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UNIVERSIDAD Politécnica

SALESIANA

Nombre: Andrea Campoverde.

Fecha: 16 de Noviembre del 2018.

Grupo: 2

Docente: Alfonso Castro

Tema: Carnage

ANÁLISIS QUE SE REALIZARÁ DE LA PELÍCULA CARNAGE DE ROMAN


PLANSKI

Antes de relacionar la película “Carnage” sobre qué tipo de función materna ejerce
Nancy, uno de los personajes de la película, debemos conocer su definición.

Dentro de la inmensa obra del austriaco, médico, neurólogo y padre del psicoanálisis,
Sigmund Freud, es cierto que no vamos a encontrar un tratamiento en profundidad sobre
el tema de la maternidad, de la función materna. Es acertado, también, mencionar que
no encontraremos una definición precisa al tema; pero a lo largo de su obra podemos
rastrear los avatares, las vicisitudes que lo rodean, los sucesos en relación a la
constitución psíquica y el lugar que dentro del psicoanálisis freudiano se le asigna a la
madre.

En el Proyecto de psicología (1895) Freud expresa que el cachorro humano es ante todo
indefenso, que viene al mundo en un estado de desvalimiento por naturaleza
necesitando la presencia de otro auxiliador que permita que se vivencie la primer
experiencia de satisfacción. Cita Freud,

“El organismo humano es al comienzo incapaz de llevar a cabo la acción


específica. Esta sobreviene mediante auxilio ajeno: por la descarga sobre el
camino de la alteración interior, por ejemplo el berreo, un individuo
experimentado advierte el estado del niño. Esta vía de descarga adquiere así
función secundaria, importante en extremo, función del entendimiento o
comunicación y el inicial desvalimiento del ser humano es la fuente primordial
de todos los motivos morales”. (Freud, 1895, pág. 362).

En la mitología la asamblea de los dioses se constituía por dioses y diosas, y las mujeres
gozaban de igualdad y de derechos que luego se fueron perdiendo. Según los relatos de
Hesíodo la primera diosa fue Gea, quien representa la madre primigenia y es nombrada
como la madre de los primeros dioses. Es considerada la gran Madre Tierra que da
origen a todas las cosas. Dado que es la mujer quien asegura la perpetuación de la
especie, en tanto la vida emerge de su interior, el universo era considerado como una
Madre que todo lo brinda a través de su tierra fértil.
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Gea personifica una diosa madre capaz de engendrar vida a partir de sí misma, sin
necesitar la intervención de lo masculino (Duby, 1992).

De acuerdo con el padre, este se enfrenta a un mito, a una Diosa que lo excede, que
prescinde del mismo, que se ubica por fuera de la necesidad del tercero. Este hecho nos
permitirá cuestionarnos acerca de la importancia de la construcción social y cultural en
torno a la función paterna, y por ende a la función materna.

Para los griegos “La madre existe, los griegos la veneran” (Duby, 1992, pág. 47) pero
ante todo es un arquetipo femenino, una imagen interior, eternizada y que conecta a las
mujeres.

Dentro del libro La función materna de la psicoanalista argentina Silvia Tomás (2011)
en la sección del prefacio, escrito por Héctor Yankelevich, se define a la función
materna como la encargada de realizar el pasaje del Nombre del Padre, dado que ésta no
puede inscribirse sola sino que necesita ser trasmitida a partir del deseo de la madre que
es quien la efectiviza. De esta manera se posibilita el advenimiento de la constitución
psíquica del sujeto.

Indudablemente el niño para constituirse como sujeto necesita, y fundamentalmente en


los inicios de la vida, de ese Otro primordial que ejecute la función materna.

Nacy, el personaje escogido para reflexionar sobre qué tipo de función materna ejerce,
es la esposa de Alan Cowan, el cual es abogado de una multinacional farmacéutica y no
atiende demasiado a la conversación porque está preocupado por sus negocios, ya que
ha surgido un escándalo sobre los efectos secundarios de un medicamento contra la
tensión y recibe constantes llamadas, mientras que Nancy es agente de inversiones,
siendo la discreta y trabajadora madre de familia, alguien que aparentemente acepta su
rol pero de la que poco a poco se va desvelando que guarda muchas cosas dentro que le
encantaría soltar.

Kate Winslet, la protagonista de Nancy describe a la inversora de bolsa como:

"una madre trabajadora y extremadamente ocupada, que se siente


constantemente desesperada y culpable por no estar lo suficiente con su hijo, y,
sin embargo, tiene opiniones muy directas sobre la maternidad y la educación
de los hijos; hechos que obviamente se contradicen. Aunque quiere a su hijo,
hay ciertas parcelas de las que no sabe realmente de lo que habla".

Durante la película Nancy acaba vomitando, y lo hace sobre el catálogo que Penelope
guardaba de una exposición del 57, poniéndose violenta por ello y sobre los pantalones
de su marido que debe ir al baño para limpiarlo, pensando que la vomitona fue debida al
pastel de Penelope, la actitud comprensiva que Nancy había mantenido empieza a
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cambiar. Dice que su hijo se defendió porque lo insultaron y estaba sólo frente a una
pandilla.

Nancy les dice que defienden la moral como si fuera suya, mientras que Michael, tal
como les contó al principio, él había dejado al hámster de su hija en la calle, lo que
equivalía a su asesinato. Y Nancy le dice que si él no tiene remordimientos por lo hecho
al hámster, no entiende la razón de que los deba tener su hijo.

Nancy le recrimina que diga eso delante de ellos, aunque ella misma habla de la desidia
de su marido hacia los asuntos de su hijo, que le aburren, estando todo el día colgado de
su móvil, que acaba lanzándole a la pecera, ante la angustia de Alan.

Finalmente Nancy dice que los dos niños tuvieron la culpa para finalmente, borracha,
afirmar que se alegra de que Zachary pegase a Ethan, ante lo que Penelope les echa de
casa tirando el bolso de Nancy que afirma haber vivido el peor día de su vida.

(Bernal, 2013) Nos dice:

Este carácter excesivo, no regulado, insaciable del deseo de la madre, habla de un goce
en ella, un plus de goce que apunta a la devoración (Toro, 2013).

En efecto, se trata de un exceso, de un goce que está por fuera de la función fálica, un
goce que está más allá del falo (Miller, 1998); se trata precisamente del goce femenino,
ese goce Otro, infinito, sin límites, insaciable y devorador. Es por esto que su deseo
produce estragos, “los produce ineludiblemente, porque lo que sitúa el deseo de la
madre y de algún modo aviva su existencia y su presencia frente al niño, es un resto que
tiende al exceso y que se presenta una y otra vez para producir estragos. Este goce
suplementario, esto que escapa a la tramitación del falo, aparece de pronto, de súbito,
cuando no se le espera para devorar cuanto se cruce a su paso.” (Toro).

Freud manifiesta: “eduque como quiera, que de todos modos cometerá errores”. En
efecto, precisamente las madres que han tenido las más buenas intenciones, las que han
sido las más amorosas, son las que se quejan de lo malagradecidos, desconsiderados o
malvados que llegan a ser sus hijos (Toro, 2013).

Pero, ¿por qué el deseo de la madre es estragante? Porque la madre también es mujer.
Al respecto dice Miller (1998) que “…es preciso ubicar el deseo de la madre en la
medida en que ella es mujer” (p. 437). ¿Y qué es una mujer? Miller responde: un sujeto
insaciable, “una fiera que busca algo para devorar. Así la madre en falta tiene como
función primaria, no el cuidado ni la atención del niño, sino la devoración. Porque está
en falta, busca qué devorar” (p. 439). Es decir que esa mujer que se hace madre, no se
satisface del todo con ese niño, sigue en falta, insatisfecha. Así pues, el niño nunca está
completamente solo con la madre, sino que junto a él también está esa mujer insaciable
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(Lacan, 1995); el niño está, pues, a solas con esa mujer que hay en la madre, “sin nada
más que su deseo de devoración” (Toro, 2013).

BIBLIOGRAFÍA
 Bernal, H. (10 de 05 de 2013). Bernal tiene un blog. Recuperado el 16 de 11 de
2018, de Bernal tiene un blog:
https://bernaltieneunblog.wordpress.com/2013/05/10/370-el-deseo-de-la-madre-
insaciable-devorador-y-estragante/

 Duby, G. Perrot, M. (1992). Historia de las mujeres en occidente. Taurus.


Madrid.
 Freud, S. (1985). Proyecto de psicología. Volumen I. Obras completas.
Amorrortu. Bs. As.
 Lacan, J. (1995). Seminario IV: La relación de objeto. Paidós. Bs. As.

 Lagunas, S. (14 de 04 de 2016). CINEDIVERGENTE. Recuperado el 16 de 11


de 2018, de CINEDIVERGENTE:
http://cinedivergente.com/ensayos/especiales/roman-polanski/un-dios-salvaje

 Miller, J. A. (1998) Caminos de la vida: siete escenarios. Colección de


orientación lacaniana. Ediciones EOL.
 Tomás, S. (2011). La función materna. El Otro como maître en las encrucijadas
de la subjetividad. Buenos Aires. Letra Viva.

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