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tema

14 LENGUA CASTELLANA
Y LITERATURA
El sintagma nominal.
22-15616-13

Temario 1993
tema 14

lengua castellana y literatura

1. EL SINTAGMA: DEFINICIÓN Y CARACTERIZACIÓN. TIPOS

2. EL SINTAGMA NOMINAL
2.1. EL SUSTANTIVO. TIPOS. LA SUSTANTIVACIÓN

2.2. DETERMINANTES Y CUANTIFICADORES

3. LOS COMPLEMENTOS DEL NOMBRE. EL SINTAGMA PREPOSICIONAL Y NOMINAL


3.1. EL SINTAGMA ADJETIVO
3.1.1. El adjetivo: forma, clases y posición
3.1.2. Modificadores y complementos del adjetivo

3.2. COMPLEMENTOS ORACIONALES DEL NOMBRE


3.2.1. Las proposiciones subordinadas sustantivas
3.2.2. Las proposiciones subordinadas de relativo

3.3. EL ORDEN DE LOS CONSTITUYENTES DENTRO DEL SN

4. FUNCIONES DEL SN

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INTRODUCCIÓN

Este tema parte de la larga discusión teórica y práctica establecida en la lingüística


moderna alrededor del concepto de sintagma. Frente a las distintas variantes del
estructuralismo o del funcionalismo, que han terminado por aceptar una nómina
cerrada de sintagmas, el generativismo ha seguido profundizando en el recono-
cimiento de otras posibles organizaciones sintagmáticas en el interior de una ora-
ción. Los siguientes apartados del tema se ocupan justamente del análisis de tres
de los sintagmas definitivamente aceptados: sintagma nominal (SN), sintagma
adjetivo (SA) y sintagma preposicional (SP). El primero de ellos es una extensión
de una categoría léxica mayor, el nombre, que se ve afectado por los otros dos sin-
tagmas (SA y SP) como modificadores obligatorios u opcionales. Habitualmente, el
nombre aparece también determinado o cuantificado por una serie de elementos
que la tradición gramatical había caracterizado como adjetivos determinativos y
que en los últimos estudios se han analizado como determinantes fuertes y dé-
biles, cuya importancia sintáctica y referencial ha llevado a algunos lingüistas a
hablar, en lugar de un SN, de un sintagma determinante (SD).
Se obvian en este tema ciertos aspectos formales referidos a la flexión y derivación
del sustantivo (que se han de estudiar en el tema 12), al grado del adjetivo (propios
del tema 18) o al análisis pormenorizado de las funciones sintácticas y semánticas
que puede realizar el SN (cuyo estudio se aborda en el tema 16), para así dedicar
más espacio a aspectos como la sustantivación, los complementos oracionales
del nombre, la compleja clasificación semántica de los adjetivos y el orden que
presentan los constituyentes en el SN. Son todas ellas cuestiones que han venido
preocupando a los gramáticos del español y que cada vez tienen más importancia
en la configuración del llamado sintagma nominal.

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1 EL SINTAGMA: DEFINICIÓN Y CARACTERIZACIÓN. TIPOS


El estructuralismo saussureano caracterizó el sintagma como una secuencia de dos o más palabras.
En la oración Los amigos de Jovita son muy agradables, son sintagmas simples los amigos o de Jovita y,
en cambio, es un sintagma complejo son muy agradables, al aparecer otro sintagma (muy agradables)
en su interior. En la definición de Saussure se esconde una concepción del sintagma como «alinea-
ción de palabras en la cadena hablada», que convertirían en sintagmas las secuencias amigos de o
son muy, segmentación que está en contra de cualquier generalización gramatical.
Para Saussure, los sintagmas pertenecen al habla, frente a las unidades paradigmáticas que son pro-
pias de la lengua. Por eso, en el distribucionalismo y en el generativismo esa dicotomía, conservada
en la distinción categoría sintáctica y categoría léxica respectivamente, permitió la equiparación
del «sintagma» con el concepto sintáctico de «frase», como «constituyente inmediato» de una ora-
ción, es decir, como categoría lingüística universal. Bello es el germen de esta analogía entre frase
y sintagma, que no se da ni en la gramática francesa (frase = oración) ni mayoritariamente en la
gramática tradicional española (frase = enunciado sin verbo).
Con la evolución de los estudios lingüísticos, el sintagma ha pasado a ser visto como un constitu-
yente inmediato oracional o una unidad funcional, que se puede segmentar en palabras y que se
caracteriza por presentar otras distribuciones en relación al contexto en el que se usa. En el caso del
generativismo, el sintagma es un constituyente sintáctico complejo que resulta de la proyección o
expansión de una de las categorías léxicas mayores (sustantivo, adjetivo o verbo), que funcionan
como núcleo de esa unidad. Radford (1981 y 1988) habla del sintagma como una «pauta» de cons-
trucción susceptible de estar disponible a través de las reglas gramaticales de la lengua, que satisfa-
ce alguna de estas propiedades:
„„ La distribución como categoría funcional en diferentes contextos oracionales
Jovita tiene muchos amigos vascos
Muchos amigos vascos vinieron a la fiesta de Jovita
La propuesta vino de muchos amigos vascos
„„ La posibilidad de coordinación con otro constituyente equifuncional:
Jovita SA[es simpática] y SP[de trato fácil]
ATRIB ATRIB
„„ La restricción de admitir elementos en su interior (con ciertas condiciones en los sintagmas ver-
bales):
*Jovita tiene muchos, efectivamente, amigos vascos
Jovita efectivamente tiene muchos amigos vascos
„„ La posibilidad de ser sustituido por una proforma: pronombres clíticos o átonos (lo, la, los, las),
tónicos (esto, eso, aquello), relativos que, quien o interrogativos qué, qué cosa y el adverbio así:
Jovita tiene muchos amigos vascos pero apenas los ve
Jovita es simpática y de trato fácil, pero Pau no la ve así
„„ La posibilidad de ser omitido en una posición oracional en la que puede ser recuperado (Jovita
pretende llamar a Pau desde su casa y Viki [pretende llamar a Pau] desde Londres)

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No existe acuerdo general sobre la composición interna (núcleo y adyacentes) de un sintagma, ni


sobre si esa estructura responde a un análisis binario o no:
„„ Para el estructuralismo, el sintagma es una expansión de una categoría léxica que funciona
como núcleo, ambos con semejante función (funcionalismo) o distribución (distribucionalismo):
−− Sintagmas endocéntricos, o con núcleo: Jovita es SN[buena persona]
−− Sintagmas exocéntricos, o sin núcleo (Jovita es SP[de Bilbao]): su distribución no coincide con
ninguno de sus constituyentes
„„ Para el generativismo, el núcleo de un sintagma es una categoría léxica o funcional, que man-
tiene una relación rectora y estructural con un complemento, por lo que todos los sintagmas
son endocéntricos, incluidos el sintagma preposicional (SP) y el sintagma verbal (SV) transitivo
(Jovita SV[entregó sus cosas a Pau]
De la distinción entre categorías léxicas y funcionales o gramaticales, el estructuralismo ha admi-
tido que podían formarse sintagmas de la expansión de las primeras, pero no de las segundas. En
cambio, para el generativismo ciertas categorías gramaticales como el «Tiempo», el «Aspecto» o la
«Determinación» forman núcleos de los que dependen complementos compuestos de categorías
léxicas. Así, para los gramáticos generativos debe postularse un S[intagma] D[eterminante], cuyo
núcleo es un determinante modificado por un S[intagma] N[ominal]:
Jovita compró SD[una SN[ N[colcha] SP[de cama] ] ]
SD

D SN

una N SP

colcha P SN

N
de

cama

Para el estructuralismo no existen este SD, sino el SN, con o sin determinante:
Jovita compró SN[una SN[ N[colcha] SP[de cama] ] ]
SN

D SN

una N SP

colcha P SN

N
de

cama

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Respecto al binarismo, es mayoritaria la idea de un análisis binario en constituyentes inmediatos


de una estructura, que restringe la presencia de más de un adyacente en el mismo nivel, ya que los
adyacentes se van adjuntando al núcleo de modo gradual en cada nivel, por lo que un análisis en
tres constituyentes no se suele admitir:
Jovita compró SD [una SN[ N[colcha] SP[de cama] ] ]

SN
D
SP

una N
SN
P
colcha
N
de
cama

XX Tipos de sintagmas
En el siguiente cuadro vemos los distintos tipos de sintagmas según diferentes rasgos:

Coordinativos
RELACIÓN ENTRE CONSTITUYENTES
Subordinativos
Endocéntricos
DISTRIBUCIÓN y ESTRUCTURA INTERNA
Exocéntricos
Sujetivos
Primaria
Predicativos
FUNCIÓN SEMÁNTICA
Adverbiales
Secundaria
Adjetivos
nominales
verbales
adjetivos
adverbiales
CATEGORÍA NUCLEAR preposicionales
determinantes
cuantificadores
de grado
conjuntivos…

En general, las tres primeras clasificaciones han sido muy cuestionadas, por lo que se ha emplea-
do mayoritariamente la cuarta clasificación, que permite distinguir los sintagmas por su categoría
nuclear (si el núcleo es un nombre, el sintagma es S[intagma] N[ominal]; si es un A[djetivo] es un
S[intagma] A[djetivo]…). En la tradición gramatical (que llega hasta los primeros modelos del gene-
rativismo) ha prevalecido esta tipología de sintagmas en relación a las categorías léxicas o mayores:

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„„ Nombre: sintagma nominal (SN).


„„ Verbo: sintagma verbal (SV).
„„ Adjetivo: sintagma adjetivo (SA).
„„ Adverbio: sintagma adverbial (SAdv).
Además, el distribucionalismo incorporó a esta lista el sintagma preposicional (SP) formado sobre
una categoría gramatical que lo convertía en un caso de exocentrismo, y ciertos sintagmas adver-
biales construidos a partir de adverbios gramaticales.
Dentro del generativismo se han ido incorporando otros sintagmas, cuyos núcleos son categorías
gramaticales: Determinante (SD o SDet), Cuantificador (Scuant o Scu), Grado (SGr), Complemen-
tante (SC o SComp), Tiempo (ST), Modo (SM), Aspecto (SAsp), Genero (SGº), Numero (SNº), etc. Los
cuatro primeros han adquirido cierta presencia en análisis sintagmáticos descriptivos de constitu-
yentes, porque su uso sigue consolidando el axioma del binarismo fundacional de los sintagmas.
De hecho, para los generativistas la incorporación de estas categorías funcionales como núcleos de
sintagmas, simplifica su estructura interna, al reducirla a la relación NÚCLEO + COMPLEMENTO.
Pese a lo afirmado, aludiremos en este tema sólo a los sintagmas formados sobre categorías léxicas,
incluyendo el SP y, restrictivamente, el SC, ya que estos dos casos no son el resultado de proyeccio-
nes o expansiones. En ciertos tratados linguísticos, a las agrupaciones sintagmáticas intermedias se
las denomina grupo sintagmático (por ejemplo, grupo nominal).

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2 EL SINTAGMA NOMINAL
El SN consiste en la expansión o proyección de un sustantivo, que se suele construir con un deter-
minante antepuesto encargado del valor referencial, y con un complemento de significado léxico
(adjetivo) o de estructura preposicional, que restringe y califica al sustantivo. En lugar de un nombre
puede aparecer un pronombre, un infinitivo o un elemento sustantivado. Marcos Marín, Satorre y
Viejo (1998) señalan que «la única parte imprescindible en el sintagma nominal es el sustantivo», de
modo que constituye su núcleo e impone sus morfemas a los demás elementos que le acompañan
como modificadores. Así, determinantes y complementos (adjetivos o SSPP) son elementos facul-
tativos del SN.

Este programa de doctorado


SN

D GN

este N SP

programa P SN

N
de

doctorado

En otras tradiciones gramaticales (Fernández Leborans, 2003), la importancia sintáctica del determi-
nante ha inducido a considerarlo como el núcleo rector de un SD:
SD

D SN

este N SP

programa P SN

N
de

doctorado

De hecho, parece necesario distinguir entre el SD, o SN con determinante, del SN «escueto» o SN
sin determinante, como hace el funcionalismo de Rojo y Jiménez Juliá (1989), que diferencia entre
frase (en lugar de sintagma) nominal (construcción con determinante) de frase sustantiva (cons-
trucción sin determinante). Fernández Leborans (2003) advierte que la distribución entre ambas
estructuras no coincide. Así, los sujetos preverbales y los complementos argumentales en español
son habitualmente SN con determinantes (o SD). La razón es que los argumentos tienen que ser
referenciales, y los nombres sin determinante (‘desnudos» o «escuetos») se refieren a un concepto,
no a una entidad.

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2.1. EL SUSTANTIVO. TIPOS. LA SUSTANTIVACIÓN

El sustantivo se define como una palabra que sirve para designar personas, animales o cosas con
existencia independiente, con referencia real o abstracta: objetos físicos (libro, mesa), cualidades
(belleza, caridad), acciones (movimiento, agitación), situaciones o propiedades (imaginación, creen-
cia), sentimientos (alegría, odio), relación (amigo, vecino), número (docena, centenar). Hasta el s XVIII
conformaba con el adjetivo la categoría común de nombre (González Calvo, 1988 y Díaz Hormigo,
1998), ya que morfológicamente presentan morfemas de género y número (los llamados morfemas
nominales, cuyo estudio se aborda en el tema 12) o derivativos comunes y sintácticamente existen
intercambios funcionales a través de la sustantivación o de la adjetivación (RAE, 1973). Así, palabras
como sabio o joven, pueden ser sustantivos o adjetivos (Marcos Marín, Satorre y Viejo, 1998).

XX Tipos
„„ Comunes y propios (Bello, 1847, Alonso y Henríquez Ureña, 1938). El nombre común es el que
se refiere a los objetos designándolos por sus cualidades; expresa los rasgos semánticos comunes
a todos los miembros de su especie (vegetal, mujer). El nombre propio no designa las cualidades
de los referentes, sino que individualiza un objeto: Asia, Pau, Vigo. Los propios suelen ser antropó-
nimos, zoónimos, apelativos y títulos, de periodos temporales, de instituciones o de productos
humanos (Fernández Leborans, 1999) o marcas comerciales (López García, 2000). Además, no
suelen admitir determinante ni morfemas de plural.
„„ Concretos y abstactos: Los nombres comunes pueden ser concretos y abstractos (Díaz Hormigo,
1998). Los concretos se refieren a objetos que existen con independencia de una elaboración inte-
lectual (coche) y son percibidos por los sentidos materialmente. Los abstractos han de ser aprehen-
didos por la inteligencia y dependen de nuestra elaboración intelectual (fraternidad, bajura). Es una
clasificación lógico-filosófica que no permite clasificar claramente sustantivos como viento, sema-
na, luz y otros. Salvo en ciertos casos de sustantivos formados con sufijos –ad, -ada, -era, -ez, -ancia,
-anza, -ción, -encia, -sión, -xión (Alcina y Blecua, 1975), la clasificación resulta poco productiva, y para
ciertas gramáticas los abstractos se deben estudiar con los incontables (RAE, 1973).
Los concretos se clasifican en individuales y colectivos. Ambos están dentro de los nombres que
tienen valor genérico o contables.
−− Los individuales, en singular, designan una sola cosa (cigarro, dedo, autobús).
−− Los colectivos, que designan una pluralidad o conjunto de elementos como unidad (alumna-
do, clero, ejército), se consideran determinados, frente a los indeterminados (conjunto, serie,
manojo), que son sustantivos con valor cuantificativo «de grupo», con influencia en el sustan-
tivo al que acompañan como en un conjunto de problemas (Bosque, 1999), y en el que entran
también los sustantivos de número millar, docena o par (déjame un par de bolígrafos).
„„ Contables o discontinuos y los no contables o continuos (Bello, 1847 y Bosque, 1999).
−− Los contables o discontinuos: designan objetos que se pueden contar, medir o dividir (cua-
derno, tenedor, electricista). No son contables los llamados nombres de materia (oro, trigo, oscu-
ridad). Los contables tienden a construirse con determinantes y ciertos cuantificadores como
cada, cualquier, todo y medio (*Toma libro, cualquier respuesta), salvo en los complementos de
materia (Pedimos una sábana de lino), aunque no admiten construcciones partitivas (*un poco
de silla).
−− Los no contables aceptan la secuencia exclamativa qué de en singular (¡qué de gente!), y los con-
tables sólo en plural (¡qué de zapatos!). Los no contables admiten cuantificadores indefinidos y
construcciones partitivas (poca leche, un poco de leche) Sólo los contables poseen un verdadero
plural; los no contables lo usan con valor expresivo (Nos trajimos los oros de América).

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„„ Animados e inanimados: distingue entre sustantivos que designan seres considerados vivientes
(carnicero) y sustantivos que designan seres carentes de vida (puñal). Los sustantivos animados,
a su vez, se subclasifican en [+ humanos] (estudiante) o [-humanos] (ave). Esta clasificación pue-
de tener repercusiones sintácticas. Así, ciertos verbos con sujeto animado llevan complemento
directo (Pau asustó a Jovita), y con sujeto inanimado, complemento indirecto (A Jovita le asusta la
vida).

XX La sustantivación
Cuando una palabra no pertenece a la categoría morfológica del sustantivo, pero funciona como
tal en la oración, se produce lo que denominamos sustantivación o sustantivos de discurso, a
través de procedimientos formales, anteponiendo un determinante a la palabra no sustantiva (Lenz,
1925; Gili Gaya, 1970, Alarcos, 1978; Gutiérrez Ordoñez, 1997) o añadiéndole un morfema de plural
(Los porqués están sin resolver, determinante + conjunción), o a través de procedimientos sintácticos,
al asumir una función propia del nombre (Informarse es saber, verbos en infinitivo con función de
sujeto y atributo, respectivamente).
La sustantivación más frecuente es la del adjetivo, habitualmente a través de la anteposición de un
determinante (lo interesante, la roja). También el infinitivo suele funcionar como sustantivo, aunque
sin perder la posibilidad de admitir complementos verbales: leer libros en inglés me gusta.
Un grupo de gramáticos (Bello, 1847; Fernández Ramírez, 1987; RAE, 1973; Alcina y Blecua, 1975; Briz,
1989; Bosque, 1989) considera, en cambio, que en sintagmas como la roja el artículo realiza una fun-
ción nuclear. Esto explica, según ellos, que en los verdaderos ricos, ricos es un sustantivo modificado
por un adjetivo, mientras que en los verdaderamente ricos, ricos es un adjetivo modificado por un
adverbio (Briz, 1989).
Para otro grupo de gramáticos (Alonso y Henríquez Ureña, 1938; Lázaro, 1980; Hernanz y Brucart,
1987), la explicación sobre estas construcciones descansa en un núcleo elidido. De hecho, Hernanz
y Brucart consideran en estas construcciones un núcleo nominal vacío, con lo que se evita la posible
duplicación del sistema pronominal personal al considerar que el artículo puede tener valor prono-
minal.

2.2. DETERMINANTES Y CUANTIFICADORES

Los determinantes constituyen un paradigma cerrado, encargado de expresar significados gramati-


cales como la «determinación» o la «cuantificación» (Eguren, 1989). La gramática tradicional diferen-
cia entre el artículo y los adjetivos determinativos (posesivos, demostrativos, numerales, cuantitati-
vos e indefinidos), mientras que el estructuralismo lo hace entre determinantes y cuantificadores,
incluyendo en estos, según los autores, los numerales e indefinidos, o solo los indefinidos.
Además del artículo, Eguren (1989) propone como determinantes todas aquellas categorías que
fijan la referencia del nombre, que evitan la agramaticalidad de este en ciertas posiciones y que son
capaces de aparecer solos sin el auxilio de otros determinantes. Entre ellos incluye los demostrativos,
los posesivos, los numerales cardinales y ciertos cuantificadores e indefinidos como muchos, pocos,
algunos, cierto, otro.
Los llamados adjetivos pseudodeterminantes, caracterizados por situarse en posición pronomi-
nal, como mismo, propio, mero, los numerales ordinales, los demostrativos, los posesivos y ciertos
cuantificadores que se sitúan en posición posnominal (cualquiera) con matiz de estimación o in-
diferenciación, no se consideran estrictamente determinantes porque necesitan de un auténtico
determinante en posición prenominal.

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Por estas razones, cada vez más autores distinguen entre determinantes fuertes (artículo deter-
minado, demostrativo y posesivo antepuesto, incluido cada, ambos, todo, qué) y determinantes
débiles (artículo indefinido, cuantificadores e indefinidos como mucho, poco, más, menos, sendos,
cualquier, tanto, bastante, demasiado, varios, algún, ningún, otro, cuántos), apoyándose en la distinta
fuerza referencial de ambas estructuras: identificativa (Jovita es la amiga de Pau) o predicativa (Jovita
se considera una amiga de Pau).
Para Rodríguez Ramalle (2005), ambos grupos forman parte del ámbito de la determinación y cuan-
tificación en español y se organizan siguiendo una jerarquía establecida a partir del comportamien-
to sintáctico y semántico de cada elemento. Por tanto, no todos los determinantes aparecen en
cualquier contexto, ya que existen restricciones que tienen que ver con «el efecto de definitud o
especificidad». Así, con un verbo existencial como haber, el complemento directo no puede ser
definido o específico:
Hay (unos, tres, algunos, muchos, varios, otros, ciertos)
*Hay (los, mis, estos, todos, ambos, cualquiera, los tres, cada)
En ciertas posiciones es posible que aparezcan nombres sin determinante, en función de criterios
interpretativos, sintácticos o pragmáticos (Lapesa, 1977; Bosque, 1996; Laca, 1999; Mendívil, 1999;
Ramos, 2004):
„„ Como predicados de oraciones copulativas: Pau es músico.
„„ Como complemento directo si es un nombre no contable (nombres de masa abstractos: Quiero
harina) o contable en plural (sorteamos coches).
„„ Con verbos de contenido semántico mínimo o verbos «soporte» o «de apoyo» como tener, dar,
poner o hacer (tengo hambre, da lástima, pone ganas, hace calor).
„„ Con verbos que favorecen una lectura inespecífica de los objetos (Busco secretaria).
„„ Como término de preposición, en indicaciones de tiempo, lugar, causa, modo, fin o calidad: en
verano, de buena gana…o como complemento de instrumento o procedimiento (cosido a mano,
con brocha), o como complemento de materia (jersey de lana).
„„ Los sujetos de las secuencias de titulares periodísticos, pies de foto, refranes o proverbios.
„„ Los sujetos de verbos de existencia, presencia, ausencia, comienzo, fin, nacimiento, crecimiento,
apariencia o movimiento dirigido hacia una dirección (entra aire por esa puerta).
„„ En construcciones pasivas (fue concedido sobresaliente general) o pasivas refleja (se compran colec-
ciones privadas).
En general, la ausencia de determinante supone una integración del nombre con el verbo formando
un predicado complejo (Moreno Cabrera, 1991), que puede derivar en la creación de una palabra
que hereda el valor semántico del verbo (Rodríguez Ramalle, 2005): hacer colección / coleccionar.
Varios gramáticos incluyen los posesivos, demostrativos, numerales e indefinidos, dentro de la cate-
goría pronombre (Marcos Marín, Satorre y Viejo, 1998).

XX El artículo
El artículo es un morfema átono independiente antepuesto al nombre, que actualiza al sustantivo
sin aportar contenido alguno. En la tradición gramatical se ha distinguido entre el artículo deter-
minado el y el artículo indeterminado un, aunque ha gozado de cierto predicamento la posición
de Bello (1847) de considerar que los artículos determinados son variantes átonas del pronombre
personal. Otra línea de la tradición gramatical ha considerado que el artículo indeterminado es una

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variante de los cuantificadores indefinidos o numerales (Alonso, 1974; Alarcos, 1978; Lázaro Carre-
ter, 1980). Marcos Marín, Satorre y Viejo (1998) prefieren la distinción entre artículo presentador y
reconocedor, ya que la existente entre definido/indefinido es una imitación de la gramática lógica
francesa. Lapesa (1977) ha defendido un como un artículo o determinante vacío, con funciones de
actualizador, «sin sustancia semántica propia», del sustantivo que se incorpora por primera vez en el
discurso. En realidad, el problema reside en que la forma un tiene valores numerales (opuesta a dos,
tres), indefinidos (como algún) y de artículo (como presentador en Me he comprado unos libros)

SINGULAR PLURAL
masc. fem. neutro masc. fem.
el la lo los las

formas del
contractas al

un una unos unas

XX Los demostrativos
Señalan la situación espacial o temporal del nombre al que determinan con respecto al hablante.
Son, por tanto, elementos deícticos. Además de las variaciones formales de género y número, tie-
nen distintas formas, que indican proximidad o lejanía espacial y temporal (Alarcos, 1978) del
nombre respecto al hablante y al oyente, proximidad deíctica (Alonso y Henríquez Ureña, 1938;
Alcina y Blecua, 1975; Alarcos, 1994; Eguren, 1999) (Se aconseja el uso de herramientas de seguridad y
antivirus; estas herramientas de seguridad sirven para...), y posiblemente valor despectivo (Gili Gaya,
1943; Alcina y Blecua, 1975) si van pospuestos (¡vaya con el ministro este!).

Referencia ESPACIAL
FEMENINO MASCULINO FEMENINO MASCULINO
o TEMPORAL
Proximidad Esta Este Estas estos
Distancia media esa Ese Esas esos
Lejanía aquella Aquel Aquellas Aquellos
SINGULAR PLURAL

Además tal, tales tienen valor demostrativo cuando van antepuestos al nombre, con el que concuer-
dan: Tal respuesta no lo convenció. Pueden presentar también valor despectivo: el tal Andrés.
Los posesivos. Cuyo, cuya, cuyos, cuyas
Establecen una relación de posesión o pertenencia entre las personas gramaticales y el nombre al
que determinan. Se caracterizan por contar con:
„„ Formas átonas y apocopadas, que siempre aparecen antes del nombre (mi/mis, tu/tus, su/sus) y
que son compatibles únicamente con los demostrativos (estas mis amigas)
„„ Formas tónicas, plenas, compatibles con cualquier otro determinante: mío, tuyo, suyo siempre
se sitúan después del nombre, y nuestro, vuestro, pueden ir antepuestos y pospuestos indistinta-
mente.

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Como presentan marca de persona gramatical, Bello (1847) los ha considerado un tipo dentro de los
pronombres personales, y Picallo y Rigau (1999) pronombres personales genitivos, pero es evidente
que se alejan de ellos por construirse con artículo o admitir variación de género.

UN POSEEDOR mío, míos, mía, mías, mi, mis


VARIOS POSEEDORES Nuestro, nuestros, nuestra, nuestras
UN POSEEDOR tuyo, tuyos, tuya, tuyas, tu, tus
VARIOS POSEEDORES Vuestro, vuestros, vuestra, vuestras
UNO O VARIOS POSEEDORES suyo, suyos, suya, suyas, su, sus

Los posesivos tienen en común con los adjetivos calificativos la característica de entrar en la cate-
goría de la sustantivación precedidos del artículo neutro lo: lo nuestro es imposible, lo suyo no tiene
arreglo.
El posesivo relativo cuyo, cuya, cuyos, cuyas es una forma átona, que actúa siempre como actualiza-
dora del sustantivo, al que siempre precede y con el cual concuerda en género y número: cuyo padre,
cuyos hijos, cuya madre, cuyas hijas. Estas formas añaden a su significado posesivo un valor gramatical
relativo, pues se relacionan siempre en el contexto con otro sustantivo llamado antecedente, con
el que no concuerdan:
Es una persona cuyo comportamiento es ejemplar
ANTECEDENTE OBJETO POSEÍDO

XX Cuantificadores
Delimitan con exactitud la extensión cuantitativa del nombre al que preceden. La cantidad que
indican puede ser exacta (numerales) o aproximada (indefinidos) (Sánchez López, 1999, Marcos
Marín, 1999):

NUMERALES INDEFINIDOS
Cardinales Universales o fuertes
CUANTIFICADORES

Ordinales No universales o débiles


Multiplicativos
Fraccionarios

„„ Numerales
−− Cardinales: corresponden a los números naturales: cero, uno-a, dos, tres...De todos los adjetivos
numerales cardinales, sólo concuerdan en género con el nombre un, una, y sus combinacio-
nes, así como las centenas desde doscientos-as hasta novecientos-as. Uno y ciento se apocopan
ante los nombres masculinos: cien alumnos.
−− Ordinales: establecen el lugar de orden que ocupa el nombre al que determinan en una serie:
primero, segundo, tercero, cuarto...Esta numeración adjetiva se ha quedado reducida en la vida
cotidiana a los lenguajes técnicos, a partir del número diez (décimo). Pueden preceder o seguir
al sustantivo: el tercer capítulo, el capítulo tercero. Habitualmente son sustituidos por los cardina-
les y, erróneamente, por los fraccionarios.

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−− Fraccionarios: añaden al nombre el concepto de fracción de la unidad. Hasta el número diez,


tienen las mismas formas que los ordinales, a los que preceden ciertos determinantes y sigue
la palabra parte. Se unen al nombre mediante la preposición de: la quinta parte de nuestra he-
rencia, dos terceras partes de los presentes. Para fracciones menores de una décima parte (1/10)
se emplean los numerales cardinales añadiéndoles el sufijo -avo: 3/12, tres doceavos.
−− Multiplicativos: multiplican el significado del nombre, tienen solo variación de número, pue-
den ir antepuestos o pospuestos: doble, triple, cuádruple…Es un paradigma cerrado (Alcina y
Blecua, 1975).

„„ Indefinidos
−− Cuantificadores universales o fuertes: grupo formado por todo (y sus variantes), cada, am-
bos (ambas) y cualquier(a) (cualesquiera). Solamente todo es compatible con el artículo, aunque
suele ocupar la posición de predeterminante (todo el día), sin renunciar a la posposición (léete
el libro todo). Cada posee un sentido distributivo (dale a cada alumno su libreta). Ambos puede
aparecer asignado a los numerales como un dual (Marcos Marín, 1999). Cualquier(a) se cons-
truye antepuesto o pospuesto.
−− Cuantificadores particulares o débiles: ningún (y variantes), algún (y variantes), mucho (y
variantes), bastante (bastantes), demasiado (y variantes), varios (varias), cierto (y sus variantes),
poco (y variantes), más, menos, otro (y variantes), mismo (y variantes), demás, mero (y variantes).
Otros autores incluyen tanto (y variantes), cuanto (y variantes), sendos (sendas) y tal (tales).

XX Interrogativos y exclamativos
Introducen oraciones con sentido interrogativo y exclamativo, en las que determinan a nombres de
personas o cosas cuya identidad o cantidad está por precisar, con la intención de eliminar la impreci-
sión, en el caso de los interrogativos (¿Qué casa es la tuya?), y de ponderar expresivamente (sorpresa,
admiración, indignación) lo designado por el nombre, en el caso de los exclamativos (¡Cuántos días
pasaron sin saber de ti!).

Qué Cuál, cuáles cuánto, cuánta, cuántos, cuántas

XX Locuciones determinativas
Según Gómez Torrego (1997), la unión de algunos determinantes con la preposición de, por la elisión
del sustantivo cantidad da lugar a una locución determinativa: ¡La de gente que ha venido! Lo mis-
mo ocurre con el interrogativo o exclamativo qué: ¡Qué de amigos aceptaron! Son usos coloquiales
exclamativos, con valor enfático.
La locución determinativa así de, acompañada habitualmente por un gesto del emisor hecho con la
mano, es sinónima de mucho, mucha, muchos, muchas (¡Había así de espectadores en la conferencia!).
Otras veces, la locución se forma con un sustantivo (precedido o no de artículo o del indefinido
un, una) seguido de la preposición de (Había cantidad de clientes, Había un sinfín de problemas, Llegó
la mar de gente). Otras locuciones de este tipo son: mogollón de, una barbaridad de, infinidad de, un
porrón de, multitud de, un montón de.

16
tema 14

lengua castellana y literatura

3 LOS COMPLEMENTOS DEL NOMBRE.


EL SINTAGMA PREPOSICIONAL Y NOMINAL
Los complementos del nombre pueden adoptar tres formas sintagmáticas: SA, SP, SN. En el caso de
los dos primeros, son muy productivos, mientras que en el tercer caso (la aposición especificativa
de la gramática tradicional) existen más restricciones (Fernández Leborans, 2003).
Los SSPP están formados por una preposición y un término. Como complementos nominales, for-
man parte del SN y mantienen relaciones sintácticas y semánticas diversas con su núcleo (Escandell,
1995). Con ciertos nombres que cuentan con estructura argumental (reforma, homenaje), los com-
plementos son exigidos semánticamente por el significado del nombre (La reforma del Estatuto por
el gobierno gallego, El homenaje a las víctimas del 11-M) y, por ello, son considerados argumentos del
nombre. En general, son nombres deverbales o deadjetivales que heredan la estructura argumental
del verbo o adjetivo del que proceden, aunque existen también casos en que no existe esa relación
morfológica con ningún verbo o adjetivo, especialmente con los nombres relacionales (como no-
vias, hijas, colega, mascota, cara, ojos, patas, ramas: Las novias de Pau) o los nombres icónicos o de
representación (como foto, película, retrato, cuadro: El cuadro de Picasso).
Los adjuntos modifican a nombres no derivados sin estructura argumental como a nombres con
estructura argumental, incorporando valores como lugar, manera, instrumento, que no están exigi-
dos semánticamente por el núcleo sino por la situación del discurso. Entre ellos se pueden distinguir
los de posesión alienable (Las calles de Vigo), los circunstanciales (La llegada de Pau desde Girona), los
grupos nominales de clase (coche de caballos), los atributivos (El pesado del vecino) y las aposiciones,
que son modificadores de la misma categoría que el núcleo.
Los casos de complementos del nombre argumentales se extienden a los adjetivos (La defensa alema-
na favorece la Constitución europea) o a las proposiciones subordinadas sustantivas (La propuesta de que
se reformen los títulos universitarios ha sido bien acogida). Es evidente que en estos casos podemos ads-
cribir una función semántica a estos complementos (agente en el primer caso y tema en el segundo),
aunque son posibles otras de las recogidas en el tema 16 (experimentante, beneficiario, locativo)
Respecto de los SSNN que complementan a un nombre, existen dos tipos (Rodríguez Ramalle,
2005):
„„ Aposiciones explicativas: no precisan la referencia del nombre, sino que desarrollan una propie-
dad habitual de este con una denominación distinta (Pau, el novio de Jovita, viaja desde Girona)
„„ Aposiciones especificativas: restringen la referencia del nombre al que acompañan (un viaje
relámpago), como hacen los apellidos con los nombres propios (Jovita Rodríguez) o ciertos com-
plementos con de (La ciudad de Vigo o La calle (de) Alcalá), que tienden a generar formaciones
léxicas estables o colocaciones (hora punta, fecha límite)

3.1. EL SINTAGMA ADJETIVO

Es el complemento más común del núcleo nominal. Puede aparecer solo o acompañado de un
complemento (apta para el baño), aunque suele admitir cuantificadores o expresiones de «grado»
(bastante amable con los alumnos).

3.1.1. El adjetivo: forma, clases y posición

Los adjetivos amplían o precisan la significación del sustantivo al que acompañan. Como este, pre-
sentan habitualmente variación de género en los adjetivos de dos terminaciones (bueno, caro),
pero de una sola forma para ambos géneros en los adjetivos invariables o de una terminación (ale-

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tema 14

lengua castellana y literatura

gre, verde). Presentan además oposición de número (blanco, blancos), con excepción de los acabados
en –s que no sean agudos (un triángulo isósceles).
En posición prenuclear pierden una vocal o una sílaba final (apócope): buen hombre, mal chico. El
adjetivo grande se apocopa en gran cuando va delante de sustantivos masculinos y femeninos en
singular, excepto si va precedido del adverbio más (gran mujer/la más grande oportunidad). El adjeti-
vo santo sólo presenta apócope delante de nombres propios masculinos, nunca delante de sustanti-
vos comunes ni de nombres propios femeninos (San Pedro/santo varón). Este adjetivo no se apocopa
delante de nombres propios que empiezan por to- y do- (Santo Tomás/Santo Domingo).
El adjetivo cuenta con una marca formal propia: el grado. La gradación del adjetivo se puede hacer
por procedimientos léxicos (caliente / tibio / frío) o por procedimientos morfosintácticos como la de-
rivación (con el sufijo –ísimo o con prefijos como super-), la perífrasis (muy alto) o la repetición (alto
alto). Es una herencia latina que se mantiene en los grados comparativo o superlativo, cuyo estudio
queda postergado para el tema 18.

XX Clases y posición
La gramática tradicional distinguía entre adjetivos calificativos y determinativos, subdivisión que
agrupaba elementos realmente muy dispares, y que se mantiene aún hoy en ciertos ámbitos. Para
otros autores (Marcos Marín, Satorre y Viejo, 1998), sólo existe un tipo de adjetivos, que son los cali-
ficativos. Lapesa (1975) diferenció entre valorativos (magnífica respuesta), descriptivos (ropa negra) y
de relación o pertenencia (costa mediterránea). Navas Ruiz (1977), entre clasificadores (profesor laico),
cualitativos (profesor orgulloso), de estado (profesor triste), verbales (camino intransitable) y relaciona-
les (punto lejano). Y Gómez Torrego (1997) clasifica el adjetivo en cuatro tipos:
„„ Calificativos: expresan una cualidad (inteligente) o realizan una valoración (mal asunto)
„„ Relacionales: relacionan el sustantivo con un ámbito (beneficios empresariales)
„„ Gentilicios: expresan el origen o la procedencia (madera australiana)
„„ Cuasideterminativos: de significado cercano al de los determinativos: siguiente, último, anterior,
postrero, sucesivo, diferente, suficiente, mismo, cercano, lejano).
Clasificaciones más recientes (Fernández Leborans, 2003; Rodríguez Ramalle, 2005) optan por sólo
tres tipos:
„„ Calificativos: caracterizan una propiedad física del nombre. Se dividen en descriptivos (expre-
san cualidades objetivas: bajo, pequeño) y valorativos (propiedades subjetivas: una novela bue-
na). Para Demonte (1999) existen adjetivos de dimensión (largo), de velocidad (rápido), de color
(azul), de propiedad física (cuadrado), de edad (anciano), de valoración (bonito) y de aptitudes y
predisposiciones humanas (listo). En función de su posición han sido clasificados (Bello, 1847;
RAE, 1973; Lapesa, 1975; Alcina y Blecua, 1975; Navas Ruiz, 1977; Demonte, 1999) como especifi-
cativos o restrictivos y explicativos o no restrictivos. Los pospuestos especificativos restringen
la extensión del nombre (el coche rojo), mientras que en los explicativos antepuestos no existe
tal restricción, pues indican una propiedad inherente a la extensión del nombre (blanca nieve).
Cuando el explicativo incorpora intenciones estilísticas para enfatizar la significación del nombre,
se designa epíteto, pudiendo ir en posición pronominal pero también posnominal entre pausas
(la nieve, blanca, cayó durante toda la mañana).
„„ Adverbiales (Bosque, 1993; y Demonte, 1999): mantienen relaciones semánticas y morfológicas
con ciertos adverbios (el presunto autor del robo / actuó presuntamente en el robo). No admiten ni
gradaciones ni comparaciones Se agrupan en cuatro clases:
−− Modales: posibilidad de ciertas relaciones y acontecimientos (la lamentable reacción de Pau) o
actitud del sujeto (la inteligente reacción de Jovita). Suelen ir antepuestos, pues al posponerse
cambian de significado (un seguro acuerdo / un acuerdo seguro)

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tema 14

lengua castellana y literatura

−− Circunstanciales: expresan tiempo (el próximo jefe) y manera (su distante reacción). Suelen ser
prenominales. En la posposición pueden alterar su significado (mi viejo compañero / mi com-
pañero viejo)
−− De frecuencia o aspectuales (Demonte, 1999): reiteración ocasional o habitual (constantes
peticiones, frecuentes preguntas)
−− Pseudodeterminantes (Lapesa, 1975; Fernández Leborans, 2003) o privativos (Demonte,
1999): actúan como intensificadores (el mismo Pau), restrictores (la única solución), evaluadores
(una simple respuesta) u ordenadores (la última cuestión). Reciben el nombre de pseudodeter-
minantes, porque pueden actuar como determinante si no existe ningún elemento que asigne
referencia (determinada cuestión). Van antepuestos, porque pospuestos se convierten en califi-
cativos (una simple equivocación «sin importancia» / una equivocación simple «tonta)
„„ Relacionales: indican relaciones de la entidad modificada con otra externa a ella (discurso presi-
dencial). No aceptan la gradación (así en composición muy musical, musical se convierte en cali-
ficativo y deja de ser relacional), no funcionan habitualmente como atributo (*la composición es
musical), ni son prenominales. Dos tipos (Bosque, 1993):
−− Clasificativos o adscriptivos (reunión semanal).
−− Argumentales o temáticos (construcción naval).

Siguiendo a Fernández Leborans (2003), podemos establecer las siguientes condiciones respecto a
la posición y agrupación de adjetivos:
„„ No son más de dos los adjetivos que se anteponen al núcleo, ni más de tres los que se posponen
„„ Los adjetivos antepuestos son pseudodeterminativos, adverbiales y valorativos (epítetos y expli-
cativos): un probable lento desarrollo
„„ Los pospuestos son los relacionales y los calificativos descriptivos: el coche presidencial pequeño
„„ Los valorativos pospuestos van detrás de los relacionales y/o descriptivos: un mueble modernista
cuadrado perfecto
SN

5. Pseudodet

4. Adverbiales Valorativos
3. Valorativos

2. Relacionales
Descriptivos Adv. Manera

N 1. Relacionales
Descriptivos

La última (5) inteligente (4-Adv) respuesta gubernamental (1-Rel)


Una reciente (5) exposición artística (1-Rel) benéfica (2-Descrip) extraordinaria (3)
Una simple (5) protesta estudiantil (1-Rel) silenciosa (2-Adv. Manera)

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tema 14

lengua castellana y literatura

3.1.2. Modificadores y complementos del adjetivo

Un número significativo de adjetivos admiten modificadores o especificadores de grado o cuan-


tificadores (Pau es muy antipático). Algunos autores llegan a delimitar un S[intagma] de G[rado] (tan,
cuánto, qué) y otro S[intagma] C[uantificador] (más, menos):

tan intensamente dulce


SA

SG SA

SC N

tan intensamente dulce

Con los llamados adjetivos aspectuales, que expresan estados alcanzados o procesos que se pue-
den completar (limpio, maduro), los especificadores modifican directamente al núcleo, sin expresar
grado (completamente maduro), situación que afecta también al adverbio muy, que de expresar gra-
do pasa a indicar una fase avanzada en el proceso significado por el adjetivo (Bosque, 1990).
Los adverbios de dominio o punto de vista (políticamente inadmisible), los de tiempo y frecuencia
(normalmente tan calladitos) actúan también como especificadores del adjetivo
Los adjetivos que designan cualidades físicas de los objetos (alto, gordo) admiten sólo complemen-
tos preposicionales no argumentales (es demasiado alto para mí), pero existe un grupo de adjetivos
que seleccionan semánticamente un complemento, e incluso la preposición que lo introduce: reacio
a, idóneo para, solidario con, abundante en (Bosque, 1999). Como en el caso de los sustantivos, ciertos
adjetivos conservan la estructura argumental y el régimen preposicional de los verbos de los que
proceden (Una situación semejante a la del pasado año / La situación se asemeja a la del pasado año).
En ocasiones, el complemento del adjetivo puede ser una oración (Pau está preocupado por no saber
nada de Jovita), a veces marcada por la modalidad interrogativa (Pau está interesado en cómo solucio-
nar lo suyo con Jovita).

3.2. COMPLEMENTOS ORACIONALES DEL NOMBRE

Existen dos tipos de complementación oracional de un nombre: las proposiciones subordinadas


sustantivas y las adjetivas.

3.2.1. Las proposiciones subordinadas sustantivas

Las proposiciones u oraciones subordinadas sustantivas pueden ser argumentales (La insistencia
de Pau en que él no tiene la culpa de su ruptura con Jovita) o adjuntas (el rumor de que Pau va a volver
con Jovita). En el primer caso se construye con sustantivos como miedo, seguridad o manía, frente
a ejemplos como mesa o libro que no poseen estructura argumental y no admiten argumentos
proposicionales. En este segundo tipo, la construcción resulta muy próxima a las aposiciones (el río
Miño), por lo que el núcleo es suprimible (Se dice que Pau va a volver con Jovita), y la preposición que
subordina suele ser de, la menos marcada del español. Por ello, han recibido la denominación de
apositivas (Leonetti, 1999).

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tema 14

lengua castellana y literatura

3.2.2. Las proposiciones subordinadas de relativo

Funcionan como un adyacente de un sustantivo dentro del SN, que se convierte en el antecedente
de la secuencia, introducida por un pronombre (quien, cual, cuanto), adverbio (donde, como, cuan-
do), determinante relativo (cuyo) o construcciones con artículo (los que, las que, el que): El chico que
te regaló el collar, El bar donde quedamos, El coche cuyas ruedas fallaron. En la gramática tradicional se
han igualado con las proposiciones subordinadas adjetivas, pero es evidente que no en todas las
funciones del adjetivo se puede encontrar una oración de relativo (por ejemplo, en la función de
atributo).
Pronombres, determinantes y adverbios relativos desempeñan en sus proposiciones subordinadas
dos funciones sintácticas:
„„ De nexo de unión de la proposición subordinada de relativo con el antecedente explícito: Los
vasos (que encargué) los envían mañana
„„ Otra función dentro de la subordinada:
−− Los pronombres relativos desempeñan la misma función que desempeñaría en su lugar el
sustantivo al que modifican (SUJ, CDIR...):
El chico (que te regaló el collar) no ha venido
SUJ
−− Los adverbios relativos desempeñan la función de CCIR:
He visitado el pueblo (donde nací)
CCIR
−− Los determinantes relativos posesivos desempeñan la función de DET:
He visto a la chica (cuyo padre es catedrático de latín)
DET

Existen dos tipos de proposiciones subordinadas de relativo:


„„ Con antecedente: que se clasifican por el modo como modifican al sustantivo:
−− Especificativas o restrictivas: complementan a un sustantivo, con el que forman grupo fónico,
restringiendo su significado: El árbol que está en la plaza deberían cortarlo. Pueden llevar el verbo
en indicativo o subjuntivo. Rechazan sintagmas nominales con nombres propios, pronombres
personales o determinados por posesivos.
−− Explicativas o incidentales: añaden una nota explicativa, sin delimitar el contenido del sustan-
tivo, se separan por comas por lo que forman grupo fónico propio: El árbol, que está en la plaza,
deberían cortarlo. Solo lleva verbos en indicativo. Rechazan sintagmas nominales con pronom-
bres indefinidos.
„„ Sin antecedente: o sin el sustantivo al que modifican. Realizan la función de un adjetivo nomina-
lizado: SUJ, CDIR, CIND, CPREP. Pueden ir introducidas por un artículo seguido del relativo que (Ese
es el que te dije) o por los relativos quien/es, cuanto/a/os/as (Así conocí a quien es mi mujer).
En opinión de Fernández Leborans (2003), las especificativas son adyacentes del núcleo del SN, por
lo que no se ven afectadas por el determinante. En cambio, las explicativas se ven afectadas por el
determinante.

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tema 14

lengua castellana y literatura

3.3. EL ORDEN DE LOS CONSTITUYENTES DENTRO DEL SN

El núcleo de un SN sólo puede ser modificado por un complemento. Si aparece alguno más influye
sobre los grupos sintagmáticos formados a partir del grupo inicial que forman el núcleo y el primer
complemento.
Con los llamados especificadores (determinantes, cuantificadores o adjetivos pseudodeterminati-
vos), el orden lineal refleja una jerarquía precisa. En cambio, con los complementos el orden lineal
refleja una progresión de menor a mayor longitud o pesantez, de modo que los que siguen al
nombre suelen ser los adjetivos y luego los SSPP (Esos manuales incomprensibles sobre la teoría de las
supercuerdas). Las proposiciones subordinadas de relativo especificativas siempre van al final del SN.
Esta tendencia a situar los constituyentes más largos al final del SN se remite a un problema de codi-
ficación discursiva de modo que los elementos más cortos reciben interpretaciones más complejas
si se colocan tras un complemento más extenso, pero también a un comportamiento remático o de
portador de información nueva en el complemento más largo. Sólo en el caso de los SP de «clase»
se puede obviar esta regla (un coche de caballos precioso):

SN

SN Prop. Sub. Rel. Explic.

SN Prop. Sub. Rel. Esp

Det (SN)

Cuant SN

SA (SN)

(SN) SA/SP

N SP/SA
SA/SP

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tema 14

lengua castellana y literatura

4 FUNCIONES DEL SN
Siguiendo a Marcos Marín, Satorre y Viejo (1998), el SN puede realizar las siguientes funciones sintác-
ticas (para cuya explicación remitimos al tema 16):
„„ Sujeto: Pau toca la guitarra
„„ Complemento directo: Jovita escondió la guitarra de Pau
„„ Término de un complemento indirecto o preposicional Le llevó un regalo a un sobrino de Pau;
carece de suficiente dinero
„„ Complemento nominal la guitarra de la hermana
„„ Aposición: Pau, el cantante de Jarabe de palo, no toca más
„„ Atributo: Pau es el cantante de Jarabe de palo
„„ Complemento predicativo: Eligieron a Pau el mejor cantante del año
Las funciones semánticas son los papeles significativos que los elementos realizan dentro de una
expresión (Rojo, 1983). El estudio de las correspondientes a los SSNN se desarrolla en el tema 16.

23
tema 14

lengua castellana y literatura

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tema 14

lengua castellana y literatura

RESUMEN

El sintagma nominal.

1. EL SINTAGMA: DEFINICIÓN 2.2. DETERMINANTES Y CUANTIFICADORES


Y CARACTERIZACIÓN. TIPOS Los determinantes constituyen un paradigma cerrado, que
expresa significados gramaticales como la «determinación» o
El estructuralismo saussureano definía el sintagma como una la «cuantificación».
secuencia de dos o más palabras perteneciente al habla.
Se distinguen entre determinantes fuertes (artículo determi-
En el distribucionalismo y en el generativismo es un constitu- nado, demostrativo y posesivo antepuesto, incluido cada, am-
yente inmediato oracional, resultado de la proyección de una bos, todo, qué) y determinantes débiles (artículo indefinido,
categoría léxica, segmentable en palabras y con varias distri- cuantificadores e indefinidos como mucho, poco, más, menos,
buciones dentro de una secuencia. sendos, cualquier, tanto, bastante, demasiado, varios, algún,
Algunas pautas de comportamiento (distribución, coordina- ningún, otro, cuántos).
ción, selección, conmutación por proforma, eliminación) per- En ciertas posiciones aparecen nombres sin determinante, en
miten establecer sus límites. función de criterios interpretativos, sintácticos o pragmáticos.
Para el generativismo todos los sintagmas son endocéntricos En general, la ausencia de determinante supone una integra-
(o con núcleo); para el estructuralismo el SP y el SV son exo- ción del nombre con el verbo para formar un predicado com-
céntricos (sin núcleo). plejo.
Para la mayoría de las escuelas gramaticales, el análisis sintag-
mático responde al criterio del binarismo. XX El artículo
En la tradición gramatical se ha distinguido entre el artículo
XX Tipos de sintagmas determinado el y el artículo indeterminado un, aunque para
La clasificación más aceptada es la relacionada con la catego- ciertos gramáticos son variantes átonas del pronombre per-
ría del núcleo: SN, SV, SA, SAdv, SP. sonal.

XX Los demostrativos
2. EL SINTAGMA NOMINAL Señalan la situación espacial o temporal del nombre al que
determinan con respecto al hablante.
El SN consiste en la expansión de un sustantivo, con un de- Los posesivos. Cuyo, cuya, cuyos, cuyas
terminante antepuesto de valor referencial, y con un com-
plemento adjetivo o preposicional que restringe y califica al Establecen una relación de posesión o pertenencia entre las
sustantivo. personas gramaticales y el nombre al que determinan. Cuen-
tan con formas átonas y formas tónicas.
2.1. EL SUSTANTIVO. TIPOS. Cuyo, cuya, cuyos, cuyas actúa como actualizador del sustanti-
vo, al que siempre precede y con el cual concuerdan en géne-
LA SUSTANTIVACIÓN ro y número: cuyo padre, cuyos hijos, cuya madre, cuyas hijas.
El sustantivo es una palabra que sirve para designar personas, Añaden a su significado posesivo un valor gramatical relativo,
animales o cosas con existencia independiente, con referen- pues se relacionan siempre con otro sustantivo llamado an-
cia real o abstracta. tecedente.

XX Tipos XX Cuantificadores

1. Comunes y propios. Delimitan con exactitud la extensión cuantitativa del nombre


al que preceden. La cantidad que indican puede ser exacta
2. Los nombres comunes pueden ser concretos y abstractos.
(numerales) o aproximada (indefinidos).
3. Los concretos se clasifican en individuales y colectivos.
„„ Numerales
4. Los contables o discontinuos y los no contables o conti-
−− Cardinales: corresponden a los números naturales.
nuos.
−− Ordinales: establecen el lugar de orden del nombre al
5. Animados e inanimados. que determinan.
−− Fraccionarios: añaden al nombre el concepto de frac-
XX La sustantivación
ción de la unidad.
Cuando una palabra no pertenece a la categoría morfológica −− Multiplicativos: multiplican el significado del nombre.
del sustantivo, pero funciona como tal en la oración, se pro-
„„ Indefinidos
duce su sustantivación, a través de procedimientos formales
−− Cuantificadores universales o fuertes: todo, cada, am-
o sintácticos.
bos y cualquier.
La sustantivación más frecuente es la del adjetivo a través de −− Cuantificadores particulares o débiles: ningún, algún,
la anteposición de un determinante. mucho, bastante, demasiado, varios, cierto, poco, más,
menos, otro, mismo, demás, mero.

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tema 14

lengua castellana y literatura

XX Interrogativos y exclamativos Los adjetivos de cualidades físicas admiten sólo complemen-


tos preposicionales no argumentales, pero un grupo de adje-
Introducen oraciones en las que determinan a nombres de
tivos seleccionan semánticamente un complemento, e inclu-
personas o cosas cuya identidad o cantidad está por precisar
so la preposición que lo introduce.
(interrogativos), o a los que ponderan expresivamente (excla-
mativos). El complemento del adjetivo puede ser una oración.

XX Locuciones determinativas
3.2. COMPLEMENTOS Y MODIFICADORES
La unión de algunos determinantes con la preposición de, por
la elisión del sustantivo cantidad da lugar a una locución de-
ORACIONALES DEL NOMBRE
terminativa. Existen dos tipos de complementación oracional de un nom-
bre: las proposiciones subordinadas sustantivas y las adjeti-
vas.

3. LOS COMPLEMENTOS DEL NOMBRE. 3.2.1. Las proposiciones subordinadas


EL SINTAGMA PREPOSICIONAL sustantivas
Y NOMINAL Las proposiciones subordinadas sustantivas pueden ser argu-
mentales o adjuntas.
Los complementos del nombre pueden adoptar tres formas
sintagmáticas: SA, SP, SN.
3.2.2. Las proposiciones subordinadas
Los SSPP, adjetivos o proposiciones subordinadas sustantivas
pueden ser argumentales o no argumentales.. de relativo
Los SSNN que complementan a un nombre son aposiciones Adyacente de un sustantivo o antecedente, va introducida
explicativas y aposiciones especificativas. por un pronombre, adverbio, determinante relativo o cons-
trucciones con artículo. No coinciden totalmente con propo-
siciones subordinadas adjetivas.
3.1. EL SINTAGMA ADJETIVO
Pronombres, determinantes y adverbios relativos desempe-
Es el complemento más común del núcleo nominal. Puede ñan en sus proposiciones subordinadas dos funciones sintác-
aparecer solo o acompañado de un complemento, aunque ticas: nexo y otra función.
suele admitir cuantificadores o expresiones de «grado». Existen dos tipos de proposiciones subordinadas de relativo:
con antecedente (especificativas y explicativas) y sin antece-
3.1.1. El adjetivo: forma, clases y posición dente.
Los adjetivos amplían o precisan la significación del sustanti-
vo al que acompañan. Presentan una o dos terminaciones, y 3.3. EL ORDEN DE LOS CONSTITUYENTES
oposición de número.
DENTRO DEL SN
En posición prenuclear algunos pierden una vocal o sílaba
final (apócope). Con los especificadores (determinantes, cuantificadores o
adjetivos pseudodeterminativos), el orden lineal refleja una
El adjetivo cuenta con una marca formal propia (el grado).
jerarquía precisa.
Clases y posición
Con los complementos el orden lineal refleja una progresión
La gramática tradicional distinguía entre adjetivos calificati- de menor a mayor longitud: primero los adjetivos, luego los
vos y determinativos. Lapesa: valorativos, descriptivos y de SSPP.
relación o pertenencia.
Navas Ruiz: clasificadores, cualitativos, de estado, verbales y
relacionales.
Gómez Torrego: calificativos, relacionales, gentilicios, cuaside- 4. FUNCIONES DEL SN
terminativos. El SN puede realizar las siguientes funciones sintácticas: su-
Clasificaciones más recientes: calificativos (descriptivos y valo- jeto, complemento directo, término de un complemento
rativos /especificativos y explicativos/epíteto), adverbiales (mo- indirecto o preposicional, complemento nominal, aposición,
dales, circunstanciales, de frecuencia o aspectuales, pseudode- atributo y complemento predicativo.
terminantes) y relacionales (clasificativos y argumentales)

3.1.2. Modificadores y complementos


del adjetivo
Un número significativo de adjetivos admiten modificadores
o especificadores de grado o cuantificadores.
Con los adjetivos aspectuales, los especificadores modifican
directamente al núcleo, sin grado.
Los adverbios de punto de vista, tiempo y frecuencia actúan
como especificadores del adjetivo

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