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I. EL NIVEL CELULAR
DE LA ACTIVIDAD PSÍQUICA
Pedro Ortiz C.
Lima, Perú
2004
CONTENIDO
Introducción
Los textos más usados por los estudiantes de Psicobiología (el conjunto integrado
de Neurociencias y Psicología), tienen características comunes que es preciso destacar
y criticar. En primer lugar, en todos ellos se separan los capítulos dedicados al estudio
de las células, la anatomía, la fisiología y la química del sistema nervioso, dejando al
final algunas consideraciones sobre “las funciones superiores” del cerebro o la corteza
cerebral. En segundo lugar, hay una notable tendencia a ampliar ciertos temas, bien
porque así lo ha establecido la tradición, o bien porque hay algún avance importante
respecto de la estructura en estudio. El resultado es la total desintegración de la
actividad nerviosa, en órganos y funciones, sin relación con la actividad psíquica –lo cual
es el más claro rezago del dualismo mente-cerebro–, y lo que es peor, sin una clara
relación con el resto del cuerpo, excepto la visión puramente mecanicista de la
interacción entre el mente y el cuerpo a través de un conjunto de vías aferentes y
eferentes apenas sistematizado.
Esta forma de clasificar y estudiar la temática de una ciencia, en torno a elementos
que pueden objetivarse empíricamente, tal como demanda el más puro positivismo, no
sólo hace imposible toda explicación de la actividad personal (del individuo social) desde
el plano de su actividad consciente, sino que mantiene la concepción zoológica del
hombre y la concepción puramente anatómica y funcional del sistema nervioso.
Tratando de superar estas serías limitaciones al estudio, explicación y, sobre todo, a
la atención, cuidado y formación de las personas, es que en estos Cuadernos, tal como
habíamos dejado establecido en nuestra Introducción (Cuaderno 1), abordaremos el
estudio del sistema nervioso, en tanto soporte de la actividad psíquica de toda
personalidad, empezando por el nivel celular, es decir, del estudio de las células
nerviosas, especialmente de las neuronas. Lógicamente que esta forma de estudiar el
sistema nervioso ya no depende de la visión anatómica del hombre-animal, sino de una
concepción integrada de la personalidad, respecto de la cual es imprescindible una
concepción igualmente integrada de las ciencias del hombre. Por cierto que, dentro de
éstas, lo biológico se convierte en los niveles citológico, histológico y fisiológico, pero en
estrecha relación explicativa con los niveles psicológico y sociológico, donde todas estas
ciencias tienen que explicar los procesos epigenéticos y cinéticos que determinan la
estructura de la actividad personal integral.
Dentro del reino animalia se han ubicado a los animales sin sistema nervioso y a los
animales con sistema nervioso. Dentro de estos últimos, hemos llamado organismos a
los animales que no tienen cerebro, y psiquismos a los que sí lo tienen, aunque de tipo
paleocortical. Desde nuestro particular punto de vista, creemos haber argumentado lo
suficiente acerca del concepto de que el hombre, por su propia formación social, es un
psiquismo social, y que por disponer de un cerebro neocortical escapa del reino
animalia, pues es soporte activo del nivel de organización superior de la sociedad.
No cesaremos de criticar la tradición de estudiar el sistema nervioso humano como
si tuviera una organización anatómica y funcional similar o igual a la de cualquier animal,
inclusive sin tomar en cuenta su actividad psíquica; es decir, como si tuviera única y
exclusivamente una actividad funcional. Esto se debe a que no se toma en cuenta el
hecho evidente de que el sistema nervioso de los vertebrados superiores tiene una
organización psíquica, y menos todavía, que la organización del sistema nervioso
humano tiene una organización psíquica consciente, en último término, social. En el
cuadro 1 se resumen los niveles de organización informacional del sistema nervioso
humano (que reflejan todos los niveles de organización de la personalidad), para
destacar que el estudio de las células nerviosas y de la red tisular de dicho sistema
serán motivo del presente Cuaderno.
En el cuadro 2, se señala la manera como se concibe el sistema nervioso en
abstracto y en términos mecanicistas, sin hacer referencia al hombre sino al sistema
nervioso de los mamíferos. Compárese con el cuadro 3 en que se toma en cuenta la
naturaleza informacional de dicho sistema, y social del sistema nervioso de los hombres.
CUADRO 1
Psíquica En redes
V. Persona Neocortical Consciente
Consciente neocorticales
Psiquismo Psíquica En redes
IV. Alocortical Inconsciente
humano Inconsciente alocorticales
En núcleos
Subcortical,
III. Organismo Funcional Neural subcorticales y
Tronco- médula
espinales
En neuro-
II. Tisular Sináptica Metabólica Metabólica
transmisores
En ácidos
I. Celular Neuronal Bioquímica Genética
nucleicos
CUADRO 2
CONCEPCIÓN ANATOMICISTA DEL SISTEMA NERVIOSO
CUADRO 3
CONCEPCIÓN INFORMACIONAL DEL SISTEMA NERVIOSO HUMANO
1. Nivel celular
Subsistema de las células nerviosas –neuronas
Subsistema de las células gliales
2. Nivel metabólico
Subsistema del tejido neural
Subsistema del tejido glial
3. Nivel funcional
Subsistema de la red neural visceral: sensitiva y motora
Subsistema de la red neural somática: sensitiva y motora
4. Nivel inconsciente
Subsistema psíquico paleocortical afectivo
Subsistema psíquico paleocortical cognitivo
5. Nivel consciente
Subsistema psíquico neocortical afectivo
Subsistema psíquico neocortical cognitivo
Subsistema psíquico neocortical conativo
En este Cuaderno se estudiarán sucesivamente la actividad esencialmente genética
de las células nerviosas y la actividad esencialmente metabólica de los tejidos neurales.
La actividad funcional de las redes neurales, viscerales y somáticas, y la actividad
psíquica de las personas serán los temas de los Cuadernos siguientes.
Esto significa que antes de enfocar el estudio de la actividad psíquica es preciso
ampliar varios aspectos de la actividad bioquímica intrínseca de las neuronas, de las
sinapsis y las redes neurales, así como presentar una visión de conjunto de los sistemas
funcionales viscerales y somáticos (cada uno con su doble actividad: de la sensibilidad y
la motilidad).
Aunque, seguiremos usando los conceptos de sistema nervioso central y sistemas
periférico cuando sea pertinente, tendremos en cuenta, por un lado, que la diferenciación
de los niveles de organización informacional del sistema nervioso es relativamente fácil
una vez que se ha precisado la naturaleza de la información que se procesa en cada
uno de ellos; pero, por otro, se tendrá presente también que en una personalidad el
grado de integración es tal, que a veces es difícil abstraer la estructura y la actividad de
cada nivel. El esfuerzo teórico que hacemos por delimitar cada nivel del sistema, tiene
como finalidad hacer una minucioso análisis de los procesos que explican la complejidad
del sistema de la personalidad, para de esta manera comprender mejor nuestras propias
limitaciones al momento de ayudarle en la corrección o tratamiento de los problemas de
su formación o de su salud, al mismo tiempo que se fundamenta mejor la explicación de
sus procesos y la intervención que podamos ejercer sobre ella.
Hay varias clases de células en el sistema nervioso de los vertebrados y del
hombre: las células nerviosas o neuronas, las células gliales, las células ependimarias.
Además, hay varias clases de células de otros tejidos que forman parte del sistema
nervioso: las células de los vasos sanguíneos, entre las cuales nos interesan
especialmente las células de los plexos coroideos y las células endoteliales de los
capilares; las células de las meninges, especialmente de la piamadre; las células del
sistema inmunitario, en especial la microglía.
Para estudiar en nuestros Cuadernos (2 y 3, principalmente), el estudiante debe
tener a la mano un atlas de la anatomía del sistema nervioso de corte clásico, o un texto
de neurociencias de tipo moderno. Estos contienen tanto los gráficos o fotografías de la
histología y la anatomía del sistema, así como la información empírica, por lo general la
más reciente acerca del mismo. Se tendrá en cuenta que estos Cuadernos no son un
tratado de neurociencia, sino una forma de comprender y explicar el sistema nervioso
del hombre, que es, en todo sentido, un sistema nervioso social, como lo es la totalidad
de la personalidad a quien tenemos que atender, cuidar o educar. Por eso la información
científica disponible puede ser, y de hecho debe ser, incluida, integrada, asimilada,
interpretada dentro de una teoría del hombre que más convenga a los fines últimos de la
educación y la atención de salud, que deben ser de naturaleza intrínsecamente moral,
enmarcados como deben estar dentro de una concepción ética del mundo, del sistema
vivo, de la sociedad y de todas y cada una de las personas.
En resumen, para proseguir con el estudio del sistema nervioso de las personas, es
importante tener presente los puntos de vista siguientes:
El sistema nervioso repite los cinco niveles de organización de la personalidad
(del individuo total), que dependen una clase específica de información, y que
únicamente el sistema nervioso, el cerebro y la corteza cerebral como tales
repiten (reflejan) los mismos niveles de organización.
El nivel celular del sistema nervioso y de la corteza cerebral corresponde a la
actividad bioquímica de las neuronas, que depende en sentido epigenético de la
actividad genética de estas células, y en sentido cinético de la información
metabólica de las células de los tejidos vecinos que las envuelven.
El nivel metabólico en el sistema nervioso y en la corteza cerebral, corresponde a
la actividad interneuronal, fundamentalmente sináptica, que también depende
epigenéticamente de la actividad bioquímica de las neuronas y cinéticamente de
la información funcional de la red neural.
Además, el estudiante tendrá presente la composición química de los seres vivos de
la escala animal y del hombre (Cuaderno 1), a fin de aplicar este conocimiento en la
explicación de la estructura y la actividad de las células nerviosas y del tejido nervioso.
Recordaremos que los constituyentes químicos elementales de las células y del
tejido nervioso son casi los mismos que se encuentran en cualquier otro tejido del
cuerpo humano. La diferencia radica en que hay muchas variaciones en cuento a sus
concentraciones, combinaciones, distribución y formas de actividad que desempeñan. El
ejemplo más claro es, como se verá, el de los fosfolípidos, que se encuentran en el
tejido nervioso en concentraciones muy superiores a las de cualquier otro tejido.
CAPÍTULO 1.1
a) El núcleo
El carioplasma del núcleo es el espacio nuclear que contiene la nucleocromatina, la
heterocromatina y la cromatina sexual. La cromatina está formada por proteínas y el
ácido desoxirribonucleico (ADN). Esta constituida por los 46 cromosomas característicos
de toda célula humana, con la diferencia de que estos no se van a individualizar como
ocurre durante la mitosis de las células que se dividen. El nucleolo neuronal es
particularmente voluminoso; es la estructura que forma y contiene el ácido ribonucleico
(ARN).
La membrana nuclear es una doble membrana: comprende una lámina interna
propia del núcleo y otra externa que se continúa con el retículo endoplasmático del
citoplasma. Es una membrana con poros (de unos 70 nm de diámetro) a través de los
cuales pasan al citoplasma las grandes moléculas del ARN mensajero (ARNm) y, en
ambos sentidos, las enzimas.
b) Citoplasma
Comprende todos los elementos formes distribuidos en un medio acuoso que
caracterizan a todas las células; por tanto contiene:
1. Las organelas cuya actividad bioquímica es la síntesis de elementos de la
células: ribosomas para la síntesis de polipéptidos; el retículo endoplasmático
rugoso para la síntesis de las proteínas de membrana, proteínas de secreción,
enzimas hidrolíticas, de vesículas transportadoras; el retículo endoplasmático liso
para la síntesis de los lípidos, metabolismo de la glucosa, almacenamiento de
ions Ca++; el aparato de Golgi, para la modificación, almacenamiento temporal y
transporte de macromoléculas, formación de lisosomas y de vesículas de
transporte
2. Las organelas con actividad bioquímica de degradación: lisosomas para la
digestión de organelas dañadas; peroxisomas para la degradación de peróxidos
(H2O2); vacuolas para el almacenamiento de algunas sustancias
3. Las organelas para la producción de energía: las mitocondrias para la
transformación de la energía química de los nutrientes finales en energía química
contenida en la ATP
4. Otras organelas menos complejas como son: cisternas hipolemales, cuerpos
multivesiculares, gránulos de lipofuscina, gránulos secretorios, endosomas
5. Las estructuras macromoleculares para el sostén del cuerpo y las prolongaciones
de la neurona y para las interacciones entre ésta y las demás células del tejido
nervioso: el citoesqueleto para el mantenimiento de la forma celular, anclaje de
las organelas, movimiento de organelas dentro de la célula, transporte de
moléculas en general de un extremo a otro de la neurona. Tal citoesqueleto está
constituido por neurofilamentos, neurotúbulos, microfilamentos y una matriz
microtrabecular. El armazón de filamentos es más denso en la periferia por
debajo de la membrana para mantener la forma tridimensional de la neurona, y
se extienden a lo largo del el axón; sólo algunos de ellos a veces se encuentran
en la porción inicial de las dendritas.
6. Además de las proteínas, proteolípidos, lípidos, glucógeno (en mínima
proporción) que constituyen la estructura molecular de la neurona, diluidos en el
agua del citoplasma se encuentran los diversos elementos y compuestos
químicos que son los constituyentes más activos de la célula: glucosa, enzimas,
cofactores, mensajeros químicos, moléculas transportadoras, compuestos
fosforados de alta energía, oligoelementos, iones en constante actividad cinética.
Por lo tanto, el ADN es un polímero por dos cadenas de polinucleótido; por eso se
dice que consta de dos hebras de nucleótidos unidas por sus enlaces de hidrógeno,
donde siempre los pares de bases están unidos por puentes de A–T y G–C. Estas
hebras se enrollan de tal modo que llegan a formar una doble hélice (semejante a una
escalera de caracol). Una hebra es el molde; la otra es la hebra codificadora (Fig. 1.2.2)
La replicación del ADN se realiza (durante la interfase de las células que se dividen)
por separación de las dos hebras y la síntesis de dos nuevas complementarias. En las
neuronas esta replicación del ADN es continua.
Recordemos, además, que también existe el ADN mitocondrial que da cuenta de la
síntesis de 13 proteínas y ARN estructurales
El ARN tiene una estructura similar al ADN, pero en este polinucleótido la ribosa
reemplaza a la deoxirribosa y el uracilo (U) a la timina; además, está conformado por
una sola hebra que copia la hebra codificadora del ADN. Hay varias clases de ARN, pero
las principias son: el ARN nuclear (ARNn), el ARN mensajero (ARNm), el ARN de
transferencia (ARNt).
Un gen es la unidad de información genética: es una secuencia de ADN
cromosómico necesaria para sintetizar un producto funcional, ya sea ARN o una
proteína.
Fig. 1.2.2. Representación esquemática del ADN y su replicación.
El genoma haploide humano contiene 3.5 x 109 pares de bases de ADN, que
subdivididas en 23 cromosomas puede codificar hasta 1.5 x106 de pares de genes (en
realidad, sólo 30 mil pares de genes, según los estudios del genoma humano). Los
componentes de un cromosoma se esquematizan en el cuadro 1.2.1, y la estructura de
un gen en el cuadro 1.2.2.
CUADRO 1.2.1.
COMPOSICIÓN DE UN CROMOSOMA
Promotor Región 5’ Exon Intron Exon Intron Exon Región 3’ Cola poli-A
Región 5’ Región 3’
no traducida no traducida
“Corriente arriba” “Corriente abajo”
(Dirección de trascripción)
Fig. 1.2.3. Estructura (simplificada) del gen.
Los receptores
El concepto de receptor es de enorme importancia en psicobiología. Con este
término nos referimos a: 1) los receptores de membrana, 2) los receptores intracelulares
y 3) los receptores sensoriales.
En general, los receptores son moléculas alostéricas, en el sentido de que su
actividad depende de su propiedad de cambiar de forma al ligarse a otra molécula: las
más importantes de estas moléculas –llamadas ligandos– en el sistema nervioso son los
transmisores, aquí llamados neurotransmisores. Además de los receptores de
membrana, hay receptores intracitoplasmáticos o citosólicos, y receptores
intranucleares. Los receptores sensoriales son moléculas similares, pero se llaman así
por estar ubicados en la membrana de células receptoras o células sensoriales, que
intervienen en la transducción de energía en información.
Estas moléculas forman sistemas de tipo receptor-efector, que comprenden: un
campo de unión para el ligando y un campo efector que actúa sobre proteínas efectoras,
segundos mensajeros, transductores o autacoides. En tal sentido son una vía de
transducción de señales dentro de la célula nerviosa (como lo puede ser en otra clase de
célula).
En otras palabras, en el proceso de neurotransmisión, la secuencia de cambios
bioquímicos intracelulares comprende una cascada de reacciones de moléculas activas
que han recibido el nombre de segundos mensajeros. En tal caso, el neurotransmisor
liberado por la neurona presináptica es el primer mensajero. Él receptor, activado por él,
activa, a su vez, una proteína efectora (que puede ser un canal iónico, adenilciclasa,
fosfolipasa C, fosfolipasa A2 o fosfodiestearasa) o activa a segundos mensajeros, como
AMPc, GMPc, Ca++, derivados del fosfatidil-inositol (diacilglicerol, inositol trifosfato),
ácido araquidónico, oxido nítrico, etc.
1) Receptores de membrana
Son proteínas cuya forma determina que otras moléculas más pequeñas llamadas
ligandos, se liguen o unan a ellas, para de este modo generar cambios en el transporte
de los iones Na+, K+, Cl–, Ca++ y Mg++, incrementando o reduciendo su paso a través de
la membrana celular. Su efecto es un cambio en la conductancia de esta membrana.
Esta clase de receptores abundan en las sinapsis.
Hay dos grandes grupos de receptores de membrana en las neuronas que se
conocen como receptores directos y receptores indirectos.
a) Los receptores directos también se llaman ionotropos. Comprenden dos familias
genéticas, que son los siguientes:
Los receptores nicotínicos para acetilcolina (Achn), los receptores A para el
ácido gamaaminobutírico (GABAA), los receptores para glicina y los
receptores 5HT2 para la 5-hidroxitriptamina o serotonina
CUADRO 1.3.1
ALGUNOS RECEPTORES DE NEUROTRASMISORES
ACOPLADOS A PROTEINAS G
Neurotransmisor Receptores
Acetilcolina R. muscarínicos: M1, M2, M3, M4, M5
Glutamato R. metabotropos de glutamato: mGluR1-7
GABA GABAB
Serotonina 5HT1(A, B, C, D, D, E, F); 5HT2, 2F; 5HT4, 5HT5 ,5.
Dopamina D1, D2S, D1I, D3, D4, D5
Norepinefrina 1, 2, 3, 2, 3.
Encefalina , , .
2) Receptores intracelulares
Son moléculas proteínicas citosólicas, que están en el citoplasma, y nucleares que
están en el núcleo de la neurona, a las que también se ligan otros mensajeros químicos,
sobre todo las hormonas.
3) Receptores sensoriales
Se llaman así a ciertas clases de células y de terminaciones axonales en cuya
superficie se encuentran receptores de membrana que son activados por diversas
formas de energía exterior (a la red neural) y de esta manera inician la transducción de
dichas formas de energía en los trenes de impulsos nerviosos que se constituyen en
señales neurales.
Los receptores sensoriales se clasifican de acuerdo al tipo de energía que codifican,
en:
a) Quimiorreceptores: para O, CO, sustancias olorosas, sustancias gustativas
b) Osmorreceptores: para Na, glucosa, aminoácidos, ácidos grasos
c) Termorreceptores: para cambios de temperatura ambiental
d) Mecanorreceptores: para el contacto, la presión (subcutáneos y los
barorreceptores viscerales, vasculares), el movimiento (muscular, articular,
vestibular), para la audición.
e) Fotorreceptores: translucen un rango de la energía electromagnética en luz,
oscuridad y color
f) Nociceptores que transducen la intensidad de diversas clases de estímulo en
sensación dolorosa.
CUADRO 1.3.1
DISTRIBUCIÓN DE LOS IONES EN LOS LÍQUIDOS
EXTRACELULAR E INTRACELULAR
Ion/ Espacio Espacio Proporción
Sustancia Extracelular Intracelular extra/intracel.
1:20
K+ 5.0 mM 100.0 mM
10:1
Na+ 150.0 mM 15.0 mM
10,000:1
Ca++ 2.0 mM 0.0002 mM
11.5:1
Cl- 150.0 mM 13.0 mM
1:0.0206
Mg++ 1.2 mEq/l 58.0 mEq/l
CUADRO 1.3.2
DISTRIBUCIÓN DE LOS CONSTITUYENTES QUÍMICOS DE LA CÉLULA
A AMBOS LADOS DE LA MEMBRANA
Partes del axón: El cono axonal; la fibra nerviosa y el botón terminal. La vaina de
mielina.
Aunque hay neuronas sin axón, sólo con dendritas, esta prolongación de la célula
nerviosa es otra de sus propiedades esenciales. El axón es pues simplemente una
extensión tubular del citoplasma de la neurona. Cuenta por lo tanto, con todos los
componentes de la membrana, del citosol y del citoesqueleto del cuerpo celular, y sólo
carece del núcleo y las organelas.
Por medio de dichas prolongaciones, como ya sabemos, el conjunto de sistemas
órgano-funcionales de los organismos y los psiquismos pueden ser integrados,
regulados o modulados entre sí, sobre la base de nuevas categorías de información.
Además, la trama de conexiones interneuronales por medio de los axones, ha llegado a
tal grado de complejidad que en los hombres ha hecho posible la estructura de la
conciencia, y con ella el desarrollo de todas las capacidades productivas y creativas de
la personalidad, en el seno de la sociedad.
Del concepto primitivo que considera al axón como una suerte de cable o hilo
conductor que conduce energía eléctrica, debemos pasar al concepto de axón como una
estructura celular que conduce y transmite señales neurales –sensoriales y motoras–,
tanto de un punto a otro del sistema nervioso, como desde y hacia la diversidad de
efectores extraneurales de los sistemas corporales con que cuentan los mencionados
organismos y psiquismos (inferiores, superiores y sociales).
Los axones, sin su envoltura de mielina, tienen un diámetro de 1-2 μm, y una
longitud que va desde muy pocos milímetros hasta cerca de un metro (naturalmente en
los animales gigantescos pueden alcanzar hasta tres metros de largo).
a) El cono axonal
El axón se distingue de las dendritas por su relativa delgadez y la ausencia de
ramificaciones. Pero en el punto de su origen, hay una pequeña expansión del
citoplasma que es el cono axonal.
Entre el cono axonal y el inicio de la fibra nerviosa se encuentra el segmento inicial
(no mielinizado), en cuya membrana plasmática abundan los canales iónicos y las
bombas iónicas.
La importancia del cono axonal corresponde al nivel funcional del sistema nervioso:
en él se produce la generación de los potenciales de acción que se propagan a lo largo
de la fibra nerviosa hasta el botón terminal. Aquí dará inicio a los procesos de la
transmisión sináptica. Estos procesos serán vistos al estudiar la actividad funcional del
sistema nervioso.
b) La fibra nerviosa
Llamamos así a toda la extensión del axón que media entre el cono y el botón
terminal.
La actividad de la fibra nerviosa comprende: 1) el transporte axonal y 2) la
conducción de las señales neurales. Este segundo aspecto de la actividad de la fibra
nerviosa será tratado
Transporte axonal
Esta forma de actividad axonal consiste en la traslación de organelas como las
mitocondrias y de moléculas, como las enzimas, péptidos y proteínas estructurales
sintetizadas en el citoplasma del soma neuronal hacia la terminación axonal. Por la
velocidad promedio con se efectúa el tránsito de estas moléculas, se distingue dos tipos
de transporte: rápido y lento.
Transporte rápido
Algunos elementos se transportan a una velocidad muy rápida de 100 a 400 mm/día,
mientras que otros lo hacen a velocidades menores de 20 a 70 mm/día. Esta clase de
transporte se hace a lo largo de los neurotúbulos, por medio de proteínas motoras como
la kinesina y la dineina, que son parecidos a la miosina.
Transporte lento
En este caso el transporte se efectúa a velocidades lentas de 3 a 20 mm/día, o muy
lentas de 0.1 a 4 mm/día. vía neurotúbulos y neurofilamentos. El transporte lento se
realiza por medio de los filamentos de actina y tubulina.
c) El botón terminal
La terminación del axón, antes de formar una sinapsis, es una pequeña expansión
del espacio citoplasmático, especializada en la síntesis y el almacenaje de las
sustancias neurotransmisoras, así como en la liberación de las mismas en el espacio
sináptico.
Cuando forma parte de las sinapsis químicas, esta estructura presináptica cuenta
con una membrana rica en canales iónicos, sobre todo de Na, K y Ca. Cuenta con una
membrana presináptica que contiene proteínas motoras para la salida de las moléculas
del neurotransmisor. Además, dentro de su citoplasma se encuentra una abundancia de
mitocondrias, lo cual traduce la intensidad de su actividad bioquímica; una rica
concentración de enzimas, especialmente de las que intervienen en la degradación de la
glucosa y la síntesis de varios de los neurotransmisores más simples, pero
indispensables y en constante recambio. Pero lo más llamativo de su estructura es la
presencia de las vesículas o los gránulos sinápticos que almacenan neurotransmisores
de todo tipo. Naturalmente que cuenta con todo el aparato enzimático y de proteínas
estructurales para la síntesis cíclica de dichas vesículas.
Los neurotransmisores
Según la definición clásica de neurotransmisor, éste es una sustancia que al ser
liberada por una terminación nerviosa en una sinapsis, actúa sobre receptores de una
membrana post-sináptica y produce excitación o inhibición de la célula blanco, que
puede ser otra neurona, una fibra muscular, una célula glandular o una célula
inmunitaria.
Un vista de vista más general, hace referencia al concepto de mensajero químico,
que viene a ser una clase de moléculas sintetizadas por las células, para ser liberadas al
espacio intercelular donde circulan hasta encontrar otras células con moléculas
receptoras a las que se ligan.
Los neurotransmisores son una clase especial de mensajeros químicos sintetizados
por las neuronas. Son los mensajeros químicos del sistema nervioso que al ser liberados
por una terminación axonal presináptica hacia la hendidura sináptica, actúan sobre
receptores de la membrana postsináptica para producir cambios funcionales (eléctricos)
o bioquímicos en la célula blanco (que puede ser otra neurona, una fibra muscular, una
célula glandular o una célula inmunitaria).
Los efectos de los neurotransmisores en la neurona postsináptica, son los cambios
instantáneos de la actividad bioquímica, que eventualmente se expresan en la forma de
excitación o inhibición de la actividad eléctrica de la membrana celular. Tales efectos
también los estudiaremos en los Cuadernos correspondientes a los niveles metabólico y
funcional del sistema nervioso.
La teoría acerca de la neurotransmisión ha tenido un desarrollo impresionante desde
que se hizo evidente la importancia de diversos fármacos en la terapéutica neurológica y
psiquiátrica. Una vez conocido el hecho de que casi todos los medicamentos modifican
la actividad funcional y/o psíquica del cerebro en pacientes con diversas enfermedades,
la necesidad de explicar sus mecanismos de acción indujo a una mayor exploración de
tales medicamentos en los animales de experimentación y al empleo ensayos clínicos de
diversas sustancias que modifican la actividad sináptica en pacientes con desórdenes
metabólicos y funcionales del cerebro. En estas investigaciones, ha sido importante el
estudio de los medicamentos con propiedades agonistas o antagonistas de la actividad
de los neurotransmisores, habiéndose llegado a descubrir así una enorme variedad de
receptores.
En gran medida, el descubrimiento de la diversidad de neurotransmisores y, sobre
todo, de la variedad de sus receptores es producto de la investigación farmacológica
tendiente al descubrimiento de medicamentos que puedan modificar las alteraciones
metabólicas de las enfermedades del sistema nervioso, especialmente los así llamados
desórdenes mentales, así como de la investigación tendiente a explicar los procesos por
los que los agentes tóxicos endógenos y exógenos afectan la membrana neuronal y la
transmisión sináptica. Desde muy temprano en estos estudios se notó que 1) algunas
sustancias imitan el efecto fisiológico de la estimulación de los nervios; y que 2) otras las
bloquean. De allí la separación entre agonistas y antagonistas de tales sustancias, en el
sentido de que imitan la acción normal del neurotransmisor o que bloquean dicho efecto.
En el cuadro 1.4.1, se enumeran las principales de éstas sustancias, muchas de las
cuales han dado nombre a los respectivos receptores del neurotransmisor normal..
Clases de neurotransmisores
Es usual clasificar los neurotransmisores según su “función”, como si además de
neurotransmisores propiamente dichos, hubiera neuromoduladores, neurohormonas,
neuromediadores, neurorreguladores, etc. En realidad, éstas son formas de actividad
informacional, pues se trata del efecto de las señales químicas sobre las neuronas
postsinápticas dentro de una estructura tisular o de una red funcional más o menos
delimitada psíquica, funcional o metabólicamente. En efecto, la misma sustancia puede
tener un efecto funcional de inducir cambios de potencial en la membrana postsináptica,
o modificaciones en la actividad bioquímica o genética de la misma neurona,
dependiendo del contexto, que no es otro que la forma como está organizada la
estructura supracelular en un momento dado.
CUADRO 1.4.1
NEUROFARMACOLOGÍA DE ALGUNOS SUBTIPOS DE RECEPTOR
CUADRO 1.4.2
TRANSMISORES MÁS IMPORTANTES
(Neurotransmisores, neuromoduladores, neurohormonas, neuromediadores)
Síntesis:
La síntesis de los transmisores se realiza:
1) En el cuerpo celular. En tal caso, como lo hacen las proteínas, los polipéptidos
sintetizados en el retículo endoplasmático, son segmentados en el aparato de
Golgi, para luego son transportados a lo largo del axón hacia la terminación
nerviosa.
2) En la terminación axonal, tal como sucede con todos los aminoácidos. Con este
fin, en dicha terminación están presentes las enzimas y coenzimas, así como
las mitocondrias, que son necesarias para la síntesis de estos aminoácidos.
Almacenamiento:
Los transmisores se almacenan en el botón terminal de los axones en la forma de
gránulos (los péptidos), y en vesículas, redondeadas u ovoideas (los demás
transmisores).
Síntesis
La mielina es sintetizada y formada por la oligodendroglía en el sistema nervioso
central y por las células de Schwann en el sistema nervioso periférico. Con este fin, la
membrana de estas células, durante las fases finales de la gestación, tiene la propiedad
de envolver al axón girando varías veces alrededor del mismo.
Justamente por este origen de la mielina, las fibras nerviosas mielínicas de los
nervios periféricos no tienen una envoltura continua de mielina, sino que ésta está
segmentada ya que cada célula de Schwann forma un segmento mielinizado, separado
del siguiente por el nodo de Ranvier, donde, como ya se ha dicho, la membrana del axón
está en contacto directo con el espacio extracelular y la astroglía. En las vías nerviosas
del sistema nervioso central, cada oligodendrocito forma hasta dos o tres segmentos.
Actividad
El tipo de actividad que realiza la mielina es la de un aislante; es un papel similar al
de la envoltura que cubre cualquier cable que conduce electricidad. Del grosor de la
vaina de mielina depende la velocidad con que se propaga el impulso nervioso a lo largo
del axón: a mayor grosor, mayor velocidad de conducción nerviosa. Así, en los nervios
periféricos (Cuaderno 3), las fibras A, de 1 – 20 m de espesor son de conducción
rápida (de 6 a 120 m/s), mientras que las fibras C, de 0. 5 a 2 m de espesor, que son
amielínicas o poco mielinizadas, son de conducción lenta (0.5 - 2 m/s).
BIBLIOGRAFÍA
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Psicobiología del Hombre. UNMSM, Lima.
II. EL NIVEL METABÓLICO
DE LA ACTIVIDAD PSÍQUICA
CONTENIDO
Introducción
SECCIÓN 1. Procesos metabólicos de la transmisión sináptica
Capítulo 1.1. Estructura de la sinapsis
Capítulo 1.2. Neurotransmisión y redes químicas.
Capítulo 1.3. Procesos de la transmisión sináptica
SECCIÓN 2. Actividad metabólica del cerebro
Capítulo 2.1. Procesos del metabolismo cerebral
Capítulo 2.2. El ambiente tisular del cerebro
SECCIÓN 3. Procesos genéticos y metabólicos de la memoria
Capítulo 3.1. Codificación metabólica de la información psíquica
Capítulo 3.2. Regulación endocrina e inmunitaria de la actividad mnésica del cerebro
Apéndice: Aspectos metabólicos de los desórdenes psíquicos
INTRODUCCIÓN
La explicación química de la actividad del sistema nervioso parece que empezó con
Hensing en 1719, cuando al estudiar la composición química del cerebro le´llamó la
atención su alto contenido de fósforo. El conocimiento de su importancia aún persiste en
la cultura popular. Pero sólo después que se introdujeran las técnicas de análisis
químico por medio de solventes (por Vauquelin en1811), recién fue posible el estudio
exhaustivo de la estructura y la actividad bioquímica del sistema nervioso.
Pero antes, y como siempre, el pensamiento filosófico precede al descubrimiento o la
comprobación científica: Couerbe (en 1833) introdujo el concepto de que la enfermedad
mental es un desorden químico del cerebro. También es interesante que Baeyer (en
1850) haya podido sintetizar la acetilcolina y que su importancia en la actividad
metabólica del sistema nervioso recién se descubra cerca de 75 años después.
Schlosberger, a su vez, (en 1854) introdujo el concepto de la química nerviosa o
“neuroquímica”.
Otro hecho llamativo de la etapa previa a la eclosión de los estudios bioquímicos del
sistema nervioso es el estudió los efectos del curare oriundo de la selva peruana por
Claude Bernard en 1857.
Para la neurociencia, la neuroquímica moderna se inicia con los estudios de
Tudichum y la publicación de su “A Treatise on the Chemical Constitution of the Brain”
en 1884. Él realizó el primer estudio sistemático de la composición química del cerebro y
así llegó a aislar 140 sustancias, la mayoría de las cuales fueron los lípidos cuyos
nombres introducidos por Tudichum aún se mantienen.
Otra fase del estudio del sistema nervioso desde el punto de vista neuroquímico se
orientó a la explicación de los procesos metabólicos interneuronales. Tal tipo de estudio
se inició con el trabajo de Lewandowsky que, en 1898, publicó su trabajo sobre el efecto
de un extracto de la glándula suprarrenal sobre la musculatura vesical. Allí demostró que
tal efecto era similar al de la estimulación eléctrica de los nervios simpáticos. El trabajo
fue hecho de modo independiente por Langley, que en su publicación de 1901 llego a
hacer la misma observación.
Poco tiempo después, Elliot (en 1905) publicó su artículo “The action of adrenaline”,
en el que sugirió (en la vejiga del gato) que los impulsos simpáticos liberan cantidades
muy pequeñas de una sustancia semejante a la adrenalina, y que ésta de inmediato se
pone en contacto con las células efectoras. Casi al mismo tiempo Langley (en 1905),
sugirió que las células efectoras tienen “sustancias receptoras” que producen la
excitación o la inhibición del efector.
Dixon hizo notar, en 1907, en la misma vena de las ideas anteriores, la similitud que
hay entre la estimulación del nervio vago y el efecto de la muscarina. Sobre esta base
sugirió con toda razón que el nervio vago o neumogástrico libera una sustancia tipo
muscarina que actúa como trasmisor. Dale (en 1914) demostró que la acetilcolina tiene
un efecto parasimpaticomimético, e intuyó, además, la existencia de una enzima que
debe destruirla una vez que ejerce su acción local.
Años más tarde, Lewi (en 1921) pudo demostrar que después de la estimulación del
músculo cardiaco de la rana a través del mismo nervio vago, el líquido de perfusión
contenía una sustancia, pues pudo excitar otro corazón con el mismo líquido: le llamó
“parasimpatina” a la posible sustancia liberada, la misma que en 1926 comprobó era la
acetilcolina (Feldberg y Krager, en 1933, la encontraron también en mamíferos).
Cannon y Uridil (en 1921) también llegaron a demostrar que la estimulación del
nervio simpático del hígado produce una sustancia que eleva la presión arterial y la
frecuencia cardíaca. Le llamaron simpatina a esta sustancia aún desconocida, que más
tarde Von Euler (en 1946) demostró que es la misma noradrenalina o adrenalina
desmetilada.
Una tercera fase de esta historia, es la del estudio del metabolismo del cerebro, que
empezó con Schmidt (en 1928), con la medida del consumo de oxígeno por este órgano.
Kety (en la década de los cuarenta) introdujo las técnicas de medición del metabolismo
cerebral y su relación con el flujo sanguíneo cerebral, por medio de sustancias
marcadas, en los animales de experimentación.
Por otro lado, esta es la época en que se da comienzo a los estudios de mayor rango
teórico. Así, Winterstein (en 1929) elaboró los primeros intentos de síntesis físico-
química en relación con la función cerebral, es decir, inició así una orientación de las
investigaciones hacia la neurofisiología química. Page (en 1937) publicó su obra “La
química del cerebro”, como el primer intento de integrar la función y el metabolismo del
cerebro.
Una cuarta fase la iniciaron McIlwain y Himwich en la década del cincuenta, con el
estudio sistemático de la patoquímica de las enfermedades del sistema nervioso. De
modo simultáneo, aunque ya se había introducido el uso de los bromuros, el fenobarbital
y la fenitoína para el tratamiento de las crisis epilépticas, Laborit (en 1952) logró la
síntesis de la clorpromazina y el tratamiento farmacológico de la esquizofrenia por Delay
y Deniker, y así se da inicio a la psicofarmacología moderna.
Un aspecto importante del desarrollo de la neurofarmacología es la introducción por
Carlsson del tratamiento de la enfermedad de Parkinson (en 1958), después que por
métodos histoquímicas se demostrara la depleción de la dopamina en los núcleos
basales. Los estudios de la dopamina cerebral y la introducción de la L-DOPA en el
tratamiento de dicha enfermedad, marcan el inicio del estudio sistemático de la
neurotransmisión central. Por su parte, Tower (en 1960) inició el estudio neuroquímico
de la epilepsia.
Otro aspecto de esta etapa del desarrollo de la Neuroquímica es el estudio de lo que
se ha dado en llamar la química de la memoria; estudio que fue iniciado en los
invertebrados por Hyden en 1958, y continuado por Kandel a partir de los setenta.
Pero, no cabe duda que el descubrimiento de la estructura química de los genes por
Watson y Crack en 1953, condujo a los descubrimientos de la genética molecular que,
ya en los últimos años, ha logrado explicar el desarrollo del sistema nervioso durante la
gestación, no como cambios anatómicos, sino como procesos epigenéticos de
diferenciación celular.
En resumen, la investigación neuroquímica en las cinco últimas décadas se ha
caracterizado por llevar los descubrimientos respecto del sistema nervioso periférico y
los tejidos extraneurales al estudio de la actividad metabólica del cerebro, sobre todo
desde que se descubrió la presencia de Ach (1940) y de noradrenalina (1954) en el
cerebro y se inició la genética molecular (Watson y Crick, 1953) con el descubrimiento
de la estructura química del ADN y la clonación de la información genética.
A partir de los años setenta la investigación se orienta a la explicación genética de
los procesos neuroquímicos de las enfermedades mentales hereditarias y degenerativas,
así como al estudio de los cambios metabólicos debidos a sustancias neuroactivas y
psicoactivas, y hacia la investigación farmacológica tendiente al tratamiento de los
desórdenes metabólicos y funcionales del cerebro.
Las técnicas de investigación experimental más usadas en el estudio neuroquímico
del sistema nervioso (más en los animales que en el hombre) son:
Las preparaciones de tejido cerebral y las técnicas para el ensayo de enzimas y
sustratos
La medición de la diferencia arteriovenosa de sustancias que ingresan al cerebro y
salen de él. Ha servido para determinar el cociente respiratorio
El estudio de lesiones cerebrales por procedimientos de estereotaxia, para precisar
el curso de las vías químicas
Las técnicas de perfusión total (del cerebro, médula, ganglios): para medir
sustancias que se producen por la actividad neural, tanto por estimulación artificial
como por efecto de sustancias inyectadas
El cateterismo regional, por medio del implante de cánulas intraventriculares o
intracerebrales
La disección manual con microscopio de disección (o por centrífuga) para obtener
fragmentos de neuronas y medir concentraciones de sustancias (que puede llegar al
grado de medir concentraciones de 0.0001 g)
El estudio de rodajas de corteza cerebral: para estudiar cambios en la actividad
funcional producidos por sustancias
El uso de homogenizados para aislar enzimas y organelas
El aislamiento de partículas en las terminaciones nerviosas (sinaptosomas) por
centrifugación, para el estudio ultramicroscópico de mielina, mitocondrias, vesículas
sinápticas, membranas sinápticas.
SECCIÓN 1
PROCESOS METABÓLICOS DE LA TRANSMISIÓN
SINÁPTICA
1. Autocrina
2. Paracrina
• Sináptica 1
3. Endocrina
• Neuroendocrina
Vaso sanguíneo
Fig. 1.1. Relaciones metabólicas intercelulares: tipos de flujo de las señales químicas
1. Aminas
Dopamina (DA)
La dopamina es producto de degradación del aminoácido tirosina en neuronas que
tienen el aparato enzimático indispensable. La tirosina, por efecto de la tirosino
hidroxilasa, es convertida en dihidroxifenilalanina (DOPA); ésta es descarboxilada a DA
por efecto de la DOPA-descarboxilasa, y ésta es convertida en DA por la enzima
dopamino β-hidrolasa (Fig. 1.2.1)
Además de interneuronas dopaminérgicas que se encuentran en el bulbo olfatorio y
en la retina, las principales grupos neuronales que contienen DA forman tres sistemas
dopaminérgicos: nigroestriado, mesocortical y tuberohipofisiario. El primero se origina en
la zona compacta del núcleo niger, e inerva el núcleo caudado y el putamen que forman
el núcleo estriado. En la enfermedad de Parkinson hay una degeneración de esta vía
nigroestriada, cuyo resultado es la depleción de la DA y la consiguiente aparición de los
síntomas motores, especialmente la acinesia.
El segundo sistema parte del núcleo tegmental ventral del mesencéfalo, que inerva
la corteza cerebral, principalmente del lóbulo frontal y el área del cíngulo, además del
septum, el núcleo accumbens y el tubérculo olfatorio. Se supone que la acción de los
antipsicóticos se centra en este sistema neuronal.
El tercer sistema dopaminérgica tiene sus neuronas de origen en los núcleos
arcuato y periventricular del hipotálamo, que envían sus axones al lóbulo intermedio de
la hipófisis y la eminencia media. Interviene en la regulación de la liberación de la
prolactina.
Los receptores dopaminérgicos son: D1, D2a, D2b, D3, D4, D5
Fig. 1.2.1. Procesos de síntesis de los neurotransmisores aminas:
dopamina, noradrenalina y adrenalina.
La dopamina tiene dos tipos de receptor: tipo-D1 y tipo-D2. Ambos están acoplados a
la enzima adenilciclasa de la membrana postsináptica; pero mientras los de tipo D1
(receptores D1 y D5) estimulan la actividad de la enzima, los de tipo D2 (D2, D3 y D4), la
inhiben. Todos estos receptores pertenecen a la familia de receptores ligados a
proteínas G. Ambos grupos de receptores están co-regulados; así, el bloqueo de
receptores tipo D2 por sus antagonistas como la sulpirida, producen una mayor densidad
de receptores del grupo D1 (lo cual se manifiesta, por ejemplo, en los movimientos
involuntarios de tipo disquinesia tardía).
Los receptores D1 se encuentran en neuronas intrínsecas del estriado dorsal, del
núcleo accumbens y tubérculo olfatorio. Los receptores D2 se encuentran en estas
mismas estructuras, pero en las neuronas extrínsecas del mismo estriado. Estos
receptores tienen alta afinidad por las benzodiazepinas; el receptor D5 tiene la máxima
afinidad por la dopamina.
Los receptores D3 y D4 tienen afinidad por los neurolépticos atípicos (especialmente
los D4 por la clozapina). Los D4 están acoplados a los canales de K+. Los D3 se
encuentran en el tubérculo olfatorio, el hipotálamo y el núcleo accumbens, y los D4 en la
corteza frontal, amígdala, mesencéfalo y bulbo, y en menor concentración en los núcleos
basales. Receptores D5 se encuentran en el hipocampo y el núcleo parafascicular del
tálamo.
Una característica común de los receptores DA es que la administración de
agonistas de dopamina (L-DOPA, bromocriptina, lisurida) producen un sensibilización o
tolerancia inversa, en el sentido de que sus efectos finales se incrementan con el tiempo,
por ejemplo de la hiperactividad motora. Aunque no se conocen los procesos por los que
se produce este fenómeno, lo cierto es que ocurren con ambos tipos de receptor DA, e
inclusive con agonistas como la anfetamina y la cocaína. El conocimiento de los efectos
de los receptores de DA ha resultado ser de la mayor importancia en la explicación de
las psicosis, incluyendo la enfermedad depresiva. Se supone que los neurolépticos
clásicos (fenotiazinas, haloperidol) actúan como antagonistas de una sobreestimulación
de los receptores D1 y D2, de lo cual resulta también la aparición de las disquinesias y
los desórdenes de tipo parkinsonoide que se observa en pacientes tratados con estos
medicamentos. En cambio, los antagonistas atípicos (clozapina, olanzapina, mirtazapina,
etc.) actuarían inhibiendo la actividad de receptores D3 o D4, y de allí su mayor acción
sobre la psicosis y la apatía, y su menor efecto sobre la motilidad somática. A partir de
estas observaciones se han deducido muchas hipótesis acerca de la patogénesis de los
desórdenes mencionados, todas ellas de corte puramente mecanicista y por lo mismo
improbables.
La DA es destruida en la sinapsis por acción de la MAO y es también usada por
recaptación. En la figura 1.2.2 se muestra la secuencia de los procesos químicos de
degradación de la dopamina, cuyo producto final es el ácido homovanílico (HVA).
Los efectos de la DA en los niveles funcional y psíquico son de tipo inhibitorio, pues
interviene especialmente dentro de los sistemas de organización de la actividad motora
intencional, y en los procesos de activación cortical, especialmente de la actividad
conativa prefrontal.
Noradrenalina (NA)
La NA (o norepinefrina) se forma a partir de la DA, en neuronas que contienen la
enzima dopamino-β-hidrolasa (Fig. 1.2.1).
La NA se distribuye en el sistema visceral simpático (en los vasos sanguíneos,
corazón, aparato digestivo, aparato urinario). Este sistema utiliza NA para la relajación
del músculo liso, la liberación de la glucosa en el músculo, y la lipólisis. También se
encuentra distribuida en el hipotálamo, el sistema límbico, la amígdala, el hipocampo, el
núcleo accumbens, el tegmento bulboprotuberancial. Es el neurotransmisor del sistema
de activación del núcleo ceruleus.
Los efectos de la NA (y la adrenalina) son mediados por receptores α1-adrenérgicos,
α2-adrenérgicos y β-adrenérgicos. Hay tres subtipos de receptores α1-adrenérgicos (α1A,
α1B y α1C); tres subtipos de α2- (α2A, α2B y α2C) y tres subtipos de β-adrenérgicos (β1, β2 y
β3). También hay autorreceptors adrenérgicos que al parecer regulan la liberación
adicional del mismo transmisor. Es interesante que los autorreceptores β-adrenérgicos
del SNP al facilitar la liberación del transmisor amplifican la actividad de la neurona; un
efecto que es diferente de la acción inhibitoria de los autorreceptores α-adrenérgicos (así
como los D2) que tienen un efecto cinético inhibitorio sobre la liberación del transmisor.
Loa receptores α-adrenérgicos están acoplados negativamente (son inhibitorios) y
los β-adrenérgicos positivamente (son excitatorios) a la adenilciclasa. La distinción
también es farmacológica: el isoproterenol es un agonista selectivo de los receptores β-
adrenérgicos, y la fentolamina es su antagonista; el propanolol y otros compuestos
afines son antagonistas de los receptores β-adrenérgicos (por eso se les llama beta-
bloqueadores).
Los receptores adrenérgicos situados en las terminaciones axonales de las sinapsis
axono-axónicas, tienen también un efecto inhibitorio sobre la síntesis y liberación de los
neurotransmisores de dicha terminación neuronal. La gran mayoría de los receptores
adrenérgicos están en el sistema nervioso periférico. Receptores α- y β-adrenérgicos se
encuentran en neuronas del cerebro, principalmente de la corteza cerebral, el núcleo
niger y el núcleo ceruleus.
Adrenalina (A)
La A (o epinefrina) se deriva de la NA, por desmetilación en neuronas que contienen
la enzima feniletanolamino n-transferasa.
La A es sintetizada y liberada al torrente sanguíneo por la glándula suprarrenal; en
cuyo caso su acción es la de una hormona, y por los axones motores del sistema
nervioso visceral simpático. Se encuentra en pequeñas cantidades en la formación
reticular del bulbo, en el tálamo y el hipotálamo. Ejerce su acción a través de los mismos
receptores de la NA.
La A es destruida por la MAO.
Es la hormona que media en la expresión corporal de las emociones a través del
sistema nervioso visceral.
Serotonina (5HT)
La 5HT se sintetiza a partir del triptófano. En las neuronas que tienen las enzimas
necesarias, este aminoácido se convierte en 5-hidroxitriptófano por acción de la enzima
decarboxilasa de los aminoácidos aromáticos) en 5-hidroxitriptamina (Fig. 1.2.4).
Se encuentra en las terminaciones axónicas de las neuronas de los núcleos del rafe,
sobre todo en los axones que se distribuyen en los núcleos basales y la corteza.
La 5HT es el neurotransmisor que tiene la mayor variedad de receptores y son,
además, los de más complicada nomenclatura. Los principales receptores de serotonina
son los siguientes: 5HT1a, 5HT1b, 5HT1c, 5HT1d, 5HT2, 5HT3, 5HT4, 5HT5.
El neurotransmisor 5HT es destruido por la MAO y también desaparece por
recaptación.
Histamina HI
La HI se sintetiza a partir de la histidina en neuronas que cuentan con la enzima
Es encuentra en las terminales axonales de neuronas del hipotálamo principalmente;
pero la HI es un transmisor de tipo eicosanoide distribuido en los tejidos del cuerpo,
especialmente de las mucosas y de la piel. Los procesos bioquímicos de síntesis de la
histamina, a partir del aminoácido histidina, y su consiguiene desgradación se
esquematiza en la fig. 1.2.5. Los productos finales de esta degradación son el ácido
imidazolacético en el sistema nervioso periférico y el ácido tele-metilimidazolacético en
el sistema nervioso central.
Los receptores para la HI son de tres tipos: H1, H2 y H3.
La HI interviene en los sistemas que forman parte de los procesos del despertar, de
regulación de la temperatura corporal y, en el resto del cuerpo, de la dinámica vascular.
Fig. 1.2.5.- Procesos de síntesis y degradación de la histamina.
2. Ésteres
Acetilcolina (ACh)
La ACh se sintetiza a partir de la colina y la Acetil-coenzima A, por acción de la
enzima colinoacetiltransferasa (Fig. 1.2.6).
La ACh se encuentra distribuida en las neuronas preganglionares del sistema
nervioso visceral, las neuronas postganglionares del sistema visceral parasimpático y las
terminaciones axonales simpáticas de las glándulas sudoríparas. También es el
neurotransmisor del sistema nervioso somático, y así se libera en la placa mioneural. En
el sistema nervioso central hay neuronas colinérgicas en el tectum, el hipocampo, la
corteza cerebral, los núcleos basales, el cerebelo, el tronco encefálico. Entre estas
destacan las neuronas colinérgicas del sistema de activación del núcleo basal de
Meynert, y las células de Renshaw del asta anterior de la médula espinal.
La ACh tiene dos tipos de receptores: muscarínicos (AChm) y nicotínicos (AChn), y
cada uno de estos con distintas subvariedades. Receptores muscarínicos-1 se
encuentran en los ganglios autonómicos y en el sistema nervioso central; receptores
muscarínicos-2 se encuentran en el corazón; muscarínicos-3 en el músculo liso;
receptores nicotínicos-m en la placa mioneural, y nicotínicos-n en los ganglios
autonómicos, glándulas suprarrenales y también en varias regiones del sistema nervioso
central. En el SNC hay receptores nicotínicos en el tectum; receptores muscarínicos en
el hipocampo, córtex, núcleos basales, cerebelo, tronco encefálico, el sistema de
activación cortical del núcleo basal de Meynert, y en las células de Renshaw de la
médula espinal.
Fig. 1.2.6.- Procesos de síntesis y degradación de la ACh.
3. Aminoácidos
Glutamato (GL)
El GL, así como los demás neurotransmisores aminoácidos, se producen como
resultado de reacciones colaterales del ciclo del ácido cítrico (Fig. 1.2.7).
Se encuentra en las terminaciones axonales de las vías sensoriales, en las redes
intracorticales, paleocorticales y neocorticales, y en los núcleos basales.
Tiene por lo menos dos clases de receptor: el receptor de tipo NMDA y el de tipo
AMPA. Ambos receptores se encuentran generalmente en la misma sinapsis, por lo
menos en la corteza cerebral.
El GL se disipa por difusión hasta que es captado por la astroglía, donde es
convertido en glutamina.
Los efectos del GL son de carácter excitatorio
Fig. 1.7.- Síntesis de los neurotransmisores aminoácidos dentro del ciclo del ácido cítrico (de Krebs).
4. Péptidos neuroactivos
En conjunto, los péptidos neuroactivos se sintetizan en el citoplasma de la neurona,
igual que las proteínas adoptan su composición final en el aparato de Golgi y son
transportados a la terminación del axón, donde se almacenan formando gránulos
presinápticos. Se distribuyen en todo el sistema nervioso, pero en cantidades
extremadamente pequeñas.
Los receptores mejor estudiados se conocen con las letras: , y
la consolidación de la memoria; en la regulación de la secreción hipofisiaria y de la
actividad del sistema inmunitario y de los procesos motores del cuerpo estriado.
Una vez liberados, se inactivan por las peptidasas de la hendidura sináptica.
Sus acciones son similares a la de los neurotransmisores clásicos; pero, en general,
son cotransmisores, pues acompañan a aquellos en el proceso de la transmisión
sináptica. Su efecto es la modificación de la actividad presináptica o postsináptica, o la
modulación de la excitabilidad de la membrana postsináptica; de allí su calificación como
neuromoduladores.
Se conocen los efectos específicos de varios de estos neuromoduladores. Por
ejemplo, la sustancia P se encuentra en neuronas que modulan la transmisión de las
señales sensoriales del dolor. La angiotensina II (ATII), interviene en las redes
hipotalámicas que procesan señales respecto de la sed. La colecistokinina (CCK) es
neuromodulador en las redes neurales que intervienen en los procesos de la saciedad
del hambre.
5. Neurotrasmisores ultrarrápidos
Los neurotransmisores ultrarrápidos mejor conocidos son el monóxido de carbono
(CO) y el óxido nítrico (NO3).
Están distribuidos en varios tejidos corporales. Se ha sugerido que uno de ellos, o
algún otro, tanto en el hipocampo como el resto de la corteza, intervendrían como
transmisores retrógrados cuyo efecto sobre la neurona presináptica es la prolongación
de los cambios de potencial postsináptico durante la codificación de nueva información.
1.2.2. Redes químicas
Un aspecto de suma importancia en la investigación neurofarmacológica y
psicofarmacológica, es este de la distribución de los neurotransmisores en el sistema
nervioso central, especialmente en el encéfalo. En términos generales, es cierto que
esta distribución sigue un cierto plan general que depende de la forma como se
ramifican y distribuyen los axones para conectarse entre sí. Se ha dado el nombre de
vías químicas a la forma como se distribuyen los axones para formar las redes neurales
dentro del sistema nervioso central, sobre la base del neurotransmisor que liberan los
axones respectivos. Es una manera de llamar la atención al hecho de que la distribución
de las vías que nos muestra la disección anatómica vendría a ser sólo una primera
aproximación al conocimiento de la conectividad neuronal dentro del sistema nervioso.
De dicho plan general de distribución dependería entonces la formación de tres
clases de redes químicas:
1) Redes neocorticales cortas, como las que forman las neuronas de axón corto en
la corteza cerebral, y que usan como neurotransmisores: GABA, GL, AP, GI,
péptidos, NO, CO
2) Redes paleocorticales convergentes o divergentes, que forman neuronas de
axón largo, pero que se distribuyen en serie y en paralelo, como vías
ascendentes o descendentes y conectan las áreas paleocorticales con el tronco
cerebral y la médula espinal, y que usan Ach, SP y otros péptidos como
neurotransmisores
3) Redes subcorticales divergentes, formadas por grupos de neuronas ubicadas
en el ronco cerebral, cuyos axones se distribuyen en el cerebro, cerebelo y
médula espinal. Usan como neurotransmisores: NA, DA, 5-HT, HI, y también
péptidos.
Sin un análisis adecuado de estos dos aspectos de la transmisión sináptica: de lo
que queda de la doctrina una-neurona-un-neurotransmisor-un-receptor, y del concepto
esencialmente neuroanatómico de las vías químicas, se dedujo de modo mecanicista, un
tercero, el concepto idealizado de que las vías anatómicas que se esquematizan en la
neuroanatomía, deberían ser reemplazadas por un sistema nervioso molecular, en el
que las moléculas de un determinado neurotransmisor ejercen una “función”, en el
sentido de un papel específico, que de inmediato explica cualquier forma de actividad
psíquica. Por ejemplo, tal o cual neuropéptido controla la sed, el dolor o el impulso
sexual y hasta el amor. Bajo este criterio sólo se transfieren los términos de la
explicación de los mecanismos de tipo telegráfico a la explicación de tipo bioquímico,
donde las moléculas tienen, según se dice, funciones, que no son sino explicaciones
igualmente mecánicas.
Si algo de verdad hay en esta simplista forma de comprender la actividad bioquímica
del sistema nervioso, es que hay ciertos núcleos formados por neuronas que sintetizan y
liberan un neurotransmisor que, siendo el mejor estudiado o conocido, puede dar su
nombre al núcleo, como una manera de adjetivar su función, real o supuesta. Tal es el
caso de los llamados “sistemas de activación” del tronco cerebral y de la base del
cerebro –conocidos como sistemas dopaminérgico, serotoninérgico, noradrenérgico,
colinérgico, histaminérgico, gabaérgico–, que supuestamente explican uno que otro
síntoma o enfermedad mental. Lo que no tiene que necesariamente cierto es que (como
veremos en los cuadernos siguientes) estos sistemas no son entes aislados que activan
por sí mismos otros entes igualmente aislados. Mejor será considerar que cualquier
grupo de neuronas, en cualquier parte del sistema, se comporta de modo similar: liberan
un neurotransmisor con una acción mejor conocida sobre otros grupos de neuronas
blanco, que se van conociendo poco a poco. El resultado final es que, si no se toma en
cuenta la organización informacional de estas interconexiones, nada se habrá avanzado
respecto del objetivo final: explicar la actividad personal en su conjunto.
Es en este sentido que el concepto de red química debe aplicarse a todo conjunto de
sinapsis interconectadas a través de neuronas que codifican una determinada clase de
información de cualquier nivel superior: funcional, psíquico inconsciente o psíquico
consciente. Por tanto, una red química puede coincidir, o no, con una red neural
funcional, o una red psíquica de un nivel superior. En todo caso, y desde otro punto de
vista, será una unidad metabólica supraneuronal, en el sentido que ya se ha explicado
previamente.
CAPÍTULO 1.3
EL PROCESO DE LA TRANSMISIÓN SINÁPTICA
CUADRO 1.3.1
PROCESOS METABÓLICOS DE LA TRANSMISIÓN SINÁPTICA
1. Liberación en el espacio sináptico
a. Movilización de la vesícula (sinapsinas)
b. Acoplamiento (sinaptotagmina, sinaptobrevina)
c. Fusión (sinaptofisina)
Nadie duda que todos las personas, así como todos los seres vivos, tienen
necesidad de reponer tanto las sustancias que componen la estructura del cuerpo como
aquellas que proveen la energía corporal. Rubner y Atwater demostraron que los
alimentos son fuente de energía () del cuerpo de todos los seres vivos.
En otros términos, el aporte de las sustancias que contienen los alimentos es
fundamental para el crecimiento y el mantenimiento de la estructura y la actividad del
individuo, así como del aporte de los requerimientos mínimos de oxígeno y de agua. Los
hombres, al igual que todos los seres vivos dependen del agua, en el sentido de que al
ser agua en alrededor del 70 al 90% de su masa corporal, no pueden dejar de injerir este
líquido para sobrevivir. La deshidratación, así como la intoxicación por el agua, pueden
llevar a tal grado de desestructuración de las células y tejidos, que uno terminará por
morir.
Del mismo modo, como los seres vivos que dependen de oxígeno, la anoxia (o falta
de ese elemento) es incompatible con la vida del hombre. Igual cosa puede suceder con
la desnutrición por falta de alguno o de todos los alimentos.
El metabolismo de los tejidos empieza con la digestión de los alimentos y termina
con la eliminación de los deshechos del mismo metabolismo. En el nivel celular, los
compuestos más elementales en que se descomponen los alimentos por la digestión,
son primero transformados en los procesos de asimilación, y luego desechados por
medio de los procesos de desasimilación.
Los procesos de asimilación, en las células de los tejidos cerebrales, conducen a la
síntesis de las propias proteínas y lípidos de las células y de la matriz intercelular. Hay
pues una diferencia fundamental con otros tejidos (sobre todo del hígado y los
músculos), por cuanto las neuronas no sintetizan carbohidratos, ni glucosa ni glucógeno,
a pesar de la energía química del cerebro se deriva exclusivamente de la glucosa.
A partir de los alimentos, los seres vivos obtienen los nutrientes. Estos se
convertirán, como se dijo, en las sustancias que serán los constituyentes estructurales
de los tejidos, y las que sirven como combustibles para extraer la energía química y
eléctrica que, para el caso que tratamos, sirven de soporte de la actividad psíquica que
trascurre a lo largo de toda la vida.
Se llaman nutrientes esenciales a las sustancias que no pueden ser sintetizadas por
nuestros tejidos, y que por lo tanto deben ingerirse necesariamente con los alimentos.,
como son los aminoácidos esenciales, los ácidos grasos esenciales y las vitaminas.
Otros, como los minerales, son esenciales en el sentido de que tienen que ser
reemplazados necesariamente, conforme se eliminan con los deshechos del
meabolismo.
Se consideran macronutrientes al agua, las proteínas, los carbohidratos y los lípidos.
Y micronutrientes a los minerales y las vitaminas.
CUADRO 2.1.1
LOS PROCESOS DEL METABOLISMO
Anabólicas:
Moléculas Digestión Moléculas Absorción Vías +2H, + ~P
de alimento sencillas anfibólicas
Catabólicas:
+ O CO2 + H2O
Oxidaciones biológicas
Un proceso de oxidación biológica consiste en la incorporación de O2- a un elemento
o compuesto; se produce, por tanto, por un aumento de la valencia de un átomo o ión.
En otro sentido, la remoción de H de un compuesto orgánico equivale a la remoción de
electrones de la sustancia oxidada.
Por ejemplo, en la reacción
Fe++ Fe+++ + e-
la oxidación de un átomo de Fe se ha producido por la pérdida de un electrón y ha
aumentado la valencia del átomo de Fe. Aunque en el caso de la formación de una
molécula de agua
2H+ + O2- H2O
el proceso de remoción de electrones no es tan evidente, la reacción es en sí misma una
oxidación.
Por otro lado, los electrones nunca están libres: deben pasar de uno a otro átomo, de
modo que mientras una sustancia se oxida, otra se reduce, un hecho que es de vital
importancia en la transferencia y uso de energía. El O2 inspirado se usa para formar
agua con H de sustratos. El O2 del CO2 no es el O2 inspirado, sino el que se deriva
igualmente de los sustratos.
En síntesis, diremos que la oxidación equivale a una pérdida de electrones y la
reducción a una ganancia de electrones. Y que mientras un elemento se oxida, otro se
reduce; de allí que sea preferible hablar de reacción de óxido-reducción (redox).
El proceso de utilización del oxígeno cosiste en el uso de este elemento en la
respiración de las células: respiración es el proceso por el cual las células obtienen
energía en forma de ATP a partir de la reacción controlada del hidrógeno con el oxígeno
para formar agua. En este sentido es que se dice que la célula tiene una dependencia
del oxígeno.
Enzimas
Las enzimas son moléculas proteínicas que Intervienen sobre otras moléculas, que
para el caso son los sustratos, a las que modifican en los procesos bioquímicos de la
actividad intracelular y extracelular o intercelular, regulados homeostáticamente. En
sentido estricto son catalizadores estereoespecíficos, porque catalizan una reacción
específica o un tipo de reacción al acoplarse por su forma molecular a la molécula
sustrato. De este modo, puede activar (cambiar la forma molecular) o movilizar, añadir o
quitar electrones, átomos, radicales o moléculas, o transferir estos elementos de uno a
otro sustrato. La mayor parte de las enzimas se encuentran en organelas específicas de
la célula, aunque algunas de ellas son secretadas en la forma de proenzimas. Se llaman
isoenzimas a las enzimas que tienen formas moleculares físicamente distintas, pero con
igual acción catalítica. Con la muerte celular las enzimas pasan a la sangre.
Las enzimas que intervienen en las oxidaciones biológicas son las oxidorreductasas.
Las principales son las
Oxidasas, son enzimas que utilizan oxígeno como aceptor del hidrógeno, como
son los citocromos, las flavoproteínas.
Deshidrogenasas, son enzimas que transfieren H; para ello usan coenzimas
como la nicotinamida, la riboflavina
Hidroperoxidasas, son proteínas que tienen como núcleo porfirina y Fe.
Producen la reducción de un sustrato por medio de átomos de hidrógeno; de ese
modo se reduce la molécula sustrato y se oxida la molécula donante. Las más
conocidas son las peroxidasas y las catalasas.
Oxigenasas: incorporan O2 a sustratos, tal como ocurre en el sistema del
citocromo P-450 de las mitocondrias.
Las reacciones catalizadas por enzimas son, en general, reguladas por hormonas.
En la tabla 2.1.1 se mencionan algunas de las principales enzimas celulares, su
ubicación en las organelas y sus acciones más importantes.
Coenzimas
Las coenzimas son moléculas que se consideran como un segundo sustrato, o
moléculas que funcionan como reactivos en la transferencia de grupos atómicos o
moleculares. Se derivan de las vitaminas y del monofosfato de adenosina
Vitaminas
Bastante se ha difundido los conceptos respecto de las vitaminas, hasta tal punto
que para el saber popular, estas son sustancias curativas para múltiples males.
Desmitificar a estas sustancias, sin reducir su importancia, es fundamental para la
educación popular en el campo de la salud. Haremos aquí una breve reseña de sus
particularidades más destacadas de las vitaminas que intervienen en la actividad
metabólica del sistema nervioso.
Vitamina B1 (Tiamina)
Convertida en pirofosfato de tiamina, interviene en los procesos moleculares del ciclo
del ácido cítrico, en el paso de piruvato a acetil-Co-A, de -cetoglutarato a Succinil-Co-
A, de los aminoácidos a -cetoácidos + C-1 CoA, y como coenzima de transketolasa
(en la forma de trifosfato de tiamina) que interviene en el intercambio de Na en la
membrana celular.
TABLA 2.1.1
PRINCIPALES ENZIMAS CELULARES, SU UBICACIÓN Y ACCIONES
Enzimas principales Ubicación Acciones
Transcriptasa Núcleo Síntesis de ARN
Metabolismo energético
Se llama bioenergética al proceso por el cual la energía libre se convierte en un
potencial químico. Sabemos que los sistemas biológicos siguen las leyes de la
termodinámica. Según la primera ley, la energía química se puede convertir en calor,
electricidad y energía mecánica.
En el acoplamiento de las reacciones metabólicas de las células, las reacciones
pueden ser exergónicas o endergónicas, es decir, que producen o consumen energía,
respectivamente. En ambos casos se requiere de un compuesto intermediario o de una
molécula portadora de alta energía, como puede apreciarse en el cuadro 2.1.2. En el
proceso endergónico se producirá la síntesis de las proteínas celulares e intercelulares,
servirá para la generación de los impulsos nerviosos, la contracción mecánica del
músculo, el transporte activo de los iones y moléculas a través de la membrana celular.
En otras palabras, toda la actividad de las células y tejidos del cerebro (como la de
cualquier otro tejido u órgano, dependerá de la energía química de estas moléculas.
CUADRO 2.1.2
Reacciones exergónicas ~ Proceso endergónico
Síntesis de proteínas
Generación del impulso nervioso
Contracción muscular
Transporte activo
CUADRO 2.1.3
FOSFATOS DE ALTA ENERGÍA
1. Fosfoenolpiruvato 14.8 kcal/mol
2. Carbamilfosfato
3. 1,3-difosfoglicerato
4. Fosfocreatina 10.3 ” (en cerebro y músculo)
5. ATP ADP + Pi 7.3 ” (UTP, GTP, CTP)
6. ADP AMP + Pi 6.6 ”
7. Pirofosfato
8. Glucosa 1-fosfato
9. Fructosa 6-fosfato
10. AMP
11. Glucosa 6-fosfato
12. Glicerol 3-fosfato 2.2 ”
Por esta razón se dice que el uso de la glucosa por parte del cerebro es un uso
obligatorio. En recién nacido el metabolismo energético del cerebro es glicolítico, pues
produce ácido láctico como producto final (de allí el riesgo de acidosis láctica en el
recién nacido). Este tipo de metabolismo, gradualmente se convierte en uno de tipo
oxidativo, el cual termina en: ~P + H2O + CO2.
En las mitocondrias, el sistema de transporte de H termina con la formación de
agua. El ácido láctico ingresa al ciclo del ácido cítrico. Recordemos que en las
reacciones bioquímicas de este ciclo se produce también la síntesis de los
neurotransmisores. Además, el llamado shunt de la pentosa sirve para la síntesis de los
lípidos (especialmente de la mielina) y de los nucleótidos.
CAPÍTULO 2.2
EL AMBIENTE TISULAR DEL CEREBRO
El sistema nervioso está, desde varios puntos de vista, aislado de los demás tejidos
corporales, especialmente del tejido conectivo y de los vasos sanguíneos, e inclusive del
líquido céfalo-raquídeo (LCR) de las cavidades ventriculares y del espacio
subaracnoideo. Además, está separado de sus contenedores, el cráneo y la columna
vertebral, por medio de las meninges y el espacio virtual que existe entre la aracnoides y
la duramadre.
El aporte efectivo del agua, el oxígeno, las sustancias nutrientes, los oligoelementos
y las demás sustancias activas (mensajeros químicos, enzimas, citokinas) que circulan
en la sangre, y que tienen que llegar al interior de la red neuronal de todo el sistema
nervioso, tienen que pasar, primero, a través del endotelio de los capilares y los plexos
coroideos y el LCR, y luego a través de la trama interneuronal formada por las células
astroglíales y las células ependimarias.
Hay solamente cinco pequeñas zonas estratégicamente ubicadas entre el LCR y el
tejido neuronal. Son los llamados órganos circunventriculares: el´rogano subfornical, el
órgano vasculoso de la lámina terminal, la eminencia media del hipotálamo, la
neurohipófisis, la glándula pineal, el órgano subcomisural de la comisura posterior y el
área postrema del cuarto ventrículo–, en los que no hay barrera alguna entre dicho tejido
neuronal y la sangre. En estas zonas, el paso de las sustancias a las neuronas es
directo, con algunas excepciones.
En lo que sigue haremos referencia solamente al flujo sanguíneo cerebral (FSC) y la
barrera hematoencefálica (BHE), sin hacer mayor alusión al tronco cerebral y la médula
espinal.
Papel de la astroglía
Como se sabe, la glía propiamente dicha comprende la astroglía y la oligodendroglía.
Las células ciliadas del epéndimo son el otro gran constituyente de este sistema tisular
del ambiente de la red neuronal. La microglía está formada por células derivadas del
sistema inmunitario.
Las células astrogliales envuelven y aíslan a las neuronas y las sinapsis. Intervienen
no sólo en la reparación del tejido lesionado (por el proceso de gliosis que produce un
incremento de una proteína fibrilar acídica), sino en la regulación del pH, el balance
iónico y la captura de la diversidad de transmisores circulantes.
CUADRO 2.2.1
COMPOSICIÓN DEL LCR
Glucosa 45-80 mg % (20% menos que en suero)
Proteínas 15-45 mg %
Albúmina 10-30 mg %
Globulinas: 1 , 2 , , , Ig-G 15 mg%
Cloro 120-130 mEq/l
Sodio 142-145 mEq/l
Potasio 2.2-3.3 mEq/l
2
Co 25 mEq/l
Transaminasas GOT 7-49 UI
Dehidrogenasa láctica 10 % menos que en el suero
Creatinofosfokinasa 0-3 UI
Urea 5-25 mg/l
Aminoácidos 30% menos que en el suero
SECCIÓN 3
PROCESOS GENÉTICOS Y METABÓLICOS DE LA
MEMORIA
Está claro que esta habilidad alcanza su Los hombres usan además formas
punto más alto en los seres humanos. conscientes de adquisición de información
social: sentimientos, conocimientos y
motivaciones.
Se debe explicar cuáles son los estadios Se tiene que explicar cómo se codifican
de la formación de la memoria. las distintas clases de información en el
sistema nervioso, pero primordialmente la
información social en el neocórtex
cerebral del hombre.
Con todo, nadie duda de que los procesos de la memoria en los niveles celular y
metabólico del sistema nervioso (y por lo tanto en los niveles celular y metabólico de la
conciencia y la inconsciencia), son intrínsecamente regulados por la actividad endocrina
e inmunitaria que modula la actividad de todos los sistemas tisulares del cuerpo.
En efecto, si se analiza con detenimiento, los efectos de las hormonas del sistema
endocrino y las citokinas del sistema inmunitario, se reflejan claramente en las
propiedades mnésicas de las neuronas y las redes neurales del sistema nervioso (como
de otros tejidos y células del cuerpo); es decir, que modifican, a favor o en contra, la
codificación de diversas clases de información en los diferentes niveles de la memoria
neural, desde el nivel psíquico consciente hasta el genético celular. Esta es la razón por
que reunimos en una misma sección el estudio de los procesos de la memoria en sí, y
de los endocrinos e inmunitarios que modifican la redes del nuestro sistema nervioso.
CAPÍTULO 3.1
CODIFICACIÓN METABÓLICA DE LA INFORMACIÓN
Codificación sináptica en el aprendizaje no asociativo y asociativo. Codificación
sináptica en la corteza cerebral.
En el condicionamiento clásico
En el aprendizaje por condicionamiento, el animal (o una persona) tampoco aprende
una nueva clase de información (psíquica o funcional), o como también se dice, no
aprende una propiedad del estímulo, sino una relación entre dos estímulos. Esta forma
más compleja de sensibilización e produce por facilitación presináptica, para lo cual se
requiere de la convergencia de los dos estímulos en las neuronas sensoriales. En tal
caso, el estímulo neutro (que luego se convertirá en estímulo condicionado) debe
preceder al estímulo incondicionado (EI) por un período crítico de 0.5 seg.
En los invertebrados (y en la médula espinal de los mamíferos), las vías sensoriales
se interconectan a través de interneuronas facilitadoras que hacen sinapsis axono-
axónicas presinápticas sobre la parte terminal de los axones de aquellas.
Si el EI activa aquellas interneuronas que tienen conexiones axono-axónicas con las
neuronas sensoriales que procesan el estímulo neutro, se produce una facilitación (y
sensibilización) presináptica.
Pero si el EI actúa inmediatamente después que las neuronas sensoriales han
empezado a descargarse en respuesta al estímulo neutro, se producirá una facilitación
presináptica aún mayor: en tal caso se habrá producido una facilitación presináptica
dependiente de actividad (FPsDA).
Esta FPsDA se produce en la neurona presináptica por entrada de Ca, el que amplía
la actividad de la adenilciclasa dependiente de Ca (se tendrá en cuenta que los canales
de Ca están abiertos al presentarse el EI). El Ca que fluye a la célula por efecto del
potencial de acción del EI, actúa a través de la calmodulina que amplía la activación de
la adenilciclasa (inducida por serotonina o por otro modulador liberado por la vía
incondicionada).
La calmodulina cambia su conformación y aumenta su efecto de sintetizar AMPc (a
partir del ATP). El aumento de la actividad de la cascada del AMPc (o de otras) activa
aún más la Pk dependiente del AMPc, lo que lleva a una mayor liberación de
neurotransmisor.
CUADRO 3.1.1
LA FORMACIÓN DE LAS SINAPSIS
CUADRO 3.2.1
HORMONAS HIPOTALÁMICAS
Existe pues una forma de secreción por planos de las hormonas hipotalámicas, las
hipofisiarias y las periféricas que se produce en respuesta a la actividad psíquica
consciente que depende de la experiencia, y de la actividad subconsciente e
inconsciente que depende de los cambios de estado de la actividad personal que no
necesariamente se expresan en el plano epiconsciente o dependen de él. Lo importante
aquí es que las hormonas secretadas en respuesta a señales psíquicas pueden
modificar la actividad metabólica de los tejidos corporales, incluidos los de los sistemas
inmunitario y nervioso, específicamente la del cerebro, incluida la corteza cerebral.
Un razonamiento similar, nos debe llevar a pensar que, entre el sistema nervioso y
el sistema inmunitario también se establecen relaciones de doble determinación: en
sentido cinético, la actividad psíquica, a través de la actividad funcional y metabólica del
sistema nervioso, modifica, modula o regula, incrementa o reduce, la actividad del
sistema inmunitario. Pero en sentido epigenético, las sustancias liberadas por las células
del sistema inmunitario también modifican la actividad del sistema nervioso, sobre todo
bajo condiciones en que es preciso un incremento de la actividad de defensa del
individuo a una agresión patogénica.
Otro aspecto importante de la acción de las sustancias que se comportan como
hormonas dentro del sistema endocrino es, como ya se habrá podido notar cuando
hablamos de los neurotransmisores peptídicos, que ellas también son sintetizadas
posiblemente por muchas clases de neuronas, las que al ser liberadas en las respectivas
sinapsis de la red neural que las incluye, y en el respectivo nivel metabólico, ya no
podemos decir que proceden como hormonas, sino como neuromoduladores. Lo mismo
vale decir respecto de la síntesis y secreción de varias sustancias inmunitaria de parte
de neuronas de ciertas zonas del cerebro, aunque este aspecto de la relación
neuroinmunitaria es relativamente menos conocida.
Habría que notar, entonces, que todo individuo dispone de dos sistemas de
regulación metabólica de los sistemas tisulares del individuo: un sistema endocrino, en
relación predominante con el componente visceral del cuerpo, como sistema metabólico
de regulación del medio interno, y un sistema inmunitario, en relación predominante con
el componente somático del cuerpo, como sistema de regulación de la actividad
metabólica (más evidente como defensa) del individuo en relación con el medio exterior.
Respecto del nivel funcional superior, es también clara la relación del sistema endocrino
con el componente visceral del sistema nervioso, y la relación del sistema inmunitario
con el sistema somático del mismo, y por lo mismo, serán claras sus relaciones con los
sistemas psíquicos afectivo y cognitivo, respectivamente.
Corticoides
Los receptores para los corticoides son de dos clases: tipo 1 y tipo 2. Los receptores
tipo 1 tienen dos subunidades: una que se liga al ADN y otra al esteroide; se encuentran
en neuronas la glía de todo el cerebro. Los receptores tipo 2 (para mineralocorcoides),
se encuentran principalmente en el hipocampo.
Los receptores para glucocorticoides son receptores de membrana acoplados a
proteinas G. Interactúan con receptores dopaminérgicos, adrenérgicos y de GABA (esta
sería la razón por la que tienen efectos anestésico, ansiolítico e hipnótico)
Las hormonas esteroides, en su respectivo nivel metabólico de acción, de algún
modo vinculan el ambiente con la actividad genética de las células. Es evidente que la
información psíquica determina modificaciones en la secreción hormonal. Las hormonas
actúan sobre la actividad genómica y modifican su estado activo. Esta influencia puede
medirse al comprobar los cambios que muestran los ribosoma, el ARNm, el diámetro del
núcleo y la cromatina. Estos cambios son permanentes en las neuronas embrionarias;
son transitorios en las del adulto.
Los glucocorticoides intervienen en la diferenciación de las neuronas colinérgicas en
dirección adrenérgica. También intervienen en la formación de las neuronas
serotoninérgicas del cerebro.
Los corticoides del sistema endocrino, junto a la actividad del sistema nervioso
visceral, intervienen en los procesos de alostasis. Procesos alostáticos son aquellos por
medio de los cuales se adquiere estabilidad por medio del cambio. El sistema alostático
promueve la adaptación corporal por tres vías: 1) como consecuencia de la actividad
repetida de los eventos estresantes; 2) por falta de “apagado” o cese de los cambios
después que el desafío ha pasado, y 3) por la imposibilidad de que el sistema sea
activado apropiadamente, permitiendo que otros sistemas contra-regulados se tornen
hiperactivos.
El concepto de sobrecarga alostática implica una paradoja en la acción de los
esteroides adrenales: protegen en el corto plazo, por un lado, pero causan daño en el
largo plazo, por otro.
Vitamina D
Los receptores para vitamina D3 también son nucleares con dos subunidades, están
ampliamente distribuidos, pero con mayor concentración en el hipocampo.
La vitamina D, antes de actuar sobre el sistema nervioso, es convertida en
metabolito activo, la 1,25-dihidroxi vitamina D3, en el hígado y el riñón.
CUADRO 1.4.2
EL SISTEMA HEMATOPOYÉTICO
ÓRGANOS LINFÁTICOS
MÉDULA ÓSEA SECUNDARIOS
CÉLULA MADRE
C. No-L.
CÉLULA B CÉLULAS B DE MEMORIA
PRECURSORA
CÉLULAS PLASMÁTICAS
TIMO
CÉLULAS T EFECTORAS
Todo el proceso de regulación tiene que hacerse, como se podrá deducir, por medio
de mensajeros químicos y de receptores para tales mensajeros. Las células de los
tejidos del sistema inmunitario tienen receptores para una diversidad de mensajeros, tal
como puede apreciarse en el cuadro 1.4.3.
CUADRO 1.4.3
RECEPTORES PARA MENSAJEROS QUÍMICOS EN EL SISTEMA INMUNITARIO
RECEPTOR RECEPTOR
SEGUNDOS SEGUNDOS
MENSAJEROS MENSAJEROS
La inervación del tejido linfoide está a cargo de terminaciones axonales del simpático
y parasimpático, cuyos neurotransmisores tienen receptores en los tejidos inmunitarios:
médula ósea, timo, bazo y ganglios linfáticos. Las catecolaminas producen efecto
estimulante de la respuesta inmunitaria a bajas concentraciones y efecto inhibidor a altas
concentraciones, y su efecto se puede traducir en 1. la supresión de la producción de
anticuerpos; 2. la supresión de la actividad citolítica de linfocitos T; 3. el aumento de la
actividad de las células NK, ó 4) una disminución de la actividad linfocitaria en el bazo.
La existencia de una regulación de la actividad inmunitaria de una persona por la
información psíquica y neural, se ha deducido de la observación de los efectos de las
lesiones cerebrales sobre la inmunidad celular, tanto en animales como en el hombre.
En animales, las lesiones del hipotálamo anterior protegen del choque anafiláctico,
disminuyen el número de células del bazo, la respuesta antigénica, el número de células
NK, y las lesiones del hipocampo y la amígdala producen aumento de la respuesta
inmunitaria del timo y el bazo
En humanos, las lesiones del hemisferio izquierdo se ha visto que disminuyen el
número de células T en el bazo, y de la actividad de las células NK. Una observación
poco convincente es que habría mayor incidencia de desórdenes inmunitarios en zurdos.
Los efectos inmunitarios de la actividad psíquica, se han podido deducir de las
observaciones hechas en animales sobre la respuesta al condicionamiento, pues se
puede suprimir o incrementar la actividad inmunitaria por aprendizaje asociativo, así
como de las respuestas al estrés, por ejemplo, en animales los estresores aumentan la
morbilidad y mortalidad frente a infecciones virales y cáncer, y en humanos aumenta la
probabilidad de infección, cáncer o enfermedad autoinmune, especialmente se ha
podido comprobar que el estrés aumenta la susceptibilidad a infección por rinovirus; que
hay una relación entre cáncer y depresión; que la psicoterapia aumenta la sobrevivencia
en pacientes con cáncer, y que el efecto del estrés académico, por divorcio, duelo,
cuidado de pacientes con Alzheimer, produce en quienes lo soportan una disminución de
la actividad de las células NK, las células T, el interferón y de algunos anticuerpos.
En el cuadro 1.4.5, se esquematizan aquellos procesos inmunitarios que tienen que
ser regulados por la actividad psiconeural a través del sistema nervioso visceral y del
sistema endocrino.
CUADRO 1.4.5
PROCESOS DE REGULACIÓN PSÍQUICA DE LA ACTIVIDAD
INMUNITARIA
1. Distribución de las células inmunitarias en los tejidos
2. Modificación de la actividad de las células inmunitarias
a) Producción de IL-2
b) Expresión genética de receptores para la IL-2
c) Proliferación de linfocitos T
3. Procesos de control neuroendocrino
a) A través del eje hipotálamo-hipófiso-adrenal (en sangre)
b) A través del sistema nervioso autónomo
2. DEMENCIAS
Enfermedad de Alzheimer 50
Enfermedad vascular cerebral 10
E. de Alzheimer y vascular combinadas 10
Otras enfermedades incurables (HIV) 5
70-75%
2.2. Enfermedades curables:
Enfermedad depresiva
Enfermedades metabólicas
Infecciones (lúes, micosis)
Hidrocéfalo a presión normal
Tumores cerebrales
Hematoma subdural
25-30%
(Modificado de: Wells, C.E. Dementia. Davis, 1977)
ENFERMEDAD DE ALZHEIMER
Deterioro de las capacidades afectivas, cognitivas y conativas de la personalidad, de
comienzo gradual y curso crónico, debido a una deficiencia de la actividad mnésica por
degeneración de las redes nerviosas neocorticales de causa no conocida.
Además, los sujetos con síndrome de Down que mueren entre los 10 y los 20 años
tienen depósitos difusos de de baja a moderada densidad en las cortezas límibica y de
asociación, en ausencia de cambios neuronales o gliales, placas neuríticas u ovillos
neurofibrilares. Esta observación refuerza el concepto de que el depósito de -amiloide
es un evento muy inicial que precede los otros cambios típicos de la enfermedad.
En 1991 se identificaron dos familias cuyos miembros afectados tenían una mutación en
el codón 717 de la PPA770. Esta observación fue la primera en sugerir que existe una
causa molecular específica de la enf. de Alzheimer y sugería que una alteración en la
PPA podía inciar una amiloidosis en ausencia de cualquier otro factor patológico
Luego se demostró que la mutación en la PPA en una parte de las familias con enf. de
Alzheimer de inicio temprano estaba ligada a un gen no conocido en el cromosoma 14
3. RETARDO MENTAL
2. RM moderado y severo
Hay un patrón general en la patogénesis del retardo mental causado por errores del
metabolismo:
1. En los cromosomas: Gen estructural Gen regulador
Fenotipo anormal
4. SÍNDROME DE REGRESIÓN
Disminución o deterioro de las capacidades psíquicas de nivel consciente una vez que
han sido adquiridas, por enfermedades que afectan al cerebro. Puede ser transitoria,
regresiva o progresiva
Puede mostrarse de tres maneras: Como pérdida de capacidades, falla par adquirir
nuevas capacidades, enlentecimiento en la adquisición de nuevas capacidades
Predominan desórdenes como: dificultad par recordar y aprender nueva información,
para la comprensión y expresión verbales, de los rasgos y características personales,
desórdenes cognitivos más o menos definidos, desórdenes del pensamiento de tipo
autista o psicótico, cambios afectivos de orden depresivo, trastornos psíquicos focales o
funcionales asociados.
Diferenciar de: problemas de estabilización del desarrollo dentro del rango normal,
retardo mental, autismo, falso deterioro (por efecto de las técnicas de examen)
Causas de regresión
5. ENFERMEDAD DEPRESIVA
De la noradrenalina:
De la dopamina
c) Cambios neuroendocrinos:
6. DESORDEN DE PÁNICO
11. ESQUIZOFRENIA
1. Cambios metabólicos:
b) Cambios en la neurotransmisión:
1. En el tronco cerebral:
2. En el hipotálamo:
Incremento de norepinefrina
3. En el cuerpo estriado:
4. En el sistema límbico:
5. En la corteza cerebral:
a) En el tronco cerebral:
Reducción de volumen de neuronas en área tegmental ventral
Atrofia del vermis del cerebelo
b) En el hipotálamo:
Adelgazamiento capa periventricular y gliosis
c) En el cuerpo estriado:
Reducción de volumen (O. y C. Vogt)
d) En el tálamo:
Reducción de volumen del N. dorsomedio
e) En el sistema límbico:
Reducción de volumen y cambios de citoarquitectura del área parahipocámpica:
en la arborización dendrítica de las neuronas piramidales
f) En la corteza cerebral:
b) Hipótesis noradrenérgica:
Defecto del sistema de recompensa noradrenérgico
c) Hipótesis serotoninérgica:
Efecto del LSD
Efecto de bloqueadores de receptores 5-HT2 y 5-HT3
d) Hipótesis glutamatérgica:
Fenciclidina (antagonista de receptores NMDA) produce psicosis
e) Hipótesis colinérgica:
Un defecto genético (en cromosoma 15) que codifica el receptor nicotínico
alfa-7 para acetilcolina que interviene en la atención a estímulos auditivos.
BIBLIOGRAFÍA
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