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Poesía latinoamericana
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:
del siglo XIX
i.

Estudio preliminar:
Carlos Dámaso Martínez

BIBLIOTECA BA§IGA UNIVERSAT


GENTRO EDITOR DE AMERICA LATINA
E§TUDIO PREIJMINAR

^1'"ifffi::,3Ír:* Ilx
es.para Latinoamérica
rndependencia' el oaso er comien-
v .orrrtrilrr!Jo";""i":" tenso, dramático
a Ias de u lu.ár"a"^i^estructuras dgl régimen ;;-i;;Jü:;:;
a estar idenüdad, camrno que
áui-LJj^su,propia no va
"rurro iá" :Tff: de los enfrentamientos u¿li"* l"r#
,,or p.odraáá-.
ticas' e intere-slJ;ir:;."^:'q*: de"antagónicas co
ratura de este período Jl; -T: 'ól;-i;";;.il lilr'"'ri;ll'il iil-
ff **:4$:**¡l'a,=-fl"il.{*{}ij.:.Hlq:
,"""pu"irttir-";;;il;q*t9 los bloques nacio.ale{
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textual es que puedan ,"T;;;';;p;;
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l¡rry::::"*XjilÍ,""*'ffi ?,i,p,"'"q"x5iii¡,',l".'i#

ffi :*i{.ffi
sin. embargo,
f,hii*¡:,:+l$*t}:}""i{.,fx:
i.á"'í"*;,ii.Tctos,se .inscribe Ia presente muesrra.
relación que
v el desar.óú;il;;;#tlTa nrsPaoamericano, "*isie entre h püsü
Io prevalece
,o 9n or" f,, to.
","i"""
clusión de l"r-;;;r. -sob¡e
de la centuria- Ia in-
irustran r* p""íá,'ai ;l-t'T"t1".mitad -
::fi":ifi:,.::""1,",::,ul:,,," expresa. (,
Poesía neoclásica y
Editor de América Latina liberalismo
f;:f: S.A. _ Junín ,r,, 9rJ:J: , La .poesia que acomDar-
la rndópenderii; ;;;.1i#" 9on sus celebraciones a.l9 lucha de
X;::" de edición arsentina. rm_ ricara del .igl. or."áj"Ll. dentro de. la literatur" hi.p""o*L-"l
";,*tJt: frurJ"r.-_,,0,.
ye.9?e.p,J""Iaj..áil'¡r,iT,Tüi:?ier?:1',i:i"'.:T"¿L,p"X: sus. notas
ulra zona fácilmente ;¿e"tiii"abi"..e-.,
*aJirpil"..'Éc
sAIc F. rndeRq«(q«c.\qs«g\,(»rsss
KY§t?.: ¡
D'istribuidores en la Repübri", Áig;nf'¡nl:''capitat: Nnes. *i:1,.s$:r*":11"c,.i?,:Í"",,ii:hí"{"T:,á"*Y"":-j[
uateo tos. poetas de este período
Cancellaro_e Hijo, Echevérría Zaos,"Bu;*, y lo,
Ái"r..
Rvela SAtCtF y A, Bartolorna tr¡,i.á'e5á,!;"p.]'áuenosInterior:
ros procedimientos de ".¡o.áur.o'rr';";"il instrumenros
tu t""¿l"i¿.,-.r""á.laii.j]"r".rraos
e¡res. crpatmerrte de los modelo,
a" r"-ii.i""" prin.
á1"r"'ilill",q",ntana. Cien_
h¡egp y MeléndezValdés. los que cabe agregar la de los inaugura de este modo los rasgos fundamentales que va a desa-
laü¡os Horacio y _a.
rEaesbos Virgilio. B" á ,1"*¡¿.. la funció¡r ;;;iÉ; t" literatura gauchesca. A su turno, el pemano Mariano
del poeta en este momento oa 1 ser ;\,I;k* qrier, u"".rto más sincero aborda el tema del
de Ios t¡ir.rnfos patrióticos. f"rr,¡iJ" h y difusor
j; dá e"ocaaoramer.icana "s
ilJi; ; irt.áduce "o"r, primera vez un tono subjetivo en la poe-
por
es vene¡ada en sus composrc¡ones, pero ;"r;r;"", sia erótica.
ángulo retórico. El único qrre trásciiendees vista solo desde un Ifn poeta de tradición académica pero que de alguna ma-
,i,iir;
esta ¿pt¡ca-. es.Andrés p".-"able a la influencia del arte romántico es José
1:ll: con
qurere
su s si/uas,.,<ton d" i;-
ur sentido utilitario proveniente
";
;r";¿;Hi ;; ,}i H: "".u-"i
ü"ir, ¿á Heredia. Su obra --especialmente sus poemas - En
."ó.J_""t" de las ideas claridad Ia
económicas de la época: ii.i".""iir_"'q-,il'ii"ll" profesaba. i-i"*"il¡ d, Chr¿uto y At Niágaia- expresa con
El patriotismo resnonde"i.i" a"¿" u lo,
politicos
t"*i¿" ántre una visión melancólica, subjetiva y nostálgica
,lel Iiberalismo, libertad o="l"rr"*u*o. ut tu Li pui.uj" y una intención didáctica de filiación neoclásica'
del y esta -y progreso ,or,'lor-Tor."ptos claves
ideoiogi", Eru .ortrutttiáisáo velado de Heredia le ha valido en los esque-
.momento.
contribuyó a que,.los 9;;; "Jiiii"."i'i".ponsables
"""*".I'a'.la..son Imberr.
i"t"l"".t""i"r'-." ;;: d" Ia historia de la literatura hispanoamericana el rol de
la_iibertad y el progreso a" r" ,á"i"a"á';;;;"r.,. En
de pnecursor de ese movimiento. Andrés Bello,.su contemporáneo
contexto es cokerente oue, Io español
.""- r]"",";"do
este iupo advertir esos rasgos de la nueva estéiica en la obra del
simtolo del despotismo ,l.-r*i""r;dil';il como el poii" i"t u"o. "Sus cúadros llevan por lo regular
Irtrca y social. Con ese óbjetiro-la fi,alidad po.
..t¿;;;-;;i;sica es instru il;";;.o*¡tio, y domina en-señaló--
sus sentimientos una melancolia
mentada eficazmente. , púede (. . . ) en que nos parece percibir cierto sabor al genio y al
"Ur"*""."'"1 p¡lá"_ir;"y de him_
nos v odas. et uso de'exci;;";;;;,-;;;;J;;.;,,., estilo de Lord Byron."
raciones para destacar las imágenes enume-
rencias a Ia mitolooia g.""o[t];-qü¿" 1o, ñ2.o".- o las refe
hidras 5' deidades. E"l metro_más ri,"¡j"ri r,,. r,ersos de
,r"to liliecasílabo y las
"i
estrofas rhás frecuentes so., la li.q-l;"ril;'y''ui'
,o.,eto.
A la vez, se trata de una poesia circunsíurr"iul, inmediata.
que se publica en revistas y páriódicos.
reunida err libros: La lira-aisentina Sá;;;; después será
ó;i;""ín;
¡riótica.,Err realidad, pocos.ion k" i;"*b;;;"de de pesía pa-
este período
pueden rescatarse para la lit".utu.u--¡lriunilmericana.
3ue
bren cabe merrcionar Si
teban de Luca v \tricente
rioplaten;;;l;;;¿;z Varela, Es
a los
f¿p"r-l- pU""." ,r"irr!o.ro de ellos
alc.anza la irriporiarrcia y l,
.sí."r"írr;;;;"orl',,i",,"n
Bello y_José,Joaquin aá or-"áo,"",; ;;;;";,i";'re Ardrés
tolom.é Ilidalgo r. Mariarro rvreria", curra, o Bar-
;;-";;'i'#.."i¿" ;á.;
Tanto Olmedo como Bello log¡an, sin duda,
sonal dentro del neoclasicis-o. "El un matiz per-
;.ü"".;-;;;""ntra
11. grlndirocuencia ietóriia;
un tono
:,-1"- T^:ti.il.dg .u a*r.
po. ,,., ongrnalidad .temática y Ia decantación
]::uvrrg¡hana "i-Ju-g,,ao
áe la influen
rra en sus siluas, composiciones q"a-
la.critica ha sabido cor¡sagrar como los rnuil."r-poemas ""¿"i_"_""i"
¡rrimera mita,l del sielo XIX. de la
!e. frla3iso por su parte, tiene el mérito de haber
^^_!ljou:í,
el matiz del
iinSao ,lenguaje gaüchesto l"t
pectrva popular de los aconte;imiento. "pJl¿ii"".. """lo;;-que
"á""ia"por
II
i

I
E

F
.{¡ÍDRES BELLO

ALOCUCION A LA POESIA
Fragntentos de un poema titulado ,,América,,

I
Divina poesía,
tu de la soledad habitadora,
a consultar tus cantos ,enseñada
con el silencio de Ia selva umbría,
tú a quien la verde gruta fue
y el eco de Ios montes compañía;-or"d",
es q.ue dejes ya Ia c-ulta É,rrop.,
:iemqo
qug tu nativa rustiquez desama,
y_dirijas el vuelo adonde te abre
el mundo de Colón su grande eseena.
También propicio allí respeta el cielo
Ia siempre verde rama
con que al valor coronas;
también allí Ia florecida vega,
el bosque enmarañado, el Ágo río,
mil a tus pinceles brirdar;'
y"o!I:r
Cé{iro r.evuela entre las rosas;
y fúlgidas estrellas
tachonan 7a carcoza de Ia noche;
y el rey del cielo ent¡e cortinas bellas
de- nacaradas nubes se levanta;
y Ia avecilla en no aprendidos tonos
con dulce pico endechas de amor canta.

- ¿Qué a ti, silvestre ninfa, con las Domoas


de dorados alcázares reales?

=*-.l
=
;A tributar- también jrás e¡r ellos,
en medio de Ia turba cortesana, del antiguo Océano hija postrera,
el torpe incienso de servil lison¡a? en su seno fe¡az cria y esmera.
No tal te vieron tus más bellos días,
cuando en la jnfancia de Ia gente ¿Qué morada te aguarda? ¿qué alta cumble,
humana. qué prado ameno, qué repuesto bosque
maestra de Ios pueblos y los reyes,
cantaste al mundo las primeras leves. harás tu domicilio? ¿en qué felice
No te detenga, oh diosa, playa estampada tu sandalia de oro
será primero? ¿dónde el claro río
esta_región de luz y de miseria, que de Albión los héroes vio humillados,
en donde tu ambiciosa
rival Filosofía, los azules pendones reverbera
que Ia virtud a cálculo somete, de Buenos Aires, y orgulloso arrastra
de cien potentes aguas Ios tributos
de los mortales te ha usurpado
el culto: al atónito mar? ¿o dónde e.mboza
donde Ia coronada ¡,ia., urn'"n",
su doble cima el Avila entre nubes,
traer de nuevo al pensamiento .esclavo y Ia ciudad renace de Losada?
Ia antigua noche de barbarie y crimerr;
¿O más te sonreirán, Musa, los valles
donde la libertad vano deli.iá, de Chile afortunado, que enriquecen
fe Ia servilidad, g.andez, rubias cosechas, y suaves frutos;
"i"irrtu,
Ia corrupción cultuta se apeltid.a.. do la inocencia y el candor ingenuo
\r:tur\gr. \e \¡, enirrr» carcomiüa ". l: hospitalidad del mundo antiguo
tu dulce lira de o_ro, con que un tiempo . .:'. el valor y el patriotismo habitan?
tos prados y Ias flores, el susurro - O l¿ ciudad que el águila posada
de Ia floresta opaca, el apacible , bre el nopal mostró al azteca errante,
mulmurat del arroyo transparente, el suelo de inexhaustas venas rico,
Ias gracias atractivás : :e casi hartaron la avarienta Europa?
de Natura inocente, l'.i de la mar del Sul la bella reina,
a ios hombres cantaste embeJesados; .: ,:uvas hijas dio Ia gracia en dote
y sobre el vasto Atlántico tendiendo ).:.turaleza, habitación te brinda
Ias vagorosas alas, a otro cielo,
-,.jo su blando cielo, que no turüan
a otro mundo, a otras gentes te encamina, ..'.r"ias jamás, ni embravecidos vientos.
do. viste ay1 su primitivo tr.aje -O l¿ elevada Quito
Ja tierra, a] homb¡e sometjda 'rp"u*r, :,rás tu albergue, que entle canas cumbres
J. )a.s zqttezas de ,1as cltjnas todo) sentada, oye bramar las tempestades
Améúca, del Sol bajo sus pies, y etéreas auras bebe
¡oven esp6sa, a tu celeste inspiración propicias?
de cum'bre a eumbre dilató su imperio,
Itr do honando se abre paso
o_¡,r
de las ya estrechas márgenes, que asalta
a¡É* r¡urallas de peinada roca, con vana fu¡ia, la prisión desdeña,
y envuelto en blanca nube de vapores, y por ia brecha hirvíendo se despeña.
de vacilantes iris .matizada , ^
Tú cantarás cómo a las nuevas gentes
los valles va a buscar del Magdaiena Nenciueieba piadoso leyes y artes
con salto audaz el Bogotá espumoso. y cultc <iio; <lespués que a la maligna
Allí memr¡rias de temprarro, dí", ninfa m,:dó en iumbrera de la noche,
tu Iira aguardan; cuando, en ocio dulce y de la luna por la vez primera
y nativa inocencia venfurosos, surcó el Olirnpo el argentado coche.
fácil dio a sus moradores,
sus,tento
primera prole de su fértil seno,
Cundina.marca; antes que el corvo
Ve, pues, ve a ,celebrar las maraviilas
arado del ecuador: canta el vistoso eielo
violase el suelo, ni extranjera nave
Ias apartadas costas visitaia. que de los astros todos los hermosos
Aún no aguzado la ambición había coros alegran; donde a un tiempo ei vasto
Dragón clel norte su dorada e.spira
el hierro atroz; aún no degenerado
desvuelve en torno al luminar inrnóvil
buscaba el honibre bajo oicuros techos
el albergue, que grutai y florestas
que el mrnbo al marinero audaz señala,
saludable Ie daban y seguro,
y la paloma cándida de Arauco
en las australes ondas moja el ala.
sin que señor la tierra conociese,
Si tus colores los más rícos muelés
los gampo¡ valla, ni los pueblos muro. y tomas e1 mejor de tus pinceles,
La libertad sin Ieyes florecía, podrás los climas retratar, que entero
todo era paz, contento y alegría;
el vigor g.rardan genital primero
cuando de dichas tantas envidiosa
con que l* voz omnipotente, oída
Huitaca bella, de las aguas diosa,
del hondo caos, hinchió Ia tierra, aperlas
hinchando el Bogotá, sumerge el valle. sobre su informe faz aparecida,
De la gente infeliz par,te pequeña y de verdura la cubrió y de vida,
asilo halló en los montes;
el abismo voraz sepulta el resto.
Selvas e'ternas, iquién al vulgo inmenso
que vuestros verdes laberintos puebla,
Tú cantarás eómo indignó el funesto y en varias formas y estatura y galas
estrago de su casi extinta raza
hacer parece alarde de sí misrno,
a Nenqueteba,_hijo del Sol; que rompe poner presumirá nombre o guarismo?
con su ,cetro. divino la enriscada En densa muchedumble
montaña, y a las ondas abre calle; ceibas, acacias, mirtos se entretejen,
el Bogotá, que in¡nenso lrgo un día
ie -:-,. r-ldes. gramas; y animado carmín Ia tuna cría,
.¡ :.;¿*¡ a las ramas, donde tremola el algodón su nieve,
I _i.::de por gozar de las felíces y el ananás sazona su ambrosía;
ü j:¿s ). de la luz, perpetua guerr¿
de sus racimos la variada copia
l¿¡e:. r- a las raíces rinde el palmar, da azucaradás globos
anqosto viene el seno de la tierra. el zapotillo, su manteca ofrece
Ia verde palta, da el añil su tinta,
;Oh quién contigo, amable poesía, bajo su dulce carga desfallece
del Cauca a las orillas me llevara, el banano, el café el aroma acendra
v el blando aliento respirar me diera de sus albos jazmines, y el cacao
de la siempre lozana primavera cuaja en urnas de púrpura su almendra.
que allí su reino estableció y su corte!
¡Oh si ya de cuidados enoiosos
exento, por Ias márgenes amenas
del Aragua moviese - Yur ¡ahl ¿prefieres de la guerra impía
Ios h_orrores decir, y aI son del prr"he
, el tardo incierto paso; que los maternos pechos estremece,
o reclinado acaso
pintar Ias hr¡estes que furiosas corren
bajo una fresca palrna en la llanura,
a des.trucción, y el suelo hinchen de luto?
viese arder en la bóveda azulada
tus cuatro lumbres bellas, ¡Oh si ofrecieses menos fértil tema
oh Cruz del Sur, que las nooturnas horas
a bélicos cantares, patria mía!
mides al caminante ¿Qué ciudad, qué campiña no ha inundado
Ia sangre de tus hijos y la ibera?
por 'la espaciosa soledad errante;
o del cucuy las luminosas huellas ¿Qué páramo no dio en humanos miembros
pasto al cóndor? ¿Qué rústicos hogares
viese cortar el aire tenetrroso,
salvar su oscuridad pudo a las fuiias
y del lejano tambo a mis oídos
de Ia civii discordia embravecida?
viniera el son d,el yaraví amoroso!
P'ero no ,en Roma obró prodigio tanto
el amor de la patria, no en Ia austera
Tiempo vendrá cuando de ti inspirado Esparta, no en Numancia generosa;
algún Marón americano, ¡oh diosa! ni de Ia historia da página alguna,
también las mieses, Ios rebaños cante, Musa, más altos hechos a tu canto.
el rico suelo al hombre avasallado,
y las dádivas mil con que la zona ¿A qué provincia el premío de alabanza,
o a qué varón tributarás primerop
de Febo amada al labrador corona;
clonde cándida miel llevan las cañas,
Grata celebra Chile el de Gamero,
26
tr
que, vencedor de
cie
J LA AGRICULTURA DE LA ZONA
H:,j;:u*t??l,li1"', TORRIDA
Ia memoria '*il
y:y,,"_ndo, eternizar désea
oe aquellos granaderos ¡Salve, fecunda zona,
de a caballo
q¡e mandó en Chacabuc" q-r'eal sol enamorado circunscribes
N";;i;;.. el vag_o curso, y cuanto ser se anima
¿Pero,de M-aipo Ia campiña
sola
cuán larga lista, oh en cada vario clima,
M
en tus *,r..X'r":J"."§,,11'""t acariciada de su ]uz, concibes!
::':^:1
qre campeones
cuya frente adoria Tú tejes al verano su guirnalda
de granadas espigas; tú la rrva
das a Ia hirviente cuba;
I:it"
quu
:,3::
"'
?: :,". # : :il:" TJ:l;::, no. de purpúrea- fruta, o roja,
:9n-sus caballeros denodados-'*", a tus florestas bellas
o gualda,
det enemigo I", hitu;;;-""
..oTpiq falta matiz alguno; y bebe en ellas
I 1ord." .el regimiánto a" Coqui*t o
tantos héroes contó como so]dados. aromas mil el viento;
Y grey.es van sin euento
paciendo tu verdura, desde
el llano
jDe Buenos Aires que tiene por Iindero el horizonte,
Ia gallarda gente hasta el erguido monte,

i!,firi qffiÍ i:"-,:x


con aquel monstr¡rn .,ue
Ja
l:*,;**' de inaccesible nieve siempre cano.

¡1!re que
Ias nubes y "..*"allora"
io, r,oroü.; ñii;, - Tú das Ia caña hermosa,
M-oreno, abogó" digno u"";;"'".,
de do Ia miel se aoendra,
"ont" q;.;uil;;"'"
puebros por quien desdeña el mundo los panales;
3"*lo:.:n.:'o:
.1,_,," quu de Suipacha tú en urnas de coral cuajas Ia alÁerrd.á'
en Ias llanui.as
tu causa*agüero de un Ia espumante jícára rebosa;
1",,^:-l y lr,:
:.:,^"i*:j
";;,;;;;,
tú, Belgrano. y otros cienro
ouue carmín viviente en tus nopales,
tu tierra que afrenta fuera al múrice ae
F:: natal de glorias ;i;r"'""'"
y de_ tu añil la tinta generosa
iiroi'
:ic1it:is.con la espada o con la pluma,
el justo galardón "', émula es de la lumbre del zafiro.
no temeréis que el tiempo adiudi;;,
¡t se os
EI vino e.s que Ia herida
tu luyo,
para los hiios ¿;u"
"*rrrnr. vierte
del Anahuác feliz; y Ia hoja es
tuya,
que, cuando de süave
hlmo espiras vagorosas huya,
9n
solazará el fastidio al ocio
ineite,

29
Tú vistes de iazmines
de-tu indolente habitador Io fue¡a!
el a¡busto sabeo,
y e\ perturne \e das ¡Ohl ¡si al falaz rüido
r" iiJu.i-i,J";=" l:lrffi los la dicha al fin supies,e verdadera
T
,y. hiios la procera pa\rnr,oresrines anteponer, que del umbral Ie llama
T.1.i
su wa¡\o lerüo cria, del labrador sencillo,
I el.ananás sazon Iejos del necio y vano
o],,,:" pan ta
,luJ|, '*o,.o',,'
lasto, el mentido brillo,
Ll-
¡us_rubias pomas
I el ocio pestilente ciudadanol
y' .r urgoáo; ffi;,,1rr"':Ti;1,,"J" ¿Por qué ilusión funesta
aquellos que fortuna hizo s,eñores

i":1,"r" il;'i,,
en en¡amadas
"l,ity
;
de tan dichosa tierra y pingüe
y varia,
de *,e¡dor
cuelga de sus sarmi
"1ir*i"
I;;;;:" al cuidado abandonan
y a Ia fe mercenaria
¡ e*áreos
cñ;;' ;1?::l; J:ti:":i las patrias heredades,

í" if il1""j, f ?li


J",:',
i; ;;; "' y en el ciego tumulto se aprisionan
de míseras ciudades.
' hincha su grano;
Y Para ti el banano do Ia ambición protlrva
o,"l*ry" al peso sopla Ia llama de civiles bandos,
el banano, ;rñ-" de su dulce carga; o al patriotismo la desidi"
r,;J"::?s presen tes do el lujo las costumbres "n"ru4
atosiga,
#lt$ü":, ff y combaten los vicios
Ia incauta edad en poderosa liga?
I",#"*[t,ffi,,f.H No allí con varonile^s ejercicios
se endurece el mancebo a la fatiga;
;:J::#,rl:H:: no ar arado mas la salud estraga en
de pérfida hermosura,
el abrafo
que pone en almoneda los favores;
mas pasatiempo estima
**?Ét,':i:#;:::]:rf':; prender aleve en casto seno
de ilícitos amores;
el fuego
o ,embebecido Ie hallará la aurora
en mesa infame de ruinoso juego,
jI:: En tanto a la Iisonia seducttra"
;' "H?' #á ::;ti*::: del asiduo amador iá"ll oído
da la consorte; crece

31

a
en la matema escuela cofno p¿lt'¿t g¿lnalos v atr.ireros,
de Ia disipación y el galanteo quiso Naturaleza bondadosa!
Ia tierna virgen, y al delito ,espuela romped el duro encanto
es antes el ejemplo que el deseo. que os tiene entre murall¿s prisioteros.
¿Y será que se formen de ese modo El vulgo de las artes laborioso,
Ios ánimos heroicos d,enodados el mercadel que necesario al lujo
que fundan y sustentan los estados? al lujo necesita,
¿;De la alga:zara del fes.tín beodo, 1os que anhelando viln tlali el señue1o
o de los coros de liviana danza, del alto cargo v del horor rrridoso,
la dura juventud saldrá, modesta, la grey de aduladores parasita,
orgullo de la patria, y esperanza? gustosos pueblen ese infecto caos;
¿Sabrá con firme pulso ei campo es vuestra here.ncia; en é1 goztros.
de la severa ley negir el freno;
¿Amáis 'la libertad? EI campo habit¿,
brillar en torno aceros homicidas no allá donde el magnate
en la dudosa lid verá sereno; eutre armados s¿télites se mueve,
o animoso hará frente al genio altivo y de la moda, universal señora,
del engreído mando en la tribuna, va la razón al triunfal carro atadtr,
aquel que ya en la cuna y a Ia fortuna la insensata plebe,
durmió al arrullo d,el cantar lascivo, v el noble al aura popular adora.
que riza el pelo, y se unge, y se atavía
¿O Ja virtud amáis? ¡Ah, que el r.etiro,
con femenil esmero, la solitaria calma
y en indolente ociosidad el día, en que, juez de sí misma, pastr el alma
o en criminal lujuria pasa entero? ir las acciones muestta,
No así trató la triunfadora Roma es de la vida la mejor maestra!
las artes de la paz y de ia guerra;
ante fió las riendas del erstado ¿lluscáis durables goces,
felicid¿id, cuanta es al hombre dad¿r
a la mano robusta y il su ten'eno asiento, en que veciua
que tostó el sol y encalleció el ar,rdn;
está la risa al llanto, y siempre, ¡ah! siemple
y bajo el techo humosc¡ campesino doncle hirlaga la flor, punza la espina?
los hijos educó, que el c':njurado
Id a gozar la suerte campesina;
mundo allanaron al valor iatino.
la r:egalada paz, que ni rencores
¡l lablaclor, ni envidias acibaran;
¡Oh! ¡los que afortunarlos poseedores 1a cama que mullida le preparar.r
habéis nacido de la tierra hermosa,
el corrtento, el .tlabajo, el air.e pulo;
en que reseña hacer de sus favores,
), el sabor de los fáciles manjares,
32
que dispendiosa guia no le aceda; áspero ahora v bravo,
y el asilo seguro nl desacostumbrado yugo torne
de sus patrios hogares dei arte humana, y le tribute escl¿rvo.
r¡ue a Ia saludy nl regocijo hospeda. Del obstrüido estanque y del molino
EI aura respirad de la montañ¿r, recuerden ya las agrras el camino;
que vuelve al cuerpo laso el intrincado bosque el hacha lompa,
el perdido vigor, que a Ia enojosir consuma el frrego; abrid en luengas calles
vejez retarda el paso, Ia oscuridad de su infructuosa pompa.
y el rostr.o a Ia beldad tiñe de Abrigo clen los valles
rosa.
¿Es allí ¡nenos blanda por ventura
a Ia sedienta caña;
de amor la llama, que templó el recato? la manzana y la pera
¿O menos aficiona Ia hermo.sura en Ia fresca montaña
que de extranjero ornato el cielo olviden de su m¿d¡e España;
y afeites impostores no se cura? adorne la ladera
¿O el corazón escucha ináiferente
el cafetal; amparr
, el lenguaje inocente a la tierna teobroma en la ribera
que los afectos sin disfraz expresa, la sombra maternal de su bucare;
y a la intención ajusta la promesa? aquí el vergel, allá la hueta ría. . .
No del espejo al importuno ensayo ¿Es ciego error de ilusa fantasía?
Ia risa se compone, el paso, el gesto; Ya dócil a tu voz, agricultura,
ni falta allí carmín al rostro honesto nodriza de las gentes, la caterva
que 1a modestia y Ia salud colora, servil armada va de corvas hooes,
ni l¿r mirada que lanzó al soslayo Mírola ya que invade la espesura
tímido amor, Ia senda al alma ignor.a. de Ia flolesta opaca; oigo las voces,
¿Esperaréis que forme siento el rumor confuso; el híerro suentr,
r más venturosos lazos himeneo, Ios golpes el lejano
do el interés baratir, eco redobla; gime el ceibo anciano,
tirano del des,eo, que a numerosa tropa
ajena mano y fe por nombre o plata, largo tiempo fatiga;
que do conforme gusto, edad conforme, batido de cien hachas, se estlernece,
y elección libre, y mutuo ardor los ata? estalla al fin, y rinde el ancha copa.
Huyó la fiera; deja el caro r.rido,
Alli también deberes deja Ia prole implume
hay que llenar: cenad, cerrad las hondas el ave, y otro bosque no sabido
heridas de la guerra; el fértil suelo, de los humanos va a buscar doliente. . .

34 1a
i lQué miro? Alto torrente y trrrs tanta zozobta, ¿Irtsia, tumulto,
de sonorosa llam¿r tantos años de fiera
corre, y sobre las áridas rüinas devastación v militar insrrlto,
de Ia postrada selva se derrama. aún más que tu clemencia antigua impkrra
EI raudo incendio a gran distancia brama, Su rírstic¿r piedzid, pero sincera,
y el humo en negro remolino sube, halle a tus ojos glacia; no el risueño
aglomerando nube sobre nube. porverrir que las penas Ie aligera,
Ya de lo que antes era cual de dorado sueño
verdor hermoso y fresca lozanía, visió¡r f alaz, desv¿rneciclo llore;
sólo difuntos troncos, intempestiva lluvia no maltrate
sólo cenizars quedan; monumento el delicado embrión; el dier.rte impío
de Ia dicha mortal, burla del viento. de insecto roeclor no 1o devore;
Mas al vulgo blavío s¿rñudo vendaval uo lo arrebate,
de las tupidas plantas montaraces, ni agote el árbol el materno jugo
sucede ya el fr-r-rctífero plantío Il c¿lorosa sed de largo estío.
en muestra ufana de ordenadas haces. Y pues al firr te plugo,
Ya ramo a ramo alcanza, árbítlo de Ia suerte soberano,
y a los rollizos talios hurta el día; que, suelto el cuello de extranjero yugo'
y,a Ia primera flor desvuelve el seno, erguiese al cielo el hombre americano.
bello ¿ la vista, alegle a Ia esperanza; bendecida de ti se arrar'gue -v medrr
a Ia esperanza, que riendo enjuga su libertacl; en el rnás l-ronrlo encierr'¿r
del fatigado agricultor Ia frente, de los abismos la malr,ada guera,
y allá a lo leios el opimo fruto, y el miedo de la espada asolador'¿t
), Ia cosecha apañadola pinta, al suspicaz cultivador no arredre
que Ileva de los campos el tributo, del arte bienhechora,
colmado el cesto, v con Ia falda en cinta, que las familias nutre y los estadosl
y bajo el peso de los largos bienes la azorada inquietud cleje las almas,
con que al colono acude, deje la tliste herlumble los ¡rrados.
hace r:r'uiir los vastos almacenes. Asaz de nuestlos padres malhad¿rdos
expiamos la bárbara conquist:'t.
¡I\ien Diosl no en vano sude, ¿Cuántas doquier: la vista
m¿ls ¿1 merced v a compasión te muev¿r ¡o asombran eiizadas sc¡ledades,
Ia gente rrglicultora clo cultos campos fueron, c{o ciudades?
del ecuador'- orre del desmavo triste De muertes, proscliPciones,
corr relrovadr) ¡li3nto vuelve ahora, suplicios, orfandades,

t6
iquién contará la pavorosa suma? 7a paz, a cuya vista el mundo llena
Saciadas duermen ya de sangre ibera alma, serenidad y regocijo;
Ias sombras de Atahualpa y Motezuma. vueive alentado el hombre a Ia faena,
¡Ahl desde el alto asiento, alza el anciá la rave, a las amigas
en qüe escabel te son alados coros auras encomendándose animosa,
que velan en pasmado acatamiento enjámbrase el taller, hierve el cortijo,
la faz ante Ia lumbre de tu frente, y no basta la hoz a las espigas.
(si merece por dicha una mirada
tuya la sin ventura humana gente),
¡Oh jóvenes naciones, que ceñida
el ángel nos envía, alzáis sobre el atónito occidente
el álgel de la paz, que al crudo ibero de temprano.s laureles la cabeza!
haga olvidar la antigua tiranía, honrad el campo, honrad la simple vida
y acatar rever,ente el que a los hombres del labrador, y su frugal llaneza.
sagrado diste, imprescriptible fuero; Así tendrán en vos perpetuamente
que alargar le haga al injuriado hermano, Ia libertad morada,
(¡ensangrentóla asaz! ) la diestra inerme; y freno Ia ambición, y Ia ley templo.
y si Ia innata mansedumbre duerme, Las gentes a la senda
Ia despierte en el pecho ame¡icano. de Ia inmortalidad, ardua y fragosa,
El corazón lozano s'e animarán, citando vuestro ejemplo.
que una feliz oscuridad desdeña, Lo emulará celosa
que en el aza; sangriento del combate vuestra posteridad; y nuevos nombres
alborozado late, añadiendo Ia fama
y codicioso de poder o fama, a los que ahora aclarna,
nobles peligros ama; "hijos son éstos, hijos,
baldón estime sólo y vituPerio (pregonará a los hombres)
,el prez que de la patria no reciba, de los que vencedores superaron
la libertad más dulce que el imperio, de los Andes Ia cima;
y más hermosa que el laurel la oliva. de Ios que en Boyacá, Ios que en Ia arena
Cíudadano ei soldado, de Maipo, y en Junín, y en la campaña
deporrga de la guerra la librea; gloriosa de Apurima,
el ramo de victoria postrar supieron al león de España".
colgado al ara de Ia patria sea,
y sola adorne al mérito la gloria.
De su triunfo entonces, Patria mía,
verá Ia paz el suspirado día;

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