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A LA CONQUISTA

DE LA CIASE OBRERA
Los comunistas y el mundo
del trabajo en la Argentina,
1920-1935

por _ _ /
HERNAN CAMA.r:tERO ,¿

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llJc•·oamcncana. 2007. ,)J .t l:t. -
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460 p .• 2h:15 cm. J
ISBN 978-987-1 013-ó0-0 f
1 AGRADECIMIENTOS .............................................................. rx:
l. Teorias Políc~eas. 2. Comu!!!S!!lo l. Tfrufo
CDD320.5.11 -1
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l ABRE'VIATUR.l'~S .......... :............................................................. XI
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INTRODUCCIÓN ................................................................. XIII


To~-ios los dcn:chos reservados. Pruhib,tfa ia re ·od . 1·l
Obl a pur cualqtucr procedinllcnn> (
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sc.t gra
-¡Y' I_'CCJo~l rora lo p;¡¡·c•:tl de cSt:J
ICO elccrroltlc . . 1. Presentacxón del actor: un ttmerano htstórico

nwcan•co. orocop 1a , ere· l y e.1 .1. 1nlaccuanucnro •
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· o. opnco.
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<¡tllnun•. 1 de los orígenes y evoluciÓn del PC argentmo,
en sopones m:tgncncos. sonor . . 1. ' ausntlslnll te sus \O!Hen•d<b
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c:..-prcso del cdiro 1••
05 • v•sua es o <•t· cual<¡t•• ·r lt ·
· ' < < 1<> t1pu su1 pcrnuso ;/ 1912-1935 ....................................................................... ::xx.r
2. Comuntsmo y mundo del trabajo: un bahnce
'f historiográfico ................................................................ XLI
3. Hacia una nueva mterpretactón: hipÓtesis
Pmncra cdicHín argcm 1na. 200 7
y fuentes documentales ................................................. LIV
© Hcrnán Camarero 1¡
© S!GLO:X."Xf EDCTORA fBEROAMERfCANr\ S'\
! L LA PROLETARJZACIÓN DEL COMUNISMO
Av. ludcpcndcuc~:~ 1860 · ·· · i' Y SU IMPLANTACIÓN EN LA GEOGRAFÍA
p?- C' .
__ :;._ w<lad Aurónon•~ de Buenos Am:s. Ar •e . LABORAL ................................................................................ l
Tt:ldax: 4381-570/l ¡ 5878 g IH!I!.o 1
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l 1. Los repertonos orgari.izacionales de la
"bolchevtzac¡ón" y fa proletanzactón: células
D!scño de rapa: .--'lfgaudrn Corte;;:
Ül;tgramac•Ón: H:róurca Suár~·z y organismos de base ........................................................ 3
CorrecciÓn y elaboraciÓn de índice ele nombrcs: íi:rálllca -¡¡·rolla 2. U na radiografía de la mserCIÓn del PC en los
escenanos mdustrtales .................................................... 22
3. "Para despertar las conciencias obreras"·
Queda hecho el depÓSitO {!UC marca l:t ley 11.723 los periódicos en las empresas ....................................... 42
lmpn.:so en Argcntma 1 Pnnrcd tn Argenrma
4. Identidad y nivel de V1da de los traba_pdores
_, en la prensa comun¡;¡_t;!._d~_b_ª$.~_, ..................................... 53

J
)
rv. COMUNISMO Y CULTURA OBRERA

1.0 "La Inremactonal" (coro);


2.° Conferencia del compañero Edo. Gh~tor sobre "Cultura obrera";
3.0 "Hijos del pueblo", drama en un acto;
4. 0 "Proletanos somos", ronda tnfantil con música y traJeS simbólicos;
5. 0 Declamactones y monólogos, por vanas compañentas;
6. 0 "El Puente de Avtgnon", ronda mf.mril.
(Programa de un fesrrval de la Biblioteca Obrera Renovación,
Villa Crespo, La f11temactonai,X 3157,9/10/26, p. 2).

Contra los que pmtan, ttodavía! cuadros para los burgueses,


1 contra '{os que escriben, ttodavía! libros para los burgueses [ ... ].
l. Nosotros estamos de vuelta al pueblo,
hartos de la cultura burguesa,
ávidos de la dialéctica matenalista
(Raúl González Tuñón, "Las bngadas de choque",
Contra. La revista de los franco-tírndores, I, 4, agosto de 1933).

Además de los analizados en las páginas. anteriores, hubo otros cami-


nos a través de los cuales el PC se insertó en el mundo del traba_¡o
durante !os años vemte y !os tremta. Fueron sus mtervenctones en un
conJunto heterogéneo de ámbitos en el que los obreros, y los comu-
ntstas como parte de ellos, desarrollaron diversas e..-...:penenctas cultu-
rales. Se trataba de pr.oícttcas y formas de agregación, que respondían a
motrvaciones e intereses que aludían a otras f.Ketas de la vida coridia-
na y la soctabilidad proletanas, disrmr.1s de las del tránstto diana en el
establectmtento mdustrial y en el mercado (en tanto productores y
consunudores) o en las luchas y orgalllZ:l.ClOnes grem1ales (en tanto
militantes). Estas mictattvas se relaciOnaban con el uso dd ttempo
libre. Nos alejamos de lo atmente al "ttempo laboral" e¡; sentido es-
tncto, para ding1rnos ahora al "nempo del ocw". Emplean1os las ex-
prestones "tiempo libre" y "ttempo del ocw" en sentido amplio, ya
que e:x1ste una distmctón entre el ttempo libre, entendido como el
lapso que no se consume en el traba_¡o dedicado a g;¡narse la viCh, y el
Hentáll Cnmarero ComllnL~mo )' mlrum o/lrem 219
218

nempo del oc10, interpret:ldo como las horas dedicadas a las activida- qúe los comunistas nunca dejaron de emplear para dar cuenta de
des recreanvas, particularmente culturales y deport1vas. 1 sus m1ciat1Vas. En este libro, se la considera una categoría que per-
Es posible que las diferentes formas de "acto alienado" generadas mite englobar el entramasfode prácticas y agencias político-cultu-
en la cultura de masas 2 no hub1eran alcanzado, hasta los primeros rales que tenían como p.rotagontstas principales a colecttvidades
años treinta, una hegemonía total en el rmagmario de las clases subal- de trabajadores; también mcluye un conjunto de actrtudes, creen-
ternas y, más específicamente, en el de la clase obrera, aunque era cias, patrones de comportamiento, Imagtnanos y ntuales 5 , articu-
ev¡dente el enorme espacto que iban adquiriendo. Sus ex-presiOnes lados en tomo a una tdenttdad obrera, que traslucen una concien-
eran múltiples, entre otras, el creciente impacto de la radio que mva- cia de clase proletana. 6 De todos los posibles senttdos implicados
día los hogares y permitía modos nuevos de comumcac1ón y propa- en la categoría cultura obrera, aquí se privilegia el que se refiere al
ganda; la aparición del eme sonoro; la multiplicactón de las revistas desarrollo de formas aSOCiatiVas y hábttos ligados a la mstrucción
populares y la literatura de kiosco generadas por una nueva y pujante y a la recreactón de los trabajadores.
mdustrla editonal; la progresiva profesíonalización del fútbol; la su- Estos fenómenos se Situaron sobre un cammo abterto por el anar-
pervivencia del crrco, el vodevil y. las formas de teatro menor. 3 Sin qutsmo y el socialismo. Se ha afirmado que esa senda ha pía permitido
embargo, subststteron, cada vez con mayor dificultad, prácttcas gene- constrtuir una "cultura alternatiVa", en donde" ... los trabajadores crea-
radas por sectores proletanos, que m tentaban competir con estas di- ban sus espacios de sociabilidad: efectuaban representaciones teatra-
versificadas ofertas de distracción. El PC participó en ellas y recorda- les, bailaban, cantaban, se educaban, entonaban sus htmnos, desple-
ba Siempre a sus adherentes el esmero con el que debían asumir su gaban sus símbolos"? En aquellos tiempos, mantuvo su vitalidad el
mtervención en el campo: "Las fracciones comunistas deberán crear-
se en otras mstituc1ones que también tengan mfluencia sobre las ma-
sas traba.jadoras, por ejemplo, en las Bibliotecas culturales, clubes de-
pornvos de barrio, soctedades de fomento, etc., en donde eXIste un ; Sobre ia discusión acerca dei empleo dei cérmmo "cultura" en relación con
amplio campo de acc1ón, SI se sabe aprovechar mteligentemente" 4 este cOnJunto de factores, y ei modo en que pueden ser distmguidos como propios
de ias clases subalternas, remitimos, entre otros, a Cario Ginzburg, El qu~so y los
Esto rem1te a la existencia de una "cultura obrera", un ténntno
gusanos. El cosmos, segri11 tm molinero del stglo _\.1/1, B;~.rceíona, Muchnik, 1996, pp. 10 y ss.
6 Sobre l;~. categoría "cultura obrera" en sentido amplio, remitimos a eres auto-

res tngieses. El pnmero es R. Hoggan, con su clás¡co estudio escnco en 1957 y


traducido ai castellano como La wituro obrera m la sonedad de mams, o p. crt., forJado
' Para una ampliación del rema, Norberr Elias y Ene Dunmng, "La búsqueda sobre exper1enctas personales. prcctsamencc, de las década.s de 1920-1930. En esa
de la emoción en ci octo'', en ídem, Departe y ocio en el proceso de la civilización, Méxt- obra, el autor enuende que el proietanado bncámco había logrado constttulr, antes
co, FCE, 1995, pp. 83-115. y durante ese ucmpo, una "valiosa cultura prop1a" -l:lDstenormente erosiOnada por
:El análists clás¡co sobre la alienación en el ttempo libre que hemos conrem- los mstrumentos de la cultura urban:t. de m:t.sas-, que se e:.---presaba en gustos, cos-
piado es el de Ma.-c Horkhetmer y Theodor W. Adorno, Dialéctrca del 1/umtmsmo, tumbres, estilos de habla y hábtros d.t un carácter disnnguible e mconfundibic. El
Méxtco, Sudamencana, 1997, pp. 146-200. segundo es E. Hobsbawm, con sus artículos dedicados al tema, como "La forma-
) Una reflexión temprana acerca de este asunto, en J. J. Sebreli, Buenos Aires, ción de la cultura obrera brtcinrca" (en El mlludo dei lraba;o. Estudios hiSióncos sobre la
vida cotidimw }' alieuació11, Buenos .1\ires, Siglo Ve m te, 1965, pp. 170-179. Sobre el jonnació11 y et,olución de la clase obrera. Barcelona, Crinca, 1987, pp. 216-237). El ter-
av;¡nce de las disttnt..os e:.--¡JrestOnes mencronadas, ademas de los te:.--"tos aíudidos en cero es G. Stedman Joncs, espccralmente por su "Cultura y política obreras en
el resto dei capitulo, Beacnz Sarlo, "L, radio, el eme, la celevrsión: comunrc;~.ción a Londres, 1870-1900: nocas sobre la reconstrucción de una ciase obrera" (en Leu-
distancr:t-, en La unagwación 11Icmca. Suetios modl!ntos dt! la cullllta atgemwa, Buenos gua;cs de clase. Estudios sobre la lustona de la clase obrera mglesa. Madrid, Siglo XXI.
1\ires, Nueva Visión, 1992, pp. 109-134. 1989, pp. 175-235).
7 Mirca Z. Lobato y Juan Sunano, La protesta sonal e u la Argcntwa. Buenos Aires,
• "A rodas las células, commis de barno y delegados a ia segunda conferencia de
la Caprtal". CL dd PC, Capttal Federal, 17/8/26, p. 5. .f_~g.]_Q.Q?_._p, 33.

. ..
Hemáu Camarero Comunismo y culrum obrera 221
220

despliegue cultural del PS en el seno de la clase trabajadora: centena- mostraba una confiJ.nza c¡ega en la. asoctactón entre !a c¡enc1a y e[
res de bibliotecas obreras, centros de estudios, escuelas libres y ate- progreso. De estas fuentes provmteron los comuntstas, qu¡enes se
neos de divulgación; una umversidad popular, la Soctedad Luz, fun- habían escmdido del PS en un periodo demasiado cercano.
dada en 1899, que desde 1922 dispuso de un espléndido edificio Aunque no alcanzó ni !a envergadura nr el carácter SIStemático
prop10 en Barracas, en el que Impulsó cur~os de los más variados que presentó la del PS, ia empresa cultural comumsta en el mundo
temas; coros, conjuntos teatrales y musicales; miles de conferen- del trabdjo t."lmbién fue relevante durante este período y !o suficiente-
Cias y visitas a museos; proyeccwnes cmematográficas; editona!es mente densa como para convertir at PC en una "escuda de sociabili-
que encaraban una mtensa obra difusora; un despliegue perma- dad" para ciertos sectores del movtrniento obrero. 11 Fueron sus ms-
nente de campañas samtarias, higienistas, antialcohólicas y de pro- trumentos la.s bibliotecas, los clubes depontvos, los círculos mfanti-
filaxis sexual. Ángel M. Giménez, el onentador de la política cul- ies, entre otros. Ciertamente, muchas de estas organtzactones apare-
tural del PS, estipulaba ha.cia 1926: "Todo centro soct:tlista. debe cí:tn vmcuhdas y paralelas, y se sostenían a partrr de b pertenenc¡a
tener: a) Una biblioteca pública, bien organizada, la que deberá múltiple de íos mismos milit.1.ntes a la.s mismas asoc¡a:ciOnes. AJes-
ser complementada: con lecturas comentadas y conferencras; b) Una sandro Pizzorno denommó formas de Íl!crustacwHes asociativas, a este
secciÓn coral y cuadro artístico y musical; e) Una biblioteca y re- fenómeno recurrente en el que l0s partidos, por su predisposición y
creo mfantil; d) Una secciÓn de propaganda antialcohólica, de hi- capacidad, logran capturar fa Imciativa colectJ.va. 12 En las págmas que
glene soc1a! y de excursiOnes; e) Una seccrón deporttva". 3 Todos s1guen, se reconstruye esta apuesta cultural del PC y se recorren sus
estos emprendimientos reve'lan la presencia de una verdadera es- distmtos emprendirn1entos. Asimismo, se analizan algunas caracte-
trategta del PS en el tema, ambiciosa, coherente y sistemática, aun- rísticas del discurso, de !os valores y del Sistema de representaciOnes
que afectada, reconocía Aricó, por un "carácter abstractamente Simbólicas que se hallaban detrás de ellos.
oeda2:ógrco v nrívileg¡ador de la divulgación c1entífica"Y Como
~fi~aba PJ\.t;ntiero acerca de estas redes de socialización: "De-
trás de una concepción ostensiblemente ilumimsta -educar al tra-
bajador como parte de la formación de una.cultura política demo-
cráttca- se adv¡erte la preocupaciÓn, a la manera de la socialdemo- 11 "Eco le de soctabilis.ltlOn~, en el marco de una "culture ouvriere", es ei térmi-

cracia europea, por constituir una suerte de 'soctedad separada' no utilizado en un te"-<O sobre el PC francés, que analiza ei m1smo npo de prácticas
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que aoarcaoa uesue recreos tnrancues basta ttendas cooperativas,
!
a bs que nos retenremos en este capítulo. Raymond Promer, "Fragments d'une
pasando por escuelas de ofictos y ateneos de divulgacrón científi- culture de basnon". en/\.. Sp¡re (ed.): Lo wlture des camnrades. Que reste-i-il de la
wlturr COIIWilltlisie?, op. c!t., pp. 143-145. La ddimción dci PC argenrmo como so-
ca" 10 Era la propuesta del que aparecía concebido corno un "par-
Ct3bi!idad parncui:u es sei1abda en un escnto que atJende a un periodo postcnor al
ttdo de la modermdad'', mtlllldo por un legado pos!ttvista, que
nuestro: Ricardo Pasolim, "Comumsras argennnos. Identidades políticas, tÓp•cos
ideológicos y vida pnvada, 1950--1970", en ME. Spmelli,/'1.. Sevetro. M. F<:rran y
G. Closa (comps.}, La catifom:acióu de las idwtidadc~ polii•cas-en la .rlr:gcui111a drl s•glo
X.:(, Córdoba, UNC/UNCPBNUNMdP, 2000, pp. 281 v ss. T:lmbitin se ha estu-
s A. lVL Gimém:z, "Tremt:t :1ños de ;¡cción cultural". err Págwas de lustona dei diado la e"-"penenCla del comumsmo bnr:ímco co.:O~ un s~bmundo soc¡;¡(, político
mov11mWio socwl e u la República .1rgerwun, Buenos Aires, Soctedad Luz, Imprenta L1 y cultural basado en rradic1ones, reglas y pr~cncas de sociabilidad prop1:>s, en Ra-
V.1nguardia, 1927, p. 86. phad Samuei, ~The Lose World of Brmsh Commumsm", i'lew L.jt Re<"ww, 154,
9 Jos.! Ancó, La luiJótt·s¡s dejusra. Escntossobre ei soaalismo eruiménca Latwa, Buo:- London, november-decembcr 1985.
1 ~ 1\._ Pizzorno, "Introducción ai estudio de la partiCipación política", en AI\..W.,
nos Aires, Sudamencana. 1999, p. 144.
10 Juan Carlos Portannero, "Nación._y_democrac¡;o en la Argemma dei nove- Partwpacióu y cambia socwl e11 la problwuilica coutemporaw:a, Buenos Aires, Siap-Pian-
ctemos", Puuto de Hsta, f\1, 14, m;¡rzo,julio de 1982, p. 6. tcos, 1975. pp. 78-79.
2?? Hemá11 Camarero Comunismo y wltnm obrera 223

1. LAS POLÍTICAS PARA UNA INSTRUCCIÓN OBRERA las· Implantadas en otras regtones del país, especialmente eu La
Plata-Bensso y Zárate, y las provmctas de Córdoba, Santa Fe y
Comencemos con la.s iniciativas desplegadas en el campo de la ins- Tucumán). _
trucctón. Uno de los instrumentos pnvilegiados para el desarrollo Las bibliotecas obreras comunistas estaban sostenidas por los_
de las c:.-.:penencias de formaciÓn cultural comumsta fue la Biblio- miembros y allegados al partido, y postulaban una total autonomía
teca Obrera, que casi s1empre ostentaba ta)mbién el título de Cen- frente al "estado burgués". Prectsamente, encontraban allí--e! ele-
tro de Cultura o Asociación Cultural. En las décadas de los veinte mento de distinctón con las llamadas "bibliotecas populares", lo
y {os tremta 1 aÚn Se mantenÍa esa larga tradiciÓn eXIStente en el que puede advertlrse en las palabras con las que un dirigente sm-
país, particularmente en Buenos Aires, con respecto a este tipo de dical cordobés del partido saludaba la mauguración de una de es-
mstttuciones.1 3 Desde las últ1mas décadas del siglo XIX y, por lo tas mstltuciones: " ... habló sobre el tema 'Labor de las bibliotecas
menos, hasta la apanc1Ón del peromsmo, una de las primeras ta- obreras', ex-plicó el significado de las mtsmas, señalando la dife-
reas que encaraba todo nuevo smdicato o federaciÓn gremial era rencia que hay con las bibliotecas que se dicen 'populares'~ que no
constituir su propia biblioteca. Los anarquistas, los sindicalistas y. son otra cosa que bibliotecas subvenctonadas por la burguesía" .15
especJalmente, los socialistas conformaron centenares de ellas en Sin embargo, el PC también apoyó algunas bibliotecas populares
sus locales y centros. Para ilustrar con algunas cifras la permanen- ubtcadas en barnaclas obre¡;as, parcialmente tmanctadas con fon-
cia de este fenómeno, señalemos que, hacia marzo de 1932, exis- dos públicos. Un ejemplo en este sentido fue la Biblioteca Ve-
tían unas 400 Bibliotecas Obreras creadas por el PS, con un pro- ladas de Estudio después del TrabaJO, ubtcada en Avellaneda
medio de 3.000 a 6.000 volúmenes cada una, repartidas por casi (Galicta 667). 16
todas las provincias y territonos nacionales (entre ellas, 56 en Ca- Los nombres de las bibliotecas y centros de cultura comunistas
pttal Federal y 180 en la provincia de Buenos A1res); el Vigésimo (Cuadro 4) remtten a un conJunto heterogéneo de próceres (militan-
segundo Congreso Ordinano del PS, de mayo de 1934, cakulaba tes, pensadores, científicos y escritores) provenit:ntes de las tradicio-
que esa cifra se había elevado a 772 (además de 19 centros cu!tura- }1 nes marxtsta o "progresista", y también a una serie de valores y sím-
les).14 El emprendimiento comumsta que ahora exhibiremos fue bolos ligados a ellas {en los que se observan improntas iluministas y
más acotado, pero no resultó msignificante. En Capital-GBA, he- románttcas). El recurso a figuras argentmas sólo alcanzó a dos casos:
mos podido reconstruir la existencta de caSI una tremtena de estas el paleontólogo y naturalista Florentino Arneghmo y el mtelectual
msutuciones tmpulsadas por los comumstas (a las que se sumaban románttco Esteban Echeverría.

,¡,'
ll L. H. Gutiérrc:z v L. A. Romero, "Sociedades barrtales y bibliotecas po- !· 15 "Inauguración de ia Biblioteca del bloque obrero y campcsmo de Olivan, Ll,
XI, 3309, 7/9/29, p. 3.
'
puiares". en L. H. Guciérn:z y L. A. Romero, op. c11., pp. 69-105. Pero aquí el
fenómeno de las bibliotecas obreras es englobado y subsum1do en el de las
!
~-- ló Fundada por anarquistas, en 1926 contab:¡ con unos 200 soc1osy 1.500 libros.
Jl
"bibliotecas popuiares". como mstrumentos de la cultura barnal. Un estudio En esa epoca, el PC denunc1aba que tanto el intendente: Barceló como el goberna-
local. sobre las bibliotec:¡s 1m pulsadas por SOCialistas, anarquistas y comunas ras: dor Camilo habian dejado de apormr los fondos que aseguraban su funcJOnam•en-
E lisa Pastonza, Los trabajadores de !vlar áel Plata en uispera.t áel pero11ismo, Buenos to: "Biblioteca Popular 'Veladas de Estudio después del1:rab:!jo"',U,1X. 1'!37, 4/4/
Aires, CEAL, 1993, pp. 107-140. :!6, p. 3. L1 biblioteca pudo sobrev1v1r (incluso hasta hoy, bajO control mun1c1pal) y,
.. ~.:
1 ~ Á. M. Gimenez, NueslrtJS bibliotecas obreras, Buenos Aires, Soc1edad Luz, 1932. en ios años s1gu•ences, expenmencó aún más b mfluencm comumsta. Fue allí don-
J. Godio, El movmuettlo obrero nrgettlulo (1930-1943), op. Cit., p. 118. E. J. Corbiere, de, en 1934, el pmtor Jua¡Í C1dos Ca.stagmno, escapando de la persecución políti-
"LI cultura obrera argemma como base de la transformación soc1al (1890-1940)", ca, v1vio oculto unos meses y pmtó un mural en agradec1mu:nto a los obreros que
Hcn·mmeuta, V. 12, otoño de: :moo, pp. 91-104. le habian dado_ c~ij~:...- _ ....... .

·iÍ,,

224 HenuÍI! Camarero Callllllii.SIIlO y c11iwm obrem 225

Cuadro 4. "Bibliotecas Obreras''/"Cenlros de Cultura" dei PC, Algunas de estas bibliotecas tenían crena tradictón y enverga-
Capttal y Gran Buenos Aires, 1925-1930 dura. Era el caso de b. Esteban Echeverría, que actuaba en el barno
porteño de Flores desde la pnmera década del srglo (aún en el
Nombre Áreas de influencia y domicilios
seno del PS), y, hacra fines de 1926, contaba con casr tres mil li-
Es1eba11 Echel!errÍa Flores- Helguera 874, Argench 773
bros; o el de la que !levaba el nombre de Engels (inictalmente ubr-
Gennilzal 1 Villa Crespo - Padilla 794
cada en Avellaneda y luego mudada a Barracas), con más de dos
Renovacióu Villa Crespo- Canrung 871. luego Vera 537 y
mil volúmenes de carácter soc¡a/, literano e mfantíl ha~ia media-
Carnargo 930
dos de 1927. Cada biblioteca tenía su correspondiente Comxstón
Sol de la Jwmanídad Nueva Pompeya- Fourrner 3086
Admmrstrativa, en la que, generalmente, actuaban un secretano
Emilio Zola Píñeyro/Gerli/Villa Ponremr (Avelbneda) -
Galicra215 general, un secretano de actas, un tesorero, cuatro vocales, dos
Fedenco E11gels Villa Garbanno (Avellaneda) -::;Id, luego revisores de cuentas y se¡s bíblíotecanos (uno por cada día de aten-
Patric¡os 1689 (Barracas) CIÓn, de lunes a sábado, Siempre por la noche). Los informes m-
Rosa Luxemburgo V. Domínico/Sarandí/Dock Sud (Avellaneda) - ternos del PC destacaban la 1mporrancra que revistaban estas enti-
Mitre ??19, Mitre 2108. Belgrano 742 dades y recordaban el modo en que debían ser financiadas: "Será
Karl Líebknecht Lanús- s!d espectal cuidado de los Comtté de Barno el de ponerlas en fun-
Día a día más luz Villa Industnales (Lanús oeste)- Groenlandia ciOnamiento regular, perm1t1endo así que se acerquen a nuestra
3694 organ¡zación una canudad aprectable de obreros. No olvidar que
Uuíón Obrera Ciudadela- Luchter 42 dichas bibliotecas no tienen que ser una carga para el partido, smo
Florentino .rfmeghilw Ramos Mejía - s/d que deben ser sosrentdas económicamente por los lectores que a
Renovación Haedo- Cosmopolita 1725 ellas concurran". 17 En los periódicos obreros Impulsados por el
Florentino _rJ.meghino Quilmes - s/d PC, se mstab<t a !os trabajadores a asoctarse a estos centros y, en los
Albi11o .rilgiielles ~- Nueva Pompeya- Guaram 149 órganos de carácter m terno, se planteaba esta tarea como una obli-
Rellotmción Adrogué - s!d gaciÓn para todo adepro. 18 Algunos tenían su propio penódico, en
,4Jnigos del Comllnismo La Boca- Suárez 282 los que comentaban las obras que iban mgresando al catálogo y las
L"Uwto!e France Almagro- Buines 755 actividades realizadas por la mst¡tuc1Ón; ocasiOnaLmente, fijaban
Leó11 To!slot Boedo- Garay 3746 postctones sobre problemas del barno, como la msegundad, los
Ennque C. lvfiiller Balvancra- Castelli 123, Lmea 278, Vi amonte serviCIOS públicos, entre otros.
?999 La literatura que crrcuhba en las bibliotecas comumstas pro-
f/()/tain! Villa Luro- Gaona 6409, Gaona 6461 cedía, en buena medida, de La InternaciOnal, la editonal del PC,
La Comuna Balvanera- Moreno 3281 cuyo catálogo se reproducÍJ. dianamente en el órgano ofic1al del
Tic1lx!)o Boedo- Garay 3746 partrdo. Hasta fines de los años vemte, estJ. editonal funciOnaba
.rlnrorciw de la vf:ldad L-1. Paterna!- Nicas1o Oroño ??11
Florwtino A..Iuexhillo Villa Devoto- Pedro Lozano 4047
lvfáximo Gorh Villa Domíruco (Avellaneda) - s/d
Carlos ivfarx Pifieyro (Avellaneda)- Río Cuarto 600
17 "t\ todas las células, comttcs de barno y dclcg.tdos a la segunda conferencia
IJulíoAmonro i'v!ella La Boca - Lunadnd 658
de la Ca¡mal", Comrré Local dd PC de b Cap11:al Fcderai, 17/8!26. p. 4.
16 "Los afiliados deben mtervemr en ias com•srones, bibliotecas y smdicatos".
Fueur.:: Elaboración prop1a basada en los periódicos dc-las-bibliorcGls y en La
[,ricmacwual { 1925-1930). hl.lcrla! ("Comrtc de Barna d<: Avdlaneda"), I, J, noviembre de 1927, p. 1.
r
1

226 Hemán Camarero Comumsmo y wlwm obrera ??7 r


en Independencia 4168/70, local central que operaba como li- yecto de "revolución democrática" 20 Así, y como parte de Cierta di- 1
¡
brería y sede de La Impresora, donde se confecciOnaban los námiCa anti.i.ntelectual de la. que el estalinismo haría gala en todo el
1
materiales partidanos. Sólo una parte de catálogo era. impreso mundo, muchos de los autores mencionados desaparecteron de los
por LI; la. mayoría enn libros que el sello sólo se dedicaba a estantes de las bibliotecas comumstas, que acabaron privilegiando
comercralizar. Ya desde 1925, en el listado se ofrecían más de aquellas obras que encajaban mc:¡or en la ideología "marxista-leninis-
un centenar de obras, cifra. que se duplicó y triplicó en los años ta" o que reproducían las resolucioneS de los organismos parudarros
srguientes. La mayoría de los títulos se inscribía en una literatura y de la re. Precisamente, desde 1929 el PC impulsó .Junto al SSA de
socialista. y antrcaprtalista: obras de Marx, Engds, Lenin, Rosa la IC, una nueva editonal, llamada Sudam (acompañada de algunas
. Luxemburgo, Paul Lafargue, Clara. Zetkm, Ra.dek, BuJarin, Ko- otras de efúnera existencia), que constituyó una expresión clara del
llontay, Lunacharsky, Stalin y Trotsky (por razones obvias, sólo hasta. cambio. Con la adopción de!Jrente popa lar en 1935, otras casas edito-
mediados de 1928), entremezcladas con algunas de los anarquistas ras y publicaciones suplantarán. a su vez, este catálogo. El nuevo dará
Kropotkin y Eliseo Reclus. En segundo lugar, una selección de cuenta de un viraje radical respecto de las antenores concepciones
obras de la "cultura universal", especialmente aquellas pertene- historiográficas y políticas, porque contendrá una recuperación de la
cientes a la narrativa dectmonónica, que evidenciaban un conteni- trádición intelectual liberal mtcJada con la Revolución de Mayo ycon-
do social, humanista, romántico o naturalista moralizante (buena tmuada por la generación del37 (reivmdica.rá abtertamente los nom-
parte de la obra de Víctor Hugo, Zola, Gorki, Tolsto1, Dostoievski bres de Moreno, Alberdi y Sarnuento).21
e lbsen). También, varios textos de escntores contemporáneos en El momento de mayor desarrollo y apertura de las bibliotecas co-
los que se filtraba un espíntu antiburgués, antrmilitansta o solida- mumstas transcurrió durante la mayor parte de los años vemte. En
no con la Revolución Rusa: los integrantes del grupo francés Cla- aquella época, y como también era frecuente en las que animaron las
ridad Roma.in Rolland y Henn Barbusse, el norteamencano Up- otras tendencias de izquierda, estas instituciones, además de las tareas
ton B. Sinclair, el francés Anatole France, el británico H. G. Welk formahnente asígnadas (la promoción de la lectura y el ahnacena-
y otros. No faltaban obras clásicas de representantes de la ilustra- miento de libros), realizaron múltiples experiencras de instrucción y
CIÓn (Rousseau, Voltaire y Diderot). Entre los nombres locales, se ' soCiabilidad cultural: cursos, lecturas comentadas, conferenctas, obras
destacaban Echeverría, Ingemeros, algunos mtelectuales de la Aso- de teatro, concursos de poesía, veladas literanas y mUsicales, entre
ciaciÓn Arn tgos de Rusia y los escritores liberta nos Alberto Ghr- otras, stempre con el objetivo de que los obreros se ilustrasen en los
raldo y Julio R. Barcos. Este bricolage de autores y títulos estaba
presente en todas las instituciOnes culturales de la. clase obrera desde
su momento formattvo.I 9
Sin embargo, cuando el PC se embarcó en la estrateg¡a del tercer
10 Por ejemplo, R. Gh1oldi, "Juan B. Alberdi", Soviet, II, 7, JUlio de 1934, pp.
periodo, especialmente a partir de los años treinta, la vtsión sobre mu-
21-24, en donde se ataca a aquella figura y a las de Sarmsenro, rvii(re, Ingcmeros y
chos de estas figuras se alteró, y comenzaron a ser tachadas de va.nan- o(ras, y se Jntent;t mos(rar su con(enido "de ciasen
tes de la cultura y el pensamiento burgueses. Desde entonces, toda la ~ 1 El abrupto camb1o polí(ico-mteiectua! del PC de 1928, cuando se Imponen
tradiciÓn de mayo y la h1stona nacional liberal fueron juzgadas reac- las v1s1ones dei tercer periodo, yei modo en que desde 1935 fue reemplazado por otro
ciOnarias, proimpenalistas y ant1populares, e}..-rrañas a cualqu¡er pro- en donde se habría descubierto la "cuestión nactonal", ia "h1sroncidad~ de la socie-
dad argentma y lo progres1vo de ia tradición liberal, en J. Ar1c6, Ln cola del diablo.
lliuerano de Gramset en.-'!mlirua Lacma, Buenos Aires, Puntosur, 1988, pp. 181-185;
Maria Caldeian, "De la sect.1 a la política", La Ciudad Fu111ra, 4, marzo de 1987, pp.
19 Juan Carlos Torre, 'Y\cerca de ios estudios sobre la h1stona de los traba_¡ado- 17-18; y D. Lvov1ch y M. Fonc1celli, "Clase contra ciase. Política e h1stona en el
res en Argentma",.rluuar•o del IEHS, V, "lindil, 1990, p. 219. Partido Comums¡a a.rgcntmo (1928-19~5)_~~-~r.r:c¡~:~ pp. 199-7?1.
228 Hemán Camarero Con un nono )' culru m obrer.< ??9

valores antrcap¡talistas. Es decrr, fueron, a! mrsrno tiempo, ámbitos té danz;¡_nte f.1.miliar amemz;¡_do por orquestas. 23 Otra tanto hacía, en
de erudición y de entreten1m1ento. Veamos algunos eJemplos para la Villa Crespo, h Biblioteca Germmal (en el Teatro Gral. Mitre) y, en
pnmera de estas funciones. Uno de los centros, hacra mediados de La Parernal, la BiblioEeca Ancorcha de la Verdad (en el Cine Oeste).
1926, prometía para todos los lunes el ejerciCIO de" ... lecturas co- La Biblimeca Emilio Zo!a, de Avellaneda, montaba funciones en el
mentadas, empez,.·mdo por el 'Libro de la Revolucrón' de Upton Sin- Salón Cosmopolita. de Villa Alsma. La Biblioteca Obrera Renova-
clarr; y todos los Jueves a la mrsma hora, habrá clases de cantos revo- crón, de Haedo, orga.n¡z;¡_ba comedias, lecturas de poesía, números de
luciom.nos a cargo del compañero M. Sc1ancolépore. Ningún obrero canto y gull:arra, y bailes familiares en el Teatro Rivadav¡a de esa zona.
simpatizante con los principios de la Internacional Comumsta y que Varias de estas entidades r.ambtén preparaban salidas campestres fa-
vwa en la Boca debe estar ausente los lunes y JUeves de estos actos miliares: los p1cmcs en el balneano de Punta Ch1ca o en algún recreo
educatrvos". 22 En vanas de estas bibliotecas, se rmpartían clases gra- de la Isla Macrel, y las excurstones en vapor al Delta del Paraná, pare-
tuttas nocturnas de !as distmtas asrgnaturas escobres. En ocas10nes, cían ser hs preferid;..s.
desde esos centTos se promovían v¡srtas gu1adas a ámb1tos específicos ¿Cuál era b especificidad comumsta en cuanto a las bibliotecas
de la cultura, por ejemplo, al Museo Nacional de Bellas Artes, para obreras? Sus propuestas c¡entíficas y eruditas debían subordinarse al
estudiar las obras p1ctóncas y escuchar luego las reflexiones de algún objetiVO de la lucha de clases, es decrr, debían ser un instrumento para la
conferencista del partido o vinculado a éste. Las conferencias aborda- consolidación de una conciencia. prolet:ana revolucrom.na. Este argumento
ban temáticas no muy vanadas y se pnvilegiaban las que señalaban la aparece desplegado por un dirigente partidario, M. Punyet Albert!:
eastencia de una cultura de los trabajadores, lo que queda evidencia-
Es común caer eri el error de pensar que una biblioteca
do por sus recurrentes títulos: "Misión de las bibliotecas y cultura
obrera" o "L<~. revoluciÓn proletaria y la cultura" mantenida por trabajadores debe preocuparse ante todo
Detrás de la actividad de estas instituciones, se percibe un eco, de los grandes problemas de la ciencia y de las creacio-
pero atemperado y mucho más aggiomado, de aquel propósito que nes de la literatura [ ... ] tal criterio no responde a la ver-
definían a los centros del PS: comportarse como faros para la "eleva- dadera funciÓn de las bibliotecas obreras ( ... J. Si las bi-
bliotecas organ¡z..<das y mantenidas por obreros alimen-
ción cultural y moral" de la clase obrera. Ciertamente, en estas bi-
bliotecas comunistas se advierte el intento por Irradiar una cultura tan la ilusiÓn de que con una !Jbor cultural pura se con-
rribuye con mayor eficacia que con la acc1ón a la eman-
erudita basada en modelos letrados clásicos, pero, al mismo tiempo,
C!pac!Ón dei pro!etar:=:.do~ repetimos que errarían el ca-
en ellas se encuentra una crec¡ente tendencia (m.ayor aún que b. que
aparecía en el caso soc¡alisra) a realizar concesiones o adapta.c1ones mmo [ ... ].Se trata de adqu1r1r mediante estas bibliote-
con respecto a sus fines origmanos de ilustraciÓn popular, evidencia- cas, la cultura mdispensable para mantener una lucha
tenaz contra la mmoría que se h:t adueñado del mundo.24
da en actividades sociales más profanas. Señalemos algunos 11emplos.
La Biblioteca Esteban Echeverría de Flores orgamzaba festivales ar- En la h1stona de estas bibliotecas y centros, debe establecerse un
tísticos y cinematogr.:íficos, y conferenc¡as sobre asuntos polítrcos na- corte en 1930. A partlr del golpe militar ocurrido ese año, la persecu- ;j.

cionales e internaciOnales, en d Teatro Boedo, en e! Cine Ideal Palace


y en el Cine Impeno (ubtcados a pocas cuadras), alternados con algún
:>.,;Una mreresante foto dei fesnval de b biblioteca en el Teatro Bocdo en Rcvrsla
de Onmit'. Órgano de fa.Asocracióu ~1nugos de Rusra", I, 3, agosto de 1925, p. 19. A.de-
~"Centro Boqucnse de Cultura y Propaganda", LI, JX, 1281, 28/5/"26, p.3. Un más: "Nuestros actos: b confercncta sobre Chma", Bo/etÍil de la Biblioreca "E.stebau
análisis de este t1po de prácticas, limtrado al caso anarqutsta, en Dora Barrancos, Ecf1e,,enía", I, 4, mayo de 1927, p. 2.
"Las lecturas 'comentadas': un disposltlvo para b formación de b conc•enc¡a __c~ll~..--····· ~~ "Los trabapdorcs y ias bibliotecas. Confcrencta en Biblioteca Florcnnno
testara na emre 1914-1930", Boletin CEIL, X. 16, dic•embre de 1987, pp. 1-8. 1\rneghmo~. U, XI, 3216, 10/12/27, p. 4.
230 Hemáu Camarero Comunismo }' culwra obrera 231

ción polic1al que sufnó ei PC obligó al cierre forzado, al menos en su de enseñanza "proletanos" aparecen reflc:Jados en la propaganda coti-
carácter público, de la cast totalidad de estas entidades, que funciona- diana del PC. Decía La Intemacional a fines de 1925: "iPor la creación
ban, en general, dentro o al lado de los locales del part1do o de los de escuelas obreras! iPor nuestros niños, que son carne de explota-
smdicatos hegemontz:tdos por éste. Desde pnncipws de 1932 y hasta ción en las escuelas del Estado y del Clero". 27 El éx1to, sm embargo,
mediados de ese año, cuando el PC pudo salir del estado de clandes- se logró limitadamente, pues sólo pudieron constitUirse escuelas en
nmdad cast absoiuca y vanos de sus locales e mstttuc¡ones recupera- una comunidad étmco-lingüíst¡ca en la que el PC actuaba con espe-
ron carácter público, emergió una nueva camada de bibliotecas y cen- Cial fuerza: la JUdía (lo que se analiza en el prÓXImo capítulo).
tros culturales comumscas. Una de las más activas fue la Asociación Al mismo tiempo, el PC propugnaba transformactones en la edu-
Cultural Anatole France, que disponía de un salón de actos en Bel- cación estatal. 26 Los soctalistas defendían la pedagogía sarmtentina, la
grano 1732 y solía realizar diversas conferencias y veladas artísttcas. escuela pública como espaciO de socálización mf:mtil p;~ra todas las
L;¡ Biblioteca Obrera Gutenberg (Gorrtti4912), dentro de sus múlti- clases soctales y la escolanzac1ón de la niñez obrera. La pOSICIÓn de
ples careas, orgamzó cursos de economía e iuictac¡Ón maTXJsta. 25 Otras los comunistas, en cambto,luzo hmcapié en el combate a la enseñan-
bibliotecas, que ya eXJstían antes, como Renovación, realizaron una za "burguesa, patriótrca o relig¡osa" dentro de la educaciÓn pública.
m tensa labor en est-e período, por ejemplo, fest¡vales cinematográfi- En los programas del parttdo, además, se extgía que el Estado garanti-
cos. La represión que volvtó a golpear al PC desde fines de 1932 des- .i zase el acceso al estudio a todos los hijos de obreros (con entrega
hizo la acción de muchas de estas instituciones. gratmta de útiles, menenda y vestimenta), el derecho de alumnos y
.Exammemos ahora la estrategia comunxsta vmculada a 1a mstruc- maestros a e.."\.-presar sus op1n1ones y que se democratizaran los Con-
ctón formal y sistemática en el mundo del trabajo. En este terreno, el SeJOS de Educactón (prop1c1aba su elección por parte de alumnos,
PC navegó entre dos aguas. Por un lado, buscó desarrollar mstJtucta- maestros y padres). 29
nes educattvas propias, mdependientes del Estado: las "escuelas obre- Por otra parte, el PC tuvo una posición heterogénea frente al lla-
ras". Se retomaba aquí la vasta experiencia que el PS' había desarrolla- mado Movinuento de la Escuela Nueva, en apogeo durante las tres
do desde flnes del s1glo XIX con la creactón de decenas de "escuelas pnmeras décadas del stglo XX. caracterizado por ideas democratiza-
libres". 26 Pero es evidente que, para los años vemte y los treinta, estos doras y progresistas, afines a una discuSIÓn del esta tus del niño, de la
esfuerzos comumstas resultaban vanos frente al peso, presttgto y re- relacJÓO entre autoridad docente y libertad mfantil, y de las modali~
cursos con que contaba el sistema de educación pública. De modo dades y didácticas de los procesos de enseñanza-aprendizaje. Por un
que aquel m rento "autonom.istan se vio acompañado por propuestas lado, desde la provmcta de Mendoza (escenano de una parttcular
de camb1o radical del sistema, para hacerlo más proptcto, útil y acce- mezcla de gremtalismo docente combativo, femm1smo y pedagogía
sible a los hijos de !os trabajadores. Los esfuerzos por formar centros nueva), se destacó la expenencta de la gran maestra y pedagoga Flo-
rencia Fossattt (1888-1978). Con una formac1ón en la Umverstdad
de La Plata, Fossatti se desempeñaba como mspectora de Bibliotecas _.¿
¡

15 En ella Barrolome Basto dicL.Iba cursos sobre "Matenalismo h1stónco" y


Pedro Miles• sobre "Orgamzación smdical y política dc:i proletanado" "Bibliotec~
Cuirural Obrera Gurenberg", BR, I, 53,24/5/32, p.·2. 17 "Escudas proiet;mas", Ll, Vlll, 1144, 26/9/25, p. 2.
~ 6 Sobre las e:-..1Jenenc1as cducat¡vas del PS: D. Barrancos, Educaciéll, wltura y ..
.'
~s Aquí nos apoyamos en: Sandra C•rli, Nizlez, pedagogla y política. Traaiformacio-
trnbajtJdorcs (1890-1950), Buenos Aires, CEAL, 1991; ídc:m, La escena i/umwada. Cieii- ues de los discursos aurm de la uifmzaa m la htStona de la cdttcacióu argcutilw mire 1880 )'
Cia.s para Trabajadores, 1890-1930, Buenos Aires, Plus Ultra, 1996; Marma Becerra, 1955, Buenos Aires, Miño y Dávila-UBA. 2002.
"¿Fiestas patnas o flesL.Is socialistas? Rituales escolares e identidad soctalista a prm- zg "Proyecto de Programa dei Partido Comumsta de ia Argcncma". Ll, VIII,
ctplos dels1glo XX", en H. Camarero y C. M. Herrera (eds.), El Partido SocJalisla 1!11 1168,29/10/25, p. 7; "Las re1vmdicactones de las masas eJ..lJiotadas en la plat:~forma
,1rgcutma.. , op. Cit., pp. 97-119. e lec coral del PC~\ Ll, XVt 3424, 20!2/34t f? .. 4_ --··----·--··-· ·

ú
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232 Hemán Camarero
Comllllli"IIIO )' wlwra obrera 233
Populares y de Escuelas. Luego. fue una de las líderes de la huelga de
alternattva que ofrecía el SIStema soviético de mstrucción, en donde sí
1919, en la que se .conqu1stó el primer escalafón docente. Desde la
se construía un "nuevo t1po·de niño". En este senttdo, Ponce se mos-
Unión Grem1al del Magtsteno y la Asociación de Maestros de Men-
traba enem1go acérnmo de la "neutr;¡lid;¡d escolar":
doza, se enfrentó duramente a la Federación de Maestros Católicos.
En 1921 fue destitUida de su cargo docente, por discnmma.ción ideo- Y m ten tras hasta en el más escondido rmcón de la socie-
lógica,Junto a Angélica Mendoza, la desta'cada integrante del PC que dad capitalista. todo está construido y calculado para ser-
emtgró con la fracciÓn de los ch!Sp!Stas en 1925. Como presidenta. vtr a los mtereses de la burguesía, el ped.agogo pequeño
del grupo Maestros Unidos, Fossatti participó del Movimtento de la burgués cree que pone a salvo el alma de los niños por-
Escuela Nueva, que enfrent:a.ba a los sectores conservadores e Impug- que en las horas que pasa por la escuda se esfuerza en
naba la formaciÓn dada en las Escudas Normales. En ese conte:--.1:0, ocultarle ese mundo tras de una espesa cortma de humo.
orgamzó el Centro de Estudios Nueva Era, que elaboró um. sene de ¿No están, sm embargo, los intereses de la burguesía en
publicac10nes y creó dos escuelas experunent:a.les, en donde se pro- los te:--.'los que d niño estudia, en la moral que se le mculca,
movió el autogob1emo mfantil, dentro y fuera de las aulas, a través de en la htstona que se le enseña? La llamada "neutralidad es-
centros de alumnos, y de tribunales y cooperativas de los niños. La colar" sólo ttene por objeto substraer al ni.t1o de la verdade-
e.'\.-penené!a fue arrasada por la represión conservadora y Fossatti, en- ra realidad soc~al: la realidad de las luchas de clase y de la
tre 1936 y 1958, estuvo e:--.-pulsada del mag1steno público. Si bien su e.""qJlotación capttalist:a; capctosa "neutralidad escolar" que
vmculacíón con el PC era muy anterior, en 1938 la pedagoga se afilió durante mucho ttempo srrvió a fa burguesía para djsrrnular
al partido y militó en él hasta. su mu~rte.30 meJor sus fundamentos y defender así sus mtereses.31
En la vereda opuesta, se encontraba Aníbal Norberto Ponce, un
mtelectual indisolublemente ligado al PC, que criticó la e..'\.-penencia Detrás de esta probiemánca en torno a la educación, se hallaba la
de la Escuela Nueva y los prmcipios de autonomía del discurso peda- cuestiÓn de las políticas frente a la niñez proletaria. Como veremos,
gógico e."\.-perimental. En 1934 dictó unas lecciOnes en el Colegio Li- el PC dedicó gran atenctón a este tema, como parte de sus preocupa-
bre de Estudios Su peno res, luego editadas bajo el título de Educación clOnes por el proceso de transmtsión intergeneractonal del proyecto
y lucha de clases. Se presentaban como un intento, desde el "'materialis- comuntsta. Esto nos conduce a analizar la política que el partido adoptó
mo dialéctico", de reconstrucción del condicmnamiento que d me- hacia la mmoridad.
dio soc1altmponía a las formas de la mstrucctón y !a adquisición de
conocimientos. A m no con el espíritu del tercer período, allí, la histona 2. LOS COMP..JlÑER/TOS Y LA INFANCIA PROLETARIA
de la educaciÓn era auscult:a.da en func1ón del choque de intereses de
la burguesía y el proleranado. Por ello, el movtmtento escolanovtsta Los comuntsras qutsteron reclutar e mcidir en las cepas mtsmas del
de renovaciÓn pedagógzca era reputado como una mictattva reformis- proletana.do, es dectr, entre los niños. En este campo, tampoco fue-
ta. y pequeño burguesa, que ignoraba la educaciÓn de las masas e in- ron precursores; el soctalismo y el anarqUismo desarrollaban desde
comprendía la verdadera realidad educativa. Todavía más, se lo defi- siempre un activo proselitismo: se preocupaban por las condictones
nía como un esfuerzo vano por ubicarse "entre el fascismo de la bur- escolares de los hüos de los obreros y denunc1aban las monstruosida-
guesía y el socialismo del proletanado", que quedaba superado por la des del traba_Jo y la desnmnc1Ón mfantil. El PS había creado un orgams-

.JO Un perfil de Fossattl en: Bemto M"lnanettl, Semblanzas ¡• unrrne~oues, o p. Cit., 31 Aníb;¡[ .Ebnce (1937), Educncióu¡• lucha de dases, Buenos Aires, Carcago, 1975,
pp. 76-79. pp. 183-184.
234 Hemán Camarero Co/IIIIJ/t\'1110 y wicura obrera 235

mo pan realizar con ios ch1cos más humildes una "sana recreación". En nsta.34 La ImposiciÓn de una dura normattv1dad se dc:.Ja traslucir en
efecto, en 1913, por miciattva de Fema Chertkoff de Repetto y su hija las cmco reglas que debía segutr un "buen niño comunista":
Victona Gucovsky, entre otras, se había constituido la Asociación Biblio-
tecas y Recreos Infantiles. La entidad creció durante las dos décadas si- 1) Un joven ptoner debe ser Siempre leal ala causa de la
r

1'
guientes y se abneron decenas de filiales en los Centros Socialistas. Era 1 clase trabajadora. 2) Un JOVen p10ner debe ser un buen
~
una altematrva frente a los jardines de infan\es escasos, reservados a los camarada de todos los pioners y de todos los hijos de los
neos. Allí se atendía a los menores en sus juegos, lecturas y tjercicios de obreros y campesinos de todo el mundo. 3) Un JOVen.
1
cuentas matemáticas, en las labores femeninas-de costuras y bordados, y ptoner debe orgamzar a los niños que lo rodean. Debe
en la enseñanza de buenos modales. Los objetivos de la Asociación eran: t tomar parte en la vida e intereses de los niños y atraerlos
a las agrupaciones infantiles comunistas. Debe se¡· un
"Sustraer a los niños de !os bamos populosos de la capital a la caiie y sus
peligros fís1cos y morales, ofreciéndoles, en camb1o, b¡yo la dirección de modelo para todos los hijos de los obreros y campesi-
una persona competente, una ocupación inteligentemente escogida, por nos. 4) Un joven pioner debe estar s1empre ca.pacttán-
medio de libros, lámmas,Juguetes,juegos racíonaJes y <;jercícios físicos, dose. El conocimiento es poder en la lucha de la clase
cantos, paseos de estudio y labores manuales".32 Pero el PS nunca le .1 trabajadora. S) Un JOVen pi;ner debe ser disctplinado y
otorgó a la mñez una dimensión claramente política. [ aceptar las deciSiones de su agrupaciÓn, de la FederaciÓn
El PC, en cambto, abordó esta cuestión con un contenido más Juvenil Comunista. Sólo la disctplina puede formar un
Parttdo como lo quería Lenm.35
militante y distante de la muida médico-higienista y positivista, en
un ámbtto que, por lo demás, siempre definió "infancia proletana". J1
Las agrupaciones infantiles comumstas tenían un programa polí-
Desde los pnmeros años veinte, se conformaron las Agrupaciones
tico. Hacta fines de 1929, así resumían sus reivmdicaciones funda-
Infantiles Comumstas. que procuraban reunrr a los hijos de obreros
mentales: visitas médicas gratuitas a los niños de trabajadores; crea-
(del propio partido, en su gran mayoría), con fmcs educativos, cultu-
ción de terrenos de juegos, de pise mas, de sanatorios y de campos de
rales y propagandísticos, y que, al mtsmo ttempo, buscaban Impactar } niños a costa del Estado; prohibición de emplear los recreos infanti-
sobre sus progemtores. Desde 1927 actuaba la Comisión Central de
1 les para la instrucción militar; no utilizaciÓn de libros chauvmistas y
Grupos Infantiles, que reunía. a las distmtas agrupaciOnes de niños. 1
religmsos; supresión de la enseñanza religtosa en todas las escuelas;
Sus nombres, nuevamente, remiten al panteón y a las efemérides de
1 prohíb1ción del trabajo asalariado hasta los 14 años; enseñanza y nu-
la tradiciÓn marxista: en la Capttal, la más antigua y dinámica era la
tnción gratuita a los niños en las escuelas; supresión de los conventi-
Carlos Liebknecht (que editaba un periódico mensual, iSiempre lis-
llos; subvención de parte del Gobierno a los padFes desocupados; apli-
los!); también actuaban otras, como Nicolás Lenin, Rosa Luxembur-
cación de la Ley N. 0 11317 de protecciÓn a los menores de 16 aiios. 36
go y Alba Roja; en Avellaneda, estaba la 7 de Novtembre. Como con-
También las labores de carácter recreattvo ocuparon un lugar cen-
tmuac!Ón de estas e;-.:penenctas, en los años treinta, el PC formó la
tral en las agrup~ciones mf.uuiles del PC. Una de ellas era la orgam-
FederaciÓn Infantil de Pioners.33 Se presentaba como nval de las "or-
zación de los "domingos comumstas",jomadas al aire libre en donde los
ga.mzaciones burguesas mfantiles", en especial, de la que aparecía como
menores practicaban deportes y JUegos, alternados coa la entonación de
la más acttva, !a de los Boys Scouts, tachada de reaccionaria y milita-

3-' "Concra las orgamzac¡ones de Boys Scours, comra la míliranzación en la


)~Á M. Gimencz, "Tremra años.. .''i"op. Cit., p. 73. escuela, comra la enseñanza pamorera y relig~osa .. .''. LT, XI, 3307, TI/8129, p. 7.
lJ L, palabra p1onero se escribe en mglés p1oneer. Los comumsr;¡s ia escribte- JS "Regias para los jóvenes p1oners que desean segutr la línea de Lenm",Juvelllud

ron, mdisrmramente, de ese úlr1mo modo o con una sola e. Nosotros resper;¡mos ia Comumsta (Ó¡garzo de la Fecferadóujuveuil Comumsta), VII, 48, febrero de 1928, p. 7
forma con la que fue escnta en cada caso. 36 "Rincon mf.-¡nril. Programa de retvmdicaclones", LI, XI, 3324, 2l/.12/.29,.p-.8·-···
236 Hemáu Cawarero Comunismo y witum obrem 237

himnos proler.a.nos (como "G. Internacional" o "H~os dd Pueblo")_ Por VIStabtológlCo, en la mayoría de los c;~sos, aún no habían alcanzado la
otra parte, si desde pnnciptos del s1glo XX, como afirma Barr.tncos, "--- pubertad. Por eJemplo, haCI;~ 1927, en el órgano oficnl del PC, se
entre los socialistas hubo una determmación muy clara en volcare! traba- rehtaba la vtstta allocai de [a calle Vera 587, donde se encontró una
JO escémco de los niños al servicio de la causa proletana"37 , advert!IDOS cantidad de niños ''discurtendo con toda seriedad". Se trataba de una
que los comunista.s potenciaron esta ex-perienCia. Esto ocurría con las comisiÓn que tenía reunrón esa noche. Al finalizar, el reportero enta-
grandes "matmées mfantiles" en las que Ios 1camaraditas rc!Jos, acampana- bló este diálogo con su secretana:
dos por sus madres, se entretenían con cantos, danzas, obras de teatro,
números de declamación e himnos. Todos los anos, en el mes de JUmo, ¿cómo te !lamas?, le pregunta.mos. Clara Levm, nos res-
transcurría la "Semana mternaciona! de los niños proletanos"- En esa ponde amablemente. ¿Qué edad trenes? Trece años.
oportunidad, a pesar de que fa convoca tona aparecía regida por un obje- ¿cómo se lhma b agrupación mfantil? Carlos LJebkne-
tiVO polítiCo C'--- que los hijos de los obreros pued:m e,"-pres:tr mteosJ.- cht, responde. ¿por qué [e han puesto ese nombre? Por--
mente todo el dolor de la ex-plotación despiadada del capitalismo, a la par que él fue uno de los grandes jefes de la juventud revo-
que el deseo de colaborar eficazmente con los adultos en la lucha por la luc!Onana, dedicó todas sus fuerzas y energías en prove-
emancipación"), la ac;tividad g1raba en torno a un gr.m festtvaL 33 cho de ia clase trabay1dora, y es por. ello que se lo eliminó,
Los "compañeritos" eran sometidos a un e::-..tremo grado de politl- 1 asesmándolo cobardemente por los agentes del caprtalismo
[-·-J. ¿con cuántos militantes cuentan? Ciento tremta. Ade-
zacJón: "Un número que gustó con delirio fue la ronda adaptada 'En
el puente de Avrgnon'- Un grupo de pibes de las Agrupactones Infan-
( más, hemos dado el pase correspondiente a la Federación
tiles la realizaron con mucha gr.rc1a, ridiculizando con ac1erto al capi- 1
Juvenil Comumsta adocecompañentos. ¿cuánto hace que
talismo, a los radicales, a los soctalistas, al fasCismo y entonando loas 1¡ militas en la agrup<!Ción? Dos años. CEs de responsabilidad
al proletanado y al Partido Comumsta" . Y luego contmuaba: "Ya el el cargo que ocupas? Ya lo creo, nos responde apresurada,
salón dcslCrto y triste por la falta de sus pequeños an¡madores, al salir 1 por cuanto es ce cargo rcqu¡ere llevar el contra!or de to-
el cromsta a la calle, escuchaba aún a lo lejOS a un grupo de compañe- dos los milirarnes y además ... mucha senedad. ¿Tiene
ntos que cantaban el motiVO de la ronda: 'A un Centro Comumsta algunas secc10nes la agrupación? Tenemos la sección ar-
van m1s padres, van m1s padres. A un Centro Comumsta van m1s tÍstica, ora tona, redacCJÓn, deporttva, y además b escue-
padres y yo también"'- 39 Si los "niños obreros" eran entretenidos por la comumsta mterna de la agrupación, que fa forman 30
e! PC en c!:1ve !údico-pcdagógic:tv éstos nunca deja.bJ.n de ser enlpiea- compailentos de íos más destacados, y esri dingida por

dos, al m1smo tiempo, como precoces propagandistas del ideal comu- ; nuestro encargado, qtuén nos dicta cursos clasrstas. 40
nista; de esta manera, se los subordinaba a la lógtca del compromiso
Si bren es sabido que la mbnc1a es un ttempo h1stónco-cultural
doctnnario. Aquí hubo una gran Similitud con el anarquismo, que
construido por los adulros (y h relación entre ambos es stempre ;~st­
desarrolló una concepción mtegral del niño militante. Sin duda, re-
sulta dificultoso concebir a esta politicidad como enteramente genui- métnca), estos menores quedaban mcorporados en el mundo de la
polít¡ca, es decrr, de los adu !tos, y elaboraban discursos y acciones con
na en quienes, desde el punto de vista psicológico, estaban en pleno
valores propxos de sus mayores ("responsabilidad", "senedad"; "con-
proceso de estructuración del aparato psígmco y, desde el punto de

~o "Rincón de los nif10s", Ll, XI, 3199, 6/8/27, p. 6. Es difícil s;¡ber cu:intos de
37 D. Barrancos, Los ui1ios prosdí!uras de las vanguardias obreras, Buenos Aires,
estos niños prosigmeron su militancta. El caso más destJGldo fue el de Jacobo Co-
DT/CEIL, 24, mayo de 1987, p. 5.
38 "L1 Semana mtcrnactonai de los niños proiconos~'. U,.IX., 1303, 'D/6/26, p. L
sm, orgamzador de los "p10neros" desde 19?3, cu~ndo tenía once años; postcnor-
39 "El festival mf.mcil del29n, Ll, IX, ÚIO, 1/7/26, p. 1.
mcnre, con el pscudómmo de "César", fue sccretano general de la FJC y mu~mbro
-
del ce parridano.
238 Hemá11 Camarero Cowlllll~IIIO y w itu ra obrera 239

trol" sobre otros, lucha "a muerte" contra e( capitalismo). Asimismo, por ia FederaciÓn Infantil de Pioners". La publicación se adjudicaba
los hmmos del pio11eer apunoban a reforzar ei orgullo por su carácter la mrsión de construtr, en los menores proletanos, valores opuestos a
proletano y comuniSta, lo que prueba el éxito de un claro modelo de los 1m partidos por el Estado, el ststema educanvo, la Iglesia y algunos
identificactón en los niños. En los informes presentados al Congreso de medios de comumcación. Desde sus pnmeros números, los obJett-
la Nación por el senador Sánchez Sorondo, se reprodujo una de las can- vos quedaron ex-puestos: "Para luchar contra la e>..-plotación de los nt-
crones en idisch encontr.tdas en un cuaderno secuestr.tdo por la policía ños en ias fábncas, contra las mentiras de las escuelas, contra el pa-
en una escuela obrera judía del PC, a mediados de los años treinta. El trrotlsmo que en ellas se mcuka, contra el pulpo religioso".
mensaje era mequivoco: Sl el niño comumsta prefiguraba una nueva éti- En un formato pequeño y con un diseño ágil -textos cortos y
ca, encarnaba la superación de la soc1edad caduca y portaba la llave del muchas ilustractones-, Compaiierito recorría un espectro temáttco que
futuro, lo era por su naturaleza inquebrantable, probada ante la adversi- ib:t desde la retvmdiCJctón mmedi:tta de ciertos derechos hasta el dis-
dad, y porque rcpresenoba la. contmuidad de la lucha de sus padres: curso más utópiCo de transformación saeta!. En el primero de los
sentidos, los planteas eran recurrentes: se privilegiaban las denuncias
Mi padre crea en la fábrica, en la ciudad, en la aldea. sobre las condictones del trabajo infantii, que, aunque había dismt-
Jamás se cansa. En la escuela, en un banco duro, iapren- nuido en térmmos absolutos y relatiVOs, todavía subststía -muchas
do yo su cama! Cuando vosotros huelgan y pasan nece- veces, de modo "inv1sible" e mformal- en ctertas ocupactones de
Sidades, por mí no se preocupan más, estoy con voso- Buenos Atres (sobre todo, en los sectores textil, químtco, gráfico y
tros a cada paso, soy ptoneer. Unidos todos y filas sóli- del vestido_}. Una cons1gna global resumía los reclamos levantados
das, con vosotros estamos listos, pues aprendemos a es- por el PC: " ... contra la explotación de la niñez, por pan, ropa y dere-
tar srempre listos, desde la niñez. Soy JOVen y fuerte, cho de estudiar para todos los niños obreros".-l 3 En el segundo senti-
ammado y erguido, el trab;yo para mí no es pesado. Mi do, se encuentra una saturación de textos e ilustraciones que proyec-
padre es comumsta y yo soy p10neer:n tan Imágenes de la socredad futura, en clave de místtca doctnnana: en
Para promover la acción de estos grupos mfantiles proletanos del un numero, un dibujO muestra a ch1cos de distmtos lugares del mun-
PC, eXJstía un órgano de prensa específico: Compaiierito.'12 Tuvo dos do, entrelazados, hactendo una ronda alrededor de una bandera roJa, con
etapas: la pnmcra, en· la que el PC declaró una ttrada de unos 25.000 una frase que reza "Pronto llegará el día en que los mños de todos los
eJemplares, se e>..1:endió entre mayo de 1923y el golpe miliur de 1930, pueblos de la uerra podrán estrechar sus manos en tomo de la úmca
y se editó como "Periódico mensual para los niños", desde julio de bandera de fraternidad"; en otro, tras la cons1gna "Nit1os proletanos con-
1932, reapareció como "Periódico de los niños e:-:plotados. Editado templando ansiosos la salida del nuevo sol, la Sociedad ComuniSta", se
observa a una madre abrazada a sus hijos, que asiSten alborozados al ama-
necer resplandecrente de una hoz y un martillo.+! Ese futuro parecía
pró:x:nno con fas constantes notas referentes a la mñez en Rus1a, retraoda
" 1 J\ll;¡cias G. S5nchez So rondo, Represiou del comrtmsmo. Proyecto de ley, u!fonrrc }' arrte- plena de una felicidad ilimttada, garantiZada por el Estado soviétJco.
cedmtes. Tomo 11, Buenos Aires, lmpren¡;¡ dci Congreso Nacional, 1940, pp. 419-420.
-n Vú1as secctones de la IC impuls.1ron agrupac1ones y periódicos mf.1nriles en
ios años ve m re Y en:~ nra. En Chile, el PC imció est.1S C:\-pen~nc 1 as hac1a 1923 y, tres
1
l
Colllpaii.errlo se posiciOnaba como nval de las rev1stas mfantiles
"burguesas", como Billikeu, a la que llamaba a bOicotear, tanto por.su
¡
años después, ediró para ese secror la revtsrn El Piouero (Hernán Ramirez Neco-
chca, Ongeu yj<Jrmacióu cid Panido Comrrmsta de Otile: en.ra¡'O de lristona del Parriáo, San- 1
tiago de Chile, Ausrrai. 1965, pp. 140y ss.;Jorge Rops Flores,iV!oral y pn:icttcascivica.re11 ~3 "Imctcmos una gran campaña de organtzación", Compaiierrlo [2' eEapa f, I, 1,
los nilios chilenos, 1880-1950, Sannago de Chile, Anadna, 2004, pp.262.-281. Hacta 1928, JUlio de 1932, p. 1.
Pioneros RojOs, la org:¡mzación m.f.1nril del PC meXIcano también tenía un periódico 1l .1..1 Compaiíento (l.' ec.1pa f, I, 2,junto de 1923, p.!; Comparierito [V e rapa f, I, 3,
propto (B. C:~rr, Lo •=:qmcrda mcxwma a tra11es del srglo .'CX, o p. ctr., p. 51). JUlio de 1923, p. L ----·---··- ·
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Hemá11 Camarero ComunL\1110 y adw m oúrera 241
240

contenido como por sus maneJOS empresanos.-l 5 Esta publicación, y la plicar, dibuJOS y chistes. En cada matenal, se filtraba un lenguaje o
deportlva El Gr4fico, aparec1eron en 1919, unpulsadas por la Editonai sentido común de ciase y una pedagogía proselitista.
Atlántida, de Constancia C. Vigil, con c¡erta orientación conservadora y En síntesis, contmuando una tradición de las cornentes contesta-
católica. Compaiiento, en oposición, convocaba a negar los valores patrió- ranas, la retónca y la prktica comumstas asociaron la infancia a prm-
ticos y a reemplazarlos por los del internacionalismo proletano, y re- clptos inmaculados de pureza e mocenc1a, amenazados por la m1sena,
cordaba que si la ensena azul y blanca era dmpuñada por los capitalis- la cultura represwa, la moral btpócnta o los valores perversos del ca-
tas y militares represores en la Semana Trágrca o en las huelgas de pitalismo. Era una construcciÓn discurs¡va y material que entrelazaba
Santa Cruz, no podía ser igualmente venerada por los obreros y sus hi- el estatuto etano y el clasista: sobre el niño obrero, recaía una doble
JOS:" ¿Cómo es posible que la bandera que protege a los C..'-lJ!otadores del mdefens1Ón biológ¡co-socJal, en tanto mL1nte y en tanto prolerano; al
pueblo sea el súnbolo de los pobres también? El súnbolo de los pobres es m1smo t1empo, en ambas "identidades" se verificaba una misma po-
ia bandera roJa, emblema de libertad y de ¡gua !dad [ ... ].Y nuestro día, tenciJ.lidad, la de est;¡r libre e mcontamnudo de ciertos temores, ata-
ell de mayo o el7 de nov1embre".46 Se denunc1aban !os preJuictos que duras y conservadunsmo del mundo de los mayores, y de no tener
!llpedirían la adqmsicíón de una "auténtica" conctenCia proletaria: "b cas¡ nada matenal que perder. Dado que a los niños se les adjudicaban
burguesía trata con sus revistas y periódicos, como el Billiken, el Pu- las esperanzas de la regeneraciÓn soc1al en un tiempo Imag-¡nano pro- ·
rrete, etc., embaucar a la niñez trabaJ~dora por medio de sus- menti- )•ectado hac¡a el futuro, aquí el discurso del PC adqmrió resom.nc1as
ras, como la patria, la religión, las novelas fantásticas, pero no le habla especialmente utópicas, moralistas y revoluc10nanas, que remitÍan a
del hambre y la miseria que sufnrnos y cómo acabar con esto" -17 un mundo de ensoñaciÓn. La convocatoria no se dirigía sólo hacia
En es<a batalla por rescatar y relanzar los "genumos" valores pro- reJVmdicacrones parciales, smo que frecuentemente se presentaba
letanos, se hallaba un oponente central: b. supuesta pedagogía pro como la propaganda de una solución onínca: la implantación mme-
capitalista Impuesta. desde las escuelas, que se basaba, en b VIsión del diata de la socredad comumsra.
PC, en d puro engaño. "iAbaJO la educación burguesa! iAb;¡jo los
mentirosos bárbaros!", eran las cons1gnas de orden, las que podían 3. CONTRA EL DEPORTE BURGUÉS
sugenrse en t1ras cómicas, como la que mostraba a un maestro pre-
guntando a un alumno la causa de su llegada tarde a clase y a éste El terreno deportiVO, especialmente el futbolístico, constituyó otro
últ1mo contestándole: "Porque me quedé escuchando una conferen~ modo de inserciÓn que e! PC buscó constrmr sobre b.s posibilidades
c1J. de la Federación Inf~1ntil de Pionerst que es 1nucho rnis interesan- de· t1em po libre de l~s traba_pdores. En esta sección, se. e:...'"Pioran las
re que oír sus macanas" 48 Compaii.erito t;unbién mcorporaba motivos formas de orgamzaCJÓn que ngieron una actividad social que recorta
profanos: reproducía cuentos y poemas mL1ntiles, cartas env¡adas por un solo espacto: el de b JUVentud obrera masculina. Por ;¡_que !los años,
escolares, Juegos de mgemo, CJercJcios para repasar la tabla de mult1- el PC Impulsó la formacH:)n de decenas de clubes obreros, por su-
puesto, de t1po amateur:19 Esto contmuaba una tradición asociativa
que, desde pruiClptos dei stgio XX, había forpdo una sene de msntu-
•s "Ningún niño prolctano debe compr.1r ru iecr Billiken". Compaiimlo p.• ciones deporttvas promovidas por smdicatos, sociedades mutuales y
e capa 1. II, 4.julio de 1924, p. 6. comunidades vecmales. V:1.nos de estos clubes fueron creados por
.r, Compn1lmta ( 1, e rapa}, I, 2,jUniO de 1923, p.2; iSie111prdisws! ("Órg;mo de la
r'\grupación mf.-m61 comumsta Carlos Licbkneciu"), I, 4,julio de 1928, p. 4.
" 7 "Nuestra. reaparición", Compaiierrlo [2.' etapa], I, l,julio de 1932, p. l.
~ 9 Un adebmo del tema en: H. Camarero, "Una desconocida ex-presión de ia
os "Como m ten ten los maestros", Compa~it•riio [2! ct:.pa (, I, 1, julio de 1932,
pp. 5-6. Otro Cjemplo: "Un compañento desenmascara a .l!nmaestr.o_n:acc¡ona- cuitura obrer;¡ del20: l~s clubes depomvos comumstas", Todo es Historia, XX:X\ITI,
no", ;Hundo Obrero, I, 17, 12/9/32, p. 2. +!S, mw1embrc de 2004, pp. 16-25.
242 Hemán Camarero Comu11ismo y wltum obrera 243

am.rqmstas (el caso de Argentmo J uniors, surgido en 1904 con el nom- Cuadro 5. Clubes deportivos obreros, Capital y Gran Buenos Aires,
bre de Mártires de Ch1cago) y socialistas (como Chacanta Jumors, itifluenctados o dirigidos por los conmtdstas e ÚitegratLtes de la FDO,
fundado el L 0 de mayo de 1906). 1923-1930
Los clubes obreros promovidos por el PC surgteron a partrr de
1923 y, para 1926, alcanzaban el medio centenar en el ámbtto de la Nombre del Club Ubicación de su secretaría
Capital y del G BA; otra veintena se despirramaba en otras provincias La 01ispa Constirución/Barncas- Estados Unidos
1056, Rocha 1599
del pais (especialmente en las de Santa Fe, Córdoba yTucumán). Es-
juvm/ud Obrera de V. Castellino Avellaneda- Paso de la Patna 1899,
taban mayontanamente dedicados al fútbol y, ocasiOnalmente, al atle- Pilcomayo 1937, Pozos 1241
tismo, el basketball y el ajedrez. En muchos casos, proponían activida- La Inremadonai Avellaneda- Asunción 434
des culturales y tenían sus propias bibliotecas. También era frecuente Gmninal (luego RmovacÍÓil) Vula Crespo -Padilla 794
;. 'l
que orgamzaran festivales y conferencias sobre las VIrtudes del de-
Alba RiJja N. Pompeya- Gmo de Asenao 3777, C.
porte obrero en teatros públicos barriales. Pagoia 3748, Almafuerte 630
Como tantos otros de esa época, y con rasgos comunes a los so- Estrella Roja Almagro - Billinghurst 139
Cialistas, los clubes comunistas apenas contaban con recursos mate- Deportivo RiJjo Ramos Mejía- Brasil 736
nales y financieros propios, y su vida resultó efúnera (no más de cin- Juventlld Obrera de Pitieyro Avellancda-Aldccoa 838
co a !jiete años), pero realizaron una labor casi constante y parecieron Industna del ivlueble Almagro- Billinghurst 139, Castelli 123
poder construir Ciertos lazos identitanos. Tenían un promedio de Unión y Trabajo Parque Chacabuco/Bocdo- Saraza 927,
medio centenar de socios, de dos categorías: cadetes o activos (ambos Garay3746
con voz y voto en las asambleas del club); a ellos podían agregarse UuiÓTL y Libertad Parque Chacabuco- Saraza 661
Simpatizantes, en número variable, y ocasmnales espectadores. La RDsa Luxemb111go Avellaneda -l'vlitre 2219
mayoría alcanzó a conformar vanos teams, pero algunos no superaron B. Seum Fúdzeco San Cnstóbal- IndependenCia 2282
la categoría de "clubes-equipos". Sus canchas nunca abandonaron su 1" ele Mayo Parque Chacabuco- Santander 956
estado de precanedad y se ubicaron en esos terrenos urbanos sin edi- Salud y Fuerza Villa Dcvmo- Sanro Tomé 3911
ficar que los porteños, durante las pnmeras décadas del stglo XX, re- B Pontemr Villa CI"cspo- Serr;¡no 851
clamaron y usaron como espacios verdes para la recreación. 50 Estos Olnrros Biseladores y Am:ros Balvanera- MéXIco 2070
campos baldíos, en general, se encontraban en barrios ale:¡ados de sus R1iestra Caballito- Cmg 730
secretarías, como Villa Solda ti o Lmiers. La distancia entre el lugar de
B i\tlartíllo y ia Hoz Consnrución- Estados Unidos 1056
JUego y la sede sugiere que, aunque eran expresión de la vida del ve-
Uuión y Fu=a Haedo-s/d
cmdano en donde estaban msertas estas últunas, estos clubes traspa-
La Anrord1t1 Sáenz Peñ."l- Caseros 15
saban los límites barriales y se const1tuían esencialmente a partir del
Sportiuo Le11i11 Vélez Sarsfidd- Belén 30
grem10 (de hecho, algunas institucmnes deporttvas eran específica-
jusrida Constitución- Estados Unidos 1056
mente de los smdicatos dingidos por los comumstas o en los que
1" de 1\tfayo de 1886 Villa Crespo - Padilla 546
éstos eJercían una mfluencia Importante) o el grupo de fábncas a las ;¡
Obreros Go1Teros Balvanera- Boulogne Sur Mci" 693
que pertenecían sus mtembros. El Cuadro 5 conttene el listado de '-"!
.! Nicolrís Lemu Avellaneda- Galicta 21 S
clubes, a partir de un cruce de diversas fuentes.
Aurora Rqja Gcrli - Caracas 2239
Unión Obrera Lirucrs - Bynón 6965
50 Diego Armus, "La idea del verde en ia c1udad modt!rna. Buenos Aires 1870-
DeporliiJO JV!ecaltítgico Balvam:ra - MéXIco 2070
1940", E11tnyasados, V. 10, com1enzos de 1996, pp. 14-17.
--·-··· -c;;;~¡¡;·;¡Ía L'U Ía pagiua siguieTJie
cr

l
1

244 Hemáu Camarero


¡ Comunismo y wltu m obre m 245
.i
Continuación de la página anrerior Si se analizan !os nombres de estos ciubes, es posible distmguir su
srngularidad frente a los otros centenares de carácter popular surgi-
dos durante las pnmeras décadas del s¡g(o XX, que mayontanamen(e
Nombre del Club Ubicacíón de su secretaria
recurrieron a denommac10nes como Argentmo (para diferenciarse de
[11/or y f/crdad Parque Chacabuco Cadumayo 1463 ias pnmeras mstituctones mglesas); Unidos o Defensores (que aludía
Dcporriuo Luz Villa Indus~ales (I.anús oeste)- a un agrupamtento y represen tac1Ón terrttonal); Estudiantes, Juniors
Groenlandia 3694
o Juventud (que realizaba un recorte generac¡onal); y un conjunto
Sol de 1\t!ayo 1 Boedo- Garay 3746
heterogéneo en donde se encuentran algunos nombres mgleses, otros
Bíseo Reclus Flores-s/d
que surgen del ambiente stmbólico religioso, muchos asoCiados a las
Hijos dei Pueblo Avellaneda- s/d
fechas patrias o a próceres de la h1stona argentma y una gr.m cantidad
Juuentud Obrera de Adrogué Adrogué- Turdera 747
vmcubdos a los vecmdanos o localidades de ongen. 51 Los clubes del
Claridad Flores- Helguera 447
PC, en cambio, prefineron otros apelativos, proptos de !a.liturgl2. an-
1'./ew Alwn ni Nueva Pompeya- Fourr>..1er 3086
licapttalista: un panteón en el que aparecen líderes man.:1stas (Rosa.
A Ulrov.sky (luego Renovación) VIlla Crespo -Padilla 794 Luxemburgo, Lenm) o figuras ajenas a él (como el dingente de pro-
Boquense RojO La Boca- Martín Rodñguez 910. Suárez 282 cedencia anarqu¡sta Bartolomé Senra Pacheco, subsecretario de !a
RenovaaÓ11 Villa Crespo-Vm 587 (luego Camargo 930) FORA muerto en 1921 como producto de un encarcelamiento poli-
Unión Obrera Ciudadela- Luchter 4? cial, e! geógrafo anarquista Elisée Reclus, el escntor E. Zola o el crea-
Emilio Zoia Avellaneda- Galiaa 215 dor de la imprenta Gutenberg); la Jconografía del socialismo y la clase
jtwenwd Obrera de r<: Domínico Avellaneda -Belgrano 4?0? obrera mundial (Hoz y Martillo, 1° de Mayo, Sol de Mayo, Hijos del
B Pio1zeer Villa Crespo- Minñay 1779 Pueblo, La Internac;om.l, La Antorcha y todas las conjugaciones posi-
Conzparienro La Paternal- Nicmo Oroño ??11 bles de "rojo"); y una sene de valores umversales de redención Qustt-
Endqzw C. ¡\tfiiller Consntución- Estados Unidos 1525 cta, Salud y Fuerza, Unión yTrab<!jO, Valor y Verdad, Luz). Aquí hubo
Hijos del Pueblo San Cristóbal- Dand 1455 un campo común con el PS, qu1en, para denommar a esa ve m tena de
José E. Rodó Mataderos- J. E. Rodó 7181 clubes que había montado por aquella epoca en sus comttés barriales
Luis Recabarreu 1 AliTL-¡gro - Castelli 123 (con acción fundamental en el Parque Avellaneda), también recurrió
. Cutcnbe¡g Boedo - Independenaa 4168 a personaJes n1a.rx1stas o del progres¡srno Ja¡co, y a ;mágcnes proleta.-
Sal de ia Humclllida;i Nueva Pompeya- Founuer 3086, Esqwu 1015 na.s emblemáticas (Marx, Engels, Bebe!, Jau res, Pablo Iglestas, Inge-
HfmdeJS VIlla Crespo - Huaun 1407 nieros, Del V.-tlle lberlucea, Darwm, Ameghmo, 1° de Mayo, entre
Spmtaws Villa Crespo- Camargo 918. Murillo 978 otros). 52 Acompar1ando una tendencEI general, tampoco hubo clubes
Dqc11sores de lvfiró Parque Chacabuco - l\tliró 1350 comumstas que a!udienn a. una Jdentidad érmca, nactonal o idiomá-
Ferrouianos dd Sud Barr;¡cas -Salta 2119 tica, que en el fútbol argentmo se h1cteron más comunes luego de
Amt¡ganf Caballic?Nilla Crespo -Accvcdo 659, 1930. De este modo, ios numerosos obreros mm1gra.ntes comumstas
GunuciP.:,o-a. 770
Uuido.~ de- Flores Flores- Laut;rro 1670
1
Fumrt•: Ebbor:Jción propra basada en La Imemac/Oilai y en el Boletiu de la Federació 11 51 Julio D. Frydenberg, "Los nombres de los ciubes de fútboL Buenos .1\ires,
Dcport¡va Oúrem. Sección "1./}!etttiua de la lutemacioua/ Roja del Deporle y la Gimnasia
1880-1930", Educación Físrra ]'deportes (Re:vtsta Digrral), I, 2, Buenos iürcs, sep-
(19~5).
tiembre de 1996, pp. 3-9.
5~ D. BJrrancos, Educaciót1 ... , op. c1t., p. 116.
246 Hemátt Camarero y milura
CollllllliSIIIO obrera 247
se enrolaron en clubes o c:quipos cuyo pnnctpiO articulador fue siem- "deporte obrero" y también constituyó una enudad stmilar a la FDO,
pre el lugar donde se ubicaba el Sitto de trab~o. el sindicato o la vi- en 1926. Se trató de la Confederación Socialista Deporttva (CSD)
VIenda. El honzon te claststa aparece tmplíclto o e..-..-plíctto en todos -ongmanamente pensada baJo el nombre de Federación Obrero-de-
estos clubes: así. hasta los gue usaron el término juventud, lo acompa- port¡va de la Capital-, que existió hasta 1930, cuyo msprrador fue el
ñaron del adjetivo obrera. concepl Manuel T. López. 55 En la ópttca del PC, aquella. confedera-
Desde julio de 1924, estos clubes se a!gruparon, o sumaron luego, ción sólo había surgido para rivalizar con la FDO y operaba como
en una InStituciÓn madre: !a Federación Deportiva Obrera (FDO), mero apéndice del partido de Justo y Repetto. Los comumstas cues-
que se comporTaba como Sección Argentina de la InternaciOnal Roja tionaban a la CSD en algo más esencial: "No tiene un carácter de
del Depone y la Gimnasia. Sus sedes estuvieron en locales del PC: clase. Se fundó con el propóstto de practtcar un 'deporte sano, eleva-
pnmero, en Estados Unidos 1056 (hasta mayo de 1926) y, luego. en do, libre de normas pern1ctosas y de la acci6n de camarillas'. En fm,
Caray 3746 (h;¡st;¡ enero de 1928): A Ios pocos meses de crearse en es una mstttuciOn, d eport1Va como cua Jquter otn. n 56
Capitai-GBA, tambtén se fundó la FDO Provincial de Córdoba y, ....·~·~:.; La FDO mostró un desarrollo mas vasto que su súnil socialista .
más adelante, las de Santa Fe y Tucumán. La FDO buscaba convenir- Organtzaba un campeonato de fútbol de cmco divisiones, en el que
se en una emidad " ... que permita la práctica libre del deporte a la mtervenían los equtpos nombrados. Tenía su prop1o reglamento de
JU~enrud obrera, que oprimida en los talleres es explotada por el capt- .. :' disc1plina, que ftiaba las reglas del juego y definía la orgamzación in-
tahsmo en todos los órdenes de la actividad humana, mdusive en el •{" tema de los clubes y su relación con la Federación. 57 También poseía
\'~
deporttvo. Organismo encargado, por otra parte, de apartar a las ma- una agrupación de riferees (encargada del seguirntento de las pautas de
sas JUVeniles del deporte burgués, demostrándole que debe luchar comportamiento) y un boletín en donde se resumían sus acttvidades;
por su emancipación desde todos los lugares: partido políttco, smdi- periódicamente, realizaba congresos nactonales. La Itttemacia~zal tuvo
cato, organiZaciOnes deportivas, culturales, cooperat¡vas".53 desde mayo de 1925 una sección deportiva diana en sus páginas; allí
No todas las cornentes anttcapttalistas eran partidanas del "de- se mformaba acerca de los eventos realizados por cada club, se pre-
porte obrero". Los sindicalistas de la USA, por ejemplo, consideraban sentaba elfixture de encuentros, se comentaban los matchs y se ofrecía
que, detrás de estas mtciattvas, " ... se distmula una políttca de grupos. la tabla de posiciones de los campeonatos.
E_I llamado deporte obrero es uno de los tantos recursos para atraer Los dingentes más tmportames de la FDO fueron Orestes Ghtol-
diversiones que la seducen y poder catequizada para el propto part1- di, José Pendón y Enrique Chtaran te. La mayoría de los clubes y la
do", Y concluían que" ... los revoluc1onanos deben enseñar otra cosa :.:.
propia federactón estaban controlados por el PC, y funcionaban al
a la juventud que dar patadas -o coces- a una pelota. Ahí están los ·'-'
lado o en los comttés barriales del partido. Pero había algunos inde-
libros, los folletos, la necesidad de cultura y educación, de capacita- pendientes, que tenían una tradi.ci6n propta; ése era el caso, por ejem-
CIÓn mrelectu;¡J Y moral ( ... J. El depone servrrá para alargar los p tes o plo, del Club Juventud Obrera de Villa Castellino, fundado en 1914
robustecer los puños, pero pmás hará más grande la mteligencia, 01 por un grupo de operarios de la vidnería Papmi. En casi todos estos
más buenos los corazones".5-J El PS, en camb1o, fue partidario del clubes, su compostcíón comumsta distaba de ser absoluta (en la Co-
misión Oirecuva de. cada uno de ellos, había mdividuos sm filiación

.., i> "EI_~~porc~ obrero. En e~ II0 amvcrsano de la FDO", LI, IX, 3117, 9{1/26, p.
-·Un anahsts de los pnm<:ros anos de la FDO, en: Cnsrma Mareu, "Iblític.1 e ideolo-
s; D. Barrancos. Educacióu ... , o-p. Cit., pp. 115-118.
gía de la Federación Deporr1va Obrera, 1924-1929". en P. Alabarces, R. Di Giano y J.
56 "El depon:e obrero. En el Il0 amvers.~no de la FDO". U, IX, 3117, 9{7/?.6, p. 2.
Frv~cnbcrg (comps.), Dt•porte ¡• socredad, Buenos Aires, Eudcba, 1998, pp. 67-86.
SI "Regiamente de disc1-plina de Federación Deportiva Obrcra",Juveutud Co-
•• "El 'depone obrero"', BP, V. 279, 14/8(26, p. l.
1/IIIII!Sia, III, 29, nov1cmbrc de 1924, p. 8.

1
248 Hemátl Camm·ero 1 249

¡
Comllt!ismo i' cultum ilbrem

política alguna). De hecho, la FDO procuraba desprenderse de la esctsión en aquella últ1ma entidad, con la apanción de la Federactón
1magen de pura colateral del PC, con la que solía asociársela. Argentma de Football y de la Asoctacion Argentma de Football. En
De Jo que sí se Jacuban los mtegrantes de la FDO era de ser los :¡ 1914 ambas msntuctones se unificaron ba_¡o la últtma stgla, pero vol-
únicos propulsores de[" ... deporte colectivo, de las masas, al unpreg- vió a escmdirse en 1919, ai emerger la Asociación Amateur de Football.
narle el espíntu vivificador de las luchas obreras."58 Había aquí un 1 Las gestiones del presidente Alvear permttteron, en 1926, la umón de
discurso específico: se reivindicaba un <;l.eporte rcljo y proletario, y se -¡ ambas entidades en la Asoctación Amateur Argeotma de Football. Los
contraponía a la mercantilización y a la corrupción que habría sufrido dingentes de todas ~stas asoctaciones provenían de la clase alta: eran
baJO el rég1men capitalista, en donde el amateurismo perdía espacios terratenientes, empresanos, políticos o penod:istas. Lo que en ve_rdad
frente al avance de la práctica profesmnal, en la que los jugadores existía era el "amateuns1no marrón", una suerte de profestonahsmo
encontraban un medio para obtener réditos económ1cos. El PC se escondido: cada día eran más los jugadores rentados, con salanos en-
enfrentaba a esta perspectiVa, levantando la consigna de "iContra los cub1erws. A f.wor de esta rendenc¡a, operaba la consolidación de una
clubes empresas! iPor d deporte popular y obrero!". 59 Claro que esta serie de clubes de mayor envergadura e inserción social (como los
defensa del amateurismo tenía razones bten diferentes de la que sos- "Cinco grandes" -River Place, BocaJuniors, San Lorenzo, Indepen-
tenían los sectores aristocrat¡zantes. Éstos, en la visión del PC, que- diente y Racmg Club-, que cont..1.ban para 1930 con más d~ 50.000
rían salvaguardar el carácter aficionado de la acttvidad para mantener- soctos). Así, en 1931 surgió la primera orgamzación profestooal, la
la bajO el dommio de los neos, los únicos que podrían disponer libre- Ltt!a Argennna de Football (LAF), presidida por Adrián Beccar Vare-
mente del tiempo de ocio necesario para desarrollada. la.0El argumento a f.wor de la profes10nalización había tenido un on-
La profesionalizactón avanzó m exorablemente, frustrando las ex- gen democrattzante: stse rentaba a los jugadores, se logra~ía _que lo:
pectativas comumstas. Resulta útil realizar un breve 1tmerano histó- pobres se pudieran dedicar por entero a la prácttca futbob~t-Ica Y a~;
nco. Las primeras orgamzac1ones creadas para regular los campeona- 1gualar sus oportunidades con los ricos. Pero esta concepc1on abno
tos de fútbol refleJaron la presencia de la comunidad britimca, el peso paso a los mecamsmos de mercado. Junto a ello, al poco ttempo, las
de selectos clubes forJados por ciertas empresas o familias acaudala- mstituctones del fútbol acabaron por entromzar a ctertas élites que
das y la mfluencta de un amateurismo aristocrático. En este conteJ<.-ro, pudieron obtener buenos mgresos lucrativos y ~onstruir cstrecl~~s
en 1893 surgió la Argentme Association Football League (luego Ar- vmculac 1ones con el poder políttcoyeconómtco. Fmalmente, en 19.J4,
gentme Football Assoctation). En los años sigutentes, se multiplica- todas las entidades, encabezadas por la LAF, constituyeron la Asocia-
ron los clubes y equipos (más de 300 hac1a 1907), e:-..'Presión de una ción del Fútbo!Argentmo (AFA). Se rrnponían defmitivamente la profe-
populanzación de la práctica futbolísttca, transformada en una moda s1onalización y masificación del fútbol, cuyas evidencias eran el_au~~nto
crec¡ente para la soc¡edad JUVenil y masculina de la cmdad porteña, de espectadores en ias canchas y de lectores de la reviSta El Grcifico.
aJena a la coloma mglcsa y a la élite cnolla. 60 En 1912 se produjO una Desde los años vemte, los comumsos unpugnaron esta onenta-
CIÓn profesiOnal y atacaron a las mstttuciones recién mencionadas.

ss Bolet{u de la Federacióu Deportwa Obrera, I, 1, 24/10/25, p. l.


59 "L1s guas comcrcmles de !os forballers sudamencanos. B~o la careta del 1
amarcunsmo v¡vcn profes1onaics y se culuva el más asqueroso de ios chauvims- 61 Sobre el tem~: Ancl Schcry Hc!ctor Paiommo, Ftítúal: pnsió,; d.: multrtudes }1 de
mos", LI. VIII, 1018, 1/SP-5, p. 6. En 1925 BocaJuniors fue el pnmcrcqu1po argen- diws. U u eswdia de In Asacwció" del Frírbal_--l!J!elllwo (1934-1986), Buenos rur.~s, CI- 1
cmo en emprender una g1ra al extenor, yv1SJCÓ Europa, en donde disputó un:t ve m- SEJ\. 1988, pp. 19-28; Eduardo Archc:m, "Fútbol: tmagcnes y escercou¡JOS . en F.
cena de partidos. Devoto y M." M~dcro (comps.), Historia de la t•ida pm,ada e11ln AIJ!CIIIIIIa. ~1110 III,
c.o J. Frydenberg, "Prácc1cas y valores en el proceso de populanz:~ción del fút- Buenos t\ires, TI u rus, 1999, pp. 227-253; Pa_bloAlabarces, Ft~tbolypalna. Eljit~boi]~'>S 1
-····· ····-···-~-----·
.,.
bol. Buenos Aires, 1900-1910~. Entrepnsntios, VI,,12, pnnc1p1os de 1997, pp. 7-29. uarratwas cft· fa 11acióu cu la ,·lrgmtma, Buenos Aires, Prometeo L1bros, 2002, PP· 4&-::>~
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250 Comllllismo y culwra obrera 251:
Henuín Camarero

En espec1al, el PC cuesttonó fa apanción de los "clubes empresas" en rrió, por eJemplo, en octubre de 1925, cuando se disputé\ un partido
donde los dingentes comenzaban a VtVIr a expensas del deporte, 'tu- mternac10nal de revancha entre la FDO y la Federactón Roja del De-
erando con el bolsillo de los aficiOnados, af tiempo que azuzaban el porte del Uruguay. La ceremoma que rodeó a ese encuentro, al que
odio entre trabap.dores: aststteron unos dos mil espectadores, ofrece una 1magen cargada de
mensajes culturales y procedinuentos rituales: en los descansos re-
El deporte en las ligas burguesas es, en pnmer térmmo, glamentarios, una banda de música ~ecutaba himnos obreros y coros
un negociO [.,.J. En segundo lugh, tiende a desarrollar de trabajadores yugoslavos anunaban Ia 'jamada pro!etana", mien-
los sentimtentos nacionalistas patrioteros del pueblo[ ... ]. tras los dos equipos noplatenses mtercambiaban como obsequio una
Además, el deporte burgués es esencialmente individua- estrella de cristal biselado que llevaba grabado la hoz y el martillo. &1
lista; no tiende a formar una raza fuerte, sino a formar Solidaridad proletaria, espíntu mternactonalista y códigos clasistas
hom?res que sobresalgan de los demás. Un Dempsey, aparecían sostenidos como pnnclplos cuya ratificación un portaba tanto
un Firpo, son los ideales del deporte burgués, aunque como el evento deportivo.
en las fábncas de embutidos de Chicago o en los yerba- Por otra parte, en lo que hacía específicamente a estos "matchs
les de MisiOnes, o en el feudo de Vasena, el proletanado obreros", los comumstas siempre destacaban su carácter fraternal y
cansado y dolorido, muera de anemia. Crea ídolos. Tam- festtvo, en oposición a los que se hacían en las ligas "burguesas", cada
bién _es egoísta: no crea la mentalidad sana por la que se vez más desnaturalizados por la rivalidacl/enemtst:ad. Así contrasta-
practique el deporte en sí, sino desarrolla una mentalidad ban aquel partido argentmo-uruguayo con los que, ese mtsmo do-
enfenntza, por la que se practica el deporte por el trofeo.62 mmgo, habían protagonízado Bocajuniors-Nueva Ch1cago e Inde-
pendiente-Velez Sarfield, que habían culmmado con escenas de pugi-
El departe rC?jo era VJSto como la contracara, por ser " ... esencial-
mente internactonalista, puesto que desarroila Jos senttm 1entos de lato entre jugadores, árbitros y público: "Todo esto por un lado. El
confraternidad proletana entre todos Jos ex-plotados del mundo y de- lado nauseabundo del deporte burgués, que en realidad encanalla al
clara que única':flente después de haberse hecho la revolución social, deporte. Por otro, el partido de la Federación Obrera, lleno de noble-
el deporte será umversalizado. Es profundamente colectiVISta, por- za, de caballerosidad deporttva, de corrección y de limpteza. ¿será
que poco le m teresa que sobresalga nadie, tener muchos campeones, necesario más para decidir a los obreros deportzsta.s para que mgresen
smo fortalecer al cor:uunto del proletanado. Crea vínculos de camara- en el sano terreno del deporte prolet:ano?". 65 Para el PC, el único
dería entre todos los jugadores y no ofrece espectáculos repudiables".63
Los clubes comumstas tuvieron vinculactones con otros clubes
porteños con Impronta prolet:ana, aunque mayor tradic1ón, como el ·,·1
~>~"El gr.m match mternac1onal proletariO del dommgo", Balcritt de la Federacióu
Club Atléttco Barracas Central y el Club Atléttco Coleg1ales (funda-
Deportwa Obrera, l, 1, 24/10/25, pp. l-2. Para ia comprensión de éstas y de otras
dos en 1904 y 1908, respectivamente). Cuando debtó orgamzar algún prácncas proletanas comumstas como ntuaies, en donde es posible detectar forma-
matclr Importante, la FDO utilizó las mstalactones del Club Adéttco .! lidades específicas en las ce re momas de tntctadón, presentación pública y reunión,
Adanca, ubicado en Villa Crespo (también creado en 1904). Esto ocu- en losJuramemos, en ios stmbolismosyen las tconograñas, nos hemos apoyado en
E. J. Hobsbawm, "La transformación de ios nruaies obreros", en ídem, Elrmmdo del
traba;o .•. , op. Cit., pp. 93-116. Sobre la federación uruguaya (fundada en 1921. es
6"uN ·
- uestro concepto del deporte", Boletíu de la Federació11 Deporr•va Obrera I 1 dec1r, antes que en la Argentma), ver: Yamandú Gonz.ilez Sierra, "Dommgos obre-
24/10/25, p. 3. ' • • ros en los albores del s•glo XX. ltmeranos dei tiempo libre", en J. P. Barrán, G.
63idem. "Thmbién, de Hécror P. .1\gostt, "Nuestra postción ante el depone" Ll Caetano y T. Porzecansla (dirs.), Hisronas de la vida privada e11 el Un~11ay 2, Monte-
XI, 3261, lJ/10/28, P:7. Este es uno de los pnmeros cscmos de .Agostt, en• es~ ... video, l:1urus, 1998, pp. 222-223.
emonccs, un JOVen dmgenre de la FJC de dieciSiete años.
·;T 65 "El gran match deporttvo del dommgo", Ll, VIII, 1169, 3011005, ~:~: ......

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252 I-Iemán Camarero
Co/llrtiiWilO y mltu ra obre m 253
ámbito deporttvo en donde existía el verdadero juego limpio, soste-
nido en normativas éticas, era el de la FDO. · Defensores del Plata (en Bennúdez 854}, Na1velt, Discóbolo y
Desde_ fines de los años veinte, los comumstas experimentaron RojOS de Pompeya. Enrre abril y mayo, se fijó la sede de la FDO
grandes dificultades en esta expenencta deportiva obrera. La activi- en la del Club-Biblioteca Gutenberg, mientras una reumón de
dad se resmtió debido a la prop1a crisis mtema que afectó al partido delegados dCJó formado un ConseJO Direcnvo de la Federación
hacta dicrembre de 1927, cuando tuvo lugar la ruptura del pendonís- reconstituida. También, se empezó a prepuar un campeonato de
. m o. La divisrón se reprodUJO en el propio seno de los clubes y de la fútbol. Hasta ag<;:~sto de 1932, pudieron mantenerse estas mictatt-
FDO de la Capttal. Durante 1928 varios de aquellos se disolvieron 0 vas, pero, en los meses sigUientes, langUidecieron en medio de la
se alinearon en el PCRA. En enero, la propia sede de la FDO porteña persecución policial, las torturas y las deportaciones que volvie-
se mudó a un local de los penelomstas (Chiclana 3371) y su tercer ron a afectar a la militancia comunista.
congreso, ocurrido enjumo, mostró que, en la nueva conducción de
Ja federación, había una mayoría de seguidores del concejal porte- 4. LAS PRÁCTICAS RITUALES: CELEBRACIONES,
ña.66 Desde entonces, las FDO delmtenor del país siguteron en FESTIVALES Y MAl"JIFESTACIONES
manos del PC, pero, ~n la más fuerte, la de Buenos Aires, los clubes
comunistas quedaron en minoría y en incómoda convivencia, como Consideremos ahora el desarrollo de las reumones sociales promovi-
"fracción rop". 67 Lo que siguió fue peor: como tantas otras mstitu- das por los comunistas en el mundo de los trabaJadores. Aquí reapa-
ciones sociOculturales y órganos de prensa asocmdos al PC, la FDO rece una combinación entre funciones de mstrucctón/elevación cul-
fue formalmente disuelta por e! gobierno defacto a fmes de 1930. tural y de corte más socJal/recreat¡vas, antes observada para el caso de
Tiempo después el PC hacía un balance sobre los avatares soportados las bibliotecas. Eran permanentes las funciOnes artísticas dirigidas "a
por_la FDO, que había sido " ... encamizadamenre perseguida durante los obreros", organizadas por el PC de manera central, local o por sus
la dictadura fascJsta de Uriburu, a causa de su ca¡·ácter clasista obrero organismos soctoculturales. Es ilustratiVO citar e:.¡emplos de ellas a tra-
y por combatir en el terreno deportiVO la influencia burguesa'\ seña- ¡ vés de ios años. Como la velada cmematográfica orgamzada en un
·:í
laba que" ... numerosos clubs fueron deshechos por la reacción, entre ·:¿; salón de Berisso la noche del 1° de mayo de 1925, cuyo programa
ellos 1o de l'viayo, Renovación y Mariátegui. Otros sufrieron infini- contenía: "1. 0 'Un glonoso cuarteto', cÓmica en tres actos, por Chiri-
dad de allanamientos y atropellos policiales, consiguiendo sólo a base pa. 2. 0 'El XV preludio de Chopm', 7 acros de Russ Film. 3.° Confe-
de sacrificios y espíntu de lucha ev¡tar la liquidación completa".6S rencia por la compaiiera .i\.1ica Feldman. 4. 0 'Fuen de combate', có-
Hacta marzo de 1932, al recuperar márgenes de legalidad, el par- mica en tres actos, por los pibes. 5. 0 'El padre Sergio o La tentación
tido pudo volver a poner en marcha la FDO. Se reorganizaron y fun- del pecado', 7 actos de la Russ Film. 6. 0 'DibuJO animado', en un
daron nuevos clubes, que durante algunos meses tuv1eron un m tenso acco". O la fiesta central del PC hecha la noche anrenor all 0 de mayo
despliegue social, cultural y político: Sol Naciente (en Gnvero 3758, de 1927 en u u salón porteño, cuyo programa prometía:" 1) 'La Inter-
Villa Devoto), Gutenberg (en Gorriti 4912, donde también funcJO- nacional', por la orquesta. 2) La agrupación artíst¡ca 'La Lucha' pon-
.;
naba una biblioteca), Amanecer (La Paternal), Aurora (Almagro), drá en escena el juguete cóm1co 'El Carpmtero', Interpretado por la
actriZ E. l'vlartm y el actor P. Laforgta. 3) Conferencia a cargo de Ro-
dolfo J. Gh1oldi ( ... J. 4) 'Hijos del Puebio', por la orquesta. 5) La
66 "El congreso de la FDO", Ll, XI, 3245, '23/6/18, p. 5. .·:
misma agrupaciÓn artística pondrá en escena la comedia dramáti-
67 "El sectansmo penc:lomsca en la FDO", Ll, XI, 3294, 25/5/29, p. 7. "L1 Fede- ca en dos actos de Armando DJscépolo, titulada 'Patna Nueva' ( ---1·
ración Deportiva Obrera es empleada por el penelomsmo para la !u~ ha conrrarre-
voluc¡onana", Ll, XI, 3305, 10/8/29, p. 7.
6) 'Himno de los trabapdores', por la orquesta. 7) Gran baile fa-
68 "Se orgamza ia Fcd. Dep. Obr~ra", BR, I, 4, 4/4/32, p. 4. :)··--····----- ···miliar". O el festtval realizado en 1929, que ofrecía:" ... la hermo-
;J sa película soviética 'El milagro del soldado Ivan', comedia basada
.254
Hemcín Camarero Comumsmo }' Cllllllm obrera 255

en un argumento de León Tolstoi y la mformattva 'Cómo se edu- Las reumones se realizaban en salones teatros comerciales o vin-
can los niños en Rusta', Habrá una conferencia a cargo del compa- culados al movnn1ento soc1al y colectividades de e~tranJeros. Entre
ñero Pedro Romo. El baile familiar será amenizado por la reputada los porteños, los usualmente alquilados eran los Slgmentes: XX de
orquesta 'Red Star' ('Estrella Roja')".69
Septiembre (Alsina al2800), Giuseppe Garibaldi (Sarm¡ento al2400),
Sin duda, la predilecciÓn era monta¡¡ espectáculos múltiples, en Umone e Benevolenza (Cangalla al 1300), Casa Sutza (Rodríguez
donde se combmaban distmtas expresiones artísticas. En el formato Peña al 200), Mandolinístico (Corrientes al 2300), Atigusteo (Sar-
de este ttpo de eventos, es posible reconocer cienos elementos ruti- miento al1300), Ideal (Paraná al400), I:enfants de Beranger (Tucu-
nanos. Se empezaba entonando el himno "La Internacional". Seguía mán al 1400), Italia Unita (Cangalla al2500) y Círculo Gallego (Bar-
la puesta en .escena de alguna obra teatral, de carácter dramático o una tolomé Mitre 1281); en Avellaneda, el Roma (Sanmento al100). Desde
comedia. La otra alternattva era la exhibición de nna película cmema- enero de 1929, cuando el PC mauguró en la Cap¡talla Casa del Pro-
togr:tfica ~oviéttca de la ~uss Film. Las más requeridas eran las que letanado, un gran salón ubicado en Independenc1a 3054, la mayoría
hab1a reahzado el JOVen d1rector Serguei Eisenstem como parte de la de los eventos recreativos comunistas se realizaron en ese lugar.
Proletkult: "Huelga" (1924), ''El acorazado Potemkm" (1925) "Oc- En todos estos encuentros, se exponen vanos de los símbolos y
tubre" (1927) y "Lo Vle.JO y lo nuevo. La Línea General" (1929): fdms signos de la cultura obrera de la época. Por un lado, la presencia de
en los que, respectivamente, se mostraba la e>.."Plotación y lucha de la formas artísticas tradic1onales, como el teatro, la poesía y los himnos,
clase obrera~ se conmemoraban las revoluciOnes de 1905 y 1917, y se JUnto a otras nuevas, como el eme, desarrolladas por aficxonados, que
narraba la vtda de una campesina koljozíana en lucha contra los ku- buscaban e>.."Poner mensaJeS socxales y políticos e>.."Piícxtos. Por otro,
laks. Contmuaban unas recitaciones poéticas. Luego la orqu·esta toca- persiStieron las e>.."Presiones internacionalistas, que reflejaban la pre-
ba vanas piezas musicales, en algunas ocasiones, de carácter clásico o sencia ínmigratona. Al m1smo tiempo. se advierte una explícita vaio-
erudito, en otras, de t1po popular cnollo o provenientes de las comu- nzactón de la partictpacíón de fa familia, que, en la experiencia comu-
nidades de mmtgranres, alternadas con algún número cómic~. Se ce- niSta, como ha sido señalado para otros países, quedaba enteramente
rraba con un baile familiar. En el medio, sm excepción, una confe- .. subordinada a las e>..;gencias del compromiso revoluctonario, como
rencia fúaba la posiciÓn comumsta frente a algún tema.70 ::::
parte de un proceso en el cual la frontera entre vida privada y vida
militante se diluía.7 1 .
Las JOrnadas de divertimento tenían un lím1te que no debía tras-
69 Las actividades aludidas en este párrafo en: "Actos organizados por el P. Co- ponerse: el carnaval, la antigua celebración insptrada en el Rey Momo
mumsta'', Ll, VIII. 1018, 1/5/25, p. 1; "Fescivai",U,X, 3185, 30/4(27, p. 8; "Fesnval (aquel dios de la burla, expulsado del Olimpo por sus bromas sarcás-
cmemarográfico y baile", Ll, XI, 3281. 16/3!29, p. 1.
7o L .. d _e- . ttcas), que estaba mstl.lada en la cultura popular. Para los comumstas,
a or~mzac1on e coruerenc1as era una obsesión para el PC, como ocurría el carnaval implicaba el embrutecimiento de las masas y un ataque a
con las dem.as cornentcs obreras. Hasta el golpe de Uriburu, el partido convocaba
a estas actiVidades en las calles y en los ámbitos cerrados de las mstltuc1ones en Jas
los príncip1os de la lucha de clases. Si sus seguidores no entendían
que actuaban. Ex1stia un grupo de unos cuarenta oradores que se fueron alterando estas verdades, el partido no dudaba en amonestarlos:
co_n_ el rr.mscurso de los años. Leandro Gutiérrez y Mirra z. Lobato (en "Me monas
m1l1Ea~tes: un lugar Y un pasado p~ra los crnbn_¡adores :trgentmosn, art. at., pp. 32- La Biblioteca Obrera de Villa Industrtales (Lanús) "Día
33) senalan la 1mponanc1a que teman estas pr.ícc1c..,s hasta los años cremta, pan1cu-
larme~~c para el ca~o ~e. los an~rqu1stas: ámbl[os pnvileg¡ados para ia formación
.. a día. más luz".Juntamente con los círculos Zepelín y
Los Rojos del Diamante, orgamzó vanos bailes carnava-
del m1luance Y la d1fus1on del 1deano; canal para ei debate con otras rendenc 1as·
msranc1as donde se tejen redes de Significación claves de la vida colecnva del mili~
r.mte, que legmman/invalidan, JUStifican/acusan o tncluyen/e.'CCluyen· mstrumemos il G. Vincem, "cSer comunista? Un3 manera de ser", en P. Aries y G. Duby:
de mcufcación de valores y creencias. Todo esto también se e.'qlresaba en•el caso del PC. Histona ... , op. c1t., pp. 58 y ss.

·:
:J
257
ComatciSIIIO y cailtlm obrera
256 Hemá11 Camarero
In el PC en b.s calles, atendiendo en esre caso no L"lntO a su aspecto
lescos. Con tal monvo díngió un llamado a los trabaja- políttco, smo como fenómeno socJOcultural en el mundo proleuno.
dores. Si resulta repudiable que una biblioteca de carác- Los dos eventos claves eran las marchas y actos que anualmente reali-
ter proletano se complique en las fiestas de carnestolen- zaba el PC ell 0 de mayo (declarado desde 1899 Día InternaCional de
das, secundando así a los comités vecinales y demás or- los Trabajadores y fe nado nacmnal a partir de 1925) 76 y el 7 de no-
ganismos políticos, llegando a unirse a sociedades de VIembre (aniversano de la revolución bolchevique). Allí los comu-
marcado tinte cJ.mava!esco, es aún htucho más censura- mstas concentraban todos sus esfuerzos y, por lo menos durante el
ble que para el éx1to de la fiesu de Momo llegue a que- período analizado, en Buenos Arres se Jactaban de reumr regularmcn te
rerse e);:plotar el senrim1ento clasista de los obreros.72 entre 10.000 y 20.000 slmpattzantes en cada una de esas fechas (a
veces, Incluso, superaban esas cifras). Esas actividades tenían un pen-
Un año después, otro centro cultura! del PC, de Avellaneda, asu- 1
me esta lucha anticarnavalesca: "La CA de h Biblioteca Emilio Zoh plo recurrente, en el que se combínabJ.n actos con múlnples tribunos Y
con el objeto de aumentar el número de sus aftliados y aprovechand~ \ desfiles entre la Plaza Once, la Plaza de los dos Congresos y los bordes de
la Plaza de Mayo (la Diagonal Sur), acompaiiados por cánticos, bandas
los días de carnaval, para comb<Lttrlo, realizará dos bailes familiares
1 mustc:ales y carteles que identificaban cada una de las columnas. 77
los días 27 del corriente y 6 de marzo, a los cuales no se permitirá la i
El carácter festivo de estas movilizactones pudo mantenerse hasta
entrada a nmgún disfrazado". 73 En 1929 una obrera comunista aler-
el golpe de 1930. Después, la represión tmpidió su realizaciÓn o las
taba: "Nosotros no podemos divertimos en esta fiesta. No es ésu una
mundó de vxolenc1a. Todavía en 1934, los distmtos actos comumstas
fiesta nuestra [ ... ] (pues] muestra la corrupción de la sociedad bur-
por el 1° de mayo eran prohibidos y repnmidos. Con toda naturali-
guesa( ... ]. ¿podemos acaso tener una fiesu común con la clase que
dad, el PC describía así el acto organizado en esa oportunidad en Be-
nos e.."\-plota? Yo creo que no. Son los patrones Jos que organizan los
corsos. Es el gobterno el que tiene mterés en que se realicen[ ... ]. Así,
nss~, que mutó en una batalla campal entre militantes y fuerzas polí-
ctaks: "El !unes 30, a b.s 19 hon.s, más de 800 obreros rodearon la
con esas diversxones artificiales, la burguesía m ten ti. engañar aún más
tribuna levantada por el Partido Comunista y las oq,ramzac¡ones da-
a la clase trabajador;r e impedir que despierte a la reflexión". Y termi-
naba convocando a" ... luchar contra todos los parásitos y crear una
sociedad de alegría sana, de fiestas smceras y agradables, de feiicidad 76 Se ha señaiado esta declaración de fe nado como el mtCIO de una .:npa d.:
para todos" 74 El sermoneo contra el carnaval no era originano del coupt;¡ción, por paree dci EsLtdo) del stgnific:J:do de este: evento (/\.rúb;d V!guera.
PC. Tenía una larga tradiciÓn entre los soc;alist;;.s y los anarquistas, -"'El ~nmero de mayo en Buenos Aires, 1890-1950: cvoiución y usos de una rradi-
qutenes lo entendían como un festeJO trracional, ativico y regresivo ció~", Boleriri del Imtrlrlio de I-Iisiona Argentwa y Amencmw "Dr. E. Ra"•gnm1i", Tercera
que desenfren<Lba los sentidos, atentab<J. contra la facultad reflextva, Senc, 3, UBtVFCE, pnma semestre de 1991, pp. 68-71). El PC Y ci anarquismo
mtroducía prácticas l<LsCIVas y horadaba el comportamiento moraP5- resistieron esta tcntHIVa 1ntcgraCion1sr&.
Ti "Más de 10.000 trab"J;dores cewmomaron el 7 de nov¡embre su adhesión
Lo que evidencia la lucha anticarnavalesca de los comunistas es el
mcondic1onai a la rcvoiución n.1sa", Ll, X, 3161, 13/11/26, p. 1. "Fue grandiosa la
modo en que éstos concebían el espacio de la "cultura obrera": autó- manifestación conmemoranva del X amversano de b Revolución Rusav, Ll, Xf.
nomo y diferenctado del de la "cultura popular". 3::?:13, 12/11/27, p. 1. "Diez mil personas desfilaron en la manifcsnción con que el
Por últ1mo, debemos mencionar las concentractones que realiza- Panido Comun;sra conmemoro b Rcvoiución Rusa", LI.XII, 3266, 17/ll/28, p. l.
"La gran demostración comumsra dd 7 de novu:mbrc", Li, XII, 3319, 16/1 !/"29, P·
l. "Et 1. 0 de Mayo en Amcnca Lanna. Balance de csr:;;Jornada", ETL1, II, 31,
Montevideo, mayo de 1930, p. 13-14 (el PC y ci CUSC declaraban haber reunido
72 "Un mal paso", Ll, IX. 1238, 28/2/26, p. 1.
en esta úlnma fecha unas 30.000 personas en Buenos Aires, 1::?:.000 en Resano Y
~ "Biblioceca 'Emilio Zoia' de Barna Pirleyro", LI,X 3175, 19/2127, p. 4. 7.000 en-Eórdoba}, .i\lgunas refcre.ncias a ios actas del PC dur.~ntc los 1° de mayo, en
~~"Una obrera escribe sobre el carnaval", Ll,XI, 3280, 16/2/29, p. 7 .. Rubens Iscaro, Bll!ve /11stona cid 1.'' d( ma¡-o, Buenos r'l.ires, ;\meo, 1961, pp. 87-94.
'"Juan Sunano,Arwrqmstas ... , op. c1r., pp. 153-156.
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1
258 Hemá11 Camarero l Conmt/ISIIIO ¡• eu/tu m obrera 259

SISt:as. La. policía mtervmo rápidamente y los discursos tuVIeron que rrer la mfluenc¡a del clero y la Ideología católica. Esta lucha se desa-
ser reemplazados para miciar una lucha contra la perrada, que duró rrolló en vanos planos. Comenzó en el más vulnerable: el mundo de
más de media hora [ ... J. Viendo las de perder, la policía hizo uso de los niños. Hemos señalado que el partido bregaba por la supresión de
sus armas contra un grupo que protegía al orador, agresión que fue la enseñanza religiOsa en todo el SIStema de la educación pública y de
contestada y termmó por poner en fuga a la cosacada"?B los manuales escolares. En el aspecto recreativo, las agrupaciOnes in-
Cuando podían librarse de la repres\ón, tanto la manifestación fantiles del PC orgamzabanjomadas de esparcimiento en oposición a
del lo de Mayo como la del7 de novtembre, en las que confluían las las que promovía la Iglesia y eventos de repudio a las festividades
reivmdicac10nes P,roletanas y los planteamientos y consignas del ideano relig¡osas vmculadas a los chicos, en espectal, a la que en el mes de
comunista, eran prácticas rituales dotadas de una fuerte carga simbó- enero conmemoraba la "llegada de los Reyes Magos". 81
lica, en las que se destacaban determinados valores: masividad, disci- En ia pup que libraron el comunismo y el catolicismo durante
plina, carácter proletario y familiar, voluntad por ocupar el espacío estos años, ambos compartieron métodos de "catequización", SI uno
público de la cmdad. Así, eJ 1° de mayo de 1932, los mfantes comu- observa el uso dado a sus órganos de prensa, a su manera de practicar
nistas se exhib1eron en la conmemoración del Día Internacmnal de la sociabilidad barnal o familiar o a su intento por conqUistar el espa-
los Trabajadores y un emocionado obrero relataba la experiencia de la CIO público. ¿Cómo no identificar, tanto en los'"domingos comums-
JOrnada: "Vestidos con guardapolvos y pañuelos rOJOS, llevando sus tas", en las micmttvas de la Federación Infantil de Pioners o en las
estandartes, y con las caras radiantes de alegría salieron de sus respec- edictones de Conzpaiierito, como en los oratonos fesnvos, la actividad
tivos barrios lós p10ners [ ... ].Centenares y centenares d~ obreros se recreativa de las entidades católicas o, en las págmas mfantiles del
fueron a sus casas admirados por la fuerte orgamz:aciÓn de la niñez diana El Pueblo y en las revtstas parroquiales, la misma vocación por
trabajadora" .79 ·. .
atraer a la niñez hacia sus respectivas esferas? 82
El apego a estas celebraciones y manifestactones constituía una En el mundo de los adultos, el combate del comunismo contra la
vteja tradición obrera europea. Operaban como una autopresentación Igles¡a tuvo un alcance específico en el territorio laboral. El PC de-
regular y pública, una exhibición de autodominio, una mvasión del nunciaba las mamobras intentadas por las mstltuciones eclesiásticas
es pacto social burgués y una conquista simbólica, en las que se procu- para atemperar la protesta social y fomentar los Círculos de Obreros
raba "demostrar el poder ante todosn.ao Uno de los enemigos, a los Católicos. Por eJemplo, el periódico comumsta de una gran fábnca
que había que enfrentar de modo especial, era la Iglesia. te::-.."til del GBA sostenía: "Parece que el 'cura párroco' de Valentín Al-
sina, con el afán de aparecer como preocupándose de los obreros, ha
S. EL COMBATE A IA IGLESIA Y AL CATOLICISMO convocado a estos a una reunión con el propósito de fundar en esta
localidad 'el círculo de obreros'. Felizmente, los trabajadores de esta
Desde la perspectiva comunista, durante los años veinte y los treinta, fábnca sabemos a qué atenemos, puesto que no ignoramos la místón
una de las condicrones para constituir una cultura y una políttca de de estos círculos, que predican la mansedumbre de los que sufren en
los trabajadores, de carácter independiente y revoluctonario, era ba-

51 "¿Por qu.O los reyes magos se olvidan de los niños pobres?", LI, IX, 1198, 12'
·.<
1/26, p. 2.
:.J'
iB "Los obreros de los frigoríficos de Bensso lucharon valientemente el 1° de S! Sobre el tema: Hernán Camarero, "Jugar con banderas rops. I..a ¡zqmerda y
mayo", U, XVI, 3430, 21!5/34, p. 2. .· ·,~
sus prácticas de emretemmiento hacta los niños durante los años 1920-1930" y
"El desfile dell.0 de mayo~. Compaiicrito (2..• etapa], I, l.julio de 1932, JJ· 4.
79
Miranda Lida, "Catcctsmo, eme y golosmas. La Iglesia Católica y la infancta a co-
J. Hobsbawm, "La transformación de los ncuaies obreros", o p. cn., pp.
50 E.
mienzos del stglo XX", ambos en 7Mo es Histona, XXXVIII, 457, agosto de 2005,
104y 109.
pp. 18-28y 30-37.

~~-~·~~ _: .•
-~):-

lJill·L
260 Hemáu Camarero Comunismo]' culwm obrem 26!
esta tierra, que somos Siempre los mba_¡adores, para 'ir al paraíso'
c¡onalcs y unzversJcanos. Todo ello forma un C0!1JUnto
cuando muramos. Est;1 equtvocado 'querido papá'; lo que nosotros
realmente asombroso( ... ]. Por nuestra parte, nos pro-
queremos es VIVIr como humanos en est:J. vida y para ello le re<;orda-
ponemos seguir cuidadosamente esta propagand;:r. De-
mos al señor Campomar, que en vez de mantener a parásitos como
bemos perseglllrb y combatirla con firmeza ... 35
usted, nos dé a nosotros algo más del salano de hambre que nos
paga ... ".ln También se verificó esa prédi~a en el ámbito barnal. El IniCiados los años tremta, con la orientaciÓn del tercer período, el
periódico del PC de Ciudadela respondía a la inauguración de un discurso comuníst:t contra la mstitución edesiásnca se hizo aún mis
templo en la zona: "Nada podemos los mbapdores esperar de la igle- agresrvo. Sostenía que, en todas las esferas donde actuaba, !a Igles1a
Sia a no ser más sumisión, para entregamos en manos de sus protegi- era "la avanzada ideológKa de la lucha contra el proletanado y conrra
dos, los burgueses ( ... ]. Nosotros los trabapdores, que somos las víc- la URSS". La Impugnación descansaba sobre caractenzaCiones esen-
tlmas de todos sus males y que sólo esperamos la fuerza de nuestros c¡a.listas. Las más tradicionales aludían al papel ideológJCo que cum-
. brazos e m teligenc1a, nada tenemos que hacer en la Igles¡a ",y encabe- pliría la mstitución: " ... la Iglesia recomrenda a las masas la sumisión
zaba la nota con una cita de Víctor Hugo: "En cada pueblo hay una y el desprecio de los b1enes matenales, la colaboración de clases, la
luz que se enciende: la escuela. Y un soplo que la apaga: el cura". 84 . sustitución de los derechos de las capas labonosas por el 'derecho' a la
Enfrente, los órganos próxunos a la Iglesia manifesrrban la miSma caridad"; pero otras señalaban a[ enorme poder econÓmico que h;t-
preocupación, pero con un carácter invertido. En 1928, la revist:t ca·•· bría estado acumulando:" ... yerbales, campos, propiedades, etc., for-
tólica Criterio, fundada ese año por Atilio Dell' Oro Main1, se mostra- man la base matenal de su mfluencia, muy difícil, por no decir Impo-
ba alertl ante el avance de la propaganda comunista: sible, de establecer con certeza, pues se valen de miles de subterfu-
gios para esconder el verdadero monto de !as nquezas" 86 .AJ mismo
No es nuestro propósito en estas líneas, hacer un ;mili-
t1empo, durante estos años, aumentaron los ataques cruzados entre
sis de fondo de la doctrina comuniSta, demostrando como
!as prensas comun¡sta y católica. El Puebio (que llltegraba la Comisión
es ella incompatible con los ideales de la nacmnalidad
Popular Argentina contra el Comunismo) y Críterio (especialmente,
argen tiua [ ... J. Pero nos parece necesano señalar, una
desde 1932, cuando su dirección cayó en manos del monseñor Gus-
vez más, la mtensidad y pers1stencxa con que, en nuestro
t.wo Franceschi), dedicaron cada vez más págmas a alertar sobre el
país, se realiza h menciOnada propaganda comunista, sm
"peligro rojo" y cómo se financiaba con el "oro de Ivloscú"; lo que era
que se adv¡erta !a contr.J. réplica eficaz. !a oposición fuer-
contestado con VIruienc¡a por el PC. 07
te y digna a una actividad que puede termmar por miuar
Por otra parte, la izqlllerda, desde Siempre, se opuso a todo au-
los resortes al parecer más mconmovib!es. Es verdade-
mento del presupuesto est.-rtal dedicado a[ culto. El PC también Jo
ramente e::-..-traordinano el número de publicac10nes -dia-
h1zo. Por eJemplo, cuando el presidente Justo eml!Ó al Senado de la
nas, revisGlS y periódicos- que se editan en la república,
Nacíón, ..en agosto de 1932, un proyecto para crear nuevas diócesrs y
con el propÓSitO exclusivo de realiza.r propaganda por el
arquidiócesis, la reacciÓn del PC fue mmedia.ta y denmlC!Ó que el
comumsmo. Diarios para obreros, publicaciOnes para
mtelectuales, revistas difundidas en los medios educa-

SS "La prop~ganda comun¡st;¡", Cnrena, r. 15, 14/6/28.


s:; "Círculo de 'obreros' católicos", Nuestra Palabra ("Órgano defensor de los 35 "El Congreso Eucarimco Imernactonal", Sor11r:r, JI, 9, septiembre de 1934,
obreros y obreras de la Fábnca de tejidos Campomar y Soubs-V.<lcnrin Alsma"), T, pp. 29-30.
11, mayo de 1927, p. 1. 87 Sobre el anncomumsmo del direcror de Cnteno desde un tota!iransmo cns-
8 ~ ''L•rgics1a y ei pueblo", Ema¡tc•pnción ("Órgano de ios rraba_pdores de Ciuda- ---·-··-
nano: ív!. Lida, "L1 idea de revolución en las rdle::oones políticas de monseñor
deb"), I, 1, octubre de 1927, JJ· 2.
Francesdu, 1930-1943, 'Falb·, VI, 17, dic1embrc de 2001, pp. 125-145.
J·¡
!
!
262 Hemá11 Camarero 1 Comuuismo y mltum obrera 263

presupuesto parecía alcanzar para "regalarles" más dinero a los frailes, 1 Igles1a en la clase obrera de laArgentma no era tan vasta como la eXISten-
pero no para otorgar un subsidio diana a los millares de desocupados 1 te en otros países del contmcnte, reconocía que crecía aceleradamente.
que se multiplicaban en el país. Una vez más, 1rrumpía la denuncia Todo esto explica la importancta que el PC dio a su campaña
del carácter narcot¡zante y adormecedor que cumpliría la mfluencia contra el Congreso Eucarísttco Internacional, que ses1onó en Bue-
eclesiástica sobre las asptracJones revolu<¡Jonanas del proletariado: "Se nos Atres en octubre de 1934, con la participación,· como Legado
pretende aumentar las sotanas para emborrachar 'católicamente' a las Papal, del cardenal Eugemo Pacelli (más tarde, elegido para el tro-
masas, para recomendarles 'restgnación y mansedumbre' y contra- no pontificio), con el apoyo entus¡asta del presidente Justo y actos
rrestar su descontento y sus anhelos ferv¡entes de lucha".83 que congregaron a cientos de miles de personas. Para los comu-
Puede afirmarse que el comumsmo y eJ catolicismo se presenta- mstas, se trataba de una lOICiatiVa reacctonana y peligrosa, pues
ron en los años veinte y los treint.< como dos proyectos o culturas que entendían que " ... la fórmula htpócnta de 'intensificactón de la
procuraron ganar o acrecentar aún más su espaciO en eltmagmario,la vtda esptntual' stgnificará, en realidad, la tntensificactón de todas
moral y la sensibilidad de las clases subalternas. Fue la lgles¡a la que las medidas de represtón contra las libertades obreras", al ttempo
pud_o exhibtr mayor capacidad para lograr sus objettvos. Lo htzo con que arnesgaban una e)..-plicactón más general sobre el verdadero
la creación del"mito de la nactón católica" (imbricando la catolicidad sent1do del cónclave:
con la nacionalidad, y vmculando la confesión religiosa con la ctuda-
danía) y con una espectacular movilizactón de sus huestes Ja¡cas: en La elecctón de nuestro país para la realizactón del prÓXI-
abril de 1931, para ese fm, se creó la. Acción Católica Argentma y, mo Congreso Eucaristtco responde a la necesidad del
nueve años después, la Juventud Obrera Católica.89 Por supuesto, el Vattcano de consolidar sus pastelOnes en Argen tma [-.-]-
mterés de la Igles¡a, a diferencia del PC, no se limitaba a la clase traba- Toda la campaña de mfiltración de la 1g!esia católica en
pd?ra, smo que era parte de un proyecto global d~ mserción en prác- las esferas políttcas, económ1cas, educacionales, su ma-
ticamente todos los sectores soc1ales. Pero, en tanto y en cuanto in- yor onentac1ón hac¡a la conquista ideológica de sectores
tentó adoptar una estrategta hacia los obreros, generó la alerta comu- populares (círculos de obreros y empleados católicos),
msta. Hac1a esa época, el PC comprobaba, con preocupación, que" .. _ la gran cantidad de iglesias que se v1enen construyendo,
en los últimos años de convulsiones soc1ales, la igles1a católica ha sa- su mayor tajada en el presupuesto nactonal y provmcta-
bido adaptar su lenguaje y sus posturas dernagóg¡cas que le permtten les (creactón de nuevos obispados y arzobtspados, sub-
mfluenc1ar sectores de la masa labonosa".90 Observaba los avances venciones, etc.), todo ello nos da el índice de la parttcl-
que la mstttuctón eclesiástica estaba realizando en ese campo, a parttr patión cada vez más activa en la onentación y direc-
de las soluciOnes que proponía el cnstta.msmo social (basadas en la CIÓn políttca del país. Su concomitancia ab1erta con
encíclica R.erum Novarum) y el eventual desarrollo de partidos políti- las orgamzaciones ultra-conservadoras, nactonalistas-
cos católicos. Si bten el comumsmo evaluaba que la influencia de la fasctstas, la propaganda por el corporattvtsmo fasCIS-
ta, a través de su parttdo políttco (P. Popular), de sus
publicaciones (Criterio, El Pueblo), señalan la ofenslVa
de la tglesta, ofensiVa que culmina con la realizactón
88 "iMás pl.ua para los frailes! Mientr.~s millares de desocupados se mueren de del Congreso Eucarístico ... 91
hambre",A.furrdo Obrero, I, S, 28/8/32, p.!.
89 Lons Zanatta, Del Est11do libt:ml o la uació11 cntólic11. !glesttJ y Ejérdto e11 los ongem:s d,o/ El PC editó un folleto para combatir al encuentro, que convoca-
pero11umo, Bernai, UNQ, 1996 y Lu1s Alberto Romero, "Una Nación Cacólic:t: 1880- ba: "Obrero y obrera católicos: tu puesto está aliado de tus hermanos
1946", en C.Ah:amu:mo (ed.),L11ArgemmneJ! ,.( SJ~oXX, Buenos Aires, Anel, 1999.
90 "El Congrc:so EucarÍStiCO InternacJonal", Soviet, n. 9, septiembre de 1934, p. 29.
91 Idem, pp. 19-30.
Comunismo y euitu ra obre m 265
264 Hemáu Camarero

de clase [ ___ ]- No permlt:.J.s que la Iglesia Gl[ólica, uriliz.<ndo tu creen- Un fenómeno que se verificó en toda Latmoaménca. 9-! Como se ana.-
Cia religiosa, te ponga contra rus hermanos de dase, te lleve a apo- liza en el capítulo 5, el Impacto de la Revolución rusa en el medio
yar las medidas re:tcc¡onanas que van contra t1 y contra los tu- uHelectual y cultura! argcntmo dibujÓ una ola de Simpatía que fue
yos".92 Durante esos años, el partido cons1deró que la confisca- más all.í del espacro del PC y construyó un momento de identidad
ción de las riquezas de la Iglesia y la separaciÓn absoluta de la Igle- especifico para una camada de hon1bres y muJeres: "El encuentro de
Sia del Estado eran puntos importantes de la revolución agrana estos JÓvenes mtelectuales con la Rus¡a de los sov1ets es su punto de
antiimpenalista por realizar en el país, mientras planteó la necesi- diferenciación respecto del resto del campo cultural; el 1m pacto ideo-
dad de agitar una serie de consignas: "Que el dinero de los obispa- lógico-político de la revolución se convrerte en un len-motJv de dis-
dos y arzobispados sea destinado a los desocupados"; "Fuera los cursos y prácticas artísncas, genera compromisos y articula núcleos
frailes del Ejérc1to y de la Armada"; "Fuera la Iglesia de la escue- mtelectuales la mayor parte de las veces apartida nos" _95
la"; "Fuera las monps de los hospiL:des"; "Contra la guerra lmpe- Sin embargo, ia mcorporación de mtdectuales y arnsGls al PC o,
nalista apoyada por el Vaticano", en algunos casos, que srguieran, al menos, siendo sus "compañeros
de ruta", se veía dificultada por el acérrimo obrensmo que caracten-
zaba la organizacrón. En general, eran dcfmidos baJO el peyorativo
6. LA ADHESIÓN AL COMUNISMO DE INTELECTUr\LES, térmmo de pequeñoburgueses, propensos a todo t1po de desvracro-
ESCRITORES Y ARTISTAS nes. También mfluia la e::astenCJa de una dirección partidana todavía
débil, cambiante e me:;.,:perta, que se mostraba hostil a la mdependen-
¿cuál fue el lugar de los mtelectua!es, escritores y artistas en esta re- CJa de cnterio de la que hacían gala algunos de aquellos mdividuos. A
creación comumsta de una cultura obrera durante los años veinte y esto se sumó el fuerte sectansmo que defmió al tercer período en todo
hasta mediados de los tremta? Aquí el balance se vuelve compl¡jo. el comuniSmo mtemaciOnal, que, en el plano artístiCO y cultural, co-
Por una parte, e:.'..-penmentaban una atracción hac1a el PC debido a mcidió con una crecu:nte desconfi<tnza hac¡a las expenmenGlCIOnes
una sene de factores: !a permanencia del ideal del comunismo y de la de las vanguardias estéticas y científicas, y con una progresiva mstau-
causa de la Revolución soviétiCa; h creencia en una caída inmmente ración de los principios soviéticos de! "realismo socialista"
del capitalismo tras b cns1s de 1929; la creciente conflictividad social Durante estos años, el PC no pudo acercar a muchos académicos
que se VIVIÓ a partir de este fenómeno; los vinculas orgámcos con la ¡ a sus filas. Con la represiÓn antJcomumsta !mpennte, h adhesiÓn de
clase traba_Jadora que dcmostnba poseer e! partido; ef cornpromiso
de lucha que exhibían sus militantes; la búsqueda de una nueva cul- 1
! un muvers1tario al PC significaba un mfonumo para su futuro acadé-
miCo o profesionaL Y.1 señalamos el caso de ia pedagoga Fossattl en
tura. Como sostiene Osear Terán, "--· los comunistas ganaron una .f
l'vlendoza. Otro tanto ocurnó con Aníbal N. Ponce (1898-1938), du-
evidente mfluenC!a <;:n el mov1mienro obrero. Esta mayor inserciÓn
debía sm duda resultar atractiva para algunos mtelectuales progresis-
l rante estos anos, el mis tmpon.ante mtelectual vmculado a! PC. Huér-

tas, máx¡me cuando esa Situación se iluminaba con el contraste entre la 1


crJSls capitalista mundial por un lado y lo que se percibía como los éxnos
de la construcción del socialismo en la Unión Soviética por d otro" 93
.!1
9 • "El efecro de b revolución rusa y el mdud:rble heroísmo de muchos de los

pnmeros comumscas comribuyen a e;-,-plicar por que camos mteieccuales llegaron a


1 identificarse con eí comunismo me! uso cuando en realidad no eran mtembros del
.;.
p:m:ido", AhnAngell, "Lltzquterda en Aménca L1nna desde c. 1920", en L Berhdl
(cd.), Hislorw dulménra Latwn, vol. 12: "Polícica y soctcdad desde 1930", Barcelo-
9~ Parcido Comumsca, El Co11greso t'\fcgro d~ la r~acción )'la guerra, Buenos Aires,
,,1
.·l
na, Critica, 1997, p. 77 .
Sud;¡m, 1934, p. 16. : ¡
.·¡
93 Beacnz S:ulo, Uua mociemidad prrifénca: Buenos Aires 1920 l' 1930, Buenos
9,; Osear Ter:ín, '1\níbal Ponce·o-d"in:i!'Xisfnb sm n;¡ción", Eu busca de la ideologia ¡
mgeutwn, Buenos Aires, Cat.·Hogos, 1986, p. 159. ::¡ Aires, Nueva Visión, 1988, p. 123.

l
266 Hemán Camarero Comauismo y cultura obrera 267

fano, egresado con honores del Coleg¡.o Nactonal de Buenos Atres, UBA y exonerado de sus cargos docentes. A comienzos de 1937, de-
Ponce abandonó una carrera de Medicma para espectaliza.rse en Pst- cidió 1rse a Méxtco. Allí logró una eXItosa mserctón mrelectual y.p~;o­
cología y llegó a dictar cátedra en el Instttuto Nacional del Profesora- festonal, y también encontró la muerte, de forma accidental e mespe-
do Secundano. Desde 1923 participó, aliado de su maestro José In- rada, en mayo de 1938.
gemeros, en la dirección de la Revista de Filos'!fia y en la creación de la Héctor Pablo Agosti (1911-1984) fue otra figura clave, que, con
sección local de la Unión Latinoamericana, mtentras comenzaba a los años, y hasta su muerte, se engió en e1 más destacado mtelectual
VI":Jar astduamente a París y a descubrir el psicoanálisis. En mayo de partidano, con aportes en los campos de la filosofía y los estudios
1930, fue uno de los fundadores, junto a AleJandro Korn; Roberto culturales. Tuvo un precoz acercamiento a las filas comunistas: en
Giusti y otros, del Colegto Libre de Estudios Superiores, úna entidad 1927 se afilió a la FJC y se convtrtió en un cuadro relevante; algunos
de ens~ñanza pública no estatal, basada en un conjunto de cátedras años después, se mcorporó al ce
partidariO. Trabajó como secretmo
libres, que contenía a aquellos intelectuales laiCos y progresistas SI- de Codovilla y redactor de las actas en la Primera Conferencia Co-
tuados fuera del disposttivo institucional oficial. Debe sttuarse en 1928 munista Latinoamencana en Buenos A.tres en 1929. Ese mismo año,
el momento en que Ponce comenzó a alejarse de sus concepciones mgresó en la Facultad de Filosofía y Letras de la UBA, cuyos estudios
ongmales, proptas del liberalismo ·posttivtsta, y a incorporar catego- abandonó poco antes de graduarse. Allí se deslumbró con Pon ce y se
rías marxistas. A parttr de 1933, asumió expresamente el marxismo co~virtió en su discípulo. Como vunos, la vida de Agost1 estuvo sig-
(al que entendió como reducto de la ractonalidad ctentificista) Y se nada por la represión: entre 1931-1937, sufrió tres encarcelamientos,
vmculó al PC, aunque sm afiliarse a él.96 Ponce conqmstó un gran durante los cuales escribió los testimomos y trabajos de crítica litera-
ascendiente sobre las postciones del partido en el campo ideológtco y ria que configuraron su primer libro, El hombre prisionero, publicado
cultural, que aseguró aún más cuando, en 1936, impulsó su revtsta en 1938. Ya era un símbolo del mtelectuai comunista entregado a la
Dialéctica. Hay quienes sostienen, mduso, que fue él quien, desde la causa proletaria:
adopctón delfrente popular, tomó a su cargo la tarea de arttcular la
visión del país y del mundo del comunismo argentino. 97 En toCio El JOVen dirigente revoluctonano Héctor P. Agosti ha
caso, se convtrtto en una figura que f01jó una identidad para la caído nuevamente en las garras de nuestros enemigos
mtelectualidad comunista, además de dejar una producción vasta, [ ... ] . iEs torturado en la Sección Especial, veJado en Vi-
aunque de desigual valor, en cuestiones de psicología, filosofía, lla Devoto y procesado en los Tribunales! Su salud que-
soctología, htstoria y crítica literana. Por asumtr sus ideas, el autor brantada, por años de persecución. Pero su dignidad re-
de Humanzsmo burgués J' humanismo proletario fúe expulsado de la volucionana se manttene firme, su voluntad de lucha es
insobornable. Desde la mtsma cárcel trab":Ja, estudia y
entrega toda su cultura, capacidad y talento al proletana-
do con quien se ha consustanctado. 98
96 O. Terán, 'J'\níbal Ponce ... ", pp. 135 y 161. El modo en que Ponce se conVIr-

tió "en el mcelecmal orgámco por excelenc1a" del PC escá analizado en Néstor En 1931, antes de inictar su ctclo de pns10nes, Agostt fue el prin-
Kohan, De Iugemeros al Clu:. Ensayos sobre el mar.~umo argctttwo y latwoamencmw, Bue- cJpalnnpulsor de una agrupaciÓn de estudiantes umversttanos y se-
nos Aires, Biblos, 2000, pp. 64-74. Para su reconstrucción b10gráfia, hemos segui-
cundarios promovida por la FJC. Se trataba de Insurrexit, homómma
do al libro de H. P. Agosn,Auíbal Pouce. iV!emona y prr:seuna, Buenos Aires. Cartago,
1974, y a otros dos, escntos en el v1gés1mo amversano de su muerte:Ju!io Wosko,
de la que había actuado en los pnmeros años ve m te. 99 La orgamza-
Auíbol Ponu, lurmamsla de nuestro ltempo, Buenos Aires, Aurora. 1958; A. Yunque,
Aníbal Pouce o los deberes de la wtcligwCta, Buenos Aires, Futuro, 1958. 98 "Héctor P. Agosti".]weutud Obrera, III, 42, 4/3/35, p. S.
97 Tulio Halpenn Dongh1, LaArgeutltlll y la ianuenla del 1111111do. Ideas e idcologias eutre
99 B. Klcmer; 20 mios de mor"'meuto estudiantil refonmsta, 1943-1963, Buenos Ai-
1930 y 1945, Buenos 1\.ircs, Sigio ve1nnuno editores Argentina, 2003, pp. 127 Y ss.
res, Platm:i, "l964~pp-:-17::27:··· ·
Co11111m.ww y cu!tum obrera 269
263 I-femá11 Ca111arero

1 su:d de estudios soc¡;¡_fes. PUJggrós, qmen deJÓ mcompleta una cJ.rre-


ción extstió hasta. 1935, cuando fue disuelta con la estracegta delji-e11te .
r~_umversitana en b. bcuftad de CienciasEconÓrnJGl~ (UBA), se afi-
paptdar. Tenía un com1té nactonal, que funCJonaba en el local capitali- 1
¡ ho al parn~o en Rosano durante 1928, tras un VIaje a Europa y ];¡
no de México 2070, y filiales en La Pbta., Córdoba, Rosano y Santl
Fe, en cuyas unidades acadérmcas actuó. 100 En agosto de 1932, reali- ¡ URSS. En los SigUientes úios, su militancia tuvo altiba.JOS y alternó
entre un empleo comerCJal, la labor en ei periodismo gráfico y la di-
zó en Buenos Aires su primera asamble;¡ nacional. Insurrexit, se mo-
rección de una revtsta de artes e ideas, Bníjaia, que editó con mde-
vil~ó contra la mtervencíón de las umversidades y el proceso "contra- 1
1 pendencJa del partido en 1930-1931. IOJ
rreformiso." abierto en septiembre de 1930, al que reputó oligárqmco,
_ Donde el PC tuvo m:~yores posibilidades, desde los años vemte,
reacctonario y fascista. Sin embargo, a tono con la línea del tercer período,
1 fue entre !os escntores y ensayistas de h nueva generaciÓn, muchos
desarrolló una vtsión muy crínca de la Reforma Universitaria de 1918, 1
de los cuales abrazaron la utopía revoluc10nana. Vanos novelistas,
subordinada a una m~rada de clase que alertaba sobre h inconsecuencia
pequeño burguesa de dicho proyecto y que ms¡stía en la necesidad de b
lí poetas, cuennstJ.s y dram.J.turgos del Grupo Boedo, que rctr:1bron ~1
¡ hombre de abajo. plantearon el compromiSO soc1al ~omo forma de
fusión del estudiantado con !a clase obrera. Si el punto central era la lucha
e:\.-presión Y a crearon una literatura de denuncia, adlurieron al parti-
por las retvmdicac!Ones inmediatas de los estudiantes pobres, alertJ.ba 1
que éstas sólo serían conqmstadas, " ... cuando las masas labonosas y
¡ do o fueron sus "compañeros de ruta", al menos durante un tiempo.
! La mayoría tenía ongen humilde, surgido en el suburbio. el conven-
estudiantiles -bajo la dirección del proletariado- e.x-pulsen del país al
ril!o Y lafamilia de tmmgrantes. Habían animado la rev¡s~a Las pellsa-
rmpenalismo y den la solución revolucionaria de la crisis". 101
dores, admuustrada por Antomo Zamora, y luego dieron vida a Clan-
Como referentes de Insurrexrt, además de Agosti y Paulina Gon- 1
dad (la gran publicactón piuralista de las 1Zqlllerdas dunnte los años
zálezAlberdi (este último, en la Fa.cu!tad de Ciencias Económicas de 1 tremt<l y los cuarenta) y a la colecciÓn de libros Los ¡¡uevos. Debe des-
la UBA), se destacaron Carlos Moglia, qmen tuvo una mtensa actua- 1
tac.J.rsc aquí a Leónidas Barlett1, cofundador, en 1928, de la Soctedad
ción en la dirección de la FUA, y el futuro poííttco des;:rrroiiista Roge- 1
¡ Argentma de Escntores (SADE). Badetta fue, en 1930, el creador y
lío J. Fngerio. Abra de la Peña también militó ;:rllí y, por ello, fue
pnmcrdirectordel Teatro del Pueblo, que, al poco tiempo, pudo fun-
expulsada de la Facultad de Medicina (UBA). Asirmsmo, el estudian- ~ Cionar en un pequeño local ubicado en el465 de la. Corrientes todavía
te platense, y posteriormente ~scntor, Ernesto Sába.to fue dirigente ~
ai:gosta y eng1rse, en los años s1gutentes, en una alternattva mdepen-
de esa agrupación y de la FJC. Incluso, en agosto de 1934,junto al
dJente a la escena comerctal, a partir de representar obras clásicas y de
pmtor CasL."lgnino, mtcgró como candidato la. lista que el PC presen-
m:evos dramaturgos. Otros fueron ios narradores Elías Casrelnuovo
tó, sm ser acept."lda, para las elecciones de conven~ionales c~Ustltu­
Y Alvaro Yunque (en 1935 dingió Rumbo, una reVISta literano-polít1ca.
yentes en la Provmc1a de Buenos A1res. 102
cercana al PC), y d poeta, dramaturgo y secretano ele SADE CésJ.r
En el campo de la elaboraCIÓn e:nsayísnca e hlstonográfica comen-
Tiempo. Vanos de estos escntores reempiazaron al Iumpen y~~ pana
v.ba a esbonrse b. figura de Rodolfo Pu1ggrós (1906-1980), s1 bten
como actor prine~pal de sus obras por el obrero sano y oprumsra, ca-
su papel como mte[ectual del PC fue destJ.odo luego de 1935, espe-
paz de participar en una revoluCIÓn socialista. 104
Cialmente a partir de 1938, cuando !a.nzó.fl,gumeutos, una reVISta. 1nen-

103 e t;t~ L a
0 rnar l \1 .. jlltura.
JUi{ttJII .. 1¿odorjo
·¡· PtuJ!l.!rOs en las t.!Jlcrttájndas nrgf."tllriUiS del
.<rglo A.'"X:, Buenos l\ircs, Eudcb~. :!006, p. 15 y ss.
100 "Insurrex•c realiz~ra su as~mb!ca nacional", BR, I, 74, 15/6/32, p.:1. 10" Iv1 an;¡!
' M"me llo no, "I_os o l>re ros en el periodo de entn:gucrras en /\rgentma:
101 "Rcuniósc la 1"' asambica naciOnal de 'Insurrcxicm,tHuudo Obrr;o, I, :1, :15/S/
sus formas de rcprescnraci6n lirer.mo-discurs;vas", en J. Pancmen (comp.),.-'i~J:m­
32, p.4.
¡··---·--··--·· .1111a: tmbnjadon:s win• do.< gucrm.<, op. Cit., pp. 204 y ss. Va: E. Castclnu~vo, f.·idas
102 "Ell9 de agosto en la prov. de Buenos l\ircs: por la Lista obrera y campesi-
) Proh:tanas. Escenas dt.• fa lurica flbrr:ra, Buenos Airesr Vicrona. 1934.
na", Ll, XVII, 3433, 11/8/34, p. 5.
270 Hemáll Cmnarero Couu111iswo y witu m obrerc1 271

A estos cánones no se adaptó Roberto Arlt: m en los avatares an- si~tdicalislas)


parec16 más eficaz para la ópt1ca comumsta: publicó en el
gustiosos y sórdidos de personajes más b1en desclasados o amorales, diana e:-..-censos y elog1osos articulas sobre la URSS a partir de sus
como Silvia Ast1er y Remo Erdosain. de sus novelas El juguete rabioso e>.:penenc1as de VISitante en 1931, que le s1rv1eron al autor para editar,
y Los siete locos, m en una trama como la de este últtmo libro, que g¡ra en 1933, su libro ):á vi eu Rusia. Impreszo/les de Llll viaje a través de la lzerra
en tomo a una pandilla de intelectuales frustrados que pretende fi- de los lraba;adores. Pero hasta estos relatos resultaban heterodoxos para
nanciar u u indeterminado plan revolucion;¡no con la explotación de el estilo partidano.
prostíbulos ... Sin embargo, el gran novelista tampocQ escaJ?Ó a la in- En cuanto a Arlt, puede afirmarse que ya colaboraba con el parti-
fluencia del comuntsmo.-Pero el "caso Arlt" sirve para entender los do: en abril puso a dispos1ción su obra Los lumúllados para que el Tea-
lím1tes y dificultades en la posibilidad de acercamiento de hombres tro del Pueblo la representara en el marco de un festtva.l y baile fami-
de la cultura. al PC. Castelnuovo recordaba sobre Arlt: "Cuando or- liar que h1zo la FJC con el objet1vo de recaudar fondos. 107 Por esos
ganizamos la Umón de Escntores Pro !etanos, firmamos JUntos los días, ta.mb1énjztveutud Obrera, el periódico de la FJC, en su segundo
términos de la convocatona que se dio a publicidad. Entonces, estuvo número, publicó un te:>..<o entregado por Arlt, dedicado a cntlcar a
a punto de ingresar al Partido Comumsta". 105 Eso ocurría ha.c¡a co- Manuel Gálvez. Los dos pnmeros textos del autor de Los la~tzallamas
mienzos de 1932. Efect¡vamente, aunque, poco después del golpe de escntos para Bal!dera Ro;a lo mostraron alineado con las posrc10nes
Estado perpetrado por Uriburu, Arlt había tenido alguna partiCipa- sectarias del PC: eran críticas a Antomo Zamora, al mmtstro de Agn-
ción en la L1ga Antümpenalista, una orgamzación fomentada por el cultura Antomo de Toma.so y a los socialistas, desde posiciones de
PC, fue en aquel año cuando el escntor protagonizó un acercamiento 1zquterda. 108 La tercera mtervencíón de Arlt denvó en polém1ca. En
directo al partido. Batidera Rqja, el fugaz diario comunista, lo atesti- su nota "El bacilo de Carlos Marx", trazaba el objetiVO de" ... hacer
gua. Para ese entonces, Arltya era muy conocido: había publicado sus comprender a. todo rib10 simpatizante con la causa de Rus1a. que su
novelas, había escntos dos obras de teatro, se había desempeñado como deber, su úmco, su exclusiVo deber, es estudiar de contmuo. Un pro-
cromsta poliCial en el diana Crítica y, luego, como redactor del diana pagandista preparado es un anna de combate terrible. Una especte ele
El Nfundo (allí editaba una sección con firma, sus famosas ·~guafuer­ cultiVO de bacilo elevado al mi.'illllum de su poder tÓX!co", 109 Era un
tes porteñas"). Por eso, sus artículos en el diario del PC aparecieron :¡ -planteo herétiCO para un partido mtelectualmen te tan tosco y dogmá-
con un inhabitual "Roberto Arlt escribe". Se ha afirmado que, a prm- ~~ tico, narcouzado por las caractenzaciones del tercer período. La res-
c1p10s de 1932, fue R. Gluoldi, quien solía tratar con mtelectuales, el
encargado de reun1rse, en el Teatro del Pueblo, con Arlty Ca.stelnuo-
¡¡
puesta fue mmediata. Pnmero, un 1gnoto Artero retrató a Arlt como
un mtclectua.l pequeño burgués, amtgo de Rus1a, pero mconsecuente
·1
vo para mvttarlos a colaborar con Baudera Rq.Ja, en cuyas páginas había í{ con las rareas y necesidades de la hora, pues no comprendía que un
lugar para e)o,:prés1ones artísttcas y culturales. 106 La participación de 1 revoluctonano no se podía formar sólo en el estudio: "No. Ese pro-
1
Castelnuovo (qmen venía de part1c1par en periódicos anarquistas y pagandis-ta debe hacerse en la lucha, debe morder las necesidades del
1
1
proletanado, debe 1r a los smdicatos, a las reumones de obreros, a sus
¡ clubs, sent1r encame prop1a el desprecio a la burguesía dominante ...
J y también estudiar. He aquí al revoluc1onano. No basta la mtenctón,
105 Elías Casrcinuovo, ¡Vfemonas Buenos N res, Edictoncs Culturales 1\rgcntt-
¡
nas, 1974, p. 138.
106 Raúl L-..rra, Roberto Arlt, el torturado. Uua apascouada bioguifía, Buenos Aires,

Ameghmo, 1998, p. 148. En Baudcra Roja, por CJCmplo, había ilustrac•ones de plás- "Inrcrvcndrá el Teatro del Pucbio", BR, I, 12, 12/4/32, p. 4.
107
tiCOS locales (Guillermo Fac•o Hebequer, entre otros) y e¡,."tranJeros. L1s más emplea- "Roberto 1\rlt escribe: Zamora y el gran mquisidor", BR, I. 4, 4/4/32, p. 2;
103

das fueron las cancawras y dibuJOS de criric.~ soc1al del comumsca alemán George Grosz, "Roberto Ar!t escribe: De Tomaso y Zamora", BR, I, 11, 11/4/32, p. 2.
refcrcnc1ado por el PC Íocal como rcprescnración pristma del "amsra revoluc1onano".
i
i lO? "Robe no 1\rlt escribe: El bacilo de Carlas Marx", BR, I, 18, 18/4/32, p. 2.
j
¡;

1
¡!
272 I-lemán Camarero Coumuismo y wltum obrera 273

la simpatÍa m el entus1asmo". 110 Luego, la prop1a pluma de. <=;h10ldi mienco revoluctonano m al marx1smo. 11 J Meses después, en uno de
salió al ruedo con un artículo que, si bten reconocía la ut1bdad de sus cuentos, Arlt le h1zo decir a uno de sus personJjeS lo que parecía
"estudiar al mar::Gsmo", impugnaba directamente la ocurrencia arltia- ser un balance de esta e::,:penencn:
na: "En 'El bacilo de Carlos Marx' observa.mos que el punto de parti-
da. es el indivídua.lismo más a.preta.do y las conclusiOnes, individualis- Como otros de mis compañeros, me qu¡se acercar a la
ta.s ta.mbién [ ... ]. La revolución no es di producto de ules minorías, clase trabapdora [ .. -1- A las primeras de cam b1o algunos
smo el movirruen to revo1ucronario de masas. Inocularse el 'bacilo de obreros fantásncamente mstruidos, ayudados por su te-
Marx' para crear la casta de la minoría selecta, es direcumente anh- rrible dialéctica marxista (que aún no la ent¡endo clara-
ma.rxista".lil En ese mismo teJ.."to, Gh1oldi coloc¡¡.ba a Arlt entre una mente por ser tan complicada) trituraron nuestros con-
sene de mte!ectuales Qulio R. Barcos, Arturo Orzibal Qumta.na y ceptos y m1 literatura, y sm pdos en la lengua nos tildaron
otros), con los cuales el propio PC acababa de compartir acciones en .
de tgnorantes, va.m'd osos y oportumstas y e hifl a dos. 11 ~
común en la lucha contra. eltmpenalismo, la guerra y el apoyo a la
Todo esto, sm embargo, no 1mpidió que Arlt contmuara siendo
URSS. Para él no eran más que intelectua.!es pequeño burgueses con-
durante algún tJempo un escntor cercano al PC y partida no ~e IUJcia-
fundidos, a los que se les debíap. señalar sus límites. La conclusión del
tivas militantes. Por eJemplo, JUnto a Casteinuovo (al que GhiOldi
virtual secretano general del PC era inevruble: "El pequeñoburgués,
umbién había defimdo como "literato pequeño burgués"), fue funda-
pedante de su sabiduría muchas veces discutible, p1ensa que somet~rse
dor, en mayo de 1932, de un efímero intento denvalizarcon laSADE:
a la dirección del proletanado sería indigno de su suficiencia; en realidad
la Unión de Escritores Proletarios, que se pronunció a favor de la
la dignidad revoluciona na de la pequeño-burguesía sólo puede existrr en
URSS y de la lucha contra !a guerra tmpenalista, el Gl.SCismo y el so-
la medida en que trab;ye con d proletanado y baJO su dirección".
cialfascismo. Al fin y al cabo, Caste!nuovo ;¡_seguraba respecto de él y
La respuesta de Arlt g1ró sobre esta últtma observación, cuya um-,
de Arlt, que sólo "por un mal entendido no mgresamos los dos a!
versalidad cuesnonó, ya que sólo tendría vigencia" ... siempre que d
Partido Comumsta Argentmo" 115 Ambos colaboraron con la revtsta
proletam.do del país donde actúa el intelectual pequeñoburgués sea
Actualidad artística - económica - social, una publicación org;ímca del
marxista. Ahora, st el proletanado y la gran masa rural no es comunis-
PC que salió entre 1932-1936. En su comité editor, figuró el propio
ta, ¿qué cammo debe segll!r el intelectual?". Para el escntor, Ghioldi
Castelnuovo.Junto a JV!anuel Punyet Albert¡ y Horac1o ~re:J~, e~tre
entraba en una "demagogia desenfrenada, con pnncrpms autontanos;
otros. P....r!t esc:ribtó ;~Uf artículos sobre !os desocupados y las t1uetgas
el prolet~mJ.do es toJo. Sí, el proletariado será todo, cuan~o su dic-
de los obreros de b carne que ding¡ó el PC en Avellaneda durante
tadura (vehículo para la desapanción del estado cap¡taltsta) haya
1932. Desde la rev1sta, se entabbron relac¡ones con los escntores,
absorbrdo tod;¡s las clases destrUidas en su concepto d e e 1ase " I. P-
art¡stas e mte!ccru;Ilcs prÓXImos al partido. No pocos de ellos fueron
A los pocos días, Bmulera Roja cerró el debate, planteando que ya
Ghmldi no mtervendría más debido a sus "múltiples ocupacm-
nes", pero se depba constancta de que Arlt no en tendía m al mov1-

113 "La cucsrión Arlr~, 8!?, J. 39, 10/5/32, p. 2.


H< R. Arit, "Escntor fracas;¡do". en íd~m. El ;orol}(idiio l' olros wewos (1933),
Buenos Aires, Losada, 2004, p. 63.
110 Artero, "Concest<tndo a Roberto Arlr", BR, I, 21,21/4/.32, p.2.
115 E. Casteinuovo,Alw¡onm, o p. Cit., p. 199. David Viñas, en un a reículo publi-
ll! R. Gluoldi, "Sobre el bcilo de Marx",BR, I, 24,24/4/.32, p.2y BR, I, 25,25/
cado baJO ci seudómmo de Juan José G~nm ("Robeno Arlr y los comumsr:ts".
¡

4/.32, p. 2. Un análisis del rema en: J. Anca, "L-1 polémtca Ar!t-Gh!Oidi. fult y los ;~ Comonco, 2, mayo de 195-1, p. S), argumento que la aprox1macion de t\ric al PC fue
comumstas", La Ciudad Frtillm, 3, dictembre de 1986, pp. 22-26.
····oc;¡s¡onil~súlicstlmando, a nuestro entender, 1;¡ relación •ntcnsa y conflicnva que:
1 12 "Escribe Roberto fu le: Ghmldi y d bacilo de Mar:-.:", BR, I, 33, 4/5/32, p. 2.
ex1stió cnrre ambos.
•¡:-.
;~ .
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~~­
;
r.
Co11111111.mw y wlrum obrera 275
274 Henuíu Camarero ·!
:l-
sometidos a las m1smas críticas que Ghioldi antes había desarrollado ·t:~
,, reportar, por el momento, a una orgániCa pari:idana, entre abril y sep-
respecro de Arlt, Castelnuovo y otros. En Actualidad, en directa polé- tiembre de 1933, González Tufión fundó y dingi6 Contra. La revista
de los franco-tiradores, una smgular ex-perienc1a de vmculación entre
mica con ideas que había e;,:presado Barletta, se presentaba así el dile-
ma de todo pensador y artista: "O son revoluciOnarios desembozada-
J
._,
vanguardia estética y vanguardia polít1ca. 118 En el pr1mer número de
'·1
mente, y todas sus ideas, todos sus actos1 toda su propaganda pertene- Contra, se reproducía en la tapa una litografía de Guillermo Facio
ce por entero al bloque proletano que enfrente al bloque burgués, o
;! Hebequer Gunto a los pmtores y grabadores José Arato, Adolfo Be-
bten mtegran, consciente o mconscientemente, este últuno, partiCI- llocq y Abraham Vigo, y al escultor AgustÍn Riganelli, había formado
pando así del papel conservador y obstrucnvo de servir y defender el grupo Artistas del Pueblo, de claro contenido soc1al), en la que un
todo !o VICJO y consagrado que ttene el mismo".l16 obrero alza desafiante su pufio izquterdo. La rev1sta propugnaba el
La críttca a Barletta, fue mis allá. Entre 1933 y 1935, mtegrantes "arte revoluCiona no" y negaba la idea del "arte puro", ba.Jo la creenc1a
del partido tmpulsaron, frente a la institución creada por él y para de que su neutralidad era Imposible mtentras subs1sttera la soctedad
darle verdadera batalla al "teatro burgués", el Teatro de Arte Proleta- de clases. En sus páginas, se dejaba sentir una admtracíón por la poe-
rio, dingido por Ricardo Passano, y cuya secretaría se ubicaba en Bar- sía de Vladimir Matakovsky y LoUJs Aragón, por los representantes
tolomé Mitre 1281. Se definía como un conjunto antiindividualista, del surrealismo francés y por los nuevos novelistas norteamericanos,
que rechazaba la idea de pnmeras figuras, de maestros y directores, y como John Dos Passos y Upton Sinclarr. Allí escribteron varios de los
representaba obras para distraer y, a la vez, elevar" ... et"nrvd cultural :'
intelectuales cercanos al PC, con algunos de los cuales González Tu-
't ñón había compartido la ex-penenc1a de Nlartíll Fierro y Crítica. Incor-
de las masas trabajadoras, ayudarlas en su emancipación dentro de la
actual soctedad ( ... ]. Es dectr lo contrario de lo que ocurre en los porando modelos literanos ex-penmentales, Cofltra tradujo la mayor
·.;:
teatros burgueses, mercantilizados, cuyo públi<::o sólo reaccrona en parte de las políttcas que impulsaba el partido en plena estrategía del
..¡

forma visible ante las más gruesas chabacanerías o ante las unbéciles y tercer período,lo que se demuestra, por eJemplo, en el denuesto total al
torpes alusiones o procacidades de los cómicos en boga, que no tra- radicalismo y al PS. Es cterto que la publicación m tentó preservar su
ducen nmguna inquietud, nmguna sensibilidad artística, ninguna pre- autonomía del PC y un carácter más pluralista, pero su director for-
ocupación de un orden supenor y más digno, que no van más allá de muló defimctones contundentes: " ... el úmco cammo posible es el
lo superficial" 117 del comumsmo. Hay pro !etanos y burgueses, y yo estoy con los pro-
También un mtegrante del Grupo Florida confluyó hacta el PC: el letarios, SI no por mt cultura y mt condición de penodísta, por, en-
poeta, escntor y penodista Raúl González Tuñón (1905-1974). Su tiéndase b1en, mr mentalidad revoluctonana". 119 Un militante cen-
acercamiento a la clase obrera y a la tzqUJerda fue gradual desde la suró el "confustomsmo pequefioburgués" que advertía en Coutra, cre-
segunda mitad de los años veinte, mientras concluía su partJctpacíón en yendo necesano reafirmar que la conciencta revolucionana no podía
la reviSo i\!Jar{Íll Fieno, escribía en el diario Crítica (al cual había mgresado ser creada por los mtelectuales y sus msrrumentos, smo por los obre-
s1ere afias antes como columnista y corresponsal vtajero) y publicaba ros en la lucha de clases y guiados por el PC; Gonz:ílez Tufión (a
sus libros de poesía El violíll del diablo, 1Vfiércoles de cwiza y La calle del
aguJero ell la media. Ya habiéndose declarado comumsta, pero sm
115 Sylvia Saina, "Polémrcas ideológicas. dcb;nes lircranos en Coulm. La rer•1sta

de los frmrco-limdorcs". en S. Saitca (coord.), Coulm. Ln n:r•rsia de los frauco-ltradores.


Berna!, UNQ, :2005, p. 13. Los datos biográficos del poeta en: Horacto Salas, Cou-
r•crsacroucs co11 Rmí/ Gouzálc:: Tr11ión, BuenosJ\ircs, La Bastilla, 1975; Pedro Orgambr-
m C~rlos E. Moog, "El arte y nuesrr.ts ideas socmles",Actualidad artÍStiCa- cco-
de, El hombre de in rosa bfindr>ln, Rosa no, Ameghmo, 1998.
uóuncn- socraf, f, },jUniO de 1932.
119 R. Gonz:ílez Tuñón, "Algunas opmiones que explican aigunas acmudes".
117
Julio V.1ldez, "El Teatro de Arce Prolernno de ia t\rgent1n2''. Corllra, 1, 5,
Coutm, r. 2, mayo de 1933, p. 6.
septiembre de 1933, p. 10.
276 Hemáu Camarero Comti!IL<mo y witrua obrer.1 277

diferencia de lo_que Arlt había hecho con Ghioldi antes), evnóuna dos por la policía, que también entorpeció las tareas de distribucrón y
respuesta clara a esta crítica. 12° venta. Ese m1smo número fue secuestrado por las fuerzas de seguri-
En el cuarto número de Contra, González Tuñón publicó su poe- dad, io que puso punto final a la publicación. González Tuñón se
ma "Las bngadas de choque", en el que postuló fa adhesión al pro1e- convirtiÓ en otra vícnma de la Secc1ón Especial: fue encarcelado y,
tanado, la revolución y el comunismo.i 21 Encabezado por una frase debido al citado poema, procesado por mcttación a la rebelión, pero
de Aragón, ''por el aniquilamtento total de esta burguesía", convoca- logró la libertad baJO "cauciónJuratona". En contra de la sentencta, se
ba a sus "camaradas poetas" al compromiSO urgente: "Pero reclamo pronunciaron Fedenco García Larca, Pablo Neruda, León Felipe y·
de cada uno la act¡tud revohtctonana 1 frente a la vida./ Pero reclamo Miguel Hernandez, entre otros. Finalmente, en 1934 González Tu-
el puño cerrado/ frente a la burguesía", y afirmaba luego "Formemos ñón dio un paso más y se afilio al PC, y lo mtsmo h1zo su hermano
nosotros, cerca ya del alba motmera, 1 las bngadas de choque de la Ennque. Tras su VIa.Je a España en 1936, publicó su famoso libro de
Poesía./ Demos a la dialéctJca matenalista el vuelo lírico/ de nuestra cbra Impronta militante, en homenaje allevantamtento astunano y
fantasía". A partir de allí, seguía una metralla de oraciOnes provocati- en apoyo a la República: La rosa bli11dada.
vas:" ... y nosotros, ún¡camente nosotros los comumstas, auténtica,/ Por otra parte, durante los pnmeros años t~emta, el PC contó en
legítunamente nos reímos de esa constitución burguesa/ y de la de- sus filas, o tuvo como firmes SimpatiZantes, a destacados represen-
mocracia burguesa 1 pero no de la democracia que proclamamos 1 tantes de la plástica argentma. Por eJemplo, Antonio Bernt (1905-
porque nosotros queremos la dictadura 1pero la dictadura que asegu- 1981). Luego de su estadía en Europa, en donde absorbió la e..--.:penen-
rará la verdadera libertad 1 de mañana;'. El poema contmuaba con cta del surrealismo, una vez reinstalado en su ciudad natal, Resano,
ataques al orden burgués en todas sus expresiones y bramaba contra en 1931 el pm tor mgresó al PC (y R. PUiggrós tuvo mucha mcidenc1a
los f.,_scistas, los radicales y, además, "los social-demócratas, los católi- en ello). 122 y;,_ dist.1.nc1ado de la dimensiÓn mconsc¡ente y fantástica
cos, los nac¡onalisras", a qmenes, como a los cuervos, "hay que des- del surrealismo, Bemi postuló 1a necesidad del comproriuso del ar-
tiSta con los procesos históricos y los desheredados, y una Impugna-
trozarlos con un ttro de escopeta". También "contra las putas espías
de Orden Político", "el anarquismo sen tunen tal yclaudicador"y "toda ción a la estética sostenida en una pura especulación sobre las formas
la roña burguesa" (abogados,jueces, mtelectuales, vedettes, mesías}. y los materiales del arre. En 1934 Benu orgamzó en Rosano la Mu-
Finalmen.te, el te}.."tO llamaba al combate "Contra los museos, las um- tualidad Popular de Estudiantes y ArtiStas Plásticos, una escuela-ta-
versidades, 1 la prensa paquidermo,/ la radiotelefonía,/ la academia, ller que formó a vanos JÓVenes, y realizó muestras de murales y cua-
ei teatro y el deporte burgués. t iPreparémonos para tirar 1 y acertar dros de gran tamaño, dingidos a un amplio público. 123 El objetiVO de
esta vez!". y concluía, de maner.t contundente "Yo arrOJO este poema este nuevo espacio, en donde la mfluenc1a del PC era muy grande, se
violento y quebrado 1 contra el rostro de la burguesía", encuentra en el manifiesto que em1tÍÓ la Unión de Escntores y Artis-
Los efectos del escnto fueron mmediatos. En el quinto y úlnmo tas Revoiuc10nanos creada hacia esa época en la cmdad sanra"fecma,
núm.ero de Co11tra, aparecido en septiembre, se denunciaba que algu- en el que el prmctp!O de identidad aparecía mequívoco: "Nosotros,
nos de sus lectores, obreros del Fngorífico Anglo, habían sido detem-

!:!:! Guillermo Famoiu, "V.1nguudia artísnca y política radicalizada en ios años


1 ~°
C. Moog, "Contra Cotara", Coutra, I, 3, jUlio de 1933, p. 12. Gonzálcz Tu-
'30: Bcrm, el nuevo realismo y ias es¡rategtas de la Mutualidad", Causas}' ,{:::ares, IV;
ñón, en "Los sucesos. los hombres", Contra, I,_ S, septtcmbrc. de 1933, p.~. dijo,
S, ocoño de 1997, PP· 131-HI; Fernando García, Las OJOS. rlida }' ¡JasiÓtl de AlllOIUO
rcsp_ccto dci arrículo de tv!oog: "nosotros no discurtmos y aceptamos alguna gran
verdad que nos dice"
Bcnu, Buenos 1\.ircs, Planeta, 2005, p. 105.
113 Rafael Sendra, El;ovcn Bmu ¡• la k!utlllllitfq_cl.foppln~cf~J!swd.J!r.!.!l_es ¡•ArliStas
121 R. Gonzálcz Tuñón, "L1s brtgadas de choque". Camra, I, 4, agosto de 1933,
pp. 8-9.
Plástrros cie Rosnno, Rosano, UNR Editora, 1993.
. _______ ,,________

2.78 Hemán Camarero ComllttWIIO y atltum obrem 279

mtelectuales revolucionanos, enarbolamos valientemente la bandera HaCia 1933 tam b1én mgresó al PC qmen se convrrtió en un piO-
de la lucha c0mún con el proletariado. Y en el orden de la cultura, nero de la: pmtura: concreta noplatense: Raúl Lozza. PartiCipÓ de las
nosotros propugnamos la creactón de una literatura y un arte profeta- campañas partidanas a favor de los presos políticos y contra las gue-
no de masas que capten y e.'\.-presen los anhelos de las clases oprimi- rras 1mpenalisras, a través de ptnt."ldas callejeras. Ese m1smo año, fue
das, que eleven el destino de la literatura y el arte prostituidos por la alcanzado por la Sección Especial y fue detenido en dos oportunida-
burguesía y utilizados por ésta para credm~r a los mrelectuales y para des (en la segunda, durante sets meses). Lozza habría sido uno de los
opnmir Ideológ¡camente a las masas trabajadoras". A contmuación, que bauttzó el método de tortura de "la picana"- PreCisamente, baJO
sostenía: "Nosotros reiVmdicamos la creación de un arte y una litera- ese título, realizó un dibuJO a láptz que representaba una escena de
tura de combate que contribuyan a educar revolucionanamente a ios tormento sobre un pns10nero con la aplicación de descargas eléctn-
trabaJadores, mtelectuales, estudiantes y artistas en generaL que des- cas. En el periódico Socorro Rojo, que editaba el SRI, aparecteron va-
pierten en ellos la pastón generosa de la lucha por la revoiuCIÓn, que nos escntos e ilusrrac¡ones del artista, que denunCJaban la tortura y la
exalten la grandeza del movJmtento emancipador y del heroísmo del acción de la Sección Espectal. i 27
proletanado ... "l 2-1 Berm apostaba a una renovación del arte, con una Todos esto.s mtelcctuales, escntores y plásticos fueron convrrtién-
estéttca vanguardista que abrazaba la utopía revolucmnana y tematl- dose en mtembros o "compañeros de ruta" del PC, con el que desa-
zaba el mundo obrero, el drama del desempleo y las e::-..-prestones de la rrollaron relaciones muchas veces tensas y sometidas a una perma-
protesta, y exaltaba su potencial contestatano. Tesnmoman estas pre- nente mspeccíón ideológtca. Una tarea en la que el partido no dejó de
ocupaciOnes sus cuadros "Manifestación" y "Desocupados", de 1934, sanc10nar actttudes o planteas "inadecuados". No obstante, si bten se
que fueron calificados en la perspectiva c"amumsta como e"--presión m tentó tmponer, cada vez más, el canon soviéttco del realismo secta-
de una plástica revoluctonaria. 125 lista, en la práctica, esta operactón fue sobre todo discursiva, sm po-
Compartían algunas de las e:x-penenc1as de Bemijuan Carlos Cas- der matenalizarse en e:¡..-prestones stgnificattvas en este período. Se ha
tagnmo y su amigo Lmo Enea Spilimbergo (1896-1964), qUJen dedi- señalado que varios de estos mtdectualc::s chocaron cou d PC pues
có a las temáttcas soctales vanos óleos con figuras monumentales, procuraban jerarqutzar su lugar y dar una funcionalidad aut6noma a
cercanos a la estética muralista, y fue fundador, en mayo de 1933, del sus apuestas teóncas y culturales. 123 Esto es cterto, pero también lo es
Sindicato de Artistas Plásticos (SAP). 126 Berm, Spilimbergo y Cas- que, para ellos, acercarse al PC constituía una posibilidad de vmcu-
tagnmo estuvteron directamente vmcu!ados a la VISita, en 1933, del brse a la lucha obrera y a una causa, la del comumsmo, que todavía
comumsta mexicano David Alfara Siquetros, qmen dictó una sene de despertaba una profunda atracctón en ciertos estratos. Por eso, la ma-
conferencias y realizó el célebre "EjerciCIO Plást1co" en el subsuelo de yoria de estos mtelectuales, escnrores y artJS~"lS stguteron orb1tando
una residencia bonaerense del periodista Na talio Botana. Los rres fue- en tomo al partido (muchos, mcluso, se incorporaron a sus filas), un
ron parte del Equipo Poligráfico Ejecutor de la obra, que mauguró el proceso que aparece difmnmado en las VIstan es menciOnadas. ¿Cómo
muralismo sudamencano, fenómeno que tuvo un más b1en débil de-
sarrollo en el país.

1 ~J "Manifiesto de ia Unión de Escncorcs yArnsras Rcvo!uc10nanos", Coulra, I, 1:!7 Adnana Launa. "Cronoiogía b10gráfica y artísnc~". <!n Rmíl Lozza. Retraspa-

5, sepncmbre de 1933, p. 11. twa, 1939-1997, Buenos Aires, Museo de Arre Moderno de Buenos Aires, agosto-
1 ~ 5 C. Córdova lcurburu, "Hacra una plásttca revoluc10nana". Urrittaci. Por fa septiembre de 1997, p. !8.
ricfon.<a ti~ la wftura, I, 1, ene ro de 1936. I:!B J. Ancó, ''L"l p~lémtca Arlt-Gluoldi", art. ctt.; Sylvta Saítra, "Emre la cultura

1:2 6 María Cnsrma Ross1, "En el fuego cruzado entre el realismo y ia abstrac- y b polírica: los escntores de ¡zquterd;¡~, en A. C·ttt,,ruzz;¡ (dir.), Cnsts ecattomrca,
ción", en AA. VV., Artl' arg<'rrlillo y la/woamcricauo del srg/o)C(. Srts wtcrrefaaolll'S, Bue- at•att~e dd Estada e wurtidrttttlm: política (1930-1943), t. VII de la Nrtcr•n Hislorra Argeu-
nos Aires, Fundación Esp1ga~. JQ9':!:,_p_._S1_y_ss. _ ltun, Buenos Aires, Sudamcncana, 2001, pp. 383-423.
280 f!emán Camarero Couw11i.mw y cultura obrera 281

entender, acaso, que, a partir de la aplicacJÓn de la estrategia del tos, Cayetano Córdova It:urburu y Nydia Lamarque (quienes habían
freule popular, pricttcamente todos ellos confluyeran en la Asocia- partlctpado de la e:;,:pcnenc¡a de la revista Contra), Gerardo Pisarello,
ción de Intelectuales. Artistas, Periodistas y Escritores (AIAPE), Raúl Larra, Alfredo Vareia, Gregono Bermann, Bernardo Edelman,
motonzada por el PC? Juan Carlos Vedoya y Ernesto Giudíci, un heredero del movrrmento
La AIAPE fue fundada haCia junio, de 1935 y tuvo una vastísima de la Reforma Umversitana, quten mgresó al PC en 1934, tras una
actividad hasta su clausura con el golpe militar de 1943. Su modelo ru1dosa e•..'Puls1Ón de la UBA y una emigración desde las filas de la
era el Comité de Vigilance des Intdlectuels Antifascistes, creado en izquierda del PS.
París en 1934, y las figuras progresistas de Henri Barbusse y Roma m En síntes¡s, durante los años vemte y los tremta, el PC aparecía
Rollan d. La AIAPE reunió a distintas e:-..'Pres10nes de la izquierda, pero como un partido de obreros mserto en un campo cultural a través de
el predommto comumsra fue innegable. Estru~turó filiales en todo el una red de prácticas e mstituc¡ones, que se alimentó con la. acción de
país, articuló ramas, departlmentos y comisiones (de plásticos, médi- mtelectuales, artistas y escntores. Ellos desarrolhron con el partido
cos, abogados, penodistas, pedagogos), editó órganos de prensa (Uni- relaciones poco apacibles, a veces contradictorias, gmados por las an-
dad. Por la difensa de ia cultura fue el primero de ellos), montó una s¡as de conoc¡mxento científico, de una literatura de compromiso so-
editonal y orgamzó cursos y semmanos a cargo de espec1alistas. 129 Cial o de-un arte revolucionario. A su modo, de la mano del PC o en
Porree fue el pnmer presidente, reemplazado un año después por el un carnmo convergente, ellos fueron a la búsqueda de la clase obrera.
Dr. Emilio Tr01se, quien se acercó al PC desde aquellos años.
Hacia esa época, con el despliegue de una cultura antifasciSta (que ***
pugnaba por defender las libertades democráticas, cuestionar las polí-
ticas inmigra tonas restrictivas y el antisemitismo, y sostener a la URSS En este capítulo, se ha exammado el modo en el que, desde los
corno modelo de desarrollo social) y con las tareas de solidaridad a la años vemte, h clase trabajadora fuc mtcrpelada por el comumsmo
República española frente a !a guerra civil, comenzaron a agruparse desde una vanedad de ofertas socioculturales. Los adeptos a! PC de-
bajo la égida del PC una verdadera pléyade de ensayistas, artistas, In- bieron abnrse un espaciO aHí donde los soctalistas llevaban una venta-
telectuales o dingentes políticos con formación teónco-cultural. En Jd. evidente, ya que habían logrado montar una empresa educat¡va y
la AIAPE, que ya para 1937 agrupaba a unos dos mil asoc¡ados, ade- recreativa sólida en Jos sectores populares. Pero d PC manifestó mu-
más de los mencionados Ponce, Agostt, Trmse, Yunque, Tiempo, Pul- cho mis e.-...'Plíc!l:amenre que el PS una vocación por crear un ámbtto
.. {'"' -1 ~ !
1 --
,.-.. ~._ ! ~ -- ,. ~
ggros, .Jpillmixrgo, Daneua y Jos nennanos Gonzalez !unan, actua-
~ - .- de socialización cultural proietar1a diferenciado de ios 1mpuisados por
ron otros mtelectuales y artistas del PC o vmcuiados a é!: entre tan- las clases dommantes. Al m1smo nempo, los comumstas e:-..'Presaron
otro manz: la. renuncia a asignarle aquel lugar central que le otorga-
ban los socialistas a su propuesta pcdagógrca, erudita y cientific¡sra,
clave para su objetivo de mcorporar a los trabajadores a la vida CÍVIca y
aljuego electoral. Esta era una operaciÓn que el PC reputaba como
' 19 James C~ne. '"Umry for rhe Defense of Culture' The ALAP.E. and thc reformista: la liberación de la clase obrera no surgirÍa de la. pura edu-
Cul¡ural Polines of¡\rgennne 1\ntifascBsm, 1935-1943", HispamcAmcncmc Hiswncal
cación en c¡ertos valores de una cultura uiliversal progres¡st;¡ nt de la
Re'''""'· DCx.·vn, 3, Duke Umvermy Press, 1997, pp. 443-432; R. Pasolim, "Inrc-
obsesión por crear c1udadanos VIrtuosos, smo de la iucln de clases
!ectua.ies ;mrif.1sc1stas y comumsmo dura me b década de !930. Un recorrido posl-
bie: entre Buenos Aires y Ttndi!, Eswdios saáalrs, xrv, 26, Lo semestre de 2004, C"-'traparb.n1enraró. y annsistérniCa. Es dectr, bs prácticas culturales
Sam.1 Fe, pp. 8!-116; ídem, "El nac1m1enco de una sensibilidad política. Cuirur:. sólo debían servir para alimentar ese proceso de emancipación, que
antifasctsca, comumsmo y nación en la Argentma: entre la AlAPE y el Congreso srempre se resolvía en la lucha polít1ca revolucJOnana. Desde comien-
fugr.::mmo de b Cultura, 1935-1955", Desarrollo Econonuco, XL. 179, octubrc/di- zos de los años tremta, cuando el PC profundizó la desafiante esrrate-.
ctembn: de 2005, pp. 403-433. g1a del tercer período y debió volver clandestma buena parte de su labor
282 Hemán Cama11!ro Comrmis111o }' wlcn ra obrera 283

anre los embates represtvos del Estado, la acctón cultural comumsta el caso anarqutsta: el proyecto dei PC estuvo cruzado por contradic-
fue perdiendo impulso y nqueza frente a las urgencias políncas más ciOnes y contaminado por múltiples mfluenctas racionalistas, ilumi-
mmediatas que presentaba la hora, pero nunca desapareció y, desde la mstas y románttcas, heredadas de su pasado soctalista, lo que puede
segunda mnad de aquella década, recuperó espac10. En todo caso, advertrrse al e;.;plorar su almacén iconográfico, sus apuestas estéticas
pueden servtr algunas apreciaciones realizadas para Francia: si los co- y sus enunciaCiones discurstvas. En definitiVa, como apuntó Hobs-
mtimstas tendieron a configurar basta' el tercer período una "gran fami- bawm, " ... el socialismo (o el anarqmsmo, o el comumsmo, que per-
lia" o "subsocxedad", con la aplicación de esa onentación conforma- tenecen ambos ala misma familia) es el últúno y el más e:.\."tremado de
ron una "microsociedad" o "secta", que quedó reducida a un gue- los descendientes del racionalismo y de la ilustractón del stglo
to. 130 Esta fue una denvación bastante lóg¡ca en un partido que, como XVIII". t34
ya bemos apuntado, tuvo tendencia a convertrrse en una "institución Así como Hoggart sugtrió que las variaciones estructurales, geo-
rotal". gráficas, ambientales o étnicas complejízaban y heterogeneizaban las
Las e;¡.,:penencias aquí reseñadas pueden defmirse como tributa- e:.\."Pertenctas de una cultura obrera, también se alertó que ésta stem-
nas de una cultura obrera, a la que, al mismo tiempo, el PC coadyuvó pre nacía en ambientes específicos (barno, fáprica o comunidad lo-
a constttuír. No forzamos la utilización del concepto, pues fueron los cal) y, por tanto, era una cultura de núcleos sociales restrmgidos, que
propios actores los que, en todo momento, aludieron a él para expli- v 1vian en su comunidad. 135 Prectsamente, es necesano explorar as-
Citar el contenido de sus prácticas. El térmmo se había convertido en pectos de este últrrno factor para analizar cómo mcídieron las caracte-
un objeto de stgnificaciónsocial. Pero no es recomendable formular rísticas de cada colectividad laboral de Capttai-GBA en la cultura obrera
defmiCiones demastado generales u ontológ¡cas sobre la categoría cul- comumsta. En una clase trabajadora multinacional y plurilingüística
tura obrera. Los mvesttgadores germanos enrolados en la corriente como la que surgió en esta región, eso exige mdagar en el modo en
de la "h1stona de la vida cotidiana", quienes enhraron diversos estu- que el PC se insertó en los ámbitos proletarios de las comunidades de
dios sobre el mundo del trabaJO en la Alemania prenaz1, tendieron a mm1grantes. Hacta ese tema nos conduce el próximo capítulo.
concebrr la histona de la clase trabajadora corno la de un entramado
de subculturas. 131 Sigutendo esta senda mterpret:ativa, entendemos
que la comunista pudo haber representado, en los años vemte y los
tiemta, una vanante dentro de la culturaobrera, es dectr, una "sub-
cultura" en d mundo proletano, mclinada a conformar sus prop1as
normas y valores, proclive a recrear rasgos particulares y localizada en
ámbitos especificos.n2 Tal como se caractenzó a la cultura anarqmsta
de pnnciptos del stglo :XX, también es posible decir que la expenen-
Cia comumsta se aprmamó más a una C~Jitura. alternativa antes que a
una contracultura. 133 Y por las mismas razones que se esgnmen para

uo G. Vincent, op. crt., p. 65.


131 Serg¡o Boiogru, Na.rumo ¡•clase obrera (1933-1993), Madrid, A."-··li, 1999, p. 59.
U:! Sobre el concepto de "subculcura": Alessandro Pizzorno, Le radie~ de/la pofi- 13• E. Hobsbawm, "Las sccCis obreras", en&beldes pnmitivos. Esrndío sobre lasfonuas

l<ea asso/uln e altn sa~1, Milano, Felmnclli, 1993, pp. 120-124. arcarcas de los mot,imienlos soaales ertlos siglos XIX y XX, Barceiona, Ariel, 1974, p. 191.
133 J. Sunano:A11arqmstas ... , op. c1t, pp. 2.:)_:-:2~-- _ U5 R. Hoggart: La wltura obrera ... , op. cH., pp. 29-37; S. Bologna, op. cit., p. 59.

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