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Relatos Homoeróticos
Y eso no creo que esté tan alejado de la realidad, aunque si algún día alguno de mis
personajes de ficción golpea a mi puerta saldré corriendo muy pero muy rápido en dirección
opuesta.
Los personajes cobran vida al momento de salir de nuestra mente y, aunque suene a
delirio esquizofrénico, es la pura verdad.
Él, que había nacido como un honorable doctor que no cobraba por sus servicios, se
larga a trabajar en la clínica más cara y se vuelve un pirata de las intervenciones quirúrgicas. Y
lo peor de todo, es que no hay a quien reclamarle porque el tesorito es nuestro retoño y agarró
vida propia entre alguna coma y un punto aparte.
Ríanse, niéguenlo, pero a oscuras y en la más secreta intimidad reconocerán que más de
una vez les pasó que el que pintaron como caballo alazán salió vestido de elefante rosado sin
mediar consentimiento.
Según mi modesta opinión radica en que los personajes tienen vida propia, y nosotras
sólo atisbamos a su mundo por una ventanita en el tejado y narramos aquel pedacito de historia
que se nos cruza por delante de la nariz.
Sí, lo sé, suena esquizoide, y tal vez lo sea, pero aquí entre nos… ¿Se imaginan el slash
si los personajes no tuvieran esa capacidad de correr solos por el mundo?
En ciertos chateos con algunas escritoras slash con muchos años en esto hablábamos de
los personajes, de cómo tomaban vida propia y podían salir con cosas que ni ellas al momento
de crearlos sabían que tenían.
Pues la escritora Axon Corvus y yo (sí, fui yo) tomamos al signore romano y
actualmente es padre de familia, amante, soldado, sanador, brujo y quién sabe qué más en el
futuro.
Alexandria aún no puede creer todo lo que le hemos sacado a ese vampiro que nació
como comparsa del coro.
«Alex se me había salido de control. El personaje era inocente y aniñado, pero de pronto me
quedó demasiado tiernito para mi gusto y comenzó a caerme mal. Además, Josh, que había sido
concebido como relleno, no quiso quedarse así y comenzó a cambiarme el rumbo de la historia,
que iba a terminar con Alex y Razvan juntos.
Entonces en un momento dado, visualicé la escena de la violación de Alex y el giro que podría
darle a la historia, pues aunque a veces es un tema de tópico en el slash, se me presentó como
la única solución posible para redireccionar al muchachito porque le daba la posibilidad de
recibir la sangre de Razvan (aunque pudo ser un accidente de auto, pero también necesitaba
deshacerme del policía), y de pronto, todo se resolvió: los dejé hacer lo que querían y aunque
me dolió en el alma matar a Razvan, creo que fue la mejor solución. Dejé que ellos escribieran
la historia y sí, llegué a querer mucho más a Alex.»
«Cuando comenzamos el RPG del cual salió Tigre y Dragón (ahora Bizarro), mi personaje era
Sasha Ivanov y se suponía que iba a ser una especie de villano despiadado y manipulador, que
se liaría con quien quisiera y haría lo que le diera su real gana.
Esa era la "teoría" del personaje, pero en la práctica no salió así. Sasha comenzó a desarrollar
una extraña química con el personaje de Thomas Stoker, director del colegio, y esa química
hizo que les creáramos un pasado juntos y luego todos los detalles comenzaron a confluir hasta
que simplemente la única cosa lógica que teníamos era que Sasha amaba desesperadamente a
Tommy.
En este caso, lo dejamos hacer lo que él quería y el RPG tomó un rumbo distinto, luego vino la
historia de ellos dos cuando eran jóvenes y todo el resto. Pero lo cierto es que Sasha Ivanov fue
concebido para villano».
«Tommy Stoker nació como un simple comparsa, el director del internado que representaba el
RPG, que hacía falta para rellenos. Pero poco a poco, creció el personaje, se fue haciendo más
y más tangible. Dejó de ser un personaje anodino, y comenzó a tener un pasado y una historia
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con Sasha. Una larga historia. Me hizo incluso abandonar el personaje que yo había creado
para jugar allí... (pobrecito Ariel) Y desde entonces esta aquí... exigiendo que cuente su
historia».
Aura y su botonazo:
Yo creé un personaje que tenía un pasado y un hermano asesinado. Pues bien, este hermano
decidió un buen día que no quería estar muerto y ahí empezó el problema. Había que traerlo a
la vida nuevamente y resolver el tema de su "muerte" de forma convincente. Vamos, que pasó
de estar muerto a estar vivo. Imagina si se me fue de las manos el personaje. Evidentemente le
hice caso y lo devolví a la vida. Algo de lo que me alegro mucho porque le tengo mucho cariño
a Sei. Sólo espero que algún día sus historias dejen de estar en notas y pasen a estar
publicándose ^_^
Y desde luego me he visto en situaciones en las que la historia se me desviaba el rumbo trazado
porque un personaje se negaba rotundamente a hacer lo que yo quería que hiciera. Y sí, la
mayoría de las veces les termino haciendo caso porque en el fondo ellos saben mejor cómo
actuarían y que harían».
«Bueno... pues a mí también me llegó a pasar algo interesante en el terreno del RPG, pero de
un modo más singular.
Pasa que algunas veces con mis amigos intercambiamos personajes o los prestamos y aunque
siempre intentamos apegarnos a lo que en principio se esperaba del personaje (pues es lo que
se espera de nosotros) algunas veces termino haciendo cosas por completo contradictorias.
Para ejemplo tengo un vampirito llamado Heise Lance Van Cartier, nombre y personaje que no
me inventé yo ni mucho menos, pero terminaron cediéndomelo para que interviniera en la
historia central de quienes lo habían creado. El caso es que una vez terminada la labor que
tenía, que era atormentar a dos adolescentes vampiritos, terminó enamorado del padre de uno
de ellos y con toda una historia detrás.
La cosa se complicó cuando el muy... goloso... comenzó a sentir algo por un fae ¡por Dios, qué
tenía que andar relacionándose un vampiro con un fae! Para ahorrar una laaarga explicación,
diré que fae es un tipo de hada, que se alimenta de las fantasías humanas, es parte de un juego
de rol llamado Changeling, el fae es de los primeros seres del ensueño, anteriores incluso a los
sentimientos y con poderes que rayan el god mode. Pues el fae en cuestión, aunque no podía
sentir nada, sí estaba encaprichado con mi vampirito y pues... ahí sí fue error mío dejarle segur
a él la historia, porque terminó perdiendo a su amado y también se quedó sin el fae, porque
tuvo que irse al ensueño, gracias a la falta de fe humana de hoy en día...
Y bueno, la historia es algo más larga, pero en resumidas cuentas esa es».
«Cuando escribía una parte de una historia que aún permanece inédita, uno de los personajes
totalmente secundarios tuvo la idea de ser parte importante en la historia del personaje
principal, porque de pronto tuvo más fuerza y mucho más carácter que el propio personaje.
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Prácticamente, Leo no sólo me obligó a darle mayor énfasis a su participación, sino también a
elaborar la historia de su vida, terminando finalmente en un doble cruce en diferentes líneas de
tiempo con el principal de la historia. Prácticamente, por ese inesperado giro que tuvo que
tomar la situación debo el nick que utilizo, mismo que lo hago en honor a Leopold, a quien le
tomé demasiado cariño. Me ha dolido mucho el desenlace que finalmente me obligó a tomar
con respecto a él.
Otro más fue Zoe, la vampira que tuvo cierta historia con Víktor Kramthal. De ser una
consejera y amiga, se convirtió en la celosa villana. Para mí fue sorpresivo, pues jamás pensé
que terminaría de la forma en que la historia desembocó, arrastrando a otro de los allegados
con ella. Pero todo fue su decisión. ^^ »
Aquí tenemos la muestra palpable de que tienen vida propia y hay ocasiones en que
debemos darles duro para modificarlos coherentemente. Si Aurora no hubiese escrito la
violación de Alex en Inocencia, su personaje habría enfilado hacia otro lado, pero después de
esa terrible experiencia, el chico reencantó a su creadora y se ganó unas cuantas líneas en otro
de sus libros.
Hay ocasiones en que por más que tratamos de escribir una escena de nuestras novelas o
cuentos, no nos resulta. Si lo analizamos concienzudamente es porque el personaje se niega a
hacerlo, porque va contra su estructura y si tozudamente insistimos, la narración queda
incoherente, rasposa o extremadamente rara.
Sí, muchos han de estar gritando que tengo delirio de personalidad múltiple, pero no, no
es así. Si lo miran con mente abierta y ponen atención a mis palabras y sus propias experiencias,
se darán cuenta que es así, pura y santa verdad.
Así que la próxima vez que uno de sus personajes se niegue a hacer tal o cual cosa, háganle
caso, después de todo algo ha de saber, pues es su vida con la que tratamos.
Dablín.
Enero 2008