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LA ENTREVISTA CLÍNICA

Lacan, con una formación como psiquiatra inició su trabajo alrededor de las psicosis; a este respecto destacaremos
que: En 1932, defiende su tesis de grado en psiquiatra bajo el título De la psicosis paranoica en sus relaciones con la
personalidad (caso Aimée) en la que postula La paranoia de auto-punición como un nuevo síndrome de la clínica
psiquiátrica de su época. Y entre 1955-1956 dedica su seminario anual al tema de las psicosis; a partir de él escribe
en 1958 el texto De una cuestión preliminar a todo tratamiento posible de la psicosis.

Desde sus inicios y casi hasta su muerte, sostuvo en el Hospital Sainte Anne en París, una práctica de “entrevista
clínica” (presentación de pacientes) con psicóticos, práctica que retomó de la tradición psiquiátrica y que renovó;
Lacan se separa entonces del saber psiquiátrico pero no del encuentro con los psicóticos en la institución
psiquiátrica con el fin de dejarse enseñar por ellos (en la entrevista clínica son éstos los que enseñan al dar
testimonio sobre lo que es la psicosis; el psicoanalista ocupa aquí el lugar de alguien a quien el psicótico puede
dirigir su palabra), como enseñar a quienes asistían a dichas entrevistas sobre la necesidad de escuchar al sujeto
psicótico en su particular relación al lenguaje; ser testigos de su historia tal como éste puede trasmitirla e incluso
comenzar a hacerlo. Si Freud partiendo de su práctica como neurólogo inventa el psicoanálisis, dejándose enseñar
por los síntomas somáticos de la histeria, Lacan por su parte descubrió el psicoanálisis con la paranoia.

El desarreglo psicótico permite aproximar la estructura de lenguaje que constituye al humano, como situar la
frontera entre la locura y lo que se denomina la “normalidad”; sus fenómenos clínicos dejan al descubierto la
relación nativa del sujeto al significante, la manera singular como psicótico se haya atravesado y trastocado por el
lenguaje: “¿Cómo no ver en la fenomenología de las psicosis que todo, desde el comienzo hasta el final, tiene que
ver con determinada relación del sujeto con ese lenguaje promovido de golpe a primer plano de la escena, que
habla por sí solo, en voz alta, tanto en su sonido y furia, como en su neutralidad? Si el neurótico habita el lenguaje,
el psicótico es habitado, poseído por el lenguaje”. (Lacan, seminario Las psicosis).

Esta “entrevista clínica” consiste en la conversación que un psicoanalista sostiene con un paciente sometiéndose a
su decir; lo que por lo demás pone a prueba la técnica de la entrevista orientada en la enseñanza de Lacan. Las
preguntas que el psicoanalista formula buscan dilucidar entre otros: eso de lo cual se trata en la estructura
psicótica; producir algo nuevo a partir de lo allí escuchado: lo que alcanza a decir el paciente sobre las razones de
su padecimiento, los fenómenos que lo aquejan, la hospitalización, los “momentos álgidos, fecundos de la
psicosis”…

Lacan renovó la entrevista clínica: no mantuvo en ella nada del orden de la clínica de la mirada tan esencial en las
lecciones clínicas con examen público de pacientes realizadas en el marco de la práctica psiquiátrica y en especial
en la de Clérambault -su maestro en el abordaje de pacientes psicóticos, lo recuerda Lacan en 1946–, ni del
síntoma en el sentido médico. Para tal renovación tomó como único soporte la escucha atenta de lo que dice el
paciente. Dando crédito al sujeto psicótico y valor a su palabra, la experiencia de la locura se distancia de las
explicaciones aportadas por el discurso psiquiátrico acerca de las enfermedades mentales.

La entrevista clínica se realiza a partir del acuerdo previo con el psiquiatra y/o psicólogo tratante en la institución, o
por solicitud de otro miembro del equipo que se ocupa del paciente teniendo en cuenta las dificultades, las
particularidades o el interés que el cuadro clínico y su abordaje, el diagnóstico, el tratamiento… representa en cada
caso.

Previa a la misma, se ha explicado al paciente la razón de ser de este tipo de entrevista –en la que está presente un
grupo de personas además del entrevistador– y solicitado su consentimiento para tal efecto. Una vez terminada la
misma y el paciente vuelto a su lugar dentro de la institución, el grupo presente en la entrevista –que hasta
entonces ha guardado silencio atento– puede entrar a participar en la discusión que se busca generar
conjuntamente con el psicoanalista-entrevistador a propósito de lo acontecido: lo dicho por el paciente, las
preguntas, los comentarios, las hipótesis de trabajo que la entrevista clínica suscita en los presentes.

La entrevista clínica tiene un objetivo de “formación en la clínica psicoanalítica”, razón por la que la asistencia a la
misma es restringida en el número de asistentes y se ajusta a ciertos criterios. Ser enseñado por la psicosis hace
parte, particularmente, de la formación de un analista, lo que hace de ella una práctica importancia para la
comunidad de trabajo sobre la que sostiene una Escuela de psicoanálisis.

Gloria E. Gómez B.
Psicoanalista. Miembro de la Escuela de Psicoanálisis de los Foros del Campo Lacaniano (IF-EPFCL- Foro Bogotá).
Docente Universidad Nacional. Escuela de Estudios en Psicoanálisis y Cultura

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