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Unidad 16
Unidad 16
b). Importancia
La fe pública es concebida como el bien social porque es necesario para la seguridad jurídica que haya
un instrumento que merezca que tal fe por sí mismo, sin necesidad de verificación posterior alguna.
C). Clases
La fe pública puede clasificarse según sea el poder en el que recaiga:
Administrativa, cuando está dada por la actividad de un funcionario dependiente del poder ejecutivo,
sea nacional, provincial o municipal.
Judicial, cuando es otorgada por magistrados o funcionarios del poder judicial.
Notarial, cuando emana de lo actuado por un escribano público, también llamado notario o fedatario.
Enumeración legal
a). Su carácter
la enumeración del art. 289 es meramente enunciativa.
Art. 289.- Enunciación. Son instrumentos públicos: a) las escrituras públicas y sus copias o testimonios; b)
los instrumentos que extienden los escribanos o los funcionarios públicos con los requisitos que
establecen las leyes; c) los títulos emitidos por el Estado nacional, provincial o la Ciudad Autónoma de
Buenos Aires, conforme a las leyes que autorizan su emisión.
b). Análisis del texto
A. Las escrituras públicas y sus copias o testimonios: las escrituras públicas y sus copias
constituyen, uno de los instrumentos públicos más trascendentes en la práctica jurídica.
B. Los instrumentos que extienden los escribanos o los funcionarios públicos con los requisitos
que establecen las leyes: a partir de esta norma se autoriza la inclusión con el carácter de
instrumento público de cualquier instrumento que satisfaga las formalidades legales y sea
extendido por funcionario público competente para otorgarlo.
C. Los títulos emitidos por el estado nacional, provincial o la ciudad autónoma de Buenos Aires,
conforme a las leyes que autorizan su emisión: los títulos de deuda emitidos por el estado
nacional provincial o por la ciudad de buenos Aires son instrumentos públicos, en la medida que
se respeten las leyes que autorizan su emisión.
Otros instrumentos públicos
a). Son también instrumentos públicos
o Las actas de las sesiones parlamentarias y las resoluciones administrativas dictadas por las
autoridades de cada cámara parlamentaria nacional o provincial, y las de los concejos
deliberantes.
o Los informes y certificaciones expedidos por los registros oficiales.
o Los documentos de identidad, cédulas, libretas de enrolamiento o cívica y documento nacional
de identidad.
o La cédula de notificación, por lo que no puede desconocerse sus constancias oficiales.
o Con relación a las fotocopias certificadas por escribano se ha dicho que constituyen instrumento
público siempre que el escriban dé fe que ha tenido a la vista los originales y que las copias
coinciden con ellos.
o Las actas notariales.
b). Actuaciones administrativas
Estas no son instrumentos públicos, pero tampoco privados, ya que pertenecen a un expediente
administrativo.
Así, se los considera documentos administrativos que se presumen auténticos mientras no se pruebe lo
contrario; hacen fe de su otorgamiento, de la fecha, y de las declaraciones que haga el funcionario que
las suscribe.
c). Documentos extranjeros
Nuestro país ha ratificado, por ley 23.458, la convención de la haya del 5 de octubre de 1961, por la que
se suprime el requisito de la legalización de los instrumentos públicos extranjeros. Esta convención sólo
exige que la firma del signatario del documento debe expedirse de acuerdo con un modelo, hecho en el
idioma del país que lo expide, y cuyo título o denominación debe estar en francés. Esa denominación es
apostille.
REQUISITOS DE VALIDEZ
Para que el instrumento público sea válido y produzca el efecto de plena fe respecto a su contenido, son
necesarios dos requisitos: la actuación de un oficial público dentro del área de sus atribuciones y con
competencia territorial salvo que el lugar sea generalmente tenido como dentro de ella, y que el
instrumento se encuentre firmado por el oficial público, las partes y/o sus representantes o los
firmantes a ruego si estos no pudieren firmar.
Actuación de un oficial público
a). Regla general
La actuación de un oficial público resulta inexcusable; salvo que la ley asigne expresamente carácter de
instrumento público a un documento que no lo requiera.
b). Quienes son
estos oficiales públicos son los escribanos públicos, y en general, los funcionarios del poder ejecutivo
(funcionarios administrativos, jefe del registro civil); los del poder legislativo (presidentes de ambas
cámaras); o del poder judicial. Estos últimos pueden clasificarse en magistrados, con poder decisorio
como los jueces de las tres instancias, y funcionarios, con facultades legales, pero sin poder decisorio.
c). Designación
debe reunir dos requisitos, comunes y otros particulares de cada cargo.
Requisitos comunes: entre éstos, están el origen legal de la designación; la competencia de la autoridad
que efectúa el nombramiento y la autenticidad de la designación. Es necesario el consentimiento del
designado, que puede manifestarse en forma expresa o tácita.
Requisitos particulares para cada cargo: entre éstos debe mencionarse el juramento o toma de
posesión del cargo, que los funcionarios públicos de rango deben realizar.
Se conoce a este juramento como puesta en posesión del cargo, y tienen por finalidad hacer pública la
designación.
La designación o nombramiento así obtenido se conoce como “investidura”, que es lo que configura la
capacidad del funcionario público. Así, el oficial público en cuestión se le otorgó investidura
correspondiente a su cargo, se protege la validez de sus actos en razón de que no puede exigirse a los
administrados investigar en cada caso si la persona que está otorgando el instrumento público reúne o
no las condiciones necesarias para haber sido designado.
El art. 292, segundo párrafo expresa: “Dentro de los límites de la buena fe, la falta de los requisitos
necesarios para su nombramiento e investidura no afecta al acto ni al instrumento si la persona
interviniente ejerce efectivamente un cargo existente y actúa bajo la apariencia de legitimidad del
título”.
Acto otorgado no tiene derecho a la función (funcionario de hecho)
La capacidad o investidura supra cesa en el momento en que se comunica al funcionario que ha dejado
de serlo.
A ello se refiere el art. 292 primer párrafo expresa: “Es presupuesto para la validez del instrumento que
el oficial público se encuentre efectivamente en funciones. Sin embargo, son válidos los actos
instrumentados y autorizados por él antes de la notificación de la suspensión o cesación de sus funciones
hechos conforme a la ley o reglamento que regula la función de que se trata”.
Tal notificación o comunicación de su destitución, suspensión o reemplazo debe efectuársele en forma
fehaciente. Normalmente la notificación fehaciente se efectúa por medio del boletín oficial.
Funcionario incompetente en razón del territorio
Otro supuesto de aplicación de la protección a la “investidura plausible” se encuentra en el art. 290, inc.
a), en cuanto legitima como válido el instrumento hecho por un funcionario fuera de su jurisdicción
territorial si el lugar fuere generalmente tenido por los administrados, en razón de un error de hecho,
como perteneciente a la misma.
Otras hipótesis
Son válidos los actos autorizados por oficial público designado que no aceptó formalmente el
cargo, ya que el acto sería la prueba de su aceptación.
Son válidos los actos del funcionario designado que no ha cumplido con los requisitos del cargo,
ya que no cabe a los administrados investigar si el funcionario reúne los requisitos.
Son válidos los actos otorgados por los funcionarios otorgados durante su licencia o feria.
No son válidos los actos autorizados por los oficiales respecto de los cuales tuvieran una
incompatibilidad temporaria, ya que éste impedimento les hace perder la competencia, aunque
sea de manera temporal.
No son válidos los actos autorizados por un funcionario luego del vencimiento del período que
duró su designación.
Acto autorizado no puede ejercer la función en relación a determinadas personas
El art. 291 regla lo concerniente a la incapacidad relativa, inhabilitada, incompatibilidad o
incompetencia, en razón de las personas, del oficial público. Este dispone: “Es de ningún valor el
instrumento autorizado por un funcionario público en asunto en que él, su cónyuge, su conviviente, o un
pariente suyo dentro del cuarto grado o segundo de afinidad, sean personalmente interesados”.
Se trata de mantener la imparcialidad del funcionario público a fin de evitar que, llevado por sus
relaciones familiares pierda ecuanimidad en beneficio de alguna de las partes. El grado de parentesco
que anula el instrumento es el cuarto grado consanguinidad (sobrinos y tíos) y el segundo grado de
afinidad (cuñados).
Funcionario competente
Para que el acto autorizado por un oficial público sea válido, éste debe estar actuado en el ámbito de su
competencia.
“COMPETENCIA” es la aptitud que la ley reconoce en un oficial público. Esta aptitud es referida a la
materia que el funcionario puede autorizar y en el territorio en la cual puede hacerlo. Esto es lo que se
establece en el art. 290 en la cual expresa “son requisitos de validez del instrumento público: a) la
actuación del oficial público en el límite de sus atribuciones y se su competencia territorial, excepto que
el lugar sea generalmente tenido como comprendido en ella…”.
a). COMPETENCIA EN RAZON DE MATERIA: no todo oficial público puede autorizar los mismos actos.
Algunos actos son válidos en la medida en que estén autorizados por el oficial o funcionario público que
corresponda a esa materia. El escribano será competente para otorgar las escrituras públicas, el agente
de policía para labrar la infracción de tránsito, y el jefe del registro civil para celebrar el matrimonio o
expedir la partida de defunción.
b). COMPETENCIA EN RAZON DEL TERRITORIO: el código exige que los actos otorgados por funcionarios
públicos estén extendidos dentro del territorio que corresponda a la jurisdicción de su investidura. Fuera
de esa jurisdicción, el funcionario público carece de atribuciones.
Es nulo el instrumento público que en su texto exprese haber sido otorgado en el lugar diferente a aquel
en que el funcionario autorizante ejerce su competencia. También es nulo aquel que falsee su lugar de
otorgamiento.
c). Prórroga de la competencia
si bien la competencia en razón de materia y en razón de territorio son impostergables por voluntad de
las partes, existe un caso de prórroga legal en el art. 290 inc. a), parte final. Este art. Expresa que los
instrumentos realizados por oficial público deben ser otorgados en lugares donde ellos tuvieren
competencia territorial “excepto que el lugar sea generalmente tenido como comprendido en ella”.
d). Libre circulación de documentos notariales
El instrumento público puede ser otorgado en cualquier jurisdicción, aun cuando vaya a tener efectos en
otra por lo que la escritura pública.
El art. 293 dice que “Los instrumentos públicos extendidos de acuerdo con lo que establece este Código
gozan de entera fe y producen idénticos efectos en todo el territorio de la República, cualquiera sea la
jurisdicción donde se hayan otorgado”.
Requisitos legales. Enumeración
Para la validez del instrumento público es necesario también, que se satisfagan las formalidades
previstas por las leyes específicas y por el CCYC. Si no se cumplen, el instrumento es inválido, es decir,
según los casos, nulificables.
Existen tres tipos de instrumentos públicos muy generalizados:
La firma, la presencia de testigos, y el cumplimiento de otras formalidades referidas a los errores
materiales en que se pueda haber incurrido en la redacción del instrumento.
La firma de todos los interesados y del oficial público
a). Texto legal
el art. 290 inc. b) expresa: “las firmas del oficial público, de las partes, y en su caso, de sus
representantes; si alguno de ellos no firma por sí mismo o a ruego, el instrumento carece de validez para
todos”.
Es entonces imprescindible que el instrumento contenga la firma del oficial público y la de todos los
interesados.
b). Excepciones
la firma del escribano no es requerible en algunos pocos supuestos, como el papel moneda y los títulos
de la deuda pública estatal. En estos supuestos, las leyes autorizan el uso de reproducciones facsimilares
de la firma, empleando numeración para cada ejemplar y otros elementos de seguridad que aseguren su
autenticidad.
Para los demás supuestos puede inferirse su exigencia generalizando la regla sentada para las escrituras
públicas que constituyen la especie de instrumento público más reglado; y del art. 309 que establece
que “son nulas las escrituras que no tengan… la firma del escribano y de las partes, la firma a ruego de
ellas no sabe o no pueden escribir y la firma de los dos testigos del acta cuando su presencia sea
requerida…”.
c). Firma de los interesados
Cuando el CCYC exige las firmas de “todos los interesados que aparezcan como parte en él”, se refiere a
las partes formales, no a las partes sustanciales. Son partes sustanciales los titulares de los derechos
que se ejercen en el instrumento: el vendedor, el comprador, el locatario, el padre que reconoce a su
hijo, el contrayente en el matrimonio, etc.
Son partes formales aquellas que figuran en el mismo instrumento, aunque no sean los titulares de los
derechos de que se trate.
Los testigos
Entre las formalidades que la ley puede requerir para la validez de los instrumentos públicos está la
presencia de testigos.
a). Tipos de testigos
Los testigos en un instrumento público pueden serlo de dos tipos:
Los testigos instrumentales son aquellos que testimonian la efectiva realización del acto, y cuya
presencia es exigida en algunos supuestos por la ley.
Los testigos honorarios no son necesarios para la validez del acto, ni para acreditar la identidad
de los otorgantes, sino que únicamente concurren al acto por motivos sociales en honor de los
otorgantes.
b). Supuestos en que se exige la presencia del testigo instrumental
Una vez que la norma lo requiera, puede ser lo referido a la capacidad, inhabilidad, forma de actuar,
etc., de los testigos se somete a las disposiciones del CCYC. Lo ateniente a la prohibición para ser
testigos sólo es aplicable en la medida en que el mismo CCYC no contemple otras inhabilidades para
cada supuesto en particular.
El CCYC exige testigos instrumentales en: testamento por acto público; y en el caso del otorgante de
escritura con discapacidad auditiva.
Habilidad del testigo
Todo testigo cuya presencia sea exigida por el código para la validez de un acto, sea instrumental o de
conocimiento, debe ser hábil. El art. 295 contiene una enumeración de quienes no pueden ser testigos
en instrumentos públicos:
a). inc. a). “las personas incapaces de ejercicio y aquellas a quienes una sentencia les impide ser
testigo en instrumento público”
El art. 24 establece quienes carecen de esta capacidad, y ellos son las personas por nacer, las personas
sin edad y madurez suficiente. Los menores de 18 años no pueden ser testigos, salvo que estén
emancipados o la materia sobre la que testifican se relacionen con la profesión que ejercen en virtud de
obtener título habilitante.
También excluye la posibilidad de ser testigos a quienes una sentencia judicial se los impida.
b). inc. b). “los dependientes del oficial público”
Esta exigencia tiende a asegurar en el testigo un mínimo de comprensión del acto que se otorga, ya que,
si ni siquiera sabe firmar, difícilmente podría entender qué acto viene el testigo a presenciar.
c). inc. c). “el cónyuge, el conviviente y los parientes del oficial público, dentro del cuarto grado y
segundo de afinidad”
Se procura preservar la independencia de los testigos. En este supuesto la inhabilidad comprende a
relaciones familiares del oficial público e incluye al cónyuge, al conviviente sin diferenciar sexo, y a los
parientes hasta el cuarto grado se trate de parentesco consanguíneo hasta el segundo grado en los
parientes por afinidad.
e). párrafo final del art. 295. Error común sobre idoneidad
“el error común sobre la idoneidad de los testigos salva la eficacia de los instrumentos en que han
intervenido”
El error común hace derecho. El error de que se trata es el de hecho, no de derecho, y debe ser
generalizado y excusable. El sujeto pasivo del error debe ser el otórgate u otorgantes del acto, es decir,
las partes formales, no el funcionario público.
Otras formalidades
En el instrumento se han de salvar debidamente las enmiendas, borraduras, interlineados, o testaduras.
Cuando se altera una parte esencial, como la fecha, nombres o cantidades, debe salvarse al final, pero
antes de la firma.
FUERZA PROBATORIA
Presunción de autenticidad
El instrumento público considerado en sí mismo, goza de una presunción de autenticidad proveniente
de la regularidad de sus formas. Debe ser tenido por auténtico por aquel a quien le sea presentado.
La autenticidad hace referencia a la autoría y la regularidad del documento en cuanto a sus formas.
Principio general en materia probatoria
Toda vez que la ley presume la autenticidad del instrumento considerado en sí mismo, releva a la parte
que lo presente de probar su autenticidad.
Es aquel que sostenga la falta de autenticidad del instrumento quien debe producir la prueba de su
aserto.