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El mango es una fruta tropical rica en vitaminas A y C. Crecen en árboles del género Mangifera, especialmente Mangifera indica. Los mangos se han cultivado por miles de años y son una importante cosecha económica, aunque su producción y comercialización enfrenta desafíos debido a su naturaleza perecedera. Generalmente se cosechan a mano y los árboles empiezan a dar fruto entre 2-4 años después de la siembra, pudiendo producir por más de 100 años.
El mango es una fruta tropical rica en vitaminas A y C. Crecen en árboles del género Mangifera, especialmente Mangifera indica. Los mangos se han cultivado por miles de años y son una importante cosecha económica, aunque su producción y comercialización enfrenta desafíos debido a su naturaleza perecedera. Generalmente se cosechan a mano y los árboles empiezan a dar fruto entre 2-4 años después de la siembra, pudiendo producir por más de 100 años.
El mango es una fruta tropical rica en vitaminas A y C. Crecen en árboles del género Mangifera, especialmente Mangifera indica. Los mangos se han cultivado por miles de años y son una importante cosecha económica, aunque su producción y comercialización enfrenta desafíos debido a su naturaleza perecedera. Generalmente se cosechan a mano y los árboles empiezan a dar fruto entre 2-4 años después de la siembra, pudiendo producir por más de 100 años.
El mango (mangó en Puerto Rico) es el nombre de las frutas de
varias especies de árboles del género Mangifera, especialmente de Mangifera indica, y sus numerosos cultivares.
Propiedades nutricionales
El mango, en todas sus variedades, tiene grandes cantidades de
vitamina A,1 es bajo en calorías y aporta al organismo antioxidantes, vitamina C y vitamina B5. Es apropiado para el metabolismo de los hidratos de carbono y problemas en la epidermis. Es de muy fácil digestión aunque puede tener efectos laxantes6 cuando se consume en exceso.
HistoriA
Los mangos ya se cultivan desde hace miles de años. 1
Explotación económica
Como casi todas las plantas de interés económico cultivadas en la
zona intertropical, puede llegarse muy fácilmente a la superproducción. De hecho, gran cantidad de mangos se pierde durante los meses de mayo a julio por falta de mano de obra y, sobre todo, de mercado. Esto no es aplicable tanto a los mangos injertos, que pueden cultivarse en ambientes de riego controlado y comercializarse casi durante todo el año, por lo que comercialmente tienen siempre un valor superior al del mango silvestre o "criollo". En cualquier caso, el problema principal de la producción y comercialización de esta fruta se debe a que es perecedera, por lo que su consumo no debería distanciarse demasiado del lugar donde se cosecha. Afortunadamente, su pulpa puede guardarse congelada bastante tiempo y también sirve para la producción de zumos.
Cosecha
Los mangos generalmente se cosechan a mano.1 Después de la
siembra del árbol hay que esperar tres2 o entre dos y cuatro1 años hasta que se pueden cosechar mangos por primera vez. Un árbol de mango puede dar fruto por más de cien años.1 Mangos destinados para la exportación normalmente se cosechan cuando todavía están inmaduros (son frutos climatéricos, es decir siguen madurando después de separarlos del árbol),5 pero hay que tener cuidado al elegir el momento de la cosecha porque al ser esta demasiado temprana, se obtienen frutas de baja calidad. La época de cosecha varía mucho según el lugar donde se cultivan los mangos.1 Los meses en los que la mayor cantidad de frutas se cosechan son el junio y el julio, y la mayoría de las frutas maduran entre mayo y septiembre,5 pero la época de cosecha también puede ser, por ejemplo, en enero y febrero. En las latitudes subecuatoriales del hemisferio norte su época de cosecha presenta un máximo en el mes de mayo, lo cual resulta paradójico, ya que en este mes es cuando se inician las lluvias en estas latitudes, por lo que toda la maduración de los frutos se produce en los meses de mayor sequía, tal como se indica en el artículo sobre el índice xerotérmico de Gaussen. Al cosechar la fruta, hay que cuidar de no derramar látex, que se emite por la fruta. Por eso, se deja un pedúnculo de unos cinco centímetros. Si se derrama látex, la fruta pierde peso y agua, y el látex causa manchas negras en la cáscara, que son propensas a una infección con hongos.2 Además el látex puede quemar la piel humana.1