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LÍRICA CULTA

SIGLO XV

LOS CANCIONEROS
En el siglo XII en el sur de Francia, surge entre la aristocracia
una poesía lírica en lengua vulgar, el provenzal.
Escrita por TROVADORES, fue difundida por juglares que
visitaban palacios o cortes señoriales.
Su principal innovación es una nueva concepción del amor que
conocemos como AMOR CORTÉS.

Era un tipo de amor basado en la consideración de la dama


como un señor feudal (un ser superior) y en el enamorado
como un siervo que rinde culto y vasallaje a la dama.

El amor del enamorado crece ante el rechazo de la amada:


placer en el sufrimiento y en el dolor por amor. Se prefiere la
muerte por amor a su carencia.
La dama aparece como la “bella dama sin piedad”, a la que el
enamorado suplica inútilmente.

El amor se considera la fuente de todas las virtudes: el


enamorado, desarrollará en el proceso paciencia, constancia,
lealtad y valentía.
En el siglo XV aparecen un nuevo tipo de
poetas que no son ni juglares ni clérigos.

Estos poetas cortesanos se dirigen a un


publico nuevo, más culto (nobles, caballeros,
burgueses…), que no solo desea escuchar, sino
también leer canciones en su lengua materna.

Inventos como la imprenta o las lentes


favorecen una lectura íntima y privada.

Esta poesía cortesana se recoge en


colecciones llamadas Cancioneros.
Estos libros están dedicados a nobles que
no son solo guerreros o políticos, sino
también mecenas e, incluso, poetas en
muchos casos.
Los más importantes son el Cancionero
de Baena y el Cancionero de Estúñiga.
El tema más frecuente de la poesía cancioneril es la
QUEJA AMOROSA del poeta al sentirse rechazado por
una dama, de la que él se considera su vasallo sentimental.
El poeta nunca hace un retrato físico, para no
comprometerla públicamente; pero si se lamenta de la
crueldad emocional con que esta le trata; de ahí su
condición de amada-enemiga.
Resulta abstracta y artificiosa para el lector actual.
La Serranilla es una composición
lírico-narrativa en verso
Formalmente, son canciones muy octosílabo típicamente castellana
breves con un ritmo marcado, que cuenta el encuentro amoroso
versos octosílabos de rima idílico con una mujer de la sierra
consonante y frecuentemente o serrana
acento agudo.
PRINCIPALES POETAS CORTESANOS

JUAN DE MENA

Se dedicó en exclusiva al cultivo de las letras. Viajó a


Roma donde entró en contacto con el Prerrenacimiento y
trabajó como secretario en la corte de Juan II.
Su obra resulta complicada por el lenguaje latinizante y
la erudición. Destaca el extenso poema alegórico titulado
Laberinto de Fortuna.

EL MARQUÉS DE SANTILLANA

Fue uno de los aristócratas más poderosos de su tiempo


(reinado de Juan II de Castilla). Reunió una rica biblioteca, se
rodeó de sabios y compuso una abundante obra literaria, en la
que destacan los Sonetos (intento fallido de adaptar al
castellano la poesía italiana) y sus famosas serranillas de
inspiración popular.
JORGE MANRIQUE

Hijo de don Rodrigo Manrique, Maestre de


la Orden de Santiago, nació en Paredes de
Nava (Palencia) en 1440. En su vida destaca
especialmente la acción militar en el bando
de Isabel I. Pertenecía al linaje de los Lara,
caracterizado por su nobleza, poder y riqueza.
Murió en 1479 en Santa María del Campo, a
causa de una herida recibida en un
enfrentamiento.
Es el máximo representante de la lírica
castellana del siglo XV y el ideal de caballero
de la época: soldado y poeta.
La composición que ha convertido a Manrique en uno de los grandes poetas de nuestras letras son
las Coplas a la muerte de su padre, reflexión sobre la muerte a partir de los sentimientos
que despertó el él la muerte de su padre.

Se trata de una elegía o


lamento fúnebre (subgénero de
la lírica) en la que lamenta de la
fugacidad de las glorias
humanas y evoca el poder
igualitario de la muerte, que no
respeta ni la grandeza ni las
riquezas.
ESTRUCTURA

La obra puede dividirse en tres partes:


La primera parte (coplas 1-13) introduce una reflexión
ESTILO de sobre la muerte, la fugacidad de la vida y la
Se caracteriza por su naturalidad, el inestabilidad de la fortuna.
poeta deja de lado los recursos La segunda parte (coplas 14-24) introduce ejemplos
eruditos, típicos de la poesía cortesana concretos que muestran cómo la muerte acaba con las
del XV, para centrarse en metáforas e glorias y engaños del mundo.
imágenes sencillas. La tercera parte (coplas 24-40) se centra en la muerte
de su padre, alabando sus virtudes y sus hazañas,
comparándole con héroes de la Antigüedad. Al final el
don Rodrigo acepta con cristiana resignación el tránsito
final.
COPLA I
Recuerde el alma dormida, 8a

METRICA avive el seso y despierte 8b


contemplando 4c
La obra está compuesta de cuarenta
coplas de pie quebrado, llamada cómo se pasa la vida, 8a
también COPLA MANRIQUEÑA. cómo se viene la muerte 8b

Formadas cada una de ellas por dos tan callando; 4c


sextillas unidas, cuyos versos 3º y 6º
son de cuatro sílabas (tetrasílabos) y
los restantes de ocho (octosílabos), con cuán presto se va el placer; 8d
rima consonante: cómo después de acordado 8e

8b, 4c, 8a, 8b, 4c // 8d, 8e, 4f, 8d, 8e, 4f da dolor; 4f
cómo a nuestro parecer 8d
cualquiera tiempo pasado 8e
fue mejor. 4f
TEMA PRINCIPAL
El tema principal es la muerte.
Por una parte, destaca el poder igualitario de la Muerte y, por
otra, su aparición inoportuna, imprevisible e ineludible.
La Muerte no se presenta como un ser terrible sino como una
mensajera de una vida mejor.

TEMAS SECUNDARIOS

Las tres vidas: Manrique considera que existen tres vidas: la vida eterna o verdadera, la vida
terrenal y la vida de la fama (la que perdura en el recuerdo de los demás).
La Fortuna: Se la representa como una rueda caprichosa que reparte a su antojo la felicidad y
la desgracia.
El Ubi sunt?: se traduce ¿Dónde están? Consiste en una serie de preguntas retóricas en las
que el poeta se interroga sobre el paradero de la belleza, las riquezas y los bienes perecederos.
Tópico del menosprecio del mundo: Se considera que los bienes terrenales (el poder, la
riqueza, la belleza…) son despreciables porque son fugaces y efímeros.
Tempus fugit: El tiempo transcurre inexorablemente y nos conduce a la muerte.
La vida como río: La conocidísima imagen del poema
que equipara la vida humana con un río (así el curso del Nuestras vidas son los ríos
río sería la vida y su desembocadura en el mar, la muerte) que van a dar en la mar,
y la identificación del caudal del río (grande, mediano y
que es el morir:
chico) con la riqueza de los seres humanos.
allí van los señoríos,
derechos a se acabar
y consumir;
allí los ríos caudales,
allí los otros medianos
y más chicos;
y llegados, son iguales
los que viven por sus manos
y los ricos.

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