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Tauma de Babilonia
Tauma de Babilonia
(griego)
=
Herida
A principios del 2000,
los estudiosos de la Biblia volvieron
a centrar la atención en la experiencia del exilio
babilónico y sus efectos en el pueblo de Judá.
El surgimiento de la crítica bíblica psicológica,
llevaron a los estudiosos
a examinar el material bíblico
a luz de la Teoría del Trauma.
Las atrocidades del siglo XX
dieron lugar al estudio de varios tipos
de literatura que dan
testimonio del Holocausto,
los bombardeos de Hiroshima y Nagasaki
y la Guerra de Vietnam.
Esta literatura se denomina
"literatura de trauma".
El libro de Ezequiel fue compuesto en respuesta a los
devastadores eventos del asedio y destrucción de
Jerusalén, así como el consiguiente exilio de los judíos.
Al explorar las características del discurso profético en el
libro, se ve cómo el uso de imágenes da testimonio de la
calamidad nacional, promoviendo así la supervivencia de
la comunidad.
Se podría leer a Ezequiel como
una 'NOVELA DE TRAUMA' que explora
la fragmentación, la regresión y la reunificación.
Hay muchos textos dentro de la Biblia hebrea que retratan
experiencias traumáticas:
el diluvio del Génesis
el sacrificio de Isaac
la expulsión de Agar y Ismael;
las violaciones de Dina, la concubina del levita, y Tamar;
el genocidio de los cananeos en el libro de Josué;
el infanticidio en las escenas iniciales de Éxodo;
los lamentos en los Salmos;
las narrativas de guerra en Josué, Jueces, Samuel y Reyes.
SEGUNDA ETAPA
Habla de salvación,
de esperanza,
de perdón,
de cercanía divina.
Fue la época más fecunda
de su vida de predicador.
Capítulo
33
Profeta = Centinela
EL PROFETA COMO CENTINELA (Ez 33, 1-9)
La visión que refiere Ez 33, 1-9 está situada al comienzo
de la segunda parte de la actividad del profeta.
Se trata de una de REnovación de su ministerio profético
en el momento en que Israel se enfrenta con una nueva
etapa de su historia.
NO es una «nueva» vocación,
sino más bien la confirmación de su vocación única:
ser el portavoz del Señor de Israel.
Reproposición del envío profético
Capítulo 2-3 Capítulo 33
2, 3-5 33, 2-6
Envío a predicar el profeta vigía
“Sabrán que hay un profeta entre 33,21-22
ellos” Fin de la mudez
v. 16: v. 21:
“Ese día llegará a ti un “Llegó donde mí fugitivo de
fugitivo que traerá la noticia” Jerusalén diciendo: la ciudad
ha sido tomada”.
a mi servidor DAVID,
y él las apacentará: las apacentará y será su pastor.
24 Yo, el Señor, seré su Dios,
y mi servidor DAVID será PRÍNCIPE en medio de ellas.
Yo, el Señor, he hablado.
25 Yo estableceré para ellos una alianza de PAZ
y haré desaparecer del país a las bestias feroces.
Ellos habitarán seguros en el desierto y dormirán en los bosques.
26 Haré que ellos y los alrededores de mi colina sean una
bendición, y haré caer la lluvia a su debido tiempo, una lluvia de
bendición. 27 Los árboles del campo darán sus frutos y la tierra
dará sus productos, y ellos vivirán seguros en su propio suelo.
Y cuando rompa las barras de su yugo y los libre de las manos de
los que los tienen esclavizados, SABRÁN QUE YO SOY EL SEÑOR.
28 Ya no serán presa de las naciones
ni los devorarán las bestias salvajes.
Vivirán SEGUROS, sin que nada los perturbe.
29 Y haré brotar para ellos una plantación famosa:
JUAN 10
“verdadero pastor”
Fiesta de los Tabernáculos: crítica a los dirigentes
APOCALIPSIS 7,17
Porque el CORDERO
que está en medio del trono
será su PASTOR
Capítulo
36, 16-38
16 LA PALABRA DEL SEÑOR ME LLEGÓ en estos términos:
17 Hijo de hombre, cuando el pueblo de Israel habitaba en su propio
suelo, lo contaminó con su conducta y sus acciones:
su conducta era ante mí
como la impureza de una mujer en su menstruación.
18 Entonces derramé mi furor sobre ellos,
Caminar en mis leyes Caminar en mis Único camino Caminar en mis leyes
preceptos
Fórmula de alianza Fórmula de alianza fórmula de alianza Fórmula de aianza Fórmula de alianza Fórmula de alianza Fórmula de alianza Fórmula de alianza
Capítulo
37, 1-14
El texto se divide en TRES PARTES.
La PRIMERA parte (v. 1-3)
la introducción y la puesta en escena del conjunto del
texto: presentación de los personajes
y de los elementos de la visión.
Cuando todo está preparado,
Dios le pregunta al profeta:
«Hijo de Adán, ¿podrán REVIVIR estos huesos?»
es el problema esencial; se trata de la VIDA.
La SEGUNDA parte (v. 4-10), la acción simbólica,
de dos partes que se corresponden: v. 4-8 y 9-10.
Se repite la orden del Señor:
«Me ordenó: Conjura así a esos huesos: Huesos calcinados,
escuchad la palabra del Señor... » (v. 4-5);
«Entonces me dijo: Conjura al aliento... , diciéndole al
aliento: Esto dice el Señor. .. » (v. 9).
Y las dos veces el profeta ejecuta la orden:
«Pronuncié el conjuro que se me había mandado» (v. 7);
«pronuncié el conjuro que se me había mandado» (v. 10).
La TERCERA parte (v. 11-14) Compuesta de dos elementos distintos,
aunque íntimamente ligados entre sí.
El v. 11 da la explicación de la visión: «Esos huesos son toda la casa de
Israel»; la significación de lo que se ha hecho es el elemento
característico de toda acción simbólica.
Pero ésta sólo se le ofrece al profeta y el texto continúa relatando lo
que dicen los israelitas, que comparan su situación con la de esos
huesos. Así se puede pasar al oráculo siguiente (v. 12-14) que responde
a las lamentaciones del pueblo: «Por eso profetiza diciéndoles: Esto
dice el Señor... ».
En estos v. 12-14, ya no se habla de los huesos, sino de los «sepulcros»
y del espíritu, más concretamente del espíritu de Dios «lo dice y lo
hace. Es el objetivo que se pretende en esta operación.
1 LA MANO DEL SEÑOR SE POSÓ SOBRE MÍ,
y el SEÑOR me sacó afuera
por medio de SU ESPÍRITU y me puso en el VALLE,
que estaba lleno de HUESOS.
2 Luego me hizo pasar a través de ellos en todas las direcciones,
y vi que los huesos tendidos en el valle eran muy numerosos
y estaban RE-SECOS.
3 El Señor me DIJO:
ustedes, mi pueblo,
SABRÁN QUE YO SOY EL SEÑOR.
14 Yo pondré MI ESPÍRITU en ustedes,
y VIVIRÁN;
los estableceré de nuevo
en su propio suelo,
Y ASÍ SABRÁN QUE YO, EL SEÑOR,
LO HE DICHO Y LO HARÉ
LECTURA DEL TEXTO
El v. 11 es el eje de todo el conjunto.
El punto de partida es la queja del pueblo:
«Nuestros huesos están calcinados, nuestra esperanza se ha
desvanecido; estamos perdidos». En toda la última parte de su
ministerio, el profeta ha de luchar contra el desaliento del pueblo.
Ya antes tuvo que enfrentarse con estas lamentaciones:
«Nuestros crímenes y nuestros pecados cargan sobre nosotros y por
ellos nos consumimos. ¿Podremos seguir con vida?» (33, 10).
Se trata por tanto de una cuestión de vida o muerte. Aquí, el pueblo,
en su desánimo, utiliza la imagen de los huesos calcinados.
v. 3: «Hijo de Adán,
¿podrán revivir esos huesos?»
Los israelitas admitían que Dios
podía devolver la vida:
los relatos sobre Elías (1 Re 17,
17-24) y Eliseo (2 Re 4, 8-34).
La palabra profética es eficaz.
Para el Antiguo Testamento, la palabra de Dios es eficaz (cf. Is 55,
10-11) y la acción sobre los huesos calcinados lo demuestra de
forma patente. Es la ilustración cabal del v. 14: «Lo digo y lo hago».
En el destierro, el pueblo no tiene nada, lo ha perdido todo:
la tierra, el templo, el rey. No le queda más que la palabra
profética. Dios insiste en ello: su palabra es eficaz.
El don de la vida se hace en dos tiempos: tendones, carne-
aliento/espíritu. Teníamos ya este esquema en el relato de la
creación del hombre (Gn 2, 7).
La llegada del espíritu/aliento hace vivir y ponerse en pie a los
huesos.
La PROMESA de Dios a su pueblo:
hacer salir a los israelitas del sitio en que están, reunirlos y llevarlos de
nuevo a su país, se repite en varias ocasiones (36, 24; 37, 21; 34, 13).
En el v. 11 se habla de «toda la casa de Israel»
Al final, Dios habla de «mi pueblo» (v. 12.13). Esta expresión repite la
fórmula de pertenencia mutua, típica de la alianza que Dios ha
establecido con Israel (cf. 37, 27).
Esta alianza, mencionada explícitamente en el texto, es posible gracias
al don de «mi espíritu»; tal era el caso de 36, 27, en donde el don del
espíritu de Dios seguía a la purificación y permitía «caminar según mis
preceptos y poner por obra mis mandamientos», es decir, vivir la
alianza. En adelante, vuelve a ser posible la vida y la comunión con
Dios.
24 Mi servidor DAVID reinará sobre ellos y todos ellos tendrán un solo
pastor. Observarán mis leyes, cumplirán mis preceptos y los pondrán
en práctica.
25 Habitarán en la tierra que di a mi servidor Jacob, donde habitaron
sus padres. Allí habitarán para SIEMPRE, ellos, sus hijos y sus nietos; y
mi servidor David será su PRÍNCIPE ETERNAMENTE.
26 Estableceré para ellos una alianza de paz, que será para ellos una
alianza ETERNA. Los instalaré, los multiplicaré y pondré mi Santuario
en medio de ellos para SIEMPRE.
27 Mi morada estará junto a ellos: yo seré su Dios y ellos serán mi
Pueblo.
28 Y cuando mi Santuario esté en medio de ellos para SIEMPRE, LAS
NACIONES SABRÁN QUE YO SOY EL SEÑOR, el que santifico a Israel.
La expresión «para siempre»: aparece 5 veces en estos pocos
versículos y constituye la trabazón del texto. Son 6 los temas
que quedan unidos por esta expresión.
1) la puesta en práctica de «mis mandatos y mis preceptos».
2) se anuncia la vuelta al país de Israel.
3) el país que promete el Señor es el mismo que había
prometido a los antepasados (cfr 36,28).
4) llega David como príncipe «para siempre».
5) volvemos a encontrarnos con la alianza, alianza de paz,
pero aquí se afirma que es «para siempre».
6) que desarrollarán los c. 40-48,
menciona el santuario,
la santificación del pueblo
la promesa:
«pondré entre ellos mi santuario para
siempre».
37, 24-28
RESUMEN,
de la esperanza que el profeta anuncia a su
pueblo.
El conjunto del c. 37 constituye un texto
esencial de la segunda parte de la actividad del
profeta Ezequiel.