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Adolfo Hernández Hernández

CORRIENTES DE LA ÉTICA
Ética y valores
Lic. Carlos Arturo Vargas Castillo
Grupo 101
12 de noviembre 2020
Aristóteles: Ética de la felicidad
La obra aristotélica se compone
en su mayor parte de tratados,
cada uno de ellos a las distintas
ramas en que se irá
diversificando, y finalmente
dividiendo la filosofía: Física,
Lógica, Ética, Política, Metafísica.
Concretamente son tres los libros
que hoy recogen el pensamiento
ético de Aristóteles, siendo el
de Ética a Nicómaco el más
canónico y citado.
Es preciso desarrollar la idea de
que el hombre tiene un bien o
un fin, idea que es el núcleo de
la ética. Ese fin que busca el ser
humano no es otro que la
felicidad. En efecto, la felicidad
es aquello hacia lo que todos los
seres humanos tienden, por lo
que el contenido de la ética es:
conducir al ser humano a la
felicidad.
¿Cuál es nuestra función en este mundo? Sólo la respuesta a preguntas como
esta nos dan la clave de la virtud y, en consecuencia, de la felicidad. En una
ética como la griega, dirigida a la formación del carácter, lo que busca no es
eliminar los deseos, sino más bien encauzarlos hacia ese fin que es la virtud o
la felicidad, es decir, tratar de conseguir que los deseos y la sensibilidad de
cada uno no obstaculicen ni entorpezcan el camino hacia la vida feliz. No
sabemos qué es el bien porque conozcamos la definición ideal del bien.
Aprendemos a ser buenas personas, virtuosas, en la práctica, enfrentándonos
con situaciones difíciles y procurando elegir bien y tomar la decisión más
correcta o la menos equivocada.

3 de febrero 2020. Nacho Muñoz


https://confilosofia.wordpress.com/2010/02/03/aristoteles-la-etica-de-la-felicidad-1/
Agustín de Hipona: Las virtudes y el amor
El amor es sobrepuesto a la
esfera racional, según San
Agustín, para quien el amor a
Dios nos hace más
bienaventurados que toda
razón. El amor es considerado
por San Agustín la dimensión
más fundamental del espíritu
humano, responsable de su
movimiento tendencial: «El
peso mío es mi amor; por el
peso de mi amor soy llevado
adondequiera que voy»
San Agustín concibe el universo
como una jerarquización de bienes
dispuestos en diferentes niveles de
perfección y bondad, en cuanto a
semejanzas, vestigios o imágenes
más alejadas o cercanas a Dios. Dios
ha creado todas las cosas,
materiales y espirituales, y las crea,
según las Sagradas Escrituras,
con medida, número y peso. San
Agustín puso estos conceptos
bíblicos en relación con la estructura
tríadica modo, especie y orden que
definía la estructura general de los
bienes del universo
El amor es para San Agustín la
fuerza de la voluntad en el
hombre. Su importancia radical
estriba en constituir el verdadero
corazón del alma. Así como todas
las facultades y actividades del
espíritu son movidas por la
voluntad, el amor que mueve a la
voluntad es lo que da sentido y
unidad a todas las operaciones
humanas. Agustín de Hipona
había caracterizado esencialmente
al hombre por su amor.

2010 Urbano Ferrer Santos y Ángel Damián Román Ortiz y Philosophica: Enciclopedia filosófica on line
http://www.philosophica.info/voces/agustin/Agustin.html#toc12
Immanuel Kant: Ética del imperativo
categórico
Consideraba la moral como un elemento racional,
alejado de los elementos empíricos y
fundamentado en una ética universal. Para Kant,
el acto moral es el que se realiza como un deber,
como un fin en sí mismo: el acto moral es aquél
en el que se actúa en base a la razón, no a al amor
a uno mismo o al interés. Por el contrario no
serán tales aquellos que se lleven a cabo por
casualidad, con interés o como medio para
alcanzar o evitar otros elementos. El acto moral
busca la felicidad ajena, que a su vez permite la
propia al ser parte de la humanidad, en vez de
pretender la propia de satisfacer deseos o huir del
dolor y sufrimiento. Para ser moral se requiere de
ser libre, en un sentido que Kant relaciona con la
posibilidad de trascender los propios deseos e
imperativos para lograr trascender.
Se entiende por imperativo categórico el acto o proposición que se lleva a cabo por el hecho de ser
considerada necesaria, sin que existan más motivos para ser llevada a cabo que dicha consideración.
Serían las construcciones que se realizan en forma de “debo”, sin estar condicionados por ninguna otra
consideración, y serían universales y de aplicación en cualquier momento o situación. El imperativo es un
fin en sí mismo y no un medio para lograr un resultado determinado. Por ejemplo, generalmente podemos
decir “debo decir la verdad”, “ el ser humano debe ser solidario”, “ debo ayudar a otro cuando lo está
pasando mal” o “hay que respetar a los demás”.
El imperativo categórico no tiene por qué tener un sentido aditivo, sino que también puede ser restrictivo.
Es decir, no se trata solo de que hagamos algo, sino que también puede basarse en no hacerlo o dejar de
hacerlo.
Por lo tanto, el imperativo categórico es un
constructo eminentemente racional, que
pretende tratar la humanidad (entendida como
cualidad) como fin y no como medio para alcanzar
algo. Sin embargo, se trata de imperativos difíciles
de ver en la vida real en este sentido, puesto que
también estamos muy sujetos a nuestros deseos y
guiamos nuestra actuación en base a estos.

2020 Oscar Castillero Mimenza, Psicólogo en Barcelona, redactor especializado


en Psicología clínica. https://
psicologiaymente.com/psicologia/imperativo-categorico-kant

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