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El PCR implica varios ciclos de síntesis in vitro del DNA dirigida por un oligonucléotido iniciador. Las
secuencias de los oligonucleótidos iniciadores se determinan en base a una parte conocida de la
secuencia de DNA molde, ya que deben ser complementarias a cada una de las cadenas del DNA,
dejando libres los lados opuestos para poder ser amplificados. Dichos oligonucleótidos sirven
como iniciadores para la síntesis in vitro del DNA, la cual es catalizada por la DNA polimerasa.
Una de las principales ventajas del PCR es su alta sensibilidad, la que se transforma en desventaja,
ya que puede amplificarse cualquier DNA contaminante no deseado.
Southern blot
El Southern Blot es una técnica que permite la identificación de secuencias específicas de DNA,
mediante el uso de electroforesis en gel y de hibridación utilizando sondas especificas. Para
analizar una muestra de DNA cromosomal ésta debe ser previamente fragmentada, por ejemplo
utilizando sonicación ó enzimas de restricción.
Los fragmentos obtenidos se separan, de mayor a menor tamaño mediante una electroforesis en
gel de agarosa. Una vez terminada la electroforesis y sin teñir el gel, los fragmentos de DNA se
traspasan a un filtro de nitrocelulosa ó a una membrana de nylon.
A continuación, el filtro se incuba con una sonda marcada, específica para la secuencia que se
desea identificar. Esta sonda es una secuencia de ácido nucleico, DNAds ó RNAm, que reconocerá
a la secuencia de DNA inmovilizada en el filtro, a través del reconocimiento de secuencias
complementarias de ácidos nucleicos.
El traspaso de las muestras desde el gel al filtro es una etapa esencial, porque el reconocimiento
de bases complementarias entre sonda y secuencias de DNA en el gel es muy ineficiente.
Northen blot
El Northern Blot es una técnica muy similar al Southern Blot que permite la identificación de
secuencias específicas de RNA.
Una vez terminada la electroforesis, y sin teñir el gel, los fragmentos se traspasan a un filtro de
nitrocelulosa ó a una membrana nylon, luego el filtro se incuba con una sonda marcada, específica
para la secuencia que se desea identificar.
Esta sonda es una secuencia de ácido nucleico, por ejemplo cDNA, que reconocerá a la secuencia
de RNA inmovilizada en el filtro, a través del reconocimiento de secuencias complementarias de
ácidos nucleicos.
· Bloqueo del filtro con una proteína que no presente reconocimiento con las sondas que
se utilizarán. Para ésto se utiliza generalmente la proteína BSA (albúmina de suero bovino)
ó caseína
· Incubación del filtro con la primera sonda, que es un anticuerpo específico para la
proteína que se desea identificar
· Incubación con la segunda sonda, que es un anticuerpo que se encuentra marcado, y que
es específico para reconocer al primer anticuerpo
· Revelado, según la marca que tenga el segundo anticuerpo. Por ejemplo, si la marca del
segundo anticuerpo es una enzima, como la peroxidasa ó la fosfatasa, el revelado ocurre a
través de la actividad enzimática, la que al generar un producto coloreado, permite la
identificación de la proteína específica
Inmunohistoquímica
Las técnicas de inmunohistoquímica (IHQ) permiten la identificación, sobre muestras tisulares o
citológicas, de determinantes antigénicos característicos de distintas líneas de diferenciación y
funcionalismo celular. La aplicación directa de anticuerpos policlonales o monoclonales sobre
secciones tisulares permite la localización microanatómica de su expresión y su correlación con los
parámetros morfológicos, aumentando la sensibilidad y especificidad del estudio y
proporcionando información adicional esencial en muchos casos.
La IHQ requiere una metodología de laboratorio muy distinta de la del laboratorio clásico de
anatomía patológica y, para su correcta utilización, es indispensable conocer en profundidad sus
ventajas y limitaciones. Es fundamental disponer de una amplia batería de anticuerpos que
permita trabajar con paneles amplios protocolizados y actualizados. La elección de un panel de
anticuerpos inapropiado o excesivamente limitado puede llevar a conclusiones insuficientes o
erróneas. El panel inicial de estudio debe elaborarlo el patólogo en función de la clínica y del
estudio morfológico previo y, siempre que sea posible, debe incluir distintos anticuerpos para cada
una de las líneas de diferenciación que se investigan.
Es importante conocer las posibles causas de falsos positivos y falsos negativos con los distintos
anticuerpos y seguir una sistemática escrupulosa de controles negativos y positivos en cada
proceso de laboratorio. Los anticuerpos de nueva incorporación requieren siempre un enfoque
crítico y cauto en las pimeras fases de utilización ya que la presunta especificidad y sensibilidad
inicial puede modificarse al acumular experiencia y publicaciones.