados a
identificar al autor de un documento transmitido por medios electrónicos, así como que esa persona
apruebe su contenido.
La ley de firma digital, documento digital y firma electrónica.
a). Ley 25.506
El 14 de diciembre de 2001 se publicó la ley 25.506 de Firma Digital, la que trajo una serie de
innovaciones relevantes en el ámbito del derecho privado.
El cap. 1 contiene las reglas de fondo. Los cap. Siguientes se refieren a la instrumentación del sistema de
firma digital; los cap. 9 y 10 se refieren a la responsabilidad de los distintos sujetos que actúan en la
implementación del sistema y a las sanciones que pueden serles impuestas.
b). Firma digital. Definición legal. Documento digital. Firma electrónica.
La ley 25.506 define a la firma digital como el resultado de aplicar a un documento digital un
procedimiento matemático que requiere información de exclusivo conocimiento del firmante,
encontrándose ésta bajo su absoluto control y que es susceptible de verificación por terceras partes. La
firma electrónica consiste en la identificación que un signatario utiliza o coloca junto a otros datos
enviados electrónicamente, pero que no reúne los requisitos de la firma digital que en general refieren
a la verificación del control y seguridad de la firma.
El documento digital es aquel que representa hechos o actos de la forma digital independientemente
de su soporte, almacenamiento o archivo.
c). Fundación de la firma digital.
La ley es muy clara en su art. 3 al disponer que “cuando la ley requiera una firma manuscrita, esa
exigencia queda también satisfecha por una firma digital”.
La firma digital es inseparable de un documento digital.
d). Función del documento digital.
Puede ser instrumento particular firmado o no firmado, según tenga o no firma digital. La ley 25.506
establece en el último párrafo del art. 6 que “un documento digital satisface también el requerimiento
de escritura”.
e). Hipótesis excluidas de firma digital.
El art. 4 excepciona: las disposiciones por causa de muerte, los actos jurídicos del derecho de familia, los
actos personalísimos en general y los actos que deban ser instrumento bajo exigencias o formalidades
incompatibles con la utilización de la firma digital, ya sea como consecuencia de disposiciones legales o
del acuerdo de partes.
La interpretación de la aplicabilidad de las excepciones vistas tiene que ser restrictiva.
f). Eficacia del documento digital que contiene acto excluido.
Si la expresión de voluntad debe exteriorizarse por una forma solemne y se hubiese firmado
digitalmente, el acto sería nulo por defecto de forma.
Si se tratase de actos formales no solemnes, el documento digital puede servir de prueba de su
celebración u otorgamiento, y se autorizaría a reclamar la satisfacción de la forma legalmente
establecida.
g). Requisitos de eficacia de la firma digital.
Para que la firma sea eficaz se requiere:
 Que haya sido creada durante el período de vigencia del certificado digital válido del firmante.
 Que sea debidamente verificada con la referencia de los datos de comprobación de firma digital,
indicados en dicho certificado, según el procedimiento que a esos efectos corresponde;
 Que dicho certificado haya sido emitido o reconocido por un certificador licenciado.
h). Originales.
Los documentos electrónicos firmados digitalmente y los reproducidos en formato digital firmados
digitalmente son considerados originales y tienen valor probatorio de tales según la reglamentación.
i). Conservación de documentos.
La conservación de documentos digitales será determinada por la reglamentación, siempre que se
accesibles para su posterior consulta y permitan determinar fehacientemente el origen, destino, fecha y
hora de su generación, envío y/o recepción. Las reglas de conservación de documentación aplicables
según disposiciones generales también aplican a los documentos digitales.
j). Reglamentación.
La ley 25.506 ha sido reglamentada por el decreto 2628/2002.
k). El correo electrónico, e-mail o “mail”.
Esto se ha convertido en una forma de comunicación muy utilizada y ello debido a la masiva penetración
social de las computadoras personales, y últimamente de la telefonía celular inteligente.
En cuanto a su naturaleza jurídica, el correo electrónico es un documento digital tal como ha sido
definido, y ello en cuanto representa hechos o actos de forma digital independientemente de su
soporte, almacenamiento o archivo.
El valor probatorio del correo electrónico sería el del instrumento privado. Para correos que no tuvieran
firma digital, se ha discutido en casos recientes cuál es el verdadero valor probatorio de dichas
comunicaciones.
La jurisprudencia dominante les da carácter de “instrumento particular no firmado” o bien de “principio
de prueba por escrito”.
La impresión digital
Tres opiniones se han elaborado respecto del valor de la impresión digital.
Una primera que admite en algunos casos la impresión digital como sucedánea de la firma, salvo que se
trate de un testamento ológrafo.
Otra postura sostiene que la impresión digital sólo acredita identidad, no voluntad. Así, quien no sabe
firmar no sabrá seguramente leer, por lo cual no puede convalidar con su impresión digital aquel lo que
no pudo entender.
Una tercera opinión distingue según el sujeto otorgante sepa leer y no escribir, o sea analfabeto. En el
primer caso, la impresión digital sería sucedánea de la firma.
a). Regulación en el CCYC.
El art. 313 establece que “… si alguno de los firmantes de un instrumento privado no sabe o no puede
firmar, puede dejarse constancia de la impresión digital…”.
En cuanto a sus efectos el art. 314 expresa que “el documento signado con la impresión digital vale
como principio de prueba por escrito y puede ser impugnado en su contenido”.
La firma a ruego
a). Concepto y ámbito de aplicación.
Cuando el otorgante de un instrumento público no puede o sabe firmar, opera la firma a ruego, que es
la que un tercero coloca en el documento en nombre de las partes y en prueba de su conformidad, de
todo lo cual da fe el oficial público.
Para caso de los instrumentos particulares el art. 313 expresa “…si alguno de los firmantes de un
instrumento privado no sabe o no puede firmar, puede dejarse constancia de la impresión digital o
mediante la presencia de dos testigos que deben suscribir también el instrumento”.
b). Supuestos en que no es admitida.
En ningún caso es válida la firma a ruego en aquellos supuestos de actos solemnes, como el testamento
ológrafo.
Conclusión sobre el punto
La firma digital, la impresión digital y la firma a ruego, tienen utilidad y pueden en algunos casos
limitados ser sucedáneos de la firma.
Validez de los instrumentos sin firma
a). Planteo.
Se trata de ver en este caso si puede obtenerse satisfacción de las funciones atribuidas a la firma por
medio de otros elementos, porque, si fuese así, los “particulares no firmados”, que no requieren firma,
no sólo tienen similar valor convictivo que los privados, sino que se adaptan mejor al tráfico moderno.
b). Sobre la imputación de autoría.
Existen numerosas transacciones que son procesadas sin la firma del titular, y que garantizan autoría.
Por ejemplo, las claves magnéticas, combinadas con claves numéricas, brindan mayor seguridad que la
mera firma. Ello ocurre, verbigracia, al efectuar actos jurídicos en cajeros automáticos.
C). Sobre la demostración de voluntad.
Este objetivo de la firma no se obtiene ya por signos inequívocos escritos, sino por signos que resultan
de la realización material de actos inequívocos.
d). Regulación en el CCYC.
El art. 319 regula el valor probatorio de los instrumentos particulares, expresa: “El valor probatorio de
los instrumentos particulares debe ser apreciado por el juez ponderando, entre otras pautas, la
congruencia entre lo sucedido y narrado, la precisión y claridad técnica del texto, los usos y prácticas del
tráfico, las relaciones precedentes y la confiabilidad de los soportes utilizados y de los procedimientos
técnicos que se apliquen”.
En cuanto al valor probatorio y eficacia de los instrumentos particulares, el legislador brinda amplitud de
posibilidades al juez para decidir el valor del instrumento de que se trate, considerando las
circunstancias relevantes en el caso, que el propio artículo define.
El doble ejemplar. Concepto
a). Fundamento legal y caracteres de la exigencia del doble ejemplar en el régimen del Código Civil
precedente.
El código civil precedente incluía otra limitación para principio de libertad de formas para los
instrumentos privados.
Ésta era la de doble ejemplar. En este sentido, el art. 1021 expresaba “los actos, sin embargo, que
contengan convenciones perfectamente bilaterales deben ser redactadas en tantos originales. Como
partes haya con un interés distinto”.
La exigencia del recaudo del doble ejemplar era de orden pública, por lo que no podía ser dejada sin
efectos por convención de las partes.
El requisito debía cumplirse mediante copia carbónica, fotocopia o cualquier otro medio que atribuya a
la copia igual contenido que el original. La firma deberá ser autógrafa en cada original.
b). Proyectos de reforma.
La visión doctrinaria más moderna sobre el tema estaba en contra de la exigencia del doble ejemplar,
por lo que parece justo que la parte que no tome la previsión de exigir un doble ejemplar a fin de
facilitar la prueba del acto, pueda luego negarse a cumplir obligación contraída en el instrumento que
firmó.
El anteproyecto de Bibiloni, y el anteproyecto de 1954, reconocen principio de prueba por escrito al
ejemplar único, con lo que acentúa la exigencia. En cambio el proyecto de unificación Legislativa de
1993 propiciaba la eliminación del requisito del doble ejemplar.
c). El CCYC.
El CCYC no incluyó la formalidad del doble ejemplar en los instrumentos privados.
En la práctica negocial es aconsejable a las partes que cada una requiera su ejemplar.
REQUISITOS DE OPONIBILIDAD
La fecha cierta
a). Concepto.
Fecha cierta es aquella que otorga certeza de que el instrumento privado ya estaba firmado al momento
de su producción, o no puedo ser firmado después de su acaecimiento. Su importancia radica en que la
fecha del instrumento puede depender derechos de terceros, por lo que frente a éstos no vale
necesariamente la fecha que exhibe el documento sino la que la ley considera como “fecha cierta”.
Utilidad y efectos
La ausencia de fecha cierta no obsta a la plena validez del instrumento privado, pero su contenido no
será oponible frente a terceros. El art. 307 expresa: “La eficacia probatoria de los instrumentos privados
reconocidos se extiende a los terceros desde su fecha cierta”.
De modo que los instrumentos privados que carecen de fecha cierta resultan inoponibles frente a
terceros.
Modos de adquirir fecha cierta
a). Entre las partes y sucesores universales.
Entre las partes que firmaron el instrumento, la fecha cierta del documento depende del
reconocimiento que del mismo haga el firmante contra el que se lo invoca.
Si, por el contrario, el instrumento no es reconocido no queda probada su existencia, ni su contenido, ni
su fecha.
Frente a los sucesores universales, no los singulares a que este respecto se asimilan a terceros, los
efectos dependen también del reconocimiento por el firmante a quien se oponga.
b). Fecha cierta respecto de terceros en el CCYC.
El art. 317 establece que “Adquieren fecha cierta el día en que acontece un hecho del que resulta como
consecuencia ineludible que el documento ya estaba firmado o no pudo ser firmado después”.
De modo que el documento adquiere fecha cierta el día en que murió una de las partes que lo firmó, o
el día en que se lo presentó en lo judicial o administrativo.
INSTRUMENTOS PRIVADOS FIRMADOS EN BLANCO
Fuerza probatoria
a). Concepto de firma en blanco.
Por aplicación del principio de libertad de formas no está prohibido que primero se firme el instrumento
y luego se llene el texto. A esto último se lo denomina firma en blanco.
Lo dicho es igualmente aplicable a los supuestos en los que el instrumento sólo es parcialmente firmado
en blanco, hipótesis conocida como firmar un instrumento dejando “claros” que luego llenará otra
persona.
b). Documento suscripto por un ciego.
Es un supuesto asimilable, la firma de un instrumento privado por un ciego, ya que en tal caso si bien el
instrumento está lleno, su suscripción es “a ciegas”, es decir, sin que el firmante tenga la posibilidad de
ver lo que firman.
Naturaleza jurídica del otorgamiento de firma en blanco
Se ha sostenido que las relaciones entre el firmante y la persona a quien se entra el instrumento para
que lo llene se rigen por reglas del contrato de mandato y que dicho caso se daría la celebración tácita
de tal contrato. Mas difiere del mandato en orden a la posibilidad del mandante controlar al
mandatario, pues mientras en el mandato basta con revocarlo, en el caso de la firma en blanco sólo se
podría evitar el otorgamiento del acto recuperando el instrumento.
Hasta cuándo puede llenarse el instrumento
Toda vez que la firma en blanco es considerada una suerte de mandato tácito, igual que todo mandato
se extingue con la muerte o incapacidad del mandatario o del mandante. Con posterioridad a algunos de
esos hechos, sólo podría firmarse si el instrumento hubiese sido entregado en el interés conjunto del
mandante y mandatario, o de un tercero.
Valor probatorio del instrumento firmado en blanco
Para su eficacia lo único relevante es que la firma colocada al pie del instrumento sea auténtica, haya
sido puesta antes o después del texto.
Impugnación por haberse llenado con abuso de confianza. Prueba
Puede ocurrir que el tenedor del instrumento firmado en blanco lo llene con un contenido diferente al
previsto por el firmante. Sea porque lo sustituya totalmente por o porque se extralimite en instrucciones
recibidas.
El art. 15 en su parte pertinente expresa: “el firmante de un documento en blanco puede impugnar su
contenido mediante la prueba de que no responde a sus instrucciones, pero no puede valerse para ello de
testigos si no existe principio de prueba por escrito…”.
Así, el firmante defraudado en su confianza deberá demostrar dos hechos: que el instrumento fue
firmado en blanco; y que fue llenado por su tenedor con un contenido distinto al indicado.
Inoponibilidad de la impugnación frente a terceros de buena fe
Los terceros de buena fe en este caso han adquirido un derecho a partir de un instrumento formalmente
válido, sin que les resulto oponible que el tenedor haya extralimitado o tergiversado las instrucciones
recibidas del firmante.
El art. 315 dispone: “El desconocimiento del firmante no debe afectar a terceros de buena fe”. Aquí se
hace primar la apariencia en beneficio de la seguridad jurídica.
La buena fe presume incumbiendo la prueba de la mala fe a quien la invoque.
Sustracción del instrumento firmado en blanco de la persona que lo ha recibido
a). La norma y los supuestos que contempla.
Para la situación del epígrafe el art. 315 dispone: “Cuando el documento firmado en blanco es sustraído
contra la voluntad de la persona que lo guarda, esas circunstancias pueden probarse por cualquier
medio. En tal caso, el contenido del instrumento no puede oponerse al firmante excepto por los terceros
que acrediten su buena fe si han adquirido derechos a título oneroso en base al instrumento”.
b). Prueba y hechos a probar.
El signatario o quien pretenda dejar sin efecto el instrumento de que se trate, deberá demostrar que el
instrumento fue firmado en blanco, que fue sustraído del poder del firmante o de la persona a que se lo
entregó, y que ésta lo llenó contra la voluntad del signatario o mandatario.
c). Efecto de la impugnación frente a terceros de buena fe.
En este caso, los terceros de buena fe que adquirieron derechos a título oneroso por haber contratado
con el ladrón quedan protegidos frente a la impugnación del signatario, y sus derechos no son dejados
sin efecto por la acción del perjudicado.
Esta solución es diferente a la otorgada a la cuestión en el art. 1019 del código civil precedente, donde el
derecho de los terceros aún de buena fe, cedía frente al derecho del firmante perjudicado.
CORRESPONDENCIA
Concepto
La correspondencia puede consistir en esquelas, tarjetas postales, telegramas, o cartas entre personas,
ya sea en materia personal o con términos relacionados con vínculos negociales.
Deben consistir en expresiones escritas entre dos o más personas, de suerte que quedan excluidas las
conversaciones telefónicas.
No están incluidas en el concepto, las conocidas como “cartas abiertas” y “solicitadas”, que son en
realidad, manifestaciones al público en general.
Pueden no estar firmadas, o estar suscriptas por sobrenombres o referencias al vínculo que tiene el
remitente con el destinatario
Inexigibilidad de la firma
Por no ser instrumentos privados, no es exigible la firma.
Su propiedad
El CCYC se detiene en un único art. En la correspondencia y regula parcialmente la eficacia probatoria de
las piezas de correspondencia en juicio
a). Propiedad de la carta masiva.
Las piezas de correspondencia, sea correspondencia epistolar, postal, tarjeta postal, esquela por mano o
cualquier otro tipo, son cosas muebles.
En cuanto tal, pertenecen a quien la escribió hasta que llegue a poder del destinatario.
Ínterin, es decir mientras está en el correo, le sigue perteneciendo, por lo que desde la óptica del
derecho civil nada obstaría a que la recupere si así lo desea.
Cuando es puesta en poder del destinatario, la propiedad de transmite al nuevo poseedor, quien tendrá
a su respecto la totalidad de las facultades que importa el derecho de dominio.
b). Facultades del autor de la carta cuando no es más su propietario.
Las facultades sobre la carta masiva se desdoblan, pues mientras quien la recibió es propietario y tiene
facultades de tal sobre la materia, quién la redacto y remitió conserva el derecho intelectual sobre su
contenido.
De allí que el dueño de la carta no pueda divulgarla indiscriminadamente, ni atribuirse la autoría de las
palabras o ideas allí expresadas.
Admisibilidad como medio de prueba
Las piezas de correspondencia están autorizadas como medio de prueba.
Se encuentra directamente involucrada con la garantía del art. 18 de la CN en cuanto expresa que son
inviolables la carta epistolar y los papeles privados, la utilización de las cartas masivas para probar en
juicio requiere efectuar múltiples.
a). Obtención de la carta.
La búsqueda de un fin lícito no justifica el empleo de medio ilícitos. De allí que sólo pueden esgrimirse
en juicio piezas habidas legítimamente.
La obtención de piezas de correspondencia por medio de su interceptación o sustracción está
incriminada por el código penal en su art. 153.
b). Régimen del CCYC. Art. 318.
El art. 318 expresa que “La correspondencia, cualquiera sea el medio empleado para crearla o
transmitirla, puede presentarse como prueba por el destinatario, pero la que es confidencial no puede
ser utilizada sin consentimiento del remitente. Los terceros no pueden valerse de la correspondencia sin
asentimiento del destinatario, y del remitente si es confidencial”.
c). Es admisible cuando es esgrimida por el destinatario.
El destinatario puede hacer valer el texto de la carta o pieza postal, cualquiera sea el soporte, ya que es
su propietario y a quien ella estaba dirigida.
Si la pieza fuera a ser utilizada contra el remitente, notamos que entre corresponsables no hay secreto.
El texto de una carta masiva puede ser esgrimida por el destinatario que la tiene en su poder contra el
remitente que la envió. Pero si la carta es de contenido confidencial, aún entre correspondientes, la
pieza no puede ser utilizada salvo que el remitente brinde consentimiento.
d). Es admisible entre el destinatario y un tercero.
También el destinatario puede utilizar la pieza en un litigio con un tercero.
Al respecto, también debe distinguirse según se trate de contenido confidencial o no. Si el contenido es
confidencial no puede esgrimirla en juicio sin la conformidad del remitente.
e). Cartas esgrimidas por terceros.
Tercero es aquí cualquier persona que no sea el destinatario.
Si la pieza postal que pretende ser utilizada en juicio estuviera en poder de un tercero o del tercero que
pretende utilizarla, se deberá demostrar que éste la ha obtenido por medio lícitos.
f). Cartas remitidas a un tercero.
El régimen del art. 318 sólo trata si la pieza de correspondencia pretende ser utilizada por el destinatario
o por un tercero. Así, expresa “…Los terceros no pueden valerse de la correspondencia sin asentimiento
del destinatario, y del remitente si es confidencial”.
Así, en el supuesto en que el remitente pretendiera hacer valer una carta enviada a un tercero, dicho
remitente sería un tercero respecto de la pieza en cuestión y sólo podría utilizar dicha pieza con el
consentimiento del destinatario.
g). Cartas remitidas por un tercero.
Estas piezas pueden ser utilizadas en juicio, en la medida que sean esgrimidas por el destinatario, o por
terceros con su consentimiento. El consentimiento del remitente es necesario cuando la carta sea
confidencial.
h). Cartas post mortem.
El régimen del art. 318 aplica aún a las cartas post mortem, aunque las mismas deben tener un
tratamiento diferenciado, dado que el remitente no estará para prestar consentimiento si su contenido
fuera confidencial. Las cartas con destino post mortem gozan de la garantía constitucional de la
inviolabilidad de la correspondencia y los derechos del fallecido deben ser respetados en su máxima
expresión posible, evitando que las mismas devengan públicas.
FUERZA PROBATORIA DE LOS INSTRUMENTOS PRIVADOS
Aplicabilidad del art. 319 del CCYC
El art. 319 regula el valor probatorio del instrumento particular, y ello aplica también a los instrumentos
privados. De acuerdo a este art. El juez tendrá amplitud de posibilidades para asignar valor al
instrumento de acuerdo a su entidad y a las circunstancias del caso.
Necesidad de formas de reconocimiento de la firma
El instrumento per se no hace plena fe sobre la autenticidad de su contenido. Para que ello ocurra es
necesario que la firma que lo suscribe sea reconocida como auténtica por su presunto autor.
Una vez que ello ocurra, la fuerza probatoria entre las partes, del instrumento privado, es similar del
instrumento público. Para hacerlo oponible a terceros debe obtener fecha cierta.
Formas de reconocimiento
Cualquier medio de prueba es admisible para demostrar la titularidad de la firma. Ello lo establece el art.
314 cuando dice “La autenticidad de la firma puede probarse por cualquier medio…”. Tres son los
modos de reconocimiento de firma:
 Reconocimiento espontáneo, ocurre cuando el firmante manifiesta que la firma que suscribe el
documento le pertenece. Ello puede suceder en forma expresa o tácita. La manifestación deberá
ocurrir cuando el instrumento con la firma es presentada al presunto firmante.
 Reconocimiento provocado judicialmente, si la presentación del documento se realiza en
juicios, entonces el reconocimiento deberá tener lugar judicialmente. La citación para reconocer
la firma se hace bajo el apercibimiento de que, si el citado no comparece sin justa causa se le
tendrá por reconocida la firma. De la citación judicial para que la persona a la que se le atribuye
la firma comparezca al juzgado a reconocerla o desconocerla, pueden seguirse tres
consecuencias:
 RECONOCIMIENTO EXPRESO: el citado comparece al juzgado y reconoce como auténtica la firma
que se le exhibe al pie del instrumento privado;
 RECONOCIMIENTO TÁCITO: el citado no comparece, o lo hace y no se pronuncia en forma
categórica sobre si la firma es o no autentica. Juega entonces el apercibimiento de las normas
procesales y se otorga a ese silencio valor como manifestación de voluntad, en cuya virtud se le
da reconocida la firma;
 DESCONOCIMIENTO EXPRESO: el desconocimiento que sólo puede ser expreso será tratado
infra, n. 41.
 Reconocimiento forzoso, es aquel que acontece cuando el citado judicialmente niega en forma
expresa la autenticidad de su firma, la que luego de ser sometida al peritaje y por sus
conclusiones, es declarada autentica por el juez.
Quienes pueden reconocer la firma
a). Su autor.
Toda persona a quien se atribuya el carácter de autor de la firma puede reconocer la firma. El citado a
reconocimiento debe ser capaz al momento de su reconocimiento.
b). Los sucesores del firmante.
Los sucesores universales pueden ignorar, si la firma que se atribuye a su causante es auténtica o no.
El art. 314 dice: “Los herederos pueden limitarse a manifestar que ignoran si la firma es o no de su
causante”.
Efectos entre las partes
a). Principio General.
Cualquiera sea la forma del reconocimiento el efecto entre las partes es el mismo, y es que el
instrumento privado queda reconocido en su totalidad, salvo prueba en contrario.
El art. 314 expresa: “El reconocimiento de la firma importa el reconocimiento del cuerpo del
instrumento privado”.
b). Prueba en contra del contenido.
El reconocimiento de la firma genera la presunción juris tantum de que el contenido o texto del
instrumento es auténtico. El firmante puede probar que el texto ha sido adulterado o falseado, o que el
instrumento firmado en blanco se completó en contra de sus instrucciones. Este se encuentra limitada a
los procesos de conocimiento pleno.
c). Fecha.
La presunción juris tantum de autenticidad que se sigue del reconocimiento de la firma se extiende a la
fecha del instrumento, salvo frente a terceros, cuestión que se rige por lo dispuesto en el art. 317.
d). Testamento ológrafo.
Tampoco será aplicado en materia de testamento ológrafo, en donde además de verificarse la
autenticidad de la firma debe corroborarse la de la escritura del texto.
e). Eficacia del reconocimiento. Inimpugnabilidad.
El art. 314 expresa: “El instrumento privado reconocido, o declarado auténtico por sentencia, o cuya
firma está certificada por escribano, no puede ser impugnado por quienes lo hayan reconocido, excepto
por vicios en el acto del reconocimiento. La prueba resultante es indivisible. El documento signado con la
impresión digital vale como principio de prueba por escrito y puede ser impugnado en su contenido”.
Cuando la firma ha sido reconocida o ha sido declarada auténtica por sentencia, o cuando la firma haya
sido certificada por escribano no puede ser impugnada salvo que se alegue la existencia de vicios de
consentimiento en el acto que llevó a reconocer la signatura.
Efectos frente a terceros.
Para que el instrumento resulte oponible a terceros es requerible que también tenga fecha cierta.
Mas de ello no se sigue que los terceros no puedan invocar el instrumento en su beneficio si es que el
mismo emana algún derecho a su favor.
Desconocimiento de la firma
La firma puede desconocerse a través de tres vías: El desconocimiento expreso de al autenticidad de la
firma hecho por la persona a la que se imputa su autoría, o pos sus sucesores; La manifestación de estos
en el sentido de que ignoran si la firma es de su causante. Agregamos que la incapacidad de hecho del
presunto autor hacer que la firma no pueda ser reconocida, con lo que en dicho caso la firma queda sin
verificar.
Medios de prueba
Todos los medios de prueba son admisibles para la verificación de la firma. El medio que se impone en
esta cuestión es la prueba pericial caligráfica.

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