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EJERCICIOS MINDFULNESS PARA NIÑOS

ACTIVIDAD: Quietos y atentos como una rana. Dile a tu hij@ o alumn@s


que la rana es un animalito que puede dar grandes saltos pero también
puede quedarse muy quieta, observando todo lo que pasa a su alrededor
pero sin reaccionar de inmediato. Respirar con mucha calma, y explícale
que vais a jugar a ser como una rana. Su tripa se hincha cuando entra el
aire y se deshincha cuando sale el aire.

"Vamos a sentarnos y a respirar como la rana, así, la ranita no se cansa y


no se deja arrastrar por todos los planes interesantes que se le pasan por
la cabeza. Durante un rato vamos a estar quietos como una rana, notando
como la barriguita de abulta un poco, y después se hunde otra vez"

En este ejercicio el niñ@ aprende a ser paciente, a relajarse y mantenerse


en calma, además de comprender la importancia de la respiración para
este fin.

2. La respiración de la ABEJA (30 segundos)

Este ejercicio es genial para serenarse y centrar la atención en la


respiración. Debemos taparnos las orejas con el pulgar y apoyar el resto
de la mano sobre la cabeza. A continuación, cerramos los ojos e imitamos
el sonido de la abeja.. Zzzzzz

El juego de silencio (30 a 60 segundos según la edad)

Es un juego muy sencillo para inciarse en técnicas de concentración. Los


niños/as más pequeños de 2 y 3 años lo realizan sin dificultad. Nos
sentamos en círculo y les preguntamos si son capaces de estar en silencio
como las montañas o las flores. Les pedimos que cierren los ojos y se
mantengan tranquilos y atentos hasta que se termine el tiempo. Para
estos ejerecicios es necesario tener un medidor de tiempo que los niñ@s
puedan comprender (reloj con alarma (si puede ser con sonidos
agradables), reloj online...)

Observamos como detectives (30 a 60 segundos según la edad)

Este juego, al igual que el anterior, trata de desarrollar la concentración a


través de la quietud y el silencio. Pero en esta ocasión, en vez de
permanecer con los ojos cerrados, observaremos como detectives
atendiendo a los detalles más pequeños e insignificantes de algún objeto
en movimiento como:

Una lámpara que cambia de colores

Un reloj de arena o de agua

Una vela (al terminar el tiempo pueden soplar y apagarla)

Botellla de la calma. Pincha aquí para acceder a este post y decsubrir


cómo realizarla.

Realmente cualquier objeto cotidiano puede servir. Lo importante es


centrar nuestra atención en él. Al terminar el tiempo les podemos
preguntar: ¿Qué observó tu mente atenta? ¿Qué descubriste
detective..."nombre del niñ@"?

Círculo de la atención

Para este juego necesitamos ser un grupo como mínimo de 5


personas. La persona que dirige el juego presenta un material que
debemos ir pasándonos unos a otros con mucho cuidado y
atención. Podemos empezar por un objeto e ir añadiendo más objetos a
la vez para trabajar una mayor atención. Podemos usar por ejemplo: Una
campana que no debe sonar
Pequeños vasos de agua muy llenos

Cascabeles silenciosos

8. Te veo

Este juego es precioso. Además de desarrollar la atención es una


herramienta maravillosa para despertar la empatía y crear vínculos
afectivos.
Nos sentamos por parejas uno frente al otro. Durante un tiempo tenemos
que mirarnos a los ojos sin perder el contacto. Ese será nuestro foco de
atención!!

9. Atención: ¿Qué falta?

En este juego desarrollas la observación y la memoria mientras


trabajas la atención. Presentas 10 objetos cotidianos y das unos
segundos (10 segundos) para mirarlos todos. Les pides que se tapen los
ojos y quitas uno o dos objetos. Ahora tendrán que adivinar; ¿Qué
falta? Puedes preguntar al que mantenga mejor la postura de Mente
Atenta

10. Atención ¿Qué suena?

Este ejercicio es igual que el anterior pero en vez de trabajar con la


vista, desarrollamos el sentido del oído. Presentamos varios
instrumentos u objetos que suenen. Les pedimos que cierren los ojos y
que identifiquen el sonido. ¿Qué objeto ha sonado? Una variante de este
juego es pedirles que, con los ojos cerrados, señalen de dónde viene el
sonido.
Puedes crear categorías:

Instrumentos metálicos

Instrumentos de madera
Ejercicios de mindfulness para niños

Antes de comenzar con los ejercicios toma en cuenta lo siguiente:

 La mayoría de estos ejercicios, están pensados para niños a partir de 5


años, aunque algunos de ellos podrían adaptarse para los más pequeños
 Cada uno tiene diferente grado de dificultad y están ordenados según
considero de lo más fácil a lo más difícil, aunque no tienen porque seguir
este orden.
 Cada ejercicio estimula diferentes áreas, pero todas relacionadas con
diferentes aspectos de la atención y concentración.
 Como consigna general con cada ejercicio tienes que decirle al niño: Si en
algún momento tu mente se distrae o aparecen otros pensamientos de otros
temas, no los critiques, no te vallas con ellos, sólo notalos y vuelve
suavemente a colocar tu mente en el ejercicio.
 Aprovecha momentos que tu hijo esté receptivo, no lo propongas cuando
está muy cansado o enfadado.

1. Inflar un globo

Con este ejercicio trabajamos la respiración y la conciencia corporal


Decimos al niño: Detente un momento y piensa en tu respiración ¿cómo
es ahora? ¿recuerdas cómo es cuando estás nervioso o después de correr?
nota cómo el aire entra dentro de tus pulmones y ahora intenta hacer
llegar ese aire hasta el estómago, como si quisieras inflar un globo.
Intenta que tu respiración sea cada vez mas lenta lenta y profunda. Si te
viene a la mente cualquier otra cosa, sólo observala y déjala ir..nota como
tu cuerpo se llena de energía después de una respiración profunda.

2. Las copas con agua

Con este ejercicio trabajamos con la concentración auditiva


Llena dos o tres copas con diferentes niveles de agua y haz sonar cada una
de ellas por separado. No empieces a tocar la siguiente hasta que el
sonido de cada copa se halla parado por completo, el niño tiene que estar
atento hasta que se termine la vibración y te lo indicará levantando la
mano, entonces empiezas con la siguiente copa. Pasado algunos ensayos,
el niño es quien puede hacer sonar las copas.

También se puede hacer este mismo ejercicio, pero usando una campana.
4. Uno a la vez

Con este ejercicio trabajamos la discriminación auditiva


Muestra a tu hijo el sonido de un instrumento musical, por ejemplo la
guitarra, el piano, la trompeta..y una vez que reconozca el sonido ponle
una canción que incluya ese instrumento y que esté atento para indicar el
momento en que se escucha el instrumento elegido.

También puede hacerlo mientras dais un paseo, primero que escuche


todos los ruidos que hay en ese momento y luego puede seleccionar
alguno de ellos, por ejemplo, el canto de un pájaro y estar atento a indicar
cada vez que le escuche.

5. ¿Y cómo era?...

Con este ejercicio estimulamos la imaginación y la memoria remota.


Le indicamos que tiene que ponerse cómodo y cerrar sus ojos. Ahora tiene
que recordar un paisaje o un lugar que le gusta muchísmo. Tiene que
recordar el sitio todo lo vivo y claro que le sea posible, para ayudarle le
decimos que se imagine un paseo por ese sitio, que valla tocando los
objetos que le llaman la atención, que observe cuales elementos son los
que más le gustan, si es de día o de noche, si hay personas..a que huele el
sitio...qué se puede escuchar..en fin necesitará mucha imaginación y estar
muy concentrado en la tarea.Si lo logra, le gustará y le traerá buenos
recuerdos.

6. Comerse un chocolate

Con este ejercicio trabajamos con el sentido del gusto.


Necesitamos un trozo de chocolate o cualquier alimento como un
caramelo, una uva...
El niño tiene que intentar describir el sabor y la sensación como si se lo
estuviera contando a un marciano que nunca ha visto un chocolate en su
vida. Lo tiene que observar con detenimiento y luego meterselo a la boca
sin masticarlo, tiene que deshacerse lentamente en su boca. Le pedimos
que observe cómo se va disolviendo, el sabor, la textura, le decimos si
percibe el sabor de la misma manera si lo pone en diferentes partes de la
lengua, que observe cómo se va pasando lentamente el sabor..

7. Banda de colores

Con este ejercicio trabajamos la imaginación y la concentración


visual
Le pedimos que respire tranquilamente, que cierre los ojos y se imagine
una banda de color rojo sobre una pantalla blanca, que es su mente ¿Te
gusta ese color? ¿Que sensaciones tienes? ¿Te recuerda a algo? sólo
obsérvalo y retenlo en tu mente. Le pedimos que ponga la pantalla en
blanco y luego que haga lo mismo con el color amarillo. Luego, con el
color azul. El ejercicio termina visualizando la pantalla en blanco. Después
de unas respiraciones profundas, puede abrir los ojos.

8. Congelados

Con este ejercicio trabajamos la conciencia corporal


Le decimos al niño que se imagine que está en la era del hielo, hace mucho
frío y empieza a nevar, tiene que notar cómo se va congelando poco a
poco, cada parte del cuerpo hasta quedar completamente inmóvil, como
una estatua, tranquilo, respirando lentamente y observando la nieve a su
alrededor. Una vez permanece un tiempo como una estatua, sale el sol y
su cuerpo por partes se va derritiendo, quedando otra vez con mucha
movilidad.
9. ¡ Que belleza a mi alrededor!

Con este ejercicio trabajamos la observación y el conocimiento de un


objeto por medio de los sentidos.

En cualquier oportunidad de ir a pasear por el campo, en un jardín o en la


playa, le pedimos que observe detenidamente la naturaleza, no es
momento de hablar, sólo de disfrutar y deleitarse en medio de la belleza.
Le pedimos que busque algo que le llame especialmente la atención y
quiera conocerlo a detalle: una roca, una flor, la forma de un árbol, un
bicho..y le pedimos que intente explorarlo a través de todos sus sentidos
¿a que huele? ¿que textura tiene? ¿cómo es su forma? su misión es
observar cada detalle, sin juzgar..

El recipiente con agua

Con este ejercicio trabajamos la conciencia kinestésica


Necesitamos un recipiente con agua, como una taza donde quepa la mano
del niño.
Le indicamos que meta la mano dentro del recipiente. Que note la
sensación que experimenta al tocar el agua, la temperatura, la sensación
de humedad. Que se fije cómo la mano se integra con el agua. Que mueva
los dedos y experimente el fluir del agua. Si en algún momento notas que
se distrae, no los juzgues, observa que te has desviado y vuelve a la tarea.

En la ducha
Con este ejercicio estimulamos la conciencia sensorial
Le decimos al niño que cuando se meta a la ducha observe cómo el agua
choca contra su cuerpo y cómo su piel queda salpicada por diminutas
gotas. Le pedimos que observe la temperatura del agua ¿Cómo le gusta
más? que experimente la sensación de estar mojado..cómo talla sus
manos con el jabón o shampoo y lo va aplicando en cada parte del
cuerpo...que observe en lo que piensa, pero simplemente lo deje de lado y
se centre únicamente en las sensaciones que experimenta en la ducha.
Si el niño es pequeño, le podemos duchar nosotros en la bañera, mientras
le vamos narrando lo que vamos haciendo y las sensaciones.

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