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INDICACIONES TERAPÉUTICAS

Fiebre. Las dosis antipiréticas, generalmente por vía oral, son de


325-650 mg cada 6 horas en adultos.

Dolor. Los salicilatos son útiles en el tratamiento de dolores como


neuralgias, cefaleas, dolores radiculares, odontalgias, mialgias,
dismenorrea, etc. También resultan eficaces en el tratamiento agudo
de la migraña junto a los ergóticos y los triptanes y de los dolores
posparto y postoperatorios de intensidad moderada o ligera. Los
salicilatos constituyen el primer escalón en el tratamiento del dolor
oncológico.
Síndromes articulares. Aunque
la aspirina se a considerado el
AINE de referencia en la artritis
reumatoide, actualmente se
prefieren otros farmacos con
menos efectos adversos.

Antiagregante plaquetario. La aspirina es util en la profilaxis de los cuadros que


se acompañan de hiperagregabilidad plaquetaria, como las arteriopatías coronarias y
cerebrales. Las trombosis venosas profundas, la tromboembolia, los infartos,
etcétera. Las dosis eficaces para conseguir un efecto Antiagregante no se han
establecido totalmente pero la dosis de 40-30 mg/dia de aspirina son sificientes para
inhibir la formación de tromboxano plaquetario.
Enfermedad inflamatoria intestinal: Los
Salicilatos y, en especial, la sulfasalazina y
derivados se emplean en el tratamiento de
base de la colitis ulcerosa.

REACCIONES ADVERSAS
Efectos adversos gastrointestinales.
Son los más frecuentes.
Son máximos con aspirina y disminuyen con los salicilatos no
acetilados, el diflunisal y los diversos preparados farmacéuticos
(tamponados, efervescentes, de liberación retardada, etc.).
Las vías rectal, parenteral y tópica disminuyen dicho riesgo,
pero no lo suprimen.
Efectos adversos renales .
Los salicilatos pueden disminuir la función
renal, generalmente en dosis tóxicas y en
pacientes susceptibles.
Al igual que los demás AINE, los salicilatos
estimulan la retención de sodio y agua y
pueden producir nefropatía analgésica en el
caso de consumos crónicos.
Los AINE pueden interferir en el control de
la presión arterial en pacientes tratados con
fármacos antihipertensivos.
Hipersensibilidad.
La aspirina puede producir cuadros de asma, alergias y pólipos nasales y
provocar broncoespasmos, angioedema y urticaria.
Las erupciones dérmicas con diversas manifestaciones (eritemas, eccemas,
descamaciones, etc.) son comunes.

Otras reacciones adversas.


Pueden provocar el cierre prematuro del conducto
arterioso si se administran durante el tercer trimestre del
embarazo.
En niños y adolescentes puede aparecer el síndrome de
Reye tras el consumo de aspirina en procesos febriles
víricos. Se trata de una encefalopatía aguda con
degeneración grasa del hígado y alteraciones
mitocondriales. Es un cuadro grave con una mortalidad
elevada (20-40 %)que contraindica la utilización de
aspirina en los niños.

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