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La industria del agua en la CAV

Ingeniería y Patrimonio
José Eugenio Villar
Beatriz Herreras Moratinos
Antonio Hernández Almaraz

(Asociación Vasca de Patrimonio


Industrial y Obra Pública)
índice 1
Usos históricos del agua en la industria vasca.
El patrimonio industrial originado.
José Eugenio Villar

008 Generalidades

026 La industria siderúrgica.

026 Las aguas de Altos Hornos de Vizcaya.


029 Las aguas del Zadorra. De Altos Hornos de Vizcaya
a Iberduero y al Consorcio de aguas de Bilbao.
034 Obras e instalaciones del sistema Zadorra-Barazar.
038 La refrigeración de los procesos siderúrgicos.
041 Las torres de refrigeración de tiro natural.

050 Fuentes y Bibliografía.


2
Arquitecturas e ingeniería del agua:
3
Los lavaderos de mineral de hierro en la cuenca
paisaje y patrimonio en Gipuzkoa. minera vizcaína.
Beatriz Herreras Moratinos Antonio Hernández Almaraz

054 Introducción. 120 Introducción.

058 El agua, espacio donde desarrollar la actividad industrial. 124 El lavado del mineral de hierro. Las balsas de decantación.

063 El agua, necesaria para el proceso productivo. 142 Minas, balsas y lavaderos en el anticlinal de Bizkaia.

064 El trabajo del hierro. 142 El gran criadero de mineral de Bizkaia.


072 La minería. Minas y lavaderos.
073 El uso del agua en el sector papelero. 143 Los distritos mineros de Triano y Matamoros.
082 Las salinas. 155 Los lavaderos de mineral de la Cía. Orconera Iron Ore.
083 La fabricación de cemento. 168 Los Distritos mineros de Ollargan-Bilbao.
086 Las curtiderías. 171 El criadero de mineral de las estribaciones de Bizkaia.
088 El textil. Minas y lavaderos.
173 Los Distritos mineros de Galdames, Sopuerta y Alén.
092 El agua como fuerza motriz. 180 Los Distritos mineros de Muskiz – Cotorrio.
182 Los Distritos mineros de la costa vasco-montañesa.
095 Las principales cuencas fluviales.
196 Fuentes y Bibliografía.
116 Fuentes y Bibliografía.
Usos históricos del agua
en la industria vasca.
El patrimonio industrial
originado.
José Eugenio Villar Ibáñez
Usos históricos del agua en la industria vasca.

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Usos históricos del agua
en la industria vasca.
El patrimonio industrial
originado.
José Eugenio Villar Ibáñez

Generalidades
Según el diccionario castellano la importancia del agua queda re-
flejada en más de doscientas locuciones, algunas de las cuales
forman parte del lenguaje de uso común: entre dos aguas, con el
agua al cuello, romper aguas, tan claro como el agua, agua corrien-
te, agua bendita, agua potable, agua viva, agua de colonia, aguas
residuales, aguas bravas, etc.

En la Euskal Herria primitiva el agua servía para determinar la for-


ma de medir el tiempo y para cerrar el ciclo anual como nos indi-
can los vocablos urtea o urtarrilla.

Desde la más remota antigüedad, la imaginación y la técnica han


estado dispuestas a extraer al agua utilidades y beneficios diver-
sos, bien fuera creando artificios que ayudaran a aliviar el trabajo
y el esfuerzo físico, o aprovechando la energía con ella producida,
o como materia prima en la industria alimentaria, en la textil, y en
la de curtidos; también en la fabricación de materiales de cons-
trucción y en la industria papelera. El agua ha sido fundamental
en las operaciones de lavado del mineral y en las de enfriamiento
de la siderurgia. Además, es un bien de consumo directo para la
alimentación y el saneamiento de nuestras ciudades y de gran
utilidad para eliminar residuos urbanos e industriales. Finalmente,
en ocasiones ha sido necesario conseguir su encauzamiento o su
eliminación cuando el agua constituía un estorbo, un elemento del
que había que deshacerse. Ya desde tiempos antiguos, el apro-
vechamiento de los manantiales salados para la obtención de la
8 muera mediante la evaporación natural ha sido una de las artes
El patrimonio industrial originado.

tradicionales para conseguir la preciada sal, necesaria para condi-


mentar los alimentos o para las conservas en salazón.

Aunque parece seguro que las salinas ya se explotaran en el Valle


Salado alavés de Añana en época romana, hasta el siglo IX no
aparece documentada la actividad salinera.

Hasta el siglo XIX, esta actividad dio lugar a la formación de un


entramado de plataformas y eras que llegaron a ocupar mas de
100.000 m2. Las eras son plataformas horizontales de unos 20 m2
de superficie, agrupadas en terrazas por niveles, donde se depo-
sita la salmuera.

A partir del siglo XX, con la incorporación del cemento como ma-
terial constructivo y el abandono de las técnicas constructivas tra-
dicionales, se fueron deteriorando los elementos constructivos y
arruinando las estructuras, lo que unido a la pérdida de rentabilidad
económica a partir de los años sesenta del pasado siglo, provo-
có el progresivo abandono de las salinas pasando de las más de
5.000 eras existentes en épocas anteriores a poco más de 100 a
finales del pasado siglo.

No obstante, con la declaración de Bien Cultural Calificado como


Monumento en 1985 por parte del Gobierno Vasco se reconocía
su valor patrimonial. El pasado año 2001 la Diputación Foral de
Alava, a través del Servicio de Patrimonio Histórico-Arquitectónico
puso en marcha el Plan Director de Recuperación Integral del Valle
Salado de Salinas de Añana. (Landa, 2002)

F. 01 F. 01 F. 01_ Salinas de Añana.

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Usos históricos del agua en la industria vasca.

Desde que a partir de la Baja Edad Media empezaran a utilizarse Durante ese mismo siglo aparece la figura singular del vizcaino
los saltos de agua para producir la energía motriz que molinos y Pedro Bernardo Villareal de Berriz, ingeniero hidráulico que pro-
ferrerías necesitaban, los recursos hidráulicos han sido durante yectó y construyó las primeras presas de contrafuertes de que se
siglos aprovechados como fuente de energía, para los sistemas de tiene noticia. Publicó además sus trabajos y contribuyó en varios
refrigeración, como vía de transporte y hasta como materia prima campos al progreso material del País Vasco.
de muchas de las industrias vascas, tanto de la industria artesanal
como de la que surge en el último cuarto del siglo XIX, con la Re-
volución Industrial. Productos dedicados al aprovechamiento o al
abastecimiento del agua, como tuberías, fuentes, turbinas o calde-
ras son solo una muestra de la infinidad de productos fabricados
por empresas vascas desde entonces.

A partir del s. XIV y hasta el surgimiento de la industria moderna,


los lugares en los que se llevó a cabo esta actividad fueron las
ferrerías hidráulicas. Con éstas surgió una arquitectura que debía
acoger instalaciones mucho más complejas: espacios para car- F. 02_ Martillo de El Pobal.
De las 150 ferrerías que existían
boneras, almacenes, martinetes, fraguas y la infraestructura del en Bizkaia a fines del XVIII, ésta
salto de agua con su presa, canal, antepara y túnel con la rueda de El Pobal es la única que se ha
hidráulica. Hasta el siglo XVIII, la siderúrgica tradicional constituyó conservado hasta la actualidad.
Junto a un molino que aprove-
el sector más importante del tejido industrial vizcaino, llegando a cha la misma presa, forma parte
suponer el 50% del P.I.B. de un conjunto-museo.

F. 02 F. 02

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El patrimonio industrial originado.

F. 03_ Central hidroeléctrica de


F. 03
Nuestra Señora de Angosto.

En el ámbito de la molinería hidráulica, las primeras referencias productora y distribuidora de electricidad con la creación de cen-
en el País Vasco datan del siglo XII. Molinos de río, algunos cuya trales y minicentrales por iniciativa de fábricas harineras como la
rueda era portada por un eje horizontal y otros por eje vertical del Ancora de Abechuco, la de Gárabo en Villodas, la de Nanclares
que con el tiempo fueron los que mayor aceptación tuvieron en y la de Campezo; además, casi todos los molinos y ferrerías de los
nuestro entorno. cauces de los ríos Omecillo y Húmedo en el valle de Valdegovía
se transforman y reconvierten en fábricas eléctricas. Lo mismo
Los conocidos como “molinos de marea” también utilizaron el ocurría en los valles guipuzcoanos y vizcaínos. (Ojeda, 1998.)
agua para mover sus ruedas, aprovechando el embalse de agua
marina con las pleamares. A finales del XVIII existían en las costas
vizcainas un buen número de ellos: en la ría de Butrón (Plentzia),
otras dos en la de Gernika (Murueta y Arteaga), uno en la del Lea
(Mendexa), y el resto en la del Nervión, El Puerto, Las Junqueras,
San Juan, en Barakaldo, en el casco urbano de Santurtzi, en Mus-
kiz, Leioa, etc. De todos ellos, solo el de Arteaga conserva en la
actualidad buena parte de las instalaciones.

Pero, en el siglo XIX, como en otras partes de Europa el sector fe-


rrón, incapaz de competir con la moderna siderurgia integral, entró
en crisis y con ella se produjo la práctica desaparición de las fe-
rrerías vascas. Sin embargo, no dejaron de utilizarse los saltos de
agua que aquellas habían construido sino que fueron aprovecha-
dos para la producción de hidroelectricidad que iba a dar servicio
a las nuevas industrias surgidas en el último cuarto del siglo. Se
instalaron turbinas y generadores allá donde había habido ruedas
hidráulicas. Los viejos molinos harineros se reconvirtieron en pe-
queñas minicentrales que no requerían grandes desembolsos. Es
paradigmático lo sucedido en el territorio alavés en las primeras
décadas del siglo XX. En Alava se fue creando una importante red 11
Usos históricos del agua en la industria vasca.

La energía tradicional producida por la fuerza motriz directa podía Esto favoreció la separación de las centrales productoras y de los
ser ya sustituida por la electricidad y por máquinas a vapor que no centros consumidores y orientó la ubicación de las centrales hacia
dependían de la oscilación de los caudales de los ríos, ni imponían las zonas de montaña ricas en recursos hidráulicos. Desde 1905
restricciones a la ubicación de las empresas. En cualquier caso, se a 1935 se invierte la preponderancia termoeléctrica en favor de la
mantuvo en muchos lugares el uso de la energía hidráulica como energía hidráulica. Aparecieron sociedades altamente capitaliza-
fuerza motriz directa (Antolín, 1988.) gracias entre otras causas das capaces de llevar a cabo las cuantiosas infraestructuras que
al interés de muchas industrias en disponer de varias formas de requerían su explotación. Son los años de consolidación de las
energía simultáneamente y al bajo coste de mantenimiento que grandes sociedades productoras, que han durado hasta la actuali-
precisaban los saltos de agua. El vapor resultaba caro en una zona dad. En nuestra zona aparece la Hidroeléctrica Ibérica (1901) que
no productora de carbón y la electricidad se hallaba en fase de fusionada con la Sociedad Saltos del Duero creará IBERDUERO
expansión. Cuando su implantación acabara por desarrollarse se en 1944.
mostró como el tipo de energía más eficiente. Mientras tanto, en-
tre 1880 y 1930, todavía se procesaban en Bizkaia 126 expedien- También durante el primer tercio del siglo XX surgen numerosas
tes de demanda de aguas públicas para el aprovechamiento de empresas que a partir de instalaciones de pequeña y mediana
saltos de agua como fuerza motriz directa en industrias situadas potencia van a autoproducir la energía eléctrica que necesitaban,
junto a los ríos de los municipios de la cuenca del Bajo Nervión. constituyendo con sus excedentes la base de la electrificación de
Expedientes solicitados por empresas siderometalúrgicas como las zonas rurales.
La Basconia, Alambres del Cadagua o la Sociedad Santa Agueda;
otras dedicadas a la fabricación de pasta de papel como la Papele- Durante los años sesenta muchas centrales se cerraron, debido
ra del Cadagua; químicas como La Nitramita de Arbuyo; casi todos a que el bajo precio del petróleo favoreció la sustitución por la
los molinos y fábricas de harinas activas en el periodo reseñado, e producción termoeléctrica. Tras el paréntesis de los años sesenta,
incluso en el sector minero como fuerza motriz para mover tróme- con la crisis del petróleo vuelven a resurgir las pequeñas centrales
les de lavado de mineral. y en la década de los 80, tras la entrada en vigor de la Ley 82/80
sobre Conservación de la Energía que amparaba expresamente la
Es cierto que hasta finales del siglo XIX hubo una clara decanta- construcción, ampliación o adaptación de instalaciones de produc-
ción por la termoelectricidad dado que la electricidad de origen ción hidroeléctricas con potencia de hasta 5.000 kVA, comienzan
hidráulico solo podía ser aprovechada en lugares cercanos a su a rehabilitarse numerosas centrales hidroeléctricas que se encon-
producción. Las fortísimas pérdidas en el transporte de la electri- traban paradas y a automatizarse otras instalaciones en funciona-
cidad hacían inviable su consumo a largas distancias. La orografía miento. (Minihidráulica en el País Vasco. E.V.E. Bilbao, 1995.)
del Bajo Nervión impedía por otra parte la instalación de saltos
de agua que favorecieran el desarrollo de centrales hidroeléctri- Cien años después de su puesta en funcionamiento, una buena
cas. Además, las industrias intensivas en el consumo de energía, colección de centrales hidroeléctricas aun se mantiene activa tras
como Altos Hornos de Vizcaya (A.H.V.), instalaron sus propias cen- su puesta a punto y rehabilitación llevada a cabo durante las dos
trales autoproductoras. últimas décadas, que corresponden en su mayor parte al territorio
histórico de Gipuzkoa.
A partir de 1900 la situación va a cambiar espectacularmente. El
problema del transporte de electricidad va a resolverse con la apli-
cación de la alta tensión, la depuración de la tecnología de los
conductores y la instalación de estaciones transformadoras.

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El patrimonio industrial originado.

Minicentrales en la Comunidad Autónoma Vasca


Bolubarri Deba Bergara 95
MINICENTRALES DE BIZKAIA
Aitzetarte Deba Elgoibar 556
Nombre de la central Río Municipio Potencia (kw.) Barrena Berri Deba Elgoibar 621
Arizmendi Artibai Markina-Xemein 65 Laupago Deba Elgoibar 295
Plazakola Artibai Markina-Xemein 248 San Antolín Deba Elgoibar 253
Arbuyo Kadagua Aonsotegi 460 Sologoen Deba Soraluze 400
La Penilla Kadagua Balmaseda 189 Electra Basalde Descarga Antzuola 5
Irauregui Kadagua Baracaldo 470 Urkulu Oñate Oñati 79
Olakoaga Kadagua Güeñes 373 Altuna Hnos. Oñate Oñati 73
La Andalucía Kadagua Güeñes 100 Ubao -Tokillo Oñate Oñati 577
Bolumburu Kadagua Zalla 250 Masustanegiko Oiartzun Oiartzun 560
La Mella Kadagua Zalla 360 Penadegi Oiartzun Oiartzun 191
Sollano Ordunte Zalla 731 Alkiza Alkiza Alkiza 78
Olabarri Arratia Igorre 22 Molino Ola Amezketa Amezketa 33
Lambreabe Arratia Zeanuri 1.050 Molino Ugarte Amezketa Amezketa 11
Patala Garay Berriz 528 Lizartza Araxes Lizartza 468
San Antonio Ibaizabal Amorebieta-Etxano 80 Santa Cruz Araxes Orexa 17
Bedia Ibaizabal Bedia 402 Papelera Calparsoro Berastegi Berastegi 355
Indusi Indusi Dima 305 Errota-zarra / Berrobiko Berastegi Berrobi 28
Ventatxuri Indusi Dima 260 Leizaran Leizaran Andoain 3.600
San Lorenzo Mañaria Mañaria 175 Olaberri Leizaran Andoain 200
Orobio Orobio Iurreta 46 Ameraun Leizaran Berastegi 1.000
Orobio-Larrañaga Orobio Iurreta 115 Electra Plazaola nº 1 Leizaran Berastegi 736
Beste aldie Altube Orozko 75 Electra Plazaola nº 2 Leizaran Berastegi 430
Electra Lekubarri Arnuari Orozko 24 Olloqui Leizaran Elduain 555
Caserío Ugalde Arnuari Orozko 9 Santolaz Leizaran Elduain 710
Caserío Usabel Arnuari Orozko 8 Bertxin Leizaran Villabona 808
Uharka Golako Gernika-Lumo 66 Abaloz Oria Andoain 1.048
Bazkardo Oria Andoain 344
Aldaba Oria Ikaztegieta 360
Ikaztegieta Oria Ikaztegieta 620
Molino Berostegi Oria Legorreta 16
MINICENTRALES DE ALAVA Usabal Oria Tolosa 250
Agaraitz Oria Villabona 240
Nombre de la central Río Municipio Potencia (kw.) Aldaola / San Adrián Oria Zegama 72
Molino de Villabezana Bayas Ribera Alta 12 Ezpaleo Oria Zegama 500
Molino Salezan Aramaio Aramaio 16 Molino Otzarain Salubita Tolosa 30
Ntra Sra de Ibernalo Ega Campezo 25 Zaldibia Zaldibia Beasain 2.200
Antoñana Izkiz Campezo 440 Erdoizta Alzolaras Zestoa 115
Assa Errioxa Lanciego 626 Molino Urbieta Errezil Azpeitia 14
Puentelarra Errioxa Lantaron 3.741 Berriki Errezil Errezil 16
Molino Leza Rabialgas Leza 9 Molino Rezusta Urola Aizarnazabal 52
Berganzo Inglares Zambrana 600 Altuna-txiki Urola Aizarnazabal 146
Ntra Sra de Angosto Húmedo Valdegovía 62 Androndegi Urola Azkoitia 315
M. Bº puente de Berguenda Omecillo Lantarón 25 Aizpurutxo Urola Azkoitia 250
Berantevilla Ayuda Berantevilla 20 Errota-berri Urola Azkoitia 360
Lacorzana Zadorra Armiñón 100 Igaran Urola Azkoitia 264
Ullibarri Zadorra Arrazua-Ubarrundia 149 Igaran Urola Azkoitia 25
Badiolegi Urola Azpetia 350
Ibai-eder Urola Azpeitia 90
Alberdikoa Urola Zestoa 110
Berdabio Añarbe Oiartzun 800
MINICENTRALES DE GIPUZKOA
Oquillegui Añarbe Oiartzun 368
Nombre de la central Río Municipio Potencia (kw.) Papelera de Zikuñaga Urumea Hernani 222
Elordi Bidasoa Irun 466 Renteria Urumea Hernani 200
Irugurutzeta Bidasoa Irun 1628 Fagollaga Urumea Hernani 130
Argi-Errota de Sta. Agueda Aramaio Arrasate-Mondragón 55 Lastaola Urumea Hernani 150
Txirrita Aramaio Arrasate-Mondragón 37 Pikoaga Urumea Hernani 586
Lamiategi Arantzazu Oñati 219 Santiago Urumea Hernani 666
Olate Arantzazu Oñati 4712 Arrambide Urumea Renteria 519
Altos Hornos de Bergara Deba Bergara 675 Mendaraz Urumea Renteria 500
13
Usos históricos del agua en laTitulo
industria
sección
vasca.

F. 04_ Papel de fumar.


Papelera Serrano.

F. 05_ Cargadero de Orconera.

Algunas ferrerías y molinos Aunque las necesidades productivas del


fueron reconvertidos en mo- sector papelero contemporáneo han
linos papeleros que apro- obligado a la renovación continua del
vechaban la energía motriz aparato productivo y consecuentemen-
generada por el salto de agua te a la desaparición de infraestructuras y
para mover los primitivos ba- útiles de gran valor patrimonial, la tradición
tanes que trituraban telas de papelera del vizcaino valle del Cadagua nos ha
deshecho y “trapos” mezcla- dejado una historia singular. A finales del siglo XVIII
dos con agua hasta obtener la ya existía en La Mella (Zalla) un molino papelero y a
pasta de papel. El sector pape- finales del XIX existían diversas instalaciones papeleras,
lero, gran consumidor de agua, se como la Papelera de Serrano también en Zalla que se dedica-
modernizará a partir de 1842, con la instalación ba a la fabricación de papel de fumar a partir de la paja de trigo.
en Tolosa de la fábrica de La Esperanza, primera en Pero sin duda alguna es la Papelera del Cadagua (Aranguren) la más
utilizar máquinas de papel continuo. Posteriormente, en importante de las fábricas del sector, sobre todo desde que el in-
el siglo XX la industria papelera guipuzcoana se convertirá en geniero guipuzcoano Nicolás Mª Urgoiti asumió la dirección de la
la más importante del Estado. Las infraestructuras que se cons- empresa en 1894. Desde la fábrica encartada Urgoiti llevará a cabo
truirán para dar servicio al sector dejarán una serie de interesan- una destacada labor de modernización del sector papelero español.
tes obras hidráulicas que aun hoy se conservan. No obstante, el Dirigió la fusión de diversas empresas del ámbito vasco y castella-
consumo de agua en la industria papelera varía bastante según no, fundando en 1901 La Papelera Española con la pretensión de
las clases de pastas y papeles, procedimientos y materia prima especializar a las distintas fábricas en la producción de determina-
utilizados así como del grado de modernización de las fábricas. dos tipos de papel, abaratar la compra de materias primas, afrontar
Se pueden dar cifras aproximadas: la pasta de trapos viejos era la producción de pastas, llegando incluso a conseguir que extensas
sin duda la que más consumía, entre 400 y 700 m3 por tonelada. áreas de montaña se repoblarán de árboles adecuados para la pro-
A continuación, seguía la pasta de celulosa cruda que empleaba ducción de pasta como el pino insignis. Organizó la comercializa-
de 250 a 350 m3 /Tn de pasta, consumiendo, finalmente, la pasta ción mediante el establecimiento de almacenes propios. A la fusión
mecánica de madera entre 50 y 100 m3 /Tn de pasta. La fabrica- horizontal incorporó la integración vertical de todo el proceso de
ción de papeles y cartones precisaba menos cantidad de agua: producción de papel, persiguiendo con ello la división del trabajo, su
de 75 a 200 m3 /Tn. A modo de orientación puede considerarse racionalización y abaratar el precio de venta para incentivar el consu-
que el consumo de agua es de 75 a 120 m3 /Tn de papel pren- mo. Se volcó asimismo en la fundación de proyectos empresariales
sa, de 60 a 120 m3 /Tn de cartón y bastante menos, de 20 a 60 consumidores de papel como el periódico El Sol o la editorial Calpe.
m3 /Tn de papel fino o especial. De acuerdo con estas cifras, la (Cabrera, 1989). Por otra parte, la fábrica de Aranguren además de
demanda total de agua de las empresas papeleras vizcaínas en utilizar el agua del Cadagua como materia prima, se abastecía de
1966 se situaba alrededor de los 21 millones de m3, correspon- energía hidroeléctrica desde la central que explotaba en el río Gán-
diendo a las pastas celulósicas doble cantidad que a los papeles dara en el valle de Soba (Santander) aprovechando un salto de 400
y cartones. metros de altura.

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El patrimonio industrial originado.

Pero el agua ha sido también vía de transporte y espacio de tra- Elorrieta, y el puerto industrial hasta Portugalete, donde se esta-
bajo, especialmente los kilómetros de ría que separan los munici- blecieron las industrias siderúrgicas, químicas, astilleros, etc.. y los
pios de Portugalete y Bilbao: la Ría de Bilbao, el territorio que Pio cargaderos de mineral más importantes. A éstos se les reservó
Baroja describió en 1920 como los quince kilómetros que mayor el tramo comprendido entre Zorroza y la dársena de la Benedicta
impresión de fuerza, de trabajo y de energía ofrecían en toda la en Sestao, una zona idónea por estar próxima a la zona minera pero
Península Ibérica. que necesitó ser adaptada al aumento de calado de los buques.
Una veintena de cargaderos se levantaron en el tramo citado, des-
A lo largo de ella se fueron repartiendo sus muelles con el puer- de los cuales se embarcó hacia las siderurgias europeas la mayor
to comercial y el puerto industrial, para cuya ubicación hubo que parte del hierro extraído en las minas vizcaínas. Décadas después
llevar a cabo la adecuación y canalización de la Ría y el Puerto de de haber abandonado su función, dos de los cargaderos aun se
Bilbao. Esta fue la más ingente empresa acometida en Bizkaia conservan, al menos parcialmente, habiendo sido el de la Socie-
durante el último cuarto del siglo XIX. Las necesidades genera- dad Franco Belga reconstruido y su entorno musealizado hace al-
das sobretodo por la exportación del mineral de hierro, obligó a gunos años por Bilbao Ría 2000. El cargadero de la Compañía de
la Junta de Obras del Puerto creada en 1877, a acondicionar los Orconera, cuya rehabilitación es de esperar que se lleve a cabo
muelles de atraque y fondeaderos, encauzar y dragar su lecho, próximamente, es una estructura palafítica construida en 1877 con
suprimir la barra de arena de Portugalete para facilitar la navega- vigas y pilares de madera creosotada unidos en hazes con pernos
ción de buques de gran calado e instalar iluminación eléctrica para y cartelas metálicas. La estructura está anclada en estribos de si-
hacer hábiles las mareas nocturnas. llares y en el fondo de la Ría; dispone de dos pisos; el primero a
2,4 ó 5 m. según pleamar o bajamar contaba con plataforma de
Se creó un puerto exterior en el Abra, una zona de abrigo con madera inferior destinada al amarre de los buques al cargadero; el
calados de hasta 14 m y protegida por el rompeolas de Santurce segundo nivel se situaba a una altura entre 8,6 y 11,2 m. sobre el
y el contramuelle de Algorta. Además se aseguraron 180 ha en el nivel del mar y disponía de entarimado de madera que soportaba
interior de la Ría, donde se van a configuran dos espacios diferen- dos grupos de raíles sobre los que se desplazaban los vagones que
ciados: el puerto comercial, desde San Antón hasta la curva de descargaban directamente en las bodegas del barco.

F. 05

15
Usos históricos del agua en la industria vasca.

F. 06

F. 06

Al mismo tiempo la construcción de diques de abrigo, muelles las mercancías de carga o descarga. Generalmente carecen de au-
de carga y descarga, las labores de dragado para conseguir ma- tonomía precisando de los remolcadores como medio de arrastre.
yores calados y facilitar la navegabilidad requirió de nuevos tipos
de embarcaciones, destinadas a solucionar las necesidades cons- A finales de XIX, solo en la jurisdicción de Deusto había más de
tructivas de las infraestructuras portuarias y a resolver el transpor- 100 embarcaciones entre gabarras, gabarrones y otras barquichue-
te de mercancías a gran escala de las industrias; embarcaciones las menores, todas ellas de madera. Con el comienzo del siglo XX
concebidas para labores muy concretas, a menudo de escasa ca- y la implantación de los modernos astilleros de Euskalduna y La
pacidad de movimiento y autonomía; artefactos de dimensiones Naval se generaliza el casco de hierro para la navegación comercial
estrambóticas que no demandaban formas marineras para mover- y para la construcción de pontones, gabarras, gánguiles y remol-
se en aguas tranquilas a refugio de temporales en los reducidos cadores. Incluso, durante los años de la Gran Guerra, se utilizó el
espacios de los puertos donde la vela no tenía ninguna aplicación. hormigón armado en la construcción de gabarras, en los astilleros
El vapor que había traído nuevos vientos en la navegación oceá- que la casa Vallhonrat, Castrillo y Cía. explotó en aguas del Cada-
nica, con cambios en la estructura y forma de las naves, ayudó a gua. (Villar, 1998).
resolver el sistema de propulsión que estas embarcaciones pre-
cisaban haciendo posible su propio devenir: dragas y gánguiles, Con el desarrollo de los muelles de carga y descarga en los puer-
remolcadores y gabarras, cabrias, pontones, grúas de todo tipo... tos y la incorporación del camión como vehículo distribuidor, las
pasaron a formar parte del tráfico interior y del paisaje de los puer- gabarras fueron perdiendo utilidad y buena parte de ellas fueron
tos vascos, particularmente de nuestros dos puertos comerciales: achatarradas. Solo una pequeña colección se conserva, algunas
Bilbao y Pasajes. en pecio, otras con fines museísticos, y la denominada Athletic
de uso casi restringido a festejos deportivos. De las utilizadas por
De todas estas embarcaciones de tráfico interior, las gabarras AHV para el transporte de graneles, carbones y minerales, aun se
son las que más relevancia adquirieron en tareas de abasteci- conservan una de ellas en la dársena de Udondo. AHV dispuso
miento a las industrias de la Ría, especialmente a Altos Hornos además de gánguiles para sacar las escorias producidas en sus
de Vizcaya. hornos altos a mar abierto. Los gánguiles son barcos con cántara o
depósito central cuyas paredes son estancas respecto al resto del
Su nombre proviene del vasco kabarra o gabarra con el que se deno- casco; el depósito lleva en su fondo compuertas que se abren para
mina a lanchas de sólida y ancha construcción destinada en la ma- dejar caer al mar su mercancía, bien fueran escorias o productos
yoría de los casos a transportar desde tierra a un buque y viceversa del dragado de la Ría.
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El patrimonio industrial originado.

F. 07

Durante décadas las escorias todavía calientes se descargaban en Carola, una grúa de 60 m de altura, construida con perfiles metá-
la cántara del gánguil produciendo una nube de vapor que era una licos roblonados en los Talleres de Erandio en 1954, primera grúa
imagen característica de la Ría… de gran potencia construida en España.

Hasta 1891 no se tienen referencias de gánguiles de hierro cons-


truidos en los astilleros vizcaínos. Se trataba de tres embarcacio-
nes de unas 70 Tn. de arqueo que más tarde se reconvirtieron en
gabarras. En 1902 la Compañía Euskalduna, fundada dos años an-
tes, obtenía un contrato con Altos Hornos de Vizcaya para la cons-
trucción del Portu, un gánguil de acero de 180 m3 de capacidad
de cántara y 540 toneladas de desplazamiento que, aunque muy
transformado, aun se conserva en las dependencias del Museo
Marítimo Ría de Bilbao. El Portu fue la primera embarcación que
se construyó en los astilleros Euskalduna. Desde entonces y hasta
su cierre en 1996 Euskalduna se convirtió en uno de los grandes
astilleros de la Ría de Bilbao. De sus instalaciones originales se
conservan sus diques secos 1 y 2, cuyo origen es incluso anterior
a Euskalduna; pertenecieron a la Sociedad Diques Secos de Bilbao
que venía funcionando desde 1868, construyéndose además, de
nueva planta, el dique seco nº 3, considerado en su época el ma-
yor dique existente en España, con sus bombas de achique capa-
ces de desalojar 200 Tn de agua por minuto. Actualmente los tres
diques son aprovechados para alojar el material flotante del Mu-
seo Marítimo que también incluye en sus instalaciones parte del
edificio de bombas de achique, con su maquinaria, del dique seco
F. 06_ Últimas gabarras en la Ría
nº 3, interesante construcción proyectada en 1902 por el ingeniero de Bilbao.
José Eugenio Ribera, pionero en la técnica de construcción con
F. 07_ Euskalduna. El dique nº 3
hormigón armado. El otro elemento que todavía permanece es La en construcción (1904). 17
Usos históricos del agua en la industria vasca.

F. 08 F. 09

Otro elemento de gran valor patrimonial en la Ría, es el Dique Nelseco para submarinos y desde 1934 de las casas Sulzer Freres
Seco nº 1 de La Naval de Sestao y su caisson de cierre. El caisson y Burmeister. Se implantó también la construcción de material fe-
es un casco de chapa de acero roblonado de 20 m. de eslora que rroviario: locomotoras eléctricas y vagones para viajeros.
sirve para cerrar el dique seco. Recuerda el casco de un submari-
no, disponiendo en su interior de un nivel inferior con tanques que En los años sesenta se transfiere la fabricación de material ferro-
se inundan o se vacían según se quiera cerrar o abrir el dique. En viario a la Compañía Auxiliar de Ferrocarriles C.A.F.. En esta misma
el piso superior se aloja una sala de máquinas con bombas que se época se acondiciona la factoría para la construcción de buques
utilizan para el achique de los tanques. Construido entre 1888 y de gran tonelaje, de más de 100.000 t.p.m. y se integra en Astille-
1891, junto al resto de las instalaciones de Astilleros del Nervión, ros Españoles S.A. La factoría ocupaba entonces a más de 4.000
es probablemente el más antiguo de los que se conservan en empleados y en sus instalaciones se utilizaban dos gradas, dos
todo el Estado. diques secos y un varadero con muelle de 900 m.

La Naval de Sestao fue producto de la fusión llevada a cabo en La Naval de Sestao es el único de los grandes astilleros construi-
1919 por la citada Astilleros del Nervión y los Astilleros de Sestao dos en la Ría a finales del siglo XIX que aun se mantiene producti-
que algunos años antes se había construido en terrenos contiguos vo, aunque con futuro incierto. Durante los últimos años ha estado
a la primera. La factoría fue desde sus orígenes una de las más im- integrado en la empresa pública estatal Izar Construcciones Na-
portante y técnicamente avanzadas de las instaladas en España. vieras. Gracias a una política basada en la especialización de sus
construcciones y en un desarrollo tecnológico propio, la empresa
A partir de los años veinte se diversificó la producción, dedicándo- fue capaz de fabricar buques como el metanero Iñigo Tapias bo-
se, además de la construcción y reparación de buques, a la cons- tado el año 2002, el primero de sus características construido en
trucción de motores Diessel primero con licencias de Vickers y el Estado y el barco más grande fabricado en la factoría, con una

18
El patrimonio industrial originado.

F. 08_ Dique seco nº 1 de La Na-


F. 10
val (Sestao)

F. 09_ El metanero “Iñigo Tapias”.

F. 10_ Astilleros del Cadagua.

capacidad de 138.000 metros cúbicos de transporte, una eslora


de 284,5 metros y una potencia de 28.000 kw. La Naval es el
único constructor naval europeo que cuenta con un programa de
buques de transporte de gas natural licuado (LNG). También está
especializada en la construcción de buques de alta tecnología, los
denominados “shuttle” (lanzadera), que son buques diseñados
para el transporte de crudos desde los campos petrolíferos sub-
marinos hasta las refinerías de la costa.

Otros astilleros de la Ría han ido desapareciendo a lo largo de las


últimas décadas, algunos sin dejar rastro alguno como el de Celaya
en Erandio, otros como los Astilleros del Cadagua en Barakaldo to-
davía conservan parte de sus gradas y sus naves fundacionales.

19
Usos históricos del agua en la industria vasca.

F. 11

Aguas y ríos habían sido sin embargo dominios contaminados des-


de el siglo XIX por las explotaciones mineras en los años dorados
de la cuenca minera vizcaina. Allí, y producto del lavado y selección
del mineral, los fondos de los valles se fueron rellenando de lo-
dos sedimentados –balsas de decantación- cuando no descendían
aguas abajo por los arroyos que confluían en los afluentes del bajo
Nervión y en la Ría de Bilbao.

Además, ésta se fue transformando a largo del pasado siglo en


una cloaca de residuos industriales y domésticos. Durante los años
70 la contaminación del aire se hizo irresistible en zonas del Gran
Bilbao y la contaminación del agua alcanzó a la práctica totalidad
de los ríos. Los residuos de la siderurgia integral se depositaban
en el mar, a donde también se conducían otros residuos de forma
incontrolada. A medida que la preocupación por la salud de las per-
sonas y por el medio ambiente comenzó a tomar cuerpo y las auto-
ridades empezaron a extremar el control, se hizo patente la ingente
cantidad de residuos generados por la industria vasca. En 1979, el
97% de la contaminación producida por la industria era originada
por los sectores siderúrgicos, de transformación de metales, de
fabricación de papel y químico. Estos sectores suponían el 60% de
la producción industrial vasca.

La Ría de Bilbao se convirtió en una de las más contaminadas. A los


vertidos industriales había que añadir las aguas residuales de usos
domésticos vertidas que ponían en marcha el proceso denomina-
do eutrófico -alimentación en demasía del sistema- que trajo como
consecuencia la casi desaparición del oxígeno disuelto en el agua,
convirtiéndose en agua sucia y pestilente, los seres vivos mas vul-
nerables fueron desapareciendo.

A finales de los años setenta casi toda la Ría estaba muerta. Evi-
dencias parecidas manifestaban los afluentes que desaguaban en
la ría y en algunos de los ríos guipuzcoanos, sobre todo los afec-
tados por las industrias papeleras. En la década de los ochenta, la
20
El patrimonio industrial originado.

F. 11_ Flotador regulador. Pasillo


de recogida de agua filtrada en
la depuradora de Bolintxu.

mayoría de los 30 m3/s que venían de la cuenca a la ría eran aguas recoger las aguas sucias y la eliminación de todos los pozos ne-
de mala calidad, la mayoría aportados por el Nervión-Ibaizabal y el gros de la Villa. En Elorrieta se construyó un depósito receptor de
Cadagua. Hubo que acometer entonces el Plan Integral de Sanea- 12.000 m3 de capacidad y en un edificio anexo se instaló un sist
miento del Bajo Nervión y su sistema. El Plan se concibió para dar ma de bombeo con maquinaria de vapor cuya misión consistía en
un tratamiento unitario a la contaminación industrial y doméstica enviar las aguas, a través de una cañería de 10 Km., hasta Punta
de la Comarca del Gran Bilbao mediante la construcción de una red Galea en término de Getxo. Su puesta en funcionamiento permitió
de colectores de 170 km de longitud y tres estaciones depuradoras reducir en pocos años los altos coeficientes de mortalidad que a
(Galindo, Muskiz y Lamiako). Las obras, iniciadas en 1984, habrían fines del siglo XIX asolaban a los habitantes de Bilbao que todavía
de finalizar previsiblemente en el año 2005. Lo cierto es que pasa- se abastecían del agua de la Ría a la cual se vertían también las
da ya esta fecha y tras una inversión de 700 millones de euros, la aguas sucias.
depuradora de Lamiako aun no se ha iniciado, concentrando la prác-
tica total de las aguas a depurar en la EDAR de Galindo, en Sestao, A partir de la Guerra Civil las instalaciones perdieron parte de su uso
centro neurálgico de todo el Sistema General de Saneamiento. y las máquinas de vapor, únicas en Euskadi, quedaron inutilizadas
aunque permanecieron en perfecto estado de conservación hasta
Antes, en 1983 la Ría se había amotinado y resarcido de tanta po- el saqueo producido en sus instalaciones, propiedad del Ayunta-
lución. Las lluvias torrenciales de aquel agosto, se llevaron más de miento de Bilbao, en 1996.
70.000 millones de pesetas en las instalaciones industriales que
ocupaban los bordes del Ibaizabal, del Nervión y de otros ríos vascos. Unos años después de la puesta en marcha de Elorrieta, se acome-
tió la construcción de la depuradora de agua potable de Bolintxu,
Había existido no obstante una tradición higienista que cien años un proyecto ejemplar que entró en servicio en 1923. Constituyó
antes había dado origen a otras plantas depuradoras precursoras una magnífica obra de ingeniería de la depuración de aguas, sien-
en el saneamiento de Bilbao. Desde finales del XIX, Bilbao como do la primera instalación que utilizó la ozonización para la desin-
otras ciudades europeas en proceso de industrialización mantiene fección de agua para el consumo humano. Actualmente está sin
un crecimiento sin precedentes, al mismo tiempo empiezan a uti- uso alguno pero aun dispone de mecanismos como indicadores de
lizar tecnologías capaces de resolver el problema de la eliminación tensión, intensidad, presión, etc., que son auténticas reliquias téc-
de una cantidad cada vez mayor de aguas residuales. Hasta en- nicas. Asimismo se conservan los cuadros eléctricos, contactores,
tonces el tamaño de las ciudades se mantenía por debajo de una amperímetros y voltímetros originales. Otros elementos de peque-
población “crítica”, que no representara un desafío para garantizar ñas dimensiones han sido parcialmente expoliados del interior del
el abastecimiento de agua y la eliminación de sus residuos. (Serra- magnífico edificio que alberga todo el conjunto. Este consta de dos
tosa, 2006) partes bien diferenciadas: por un lado un edificio rectangular con
techo plano que alberga los tres filtros rápidos de arena y baterías
A principios del siglo XX se estableció en el barrio bilbaíno de Elo- de ozonización capaces de tratar 8.000 m3 al día; y por otro y di-
rrieta la primera depuradora de aguas residuales y con ella el primer rectamente unido al anterior, el edificio de servicios auxiliares, que
sistema de saneamiento moderno en España. Bajo la dirección del albergaba todos los mecanismos de desinfección, lavado de filtros
ingeniero Recaredo de Uhagón, se construyó el alcantarillado para y cuadros eléctricos con cubierta de hormigón.
21
Usos históricos del agua en la industria vasca.

Se da la paradoja de que esta planta se encuentra a escasos me- para el lavadero de Castaños,
tros de la mayor y más moderna potabilizadora del norte de Espa- magníficas obras de inspira-
ña: la depuradora del Consorcio de Aguas de Bilbao en Venta Alta. ción modernista de Ricardo
Cuando la primera fase de esta depuradora entró en servicio en Bastida, han sido actuaciones
1968 no incluía la ozonización. En 1984, con la entrada en funcio- desdichadas para el patrimo-
namiento de su segunda fase se incorporaba de nuevo la depura- nio de la ciudad, con vergon-
ción por ozono. zantes mantenimiento de sus
fachadas – frontispicio tras las
En cualquier caso los equipamientos urbanos del agua: torres, cuales se construyen edificios
depósitos, fuentes públicas, lavaderos, etc, constituyen hoy en de vivienda. La desaparición
día un paisaje urbano residual. Con la generalización del uso del del depósito de aguas de Mira-
“agua corriente” en las viviendas, fueron progresivamente des- flores (1886), derribado insen-
apareciendo los lavaderos y con ellos el recuerdo vinculado al agua satamente hace unos años,
compartida y a la condición femenina. También acabó con el agua constituyó otra gran pérdida del
F. 12
acarreada trabajosamente escaleras arriba y por tanto altamente patrimonio del agua en la Villa.
valorada. El agua corriente que llega al grifo, que potabilizamos Paralelamente en Vitoria-Gasteiz, se llevó a cabo la rehabilitación
con gran esfuerzo sin hacer distinción de usos, y que acabamos del antiguo depósito de aguas de la capital alavesa (1885) para ser
en su mayor parte tirando por el inodoro. utilizado como sala de exposiciones, un magnífico ejemplo de las
posibilidades de reutilización de los viejos inmuebles industriales
Bilbao, contó con una buena red de lavaderos, ejemplos de no- y la obra pública, y excelente exponente de la imaginación que a
table calidad arquitectónica que han ido desapareciendo en las veces escasea tanto en los gestores del patrimonio público. (Patri-
últimas décadas. El último de los cuales, que albergaba oficinas monio industrial del País Vasco. Nuevos recursos turísticos. 1997)
municipales, ha sido demolido recientemente para la edificación
de viviendas. Por suerte el lavadero de Barrainkua fue transfor- Por otra parte, para aprovechar el agua la industria vasca ha fabri-
mado en centro de distrito, con un tratamiento respetuoso de la cado todo tipo de útiles relacionados con su trasporte, almacena-
arquitectura preexistente. Sin embargo, la intervención realizada miento, usos de navegabilidad, calefacción, etc; productos acaba-
en el antiguo lavadero de San Mamés y la que ahora se pretende dos, de diseño propio, que han pasado a formar parte indisoluble

F. 13

22
El patrimonio industrial originado.

F. 14 de la historia industrial del País Vasco. Ya en la época preindustrial


aparecen herramientas y productos artesanales relacionados
con el agua de gran importancia en la vida de los vascos. Utiles
para transportarla como la pedarra, un cántaro de barro torneado
y cocido, que por su singular forma se adaptaba a la cabeza sobre
la que se portaba y que Alexander von Humboldt describió como
“una gran tetera achaparrada”.

Otros vascos, como Pedro de Zubiaurre, natural de Errenteria, Ge-


neral de la Armada de Felipe II creó en el siglo XVII un artificio para
elevar agua desde el río Pisuerga, para surtir a Valladolid. Constaba
de cuatro bombas de émbolo, movidas por medio de ruedas, ba-
quetones y cadenas por dos ruedas hidráulicas instaladas en el río.
Zubiaurre se inspiró en el artilugio que Peter Morice había diseña-
do para abastecer con las aguas del Támesis a Londres, ciudad en
cuya Torre el guipuzcoano estuvo encarcelado durante dos años.
F. 15

Contemporáneo del anterior es el navarro Jerónimo de Ayanz. Per-


sonaje singular, capaz de crear un sinfín de patentes, entre las que
cabe citar el desarrollo de un precedente del submarino con reno-
vación de aire, también confeccionó un traje de buceo operativo.
Además, fue un adelantado en el uso del vapor para la producción
de energía. Cien años antes que Thomas Savery, Thomas Newco-
men o James Watt diseñó una máquina de vapor para desaguar
las minas de plata de Gaudalcanal (Sevilla).

Ayanz pensó también utilizar el vapor para elevar el agua a las


casas, para crear chorros decorativos en fuentes y jardines y más
insólito aun en el siglo XVII, como acondicionador de aire en las
casas. (García Tapia, 2001)

Y además instrumentos relacionados con la navegación como las


anclas de Gilisagasti, ferrón guipuzcoano que aprovechando las
características que tenía el hierro vizcaíno muy moldeable, fabri-
có modelos de anclas muy delgadas y ligeras en el siglo XVIII y
que fueron muy demandadas por los navegantes europeos de la
época.

Nuestra relación con el mar también prosperó con el desarrollo


en las costas vascas de técnicas constructivas de navíos como la
nao cantábrica característica de la Baja Edad Media en las costas
peninsulares, y posteriormente los galeones fabricados por Anto-
nio de Castañeta, nacido en Mutriku a mediados del XVII, que de-
sarrolló nuevas técnicas de ingeniería naval, construyendo navíos
F. 12_ Máquina de vapor de más fuertes y maniobrables que sus predecesores.
Ayanz.

F. 13_ Fachada modernista del A mediados del XIX tiene sus orígenes la trainera, como embarca-
lavadero de la calle Casta- ción destinada a la pesca de sardinas y anchoa. Aunque al principio
ños (Bilbao), obra de Ricardo
Bastida. portaba dos velas, la competición hizo evolucionar sus caracterís-
ticas hasta las establecidas por el Reglamento de 1919 primero
F. 14_ Moldes de arena en
y finalmente por el de 1971: 12 m de eslora, 1,72 m de manga y
la fundición de Aranzabal
S.A.(1963) 200 kg de peso.

F. 15_ Fuentes. Catálogo de


Aurrera.
23
Usos históricos del agua en la industria vasca.

F. 16 F. 17

Con el antecedente singular de las Reales Fábricas de municiones aliviaderos, depósitos, sifones, etc, elementos cuyas formas se
de hierro colado de Eugui y Orbaiceta en la Navarra del siglo XVIII, prestan con facilidad a su fabricación mediante el simple vaciado
la tradición siderúrgica del País Vasco posibilitó el desarrollo de nu- de un molde.
merosas fundiciones a lo largo de toda nuestra geografía a finales
del siglo XIX. La Aurrerá de Sestao, Ibarra de Ortuella, Molinao- Aurrera, una de las empresas pionera de la industrialización vasca,
Luzuriaga de Pasajes, Patricio Echevarría de Legazpia o las alavesas también diseñó y fabricó calderas “Thermal” de calefacción por
de San Pedro de Araya y Aranzabal son solo una pequeña muestra agua. Estas calderas se construían con fundición de ferro-vulcan de
a las que habría que añadir las grandes siderurgias que como Altos gran poder termo transmisor y resistente al fuego y a la corrosión.
Hornos de Vizcaya reservaron parte de su producción de arrabio En el mismo municipio de Sestao, Babcock & Wilcox fabricó con
para la elaboración del hierro fundido. Fundiciones dedicadas a la gran éxito calderas industriales acuotubulares comprendidas entre
fabricación de todo tipo de productos acabados de hierro fundido las 20 y las 450 t/h. y con presiones hasta 100 kg/cm2. En las pri-
o colado. Muchos relacionados con el abastecimiento de aguas: meras décadas de historia de la fábrica de Sestao fue especialmen-
tuberías, válvulas, bocas de riego, fuentes, sumideros, registros te importante el modelo WIF (Wrought Iron Front) en alusión a las
y accesorios para canalizaciones y saneamientos, compuertas, puertas de hierro forjado que protegían exteriormente la caldera.

F. 18 F. 16_ Publicidad de Caldera


Thermal. Aurrera.

F. 17_ Caldera acuotubular,


sistema Babcock & Wilcox,
patentada, provista de recalen-
tador y cargador mecánico. En
la imagen se puede apreciar
la circulación del agua y el
desprendimiento del vapor,
así como la alimentación del
carbón al cargador mecánico y
la salida de escorias.

F. 18_ Babcock & Wilcox. Fabri-


cación de cámaras espirales de
turbinas hidráulicas.

F. 19_ Vista de la planta de refri-


geración de Petronor.

24
El patrimonio industrial originado.

F. 19

Y con el desarrollo de la sociedad de consumo aparecen los elec- me grandes cantidades de agua en sus instalaciones de Muskiz
trodomésticos y las primeras empresas dedicadas a su produc- (Bizkaia): agua potable, agua contra incendios, agua para la ge-
ción. A partir de los años treinta del siglo XX, empresas como neración de vapor, agua para los procesos de refino y agua para
Electrodomésticos Solac, Jata, Edesa y Fagor serán pioneras en servicio de limpieza.
la fabricación de aparatos para calentar agua, marmitas eléctricas,
cafeteras domésticas, ollas o planchas a vapor. El 53% del agua consumida se destina a refrigeración, siendo con
diferencia la partida mayor del agua consumida. El agua de refri-
Por último, la gestión del agua siempre ha sido un empeño cons- geración circula en grandes volúmenes por un sistema abierto a
tante en las grandes industrias vascas, bien por disponer de ella través de los cambiadores y condensadores de las diferentes uni-
o bien por limitar los costes de su uso. Las cantidades inmensas dades. Esta agua absorbe calor y retorna a una torre de refrigera-
de agua que industrias como la sidero-metalurgia, el refino de pe- ción de tiro mecánico, donde se enfría al entrar en contacto con un
tróleo o las centrales térmicas necesitaban para la refrigeración de gran volumen de aire, suministrado por ventiladores. El agua fría
sus procesos obligaron a reducir su consumo para aminorar sus cae a unas piscinas, situadas debajo de la torre, donde de nuevo
costes. Desde los años treinta comenzaron a incorporar instalacio- es puesta en circulación por medio de bombas. Esta reutilización
nes para refrigerar y recuperar el agua ya utilizada, reintroducién- del agua permite a la empresa recuperar el 30% de toda el agua
dola de nuevo en el circuito y reduciendo así su consumo. Algunas consumida en la refinería.
de estas instalaciones serán sorprendentes obras de ingeniería
por sus dimensiones y monumentalidad, especialmente las torres No obstante, la industrialización vizcaina aparece esencialmente
de refrigeración de tiro natural que son objeto de estudio en el ligada al sector siderúrgico. Este es sin duda alguna el sector que
próximo apartado. más agua ha demandado y consumido a lo largo de la historia de
la industria vasca. A las infraestructuras y arquitecturas generadas
Mención aparte merece resaltar la gestión que hace del agua la por el consumo de agua de las siderurgias vizcainas nos referimos
refinería de Petronor. La mayor de las refinerías del Estado consu- en las próximas líneas.

25
Usos históricos del agua en la industria vasca.

La industria siderúrgica.
Las aguas de Altos Hornos
de Vizcaya.
Además de imprescindible, el consumo de agua en la siderurgia en 1888, pero de inmediato surgieron los conflictos que demo-
es de gran magnitud, hasta el punto de que las necesidades de raron su construcción hasta 1897. La sociedad inglesa Luchana
suministro de agua en la historia de Altos Hornos de Vizcaya fue Mining Company que explotaba las minas de El Regato y el pro-
una continua preocupación desde los orígenes de la empresa, pio Ayuntamiento de Barakaldo se opusieron a su construcción.
dando lugar a la realización de grandes obras hidráulicas de em- Finalmente tras terciar en la polémica el Gobierno Civil, se redujo
balsado y canalización. la iniciativa a una sola presa en Castaños, rebajando además la
altura propuesta por Echevarría de 30 m. y a cambio de la cesión
Ya en la fecha de su constitución en 1902, la compañía se hacia al municipio de 12 litros de agua por segundo. La altura definitiva
con la propiedad y usufructo de las aguas del río Castaños que quedó reducida a 20 m con una longitud de coronación de 74 m,
dos años antes había sido represado en El Regato con la cons- una superficie de embalse de 5 Ha y un volumen de 144.000 m3
trucción de una presa por parte de la Compañía Anónima Aguas .
del Regato, adquirida por AHV ese mismo año.
Desde el punto de vista constructivo, la presa de El Regato, sig-
A finales del s. XIX durante los meses de verano las industrias de nificó una gran innovación, no solo por su tipología estructural,
la margen izquierda tenían problemas de abastecimiento de agua. con arco de gravedad, sino especialmente por la utilización de
La utilización de algives flotantes, carros y el empleo de agua de hormigón. Por primera vez se utilizaba en España este material
mar en los generadores de vapor no impedía que con demasiada en la construcción de presas.
frecuencia se suspendieran las labores por falta de agua dulce.
El cemento Portland hubo de importarse de Bélgica y los áridos
En 1885 José de Echevarría y Rotaeche, al cargo de Aguas del Re- se extrajeron de una cantera caliza excavada en el mismo vaso del
gato, se planteó la necesidad de construir dos presas en los ríos embalse. El hormigonado se realizó por tongadas sucesivas, im-
Castaños y Loyola para satisfacer las crecientes demandas tanto permeabilizándose posteriormente el paramento de aguas arriba
de la población como de las industrias. Las obras comenzaron mediante capas asfálticas.

F. 20

26
El patrimonio industrial originado.

Tiene un curioso sistema de evacuación de excedentes que con- F. 20_ Presa del “pantano viejo”,
siste en un aliviadero natural al que llega el agua por una acanala- El Regato-Barakaldo.
Foto de Iñaki Izquierdo.
dura realizada en la coronación.
F. 21_ Pantano de Gorostiza en
En 1898 se cedió la utilización de las aguas a la fábrica de La Ibe- construcción. (Sefanitro. 1941-
1991. 50 Aniversario).
ria de Sestao y finalmente, pocos años después, la recién creada
Altos Hornos de Vizcaya, de la que formaba parte La Iberia, se
hacía con la propiedad del embalse destinando sus aguas a la
refrigeración de los hornos altos y conservando los compromisos
adquiridos con el Ayuntamiento. Lo cierto es que las disputas
entre Luchana Mining y AHV fueron frecuentes, casi siempre
producidas por la contaminación del Castaños y sus arroyos a
consecuencia de los lavaderos de mineral que la compañía mine-
ra utilizaba aguas arriba y pese a que desde 1900 existía un regla-
mento sobre enturbiamiento de aguas que regulaba la instalación
y funcionamiento de los lavaderos.

Pasada la guerra civil (1945), A.H.V. y su empresa filial Sefanitro


levantaron una nueva presa -la de Gorostiza- aguas abajo del río
Castaños y a cuyo embalse aprovisionará al embalse de El Rega-
to. Además, por tubería suministrará agua al Tren de Bandas en
Caliente de Ansio, pudiendo también abastecer a otras empresas
químicas de Lutxana como Oxinorte y Unión de Explosivos.

F. 21

27
Usos históricos del agua en la industria vasca.

F. 22_ Embalse de Gorostiza


F. 22
(Barakaldo).

Las crecidas habituales del Castaños obligaron a realizar en 1965


un reforzamiento de la presa para evitar posibles filtraciones y
deslizamientos y en 1979 se impermeabilizó el paramento de
aguas arriba.
Los consumos medios diarios (en m3) de agua
del año 1990 en Altos Hornos de Vizcaya:
En la actualidad, el estado general de conservación es bueno; no Agua Industrial: Pantano: 11.195, Gran Bilbao: 13.209,
obstante, el muro de la presa presenta problemas de filtraciones, Cadagua: 2.288, Barbadún: 403
especialmente entre tongada y tongada. Por otra parte, la capaci- Desmineralizada: Calderas: 587, Acería: 188
dad del embalse se ve sensiblemente disminuida debido al aterra- y Colada Continua: 136
miento del vaso. Agua salada: H.Alto 1: 39.500, H Alto 2 A: 2.911
Central Térmica: 79.500 Soplantes: 90.000
Desde una perspectiva medioambiental, el conocido como “pan- y C.Continua: 31.900
tano viejo” constituye un ecosistema húmedo de interesante ve- Muñoz Cámara, 2002
getación y fauna, siendo además una zona idónea para actividades
de esparcimiento.

Además de la del Regato y de otras tomas de menor importancia,


como las que procedían de las aguas del arroyo Granada, del Ba-
llonti y del Barbadún, AHV se surtió también del río Cadagua, y del
Consorcio de Aguas de Bilbao.

El agua proveniente del Cadagua se bombeaba desde la estación


de Zubileta (Barakaldo), si bien en algunas ocasiones hubo que
suspender su suministro por la excesiva contaminación del río.

Próxima al bombeo de Zubileta se encontraba la siderurgia de


Echevarría, pionera en la industrialización vizcaína, que se venía
abasteciendo de las aguas del Cadagua desde el siglo XIX. Esta
fábrica, ya desaparecida, conserva sin embargo, aunque con otra
razón social, las baterías de coque en funcionamiento, la única
existente actualmente en Euskadi y para cuyo enfriamiento conti-
nua surtiéndose del río.

Por último, AHV tenía un acuerdo con el Consorcio de Aguas de


Bilbao para disponer de dos captaciones de 1.800 m3/h cada una
de aguas provenientes del sistema Zadorra, de los pantanos de
Urrunaga y Ullibarri-Gamboa, en cuya génesis estuvo AHV como
28 veremos a continuación.
El patrimonio industrial originado.

Las aguas del Zadorra.


De Altos Hornos de Vizcaya
a Iberduero y al Consorcio
de aguas de Bilbao.

Durante los primeros veinte años de su funcionamiento, el con- abastecer poblaciones, tanto de la cuenca del Ebro como de la
sumo eléctrico de AHV fue bastante contenido. Aunque el pro- vertiente cantábrica.
ceso de electrificación de su aparato productivo se inició en los
primeros años del siglo XX, tardaría en generalizarse, justificado El proyecto estaba suscrito por los Ingenieros de Caminos José G.
en parte por disponer de una moderna y potente instalación de de Langarica y Joaquín Guinea.
generadores de vapor a base de la utilización de los gases de los
hornos altos. Dos años después, la Administración del Estado rechazó la soli-
citud al no considerarse oportuno desviar aguas de la cuenca del
En los años cincuenta, las necesidades energéticas de AHV se río Ebro, en cuyas tierras se pretendía incrementar el regadío. Lo
habían ido incrementando. Tras el paréntesis de la crisis económi- cierto es que en 1926 había sido otorgada al Ayuntamiento de
ca de los años treinta, la Guerra Civil y los autárquicos cuarenta, a Bilbao la concesión de aprovechamientos de los caudales de los
partir de 1950 la siderurgia vasca recupera los índices de produc- ríos burgaleses Ordunte y Cerneja, éste también de la cuenca del
ción que había alcanzado en 1929, al mismo tiempo que sus nece- Ebro, que se pensaba fuera suficiente para satisfacer las necesi-
sidades energéticas se multiplican. La factoría precisaba energía dades de Bilbao durante un período de 50 años.
regulada durante todo el año, con factor de carga muy elevado y a
ser posible energía más segura que la ofertada por Iberduero.
Sin embargo, en 1930 Uribe Echevarría solicitó la revisión del
expediente. Esta segunda vez los informes oficiales fueron más
En 1950 la empresa producía 38.332.400 kw pero tenía que adqui-
favorables. La Confederación Hidrográfica del Ebro entendió que
rir a Iberduero 76.224.501 kw. Ante este considerable aumento de
las aguas solicitadas del Zadorra y afluentes, sólo eran útiles en
sus necesidades de energía eléctrica, la Sociedad había adquirido
la cuenca del río Ebro durante el estiaje de los meses de verano.
años antes (1945) la concesión para aprovechamiento de las aguas
En un posterior informe, y tras acceder el solicitante a entregar
del río Zadorra y sus afluentes Zayas, Anguelu y Arlabán con el fin
al Ebro 1.000 litros por segundo en los meses de verano, la Con-
de producir electricidad y el abastecimiento de poblaciones.
federación aprobó el proyecto, entendiendo que ofrecía además
otras ventajas para la cuenca del Zadorra, atenuando las avenidas
Los recursos hidráulicos de los ríos citados eran relativamente im-
del río, mejorando las condiciones sanitarias al aumentar la circu-
portantes. Recogían precipitaciones considerables que discurrían,
lación de las aguas estivales y aumentaba, asimismo, los recursos
en sus cursos medios, por la meseta alavesa, cuya topografía ofre-
hidráulicos disponibles para riegos en la cuenca del Ebro durante
cía la posibilidad de embalsar agua en vasos de gran capacidad
con alturas pequeñas. Eran muy favorables también las condicio- el verano compensando la pérdida de aguas invernales.
nes de impermeabilidad de la zona y la resistencia de las rocas
para emplazar presas. El proyecto constructivo inicial contemplaba la construcción de
dos embalses reguladores, sitos, uno sobre el propio río Zado-
Por otra parte, se ubicaban al borde mismo de la meseta alavesa, rra en Mendizabal (Alava) de 48.000.000 m3 de capacidad y el
la cual presenta un descenso rápido y pronunciado hacia la ver- otro a emplazar sobre el río Santa Engracia en Urrunaga (Alava)
tiente cantábrica, permitiendo el aprovechamiento de un desnivel de 38.000.000 m3, así como el aprovechamiento energético de 3
de 546 m, en un primer escalón de 350 m, con conducciones saltos a ubicar en Zeberio, Santuola y La Peña (Bilbao). En 1935,
relativamente cortas. se proponía reducir a dos los saltos a instalar en Igorre y Basauri,
donde se crearían sendas centrales subterráneas. Se aumentaba
Ya en 1926, Manuel Uribe Echevarría había solicitado al Ministerio la capacidad conjunta de los dos embalses, que se elevaba de
de Obras Públicas la concesión para el aprovechamiento de las 86.000.000 a 104.000.000 m3.
aguas de los ríos Zadorra y sus afluentes Arlaban, Anguelu o Santa
Engracia y Zayas, con objeto de regular sus caudales por medio Hubo que esperar a que pasara la Guerra Civil y los primeros cua-
de dos embalses, para la producción de energía eléctrica y para renta para que se retomara el proyecto. 29
Usos históricos del agua en la industria vasca.

F. 23

En 1945 Altos Hornos de Vizcaya adquiría la concesión a Manuel Se diseñaba un enlace forzado y profundo entre ambos embalses
Uribe Echevarría y dos años después constituía en Bilbao, la so- para aprovechar mejor las capacidades de ambos. La capacidad de
ciedad Aguas y Saltos del Zadorra, S. A., a la que Altos Hornos de la conducción al salto se elevaba desde 24 a 54 m3 por segundo.
Vizcaya aportaba la concesión citada. Además, y junto a su filial La potencia nominal a instalar en la central de Barazar, estaría re-
Hulleras del Turón, S. A, la empresa siderúrgica vizcaína suscribía presentada por 4 grupos generadores de 42.500 KVA. cada uno,
la totalidad de los 50.000.000 de ptas de su capital fundacional. con un salto bruto máximo de 328,60 m. a embalse lleno.

La nueva sociedad presentaba además un nuevo proyecto cons- En 1959 solo se habían instalado dos de los grupos, a la espera
tructivo, firmado por Antonio del Aguila, ingeniero y consejero de de que se construyan las obras proyectadas para el aprovecha-
Aguas y Saltos del Zadorra. En él se variaba nuevamente el empla- miento de las aguas del río Bayas y su conducción al embalse de
zamiento de los saltos y centrales, aumentando la capacidad de Urrunaga. Lo cierto es que los otros dos grupos nunca se llegaron
las embalses, las conducciones y la potencia instalada en las cen- a instalar.
trales. Se elevó la capacidad de los dos embalses a 220.000.000
m3.; el de Ullivarri Gamboa sobre el río Zadorra y el de Urrunaga Estas modificaciones sobre el proyecto original habrían de elevar
sobre su afluente, el Santa Engracia. Por otra parte, se acortaba sensiblemente el costo de las obras. La solución que se propug-
la conducción principal del primer salto, a instalar en Barazar a naba no respondía solo a las necesidades de energía de AHV, para
12.490 m., a mitad de camino de la proyectada en el anterior tra- lo que bastaría una capacidad total de embalse equivalente a un
zado. tercio de la proyectada, con una conducción de mucha menor

F. 24

F. 23_ Embalse de Urrunaga en


construcción. 1956. (BFA/AFB.
Foto AHVF 0156/17-18)

F. 24_ Embalse de Ullibarri en


construcción. 1956. (BFA/AFB.
Foto AHVF 0156/14-15)

30
El patrimonio industrial originado.

F. 25_ Montaje de las turbinas


F. 25
en la central de Undurraga.
1956. (BFA/AFB.
Foto AHVF 0156/0007)

F. 26_ Montaje de una de las


turbinas. 1956. (BFA/AFB.
Foto AHVF 0156/0006)

sección, así como una potencia instalada inferior a la mitad de la la obra proyectada. Hasta entonces, las centrales hidroeléctricas
proyectada. Sin prejuzgar la forma de explotación futura, se con- explotadas por Iberduero que abastecían las provincias vascas se
sideró que convenía proyectar las obras para que pudieran rendir encontraban a más de 300 km de distancia, en los sistemas del
beneficios al interés general. Cinca y Esla-Duero.

Además, se orientaba la central del salto de Barazar hacia la pro-


ducción preponderantemente de energía estival y de puntas a lo
largo del año, valorándose positivamente que este tipo de centra-
les habrían de servir como complemento a las exigencias de la
futuras centrales nucleares, que dado el alto costo de sus instala-
ciones, habrían de trabajar elevado número de horas y en régimen
de base como carga, a fin de que la producción fuera lo menos
costosa posible.

Por otra parte, la proximidad a zonas industriales en creciente de-


sarrollo y expansión demográfica, tanto de Bizkaia como de Alava,
que requerían un consumo cada vez más elevado de energía eléc-
trica y de agua potable, reforzaba el carácter más ambicioso de

F. 26

31
Usos históricos del agua en la industria vasca.

F. 27_Turbina en la central de
Barazar-Undurraga. 1956(BFA/
AFB. Foto AHVF 0156/0003)

La central de Undurraga-Barazar ofrecía la posibilidad de contar F. 27


con una central de “socorro” para el abastecimiento de Bilbao,
situada a escasos 30 kms.

Lo cierto es que como Aguas y Saltos del Zadorra, S.A. tenía por
objeto producir energía para Altos Hornos de Vizcaya, y los cam-
bios del proyecto constructivo con el fin de generar energía esti-
val y de puntas habían cambiado fundamentalmente los objetivos
iniciales, y puesto que esta clase de energía no era la que Altos
Hornos de Vizcaya precisaba, se decidió negociar su traspaso con
Iberduero, sociedad dedicada a la producción y distribución de
electricidad con la que se llegó a un acuerdo en 1957 para que
ésta utilizara la producción del salto de Barazar, aunque dando ser-
vicio preferente a AHV en los períodos de restricciones. En 1958,
primer año completo de explotación del salto de Barazar se produ-
jeron 172.000.000 kw.h.

Además, la concesión fue otorgada con la condición de que la so-


ciedad concesionaria llegara a un acuerdo con los ayuntamientos a
quienes pudiera interesar disponer del abastecimiento de agua an-
tes de su vertido al río. La Diputación de Vizcaya y el Ayuntamiento
de Bilbao vieron la solución al problema del abastecimiento de
agua en cantidad abundante que, añadida al suministro del embal-
se de Ordunte, habría de proporcionar la solución al abastecimien-
to de aguas a Bilbao y a la zona industrial de Bizkaia. Las aguas
alavesas multiplicaban por diez a las que procedentes del embalse
de Ordunte venían dando servicio a Bilbao desde los años treinta.
Y, aunque en los cincuenta Bilbao era el municipio vizcaíno mejor
abastecido, el resto de los municipios del Gran Bilbao sufrían con-
tinuas restricciones que comprometían además la instalación de
nuevos proyectos industriales y la ampliación de las ya existentes.
A finales de la década la población de Bilbao y su comarca se
acercaba a los 500.000 habitantes con un consumo medio de 500
litros de agua por persona y día, incluidos los consumos indus-
triales, 100 litros más que los consumidos por los habitantes de
Madrid por esas mismas fechas.
32
El patrimonio industrial originado.

F. 28_ Tubería de conducción.


F. 28
Aguas y Saltos del Zadorra
1953. (BFA/AFB.
Foto AHVF 0156/0053)

Sin embargo, Aguas y Saltos del Zadorra dilataba la construcción Undúrraga, donde habría de desaguar la Central de Barázar. Como
del segundo salto que habría de ubicar cerca de Bilbao y a lo que compensación Aguas y Saltos del Zadorra percibieron 350 millones
le obligaba la concesión. Lo cierto es que económicamente no les de pesetas, la mitad de las cuales corrieron por cuenta del Estado.
era rentable, porque el segundo salto no podría exceder los 220 Además AHV tendría derecho preferente en la utilización de dichas
m. de altura y la conducción que habría que añadir era demasiado aguas, hasta un límite de mil litros por segundo, sobre los demás
larga, no justificándose tamaña inversión desde el punto de vista usuarios de la misma categoría y en condiciones económicas no
hidroeléctrico, aunque AHV sin embargo necesitaba disponer de inferiores al más favorecido de los consumidores.
agua para la refrigeración de la nueva acería que a principios de los
sesenta estaba instalándose. En 1964 se inició la primera fase de las obras, orientadas a dar la
máxima urgencia a las dirigidas al suministro industrial de AHV, es-
En 1961 representantes de las administraciones vizcaínas acusaban pecialmente a satisfacer las necesidades del TBC (Tren de Bandas
a la empresa concesionaria de que por no cumplir las condiciones en Caliente) que se estaba instalando en la vega de Ansio (Barakal-
de la concesión se estaban dificultando la posibilidad de utilizar el do). No obstante, la depuradora de Venta Alta no entró en funcio-
agua que Bilbao y su comarca necesitan urgentemente. Después namiento hasta 1967 y la canalización desde Zeanuri se retrasó
de una negociación entre las partes interesadas, en mayo de 1962, hasta 1971.
Aguas y Saltos del Zadorra cedía al Ayuntamiento de Bilbao y mu-
nicipios de la Comarca del Gran Bilbao, las concesiones sobre las Actualmente, del sistema Zadorra se abastece el 43% de la pobla-
aguas procedentes del Zadorra a partir del proyectado embalse de ción de la CAV.

33
Usos históricos del agua en la industria vasca.

F. 29_ Viaducto sobre el río Ur-


quiola en construcción. Aguas
y Saltos del Zadorra ,1948 (BFA/
AFB. Foto AHVF 0157/0073)

Obras e instalaciones del F. 30_ Galería principal en cons-


trucción. 1947. (BFA/AFB. Foto

sistema Zadorra - Barazar. AHVF 0157/0073)

Dos embalses reguladores con sus presas, denominadas: de Urru-


naga (Alava), emplazada sobre el río Santa Engracia, afluente del
Zadorra; de Ullibarri Gamboa (Alava), sobre el río Zadorra. Una ga-
lería forzada de enlace sirvió para unir los dos embalses.

Del embalse de Urrunaga, arranca a su vez la deno-minada ga-


F. 29
lería forzada principal, a través de la cual se trasvasa el agua por
el denominado Salto de Barazar hasta la Central subterránea de
Undurraga (Bizkaia) que aprovechando su desnivel permite la ge-
neración de energía hidroeléctrica. Estas instalaciones son sub-
te-rráneas, no visibles desde el exterior y presentan una unidad
funcional de cierta complejidad, dada la dispersión y distancia que
hay entre ellas.

Las instalaciones más importantes y características de este con-


junto hidroeléctrico son las siguientes:

La presa de Urrunaga (Alava) que embalsa aguas del río Santa


Engracia, se construyó con planta recta de 455 metros de longitud
y contrafuertes, con una altura de 26 metros desde el lecho del río.

El embalse dispone de una capacidad para embalsar 72.000.000


de m3 pudiendo inundar hasta 800 hectáreas. Se construyó tam-
bién un aliviadero de superficie dispuesto de 5 compuertas metá-
licas capaces de evacuar 406 m3 por segundo.

La presa de Ullibarri Gamboa (Alava), emplazada sobre el pro-


pio río Zadorra. También de planta recta y contrafuertes de cabeza
redonda. Con una longitud de 530 m y 32 m de altura sobre el F. 30
lecho del río, puede embalsar 148.000.000 m3 de agua inundando
1.800 hectáreas. Su aliviadero dispone de siete compuertas capa-
ces de evacuar 570 m3 de agua por segundo, emplazadas en la
parte central de las mismas.

Para la construcción de ambas presas se utilizó hormigón en masa


que se revistió con sillares de caliza para garantizar su mejor con-
servación e imprimir cierto porte y nobleza a la obra.

Con el fin de amortiguar la energía del agua vertida por los alivia-


deros durante las avenidas y proteger de la erosión a las propias
presas, se construyeron sendos «contra-azudes» limitados lateral-
mente por muros de fábrica.

El día 20 de abril de 1958, se llenaron totalmente ambos embalses


por primera vez.

34
El patrimonio industrial originado.

F. 31_ Galería de acceso a la


F. 31
central de Barazar.
Foto M. A. Nuño.

Desde entonces, es frecuente que el comienzo de la época llu-


viosa los pantanos estén casi llenos, lo que obliga a verter aguas
sobrantes causando graves problemas ya que la construcción de
la zona industrial de Gamarra, aguas abajo de las presas y próxima
a Gasteiz, limita la libertad de vertido por acusar los efectos de los
caudales superiores a 50 m3/sg.

Ya en los primeros años sesenta los vertidos alcanzaron cauda-


les de 200 m3/sg provocando fuertes protestas de los ribereños
inferiores y especialmente del Ayuntamiento de Vitoria; a conse-
cuencia de ello se produjo a finales de 1961 una intervención de la
Dirección General de Obras Hidráulicas que ordenó bajar el nivel
de los embalses a fin de mantener un resguardo que permitiera
absorber futuras crecidas.

La galería forzada de enlace entre ambos embalses para que


los embalses mantengan el mismo nivel. Se construyó entre am-
bos una galería de enlace con sección circular de 2,50 m de diá-
metro y una longitud de 3.551 m. Dispone de un sifón al exterior,
sobre el arroyo Baguetas.

El dique de contrafuertes ubicado cerca de Legutiano, paralelo


a la carretera de Bilbao a Vitoria-Gasteiz y para cerrar el embalse
de Santa Engracia se construyó un dique de 610 m de longitud y
14 m de altura para el que hubo que fabricar mas de 30.000 m3
de hormigón.

La galería forzada principal, también en las proximidades de Le-


gutiano tiene su origen una galería que sirve para trasvasar el agua
embalsada a la vertiente cantábrica, conduciendo las aguas desde
los embalses a la chimenea de equilibrio. Dispone de tres orificios
situados a diferentes alturas para poder escoger la captación en las
mejores condiciones sanitarias posibles para el abastecimiento.

La galería, que termina en la chimenea de equilibrio ubicada en el


alto de Barazar, tiene una sección circular de 4,25 m. de diámetro
y una longitud de 12.502 m. con una capacidad para transportar
conducción 54 m3 por segundo.

La complejidad de su construcción obligó, además de las dos bo-


cas extremas, a utilizar once pozos verticales provistos de maqui-
naria de extracción, aire comprimido y ventilación. Alguno de los
pozos llegaba a los 100 m de profundidad.

La chimenea de equilibrio y cámara de llaves superior que tie-


ne como función la de reducir las sobrepresiones y depresiones
resultantes del cierre o apertura de las válvulas de las turbinas 35
Usos históricos del agua en la industria vasca.

F. 32

hidráulicas. Es de tipo diferencial, de sección circular, de 16 m. instalación de funcionamiento más seguro y económico, habida
de diámetro y 68 m. de altura. cuenta del importante ahorro en las pérdidas de potencia y ener-
gía del salto. Se acortaba la longitud de la tubería forzada (des-
Se puede acceder desde el puerto de Barazar a la cúpula exterior de 1.374 a 431 m.), quedando también protegida de los agentes
de la chimenea, desde cuyo mirador se divisa una magnífica vista atmosféricos exteriores y asegurado el servicio aun en los días
del vaIle de Arratia. más crudos del invierno. Toda la instalación quedaba también de-
fendida de posibles ataques bélicos.
El pozo blindado en carga que enlaza la chimenea de equilibrio
con las turbinas de la central. Es una galería de 431 m de longitud La caverna que se excavó para alojar la central es de 17,50 de
y 82% de pendiente, blindada con tubo de acero y con sección ancho y 90 m de longitud y una altura de 30 m, todo ello a 200
decreciente según se aproxima a la central. m. de profundidad. Se instalaron dos grupos generadores, com-
puestos cada uno de una turbina Francis de 48.500 H. P. de po-
La central subterránea de Undurraga, es sin duda alguna la tencia nominal a 500 revoluciones por minuto, con un consumo
obra más compleja. de agua a plena carga de 11,85 m3 por segundo. También se
montó un grupo auxiliar con una turbina Pelton con alternador
Para tomar la decisión de soterrar la central de Undurraga, se de 1.000 KVA.
valoraron las ventajas que este tipo de centrales ofrecían, una
modalidad constructiva entonces poco conocida y divulgada. En
general, proporcionaban una mayor libertad para emplazar la cen- F. 33

tral, al no tener que supeditarse a las condiciones orográficas del


curso del río. Además, la conducción forzada disminuía las pér-
didas de carga. Y, por último, la seguridad estaba garantizada en
caso de avalanchas y desprendimientos en terrenos accidenta-
dos y pendientes, inundaciones exteriores, bajas temperaturas,
bombardeos, etc.

A mediados de los años cincuenta existían 44 centrales subte-


rráneas en Europa, la mitad de las cuales se hallaban en Italia.
En esa misma década funcionaban 7 centrales en España: en la
provincia de Lérida las de Caselles, Puente Montaña, Escales
y Caldas; en Huesca la de La Puebla de Castro; en Asturias la
de Amiela y en Jaén la del Tranco de Beas. Además de la de
Undurraga, tres centrales más se encontraban en construcción;
siendo la que Iberduero construía en Aldeadávila en Salamanca
la más grande de Europa con sus 756.000 KVA de potencia ins-
talada.

36 En palabras del autor del proyecto, en Undurraga se lograba una


El patrimonio industrial originado.

F. 32_ Cámara de válvulas de ali-


F. 34
mentación de las turbinas. Foto
M. A. Nuño.

F. 33_ Nave de alternadores de


Barazar. Foto M. A. Nuño.

F. 34_ Sección de uno de los gru-


pos. Central de Barazar.

Las Pelton eran turbinas relativamente parecidas a los molinos hidráulicas, que hubo que atravesar y excavar. En otra galería
de palas tradicionales aunque muy utilizadas para grandes saltos independiente, de 484 m. de longitud, se alojan los cables a
de agua, del orden de los 300 m o superiores. 132.000 V. que enlazan los transformadores con la subestación
que se encuentra en el exterior de la central, así como los de
Además, paralela a la anterior se realizó otra caverna menor para 30.000 V. para consumos propios.
alojar las válvulas, dos por cada grupo. Desde la central arranca el
socaz de evacuación del agua turbinada con 1.024 m de longitud Finalmente fueron tres los túneles y galerías que se perforaron
hasta el río Arratia. En los años setenta se construyó el contra- para albergar las instalaciones de la central. Embalses y central
embalse de Undurraga en Zeanuri para regular los caudales del fueron inauguradas en agosto de 1958, tras haberse invertido
agua turbinada que desde aquí se conduce hasta la depuradora más de 1.500 millones de pesetas.
de Venta Alta en Arrigorriaga, a través de 20 km de canalización.
Desde la subestación exterior se montó una línea de alta tensión
El acceso a la central se efectúa a través de un túnel cuya cons- de 30 km. de longitud hasta la nueva subestación de transforma-
trucción requirió la utilización por vez primera en España de ce- ción de Kareaga (Barakaldo), con derivación a la que ya explotaba
mento supersulfatado, para preservar la construcción de la in- Iberduero en Basauri.
fluencia de los yesos, enemigo de la conservación de las obras 37
Usos históricos del agua en la industria vasca.

La refrigeración de los
procesos siderúrgicos.
Las cuantiosas necesidades de agua que los procesos siderúrgi- pacidad del horno. El consumo de agua en la refrigeración de los
cos exigen, obligaron desde sus orígenes a las empresas vizcai- hornos altos en metros cúbicos por hora venía a equivaler aproxi-
nas, y especialmente a Altos Hornos de Vizcaya a limitar el gasto madamente al volumen del horno en metros cúbicos. Para el hor-
y a procurar su reutilización cuando así fuera posible. Requería sin no alto 2A, el Mariángeles de AHV se utilizaban sendas bombas
embargo la refrigeración de la misma tras su calentamiento en las accionadas con vapor y con motor eléctrico que facilitaban que la
funciones de enfriamiento de los procesos producción de acero presión del agua alcanzara las cotas más altas del horno alto.
-convertidores LD y horno eléctrico- en la refrigeración de los hor-
nos altos, de sus estufas, soplantes y depuradores de gases, del Además, para el enfriamiento de los humos y la depuración para
coque procedente de las baterías, en los trenes blooming y en el captar el polvo contenido en los hornos se inyectaba agua en la
tren continuo. Además, con la instalación de la colada continua garganta del Ventura hasta saturar el gas y enfriarlo a 40º C de
en 1986 aumentó el consumo de agua. La refrigeración de los temperatura. Por otra parte, para la refrigeración de las estufas
planchones exigía abundante cantidad de agua, del orden de 10 se disponía de un circuito cerrado de agua dulce con torre de
kg de agua por kg de acero. enfriamiento.

En los hornos altos las elevadas temperaturas que se desarrollan En los hornos eléctricos, el horno disponía camisas de agua y
en su interior y el rozamiento que producen los materiales calien- tubos de acero con fuerte refrigeración de agua, en las paredes
tes que descienden a través del etalaje, ocasionan un gran des- y en la bóveda que impedían un calentamiento excesivo de los
gaste en la cara interna de las paredes de los hornos afectando a refractarios.
la durabilidad del ladrillo refractario. Por eso, y pese a que puede
perjudicar el balance térmico del horno, es necesario refrigerar la En los convertidores LD el agua se destinaba a la refrigeración de
cuba por medio de cajas de cobre o de acero que se insertaban las lanzas utilizadas para el soplado de oxígeno en la colada. La
en las paredes refractarias del etalaje y de la parte baja de la cuba. lanza terminaba en una tobera de cobre refrigerada por agua. Tan-
Se regaban con agua salada procedente de depósitos elevados a to para la refrigeración de la lanza como para la de las chimeneas
los cuales se bombeaba agua desde la ría, dependiendo de la ca- de captación de humos se dispuso de una sala con tres bombas

F. 35

38
El patrimonio industrial originado.

para la impulsión del agua por el circuito de refrigeración de la


F. 35_ Vista general de la batería
chimenea y otras tres para la refrigeración de la lanza. El agua, Otto. AHV-Sestao, 1947. (Album
que abandonaba las chimeneas y las lanzas a una temperatura de la siderurgia española).
aproximada de 60º C, era conducida a una torre de refrigeración
F. 36_ Torre de apagado de Pro-
de tiro natural donde su temperatura desciende a unos 20º C. fusa (Barakaldo). La última bate-
Ya enfriada, el agua se impulsaba por medio de moto bombas ría de coque.
hasta depósitos reguladores desde donde empezaban de nuevo
el ciclo.

Las chimeneas refrigeradas, de 30 mts de altura y sección rectan-


gular, tenían como misión dirigir los humos hacia el saturador o en
caso de emergencia hacia la atmósfera. Cada chimenea disponía
de 8.245 m. de tubo de acero, formando haces tubulares divididos
en 8 secciones que se unían en un colector común. Los humos
recorrían la chimenea de abajo a arriba, cediendo su calor latente
al agua que circula por los tubos de refrigeración. En el saturador
refrigerador se inyectaba agua de mar pulverizada para conseguir
un descenso en la temperatura de los humos y la captación de
las partículas mayores de polvo. El agua con el polvo captado caía
por gravedad a una balsa de lodos de donde se impulsaba a la
instalación de recuperación de polvos.

En las baterías de coque el agua se utilizaba para las operaciones


de apagado del coque.

F. 36

39
Usos históricos del agua en la industria vasca.

F. 37_ Torre de apagado


(Profusa).
F. 38_ Batería de coque.
(Profusa.)

Hasta 1931 el apagado del coque de las baterías de AHV se reali- construida de hormigón armado, adosada a la torre de carbón y
zaba por medio de chorros de agua dirigidos con mangueras direc- revestidas interiormente con placas resistentes a los ácidos dada
tamente al bloque o torta de coque. Desde que en los primeros la naturaleza de los vapores que se desprendían en el apagado.
años treinta se construyera una nueva batería, tipo Otto, y con su Disponía de un depósito de 50 m3 de capacidad para el agua de
ampliación posterior en los años cincuenta, se dispuso de torres apagado y la ducha. Además, actuaba como tiro de los vapores
de apagado bajo la cual penetraba un vagón donde se descarga- que se producen en el enfriamiento.
ba el coque incandescente procedente de los hornos a 1.000º C
aprox. Sobre éste se descargaba una verdadera lluvia de agua La torre de carbón era una estructura cúbica de hormigón de
bien repartida que enfriaba el coque que se vertía en una cinta grandes dimensiones, que alojaba cinco silos desde los cuales
transportadora para conducirlo al taller de clasificación. El polvo de se llenaba una máquina cargadora que distribuía el carbón en las
coque arrastrado por el agua se recogía con ésta en depósitos de retortas donde se coquizaba el carbón previamente molido. Tres
decantación de donde se recuperaba posteriormente. Con el fin grandes contrafuertes soportaban las cargas de estos silos.
de evitar corrosiones en los diferentes circuitos de refrigeración
se disponía de una planta de tratamiento de agua, a la vez que La última torre de apagado que permanece aun activa en Euskadi
de torres Hamon de refrigeración que reducían la temperatura del es la que da servicio a los treinta hornos de la batería de coque
agua hasta los 25º C. explotada por Profusa en su fábrica de Santa Agueda (Barakaldo),
empresa continuadora de la antigua Echevarria, una de las siderur-
Las torres de apagado era una chimeneas de planta rectangular, gias pioneras de la industrialización vasca.

F. 37 F. 38

40
El patrimonio industrial originado.

F. 39

Las torres de refrigeración


de tiro natural.

De todos los sistemas de enfriamiento, las torres de refrigeración


de tiro natural son sin duda alguna las estructuras mas espectacu-
lares. AHV dispuso de ellas para dar servicio en las baterías de co-
que, en los convertidores LD y en el tren continuo desbastador.

Las torres de refrigeración de las baterías de coque eran torres de


tiro natural de estructura cilíndrica de hormigón armado, de unos
20 m. de altura y 600 m3 de capacidad. Su parte inferior estaba
compuesta por pisos de listones de madera de planta octogonal.
Soportaba esta estructura en su parte superior una piscina con
el piso agujereado que recibía el agua caliente que goteando, se
pulverizaba y enfriaba al chocar en su caída con los listones de
madera. Con la misma forma octogonal y bajo ella existe a cuatro
metros bajo la rasante un depósito que recoge el agua enfriada;
en él se afianzan dados de hormigón y pilares de madera que so-
portan la estructura.

F. 39_ Torre de refrigeración de


los convertidores LD.
AHV-Sestao, 1963. (BFA/AFB.
Foto AHVF 0076/0005)

41
Usos históricos del agua en la industria vasca.

F. 40_ Refrigerante del tren contí-


nuo en construcción.
AHV-Barakaldo, 1952. (BFA/AFB.
Foto AHVF 0095/0005)

A partir de la generalización de la electricidad y de las centrales


térmicas productoras fueron creciendo las necesidades de agua
para la condensación en las máquinas de vapor o para el enfria-
miento de los cilindros de los motores de gas. Para enfriar el agua
empleada en estos usos y poder utilizarla de nuevo, se desarrolla-
ron distintos tipos de torres de enfriamiento. Las primeras torres
de tiro natural fueron desarrolladas por la casa alemana Balcke &
Co a partir de 1894. Eran construcciones de madera con chime-
neas de gran sección que cubrían cubas de mampostería donde
se recogía el agua enfriada. La base de la chimenea disponía de
una red de listones formando celosía por los cuales cae el agua
que ha de enfriarse en forma de lluvia. Por la parte inferior, unas
persianas permitían la entrada de aire, inducido a través de la torre
debido a la diferencia de densidades existentes entre el aire hú-
medo y caliente y el aire atmosférico más denso.

F. 40

42
El patrimonio industrial originado.

F. 41_ Refrigerante de las bate-


rías de coque en construcción.
AHV-Sestao, 1953. (BFA/AFB.
Foto AHVF 0057/0062)

F. 41

43
Usos históricos del agua en la industria vasca.

El tiro de la chimenea producía una circulación de aire muy activa a


través de la trama de madera, que dividía el agua en finos hilos de
gotas ofreciendo una gran superficie de evaporación y acelerando
la disipación del calor. El agua, al caer, se fracciona en gotas cada
vez más pequeñas, rompiendo además aquellas de mayor diáme-
tro que se habían formado por unión de otras más pequeñas.

F. 42 F. 43

F. 44

44
El patrimonio industrial originado.

Se trataba de aumentar el tiempo de contacto entre el agua y el


aire, favoreciendo la presencia de una amplia superficie húmeda
mediante el goteo. El vapor no condensado subía; una parte se
condensaba sobre las paredes de la chimenea y el resto se esca-
paba al aire libre y se perdía. Estas pérdidas se notaban por una
nube de vapor que se escapaba por la chimenea, las cuales se
despreciaban por ser poco importantes.

F. 45

F. 42_ Refrigerantes de las


baterías de coque. AHV-Sestao,
1956. (BFA/AFB. Foto AHVF
0057/0051)

F. 43_ Torre de tiro natural.


(Torres de refrigeración. Centro
de Estudios de la Energía,
Madrid,1983).

F. 44_ Relleno de goteo.


( Torres de refrigeración. Centro
de Estudios de la Energía,
Madrid,1983).

F. 45_ Modelo de refrigerante


con chimenea de madera. (Gran
Enciclopedia Práctica de la Me-
cánica. Barcelona, 1924)
45
Usos históricos del agua en la industria vasca.

F. 46 A partir de los años treinta las torres de refrigeración fueron intro-


duciendo el hormigón para las chimeneas aunque se mantuvo el
uso de la madera para la trama interior. A finales de esa misma dé-
cada aparecen en Alemania las primeras chimeneas hiperbólicas
de gran altura (50 metros), precursoras de los enormes refrigeran-
tes hiperbólicos que se construirán después de la Segunda Guerra
Mundial para dar servicio a las centrales térmicas y nucleares en
toda Europa. Su construcción se convirtió en un desafío para el di-
seño ingenieril europeo. En los primeros años setenta se llegaron
a utilizar estructuras de mallas de cables pretensados en la cons-
trucción de refrigerantes, (Central nuclear de Schmehausen) con
la tecnología que por aquellos años se utilizaba en la construcción
de las cubiertas de la villa olímpica de Munich. El continuo desarro-
llo de equipos para centrales eléctricas llegó a su apogeo en 2002
con la entrada en funcionamiento de la torre de refrigeración más
grande del mundo en la central térmica de carbón de Niederau-
bem en Alemania: una enorme hipérbole parabólica de hormigón
armado de 200 m. de altura y 154 m. de diámetro en su base.

F. 46_ Torre de refrigeración de


F. 47
la Central Térmica de Niederau-
bem (Alemania).

F. 47_ Los seis refrigerantes de


la Central Térmica de Gelsen-
kirchen-Scholven (Alemania).
La mayor central de carbón del
mundo.

F. 48_ Antiguo refrigerante de


La Coromina Industrial (Bilbao).
Fotografía de Santiago Yaniz.
Fondo Deiker.

F. 49(1,2)_ Vista aérea de Sefa-


nitro. (Sefanitro. 1941-1991. 50
Aniversario).

F. 50_ Refrigerantes de Sefanitro


en construcción. (Sefanitro.
1941-1991. 50 Aniversario).

46
El patrimonio industrial originado.

F. 49(1) F. 49(2)

En Euskadi, además de las torres de la desaparecida AHV, mere- de las antiguas instalaciones de AHV. Actualmente forman parte
cen citar las torres de La Coromina Industrial y de Sefanitro. de la empresa Fertiberia, de pronta desaparición en el municipio
fabril. Surgió en los años cuarenta del siglo XX, con el título de
Hasta finales del siglo XX, La Coromina Industrial dispuso de una “Empresa de Interés Nacional”, por iniciativa de Altos Hornos de
original torre de refrigeración con chimenea de estructura de ma- Vizcaya, su empresa matriz que además le suministraba el gas
dera. Fue construida en 1923 para dar servicio a la empresa que necesario para la producción de ácido sulfúrico, amoniaco, sulfa-
promovió Luis Quintana Coromina en Zorrozaurre (Bilbao) para fa- to amónico, ácido nítrico, nitrosulfato amónico y nitrato amónico
bricar anhídrido carbónico y sulfuroso. cálcico, productos utilizados en la elaboración de fertilizantes. La
importancia de la producción era de tanta trascendencia en los
Las de Sefanitro, en el barrio baracaldés de Lutxana, son las últi- duros años cuarenta que las instalaciones fueron declaradas de
mas torres de tiro natural existentes en Bizkaia tras la desaparición “Interés Nacional” por el gobierno de Franco.

F. 48 F. 50

47
Usos históricos del agua en la industria vasca.

Para dar servicio a las necesidades de agua que la nueva fábrica F. 51


demandaba, en 1945 se construyó un pantano en el barrio de Go-
rostiza, en Barakaldo, compartido con AHV, que recogería entre
otras las aguas sobrantes del pantano viejo del Regato, construido
aguas arriba en 1899. Se cerrará con una presa de 24 m de altura,
una longitud de coronación de 103 m, una superficie de embalse
de 30 Ha con un volumen de 1.400.000 m3. Bajo sus aguas des-
aparecieron el barrio de Aranguren con su ferrería, molino, casa
solariega y ermita de la Concepción.

Desde el embalse se podía suministrar agua tanto a la fábrica de


Sestao como al TBC de Ansio además de Sefanitro. Tanto a éste
como el “pantano viejo” se podía bombear agua al pantano del
Regato y ambos pantanos podían ser alimentados por agua del
Consorcio de Aguas de Bilbao en caso de necesidad. En los si-
guientes años las riadas crearán frecuentes problemas enturbian-
do las aguas excesivamente y produciendo inundaciones bien en
el pueblo de El Regato bien en la vega de Gorostiza.

También se construyeron sendos refrigerantes, dos torres cilín-


dricas de hormigón, una de 1.600 m3/h y otra de 3.200 m3/h. que
quedaron interconectadas entre sí y que alimentan las fábricas de
ácido nítrico y los de fertilizantes.
F. 52

La conservación de los refrigerantes y de otras instalaciones de la


fábrica, inscritas en el Registro Docomomo de la arquitectura del
Movimiento Moderno en España, ha sido recientemente solicita-
da al Centro de Patrimonio del Gobierno Vasco por la Asociación
Vasca de Patrimonio Industrial y Obra Pública.

Sin duda los refrigerantes son estructuras ingenieriles portado-


ras de belleza y monumentalidad; son el paradigma de la nueva
energía y elementos emblemáticos de las centrales nucleares y
térmicas de última generación. Estructuras en las que el espíritu
de síntesis y la imaginación de los arquitectos ha permitido poner
en valor la capacidad expresiva de la forma; aspecto por otra parte
muy apreciado en la obra de Bernd y Hilla Becher, fotógrafos ale-
manes cuya obra se ha convertido en testimonio del mundo indus-
trial actual y pasado. Un mundo reproducido en tonos grises, de
objetos diferenciados, que descubren conjuntos de altos hornos,
silos, gasómetros, depósitos de agua y torres de refrigeración;
objetos en los que su función puede inferirse a partir de la forma;
testigos de la revolución industrial sublimados por la fotografía de
los Becher. Creaciones que apuestan valientemente por la preser-
vación de los objetos fotografiados y que realzan el valor de los
archivos documentales del mundo industrial.

Por otra parte, los nuevos criterios de valorización del patrimonio


y del patrimonio industrial en particular han animado a empresas,
instituciones públicas y asociaciones de defensa del patrimonio
a tomar medidas de conservación y puesta en valor y reutiliza-
ción de estas torres de refrigeración. Este es el caso de la torre
de la antigua Duro Felguera en Langreo (Asturias); un refrigerante
troncocónico de hormigón armado de 50 m de altura en cuyo in-
48 terior se pretende alojar parte de las instalaciones de un centro
El patrimonio industrial originado.

F. 51_ Refrigerante de Sefanitro.


Barakaldo.

F. 52_ Refrigerante de Sefanitro.


Barakaldo.

F. 53_ Refrigerantes de Duro


Felguera. ( VV.AA.: Patrimonio
industrial asturiano: imágenes.
Gijón, 1998.)

de interpretación de la siderurgia asturiana. Una catedral industrial


F. 53
convertida en un icono de la cultura. Para ello, la torre se cubrirá
con una gran cúpula central de acero, madera y cristal que permita
contemplar las paredes interiores y la entrada de la luz natural que
se distribuirá por las diferentes estancias del centro.

También en tierras asturianas se encuentra la magnífica chimenea


de refrigeración de la firma Nitrastur, construida como el resto de
la fábrica según proyecto de Carlos Fernandez Casado en los años
cincuenta. El refrigerante, junto a otras instalaciones de la empre-
sa, está también incluido en el registro Docomomo de la arquitec-
tura del Movimiento Moderno en España. Para su construcción se
utilizaron elementos premoldeados unidos mediante armadura y
hormigonado siguiendo la patente Monnoyer. El fuste presenta
una sección transversal en forma de polígono regular constituido
por claves, de 25 cm de altura y de espesor variable, que decrecen
desde la base hasta la coronación, variando el diámetro de cada
hilada para obtener la forma cónica.

En Caen (Francia), siguiendo el proyecto del arquitecto Dominique


Perrault, se ha integrado también un refrigerante en el diseño del
parque de Unimetal.

49
Usos históricos del agua en la industria vasca.

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51
Arquitecturas
e ingeniería del agua:
paisaje y patrimonio
en Gipuzkoa.
Beatriz Herreras Moratinos
Arquitecturas e ingeniería del agua:

F. 01_ Cubrición del río Ego tras


el final de la guerra.

F. 02_ La regata de Molinao en

2
Pasai Antxo, ha iniciado los pri-
meros pasos hacia su recupera-
ción.

Arquitecturas e ingeniería
del agua:
paisaje y patrimonio
en Gipuzkoa.
Beatriz Herreras Moratinos

Introducción
El agua es hoy día considerado como un bien valioso y cada vez F. 01
más escaso. A través de los siglos la noción que la humanidad ha
tenido del agua ha estado relacionada directamente con la idea
de vida y los ríos se han convertido en vías de comunicación y de
transporte.

Se han construido y se siguen construyendo puentes para tras-


pasar el agua, presas y pantanos para contenerla y canales para
transportarla hasta las casas de máquinas donde se convierte en
energía. Así pues el agua es esencial para los seres vivos pero po-
cas veces lo apreciamos en toda su valía como elemento aplicado
a la tecnología desde que el hombre comenzó a intentar domi-
nar la naturaleza. La tecnología de las máquinas a vapor utilizó el
agua como mecanismo de gran importancia durante la Revolución
Industrial e igualmente el agua represada de los ríos se transfor-
maba en electricidad gracias a las múltiples y dispersas centrales
hidroeléctricas. El agua transformada, manipulada crea y a la vez
necesita diferentes estructuras. Todo ello ha ido creando un paisa-
je humanizado donde el agua ha ido impulsando la construcción
de elementos arquitectónicos o de ingeniería fácilmente identifi-
cables a lo largo de las cuencas fluviales.

El ser humano ha modificado este paisaje de forma muy impor-


tante y su relación en nuestro territorio está ligada a los cursos
de agua de una manera decisiva. Los mejores terrenos cultivables
han sido los cercanos a los ríos, al tratarse de los suelos más
54 fértiles. De la misma manera los asentamientos humanos están
paisaje y patrimonio en Gipuzkoa.

F. 02

ligados a los ejes fluviales debido a que cerca de ellos se han los fondos de los valles, en otras ocasiones un elevado número
encontrado las superficies llanas necesarias para la edificación. El de regatas fueron desviadas. El desarrollo del río Ego a su paso
grado de incidencia en el territorio ha sido creciente a lo largo de por Eibar es casi imperceptible y el río Urola en las cercanías de
la historia aunque los cambios más drásticos se han dado en los estación de Renfe entre Zumarraga y Urretxu desaparece y así
últimos años debido a que presentaban las mejores condiciones muchos más. De hecho tras la destrucción de la guerra y el incen-
para su ocupación. dio cambió completamente la fisonomía de Eibar. El 8 de octubre
de 1940 la Dirección General de Regiones Devastadas aprobó el
El agua ha estado presente en todas las fases de la evolución proyecto que incluía la cobertura del río Ego para conseguir más
industrial y ha condicionado de lleno el desarrollo de la indus- suelo útil.
trialización y la ubicación de la industria. Esta industria ha sabido
utilizar para sus propios fines el agua como energía motriz pero Ahora poco a poco van siendo recuperadas algunas regatas como
también como materia prima dentro del proceso productivo. Es la de Molinao que tras los fuertes procesos de crisis y reconver-
difícil encontrar un tramo de cualquier río guipuzcoano en el que sión industrial en los que muchas industrias han cerrado sus puer-
la actividad industrial no sea una realidad. El agua de las cuencas tas, estos suelos son rápidamente colonizados por nuevos usos
fluviales fue básica para el desarrollo industrial de Gipuzkoa pero residenciales, tras los derribos en ocasiones indiscriminados de
también ese mismo hecho ha hecho que a pesar de depender autenticas joyas del patrimonio industrial.
de ese preciado elemento se haya vivido hasta los últimos años
después de la reconversión industrial, de espaldas o incluso igno-
rando que se asentaba sobre el mismo cauce. Ahora es cuando
una vez superados los condicionantes tan estrechos con el me-
dio, los núcleos urbanos guipuzcoanos empiezan a reconocerse
en sus ríos. Municipios como Eibar, Antzuola, Arrasate, Antzuola,
Azkoitia etc por citar solo unos cuantos han iniciado programas de
recuperación medioambiental de sus cauces. La industria ya no
necesita la inmediatez del agua y busca suelos donde lo prioritario
son otros condicionantes: buenos accesos, suelos más baratos.
Muchos cauces fueron cubiertos para aumentar la superficie de 55
Arquitecturas e ingeniería del agua:

F. 03_ Instalaciones de CAF (Bea-


F. 03
sain) junto al río Oria.

F. 04_ La ya desaparecida Pape-


lera de San José de Belauntza
apoyada sobre el mismo cauce.

En las riberas de los ríos y en sus desembocaduras se acumula La industrialización en Gipuzkoa, estuvo en manos de una burgue-
la mayor parte de la población y los espacios de ribera han sido sía principalmente autóctona, cuyos capitales provenían del comer-
ocupados por las instalaciones fabriles. Los corredores de comu- cio o del simple ahorro, pero que supieron adecuarse a los nuevos
nicación aprovechan los trazados de los cursos de agua y en gran tiempos, provocando la confluencia en un mismo espacio de una
medida se apoyan en sus orillas. En muchas ocasiones las zonas importante diversidad de sectores industriales. A pesar de ello los
se ven afectadas por crecidas de los ríos debido a que se han dos sectores principales que impulsaron su crecimiento fueron el
ocupado las vegas inundables y en muchos casos se han cubierto papelero y el metalúrgico.
las regatas.
Una de las principales características del proceso industrial gui-
El paisaje que se observa en Gipuzkoa es fruto de esta interac- puzcoano ha sido la dispersión territorial. La industria se ha ido
ción, un espacio que ha disfrutado de unas ventajosas condiciones distribuyendo por los diferentes valles fluviales donde cada uno de
geoestratégicas y una buena red hidrográfica, abundante y regu- ellos cuenta con sus características propias. De todas formas el
lar. La disposición de sus recursos naturales, que aunque pobres desarrollo industrial se extendió principalmente a lo largo del Valle
fueron bien aprovechados, la laboriosidad y el buen conocimiento del Deba, del Urola y del Oria junto con el triángulo formado por
del oficio de sus gentes, propiciaron el desenvolvimiento de las Hernani, Pasaia e Irun.
primeras fórmulas de producción preindustrial y su prolongación
hasta sustituir los viejos modos de producción artesanal por las El Alto Deba contó con un protagonismo absoluto de las industrias
nuevas técnicas industriales en las que el vapor, la transmisión metalúrgicas, destacando los centros de Arrasate y Aretxabaleta;
axial de la energía y la electricidad tuvieron una gran importancia. el textil ha sido la seña de identidad de Bergara, mientras que la tra-
dición armera estuvo presente sobre todo en Eibar y en Soraluze. El
Gipuzkoa, además, se ha caracterizado por una tradición industrial valle del Urola destacó en el sector de los transformados metálicos
puesta de manifiesto en multitud de pequeñas unidades de tra- de Legazpi y Zumarraga y las fábricas de muebles de Azkoitia, Azpei-
bajo que abarcaban una gran diversidad sectorial, con preferencia tia y Zarautz, en tanto que Zumaia y Zestoa se caracterizaron por la
de las actividades metalúrgicas. Además, el hierro era abundante producción de cemento natural, sin olvidar las fábricas de yute pre-
en las montañas de Euskal Herria, lo que posibilitó la temprana sentes en todo el medio y bajo Urola. A lo largo del Oria, nacieron
instauración de las ferrerías en nuestro territorio. Sin embargo, las papeleras, con un casi monopolio en la comarca de Tolosaldea.
las antiguas manufacturas de hierro, armas, útiles de labranza, Estamos ante una industria marcada por la atomización de los nú-
herramientas, puntas, clavos, no fueron las únicas en el mundo cleos fabriles, por la multiplicidad de sectores y por el predominio
productivo: no debemos olvidar las tejerías, tenerías, pequeños de la pequeña y mediana empresa, ligada al ámbito familiar, opción
astilleros, molinos para molturar el grano, molinos papeleros, tex- que en muchas ocasiones era debida a las limitadas disponibilida-
56 tiles etc. des de capital.
paisaje y patrimonio en Gipuzkoa.

F. 04

Después de la decadencia comercial e industrial en la que se sumió En las páginas siguientes se realizará un recorrido por las prin-
la provincia entre 1800 y 1841, a partir de la Primera Guerra Carlista cipales manifestaciones que el uso y aprovechamiento del agua
se abrió una nueva etapa en el desarrollo económico guipuzcoano. tuvo en Gipuzkoa: es el caso de las actividades que se realizan
Esta etapa, en la que se dieron los primeros pasos hacia la indus- junto al mar, en los puertos o aquellas actividades que necesitan
trialización de tipo moderno, fue en gran medida posibilitada por el agua como parte de su proceso productivo o que necesitan
el traslado de las aduanas interiores a la frontera con el estado como fuerza motriz. También hubo actividades tales como ma-
francés y a los puertos de mar en 1841, así como la promulgación taderos que se alzaban a pie de cauce lo que les facilitaban el
del arancel proteccionista del mismo año. La actividad preindustrial desague de los desechos. En el panorama guipuzcoano destaca
tradicional continuó su marcha decadente hasta desaparecer total- el matadero de Errenteria que data de 1927. Su autor fue Fausto
mente en este periodo. Gaiztarro y vino a sustituir al antiguo que estaba situado en el
casco urbano. Se halla en un espacio paralelo al río Oiartzun,
En 1864, tan sólo funcionaban 20 ferrerías; era ya un hecho que no en el camino bajo de Capuchinos, ocupando un espacio amplio
se podía competir con los hornos altos recién instalados en Bea- y en un espacio que disponía de grandes facilidades para los
sain. desagues y acarreos. Consiste en un edificio de planta poligonal
irregular (30 m x 20 m), en chaflán, con dos alturas, estructura
Era evidente, igualmente que la situación de las ferrerías no tenía de hormigón, muros de ladrillo y cubierta a cuatro aguas con teja
marcha atrás, pero éstas se resistían a darse por vencidas e incluso curva. Tiene acceso adintelado bajo un pórtico de arcos de me-
muy avanzado el siglo XIX, se introdujeron débiles reformas en las dio punto recubiertos de mampostería con tejado a tres aguas y
ferrerías de Alzolaras, Carquizano y Olabarria. vanos adintelados en la primera planta y una arquería de medio
punto en la segunda. La parte superior del muro está recubier-
La única salida que se ofrecía a las ferrerías era su reconversión y to de ladrillo visto. En las esquinas de la fachada principal se
debido a su óptima localización, se encontraban junto a los cursos observa un escudo en el que se señala la fecha de edificación.
de los ríos, no les faltaron salidas airosas. Las fachadas laterales, dedicadas a laboratorio y sala de oreo,
sobresalen ligeramente de la línea del lienzo del muro, con un
En Tolosa se transformaron en papeleras, o en ellas se instalaron pequeño tejaroz. Este edificio estaba destinado a laboratorio y
altos hornos como en la ferrería de Amaroz; en Legazpi, en la ferre- pesaje de reses.
ría de Olazarra, coyunturalmente, se fundió el plomo de las minas
del Aizkorri, Katabera; otras pasaron a albergar la maquinaria ne- Otros mataderos que reproducen la misma ubicación a pie de
cesaria para la fabricación de un nuevo producto, la cal hidráulica, río son por poner algunos ejemplos: el matadero de Irun, el ma-
tal y como sucedió en la Ferrería de Iraeta en Zestoa, en la de tadero de Alza o el matadero de Tolosa. En Pasai Doinibane el
Alzolaras en Aia, en la de Sarikola en Orio, o Fagollaga en Hernani. matadero está ubicada junto a la bahía. 57
Arquitecturas e ingeniería del agua:

F. 05_ Dique Flotante en el


Puerto de Pasaia.

F. 06 (1)_ Tinglado. Tolosa.

F. 06 (2)_ Tinglado. Tolosa.

F. 07_ Mercado de Azkoitia.

El agua, espacio donde


desarrollar la actividad
industrial.
Las actividades relacionadas con el mar por su propia naturale- tal y como se observa en las gradas cubiertas y proyectadas en
za necesitan desarrollar su actividad junto al agua de mar. Nos 1955 por el ingeniero Alfredo Bizcarrondo. (Herreras, 1999).
referimos a los astilleros, a los varaderos o a las carpinterías
de ribera. En Gipuzkoa destacan todavía en activo los astilleros Este astillero desde casi sus inicios decidió orientarse hacia el
industriales Balenciaga en Zumaia o los que fueron Astilleros trabajo a partir de diques flotantes. Esta solución resume la gran
Luzuriaga en Pasaia. En ambas empresas destacan las gradas escasez de suelo que siempre ha tenido Gipuzkoa y que incluso
cubiertas. Astilleros Luzuriaga estableció unos talleres de cons- en la bahía de Pasaia se hace presente. Hacia 1953 hubo intentos
trucción y reparación de buques en Pasai San Pedro en los terre- de construir un dique seco pero finalmente debido a su elevado
nos cercanos al frontón. En el año 1951, la sociedad recibió una costo y a las especiales características del puerto no llegó a ser
comunicación de la Dirección de Obras y Servicios del puerto de una realidad. Hubo que seguir confiando en los diques flotantes
Pasajes, por la que debía desalojar en breve plazo de tiempo los aunque ello requiriera reducir el espacio de flotación de la bahía.
terrenos que ocupaba para dar continuidad al muelle pesquero; El más pequeño de los dos diques es uno de los elementos más
a la vez se le otorgaban en concesión terrenos en Bordalaborda interesantes de patrimonio industrial de la Comunidad Autónoma
ya en Pasai Donibane donde podían continuar su actividad. En Vasca dada su originalidad, antigüedad y características técnicas.
1979 los citados astilleros daban trabajo a más de 500 obreros. Fue construido en 1925 por los Astilleros Lubecker en Lubeck
Posteriormente la empresa sufrió la crisis del sector, y pasó a Alemania. Antes de recalar en Pasaia hacia 1933 pasó por Cádiz
denominarse Astilleros Pasaia S.A. En la actualidad han pasado donde sirvió para la construcción de cajones de hormigón arma-
a formar parte de los Astilleros Zamakona. El complejo edificado do del dique seco del astillero de la misma ciudad .Este dique
se construyó en los terrenos ganados al mar en la década de puede acoger embarcaciones cuya eslora máxima sea de 125,00
los años 50. En sus naves destaca el uso del hormigón armado m con una manga exterior de 23,25 m y una manga interior de
tanto en paramento y pilares siendo la bóveda de medio cañón la 18 m. El calado máximo entre picaderos a flotación máxima es
solución elegida para cubrir los diferentes pabellones del astillero de 6,60 m. Los picaderos situados en el centro del dique son de

F. 05

58
paisaje y patrimonio en Gipuzkoa.

madera y metálicos, se sitúan en el centro del dique y es donde F. 07


se apoya la quilla del barco. Las camas situadas a ambos lados
sirven de apoyo al casco del barco. Existe un segundo dique flo-
tante de 140 m. de eslora máxima, manga interior de 23 m. y
5.200 tn. de fuerza ascensional y 6 m. de calado máximo.

El dique flotante no es el único elemento de patrimonio industrial


que hemos de buscar sobre el agua ya sea salada o dulce. En
ocasiones fueron mercados, mataderos, los que en el primer ter-
cio del siglo XX se construyeron apoyándose en los cauces e in-
cluso algunos fueron más allá edificándose sobre el mismo. Son
elementos tan interesantes como el mercado de Azkoitia o el
tinglado de Tolosa. El tinglado de Tolosa presenta una traza ligera
y luminosa dominada por el desarrollo horizontal, pilotada sobre
el cauce del Oria. Está abierto en tres de sus lados, presenta en
la fachada que avanza sobre el río una serie de 20 arcos de medio
punto acristalados. También el mercado de Azkoitia fue ampliado
y para ello se decidió ocupar el río Urola. En el año 1905 Manuel
Echave proyectó un edificio destinado para mercado, alhóndiga
y escuelas públicas. La ampliación es un añadido pivotado sobre
el río de estilo ecléctico.

F. 06(1) F. 06(2)

59
Arquitecturas e ingeniería del agua:

F. 08_ La ocupación del fondo


del valle en Antzuola.
Las Curtiderías.

También fueron muchas las industrias que iniciaron su actividad F. 08


ocupando los mejores terrenos en el fondo del valle junto a los
cauces fluviales, luego su intensivo desarrollo les obligó a desviar
regatas o bien a taparlas para poder desarrollar su expansión más
cómodamente. Es el caso de Unión Cerrajera donde el Deba des-
aparecía bajo las naves o lo que en la actualidad ocurre en Legazpi,
el río Urola también se oculta bajo las naves de Patricio Echeverría
y no vuelve a aparecer hasta que abandona la fábrica.

Además de los edificios industriales propiamente dichos, la em-


presa para evitar las dificultades derivadas del abastecimiento de
agua decidió construir en 1954, un embalse en el arroyo Urtaza
con una concesión de 200 litros de agua por segundo. El pequeño
embalse tendría una capacidad de 600.000 metros cúbicos de ca-
pacidad. La presa tenía una altura de 34 metros de altura sobre el
fondo del cauce de la citada regata y una longitud en la coronación
de 165 metros.

Para poder construir el embalse hubo que habilitar una cantera, la


de Aizpuru, de Zerain, construyendo los accesos correspondien-
tes.

En cuanto al abastecimiento de energía eléctrica, la empresa

60
paisaje y patrimonio en Gipuzkoa.

comenzó comprando a la firma “Segura, Ugalde y Cía” su salto


de Brinkola y a medida que sus instalaciones y necesidades au-
mentaban hubo que buscar nuevas posibilidades: se instaló una
caldera de vapor y se realizó una instalación de gas-pobre para la
producción de energía térmica. Posteriormente, hacia 1922, com-
praba electricidad a la empresa “Hidroeléctrica Ibérica” a la “Elec-
tra Aizkorri” procedente de Zegama a través de J.M. Aguirrezabal
de Brinkola y finalmente la empresa adquirió el salto del Urederra
de Estella así como su red de distribución. Se desprendió de todo
ello cuando quedó resuelto el abastecimiento de energía por parte
de Iberduero.

También hacia 1947, se instalaron dos motores auxiliares Sulzer de


700 HP. de potencia cada uno, para hacer frente a las restricciones
de Iberduero.

Otras industrias crecen a pie de cauce inmediatamente al lado y


en ocasiones a ambos lados del río engullendo como parte de la
empresa el propio cauce del río. En ocasiones deben recurrir a la
construcción de puentes como es el caso de Manufacturas Olaran
de Antzuola. Esta empresa ubicada en el casco urbano de Antzuo-
la tras su derribo ha dado paso a un desarrollo residencial, también
en el fondo del valle.

61
Arquitecturas e ingeniería del agua:

F. 09_ Papelera de Zizurkil, antes


de las últimas remodelaciones.

F. 09

Todo esto que venimos señalando llega a su máxima expresión en En Eibar la propia carretera Bilbao - Donostia y el río Ego se configu-
Eibar, donde la particular configuración del territorio junto a las di- ran como los de la trama urbana.
ficultades derivadas por la propia topografía, limitan de forma de-
cisiva no solo la formación de solares edificables sino también la El uso del agua como fuerza motriz e igualmente la escasez de sue-
adecuación de los propios edificios al medio natural, situación que lo obligó en muchas ocasiones a que las arquitecturas industriales
limita cualquier tipo de desarrollo. se resolvieran mediante edificios de pisos, donde era mucho más
fácil la transmisión de energía.

62
paisaje y patrimonio en Gipuzkoa.

F. 10_ Pequeña central en el fon-


do del valle. Tan solo los detalles
decorativos que utilizan el ladri-
llo delatan su origen industrial.

El agua necesaria para


el proceso productivo.
Es difícil encontrar aún hoy día algún sector económico que de donde se producían muchas pérdidas. Poco a poco la rueda hidráu-
una manera u otra no necesite el agua. Se nos presenta como un lica dio paso a la turbina donde el agua se dirigía hacia el tubo que
elemento básico para el proceso productivo, tanto como materia venía a golpear los álabes de una rueda. A partir de entonces era
prima o como fuerza motriz. En cuanto a un correcto desarrollo de todo el caudal de agua el que trabajaba.
la técnica el tema de la energía es central. A partir del momento
en el que se abandona la energía humana, móvil, pero de limitada Pero todavía no se había solucionado todo, quedaba lo relaciona-
producción por otra energía natural o fabricada los efectos sobre do con la transmisión y el transporte de la energía proporcionada
la producción y la escala a la que esta se produce son numerosos. por el agua. Con la llegada de la electricidad se demostró que
Muchos de los testigos de esta actividad han subsistido y son se sabía producir una energía regular, transportada a lo largo de
testigos de esta actividad diversificada gracias al motor hidráulico. grandes distancias. Pronto la fábrica podía instalarse donde se
En ocasiones los vestigios se encuentran salpicando el paisaje. En quisiera.Poco a poco se observa que es mejor ubicar la industria
los fondos de los valles junto a los cursos de agua se realizaban donde las comunicaciones nos acerquen mano de obra fácil. Se
los trabajos de más valor añadido gracias al motor hidráulico: fun- creía en un principio que era posible transportar la energía, que
diciones, serrerías, molinos etc. esto impulsaría una nueva forma de trabajo a domicilio, una idea
reforzada por las posibilidades que proporcionaba el automóvil y la
Así que podemos resumir que debemos al agua y a su utilización informática. La descentralización se nutre de esta ilusión pero las
un avance social considerable al mismo tiempo que una relativa grandes concentraciones industriales siguen prefiriendo los cen-
diversificación del paisaje. A lo largo de los cursos de agua, las tros históricos.
presas anuncian que a escasos metros se encuentra un molino,
una ferrería pero también una actividad industrial más extensa: A continuación realizaremos un repaso por los principales secto-
valles metalúrgicos, valles papeleros, valles textiles si la cantidad res económicos y su relación con el agua.
de agua del río lo permite y donde el agua es a la vez fuente de
energía y compuesto en el proceso productivo. Todavía en la épo- F. 10

ca de la preindustrialización los valles dependían directamente del


área circundante en el que se encontraba. Con la llegada de la
industrialización precisamente el rol de los valles se acentuó. La
mecanización de la industria provocó la necesidad de la instalación
de grandes edificios movidos por inmensas ruedas hidráulicas, las
cuales gracias a un juego complicado de poleas y embarrados con-
seguían poner en movimiento las máquinas que operan en los di-
ferentes estadios de la producción. Por causas evidentes debidas
a la transmisión del movimiento las fábricas en cuestión se cons-
truían a lo alto. Son tres, cuatro o incluso cinco pisos asociados
lógicamente a un montacargas.

Esta preeminencia del agua está acompañada de una constante


búsqueda de perfeccionamiento en el rendimiento energético. El
problema no residía en el origen de la fuerza del agua sino en con-
seguir que la captación fuera lo más completa posible. Durante
mucho tiempo las ruedas hidráulicas fueron ruedas medievales 63
Arquitecturas e ingeniería del agua:

El trabajo del hierro.


La industria de la transformación del hierro en el País Vasco ha de la ferrería al Alto Horno? Todo parece indicar que existían ver-
sido una actividad económica de primer orden durante siglos, ac- daderas dificultades estructurales. Bien es verdad que la ferrería
tividad que vio su máximo desarrollo en el momento en que la era una unidad muy importante de producción, que por otro lado
rueda hidráulica se perfeccionó para poder obtener el máximo be- buscaba beneficios, pero a la que le costaba enormemente dar
neficio del agua. El trabajo del hierro, presente desde antiguo en el paso de simple ferrería a empresa capitalista moderna. En la
Euskal Herria, ha sido secularmente uno de los principales pilares mayoría de los casos el propietario no coincidía con el industrial
de la economía interna del País; la ferrería se constituyó durante ferrón, los contratos eran muy breves y todo esto se reflejaba en
largos siglos en una verdadera unidad de producción de hierro y un sistema muy fraccionado. Igualmente debido a los importantes
acero en la que se reunían aspectos materiales, técnicos, econó- desembolsos que en la unidad de producción se debían realizar, el
micos y sociales. La ferrería no hubiera existido sin agua, sin mi- fabricante propiamente dicho estaba subordinado a un capitalista
neral, sin combustible y sin tecnología (barquines, mazos, y otras más fuerte, generalmente una empresa de comercio que era la
herramientas). que podía proporcionarle dinero líquido en préstamo para solucio-
nar el aprovisionamiento del carbón, solucionar las averías etc. y
Esta actividad siderúrgica y metalúrgica, hasta la aparición de las sobre todo para poder hacer frente al transporte del mineral; pero
fábricas modernas, estuvo en manos de las unidades de produc- indudablemente comercio e industria eran dos sistemas totalmen-
ción atomizadas conocidas como ferrerías a cuyo frente estaba te diferentes que no podían basarse en los mismos parámetros.
el ferrón, mezcla de empresario y maestro artesano. La industria Estas nuevas empresas, que fundían mineral de hierro en altos
férrica prosperó mucho durante los siglos centrales de la Edad hornos, pudelaban o afinaban el colado convirtiéndolo en hierro
Moderna, llegándose a efectuar importantes exportaciones a In- dulce martilleado o laminado, acabaron con lentitud, entre 1826 y
glaterra a pesar de los derechos prohibitivos que regían en aquel 1860, con aquellas ferrerías que no se modernizaron.
reino.En 1752, el número de ferrerías en el País era de 72; en 1789
eran ya sólo 64. La actividad de las ferrerías fue languideciendo Como consecuencia de lo comentado en las líneas anteriores, el
durante la primera mitad del siglo XIX, entre 1814 y 1860. En 1845, número de ferrerías guipuzcoanas descendía a medida que en la
Pascual Madoz en su diccionario se refiere a la existencia en activo provincia vecina, Bizkaia, se acrecentaba más y más la producción
de 51 de ellas. El retraso técnico acumulado a lo largo de casi tres de hierro en industrias de más envergadura. A partir de 1860, el
siglos por la siderurgia tradicional acabó resultando económica- declive de las ferrerías y la desaparición de las mismas era un he-
mente insostenible en el primer tercio del siglo XIX. Los cambios cho irremediable. Los nuevos sistemas de obtención de hierro en
paulatinos y entre ellos el traslado de las aduanas a la costa en alto horno y la evolución de los precios del producto así obtenido
1841, a la vez que se promulgaba el arancel general supusieron de marcaba el final de una industria tradicional en Vasconia. La venta-
hecho el fin de la siderurgia tradicional. Ello estimuló el nacimiento ja comparativa que conseguirían otras provincias en la obtención
de fábricas modernas con las que aquella no pudo competir. Du- del metal férrico, a costos más bajos, obligó a Gipuzkoa a abando-
rante un tiempo, lograron sobrevivir vendiendo tocho a los nuevos nar gran parte de la producción de este metal.
establecimientos, pero su final definitivo no tardaría en llegar.
La única solución era la renovación tecnológica intentando produ-
Estas palabras de Madoz nos hacen pensar que a pesar de la cri- cir aquello que el arancel protegía suficientemente. Los cauces
sis, fueron un gran número las que se resistían a desaparecer. de los ríos guipuzcoanos en estos años veían obsoletas sus fe-
rrerías de agua pero estaban ubicadas en lugares excelentes y no
Son mucha las preguntas que se nos plantean ante la realidad les faltaron salidas airosas. Algunos emplazamientos tradicionales
a la que habían llegado las ferrerías ¿Por qué no se introdujeron continuaron dedicándose a la producción del hierro y su estrategia
las nuevas técnicas en el País Vasco? ¿Por qué no se dio el salto se orientó hacia el establecimiento de hornos altos para la produc-
64 como en los países adelantados de Europa en la misma época, ción de hierro colado y a la importación de las tecnologías de afino
paisaje y patrimonio en Gipuzkoa.

fundamentalmente para su conversión en hierro dulce, todo ello las relaciones laborales, pero que ya rayando la mitad de la centu-
destinado a abastecer parte del mercado interior. Otras ferrerías ria del siglo XIX, su continuación era cuando menos anacrónica.
se trasformaron en modernos centros de fabricación de papel, en
empresas textiles y también los hubo que se orientaron hacia la A Fermín Lasala no le movió en esta adquisición un afán terrate-
fabricación de cal hidráulica. Cambió la orientación industrial para niente sino que estaba seguro que éste sería el lugar idóneo don-
adaptarse a los nuevos tiempos pero el espacio industrial no sufrió de instalar una moderna fábrica de hierro continuando la tradición
cambios decisivos. Ha sido más recientemente cuando la política productiva del lugar, pero eso sí, introduciendo las mejoras y las
de suelo industrial ha expulsado a la industria de los núcleos urba- nuevas tendencias del momento.
nos y por lo tanto la ha alejado de los cauces fluviales.
Junto a la ferrería existían también dos antiguos molinos: Goi-
Son muchos los casos en los que se observa esta transformación, coerrota y Becoerrota; estos también fueron adquiridos insta-
a continuación nos detendremos en la transformación a la que lándose allí una industria molinera, con los planteamientos más
se vio sometida un espacio tradicional productivo del Antiguo Ré- modernos del momento. Además las modernas máquinas que
gimen hasta su conversión en una moderna industria capitalista. empezaron a funcionar allí fueron construidas en la misma fábrica
La orientación seguía siendo la misma el trabajo del hierro, pero de Lasarte, siendo uno de los primeros trabajos que el ingeniero
como veremos más adelante era mucho lo que se debía hacer Eduardo Fossey proyectó por encargo de Fermín Lasala.
para adaptarse a los nuevos tiempos. Lo que si permanecía era la
ubicación originaria, el uso del agua y las infraestructuras hidráu- Fermín Lasala este activo y emprendedor empresario y el verda-
licas. dero impulsor de esta iniciativa, podía haber orientado este es-
pacio industrial, privilegiado como tantos otros en cuanto a las
En Lasarte, en terrenos por aquel entonces pertenecientes al mu- condiciones espaciales al sector textil, o al sector papelero, pero
nicipio de Urnieta, existía una ferrería entre los años 1625 y 1752. seguía creyendo en algo que los guipuzcoanos conocían muy bien
Se levantaba a 20 metros sobre el nivel del mar movida por las el trabajo del hierro. La manipulación y transformación del hierro
aguas del Oria con un caudal medio que rondaba en ese punto los era por lo demás un sector muy amplio y decidió orientar su pro-
25m3/s. Desde comienzos del siglo XVIII, este conjunto estaba yecto hacia la fundición por moldeo y podemos decir que no se
formado por una ferrería mayor, una ferrería menor y un molino. equivocó.
En concreto en 1752 se afirmaba que la ferrería menor labraba
800 quintales de hierro, es decir, que ambas eran consideradas Además se estaba iniciando un momento en el que se comenzaba
ferrerías mayores. poco a poco la mecanización del trabajo y Lasala sabía a ciencia
cierta que las nuevas industrias papeleras, textiles, la nueva mo-
En 1847, recién estrenado el nuevo orden político y las nuevas linería necesitaría turbinas y modernas máquinas y que hasta la
fronteras tras la Primera Guerra Carlista, Fermín Lasala, activo y fecha llegaban desde muy lejos.
emprendedor guipuzcoano puso sus ojos en estas instalaciones
productivas ya obsoletas y abandonadas que por aquel entonces En concreto en el año 1851 Eduardo Fossey escrituró un intere-
estaban en manos de Luciano de Porcel, Marqués de Villalegre y sante contrato con el subdirector del Sindicato de Riegos de Taus-
de San Millán, vecino de Granada. El citado marqués contaba en- te en Zaragoza. Este sindicato estaba dispuesto a probar la mo-
tre sus muchas propiedades con un entorno industrial de primer derna tecnología sustituyendo las antiguas norias que a mediados
orden, formado como veremos a continuación por una ferrería, del siglo XIX estaban todavía instaladas en las acequias y hacerse
dos molinos y como por la Casa-Torre. Este lugar reproducía como con la maquinaria necesaria para elevar las aguas aprovechando
en otros muchos emplazamientos guipuzcoanos lo que había sido el salto que existía en el edificio conocido con el nombre de las
durante siglos el orden económico y social y donde se habían dado Novias. 65
Arquitecturas e ingeniería del agua:

Dicha máquina estaría formada por una turbina de 12 caballos metros y que en ningún momento podría gastar más de un tercio
con un árbol vertical de hierro dulce y piñón horizontal que en- de metro cúbico de agua.
granaba con una rueda de ángulo que variaba el movimiento, el
eje de ésta sería horizontal y de hierro colado. Tenía además en Uno de sus principales clientes fue la industria papelera, la cual
sus dos extremos dos piñones que engranaban así mismo con estaba viviendo en esos momentos un momento de gran dina-
las coronas dentadas de las ruedas de cajones que eran las des- mismo. La empresa de Lasarte les proporcionaba tanto las turbi-
tinadas a subir el agua. La turbina se acomodaba a un salto de 5 nas como las ruedas hidráulicas con las que conseguían energía
pies y medio castellanos, que había fijado el maestro mayor de como las máquinas de producción, sin que para ello tuvieran que
las obras de la acequia. recurrir a empresas extranjeras o lejanas. De hecho la sociedad
fundidora se encontraba en la cuenca del Oria, la misma que
La máquina debía ser construida en los talleres de Lasarte y se vería crecer un gran número de enclaves papeleros. La lista de
recibiría en su lugar de destino según los siguientes precios: 300 sus clientes es larga: la antigua ferrería de San Miguel de Navarra
reales de vellón por cada uno de los 140 quintales de 100 libras donde se iba instalar una fábrica de papel, la empresa “Fagoaga,
castellanas de hierro que pesaba la turbina y 175 reales de vellón Lecuona y Cía” de Mugaire (Navarra, la empresa “Juan Sesé y
por cada uno de los 240 quintales de 100 libras de hierro que Cía” de Tolosa también en 1870 encargó una rueda hidráulica.
pesaban las demás partes de la máquina. Las empresas “Echezarreta y Cía” de Irura y Bonifacio Guibert
de Hernani también le encargaron sus turbinas, “La Tolosana” de
Un año más tarde en 1852, Fossey recibió un interesante encar- Baldomero Ollo, José Zeberio de Tolosa, el molino de Chiquier-
go de Fermín Lasala. Nuestro activo Fermín Lasala entre otras di en Usurbil se instalaron dos pequeñas turbinas, la empresa
muchas cosas, también participaba en la empresa de las obras “Arza, Eizmendi y Compañía” de Alegia realizaron el siguiente
de mejora del muelle del Puerto de la ciudad de San Sebastián, convenio: “Garay y Arregui” de Oñati encargó un aparato de ca-
que por aquel entonces estaba necesitada de una draga para la lentar el aire y un ventilador para secar fósforos por 3.800 reales
ejecución de las citadas obras. La fundición de Lasarte fue la de vellón.
elegida para llevar a cabo el citado trabajo. La draga diseñada por
Eduardo Fossey se componía de una viga armada con los corres- También desde La Coruña, recibió el encargo de Manuel Fernán-
pondientes cangilones de hierro fijados a dobles cadenas que se dez Granas para el diseño, fabricación y montaje de una máquina
movían sobre rodillos giratorios. de vapor y caldera cuyo precio ascendió a 62.000 reales de ve-
llón. Tradicionalmente se había aceptado que las máquinas que
También en este año de 1852, Fossey se ocupó de la remodela- se montaron en el inicio de la industrialización fueron adquiridas
ción de la fábrica de Irura. En los años justamente anteriores a en su gran mayoría en el extranjero. La empresa que estamos
esta fecha en el citado lugar Juan Gregorio Echezarreta y Pedro analizando nos muestra sin embargo una tecnología autóctona
José de Aristi eran propietarios de una fábrica de fundición esta- muy importante.
blecida en ese emplazamiento, fábrica que contaba además con
su casa habitación. Estos además participaban en una fábrica de También desde Zaragoza, desde la zona conocida como Ateca
papel, hilados y tejidos de algodón y lana que poco a poco iba en se recibían interesantes encargos. Esta zona como en Gipuzkoa
aumento por lo que decidieron arrendar la citada fundición por se estaba propiciando el cambio en el uso de los tradicionales
la cantidad de 20.000 reales de vellón. Era un momento en que molinos en los que se instalaban modernas turbinas, que propor-
la producción de papel vivía un momento álgido, dándose una cionaban energía eléctrica. Éste fue el pedido de Francisco Acero
especialización en el valle del Oria. Estos socios además encar- o la turbina que se construyó para Carlos Moreno de Aguilar del
garon a Eduardo Fossey la construcción de una turbina de hierro Río Alhama, turbina que alcanzó el precio de 31.000 reales de
66 colado de 12 caballos de fuerza para aprovechar un salto de 4 vellón.
paisaje y patrimonio en Gipuzkoa.

La fundición de Lasarte había permanecido en el mismo lugar, verría decidió recién iniciada la década de los años 90, comenzar
con altibajos durante 40 años. Desde 1848, había ocupado el a fabricar un nuevo artículo: tuberías y fundiciones ligeras, para lo
mismo espacio. Tuvo que hacer frente a la escasez de materia cual se hizo venir de Hannover (Alemania) un nuevo cubilote.
prima de calidad, de hecho el lingote siempre era traído desde
el extranjero, a una escasa capitalización, pero nunca había teni- Hasta esta década, como hemos visto anteriormente disfrutaba
do que hacer frente a una dura competencia. Pronto las cosas de una situación privilegiada ya que pocas empresas a su alre-
cambiarían. dedor podían hacerle sombra. Pero el sector de la fabricación de
la maquinaria se vio favorecido por el arancel proteccionista de
Desconocemos las razones exactas por la que se produjo el tras- 1891 que supuso una fuerte subida de los derechos de impor-
lado a Pasajes, pero en el año 1888 la empresa estaba instalada tación de la maquinaria extranjera e hizo que nuevas iniciativas
en su nuevo emplazamiento, en Molinao. Todo hace suponer que se presentaran como prometedoras. Una muestra de ello fue el
el cambio de localización vino motivado sin duda, en relación a surgimiento de una potente empresa La Maquinista Guipuzcoa-
la búsqueda de unas mejores condiciones estratégicas. El lugar na que instaló sus talleres en Beasain en 1892. Posteriormente
elegido, en este caso, no fue como en la década de los 40, un al constituirse en Bilbao la Sociedad Española de Construcciones
espacio con tradición industrial, sino que ahora se trasladaron a Metálicas (1901), la fábrica fue absorbida por esta sociedad y fue
un lugar virgen, nuevo que décadas atrás había sido adquirido y entonces cuando se diseñó una nueva gran factoría. Volvería a
desecado por Fermín Lasala. Era además un lugar más cercano ser independiente bajo el nombre de Fábrica de vagones de Bea-
a la frontera, mejor comunicado con el puerto y con el ferrocarril sain, para integrar a partir de 1917 la Cía Auxiliar de Ferrocarriles
a dos pasos. S.A. cuyas siglas la identifican hoy día: C.A.F.

Por aquel entonces sus clientes seguían siendo aquellas indus- Fundiciones Molinao hacia 1892 trabajaba la llamada “fonte
trias que se estaban dando sus primeros pasos: Romualdo Gar- courante”, todo lo referente a los efectos de cocina, tubería de
cía e hijo, Vda. de Aurrecoechea, Francisco Brunet, J. Olibet e bajada aprovechando el desarrollo urbanístico que estaba disfru-
hijo, Francisco Sarasola, Juan Bautista Laserre, Zulueta e Isasi, tando la capital guipuzcoana. Además en ese momento, la em-
Manuel de Urcola, José L. Corta y Cía, Berasaluce, Barrena y presa se encontraba en pleno trabajo una vez vencidos los pro-
cía, Juan Iriarte, Ramón de Brunet, Mercader y Vda. de Londaiz, blemas para la fusión de los tubos. Los datos estadísticos daban
Moyua, Elorza y Altube, Real Compañía Asturiana, L. Duras y Cía. a entender que los beneficios eran mayores cuanto mayor era el
La mayoría de las empresas seguían siendo papeleras, pero tam- peso total de lo fundido en cada campaña.
bién las había que se dedicaban a las transformaciones metálicas
o industrias textiles. Por aquel entonces, recién iniciado el siglo XX, la empresa fun-
cionaba todavía con calderas y máquina de vapor, de hecho tenía
A comienzos de la década de los años 90 del siglo XIX, la em- asegurado un abastecimiento fácil de carbón procedente de As-
presa fundidora que nos ocupa volvió a vivir momentos de gran turias gracias a la cercanía del puerto de Pasaia. Pero paulatina-
incertidumbre. Fue en estos años cuando comenzaron a instalar- mente la energía eléctrica iba ganando terreno y decidió comen-
se modernas fundiciones, que utilizaban ya todos los adelantos zar a utilizarla en sus instalaciones.
de época, mientras ellos seguían realizando los trabajos con las
máquinas de la época de Fossey y todavía utilizando en el meca- Consiguieron que la empresa Arditurri de la mano de Mariano
nizado la lima y el cincel. Arrieta les ofreciera una fuerza de 20 caballos de fuerza pagando
por cada caballo de fuerza y año 300 pesetas, con una duración
Con idea de vencer la fuerte competencia que ya existía en la fa- de 12 horas diarias. Todos los cálculos que efectuaron les con-
bricación de máquinas, el director de la empresa, Antonio Eche- vencieron de que esta formula era más económica que el consu- 67
Arquitecturas e ingeniería del agua:

mo de carbón en las máquinas de vapor. Una vez más la energía En 1958 se transformó en la empresa “Victorio Luzuriaga S.A.” y
hidroeléctrica ganaba la batalla. El coste del motor eléctrico era en 1960, al fallecer Victorio, se amplió la base de la sociedad. A
menor y se economizaban los costes del fogonero y las repara- finales de los años 60 se instaló una nueva fundición en Tafalla.
ciones de las calderas. Tras los problemas a los que tuvo que enfrentarse en la década de
los años 70 y 80, en la actualidad se encuentra dentro del grupo
El año 1918, fue una fecha clave para la empresa de Pasaia. La cooperativo Fagor, habiéndose cerrado definitivamente la planta
Casa Brunet y el Duque de Mandas estaban al frente de la ci- de Pasaia.
tada sociedad desde 1858, habían sufrido crisis, cambios en la
producción, en el emplazamiento, pero finalmente en esa fecha Este era, explicado a grandes rasgos, el panorama del sector hasta
decidieron ofrecer la empresa a Javier Luzuriaga. bien entrado el siglo XIX. En algunos casos como los dos que ana-
lizaremos a continuación la fandería de Iraeta y la Fábrica de hierro
Javier Luzuriaga nació en Oiartzun a mediados del siglo XIX. en Vera de Bidasoa, si se dieron las mejoras tecnológicas necesa-
Pronto comenzó a trabajar como aprendiz en la fábrica de Lasar- rias gracias a las cuales dieron el salto hacia nuevas maneras en la
te, precisamente objeto de nuestra atención en la época en la fabricación del hierro, pero eran muchos los vicios estructurales y
que la dirección estaba en manos de Goicoechea y donde llegó a muy difícil romperlos; quizá haya que ver en este último aspecto el
ser un buen ajustador montador. Dado su carácter emprendedor principal problema que hizo que las nuevas iniciativas siderúrgicas
decidió abandonar su trabajo como asalariado y se estableció por no llegaran a consolidarse. A pesar de ello cubrieron un espacio
su cuenta en el muelle de San Sebastián y posteriormente en amplio en los inicios de la moderna siderurgia y metalurgia y fue-
la calle 31 de Agosto. Enriquecido por su trabajo y gracias a un ron el necesario paso antes de que llegaran la consolidación de
premio de lotería adquirió por compra los terrenos de una anti- nuevos sectores como veremos más adelante.
gua fábrica de azúcar cerrada que ocupaba un lugar vecino al que
luego sería el Colegio de los Jesuitas en Ategorrieta, parte de la La preocupación por la mejora tecnológica se hizo presente en el
Avenida de Navarra y las casas de Andonaegui y Mendizabal, a siglo XVIII de la mano de “Real Sociedad Vascongada de Amigos
donde se trasladó en 1898. del País”, en la que una de sus mayores preocupaciones fue pre-
cisamente la renovación técnica de las ferrerías y el conocimiento
Ante el temor de que los terrenos se vieran afectados por los de los nuevos procedimientos en uso en Europa. Por lo tanto es
previsibles y futuros ensanches de San Sebastián, adquirió en obligado referirnos a ella, al tratar la industria metalúrgica en el
Tolosa unas fundaciones establecidas allí a donde se trasladaba País Vasco. A lo largo de los diferentes acuerdos y discusiones que
todos los días, hasta que finalmente accedió al ofrecimiento de tuvieron lugar, podemos aproximarnos a la situación del sector si-
los propietarios de la Fundición Molinao y trasladó allí sus máqui- derúrgico y a la manera a la que se enfrentaron a los nuevos retos
nas, elementos y plantillas de Ategorrieta y Tolosa. Bajo la nueva que Europa planteaba.
dirección, los talleres dieron una ocupación a 180 obreros. En
1934 con su hijo y colaborador Victorio Luzuriaga constituyó la Uno de los primeros acuerdos que la Sociedad tomó fue el estu-
Sociedad Regular Colectiva “Javier Luzuriaga e hijo”. diar cual de las tres tipos de fuelles, barquines o trompas llama-
das aizearka era el mejor sistema, esta última era precisamente
Posteriormente en 1937 pasó a denominarse “Victorio Luzuriaga la que usaba el agua para mejorar el tiro del horno en las ferrerías.
S.L.” En la década de los años 40, su empresa necesitaba exten- Una de estas fue ensayada por el socio Pablo de Areizaga en la
derse al campo del acero moldeado y de laminación y ello le llevó ferrería Bengolea en Legazpi según las dimensiones publicadas
a interesarse por la empresa de Usurbil “José de Orueta S.A.” por la Real Academia de Ciencias de París en los que el producto
que debido a las restricciones eléctricas del momento trabajaba obtenido fue de buena calidad y el consumo de carbón parecido
68 a ritmo lento. al de los barquines.
paisaje y patrimonio en Gipuzkoa.

Sin duda las ideas propugnadas por la Bascongada calaron hon- Francisco Elorza y Aguirre (1798-1873) nació en el barrio de Araoz
do. Esta sociedad recomendaba la rápida implantación de fá- de Oñati, combatió contra los Cien mil hijos de San Luis. Estuvo
bricas de hoja de lata, tachuelas, alambre y agujas. Y es que exilado en 1823 y fue impulsor de la Fábrica de armas de Trubia.
tras el final de las contratas con la liberalización del comercio, la También introdujo en España la fabricación de cañones de fusil.
Fandería de Iraeta orientada a la fabricación de frascos de azo- Era constantemente consultado y se le mantenía informado sobre
gue adoptaría como principal producción la fabricación de hoja las iniciativas que se llevaban a cabo; no dudamos que sus opinio-
de lata. nes tuvieron mucho que ver en varias de las iniciativas que se lle-
varon a cabo: investigaciones sobre el carbón mineral, instalación
Con la llegada del nuevo siglo la preocupación por las mejoras de una fábrica de hojalata.
no decayeron. A principios del siglo XIX, se produce una reac-
tivación de los estudios industriales de perfeccionamiento de Gracias a esta interesante correspondencia hemos podido cono-
la industria siderúrgica de la mano de la Sociedad de Fomento cer la instalación de un horno alto en Andoain, lo más probable en
dependiente también de la Real Sociedad de Amigos del País. la ferrería Lizarkola, en la década de los años 20 del siglo XIX, que
En la reunión que mantuvieron el 21 de Agosto de 1832, asistie- fracasó según su opinión por las dimensiones poco adecuadas del
ron el Conde de Peñaflorida, el conde de Monterron, el Conde horno o debido a la inexperiencia de los operarios. Nuevamente
de Villafuertes, José Ramón de Mendia, Gaspar de Aranguren, el lugar elegido para las nuevas experiencias siderúrgicas era una
Ignacio de Zavala, Gabriel de Ibarzabal. Excusaron su asisten- ferrería, junto a un cauce fluvial.
cia Manuel Joaquín de Igueravide y Agustín de Echeverria. Este
nombre volverá a aparecer en varias ocasiones ya que se trata A través de sus cartas podemos apreciar que era un perfecto co-
del industrial ferrón encargado de la Fandería de Iraeta. Su pa- nocedor de la realidad siderúrgica de Inglaterra, tal y como se re-
dre fue el ferrón cuando a Iraeta tan sólo se le podía considerar fiere en su carta remitida desde la Fábrica del Pedroso el 24 de
ferrería. A esta reunión acudió Francisco Antonio de Elorza, di- Marzo de 1831, en la que contesta sobre la instalación de una
rector de las Ferrerías establecidas en Marbella y en Pedroso en fábrica de cilindros.
Andalucía para tratar sobre los medios que podrían adoptarse en
Gipuzkoa, para evitar la ruina de sus ferrerías, que ya sufrían la Pocos años más tarde en 1869, eran 18 ferrerías las que estaban
competencia de las fábricas de hierro levantadas en Andalucía. activas en Gipuzkoa. Según aclara la Revista Minera en ese mis-
Todos estuvieron de acuerdo en la necesidad de lograr una re- mo año se produjeron 11.200 quintales métricos de hierro dulce y
ducción en el consumo del combustible, adoptándose en el País 1.600 de acero cementado. Esta industria ya ocupaba tan solo a
el método seguido en las ferrerías a la catalana existente en el 89 hombres. Sin embargo, ese mismo año los dos hornos altos de
Condado de Foix y Pirineos Orientales de Francia. Beasain produjeron alternativamente una cifra superior que llegó a
los 22.500 quintales métricos de hierro.
Una figura esencial en todo este movimiento que intentaba fa-
vorecer la siderúrgica en el País fue Francisco Antonio de Elorza, La única salida que tenían las ferrerías era su reconversión y debi-
director de las ferrerías establecidas en Marbella y en el Pe- do a su óptima localización se encontraban junto a los cursos de
droso en la provincia de Málaga. Mantuvo durante los primeros los ríos, no les faltaron salidas airosas.
años del siglo XIX, una interesantísima correspondencia con el
Conde de Zavala, donde le responde a todo tipo de preguntas En Tolosa se transformaron en papeleras, o se instalaron altos
sobre los adelantos técnicos y científicos y las posibilidades de hornos como en la ferrería de Amaroz; en Legazpi se fabricaron
mejora que tenía el sector a la vista de su experiencia por toda cartuchos durante la Segunda Guerra Carlista en la ferrería de Ola-
Europa, aconsejándole de manera clara sobre la dirección que verria y en la de Olazarra se fundió plomo de las minas del Aizkorri;
debían tomar los trabajos del hierro para salir de la crisis. otras pasaron a albergar la maquinaria necesaria para la fabricación 69
Arquitecturas e ingeniería del agua:

de un nuevo producto la cal hidráulica, tal y como sucedió en trajo a un mineralogista alemán quien reconoció Aiako Harria, al
la Fábrica de Iraeta en Zestoa, en la Alzolaras en Aia o en la de pie del Monte Santa Bárbara, en busca del preciado mineral.
Sarikola en Orio.
Esta fandería se erigió sobre las obras que en 1750 la Real Hacien-
Las fanderías eran las factorías dedicadas a la transformación del da había efectuado en la antigua ferrería de Renteriola en su intento
tocho de forja en chapa empleando para ello medios mecánicos de establecer una Real Fábrica de anclas.
que sustituyeron el lento y penoso método de fabricar ésta for-
jándola en el martinete. La fandería se mantuvo en activo hasta 1797 y finalmente fue des-
truida por los carlistas; posiblemente porque fabricaban armas para
Su aparición data del siglo XV, y la maquinaria más significativa en el ejército liberal. Esta fandería posteriormente fue transformada
la fandería eran los ingenios de cilindros empleados para laminar en fábrica de harinas manteniendo la infraestructura original con la
el hierro y para cortarlo mecánicamente. que se servían para a través del correspondiente salto hidráulico,
obtener la energía motriz con la que funcionaban los molinos y la
La primera fandería está datada en 1591, se trata de la construida demás maquinaria harinera. De esta fase se conserva una turbina
por Juan de Herrera y su sobrino Pedro de Liermo en la ferrería francis y cuatro pares de piedras accionadas mediante una serie de
de Berna, cerca de Durango, en la confluencia de los ríos Ibaiza- engranajes de gran vistosidad. Igualmente con diversos juegos de
bal y Orobio. Esta ferrería vendía el hierro cortado a los cerrajeros poleas se transmitía el movimiento del eje de la turbina a la serie
de Madrid y a los artesanos de Durango de elevadores por cangilones y tornillos sin fin. En el año 1999
se hizo una excavación arqueológica que determinó que la sala de
El recelo que estas máquinas crearon entre los artesanos de la máquinas del molino industrial de hecho aprovechaba la antepara
forja, que veían en las fanderías un rápido y eficaz competidor, de la laminación o fandería. Esta es una construcción en sillería de
unido a la postración técnica de España durante el siglo XVII, arenisca en la que se reconoce la acción del incendio que proba-
hace que no encontremos posteriormente instalaciones de este blemente destruyó la laminación cuando la conquista a manos de
tipo. las tropas francesas del territorio guipuzcoano en las Guerras de la
Convención. La laminación contaba con dos ruedas. Una de ellas
En Gipuzkoa se instalaron dos ingenios de estas características: movía los engranajes de los rodillos en los que se estiraban los
en Iraeta, Zestoa y en Errenteria. tochos y luego se cortaban en barras o gabillas. La otra servía a los
fuelles de un alto horno que se construyó al poco de inaugurarse
La instalación de tecnología moderna y máquinas era una idea la laminación para provisión del hierro que se usaba en la misma.
minoritaria que intentaba producir hierro competitivo con el eu- Las ruedas eran de un diámetro considerable unos nueve metros
ropeo tanto en la calidad como en precio. El lugar elegido por Si- según cuentan las descripciones de la época. Estaban dispuestas
món de Aragorri Marques de Iranda fue el ocupado por las tierras apoyadas en una estructura que permitía la llegada de agua por un
de Renteriola: un lugar muy atractivo ya que estaba ubicado en la salto lateral y no vertical como era usual en las ferrerías del país y
cabecera del Puerto y canal del Pasaje.Junto a esas tierras pasa- que se adaptaba a las gigantescas ruedas, como se puede compro-
ba el río Oiartzun que garantizaba el agua necesaria para mover bar. (1999, Arkeolan, Boletin informativo semestral 2/99).
la nueva máquina.
Esta no fue la única fandería instalada en suelo guipuzcoano en
Su impulsor, sabía que el emplazamiento estaba rodeado de mon- el valle del Urola se desarrolló la actividad de la fandería de Iraeta.
tes con las suficientes maderas y leñas para el abastecimiento de El emplazamiento de la ferrería de Iraeta a orillas del río Urola era
la fandería, pero también era consciente de que su empresa sería un lugar productivo privilegiado, como lo eran la mayoría donde se
70 un éxito si era capaz de encontrar carbón mineral, para lo cual había instalado las demás ferrerías, a lo que se sumaba la cercanía
paisaje y patrimonio en Gipuzkoa.

a la costa lo que favorecería los transportes de materias primas y Las viviendas de los obreros son de dos pisos. La planta baja de-
productos elaborados por mar. dicada a actividades agropecuarias y el piso principal destinado a
vivienda. Están construidas en mampostería revocada y enlucida.
En el siglo XVIII, hacia 1752, había tres ferrerías en Iraeta, propie- La cubierta es a dos aguas, con caballete paralelo a la fachada prin-
dad del Duque de Granada que estaban al cuidado del ferrón Anto- cipal y teja curva. En la fachada principal se abre una puerta de
nio de Alzolaras, con una producción de 3.200 quintales. amplias dimensiones, adintelada. Las casas son muy sencillas, tan
sólo presentan como elementos decorativo un zócalo corrido. Cada
A principios del siglo XIX, en pleno intento por parte de la Real casa presenta un nombre que aparece en el dintel de la puerta de
Sociedad Bascongada de Amigos del País de favorecer la industria ingreso: Dumbax, Daminerokua, Motxa-enea, Zabal-etxe, Akertza,
siderúrgica, se instaló en la ferrería de Iraeta una fandería. Los en- Lokatza, mañane Karmenenea, Etxebarri, Arrieta, Txema-enera,
cargados de llevarlo a cabo eran en concreto muy a principios de Otxua, Amuxkua. La construcción de la casa del administrador es
siglo en 1806, Manuel Arambarri vecino de Azkoitia y Antonio Fran- más elaborada destacando con respecto al grupo de casas, cuya
cisco de Echeverria. La principal ocupación de la citada fandería entrada preside. Está realizada en mampostería enlucida, con te-
era la realización de una contrata con la Real Compañía de Filipinas jado a cuatro aguas y teja curva con un amplio alero. En la fachada
para la elaboración de treinta y tres mil vasijas o frascos de hierro principal de la vivienda se abre una puerta situada en el segundo
para conducir azogue a América, frascos que posteriormente eran piso; se accede a ésta a partir de una escalera. La puerta de ingre-
trasladados a las Reales Atarazadas de Sevilla. so y los vanos presentan recerco con sillares de piedra arenisca. Al
otro lado de la carretera frente a la casa del administrador se halla
Para alojar a toda la población obrera de la fandería se generó una el lavadero público que lleva la fecha de 1842.
autentica colonia rural de 14 casas en renta donde se alojarían los
trabajadores ingleses. Estas casas se alinean a los lados de una Excavaciones arqueológicas, sin lugar a dudas nos ayudarían ha in-
amplia calle y están construidas con el modelo de planta y sección terpretar este lugar emblemático de la historia industrial del país.
de la casa rural o caserío pero con la particularidad de que las casas
están unidas entre si por paredes medianeras: casas muy sencillas
sin concesiones decorativas. En la actualidad la colonia está alejada
de las redes de comunicación, tras la construcción de la variante
de Iraeta.

Además de las casas descritas anteriormente el conjunto urbano


se completa con un edificio singular -la casa del administrador- si-
tuada a la entrada del barrio y una serie de edificios de equipamien-
to colectivo, el frontón, la ermita dedicada a Santa Inés y un lavade-
ro. En el entorno próximo a la colonia residencia existen restos de
edificación industrial, ligada a otras épocas de la colonia.

Por otra parte el elemento urbano estructurante del barrio, la calle


central continua en forma de camino rural hacia el espacio rural del
Valle del Urola. Esta vía es a su vez el eje que estructura la explo-
tación agrícola, dando acceso a una serie de grandes parcelas indi-
viduales explotadas por cada uno de los usuarios de las viviendas
de la colonia. 71
Arquitecturas e ingeniería del agua:

La minería.
Otro de los sectores económicos que han necesitado tradicional- Tuvieron que excavar la antepara para ubicar la rueda y para que
mente importantes cantidades de agua ha sido la minería. El agua ésta pudiera girar con comodidad. Cuenta también con un gran
era utilizada tanto como fuerza motriz para mover sus ingenios muro de contención en el que se aprecian dos aliviaderos, que
pero también el agua pasaba a formar parte del proceso producti- limitan una superficie amplia, hoy ocupada por una plantación de
vo. Las compañías mineras instalaban lavaderos de mineral apro- manzanos. En esta explanada se observan los trazados de los an-
vechando la infraestructura de los antiguos molinos. Este fue el tiguos canales de abastecimiento: uno procedente de la regata
caso de las compañías mineras que explotaron las minas de Irun. Burutaran y otro de la de Aranzate. Este elemento puede conside-
En el siglo XIX las ferrerías de Aranzate y Urdanibia eran las únicas rarse genuino en sus líneas maestras de la fase final de funciona-
que quedaban en activo. Pero debido a su buena situación el di- miento de Aranzate. Cuando se abandono el lavadero se convirtió
rector de la Compañía de las Minas del Bidasoa decidió establecer en caserío y en la actualidad se ha instalado una sidrería. (Arkeo-
un lavadero para la limpieza de minerales en el molino Urunea y lan. Boletin informativo semestral, 1/1998),
en la ferrería de Aranzate, aprovechando para ello la infraestructura
hidráulica de la antigua ferrería. Así se explica la imagen que pre- También en el coto minero de Mutiloa, en el de Katabera en
senta en la actualidad en la que sobresalen ciertos elementos ex- Legazpi-Oñati, en Arditurri en Oiartzun se observa en el paisaje
cepcionales en el panorama de la siderurgia tradicional hidráulica un uso intensivo de las regatas o pequeños cauces. Son visibles
y que tiene razón de ser en las obras de reconversión de la misma restos de lavaderos de mineral y balsas de decantación de mineral
para otros fines como es el caso del lavado de los minerales. etc.

F. 11_ Restos de los lavaderos del


F. 11
Coto minero Katabera- Udana.

F. 12_ Molino papelero ubicado


en Azpikoetxe. Legazpi.

72
paisaje y patrimonio en Gipuzkoa.

F. 12

El uso del agua


en el sector papelero
Tradicionalmente el sector papelero ha necesitado el agua de producía malos olores los trapos se troceaban a mano y seguida-
manera intensiva como fuerza motriz gracias a las numerosas mente se vertían a una pila con agua en la que se machacaban y
centrales hidroeléctricas que instalaron las papeleras. Con ello trituraban hasta reducirlos en una fina pasta o pulpa. Este proceso
conseguían el acceso directo a la energía. Igualmente tal y como de trituración que inicialmente se realizaba manualmente era muy
veremos a continuación entraba con verdadera carta de naturaleza penoso, posteriormente se mecanizó con los molinos papeleros
en el proceso productivo. movidos por energía hidráulica desmenuzándose los trapos con
grandes martillos o mazos de madera. Terminada esta operación
La fabricación de papel por el método tradicional ha sido una labor se pasaba a otras tinas en las que se diluía con agua hasta to-
manual lenta y costosa. Este trabajo comenzaba con la clasifica- mar un aspecto lechoso y se añadían diversos productos o colas
ción manual de los trapos según cualidades destinándose cada y almidones para dar apresto al papel. Se debía cuidar mucho el
una de ellos para obtener distintos tipos de producto final. Tras porcentaje de dilución de la pasta en agua pues esto era determi-
depositarlo en un pilón o pudridero, añadiéndole agua, se dejaba nante para conseguir la calidad y el tipo de papel deseados. A la
fermentar durante cinco o seis semanas hasta que alcanzaba vista de lo expresado anteriormente no
una temperatura que quemara al me- cabe duda de que el agua es básico
ter la mano. Tras esta operación que en todo el proceso.

73
Arquitecturas e ingeniería del agua:

F. 13

La tradición papelera del País Vasco que hizo de la comarca de F. 13_ Pila holandesa de la des-
aparecida Papelera San José.
Tolosaldea el centro de producción más importante de todo el
Estado remonta sus orígenes a las primeras décadas del ocho- F. 14_ Restos de la infraestruc-
cientos. Nombres como los de Ibar, Olano, Uranga personalizan tura hidráulica de la papelera
Arzabalza.
la raigambre de uno de los sectores de mayor rendimiento de la
industria guipuzcoana. Según Sebastian Insausti el primer molino
papelero fue establecido por Juan de Ibar natural de Tardets en
1803 en Alegi. El mismo estableció una fábrica de papel en 1805
en Azaldegui, Ibarra. Esta fábrica fue quemada en el año 1813 por
los guerrilleros Longa y Jauregui según Labayen, pero según Go-
rosabel por el titulado Diputado General José de Guerra de Legaz-
pi, Insausti insinúa que quizá éste podría haber tenido intereses en
la fábrica de Azpikoetxea en Legazpi y por lo tanto tenía verdadero
interés en eliminar un competidor. Esta última afirmación se trata
únicamente de una suposición de Sebastián Insausti y que hasta
la fecha no ha sido contrastada por documentación histórica. (In-
sausti, S. 1966)

Los primeros establecimientos papeleros frecuentemente apro-


vechaban antiguos molinos harineros o ferrerías y se inscribían
aún de lleno en el mundo de la la producción artesanal. El autenti-
co proceso de industrialización en el sector no tendrá lugar hasta
los años 40 del siglo XIX, considerándose la fecha de 1842 como
hito iniciador de esta nueva fase y ya de una forma definitiva tras
finalizar la segunda Guerra Carlista cuando por fin concurran las
circunstancias que harían de Tolosa y de su comarca un gran em-
porio papelero. En estos primeros años la fabricación se llevaba
a cabo con técnicas rudimentarias. Como materia prima se utili-
zaban casi invariablemente tejidos de hilo y algodón. Mezclados
estos con agua se trituraba la masa resultante hasta la obtención
de la pasta adecuada. Con moldes y filigranas se daba forma y
dibujo a cada hoja de papel que después se secaba y se encolaba
74 para pasar finalmente a un nuevo proceso de secado.
paisaje y patrimonio en Gipuzkoa.

F. 14

Como hemos dicho antes la fábrica La Esperanza inaugurada en La mayoría de estos restos se localizan precisamente en la comar-
Tolosa en junio de 1842 marca la ruptura con esta vieja tradición ca de Tolosa. Al día de hoy ha desaparecido ya un valioso elenco
instalando una máquina de papel continuo que acabó con los pri- de las industrias del ramo asentadas en la ribera del Oria pero aún
mitivos molinos papeleros cuya producción era lenta, cara y el perviven significativas muestras no tanto mecánicas como arqui-
tamaño del producto limitado. Con este nuevo invento se fabri- tectónicas que nos permiten realizar un seguimiento evolutivo del
cará el papel con gran rapidez, elaborando una tira sin fin o del patrimonio histórico – papelero de Gipuzkoa.
largo deseado. El paso de un sistema a otro comportó sin duda
un cambio tecnológico importante. Pero no solo porque mecanizó En la mayoría de los casos se trata de grandes complejos fabriles
y abarató el proceso sino porque además revolucionó el mundo que integran pabellones de producción y dependencias adminis-
de la cultura y de la comunicación. Después en el año 1843 se trativas con unidades de suministro energético. También en oca-
estableció una nueva fábrica de papel continuo en Irura que da siones viviendas para el personal de la fábrica, servicios docentes
origen a la que más tarde se denominó Echezarreta G. Mendia y religiosos, configurando auténticas colonias industriales. Su lo-
S.A, Desde entonces ha sido un continuo crecimiento del sector calización casi siempre junto a los cursos fluviales no era producto
en Gipuzkoa. De 1856 data la fábrica de papel de Txarama que se del azar sino la consecuencia derivada del interés de los empre-
llamó La Confianza, Papelera del Araxes. Posteriormente le tocaría sarios por sacar el máximo partido al medio natural. De los ríos
el turno a La Providencia sita en Alegria en 1859. obtenían la fuerza motriz necesaria para accionar sus instalaciones
y una de las principales materias primas. Para la elaboración del
Durante el siglo XX, se desarrolló de manera notable la manufac- papel se necesitaban nada menos que cien litros de agua para pro-
tura del papel en las provincias del norte y Cataluña y ésta au- ducir un kilo de celulosa. Y cuando esto no era posible se llevaron
mentaba poco a poco la producción de papel continuo incluso los a cabo espectaculares obras de ingeniería hidráulica.
grandes rollos para las rotativas de los diarios.

Ya en la década de los años 30 la industria del papel en Gipuzkoa


tenía una importancia verdaderamente trascendental pues se ha-
llaban instaladas en ella 22 fábricas con 32 máquinas en la que se
fabrican toda clase de papeles desde el tipo de seda pasando por
el papel para los periódicos hasta los estucados y aquellas calida-
des de características especiales para trabajos finos de imprenta,
litografía de todos sus procedimientos.

Evidentemente esta importancia que a nadie se le escapa sobre


el papel en Gipuzkoa ha provocado la existencia de un conjunto
representativo de restos de la industrialización guipuzcoana. 75
Arquitecturas e ingeniería del agua:

F. 15_ Acueducto de hormigón


sobre el río Araxes de la Papele-
ra del Araxes.

También para el transporte la mayoría de las papeleras contaron F. 15


con ramales de ferrocarril propios enlazándose con la red viaria
estatal.

No es de extrañar que este sector protagonizase la aparición de


las primeras grandes fábricas porque fue precisamente el pio-
nero en la constitución de la industria moderna, con todas las
peculiaridades que ello conlleva en cuanto a capital, tecnología y
captación de mano de obra.

El agua es básica para la fabricación de papel y en la cuenca del


Oria en tan reducido espacio encontró las características nece-
sarias:

A continuación reproducimos un texto del libro de Antonio M.


Labayen Escenas papeleras que resume la visión que se tenía
del río en la década de los años 40 del siglo XX y la importancia
del agua: “Pobres ríos esquilmados por la alquimila papelera que
convierte su agua en oro”. Cien litros de agua hacen falta según
J.L. Olmaer para producir un kilo de celulosa. Señala “The Story
of News Print paper” refiriéndose al papel de prensa que al de-
positarse sobre la mesa de fabricación el fluido blancuzco se Uno de los lugares emblemáticos de la transformación del pai-
compone de 99,5 de agua y define realmente la fabricación de saje relacionada con la producción del papel ha sido la regata de
papel como echar agua a la pasta de madera y volvérsela a quitar. Elduaien o Berastegi que desemboca en el río Oria. Camino de
Parte del agua cae a través de la tela metálica por gravedad a pe- Tolosa hacia Berastegi cada dos kilómetros río arriba tropezamos
sar de la velocidad que lleva. Luego vienen una serie de prensas con un conjunto de largos edificios, tejavanas y cobertizos y todo
y cilindros de succión. Entran luego en juego la presión y el calor. ello rodeado de tubos que bajan de la montaña, de depósitos de
Al salir de las matas prensadoras el incipiente papel contiene tan agua, canales y acueductos, de presas y desagües cuando el líqui-
solo 70% de agua en vez del 99,5% del comienzo. Transportada do elemento sobra.
la hoja a una serie de cilindros calentados por vapor y en número
de 40 a 80 no dejan en el papel sino un 8% de agua. El resto lo Junto a esta carretera destaca las instalaciones de la empresa
ha perdido en pocos segundos en un pequeño recorrido. Papelera Calparsoro, hoy Maooa. En el pequeño espacio que exis-
te entre la carretera y el río se extiende la fábrica adaptándose a
En otra página añade el mismo autor que el río Oria se deshidra- estos condicionantes. También se levantan las casas de obreros
ta se agosta y se envilece para dar vida al papel. Esta reflexión y la casa del empresario. En la zona denominada popularmente
se podía y se puede extrapolar para el caso también de los valles en las papeleras como catacumbas en la década de los años 90
fluviales del Urumea, del río Oiartzun, del río Urola en su cabe- todavía estaban en funcionamiento dos turbinas que databan de
cera y del Leizaran. Labayen ya para aquel entonces, 1947, se los años 30.
hacia eco de los problemas medioambientales que ocasionaba
la producción del papel. Y ya entonces desde aquellas páginas Otro de los ríos papeleros por excelencia es el Araxes, no lejos
se exigía a los poderes públicos que evitaran y reglamentaran de su desembocadura el río da vida a dos barrios netamente pa-
los escapes abusivos de ingredientes tóxicos que aniquilaban peleros: Amaroz donde en el pasado se encontraba una antigua
76 los ríos. ferrería y Txarama donde se ubicaba una fábrica de machetes.
paisaje y patrimonio en Gipuzkoa.

Los orígenes de La Papelera del Araxes S. A. podrían encontrarse de Tolosaldea y se declaró en suspensión de pagos. Se mantuvo
en noviembre del año 1846, en el que se concede a José Antonio en esta situación durante algunos años pero poco a poco se fue
de Irazusta y a José María Yeregui, un permiso para abrir un canal adaptando a la nueva situación. En la actualidad se dedican a la
y construir una presa en terrenos de Leaburu. En ese mismo mes, transformación de la celulosa, que ya viene fabricada desde otras
los anteriormente citados, compraron un terreno sembradío que empresas. De nuevo parece que se han vuelto a reproducir los
existía en las proximidades del segundo puente de Amaroz con el problemas del pasado.
fin de construir una fábrica. En 1852 se comienza a materializar
el proyecto de la fábrica. El 21 de enero de 1858, construida la El conjunto presenta una importante infraestructura hidráulica y
fábrica de papel continuo “La Confianza”, nombre originario de la en este sentido se conservan las dos presas. La ubicada junto a
Papelera del Araxes, José Antonio de Irazusta entrega en arriendo la fábrica es de frente curvo construida en mampostería y sillarejo
la misma a los Señores. Echezarreta, Arizti, y Cía. por el término con una elevación de hormigón de la cumbrera y alzas móviles.
de diez años. El 23 de noviembre de 1900 se produce el cambio Sus dimensiones son de 35 m de longitud y 1,5 m de altura. De su
de denominación social, pasando a ser Papelera del Araxes S.A. estribo derecho parte el canal que cubre el trayecto de 250 m has-
que, más tarde en 1921, se convertía en Irazusta, Viganu y Cía, S. ta la fábrica de manera subterránea. Su anchura media es de 2,5
L. En el año 1956 Irazusta, Vignau y Cia. S. L. cambia su forma de m y en el tramo visible su fábrica es de mampuesto recubierto de
Sociedad, pasando a ser S.A. Por último, en junio de 1981 adquie- cemento. El conjunto hidráulico de Mikola en Lizartza está forma-
re la denominación de: Papelera del Araxes S.A. En la actualidad do por una presa de frente curvo. De la margen izquierda parte un
se denomina Celulosas del Araxes. En sus inicios, la Sociedad se canal el cual cubre una distancia de 4 Km hasta la fábrica siempre
constituyó sobre la base industrial de una sola máquina de papel al aire libre. Destaca el acueducto de 60 m de largo que salva el
continuo, con sus correspondientes accesorios y elementos auxi- desnivel de terreno cruzando la carretera y el río a una altura de 12
liares, con los que se conseguía la fabricación del papel partien- m sostenido por cinco parejas de pilares. Todo parece indicar que
do del tratamiento de la materia prima. Con el paso del tiempo, el acueducto levantado en 1902 fue obra de Eugenio Ribera y es
el florecimiento de esta empresa, permitió la instalación de dos considerado como una de las primeras obras en las que se utilizó
nuevas máquinas de papel continuo. En estas máquinas de pa- el hormigón.
pel continuo se fabricaba papel de fumar, papel higiénico de la
marca Abaca, papeles sedas y manilas, junto con otros papeles
de embalaje. En 1965 se inauguró un nuevo pabellón dotado de
una máquina de 2,60 m de ancho, en la que se incorporaron todos
los adelantos tecnológicos de la época. Teniendo en cuenta que,
en este tiempo, una de las primeras máquinas instaladas era ya
obsoleta, se decide venderla a mercados menos exigentes como,
en aquel momento, era el mejicano. En 1985 fue sustancialmente
modificada la instalación de 1965, disponiendo en la actualidad de
medios para la fabricación de las calidades más sofisticadas del
mercado de embalaje. A comienzos de siglo, la fábrica tenía 150
trabajadores, constituyendo una colonia a la que la empresa pro-
porcionaba casa, luz y otros servicios como una escuela gratuita y
obligatoria para los hijos de los obreros, al igual que una capilla. En
torno a los años 20, la fábrica sufrió un grave incendio que obligó
a una nueva reestructuración de los edificios de producción. La
trayectoria de la Papelera Araxes S.A. fue bastante estable du-
rante el siglo XX. Hacia los años 90 la empresa tuvo que hacer
frente a la crisis que se dio en el sector papelero en toda la zona 77
Arquitecturas e ingeniería del agua:

F. 16_ Papelera Portu y Cía.

F. 16

La fábrica Portu y Cía en Andoain es otra de las instalaciones


papeleras más interesantes desde el punto de vista patrimonial.
Se instaló junto al río Oria, en la primera década del siglo XX. Pos-
teriormente fue utilizada por la Fábrica de explosivos de Soralu-
ce y posteriormente se instaló una marmolería. Junto a la fábrica
destaca la central hidroeléctrica, es un claro ejemplo en el que la
fábrica se instala allí donde puede conseguir agua como energía
motriz y como materia prima. Destaca un gran socaz construido
en mampostería.

De la desaparecida Papelera Olarrain en Tolosa tan solo ha per-


manecido su infraestructura hidráulica. En el siglo XIX existía una
fábrica de papel con el nombre de Azurci situada en la margen iz-
quierda de la regata Albiztur. En año 1889 solicitó permiso para su
traslado y se emprendieron una serie de obras destinadas a dotar
de una buena infraestructura hidráulica a las empresas: prolonga
así el canal de su antigua fábrica por medio de un acueducto hasta
donde erigió la más nueva. Posteriormente pasó a formar parte
de la Papelera Española que absorbió la fábrica de papel Olarrain,
también llamada Laurak Bat y la de Ilarramendi. La fábrica cerró en
la década de los años 50.

78
paisaje y patrimonio en Gipuzkoa.

F. 17_ Central junto a las insta-


laciones de la papelera Portu y
Cía.

F. 18_ Papelera de Olarrain. Resto


de la infraestructura hidráulica.

F. 17 F. 18

El conjunto hidráulico que todavía se conserva en el río Oria cons-


ta de presa, canal y socaz. La presa es de frente curvo con sección
de gravedad, labrada en mampostería con cumbrera de losas y
recubierta de cemento. Es de grandes dimensiones y cuenta con
dos contrafuertes. De la margen izquierda de la presa surge el
canal. Su fábrica es de mampostería, sillarejo y losas de la cum-
brera. Cuenta con un socaz de grandes dimensiones de unos 100
metros de longitud.

El conjunto hidráulico sobre el río Albiztur igualmente consta de


presa y canal. La presa es de frente curvo y de la marqen izquierda
de la presa justo delante del molino Otzarain surge el canal. Su
trazado es de unos 700 m de longitud donde se combinan tramos
al aire libre con tramos subterráneos e incluso describe un acue-
ducto para salvar el desnivel. Su fábrica es de mampostería y está
recubierto muy burdamente con cemento.

79
Arquitecturas e ingeniería del agua:

Fuera del valle del Oria destaca en en el Urola, Legazpi, tanto por Hacia 1864, el trabajo del papel, presente desde principios de si-
su tradición papelera como por la importancia de los restos patri- glo, se hizo cada vez más importante y a Alejandro de Aldecoa en
moniales que allí se conservan. (Herreras B., Zaldua J. 1997) Azpikoetxea le sucedió en el arrendamiento Miguel Ignacio Eche-
verria. Se dedicaban a la producción de cartón, papel y estraza. La
En 1805, Trinidad Antonio de Porcel, Marqués de Villalegre y San energía necesaria se conseguía a partir de una rueda hidráulica de
Millán dio en arriendo la recién construida Fábrica de Papel ubica- 7 C.V., con lo que conseguían producir 2.920 arrobas al año.
da junta a la casa Azpikoetxea a Antonio Cassou natural de Riba-
alta del Departamento de los Bajos Pirineos (Francia). El arrenda- Por aquel entonces, el papel también se producía en la ferrería de
miento se estableció por nueve años, y en el se incluía el molino Olaberria gracias a una rueda hidráulica de 8 C.V, cuya producción
Azpikoetxea. dirigida por José Cruz Apaoloza y socios ascendía a las 3.650 arro-
bas al año de papel.
Parece que Legazpi contaba con las condiciones básicas para que
el trabajo del papel fuera un éxito: tenía un fácil acceso al agua, La manufactura papelera estuvo presente en Legazpi, desde prin-
como materia prima y como fuerza motriz, no faltaba el trapo viejo cipios del siglo XIX, conviviendo con las pocas ferrerías que toda-
para la pasta, el cual era facilitado por el propietario y carnazas vía trabajaban.
para el encolado quizá provenientes de las curtiderías cercanas.
Se tuvo acceso también a una mano de obra cualificada en la figu- En 1823, Azpikoetxea se arrendó a Alejandro de Aldecoa por seis
ra de los maestros papeleros venidos del otro lado de los Pirineos, años con una renta anual que ascendía a los 2.008 reales de ve-
como fue el caso del maestro papelero Cassou. En ese mismo llón.
año, el también francés Pedro de Callebot originario de Pau fue el
encargado de construir para la fábrica de nueva planta, una rueda Alejandro de Aldecoa continuó como maestro papelero hasta me-
hidráulica, con sus mazos y pilas. diados del siglo XIX, cuando en 1845, le sucedió en la dirección
su hijo político Juan Bautista Unanue, el cual era propietario de la
Antonio Cassou, no agotó el arrendamiento; desconocemos las fábrica de curtidos ubicada a la entrada de la villa de Legazpia. Un
causas, pero al año siguiente en 1806, la fábrica pasó a ser arren- nuevo arrendamiento tuvo lugar en 1852, por seis años, pagando
dada a Ignacio de Arcelus y Miguel Antonio de Galarza. La movi- una cantidad de 1.250 reales de vellón al año. Para hacer frente a
lidad y los cambios eran frecuentes lo que provocaría sin lugar a su nueva actividad se vio obligado a hipotecar su curtidería.
dudas dificultades en la producción, Poco después en diciembre
del mismo año se firmó un nuevo convenio para la fabricación de Posteriormente en 1865, el arrendamiento pasó a Miguel Ignacio
papel con los franceses Juan Bautista Nogues y Juan Lassale, ofi- Echeverria, padre de Patricio Echeverria Elorza.
ciales papeleros.
En 1870, el edificio titulado Azpikoetxea constaba de planta baja,
No serían los últimos arrendatarios y en 1809 la Fábrica de pa- principal y desván.
pel pasó a Manuel Ignacio de Aguirre. El Marqués de San Millán
quedaba obligado a proporcionarle todo el trapo necesario para “(...)La planta baja se encontraba dividida en zaguán, escalera,
realizar el papel, y se establecía que el maestro papelero a cambio cuartos y un depósito cerrado con losa para majar el trapo, una
entregaría por cada 4 arrobas de trapo, cinco resmas de papel rueda hidráulica de 2 m y 75 centímetros que ponía en movimien-
tanto de fino, de entrefino y de estraza. to a otra de menores dimensiones que movía por ruedas el movi-
miento necesario al cilindro que elabora las pastas para las pastas
Tras este arrendamiento, la fábrica estuvo abandonada, hasta que del cartón, las mismas que después se depositan en 5 huecos
en 1822, nuevamente se decidió continuar la actividad manufac- construidos con losas, y dos tinas de madera. También había dos
turera, para lo cual hubo que realizar importantes obras de acon- parrillas para calentar las masas, dos calderas grandes de cobre,
80 dicionamiento. cuatro prensas viejas y una pila para limpiar bayetas.
paisaje y patrimonio en Gipuzkoa.

En el cuarto principal del piso principal existía dos mesas gran- Poco después la fábrica pasó a manos de Patricio Elorza y Olaverria,
des, una fija y la otra con su correspondiente transmisión en la tío de Patricio Echeverria Elorza. Con anterioridad, había trabajado
parte inferior. El resto del primer piso se destinaba a habitación en Madrid, dedicándose al comercio. Posteriormente regresaría
susceptible de recibir con comodidad inquilinos. En el desván a Gipuzkoa, asociándose con un tratante de ganado, Echezarreta
se destinaba a secadero del cartón que se elabora con 51 pares con el que fundó la Fábrica de papel Echezarreta en Legorreta. Al
de perchas con las cuerdas, dos juegos de mantas para cartón y poco tiempo, surgieron diferencias y regresó a Legazpi, donde se
cartulina, dos para papel, doce moldes para cartones de distintas hizo cargo de la Fábrica de papel de su familia.
medidas y dos para papel de estraza.(...)
En 1912, la Papelera contaba con una máquina de papel continuo.
En 1898, la empresa pasó a manos de la viuda e hijos de Ignacio Esta máquina fue adquirida a la firma Garay de Oñati. En los mis-
Echeverria. A principios de siglo la fábrica contaba ya con una mos años, la fábrica se amplió al sector textil alcanzando un gran
serie de adelantos: un conjunto de ruedas de moler que desha- éxito en la década de los años 60-70 fecha en la llegó a emplear
cían las primeras materias y las preparaban para la hidratación, hasta 200 obreros, fabricándose también moquetas.
la cual se realizaba en una pila circular que por medio de una
serie de aletas, daba vueltas a la materia prima e iba dándole En la actualidad se dedican a la fabricación de papel para embalaje
un estado pastoso, también era conocida con el nombre de pila a base de recorte.
holandesa.
Ya a mediados del siglo XX utilizaban como fuerza motriz, además
Por aquel entonces la pasta así preparada se conducía a una má- del aprovechamiento del salto de agua de Azpikoetxea, motores
quina continua que se encargaba de confeccionar el cartón, de diesel y una turbina.
una longitud de 11,35 metros de longitud y una anchura de 2,50
m. Por un extremo penetraba la pasta que iba corriendo a lo largo Una atención especial merece la maquinaria que todavía se puede
de una superficie movible de la máquina y solidificándose más observar en su interior. En la planta baja se ubicaban los motores,
cada vez hasta llegar al extremo opuesto, donde se enrollaba a hoy desaparecidos, que movían los molinos situados en la primera
un cilindro, ya convertida en cartón. La máquina llevaba un meca- planta. Se conservan 4 molinos de piedra con cuba de hormigón
nismo que medía el cartón automáticamente e indicaba por me- armado de 2,5 metros de diámetro y 0,6 metros de altura con dos
dio de un timbre las dimensiones de éste. Los trozos de cartón piedras cada uno, uno de ellos casi desmontado en su totalidad.
ya fabricado iban a parar a los secaderos. Una vez perfectamente Los molinos dejaron de utilizarse para la fabricación de la pasta en
secos pasaban a las máquinas prensadoras y satinadoras. 1965, fecha en la que el trabajo pasó a ser desempeñado por el
pulper.
La producción ascendía a principios de siglo a 1.000 kg diarios de
cartón. Para entonces la fábrica de papel también fabricaba tacos También en el mismo edificio, se hallan dos pilas de refino para
para cartuchos de caza, con una producción de 40.000 cartuchos 250 kgs. de pasta seca, una de ellas casi en su totalidad desmon-
al día. Disponía de una sección de máquinas para forrar y cortar tada de la marca Esteban Gorostidi con cilindro de 1 metro de
los tacos, siendo muy apreciados los que elaboraba de imitación diámetro, la pila estaba unida a un motor eléctrico de inducido
de fieltro. bobinado Siemens 40,8 C.V. y 725 r.p.m.

Excepcionalmente otro departamento de la fábrica se dedicó a la También se puede observar todavía dos tamices vibradores de
pulverización de cristal para la fabricación de cerillas. 1700 x 600 x 200 cm. colgado de 4 hierros con contramarcha,
cada uno de ellos cuenta con motor propio que le imprimía un mo-
La fuerza motriz para accionar todos los artefactos de la empre- vimiento por el que hacía que la pasta de papel se desprendiera
sa se conseguía a principios de siglo por medio de dos ruedas de las impurezas.
hidráulicas de 30 caballos. 81
Arquitecturas e ingeniería del agua:

F. 19_ Rueda de las Salinas de


Léniz.

Las salinas.
En Gipuzkoa la producción de sal se relaciona tradicionalmente F. 19
con el municipio de Leintz Gatzaga. La sal se obtenía a partir del
agua que con un alto porcentaje de sal disuelta brotaba de un ma-
nantial situado junto a una pequeña regata. Hay constancia de su
existencia partir del año 1331. El agua salada se sacaba del pozo
con cubetas (herradas de madera y por canales se enviaba a cada
una de las dorlas, donde se almacenaba en recipientes situados
junto a la caldera metálica donde se le hacía hervir .durante cuatro
horas cada carga, mediante un fuego inferior alimentado con leña
que funcionaba tanto de día como de noche excepto los domingos
y festivos.

Una vez evaporada el agua, la sal quedaba al fondo del recipiente


siendo recogida en cestos que se colgaban encima del hogar para
que terminara de escurrir con lo que se obtenía un producto de
mejor calidad. La producción estaba muy limitada por la disponi-
bilidad de la leña pues siendo el clima muy húmedo no se podía
secar por la acción del sol lo que obligaba a “cuajar “mediante el
fuego”. Hacia 1920 se produjo la electrificación tanto de la bomba
que extraía el agua del pozo así como el agitador y el molino de
sal. En 1950 se construyó un edificio industrial que albergaba dos
grandes calderas donde se hervía el agua hasta su evaporación.
En el año 1954 y debido a los costes de obtención que cada vez
eran mayores se cerró y terminó con ello más de 600 años de
tradición salinera de Gipuzkoa. (Urdangarin, C. 1984)

En la actualidad el complejo dedicado a la producción de sal ha


sido rehabilitado y en el lugar se encuentra un Museo donde se
acerca a los visitantes la producción de sal y donde destaca la gran
rueda hidráulica.

82
paisaje y patrimonio en Gipuzkoa.

La fabricación del cemento.


Otro de los sectores en los que se empleó la energía hidráulica fue 500 litros por segundo que le habían sido concedidos: para ello
la fabricación de cemento natural para lo cual se utilizaron las ins- elevó la presa a 9,45 m para un aprovechamiento de 180 litros en
talaciones de las ferrerías existentes ya en desuso aunque se tu- el río Brinkola (Urola) y realizó obras en la regata de Iturbeltz, con
vieron que realizar las adaptaciones necesarias. Desde principios una presa de 5,3 m. Estos dos aprovechamientos se unían muy
de los años 60 del siglo XIX se produjeron importantes innovacio- cerca de la ferrería de Olazarra, el primero conducido por un canal
nes industriales al instalarse fábricas específicas para la obtención de 285 m y el segundo por otro de 92 m hasta el depósito cerca-
de este producto en las que se continuó utilizando la energía hi- no a la ferrería de Olazarra. A partir de este depósito las obras de
dráulica junto con la de vapor aplicadas directamente a los molinos canalización realizadas por el propio Gracián Alberdi, consistieron
de cemento, tamices y otras máquinas. A finales del siglo XIX y en un acueducto formado por una arcada de 57,5 m y un canal
principios del XX se incorporó la energía eléctrica de las centrales cubierto de una longitud de 333 metros. Del extremo de este ca-
hidroeléctrica que se iban alzando junto al río Urola y Oria. nal arrancaba una tubería de hierro de 58,80 m que iba a parar a
la turbina. Desde la casa de máquinas, las aguas se reintegraban
La producción de cemento se concentró en el Bajo Urola donde se al río por un canal de desagüe cubierto cuya longitud era de 295
encontraban las canteras necesarias y las minas de lignito. Fuera metros.
del Bajo Urola destaca la fábrica que instaló Gracian Alberdi en
Legazpi, río arriba y de la que tendremos ocasión de referirnos a Las instalaciones de la fábrica en 1916, consistían en cuatro cuer-
continuación. Originariamente, Gracián Alberdi obtuvo una conce- pos escalonados: un primer cuerpo de sótano y terraza, donde se
sión por resolución gubernativa con fecha del 2 de Julio de 1908, descargaban los hornos, el segundo cuerpo disponía de sótano,
para aprovechar 500 litros de agua por segundo derivados de dos donde estaban las máquinas de los molinos Morel del piso llano,
regatas que juntas formaban el origen del río Urola, para conseguir donde también se encontraban las trituradoras Aberli, ambos a
así un salto de 18 metros. la misma altura que el descargadero de los hornos y dos pisos
superiores más. El tercer cuerpo tenía su planta baja al nivel del
Este salto estaba formado por los dos siguientes: el de la antigua segundo del anteriormente citado, el cual era un espacioso silo a
ferrería llamada Olazarra que recibía las aguas del río Brinkola y Ba- donde iba a parar el cemento en polvo para desde allí ser elevado
rrendiola, y el del molino llamado Igeralde situado inmediatamente a un piso superior donde se verificaba el ensaque y almacena-
aguas abajo del anterior y que utilizaba las aguas del río Brinkola je provisional. De aquí se tenía una salida directa al muelle de la
y las del desagüe de Olazarra. Ésta fue comprada a Marcelino Ur- antepuerta. En la conjunción de estos dos cuerpos se elevaba la
meneta y Alzueta el 12 de Marzo de 1907. chimenea de la caldera de vapor cuya sección era de 1,85 m2 a la
altura del piso superior. El cuarto cuerpo tenía la caldera de vapor,
Gracián Alberdi realizó mejoras en las tomas hasta conseguir los

83
Arquitecturas e ingeniería del agua:

cuyos humos salían a la chimenea por medio de un conducto sub- Por supuesto, esta cementera disponía de su cantera, en la ac-
terráneo. tualidad sus restos se hallan junto a la carretera que se dirige al
pantano de Barrendiola.
La fábrica además de la máquina de vapor, se aprovechaba de un
motor hidráulico o turbina que se hallaba situada al otro lado del En el Barrio de Recalde del municipio de Donostia - San Sebastian
camino al que se accedía por un paso inferior, que arrancaba en se ubica la fábrica de Cementos Rezola S.A. Aquí se extienden las
galería por el primer cuerpo del edificio. instalaciones industriales y la colonia obrera. Esta fábrica nació a
la sombra del pequeño molino de Añorga Txiki de la mano de su
Otro elemento básico en la fabricación del cemento era la batería fundador José María Rezola Gaztañaga. En 1858 una rueda hidráu-
de hornos. Esta se levantaba al oeste del viaducto y estaba for- lica accionaba un par de muelas verticales para triturar el material
mada por una hilera de cuatro hornos que se elevaban hasta la calcinado que provenía de las canteras de marga cercana denomi-
altura de la carretera desde donde se cargaban. El conjunto de los nada Arteagobizkarra. Al principio toda la maquinaria se accionaba
hornos, contaba con otro horno más para cemento especial. Una con una máquina de vapor pero en 1902 se introdujeron motores
vez obtenida la cal se depositaba en un espacio de 180 m2 . Todo eléctricos siendo esta fábrica el primer abonado de la Hidroeléctri-
ello estaba cerrado por obra de ladrillo de pilares con entrepaño ca Ibérica situada en el Leizaran. En 1909 y debido a su expansión
a media asta y cubierta por una terraza a la altura de los hornos. se puso en servicio en 1911 un salto propio en Goizueta a 20 ki-
Finalmente el material calcinado se trasladaba, por debajo del via- lómetros de la fábrica, teniendo en reserva para casos de estiaje
ducto a la Fábrica. una máquina de vapor de 300 CV.

Estos hornos tenían mucho que ver, siendo una forma evolucio- En la actualidad es una impresionante empresa ubicada en el lugar
nada, con los tradicionales caleros o pequeños hornos periódicos original que la vio nacer y donde conviven las instalaciones propia-
donde se obtenía la cal por la combustión de la piedra caliza y el mente industriales y las sociales.
carbón de leña. Eran utilizados ante la escasez de abonos natu-
rales para regenerar y conseguir suelos más esponjosos y aptos Pero donde existió una mayor concentración de este sector eco-
para el cultivo debido a la alta acidez. Igualmente se empleaban nómico fue como hemos dicho antes en el bajo Urola. En esta
para el encalado de los edificios. pequeña área geográfica se concentraron las dos materias primas
necesarias a lo que habría que añadir la existencia del puerto de
Además, estas instalaciones contaban con otro edificio destinado Zumaia. Se ubicaron fábricas de este tipo en el valle de Arrona,
a almacén y casa de obreros, cuya planta baja se dedicaba a alma- Iraeta y Aizarnazabal.
cenes y talleres, un piso a habitaciones y el segundo a desván. Las fábricas contaban con hornos para calcinar las margas y lue-

84
paisaje y patrimonio en Gipuzkoa.

go pasaban a los molinos en los que el material se convertía en


un polvo muy fino. Estos molinos instalados en antiguas ferrerías
como la de Alzolaras o Iraeta consistían en dos grandes piedras
circulares que giraban alrededor de un eje vertical.

En un primer momento estas fábricas utilizaban la energía hidráu-


lica pero posteriormente se fue innovando y en estas fábricas
se instalaron turbinas como en el caso de la Fábrica de Eusebio
Gurruchaga ubicada en Narrondo o bien en la empresa Corta y
Cía que aprovechaba la energía eléctrica procedente de la central
hidroeléctrica Barrena construida en 1893 sobre el río Deba entre
Eibar y Elgoibar propiedad del industrial Arbillaga de Zumaia. (Izaga
Reiner, J.M; Urdangarin, C. 2002)

85
Arquitecturas e ingeniería del agua:

F. 20_ Noques utilizados tradi-


cionalmente en el trabajo de las
curtiderías donde se maceraban
las pieles. Fotografía de Santia-
go Yaniz.

Las curtiderías.
La curtición del cuero es un proceso complejo donde la química F. 20
tanto natural como artificial jugaba un papel muy importante, junto
a ella el agua se nos muestra de nuevo como un elemento impres-
cindible. Todas las fábricas tuvieron que hacerse con buenos ma-
nantiales que aprovechaban en forma de saltos de agua. El uso del
agua en este sector trajo problemas por la contaminación de las
aguas y de hecho a la regata de Antzuola se le llamaba la regata de
los mil colores. El uso del agua era tan intensivo en las curtiderías
que estaba prohibido que la industria local lo empleara de siete
de la tarde a las once de la mañana para poder de esta manera
compatibilizar el uso domestico y el uso industrial. Las curtiderías
llegaron a organizar un entramado de canales y depósitos para que
no les faltara el tan preciado elemento.

Podemos afirmar que el sector de las curtiderías ha desaparecido


en Gipuzkoa. Sin embargo su presencia fue intensa en Hernani y
en Antzuola.

Aunque también hubo curtiderías en Oñati y en Tolosa. De este


sector económico solo pervive la Manufacturas Olaran de Bea-
sain.

En Tolosa el edificio ya desaparecido de Curtidos Marquiegi fue


proyectado por Julián Eizaguirre. En el año 1910 contaba con una
rueda hidráulica de 3,50 m de alto movida por agua para batanar y
al mismo tiempo moler corteza para el uso de la industria, 4 me-
sas para planchar cuero con sus artefactos, 38 barricas para curtir
cuero, un molino para triturar corteza con el movimiento de una
rueda hidráulica y 7 pozos para limpiar los cueros.

86
paisaje y patrimonio en Gipuzkoa.

En Antzuola se concentraron varias fábricas de curtidos: Galarza,


Arbulu y Cía, Manufacturas Olaran y Telleria. Todas ellas se ubica-
ban en el fondo del valle en el casco urbano, junto al río. Hoy día
han desaparecido y han dejado paso a nuevas zonas residenciales.
Las empresas utilizaron el fondo del valle como el espacio más
cómodo donde desarrollar la actividad industrial. Igualmente estas
empresas por la lógica necesidad de agua tenían la concesión de
1,5 l/s de la regata de Irimo en la jurisdicción de Antzuola como era
el caso de Galartza, Arbulu y Compañía. En la Curtidería de Ola-
ran las instalaciones se distribuían de la siguiente manera: en la
planta baja estaban los noques y aquí era donde se efectuaban las
operaciones de macerado, limpia, depilación e hinchazón de la piel
mientras que en el superior se planchaban. A través de un paso en
voladizo se llegaba a los secaderos situados justo enfrente al otro
lado del río donde se curaban las pieles.

En Hernani han desaparecido las dos fábricas de curtidos ubicadas


en el barrio de la Florida: la Curtidería Hernani y la Curtidería La
Perfecta. En su interior destacaban los noques grandes depósitos
donde se maceraban las pieles en agua y tanino durante ocho o
diez semanas. Era en un lugar llamado La Ribera donde se rea-
lizaban todas las operaciones preliminares y cuyo objeto no era
otro que limpiar las pieles dejándolas dispuestas para absorber las
materias curtientes. Este nombre pervive en el recuerdo de los
primitivos procesos en los que la necesidad de abundante agua
obligaba a realizar estas tareas a orillas del río.

87
Arquitecturas e ingeniería del agua:

El textil.
Este sector tradicional de la industria guipuzcoana se ha visto re- F. 21(2)
ducido a la mínima expresión en la actualidad, sin embargo hasta
hace relativamente poco eran muy interesantes los vestigios de
este sector. La histórica firma Brunet y Cía ubicada a orillas del río
Oria en lo que hoy es el municipio de Lasarte - Oria ha perdido sus
edificios industriales y la interesantísima colonia que se levantaba
enfrente, tan solo ha pervivido y muy remodelada la capilla y parte
de la infraestructura hidráulica. La fábrica era movida por la fuer-
za hidráulica del río Oria, mediante una presa de 600 metros de
longitud y un salto de 5,5 m. que conseguía una fuerza motriz de
350 caballos. La maquinaria procedía de una importante casa de
Hamburgo. La fuerza hidráulica se obtenía mediante dos podero-
sas turbinas construidas por los Señores Planes, Flaquer y Cía, de
Gerona. La fábrica no contaba con máquinas de vapor auxiliares.
La instalación industrial principal era un edificio de pisos ubicado
en las cercanías del río Oria donde en la actualidad se ubica un
polígono industrial. Su construcción en altura facilitaba la distribu-
ción de la energía desde un único punto mediante un complejo
sistema de embarrados y poleas hasta que la popularización de
la energía eléctrica posibilitó que cada máquina contara con su
propio motor.

F. 21(1)

F. 21(1)_ Infraestructura hidráuli-


ca de la Textil Brunet y Cía en el
río Oria (vista 1).

F. 21(2)_ Infraestructura hidráuli-


ca de la Textil Brunet y Cía en el
río Oria (vista 2).

88
paisaje y patrimonio en Gipuzkoa.

F. 22 En Bergara junto al río Deba se alza, también un edificio de pisos


denominado Textil Narvaiza, aunque han desaparecido otras indus-
trias como Textil Lasagabaster y Algodonera San Antonio.

En Azkoitia se concentró una importante industria textil, sobre todo


relacionada con el yute. A orillas del Urola y en pleno casco urbano
se levantó una interesante fábrica de yute, Esteban Alberdi. Esta
fábrica llegó a ocupar las dos márgenes del río Urola. Contaba
desde principios de siglo con una red de centrales hidroeléctricas
que se alzan a los dos lados de la carretera de Zumarraga a Azkoi-
tia: Errotaberri, situada junto a Aizpurutxo, la que se instaló junto
al molino de Aldatxarren y la de Androndegi. El monto principal de
la energía se conducía desde Errotaberri hasta la Yutera Alberdi y
Cía. La fábrica contaba con una instalación supletoria de vapor:
una caldera de vapor de la marca Babcock Wicox que accionaba
un motor de ochenta caballos de fuerza.

F. 23

F. 22_ Textil Lasagabaster. Seca-


dero, apoyado sobre el cauce
del río Deba. Fotografía de San-
tiago Yaniz.

F. 23_ Central Errotaberri a ori-


llas del río Urola.

89
Arquitecturas e ingeniería del agua:

También la desaparecida fábrica de yute Epelde, Larrañaga y Cía F. 24


data del siglo XIX y en al año 1915 contaba con dos saltos de agua
de 400 C.V. además de una máquina de vapor de 250 C.V.

La fábrica de San Francisco todavía permanece en pie en un en-


torno totalmente rural, alejado del casco, conocido como Baliaras.
En el siglo XIX en concreto en 1885 funcionaban cuatro telares
de algodón movidos por agua siendo sus fundadores Narciso y
Antonio Aranbarri. Estas instalaciones pasaron poco más tarde a
formar parte de la empresa Epelde, Larrañaga y Cía.

La fábrica de Boinas Hurtado de Mendoza en Azkoitia utilizó las


instalaciones de la antigua ferrería de Jausoro. Ya fuera de uso
sus instalaciones están desprovistas de su primitiva función y los
edificios que ocupó la citada empresa están muy remodelados.
El testigo más llamativo de la fábrica lo sigue siendo la chimenea.
Esta fábrica también participa de la Central Igaran de la que era so-
cio también la firma industrial Epelde, Larrañaga y Cía. Esta central
hoy en desuso se alza en la carretera de Zumarraga a Azkoitia.

También la yutera José Agustin Arbillaga de Orio se alza en el ba-


rrio Sarikola junto a las ruinas de una antigua ferrería, Saria. Todo
ello presenta un lamentable estado de conservación. Esta em-
presa contaba con un salto de agua. La presa ha desaparecido
debido a la construcción de la autopista Bilbao - Behobia y el tubo
y la turbina fueron desmantelados. También contó con una caldera
de vapor.

En Errenteria también se concentraron importantes fábricas tex-


tiles como la Fabril lanera. Esta ya desaparecida ha dejado paso a
una extensa urbanización. Ocupaba un amplio espacio en la zona
de Pontika cercano a las vías del TOPO y a la fábrica G. Echeverria.
En 1896 la fábrica lanera se hizo con todos los derechos de una
antigua fábrica de curtidos. Añadió a los terrenos de ésta el espa-
cio que ocupaba el cauce de la regata de Pontika desde la presa
construida para servicio de la misma. En 1915 la extensión de sus
instalaciones ocupaba 7.800 m2 con cinco pabellones dedicados a
almacenes, lavaderos, telares y tintorería. En el río Añarbe tenía un
salto que producía en 1915 600 HP y una máquina de vapor para
épocas de estiaje.
F. 24_ Molino Elosegi antes de su
Ya en Tolosa destaca dentro del sector textil la empresa Boinas última remodelación junto al río
Oria.
Elosegui que sigue trabajando en la actualidad. Los orígenes de
esta empresa se remontan a 1859 año en el que Antonio Elosegui
fundó la fábrica de boinas La Casualidad. En 1885 contaba con 8
cardas movidas por agua. Esta fábrica ocupaba en origen un lugar
central en Tolosa hasta que en los años 80 se trasladó al barrio
Usabal. En el casco urbano se conserva remodelado el edificio
que albergaba una de las turbinas de la empresa. En la moderna
empresa se conserva parte de la histórica maquinaria: siete bata-
nes de mazas donde la lana se convierte en paño.

90
paisaje y patrimonio en Gipuzkoa.

En Villabona se alza remodelado lo que fue el edificio que en el


pasado albergó las viviendas y las oficinas de la empresa textil Su-
bijana y Cía. En el año 1858 adquirió la Ferrería de Olaederra a su
propietario José Miguel Mutiozabal, con su maquinaria, la mitad
de la presa, derecho de aguas y demás pertenecidos. Esta ferrería
estaba situada a 60 metros sobre el nivel de mar, y disfrutaba de
un caudal de 17,4 m3/s en el Oria junto a la villa. Fue construida en
1764 cuando se abandonó la de Amasola en el Leizaran ubicada a
110 m sobre el nivel del mar y con un caudal de 3,4 m3/s.

Igualmente adquirieron las 194 partes o porciones de las dos-


cientas en que estaban dividido el molino municipal de Aroa por
92.150 reales de vellón, molino que se levantaba en las proximida-
des de la indicada ferrería, y que compartía con aquella el caudal
de las aguas y la presa. Esta presa fue ejecutada en 1763 por los
maestros peritos Carrera y Belaundia.

A escasos metros de la fábrica textil estaba instalada La Salvadora


fábrica papelera que ya en 1872, recién constituida y preocupada
por el alza del precio del trapo, comenzó a importar del extranjero
pastas de madera y paja. Estas dos industrias ilustran de manera
clara el paso muy común que se fue dando en muchos lugares de
la geografía vasca hacia la industrialización y modernización pro-
ductiva. Es decir el paso desde las ferrerías como la de Olaederra
que habían entrado en una fase de crisis definitiva hasta las mo-
dernas fábricas. Las ferrerías a principios de siglo XIX tenían los
días contados pero dada su excelente ubicación, estaban junto
a los cauces de agua, no les faltaron salidas airosas; en Villabona
se optó por la industria papelera y textil. En la actualidad la in-
dustria papelera La Salvadora ha abandonado definitivamente el
casco urbano en busca de mejores condiciones espaciales donde
desarrollar los modernos procesos industriales que poco tienen
que ver con la industrialización del siglo XIX y que han perdurado
hasta el siglo XXI La fábrica textil ubicada a orillas del río Oria con-
taba a principios de siglo con una turbina de 30 caballos y además
contaba con dos calderas de vapor de 25 caballos cada una, desti-
nadas exclusivamente a la calefacción de los diferentes salas que
hay en el establecimiento para la oxidación y secado de las telas,
así como para la alimentación por medio del vapor de las cubas,
calderas y demás útiles en los que se verifican las operaciones de
blanqueo, tintes y apresto de los géneros.

91
Arquitecturas e ingeniería del agua:

El agua como fuerza motriz.


El proceso de industrialización que sufrirá el País Vasco implicó a que necesitaban una fuente importante de energía como por
nivel general el creciente desarrollo de algunas viejas fuentes de pequeñas instalaciones artesanales. Resaltamos dentro de este
energía (hidráulicas, eólicas) y la aparición de otras nuevas (va- grupo dos instalaciones que todavía se conservan en Gipuzkoa
por, gas y electricidad). Cualquier actividad industrial por pequeña como son la fábrica de hachas en Errezil y el aserradero de Ze-
que fuera tenía que tener asegurada previamente la obtención rain. El primero se conserva aunque abandonado junto al caserío
de la energía necesaria para cumplir sus procesos productivos. Etxeaundi Behekoa en el barrio Arzallus. Es un pequeño edificio de
En el siglo XIX la energía térmica de las máquinas de vapor vino mampostería vista y teja canal de una sola vertiente y para poder
en ayuda del trabajo manual y contribuyó a reducir notablemente poner en marcha las dos turbinas posee un pequeño salto de unos
las molestias que el hombre debía afrontar en los distintos cam- 2,30 m de desnivel y con una concesión de 1.225 l/s desde 1931.
pos de la tecnología, desligó a las nacientes fábricas del cauce de La mayor de las turbinas acciona por medio de poleas y correas
los ríos; pero las hizo depender de un abastecimiento barato de de cuero la gran piedra de afilar y esta se pone en marcha al abrir
combustible y en muchas ocasiones era más costoso y difícil esta desde el piso superior la válvula de compuerta que hace que el
dependencia que seguir a pie de cauce del río. Esto solo podía agua liberada de la presa sea lanzada sobre los álabes de la rueda
suceder en la gran industria, es decir en aquellos establecimientos y de aquí se pueda mover la pesada piedra de afilar y pulir. Junto a
en los que pudiera resultar rentable la instalación de la costosa esta turbina hay otra de menor tamaño que se empleó para mover
maquinaria. el ventilador de la fragua.

El uso de la energía hidráulica que el hombre utilizaba desde tiem- El aserradero ha sido restaurado y habilitado como centro visita-
pos remotos continuó por mucho tiempo y en plena Revolución ble a principios de los años 90. Está construido sobre el final del
Industrial confinada a los molinos, aserraderos y otras instalacio- cauce de la pequeña regata Larraondo y gracias a dos turbinas se
nes que se levantaban en los mismos lugares de producción, es proporciona luz y movimiento a 11 máquinas que se encuentran
decir junto a los cursos de agua. La energía hidráulica y luego la en la serrería, todas ellas máquinas y herramientas propias de los
hidroeléctrica fue simultáneamente utilizada tanto por empresas oficios de ebanistería y carpintería.

F. 25

92
paisaje y patrimonio en Gipuzkoa.

F. 25_ Marca Voith, muy habitual


en las turbinas.

F. 26_La Central de Agua y Luz


de Tolosa.

En Gipuzkoa debido a sus peculiares características geográficas y Los saltos hidroeléctricos en Gipuzkoa eran muy numerosos y
a la escasez de carbón, el esfuerzo para la producción de la ener- muy variadas sus características: en concreto en 1917 se contabi-
gía eléctrica se concentró en el aprovechamiento hidroeléctrico. lizaron 399 saltos de agua y aunque no todos eran de uso indus-
La fuerza del agua fue preferida a los motores de gas, diesel, trial, su número indica las posibilidades de la fuerza hidráulica para
máquinas y turbinas a vapor. Se vivió a partir de finales del siglo las aplicaciones industriales. Gracias a los saltos de aguas se tuvo
XIX la progresiva adopción de la turbina que acercará tecnología alumbrado público eléctrico, este fue el caso de ayuntamientos
y adelantos a la mentalidad de sus empresarios favoreciendo la como Donostia, Tolosa, Bergara o Oñati.
adopción de la energía eléctrica en las instalaciones a partir de la
década de los años 90 del siglo XIX. En un primer estadio la pro- En Tolosa se alza aunque ya por poco tiempo la Central de Agua
ducción de energía con máquinas térmicas e hidráulica no resolvía y Luz. Esta central se instaló con anterioridad a los años 20. En
en modo alguno el problema de la transmisión y de la distribución el año 1929 se dos motores de gasoil. Estos dejaron de funcionar
de aquella que debía ser consumida allí donde se producía. Con la en los años 70. Esta central después de realizar el abastecimiento
electricidad se resolvieron los problemas energéticos a gran esca- de agua potable proporcionaba la electricidad que provenía de la
la siendo de utilidad tanto a la gran industria como a la modesta central de Amezketa. En un principio producía electricidad con dos
artesanía, y por supuesto se introdujo en los hogares. Poco a poco turbinas pero poco después la electricidad se producía a partir de
la electricidad se convirtió en algo cotidiano, en una necesidad dos motores de gasoil. La turbina ya desmontada tenía una capa-
para la población. cidad de 125 KW.

F. 26

93
Arquitecturas e ingeniería del agua:

Además de los ayuntamientos, las empresas, como ya hemos te-


nido ocasión de señalar, antes de la distribución de la electricidad
por parte de Iberduero tuvieron individualmente sus centrales que
les proporcionaban la energía motriz necesaria. Muchas de ellas
fueron abandonadas por las empresas cuando ya no era un proble-
ma contar siempre con la energía necesaria. Posteriormente en la
década de los años 90 se pusieron de nuevo en marcha gracias a
programas del Gobierno Vasco que impulsan las llamadas energías
renovables. Sería excesivamente largo e imposible referirnos a las
centrales hidroeléctricas o saltos de agua que tuvieron las empre-
sas de Gipuzkoa a continuación señalaremos algunos ejemplos.

La emblemática empresa CAF construyó a principios del siglo XX


una central en Zaldibia. Esta central contaba con dos saltos con
sus correspondientes canales: uno en el término municipal de
Ataun de 250 m y el de Eguiluz - Erreka de 100 m. La maquinaria
original fue desmantelada en 1990. El depósito de la central tenía
capacidad para 6.000 m cúbicos, con una tubería de hierro forjado
de 600 m de longitud y de 500 - 600 m de diámetro que alimenta
tres ruedas peltón construidas en los Talleres de Zorroza acopla-
das a tres alternadores trifásicos de 500 CV. En el año 1990 la
maquinaria fue desmontada y se instaló moderna maquinaria.

94
paisaje y patrimonio en Gipuzkoa.

Las principales cuencas fluviales.


A continuación realizaremos un resumen a través de las princi- se derivarían del citado arroyo 125 litros de agua por segundo y
pales cuencas fluviales guipuzcoanas y de sus más representati- utilizarían este caudal mediante un salto de 6,50 m de altura de
vas centrales hidroeléctricas. La mayoría de ellas abastecían a las caída para dar impulso a dos piedras de molienda que existían en
principales industrias de la zona. el edificio que por aquel entonces ya estaba derruido. En la actua-
lidad está desmantelado. La Ferrería Ereñozu, cercana al caserío
El río Urumea se nos presenta como uno de los ejes fluviales del mismo nombre contó con su propia ferrería, molino, lonja y
más importantes de la cuenca cantábrica, no solo por su longitud, puerto. Esta fue según la documentación una de los principales
recorre una distancia de 42,22 Km, sino por la complejidad del es- ingenios industriales de la villa de Hernani desde su origen como
pacio que atraviesa. Nace en los montes de San Martín de Arano ferrería hasta su final como fábrica de anclas. Durante este largo
en Navarra y continúa hasta desembocar a orillas del cantábrico. periodo los cambios y las modificaciones han sido constantes. En
Ereñozu, hasta donde era navegable el río Urumea, se concentra-
Antes de entrar en Gipuzkoa recoge las aguas de varios ríos, en- ba la producción no sólo de sus ferrerías sino de todas las de la
tre los que destacan el Añarbe - Elama, que alimentó las ferrerías zona alta del valle (Urruzuno, Pagoaga, Aparrain). Este complejo
de Errenteria. Aguas abajo, ya en Gipuzkoa, recibe en su margen de ferrerías fue uno de los puntos principales de la villa del Her-
derecha el caudal de varios arroyos Latze o Landarbaso y otros en nani. El molino asociado a la ferrería contaba con dos pares de
la izquierda como son Inpernu-erreka, Mezkite, Karabel. piedras. La Ferrería Fagollaga aparece datada en 1627. Las princi-
pales modificaciones llegaron cuando en 1750 se transformó en
En la época medieval la fuente de energía principal fue el propio fábrica de anclas. La Ferrería Huerratua se sitúa en un meandro
río. Esta fuente de energía constante y barata dio paso a la prime- del río entre este y la carretera. Aparece documentada en 1566 y
ra utilización industrial de la mano de los ingenios tradicionales, durante todo el siglo XVII. Es precisamente la ferrería que conser-
tales como fueron las ferrerías y molinos. Precisamente estas va elementos arquitectónicos más claros de su actividad, frente
unidades de producción fueron la primera ocupación del espacio a otras como la de Abillas de las que solo queda en pie restos de
en el fondo de los ríos. El paisaje humano de la actualidad se reco- escoria.
noce todavía en aquellas unidades. De hecho muchos de aquellos
emplazamientos medievales han sido explotados a lo largo del La Ferrería Lasa se ubica justo en la trasera de la abandonada
tiempo. fábrica química Puig. Esta ferrería aparece documentada ya en el
siglo XIV en un pequeño aterrazamiento en el recodo que forma
Aunque muchas de estas estructuras han desaparecido, todavía la regata Latze. Contra el pie del monte Akola Mendi aparecen
nos quedan restos de ellas. restos de muros, pegantes al río de lo que pudo ser la antigua
ferrería Lasa.
La Ferrería Abillas, situada en el barrio Lasa fue una de las más
antiguas, la Ferrería Errotaran se situaba en las cercanías de los La Ferrería de Urruzuno o las ferrerías de Urruzuno ya que se cita
caseríos Errotaran: Goiko Errotaran, Erdioko Errotaran y Beheko Urruzuno de Yuso y de Suso son unas de las más antiguas del
Errotaran en el barrio Osinaga. La Ferrería Aparrain era la única del valle y parece ser unas de las de mayor producción del valle.
barrio Picoaga, ubicada en el fondo del valle. La Ferrería Epele se
sitúa en las cercanías de los dos caseríos Epele. El molino Epele La Ferrería Pagoaga tampoco cuenta con restos de entidad. Tan
estuvo asociado a la ferrería del mismo nombre. Trabajaba con solo se conserva un muro inconexo de lo que debió ser la ferrería.
las aguas del arroyo del mismo nombre. Disponía de dos pares Esta ferrería se halla situada a los pies de los Montes Francos. Lle-
de piedras que eran accionadas por dos rodetes de hierro. Solían gó a convertirse en Real Fábrica de Anclas en 1750. En el térmi-
moler toda clase de grano. A finales del siglo XIX se solicitó la no municipal de Errenteria destacamos la ferrería de Arrambide,
autorización para rehabilitar el antiguo molino harinero. Para ello ubicada en la muga entre Rentaría y Arano y la ferrería Ascasua. 95
Arquitecturas e ingeniería del agua:

Esta última se situaba a orillas del caserío Ascatzu, jurisdicción El molino Osinaga estaba emplazado en el barrio Osiñaga. En el
de San Martín de Arano muy cerca de la divisoria entre Arano, año 1556 era propiedad del monasterio de San Agustín. Antigua-
Hernani y Errenteria, pero su status como perteneciente a la villa mente poseía una rueda vertical o aceña. En 1909 el molino se
de Errenteria la hacía muy similar a la ferrería de Arrambide. Sus transformó y en él se instaló una turbina francis. Dejó de trabajar
propietarios fueron los Cruzat, familia de origen navarro pero fir- definitivamente en 1968. En el año 1974 sus aguas pasaron a utili-
memente arraigada en Gipuzkoa desde comienzos del siglo XVI. zarse para la ampliación del abastecimiento de la villa de Hernani,
Ambas ferrerías se edificaron en la orilla navarra del río. Ambas con lo cual se inutilizó su orientación molinera.
precisaban de los montes guipuzcoanos y del acceso a los cen-
tros comerciales de Gipuzkoa. (Diez Salazar, 1996). El molino Eziago se encuentra bajo la desaparecida ermita de Ziku-
ñaga. A principios del siglo XX era propiedad de G. Lino Miner.
Posteriormente ingenios molineros aprovecharon o reutilizaron la Sus aguas fueron aprovechadas por la papelera Biyak bat, ya en
infraestructura hidráulica instalada para una ferrería simultanean- ruinas.
do o no estas dos dedicaciones. El aumento demográfico permi-
tió que esta reconversión resultase en muchos casos rentable y El molino Karabel siempre fue un molino de propiedad particular.
no desapareciese buena parte de los restos de la industria ferrona Trabajaba con las aguas de la regata Portu erreka. Contaba con un
del Antiguo Régimen. solo par de piedras que eran accionadas por un rodete de hierro.
Una vez que abandonaron la molienda en 1920 se utilizó por algún
Con posterioridad muchos de ellos adoptaron turbinas y genera- tiempo la maquinaria de moler manzana.
dores para su uso como fuerza electromotriz tanto en el alumbra-
do como en el movimiento y mecanización de los instrumentos El molino Franko se ubica en el centro del barrio de Puerto en los
de molienda, como es el caso del molino Pagoaga y es que adap- solares ocupados por un grupo de viviendas, ya que fue derribado
tados a otros usos, las aplicaciones del molino en el nacimiento a principios de siglo. Durante la desamortización de Mendizabal se
de la moderna industria fueron numerosas. vendió el molino cuya propiedad era compartida entre la villa y el
convento de las Agustinas de San Bartolomé de San Sebastián. Se
Algunos de los molinos más importantes del municipio repiten alimentaba con las aguas del arroyo Igarcitegi.
emplazamiento y son la lógica continuación tecnológica de las
ferrerías: molino Pagoaga, molino Beko errota, molino Pikoaga, Uno de los elementos claves para el inicio de la industrialización
molino Ereñozu, molino Epele, molino Osiñaga, molino Eziago, de los valles guipuzcoanos fue el paulatino y continuado uso de la
molino Karabel, molino Franko. energía hidroeléctrica.

A orillas del arroyo Sagarreta-erreka se emplazaron los molinos A principios de siglo y a orillas del río Urumea, en el término muni-
Pagoaga y Beko errota. El primero se construyó para satisfacer las cipal de Errenteria La Papelera Española producía energía eléctrica
necesidades del barrio de Pagoaga. Solo tenía un par de piedras en la Central Arrambide y en la Mendaraz la concesionaria era La
accionadas por las aguas. También funcionó proporcionando ener- Compañía eléctrica del Urumea. En el municipio de Hernani, La
gía al barrio. El coste variaba según el número de bombillas que Compañía eléctrica del Urumea producía energía y luz eléctrica
hubiera en cada casa. En la actualidad permanece desmantelado. en la central Santiago, en la central Pagoaga. La central hidroeléc-
El molino Beko errota ha desaparecido por completo. trica en Urruzuna en manos de La Compañía eléctrica de San Se-
bastián. También producían energía eléctrica Graset y Celayeta en
El molino Pikoaga estaba ubicado junto a la ferrería del mismo Pikoaga, Larralde y Compañía en Ereñozu, un salto en Fagollaga, el
nombre, en el barrio Pikoaga. A principios de siglo era propiedad Ayuntamiento de Hernani en Lastaola, la fábrica de pasta de papel
96 de Luis Miner y trabajaba 800 fanegas al año. Sese y cía en Eciago, la fábrica de pastas de Londaiz, Ubarrechena
paisaje y patrimonio en Gipuzkoa.

y cía en Arbiza Portu. Por aquel entonces todavía estaba en activo ron instalándose en las antiguas instalaciones de los molinos y
el molino Eciago. ferrerías. Paulatinamente sustituyeron a los rodetes y a las ruedas
hidráulicas.
Los afluentes del Urumea también fueron aprovechados. A ori-
llas del Usoko se estableció una fábrica de productos químicos, Central Urruzuno: Sin lugar a dudas esta central aprovechó el em-
Aritzarena en Latze, en el arroyo Epele se instaló una fábrica de plazamiento y la infraestructura hidráulica de la ferrería del mismo
cemento natural y el molino harinero Karabel. nombre. En 1899 se otorgó a Juan Jamar Leclerq un salto de agua
de 123 m a favor de la sociedad Belgra, Sociedad Limitada. Se
En concreto en el año 1915 funcionaban 10 aprovechamientos di- obtuvo una concesión de 160 l/s del arroyo Urruzuna y 34 l/s del
rectos del Urumea para producir fuerza motriz o electricidad y tres arroyo Mezkite.
más en sus afluentes.
En el año 1908 la concesión pasó a manos de La Compañía Eléc-
La sustitución de las tradicionales ruedas hidráulicas tanto vertica- trica de San Sebastián, momento en el que la concesión aumentó
les como de rodezno, por un nuevo tipo de ruedas muy rápidas las hasta los 181 l/s.
turbinas, permitió en el siglo XIX sobrevivir a los viejos motores
hidráulicos frente a la dura competencia de la máquina de vapor. Las aguas de la regata Urruzuno se detenían gracias a una presa
El ingeniero americano Francis diseñó en 1849 una turbina que de 3,50 m y un canal de 3.931 m cubiertos en su mayor parte.
se ha generalizado en todo el mundo. Era de admisión exterior, La presa se halla en el punto de confluencia entre las regatas de
el líquido entra radialmente y saliendo en dirección próxima a la Olaberriko erreka y Artolako-erreka y a unos 5 km de la desembo-
del eje, se trata de una turbina centrípeta que puede usarse en cadura de la regata Pikoaga en el río Urumea. El canal terminaba
una gama de saltos extensa entre 1 y 400 metros y que tiene un en un depósito de extremidad de unos 1.300 m3, constituido por
rendimiento elevado alrededor del 90%. dos partes unidas por una tubería de unos 60 cm de diámetro y
1.837 m de canal.
Tal y como se señalaba en la memoria para la construcción de la
central Lastaola a finales del siglo XIX, Hernani era después de To- Las aguas de la regata Mezkite se recogían mediante un canal de
losa la villa que disfrutaba de más fuerza motriz propia producida 1.500 m situado en Urnieta de sección trapezoidal cubierto con
por agua. bóvedas y una anchura en el arranque de la cubierta de 41 cm.
La presa se hallaba en las inmediaciones de la confluencia de los
Para finales del siglo XIX, la energía eléctrica empezaba a ser una arroyos Adarra y Zulueta que forman el arroyo Mezkite. La altura
realidad cada vez más extendida. en el citado arroyo es de 123 m.

“La luz eléctrica es ya de aplicación general en los pueblos que Esta central Urruzuno era propiedad de Jaime Puig quien utilizaba
tienen fuerza de agua y quizás pudiéramos citar alguno de escaso la energía obtenida en ella para su curtidería de Hernani. Finalizó
vecindario que cuenta con tres saltos de agua que producen luz su actividad hacia el año 1965.
eléctrica para el consumo de los particulares y del público. Si hoy
no se aprovecha el salto correrá la Villa el riesgo de carecer de las Esta ferrería disfrutaba de dos grupos de turbina-alternador geme-
ventajas que reporta la electricidad en sus múltiples aplicaciones los compuestos por una turbina-pelton de la marca Corcho e hijos
o tendrá que someterse a las exigencias de empresas particula- de 150 H.P. que accionaba un alternador de la marca Brown Boveri
res”. de 500 r.p.m.

Fue precisamente a finales del siglo XIX, cuando las turbinas fue- 97
Arquitecturas e ingeniería del agua:

La Central Lastaola fue la antigua central municipal de Hernani. El canal de derivación va trazado en la orilla izquierda y su longitud
Se halla ubicada a orillas del río Urumea, construida sobre los era de 742,10 m. A una distancia de 334,10 m de su nacimiento
restos de la antigua ferrería. De esta ferrería todavía se observa el canal entra en galería en dirección de Sur a Norte para desem-
un amplio socaz. bocar cerca del caserío Lastaola después de un recorrido en túnel
de 401 m. Entre el punto donde desemboca el túnel y la casa de
En las últimas décadas del siglo XIX se vivió un movimiento si- máquinas hay un espacio de 7 m en el cual el canal es más ancho
multáneo en el que numerosas poblaciones decidieron abordar donde forma un depósito para que las aguas pierdan parte de su
el alumbrado público. En el año 1882 San Sebastián e Irun hicie- velocidad y entren en la tubería en mejores condiciones. La fuerza
ron sendos intentos de alumbrado público que en el segundo efectiva que podría dar este salto con un artefacto montado en
lugar se abandonó por poco rentable al año siguiente. buenas condiciones era de 88 caballos de vapor en estiaje y el
doble en lo restante del año.
Tras algunos ensayos aislados y producciones parciales para el
interior de las fábricas, en la década de los años 90 diferen- Las obras se ejecutaron en 1897 por la casa Manuel Iceta y com-
tes poblaciones instalaron o reformaron su alumbrado público pañía por la cantidad de 83.000 pesetas. Ese mismo año se realizó
y privado: Bergara (1891), San Sebastián (1893 y 1899), Tolosa el concurso para el suministro del material eléctrico. La línea de
(1892), Eibar (1893) y Ordizia (1893). transporte eléctrico era aérea con una longitud de 3 km. La ma-
quinaria fue instalada por la Maquinista Guipuzcoana de la casa
En el año 1895, inmerso en el lógico proceso de modernización Siemens E. Halske cuyo representante en Bilbao era Pablo Hae-
del municipio, le tocó el turno a Hernani. Este ayuntamiento chner. Las turbinas elegidas eran del tipo parciales combinadas de
decidió acometer las obras necesarias para traer el agua a la acción y reacción de modo que pudieran trabajar en agua detenida
villa y mejorar el alumbrado público. Un año más tarde en 1896 aunque pasara la mitad del agua por los álabes.
el consistorio solicitó la debida autorización para derivar del río
Urumea 4.000 l de agua y aprovecharlos en un salto útil de 4,50 Ante el auge que estaba tomando la producción de la energía eléc-
m y así poder producir energía eléctrica que transportada a la trica Hernani no quiso someterse a las exigencias de las empresas
población se había de emplear en el alumbrado público y parti- particulares y prefirió instalar su propia central.La energía eléctrica
cular. Se construyó una presa de fábrica de un 1,50 m de altura sobrante se vendería a razón de 300 pesetas al año por caballo y
máxima sobre el lecho del río emplazada a 180 m aguas abajo diez horas diarias de uso de la fuerza.
del caserío denominado Epele Echeverri. La forma de la sección
transversal de la presa era un trapecio cuya base tenía 1,50 m, Se instalaron dos turbinas iguales de 90 CV cada una. Las turbi-
esto es igual a su altura y el ancho era de 1,10 m. La obra de nas eran de las conocidas como parciales combinadas de acción
la presa era de mampostería hidráulica de buena calidad pero y de reacción de modo que pudieran trabajar en agua detenida y
el paramento de aguas abajo iba revestido de sillarejo de las aunque solamente pasase la mitad del agua por los álabes. Las
canteras cercanas de Epele. La coronación llevaba una hilada de turbinas se instalaron a nivel del río y lo componen dos espacios
piedra de sillería de arenisca de Igueldo. En la presa se estable- abovedados a los que tendrá entrada el agua por dos tubos.
ció un portillo de 1,50 metros de ancho que ocupaba un punto
cercano a la embocadura del canal y cuyo objeto era dar paso Este sistema disfrutaba de importantes ventajas: las turbinas po-
a las aguas del río en los casos en que se creyera conveniente dían trabajar siempre con el mismo efecto útil, no se perdía la
desahogar el canal sirviendo a la par dar salida a las materias altura del salto, una avenida de agua no influía en la buena marcha
que el agua iba depositando en la entrada del canal. También iba de las turbinas. Durante el periodo de estiaje solo trabajaría una de
provista de una rampa salmonera convenientemente construida ellas y las dos se accionarían en el período de aguas invernales.
98 para su fácil acceso. Cada turbina tenía un regulador de mano y uno automático de
paisaje y patrimonio en Gipuzkoa.

acción rápida. En el edificio de máquinas se instalaron dos dína- cos, el Ayuntamiento de Errenteria y el Ente Vasco de la Energía
mos generatrices iguales cuya potencia útil era superior a 65.000 como promotor acometieron la recuperación del aprovechamiento
watios. El rendimiento industrial de las máquinas era inferior al hidroeléctrico. El canal partía de la margen derecha de la presa y
90% trabajando a plena carga y al 85% a media carga. recorría una distancia de 526 m.

Cada dínamo iba provista del aparato necesario para tensar la co- De esta manera se potencia la capacidad de producción hidroeléc-
rrea de transmisión. La línea de transporte de la casa Siemens & trica en pequeñas centrales. El aprovechamiento de este salto se
Haalske era aérea cuya longitud alcanzaba los 3 kilómetros. ha hecho con una turbina tipo Fygt que formando un bloque com-
pacto con un alterador asíncrono da una potencia en bornes del
En 1902 se renovó toda la maquinaria. A principios del siglo XX se generador de 200 Kwh. En el interior de la central se conserva una
instalaron dos turbinas de la casa suiza Ateliers de Constructions turbina fuera de uso de eje horizontal que por medio de un eje de
Mecaniques de Vevey. Una turbina universal francis de una rueda transmisión excita a dos alternadores de la casa Brown Boveri &
montada sobre un árbol horizontal para una caída de 5,25 m y un Cía, turnándose uno y otro.
volumen de 150 a 200 l/s. En la década de los años 20 se instala-
ron compuertas móviles. En 1925-26 para completar la producción La central con su correspondiente autómata programable y ele-
de energía en momentos de estiaje se instaló un motor Diesel de mentos de protección genera una tensión de 600 v que por un
100 a 125 HP, de la casa Deutz. transformador se eleva a 30.000 v. y se conecta a la red. En el
canal de esta central se construyó un muro rebosadero por el cual
Esta central contaba con el tipo de escala para los peces de las el agua no pasa hasta que en el río no exista más de 2.000 l/s
conocidas como de artesas o de depósitos sucesivos. El caudal de caudal, cantidad que debe primero permanecer en el río por
necesario para el correcto funcionamiento de la escala era el que razones ecológicas.
iba entre los 250 y 500 l/s.

El caudal mínimo del río debía ser de 1.600 l/s ya que el tramo
derivado era de 1665 m. La escala debía hallarse correctamente
dimensionada para el peso de las especies y se completaba con
rejillas de protección frente a cuerpos flotantes.

La central Ereñozu se halla ubicada en el Barrio de Ereñozu. La


concesión inicial fue otorgada en 1897 al Sr. Larralde para aprove-
char 4.000 litros del río Urumea con un salto de 6 m, para propor-
cionar fuerza motriz a una fábrica harinera de su propiedad, una
sierra mecánica y a diversas industrias de la villa de Hernani. En
el año 1926 pasó a ser propiedad del Ayuntamiento de Errenteria
que destinó la electricidad para el alumbrado de la villa.

La presa se ubica en Arriurdin y el canal recorre una distancia de


526 m con una anchura de 4 m y una altura de 3 m. Su fábrica es
de mampuesto, hoy totalmente revocado. Ante el resurgimiento
de las llamadas pequeñas centrales hidroeléctricas debido al en-
carecimiento de los restantes recursos y a los avances tecnológi- 99
Arquitecturas e ingeniería del agua:

F. 27_ Central Hidroeléctrica de


Santiago.

La central hidroeléctrica
de Santiago
Esta central está ubicada en el Barrio Pagoaga. La concesión gu- después de haber actuado en el receptor hidráulico con el salto
bernativa para derivar un caudal de 4000 l/s del río Urumea fue indicado de 19,55 metros, las aguas se reincorporan al río en toda
otorgada a los Señores Ubarrechena Hnos. con fecha del 30 de su integridad.
Marzo de 1895. En 1914 se solicitó permiso para la ampliación
del caudal hasta los 7.800 l/s. En la actualidad es propiedad de Este salto se aprovechaba como fuerza motriz en un artefacto pro-
Iberdrola. ductor de corrientes eléctricas transportables para transformarlas
a su vez en fuerza motriz en las fábricas de cemento y harinas
La presa se construyó 400 metros aguas arriba del caserío Ascaso. establecidas en Hernani. El canal parte de la margen izquierda de
Es una presa de gravedad, de planta recta y construida en sillarejo. la presa, discurre de forma subterránea y al aire libre y recorre una
Presenta un gran contrafuerte en su lado izquierdo y una escala distancia de 871 m con una pendiente de 8,5%. Junto a la casa
para salmones. Desde la presa de 2,90 m de altura sobre el lecho de máquinas deriva en tres tubos de carga de 16 metros de largo
del río se conducen las aguas por un canal, parte del cual en lon- cada uno y un diámetro de 2,10 a 1,10 m.
gitud de 520 metros se desarrolla en galería y el resto hasta los
698,50 m de longitud total a cielo abierto hasta el paraje elegido Las tres turbinas son de tipo francis de eje horizontal y una poten-
para el emplazamiento de la casa de máquinas a 33,50 metros de cia respectivamente de 240, 452 y 1000 Kw. Están unidas a un al-
distancia de la presa, siguiendo el curso del río en cuyo punto y ternador de los que solo uno de ellos corresponde a la casa AEG

F. 27

100
paisaje y patrimonio en Gipuzkoa.

La central Pikoaga está ubicada en el Barrio Ugaldetxo - Latxe. La toma de la regata Urruzuno se realizó con una presa de gra-
A escasos metros de la casa de máquinas se encuentra la casa vedad de 2 metros de altura y 10 m de longitud de coronación.
del encargado de la central. El conjunto se completa con la presa En el centro de la presa está la compuerta de fondo siendo sus
situada en el río Urumea y un canal que deriva las aguas desde dimensiones de 1,10 m x 1 m. La toma del canal se realiza desde
la presa a la sala de máquinas de 2,5 km de longitud. La central el estribo izquierdo con una compuerta de 0,7 m x 0,9 m Este
cuenta con dos turbinas, siendo una sola la original. En el año canal tiene una longitud de unos 70 m hasta enlazar con el canal
1899 La Vasco-Navarra S.A. obtuvo la concesión para la utiliza- principal y su sección es de 0,8 m x 0,8 m.
ción de las aguas para la central eléctrica Picoaga. En la actuali-
dad Iberdrola es la explotadora de la central. La concesión era de La tercera presa está en la regata Mezkite. Tiene una altura de
4.000 l/s del río Urumea y de la regata Urruzuno y otra de 200 l/s 0,70 m y es de hormigón con planta recta de 10 metros. Su com-
de cada una de las regatas Mezkite y Olazar. puerta de fondo se ubica en el centro. De la margen derecha parte
el canal principal, también dentro de un túnel.
La toma del río Urumea se realiza gracias a una presa de grave-
dad y planta recta con 40 metros de longitud en la coronación y En las regatas Urruzuno y Mezkite estaban construidas dos escalas
5 metros de altura. Junto al estribo derecho se sitúa la escala de de peces. La cámara de carga es un depósito de unos 15 m de largo
peces. En el estribo izquierdo están las instalaciones de toma x 8 m de ancho. Tiene un aliviadero que conduce el agua en exceso
del canal consistentes en dos compuertas de entrada al canal al río Urumea a través de una tubería. Desde aquí parten dos tube-
de 1,80 m x 2,25 m. Al comienzo del canal hay un aliviadero rías forzadas de 120 cm y 150 cm de diámetro respectivamente.
de vertido lateral. Junto a estas instalaciones se encuentra la Había dos grupos. Las turbinas eran francis de doble rodete de la
compuerta de fondo de la presa. El canal tiene una sección de marca Theodor Bell y el alternador de la marca Brown Boveri.
3 m x 2 m siendo su longitud total de 2.500 m. Su trazado es
paralelo al cauce del río Urumea y atraviesa 4 túneles a lo largo En el año 1970 la Cía eléctrica del Urumea transfirió el salto a nom-
del recorrido. bre de Iberdrola. La concesión abarcaba las aguas del río Urumea-
Urruzuna Beguire.

101
Usos históricos del agua en la industria vasca.

La Central Arrambide.
La concesión de esta central figura en 1899 a nombre de Ramón
Elosegi. En el pasado perteneció a La Papelera Española de Ren-
teria. En el año 1996 pasó a ser propiedad de Iberdrola S.A. El
aprovechamiento está constituido por dos presas de gravedad.
La primera se sitúa en el río Urumea en el término municipal de
Goizueta. Tiene una longitud de 32 m en coronación y 4,75 m de
altura. El canal tiene una sección de 3 m x 2 m, siendo su longitud
de 3.740 m. A lo largo de éste se espacian 5 compuertas útiles
para el desagüe del mismo. La presa de la regata Ensilla es de
gravedad con planta recta de 6 m de longitud en coronación y 1,5
m de altura. El canal con sección 0,8 m x 0,8 m tiene una longitud
de 160 m y enlaza con el canal principal. La cámara de carga se
forma mediante un ensanchamiento del mismo. Sus dimensiones
son 4 m x 20 m x 2,50 m. Está dotada de compuerta de fondo,
aliviadero y limpiarrejas. Los transformadores se encuentran en el
exterior de la central, aguas abajo de este y conectan con la línea
de alta tensión de Hernani a Leiza de 30.000 Kw.

La central cuenta con tres grupos, todos turbinas Francis. La turbi-


na construida en el año 1934 es de la marca Voith, y las otras dos
de Escher Wyss y de Charmilles. Los reguladores son de la marca
Voith y los alternadores de la marca ASEA y Brown Boveri.

102
El patrimonio industrial originado.

La Central Mendaraz.
Joaquín Arbelaiz vecino de Hernani solicitó la autorización para menudo, empleado para la filtración de alcoholes industriales y
derivar del río Urumea 4000 litros por segundo y utilizarlos en un alquitrán utilizado en la fábrica como combustible. Producía sobre
salto de 3,43 metros y aprovechar la fuerza motriz resultante para todo vinagre y pirolignito En el año 1889 la misma fábrica aparece
usos industriales. La derivación se realiza mediante una presa de con el nombre de Puig y Cía bajo cuya denominación seguirá hasta
20 metros de longitud de 180 metros de altura sobre el nivel de su cierre definitivo en 1984. Esta empresa se ubicó en un entorno
aguas ordinarias en el punto del emplazamiento. El estribo de la plenamente rural. El lugar era el idóneo para el proceso productivo
misma está situado en la margen izquierda y se halla sobre terre- que desarrollaban. Se obtenía alcohol de la destilación de madera.
nos pertenecientes a Arano (Navarra). En 1901 contaba con 6 hornos de marcha continua y los aparatos
necesarios para destilación de 4.500 tn de leña al año. Contaba
El canal de derivación es de 470 m. En el año 1900 los Herma- con una caldera de vapor y una turbina para producir energía y
nos Ubarrechena pidieron permiso para ampliar la concesión que en ellas se llegaron a emplear de 30 a 40 operarios. La fábrica se
consistía en prolongar la traza del canal de conducción que figu- cerró definitivamente en 1973
raba en el anterior proyecto aprobado al otorgarles la concesión
indicada de 662 m con el fin de utilizar el desnivel existente en La caldera de vapor lograba la obtención de energía motriz por medio
el tramo del río situado entre el emplazamiento designado para de vapor y era de la marca Societé de Constructions Mecaniques.
establecer el salto en aquel proyecto y el remanso de la presa que
es de 3,43 m y de este modo disponer de un salto de 15,18 m en Ya abandonados se pueden observar todavía los restos de lo que
vez de 11,75 m de la primera concesión. Para emplearlos como fueron las instalaciones fabriles situadas a un lado de la carretera
fuerza motriz en un artefacto productor de corrientes eléctricas hacia Goizueta. Enfrente y separados por dicha carretera se levan-
transportables por medio de cables aéreos a las fábricas de hari- ta un edificio destinado a vivienda de obreros y una casa chalet
nas y cementos que poseían en Hernani así como para alumbrado construida en 1919 para vivienda de los propietarios por el arqui-
eléctrico. tecto Antonio Setien. El edificio destinado para vivienda de los
obreros es de dos pisos y ganbara, construido en mampostería.
Estos aprovechamientos hidráulicos provocaban efectos negativos Destaca un balcón corrido al que se llega por una escalera situada
en el cauce como son la modificación del medio físico del propio a cada uno de los lados, gracias a él se puede acceder directamen-
cauce, obstáculo a la migración, mortandad de peces en la turbina, te a las viviendas. La planta baja quedaba destinada a oficinas y
transformación de zonas de corriente en remansos y alteración de almacenes.
fondos y márgenes.
La casa chalet de los propietarios cuenta con dos pisos y ganbara,
Para minimizar los efectos negativos se obligaba a construir una destaca un porche de entrada, que sustenta un balcón situado en
escala salmonera, la toma de agua debía contar con una rejilla el segundo piso. La decoración de la parte superior cercana a la
cuya separación entre barrotes era de 20 mm. El extremo final del ganbara se logra a base de falso entramado de madera.
canal del desagüe debía estar provisto de una rejilla con separa-
ción máxima entre barrotes de 60 mm. La fábrica era la concesionaria del salto Latxe. El caudal inicial era
de 30 l/s aunque se elevó con posterioridad hasta los 60 l/s, cap-
Además de las centrales hidroeléctricas, también se desarrolla- tado mediante azud de 2 m de altura y 14 m de anchura y con un
ron otras industrias como Puig y Cía. En el mismo emplazamiento canal de 300 m de longitud. El salto bruto era de 31,13 m siendo
donde se ubicó la Ferrería Lasa, a finales del siglo XIX se estable- el salto útil de 26,34 m medido entre la cámara de carga y el plano
ció la empresa Lecumberri y compañía razón social con la que se medio del rodete de las turbinas acopladas a las dínamos. Desde
presentó a la Exposición Universal de Barcelona en 1888. En ese el depósito de carga, mediante tubería, las aguas se conducían a
año consumía una media diaria de 2.500 kg. de carbón vegetal las 6 turbinas instaladas en el interior de la fábrica. También se em- 103
Arquitecturas e ingeniería del agua:

pleaban para el movimiento de las bombas. Las otras dos estaban F. 28


acopladas a sendos dínamos.

También en el Urumea destaca la cementera Fagollaga, uno de los


enclaves industriales más interesantes de Gipuzkoa donde poder
estudiar y analizar la evolución de la actividad industrial desde sus
orígenes como actividad dedicada al trabajo metalúrgico.

La ferrería de Fagollaga integrante de la fábrica de anclas de la villa


de Hernani data del siglo XVI y continuará con la actividad dedicada
al trabajo del hierro hasta el último tercio del siglo XIX. Pero ya en
1876 se hace mención de una fábrica de papel titulada “Urumea”
en Fagollaga propiedad de Bonifacio Guibert y Arroqui con ocasión
de los destrozos que en ella causó la guerra civil. Esta papelera
parece que desapareció definitivamente en 1888. Posteriormente
a principios de siglo se instaló en el lugar una cementera hidráulica
perteneciente a Victoriano Celaya, el cual vendió el salto de agua al
Ayuntamiento de Hernani en 1920.

La batería de los tres hornos de calcinación con forma de tronco


de pirámide está construida en mampuesto al exterior y ladrillo
refractario al interior. Presenta grandes arbotantes en triple arcada
hacia el W y sillares en los esquinales, así como tres bocas en arco
escarzano uno para cada horno, tanto al E como al W, descarga de
los mismos, recercados de ladrillo.

La concesión de las aguas de Fagollaga pasó definitivamente a


manos de Iberdrola en 1987. El salto es de 5,80 m y 4.500 l/s
siendo el caudal del río 1.600 l/s . La turbina que estaba instalada
era una turbina Voith Heindenheim tipo francis de doble rodete
con una potencia de 299 KW y 30 rpm y el generador de la marca
Siemens Schuket.

104
paisaje y patrimonio en Gipuzkoa.

F. 29 Tal y como se ha analizado las más importantes industrias y cen-


trales hidroeléctricas de Hernani que se suceden a lo largo del río
Urumea; repiten un emplazamiento y unas infraestructuras que
secularmente han estado vinculadas al trabajo. Es en estos luga-
res donde todavía se puede rastrear y reconocer la peculiar ocupa-
ción del espacio rural más allá de los límites de la villa.

En la cuenca del río Urola destacamos la Central Epelde y Larraña-


ga se encuentra en el barrio de Loiola en Azpeitia y proporcionaba
energía a la fábrica textil Epelde, Larrañaga y Cía desde 1904. Al
principio solo tenía una turbina a la que se le añadiría una segunda
tres años más tarde.

Esta central contaba con una presa de frente ligeramente curvo


situada en las inmediaciones del matadero municipal de Azkoitia.
El canal parte del lado derecho de la presa hoy cegado y con unas
dimensiones de 3 m x 3 m. A unos 100 m cruza el río por debajo
del mismo y ya en la orilla izquierda aflora otra vez en un canal y
luego se vuelve subterráneo. Se prolonga así hasta la central unas
veces subterráneo y otras al aire libre completando un recorrido
de 1800 m. Destaca un acueducto que dibuja en la zona conoci-
da como Beristain, formando 11 arcos rebajados que descansan
sobre pilas rectangulares. Los arcos tienen una luz de unos 3 m
mientras el canal en si tiene una dimensiones cercanas a 2 m de
ancho y 2 de profundidad.

F. 28_ Cementera Fagollaga.


Hernani. Fotografía de Santiago
Yaniz.

F. 29_ Casa de máquinas de la


Central Epelde y Larrañaga.

105
Arquitecturas e ingeniería del agua:

F. 30_ Central de máquinas de la


Central del Leizaran.

En la carretera de Azkoitia a Zumarraga se levanta la Hidroeléctri- F. 30


ca Alberdi y Cía a orillas del río Urola para favorecer la salida del
canal del desagüe o socaz. La construcción de la Hidroeléctrica
denominada Errotaberri se realizó en 1914. Se aprovecharon las
instalaciones de un antiguo molino pero realizando las oportunas
reformas en toda la infraestructura hidráulica. Se derivaron hacia
la hidroeléctrica las aguas de la presa de Ezkidi que pertenecía a
un antiguo molino y que antes había reformado su dueño, Esteban
Alberdi para proveer de agua a su primera central de Androndegi
La corriente de este central se enviaba a la Yutera de Alberdi y Cía.
Allí se encontraban dos grandes transformadores que variando el
voltaje, alimentaban los motores eléctricos de que disponía la fá-
brica para accionar la maquinaria. Una parte de la energía eléctrica
era vendida a los caseríos de la zona. La Hidroeléctrica dejó de
funcionar hacia 1970. En la década de los años 80 se comenzó de
nuevo su explotación debido a la puesta en marcha de pequeñas
hidroeléctricas.

El conjunto hidráulico está formado por una presa y un canal que


son los originales del molino. Esteban Alberdi los reformó elevan-
do su altura y cambió el curso del canal para abastecer a sus cen-
trales. Es una presa de frente recto, de fábrica de mampostería
aguas abajo y losas cubiertas de cemento en la cumbrera. En el
lado del canal a la derecha presenta un contrafuerte, también de
mampostería y entre ambos elementos se encuentra el desague,
conserva dos estribos completos. El salto que se alcanza en la
central es de 40,5 m. El canal se encuentra en la parte derecha
de la presa y recorre al descubierto los primeros 270 m de su
trayectoria, midiendo 2,5 m de profundidad en este tramo; al cabo

106
paisaje y patrimonio en Gipuzkoa.

del cual se sumerge para atravesar la carretera y el río, a través


de un sifón de 44 m de largo. Pasa así a la margen izquierda del
río y transcurriendo por encima de la central de Androndegi des-
emboca en un sifón situado en frente de la Central de Errotaberri,
proporcionándole un salto de 40,5 m. En total mide 1800 m y más
de la mitad en galería subterránea.

En el Valle del Leizaran se suceden centrales hidroeléctricas al-


gunas de ellas junto a instalaciones de antiguas ferrerías, algunas
de estas centrales son las más antiguas.

Son la central del Leizaran, las de Plazaola o la de Ameraun esta


última cercana a las instalaciones de la ferrería del mismo nom-
bre. Comenzaremos hablando de la central del Leizaran. En 1899
los hermanos Joaquin y Juan B. Larrate solicitaron el aprovecha-
miento de 1650 l/s para aprovecharlos mediante un salto de agua
de 209 m en la producción de energía para usos industriales. Ya
en 1902 era propiedad de la Sociedad Hidroeléctrica Ibérica do-
miciliada en Bilbao, lo que hacía que la energía se dirigiera a la
capital vizcaína. En el 1911 alimentaba la Central del Tranvía de San
Sebastián - Tolosa. En la actualidad es propiedad de Iberdrola. Se
encuentra a orillas del río Leizaran frente a la central Bertxin. El
edificio de la central generadora está destinado a la sala de máqui-
nas y otro adosado destinado a los transformadores y cuadros de
distribución. Completan el conjunto la presa situada en Ameraun y
un canal de 13,422 km que se verifica en la margen izquierda del
río. El canal termina en un depósito y de aquí arranca la conduc-
ción forzada, una tubería metálica baja por la ladera y atraviesa el
río para entrar en la sala de máquinas.

107
Arquitecturas e ingeniería del agua:

F. 31_ Casa de máquinas de la


Central Ameraun. Andoain.

F. 32_ Embalse de regulación de


la Central Ameraun. Andoain.

F. 33_ Acueducto de la Central


Ameraun. Andoain. Fotografía
de Santiago Yaniz.

La central de Ameraun se encuentra en el kilómetro 61 del fe- F. 32


rrocarril del Leizaran, junto a los restos de la ferrería del mismo
nombre, era propiedad de Santos Gaztañondo que la vendió a la
Papelera Española de Tolosa. Cuando se cerraron las instalaciones
pasó a manos de la Papelera Sarrio Papelera Uranga que en la
actualidad sigue explotándola. Produce electricidad gracias a tres
grupos con un salto de 54 m y un caudal de 3,8 m3/s sobre la base
de 1185 de potencia conjunta de los tres grupos. La presa de gra-
vedad de 40 m x 3,5 está situada a 5 kilómetros de donde parte el
canal. Para salvar el desnivel se construyó un potente acueducto
de sillería hasta llegar a un depósito de donde parte la conducción
forzada con una tubería metálica hasta la casa de máquinas. Esta,
justo antes de entrar en la casa de máquinas, se bifurca una toma
por cada grupo.

F. 31 F. 33

108
paisaje y patrimonio en Gipuzkoa.

F. 34_ Central Hidroléctrica de


Abaloz y Mendia. Andoain.

La central de Laborde Hnos está situada en el kilómetro 82,300 truida a principios de siglo. La construcción está hecha en forma
a orillas del río Leizaran y aguas abajo de la Central del Leizaran. escalonada y es de 60 m de longitud y 12,5 m de altura. A 400 m
Es una central a pie de presa. Destaca la casa de máquinas y un aguas debajo de la presa existe un azud de desviación de 35 m de
pequeño cobertizo donde se ubican los mecanismos de las com- longitud y 5 m de altura. Su construcción es de gravedad reforzada
puertas de la zona de la central. con contrafuertes. De este azud y por su margen izquierda se de-
riva un canal de 3.700 m de longitud que discurre a media ladera
En el año 1905 la Sociedad Hidroeléctrica Ibérica consiguió la con- del monte y llega hasta la cámara de carga situada a 95 m de altura
cesión de 300 l/s mediante un salto efectivo de 5,5 m. En 1949 la del eje de la turbina. Desde la cámara hasta la turbina el agua baja
empresa “Laborde Hnos” adquirió la citada central para afrontar por una tubería forzada de 152 m de longitud y 0,8 m de diámetro.
las restricciones en el suministro de energía en la época de la La producción tradicional tenía lugar gracias a una turbina francis.
autarquía. La central de Bertxin propiedad del Ayuntamiento de Posteriormente las instalaciones han sido reformadas.
Andoain se halla situada en la margen izquierda del río Leizaran en
el término municipal de Villabona. Su canal atraviesa los términos En el valle del Oria se halla la interesante Central Abaloz y Mendia,
de Berastegi y Elduain. La concesión de agua existente actual- la central se sitúa al borde del cauce del río entre los municipios
mente fue otorgada en 1908 a Venancio Genua para aprovechar de Andoain y Lasarte. Se accede a ella a través de un puente. Esta
1000 litros /s del río Leizaran y sus afluentes. Posteriormente se central ha estado vinculada a la Papelera Mendia S.A. de Hernani.
transfirió a Ramón Elosegi que obtuvo autorización para construir Esta fábrica disponía en 1913 de un salto en el río Oria para sus
una presa de regulación de 12,50 m de altura y 300.000 m3 de necesidades de 1000 HP y una reserva de dos centrales térmicas
capacidad. La sociedad “Electra de Berchin S.A.” compró en 1922 de 600 y 275 HP. La presa es de arco de gravedad de 60 m de an-
las instalaciones que constituyen el aprovechamiento y dicha so- chura y un salto de tres metros. El canal tiene aproximadamente
ciedad las vendió al Ayuntamiento de Andoain en 1970. 1,5 km de longitud realizado en fábrica de mampostería caliza con
revocos posteriores en cemento. Es de sección cuadrada con ali-
Pertenece a esta central una presa embalse de regulación cons- viaderos laterales y arranca del estribo izquierdo de la presa.

F. 34

109
Arquitecturas e ingeniería del agua:

En el Valle del Deba destaca en Oñati la existencia de interesantes F. 35(1)


centrales hidroeléctricas. Destaca entre todas la Central de Olate
y la Central de Jaturabe.

La primera fue instalada por la empresa Unión Cerrajera. Su ubica-


ción primera fue al otro lado del río Arantzazu, donde en la actualidad
se ubica un edificio de viviendas y reaprovechando las instalacio-
nes del molino Lamiategi goikoa. En 1921 se construyó el edificio
que ocupa la central en la actualidad. Hasta 1989 fue propiedad de
la citada empresa, fecha en la que pasó a ser propiedad de la So-
ciedad Oñatiko Ur jauziak S.A. de la que el ayuntamiento de Oñati
es coparticipe. Se ha adquirido con la intención de explotarla para
autoabastecer al municipio de energía eléctrica. El ayuntamiento
de Oñati ha querido continuar con esta actividad que ya inicio en
el año 1928. De las siete turbinas que tenía solo conserva una.
Hasta la última remodelación conseguía fuerza eléctrica gracias a
siete grupos electromotrices que eran activados por cuatro saltos:
Oñati, Nuestra Señora de Aranzazu, Saratxo y Zapata con desnive-
les de 103, 417, 220 y 273. El canal de Olate nace en la presa de
Jaturabe a donde llegan las aguas de los ríos Araoz y Arantzazu
principalmente y cuenta con un depósito de 450.000 m3. De aquí
partía una tubería de carga que daba entrada al cuadal de la central.
El canal de Arantzazu o Itzagain es el más largo y recoge el tributo
de 256 regatas y alcanza una longitud de 11.600 m. El canal de Sa-
ratxo tiene un recorrido de 1674 m de los que 1 km está excavado

110
paisaje y patrimonio en Gipuzkoa.

en roca. Por último el canal de Zapata tiene una tubería de carga F. 35(2)
más larga sin contar la que desde la central de Jaturabe se une a
ésta en su inicio. Los grupos electromotrices eran siete uno para
Zapata y dos por cada uno de los saltos. Todas las turbinas eran de
la casa alemana Voith de Heindenhiem del tipo Pelton. El panel de
cuadro de mandos era de la marca AEG. Toda la producción de las
centrales de Olate, Lamiategi, Toquillo y Jaturabe se centralizaba
aquí y era trasladada a la empresa Unión Cerrajera. El edificio de la
central propiamente dicho es un edificio construido en la década
de los años 20 de estilo ecléctico. Se divide entre la parte dedicada
a la generación y adosada la parte de la transformación y salida de
líneas en dos torretas que flanquean la construcción. En la fachada
posterior se observan tres tuberías de carga procedentes de los
saltos de Olate, Nuestra Señora de Aranzazu y Saratxo. Para que
pudieran atravesar el río se construyó un puente. La sala de máqui-
nas impresiona por su amplitud y limpieza Se halla perfectamente
iluminada por un doble registro de vanos. El edificio es de planta
rectangular con un piso en el cuerpo central y dos torretas que lo
flanquean. Se labra en mampostería y se cubre a dos aguas con
el caballete paralelo a la fachada principal en el cuerpo central y a
cuatro aguas en las torres.

Conserva una turbina pelton del año 1921 de la marca Voith aco-
plado a un generador de la marca AEG acoplada a su vez a un
generador, fuera de uso.

F. 35(1)_ Central Hidroeléctrica


de Olate. Oñati (vista 1)

F. 35(2)_ Central Hidroeléctrica


de Olate. Oñati (vista 2)

111
Arquitecturas e ingeniería del agua:

F. 36_ Vista general de la Central


de Jaturabe. Oñati.

La otra central de la que ya hemos hablado, la Central Jaturabe se F. 36


halla en el Barrio de Araotz. Aprovecha el canal de Olate que parte
de la presa de Jaturabe para luego continuar hacia la central del
mismo nombre. Las aguas sobrantes se reconducen por una tu-
bería de carga, que atraviesa el barranco hasta el canal de Zapata.
Esta central situada en el Barrio de Araotz era propiedad de Unión
Cerrajera de Arrasate. Estuvo en funcionamiento hasta 1987. En la
actualidad ha pasado a ser propiedad de la Sociedad que gestiona
la Central de Olate. Se conserva una turbina de la marca J.M Voith
Heideinheim que data de 1913.

En el sector industrial fue básica la fuerza motriz eléctrica. Sur-


gieron industrias que crecieron en torno a una previa instalación
hidroeléctrica como es el caso de la Fábrica Altuna Hermanos o
Garay Hermanos, las dos de Oñati. Estas hipotecaban su ubica-
ción a la ventaja de situarse junto al lugar donde se producía la
energía eléctrica.

112
paisaje y patrimonio en Gipuzkoa.

En el extremo opuesto se encuentran las empresas que explo- Endarerreca y ya en 1902 se constituyó la sociedad Anónima
tan centrales hidroeléctricas alejadas de sus centros de produc- Electra Irun - Endara para la producción de energía eléctrica en
ción. Este sistema proliferó debido al abaratamiento de la dis- Irun y su transmisión a los puntos que conviniera a dicha socie-
tribución de la electricidad. Es el caso de la Sociedad Anónima dad ya fuera en forma de fuerza o de luz y para la explotación del
Electra Irun - Endara constituida en 1902 cuyo objeto era la pro- Tranvía de Irun a Hondarribia. Tenía otras dos centrales una en la
ducción de energía eléctrica en la jurisdicción de la villa de Irun, margen izquierda del río Bidasoa en el término de las Nazas en
con el agua procedente de la regata Endara y su transmisión a el Ayuntamiento de Lesaka con un salto de 8,5 m y una tercera
los puntos que interesara a la sociedad y a la explotación del emplazada en el origen de la Regata Endara en Lesaka Navarra
Tranvía de Irun a Hondarribia. Utiliza un salto de 317 m con un y utiliza las aguas de un embalse regulador construido en dicho
caudal de 500 l /s obtenidas mediante la derivación de la regata punto.
Endara que se halla en Navarra con un canal de 13 kilómetros y
una conducción forzada de 1300 m; en la década de los treinta Utiliza un salto de 317 m con un caudal de 500 l/s obtenidas me-
contaba con 3 grupos electrógenos de 350 HP más un motor diante la derivación de la Regata Endara que se halla en Navarra,
diesel de 500 HP. En la actualidad funcionan cuatro turbinas, dos con un canal de 13 kilómetros y una conducción forzada de 1300
de ellas de la fecha de la instalación de la central, el grupo die- m. En la década de los años treinta contaba con tres grupos
sel fue desmontado. La Sociedad explotadora de esta Central electrógenos de 350 HP compuestas cada una por una turbina
Irugurutzeta funcionó desde 1898. En un principio se denominó pelton más un motor diesel de 500 HP.

F. 37 F. 37_ Central Irugurutzeta. Irun.

113
Arquitecturas e ingeniería del agua:

En Zegama en el año 1926 la Cía Mercantil Electra Aitzgorri S.A. Es el caso del Caserío Kortabarri en el Barrio Olabarrieta de Oñati
era la propietaria de dos centrales Ezpaleo y Aldaola las dos unidas que cuenta con una turbina en desuso. Hubo también empresas
por un complejo sistema de canales y depósitos. Ambas propor- que animadas por el mundo de la electricidad se dedicaron a la
cionaban energía eléctrica a 7 municipios del Goierri, hasta que en fabricación de aparatos eléctricos como la firma Anitua e hijos de
1969 Iberduero se hizo con el control del abastecimiento de energía Eibar.
eléctrica de la zona y la Electra pasó a proporcionar energía a la Pa-
pelera de Zegama hasta su cierre definitivo en 1987 año en el que Dispersos por Gipuzkoa se encuentran todavía restos de calidad ex-
se paralizaron las dos centrales. A principios de los años 90 tras cepcional, centrales, conducciones de agua, maquinaria en desuso
realizar numerosas reparaciones, ambas centrales han reanudado con una gran fuerza icónica e imagen insustituible del paisaje guipuz-
su actividad y la energía obtenida en ellas es vendida a la red de coano. Junto a las casas de máquinas se elevan todos los elementos
Iberdrola. de la tecnología aplicada: torres de transformación, líneas eléctricas
y últimamente las nuevas presas transformadas para que la vida pis-
Históricamente también fueron habituales pequeñas asociaciones cícola sea una realidad.
de vecinos de zonas rurales o caseríos aislados que deciden realizar
una inversión de capital con objeto de proveerse de electricidad en La mayoría de las centrales que entraron en funcionamiento a finales
la época en la Iberduero S.A. no garantizaba el suministro. del siglo XIX continúan en activo en la actualidad. En los últimos años
y teniendo en cuenta el desarrollo de las pequeñas centrales, éstas
han sido objeto de importantes mejoras. Todavía se conservan sin
embargo algunas de las viejas turbinas a las que se han adaptado
modernos motores y reguladores.

F. 38
En muchos casos las que habían sido centrales hidroeléctricas muy
productivas se cerraron, tras entrar en una fase de rendimientos de-
crecientes. Servían como hemos ido viendo para producir la ener-
gía que necesitaba la fábrica o pequeños núcleos de población. Al
extenderse la red interpeninsular estas centrales comenzaron a no
ser rentables. En nuestros días asistimos sin embargo a la inversión
de los términos. La crisis energética y la búsqueda de fuentes al-
ternativas incluso ecológicas actualizan el uso de la hulla blanca. Se
actualizan, pero en muchos casos la automatización trae consigo la
eliminación de las viejas turbinas testigos de la tecnología pionera
por otras más potentes y más productivas. También las obras de
ingeniería han sufrido importantes transformaciones con las escalas
para que los peces no vean interrumpido su ciclo vital.

Igualmente el uso del agua tiene mucho que ver con el uso medicinal
e higiénico, por ello se edificaron en muchos de los municipios en
sus principales plazas fuentes y lavaderos. La mayoría son anteriores
a la época de la industrialización en la que nos hemos detenido. Sin
embargo señalamos el lavadero de Irura que data de 1889. Destaca
por la originalidad de la traza: un octógono cubierto sostenido por co-
lumnillas de fundición, con una singular pila o depósito en forma de
114 estrella de seis puntas junto a las que se sitúan las piedras de lavar.
paisaje y patrimonio en Gipuzkoa.

F. 38_ Lavadero de Irura.

F. 39_ Planta embotelladora de


Zestoa.

F. 39

También fueron importantes en el pasado en Gipuzkoa instalación


de balnearios, establecimientos sanitarios con baños medicinales.
Hubo balnearios de este tipo en Gabiria, Ataun, Ormaiztegi, Zestoa,
Alzola en Elgoibar. La importancia de las aguas medicinales de Zes-
toa llevó a la familia Echaide en 1901 a vender el establecimiento
del Balneario a la Sociedad Anónima “Aguas y Balneario de Cesto-
na”, y esta Sociedad será la que en 1904 construya la planta para
embotellado de las aguas, junto a la primitiva Casa de Baños. La
planta embotelladora se amplió en los años 50, y se cerró a finales
de los 60. Hoy en día ha desaparecido el primitivo sistema de cap-
tación de aguas desde el manantial, al igual que la maquinaria de la
propia planta embotelladora.

También en Lizartza ha sido explotado un manantial de agua mine-


ral natural con gas y sin gas desde el año 1888. En julio de 2003
sufrió un grave incendio. En la actualidad está de nuevo en funcio-
namiento. 115
Arquitecturas e ingeniería del agua:

Fuentes
Archivo de la Comisaría de Aguas.
Confederación Hidrográfica del Norte.
Ministerio de Medio Ambiente.

Inventario de Patrimonio Industrial y Obra Pública.


Centro de Patrimonio.
Departamento de Cultura.

Bibliografía

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117
Los lavaderos de mineral
de hierro en la cuenca
minera vizcaína.
Antonio Hernández Almaraz
Los lavaderos de mineral de hierro

3
Los lavaderos de mineral
de hierro en la cuenca
minera vizcaina.
Antonio Hernández Almaraz

Introducción
El agua de los ríos y arroyos de Bizkaia, cuando su uso no iba más
allá de la obtención de energía mediante de saltos de agua, era de
gran calidad. Con la llegada de la industrialización, y especialmen-
te con el boom minero, empezó a utilizarse para usos distintos al
del consumo humano y comenzó su deterioro.

Antes incluso de que el agua se comenzara a usar en el tratamien-


to del mineral, el progresivo vertidos de escombros de mineral de
hierro en los cursos fluviales produjo la alteración de sus cauces,
su contaminación y la destrucción del hábitat, en detrimento de la
agricultura y la salud pública.

Por todo ello, el agua llegará a convertirse en un medio de trans-


misión de enfermedades del aparato digestivo, como el cólera, la
disentería, la gastroenteritis, el tifus, etc., y solo tras continuas
denuncias por parte de los ayuntamientos contra las empresas
mineras, se acabará generalizando la construcción de depósitos
para evitar el anegamiento de los cauces.

Aunque en los comienzos de la minería, el mineral carecía de im-


purezas y se vendía sin ningún tipo de tratamiento, a partir de 1891
su agotamiento obligó al aprovechamiento del mineral mezclado
con arcilla que había que eliminar en los lavaderos. Este tratamien-
to producía gran cantidad de lodos que al depositarse en los ríos
120 enfangaban los acuíferos utilizados para el consumo humano.
en la cuenca minera vizcaina.

El origen de todos estos problemas, tenemos que situarlo en las F. 01


profundas transformaciones que sufrirá Bizkaia por el boom mine-
ro que se producirá entre 1876 y 1914. El fin de la última guerra
carlista traerá consigo la derogación de las disposiciones forales
que pesaban sobre la extracción y el arrastre de mineral, con la
prohibición expresa de su exportación al extranjero. Este hecho
fue favorecido por la introducción de conceptos liberales de pro-
piedad, que permitirá la definitiva intervención de las empresas si-
derúrgicas europeas en el desarrollo del capitalismo vizcaíno, que
optaron por varias vías de inversión.

Por un lado estaban los que buscaban la exportación de lingotes


de mineral ya fabricados. Este fue el caso de la compañía inglesa
The Cantabrian, que tras construir una fábrica siderúrgica en las
marismas de Sestao, registró un conjunto de minas en Galdames
y construyó en 1870 el ferrocarril Bilbao River and Cantabrian Rai-
lway Co. Ltd. para dar servicio a la fábrica. Al fracasar este intento,
Martínez de las Rivas compró la fábrica y la empresa inglesa Bilbao
Iron Ore, constituida en 1871, con la que continuará la explotación
del coto de Galdames y el ferrocarril.

Tras estos intentos, las grandes compañías siderúrgicas europeas


se decantarán por la exportación de mineral, ya que su finalidad
era lograr un abastecimiento regular de óxidos de hierro a precios
inferiores a los del mercado, que les permitiera fabricar aceros
más competitivos. Con este fin estas empresas lograrán acuer-
dos con los grandes propietarios de las minas situadas en la zona
más rica del gran criadero de Triano - Matamoros y entre 1871 y
1876 fundarán en Bizkaia un grupo de empresas mineras filiales.
Estas procederán a un alto grado de integración económica en sus
explotaciones, asociando las actividades de arranque, beneficio y
transporte de minerales. Para ello realizarán grandes inversiones
de capital en la infraestructura técnica que precisaba su explota- F. 01_ Instalaciones de la mina
ción intensiva, lo que a su vez les va a convertir en protagonistas Josefa en La Peña (Arrigorria-
de la gran expansión productiva de Bizkaia. ga), durante la 2ª década del S.
XX (Archivo Ortega).

Así surgirá la Luchana Mining, creada en 1871, por Sir W. Arms-


trong y Bolckow y Cía. Explotará un coto de 516 ha. situado en ba-
rranco del Cuadro, al S-E del criadero de Triano - Matamoros, hasta
1887 en que lo arrendará para atender el ferrocarril del Regato que
uniría sus minas con la ría. 121
Los lavaderos de mineral de hierro

A continuación se fundará la Orconera Iron Ore, la empresa más im-


portante de todas. Será creada en Londres en 1873 por tres compa-
ñías siderúrgicas europeas e Ibarra Hermanos y Cía. y C. Zubiría para
explotar, en régimen de arrendamiento, parte del coto que los Ibarra
tenían en Matamoros y Triano.

La Société Anonyme Franco Belge des Mines de Somorrostro, será


la última en aparecer y la segunda en importancia de la cuenca vizcaí-
na. Fue fundada en París en 1876 por dos siderurgias francesas, una
belga y José Antonio de Ibarra e Ibarra Hermanos y Cía.

Otros empresarios que también protagonizarán esta expansión pro-


ductiva, se localizarán en el coto minero de Castro - Urdiales, prolon- F. 02_ Plano de los muelles
y cargaderos situados en el
gación del vizcaíno. fondeadero de San Nicolás,
entre los ríos Cadagua y Ga-
Allí nos encontramos en 1880 con la empresa del industrial José Mac lindo, realizado por A. Marcos
Martínez, ingeniero de la Sdad.
Lennan, la principal y más antigua de las creadas en la costa occiden- Franco-Belga en 1875 (AFB/BFA.
tal vizcaína. Agruminsa 0263/001 [046]).

En 1880, para explotar las minas de Dícido, se funda Hollway Bro-


thers, que será vendida a John Bailey Davies y Guillermo de Goitia
de Bilbao, quienes crearán en 1883 la Sociedad The Dicido Iron Ore
F. 02
C.L.T.D.

En 1886 los Sres. Sota y Aznar de Bilbao, crearán la Sociedad de


Minas de Setares, S.A. (Cía. Minera de Setares). Su finalidad será
explotar las zonas mineras de Setares y Saltacaballo.

La llegada de todas estas compañías va a provocar un boom minero


que habría que englobar dentro del proceso de transformación que a
partir de la segunda mitad del S. XIX se va a producir en la industria
europea y española. En el caso vizcaíno estas transformaciones se
sumarán, tanto a la profunda crisis agrícola que atravesaba, como
a su tradición ferrona, para orientar su economía hacia el desarrollo
de la actividad minera que se convertirá en la forma de producción
dominante en el País Vasco.

Esta repentina demanda de los óxidos vizcaínos estará motivada por


el descubrimiento en 1856 del convertidor Bessemer. Este permitía
fabricar acero de calidad a bajo costo, pero precisaba de minerales
122 no fosfóricos, que las compañías europeas encontraron, tanto en el
en la cuenca minera vizcaina.

criadero de Bizkaia como en el de Kiruna, en el Norte de Suecia. El Al exportarse casi todo el mineral que producía el distrito mine-
clima y orografía adversa suecos, hicieron que la demanda se decan- ro, se va a producir un gran crecimiento del tráfico en la ría de
tara por el primero, que ofrecía además una serie de ventajas. Por un Bilbao que obligará a acondicionar la zona portuaria, sobre todo
lado, existía un mineral homogéneo, que aparecía en depósitos de en el tramo comprendido entre la desembocadura del Cadagua
gran potencia y riqueza metálica, hasta tal punto que en proporción a en Zorroza y la antigua playa de Sestao, donde la mayoría de las
su superficie, no ha habido ningún distrito ferrífero que haya supera- compañías mineras irá construyendo sus cargaderos.
do a Bizkaia en riqueza; además, al explotarse las minas a cielo abier-
to y poseer una mano de obra abundante y muy barata, los costes de Con la constitución en 1877 de la Junta de Obras del Puerto de
producción se redujeron notablemente; por otro las minas estaban Bilbao, se afrontará la mejora y adaptación del puerto y ría de Bil-
situadas apenas a 14 Km. de la costa, lo que abarataba el transporte bao. Será el ingeniero Evaristo Churruca quien entre 1880 y 1903
hasta los puertos de embarque, en los que se creará una infraestruc- procederá a encauzar el curso de la ría y a construir el Muelle de
tura portuaria y de transportes, que permitirá la explotación y exporta- Hierro de Portugalete que eliminará la barra de arena que dificul-
ción del mineral por la ría de Bilbao, hecho que permitirá el aumentó taba el acceso a la embocadura.
el tonelaje de los buques, lo que junto a la práctica de la navegación
de retorno conseguirán el abaratamiento de la explotación y los fletes Al finalizar el siglo, ya se había completado un nuevo trazado para
de los barcos, lo que permitirá importantes márgenes de beneficios el curso de la ría del Nervión, había nuevos muelles y el calado
que atraerán a las principales siderurgias europeas que, en colabora- había aumentado, hasta tal punto que la carga máxima trans-
ción con empresarios mineros locales – Ibarra Hnos., Chavarri Hnos., portada por los cargueros pasará de 1.690 Tm. en el año 1.881 a
etc –, se lanzarán a la explotación de la cuenca minera vizcaína. 5.380 Tm. en 1895 (Hernández, 2002).

123
Los lavaderos de mineral de hierro

El lavado del mineral de


hierro. Las balsas de
decantación.
Como hemos mencionado, el mineral de hierro que existía en El carbonato es el hierro espático o siderosa con una ley metáli-
Bizkaia tenía una serie de cualidades que lo hicieron muy codi- ca en torno al 34 y 40%. Se solía encontrar a cierta profundidad,
ciado; veamos algunas de las características de los minerales debajo del rubio y otras variedades. Tenía muchas impurezas. Era
que aquí se explotaron: especialmente abundante en la mina Concha 2 – yacimiento de
F. 03 Bodovalle – de la Franco - Belga.
La vena y el campanil son óxidos
férricos o hematites roja. El pri- Al aparecer las hematites roja (vena y
mero tiene una ley metálica de campanil) y parda (rubio) en los estratos
hasta el 60%. Es un mineral superficiales, la explotación en el dis-
superficial, de color morado trito minero de Bizkaia fue de gran
muy oscuro, de textura blanda sencillez. El laboreo solía ser a cielo
y pulvurenta; es el mineral de abierto, mediante el procedimiento
las ferrerías vizcaínas y se ago- de ‘bancos o testeros’, de alturas
tó rápidamente. El segundo que oscilaban de 15 a 30 m.; solían
también es un óxido férrico o estar unidos por planos inclinados
hematites roja con una ley me- hasta los que se acarreaba mineral
tálica del 55 al 56%; de estructura con animales, aún tras la mecaniza-
cristalina, se presentaba en grandes ción del transporte.
masas superficiales que al ser golpea-
das producían un sonido de campana, de En los casos en que el laboreo se realiza-
ahí su nombre. Fueron muy abundantes en la ba subterráneamente, se empleaba el mé-
zona de Triano. todo de huecos y pilares, pero en general las
labores se solían reducir a un trabajo de cantera
El rubio es un óxido de hierro hidratado o hematites que apenas se precisaba mano de obra cualificada.
parda, que en Bizkaia por su color se conoció en el merca- La explotación tampoco exigió de grandes inversiones y
do como rubio; es un óxido de hierro hidratado o hematites parda cuando se hicieron, estas se concentraron en la creación de un
que se agrupa en la especie mineralógica goetita (Fe203. H2O), sistema de transporte que permitiese conectar de una forma efi-
que contiene en la especie pura 62,9% de hierro y un 14% de ciente las minas y los cargaderos. Sin embargo, con el paulatino
agua de cristalización. Es producto de la oxidación del carbonato agotamiento los óxidos de hierro, la preparación de las menas – el
de hierro, verificada de la superficie hacia adentro en forma de lavado y la calcinación del mineral – concentrarán la mayor parte
cáscara de nuez; de hecho si vemos una sección de la misma, de las inversiones realizadas en las explotaciones del anticlinal
encontramos en el centro hueco una goetita pura, que a medida vizcaíno.
que nos acercamos hacia la superficie se va volviendo terrosa y
con mayor mezcla de ganga. Cristaliza en el sistema romboédri- Las ventajas que ofrecía la cuenca vizcaína para su explotación,
co. Es un mineral con muy poco contenido en fósforo y sin sul- unida a la fuerte demanda de mineral existente, provocará una
furo. Su ley metálica oscila entre el 52 y 55%. Su aspecto varía explotación tan intensiva que traerá consigo el agotamiento de los
mucho, es terroso, leñoso, masivo y fibroso. criaderos en un proceso que pasará por cinco períodos: El prime-
ro, coincidiría con la explotación de la vena para las ferrerías y los
Abundó en toda la cuenca vizcaína. Prácticamente toda la masa comienzos del boom minero. El segundo período, se producirá en-
de Matamoros y Castro-Urdiales pertenecía a esta variedad. (Bal- tre 1875 y 1885 con el empleo del campanil como sustituto de la
124 zola, 1966). vena para la fabricación de acero por el procedimiento Bessemer,
en la cuenca minera vizcaina.

F. 03_ Muestra de hematites par-


da, conocida en Bizkaia como
rubio. (Colección Particular).

F. 04_ Paisaje calizo de la Jarilla


(Galdames), tras haber sido
extraído el mineral (Colección
particular).

F. 04

recién descubierto. La tercera etapa tendrá lugar en torno a 1880 Con el nombre de chirta los mineros de Bizkaia designaban a los
- 1885 con el aprovechamiento del rubio, tanto para la exportación minerales menudos diseminados en la superficie. Consistía en
como para abastecer la incipiente siderurgia local. El aumento de una mezcla de nódulos de hematites (campanil o rubio) de tama-
la demanda y el agotamiento de las variedades anteriores, obliga- ño variable y forma redondeada, que se hallaban generalmente
rá a partir de 1890, en un cuarto período, a aprovechar las grandes mezclados con arcillas, rocas u otros materiales, que podían lle-
reservas de carbonato de hierro existentes y que hasta ahora se gar al 50 ó 60%.
despreciaban por su baja ley. La última etapa – objeto de este
estudio – coincidirá con las postrimerías del siglo XIX, en que el Aunque la arcilla podía acompañar al mineral de forma natural,
agotamiento paulatino del rubio, obligará a aprovechar las ‘chirtas’ a menudo su aparición era resultado de la mala explotación de
y menudos. Estos se habían ido acumulando en enormes escom- las minas en el pasado. Al no separarse previamente la capa de
breras, cuando la abundancia de mineral de calidad, unida a las tierra – montera – que cubría el rubio, en el trabajo de descombro
dificultades mecánicas que existían para tratarlas en el horno alto, se producía la mezcla de la tierra con el mineral, que acababa en
hizo que fueran desechadas (Hernández, 2002). las escombreras. El resultado era que había que deslodar dos o
tres Tm. de menudos para obtener una de lavado, apto para su
En la minería vizcaína se solía llamar escombro a la tierra, rocas y utilización en el horno alto.
otros minerales que cubrían el mineral de hierro. Aunque también
solían aparecer el rubio y la chirta mezclados con el escombro, ya El espesor de las chirteras era variable – oscilaba entre 1 y 70
hemos visto que no era económicamente rentable su separación. m. de profundidad – y surgían en grandes cavidades dolomíticas
Las escombreras formadas por el depósito de estos materiales de caliza cretácica, que tras la extracción del mineral, formaba
se ubicarán en minas abandonadas u otros lugares donde se su- el característico paisaje de rocas erizadas de agujas y pirámides
ponía que no había mineral. corroídas. 125
Los lavaderos de mineral de hierro

Su formación es de origen sedimentario y posterior a la de las Esto hizo que se produjese una revalorización de las escombreras,
rocas sobre las que asoma el mineral. Surgió de dos formas: La ricas en rubios de baja ley, chirtas y carbonatos, que hasta enton-
más habitual será la originada por minerales de acarreo, esto es, ces no tenían valor comercial porque al aparecer el mineral dis-
por fragmentos desprendidos de yacimientos que han sido arras- gregado en pequeños nódulos entre masas arcillosas, había que
trados por las aguas y depositados en otros lugares. La otra se someterlo a un tratamiento posterior en los lavaderos.
forma en el mismo lugar en que aparece y procede de erupciones
geiserianas de aguas ferruginosas ácidas que han sustituido la ca- El desescombreo manual del mineral era una labor que exigía
liza por el mineral. mucha mano de obra. Éste se realizaba mediante rastrillos y ces-
tos con los que se cargaban las vagonetas; éstas eran arrastradas
La acción humana también interviene de forma determinante en por caballerías hasta los planos inclinados o tranvías aéreos que
la formación de estos depósitos. Tanto las voladuras para formar los transportaban hasta unos depósitos donde, tras un almacena-
los bancos de trabajos, como el posterior barrenado para partir miento temporal, se llevaban hasta los cargaderos o la instalación
los trozos grandes de mineral antes del escogido, producían gran de lavado en el caso de las chirtas.
cantidad de escombros y detritus, que contenían menas difíciles
de separar a mano.

El despilfarro que caracterizó las tres primeras etapas de la mine-


ría, hizo que se desecharan con el estéril los minerales de baja ley
o llenos de arcilla. De los millones de toneladas que se removie-
F. 05_ Desescombreo con rastri-
ron, solo una pequeña parte salió hacia los cargaderos o las fábri- llo y cestos en las minas de Díci-
cas siderúrgicas, la mayoría se acumuló en las escombreras. do (Castro-Urdiales), en 1908 (A
short history of the Dícido Iron
Ore Company…, 1908).
Tal fue la cantidad de estériles y de menudos, que llegaron a plan-
tear problemas para su depósito. Aunque en los comienzos de
la minería se acumulaban en los espacios libres que había entre F. 05
las distintas concesiones, como las de la mina Sol, Diana o San
Bernabé, a la larga se acabó recurriendo para su almacenaje inde-
finido a las zonas ya explotadas, como las ubicadas en el Zarzal o
El Escorial (Ortuella), La Peña (Bilbao) o El Casal (Abanto).

Estas enormes masas de escombro, además de acarrear notables


pérdidas económicas, acabaron por convertirse en un elemento
consustancial con el paisaje minero. De esta forma las minas a
cielo abierto y las escombreras acabaron remodelando el relieve
original y formando otro totalmente distinto, lleno de heridas y
hondonadas en el caso vizcaíno y de pilares o agujas dolomíticas,
en las antiguas explotaciones cántabras.

La generalización del lavado del mineral para el aprovechamiento


de las escombreras, se produjo a finales del siglo XIX. Ello se de-
bió al crecimiento de la demanda del mineral vizcaíno en el merca-
do europeo que obligó a su explotación masiva y trajo consigo el
126 progresivo agotamiento de los campaniles y rubios.
en la cuenca minera vizcaina.

Las primeras formas de aprovechamiento de las chirtas empeza- Éste sería el caso del coto de Castro - Urdiales, donde varias em-
ron realizándose en el propio tajo por los mineros mediante un presas, tras practicar una serie de ensayos con el mineral de sus
cribado con el que eliminaban el polvo de arcilla. Era un proceso chirteras, montaron una serie de instalaciones. Entre ellas, desta-
lento, pues primero había que hacer una criba con cedazos y pos- caron la Cía de José Mac Lennan, que ya en 1872 realizó algunos
teriormente dos y tres recribas más con garbillos; además como ensayos de lavado, en 1892 decidió instalar cinco trómeles contra-
el cribado era impracticable con la arcilla húmeda y en el anticlinal tados con la casa Humboldt (de Kalk, Alemania), y la Cía. Minera
vizcaíno llovía un promedio de 150 días al año, a menudo había de Setares, que a mediados de 1891, aprovechando un antiguo
que esperar varios días a que las tierras se secaran. molino cercano a Ontón, instaló un lavadero para desenlodar las
600.000 Tm. de menudos que originaba su explotación.
Todo esto aumentaba los costes de producción y reducía la com-
petitividad, por lo que se acabó aprovechando sólo el grueso arran- Posteriormente, en 1897, tenemos constancia de un lavadero ins-
cado de los bancos, hasta que se generalizó el lavado del mineral. talado en la zona del Regato por la empresa Rivacoba para lavar las
Este tratamiento tuvo gran importancia económica y territorial, ya chirtas de las minas Dificultosa y Concepción. Allí, aprovechando
que, por un lado posibilitará la explotación de los minerales hasta los 5 litros por segundo de un regatillo de Samunde, hicieron una
entonces despreciados por sus impurezas y baja ley, y por otro pequeña presa de fábrica a 80 m. aguas arriba, que mediante una
lado, al tener que instalarse los lavaderos fuera de las explotacio- tubería de hierro fundido conducía el agua al lavadero situado a
nes mineras – necesitaban agua abundante, que en pocos casos una cota 24 m. más baja. Este sistema será el exponente de lo
aparecía junto a los tajos –, se extendió el marco de la actividad que los mineros con pocos recursos harán para beneficiar sus mi-
minera. nerales (Álvarez y Simón, 2004).

Los ensayos para encontrar un método que permitiera aprovechar En el lavado se separaban los nódulos de mineral de las arcillas.
las tierras mineralizadas de las escombreras, empezarán a finales Existen noticias de que ya en épocas remotas se procuraba se-
de la década de 1880. El lavado de las chirtas comenzó realizán- parar con auxilio del agua corriente o estancada las partículas de
dose de forma manual, removiendo los terrones secos en el agua mineral de la arcilla que las envolvía. Cuenta Publio Agrícola en una
con un rastrillo, pero el sistema que se acabó generalizando fue el de sus obras, que en los tiempos romanos se hacía esa operación
lavado mecánico, mediante trómeles deslodadores. por medios manuales en grandes tanques de agua.

El primer precedente se producirá en el año 1889, en los lavade-


ros instalados en Cabarga (Cantabria), para tratar los depósitos de
óxidos é hidróxidos de hierro, que eran muy abundantes, pero con
tanta sílice, que fue imprescindible su utilización.

Pero los primeros ensayos con éxito que animaron a la difusión de


este procedimiento, se produjeron en torno a 1891 en Bizkaia. Allí
los Sres. Larrucea y López construyeron en la mina Marta (Abanto)
el primer lavadero. El proceso consistió en hacer pasar el mineral a
lo largo un cilindro de tela metálica, sumergido en un depósito de
agua, que al girar lo batía y separaba la arcilla que se depositaba
en el fondo, a través de la tela metálica.

Tras este ensayo, el uso de los lavaderos – donde se sustituirá el


cilindro por trómeles – se fue generalizando, hasta el punto de que
era rara la explotación de la cuenca minera que no tuviese uno. 127
Los lavaderos de mineral de hierro

El funcionamiento de los lavaderos era bastante sencillo en los


dos sistemas de lavado que se emplearon; básicamente se dife-
renciaban en la forma en que se movía el mineral a desenlodar.
Las tierras ferríferas llegaban en vagonetas o baldes a las maseras
que eran grandes depósitos dispuestos en talud y con una forma
tal que permitía la entrada del mineral en el trómel con un mínimo
esfuerzo. Allí el mineral se almacenaba y se clasificaba en dos
tamaños; para ello se aplicará agua a presión sobre el mineral,
dispuesto sobre una parrilla de hierro con perforaciones rectangu-
lares. El material que atravesaba las perforaciones, se deslizaba
y distribuía por los trómeles. La parte que había quedado en la
plancha, se sometía a un escogido posterior.

En el primer sistema, el elemento básico era el trómel (tambor en


alemán) y se derivaba del modelo alemán Humboldt. Este era un
gran cilindro giratorio de chapa metálica que se componía de dos
estructuras unidas entre sí. La primera era cilíndrica, y tenía una
longitud de unos 5 m. de largo por 2 a 2,50 m. de diámetro (los
dos tercios del aparato), donde se situaba la entrada del mineral.
La segunda era cónica y tenía una sección de 1,60 m. de eje y 0,50
m. de diámetro en la base menor (suponía el tercio restante del
aparato); en ella estaba la salida del mineral limpio, donde a veces
se adosaba un cilindro agujereado.

F. 06

128
en la cuenca minera vizcaina.

F. 07

En sus paredes interiores, remachadas o soldadas, iban unas ba-


rras rectangulares y una pieza de hierro de forma de helicoidal.
Las barras defendían la chapa de los golpes y permitían – con la
ayuda del agua – el deslodamiento. Las hélices servían para dirigir
el mineral hacia la boca de salida.

El trómel era bastante pesado, por lo que iba encajado en un bas-


tidor. Tenía un movimiento de rotación producido por una rueda
dentada fijada alrededor del aparato y engranada en una corona.
Estaba apoyado en varios rodillos por cada lado, que rotaban en
su mismo sentido para facilitar su movimiento. La corona estaba
engranada en un motor que hasta los años veinte fue una máquina
de vapor y posteriormente un motor eléctrico.

El mineral envuelto en arcilla y ya seleccionado, era arrastrado con


chorros de agua a presión hasta la parte cilíndrica del trómel, des-
de donde ascendía empujado por las hélices de su interior.

F. 06_ Restos de un antiguo tró-


mel, perteneciente al lavadero
de la mina Dolores, del Saúco
(Galdames). Actualmente se
encuentra en el Museo de la Mi-
nería del País Vasco, de Gallarta
(Colección particular).

F. 07_ Proyecto de instalación de


trómeles en las minas Rubias
(Putxeta, Muskiz) (BFA/AFB.
Agruminsa 1467/020).

129
Los lavaderos de mineral de hierro

El agua del lavado se introducía por la parte cónica delantera, que F. 08


al circular en sentido contrario gracias a la inclinación del aparato,
separaba el mineral de la ganga soluble – fangos e impurezas más
ligeros que el mineral al que acompañaban –, que arrastraba consi-
go hasta la boca de entrada. Por la boca de salida el mineral limpio
caía a un plato o cinta de estrío y el lodo que aún acompañaba al
mineral, se filtraba por el cilindro agujereado. Fue empleado mayo-
ritariamente en la cuenca vizcaína.

El segundo sistema se basaba en la batidera. Apareció poco des-


pués y era un artilugio de hierro, dispuesto horizontalmente en
forma de canal semicilíndrico de 10 a 12 m. de longitud y 1 m. de
diámetro, donde el mineral era impulsado por un árbol de pale-
tas giratorio, situado en su eje longitudinal y que debía librar unos
diques de hierro, dispuestos en cada metro. Con esto el mine-
ral grueso era separado de la arcilla y empujado hacia la boca de
salida, ayudado por la inclinación del aparato. De ahí pasaba a un
pequeño trómel troncocónico donde se completaba el lavado, se-
parando los lodos del mineral fino.

F. 08_ Lavadero de Morero


(1925). Estaba situado en la
desembocadura del río Pas
(Maliaño, Cantabria) y lavaba el
mineral procedente de la mina
Ciega, de la Cía. Orconera Iron
Ore. En la fotografía se pueden
apreciar las batideras usadas
para el deslodamiento (BFA/
AFB. AHVF 0022/029).

F. 09_ Modelo de batidera para


el lavado del mineral de hierro,
construida en 1909 por la
empresa Bernardo Lavín, de El
Astillero (Cantabria) (Elaborado
a partir de: González Urruela,
2001: 75).

130
en la cuenca minera vizcaina.

Tras el doble proceso, el mineral limpio y clasificado en dos ta- Otro aspecto favorable al sistema de batideras, era que resultaban
maños caía en unos depósitos, listo para su transporte hasta los mucho más baratas que el alemán. Esto explicará que lo adop-
cargaderos. Los lodos, si contenían finos se sometían a nuevos tasen preferentemente empresas pequeñas, sobre todo en Can-
procesos de lavado. En caso contrario, hasta que entró en vigor tabria; en ello influirá el hecho de que la empresa que las fabricaba
la obligación de decantarlos, se echaban a los ríos, arroyos o ma- eran los talleres Bernardo Lavín, de El Astillero. (González Urruela,
rismas. 2001).

La ventaja de este sistema radicaba en que las batideras traba-


jaban a más revoluciones que los trómeles, ya que las primeras
daban 30 a 40 vueltas por minuto y los trómeles de 7 a 8. Además,
según técnicos de la época, consumía menos energía, usaba me-
nos agua. Los resultados de estos dos métodos iban en función
del tipo de tierras a tratar; las batideras evitaban la formación de
bolas de arcilla por lo que eran más beneficiosas para el tratamien-
to de las tierras arcillosas, los trómeles eran más adecuados para
las tierras sueltas, más propias del mineral vizcaíno, ya que en
ellos sí se solían producir este tipo de bolas (Cueto, 2006).

F. 09

131
Los lavaderos de mineral de hierro

Al final, en las empresas que podían permitírselo, se acabó im- F. 10_ Proyecto de una instala-
ción para aprovechar los resi-
poniendo una combinación de los dos sistemas. Es decir que se
duos de mineral, realizado por
solía usar una batidera o “patuillet” para que emulsionase la arcilla la Sdad. Franco-Belga en 1904)
antes de entrar en los trómeles, con lo que se conseguía un deslo- (BFA/AFB. Agruminsa 1467/027).
damiento más rápido y eficaz. En otros casos, los más habituales, F. 11_ Esquema de un trómel
se utilizó la combinación de batidera - trómel sólo para el lavado con plato clasificador, pertene-
de los finos. ciente al lavadero que José Mac
Lennan, tenía en Cobarón (Mus-
kiz) en 1906 (Archivo BBVA. Cía.
El número de fases que se realizaban en el proceso de lavado, Mac Lennan 2.4.6/L-14/C-365).
dependían en gran medida de la cantidad de agua disponible en
las instalaciones. Cuantas más fases de lavado se incluyesen, más
mineral se recuperaba y más limpio salía, con lo que su valor eco-
nómico aumentaba, pero como el proceso también se encarecía,
su límite estaba en los contratos que las compañías acordaban
con su clientela para su comercialización.

Como las aguas fangosas que salían de los trómeles aun conser-
vaban menudos, antes de canalizarse hacia balsas de decantación,
se solían tratar de nuevo en dragas y laberintos.

F. 10

132
en la cuenca minera vizcaina.

En este nuevo proceso, los fangos eran conducidos por un canal Los menudos una vez lavados y limpios de arcilla, caían por la boca
a unos tanques desde los que eran elevados por medio de dragas del cono, en los platos clasificadores (las variantes dependían del
de cangilones a otros trómeles de pequeño tamaño, en los que se sistema de lavado empleado). Estos consistían en grandes platos
volvían a lavar los menudos, de donde salían los primeros finos. giratorios de hierro de unos 4 m. de diámetro que se situaban
Si se querían conseguir segundos finos, se debía volver a pasar el en edificios iluminados por un gran ventanal, que se abría con el
agua por otras dragas. buen tiempo. Para realizar el escogido, los trabajadores se situa-
ban a alrededor del plato y tras extender el mineral con palas, iban
Hubo compañías que para conseguir un aprovechamiento aún me- separando a mano el estéril que acompañaba a la mena y selec-
jor de los minerales llegaron a utilizar procedimientos como el de cionando esta última según su tamaño. Posteriormente, los platos
los cajones alemanes, que eran unos laberintos, canales o cajones fueron sustituidos por cintas transportadoras.
donde se aprovechaba la diferencia de densidad entre la arcilla y
el mineral, para lograr que este último se depositase en el fondo El mineral limpio caía por un hueco del plato a una rampa por la
y permitiera su recuperación mediante palas; otras empresas usa- que iba hasta un depósito. Allí se almacenaba a la espera de su
ron los Spitzkasten de Rittinger o grandes cajas de forma piramidal embarque a través de los cargaderos de mineral.
de entre 0,50m. y 2 m. de sección y una altura de 4 m. (González
Urruela, 2001).

F. 11

133
Los lavaderos de mineral de hierro

El número de fases que se realizaban en el proceso de lavado, F. 12_ Mujer trabajando en un


lavadero de mineral. Cuadro
dependía en gran medida de la cantidad de agua disponible en las
de Lucas Alcalde, exhibido en
instalaciones. Cuantas más fases de lavado se incluyesen, más el Museo de la Minería del País
mineral se recuperaba y más limpio salía, con lo que su valor eco- Vasco, de Gallarta (ACMMG).
nómico aumentaba, pero como el proceso también se encarecía,
su límite estaba en los contratos que para su comercialización
acordaban las compañías con su clientela.

En cada lavadero trabajaban unas catorce personas. Al llegar el


mineral mojado, el ambiente de trabajo era frío y muy húmedo,
sobre todo en invierno. Hacia 1920 - 1930, se generalizó el trabajo
de las mujeres en los lavaderos, la mayoría de ellas eran solteras
o viudas de la zona, que empezaban a trabajar a los 14 años. La
jornada laboral era de ocho horas, con una parada al mediodía de
una hora (dos en verano) para comer. Durante el trabajo no se per-
mitían distracciones y aunque el trabajo no era a destajo, debían
lavar todo el material que llegaba. En su trabajo eran supervisadas
por un encargado y asistidas por un pinche o un minero imposibili-
F. 12
tado para trabajar en la mina; se encargaba de retirar el estéril, que
ellas iban depositando en cestos, y llevarlo a unas vagonetas para
su traslado a los vertederos (Urdangarín e Izaga, 2001).

El salario era muy bajo; como podemos ver en la tabla adjunta,


las mujeres ganaban el 50% menos que los hombres e incluso
menos que los peones. Hacia 1923 la empresa solía cotizar por un
seguro que les daba derecho a una pensión de jubilación.

Como cada vez escaseaban más los minerales puros, la impor-


tancia de los lavaderos fue creciendo hasta llegar a convertirse en
algo imprescindible para la explotación minera del anticlinal viz-
caíno. La rentabilidad de estas instalaciones dependerá del trata-
miento de grandes cantidades de mineral, lo que exigirá importan-
tes inversiones y costes de explotación, que harán necesaria una
reorganización empresarial que sólo estaba al alcance de grandes
empresarios, que casi llegarán a monopolizar la actividad minera.

AÑO PEONES MUJERES PINCHES

1887 2.75 ptas. / día 1.25 ptas. / día 1.79 ptas. / día
1900 3.00 ptas. / día 1.34 ptas. / día 1.98 ptas. / día
1913 3.41 ptas. / día 1.45 ptas. / día 2.30 ptas. / día
1939 9.75 ptas. / día 6.80 ptas. / día 6.15 ptas. / día
134
en la cuenca minera vizcaina.

La aparición de los lavaderos exigirá una gran racionalidad técni- Allí donde el caudal lo permitía, se procedió al aprovechamiento de
ca, ya que obligará a aumentar la mano de obra, a reestructurar ríos y arroyos. Es el caso de las minas de Sopuerta, en las que se
los sistemas de transporte y a multiplicar, tanto los depósitos, desvió el río Kolitza para su aprovechamiento; en el coto de Arna-
como las labores de carga y descarga. Además, exigirá la utiliza- bal se aprovechó que discurría en paralelo al cauce del río Cuadro
ción de una maquinaria compleja, que provocará la aparición de para utilizarlo para sus lavaderos; en la zona de Castro - Urdiales, la
talleres e industrias encargados de su fabricación, reparación y Cía. de Dícido aprovechó el río Mioño para su lavadero y la Cía. de
mantenimiento; entre ellas destacarán los talleres de construc- Setares instaló el suyo en un viejo molino y recogió del río Ontón
ción de máquinas de vapor, bombas de agua, vagonetas, tró- los 60 litros por segundo que necesitaba.
meles, batideras y todo tipo de elementos metálicos, aceites y
combustibles. Otra opción profusamente utilizada fue la de la creación o aprove-
chamiento de distintas infraestructuras, como pozos, pantanos o
Aunque las impulsoras de estas instalaciones solían ser las mis- embalses. Así, tenemos el caso del pantano de El Escorial en Tria-
mas compañías mineras, a veces se encargarán de cubrir estas no (Ortuella), construido por la Cía Orconera, o el actual “pantano
necesidades empresas independientes. Es el caso de la Four- viejo” (Barakaldo); también fue muy común el aprovechamiento
cade y Gurtubay en Zorroza, que fabricaba aceites para el en- de los pozos formados tras el abandono de los tajos, como el pozo
grase de los engranajes de la maquinaria o los Talleres Bernardo de San Benito de la Sdad. Franco Belga en La Barga (Abanto), el
Lavín de El Astillero que construían grúas, vagonetas, vertederas pozo de la mina Mame (pozo Ostión, de La Arboleda) y los que
o batideras para los lavaderos. En Barakaldo y Sestao también otras compañías tenían en Memerea, Escachabel, Urioste o So-
abundaban las empresas dedicadas a la construcción de caldere- puerta. Agruminsa, tras su creación en 1968, aprovechó el agua
ría y grandes recipientes para la minería. de estas captaciones para atender a las necesidades de su planta
de concentración de Bodovalle (Gallarta), tratamiento que acabará
En definitiva, estas instalaciones de tratamiento de mineral, des- sustituyendo a la calcinación del mineral.
de que comenzaron a utilizarse en el último cuarto del S. XIX,
se convirtieron en elementos habituales de los espacios mine- Dado que los yacimientos mineros estaban muy próximos al mar,
ros. Eran el punto intermedio entre las minas y los cargaderos; algunas compañías optaron por utilizar agua salada, recogida so-
allí confluirán los ejes fundamentales de las redes de transporte bre todo de las rías. Así en los grupos mineros de Ollargan y Bil-
minero, por lo que se convertirán en las zonas neurálgicas del bao, se utilizó la ría del Nervión para lavar el mineral y la Compañía
sistema de producción minera. En esos puntos se almacenaban Orconera acabó instalando sus lavaderos en Campomar, en la ría
los minerales antes de su tratamiento, y una vez lavados o calci- de Somorrostro (Pobeña) (González Urruela, 2001).
nados, eran transportados hasta los cargaderos y fábricas side-
rúrgicas de Barakaldo o Sestao (González Urruela, 2001). Si el abastecimiento de agua era un problema, el derivado de los
vertidos provocó todo tipo de denuncias y enfrentamientos entre
Como ya habíamos adelantado, la disponibilidad de agua para los usuarios del agua de los ríos y las empresas mineras. Hay que
los lavaderos de mineral fue el principal factor condicionante en tener en cuenta que para obtener una tonelada de mineral comer-
la explotación minera, tanto por necesitar un volumen considera- cializable, era preciso lavar de tres a cinco toneladas de tierra, que
ble para el lavado, como por el grave problema que existía para acababa siendo vertida con el agua del lavado en forma de lodos.
deshacerse de los fangos producidos por el mismo. Al principio los fangos eran arrojados directamente al cauce de
los ríos y arroyos, sin haber sido sometidos a ninguna clarificación
Como las zonas idóneas para la ubicación de los lavaderos es- para eliminar la arcilla en suspensión. Como ya hemos anticipado,
taban ya ocupadas por las instalaciones fabriles y portuarias, las estos vertidos dieron lugar a la formación de grandes depósitos
diversas compañías mineras tuvieron que pensar en otras alter- de lodo que obstruirán los cauces de los ríos, provocando graves
nativas. problemas medioambientales y sanitarios; la población al beber
las aguas contaminadas, sufrirá todo tipo de afecciones gastroin- 135
Los lavaderos de mineral de hierro

testinales, que acabarán convirtiéndose en la enfermedad más


común entre los mineros. Esto ocurrirá, entre otros, con los ríos
Granada, Castaños, Cotorrio y Barbadún, en cuya desembocadu-
ra, la arcilla acumulada podía reducir el canal a la mitad, de forma
que cuando se producían aguaceros, las inundaciones eran muy
frecuentes (Álvarez y Simón, 2004).

Tanto los ayuntamientos, como las autoridades portuarias e in-


cluso los propios usuarios de los servicios públicos, como lava-
deros, fuentes, o abrevaderos, se quejaron de las consecuencias
de los vertidos. Aunque los conflictos entre mineros y agricul-
tores eran antiguos, los problemas producidos por el lavado de
los minerales se agudizaron cuando, haciéndose eco de estas
protestas, se promulgó por un Real Decreto de 1890, el “Regla-
mento provisional para la indemnización de los daños y perjuicios
causados a la agricultura por las industrias mineras”. Este regla-
mento, en lugar de establecer criterios objetivos y concretos,
dejará a la buena fe la resolución de los conflictos “que se pre-
sentan, tanto en Vizcaya como en la provincia de Santander, con
motivo de las turbias de las aguas dulces y saladas, por efecto
del lavado de minerales”.

La prueba de que la aplicación de este reglamento no llegó a


satisfacer las demandas de los dueños de las fincas próximas

136
en la cuenca minera vizcaina.

F. 13 a los lavaderos y escombreras, la tenemos en el hecho de que


el Ministerio de Agricultura, Industria, Comercio y Obras Públi-
cas tuviera que intervenir en el verano de 1900, ordenando una
inspección en Bizkaia y Santander para verificar la forma en que
se procedía al lavado de los minerales ferruginosos y a la evacua-
ción sus lodos en los cauces públicos.

Por fin, y para acabar con los abusos en la emisión de fangos a


los ríos por parte de los mineros, también en 1900 se promulgó
el “Reglamento sobre enturbiamiento e infección de aguas pú-
blicas”. Este, en línea con el de 1890, quería evitar los perjuicios
causados, tanto a los agricultores como a los ayuntamientos, por
la privación o alteración de las aguas de servicio público. Para
ello, prohibirá a los dueños de las minas el vertido a los cauces
de las aguas turbias procedentes del lavado de minerales, espe-
cificando la obligación de devolverlas limpias a su cauce.

También preverá que en los casos de aterramiento de cauces


públicos con fangos o escombros, se obligue a los responsables
a dejarlos en las condiciones originales. Además, en el caso en
que hubiese varios responsables, les obligaba a sindicarse para
resarcir colectivamente a los propietarios del suelo y a los usua-
rios de las aguas, mediante la reparación de los daños y el pago
de indemnizaciones.
F. 13_ Draga Euskal Herria en
la dársena de Pobeña, en 1935
(Santamaría y Zaldibar, 2003).

137
Los lavaderos de mineral de hierro

No obstante, el propio reglamento establecerá una serie de espe- Mientras tanto, y ante el incumplimiento del reglamento por parte
cificaciones que harán dudar de la eficacia de lo enunciado ante- de los mineros, en 1901 el Gobernador Civil de Bizkaia emitirá dos
riormente, ya que este dice textualmente que “cuando el sindica- circulares por las que obligaba a suspender las operaciones de
to minero de una región cualquiera esté constituido con sujeción a lavado de minerales en todos los lavaderos que arrojasen aguas
un reglamento aprobado por la Administración, podrá autorizársele sucias a los ríos y arroyos. La dureza de las circulares obedece a
para que vierta a los cauces públicos el agua turbia procedente del las numerosas denuncias hechas por los Ayuntamientos y particu-
lavado de minas, mediante las siguientes reglas […]”. En definitiva, lares contra los mineros por atentar contra la salubridad pública.
que en la práctica se permitía el libre vertido.
El recurso de alzada llegará a Madrid en el verano de 1901 y será
Toda esta reglamentación contará desde el principio con la opo- estudiado por una comisión que intentará armonizar el Reglamen-
sición frontal de los empresarios mineros, ya que entorpecía la to sobre enturbiamiento e infección de aguas públicas, con los
explotación de aquellas minas cuyos minerales exigían un lavado intereses de los mineros (Villota, 1984).
antes de su puesta a la venta, algo muy común desde principios
del S. XX. A tal fin intervendrán a través del Círculo Minero de En línea con el reglamento, en los primeros años del siglo XX aún
Bizkaia, que tras crear una comisión, redactará un recurso de alza- se producirán algunas denuncias exigiendo el resarcimiento de
da contra el Reglamento de 1900. En ese recurso argumentaban daños provocados por el vertido de lodos. De hecho se llegarán
que los gastos que generarían la limpieza de las aguas usadas a efectuar labores de limpieza en los principales ríos de la cuenca
en el lavado de los minerales imposibilitarían la rentabilidad de minera vizcaína, como el Cotorrio, el Granada, o la misma ría del
las explotaciones mineras “la mayoría de ellas sucumbirían sin Nervión.
remisión...”; añaden además que, dado lo lluvioso del clima y lo
angosto de los valles vizcaínos, aunque se construyesen los pozos También tenemos constancia de la creación de Juntas de Lavade-
de decantación y depósitos de fangos a que obligaba el citado ros, como la de Somorrostro, que establecieron la imposición de
reglamento, no se podría evitar que llegasen a los cauces fluviales un canon por el depósito de residuos, cuya cuantía era proporcio-
aguas enlodadas. nal a la cantidad lavada en cada instalación. Dichas juntas estarían

F. 14_ Pradera formada por la


antigua balsa de decantación de
la Luchana Mining, situada en
el Barranco del Cuadro (2003)
138 (BFA/DFB. I. I).
en la cuenca minera vizcaina.

compuestas por los ayuntamientos afectados y los propietarios minas. Esto suponía más del 5% del total de la producción minera
de los lavaderos. de Bizkaia.

Pero el progresivo deterioro de los ríos vizcaínos y cántabros por la Si comparamos los datos de 1899 con las que nos suministraba
contaminación, nos confirma que tras estos primeros conflictos, Julio Lazúrtegui en 1910, podemos constatar que el número de
los mineros no volverán a tener problemas relacionados con el lavaderos se duplicó en diez años, cifra que refleja cómo el lavado
asunto del lavado de los minerales, lo que nos puede dar una idea de minerales se acabará convirtiendo en una de las principales
del poder que llegaron a detentar. (González Urruela, 2001). actividades mineras. Así, vemos que en ese año ya existían 43
lavaderos, con 86 trómeles y tan solo cuatro batideras. Entre to-
El rendimiento de los lavaderos dependerá básicamente del tama- das estas instalaciones lavaban el mineral de 65 minas, con una
ño de las instalaciones; estas presentaban notables diferencias de producción total de 910.681 Tm.
producción, que llegaban a oscilar entre las 25 y 200 Tm. diarias
de mineral, aunque la media no subía de las 50 Tm. diarias. Estos Vemos que la producción de los lavaderos seguía sometida a gran-
datos nos hablan de muchas y pequeñas instalaciones de lavado, des oscilaciones, ya que mientras unos, como los de la Orconera
algo que coincidía con el tipo de explotación existente en las mi- en Pobeña, lavaban 200 Tm. diarias de mineral, otros no pasaban
nas vizcaínas, dispersas y de baja producción a excepción de los de las 25 Tm. No obstante en general eran instalaciones peque-
cotos mineros de las Cías. Orconera y Franco - Belga. ñas, ya que su media de producción era de 50 Tm. al día. En 1910
la situación de la minería había cambiado notablemente, ya que
Ya hemos indicado que el uso de los lavaderos mecánicos fue aunque la ley metálica se mantenía entre el 45 y 48%, ello solo
creciendo poco a poco. Así, según datos de Echevarría y Grijelmo, era posible, tras someter el mineral a lavados o calcinaciones, que
en 1899 existían en la cuenca vizcaína 17 lavaderos con 49 tróme- llegaban a sumar como mínimo el 30% de la producción total de
les en total y una producción de 318.800 Tm., procedente de 27 Bizkaia.

F. 14

139
Los lavaderos de mineral de hierro

Dos años después de que Julio Lazúrtegui publicara estas cifras, F. 15


ya había 113 trómeles. Para 1917 el 70% de la producción total
de Bizkaia procedía de los lavaderos. Para conseguir una mayor
efectividad, el lavado de minerales fue perfeccionando sus proce-
dimientos con la instalación de trituradoras, cribas, cintas de clasi-
ficación por tamaños, trómeles para menudos, etc. A pesar esto,
en todas las instalaciones – sobre todo en las pequeñas – se man-
tuvo el estrío manual, realizado mayoritariamente por mujeres.

De todos los elementos que han intervenido en el lavado de mi-


nerales, trómeles, maseras y plantas de escogido, quizás sean
las balsas de decantación las que de una forma más clara han
intervenido en la configuración del paisaje minero. Estas han dado
lugar a un paisaje típico de praderas totalmente llanas, en claro
contraste con la naturaleza abrupta y ‘lunar’ del resto de la cuenca
minera.

Las balsas de decantación se comenzarán a construir para paliar


los problemas que causaban los vertidos de los lodos resultantes
del lavado de los minerales a arroyos, ríos, rías y marismas.

Ante la generalización de las protestas se obligará a decantar los


fangos, viéndose las compañías mineras forzadas a adquirir en las
cercanías de sus lavaderos terrenos para instalar balsas de decan-
tación. De hecho, existe constancia de que hacia 1906 práctica-
mente todas las empresas sedimentaban sus lodos. El emplaza-
miento de las balsas será frecuentemente muy problemático, ya
que en la cuenca vizcaína, caracterizada por la existencia de valles
estrechos y laderas de gran pendiente, escaseaba el terreno llano
y estas ocuparán grandes extensiones de terreno, de ahí que mu-
chas se harán aprovechando minas agotadas o barrancos.

La construcción de las balsas comenzaba con el estudio del terre- F. 15_ Balsa de decantación
en la que se puede apreciar
no adquirido; a continuación se procedía a acumular escombros el sistema de malecones, em-
para levantar los muros de cierre del estanque, que iban elevando pleado para asentar los fangos.
a medida que se llenaba la balsa. Su interior se solía dividir en Proyecto de balsa de decanta-
ción de fangos del lavadero de
compartimientos para realizar la sedimentación en las condiciones Orconera en el barrio de Zaballa
previstas. En el centro de la balsa y cerca de un arroyo, se solía (Trapagaran), en 1960 (BFA/AFB.
hacer una especie de chimenea por donde el agua salía limpia, Agruminsa 0119/002 [038]).

tras haberse sedimentado la arcilla. Había dos formas de realizar F. 16_ Vista aérea de la balsa de
la decantación: el método habitual consistía en utilizar un com- Orconera (Ortuella) y las instala-
ciones de lavado y calcinado de
partimiento diferente para cada día de trabajo, de forma que las la Cía. Orconera, en 1961 (Mikel
140 aguas fangosas estuviesen el mayor tiempo posible en reposo, y Martínez Vitores).
en la cuenca minera vizcaina.

permitiesen que las aguas devueltas a los cauces de los ríos estu- se procedía a la apertura de las compuertas para liberar el agua
viesen lo más limpias posible. La alternativa al método anterior era retenida.
usar estanques escalonados, para que los lodos fueran pasando
por distintos compartimientos, cada uno de los cuales permane- Con el fin de asegurar el cumplimiento de estas normas, periódi-
cían reposando un día, para acabar saliendo limpias a través de camente se nombraba una comisión vecinal cuya misión era ins-
unas compuertas dispuestas en el último de ellos (Bacho y otros, peccionar los lavaderos de mineral y las balsas de decantación
1999). (Pérez Goikoetxea, 2003).

Las ventajas del primer método sobre el segundo eran que permi- Con el tiempo se optará por colocar en las mismas balsas unas
tía el total aprovechamiento de la capacidad del terreno, la distri- torres que permitirá el control del nivel del agua; también se insta-
bución uniforme de los sedimentos por el mismo, el reposo total lará un sistema de alcantarillado subterráneo que permitiese una
de las aguas y la supresión del personal encargado de controlar evacuación más eficaz del agua.
la apertura de las compuertas, algo que en el segundo método
resultaba necesario, pese a lo cual resultaba más económico ya A veces las balsas se construían en el mismo cauce de los ríos,
que no precisaba la distribución del canal de aguas fangosas por transformando radicalmente el paisaje y la orografía. El ejemplo
toda la balsa. más claro lo tenemos en el valle del río Granada (Ortuella). Allí, en
1920, la empresa de Luis Núñez Anchústegui, que explotaba la
Ambos métodos se basaban en el hecho de que por su mayor Escombrera de El Zarzal, utilizó la balsa de decantación de la Sdad.
densidad, los fangos que iban mezclados con el agua, si les daba Franco-Belga, situada junto a su lavadero; años después, en 1939,
el tiempo necesario, tendían a depositarse en el fondo de la balsa, la Cía. Orconera decidió construir una gran balsa en una cota un
dejando limpia el agua. El vaciado de las balsas se solía producir poco más alta que de la anterior. El efecto combinado de estas
cada dos o tres meses. Cuando llegaba la ocasión, se avisaba a dos balsas, provocará la total invasión del cauce del río Granada y
los vecinos de las zonas situadas junto a los cauces de los ríos y la necesidad de soterrar su curso en la mayor parte del recorrido.

F. 16

141
Los lavaderos de mineral de hierro

Minas, balsas y lavaderos El gran criadero de mineral de


en el anticlinal de Bizkaia. Bizkaia. Minas y lavaderos.

El anticlinal de Bizkaia al que pertenecen las explotaciones mi- El primer criadero explotado fue el distrito de Triano, que concen-
neras que estamos estudiando, se extendía longitudinalmente en traba casi toda la actividad minera; con el boom minero del último
dirección NO-SE, pudiéndose encerrar en un perímetro triangular tercio del S. XIX este área se irá e ampliando y dará lugar a los
de una superficie de 500 Km2, con unos 24 Km. de longitud por 4 distritos de Triano-Matamoros, que formarán el área principal. Ha-
a 8 de anchura. cia el E surgirá el distrito de Bilbao - Ollargan y hacia el O el de
Muskiz - Cobarón; la prolongación de este distrito hacia Cantabria
La localización y explotación del conjunto del distrito minero de formará el núcleo de Castro - Urdiales. Los últimos distritos serán
Bizkaia, estará condicionada por el proceso geológico de formación los formados por las áreas de Alonsótegi - Güeñes y Galdames –
del mineral de hierro. La orogenia alpina al actuar sobre materiales Sopuerta - Alén, que corren tranzando una línea paralela al núcleo
del Cretácico Inferior dio lugar al gran anticlinal de Miravalles cuyo principal.
eje y discurría en paralelo y a unos 8 kilómetros al S-E de la margen
izquierda de la ría de Bilbao. Este eje fue parcialmente desmante-
lado por la erosión y corre en paralelo a la ría de Bilbao, por donde
afloran areniscas calcáreas y calizas. Estas últimas aparecen en los
flancos E-N y S-O en que se divide el anticlinal y forman respectiva-
mente los criaderos de Triano - Matamos y de Galdames-Sopuerta.
En este proceso de formación geológica surgieron numerosas fa-
llas en las que se producirá la mineralización y dando lugar a los
distintos criaderos de mineral de Bizkaia. En el caso del criadero
de Castro-Urdiales, que venía a ser una prolongación del criadero
de Bizkaia, los yacimientos aparecerán en forma de pequeños an-
ticlinales estratificados, que seguían una dirección N–S, con cierta
inclinación hacia el E.

Estas masas formarán la base de la mineralización del criadero, que


se producirá por la acción de emisiones magmáticas hidrotermales
del final de la avenida alpina. Estas corrientes cargadas de iones
ferrosos, surgirán a través de las mencionadas fallas longitudinales
y sustituirán la caliza coralígena por carbonato de hierro. Posterior-
mente, este se irá transformando por oxidación en hematites parda
y roja, que se presentaban en la superficie. (Hernández, 2002).

142
en la cuenca minera vizcaina.

Los distritos mineros


de Triano y Matamoros .
F. 17
El grueso de la producción minera se asentará en el área de Tria-
no - Matamoros, con los depósitos de mineral más potentes de
Bizkaia. Este área se localizaba al O de la provincia, entre la ría del
Nervión y los ríos Cadagua y Barbadún.

Sus cotos se concentraban en los distritos de Triano y Matamo-


ros, donde Ibarra Hermanos y Cía. tenía la hegemonía absoluta.
Allí había registrado el mayor número de minas, que además eran
las más productivas. Entre todas destacarán las minas Conchas,
de Triano y las Orconeras y Carmenes, de Matamoros; fueron
explotadas por las compañías Orconera y Franco - Belga y en la
etapa álgida de la minería llegarán concentrar el 72% del mineral
extraído por la compañía, que supondrá el 40% de todo el mineral
de Bizkaia. A esta compañía le seguirá en nivel de producción
Chavarri Hermanos y Martínez de las Rivas, con el 20% del total
extraído.

F. 17_ Plano de situación de las


minas pertenecientes a la Cía.
Orconera Iron Ore C. L. (1964)
(BFA/AFB. Agruminsa 0141/005
[001] fragmento).

143
Los lavaderos de mineral de hierro

F. 18_ Fotografía aérea de la


masa central de Triano, en 1968.
En el borde inferior se aprecian,
de izquierda a derecha, las
instalaciones de F. Cavia y de
la Cía. Minas y Explotaciones
(FOAT. Ref. 2227/28).

El distrito de Triano estaba situado en los municipios de Ortuella dante carbonato y menos rubio. Eran muy fáciles de explotar y su
y Abanto, prolongándose hacia Muskiz. Su forma era irregular, con producción, que girará entre los 1,7 y 2,1 millones de Tm. anuales,
unos 3 Km. de largo, por unos 1.300 m. de anchura máxima en el estuvo durante todo el período álgido de la minería vizcaína a la
extremo SE, que se irá reduciendo en su avance NO hasta unos cabeza de todos los distritos. Fue explotado de forma tan intensa
10 m.; su profundidad también será muy variable, ya que oscilará que se agotó rápidamente; así, pasó de abastecer el 75% del mer-
entre unos metros y los 30; esto equivaldrá a unas 120 ha. Sus cado, a cubrir tan solo la mitad a finales del S. XIX y la cuarta parte
yacimientos contenían grandes masas de vena y campanil, abun- en la segunda década del S. XX.

F. 18

144
en la cuenca minera vizcaina.

En las minas de este criadero se produjeron las primeras demarca- de que las minas que explotaba esta compañía generaban pocas
ciones, y en ellas se aprecia la hegemonía por parte de Ibarra Her- chirtas, a finales del S. XIX instalará un lavadero de mineral para
manos y Cía. y Chavarri Hermanos y, en menor medida, de Trinidad beneficiar sus numerosas escombreras. El lavadero se situará
Ulacia y Cirilo Mª Ustarán. Vamos a destacar las minas del distrito junto al arroyo Granada, cerca de la estación de ferrocarril de Ca-
que a principios del S. XX ya disponían de lavaderos de mineral: degal, en que la Sdad. Franco - Belga había centralizado el trans-
porte del mineral. Ello le permitía, por un lado, proveerse de agua
Ibarra Hermanos y Cía., había registrado en este distrito las mi- para el lavado y por otro, agilizar el transporte, tanto de las tierras
nas Conchas (8 pertenencias), Rubia (2 pertenencias), Bilbao, San mineralizadas, como del lavado y el estéril. El edificio del lavadero
Benito, La Barga, Despreciada, Olvido, San Martín, Alhóndiga, Al- tendrá tres niveles: en el superior estaban las maseras en las que
tura, San Bernabé, Cristina, N. S. Begoña, Magdalena y sus dema- se almacenaban las tierras ferruginosas, que caían al segundo ni-
sías, que sumadas a las que tenía en Matamoros, le convertirán vel en el que se encontraban dos trómeles, con sendos platos
en la mayor propietaria de toda la cuenca minera vizcaína. de estrío para el lavado y posterior clasificación de la chirtas. En
el tercer nivel se habían habilitado dos depósitos en los se vertía
Para su explotación, fundará en París el 8 de mayo de 1876 la por separado el mineral limpio y el estéril. El primero se llevaba
Société Anonyme Franco Belge des Mines de Somorrostro. Esta a la cercana estación de Cadegal, desde donde el mineral era
Sociedad se fundará para explotar las concesiones mineras que transportado en el ferrocarril de la compañía hasta los cargaderos
Ibarra Hermanos y Cía. le había arrendado por 99 años y que se de Réqueta (Barakaldo). El segundo se llevaba por un ramal de su
encontraban en un área bastante concentrada, lo que reducirá cadena flotante a las escombreras. Los lodos, producto del lava-
sus gastos al transporte y al tratamiento del mineral. Toda su pro- do irán por una conducción hasta una balsa de decantación que la
ducción minera sería repartida a precios preferenciales entre los empresa había construido en el barranco de Granada.
socios mediante un sistema de cupos. Con una producción que
rondará el 10% del total, la Sdad. Franco - Belga alcanzará altos En 1909, esta compañía decidirá modificar el lavadero, trasla-
niveles de producción y productividad que reportará cuantiosos dándolo a una cota inferior, situada en terrenos de la mina San
beneficios a sus socios. Salvador y su demasía, próxima a la estación de Cadegal y al río
Granada. Como parte de las instalaciones, se preverá la instala-
Aunque el grueso del distrito estaba formado por óxidos, a medida ción en las inmediaciones del lavadero de una balsa para decantar
que se fueron agotando, tanto estos como los rubios de calidad, los lodos resultantes del lavado de mineral. Este proyecto tendrá
tuvieron que beneficiar las escombreras en las que se habían ido que esperar hasta 1912, momento en el que se resolverá el pleito
acumulando las chirtas. De esta forma, irán surgiendo lavaderos interpuesto por Cesáreo Garay contra la sociedad por la expropia-
en la mayoría de las minas del coto, aunque sus cifras de pro- ción de los terrenos de un molino en el que se iba a construir la
ducción serán modestas en comparación con las de Matamoros; balsa.
estas instalaciones, que siempre figuraron con el nombre de dis-
tintas sociedades concesionarias, serán las siguientes: El lavadero de la mina Olvido, que será uno de los primeros ins-
talados en las minas de Ibarra Hermanos y Cía. Disponía de dos
La mina La Pobre registrada por Lezama Legizamon; allí se ubica- trómeles en los que se lavaban 100 Tm. diarias de chirtas, con una
rán las instalaciones de lavado para el tratamiento del conjunto de producción anual de 20.000 Tm.
las minas Conchas (de la 2 a la 8), San Benito, La Barga (dispon-
drá de un lavadero aparte), Despreciada, San Martín, Alhóndiga,
Altura, San Bernabé y sus demasías, que Ibarra Hermanos y Cía.
había cedido en arriendo a la Sociedad Franco - Belga. A pesar 145
Los lavaderos de mineral de hierro

F. 19_ Restos del lavadero de las


minas Rubias, en 1998 (Putxeta,
Muskiz) (Colección particular).

El lavadero de la mina Rubia estuvo ubicado en el barrio de Las chirtas procedentes de la mina San Benito y la demasía de La Bar-
Carreras-Putxeta (Abanto y Ciérvana); la mina Rubia fue registrada ga, con una modesta producción, cifrada para 1910 en 936 Tm.
en 1871 por Ibarra Hermanos y Cía., quien creó para su explota-
ción la “Comisión Explotadora de la mina Rubia”. Disponía de seis Chavarri Hermanos tenía registradas las minas Diana, Justa, So-
tromeles en los que se lavaban 200 Tm. diarias de mineral, con corro, Aurora, San Miguel, Josefita, Pacífico y Buena Estrella. Po-
una producción en 1910 de 45.500 Tm. En los años cincuenta fue seía lavaderos en varias de ellas, pero su producción era inferior a
arrendada a Emilio Merodio de la Torre, quien en los años sesenta la de Ibarra Hermanos y Cía. Como en el caso anterior, los propie-
construyó un nuevo lavadero de mineral que funcionó hasta su tarios no los explotaban directamente:
cierre en 1971, obligado por la crisis del sector. El lavadero fue
construido en una pendiente del terreno para dotarlo de varios El lavadero de la escombrera de la mina Diana. Disponía de un
niveles; el superior disponía de una tolva de mampostería, en cuyo trómel en el que se lavaban 30 Tm. diarias de chirtas, que en 1910
frente se abría una vertedera metálica que se comunica con la produjeron 7.500 Tm.
boca trasera del trómel, situado en el nivel inferior; esta vertedera
es regulable por medio de una compuerta metálica con un tornillo El instalado en la escombrera de la mina Justa. Disponía de un
sin fin; tras pasar por el trómel, el mineral lavado caía a una cinta lavadero de mineral, con un trómel en el que se lavaban 70 Tm.
transportadora que lo conducía hasta un nicho de carga de mam- diarias de chirtas, que en 1910 produjeron 5.600 Tm.
postería, situado a unos 6 m. en la zona inferior. La parte trasera
del lavadero estaba destinada a tratar los menudos y se comunica El lavadero de la mina Socorro. Disponía de un trómel en el se lava-
con el nicho de carga por medio de tres vertederas circulares. La ban 40 Tm. diarias de chirtas, que en 1910 produjeron 4.000 Tm.
estructura de hormigón y la mampostería aún se haya en buen El instalado en la mina San Miguel. Disponía de un lavadero de mi-
estado de conservación. neral, con un trómel en el que se lavaban 25 Tm. diarias de chirtas,
que en 1910 produjeron 4.600 Tm.
El lavadero la mina Rubia. Para su explotación se creará la Comi-
sión Explotadora de la mina ‘Rubia’. Disponía de seis trómeles en F. 19
los que se lavaban 200 Tm. diarias de mineral, con una producción
en 1910 de 45.500 Tm. Se siguió explotando de forma permanen-
te hasta hace pocos años.

El lavadero de la mina Bilbao, que explotará Chavarri Hermanos,


aunque había sido demarcada por Ibarra Hermanos y Cía. Disponía
de un trómel en el que se lavaban 80 Tm. diarias de mineral, con
una producción en 1910 de 18.000 Tm.

El lavadero de la demasía San Benito. Dispondrá de un lavadero


de mineral, con dos trómeles en los que se lavaban 80 Tm. diarias
de mineral, tanto de esta mina, como de la Despreciada, con una
producción en 1910 de 13.453 Tm.

En la misma demasía San Benito, dispondrá de un lavadero de


146 mineral, con un trómel en el que se lavaban las 20 Tm. diarias de
en la cuenca minera vizcaina.

El lavadero de la mina Josefita. Tenía un trómel en el que se lava- La mina Trinidad de la que eran copartícipes los Ibarra Hermanos
ban 40 Tm. diarias de chirtas, que en 1910 produjeron 6.000 Tm. y Cía., Trinidad Ulacia y Eustaquio Olaso y que disponía de un lava-
dero de mineral con cuatro trómeles en los que lavaban 150 Tm.
El lavadero de la escombrera de la mina Josefita. Poseía dos tró- diarias de las chirtas procedentes, tanto de esta mina como de la
meles en los que se lavaban 80 Tm. diarias de chirtas, que en 1910 San Fermín, propiedad de C. M. Ustara.
produjeron 12.000 Tm.
La mina San Fermín, que disponía, además del anterior, de otro
También destacaron en este distrito varias minas, que poseían la- lavadero, con una producción de 40.000 Tm. en 1899, que en 1910
vaderos para tratar el mineral de sus escombreras: se reducirá a 40 Tm. diarias de mineral, lo que a lo largo del año
supusieron 10.500 Tm.
La mina Esperanza, estaba situada en La Florida (Abanto y Ciér-
vana); fue registrada en 1863 por Ibarra Hermanos y Cía., pero La mina Inocencia, con dos 2 pertenencias, había sido registrada
estuvo compartida por Ibarra Hermanos y Cía., Cirilo Mª Ustara y por Trinidad Ulacia. En su demasía había instalado un lavadero de
Juan Durañona hasta su venta a Genoveva de Arisqueta Arteaga- mineral, con un trómel en el que se lavaban 40 Tm. diarias de
beitia en 1902 que la explotó hasta su cierre en 1977; la concesión mineral, que en 1910 produjeron 10.500 Tm. Los minerales bene-
minera caducó en 1980. En ella habían instalado un lavadero con ficiados procedían, tanto de esta mina, como de la Magdalena, de
un trómel en el que se lavaban 30 Tm. diarias de mineral, proce- Ibarra Hermanos y Cía., que antes eran lavados en el lavadero de la
dente tanto de esta mina, como de la Buena Fortuna, que en 1910 mina Catalina, propiedad de Chavarri Hermanos y M. Taramona.
produjo 6.300 Tm. Este fue sustituido en los años cincuenta por
otro, construido en varias alturas aprovechando una vertiente; en La mina Sol, propiedad de Jesusa Bellido, disponía de un lavadero
la zona superior se localizaba una masera de hormigón, con una de mineral, con un trómel en el que se lavaban 90 Tm. diarias de
tolva metálica. En la zona intermedia se situaban las cribas que, a mineral procedente de esta mina y su demasía, también de su
traves de una vertedera metálica, daba paso al trómel del lavadero propiedad, que en 1899 produjeron 34.000 Tm.
que depositaba el mineral lavado en la zona inferior, donde estaba
el nicho de carga para camiones. Aún se conservan restos de las La mina San José, propiedad de Jesusa Bellido, que disponía de
instalaciones. un lavadero de mineral con un trómel en el que se lavaban 40 Tm.
diarias de mineral procedente, tanto de esta mina, como de las
La mina Aurora, esta situada en Las Calizas (Abanto y Ciérvana), minas Sol (de su propiedad), Buena Estrella (compartida por Ibarra
fue registrada en 1850 por José Chávarri, compañía que en 1966 Hnos., Ustara y Goicoechea), y Vigilante (compartida por Amézaga
arrendará a Altos Hornos de Vizcaya; en 1982 caducó la concesión y Careaga); produjo 10.500 Tm. en 1910.
minera. En el barrio Fonso que conduce a La Barga, tuvo un lava-
dero, del que queda algún resto; fue construido en mampostería La mina Catalina, propiedad de Chavarri Hermanos y Manuel Ta-
y a tres alturas, aprovechando un desnivel del terreno; en la zona ramona. En esta mina disponían de un lavadero de mineral, con
superior y junto al lateral izquierdo se localiza un nicho de carga y cinco trómeles en los que lavaban 120 Tm. diarias de mineral, pro-
una tolva compartimentada que disponía en su frente de una ver- cedente, tanto de esta mina, como de la Magdalena, propiedad
tedera para llevar las tierras ferríferas a la zona media donde esta- de Ibarra Hermanos y Cía., que acabarán siendo tratados en el
ba el tómel, que tras el lavado llevaba el mineral a la parte inferior, lavadero de la mina Inocencia, propiedad de Trinidad Ulacia. Su
donde se almacenaba a la espera de su transporte. producción en 1899 fue de 34.000 Tm.

147
Los lavaderos de mineral de hierro

En el barranco del Zarzal, que separaba los montes Cadegal y Va- F. 20


lle, existía una escombrera, asentada en terrenos del municipio de
Ortuella (barrio de La Cerrada) y de la mina Concha 3, explotada
por la Sdad. Franco - Belga. Sus escombros mineralizados proce-
dían de las empresas mineras Chavarri Hermanos (que en esos
momentos explotaba la mina Bilbao), la Cía. Orconera (que explo-
taba la mina Concha 1) y la Sdad. Franco - Belga (que explotaba
el resto de las Conchas, entre otras minas). Entre los años 1914 y
1920 surgió una agria disputa entre esas compañías, ya que todas
querían quedarse con los derechos de explotación de la escom-
brera. El Ayuntamiento de Ortuella terminó decantándose por la
primera de las empresas. Al no aceptar las demás esta decisión,
en 1919 se llegó a un acuerdo por el que el ayuntamiento recibiría
el 30% de los beneficios de su explotación, la Sdad. Franco - Belga
el 53% y la Cía. Orconera el 17%; Chávarri Hermanos se queda-
rá sin nada. Posteriormente el industrial Luis Núñez Anchústegui,
propietario desde 1920 de un lavadero de gran capacidad en la la-
dera de Cadegal, en el barrio de Granada (Ortuella), se adjudicaría
en subasta la explotación de la escombrera. Para el tratamiento
de los lodos generados por su explotación, aprovechó la balsa de
decantación que tenía la Sdad. Franco - Belga cerca de sus insta-
laciones (Maqueda, 1995).

148
en la cuenca minera vizcaina.

F. 21 La mina San Severino, propiedad de Cirilo Mª Ustarán y Ricardo


Llano. Para el tratamiento del mineral de esta mina, y otras rela-
tivamente apartadas de sus instalaciones, como eran la Lejana
(de L. Ocharan) y Río Cotorrio (de Viuda de Bolinaga), instaló un
lavadero con seis trómeles en los que se lavaban 250 Tm. diarias
de chirtas, que en 1899 produjeron la importante cifra de 40.000
Tm. Los propietarios de la Lejana, acabaron instalando a principios
del S. XX un lavadero en su propia mina.

La mina Carolina que poseía Juan B. Cortés, tenía un lavadero de


mineral, con tres trómeles en los que se lavaban 90 Tm. diarias de
chirtas, que en 1899 produjeron 24.000 Tm.

La mina Confianza, propiedad de Triano Iron Ore. Tras cesar su


actividad, se fue inundando y acabó formando el llamado pozo
Gerente. Tenía un lavadero de mineral, con cuatro trómeles en
los que se lavaban 50 Tm. diarias de mineral, proveniente de esta
mina, como de la Lorenza, de Cotorrio (Muskiz).

La mina El Cerrillo, que poseía la Luchana Mining Co. Ltd. Tenía


un lavadero que disponía de cuatro trómeles en los que se lava-
ban 240 Tm. diarias de mineral, llegándose a tratar 16.800 Tm. en
1899, una cifra importante.

F. 20_ Lavadero de la Escom-


brera El Zarzal. En el momento
en que se tomó la fotografía,
estaba siendo explotado por
F. Cavia (noviembre de 1964)
(FOAT. Ref. 2227/11 fragmento).

F. 21_ Interior del lavadero de


Luis Nuñez, en 1928. Explo-
taba la Escombrera El Zarzal
y se encontraba en el barrio
de Granada (Ortuella) (Pérez
Goikoetxea, 2003). 149
Los lavaderos de mineral de hierro

El distrito de Matamoros se encontraba en el S-E del barranco Las minas Unión y Amistosa (o Mora), pertenecían a Martínez de
de Granada, en los municipios de Trapagaran, Barakaldo y Ortue- las Rivas. También disponía de lavadero de gran capacidad. En
lla, y era una prolongación hacia el E de los Montes de Triano. La 1910, mediante seis trómeles, lavaba las 440 Tm. diarias de mine-
zona era más escarpada y su veta principal, formada casi exclusi- ral que salía de sus dos minas; esto equivalía a 120.000 Tm. al año,
vamente por rubio (llegó a aparecer carbonato en profundidad), una cifra muy considerable. Las antiguas minas Unión y Parcocha
tenía unos 2 Km. de longitud por una anchura de 800 m. y una (actual pozo Unión) se utilizaron como balsa de decantación. Ac-
profundidad de hasta 70 m. tualmente es uno de los ‘lagos’ de La Arboleda.

El criadero se comenzó a explotar tras el agotamiento del campa- Las escombreras de la mina Unión fueron deslodadas en el la-
nil y su crecimiento fue rapidísimo. Llegó a producir 1,7 millones vadero de la mina Previsión (Larreineta). El lavadero de mineral
de Tm. anuales de rubio en la última década del XIX, hasta el punto se construyó en los años sesenta aprovechando una vertiente del
de que se acabó convirtiendo en el principal productor, aunque terreno para conseguir su distribución en diferentes alturas. En la
nunca llegó al nivel global del yacimiento de Triano. zona superior, de paredes rectas, escalonadas y convergentes, se
situaba una masera de hormigón con una tolva por cuya vertedera
A comienzos del S. XX, el agotamiento del rubio de calidad, obligó metálica se introducía el mineral en el trómel, situado en la zona
a las compañías a proceder al aprovechamiento de los menudos intermedia, que una vez lavado una cinta transportadora llevaba a
y escombreras, donde se alcanzaron unos niveles de producción los depósitos ubicados en la parte inferior a la espera de su carga
muy superiores a los de Triano. en camiones. En la década de 1970, Morante, su propietario, tam-
bién instalará en las proximidades del lavadero otro que utilizará el
En este distrito, aunque había menos concesiones, estas serán sistema de líquidos densos –se usaba una mezcla de agua y ferro-
mayores que las de Triano, ya que fueron solicitadas más tarde y silicio– para separar el mineral y conseguir que flotara el estéril.
en bloque. Al igual que allí, Ibarra Hermanos y Cía. tenía demarca- Para el transporte del mineral lavado dispuso un plano inclinado
das la mayoría de las minas; otras cuatro compañías poseían más hasta Trapagarán. Aún quedan restos de ambas instalaciones.
de una demarcación en Matamoros:
Las minas Parcocha, Acrisolada y Una eran propiedad de Parcocha
Las minas la Orconera (7 pertenencias), Carmen (8 pertenencias), Iron Ore Co. Ltd. Para aprovechar las escombreras de la primera
Precavida y Previsión pertenecían a Ibarra Hermanos y Cía., pero de estas minas, en 1953 la Sociedad de Minerales y Metales, de
eran explotadas por la Cía. Orconera Iron Ore Co. Ltd. Para tratar capital alemán (de ahí que esta mina se acabara llamando ‘de los
los menudos de todas sus concesiones mineras, esta compañía alemanes’), instaló en la mina Peña Mora (Trapagaran) un lavadero
llegó a disponer de las instalaciones de lavado más importantes mecanizado. La ley del mineral conseguido no fue la prevista y el
de toda la cuenca minera vizcaína. Estaban ubicadas junto a su lavadero se cerró al poco tiempo, conservándose aún su estruc-
estación de ferrocarril de Ortuella y en 1910 disponía de doce tró- tura de hormigón. También aquí se utilizará el sistema de líquidos
meles con una capacidad de lavado de 500 Tm. diarias y una pro- densos; de hecho se hará en la mayoría de los lavaderos de los
ducción de 150.000 Tm. Más adelante analizaremos los distintos años 70 (Pérez Goikoetxea, 2003).
lavaderos con que llegó a contar esta compañía.

150
en la cuenca minera vizcaina.

F. 22

F. 22_ Restos del lavadero de


Peña Mora (Trapagaran) en
2004. Allí se trataron las es-
combreras de la mina Parcocha
(Colección particular). 151
Los lavaderos de mineral de hierro

F. 23

La mina La Lejana, estaba registrada por Luis de Ocharan. Tras


haber lavado sus chirtas en la mina San Severino (propiedad de C.
M. Ustarán y R. Llano), acabará instalando un lavadero propio en
el que, mediante dos trómeles, lavaba 11 Tm. diarias de mineral,
que en la totalidad del año 1910 solo supuso 3.065 Tm. La Luchana
Mining Co. Ltd, antes de construir dos lavaderos propios, la llegó
a usar temporalmente.

La mina María, era propiedad de A. Fernández y Cía.; contaba


desde antiguo con un lavadero en el que mediante tres trómeles
trataban en 1899 las 60 Tm. diarias de mineral que salían, tanto de
su mina, como de la Vicente, lo que equivalía a 16.000 Tm. al año.
Esta cifra en 1910 se había reducido a 50 Tm. diarias y 12.500 Tm.
anuales, pero lavando solo los menudos de su propiedad y con un
solo trómel.

La mina Ventura, pertenecía a W. Clemente Cazalet; en ella, me-


diante un trómel, trataban 100 Tm. diarias de mineral y 20.000 Tm
en 1899, una cifra respetable para la media de la producción de
estos yacimientos modestos.

La mina Mame, fue registrada en 1891 por J. J. Agueche y otros,


pero fue explotada por la Cía. Orconera Iron Ore Co. Ltd. en régi-
men de arrendamiento; su concesión caducó en 1987. A finales de
la década de los 70 y principios de los 80, tanto esta mina como la
contigua Orconera 3, cesaron su actividad y tras inundarse fueron
utilizadas como balsa para abastecer de agua a los lavaderos de la
Cía. Orconera. Actualmente se han convertido en el llamado ‘pozo
Ostión’, el mayor de los ‘lagos’ de La Arboleda (Trapagaran), con
una extensión de 40.000 m2 y una profundidad de 9 m.

152
en la cuenca minera vizcaina.

En el Barranco del Cuadro había un conjunto de minas, situadas


en los límites municipales de Trapagaran con Ortuella, y Galdames
con Abanto y corren paralelamente a los criaderos de Matamoros
y Galdames, extendiéndose hacia el este por El Regato, en el mu-
nicipio de Barakaldo. Estas solían ser minas pequeñas y de propie-
dad muy dispersa, aunque la Luchana Mining Co. Ltd, concentró el
mayor número de concesiones:

Luchana Mining Co. Ltd. destacó con luz propia en este distri-
to. Su propiedad estaba extendía a lo largo de la cuenca del río
Cuadro, ocupando una línea de más de 5 Km., que incluían minas
como Capela, Plácido, Pikwik, Manuela, Juliana 1ª, Juliana 2ª y
Paquita, que formaban parte del coto de Arrabal.

Esta dispersión imposibilitará la concentración del lavado en una


sola instalación; para evitar el tener que llevar sus chirtas a lavade-
ros ajenos, como los de las minas la Lejana o la Marta, hacia 1909
emprenderá el proyecto de construcción de dos lavaderos. Con
estas instalaciones preveía el tratamiento de 75.000 Tm. anuales
de mineral, a razón de 835 Tm. diarias. Como para lavar una tone-
lada de chirta (con el 30% de mineral) se precisaban 1.500 litros
de agua, era necesario el suministro de un importante caudal de
agua que la empresa pretendía elevar desde los arroyos del entor-
no hasta un depósito con capacidad para una jornada de trabajo
(Álvarez y Simón, 2004).

F. 23_ Plano de instalación de


un trómel para el lavado de mi-
nerales. Luchana Mining Co Ltd.
Año 1909 (BFA/AFB. Agruminsa
0421/020). 153
Los lavaderos de mineral de hierro

El lavadero constaría de dos trómeles, y otro de repuesto, movidos En 1829, la Luchana Mining Co. Ltd. firmará un contrato con An-
por una máquina de vapor horizontal tipo Tangyes, de 12 HP. Sus tonio López, para utilizar conjuntamente un lavadero de propiedad
características serían las siguientes: la longitud total era de 6,75 de este último, situado en la mina Javier. Para su funcionamiento
m., (4,5 m. la parte cilíndrica y 2,25 m. la cónica); el diámetro era disponía, por concesión, de 100 litros de agua por minuto que ob-
de 2,25m. (5,5 m. en la boca del cono); los platos clasificadores tenía de varios arroyos del nacimiento del río Cotorrio, situados
para el estrío eran de 3 m. de diámetro. Los trómeles giraban a 4 en la mina San Mateo. Para aumentar su producción sustituirá las
revoluciones por minuto y cada uno podía tratar 200 Tm. diarias de dos cribas giratorias de que disponía por un trómel de una ca-
chirta. Para la eliminación de los fangos producidos por el lavado pacidad de lavado de 30 a 40 Tm. por día (BFA/AFB. Agruminsa
habían previsto la construcción, en antiguas minas, de tres balsas 0421/020).
de decantación (BFA/AFB. Agruminsa 0421/020).
Otras minas que destacaron por poseer instalaciones de lavado
Según datos de J. Lazúrtegui, la Luchana Mining Co. Ltd. en 1910 en este distrito fueron:
había instalado un lavadero para tratar las chirtas procedentes de
la mina Plácido y Aumento a Plácido. Su capacidad era de 83 Tm. La mina Marta, propiedad de T. Otaduy. Fue en ella donde en 1891
diarias y su producción anual de 24.113 Tm., cifra muy inferior a la se hicieron los primeros ensayos de lavado de mineral. Tenía un
prevista. lavadero para el tratamiento, tanto de sus chirtas, como las de de
la mina Capela, perteneciente a la Luchana Mining Co. Ltd. Dis-
También instalará otro lavadero en la mina Manuela, presumible- ponía de seis trómeles y trataba 480 Tm. diarias; en 1899 produjo
mente sustituyendo al que se había proyectado construir en la 24.000 Tm.
mina Juliana 2ª. Con el fin de conseguir agua abundante, lo situará
en la vertiente del barranco de El Cuadro que da al pantano de La mina Casualidad tenía en 1910 instalado a nombre de Ramón
Loyola, cerca del barrio La Lejana. En él, mediante dos trómeles, Torres Vildósola, un lavadero en el que mediante un trómel be-
llegará a tratar 5 Tm. diarias de mineral; su producción en 1910 neficiaba 40 Tm. diarias de mineral, que en la totalidad del año
será de 1.526 Tm., una cifra muy modesta. suponían 12.400 Tm.

154
en la cuenca minera vizcaina.

Los lavaderos y balsas


de decantación de la Cía.
Orconera Iron Ore.
F. 24
Vamos a dedicar este apartado al estudio de las instalaciones de
lavado de la Cía. Orconera Iron Ore Co. Ltd., ya que además de ser
la empresa minera más importante de todo el anticlinal de Bizkaia,
fue la que dispuso de los lavaderos de mineral de mayor capaci-
dad. Ello fue así, tanto por su enorme producción, como por que el
mineral que salía de sus minas era mayoritariamente rubio, cuyas
chirtas precisaban de un tratamiento en instalaciones de lavado.

Aunque esta compañía apenas tenía propiedades, los arrenda-


mientos de las minas de Ibarra Hermanos y Cía. le permitieron
disponer para su explotación de uno de los mejores cotos mine-
ros de Bizkaia. Este arrendamiento se estableció en el convenio
celebrado en Bilbao el 1 de julio de 1873 entre Ibarra Hermanos
y Compañía y la sociedad Orconera Iron Ore Company Limited,
constituida en Londres en el mismo año.

El acuerdo de arrendamiento incluía dos contratos que formarán


la base de la explotación de la compañía. Por un lado se firmará un
contrato de arriendo de minas por el que se facultaba a la Orco-
nera a explotar, en régimen de arrendamiento por 99 años, parte
del coto que Ibarra Hermanos y Cía. tenía en Matamoros y Triano;
este incluía las minas Orconera (7 pertenencias), Carmen (8 perte-
nencias), Concha 1, Previsión, Magdalena, y César (la mitad). De
otros propietarios, explotará las minas Mame, Precavida y Elvira.
La renta a percibir por Ibarra Hermanos y Cía., propietaria de las
minas, sería un tanto por tonelada de mineral extraído, por lo que
sus beneficios dependían de la buena marcha de la explotación.
Por otra parte se firmará un contrato de ferrocarriles que facultará
a la Cía. Orconera Iron Ore Co. Ltd. a explotar la concesión del
ferrocarril de la Orconera, obtenida por Ibarra Hermanos y Cía. en F. 24_ Esquema del lavadero de
Campomar (Pobeña, Muskiz)
1872 y que en esa fecha aun estaba por construir. Este, junto con realizado por José Balzola, inge-
sus infraestructuras de planos inclinados, cargaderos, etc., resul- niero de la Cía. Orconera, en
tará imprescindible para la explotación del coto de Matamoros. 1928 (Balzola, 1928).

155
Los lavaderos de mineral de hierro

F. 25_ Restos de lavadero de


Campomar, perteneciente a
la Cía. Orconera en (Pobeña,
Muskiz) (Bargos, 2003).

F. 26_ Vista general de la planta


de lavado de la Cía. Orconera,
situado en el barrio de Orconera
(Ortuella), en 1943 (ACMMG).

El mineral obtenido de las minas sería vendido en forma de cupos F. 25


a los socios fundadores a un precio preferencial; lo que excediese
del cupo se comercializaría a precios de mercado. La Orconera,
con 27,5 millones de Tm., el 21% del total del mineral extraído en
Bizkaia, fue la empresa de la cuenca que contó con los mayores
índices de producción y productividad. En 1879 llegó a concentrar
1/3 de la producción, cifra que fue bajando paulatinamente a partir
de 1896, hasta mantenerse entre el 15 y el 20% del total, descen-
so compensado con la explotación de las minas arrendadas a José
Mac Lennan en el coto de Carbarga (Cantabria).

Ya habíamos visto que la Cía. Orconera Iron Ore disponía de un la-


vadero de mineral situado en la estación intermedia del ferrocarril
del barranco de Granada (Ortuella). Lo había situado allí para fa-
cilitar el transporte del mineral desde sus distintas explotaciones
hasta los lavaderos y trasladarlos, una vez lavados, hasta los car-
gaderos que tenía en Lutxana (Barakaldo). En el cuadro publicado
por Julio Lazúrtegui sobre los lavaderos de 1910, podemos ver
que disponía de doce trómeles, con una producción diaria de 500
Tm. y un total anual de 150.000 Tm. de mineral lavado, la mayor
de toda la cuenca.
F. 26
Pero la Cía. Orconera llegó a tener una cantidad tan grande de
menudos y chirtas en las escombreras de su coto de Matamoros,
que este lavadero acabó resultado insuficiente, por no disponer
ni del agua necesaria para el lavado, ni de balsa de decantación
capaz de eliminar sus vertidos.

Además, al escasear también el agua para los tratamientos indus-


triales, los conflictos de competencia con las empresas siderúr-
gicas fueron permanentes. Estas fábricas necesitaban grandes
cantidades de agua para la elaboración del acero e hicieron pre-
sión para acaparar el suelo y el agua de algunos cauces fluviales e
instalar allí embalses.

La Cía. Orconera, como primera solución estudió la posibilidad de


llevar hasta las minas el agua del mar y devolver allí los fangos,
pero ello complicaba tanto el transporte que optó por construir en
1913 un gran lavadero en la ría de Somorrostro, en Campomar,
cerca de Pobeña (Muskiz). Para el transporte del mineral hasta la
planta de lavado, montó un tranvía aéreo ejemplar, que fue consi-
derado en su tiempo el más importante de Europa, tanto por su
156 perfección técnica como por su gigantismo. Era un tranvía doble,
en la cuenca minera vizcaina.

F. 27_ Proyecto de Modificación


de las instalaciones del lava-
dero de minerales en el barrio
de Orconera, entre 1963 y 1965
(BFA/AFB. Agruminsa 0120/005
fragmento).

modelo Bleichert de 8.066 m., de longitud, que llevaba el mineral lavadero que acogía los seis trómeles, el almacén, las oficinas y la
desde la mina Carmen VII de La Arboleda (Trapagaran), pasando vivienda del listero.
por la campa de Triano, hasta unas maseras de una capacidad de
3.000 Tm., situados en Campomar (Pobeña), junto a los lavade- Estas instalaciones podían servir de modelo de las que poseían
ros. las grandes empresas. En ellas se podían lavar unas 180.000 to-
neladas al año de mineral, la mayor capacidad de Bizkaia; la ley
El lavadero tenía unas dimensiones de 50 m. x 10 m. y estaba metálica del mineral lavado, giraba en torno al 40%.
hecho de mampostería, con recercos de ladrillo enfoscado en los
vanos y accesos y con dos contrafuertes en el interior para refor- El lavadero estaba basado en el sistema de trómeles, modelo
zar los muros de carga; la fachada delantera tenía nueve vanos de Humbodt. El agua para las operaciones de lavado de las chirtas, se
arco rebajado y dos adinteladas, todos ellos de diferentes dimen- eleva desde el río Barbadún, ya en su desembocadura al mar. El
siones; la cubierta del edificio era a dos aguas; en el lateral izquier- proceso del lavado era como sigue: las vagonetas que llegaban en
do tenía un túnel de carga, de arco rebajado que desembocaba en el tranvía aéreo, se descargan en una masera en la que las chirtas,
la masera adyacente, en la que había tres grandes bocas de arco mediante 6 mangueras de agua eran empujadas hacia los tróme-
rebajado, con sendas cribas para seleccionar el mineral según su les. Estos estaban organizados en 3 grupos de cuatro cilindros de
tamaño, y dos rampas inferiores en cada boca que permiten llevar 5,25 m. de largo por 2,21 m. de diámetro y una parte cónica en el
el mineral hasta los seis trómeles situados en el interior del edifi- extremo de salida, con una boca de 0.60 m. En la parte cilíndrica
cio. Todo el conjunto estaba rodeado por un muro de mampostería del trómel, paralelo a sus generatrices había 10 angulares que
de 2 m. de altura que aún se conserva, junto con las ruinas del permitían desenlodar el mineral. Tanto en la parte central como al
final de la boca había una espiral perforada que iba empujando el
mineral hacia la salida del aparato.

F. 27
Una máquina de vapor permitía que los trómeles giraran de 7,5 a
8 revoluciones por minuto. Esta energía era transmitida mediante
un eje, accionado por una transmisión de cables, que discurría
en paralelo sobre cada dos trómeles. En la parte inferior, este eje
accionaba mediante correas, un juego de ruedas dentadas, de
las que una servía de piñón a una corona dentada que envolvía
al trómel. Cada trómel se apoyaba en cuatro rodillos que giraban
sobre dos carriles circulares y que hacían que la posición del eje
fuese horizontal.

Los menudos salían por la boca de los trómeles hacia unas cintas
transportadoras en las que se procedía a un último estrío manual.
El proceso, cuando convenía, se completaba con un nuevo lavado
en una batidera y dos pequeños trómeles para los menudos.

Los fangos y aterramientos producto del lavado se escupían por la


boca de entrada y eran llevados por un canal subterráneo hasta la
zona del Aspra, desde donde eran vertidos directamente al mar.

El mineral lavado se almacenaba en unos pequeños depósitos de


500 Tm. desde donde se volvía a cargar en el tranvía aéreo que 157
Los lavaderos de mineral de hierro

F. 28_ Restos del lavadero que la


F. 29
Cía. Orconera tenía en el barrio
de la Orconera (Ortuella), en
1989 (Colección particular).

F. 29_ Plano general de las


balsas de Triano. En rojo apa-
rece la proyectada en Zaballa
(Trapagaran), en 1964 (BFA/AFB.
Agruminsa 0119/002 [048]).

lo llevaba por una derivación, hasta otros depósitos de 3.500 Tm., transportadora lo depositaba en el ferrocarril de la compañía, que
situados sobre la estación de Gallarta (Putxeta); de aquí partía un lo llevaba hasta los cargaderos de Lutxana (Barakaldo) para su em-
ramal secundario del ferrocarril de la Cía. Orconera, que llevaba barque. Su capacidad de producción era de 80.000 Tm. al año.
mineral hasta los cargaderos de Lutxana (Barakaldo).
Con el fin de mejorar, el rendimiento y la ley del mineral lavado,
Los elevados costes de transporte que conllevaba la ubicación así como la productividad del personal, José Balzola Menchaca,
del lavadero en Campomar, obligarán a la Cía. Orconera a susti- ingeniero-director de la Orconera Iron Ore C.L. proyectó en 1963
tuirlo en 1942 por otro que construirá en la mina Previsión, en el la modificación de las instalaciones del lavadero de Orconera,
barrio de Orconera (Ortuella), junto a su batería de hornos de instalando ciclones, cribas y variando el sistema de estrío.
calcinación.
Para aumentar el desenlodado preveía la instalación de un nue-
El mineral, que había sido previamente triturado en machacadoras vo trómel semejante a los ya instalados, hasta el que el mineral
instaladas en las propias minas de Matamoros, era transportado llegaría por un sistema de cintas. Una vez lavado, este pasaría a
por el Plano General hasta la masera del lavadero, desde la que otra cinta que, sustituyendo a las cintas de estrío, recorría todos
pasaba a cuatro trómeles donde se efectúa el desenlodado me- los trómeles recogiendo el mineral lavado y depositándolo en una
diante inyecciones de agua. criba vibratoria de bandejas, encargada de separarlo en tres ta-
maños.
El mineral lavado en los trómeles era vertido a una cinta lenta de
estrío, desde donde iba al depósito general, en el que una cinta
158
en la cuenca minera vizcaina.

El mineral del primer tamaño, de 10 mm., sería tratado en una eran depositados desde 1942 en la balsa de decantación de
criba hidráulica y depositado en un depósito desde el que vol- Orconera, situada en ese barrio de Cadegal (Ortuella). Sin em-
vería la criba, por medio de otra cinta transportadora. El mineral bargo, en 1960 estaba prácticamente llena y solo era posible su
rechazado por la criba iría a otro depósito del que una nueva cinta utilización recurriendo al bombeo del agua. Para sustituirla, la Cía.
lo mandaría a un molino de bolas, y de ahí iría a una criba hidráu- Orconera se planteará la construcción una nueva balsa en unos
lica y de ella a un clasificador “Dorr”. El mineral, ya concentrado, terrenos que esta tenía en el kilómetro 7 de su ferrocarril, en el
se almacenaría en un depósito de mineral lavado. Para aprove- barranco “Los Canales” del barrio de Zaballa (Trapagaran).
char aún mejor los menudos del “Dorr”, se ampliaría el lavado
con un sistema de espirales o flotación. El mineral del segundo La capacidad total de la balsa sería de 2.132.584 m3 y los fangos
tamaño, de entre 10,25 y 25 mm., iría directamente de la criba llegarían desde el lavadero a través de un canal de 2.300 m. de
al depósito de lavado. El mineral del tercer tamaño, de 25 mm., longitud, que seguiría la vía del ferrocarril de Orconera.
sería depositado por otra cinta en una zaranda que lo clasificaría
en cuatro tamaños y sometería a un estrío en una cinta pequeña La balsa se construiría con malecones de tierra y arena, con una
con alimentación regulada, mucho más eficaz que las de estrío pendiente del 39%. La primera contención, la formaría un male-
convencional. El producto resultante caería en una última cinta cón con un terraplén de 8 m. de alto, sobre el que se dispondrían
que lo llevaría al depósito general. Los estériles, separados con los demás, que estarían hechos con arena y separados de los
el estrío, caerían por gravedad en unos depósitos, desde los que fangos con ciclones. El agua, una vez clarificada, se expulsaría
irían en vagones hasta las escombreras. (BFA/AFB. Agruminsa por unas compuertas e irían a parar al arroyo “Camporrío”; donde
0120/005). se uniría al que bajaba de los lavaderos de Peña Mora (de la mina
Parcocha) y Barrionuevo (de la mina Previsión), y desembocarían
Los fangos generados por el lavadero de Orconera (Ortuella), juntas en el arroyo de Granada, en Trapagaran.

F. 28

159
Los lavaderos de mineral de hierro

La cantidad de lodos a verter en la balsa sería 500 m3 en 8 horas


F. 30
de jornada (17 litros por segundo), es decir la misma que iba a la
balsa de Orconera; sus aguas, una vez limpias, iban al arroyo Gra-
nada, en Ortuella. El retraso de un año en el llenado de la balsa de
Orconera y la demora de las obras por un conflicto judicial contra
la expropiación de los terrenos en que se estaba construyendo la
balsa, harán que la aprobación de las obras no se produzca hasta
abril de 1965 (BFA/AFB. Agruminsa 0119/002)

Por aquel entonces, ya se había producido la rotura de la balsa


de Orconera; este accidente obligará a la Cía. Orconera a reducir
al mínimo la producción del lavadero y tratar el mineral beneficia-
ble en el lavadero de Matamoros, que estaba a punto de ser
inaugurado. Esto hará innecesaria la puesta en práctica de las mo-
dificaciones llevadas a cabo, por lo que la compañía decidirá su
suspensión.

El dique de la balsa de decantación de Orconera reventó en octu-


bre de 1964, provocando una avenida de lodos que arrasó todo lo
que encontró su paso, incluida la balsa de la Sdad. Franco - Belga,
que se encontraba debajo de ella, lo que multiplicó aún más sus
devastadores efectos.

F. 31

F. 30_ Balsa de decantación


de Orconera, tras la rotura. La
avalancha de lodos reventó a su
vez la balsa de la Sdad. Franco-
Belga, anegando sus instala-
ciones y el barrio de Granada
(noviembre de 1964) (FOAT. Ref.
2227/08).

F. 31_ Proyecto de balsa provi-


sional de Orconera, situado en
la mina Pobre (octubre de 1964)
160 (BFA/AFB. Agruminsa 0122/002).
en la cuenca minera vizcaina.

“El Correo Español- El Pueblo Vasco” recogía así la noticia: … pero no se habían tomado medidas para solucionarlo, a pesar
de que en los días previos al accidente ya se habían producido
“Seis personas resultaron muertas y tres heridas el domingo por corrimientos de tierra en la balsa. En el juicio que se celebró a
la mañana en Ortuella, al abrirse una brecha de unos cincuen- raíz del accidente, fueron inculpados varios miembros de la Di-
ta metros de anchura en la balsa superior destinada al lavadero rección de la Cía. Orconera, empresa que tuvo que indemnizar
de mineral en la empresa “Orconera”, y fluir de ella, de manera a los distintos afectados por el accidente, sobre todo a la Sdad.
vertiginosa, una gran masa de agua y lodo, que se precipitó con Franco - Belga, cuya balsa de decantación resultó severamente
violencia sobre una pendiente de 100 m. de altura. […] dañada por la rotura de la anterior.

La zona de la catástrofe ofrece un aspecto desolador. Un área Para sustituir la balsa de decantación rota, la Cía. Orconera pro-
de 2 km. se encuentra cubierta por el lodo. En algunas zonas, la yectó en el mismo mes de octubre de 1964, la construcción en
altura de barro llega a 5 m. Al descender la gran ola de lodo tuvo los terrenos de la mina Pobre (Ortuella), de una balsa provisio-
que saltar grandes precipicios. Al caer sobre ellos, el agua botó nal de decantación de fangos, que le permitiera seguir utilizando
a varios metros […] el lavadero de Orconera, mientras se terminaba la balsa de Za-
balla (Trapagaran), cuyas obras estaban paralizadas por el pleito
Según el Director General de Minas, D. Joaquín Targheta, la judicial. La Jefatura de Minas para normalizar los trabajos de los
causa del siniestro tuvo que ver con una situación climatológica lavaderos de la Cía. Orconera y la mina Escombrera del Zarzal (F.
anormal. Durante el verano se había producido una gran sequía y Cavia, su propietario, utilizaba la balsa de la Sdad. Franco-Belga
como consecuencia se produjeron corrimientos de tierra y grie- para decantar sus fangos), paralizados por la rotura de los di-
tas en los muros de arcilla. Después, al mojarse repentinamente ques de las balsas de decantación, aprueba este proyecto, tras
por las lluvias de los días anteriores al siniestro, el agua ha pene- imponer ciertas medidas de seguridad (BFA/AFB. Agruminsa
trado en las grietas sin humedecer originando el hundimiento”. 0122/002).

161
Los lavaderos de mineral de hierro

José Balzola, ingeniero-director de la Orconera Iron Ore C.L., en


F. 32
abril de 1964, con el fin de reducir su plantilla de personal, había
procedido a la mecanización de sus explotaciones de La Arboleda
y la construcción de un nuevo lavadero en Matamoros.

Tras estudios realizados, vieron que con la plantilla que tenían el


rendimiento del distrito minero de Matamoros no superaba las 4
Tm. de mineral lavado por jornal, frente a las 14 Tm. de otras explo-
taciones similares, lo que obligaba a realizar una reducción de per-
sonal. Las inversiones que tendrán que realizar se centrarían en la
mecanización del arranque y cargue, la construcción del lavadero y
la reubicación de la nueva cabecera del Plano General; con la intro-
ducción de estos medios mecánicos, también pretendían reducir
el índice de peligrosidad de las labores de extracción y cargue.

Para mecanizar el arranque y la carga del mineral adquirirán dos


excavadoras, una pala cargadora y tres autovolquetes, que susti-
tuirán parcialmente el transporte por ferrocarril. El funcionamiento
al 50% del nuevo lavadero (en cinco meses se podría llegar al
100%) en su nueva ubicación, ya había permitido suprimir los dos
planos inclinados que abastecían al antiguo lavadero de La Arbole-
da y reducir los gastos de trasporte.

El nuevo lavadero estaría equipado con un dispositivo de masera- F. 33

artesa de desenlodado previo y un sistema de arrastre por rastri-


llo mecánico que permitía la introducción del mineral de tamaño
grueso para su trituración en la planta de marchaqueo, formada
por un alimentador mecánico de cadenas y una marchadora de
mandíbulas. Esto reducirá el número de barrenadores en canteras
y mecanizará el cargue.

F. 32_ Plano de conjunto del


proyecto de ampliación del
lavadero de Matamoros (Julio
de 1971) (BFA/AFB. Agruminsa
0871/001 [114]).

F. 33_ Plano de 1968 con la


situación de la futura balsa de
fangos de la Cía. Orconera en
la mina Previsión (Matamoros),
realizado sobre un plano de
noviembre de 1959 (BFA/AFB.
162 Agruminsa 0128/001 [007]).
en la cuenca minera vizcaina.

Tras el desenlodado final en el trómel, se procedería al estrío, que


será mejorado con la instalación de una criba de clasificación de
mineral, una cinta de estrío estrecha y unas tolvas de recogida
adecuadas, que permitiría reducir el número de estriadores.

El tamaño menor de 10 mm., iría mezclado con los fangos y sería


separado en la cribas Yubas del lavadero de finos de Orconera (Or-
tuella). Con el tamaño intermedio entre 10 y 30 mm., cabrían dos
posibilidades: retriturar el mineral hasta un tamaño inferior a 10
mm y tratarlo en el lavadero de finos de Orconera, o sino - era lo
más económico - pasarlo por cribas que solo permitiesen el paso
de ese tamaño.

Uno de los efectos negativos de la mecanización del cargue sería


que el mineral fino obtenido iría mezclado con carbonato, pero ese
inconveniente se podría subsanar si se trataran todos los finos en
la planta de sinterización de AHV (Sestao). El transporte hasta la
escombrera del estéril resultante del estrío, también se mecaniza-
rá mediante cintas transportadoras. Por último, el mineral lavado
se llevará por cinta transportadora hasta la cabeza del Plano Gene-
ral, que se ha desplazado para reducir las maniobras y, por tanto,
la plantilla de trabajadores.

En conclusión, la mecanización del laboreo y las modificaciones in-


troducidas en el lavadero, supondrán una reducción de 73 trabaja-
dores, que afectarán tanto al personal de arranque y cargue, como
al administrativo y del taller de reparaciones, ya que al reducirse
el transporte por ferrocarril, todas las reparaciones de las locomo-
toras y vagones se efectuarían en el taller de Lutxana (Barakaldo)
(BFA/AFB. Agruminsa 0877/005).

En julio 1.971 en el lavadero de Matamoros, de la antigua empre-


sa Cía. Orconera Iron Ore Co. Ltd., en esos momentos integrada
en Agrupación Minera, S.A. (Agruminsa), se procederá a una am-
pliación de las unidades de trituración y lavado, utilizando para
ello la maquinaria procedente de las instalaciones que la empresa
tenía en el lavadero de Orconera (Ortuella).

La primera parte de la ampliación consistiría en la instalación de


un trómel, tipo Santander, reconstruido con material ya existente,
que se alinearía con los actuales. Se alimentaría, como el resto,
por medio del rastrillo mecánico, aunque habría que adaptar la tol-
va de alimentación y las bases de los trómeles. 163
Los lavaderos de mineral de hierro

En segundo lugar, habría que crear un nuevo circuito de trituración F. 34


del mineral de mayor tamaño. Este iría arrastrado por el rastrillo
mecánico hasta las parrillas de las tolvas de los trómeles, o direc-
tamente por un alimentador de cadenas a una machacadora de
mandíbulas de simple efecto, desde donde pasaría a dos tróme-
les, tipo Orconera, para ser sometido al lavado. El producto lavado
en este circuito se uniría al lavado en el primero por medio de dos
cintas transportadoras.

La tercera ampliación obedecería a la adaptación a las necesida-


des de las empresas siderúrgicas; estas demandaban un mineral
más limpio, de un tamaño inferior a 50 mm. y clasificado en dos
granulometrías; para conseguir estos objetivos se instalaría una
nueva criba con ducha de agua, trabajando en circuito cerrado con
una trituradora secundaria, por medio de una cinta transportado-
ra. Para ello se podría aprovechar una machacadora de mandíbu-
las, que hasta ahora funcionaba como trituradora primaria en el
lavadero de Matamoros y una criba vibratoria, perteneciente a la
empresa.

Con la ampliación del número de trómeles, habría que instalar


otros cuatro clasificadores mecánicos, tipo ‘Dorr’, que se traerían
de las instalaciones que tenía la empresa en Santander. También F. 35
habría que cambiar la ubicación de las cintas de estrío; a pesar de
todos estos cambios, solo habría que ampliar la plantilla de perso-
nal en un operario.

En diciembre de 1964, dos meses después de la rotura de la balsa


de Orconera (Ortuella), para poder eliminar los fangos proceden-
tes del lavadero de Orconera, la empresa presenta un nuevo pro-
yecto. Este contempla la creación de una balsa que se situará en
los terrenos de la mina Carmen 8, en Triano, cerca del lavadero
que había proyectado en abril del mismo año; este funcionaba par-
cialmente y estaba previsto que también decantase sus lodos en
esa balsa. Estuvo en servicio hasta la puesta en marcha de la balsa
de la mina Previsión (BFA/AFB. Agruminsa 0871/001).

Años más tarde, en enero de 1968, José Ramón Merino, inge-


niero de la Cía. Orconera presentará un proyecto para mejorar los
dispositivos de decantación de lodos del lavadero de Orconera.

Esto lo realizará por indicación de la Jefatura de Minas y será de-


164 bido a que se habían detectado vertidos de lodos, procedentes de
en la cuenca minera vizcaina.

la balsa construida provisionalmente en sustitución de la que re-


ventó en octubre de 1964; se había construido cerca del lavadero
de Orconera, en el nivel 170 de la mina Previsión, en el barrio de
Matamoros (Trapagaran) y en el momento del informe, su capa-
cidad era de 55 días y debía ser sustituida por otra que se estaba
construyendo un poco más abajo, en el nivel 160 del barrio de Or-
conera, con capacidad suficiente como para decantar los fangos
procedentes del lavadero de Orconera hasta el agotamiento de su
producción. (BFA/AFB. Agruminsa 0128/001)

Tras la realización de una serie de ensayos tendentes a mejorar la


ley metálica y las condiciones mecánicas del mineral de hierro que
llegaba a su factoría, Altos Hornos de Vizcaya construirá en 1953 la
primera planta de sinterizado (G-1), que necesitaba la calcinación
previa de los carbonatos de hierro. La segunda (G-2), la construirá
a finales de los 60, con el horno alto nº 2 o Mariángeles, y también
necesitaba que los carbonatos estuviesen calcinados. La tercera
planta (G-3) data de 1976; su instalación se debió a que en 1973,
Agruminsa para evitar los grandes gastos de combustible y los
problemas de contaminación, etc. que suponía la calcinación del
carbonato, decidirá sustituir el proceso de calcinación, molienda
y sinterización por el de sinterización directa del carbonato. Para
llevar a cabo este nuevo proceso, instalará una Planta de Concen-
tración y un nuevo sinter. Desde entonces no hará falta calcinar el
carbonato en hornos de calcinación.

F. 34_ Plano de la balsa de de-


cantación de fangos de la Cía.
Orconera en la mina Carmen 8,
de Triano (Ortuella). Diciembre
de 1964 (BFA/AFB. Agruminsa
0871/001 [083]).

F. 35_ Plano de la balsa de fan-


gos en mina Previsión. Enero
de 1968 (Im. 3.25) (BFA/AFB.
Agruminsa 0128/001 [006]).
Agruminsa 0128/001 [007]).

165
Los lavaderos de mineral de hierro

Poco antes, en 1970 AHV había creado la empresa la Agrupación F. 36


Minera SA (Agruminsa); será el resultado de la fusión de las com-
pañías Cía. Orconera Iron Ore Co. Ltd, la Compañía Minera de
Dícido, S. A y The Alquife Mines Railway; su finalidad será explotar,
hasta su agotamiento definitivo, las minas que aún se mantenían
productivas en Bodovalle, Matamoros y Dícido.

Será la empresa Agruminsa quien en 1975 construya, en Bodo-


valle (Gallarta), la Planta de Concentración. Su finalidad sería la
de aumentar la ley metálica de hierro por procedimientos físico-
mecánicos, antes de que pasara a la planta de sinterización de
AHV (este proceso también se acabará realizando en Bodovalle).
Esas instalaciones estaban diseñadas para tratar 1,5 millones de
Tm. de mineral al año, pero llegarían a alcanzar los 2,2 millones. La
plantilla la compondrán 70 personas.

Allí también se pondrán en marcha diversos métodos para tratar


de minimizar el contenido de los famosos “álcalis” en el mineral,
que tanto perjudicaba a la marcha del horno alto (el mineral con es-
tas características se pegaba a las paredes del horno, reduciendo
su volumen y arruinando el refractario interior).

Para asegurar el suministro de los 100 m3 de agua que necesitaba


la planta para su funcionamiento, la empresa decidió aprovechar
los embalses de Mame y El Escorial que abastecían de agua el
lavadero de Matamoros (La Arboleda). El traslado se realizará por
una tubería compuesta de tres tramos: del embalse de la mina
Mame (Trapagaran) al de El Escorial (Ortuella). De El Escorial a la
mina La Barga (pozo San Benito de Abanto) y de la mina La Barga F. 37
a la mina Concha 5 (Planta de Agruminsa de Gallarta). (BFA/AFB.
Agruminsa 0877/005)

166
en la cuenca minera vizcaina.

El proceso de concentración pasaba por tres fases: En la primera


se sometía el mineral – básicamente carbonato – a una trituración,
que lo reducía a diámetros inferiores a 40 mm. A continuación se
clasificaba por tamaños: El tamaño de 40-17 mm. de diámetro se
concentraba en tambores de medios densos en los que, por gra-
vedad, separa la materia estéril y los carbonatos. El tamaño menor
de 17 mm. no podía ser separado por gravedad, por lo que se uti-
lizaban ciclones verticales que por medio de torbellinos separaban
el estéril del carbonato. Por último, el carbonato ya concentrado
era sometido a una tercera trituración que lo reducía a tamaños de
8 mm. y pasaba a la Planta de Sinterización de AHV.

El sinter es un producto duro y poroso que se emplea en el horno


alto; es la materia prima con la que se carga el horno alto para
producir el arrabio. Es una mezcla de minerales finos de hierro con
combustible sólido rico en carbono (coque) y aditivos finos que
aportan fundamentalmente cal y magnesita. El procedimiento de
la sinterización, consistía en la fusión parcial de la mezcla anterior
para que formasen aglomerados de una ley metálica del 57% de
hierro y con una consistencia y permeabilidad tales que permitie-
sen su utilización en el horno alto (García Tonda, 2002).

F. 38

F. 36_ Pozo Ostión, formado por


la antigua mina Mame inunda-
da. La Arboleda (Trapagaran) en
2003. De aquí partirá parte del
agua necesaria para abastecer
la Planta de Bodovalle (Archivo
de Agustín Sagasti).

F. 37_ Plano de las Instalaciones


de la Planta de Concentración
de Agruminsa. Coto de Bodova-
lle. Instalaciones en el exterior.
Febrero de 1966 (Colección
particular).

F. 38_ Instalaciones de la Planta


de Concentración de Agrumin-
sa. Febrero de 1976 (FOAT. Ref.
6793/145). 167
Los lavaderos de mineral de hierro

Los distritos mineros


de Ollargan - Bilbao.

El distrito de Ollargan - Bilbao se encontraba al E del foco de Las minas Felicidad, Aurora y San Pedro, propiedad de la Sociedad
Triano - Matamoros y ocupaba los municipios de Arrigorriaga, Ba- Santa Ana de Bolueta. Disponía de un lavadero de mineral, situado
sauri y Bilbao. Su nivel de producción fue muy inferior al anterior, en la mina San Pedro, donde lavaban 200 Tm. diarias de chirtas en
pero en el S. XX llegó a convertirse en el segundo yacimiento de un solo trómel.
Bizkaia en importancia.
La mina San Prudencio, propiedad de Pascual Sagarduy, que tenía
En este criadero destacaba el coto de Ollargan que fue el primero un lavadero de mineral con un trómel en el que trataba 20 Tm. dia-
en ser explotado. En él abundaba el rubio y carbonato, para cuyo rias de chirtas. Su producción anual en 1910 era de 2.500 Tm.
tratamiento disponía de instalaciones de lavado y calcinación. A
continuación destacaremos algunas de las minas en las que exis- La mina Diana, registrada por los Lezama Leguizamón S.A.; lavaba
tieron lavaderos de mineral: sus chirtas en el lavadero de la mina Segunda.

Las minas San Francisco y San Francisco Segunda, San Esteban, La mina Segunda, propiedad de Pedro P. de Gandarias y, tras su
Ricardo y Carmen, pertenecían a la empresa Coto Minero de Ollar- muerte, de la Sociedad ‘Vda. e hijos de D. Pedro P. de Gandarias’;
gan. La compañía disponía en 1903 de unas completas instalacio- sus chirtas eran tratadas en un lavadero que contaba a finales del
nes para el lavado de sus chirtas: un lavadero, situado en la mina S. XIX con 3 trómeles, donde también acabó tratando el mine-
Carmen, una balsa de decantación de 41.720,5 m3, escombreras, ral de las minas Diana, Esperanza, San Francisco y San Francisco
chirteras, etc. Segunda. Para 1910, este lavadero había sido ampliado con 3 tró-

F. 39

F. 39_ Plano de labores del Coto


Minero de Ollargan. En él se
pueden apreciar las instalacio-
nes de lavado y decantación de
las minas del coto (1903) (FOAT.
Ref. 2584/013).

F. 40_ Restos del lavadero y


horno de calcinación, situados
en la mina San Luis (Bilbao), en
168 1989 (Colección particular).
en la cuenca minera vizcaina.

meles más, con los que trataban 400 Tm. diarias de tierras ferru- F. 40
ginosas, lo que suponía 120.000 Tm. anuales, cifra solo superada
por la Cía. Orconera. También explotó carbonatos, para cuyo trata-
miento construyó dos hornos de calcinación, modelo Orconera, de
los que aun se conservan sus restos, integrados en el parque de
Montefuerte (Arrigorriaga).

La mina Montefuerte, de Chávarri Hermanos, que disponía de un


lavadero de mineral, con 3 trómeles en los que se lavaban 350 Tm.
diarias de chirtas, procedentes de esta mina y de la Sílfide, con
una producción anual de 80.500 Tm. anuales en 1910.

El distrito de Bilbao comenzó a ser explotado después que el de


Ollargan, pero tuvo mayor importancia. Dentro de este distrito mi-
nero, destacaron varios enclaves diferenciados. El más importante
ocupaba el cerro de Mirabilla, que se extendía un km. por encima
de Bilbao La Vieja; a este le seguía en importancia la masa del
Morro, situada en la margen derecha de la ría. Un tercer enclave lo
constituían los focos de Iturrigorri, y de Castrejana, localizados al
SO del área de Bilbao.

Sus explotaciones mineras tuvieron en común la necesidad de tra-


tar sus minerales en instalaciones específicas, ya sean lavaderos
para el tratamiento de los menudos del rubio u hornos de calcina-
ción para la concentración del carbonato. En lo que respecta a los
lavaderos, ya desde el comienzo de su utilización, se planteó el
problema de la eliminación de los fangos, resultado del lavado del La mina San Luis, registrada por Remigio Goyoaga en 1868; fue
mineral; como todas estas minas estaban situadas en torno a la vendida a Luis Levison y Bluckel, que bajo la representación de
ría del Nervión, lo solucionaron instalando pequeñas balsas de de- Luís Núñez primero extrajo rubio, y después carbonato. Para el
cantación o sencillamente vertiéndolos a la misma. Ya hemos visto tratamiento de los menudos de rubio, instaló un lavadero junto a
en capítulos anteriores que la legislación minera se acabó hacien- la plaza de los Tres Cantos; cuando fueron cerrados por el agota-
do eco de las numerosas protestas, tanto de los ayuntamientos, miento de las chirtas, la compañía explotadora vendió los trómeles
como de los vecinos afectados y prohibieron su vertido mediante a Domingo Sarachaga que los utilizó en su lavadero de la mina
el “Reglamento sobre enturbiamiento e infección de aguas públi- Catalina (Sopuerta). Desde los años 40 del siglo pasado también
cas” de 1900, por el que se consiguió incluso que se limpiase la llegó a disponer de un horno de calcinación para el tratamiento de
ría, aunque sus efectos duraron poco tiempo, ya que los vertidos la siderita, cuya construcción se encargó a la empresa “Gracia y
se siguieron sucediendo a lo largo del tiempo. Compañía” de Bilbao; fue un modelo de eficacia, hasta el punto
de que inspiró la construcción de otros, como el de la mina Loren-
El coto de Mirabilla se extendía un km. por encima de Bilbao La za (Abanto). Actualmente es el único vestigio que se conserva de
Vieja y comprendía las siguientes minas: los más de cien años de actividad minera en la zona de Bilbao. 169
Los lavaderos de mineral de hierro

La mina Abandonada, registrada por Santiago Aguirre en 1850, fue Morro de Bilbao”, creada en 1887. Hasta hace poco existió en lo alto
explotada por Lezama Leguizamón S.A. Para tratar sus rubios cons- del cerro un machón del plano inclinado que subía el rubio desde el
truyó en 1920 un lavadero en Larrasquitu (San Adrián); disponía de lavadero hasta la cota superior de la explotación.
tres trámeles de 2 m. de diámetro y 4 m. de longitud, y otro especial
para el aprovechamiento de los menudos; todo el conjunto era ac- Al sur del área de Bilbao, se localizaban los cotos de Iturrigorri, y
cionado por un motor eléctrico de 60 H. P.; a través de un sistema de Castrejana, con rubio y carbonato. En el primero destacaron
de tres cintas transportadoras, se vertía el mineral lavado en unos las minas Gustavo, Carmen y Rosita, de Julio C. Levisson y la mina
vagones que lo conducían a un depósito general. El suministro de Juan, propiedad de Tomás de Allende, que disponía de un lavadero
agua se garantizaba mediante un depósito de 800 m3 de capacidad. con un trómel con el que lavaba 35 Tm. diarias, lo que equivalía a
Su rendimiento era de 300 Tm. diarias de mineral lavado. Este lava- 7.500 Tm. anuales de mineral en 1910.
dero de mineral fue sustituido en los años cincuenta por otro del
que hasta hace poco permanecieron los restos. El mineral lavado
En el segundo estaba la mina Primitiva, registrada por la compañía
era transportado por el ferrocarril de Bilbao a Portugalete, hasta un
Wright Buth, Co. Ltd. y explotada por José Mac Lennan desde
cargadero que tenía en Olabeaga.
1881. Disponía de unas completas instalaciones de las que aún se
conservan los restos de un horno de calcinación; se hallan dentro
La mina Sílfide fue registrada por José María Larrabeitia, en 1857 y
del recinto de la planta de tratamiento de Residuos Sólidos Urba-
explotada por Chavarri Hermanos. Disponía de un tranvía aéreo, des-
nos de Zabalgarbi (Bilbao)
mantelado hace poco y construido para transportar el mineral a los
lavaderos de la mina Montefuerte. Desde allí era llevado en el ramal
Los distritos de Güeñes y Alonsótegui eran una prolongación
del ferrocarril de Azbarren hasta los cargaderos de Zorroza.
por el SW del foco de Ollargan - Bilbao.

La mina Malaespera, registrada en 1864, fue explotada por la socie-


El foco de Güeñes, se hallaba a la izquierda del río Cadagua, y
dad Ocharan y Aburto S.L. y tenía rubio, cuyos menudos era tratados
en un lavadero que disponía de 4 batideras (algo insólito en los lava- su nivel de producción fue muy modesto, aunque en ella se po-
deros vizcaínos), con una capacidad de 90 Tm. diarias y una produc- dían encontrar minas como la San Sebastián (de la Cía. Nª Señora
ción de 25.920 Tm. anuales en 1910. Además disponía de carbonato de Guadalupe), la mina Reloj (de la Cía. Parcocha), la mina Santa
subterráneo que calcinaba en unos hornos ya desaparecidos. Dis- Regina, (de Lezama Legizamon) y la mina Amalia, (de Amalia del
ponía de un tranvía aéreo para el transporte del mineral hasta unos Molino).
depósitos situados en la falda sur del monte Arnotegi, desde donde
iba en el ferrocarril de Azbarren hasta los cargaderos de Zorroza. En Alonsótegui también extraían rubio, destacando la mina Di-
ficultosa, de Gustavo Cobreros, en la que se había instalado un
El otro enclave minero bilbaíno fue la masa del Morro; estaba situada lavadero con un trómel en el que se lavaban 60 Tm. diarias de
en la margen derecha de la ría, frente al barrio de La Peña y en ella chirtas, tanto de esta mina, como de la Concepción y la Rosendo
destacaron las minas Nuestra Señora de Begoña, Santa Ana y sus (ambas de la zona de El Regato), que explotaba el industrial Fran-
demasías. Eran propiedad de la sociedad la “Compañía Minera del cisco Martínez Rodas.

170
en la cuenca minera vizcaina.

El criadero de mineral de las


estribaciones de Bizkaia.
Minas y lavaderos.

En la prolongación del gran venero de Somorrostro, pero en sus las variedades de rubio – sin sulfuro y con muy poco fósforo – y
estribaciones más occidentales y en la zona fronteriza entre las co- siderita. Las masas de mineral solían aparecer con grandes propor-
munidades de Bizkaia y Cantabria, se localizaba un criadero que dio ciones de estéril. El rubio, tenía una ley metálica media en seco del
lugar a la aparición de dos áreas diferenciadas: La primera, seguía 54%, lo que lo situaba por encima del 48,5%, la media para esta
la veta principal de Matamoros - Triano y se prolongaba de forma variedad. Solía aparecer en superficie, aunque tapado por una capa
dispersa por la parte más occidental Bizkaia, casi en la línea diviso- de roca caliza; en las masas silíceas surgía en forma concrecionada
ria interior con Cantabria. Allí dará lugar a los enclaves mineros de y mezclado con pirita. Todo ello obligaba a su lavado y selección.
Galdames, Sopuerta y Alén, que se prolongarán hasta el valle de
Sámano y Castro - Urdiales. La segunda, surgió al oeste de Muskiz En conclusión que, desde el punto de vista de la explotación mine-
entre el río Barbadún y Castro Urdiales; seguía por la costa del ra y siderúrgica estos yacimientos ofrecían importantes ventajas,
cantábrico oriental e integraba las zonas mineras de Cobarón y Co- aunque tenían el inconveniente de que eran pequeños y relativa-
torrio en Bizkaia, Ontón en la divisoria provincial y Dícido y Setares, mente aislados. Esto explica que fueran explotados por unas pocas
ya en Castro - Urdiales. empresas mineras, que tuvieron que desarrollar infraestructuras in-
dependientes entre sí, aunque vinculadas al espacio geográfico de
Su formación geológica es semejante a la del criadero de mineral Castro - Urdiales, punto idóneo para embarcar el mineral que se
de Somorrostro. Presentaba una extensa zona de caliza de arrecife extraía en sus criaderos.
y coralífera de Toucasia, que formará una franja de espesor variable
entre los 30 y 160 metros, la cual seguirá en dirección E-O, inte- El alto costo de las infraestructuras necesarias para embarcar el
rrumpida por una zona de terrenos de aluvión. mineral extraído hizo que su explotación solo la pudieran asumir
compañías relativamente grandes. Fue un espacio económico so-
Sus yacimientos, aún con distintas estructuras, en general se ca- metido a las fluctuaciones de la exportación, destino del mineral
racterizaban por que las mineralizaciones estaban cerca de la su- extraído de ambas áreas. Esto hizo que el declive que se produjo
perficie y cubiertas por capas de roca poco espesas que permitían en la minería a partir de los años 20 del pasado siglo, supusiera la
una explotación a cielo abierto y sin grandes problemas. A veces práctica desaparición de todo el distrito minero. En ello influyeron
las capas rocosas eran más espesas y obligaban a realizar labores tanto su producción relativamente pequeña, que impedía la movi-
subterráneas. lización de grandes capitales, como las carencias derivadas de su
ubicación excéntrica con respecto al gran criadero de Somorros-
Los minerales que predominaban en estos yacimientos eran de tro.

171
Los lavaderos de mineral de hierro

Este conjunto de explotaciones mineras, desde el punto de vista


productivo tuvieron una estructura bastante compleja, que se tra-
dujo en una gran variedad de infraestructuras e instalaciones. Su
desarrollo fue tardío, ya que no se explotó de forma sistemática
hasta finales del S. XIX; ello fue debido, tanto a la menor renta-
bilidad en relación a las zonas de Triano-Matamoros, como a las
dificultades que ofrecía la zona para su explotación.

El principal inconveniente del criadero radicaba en el tipo de mi-


neral que en él abundaban. Las principales reservas de la cuenca
eran de rubios – con gran presencia de arcilla – y siderosa, que
obligaban a su tratamiento mediante el lavado y la calcinación, con
el agravante de que por su lejanía, no se podían aprovechar las
infraestructuras de transporte y embarque de la ría del Nervión.

Estas desventajas pudieron superarse por la coyuntura económi-


ca, que estableció una fuerte y continua demanda de los minera-
les del anticlinal vizcaíno, que añadida a la caída de la producción
de la zona de Triano en la primera década del S. XX, hicieron renta-
bles estos minerales, a pesar de ser menos puros que los óxidos
de Somorrostro. A ello también ayudará la introducción de nuevas
técnicas de tratamiento y la construcción de cargaderos en can-
tilever, que posibilitará el embarque del mineral en mar abierta
(González Urruela, 2001).

Todo este conjunto de factores permitirá que, a pesar de los in-


convenientes, allí florecieran empresas de gran importancia, que
contaron con instalaciones de lavado significativas en este tramo
de las estribaciones más occidentales de Bizkaia.

172
en la cuenca minera vizcaina.

Los distritos mineros


de Galdames, Sopuerta y Alén.

Los distritos mineros de Galdames, Sopuerta y Alén, forman San Juan y el Cuadro; había sido demarcado por la Cía Urallaga-
la primera de las áreas mencionadas. Se situaba al SO del núcleo Magdalena, y era explotado por los Sres. Viguera y Maestre, bajo
de Triano - Matamoros y estaba formada por los cotos del interior la dirección del ingeniero de minas Enrique García Borreguero. En-
de las Encartaciones. Aunque su explotación empezó tarde, en su tre 1908 y 1914 fue explotado por la “Sociedad Mina Pepita”, que
período álgido, a finales de la primera década del siglo XX, llegó a en 1910 disponía de un lavadero con dos trómeles para tratar los
extraer el 10% del mineral de todo el anticlinal. Los yacimientos menudos de las tres primeras concesiones; su producción diaria
estaban formados por pequeñas bolsas de rubio que surgían entre era de 100 Tm. y la anual de 20.000 Tm. En los años previos a la
la caliza, lo que dificultaba la explotación. guerra civil, el coto fue cedido a Eladio Barrena, que lo explotó
hasta 1948. A partir de entonces se sucedieron distintos contra-
Para el aprovechamiento de los menudos y escombreras, en torno tista, como fueron los Sres. Sarachaga, Nocedo, Otaduy, etc. De
al siglo XX se comenzaron a instalar lavaderos de mineral, que al te- esta etapa se conservan los restos del lavadero, la masera, los
ner que ubicarse en zonas escarpadas y sin ríos cercanos, tuvieron depósitos de agua, cargaderos, etc., así como extensas praderas
dificultades, tanto para el aprovisionamiento de agua, como para la formadas por las balsas de decantación de los lodos, provenientes
eliminación de los lodos producidos por el lavado. Serán continuas del lavado del mineral.
las quejas de los vecinos de la zona por estos motivos; estos enta-
blarán continuos pleitos motivados por la apropiación del agua por Las minas Pepita, Dolores y San Juan, que habían sido demarcadas
parte de las compañías, que llegaron al punto de dejar sin agua po- por la Cía Urallaga - Magdalena. En 1910 disponía de un lavadero,
table a los vecinos de algún barrio de Galdames. En los pequeños con dos trómeles para tratar los menudos de las tres concesiones;
valles que se formaban al pie de los montes de Galdames se insta- su producción diaria era de 100 Tm. y la anual de 20.000 Tm.
laron balsas de decantación, como la de la mina Elvira en el Saúco,
de la que aun quedan restos. Por su localización, muy próximas La mina Rita y Adelaida, de la Cía. Nuestra Señora de Guadalupe,
unas minas a otras, llegaron a formar una unidad de explotación. que también había instalado en 1910 un pequeño lavadero de un
solo trómel, con el que lavaba 30 Tm. diarias de chirta y 10.500 Tm.
Las minas del distrito minero de Galdames estaban en manos en la totalidad del año.
de grandes sociedades vinculadas a la siderurgia vasca a través
de compañías como la Bilbao River y la Cía. Urallaga - Magdalena, La mina Rosario, propiedad de Saturnino Echevarria. Tenía un lava-
principales propietarias del mismo. Sus concesiones eran bastan- dero con un trómel para lavar 35 Tm. diarias y 1.500 Tm. anuales,
te amplias, hecho que explica la casi ausencia de demasías. He una cifra bastante modesta, pero la tónica en este tipo de empre-
aquí las que disponían de instalaciones para el tratamiento de los sas.
rubios:
La mina Punta, que eran propiedad de Manuel Corral; disponía de
Las minas Escarpada, Berango y Tardía, que pertenecían a la Socie- un lavadero con un trómel para lavar 30 Tm. diarias y 2.000 Tm.
dad Bilbao River and Cantabrian Railway C.L. Para el tratamiento de anuales.
los menudos producidos por la explotación de las minas Berango
y Escarpada, la compañía instaló un lavadero con un trómel, que
amplió a dos en 1910. Su producción era de 100 Tm. al día y 23.000
Tm. anuales.

Las minas Pepita, Dolores, San Juan y Sofía, formaban el coto mi-
nero del Sauco, que se situaba en Galdames, entre los altos de 173
Los lavaderos de mineral de hierro

F. 41_ Restos de la antigua balsa


de decantación de la mina
Elvira, en el Saúco (Galdames)
(2003) (BFA/DFB. I. I)).

F. 42_ Fotografía con los restos


de las instalaciones del lavade-
ro de Solano, en los Castaños
(Galdames) (2003) (BFA/DFB.
M. A. N).

La mina Elvira, que había sido registrada por Celestino Aramburu- F. 41


zabala. Aunque más tarde que las anteriores, también acabará
contando con instalaciones de lavado para beneficiar sus escom-
breras. De ella aun se puede apreciar la llanura formada por lo que
fue su balsa de decantación, situada en El Saúco (Galdames).

La escombrera de la mina San Antonio para lavar el mineral de


sus escombreras construyó en los años cincuenta un lavadero de
mineral que situó en el barrio del Ventorro y que estaba distribuido
en tres alturas, aprovechando una vertiente del terreno; en la zona
superior se situaba una tolva de mampostería, de paredes rectas y
convergentes, la zona intermedia estaba destinada al trómel, que
tras el lavado, descargaba el mineral en un nicho de carga para ca-
miones, también de mampostería que se hallaba en zona inferior.
El agua del lavadero provenía de un embalse natural de agua, loca-
lizado en un nivel superior; los lodos resultantes del lavado iban a
parar a una balsa de decantación, de la que se conserva la presa
de contención realizada en mampostería recta, de gravedad y con
perfil escalonado de unos 40 m. y un grosor en la zona superior de
2 m.; en la zona central presentaba una abertura, cerrada median-
te una compuerta. Actualmente de las instalaciones solo quedan
las ruinas del lavadero y de la presa de la balsa de decantación

Otro lavadero que tuvo cierta importancia por el volumen de su F. 42


producción fue el de Solano en los Castaños (Galdames).

174
en la cuenca minera vizcaina.

F. 43_ Fotografía de la mina


Catalina (Sopuerta) en 2003.
El lavadero está delante de
los hornos de calcinación. (Im.
3.37) (BFA/DFB. M. A. N).

Los distritos de Sopuerta y Montellano, surgirán siguiendo el dis- F. 43


trito anterior hacia el O, entre La Baluga, Montellano y el Alto de las
Muñecas, ya en la frontera con Cantabria. También allí abundaba el
rubio, y en menor medida, el carbonato. Las minas que disponían
de lavaderos eran:

El Coto Sarachaga se localizaba en el barrio del Castaño, en el paraje


conocido como La Linde y junto al Barrio Galicia, que surgió a raíz
de la actividad minera de la zona. Este criadero de mineral aunque
que inició su explotación en el siglo XIX, hasta 1940 no lo hizo de
forma sistemática; será en 1968 cuando don Pedro María Saracha-
ga Martínez, Director de “Minas de Hierro de Sopuerta S.A.” pida
la agrupación de las concesiones del coto Sarachaga, que estaba
compuesto por las siguientes minas:

- La mina Catalina fue registrada por Ramón Pérez del Molino en


1870 y cedida a perpetuidad a Amalia Juliana Pérez del Molino en
1886, que explotará a través de la “Sociedad Bilbao River and Can-
tabrian Railway C. L.”. Será en los años cincuenta cuando la arrienda
Domingo Sarachaga, que pasará a comprarla en 1977. En esta mina
la ‘Comisión Explotadora de la Safo y Catalina’, construirá un lavade-
ro que aún se conserva.

175
Los lavaderos de mineral de hierro

La mina Paca fue registrada por Cecilia Geltschel y Charroalde en - La mina Caduca fue registrada por Casimiro Zunzunegui y Eche-
1880, pasando en 1893 a Félix Herrero y en 1924 a la “S.A. Mina varría en 1933 y arrendada en 1974 a “Minas de Hierro de Sopuerta
Paca”, que su representante Juan Prado y Mathurin acabará arren- S.A”; y clausurada en 1938. En el barrio de Jarralta instaló en los
dando a Domingo Sarachaga en 1953. años cincuenta un lavadero con dos trómeles, que utilizará el siste-
ma de medios densos y del que queda algún resto.
La mina Safo fue denunciada por Salvador Gutiérrez en 1863 y ce-
dido el 90% a Luis Ocharan y Rivas en 1872. En 1944 es arrendada - La mina Ramón fue explotada por la ‘Comisión Explotadora de la
a Domingo Sarachaga Aza. Que la comprará en 1970. En los años mina Ramón’. Disponía de un lavadero con un trómel con una capa-
veinte construyen un lavadero, distribuido en tres alturas, aprove- cidad de lavado de150 Tm. diarias, pero con una producción anual
chando un desnivel del terreno; en la zona superior se localizan dos de solo 147 Tm.
tolvas, una que da a un nicho inferior, destinado a los materiales
estériles y otra situada en la zona central del lavadero que a través El criadero se explotó a cielo abierto, salvo las minas Paca y Caduca
de una vertedera llevaba el mineral hasta el trómel y de ahí a los que lo hicieron parcialmente en galería. El mineral extraído era en
depósitos del mineral ya lavado, situados en la zona inferior. Tam- un 90% rubio; al aparecer carbonato en los años cincuenta, esta
bién disponía en la parte superior de un depósito de agua de unas empresa comenzó a beneficiar los carbonatos de las minas Catalina
dimensiones de 5 m. x 5 m. y Paca, para lo que en 1956 y 1959 construyó, en los terrenos de la
primera, dos hornos de calcinación. Para el transporte se emplearon
- La mina Gallinar fue registrada por Félix Aranzadi y Aramburu en los ferrocarriles de Traslaviña-Castro y de Galdames; para embarcar-
1875 y perteneció a Meñaca, Urízar y Cía hasta su integración en lo en el segundo se llevaba el mineral de las minas Safo, Gallinar y
la mina de José María Zubiria en 1910; en 1974 será arrendada a Catalina en un tranvía aéreo hasta la estación del Cerco. En varias
Domingo Sarachaga y en 1987 se cerró. Tenía en 1910 instalado un de estas minas se instalaron lavaderos que fueron explotados por
lavadero, en el que con un trómel trataba 40 Tm. diarias y 2.400 Tm. Comisiones Explotadoras. En 1910 la ‘Comisión Explotadora de la
anuales de tierras ferruginosas Safo y Catalina’, disponía en esta última mina de un lavadero con

176
en la cuenca minera vizcaina.

cuatro trómeles en los que trataba el mineral procedente de esta unas dimensiones de 6 m. x 5 m. Todos los restos materiales que
mina. Su producción diaria era de 130 Tm. y la anual de 28.544 Tm. han sobrevivido de las citadas minas se localizan junto a la vía prin-
Las instalaciones de este lavadero estaban dispuestas en cuatro cipal del ferrocarril y en la mina Catalina que aún se conservan en
niveles, aprovechando un talud del terreno; en los años cincuenta buen estado los dos hornos de calcinación, y el lavadero, aunque ha
y bajo la pista de acceso a los hornos de calcinación, se construyó perdido los elementos mecánicos. Actualmente en la mina Catalina
en la misma mina Catalina un nuevo lavadero, aprovechando una aún se trabaja en una planta de molienda, que beneficia un pequeño
vertiente del terreno. El mineral era introducido desde el nivel cero tonelaje de carbonato de hierro pulverizado, que se destina al mer-
por una tolva de mampostería que desembocaba en los trómeles, cado de la alimentación animal.
de los que tras ser lavados, pasaba a una cinta de clasificado. El
mineral limpio era pasado por una machacadora, para reducirlo a Las minas San Pedro y San José se localizan en los barrios Alcedo y
un tamaño uniforme, y caía en unos depósitos situados en la cota La Acilla, junto a la carretera que va de Arcentales a Sopuerta. Am-
inferior de la instalación e integrados en un puerto de mineral en bas minas fueron registradas por José Luis y Segundo Echevarria
el que se almacenaba el mineral lavado. Este estaba conectado Olavarrieta, en 1953 y fueron explotadas hasta 1973. El mineral de
con el ferrocarril de Traslaviña, que lo llevaba hasta Castro-Urdiales hierro, explotado a cielo abierto, se encontraba en un terreno cretá-
para su embarque, aunque en su última etapa de explotación era cico entre grandes masas de arcilla y caliza que había que eliminar
transportado en camiones. Los trómeles de la última etapa de su mediante el lavado del mineral. Ello obligó a construir un lavadero
explotación, en los años 60 del pasado siglo, fueron aprovechados mecánico, que se instaló cerca del río Kolitza para dar salida a los
del lavadero de la mina San Luís, de Bilbao. Tienen de 7 m. de lon- lodos resultantes del mismo. El lavadero de mineral de las mina
gitud y un diámetro de 2 m., aunque en su boca se reducía a medio San Pedro y San José, que fue construido en los años sesenta en
metro. Actualmente están en el Museo de la Minería del País Vasco. el nivel superior de la explotación minera, con la que se conectaba
El agua para alimentar al lavadero de la mina Catalina procedía de a través de un plano inclinado. Para abastecer de agua al lavadero,
un depósito de mampostería situado junto al lavadero, que se cons- se instaló encima de él un depósito de agua de mampostería de 8
truyó en 1954; era de planta rectangular, de paredes rectas y de m. x 10 m. que se abastecía de agua procedente del río, cuyo cau-

177
Los lavaderos de mineral de hierro

ce fue desviado ya a principios de siglo XX mediante un muro de ro Castro-Alen. A partir de los años cincuenta la mina ambas minas
mampostería de grandes dimensiones. El lavadero se construyó en compartirían el depósito de mineral de la Sorpresa para transportar
una vertiente del terreno para poderlo distribuir en tres alturas; en el mineral por medio de camiones. El mineral predominante en el
la superior, realizada en sillar almohadillado, se ubicaba la tolva de coto fue el rubio, que había que lavar para eliminar la sílice que lo
carga y en el nivel central el trómel de lavado, que actualmente se acompañaba mediante lavaderos.
conserva en el Museo de la Minería del País Vasco; la descarga del
mineral lavado se realizaba por el nivel inferior, que presenta en su La mina Sorpresa se encontraba en el paraje “El Polvero” del monte
frente un nicho de descarga de hormigón, rectangular y con ocho de Gerelagua y fue registrada en 1871 por Manuel Taramona que la
bocas de abertura manual para depositar el mineral en camiones. explotó hasta 1972 en que la arrendó a la empresa “Minas de Las
Aún quedan restos significativos del lavadero. Antes de la utilización Encartaciones S.A.” que el la tuvo que cerrar en 1973 por las dificul-
de camiones para el transporte, el mineral lavado se almacenaba tades del mercado; la concesión caducó en 1990. Junto al depósito
en un puerto situado junto a la vía del ferrocarril Traslaviña-Castro, de mineral del tranvía aéreo, existió un antiguo lavadero de mineral
del que aún quedan restos y que fue construido en 1898 para alma- con dos trómeles, que en los años sesenta fue sustituido por uno
cenar el mineral de la mina José, que era subido hasta el nivel del nuevo de medios densos, para aprovechar los menudos. En 1972 el
ferrocarril mediante un plano inclinado. nuevo arrendatario de la mina construyó sobre el lavadero un depó-
sito de agua y otro de mineral, junto a los que instaló una tolva de
Las minas que formaban el distrito de Castro - Alén, se encontraban hormigón y una machacadora con dos muelas; en el nivel medio se
en la vertiente E del monte Alén. Era un filón de rubio de un espesor encontraban, tanto un elevador de canjilones para almacenar el mi-
poco regular, que iba acompañado de areniscas y calizas silíceas, neral en el depósito, como los dos trómeles que disponían de unas
lo que obligaba a su tratamiento en los lavaderos para aumentar cintas transportadoras que llevaban el mineral lavado por unas bo-
la calidad. Entre las minas que allí se encontraban destaca el coto cas de arco rebajado, hasta la cota inferior donde se almacenaban
minero de Alen, constituido por las minas Sorpresa y Amalia Juliana para el transporte; para eliminar los fangos, en esa misma cota se
y situadas en el monte de Gerelagua. La explotación de las minas encontraban tres depósitos de decantación construidos mediante
se realizaba a cielo abierto y para el transporte utilizaban, tanto un la superposición de muros en la pendiente de la vaguada.
tranvía aéreo que iba desde Alén a Ontón, como del ferrocarril mine-

178
en la cuenca minera vizcaina.

La mina Amalia Juliana, situada junto a la anterior, fue denunciada La mina María se localizaba en el monte Alén (Sopuerta), en el pa-
en 1869 por Ramón Pérez del Molino, pero la cedió a Amalia Juliana raje conocido como “Fuente de la Canal” y estaba rodeada por las
del Molino en 1884, hasta que en 1903 Casimiro de Zunzunegui y concesiones mineras “Amalia Juliana” y “Sorpresa”. La mina fue
Echevarria cede a su vez a Ocharan y Cía los derechos adquiridos de registrada por Isaac Punjal y Arnaiz en 1873, aunque en 1877 se la
Luis del Olmo. El lavadero de la mina Amalia Juliana se encontraba cedió a Ramona Arnaiz e Iguarniza; su concesión venció en 1981.
en el barrio de Alen (Sopuerta), en la zona superior de la carretera Su explotación se realizaba a cielo abierto y un plano inclinado de
que une Labarrieta con Alén, se construyó en los años cincuenta, 600 m. bajaba el mineral extraído al lavadero, que una vez lavado,
en sustitución de otro de finales del siglo XIX y se destinaba al la- era depositado en el puerto hasta su embarque en el ferrocarril de
vado de las chirtas de sus escombreras; en el nivel superior se en- Traslaviña-Castro; ambos se localizaban en la estación de Labarrie-
contraba un depósito de agua de mampostería y con esquinales de ta. Allí permanece un muro de ladrillo donde se situaba el trómel del
sillar de finales del siglo XIX, era de planta rectangular de 12 m. x lavadero y aún se conserva el puerto de mineral, que es de planta
8 m. y llegó a ser remodelado para su utilización como piscina; en rectangular y presenta un muro delantero de mampostería con tres
ese mismo nivel se encontraba el lavadero, de mampostería y con bocas de carga perpendiculares al mismo.
tres alturas siguiendo el desnivel del terreno; en el nivel superior un
plano inclinado ascendía el mineral hasta un depósito de carga, que La mina Federico, propiedad de Ricardo Palacio fue otra de las mi-
vertía el mineral en una tolva, bajo la que se encontraban las cribas; nas destacadas en este distrito. De ella última existe constancia de
en un nivel inferior se situaba el lavadero como tal, donde se hallaba que en 1910 había un lavadero con dos trómeles, en los que se tra-
el trómel que depositaba el mineral en una mesa giratoria por la que taban 100 Tm. diarias y 18.200 Tm. anuales de tierras ferruginosas.
pasaban chorros de agua para eliminar las partículas menos densas
del mineral y una vez clasificado era llevado en una cinta transpor-
tadora hasta la parte inferior en la que había otro depósito de mam-
puesto y hormigón armado donde se almacenaba el mineral ya la-
vado; este disponía de unas vertederas metálicas de boca cuadrada
con base de madera para su carga en camiones. Actualmente sólo
quedan restos de los muros de las instalaciones.

179
Los lavaderos de mineral de hierro

F. 44_ Plano de situación del


lavadero de la mina Lorenza
(Muskiz), en 1956 (Colección
particular).

F. 45_ Interior del lavadero de la


mina Petronila, Santelices (Mus-
kiz), en 1998 (BFA/DFB. I. I).

Los distritos mineros


de Muskiz - Cotorrio.

El criadero de Muskiz (antiguo San Julián de Musques), se en- F. 44


cuentra al NO de la Encartaciones, en el límite costero con Can-
tabria, dentro de los municipios de Abanto y Muskiz. Tenía muy
pocas minas y casi todas ellas pertenecían a sociedades extranje-
ras. Sus demarcaciones datan del último tercio del S. XIX, de ahí la
peculiaridad de sus propietarios. Las principales minas del distrito
que tuvieron instalaciones de lavado fueron:

La mina José, que pertenecía a la Comunidad de Partícipes de la


Mina José. En 1910 existía, en sus terrenos, un lavadero en el que
con un solo trómel trataba 30 Tm. diarias y 6.500 Tm. anuales de
chirtas, tanto de esta mina, como de la Rosario.

La mina Lorenza, pertenecían a la compañía Amézaga, Yandiola y


Cía. Tuvo un lavadero de mineral que funcionó hasta los años 50
del pasado siglo; en que la explotación pasó a ser subterránea,
con una producción casi exclusiva de carbonato, que calcinaban
mediante dos hornos, que aún existen.

A principios del siglo XX, estando la mina explotada por la compa-


ñía The Triano Iron Ore Co. Ltd, instaló un lavadero para beneficiar
las chirtas que aparecían en su mina, así como los menudos de la F. 45
mina Confianza. Para ello utilizó dos trómeles, con los que conse-
guía tratar 40 Tm. de mineral, con una producción en el año 1910
de 12.500 Tm.

Posteriormente, al aparecer chirtas en la mina, Vicente Elosúa Mi-


quelarena – último empresario que explotó la mina – decidió cons-
truir un nuevo lavadero aprovechando las antiguas instalaciones.
Constaban de un trómel de chapa metálica de 4,75 m. de largo
por 3,5 m. de ancho; la parte cilíndrica tenía 3.50 m. de largo y
la cónica 1,25 m. Estaba movido por un motor eléctrico de 4 HP,
que lo impulsaba a 4,5 vueltas por minuto. El agua se conseguía
de un depósito, situado junto a la estación del ferrocarril de Triano
(actualmente de Muskiz). Las tierras ferruginosas se llevaban en
vagonetas hasta una masera situada en un nivel inferior y el mine-
ral lavado se subía a través de un plano inclinado, habilitado en sus
inmediaciones para el transporte del calcinado del horno. Ya en la
cota superior, el mineral limpio se almacenaba en un depósito has-
180 ta el momento del transporte, que se realizaba con camiones.
en la cuenca minera vizcaina.

Las minas Petronila, Adelaida y San Antonio, que se encontraban aterrazada. En la zona superior se localiza la masera o silo de re-
en el barrio de Santelices (Muskiz), situado en las estribaciones cepción de las tierras ferruginosas. Para efectuar su carga, existe
del distrito de Triano, pertenecían a la compañía “The Triano Iron una boquilla metálica, que se accionaba por medio de una palanca,
Ore C° Ltd”. De las tres, la más importante fue la mina Petronila, que se movía por el lateral de la masera.
mina que se demarcó en 1865 y en 1900; en 1899 pertenecia a
“The Triano Iron Ore C° Ltd”, cuyo representante era Francisco Ma- Los muros, de mampostería, van convergiendo hacia la zona inter-
cLennan y White. En 1947 el Banco de Bilbao la embargó a Federi- media del lavadero, que tiene el suelo en talud y una compuerta
co de Uribe y Urioste y se vendió en participaciones. Igancio Men- frontal para alimentar el trómel. Este se encuentra bajo un cuerpo
dizabal compró en 1955 el 10,9 % de la mina y en 1965 le fueron adintelado que combina el hormigón, con los muros de mampos-
cedidos los derechos de arrendamiento a perpetuidad. Será en el tería. Es de chapa metálica de 10 mm., tiene 7 m. de longitud y 2
año 1954 cuando los Hermanos Mendizábal, que en ese momento de diámetro y estaba accionado por un motor eléctrico de 11 HP.
tenían la explotación de la mina, construyeron un lavadero en la El mineral, una vez lavado, caía en una cinta clasificadora, accio-
mina Petronila. Es el único de toda la zona minera vizcaína que nada por el mismo motor que el del trómel y que se movía a una
hasta 2006, ha mantenido en la propia mina con todos sus ele-
velocidad de 10 m. por minuto para permitir las labores de esco-
mentos mecánicos intactos, de ahí que su conservación tenga un
gido.
alto interés técnico e histórico; desgraciadamente, está sufriendo
un rápido proceso de deterioro, por lo que desde aquí queremos
Desde esta cinta, el mineral caía a un silo situado en zona inferior
hacer una llamada de atención para que se evite su desaparición,
del lavadero. Estaba formado por muros de mampostería, con el
ya que la minería del hierro explica en gran medida la historia y el
piso de bloques; sobre éste se habían colocado unos carriles que
desarrollo económico propio del País Vasco actual, constituyendo
corrían a lo largo del piso y estaban separados 0,35 m. entre sí. El
una de sus primeras señas de identidad.
estéril que había salido lavado junto con el mineral, se separaba
en la cinta y se arrojaba por un orificio practicado en la pared a
Para la ubicación de este lavadero se eligió una zona en talud, con
otro silo más pequeño, adosado al anterior, donde se almacenaba
un desnivel del 26%, que permitiera su distribución en tres alturas.
hasta su transporte a la escombrera.
Se halla en la cota intermedia de la mina Petronila, en el barrio de
Santelices, del municipio de Muskiz. El mineral de la mina Petro-
nila era de aluvión formado por el arrastre de los óxidos de hierro, Los menudos que quedaban tras el lavado, se beneficiaban en una
armados en arenisca y mezclados con arcilla, que formaban menu- infraestructura metálica que los separaban por ‘concentración de
dos de un tamaño máximo de 50 mm., que precisaban un lavado medios densos’. Este sistema se comenzó a utiliza a principios del
del mismo para eliminar sus impurezas y aumentar la ley metálica. S. XX y se basaba en la utilización de medios de densidad interme-
La explotación del mineral se realizaba a cielo abierto y en galería y dia entre el mineral y el estéril para realizar la separación.
se trasladaba directamente hasta el lavadero, situado en la propia
mina. Una vez lavado, originariamente se transportaba con carros El lavadero se completaba con un depósito de agua, construido
de bueyes, a través de un túnel, hasta las inmediaciones del ferro- con paredes de mampostería de 6 m. x 6 m. x 3 m. El agua llegaba
carril de Triano, donde se llevaba hasta la Ría de Bilbao. por desnivel desde otro depósito cilíndrico de 2,10 m. x 3.32 m.
con el que estaba conectado por una tubería (Inventario P. I. y O.
El edificio es de planta poligonal, con una sola altura y cubierta P., 1995).

181
Los lavaderos de mineral de hierro

Los distritos mineros


de la costa vasco - montañesa.

La actividad desarrollada en la costa, que comprende los distritos F. 46


mineros de Cobarón y Castro Urdiales, es un buen ejemplo de
la vocación minera que puso los cimientos de la riqueza vizcaí-
na. Además parte de sus restos patrimoniales han llegado hasta
nuestros días y nos permiten evocar las imágenes de un pasado
poblado de esfuerzos, inversiones empresariales y, también, de
cambios radicales en el espacio físico y mental de las gentes que
trabajaron y vivieron en aquellos cotos mineros.

Es por ello que vamos a dedicar este último capítulo al estudio


de las empresas mineras que desarrollaron su actividad en estos
parajes y que dejaron su impronta en unos restos aún hoy per-
ceptibles.

La principal y más antigua de las empresas creadas en la costa oc-


cidental vizcaína fue la Compañía José Mac Lennan de Minas,
S.A., fundada por el industrial José Mac Lennan.

El primer Mac Lennan vino de Inverness (Escocia), como contratis-


ta de un tramo del ferrocarril Santander-Alar y se quedó en Santan-
der con su familia. Su hijo mayor, José Mac Lennan y White (1845-
1914) estudió ingeniería de minas y a partir de los años setenta se
dedicó su explotación, tanto en Cantabria como en Bizkaia.

Entre 1880 y 1914 llegó a acumular 1.315 ha., repartidas entre Can-
tabria (11 concesiones) y Bizkaia (5 concesiones), lo que le llevó a
convertirse el mayor propietario de minas de toda Cantabria y uno
de los mayores de Bizkaia, así como uno de los grandes empresa-
rios mineros locales, pese a su apellido escocés.

Entre sus concesiones destacaron la Amalia Vizcaína (Muskiz - Co- F. 46_ Plano del coto minero de
barón), la Primitiva (Bilbao - Castrejana), o las Deseadas (Cabarga, José Mac Lennan en Cobarón
en Cantabria). (Muskiz), en 1916 (Archivo
BBVA. Cía. Mac Lennan 2.4.6/L-
12/C-316).
Su caso constituye un claro ejemplo de dispersión económica. Así,
F. 47_ Anteproyecto de las
en una primera etapa explotó personalmente sus concesiones de instalaciones de lavado, de
Bizkaia y Cantabria, pero posteriormente acabó arrendando una 1909, perteneciente a José Mac
parte importante de las mismas a grandes compañías, de forma Lennan y utilizado en el coto
de Cobarón (Muskiz) (Archivo
que la mayoría de las que surgieron entre 1896 y 1902, explotaron BBVA. Cía. Mac Lennan 2.4.6/L-
182 minas de Mac Lennan, como la mina Primitiva arrendada a la Cía. 14/C-364).
en la cuenca minera vizcaina.

Lander Siemens o las Deseadas que cedió a la Cía. Orconera Iron dose realicen cambios drásticos; se harán nuevos estatutos y las
Ore. En otro sentido, incluso, fue arrendatario de minas como la acciones de ser nominativas, pasarán a ser al portador, lo que pro-
Rubia, de Ibarra Hermanos y Cía. – que acabó comprando – o la vocará graves tensiones entre los accionistas.
Justa, Socorro y Josefita, de Chavarri Hermanos (González Urrue-
la, 2001). En 1928 se firmarán unos nuevos estatutos; la razón social se do-
miciliará en Bilbao y se procederá a hacer una nueva emisión de
Tras su muerte, del 1 de marzo de 1914 al 10 de octubre de 1915, capital, pasando el capital nominal de 12.500.000 a 17.000.000 de
su viuda creó la sociedad Viuda de José Mac Lennan, hasta la ptas. Se hará además una ampliación del capital social, que que-
constitución en 1915 de la firma social de Herederos de la viuda dará en 2.200.000 ptas., dividido en 4.400 acciones al portador
de José Mac Lennan, que nació como sociedad anónima e incluía de 500 ptas. cada una. El grupo Corvilain de la sociedad (acciones
por primera vez en la historia de la empresa, estatutos. A), que había dejado de ser mayoritario, quiere que las acciones
sigan siendo nominativas y acabará estableciendo un pleito que
Poco después, el 12 de octubre de 1916, se fundará la Compañía no se resolverá hasta 1940 y en su contra (Inventarios Fondos
José Mac Lennan de Minas, S.A. Esta incluirá dos grupos de ac- Mac Lennan, 1994).
cionistas: El grupo “Corvilain”, que incluirá la parte principal y que
pertenecía a la viuda (acciones A) y el grupo “Mac Lennan”, con un Mac Lennan dispondrá en Cobarón de las siguientes minas: Con-
número inferior de acciones y que estará integrado por sus hijos suelo, Complemento, Amalia Vizcaína, Amalia 3ª, San Julián de
José, Guillermo y Francisco (acciones B y C). Musques y Santiago, además de sus correspondientes demasías.
El mineral que predominaba en ellas era el rubio y carbonato de
Esta sociedad se mantendrá hasta 1926 en que el grupo familiar hierro. Su nivel productivo superaba las 150.000 Tm. anuales, algo
pierde fuerza y las acciones se diversifican. Será entonces cuan- que le situaba en la élite de los mineros de Bizkaia.

F. 47

183
Los lavaderos de mineral de hierro

F. 48_ Plano de un trómel de


1872, perteneciente a José Mac
Lennan y utilizado en el coto
de Cobarón (Muskiz) (Archivo
BBVA. Cía. Mac Lennan 2.4.6/L-
12/C-307).

Para aprovechar la gran cantidad de carbonato que fue aparecien- F. 48


do en sus explotaciones, especialmente en la mina Amalia Viz-
caína, en 1882 comenzó a realizar ensayos de calcinado; en 1891
construyó en la mina Complemento de El Hoyo, Cobaron (Muskiz),
dos hornos de calcinación, que sustituyó en 1937. De estos últi-
mos aun se conservan restos. Eran hornos de cuba, con forma
troncocónica invertida, que funcionaban con tiro natural; estaba
hechos de mampostería, aunque revestidos por dentro de ladrillo
refractario y calcinaba 70 Tm. de carbonato al día.

En la mina Complemento y junto a los hornos de calcinación de


la mina Amalia Vizcaina que fue derribado en 1937, se construyó a
finales del siglo XIX un lavadero que funcionó hasta los años 40,
era de planta rectangular y se hizo aprovechando la pendiente na-
tural del terreno para darle tres niveles; en el superior se localizaba
una pequeña tolva, en cuyo muro frontal tenía una vertedera que
llevaba el mineral hasta el lavadero, situado en la zona media; en la
actualidad sólo subsisten la base inferior del edificio, un muro de
contención y el depósito con la vertedera . En la misma mina y jun-
to al antiguo horno de derribado en 1937, se construyó en 1946 un
lavadero moderno de flotación por medios densos de unas dimen-
siones de 15 m. x 10 m. y una sola altura, exceptuando una torreta,
con cubierta a dos aguas. El edificio, del que aún quedan restos, F. 49
es de mampostería y estuvo compartimentado en dos crujías.

Las chirtas que aparecían con el rubio se fueron acumulando en


una escombrera situada en la mina Consuelo, junto al mar. Pero ya
en fechas tan tempranas como 1872, en un acantilado cercano a
las escombreras que debía beneficiar, José Mac Lennan comenzó
realizando ensayos de lavado de mineral en un lavadero que dis-
ponía de un trómel de un modelo más rudimentario que el Hum-
boldt, que instalará décadas más tarde.

Su forma era tronco - cónica y giraba en torno a un eje central, im-


pulsado por una correa de transmisión, que estaba conectada a su
vez a una pequeña máquina de vapor. Las paredes eran de chapa
perforada para permitir que el agua lodosa saliera por la misma. El
interior estaba compartimentado longitudinalmente por cuatro pa-
las que batían el contenido y separaban la arcilla del mineral, que
una vez limpio salía por la parte más estrecha del trómel.

El lavadero se fue renovando; existen documentos que hablan de


184 cambios introducidos en 1904 (lavadero y el trómel), 1906 (trómel
en la cuenca minera vizcaina.

F. 49_ Plano de un trómel con


sus accesorios (1914). Pertene-
ció a la Cía. Mac Lennan y fue
utilizado en el coto de Cobarón
(Muskiz) (Archivo BBVA. Cía.
Mac Lennan 2.4.6/L-12/C-302).

F. 50_ Plano de las instalaciones


del lavadero y el trómel con sus
accesorios (1906), perteneciente
a la Cía. José Mac Lennan y
utilizado en el coto de Cobarón
(Muskiz) (Archivo BBVA. Cía.
Mac Lennan 2.4.6/L-14/C-366).

F. 50 y plato clasificador), 1908 (un nuevo edificio para el lavadero) 1914


(un nuevo trómel) y 1916 (un nuevo lavadero).

A pesar de estos cambios la estructura básica no fue modificada y


las características de los trómeles apenas sufrieron cambios. Mac
Lennan, que fue pionero en la introducción del modelo Humboldt
en las minas de Bizkaia y Cantabria, lo utilizó en sus instalaciones,
tanto en Cobarón como en Cabarga, desde su aparición. Estaba
hecho de chapa de acero remachada y tenía forma cilíndrica, aun-
que acababa en un cono; iba suspendido sobre cuatro rodillos de
acero, que giraban empujados por la rueda dentada que lo abra-
zaba y transmitía a través de una corona la energía motriz proce-
dente de una pequeña máquina de vapor situada junto al en el
bastidor en el que se apoya. Además del trómel principal, en la
década de 1910 se acabó instalando otro trómel de dimensiones
reducidas para volver a lavar los menudos que aun conservaban
mineral aprovechable.

El lavadero disponía de tres niveles diferentes: El superior, provis-


to de una vertedera de 43° de inclinación por la que las tierras fe-
rríferas, que llegaban en vagonetas por un ramal del ferrocarril de
la Compañía, caían hasta un depósito o masera. En ella se mezcla-
ban con el agua procedente de un depósito cercano y eran empu-
jadas hasta la parte trasera del trómel, en el que se procedía a su
lavado. En el segundo nivel, el mineral ya lavado salía por el cono,
situado en la parte delantera del mismo, hasta un plato clasificador
en el que se separaba manualmente el mineral de sus impure-
zas. Tanto el mineral ya lavado, como el estéril desechado, caían
por separado hasta el tercer nivel de las instalaciones, donde eran
cargados en vagones; por otro ramal de ferrocarril, los desechos
iban a otras escombreras y el mineral limpio hasta el voladizo de
Pobeña para su embarque. Los lodos producto del lavado, salían
por la parte trasera del trómel hasta un canal que lo vertía por los
acantilados situados cerca del lavadero. Las instalaciones según
datos de 1910 (J. Lazúrtegui), llegaron a lavar 60 Tm. al día y 15.177
Tm. en ese año.

La conexión entre los tajos, las instalaciones de tratamiento del


mineral y sus embarcaderos, la realizó mediante la construcción
en 1877 de un ferrocarril de 3 km. y 0.60 m. de ancho de vía que
llegaba hasta unos depósitos, que se ampliarán en 1.930 para dar-
les una capacidad de 20.000 Tm. En la Demasía a la mina Com-
plemento Mac Lennan realizaba el lavado y calcinación del mine- 185
Los lavaderos de mineral de hierro

F. 51_ Depósito de Baltezana


(Ontón), en el que terminaba el
tranvía aéreo de la mina Josefa,
perteneciente a la compañía
Chavarri Hermanos (2003) (BFA/
DFB. I. I).

ral que llegaba en ferrocarril desde la mina San Francisco de El F. 51


Carrascal, propiedad de Alfred Edwards, pero arrendada a Mac
Lennan; esta Demasía fue registrada el 26 de marzo de 1881 por
José Mac Lennan, pero posteriormente fue cedida –al igual que el
resto del coto de Mac Lennan– a la Sociedad “Minning Company”,
hasta que en 1956 revirtieron de nuevo a la Compañía Mac Len-
nan. Sus instalaciones, que procedían de finales del siglo pasado,
consistieron en un horno de calcinación de planta cuadrada y un la-
vadero de mampostería, realizado aprovechando una vertiente del
terreno; por su parte superior se vertían las tierras ferríferas y en
la zona inferior del lavadero se localizaban dos bocas, una superior
de arco rebajado donde se ubicaba un trómel y otra inferior de bó-
veda de cañón para canalizar el arroyo de “El Fraile”. El embarque
del mineral de las minas de Cobarón y San Francisco del Carrascal,
lo realizaba a través del voladizo de Pobeña (también llamado del
Castillo), que construyó en 1877 al pie de los depósitos. Fue el
primero y el único cargadero volado de Bizkaia que embarcaba
sus minerales en mar abierta, algo que hacía para soslayar los
gravámenes y esperas que se derivaban de la carga en la ría del
Nervión. Al principio, el cargue se hacía por medio de vagonetas,
lo que limitaba la capacidad a 600 Tm. diarias; en 1908, estas se
sustituyeron por cintas transportadoras, aumentando esta a 1.700
Tm. a la hora, lo que permitirá cargar un vapor de 4.000 Tm. en 4
horas. que hacia 1931 el coto pasará a manos de la compañía holandesa
Sociedad Española de Explotaciones Mineras, quien en 1970 lo
Fue un cargadero cuyo fondeadero siempre tuvo problemas de acabará vendiendo a Vicente Elosúa, arrendatario de las mismas
calado. Estuvo en funcionamiento hasta 1.963, año en el que se desde finales de los años 40 y que también explotaba la mina
paralizó la actividad minera en la zona. En la actualidad se conserva Lorenza (Abanto).
la base del cargadero, una gran masa de mampostería abierta al
mar por un gran frente escalonado. Ha desaparecido la planchada Aunque tenían en propiedad otras concesiones mineras que les
de madera sobre la que circulaban los vagones y la mayor parte situaron entre los mayores productores mineros (su volumen as-
del armazón metálico que la sustentaba. cendió a 400.000 Tm. al año), su volumen productivo en este área
concreta será muy inferior al de Mac Lennan, Setares o Dícido. De
A continuación del coto minero de Cobarón, se encuentra Ontón, todas formas, como el mineral beneficiado era rubio con un alto
nombre que antaño designaba a las minas de toda la zona de Cas- componente de arcilla, llegó a disponer de un lavadero de mineral.
tro - Urdiales, pero que acabó denominando tan solo a las minas Este estaba ubicado en la Demasía Celedonia, junto a los acantila-
de Ontón. Este coto estaba situado en la divisoria con Bizkaia y dos de Cobarón, para facilitar la eliminación de los lodos en el mar,
fue explotado por la Compañía Chavarri Hermanos. una constante en los lavaderos instalados en la costa. Disponía de
dos trómeles, que le permitían lavar 90 Tm. de mineral al día. Su
La empresa fue creada en 1898 para explotar el coto minero del producción en 1910 fue de 11.500 Tm.
Hoyo y Ontón, formado por las minas Josefa, Celedonia, Galerna,
Asunción, Ontón (Aumento), Covadonga, Virgen de los Remedios, El transporte de mineral procedente tanto de las minas – sobre
186 Santo Tomás, Victoria, Plus Ultra… y sus demasías. Es de destacar todo Josefa y Galerna, las más productivas – como de los lavade-
en la cuenca minera vizcaina.

ros, se realizaba por medio del ferrocarril de Ontón - El Cobarón,


construido por la compañía en 1896. Tenía 2,6 km. de recorrido
y un ancho de vía de 0,7 m. Desembocaba en el cantilever del
Piquillo - Ontón, embarcadero construido en 1895. Era el mayor de
todos instalados en este tramo de costa, ya que tenía una longitud
de 100 m. y un voladizo de 65 m. que le confería una altura de 17 m.
sobre el nivel del mar. Tenía una capacidad de carga de unas 1.500
Tm. diarias, que aumentó a 2.000 Tm. a la hora, cuando en 1955 se
le instaló una cinta transportadora.

Junto al coto perteneciente a la Compañía Chavarri Hermanos, a


una distancia de 1.780 m. de la costa y a 260 m. de altitud sobre
el nivel del mar, se encontraban los cotos de la Cía. Minera de
Setares y la sociedad The Dicido Iron Ore Co. Ltd.

Estas empresas configurarán el sistema empresarial minero del


hierro de Cantabria a finales del siglo XIX, caracterizado por la
convivencia entre un conjunto de pequeños empresarios locales
y estas dos grandes sociedades, que representaron el conjunto
empresarial más potente del sector de Castro - Urdiales. Se carac-
terizaban por la presencia de capital extranjero – sobre todo inglés
– y vasco – de gran incidencia en el sector – que, con unos niveles
de producción muy altos, obtendrán beneficios millonarios que les
permitirán ejercer un dominio absoluto de la explotación minera
de la zona, que mantuvieron hasta fechas recientes.

El capital regional lo completará un grupo de pequeños y medianos


empresarios mineros particulares que mantendrán unos niveles
de producción que oscilarán entre las 60 y 150.000 Tm. anuales
de las que llegaron a obtener buenos beneficios, gracias a unas re-
ducidas inversiones en infraestructura, que aunque tuvieron cierta
importancia no se pueden comparar con los de los anteriores.

La Compañía Minera de Setares, la primera de estas sociedades,


fue creada por Ramón de la Sota y Eduardo Aznar y de la Sota, de
Bilbao. Éstos, en 1885 efectuaron algunos sondeos en la mina
Ceferina, y tras comprobar su gran riqueza en mineral, decidieron
explotarla con otros cinco socios. La compañía fue fundada en
marzo de 1886 con el nombre de Sociedad de Minas de Setares,
S.A.; su fin declarado fue explotar los criaderos de Saltacaballo y
Setares y se convertirá rápidamente en la compañía minera más
importante de todo Cantabria.
187
Los lavaderos de mineral de hierro

F. 52 El criadero de Saltacaballo era una prolongación del criadero viz-


caíno y estaba formada por seis filones de carbonato y óxido de
hierro que cortaban los estratos de la caliza barreniense, que se
introducía en el mar y obligaban a realizar una explotación subte-
rránea de la zona mineralizada. El criadero de Setares estaba ori-
ginado por una transformación de la caliza cenemanense en óxido
de hierro y se explotaba generalmente a cielo abierto, en cantera.
Aunque era muy rica, poseía un mineral muy silíceo, que producía
gran cantidad de arcilla que había que eliminar, obligando a realizar
importantes inversiones en lavaderos, transporte, etc. Las prin-
cipales explotaciones de la compañía se localizaban en Setares;
allí estaban las minas Previsión y, sobre todo, Ceferina, con una
producción diaria de 15 m3 de rubio y 400 m3 de chirtas – el equi-
valente a unas 600.000 Tm. – que precisaban ser lavadas antes de
su comercialización. El nivel de escombro que generaba el laboreo
era de 130 m3.

A la vista de estos datos, podemos deducir la enorme importancia


que tenía el lavado, dentro del sistema de producción minera de
la compañía. Las grandes cantidades de arcilla hacían que el peso
del mineral pasara, tras el lavado, de 1.000 kg. por m3 a 1.565 kg.,
algo más incluso que los rubios limpios que pesaban 1.533 kg. por
m3. Como la ley metálica de las tierras ferruginosas era del 49,21%
de media, el tratamiento de las chirtas resultaba económicamente
rentable. Esto hizo que el mineral extraído por esta compañía fuera
creciendo paulatinamente; así, si en 1890 produjo el 3,62% de lo
conseguido en Bizkaia, esta cifra subió en 1895 al 5,39%.

El lavadero de Setares se construyó en 1891 para tratar las chirtas


procedentes de las escombreras las minas Anita, Menuda, Gui-
llermo y la demasía Actividad, que fueron compradas en 1890 a la
F. 52_ Instalaciones de lavado compañía de Dícido. Fue instalado aprovechando un antiguo moli-
de mineral de la Cía. Minera
de Setares. (1910) (Homobono,
1994).

188
en la cuenca minera vizcaina.

no de Baltezana, cerca de Ontón, que aportaba agua abundante a F. 53


la instalación, aunque había que subirla desde un arroyo situado en
una cota inferior.

Originariamente disponía de cuatro trómeles desenlodadores – y


otros 2 de reserva – modelo Humboldt, de 3,20 m. de longitud
por 2,18 m. de diámetro. La energía necesaria para mover todo el
conjunto, era suministrada por 2 máquinas de vapor de 40 y 25 HP,
conectadas a las que suministraba una batería de 4 calderas de
25 HP cada una. Aunque podía de tratar 400 Tm. de chirtas al día,
su rendimiento se reducía a la mitad, es decir 200 Tm. diarias de
mineral lavado.

En 1909 consta que esta compañía ya había renovado sus instala-


ciones pasando el número de trómeles de 4 a 8, dejando además
otros 2 en reserva. Todos tendrán las mismas dimensiones que los
de 1891. Dispondrá además de cribas, platos clasificadores, tolvas,
etc.; el agua empleada en el lavado, se elevará hasta su nivel, me-
diante 3 bombas centrífugas (Homobono, 1994).

Con el fin de aprovechar los menudos que aún contenían restos de


mineral aprovechable, dispondrá de 2 batideras de 3 m. de largo
por 0,80 m. de ancho, con sus correspondientes palas de arrastre y
2 dragas de cangilones conectadas con unos pequeños trómeles.
Todo el conjunto será movido por un motor eléctrico de 105 HP,
que sustituirá a las máquinas de vapor, que quedarán en reserva
por si se producía una avería del motor eléctrico. Todo el conjunto
permitía lavar 210 m3 de tierras ferríferas y daba trabajo a 53 peo-
nes y 22 pinches.

En 1924 se lavaba un 80% de chirta y un 20% de menudos o finos.


Esto suponía el 40% del total producido en el coto minero. F. 53_ Interior del lavadero de
mineral de la Cía. Minera de
Setares. (1910) (Archivo del
Nacionalismo Vasco, Fondo
Sota-Setares Caja 480 (4).

189
Los lavaderos de mineral de hierro

F. 54_ Laboreo en la mina Anita


(Castro-Urdiales) en 1908. Esta
era la mina más productiva del
coto de Dícido (A short history
of the Dícido Iron Ore Company,
1908).

El mineral lavado era conducido hasta un ferrocarril construido riodo Cretácico Superior. Es de formación metasomática e hidro-
por la compañía, que a su vez lo llevaba a los depósitos situados termal, y arma en las calizas del tramo albense.
en Saltacaballo, por medio de un plano inclinado de 80 m. y una
pendiente del 24%. El yacimiento tenía una longitud de unos 2 km. y seguía una di-
rección N–S, con cierta inclinación hacia el E. Era prácticamente
Para transportar el mineral desde los tajos hasta sus instalacio- vertical y los desplazamientos horizontales debidos a las fallas ver-
nes, la empresa en 1885 inauguró un tendido férreo que partía ticales la dividían en tres masas: Norte, Central y Sur.
de las minas y, tras pasar por los lavaderos, terminaba en un
plano inclinado de 80 m. de longitud y 20% de pendiente, que El coto minero estaba formado por mineral de la clase rubio, con
conectaba con los depósitos de Saltacaballo. Tenía una longitud un bajo contenido en sílice, una base de arcilla con esquistos cal-
de 2.450 m. y un ancho de vía de de 0,76 m. cáreos – cayuela – y paredes compuestas por calizas. El espesor
de la zona mineralizada, cuando se comenzó a explotar, era de una
En el año 1899, para eliminar el plano inclinado, se inauguró un potencia media de unos 30 metros.
nuevo ferrocarril, que partía de la cota inferior de la mina que ha-
bía en este momento, pasaba por los lavaderos y desembocaba La concesión del yacimiento estaba compuesta por 24 minas y
en los depósitos, situados junto al cantilever, ya construido. Es- parte de sus demasías, entre las que destacaban la mina Anita,
tos depósitos constaban de nichos longitudinales y vertederas, con gran diferencia la más rica, la Guillermo, la Menuda y Activi-
situadas en desnivel para facilitar la carga y descarga. dad, que fueron explotadas hasta el final. De todas formas, la gran
mayoría de sus concesiones mineras fueron arrendadas parcial o
El embarque se hacía con gabarras, hasta que se hizo evidente totalmente a otras compañías.
que había que habilitar un sistema más eficaz. Para ello se pro-
cedió a construir en Saltacaballo unos depósitos subterráneos y La explotación comenzó haciéndose a cielo abierto con el proce-
un embarcadero en cantilever que se inauguró en 1888. Sirvió dimiento de bancos de 14 a 20 m. de altura, mediante picos y
de modelo a todos los construidos con posterioridad; cargaba, azadas. Este sistema era cómodo y seguro, pero requería fuertes
tanto el mineral de su coto situado junto al de Dícido, como el inversiones, porque para acceder al mineral antes había que elimi-
de las minas Sorpresa y Josefa que llegaban hasta los depósitos nar el estéril, que aparecía en grandes proporciones y se acabará
contiguos al cargadero. Era de acero, tenía 62 m. de longitud acumulando en unas escombreras situadas al O de la explotación.
total y su vuelo sobresalía 28,90 m., a una altura de 11 m. sobre Cuando se agotó el mineral superficial fue necesario extraerlo en
el nivel de la pleamar. Poco después de inaugurarse, se le dotó labores subterráneas.
de una cinta transportadora con la que el cantilever podía cargar
buques de 4.500 Tm. en 10 horas. Fue inutilizado durante la 2ª El coto minero de Dícido fue explotado entre 1880 y 1988 y du-
Guerra Mundial por un submarino inglés y desguazado en los rante todo este tiempo atravesó por varios períodos claramente
años setenta del pasado siglo. diferenciados.

En 1880 se creó la compañía Hollway Brothers para explotar el El primer periodo fue la llamada Etapa inglesa (1880-1882). Los co-
coto minero de Dícido, pero lo acabarán vendiendo en 1883 a mienzos se corresponden con la fundación por Hollway Brothers
dos empresarios, que fundarán la Sociedad The Dícido Iron Ore de Londres, compañía fundada para explotar la mina Anita. Estos
Co. Ltd., la otra compañía destacable del distrito minero de Cas- crearán la infraestructura necesaria para su explotación, pero se
tro-Urdiales. arruinaron en 1882. Construyeron un tranvía aéreo, sistema Hodg-
son, que unía la mina Anita con un depósito, que se acabó alar-
El coto está situado al O de la ladera del Pico de Aro, en el monte gando hasta un pequeño puerto construido en la bahía de Dícido,
cántabro de Setares. La formación del mineral se remonta, como que permitía embarcar el mineral, por medio de gabarras, en los
190 la del resto de los depósitos de la zona de Castro Urdiales, al pe- buques. Ante la ineficacia del sistema, los hermanos Hollway en-
en la cuenca minera vizcaina.

F. 54

cargarán a M. Brüll de París, la construcción de un plano inclinado El segundo período es la Etapa Vasca (1911-1930), que se inicia
de cadena flotante, que no verán acabar por la temprana quiebra con la disolución de la Sociedad The Dícido Iron Ore Co. Ltd. y su
de la Sociedad. Esta será comprada en 1883 por los señores John posterior compra por capital vasco. Este, en 1911 fundará la Com-
Bailey Davies, de Londres y Guillermo de Goitia, de Bilbao, que pañía Minera de Dícido, S.A. con un capital social de 11 millones
fundarán la Sociedad The Dicido Iron Ore Co. Ltd, (1883-1911), con de pesetas, divididas en 22.000 acciones de 500 pts. cada una,
un capital social de 106.000 libras. todas en poder de Altos Hornos de Vizcaya; el Consejo de Admi-
nistración lo integrarán empresarios como Víctor Chavarri, Evaristo
En este período toda la producción de las minas se exportará ha- Churruca, Daniel Zubimendi, etc.
cia Gran Bretaña, con un ritmo que crecerá hasta 1899. Tuvo una
crisis entre 1890-1895, pero se recuperará cuando la economía in- Con alguna modificación tecnológica (en 1921 comenzó a utilizar
ternacional inicie de 1896 a 1908 un nuevo ciclo económico, carac- excavadoras para el arranque del mineral) continuará el método
terizado por un extraordinario aumento de la demanda de mineral. de explotación del periodo inglés. El mineral producido se seguirá
Será entonces cuando se construirá el lavadero de la compañía; exportando a Inglaterra, pero como novedad, también a algún otro
será de dimensiones modestas, ya que el mineral que se explo- país europeo como Alemania y a Altos Hornos de Vizcaya. Con
taba en el coto era poco arcilloso. También se finalizará la cadena este último contratarán la entrega de 75.000 Tm. al año entre 1913
flotante y se construirá, en 1896, un cargadero - cantilever para y 1922, cifra que se irá incrementando hasta acabar convirtiéndo-
sustituir el muelle destruido por un temporal. Era de estructura se casi en el único cliente de la Compañía.
metálica, se sustentaba sobre una pilastra de mampostería y es-
taba anclado en la orilla mediante cuñas. Frente a las 2.500 Tm. del
muelle, el cantilever permitía cargar buques de 4.500 Tm., a razón
de 220 Tm. por hora. 191
Los lavaderos de mineral de hierro

De 1911-1920, la empresa arrendará la explotación de las minas a F. 55


los Sres. Iza y Amézola. Como el contrato será por Tm. embarcada
y m3 de estéril trasladado, primará el descombrado y la producción
de rubio, aún al precio de dejar más del 60% del mineral sin explo-
tar y de destrozar el interior de la mina, que acabará con un alto
riesgo de hundimiento.

Este período es especialmente interesante para nosotros, porque


en 1913 los contratistas deciden renovar el lavadero, construido
en la etapa inglesa, para aprovechar las chirtas que se iban acumu-
lando por el desescombro masivo que se estaba produciendo con
el nuevo sistema de explotación.

Tenía una capacidad de trabajo de 50.000 Tm. al año, cifra baja


para los parámetros de producción del coto minero. Aunque se
pretendían aprovechar las tierras mineralizadas de las escombre-
ras, el sistema de lavado será bastante ineficaz, ya que tras el
lavado de las chirtas, los lodos resultantes, que eran vertidos al
mar, aun contenían al menos el 45% de mineral.

La producción durante esta etapa será bastante buena, gracias a


que, a consecuencia de la Primera Guerra Mundial, el mercado ab-
solverá todo el mineral extraído. Tras la guerra la situación cambia,
tanto por la normalización del mercado europeo, como por las di-
ficultades que para la extracción suponía el exceso de escombros
que cubrían las masas de mineral localizado a cielo abierto.

En 1921, por la crisis económica, los contratistas pedirán un au-


mento del margen de beneficio que obtenían por su explotación,
ante lo cual la Cía. Minera de Dícido tomará la decisión de encar-
garse personalmente de la explotación de las minas. Para incre-
mentar los bajísimos los niveles de productividad y producción,
F. 56
que en 1921 se situaban en la cifra más baja de su historia, pro-
cederán a reducir la plantilla de obreros e incorporar nueva tecno-
logía. Se intensificará la explotación en galerías y mecanizará la
de cielo abierto, lográndose que la productividad y la producción
aumenten, llegando en 1928 hasta las 227.149 Tm., la mayor cifra
de esta segunda etapa.

Un tercer período comenzará en 1930, cuando el alto nivel produc-


tivo alcanzado por la empresa, decide a los principales accionistas
de la Compañía Minera de Dícido, S.A., a convertirla, conservando
una administración propia, en una empresa filial de Altos Hornos
de Vizcaya. Estos accionistas también pertenecían al Consejo de
Administración de AHV y querían abastecerse de mineral propio,
aprovechando la privilegiada situación de las minas de Dícido.
Como consecuencia de esto, la explotación del coto quedará su-
peditada a las necesidades de mineral de esta factoría.

La nueva dirección, tras comprobar el mal estado de las explo-


taciones, decidirá asegurar las galerías; esto reducirá mucho las
ventas, pero permitirán el descubrimiento de nuevos yacimientos
que supondrán un aumento del 20% en las reservas de mineral
del coto. Hasta los años 40, tanto por la Guerra Civil, como por
192 a las actividades de fortificación de la zona central de la mina, la
en la cuenca minera vizcaina.

producción fue modesta. En 1937, la voladura del cargadero, reem-


plazado en 1938, paralizará la actividad de la compañía.

A partir de 1940 la producción y productividad subirán algo, pero


su rentabilidad estará condicionada por los vaivenes de la política
económica de AHV que tratara a menudo de enjugar sus pérdidas
en sus empresas filiales. Entre 1946 y 1958 se procederá al des-
escombro de las nuevas masas de mineral; en 1960, para evitar la
acumulación de mineral en sus depósitos, AHV dará preferencia
al mineral de Dícido.

De 1968 a 1971 se producirá la Reconversión del Coto Minero de


Dícido, para convertirlo en una empresa competitiva. Para ello se
mecanizará el laboreo en la mina, se modernizará el lavadero para
aumentar la calidad del mineral, se sustituirá la cadena flotante y
en el cantilever se introducirá un sistema de cintas transportado-
ras que ahorrará mucha mano de obra y permitirá reducir la planti-
lla; además se darán incrementos salariales por productividad. El
plan de reconversión surtirá efecto de inmediatos y la producción
pasará de 49.188 Tm. en 1967 a 146.362 Tm. en 1971.

Este plan tendrá validez hasta 1975, en que se producirá el hun-


F. 55_ Plano de situación del dimiento en la sección A, herencia de la falta de medidas de se-
conjunto de las instalaciones guridad del período de contratación, lo que hará inviables, desde
del lavadero de la Compañía el punto de vista técnico, los planes de la empresa (Cárcamo y
Minera de Dícido, S. A (BFA/
AFB. Agruminsa 0463/002 Hernández, 1988).
[002]).

F. 56_ Lavadero de la Compañía


En 1970 el Coto de Dícido pasará a la Agrupación Minera, S.A., in-
Minera de Dícido, S. A, en 1958 augurándose el último período de su historia. Agruminsa, empresa
(BFA/AFB. Agruminsa 0463/002 filial de Altos Hornos de Vizcaya, necesitaba mineral por debajo del
[003]).
costo del mercado; ello solo era posible aumentando la producti-
vidad, que conseguirás acudiendo a contratistas a los que pagará
por metros de galerías avanzados y mecanizando la explotación
subterránea y el transporte. Con todo esto conseguirá una produc-
ción que oscilará en torno a las 100.000 Tm., lo que unido a la gran
riqueza metálica del rubio de Dícido y a su cercanía de AHV, harán
que la explotación siga siendo rentable.

El lavadero de Dícido era muy modesto; fue construido en la


etapa inglesa (hacia 1885) para beneficiar las chirtas que iban apa-
reciendo en la explotación de los rubios. Estará ubicado en la mina
Anita, cerca de las escombreras y del mar, para facilitar el vertido
de los lodos. La instalación dispondrá de 2 trómeles tipo Humbol-
dt, con una longitud de 4 m. en la parte cilíndrica y 2 en la cónica y
un diámetro de 2,20 m. En la parte cilíndrica tenían 20 juegos de 8
paletas de 0,30 m. para facilitar el desenlodado del mineral. En el
cono tenían unas espirales de palastro agujereado para retardar la
salida del mineral al plato de estrío. Estaban hechos de chapa de
hierro remachada (BFA/AFB. Agruminsa 0460/011).

En 1913, la Compañía Minera de Dícido inaugurará unas nuevas


instalaciones de lavado. En ellas sustituirán los antiguos trómeles
por otros nuevos, que para aprovechar las antiguas instalaciones,
harán iguales a los anteriores y dejará un tercer trómel en reserva.
Recibirán la energía de un motor eléctrico de 40 HP. En las opera- 193
Los lavaderos de mineral de hierro

F. 57_ Plano de las instalaciones


del lavadero de la Compañía
Minera de Dícido, S. A, en 1958
(BFA/AFB. Agruminsa 0463/002
[004]).

ciones de lavado utilizan 30.000 litros de agua. Su capacidad de del criadero de mineral, desembocaba en los depósitos de la ca-
lavado será 300 a 350 Tm. de chirta diaria, de la que saldrán 100 o dena flotante y terminaba en el lavadero. También se habilitará
150 Tm. de mineral limpio, con una ley metálica del 47%. La capa- una presa desde la que se elevará el agua hasta el lavadero, que
cidad de trabajo anual será de de 50.000 Tm. Estas cifras indican estaba a una altura considerable. La energía de las instalaciones
que el sistema de lavado era bastante ineficaz, ya que aunque se procederá de un motor eléctrico de 50 HP conectado a la red eléc-
pretendían aprovechar las tierras mineralizadas que iban a parar a trica, que sustituirá al anterior. Para almacenar el mineral ya lava-
las escombreras, se desperdiciaba una buena parte del mineral do, también se instalará, junto al lavadero, un depósito de 20.000
que era desechado junto a los lodos resultantes, que aún conte- Tm. (Homobono, 1994).
nían al menos el 45% de mineral. Este hecho contrastaba con la
eficacia demostrada por el lavadero de Setares, que en la misma En 1931 el lavadero será trasladado junto al cementerio de Mioño.
época apenas perdía mineral, ya que utilizaba distintos procesos Dispondrá de dos trómeles, con platos de escogido y un sistema
de lavado para aprovechar los menudos que salían mezclados con de cintas para el transporte. Entre 1939 y 1942 se procederá a
los fangos. renovar las instalaciones, aunque tan solo se sustituirán dos de los
trómeles, que pasarán a ser movidos por un motor eléctrico de 40
Para llevar el mineral hasta el lavadero, en 1916 se construirá una HP; se incrementará su capacidad hasta las 350 Tm., pero la pro-
galería emboquillada de una longitud de 1.000 m. que partiendo ducción se mantendrá en las misma cifras que en 1911, es decir

F. 57

194
de 150 Tm. por jornada. Habrá que esperar al período de 1968 y mineral a un tamaño uniforme. De ahí pasaría a dos trómeles (se
1971 para que se proceda a la modernización de las instalaciones instalará otro de reserva) de características parecidas a las de los
del lavadero, como parte de un proceso general de reconversión anteriores y que tras lavar el mineral lo depositarían en una cinta
de todo el coto minero. de escogido donde se completaría el tratamiento con un estriado
normal para eliminar las impurezas; en el caso de que este estria-
Para alcanzar los objetivos del plan de reconversión era preciso, do no resultase económico, se sustituiría por un método gravi-
además de incrementar la producción, mejorar la composición métrico. Se habilitará también un lavadero de menudos, junto al
química y mecánica del mineral vendible, lo que obligaba a su tra- anterior, pero independiente de este. Al pie del lavadero se insta-
tamiento. En primer lugar habría que instalar unas unidades de larán otros dos depósitos, uno para el mineral lavado y otro para el
quebranto para reducir tamaño del mineral a un máximo de 70 grueso. Debajo de ellos también se habilitarán unas escombreras
mm. En segundo lugar habría que lavar, tanto los menudos como (BFA/AFB. Agruminsa 01178/014).
el mineral de cantera.
Las aguas fangosas, producto del lavado de las chirtas y los menu-
Con ciertas mejoras en el lavado, se podría obtener un producto de dos, saldrían por sendos canales de desagüe hasta una pequeña
51,7% de ley en estado seco y con 8,7% de humedad natural, que balsa de decantación, algo poco habitual en los lavaderos de la
los convertían en un excelente aditivo para los carbonatos que Agru- costa vasco - montañesa (aparece indicada en los planos como la
minsa obtenía de la mina de Bodovalle (Gallarta, Bizkaia). Con una nº 1); esta balsa estaría situada en una cota inferior del conjunto de
pérdida del 11% en la calcinación del carbonato, tras una sinteriza- las instalaciones y dispondría de otro canal que llevaría los lodos
ción básica se podría obtener un mineral de una ley mínima del 58%. decantados hasta el mar, situado al otro lado de la carretera de
Aunque los responsables de la reconversión reconocían que el Bilbao Castro - Urdiales.
lavadero – anticuado y de capacidad reducida – era preciso susti-
tuirlo por otro de gran capacidad y rendimiento, dudan de la con- Todo el conjunto estaría conectado entre sí mediante un ramal de
veniencia de hacer excesivas modificaciones, ya que podrían no la cadena flotante, que además transportaría el mineral hasta el
ser rentables. Esto es debido a que para lavar la totalidad del cantilever de Dícido, desde donde sería embarcado en la gabarra
mineral, habría que incrementar el consumo de agua, y el gasto de AHV hasta sus instalaciones de Sestao.
que suponía elevarla a la altura en que se encontraba el lavadero
lo hacía inviable; como opción más económica, se planteará su En su última etapa de explotación, la Compañía reducirá el trata-
reubicación en una cota más baja. miento del mineral a un simple cribado para separar los menudos
inferiores a 200 mm., que eran llevados a una machacadora desde
Al final se deciden por la creación de unas nuevas instalaciones, la que iban a una cinta en la que se procedía a separar las calizas,
que constarán de un depósito de tierras ferríferas en la cabecera tras lo cual estaba listo para su transporte hacia AHV; allí se com-
del lavadero, hasta el que el mineral accedería mediante una ver- pletaría el tratamiento con un secado para del mineral (Homobo-
tedera. Allí se pondrían las machacadoras que reducirían todo el no, 1994).
Los lavaderos de mineral de hierro

Fuentes y bibliografía
Abreviaturas

ACMMG BFA/AFB
Fondo fotográfico del Museo de la Minería del País Vasco Bizkaiko Foru Aldundia / Diputación Foral de Bizkaia
(Gallarta, Bizkaia). Foru Agiritegia / Archivo Foral.

Archivo BBVA BFA/DFB


Archivo Histórico del Banco Bilbao Vizcaya Argentaria: Bizkaiko Foru Aldundia / Diputación Foral de Bizkaia
Inventarios de Fondos Documentales: Compañía José Mac Ondare historikoaren Zerbitzua / Servicio de Patrimonio His-
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