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Se describe mejor como un síndrome específico del embarazo que puede afectar a
todos los síntomas orgánicos.
Aun que la preeclampsia es mucho más que una simple hipertensión gestacional
con proteinuria, la aparición de esta última se mantiene como un criterio diagnóstico
objetivo importante.
PREECLAMPSIA
Es el estado que se caracteriza por la presencia de hipertensión y
proteinuria significativa, lo que ocurre por primera vez después
de la semana 20 del embarazo, durante el parto o en el puerperio.
FISIOPATOLOGÍA
Si bien todavía se desconoce la causa de la preeclampsia, empiezan a manifestarse datos de
ella en etapas tempranas del embarazo con cambios fisiopatológicos encubiertos que
aumentan en intensidad y gravedad durante toda la gestación y, al final, se hacen evidentes
desde la perspectiva clínica.
A menos que sobrevenga el parto, estos cambios a la dan por resultado afectación de
múltiples órganos, con un espectro clínico que varía desde una manifestación atenuada hasta
el deterioro letal, que puede poner en peligro la vida tanto de la madre como del feto.
Estos tal vez son una consecuencia del vasoespasmo, la disfunción endotelial y la isquemia.
Las diversas consecuencias maternas de la preeclampsia se describen generalmente en
términos de sistemas orgánicos aislados, pero éstos con frecuencia son múltiples y se
superponen desde el punto de vista clínico.
APARATO CARDIOVASCULAR
Las alteraciones graves de la función cardiovascular normal son frecuentes en la
preeclampsia.
Estas alteraciones se relacionan con:
1) aumento de la poscarga cardiaca causado por hipertensión;
2) 2) precarga cardiaca, muy afectada por la hipervolemia patológicamente
disminuida del embarazo o aumentada de manera yatrógena por administración
de soluciones cristaloides u oncóticas por vía intravenosa, y
3) 3) activación endotelial con extravasación interendotelial hacia el espacio
extracelular y, en grado considerable, hacia los pulmones.
CAMBIOS HEMÁTICOS
La preeclampsia se relaciona con varias alteraciones sanguíneas. Entre las
identificadas con frecuencia están la trombocitopenia, que a veces puede ser tan
grave que pone en peligro la vida.
En ocasiones, la concentración de algunos factores de coagulación plasmáticos
disminuyen, los eritrocitos adquieren una forma anormal y experimentan hemólisis
rápida.
La trombocitopenia manifiesta (que se define por un recuento plaquetario < 100
000/μl) indica enfermedad grave.
En general, cuanto más baja sea la cifra de plaquetas, mayores son las tasas de
morbilidad y mortalidad maternas y fetales .
El feto o el lactante nacido de una mujer con preeclampsia no desarrolla
trombocitopenia grave, a pesar de la trombocitopenia materna grave.
Es importante que la trombocitopenia materna en hipertensas no es una indicación
fetal para cesárea.
HEMOLISIS
La preeclampsia grave suele acompañarse de signos de hemólisis, que pueden
cuantificarse de forma relativa a partir de las concentraciones séricas aumentadas de
lactato deshidrogenasa.
Otras pruebas son la aparición de esquistocitosis, esferocitosis y reticulocitosis en
sangre periférica.
Estas anomalías dependen en parte de la hemólisis microangiopática causada por la
alteración endotelial con adherencia de plaquetas y depósito de fi brina.
Los cambios en la membrana de los eritrocitos, el aumento de su adhesividad y la
agregación también favorecen un estado hipercoagulable
SÍNDROME HELLP
Después de los informes de hemólisis y trombocitopenia en la preeclampsia grave,
era frecuente encontrar concentraciones séricas altas de transaminasas hepáticas, las
cuales indican necrosis hepatocelular.
Esta combinación de fenómenos se conoce como síndrome HELLP, y este nombre
se usa ahora en todo el mundo. Además las facetas del síndrome HELLP se
incluyeron en los criterios que distinguen la preeclampsia grave de la no grave.
RIÑONES
Durante el embarazo normal, el flujo sanguíneo renal y la filtración glomerular
están notablemente aumentados .
Con la aparición de la preeclampsia pueden ocurrir varios cambios anatómicos y
fisiopatológicos reversibles.
De importancia clínica es que la perfusión renal y la filtración glomerular están
reducidas. Las cifras que son mucho menores que los valores en ausencia de
embarazo normales son la consecuencia de una enfermedad grave.
PROTEINURIA
el diagnóstico de preeclampsia se establece con cierto grado de proteinuria.
Esta última puede surgir tarde y algunas mujeres ya dieron a luz o tuvieron una convulsión
eclámptica antes de que aparezca.
Por ejemplo, 10 a 15% de las pacientes con síndrome HELLP no tiene proteinuria al
momento de la presentación.
Es problemático que el método ideal para establecer las cantidades anormales de proteína
o albúmina en orina todavía esté por definirse.
las pruebas cualitativas con tiras reactivas dependen de la concentración urinaria y con
frecuencia arrojan resultados positivos falsos y negativos.
En una muestra de 24 h obtenida para prueba cuantitativa, el valor umbral estándar por
“consenso” es > 300 mg/24 h
HÍGADO
Desde un punto de vista pragmático, la afectación hepática en la preeclampsia
puede alcanzar relevancia clínica en varias circunstancias.
Primero, las anomalías sintomáticas se consideran signo de enfermedad grave. Por
lo general, hay manifestaciones de sensibilidad y dolor moderados a intensos en el
cuadrante superior derecho del abdomen o en el epigastrio.
En muchos casos, estas pacientes también tienen concentraciones altas de
aminotransferasa sérica, ya sea aspartato aminotransferasa (AST) o alanina
aminotransferasa (ALT).
Sin embargo, en algunos casos la cantidad de tejido hepático infartado puede
resultar más extensa de lo esperado, pero sin relevancia clínica.
Algunos síntomas se consideran ominosos.
Las cefaleas o trastornos visuales, como los escotomas, pueden ser síntomas
premonitorios de eclampsia.
Es probable que la determinación de una muestra de la razón orina: creatinina sea
un sustituto adecuado para la medición en orina de 24 hs.
o
Trombocitopenia Plaquetas < 100 000/μl Insuficiencia renal
Insuficiencia renal • Creatinina > 1.1 mg/100 ml o el doble del valor inicial
Compromiso hepático Compromiso hepático Síntomas cerebrales
Síntomas cerebrales • Aumento al doble de la transaminasa sérica
Edema pulmonar • Cefalea, trastornos visuales, convulsiones
INCIDENCIA Y FACTORES DE
RIESGO
Las mujeres jóvenes y nulíparas son vulnerables en particular a padecer
preeclampsia, mientras que las pacientes mayores tienen riesgo aumentado de
hipertensión crónica con preeclampsia agregada.
1. obesidad,
2. embarazo múltiple,
3. edad materna,
4. hiperhomocisteinemia y
5. síndrome metabólico
En pacientes con un embarazo gemelar, en comparación con mujeres con embarazo
único, la incidencia de hipertensión gestacional (13% comparado con 6%) y de
preeclampsia (13% en comparación con 5%) está muy aumentada.
Resulta interesante que esta última incidencia no se relacione con la cigosidad.
El tabaquismo durante el embarazo tiene varios resultados adversos, pero resulta
irónico que se ha observado una relación constante con un menor riesgo de
hipertensión durante el embarazo, esto se debe a que el tabaquismo incrementa la
expresión de adrenomedulina placentaria, lo cual regula la homeostasis del volumen.
Por ejemplo, hay una incidencia de 30% en las pacientes con un embarazo
extrauterino mayor de 18 semanas. Al margen de la causa precipitante, la cascada de
fenómenos que activa al síndrome de preeclampsia se caracteriza por muchas
anomalías que tienen como resultado daño del endotelio vascular y vasoespasmo
subsiguiente, trasudación de plasma y secuelas isquémicas y trombóticas.
DIAGNÓSTICO TEMPRANO DE
LA PREECLAMPSIA
Por lo general, la frecuencia de las visitas prenatales aumenta durante el último trimestre y esto ayuda a
la detección temprana de la preeclampsia.
Las pacientes sin hipertensión manifiesta, pero en las que se sospecha el desarrollo temprano de
preeclampsia durante las visitas prenatales, se valoran con mayor frecuencia.
La vigilancia extra hospitalaria se continúa, a menos que aparezcan hipertensión manifiesta, proteinuria,
cefalea, trastornos visuales o molestia epigástrica.
Las personas con hipertensión manifiesta de inicio reciente, esto es, cifras diastólicas ≥90 mmHg o
sistólicas ≥140 mmHg, se hospitalizan para confirmar si el aumento se debe a la preeclampsia y, en tal
caso, valorar la gravedad.
A las mujeres con enfermedad persistente por lo general se les induce el parto, como se analiza después.
Por el contrario, las pacientes con enfermedad en apariencia leve pueden tratarse a menudo fuera del
hospital, aunque los autores mantienen un umbral bajo para la hospitalización constante de la nulípara,
en especial si hay proteinuria.
ECLAMPSIA
En una mujer con preeclampsia, las convulsiones no pueden atribuirse a otras causas
conocidas como eclampsia.
Las crisis convulsivas son generalizadas y pueden aparecer antes, durante o después del
trabajo de parto.
En algunos informes, se refiere que hasta 25% de las crisis convulsivas de origen eclámptico
aparece más allá de las 48 h del puerperio.
INCIDENCIA Y FACTORES DE
RIESGO
Quizá porque casi es prevenible con la atención prenatal adecuada, la incidencia de
eclampsia ha disminuido con los años en zonas donde la atención médica es
accesible.
Es posible que estas respuestas se relacionen con el grupo étnico: las mujeres de
raza negra producen más óxido nítrico
ENDOTELINAS
Estos péptidos de 21 aminoácidos son poderosos vasoconstrictores y la endotelina 1
(ET-1) es la isoforma primaria producida por el endotelio humana.
Las concentraciones de ET-1 plasmática están incrementadas en embarazadas
normotensas, pero las mujeres con preeclampsia tienen concentraciones aún más
altas.
Según Taylor y Roberts (1999), la placenta no es la fuente de la ET-1 aumentada y
probablemente deriva de la activación endotelial sistémica.
Suscita interés que el tratamiento de personas preeclámpticas con sulfato de
magnesio reduce las concentraciones de ET-1.
DIAGNOSTICO DIFERENCIAL
En general, es más probable que se diagnostique eclampsia con más frecuencia y
menos que pase inadvertida.
Epilepsia, encefalitis, meningitis, un tumor cerebral, neurocisticercosis, embolia de
líquido amniótico, cefalea posterior a punción de la duramadre y rotura de un
aneurisma cerebral durante el embarazo avanzado y el puerperio pueden simular
eclampsia.
Sin embargo, hasta que se descarten otras causas, debe considerarse que todas las
embarazadas con convulsiones tienen eclampsia.
TRATAMIENTO
El embarazo complicado por hipertensión gestacional se trata de acuerdo a la gravedad, la
edad gestacional y la presencia de preeclampsia.
En caso de esta última, el régimen terapéutico varía con la gravedad de la lesión celular
endotelial y la disfunción orgánica múltiple.
No siempre puede establecerse el diagnóstico definitivo de preeclampsia.
Por tanto la Task Force of the American College of Obstetricians and Gynecologists (2013b)
recomienda visitas prenatales más frecuentes, aun si tan sólo se “sospecha” la preeclampsia.
Los aumentos de la presión arterial sistólica y diastólica pueden ser cambios fisiológicos
normales o signos de anomalías en evolución.
La vigilancia más intensiva permite la identificación pronta de cambios ominosos de la
presión arterial, datos críticos de laboratorio y aparición de manifestaciones clínicas .
TRATAMIENTO DE LA
ECLAMPSIA
Se reconoce desde hace mucho tiempo que el sulfato de magnesio es bastante eficaz para prevenir las
convulsiones en mujeres con preeclampsia y para detenerlas en aquéllas con eclampsia.
Por ahora, la mayor parte de los regímenes contra la eclampsia usados en Estados Unidos se apega a
los principios siguientes:
1. Control de las convulsiones con una dosis de impregnación intravenosa de sulfato de magnesio,
seguida por una dosis de sostén, casi siempre intravenosa de esta misma sustancia.
2. 2. Administración intermitente de un antihipertensor a fi n de reducir la presión arterial, siempre
que se considere peligrosamente alta.
3. 3. Evitar los diuréticos, a menos que haya evidencia de edema pulmonar; limitar la administración
de líquidos intravenosos, salvo que la pérdida de líquidos sea excesiva, y omitir los fármacos
hiperosmóticos.
4. 4. Parto del feto para lograr la remisión de la preeclampsia.