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RAZONAMIENTO MORAL:

• Desarrollo moral, niveles de Kohlberg.


• Teoría de Gilligan e identidad moral
Objetivos de aprendizaje:

- Estudiar, Analizar y comprender la filosofía de la moral


de Kohlberg.
- Estudiar y analizar los tres niveles de la moral
planteados por Kholberg.
- Estudiar y analizar la filosofía de la moral de Gillian,
Todos hemos desarrollado una moral propia e intransferible:
unos valores que no solo separan al «mal» del «bien» en el
mundo abstracto, sino que también tienen influencia sobre
nuestras conductas, percepciones y pensamientos. Incluso
podríamos decir que puede estar tan interiorizada como
para influir sobre nuestras emociones. Uno de los modelos
más importantes e influyentes que intentan explicar el
desarrollo de nuestra moral es la teoría del desarrollo moral
de Kohlberg.
Por otro lado, al contar todos con moral, establecer una
universal siempre ha sido una de las grandes cuestiones que
ha preocupado a multitud de filósofos y pensadores. Y
podemos observar desde perspectivas kantianas de la moral,
basadas en el beneficio grupal, hasta perspectivas
utilitaristas, inspiradas en el bien individual.
¿Quién fue Lawrence Kohlberg?
El creador de esta teoría del desarrollo moral, Lawrence Kohlberg, fue
un psicólogo estadounidense nacido en 1927 que en la segunda
mitad del siglo XX, desde la Universidad de Harvard, se dedicó en
gran parte a indagar en el modo en el que las personas razonan en
problemas de tipo moral.
Es decir, que en vez de preocuparse por estudiar lo apropiado o
inapropiado de las acciones, tal y como sí hicieron filósofos como
Sócrates, estudió las normas y reglas que podían observarse en el
pensamiento humano en lo relativo a la moral.
El psicólogo Lawrence Kohlberg quería alejarse del contenido
de la moral y estudiar cómo se desarrolla en las personas. A
él no le importaba qué estaba bien o mal, le importaba
cómo alcanzamos esa idea de bien o mal. A través de
multitud de entrevistas y estudios observó que la
construcción de la moral aumenta a medida que los niños
crecen. Igual que sucede con otras habilidades, como el
lenguaje o la capacidad de razonamiento.
Sus investigaciones tuvieron como fruto la teoría del
desarrollo moral de Kohlberg, muy influenciada por la
teoría de las 4 fases de desarrollo cognitivo de Jean Piaget.
Al igual que Piaget, Lawrence Kohlberg creía que en la
evolución de los modos típicos de razonamiento moral hay
etapas cualitativamente distintas entre sí, y que la
curiosidad por aprender es uno de los principales motores
del desarrollo mental a lo largo de las distintas fases de la
vida.
Tanto en la teoría de Kohlberg como en la de Piaget hay una idea
básica: el desarrollo del modo de pensar va de unos procesos
mentales muy centrados en lo concreto y lo directamente
observable hasta lo abstracto y más general.
En el caso de Piaget, eso significaba que en nuestra primera infancia
tendemos a pensar solo en aquello que podemos percibir
directamente en tiempo real, y que poco a poco vamos aprendiendo
a razonar sobre elementos abstractos que no podemos
experimentar en primera persona.
En la teoría del desarrollo moral de Kohlberg se alcanza la conclusión
de que el desarrollo moral pasaba por tres niveles: preconvencional,
convencional y postconvencional. Cada uno de los cuales está
dividido en dos estadios. Es importante entender que no todos
pasan por todos los estadios ni todos llegan al último nivel de
desarrollo.
1. Fase pre-convencional
En la primera fase del desarrollo moral, que según Kohlberg
suele durar hasta los 9 años, la persona juzga los
acontecimientos según el modo en el que estos la afecten a
ella.
1.1. Primera etapa: orientación a la obediencia y el castigo
En la primera etapa, el individuo solo piensa en las
consecuencias inmediatas de sus acciones, evitando las
experiencias desagradables vinculadas al castigo y buscando la
satisfacción de las propias necesidades.
1.2. Segunda etapa orientación al interés propio:
Se empieza a pensar más allá del individuo, pero el
egocentrismo sigue presente. Si en la fase anterior no se
puede concebir que exista un dilema moral en sí porque
solo existe un punto de vista, en este empieza a
reconocerse la existencia de choques de intereses.
Ante este problema, las personas que se encuentran en esta
fase optan por el relativismo y el individualismo, al no
identificarse con valores colectivos: cada uno defiende lo suyo
y obra en consecuencia. Se cree que, si se establecen acuerdos,
estos deben ser respetados para no crear un contexto de
inseguridad que perjudique a los individuos.
2. Fase convencional
La fase convencional suele ser la que define el pensamiento
de los adolescentes y de muchos adultos. En ella, se tiene en
cuenta la existencia tanto de una serie de intereses
individuales como de una serie de convenciones sociales
acerca de lo que es bueno y lo que es malo que ayuda a crear
un "paraguas" ético colectivo.
2.1. Tercera etapa: orientación hacia el consenso:
En la tercera etapa las acciones buenas están definidas por
cómo repercuten sobre las relaciones que uno tiene con los
demás. Por eso, las personas que se encuentran en la etapa de
orientación hacia el consenso tratan de ser aceptadas por el
resto y se esfuerzan por hacer que sus acciones encajen muy
bien en el conjunto de reglas colectivas que definen lo que es
bueno.
Las acciones buenas y malas están definidas por los motivos
que hay detrás de ellos y el modo en el que estas decisiones
encajan en una serie de valores morales compartidos. La
atención no se fija en lo bien o mal que puedan sonar ciertas
propuestas, sino por los objetivos que hay detrás de ellas.
En esta etapa de desarrollo moral, lo bueno y lo malo emana
de una serie de normas que se perciben como algo separado
2.2. Cuarta etapa: orientación a la autoridad:
de los individuos. El bien consiste en cumplir las normas, y el
mal es incumplirla
3. Fase post-convencional:
Las personas que se encuentran en esta fase tienen como
referencia principios morales propios que, a pesar de no
tener por qué coincidir con las normas establecidas, se
apoyan tanto en valores colectivos como en libertades
individuales, no en exclusivamente en el propio interés.
3.1. Etapa 5: orientación hacia el contrato social
La manera de razonamiento moral propia de esta etapa surge
de una reflexión acerca de si las leyes y las normas son
acertadas o no, es decir, si dan forma a una buena sociedad.

Se piensa en el modo en el que la sociedad puede afectar a la


calidad de vida de las personas, y se piensa también en el
modo en el que las personas pueden cambiar las normas y
las leyes cuando estas son disfuncionales.
3.2. Etapa 6: Orientación hacia los principios universales:
El razonamiento moral que caracteriza esta fase es muy
abstracto, y se basa en la creación de principios morales
universales que son diferentes a las leyes en sí mismas. Por
ejemplo, se considera que cuando una ley es injusta,
cambiarla debe ser una prioridad. Además, las decisiones
no emanan de suposiciones acerca del contexto, sino de
consideraciones categóricas basadas en los principios
morales universales.
LA TEORÍA DE CAROL GILLIGAN
Carol Gilligan fue discípula de Kohlberg en la Universidad de
Harvard, y estaba muy familiarizada con sus investigaciones. Sin
dudar de la importancia de la exposición sobre el desarrollo
moral que hacía su maestro, observó en esta algunas
deficiencias:
Kohlberg realizó sus investigaciones sólo sobre sujetos del sexo
masculino.
Kohlberg usaba dilemas morales hipotéticos, que podrían estar
sesgados en su planteamiento y provocar desviaciones en las
respuestas de los sujetos.
En la escala final del desarrollo moral de Kohlberg las mujeres
alcanzaban resultados inferiores a los hombres.
Ante estas deficiencias, Gilligan realizó un nuevo estudio en el cual
los sujetos eran mujeres y los dilemas que se proponían eran
cuestiones reales, como el aborto. El resultado fue el
descubrimiento de un modelo ético diferente al propugnado por
Kohlberg. Si éste propugnaba como modelo de desarrollo moral
una ética de la justicia, en los estudios de Gilligan salió a la luz la
ética del cuidado.
La ética está asociada a principios cognitivos.
Conclusiones
En la medida que las personas se desarrollan van
evolucionando y formando sus principios éticos.
Los hombres y las mujeres tienen perspectivas diferentes para
los mismos principios éticos.
Bibliografía:
Conill, J. (2007). Ética universal de la cooperación y el
desarrollo solidario. En J. Jongitud (Ed.), pp. 27-44.
García Delgado, D. & Molina, M. G. (2006). Ética y desarrollo.
El conflicto de las interpretaciones. En J. C. Scannone y D.
García Delgado (Comps.), (pp. 51-116).
Gómez P.1996 Ética: Problemas morales de la existencia
humana. Madrid Magisterio.

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