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EL ARTE DE HABLAR

EN PÚBLICO
 Los que decidimos ser predicadores nos
preparamos en “EL ARTE DE HABLAR
EN PUBLICO”, o seguimos una materia
de ORATORIA.
 Mi experiencia constituye una buena
ilustración. Según decían, tenían que
sacarme las palabras con cucharita
CASOS BÍBLICOS: MOISÉS
 Cuando Dios llamó a Moisés para que
guiara a su pueblo y los sacara de Egipto,
Moisés respondió:”...!Ay Señor! Nunca he
sido hombre de fácil palabra...”
 Lo que Moisés estaba diciendo era: No
soy un buen orador
 Él añadió: “...soy tardo en el habla y
torpe de lengua.” (Exo. 4:10)
CASOS BÍBLICOS: JEREMÍAS
 Jeremías tuvo una declaración semejante
cuando el Señor lo llamó. Él dijo: “...He
aquí no se hablar, porque soy niño”
(Jer. 1:6)
A muchos de nosotros nos ha ocurrido
algo semejante, nos hemos sentido corto
para expresarnos.
El arte de escuchar...
 Como resultado de la reacción de un
departamental que un día me dijo: “A ti
te gusta que te escuchen, pero, no te
gusta escuchar”
 Desde esa ocasión aprendí que:
“ESCUCHAR, ES UN ARTE”
 Muchos ADMINISTRADORES, tienen
dificultad de saber escuchar
¿Por qué no sabemos escuchar?

 El cerebro escucha con mayor rapidez de


lo que una persona puede hablar.
 Una persona normal escucha entre 400 a
600 palabras por minuto, mientras sólo
se puede hablar entre 150 a 250.
 Como resultado de esto, la mente tiende
a ocuparse en otros pensamientos
Tiempo de rezago
 La diferencia de tiempo entre el hablar y el
escuchar, se llama TIEMPO DE
REZAGO.
 Este divagar de la mente es causa que al
escuchar no se preste atención.
 Esta diferencia de tiempo puede ser
empleado en forma creativa o destructiva.
¿Qué debemos hacer?
 Debemos disciplinarnos para ser buenos
oyentes a fin de que ese tiempo de
rezago lo usemos creativamente.
 Debemos procurar poner atención a
nuestro interlocutor aprendiendo a oir
mas de lo que dicen las palabras.
 Debemos entender y comprender el
mensaje.
Haga preguntas tipo reportero

 ¿Quién? ¿Qué? ¿Cuándo? ¿ A dónde?


¿Cómo?
 Nunca pregunte ¿por qué?. Esta es una
pregunta que con frecuencia produce
incomodidad.
 No tengamos temor de pedir claridad al
asunto que no entendemos.
Ejemplo Bíblico
 En varios incidentes bíblicos encontramos que
los discípulos eran malos oyentes por varias
razones:
1. Sólo oían las palabras, y no las ideas o el
mensaje.
2. No hacían preguntas para aclarar los
conceptos, sino que discutían entre ellos
3. Las conclusiones equivocadas obligaba al
Señor a reprenderlos
S. Marcos 8:13-21
 Este ejemplo bíblico nos da una idea como
los discípulos eran oyentes desatentos.
 No escuchaban en forma perceptiva y por
lo tanto no entendieron el mensaje de
Jesús.
 Esta ilustración nos enseña lo que sucede
cuando no escuchamos como es debido
¿De que hablaba Jesús?
 Jesús les había dicho que se cuiden de
“LA LEVADURA DE LOS FARISEOS”
 Ellos llegaron a la conclusión que les
había amonestado por no tener suficiente
pan.
 Jesús se dio cuenta, por eso les preguntó:
“¿Qué discutís porque no tenéis pan? ¿No
entendéis ni comprendéis?... (S.Mar.8:17)
Prestemos atención no sólo a
las palabras...
 A Jesús no le interesaba el hecho que no
habían traido pan.
 Él acababa de alimentar a más de 4,000
personas con solamente 7 panes (Vers.5)
 Él se estaba refiriendo al pecado y la falta
de fe de los fariseos. (Vers. 11 y 12)
 No sólo debemos prestar atención a las
palabras, sino a su significado
Cuando efocamos la
respuesta antes de tiempo
 La mayoría de los administradores no
sabemos escuchar porque preferimos
hablar.
 Muchas veces mientras nos hablan estamos
pensando en lo que vamos a responder.
 Nuestra mente enfoca la respuesta antes
que la otra persona termine.( Prov. 18:13)
Cuando enfocamos las
prioridades
 Tenemos una reunión importante.
 Tenemos un problema urgente que
resolver.
 Tenemos urgencia de salir.
 Tenemos que cumplir otras tareas que
nos están preocupando.
Cuando tenemos prejuicios
 Lo que la otra persona está hablando,
aunque sea importante, no tiene valor
para mi, porque ya conocemos el asunto
 Otras veces no tiene importancia porque
sus ideas chocan con las mías.
 No nos interesamos porque tenemos
convicciones preconcebidas.
Cuando interrumpimos
 Muchas veces tenemos la tendencia a
interrumpir de manera inoportuna y no
dejamos que la otra persona termine de
expresar sus pensamientos o sentimientos y
como resultado:
a) Se altera la continuidad del mensaje
b) Al interlocutor le cuesta trabajo de oir
lo que estamos hablando porque aun
el está pensando en lo que va a decir.
“...Y la palabra a su tiempo, !
cuan buena es!”
 1. Suspender todo lo que estamos haciendo
 2. No debemos temer de hacer preguntas
 3. No pensemos en la respuesta mientras la
otra persona está hablando
 4. Dejemos sus ideas y pensamientos sean
expresados a fin de que respondamos
reflexivamente a tiempo. (Prov. 15:23)
“Al que responde palabras
antes de oir, le es fatuidad”
 5. Evitemos falsas o prematuras
suposiciones.
“Ya se lo que está pensando”, o
“ya se lo que me vas a decir”
Estas declaraciones dificultan la
comprensión del mensaje que nos
quieren trasmitir. (Prov. 18:13)
“El corazón del justo piensa
para responder...”
 6. Capte las ideas y los pensamientos que
se ocultan detrás de las palabras.
 7. Escuchemos reflexivamente.
 8. Cuidemos nuestras palabras (Prov.13:3)
 9. El saber escuchar nos ahorrará muchos
dolores de cabeza, malos entendidos
y muchos conflictos.
 10.”El corazón del justo piensa para
responder” (Prov.15:28)

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