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Tomas ibañez

Historia del presente. Con este sugerente contrasentido Tomás Ibáñez busca a sus
interlocutores entre aquellos que han aprendido a sospechar, cuando no a dudar, de la
retórica de la verdad absoluta del saber científico y el conocimiento experto. Si a la
modernidad correspondió el dominio de las seguridades –dice el autor--, a la
posmodernidad, naciente en nuestros días, le es propio el de la incertidumbre cuando se
piensa en la naturaleza social de nuestro mundo, en la contingencia de nuestras prácticas y
de nuestras formas de ser. Al mismo tiempo crítica de la razón científica que defensa del
pensamiento y la sensibilidad disidentes en el campo de la producción de conocimientos,
este volumen antepone al ejercicio intelectual una preocupación ética y política en que la
vida sea la medida justa, el valor primero

Tomas Ibáñez, hace una crítica feroz respecto de cómo la ciencia se ha posicionado del lado
del progreso económico, es mas podríamos decir que el positivismo se ha convertido en la
matriz ética del capitalismo. Él hace una revisión de lo que denominó los vectores del
progreso que parecen más bien referidos al progreso científico que a otro tipo de progreso,
en que sitúa la hipervalorización de la razón, la ideología de la representación (es posible
comprender la realidad como es), el universalismo (existe una verdad universal), la
centralidad del sujeto y la conciencia y una creencia en la igualdad, en la libertad
individual, ideología basada en la reducción de las diferencias. Esto es el discurso moderno
totalizante. Luego hace una comparación con lo postmoderno, en que la postmodernidad
plantea relativismo o escepticismo, complejidad, que reconoce los efectos de poder, que
tiene un discurso legitimador y autovalidante, pero esta postura, la del construccionismo
social (PSC), creo yo es mas sensata puesto que el psicólogo social es conciente que esto es
así, que lo que se hace, construye o dice tiene efectos de dominancia, pero lo hace de
manera conciente, no ocultando el ejercicio del poder con que se maneja la ciencia
moderna.

Por último quiero profundizar en Ibáñez y mencionar respecto de lo que plantea con la
psicología, y sigue con este ejercicio de ir descubriendo (mostrando) las ingenuidades en
que ha caído la psicología como ciencia en la época moderna de la razón, dice que “la
psicología no puede verse a si misma porque esta dentro de la imagen que quiere ver”,
entiendo con esto que la psicología tiene un espejo que no refleja lo que quiere ver, la
imagen que se quiere reflejar ( la mente) es hacia adentro de sus ojos y no permita la visión,
porque las condiciones de posibilidad que el objeto sea visto está en el reflejo y no en el
objeto, pero el objeto esta más cerca de lo que se cree, tan cerca que esta dentro de si
mismo, eso dificulta dejar de lado estas ingenuidades. La otra dimensión que relata y que es
una consecuencia de lo anterior es la existencia de un método para acceder a la realidad y a
la verdad desde la psicología y este es el método científico, pero al presentarla como
ingenuidad de la psicología queda claro que no la comparte, es mas al deconstruirlo busca
generar un movimiento que transforme esa visión. Puesto que el método se valida a si
mismo, lo que es una trampa.

En conclusión, Ibáñez se instala en una momento de la evolución de la ciencia no solo


como un observador y teórico sino como un revolucionario y como un agitador, alguien que
plantea pasos mas allá de la critica, su propuesta apunta a un método deconstructivo pero
también propositivo.

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