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Muerte

• El hombre desde su más remoto inicio, ha buscado el


sentido de la vida y la muerte.
• Al prepararnos para morir, reconocemos nuestras faltas,
perdonamos ofensas, aconsejamos y recibimos ayuda
espiritual; en pocas palabras encontramos el sentido de
nuestra propia existencia.
• Sin embargo, morir no es fácil, involucra sentimientos y
creencias, con impacto social, moral y cultural en la
comunidad.
• La búsqueda de la prolongación de la vida, en algunos
casos, ha perdido de vista la dignidad en los procesos
naturales de vida y muerte.
Opciones ante la muerte
Eutanasia
“Acción u omisión que por su naturaleza, o en sus
intenciones, produce la muerte, con el objetivo de
eliminar todo dolor”.

En un extremo de las opciones ante la muerte,


encontramos a la Eutanasia, la cual comúnmente significa:
muerte de un enfermo terminal provocada voluntariamente
por piedad de quien sufre.

Más allá de posturas morales, la Eutanasia en México se


encuentra equiparada legalmente con el homicidio, por lo
que no constituye una opción de tratamiento ante el
enfermo terminal.
Encarnizamiento terapéutico
En el otro extremo de las opciones ante la muerte,
encontramos el encarnizamiento terapéutico, mediante
la utilización de medios o métodos desproporcionados.
Los cuales provocan cargas emocionales, físicas y
económicas, tanto para el paciente como para las
instituciones o personas que financian el tratamiento,
por lo que tampoco constituyen una opción de
tratamiento ante el paciente terminal.
Provocan una deshumanización y desnaturalización de
la muerte, alejando al paciente de la muerte digna.
Muerte Digna
En el centro de ambas posturas, encontramos el concepto
de Muerte Digna, en donde el paciente terminal, tiene una
muerte, evitando en el mayor grado posible el dolor,
mediante la aplicación de medios y métodos
proporcionados a su condición.
Su objetivo máximo no es la prolongación del tiempo de
vida, sino la calidad del tiempo restante de vida, mediante
los denominados “Cuidados Paliativos”.
Busca que la muerte sea honesta, que aceptemos la
muerte del otro y la propia, como un proceso natural y
humano.
Historia de los Cuidados
Paliativos
• Desde el siglo V, en Ostia, se creó un hospicio para
peregrinos, concepto de un lugar para el cuidado de
enfermos, que se desarrolló en la Edad Media.
• En Francia, para el año 1625, se contaba con Lazaretos
y Hospicios, para el tratamiento de enfermos.
• En Londres se crea en 1872 “St. Lucke’s Homes” y en
1902 “St.Joseph Hospice”; en 1879 en Dublín “Our
Lady’s Hospice”.
• Ya en el siglo XX, encontramos en Londres al “St.
Christopher Hospice” (1967), fundado por Cicely
Saunders, como el primer hospicio moderno.
Hospicio Moderno
Más que un lugar, es el concepto de cuidado para el
enfermo.
• Mediante la apertura de una Unidad de Cuidados Paliativos, en
el “Royal Victoria Hospital” de Montreal, Canadá, Belfaur Mont,
introdujo dicho concepto para el tratamiento de enfermos
terminales.
• En el sistema de salud pública de los Estados Unidos:
“Medicare”, se introduce la figura del “Medicare Certificated
Hospice”, con centenares de centros para el tratamiento de
enfermos.
• España desde los años 80, desarrolló la Medicina Paliativa,
como una alternativa de tratamiento al enfermo terminal, con
Unidades de Cuidados Paliativos en sus principales hospitales.
Cuidados Paliativos en México
• Se inician en 1972, mediante la “Clínica del Dolor” del Instituto
Nacional de Nutrición del D.F.
• Concepto que se continuaría en el Instituto Nacional de
Cancerología (INCAN) del D.F., el Hospital General de
Occidente (Zoquipan) y el Hospital Civil de Guadalajara
(Hospital Belén).
• En 1992 se instala la primer Unidad de Cuidados Paliativos,
en el Hospital Civil de Guadalajara (Juan Menchaca),
unidades que se extenderían al INCAN, Zoquipan, Hospital 20
de Noviembre (ISSSTE) y Hospital Infantil de México.
• En 1999, con el auspicio de la Universidad de Guadalajara,
inicia el Centro Universitario para el Estudio y Tratamiento del
Dolor y Cuidados Paliativos.
• En el año 2000, inicia el proyecto del Instituto PALIA, con el
Dr. Guillermo Aréchiga Ornelas, de la Secretaría de Salud de
Jalisco.
Los Cuidados Paliativos, hoy.
• La medicina paliativa aún despierta hostilidad. No se le
reconoce como disciplina médica; se considera a los
paliatólogos personas caritativas sin informacion académica ni
metas científicas.
• Contrario a dicho prejuicio, los cuidados paliativos deben
considerarse como la asistencia sanitaria diseñada
específicamente, para apoyar el desarrollo físico y emocional;
así como vigilar las necesidades espirituales de los enfermos
que tienen una esperanza de vida limitada debido a una
enfermerdad o condición.
• De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, los
cuidados paliativos afirman la vida y reconocen la muerte
como un proceso natural, ni aceleran ni posponen la muerte,
proporcionan alivio para el dolor y otros síntomas
angustiantes.
Proyecto Hospice
• Un Hospice, no es un Hospital, ni un Asilo o Casa de Retiro,
es un espacio diseñado para dar el mejor confort, bienestar,
apoyo emocional y espiritual, tanto al paciente, como a su
familia, según lo definió Gabriela A. Montes de Oca de
Lomelí, en la Revista Mexicana del Dolor, en enero del 2007.
• La misión del Hospice es proveer cuidado compasivo y de
apoyo para aquellos que se encuentran en la última etapa
de su vida, haciendo que ésta sea lo más plena y cómoda
posible.
• El Hospice, proporciona al paciente en etapa terminal, la
supervisión médica permanente y ayuda intensiva que
requieren, las 24 horas de los 365 días del año.
A quien va dirigido
A pacientes en etapa terminal, cuyos elementos a
considerar son:
• Presencia de una enfermedad avanzada, progresiva
e incurable.
• Falta de posibilidades razonables de respuesta al
tratamiento específico.
• Desarrollo de numerosos problemas o síntomas
intensos, múltiples, multifactoriales y cambiantes.
• Gran impacto emocional en paciente, familia y equipo
terapéutico, relacionado con la inminencia explícita o
no de la muerte.
• Pronóstico de vida inferior a 6 meses.
CÁNCER
• Metástasis
• Tumores gastro intestinales
• Cabeza y cuello cánceres
• Tumores hemetológicos
• Cánceres ginecológicos CaCu
• Cánceres de pulmón
Órganos Vitales
VIH SIDA
Casos Clínicos
• Cuidados Paliativos en el paciente Geriátrico:
• Paciente de 72 años de profesión agricultor, tenía cuatro hijos y vivía
en su domicilio con su esposa y un hijo. Presenta desde hace 8 años
deterioro cognitivo progresivo diagnosticado de demencia.

• Sida:
• Paciente 42 años de edad. Diagnosticado de SIDA desde hace 2
años presenta demencia SIDA, Hepatitis C, Herpes Zoster y
sindrome febril.

• Alzheimer:
• Comienza a los 60 años con manifestaciones difusas que se
confunden con una depresión , tras trece meses de encamamiento.
En ese tiempo fue atendida por sus tres hijas.

• Cáncer urológico:
• Paciente varón de 84 años de edad, con antecedentes de fumador
de 2 paquetes al dia con criterios de EPOC con oxigeno domiciliario,
HTA y un AVC isquémico hace 2 años sin secuelas evidentes.

• Cáncer mama:
• Paciente de 32 años sin antecedentes patológicos de interes con un
embarazo a término a los 26 años e historia oncológica familiar con
una tia paterna y una hermana afecta de neoplasia.
Objetivos del Hospice
• Hacer sentir al paciente acogido y querido, fomentando la
compañía y evitando la soledad, cubriendo los aspectos
psicológicos, emocionales y morales del cuidado terapéutico.
• Ayudar a los pacientes para vivir tan dignamente como sea
posible hasta sus últimos momentos, en un ambiente similar
a su hogar.
• Brindar aliento a la familia para hacer frente a la enfermedad,
respetando su duelo, con la adecuada metodología y plan de
apoyo emocional, para que participe en todo el proceso.
• Cubrir las necesidades físicas del paciente como son: la
higiene y el arreglo personal, alimentación, movilización,
reposo, sueño y tratamientos de mantenimiento físico,
evitando en lo máximo posible el dolor; para que el proceso
natural de la muerte se desarrolle con el mínimo de
incomodidades para el paciente.
Objetivos del Hospice
• Controlar los síntomas del paciente terminal, permitiendo que
se sienta acompañado emocional y moralmente, con absoluto
respeto a sus creencias, privilegiando su rol protagónico en el
tratamiento.
• Interactuar con los familiares, previniendo las complicaciones
por el impacto del tratamiento, como sucede con el Síndrome
de Desgaste Emocional.
• Promover acciones seguras y establecer planes de cuidado
conjuntamente con el enfermo, mediante valoración y
planificación de actividades para el mantenimiento de las
funciones orgánicas.
• Acompañar, acoger, respetar, escuchar, inculcar ánimo,
renovar alientos, abrir ventanas al enfermo y su familia para
la mejor utilización de los recursos con los que cuenta.
Terapéutica
• Atención integral, individualizada y continua.
• El enfermo y la familia son la unidad a tratar.
• La promoción de la autonomía y la dignidad al enfermo tienen
que regir en las decisiones terapéuticas.
• Concepción terapéutica activa, mediante una actitud
rehabilitadora y activa que nos lleve a superar el "no hay nada
más que hacer”; una postura derrotista que afecta severamente
al paciente y a toda su familia.
• Importancia del ambiente, mediante una “atmósfera" de
respeto, confort, soporte y comunicación, que influyen de
manera decisiva en el control de síntomas, estado de ánimo y
respuesta a la situación provocada por la enfermedad.
Nuestro compromiso
• Respeto por el valor y la dignidad de cada individuo.
• Dedicación y compromiso con la más alta calidad de cuidado
compasivo.
• No acelerar ni posponer la muerte.
• Anteponer la calidad de vida durante la duración de ésta.
• Tratamiento del paciente, en lugar de la enfermedad.
• Atención, formación y asesoramiento del paciente, cuidadores y
familia.
• Atención las 24 horas de los 365 días del año por profesionales
médicos, enfermeras, especialistas sociales y espirituales que
requiera, en el proceso natural de muerte.
• Evitar al máximo el dolor.
• Propiciar el mayor confort posible, durante el desarrollo de la
enfermedad.
• Coadyuvar con el paciente y su familia en la aceptación de la
muerte, para lograr una muerte humana, una muerte digna.

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