ACEROS PARA CEMENTACIÓN, PARA

CARBONITRURACIÓN Y ACEROS INOXIDABLES

MARTENSÍTICOS

LEONARDO ZÁRATE AVENDAÑO

CRISTIAN DAVID FERRO SAMACA
ANGEL ALIRIO ROJAS ARIZA
 ACEROS PARA CEMENTACIÓN
Se emplean para ello aceros de bajo carbono. Mediante
un agente carburigeno adecuado se logra luego
enriquecer en carbono la periferia de la pieza hasta un
contenido eutectoide (0.77% C) o ligeramente
hipereutectoide. Ello exige que ese tratamiento
termoquímico se realice sobrepasando A3c: solamente en
estado austenítico puede enriquecerse en carbono el
acero (puesto que a temperaturas inferiores a A1, el
contenido máximo en carbono que admitiría en estado
ferrítico sería 0.0218%).
Al término de la cementación se obtiene, de
hecho, un conjunto formado por dos aceros
solidariamente unidos: eutectoide el de periferia y
de bajo carbono el del núcleo. La periferia de la
pieza ha de tener resistencia al desgaste y,
además, resistencia a esfuerzos alternativos; es
decir, debe ser resistente a fatiga.

Estos aceros están destinados a fabricar elementos

o piezas -engranajes, levas, coronas y ruedas
dentadas, casquillos, articulaciones cardan, etc.-
que requieren buena resistencia al desgaste en
superficie junto con una tenacidad en el núcleo
muy superior a la admitida en aceros para
rodamientos.
Composición química de los aceros para cementar

El contenido de carbono del acero base debe ser bajo (no superior a 0,2 %C). No solo por
la tenacidad requerida en el núcleo sino también porque las tensiones de compresión en
periferia serán favorables para un buen comportamiento durante el servicio. Y esas
tensiones resultan mayores si hay contraste entre el carbono de la periferia de la pieza
cementada (del orden de 0,77%C) y el del núcleo.

En general los aceros no aleados, no resultan adecuados para cementar -simplemente al

carbono- porque conviene que la capa cementada tenga una cierta templabilidad: a fin de
que la estructura a 0.2 mm de profundidad sea al menos de 80-90% de martensita.
Resumiendo lo anterior es aconsejable que los aceros sean de baja aleación (aceros no
caros): con no más de 0.6%Cr y 0.5% Mo (para evitar redes de carburos); con menos
de 1,5% Ni y 1%Mn (para evitar austenita residual, y distorsiones en el temple).

Tabla 1. Propuesta INTA de aceros de cementación.

Para piezas con muy alta resistencia mecánica -superior
a 1300 Mpa-, y de grandes dimensiones, se emplean
algunos aceros de alto contenido en níquel (ref 3,00-
3,5% Ni). El Ni, elemento gammágeno, baja la
temperatura A3, y por tanto -puesto que la cementación
se hace entre 30°C y 60°C por encima de A3-
disminuye la temperatura de cementación. Por otra
parte el níquel aumenta la templabilidad de la capa
cementada y mejora la tenacidad y la resistencia
mecánica en el núcleo de los aceros de cementación;
pero por su propensión a dar austenita residual en el
temple, requiere tratamientos térmicos posteriores a la
cementación. Figura 1. Gráfico INTA para elección
de los aceros
Tratamientos térmicos posteriores a la cementación

La estructura micrográfica después de cementación gaseosa, temple directo en

aceite desde la temperatura de cementación, y revenido bajo, puede no resultar
suficientemente adecuada. Pero, así todo, muchos de los aceros de cementación
requieren estos tratamientos.

En vez de temple directo desde la temperatura de cementación, en ocasiones resulta

conveniente un lento enfriamiento desde la temperatura de cementación: para
favorecer la difusión del carbono desde la periferia hacia el interior y lograr así una
suave variación del contenido de carbono sin brusco contraste entre la capa
cementada y el núcleo. Pero una vez alcanzada la temperatura ambiente sería
preciso templar luego la pieza.
El acero es propenso al crecimiento de grano austenítico durante la cementación -aceros de grano
grueso- el tratamiento adecuado sería el indicado en el ciclo de la Figura 2: enfriamiento lento desde
la temperatura de cementación, austenización a temperatura Ligeramente superior a A 3c, enfriamiento
desde esa temperatura (temple para acortar tiempos), reaustenización a temperatura ligeramente
superior a Ac, temple desde esa temperatura y revenido final.

Figura 2. Tratamientos térmicos posteriores a la cementación, en aceros de grano grueso.

Si el acero es poco propenso al
sobrecalentamiento durante la cementación -
aceros de grano fino y gran resistencia
mecánica (v.gr 4%Ni)- el ciclo de tratamiento
adecuado sería el indicado en la Figura 3b:
enfriamiento lento desde la temperatura de
cementación, austenización incompleta a
temperatura intermedia entre A3 y Ac, temple
desde esa temperatura (templará sólo la capa
Figura 3. Tratamientos térmicos posteriores a la
cementada) y revenido final. cementación, en aceros de grano fino;
a) Aceros de resistencia media (poco
aleados):
 ACEROS PARA CARBONITRURACIÓN.

La carbonitruración consiste en aportar a

la superficie del acero átomos de
carbono y nitrógeno, para ello se emplea
una atmósfera carburante que además
contenga NH3. Los aceros empleados
pueden tener desde 0,05% C hasta
0,5%C.
Para lograr una buena dureza superficial
después de la carbonitruración se debe
templar en un medio poco severo o en el
aire
Al exponer la pieza de acero en una
atmósfera carbonitrurante a 650°-750°C,
primero se enriquece el acero en N hasta
cierta profundidad, esta capa
enriquecida resulta austenítica a esta
temperatura y esto posibilita que se
enriquesca en carbono. Lo cual resulta
en una capa de carbonitruración ligera
entre 20 y 40 micras si se realiza durante
4-5 horas.
Sin embargo, la carbonitruración media
suele hacerse a una temperatura de 700°-
800°C durante las mismas 4-5 horas.
Obteniendo una capa con espesor de 50
y 90 micras con durezas entre 57-59
HRC.
Por otro lado, la carbonitruración
profunda suele hacerse a temperaturas
de 840°-870°C, con un espesor de capa
de 100-800 micras, con durezas entre
57-60 HRC
El temple para este tipo de carbonitruración
se hace en aceite, porque si se realiza en aire
se obtiene mayor austenita residual. Así
mismo, el enfriamiento se realiza a
temperatura de carbonitruración, y en este
caso se templa el núcleo, dando martensita
si el acero es semiduro. Usualmente cuando
es irrelevante la deformación del núcleo,
este adquiere gran tenacidad, y por ende se
suele emplear esta carbonitruración, porque
resulta más rápida .
En los 3 casos la capa templada se
somete a revenido y se puede efectuar a
temperaturas más altas que en las capas
cementadas debido a la estabilidad del
revenido conferida por el nitrógeno.
En comparación con la cementación, la
carbonitruración permite el empleo de
aceros más baratos con capas de espesor
más delgadas pero más duras y
resistentes a la corrosión.
 ACEROS INOXIDABLES MARTENSÍTICOS.

Los aceros inoxidables Martensíticos

poseen contenidos de cromo desde el 11.5%
al 18% de Cromo, en porcentajes desde 0.3
a 0.7% de Carbono pueden ser
completamente austenizados y por tanto
susceptibles al temple para dar estructuras
martensíticas.
Si se desea mayor dureza y resistencia
mecánica se debe aumentar cuidadosamente
el % de C
 TIPOS COMUNES DE ACEROS INOXIDABLES
MARTENSÍTICOS.

Cabe distinguir dos grupos, de bajo Carbono

y de medio/alto Carbono.
Los de bajo Carbono resultan
hipoeutectoides alrededor de 0.1%C y por
tanto soldables y designados a piezas de
construcción el más común es el AISI 410 de
composición química: 0.10% C; 12%Cr y sus
características mecánicas 500Mpa (Re)
800Mpa (Rm) resiliencia mayor a 80J/cm2
 TIPOS COMUNES DE ACEROS INOXIDABLES
MARTENSÍTICOS.

Los de medio/alto Carbono contienen

alrededor de 0.15 a 0.45 %C el más común
es el AISI 420 y se puede tomar como
ejemplo de composición química general:
0.16 a 0.45%C; 12%Cr; 1%máx Mn;
1%máx Ni y sus características mecánicas
son mayores a las de bajo Carbono
difícilmente soldables y menos resistentes a
la corrosión, son hipereutectoides cuando el
Carbono supera el 0.35%
ACEROS INOXIDABLES MARTENSÍTICOS.

Tabla 1. Algunos aceros inoxidables prototipo.

 USOS DE LOS ACEROS INOXIDABLES MARTENSÍTICOS.

Los aceros inoxidables Martensíticos se

emplean para la construcción de piezas
templadas y revenidas; tales como
álabes de turbina, ejes templados y
revenidos para bombas de agua,
válvulas, herramientas inoxidables de
moderada dureza ( cuchillos, navajas,
tijeras, destornilladores), material
odontológico y quirúrgico entre otros.