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CONTRA EL ESCEPTICISMO: LA

DIMENSIÓN PRAGMÁTICA
TEMA: NUMERO 4
CONTRA EL ESCEPTICISMO:
LA DIMENSIÓN
PRAGMÁTICA
CONCEPTOS BASICOS
DEL ESCEPTICISMO
El escepticismo es una corriente filosófica que niega
que exista la verdad objetiva, dudando así de todo lo
que le rodea. El escepticismo se convierte así en una
filosofía que duda de todo, incluso de lo que parece
innegable y evidente.

CONCEPTOS BASICOS
DE LA PRAGMATICA
el pragmatismo es la corriente filosófica que establece que el
conocimiento filosófico y científico solo se puede considerar
verdadero en función de sus consecuencias prácticas. De ahí
que desde el pragmatismo se afirme que la teoría siempre se
obtiene a través de la práctica y que el único conocimiento
válido sea aquel que tenga una utilidad práctica.
CONTRA EL ESCEPTICISMO:
LA DIMENSIÓN
PRAGMÁTICA
TEMA
CENTRAL:
La insistencia aparente del noble escéptico radical tendente a asegurar una verdad indiscutible, en vez de
conformarse con una garantía de aceptación razonable. Esta insistencia bloquea desde el comienzo mismo cuestiona
todo conocimiento de posiciones razonables con respecto a la comprensión de nuestro entorno, ya que esta quiere
dar una propia respuesta al previo conocimiento.
La “incomodidad de no saber” constituye un sentimiento humano natural más si hablamos de un escéptico.
Ignorar lo que le sucede a uno es peligroso desde el punto de vista evolutivo. Como lo observó sabiamente William
James:

La utilidad de este efecto emocional de


expectativa es perfectamente obvia; la “selección
natural” en realidad tenía que ser descubierta
más tarde o más temprano. Para un animal,
poder prever las cualidades de los objetos de su
entorno es de una importancia práctica
prioritaria.
CONTRA EL ESCEPTICISMO: LA
DIMENSIÓN PRAGMÁTICA
El requerimiento de comprensión, es decir, de acomodación cognoscitiva al entorno o de “conocer el
camino”, constituye uno de los requerimientos fundamentales de la condición humana. Se nos
plantean preguntas y queremos, más de las que necesitamos, cuestionándonos cada una de las
respuestas. Las necesidades de información cognoscitiva están importantes como la de comer, ya
que esta nos satisface como seres humanos. Al buscar información, como al buscar comida, estamos
dispuestos a conformamos con lo mejor que podemos conseguir en cierto momento. La necesidad
básica de información y de comprensión nos presiona, de modo que estamos urgidos (y justificados
pragmáticamente) a movemos hacia su satisfacción. El gran explorador polar noruego, F.Nansen, lo
expresó bien. Lo que lleva al hombre a explorar regiones polares inhóspitas es:
El poder de lo desconocido sobre el espíritu humano. En la medida en que las ideas se
han ido aclarando en las distintas edades, este poder se ha extendido y ha conducido
al Hombre hacia adelante, en el camino del progreso. A sí, nos conduce hacia los
poderes y secretos ocultos de la Naturaleza, hacia el inmensurable pequeño mundo del
microscopio y hacia los confines no establecidos del Universo, [ ...] no nos dará tregua
hasta que conozcamos el planeta en que vivimos, desde la profundidad inmensa del
océano hasta los estratos más altos de la atmósfera. Este Poder recorrer como una
corriente toda la historia de la exploración polar. A pesar de las declaraciones sobre
los beneficios posibles que se puedan obtener de una manera u otra, es esto lo que está
en nuestros corazones y nos ha conducido una y otra vez, a pesar de los retrocesos y el
sufrimiento.
CONTRA EL ESCEPTICISMO: LA
DIMENSIÓN PRAGMÁTICA
Para nosotros el imperativo de entender es completamente básico: dado como son las cosas, no
podemos operar, no ya desarrollamos, sin un conocimiento de lo que nos sucede .El conocimiento que
orienta nuestra actividad en este mundo es del tipo más práctico, ya que un animal racional no puede
sentirse cómodo en situaciones en las que no encuentra el sentido cognoscitivo. Nos planteamos
preguntas y queremos INMEDIATAMENTE contar con respuestas. Y no sólo respuestas SIMPLES,
sino más bien, sólo respuestas que sean COHERENTE y que encajen de una manera ordenada para
poder satisfacer a una criatura racional. Esta tendencia práctica básica hacia la información (coherente)
representa un imperativo fundamental para la inteligencia cognoscitiva. Para nosotros no cabe esperar
una satisfacción cognoscitiva sobre otras bases, ya que la necesidad de información (el conocimiento
que nutre nuestra mente) es tan imprescindible como el alimento que nutre nuestro cuerpo, un vacío
cognoscitivo o un desacuerdo es tan molesto como el dolor físico. Históricamente, por cierto, incluso el
escéptico más radical ha reconocido que el hombre debe actuar para sobrevivir y crecer en el mundo. El
escéptico, como cualquier otro, también reconoce que nosotros, los seres humanos, nos encontramos
viviendo in media res en un entorno que no satisfará nuestras necesidades, deseos y expectativas
automáticamente, sin nuestra intervención. Este reconocimiento abre el camino para una objeción al
escepticismo, la de que inmoviliza la acción, y ofrece una "refutación”, ya que el escepticismo hace
imposible toda conducta vital. David Humé expresó esta postura de la manera siguiente:
CONTRA EL ESCEPTICISMO: LA
DIMENSIÓN PRAGMÁTICA
Pero un pirroniano debe reconocer (si es que reconoce algo)
que la vida humana perecería, si sus principios
predominaran universalmente. Todo discurso o toda acción
cesarían inmediatamente y el hombre permanecería en un
letargo total hasta que las necesidades naturales,
insatisfechas, dieran punto final a su triste existencia.

Ante este tipo de acusación, los antiguos escépticos pueden siempre responder que, aunque ciertamente
debemos actuar, esta acción no tiene que estar basada de ninguna manera en conocimiento.
En principio, la vida sin conocimiento o creencias apoyadas en evidencias racionales no es por cierto
imposible: los animales, por ejemplo, se las arreglan bastante bien. Ante esto, se puede intentar de nuevo
una estrategia menos radical, la que concede la aceptación (y la creencia), pero absolutamente sólo sobre
una base no razonada (digamos, el instinto, el limitarse a las apariencias o algo así). De esta manera, el
escéptico puede estar de acuerdo (y actuar en consecuencia). La objeción de Hume lleva esta marca: el
escepticismo no tiene necesariamente que inmovilizar la acción. Sin embargo, este tipo de defensa se
equivoca de objetivo. El centro de la objeción no es simplemente que el escéptico fracasa en considerar
como base de la acción algunas aserciones en lugar de otras. Más bien se trata de que insiste en que no
hay R A Z O N E S para hacerlo.
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LA DIMENSIÓN
PRAGMÁTICA
Y esto es profundamente problemático, ya que mientras que por una parte el escéptico puede por cierto
contar con guías para la acción a saber, las guías no cognoscitivas del instinto o la costumbre, etc. Por
otra, no puede defender sus acciones. Es decir, no pueda justificar
hacer A en lugar de B. Sí puede decir que ingiere alimentos para aplacar el hambre (en vez de frotarse el
estómago), ya que así lo hace, pero esta mera explicación de lo que hace no constituye una base para
ello. Así, el escepticismo destruye la perspectiva de cualquier recurso
racional en los procesos de praxis. Debido a la suspensión total de juicio por parte del escéptico, nuestra
conducta no se convierte en irracional necesariamente, sino en irracionalizable por completo. Todo lazo
entre la acción y la racionalidad se corta.
CONTRA EL ESCEPTICISMO: LA
DIMENSIÓN PRAGMÁTICA
Sin duda, el hombre es un animal racional, es decir, una criatura que se orienta a la satisfacción no sólo de su apetito
físico, sino también del intelectual. Virtualmente en toda circunstancia y situación uno necesita” saber por qué”.El
argumento contra el escepticismo que presentamos aquí es esencialmente práctico. No establece la inconsistencia
interna o la falta de sostén teórico en la posición escéptica. Más bien muestra que el precio que se pagaría al adoptar tal
posición es demasiado elevado y no compensa los beneficios reales que se podrían así obtener. La necesidad básica de
información y comprensión nos presiona y debemos hacer (y estamos de este modo pragmáticamente justificados en
actuar así) lo que se requiera para satisfacerla. Cualesquiera que sean los méritos o deméritos del escepticismo en tanto
posición teórica, en lo que respecta a fundamentos prácticos estamos autorizados a rechazarlo sin más. Desde la
antigüedad griega los filósofos han tratado dé responder nuestras preguntas ¿Por qué aceptar algo? mediante la
adopción del punto de vista siguiente: “El hombre es un animal racional. Qua animal, debe actuar, ya que su
supervivencia misma depende de la acción.

Pero, cual ser racional, en la medida en que sus acciones están guiadas por lo que él acepta, no puede estar a salvo
cuando actúa.» Esta línea de argumentación fue propuesta por los antiguos y fue reavivada en tiempos modernos por
sucesivos pensadores, desde David Hume a William James. Debe notarse, sin embargo, que la presente posición no
dice: “Si quieres actuar efectivamente, debes aceptar algo” Más bien propone que: “Si quieres entrar en la “empresa
cognoscitiva”, es decir, si quieres estar en una posición que te asegure información sobre el mundo, entonces debes
estar preparado a aceptar algo. “Los dos enfoques adoptan un punto de vista que no es categórico e incondicional,
sino más bien hipotético y condicional”. Sin embargo, en el caso pragmático clásico el centro está puesto en los
requisitos para la acción efectiva, mientras que nuestro enfoque presente, orientado a lo cognoscitivo, se centra en los
requisitos para la búsqueda racional. Desde esta perspectiva, la frustración de nuestros objetivos cognoscitivos básicos,
independientemente de los esfuerzos del escéptico para ocultarlo, es lo que nos proporciona una razón teórica de peso
para el rechazo del escepticismo.
CONTRA EL ESCEPTICISMO: LA DIMENSIÓN PRAGMÁTICA

BIBLIOGRAFIA
PAGINAS WEB

• https://economipedia.com/definiciones/escepticismo.html
• https://
www.unprofesor.com/ciencias-sociales/caracteristicas-del-pragmatismo-fi
losofico-4971.html
• https://
www.unprofesor.com/ciencias-sociales/el-pragmatismo-de-william-james
-5110.html
• https://objetivismo.org/misticismo-y-escepticismo-como-negaciones-de-
la-razon-opar-5-5/

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