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MANUAL DE HISTORIA
DE COLOMBIA

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SEGUNDA EDICION

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PROCULTURA S. ·A:

INSTITUTO COLOMBIANO DE CULTURA


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986.10202 Manual de Historia de Colombia


M-294 Historia Social, Económica y Cultural.

ft
Segunda Edición 1982.
3 volúmenes. Contenido: Volúmen l, Prehistoria
- Conquista y Colonia.'11
Volúm,n 2, Siglo XIX. Volúmon 3, Siglo XX.
.
.

Director Científico
Jaime Jaramillo Uribe .i!
INDICE
Coordinación
Jorge Eliécer Ruiz
Darlo Jaramillo Agudelo
Págs.
Editores JADO: JAllAJ,llLLO URIBE
Juan Gustavo Cobo Borda Introducción •..........••.• , .... •. • · • • ·.. · · • · • •• · • · ·: · · · · · • · · · · · · • · · • · · • · ··· · • • • 15
Santiago Mutis Durán
Portada GEIWUIO RJ:IcBEL-DoLKATOFI'
\ J; ·
V ásquez Ceballos Judith y Ho/ofernes :, I. COLOMBIA IND!OENA-PERtODO PREHISPANICO
Introducción ....•......... , ............... · · · ..... · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · 33
Fotografía I. L& etapa paleoindia: los cazadores y recolectores tempranos·,,,• 35
Sergio Trujillo Dávila A. Poblamiento de ..América. . . ;., ;•;•.••: ••.•.•• , ·.-·,.• • · · •· · · • · · • •� ' :;35
· . . . ,. ' .,\ ..,._ ·"· .
B. Industrias liticas ..............................· · · · •·. ·· · ·· • · 38
..
. . c. Primeros hallazgos en Colombia· • ·•.....•...·, ........ : .·.•· · · ,· · 41
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·etapa.· f��tiva: (!e loa comt� de. la. vida . ,sedentaria,
-�.,,,¡.-¡. .·.t, hasta el desarrollo de ia agricultura y de las_ alde� .............. 47
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A. La costa 'éómo foco cultural ........••........... '. ..•.. •.· •• 47

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·
· ·B.· Comienzos de 1a·cerámlca ............ : .•'. .. : .. ;....•.•.•.••. 49
· ··c.· Vida aldeana ................•.•..•.•..... :·�··············· 57

. m. El advenimiento de los cacicazgos ... ; .........,..•••••......•..•. 66


A. Conc. epto de cacicazgo .............•.••. , ................... 66
Las ideas expuestas en este Manual son la exclusiva responsabilidad intelectual l'. ...
B. Colonización maicera ........................ -............... 69
de los respectivos autores. c. Los. cacicax.gos . colombianos ...••.••.••.._. ...,•... •'· •••...•... 71
Los Derechos de Autor de esta edición fueron reservados IV. Las federaciones de aldeas: los Talrona y loiÍ' Mui:sca .....•.... 90
por PROCULTURA S. A. A. Pautas, asentamientos •...•.....•..•...............•.• , · • .. 93
B. Contactos culturales · •.............•..........• •.....•..· • · · • 94
c. Estados. incipientes ......•...•.•.............. , ....... · · ••• 98
lrripreso y encuadernado por Printer Colombiana SA. . Bibliogra.fia •••••.• , .• •.• · • .••• , , •• • ••• • •• •• •• • •• ••• · •• • •• • •• 106
/

Págs.
JUAN FRIEDE
II. LA CONQUISTA DEL TERRITORIO Y EL POBLAMIENTO
I. Los antecedentes ... ...... ........•...• ........•........ . ....... Págs.
119 :-
II. Los viajes descubridores ................ ; ................. ..... IV. La sociedad ..............•...................•................. 279
III. La gobernación de Santa Marta .... ...... • ..... • . ..... ........
122
A. conceptos históricos sobre diferenciación y conflicto social 279
130 B. La preeminencia de los encomenderos y las comunidades
IV. La gobernación de Cartagena . ........................ ...•..... 136 indígenas ....................•..•.._ .•....•.., ............... 286
V. A la búsqueda del Perú .............. ;·.......................•
c. Terratenientes, mineros Y comerciantes . ¡ ............· ..... 292
VI. La conquista de la meseta chibcha ................... ........
139
142 D. Las castas ........................•.................. · · · · · · 294
VII. El reparto del botín .......... •....................... ...... •.
VIII. La fundacl.ón de Bogotá. ....... ..............................•.
146 · Bibliografia .............................................. · . · · · 298
149 ·
IX. La, anarquia ................................................... 153 JORGE PALACIOS PRECIADO
X. El gobierno del licenciado Juan Diez de Armendáriz ............ 157 · IV. LA ESCL,!\.VITUD Y LA SOCIEDAD ESCLAVISTA
XI. · La primera audiencia •........................................ 163 Introducción ........... n • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • •.• • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • 303
XII. La segunda audiencia ....•................ '. .................... 167
XIII. Gobierno de los oidores ....................................... A. Necesidad de la mano de obra esclava ....................... · 303
173 ;·¡· B. El negro en la economía colonial •...........•.............. 306
XIV. Gobierno de Venero de Leyva .................•.•............. 182 ·· I. La trata de negros ........................... _. ............... · . 312
XV. El ocaso de Santa Marta .................. ...•....... .......... 190 "
XVI. El puerto de Cartagena . ...................................... A. Abastecimiento y comercio de esclavos ........ ; .•...•....... 312
194 B. Orígenes tribales .................................... · · · · · · 321
XVII. El ocaso de la conquista .............•.........: ............... 204 c. Etapas de la trata ............•........................... 322
Bibliografia .................................·.................... 221 l. Permisos y licencias .............................. · · · · · · 322
2. Los asientos .............•...........•............ · · · · · · 325
GERMÁN COLMENARES 3 . Libre comercio ....•••....••........•·· .. •· ......... · · · · · · · 328
: III. LA ECONOMrA Y LA SOCIEDAD COLONIALES II. · La sociedad colonial y la esclavitud ....•....................... 328
, 1550-1800 A, 'Amos y esclavos·.:.................. '. .....•................... 328
Introducción ......................... •............. ·B. La legislación ........•.•._•...._....•.....•........•.... · · ·, · ·
. . .. ......•...... ............ 225 , 332
I. A la búsqueda de un marco de interpretación ....
............ .. 228 c. La·cristianización · ..... : ..·.-..,; ......:: .., •.•.. :1.,...............

334
'D Mezcla de razas ......•.. :.............., .•..•........ · .. · · · 336
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Il. Fundamentos económicos de una periodización para


la
colonial •....•..•.....•..•.••..........• : •.....•........... época · · E.'· · Sublevación y clma.rronismo .. ..: ..}) '.·..;)'.-:·, -�·· ...•... · · •• · ·
_ _
337
....•. 235
343
m. La economía colonial .......................................... 241
· Bibliografia ....................... , .•• , .... · · · · · · · · · · · · · · · · ·

A. Mineria del oro .................. ...................... .... 241 JAIME JARAMILLO URIBE, GERMÁN COLMENARES .,.�"n i•, ,,.::"�·
l. Fronteras y yacimientos ................................. 241
2. Minas, técnicas y mineros ................. _. ............. V. ESTADO, ADMINISTRACION Y VIDA POLlTICA EN LA SOCIEDAD
246 COLONIAL
.;.:.
3. El trabajo ................... .-. , ............... ......... 249 I. La administración colonial ............•• , ,;; •••. , ...... , •......... 349
·
4. La producción y las crisis. ... ...................... ...... 254 A. Etapas de la administración colonial· ••·,.,., ..· ....·.......... 349
B. La agricultura .............. ............................... 257 B. Los principios generales que configuran· la administración
l. La apropiación de la tierra ...._...................... .. .. 257 colonial ....................•..... · . · · · · . · · ••\·:· · • , · • · · , · · · · · 350
2. Configuración de las unidades productivas ............. 261 l. Centralismo .........................•....·,_;:...•.•........ 350
C. El comercio ........... :.....'...._........................ 2. Reglamentarismo ............ : ........ , ..:';'.............. 352
.. 268
l. Los comerciantes .....•.......·........................... 3. Intervencionismo ..................;,_... '. ..',' : .............. 352
268
2. Las mercancías: "Ropas de Castillá." y "Ropas de la 4. Uniformidad ..................•..••.•.....•....... · · •.. · · 353
tierra"; el ·contrabando .........:.....................•.. 271 5. Casuismo ...........•...........•-...· .- .................... 353
6. Burocratismo •.••..•.•.........••••..,.• • •••...••. .•...••• 354
7. · Concentración de poderes ......, ...........: ....,,.......... 355
8. Control reciproco ......................................... 355
.1

Págs.
C. órganos de la administración colonial ..................... 356t; c. Arquitectura. religiosa •......................•.•........... , 457
l. El Supremo y Real Consejo de Indias .................... 3 D. Arquitectura militar ....... .... .•...•...... . .•...... ... •... 459
2. La Casa de Contrat.ación de Sevilla ..................... 3561 Bibliografía ................................................ , 461
3. Las audiencias .....•.............. ;................... ; . 57�
358 ·;.
D. Formas de control e información ............·............. . 3591.
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Jl'ltANCISCO GIL TOVAR


1. La residencia ........................................... 35;)'
2. La visita .......... :.....................
· ·................
E. Competencias de jurisdicción ................ . .............
l. Lentitud e ineficiencia .................................· 36St;
::i VII. LAS ARTES PLASTICAS DURANTE EL PERíODO COLONIAL
I. Mezcolanz a y atempera.miento de los estilos importados ........
,·II. La actitud hispánica y criolla ....•..••.••..•.'•...•....••.......
465
467
2. Reclutamiento; términos y salarios ..................... A. Pintores y escultores hispánico-criollos , ..•...•..., .•..•.... 471
367!
F. Las reformas borbónicas en el Nuevo Reino ............... 370 4' " B. Imaginería escultórica ............... , ..•..... , ; .. , ....•...• 477
G .. El régimen. de intendencias ................................ 375l C. El arte de los retablos .....•.... , ... , .... , ................• 478
H. Criticas de las reformas borbónicas ........................ D. Un gran iinaginero barroco .•................•... , .......•• 480
:� ·:f E. La pintura virreinal ....... , .... , ... , .. , ..... , , ..... , .....• 481
I. Nuevos planes al finali zar el siglo XVIII •..• , .••.•.••••.•.••. 8
3 8
F. El mestizaje artístico ......................... , ... , ..•...• , , 482
II. Factores de la vida politice. colonial: el Nuevo Reino de Grannda G. La expresión popular ..•.•.•..•. , , .. , . , ..., .... , , , ....•• , . , 485
en el siglo xvru (1713-1740) ............ .-·......................... 336 37 1·!•.' '' H. Artesania colonial .................. : ........•............ , 486
A. Consideraciones metodológicas ...........•.................
· 3 6f
Blbl!ografia ..•.•...•......... , .. , .. , ..•.. , .••.•• , •....•....•. 489
.
B. Para. Ul'la. · tipología del funcionario espafiol del siglo xvm 3887.·
C. Perspectivas sobre el siglo xv.ur .,.......................... 300·
D. Conflictos a través de un texto coloni-al ..................... 393 :MAlÚA TICIU:SA CRISTINA
E. Polftica y sociedad: la depasíclón de Mene!les ............... 397. VÍÍ!.
LA LITERATURA EN LA CONQUISTA Y LA COLONIA
F. El contexto de lo. politlca Imperial y la creación del virre!- . I. La literatura en la conquista .. ,·, , , , .. , .. , .. , • , •..... , •. '. , , .., , . 495
na.to de la Nueva Granada .............·.................... 402
O. Los funciona.ríos espafioles en las Indias .. ;·;; ............. 407 II. La madurez de las letras coloniales ; . , . , , , . , , , , .• , • , ..• , .... , ..• 509
H. Los oidores (1721-1739) .....................·............... 410. A. Carácter religioso de la cultura colon1al .. , : •.•. , , , , , .. , .., .• 509
I. . Conclusión ..............................._...·· ..•.............. 41H 1. El papel de la Iglesia ......·.......•... , ............, ..... 510
Blbl!ograffa. ...................... , .............. .............. 414 2. La educación •••.•.•..•••.•.•...••••.•••••.•••••••••••.• 511
3. Circulación del libro ......•.......... , ..••...••........ , 514
4. La élite Intelectual ......., ....... , ... , , .., ..... , .. , .... 516
ALl:IERTO COIIRADINE ANGULO B. Tendencias literarias . • .....•..•.....••.•...•....•......... 519
VI. LA ARQUITECTURA COLONIAL 1. La crónica novelesca de RodrtguezlP'reyle .....•...•.•.• . 522
I. El urbanismo y la arquitectura en el siglo XVI ••...........· .. : ... 419' 2. Contrarreforma y esteticismo en el "Poema heroico" de
A. La vivienda. ................, ; ...•..• ·, ....•.......•...., .... 421 Dominguez Ca.margo ........•..••....••.••.......••, •... 537
D. Arquitectura. religiosa •.•... , ........... , .. ,............ , .... 424 3. El desierto prodigioso .........................•......... 561
4. Francisco Alvarez de Velasco ................, ..•.....•. 656
:.�
C. Arquitectura militar ..••.... , ............••.. , •..., ......... 431
5. La prosa ascético-miatica de sor Franciaca Josefa del
II. El siglo xvxx: el urbanismo y la plan!f!cación territorial ........ 433 Castillo ................... , ..• : .. , ......; ......, , ..•..... 569
A. La vivienda ....... , ........ , ............................... 436 III. La !lustración ....................... .... ., •••••. , •, ..••....• • •.•• 566
B. Arquitectura religiosa secular y ·regular , , . '. , , , ........ , , . , • 439 A. Reorientación intelectual .................. , ........ " ..... 567
c. Arquitectura. militar ..., • , .•......
· , '. ..•..• : ...•...•........ , 444 B. La literatura en el periodo de la llustNLción .•...•...., ••, •• 576
III. El siglo xvm y-·loa alborea del xxx: nuevas· fa.sea del urbanismo. 1. La poesia cortesana de Ladrón de Guevara ...•..•••••• • • 578
Cambios socia.fes, polftlcos y económicos ••...•..........•....... 447 2. Nuevas disecciones temá.ticu en poesia ........ , ....... . . 580
A. La arquitectura doméstica, urbana y rural ., ..•.•.•........• 451 3. La.a tertullaa literaria.a .. •.............• .. ..............• 582
B. Arquitectura civil ....•..•...•.•.••.•..... , ....• , .. , ..•. , ..., 455 Bibllo¡ra.tia ,., •.•• , ••••••.••• , , , , •, ..••••.••.•••. , •••••• , 586
autores , il' ,

JADD!i: . J'ARAMILLO URIBE. Profesor titulado de . la Universidad. Nacional de Co-


• •
'l.l 1''1�"'':" ,
. , .

' lombia. Ha dirigido el Departamento de Historia de la Facultad de Ciencias


- -
. .
. .

'.Humanas. Fundador y director de la revista Anuario colombiano de Za his­


toria social y de Za cultura. Obras publicadas : Entre Za filosofía y la historia
-

(1962) , Ensayos sobre historia social de Colombia, Universidad Nacional de


Colombia ( 1968) , El pensamiento colombiano en el siglo XIX, Edit. Temis,
( 1964) , La personalidad. histórica d.e Colombia y otros · ensayos, Colcultura,
( 1977 ) , Antología d.el pensamiento político colombiano, 2 vols. ,(Banco de la
República) 1970, y en Colombia hoy, volumen colectivo, el ensayo Etapas y
sentidos d.e la historia de Colombia ( 1978) , Historia de Za pedagogía como
hist.c,ria de Za cultura, Universidad Nacional de Colombia, 1969, _1978.

GERARDO REICHEL-DoLMATOFF. Austriaco. Llegó a Colombia en 1939 ; naturali­


zado en 1942. Miembro durante varios años del Instituto Etnológico Nacional
.,,, y del Instituto Colombiano de Antropología. Fundador y primer director del
Departamento de · Antropologia de la Universidad de los Andes, Vlsiting
.

Scholar, University de Cambridge (Inglaterra) , research professor, Univer­


sity · de California, los Angeles, EE. UU. Obras publicadas : Los kogi: una
. · .... , tribu ind.ígena de la Sierra Nevada de Santa Marta, Colombia ( 1951) ,
Investigaciones arqueológicas en el departamento del Magdalena: Arqueo­
.

logía del río Rancheria; Arqueología del rio Cesar, Ministerio de Educa­
ción Nacional (1951) , Datos histórico-culturales sobre Zas tribus de Za an­
tigua provincia de Santa Marta, Imprenta del Banco de la República
(1951) , Diario de viaje del p. Joseph Palacios de Za Vega entre los indios y
negros de Za provincia de Cartagena-1787, Ministerio de Educación Nacional
(1955) , The PeopZe of Aritama: the Cultural Personality of a Colombian
Mestizo Village, University of Chicago Press (1960, 1968) , Colombia: Ancient
j Peoples and. Places, Thames & Hudson, London/Praeger Publishers, Nueva
. York ( 1965 ) , Desana : simbolismo de los indios tukano del Vaupés, Univer­
sidad de los Andes, Bogotá ( 1968 ) , Amazonian Cosmos: the Sexual and
Religious Symbolism of the Tukano Indians, University of Chicago Press,
EE. UU. ( 1970) , San Agustín: Culture of Colombia, Thames & Hudson, Lon­
don/Praeger Publishers, Nueva York, ( 1972) , The Shaman and the Jaguar: a
Study of Narcotic Dmgs among the Indians of Colombia, Temple University
Press, Philadelphia ( 1975) , Contribuciones a Za estratigrafía cerámica de

r--
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San Agustín, Colombia, Imprenta Banco Popular ( 1975) , Beyond the Nilky l"l ( 1969-70) . E s profesor d e historia d e l a arquitectura en l a Universidad Na­
Í
Way : the Hallucinatory Imagery of the Tukano Indians, University of Cali-" cional, desde 1962. Dirige la sección de historia de la facultad de artes de
fornia, Los Angeles, EE. UU. ( 1978) . Estudios Antropológicos, Colcultura, 1977. ,;; la Universidad Nacional. Ensayos publicados : Clasificación de la vivienda
. colonial (1969) , Algunas consideraciones sobre la arquitectura en Zipaquirá
, ( 1969 ) , Mompox, arquitectura colonial ( 1969) , Arquitectura religiosa en
JUAN FRIEDE. Naturalizado colombiano. Diplomado en ciencias econom1cas, ,; Colombia : templos coloniales ( 1969) , El convento de Santo Ecce-Homo ( 1973-
Universidad de Viena, especializado en London School of Economics, Londres. 74) Arquitectura religiosa en el siglo XVII ( 1976) , Sistema de fortificaciones
Dictó cursos de historia latinoamericana en la Universidad de Indiana Y en . ., en Colombia ( 1977) . �
la de Texas, EE. UU., quien le encargó un catálogo de documentos sobre el )
Perú, en la Lilly Library. La Biblioteca del Congreso, Washington, le encargó ·t
la catalogación de manuscritos relativos a Hemán Cortés, trabajo publicado ') FRANCISCO GIL TovAR. Nació en Granada (España) . Profesor de historia del
en Washington ( 1974) y titulado The Harkness Collection in the Library of
terminio ( 1948) , El indio en lucha por la tierra. Historia de los resguardos. i tor del Museo de Arte Colonial de Bogotá desde 1975. Presidente de la sección
f: arte y de arquitectura en la Universidad Javeriana desde 1959. Fundador y
Congress. Ha publicado : Los indios del alto Magdalena. Vida, luchas y ex- i decano de la Facultad de Comunicación Social de la misma ( 1963-77) . Direc­
indígenas del Macizo Central Colombiano ( 1942, 1972, 1976) . Los Andaki..� ;'. colombiana de la Association International des Critiques d'Art. Autor entre
Historia. de la acul.turación· de una tribu selv.ática, México, ( 1953, 1974) , Los•· l. ·. otros libros, de: Breviarios de arte y crítica ( 1954) , Trayecto y signo del arte
chibchas bajo la dominación . española ( 1974) , Vida y luchas de Juan del. : en Colombia ( 1957) , Principios de las artes plásticas ( 1960) , La pintura fla­
Valle, primer obispo de Popayán 1J protector de los indios ( 1961) , Los quim- .1 menea en Bogotá ( 1964) , Historia del arte y conocimiento de los estilos
Zo17ibia ( 1975) , Historia de la antigua ciudad de Cartago, en la "Historia de j boración con Carlos Arbeláez) ( 1968) , Introducción al arte ( 1974) , La obra de
bayas bajo la dominación española ( 1963) , La explotación indígena en Co- Í; ( 1965) , ¿A dónde va el arte? ( 1965) , El arte colonial en Colombia (en cola­
Pereira'!, 21l- parte ( 1963) ;Los gérmenes de la emancipación americana en el "'. ;, Gregario Vázquez ( 1976, 1978) . Coautor en Historia del arte Colombiano,
siglo XVI, Universidad Nacional de Colombia, Monografías Sociológicas núm. ,. ;·· Editorial Salvat (1977) . , y en Kunst Tteme ( 1977) .
5 ( 1960) ;.La . otra verdad. La independencia americana vista . por los españoles. I .. .;
( 1971-'72) , Documentos históricos para Za · historia de _ Colombia, tomos I-X · :
· ( 1955) , Gonzalo Jiménez de Quesada a través de documentos ( 1960) , Nicolás :J MARfA TERESA CRISTINA Z. Natural de Gattico, Italia. Licenciada en !llosofía
Federmán, historia indiana, Madrid ( 1958) , La Batalla de Boyacá a través de !; y letras, Universidad de los Andes, Bogotá, master en literatura francesa,
los archivos españoles ( 1969) , La Batalla de Ayacucho, 9 de diciembre de 1824 �: Universidad de Pittsburgh, EE. UU. Actualmente, profesora del Departa­
(1974) , Fuentes documentales para la historia del Nuevo Reino de Granada, - ·mento de Humanidades, facultad de filosofía y letras. Universidad de los
tomos I-VIII, Ediciones Banco Popular ( 1975) ••. . . Andes. Obras : Actitud narrativa y técnicas narrativas en la novela colom-
. , , ,.,., '.:, � hlk ,. ,. . · ; biana contemporánea (teoría y análisis) ( 1969) , Tesis de licenciatura; co-
. , . _ . a.utoria de Barbara Rim gaila : La familia, el ciclo de vida y algunas obser-
GERMAN COLMENARES, Abogado del Colegio del Rosario. Licenciado en .filoso..; ·. vaciones sobre el habla en Bogotá, Instituto Caro y Cuervo ( 1966) , Separata
,. , _ .
fía, Universidad Nacional. Doctor en Historia , de · la Universidad de París. :. del Thesaurus, para el Atlas Lingüístico-Etnográfico de Colombia ; "Novela y
Actualmente, profesor de la Universidad del Valle, donde fue decano de · Sociedad en José María Samper", ( 1976) ; La novela colombiana del siglo
humanidades. Autor de · Partidos políticos y clases sociales ( 1968) , Las ha- · XIX; su contexto colectivo; estudio de autores y análisis de obras, Universi­
ciendas de· los jesuitas en el Nuevo Reino de Granada ( 1969) , Historia eco.; · . dad de los Andes ( 1974) .
nómica y social de Colombia, 1537-1719 ( 1973 y 1975) , Cali: terratenientes :
mineros y comerciantes ( 1975) .

JORGE PALACIOS PRECIADO. Licenciado en filosofía y letras, Universidad Nacio-


nal. Doctor en historia, Universidad de Sevma, profesor universitario, Uni- ·
versidad Nacional, Javeriana, Pedagógica y Tecnológica de Tunj a. Autor de
La trata de negros por Cartagena de Indias, Tunja, ( 1973). , y Cartagena, gran
factoría de mano de obra esclava, Tunja ( 1975) . .
--
. .. .
.
ALBERTO CoRRADINE ANGULO. Arquitecto de la Universidad Nacional de Colom­
bia ( 1957) . Estudió · en Franckfort y Stuttgart, historia del arte y de la
arquitectura, y restauración de monumentos en la . Universidad de Madrid
:i:: INTRODUCCIO,N
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:-EN 'itm.ro DE 1977, con motivo de la apertura oficial de
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la Fundación
·

·: Antioquefia para los Estudios ._Sociales, FAES, creada


por Luis Qspi-
. : na Vásquez, el Instituto Colombiano de Cultura reunió en Medellín
. , tas il sociólogos interesados en problemas históricos con el objeto de
5-a un grupo de investigadores de la historia nacional y de economis­
1 estudiar las posibilidades de escribir un Manual de Historia de Co-­
/ loinbia. Se discutieron entonces los fines, el contenido y las dificul­
tades qúe tal empresa intelectual implicaba. Hoy, cuando el proyecto
. empi�za a . tener realidad con la aparición de su primer volumen,
· l parece conveniente, para información de los lectores, reconstruir las
·
que se hicieron entonces .
�- l;X ;. ·
--:cor,,sideráciones
·, ;;ti;. En prim:er lugar se trató de la necesidad y contenido de la obra.
sti.�; desconocer el mérito y el servicio que habían- prestado a suce-
: sivas generaciones de colombianos los tradiciono),es manuales de
historia nacional, como el . benemérito de Henao y Arrubla, o los
múltiples estudios monográficos de épocas, acontecimientos y hom­
bres producidos por los miembros de nuestra Academia de Historia
y por las academias regionales, se llegó a la conclusión de que a
nuestra bibliografía histórica le hacía falta una nueva síntesis del
pasado nacional que no sólo presentara aspectos de él tratados pasa­
jera o marginalmente por la historiografía tradicional, sino tam­
bién que abordara dichos temas utilizando los métodos y conceptos
que en los últimos años han renovado la investigación histórica.
:;;,;;;, . La idea y el propósito parecían apenas naturales dentro de los
esfuerzos que ha · venido haciendo el Instituto para adelantar la
18 - INTRODUCCION MANUAL. DE HISTORIA I 19
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refiereJ'
investigación del patrimonio cultural del país, Y en cuanto se tunas unas consideraciones sobre la formación, destrezas y virtudes
a los estudios históricos, para enriquecer nuestra bibliografía Y acer- } que debe tener el historiador, tal como lo entiende la ciencia moder­
carla a los niveles que ésta ha logrado alcanzar, no digamo! en 8 �ª ,b -
1u, y cc,mo lo exige el lector de una sociedad culta.
metrópolis europeas de la cultura, lo que seria un desp_ropósito, sino (.- ;';,
en los países latinoamericanos que partiendo de los mismos supues-t ,
tos de tiempo y recursos económicos y humanos presen_tan �oy un ¡, .
_ _
panorama de .producción historiográfica de mayor s1.gnif1.cación,l
Pues si asumimos la incómoda tarea de comparar el estado actual} · �,t¡
II

de nuestros estudios .históricos con el ,que tienen en otros países del ; _ : Comencemos con ¡3us conocimientos científicos y técnicos. Do­
Continente, es notoria la precariedad de Za producción colombiana ;, minio del oficio en primer lugar,· de lo que Marc Bloch llamaba le
de obras históricas. Las razones de este hecho son varias, �ro una _ ·- .'.métter de !'historien : paleografía, archivística, diplomática, crf­
de ellas y quizá la de más peso es que carecemos de un instituto ele " _ tica
textual. Conocimiento .de ,la ,historia general y de sus grandes
investigaciones históricas especializado, comparable al que desde clásicos cuando s e escribe la historia en el ámbito de la cultura de
·hace años tenemos en el campo de la filología ·Y Zas ciencias del len- T_ · occidente, como es el caso nuestro. Sin cierto grado de familiaridad
gua.je, es decir, a · nuestro Instituto Caro Y Cuervo, o que pueda : · con .las obras de los grandes maestros alemanes, ingleses, franceses
equipararse a una institución como El Colegio de México, de donde · . del siglo xrx y xx faltaría al novel historiador el conocimiento de la
en el curso de cuatro décadas han salido dos o tres centenares ele .. historia universal en .que está inserta la nuestra y el modelo formal
obras que no desmerecen ante sus similares europeas, en�re �llas la :- · de ·za obra histórica a; del historiador como científico y como arte­
gran Historia Moderna de México· que dirigió D anieZ Cossio Villegas ,_;, . sano. Una sólida preparación en ciencias impropiamente llamadas
Para la preparación, no digamos de historiadores, sino d� profesore, > ª1!-XÍliares, porque para el historia
':'°1' constituye"! el instrumento
de historia, sólo hasta época muy reciente nuestras universidades, t� mismo de trabajo y elemento esencial de su capacidad de com1)'1'en­
siguiendo los pasos dados hace quince años por la Universidad Na- ¡ · sión y síntesis: Economía, Sociología, Filosofía, Derecho, Filo1.ogía
cionaZ, cuentan con departamentos de historia. y otorgan una licen- para situarnos en el terreno del historiador cl4sico, es decir, del
t
cia.tura en estas materias. .Otras instituciones como nuestra meri- i anterior a 1930. Porque en la formación de un historiador contem­
toria Academia de Historia, si bien han cumplido una labor que : poráneo entran sin apelación disciplinas ccimo la Demografía, la
merece nuestra gratitud, por sus escasos recursos materiales Y p01 Estadística, y si se trata de historiadores de la economía, un cierto
Za índole misma de su composición y finalidades sólo han podido tl grado de formación matemática. Los historiadores de la escuela
cubrir en forma limitada Za m�sión que corresponde a un centro de h lá ica alemana creían q
· · � � � � se podía ser h�toriador s!7: ser
investigación. , · Jurista. Era un postulado inob1etable para una znterpretacion de
. · l ·la historia que considera al ,Estado, es decir, el centro abstracto de
Algo más, hasta hoy hemos carecido de Za noctón del historia- · la
organización ¡,olítica y de concentración del poder, como el actor
dor profesional tal como ésta a e entiende desde la primera mttad l
y za realidad máxima de la historia. Posteriormente, después de
del siglo :x:nc cuando ingleses, alemanes 'IJ franceses crearon la mo-
t Mar:c, s e piensa que no puede ser historiador quien no sea econo­
derna histcn:1-ografía. Para que no se crea que al hacer esta a.firma- �
mista, 0 por. lo menos quien no tenga un cierto conocimiento rigu­
ción incummos en uno de los habituales ejercicios de masoquismo ¡
roso de la vida económica. Después de Marx tampoco se puede serlo
nacional y para que se mida en su dimensión real lo que Significa isin ser sociólogo. otros dirían que no puede serlo sin ser geógrafo,
el esfuerzo hecho por los autores de este Manu_al, re�ultarían opor· ¡
porque el paisaje, la calidad de tierras, el clima, la posición geográ-
20 INTRODUCCióN . MANUAL DE filSTORIA I 21

fica relativa, las rutas terrestres y marítimas a los grandes centros i ttdos, o s ofísticamente probados pueden dar Za apariencia de verdad
de tráfico son dimensiones insoslayables del conocimiento histórico , f:o. la apariencia de realidad ante un espectador o un lector que e stá
Tampoco se podría ser historiador sin ser, en alguna medida, filólogo. en incap acidad de som eter a prueba las afirmaciones del autor o
f'
'>¡;

¡¡¡ No sólo porque el lenguaje es el vehículo indispensable de toda �que - por el fetichismo que despiertan las ciencias, las letras y sus
J comunicación y el depósito inagotable de las vivencias del hombre, fcuztores, se e cha en sus brazos con la fe del creyente, mucho más

1
sino porque la semántica es un instrumento eficaz de con oci'miento 1,cuando el autor habla como el apóstol . de una causa y en nombre
. . . salvación. ·
. de . . ;
de la conciencia individual y s ocial a la cual tiene que referirse el de una doctrina
historiador con mayor frecuencia de la que suele aceptarse en una i . •_ ; . . i. , . · ;! . · .·
!en�ido Y senszbuzdad artzstzcas parecen se:, zndzspens�bles p:1-ra
época en que la historia de las cosas parece suplantar la historia !\ .
istoriador: U� deformada y falsa c��cepczon �el cara,ct� ci�n-
de los hombres. Finalmente, en la época de la sociedad de masas, l�f�_
t fic o �e la hzstor:ª pu e de lleva; · ª sacrzfzcar no so lo la logzca fz7: o
después de que Fre ud descubrió e indagó los fenómenos del incons-- .·· i .. .
. tarribzen la gramatzca y la e:tetzca q_u� deb� t�ner to�o. len?uaJ�-

t�
ciente, los efectos . de los procesos de represión, frustración Y aliena · - . .
. ción, ¿podría decirse. que el historiador puede ignorar cierto s aspee- 1Des�e l�ego, rw se trat� aqm �e . la . vze1a polemica de si la_ historia
· · . :es ciencia o arte, es decir, de si para establecer sus generalizaciones
tos' métodos
. y conceptos de la psicología?·
sigue el método inductivo de las ciencias, oqservando hechos hamo-

al
. . .
. Suponiénd o l o armado de sólido s conocimient o s científicos y d e =·gén eos para obtener la ley o tendencia de uri proceso, o si recurre
· u,ná amplia cultura, quedan historiador problemas lógicos y mo-. la intuición globalizadora del artista cuando pretende lograr la
. . . .
rales no . menos difíciles y decisivos para su formación. D o s aspectos, tmagen de una épo ca o de una sociedad. En este caso la Historia
. por cierto íntimamen te lifla_dos en el traba�o de , todo in�estig�dor y ",_p?f, ed<; �et:, Y de . hec� o lo es, c!enci_a y arte, según el º?jeto y los
_ _
de todo hombre de ciencia, pe ro que adquieren excepcional impor- Jproposztos del historiador. El hzstorzador del arte que quiere recons­
tancia en S'lf, caso. Los lógicos aparentemente los resuelven su cono- truir. los valores de un estilo o de la obra de un artista, no puede
cimiento y dominio de los · métodos de investigación, sus re cursos ¡- hacerlo siguiendo los mismos pasos y el mismo método q·ue sigue el
documentales, la existencia_ de buenos y eficaces archivos y aun las _hisforiador de la economía que quie,·e _ dar razón dé las oscilaciones
condiciones materiales en que s e desarro lla su labor: Los morales, ·, de · la coyuntura e conómica .. Lo mismo _ ocurre con el piográfo de
mucho más complejos, sólo los resuelven su voluntad de verdad y una personalidad. A mbos sigiten un · p7'oc�dimiento lógico seme-
la pose sión de las que hemos· llamado virtudes del historiador. jante al del artista que crea un cuadro al que da sentido a través ·
'de la coherenc-ia est:uctural de sus partes. .
En efecto, la lógica y la m etodología le indican lós pasos que ·.
debe seguir su investigación, la licitud de sus generalizaciones, de · . .- Pero no se trata ·de este aspecto del problema cuando s e habla
sus explicaciones causales, en una palabra, las etapas que de be cum­ de los valores artísticos de la o bra histórica. Se trata de los valores
plir su pensamiento para plantear sus hipótesis y probarlas. Pero estéticos de l lenguaje como instrumento de comunicación. O en ·
el método es un instrumento neutro que el investigador puede usar , tras términos, se trata de los valores estéticos de' la prosa que
con libertad para plantear las premisas, y en el caso de la historia, scribe el historiador. ¿Cómo lograr estos valores? Seguramente se
para s eleccionar los hechos, _relacionarlos y obtener las conclusiones carece de fórmulas para ello. No hay en el campo del estilo recetas,
previamente buscadas y propuestas. Ahora bien, los lógicos saben como quizá las hay en el caso del método científico, porque en este
que con premisas falsas se · puede obtener conclusiones "formal­ campo están de por medio las farmas individuales de la sensibilidad
mente verdaderas, es decir, exentas de contradicción. Con mayor ue dependen de factores inefables y de la cultura total de quien
raz_ón en la historia. Uno s hechos desfigurados, o parcialmente admi- escribe. Haciendo un esfuerzo incompleto por d·efinir las cualidades
22
- MANUAL DE HISTORIA I 23
INTRODUCCI6N

tendencias de la historiografía y en no pocos casos de histo-


estéticas del estilo del historiador, podríamos enunciar algunas ca';;: pocas
res creyentes que han atribuído el papel del ángel a su propio
racterísticas de su prosa. Sobriedad en primer lugar; ausencia d( 1'iado
, a su propia cultura, a su propia raza o a su propia clase o la
retórica, de lo superfluo, de consignas, de clisés, en una palabre&¡: 13a.ís.
�las e de .su simpatía y el de la bestia a la contraparte.
de fárrago. Que ·en su texto sólo haya las palabras indispensabl_ea\
para transmitir una idea con claridad, sin posibilidad de confusio.� - - _ se dirá que esta apertura simpática hacia la totalidad del ob­
nes. Casi podríamos decir que claridad y belleza se identifican . e11'· jÜo·· h istórico y no simplemente hacia una de sus partes resulta
la prosa histórica y en la científica. Hay unas categorías del estilo;" incompatible con el compro1,niso ético que el historiador debe tener,
científico como las hay del novelístico o del poético. En el caso der como hombre y . como ciudadano, con su patria, con su partido, con
historiador, como en el del científico, de Za claridad Y orden de lo� su clase, o con su iglesia, con la causa de la justicia, de la libertad,
conocimientos la belleza aparece como resultado intrínseco. Dondif •de za democracia o del progreso. ¿No habrá siempre una buena y
hay fealdad generalmente hay confusión. Y viceversa, .donde ha;¡. mala causa y no es deber del historiador estar del lado de la buena?
orden y claridad de los conceptos la belleza surge como productc,_. y por otra parte, ¿no es de su compromiso de donde recibe el im­
natural. "Ce qui se pense bien, se exprime bien", decía Pascal. L( · pulso, la voluntad de conocimiento? La pretensión de imparciali­
que s,e piensa bien se expresa bien. No hay pues mala expresiÓ1i dad, o de objetividad, se dice, es simplemente una forma sospechosa
para un pensamiento correcto, ni habrá belleza cuando se tenga �. de la complicidad. Es simplemente una complicidad con los poderes
pensamientos confusos. ,:, dominantes que no se atreve a decir su nombre. Más todavía, ·. · · ¿la
. . . · historia misma de la historiografía no nos · indica que ha sido la
te a, P?7° la materia �ue trata, pasión diría,� · voluntad de s rvir a una causa, Za que h producido la� grandes
. Simpatía por el m_ � �
algunos, debe tener el histonador. La relación entre el conocer Y \ · obras de la historiografía. moderna? Los infortunios de · una Ale­
sentimiento o los temples del ánimo, · es un viejo tema de la filosor manía fragmentada frente a za unidad de otras potenctas ·europeas,
fía. Platón creía _ que el asombro e �tá en la raíz de todo saber¡ Inglaterra o Francia, llevó a la formación de Za escuela histórica
Quevedo postulaba el desengaño; Max Scheler, el pensador moder-r alemana y produjo la obra impresionante de los Monumenta Ger­
no que mayor atención ha puesto al tema, consideraba la simpatítf maniae Historica, que compilaron Droysen, Ranke y los grandes
el amor, como el punto de partida del conocimiento de la natura,� representantes de la Escuela Histórica alemana. De' la primera gran,
leza y sobre todo del conocimiento de Zos otros. De ahí que el temt historia de las condiciones de la clase obrera en la sociedad indus­
tenga que ver con la formación del historiador. Pues la historü trial, El Capital de Marx, se ha dicho que tuvo una motivación ética:
es esencialmente una forma del conocimiento del otro, del hombrt§i 'la · indignación de un moraUsta ante Zas opresoras condiciones de
que individual o socialmente es el actor del proceso político, socimt vida de la clase obrera en los albores de la sociedad industrial. Y
económico, cultural que es la historia. Y no puede haber acceso ,, para tomar casos domésticos, ¿no fue el fervor de su fe católica
conocimiento del otro sin esa apertura del espíritu . hacia su objet:· el que llevó a Groot a meterse en los archivos coloniales y a dedicar
que es la simpatía. Por eso es difícil o imposible saber lo que sea varios años de su. vida a escribir la Historia Eclesiástica y Civil de
enemigo. �or lo mismo, resulta fatal para el historiador toda for ··•· la Nueva Granada, para defender a la Iglesia· de las imposturas de
de maniqueísmo. Si el mal y bien se reparten por iguales y excl los historiadores liberales?
yentes partes entre nacionales y extranjeros, entre patriotas y esp
, Imaginación también parece serle indispensable. En un suges­
ñoles, entre proletarios y burgueses, entre católicos y herejes, ent
si tivo ensayo escrito con motivo del homenaje que la Gaceta de
europeos civilizados y pueblos bárbaros, la historia resultaría
a ser en. CoZcuZtura rindió recientemente al historiador Luis Ospina Vásquez,
plemente una forma de la metafísica y así ha llegado
.
·� ·

24 INTRODUCCióN MANUAL DE HISTORIA I 25

Jorge Eliécer Ruiz aludía a . la "comprensión imaginativa" como) za existencia real de una conciencia de clase en nuestra naciente
una cualidad esencial del . historiador. D ar el paso de -�itu�ciones l _ burguesía del siglo XIX. Se supone que eran burgueses y tenían inte­
conocidas del presente hacia situaciones desconocidas del pasado ¡ reses burgueses quienes defendían el liberalismo, el laissez faite y
intuición creadora, el "brillante fogonazo" del artista de que ha�j ni el individualismo son suficientes para definir la conciencia bur­
cuyos hechos no han podido establecerse, pero que, gracias a la'!: los derechos individuales. Pero ni el liberalismo,· ni el laissez faire,
blaba Croce, puede crear el historiador imaginativo ·reconstruyendo ¿) guesa que no sólo está hecha de ideologías políticas y económicas,
lo que Luis Ospi-�ia ;llamaba "atmósferas". ;J
sino de hábitos, de formas de trabajo y de pensamiento, de actitudes
éticas, de guStos Y formas de consumo, de intereses Y ambiciones.
Sugestión t�nÚdora, pero peligrosa. Ni siquiera, o por la cir.f_,.- Ahora bien, esas capas de la vida social, como también, el
cunstancia misma de apoyarse en hechos conocidos del presente�} espiritual de una época o lo que Ospina Vásquez llamaba ambiente
ª
puede el historiador pasar por analogía de · una época otra. Es untr jera", están hechas de realidades microscópicas que
no
"la atmós­
se encuen­
det
paso lógicamente ilícito que implicaría desconocer lo que . hay de;- - - tran en los documentos públicos que suelen
único en cada circunstancia social, política o cultural y la calidad , · Para llegar a esas zonas y reconstruir . llenar los aréhivos.
irrepetible que caracteriza al acontecer históric_o y lo diferencia del l O una generación revivir la conciencia de una clase
f
acontecer de la naturaleza. Ese principio analógico, que lleva a · dríamos llamar la historia por
° una atmósfera, para tener lo que po­
algunos a juzgar, o reconstruir, el pasado por el presente, o vice-� los esquemas macrohistóricos dentro, tendríamos que traspasar
versa, el presente por el pasado, es precisamente el que debe evitar i Y llegar al tejido interno de la socie­
sentido'í , d ad, apoyados e n fuentes menos convenciona les. El historiador ale­
el historiador que realmente lo es. Quien posee en verdad el n e ard
histórico, no puede imaginarse situaciones ni reconstr u ir atmós -t p, á !3 rn G roethuys en reconstruyó la conciencia burguesa de
de la época, las situaciones : la Francia del siglo est i:-� ian � o libros de rezo Y �erm �n_ es domi-
jeras que no tengan apoyo en los hechos · · t nz;��les Y S?m bar� e �tableczo su imagen del burgues claszco ese-u-
xvu
y los procesos que trata de historiar y comprender. , . drinando dzarzos _
. zntzmos, cartas y libros de contabilidad. Es aquí
Que reconstruir la atmósfera, como dice Ospina V ásquez, sea! donde podría encontrarse la analogía entre el novelista y el histo­
nna tarea no fá�il, ·no autoriza para traspasar la _Jrontera de los( riado_r. N� sin cierta razón pensaba Marx, que la conciencia b1.lrguesa
hechos. Para reconstruir las actituaes, las maneras de pensar, losf de Francia se encontraba mejor descrita en las novelas de Balzac
contenidos de la conciencia de un grupo o de una clase, el historia-f que en los tratados de historia. Pero no debemos olvidar que para
dor tendrá que recurrir a una multiplicidad de fuentes y aquí sí, j escribir sus novelas Balzac consultaba las notarías y los juzgados.
tener imaginación para encontrarlas: cartas, memorias, papeles[,
personales, fotc¡grafías, dibujos, vestidos, muebles, etc., etc. Mas ¡ Hay sí una forma de imaginación indispensable al historiador.
cuando así procede, sigue ateniéndose a los hechos. Y es justamentef · Es la capacidad de plantearse problemas, de formular hipótesis, de
este camino el que a la postre debe recorrer la historia social y de¡ perseguir fuentes y pruebas. Muchas veces hemos comparado su
la cultura para no caer en afirmaciones a priori, ni hacer construc-J labor con la del detective o la del juez investigador. Es común a
ciones ad hoc, ni caer en imaginaciones. Sería esta la manera der ellos establecer hipótesis a partir de los hechos, para establecer
reconstruir la conciencia de clase sobre la que ha insistido el marxis- f· relaciones, encontrar imputaciones causales, fundamentar genera­
mo. Nuestra nueva historiografía hace muchas referencias a la ¡ _ lizaciones. Y por sobre todo, el establecer y analizar las pruebas de
b.urguesía colombiana del siglo XIX, le atribuye intereses, intencio- ¡ sus hipótesis. Uno y otro trabajan con testimonios, indicios, decla-
nes, capacidades e incapacidades, pero es poco lo que ha hecho para,, raciones del actor o los actores y los testigos. La ciencia que los
establecer, para dQcumentar, para probar - el grado de desarrollo y� penalistas llamqn crítica de las pruebas, es el equivalente de lo que
26 INTRODUCCióN MANUAL DE HISTORIA I 27

los historiadores llaman análisis o crítica del documento. Sólo que ,/ Viejos problemas de método y epistemología de la historia que
·fr
las sentencias del historiador nunca podrán ser definitivas como ·posiblemente nunca encontrarán una solución que produzca el
las del juez -y estas mismas no siempre lo son-, porque nunca, !�,, sosiego del historiador y que éste tendrá que plantearse continua­
º casi nunca, podrá tener a su disposición todos los hechos, ni en- J mente. Lo cierto, es que, tanto el historiador como el investigador
i:
contrar todas las pruebas cuando trata de explicarse y reconstruir de todas las formas de expresión de la sociedad, tendrá que vivir en
un período, una época o un proceso histórico complejo como una � medio de estas tensiones que no le resolverán los dogmas de las
revolución. Por eso sus sentencias estarán siempre sujetas a · reví-\ iglesias. Algunas escuelas de antropología aconsejtJ.n al antropólogo
sión y nunca podrán tener el efecto "de cosa juzgada". De ahí el },: hacerse un .psicoanálisis antes de comenzar su investigación sobre
carácter de abierto, de provisionalidad y también de antidogmáticoj; un grupo o una cultura, para traer a plano de la conciencia todos

t: ün�
que tiene el conocimiento histórico. · % sus preconceptos, para purgarla de prevenciones y prejuicios etno-
céntricos, porque sólo así podrá tener acceso al conocimiento de
Lo cual nos lleva a considerar otra virtud del historiador: ez .f c'!"lt:"ra y <fe un grup� extraños. Pa_ra el hist°!'iq.dor el �oblema

f.i
sentido crítico, que crea y al mismo tiempo es creado por la Histo- J; es zden�ico, solo que posiblemente mas c_omple10, pues tiene q� e
ria. El sentido critico que descubrió el pensamiento occidental a e:7-tendersela � con los hombres Y l�s _sociedad�s . del pasado. Solo
d� consczent�s �e eStas contradicciones Y d:fi?ultades pode_mos
del siglo xvm, que ha hecho la fecundidad y también el desasosiego
sien
partir de Descartes, que maduró con Kant y los filósofos ilustr�dos
! asumir el co�ci7:1-ze7:�o del pasa�� con un mim_m_um de lucidez.
¿Es �sta una invztaczon al e�ceptzci_s7:1-o, al eclecticismo, q:"e tanto
y el tormento del pensamiento
· científico auténtico. Se ha dicho que;f, ,
· , · ,ti desden produce a los espirztus militantes y comprometidos? La
l . . .
la czenc ia, aun la que se ·pre en
t d e· m á s exac
°
t a como a ma tem áti
.
ca
¡
.

apertura
.
hacia lo
.
universal, el esfuerzo
.
hacia la ob3etzvzdad y
.
hacia
pre abiertos, porque par� modificarlos, siem�e pueden aparecer f n
·
0 za física, · tituída por u7: conjunt de conocimientos Siem-
está cons ·
. la realidad total que implica la simpatía en que creyeron el huma-

ismo y el mejor liberalismo occidental, siguen siendo las metas
nuevos hechos, nuevas hipótesis, nuevas explicaciones de procesos '- del historiador preocupado con ese esquivo personaje
. que denomi­
que antes se consideraron leyes inmutables. Y si esto puede decirse· ,' namos verdad histórica.
.· '.
de la ciencia natural, con mayor razón
. . puede decirse de la historia . J
El conocimiento histórico es. el conocimiento abierto por excelencia. �
Siempre habrá en la historia posib_ilidad de encontrar nuevos docu- '.· ..
mentos, nuevos hechos que nos lleven a rectificar o confirmar con 1 III
mejores razones los juicios que se han dado sobre una época, un . .
acontecimiento o el . carácter de una estructura social, económica o· Los colaboradores de este Manual representan la última etapa
intelectual. Por eso · es la historia el producto y el origen del pensa­ de la historiografía colombiana y la primera generación de histo­
miento crítico, el producto y el origen· del pensamiento antidogmá­ riadores profesionales. Han asumido la tarea de presentar, en una
tico, de la tolerancia y casi diríamos de la civilización política, en ' serie de cuadros, los principales aspectos de la historia nacional, la
una palabra, de aquellas características de realismo, buen sentido, cultura, la vida social, los grandes hechos políticos y la economía,
convivencia y tolerancia de cuya ausencia en los pueblos hispano­ respondiendo al encargo del Instituto Colombiano de Cultura de
americanos se ha lamentado recientemente el escritor mexicano elaborar una obra sintética, dirigida a un público no especializado,
I
Octavio Paz. Que donde faltan surgen las inquisiciones, los dogmas, 1 según reza la carta de intención dirigida por la directora del Insti­
las dictadura.s y el Estado policivo . ,. .., tuto, Gloria Zea de Uribe, al director científico del proyecto y a sus
29
28 INTRODUCCióN . MANUAL DE HISTORIA i

colaboradores.
científica o las tendencias ideológicas
Se trata, pues, de una idea que por su misma ,natu­ pudieran limitar la libe
raleza implica ciertas limitaciones que es conveniente recordar para de los colaboradores. Se rt_ad_
orientación del lector y de los eventuales críticos de esta obra. Con­ seriedad científica y aspectos formales y técnicos
limi taron a recomendar ciertos .criterios de
viene también informarlos de los otros criterios adoptados para su plido rigurosamente en los traba os que que se han cum­
ejecución. · j contie ne este volumen pri-
mero de los tres que compondrán el Manual. '
En primer lugar, mencionemos las limitaciones. Se ha querido
hacer una obra que presente en forma de síntesis, aspectos parcia-:._ . A l promover la ejecución de este Manual, el Instituto Colom-
les de la historia nacional, no toda la historia. Ello, como es expli- "tnano � Cultura, no �e h� _p ropuesto imprimirle · una determinada
cable, ha obligado a un esfuerzo de selección de los aspectos -presen- tendencia de �sc1: e!a ci entifi ca o política, ni defender una causa, ni
tados, con lo cual necesariamentl� se � an .quedado por . fuera detalles f' adelantar 'J!0lemzcas. Ha querido dar a un g_rupo de investigadores
y en no pocas veces aspectos szgmficatzvos
.
de cada tema. Se ha tí la qportunzdad de presentar, para un ampliet público el resultado
pedido de cada colaborador escribir sobre aquel campo que a través ! ae sus investigaciones Y al mismo tiempo hacer una' contribución
de su carrera de investigador hubiera llegado a constituir su espe- ) � al con_oc�miento de nuestro pasado histórico, que considera una,
cialidad y sobre el c ual hubiera ya publicado obras o ensayos mono- ·¡ sino la mas importante de sus misiones.
gráficos. No se pensó, por lo tanto, en hacer un esquema teórico e } " . . ..
hipotéticamente necesario de temas, para luego buscar los autores, 1 . E1:- las discus zones p1"ev zas que se tuvieron antes de initiarse la
sino al contrario, encontrados los autores se les solicitó que es cri-' ,;, e'J.ecuci6n de e Sta obra, tanto las au toridades del Institut(! Colom-
. bieran sobre el tema de su predilección y su conocimiento. · !b�:1'º de Cultu�a, como sus colaboradores fueron conscientes de las
¡ d ificultad es Y riesgos de una obra de esta naturaleza. Fueron cons-
Dentro del carácter de obra de divulgación que se le ha querido ; ciente s o
� b1·e t�do, �el carácter abierto y provisional que t(ene todo
_
dar, se ha recomendado a los colaboradores de este Manual, sencillez ¡ o c noc i miento historzco. Tome, pues, el le ctor los estudios que forman
en la presentación de los temas, es decir, renunciar en la medida de j, este Ma nual como lo que son: un intento y un esfuerzo más de los
lo posible a tecnicismos y sofisticados rec ursos de expresión. Renttn- - , muc hos que se han h cho por describir y comprender algunos aspee-
ciar inc lusive al exceso de referencias, citas y notas que par ecen ser . tos de nuestr a histori7a.
inherentes a cierta interpretación del carácter científico de la his- ·
toria. Una bibliografía general, para orientación didáctica del lector,
, . ha parecido suficiente.
JAIME JARA.MILLO URIBE

Bonn, marzo 30 de 1978


El lector no debe buscar o no hallará en esta obra, uniformidad
de criterios, de juicios o de métodos históricos. Sus colaboradores_
pertenecen a tendencias científicas diferentes, a sensibilidades y a
orientaciones filosóficas y políticas distintas y en no pocas ocasio-
nes antagónicas. Para invitarlos a participar en ella, su capacidad
probada, sus antecedentes como investigadores y el puesto que
ocupaban en sus respectivas especialidades fueron los únicos crite-
rios de selecpión. Ni el Instituto Colombiano de Cultura, ni el direc-
tor de la obra impartieron recomendaciones, menos exigencias, que
·' coLOMBIA . INDÍGENA
, .Período Prehispánico

¡ GERARDO REICHEL-DOLMATOFF
L_
:Introducción.

'tJ. sobre la prehistoria colombiana se dirige a un lector


·riamplios
o especialista
SIGUIENTE EXPOSICIÓN
pero interesado en el pasado aborigen del país, en sus más
delineamientos. En un ensayo de este orden seria, desde luego,
. ·
inoportuno hablar de detalles técnicos de la investigaclón científica, descri­
bir tipologías estilísticas, o hablar de los innumerables problemas teóricos o
metodológicos ele la arqueología moderna . Asimismo, estarla fuera de lugar
pretender tratar de todas las zonas y de todos los vestigios arquedlógicos del
· territorio nacional, y de presentar así un árido inventario de datos, a veces
to.talmente desconectados. En el espacio a mi disposición y en presencia de
ú.11 lector atento, pero no directamente interesado en un tratado técnico,
deseo que se me conceda cierta libertad al no restringirme a un extenso
apparatus de citaciones y referencias bibliográficas, sino que se me permita
desarrollar sin pedantería un conjunto de ideas y evaluaciones que intro­
duzcan al lector en una dimensión de problemas y procesos culturales que,
aunque se refieren a hechos ocurridos en épocas muy antiguas, conservan
aún toda su actualidad, por haberse desarrolládo en un medio ambiente
.fisico que sigue siendo el escenario de nuestra vida -actuá.l.

. Las llanuras, las cordilleras, las costas y los ríos de Colombia han sido,
i desde hace miles de años, el terruño, el sustento y el continuo estimulo de un
! . sinn.ú mero de seres humanos que, desde los albores de los tiempos hasta la

�enquista española, han desarrollado aquí sus diversas formas culturales, .


de acuerdo con su respectivo equipo intelectual y tecnológico. Este lento
proceso de adaptación ha llevado a la acumulación de un gran acervo de
experiencias referentes a recursos natura.les, a las ventajas o desventaj as
·de ciertas zonas climáticas y muchos otros aspectos más que siguen siendo
de apremiante importancia para nuestra época. En este sentido, la arqueo­
logia recobra vida palpitante, pues, por donde estemos, nos vemos en pre­
sencia del ingenio humano que, a trávés de los milenios, trató de hacer de
esta tierra un hogar.

La gran mayoría de las personas aún ident1!1can el proceso prelústórico


1 de Colombia con los Chibcha, los Quimba.ya o con las estatuas de San
MANUAL DE :msTORIA I 35
34 COLOMBIA IND!GENA

- investigación, la .arqueología debe revisar y revaluar conti- ·


Agustín, sin saber que la arqueología ya nos permite trazar a grandes rasgo�-§, los·-eálilpos de la premisas, ya que tanto los avances . m etodológicos como los
nwt me nte sus
los desarrollos culturales de muchas otras culturas Jndígenas, tr�vés d�)(. nu vos descubrimientos e interpretaciones modifican
rápidamente el estado
ª e
etapas sucesivas que nos muestran un panorama tan variado como mtelec- nocimientos y llevan a nuevos enfoques y replanteos.
¡ del os.c
tualmente estimulante. Asi, la vida de los grupos de recolectores de moluscos�1 · t a. a. , o Así, en la ac­
formulacio de la década de los sesenta ya son obsoletas y se
el desarr?llo de la a�ricultura �el maíz en las _faldas de las cordilleras, 0 la.t u Ud d lasentonces denes interpretar la prehistoria en un espíritu que corres­
adaptacion de los primeros habitantes a los altiplanos andinos, forma� tod�a,.: debe t¡ratar
capítulos de un proceso dinámico que abarca problemas de prof1;1n�o . mteres{ º da a
f9.
nuestra época presente y ante todo que haga justicia a este gran
para el lector moderno, y en las páginas que siguen trataré de sintetizar laS:i� , egadoÍ a esta . gran aventura· ' que fue el desa;rollo de las, culturas indígenas
ás
principales etapas de estos desarrollos. _: l · �\P " . ·
Esta · tarea, sin embargo, es difícil. Desafortunadamente, se carece aún;· 1·
. ">('' . " , '

de investigaciones sistemáticas en extensas zonas del pais, y sobre muchos,¡


períodos y etapas culturales no se dispone sino de escasísimos datos. Resul�;¡ I· _ .,:.:·
ta difícil organizar las informaciones, por lo disp�rejo de su alca_nce y sur· . � - ··
calidad. El hecho más limitante es que la arqueolog1a colombiana_ se ha OCU-:f >·
pado de sitios y no de contextos. En general, contamos con gran número der. i/··''eia .. 3,;,. .p a p aleoindia: los cazadores
estudios sobre la cerámica, la orfebrería, la escultura y otros aspectos tec�!,j' y }·ecolectores tempranos
nológicos o estéticos, pero faltan estudios que analicen los problemas de.J: ·
estratigrafía, de asociaciones y. conjuntos culturales, o de la adaptación eco-�¡ • . , . . _ .
· lógica a este mosaico de medio-ambientes que es el país. En otras palabras,:! Los PRIMEROS HOMBRES que poblaron a América del Sur, sm duda
son aún muy pocos los estudios que traten de reconstruir los sistemas dentrof pasaron inicialmente por suelo colombiano, debido a la situación
de los cuales se originaron y se usaron los obj etos que llenan las_ vitrinas . de,� geográfica del país en el Continente. Sin embargo,
los museos !• en estas condiciones, el le ctor comprenderá que aun es dif1cil_.i. úeo los datos ar­
lograr consistencia interpretativa. q
l casez
lógicos
. · de mves .
acerca de
. es ta etapa aún son muy deficien tes. La es-
. o, de resu ltados
·' · · :¡, t·1gac10nes ·
sis t ema, t1cas
· y, an t e tod
· E:1 lugar de organizar: los datos disponibles segun areas culturales O
, .
ª:1 .signi
queologicas, me he propuesto en el presente trabajo tratar de la arqueolog11r·· . . . ficativos .
y comprobados, hace muy difícil obtener una visión
, . .
colombiana en términos de .grandes etapas . históricamente significativas, yaJ histónca de 1� �pos 1:umanos m�. antiguos del _pais. Es ObVl_?
que las implicaciones de procesos culturales me parecen ser más importantest que la extraordinaria vanedad geograf1ca de Colombia haya consti­
para adquirir una perspectiva teórica, que la simple enumeración de sitios,{; tuido siempre un escenario muy estimulante durante el milenario
ubicados en ciertas regiones sobre cuyas _ secuencias locales se carece aún;'.i proceso de la evolución de las
de datos.
sociedades indígenas, y es por esta
_ ·l
: razón por la que, no obstante la actual escasez de datos, debemos
Iniciaré mi exposición c':m el planteamiento acerca de los primeros P��,;
. lo que, necesariamente, implica adoptar una visión muy ampllaJ · -
bladores,
iniciar nuestra introduc ción a la prehistoria colombiana con un
. . . . .,
que abarca una extensa región · del noroeste de América del Sur, para ubicar ¡ br�ve esbozo general, que luego perrmta aprec1a� lª· poSic:on que el
luego en ella los hallazgos colombianos que corresponden a esta etapa fun�.� paIS ocupaba en los alb ores de la Etapa pa1e01na1a, as1 como su
damental. Ya que en este capitulo se trata de ofrecer una dimensión tempo-t importancia para los futuros estudios científicos, sobre las prime­
ra! de gran alcance, he citado en el texto algunos nombres de investigadoresi ras grandes etapas de desarrollo cultural en el Contiente americano.
que se han ocupado de la definición de periodos o de categorías de mani-'.j

I. '
festai,iones culturales especificas. En cambio, para los capitulos que siguen,.t ·
el lector encontrará al final una bibliografía anotada que le permitirá con�:f A . . POBLAMIENTO DE AM.tRICA
sultar una serie de fuentes que contienen datos detalla.dos sobre la etapa ··•
cultural en cuestión. · '
· ,· . . .
En el presente estado de conocnmentos acerca del pnmer pobla-
mtsm.. propo'1elones que se han hecho en el pasado. Como ocurre en tod°'
Una síntesis como la presente no debe ce>nsistir en ideas que repitan las ; -
miento de América existe acuerdo general entre los arqueólogos
36 COLOMBIA INDíGENA MANUAL DE HISTORIA I 37
1
;� �·;-.
i :,

l
respecto a ciertos hechos fundamentales. Así , según todos los dato.s\J · condiciones en que se efectuaron dichos hallazgos muchas veces
-

disponibles, el poblamiento inicial lo efectuaron grupos asi�tico.s dejan serias dudas acerca de asociaciones geológicas y climáticas
que, procedentes de Sibe1ia, migraron por el Estrecho de Bermg . ª l precisas.

rica del Sur por el Istmo de Panamá. Este proceso de� _advenimien�¡ último gran avance glacial del Cuaternario, el cual llegó a s u máxi­
América y se dispersaron por el Continente, entrando luego ª Ame-f Hace unos 70.000 años se inició la glaciación de Wisconsin, el
del hombre en el Nuevo Mundo y su lenta penetracion, se efectuo i; do desarrollo aproximadamente hace 20.000 años. Durante este largo
en la última era glacial, es decir, en tiempos relativamente recientes, ¡_ periodo las masas de hielo fluctuaban, avanzando y retrocediendo al
y los movimientos i_nigrator�os de estos_ primeros grupos hu�a:3-� f tiempo que oscilaba el clima y el nivel del mar. Este último, al
estaban, durante rolles de anos, determmados por factores cllmat�- i- acumularse grandes casquetes de hielo que cubrían partes de la tie­
cos que, desde luego, variaban según la época Y la región. En aque- �,¡: rra, bajaba notablemente, pero en cambio subía cuando, durante
nos tiempos gran parte del Continente estab � poblada por una fauna - épocas más templadas (interglaciales) , se derretían los glaciares;
extinta, de elefantes, camellos y otros mamíferos d� gran . tamaño4: estas -bscilaciones modificaban las líneas costaneras y hacían salir
(megafauna) . Los hombres que formaban bandas migratorias, eran,f O sumergirse islas o puentes terrestres. Por lo menos en dos ocasio­
portadores de una cultura material rudimentaria, lo que d esde ;,- · nes, una vez hace 40.000 a 50.000 años y otra vez hace 28.000 a
luego no excluye el conocimiento de tradiciones Y creencias relati- ·: 10.000 años aproximadamente, el nivel del mar · descendió de tal
vamente complejas, derivadas de sus orígenes asiáticos; ellos eran,} modo, que la zona de Beringia formó un amplio puente entre Asia
cazadores y recolectores omnívoros, provistos de artefactos toscos ·;: Y. América y fue quizá durante estos períodos cuando pasaron, de
de cuyo empleo eficaz dependía en gran parte su sobrevivencia. A,�� un continente al otro, la mayoría de los primeros pobladores. Una
través de milenios estas bandas buscaron adaptarse a las más diver.-,'. fecha conservadora sería tal vez de 30.000 años, pero algunos arqueó­
sas condiciones físicas del medio ambiente americano Y, en el curso 1ogos consideran la posibilidad de un poblamiento inicial con mag­
de este largo proceso, se modificaron sus herramientas, sus modos de} nitud de unos 100.000 años. La fecha de entrada del hombre a Amé­
sobrevivir, y así lentamente comenzaron a diferenciarse ciertas.i. rica del Sur se había calculado, hasta hace poco, en unos 8.000 años
tradiciones culturales locales . ,: a 12.000 años a. de C., pero actualmente, en vista de los últimos
descubrimientos arqueológicos en el Perú Y en otros países, se su-
Hasta aquí se puede decir que los arqueólogos concuerdan enJ. giere más bien una fecha de 20.000 años.
srus opiniones sobre el poblamiento de América. Pero tan pronto se,J
plantean preguntas acerca de fechas precisas, de períodos cronoló:r · · La correlación de las migraciones y adaptaciones ecológicas
gicos, de rutas migratorias internas, de tipos de utensilios o de mo-t tempranas, con las condiciones paleoclimáticas, es, desde luego, de
dos de subsistencia, los criterios tienden a diferir. La principal causa_� un máximo interés para la interpretación del desarrollo cultural
de estas divergencias de opinión yace en el hecho de que la docu-j indígena. En la actualidad la mayoría de los geólogos y oceanógi'afos
están · de acuerdo en que las glaciaciones en América del Norte y del
mentación arqueológica aún es muy incompleta y todavía existenJ
grandes áreas geográficas en las cuales sólo se. han efectuado muy} Sur fueron esencialmente sincrónicas y también en que lo.s grandes
pocas O ningunas investigaciones . También es cierto que l�s. 1:1ismos { ciclos climáticos de América fueron contemporáneos con los de
vestigios culturales de estos primeros pobladores son diflc1les de¡ Europa.
detectar e interpretar, pues demasiadas veces se trata apenas de � Parece que, hace 14.000 o 13.000 años, la mayoría de los grupos
algunos objetos toscamente labrados de piedra o de hueso; de _restos{ humanos se hallaban relativamente bien adaptados a los diversos
de un fogón, de fragmentos de un hueso fosilizado Y , ademas, lMi medio-ambientes suramericanos que se habían formado, al paso
38 COLOMBIA INDíGENA MANUAL DE HISTORIA I 39

que se retiraban los casquetes glaciares y que, de acuerdo ;ºn s':S)!


-f haber sido más bien recolectores. Estas consideraciones llevaron
necesidades loc ales, habían desarrollado en estas 'facetas ecolo-f recientemente a la formulación de una etapa u horizonte designado
gicas una serle de conjuntos de artefactos líticos y óseos que se dif�¡ como 'pre-punta de proyectil', cuyo abogado principal es el arqueó­
renciaban por detalles de forma, uso y tecnología. Para dar unos J logo norteamericano Alex Krieger ( 1964) . Krieger define - esta etapa
ejemplos : la ocupación humana de la Cueva de Guitarreros, en � ante todo por el bajo nivel de su tecnología lítica, pero sin referirse
Perú, se fechó en 12.500 años a . de C.; el sitio de Tagua-Tagua, �n 1 a una etapa cultural propiamente dicha. Aunque sugiere que los
. Chile, así como la Cueva de Fell en el Estrecho de Magallanes, datan l vestigios de ésta en Norteamérica pueden datar' hasta de 40.000
de 11.000 años, y en la zona de Lagoa Santa, �n el Br�il oriental, se } afias, siendo algo más recientes en Suramérica, cree que se puede
conocen vestigios humanos de hace 10.000 anos. Por cierto, algunas ¡ tratar de una tradición tecnológica que eventualmente persistió a
fechas indican una edad aún mayor : Tlapacoya, un yacimiento en -; través del tiempo. Mientras que las puntas bifaciales de los caza.:

1
México central, se fechó en 24 .000 años, y Paccaicasa, en Perú, f dores del Norte son artefactos altamente especializados, es notorio
arrojó una fecha de 20.000 años. que las industrias líticas suramericanas consisten . ante todo de
raspadores, cuchillos, golpeadores y otros utensilios poco diferen­
B. INDUSTRIAS LiTICAS ·
�1 ciados, lo que parece dar cierta credibilidad a la formulación de
. , Krieger. Por cierto, ocasionalmente se han encontrado en Suramé­
rica finas puntas de talla bifacial, _ puntas acanaladas del .tipo
Las diferencias entre los conjuntos o 'industrias' de artefactos'· llamado 'cola �e pez' , así como puntas lanceoladas, pero estos ha­
J 4
líticos se deben, desde luego, tanto a modificaciones ocurridas a llazgos son más bien escasos; el número de puntas de proyectil sólo
- través del tiempo, como también a su uso específico, determinadoj aumenta en épocas tardías y entonces difiere de la tipología lítica
!
por cierto modo de subsistencia. Obviamente, las armas de un grupo asociada a la Etapa Paleoindia.
de cazadores de la megafauna pleistocena diferían de las de aquellos :�i
que sólo en .ocasiones perseguían pequeños roedores o aves; los uten- .l Aún no ha terminado el debate sobre la validez del llamado
• 1
lj
silios de los cavernícolas andinos eran diferentes de los que usaban Í1 . Horizonte Pre-punta. de proyectil y ya se han formulado varios nue­
1
·
los nómadas que vagaban a lo largo de los grandes ríos de las tierras _:. . ·
- vos esquemas clasificatorios y cronológicos que deben mencionarse,
.
bajas. Dichas diferencias han dado lugar a una multitud de esque- i. · ya que ofrecen eventualmente un marco teórico para la evaluación
mas tipológicos y a su agrupacion en grandes categorías, pero éstas, · de los vestigios más antiguos encontrados en suelo colombiano. A
en cambio, siguen siendo discutidas, sobre todo en lo que se refiere _) raíz de recientes hallazgos en Venezuela, los arqueólogos Edward
a la presencia o ausencia de ciertos elementos que, según el caso, se ! Lanning y Thomas Patterson ( 1973) lanzaron la teoría de un 'Hori­
j
consideran diagnósticos para un período de determinada etapa de zonte Andino Bifacial' que, según ellos, antecede a. las industrias
adaptación ecológica o de cierto modo de subsistencia. E n primer líticas de punta de proyectil y que estaría caracterizado por un con­
1
lugar se observó que, mientras que en América del Norte hay pro-:, junt<;> de golpeadores alargados y de puntas de lanza (no arrojadiza)
fusión de puntas de proyectil, este elemento era más bien escaso t toscamente talladas por percusión. Están ausentes en este conjunto
en los yacimientos de Suramérica, donde, en cambio, abundan com- 'l. los ·artefactos de manufactura más delicada, y en cambio . abundan
plejos lítícos carentes de tales puntas. En Norteamérica los hallaz- • utensilios burdos y pesados, de talla bifacial. Comparando este com­

Il
gos de estas puntas de proyectil, a veces asociadas a restos faunís- ] plejo lítico con otros que acababan de descubrirse en Perú, Chile y

J . ticos, hacían pensar que allí los primeros pobladores habían sido l Argentina, los dos investigadores postularon un amplio horizonte,
onte todo cazadores, mientras que los del Hemlsferio Sur parecian ubicado entre 9.500 y 7.000 ai\os a . de c., aproximadamente. Ade-
.

t-"
1
· MANUAL DE HISTORIA I 41
40 COLOMBIA IND1GENA
a :periodos. climáticos o restos faunísticos; el mero hecho de una
Pe . Ec uador formularon un
más, pa�a cie7tas par�s ue
c:��O eriza a .tecnología lítica rudimentaria no indica de ningún modo gran

d
a ��5J0 a. de c_.) , caract
,l

l ·.
etapa aun mas tempr ana ( nez uela c onsti
tuida a n te antigüedad; respecto a muchos objetos líticos existen dudas acerca
s, y ra c ontemporanea en Ve 6-
rile o�don Willey ( 196
ot
por b u
efactos d · de su identificación como artefactos humanos; las fechas obtenidas
todo par golpeado:·es y otro.s art � la arqueología d e 'a. base de materiales orgánicos que no sean carbón vegetal, dan a
numen��� :;b
197 1) , en su reciente obra mo . ·- modificaciones y l o veces lugar a recelos. El examen crítico de un número elevado de
ei 1
P
adore�' , pr:�et:ª:a!a�� industrias líticas, .consideradas como paleoamericanas, pone en
!:i�C:·c:!� ;;r:�;;ió�� ��a�o;;.,; ��:: y q .s erla duda la validez de las tipologías y de su posición cronológica.
una etapa que d esig
na como 'Trad1c10n de Lascas El mismo MacNei sh reconoce que " . . . nu estro conocimiento de los
do as cas ma­
teriza p or industrias
líticas que c�nsisten ante t o oq es prime ros habitantes del Nuevo Mundo está aún en su infancia : . .
vistas a veces de 1!:e� ret
u

f actu a
: asd p or percusión y pro
talla bifa cial. El último esque
ma un de p e­ ter re no arqu eológico casi intocado está en espera de su ex­
margmales , pero carentes de · hard MacNei sh plo r ació n".
ro uesto �r R1�
riodización y tipología lítica f e p p �uch�, P
u
e_n_Ay
MacNeish pos-
( 197 3) a base de sus excavácio:1es ensi­

r de nódulos (25. a
: 1 �:�ción de ut
tradic1onv� C . PRIMEROS HALLAZGOS EN COLOMBIA
tula una secuencia de cuatro .
d1 c'; on
� ;:ie lasc as y ute n ilio s s
000 15 . 000) ; T ra . ..

y
nl y punt

lanceo<1ada ( l3 · ooo
00) ; Tra�cion d� �03 a, b u
:°:os 15.0 00 a 13.000 o 12.0
os de puntas bi
� ¿Cuál es entonces la situación en Colombia y qué se sabe
a 10.0 00) Tra dicion esp e cializada actual m ente acerca de los primeros pobladores del país? ··
O N · h ·esupone que
1 O
jo M -
d�i!���i·r:-:m::te �;1 Vie Gracias a los estu dios de Thomas van der Hammen la cronolo­
;: :::: ;;i�e��\;����o �e!·�� o ige n am eric an o pro p�- gía del Pleistoceno y Holoceno de Colombia está bien establecida y
y última un r
do y atribuye sólo a la cuarta ·se conoce una larga secu encia de períodos glaciales e interglaciales,
mente dicho. que abarcan la historia del último millón y medio de años. Van
los esq u em as pres ent ado s por Willey , L�nning Y der Hammen estudió en detalle las fluctuaciones climáticas post­
El conjunto d e
men pone.
en e ata cad o or Lynch �19 74) ' � glaciales , de manera que se cuenta con un detallado marco de refe­
Patterson f ue seve ram t p
do para a
lida d � lo s crit eri os que hab 1an servi rencia para ubicar en él los desarrollos culturales d e aquellas épocas
n duda la casi tota d
co_ a� ep�ª
ersa s ind us trias lítica s Y quien ta1:1po del primer poblamiento humano. Infortunadamente, los datos ar­
�efinición de las div � smo,.;
Hor izon te Pre -p unta de _proyec que ológicos son aún escasos, aunque últimamente tienden a
la existencia de un e squema de
�t ac:e1sn;:-. ,.
aumentar.
crí icas ac e rca del
Lynch tiene muchas t

;
rsos j uicios y dudas que se han En l os años pasados apenas se conocían algunas puntas de
Los puntos básicos de los dive c l rale s de la proyectil que por. lo general constituían hallazgos aislados, sin que

ri;��:º·-.
"'e la definición de los desa rrol los u tu
expresado ace . re a u · r as i• .· muehos , . se su ieran las circunstancias de su rocedencia y asociaciones. En
Sur se pueden res� m:i p p
E tapa Paleoindia en América del yac 1 1e� tos s u per f1� . Es inal (de artamento del Tolima) se encontró una punta. lanceo­
rovienen de m p p
conj untos de artefactos líticos p na mis ma ep o ca y q e, lada, bifacialmente tallada. por percusión y re tocada por presión.
repres ent a:n, u
ciales que necesariamente no � Otras puntas proceden de Ibagué (departa.mento del Tolima) , La
s as sólo ra r a s veces pueden fecharse de un roo
la aso iaci ón Tebaida (departamento del Quindío) y Manizales (departa.mento
lugar a �udas
de los artr con terrazas,
=:g;��� e::i�ho� caso� dej a stra � os g e o o de Caldas ) , la última caracterizada por un pedúnculo alargado,
determinados e
42 COLOl\ffiIA INDÍGENA MANUAL DE HISTORIA I 43

con base bifurcada; la talla es bifacial y notoriamente tosca. Vari� :i critos. ,.por Correal pueden representar culturas paleoindias ' como
tar.nb1e:1 puede que representen culturas posteriores, ya que las
puntas proceden de la Costa Atlántica (Santa Marta, Mahates, La� E
.

guna de Betancí) y se caracterizan asimismo por su talla bifacial y .�. tipolog1as tan poco diferenciadas también pueden haber perdurado

muchos detalles de su técnica de manufactura. Existen algunas ,i


algunos retoques secundarios, aunque varían en forma general y en � a través de muchos milenios de años, hasta épocas relativamente

otras puntas de proyectil, unas en colecciones particulares, otras 1 recientes. Sólo excavaciones estratigráficas podrán en el futuro
determinar su verdadero significado.
halladas por arqueólogos y aún no publicadas; pero, en términos tí
.;"

Un hallazgo de especial interés fue hecho hace algunos años


generales, se puede decir que, hasta la fecha, los- hallazgos de pun- f p or el geólogo H. Bürgl ( 1957) . En una terraza aluvial del río Mag­
tas son muy esporádicos y no dejan reconocer ningún rasgo tipoló- · f dalena, cerca de Garzón (departamento del Huila) , Bürgl excavó
gicamente significante. Además, las pocas puntas mencionadas en � varios objetos de madera fosilizada (xilópalo) , que identificó como
la literatura arqueológica de Colombia, carecen de todo context� '...� artefactos humanos asociados con huesos de megaterio. El geólogo
cultural. . ,,_. afirmó que los objetos se hallaban in situ, en gravillas pertenecien­
Otra categoría de hallazgos está constituida por algunas indus- ! tes al Pleistoceno Medio o Inferior y que deberían haber sido llevados
trias líticas formadas por un número más o menos elevado de ins- f a este lugar por un agente humano. Van der Hammen ( 1957) con­
trumentos tallados de lascas, o de núcleos desbastados. En estos l firmó la gran edad de la terraza, pero con referencia a los objetos
complejos líticos se observan raspadores de diversas formas, cuchi;. J de .xilópalo se limita a decir que no le parece 'natural ' su presencia
. llos, utensilios denticulados, así como nódulos que a veces dejan : en este lugar. En efecto, la identificación como artefactos deja lugar
reconocer una plataforma de choque donde se desprendieron lascas 1 a �uda y posiblemente se trata de desconchamientos y golpes d e
origen natural; pero aun e n este caso queda por explicar el fenó­
por percusión. Por lo general, se trata sólo de artefactos unifacial- 1¡
mente tallados y poco diferenciados; se conocen complejos líticos l meno de la acumulación de estos objetos en un solo lugar, pues los
de lá Costa Atlántica (Canal del Dique) , Costa Pacífica (ríos Catrú, J dos geólogos citados se inclinan a creer que sólo un agente humano
Juruvidá y Chori; Bahía de Utría) , del Magdalena Medio (Bocas :. pudo haber llevado allí los. objetos de xilópalo. Lynch ( 1974) , cuya
del Carare) y de algunas otras localidades del interior. Más recien- t actitud crítica ya se mencionó, atribuye en cambio cierta impor­
temente, Correal ( 1974, 1977) h a descrito una serie de estos con- · . tancia decisiva a los hallazgos en la terraza de Garzón, y dice que,
juntos líticos, uno de ellos de la hacienda "Boulder" (departamento ; . en el caso de comprobarse el origen humano de los objetos d e
del Huila) , y otros, de otras localidades de la Costa Atlántica y del·:,. xilópalo, " . . . Garzón parece ser uno de los sitios más prometedores
valle del Magdalena. Los materiales líticos consisten ante todo de ·1·. para ser colocado dentro de la Tradición de Bifaces y Golpeadores,
lascas que se tallaron toscamente por percusión, para formar .··. · !:°stulada por Willey". Schobinger ( 1969) discute el posible signi­
de ellas una variedad de raspadores, raederas y denticulados. Exis- f ficado de Garzón y compara los objetos líticos con los de Taima
t en también núcleos desbastados y algunos golpeadores no dife-J Taima, una industria lítica de Venezuela occidental, fechada alre­

'I
renciados; nuevamente es de anotar la ausencia de puntas de pro- J dtdor de 13.000 años a. de C. Lynch, al resumir su evaluación de
yectll y, en la mayoría de los casos, de materiales líticos pulidos. G�rzón, formula tres posibles opciones : 1) la interpretación de
Ya que se tr�ta de colecciones superficiales, �tos complejos líticos ,¡ Burgl es correcta y los primeros pobladores llegaron a suelo colom­
aún no permiten hablar de pautas de poblamiento, modos de sub- :¡ biano hace má.s de 100.000 años; 2 ) los objetos de xilópalo no son
sistencia ni mucho menos de ocasionales semejanzas con complejos l artefactos humanos ; y 3) Bürgl está en lo cierto, pero la terraza
lítico.s de otras regiones de América. En realidad, los complejos des- aluvial de Garzón pertenece a una fase tardía de la glaciación de
44 COLOMBIA INDíGENA · MANUAL DE HISTORIA I 45

Wisconsin. He aquí, pues, un problema importante de resolver; proyectil y los restos óseos pertenecen a una fauna de pequeños
cuya dilucidación definitiva sería un aporte consiqerable a los es�u..: animales en la cual no se observan restos de especies extintas. En
dios paleoindígenas. su conjunto, los complejos líticos de El Abra se han clasificado
En la última década se han efectuado algunas investigaciones dentro de la Tradición de Lascas, postulada por Willey (1971; Lynch,
1974). Los materiales tardiglaciares, fechados en
cuyos resultados constituyen un avance muy notable en este campo 10.450 a. de c.,
de la arqueología. En la región de El Abra, cerca de Zipaquirá, en podrían clasificarse entonces como perteriecient· es a la Tradición de
la Sabana de Bogotá, se excavaron varios abrigos rocosos que con­ Caza y Recolección, del esquema de Willey. �
tenían una larga secuencia estratigráfica de artefactos humanos,
restos faunísticos, polen fósil y otros indicios de cambios climáticos. ,�· , Otro sitio importante fue descubierto hace poco cerca del. Salto
de. Tequendama, en el extremo suroccidental de la Sabana de Bogo­
El Abra localizado a 2.570 metros sobre el nivel del mar, es un;; tá (Correal, 1973; Correal & Van der Hammen, 1977). Se trata de
antiguo' cañón abierto entre areniscas del Cretáceo Superior, que ... t varios abrigos bajo rocas sobresalientes, que habían sido ocupados
en fechas muy posteriores se llenó de sedimentos lacustres pleisto� d:Urante los finales del Pleistoceno y los comienzos del Holoceno por
cenos. La Sabana de Bogotá había sido un gran lago que se drenó:: :. grupos de cazadores. y recolectores. Nuevamente se observó aquí un
hace unos 40.000 o 30.000 años, pero algunas zonas pantanosas y.· • conjunto de raspadores hechos de lascas talladas a percusión, así
aun lagunas se han conservado a través del tiempo. Al pie de la� ·como de numerosos golpeadores poco diferenciados. Algunos de los
paredes verticales del cañón de El Abra la acción de las aguas había artefactos procedentes de los estratos superiores y medios se cree
formado cavidades y cornisas de rocas sobresalientes, y estos abri­ tengan s�mejanzas con el material lítico de El Abra y aun con el
gos sirvieron a los antiguos indios como lugares de vivienda. de la hacienda "Boulder". En los estratos inferiores del sitio del Te­
En el sitio de El Abra, el estrato más reciente contenía cerámica ,· quendama se observaron artefactos de manufactura técnicamente
muisca y evidencia de agricultura testimoniada por el polen de { más avanzados, como, por ejemplo, un raspador aquillado, una hoja
maíz fechado en· A. D. 1610. A continuación se observaron varios':/ bifacial y una punta de proyectil, todos con retoques secundarios.
estratos depositados durante el Holoce:10 tardío y medio, que conte-J F�era de los artefactos líticos se hallaron muchos utensilios de
nían artefactos líticos, huesos de ammales de presa y restos de+· hueso y de cuerno, ante todo en forma de perforadores; se ha suge­
fogones. La primera ocupación humana, representada por 37 lascas, ,r
�,t.'._
rido que algunas astillas agudas de hueso podrían haber sido uti­
lizadas como puntas de proyectil. Acerca del modo general de sub­
correspondió a un clima relativamente templado y húmedo, cuando}�
la región estaba cubierta de bosques: Este estrato fue fechado en � sistencia, no cabe duda de que se trata esencialmente de cazadores
10.450 años a. de C., es decir, correspondiente aún a la época tardi- '¡;.;
glacial. A través de los estratos superpuestos y que arrojaron fechas
de 8.750, 7.375 y 6.800 años a. de C., se pudieron observar fluctua-4i;
i Y recolectores que perseguían una fauna de venados, peque
roedores y armadillos, cuya composición fluctuaba con los camb
climáticos.
fibs
ios
ciones climáticas del Holoceno, indicadas por cambios en la vegeta-�
ción. El material lítico de El Abra procede de todos estos estratos y B _ Un aspecto interesante de los yacimientos arqueológicos
consiste principalmente de lascas unifaciales hechas �r percusiónl: Tequendama consiste en los numerosos entierros que se encon del
ron en casi todos los estratos de la acumulación de tra­
y no muy bien diferenciadas. Se cree que estas herramientas hayan'.� basuras que
;�-,_podido servir para despresar los anim�es, cuy<;>s huesos se �i:con·f llenab� los abrigos, ya a partir de los niveles más profu
varon en los diversos estratos, y también pueden habers� ut1llzad0'J mayona de los esqueletos corresponden a adultos, enter ndos. La
rados en
posición acun-u.cada dentro de depresiones irregulares ovalad
, �ara manufacturar artefactos de madera. No se hallaron puntas de;'' as;
46 COLOMBIA INDíGENA
rr
:I '·
hay indicios de incineración y en varios casos se hallaron sólo los,'.
huesos largo.s. Aparte de algunas ofr?ndas fui:erarias, tales como,� :":·. II
instrumentos lítico.s y óseos, se observo el uso ritual de ocre. ,. . ..·. La etapa formativa: de los comienzos

vida sedentaria, hasta el desarrni! 0
La posición cronológica de la secuencia total del Tequendama;,l). .d� la
'·�. /
se calcula entre los 5.000 y 11.�00 antes del presente y uno de los,:f�·• · de la agricultura y de las aldeas
entierros fue fechado en 6.375 ano.s.
1\f. .. LOS DATOS ARQUEOLóarcos disponibles actualmenté, atestiguan que
>

·
Hasta aquí los datos concretos; es evidente que e?- general se ' . los vestigios · culturales más antiguos de Colomb
trata de informaciones muy esporádicas que deben mterpretarse. � región andina. Sin embargo, es poco probab ia se ubican en la
con prudencia, pues todavía no sugiere?- ninguna_ .paut�, ning�aJ altiplanos hayan desempeñado un papel le que las sierras y los
_ . decisivo en los desarrollos
tendencia comprobable en lo que se refiere a la dispers1on geogra- t que siguen a la Etapa Paleoindia. Más
fica ni a la evolución temporal de los primeros pobladores. El A?rªl : bien parece que los verda­
deros orígenes culturales de las etapas siguientes tuvieron lugar en
4
y el Tequendama son los únicos yacimientos que han producido . las regiones tropicales que, por
la gran complejidad de sus medio
asociaciones, secuencias y fechas consistentes y que cuent�� con un 'Í ambientes, resultaron ser más
propicias y estimulantes que las
. marco de referencia geológica y climatológica; estos dos s1t1os com-.;-¡ cordilleras o las zonas semiáridas.
prueban que el hombre estuvo presente en la Sabana de Bogotá J><;>r.i
lo menos ya l0.500 años a. de C. Por cierto, en aquella fech� sena {
de suponer que hubieran sobrevivido aun en: la Sab�na_ varias
_ _
pecies de la fauna pleistocena, pero no se tienen aun md1c10s �e:"·:
es-;,

A. LA COSTA COMO FOCO CULTURAL
que dichos indios fuesen cazadores de estos animales, Y los dos yac1-:i
mientas mencionados sugieren más bien la existencia de grupos de t Desde que, en los años cuarenta, se formuló el concepto de una
recolectores que sólo ocasionalmente se dedicaban a la cacería de} e-xtensa Etapa Formativa, subyacente a todos los desarrollos en
pequeñas especies de animales de los alrededores. América Nuclear, es decir, entre el norte de México y el norte de
Las pocas puntas de proyectil que se han encontrado en terr1-.R . !Í Chile, se llegó a pensar que las dos zonas de máximo avance en una
época clásica -Perú/Bolivia y México/Guatemala� se habían cons­
torio colombiano, seguramente no pueden ser asociadas con una:,! tituido en focos culturales por
· etapa cronológicamente muy antigua, de cazadores especializad�s; j ii:npulsos creadores. En cambi sus factores internos de particulares
son puntas tipológicamente muy variad� que es probable se dIS- � adquirido más
o, en el curso de la última década ha
y más aceptación la teoría de que los orígenes de
tribuyan a través de muchas miles de ano_s. L?-. escasez de datos. f las cultura
sobre los primeros pobladores, �obre compleJos _ lltlcos d_e puntas de\ oeste s más avanzadas de América se encuentren en el nor­
-
proyectil y sobre una adaptac10n a los valles mterandinos y a las.;, tierras de Suram érica ó, para ser más· exacto, precisamente en las
tierras bajas tropicales, muy probablemente no se debe a la ausen-1, tropica les colombianas al oeste de la Cordillera Oriental y
cia de tales vestigios sino al simple hecho de que aún no se hayanl en la región costane ra del Ecuador. Al plantear esta teoría se parte
efectuado intensas investigaciones acerca de estas primeras etapas' de la premis a de que la agricultura intensiva, así como la vida al­
de la prehistoria del país. deana, se desarrollaron primeramente en las-selvas amazónicas y
que estos modos de vida se difundieron luego -hace unos 4.000 a. de
C.- hacia las tierras bajas de la Costa Atlántica de Colombia y la
48 COLOMBIA INDíGENA MANUAL DE HISTORIA I 49

Costa Pacífica del Ecuador. En efecto, recientes excavaciones eu


la hoya del río Guayas (Ecuador ) , han demostrad
. o que ya antes de
B:'�:.. COMIENZOS DE LA CERAMICA

3.000 a. de c. existían allí a1deas hasta con dos mil habitantes, que· ; Ya a comienzos del cuarto milenio a. de C. aparecen en la Costa
cultivaban maíz, yuca y varias cucúrbitas, manufacturaban cerá-j Atlántica indicios de una forma , de vida bien definida, constituida
mica y comenzaban a organizarse en comunidades numerosas. En t por los indios recolectores de moluscos. En diversos ·sitios arqueoló­
Colombia se han podido observar desarrollos parecidos, en una fecha. t - gicos se han encontrado grandes acumulaciones de conchas mari­
similar. En varios lugares de la Costa Atlántica se han encontradol nas; entremezcladas con artefactos líticos, óseos y, lo que es más
indicios de horticultura, de vida sedentaria y de tecnologías avan�:\ notable; con fragmentos cerámicos. El yacimiento principal fue des­
zadas. .. _ éubforto en el lugar de Puerto Hormiga, sobre el Canal del Dique,
·r en el departamento de Bolívar, donde s e halló un gran conchero
Es de máxima importancia anotar aquí lo siguiente : todos est00 , anular que contenía abundantes vestigios culturales constituidos
desarrollos ocurrieron aquí mucho antes que surgieran los prime-... por cerámica, litas, fogones y otros restos de ocupación humana. La
ros vestigios comparables en Mesoamérica O en los Andes Centrales.: � fecha de 3.100 a. de C . , obtenida para el estrato cultural más bajo,
Parece, pues, actualmente, que fueron los territorios de Colombia� resultó ser la más antigua para la cerámica de todo el Continente.
y Ecuador los que crearon los impulsos que constituyeron las bases· . Los pobladores de Puerto Hormiga eran recolectores de moluscos
de las grandes civilizaciones americanas posteriores. En otras pala- del litoral y de los esteros cercanos y se dedicaban también a la
bras , los orígenes del continuum Olmeca-Maya Y del continuum,i cacería de especies pequeñas de la fauna local, así como a la reco­
Chavín-Inca se supone estén en las tierras bajas del noroeste d��}: lección de recursos vegetales. Entre los artefactos líticos figuran
suramérica, y las Etapas Formativas de estos dos centros parece-,f ante todo piedras con pequeñas depresiones ovaladas, que sirvieron
que estuvieron precedidas por una amplia fase de desarrollo que...," de yunques para romper semillas duras . También se encontraron
se puede� como Eta�a de Selva_ Tropical. Se puede suponerJ· , varia-: placas de piedra arenisca '{ _ granulosa que, . se�ún se puede
entoncis que, dm\nte el periodo aproximado de 3.000 a 1.000 a. ��; apreciar por las marcas de uso visibles en ellas, sirvieron de base
c . , Colombia, Ecuador y el Alto Amazonas formaban 1� verdaderf para moler o _triturar algún material relativamente blando, proba­
área de clímax cultural del Nuevo Mundo, la cual servia de fuente.,. blen: ente semillas o tallos verdes. Estos objetos; junto con las lascas
cultural al Perú y a Mesoamérica, regiones que en aquel entonces l de filo cortante, los raspadores, golpeadores y pequeñas manos de
eran aún marginales a la gran corriente de los desarrollos ameri,� triturar o macha�ar,_ indican una notable dependencia de alimentos
canos. Sólo alrededor de 1.000 a. de C. estos dos centros, al sur y al vegetales. La ceram1ca de Pt¡.erto Hormiga se caracteriza por sus
norte, comenzaron a diferenciarse y tomaron sus particulares rum-: formas sencillas globulares Y por su desgrasante de fibras vegetales
bos, que posteriormente culminaron en las grandes civilizacion es que se 1:3-ezclaron con la greda, ras �o mu! p�rticular de su tecno­
· �o�i�. Sm embargo, no se trata alll de nmgun modo de una fa.se
aborígenes del C ontinente . 1mc1al del arte alfarero; tanto tecnológica como artísticamen te, la
En vista de este planteamiento, es obvio que los. sucesos prehis: cerámica de Puerto Hormiga atestigua ya un nivel bastante desa­
tóricos ' acaecidos en territorio colombiano en aquella etapa, son de .- rrollado, lo que hace suponer que los verdaderos comienzos de la
un interés extraordinario, ya que no se . trata de meras formas cerámica s e remontan a épocas aun anteriores. La última fecha
adaptativas locales, sino de una dinámica cultural cuyos procesos de -Puerto Hormiga ·es de 2.552 a. de C., es decir, el lugar estuvo
influyeron de un modo decisivo sobre el curso de la evolución de habitado -probablemente sólo por temporadas- durante más de
las sociedades indígenas·.en una muy extensa �ona de América. qui:nientos años, a través de los cuales se observan sólo muy pocos
50 COLOMBIA IND:tGENA . MANUAL DE HISTORIA I
51
.
cambios en su composición cultural. Un complej ? cerámico pare-;-1}'.::jsn;:efecto, la prese�cia de grandes azada.s indica que estos indí­
cido al de Puerto Hormiga se encontró en Bucarel1a, cerca de Zam- ;f i,,énas ya labraban la tierra. La secuencia excavada en este sitio
brano , sobre el bajo río Magdalena, pero allí no se trata de una ,¡ ;onsiste de tres grandes períodos : el más antiguo, designado como
·,, t C�papote, Y los ultimas estratos estan representados por el Período
estación de re_colec�ores de moluscos sino más bien de pescadores Y ;( Monsú, es poster!oi: al final de Puer_to Hormiga; le sigue el Período
recolectores nberenos y_ lacustres.
. . . . l, · 13arlovento, pero por una adaptación ecológica de Barlovento que
A Puerto Hornuga sigue cronologicamente una �uy vanadªl .Implicaba sólo pocos moluscos.
secuencia cultural representada ante todo por una serie de mate�,1 · · ,·
riales excavados en los sitios de Monsú, Canapote y Barlovento,'.!' . . _ Vale la pena explicar aquí brevemente la estructura estrati­
+
todos ubicados en la Llanura del Caribe. Canapote, al borde de la gráfica de este yacimiento arqueológico. Parece que originalmente
Ciénaga de Tesca y fechado en l . 940 a . de C., es un gran con- er sitio de Monsú estaba localizado sobre una playa arenosa de un
'ñi:tselvático. Hallamos en este estrato ha.sal los vestigios de gruesos
chero, originalmente también en forma anular, que contiene loa ;
,
restos alimenticios y culturales de grupos de recolectores de recur-,� horcones de madera que sugieren una construcción de planta ova­
grandes dimensiones. La cerámica a.saciada a este estrato
sos marinos. Barlovento, en cambio, ubicado más hacia el noreste,1 .· ladá de
a grandes rasgos se ubica entre el Período de Puerto Hormiga
entre el mar y la ciénaga mencionada, es un anillo de seis grandes'' inicial
Y el . de Canapote, pero, en cambio, no se parece en . nada a la de
concheros unidos por sus bases y que, como los anteriores, contienen ;
a uel primer complej o alfarero; dicha cerámica representa una
abundantes vestigios de cerámica, artefactos líticos, fogones Y piso( q
superficies. La. · tradición diferente, sin desgra.sante vegetal, y sus motivos decora­
de conchas . trituradas, que representan antiguas
fecha más antigua para Barlovento es de 1.560 a. de C., y la má.li: tivos geomét ricos se trazaron con ancha.s y muy profundas linea.s

1
e
in cisas; no xisten �quí los carac�rísticos adornos plásticos biomor-
reciente es de � de C., de manera que la ocupación de este,;. fos de
1:11erto Hor�ga O Bucareha, Y en cambio se observan modos
sitio abarca n)lévament1\un espacio de medio milenio. f: decor�t 1vos que sugieren otra.s múltiples tradiciones e influencias.
. . .
La secuencia de Puerto �ormiga, Ca�apote y B�rlovento m�es-� · Lo- m1sm? se observa e1: el Período Canapote, que se superpone al
tra en esencia una adaptacion a un ambiente del lltoral Y sugiere . de. �onsu Y donde no solo aparecen las categorías cerámicas esta­
que se trataba de grupos que dependían en alto grado de la rec�lec- . blec:da.s para el sitio-tipo de la Ciénaga de Tesca, sino donde además
ción de moluscos. Esta imagen, sin embargo, no se debe generalizar.:, se anaden ahora una multitud de nuevos elementos que demuestran
pues otros yacimientos arqueológicos, algunos de ellos en la.s ,cer-{ 4�: se trata_ de_ una época en que ya existían las más variadas tra­
canías y otros en regiones más alejadas, muestran que ya en esta di�1ones ceramicas. El período final del sitio de Monsú · está consti-
. época los antiguos habitantes del norte del país sabían explotar, tmdo por un complejo cerámico estrechamente emparentado con
muy eficazmente una gran variedad de diferentes recursos de sus� Barlovento, pero que está muy poco as ociado con la recolección de
ambientes ecológicos, y que ciertos grupos -aunque contem?orá· ·:_ ;noluscos, Y e� cambio sí_ con restos de pescados y de la fauna terres­
,
neos- habían desarrollado muy variados modos de subsistencia. El� �re de la reg1on. A traves de toda la secuencia del sitio · de Monsú
sitio de Monsú, por ejemplo, también situado en la región costanera,� se hallaron grandes y pesada.s azada.s hechas del reborde grueso de
consiste de una gr_an acumulación, en forma anular, de desperdi·1 , una gran �onc:iia m�ina (Strombus gigas) . Esta.s az·adas aparecen
cios culturales; pero lo. notable es que en este caso �o se trata pre,¡- en dos· forma.s : la una, algo más liviana y angosta, lleva un fino
materiales de grupot:, filo ?urvo que puede haber sido utilizado para cortar materiales
. dominantemente de moluscos, sino de restos
que dependían en un grado muy manifiesto de recursos vegetales; relat1vamente blandos, tales, . .como , madera O fibra.s vegetales; la

· 1_(_.
¡
J\,IANUAL DE HISTORIA I 53
52 COLOMBIA INDíGENA

astilla�o que l: ·;'�..La- secuencia Puerto Hormiga/Monsú/Canapote/Barlovento


otra, pesada y burda, muestra en el filo un desgaste var la tierra. .,,;\l C()í"J$tituye un eje fundamental en la prehistoria de Colombia, n o
p ara ca
sólo puede haberse producido al usar la azada
· :sóld '.porque forma una escala cronológica detallada y continua , que
ios h lla os e n Mon sú d emuest�an qu e �n el ter cer f
Los testimo n a d
Jas tropicales de 1:,± abarca sent
desde 3.100 a. de C. hasta 1.000 a. de C., sino ante todo por­
milenio a . . de c . los pobladore s de las tierras b� lo�rado form�s .; que :re pr e a u na secuencia de desarrollo cultural que, por sus
llanura del Carib e y del baj o Magdalena hab1an los 1�ersos medio - vari adas c aracterísticas , adquiere una importancia que va mucho
muy variadas y muy eficientes de adaptación a, selva?tico, et . Ade-! { _zµás allá de la Costa Atlántica colombiana. Pará po der apreciar
ambientes : marino, ribereño, lacustre, sabanerouso : 1 �
fao cor­ J 'plenamente e s ta afirmación , debemos colocar nuestr a secuencia
las azad as i dica n dos p o sible s foi;m as de � � e
.
más, n
el almido3; del mte. dentro de un contexto prehistórico más amplio y referirnos a ciertos
tante podrían haber sido empleadas pa1:a sacar qu e las mas pes ad as hec�os de las décadas pasadas .
rior de los troncos de ciertas palm as, mientras Ya que o e co _
· y romas sugieren su empleo en la horticultura. · � n. n�: .
. En 1956 se enc ontró en la Costa d el Ecuador el yacimiento de-­
maíz tr el pol en reco gi do, Y eif
tramos indicios del cultivo del en e nomi nado Valdivia, c onstituido por acumulaciones de conchas m a-
las excavaciones están ausentes las piedras Y man '?5 de moler, pa- iinas mezcladas con fragmentos cerámicos, y se les asignó una
i·aices. ·
rece que se trate del cultivo de la yuca Y de otras fecha de 3 . 200 a . de C. Los descubridores de esta cultura prehis-
En Monsú se encontraron vari� entierros secu n d arios qu e con- _ tórica llegaron a la conclusión de que la cerámica de Valdivia y,
e hues os larg os, depo � con ella, la de América, era de origen japonés (Período Jomon
sistían en algunos fragmentos de crán eos y d en la mISm _
a zona de. �edio, de 5.000 a 3.000 a. de C.) y que é.sta había llegado por nave-
sitados en un pozo irre gular, d ebaj o del · piso, hallaron en la basu- gaéión transpacífica a la costa ecuatoriana, donde fue "adoptada
los fogones. Huesos humanos desarticulados se
debe h c r resa lta r un po� �os aborígenes americanos que, hasta entonces, no tenían ningún
ra y sugieren práct,idisde'e�nibalism�. se
a e

aspecto importan.ti de Monsú, que con.sis.t e �1: q � e y a e n los es:r8: tos


_, con o cimiento de la alfarería. Valdivia sería entonces el foco de difu­
estihst1 c a e n la cer a rm� _a.,' . . sión . de la cerámica que, de allí en adelante, s e habría dispersado
basales se observfu. una gran variedad os e ecor acio� l poi- to do el Continen te. Esta difusión, sin e mbargo, no s e habría
Las formas son s encillas y globulares, per o lo s mod _ d d
por ciert o, h�y qué ' efectua d o por c omercio
y los detalles tecnológicos son muy v ari a �os y,
co l cera
, a ·. · :.·· estímulo , es decir, el directo : lo que se habría difundido sería un
.
repetir que no muestran ninguna � e me J �
an a n . a nn� ?
. i. :: conocimient o de una invencion t ecnológica ,
cho arriba: la g 1: an van aci on • , de modo que, según los a rqueólogos descubridores, la
cerámica de
Puerto Hormiga. Ello reafirma lo di o igen e ar
_.
en las t radiciones cerámicas· hace 11 su oner que el r d � t e't V ald ivi a en sí qu e d ar ía limita da a una peque �
ña ona de la Costa
d e lo com en zos;
alfarero se r emonta a una época muy anterior a la ombi�a fuei en el,.: Pacífica del Ecuador. Lo.s mismos investigadores hallaron además
de Puerto Hormiga· y que la Costa
Atlántica de Col �tro complejo cerámico cer ca de Valdivia, denominado Machalilla,
zona de imp rtant es d es a r r o llos ec n?°f que fue fechado en 1.500 a . de C . y al cual
también atribuye­
cuarto milenio a. de c. una o
a r f rza

r la eori2:
ec
lógicos, onómicos y artíst icos. T o � o e llo v ie� e e ? r ron un o rige:1 �aponés. Machalilla asimism o !endría una distri­
tropic les e es .
de los orígenes culturales en las tierr� baJ as m e i�o Y , ba�J o ro/t, · buc1�n m�y hrr�1tada en . el Ecuador, pero sus técnic�s y formas s e
caso en las de la gran Llanura del Caribe Y del edl entonces, I!Ni - habrian difundido ampllamente. Cuan do cinco años más tarde se
Magdalena. La s elva tropical húmeda ��e, en . aqu p ntan os Y est r
: , descubrió Puerto H ormiga, los arqueólogos d e Valdivia. opinaban
combinab a con el ambie n t e lacu stre de c1 e na � as, a � , , que se trataba apenas de una derivación cultural del Ecuador hacia
el baj o Cauc a , _ 1� ,nos Sa n Jorge Y Sm�f Colombia y que la cerámica de Puerto Hormiga era
que se extienden Uhacia
hasta el Golfo de· rabá; parece haber s1do. :1n g�an
foco c ultural . i '. d� _aquella que se decía ser originaria del Japón. Aunque algunos
una derivación
,,
COLOMBIA INDíGENA . MANUAL DE HISTORIA I 55
_54

se preguntaron cómo exactamente los j apones


� del'¡ , disponen apenas de un inventario tecnológico limitado. La Costa
arqueólogos
Neolítico habrían podido efectuar seme jant e t r av es í a de m ,f:
a s � e
-Atlántica no es tan� "t�erra ma_icera" -como lo serian los valles y
ab o de ell a , u n c omple Jo '�, vertientes de l a region mterandma-, sino que es, en esenc ia una
8 000 millas naúticas e introduc ir, al c
de V a ldi� a , losJ!
c�rámico tan variad� y tan adelantado como el · región propic ia para el cultivo de raíces, la explotación de paimas,
'll;n� profu n d a 1m?� e-,i¡
hallazgos ecuatorianos no dej aron de produ cir para la pesca , la cacería de presas menores y para la recolección
J
descu brimi e n t o de V a ldivia , ,;.¡ de moluscos. Las lagunas, l os esteros y las playas ofrecen recursos
sión en los círculos de expertos. Con el
el problema del origen de l a cerámica
y, lo que es más, de todo lo que estt;
prehis
hecho
tóric
sig n
a del
ific a
n
Nuevo
para el i
Mund
desa-
o muy abun�antes de i:roteinas, no sólo en forma de'moluscos y peces
.sina también de reptiles. Aunque en lo que se refiere a los suelos y
a resuel to e n to ces.
rrollo cultural d el Continente, parec1 ,¡;� ,al elima prevalente se observan pocas diferencias fund amentales de
·
E n los últimos tiempos, sin embargo, se ha producido un
.
nuevo :{] una. región a l a otra, el ambiente d e l a Llanura del Caribe ofrece
viraje en el rumbo de las investigaciones y en la interp
l\
retaci�n de un ��ecido número de sistemas ecológicos contiguos, todos muy
a fuer on r evis a d� Y, Junto ;í, ri cos � recursos : las playas, las s abanas, el ambiente lacustre, el
los hallazgos. Los material es de Va
_ ldivi
stro que, en;i :riJ,ertmo� ,los bosq�es , y otras zonas más. En realidad, en ninguna
c on los resultados de nue\'as excavaciones, s e demo
otros com- i otra region �el :palS se combinan tantas y tales ventaj as, a las que
primer lugar, debajo de los estratos de Valclivia yacían
r egion no solo .
J
pueden anad1r _las de 1?5 suelos arenosos fáciles de trabaj ar con
plej os cerámicos más antiguos a ún y, en segun do lug a
, que al�e-;·t se
1;,
he rramientas rudimentarias, un clima benigno, y un régimen de
dedor de 3 .500 a. de C . ya los indígenas de aquella
que vivían en ;! lluvias muy adecuado para el c ultivo de l a yuca y de otras raíces.
cultivab an una raza muy evolucionada de maiz, sino
ban _alr�: ;l Tambi�n se trata allí de una región d9nde hay gran abundancia
grandes aldeas permanentes y sus habitaciones . se agrupa :¡;
c a rácte r cerem o m a l. A eso se anad10 de palmas, muchas de l as cuales contienen almidón comestible en
dedor de una construcción de
_ : es ultó ser t an úni� a c omo se h abfati _ sus tronc os o cargan frutos de gran valor nutritivo. Es precisamente
que l a c erámica de Valdivia no
a�dalen a, se �. en -este t�po de ambi�nte tropical donde se puede suponer que s e
supuesto. En efecto , en Colombia , a l o largo de� r10 M .
V aldivia , y la cerám ic a de tipo � ac�a-. � haya iniciado l a horticultura, tal vez en las riberas inundadizas del
encontró cerámica de tipo
Costa Atlant1ca. .:.·:· .··· bajo Magdalena, en las orillas de las la gunas o c erca de ios grandes
una se halló asimismo en varias localida�es de la
Ec�ador han;.1 .·.· ,. . \'!$ter.os del litoral.
En l a actualidad, l as recientes excavaciones en el ..
demostrado . que la cerámic a no aparece abruptamente smo de un_ .
n es se remon tan } '. En viSta del gran número de sistemas fácilmente explotables
modo gradual, dej ando sup on er que sus oríge ª
aún seJ s�ría · entonces erróneo c reer que los grupos humanos de determi�
fechas aún más te:rnpranas y a un foc� de disp�rsió� que _
desconoce . Quedo así descartada la teona del or�gen J �pones
de la ,� ·l· · nada época se hubieran dedicado exclusivame nte a aprovechar una
· . · sola fuente de recursos ; por ejemplo , que hubiera habido grupos de
na. En vista de todas estas consideracio�es, el cen· · ,· .· orientación estrict
i
cerámica americ� . de nuevo a Colombia Y sobre ·. . amen te m arítima ; otros- de orientación sólo la­
tro de intereses e está trasladando �·'' , ·
9: tre o�os_ ún de _o rientación sólo ribereña o sabanera. Según
1
todo a la zona de l a Costa Atlántic a. �:
:�os, :xistia una muy evidente fluctuacióD; en los
m
Aquí c aben algunas observaciones que ayuden a aclarar los mo-,i mO:os : encia, pues tanto los· peces como las aves, los rep-
/�
¡·
a h aya}, ,, t
tivos que hacen pensar en que aquella región de C ol ombi iles 10 . u los moluscos mar�os, migran loéalmente
º
sido un antiguo foco cultural de gran importancia . ,
en ciertas époc:e:,. �=y �pocas de abun dancia de tortugas o caima-
. !a<
, La Llanura del C�r�be, con sus _ l�gunas Y esteros, _ sus nos Y ;t nea, Y otras de escasez de frutas silvestres. Todo esto influye sobre
colinas, forma un habitat muy prop1c10
para culturas simples que ! · el tamaño , el sedentarismo y la tecnología de los grupos humanos
56 · COLOMBIA IND!GENA MANUAL DE HISTORIA I 57

que, con l a ayuda de técnicas poco difer enciadas , . se adaptan a un superar, y es allí donde se concentra una dinámica cultural que
gr an número de m edios y participan en una ª1:1Pll� g�ma_ de recur­ durante lar gas épocas constituye una fuerza de gran intensidad y
sos. P arece entonces que entre el cuarto y el primer mllemo a. de C. alcance.

:éJ•fú VIDA ALDEANA


la Costa Atlántica y el b ajo Magdalena desempeñaron un papel
fundamental en lo que se refiere a la cr eación y adaptación de pe­
queños sistem as hortículos y el establecimiento de la vida aldeana.
Es· curioso observar que muchos sitios muy antiguos, del conti- t -: Al terminar el segundo milenio a. de C., se �ncuentr
an en la
nuum Puerto Hormiga/Barlovento, tienen un plano anular Y que Llanura del C aribe vestigios de una vida aldeana ya bien defin
ida
el centro del círculo carece de desperdicios culturales. Eso hace pen­ y ca��cterizada por un gran número de rasgos cultur ales propi
os.
sar que esta forma, -por cierto muy antigua también en otras p�rtes �l . sitio d_e Malambo, ubicado al borde de una laguna al sur de
del Continente, tenga alguna relación con la o rganización social o :a_ar_ranqmlla , cerca de la orilla occidental del río Magdalena, ejem­

1.120 a . . de C., ªI?ªr�ce en Malambo una población ribereña


religiosa de los h abitantes, o que se trate de un cír culo gnomónico. piiflca esta nueva forma de adaptación. En una época fecha
da en
L a importancia de fijar fechas y estacior\es, p ara anticipar la ma­ y
sedent3:ria . L a ceramica es mucho más rica en form
duración de frutas silvestres, la migración de los anim ales de presa, as que la de
o de otros ciclos biológicos, sería entonces la base para un futuro los periodos precedentes, y entre estos vestigios se observa
gran
númer o de fragmentos de g�andes pl atos planos (budares)
c alendario agrícola. De esta m anera, los círculos de conchas pudie­ . que, por
1� general, se pueden considerar como indicadores de la
ron haber sido, tal vez, las primeras construcciones de c arácter , prepara­
c1on del cazabe, el pan hecho de harina de yuca. Aunq
ceremonial. ue los habi­
tant� de Mal ambo entonces eran todavía pescadores
y se dedicaban
Lo dicho arriba se refiere c asi exclusivamente a la Llanura del ocasio� almente a la caza, su base de subsistencia, según
· · _ párece fue
C aribe; en efecto, las mani:estacione,s culturales representativas de · ;_·..--· el cultivo de la yuca. Es de interés · anotar que la cer
ámica de ' Ma­
.
. . to Horm 1ga/Monsu/ C?.napote/Barlovento, se en-¡;·· ,
. Puer
l a secuencia lambo se relaciona en ciertos detalles con la
de varios yacimientos
de U bá has a la B j Guaji .
ra y suben el, i ; de Ve:iezue!a, notablemente con el de Barranc
cuentran desde el Golfo ra t a a
.. .. as, lugar sobre el
r ío Magdalena por lo menos hasta la región de El Banco y la Laguna. ._
;· ··bajo no Onnoco que est aba poblado en una
fecha similar a la de
de Zapatosa , extendiéndose en un a anch a franj a sob r e las tierr as ··· Malambo. La � erámica de Malambo, como la de Barr
. ancas, se c arac­
baj as de esta inmensa r egión. teriza por la firmeza de las anchas líneas incisas, que
delimitan los
contornos de los elem�ntos modelados, y por o
tros rasgos que for-
���;del p aís no se dispon� aún de da�os arqu�ló_gicos,· ·
10 q;e�� d�;d;-i&ego, no indica de por si la ausencia de vest1gi�s de
man su �tilo muy propio. .
es ta etapa prehistórica. Es muy ·posible que en algunas regiones Con Malambo se inicia una larga secuencia
de formas cultura-
tales como el alto Magdalena , el Valle del C auca o en algunas zonas les que luego se extienden sobre toda la
Llanura del caribe. Viene
de cundinamarca, se hayan desarrollado pequeños enclaves que, _ · l_a pauta de poblaciones establecidas en las orillas
de las grandes
eventualmente, ya en el segundo _milenio · a . .de C., adoptaron el �ul·f, lagunas de los ríos Magdalena, Sinú y algunos

i
otros es decir se
. tivo del maíz, junto con una horticultura mixta, de la cual ulterior·-�? trat_a de un �lejamiento del mar y de los ester
os, de u�a tende�cia
mente se constituyó un complejo andino de plantas alimenticias, hacia una vida lacustre, con una manifiesta
· dependencia de los
incluyendo la .RªPª· Pero las grandes · v_ent aj� :cológicas, para la recursos de los bosques s�os o de las caden
F as de colinas adyacentes
El&P"- Formallva, de la Llanura del Caribe, dit1c11mente se podrWl : • las lagunas . Esta reonentaclón en la "-Uta

L
P de asentamiento no
i,
'
58 COLOMBIA INDíGENA
MANUAL DE HISTORIA I
59
implica de ningún modo un cambio en la cantidad o en la accesibi­ del territorio, sobre todo siguiendo
lidad de las diversas zonas microambiental es de abastecimi ento en los anes del Magdalena
Cauca, y conduj o así luego a uri c onta ; y del
las cuales participa la población, pues se trata de zonas que ya con otras culturas de las
s�lvas húmedas tropicales que roba�1º
e e e
habían conocido y para cuya explotación ya existía entonces una tánte relacionados con los desa�r�llos
en ;n i;; , estaban aún bas­
t ecnología adecuada. Lo que sí se _modifica son ciertos aspe ctos cua­ del Orinoco. as oyas del Amazonas
y
litativos de la subsistencia. En primer lugar, la fauna utilizada del
ambiente marítimo y litoral (pec es, grandes tortugas de mar, mo­ .
Ejemplos para esta e tapa c1Jl!;
ural 1acustre .,y ribereña,
luscos, crus táceos) es remplazada ahora por una fauna de agua * Llanura del Caribe, son abundantes
desde el Golfo de trrabá hasta la . .
Y �e encuentran nuevam
en la
ente
dulce , en la cual predominan reptiles (tortugas de río y de tie_rra, 0uaJira y 1as hoyas de
·Ranchería y C esar. . los ríos
c ocodrilos y caimanes, iguana.s y lagartos ) , mamíferos grandes como - . e un yacimiento arqueo!ógic .
o de espec·ial un
el manatí, l a danta y el venado, peces de los ríos y de las lagunas, así . tan.tia s Mom.il, ubicado en la o . po - r-
rilla .nornn . ental de la Ciénaga
c omo moluscos lacustres (ostras, almej as) y caracoles de tierra. Et;, Grande , en el baj o río Sinrl.. La dens
� mu y_p rofunda acumulac
aprovechamiento de un nuevo recurso, por cierto muy importante/¡· de desperdicios constituidos de c er ª ión
l-·
�bre la estab�idad de las ald�as, a s a�er, las �igra<:iones �e 1� Í
· piedra, hueso � concha,
parece que haya producido en aquella época una fuerte influencia atestigu� un largo periodo de ocu
pa�::t�umana en el per
. _un.a antigua aldea, situada en unetro de
una zona pl� entre el
diversas especies de peces. Varias especies marmas (Jurel, robalo, i laguna y una cadena de leves col �. borde de la
inas ,El allsis de los abundantes
cor.binata y otras) buscan periódicamente las ciénagas para des- t vestigios culturales ( se excavaron ·
mas :i e 300 .00 0 �ragmento.s de
ovar y sube n · entonces p or los ríos y caños, a veces largos trechos.. � cei'.ámica) no dej a duda alguna
r d el notable mvel d
e eficien­
i� logrado en aqu
Otras especies, en este caso ciertos pesca.dos de río (bagre, boca-_ cia que los habitantes aborígene
:�a�� ella época.
chico) suben anualmente los ríos, en cantidades enormes. En . se­ Dtirante la primera mitad de
la secuene1a de Momil, f
gund,o lugar, en los sitios de asentamiento l a calidad de las tierras. sus conu. enzos en unos 170 añ echada para
os d C. se cuenta c on cantida
cambia notablemente, pues en lugar de los parajes arenosos y algo fragmentos de gran des platos :e : ! d de
desecados del litoral -por . cierto muy adecuados para el cultivo ­ r:: an el cuJ.ti�o de la yuca;
una. pru eba adicio d ¿
nal al respe t co t
e_ e l a multitud de peq
de raíces- las orillas de l as lagunas y ciénagas ofrecen tierras alu�·, ñas esquirlas o astillas punti ue­
viales húmedas, en buena parte auto-irrigadas por las crecienteá' agu das de pie ::ra muy dur
bablemente estaban incrus a, que pro­
anual es de. los grandes ríos. Las condiciones básicas para que sé'?
desar..,.;i"'e.,,..·- a ag·ricultura más eficiente son pues aquí mucho más
• · !ti illstrumentos que aún ho en a se P:1ededt
tada en tablas que serv
ían de rallos,
n observar entre muchos
ipdígenas tribales del Gu�n
propicias y pe miten una experimentación más amplia, sobre todo"1: ía Y Vaupes , Y que son esenci
preparación de las raíces ales en la
con plantas qu no se reproducen vogetatlvamente sino por se .
�i Junto con estos indicios
La lenta r etirada del litoral es significativa. Los indios de_ Ia · .-
de de · agric�ltura se encontraro
mamíferos, aves acuáticas n huesos
C osta Atlántica parece que nunca tuvieron una orientación :mani­ y r eptiles, notablemente
fragmentos del car apach miles de
. . o de tortugas de agua du1ce
fiestamente marítima; no fueron grandes navegantes que ' hubieran: metica que la principal fu , , todo lo cual
ente de prote mas
emprendido largos viajes de expl oración o d e come rcio, sino que!· dedores. Durante este r' fue la laguna y sus alre-
• ' '! {. � má.s bien se limitaban a una navegación costanera y fluvial. La se o�ser�a una cerámica mu
en formas, motivos de:. y variada
l �:.�s y tecmcas de manufac
posterior concentración en las orillas de las lagunas y de los gran• . son las · vasijas de silue tura, como lo
ta ompuesta, los !ecipiente
des ríos llevó entonces consigo una reorientación hacia. el interiot�; y una multitud de otras t s de base anular
· ormas. Predomina la d ecor
ación incisa, y
. MANUAL DE HISTORIA I 61

ética­ américa. y en el Perú., y todo parece s ug erll' · que la Llanura del Ca-
elaboración y efectos est .,
COLOMBIA INDiGENA

perm ite n gra n un ce tro d cr ción y dif s1o d


60

mo dos fue e gran alcance .


sus diferentes ribe .
mente muy atr act ivo s. ,
e mitad de la . ., La hipótesis d e una s ecuencia yuca/�": en Mom!l se encu en-
n e ea u n

t , má. s r ci t
La segunda y, cronológi
camen
ificativ o, ante · 11,, -relorzada por algunas observa.:, c o es
� ª >mona!... En primer lu-
mu tra un c ambio muy sign , la prese cia d gra d s piedI mo 1 r está acompañada por
secuencia de Mom il, gar
sistencia de los antiguos
e en

sub ri
e

ier e a las baS es de troducción de va os rasg os uev os q_u son muy sugestivos áe
todo en Jo que se ref va dl,s min uyendo la cantidad de
!& in
qu e !nfluencias m oameri anas como
n e n e

s e¡em\'
e

1º• tB.Sijas con rebor-


es e

Al pa ..
habitantes del lugar. es, abr up tam ente hacen su apa!i;· t _
bu llar &,o basales, tr!podes, soporÍes hu'.e:.' or es Y silb atos en
n e

grandes platos del tipo d :� ":


de mo ler , es dec ir, elementos indi- de p ueñ aves. Par c u l fu e mtroducido como
c

a.s ¡"'
o

y ma nos eq
ción Jos grandes metates lc>rl!U' JZ
pri me ra pa rte d e la s e cuencia no compl j o pl amente d sarroll'!do ' .
¡u
la un con una serle de nuevM
e

íz. E
cativós del cultivo de ma lla s, pe ro e n la segunda cer á u o J g ar
e e

semi seg u
e e

a.s. nd n y también se han


°
cultiv o de mi c
hay pruebas claraS del d mo l er, cierta cantidad
lorma-'1
o tr do indicios que su m r s t 'a m1Sma s ecuencia .
e en

drM
e n

pie n
n

ás de las · e c
En
parte se encuentra, adem · robablem ente para prepar acio
nes
e enezuela

tos d e c rá mic , p
de .pequeños pl an haber ser- . Aquí cabe la pregunta de por qué el cultivo del maíz se lntro-
grandes tinajas que pudier
e n a b¿ e en e

de m íz, así com o p ensar gue . dujo en Ja Llanura del Caribe una fecha r elativamente tardía.
a bas a
ervaciones dan �
chich a. Estas obs
a e a

vida para gua rdar Ja te, es rep rese n- Parec que la con t sta ió está n parte por lo menos, en _la supo-
o l pe riod o cultural de que !arma par · siclón de qu las necesidades n�t .
> io las prlmitiv(!S aldea-
a

tod u,i
e

Momil , Y íz.
ns ici ó n del c ultivo de
raíces al cultivo del ma n os se v ían satisf chas por un �
n:-1
macion
e c n

de tubérculos ricos
e

la tra nt.o
';1�
tativo de alime
nt e, no im pli ca sólo el remplaZo de un en almidón y de proteínas más

g! obt mdas
e

de la .fauna de
e

al
r c es

tal paSO, na tur un camb io·:


nsiste princlpalm"llte en

1-:
sino que co los ríos y de lagunas ; es t caso el maí tal v
e e

o, ·
c m

l otr no constituía
1
b ásico por reproduc-.
tos ag ric ola.s , a saber, del paSO de la 6 , un a · ento especialmente deseable. ' 8 . embargo , el crecmue
1m · · n to
asas

"
me e
las
m
'
total de procedimien
. . , la siembra d e un tallo, a l a r epr oducc1 n· áf" · . .
ogr 100 y Ja ev tual dism .
n

cir fuen
e z e

d de otefnas
z

es dem pr
1
ción ve getativa ,
e

1m p1·,ca en t erm ' mos · de conoc>·· ;,;:,��': : t.es


to d o aq ue o qu e de haber llevado a la ace e es e gr!"' Otro motivo
por s enu·11as· y d e semillas, de los
ciclos de cree!' pue ·
ión a
·
sel ecc para l pare er d súbito y en f echa tard1 la introd ucción
en e

la
e
11
m1entos de suelos , d vias ª
la pe rio dic ida d e intensidad de las llu d l cultivo d l maí pu d e e .
n

' ncon tr arse en un evid t e cambio cli­


º

con
admitir,
miento, de su r_elae ión s e domesticó .
ma íz se ha bía dic ho qu mát ·
ico ocurrido en las ti r as baja d C osta At ántic . Alr d dor
c e

s. El
e

y muchos factores má ª
donde unos 2.000 a. de
c. formabá ya la de_ 700 a. de C. ' el clima, hasta entonces seco · Y cont·mental, s e volvió
e e z e en

,
1
Ini cia lm ente en MéxicO cientes , fu_?,¡s; ·más húmedo a consecuencia de u·n· umen o d lluviosidad
e gún _ los datos r e
e

a,· p ro, s . Es pos i-


e r

an
s e l a e e

lde
base de la subsistencia es tro pic ales hú me das f; · . � t _ �
Sur, en las region ble que este hecho hubiera producido condlc10nes mas , favorables
en el norte de An>éri ca del or del año 3.000 a. de C. s e logró por p ar 1a introducción de este cultivo.
e

alr ded ª
a

donde se cree que ya cultivo. La yuca, por cierto


, .
.
ndimiento de este
primer a vez un alt o re
orie nte de suramérlca y Las consec n . as so mal_e s de un incremento en producció�
baj as del :� :
e

t":1
· es originarla de las tierras �rs e lu e go• . de alimentos d 0 a l cultivo del fueron desde Juego muy
tuo' .
a ext end
aún más antiguas , par '
domesticada allá en épocas t
lllalZ,
ta.l, es dee ir, a C(> _. no able.s. E n cien:, od 0• el paso de una _horti c ultura de raíces a
hacia la región norocciden
a_,tfiivés:<le las Andes ocasion es, la importancia:
'? · una de semillas coU:it e un punto crucial �n el desarrollo de 1a
tombia. Como ya sub ray am os e otr as
le s interandinm .
_ organización social de �! º:::;'':im<lad, pues Slgnifica nada men os
los gra nd es val _
ántica y de que el cambio de una soc1 a e�enc1alm
/cultural de la Costa Atl des arr ollo s postertor e s en Meso- ' ente igualitaria a una
par a los
n

_de l paí s es fun dam ent al . . ..


62 COLOMBIA INDiGENA . MANUAL DE HISTORIA I 63
·
sociedad j erárquica. Las raíces tales como la yuca! no pue�en alma-. dispersos en la basura casera. Aunque no se encontraron objetos
cenarse largo tiempo; por un lado, deben consumirse lo mas pro!1to metálicos en Momil, es muy probable que en aquella época ya se
después de haberse sacado de la tierra, y, por otro lado, . se danan conocía la orfebrería. En un extenso sitio arqueológico en Ciénaga
si se dejan enterradas por demasiado tiempo. El horticultor de de Oro, donde se excavó un complejo cultural emparentado con
raíces y el pescador de las lagunas no pueden fácilmente acumular :Momil, se encontraron algunas pequeñas cuentas tubulares de lami­
un excedente de alimentos y almacenar éstos para su consumo fu­ nillas de oro martilladas, y objetos similares se han hallado en varios
turo. El agricultor de maíz, en cambio, se encuentra en una posi­ sitios relacionados con Momil . "
ción muy favorecida : con dos cosechas anuales y con un esfuerzo 1
físico muy limitado puede obtener una gran cantidad de granos Manifestaciones arqueológicas comparables con Momil existe
· n
que son fáciles de almacenar, de preparar para su _consumo Y que, én toda la Costa Atlántica. Entre el Golfo de Urabá y la hoya del
además, constituyen un valioso artículo de comercio. do Sinú, es decir, en las regiones de los ríos Mulatos, san Juan y
canalete, se encuentran yacimientos má.s o menos extensos, a veces
En Momil se observan rasgos que indican cierto grado de espe­ muy profundos, que muestran afinidades con la secuencia arriba
cialización artesanal. Ademá.s, se notan diferencias de calidad _en descrita. Sobre las lagunas del río San Jorge y luego sobre toda la
los adornos personales tales como cuentas de collar y otros pequenos ancha región del bajo río Mag·dalena, s e hallan estos sitios, a veces
artículos de lujo. Es posible pues que Momil vio, tal vez no los co­ dispersos en las orillas de lagunas y caños, en ocasiones concen­
mienzos, pero si en su fase desarrollada, un muy_ n�table incremento trados en ciertas zonas, como es el caso en las regiones de El Banco,
de una estratificación social y de un lento adverurmento de un grupo ) de Zambrano o de Calamar. A veces estos complejos arqueológicos
de dirigentes y de especialistas en artes y oficios. se localizan en las faldas de colinas o pequeñas serranías, fenómeno
En Momil se encuentra una serie de actividades rituales que que lentamente introduce una nueva pauta de asentamiento. En
por primera vez permite11: reconocer algunos aspectos ideoló�cos efecto, la frecuencia con que, en estos sitios, se encuentran grandes
que posteriormente se expresan en muy di,!ers� f�rmas . A.si, a piedras y manos de moler, demuestra que la agricultura del maíz
través de toda la secuencia se hallaron pequenas figurmas de barro, se está desarrollando más y má.s, hecho que lleva a nuevas forma
s
generalmente femeninas, que, de ahí en adelante, comienzan a for­ ,de adaptación.
mar parte integral de muchas culturas prehistóricas del país. Es Al este del río Magdalena se localizan culturas no directamen
posible que_ estas figurinas, algunas de las cuales_ representan J:?U: te
emparentadas con Momil pero si coetáneas y relacionadas
j eres embarazadas o personas enfermas, se relacionaban con ritos entre sí
por muchos detalles estilísticos y tecnológicos. En todo
de fertilización o de la curación de enfermedades. Hay además _un el valle del
río Ranchería se encuentran sitios que forman parte de una
voluminoso complejo de pequeños artefactos que parecen haber sido secuen­
cia · de complejos agrícolas sedentarios caracterizados
utilizados en actividades chamanísticas , muy probablemente rela-,. por cerámica
pintada, c erámica negra, figurinas antropomorfas huecas
cionadas con el uso de drogas narcóticas . Se trata de diminu� y gran
· varied ad de formas nuevas como, por ejemplo, tetrápodes y grand
��ipientes, de minúsculos banquitos _zoomorfos, delga�os tu�os de es
bandejas planas. De acuerdo con los sitios principales
arci�la, cascabeles, silbatos y otros obJ etos. Hay pequenas represen­ donde se
determinaron estratigráficamente estas tipologías, la
principal se­
taciqnes felinas y adornos modelados que sugieren un concepto de cuencia del río Ranchería se designa ( de temprano
a tardío) como
dualismo. El Horno/La Loma/Portaceli, y forma otro
eje, otro jalón, por decir
Que la gente de Momil practicaba la antropofagia, est_á atesti­ así, que fij a una serie de fases de desarrollo en estas
culturas agrí­
guado por el hallazgo de · algunos huesos humanos desarticulados, colas al�ea!las, cuyos nexos i nmediatos se extien
den luego a través
,>

64 COLOMBIA INDíGENA
MANUAL DE HISTORIA I
65
de la Guajira y la Sierra de Perijá hacia el occidente de Venezuela.' 't
1
desarrollos subsiguientes de la alfarería no son
En dirección al sur, es decir, en la hoya del río Cesar y luego subien- j ,,,..,i1·
.......... meares, smo que
do hacia el Magdalena Medio, sigue observándose la influencia de j en éstos se entre1azan muchas tradiciones loca
les' que, con e1 tiempo

'
se difundieron en diversas direcciones.
estas mismas culturas, aunque con algunas modificaciones. La cerá- :r,
mica pintada continúa, pero al lado de ella se forman varios estilos -1 . Una región del pa�s donde, durante
, se nota una profunda infl los ulti�os siglos a. d e C.
de decoración incisa o modelada . que se constituyen en complejos · uencia procedente de Mesoam '
muy característicos para gran parte de la hoya del río Magdalena. .;..,.
. e""1rremo ,
sur de 1a casta Pac1f1c . érica, es el
. a donde, en la zona de Tumaco
los .cursos baJos de muchos de lo.s ríos vecinos , y en
Y Otros)
Mientras que en la Llanura del Caribe se conocen muchos . . (río Ma·taJe · , r10 Mir · a
s e ez:cuen tran yac1m1 entos arqueológicos que contien
sitios arqueológicos relacionados con una serie de columnas estrati­ . . ,
cerámicas de_ tipo mesoamericano. Parece que en
gráficas establecidas para Momil, Zambrano, el río Ranchería y se trata de pequeñas
os .,..,...4
colonias, inicialm ente establecidas por grup
otras regiones de alta concentración de vestigios prehistóricos, que · ' que se extend'ieron hacia · ..........gratono · s navegan­
tes la costa del Ecuador, donde die
Ya
nos permiten seguir los procesos culturales que llevaron a la vida ," , ron
1mpuwo al P?ri odo Ja�a-Coaqu
· agrícola aldeana, hay sólo muy pocos datos sobre el interior del . e (ca. 500 a. de c. a 500 · A. D .)
que las condiciones climáticas de la Cos ·
país. Sabemos que alrededor de 500 a. de C. existían comunidades ta Pacífica colomb'
eran ta.vor�bles p�ra una tradición
sedentarias en la región de San Agustín, en el alto Magdalena, pero cultural que se había ;:a��
. en un medio �mb1ente muy diferen
el Ecuador Y sólO en gi · ..
no conocemos sus características. Una cerámica toscamente incisa te, los principales vestí · os de
estas influencias extern as se hallan en

- o. una gran acumulación de bas


aparece en la Sabana de Bogotá y en algunas otras partes de los � nes · se observan en a1gunas regiones ocas;o­
altiplanos en los últimos �iglos a . de C., pero no se tienen aún sufí. . de la costa del departamedto
cientes datos para establecer un contexto cultural que nos permita
de Narm
se encontró en las riberas del río Mataje
uras f 1sos de hab1. taci. �n ,
apreciar estos .desarrollos en las cordilleras y los valles interandinos.
a.!
, y corul s n
que abarca unns cuatrocientos año
s, de 400 a. �����t:, ;�1 ;�
costeños tales como Momil, con las manifestaciones coetáneas que • .
Es más factible entonces relacionar los complejos culturales � trata de una extensión sept
;:���:�/ entrional del Perfod

se han descubierto en países vecinos. Así, por ejemplo, las relacio- �
e �r lo inhóspito �e la Costa .
nes con el Formativo Tardío de Meso y Cen�ro América son bastante_ ; Pacífic� :colombiana est�s
' . :1'4:e ongen mesoamericano
, ewt!
evidentes;, en Mesoamérica los parentescos de Momil se extienden no florecieron y tuviera
�e
hasta el sitio de Morett , en la Costa Pacífica de Colima (México) , !�:i;;: más hacia el sur, donde las condiciones ecológica: ei:
donde, entre 400 y 300 a. de C., se habían desarrollado complejos:¡ ias, es muy pro?able _ �ue en e
comienz��e n uestra er�, ciertas l medio milenio antes del
culturales muy similares que, por su lado, se relacionan con cul- ,.: . influencias mesoamericanas pro
dentes de la casta Pac1f1ca ce--
turas coetáneas del litoral centro y suramericano, hasta el Ecuador. ! al interior del pen.etraron hacia e1 oriente y llegaron
,
pa1&, ta1 vez subiendo por el
En . costa Rica, el complejo de El Bosque, ubicado en la vertiente· : río Patía el Calima y
otrOB Po 1 t
atlántica, muestra estrechas afinidades con Momil. Gran número :· � es echo que en aq�;ll9s siglos se
h1c1e;on ;t: ��fi�:�;: p �� �
de rasgos muy característicos de Momil, como por ejemplo los rodí,: ·. no · er n que se extendieron hacia el .
rte s -
llos y sellos, :os �ilbatos ornitomorfos, sopor�es abombad� y rebot�j' al � ;� ��i: ��ta o sea por vía andina, al penetrar a Narifio
M � a y
des basales, indican parentescos mesoamericanos. Por cierto, hay ·
que tener muy en cuenta a.l respecto que los orígenes de la cerámica* resumir este capitulo debem
mesoamericana son suran, "" ·"(Colombia-Ecuador) y que 1 a. de�. se os destacar que el último mileni .
cara.eteriza ante todo por el o
1' poblaml�nto gr_adual de las
,i C

.....
MANUAL DE HISTORIA I
COLOMBIA IND!GENA
67
66

ntes ,¡, ,
rrollo del cultivo del . maíz
faldas de los valles in terandinOS; El desa ribereños. y dependie 1es ·:y dealgunas otras regiones suramericanas, y fue elaborado y
permitió · a los pobladores -hasta entonc
es refinado con datos referentes a sociedades aborígenes del sureste
os Y de su agr icultura de � de los Estados Unidos, de Mesoamérica y de Polinesia.. De estos
de una combin ación de recursos acuátic ras de l S!-5- ��
;
análisis se puede abstraer. ún modelo que debemos describir · aquí
e d e los rios y extenderse sobre las �ade
raic es- retirars
ide�tadas, siempre · e� bus- ) ·
tema andino . Al ocupar tierras tan acc ivos , los grupos tribales, ·:d brevemente, ya que los problemas de los orígenes y características
queda de regiones propicias para sus
que antes habian vivido en buena
cult
parte e� aldeas nucleadas, se lJ especmcas de esta etapa cultural · constituyen un aspecto teórico
sumamente interesante en la .prehistoria colombiana.
pequenas. . La penetracló� 0 I

formas d� ad�ptación que se :ll


a una manifiesta descentraliza- ..¡
dividieron en unidades sociales más · El modelo del cacicazgo muestra una combinación de ciertos
colonización de las cor.dillerás llevó ras gos que hacen de las sociedades de esta etapa un conjunto fácil­
ció� y, por consiguiente, _a nuevas mente· diferenciable, tanto del nivel tribal que les precede (o que se
le regionalismo Y su elabo-_·. ,; " '
caracterizan por su diversidad, su n otab s Y religiosas. desarrolla al margen de éste ) , como del nivel estatal que les sigue.
ración de instituciones económi_c as, soci
ale i1i ¡ El aumento de la población producido por la creciente eficacia en
el aprovechamiento de los recursos ambientales, especialmente los
agrícolas, llevan a µna mayor complejidad social; esta complejidad
se expresa en una acentuada jerarquización social, caracterizada
. .
III
. . :;¡!:'/"
\ . . por la desigualdad tanto de individuos como de grupos enteros.. Se
instituye el señorio, junto con un sistema de linaj es y de prerroga­
El advenimiento de _ los cacicazgos
. - . :�
.
� : 3· · . tivas, generalm�nte hereditarias; alrededor de esta j efatura surge
.
EN · m., MILE?iIO que precede el comienzo de la era crist
iana. --en
a un paso
ó en Colombi
J un grupo de familias d e alto rango que ejercen los controles socia­
les, económicos y religiosos. La gradación de rango lleva entonces
algunas zonas tal vez ya antes- se oper _A
fundamental en el desarrollo cult ural
dígen as. se trata de la transición de la
de muc has agru pac iones in- )f

sociedad igualitaria tribal a


as,
.
Jr: al fenómeno de "clanes cónicos" y, a través de ellos, a . sociedades
piramida.les de ancha base, sobre la cual se estructura el escalona­
amos estas nuevas fonµ miento, a lo largo de varios estratos, hasta culmlna;r en la persona
la socfedad jerárquica señorial. Design e rsas 1
ales co n el término ,d e cacicazg os y observamos en sus div /", del cacique.
soci ·
que se �rolon gó a _ través de t
manifestaciones un fenómeno cultura� ,
f
. . _ Las motivaciones para este cambio fundamental en la estruc­

:xvn:I
sta espanola. LCJs .. cac i caz � .,
os �
varios miles de años, hasta la conqw a hist óric a tura social se cree que estén, ante todo, en el desarrollo de - nuevas
uró hasta la époc
forman un tipo de organización que perd lisis , los dat os formas e conómicas que hicieran necesario un sistema de con trolés
defi�iclón y aná
iglos XVI Y
y así es posible combinar, para su s de 1 s
:? más formales. Mientras que en las sociedades tribales, de carácter
de los cron ista
arq�eológicos con los relatos � segmentarlo e igualitario, el principio económico básico . fue la
reciprocidad, ahora la agricultura sistemática y altamente produc­
A. CONCÉPTO DE CACICAZGO
_
cacicazgo� · (o se�oríos,:l
;il tiva en ciertas zonas, hace necesaria la redistribución, tanto de
productos de subsistencia como de los eventuales excedentes. Esta
redistribución tiene que organizarse y coordinarse del modo más
El concepto de una etapa cultural _ de
ió �ce ya algun� decadas, _,,
h expedito, y este proceso necesariamente se efe ctúa por parte de
como también se pueden designar) surg
lo de ciertos grupos mdi�enas ·," individuos y sus familias, lo cual conduce así a la formación de
al examinarse los niveles de desarrol
ores, los _Andes Septentnona- . .. �cipientes centros administrativos (de depósitos, mercados, tr�bY-
de América central, las Antillas May
. MANUAL DE IDSTORIA I
COLOMBIA INDtGENA -'
69
68
· .
la �e�art·1c1· 0' n . de l os recur
sos, jun to cis/de agrupaciones de dicadas al cultivo del maíz en la.s faldas ale­
tos, etc .) ' donde se planü1ca nto fundamen- dañas . Los sitios s e distinguen gener almente por ciertos rasgos
con el c obro de cont�
buciones ind1:71:a1esd:-S ��i: bien definidos : una o varias casas cuyas plantas ovaladas o c ircu­
n s r bución cuando
tal la né cesid ad de i :�� :
m ':s��c erse en . regiones de gran lares están marc adas por medio de algunas piedras, ocupan un
za a
los gr1;1pos 1:�ma1;� ca e lleva pequeño plano o "patio ", a · veces cavado en la ladera y relleno por
b"10 ' tica a que un tal medio ambient
diversidad fis1 0gr afi c a Y 'y 1 . ª a.sí la anti- el lado de la pendiente. Varios grandes metates y manos de moier
ci�
a una insistente especi�liza �
r�� � �:C 1: vid a en r� forman parte prominente del conjunto de artefá.ctos us ados en la
:;� �:::Ze
gua autonomia de subSIStene ' . . . • economia c asera , lo mismo que un crecido número de manos de
poc a var iac ió n fis iográfica y climátic
giones de � . ., _ machacar y triturar, de raspadores; golpeadores y otros artefactos
, los ca c ic azg os es l a d1f ere nc1ac1on Y espe líticos burdos que sirvieron en la preparación de los alimentos. Son
Una car acteristica de . a dores políticos, cha
-
cialización de los
grupos socia1es en administr ro s , y o tr os
característic as las pesadas hachas ( ¡ no azadas! ) de piedra pulida
os comerciantes gu erre y manufacturadas en un material de grano denso. Los c omplejos
ma, nes y sacerdotes, ar tesa:1 yes de grandes ' aldeas nucleadas y cerámicos contienen ahora vasijas antropomorfas que llevan una
ien to
ma.s. La pauta de asentam
::i�:����
· s reli•
- blados satélites. La.s actividade cara humana sobre el cuello c ilíndrico o abombado del recipiente;
e:1 sus alr=���: erdo tales en c entros · hay vasijas de base anular más o m enos alta, copas pandas para
0 estamentos sac
gi.osa.s s e s es ta b lece
�f . l a blación principa ' y l e triturar alimentos o c ondimentos, grandes tinajas para líquidos y
c eremoniales, general
mente
ic as.�a defens . a de las tierras de alto muchas formas de recipientes de s ervicio , a veces decorados con
el culto de divinidades espec1 . tes conduc e a la } motivos incisos, modelados y aun pintados. Rodillos y pintaderas,
· e s
�en�i��to ag�ícola �is ����:os �oncomitantes cuentas de c ollar hechas de conchas, volantes de huso manufactu­
ras° e!��=::a:, ���
1n.st1tuc10n de _g_ue r ovi­ ra.dos en cerámica o en piedra, ·así c omo objetos pequeños y poco
tr;1cci O ' n de fortific aciones, y l a m
de alianzas milltares, la cons etu en des arr o­ elaborados de cobre o de oro, son bastante característicos. El entie­
lidad social vertical por val ent1a. _ Hay un gran im. . P . a1ejada.s y
. vecinas y ' rro en urna s es otro rasgo frecuente .
uar las relaciones c ome�ciales co,n regio·nes se i nstitu cion a.-

�::�t
c s sun t uar io s
rominentemente los art 1 ulo
ejecutadas por una. fuerza

�bs�;
mercados y hay obras públicas B. COLONIZACióN MAICERA
laboral numerosa.. ,
.. u a cion
icar est e mo del o a la sit
. Veremos ahora cómo se puede apl Esta "colonización maic era", que s e aleja del ambiente fluvial
. préhistórica colombiana. J y lacustre y comienza a extenderse sobre las estribaciones y luego
n el comienzo de nu�stra
era, se en las faldas de las c ordilleras; c onstituye un desarrollo cultural
lo s que pre c edé
En los �ig s un evidente cambio en 1�
pau a
,
muy significativo. Fue el cultivo del maíz lo que hizo posible este
va en muchas partes del pai os nucleos movimiento hacia regiones que' .antes habían sostenido una pobla­
t u na pauta de pequen
n c
a.sentamiento. E �: ���:i :i:: aisladas y dispersas alr ededor de ción poco numerosa de grupos tribales selváticos y que ahora co­
de ca.s as ve rios y que menzó a ofrecer una nueva b ase de subsistencia. En el curso de
van alej ando de los grandes
n .....ada.s naturales en la.s faldas mo
un pequ�:o p:.�:do' que se
pan las colmas o a1gunas p,:uu
n-. esta expansión sobre las c ordilleras y sus innumerables hoyas, los
1 e o r indios habían podido apreciar que lo produc tivo del cultivo de razas
. Siempre, ubicados evolucionadas de maíz dependía de la c ombinación de ci ertos fac­
. �:osas 0���r!�1: � a�: i: ! 1: :i:r�:s�;i�::
pe�o, por lo demas, y

e
renas y pantanosas b�l' ;- s,éR

aJa estoo sitios son testimonio
de l a eXISten­ tores, que no ,se pres entan en todas partes, sino que estaban res-
MANUAL DE HISTORIA I 71 ·
.
COLO:MBIA IND!GENA . .

ª es cala altitudinal ' de


ª t�
70
.
explotación de una s erie de sistem, as contiguos sobre un plano
ante todo lluvia
y sol , en

ª
t zon a s . E l maíz ne cesita horizontal, se lle gó a una ada taci
tringidos a cie r as nto, y - l a distribución
·- ¡
de s u crecimie :ec iz ad8:8. Es muy posible
ra e ci e rta s fas es as �t: tacetas, d e aldeas ecológicame�te
esp ecial du nt
e s ese nc ial en es te c as o
. E n condiciones óptim qué estas sociedades cr earon loc alm t e cosi�tema siII;plificado
llu v i as , y la
parej a de las
on c e s dos o has ta t
res cos echas anuales que consistía en un c omplej o alime��i:i:�e m a1z-yuca-fr1Jol-auya­
er e nt ·� {.
¡;;
te
·.
se pueden ob n emill3: s . En
ecc ión � e l as s
además de la sel
-;¡t
i da d d ep en de ia n as , ma, en lugar de c ontar con la variedªd de 1os rec�!sos d el ambiente
productiv
tado como lo so
n las cordilleras c olom b
o ta n a c cid e n en la ribereño, pero también e s de suponer _que los ambientes serranos de

,8:
un terre n o y grandes dif
erencias
· c on un régimen de lluvias muy variad
l
s tierras fue , I las faldas andinas ofrecieron una s ri de cultivos cuyo aprovecha­
de l as me j ore � � .
calidad d e los su elo s , la localizacióD:
ec es ida d miento fue ahora or g aniz ado a tra . s ' e �15temas de redistribución .
no decir , una n
continuo -para cierta -.-·- ¡·

Aquí, por cierto , se añade un facto; impor ante : en las tierras baj as
desde luego, un estímulo mó posesión de
vital- y, después que
u n gru p o abo rig en to
ruspuesto a defender s
us tierras -l y planas una migración es ntá ea forz�sa no tení a mayores

ón fa v ora bl e , tuvo que e star p e ño , al gu-<&


consecuencias económic as yrque�an o 1 tierras como l as comu­
re gi
s invasor es _o me
rodeadores . En este em nidades bióti-c as y las c �ndiciones erima ic as eran· muy parej as ;
t a ev en t u al e auta , de ':i ; ·
co n r
er on má.s éxitos
que otros , y tanto l p a
l pero en las f aldas de las c ordilleras ada lOO metros en la escala
nos g r up os o b t uv i
s tigios arqueológ
i c os , dej an ,: :
a c a li da d de los ve vertical significab an una diferencia ' : oximada de un centígrado
J'
asentamiento c omo l tarse "{
e nc ia con que ciertas
sociedades supieron adap .
de temper atura . Así, con un traslado
�:
unos pocos c entenares d e
a r la efi ci ct ivas de
ª
ap rec i o tierras produ "
a aquellos lug ares
que prometían _ m ás ; com metros en una vertiente andina c mbia?-an eventualmente el n:ú-

·:i: n:: �: �: l
,

�n
,

:c:
mero de, cosechas anuales de ma'1z 1 a calidad de 1os d.emas cultivos

oc:
:r. � ª�t: �: ��:t � ·::� ,·i�r ª
.
Y ademas la productivida d de la bi�mas ammal, como por ejemplo
n a · n sus ldeas ribereñ s, e convir ió );}; a s t
de venados , saínos O armadillos.

c.'.l¿'í,ós cAc1cAzcos coLOMBIANo's


a
m ente ha.bia. estad
o agrupada e olin as y vertientes:_;.;,
so sob re_ l a s c
mpesina.to disper
�l',

en pa rte en un ca .
-
.
. .
sos .,,_l':
t,;: ;.
1'
an ch os val les d e los cur .
.
ra. del Ca rib e o en los
En la Llanu a, los recursos naturales �� � - - -
a g dal ena y Ca uc ; ;\ �Trataremos de d efinir ah a1 gunos
· de.· los - criterios qué n os
inferiores de los rios M muy parej o y sól
o m uy p oc as v a�t :
estaban distrib ui do s .d e un m odo
d e los alim entos',\
: per mitan distinguir los vestt�� g ª rqu eo l? gicos per tene cientes a
producción o recolección sociedades indígenas de la Etapa de 1os Cacicazgos.
ria.bl es podian afectar l a s er a , po r lo _ gen era l, predecible, y 'i · -
de lluvia c aracterística estratificación soc1. al s e expresa muy cl ara-
necesarios. El régimen s pl a yas , est ero s, l agu- : La
imiento, o s ean l a
· 1as diversas z on as d e a bas tec tiguas\ mente en divers os aspectos . te_nemo en primer lugar las prácticas
rio s, s a b an as, col inas , bosques, etc ., eran con ; �
nas , pantanos, sis ten cia , p ara un a sacie-:;; funerarias cuya gran vari�cion - esde el entierro má.s humilde
m uy var i ad a s ub ,
y ofr ecian una amplia y ipo tec no lóg ic o . Al penetrar ah
or a_· ha.sta el , más suntuan·o- mues tra una p'� ami" de · d e rangos escalo­

su equ
dad poco_ diferenciada en enc ontraron un am
biente de gran ·:� · nada.s, La -inve rsión de energía en 1a arqm ectura funeraria ( túmu-
ras , est o s gru pos
a las cordille
el cu .
al el área de capta
ción tuvo que ser,>{ los, criptas es tatuas ozo

ro_fundos c�n c ámaras s epulcrales
complejida d eco lóg ica , en ter i ores . Asi ,:S decor adas, �te . ) , a sí c �i::.o 1: c 1 ad y calidad del ajuar asociado ,
cológi cas an
mucho más gr and
e que en las condiciones e e n las zon a s m ás : son clar os indi cios de la existen c
�! �
e pe rsonas o de cate g or ías s oci a-
algunos centros pob
lado s
después de establecers e v a rias a l dea s s a té lites,{ · les d e alto rango L os ador s pers on al es o los símb olos d e su s
alrededor de ellos º
productivas , se formaron y bió tic a s. Es decir, en lugar de
la,:t oficios se encuent;an lue go t
·-· .
n representaciones plásticas en piedr a ,
nas altitu d ina les
en diferentes zo lf
'/i
MANUAL DE HISTORIA .I 73

aprovechadas por diferentes grupos indígenas que luego hicieron de


COLOMBIA INDíGENA
as ricamente
, t�s se muestran person
72
. En es
cerámica y metalur gia. d mando . Hay esta zona un centro de sedentarismo. Fue tal · vez a · mitades del
do masc:�as o insignias
adornadas, a veces llevan o propu lso e ; personajes segundo milenio antes de Cristo cuando algunos grupos selváticos
acanas , e udos
guerreros armados . de m les · mu j eres ador- se estable cieron en las lom as y ve g as del alto Mag dalena y sentaron
e

co s ecia
e t do s e b
ataviados y s tribución de los allí las bases para una larga y muy variada sucesión de culturas.
r s

za�� � . :1 �i��e: ; la dis


nadas con callar e� y bra _ e dican estas jerarquías : objetos de Este último punto merece ser destacado : no se puede hablar de
a os tam�ien �m
n s

artículos suntu n r semipreciosas, cerámicas


a

una cultura d e S an Agustín; se trata de una región en la cual se


n

, col l r s Y p dientes de Pied as �


orfebrerí O pequeñas tallas encuentran superpuestos los vestigios de muchas diferentes cultu­
po1: t dos com o c on has marinas
finas, obj eto s im �n ocasiones , la riqueza d un ras, algunas de las cuales se desarrollaron en el mismo lugar,
almente .
de. piedra no obtenible loc
a
e en

como
a

1 o se podría· interpretar .
a

través de fases sucesivas, pero otras llegaron desde zonas alej adas,
. d un . ,tes oro escond'd
a

aJuar fu n con el m de f
e

. e gorí a de obj etos ,


sea como invasores o sea en forma de una lenta penetración p acífica .
acion de una c at
· 0 0
l a int nc io l llm m ias en la ¡;
s r , an las dif erenc
lt_? v alor . otr o r a La región de S an Agustín es una de aquellas comarc as colom­
e

ene su :e a�::s ; �e viviendas individuales; r


ra

t
ne

man .
no y c allda bianas que -,-en una cierta época y dentro de los límites de deter­
t ma nómi-
e

ón ,
na

c
u obras de relevancia astro
e

ubica �
c e templos , es at_uas minados niveles socio-tecnológicos- se han convertido eventual­
a

te no de t
r

la xis en e l pl
?acio , . cos o sa radas
ca ; la incorporación de , : trol � mente en verdaderos focos culturales. Situada a una altura de unos
a

con
i

d
1cas, .�a��� como 1 sistem !
las aldeas ; la� ob1:�s pu s y 1.800 metros, las ventaj as que estas tierras ofrecen para la a gri­
ia d

no
n

c mi
e a

de cultivo,
drenaJ e ) ' terr az as
de aguas (irr1gac1on y �. cultura son múltiples, y tanto el régimen de lluvias como la ausen­
e

r
as

· · · cia de inundaciones o de p roblemas de erosión h acen d el alto Mag­


Puentes·
a

, (lUe contie nen v tig os ;


. . . queo1ogicos dalena una zona muy propicia p ara cultivos intensivos de maíz. En
Los principales hallazgos ar ·
n l Cor dil le a. ·
terís.ti·cas se han h echo e la región de S an Agustín se observa un fenómeno cultural impor­
culturales con estas carac río s •
i

d los
es

ndino en lo s val les


� ac tante, que también ap arece en otras regiones, a. partir de la inten­
C entral, en las faldas ;de � �:�! estos �asos se trata obviamente i
a r

n
Magdalena , C auca ;( smub. mejores tierras agrícolas , y
sificación de la a gricultura an dina ; se trata de una. forma de "control
e

de zonas ar qu eol óg c u icadas . en las tí vertical" de las laderas , es decir, de la participación en varios nive­
!i
trat� d� re gio uyos habitantes podían p ar - les altituclinales y pisos térmicos, por parte de un grupo humano
en su mayo�ía s� �: ·�orrelativos bió tic os. Por ci rto , J
cipar en vanos p1Sos t�rnu establecido en una zona; intermedia . Así, dentro d e un radio de uno
i as

�as donde se desarr olló la Í


fue pr ecisamen: en !c:;:;�ones arqueológicas que formar on la o dos días de camino desde San Agustín se encuentran regiones
e

1,
cos
ría

y de alli proce en 1
que
tanto pa.ramunas como - tropicales que ofrecen los recursos muy
gu.a

irvieron a una p asa


da genera.- }
J
los mu os d el p a y variados de poblaciones ecológica.mente especializadas. otro aspecto
b ase de lS .!:�a� sus " áreas arqueológicas".
ra fo r
ción de investigador es pa es el &iguiente : cerca de S an Agustín está ubicada. la depresión más
Í
, nos puede l,;
, en · e1 · 1to r ío Magdalena baja en toda la Cordillera Oriental, que forma una comunicación
se

La zona de San Agustin des arrollo de estas sociedades


i' natural con el noroeste Amazónico; hacia. el noreste se abren varios
servir como un ej eml?�� ���: �;e�:mente sus principales caracte·
:i t.· puos en las cadenas montañosas, por las cuales se establece un
jerárquicas, y descr1 l l acceso a las cabeceras del río Guaviare y a. los llanos del Orinoco.
a i

risticas. o b bl me nte l; Otros pasos, todos de fácil alcance, llevan a.l valle del río Cauca y
in s e r emontan muy p
r

·
Los orígenes d e san Agust fav ora bles :; . de alii al río Patia. y a la Costa Pacifica, y una serie de rutas se abren
ª
, cuando las condiciones t n
a una época b��ante lej an� cid as y por las montañas del sur hacia• las1. cordille ras ecuatorianas. Si afia-
e

ron rec ono


r

ricultura. intensiva. fue


1
de la región para una ag . -
.

i.
a

'•
74 COLOMBIA · INDlGENA . MANUAL DE HISTORIA I 75

dimos el gran valle del río Magdalena que s e . abre hacia el n:�rte,
Jad
cii;selaboradas, otros contienen por mucho algún recipiente cerámic
o
se puede apreciar _ que san Agustín está ubic�do en la encruc1 _ a ta.seo co mo único objeto.
Y de nflu encias
de grandes vías de comunicación, de migraciones �
constituye pues un impo rtante _.- Las estatuas también muestran
una gran diver�dad de moti�
·
cultura les La · z o na a r que ológica
punto de �ticulación que , por un lado, re?ibió �stimu los d e otras fu�-; Jormas y estilos. A veces las grandes piedras talladas tienen el
a sobr e las cultur a s d� , �pe.cto de s eres monstruos os o de personas desproporcionadás. En
re gion es y, por el otro , ej erció s u influenci
��chas escul turas predominan rasgos felinos, seres con una j eta
sus alrededores . .
, bestial de la cual saler1 colmillos de j aguar ; ot:r;as tallas muestran
a rqueo lógica �e S� Agus t ín es tá. for m ada por - más aves, reptiles, o simplemente formas mal definidas qÚe s e pres tan
La zóna
de treinta extensas agrupaciones de rasgos culturales, Y hasta
hoy a la.s más variadas interpretaciones. Es frecuente la representación
_ en cia que . permita hablar de un c entro o �e de guerreros, con sus armas y casquetes, estatuas que llevan cabe­
dia no hay una evid _ .
alguna aldea principal. Ha sido costumbr e d esignar estos par_aJes zas _de tro feo o que blanden macanas o mazas, y también s e c onoce·n
con sus nombres vernáculos; por ello se mencionan Las Mesit as, _esculturas que mues tran muj eres en estado . de gravidez, o personas
Alto de· Lavapa.tas; Alto de los tdolos, Alto de las Piedras, etc., Y . estas enmascaradas.
,"•;2·.:
mismas - designaciones :nos indican ya la pauta de asentamien:o, _ ,_Co n el deseo de descubrir -y lue go interpretar- más y más
pues, evidentemente, los restos arqueológicos, los monumentos hti­ esculturas y túmulos funerarios, se �a presentado · al público una
do 1;n
cQS y otros rasgos cult urales se encuentran ubicados ante to ,­ imagen algo parcial y distorsionada de los fenómenos culturales de
las partes elevadas de las lom as q� e s e exti e_
nden _por tod� la region
San Agustín, y la tendencia a l o espectacular y fantástico ha lle­
entre una red de arroyos y peq_uenos ríos;
1: � • • ' ; . • •
vado a la formulación de estereotipos y dé hipótesis que será difícil
.
.
desarraigar, ya qu e la realidad es cueta es desde luego mucho menos
. s� Agustín es indudablemente el sitio arqueológico más �pec­
.

tá car acterizado - por


llamativa.. El énfasis que s e ha dado a lo fúnebre y a lo "misterioso"
tacular del país, ya que tradicionalmente es
estat uas de piedra Y por un aecido no hace justicia a la verdadera importancia cultural de esta zona
varios centenares de . grandes arqueológica.
número de túmulos o mo ntículo s de t ie r ra qu e cubren 1� más
diversos templos y entier ros. Las inves t igacion es arqueoló_gicas se ". Vista escuetamente, la situáción real es la siguiente : en toda
han ocupado ante todo en la excavación de estas estatuas y· en otros la...,zo_n a arqueológica de San Agustín s e pueden observar v estigios
rasgos monumentales, y también s e ·han excavado muchos entierros de.·1a. vida diaria de suc esivas poblaciones que , en un a época o la
y se ha podido obs ervar que éstos varían muy notablemente en su o�ra, habitaban en estos paraj es. Sus huellas s e ven en los grandes
forma y composición. S e han encontrado tumbas �n profundos all.anamient os artificiales qu e servían de base a grupos de casas
o
pozos, en cuyo fondo hay una cám ara lateral que contiene la sepul-_
tura propiamente dicha;· otros ha h�bido donde el ca�áver yacia
como espacios públicos ; en explanadas y terraplenes, en rampas
zanjas ; en restos de antiguos caminos y en muchísimos rasgos que
y
estirado en un sarcófago tallado de un s olo bloque de piedra; ?tros marcan los antiguos campos de cultivo. Todas estas obras de inge­
aun compuestos por una s erie de lajas que forman una especie de niería aborigen es tán . asociadas a abundantes indicios d
e las más
cajón, y- aun simples enterra11:1entos :n que el - �squeleto �e. encon­
1'.°5 diversas ac tividades de los ant_iguos pobladores. Los desperdicios
;

-�
s superf1c1al.
tr ó como · acurrucado en una pequena depre ion arrojados de sus casas y aldeas co�sisten en capas de
muchos me­
ajuares fun erarios asimismo var ?:
ia y, mi � n tras que al�Ilo� e1;tie·_ tros de espesor, acumuladas a través de siglos, que conti
enen el
rrós: están .aco mpañados por pe quenos o bJ e to s de oro y por. cerámi'"'., testimonio de miles y miles de fragmentos cerámicos . art
, efactos
.
l!t

. MANUAL DE HISTORIA I 77
76 COLOMBIA INDíGENA

re
n. ti as supe rficies, restos carboni­ en común, tanto en lo que se refiere a plantas domesticadas, como
fo� nes y. d a
fin, de una también a aspectos tecnológicos y a ciertos conceptos ideológicos
liticos , r astros de o �1das otr as p art es, en
pi r tr a
de tipo religioso. La imaginación expresada en el arte de estos tres
as, cterísticas v arían de
as
zados de plant ed
tu r es cuyas cara
e sto s cul �i . , pues grandes .centros escultóricos mencionados estaba estimulada pro­
dens a m asa ar . Es n ecesario
d r e
ép oc8: � la p o ac on p articul
1 bablemente por el uso de drogas alucinógenas y, en estas visiones
a cu erdo c on la
e S an Agus tín en tér
minos más ecoló­
c aptar el amb ien te f1s 1c o d , s ament e habitada ;monstruosas de un mundo aparentemente s obrenatural p arec e que
tig u z na 1:3-as o m enos den
gicos, como un a an a o
t arios que, durante los felinos, reptiles y aves desempeñab an un paper muy destacado.
em in tem en te a gncolas y seden estos e
por grupos en
p rimieron sus profu
nd as huellas en El desarrollo cronológico del arte estatuario tampoco se conoc e ,
siglos y aun mil eni o s, im una " n ecrópolis" o
t t pu es en m anera �lguna de pero es evidente que s e trata de un gradual desarrono de técnicas
parajes. No s a zona
s1 sim plemente de una sea :
e r a
ios de cu lto : y conceptualizaciones. Y a que estilísticam ente varían en muchos
de algún lug ar mi st er o
:; f actores natur ales, o
ción de un_a detalles, su clasificación por cate gorías se hace en extremo difícil y,
irr:e�
donde la combina :ón ' insolación, etc ., así ma­
como más aún, su c orrelación con determinadas etapas de desarrollo
, vie nt os, su elo s, g hu
lluviosidad paciones
on a una � ce_:;ión de ocu social y económico. Por cierto, cabe mencionar aquí que la cerá­
factor es culturales , llevarnos t res m1� anos. mica de S an Agustín, s ea cual fuera su edad o procedencia, es más
nas a través de por lo me bien sencilla en su acabado y decoración y que no ha sido posible
:r1
. en s an Agustín se deben
t
Los or ígenes de la V:i�a � �� 1 :elva amazónica , en donde, todavía relacionar sus características estilísticas con las de dete�­
e
:da
buscar con toda pr oba�ll as ant er1. ores, emanaron los co.mienzos � minado grupo de esculturas de pi edra.
como lo sugenmo · s en pa gin per-
.
am�ricana . E s ta
tradición selvática trop1ca1 us­ Otro problema de considerable interés teórico es el desarrollo
de l a agricultura órico de S an Ag de las pautas de as entamiento , pero también a este respecto faltan
duró a través de los
siglos, pues � el arte escult riores, se observan investigaciones sistemátic as. C omo ya anotamos" el área arqueo7
e per� � os mu y po ste
tín que, desde luego, dat ased e c1 ª más bien c on el medio del lógica de S an Agustín aparentemente care ce de _un centro urb ano
aún muchos ras g o s que � � �:S �ierras templadas de las ver­ y aun de aldeas nucleadas de alguna extensión. En parte, este hecho
e
trópico húmedo y no con tim en algunas puede que se deba a l a conformación del terreno y a la ausencia
ves · enta que se reur esenta
tientes andinas. La escas acoronas de , um as y ·el uso de más caras, de planadas adecuadas, pero también es p osible que ten ga otr as
estatuas, la forma de las . o, uch: de los animales que
se re­ razones que desconocemos. Parece entonces que, en todas las épocas,
indican un _origen selvátic pie ! :a tales como j agu a r es, cai manes , se trataba de una población algo dispersa, agrupada en una multi­
presentan en las tallas de son fa�n a del ambiente de .los gran des 1 tud de pequeñas aldeas, localizadas en las p artes altas de las lomas;
peces y culebras grandes, ona t lada y carente de caudalos
os pero no es de suponer que todas l as lomas o colinas de la actual
ríos tropicales Y no de la : c ab::�as del río M agdalena. zona arqueológica hayan estado pobladas simultáneamente en una
as
cursos de agua, como son . to de S an Agustín, au, n no
• misma época prehistórica . De las excavaciones relevantes para este
el po bl am 1en problema, se puede deducir más bien que hubo un lento flujo y
Las etapas iniciales d
ont en a la mitad del se-
est u di o. E s p robable qu e se rem reflujo; y que mientras unas elevaciones e stab an ocupadas p or vi­
se han a d . ente coe...-
ec�, ue sean aproximadam llos de la
._.i;.

le io a. d e C., es viendas, otras -vecinas .o al ejadas- estab an deshabitadas durante


gund o mi n �er � a los primeros desarro
1
neas y tal vez aun alg� �n ofa Cultura Chavín en el Perú. En
largas épocas.
Cultu¡a---0-l�eca � :ex:�� J ido entr e Mesoamér ica y los Andes Se cuenta con una se cuencia parcial, b asada en l a estratigrafía
aq!lla época se . ª' ia . . eb as de basureros y en ella se definen tr�s grandes períodos, todos repre-
d
Vl
de ·
a 1 , . co que contenía muchos elementos
Ce itrales un mod o d
¡.
78 COLOMBIA IND1GENA . MANUAL DE HISTORIA I 79

rios, :perte-J:f j�:Un somero . examen de los restos cerámicos y líticos que se en­
sentados por ciertos complejos cerámicos y líticos utilita
:J
,
e intens�ente n_iaic�roa. JJ:· cuentran por millares en la superficie de los terrenos de San Agustín,
necientes a grupos s edentarios, a �rícol3:> _
, er rmleruo a. _ _ demuestra qu_e se trata d� un� gran cantidad de complejos arqueo­
El primer período abarca los ultimas s�glos del prun
A. D. Y el }f lógicos que au� no han sido aislados como tales y que representan
de C.; el segundo comprende los cuatro primeros siglos
último ocupa una posición tardía , protohistórica a histór
ica. Una ff 1arg� secue�c1as y muy diversas tradiciones tecnológicas y estilís­
serie de fechas de radiocarbono ubican estos períod
os en una \f ticas. Repe.timos que de éstos y de muchos otros vestigios 1 tales
esc ala temporal absoluta y compr
. ueban la validez de las conclu- \t como los diversos r_8;5gos arquitectónicos y de ingéniería , se pue de
e jo Horqu eta) . r deducir que la region de San Agustín no parece haber sido una
sienes estratigráficas. El período más antiguo (Compl
contiene algunos rasgos estilísticos cerámicos que sugier e n una .J, zona cultural donde se efectuó una lenta y continua evolución - in­
relación con el Formativo -Tardío. El s egundo period o, c ar a c t er i z ado J· t�rna, si�o. �ue fue �ás bien una zona de invasión y de una repetida
· empa: en t ado c a � el ';} �perpos1c1on de diversas culturas que, atraídas por las ventajas
por el Complejo Isnos, de ningún modo -�stá
de;f
dif e re n t , qmzás ff _ ambientales �e la regió�, se iban desplazando a través de los siglos.
anterior, sino que representa. una poblacion muy �
siglos al comie n zo . Es quizá posible que �iertos rasgos culturales como, por ej emplo,
invasora, que se estableció durante v arios algunos con�ep�os rel�g�osos,. l a talla de estatuas líticas y, desde
ren que mu-.::t .
nuestra era , en toda la región ; hay indicios que sugie luego, . las . t ecn�cas bas1cas de subsistencia , hayan tenido cierta
· terr a plene s, rampa�Jl
cJ:ias obras de ingeniería -allana1:1ientos, , conti_n1:1tdad mas allá de los movimientos migratorios de menor
ruidas duran te este perio do. La c erám ica del CompleJ0 ; 1¡¡,
fuero n const escala; pero la impresión general es la de una zona arqueológica
Costa P_acíf�ca.; �
Isnos muestra algunos parentescos c on el sur de l a
de mll anos, ¡� en la. . cual las tradiciones más diversas han confluido para crea;
en 1410 t
A partir de 330 A. D., sigue un largo perio do de más

defi- l
estrat igráfi cos . Sólo no una · cultura coherente, sino una combinación muy heterogénea .
durante · el cual .no se c onocen detalles
A. · D. encontramos otra vez
·
un
conjunt o estr a tif
nuevo
i cado y
corres
b i en
ponde ª;'.Í· _
Otra. zona de destacado interés arqueológico es la región d�
nido, que se. denomina Sombrerillo s, pero de Tierra.de ntro, al norte de San Agustín. , En Tierra.dentro se han
s
de r adi<>:i
una población distinta. de las anteriores. La última fecha
1630
h.9: lla
_ d? estatuas , rocas labradas y, ante_ todo; grandes cámaras 0
t_
ntes, es de A. D., Y demues:
carbono, asociada con estos ocupa mas b1en templos funerarios subterráneos, ubicados en las partes
ta a aún h a bit ada por i n dígen&A,
{'8
tra que l a región de San Agustín es b. más altas de las lomas y accesibles sólo por escaleras de c aracol
orio del país ya habí a sido _descu:J
cuando· la mayor parte del territ planta de estos templos tallados en la roca es circular u ova:
to, estos ind i os ya no pres e ntaba nl
bierta por - los españoles. Por cier ada, con una s erie �e nichos separados por altos bloques que
, sino que vivían sobre un nive!,f ·
las características de un caci cazgo 1m1ta.n columnas. Varios gruesos pilares sostienen el techo que · ge­
tribal selvático. . neralmente, ti_ene forma de bóveda. Las paredes del interior están
· Es posible que el Compiej o Isnos represente las primeras ma�· . •. cubiertas de pinturas en planco, negro, roj o y amarillo, con motivos
La den-:11 ·· ·· .
nifesta.ciones_ de una integración social de tipo cacicazgo. geométricos de rombos y círculos, a vec es también con grandes
agr i cul t ura; _ _· :_
sida.d de los vestigios, el sedentarismo, los indicios de e ,·
ca.ras hU:manas mu! estilizadas o con r epresentaciones de reptiles.
defini da d _ Estas_ cámaras co�tienen urnas de cerámica con huesos calcinados,
de extensas obras de ingeniería y de una pe.uta bien
mismo que as! comq restos dispersos de vasijas y objetos líticos.
asentamiento, sugieren esta forma de organización, lo
lo que se
el notable · avanc e de l a tecnología cerámica. Por t odo 1 Las grandes estatuas . qu� se encuentran en algunas partes - de
c en ser miú
pueda apreciar, las culturas anteriores a Isnos pare .:rierradentro son algo m enos estilizadas que las de San Agustín
de conti- . y
bien sociedades tribales. Por cierto, no se puede hablar

1'-
por lo general car ecen de los rasgos monstruosos que cara cteri;an
nuip.ad- entre los Complejos Horqueta e Isnos.
� ' · f. .:,¡

(/
.
MANUAL DE IDSTORIA I
80
81
COLOMBIA IND!OENA

icas más típicas de T_ierradentro grana y tantas otras, y los objetos manufacturados de oro abarcan
a estas últimas. Las formas c erám c on fr anJ as mod ela­ . u riá.: asombrosa g�a de adornos personales y obj etos rituales que
o , decor ad
son vasijas burdas de color oscur � atestiguan la actividad de artesanos especializados. El uso de estos
ar . Es posible q�e algunas fases
das y con caras de forma triangul obj etos suntuarios como ajuar funerario, constituye desde luego un
c on la secuencia de San Agus­
de Tterradentro estén relacionadas ó n váli da . De_ � oqas me canismo económico, de eliminar periódicamente de la circulación
elabo rado una co rr elaci
t in, pero aún no se ha elab o r ac�on: de cie r�a cantidad de capital acumulado en forma de j oyas.
entie rro, la gra n
maneras, los diferentes modos de
tad as, las esta tua s, y la eJ_ctstenci� de obras p�bllcas _,. Los Q_uimba!ª• un grupo históric_o que en e� siglo xvx formab�
·
las cámaras pin d e una zon a de caci cazg os
e trat a _
de ingeniería, hacen suponer que s lo­ un pequeno cacicazgo en las faldas occidentales de la Cordillera
el c ulti v9 int ensivo del ma1z Y la exp
cuya base e c o nóm ica f ue C entral,, 1:an dado su nombre a un inmenso c omplej o de artefactos
ec ológ ic os dispue stos a lo larg
o de una eolo�cos hallad� en tumbas de diferentes tipos, principal­
tación de vari os siste mas arqu
c al. me nte obJ etos cerámic os y orfebrería que, p or cierto, está consti­
esc�a. vert i
ra Ce n t ral, en los actu a- tui d o por v�ias dife�ente� tradiciones culturales. Las vasij as cu­
En las fértiles vertientes de la Cordille n dí o , Risa rald a Y biert as d e pintura roJa brillante, a vec es pintadas en una técnica.
Caldas : �ui
les departamentos del . Cauc a, Valle, llamada "negativa"; los recipientes de doble vertedera y asa en forma
e ntra n innu m e rabl e s vestigios ar�ueológicos qu_e
Antioquia, se e ncu
d e l tipo de l o s caci ­ de estribo; las figuras antropomorfas y zoomorfas; la multitud de
ades
atestiguan la antigua presencia de s o
�ied _
!;'8
· enti erro s sun t�os o s d� J efes Y volan tes de huso , rodi�los, pintaderas y cuentas de · collar que, en
cazgos. Montículos y 'terraplenes,
er oo tes o r o s de o rf eb rería y d e pied r as fmas , n os • ,,Y � useos
.
las publlcac1on� de divulgación se designan como
sacerdot es, verda� �tura,_ . Q�mbaya. por lo general n o tienen nada que ver con aquellos
e giadas par a la a.gric

f
indican que en estas regio�vil ,
cun una estructura social J erár- · indios de la época de la C onquista, · sino que representan zonas
se desarrollaron pequeños/señoríos te cn o- arqueológicas y períodos cronológicos muy diversos. Al lado de los

tlt
e y un alto desa. rroll �
quica, una clase sacerdotal infiüyent Quimbaya, los principales cacic azgos del occidente colombiano en el
les del siglo XVI describen �on .
lógico y estético. Los cronistas españo . siglo XVI e r an los Anserma, los Caramanta. y los Nutibara, con mu­
estos grupos a las vertien-
algún_ detalle la adaptación ecológica de chos o tr os más de menor importancia.
de las aldeas Y los templos,
tes, la variedad de los c ultivos, la forma s
y esclavos. Es_tos cacl- l
y la jerarquia de señores, nobles, plebeyo Las inve:stigacion�s sistemáticas sobre los cacicazgos intera.n­
?,n en un esta do cró nic o de g ue rras, acampanadas de_ ; t. dinos ªº?- _a.un dem�iado esporádicas para poderse discernir las
c azgos vivi
h u ma.n os, ca n ibal ism o ritu al, la toma de cabez� . de . tro-�t caracter1St1 �as de periodos. o fases en el desarrollo de las sociedades
sacrificios [
d e esta s cost umb res en cuentran su �onf1rmación indíg en as · r espectivas. S e han estudiado algunos detalles tecnoló­
feo, y m u chas nográficos ·
o en los elementos ic o

·t
exca vaci on e s a r qu e ológ icas ) · gicos o es t ilísticos de esa u otr a cate goría. de artefactos ( orfebrería
en las
·.
. · ''' r.·
cerámica) , pero carecemo s totalmente de contextos que den vida ;
.
de su ar te.
signifi cado social a estos obj etos. Así, c erca de Buga, en el valle
t
se dest a c a. p o r el gran f
La mayoría de los cacicazgos colombianos del Cauca, se pudo establecer una · corta secuencia cerámica con
dónde ni cuá�do se originó
desarrollo de la orfebrería. No sabemos ión desde los t fechas de radiocarbono que van desde 1.200 a 1.600 A. D. La 'cerá-
este arte y, posiblemente , s e
trata de u na introducc
¡.
mbia fue el �entro d� . mica. excavada. en La Tebaida, c erca de Armenia, fue fechada· entre
Andes Centra.les; pero es seguro que Colo
grandes avances tecnológicos y estéticos .
en la metalurgia amerl· ! 1.000 Y _l.'400 A. D., y algunos autores han tratado de trazar las
correlac iones de ciertos tipos cerámicos; pero, obvia.mente, se trata
cana.. Fue .a.Pte todo en los cacic azgos in
terandinos · donde se refi·
, cera perdida, falsa fill·,;
. aqu � de investigaciones muy locales, con resultados demasiado limi-
naron las técnicas de fundición , aleación
82 COLOMBIA IND1GENA , . MANUAL DE HISTORIA I 83

, mica del Complejo


· t d s 10 · podemos anotar aquí que la éerá J?·,parece ,
. piedras finas, adornos hechos de conchas marinas o de cobre pre-
· 40 Y 300 . A. e1osamente elaborado. Parece que cacicazgos incipientes se organi-
I:n: d� San Agustín, fechada entre la C0r d111er C n- ,l
n:ic os de zaron · también en algunas zonas selváticas, tales como algunas
ser a�cestral de varios complejos cerá ; �
icular forma de las u� as ;·f · bahías en el norte de la Costa Pacífica, y en algunos de estos sitios
tral· También se ha sugerido que la part
uentes en las faldas e la . se observa una fuerte influencia de los cacicazgos panameños con-
de ozo con cámara lateral, que son frec
Colombia hasta la cos�a ' . - temporáneos.
cor�ille;a, se pudo haber difundido desde
occidental de Méxi co. . . �..
- Lo que es verdaderamente sorprendente · en el caso de estos

:-!f ' .
s arqu eológ icas pare c �n in�car gos que se desarrollaron en las regiones costaneras, .e s la
Otra zona cuyas cara cterí stica t ca cicaz

:�tf ,. ·
región del alto n_o Calima, ausencia de vestigios · de militarismo. Los cacicazgos de la Llanura
el nivel cultural de los cacicazgos, es la
a la institución de un complejo bélico que se manifieste en rasgos
se debe advertir que no · t· del Caribe parecen haberse formado en condiciones que no llevaron
en la Cordillera Occidental. Nuevamente
a desi�nar con el nombre
se trata de una sola cultura que se pue� tales como la representación
"Calima", sino de una secuencia de marufesta
se extienden a través del tiempo y que abar
cio�es cultural� - que ,
can �iferentes periodos .·-f de guerreros en el arte, la construcción
de fortificaciones, una iconografía con cabezas-trofeos o armas cere­
cerámicas, tales como las .
y conj untos estilísticos. Sobresalen ciertas moniales. Más bien parece que su orientación haya sido manifiesta­
forma de una persona acu- .. -
vasijas de doble v:ertedera, vasi jas en mente teocrát�ca. El gran túmulo cerca de la Laguna de Betanci,
espalda, Y otras más . La zona _ if sobre el rio Sinú ; las tumbas de cámara de los llanos de Tamala­
rrucada que neva un recipiente en la t-
orfebrería elaborada; se han-: 1 · meque, ·. con sus grandes urnas antropomorfas; los túmulos fune-
del Calima s e destaca además por su
diademas , pectorales, ore- · rarios de la región de Ay_apel y otros más, no atestiguan la presen-
e ncontrado grandes máscaras de oro ' · 1 Y cucharai 1-·
· eras collares narigueras y aun instrumentos musica es cla de sociedades belicosas. Los cronistas del siglo XVI hablan de
n pensar en ci�rtas esta- . grandes templos, de montículos, estatuas y otros rasgos de una reli­
�el �ismo m�tal. A veces estas piezas hace
ellas rasgos felinos, �abe- " gión muy - compleja, pero no mencionan las cruentas guerras que
tuas de San Agustín, pues se observan en
sobresalen grandes colmill�s, . --dicen ellos- eran la regla entre los cacicazgos de la Cordillera
zas con jetas monstruosas de las cuales
pero no se han t:azado aun Central. Esta aparente diferencia entre cacicazgos militaristas y
así como representaciones de "dobles",
zonas arqueológicas: E n 1\ .
las posibles relaciones entre estas dos
región Calima abundan pequeñas zo
nas aplanadas de vivien
d ª•: _teocráticos --si es válida esta hipótesis-, seria . otro aspecto teórico
importante en las futuras investigaciones arqueológicas.
, algu nos de los cual es mue s:
terraz , y campos de cul_ tivo antiguos 1
;-- ._ _ Entre el bajo río Magdalena y la hoya del río San Jorge se
rí cu as.
tran v tigios de canales forma�do cuad � -
f
ha.lle. una extensa zona, semia.cuática durante parte del afio, cu-
desarrolla·, ·
destacar aqui que los caci. cazgos no se bierta. de un sistema de pequeñas lomas a.largadas paralelas, cons­
J.de interés
rori sólo en los valles y vertientes de
hallan ablmdantes indicios de su exis
las cordiller�, sino que se"'.
tencia también en algui:aa
,
l truidas artificialmente. Probablemente se trata. de campos de cul­
tivo Y de un sistema de drenaje, aunque no se puede descartar la
c�mo las hoyas de los ri�_ posibilidad de que sean nansas o estanques para la cría. de ciertas
regiones de las tierras llanas tropicales
Magdalena, como, po .•1I especies de peces. Tales construcciones, restos de las cuales se obser­
Sinú y san Jorge y ciertas zonas del baJo
brano. En todas eStªs zonasJ van también en el medio Cauca, no están correlacionadas necesa­
e · em lo, Tamalameque, Mompós y �am
se han encontrado , gr�ndesf ria.mente con centros urbanos y pueden haberse hecho en una
Jue , �or cierto, son tierras muy fértlles,
os extens� de obr� publicas Yl época muy . anterior al advenimiento de los cacicazgos. Algunas ex­
monticulos, tumbas elaboradas, rest
s materiales valiosos, º se ca.vaciones efectuadas en la zona del río San Jorge indican que
objetos suntuarios de orfebrería y otro _ �} ,
-�
84 COLOMBIA INDíGENA
MANUAL DE IDSTORIA
I . 85
este sistema de zanjas y lomas ya estaba abandonado en una época :;; ·' las estribaciones de las cordilleras
que corresponde a los cacicazgos protohistóricos e históricos de la ·· :
región. Nuevamente se trata de un problema muy importante de - �- i
menores y en ambas costas s h ' en las hoyas de m uchos. ríos
nes, j unto con basureros, �nt�erran encontrado r�_tos de poblacio­
adaptación ecológica en épocas prehistóricas, que bien merece una /( ' Ia prese�cia de grupos dedicados � otros ve�t1g1� q ue indican
investigación detallada. .
Se debe añadir otra hipótesis interesante: los sistemas religio.
. _t¡,Jse combmaba la horticUltura co 1 u!a economia nuxta en la cual
recursos silvestres. Algunos de �t cª ª• la pe�ca Y la recolección de
� ! po
sos de los cacicazgos parecen haberse basado ante todo en conceptos ,, :� . lenio A. D. crearon complejos· cerámi!; s tnba!es del primer mi­
.
en que el sol y la luna desempeñaban un papel e-entra!, y es de ¡¡ · · nología y concepción estética com . �uy avanzados en su tec­
pensar, por consiguiente, que esta religión dependía en buena parte . . \.. las orillas de los ríos Ranche;ía �·esa�, los i por eJ emplo, los habitantes
de
y equinoccios señalan claram te los comienzos y fines de las esta-· J
de la elaboración de un calendario muy preciso. Ya que los solsticios J ras del bajo río Magdalena en pobladores de las ribe­
Zambrano, o los grupos ribereños�e� �;!es de El Banco, Plato y
e

ciones de lluvias o de verano s u observación se hace esencial para -�J:ejemplo de Barrancabermeja Ho . 0 Y alto Magdalena, por
el agricultor. La fijación de E untos de referencia sobre el horizonte :J Muchos de estos grupos practica nd
ba
a, 0 ira�
e ntie
dot, Espinal Y El Guamo.
por medio de alineaciones d piedras, llevarla entonces a la selec- 0l d�s urnas funerarias, a veces an �
tr� p morf
rro secundario �n gran­
ción de determinados lugares 'de observación solar, así como a la '¡ micos que acompañan estas ent · as, y los compleJos cerá-
en lo qu· e se refiere a sus formas , ·1erro s son a ve ces muy elaborados
delimitación de espacios sagrados cuyo modelo es, desde un punto · I . pl as t 1ca s. Es
de vista geocéntrico, el recorrido del sol entre los solsticios de verano ;i gruJXlS, esencialmente selvátic de suponer que estos
estrato de horticultores mixt os for ma b an pa rte de
y de invierno. La exacta ubicación de monumentos arqu eológicos J os d 1' u l urgieron, en aquel gran
nes, los cacicazgos. Algunas de e!� : � algunas io­
tales como templos, adoratorios, estatuas, grupos de columnas, cá- ; í
hasta la conquista españ . oc1edades tri_bales P�r,durreg ar
maras s ubterráneas, petroglifos y otros rasgos, se relaciona muy 1, ola, por on
probablemente con estas observaciones astronómicas, y la impor- l che, Carare, y muchos pobladore:J �mrlo los Pantagora, Píj ao, Pan­
llanos del Orinoco o de las sel e a �!anura del Caribe,
tancia que una cultura indígena pueda atribuir a ellos, se relaciona i va s am de los
desde luego con el creciente desarrollo de la agricultura del maíz il margm . · a1es, al este de la Cordille azómeas ' y es en estas region .
es
han sobrevivido hasta la época ra 0r ·
ient al, don d e algunas tribus
de otros cultivos que dependen en alto grado de fenómenos meteo-, · actual.
rológicos cíclicos. Fue en el contexto c ultural de los cacicazgos' : Ciertas de
donde la astronomía y el calendario se desarrollaron muy notable�:, ,:· tribales vecin estas manif . estaciones preh1st · or, .
icas de los grupos
_
mente y en donde los chamanes y sacerdotes adquirieron posiciones _. •· mente. . os a los ca c1cazgos, de}?en describ
irse aquí somera-
de gran influencia, no sólo en un terreno religioso, sino por el ma.-
En las bahías Y las islas cos ·
nejo inteligente de diversos aspectos ecológicos. La ritualización del
o M ag ta eras entr la dese ·
ciclo de tala, quema, siembra y cosecha, o de cualquier otra mocll� . · rf dale na y el Golfo de Urab � � mbo cadura del
pescadores habían establec ª�:iac1ones de agr!cultores Y
..
ficación de la nora o fauna, es a veces un mecanismo de equilibrió ido gr� ero de pequenas aldeas
ecológico. ,; : . y campamentos, muchos de ellos sobre dunas Y lom
_ litoral. La cultura
Al tiempo que se desarrollaron los cacicazgos en las regiones i está ejemplificada material sit��
se encuen�ra asociada a
as arenosas del
estos sit
interandinas y costaneras, un crecido número de sociedades triba.:l Cartag� a. Allí, por el
� ��� ológ1co de Crespo, cerca ios
n extensas acumu de
, J�,..oc,µJ;>�ba muchas zonas interfiuviales, ribereñas o litorales, gene- .[ de sencilla
· rálmente· en el trópico húmedo. Alrededor del Golfo de Urabá, �n s urnas funerarias a . es de basura y agrupaciones
los, habitantes. Lo c pl an el carácter seden
i"
s om ejos c� icos incluyen budares,tario de
Vasijas
MANUAL DE HISTORIA . I 87
86 COLOMBIA INDtGENA
con bases anu- · · pára amarrar la hoja a un mango, así como de una variedad de

ier, y parece que la economía se basaba en el cultivo de raíces, . la


imentos , , co� Y platos
pandas para triturar cond Uq d , q e con sis ten e n ollas . raspadores y golpeadores. No se hallaron metates ni manos de mo- .
o r eci pie ntes pa ra w ·
lares, así com
J _
·" ·
un cu� ll re string ido. _ La � c �ción de estas formas
globulares c o n � � o recolección de frutas de palma, así como de caza y pesca. Las fechas ·
incisos o puntea-·
a por motivos s ples
cerámicas está constituid odeladas � ·.. d e radiocarbono muestran que este complejo cultural data de

�=
: h um a n as m
d�coradas �on c as
dos ; algunas vasijas están s figu mas antr
opo mo r fa s , quizá de ::: " :- a pr oximadamente 800 a 900 A. D., fecha en que hace su aparición
enc ontra do p equ ena
y se han � sitios las hachas y azadas _},)�- , . .una nueva tradición cultural, denominada Mingúimalo. Las gentes
sticas �e es
0 �e grande s concha
uso ritual. Son caracteri º s , instru- ?:f-'(- - de Minguimalo eran agricultores de maíz que .usaban grandes me­
manufa ctur ad as de pie dra pu lí
�an tanto en la agricultura como f: . tates y su cultura se extendió rápidamente sobre toda la hoya del
se usa
mentos que probablemente a extrae r el almi dón de los .:/': · rfo san Juan. La c erámica es ordinaria, con formas . simples globu­
ano Y
en la. manufactura de c edras de :;; ,, lares, pero las técnicas decorativas son muy características. Una

:r.:1 \��-:\;
�: �cu e ntr an gran des pi
de as P ªs Tam c o li -
tron c os � � : las :- :� �· . �nica consiste en hileras de protuberancias o, más bien, burbuj as
es e
! hallado también sobre
moler. ConJuntos sllillla; la. c o sta. y sobre los cursos ·producidas por la inserción de un palillo en 1� superficie interna de
n lo largo de
nas baj as que se extien � ª Exis ten r elacio ne s tipo lógi cas con Ja va_sija hasta que levanta una "burbuja" en el exterior. Luego se
un os e r1
inf eri o res � e alg ntualm ente ,
� º�el °:iajo Magdalena. y, eve ·\· retira e� palillo y el pequeño orificio se tapa con un poco de greda,
los compleJ oS cultura es de Cre spo ·,:�
"f_,
de Pa na má . El s itio _de· manera que la protuberancia que aparece en el exterior de la
ezolana y
con culturas de la cft�: parte del siglo xm A. D. , y la distri- . .
ª a J· vas ija, queda hueca. Otra técnica. decorativa son impresiones hechas
ha sido fechado en
bución de los as n\�:1 tos
: :�dia al am
de estos
bie
agr
nte
i cult
lito
ores
ral ;
-pe
c
scadores repre- :
orres�onde pues , . .,.¡ . . : con
vas.
__ la.
A
uña del dedo, formando hileras de pequeñas incisiones cur­
dif erencia de Murillo, las hachas asociadas a esta cerámica
aenta una adap ac
�-:rf�
en es ta. zon .a . los esp ano les, unos '.; son de forma trapezoidal y carecen de las proyecciones laterales t an
raron
a. �as poblacione :: encont . . . . j
,�cterísti c as para el Complejo Murillo. Nada se sabe d_el origen de
:a,; .
dos siglos más )
litoral,);� :é -·
. cifica. 1 /desa.�rollos culturales tomaron un ·::Ú :: _ .,..est.os dos complejos, ninguno de los cuales parece tener anteceden-
- En la
Costa Pa
dia tin to. _ º�e ión del extremo sur del tes en el área del Chocó. Sólo P<?<1emos observar que la técnic� de
rum bo alg o �os�o�lgo más favorables, el nivel cul·,rJ decoración por impresiones con la uña, se . encuentra en algunos
donde el clima. Y �os sue peque- �; .
lla época. no avanzó más allá del de complejoa c erámicos del Alto Amazonas , lo mismo que �a.c:1- hachas
�i��
tur a.1 pre his tór ico lug ar.,' '
ban de con ,proyec ciones en forma. de T.

En la selva pluvial de las · rib


s l'IUe
, ' con frecuenci a, cam bia · . · .
fías comunidades se�v el Ch ocó , ii! t
:'! ·. · ·
eras de rio San Jua n, en . , . ·•
[ ica rela tiva me nte , En la Bahía de Cupica, en el sector norte de la Costa Pacífica,
a ocup c ón pre his tór
nzos �el siglo IX A. o. y que
encontramos vestigios de un consiste .. . � se ·en�ontró un gran túmulo funerario que contenía vari� docenas
densa, que data de los com
!i;
::as s b Uotes escalonadas a lo lar go ,, : de entierros secundarios acompañados por cerámicas, algunos vo-
en pequefias aldeas constru plo : el Iañtes de huso, un pequeño objeto de oro, y algunos artefactos liti-
�::� . Pa;a dar un ejem
t, :
del rio Y de algunos de. sus co lor par- _¡ cos. Los entierros habían sido efectuados en épocu diferentes y se ·
t a:tza. por una cerámica. de
Complejo de Muri11o se car� art efa c- pueden reconocer cuatro fases principales: tres de entierros super-
:e encuentran· asociados con
dusco , fragmentos de la cua
tos liticos. Algunu de 88 ¡ªª uij as están decoradas on
andros, r
c
e ctá
line
ngu
as
los
;
}
· puestos
�e tierra.
y una durante la cual el monticulo se cubrió con un relleno
Las a.c:1ociaciones de la secuencia de Cupica. parecen ser
sas �ue forman me
rectas profunda.mente lne c o cons iste ¡, uy variada.c:1. La. cerámica más antigua muestra ciertas semejan-
·i
inea.s p aralelas El material liti m
concéntricos O grupos de l sirv iero n zas c on Momil y con Ciénaga de Oro, este último un sitio . est�echa�
con proyeccioriés latera.les que , - ,
de hacha en fo1·ma de T' �;
MANUAL DE HISTORIA I 89
88 COLOMBIA INDtGENA

fases siguientes tienen relacion


es sobré cuyas riber� se encontraron planas de viviendas y entierros.
mente relacionado con Momil. Las y. Tier ra Alta , de tas tu�bas consISt�� en profundos pozos con cámara- lateral . d
. como Betancí
con sitios del alto río Sinú, tales plano e1rcular' senucl.l'cular o elíptico Y, en su mayoría, és� s:
os de Cup ica parecen relacionarse con la
manera que los comienz e­ 1ocalizaron en las pa_rtes más altas de las colinas vecinas. En Pi-
teriores, sin embargo, están estr
hoya del río Sinú. Las fases pos ameñ as de l a . zon a del chindé los pozos verticales se hallaron. llenos de pes d piedras Y
as con cerámicas pan
chamente emp arentad
bién de la Pro vin cia de Coclé. Una fecha de J.a.s cerámicas asociadas con el entierro son apena/ � ��:n ollas
Lago Madden y tam Cu-· toscas; mient�as que las cerámicas del complejo de ri� evan
ra los entierr más recientes de
os
radiocarbono de 1.22 7 A. D., . pa en Pan amá .
i
a veces una fma capa de pintura .roJ·a· Tambie'n se · encontraron en
é Tardío,
pica, corresponde al período de Cocl ·y Ri,o Bolo a1 gunas copas o vasijas de base alta El co�p1eJo r_:ias
.
,
Pacüica, en las bahías, esteros . ·
. En otras partes de la Costa elabor ado es el de Quebrada se c a , uno de los en 1erros
t· d e canón
ra, hay muchos pequeños sitios · nt en1a _cmco
manglares en el sur de Buenaventu ca
· qu�l�t_os acompañados · por ' 260 vasijas y varios
cerámicas de posición cronológi �ros nt1er ?s f a b1en cont_enian gran cantidad de ce:ámica la
de· habitaciones que contienen lo omp lejo s del
o
tardía, algunas de las cuales se
relacionan con s c
mayor�a cu�1ert8: :e color roJo. Los complejos de la región de , .
éau
ntras que otras se asemejan a ciertos estilos en­ no parecen re ac1onarse con Tierradentro Calima ·º 1as ceram�cas
río San Juan, mie 1
. Al proceder hacia el sur, aproxi­ denominadas "Quimbaya" probablemente 'son re1at1vamente recien-
contrados en ·la región de. Tumaco las culturas
· '· .
ante, la influencia de tes Y anteceden la Conquista sólo por unos pocos s1g1os.
madamente del ria Guapi en adel
de Tumaco aumenta y encontramos
con las diversas fases cronológicas
muc
de l a
hos
secu
sitio
en c
s
ia
que
del
se conectan
rio Mataje. • .
· . Podemos resun_nr aquí algunas observaciones
ac erca de las
costu_mbres funerarias. Hacia el final del primer milenio A D
.
tardíos; las grandes acumula­
Algunos de estos sitios son aún más el rece que se operó un profundo c ambio en las prácticas r�ligio;:;
situados cerca de Imbili, sobre
ciones de desperdicios cult_urales en gran part� del territ?rio colombi�no, por lo menos en 1o ue se
e, �e 1.00 0 A. D .
rio Mira, datan, aproximadament refiere a los ntos de entierro. Mencionamos ya la pauta de ei{ierra­
de la Cordillera. Occidental, mient en urn�, a veces acompañadas por la incineración, otras
Al ascender los ríos hacia el filo pintados , del_. .
complejo s cerámicos ces � �n que só...o consISte en el re-entierro de huesos desai'tic�lados
encontramos relaciones con los
del río Patia ha sido excavado ;n ocas ones, estas urnas, en grupos de áigunas docenas au�
valle del C auca. En las cabeceras
s de cámara lateral, que con- _ 1
ent:nares, forma� grandes cementerios cerca de las antigt.ias al-
gran número de profundos entierro �eas, en otras ocasiones se encuentran en pequeños grupos de tres
rasgo curioso de estos entierros
tienen a veces varias sepulturas. Un j a globular
apó con una gran tina o cuatro, sea_ �m c avernas o enterradas cerca de las casas. O�asional­
consiste en que la cámara se t s u bas e está
cadáver, mientras que mente tamb1en se han hallado grupos de urnas en tumbas de ozo
cuyo orificio se orienta hacia el
erro. El ajuar funerario consiste co c�ara lateral. . Hay m_uchas formas diferentes de urnas f�ne­
orientada hacia el cañón del enti
borados motivos pintados en rojo ra�as, la forma mas comun consiste en una gran tinaja ovoidal
de vasijas decoradas con muy ela
tos de oro o tumbaga, y algunos pro ta de �ma apertura suficientemente grande para introducir
y negro, junto con pequeñ·. os obje �:a el craneo pero también hay urnas globulares grandes reci
en e

r
volantes de huso. ;
con cámara lateral son fre­ pientes cilindricos o urnas muy elaborad.as de siluet ' t -
Entierros de pozo o cañón vertical
cordiller�, en dirección hacia el adornadas con elementos . plásticos, pintu;as o mot�:�::�t Á
cuentes en la parte sureña de las ón de Cali se ep esenta la cara, o la figura entera del muerto, sobr; el
cia el norte. En la regi
Ecuador, y continúan desde alli ha :;o o �a :apa de la urna. En el alto Y medio Magdalena las urnas
os cerámicos, entre ellos los de
. s�.- han identificado varios complej comunes ovoi�ales con frecuencia llevan una cara delineada con
,., . Plchlndé, Ria Bolo y Quebrada Seca, loa pec¡ue!IQS rlOS
· MANUAL DE HISTORIA I 91
�O COLOMBIA INDtGEN� -

. , II11. entras ue en las estribaciones de la ·_· rado hasta los períodos históricos: los Tairona de la Sierra Nevada
franjas aplic ada
Sierra Nevada ( �a ��a) ' se
s de ar c illa
f
rep;::;n� la cara O r
gdale na p
la cab eza entera
o c eden gra ndes
de Santa Marta, y los Muisca de las tierras altas de Cundinamarca
y Boyacá. En ambos casos se trata de grandes agrupaciones indí-
De� �
- en la tapa semiesferica.. as tap as se mo de ló un genas de habla chibcha, cuyo avance cultural fue notable y se
urnas cubiertas con
motivos mcisos sobre cuy est as ur nas
en un b ito Mu c ha s de acerca a una etapa de desarrollo que señala el nivel de una inci-

t
pequeño personaje sentado � �! � �
g . Po r eje mp lo en la ha - . . piente organización estatal. Mientras que en los cacic azgos la c ohe-
de los ca
se usaban en el contexto ,
n se descubrió una tumba . · : . sión política se limitaba por lo general a una hoya.' hidrográfica rela-
es�"' cerc a de
cienda "La Marqu etos aso- ·,
q u e c on tem a un_ a co1ecc� itJSZc�r�ordinaria de obj st ran
tivamente restringida, en donde una ald ea principal coordinaba y
de pozo, r de b a rr o mue -dominab a algunas poblaciones satélites, situadas en diferentes fa­
1f .
mo fas i
randes fig�ras :t��:
ciados. Varias g cas cos cr estados.
Están
scu os y , catas ecológicas , entre los Tairona y Muisca se trataba más bien

·
guerreros que llevan � las . .
ª
�a t�o pat as. So bre la espalda de d e �os grandes ·federaciones de aldeas que estaban sometidas bajo la
d
sentados en bancos ba�:� �� truoso que parece trepar hacia 1 a.útoridad de j efes, los cuales combinaban en su persona funciones
1 ns
..
,f figuras apa�ece � . am ued e obs erv ar en algunas escul- .
llar al q u e . s e politi cas, administrativas y aun �eligiosas. Cµlturalmente , estas dos
cabeza, motivo s llll ros obj etos _antr opo
mor- _
stín . Ju nt o c o n �t os y ot fede raciones tenían muchos rasgos fundamentales en común, pero
turas de san Agu e , ran obj eto de oro que
-�
oci d o, el � ntie ro co �� � a ·· se d if eren ciab an en detalles de énfasis y calidad y, d esde luego, en
fos de barro c
e al ;am n�; ��l d y adornado con un
representa un pe r son aJ mu chos aspe c tos, de s u particular adaptación ecológica, ya que las .
pa ;e b . de la figura consiste en una �
corona muy elabo r ada . La � ªl ª _ faldas de la Sier ra Nevada de Santa Marta y los altiplanos de la
z de la figura t rep
an animales
n r b 1 Oriental ofrec en condiciones fisiográficas y bióticas muy
la Miel, º�fr;!t ����
�;:!fa���� e� �d�� �ag�ale�� ;ío de g
��:���::.
tapas a veces con
las urnas antropomarfas tienen re-
entados en banquitos y que
rreros con �uchos º��me�tos' s e rep res ent an fi­ Sobre un nivel de una federación de aldeas, la estratificación
ura s_ de a esa", asimismo,
u'.3 ,.. · social evolucionó hacia wi sistema d e clases, en que _ los factores
cuerd an la s � 1g �te � izonte de urnas funerarias se ex­ ,
guras . fem eru nas , y aves . , económicos adquirían más importancia que los factores de rango
b re un a rea u.º: p desde la Guajira hasta el Darién . 1ndf.vtdual, como había ocurrido en los cacicazgos. Los grandes jefes
tiend e s o sobre las ·
s el a t C c : r � g:�oco a lo largo de rios, r e pertenecían ahora a los mismos linajes de· la alta jerarquía sacer­
de de o �': ª1 t� ª1 colinas �e hallan estas urnas , siemp
lom a s Y °
en

l m= a t e as ' dotal o militar, lo que, en un · caso dado, podía. llevar a la constitu­
.
en el cq�texto de
�blaciones de horticultores. ción de un "gobierno" claramente definido, apartándose asi de la
autoridad difusa de las cabecillas y j efes guerreros de los cacicaz­
gos. Además, se formaba ahora una clase importante de artesanos
y _comerciantes que , . por sus a.mplias relaciones intertribales1 se
constituían en agentes muy activos del cambio cultural. La agri­
IV · a
: los Tairo na y los Mu isc cul�ura se intensificó, en parte por obras p-qbllcas de control hi·
Las federaéiones de aldeas �--���
.

-:.;.J.-!:/ : dráulico y de tierras, tales como terrazas de cultivo y sistemas de


.
. de pequeñas sociedades''": . riego, y en parte por especializarse en ciertas plantas cultivadas de
E �E LA G� N VAR IE� AD d e ca�ica�g� y
tierras ,;, .. alto· valor nutricional, tales como la papa, o razas de maíz de alto
re las cordilleras y

�·
N
c ol as tr ib al e se extendían s ob r nto.
a� 1 � � grandes complejos cultura.les que han perdu·}, . . endimie
baJas, sobresale d J,
92 COLOMBIA INDtGENA MANUAL DE HISTORIA I 93

Para ambas federaciones -los Tairona Y l:>5, Muisca_:. l'%


��: t· ;.,.,J� diferentes ti� de casas de vivienda dejan reconoc
er una
nemas de datos históricos contenidos en las cromcas de .los s1?l0ll ¿ _\- . jlien._ _centuada estrat�f1cación social : las casas más sencillas con­
a
0

XVI y xvn que, en combinación con los resultados de _las mvest1ga_-J i\·;.:·�f . sten apenas de un circulo de piedras, en el cual se marcaron las
clones arqueológicas, nos ofrecen una visión so�era de los respec�;. : , •· . d puertas opuestas con d<:5 o más lajas planas; otras . casas están
i: �
tivos desarrollos culturales. Trataremos en primer _ lugar de la,_: . �aladas ade�ás por un �U'culo de piedras muy parejas, acompa-

,{'! , �- ppo mas elab�rado aún consiste de cimientos formados· por vario
· nadas �r un circulo de laJas que rodean toda la.. construcción. un
Cultura Tairona.
s

A. PAUTAS ASENTAMIENTO
�J . · círculos de laJas enterradas en forma vertical y otras horizontal-

. ·· ·· · _ · .· �iJ-
· 1;{ ¡_ mente c_olocadas, cada una de las _cuales fue cuidadosamente talla-
· , da Y, ª��da. :En algunos casos se pueden distinguir claram
ente
· Los Tairona · eran habitantes de las tierras bajas Y ocupaban,, · 4:"e� residenciales de élite. !uera de las viviendas propiamente
¡
las estribaciones . de la Sierra Nevada, generalmente a menos de.¿ •· dichas, encontramos gran vanedad de otras construcciones líticas
. 1 . 000 metros de ·altura sobre el nivel del �ar. _En_ la época de 1�.¡ .. . . por 10 general hechas de piedras no mod�ficadas y simplement�
Conquista, el territorio tairona se extend1a prmc1palment� sobre{ ;_ ¡ pues� la una sobre la otr� y luego �cunadas con piedras lllás
peque�as, pero a vec�s ta:nbién co_nstru�das con piedras
la zona de santa Marta y de allí sobre 1� faldas septentr10_nale�,: ,. . talladas y
te el o Ancho, en el onent e. , ; �on laJ� muy pareJ as, l1sas y b1en aJustadas. Las mura
de la sierra, hasta aproximadamen n llas de
contencion de la� numerosas-, terrazas de cultivo llegan a veces
Al sur de Santa Marta s·e extendía el habitat sobre la vertiente occf-} , en
zon8:8 muy p�ndie�tes, a una altura de varios metros.
dental. Las otras vertientes del macizo, es decir, toda �a zona mert�·. . Hay largos
cammos enlaJ ados, escaleras, canales de desagüe y, a veces
dional y oriental, hacia los altos cursos de los ríos Ariguani, Cesar. i , un
tre cho de una quebrada ha sido canalizado entre pared
y Ranchería, estaban cie_rtamente bajo una fuerte influencia taV·.� - es de pesados
·. . ·
rona, . pero los principales . asentamie ntos se . encontraban en las l · . bl�ues. Puentes hechos de una o varias lajas puestas de orilla a
- orilla, se encuentran en algunas partes. En la
zonas norte y noroeste; en los v�es de los ríos Palomino, Buritac� Manz
zona plana del río
anares, alrededor de _santa Marta, había grandes
Don Diego, Guachac a y la zona del Cerro _ de San Lorenzo. La derua_f obras de irri·
muchas de las cu � les merec��,; gaci�n, tan bien constrmdas que causaron la
población vivia en grandes aldeas, . _ admi ració n de 108
poblados consJStían , seg ui,.:, : espanoles. , . ·
el calificativ o de ciudades. Estos centros
. ·
el caso, de docenas o· aun de centenares de casas redondas cons:.' ; . · �a base principal de subsistencia eran los · grandes cultivos
d�
truidas de-madera y paja sobre plataformas Y cimientos de piedras., maíz,· pero f�era de éste se sembraba la yuca
; la auya ma, fríjol es
En muchos casos estas aldeaii y ciudades se construían en zonas Y un gran numero de árboles frutales. una fuente
importan te de
muy accidentadas, sea en las hoyas · de quebradas o en filos O faldea alimentos era el mar, y en algunas regione
s se practicaba la api-
abruptas, situadas entre ríos profundamente encajonados. De esta, cultura en gran escala. Los Tairona practicab
an el control verti-
manera, la distribución y disposición de las viviendas muestra gran . cal de �na escala de fa�etas ecológicas, y parece que tenían en cada
variación, adaptándose las diversas construcciones de la mejor ma� · hoya hidrográfica varios · centros de redistribución en forma
de
nera a las vertientes, hondonadas., lomas Y zanjones. Cada centro ciudades. Ca�a ciudad rodeada de sus culti
vos, y a� cada grupo
poblado tenía por lo menos un temp!o, constituido J?O r u � a cons-: · : de terrazas aISladas, formaba así un ecosistema artif

il
icial.
trucción circular de grandes dimensiones, en cuya inmediata ve-. • m
Al co ienzo de_l siglo XVI gran número de poblaciones de
cindad había espacios públicos y eventualmente otr� edificaciones - Tairona los
. i
. se habí an aglutinado alrededor de dos centros urbanos
de carácter ritual
)
· MANuAL DE HISTORIA I

importantes. y _de este modo co ,1:1enzal>an..: .°�aros, U


COLOMBIA IND:tGENA 95

l\
94

centro er a !Jcaban co": preferencia en po.siciones de defensa y en


.. ,.

mcip ie t"':.{ t c
f
dos
s
oo Est parajes
os
n es, dos pequ
e d federacio..'.¡,�- que-emplearon extensas construcciones de cimientos líticos

act u al Santa Marta; ,;¡t •; · altos y a cc 1d ent adoo, aunque parte de l a pobla ción VlVl _
, se edi-
1
J :
de
. \ . , . fo_s
Bonda, situa d la part e pl na,� :. a
! en las
a bruptas y dominandó(;; ,., zonas baJ"'_' d el litoral, En tercer lugar, ha.sta ahora la busqu
n

u ado e f ldas
n

ueica , sit
a

y el otro era Pocig eda


e n

':' , D Diego. Entre ambos'.ij ·,·,"•


las z onas d.e l:'5 cabec�ras de los "°': F"�J. o1 n observa que una ¡�, · . de fases ha mas antiguas y verdaderamente ancestrales de la Cultura
a en a a

centros ex1Stian rivalidades Y• en o ra , se Tairona sido en •:m o ; el c omplej o arqu.itectó�co , asoci3:do con
a

pugn m á.s o me os,) ·, · tos eleme n to., ceranncoo y otros materiales, apa
ciase poderosa de �acerd?'.M s�n�-ont;.,ba en a fuerte tendencia�:;' cier . rece m as bien
abierta cont ra los ¡efes cml es, ;" t mbié u súbit ment e alrede dor del Slglo xn de uestr era, sm claros
Sestaban divididas, circun.,, ':¡[ precedentes loca les, sobrep oniéndooe a culturas
n

de
a

militarlst , per pare c qu las 1 1 de tipo tribal; de


��ia:on grandemente la conquista;¾,l;:i agricu!tóres y p e.,ca?ores relacionado,; con los
a n n a XI

tanc�as <I:Ue. eventualm_ente fac


18 o

grupoo
n

sel�ticos y
a

espanola, · <:omo es obvi 100. Tairona no habían logrado la plena3f·· ::�t·


e e

.
a o

con.solidaclon de ':'n gob °'¡. e. rn · . ntra!lzad o y efe ctivo, y el po. der j\';;:: · cherfa y C esar. Esta discontmwdad
:. b':'e una base de parentesco y de loa�t('�'· .·.de. que los Tairona. sean de origen hace pensar en la po.sib1hdad
l'l·b ere:10s del baJo no !"fagd le a y de
. � � las hoyas de los r1�s. �an­

ejecut ivo se org mz� . au , es Sin embargo , la conqmsta de centroamericano y que hayan
intere ses de detern unado s ; na t , :, , llegado · a las cost as de Santa M rta por mar, puest o que f altan
� ·u se exte ndió sobr e c asi todo el,�.[ odos los indici os
fue un la t de un migr
n

ción
ba

Talr po
a

loa r tierra, A este respecto es


siglo xvx, debido ante 1¿ ';! tlctlc a de guerrillas de l os ind loa,Jl de sumo interés tener en cuenta las tr
a

adiciones de los i ndio., Kog;


�:
en un terreno mu� accId e t do y topográfi·c amente
_JI,:
muy complejo�.ft··. de lo Sierra Nevada d e Santa
r roc e a

Ma rta, tribu actual que se identifica


ona a

con los antiguos Tairona y que afirman que sus ante pasad

8· ...i.f,:, ..amena
os vinie-

. zado por erupciones volcánicas. A eso se puede añadir


,
. "'f;: ron'por vía marítima "hace 52 generaciones", huyendo
. 'hech
í
- ·,, ( o de que la a etual cultura de loa K ogi c
. de un pa s

tie e much
CONTACTOS. CULTURALES·

investl acl�nes arqüeó16glc8" aWl no: p ermiten reconstruir,,{;, . · os ele-


Ideológico., que h acen p�nsar en un origen Ínes oamericano,
el

� es ·de gla Cultura·Talrona, y sólo se pueden hacer br"';'\ ·_ de carácter esenc


mentas. ,
ialmente mayoode, Por cierto, esta teoría-y adnu­
on n

os
lsugt acerca de alguria,s · fases de su desarrollo. La lase ;r�;'t :: tldamente no puede ser más en el estado actua I
órlca a histórica la conocelllOB a través de vari0S S!tlos d l ne1/'i '.: . toa a.rqueo lógico.s- no excluye de
�,:.,!�':.,, de los c onocfmien­
e ningú n m d
!:to, es décir, de aquello., ,conjuntos de VeStlglos te ;:nt o l a po.sibl!ldad de
que, se hayan efec tuado varías migraciones centro american
peos, ene ralme nte l agme n utenst- 1 • as hacia
1 noo élementoa -euro g
am li<H · Colombia, muchas o toda., de ellas &endo portad oras de elem
u
o

�;." de hie rro, Estas uoc l aclon es per miten estab l ento.,
dame n ":' a1 �I 10 �..,. mayoides tardío s, Es pues Interesante observar este fluj o y refluj
08

aproxl m
r

compleJ O cultural que co respo nde a • través del tiempo: parece que, hace uno s 3.000 o 4,000
n ohser v :rios fros e•i :
er

Subyacentes a este comp lejo s puede añ s,. las


que faltan estos elementos de contacto Y que b e nv
: un caráctef: cultur as indlgenas de la Costa Atlántica de C olombia dieron un
r o

�':,,, complejos , gran impulso a lo que luego fue Mesoamérica , región en d�


0

· prehistórico. No .obstante la escase• de dat°';¡ so !� os aspect


r

urgieron las gr andes civilizaciones de México y Gu nde lueg


e o

ma iones dispo nibles s d spre en t oa d;· s temala. E


de las Info f te Influencia centro- Clltllbl o, en fechas muy tardías, las influenc ias de aquellas grandes
lnterés ..EI! primer. lugar, es notoria una . ue,::.._
o

en la cer ámica,' lla0!6nes se hic ieron sentir en tierras c olombianas, pero aqul
americana -más especfflcamente cost& fce
e e a

las
r c n

!lectura d uso d o-}· lllltlguas culturas, que habían sido impuls oras, no habían
J:q, orfebreria, el arte lapidar o no e lo grado
� _:
e
i fi Y � a ��:1eras grandes aldeas� mientras tanto un nivel comparable .
mé.stico. En segundo lugar, parece que as P

:
··�¡

·.,
96 COLOMBIA INDíGENA · MANUAL DE HISTORIA I 97

La cerámica tairona del período protohistórico es muy elabo-.I; según los c_:1�tro puntos marcados por las salidas y puestas del · s ol
rada; las vasijas culinarias y de almac enamiento s�n. más bien-:1¡ _en los solstic10s, completándose el quincunce c on un punto c entral
toscas, pero hay un gran número de c erámicas de servicio Y de uso (W' fijado ,por la posición meridional del s ol en los equinoccios. Est�
ritual que ate stiguan un desarrollo muy notable del arte alfarero . J: "esquinas" del mundo, así como el "centro ", están bajo el dominio
s on c aracterístic os ciertos recip ien tes con s u p er fi ci es n e gras b ri- ,1 ;- _ de cinco "Señores", Y ade1?-ás están asociadas con animales, plantas,
nantes , vasijas con c ua t ro sopo r tes, c o pas, g rande s pl at os Y una_ f l vientos, colores Y una serie de conceptos abstrac tos. Este cosmos y
f_
multitud d e ot ra s div e rsas formas. L a d ec ora c ión es �e _n e r a lm.Je n:e 7 sus componen tes fue c reado por un a divinidad femenina de carác­
modelada i cis , y asi n c p . C n los r e cipi ente s c e ra - : ter reptil, cuyos 1:ij � son héroes culturales y fundadores de linajes
f
e n a c un a intada o

animales tal es como felinos, marsupiales, murciélagos, aves Y rep.}{ ron cre�d� por la Magna Mater para establecer y mantener un
micos s e combi nan m u ch o s el e m en to s plást i cos qu e r e pre s entan sacerdotales Y s enoriales. El Sol y la Luna s on divinidades que fue­
tnes. Las representaciones humanas en _cerámica -por lo general J·'·. orden c1chco en el mundo, según el cual la humanidad debe vivir.
en forma de _silbatos- muestr�n _per_sonaj es ric amente ataviados,;;
2 La ?bser�aci�n de este o rden , es d ��ir, el c iclo de los s olsticios , y
ceremomal, quedab a ª carg? de los sacerdotes, que c o�
que llevan mascaras, coronas e msigmas d e mando. .
(ti, equinoccio�, J unto c on l a formulac10n de un calendario agríc ola

cu en
Los Tairona eran grandes especialistas en la manufactura de ' Í.; -
tas d e c oll a r d e muy dive rsas f o rmas y h e chos d e min e r a le
sus
s.· }
Y _
te�pl_os Y centros ce�e�omales en función de estos ��nomen?S
truían

}:lStrononucos Y me teorologicos. El S ol Y la Lun� e� an upa


de diferentes clases y colores. También se ha encontrado gran can- J · _ pareJ a
tidad de otros . obj etos finam ente tallados en piedra -a ve c es de J:
sob:enatura� Y . tanto el�os com o sus respec tivos l�naJ es s a�erdotales

ª ohzar tanto la energia so�ar como la lluvj.a fertili­


teman asoci_acwn� felinas, de man�ra que el J aguar y,: el puma
nefrit a- tales c omo máscar as, estatuicas, bastones, objeto s en L legaron simb
forma d� hacha enman gada o en forma . de campana, que const1.: i l
a dora. Fue d_entro de eSt e c ont�xto d e i deas dor:
tuyen un conj unto de objetos rituales , enterrados como ajuar fune- ,t, ., _za ultur a Tairona de se gesarrolló
Y
' .
rario O en esc ondites debajo de las lajas de casas o templos. Tam-� f \1/q:·
bién se conocen algunas estatuas grandes , ante todo cabeza;· -
�� l · · l
die
- q
ntes, los Kogi.
en d on d e viv en en la a c tualida d s us deseen-

!ª Cult�ra Tairona se destaca ante todo porerhishatbóerricos


.
�ISta
humanas o monstruosas, talladas en gr a1_1ito. L� m�talurgia �airona;;· ¡�. en e l amplio c�nj unto de l os desarrollos p
co-
se destaca por su riqueza de formas : existen figurmas fant as ticas,� . ·· , lombi8: n °'7, logra­

truosos; hay aves y reptiles, discos repuj ados, cascabeles, b razaletes1 f


que nevan grandes atavíos de plumas y máscaras de felinos mons-J do un incipiente mvel urb ano , sos�enido por grandes obras públicas,
como 10 son_ las terrazas de cult ivo, sistemas d e irrigación y
una
narigueras y otros obj etos, en su mayoría h ch s ob orad · · re d de cammos enlos ados. En nin guna
e o de c re d °-i..,.· · ·. colombian . _ ?tra . parte _de! territorio
o de tumbaga. . . . . o encontramos este grado de eficien cia econonnca y adrni-
• ·!f.. ..¡··. nistrativa , y sólo la tan débil cohesión polític a y la poca exte i '
Mu�h�s elementos iconográficos observables en los vestigios territorial d e los Tairona , los colocan algo b. ajo el nivel c
arqueolog1cos de la Cultura Tairon� encuentran sus par alelas Y su f: de _1os Muisca. . u::� ª
explicación en los mitos y la religión de los actuales indios Kogi.···i .
Varios de sus obj etos rituales . actualmente en u so, son de origen :volvamo s entonces otra vez al interior del país, a los altiplanos
tairona. Un breve resumen de los principales conce ptos cosmoló--_ Y v alles de la Cordillera Oriental donde
se desarrolló la Cultura
st a n u iv so forma dºi .'._ Muisca o Chibcha .
gicos y religiosos Tairona-Kogi nos mu e r u n er
por varios estratos horizontales superpuestos, con nuestro mundo, I A_ la llegada de los esp añoles es tos indios, en un número
es decir, la Sierra Nevada, en el centro . Este cosmos está orientado i aproximadamente medio millón, ocupaban las tierras altas y de
las

\
98 COLOMBIA INDiGENA · MANUAL DE HISTORIA I

:�1-
99

faldas templadas , entre 1 macizo del sumapaz, en el suroeste, Y: eÍ :,f :---·


: e ex de ·u nos 25.000 k iló
tu tes en históricas no distinguen claramente entre la autoridad civil
Nevado del Cocuy, e _e no s e tensión me.· :\::· · _ la. religiosa de los indios. Obviamente, los "señores" de los princi­

tros cuadrad . Las 1 r as m � fé tiles e a las de loo a igu o s
;t:· . . � es centros ceremoniales no eran simples caciques tributarios, sino
r t

� � ; a es c mo la Sabana de B got ,
nt

lechos de los ag�s P1ei e os á Jf: i :' sacerdotes de alto rango, que, por esta misma razón, no se sujetaban
r r n

� � � c rs alt e los río s


o

así como las regio:°es rr gada p r al poder civil o militar del Zipa o del Zaque.
n t l o

cha a � l s afl e es de alto r ío�: · - .


os d

Bogotá, Suárez, Ch1cam Y


o los u os

Meta. La población estaba organizada en do� f:andes fed:eracionesa. · ·¡, ·_..·.-·." cá�-.E .. :-, ... Al respecto, es de gran interés la geografía mítica de los Muis­
o l unos d e o u nt l
,-i

de aldeas, cada una bajo el II:ª�do de u_n e supremo la zo


n l centro ceremonial del territorio del Zipa era Chia, p oblación
era donde se levantaba el Templo de la Luna; el centro cere­
suroccidental formaba el dominio del Zi�al con su centro en la -�;z:. saban de
r egión del actual Bogotá (Bac�t�, Mequeta) ' mientras
que la zona·J monial l Zaque era Sogamoso, donde estaba el Templo del Sol.
nororiental constituía el dommio �el Zaque, c�n su centro en la·:¡ ,Ahora bien : esta distribución plantea ciertos problemas de carácter
an.� :astro nómico, cosmológico y socio-económico . Los quince o
región de Tunja (Hunza) · Pero nne11;tras que os Tairona habi . na";: �- _. té-rt les _ _altiplanos de la Cordillera Oriental de Cundinamarca-Bo­
más
au ciud des, f dada b e u i i
desarrollado grandes aldeas Y ya.cá, están localizados entre cadenas montañosas que los encierran
arquitectura lítica de car�cter duradero, la ����ción Muisca era� . · poi' casi todos los
n a s so r

d· . lados. El ciclo anual se divide en cuatro estaciones,


aparentemente mucho más dis�ersa Y ocupa mn:merables peo;ff, , - y ª a que, en r marz o y junio, las crestas de estas mon tañas
queñas aldeas y caseríos, �ro sin co�centrarr/: � ndes centr s
reciben
q i e ra lític aa lo v ie tos húmed os pr oc edentes del Pacífico , y entre septiembr e y
t e

nucleados que pue da sidera: e cm a es .


embre los de la Cuenca Amazónica, intercalándose, entre estas
de carácter doméstico falta casi por complet� -ent los Muisca y'-J: dici
r t c tu n
n con s d d

estacione s de lluvias, d os estaciones se cas. Nuevamente


aunque los españoles �ncontr aro:1 algunas al cas ��en construidas :� - e l os cacicazgos , _la astronomía, la meteorología
, corno en
deJal?.an de se:, uebl mine te;1J ··el casó y la far­
y fortificadas,_ los M�isca n . :�� mulació n de un calendano llegaron a ser fundamentales
manifies ame n l
d

de la one ta i para la
e
ia
n

mente campesmo, a dife e


o o

a. . � - agricul t ura, y esta pr eocupación se expresa claramente en la


natu-
t

te urbana de l Tai
r nc n c o

' · -: raleza de los dos centros ceremoniales. Parece que la función


os ron

· pdncipal de los sacerdotes de los Muisca haya sido la observación


C . ESTADOS INCIPIENTES astronómica, y . varios monumentos arqueológicos, generalmente en
'..'-tol'ma de toscas columnas de piedra, se relacionan con estos fines.
Fuera de estos dos pequeños E stados o "r�inos" incipientes 1.i ' Los llamados "Cojines del Diablo", dos grandes discos tallados en la
· · relativamente bien delimitados, existían en el si glo x� -�lgu o .te roca, eri un alto dentro del perímetro urbano de Tunja, s on proba­
� � i
rritorios marginales o .casi independientes, cuya sumisio� a . 1P -�. . blemente un p unto de observación solar. En el sitio de Saquenzipa,
torios en,; ·
0 al Zaque no est aba del todo clara. El status de estos terri · pequeño pero muy importante centro ceremonial de los Muisca,
el momento de la Conquista debe evalu rs�, en parte po � �:� , cerca de Villa de Leyva, s e ven unas 25 grandes· columnas cilíndricas
en términos de un proceso histórico. En pnmer �ugar, los dos _ d(. . alineadas en dirección este-oeste y, visto desde este lugar, el día
a r o

dos" incipientes eran el resultado de una sene de campanas _ -r · del solsticio de verano se ve salir el sol exactamente sobre la Lagu­
expansión territorial, y así, algunos de lo� jefes la<;ale_s, como po� .. na. de Iguaqué, de donde, según el mito , emergió la diosa Bachué,
e· emplo el Tundama (Duitama) o el Seno; de Sachic3:, par:j- · la madre primigenia de los Muisca. Alineaciones de piedra, grupos
r�presentar remanentes d e cacicazgos que aun no s e habian co 1. · de columnas y otros restos de construcciones líticas que no parecen
lidado dentro de una estructura federal. En segundo lugar , 1a.t2. r . _haber sido de u.so doméstico sino

\
ritual, se encuentran en varias
'Ji .
,-i:,
MANUAL DE HISTORIA I 101
lOO COLOMBIA IND1GENA
·
. . . .
to la orientación su
r oest e-nor� . · �tf En la alimentación de los Muisc a se combinaban los cultivos
zonas del terr1t?no mu1Sca. En efec Mu.Lsca' parece haber formado la '.'. f . Joéales con los obtenidos por el comercio con grupos vecinos de
este del territono ocupado por los , a. Tal como los Kogi
base de su c osmogoma y cosmolog_i a consideraban a las lagunas ; .
y mu chos Jl' tierra· templada. Además, los Muí.sea tenían crías de curies y de
patos moscovitas, y los bosques de roble abundaban en venados.
otros indios de los �ndes, los Mu
· ,l. r
·
res esp ecia lm e nte sa gr :i�s.· Las lagunas de Guatavita, . . t ­ El activo comercio que practicaban los Muisca, tanto en mercados
como lug a
ue figuraban promi- locales como con grupos indígenas de las regiones fronterizas, se
. ca y aun figuras de madera. . . "}f
1
Siecha, Tota, Fúque�e Y, desd�oslu���a.eJ;�� d� todas ellas se han basaba en productos tales como sal, alfarería, esmeraldas, mantas
nentemente en sus mitos, y en de algodón y otros productos locales, en cambio de los cuales se
. . , í'
encon trad o ofr e nd a s d e oro , cer ánu
La planificación de la agricultura._ resultados en las t
a bas e de un cal e n� ario san.
t · --
! a.dquirian oro, conchas marinas, cuentas de collar, plumas de aves
tropicales. Los Muisca eran ávidos consumidores de narcóticos y
cionado por la religión, dio excel��
tes : alucinógenos vegetales como lo son la coca, el tabaco, el "borrache­
�:S:e : { 'ro�� (Datura) , así como de· un rapé hecho de una semilla pulverizada
fértiles y clim�tológicam�n�e - �n;:i_��::sd:�:;.c��ra muísci)t-� · · uamada yopo (Anadenanthera peregrina) y, f�era de su grande
altiplanos andinos. El prmc1pa . cuatro o cinco meses. El maíz/� t importancia religiosa, estas drogas también eran obj etos de inter­
era. la papa, tubérculo que madura e� �empo, seguía en importancia,· H,
cu o cultivo requiere el doble de� tt1cos de los Andes . lo son· 1· :· cambio comercial.
J· u;to con var . .
ios cultivos caracter1s
h as así como la arracacha, l� a algo más ;{.t
�::ta y 1tl . En el momento de la Conquista no se había logragp aún la
los cubios, ib as regiones, de un clim
estabilidad política que hubiera hecho de este térritorio '.ñn verda­

��::��r:t::.\l
ara los Muisca y -puesto _t
yuca, en zona�á� t��pl�. das. Est . dero Estado. El Zipa y el Zaque eran nominalmente los jefes supre­
1 t
r n mos de sus dominios respectivos, pero las rivalidades e'tltre j efes
:!�!��ia.: :e tr�a�:a�e :�: :r:�:er1�ª\e�pue�;: locales llevaban en ocasiones a alianzas o a incursiones V1"ófontas en
ral mas aJo-
de tribus bélicas de un nivel cultura de!ens1va.
. que un cabecilla trataba de arrebatarle al otro sus súbditos tribu-
gue r _.: tarios. El sistema de tributos se hallaba . establecido en todo el terri­
en un esta do pe r ma ne n t e de
. uisca se pueden observar '"
+J torio y suscitaba tensiones internas y luchas entre gruP?s vecinos. ·
En algunas regiones �el t�rr1·tono m r de mon: : .
antiguos sistemas _ de
cultivos �ales ������ �:: · hileras enierí a , nó:,_ La población estaba comenzando a estratificarse en varias
de ing
tículos, eras o zanJ� de desague, rucciones de los Tairona. Esta. : clases sociales. Los dirigentes, que · heredaban rango y oficio por
llegan a la perfección de las cion ��ns� . . descendencia matrilinear, vivían en casas grandes y bien construi�
in erés m l on ser a e rras o en la intensificació1f ;
falta de t � _ a. � v. � a��ndancia de tierras fértiles� das. Los nobles ocupaban posiciones privilegiadas y los guerreros
de su uso, pod 1 :��te dispersa . Es claro que el país
· ._ formaban un estamento aparte, dedicado a la d efensa de las fron­
_por �:a �:�:�i¿: �:r", una _r egión nucl��r , y este hecho_ teras. Los sacerdotes, llamados jeques, se formaban durante largos
Esta;.'
ocupa
de los �msca tenía un - "interio
fue fundamental para e1 c a�0 hacos de Bogotá.-Tunja.--Sogamo50i .
·. ia la integrac1on estatal. años de reclusión en un templo, donde los aprendices debían ayunar
.y llevar una vida dedicada sólo al estudio de la religión y de sus
región central, o sean los alt1cur plan . prácticas esotéricas. Los templos, construcciones circulares de te-
d 8?s 17os rmanentes · y de fácil apró- ,.
ofrecía una amplia b ase e re
n Tairona y en lo genera( . cho cónico cubierto de paja, estaban dedicado.s a los astros, pero
vechamiento, ventaja de que:r�: alrededor de �te concepto de_! además había otros lugares de culto, tales como c avernas o ciertas

: �::::��°:o!: ;:
1
�!�!�! Muisca en_�o�t�� su cohesió� Y s� {
� cumbres de los cerros. Igual que muchos otros indios andinos, los
Muisca consideraban a las lagunas como lugares especialmente sa-
tabilidad;-c. ""'__1' ,,.,.:,:,-�
;}- ... . '.

t '(!'';.:� "' : /\\ ·. //(� .:


!
' f*, f, ...;,
\
' -..-. t:·;:.,:·
. ·-- ,,p :i. ,' ,1't'.•;-,i;'�Sf..i.,U J "·

l���"7-��:�:,:;1,�.,������
,..., .
.


MANUAL DE HISTORIA I 103

102 COLOMBIA IND1GENA


de la época protohistórica o histórica . Las escasas excavaciones,
encontrado ofrendas

as ellas s e han científicamente controladas, se han limitado a problemas muy loca­
grados ; en los alrededores de t emplo s y de-·
·1es y a sitios arqueológicos muy s uperficiales, de modo que no han
y aun estatm � llas de madera En los
de oro , cerám ic a
to, se _gu ar ab
d
fi ur as e oro, piedra ,
madera,
podido definir aún grandes fases de desarrollo que dejen reconocer
m ás 11;1 gares de cul esm er al da s e in-
o�re 8:as Je oro, cobre, f .cambios adaptativos y sus correlativos sociales y tecnológicos.
algodon y de ellas s e hacian
f
� rifi cios h um a nos al �.
sac e: 0tes h ac í an sac .
cienso. Ocasionalmente los . uerra , n iño s que s e · La cerámica muisca es tecnológicamente bie n lograda , pero
· as los prision eros de g
O
Sol, s iendo las vi? , t�
;

ch as d e es tas prácticas religiosas, f tiene m en os elabor a ció n y d ecora ción qu e la de la mayoría de los
traían de tierr as
leJ anas: En m Existían dife - : ,,. c z os de las tierr as b a jas. Por lo co m ún se tra ta de cerámicas
m esoam eric an as. caci a g
e ob e v an m fl uen �
claramente s s : _ :: de la más alta categoría ,.¡ monocromas, de color p ardusco, rojo, gris o an aranj ado y la textura
a los viduos
rentes tip� �e entier�o , o s e envolvían en man
tas f�nas, ·::j es opaca y áspera. Aparte de las ollas culinarias comunes , hay vasi-
O dise; aba Y lue g
se los m omificaba otra for ma d e entierro,f -'Jas en forma de zueco, vasij as de doble cuerpo y algunos recipientes
s en cu ev as .
todos 1os ·"·:1t,·
·
1 r su s c ad a ver e
para depos t a . d e piedr a y, en
··\globulares, con alto cuello cilíndrico. La decoración pintada, de
e t mb as fo� madas por laJ as
consistía n u . ocer los diversos .�,l 'l :motivos geométricos , es bastante frecuente. Una forma c ar acte­
ar funera:� dej a recon
c asos , la c8:lidad del aJu asion es s e h an hallado entie -/f ,. rística son figurinas humanas muy desproporcion adas , con carl:l,S
estratos soc ia le s . E n alg un as po cas .
·iÍ triangulares y rasgos faciales estiliza dos . Representaciones zoomor­

l
rros en ur nas . . ·,.¡¡¡: ·fas. en cerámica s on raras. Algunas de las figurinas humanas repre­
. be e n detalle la C ul ura . '
t
espan - o1 de scri n
sentan guerreros o dignatarios que llevan mazas o propulsores, y
Aunque los cromstas s iglo xvI, s on m
uy pocas
o l obs erv aron d:ante el también s e muestran collares , coronas y otros adornos personales .
, . s ue corroboran estas des crip- é!
'l
Muisca , tal co m a

aún las investi g


aciones a�queolo g1c� Ocasionalmente estas figuras estaban vacías o contenían objetos
ias º rrrandes aldeas o "alcáza-
c iones. N o s e ha
n descubierto todav1a -�i de oro.
las crónicas, y, en . reali'\ :'@'f
º,<t
...
l cia s" d e lo s cuales hablan
res ", m· ·1 os " P a a , ' a En ciertas col
ín� •• ¿ En la región de Mongua, no lejos de Sogamoso, s e han h allado
y pocos sitios de viviend .
dad, se conocen s olo �u
1
ede n ver peq u ena.s ;, varias estatuas grandes de piedra, muy toscamente talladas . Otros
cer �am as de Bogotª ' y Tunj a se p u
f aldas de l as
' y s obre e11as , algu
nas piedr as puestas en_.·· obJetos de piedra s on, a veces , de manufactura preciosa , como, por
ar 1
t'f' ic i a les as: �
planadas
os i tio
.
s d �n la;:��:���
' , de s er restos de cas . ejemplo, los volantes de huso de diferentes formas, adornados con
círculo ; pero e st s
lu gares, como F un za fa motivos muy fin amente incisos y las matrices de piedra que s e em­
cultivos.
sencillas, cerca de los e po st e s u ho rcones de plearon en la orfebrería . También hay pequeñas representaciones
n hallado vesti gios d i
Tunj a y Sogamos o s e ha ió n cir c ul ar u ovalad a
; pero en i en piedra, de aves , ranas o de pers onas adornadas.
arcan u na c? ns tru c
ent�J
madera qu e m
. áticam
::f·:'f
�a casa muisca s istem
, aú o s e co n oc e n1 una so La orfebrería muisca estaba mucho men os avanzada tecnoló­
verda d n n . .
excavada. . gicamente que la de sus vecinos. La mayor parte de los artefactos
la c lt ª prehistórica
de los Mmsca J
¡
res Y.l
consiste de tunjos o pequeñas figuras humanas en forma de una
Lo poco que sabemos de ados po r guaqueros,'.
en los obJ1;1e�: encontr placa triangular muy alar gada, sobre la cual se indicaron los ras-­
se basa principalmente ampos O por cazado gos físicos y algunos adornos o atributos por medip de trozos de
al l abrar sus c , ,i
hallados por campe. sinos . í . As 1, cono-,�
las s err
ºt
an as
orr er lo s P ª : ªJes solitarios d e , alambre o, más bien , de delgadas varitas de oro. Estas estilizaciones,
p astores al rec á
. textiles, tallas de piedra que a veces muestran personas armadas o ricamente ataviadas , se
cernos objetos de orfebren _:_���:�::;ntes de contexto- que _Pºr:l
a

madera y otros , a�tefact


os
ntifi cars e con l
os Muisca i hicieron en la técnica de la cer a perdida. Hay una multitud de
for ma1es pueden ide
,,',
ciertas c r cte ris t1 cas
\
a a ·
f.
J
�": 1
MANUAL DE HISTORIA I 105
104 COLOMBIA INDtGENA
, .
nas, diversos animales y toda ció- en una fase de desarrollo en que predominaba . aun un , sistema
pequeños objetos de oro : cetros, coro de rangos diferenciales, pero no uno d e clases soci�� claramente
, que se - han encontr ado bien s en
ea
clase de adornos personales en vasi­
en el b orde de lagunas o estratificadas. Los pocos centros de tipo urban o , las ' ciudades" tai
entierros o, en calidad de ofrendas,ondido. El arte muisca es rígido, rona,· no eran 1a sede de instituciones admi . trati· vas: sin
. o a�nas
jas enterradas en algún lugar esc tingue inmediatamente de los de grupos débilmente organizados en grand
ms
lineal y altamente estilizado, y se dtes , de las culturas prehistórica.'!
is · es categor1as de "J efes"
artesanos y hab' u ª n luc�ante �n!re el �úcleo
estilos elaborados , a veces e
xuberan : ��=�� i i_ eas rellgiosas aun no
o esta misma rigidez y simetría
, estaa �blado y 1� cam;� : 1! r
#
de las tierras v ecinas . P er
i l e anto.
rias, ti enen un espe
nc
superficies opacas y estas formas sob
c a
estaban expresadas en sistemas simbólic: que abarcasen grandes
, regiones coherentes.
afía en el territorio muis­
Poco o nada se conoce de la estratigr que s e halla n en
teri al es arqueológicos ¿CUál es , entonces, el legado indígena? ¿Qué significado tienen
c a. La mayoría de los ma
pertenecen estilísticamente a . para nosotros los vestigios de estas culturas de antaño?· , El arquoo.
museos y colecciones particulares e se ven obj etos de cerámica,
fases recientes, pero ocasionalment lugar a duda, pertenecen a rogo: sabrá contestar éstas y otras preguntas Y. no vacilara en hablar
piedra y hasta de oro o cobre que, sdif
r as
in
erentes que, en otras époc s,
fases ID:ás antiguas, o aun a cultu lanos y de las serranías de sus
a
me in:
en gran detalle de la import.ancia de secuencias cronológicas Y téC·
. as 1ft·1cas, de etapas paleoclimáticas d m?del� de microevolu-
'
ocupaban algunas zonas de los altipir los orígenes y sucesivas fases ción y de tantos otros aspectos de la ion. Pero tal vez
alrededores. Investigar y
recoµstru no es eso lo que pueda interesar a nuestro ::����
es pues una tarea del futuro.
de desarrollo de la Cultur Muisca,
a
. .
isca no deb e juzgars e por
ª
Dej ando de lado todas las minucios·d1 des téc� Y toda cuno-
El nivel cultural logrado por los Mu teriales de su vida diaria, · .
• sldad por lo e>:ótlco que pueda motIVa ª1 mvest,gador, yo diría
s ma que el gran legado del indio con.siste en"¡ manera como compren-
los escasos y más bien sencillos restoollo espiritual e intelectual ; la i .ª
su des arr
sino que debe IJuSCarse en dió y manejó esta tierra. El lar º que recorrió el indio
eolomb!ano -desde las cuevas de : I::,r='
!


cultura material, la tecnologla y
Jas expresiones artistlcas en barro,
º1ógica para nuestra época, ya
orcional. Lo que \ ':' hasta el Templo del Sol-
piedra y metales, no mue3tran un avance prop .
constituye una gran ense = t'
!
clO> l
08 Y "" éxitos, los errores y los logros
Mu lsca son sus e!ab ora
Cultura
marca !OS grandes logros de la sagra,- que nos muestra los frac:
que, con sus templos, lagunas
nes astronómicas y religiosas eo e f de aquellos hombres ue c n sus mentes Y _manos, supieron adap­
fii� sin; que en el proceso su�rieran las selvas Y las sabanas como
ales, indican un ava nce cien tífi
das y oooervatorios monument tarse a una naturale! bra� al mismo tiempo, crear sus cultU•
. : .,
ideológico que, junto con las inst
ituc iones polí ticas , lega les y
alc anzad por
o
eco- ·. ¡ .
!•
.
constituyen un nivel cul
tural que no fue
nómic as,
F.

sufren hoy en día · El legado consiste en la manera c·omo apreciaron

t
sociedades indígenas del paí s. . .
las otras Y explotaron los diversos medio.ambi
zi verti.entes, de las selvas Y de los alti 1 s . , mo supie
ent es de l as costas y de las
. ron ext�r

i
* * * de ellos su sustento ·sin destruir la f!u::? �ó:° conservaro7:1 la t1e-
�a. con sus terrazas y canales. F.s esto 1 que nos h� de¡ado loo
f
por las etapas de la pre-
recorrido
Al terminar nuestro largo mdio.s, y es esto 10 que nos debe ensefíar �ª arqueologia.
cabe una ob,serVaCión. Es cierto que
blstoria del territorio nacional, de,· ·
el nivel de " civilización",
ni los Muisca ni . los Tair�na lograron organización social perman&:i, · . ..

. .'
Su
una_ v erdadera estructura estatal._ '·�:t·.- ' .t-:..���;......

7,
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'-.J· . ..
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··rr
,:,.

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106 ... COLOMBIA IND1GENA


t MANUAL DE HISTORIA I 107

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LA CONQUISTA
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JUAN FRIEDE

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I
· tos antecedentes

LA INCOBPORACIÓN DE AMÉRICA al mundo conocido que en el siglo xv


. sólo abarcaba Europa, Asia y Africa, y aún éstos no explorados en
profundidad, abrió una nueva página en la historia de la Europa
occidental. Antes de aquel descubrimiento el mundo conocido era
circunscrito a algunas partes de aquellos tres continentes, rodeados
de un océano que la rudimentaria navegación de entonces no se
atrevía. a. explorar. Es cierto que en los mapamundis de los siglos
XIV y xv ya se delineaban con cierta exactitud esos continentes,
basándose en conocimientos adquiridos en acciones políticas e in­
tercambios económicos, mediante una navegación costera que desde
Europa alcanzó durante las cruzadas la Tierra Santa en el Asia
Menor (1096-1270) . Se conocía de una manera global una parte de
Asia, debido a los viajes de Marco Polo, de mercaderes y misione­
ros. Se conocían las costas a!ricanas incluyendo la I>enínsula Ibé­
rica que formaban parte del imperio musulmán; Pero el resto del
mundo era desconocido y los mapas geográficos lo presentaban
como mar habitado por monstruos y animales exóticos. Tal geogra­
fía correspondía a la Edad Media, cuando ni l'as necesidades eco.:.· .
nómicas ni los problemas sociales, ni la densidad de la población
europea precisaban una extensión territorial mayor que la co­
nocida.
Tal situación cambió durante los siglos xv y xv1, época que
llamamos el Renacimiento. Se habían producido un notable aumen­
to de la población europea, un avance de las técnicas de producción,
un progreso del comercio y minería, de medios de comunicación
terrestre y marítima y un desarrollo de la.s ciencias naturales. En
el escenario político se fortal_eció el orden monárquico que trataba .
120 LA CONQUISTA DEL TERRITORIO Y EL POBLAMIENTO ·f'_'.
..
...
MANUAL DE ftTORIA r

f
121
de sustituir el feudalismo desc entralizador, cuya inoperancia poU. a; C. Los adelantos en la navegación
tica había demostrado el fracaso de las cruzadas. Con todo, tales al en aquella época
parecían suficientes para emprend
cruzadas habían ej ercido una notable influencia sobre el desarro­ er taf�::.
llo económico de la Europa occidental, pues hicieron c onocer las E n esta búsqueda d el camino a .
f oriente asiático tomaron parte pri t és del Atlántic

t,
fuentes desde donde se distribuían a Europa artículos de primera _o haci8:. el
necesidad como especies y fármacos y otros de lujo como el oro, la
i formado parte del vasto Imper ncipa���rtugal Y Espana. Hab1an
io musu1 an Y he;edaro
bles adelantos en navegación que 1ogr;:i n los nota­
seda y las piedras preciosas, anheladas por la decadente nobleza aquel Imperio. Las rela-
ciones económicas de Es -
!, -
y por la burguesía que se había enriquecido como proveedora de

r
ª e
lf
no habían cesado pese ri:;��:;;:uJ? t¡ �riental del Mediterráneo
los ejércitos de aquellas cruzadas con navíos, armas y vituallas.
r
ª: º
ª
· de_ Granada permaneció en la Pen� ' nd q�e el Reino moro
!\;,
Lo último produjo un auge económico de esa burguesía, que llegó
�'..
ul ast a _ fmes del siglo xv.
Ocupaba junto con Portugal la
I-
a coll8tituirse en un nuevo y pujante grupo social, hasta cierto unt �ás occ1?e1:1ta1 de
es _ decir, la más próxima al i�a ·�ar Europa,
punto libre del tradicionali.smo retardatario y permeable al pro­ ioª nente as1 , t1co que la
greso con base en la explotación de la mano de obra de la pobla­ pla ci ente ge ogra �
fía contemporá ea ac e caba � � com­
lando la circunferencia de la tierra Sell8Iblemente, calcu­
ción de obreros y campesinos. n d er� eras partes de
era en realidad y s embran lo_ que
do ademá: e1 �1¡
En ese comercio con artículos orientales ocuparon privilegia­ ;� gráficos -portulanos y globes ntico en los mapa
. s geo-
su travesía. El cierre de la vía ori� ��� 181�8 q1:e �recían facilitar
-

e=�
da s i tuación los países mediterráneos como España, Portuga.I,
,. n hacia Asia u1:1-pulsó a Españ

t
Italia y las partes meridionales de Francia y Alemania, esta última y Portugal a buscar esta vía la a
a través de un antiguo c amino que atravesaba. los Alpes, por el <><:cid ntal, al LeJan
o Oriente. A
este empeño se deben los desc'ubr · t0� por Portu
paso de Brenner y que conducía a Italia y sus puertos mediterrá­ res en el norte y de las islas del gal de las Azo­
er e en �l s ur y
neos. Fue Venecia la que alcanzó un lugar destacado en ese comer­ de las Canarias por España . _ la ocupación
islas tod sirv ero
cio, mediante el pacto convenido con el Imperio otomano, que i n luego como
pu�rtos intermedios entre E �ropa y ��=-
se adueñó del Asia Menor;. un pacto que concedió prácticamente a

. -.
Venecia un monopolio del comercio con artículos orientales que . La grave situación social
Y econó�ica de España de
la Re conquista incitaba
a spués de
llegaban por mar y tiena des de la India y la China hasta los puer­ lora�i��es marítimas. F
la Rec onquis ta, España :::. �� inaliz ada
tos de Asia Menor; monopolio que encarecía sell8iblemente el c a p ibilidades de dar susten
ocupación a su población
de las donaciones hechas

1t
precio de. los artículos orientales tan apetecidos en Europa. rural Y ur:S to y
ana. Pues como consecu
encia
r l c ª a la �obleza por
El monopolio veneciano fue reforzado con la caída de Constan� - prestada durante las gue;>;> la ayuda

n0bles. s·m em-


as �e �:º:econq
tinopla en manos de los turcos (1543) , con lo cual se cerró otro · de las tierras peninsular wsta, la mayor parte
es pasaron a poder de los
bargo, la nobleza no de
acceso al Lejano Oriente por el Mar Negro, el Caspio y luego por dicó estas ti- _ as a la pro
el centro dei continente asiático; este último cenado cuando la .( de consumo, lo cua du cc ión de géneros
l hubi era perm �� dar
tra ba jo Y
ganadeIr1a
a. alimentación
: trashumante -
dinastía de los Ming, antioccidental y anticristiana, se hizo dueña la masa popular, sino a la º
de la China, enc errándose en la famosa muralla. al cu ltivo de olivares en el su la mesta- y
. que exigían poc y centro de la Península;
a mano d � actividades
Es así - como ya a comienzos del siglo xv se inicia en Europa 1· . de la población, qu º
J
nand un masivo desemp
e la in��t�fa ;���esarro leo
la búsqueda de otro ac ceso al. oriente ! esta a través del Atlántico, ber. Tal situación pr llada" no pudo absor­
odu ·o un "sobrante · de
pues era conocida la r edondez de la tierra ya desde el tercer siglo i Uteratura coetáne la población, que la
a nan1ó "desesperados :,
\;'·
·}.
' gentes sin m edios de

·
. MANUAL DE HISTORIA I 123
POBLAMIENTO
EL TERRITORIo y EL
122 LA CONQUISTA D
ra delin. - Europa _occidental y el contin�te asiático que alimentaba la ilu-
a cualq�1e
. t·vidad aunque fue sión de una fácil travesía.
subsistencia decidida ;n �/ mayo raz gos , seg ún el _ cual
-
a parte, el ré Jando , -,;_ Cristóbal Colón, en su búsqueda fervorosa de un paso marítimo
¡f _
ot r to , de

r
cuen t e . Por y bie nes de l dif un
a los t1t� ulos
el hij o mayor h ered�b nos , ereaba "segundon
es" entre la al Asia emprendió cuatro viajes. En el tercero, 1498, avistó sin
e as h � rma
sin ellos a los d m
su subsistencia que
integrarse saberlo el continente americano frente a La Trinidad, pero la


ern ativ a par en cierto /
nobleza , sin m ás alt
de "capa y �pada
"' consideró ser otra "isla". Atacado de fiebre trqpical insistía en que
el mo- ! t\

lesi ást ico o al de �om r erras por allí se llegaría al paraíso de que nos habla la Biblia. Continuó
al estado e c rad os q e �usc aban en las
gu
ª
ién "des espe ' a cris is social su viaje a La Isabela (Santo Domingo) , donde tuvo que enfrentar
modo tamb una pal �r a , Es pañ a vivía
un
ste nci a . En a cica t e para ._ " la primera "revolución" de carácter popular en el continente ame- ,
do de subsi
mot riz de s� as en Europa y el ncano, c uando el escudero, Francisco Roldán, llegado con él en
� e rz a ial explic9: la . [
que fue la f
ubrlIXl1:: :. Esta crisis soc
l
lor a ci on es y d esc . on l a conquista f; . el segundo viaj e y quien, como hombre del pueblo, se había esta­
las exp terizar
Y la f alta de _plane�c ón que carac isl as Y ti erraa b.1.ecido en la isla como colono, desconoció los privilegio.s concedidos
anarq uía pación d e las
de América y l a c
asi mme�a

: :�i entemente de
que si se las - f_. a Colón por el Rey de España y s e opuso con éxito a su autoritario
se ib a n desc ubr iendo, _md . o bien como un . ( . proceder, gozando del apoyo de los indios, de más de medio c en­
que p LeJ ano .Oriente
d el c�mo al
J tenar de sus compañeros y de buena parte de los inmigrantes que
¡
cons ide r a r a etap as . . .
· :',, i: por entonces llegaron desde España a un cercano puerto.
uevo co ntin ente .
n eo de la_
méri c a cont buy
· eron pues el des Guardadas las proporciones y características peculiares, el
a de A . ,7-' ·i
· "r.-_
A la conqu. ist n con el o riente
eh ar e1 comercio -
1t
p rove ' levantamiento de Roldán puede considerarse como la primera revo­
i'
, pen ms ular de a. "segundones ' :y
burgues1a , a d e o frecer a los lución social en América, porque se trataba de colonos que a su
ia la Coron
la necesidad que ten
militares desocupa�os
un campO d
sus t ento.
e
Ad
a cció n y
em ás del deseo
a l pro letariado . rural
natural de ex- -·f riesgo personal y sin apoyo estatal conquistaban el continente y que
se opusieron al Almirante, representante del lejano país, el cual,
y
y urbano, ocupac ion
ndo nuevas tierras al
Imperio. ,�� -- . aunque fuera su patria, no aportó gran cosa a la · empresa.
pod er po liti co, incorpor a
tende r su .
En el cuarto y último viaje, 1502 , buscando un paso marítimo
hacia la India asiática, Colón sin saberlo tocó las costas de Hondu­
ras :'y Panamá y con toda probabilidad llegó al punto más septen­
u trional del actual departamento del Chocó, el cabo de Tiburón .
Luego, por no encontrar un paso· hacia la India y porque sus navíos
bridores
Los viaj es de scu se deshacían atacados por la broma , emprendió el regreso a España
.
. todos 1o1, - en un largo, penoso y accidentado viaje por Jamaica y Santo
esta c orta int roduc ción, enumerar
No coBBESPOND� a ante . el _
los es - oles los portugueses dur Domingo. Poco tiempo después, en 1506, murió en España cre­
viaj es que · realizaron � . bieron por tierra con el nnto yendo firmemente haber tocado el continente asiático.
xplo rar el At tico paso
siglo xv par a e . ada que cerraba el
zona tórrida inhabit . . .Aún en vida de Colón otros expedicionarios obtuvieron lic en­
.u .,uaron las fan
existe ncia de una tásti c as creen�. 1
de la al Des v
--'- . - eran - · cias de la Corona , las llamadas "capitulaciones", para explorar las
· m eridi on
haci a el hemLSferio · como si quisi . , islas y tierras americanas. Es cierto que la empresa descubridora
ánti co co mo mar tenebroso. y
cias sobr e e l Atl , mapas geog ráfi cos del _l_- americana comenzó como un monopolio de la Corona que incurrió
del oceano, los
. , n de islas interpuest
. la ex¡,lorac 1
· ón. . entr e la· ,..
incitar a as
un a suce s1o
siglo xv mostraban

1. y
;.:�

� ;i
-· :) . �: · , ·
r · _-_- ;-., .

-- 1 ·
-t,-_

,:_ _ MANUAL DE HISTORIA I


t- -
.
J¡ 125
I.,AMIENT O .
12•.,, LA CONQUISTA DEL
.1. ORIO Y EL POB
TERRIT t 1
t
negociante y arrendador de rentas reales, sin pens�r en nuevas
ancieros de que f
r
1 dio s fin conquistas.
gastos, pero tal monopolio.
ª
para ello en deudas y
·
con � n r::: r l a c �mo
entes para d e Amé- Durante los años que siguieron a ese primer viaj e descubri-
disponía no eran sufici 1 19 de abr:i1 bri·o ' las pu ertas ••:"'. j ·
En 1495, la Real Ce ' d u 1a de . t a u ellas " capi t u 1aci ·ones ;z¡ t dor, la costa atlánt'1ca s e ha convert'd 1 o en una "t·1erra de nadie"
g e n er al medi a ig �as pa r a la l qu e pr o porcionaba e scl avos indios a las islas antillanas "útiles":
rica a l a emigrac�
ón : : aban lice
nc .
estas to
{
ula res. E n no cimi e nto de_ �' santo Domingo, Cµb a , Puerto Rico y Jamaica, ;¡a ocupadas por
con ersonas partic em ente p a
ra el r eco

f un
pl
ª
sta, o, sim tal o isleño 1
espa ñoles. La primer a de ellas, S anto Domingo, se constituyó en
/oración ' conqui am � _,can o
cantin en
�xi º �e
ual secto r del ter rito rio
erro gativas Y
n cÍerechos
y lic e n cia para
t.
emporio de "artículos
a
de rescat e " y punto de partida de las
del mar

�tP: , -
tulan te pr rv a b a la supr�. 0
expediciones conquist doras a las costas circundantes
concedi ndo al capi . corona s e r ese
t:
di �i ón . L a n om m
· ada-· i ·-
alistar gentes en su ex pe _ arte del batín
de i: c arib e.
cri�nn:al ,
r�ª· ¡
e durante l
as
roa jurisdicción civil_ Y n t

ª,
ie val vige Desde Santo Domingo partió en 1508 el experimentado con­
':��dpo

U: '
mstituci Y. � e� _20 o/o '
"quinto real" -antigu� r c ent ua l, ,qu1s tador, Alonso de Ojeda, quien "capituló" por intermedio de un
ist cu o onto one�. 0 r�, (
guerras de la R�conqu o o t r as c on dici ami go suyo entonces en España, Die go de Nicuesa, la conquista
, seg,un ¡�era el cas cesor D iego �olon
variar- e impom�ndo
decir qu e ni C�tóba� ? 010n m s u hijo y
;u
s ua m ados " p lei�os co m-
del
Compañero
ter ritorio
d
que había sido recorrido anteriormente por Bastidas.
e Ojeda fue el famoso cartógrafo Juan de la Cosa,
�do co n ello lo Di��o , �
taran ese cambio , origm on el hi jo � e ·; au tor d e l primer mapa geográfico basado sobre los descubrimientos
diera'?' es olver c nflrm acio
n de \_
bines", que sólo se pu y la co �-- _ h e chos hasta 1501, quien aspiraba a un lugar en la e mpresa. Por
de m�em nización
Colón , mediante el_J?ago : · ·-. su parte, Diego de Nicuesa, acaudalado negociante, "capituló" con
nobleza. de la fami.lia . -
· ndi ci on es co�
1as cual es en t· -
el ·año ; .
Sevilla, .� _-
la Corona la conquista. de Veragua, territorio que se extendía hacia
. el norte y occidente de la gobernación de Ojeda. Entre ambas go-
ª
as co d e
Fue c?n tas nuev rian�, b rrio
go : e B �tidas ' escribano d e T ari be, que se
extendit¡_ :, ·bernaciones · servía de frontera la ensenada del Darién.
150 0 Ro dri
l s e ct o r del lit oral c
A tra ( el ;,
c apituló la conquista. de ra del
desembocadu Cabo de la e .
t;, la. ;. La hueste de Ojeda llegó a Calamar, sitio de la actual Carta.-
e Ca bo d e la V _el a hasta 1
ª i el _ - ': _ gena., donde los indígenas, escarmentados por los continuos asaltos

4: ·:, - · t.
desde l
de S evilla. co n sus
-ªv os hacia r im er eur - > -.
D arién) . Pa rtió � m ente c o mo p -:d e l os . cristianos, ya habían variado su anterior carácter pacífico,
Fue re cib ido p or l os -in díg enas Pa:c1 ic
� ellos � edi an t e J.
el "resca
��
,
:}�)ornándose aguerridos y belicosos enemigos de los invasores. Para
su s tie rra s. C om er ció c� va lo ri os , mac�e; >ti;:<loblegarlos salió de Calamar un contingente conquistador, al
que v e ian en ( espe jos , a
ídos de Espana go la co8'� _ · ?mando de La Cosa qu�en fue atacado por los indíg:nas e1:1 cer�a­
cambio de efectos tra a r , tel s etc. Siguió lue ,
tes etc .) , por or o, pe
rlas , _ná c

'
u ra del Ma
gdalena, ;--:;mas de Turbaco, muriendo la mayoria de los espanoles, incluido
'?rió la. dese b oc a.d de Ura dé
h�ia el occidente , descu , o Gra��e , y l a ensenada Cosa. El castigo que posteriormen�e les propinó Ojeda, apoyado

.¿ t
llam o Ri pue �; ,_, "- , � los �ombres de Nicuesa que hab1an llega.do a Calamar en su
r
desde entonces se · d e iº cerc ano al ac ala Es n
tu
No mb r e 1:> riontinuó viaj e a L .viaje a .Vera.gua, no consiguió amedrentarlos.
Llegó hasta el punto pa ��-
ª
C olo, n e n 1 Repúbli .ca de P a na ma .
uf ri eron u n
naufra gio e n el CUll

,
;,;
, -_
·: . Continuando la marcha hacia el oeste, Ojeda llegó a Urabá

� A.mérlel - -
a us n av es s ·n O se
y durante la �ve� e S anto D o
" r escatado" . Desd entar a � ;creedotis : · J fundó en 1509 un pueblo : San Sebastián de Urabá, primer pueblo
an P e_ 0
·-fle
pr i' . .
perdió � q ue enfr españoles en tierras actualmente colombianas. Desde allí trató
d onde t uvo º 1 a ós� .en vano de pacificar a los indios �el Sinú, fracasando también en
\
gió Bast�das �
que habian ímancia
P�
i: o _ su expe.dici
ón.
.
c o n to
� !l º
do,
Alli se convirt1: en - .
S a n to Do m in go -
.,1 y se estableció en

IENTO MANUAL DE HISTORIA I 127
RRITORIO y EL POBLAM
126 LA CONQUISTA DEL TE
. oro recogido entre Tal elección produjo significativos cambios en la política colo- ·
es a las c ercam�s del Pueblo. El
sus expe dici on f a los hombres de su ni,zadora. Cuando Fernández de Enciso exigió que de la caja del
i n dios , pe se a la ab undancia, no satis izo el hambre, .obli- ••común" le pagasen las mercancías que había perdido en el nau-
los . es mm
ien · ados por las enfermedades y . tr gio, Balboa negó tal pago, por considerar que dichas mercancías
ejé rci to, qu ad a santo Dommgo,
ron a Oj ed a a em ba rca rse contra su. ,volunt a
ga ., . a su gobernac1on . eran .traídas por Enciso para su venta y bajo su riesgo, como lo
donde mur10 sm volver hiciera cualquier comerciante . Y cuando éste insjstiera en su de­
añales se volvió muy pron-
manda, lo depuso de su oficio de alcalde mayor y el "común"
ron los
La situación e1: que queda : bién ellos por regr
esar a
ente . optaro���
to insostenible y fmal� oso co n qu istador eligió un nuevo cabildo con sus regidores, alca!des y oficiales.
co Pizarro, á tarde fam
santo Domingo. F�ancis _ de ; a hueste y a sen
sib lem en te me!­ con la aceptación del "común", Balboa decidió abandonar la
e e legi � o cau dil lo tró : a
del Perú, fu
81:1- ge Calamar donde encon región _la cual volvió a ser "tierra de nadie". Pasó con su ejército
mada. Pizarra llego con r y " soci o cap ita lis ta" de
Enciso, � , a��He a la otra banda del Atrato y fundó un nuevo pueblo con el nombre
Martín Fernández de b brado alc ald e ma yo r de su dé santa María la Antigua del Darién. Cuando Diego de Nicuesa
Alonso d�, Ojeda, _ quien � �: 1:-n��:cido en santo Domingo Y · protestó contra esa fundación , pues caía en tierras de su gober­
a
gobernac1on. E nciso se i'esa americana, trayen
do
nación, Balboa no vaciló en embarcarlo a la fuerza y enviarlo a
cid ido pro b a r suerte en 1a em y pro -
había de arm as
un up o de nu ev os poblad!es a más de . . santo Domingo, pese a las protestas de los oficiales reales y de lo
en su na vío gr
más · granado de la vecindad de Santo Domingo que acompañaba
visiones. tropa al mando , a aquél ; un regreso que resultó infortunado, pues Nicuesa sé' -ahogó
de b_u�n: luntad la
Má.s con ame�azas que ;:gresar � san Seb astiá
n. Al. en la travesía . Al anunciar a E spaña lo sucedido con Nicuesá; Bal­
Piz arr o fu e ob lig ad a pm EncIS bía sid o que­
de e ha . boa escribía : "Les parece ser señores de la tierra y que desde la
scombros de1, pueblo qu
llegar encontraron los � el na !�º que llev ab a las pi'o visione s
cama han . de mandarla". Para Balboa, líc;ier popu,lar, la tierra
ios ; mi en tras ,
mado por los ind lac1on . .
.. . . pertenecía a quien la ocupaba y trabajaba y, en este caso, a quien
se salvó la tripu
naufr agó Y sólo , en ci!
ari la conquistaba y con riesgo de su vida abría nuevas tierras para
· io · n general aparece en el esc ]
. En ese momento de afllcc . d é de Fr an cis co Ro l· la colonización. Fue és ta la más antigua versión del principio que
Balbo�, . qwe:�m:��
histórico Vasco Núñez de o ca u v�lucionario popular luego habría de guiar los movimientos revolucionarios americanos
ide rar se seg � n _ -! en su lucha contra España, cuando desde la lejanía quería impo­
dán' . pued.e_, cons
De b aJ a estirpe soc
1·a1 ' Balboa había acom . -.l!.
que cono c1 0 Am é r ica. · J· e ' pero no qui so, . ner leyes adversas a. los intereses de los colonos. Aún actualmente
. . s en su desafortu nado pri· mer via .
p añado a Bas tid a . � se en San to :- "la tierra para quien la trabaja", es el lema de la moderna .. refor­
, hi . zo éste, regresar a Espana. Decidió quedar dos o� ma agraria que buscan los campesinos americanos.
como s1 lo engordando cer
o �al gan b 1a vida
Domingo donde bien ndo la presión de sus:: 1
o cas1 � nales :a:ta cua .. . ., Con un trato más ecuánime que el empleado hasta entonces
haci endo n ego cios , destinamente en la
edor es l � ,
º br 1 gó a h w r emb arcandose clan por los conquistadores y esclavistas, Balboa logró muy pronto la
acre ' ra cartagena. colaboración indígena y convirtió la nueva población en una flore­
ndo d� Enciso pa
flota que sallo al ma ejér cito , se ciente. colonia. Un informe anónimo de aquella época describe a
.
n en e se encontraba el
Ante la grave sit�ac1o _ o�� anti ua institución democrá· Santa María del Darién como un pueblo " bien aderezado, má.s de
ldo ab1e� �
reunió el llamado "ca�l ! aso de situaciones des-;, doscientos bohíos hechos, la gente alegre y contenta, cada fiesta
da e n Ca s tilla, que s re ía e c boa com<t-I
tic a ar rai ga
tod os �en ia� vo z y voto- y eligió a Bal . . juegan cañas . . . tenían muy bien sembrada toda la tierra con
comunales y don de maíz y yuca, puercos hartos para comer, todos los caciques en
caudillo.
,
MANUAL DE IDSTORIA I 129

1irconstrucción de bergantines ª fm de explorar las costas del nuevo


POBLAMIENTO
TERRITORIO Y EL
128 LA CONQUISTA DEL .
os c onquistadores
que erigían un coto
á océan . o·
otr ientos
paz . . . " . A diferenc a a- l os hambr
ia e
brí n , B alb oa invitab a ,.
de las tierr as que ación de Nicuesa (Veragua) a pasarse vivir
des cu a
, , La noticia del descubrimiento d_ el Pacifico produjo gran im-
v ecinos de la gobern él y j uzgando por los documentos conocidos, pacto en España. . e Parecía que por fm s e hab'ia 1agrado descubrir
al pueblo funda
do por
Rey qu e las tierras España
b ajo su
un paso u d cto y corto al LeJ. �no O�iente .
, obj eto de los viaj es
m r ca u dil l o que pidió al g do d e
fu e el pr i e ién lle a s
colombinos y anhelo del com ercrn pe�msular Y m, l!l.ndial. Pero no
n con esp añoles r ec
m ando no se poblara " chapetones"-, sino con 10s procedentes fue a Balboa, homb . en se c·onf'1 0 la empresa. El
re de pu bl
. , efusivam e t o, a qui
-los llamados después " ¡ América para los americanos! ". • Rey le agradec10 e n e, e l vir rey' niego Colón, hijo del
. rra descubierta Pero
de las islas antillanas. del D arién fue
1:m
a . ira · n te , l o nomb r ó gobe rnador de la tie .
d S a M aría la Antigua desde Esp aña fue enviada una vez más por cuenta de la Corona
mano indígena , polí­
n z e a nt
Aunqu e la b on a a
ió d e la fuerz a de
.
una 1uJosa flota de 22 nav'
' b' n p ertre�hada Y aderezada, co�
xp lot ac n
del colonialismo y que ·
el resultado de l
a e
ndí l bas e económica mandada por Pedro Arias l��vil: (Pedranas) ' pers ona de noble
tica que correspo a a a
m ch o tiempo, el
grado de la explota- cuna y abolengo, casado con una dama de . �ran alcurnia e influ­
r n e u
siguió aplicándose indígenas de aquella tierra a la b elicosidad y
d u a t
yente en la Corte. Éste recibió 1a gobernac1o n de Castilla de Oro ,
ción no indu jo a los cedió durante otras expediciones . Fue debido n om bre q ue s e d i o a la r e gi ,
o n qu e a n t es pe
,
rtenec1· 0 a Die go de
al rechazo , com
o s í su
p ara c on la p
oblación terrígena, por . .
Nicuesa'. y pronto comenzaron las mt�1gas par a quitar a Balboa
, má b e nig na
xistencia al oc cidente,
a e sta política
s
v l r a B alb oa la e d:l medio. S e señalaron al R e la ilegalldad de habers e erigido cau­
r o. Tales noti cias las ?
as e e a on
l a cu al los indíg en
"M r d l s ur", el P acífi c d11lo, la culposa expulsión a:1 be ad �r legítimo , Die go de Ni­
de la "otra m ar " a e Diego de
la gloria personal ; Ojaeda , hom­
o
oló , pr eo c u p a do por eues_a, las vej aciones cometidas ��n �ernandez de Enciso, la explo­
ocultaron a C der; a Alonso de colono más
n
ro y opulento merca
tac�on . de su s propios compañeros pues _no conc edía encomiendas
q ' ,
, b hombre del pu eblo, o anhelaba
Nic u es a an ue

br d e " ca p a y esp ada ". F u e u n


do" y que n �e mdios_ Y h acía trabajar no sólo l?s �ndlgenas , sino también a
ombre ya " americanizecaib ió tan extraordinaria
e .os e�panoles que quedaban "ham�nentos Y en j arapas". Se le
q c qu i st a dor, h
ue on uien r acuso de rebeldía, del envío de informes fals os al Consejo. Y cuando
a Esp aña, q
r e gres ar enriqu ecido Balboa, apercibiéndose de la tra a que le estaban urdiendo' s e
n oticia . �
13 d esemb ar ca B a
lboa con 180 hom- ' presentó ante Pedrarias' le insta.aron , un "J u1c10
· · · de residencia"
El 19 de septie mb r e d e 15
del D arién . Luego utiliza
·. ndo en su contra toda la j ur1a de ofk iales reales, testiin o'.
d Atll�. ntico , al n orte guiado :
bres en Acla, puer s de los caciqu es Carreta y Pauca y Ni un
el
to
mo., d� varios miembros de la alt . c�pa social que acompañaba a
avanzando por
ti e rra éano Pacífic o. �edranas y, ante to do l as de 1�o�es del propio gobernador
o mes el Oc
llos , a vi sta el 25 del mism leb reles feroces que teresado en el domini� de tod� � re cho, cuya importancia n¿
por uier a un perro,
e :esco
, i siq dición
a en la expe
in dio n noc ía. Y cu an do B alboa el desdichado desc ub ridor del Pacífi­
soldado , ni un ñ ol, p erdió la vid
ejér c ito esp a na ví a di· C?, persistiendo en su propósito de exl?lorar las costas del océano en­
acompañab an ento y abrió
al u
tr asc en d en t al descubrimi canal
que llevó a tan ví a hoy utilizada
mediante el
�1óoa Cuba por nuevos colono"'.,, : edrarias lo encarceló por rebelde y lo
o r ien t e , t o d a
.liz encerrar en una jaula e madera, para escarmiento, como
r ecta al Lej ano
de Panamá. hombre de baja estirpe .
r a ci a de su desc
ubrimien to . In·
a im po t n
oficia­
B alboa comprendió l
l pr n to envío de h
erramientas, Libre de nuevo, Balboa se tr Ac�ª y prosiguió acelera­
Pid ió o enzó
formó de él a E spaña . aneció en el lugar descubierto y com
e damente los preparativos para e:i�:�r � as tierras de su goberna-
etc. Perm
les m anu ales,
POBLAMIENTO
MANUAL DE HISTORIA I 131
TERRITORIO Y EL
LA CONQUISTA DEL
130
. o . Pero las intrigas en l a C orte de Es-
l t Por otra parte, en el lapso de los treinta años que ya cumplía
Pa ,
cif ic f
ción en el litoral del re b ldía contra 1as autori a es
d d la. dominación española en América habían sido descubiertos, en
a cu s a r on d �
paña no cesaron . Lo mad\ O del pueblo . se le
instauró forma anárquica y precipitada, miles de kilómetros del litoral, y
do r al Rey Y amot cumen- lOS deltas de las grandes arterias fluviales : Amazonas y La Plata, en
a favor t.
d e tr ai a do
u.,
loc a l es "ervad o e n l
' nor es no se han
c0... �:--·: .-
l
un juici o cuyo s por me de sus bie n es el oriente, Orinoco, Magdalena y Darién, en la parte septentrional,
a pér did a
, a muerte y a l
tación y se le condeno el 12 de septiembre de
todos ellos ya conocidos y parcialmente explotado;¡, evidenciaban
ció n pres i:,tada ºr el reo la existencia en su interior de una extensa 11 tierra adentro", donde
d el fis co . L a ap ela bablemente el día 22 t
unos �ias m t ar de ' pro .sa 1¡
1 5 19 ' fue denegada y ·
ls, · sus bienes fuer on confi forzosamente aquellos rios debían recoger su caudal. El rico botín

..
es, se eJ e cu t ó l a sentenc1a · . ta, tt- que produjo México, primer· país americano penetrado en profun­
del mismo m oms·
Gonzalo Fernan , dez de Ov . iedo ' futur o cr
c ados y entregados a l. didad -hasta entonces la conquista se había limitado a los lito­
qme . n desemp eñaba el oficio d e t es o rer o .
. etivo. . Trasladó l a sede de1 gob'ier- lf.
, 1.-- rales- fue un poderoso acic ate para intentar la · exploración de
do su ob J esas misteriosas "tierras adentro".
Pedrarias había lo gra costa del C aribe se con- i
'
ciu dad fu nd � da p or él y l a i. Para dirigir y controlar el naciente imperio colonial, se había
no a P anamá, · en " tierra de n'adie" , proveedora de esclavos, r ·
virtió, una vez mas, . situación que perdura !.,_ erigido en España el C onsejo de Indias, supremo órgano estatal
y de or o que se a
rrebataba a 1os mdios, en asuntos americanos. Componían el Consejo un presidente y
t consejeros nombrados por el Rey, dedicados exclusivamente a la

,t
varios años. , . \
. . . va de Pedr arias D avüa , l a qu e poco f solución de los problemas que surgían en la integración del conti­
má, s d e defm it
ana � puerto nente americano al imperio español. La tarea inmediata del Con­
Fue P � virtió en importante
después, al descu
brirse el Peru, se con tuvo pocos li sejo fue favorecer la apertura del continente a la colonización que
n 15 38 , se d e d e un a Rea1 Audiencia que hasta ese momento había sido fundamentalmente costera.
comercial y, e
n.
años de duració El viejo y enriquecido conquistador, el ya nombrado Rodrigo
de Bastidas, capituló en 1524, con la Corona, la gobernación de San­
ta Marta. Se le otorgó el gobierno del trecho de la costa que corre
desde el C abo de la Vela, hasta la desembocadura del río Magda­
III lena, con la correspondiente "tierra adentro " ; y un año más tarde,
anta Marta Gonzalo Fernández de Oviedo recibió el gobierno sobre el trecho
La gobernación d e S . que va desde la desembocadura del Magdalena hasta Urabá y su
del Sl�lo xvI c a
e
NIO
. mbió significativament correspondiente " tierra adentro", baj o el nombre de gobernación
EL TE RC ER DE CE n sido
DURANTE ntillas ya h abía de Cartagena. La esencia de est as capitulaciones, por cuenta y
ora d� Edaan\ L� A
la política colonizad ns ución político-administ ·
ra riesgo de los capitulantes y sin obligaciones por parte de la Corona ,
u n a Re a l Au d1en a s q ue
exploradas, sol
.
' n in situ de los pr
º
oblem fue la fundación de uno o varios pueblos, la tr aída de familias de
ar go es ta b a l a er
tiva, a cuyo c _ �: el in �
t colonos, de semillas de granos para l a siembra , de ganado vacuno,
a instala en Santo Domingo, y
se presentaban- est ab o unto de ap
o y o pa r a el comercio, caballar y ovino para la procreación, como también de escl.avos
su p a p� l com
por Panamá y P? r
m n g�ado d espué s
que Magallanes con negros -la tercera parte mujeres-, para aumentar l a mano de
Ori e nte, ha bi a
con el Lejano � . e a- lej anía de aque· obra disponible. Al gobernador se le ofrecían títulos honoríficos,
. (15 19- 152 2) demostro la msosp . ch. da sueldos y participación en los rendimientos ecqnómicos de la gober-
su v1. aJ e
· nas tierras. '. -
·
q
1

'!
'iffJ.
MANUAL DE HISTORIA I' 133
pom,AMIENT O
TEIIBITORIO Y EL
132 LA C ONQUlSTA DEL

or p arte de la
C orona y pert-\/I que se apoderó de la región qu� produJo su "destrucción" basta
adas en las ¡,
ó n algUn& p citar l a c arta de la Real Au1 n Santo Do mingo , rechada . el
nación , sin obligaci , las vent ajas estipul
r el contr ario f, . di
á"'Í
j� Jio de cu o, p : J,';::t:;' c�r ante el Consejo d e In
po � de "arta escribía .· "La gente ue se hi·as
ést a , 1530, and ar
cie ndo a
, , ]
cio es, e1. env1 0 d e V adillo a S an t a ,.1. zo
para remed'10 de aquellas pr ovmc1.'as fue de pers�nas inútiles para
cap itu l a n . q
a l a goberna
ción en 1526 y fundó
e�ta JS
Rodrigo d e Ba st i das ll egó u ancianq '\ · ,1a y de la �ente d e guerra ue aqm, quedo : i los no necesa­
n cipal puerto , Era y quien corno {,
a n

r1os y �r los escandalas Y alborofos que cada d1a hacían . . . ' que
m c a pita l y pri
santa M arta co o iza dor
no de un colon
sin ambiciones
de c onquistador si r í es e n esa tierra . ' ·. l
,:-t es enemiga de cualquier población" .
u ería e char
f'
a c
oldá n y B a lb oa , q

:
lo fueron R
l
hUeste conq m,;:' Poco después arribó al e t p a ·a t?mar agua el n avío capi-
go, l a intención de l a
Distinta era, sin embar, compuesta en gran parte por hombt" taneado por I<�ernando Pizat� \� � �ru:12er or o r eco gido por su
t adora que lo acompañ dos'' lue go de la conquista de México, listos
ab a 1
cupa
que quedaron " des o nri uecimiento m ediante el desp ojo de loS: r herma�o. Francisco, en el Perú'. Ib: E�pana p ara dar en la C ort
b us c ab an u n rápi do e q
om o escl av o s, , L a p o lític a de"l las noticias del fabuloso país que fue descubiert o.
,

bienes o su venta ec ambiciones fue bien pfonfu ' I No ta:do Palomino en o rganizar una salida hacia aquel fan-
·t
indios, de sus ta l s
frenar · on -según dec1araba- dos oveJ· as
Bastidas que \,atab a de rc era de l a lar
ga serti' 1 tástico pa1s, "de donde vi·n1er
durante el siglo XVI. Af
idas t uvo ue afr ont ar l a te . ama.s) que h abían pa.s ado p or alh, : que vem,an del .Perú". S iendo
(11
iechazada y Bast q
n · Améri c a
'. .
l
as e ·
de "r evoluciones" · oc u r rid
y la l iber tad; que
no hemos de morli, _-d- esconoc1da por entonces 1a ext ens10, n. del contment,e suramerica-
E mpe r or
, fue atacadi' no' - pa1ommo . . creía poder alc anzar facllmente e1 peru, dirigiéndose
l
ad
grito de "Viva el er d é e ie mal viej o", Bastidas de · rra haci. a el sur . Pero la suerte le fue adversa pue s p ocos
aqul co mo es cla
vos en pod , expulsado su gobe�'. · por. tie
de noche .en su b o hí o, her
, c
ido
m
g ravemente y
c onsecuen c ia
de las herida re cibida.t6
s f días después de haber s alido dF> Santa Marta, murió ahogado en
el rio . que todavía lleva su no�bre .
nación . Murió Cu ba o o
de h �berse desviad f ··

ase ante la alta im!Ü'f


en
e ue vi ajó f ue acusado ,
El c apitán del na vío n q
D om in go, sede de
la Real Audiencia, Í Mue i rto su co m p -
an e ro , le c o .
rrespond;' º a Vadillo ej ercer el go-
S to . . ,
a bi' erno .1m1tandose prácticamente al env:� de_ es�lavos indios para
ect a n ·
de la ruta di r a
d o gob e rnador se quej
para evitar que el odi a
ción . Se a como
fuer�,\ la venta en . S anto Domingo. L.a poblac1?n md1gena , después de
me n l y volv iera a l a goberna ov c a de f
tución gube rna ta
s , . entr egó l a
p r in i
una vana r esistencia, huía a 1 rno:itana.s de la Sierra Nevada
rte de B astida
lo cierto es q u
santa M arta a la desen
e l a mu e
fr enada conquista . .
a Marttf
ji: abandonando sus labranzas y d::t y ndolas p�ra que no c ayeran
: �ambre diezmaba al ejército
mún" eligió para gob erna r a S an t : manos esp añolas, con J o cual
Muerto aquel, el " co no, conquistador c urtido en la.'! guertll< \ vasor.
a Rodri go Alva
rez Palomi n P e dr o de Vadi:,:
ué f e l ueg o c omp artido co El Consejo de Indias en Es na , alarmado por los sucesos de
de México, gobie rn o q u
omin go, al sa
berse la I. Santa Marta, resolvió nombrar ��. �q:1:;la tierra a un gobernador
l Aud ie n ci a de santo D audillos � �
no� enviado po r a
dor . El med iador entre los dos c (1532), _.· :e estamento civil : ni " conquist do ' n� neoamericano". Fue ya la
muerte del viejo gobe rna ar de ·
illo y fue más t poca en la cual las autoridad s panolas trataron de c ombatir
ien ne gó c on Vad t f.
fue Pedro de Heredia qu a. la _arrogancia de los " american�_s ,� que �rgullosos de haber con­
gobernador de Cartagen
re
seg
n c as , a mb os
zanjadas las dife uir la "c onquista", re coger oro y envlall
i c audillos dieron
vía librlil
ano t
que trataban de limitar s u rnf
qmstado un imperio p ara Es ana, �esafiaban cualesquiera leyes
por. aquel entonces el "conqui:�a�or Hernan
cc n. En México fue d estituído
�? _ C ortés, entregando
sus ejér citos p ara prouna idea del carácter del elemento hmn �
esclavos . P ara t en r e
NTO MANUAL DE HISTORIA I 135
ITORIO Y EL POBLAMIE
LA CONQUISTA DEL TERR
f
134
al gobernador, comunicando a éste los det�lles Y la facilidad con
eal Audiencia ;
en Venezuela, el " amen-
el gobierno a una nueva R oc
upaba la región de· Coro
, fue remo- f.' que el río s e navegaba cien leguas más arnbe.

l .·
, e ·
cano" Juan de A.mpiés qu
i-,
lfln ger eri nombre ,. De esta manera fue descubierta l a vi,a de penetración a las
gado a Ambro.,io de A
vida y el territorio entre
m1
y Compá-
·
W elser
rcial alemana, Bartolomé tterras del interior tanto con navios como por ti . erra ; descubri­
de una compañia come
,
a, de pro- i ·

tenla negocios en Santo ,.-


ado Ga.rcia d
e t erm entos tra.,cendentales en la hlstoria de las tierras actualmente
14
r
15
arta fue n omb . . '.
ñia.; y para S anta 'M

ft
ya desd e eolombianas que llevaron a l q t d la meseta chibcha,
lesión banquero , quien � ��� :i: ; ,
región central de la actu al Col m · . s v,as de acces o perdura­
_ ton durante toda la época col 1 1 e mclu.so republicana y sólo
D omJngo. o ª
poco influye el reem- \'

a de un pueblo · recientemente fueron ádlclo� por carreteras, ferrocarriles y
Sin embargo, en la histori es las condlclo, l.
mientras queden Incólum aviones. .
plaZo de personalidades a de Lerma, poco ·
nes pollt!cas y económi
cas creadaa- Y as!, oarcl · t( . .
i
La noticia del descubrimiento de 1� entradas al interior de la
pudo . hacer par a fr e nar la a mbi ción de los "conquista.dores" de
que lo acompañaba Ya
. después de au tt .
gobernación de . s anta Marta fue rec1b1da con s ati· sfacción por el
, .
que se componía la hueste cuando tomó parte en· ·.
consejo de 1nd1as. Correspondía a la pohti� a �tatal de entonc es
encia personal
primera y luctuosa. experi ción, dejó de · penetrar en el interior del continente Il,? llm1t .
andos e a " arañar "
rebeldes de su gob erna
una salida contr a los indios del botín que ;. la.s playas. El enviado a reclutar en Espana nuevos pob!adores reci-

If ·
con tent ánd o se con l a. part e · ·
acompañar las trop as, cciones bélicas en I 1 un decisivo
b"6 apoyo oficial A los_ descubn· dores del acceso al
rnador y dej ando la.s a
Je correspondía como gobe capaces de con- � Magdalena, les fueron otorgada s n ladas merc edes. Para f avo.
otra parte , los indios , in � ::
manos de los capitanes. Por po!ltlca de "tierra . recer la pronta exploración del ri ' s d¡udlcaron a la gobernación
tierras, continuaron la

'"J ·
tener Ja invasión de sus la eBCasez de alimentm I de Santa Marta las islas situad en el Magdalena, pese a la opo.
o en vano, que
arrasada" , esperando, y n ermedades y l& 8ici6n de Pedro de Heredia qule;:-'ya entonces gobernaba las tierras
a la a dve rsid ad del clima tropical, las enf del otro lado del río.
jun \9
los invasores .
muerte, ahuyentaran a
Lerma produj o expedici
ones . anái, : Con todo, el papel hlst6rico ue bna
! \ ��
, de
tener la utl!lzación
La polltica adoptada por anes en busca de oro y coml.dáli , el Mag da l e na como v a de pene racion al mterior, no fue re.ser-
vado a García de Lerma ban ero, am ante de comodidades y de
d
capit
qulcas al mando de varios cimiento del
tu vo co mo c onsec uencia el mejor cono t
provechos inmediatos prd rei � por sus c apitanes con Ja par­
· Pero tam bién de r.erma, encont:G( - ticlpación en el bot!n. o:C1a d� �ma !uzo algunos intentos para
rritorio . El sobr ino del gobernador, Pedro acceso pó -
te
p ero có mod o ca mino al río Magdalena , cuyo _ que sus capitanes aprovechasen el Importante descubrimiento y re-
un largo
p arecí a imp osible
debido a la fuerte corrientó: conocieran él curso be.jo del r!o P ro éStos se contentaban con las
emb OCad u ra del rlo · .;
la des nacimiento
N evada topó con el escaramuzas con indios de las i mmedlatas Y con el reparto
ClrcunvaJando la Sierra upar ) y siguiéndolo d0SCU:.
ó po r el Val le de Upar (V alled casi · � un botln, cuya m agnitud era �..;::, vez.. meno�, ya por la merma
ena. en un punto dJslante
cesar. Baj
: , �w.stadores" llD aspi-
a en el Magdal
e la población indígena, ya porque 1
ª de 1534 sin efec-
bo e ad ur
ª =:;'
bri6 su d esem répidos nave ga,>
50 JeguaS del mar. casi si
multáneamente, dos Int � �andes empresas. Le a m '�
nn

tes, el po rtu gués J e ró nimo


amp
Me
lio
lo y el espa.iiol
estuario del Ma
Ro d rigo Llano, ¡agra,
gdalena, otra v!a & 1¡ uu gestion alguna para nevar a cabo
.
ª expe lcl6n.
Desde S an to D m go fue en�. ad? corno gobernador interino
'
r a, en el 10!
ran encont
Un c acique del terr
itorio descubierto por � ::' _
acceso con n avlo s. ta, para visita! ¡ el doctor Infante h m re de constituc10n d éb"1l Y •iempre enfermo,
ó con ellos a Santa Mar
dos navegantes se embarc
i
.

. l,,
:_, ·,
AMIENTO
ITORIO Y EL POBL
. MANUAL DE HISTORIA I 137
136 LA CONQUISTA DEL TERR
. .
o r es. En su época, la iJonzalo Fernández de Oviedo . Pero Ovi do no hi.zo diligencia algu-
c o n q u is tad � .
a los
quien · dejó el campo libre tradicion ales " aceifas"
�a para t omar posesión de la tierra Y os vecmos de Santa Marta
ado r a se as e�ejaba a las . ,áeostumbraro
n a c ruz ar el Magda1ena en busca de escl avos y pro-
empr esa con qu ist éric a , cuando de ma...} ..
_ s m or os en l e P en ínsula Ib s .
practicadas por lo
el n orte , ocupadas por los yiSione
las tierr as d
nera anárquica . i1:1vadían t ruye n do a s u paso . , tement .
ego con el botín y · des El ya mencionado Pedro de Here ia e de Vadillo, supo
cristianos, retirándose . lu .
.ooo
asas d el en m e igo . T a l polít ica., :
a s c rove char bien su perm an enc ia e a Marta � Mediante el ne­
ce_ndiand o l . a.p � ª��
y
las labranzas e in a ca r estí a de los alimentos; a
na es p a n t os d e "resc ate" c on los in dio s eu �u o 4 pesos de oro. Con
produjo _ en Sant a . Mart a u goclo
más de la hostilidad gen
eral d e _ l a pob
u e
l ació
el
n indígen a hacia los ,
s imple tránsito _ po e
r t
ellos se trasladó a · España tra pri c1
_
os d e 1532 logró si no el
tal p un t o q nomb r a.m i ento de gob erna dor qu e n anh elaba, sí una licencia
invasores, l_o cual_ llegó a u l t aba p e lig r oso par a · el merma
d{'
ar a conquistar el tr ec ho coste
� o
o e tre el Magdal en
ón· r es p a y Urabá
territorio de la gobernaci a an do n a ba a Santa Marta echánt
. Real
a co r respon d i e nt e "tierra a d en tro

día b · �on· l ' pese a la oposición del
ejé rcit o español. Quien po
dose inclu so a n a do p a ra alcanz ar a lo
s n avios que pasaban de ::
uerto . La decaden. ,
cab-ll ª
do Y la ve cindad de S anta Mart que ocupaba con su ganado
en el empobr ecido p la banda opuesta del rio.
largo, . sin hacer escala leta. _Ant e tal situ ación, el docto{'

ª
c omp
cía . de S anta Marta era perar siquier a la licencia ,
.
. Llegado a la tierra asignada� Hered1 fundo �n 1532 la ciudad
a n d o n ó l a gobe r nación, sin es ·
Infant e ab ve n ía de
reemplazo que ya Y _puerto de C artagena. Hizo l egO al.�nas salidas de r econo ci­
de la R eal Audie
ncia p ar a hacerlo , ni el miento, encontrando una eneral host�hd�d de la población indí­
España. . gena que desbarataba fácn!ente prm �ipal actividad de Heredia

se concentró sobre la exploració� :1 Smu, _
donde se hallaron tum­
·
ba.s indígenas, en las cuales Junto a los mue1·tos depositaban los
indios el oro '. tumbas fác1·1 de encontrar y saquear, pues estaban
.
ena
l\( .
de Car tag
sena� 1adas por montículos de tierra, como era su costumbre. Fue
La gobern
Alonso de ojedi,'.
aci ón ,el_oro de estas "ricas", tumbas la base del progreso e conómico de la
provincia y permitió que Carta ena uer:,i desde el principio una
� !
MEN CION Ó asar la expedició� de ciudad floreciente. Su puerto c n rar10 de lo que sucedió con
YA SE ni
c óm o, al frac rr a d e
una "tie el de Santa Marta lo visitab: ;recue_ntemente c omerciantes y
Caribe se convirtió en
el litoraljneridional del las " ú t iles" . En 15 14, cuando
u�to que ya a principios de 1::5 artagena contaba con 800
escl avos para las is navíos. El número de sus habita:i cr c1ó permanentemente, a t al
die' ' , pr ov ee dora de gobernación de �
ga ba po r l a cost a · haci a su p
arias - DávU a: n ave · p u erto de
Pedr lgunos días en el vecinos, "hombres de guerra " ' provem. entes de Santo Domingo o
de o r o, la flo t a se detuvo a avos. SI·
cas tillá. como escl
fin de capturar indios dlrec�mente d e España.
Calamar · · (Cartagena) , a ap r ov e ch a r el desc ubrimiento hecho
ávi do d e
guió luego a Urab á, · · Pero, como también sucedió tros cas?s, ni la conquista ni
por Balboa. : · cuan do Espa fiá el hallazgo de las tumbas favorec�� �e modo igual a toda la pobla­
decenio del siglo xvr,
A mediados del ter cer ocer y c olonizar las c!ón. Heredia exigió licencias para vaciar las tumbas -con el
poiitica y r esolvió r econ
varió radicalmente su os litorales , el tr ech o entn pretexto de evitar fraudes d 1 derechos de la CoronBr- y · él mis�
simplement e l
tierras del interior y no na y D arién (Urabá) l
e fut mo, lejos de contentars e co� ef alario de gobernador, se dedicó a
los ríos M a g d ale explotarlas mediante cuadrillas �e esclavos negros importa.dos, al
las desembocaduras de ar z o d e 152 5) , . al ya nom brado . .
n . (18 de m
entr egado en gobernació
MANUAL DE HISTORIA I
POBLAMIENTO 139
TERRITORIO Y EL
138 LA CONQUISTA DEL
otros espa.fi.oles. del juicio y una. posible cond a, se embarcó c landestinamente a
b a b a la concesi
ón de licencias a y hasta España llevando oculto una. �� _ na cantidad de oro, según .se le
que en tr a mig ra dos
tiempo ebelión de
alg uno s in :
dida pro vo c ó la r e rid as. Salvo la acus ó. Con todo, ya eri Es ó una sentencia. favorable.
Esta m e as h
e 1540, obtu:ne1' ti��;O de gobe rnador y regresó a
ó con al g u n
d e l c ual He redia escap o lu ción " en las El 12 de junio d
un ataque nueva "rev
se trataba de una e sta- su gobernación c on un nutrido grupo de nuevos inmigrantes
magnitud del suceso , bi an as c on tr a la autoridad legal
colo m
tierras actualmente Mientras tanto, el licencia.do Juan de Vadillo, a pesar de ser

;.r
blecida . tras el señ uelo del o i�or, no pudo �capar a la atracción que ejercia la "tierradentro"
aflu enc i a d e inmigrantes tes sin de la gobema cion. Concluida la resi enci . contra Heredia y ten-
Muy pronto la en
pobl a ci ó n de Car a
t gena con g por las notici
&
as fantásticas trafdas del interior de la gober-
pro vo c ó un a supe r vor e ció ind ir e cta­ ta do
oro , part e fa
, lo que por otr a nación por el capitán Franeiseo César , Vadillo resolvió hacerse
medios de subsistencia nu evas ti e r ras del interior. Dura
nte su
_ conquista.dor. En c ompañia de Cés y comandando un ejército de
m ie n to de n Sebas ­
mente el descubri ió n del antig
uo sitio de Sa
dujo la re pob lac gob e rnada 200 hombres, �lgunos esclavos ne s indios cargueros, se dirigió
gobierno se pro op osic ión de c astilla de oro, por las montanas hacia el sur L�e°' �e un accidentado viaje por
es e a la una ve rda d e ra
tiá.n de Urabá, p u e v o. S e des ató
. tierras de los actuales d epart�men� de Antioquia y Caldas (an-
entonces por
Francisco de Barrion sioneros ; su­
dos gob e rn acio nes con muertos y pri rati­ tiguo) Vadillo llegó hasta Ans Y C ali, pe�tenecientes ya a
guerra entre las Real Audiencia y la . otra gobern'
l a int e rv ención de la ne s. ación. Allí dejó su e j8¡r�:o y prosiguio viaj e al s ur· En
ceso que ocasio nó ernac io ,
re ambas gob . se embarco rumbo a panamá Y Santo Do·
cac ió n d el rio Atr ato como frontera ent un puerto del Pacífico
fi ª· ·
traerse del s eñuelo
del P erú cuando .mtngo, para. continuar en la. Audienc1 de . la cual era oidor.
H er edi a p udo sus s am a rios de
Ta�poco por parte de l os
se tuvo noti
cia del descubrimiento as exp edici on es hacia e
l
Ma gda le n a . O r ganizó algun acc eso
n
un acceso al río se lograra encontra
r u
interior de su gobern
añ a
ación sin que
qu e for ma su amplio e stuar io an tes . v.
de verter
.
,,
al ria , por la
mar
n por e l río Sa n Jor ge , creyéndolo A la búsqueda del Perú
os subie r o
sus aguas al mar . Un boc adura del Ca
uca, regre-
· exploraron la d esem
el Magdalena; otros
a c ost a. YA s� �EÑALó el revueio .que produjo en Espa.na la noticia del des-
sando luego a l La ab u ndancia. de .
e H ere dia. cubr1m1ento del acceso al "Río Grande de la Magdalena" tanto po
bn:tra P edro d
No faltaro�\¡uejas c gi n o sa sub id a de los precios tierra como por mar La fama del Perú crecía y tanto �n P anama;
ación y la ve
rti .
oro produjo una infl dos. Las lic encias exigidas f c omo en Venezuela � m · cluso en la Audienc1a de Santo Domingo
y pro ductos im porta. . '
llos , arm as fu e ron p iedraa
de caba negativa surgen ideas y hasta pre arat·1vos para descubrir por la vía terres�
ulturas y su frecuente ensiblemente a
para vaciar las sep rzad o me r mó s tre el fabuloso país del �erú.
El tr a bajo indígena fo H e r e dia al
de escán d alo. n cont r a
nes se elev aro
e sta poblaci
ón. Graves acusacio icia lo cual ocasionó el envio Ante la fama que adquirió Feru, Y al conocerse en España la
Indi a s, a nte tod o por su cod s e ah ogó · en mu erte de García de Lerma, se nombró para reemplazarlo no a un
Consej o de al licencia.do Dorantes,
quien
e
de r esid en cia Au di e n cia d gob e rna dor cualquiera sino al ad 1ant��o y gobernador de las Islas
como j uez nzos de 1536 , la
n vist a de ello, a comie uno d e sus Canarias, P edro Fernández de L:go VleJO y experimentado soldado
la travesí a . E mpla zo a
a Ca rta ge n a como ree o
Santo Domingo ma
ndó de Heredia, temeros en la conquista de aquellas M . as. Se le otorgaron, a más ·de la.e;
e l lic en ci ado Jua n de Vadillo: · P edro
oidores,
T
140 LA C ONQ UIS TA DEL TERRITORIO Y EL
POBLAMIENTO ,p f
..-. ·' .
por la parte occidental' . d. e 1a gobernación las tribus
, MANUAL DE HISTORIA I '"

l
as, s eñ alad as v entai as · y honores , elev_ados t
.,. Bonda, lo cual, sin emba
v c
mercedes acostumbrad ara los gastos y la
participación : en º
� �:�� tado , porque los �::an�:
na cr ec i da su ma p
señalada la J.íne'1 los c���uistadores ant:��¿r�� i';!pi n que los indios aceptasen
salarios , u 1a provincia- Le fue f,;. paz .._._, escaramuzas
cias qu e prod uj era. sido · e1· caso aunq u e vic tor l o.s as para los i va.sores, s
1aS ganan
e de su gobe
rnación. como habla ·
convertían en graves der;-otas 1:ues no reportaban ;rmentos DI�
'

:ro:::.,
equin occial c om o Jjmlt atl ánti co . . . •
nces de . otras go 1Jenl8Ciones del litoral ¡ iogra.ban la. sumisión ,de _os mdlgenas. ÉS os d
por ento a ca :r go de su l de ofrecer
- tulación � stu
v� e � on ft_i_ algUlla resistenci h rlablemente a l�s es u-
.· :: : Las dili· genciaS para 18: ca.:pi o , quien v ia.J 6 a 1 a · c or t e para
yendo e incen� o
cÍ : :' t ••
o Lms de Lug º :q�e dej aban atrás, cuando n�� �act;
•• ,
&,

h1¡0 .y heredero, Alons chaS por r ian


_

ron algllll as de 1aS exigencias be los propios . capitanes de L g ' para escarmiento .
capitula' i
i
J!mi t a
adel&llta.r!aS- se n .to d a, 1aS condiciones de l a . .
ro c o ·� _ Alonso Luis de Lugo
Fernández de Lug O, pe
orables y era
.. fácil el recluta, ' =:to de ioo recién llega.
taban mletn· ·I

¡ :���:.,���p:=- ::::it::':;ai:� ;di!���:�ti��


enté f av os c uales s e c�:� .: �:
t
cionalill
clón tueron excep wstadO res . Entre ellos ·no fal &,la.dos e :'.; =
nq
t
ur o s co r
0
e·l
,ni.eiito de los fut m ercaderes acau �����s�md�
gobe��::�\J:��=��
nobleza, algunos sibilidad del os tuv o a l u ��te :t e�;; ; ·
J
pe qu eña S g 108 Y reco gió al '
bro s de J.a
e let ras que !as cinadOS con la. po embargo, desilusionad d
r
�:
incluso hombres · d
ron en la. empr
esa. Entre los últil'.llOS, se º �� ;,U\esperaba. fuera un �' -
enrl<!ueclJDlento se a. li s t a ada, quien ya 1 don ó la empr esa. Sin r e tl e oro con sus c -
cia do aonza lo Jlménez de Ques udiencia. de se embarcó para E -
destacó luego el
y enla.
lic en
ciendo la. abo gacia a
nte la Real A
a.mi· · Í.
e n Es paila ejer
emas en los cuales s
e vio envuelta su f J
por pr ob l te d e go-
ora.nada y que ien do 1uego el ca,:g<l d e
tenien .. . . ·
lia, preflrló e ,ni gr a.r, r e cib
La s1'tuacíón en s antª Marta · · · · ·
era desesp ª ª No era posible
bernador. · sostener el eroso ej ército , aunque ya :�g i merma
·
ombres se emb
arcó Alonso Luis- de � . do por e1
con casi un mil lar d e h mpletad& la · ¡'
hambre • las ��-:rmedades' la.s luehas con los igenas y el duro
u padre . C o ind
ha cia la s .cana rias donde esperaba s a do ar mas y bastl· e mu,· · tropical Est a cu · c·unstancia obligó al a.n .
a obemador
Lugo os" y ha bi endo emb arc a organizar a'. la b � �; Jesco
« isle ñ jornada con la ª ventura la expedición
tr!pula.Clón con los erior a las nec
e sidades de . la . nocida
nto e n cuan tía s up se hiz o a la mar a ."tiérrade· ntro ": . a pr:� CJP1os del mismo - . g�ación parecida
me - os col on os , la flota �:
intención de expen
de rl os a l a la u
,l¡allcio ��:i f-1v:ir _eado, _sin . llevarl a· a,:'�. ' are ía de Lerma
tino a sant a Marta. el e¡érc1to en d
finales de 1535 con des .
te desemb arcaron • . ,
:t;:p
os, uno de los cuales

· cuan
.
do a p rin ci pios de en er o
adu
d el año siguien
rSS; p años y terciopelos,
encon' > iría
� :
t�� :O. para alcan zar
gantmes con el encargo d
el ria, mi qu e el . otro s e embar
-
al lo s y ,x m es , las chozas
estarse mutua ayuda en
eil el .p uerto éon cab mbre y enfermedad todo nto. Pero mientra, que el � o 1so rec onocer el
d esolado por ha e de la selva. º';;'°
traron un p aís
as, las canes enhierbad
as, el m ont 1nter1: e uS:: g ernaclón: acorralando aq'i: 1n4.:',os para a rove­
1 ar Y conquistador
e d e l'ruid fuera una :, p
1
ar equ ab an
· de bah
endo las afu
eras de lo que esper eharse dR. m, F ernandez de Lugo mTt
e cin a in va di s en e l puerto, '
· circunv rco quiso reconacer el interior del aís El grueso del e ·
gran ci ud ad. Ha. cía me ses qu e no entraban 1,a
os comarc ano•
traía n l o s trutos di seiscientos hombres ' a_compana
.
p
- dos de · J érc1·to, unos
indios cargueros y con los
ándo lo !le 1a.rg o , ni los indi !a.cló n - · · . .
pas a ham bri en ta pob caballos necesanos, ma a ie por el camm o explorado anterior-
al \Dl ent a r l .. p
sus cosechas .. paia que con l> mente por Pedro de Lerma, Para que cir
cunv alando la S"rerra
n aJjJ nent lcia s e tornó tan an gustiosa .Nevada, alcan�ar la . orilla d e1 . Magdalena en un lugar ya alejad
• La. situació stenible. Fueron , a.tacadl' . o
jército res ultó 1nSo
negada . del nuevo . e
.
IENTO
ITORIO y EL POBLAM
MANUAL DE HISTORIA I 1"3

1'2 LA CONQUISTA DEL TERR


de que éste se lograra. El reparto del botín se regia por la costum­
. ciénagas y afluen.
ura ev t d�a.s1 1�:angla.res - bre o un convenio entre los participantes. La obediencia al caudillo

!_r{;·,
de su de sembo cad , ¡ :n bestias. El resto del
r ns de bre s y era total y se castigaba severamente cualquier rebeldia. Muchos
ltaba n el
1a
dificu do bas-.
r
e os ber antines, nevan
°
tes qu
�:!� i;- : e1:::,e:::1:fr �� =..1 :r��� a 1
de los futuros colonos venían endeudados a veces ya desde España,
con la. esperanza de poder saldar las deudas con las hipotéticas
deb ian reu n rse e ganancias que esperaban. Los más aventajados económicamente
dos partes del ejército,
1:n.
mo.,, � -
b erg a ines :ans rtar los enfer ban c ballos, mantenimientos, armas o mediéinas y se hacían
o l
lena, sirviendo lueg os �: ��:ierra, el cruce de los· neva a

auxiliar a los homb res qu e an p


se, encontrasen en las
orilla.a. pagar su v if _
a lor del "montón" del botín en caso de pérdida o consu­
anuentes y recoger
Quedarían en Sant
los
a
ali me nto s ue
i,ocos soldados encargados
de la (?
.
lllO,
mento.
o las
Que no_
vendían
todo
a sus compañeros a precios que dictaba el mo­
era altruísmo se desprende de las acusaciones
de las mujeres y niños
protección del puebl o,:M
d e
a.ri� �:ie rm os '
Go nz alo Jim é •
nez
J.,
t
hech
Ur bin
as
a,
a
en
¡·_:·
Fernández
el comando
Gallego, sucesor como veremos de Pedro de
de los bergantines, quien sin preocuparse
g al licencia.do
Para tal jornada nombró Lu � el ejército por . tierra, y para lt de la precaria sifluación de la tropa aprovechó su viaje como comer­
ent:1 gen:�ª d
de QUesa.da como teni ina.
el comando de 10.S berg
an nes capitán Pedro de Urb l:-- ,
ciante, haciéndose pagar lo que llevaba a precios de usura. De ahí
que, aunque la acción conquistadora como tal fue la obra común

r
de los participantes, sujetos todos a los mismos peligros, no eran
r iguales las oportunidades de sobrevivir ni el lucro a que tenían
derecho.
VI La expedición al mando de Jiménez se inició el 5 de abril de
me seta chibcha 1 ._
La conquista de la 1536. Luego de circunvalar l a Sierra Nevada y seguir el valle del
río Cesar, el · ejército llegó a Chiriguaná y después a Tamalameque,
era odisea. Es - .
DIC IÓN AL W:T ER IOR _constit.u ó una verdad

;�:-ás
LA EXPE
en la orilla del Magdalena, con la esperanza de que ya hubieran
eron ata-
ejé rci to de t1e Íoo bergantines, sufri llegado los bergantines. Desconocían el percance sufrido por la
cierto qu e ni_ el ::t :;ch o no se señala en los docu-
es nota capitaneada por Diego de Urbina, la cual no logró, debido a

r-
los md ige n as, pu . me dades
ques dé las enfer
En cam b io, ha y cons tanc1 d. e1 hambre y ue en el condiciones atmosféricas adversas, franquear l a entrada del río,
mentas. : nte declaraba : "Q
en . esa jornada: n pa trab ajos y naufragando algunos navíos y dispersándose el resto.
sufridas · 1! ;r de los dichos
mi no y de scu bnm1ento, a re, que se f
dicho c a
ral tanta hamb A fines de julio, ya desesperados por la tardanza de los navios,
se pa d ec ió po r tod o� en g lag artos
peligros , ���b as ponzoñosas y el ejército prosiguió su marcha Magdalena arriba cruzando con
que tra1an
comieron los caballos semejantes" . Basta gran dificultad las ciénagas, los manglares y las desembocaduras
rat on es y otr iantas cosas
y· mu rci éla go s y � del ejército logró sobrevivir la de los rios. Cuando ya se habían alejado bastante del punto fijado
qu e sól o la ter cer a par
decir para el encuentro, fueron alcanzados por los bergantines al mando
jornada. .
. · · Y varios de Fernández Gallego. Ciertamente, apenas conoció Ferná.ndez de
adoo po r esta exped1c1on
os pleitos oc asi on Lugo la noticia del percance sufrido por la flota que comandaba .
Los numeros ción de tales
,
, o fr ec e n
_ det alles sobre la organiza Urbina, se apresuró a enviar_ otra, comandada por Fernández Ga­
documentos m as _ . " r su cuenta y misión" , es
es. Ca d a pa rt1 c�p an te �ba la espe­ llego. Y así, unos por tierra y otros a bordo de los navíos, por el
expedicion alario o g �antía alguna s alvo
rie sg o, sm s mes de octubre del mismo año, alcanzó el ejérc�to La Tora , lugar
decir a su pr op io . el botín en el caso
rec i ir l a pa rte qu e le correspondia. ·en
ranz� de b
. MANUAL DE HISTORIA I 145
AMIENTO
RRITORIO y EL POBL
144 LA CONQUISTA DEL TE
El ejército arribó luego a Chia y el 5 de abril a Suba, población
,
e varios rios Y
, co más arriba l a desembo-
a c on flu e nc ia d era · t an rec . cercana a Bogotá, s ede del zipa Tisquesusa ("Bogotá el Viejo" se
de l unri?°
cor ente del río ya .. . .
n ese lugar 1a · ama en la documentación) . El zipa, c on dádivas primero y luego
ia

cadu r a el 0 po ' n E n
subida de los b ergantines.
.


qu e hac1a 1·mposible la , ·· mediante una ineficaz resistencia con indios equipados con primi­
, ante de lle gar a Tor a, llamo la atenc1on tivas armas de madera, pretendió defender su territorio. Huyó des­
a pa rte Y au n en
Por otr indíg as
de _que � 1 que consumían los pués a las montañas donde muy pronto encontró la muerte en
del ejército el hecho la sal e n gra nos de
n e n las ori ll as tet:ío no era una refriega nocturna, llevándose a la tumba el secreto del lugar
que habitab a _ .
e�los �ien onocí
an sino una sal compacta, donde supuestamente había escondido un tesoro.
procedencia marma que � indicio de l a existencia de
en bloques, de
pr�ed?ncia un r · El indudable­ · Desde Bogotá, Jiménez dirigió su ejército al norte recogiendo
po r co� 1 gu 1 ente
: : a región poblada, fue
c
salinas .Y i
las ca as o1� 1� . cu ales l a expedición r edu ida ya entre los indios oro y esmeraldas. Tan pronto tuvo noticias de que
n d e
mente u a us
mb
P
:
,
es , va o s u ruta
dirigiéndose a la cordi:- las esmeraldas provenían de las minas de Somondoco, envió a reco­
en ares de ho
a dos ce n t
? riente .
; iertamente l a vanguardia del · nocerlas al c apitán Pedro Hernández de Valenzuela, quien regresó
llera qu e se e l e v a ba �l ontró varias con algún botín y con la noticia de haber visto a través de una
da po r J13:ll en ez pa ra �; lorar el Opón, enc
ejército en via ento enviado brecha en la cordillera extensos llanos h acia el oriente. Para reco­
nuevo dest acam
i ndigen : U p
· chozas
rio
ha
rme
bit
nt
ad
e
as
a
por
la si erra, con irmo
:1 ª
a; 1 existencia más adelante de - ·
.
nocer esos llanos, despachó Jiménez al capitán Juan Tafur, quien
no logró atravesar la c ordillera. La visión de tan extensas tierras
poste 1
ns a po bla ció n. .
una de d1- nanas al oriente y el señuelo de un "Dorado", en aquellas partes,
a la cor
¡
.
· . ércit- , se puso en marcha prendieron la mente de los conquistadores y su búsqueda habría
A fines de diciembre , el eJ � n Gallego con su s b erg antine,s
o en e l pu e rto el cap de cobrar más adelante no pocas víctimas.
llera que_dand _ �: Bien por la falta de noticia�
. por si fuer a necesano el reembarq · o más t. arde fue .. .
� e s O po rq ue como 10 sostuv . � El 6 de agosto de aquel año, 1537, estando acantonado el ejér-
. nfe r � e d d , . mvaso·resr�
0 por las e el número de los clto· en el valle que llamaron de Murcia , recibió el caudillo noticias
al ve r educido
atacado po r l�� md
re
ios
gre s ª
ar a
·
� nta Marta, abandonando a . su su �
,.
_e
· ,,. ¡. . de la existencia de otro rico cacique que residía en el valle de Tunja,
Gallego res olv 10
. . · ·:· e� zaque Quemuenchatocha. Hacia allá se dirigen _ los conquistado­
al ejército de tierra.
d e tr ec· ho en r res y el 20 del mismo mes obtienen un cuantioso botín, al despo·
, e ava ce encontra n do
Entretanto, és�e s_e guia � ; te cidas de vituallas, y a prin� jar al zaque de 136.500 pesos de oro fino, 14.000 de oro bajo y de
enas bien a as
trecho poblaciones mdlg a r Vélez y el yalle de Mon
iquirá,__ , 280 esmeraldas. Hasta ese entonces, habían entrado a la caja del
c l
p
r �-
cipios de marzo i; 1 d 5 37 o reuJ� 11común" solamente unos 8.000 pesos . de oro de todos los quil ates
' � ��tc° bien poblada , habiend
el ejército alc a
�z o l a me se a ha
y de esmerald� 't un millar de esmeraldas . En este sitio recibió Jiménez noticia de
buena ntidad de oro
nido en el camino una �� a un botín qu sobrepas
e aba e�� la existencia de un gran sacerdote de los muiscas, Suagamoso.
e c es en un: so¡ o e ai:on en . �; Hacia allá. dirige su ejército y el 4 de septiembre despoja al cacique
logrando a v 1 os on ce meses que empl .
s e gu ido du r a n e de 40.000 pesos de 01·ó f.lno, 12.000 pesos de oro bajo y 1 18 es­
cr eces lo con ..
J· ornada por el río. · "pueblos de �
meraldas.
. ia, el_ e · ército lle ó a los o mes avistó
Sin encontrar resistenc ·
y Zipaquira} ) y el 2l del mism Según las anotaciones que se hicieron en el libro donde se
sal " (Nemocón, Tausa ma r n los españoles a la propia, registraban las entradas de oro y esmeraldas, parece que una parte
cá za res " ' co11;0 lla
el "V all e de los Al ¡ qu e vivían los indios; del ejército continuó explorando el Reino de Tunja, pues afluye
an a d e Bo go tá, po r los ·bohios c erca os en
sab

POBLAMIENTO MANUAL DE HISTORIA I 147

r y de a caballo y los que venían en los bergantines. De acuerdo con


146 LA CONQUISTA DEL TERRITORIO Y EL

e volvió . 8:l "Valle �e los


oro de Sáchica y Sogamoso. Otra part el botín reunido en "montón", una vez deducidos
nez depositó �n la caJa del i esa mstrucción,
Alcázares ", pues el 12 de octubre Jimé 1os gM tos que afectaban al común (vituallas, drogas, mercancías
de esta región.
"común" una cantidad de oro procedente f

t. valz al gobernador; a Jiménez de Quesada,


inut ilizadas, caballos muertos, etc. , y la "joya" : una pieza de mayor
se recib en noti cias de la exis tenc ia de un t or que corr espon d ía al goberna dor) , se dividía en "partes" así :
A fines de 1537
eiva) , habi tado por in dios supue�tam ente como teniente general,
"Valle de las Minas" (N ¡ die
se d irige el caud illo por el cam mo de la cmeo y como capitán, cuatro; cuatro "partes" a �cada uno de los
muy ricos. Hacia ese valle na o, regr esa ¡
. Desi lusio �
cordillera, con una parte de la soldadesca , ocho capitanes; tres "partes" al alférez ; dos "partes" a cada uno
1•

.a Bogotá en febr ero


.
del año
emb
sigu
argo ,
ient
al
e
r
,
e
tray
gres o
en do con�1go apenas
enco ntro
de los jinetes, dueños de los caballos; una y media "partes" a cada
un nuevo ·í, uno de los ballesteros y arcabuceros; y una "parte" a los rodeleros
_
Sin
l_,
4.000 pesos de oro
camino a la meseta chibcha, bajando por
el valle del no Magda­ y demás soldados. No hemos encontrado en las "Siete Partidas",
Bogotá.
lena hasta Guataqui y subiendo luego a :CUSposiciones que debían regir en estos repartos. Probablemente
z de Quesada , alguacil l pertenecían a la época dé la Reconquista o fueron introducidos por
Entre tanto su hermano, Hernán Pére nda cuyas [ los moros.
Dorado" ; leye
mayor, no resistió la tentación de "El a desas t rosa l
que tuvo u:1
fuentes históricas son desconocidas, pero entn on l de Sur­ f
La "instrucción" de Fernández de Lugo ordenaba informar a
a de _ toda la part e sept � indios que quienes se sometieran voluntariamente a los espa­
influencia en la conquist a Bog ota tray en�o
los
Her nán Pére z regr esó oles, recibirían un buen trato; pero a quienes no lo hicieran se
améri ca. El 12 de mayo, ll egado a un sitio
ñ
· y la noti cia de hab er les h ará la guerra como a enemigos, con todas sus consecuencias :
consigo 2 . 500 pesos de oro ama zonas
,,
, otro
"pro vinc ia d e las d d
distante sólo cuatro d ias de la serían eclara os escla vos y sus bienes formarían parte del botín.
ria riqu eza. A todos los indígenas se les exigió la entrega del oro para pagar
fabuloso país de legenda
da la re_gión, en junio los gastos en que incurrieron los conquistadores para llevar a cabo
considerando suficientemente esquilma de ra expedición; cláusula que merece destacarse por insólita. Pues
En el Archivo �neral
de 1538 · procedieron a repartir el botín. valor si bien. existía un d erecho consagrado de aprovecharse de los bienes
to original que_ t�ene
Indias en Sevilla se conserva el documen er Fran del enemigo, no así de quienes s e som etían voluntariamente, sin
del reparto q�e hic1 �
la
histórico, por constituir, junto con el �
l 1alm en• h acer la gu erra. Se exigía pues de los indios pacíficos, su apoyo a
· cisco Pizarro en el Perú -este último publicado solo parc
a ah ra invasión.
'te-, los dos únicos documentos originales conoci�os hast
El 6 de junio de 15-3 8 se procedió al reparto del botín. En un
?
dur ante la conq u1St a de América.
\, · tocantes al reparto de los boti nes

1
acto solemne son elegidos tres repartidores, representantes de cada
uno de los tres grupos que componían el ej ército : capitanes, jinetes
Y soldados a pie. Los oficiales reales presentaron el botín : el oro y
las esmeraldas que habían sido guardados celosamente en una caja

el caudillo. A continuación se procedió a pesar, avaluar y contar el


VI I
que por la noche se suspendía del techo del bohío donde reposaba
El reparto del botín
ernador Pedro �erná�
dez � "montón" que ascendió a 191.274 pesos de buen oro u oro fino
EN LA " INTRUCCióN" dada por el gob . �
_(mayor de 1 6 quilates) , 37.288 pesos de oro pajo (de 9 a 15 quilates)
'! 18.288 pesos de oro de "chafalonia" (mezclado con otros metales) ,
ente general, habian sido flJ �
Lugo a Jiménez d e Quesada , su teni aP e
das las reglas para el r e
parto del botín entre los hombres de
IENTO . ·MANUAL DE HISTORIA I 149
RITORIO Y EL POBLAM
:J;ecibieron 70 partes, es decir, el 25 01.
LA CONQUISTA DEL TER
10 d�� botín, correspondiendo a
uno de bu en oro. Asimismo
148

l r do en sie t e pesos por ,cada uno 1,66 % del "montón" · Los 43 Jinetes y capora1es y los 2
im v . De este
es úl
eraldas de tod
a suerte, para repartir .
res lta on es m
ales el "quin to" %) per­ I¡:. relig1osos,
· qu e Juntos repr esentaba 1 24% _ de lo.s participantes,
ofi iales re s decir 30 .;: ;el botm, correspondiendo a
i
a l s ron 86 partes,
"montón" s e entregó ):ecibie
a o a

os de oro fino, 7.257


te t o

a s aber : 3 8.259 pes '


1

, cada uno 0,7 % del "montón" Mi tras el resto, ballesteros, arca-


.815

rona f
1 (20

a l Co
nte afalonía y 363 esmeraldas de i
r

te nec
u

esos de ch
buceros, rodeleros y demás soidad:'
c

p
o

3.69 0 e sumaban 121 pe rsonas y


e

pesos de oro baj o , os gastos a ca


r go del ·�co-·
a gar on luego l 70 % t ron el 40
% del botin, es .
difer entes tamaños. Se p con stitu ían l de la huest
a quienes E !
a

s"

..
ra
ie

"mej o ,, ;;,:.·Cl r
afalonía y el baj o : las da uno rec ibió por do
mún" con el oro de ch r de l s cab allos ir,
dec _c� que duraba ya la
ante la expedición, el val

!
más se distinguieron dur gastadas l ,;xpe<li•ión conquistadora, un 0,37 % Iel :,t� .
e

or de las medi inas .


jorn ada, el val
muertos durante la
eses

inutilizados en las Por supuesto el fraude era una eosa ya e��onces bien estable-
o o

herramientas y obj etos


¡
dur ante ella y el de las ·,ekla puesto que antes del reparto se procedio a una "cata" en
,
c

a el común . �
acciones de provecho par luego !, b�ca de oro y esmeraldas escond-'d 1 as en los bohíos, que no dio
res pe tiv os du eños, quedaro n resultados positivos.
los
P agados estos gastos a 16.9 64 pesos de oro bajo .
y
tir pe sos de oro . fino,
para repar
c

1 .45 5 esmeraldas.
instrucción de
000

rtes" s eñaladas en la
148.

se suman lue go las "pa vistas po el gobernador,


algunas n o pre
Fernández de Lu go, mas esultaron 290 "partes" . .
eteros, trompetero, etc. R
\VIII
'La funda c ión de Bogotá
como par a m ach ultando cada
parte de 510 ..;
r

te número, res
El botín se divide por es o ro baj o y 5 pi e
dr as es meraldas de
o, pe s s de A. JUZGAR POR LA DOCUMENTACION conservada una vez repartido el
pesos de or o fin grupo fuera de igual
valor. _ •
ando que c ada bot' "
.· m, J1mén ez decidió marchar
. Espana para informar sobr e el
distinta calidad y procur parte s a que tenía
ante se entregar on las señalado descubrimiento Al �
57

ª de muchas ciudades ameri canas


o

Luego a c ada particip -g ener almente un c m pañ ero- para .


do un fi d ntare n se desconoce el acta de f;nd:¿, on de santa Fe de Bogota, ' s1· bien se'
derecho, dan en caso d e que s_e p
r ese ·· éons
ra an te la j usticia as del . era el 6 de agosto de 1538 ' como la fecha de · fundación es
_ id
que respondi do en las riber
o

quienes habían queda decir, unas s emanas después . de1 reparto del botín. En la docu�en-
reclamos p or parte de
a or

-
tación sólo consta la ftindac1o, n durante ·ese mismo ano de la ciu-
e

Magdalena. no
articipantes (y dad de Vélez, pues el 13 de agosto es vo en ell a Jiménez de Que­
esentes figuran 1 79 p .��
�n l a lista de los pr rece en i rto docu­ sada, quien recibió j unto con el 1 n Juan de San Martín, de .
an los cronistas y apa �:P
160 o 166 como declar qu m ió después de llegar al manos del c abildo de aquella ciu d�n p oder para representarla
, in l y endo un soldado ante la Corte de España en la b , u
s

tos) de mercedes para sus po­


e

men
c

. :-
altiplano. bladores . La existencia del cabi:¿ m lC'.'1:_ la _fundación en regla
r

estas
u

comunitario de
e

obre el car ácter


c u

eres n e ins is ir s aba de de una ciudad . Sabemos que en esa ocas1on J1ménez no prosiguió
Es int cho de que s e tra su viaj e a España pues por e1 mes de n oviembre actúa una vez
co nq s ad oras y e n el he rie go
expediciones os participan
tes. Si bien el
de todos l 1 más en Bogotá. '
t

onju nta Asi,


t

tín.
a

una acción i ón en el b
t

er a igual la participac
era para todos igual, no que en Mi�ntras proseguía la c onquista d� la altiplanicie chibcha ,
ui t s

lo c apitanes-, f 1os
ntaj ados --el g obernador y mu1scas r ebeldes; muerto su zipa Tisquesusa, eligieron como
los 1 5 más v partic nte&,
ipa
c o

c nsti tuía n sólo el 5,2 % del total de los


conjunto l
s
a e

l
o
LAMIENTO MANUAL DE HISTORIA I 151
RRITORIO Y EL POB
LA CONQUISTA DEL TE
150
ido, sajipa (o saxajipa)dánd , para 'f .
dt
. .
preparab a una nueva expedición 8 utemente Nicolás Federmán,
nuev<> caci
. proseguir
que
l a gu
a u
erra
n indio
con tr
utilidad de su resis
a
agu err
l os invasore s.
Bien pronto,
tencia , el caciq
ue se e ntr e
ose
gó a fundar la actual Riohacha sig�ió t
quien tenía la orden de seguirlo e és de explorar la Guajira y
l pasos de E�pi ra, pero
luego, desviando su ruta h�cia la c:i.:n:a, la atr_aveso,. llegando
cuenta de la in i por Jim énez qui en
con toda defere nc a
los enemigos. Fue recibidotad lo acompañó con algunos soldados en a Pasea por el mes de marzo de 1539 ' cuando la tierr a ya estaba
para demostrarle su amismigos, los p an ches. · De r egreso a Bogotá ocupada por la hueste de Jiménez.
la guerra contr a sus ene
verig u ar el sitio que
, como suponía debiera � Algunos años antes de esa fecha S ?bªstiá . . �
� de Belalcázar, viejo
Jiménez tr at ó . de a
. a escondido el tesoro. s or y fun ad e Qui b J O las denes de Francisco
el Viej o" habí con qui tad d or d to a or
jipa, don d e " Bogo t á
c onocer S a
onoc er la existencia
de tal tesoro , fue .sorne.• Pizarro, gobernador del Perú hab' sue1t0_ explº:ªr 1as tierras
· Al negar el c ac i que c
so, por lo cual fue puesto que se extendían a1 norte de· Quu�, c:n el _fm de mdependizars e
tor m nto qu e resultó infructuo
tido a e de su superior. Ya en 1535 comen Bel�lcazar la exploración de
preso. ueblo donde
aquellas tierras mediante �l envío ;e capitanes que alcanzaron · el
cendio destruyó el p
A comienzos de 1539· un in ianos entre los indios . Una nueva actual Quindío. A esas exploraci se debe la fundación de Pasto,
s crist Popayán, Cali, Ansenna Y C art�;i�
hasta entonces h abitaban lo Teus acá (Teusaquillo) , con el nombre .
ciu dad fue erigida
en el sitio
donde ocupa ac
tualmente la capital A m e diados de 1538 estando e n Q m t0, :8elalc_ázar tuyo noti-
·
de Santa Fe , que es el lu gar el antiguo pueblo s e atribuyó a las cias, proporcionadas por �n indi s br e la eXLStenc1a de un "Dora­
o d do", al oriente de la gobernacii�· �ue uno de tantos "Dorados"
de la Repúblic a • El incendijipa , pese a su insistente negativa. Fúe ..
1

instigaciones del
ido un n
cac
uevo
iq u e S a
y recio torm ento a con
secuencias del cual :i
cuya existencia aceptaba la ment _ex ltada de aquellos españoles,

s om et a tratándose de informes a veces º os !... ª veces mal entendidos,
murió al mes siguiente. que los indígenas suministraba: co� �:! J 1dad, muchas veces sólo
de aquel luctuoso
suceso Jiménez recibió �
í as spu és para alej ar a los españoles de sus tie
os se aproximaba un ejér,;
. Poc d d e
esde el suroeste
noticias s or p r en de nte s : d
de B elalc ázar y
en las Pese a la oposición del cabildo de Qm.to., Belalca, zar se pus_o en
e p ñ ol es a l m an do de S eb astián Ni colás
cito d es a
cit o al mando de marcha con indios y soldados.
añ s del o r ient e ap areció otro ejér
· mont a
Sin hallar el pretendido "Dorado" m. .lograr atravesar el nudo
Federmán. de Lerma andino, su ej_ército llegó . al Valle de las Papas, lugar de nacimiento
nombramiento de García
: Ciertament e , al tiempo delMarta, se. nombró como hemos dicho de los rfos Cauca y Mao-dal en u en el dicho lugar están sepa­
para la gobernación de S ant de Venezuela a Ambrosi o de Alfínger.
a
radoo sólo por un cortoe,trech: ¿ �erreno cenagoso. Belalcázar se
p ara la vecina go ber na c ión o sucesor dirigió hacia el valle del Ma dal: a cr�yendo que se trataba del
de Chinácota, fue nombrad nacimiento del Darién (Atrat�) �
Muerto Alfínger por los indios, y en calidad de teniente, aquel Nico­ o 1 re�ón de Neiva donde
otro alemán, Jor ge de Espira1530-3 1, h abía recorrido una parte de epcontró huellas de la pasada !;�f��on �e J1ménez de Quesada
lás Federmán quien y a en Espira su gob ernación . y emprendió Continuó su marcha baj do po el valle del Magdalena. Allí fu�
Venezuela . Pronto abandsur onó rado "; exp edición
alcanzado por Hernán P:z de �ues da , _ enviado por s u hermano
h cia el en bus ca de "El Do el licenciado, para averiguar la r ;en_cia del nuevo ejército. Her�
una expedición a
racaso. Espira murió
en 1538, cuando
que t erminó e n un r otun d o f nán Pérez indujo a Belalcázaf ��e iar s� _ruta hacia Bogotá,
donde los �pañoles se encontraban. . y� p.rá. et1camente desarmados
ereéción de Í� . ciµd� es 27 de a.l)Til de 1539,
. � :- . · - -·: ' ., .,.._. _ ._ - .
t La fecha de ..la '
_. .
.
. : ;.. :,...\1:', . �)t t .. �- f';·
. .

· -, � "'.�·: --. r 't'"t � : t·i · �


"-! � ;,,� � ;�.
. MANUAL DE HISTORIA I 153

.fiI�'
cluso Pascual de .Andagoya, nombr por entonces gobernador de
ostil población indígena.
POBLAMIENTO
TERRITORIO Y EL

,
y cada vez más h
LA CONQUISTA DEL
ªª°
frente a una numerosa erritorio recorrido, san Juan (Chocó) ' as'piraba poder 1agrar ia me · 1�ion
, del Nuevo
152

sus derechos sobre el t '. · .


Pero deseoso de afianzar o de Añasco , a
fundar · Remo en su gobernación . Informes de t�tig os, interesantes por
sus capitanes, Pedr
Belalcázar envió a u e
Guac acallo (actual los concep,tos embrollados y eontrad'1ctor1os que expresan sobre
gdalena l a ci�dad de 1a geografia de la actual Colomb'ia , ue sólo poco a poco se iban
en el curso alto del Ma Pedro de Puelles, había
mente su capitan, aclarando, no lograron ofrecer a i se _ segura para determinar
Timaná) 2 ; ya anterior
no d

Belalcázar a Tiba-gió :e� t


Pasto •. Luego se diri
fundado la ciudad de
1.:, í
a qué gobernación deb a perte e tier_r_a descubierta y con­
insisten cia de los enviados de Ji-' f
l ante l a ql,listada por Jiménez de Quesad' a· �revalecio el hecho cumplid.o ·
ª
cuy, lugar desde el cua
tá lo descubierto por Jimén ez si· gUló f armando parte de la goberna-
ménez, se dirigi ó a B ogo .
!�
·
e ntre los tres
conquistadores s obre los Ír . eion, de . Santa Marta, mientras que s�, 10 uno .de los tres conquis ta-

No falt o is usi es bridor. Pero ¡. . · ·
o como descu
rresp o n ían a cada un . <:lores, Belalcázar, ,obtuvo compensac1on al ser nombrado goberna-
derechos que
Ji mé nez lo gró co
nvencer a los dos de la � .dor de 1o que habia recorrido desde Pas�, mcluye .
ndo Urabá como
de
on

ci de,
c

ma nsejo
d

l .
n

la hábil dip s del Co


ar

dej ar en mano
l:­ sallda al Atlántico aunque él n h b' pISado aquel territorio. Eli­
e viaj ar a España y ª :8'
d

que Federmán
co

c onvenien cia d asim ismo gió como capital la ciudad de ;


énez logró · 0payan como centro de su estirada
l. Jim
·-¡·
ión fina na parte de la t
a

e cis
o

Indias la vo Reino y B elalcázar u :gobernación. . .


hue ste en el Nue la re gión y ar 1 .;
d ej ar a su
cu l con. trib uyó mu cho a l a seguri dad de tierra qt.e ·
. Federmán , acus ado por sus atronos, los Welser, de deslealtad
suya , lo
d

los conquis t ador es en l ñ l


mie to finit ivo e Gr an da/ · · murió en 1542, en Espa a sien a �hi� ado el pleito que instauró
asenta evo Reino
que el caudillo llamó Nu ,· r contra sus patronos de Ausburgºo �imenez de Quesada, lu ego de
habían descubierto , a como afir man
algu-·
..
a a

es ciu en Es p ñ 1
e
d

veci n o d rib uyó ,_ inútiles gestiones para obtener gobernación de S anta Marta
e

o
a

si dist
d

ber mo
n de

por ha Asimis
o en ella según otros. que por herencia pertenecía. a A� n o Luis de Lugo, por haber
rios , o por haber nacid ola s los principales eón- t.
a

iendas, adj udicá


d

muerto en Santa Marta su padre ;e� a Hernández de Lugo ya a


a da

os e e om
d

los ind
eros. _fines de 1536, fue acusado por el fis�a� de encubrir una gran can­
quistadores , sus compañ nio de 1 539, ·1os
a

ui a principios de ju
nd

tidad de oro ( 150.000 esos


Embarcados en Guata.q tra a España. clandestinamente
n nc

, llega.ron a:
i

quista. dores
aco mp aña. dos de algunos con para evadir los tmpue�tos �oi�: on:�te�. Ante la orden de pri• .
tres caudillos
l m ismo mes. Allí
iniciaron un pleito ante alón, decidió ausentarse de Es a� viajo a Francia e Italia. El
med iad os e quel puerto,�
Cartagena a Cr uz quien estaba en a obispo de Panamá, fray Tomfs d� �
J ua de Sa ta paña. · · ga , Y el de San Juan ,
. el licenciado edro de Heredia, ausente en Es Pascual de Andagoya, de�istieron del p�:i��
a P
d

tomando res iden cia Fue


n España ante
el Consej o de Indias.
n n

E se ple ito co tin uó e rio cuya


de un tenit
ido a. que se trataba
lar go y engorroso deb era desco n ocida. y se prestaba. a inter<
ó geo gráf ica. o de Heredia,
n

sit u
o

veridica ntes se sumaron Pedr


los tres asp ira de;.
preta.cion es. A
R eino caia . den
tro de su gobernación
IX
que el N uevo q ue
n

ba.
aci

insistien d conside
a, el obis p o fra y To más de Berlanga., que má , e
Cartage ación de Pan
La anarqufa
adjudicarse a l a gobern
el territorio debía . AL AUSENTARSE DE SANTA F:m Jiménez habia nombra.do a Hernán
mi··
o ra
..

Pérez de Ques ada .su herm�no co su lugarteniente, nombra-


n a . ;�.;

miento que fue re�alidado por � ca��do de la ciudad. C on el fin


:i Diciembre 1a38, 1
3 Agosto 153'7,
154 LA CONQUISTA DEL TERRITORIO Y EL POBLAMIENTO
. MANUAL DE HIS
TORIA I 155
de congraciarse con los conquistadores procedentes de las huestes llegado del Perú, Francisco Jiménez de Q ,
·
s:u,s bienes y enviándolos presos a Cartagen:��n� :Z:b:ttn ?ol:s
de Federmán y Belalcázar, Pérez de Ques ada comenzó a adjudi­ d
carles encomiendas de indios, en detrimento de los derechos de Gonzalo Suárez Rendón para que se c nien e
se ntase
de con las . actas
los antiguos conquistadores, lo cual no contribuyó a la tranquilidad ' �: n
sus proce sos ante el Consejo de
social. La llegada al Nuevo Reino de Jerónimo Lebrón, juez d e resi­ barc? que iba a llevarlos a España, losIn h !�ndod� �ordo _ del
dos e , os e 1cenc1ado
dencia enviado por la Real Audiencia de Santo Domingo cu ando muneron fulminados por un rayo.
se supo la muerte de Pedro Fernández de Lugo, generó nuevos
conflictos . Aceptado por una parte de la población y rechazado por • Algun�s meses desp�és, ante la crecien
h 1?8

�! ;
otra, Lebrón fue obligado por Hernán Pérez a regresar a Santa d a .
e vecinos, el propio gobernador se te 'y peligrosa enemistad
ciendose p agar antes por la fuerza s embarcó hacia España
s
u sa1arios Y derechos. El
Marta donde instauró un juicio contra éste y su ausente hermano,
con muchos testimonios adversos a la fama de ambos. Sin embargo, Nuevo Reino quedó acéfalo.
Hernán Pérez, más conquistador que colonizador, atraído por el No menor anarquía se produ ·
antiguo señuelo de "El Dorado" ; abandonó pronto Santa Fe con un actual Colombia. El descubrimient� 1 P,arte occidental de la
grupo de conquistadores .y varios millares de indios cargueros, de­ ac�cate para que desde Venezuela San e� no fue tan solo , un
jando como su teniente a Gonzalo Suárez Rendón. Se trasladó a intentara penetrar la "tierradentrd" , t a art a y Ca r � a gen a se
1522, el ya nombrado Pascual A antes �e los P1zarro, en
de Anduago
Tunja y pese a la oposición del cabildo a tal expedición , por ser
una institución más inclinada a la colonización que a la desenfre- n ya, quien era entonces
regidor de Panamá hab '
nada conquista, enganchó otros vecinos e indios para la jornada. :· del Pacífico hacia ' �l �:a � 1or ad o un buen trecho de la costa
Luego se dirigió y atravesó la Cordillera Oriental y siguiendo con · de Ia 11egada de los tres con i a Y es t an d ° en España , a tiempo
,· quista dor e Jim ,
e�
' r �c1 _ez, Belalcazar y Fe-
ingentes penalidades las vertientes orientales de la cordillera hacia s
dermán, capituló con la Coron: la
el sur, alcanzó Mocoa , ascendió la cordillera y llegó a Pasto con su . d_asde Panamá hasta gob on de
Catamez' ue fue e� �iecho vac aquella costa
ejército deshecho. Desde allí regresó a Santa Fe donde encontró muerte de Gas ar de . . ante desde la
Corona, en 153� sin to�� �= · qui�� 10 había capitulado con la
n ª
como nuevo gobernador a Alonso Luis de Lugo.
era el límite septentrional de li�����: �� � �:p�ulado. Catame,z
Ciertamente, al no aceptar Carlos V el traspaso de la gober­
. nández de Lugo, Alonso Luis de Lugo , se embarcó a fines del año
nación de Sant a Marta a Jiménez de Ques ada, el here dero de Fer-
a Panamá provisto del título de gobe a ó
con su ejército en el Pacífico dir
rnador And go

desembocadura del río San Juan igiéndose al su: !� egar a la


' :t
zarro. Al llegar
embarcó
1542 para hacerse cargo de la gobernación. Alli se apoderó violen­ ' exploró la bahí� de Buenave
tura y fundó el rt llev este nombre. Luego, desviá n­
tamente, pese a las protestas de los oficiales reales, de la doceava de su ruta al sut�: i�ti:- ndose
era as montañas y llegó a Cali donde

parte de las perlas depositadas en l a Real Caja de Riohacha: encontró una sit�ación ine�pen
Alegaba que pertenecían a él, según la capitulación concedida por da.
la Corona a su padre. Una vez en Santa Fe declaró inválidas las Ciertamente Francisco p·izarro,
encomiendas otorgadas por los hermanos Quesada y sus tenientes, Intenciones de Belalcázar d ª olfateando desde el Perú las

!�:! ¿g
d a
entregándolas a sus "paniaguados" y adjudicándose a sí mismo i�cluído ; �� =��:::a��ó� (�:�t: n�!t��e
e ªc 1: o con su c rrespondi 0
ns e
un buen número de las más productivas, contra la general oposi­ : ;: �::a_ 2
ción de los demás conquistadores. Instauró luego un pleito coritra·
Hernán Pérez y contra otro hermano del licenciado que había .
dentro" que le fueron � o!ce���
ª i as

enviar como teniente general a en la capitulación) ' se apresuro
ente "tierra­
,
l capitán lorenzo_ de Aldana. Lle-
·il:

I¡':.·.\' .
if· ·.
156 LA CONQUISTA DEL TERRITORIO Y EL POBLAMIENTO
·MANUAL DE HISTO
RIA I 1 57
gado a Tumbez, Aldana impidió que la vecindad enviase los refuer- · : : n f e brer o de
E
zas pedidos por Balalcázar. Luego se trasladó a Quito donde logró : Y b·�rn:ador, habiéndose y
1:1.firm ar ante el cabildo los derechos de Pizarra . Se 'dirigió seguida- . de Alldagoya en su gober
154 1 e nt ró
a qu�j ado a"� �:Y
,
ª
Bel l zar C a com
h � legítimo
desde Panama por la irrugo­
CIÓn p-
mente al norte donde deshizo la ciudad de Pasto, ya fundada por •:·- sin contradicción y despue's de �nsótn. Fue recibi. do por la vecindad
n c1
l os hombres de Belalcázar, y l a tr.asla. ,dó en . n.ombre de Pizar ,
ro al
, .·. como usurpador de ti. erra · I a urar un p1oceso a Andagoya ,
s1· t1·0 que oc�pa actua1men t_e._ Pros1gu10 su �iaJe a pºI?ayan Y mas t, territorio. s que no le pertenec
ían ' lo exPu1so, del
tarde a C all donde fue recibido por los cabildos que ignoraban la. {· 0
· • .
. Luego Beialcázar envió a not ,,
suerte de Belalcázar. � •• !a. orden de prese . . if'icar a Robled o su llea-
d c n
nta
Aldana trat o de consolldar los . derechos de P1zarro, otorgando L nado antes a Bel 1 , zar pomén Pero éste, bien por h/b eº\
· · 1,:. .
ise en �alI.
t.

d_ose a órdenes de And . : rªai�



,
. io? ­
en nombre de éste encomiendas de indios. Con el mismo fin envió porque hacia el :ir�e se' extend1a � 0Y ' 0 bi en
n regi ones que
al _ norte un destacamento al mando de Jorge Robledo, como su ,· t. aatoridad c onstitu , a c u�o ª car i n
t�niente; destac_amento que llegó 8: los sitios y� visitados P?r Be1a1.·:� �\ - ·; .Ca!i ni esperó al g��ern ad . g o bi erno aspiraba, no :; � de �na
- cazar y sus tementes en sus anteriores c orrenas desde Qmto. f í'.". c'c'.' Ro bledo se di r iai ' a 1
m Al mando de una tropa d raslado a
norte donde fundo, 1a . e solda dos
. . . oso temente. , . ... .t' ¡D �-' , . . a. t>·º CIU dad de San
El Joven y amb1c1 llego a Anserma cuyo nombre. · r 4ll oqm ti Lleg a n d o a Urabá ·cayó e o de de tafé de
r �ba l as tie �ras de q :J' � 8:ere dia quie n consi­
ca�bió por Santa A':1� _de l�s C aballeros. �t�ba allí a cargo del . �;(_ �e Antio uia c o
I\ : . ei tenec_ientes a su gober­
des de el norte . . Eran las tropas enviadas desde Cartagena por 'e( . l�p Jue enviado a España. Allí recibió buen acogida.
.
gob1erno cuando rec1b10 noticias de un eJ ercito que se acercaba, _n a c ió n . Desp ues de un proceso que le nata�ro �

ya nombrado juez de residencia , Juan. de S anta Cruz, en pos de · fi·:·. ba aJa_ Corona era la oc upación de e a� t _ e ras pLo que interesa­
. Heredia, Robledo

yadillo , pa�a obligarlo a reD:dir la residencia: pues ignoraba_ que:,) :t te.rtía p13:r_a ella saber quién las ha�� ; .,cub i : ; oca importancia
e.s ierto .
este se hab1a embarcado rumbo a S anto Dommgo. L� mayoria -de. : :'

· · · }/J:
los soldados se unió a R obledo pa'ra compartir la empresa conqu1S,:··; .
ta.dora. Reforz ado su ejército , Robledo decidió reconocer la región/
•·r . .
·iJ
habitada por los quimbayas de cuyas riquezas tuvo n oticias.

Cali. No le 'fue difícil c onvencer al cabildo de la ciudad para qué�t ,t.;t"


1 gobierno del licenciado Jua D' d
Tal era la situación que enc ontró Andagoya cuando arribó _¡¡.·: n iez e Arm eudar,; , . '.
·
lo recibieran c omo gobernador, ·porque los vecinos preferían ni ; t-k u ,,;i\� ANARQUÍA E IMPRo I ,
.. .. ��- V SACION que se o bserva
- n en las primeras d e,
aut oridad cercana a un lejano gobierno c o mo era el de Pizarro; i/ :'.· e� de la ocup ación es�nola , se
· debía en gran
' · '
· quien ni siquiera c onocian y quien no hab1a tomado parte en 1a . t.'.�;difi u · c l tad q ue teni'a el ConseJ o de Indias parte·- a la-

/f� �� s políticos
: · .. , E . sp _ a las tier p ara regir d de
es la lej ana
V,
conquista de la región. ;tj ,;;;, an ras descubiertas
r los Por Otra parte, Carlos
nt o pe abso rbi do
La misma actitud adoptó Robledo, quien se trasladó a Cali:.f \l ca. Habienctose a usentadeuro os ' ta_:npoco se preoc upó por Amé-
a ceptó al nuevo gobernador. Pero para afianzar su situación coni1{ ,., ' �.llacion, regresó , , , de Espana poco después d e su cor
o

ª ª
1 paIS
a sufr1d en Argel. solo en 1 54 1 , después de 1� h umilla
. - _ o-
poblador, habí fun ad ntes, l ligera, l ciu de Carta gq�. )lerrot .
egreso su1ro y baJ· o
a d o a a a a dad ·
comd\ l.:piodui·o la 11am Al r nte
en el territorio de los quimbayas. Confirmado por Andagoya su inf

temente, Ro bledo r egreso ,
a C artago para fun d ar el 9
·
d e abril d. e: i- :\
f . :, ·fiad os vino conseJeros de
ada "ref01.m a ca
. rolina". "Fueron des t't · , luenci· a se
1 md,os Y
1540 la ciudad en firme, repartiendo solares entre los- vecinos . . ,\�f ··\:'.das del ·gob�1erno. Indias y un nuevo equ · 1:1u1-
ip o torn o las rien-
.,� · ,:
� K� ::
158 LA CONQUISTA DEL TERRITORIO y EL POBLAMIENTO
. . .
. '(' 'ri:í:.';a·, MANUAL DE HISTORIA I
159
se buscó frenar las aspiracion� de los arrogantes conquista- '" \'
'.t'udela; le obligó a ausentarse. Huyendo de un
juic
dores y enc�uzar la empresa · americana por una vía definitiv a.
. . se dirigió al norte y fundó las actuales ciudades io de residencia,
'•·_.
mente colomz�dora, }mutando sustancialmente los derechos de los . : de Pamplona y
V'alledupar. Luego viajó vía Panamá al Perú d onde
. . am·encanos · Ense
"nuevos tr� las reformas adoptadas _ de carácter encargado por el virrey como caudillo de la xpedici en 155 9 fue
adnurustrat1v o , merecen nalarse las famosas "Nuevas Leyes de
.
f. -·
§: .
nas, durante la cual murió asesinado por lae hue ón al Amazo­
,:1 ste
1542 " que reglame�tab�n de �na manera definitiva las relaciones llaba el que más tarde sería famoso capitán, Lope de que acaudi­
entre indios Y espan�les '. l eyes 1mbuídas del espíritu indigenista del
famoso protector de mdios, fraJ' Ba1tolomé de las Casas, quien por
l
A su vez Robledo , cuando recibió los pod
Aguirre.
� Ai-mendáriz, se hizo car eres de
entonces se . encontraba er_i 1 ª orte Con ellas se trató de abolir el, go de Santa Fe de Antioquia y conmanos de
tinu ando
"señorío " que de hecho eJ erc1,an lo� es. pañoles mericanos s obre la
. ' n acaab
al sur, enfrentó a S ebastián de Belalcázar p
u!uicio de residencia". Pero fue Bel ar a ins t a ura rle un
, .
poblacion md1g ' ena , impe d ir su esclav1z a c10 , ar las encomien- alcázar quien enjuició a Robledo
e d declarar por invadir una gobernación ajena, s ent
los indios perso.,
das a medida _ qu fueran caducan
que fue ejecutada en la loma de Pozo, entreenciándolo a muerte; la
a
nas libres, suJ etos a las
común: los ."pecheros". L 1 �
l ey� e r�
l
1an e n Esp aña para la gente.
bían pagar tributos a la Co­ Más de dos años duró la residenci
los indios carrapas.
a que
rona pero sin perder su ��er�a:pe;sonal y sin estar suj etos de Pedro de Heredia en Cártagena , a quien envitomó Armendáriz a

:1
manera alguna a los encomenderos. España. Sól o en 1547 pudo Armendáriz ó con su proceso a
lena para proseguir su camino al Nuev em barcarse en el ,Magda
Para imponer la "reforma c a�orm " fueron enviados a Amé,,
­
tarse a una convulsionada situación . o Reino. Allí debió enfren­
rica varios jueces y, entre ellos, l en �ado Juan Díe z ( o Díaz) de
Armendáriz. No se daban cuen a t �utoridades españolas de la Gobernaba Belalcázar en Popayán
magnitud �� los roble ª �ntraría un sólo juez cuando duj eron luctuosos acontecimientos. En cuando en el Perú se pro­
:
a Armendanz se �: or �: �� s::ciar" las au toridades de las nador Francisco Pizarro, por gentes d 1542 fue asesinado el gober­
gobernaciones del r�o de San Jua , Santa Marta, C artagena, Popa.­ las diferencias que surgieron entre e Diego de Almagro, debido a
ª
yán y del Nuevo Remo de Grana: y, específicamente, a l os gober­ pectivas gobernaciones. A su vez, ambos por los límites de sus res­
poco después por el heri�ano el propio Almagro fue asesinado
nadares B_elalcázar, Heredia Y Andag ya, c m ta bién a Gonzalo del
Jiménez de Quesada , entonces ausen�e, y : �u hZ:-rmano , Hernán quien vengó así la muerte de aqu gobernador Pizarra, Hernando,
Pérez de Quesada, ya muerto. rrieron el pais asesinándose mu él. Pizarristas y almagristas, reco­
, . la pobla.Gión indígena, obli gada tuamente y causando estragos entre.
A fines de 1544 llegó Armendanz a eªrtagena y ante el cumulo quiera de los ejércitos enemigospor la fuerza a acompañar a cuales­
de problemas que lo esperaban, despacho, a Santa Fe a su sobrino, . .
1
ª
, en cardad de s u teme . Tal fue la situación cu do,
Pedro de Ursua, _ nte , Y a Jorge Robledo a considerando la riqueza que
metía el territorio y el reinaan pro­
��!c;1:;! d b d r de la región que disputaban nte desgobierno , el Perú
H:�::! ;ib��o;r:t c:rtagena, y Sebastián de Belal- la categoría de virreinato fue elevado a
. En
cázar gobernador de Popayan . Núñez Vela, para tomar las rie1543 llegó el primer virrey, Blasco
más de hacer cumplir las fam ndas del gobierno en sus manos, a
�bos enviados tuvieron l,uego un desastros� _fin . La o encontraron no sólo en Pe osas Nuevas Leyes de 1542, las
_ ix: rú sin o en todas las posesiones
cuales
ción de los santaferenos a Ursua, pese a la expedic1 ón c ontra ; en Am érica una firme oposic esp añ olas
., ión. El resultado fue que las
belicosos muzos y la efímera fundac1on ent re e11os de la ciudad de dades coloniales de la Ciu autori­
·- · dad de los Reyes (Lima) , em
barcaron
AMIENTO

. . MANUAL DE HISTORIA I 161

1
RRITORIO y EL POBL
160 LA CONQUISTA DEL TE
. ey, expulsándolo . de su virreinato -:,, . La llegada de Armendáriz a Santa Fe en 1547 coincidió con la
flam an te vi rr ,
violentamente al am a .
. de Pedro de La Gasea, el "pacificador", a Panamá, enviado desde
de sti no a P a n
en un na vío con España para doblegar el peligroso levantamiento de los peruanos.
, r.
se de tac o m
, ronto Gonz alo Pizarra he Tanto Armendáriz como Belalcázar le apoyaron en tal tarea. Ar­
En esta re b elión � �; � for tuna da f
egreso de su desa mendáriz reunió s oldados e indios, los cuales, aunque .se pusieron
mano del gober.nador �; �:�e la Canela" , que nunca fue encon- l:
s1 O'

Pa én marcha, fueron retenidos porque La Gasea " logró suficiente


expedición al oriente , el e 1 descubrimiento del Ama
zonas. l
apoyo de los conquistadores procedentes de la América Central e
yo res ult ad o fu
t
trado, pero cu ,
hu es t e � e Pizarro ib a Francisco Orellana r incluso entre los propios peruanos. Belalcázar sí pasó al Perú con
Ciertamente, ent re la
cómodo paso por la otro grupo de indios y españoles. Su apoyo ya no era neces ario
nzalo en busca de un
q_uien, envia�o por Go Amazonas , se f
fl t d 1 curso alto del
cordillera, topó co17 , u� a �!�a� p �r la corriente 10 recorrió hast� ¡:_ porque La Gasea había logrado desbaratar la rebelión en la batalla
de Xaquixaguana, .siendo condenado a muerte Gonzalo Pizarra y
embarcó en él Y de3an os� a España a pedir la i sus principales colaboradores y otros enviados a galeras .
o cad ur a. P ost er1or�e te se embarcó f a
la de s e m b _
erras bana as
� por el potente río, la que le ue
las ti Esta rebelión de Pizarro doblegada no por un ejército traído
11
o·ob em aci ón de 1
c ed ida p ero qu e nu nca pudo r ealizar. desde España, sino reclutado entre los propios americanos, refleja
�on
· . o en vano, la. situación socio-política existente no sólo en el Perú, sino en toda
to Go nz alo P1z arr o, después de esperarl
Entre tan hombres de su - la América española, cuando había pasado la prim era ráfaga de la
la ret ira da co n no poc as b · as entre los miento re-­ conquista. En los comienzos de la ocupación del continente, los
emprendió �� cabeza del movi
lleg a r a i m a s e puso
ejército y al L : l 4 afectar los. llamados conquistadores se dividían en dos grupos antagónicos :
zaba_ las N u ª L es de 5 2 , por
belde que recha . ;; � e�comenderos . Tal rebeldía: �e. .. conquistadores aventureros, ávid,os de botín inmediato , l os cuales
la clas e soc ial , s proseguían . la conquista haciéndose acompañar de los indios de
intereses de era gu,�:., .
a tod o el pa LS, dese ncadenando una verdad . las tribus sometidas ; y el de los pobladores que buscaban m edios
extendió lueg o
go s d e f . ne a oposición a la dominación;.
ta
a ten er ras estables de subsistencia, a base de la explotación de la abundante
rra, que alcanzó !>':!. -

española. mano de obra indígena. Poco a poco, al avanzar del siglo se habían
o ando el
ais Gonzalo Pizarr , cu formado dos clases sociales, réplica americana de la situación en
Gobernaba. prácticament� . el � n ona1· el ba1·co en · que · había Europa. Unos, ya fueran antiguos conquistadores o inmigrantes·
la, log: 6 a a. d
virrey Bla&co Nufie� Ve e trasladó a · la. gobern�c
ión de acomodados que gozaban de bienestar económico basado en la
poBesión de tierras y de indios encomendados, sin que tal situación
o ha cia Pa 1:a ma . 8 reinato, ·
sido expulsad a para recuperar su vir
ió a Be la.l �az a.r da hacia
Popa:yán y pid po
p ¡i al virr ey en su jorna privilegiada fuera ne cesariamente resultado de acciones conquis­
Bel alcá za aco
Buen realista, 1: � � reclutado entre 1os: tadoras personales. Otros, eran inmigrantes llegados pobres desde
un e r to fácilmente
el sur como caudil�o de en aquella tierra España, que no tuvieron igual suerte en América. Formaban una
d nc �iendas y botín
conquistadores, áv1dos frentaron los ejér-, clase social numerosa , poco favorecida con tierras o encomiendas
t�l�a ;e Añaquito se en
revolucionada. En la be., último una derrota de indios y a veces incluso carente de simples medios de subsisten­
nez. V la sufriendo el
citos de Pizarra y de Nu e � varios de sus capit
anes y solcisl. cia. Era una clase de verdaderos proletarios a quienes ni la paupé­
a as1 com
en la cual perdió la vi� ad y cay ó prisionero rrima industria c olonial, ni la agricultura y ganadería extensivas
s. Be lal cáz ar fue he rid o au� u no de gr aved a su gober­ podían ofrecer el �ustento. Apareció en América la réplica ,d,� los
do 1·egresó
Piz arr a. Sin em ba rg o,_ logr\ �a libertad y "desesperados" en España : calles d� las ciudades repletas de roen-
de
nación.
I
1

162 LA CONQUISTA DEL TERRITORIO Y EL POBLAMIENTO · MANUAL DE HISTORIA I 163

digos, de hombres sin trabaJo, chozas inmundas de bahareque ·o contra Su Majestad que se le pasaron les dio lo que ten' y mu
caña, ancianos r ebozando los hospitales y una criminalidad de .la más. De manera que él lo que nos quitaba a nosotrot�e lo dach ba
º
cual se quej aban continuamente las autoridades. Una rebelión a ellos".
como la de Pizarro, al igual · que otras menores, ofrecía a aquella Y cier�amen_te Pedro López, autor del escrito que venimos
ci­
clase de "españoles pobres" la posibilidad de lograr un sustento, tando, ten�a razon. Pues pese a la derrota de Pizarro el resultado
un botín y, sobre todo, adquirir encomiendas de indios que habían de la contienda favor;ció a la alta clase social ya que en 1545, en
pertenecido a los reb eldes y cuya mano de obra les aseguraría la · . plena guerra del Peru, las Nuevas Leyes de 1542 fueron revocadas
,. por la Corona. · ·
subsistencia.
Ya antes de esos sucesos, Juan Díez de Armend , ·z
La Corona supo aprovechar tal situación para doblegar la re- d, d e
.
volución pizarrista que era en esencia la de terratenientes y enco­
c ue 1?-ta de 1 � magnitud �e las tierras ya
ocupadas por �� ;sp:�0_:
hab1a sugerido al ConseJo de Indias el establecimien · to en santa Fe
menderos, lastimados por la expedición de las Nuevas Leyes de 1542 · · a; sugerenc
dé. , una Re, aI Auct renc1
que recortaban sus prerrogativas y hacían peligrar un bienestar ia que encontró una buena aco-

. ,
gida, Y mas ant� los sucesos que tenían lugar en el Perú. Las·

eon excepc1on de los puertos de santa Marta y eartagena que- por


económico bas ado sobre el tr abajo de sus indios. Pero pese al éxito pri-
meros nombr amientos d e oidores para l a Audi · datan en 1547
que tuvieron las fuerzas reali:stas esa numerosa clase de " españer enc1a
les pobres", la enorme mayoría quedó defraudada al finalizar la lo pronto s� mantuv1· eron baJo . ·
contienda. Un conquistador que tomó parte en los suc esos escribía " la jurisdicción de la AÚd' . i. a de
Santo Donungo, el territorio o cupado qu edó bajo la :�� . ,
refiriéndose a La Gasea : "Dióle Su Maj estad en recompensa de lo f'i de la nueva Audiencia. Poco tiempo despues j u , ccion
que había servido el obispado de Palencia y Sigüenza. Plega a · , ' , aque11os puertos tam-
b'1en
, · fueron incluidos, ya que constituían los puntos d
Nuestro S eñor que con lo.s obispados no se haya ido al infierno al Nuevo R eino.
e;x entrada
por lo que en el Perú hizo con lo.s conquistadores que tan bien le
habían servido . . . Vinose a la Ciudad de los Reyes (Lima) y tras de
él venimos mil hombres, que a cada uno nos había dicho nos daría
de comer . . . ". Y cuando La. Gasea se embarcó casi furtivamente XI
a España, continúa el autor; "Vallóle estar el mar de por medio
que, según vi voluntades y quejo.sos, fuera otro alcance como el La primera Audiencia
que Carvajai 4 dio a Blasco Núñez Vela . . . , porque fue grande in­
humanidad quitarlo a los que lo merecían y darlo a los tiranos". Y -INSTALACIÓN DE LA_ REAL AUDIENCIA se efectuó e
� n 1550 y se inició
ciertamente, las encomiendas de los enemigos que resultaron va­ dverso augurios. :3u presidente, el licenciado Guti
cantes no fueron repartidas al vulgo que peleó en favor de la Co­ ::ca� mur�ió en Mom érre de
pox antes de emprender su viaje al interior
rona, sino a los caudillos e incluso a lo.s caudillos pizarristas que so pech�ndos� qu� fue envenenado. A
Bogo
abandonaron a su j efe cuando vieron peligrar el buen éxito de la oi:_ores .. _ los llcenc1ados Juan de Galarza Y tá sólo llegaron d�
Beltrán de Gón ora
"revolución", pasándose a las filas realistas y recibiendo jugosas; !:ene:. mauguraron la Audiencia el 12 de abril de 1550 El te�cer
ventajas. "Hízolo mal La Gasea -continúa el autor- con los ser­ :ce ciado Francisco Briceño, se dirig
vidores de Su Maj estad. Dejólos todos pobres y a muchos que fueron Pa:!'ma . _8;� puerto de· Buenaventura, desd ió desde Cartagena vía
e dond
gobernac1on de Popayan , para tornar reside e se trasladó a la
Belalcázar. ncia a S ebastián de
4 El principal lugarteniente de Gonzalo Pizarra.
NTO ;MANUAL DE HISTORIA I 165
RITORIO Y EL POBLAMIE

-
LA CONQUISTA DEL TER

o conquistador la e�tensa pro­ ?ºn�e encon�ró � ambiente francamente hostil. Nada logró en el
164

Bajo el gobierno de ese antigu bl


llo. Fueron fundados varios pue os 3uic10 de resid ncia contra Armendáriz y las condenas de algunos
vincia alcanzó cierto desarro gr , h ast a eneo�end eros no se .
hic1eron efectivas, pues aquellos a,bandona-
a miner í� e staban pró �� � _
y tanto la agricultura como l ion md 1g na; punem nte l ,
caree . Incluso los dos oidores se mostraron
e

progresiva de la poblac ban _rm � !


tal punto que , ante la merma
amanta ya empleaban con profusión
o

host1_1es Zur ta Y cuando se cumplió el plazo fijado para la resi­


an


los mineros de Anserma y Car
e

cia, lo bllg ron a r gresar Car gena, otorgando simultá­


a

den ? �
· esclavos negros. mente llce cia a me dá iz pa a v ajar a España y defender
a

ra encontrar nea �
o tuvo dificultad pa
El oidor, Francisco Briceño, n su causa en el ConseJo de India.s. Zurita, sin lograr nada positivo
e a ta

r : gastos hechos ind ebid amente. de •


cargos en contra de Belalcáza regr:56 � Santo Domingo. Luego fue trasladado a Guatemala dond�
n r n r r i

par a auxiliar
se trasladó al P erú
dineros de la Caja Real cuando y sa ngr i:ntas continuo su vana lucha en pr o de la población indígena.
los indios; continuas
a La Gasea; la explotación de 5 ; maltrato de espanoles,
expediciones contra los
indómitos armas l e gada de frailes dominicos y franciscanos al Nuevo Reino ·
a sospechar . La �
etc. Tan riguros o fue el
juicio _de residencia, que se llegó y del 0�1�po fray J��n de Barrios, produjo roces entre la.s autori­
Briceño aspirab a que darse con .
que, acumulando las acusaciones, ade s de jue z, envia-
dades c1v1les Y ecl�s1ast1cas; ya por el maltrato de los indios, ya por
os de limit ar sus activid el repar�o �e los die�os o por las prerrogativas. jurisdiccionales. La
el gobierno. Porque lej llos , Al onso de
ia el sur (uno de
a

ba capitanes contra los indios hac com o centIQ


caractenstlca esencial de esas relaciones, no reglamentadas s f"­
e Almaguer en 155
Fuenmayor, fundó a San Luis d rm a, acu sá ndo.
clente�ente s ino hacia fines del siglo, fue la mutua desconfianza ;�
e

al norte de Ans _
de ricas minas de. oro ) , y también _ • v�ces mcluso u:3-a franca hostilidad. Baste decir que las divergen­
1,

que se ob uvi er a. B lalc aza r fue sus.


sele de participar en el bo ín cias entre los 01dores de la Real Audiencia y el obispo se hicieron
España para justificarse ante el
e

pendido por Briceño y enviado a navío que


tan te�sas, que �nos años más tarde en 1562 , Juan de Barrios se
_
artagena a b ordo del
t e

.consejo de Indias. Murió en C


t

de España a�ent� casi fur�1vamente a Cartagena con la intención d e seg'uir


plazo, fue env iado des
debía llevarlo. Luego en su reem Má s tard e ocu pó el a_ Es��na Y queJarse ante el Consejo de Indias; viaj e que le fue
la travesía.
García de Bustos, quien pereció en n , Ped ro Her nán dez I>!0h1b1do por el Consej o .
su herma
puesto de gobernador de Popayán de l vec nda d co tra La tensa �ituación entre la a�toridad civil y eclesiástica prosi­
a las quejas
de Busto (o Bustos) . Pero debido gra rse a l Aud i ncia . . . , durant
e gran part e del siglo xvI hasta cua ndo, mucho des­
o

ordenó inte
Briceño, ya a fines de 155 2 s e le
. guw
n

: pués, en 1574, las Nuevas Leyes de Patronato vinieron a reglamen­


a i

de Santa Fe para ocu par su cur ul. :


e

tar el alca�ce de amb os poderes. Aquellas leyes limitaron el papel


a

ncia con sólo dos oidores, Gón�


La instalación de ·la Real Audie � de_ la Iglesia a la pu;a admin