Está en la página 1de 3

El origen Papá Noel en la Navidad

Por Santiago F. Garavaglia

Papá Noel, Santa Claus, San Nicolás, Viejito Pascuero… entre otros; es el nombre con el que se conoce al personaje
regordete, vestido de rojo que trae regalos en la noche de Navidad. De manera común en todo el mundo las personas
en su “memoria” aprovechan para dar regalos principalmente a los más pequeños.

La leyenda de San Nicolás de Bari

Nacido entre los años 250 y 270 en Patara, ciudad del sud-oeste de la actual Turquía, Nicolás fue sucesor de su tío el
obispo de Myra (hoy es la localidad turca llamada actualmente Dembre). En vida, Nicolás fue protector de los débiles,
de las viudas y de los niños. Fue piadoso y generoso.

El emperador Dioclesano que reinaba entonces en toda Asia menor persiguió cruelmente a los cristianos. Ello condujo al
aprisionamiento de Nicolás que fue obligado a vivir cierto tiempo en el exilio.

En 313 el emperador Constantino restableció la libertad religiosa y Nicolás pudo retomar su cargo de obispo. Nicolás
murió en 343, seguramente víctima de persecuciones religiosas del Imperio Romano. Fue enterrado en Myra, pero sus
restos fueron robados en 1087 por mercaderes italianos que los llevaron a Bari, en Italia.

Según una de las leyendas, Nicolás habría resucitado tres niños que habían perecido en una hoguera. Los milagros que
se le atribuyeron fueron tan numerosos que san Nicolás se convirtió en patrono de muchas corporaciones, ciudades, de
los niños, de los navegantes, de los prisioneros, abogados, solteros, viudas… En números países de Europa se lo festeja
la noche del 5 al 6 de diciembre.

La mitología de san Nicolás está fuertemente inspirada en la mitología nórdica del dios Odín. Por ejemplo, se representa
a Odín acompañado por un caballo y por dos cuervos que lo ven todo, así como en numerosas representaciones, éste
está acompañado de su caballo y de dos pierrots negros.

Lo poco que se conoce de la figura de San Nicolás contrasta fuertemente con la universalidad de su fama y de su culto.
Fue tan popular en la antigüedad, que se le han consagrado en el mundo más de dos mil templos. Era y es invocado en
los peligros, en los naufragios, en los incendios y cuando la situación económica se ponía difícil, y la gente conseguía por
su intercesión favores admirables.

Devoción y reliquias

San Nicolás es especialmente famoso por los numerosos milagros que lograba conseguir de Dios. Se le representaba con
unos niños, porque contaba una de las leyendas que un criminal había herido a cuchillo a varios niños, y el santo al rezar
por ellos obtuvo su curación instantánea.

Se dice que desde niño se caracterizó porque todo lo que conseguía lo repartía entre los pobres. Decía a sus padres:
“sería un pecado no repartir mucho, siendo que Dios nos ha dado tanto”. Al morir sus padres atendiendo a los enfermos
en una epidemia, él quedó heredero de una inmensa fortuna, la cual repartió entre los pobres, yéndose luego a un
monasterio. Después de visitar Tierra Santa llegó a la ciudad de Myra (Turquía) donde fue elegido obispo. Su elección se
consideró un designio divino.

También pintan junto a él a una joven, ya que se dice que en su ciudad había un anciano muy pobre con tres hijas a las
que no lograba casar por su extrema pobreza; el santo, por tres días seguidos, cada noche le echó por la ventana una
bolsa con monedas de oro, y así el anciano logró casarlas.

De esta manera totalmente involuntaria se fue creando en nuestra vida y en nuestra mente, un sincretismo entre la
festividad cristiana del nacimiento de Jesús, Hijo de Dios con una fiesta pagana que nada tiene que ver con el verdadero
significado y connotación de la fecha.
Papá Noel en el viejo continente

La Reforma protestante comienza en Europa en el siglo XV y culmina en el XVI y expresa el deseo de volver a las raíces
del cristianismo. Esta refleja una cierta angustia de la comunidad religiosa donde la cuestión de la salvación es central.
Los reformadores denunciaban la corrupción de la Iglesia Católica, engendrada por el comercio de SinterKlass.
Aprovecharon el desarrollo de la imprenta para hacer circular la Biblia en idioma vulgar (alemán) y demostraron que en
ella no se hace referencia ni a los santos, ni al culto de la Virgen ni al purgatorio. La referencia a la Biblia como a una
norma fue una de las principales motivaciones entre los reformadores.

Después de la Reforma protestante, la fiesta de San Nicolás fue abolida en algunos países europeos, pero en Holanda se
conservó la costumbre católica antigua. Así, los niños holandeses continuaron recibiendo la visita de SinterKlaas (San
Nicolás) en la noche del 5 al 6 de diciembre. San Nicolás, en ese entonces viajaba en burro y era representado como un
anciano de barba blanca que llevaba un largo abrigo de color rojo y una mitra de obispo. Además de ser un filántropo,
era un moralista que premiaba a los niños que lo merecían y castigaba a los desobedientes y rebeldes. En Holanda
SinterKlass bajaba de un barco que venía de España. En Alemania y en Escandinavia el Weinachtsmann perdió sus
atributos de obispo (la mitra y el báculo) y el burro para cambiarlos por un trineo tirado por renos. Los caracteres y el
nombre cambian a veces según las regiones. Después de varias décadas, la sociedad cristiana creyó más apropiado que
el "Día de los Niños" fuera más adecuado y aproximado al nacimiento del Niño Jesús. Así, en las familias cristianas, el
recorrido de San Nicolás se cambió poco a poco a la noche del 24 de diciembre.

Santa Claus en América del Norte

En el siglo XVII, los holandeses emigraron a los Estados Unidos y establecieron una colonia llamada "Nieuw Amsterdam"
(en holandés), que en 1664 se convirtió en Nueva York. Con ellos llevaron la costumbre de celebrar a San Nicolás y esta
festividad se extendió después en todos los Estados Unidos. Para los estadounidenses SinterKlaas por las malas
pronunciaciones, rápidamente se convirtió en “Santa Claus”.

Después de la Revolución Americana, los neoyorquinos de origen holandés recordaban con orgullo sus raíces europeas.
Para evitar el olvido de las viejas tradiciones, John Pintard, un anticuario y patriota influyente, fundó en 1804 la “New
York Historical Society”, que tenía, entre otras cosas, la intensión de promover a San Nicolás no solo como patrón de la
sociedad sino también de toda la ciudad de Nueva York.

En enero de 1809, Washington Irving (1783-1859) se unió a esa sociedad y en el día de San Nicolás de ese año, publicó
una historia sobre New York, donde hizo numerosas referencias al carácter alegre del santo. En esta sátira San Nicolás
no era un santo obispo, sino un ciudadano holandés enano que fumaba una pipa de arcilla.

De la imaginación de Washington Irving es el origen de numerosas leyendas de San Nicolás en la New Amsterdam; como
la del primer barco de emigrantes holandeses que tenía una figura de san Nicolás, la festividad que observaba la colonia
holandesa, la primera iglesia que fue dedicada a él y que san Nicolás viene por las chimeneas a traer regalos. La obra de
Washington Irving fue considerada como el “primer trabajo notable de la imaginación en el Nuevo Mundo.”

En 1823 el pastor norteamericano Clement Clarke Moore da forma al mito actual de San Nicolás (Santa Claus) y se basa
en el personaje de Irving. Pero el carácter del personaje todavía conserva una cierta austeridad, puesto que es una
especie de duende que se transporta en un trineo tirado por nueve renos, entre ellos Rodolfo (Rudolph), y que regala
juguetes a los niños en la víspera de la Navidad.

Los regalos de Papa Noel o Santa Claus

Esta costumbre también es muy vieja. Ya en la antigua Roma los adultos obsequiaban regalos a los niños durante las
fiestas que se realizaban a mediados de diciembre, en homenaje al dios Saturno (el Cronos de los griegos). Con el
advenimiento del cristianismo, este personaje de san Nicolás distribuidor de regalos recibe el nombre de “Father
Christmas”, “babbo Natale”, “pai Natal” o “père Noël” en Francia, de donde viene el nombre de “papá Noel” en español.

De rojo y con la bebida más popular

En 1886 un litógrafo de Boston llamado Louis Prang publica postales de Navidad en color con la imagen de san Nicolás
con vestimentas rojas y haciéndolo residir en el Polo Norte.
Curiosamente ese mismo año se creaba la empresa Coca-Cola, que sacaba al mercado la bebida de nombre homónimo y
en 1931 un ilustrador de la empresa, asoció la imagen de Santa Claus al dibujarlo portando en su mano una botella de
esta bebida refrescante. Esta multinacional fue la responsable con su inmensa campaña publicitaria de que la imagen de
Santa Claus como hoy día la conocemos se hiciese popular en todo el mundo.

Vemos entonces como durante la festividad de san Nicolás en el siglo XV, los ricos comienzan a dejar dádivas en zapatos
puestos en las iglesias holandesas para que estas fuesen posteriormente repartidas entre los pobres y humildes, ante
las acusaciones de los protestantes por el comercio de las indulgencias. En el siglo siguiente los ricos se transforman en
gnomos y ya van directamente a los hogares donde hay niños para dejar sus dádivas en zapatos. Los gnomos empiezan
a tener un jefe al que se identifica con el personaje que motiva la celebración de san Nicolás, el 6 de diciembre. En las
colonias americanas este personaje deja de ser obispo, para ser un enano holandés alegre y bonachón, en el contexto
de la recuperación de la memoria cultural holandesa.

Posteriormente un profesor de teología escribe en Boston un cuento dedicado a su hija, trasladando la festividad de los
regalos a la noche anterior a la Navidad, y transformando al personaje en un hombre grande y barrigudo que viaja en un
trineo arrastrado por renos voladores. Pocos años después ya viste de rojo y se le ubica en el Polo Norte. La Coca Cola
universaliza el mito durante el siglo XX en el periodo de entreguerras a través de una gigantesca campaña publicitaria
que asocia la leyenda a su emblemática bebida y así el mito ya está construido y universalizado.

Santiago F. Garavaglia Vodopia - Diciembre 2018

También podría gustarte