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Loli Gimeno TEMA 6. EL PROCESO DE COMUNICACIÓN.

LA SITUACIÓN COMUNICATIVA AUSTRALIA 2016

TEMA 6
EL PROCESO DE COMUNICACIÓN. LA SITUACIÓN COMUNICATIVA

INTRODUCCIÓN

EL PROCESO DE COMUNICACIÓN

1. EL ACTO COMUNICATIVO. ELEMENTOS

2. MODELOS TEÓRICOS EN EL ESTUDIO DE LA COMUNICACIÓN

3. FUNCIONES DE LA COMUNICACIÓN

4. FUNCIONES DEL LENGUAJE

LA SITUACIÓN COMUNICATIVA

5. EL CONTEXTO DISCURSIVO
5.1 EL CONCEPTO CONTEXTO
5.1.1 EN LA LINGÜÍSTICA
5.1.2 EN LA ANTROPOLOGÍA Y LA ETNOGRAFÍA DE LA COMUNICACIÓN
5.1.3 EN LA PRAGMÁTICA Y EN EL ANÁLISIS DEL DISCURSO
5.2 LA DEIXIS

6. LAS PERSONAS DEL DISCURSO


6.1 LA POLIFONÍA

7. LA CORTESÍA Y LA MODALIDAD
7.1 LA CORTESÍA
7.2 LA MODALIDAD

BIBLIOGRAFÍA

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Loli Gimeno TEMA 6. EL PROCESO DE COMUNICACIÓN. LA SITUACIÓN COMUNICATIVA AUSTRALIA 2016

INTRODUCCIÓN

Una de las características que definen a la especie humana es que el hombre es un ser social, y como
tal, necesita relacionarse con sus semejantes. Continuamente intervenimos en actos de comunicación,
pero es el lenguaje el principal medio humano de comunicación social. El objetivo principal de una
teoría general de la comunicación, la semiótica, es explicar cómo nos comunicamos mediante la
realización de determinadas acciones, qué características tienen estas acciones, y de qué modo
funciona el proceso de producción y comprensión del significado ligado a estas acciones. Saussure fue
el primero que habló de la semiología, definiéndola como una ciencia que estudia los sistemas de
comunicación en las sociedades humanas. En la misma época el americano Peirce (1974), concibe
igualmente una teoría general de los signos, llamada semiótica. Hoy, la investigación llamada
semiología o, preferiblemente, semiótica, se centra en el estudio de la naturaleza de los sistemas
autónomos de comunicación. La lingüística es, según Saussure, una parte de la semiología, aquella que
trata el sistema de comunicación más complejo, el lenguaje humano.

El hombre pasa el 70% de sus horas de actividad (entre 10 y 11 horas) comunicándose, bien a través
de una comunicación interpersonal (verbal y no verbal), más directa, bien a través de un modelo de
comunicación de masas de forma más difusa. Así pues, si bien puede resultar imposible realizar con
exactitud algunas citas acerca de cuándo y cómo aconteció un primer acto comunicativo, lo cierto es
que podemos afirmar sin lugar a dudas que la comunicación ha ido pareja al acontecer histórico de la
existencia humana, aunque probablemente nunca se ha hablado tanto de la misma y sus problemas
como en el momento actual en el que todos estamos inmersos en un constante flujo de
comunicaciones. Nos encontramos sin lugar a dudas en la Era de las comunicaciones. Hoy todo el
mundo habla de comunicarse adecuadamente y el estudio de la comunicación adquiere en nuestros
días un auge insospechable en relación a cualquier otro momento de la historia de la humanidad.

Sin embargo, y a pesar de que empleamos una gran parte de nuestro tiempo comunicándonos, la
mayoría de las personas continúa desconociendo los complejos mecanismos del proceso de
comunicación. El vocablo comunicación deriva de la palabra latina communis que significa común, por
lo que el primer aspecto a tener en cuenta es que sólo hay comunicación cuando aquello que se
comunica tiene un significado para los dos elementos que intervienen en la interacción derivada del
proceso comunicativo.

El tema que aquí nos ocupa, por tanto, es de especial importancia e interés no solo desde el punto de
vista lingüístico, sino incluso desde una perspectiva psicológica, social y educativa. Nos referiremos
dentro de este al proceso comunicativo y a la situación, de acuerdo con el enunciado del mismo. La
primera consecuencia que debería extraerse del somero análisis anterior sería que no es posible utilizar
de forma adecuada las mismas técnicas de comunicación, según se trate de uno u otro tipo de proceso.
Un segundo aspecto es que no se puede transmitir una idea sin disponer de un medio o soporte para
transmitir el mensaje y que éste se irá modificando y complejizando en su magnitud según se vayan
alejando el emisor y el receptor del mensaje. Por último, un tercer elemento a tener en cuenta viene

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dado por la controversia entre naturalidad y utilización desmesurada de las diferentes técnicas de
comunicación.
Una aportación final que queremos señalar en esta introducción, alude a la interdisciplinariedad de la
comunicación. Como señala Mayor1, el proceso de comunicación se analiza actualmente a través de las
aportaciones que distintas disciplinas han ido aportando en relación con el mismo. Así, desde la
psicología (investigaciones sobre conducta verbal inspiradas en el conductismo); las ciencias biológicas
(etología, fisiología, neurología del lenguaje); las ciencias sociales y antropológicas (etnolingüística,
sociología del lenguaje, etc.) o la lingüística y la semiología ha ido generándose una serie de conceptos
convergentes.

A continuación, comenzaremos abordando las características principales del proceso de comunicación:


elementos de dicho proceso y funciones del la comunicación. En el siguiente bloque abordaremos todo
lo relativo a la situación comunicativa: contexto discursivo, personas del discurso, cortesía y modalidad.
De esta manera, completaremos el tema planteado desde sus ejes principales y siempre teniendo en
cuenta los límites temporales a los que nos vemos sometidos.

EL PROCESO DE COMUNICACIÓN

Los modelos explicativos del proceso de comunicación anteriores al desarrollo de la pragmática o del
análisis del discurso se han revelado poco satisfactorios. A pesar de esta caracterización negativa y para
apreciar el contraste con los modelos “discursivos” bastante más complejos resumimos sus aspectos
esenciales.

X es la fuente de la información e Y su destino. El mensaje originado en X es codificado por el


transmisor en forma de señal. A través del canal de comunicación la señal es enviada al receptor, que
procede a su descodificación, haciendo llegar el mensaje a Y. La señal transmitida puede diferir de la
recibida como consecuencia del ruido; algunos casos, incluso, esta perturbación puede llegar a
malograr la transmisión informativa por completo.

Dada la dificultad de un concepto de comunicación en toda su magnitud, podríamos señalar una serie
de características susceptibles de formar parte de una definición:

▪ Se trata de un proceso interaccional, interactivo y dinámico


▪ Pretende transmitir un mensaje desde un emisor que codifica una idea a un receptor que
es susceptible de decodificarla
▪ Utiliza para la transmisión del mensaje una enorme diversidad de estímulos, tanto verbales
como físicos
▪ Se trata de un proceso enormemente mediatizado por las experiencias de aprendizaje tanto
del emisor como del receptor.
▪ Es susceptible de verse modificado en función de la situación en que se transmite el
mensaje.

Mayor, J. La actividad lingüística entre la comunicación y la cognición en M. Martín y M. Siguán;


1

Comunicación y lenguaje. Tratado de Psicología general. Madrid. Alhambra. 1991.

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EL ACTO COMUNICATIVO. ELEMENTOS

Un acto comunicativo es un proceso mediante el cual se produce una transmisión de información. En


todo acto comunicativo intervienen necesariamente una serie de elementos, llamados también
factores de la comunicación:

1.- El emisor es quien elabora y transmite el mensaje (en la teoría de Benveniste se le denomina
enunciador). En la comunicación humana, el emisor, que puede ser un individuo, un grupo de personas
o una institución se caracteriza por tener una determinada intención comunicativa: tiene voluntad de
transmitir información y persigue con ello una determinada finalidad. Esta intención es, como veremos,
fundamental a la hora de entender la forma y el contenido del mensaje.
Conviene no confundir el emisor con la fuente del mensaje (Ducrot habla a este respecto de polifonía):
Juan me ha dicho que mañana no abren las tiendas; por otro lado, se habla a veces de transmisor, que
es quien transforma el mensaje en algún tipo de señal o secuencia de señales: en la comunicación oral,
el transmisor es el propio emisor que transforma el mensaje en sonidos articulados; en la comunicación
radiofónica, un transmisor artificial convierte los mensajes en ondas hertzianas.

2.- Para que exista comunicación, el mensaje tiene que se captado por un receptor, que recibe,
descodifica e interpreta el mensaje. Receptor es un concepto genérico: hay que distinguir, por una
parte, a la persona o personas a quienes se dirige la información emitida (destinatario); por otra, a
aquél o aquello que vuelve a convertir las señales de determinado tipo de mensaje (se llama receptor
de radio al aparato que convierte las ondas hertzianas en sonidos) y finalmente a la persona o personas
que realizan la descodificación e interpretación de un mensaje que pueden ser distintas del destinatario
(q.lee una carta dirigida a otra persona la descodifica e interpreta sin ser destinat.). Desde el ámbito la
pragmática se señala el papel activo del receptor en el proceso de comunicación al realizar una serie
de inferencias para determinar la intención comunicativa del emisor.

3.- Un tercer elemento a tener en cuenta en el acto comunicativo es el código. El término


código se empleó por primera vez en la teoría de la información. Es un sistema de equivalencias
convencionalmente establecido que permite transmutar el mensaje de la fuente para hacerlo apto para
la transmisión. Mediante el código el emisor transforma la información en un determinado mensaje
(es decir, la codifica). El receptor realiza la operación inversa de descodificar. Entendidos como sistemas
de signos, los códigos pueden ser muy simples (las luces del semáforo, el sistema del circo romano para
salvar o condenar) o muy complejos (las lenguas naturales). Por otro lado, hay que señalar que en
ciertos actos comunicativos pueden emplearse varios códigos.

Tradicionalmente se ha venido identificando código con sistema lingüístico y dominio del mismo con
competencia lingüística. Pero hay que señalar que la pragmática ha venido a ampliar este concepto con
la noción de competencia comunicativa. Un código lingüístico no se domina completamente si no se
tienen en cuenta los aspectos sociales e intencionales que rigen su utilización (evidente en lo que se
refiere por ejemplo al uso de lenguas distintas a la lengua materna).

4.- Otro elemento fundamental a tener en cuenta en el proceso de la comunicación son los
canales. Emisor y receptor se ponen en contacto a través del canal: se trata del soporte físico del
mensaje que incluye tanto el medio a través del cual circula el mensaje desde el emisor al receptor
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como los sentidos mediante los cuales se lleva a cabo la emisión y la recepción. Así, decimos que, en la
publicidad, el canal es la televisión, la prensa, la radio, las vallas.....; y, por otro lado, decimos también
que se trata de un canal visual (prensa, vallas:::), auditivo (radio) o audiovisual (televisión) Hay canales
naturales, como el aire por donde viajan las ondas sonoras y canales artificiales, como un libro, un
cable, una pintura.

El uso de un canal determinado, aparte de las condiciones de la situación comunicativa, depende


también del grado de evolución de las especies. En la comunicación humana los canales más usados
son el auditivo y el visual.

5.- Quizás uno de los elementos que adquieren más importancia en el proceso de comunicación
sea el mensaje. El mensaje es la información elaborada que se transmite desde un punto a otro. A
veces se confunde el concepto de mensaje con el de información propiamente dicha y con el de
referente, por lo que conviene precisarlos. Imaginemos un acto comunicativo muy simple: dos amigos
se encuentran en la calle, uno de ellos va acompañado de su novia, a la cual presenta diciendo: - Mi
novia, Elisa. Pues bien, no hay que confundir el referente o elemento de la realidad sobre el cual se da
la información (la chica llamada Elisa), el mensaje o serie de signos lingüísticos, organizados mediante
unas determinadas reglas que el novio hace llegar a su amigo (las palabras - Mi novia Elisa) y la
información, es decir, los dos hechos que el amigo no conocía: que esa chica es la novia de su amigo y
que su nombre es Elisa.

Los conceptos de información y significación no deben confundirse. Todos los mensajes de una lengua
tienen significado, porque una lengua es un sistema de signos estructurados para significar. Pero no
todos aportan información. El saludo matutino de mi vecino tiene significado lingüístico, pero no me
aporta nada de información. Entre su saludo y su ausencia suman dos alternativas, en una situación
neutra. Como yo lo espero normalmente, cuando se produce, su saludo no encierra información alguna
(cero alternativas). La ausencia del saludo sí me informaría de algo, aunque no tenga significado
lingüístico.

En un sentido técnico, la información contenida en un mensaje no tiene nada que ver con el
"contenido" o "significado" del mismo. En palabras de Shannon un mensaje cargado de significado y
otro lleno de tonterías pueden tener exactamente la misma información.

6.-Por último, se suele denominar contexto al variado conjunto de circunstancias de la realidad


que afectan al emisor y al receptor en el momento de emitir o interpretar el mensaje y que pueden
hacer variar la significación de éste.

MODELOS TEÓRICOS EN EL ESTUDIO DE LA COMUNICACIÓN

El estudio de la comunicación ha sido objeto de numerosos trabajos por parte de diferentes autores
que han intentado explicar a través de algún modelo teórico el complejo mecanismo del acto
comunicativo. Pese a los repetidos intentos, podríamos señalar que no existe un modelo que sea capaz
de aprehender en su total magnitud una explicación global y completa de dicho proceso.

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Con toda probabilidad, fue Aristóteles en su Retórica quien intentó analizar por vez primera el proceso
de comunicación. El esquema clásico de Aristóteles se expresa en la siguiente formulación: QUIÉN DICE
QUÉ A QUIÉN. De esta manera, describe los tres componentes básicos de la comunicación: el orador
(Quién dice ) , el discurso (Qué dice) y el auditorio (A quién dice). Se corresponderían con lo que autores
posteriores han denominado emisor, mensaje y receptor.

En el ámbito de la lingüística clásica podemos referirnos al análisis saussureano del circuito del habla.
Este acto supone dos individuos; es el mínimum exigible para que el circuito esté completo.
Sean dos personas A y B que conversan. El punto de partida del circuito está en el cerebro de una,
donde los hechos de conciencia o conceptos se encuentran asociados a las representaciones de los
signos lingüísticos o imágenes acústicas que sirven a su expresión.
Uno de los esquemas más conocidos, prácticamente el esquema canónico del proceso de
comunicación, fue propuesto por Jakobson. Para él, en todo acto de comunicación verbal intervienen
los factores constitutivos siguientes:

El hablante envía un mensaje al oyente. Para que sea operativo, ese mensaje requiere un
contexto al que referirse ("referente" según una nomenclatura más ambigua), susceptible de ser
captado por el oyente y con capacidad verbal o de ser verbalizado; un código común a hablante y
oyente, si no total, al menos parcialmente (o lo que es lo mismo, un codificador y un descifrador del
mensaje); y , por último, un contacto, un canal de transmisión y una conexión psicológica entre hablante
y oyente, que permita a ambos entrar y permanecer en comunicación.
Lingüística y poética.

En consonancia con ello, propone el siguiente esquema que, como señalamos, ya se han convertido en
el esquema canónico de la comunicación verbal:
Contexto
(Emisor) Hablante → Mensaje → Oyente (Receptor)
Contacto
Código
(tener claro el sentido que se da al término contexto, coincidiendo con referente y por tanto distinto
de lo que entenderemos aquí)

Bloomfield plantea en Language su conocido esquema del acto de habla a través del ejemplo de Jack
y Jill y la manzana. El principio psicológico general podría ser el siguiente: una persona reacciona
mediante el habla a ciertos estímulos. Su habla, a su vez, estimula a sus oyentes a ciertas reacciones.
El esquema sería el siguiente:
E (estímulo real) ---- r (respuesta lingüística) ........ e (estímulo lingüístico) ------ R (respuesta real)

En 1948, Lasswell, impresionado por la importancia de la propaganda transmitida a través de los


medios de comunicación social, durante la Segunda Guerra Mundial, formula un modelo dirigido
específicamente al análisis de los procesos de comunicación en los medios de comunicación de masas.
El modelo de este autor estaría representado por los siguientes elementos:

QUIÉN DICE FUENTE


QUÉ DICE MENSAJE
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A TRAVÉS DÉ QUÉ CANAL CANAL
A QUIÉN RECEPTOR
CON QUÉ EFECTOS EFECTOS

Los elementos indicados por Laswell ofrecen la idea de que la comunicación consiste esencialmente en
la transmisión de mensajes a fin de conseguir influenciar a los posibles receptores. Precisamente este
modelo ha constituido la base sobre la cual se ha trabajado en el diseño de estrategias de comunicación
persuasiva, especialmente a través de los medios de comunicación de masas.

En 1949, Claude E Shannon y W. Weaver desarrollaron la Teoría Matemática de la Comunicación,


íntimamente ligada a las investigaciones de la Bell Telephone Company con el objetivo de resolver
ciertos problemas planteados en las telecomunicaciones. Esta teoría presenta un esquema mínimo de
la comunicación que comprende:

- UNA FUENTE Emite los mensajes


- UN TRANSMISOR Codifica el mensaje en señales aptas para ser transmitidas
- UN CANAL Transmite la señal
- UN RECEPTOR Descodifica las señales para darles forma aceptable para el destinatar
- UN DESTINATARIO Constituido sistemas sensitivos y perceptivos a los que llega la señal.

Desde una perspectiva más pragmática, algunos autores señalan que la consideración de la lengua
como un código unitario, compartido por locutor y destinatario, equivale a ignorar las diversas
competencias de los hablantes y la presencia de unos componentes situacionales decisivos en la
comunicación. Las competencias o repertorios verbales, tanto lingüísticos como estratégicos o
retóricos y textuales son enormemente diferentes en cada interlocutor; lo mismo cabe decir de la
competencia cultural o enciclopédica. Por ello, se han propuesto modelos del proceso de comunicación
como el formulado por Kerbrat-Orecchioni2, en el que lo único que realmente comparten el emisor y
el receptor es el mensaje, es decir la cadena verbal, la señal acústica o visual que circula entre ellos y,
al menos en algunos casos, el referente material. La lengua, si se entiende como un conjunto de
competencias, es más o menos diferente - idiolectal - en cada interlocutor, como lo son sus
competencias culturales, los perfiles psíquicos y las restricciones que impone el universo de discurso-
condiciones concretas de la comunicación y limitaciones temático-estilísticas- a cada uno; entre las
últimas hay que tener muy presente el componente ilocutivo o intencional. En conclusión, frente al
concepto cibernético de codificación, se impone el concepto más humano de interpretación que la
propia autora expone así: Interpretar un texto es intentar reconstruir por conjetura la intención
semántico -pragmática que presidió la codificación. En otros términos, un texto quiere decir lo que A
(alocutario) supone que L (locutor) ha querido decir en (por) ese texto.

En cierta medida las consideraciones de Orecchioni aparecen también señaladas por Umberto Eco. El
semiólogo italiano es deudor de la importante tradición del modelo de Shannon, aunque quizás una
de sus principales aportaciones haya sido la aproximación de los puntos de vista estructuralistas,
semióticos y pragmáticos. Su modelo gira en torno al concepto de código y de descodificación por parte

2
Kerbrart-Orecchioni,C. La enunciación. De la subjetividad en el lenguaje. Buenos Aires. Hachette. 1986.

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del destinatario. En el esquema clásico, el código era el elemento común del emisor y del receptor. Para
Eco el proceso de codificación y descodificación se complica. La propia multiplicidad de los códigos y la
infinita variedad de los contextos hace que un mismo mensaje pueda codificarse desde puntos de vista
diferentes y por referencia a sistemas de convenciones distintos.

FUNCIONES DE LA COMUNICACIÓN

Básicamente, las funciones de la comunicación en la sociedad moderna pueden dividirse desde un


punto de vista teórico en dos categorías:

▪ sociales, orientadas a satisfacer las necesidades de la sociedad en su conjunto o de


algunos de sus grupos durante su funcionamiento e interacción.
▪ psicosociales, vinculadas a las necesidades de personalidades individuales.

Las personas, a través del proceso de comunicación, desarrollan una serie de estrategias que tienen
como objeto el reto global de la supervivencia. Desde este punto de vista, la comunicación tiene como
función central la adquisición de los recursos necesarios para el control del ambiente o de algunos de
los recursos físicos, sociales o económicos del entorno.

Para González Alonso3 la comunicación desempeña la función principal de transmitir los conocimientos
y valores sociales. Por su parte, Corraliza4 apunta que la función de la comunicación está relacionada
con la adecuación entre las necesidades internas y las exigencias externas de cualquier situación. En el
caso del sistema de comunicación interpersonal, la función de la comunicación está relacionada con
los procesos de adecuación entre las necesidades internas de un individuo y las exigencias y
oportunidades que ofrecen los otros con los que se relaciona. Definir funcionalmente la comunicación
exige referirse a las intenciones, deseos y objetivos logrados por los individuos que participan en una
relación interpersonal.

El sistema de comunicación interpersonal, desde esta perspectiva, desempeña al menos las siguientes
funciones:

Función de control. Se entiende por control aquella situación en la cual un sujeto puede conseguir que
los resultados de la interacción coincidan con sus deseos originarios. El individuo, en este caso,
manipula algunos de los componentes del proceso de comunicación para conseguir sus fines.
Función de intercambio de la información. Desde este punto de vista, las relaciones interpersonales
pueden ser consideradas como situaciones de intercambio que permiten adquirir e intercambiar
información. Numerosos autores defienden la idea de que la participación de un individuo en una
interacción se produce sólo cuando existe ganancia y que el individuo intentará participar siempre que
le resulte posible la obtención de la misma.

3
González Alonso,C. Principios básicos de comunicación. Trillas. México. 1984.

Corraliza, J.A. El sistema de comunicación interpersonal en Sanz, M.T. Psicología de la comunicación. UNED.
4

Madrid. 1988

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Función de negociación interpersonal. A través de la comunicación, las personas aprenden los
patrones y normas que rigen el intercambio, y es nuevamente a través de la comunicación como los
individuos regulan y consiguen el acuerdo en función de patrones relacionales adquiridos.
Función de desarrollo de la propia identidad. La identidad personal surge en el proceso de interacción
con otras personas a través de la asunción de un rol personal y la atribución de un rol a los demás. El
proceso de comunicación interpersonal y el flujo de información que lleva consigo tienen como
objetivo el desarrollo de la propia identidad.

Por su parte, Laswell señalaba tres funciones fundamentales de la comunicación: la función de


supervisión o vigilancia del entorno, la correlación de las distintas partes de la sociedad en su respuesta
al entorno y la transmisión de la herencia social de una generación a la siguiente.

FUNCIONES DEL LENGUAJE

Siguiendo el hilo de las funciones comunicativas, debemos exponer, dentro de lo que entendemos
como proceso comunicativo, las funciones del lenguaje, que vienen a determinar el éxito de cualquier
acto de comunicación.
Por funciones del lenguaje se entienden los distintos cometidos con que el lenguaje se usa por parte
del ser humano. Estos propósitos han sido estudiados fundamentalmente por la Lingüística y la
Comunicación, de forma que, por lo común, se ha dado una función del lenguaje por cada factor de la
comunicación que interviene en el proceso, siendo lo más normal que una función domine o prevalezca
y las demás le estén subordinadas.
Varios han sido los lingüistas que han estudiado y propuesto clasificaciones de las funciones del
lenguaje. Por orden cronológico son:

Karl Bühler

El lingüista Karl Bühler postuló que solo existían tres funciones:


1. La función simbólica o representativa se centra en las cosas, seres y relaciones del
mundo real o universos imaginarios posibles, de las cuales da cuenta o informa
objetivamente. Se centra en el factor de la comunicación referente. Es la función
primordial o principal del lenguaje, pues es la que transmite información más amplia.
Emplea símbolos. Es la única específica del ser humano.
2. La función sintomática o expresiva, en virtud de su dependencia del factor de la
comunicación emisor, cuyos sentimientos refiere o expresa. Emplea síntomas.
3. La función señalativa o apelativa, mediante la que se influye en el factor de la
comunicación receptor del mensaje denotando órdenes, mandatos, sugerencias o
preguntas. Utiliza señales.
Estas tres funciones se dan asimismo en la comunicación mediante signos no lingûísticos y solo la
función referencial es específicamente humana: las otras dos se dan también en la comunicación
animal. Por demás, esta triple división en realidad calca la estructura del signo lingüístico: significado,
significante y referente.
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Roman Jakobson
El modelo de Bühler le parecía incompleto a Roman Jakobson, quien redefinió sus funciones y añadió
otras tres sobre los ejes de los factores o elementos de la comunicación:

Función referencial, representativa o informativa

Es la función del lenguaje relacionada con los factores de la comunicación referente y contexto, es decir,
cualquier cosa exterior al propio acto comunicativo. Es la función más evidente y primordial a primera
vista, pues se encuentra en todo acto comunicativo. Se da cuando el mensaje que se transmite puede
ser verificable y reconocemos la relación que se establece entre el mensaje y los referentes externos
del mismo. Los recursos lingüísticos principales de esta función son los deícticos. Utiliza un lenguaje de
significado denotativo (el significado primario de las palabras). Prevalecen los sustantivos y verbos, la
entonación enunciativa o aseverativa y el modo verbal indicativo, que es el modo de lo real; es la más
común en textos informativos, científicos y periodísticos (en el género denominado noticia).
Función emotiva o expresiva

Suele identificarse con el factor de la comunicación emisor. Con frecuencia lleva su verbo en primera
persona, aunque no siempre (por ejemplo: "¡Qué bonito es el Mediterráneo!") y su significado suele
revelar o desahogar un sentimiento físico ("¡Ay!") o psíquico ("¡Maldita sea la economía de este país!")
del emisor del mensaje. Esta función le permite exteriorizar sus sentimientos y estados de ánimo, así
como sus deseos o el grado de interés o de apasionamiento con que aborda cualquier comunicación y
siempre se centra en el emisor.
Es bueno aclarar que la expresividad no se da aparte de lo representativo, sino que es una función del
lenguaje que permite una proyección del sujeto de la enunciación pero con base en una
representatividad. Así, en expresiones corrientes como "esa mujer me fascina" o "¡qué mañana tan
hermosa!", predomina, sin duda, la función expresiva, pero con un soporte de representación simbólica
dado por la alusión a unos referentes.
Función apelativa o conativa

Se llama conativa del latín "conatus" (inicio), porque el emisor espera el inicio de una reacción por
parte del receptor.
Se centra en el receptor. Es la función de mandato y pregunta. El emisor intenta influir en la conducta
del receptor. Sus recursos lingüísticos son los vocativos, modo imperativo, oraciones interrogativas,
utilización deliberada de elementos afectivos, adjetivos valorativos, términos connotativos y toda la
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serie de recursos retóricos. Se da en lenguaje coloquial, es dominante en la publicidad y propaganda
política e ideológica en general. Mediante el uso de esta función se pretende causar una reacción en
el receptor. Es decir, con esta función se pretende que haga algo o que deje de hacer.
Función metalingüística
Se centra en el propio código de la lengua. Se utiliza para hablar del propio lenguaje, aclara el mensaje.
Se manifiesta en declaraciones y definiciones y en la lengua escrita se percibe señalándola con comillas
o cursivas: "Pedro tiene 5 letras". En la lengua oral, la palabra destacada recibe una entonación especial
o se destaca con el acento de intensidad: "El es un artículo".
Función poética o estética

Esta función está orientada al mensaje. Aparece siempre que la expresión atrae la atención sobre su
forma, en cualquier manifestación en la que se utilice el lenguaje con propósito estético. Sus recursos
son variados, por ejemplo la figura estilística y el juego de palabras. Esta función se encuentra
especialmente, aunque no exclusivamente, en los textos literarios.
Función fática o relacional
Esta función está orientada al canal de comunicación entre el emisor y el receptor. Su propósito es
iniciar, prolongar, interrumpir o finalizar una conversación o bien sencillamente comprobar si existe
algún tipo de contacto. Su contenido informativo es nulo o escaso y se utiliza como forma o manera de
saludo.

Michael Halliday

La Gramática sistémica funcional o Lingüística sistémica funcional de Michael Halliday cuestionó las
propuestas de los lingüistas estructuralistas (Ferdinand de Saussure y su sucesora, la Glosemática de
Louis Hjelmslev) y generativistas (Noam Chomsky), que hasta entonces no permitían un estudio de la
combinación "lengua / habla" simultáneamente. Halliday plantea la discusión al respecto en su libro El
lenguaje como semiótica social (1979) donde formula un nuevo punto de vista que integra el
componente sociocultural como clave en la comprensión del lenguaje. Sitúa al contexto como parte
intrínseca de este tornándolo cuestionable solo en tanto esté en uso y ya no separado del mismo.
Considera que el lenguaje es inter e intra organismos, a diferencia de sus antecesores, que lo aislaban.
En su gramática postula diversas funciones del lenguaje:
1. Función ideativa. Representa la relación entre el hablante y el mundo real que lo rodea,
incluyendo al propio hablante como parte suya. Permite estructurar, determinar y
entender el mundo y expresa la experiencia y cosmovisión del individuo hablante.
2. Función interpersonal. Es la que permite establecer y mantener relaciones sociales. Es
interactiva y sirve para expresar los distintos roles sociales incluyéndolos en la
comunicación. Es una dimensión social.
3. Función textual. Es una función instrumental para las dos anteriores: por ella la lengua
se conecta con la situación en la cual se emplea permitiendo establecer relaciones de
cohesión entre las partes de un texto y su adecuación a la situación concreta en que
concurre.
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Estas tres metafunciones se proyectan en su objeto de estudio: el texto, que puede ser oral o escrito.
Esta unificación de lengua o habla estructuralista / competencia o actuación generativista en el objeto
de estudio dio comienzo a la Pragmática.

Según la teoría de los actos de habla

La teoría de los actos de habla de J. L. Austin ("Cómo hacer cosas con las palabras", How to things with
words, 1962) y John Searle ("Actos de habla", Speech acts, 1969) amplió este esquema al contemplar
dentro de él otros dos factores de la comunicación soslayados por la interpretación de Jakobson: el
contexto y la situación, de forma que no se habla de funciones, sino de actos o actividades.
A la función representativa se la llamó actividad locutiva (lo que se dice), a la expresiva actividad
ilocutiva (lo que se hace al mismo tiempo que se dice) y a la conativa actividad perlocutiva (lo que se
consigue por medio de decir). Estas consideraciones, que ampliaban notablemente el calado de los
análisis lingüísticos abriéndolos a un entorno mucho más rico y complejo, dio origen a la pragmática
lingüística.

LA SITUACIÓN COMUNICATIVA

Todo enunciado se produce en una determinada situación comunicativa. Las lenguas proporcionan los
medios (deícticos) para explicitar las circunstancias espacio-temporales de la enunciación, pero esta
referencia constituye sólo un aspecto de la situación real de comunicación.

El concepto de situación comunicativa es especialmente amplio. En él hay que incluir todas las
circunstancias no lingüísticas que afectan a la comunicación: las características del emisor y el
destinatario, la relación entre ambos, las circunstancias espaciales y temporales en las que se
encuentran, los motivos de la comunicación..... También forman parte de la situación comunicativa los
referentes del mensaje: los hechos u objetos de la realidad sobre los que se transmite información.

En los últimos años han cobrado un relieve fundamental en la investigación lingüística las teorías
basadas en la investigación del lenguaje como conducta lingüística comunicativa. Las nuevas corrientes
se plantean el análisis del lenguaje en acción, o sea la lingüística que ni Saussure ni Chomsky hubieran
querido abordar, a saber, la lingüística de la parole de Saussure y de la actuación o performance de
Chomsky.

Entre estas corrientes destaca de manera especial La Pragmática que, desde su formulación inicial por
Morris5 , se encargaría del estudio del uso del lenguaje, es decir, la relación que existe entre los signos
lingüísticos y los usuarios de los mismos dentro del contexto en que estos utilizan aquellos. Para la
pragmática el lenguaje es fundamentalmente un medio de comunicación (mientras que en los modelos
estructurales o generativos es esencialmente un sistema) y lo que interesa esencialmente es su uso
(más que el análisis de sus formas y la comprensión del funcionamiento de las mismas) El objetivo

5
Morris, Charles. Foundations of the Theory of signs. 1938

12
Loli Gimeno TEMA 6. EL PROCESO DE COMUNICACIÓN. LA SITUACIÓN COMUNICATIVA AUSTRALIA 2016
básico es, pues, un mejor conocimiento de la competencia comunicativa en su doble vertiente de
comprensión y de producción de textos o discursos.

3. EL CONTEXTO DISCURSIVO

El concepto de contexto es un concepto central de la Pragmática: es la categoría mediante la cual una


oración o varias oraciones se convierten en enunciado. La importancia sustantiva del contexto dentro
de la pragmática arranca del hecho de que es un concepto imprescindible para comprender una unidad
básica de la gramática, el enunciado, definido como la oración emparejada a un contexto. Así pues, es
el requisito imprescindible en cualquier estudio sobre la situación comunicativa y representa el aspecto
que con más claridad define los estudios pragmáticos o discursivos frente a los que se realizan desde
un punto de vista estrictamente gramatical.

Es tan grande su importancia en esta perspectiva investigadora que forma parte de algunas de las
definiciones que se han hecho de esta disciplina, como la de Levinson6 para quien la pragmática es el
estudio de la capacidad o habilidad que tienen los usuarios del lenguaje de emparejar oraciones y
contextos apropiados.

3.1. EL CONCEPTO “CONTEXTO”

3.1.1 El concepto “contexto” en la lingüística

Tanto el estructuralismo como el generativismo han excluido de manera explícita ñps factores
contextuales de los análisis de sus objetivos de estudio. Como decía Chomsky “la teoría lingüística se
ocupa básicamente de un hablante-oyente ideal, en una comunidad lingüística completamente
homogénea y que conoce su lengua perfectamente”.

Aunque partiendo de esta base, algunos lingüistas – como Jakobson, Firth o Halliday- ,aunque en
solitario, sí que le han prestado atención al contexto. Para Jakobson el contexto era uno de los
elementos necesarios “para poder explicar las diferentes funciones que cumple el lenguaje cuando es
usado”. Y tb Firth pensaba que la interpretación de las palabras de cualquier idioma no era completa
si se desentendían los factores contextuales. Apuntó como necesario el establecimiento de una
tipología de las funciones del lenguaje y de los contextos de situación en los que usamos las lenguas
pq el contexto atiende a los participantes, sus acciones comunicativas (verbales y no verbales), aquellas
características del entorno físico que resultan relevantes para el evento y los efectos que produce la
acción verbal. Este autor destacó por haber propugnado el análisis de la conversación, que él entendía
como un “ritual social” pues “ahí es donde encontraremos la clave para una mayor comprensión de lo
que el lenguaje es y de cómo funciona”. Halliday, a partir de las ideas de Firth, ha desarrollado la noción
de registro, concepto que hace referencia a los usos lingüísticos que se definen en función de la
situación y el contexto comunicativo. La variación diafásica (usos lingüísticos exigidos por cada
situación) van desde las posturas más coloquiales a las más formales dependiendo del grado de
participación de la conciencia lingüística en el momento de hablar. Las variaciones de estilo dependen

6
Levinson, S. Pragmatics. Cambridge University Press. 1983. Versión española: Pragmática. Teide. Barcelona.
1989

13
Loli Gimeno TEMA 6. EL PROCESO DE COMUNICACIÓN. LA SITUACIÓN COMUNICATIVA AUSTRALIA 2016
de: el campo del discurso (tema y actividad), el modo del discurso (canal y medio) y el tenor del
discurso. El tenor del discurso puede ser personal (marcas personales y modalización), interpersonal
(relación entre los interlocutores) y funcional (al propósito y a las consecuencias: intenciones
comunicativas, finalidades e intención general).

Pero ha sido Coseriu quien mejor ha planteado la importancia de los entornos para comprender los
enunciados: entiende por entornos todas aquellas circunstancias que rodean el hablar. Se extraña de
lo poco estudiados para la función que desempeñan (Bally: Situación y contexto / Bühler: Sinfísico,
simpráctico y sinsemántico / Urban: Contexto idiomático, contexto vital o de situación y universo de
discurso). Coseriu agrupa los entornos en cuatro:
1.- Por situación – Las circunstancias y relaciones espacio-temporales que se crean automáticamente
por el hecho mismo de que alguien habla en un punto del espacio y en un momento del tiempo.
2.- Región – Es el espacio dentro de cuyos límites un signo funciona en determinados sistemas de
significación: zona, ámbito o ambiente.
3.- Contexto del hablar – Es modélico el estudio sobre el contexto realizado por Coseriu7. Este autor
denomina contexto a toda la realidad que rodea un signo, un acto verbal o un discurso, como presencia
física, como saber de los interlocutores y como actividad. Distingue tres tipos de contexto:
- Contexto idiomático – Es la lengua misma como contexto, como “fondo” del hablar. Es el
trasfondo lingüístico que subyace al enunciado que se produce. Este trasfondo no se explicita,
pero pertenece al saber idiomático del hablante.
- Contexto verbal – Es el discurso mismo en cuanto entorno de cada una de sus partes. Es el
discurso mismo, lo dicho antes y lo que se va a decir. Puede ser inmediato, es decir, lo más
cercano en el espacio discursivo, o mediato, abarcando todo el espacio discursivo, lo que
Coseriu llama contexto temático. El contexto verbal puede ser positivo o negativo: constituye
contexto tanto aquello que se dice como aquello que se deja de decir.
- Contexto extraverbal – Está constituido por todas las circunstancias no lingüísticas quese
perciben directamente o son conocidas por los hablantes. Subtipos: físico, empírico, natural,
ocasional, histórico y cultural.
- el contexto físico, que abarca todas las cosas que están a la vista de los que hablan
o a las que un signo adhiere. En él tienen sentido, por ejemplo, los elementos
deícticos de las lenguas.
- el contexto empírico, formado por los estados de cosas objetivos que se conocen
por quienes hablan en un lugar y en un momento determinado, aunque no estén
a la vista.
- el contexto natural, es la totalidad de los contextos empíricos posibles, es decir, el
universo empírico conocido por los hablantes.
- el contexto práctico u ocasional es la ocasión del hablar, la particular coyuntura
objetiva o subjetiva en la que ocurre el discurso.
- el contexto histórico, constituido por las circunstancias históricas (de un individuo,
de una comunidad, etc.) conocidas por los hablantes
- el contexto cultural que abarca todo aquello que pertenece a la tradición cultural
de una comunidad.

7
Coseriu, Eugenio. Determinación y entorno en Teoría del lenguaje y lingüística general. Madrid. Gredos. 1973.

14
Loli Gimeno TEMA 6. EL PROCESO DE COMUNICACIÓN. LA SITUACIÓN COMUNICATIVA AUSTRALIA 2016
4.- Universo de discurso – Es el sistema universal de significaciones al que pertenece un discurso o un
enunciado y que determina su validez y su sentido.

3.1.2 El concepto “contexto” en la pragmática y en el análisis del discurso

El contexto se constituye como un concepto crucial y definitorio del ámbito de la pragmática y del
análisis del discurso. Una de las definiciones del análisis del discurso es la de estudio del “uso lingüístico
contextualizado”. Y la gran mayoría de las definiciones de la pragmática coinciden en el “estudio de la
lengua en su contexto”. Según Reyes es “la disciplina lingüística que estudia cómo los seres hablantes
interpretamos enunciados en contexto”. En estas disciplinas tb el concepto contexto aparece marcado
por la separación de diversos tipos o niveles: espacio-temporal, situacional, sociocultural y cognitivo. .:8
Una primera aproximación al concepto de contexto desde el análisis del discurso ha consistido en
dividirlo en cuatro niveles:

1. El contexto espacio-temporal: se trata del entorno en el que tiene lugar la comunicación, e


incluye las coordenadas espaciales y temporales en las que se produce un enunciado. Esta
información tiene una especial relevancia para interpretar elementos deícticos, como los
adverbios de lugar (aquí, allí) o de tiempo (ahora, hoy), las personas del discurso (yo, tú, él) o
los tiempos verbales.
2. El contexto situacional o interactivo: comprende tanto las circunstancias que perciben los
interlocutores mientras hablan como el mismo discurso que van produciendo, que construye
un contexto al que los emisores se pueden referir. En este sentido, en la producción y
comprensión del discurso no sólo influye lo que los hablantes dicen, sino también lo que hacen,
lo que ocurre mientras hablan y el hecho mismo de que lo hagan.
3. El contexto sociocultural: también condicionan la forma y la interpretación de un mensaje las
características sociales de los interlocutores, que tienen por ejemplo una importancia decisiva
en el empleo de fórmulas de cortesía.
4. El contexto cognitivo: incide finalmente en la comunicación el conocimiento del mundo que
poseen y comparten los hablantes, así como las intenciones que persiguen en su acto
comunicativo o que presuponen en su interlocutor.

Sin embargo, Brown y Yule (1983) recogen las aportaciones realizadas desde la lingüística funcional y
desde la antropología lingüística y plantean que el contexto está formado por elementos como: el
tema, el marco, el canal, el código, la forma del mensaje, el tipo de evento y los participantes. Ahora
bien, según estos autores, las propuestas ya reseñadas de Hymes y de Lewis explican solo parcialmente
qué debe entenderse por contexto. Brown y Yule tienen en cuenta además el co-texto de Halliday

8
En otras caracterizaciones, el contexto queda determinado por dos grandes variables, una lingüística y la otra
extralingüística. La lingüística, a su vez, consta de la variable verbal (las oraciones que se expresan) y de la no
verbal ( los gestos, las modulaciones de la voz, etc.); la extralingüística está compuesta también de otras dos
variables: la objetiva (el mundo en donde se emite el enunciado con las personas que intervienen, los
acontecimientos, el tiempo, etc.) y la subjetiva ( el mundo de los conceptos, de las relaciones, de las ideas, de las
creencias y de la ideología).

15
Loli Gimeno TEMA 6. EL PROCESO DE COMUNICACIÓN. LA SITUACIÓN COMUNICATIVA AUSTRALIA 2016
(coordenada g de Lewis poco atendida). Es decir, los enunciados que rodean a aquello que se está
considerando para el análisis.

El cotexto. Es el marco textual en que está enclavada la oración u oraciones de un enunciado. Este
cotexto alude a la contextura que, según Jakobson, es una ley del lenguaje mediante la cual toda unidad
lingüística es, a su vez, entorno lingüístico o marco de referencia para otra de rango inferior y está
contenida, además, en otra de rango superior. El cotexto puede ser inmediato o acumulado, según el
grado de arrastre de unidades lingüísticas imprescindibles para poder interpretar una proposición. En
el primer caso sólo precisamos de las unidades lingüísticas contiguas, mientras que en el segundo es
necesario retroceder varias unidades para poder entender el enunciado.

A todos estos rasgos algunos autores, como Beaugrande y Dressler, añaden la intertextualidad, la
relación de dependencia que se establece entre los procesos de producción y recepción de un texto
determinado y el conocimiento que los participantes tengan en la interacción de otros textos anteriores
relacionados con él. La intertextualidad es importante desde el punto de vista de la producción y de la
recepción. (Al leer un texto lo clasificamos de manera automática y eso permite su correcta
interpretación –competencia intertextual- y al producirlo tb debemos respetar las convenciones del
género al que pertenece).

Por su parte, el cognitivismo, ciencia que se dedica a estudiar cómo almacenamos y organizamos en la
memoria nuestras experiencias de vida, también reconoce la importancia del contexto. Según
Calsamiglia y Tusón, son esos factores contextuales lo que permiten el almacenamietno organizado de
la experiencia y los que facilitan, posteriormente, la activación del conocimiento pertinente acumulado
para interpretar de forma adecuada las situaciones nuevas, asociándolas a experiencias previas
similares. Se trata, como piensan Brow y Yule de establecer el saber enciclopédico que nos permite
interpretar rectamente el discurso. (Ej. Restaurante) Este saber enciclopédico estaría organizado en
distintos conjuntos (unidades completas de conocimiento estereotipado en la memoria) separados y,
al mismo tiempo, relacionados entre sí. En el campo de la ciencia cognitiva han sido varios los términos
propuestos –según autores- para designar esta organización de datos de la experiencia en nuestra
mente: marco, guión, esquema, plan..

Algo diferente es la concepción de contexto mantenida por la teoría de la relevancia, para la que el
contexto, en términos psicológicos, hace referencia al conjunto de factores que permiten la producción
y la interpretación de los enunciados con un coste mínimo de procesamiento. Lo importante es que los
interlocutores comparten o creen compartir una versión parecida del contexto. La comunicación
exitosa depende de cierto conocimiento mutuo: de lo q cada interlocutor sabe y sabe q el otro sabe.

3.2. LA DEIXIS

El término deíxis, procedente de la palabra griega que significa «señalar» o «indicar», designa
la referencia, por medio de unidades gramaticales de la lengua, a elementos del contexto de la
comunicación; Es sinónimo de referencia exofórica o extralingüística. Son deícticas todas las
expresiones lingüísticas (del tipo yo, aquí, ahora) que se interpretan en relación con un elemento de
la enunciación (interlocutores, coordenadas de espacio y tiempo). Así pues, como indica Calsamiglia y
16
Loli Gimeno TEMA 6. EL PROCESO DE COMUNICACIÓN. LA SITUACIÓN COMUNICATIVA AUSTRALIA 2016
Tusón, “la indexicalización permite jugar con los planos, con los tiempos y con las personas en el
escenario de la comunicación”. Son unidades del sistema lingüístico que, por su contenido
coordenativo, ocasional o pragmático, varían según quién hable, a quién hable, cuándo hable y dónde
hable. Los deícticos o, en la terminología de Jakobson, conmutadores, son unidades que conectan el
sistema lingüística con la enunciación, de la cual depende su significado.

El primer teórico en tratar de sistematizar el fenómeno deíctico fue K. Bühler (1934). Este autor
distingue entre campo mostrativo del lenguaje y campo simbólico: en el primero funcionan aquellos
elementos que suponen una indicación a la situación comunicativa; el campo simbólico sería aquel
donde los nombres (que funcionan como símbolos) reciben su precisión significativa. La deíxis recibirá,
por tanto, su precisión significativa en el campo mostrativo del lenguaje.

En la teoría de la enunciación (É. Benveniste 1966 y 1974), el yo-aquí-ahora constituye el «centro


deíctico» o «punto cero» de las coordenadas contextuales para la realización e interpretación de cada
acto de comunicación. Es el hablante quien organiza el discurso desde su campo de referencias, que
otorga sentido a los elementos deícticos y al propio discurso. Según el factor contextual que se señale
(los participantes, el momento o el lugar de la comunicación, o bien el propio texto) se distinguen varios
tipos de deíxis, realizadas por categorías gramaticales diversas:

● La deíxis personal- Señala a las personas del discurso. Expresada con pronombres personales
de 1.ª y 2.ª persona [[yo (mí, me), tú (te, ti,...)]); también, con los de de 3.ª persona [él, ella]),
pero con éstos solo cuando señalan a una persona presente en la situación; con pronombres
posesivos de 1.ª y 2.ª persona ([mi, tu, su, nuestro, vuestro,...]); y con morfemas verbales de
1.ª y 2.ª persona, a causa de la elipsis, habitual en español, del pronombre sujeto ([Quiero], en
que la «o» final señala a la persona que habla).
● La deíxis temporal, Indica elementos temporales tomando como referencia el “ahora” que
marca quien habla como centro deíctico de la enunciación (Calsamiglia y Tusón). Se refleja
mediante adverbios, locuciones y sintagmas adverbiales de presente ([hoy, ahora]), pasado
([ayer, el mes pasado, hace poco]) o futuro ([el mes próximo, dentro de poco,…]) y mediante
morfemas de tiempo ([Llegó], [Llegas]). Tb se puede utilizar algunas preposiciones y locuciones
prepositivas (antes de, después de, desde, a partir de...) y algunos adjetivos (actual, antiguo,
moderno, futuro, próximo...).

● La deíxis espacial- Organiza el lugar en el que se desarrolla el evento comunicativo. Formulada


con adverbios de lugar ([aquí, ahí, allí, allá,...]), demostrativos ([este, ese, aquel,…]) , locuciones
prepositivas (delante de, detrás de, cerca de, lejos de) y verbos de significado locativo ([traer]al
lugar en que se habla, [venir])

● La deíxis textual o discursiva, Este tipo señala y organiza las partes del texto respecto a otras.
Como indican Calsamiglia y Tusón, “el texto en sí mismo se convierte en el espacio y el tiempo
de referencia, donde existe un antes y un después, un arriba y un abajo”. A medio camino entre
la deíxis y la anáfora, realizada con pronombres personales o demostrativos neutros ([eso,
ello, lo]) o expresiones del tipo [líneas más arriba, como ya hemos comentado, a continuación],

17
Loli Gimeno TEMA 6. EL PROCESO DE COMUNICACIÓN. LA SITUACIÓN COMUNICATIVA AUSTRALIA 2016
etc.; remite a fragmentos del texto que se han dicho, o que se van a decir, y que, por lo tanto,
están ya presentes en el entorno comunicativo y son susceptibles de ser señalados.

Se distingue, además, en la pragmática otro tipo de deíxis: la deíxis social, que refleja o establece la
relación social entre los participantes en la comunicación. Las fórmulas de tratamiento, aunque forman
parte de la deíxis personal, se consideran como grupo específico ya que no solo señalan los papeles de
locutor e interlocutor, sino también su estatus social y la relación que los une. En español el sistema de
tratamientos varía según los dialectos: [tú, usted, vos, ustedes, vosotros].

El estudio de los deícticos establece interrelaciones interesantes entre gramática y pragmática, pues
son formas que adquieren sentido en las coordenadas espacio-temporales y personales en que se
utilizan. Estos valores –por ejemplo, el uso de la 1ª persona del singular o plural para señalar al
hablante, o de verbos con un componente de deíxis espacial como ir, venir, llevar, traer– pueden
cambiar en cada situación de comunicación y en cada cultura y, por lo tanto, en cada lengua, por lo que
su aprendizaje contribuye al desarrollo de la competencia comunicativa. Además, en relación con
la competencia sociocultural, adquiere especial relevancia la deíxis social.

5. LAS PERSONAS DEL DISCURSO

La gramática no ha prestado a los participantes en un intercambio comunicativo la importancia que


tienen. Su objeto de estudio ha sido la oración tomada de manera virtual (sin contexto, sin el q la
produce y sin el q la interpreta). El análisis del discurso y la pragmática, por el contrario, postulan la
necesidad de describir tb a los productores e interpretadores de los enunciados, pues con ellos el texto
entabla una estrecha vinculación. Ya en los años 30 del S.XX surgieron voces que abogaban por que se
considerara de manera sistemática el papel de los hablantes en las interacciones comunicativas.
Tenemos a Bally, Bülher, pero sobre todo, a Voloshinov y Bajtín, quienes plantean el carácter dialógico
del lenguaje (entienden que el lenguaje es, antes que nada, intercambio entre hablantes). El espacio
dialógico quedaría concretado en la enunciación.(La palabra representa 1 acto bilateral, el puente
construido entre yo y el otro, el territorio común compartido que aparece como producto de las
interrelaciones hablante y oyente)
A Bajtín tb le debemos en este marco la introducción de la noción de heteroglosia, luego denominada
por Ducrot, como polifonía. En la enunciación, según estos autores, pueden activarse varias voces.

Algo posterior es la teoría de la enunciación desarrollada a partir de la obra de Benveniste. En esta


teoría se entiende como necesario contar con los componentes que intervienen en el proceso de uso
de la lengua. Este autor establece las bases para el análisis de la subjetividad en el lenguaje desarrollado
en la inscripción de los interlocutores en el texto, en la modalización y en la polifonía. Según explica
Benveniste, “antes de la enunciación, la lengua no es más que la posibilidad de la lengua. Después de
la enunciación, la lengua se realiza en una instancia de discurso, q emana de un locutor, forma sonora
q alcanza a un oyente y que suscita otra enunciación como retorno”. En esta cita se ve claro el concepto
de enunciación como “actuación lingüística en contexto” cuyo producto es el enunciado, unidad
discursiva básica.

El estructuralista Jakobson en los años 60 hacía hincapié en las figuras del emisor y receptor pero es a
Goffman desde la sociología (interaccionismo simbólico), al que le debemos una de las aportaciones
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Loli Gimeno TEMA 6. EL PROCESO DE COMUNICACIÓN. LA SITUACIÓN COMUNICATIVA AUSTRALIA 2016
más importantes al respecto: distinguió varios tipos de participantes en cualquier interacción. Aunque
mantenemos la noción abstracta de Hablante-oyente, “coprotagonistas de la interacción
comunicativa”, la forma concreta en q se actualizan varía de un intercambio a otro según el papel que
desempeñen, según el número de participantes...
Goffman explica tb el comportamiento interactivo como un “ritual social” conjugando el sujeto social
como imagen pública, la presentación de la persona, la interacción como escena dónde actúa ese
sujeto y la noción de territorio tomada de la etología. Sobre esta noción de imagen pública se ha
estudiado la cortesía. La modalización, por su parte, es de interés por poner de relieve la posibilidad
que tiene el hablante de introducir en sus propios enunciados sus actitudes, su perspectiva intelectual
o emocionalmente hablando.

5.1. LA POLIFONÍA

Uno de los principios en que se ha sentado la lingüística hasta hace relativamente poco es el de la
“unicidad del sujeto hablante”. Pero en realidad, la mayoría de los enunciados es el resultado del
diálogo entre varios puntos de vista conjugados por el locutor. Los conceptos de polifonía, enunciación,
discurso, etc. se conciben dentro del campo de la Pragmática la cual concibe al emisor no como un
sujeto hablante unitario (tal como lo concebía la lingüística tradicional) sino como un sujeto racional,
capaz de producir y de interpretar intenciones comunicativas. El hablante, entonces, se desdobla y
puede convocar distintas voces.

Ligados a los conceptos de enunciación y discurso, no podemos pasar por alto el tema de la polifonía y
remitir a teóricos como Voloshinov y Bajtín, para mencionar conceptos como “heteroglosia” del
lenguaje o el de “translingüística” que el segundo entiende como el uso de la lengua más bien como
un diálogo vivo y no meramente como un código inerte: “un enunciado es eco de otros enunciados” y
de ahí se desprende el carácter dialógico del lenguaje. El concepto de “heteroglosia” también apunta
a esa idea: todo enunciado ha sido dicho anteriormente por otros.

Se diferencia entre sujeto hablante y sujeto discursivo: el primero se refiere al ser empírico que produce
el mensaje y el segundo es el locutor materializado en el discurso. (Se entiende mejor en la Literatura
en la que aparece diferenciado el autor (ser empírico) del narrador (sujeto discursivo).

6. LA CORTESÍA Y LA MODALIDAD

La CORTESÍA es el conjunto de normas establecidas por casa sociedad que sirve para regular el
comportamiento de sus integrantes. Prohíben algunas conductas y favorecen otras. Se le llama cortesía
tb al conjunto de estrategias conversacionales según las cuales el enunciado del emisor debe adaptarse
no solo a sus intenciones y objetivos, sino tb a la categoría y papel social del destinatario.

El lenguaje es al mismo tiempo vehículo para las propias intenciones y para la interrelación con los
demás. El tipo de relación mantenida depende de varios factores sociales interrelacionados: edad,
sexo, grado de conocimiento previo, posición social, autoridad...

En toda conversación puede observarse la tensión entre dos principios: el de cooperación que asegura
una eficaz transmisión de la información y el de cortesía, que está al servicio de la relaciones sociales.
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Loli Gimeno TEMA 6. EL PROCESO DE COMUNICACIÓN. LA SITUACIÓN COMUNICATIVA AUSTRALIA 2016
Brown y Levinson creen que “la comunicación es un tipo de comportamiento racional que debe
cumplir tanto con las máximas que aseguran la eficacia informativa como con las máximas que
aseguran la armonía en las relaciones interpersonales”. Estos autores proponen una fórmula
matemática con la que el hablante calcula el riesgo de un acto y así después, elige la estrategia que
considera adecuada.
Riesgo (AAI) x = (D+P+G) x

Las estrategias de cortesía posibles en la conversación son las siguientes:


1.- ABIERTA Y DIRECTA – No se intenta contrarrestar el efecto (Ej. ¡Baja la basura!)
2.- ABIERTA INDIRECTA – Se muestra claramente la intención del emisor pero se intenta “compensar el
daño” (Positiva con aprecio Ej. ¿Bajarás la basura? Negativa ¿Podría revisar estos informes?)
3.- ESTRATEGIA ENCUBIERTA - El emisor pretende enmascarar o disimular su verdadera intención y es
el destinatario el que debe interpretarla (Ej. La basura huele mal. Este informe necesita una revisión).

El término MODALIDAD – o expresión por medios lingüísticos de la actitud del hablante- tiene su
origen en la filosofía griega con Aristóteles. En el S.XX fue retomado por Bally: según él todo enunciado
surge de la combinación del dictum o contenido transmitido y del modus que es la actitud del hablante
ante lo que informa.
La frase explícita comprende dos partes: una es la correlativa del proceso que constituye la
representación, el dictum. La otra contiene la pieza maestra de la frase, aquella sin la que no
hay frase, la expresión de la modalidad, correlativa a la operación del sujeto pensante. El modus
complementario del dictum, La modalidad es el alma de la frase

La lengua ha sido observada desde el exterior, de manera objetiva. La perspectiva enunciativa


reintroduce la subjetividad que el uso efectivo de la lengua conlleva. Esta subjetividad se materializa
en el discurso de dos maneras: con las unidades de contenido deíctico y con la actitud que el emisor
suele expresar.

Podemos concretar distintos tipos de modalidades diferenciadas por la actitud.


ACTITUD
MODALIDAD DECLARATIVA
NEUTRA
Expresando su
M. EXPRESIVA O
situación
VALORATIVA
anímica
Enfocado al
ACTITUD ENUNCIAD MODALIDAD DESIDERATIVA
MARCADA O
Expresando un
Exigiendo una
deseo MOD. INTERROGATIVA
Implicando intervención lingüística
al OYENTE Exigiendo una
MODALIDAD IMPERATIVA
intervención factitiva

Los medios lingüísticos de expresión de modalidad son:

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Loli Gimeno TEMA 6. EL PROCESO DE COMUNICACIÓN. LA SITUACIÓN COMUNICATIVA AUSTRALIA 2016
- RECURSOS ENTONATIVOS Ej. Viene Juan/ ¿Viene Juan?/ ¿Juan viene? / ¡Viene Juan! Todos
dictum son los mismos pero las cuatro entonaciones revelan cuatro modalidades
diferentes (y cuatro significados distintos): mod. representativa, apelativa y 2 expresivas.
- RECURSOS SEMÁNTICOS Elección de determinadas unidades marcadas valorativamente
frente a otras neutras Ej. malo, estupendo, maravilloso.
- RECURSOS SINTÁCTICOS Adv. de modalidad, adjetivos (es cierto, es probable), verbos
modales, cambio de orden de las palabras, vocativos, interjecciones...
- RECURSOS MORFEMÁTICOS El modo y tiempo verbal, aumentativo y diminutivo, adj. En –
able, -ible y sustantivos en -able

8. CONCLUSIÓN - IMPLICACIONES DIDÁCTICAS

¿En qué medida pueden estas nuevas teorías ser utilizadas en las clases de lenguas? El concepto de
competencia comunicativa subraya la importancia de los elementos pragmáticos en la comunicación
en general y en la adquisición de lenguas. Este concepto también tiene importantes implicaciones
didácticas. Enseñar a comunicar en una lengua no puede reducirse a enseñar competencia gramatical,
sino que es necesario enseñar otros componentes de la competencia comunicativa.

Los estudiantes de lengua deben aprender a utilizar la lengua en el contexto adecuado (competencia
sociolingüística), transmitir y reconocer las intenciones comunicativas (competencia pragmática,
ilocutiva o accional), elaborar y comprender textos orales y escritos (competencia discursiva) y disponer
de recursos para superar las dificultades la comunicación (competencia estratégica).

Además, es necesario proponer actividades didácticas que relacionen los distintos tipos de
competencia y contextualicen la enseñanza. Por último, teniendo en cuenta que adquirir una lengua
va más allá de la adquisición de la competencia gramatical es necesario incluir el resto de los
componentes de la competencia comunicativa en la evaluación de las lenguas.

Es por todo lo aquí expuesto que la comprensión profunda y esencial de un tema como el aquí
desarrollado es imprescindible para transmitir una serie de conceptos a nuestros alumnos, que les
permitan desarrollar las habilidades comunicativas básicas y avanzadas, tan importantes en la Era de
las comunicaciones de la que hablábamos al principio. Proceso comunicativo, características y roles de
sus elementos, sus funciones, y el papel nuclear de la situación comunicativa y sus características ya
no son elementos periféricos cuyo único estudio se relega a las clases de Filología Hispánica, sino que,
gracias al auge de la pragmática y del análisis del discurso han pasado a ser elementos nucleares de
cara a la comprensión y expresión de textos, y de este modo, pasan a ser parte nuclear de nuestra
práctica docente.

Como dijo Anthony Robbins: La forma en que nos comunicamos con otros y con nosotros mismos,
determina la calidad de nuestras vidas.

En nuestro anhelo por mejorar la calidad de la vida de nuestros pupilos, la comunicación y todos los
aspectos aquí estudiados, cumplen por tanto un papel indiscutible.

BIBLIOGRAFÍA.
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CEREZO ARRIAZA, Manuel. (1997). Texto, contexto y situación. Octaedro. Barcelona.
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