Está en la página 1de 19

paraguay esquivo |

Gobierno de la Ciudad de Bs. As. paraguay esquivo


Jefe de Gobierno JORGE TELERMAN
Ministra de Cultura SILVIA FAJRE

bettina brizuela
Centro Cultural Recoleta
fredi casco
Directora General LILIANA PIÑEIRO
sara hooper
Directora de Programación MARÍA RITA C. DE FERNÁNDEZ MADERO
Director de Administración FRANCISCO BARATTA
carlo spatuzza
Director Musical JULIO VIERA ángel yegros
marité zaldívar

CURADORAS: adriana almada | victoria verlichak


Ministerio de Relaciones Exteriores del Paraguay
Dirección de Relaciones Culturales | Director: ESTEBAN BEDOYA
Embajada del Paraguay en Argentina | Embajadora MIRIAM SEGOVIA
centro cultural recoleta | sala 6

12 de octubre - 4 de noviembre 2007


paraguay esquivo | VICTORIA VERLICHAK

Visité Asunción y sus alrededores en dos ocasiones y me quedé


encantada con sus tierras coloradas y con el verde más verde
de la vegetación que crece con fuerza por todos lados, con
el sonido del idioma guaraní y el tereré que aplaca el calor
abrumador de sus días.
La escena artística de Asunción me sorprendió gratamente;
exhibe una curiosa y poderosa mezcla de arte popular, arte
indígena y arte contemporáneo que se percibe tanto en las
calles con en las instituciones de la ciudad. Conocí y me in-
teresó la obra de Bettina Brizuela, Fredi Casco, Sara Hooper,
Carlo Spatuzza, Ángel Yegros y Marité Zaldívar, que traba-
jan el concepto de serie y que, cosmopolitas en su lenguaje,
remiten a la condición contemporánea del Paraguay donde,
como queda dicho, convive lo ancestral y lo contemporáneo,
con sus cicatrices colectivas y esperanzas privadas. Las obras vislumbres del trópico | ADRIANA ALMADA
de esta exhibición, curada por Adriana Almada en Asunción
y por mí en Bs. As., presentan un Paraguay que suma mucho Paraguay se ofrece a la mirada con gran dosis de reserva. Es
más que la sonrisa franca de su gente, los cacharros de barro un país que no se muestra, que no se “exporta”, que no llega
y los bordados, las misiones jesuíticas y las figuras del barroco a hacer buen marketing de sus riquezas naturales, de su cul-
hispano-guaraní, todos valores ciertos pero que desde acá se tura ni de su historia, aunque lo haya intentado. Por sobre sus
intuyen estereotipados. tiempos fracturados y sus ensoñaciones colectivas, esta mues-
Aunque la región del noreste argentino se encuentra vinculada tra enhebra momentos que permiten vislumbrar su condición,
al Paraguay por raíces culturales y lazos familiares, aquí en la tan esquiva como seductora.
Ciudad de Bs. As., en general, existe escasa idea acerca de lo Desde intereses distintos y a partir de investigaciones diver-
que acontece en el vecino país, tan cercano y tan lejano. Ecléc- sas, cada uno de los artistas que aquí expone aborda aspectos
ticos y talentosos, estos artistas -que han presentado obra en claves del Paraguay contemporáneo, revelando señales de su
importantes exposiciones y bienales internacionales (Venecia, compleja realidad, donde el guaraní, con su gramática y su
La Habana, Cuenca, Porto Alegre, Sao Paulo, Valencia)- nos semántica, subyace y aflora con intermitencia.
permiten acceder a una muestra significativa de la riqueza y Aquí están la resistencia a la colonia y la transculturación, las
diversidad de la producción visual del Paraguay. cicatrices que dejaron la Guerra del Chaco y varias décadas de

Bs. As., septiembre 2007.


dictadura, la evanescente frontera donde lo urbano y lo rural tamente erradicados pero cuyos gestos banales persisten en el
se sobreponen, así como esa sociedad intramuros, varias veces protocolo del poder y dan pie a relatos de ficción, una ficción
multiplicada, en la que todo sucede privadamente. mordaz que apela al humor para lidiar con los espectros.
Las obras de Bettina Brizuela y Sara Hooper evidencian pun- Carlo Spatuzza, por su parte, nos sumerge en la frivolidad del
tos de contacto. Ambas responden a prácticas urbanas ínti- consumo sofisticado que caracteriza a cierta franja de la socie-
mas, personales: la marca de los días en la primera, el hueco dad asuncena. Aquí el glamour encubre historias truculentas,
figurado y profundo de la sombra en la segunda. personajes secretos, pérfidos relatos de infancia susceptibles de
El trabajo de Marité Zaldívar exhibe una vinculación estrecha ser linkeados con las notas de una historia mayor, colectiva.
con las culturas originarias y los hábitos rurales de la sociedad En Ángel Yegros, como señalara oportunamente Ticio Esco-
mestiza, descubriendo el anclaje permanente en una situación bar, “la apelación a lo orgánico resulta del deseo de constatar la
nunca resuelta: la deuda histórica, social y ética que el Para- existencia de un núcleo vital” en una circunstancia de extrema
guay, como país, tiene con los pueblos indígenas que hacen gravedad: los grandes bosques que hacían del Paraguay una
parte de su tejido social y sobre cuyo territorio ancestral ha isla de verdor terminan de consumirse tras los incendios del
desplegado su vida como nación independiente. último mes, en una escena de completo desastre.
La propuesta de Fredi Casco remite al Paraguay del stross- Parte de un discurso más amplio, léase esta muestra como un
nismo, esa dictadura cuyos rasgos violentos han sido supues- texto cuyos párrafos salientes se exponen a continuación.
BETTINA BRIZUELA. Situada en la delgada frontera que hoy separa

(o vincula) lo público y lo privado, la obra de Bettina Brizu-


ela gira en torno a una cuestión medular: la reconsideración
simbólica de la memoria, que oscila entre la construcción
socio-cultural y las íntimas pulsaciones personales. Explor-
ación, momificación, excavación. Casi podríamos pensar en
un mismo procedimiento -en diferentes fases- que exhuma el
recuerdo, lo inmoviliza y lo proyecta.
Privadísimo exhibe las huellas de la propia historia, desar-
rollando casi una arqueología de la intimidad, concepto que
bien podría extenderse al resto de las propuestas de la autora.
Se trata de un inventario -susceptible de ser multiplicado ad
infinitum- no de objetos sino de hábitos contemporáneos: el
ritual de los días en un mundo fracturado y ordinario que no
diferencia la rutina del heroísmo, o bien, los funde en la vacui-
dad -sin filosofía- de la producción serial.
Son precisamente esos contornos vacuos -muchas veces heri-
dos por la fuerza del desprendimiento- los que definen la iden-
tidad de las cosas, articulando y reordenando las secuencias de
un relato perturbadoramente próximo: un juego paródico que
asigna credencial ontológica a lo que ya no existe.
Desde una cierta perspectiva, la mayoría de las obras son
visiblemente enunciadas desde la condición humana femeni-
na, insoslayable para interpretar sus rasgos más salientes. Así
configurada, esta “poética de la intimidad” inscribe el aporte
sustancial de la artista en el escenario de la producción con-
temporánea paraguaya.

BETTINA BRIZUELA. De la serie Privadísimo, 2003/2005 (30 piezas, en vitrina).


Incrustación de objetos cotidianos sobre yeso blanco. 180 cm x 50 cm x 80 cm
FREDI CASCO trabaja desde hace varios años el descalce, el
corrimiento, el ligero desplazamiento de la representación.
Resultado de esta operación, sus obras -especialmente las
últimas- generan un clima de incerteza cuando no estupe-
facción. Ya desde sus ensayos en polaroid, a fines de los 90,
cuando alcanzaba a “retratar” el aura de ciertas tallas religiosas
sustrayéndoles toda sacralidad y sumergiéndolas en el mundo
del vídeo, hastas las posteriores instalaciones con las que
lograba un clima de desconcierto a partir de mínimos gestos,
Fredi Casco propone fracturas en las habituales coordenadas
con las que organizamos nuestra percepción del mundo.
La obra que aquí expone remite a la banalidad del poder en la
época stronista. Son copias en pequeño formato, adquiridas
en un mercado de pulgas en Asunción, que han sido amplia-
das, intervenidas digitalmente y presentadas al estilo fifties.
Apoyado en breves pero precisos toques de humor, esta serie
exhibe buena dosis de sarcasmo y, con su tono mordaz, alienta
a explorar las ramificaciones laterales, vitales, de la dictadura.
Contituida, en proyecto, por varios capítulos, El retorno de los
Brujos, reúne en el primer volumen imágenes sin mayor trascen-
dencia histórica, que testimonian la actividad diplomática
bajo el régimen de Stroessner. Actividad deslucida y rutinaria
de la que se hacía eco la prensa cotidiana, con obsecuencia o
resignación. Ellas recomponen el Paraguay cristalizado bajo el
lema “Paz y Progreso” y domesticado tanto a fuer de grandes
represiones como de restricciones nimias. Casco somete las
escenas festivas y protocolares a manipulaciones sutiles que
despiertan la sonrisa de quienes reconocen a sus coetáneos
multiplicados o enfrascados en relaciones con mutantes o es-
pectros, así como la inquietud de quienes, ajenos a ese tiempo,
perciben su amenaza todavía latente.

FREDI CASCO. De la serie El retorno de los brujos, Vol I. Las consecuencias de la Guerra Fría,
2005. Fotografía intervenida digitalmente. 21 piezas de 24 cm x 32 cm
SARA HOOPER expone la inevitable fragmentación de la experi-
encia a través del subjetivismo del intracuerpo. Recortada la
escena, este voyeurismo escatológico no puede menos que in-
quietar, cuando no revolver o subvertir. Projects es una serie a
lápiz encarada con vistas a una posterior producción pictórica.
De técnica casi renacentista y aire japonés en la paleta, la pin-
tura de Sara Hooper interpela a la contemporaneidad desde
su solitaria “mismidad”. Su obra nos enfrenta a lo más temido,
nos roza con las alas de lo pérfido, nos introduce en pasajes de
exquisita truculencia, de placer malsano, de mórbidos desl-
izamientos. Obra está cuajada de aislamiento, macerada en el
claustro de las propias divagaciones y los propios miedos, el
trazo de Hooper administra con minuciosidad la avidez y el
goce y avanza, en metástasis, devorando los días.
Fláccida sensualidad, fallidas promesas de plenitud. Los
pliegues y contrapliegues se arremolinan como entidades fan-
tasmáticas que asumen las formas lisas o torturadas de las so-
ciedades y los individuos, incluidas las de la propia naturaleza.
Retrato humano hecho de tensiones y pulsaciones.
La presencia de Sara Hooper en esta muestra es casi la rei-
vindicación de un acto fallido. Argentina, con tres décadas de
residencia en el Paraguay, se puede decir que la artista ha per-
manecido extramuros. Casi como testimonio del hermetismo
de un país que se abre o se cierra aleatoriamente, su trabajo
solitario -urdido puertas adentro en una ciudad sin espacios
públicos y con una vida cultural reticente- da cuenta de la in-
adaptación pero también de una actitud de resistencia ante un
Paraguay que oscila entre la hospitalidad y la hostilidad para
con el extranjero. Universo local difícil de aprehender que se
precipita en abismos sin fondo.

SARA HOOPER. De la serie Projects, 2007. Grafito sobre papel. 6 dibujos, grafito sobre
papel/ 30 cm x 50 cm c/u, en placas de metacrilato.
CARLO SPATUZZA llama “objetos acompañantes” a estas carteras
que portan las señales identitarias de quien las usa. En un dis-
positivo paródico, el artista utiliza los códigos de inventario
de las grandes casas de diseño para exponer diferentes tipos
humanos vinculados, cada uno, a una historia particular. Esta
suerte de “retrato social” a partir de un adminículo aparente-
mente banal pero finalmente decisivo para la imagen de su
usuario, se asocia a una narrativa mayor que engarza tiempos
y personajes diversos de la escena paraguaya. El rótulo en
guaraní que llevan muchas de estas piezas ofrece claves para
entender la trama de relaciones, tensiones y conflictos que el-
las condensan y/o convocan.
En tanto las grandes firmas publicitan el uso de cuero legítimo
en sus productos, Spatuzza Carterista –aquí trademark- con-
fecciona sus objetos con vísceras animales (vejiga de vaca y
de chancho, indistintamente). Sometidas a largos procesos
químicos, éstas adquieren un refinamiento -más que visual y
táctil- poético. Para el artista, que ha hecho uso de ella en
obras anteriores, esta piel marca el límite entre el afuera y el
adentro, configurando un espacio de frontera sobre el cual se
imprimen los acontecimientos. Superficie y órgano, la piel -
gran fijador de perfumes- es el soporte material que retiene
lo evanescente. Como las personas, cada una de estas carteras
tiene nombre y olor, piel y memoria. Dispuestos bajo campa-
nas de acrílico usadas habitualmente para cubrir alimentos,
estos cuerpos traslúcidos dejan entrever historias sólo conoci-
das entre veladuras e insinuaciones.

CARLO SPATUZZA. De la serie Spatuzza Carterista, 2005. Vejiga de vaca, herrajes, acrílico,
metal y goma. Mesa articulada de luz. Campanas de acrílico.
ÁNGEL YEGROS. Desde sus inicios, en los años 60, su narrativa
visual ha estado signada por la seducción de los detritos. Si
bien ya entonces incluía en sus obras elementos de proceden-
cia diversa (desde chapas de publicidad callejera hasta uñas
y pelos humanos), recién a partir de los 80, seducido por la
poética de Tinguely, su lenguaje se afirma en el uso reiterado
del desecho industrial y se enriquece posteriormente con la
utilización ecléctica de técnicas y materiales: vidrio, metales,
piedras semipreciosas y fibras naturales. A éstos hoy suma el-
ementos orgánicos y resinas químicas. Este recorrido hace vis-
ible una trama de saberes antiguos y señales contemporáneas
que teje referencias lingüísticas al Paraguay ancestral y al de
su propia biografía. Así, la mitología personal se aloja en los
bordes porosos de la historia colectiva, cuando no en el cen-
tro de la historia íntima, familiar, oral, de un grupo humano
cuyas raíces se extienden hasta el comienzo mismo de la co-
lonia. En esta obra, inmersa en una “poética de los bordes”
(gráciles, pérfidos), no prima la forma ni la idea; es una apel-
ación a la energía de la cosa misma, no la perspicaz crudeza
del objeto encontrado sino la alquimia de la materia. Es así
que, sometidas a enfrascamientos sucesivos -mantos ciegos,
cápsulas traslúcidas que preservan del olvido- a estas criaturas
no conviene el rótulo de escultura o instalación. Quietas en
su imperfecto vacío, suspendidas en apresurada envoltura, son
crisálidas de memoria que se adentran en el territorio de lo in-
tuido, del cual emergen con la marca indistinta de la amenaza
o la utopía. En estas regiones anticipatorias, donde agitan su
solitaria carnadura, estas obras anudan el tiempo cósmico y
el tiempo humano, el tiempo natural y el tiempo biográfico,
el tiempo magno y el tiempo nimio. En el cruce de estos tres
ejes, Réquiem es un canto ceremonial de despedida.
ANGEL YEGROS. Réquiem, 2006. Resina acrílica y poliuretánica y material orgánico.
MARITÉ ZALDÍVAR of today arises from a colonial process which
is not yet regarded as finished. As far as the typical coloniza-
tion of modern times, including that from Spain starting in the
16th century, it seems to have had common objectives, similar
ruling structures and followed parallel historical processes. At
the same time some special forms could be distinguished, ow-
ing less to the actions of the colonists than to the personality
of those they tried to colonize. The colonial historical process
can be categorized in different ways, precisely by the type
of contact amongst two or more peoples and the resulting
effects. Depending on the ideology used to consider them,
historical processes and their results certainly acquire differ-
ent meanings. On the one hand there was the colonistÅfs in
different ways, precisely by the type of contact amongst two
or more peoples and the resulting effects. Depending on the
ideology used to consider them, historical processes and their
results certainly acquire different meanings. On the one hand
there was the colonistÅfs impr impression, with information
and images at their disposal, which in turn were retranslated
in accordance with their own system; and on the other stood
the colonized societiesÅf viewpoint and imagery through
which they saw and suffered the frequently imposed new way
of life. The new authority not only affected the individualsÅf
freedom, but it also extended to their linguistic, religious and
economic systems to mention only some of the most fun-
damental aspects.nized societiesÅf viewpoint and imagery
through which they saw and suffered the frequently imposed
new way of life. The new authority not only affected the in-
dividualsÅf freedom, but it also extended to their linguistic,
religious and economic systems to mention only some of the

MARITÉ ZALDÍVAR. De la serie Banderas, 2007, capullos de algodón y fibra de palma.


BETTINA BRIZUELA (Asunción, 1969). Colectivas recientes, 2007: Resplandores. recientes: El retorno de los brujos. Vol. 1, Centro Cultural de la República,
Poéticas analógicas y digitales, Centro Cultural Recoleta, Bs As; Era 07 Harto_es- Asunción, 2006; La carne fluorescente, Galería Pancho Fierro, Lima, 2001 y
pacio. Ensalada paraguaya y ensalada tucumana, Montevideo; LOOP 07 Videoart, Fábrica, Asunción, 2000. Distinciones: CIFO Grants Program 2007, Mi-
Ahechá, Video-arte de Paraguay, Escola Massana, Barcelona; Click. Fotografía ami; Premio Pedro Agüero, Asunción, 2002. SARA HOOPER (Bs. As., 1956.
de autor en Paraguay, Centro Cultural de la Ciudad, Asunción; Homage to do- Reside en Asunción desde 1978). Colectivas recientes: Art Internacional,
mestic familiarity, Anya Tish Gallery, Houston-Texas. Bienales: Bienal de Bs. Zürich; ArtDC, Washington, 2007; Centro de Arte Palacio Almudí, Murcia,
As., Museo Nacional de Bellas Artes, 2002; Bienal de Ceará, Fortaleza, 2002; 2006; Centro Cultural Borges, Bs. As., 2004. Individuales recientes: Galería
Bienal del Mercosur, Porto Alegre, 2003 y 2005. Individuales, Asunción: Fernando Guerao, Murcia, 2006; Centro Cultural de la Ciudad, Asunción,
Privadísimo, Fábrica, 2002; Sin título (At home), intervención urbana, 2002; 2005; Fábrica, Asunción, 2004. Distinciones: Premio Accésit Certamen
Lo inefable, Casa Mayor, 2000. Distinciones: Primer Premio Jacinto Rivero, Iberoamericano de Pintura Aerolíneas Argentinas, Bs. As, 2004. CARLO
Asunción, 2001. Dirige Galería Larissa Giménez, Asunción. FREDI CASCO SPATUZZA (Asunción, 1966). Colectivas recientes: Bienal del Mercosur, Porto
(Asunción, 1967). Colectivas recientes: Sutil violento, Itaú Cultural, São Pau- Alegre, 1997 y 2003; Bienal La Habana, 1998; Bienal Internacional de Cuen-
lo, Chaco fantasma, Cisneros Fontanals Art Foundation, Miami, Talking with ca, 1996; Bienal São Paulo, 1996; Bienal de Ljubljana, 1991. Intervención
friends. Y Gallery, New York, 2007; El efecto Downey, Fundación Telefónica, urbana enPostdamer Platz, Berlín, 2002. Invitado por el Tamarind Institute,
Bs As; Persona, Galería Animal, Santiago de Chile, Another Product, Corner- USA, 1998 y por el Salón Internacional Stampa, Madrid, 1999. Distinciones:
house, Manchester, 2006; La realidad semejante. BAC! Arte Contemporáneo, Primer Premio Fuschia, Asunción, 2005; Villa de Madrid y Certamen de
Barcelona, 2003; Al sur del lugar, Photoespaña, Museo de América, Madrid, Jóvenes Creadores de América, Madrid, 1995. Fue director de arte de la
2003. Bienales: Bienal de São Paulo-Valencia, 2007; Söders Internationella película La hamaca paraguaya, 2006. Es director del taller de grabado del
Konst Biennal (r), Estocolmo, 2006; Bienal del Mercosur, Porto Alegre, Centro de Estudios Brasileros. ÁNGEL YEGROS (Asunción, 1943). Colectivas
2003 y 2005; I Biennial of Contemporary Art, Shumen, 2004. Individuales recientes: Fuschia, Asunción, 2006. Escultura contemporánea, Palacio Benigno
López, 2004; Los Novísimos, Centro Cultural de la Ciudad, Asunción, 2004;
II Encuentro Internacional de Escultura, Quintana Roo, México, 2003; Sitzen
ist Zen, Kunstkanzlei, Viena, 2003; Bienal de São Paulo, 1967 y 1969; Bienal
Interamericana de Córdoba, 1964. Individuales recientes: Réquiem, Centro
Cultural de la Ciudad, Asunción, 2006; El ombligo del mundo II, Dédalo,
Lima, 2006 y Espacio Cultural Pedro Páramo, Asunción, 2005; Inframundo,
Museo de la Cultura Maya, Chetumal, México, 2003. Reconocimiento a
la Trayectoria, Gente de Arte, Asunción, 2000; Reconocimiento al desar-
rollo del arte en metal, CIME, Asunción, 1999. MARITÉ ZALDÍVAR (Asunción,
1955). Colectivas recientes: Salón Fushia, Asunción, 2006; Yvaga yvy rape
(Tránsito del paraíso en la tierra), Atyra, Paraguay, 2005; En las puertas del
paraíso, IADB Cultural Center, Washington, 2005; Apyka, Centro Cultural
de la República, Asunción, 2004. Bienales: Bienal del Mercosur, Porto
Alegre, 1997 y 2001; Bienal de Arte Experimental, Mendoza, 1998; Bienal
de Venecia, 1997, Bienal de São Paulo, 1994. Individuales recientes: Imágenes
poéticas desde el bosque y Ñande retarä ka´aygua: Nuestros parientes de los bosques,
los mbya guarani, Centro Cultural de la Ciudad, Asunción, 2007; Paraguay, del
TEKOrei del TEKOtevë, Centro Cultural de la Ciudad, Asunción, 2001. Fue
fundadora y directora de El Aleph, espacio cultural de debate. Distinciones:
Primer Premio Escultura Salón Fuschia, Asunción, 2006.

También podría gustarte