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ORIGEN DEL PLÁTANO

El plátano, a fines del pasado siglo, era una planta casi desconocida en Europa, a
donde habían llegado muy escasos ejemplares, traídos de las regiones tropicales
por naturalistas viajeros y se conservaban como preciosas rarezas en los
invernaderos cálidos de algunos museos de las capitales europeas. El plátano se
consideraba como un fruto exótico que solo ocasionalmente llegaba a los puertos
de la zona templada, debido a la previsión de los tripulantes; quienes, para mejorar
su alimentación En el curso de las travesías, embarcaban algunos racimos en sus
escalas de los Mares del Sur. En nuestros días, tanto en Europa occidental como
en la América de la zona templada, es cosa corriente ver racimos de plátanos, los
cuales se consumen en cantidades comparables a cualquiera de las frutas
producidas en el propio país importador. El desarrollo de la que los anglosajones
llaman “industria bananera”, o sea la producción en zonas tropicales apropiadas con
vistas a la exportación a las zonas pobladas y de clima templado, así como la
comercialización de esta producción, se ha operado en menos de setenta años. Es
también relativamente reciente la familiarización del gran publico con silueta
característica de la planta, con sus largas y grandes hojas de limbos más o menos
rasgados. La extensión de la presencia de ciertas especies hortícolas de bananos
de adorno en los jardines y la mayor frecuencia de los viajes a los países
meridionales de Europa.
Hay cantidad de alimentos que los europeos identifican automáticamente como
“originarios de América” y que, en realidad, fueron al Nuevo Mundo desde el Viejo;
eso si, en su nuevo domicilio prosperaron maravillosamente. Es el caso, entre
muchas cosas, de los plátano o bananas, o guineos. Desde luego un español, no
piensa en América cuando come plátanos; piensa en las Islas Canarias. Para los
nórdicos europeos, la banana viene de las Antillas y de Centroamérica, con algunas
aportaciones del frica occidental. Pero lo cierto es que las bananas no son nativas
de América, aunque esta tesis haya sido defendida por firmas tan ilustres como
Alejandro de Humboldt. Según los indicios, esta fruta, como otras tantas, es
originaria de la India, donde era conocida como la fruta de los sabios. Desde allí fue
emigrando hacia el Oeste. Se cree que los yoghis y os santones indios comían los
plátanos verde, como lo hicieron mucho tiempo los anacoretas y los monjes
cristianos de Abisinia. La banana fue transplantada a La Española, desde las Isla
Canarias, en 1516, por el fraile español Tomas de Berlanga . Poco después llegó a
México donde arraigó muy bien. Al propio tiempo, los portugueses las cultivaron en
Brasil, donde adquirieron su nombre de bananas, que parece proceder de una
lengua que hablaban algunos de los primeros esclavos africanos llegados a tierras
brasileñas, originarios de alguna zona del Golfo de Guinea. Los plátanos son la
tercera fruta más popular del mundo. De ser caros y escasos hace cien años han
llegado a convertirse en producto común. La popularización de las bananas tienen
nombres propios. En 1899 Minor Keith, que había construido un ferrocarril en
Panamá, deciden ambos fundar la United Fruit Company que cargaba bananas y
cocos.

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