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Desarrollo del feto o embrión en las

primeras semanas de embarazo


El embrión anida en el útero de la embarazada la primera semana desde que se
produce la concepción. Allí permanecerá a lo largo de los nueve meses de
embarazo. Al final del primer mes de embarazo se adivina la futura médula
espinal y comienzan a dibujarse las extremidades del feto. El corazón del feto
se forma en este tiempo, así como el paladar, que al final del primer mes y
medio está plenamente desarrollado.

Primera semana de embarazo


La primera semana de embarazo se corresponde con
la semana de la última menstruación. En esta
semana, comienza el ciclo menstrual. Así pues, esta
semana sería como cualquier semana en la que se
tiene la menstruación.
Segunda semana de embarazo
La semana siguiente a la de la menstruación es la
de preovulación (del 8º al 13º días del ciclo,
aproximadamente) y se consideraría la segunda
semana de embarazo. En esta semana, el ovario
produce estrógenos, lo cual hace madurar al óvulo y el
endometrio aumenta su grosor.
Semana 3 de embarazo: ovulación y
concepción
En la semana 3 de embarazo (días 14 a 21 del ciclo) se produce la ovulación.
Así pues, es en este período en el que se producirá la fecundación del óvulo por
el espermatozoide. Es decir, se produce la concepción. Es prácticamente
imposible que la mujer sepa que está embarazada en esta semana, puesto que
no tendrá la primera falta de la menstruación hasta dos semanas después.

Semana 4 de embarazo: la
confirmación de que estás embarazada
La semana 4 de embarazo se corresponde a los días 21-28 del ciclo menstrual.
En esta semana, el embrión se está implantando en el útero y sus órganos
empiezan a desarrollarse. A finales de la semana 4 tendrás tu primera falta de
menstruación y será el momento de confirmar tu estado mediante un test de
embarazo. Es una semana de muchas emociones por la confirmación del
embarazo.

Semana 5 de embarazo: empieza


cuánto antes a tomar ácido fólico
En la semana 5 de embarazo probablemente acabas de confirmar que esperas
un bebé. Es un momento de gran ilusión, pero también pueden aparecer ciertos
miedos o preocupaciones. En esta semana comienza a formarse el tubo neural
del embrión, así como algunos órganos fundamentales, como el corazón, el
hígado y los intestinos. La mujer puede tener algunos primeros síntomas, como
náuseas o cansancio.

Semana 6 de embarazo: el corazón del


embrión ya late regularmente
En la sexta semana de embarazo se produce un acontecimiento muy
importante: el corazón del embrión ya late regularmente. Este latido puede
observarse en una ecografía, aunque no todos los especialistas la piden en
estas semanas. Seguirás sintiendo las molestias típicas del primer trimestre de
embarazo, como por ejemplo, ardor de estómago.
El desarrollo del embrión en el segundo
mes de embarazo: semanas 7 a 10
A lo largo del segundo mes de embarazo comienzan a formarse los órganos
principales del feto. El rostro, con la aparición de los ojos y un esbozo de las
orejas, se va perfilando. El notable aumento de la cabeza del feto en esta etapa
responde al rápido desarrollo del cerebro. El embrión mide unos 3 cm y pesa
unos 3 g. Su corazón late a toda velocidad dentro del saco de líquido amniótico.
El desarrollo del feto en el tercer mes
de embarazo: semanas 11 a 14
A partir del tercer mes de embarazo el embrión pasa a llamarse feto. Aunque la
cabeza del feto sigue siendo grande en proporción a su cuerpo, sus
extremidades crecen a gran velocidad. Mediante una ecografía, podrás conocer
el sexo de tu bebé. El cordón umbilical ya está formado y la placenta ha
adoptado su forma circular. Un fino vello, el lanugo, recubre el cuerpo del feto.

El desarrollo del feto en el cuarto mes


de embarazo: semanas 15 a 18
A lo largo del cuarto mes de embarazo, el feto termina de formarse y comienza
a reaccionar ante estímulos externos como la luz o ciertos ruidos, que percibe a
través del vientre de la madre. Su cuerpo está completamente rodeado de
lanugo, una capa de fino vello del que se desprenderá a lo largo del embarazo,
y su corazón late al doble de velocidad que el de la embarazada.
El desarrollo del feto en el quinto mes
de embarazo: semanas 19 a 22
A partir del quinto mes de embarazo y hasta el parto el feto no hace más que
crecer, pues ya está casi plenamente formado. Sus movimientos se vuelven
fuertes y la madre es capaz de percibirlos. Su cerebro es similar al de un adulto,
produciendo una media de cien neuronas por segundo. El feto es capaz de
distinguir la voz de su madre.

El desarrollo del feto en el sexto mes de


embarazo: semanas 23 a 26
En el sexto mes de embarazo el feto pesa más de medio kilo y mide en torno a
32 cm. Entre las semanas 25 y 26, sus papilas gustativas terminan de formarse
y el feto ya distingue unos sabores de otros. El oído del feto se perfecciona y a
través del vientre de la madre puede distinguir unos ruidos de otros.
El desarrollo del feto en el séptimo mes
de embarazo: semanas 27 a 30
A lo largo del séptimo mes de embarazo los huesos del feto comienzan a
endurecerse y su piel se estira a la vez que adquiere un tono opaco. Su sistema
nervioso está suficientemente desarrollado como para permitirle realizar
movimientos complejos. Algunos especialistas aseguran que el feto es capaz de
orientarse en el vientre de la madre. Cuando ésta habla, el ritmo cardíaco de su
hijo se acelera.

El desarrollo del feto en el octavo mes


de embarazo: semanas 31 a 34
Al finalizar el octavo mes de gestación, todos los órganos del feto están
formados, exceptuando los pulmones. Los sentidos de la vista y el oído siguen
afinándose y el lanugo que recubría su rostro se desprende. Por lo general, al
cabo del octavo mes de embarazo el bebé se posiciona con la cabeza hacia
abajo. Esto se debe a que se está preparando para el parto.

El desarrollo del feto en el noveno mes


de embarazo: semanas 35 a 40
El noveno mes de embarazo se caracteriza por el ritmo al que engorda el feto:
unos 28g diarios. Aunque todavía no hay aire en sus pulmones, sus
movimientos respiratorios se vuelven frecuentes. Su intestino está lleno de
meconio, una sustancia que expulsará al nacer. El lanugo se ha desprendido
casi por completo y su piel es suave. El parto suele producirse entre las
semanas 38 y 42.
Tras la menstruación, al existir poca cantidad de estas hormonas, el organismo de la mujer
produce otras: las hormonas folicuestimulante y luteinizante.

Ambas provocan en esta segunda semana del ciclo menstrual que uno de los folículos que se
encuentra en el ovario empiece a crecer y que madure el óvulo que guarda dentro.

Mientras tanto, el endometrio, gracias a los estrógenos que libera ese folículo, continúa
aumentando su grosor para que si se da un embarazo, el embrión se encuentre con un
ambiente propicio para empezar a crecer y desarrollarse.

Este periodo no tiene una duración determinada: depende de cada mujer e incluso en una
misma mujer, hay meses que dura más o menos.
Pero, más o menos, al finalizar la segunda semana el óvulo ha alcanzado ya un tamaño
considerable y se libera del folículo y viaja hacia las trompas de Falopio. La hipófisis segrega
entonces grandes cantidades de hormona luteizante durante un par de días, que es cuando
se produce la ovulación.

En las trompas, ese óvulo, preparado para ser engrendado, esperará un par de días a que
llegue un espermatozoide que sea capaz de atravesar su dura membrana externa.

Semana 3 de embarazo: qué sucede

Apenas unas pocas horas después de que un espermatozoide fecunde el óvulo, se forma una
nueva célula llamada cigoto que contiene 23 pares de cromosomas. A partir de ese momento
empieza toda una aventura para él. Tiene que multiplicarse y al mismo viajar hasta el lugar
donde vivirá durante unas 40 semanas de gestaciónhasta convertirse en un bebé.

Treinta horas después de la fecundación, el cigoto ya son dos células; a las 40 -no han pasado
ni dos días- ,cuatro células y a las 72 horas ya se ha dividido entre 12 y 16 células. Pero este
proceso, llamado segmentación, no ha hecho más que empezar, porque de esa única célula que
era el cigoto surgirá una mórula, con unas 30 células; y con tiempo, un feto con muchísimos
billones, todas con la misma carga genética, pero diferenciadas porque cada una tendrá una
función: habrá células sanguíneas, neuronas cerebrales, células que conformarán el hueso, la
piel, cada uno de los órganos…

En la semana 4 de embarazo prosigue el viaje del embrión a través del organismo


materno. El blastocito, formado para centenares de células, ha llegado
al útero procedente de las trompas de Falopio. En él se pueden distinguir dos tipos de
células: el trofoblasto, de donde surgirán la placenta y el cordón umbilical, y la masa
celular interna del que se desarrollarán todos los órganos y tejidos que será el bebé. Pero
de momento, el blastocito debe desprenderse de su pared exterior para poder desarrollarse
e implantarse en la pared uterina, el endometrio, que ya se había preparado para
recibir a su huésped, engrosándose y llenándose de vasos capilares.
Semana 5 de embarazo: qué sucede

A lo largo del embrión se ahueca un surco que se convertirá en la médula espinal. Esas
primitivas células que aún no son ni tan siquiera unas neuronas, serán las que van a dar las
órdenes necesarias para que el resto de las células se especialicen y estén perfectamente
coordinadas entre sí, como si fuesen los instrumentos de una inmensa orquesta, para la
formación de los diferentes órganos.

A ambos lados del conducto neural sobresalen unas protuberancias: son las somitas, que con el
tiempo se convertirán en el esqueleto y los músculos del bebé.

Ecografía 4D de un embarazo de 5 semanas

Al final de esta quinta semana se produce un nuevo hito en la vida del pequeño que se está
empezando a formar: se desarrolla un primitivo corazón, el órgano que antes se va a formar.
Este hecho no es ningún capricho de la naturaleza.

Para "construir" un embrión que aumentará en tamaño y complejidad es indispensable la


disponibilidad de un sistema que permita el bombeo de sangre y nutrientes a los demás
órganos (pulmones, riñones, hígado, piel…), que comienzan su desarrollo, aunque aún no son
visibles. Pero de momento ese esbozo de corazón son dos tubos que cuentan con un latido
rítmico, que proyecta unas células sanguíneas (no son glóbulos rojos) por los primeros vasos
sanguíneos.
Ecografía Doppler de un embrión de 5 semanas

Ahora el embrión ya es demasiado "grande" (mide unos 1,5 milímetros) para ser alimentado
por las lagunas que se formaron en el trofoblasto. Necesita más "comida" y por eso de las
células del trofoblasto se forman unas protuberancias finas y ramificadas llamadas
vellosidades, con pequeñas cámaras entre ellas, que se llenan de sangre materna, que le va a
proporcionar el oxígeno y los nutrientes. Ahora el bebé en desarrollo no tiene ninguna
apariencia humana y nadie diría que en tan solo nueve meses esta estructura que asemeja a un
cilindro irregular se convertirá en un rollizo bebé.

En la semana 6 de embarazo el bebé tiene la forma de una pequeña habichuela. En esta


semana su crecimiento es vertiginoso y empieza una etapa crucial de su desarrollo: la
organogénesis, es decir, el comienzo de los principales órganos: riñones, pulmones,
sistema digestivo… Aunque la mayoría de ellos no termina su completo desarrollo hasta
tiempo después del nacimiento. Y aunque no lo parezca, también comienzan las primeras
transformaciones en la fisonomía y en el aspecto exterior del nuevo ser.

Semana 6 de embarazo: qué sucede

Al final de la semana 6 de gestación se aprecian unas yemas en los laterales, que se


convertirán en brazos (los brotes que en breve serán sus piernas aparecen un poco más
tarde). Por supuesto el embrión carece de facciones pero comienzan a desarrollarse la
mandíbula y el cuello. Su primitivo y pequeño corazón -aunque resulta bastante grande con
respecto al tamaño del feto- tiene una sola cámara y la sangre comienza a circular por sus
pequeños vasos sanguíneos. El sistema nervioso central continúa desarrollándose. En el
extremo del primitivo tubo neural aparecen tres bulbos. De ellos surgirá el cerebro, pero aún
falta un tiempo para eso.

En la semana 7 de embarazo el embrión mide de 5 a 7 milímetros, desde el final de la


cabeza (se llama vértex) hasta el final de la "cola", que será en un futuro su coxis; en la
ecografía al feto se le mide desde la parte superior de su cabeza hasta la rabadilla. La
cabeza aún está muy curvada sobre el pecho y crecerá mucho, ya que el cerebro se
desarrolla con rapidez

Muchos órganos se esbozan en la semana 7 de embarazo

Los rasgos de su cara siguen sin definirse, aunque aparecen unos diminutos ojos. Al final de
esta semana, en la cara surgen unos brotes: una pequeña fosa que será la boca, los brotes de
los maxilares inferior y superior y unas diminutas aberturas que señalan dónde se situará la
nariz. También aparecen los esbozos de las orejas.

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