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I.

REALIDAD PROBLEMÁTICA:

Actualmente, salir a comer, almorzar o cenar es tan cotidiano está muchas veces vinculado con
la experiencia de celebrar, reunir amigos, cerrar negocios o pasar un tiempo en familia. Con el
pasar de los años el sector gastronómico ha tomado mucho protagonismo, sobretodo en un país
como el nuestro, mixtura de costumbres y culturas, apogeo del ingenio y con gusto a la comida
fusión.

Partiendo de esta premisa, para chef más famoso del Perú y gran empresario, Gastón Acurio en
su artículo “500 años de Fusión” (2016), hace aproximadamente unos diez años atrás se ha
venido desarrollando un impulso por el estilo gastronómico Fusión, diversas gastronomías
alrededor del mundo han buscado una mezcla con la gastronomía peruana y se fusionan desde
los ingredientes, técnicas, procesos, presentación de los platos, hasta el ambiente del local, el
servicio de los mozos, el menaje, la música, olores, etc.

Por su parte, para el reconocido empresario y chef peruano Emilio Peschiera, en su libro
“Secretos de la Cocina Peruana” (2004), explica como el Perú ha sido influido desde sus
principios. En nuestra cocina incaica tradicional hubo influencias por mezclas gastronómicas:
africanas, indias, chinas, japonesas, italianas, árabes, etc. Todo por situaciones diversas como
guerras, migraciones, esclavitud, intercambios culturales y hasta la actualidad por simple
creatividad e imaginación.

Si hablamos de comida fusión, es importante considerar lo que dice Gastón Acurio (2009), “La
gastronomía peruana merece escenarios perfectos, historias bien contadas, pues la experiencia
de comer es algo que va más allá de un plato bien preparado; nada se deja al azar si queremos
ser los mejores tenemos que pensar en el ambiente, en la música, en los detalles, en el alma de
cada concepto culinario que al fusionarse con otra cultura gastronómica busca desarrollar
nuevas creaciones que desaten un propio estilo característico de dos o más fusiones”.

Asimismo en nuestra ciudad, la gente no solo se caracteriza por su amabilidad y por los
complejos arqueológicos que lo rodean. La gastronomía es un claro exponente de sus medios
naturales, de su historia y cultura. Y todo ello se pone de manifiesto en su comida, cuya
característica principal son los sanos productos que su tierra proporciona. En épocas de eventos
los turistas nos visitan llevándose una grata impresión, además de comprobar el crecimiento
económico que ha tenido en los últimos años, la mejora estética de la urbe, lo que confirma que
la belleza de la ciudad se mantiene vigente.

Según el INEI (2016), el distrito de Trujillo cuenta con una población de 31894 mil habitantes, es
uno de los 11 distritos de la provincia de Trujillo. Limita al norte con Huanchaco, La Esperanza y
Florencia de Mora; al sur con Moche y Salaverry; por el este Laredo, Poroto y Simbal y por el
oeste con el distrito de Victor Larco.
Según el chef Aldo Tenorio (2016), quien regenta el restaurante Zumo y Mar, la cocina norteña
también experimenta un ‘boom’. Asimismo, destaca que ahora los trujillanos se atreven a darle
cabida a platillos nuevos. “La gente se ha culturizado gastronómicamente. Antes iban a un
restaurante y solo comían un cebiche o un chicharrón para no caer en un plato que no les
gustara. Ahora quieren probar cosas nuevas. Hay muchas mezclas, muchas fusiones. Todos los
restaurantes que están saliendo presentan platos innovadores”.

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