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MAPA ESTRATEGICO

José Eduardo Ortiz Ramos


¿Para qué sirve un mapa estratégico?

El mapa estratégico ofrece una visión de conjunto de los objetivos y acciones empresariales.
Gracias al mismo puede trazarse, con mayor efectividad, la estrategia corporativa. Además, facilita
el control de cumplimiento de objetivos, así como la adaptación de los mismos en caso de crisis.
En definitiva, esta herramienta debe representar visualmente (de ahí que se llame mapa) la
totalidad de la estrategia de la organización, desplegando funciones de:
• Planificación.
• Evaluación.
• Optimización.
• Reestructuración.
Definir las
estrategias de
manera clara
La representación visual es una forma idónea
de definir las estrategias de manera clara. El
proceso de plasmarlas exige reflexionar sobre
ellas, de modo que se pueden depurar y
perfeccionar.

Además, como el mapa sirve


como recordatorio y como elemento
comunicativo, la forma de definir las
estrategias debe ser informativa y
comprensible. Esto permitirá eliminar
distracciones y priorizar, adecuadamente, cada
línea estratégica.
Invertir en recursos
acorde con los
objetivos y la
estrategia de la
empresa
Gracias a dicha jerarquización, 
las decisiones financieras están mejor orienta
das
. Así, las inversiones que deban realizarse se
alinearán con cada vía estratégica,
orientándose a los objetivos empresariales y
evitando la dispersión.

“Facilita el control de cumplimiento de


objetivos, así como la adaptación de los
mismos en caso de crisis”
Identificar los procesos internos

■ Al haberse definido las


necesidades y objetivos también
resultará más fácil identificar los
procesos internos para guiar la
actividad empresarial. Es más, al
identificar estos procesos se
podrán optimizar, eliminando
elementos superfluos y
potenciando los más eficientes.
Controlar el funcionamiento de las estrategias

■ Por último, esta es una de las funciones más potentes del


mapa estratégico. Cualquier estrategia debe incorporar
mecanismos de evaluación y control. Cuando se
realicen las evaluaciones periódicas podrá compararse el
estado presente de la organización con el mapa
estratégico trazado.
■ En caso de haberse producido desviaciones, la empresa
podrá retomar el rumbo original. Además, el mapa
estratégico no debe concebirse como monolítico. De
modo que si algunas de sus líneas demuestran ser poco
efectivas, se podrán abandonar, introduciendo otras vías
de actuación más adecuadas.
¿CÓMO HACER
UN MAPA
ESTRATÉGICO?
■ A la hora de hacer un mapa de este tipo es fundamental orientarse desde, al
menos, estas cuatro perspectivas:
1. Aprendizaje y crecimiento.
2. Interna.
3. De los clientes.
4. Financiera.
■ Solo combinando cada uno de estos elementos se conseguirá elaborar una
herramienta capaz de responder a todas las necesidades que va a tener la
empresa. No hay que perder de vista que el mapa estratégico es, ante
todo, dinámico.
Perspectiva de
aprendizaje y
crecimiento
Esta perspectiva hace referencia al capital
humano. Toda organización se sustenta
sobre una plantilla de trabajadores, que
deben dominar una serie de conocimientos
y habilidades críticos para la empresa. Es
decir, las necesidades del departamento de
recursos humanos están directamente
relacionadas con los objetivos de la
empresa.
Perspectiva interna
■ Una vez se ha garantizado que la plantilla dispone de los
conocimientos y habilidades que necesita, la empresa tendrá
que dotarlos de las herramientas para desarrollar su trabajo.
Estas herramientas no solo son maquinaria y equipos, sino
también un sistema de procesos e infraestructuras adecuadas.
■ Resulta clave para comprobar cómo responde la
organización al entorno económico donde desarrolla su
actividad
■ Para ello es necesario definir un organigrama, jerarquizar los
puestos de trabajo y compartimentar la organización de la
empresa. Además, como se ha comentado antes, la empresa
es dinámica.
Perspectiva
de los clientes
A estas alturas, la empresa ya cuenta con los elementos necesarios para
funcionar. Sin embargo, queda pendiente la cuestión económica, que es
el objetivo de toda empresa. El componente económico más importante
para cualquier iniciativa es su clientela.

Por eso es necesario que el mapa estratégico tenga en cuenta:

•Quién es el público objetivo.


•Qué rentabilidad puede extraer a sus productos o servicios.
•Cuál es la política comercial más adecuada.
•Cómo desarrollar una marca atractiva e identificable.

Este es, probablemente, uno de los elementos más importantes de


cualquier estrategia. A fin de cuentas, el cliente debe ser el centro de
cualquier servicio exitoso.
Perspectiva financiera

■ Este es el segundo componente económico. La


empresa necesitará cierto capital para iniciar sus
andanzas, un flujo suficiente para desarrollarse y unos
resultados para tener éxito. Por tanto, es crucial que
se realice un análisis financiero para garantizar la
viabilidad del proyecto.
■ El informe financiero, además, es un elemento
imprescindible a la hora de buscar inversores. Debe
incluir las previsiones de ventas y perspectivas de
crecimiento a diferentes plazos. Pero es importante
que no descuide los flujos de caja, pues un agujero de
liquidez puede dar al traste con el proyecto.

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