Expone: Carlos Guillermo Gómez Zamudio Introducción
Todos los niños y adolescentes se sienten estresados en algún momento. El
estrés es una respuesta normal a los cambios y los desafíos. Y la vida está llena de ellos, incluso durante la infancia. Solemos pensar que el estrés es algo negativo, causado por malos acontecimientos. Pero los acontecimientos positivos que están por llegar (como una graduación, las vacaciones o actividades nuevas) también pueden provocar estrés. Los niños y adolescentes sienten estrés cuando hay algo que requiere que se preparen, adapten o protejan. Sienten estrés cuando algo que les importa está en riesgo. Con frecuencia, los cambios causan estrés; aun cuando el cambio sea para mejor. El estrés tiene una finalidad. Es una señal para prepararse. ¿Qué es estrés?
El estrés es la respuesta física o
mental a una causa externa, como tener muchas tareas o padecer una enfermedad. Un estresor o factor estresante puede ser algo que ocurre una sola vez o a corto plazo, o puede suceder repetidamente durante mucho tiempo. ¿Qué es la ansiedad?
La ansiedad es la reacción del
cuerpo al estrés y puede ocurrir incluso si no existe una amenaza real. El estrés en comparación con la ansiedad
El estrés El estrés y la ansiedad La ansiedad
Generalmente es una Tanto el estrés como la Generalmente es interna, respuesta a una ansiedad pueden afectar lo que significa que es tu causa externa, como la mente y el cuerpo. reacción al estrés. tomar una prueba Puedes tener síntomas Con frecuencia incluye un importante o discutir con como: preocupación sentimiento persistente un amigo. excesiva, de aprensión o temor que Desaparece una vez que inquietud, no desaparece y que se resuelve la situación. tensión, interfiere en la forma en Puede ser positivo o dolores de cabeza o de que llevas tu vida. negativo. Por ejemplo, cuerpo, Es constante, incluso si no puede motivarte a presión arterial alta, hay una amenaza cumplir con un plazo o pérdida de sueño. inmediata. puede hacerte perder el sueño. ¿Qué es la ira?
La ira, el enojo o el enfado es una
reacción emocional que se produce cuando una persona considera que existe o se va a producir un resultado negativo para sus intereses, que se podría haber evitado si alguien los hubiera tenido en cuenta y hubiera actuado de otra forma. Se trata de una respuesta emocional caracterizada por una activación fisiológica, motora o de tipo cardiovascular, acompañada por sentimientos de enfado y que aparece cuando no se consigue un objetivo o no se cubre una necesidad. ¿Cuándo puede ser beneficioso el estrés?
En cantidades pequeñas y cuando
los niños cuentan con el apoyo adecuado, el estrés puede ser un impulso positivo. Puede ayudar a los niños a estar a la altura de un desafío. Puede ayudarlos a hacer los esfuerzos necesarios para alcanzar una meta, concentrar sus esfuerzos y cumplir con plazos. Este tipo de estrés positivo permite que los niños desarrollen habilidades y fortalezas que reciben el nombre de "resiliencia". Como padre/madre que puedo hacer:
Como padre, usted no puede evitar • Ayudarlos a usar el estrés
que sus hijos sientan estrés. positivo para alcanzar metas, adaptarse a los cambios, enfrentar Pero sí puede ayudar a los niños y desafíos y adquirir confianza. adolescentes a hacer frente a la situación. Usted puede hacer lo • Darles más apoyo y estabilidad siguiente: cuando atraviesen acontecimientos vitales que les causen estrés. • Protegerlos de los efectos nocivos del exceso de estrés, como el estrés crónico y el estrés traumático. Qué pueden hacer los padres:
Cuando se trate de la preparación
para la escuela por la mañana (o cualquier otro momento de estrés normal) podemos estar tentados de intervenir y preparar todo por el niño. Pero esto no los ayuda a aprender a usar el estrés positivo. Por el contrario, enséñeles a sus hijos cómo prepararse pero no lo haga por ellos. Esto requiere más tiempo y paciencia, pero vale la pena. Qué pueden hacer los padres:
Los padres pueden ofrecer mayor
apoyo y estabilidad. Escuche a su hijo y hable con él. Ayúdelo a sentirse seguro y amado. De ser posible, hágale saber lo que debe esperar. Hable sobre lo que ocurrirá, qué puede hacer para enfrentar la situación y de qué manera lo ayudará. Consuélelo y demuéstrele su cariño. Establezca rutinas sencillas que lo ayuden a sentirse a gusto. Qué pueden hacer los padres:
Los padres pueden ayudar a sus
hijos pequeños y adolescentes a prepararse para lo que vendrá. Hable sobre cómo será la situación y céntrese en los aspectos positivos. Permita que, en la medida de lo posible, los niños opinen sobre los planes. Escuche lo que piensan y cómo se sienten. Si están estresados, hágales saber que es normal y que pueden enfrentar esta situación. Usted estará con ellos para lo que necesiten. Ayude a sus hijos a sentirse seguros, amados y cuidados. Esta es la mejor manera de contrarrestar el estrés. Sentirse cerca suyo y saber que usted los ama y acepta es más importante que nunca. Ofrézcales rutinas, como el mismo horario de acostarse para dormir, comer juntos o estar con ellos después de la escuela. Las rutinas proporcionan un ritmo y permiten que los niños sepan que hay cosas con las que pueden contar. Enséneles habilidades para afrontar las situaciones. Los niños se sienten mejor cuando saben que hay cosas que pueden hacer por sí mismos para contrarrestar el estrés. Los niños de cualquier edad pueden aprender a respirar con calma y a meditar, así como a poner en práctica lo aprendido. También pueden aprender muchas otras habilidades. Ayúdelos a dejar de sentir estrés por un momento. Hágalos jugar, dibujar o pintar, pasen tiempo al aire libre, lean un libro, toquen un instrumento o pasen un tiempo con amigos y parientes. Estas actividades no son tan solo una diversión. Ayudan a los niños y adolescentes a sentir emociones positivas que contrarrestan el estrés. ¿Qué hacer en caso de que mi hijo/hija presente ira? 1. Mantén la calma Los padres hemos de mostrar ejemplo ante una reacción de ira en el niño y evitar gritar, dar portazos o zarandear al niño. Para que el niño aprenda a manejar la ira, ha de ver cómo nosotros lo logramos, incluso en momentos en los que es fácil perder la paciencia. De hecho, ante un ataque de ira en el niño, es posible que si nuestra respuesta es agresiva, el enfado del niño aumente aun más. 2. Enséñale a reconocer la ira Cuando el niño está en pleno ataque de ira es difícil negociar o hablar con él, pero cuando la rabieta ha pasado, es el momento de charlar sobre lo que ocurrió. Tú mismo puedes ponerle nombre a lo sucedido y preguntarle para que pueda explicar por qué reaccionó así y cómo se siente después. ¿Qué hacer en caso de que mi hijo/hija presente ira? 3. Enseña al niño a actuar sin ira Muchas veces los niños responden con ira porque les faltan habilidades para actuar de otra manera, no saben cómo solucionar un problema. Para ayudarles, debemos entrenarlos para aprender a: - Identificar que causó su momento de ira. - Ayudarle a dar soluciones para próximas situaciones. - Explicarle qué ocurrirá si la respuesta es la ira y cuál cuando la respuesta es más tranquila. - Reforzar al niño si su respuesta no es iracunda. - Si lo fue, repasar con él lo que ocurrió, explicarle qué estuvo mal y cómo se puede actuar mejor en otra ocasión. Que no hacer como padres:
Reaccionar al colapso de sus hijos
con gritos y estallidos de ira solo les enseñará a ellos a hacer lo mismo (y esto se relaciona con un incremento de las conductas negativas de los niños). Pero si mantiene la tranquilidad y la calma mientras atraviesa una situación frustrante, podrá demostrar (y enseñar) maneras adecuadas de manejar el enojo y la frustración. Ejemplo de un caso:
Supongamos que escucha a sus hijos pelear por un juguete en la habitación
contigua. Los ignora con la esperanza de que resuelvan la situación por sí mismos. Pero la pelea se convierte en gritos y comienza a escuchar que golpean puertas, se pelean y lloran. Decide involucrarse antes de que alguien salga lastimado. Para este momento, es posible que ya esté cansado. Después de todo, los gritos y llantos lo alteran y es posible que se sienta frustrado porque sus hijos no están compartiendo o intentando llevarse bien. Entonces, ¿cuál es la mejor manera de reaccionar? Con su autocontrol intacto. Enseñar con el ejemplo es la herramienta más poderosa. Hable con calma, clara y firmemente; no lo haga con enojo, críticas hirientes, amenazas o palabras humillantes y no culpe a nadie. Gracias por su atención.